Programas de Desarrollo Rural: Mujeres en el Desarrollo Rural

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Programas de Desarrollo Rural

Mujeres en el Desarrollo Rural

Jalisco Gobierno del Estado


Directorio GOBIERNO DEL ESTADO DE JALISCO

SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACION

Lic. Francisco Javier Ramírez Acuña Gobernador Constitucional del Estado

C. Javier Bernardo Usabiaga Arroyo Secretario

Ing. Rodrigo Diez de Sollano Elcoro Secretario de Desarrollo Rural

Ing. Antonio Ruiz García Subsecretario de Desarrollo Rural

Ing. Ricardo González García Director General de Fomento Agropecuario y Frutícola

Lic. Nuria Costa Leonardo Directora de Grupos Prioritarios Ing. Sergio Córdova Murrieta Delegado de la SAGARPA en el Estado

SUBCOMITE ESTATAL DE EVALUACION Dra. Martha Patricia Kishi Sutto. Coordinadora Estatal de Evaluación Ing. José María Hernández Díaz. Representante del Gobierno del Estado Ing. José Luis González Padilla. Representante de la Delegación de la SAGARPA Ing.Lauro López Miramontes. Comisión Estatal de Desarrollo Rural C. Roberto Vargas Maciel. Representante de los Productores Ing. Jesús Netzahualcoyotl Martín del Campo. Colegio de Ingenieros Agrónomos MVZ. Juan Ibáñez Arroniz. Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas

COMISIÓN ESTATAL DE DESARROLLO RURAL Dr. José Arnulfo del Toro Morales. Presidente Ing. Pablo Velarde Magaña. Secretario Técnico (Subdelegado de Planeación de la SAGARPA) Sra. Ma. Guadalupe Ornelas Sánchez. Vocal Ejecutivo (Grupo de Mujeres en el Desarrollo Rura de la SAGARPAl


ESTE ESTUDIO FUE REALIZADO POR LA ENTIDAD EVALUADORA ESTATAL:

Planeación y Evaluación del Desarrollo, S.C. (PLANEVADES)

Lic. Oscar Gonzalo Hernández Valdés Director de la Empresa

Lic. Magdalena Sofía de la Peña Padilla Directora del Proyecto

Consultores: Ing. Javier García Buj Lic. José Salomé Ramírez Márquez Lic. Martha Arias Vázquez C.P. Luz María Franco Andrade

ENTIDAD SUPERVISORA SUBCOMITÉ ESTATAL DE EVALUACIÓN


Prólogo Por tercera ocasión, el Gobierno de México a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR) y el Gobierno del Estado de Jalisco realiza la evaluación externa de los programas de fomento agrícola, fomento ganadero, sanidades agropecuaria y desarrollo rural de la Alianza para el Campo. Este documento de evaluación forma parte de un conjunto de estudios que integran la base de la Evaluación de los Programas de la APC 2000 en el Estado de Jalisco. La magnitud de este esfuerzo no tiene precedente en el sector público. Su operación implicó la movilización de diversas entidades evaluadoras estatales y la consolidación de una amplia y compleja estructura institucional en los ámbitos federal y estatal. El objetivo fundamental de este enorme esfuerzo evaluativo es precisar el desempeño e impacto de estos programas en la realidad agropecuaria y rural de México, con el fin de dar a conocer y mejorar cada una de las acciones de política pública que ellos implican, tanto al nivel estatal como federal. En la evaluación 2000 los objetivos fueron los mismos que en los 2 períodos inmediatos anteriores, y se mantuvieron algunos de los cambios importantes en la metodología y procedimientos de la evaluación. Las modificaciones han tendido a simplificar el proceso de evaluación, facilitar la información a los evaluadores y agilizar la gestión de documentos y bases de datos. Todo ello con el fin de garantizar la objetividad, manteniendo siempre como principio fundamental que los hallazgos de estas evaluaciones sean útiles para mejorar el desempeño de los programas y evaluar su impacto en el medio rural. La disciplina metodológica, la objetividad y externalidad de los resultados que aquí se presentan, han sido posible en gran medida gracias al enfoque metodológico y supervisión de las distintas instituciones estatales y federales, que respetaron en todo momento los criterios y la independencia de los evaluadores. Cabe señalar finalmente que, como en la anterior ocasión, los resultados de estas evaluaciones contribuyan significativamente para que las instituciones, técnicos, responsables y autoridades al nivel federal y estatal, incrementen su eficacia y eficiencia en el desempeño de sus funciones. Con estas evaluaciones se están dando pasos importantes en la conformación de una cultura de planeación que considere a las evaluaciones como parte integrante de los programas de desarrollo agrícola y rural. En la medida en que el esfuerzo de evaluación contribuya a este logro, su contribución al desarrollo de una cultura de la evaluación en México será significativa.


Evaluación Mujeres en el Desarrollo Rural 2000

Índice Índice............................................................................................................................... Índice de cuadros............................................................................................................ Índice de anexos.............................................................................................................. Siglas............................................................................................................................... Presentación....................................................................................................................

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Resumen ejecutivo.........................................................................................................

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Capítulo 1. Introducción................................................................................................

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1.1 Objetivos de la evaluación externa................................................................... 1.2 Presentación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural............................ 1.2.1 Objetivos del Programa............................................................................ 1.2.2 Universo de trabajo................................................................................. 1.2.3 Estrategias del Programa......................................................................... 1.2.4 Criterios de elegibilidad.......................................................................... 1.2.5 Principios del Programa.......................................................................... 1.2.6 Componentes de apoyo........................................................................... 1.2.6.1 Proyectos productivos................................................................ 1.2.6.2 Redes Micro-regionales de grupos apoyados............................. 1.2.6.3 Módulos demostrativos y reproductivos de traspatio para la seguridad alimentaria familiar.................................................... 1.3 Descripción del proceso evaluativo..................................................................

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Capítulo 2. Operación del Programa..............................................................................

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2.1 Definición de metas físicas y montos de inversión........................................... 2.2 Fechas importantes en la implementación del Programa.................................. 2.3 Operación de los componentes del Programa................................................... 2.3.1 Proyectos productivos............................................................................ 2.3.2 Redes...................................................................................................... 2.4 Acta de cierre....................................................................................................

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Capítulo 3. Evaluación de la operación 2000.................................................................

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3.1 Evaluación del cumplimiento de la normatividad del Programa...................... 3.1.1 Programa con perspectiva de género...................................................... 3.1.2 De la selección del universo de trabajo................................................... 3.1.3 Sobre los criterios de elegibilidad........................................................... 3.2 Implementación de los componentes de apoyo................................................ 3.2.1 Proyectos productivos.............................................................................. 3.2.2 Redes........................................................................................................

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3.3 Evaluación de los términos de referencia para la evaluación externa del Programa........................................................................................................... 3.3.1 Evaluación de los objetivos del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural........................................................................................................ 3.3.2 Evaluar la eficiencia y eficacia operativa del Programa.......................... 3.3.3 Evaluar la coordinación interinstitucional............................................... 3.3.4 Analizar la rentabilidad de las acciones dirigidas a mujeres con relación a las acciones dirigidas a los hombres.......................................

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Capítulo 4. Impacto en las beneficiarias........................................................................

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4.1 Caracterización socioeconómica de las beneficiarias........................................ 4.2 Impacto de la participación en el Programa de las beneficiarias......................

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Capítulo 5. Conclusiones y Recomendaciones.............................................................

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5.1 Conclusiones..................................................................................................... 5.2 Recomendaciones.............................................................................................

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Bibliografía.....................................................................................................................

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Índice de cuadros Cuadro RE-1 Cuadro 1-3-1 Cuadro 1-3-2 Cuadro 2-1-1 Cuadro 2-1-2 Cuadro 2-1-3 Cuadro 2-2-1 Cuadro 2-2-2 Cuadro 2-3-1-1 Cuadro 2-3-1-2 Cuadro 2-3-1-3 Cuadro 2-3-1-4 Cuadro 2-4-1 Cuadro 2-4-2 Cuadro 3-1-1-1 Cuadro 3-1-1-2 Cuadro 3-1-1-3 Cuadro 3-1-1-4 Cuadro 3-1-1-5 Cuadro 3-1-1-6 Cuadro 3-1-1-7 Cuadro 3-1-1-8 Cuadro 3-1-3-1 Cuadro 3-2-1-1 Cuadro 3-2-1-2 Cuadro 3-2-1-3 Cuadro 3-2-1-4 Cuadro 3-2-1-5 Cuadro 3-2-1-6 Cuadro 3-2-1-7 Cuadro 3-2-1-8 Cuadro 3-2-1-9 Cuadro 3-2-1-10 Cuadro 3-2-1-11 Cuadro 3-2-1-12 Cuadro 3-2-1-13 Cuadro 3-2-1-14 Cuadro 3-2-1-15 Cuadro 3-2-1-16 Cuadro 3-2-2-1 Cuadro 3-2-2-2

Indicadores básicos de operación e impacto del Programa.............. Diseño de la muestra........................................................................ Distribución de los apoyos por DDR y por municipio..................... Metas físicas y montos de inversión del Programa 2000................. Distribución de los recursos según los componentes del Programa. Distribución de los recursos según el universo de atención del Programa.......................................................................................... Grupos apoyados en la Región Norte............................................... Grupos apoyados en la Región Sur.................................................. Proyectos productivos Mujeres en Desarrollo Rural 2000.............. Relación de beneficiarias. Red Norte.............................................. Relación de beneficiarias. Red Sur.................................................. Relación total de beneficiarias......................................................... Cierre del Programa 2000. Lo programado vs. lo realizado............ Cierre final del Programa 2000. Aplicación de los recursos............ Quién debe aportar los ingresos....................................................... Quién decide el gasto de la casa....................................................... Redistribución trabajo doméstico..................................................... Toma de decisiones en la familia..................................................... Impactos del proyecto. Cambios personales o familiares................ Qué cambios ha propiciado el proyecto........................................... Opinión sobre el trabajo fuera de casa............................................. Dificultades personales para participar........................................... Criterios para definir el tipo de proyecto......................................... Grupos en operación........................................................................ Nivel de organización de los grupos................................................ Cómo definieron su reglamento....................................................... ¿Tiene el grupo figura jurídica?....................................................... Ingresos por ventas.......................................................................... Ingresos por ventas.......................................................................... Destino del ingreso obtenido........................................................... Origen de las aportaciones............................................................... Monto de las aportaciones................................................................ Nuevas aportaciones......................................................................... Deserciones en los grupos................................................................ Variaciones en el número de participantes....................................... Comparativo de rendimientos anuales 1999-2000........................... Factor de arraigo............................................................................... Programa como factor de arraigo..................................................... Dificultades nivel proyecto.............................................................. Imagen del consultor(a) ................................................................... Funciones del consultor.................................................................... Jalisco

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Cuadro 3-2-2-3 Cuadro 3-2-2-4 Cuadro 3-2-2-5 Cuadro 3-2-2-6 Cuadro 3-2-2-7 Cuadro 3-2-2-8 Cuadro 3-3-1-1 Cuadro 3-3-1-2 Cuadro 3-3-1-3 Cuadro 3-3-1-4 Cuadro 3-3-1-5 Cuadro 3-3-1-6 Cuadro 3-3-1-7 Cuadro 3-3-1-8 Cuadro 3-3-1-9 Cuadro 3-3-4-1 Cuadro 3-3-4-2 Cuadro 3-3-4-3 Cuadro 3-3-4-4 Cuadro 3-3-4-5 Cuadro 3-3-4-6 Cuadro 3-3-4-7 Cuadro 3-3-4-8 Cuadro 3-3-4-9 Cuadro 3-3-4-10 Cuadro 3-3-4-11 Cuadro 3-3-4-12 Cuadro 4-1-1 Cuadro 4-1-2 Cuadro 4-1-3 Cuadro 4-1-4 Cuadro 4-1-5 Cuadro 4-1-6 Cuadro 4-1-7 Cuadro 4-1-8 Cuadro 4-1-9 Cuadro 4-1-10 Cuadro 4-1-11 Cuadro 4-1-12 Cuadro 4-1-13 Cuadro 4-1-14 Cuadro 4-1-15 Cuadro 4-1-16 Cuadro 4-1-17 Cuadro 4-1-18

Participación en red. Asistencia a cursos......................................... Participación en red. Temas tratados................................................ Percepción de los temas tratados en la red....................................... Conocimiento del Programa. ¿Conoce algo del Programa?............. Conocimiento del Programa. Qué conoce del Programa................. Capacitación recibida del Programa................................................. Número de veces que asistió a cursos.............................................. Utilidad de los cursos....................................................................... Oportunidad de la capacitación........................................................ Percepción de la metodología.......................................................... Horas trabajadas al día..................................................................... Dónde realiza su trabajo................................................................... Dónde le gustaría hacer su trabajo................................................... Nivel de organización en el grupo................................................... Organización de tareas..................................................................... Planes para el futuro......................................................................... Aprendizaje de la participación en el proyecto................................ Beneficios participación a nivel proyecto........................................ Otros satisfactores recibidos en el proyecto..................................... Si no recibiera ingresos participaría en el proyecto. Porqué sí........ Beneficios participación a nivel comunitario................................... Beneficios participación a nivel personal......................................... ¿El técnico hizo diagnóstico?........................................................... Participación del grupo en el diagnóstico........................................ Tiene plan de inversión/ahorro......................................................... Comercialización. Dónde venden sus productos.............................. Ingreso por ventas............................................................................ Edad de las beneficiarias.................................................................. Etapa del ciclo familiar.................................................................... Estado civil de las beneficiarias....................................................... Vivienda de las beneficiarias............................................................ Construcción de la vivienda. Techo................................................. Construcción de la vivienda. Muros................................................. Construcción de la vivienda. Pisos................................................... Servicios de la vivienda................................................................... Equipamiento de la vivienda........................................................... Ingreso promedio mensual (unidad doméstica)............................... Aportaciones al gasto familiar.......................................................... Montos de las aportaciones.............................................................. Prioridad del gasto............................................................................ En qué gasta más.............................................................................. Alimentación familiar...................................................................... Calidad en la alimentación familiar................................................. Recursos familiares.......................................................................... Ocupación del jefe de familia........................................................... Jalisco

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Cuadro 4-1-19 Cuadro 4-1-20 Cuadro 4-1-21 Cuadro 4-1-22 Cuadro 4-1-23 Cuadro 4-2-1 Cuadro 4-2-2 Cuadro 4-2-3 Cuadro 4-2-4 Cuadro 4-2-5 Cuadro 4-2-6 Cuadro 4-2-7 Cuadro 4-2-8 Cuadro 4-2-9 Cuadro 4-2-10 Cuadro 4-2-11 Cuadro 4-2-12 Cuadro 5-1-1 Cuadro 5-1-2 Cuadro 5-1-3 Cuadro A-1 Cuadro A-2

Origen de los productos alimenticios............................................... Destino de la producción de traspatio.............................................. Actividades de traspatio................................................................... Quién participa en actividades de traspatio...................................... Qué necesita para realizar estas actividades..................................... Dificultades nivel comunitario......................................................... Necesidades del grupo...................................................................... Tiempo de participación................................................................... Expectativas sobre el proyecto......................................................... Motivación para entrar a MDR........................................................ Respuestas a expectativas sobre el proyecto.................................... Respuesta a expectativas sobre el proyecto (respecto a los sí)........ Respuesta a expectativas sobre el proyecto. Porqué no se han visto logros (respuestas a los no)...................................................... Ha observado cambios en la forma de operar del Programa MDR en relación al año pasado................................................................. Apoyos recibidos del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural..... Apoyo de MDR. Mejoras al grupo con la participación en MDR... Cómo se enteró del Programa.......................................................... Inversión directa a grupos 2000....................................................... Inversión total por grupos y beneficiarias 2000............................... Grupos de mayor inversión.............................................................. Diseño muestral. Programa Mujeres en Desarrollo Rural 2000....... Distribución de la muestra................................................................

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Índice de anexos A. Informe final del trabajo de campo............................................................................ 89 I. Primera etapa del trabajo de campo......................................................................... 90 II. Segunda etapa del trabajo de campo: diseño muestral y estudios de caso............. 92 III. Curso de capacitación a encuestadores................................................................. 94 IV. Trabajo de campo: entrevista a operadores y responsables estatales de los programas; entrevistas a beneficiarios ................................................................. 95 B. Guía y reportes de estudios de caso........................................................................... 96 C. Género y políticas públicas........................................................................................ 110

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SIGLAS CEPAL DDR FIRCO MDR PADER PEAT SAGAR SAGARPA

Comisión Económica para América Latina Distrito de Desarrollo Rural Fideicomiso de Riesgo Compartido Mujeres en el Desarrollo Rural Programa de Apoyo al Desarrollo Rural Programa Elemental de Asistencia Técnica (hoy SAGARPA) Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación SCT Secretaría de Comunicaciones y Transportes SEDER Secretaría de Desarrollo Rural SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social SEE Subcomité de Evaluación Estatal SEMARNAP (hoy SEMARNAT) SEMARNAT Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales SEPROE Secretaría de Promoción Económica SINDER Sistema Integral para el Desarrollo Rural SISEVAL Sistema Nacional de Seguimiento y Evaluación SRA Secretaría de la Reforma Agraria VEMDR Vocalía Ejecutiva de Mujeres en el Desarrollo Rural

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Presentación Por segundo año consecutivo se realiza la evaluación de este Programa Mujeres en el Desarrollo Rural, de igual forma para esta misma entidad evaluadora. Desde diversos ángulos, este hecho permite acumular una mejor comprensión de la actividad productiva y, por supuesto, una mejora continua del proceso de evaluación. Consideramos que la evaluación de programas de desarrollo rural es una tarea compleja. Su objeto es la intrincada red de acciones y reacciones de múltiples actores y factores que concurren en una deliberada intervención social orientada por propósitos de cambio. Es también un reto el construir la acumulación de un conocimiento más preciso en torno a la evolución del Programa mismo, principalmente sus esfuerzos de mejora que se le agregan como valor adicional en cada nuevo período presupuestal. Desde una perspectiva más amplia, en torno al desarrollo rural de una región, estado o país, se puede considerar que es un ámbito del desarrollo que difícilmente puede ser aprehendido desde cada una de sus partes, fraccionadas, separada en sus unidades componentes, bajo el riesgo de perder la perspectiva del conjunto y de descubrir la lógica con que opera. El desarrollo rural es fundamentalmente un proceso y como tal no puede entenderse como un evento; intentar comprender un proceso social de tal complejidad por cualquiera de sus partes, aisladas entre sí, enfrenta el peligro de perder el sentido de la complejidad de la realidad. El desarrollo rural es un proceso, como otros de acción social, en el cual los actores intervinientes se desempeñan con base en la intelección que hacen de sus acciones y de las reacciones provocadas en el entorno físico y humano. Es un proceso que difícilmente puede ser comprendido a partir de sus enunciados normativos suponiendo una aplicación coherente de ellos como la que se efectúa en procesos físicos o en medios con variables controladas. El grupo de profesionales que integramos Planeación y Evaluación del Desarrollo, S.C. optamos por asumir la responsabilidad de evaluar el Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000 conscientes de la complejidad de la tarea a emprender, y de la alta expectativa respecto al valor de la evaluación como instrumento para la elevación de la calidad del Programa. Nuestro esfuerzo se guió por los términos de referencia y la guía metodológica para la evaluación del Programa. Buscamos incorporar a tales referentes los elementos a nuestro alcance para integrar una visión del Programa en la que queden identificadas las partes y el todo, su dinámica de interrelaciones y la lógica que las mueve, la fuerza que algunos de sus elementos imponen al resto, las condiciones en que se generan determinados resultados. Nuestra primera consideración a lo largo del trabajo evaluativo se situó en ofrecer a los actores, directos e indirectos, que operan el Programa la mayor cantidad de elementos Jalisco

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relevantes para elevar la calidad de su desempeño. En la medida que los operadores avancen en la comprensión de lo que hacen y lo que resulta de ello, en esa medida están en condiciones de mejorar. Tenemos la certeza de que esa es una buena vía para alinear la dirección de los esfuerzos para el desarrollo rural hacia su objetivo final: el bienestar de las personas y grupos del medio rural. Esperamos haber contribuido a ello. Agradecemos la confianza con la que nos ha honrado la Comisión Estatal de Desarrollo Rural y el apoyo del Subcomité de Evaluación Estatal. En especial queremos expresar nuestra gratitud y admiración a los promotores, especialistas, coordinadores y responsables de la operación del Programa, el valor de su entrega personal es inestimable, más aún por las frecuentemente adversas condiciones y severas limitaciones bajo las que se desempeñan.

Oscar Gonzalo Hernández Valdés Planeación y Evaluación del Desarrollo, S.C.

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Resumen ejecutivo Cuadro RE-1. Indicadores básicos de operación e impacto del Programa Concepto Resultado 2000 Apoyos por DDR: Distrito 7: Municipios atendidos 2 Comunidades 7 Grupos apoyados 13 Mujeres beneficiarias 96 Distrito 8: Municipios atendidos 3 Comunidades 8 Grupos apoyados 16 Mujeres beneficiarias 137 Presupuesto ejercido por componente: Proyectos productivos ($) 611,967.38 Redes ($) 485,432.62 Gastos de operación ($) 47,200.00 Gastos de evaluación ($) 35,400.00 Presupuesto total ejercido ($) 1’180,000.00 Indicadores de operación: Proyectos productivos 29 Redes 2 Total de beneficiarias 233 Equipamiento a proyectos (%) 100 Talleres de las redes 8 Participación en talleres de la Red (%) 45 Cursos de capacitación 114 Grupos en operación (%) 96.5 Inversión total por beneficiaria ($) 5,064.37 Programa como factor de arraigo (%) 30 Conocimiento del Programa (%) 33 Beneficios generados a participantes: Ingresos por su proyecto (%) 67 Cumplimiento de sus expectativas (%) 57 Valoración positiva del Programa (%) 100 Fuente: Avances físico-financieros, Acta de cierre del Programa y Cierres definitivos por Regiones atendidas

En el presente resumen se destacan las principales características del Programa, los resultados de su operación, las dificultades encontradas y las conclusiones y recomendaciones que se señalan.

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Universo de atención Se atendieron 29 proyectos productivos, 25 eran del año anterior y se incorporaron 4 grupos nuevos. El trabajo se desarrolló en dos distritos de desarrollo rural, trabajando en 5 municipios, con un total de 233 beneficiarias. Del componente Redes, se siguió apoyando las dos redes micro-regionales ya existentes. Cumplimiento de metas físicas y financieras Las metas físicas definidas por el equipo responsable de la operación del Programa (que no son las que están asentadas en el Anexo Técnico) se cumplieron al 100%. Estas consistieron en volver a apoyar a todos los grupos con equipamiento, realizar los 4 cursos correspondientes de las redes, y dar capacitación técnica. En cuanto al seguimiento a los grupos, los consultores tuvieron una reunión mensual con cada uno, para ir viendo avances y dificultades en su operación. Sobre los recursos del Programa, el presupuesto total aumentó un 13.79% respecto al año anterior. En las partidas de proyectos y de redes hubo un ligero aumento en el monto total ejercido respecto a lo programado, debido a la eliminación del componente de módulos. Comparativamente, el presupuesto destinado al componente redes aumentó mientras que el destinado al equipamiento disminuyó. Esto obedece a que por segunda ocasión se apoya en equipamiento a la mayoría de los grupos, y a que el aspecto de la capacitación es algo que tiene mucha demanda por parte de las beneficiarias. Operación del Programa Sobre el tipo de proyectos productivos, se cuenta con 9 giros distintos, predominando las tortillerías y talleres de costura, seguidos por panaderías. Los giros cuya producción está dirigida al consumo interno de la comunidad presentan mejores condiciones en cuanto a producción y ventas. La situación de la mayor parte de los grupos es: cuentan con equipamiento, han recibido capacitación, aunque siguen demandándola, y tienen problemas para financiar los requerimientos de la producción (compra de materias primas y ventas principalmente). Todos los grupos, con excepción de uno, están operando, unos de manera regular otros más esporádicamente. El 66% de las beneficiarias han recibido algún ingreso por su trabajo. Según las entrevistadas, el 57% señaló que ha habido deserciones en sus grupos. Para el 30% de ellas, el Programa es ya un aliciente para permanecer en su comunidad.

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La meta de capacitación técnica a los grupos se reporta cumplida al 100%, mejorando los aspectos de organización de la misma respecto al año anterior. Aunque es claro que existe necesidad de extender la participación, diversificar los temas y de adoptar una metodología participativa. Si bien la partida a capacitación en general aumentó, la mayor impartición de cursos parece no lograr los resultados deseados, por ello, resulta conveniente analizar la estrategia seguida en la capacitación (la adecuación de los temas, la organización de los mismos, la metodología, etc.). En las redes se impartieron 4 talleres a cada una. Los temas de dichos talleres fueron: organización y planeación, autoestima, administración y contabilidad, y comercialización. Al igual que el año anterior, estos talleres en donde confluyen representantes de todos los grupos de la zona, siguen siendo un factor importante para la motivación de la participación, pues han favorecido la identificación con otros grupos de mujeres que realizan esfuerzos semejantes. No se cuenta todavía con algún plan de trabajo por parte del equipo que opera el Programa, que contemple actividades de otra índole que no sean sólo la realización de talleres. Sigue sin ser claro en la mayor parte del equipo de trabajo del Programa lo que significa trabajar con una perspectiva de género. Independientemente del modo de llamar a algo, está siendo evidente que hace falta visualizar la problemática más compleja que viven las beneficiarias, respecto a la adecuación entre los distintos roles que han de desempeñar, adecuar los requerimientos para cumplir con el trabajo del proyecto y con las labores domésticas y cuidado de la familia. Hacen falta generar estrategias de apoyo encaminadas a atender ambas situaciones. La operación del Programa pasó a un despacho privado, lo que mejoró los resultados en cuanto a coordinación entre personal operativo y Vocalía Ejecutiva, y la agilización de los trámites. En cuanto a las estrategias seguidas en el Programa no hubo modificaciones. En cuanto al perfil de los consultores, aunque su desempeño se valora como bueno, se reconoce que hace falta contar con el personal adecuado a las necesidades del Programa. En este año fueron los mismos consultores que el año anterior, lo que facilitó el seguimiento de los grupos. Las beneficiarias tienen poco conocimiento de cuáles son sus funciones, los identifican como los responsables de hacer llegar la información a la secretaría y llevar los apoyos a las comunidades, no reconocen con claridad el apoyo en el proceso que los consultores les pueden dar. Al momento de la presente evaluación, la situación laboral de los consultores después de 3 meses estaba incierta, por ello, la consultora de la Región Norte salió del Programa. En este año se logró una mejor coordinación interinstitucional, hubo apoyos de otras dependencias a los grupos del Programa. En términos generales, los proyectos productivos todavía no son muy rentables económicamente, más sin embargo hay grandes saldos en lo que se refiere a la motivación Jalisco

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en sus socias, a la mejoría de su autoestima, de su seguridad, se sienten más reconocidas por la comunidad. Aunque hace falta trabajar en generar estrategias de apoyo en las labores domésticas y cuidado de la familia, apoyar en la reflexión de los procesos internos que se generan en las beneficiarias al tener que adecuar un deber ser (normas y valores culturales) con las nuevas condiciones de existencia que están viviendo. Los principales factores de riesgo que se identifican en la operación del Programa son: •

La falta de problematización del contexto, posibilidades y necesidades a corto y mediano plazo, de cada proyecto, no posibilita definir las estrategias a seguir para lograr la autogestión de los mismos.

Es muy necesario el generar un plan de seguimiento a los procesos de los grupos, tanto respecto a la producción, como a los procesos organizativos y los impactos en lo personal y familiar.

Hay que incorporar no sólo capacitación técnica, sino procesos formativos que busquen la adquisición de habilidades para el desarrollo personal.

Recomendaciones Sobre la operación del Programa: •

Analizar su normatividad, para identificar los márgenes de acción en cuanto a la asignación de las partidas presupuestales según el diagnóstico de avance de los grupos apoyados y la visión prospectiva del Programa.

Agilizar la toma de decisiones institucionales relativas a la liberación de los recursos, designación de equipo o despacho responsable de la operación del Programa, así como a la contratación del personal operativo, ya que esto tiene consecuencias en el seguimiento a los procesos y en la credibilidad a las acciones de gobierno.

Asegurar el contar con consultores que cumplan con el perfil adecuado en caso de nuevas contrataciones, y procurar la formación y capacitación de los actuales.

Para poder tener una mejor valoración sobre los avances y logros del Programa se requiere generar una metodología de seguimiento y evaluación, que dé cuenta no sólo de los aspectos cuantitativos, sino también de aspectos cualitativos. Esto permitirá comprender los procesos y resolver los problemas más complejos.

Es necesario implementar una estrategia de difusión del Programa, para que se conozcan sus estrategias y planteamientos, de modo que pueda ganar en apoyos.

Sobre el mejoramiento de las acciones del Programa: Jalisco

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Generar un plan a corto y mediano plazo de cada proyecto productivo, para poder definir sus necesidades de apoyo y seguimiento.

Establecer un método de seguimiento a los grupos, que incorpore los aspectos de organización y de desarrollo personal de sus socias.

Integrar los proyectos de tal manera que se pueda involucrar a otros miembros de la familia para que los proyectos sean factor de integración y no al contrario.

Atender el tipo de necesidades que plantea la realización de las actividades domésticas de las mujeres, buscando eficientarlas, quizá a través del desarrollo de tecnologías domésticas, de estrategias de apoyo mutuo, de reconocer sus actividades y organizarlas de mejor manera, etc.

En cuanto al tipo de proyectos productivos, parece más conveniente orientarlos a un mercado interno, reconociendo aquellos aspectos y servicios de que carecen sus comunidades.

Dar mayor énfasis a los procesos organizativos de los grupos. Implementar talleres de reflexión acerca de su propia experiencia, como elemento central de una metodología de género. Estos procesos de discusión/acción posibilitan la capacidad de participar en un proceso de creación de una identidad colectiva, de sujetos y actores sociales capaces de emprender acciones de desarrollo.

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Capítulo 1 Introducción 1.1 Objetivos de la evaluación externa 1.1.1

Evaluar el cumplimiento de los objetivos establecidos en el Anexo Técnico del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000.

1.1.2

Evaluar la eficiencia operativa del Programa.

1.1.3

Evaluar la coordinación institucional entre los diferentes niveles de gobierno participantes.

1.1.4

Conocer el impacto a nivel de grupo: • rentabilidad social y económica • grado de consolidación de su proyecto

1.1.5

Analizar el impacto del Programa en la participación y condición de las mujeres, a nivel personal, en lo relativo a: • ingreso • capacidad de gestión • procesos de aprendizaje • relaciones familiares • relaciones con la comunidad

1.1.6

Identificar la satisfacción de las expectativas de las productoras respecto al Programa.

1.1.7

Identificar los factores de éxito y/o fracaso de los grupos apoyados y del Programa.

1.1.8

Analizar la rentabilidad de las acciones dirigidas a mujeres con relación a las acciones dirigidas a los hombres.

1.1.9

Proporcionar información para la sistematización de experiencias exitosas del Programa.

1.2 Presentación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 1.2.1 Objetivos del Programa Objetivo general. Consolidar la política y estrategia promovida, de integración de las mujeres al desarrollo rural, a través de su participación en proyectos productivos, bajo una Jalisco

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estrategia de planificación micro-regional del desarrollo rural integral; con perspectiva de género, orientada a incrementar los ingresos y abatir la pobreza rural. Objetivos particulares: •

Invertir en el capital humano para desarrollar sus capacidades, para realizar actividades que mejoren la economía familiar y la calidad de vida.

Contribuir en el aumento de la producción y de la productividad de los proyectos, mejorando los procesos productivos y organizativos, a través de la planificación e integración de apoyos a nivel micro-regional.

Desarrollar metodologías de trabajo con mujeres rurales, para alcanzar mayores niveles de eficiencia, rentabilidad y calidad en sus empresas.

Promover el acceso y adopción de tecnologías apropiadas y apropiables para el aumento de la productividad y la reducción de las jornadas.

Promover la sostenibilidad de los proyectos y la sustentabilidad de los recursos naturales.

Apoyar iniciativas grupales de generación de proyectos.

Fomentar la recuperación de los subsidios, el ahorro y la reinversión.

Fomentar la creación de nuevas formas de asociación económica micro-regional para potenciar el uso racional de los recursos, y facilitar la inversión interinstitucional.

Fortalecer la participación de las mujeres en el desarrollo micro-regional.

Procurar el arraigo de las mujeres en su lugar de origen.

Impulsar esquemas productivos para la seguridad alimentaria familiar.

1.2.2 Universo de trabajo Para el desarrollo de las acciones del Programa se tiene definido el universo de trabajo bajo los siguientes criterios: 1.2.2.1 36 Regiones Prioritarias. En el marco del convenio interinstitucional entre la SAGARPA, SEMARNAT, SCT, SRA y SEDESOL, la primera compromete para 1999, hasta el 60% de sus recursos para la atención a esas 36 regiones prioritarias.

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1.2.2.2 Municipios Prioritarios de la SAGARPA. Para el universo de Municipios Prioritarios convenidos con los gobiernos estatales, se destina cuando menos, el 30% de sus recursos, quedando como mínimo, el 10% para atención a la demanda. 1.2.2.3 Los estados que no están contemplados en el universo de atención de las 36 regiones prioritarias podrán mantener el esquema de hasta un 70% para los Municipios Prioritarios de la SAGARPA, y cuando menos un 30% para atención a la demanda. Para la Subsecretaría de Desarrollo Rural es importante que los apoyos se focalicen a nivel micro-regional con el fin de articular acciones, generar impactos y combatir la tendencia a la dispersión de apoyos. La participación de grupos de mujeres como beneficiarias de los apoyos del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural, no es limitante para su participación y acceso a los beneficios de otros programas de Desarrollo Rural. 1.2.3 Estrategias del Programa 1.2.3.1 Promoción y fortalecimiento de las actividades productivas, articulando las cadenas de producción, transformación, comercialización e integración de empresas, con grupos organizados de mujeres que ya desarrollan actividades económicas en el sector rural o deseen hacerlo, en una estrategia de enfoque micro-regional. 1.2.3.2 Desarrollo de esquemas productivos para el autoabasto familiar, a través de módulos demostrativos de traspatio y módulos reproductivos de pies de cría y/o producción de plántulas y viveros para producción hortofrutícola. Es decir, promover la producción de traspatio como estrategia complementaria en la seguridad alimentaria familiar. 1.2.3.3 Consolidación de procesos de organización y capacitación a las productoras tanto a nivel local como micro-regional, a través del funcionamiento de redes. 1.2.3.4 Establecimiento de esquemas de ahorro y capitalización con la recuperación de los subsidios otorgados. 1.2.4 Criterios de elegibilidad 1.2.4.1 De los grupos: •

Que estén dentro del universo de trabajo señalado para Micro-regiones Prioritarias del Acuerdo Interinstitucional, Micro-regiones de Municipios Prioritarios de la SAGARPA y Municipios del resto del estado.

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• •

Que estén agrupados en alguna figura organizativa reconocida, y conformados por un mínimo de siete socias. Que sus proyectos se inscriban dentro de los objetivos de este Programa.

De manera prioritaria se apoyarán grupos con proyectos donde exista la participación de al menos una institución u organismo adicional.

Que establezca el compromiso de participar en los eventos de capacitación, planeación y evaluación grupal y micro-regional.

Que de preferencia, suscriban el compromiso de creación de un fondo de ahorro y capitalización.

1.2.4.2 De los proyectos: •

Se consideran proyectos todos aquellos esquemas que permitan la generación de empleo e ingreso en el medio rural.

La asignación de los recursos se decidirá por el método de recursos competidos tomando en cuenta las siguientes variables, en orden de prioridad: •

Bienestar social: medición de beneficios en las condiciones sociales de las mujeres.

Rentabilidad social: proyectos que sean replicables, que permitan la generación de empleo y que el impacto ecológico sea positivo o inocuo.

Rentabilidad económica: que la idea de inversión esté sustentada y la proyección financiera del proyecto lo haga viable, y no esté destinado al fracaso, que mantenga índices de sostenibilidad y no estén sujetos al subsidio, y que haya vinculación a las cadenas producción-transformación-consumo.

1.2.5

Principios del Programa

1.2.5.1 La población objetivo del Programa la constituyen grupos organizados de mujeres. 1.2.5.2 Han de establecerse programas micro-regionales de capacitación y planificación participativa con la metodología establecida por el Programa Mujeres en el Desarrollo Rural. 1.2.5.3 Las productoras beneficiarias tendrán el compromiso de participar como integrantes de las Redes Micro-regionales.

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1.2.5.4 En el componente de proyecto, se han de aplicar los porcentajes marcados para asistencia técnica y asesoría especializada, así como para perfil de proyecto y apoyo para la comercialización. 1.2.6 Componentes de apoyo El Programa MDR contempla tres componentes de apoyo para las mujeres beneficiadas: 1.2.6.1 Proyectos productivos •

Se consideran como proyectos, todos aquellos que permitan la generación de empleo o ingreso en el medio rural: tortillerías, molinos, panaderías, invernaderos, viveros, actividades pecuarias, agrícolas, hortofrutícolas y en general, todas las actividades micro-empresariales desarrolladas por grupos de mujeres.

Los recursos para impulsar estos proyectos serán de hasta $78,000 (setenta y ocho mil pesos) por proyecto, distribuidos de la siguiente manera: • • • •

5% elaboración del proyecto 30% asistencia técnica y capacitación especializada 60% equipamiento tecnológico 5% apoyo a la comercialización

La aportación de las productoras será de un 20% como mínimo adicional del monto otorgado por grupo.

Los técnicos SINDER o PEAT, podrán proporcionar la asistencia técnica y/o capacitación especializada.

1.2.6.2 Creación de Redes Micro-regionales de grupos apoyados •

Constituye el aspecto prioritario del Programa.

Cada red estará conformada por 2 representantes de cada grupo apoyado, y podrá estar integrada por un máximo de 30 grupos apoyados y un mínimo de 7.

Cada red desarrollará 4 talleres en el transcurso del año.

Cada red deberá constituirse formalmente a través de un acta de instalación, con el nombramiento de una Directiva y un reglamento interno.

Los recursos destinados a cada red serán hasta de $150,000 (ciento cincuenta mil pesos), para:

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1.

Contratación de consultores especializados responsables de: a) b) c) d) e) f)

el funcionamiento de la red brindar la capacitación detectar las necesidades y problemas de los grupos dar seguimiento y evaluación de sus proyectos específicos recoger e integrar la información del SISEVAL y elaborar las memorias de resultados de cada taller

2. Apoyo para los gastos de traslado y alimentación de las participantes. 3. Elaboración y reproducción de materiales didácticos para los talleres. 4. Participación de las productoras en giras de intercambio tecnológico. 5. Contratación de asesoría especializada a los grupos. 6. Participación de los consultores en eventos de capacitación y evaluación. Los recursos se distribuirán de la siguiente manera: para la partida de consultores, se podrá disponer hasta de un 40% del presupuesto del Programa, para las partidas 2 a 5 hasta un 50%, y para la 6 sólo un 10%. 1.2.6.3 Módulos demostrativos y reproductivos de traspatio para la seguridad alimentaria familiar •

Consisten en el establecimiento de módulos que permitan la demostración de modelos acordes a la región para su reaplicación y multiplicación de esquemas de autosuficiencia alimentaria.

Se considera el apoyo hasta de $25,000 (veinticinco mil pesos) para la instalación de cuando menos tres módulos en cada micro-región.

Podrán instalarse bajo esquemas de asociación de técnicos en lo individual o agrupados en despachos.

1.3 Descripción del proceso evaluativo Al igual que el año anterior, se estableció realizar una evaluación que tuviera corte cualitativo, dado el carácter mismo del programa. A través de una metodología cualitativa se pueden identificar los procesos que se dan en la interacción de los diferentes actores del Programa, las perspectivas que se tienen desde los diferentes puntos de vista de dichos actores y cómo se van logrando soluciones, acuerdos, etc. Por tanto, en la búsqueda de información nuestro objetivo fue, además de obtener una estadística básica de la operación Jalisco

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del Programa, buscar las explicaciones que los actores dan sobre el comportamiento del mismo, de tal manera que nos permitan identificar con mayor precisión aspectos a modificar o a intencionar de nueva cuenta, para el logro de los objetivos del Programa. Se trabajó con la misma herramienta metodológica que el año pasado: la entrevista 1 personal a profundidad, buscando que mediante la conversación directa y personal, la entrevistada pudiera expresar de manera más extensa sus percepciones y puntos de vista respecto al Programa, y el impacto en su vida personal. En esta ocasión además, se añadió la realización de tres estudios de caso, básicamente por dos motivos: primero, ser requisito institucional, y segundo, por tener la posibilidad de buscar una mayor profundización en algunos aspectos del Programa, así como propiciar la participación de las beneficiarias del Programa en un momento reflexivo-evaluativo. La muestra consistió en seleccionar 14 de los 29 grupos apoyados (48.27%), y entrevistar a tres mujeres de cada grupo, lo que da un total de 42 entrevistas (18% del total de las beneficiarias, según datos oficiales al cierre del ejercicio). Hay que destacar que en este Programa la unidad de análisis es el grupo, no las beneficiarias en lo individual, ya que los sujetos de apoyo y las estrategias se refieren a los grupos. Los criterios tomados en cuenta para la selección de los grupos fueron: • • • • • • •

variedad en los giros de proyectos productivos distribución geográfica antigüedad de los grupos nueva creación en el 2000 que hubieran estado en la muestra de 1999 y que no operaran en ese tiempo que hubieran estado en la muestra de 1999 y que sí estuvieran operando desde entonces que no hubieran estado en la muestra del año anterior

El procedimiento muestral de las beneficiarias se indica en el cuadro 1-3-1. Se utilizaron los mismos formatos de entrevistas que en la evaluación de 1999, aunque se les incluyeron algunas modificaciones para adecuarlos al avance y cambios en el proceso de operación del Programa y los grupos.

1

A diferencia de las encuestas, en donde las preguntas ya tienen las opciones de respuestas predeterminadas, el interés es más la obtención de las estadísticas que las explicaciones que los encuestados puedan tener sobre lo que se les pregunta; la entrevista utilizada en esta evaluación, además de obtener una estadística básica de la operación del Programa, hace énfasis en recuperar esa visión propia de los sujetos, buscando por tanto profundidad en las respuestas, en una dinámica de diálogo más que de pregunta-respuesta. Jalisco

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Cuadro 1-3-1. Diseño de la Muestra Total grupos de la red Región 13 Norte DDR 08 Región 16 Sur DDR 07 Total 29 %

Grupos Grupos entrevisMunicipios Giro entrevistados tados operando 6 6 6 Huejuquilla Tortillerías 2 1 Mezquitic Panadería 1 Abarrotes 1 Costura 2 8 8 4 San Gabriel Panaderías 2 2 Zapotitlán Tortillerías 3 2 Tolimán Cocina Econ. 1 Costura 3 14 14 5 8 48.27 48.27

No. entrevistadas 6 3 3 6 6 9 3 6 42

Fuente: Relación de grupos atendidos por el Programa

Por las particularidades de este Programa, cuya unidad son los grupos, y no beneficiarias en lo individual, se planteó como estrategia para llevar a cabo los estudios de caso el realizar un taller participativo con el grupo en su conjunto, para generar un proceso de discusión y reflexión. Esto nos aportaría información para profundizar diversos aspectos del Programa, del contexto de las beneficiarias, y sobre todo, de la visión de ellas sobre su vida y su proyecto. Para ello, se generó una guía para el desarrollo de dichos talleres, misma que incluyó los siguientes apartados: 1. Percepción de las beneficiarias de la situación de su comunidad 2. Caracterización que hacen de la situación de las mujeres 3. Caracterización que hacen de la situación de los hombres 4. Visualización de soluciones 5. Participación en el Programa 5.1 Situación del grupo (avances, problemas, logros, necesidades) 5.2 Opinión sobre los programas específicos para mujeres 5.3 Sugerencias a quienes los formulan 5.4 Valoración del Programa 6. Valoración del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural

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En las entrevistas a las beneficiarias se contemplaron los siguientes aspectos 2 : 1. Aspectos personales-familiares 1.1 Situación familiar previa a la participación en MDR 1.1.1 1.1.2 1.1.3

Datos personales Datos unidad familiar de residencia Descripción de las rutinas domésticas, roles, toma de decisiones.

1.2 Situación personal-familiar a partir de su participación en MDR. 1.2.1 1.2.2 1.2.3 1.2.4

Estrategias en el hogar para participar en MDR. Modificación de rutinas. Impacto económico. Impacto en la participación y condición de la beneficiaria.

2. Aspectos del grupo y del proyecto 2.1 Sobre el proyecto productivo. 2.1.1 2.1.2 2.1.3 2.1.4 2.1.5 2.1.6

Conocimiento del proceso productivo. Organización del trabajo. Incorporación de tecnología. Necesidades del proyecto. Planes de inversión y ahorro. Logros y dificultades.

2.2 Sobre el grupo. 2.2.1 2.2.2 2.2.3 2.2.4 2.2.5 2.2.6

Antecedentes. Organización. Participación en la definición del proyecto. Interacción con las redes. Apoyos recibidos. Logros, dificultades, necesidades.

2.3 Expectativas e imagen del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural. 2.4 Participación en otros programas.

2

Al final del documento se anexan los formatos para las entrevistas. Para el caso de las beneficiarias, sólo un esquema, ya que la formulación con las preguntas e indicadores es muy extensa. Jalisco

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Se llevaron a cabo 3 estudios de caso, 1 en la Región Norte con el grupo Las Caminantas, que es una zapatería. Dicho grupo estuvo en la muestra del año anterior; se interesaba por la complejidad del proyecto, y las dificultades que han tenido. Los otros dos se desarrollaron en la Región Sur, y fueron un taller de costura y una tortillería. En cuanto al desarrollo de los talleres la participación de las mujeres se daba con timidez, las sesiones fueron en su lugar de trabajo, con la participación de entre 5 y 8 socias, y duraron entre una hora y media y dos horas. Se tuvo un registro de audio y se utilizaron cartulinas para las actividades. La distribución de los apoyos por Distrito de Desarrollo Rural y por Municipio fue: Cuadro 1-3-2. Distribución de los apoyos por DDR y por Municipio DDR 07

08

Total

Municipio Huejuquilla Mezquitic Redes Operación, evaluación Subtotal DDR 07 San Gabriel Zapotitlán de V. Tolimán Redes Operación, evaluación Subtotal DDR 08

Apoyos a grupos No. % 9 31.0 4 13.8 1 7 24.1 6 20.7 3 10.4 1 29 100.00

Beneficiarios No. % 67 28.7 29 12.4 96 60 25.8 53 22.8 24 10.3 137 233 100.00

Montos Cantidad ($) 263,673.59 135,174.73 88,000.00 41,300.00 528,148.32 237,516.38 176,138.84 108,896.46 88,000.00 41,300.00 651,851.68 1’180,000.00

% 22.4 11.5 7.4 3.5 44.76 20.2 14.9 9.2 7.4 3.5 55.24 100.00

Fuente: Documento Tipos de Proyecto e Inversión Total por Municipio, proporcionado por la Vocalía Ejecutiva del Programa

En lo que respecta al personal responsable de la operación, se entrevistó a las siguientes personas: Funcionarios: 1. Vocal Ejecutivo del Programa MDR 2. Coordinadora del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural. 3. Director Gral. de Fomento Agropecuario y Frutícola de la SEDER Operativos: Consultora Especializada Red Norte Consultor Especializado Red Sur

Ing. Casildo Santiago Dueñas Sra. Ma. Guadalupe Ornelas Sánchez Dr. Arnulfo del Toro Morales

MVZ Ma. Guadalupe Esparza L. C.P. Jorge Javier Pinto Larios

Como fuentes documentales para la evaluación externa, se contó con los siguientes documentos:

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Anexo Técnico para la Instrumentación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000, 25 de Abril del 2000.

Acta de Cierre del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000, 16 de Mayo del 2001.

Avances físico – financieros del Programa MDR, facilitados por la Vocalía del Programa.

Documento Tipos de Proyectos e Inversión Total por Municipio, de la Vocalía Ejecutiva.

Cierres definitivos Región Norte, Región Sur y total.

Padrón de beneficiarias 2000.

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Capítulo 2 Operación del Programa 2.1 Definición de metas físicas y montos de inversión La definición de las metas físicas y los montos de inversión del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural en el Estado de Jalisco, para el año 2000, fueron establecidas en el Anexo Técnico del Programa, mismo que fue firmado por las instancias involucradas el día 25 de abril del 2000, declarando su vigencia hasta el día 30 noviembre del 2000. Dichas metas son las siguientes: Cuadro 2-1-1. Metas Físicas y Montos de Inversión del Programa 2000 Programa Mujeres en el Desarrollo Rural

Metas

Componentes

Cantidad

Proyectos Redes micro-regionales Módulos demostrativos de traspatio Módulos reproductivos de traspatio Gastos de evaluación 3% Gastos de operación 4% Total

13 3 3

Uni dad

Inversión (miles de pesos)

Productoras beneficiadas

140

6

Total

572.40 436.58 135.82 450.00 343.22 106.78 25.00 19.07 5.93 50.00

140

Federal Estatal

38.13

11.87

35.40 27.00 8.40 47.20 36.00 11.20 1,180.00 900.00 280.00

Fuente: Documento Anexo Técnico para la Instrumentación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000

Desglosando los cuadros anteriores, se tiene la siguiente información: Cuadro 2-1-2. Distribución de los recursos según los componentes del Programa Componente Monto Porcentaje Proyectos productivos 572,400 48.51 Redes 450,000 38.14 Módulos de traspatio 75,000 6.35 Gastos de evaluación externa 35,400 3.00 Gastos de operación 47,200 4.00 Total del presupuesto 1’180,000 100.00 Aportación Federal: 900,000 76.00 Aportación Estatal: 280,000 24.00 Fuente: Anexo Técnico para la Instrumentación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000

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Cuadro 2-1-3. Distribución de los recursos según el universo de atención del Programa Areas de atención Monto Porcentaje Región Norte 486,848.32 41.26 Región Sur 610,551.68 51.74 Gastos de operación 47,200.00 4.00 Gastos de evaluación 35,400.00 3.00 Total 1’180,000.00 100.00 Fuente: Anexo Técnico para la Instrumentación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000

Respecto a las metas físicas, éstas se definieron tomando en cuenta la experiencia adquirida del Programa. La distribución de los montos de inversión y de las metas físicas siguió los lineamientos marcados en el Anexo Técnico, bajo una lógica de expansión de la atención del Programa. Es así como se planteó el apoyo a 13 nuevos proyectos con un total de 140 beneficiarias. También se contempló el impulso a 3 redes micro-regionales, 2 ya existentes y la creación de una nueva, 3 módulos demostrativos de traspatio y 6 módulos reproductivos.

2.2 Fechas importantes en la implementación del Programa Según los avances físico-financieros proporcionados por la Vocalía del Programa, y lo expresado en las diversas entrevistas a funcionarios y consultores especializados, la estrategia principal para este ejercicio fue el terminar de equipar a los grupos ya formados el año pasado, para que todos quedaran operando en este ejercicio. Por ello la operación no siguió lo establecido en el Anexo Técnico. Por lo que se refiere a los tres componentes del Programa -proyectos productivos, redes y módulos-, sólo se trabajó en los proyectos productivos y redes preexistentes, no se trabajó en la creación de una tercera red y sus consecuentes proyectos productivos; tampoco se implementaron los módulos demostrativos y reproductivos. Las razones de estos cambios fueron: los pocos recursos del Programa, la necesidad de los grupos de completar su equipamiento, y el que los módulos pueden darse vía otros programas. En términos de grupos se atendió a 29, de los cuales 4 de ellos fueron creados este año: en la zona norte un taller de costura en Tenzompa, municipio de Huejuquilla, y una tortillería en la cabecera municipal de Mezquitic; y en la zona sur, dos tortillerías en Copala, municipio de Tolimán; el resto eran grupos constituidos en el ejercicio anterior. Aún cuando en el padrón de grupos del 2000 aparecen 31 grupos, en los reportes de avances físico-financieros se contabilizan sólo 29, esto es porque a dos grupos sólo se les apoyó con asesoría en capacitación. Las fechas que sobresalen en el desarrollo del Programa son septiembre y octubre, meses en que se desarrollan de manera intensa las actividades de capacitación, compra del equipamiento y talleres de las redes. Lo que muestra (según los documentos Jalisco

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proporcionados), que el Programa Mujeres en el Desarrollo Rural completó los requerimientos físicos y de capacitación básicamente desde octubre del 2000, dejando ya a los grupos en capacidad de producir. El resto del año transcurrió con el seguimiento cotidiano a los grupos por parte de los consultores especializados, mismos que trabajan en el Programa desde el ejercicio anterior, lo que permitió dar continuidad. A diferencia de 1999, en este año no hubo Addendum al Anexo Técnico en donde se especificaran las modificaciones en las metas físicas y financieras. Según se expresa en las entrevistas, éstas fueron definidas por la Vocalía Ejecutiva del Programa junto con el Presidente de la Comisión Estatal de Desarrollo y la Coordinadora del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural. En lo general, como se dijo anteriormente, se optó por terminar de equipar a los proyectos, no obstante esto no está consignado en algún documento. En el 2000 se atendieron en la Región Norte 13 grupos con un total de 96 mujeres y en la Región Sur 16 grupos con 137 mujeres beneficiarias (ver cuadros 2-2-1 y 2-2-2). El universo de trabajo quedó conformado en la Región Norte por dos municipios del DDR 7: a) Huejuquilla el Alto con 9 grupos en 6 localidades siendo la comunidad de Tenzompa donde hay mayor número de grupos (4), no se formaron grupos en la cabecera municipal. b) Mezquitic, con cuatro grupos, todos ellos en la cabecera municipal. Y en la Región Sur, en el DDR 8, la ubicación de los grupos es la siguiente: a) San Gabriel con 7 grupos en 3 comunidades, ninguno en la cabecera municipal. b) Zapotitlán de Vadillo con 6 grupos, cuatro de ellos en la cabecera municipal, y dos en dos comunidades. c) Tolimán, con 3 grupos, uno en la cabecera municipal, y dos en la comunidad de Copala.

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Cuadro 2-2-1. Grupos apoyados en la Región Norte Bene- Formado ficiapor el rias Programa

Grupos en la muestra

Grupos en operación Sí Sí Sí Sí

Proyecto

Comunidad

Municipio

1 2 3 4 5

Tortillería Tortillería Tortillería Tortillería, tostadería Panadería

Huejuquilla Huejuquilla Mezquitic Huejuquilla Huejuquilla

7 7 7 9 7

Sí Sí Sí (2000)* Sí Sí

No Sí No Sí Sí

6

Tienda abarrotes

Huejuquilla

7

7 8 9 10

Taller de costura Taller de costura Estética Zapatería

Tenzompa Sn José de Madera Mezquitic Rancho Colorado Ciénega de Pachecos San Nicolás de Acuña Ortega Tenzompa Tenzompa Tenzompa

Huejuquilla Huejuquilla Huejuquilla Huejuquilla

8 7 7 8

Sí Sí (2000) Sí Sí

No Sí No No

Sí Sí Sí Sí

Mezquitic Mezquitic El Mortero

Mezquitic Mezquitic Mezquitic

7 8 7

Sí No No

Sí Sí Sí

6

13

11 Taller de costura 12 Taller de tejido 13 Dulces y conservas Totales

9

2

Sí Sí No 1 grupo previo

96

Fuente: Documento Avances físico - financieros de la operación 2000 del Programa MDR * Grupo formado en el 2000.

Cuadro 2-2-2. Grupos apoyados en la Región Sur Proyecto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

Panadería Panadería Panadería Tortillería Tortillería Taller de costura Taller de costura Panadería Tortillería Tortillería Cocina económica Taller de costura Taller de costura Dulces de tamarindo 15 Tortillería 16 Tortillería Totales

San Gabriel San Gabriel San Gabriel San Gabriel San Gabriel San Gabriel San Gabriel Zapotitlán Zapotitlán Zapotitlán Zapotitlán Zapotitlán Zapotitlán Tolimán

Bene ficia rias 8 7 8 8 11 6 12 7 7 9 7 11 10 7

Formado por el Programa Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí No Sí No No Sí No

Tolimán Tolimán

10 7

Sí (2000)* Sí (2000) 4 gpos. previos

Comunidad

Municipio

La Croix Alista El Jazmín Alista La Croix Alista El Jazmín Zapotitlán Loma de la Cruz Sn José del C. Zapotitlán Zapotitlán Zapotitlán Tolimán Copala Copala

3

137

Grupos Grupos en en la Operación muestra Sí Sí No Sí No Sí Sí Sí No Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí No Sí Sí Sí Sí Sí No Sí No Sí No Sí No Sí

Sí Sí

8

16

Fuente: Documento Avances físico- financieros de la operación 2000 del Programa MDR * Grupo formado en el 2000.

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2.3. Operación de los componentes del Programa 2.3.1 Proyectos productivos Como se muestra en el cuadro 2-3-1-1, si agrupamos los proyectos por giro encontramos que la actividad más recurrente es la de elaboración y venta de tortillas, dedicándose a esto 3 grupos de la Red Norte y 6 grupos de la Red Sur. Le siguen en importancia numérica los grupos dedicados a la confección de prendas de vestir, siendo 8 en total, 4 en el Norte y 4 en el Sur. Después siguen los grupos dedicados a la elaboración de pan, contando con 5 en total, 1 en el Norte y 4 en el Sur. A la elaboración de dulces se dedican 2 grupos, uno en cada región. Los demás giros son una estética, producción y venta de tostadas, cocina económica, comercialización de productos de primera necesidad (abarrotes) y producción y venta de zapatos con un grupo por giro respectivamente. Cuadro 2-3-1-1. Proyectos productivos MDR 2000 Actividad Norte Sur Total Operando Taller de costura 4 4 8 8 Taller de tejido 1 0 1 1 Panadería 1 4 5 5 Tortillería 3 6 9 9 Elaboración de dulce 1 1 2 2 Cocina económica 0 1 1 1 Tienda de abarrotes 1 0 1 1 Estética 1 0 1 1 Zapatería 1 0 1 1 Total 13 16 29 29 (100%) Fuente: Documento Avances físico- financieros de la operación 2000 del Programa MDR

Proporcionalmente, en la Región Norte hay menor número de grupos y beneficiarias. Son en total 13 grupos con 96 beneficiarias, contra 16 grupos con 137 beneficiarias en la Región Sur. Esto es, en el Norte se concentra el 41% de las beneficiarias y el 45% de los grupos; mientras que en el Sur está el 59% de beneficiarias y el 55% de los grupos (ver cuadros 23-1-2, 2-3-1-3 y 2-3-1-4). Cuadro 2-3-1-2. Relación de beneficiarias. Red Norte Municipios Número de grupos Personas atendidas Huejuquilla 9 67 Mezquitic 4 29 Total 13 96 Fuente: Documento Avances físico - financieros de la operación 2000 del Programa MDR

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Cuadro 2-3-1-3. Relación de beneficiarias. Red Sur Municipios Número de grupos Personas atendidas San Gabriel 7 60 Zapotitlán de Vadillo 6 53 Tolimán 3 24 Total 16 137 Fuente: Documento Avances físico- financieros de la operación 2000 del Programa MDR

Cuadro 2-3-1-4. Relación total de beneficiarias Redes Número de grupos Personas atendidas Norte 13 96 Sur 16 137 Total 29 233 Fuente: Documento Avances físico- financieros de la operación 2000 del Programa MDR

Las actividades que se establecen como metas para el ejercicio del año 2000, contemplan los siguientes aspectos. a) Equipamiento. Tanto en la Región Norte como en la Sur, se contemplaron, para ejercer en el 2000, recursos destinados al equipamiento de los grupos atendidos (48.51%). De hecho ésta fue la mayor partida en el presupuesto, aunque fue menor proporcionalmente al año anterior. En ambas regiones la inversión se realizó en septiembre del año 2000, quedando ya el total de los grupos listos para su operación, en lo que se refiere a equipamiento. b) Organización y seguimiento. En cuanto a la organización y seguimiento al desarrollo de los grupos, se planteó como meta realizar reuniones periódicas en cada uno de ellos. En total se planeó realizar 10 por grupo para la Región Norte y 14 por grupo para la Región Sur, según reportes de las entrevistas al personal operativo del Programa. En ambos casos se reporta la meta cubierta con oportunidad y al 100%. c) Capacitación. Se programaron recursos para la capacitación técnica en las dos Regiones atendidas, si bien no se explicitaron los temas, sí se programó el recurso necesario. Como en las actividades anteriores, se reporta la meta cumplida al 100%. El ejercicio presupuestal aparece realizado en una sola partida el mes de octubre. A diferencia del año anterior, esta vez la capacitación pudo darse de manera más expedita, según refieren los entrevistados.

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Como se señala previamente, los meses de septiembre y octubre tuvieron una actividad muy intensa, por lo que toca a la capacitación técnica de cada proyecto, según consta en los avances físico-financieros. d) Comercialización. También para este rubro se consideró un presupuesto, mismo que fue ejercido al 100% en el mes de octubre, y que consistió en dar asesoría a los grupos sobre comercialización por parte de los consultores. 2.3.2 Redes La inversión destinada a este componente en la programación aumentó en este año comparativamente con el anterior, ya que pasó de ser un 13.50% del presupuesto del '99, a un 38.14% en el 2000. En este apartado se señalan los aspectos que se contemplan en los reportes y documentos que se tienen del Programa, a saber: a) Organización. Por organización se establecen cuestiones de promoción e integración de figura jurídica de los grupos. Lo que se reporta en los documentos proporcionados para esta evaluación, muestra que en cada grupo hubo por lo menos una reunión para promover asuntos de la red. Se tenía programado el lograr que todos los proyectos productivos se integraran bajo alguna figura jurídica, cosa que sólo uno de los 29 proyectos llevó a cabo, en la Región Sur. Esto puede deberse a que la concentración de los grupos todavía está puesta en consolidar la producción, y que los asuntos de tipo más formal, como la definición de una figura jurídica asociativa no lo vean como relevantes por el momento. Quizá no se han visualizado las ventajas que puede tener el avanzar en este sentido, o todavía no lo ha requerido su nivel de operación. b) Capacitación. Como se menciona anteriormente en las metas del Programa, no se procedió a conformar otra red, se siguió trabajando con las dos redes ya existentes. El trabajo en esta línea consistió básicamente en la realización de los 4 talleres que marca la Guía Normativa del Programa, con los temas de aspectos organizacionales que ahí se señalan. Meta lograda al 100% según se observa en los reportes. c) SISEVAL. En cuanto a la información que se solicita a cada estado para la conformación de este sistema de evaluación, se elaboró un documento por cada uno de los proyectos de ambas regiones. Se informa que se cumplió con esta meta al 100%, pero se señala que dicho trabajo implicó muchos esfuerzos y presión, y que no se le ve utilidad. Jalisco

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Como ya se señalaba en la evaluación del Programa 1999 (situación que al momento sigue siendo pertinente), las redes son un elemento de motivación muy fuerte en las beneficiarias. Es el autoreconocimiento de nuevas dimensiones de su quehacer, la socialización, y el aprendizaje en grupo, lo que se valora fuertemente de este componente del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural, mismo que es un elemento distintivo de este Programa en relación a otros.

2.4 Acta de Cierre El cierre del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000 se hizo en el mes de marzo del año 2001, mostrando las siguientes cifras (cuadro 2-4-1). Cuadro 2-4-1. Cierre final del Programa. Lo programado vs. lo realizado Concepto Programado Realizado Redes 3 2 Proyectos productivos 13 29 Mujeres beneficiarias 140 233 Presupuesto 1’180,000.00 1’180,000.00 Fuente: Anexo Técnico y Acta de cierre de la operación del Programa MDR. Año 2000

Cuadro 2-4-2. Cierre final del Programa. Aplicación de los recursos Partidas Proyectos Productivos Equipamiento Elaboración de proyectos Asesoría Técnica Comercialización Redes Consultores Capacitación, traslados, materiales didácticos Módulos de demostración y traspatio Gastos de operación Evaluación externa Totales

Programado Ejercido Monto % Monto 572,400.00 48.51 611,967.38 * * 542.321.50 * * 34,822.94 * * * * 34,822.94 450,000.00 38.14 485,432.62 * * 120,000.00 * * 365,432.62 (**) 75,000.00 47,200.00 35,400.00 1’180,000.00

6.35 4.00 3.00 100.00

% 51.86 45.96 2.95 2.95 41.14 10.17 30.97

0.00 0.00 47,200.00 4.00 35,400.00 3.00 1’180,000.00 100.00

Fuente: Anexo Técnico y Acta de Cierre MDR 2000 * En el Anexo Técnico que corresponde a lo programado, no se especifica el monto para estas partidas, mientras que en el Acta de Cierre sí se hace ese desglose. ** Respecto a esta cantidad, los documentos oficiales presentan una confusión. En el Acta de Cierre aparece esta partida como capacitación en lo general, sin especificar qué porcentaje corresponde a la capacitación de las redes que tiene que ver con aspectos organizativos, administrativos, de género y desarrollo personal, y qué porcentaje corresponde a la capacitación como asesoría técnica incluida en el componente de proyectos. En los avances financieros se reporta que cada red gastó $28,000 en capacitación más $60,000 en pago al consultor(a). Esto significaría que de esta partida sólo corresponderían $56,000 al componente redes y el resto pasaría a ser parte del componente proyectos. Lo cual modifica en mucho los porcentajes de inversión destinados a cada componente. Si esta partida se queda como capacitación en redes, los porcentajes finales de operación no son muy distantes de lo programado. Ante la dificultad de ubicar esta cantidad en la partida correspondiente, se optó por ceñirse a los documentos oficiales del Programa, en este caso, el Acta de Cierre.

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A partir de estas cifras se puede concluir lo siguiente: •

El presupuesto total del Programa MDR aumentó un 13.79% respecto al del año anterior.

En las partidas de proyectos y de redes hubo un ligero aumento en el monto total ejercido respecto a lo programado, debido a la eliminación del componente de módulos.

Según el criterio señalado en el cuadro 2-4-2 respecto a la ubicación de ciertas partidas, en relación a lo ejercido en el año 1999, en el 2000 el componente Redes aumentó sustancialmente en recursos invertidos, pasando de ser 22.42% en 1999 a 41.14% en el 2000. El aumento se destinó principalmente a la capacitación. A su vez, la inversión destinada a los proyectos productivos disminuyó respecto al año anterior en un 18.71%. Independientemente de dónde se ubique dicha cantidad que aparece en el Acta de Cierre sin especificar a qué componente pertenece, los datos que se muestran en los próximos capítulos respecto a la operación de los grupos e impacto en las beneficiarias, reflejan que sigue habiendo carencias en cuanto a capacitación, organización y administración.

No es posible comparar lo programado contra lo ejecutado en lo referente a las metas físicas, ya que hubo modificaciones en la definición de las mismas y estos cambios no están asentados en un Addendum como el año 1999. Por ello, hablar de un porcentaje de avance del 166% en relación a beneficiarias atendidas, o de un 238% respecto a los proyectos 3 no refleja fielmente la operación seguida en este año. En sentido estricto, sólo hubo la creación de 4 grupos nuevos, el resto eran los mismos del ejercicio anterior; el dato de las 140 beneficiarias de inicio, no corresponde por tanto a las beneficiarias que con anterioridad ya estaban participando en el Programa. De igual modo, en números absolutos sólo hay dos grupos más que en el ’99, aún cuando se formaron 4 nuevos, de los del año anterior hubo dos bajas, por tanto, de ser 27 grupos el año anterior, hoy hay 29, lo que significa un aumento en términos de porcentaje del 7.4%.

Las redes, como espacios articuladores de los grupos todavía no tiene acciones más permanentes, vida propia, como pretende la Guía Normativa: que sea aquella figura asociativa de impulso al desarrollo micro-regional. Estos son procesos que implican de entrada, mayor madurez de cada grupo en lo individual. Por ello es deseable que a este componente se le dé un fuerte impulso, dadas las posibilidades que puede significar el contar con figuras asociativas de apoyo y potencialización de las acciones de los grupos productivos, que realizadas de manera colectiva, tienen más fuerza y recursos, para que se constituyan en un referente del desarrollo micro-regional.

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Según consta en el cuadro anexo al Acta de Cierre 2000, documento proporcionado por la Vocalía

Ejecutiva, titulado Cierre Definitivo, con fecha 16 de marzo del 2001. Jalisco

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Capítulo 3 Evaluación de la operación 2000 3.1 Evaluación del cumplimiento de la normatividad del Programa 3.1.1 Programa con perspectiva de género La evaluación de este aspecto es primordial, ya que el objetivo general del Programa plantea impulsar e integrar la participación productiva de grupos organizados de mujeres, en una estrategia de planificación micro-regional del desarrollo rural integral, con perspectiva de género, orientada a incrementar los ingresos y abatir la pobreza rural (Anexo Técnico, p.2) Es la perspectiva de género la particularidad de este Programa, en relación a otros, es lo que lo hace diferente. Es importante retomar las consideraciones que al respecto se plantearon en el documento de evaluación del año anterior (Evaluación Mujeres en Desarrollo Rural 1999, pp. 30-31) Resumiendo dichas consideraciones tomaremos en cuenta para esta evaluación los siguientes criterios: -

-

Es importante incorporar aspectos de la vida cotidiana y el impacto que esto produce en la vida familiar. Considerar la autoimagen de las propias mujeres, identificar los elementos de identidad personal, percepciones y valoraciones de su realidad. Las adecuaciones o rupturas entre el deber ser en las mujeres (roles aprendidos) y sus condiciones vitales de existencia. Evaluar el desarrollo del potencial de las mujeres participantes para ser agentes activos en su comunidad en los aspectos económico y social. Priorizar en la capacitación los procesos que posibiliten la toma de conciencia.

Algunos datos obtenidos en las encuestas y complementados con las entrevistas a funcionarios, nos permiten establecer algunas interpretaciones respecto a la perspectiva de género del Programa. En la operación del Programa sigue sin ser claro qué significa trabajar con una perspectiva de género, según lo refieren algunos de los funcionarios y operativos, más específicamente los hombres que intervienen en la operación del mismo. Es de llamar la atención sus opiniones respecto a la pertinencia de la existencia de programas dedicados específicamente a mujeres: mencionan que hay más dificultad para trabajar con mujeres porque no están acostumbradas a trabajar organizadamente; que más que un enfoque de género hay que trabajar con un enfoque familiar; señalan que no vale la pena pensar en un

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Programa con enfoque de género ya que desde otros programas se puede apoyar igual o mucho más, que etiquetar el recurso puede limitar el apoyo. Hasta el momento, el proyecto ha venido operando con sus destinatarias básicamente desde la misma lógica que como lo haría con destinatarios de algún tipo específico: ganaderos, pescadores, ejidatarios, etc. En lugar de ser productor, es productora, y el objetivo es cumplir con la meta de hacerlas productivas económicamente. Esto no es incorporar un enfoque de género en el trabajo, éste no se refiere a que exista como criterio para poder participar en el programa el ser de determinado sexo. Hablar de enfoque de género es incorporar en la operación aquellos aspectos y problemas que tienen que ver con los diferentes roles que tanto hombres como mujeres, tienen asignados culturalmente en la sociedad, y que entran en juego en las relaciones que las personas establecen entre sí. La separación entre unas normas establecidas como valores respecto al deber ser, y las condiciones materiales de existencia tanto de hombres como de mujeres, generan tensiones, rupturas que afectan la calidad de vida de todos. A fin de contribuir en la clarificación y reflexión sobre lo que es el enfoque de género, se anexa en esta evaluación un apartado que trata sobre el tema de Género y Políticas Públicas. A continuación se presenta la información que se obtuvo en las entrevistas a las beneficiarias, misma que nos da una idea de cómo ven ellas algunos aspectos de las relaciones entre géneros, y los roles atribuidos a cada uno, como un parámetro cultural de las beneficiarias del Programa. Acerca de quién debe aportar los recursos económicos al hogar, el cuadro 3-1-1-1 nos muestra que la mayoría de las entrevistadas opinó que los hombres (33%). Un 30% de las beneficiarias considera que es la pareja la responsable. Estas creencias repercuten en la posición de las mujeres ante el trabajo remunerado, por lo que es importante tenerlo en mente al aprobar los proyectos. Sin embargo es conveniente que comparemos esta respuesta con otras que las beneficiarias han dado a preguntas del mismo tipo para arribar a una idea más acertada respecto a las relaciones en el ámbito familiar. Cuadro 3-1-1-1. Quién debe aportar los ingresos ¿Quién debe aportar los recursos económicos a la familia? El hombre La mujer La pareja Todos No opina Norte 10 0 4 4 1 Sur 4 8 9 2 Total 14 8 13 6 1 Porcentaje 33 19 30 14 2.3

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Sobre quién toma las decisiones de cómo gastar el dinero, el 43% de la mujeres entrevistadas declaran que son ellas mismas o sus madres quienes deciden, es decir la Jalisco

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mujer, y sólo un 5% declara que el hombre (cuadro 3-1-1-2). Este alto porcentaje tiene que ver con que en efecto, en cuanto al gasto cotidiano, es la mujer quien se encarga de hacer las compras y pagos, pero cabe preguntarse qué ocurre cuando se trata de decisiones que involucra el gasto de una cantidad importante de dinero. El 33.5% dice que la decisión la toman ambos. Esta respuesta concuerda con el 30% que dice que la pareja debe aportar al gasto, según el cuadro anterior. 3-1-1-2. Quién decide el gasto de la casa Padre/esposo Madre/esposa Ambos Todos No contestó Norte 1 7 8 3 Sur 1 11 6 4 1 Total 2 18 14 7 1 Porcentaje 5 43 33.5 16 2.5

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

El hecho de participar en el Programa le significa a la mujer un incremento en sus actividades, ya que tradicionalmente se encarga de las labores domésticas. Como lo muestra el cuadro 3-1-1-3, el 61% de las mujeres ha enfrentado esta nueva situación trabajando más. El hecho de que ellas aporten al gasto, y consideren que deben hacerlo no ha sido acompañado por la colaboración masculina en el hogar. La contratación de alguna persona para apoyo en el trabajo doméstico, por supuesto que está fuera de posibilidades. Un 21% indicó que distribuye el trabajo entre todos, porcentaje bajo. Hacer modificaciones en los roles tradicionalmente asignados a los diferentes miembros de la unidad familiar no es cosa fácil, implica una toma de conciencia de todos respecto a las ventajas de las nuevas tareas, una revaloración de los derechos y obligaciones de todos los miembros dentro del hogar, lo que requiere un proceso de reflexión, que generalmente inicia en unos, pero que no es asumido de igual manera por todos. Proporcionalmente hablando, es en el Norte donde un mayor número de beneficiarias trabajan más como única forma de enfrentar su nueva situación.

Norte Sur Total Porcentaje

3-1-1-3. Redistribución del trabajo doméstico Distribuye Trabaja Otra cosa Combina tareas más 3 14 0 2 6 12 2 3 9 26 2 5 21 61 5 12

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Acerca de quién toma las decisiones en la familia el 33% contestó que la pareja. Esto sigue coincidiendo con las respuestas anteriores. Quienes declararon ser ellas o sus madres, es decir las mujeres, quienes toman las decisiones son el 26%; el 19% prefirió no opinar. Un

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11% dijo que la familia. El 9.5% dijo que los hombres son quienes toman las decisiones en el hogar (cuadro 3-1-1-4). Cabe destacar que todas las que así opinaron son de la Región Norte. En cambio del porcentaje que opinó que la familia toma las decisiones, sólo una persona es de la Región Norte y 4 son de la Región Sur. Esto ilustra de alguna manera las diferencias culturales entre una y otra región. Cuadro 3-1-1-4. Toma de decisiones en la familia Quién toma la El hombre La mujer La pareja La familia No opina decisión Norte 4 4 5 4 2 Sur 0 7 9 1 6 Total 4 11 14 5 8 Porcentaje 9.5 26 33 11 19

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Si consideramos los impactos que generan los programas con perspectiva de género, resulta importante observar el comportamiento familiar. En este sentido, el 78% de las mujeres reconoce que su familia ha experimentado cambios. Por el contrario, 22% aún no perciben cambios en su entorno familiar, según se observa en el cuadro 3-1-1-5. Cuadro 3-1-1-5. Impactos del proyecto Cambios personales o familiares Sí No Norte 14 5 Sur 19 4 Total 33 9 Porcentaje 78 22

Total 19 21 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Si nos atenemos a la información obtenida a través de otras preguntas, podemos derivar algunos de estos cambios. Por ejemplo, en el cuadro siguiente (3-1-1-6) el 33% declara que han tenido mejoras económicas, éste es el cambio más observado. El 11% dice que han aprendido a convivir, esto puede aportar mejorías en la calidad de vida para la familia. El 10% valora el aprendizaje de nuevas experiencias, el 8% dice que se siente a gusto; el 7% considera que el cambio es negativo ya que descuidan el hogar y tienen más trabajo; el 7% considera que logró apoyo y armonía; el 5% dice que ahora puede decidir, y un 16% no opinó.

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Cuadro 3-1-1-6. Impactos del proyecto Qué cambios ha propiciado el proyecto Cambios Norte Sur Total Mejoramiento en lo económico 5 9 14 No opinó 5 2 7 Se aprende a convivir 1 4 5 Se tienen experiencias diferentes 2 2 4 Se siente a gusto 2 0 2 Tiene apoyo /armonía 0 3 3 Descuido del hogar 2 1 3 Participación del hombre en el hogar 0 2 2 Poder decidir 1 1 2 Se organiza mejor 1 0 1 Tienen desconfianza 1 0 1

Porcentaje 33.0 16.0 11.0 10.0 8.0 7.0 7.0 5.0 5.0 2.3 2.3

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Acerca del trabajo de las mujeres fuera de casa, el 40% lo considera necesario para contribuir al gasto; el 14% dice que les ayuda a sentirse realizadas; al 7% le ayuda a organizarse mejor. Sólo un 2% considera que no está bien andar fuera de casa. Recordemos que un porcentaje importante (33%) considera que el hombre es el responsable de aportar el gasto familiar (ver cuadro 3-1-1-1) por lo que se puede decir que quienes contestaron que es necesario trabajar para contribuir al gasto no necesariamente estén convencidas de que deban trabajar fuera del hogar, sin embargo, se ven en la necesidad de hacerlo. Cuadro 3-1-1-7. Opinión sobre el trabajo fuera de casa Opiniones Norte Sur Necesario para contribuir al gasto 8 9 Es bueno 1 Ayuda a sentirse útil y realizada 4 2 Ayuda a vivir mejor 2 Se reparten mejor las responsabilidades 3 Se obtiene dinero para gastos personales 1 No está bien andar fuera de casa 1 No opina 1 1 Ayuda cuando el marido no tiene trabajo 1 1 Las mujeres deben acostumbrarse al trabajo 1 Esta bien porque no hay que atenerse 1 Está bien porque se aprenden cosas y se convive 1 No queda de otra (es por necesidad) 2 Es bueno para tener su dinero 1 Esta bien para tener libertad 1

Total % 17 40.0 1 2.3 6 14.0 2 4.6 3 7.0 1 2.3 1 2.3 2 4.6 2 4.6 1 2.3 1 2.3 1 2.3 2 4.6 1 2.3 1 2.3

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Acerca de las dificultades que enfrentan para participar en el proyecto (cuadro 3-1-1-8), el porcentaje más alto es el que se refiere a la dificultad para realizar sus aportaciones, con un 36%, situación que no aparecía en la evaluación del año anterior; le sigue el exceso de trabajo que agobia a las mujeres con un 35%, porcentaje que también aumentó comparativamente a 1999; encontramos un ligero decremento en lo que se refiere a tener problemas familiares por su trabajo, el 11% manifiesta tener problemas familiares a diferencia del 13% del año anterior, hemos de suponer un proceso de aceptación familiar al trabajo en el proyecto. Por último, el 24% dijo no tener problemas. Cuadro 3-1-1-8. Dificultades personales para participar Dificultades de participación nivel personal DificulDificul- AportacioMás Baja tades tad nes Otros Ninguno autoestima Familia- trabajo horarios monetarias res Norte 0 6 0 5 0 1 7 Sur 5 9 9 10 3 1 3 Total 5 15 9 15 3 2 10 Porcentaje 11 35 21 36 7 5 24 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias.

Esta información nos puede orientar respecto a la implementación del Programa MDR, en función de lograr mejores resultados. •

En lo general, parece que hay una mayor aceptación o cuando menos tolerancia, por parte de la familia hacia el trabajo de las beneficiarias en sus proyectos; como se puede observar, bajaron los porcentajes en lo que se refiere a las dificultades familiares para la participación en los proyectos. No obstante, como ya se dijo, por el momento la participación está basada en una sobrecarga de trabajo de las participantes. Esto debe ser un dato a considerar por el Programa, en términos de pensar en algún mecanismo que pueda mejorar esta situación, por los riesgos que significa que la participación esté basada en el desgaste físico y emocional de sus integrantes.

Es importante considerar el factor cultural que impacta en la distribución de roles en la familia, siendo en la mujer en quien descansa la responsabilidad del trabajo doméstico; así lo muestra la información recabada en las encuestas. Por lo tanto al tener ésta que dedicar algunas horas a otras actividades, lo que enfrenta es un aumento en su jornada de trabajo y no así la redistribución de las responsabilidades. Además de la consecuente desatención al trabajo doméstico y cuidado y crianza de los hijos.

Para las mujeres entrevistadas (lo que no significa que lo sea para sus parejas o padres de familia), la participación de la mujer en la toma de decisiones y aportación al ingreso familiar está muy al parejo que la de los hombres. Esto habla de una autopercepción en donde ya se asumen más activamente en estos aspectos, en donde anteriormente sólo Jalisco

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era competencia de los hombres. Lo cual no significa que esta visión de las cosas sea aceptada por el resto de los miembros de la unidad familiar, o en un nivel comunitario. La información en que nos basamos sólo da cuenta de lo que opinan las mujeres entrevistadas. •

El tener actividades fuera de casa sin que esta nueva situación haya sido del todo asumida por la familia y la comunidad, puede ser detonante de conflictos familiares.

La dificultad para realizar la aportación económica aparece como un factor limitante para el funcionamiento del proyecto y para el proceso mismo de las mujeres.

Habría que cuidar que los horarios y la organización de los trabajos realizados en el proyecto sean compatibles con las condiciones y necesidades de las mujeres. Además que es muy importante desencadenar procesos de toma de conciencia de las mujeres que impacte en la vida familiar y comunitaria.

3.1.2 De la selección del universo de trabajo Los criterios para definir el apoyo a determinados proyectos están planteados en el Anexo Técnico del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural. Dichos criterios señalan que los proyectos deben considerar: - posibilidades de promover el desarrollo local, generando fuentes de empleo, en zonas de alta marginación, - los mecanismos para crear las condiciones necesarias que permitan la obtención de recursos económicos y la formación de habilidades y conocimientos necesarios para la generación de microempresas. Por ello, el aspecto educativo-formativo es esencial para el logro de los objetivos del Programa, ya que las zonas que conforman el universo de trabajo se caracterizan por su bajo nivel de ingresos y de educación. En la evaluación del año pasado llamaba la atención respecto a la estrategia de priorizar el equipamiento de los proyectos. Esta estrategia se mantuvo hasta la fecha, aunque en menor proporción respecto a los recursos invertidos, por lo que es recomendable sustentarla, es decir, cuáles son las expectativas que se tienen desde el Programa, respecto al funcionamiento de los proyectos productivos, visualización de sus alcances, requerimientos, qué margen de acción se tiene para definir la distribución de los recursos del Programa, etc., para evitar la constante necesidad de más apoyos para poder tener éxito, argumento que de nuevo surgió en las entrevistas a las beneficiarias. El universo de trabajo del Programa siguió siendo el mismo que el año anterior, con la excepción de que en el municipio de Tolimán se abrieron dos grupos en una nueva comunidad, Copala.

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3.1.3 Sobre los criterios de elegibilidad Dado que no hubo mayor variación en los grupos atendidos por el Programa en este año respecto al año anterior, los criterios de elegibilidad de los proyectos productivos y zonas de trabajo no tuvieron modificaciones. Los grupos siguieron siendo los mismos a excepción de cuatro nuevos: un taller de costura y una tortillería en la Región Norte, y dos tortillerías en la Región Sur. Se siguió trabajando en las mismas zonas, y los nuevos proyectos fueron del mismo tipo de los ya existentes. Según se señala en las entrevistas a los responsables del Programa, no hubo una depuración de proyectos; se consideró que se tenía la responsabilidad de seguir apoyando a todos, por lo que se procedió a que los consultores elaboraran los nuevos requerimientos en cuanto a equipamiento, y así fue que se completó con maquinarias y sobre todo enseres menores y mobiliario para la operación. Así, igual que el año anterior, los recursos disponibles se distribuyeron entre los 29 grupos, y según las necesidades planteadas por cada proyecto. La escasa experiencia de las mujeres en actividades de tipo productivo, la desorganización de las tareas y la ausencia de planes proyectivos, así como la dificultad para acceder a mercados fuera de su comunidad, parece indicar que habría que orientar los proyectos al nivel del consumo interno, incluso el autoconsumo, con inversiones adecuadas al nivel de producción y procurando la recuperación más rápida de la inversión. Sobre la manera de decidir qué tipo de proyecto realizar, el 12% de las entrevistadas no sabe como se decidió; el 31% manifiesta que por ninguno de los mecanismos planteados en la encuesta pero no especifican como. El 19% dice que se decidió porque era lo que sabían hacer, el 21% dice que lo decidió el consultor y sólo 7% dice que la comunidad lo decidió. (cuadro 3-1-3-1). El hecho de que durante el ejercicio del año 2000 no hubo aprobación de nuevos proyectos puede explicar esta situación. Cuadro 3-1-3-1. Criterios para definir el tipo de proyecto Como se decidió el proyecto Criterios Norte Sur Total Diagnóstico comunitario 0 3 3 Sugerencia del consultor 5 4 9 Por lo que sabíamos 4 4 8 Otro 7 6 13 No sabe 0 5 5 No contestó 3 1 4 Total 19 23 42

% 7 21 19 31 12 10 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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En las entrevistas a los consultores especializados y a los responsables de la operación del Programa, no aparece un análisis que de cuenta de aspectos de visualización y proyección de los proyectos productivos en cuanto a las capacidades productivas, aspectos de comercialización, requerimientos a futuro, etc. Las entrevistadas señalan que los grupos siguen necesitando equipamiento y capacitación, por ello la estrategia de este año, más no se tiene claridad de los posibles escenarios de estos proyectos. Por ende, hacen falta estrategias a mediano y largo plazo, en donde se tengan contempladas las diversas implicaciones en cuanto a seguimiento y apoyos se refiere. Si no, el Programa se va a convertir en un proveedor de equipo y cursos de capacitación al infinito, perdiendo de vista el planteamiento de construcción de agentes sociales para el desarrollo, organizados microregionalmente. Al respecto, es importante revisar dos cuestiones: uno, la normatividad que marca el Programa en la distribución de los recursos, y dos, la visión prospectiva del desarrollo de los proyectos impulsados, no sólo económicamente, sino socioculturalmente, comunitariamente, dando mayor o menor peso a los diferentes componentes del Programa, según lo vaya requiriendo el desarrollo de los grupos. Ver a MDR como un programa que impulsa proyectos productivos, es reducir en mucho su potencialidad, en tanto en la misma normatividad del Programa sí se contemplan aspectos de formación (que es diferente a capacitación) y construcción de una instancia organizativa que se constituya como un actor social activo en su región. La realización de un diagnóstico de esta naturaleza nos permitiría evitar casos como el del taller de costura La Añilera, municipio de San Gabriel, que no tienen trabajo porque la comunidad es pequeña y según dicen las entrevistadas, la gente no tiene como prioridad la compra de ropa, por lo que el mercado es muy restringido, y como no tienen los medios para llegar a otros mercados, el taller no tiene trabajo. Esta es una muestra de cómo la estrategia centrada en el equipamiento puede redundar en desperdicio de recursos, si no se parte de una formulación adecuada de los proyectos, con una seria problematización de la situación y posibilidades de los proyectos productivos.

3.2 Implementación de los componentes de apoyo 3.2.1 Proyectos productivos La situación que presentan los grupos entrevistados en la muestra, es la siguiente: •

Operación de los grupos

Según las entrevistadas, el 58% de los grupos tiene una operación continua, es decir 24 grupos en total, 12 en cada Región. Sólo 4 grupos en la Región Sur manifiestan tener una operación irregular y un grupo en la Región Norte no está en operación. Respecto al año anterior hay un avance en la operación regular de los grupos del 30%.

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Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-2-1-1. Grupos en operación Con producción De manera Sin No contestó continua irregular operar 12 0 1 6 12 4 0 7 24 4 1 13 58 10 2 30

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

De los grupos que operan en el norte, 11 de los proyectos reciben apoyo desde 1999, sólo dos grupos fueron los que se formaron este año. El año pasado se reportaron a 9 con una operación irregular, por lo que cabría pensar que se regularizaron durante el ejercicio del 2000. En términos absolutos no hubo variación en el número de grupos atendidos en la Región Norte respecto a 1999, pero sí hubo algunos cambios: dos grupos se dieron de baja y dos nuevos se generaron. En el padrón del 2000 ya no aparecen dos grupos de 1999: el grupo de costura de Huejuquilla y el de tejido de Salitre de Abajo, del municipio de Huejuquilla, y en cambio están un taller de costura en Tenzompa, y una tortillería en la cabecera municipal de Mezquitic 4 . En la Región Sur siguieron los mismos grupos e ingresaron dos nuevos: dos tortillerías en la comunidad de Copala, municipio de Tolimán. En total el número de grupos atendidos este año con respecto al anterior no sufrió variación en cuanto a la cantidad, sin embargo se nota un avance cualitativo ya que ahora el 58% de las entrevistadas dijeron que sus grupos operan continuamente en contraste con el 30% del año anterior; sólo el 10% de las entrevistadas declararon que sus grupos operan irregularmente. El porcentaje de las que no opinaron es alto (30%), no sabemos si porque no se dan cuenta de cómo se trabaja, cosa que sería muy cuestionable, o porque no se quieren comprometer (cuadro 3-2-1-1). •

Nivel de organización de los grupos

Se observa en los grupos atendidos un nivel de organización todavía muy incipiente, aunque en relación a la operación del año anterior también hay avances. No obstante sigue siendo uno de los aspectos más frágiles en los proyectos y que frecuentemente es el origen de problemas en los mismos. Por ejemplo, actualmente el 60% de las entrevistadas se reúnen periódicamente, ya sea semanal o mensualmente, mientras que el año anterior lo hacían sólo el 52% (cuadro 3-2-1-2). Tenemos una variación positiva de 8 puntos. Siguen siendo los grupos de la Región Norte los que menos reuniones tienen, según se muestra en el cuadro correspondiente.

4

Fuente: Relación de grupos atendidos por el Programa Jalisco

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Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-2-1-2. Nivel de organización de los grupos Reuniones No tiene No Reglamento No tiene No periódicas reuniones contestó interno reglamento contestó 7 8 4 9 6 4 18 3 2 17 6 25 11 6 26 12 60 26 14 62 28 10

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

En cuanto al reglamento en los grupos, el 62% de las entrevistadas menciona que su grupo cuenta con reglamento. Sin embargo aún hay mucho que hacer, como podemos observar (cuadro 3-2-1-3), el 40.5% no sabe como se elaboró el reglamento, lo que indica que hay que impulsar la participación. El 14.5% menciona que fue el consultor el que proporcionó el reglamento y sólo 45% dice que el reglamento se hizo entre todas. La ausencia de una organización estable y clara, la falta de reglamentación al interior de los grupos y el no contar con una figura jurídica (cuadro 3-2-1-4) son factores que hacen vulnerables a los proyectos. Pasada la fase de inicio, es necesario pugnar por la consolidación, y esto no es posible si no se superan los problemas mencionados. Cuadro 3-2-1-3. Nivel de organización Cómo definieron su reglamento Entre El No sabe todas consultor Norte 6 3 10 Sur 13 3 7 Total 19 6 17 Porcentaje 45 14.5 40.5

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Cuadro 3-2-1-4. Nivel de organización ¿Tiene el grupo figura jurídica? No Sí No sabe Norte 13 6 Sur 21 1 1 Total 34 1 7 Porcentaje 81 2.5 16.5 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Ingresos por el proyecto

De las beneficiarias entrevistadas la mayoría dijo recibir algún ingreso por su trabajo (66.7%) mientras que el 33.3% no lo hace aún, lo que indica que los proyectos están Jalisco

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logrando generar recursos para sus socias (cuadro 3-2-1-5). Comparativamente en la Región Norte hay menos avances al respecto, ya que la proporción entre quien recibe ingresos y quien no lo hace es casi igual, en cambio en la Región Sur la proporción es de un poco más de 3 a 1. En cuanto a la forma y tiempo, vemos que 44.5% de las que reciben ingresos lo hacen de forma regular, semanalmente, aunque el monto es para la mayor parte de los casos pequeño, y oscila entre 50 y 400 pesos cada vez (cuadro 3-2-1-6). El 22.5%, recibe algo esporádicamente, según mencionan. Este aspecto es sumamente difícil de contabilizar ya que las beneficiarias no llevan el registro, por lo que no saben a ciencia cierta lo que reciben y les cuesta mucho trabajo realizar aproximaciones. Es necesario retomar esta situación y diseñar instrumentos que permitan registrar ingresos y egresos, ya que esto es indispensable para poder evaluar la rentabilidad de los proyectos. Cuadro 3-2-1-5. Ingresos por ventas Ingresos per cápita por su trabajo en proyecto No Sí Total Norte 9 10 19 Sur 5 18 23 Total 14 28 42 Porcentaje 33.3 66.7 100 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

El dinero recibido por las beneficiarias se destina principalmente a gastos del hogar, así lo informaron el 40.5% de las entrevistadas (cuadro 3-2-1-7). El 21% dijo específicamente que a alimentos y otro 21% no especificó su utilización, 5% lo utilizan para pagar deudas. Llama la atención que la gran mayoría dedica sus ingresos a la satisfacción de las necesidades de su familia, aportando así al mejoramiento material de la familia. Sería interesante, por la perspectiva de género del Programa, ponderar los costos (en todos los sentidos) que representan a la mujer y a su familia el hecho de tener un trabajo fuera de casa para compararlos con los beneficios y así tener una idea más acertada de los saldos. Cuadro 3-2-1-6. Ingresos por ventas Ingresos per cápita por su trabajo en proyecto Regularmente Cada cuando Esporádicamente 50-200

Norte Sur Total Porcentaje

4 8 12 28.5

201-400 401 Sema + na

1 5 6 14

1 1 2

5 13 18 42

C/22 días

2 2 5

Cada 150-250 251-500 mes

1 1 2

1 2 3 7

5011000

4 2 2 5

4 10

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Cuadro 3-2-1-7. Destino del ingreso obtenido En que utiliza el dinero que recibe del proyecto Destino Norte Sur Total Alimentos 4 5 9 Casa cuartos 5 12 17 Regalos 1 1 Pago deudas 2 2 Medicinas 1 1 Ropa 1 1 Equipando negocio 1 1 Educación 1 1 No especificó 6 3 9 Total 19 23 42

Porcentaje 21 40 2.3 5 2.3 2.3 2.3 2.3 21 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Aportaciones del 20%

El Anexo Técnico establece que las beneficiarias deben realizar una aportación del 20% sobre el costo de equipamiento. Durante el ejercicio del año 2000, las aportaciones fluctuaron entre $300 y $600 pesos por beneficiaria (36% de las entrevistadas), hasta el rango máximo de $1,500 y más, efectuado por el 9 % de la muestra. La media fue el rango de entre $900 y $1,200, aportados por el 17% de las entrevistadas. Este es otro de los aspectos en que la información proporcionada por las entrevistadas es poco clara, por lo que hay que tomarla con reserva 5 . En la mayoría de los casos el endeudamiento (41%) es el origen de las aportaciones. Eso es un asunto serio ya que si el proyecto no tiene capacidad de generar recursos, la deuda puede resultar un factor negativo en el proceso de la persona, la familia y el proyecto mismo. Le sigue el 24% que obtiene la aportación de algún hombre de la familia (papá o esposo o bien, hijo o hermano). El 12% lo consigue de otro familiar. El 17% de las entrevistadas no especificó el origen de su aportación (cuadro 3-2-1-8).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-2-1-8. Origen de las aportaciones Origen de las aportaciones iniciales (20%) Esposo/ Hijos Otro Préstamo Otro No padre (as) familiar contestó 5 2 10 2 2 1 5 7 2 5 7 3 5 17 2 7 17 7 12 41 5 17

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

5

Fuente: Relación de grupos atendidos por el Programa Jalisco

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Ante la pregunta de si habían realizado nuevas aportaciones, el 64.5% contestó que sí, y el resto que no (o no especificó), (cuadro 3-2-1-10). De las que declararon haber realizado nuevas aportaciones, la mayor parte de las beneficiarias (36%) aportó entre un rango de $100 a $600; 14% aportó entre $601 y $900 y el 9% realizó aportaciones de más de $1,300 (cuadro 3-2-1-9). Cuadro 3-2-1-9. Monto de aportaciones Monto de las aportaciones iniciales (20%) 100 - 600 601 – 900 901 – 1200 1201 - 1500 Mas de No pesos pesos pesos pesos 1500 pesos especificó Norte 2 5 5 0 3 4 Sur 13 1 2 3 1 3 Total 15 6 7 3 4 7 Porcentaje 36 14 17 7 9 17 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Al igual que con los ingresos, las personas entrevistadas no tienen suficiente claridad respecto de sus aportaciones, por lo que es difícil establecer conclusiones al respecto. Sin embargo el hecho de que estén realizando nuevas aportaciones habla de las expectativas de éxito de las participantes, del sentido de pertenencia al proyecto que las impulsa a comprometerse, pero también del fuerte requerimiento que tiene el desarrollo de su actividad productiva, que si no está visualizado dentro de un plan a mediano plazo, puede encontrar rápidamente limitantes, dado los bajos recursos familiares. Como lo muestra el cuadro 3-2-1-10, el 64.5% de las entrevistadas ha tenido que dar nuevas aportaciones. Cuadro 3-2-1-10. Nuevas aportaciones Nuevas aportaciones económicas de las beneficiarias No Sí Norte 6 10 Sur 6 17 Total 12 27 Porcentaje 28.5 64.5 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Una de las dificultades mencionadas por las mujeres para participar en el Programa, fue precisamente la obligatoriedad de las aportaciones. El año anterior ése fue el mayor motivo de deserción de los grupos, sin embargo en el 2000 la situación se modificó a decir de las entrevistadas, ya que sólo un 5% desertó por ese motivo. En el cuadro 3-2-1-11 aparece como motivo más importante para desertar el haberse casado (12% de las entrevistadas tiene esa explicación); los problemas familiares y la falta de motivación, también aparecen como causas importantes (10% respectivamente).

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Como se puede observar en los cuadros 3-2-1-11 y 3-2-1-12, las razones por las cuales se les dificulta participar o hay bajas en los grupos, en este año no fueron tanto de tipo económico. Fueron aspectos de otra índole, de tipo más personal y familiar, y que tienen que ver con el ciclo de vida de las mujeres (formar una familia) y las prioridades asignadas en los roles sociales, por ejemplo, cómo una mujer asume el trabajo remunerado en contrapartida con la obligatoriedad a la atención de los asuntos domésticos. Cuadro 3-2-1-11. Deserciones en los grupos Razones Norte Sur Total Cambios normales 2 2 No emociona el trabajo 1 1 2 Cambiaron residencia 1 1 2 Se casaron 1 4 5 No podían trabajar 1 1 No ganaban suficiente 3 3 Problemas familiares 4 4 No se motivan nuevas integrantes 4 4 Por no poder aportar 2 2

Porcentaje 5.0 5.0 5.0 12.0 2.3 7.0 10.0 10.0 5.0

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Estas explicaciones ante la deserción de las beneficiarias son una razón más para revisar la orientación del Programa, ya que éste debe considerar la creación de condiciones para hacerlo compatible con las tareas y roles asignados a las mujeres de las comunidades en donde opera. Así lo muestra el que problemas familiares y falta de motivación sean las segundas causas en la deserción de los grupos. En los documentos e informes que proporcionó el Programa, la deserción no aparece. Sin embargo en las entrevistas las beneficiarias sí señalan que ha habido bajas en sus grupos, principalmente por las razones expuestas anteriormente. Cuadro 3-2-1-12. Variaciones en el número de participantes Aumentaron Disminuyeron Sigue Sin dato Total igual Norte 0 9 8 2 19 Sur 1 15 7 0 23 Total 1 24 15 2 42 Porcentaje 2 57 36 5 100 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

El Acta de Cierre del ejercicio 1999 señalaba 187 beneficiarias atendidas en total, con 27 grupos apoyados. En el 2000, en el Cierre Definitivo del Programa se contabilizan 233 beneficiarias, con un total de 29 grupos apoyados. Esto es, un aumento del 24.6% en cuanto a beneficiarias participantes y dos grupos más (7.4%), (cuadro 3-2-1-13).

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Cuadro 3-2-1-13. Comparativo de rendimientos anuales, 1999 – 2000 Concepto Ejercicio 1999 Ejercicio 2000 Redes 2 2 Proyectos productivos 27 29 Mujeres beneficiarias 187 233 Presupuesto del Programa 1’037,000 1’180,000 Inversión por productora 5,545.45 5,064.37 Fuente. Actas de cierre 1999 y 2000

Aún con las dificultades que se han presentado en el desarrollo de los proyectos productivos, el Programa ha resultado significativo, un 30% de las beneficiarias lo consideran un factor de arraigo. Tienen grandes expectativas sobre el Programa, por ello no consideran la posibilidad de salir de su comunidad en busca de nuevas oportunidades (cuadros 3-2-1-14 y 3-2-1-15).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-2-1-14. Factor de arraigo ¿Tiene pensado salir a trabajar a otro lado? Sí No Sin respuesta 1 15 3 3 20 4 35 3 9.5 83 7.5

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-2-1-15. Programa como factor de arraigo ¿Tiene que ver su decisión con el Programa? Sí No Sin respuesta 6 7 6 7 13 3 13 20 9 30 48 22

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Dificultades y necesidades de los grupos Los aspectos que se señalan como dificultades para la operación de los proyectos son los siguientes: el primer lugar lo ocupa la insuficiencia de recursos económicos para el proyecto (50%), le sigue en segundo lugar, con un 48%, la falta de materias primas para la producción, aunque no se especifica si esto es por falta de recursos económicos o por escasez o dificultad para conseguirlas. A diferencia del año anterior, el rubro de falta de capacitación que ocupó el primer lugar, hoy ocupa un tercer lugar, con un 43%, lo que habla de los avances en el Programa en la atención a la capacitación. El 36% de las

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entrevistadas señalaron que la comercialización es otra de las dificultades que enfrentan los proyectos productivos (cuadro 3-2-1-16). Como puede observarse, las dificultades señaladas, una vez superados los aspectos de capacitación, tienen que ver con lo que es la cadena productiva que va desde la consecución de las materias primas, organización del proceso productivo, equipamiento, capacitación, producción, hasta la comercialización. La falta de un diagnóstico previo a la definición del giro productivo, de una investigación de mercado, así como una deficiente formulación y diseño de los proyectos ha ocasionado el que los proyectos tengan una mayor vulnerabilidad. Queda evidente también que la estrategia de seguir priorizando el equipamiento como factor que va a posibilitar la operación de los proyectos, no está contemplando el desarrollo de un proceso productivo de manera integral, y no está atacando los diferentes aspectos del mismo. Es indispensable el realizar un análisis de viabilidad económica y financiera de cada proyecto, para poder hacer una planeación en donde se contemplen los diferentes rubros a considerar (acopio de materia prima, producción, comercialización, etc.). Equipar no garantiza el éxito de la operación, ya que no se cuenta con los recursos necesarios en los grupos para solventar todos los aspectos que se requieren para producir y colocar su producto adecuadamente.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-2-1-16. Dificultades nivel proyecto Prob. Falta Falta Falta inf. ComerciaNinguComuni- recurmaterias Otro y cap. lización no tarios sos primas 3 2 1 2 3 7 15 5 19 14 18 1 18 5 21 15 20 3 8 43 24 50 36 48 7 19

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

3.2.2 Redes Para analizar el componente de redes micro-regionales se considerarán los siguientes aspectos. •

Red como aspecto prioritario

De igual modo que en el ejercicio anterior, este componente tuvo baja intensidad, tanto en su operación como en los recursos destinados a ello. Según lo plantea el Anexo Técnico 2000 del Programa, éste es un aspecto prioritario del mismo; para ello se considera un

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monto de hasta $150,000 (ciento cincuenta mil pesos) por red constituida. Y se contemplan las siguientes acciones en este componente: a) Contratación de un consultor especializado cuya responsabilidad es la animación de la red, el desarrollo de 4 talleres participativos y el seguimiento a cada uno de los grupos. Para este rubro se puede disponer de hasta un 40% ($60,000.00) del presupuesto de la red. b) Apoyo para los gastos de traslado y alimentación de las participantes, elaboración y reproducción de materiales didácticos, participación de productoras en giras de intercambio tecnológico y contratación de asesorías especializadas. Este apartado puede abarcar hasta un 50% del presupuesto ($75,000.00). c) Participación de los consultores en eventos de capacitación y evaluación del Programa, con un tope de hasta 10% del presupuesto total 6 ($15,000.00). Según los avances financieros facilitados por la Vocalía, en el ejercicio 2000 el presupuesto ejercido para cada red fue de $88,000.00, en donde $60,000.00 corresponden al pago a consultores, y $28,000 para la realización de los 4 talleres. Contrastando con lo establecido en el Anexo Técnico se observa el bajo presupuesto dedicado a este componente: aún cuando se tiene un margen mayor de acción, sólo se destinó un 39.1% de lo marcado como tope máximo. Esta situación se modifica si se calcula el monto invertido según el Acta de Cierre, como se mostró en el cuadro 2-4-2 (Cierre final del Programa). Si se aplica la partida de capacitación que aparece en el Acta al componente Redes, la inversión total por Red ascendería a $242,671.31, lo que significa un aumento del 7.87% de lo ejecutado contra lo programado. Según lo expresado en las entrevistas y lo que se muestra en los avances financieros, desde la coordinación del Programa, el trabajo en las Redes se ha reducido a la realización de 4 talleres para cumplir con este componente. Es lamentable que no sean ejecutadas ni aprovechadas todas las otras actividades que se tienen definidas en el Anexo, para el fortalecimiento de los procesos organizativos de los grupos y de las redes, y que van más allá de los 4 talleres. Esto también tiene su explicación en el hecho de que al priorizar el equipamiento, se dejó sin recursos suficientes la partida de este componente. Desde la normatividad del Programa hay mayores posibilidades que no han sido implementadas. El trabajo con las redes en este año, siguió lo mismo que lo realizado el año anterior. Aún cuando el impacto de los talleres en las beneficiarias es fuerte en lo que se refiere a socialización y motivación, y el potencial que puede significar la construcción de esta instancia articuladora, el repetir año con año las mismas actividades puede resultar en

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Anexo Técnico del Programa, 2000, p. 3. Jalisco

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una poca adecuación al desarrollo de los proyectos, mismos que necesariamente irán planteando nuevos requerimientos y necesidades de apoyo. Desde el planteamiento hecho en el Programa, las metas planteadas para el componente Redes, se reportan con el 100% de avance, puesto que éstas fueron sólo llevar a cabo los 4 talleres para cada red. Según se observa en los reportes de avances, la partida presupuestal se dispuso en el mes de octubre. Sobre el papel de los consultores Según las entrevistas a beneficiarias, durante el ejercicio de este año no se logró modificar la percepción que se tiene del consultor como un informante y un vínculo con las dependencias participantes en el Programa.

Función Semanalmente Quincenalmente Mensualmente Eventualmente No opinó

Cuadro 3-2-2-1. Imagen del consultor(a) Norte Sur Total 1 1 5 2 7 8 8 6 8 14 7 5 12

Porcentaje 2 17 19 33 29

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

La relación del grupo con el consultor está determinada por las necesidades prácticas de obtener la información que le solicita la coordinación del Programa. El 33% de las entrevistadas dijeron que las visitas de éste fueron eventuales, el 29% prefirió no opinar; un poco más de la tercera parte sí identificaron periodicidad en las visitas del consultor: 19% informaron que las visitas se efectúan mensualmente y 17% manifestaron que las visitas ocurren quincenalmente. Es decir, este 36% de las entrevistadas identificó que independientemente de los requerimientos de información del Programa, su consultor asiste con ellas de manera periódica, lo que puede posibilitar estar más al pendiente de los procesos de los grupos (cuadro 3-2-2-1). Esto también se ve reflejado en qué sucede cuando el consultor va a las comunidades. El 61% de las entrevistadas señala que cuando el consultor acude al grupo, éste se reúne, en cambio el 12% dijo que no se reúne el grupo. Coincidieron 55% de las entrevistadas que durante las reuniones se tratan problemas de trabajo y del grupo. En este aspecto no hubo diferencia significativa entre el Norte y el sur. Es decir, las proporciones están más o menos parejas en las respuestas de las entrevistadas del Norte y las del Sur en cada uno de los rubros preguntados (cuadro 3-2-2-2).

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Sobre la planeación y organización del trabajo del consultor, el 26% dijo que el consultor sí tiene plan de trabajo mientras que el 29% dice que no tiene dicho plan 7 . En lo general, sigue sin haber claridad por parte de las beneficiarias, del trabajo que puede organizar con los grupos el consultor. Más que como un promotor que pueda ir acompañando sus procesos tanto productivos como formativos (como lo contempla la normativa del Programa), se le ve como el gestor operativo para allegar los recursos materiales del Programa. Cuadro 3-2-2-2. Funciones del consultor En las visitas del consultor Norte Sur Sí No Sí No Sí Se reúne el grupo 12 14 5 26 Tiene programa de trabajo 4 7 7 5 11 Se tratan problemas del grupo y del trabajo 13 11 2 24

Total % No 61 5 26 12

% 12 29

55

5

2

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

De cualquier manera, es evidente que el consultor de las redes micro-regionales puede potenciar procesos que doten al Programa del aspecto formativo y generen la toma de conciencia, elementos necesarios para que las mujeres puedan desencadenar procesos que impacten la vida familiar y comunitaria. De ahí la importancia de redimensionar el papel del consultor y de aprovechar el potencial de las Redes. Aún cuando se informa de la realización por parte de los consultores, de reportes mensuales de su trabajo, es claro que las beneficiarias no han identificado ese rol de acompañante e impulsor de sus procesos formativos y organizativos. Como se señaló en el informe 1999, la figura del consultor es clave pues es el que implementa en sí todo el Programa, por ello es pertinente insistir en que la planeación y organización de sus actividades debe incorporar no sólo aquellas acciones tendientes a hacer llegar los recursos materiales y los cursos de capacitación, sino incorporar las implicaciones y aspectos que conlleva el seguimiento a los procesos de los grupos, no sólo productivos, sino sociales, personales, etc. Participación en la Red La asistencia a los talleres de las Redes fue muy reducida, según la información recabada en la muestra. De las entrevistadas, sólo el 12% acudieron a los 4 talleres; 7% acudieron a 3; 5% acudieron a 2 y a 1 de los talleres, respectivamente. Las demás, 71%, no acudieron a ninguno de los talleres (cuadro 3-2-2-3). Comparativamente a 1999, la participación en los talleres de la red bajó de 45 a 29 por ciento. 7

Fuente: Relación de grupos atendidos por el Programa Jalisco

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Contrasta esta baja asistencia con la gran motivación con la que refieren estos eventos. Es posible que esto se deba, más que al desinterés, a la forma en como está planteada su organización: que las señoras no puedan desplazarse fuera de la comunidad, bien sea por atención a la familia, bien sea por no contar con el permiso, o por no tener recursos (aunque éstos están contemplados en el presupuesto de las redes), dato que sí aparece en las entrevistas y estudios de caso. También ha sucedido que los talleres se organizan de manera intensiva, los cuatro talleres en un periodo de tiempo muy pequeño (según los documentos de avances todos en un mes), y por eso también las entrevistadas no pueden asistir a todos. Es de considerar el que por parte del Programa se analicen las causas de esta baja participación en los talleres, es obvio que probablemente se tengan que revisar las estrategias seguidas en su implementación. Ya desde la evaluación anterior, se solicitaba, por parte de las entrevistadas, que se pudiera contemplar el que dichos talleres, que son muy valorados, pudieran organizarse de manera diferente, más cercanos a sus comunidades, para que pudieran asistir un mayor número de socias de los grupos. Sigue siendo una solicitud de parte de las beneficiarias.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-2-2-3. Participación en red Asistencia a cursos 1 2 3 4 5+ 1 1 2 1 7 1 1 1 4 2 2 3 5 7 5 5 7 12 17

Total 12 7 19 46

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Por lo que informan las entrevistadas, los temas de los talleres fueron los mismos que el año pasado, y los que más recuerdan y valoran como de mayor utilidad son los cursos de autoestima y relaciones humanas (19% y 17% respectivamente). La contabilidad y la administración son otros de los temas que les resultaron importantes (14%), tal vez por la necesidad de ordenar la administración del proyecto. El tema de la comercialización fue mencionado por sólo 7% de las entrevistadas, lo que contrasta con la problemática planteada en las entrevistas (cuadro 3-2-2-4). Cuadro 3-2-2-4. Participación en red. Temas tratados Norte Sur Total Porcentaje Capacitación técnica 1 1 1 2 Contabilidad/administración 6 6 14 Comercialización 3 3 7 Autoestima 4 4 8 19 Liderazgo 3 3 7 Relaciones humanas 5 2 7 17 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Sobre la utilidad de los temas, el total de las personas que contestaron indicaron que fueron útiles (contestó el 42% de la muestra, ya que no todas participaron). Respecto a la pregunta sobre la oportunidad de los temas, el 36% de la muestra los consideró oportunos en contraste con el 7% que manifestó que no fueron oportunos (cuadro 3-2-2-5). Cuadro 3-2-2-5. Percepción de los temas tratados en la red Fueron útiles Fueron oportunos La forma de enseñar Sí No Poco Total Sí No Total E B R M Norte 10 10 10 1 11 9 Sur 7 7 5 2 7 7 Total 17 17 15 3 18 16 Porcentaje 41 36 7 38 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias E: Excelente, B: Bueno, R: Regular, M: Malo

La transmisión de los aprendizajes de la Red Los proyectos contemplan la socialización de los conocimientos generados en al Red mediante la reproducción de los cursos y talleres que las mujeres que asistieron a ellos hagan en sus grupos. El cumplimiento de ésta tarea no ha sido posible, puesto que las asistentes no tienen los elementos suficientes para llevar a cabo esta transmisión de aprendizajes, según se señaló ya desde la evaluación del ejercicio anterior. Por otro lado, esta situación en ocasiones, es motivo de disgustos y desacuerdos entre las participantes, ya que si bien se permite la asistencia de dos socias por grupo, la decisión de quién va a asistir no es muy clara, y esto va generando diferenciaciones entre las participantes de un mismo grupo en cuanto al acceso a situaciones formativas. No se ha encontrado el mecanismo que garantice la socialización de los cursos, lo que genera la concentración del conocimiento y las habilidades, restando capacidad operativa al grupo ya que su funcionamiento depende de las que saben. Cuadro 3-2-2-6. Conocimiento del Programa ¿Conoce algo del Programa? Sí No No contestó Norte 2 15 2 Sur 12 11 Total 14 26 2 Porcentaje 33 62 5 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

De hecho lo que las beneficiarias reportan respecto a su conocimiento del Programa no es tanto la Red y los servicios que ofrece (cuadro 3-2-2-6). Del 33% que dijo conocer el Programa (62% restante no lo conoce), menciona que el Programa ofrece apoyo material y Jalisco

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técnico, y que proporciona préstamos (cuadro 3-2-2-7). Sobre la Red y los talleres no hubo menciones Esto es un cuestionamiento al Programa en cuanto a sus estrategias de promoción e información, ya que esta idea dista mucho del planteamiento más global e integral que pretende tener el Programa. Cuadro 3-2-2-7. Conocimiento del Programa ¿Qué conoce del Programa? Norte Sur Total Da apoyos técnicos y materiales 1 4 5 Ofrece prestamos 2 1 3 Apoya a las mujeres 3 4 7

Porcentaje 12 7 17

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Sobre la capacitación y la metodología educativa Sigue priorizándose lo técnico y contable en los grupos que reciben capacitación. La vida orgánica de los grupos presenta necesidades de aprendizaje diversificado que hasta hoy no han obtenido, mucho énfasis en aspectos organizativos, de planeación, y de relaciones interpersonales y liderazgo. Sigue siendo un reto lograr la implementación de una metodología educativa que permita y promueva el aprendizaje y desarrollo integral de las participantes. Pero principalmente, que este trabajo se haga a nivel de cada grupo, ya que si bien algunos temas se han tratado en los talleres de la Red, estos aprendizajes no están impactando a la totalidad de sus socias, no hay que olvidar que la unidad operativa son los grupos (cuadro 3-2-2-8). Cuadro 3-2-2-8. Capacitación recibida del Programa Norte Sur Total Técnica especializada 7 14 21 Administración/contabilidad 3 5 8 Comercialización 2 2 Relaciones humanas 3 3 No contestó 8 8

Porcentaje 50 19 5 7 19

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

3.3 Evaluación de los términos de referencia de la evaluación externa del Programa 3.3.1 Evaluación de los objetivos del Programa MDR Un aspecto primordial del Programa es la inversión en la formación del capital humano y en este sentido apuntan los cursos y talleres impartidos a la beneficiarias, sin embargo no se

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han establecido instrumentos que permitan la valoración del aprovechamiento de las capacitaciones. Sobre la capacitación técnica impartida, el 50% de las entrevistadas mencionaron haber recibido capacitación técnica y el 19% dijo que le proporcionaron capacitación en la administración y contabilidad; 5% más reconocieron que se les dio capacitación para la comercialización de sus productos. La asistencia a los cursos sigue siendo muy reducida. Sólo poco más de la mitad (55%) de las entrevistadas dijo haber asistido a cursos. Sobre el número de cursos a los que asistieron las entrevistadas, el 17% dijo haber asistido a 3; el 9.5% a 2 cursos y 21% sólo a un curso (cuadro 3-3-1-1). Cuadro 3-3-1-1. Número de veces que asistió a cursos 1 2 3 4 + No contestó Norte 8 1 10 Sur 1 3 7 1 2 9 Total 9 4 7 1 2 19 Porcentaje 21 9.5 17 2.5 5 45 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

La mayoría de las asistentes consideraron útiles los cursos recibidos (60%), (cuadro 3-3-12). Aunque no se recibieron con oportunidad, según lo señala el 19% de las beneficiarias de la muestra. Para el 45% de las entrevistadas sí fueron oportunos (cuadro 3-3-1-3).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-1-2. Utilidad de los cursos ¿Los temas vistos fueron de utilidad? Sí No Muy poca No contestó 10 9 15 2 1 5 25 2 1 14 60 5 2 33

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-1-3. Oportunidad de la capacitación Sí No No contestó Total 7 3 9 19 12 5 6 23 19 8 15 42 45 19 36 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Sobre la forma de enseñar, el 50% dijo que fue buena, el 12% consideró que fue regular y 2.3% dijo que fue mala (cuadro 3-3-1-4). Jalisco

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Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-1-4. Percepción de la metodología ¿La forma de enseñar fue? Excelente Buena Regular Mala No contestó 10 5 1 3 11 12 21 5 1 15 50 12 2 36

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Estos datos, siendo elementales, orientan sobre los resultados de la capacitación. Es claro que existe necesidad de extender la participación, de diversificar los temas, y de adoptar una metodología participativa. Sobre el objetivo del Programa acerca del aumento en la producción y productividad, se debe considerar para su evaluación no sólo el aspecto del equipamiento, sino además el aspecto de la capacitación, el mercado y la organización de la producción. De los 29 grupos atendidos por el Programa, se reporta el 100% en operación, todos con equipamiento para producir, aunque el tiempo dedicado al trabajo es todavía reducido. Este dato contrasta con la información que vierten las beneficiarias en las entrevistas, en donde sólo un 57% comenta que su grupo trabaja de manera regular. Aunque en términos de avance respecto a 1999, significa un aumento en la operación de los grupos del 27%. En términos de tiempo dedicado al proyecto, sólo un 33% manifestó trabajar la jornada completa al día (8 horas o más). Un 38% dijo trabajar entre 5 y 7 horas al día y 12% trabaja de 2 a 4 horas diarias (cuadro 3-3-1-5).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-1-5. Horas trabajadas al día 2-4 5-7 8+ No contestó 8 5 6 5 8 9 1 5 16 14 7 12 38 33 17

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Se dio un avance respecto al año anterior, en 1999 el porcentaje de las mujeres que trabajaban menos de 4 horas diarias era mayor, 23% contra un 12% de este año, lo que señala que se dedican más horas al trabajo del proyecto. Habría que considerar si este aumento se debió a un incremento en las ventas o a la reducción de las integrantes del grupo. De cualquier forma esto representa un avance en la productividad de la capacidad instalada de los proyectos.

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Otro factor que puede impactar en la productividad es la apropiada ubicación del lugar de trabajo (cuadro 3-3-1-6). Tanto salir de casa como trabajar dentro de ella, tiene implicaciones para el nivel de productividad que deben ser consideradas y ponderadas. Actualmente el 66% de las beneficiarias realizan su trabajo en un local destinado a ello y sólo el 12% lo hace en su casa. 12% manifestaron que trabajan en otro lugar pero no especificaron dónde.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-1-6. Dónde realiza su trabajo Casa Local Otros No contestó 1 14 4 4 14 5 5 28 5 4 12 66 12 10

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Al consultarles sobre esta cuestión, 17% dijeron que les gustaría trabajar en sus casas; 29% prefieren trabajar en un lugar propio y 10% manifestaron estar bien donde están. Otras opiniones se refieren al lugar geográfico y 4% indican que no les gustaría salir de la comunidad, mientras que a una persona le gustaría trabajar fuera. El 28% de las entrevistadas no opinó (cuadro 3-3-1-7). Como ya se comentó antes, el Programa tiene el reto de conciliar los diversos roles que las mujeres cumplen y la correcta decisión del lugar de trabajo puede aportar a ello, así como el contemplar generar estrategias de apoyo entre las mismas socias, establecimiento de horarios, etc. Cuadro 3-3-1-7. Dónde le gustaría hacer su trabajo Norte Sur Total Porcentaje Casa 7 7 17 Dentro del municipio 1 1 2 Local apropiado 9 3 12 29 En el mismo lugar 4 4 10 Otra comunidad 1 1 2 A la vista 1 1 2.5 En la cocina 1 1 2.5 En la comunidad 3 3 7 No contestó 10 2 12 28 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

El nivel de organización del grupo impacta en la productividad ya que puede ser un factor de optimización de los recursos. La organización de las mujeres es difícil, porque no están acostumbradas, según la consideración de uno de los funcionarios entrevistados, sin embargo existe una organización que aunque mínima permite a los proyectos operar. De la Jalisco

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muestra, el 95% tiene clara su función en el grupo. De éstas el 23% tiene funciones de dirigencia; el 12% dijo que coordina las actividades de las demás; el 16% hace tareas de administración; el 16% procura la comercialización de sus productos y el 23% no tiene funciones directivas y se dedica a la operación (cuadro 3-3-1-8). Se entiende que las beneficiarias que se dedican a alguna actividad de dirección, también dedican tiempo a la producción.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-1-8. Nivel de organización en el grupo ¿Qué actividades realiza? Dirige Coordina Admón Comerc. No dirige 5 2 2 2 5 5 3 5 5 5 10 5 7 7 10 23 12 16 16 23

No contestó 3 3 7

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-1-9. Organización de tareas La eligen La asignan Por conocimientos Rotativo 2 1 6 4 4 7 6 9 6 8 12 13 14 19 28 30

Otro 3 2 5 12

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Se observa una tendencia a aprovechar los conocimientos previos de las participantes, lo que redunda en la optimización de los recursos humanos, así lo dice el hecho de que las tareas se organizan en base a los conocimientos, según el decir de 28% de las entrevistadas (cuadro 3-3-1-9). Otro 30% considera que hay rotación en las tareas, lo que permite la adquisición de habilidades y competencias diversas. Son el 19% quienes consideran que las tareas son asignadas y 14% considera que eligió su tarea aunque no especifica los criterios. De los objetivos del Programa que se refieren al desarrollo de metodologías para mejorar el trabajo de los proyectos, promover acceso y adopción de tecnologías apropiadas, promover la sostenibilidad de los proyectos y la sustentabilidad de los recursos naturales, fomentar la recuperación de los subsidios, el ahorro y la inversión, aun están lejos de lograrse. Al igual que el año anterior, aunque hay avances en el nivel de operación de los grupos, todavía no es posible el cumplimiento de estos objetivos en tanto no se normalice y establezca un proceso de producción de manera estable. Respecto a la creación de nuevas formas de asociación económica y al fortalecimiento de la participación de las mujeres en el desarrollo micro-regional, como se señala en el apartado de las Redes, el trabajo en esta línea todavía no se ve claro. Las redes como formas de asociación micro-regional funcionan solamente como instancias de impartición de grupos

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de manera intergrupal. Más no se han potenciado, al momento, las posibilidades que pueden tener en cuanto creación de agentes sociales para el desarrollo. Este proceso de articulación de segundo nivel (el primer nivel son los grupos), presupone cierta madurez y consolidación por parte de los grupos que la formarían, por ello hay que pensarlo como un proceso; más es importante no perderlo de vista, puesto que se pueden ir intencionando ciertas acciones que vayan creando las condiciones tanto materiales como de disposición y actitud, que posibiliten que esto pueda lograrse. En cuanto a la procuración del arraigo de las mujeres en su comunidad, también objetivo del Programa, se han generado fuertes expectativas de éxito en el futuro y se han despertado en las mujeres sentimientos de pertenencia. Por otra parte los recursos, el tiempo y las energías que le han dedicado, habla de la confianza que ellas tienen en el proyecto. Al igual que en el año anterior, ésta vez volvió a quedar descartado el objetivo de impulsar esquemas productivos para la seguridad alimentaria familiar. 3.3.2 Evaluar la eficiencia y la eficacia operativa del Programa •

Las metas físicas

En cuanto a las metas físicas establecidas en el Anexo Técnico, se informa en el acta de Cierre del Programa que lo que respecta a la organización de redes micro-regionales se atendieron 2 y no las 3 programadas; lo mismo ocurrió con el número de consultores. Como se señaló al principio, lo planteado en el Anexo Técnico no corresponde con lo que decidió el equipo operativo del Programa llevar a cabo en este ejercicio. Según lo que refieren los funcionarios entrevistados, estas modificaciones se dieron muy al inicio de este ejercicio, bajo los criterios que ya se señalaron: pocos recursos económicos del Programa y necesidad de completar el equipamiento de los grupos ya existentes para asegurar su operación. Sin embargo, no hubo un Addendum en este año, en donde se especificaran las modificaciones en las metas. Por ello no es muy real el hablar de un 238% de cumplimiento en cuanto al número de proyectos atendidos, o de un 166% en relación a beneficiarias atendidas (ver cuadro 2-4-1 Cierre del Programa MDR) Si se optó por seguir apoyando a los grupos ya existentes, entonces el punto de referencia deberían ser los grupos apoyados y el número de beneficiarias que conformaban dichos grupos, al cierre del ejercicio 1999. En este sentido, como ya se señaló previamente, hay un ligero aumento en la atención del Programa: de 27 grupos se pasó a 29, y de 187 beneficiarias aumentó a 233. El aumento en los grupos se dio más en la Región Sur que en la del Norte (Sur de 14 proyectos a 16, y Norte siguió el mismo número de grupos, aunque algunos cambiaron). •

Respecto a la eficacia (metas en el tiempo)

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Las metas se dan por cumplidas tanto en forma como en tiempo. Así se informa en los avances físicos y financieros de cada Región (estos documentos reportan siete meses de operación, de junio a diciembre) y en el Cierre Definitivo, realizado en marzo del 2001. Se observa una concentración de las actividades en los meses de septiembre y octubre. Sobresale en las entrevistas tanto a funcionarios como al personal operativo, que siempre el Programa vivió bajo la presión del tiempo (en este año por la terminación de la administración estatal). Por ello las acciones se dieron de manera intensiva y un poco intempestiva, había que ejecutar los recursos y las decisiones solían tomarse bajo presión de tiempo. Esta situación se señalaba también el año anterior, aunque se justificaba por ser el primer año de operación del Programa, lo que significaba que se tenían que abrir caminos. En esta ocasión hubo mejorías, sobre todo en la puntualidad en los pagos a consultores, según refieren algunos de los entrevistados. Un asunto que provoca discontinuidad en la operación del Programa, es el hecho de que los contratos a los consultores sean por 10 meses solamente quedando indefinida su situación durante el resto del año. Este fue el motivo de dimisión de la consultora de la Región Norte. •

Acerca del personal responsable de la operación

En la operación de éste año no hubo cambio de consultores, lo que permitió un mejor seguimiento de los proyectos. Los funcionarios consideran que el desempeño de los dos consultores fue bueno, aunque señalan la limitante de no estar capacitados en el trabajo con mujeres. Este es un elemento clave que pesa en el resultado del Programa, ya que si se pierde de vista la perspectiva de género (que no es lo mismo que trabajar con mujeres) el Programa pierde su razón de ser. Otro aspecto es la capacidad de interrelacionarse y la respuesta de las instituciones a la necesidad de coordinación; este elemento no se dio y los consultores se vieron limitados en sus funciones. Los consultores refirieron en sus entrevistas que este año la operación del Programa fue más fluida, más expedita; que tuvieron una mejor coordinación, y que sus puntos de vista fueron tomados más en cuenta, aunque no tuvieron participación en la definición del trabajo, a ellos se les informó lo que se iba a ser, según refirieron en sus entrevistas. Esto fue posible, según señalan, por la operación del Programa a través de un despacho, aunque no tenían mucha claridad de lo que esto supuso, en términos organizativo institucionales y de toma de decisiones. Ellos percibieron mayor presencia de la coordinación en su trabajo, lo que posibilitó tener una mejor comunicación. Los funcionarios entrevistados en lo general valoran como bueno el desempeño de los consultores, aunque consideran que no reúnen el perfil requerido. Consideran necesario aplicar procedimientos más rigurosos para la selección de los mismos y buscar mejores consultores. En este punto mencionan que hace falta personal con el perfil y la mística requeridos en el Programa. Datos específicos que aparecen en las entrevistas, es que convendría quitar ambigüedades en los contratos en los consultores, mismas que dificultan su situación laboral y la Jalisco

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asimilación de sus responsabilidades. Se señala, por ejemplo, en cuanto a lo definido en los contratos, que se trabajó tres meses de más, que lo estipulado contemplaba hasta diciembre del 2000, y todavía se siguió el trabajo hasta marzo del 2001, cuando se genera el Acta de Cierre. Es de llamar la atención que se considera finalizado el trabajo del ejercicio 2000 en marzo del 2001, y que a la fecha del inicio de esta evaluación (mayo 2001), todavía no se tenía nada definido respecto a quién operaría para este año el Programa, por tanto, tampoco la situación o recontratación de los consultores estaba definida. Esta situación que obviamente tiene que ver con la dinámica institucional de la SEDER y la SAGARPA, tiene un alto impacto en las comunidades, proyectos y beneficiarios de sus programas, ya que los procesos que éstos desatan no pueden estar sufriendo esos cortes, ni estar en espera de que se tomen las correspondientes decisiones. Esto genera poca credibilidad y legitimidad en las acciones del gobierno. •

De las estadísticas del Programa

Al igual que en el año anterior, en los diversos documentos analizados de estadísticas del Programa, referentes al número de beneficiarias, aportaciones otorgadas, número de grupos, asignación de partidas, etc. se encontraron varias inconsistencias en los datos. Esto hace que se dificulte un análisis a cabalidad y que estos datos sean tomados como referencia, ya que las diversas informaciones en ocasiones no coinciden y no reflejan fielmente lo que en realidad está sucediendo, pues contrasta con la información obtenida en las entrevistas tanto a funcionarios, consultores como a las beneficiarias. Sería de gran utilidad el generar un mecanismo de acopio de información, estableciendo una serie de indicadores que permitan ir llevando un seguimiento estadístico del Programa, mucho más fiel y descriptivo de la realidad del mismo. 3.3.3. Evaluar la coordinación interinstitucional •

Coordinación interinstitucional para sumar esfuerzos

Según se refleja en las entrevistas a los funcionarios, este año se logró conseguir algunos apoyos de otras instituciones, aunque no con la magnitud que se hubiera querido. Al respecto, se menciona que FIRCO (Fideicomiso de Riesgo Compartido) apoyó con un local para una panadería, SEPROE (Secretaría de Promoción Económica) apoyó con capacitación, la Unión de Ejidos apoyó un taller de costura y el Instituto Tecnológico del Calzado apoyó al proyecto de calzado. Y de parte de la misma SEDER, hubo apoyos por parte del Programa de Apoyo al Desarrollo Rural (PADER) con la instalación de 13 sistemas de riego, y apoyos para los intercambios de experiencias. Sin embargo, a decir de los dos consultores, no hubo ninguna coordinación ni se pudieron conseguir apoyos o recursos de otros programas. Los motivos que se señalan siguen siendo

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las diferencias en los periodos para la asignación de los recursos, o los requerimientos y normativas diversas para otorgar los apoyos, que marca cada institución. •

La coordinación SAGARPA - SEDER

En este año hubo cambios en los funcionarios responsables del Programa. La anterior Vocal Ejecutiva, Sra. Ma. Guadalupe Ornelas Sánchez, pasó a ser Coordinadora del Programa, y el Ing. Casildo Santiago Dueñas se incorporó a la operación del Programa como Vocal Ejecutivo. La operación del Programa se derivó a un despacho privado. Según refieren los funcionarios y consultores en las entrevistas, estas modificaciones fueron favorables para el desarrollo de las acciones del Programa, como se señaló anteriormente, la operación fue más fluida. 3.3.4

Analizar la rentabilidad de las acciones dirigidas a mujeres con relación a las acciones dirigidas a los hombres

En base a los criterios de rentabilidad que el Programa tiene definidos podemos decir lo siguiente: Bienestar social entendido como la mejora en las condiciones sociales de vida de las mujeres. La mejora puede ser el resultado no sólo de mejores condiciones económicas, sino de muchos otros factores que tienen que ver con cuestiones de tipo tanto subjetivos como objetivos. Cuadro 3-3-4-1. Planes para el futuro Planes Norte Sur Total Que sus hijos estudien 3 6 9 Que los hijos no se vayan del lugar 1 1 Que el proyecto continúe 12 11 23 Mejorar la casa 1 1 Tener trabajo estable 2 3 5 Ninguno 2 2 4 No opinó 2 1 3 Compra de casa 1 1 Progresar en el trabajo 1 1 Seguir estudiando 1 1 No se pueden hacer planes 1 1 Sin dinero/no se puede 1 1

Porcentaje 21.4 2.3 55.0 2.3 12.0 9.5 7.0 2.3 2.3 2.3 2.3 2.3

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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El hecho de que para el 55% de las entrevistadas, la consolidación del proyecto se encuentra entre sus planes de futuro, nos habla de la importancia que el mismo tiene para ellas. Si lo sumamos con el 12% que desea un trabajo estable (considera que puede encontrarlo en el proyecto) vemos que el proyecto puede convertirse en un factor de bienestar (cuadro 3-3-4-1). La participación en el proyecto les ha aportado nuevos conocimientos (al 36%) y les ha permitido aprender a convivir y a comunicarse (24%). Aunque el beneficio económico sólo lo perciben el 45% de las entrevistadas, reconocen recibir otros beneficios de su participación, por ejemplo el desarrollo de habilidades es mencionado por 54% y la adquisición de conocimientos técnicos por el 64% de las mujeres de la muestra (cuadros 3-3-4-2 y 3-3-4-3). Cuadro 3-3-4-2. Aprendizajes de la participación en el proyecto Principal aprendizaje Norte Sur Total Porcentaje Nuevos conocimientos 8 7 15 36.0 Saber convivir/comunicación 1 9 10 24.5 Saber relacionarse con su pareja 1 1 2.3 Aprender de todo 3 1 4 10.0 Trabajo en equipo 1 2 3 7.0 Autovalorarse 6 1 7 17.0 Nada 1 1 2.3 No contestó 1 1 2.3 Total 19 23 42 100 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Parece ser que lo que mantiene a las mujeres en el proyecto no es el factor económico, sino cuestiones de tipo emocional y psicológico. Así lo indica el hecho de que 60% de las participantes estén dispuestas a continuar en el proyecto aunque no recibiera ingreso (cuadro 3-3-4-4). Cuadro 3-3-4-3. Beneficios participación a nivel proyecto Desarrollo Conoc. Realizar Ingresos Ninguno habilidades técnicos gestiones económicos Norte 5 11 3 Sur 18 16 6 16 1 Total 23 27 6 19 1 Porcentaje 54 64 14 45 2 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Las razones que manifiestan para continuar son: demostrar a alguien que sí pueden lograr cosas (31%), por gusto y convivir (17%), por continuar el proyecto 7% y por seguir aprendiendo 2% (cuadro 3-3-4-5). Cuadro 3-3-4-4. Otros satisfactores recibidos en el proyecto ¿Si no recibiera ingresos continuaría en el proyecto? Sí No No especificó Norte 16 2 1 Sur 9 10 4 Total 25 12 5 Porcentaje 60 29 11

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Cuadro 3-3-4-5. Otros satisfactores recibidos en el proyecto ¿Si no recibiera ingresos continuaría en el proyecto? ¿Por qué sí? Norte Sur Total Porcentaje Seguir el proyecto 1 2 3 7 Seguir aprendiendo 1 1 2 Demostrar que sí se puede 12 1 13 31 Por gusto/por convivir 3 4 7 17 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

demás observan que desde que participan en el proyecto tienen reconocimiento de su comunidad (59%), esto es algo muy importante y que redunda positivamente en la autoestima y seguridad de las participantes. Para el 25% el proyecto le ha permitido participar en otras actividades (cuadro 3-3-4-6). Cuadro 3-3-4-6. Beneficios participación a nivel comunitario Participación Conocimiento de Reconocimiento en otras problemas Otro de la gente actividades comunitarios Norte 7 3 Sur 18 7 9 Total 25 10 9 Porcentaje 59 25 21

Ninguno 8 1 9 21

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Ante la pregunta explícita acerca de los beneficios personales, 55% respondió que el beneficio obtenido fue el aporte al ingreso familiar y un porcentaje igual (55%) respondió que un beneficio es la autoestima ganada con la participación en el proyecto. Es interesante que las mujeres conciban como beneficio personal la capacidad de aportar a los gastos familiares. También se vuelve a poner de manifiesto los beneficios de tipo emocional. El 48% dijo estar satisfecha en el proyecto; el 33% consideró que mejoraron sus relaciones Jalisco

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sociales y 38% están porque les entretiene. Todas estos beneficios son importantes y redundan en bienestar, aunque habría que considerar si existen otras formas de obtener lo mismo a más bajo costo, ya que si en estos programas no se logra el objetivo de la rentabilidad económica, podrían realizarse otras actividades que aporten beneficios emocionales y sociales a las participantes (cuadro 3-3-4-7). Cuadro 3-3-4-7. Beneficios de la participación a nivel personal SatisAporte al Mejoría en Entreteni facción Autoestima ingreso relaciones Otro Ninguno miento personal familiar sociales Norte 4 4 4 4 1 3 2 Sur 16 19 12 19 13 Total 20 23 16 23 14 3 2 Porcentaje 48 55 38 55 33 7 5 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Rentabilidad social. Significa que los proyectos sean replicables y permitan la generación de empleos, con impacto ecológico positivo. Los proyectos están en una fase incipiente y la mayoría está enfocado al mercado interno de la comunidad y sus materias primas también provienen de ella. La generación de empleos más allá de los que ahora se tienen es una posibilidad que tiene que ver con la ampliación de los mercados. En cuanto a la replicabilidad tendrá que ver con el éxito de los proyectos actuales, los apoyos interinstitucionales y el contexto local y nacional. Además sin el conocimiento de los factores de éxito de los proyectos particulares, su estudio y sistematización, el cumplimiento de ésta tarea no será posible. Los diagnósticos previos y la sistematización de la experiencia son dos aspectos fundamentales que no se están cumpliendo a decir de las entrevistadas, ya que el 50% no sabe si se hizo diagnóstico o no; el 31% informa que el técnico no lo realizó y el 19% de las beneficiarias dijeron sí haber sido realizado por el técnico (cuadro 3-3-4-8).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-4-8. El técnico hizo diagnóstico Sí No No sabe 4 9 6 4 4 15 8 13 21 19 31 50

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Considerando que la apropiación del proyecto por parte de las beneficiarias es uno de los fundamentos del Programa, resulta primordial promover su participación en la elaboración

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de autodiagnósticos con el propósito de que cuenten con elementos para tomar las decisiones que a su proyecto convengan. En este sentido la mayoría (52%) manifestó no haber participado en la elaboración del diagnóstico. El 17% dijeron sí haber participado, lo que es aún un porcentaje muy bajo (cuadro 3-3-4-9). Cuadro 3-3-4-9. Participación del grupo en el diagnóstico Sí No No sabe No contestó Norte 2 13 4 Sur 5 9 6 3 Total 7 22 6 7 Porcentaje 17 52 14 17 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Rentabilidad económica. Tiene que ver con que el proyecto se sostenga económicamente, sin embargo a los dos años de funcionamiento esto no ocurre en ninguno de los proyectos. Las nuevas aportaciones de las beneficiarias indican que el proyecto aún no genera los recursos suficientes. En aquellos grupos que no se han dado nuevas aportaciones tampoco han recibido ingresos que les permita capitalizarse y hacer frente a situaciones de eventualidad o bien que les permita la recuperación del subsidio. La mayor parte de los proyectos no cuentan con un plan de inversión y ahorro, así lo informaron el 60% de las beneficiarias. El 24% que dijeron sí contar con este plan son de la Región Sur exclusivamente. Nuevamente destaca la Región Norte como la más precaria en su organización (cuadro 3-3-4-10).

Norte Sur Total Porcentaje

3-3-4-10. Tiene plan de inversión/ahorro Sí No No contestó 12 7 10 13 10 25 7 24 60 16

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Otra limitación para el crecimiento en la productividad de los proyectos es el mercado. El 67% de las entrevistadas dijeron que sus productos eran comercializados en la propia comunidad. Esto implica trabajar con una demanda restringida al tamaño de la comunidad y características de la comunidad, lo que impone comúnmente un techo muy reducido. Las mujeres que manifestaron salir además a otros lugares del propio municipio son 36% y sólo 1 (2%) de las entrevistadas informó que su grupo comercializaba sus productos en zonas urbanas del mismo estado (cuadro 3-3-4-11).

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Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-4-11. Comercialización Dónde venden sus productos Comunidad Municipio Zonas urbanas estado 7 11 21 4 1 28 15 1 67 36 2

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

os ingresos de los proyectos siguen siendo muy precarios. A decir de las entrevistadas, lo que su proyecto recibe por el concepto de venta de su producción semanalmente es lo siguiente: el 7% consideró que menos de $400. El 14% manifestó vender entre $ 401 y $600. Entre $ 601 y $800 el 7% y sólo 2% dijo vender de $800 a $ 1000. El 31% manifestó vender más de $1000. Estos ingresos se refieren a los ingresos que obtiene el proyecto, no lo que ellas perciben, y son datos aproximados ya que las beneficiarias no los saben con exactitud (cuadro 3-3-4-12).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 3-3-4-12. Ingreso por ventas Ingresos semanales del proyecto 50-200 200-400 401-600 601-800 801-1000 4 1 2 2 3 1 1 2 6 3 1 2 5 14 7 2

+ 1000 4 9 13 31

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Capítulo 4 Impacto en las beneficiarias 4.1 Caracterización socioeconómica de las beneficiarias En este capítulo se presentan los rasgos generales de las beneficiarias como son la edad, el estado civil, la escolaridad, la experiencia laboral, el nivel de ingresos, el tipo de familia, la vivienda, etc., con el fin de conocer las condiciones particulares de las destinatarias del Programa MDR. Actualmente el porcentaje más alto (38%) lo ocupan las mujeres cuya edad se ubica en el rango de los 31 a los 40 años. Es decir, se trata de mujeres no tan jóvenes, a diferencia del año anterior en que casi la mitad de mujeres participantes eran menores de 30 años y actualmente sólo el 29% se ubican en éste rango (cuadro 4-1-1).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-1. Edad de las beneficiarias 15-30 31-40 41-50 Más de 50 No contestó 5 8 2 2 2 7 8 2 6 12 16 4 8 29 38 9 19 5

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Esto nos lleva a pensar que las mujeres que desertaron eran mujeres jóvenes y sería interesante investigar acerca de los factores que provocan una mayor estabilidad en mujeres de mayor edad.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-2. Etapa del ciclo familiar Inicial. Media. Avanzada. Hijos Hijos Hijos No contestó 0-10 años 11-17 años Mayores 18 años 2 9 6 2 4 11 8 6 20 14 2 14 48 33 5

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Respecto al ciclo de vida familiar, el 48% se encuentra en la etapa media, con hijos adolescentes cuya edad fluctúa entre los 11 y los 17 años; el 14% de las familias están en su etapa inicial y la edad de sus hijos es menos de los 10 años. Finalmente el 33% se encuentra en la etapa avanzada con hijos mayores de 18 años. Estas son las familias de las Jalisco

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beneficiarias solteras y de las beneficiarias mayores de 50 años (cuadro 4-1-2). Puede ser que un factor de estabilidad para que las mujeres permanezcan en el Programa lo constituye el hecho de que los hijos no sean tan pequeños, ya que demandan menos atención de la madre y ésta puede dedicarse a otras actividades. En cuanto al estado civil de las beneficiarias (cuadro 4-1-3), el porcentaje de las casadas sigue siendo el mayoritario con el 45%, aunque bajó en relación al año anterior (fue el 52%); el 33% son solteras y el 17% son madres solas. Este último rubro también creció, ya que el año anterior era de sólo 13%.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-3. Estado civil de las beneficiarias Solteras Casadas Sola con hijos No contestó 8 7 2 2 6 12 5 14 19 7 2 33 45 17 5

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Las condiciones de la vivienda de las beneficiarias son las siguientes: la mayoría de las beneficiarias cuentan con casa propia (67%) y el 21% habita una casa prestada (cuadro 4-14). Sólo el 2% renta su vivienda, esta situación es básicamente la misma que el año anterior. Aquí lo interesante es constatar que la renta de viviendas no es algo que se realice en las comunidades de las familias beneficiarias, lo que manifiesta el alto porcentaje de casas prestadas es una red de relaciones y apoyos solidarios entre los miembros de la comunidad.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-4. Vivienda de las beneficiarias Propia Rentada Prestada Otro No contestó 13 0 3 1 2 15 1 6 1 28 1 9 2 2 67 2 21 5 5

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-5. Construcción de la vivienda T e c h o Concreto Lámina Madera Otro 6 2 1 10 9 12 2 15 14 1 12 36 33 2 29

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Respecto a la construcción de la vivienda (cuadro 4-1-5), los materiales que predominan son el concreto y la lámina para los techos (36% y 33% respectivamente); para los muros (cuadro 4-1-6) el ladrillo (60%) y el cemento para el piso (69%), (cuadro 4-1-7).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-6. Construcción de la vivienda M u r o s Ladrillo Adobe Otro 8 4 7 17 6 25 10 7 60 24 16

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Sin embargo un número importante tiene todavía piso de tierra (19%) y muros de adobe (24%). Si se consideran estas circunstancias un indicador de calidad de vida deficiente, entonces sería conveniente observar si se obtiene mejoría en estos aspectos a partir de la participación en el Programa.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-7. Construcción de la vivienda Pisos Cemento Mosaico Tierra Otro 14 2 3 15 2 6 29 2 8 3 69 5 19 7

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

En cuanto a los servicios con que cuenta la vivienda (cuadro 4-1-8), 79% tienen agua potable, 95% tienen electricidad y 83% usan gas. Sólo el 43% cuentan con drenaje, 29% tienen fosa séptica y 14 % letrina. 43% manifestó que sigue utilizando la leña. No es sencillo interpretar la utilización de leña como indicador de baja calidad de vida, ya que por cuestiones culturales prefieren los alimentos cocinados con leña. Cuadro 4-1-8. Servicios en la vivienda Agua Fosa Pozo Electricidad Drenaje Letrina Potable séptica Norte 12 4 19 4 2 4 Sur 21 1 21 14 4 8 Total 33 5 40 18 6 12 Porcentaje 79 12 95 43 14 29

Gas

Leña

17 18 35 83

3 15 18 43

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Sobre el equipamiento de los hogares (cuadro 4-1-9) se tiene que el 64% cuenta con televisión; el 71% tiene licuadora; el 88% tiene estufa; 40% lavadora; 69% refrigerador y 81% cuenta con radio. Llama la atención que en comparación con otros enseres, sólo un reducido porcentaje tenga lavadora, ya que este aparato aliviaría significativamente la carga de trabajo de las mujeres. Es posible que se deba a cuestiones de tipo cultural o bien a la circunstancia de que la mujer no puede decidir acerca de los gastos en equipamiento (lo cual contradiría lo que afirmaron las mismas entrevistada respecto a quién decide en el hogar).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-9. Equipamiento de la vivienda Televisión Licuadora Estufa Lavadora Refrigerador 8 13 16 3 13 19 17 21 14 16 27 30 37 17 29 64 71 88 40 69

Radio 18 16 34 81

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Sobre el nivel de ingresos de las entrevistadas, la situación de indefinición permanece, ya que las mujeres no tienen información de cuanto ganan sus maridos, o en el caso de las solteras desconocen cuanto aportan los demás miembros de la familia. Además como parte de sus ingresos los obtienen en especie, por sus labores en el campo y sus actividades de traspatio, es muy difícil cuantificar el monto monetario. Por otra parte, la respuesta de las entrevistadas muchas veces se refiere a la cantidad de que disponen para el gasto y no al monto total de ingresos. Por todo lo anterior los datos obtenidos en este rubro son aproximaciones, que sin embargo sirven para dar una idea del nivel económico de las beneficiarias. Ante esta situación también se incorporan datos sobre otros recursos con que cuentan las familias, como son tierras, animales, maquinaria de trabajo, medios de transporte etc. Y es que así podemos tener más elementos que ilustren el nivel económico familiar. Cuadro 4-1-10. Ingreso promedio/mensual (unidad doméstica) Más de No $0 – 1000 $1001 – 2000 $2001 – 3000 $3001 - 4000 $4000 espec. Norte 4 2 13 Sur 9 6 2 2 4 Total 13 6 2 2 2 17 Porcentaje 31 14 5 5 5 40 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Es significativo resaltar que casi la mitad (45%) reporta un ingreso mensual menor de 2000 pesos; 15% dijo tener ingresos mensuales que van de $2001 a $4000. También en este

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aspecto un alto porcentaje (40%) no tiene claridad de sus ingresos o no quiso contestar (cuadro 4-1-10). De cualquier forma, no podemos obtener conclusiones acertadas ya que no contamos con ninguna información sobre un porcentaje alto de las beneficiarias. En el 60% de los hogares de las entrevistadas el principal responsable del gasto es el hombre (papá o esposo). El 67% de los casos analizados cuentan con el aporte de las mujeres (beneficiarias y/o sus mamás), mientras que la participación de los hermanos o hijos hombres, aparece con un porcentaje menor (17%) aunque sus aportaciones son en una cantidad mayor comparadas con las aportaciones de los otros miembros de la familia (cuadro 4-1-11).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-11. Aportaciones al gasto familiar Papá/esposo Mamá Entrev. Hnos/casa Hnos/fuera 12 10 1 5 13 8 10 1 2 25 8 20 2 7 60 19 48 5 17

Otros 1 2 3 7

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Según se observa en el cuadro 4-1-12, en el caso de familias de la Región Sur los hermanos aportan entre 1,001 y 3,000 pesos mensuales, si se contrasta con la Región Norte ninguna familia reporta este rango de aportación por alguno de sus miembros. El siguiente rango que va de 3,001 a 5,000 pesos mensuales en ambas regiones se reporta que dos familias respectivamente reciben esta cantidad de parte de algún hermano o hijo de las beneficiarias. Cuadro 4-1-12. Montos de las aportaciones - 1000 E. Norte Sur Total

8 8

M. 3 5 8

1001-3000 H. 1 3 4

E.

M.

H.

2 2

2 2

8 8

3001-5000 E

M

H 2 2 4

No especificó monto E M H 7 9 7

9

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Todas las entrevistas señalan como prioridad del gasto la alimentación (cuadro 4-1-13), en segundo lugar está el vestido ya que el 62% de las entrevistadas lo mencionaron como prioridad y en tercer lugar está la educación (50%) y la salud (50%). Llama la atención que la vivienda se menciona como prioridad sólo por el 28% de las beneficiarias, la razón puede ser que la vivienda es una necesidad satisfecha por la mayoría, o bien, que no es importante en la escala de prioridades de los miembros de la comunidad.

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Cuadro 4-1-13. Prioridad del gasto Alimen- Educa- Salud Vivien- Vestido Nego- Fies- Recreo Otra tación ción da cio tas Norte 19 4 5 9 6 Sur 23 17 16 12 17 2 2 1 Total 42 21 21 12 26 2 2 1 6 Porcentaje 100 50 50 28 62 5 5 2 14 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

El ingreso se destina, a decir de las beneficiariarias, primordialmente a la alimentación, aspecto al que dedican el 83% de sus ingresos (cuadro 4-1-14).

Alimentación Norte 15 Sur 20 Total 35 Porcentaje 83

Cuadro 4-1-14. En que gasta más Salud Educa- Vestido Animales Pasajes Sin dato ción 2 1 1 1 2 1 1 4 1 1 1 1 1 9 2 2 2 2 2

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Respecto a la calidad de la alimentación, el cuadro 4-1-15 indica la frecuencia con la que se consumen algunos alimentos, donde destaca que el producto menos consumido por las beneficiarias es la carne, ya que la mitad de las entrevistadas manifiesta que en su lugar se consume sólo una vez a la semana.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-1-15. Alimentación familiar Carne Leche Frutas y verduras Veces por semana, Veces por semana Veces por semana 1 2 3 Más 1 2 3 Más 1 2 3 Más 10 2 1 1 5 2 4 5 9 2 11 10 2 1 3 5 7 4 6 6 7 7 11 21 12 3 2 8 11 4 15 9 50 29 7 5 19 17 26 10 26 36 21

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

La mayoría considera que su familia no se alimenta bien (61%), (cuadro 4-1-16) y consideran que esto ocurre debido principalmente a la falta de dinero y a que en la comunidad no se consiguen alimentos, considerando que el 62% compra lo necesario en su propia comunidad (ver cuadro 4-1-19)

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Cuadro 4-1-16. Calidad en la alimentación familiar ¿Considera que su familia se alimenta bien? Sí No Norte 5 10 Sur 6 16 Total 11 26 Porcentaje 26 61 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Los recursos con los que cuentan las familias son primordialmente, tierras de temporal (50%), aves de corral (47%), vacas (33%) cerdos (26%). Esto indica que la economía de autoconsumo es una práctica vigente en estas comunidades, por lo que sería interesante valorar si el apoyo a estas actividades resultaría redituable en términos económicos y sociales. Además 2 de las familias de las entrevistadas tienen tractor y 12 (28%) son propietarias de una camioneta (cuadro 4-1-17). Cuadro 4-1-17. Recursos familiares Tierra de Vacas Puercos Gallinas Tractor Camioneta temporal - 10 10 - 20 - 10, 10 - 20 - 10, 10 -20 Norte 12 7 5 7 7 2 1 8 Sur 9 2 4 7 4 1 4 Total 21 9 5 11 14 6 2 12 Porcentaje 50 21 12 26 33 14 5 28 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

La mayoría de los jefes de familia trabajan en el campo, ya sea de jornaleros (14%) o en lo propio (36%). El 19% manifestó tener otra ocupación pero no especificó cuál (cuadro 4-118). Cuadro 4-1-18. Ocupación del jefe de familia Agri- Jorna- Alba- Emplea- Agricultor/ Jornalero/ No Otro cultor lero ñil do jornalero albañil contestó Norte 7 2 1 2 6 1 Sur 8 4 1 2 1 1 2 4 Total 15 6 1 3 3 1 8 5 % 36 14 2 7 7 2 19 12 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

El 62% de las familias consiguen sus alimentos en la misma comunidad, probablemente por la insuficiente infraestructura en comunicación. El 47% pueden además salir a la cabecera a conseguir parte de la despensa (cuadro 4-1-19). Este es otro elemento que nos lleva a pensar en que tal vez resultaría redituable apoyar la producción de alimentos para su

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consumo en la misma comunidad con lo que se aseguraría el mercado y los beneficios serían tanto para los productores como para los consumidores Cuadro 4-1-19. Origen de los productos alimenticios Donde consigue lo que necesita para comer Comunidad Cabecera municipal Ciudad Norte 20 13 Sur 6 7 1 Total 26 20 1 Porcentaje 62 47 2 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

La mayoría complementa su alimentación con las actividades de traspatio que realiza la familia, ya que sólo 2 familias (5% de entrevistadas) destina su producto al mercado y 62% informó que es únicamente para el consumo familiar; el resto no especificó (cuadro 4-120). Cuadro 4-1-20. Destino de la producción de traspatio Consumo familiar Mercado No contestó Norte 11 1 7 Sur 17 1 5 Total 28 2 12 Porcentaje 67 5 28 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Las actividades de traspatio son en el 50% de las familias, la cría de gallinas; 17% se dedica a la cría de cerdos; y el 7% tiene vacas. De las familias que dedican su traspatio a la agricultura, 31% tiene frutales; 12% produce hierbas de olor; 12% maíz y 17% produce hortalizas (cuadro 4-1-21). Cuadro 4-1-21. Actividades de traspatio ¿Realiza alguna actividad de traspatio? No Sí Fruta- Hierbas Maíz Hortaliza Vacas Gallinas Puercos Café les de olor Norte 5 5 2 0 0 3 8 3 Sur 2 7 3 5 7 13 4 1 Total 12 5 5 7 3 21 7 1 Porcentaje 28 12 12 17 7 50 17 2 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Esta actividad que es claramente un aporte al ingreso del hogar y que reditúa directamente en la alimentación de los miembros de la familia, recae principalmente en la mujer. El 57% Jalisco

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de las entrevistadas manifestó que las actividades son realizadas por su mamá y sus hermanas y/o por ella. El 38% dijo que las actividades de traspatio son realizadas por los hombres (papás, esposo o hermanos); 14% indicó que todos realizan ésta actividad (cuadro 4-1-22). Nuevamente se observa que la mujer es la que recibe el impacto mayor, cuando la familia realiza actividades complementarias a la economía, por lo que la carga de trabajo para ella se incrementa. Cuadro 4-1-22. Quien participa en actividades de traspatio Padre/esposo Madre/entrev. Hijas/hnas. Hijos/hnos. Norte 2 9 1 Sur 7 12 3 6 Total 9 21 3 7 Porcentaje 21 50 7 17

Todos 3 3 6 14

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

De los apoyos que dicen requerir para seguir realizando labores de traspatio, el 31% dijo requerir abonos y fertilizantes; 19% mencionó que lo que requiere es pastura y maíz (lo indicaron en el rubro de otros) y 50% no especificó el apoyo requerido (cuadro 4-1-23). Cuadro 4-1-23. Que necesita para realizar estas actividades Abono orgánico Fertilizante Otro No contestó Norte 3 2 14 Sur 6 4 6 7 Total 9 4 8 21 Porcentaje 21 10 19 50 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

4.2 Impacto de la participación en el Programa en las beneficiarias A lo largo del capítulo anterior se han ido señalando diversos aspectos acerca del impacto que ha tenido en las mujeres su participación en el Programa. Se evidenciaron algunos aspectos positivos como el que las mujeres adquieren seguridad al participar en actividades de tipo productivo, aportan al gasto familiar, aumentan su autoestima, aprenden a convivir, etc. También señalamos algunas de las dificultades que los proyectos no han superado, entre las que destacan aspectos tales como la insuficiente capacitación, falta de recursos económicos, dificultades para comercializar y en muchos casos insuficiente apoyo de la comunidad. Se observa que estas dificultades han persistido desde que el Programa empezó a operar y si no se traza una estrategia para superarlos pueden ser un factor de fracaso de los proyectos, donde no sólo se compromete su operación a futuro, sino que además provocaría un posible retroceso en lo que las mujeres han obtenido como parte de su desarrollo personal.

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Todo lo anterior hace urgente la búsqueda creativa de soluciones, donde necesariamente las mujeres deben verse involucradas a fin de promover un proceso autogestivo. Otro de los retos es lograr la coordinación interinstitucional y comprometer el apoyo al Programa de las autoridades locales, ya que éste es uno de los principales problemas a nivel comunitario que las beneficiarias reconocen (52% de las entrevistadas lo mencionaron como problema), (cuadro 4-2-1). Cuadro 4-2-1. Dificultades nivel comunitario Falta Prob. con Falta apoyo Ven mal trabajo Otro Ninguno recon. autoridades de autoridad femenino Norte 1 7 3 8 Sur 5 1 15 6 3 Total 6 1 22 6 3 11 Porcentaje 14 2 52 6 7 26 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

El reconocimiento de la comunidad al trabajo que las mujeres realizan es también un elemento importante para el éxito del Programa. Según el sentir del 14% de las entrevistadas esto no se ha logrado (cuadro 4-2-1). Cuadro 4-2-2. Necesidades del grupo Principales necesidades actuales del grupo Norte Sur Total Capacitación técnica 4 13 17 Recursos económicos 8 21 29 Mejorar comercio 17 17 Talleres 12 12 Apoyo en trabajos domésticas de socias 12 12 Otros 8 1 9 Ninguno

Porcentaje 40.5 69.0 40.5 29.0 28.0 21.0

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Las mujeres tienen visualizada la problemática y sus peticiones de apoyo, guardan concordancia con los problemas que perciben. Así el 69% considera que tienen necesidad de mayor apoyo económico; el 40% dicen tener necesidad de capacitación técnica y un porcentaje equivalente consideran que necesitan mejorar la comercialización. El 29% dice necesitar talleres de formación (no especificaron los contenidos). Es interesante que sólo un 28% requiere apoyo en las labores domésticas, a pesar de que como lo vimos en otro capítulo, la mayoría de las mujeres ha visto incrementarse su jornada de trabajo (cuadro 42-2). El conocimiento que de la situación tienen las mujeres proviene de su experiencia en el proyecto, ya que la mayoría (74%) está participando desde el inicio de éste (cuadro 4-2-3),

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aún cuando la información no nos permite distinguir el rol que juegan las mujeres con mayor permanencia, podemos intuir que se trata de aquellas mujeres que tienen liderazgo en el grupo, lo que de alguna manera garantiza la continuidad del proyecto.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-2-3. Tiempo de participación Desde inicio Ya funcionaba el proyecto 13 6 18 5 31 11 74 26

Total 19 23 42 100

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Las expectativas que se generaron en las participantes al ingresar al Programa fueron las de: contar con un trabajo remunerado (19%); mejorar su situación (19%); tener trabajo y superación (12%); trabajar y tener dinero (9.5%); organizarse y tener trabajo para otras mujeres (7%), etc. (cuadro 4-2-4). Todas las expectativas giran en torno al trabajo, aunque ellas reconocen otros beneficios (ver cuadros 3-1-1-6. y 3-3-4-6.). Es de suponerse que la rentabilidad del proyecto, aunque no se dé inmediato, es una condición necesaria para que las mujeres continúen este tipo de actividad. Cuadro 4-2-4. Expectativas sobre el proyecto Expectativas Norte Sur Total Porcentaje Trabajo remunerado 4 4 8 19 Trabajar/tener dinero 3 1 4 9.5 Trabajo y superación 1 4 5 12 Aprovechar a hacer ropa 1 1 2.4 Seguridad económica 1 2 3 7.1 Mejorar situación 4 4 8 19 Formar microempresa 1 1 2 4.8 Trabajo estable 1 1 2 4.8 Organización y trabajo para otras mujeres 3 3 7.1 Tener más apoyo 1 1 2.4 Irla pasando 1 1 2.4 Mejorar convivencia con la comunidad 1 1 2.4 No especificó 3 3 7.1 100 Total 19 23 42 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Si revisamos las respuestas dadas a la pregunta acerca de sus motivaciones para ingresar al Programa (cuadro 4-2-5) encontramos que el 52% de éstas se refieren al trabajo

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remunerado y el 10% dice que su motivación es la superación. Estas respuestas tienen relación directa con las expectativas que las beneficiarias manifestaron en el cuadro 4-2-4.

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-2-5. Motivación para entrar a MDR Tener trabajo Le gusta el Por la Superación Otros remunerado Programa MDR convivencia 11 3 3 2 11 6 2 1 3 22 9 2 4 5 52 21.5 5 10 12

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Estas expectativas se han visto satisfechas en 57% de las participantes (cuadro 4-2-6), no así en el 38% de ellas. Si bien la mayoría dijo que el Programa ha respondido a sus expectativas no se indicó el grado de respuesta obtenido. Aunque la principal motivación, como ya se dijo, está relacionada con el trabajo remunerado, las beneficiarias valoran otros aspectos. Es esta evaluación de los beneficios lo que hace que las mujeres se sientan animadas y comprometidas a continuar con el proyecto. Cuadro 4-2-6. Respuestas a expectativas sobre el proyecto No especificado Sí No Total Norte 1 11 7 19 Sur 1 13 9 23 Total 2 24 16 42 Porcentaje 5 57 38 100 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

La siguiente información nos da una idea de por qué las beneficiarias se sienten satisfechas: 12% dijeron que habían visto mejoras económicas; el 10% opinaron que tenían trabajo. Como puede observarse en el cuadro 4-2-7, el porcentaje que considera satisfechas sus expectativas de trabajo es bajo (10%). Cuadro 4-2-7. Respuesta a expectativas sobre proyecto (respecto a los sí) Evidencias Norte Sur Total Porcentaje No especificó 1 1 2 5 Se irán superando 2 2 5 Mejoras económicas 2 3 5 12 Hay trabajo 3 1 4 10 Se ha aprendido nuevo 3 3 7 Ganan su propio dinero 1 1 2 5 Se vende 4 4 5 7 Hay unión 1 1 2 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Otras consideraciones que elevan el porcentaje de las que respondieron que sí han encontrado respuesta son que han aprendido mucho, que ganan su propio dinero (esto es importante independientemente del monto) y que se han superado. Las que consideraron que sus expectativas no han sido satisfechas (cuadro 4-2-8) mencionaron que esto se ha debido a falta de apoyos económicos, a que hay poco trabajo y a que ganan poco. Sin embargo la posible decisión de otorgar más recursos económicos a los proyectos requiere de un detenido diagnóstico y de la elaboración de un plan que permita visualizar integralmente el proyecto y atender cada uno de sus aspectos, para que el éxito sea posible. Cuadro 4-2-8. Respuesta a expectativas sobre el proyecto porqué no se han visto logros (respuestas a los no) Evidencias Norte Sur Total Faltan recursos económicos y apoyos 2 1 3 La gente no ve bien que las mujeres trabajen 1 1 Ganan poco 2 2 4 No especificó 1 1 Poco trabajo 1 3 4 Falta mucho por aprender 1 1 No se avanza 1 1 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Es importante señalar que el 40% de las beneficiarias no percibe ningún cambio en el proyecto respecto al año anterior y 3 de ellas (7%) consideran que su grupo está peor. El resto ven cambios positivos, aunque centrados en la capacitación y no en la operación del proyecto: el 21% percibe que mejoró la capacitación; 19% consideró que aumentaron los cursos, el 14% opina que mejoró la metodología etc. (cuadro 4-2-9). Cuadro 4-2-9. Ha observado cambios en la forma de operar del Programa MDR en relación con el año pasado Norte Sur Total Porcentaje Cambios en la forma de trabajar del consultor 2 2 5 Más cursos de capacitación 2 6 8 19 Mejores contenidos de capacitación 2 7 9 21 Mejor metodología de capacitación 2 4 6 14 Cambios en los apoyos del Programa 1 1 2 5 Empeoro la atención 3 3 7 Ninguno 6 11 17 40 Otros 1 1 2 Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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Conviene resaltar nuevamente la importancia de considerar el avance integral del proyecto, incluido por supuesto, el logro de los objetivos de producción y comercialización. Acerca de los apoyos proporcionados por el Programa, lo que mencionan las beneficiarias son maquinaria (40%) y enseres (43%) lo que resalta que éstas no perciben los apoyos que el Programa brinda en otros ámbitos (cuadro 4-2-10).

Norte Sur Total Porcentaje

Cuadro 4-2-10. Apoyos recibidos del Programa MDR Maquinaria Enseres Nada No sabe No contestó 9 9 1 8 9 1 2 3 17 18 1 2 4 40 43 2 5 10

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Sin embargo al preguntarles sobre las mejoras obtenidas por el grupo desde su participación en MDR, sí perciben mejoras en la relación entre las socias (41%), en la metodología de trabajo (28%), mejor comercialización (21%), mayor productividad (36%) y mejor equipo (48%). Aunque las beneficiarias no perciban más que los apoyos en equipamiento (tal vez porque en esto se ha hecho énfasis desde el Programa mismo) sí consideran mejoras diversas al pertenecer al Programa, aunque no se lo adjudiquen a éste (cuadro 4-2-11). Cuadro 4-2-11. Apoyo de MDR. Mejoras al grupo con la participación en el MDR Norte Sur Total Porcentaje Mejor equipo 3 17 20 48 Mayor productividad 2 13 15 36 Mejor comercialización 2 7 9 21 Metodología del trabajo 1 11 12 28 Relación entre las socias 2 15 17 41 Nada 5 2 7 17 Otro Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

Cuadro 4-2-12. Como se enteró del Programa Norte Sur Total Por algún familiar 2 2 Por autoridades municipales 10 4 14 Vecinos 2 10 12 Por técnico 7 3 10 Otros 4 4

Porcentaje 5 33 29 24 9

Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

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El desconocimiento del Programa en su totalidad integral puede ser la explicación de ésta situación. La falta de información se ve desde el principio, ya que el 33% de las entrevistadas se enteraron a través de las autoridades municipales y 29% más lo hicieron a través de algún vecino (cuadro 4-2-12). En general está ausente la participación autogestiva de las beneficiarias en las decisiones de su proyecto, lo que limita la consecución de los objetivos primordiales del Programa. Esto no será posible sin un programa de trabajo que contemple la información integral, la promoción de la participación de las beneficiarias y la integración de los diferentes roles de las mujeres participantes.

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Capítulo 5 Conclusiones y Recomendaciones 5.1 Conclusiones Cumplimiento de los objetivos El Programa Mujeres en el Desarrollo Rural tiene como principal objetivo la integración de las mujeres al desarrollo rural, mediante la creación y apoyo de proyectos productivos, potenciando sus posibilidades a través de una estrategia de planificación y organización micro-regional, que permita mejorar los ingresos familiares y así abatir la pobreza. Para ello establece como objetivos particulares aquellos que tienen que ver por un lado con el fomento de entidades productivas de mujeres, mediante la mejora de su productividad, rentabilidad, incorporación de tecnología, financiamiento, etc. También se establece el apoyar la adquisición de habilidades productivas, la creación de formas de asociación regional y el apoyo a la seguridad alimentaria familiar. Por lo que se refiere al cumplimiento de los objetivos del Programa que pretenden fomentar la creación de entidades productivas de mujeres, el avance de las acciones del Programa dejar ver lo siguiente: Los grupos tienen mayor capacidad instalada para producir, dado que por segunda ocasión se les apoyó con equipamiento (excepto a los 4 grupos nuevos), no obstante, esto no garantiza que ya estén en condiciones de hacerlo. La falta de capital para la compra de materia prima y la comercialización de sus productos, son dos de los aspectos que resaltan como problemáticos. En cuanto al tipo de proyectos productivos, el primer lugar lo ocupan las tortillerías (9), le siguen los talleres de costura (8), las panaderías (5), dos grupos de elaboración de dulce y por último, con un solo grupo, están el taller de tejido, la zapatería, la estética, la tienda de abarrotes y la cocina económica. Dentro de los giros con mayor frecuencia y con mejores resultados están los relacionados a la transformación de alimentos: las tortillerías y las panaderías, ya que son productos de primera necesidad y para un mercado interno seguro. Los que mayores problemas presentan son los talleres de costura y la zapatería pues la venta de sus productos requiere de un mercado más amplio que el de la comunidad, para lo cual requieren desplazarse y por lo pronto no cuentan con una estrategia de venta ni con los recursos para hacerlo. En la Región Norte hay más diversidad en cuanto al giro productivo de los proyectos, son 8 diferentes, predominando los talleres de costura (4 de 13) y las tortillerías (3 de 13). En la

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Región Sur, hay sólo 5 giros productivos, sobresaliendo también las tortillerías (6 de 16) seguido por las panaderías y los talleres de costura (4 de 16 respectivamente). En términos de inversión requerida, los grupos que mayor apoyo económico tuvieron en este ejercicio 2000, fueron: en primer lugar las tortillerías con un total de $ 52,216.13 por grupo, en segundo las panaderías con $43,046.14, le siguen la fábrica de calzado y los talleres de costura con $38,233.46 y $35,536.21. Más sin embargo, en cuanto a la inversión por beneficiaria, los talleres de fabricación de dulces son proporcionalmente más caros en cuanto a la inversión requerida, los talleres de costura en este ejercicio, no lo fueron tanto (ver cuadro 5-1-1). Cuadro 5-1-1 Inversión directa a grupos, 2000. Inversión por Inversión por Inversión por Giro Núm. Núm. proyecto y red grupo beneficiaria productivo grupos beneficiarias ($) ($) ($) Costura Estética Tostadas Tortillerías Panaderías Dulces Abarrotes F. Calzado Cocina Ec. Total

8 1 1 9 5 2 1 1 1 29

69 7 9 73 37 14 7 8 9 233

261,503.47 27,277.24 17,644.18 444,310.66 200,989.30 65,022.18 16,494.18 35,385.18 28,773.61 1,097,400.00

32,687.93 27,277.24 17,644.18 49,367.85 40,197.86 32,511.09 16,494.18 35,385.18 28,773.61 37,841.38

3,789.91 3,896.75 1,960.46 6,086.45 5,432.14 4,644.44 2,356.31 4,423.15 3,197.07 4,709.87

Fuente: Documento Tipos de Proyectos e Inversión Total por Municipio, proporcionado por la Vocalía MDR.

Cuadro 5-1-2 Inversión total por grupos y beneficiarias, 2000.* Núm. Promedio Inversión Inversión por Giro Núm. Inversión Beneficia- beneficiarias por grupo beneficiaria Productivo grupos total ($) rias por grupo ($) ($) Costura Estética Tostadas Tortillerías Panaderías Dulces Abarrotes F. Calzado Cocina Ec. Total

8 1 1 9 5 2 1 1 1 29

69 7 9 73 37 14 7 8 9 233

8.6 7.0 9.0 8.1 7.4 7.0 7.0 8.0 9.0 8.0

284,289.71 30,125.52 20,492.46 469,945.17 215,230.70 70,718.74 19,342.76 38,233.46 31,621.89 1,180,000.41

35,536.21 30,125.52 20,492.46 52,216.13 43,046.14 35,359.37 19,342.76 38,233.46 31,621.89 40,689.67

4,120.14 4,303.65 2,276.94 6,437.61 5,817.05 5,051.34 2,763.25 4,779.18 3,513.54 5,064.38

Fuente: Documento Tipos de Proyectos e Inversión Total por Municipio, proporcionado por la Vocalía MDR * Se incluye la inversión indirecta, gastos de operación y evaluación.

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Como se muestra en el cuadro 5-1-2, el promedio de beneficiarias por grupo, según la información oficial del Programa es de 8 socias por grupo, más sin embargo en las entrevistas y los estudios de caso se menciona que ha habido baja en sus grupos, rotación en los mismos; habiendo algunos grupos de cuatro - cinco beneficiarias, inclusive hay un grupo que sólo está constituido nominalmente, pero que es operado por una señora quien contrata personas para operar la tortillería, según se pudo constatar en campo. Haciendo una comparación entre la inversión por grupo y la inversión por beneficiaria, las tortillerías y las panaderías ocupan el primero y segundo lugar respectivamente en ambos indicadores (cuadro 5-1-3). Hay variación en el tercer lugar: mientras que en la inversión por grupo está la zapatería, en términos de inversión por beneficiaria, están los talleres de elaboración de dulce en tercer lugar. Cuadro 5-1-3. Cuadro grupos de mayor inversión Lugar según monto invertido Inversión por grupo Inversión por beneficiaria (de mayor a menor) Primero Tortillerías Tortillerías Segundo Panaderías Panaderías Tercero Fábrica de calzado Dulces Cuarto Costura Fábrica de calzado Quinto Dulces Estética Fuente: Datos obtenidos del trabajo de campo que incluyó 42 entrevistas a beneficiarias

La inversión total por beneficiaria en este ejercicio fue de $5,064.38. Al respecto es pertinente analizar el costo que este programa significa, en comparación con otros programas que se operan. Este dato resulta relevante si se pone en perspectiva todo lo que aún se requiere para garantizar el éxito de los proyectos, lo que aumentaría aún más la necesidad de inversión para sacarlos adelante, y que no queden como recursos a fondo perdido. Esto cuestiona las estrategias del Programa, en que se prioriza de nueva cuenta el equipamiento de los proyectos en términos de maquinaria, sin tomar en cuenta todos los diversos aspectos que conforman la operación de un proyecto productivo, a saber, la consecución de la materia prima, la capacitación, la organización de la producción, la comercialización. Si aunado a esto retomamos lo que en un gran porcentaje refieren las entrevistadas como beneficios y aprendizajes de esta experiencia: la mejoría en su autoestima, el reconocimiento de la comunidad, la socialización, etc., entonces el cuestionamiento anterior se reafirma, ya que es más fácil buscar vías para lograr esto con menores costos y problemas, y mayores impactos en un mayor número de mujeres participantes. Todo lo anterior hace referencia a la viabilidad económica de los proyectos. Por ello, sería conveniente que se hiciera una revisión a fondo sobre las estrategias que por el momento se han seguido en este Programa. Dado que en su normativa se tiene estipulado que los objetivos no son sólo la rentabilidad económica, sino también la rentabilidad y el bienestar Jalisco

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social, la pertinencia del Programa sigue estando vigente, pues en estos aspectos sí son claros los impactos (cfr. aprendizaje de las beneficiarias, etc.), lo que habría que hacer es un balance a profundidad de sus estrategias. En términos de capacidad productiva los grupos mejoraron, ya que este año se les proporcionaron nuevas máquinas, mobiliario, instalaciones y enseres menores. Sin embargo, está subutilizada todavía, ya que falta consolidar el manejo de las máquinas, así como tener ventas que hagan que esa capacidad productiva se aproveche. Así lo demuestra también el hecho de que las mujeres no dedican la jornada completa al trabajo precisamente porque todavía no hay mucho trabajo, según lo refieren en las entrevistas. Las acciones encaminadas al desarrollo de habilidades productivas de las beneficiarias, de nueva cuenta fueron los cursos de capacitación. A diferencia del año anterior, en que la necesidad de capacitación ocupaba el primer lugar en sus requerimientos, pasó a ocupar el tercero, según las entrevistadas. No obstante, a pesar de esa mejoría en su valoración, y de que se designaron más recursos, la capacitación sigue siendo una solicitud muy recurrente, y un factor de inseguridad en las beneficiarias. Al parecer lo que está sucediendo es que está siendo deficiente el aprendizaje, esto sugiere lo siguiente: uno, que sigue habiendo dificultad para que un porcentaje mayor de mujeres participen en los cursos, y que también quienes asisten no están capacitadas para transmitir lo aprendido; dos, que la metodología educativa no está siendo la apropiada, o que los contenidos no son los necesitados. Es muy probable que lo que las mujeres estén necesitando no sea tanto una capacitación bajo el esquema de curso, entendido como un momento específico en un espacio concreto, sino una capacitación entendida como un seguimiento en donde cada proyecto genere su propio proceso formativo, una capacitación más cercana a la operación cotidiana. En los cursos que se imparten fuera del contexto particular hay una dificultad mayor: se requiere hacer la transferencia de los contenidos al propio contexto, y eso implica un procesamiento mental que en ocasiones requiere de acompañamiento. Sobre la creación de formas de asociación regional, se siguió trabajando con las dos redes constituidas en el ejercicio anterior. La operación del Programa consideró para este componente solamente la realización de los talleres que marca el Anexo Técnico. Se cumplió con ello, mas queda mucho por hacer en cuestiones organizativas y de creación de un actor social agente del desarrollo micro-regional. Resalta en lo referente a las redes, que la participación de las beneficiarias en los talleres bajó, a pesar de ser un elemento que motiva mucho. Eso tiene que ver con que los cursos se llevaron a cabo en un periodo muy corto, lo que hace difícil que las mujeres dejen sus hogares tan seguido, y a la falta de recursos para asistir a ellos. Algunas de las entrevistadas señalaron que las ganancias del proyecto en ocasiones se destinaron para pagar los gastos y poder asistir a los cursos de la red, a pesar de que dentro del componente Redes está estipulado un recurso para ello. Otro dato que llama la atención en este sentido, es lo que refieren algunas entrevistadas, y que se menciona en dos de los Jalisco

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estudios de caso, respecto al temor que tienen de que les quiten las máquinas por no tener éxito. Sigue siendo un punto ausente la participación autogestiva y sistemática de las propias mujeres, para que estas iniciativas de organizaciones de segundo nivel perduren en el tiempo, independientemente de la intervención externa. Por último, el objetivo referido a impulsar la seguridad alimentaria familiar, fue un componente que se descartó de nuevo de la operación del Programa en el 2000. Eficiencia y eficacia operativa del Programa •

En términos de las metas físicas establecidas en el Anexo 2000, lo realizado no concuerda con lo programado en el documento. Como ya se mencionó, muy al inicio de este ejercicio 2000 se modificaron las metas físicas, definiendo como expectativas del Programa en este año el terminar de apoyar a los grupos ya existentes para garantizar su operación. Y debido a los bajos recursos del Programa, ya no se abrió otra red ni se realizaron los módulos de traspatio.

En cuanto a la operación, en las entrevistas a funcionarios y consultores ellos refieren que el Programa estuvo trabajando con presión de tiempo por lo que algunas de las acciones se dieron de manera intensiva. A diferencia del año anterior en donde la novedad fue un elemento que obstaculizó el desarrollo del Programa, en este año el fin de administración estatal fue un elemento que perturbó las acciones de la Secretaría. Es importante retomar las consecuencias de esto, sobre todo lo que se genera de discontinuidad de las acciones, y que no responde a los tiempos y necesidades de los destinatarios.

Los responsables de la operación del Programa señalan que hace falta contar con personal que tenga el perfil adecuado y la mística que se requiere.

En esta ocasión sí hubo mayor coordinación y retroalimentación al trabajo de los consultores, de tal manera que pudieron aportar sugerencias, mas no participaron en la toma de decisiones.

La operación del Programa estuvo a cargo de un despacho privado, que tuvo en general buena aprobación y resultados. Los consultores señalaron haber tenido una mejor coordinación, y las beneficiarias identificaron mayor agilidad en los trámites.

Coordinación interinstitucional •

En este año hubo mejoría en cuanto a la coordinación interinstitucional para sumar recursos, aunque según se expresa en las entrevistas, no con la intensidad que se hubiera querido.

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Respecto a la coordinación SAGARPA – SEDER, ésta se dio cordialmente, aunque según se refiere en las entrevistas, hizo falta que hubiera por parte de la SEDER una contraparte del Programa ante la SAGARPA.

La sistematización de los procesos de cada grupo y proyecto, así como de las redes es un elemento indispensable para la valoración de los avances y perspectivas. Según la información proporcionada para el desarrollo de esta evaluación, hace falta generar indicadores para evaluar no sólo los aspectos financieros, sino también aquellos que tienen que ver con el desarrollo personal y grupal de las beneficiarias.

Impacto en las beneficiarias •

El 57% de los grupos está operando regularmente, lo que hace que haya un avance cualitativamente mayor respecto al año 1999, en que sólo operaba el 30% de los grupos.

A pesar de ser todavía incipiente la actividad productiva en los grupos, éstos han avanzado en cuanto a organización e identificación como grupo se refiere.

En general en los grupos en operación sí han tenido sus socias algunos ingresos, más todavía no son regulares. El 64.5% de las entrevistadas señaló que han tenido que dar de nuevo aportaciones. La posibilidad de que, al no tener éxito, les retiren sus máquinas es una angustia muy real, ya que si bien el gobierno ha puesto el 80% del costo, el 20% invertido por parte de las beneficiarias significa en gran medida, el ahorro de la familia. Además de que las inversiones no han sido solamente el 20% de aportación inicial, sino que han tenido que aportar también en ocasiones para el pago de la luz y la renta del local, para la asistencia a los cursos de capacitación, etc.

Las razones de la deserción o rotación en las participantes a diferencia de 1999 no fue de índole económico. La razón que aparece con mayor frecuencia es el haberse casado, seguido por tener dificultades familiares, y por la falta de motivación para que se integren nuevas socias.

Las dificultades más frecuentes que enfrentan los grupos para la operación son: insuficiencia de recursos económicos para operar, falta de materia prima y en tercer lugar, la capacitación.

Al igual que en la evaluación pasada, la mejora en las condiciones sociales de las mujeres se da por el momento, en el plano de salud emocional, a pesar de haber existido ya alguna remuneración económica. Los aprendizajes y beneficios mas referidos en las entrevistadas son la convivencia con otras mujeres y el trabajar en grupo. En general sigue habiendo esperanza en sus proyectos, los ven como su plan a futuro, aunque ya se comienza a sentir el desánimo por no ver resultados.

Las mujeres participantes en el Programa no han generado por el momento alguna estrategia para contrarrestar la doble jornada de trabajo. En la mayor parte de los casos, Jalisco

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no hay todavía al interior de la familia modificación de las rutinas de trabajo y responsabilidades. •

En lo referente a capacitación y adquisición de habilidades productivas y de gestión, las entrevistadas dijeron no estar en condiciones de emprender por sí mismas algún proyecto.

Satisfacción de las expectativas de las beneficiarias respecto al Programa •

El Programa Mujeres en el Desarrollo Rural ha cumplido en un 57% las expectativas que las beneficiarias tenían al entrar a participar, un 38% dijo que no se han cumplido. Esto responde a que la mayor motivación para ingresar a estas actividades fue el obtener recursos económicos. Hasta el momento parece ser que las mujeres han encontrado otros alicientes, satisfactores, que mantienen la participación. Más es de suponerse que no serán suficientes, ya que los porcentajes de mujeres que buscan la superación personal, distracción, como objetivo principal en estas actividades, es muy bajo.

Factores de éxito o fracaso La conformación de proyectos productivos con operación y ventas establecidas, así como la constitución de una instancia organizativa que tenga funciones de coordinación microregional, no son procesos que en dos años puedan considerarse consolidados. Por ello hablar de éxito o fracaso por el momento parece aventurado, se sigue insistiendo en tener en consideración elementos de riesgo para el logro de los objetivos del Programa, a saber: •

Falta de problematización del contexto, posibilidades y necesidades a corto y mediano plazo, de cada uno de los proyectos como unidades productivas, a fin de poder definir las estrategias a seguir para lograr la autogestión de los mismos.

A partir de lo anterior, es importante la definición del Programa acerca del tiempo de apoyo requerido de los actuales proyectos por parte del mismo. ¿En qué, cómo y hasta cuándo se considera pertinente seguir apoyando estos 29 grupos?

En caso de apertura a nuevos grupos y regiones de trabajo del Programa, realizar una mayor labor diagnóstica, selección de grupos, viabilidad de proyectos y requerimientos, a fin de definir la cantidad de grupos apoyados según los recursos disponibles del Programa, garantizando en lo posible el éxito de las experiencias. Esto incluye tanto el diagnóstico de necesidades y mercado, como todo el proceso productivo que va desde la consecución de los insumos, el procesamiento y la colocación del producto. En este análisis de viabilidad se deben incorporar no sólo aspectos económicos, sino sociales y culturales.

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El seguimiento a los procesos que se desencadenan en cada grupo, tanto respecto a la producción, como los procesos organizativos del grupo y los impactos en lo personal, son aspectos que han de ser prioritarios en la operación del Programa, a fin de garantizar el éxito de los mismos. Dadas las características socioeconómicas de las participantes, ésta es una labor que requiere de mucho mayor atención, dado que hay escasa experiencia previa en lo que se refiere a actividades productivas bajo una lógica de negocio. Además de que al acceder a otro ámbito de desempeño que no es el tradicional (el rol de madre-esposa y ama de casa), se ponen en movimiento acciones y reflexiones que vienen a cuestionar o en ocasiones a modificar, las definiciones existentes al interior del grupo doméstico y comunitario, sobre el deber ser, las valoraciones respecto a lo que toca hacer a hombres y mujeres. Estos no son procesos sencillos, generan tensiones y por ello requieren de una constante auto-reflexión. Aunque no es algo muy tangible, que no se puede medir cuantitativamente, sí es algo indispensable cuando se define que el Programa ha de tener un enfoque de género, que ha de invertir en el capital humano, y que ha de fomentar la creación de formas de asociación micro-regional.

Los planteamientos del Programa son complejos pero relevantes para la atención de un sector de la población rural cuya presencia en las comunidades es incuestionable, que no están incorporadas en ninguna cadena productiva, o en algún sistema-producto, población que al ser atendida tiene impactos secundarios claramente identificados (atención a niños, ancianos). Por ello, es clave el contar con el personal adecuado para llevar a cabo estas labores que se plantean, si no se comprende la complejidad las acciones no redundarán los beneficios esperados.

Rentabilidad de las acciones dirigidas a mujeres respecto a las dirigidas a hombres •

Las acciones dirigidas a las mujeres tienen rentabilidad en la medida en que impactan en el desarrollo de la propia mujer, la calidad de vida en la familia y la realidad comunitaria. Sin embargo, hasta ahora no se tienen elementos que nos permitan una valoración cuantitativa de estos elementos, por lo que sigue siendo una hipótesis.

En cuanto a bienestar social, como ya se dijo con anterioridad, hay impacto en términos de motivación, lo que se traduce en salud emocional. No obstante es imprescindible seguir con la búsqueda de mejoras en las condiciones materiales de existencia, para que dicha motivación no se traduzca en frustración. Es necesario ver avances en la concreción de los proyectos productivos, éstos se dieron durante este año 2000, más sigue estando la sensación generalizada en las beneficiarias de que requieren todavía de mucho apoyo para poder salir adelante por sí mismas, lo que se traduce en ocasiones en dependencia y pasividad.

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5.2 Recomendaciones De todo lo analizado sobre la operación e impactos del Programa MDR, se pueden hacer las siguientes recomendaciones: Por lo que se refiere a la operación del Programa: •

Analizar su normatividad, para identificar los márgenes de acción en cuanto al establecimiento de las partidas presupuestales y las acciones a llevar a cabo. Tiene mayores posibilidades que las que se han estado implementando, sobre todo en lo que se refiere a seguimiento, organización, formación, etc.

Dado que las estrategias del Programa están encaminadas más a generar y dar seguimiento a procesos, más que a dar apoyos puntuales y esporádicos, es importante reconsiderar aquellas situaciones que tienen que ver con dinámicas institucionales, como lo es el tiempo que tardan en darse las definiciones al terminar un ejercicio e iniciar el otro, como la recontratación de los consultores técnicos, la asignación de la operación a alguna instancia operativa, etc. Ya que este lapso de tiempo deja sin atención a los grupos, no se pueden seguir las acciones en tanto no se tomen las decisiones institucionales pertinentes, y esto provoca rupturas e incertidumbre entre las personas participantes en el Programa.

Como ya se ha dicho, es clave el contar con consultores especializados que cumplan con el perfil requerido para el trabajo. Que los consultores tengan capacidad técnica para la generación de proyectos productivos, habilidad en el manejo de relaciones, conocimiento de los problemas sociales y sensibilidad para integrar la perspectiva de género. Por otro lado, también hay que asegurar la claridad en las condiciones laborales de éstos para garantizar un mejor desempeño: contratación, recursos, responsabilidades.

Para poder tener una mejor valoración sobre los avances y logros del Programa se requiere generar una metodología de seguimiento, que de cuenta no sólo de los aspectos cuantitativos, que hasta la fecha han sido básicamente financieros; sino también de aspectos cualitativos, que, como se ha señalado a lo largo de este trabajo, son necesarios para identificar los procesos y poder resolver los problemas más complejos, clarificar las relaciones entre los objetivos del proyecto y su instrumentación, identificar las consecuencias no esperadas, recopilar información descriptiva y comprender la operación y los impactos del Programa.

Es necesario implementar una estrategia de difusión del Programa, para que se conozcan sus estrategias y planteamientos, de modo que pueda ganar en apoyos.

En cuanto al mejoramiento de las acciones del Programa:

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Se ve como indispensable generar un plan a corto y mediano plazo de cada proyecto productivo, para poder definir sus necesidades de apoyo y seguimiento,

Establecer un método de seguimiento a los grupos, que incorpore no sólo las necesidades del proyecto productivo, sino los aspectos de organización y de desarrollo personal de sus socias. Este seguimiento, con un plan específico de desarrollo, es pieza clave para el éxito de estos proyectos.

Si los proyectos se integran considerando el involucrar a otros miembros de la familia, éstos pueden ser un factor de integración y no viceversa.

Atender el tipo de necesidades que plantea la realización de las actividades domésticas cotidianas de las mujeres: disponibilidad de agua, equipamiento doméstico, vivienda, combustibles, cuidado de los niños, etc. Esto repercutirá en la estabilidad, educación y salud de la familia, creando la posibilidad de que la mujer pueda dedicarse a estas otras actividades de sus grupos. Hacer un análisis del quehacer doméstico y ver como puede eficientarse, quizá a través del desarrollo de tecnologías domésticas, de generar estrategias de apoyo mutuo, de reconocer las actividades y organizarlas de mejor manera, etc.

La escasa experiencia de las mujeres en actividades de tipo productivo, la desorganización de las actividades y la ausencia de planes proyectivos, así como la dificultad para acceder a mercados fuera de su comunidad, parece indicar que habría que orientar los proyectos al nivel del consumo interno, con inversiones adecuadas al nivel de producción y procurando la recuperación más rápida de la inversión.

Para generar un proceso organizativo a largo plazo es necesario eliminar los obstáculos y aumentar los facilitadores. Los primeros tienen que ver con cambios al interior del hogar, mayor participación de los miembros de la familia, relaciones interpersonales más equitativas, además de aumentar la infraestructura familiar y extrafamiliar orientada a disminuir la carga de trabajo. A nivel de la organización, la eliminación de obstáculos tiene que ver con el aumento de la captación de financiamiento, mayor capacitación de las socias, asesores con enfoque de género que acompañen y den seguimiento al desarrollo personal y de la organización.

Dar mayor énfasis al apoyo de los procesos organizativos de los grupos. Las redes no han sido el aspecto prioritario en la operación. Como parte de un proceso, es conveniente que ya una vez medianamente constituidos los grupos, se orienten mayores esfuerzos a la constitución de las redes como agentes sociales impulsores del desarrollo de sus regiones, esto significa ir mas allá de impartir 4 cursos. Hay que trabajar la formación de una identidad colectiva, hay que definir qué líneas de acción pueden potencializar: comercialización común, compra de materia prima, participación como grupos en otros ámbitos de la vida comunitaria, generación de mecanismos de apoyo para la realización del trabajo doméstico y cuidado de los niños, etc. Jalisco

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Implementar talleres de reflexión acerca de su propia experiencia, es un elemento central en una metodología de género, en donde se descubren recursos sociales, culturales y simbólicos de desarrollo como sujeto social activo y consciente de su capacidad de gestión. Estos espacios grupales de discusión/acción posibilitan la capacidad de participar en un proceso de creación de una identidad colectiva, de un nosotros, de sujetos y actores sociales capaces de emprender acciones de desarrollo.

Para el caso de la apertura de nuevos proyectos, siguen estando vigentes recomendaciones hechas en la evaluación anterior: dar mayor énfasis a la actividad diagnóstica en general, considerar en la elaboración y evaluación de los proyectos, aspectos de índole no solo económica, sino social y cultural.

Sobre la capacitación: •

Se requiere diferenciar la capacitación de la formación, que también es relevante en el Programa. La capacitación entendida como la transmisión de contenidos específicos, en este caso técnicos, necesarios para el trabajo de los proyectos; la formación entendida como la adquisición de habilidades que permitan un mejor desempeño en lo general, de desarrollo personal. Para ello, es necesario incorporar aspectos de metodología educativa popular, que promueva el desarrollo de las participantes, y propicie de ese modo la autogestión de sus propios proyectos productivos.

Asegurar que la capacitación sea recibida por todas las participantes en los grupos, o en su defecto, dar seguimiento a la transmisión de conocimientos que unas socias del grupo harán a otras.

Sobre la metodología de evaluación: •

Que la herramienta metodológica básica sea la realización de talleres en una muestra de grupos, de manera que se pueda hacer una autoevaluación por parte de las participantes, de sus avances y sus procesos personales y grupales. Y que un breve cuestionario retome las estadísticas básicas de la operación del Programa.

Que las evaluaciones se programen con un tiempo adecuado para la realización de dichos estudios.

Adecuar los objetivos de la evaluación con el desarrollo y avance de los grupos. Es decir, las herramientas metodológicas han de adecuarse año con año.

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Bibliografía Acta de Cierre del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000, 16 de Mayo del 2001. Anexo Técnico para la Instrumentación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2000, 25 de Abril del 2000. Avances físico – financieros del Programa MDR, facilitados por la Vocalía del Programa. Cierres definitivos Región Norte, Región Sur y total. Documento Tipos de Proyectos e Inversión Total por Municipio, de la Vocalía Ejecutiva. Género en el Estado, Estado del Género, Eliana Largo (editora), Isis Internacional, Ediciones de las Mujeres Nº. 27, Santiago, Chile, 1998. Género, Sustentabilidad y Cambio Social en el México Rural, Verónica Vázquez García, Colegio de Postgraduados, Especialidad en Estudios del Desarrollo Rural, Instituto de Socioeconomía, Estadística e Informática, Montecillo, Edo. de México, 1999. Informe sobre el Desarrollo Mundial 2000/2001. Lucha contra la Pobreza, Panorama General. Banco Mundial, Washington, D.C. Padrón de beneficiarias 2000. Pobreza y políticas de sostenimiento del ingreso. Asistencialismo focalizado vs. ingresos básicos universales, Lo Vuolo Rubén, Barbeito Alberto, Pautassi Laura, Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas.

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Anexo A. Informe final del trabajo de campo

PLANEACIÓN Y EVALUACIÓN DEL DESARROLLO, S.C.

INFORME FINAL DE ACTIVIDADES DEL TRABAJO DE CAMPO

REALIZADAS PARA LA EVALUACIÓN DEL

PROGRAMA MUJERES EN EL DESARROLLO RURAL 2000

JUNIO DEL 2001

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Informe final de actividades del trabajo de campo El día 19 de abril del 2001 se presentó ante la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER), la Propuesta Técnica para la evaluación del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural en Jalisco, durante el ejercicio del año 2000, por parte del despacho Planeación y Evaluación del Desarrollo S.C. a cargo de Lic. Oscar Hernández Valdez. Aceptada dicha propuesta se continuó con la etapa de entrega de información alusiva al Programa por parte de las autoridades. El segundo día del mes de mayo del presente, el Dr. Francisco García García entregó a Planeación y Evaluación del Desarrollo información correspondiente al ejercicio del Programa durante el año 2000, con la cual se procedió a formular la muestra a investigar por parte del equipo de trabajo de campo. El presente informe tiene como objetivo primordial el detallar las actividades que ha realizado el equipo de trabajo de campo dentro de la evaluación que Planeación y Evaluación del Desarrollo, S.C. realiza del Programa Mujeres en el Desarrollo Rural. La estructura del informe está dado en función de las actividades realizadas el inicio de la evaluación, por lo que la información se presenta desglosada por fechas. I

Primera etapa del trabajo de campo

El día 17 de mayo del 2001 se realizó una junta con el equipo de trabajo conformado para realizar el trabajo de evaluación, donde se trataron los siguientes puntos: • • • • • • • • • • • •

El Programa Mujeres en el Desarrollo Rural Jalisco. Introducción y Panorama. Establecimiento de los objetivos generales de la evaluación. Establecimiento de los objetivos específicos de la evaluación. Establecimiento de la estructura, organización y funciones del equipo de trabajo. Establecimiento de las funciones del equipo de trabajo de campo. Establecimiento de las funciones del equipo de revisión de encuestas. Funciones del equipo de procesamiento y captura de datos. Comunicación entre los diferentes equipos de trabajo. Presentación de informes periódicos de los avances del trabajo. Coordinación de la revisión de documentos oficiales. Recopilación de información para realizar el trabajo de campo. Tratamiento de los estudios de caso a evaluar.

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ORGANIGRAMA DEL EQUIPO DE EVALUACIÓN

PLANEACIÓN Y EVALUACIÓN DEL DESARROLLO, S.C.

LIC. OSCAR HERNÁNDEZ VALDES

MUESTREO, EQUIPO DE TRABAJO DE CAMPO Javier García Buj José Salomé Ramírez

RESPONSABLES ZONALES DE LEVANTAMIENTO DE ENCUESTAS Javier Buj, Moisés Chavez, Jaime Hernández, Mauricio Maldonado, Adrián Torres

REVISIÓN DE CUESTIONARIOS Ivonne Ayala

CAPTURA Y PROCESAMIENTO DE DATOS Luz María Franco

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II.

Segunda etapa del trabajo de campo diseño muestral

A partir del 4 de mayo se comenzó a trabajar con la información que se tenía de MDR, para realizar el diseño de las muestras, así como su criterio de selección. La Información dispuesta por autoridades de la SEDER, fue la siguiente: 1. Base de datos de beneficiarios en 2000 1. Anexo Técnico del Programa 2000 2. Acta de cierre definitiva El tamaño de las muestra, así como sus criterios de selección, se enuncian a continuación: Cuadro A-1. Diseño muestral Programa a N° de Tamaño de la N° de evaluar beneficiarios muestra entrevistas

Entidad evaluadora Planeación y Evaluación del Desarrollo, S.C.

Mujeres en el Desarrollo Rural

233

42

5

Totales

1

233

42

5

Determinación del tamaño óptimo de muestra: MDR Los técnicos son los que ejecutan las acciones del Programa con los productores, en el caso de que el número de técnicos en el estado sea de 100 o menos se realizara un censo de éstos. En nuestro caso sí aplica dicha regla, ya que son 2 técnicos involucrados en este Programa. En la presente evaluación se procedió a utilizar una metodología de corte cualitativo por las características mismas del Programa (Cfr. Capítulo 1). Dicha metodología se utilizó desde la evaluación del año anterior. Dado que las estrategias de apoyo del Programa no son sujetos en lo individual sino grupos de mujeres, la unidad de análisis no fueron individuos sino grupos. Por ello la determinación de la muestra siguió criterios diferentes a los otros programas evaluados. En esta ocasión los criterios utilizados en la selección de los grupos fueron los siguientes: • variedad en los giros de proyectos productivos • distribución geográfica • antigüedad de los grupos • nueva creación en el 2000 • que hubieran estado en la muestra de 1999 y que no operaran en ese tiempo • que hubieran estado en la muestra de 1999 y que sí estuvieran operando desde entonces • que no hubieran estado en la muestra del año anterior

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Se entrevistaron 14 de los 29 grupos apoyados (48.27%), y dentro de cada grupo se entrevistó a tres de sus socias (los grupos oscilan entre 5 y 10 socias). Esto dio un total de 42 entrevistas personales (18% del total de las beneficiarias, según datos oficiales al cierre del ejercicio). Adicionalmente se hicieron 3 estudios de caso, dicha muestra y la selección de estos estudios de caso fue aprobada por el Coordinador del Subcomité Estatal de Evaluación Dr. Francisco García García. Por otro lado, durante la siguiente semana, se comenzó a planificar el curso de capacitación a encuestadores, y se empezaron a definir las listas de beneficiarios que serían encuestados. Para escoger a los beneficiarios de cada base de datos, se empleó la selección por muestreo sistemático (K), cuyo valor se estableció de acuerdo a la muestra. En todos los casos, en cada uno de los municipios donde funcionaron en el Programa, el encuestador tendría un “titular” (productor seleccionado por muestreo sistemático) y un “suplente” (productor en la misma comunidad y el mismo tipo de apoyo cuando esto era posible. Programa Mujeres en el Desarrollo Rural Cuadro A-2. Distribución de la muestra Total de Grupos Grupos Municipios Giro grupos de entrevistados entrevistados la red operando Región 13 6 6 6 Huejuquilla Tortillerías 1 Mezquitic Panadería norte Abarrotes DDR Costura 08 Región Sur DDR 07 Total %

16

8

29

14 48.27

No. de entrevistadas 2 1 1 2

6 3 3 6

8 4 San Gabriel Panaderías 2 2 Zapotitlán Tortillerías 3 2 Tolimán Cocina Econ. 1 Costura 3

6 9 3 6

14 48.27

5

8

42

El equipo de trabajo de campo quedó integrado por 8 encuestadores, para quienes la SEDER emitió un documento para identificarse con las autoridades en los municipios donde se realizó el trabajo de campo. Nombre de los encuestadores: 1. 2. 3. 4. 5.

Mauricio Maldonado José Salomé Ramírez Javier García Buj Cristina Morán Pichardo Juan Manuel Chapa Jalisco


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6. Juan Manuel Anaya Zamora 7. Mónica Chávez Pichardo 8. Moisés Chávez III.

Curso de capacitación a encuestadores

1. Antecedentes 1.1. Alianza para el Campo 1.1.1. Programa Mujeres en el Desarrollo Rural 2. Evaluación 2.1.

Mujeres en el Desarrollo Rural

3. El entrevistador 3.1. 3.2. 3.2.1. 3.2.2. 3.2.3. 3.2.4. 3.3. 3.4.1. 3.4.2. 3.4.3. 3.4.4. 3.5. 4.

Funciones e importancia del entrevistador Cuestionarios Tipos de preguntas de los cuestionarios Respuestas únicas y respuestas múltiples Cómo codificar Cómo organizar la información de cuadros Entrevistas Contacto a beneficiarias Conducción de la entrevista Selección de la respuesta adecuada Criterios a seguir durante la entrevista Selección y sustitución de beneficiarias

Esquema del cuestionario

4.1 Mujeres en el Desarrollo Rural 5.

Tiempos de entrega

6.

Control de la información en regiones

7.

Sesión de cierre de trabajo de campo

7.1. Reflexión y análisis

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IV.

Trabajo de campo a operadores y responsables estatales de los programas

La información del trabajo de campo se ha referido hasta ahora solamente a las encuestas de productores beneficiarios y no beneficiarios (en cuyo caso, después de la revisión, se marcaba el cuestionario con un punto de cualquier color). De acuerdo a los manuales de evaluación o anexos técnicos, faltaría la siguiente población a evaluar: Mujeres en el Desarrollo Rural • • • •

Entrevista a Vocalía Ejecutiva Entrevista a Funcionario Entrevista a Responsable de despacho Entrevista a Técnicos

El 100% de las entrevistas se realizaron con éxito. El levantamiento de las encuestas se efectuó entre el 25 de mayo y el 1º. de junio, fecha en la que se entregó al equipo de Supervisión y Captura el último paquete de encuestas, finalizando así la labor de este equipo de trabajo.

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Anexo B. Guía y reportes de estudios de caso 1. La situación de la comunidad. - ¿ Cuáles son los principales problemas que se presentan en la comunidad? - ¿Cómo le está haciendo la gente ante esta situación? 2. Caracterización de la situación de las mujeres. a) En general: en el campo / en la ciudad ¿vivimos diferente? b) En su comunidad: - ¿qué hacemos las mujeres, de qué nos encargamos?, - ¿qué problemas tenemos, enfrentamos en lo general?, - ¿cómo les va a las niñas (vs. niños), a las jóvenes (vs. jóvenes), a las adultas (vs. adultos)? (posibilidades, obstáculos, etc.), - ¿observamos algunos cambios en el tiempo (adultas respecto a jóvenes hoy por ejemplo...) 3. Caracterizacion de la situación de los hombres. - ¿Qué problemas tienen hoy los hombres de la comunidad? - ¿En qué se distinguen de los de las mujeres? 4. Opiniones al respecto de 2 y 3. 5. Visualizacion de soluciones. - ¿qué aspectos son positivos de la situación que vivimos?, - ¿qué cosas sería deseable cambiar?, - ¿cómo creemos que será posible? 6. La participación en el Programa MDR.º a) ¿Cuál es la situación del grupo? - avances, P. Prod: * productivamente - problemas, * organizativamente - respuestas personales y/o grupales, - necesidades. Género: * mejor situación b) Opinión sobre que haya programas específicos para mujeres: - por qué sí (pros), - por qué no (contras). c) Cómo deben ser estos programas: - qué cosas deben tomar en cuenta, - qué deben apoyar, facilitar (hacer referencia a los problemas que enfrentan en su participación en las actividades en diversos programas, a los problemas que enfrentan). d) Valoración del Programa MDR: - sobre los equipos y apoyos que han recibido (era lo que necesitaban?, llegaron con oportunidad?, son de calidad?, etc.),

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sobre el seguimiento y la asesoría al grupo (se sienten acompañadas en su proceso?, entiende el consultor sus problemas?, aporta soluciones?, etc.), sobre la capacitación (oportuna, fácil de comprender y aplicar, etc.), identifican algunos cambios en la operación del Programa de un año a otro? (¿hubo cambios en la operación, se reflejan en las beneficiarias, en el seguimiento, en la respuesta a demandas, en los apoyos?). Sugerencias al Programa MDR.

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Reporte de estudio de caso. Grupo: "La Añilera", taller de costura. Localidad: El Jazmín, Municipio San Gabriel. El grupo inició en marzo del 2000 con 14 integrantes, de las cuales actualmente continúan 8 solamente. La razón por la que se salieron las 6 restantes fue debido a que se desesperaron al no ver utilidades de su trabajo, según lo dicho en el taller llevado a cabo con ellas. Hasta hoy no ha sido posible regresarles la aportación inicial de $400, que fue requisito para integrarse al grupo como socias, aportación del 20% de la inversión del proyecto. Esta situación está siendo fuente de conflicto entre las mujeres que salieron del grupo y las que continúan en el proyecto. Sólo estuvieron presentes 5 de las 8 mujeres que conforman el grupo (en los informes del Programa están consideradas 12 mujeres). No estaban avisadas de la reunión, mas sin embargo fácilmente accedieron a juntarse y participar. 1. Situación de la comunidad. Les costó mucho trabajo visualizar los problemas de su comunidad. Los que mencionaron fueron: desunión y envidia entre los miembros de la comunidad. Que no se apoyan entre sí, por el contrario, se dedican a obstaculizar las iniciativas que surgen. También señalaron que existe mucho alcoholismo. La comunidad está conformada por 300 familias aproximadamente. Otros grupos existentes en su comunidad son el grupo del aserradero, y cuatro grupos de la iglesia. 2. Caracterización de la situación de hombres y mujeres. Sobre el papel de las mujeres comentaron que a las mujeres se les educa para atender a los hombres. Que tienen triple carga de trabajo: la atención a la familia, el trabajo de la casa y el del campo. La mayoría de las mujeres en su comunidad trabajan en el campo, incluso algunas salen de su comunidad a trabajar de jornaleras en la pizca del jitomate. En cambio, las funciones de los hombres son las de llevar dinero, emborracharse y mandar a su mujer. Señalan que hay mujeres que tienen mucha capacidad, pero los hombres no las dejan desarrollarse. Por ejemplo, se organizó un equipo femenil de futbol, pero cuando los hombres vieron que les ganaban a ellos, se empeñaron en acabarlo.

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En general tienen una visión negativa de los hombres (la mayoría de las participantes en el grupo no tienen pareja). 3. Cambios percibidos en la situación de las mujeres, de su comunidad, y posibilidad de cambiarlas. Un cambio positivo que observan en su vida, es que los hombres ya no les pegan tanto a las mujeres como antes. Que en lo general hay mejores condiciones de vida, comen mejor y tienen ropa. En general perciben que la vida es más fácil. Un cambio negativo es que ahora se necesitan más años de escuela, pero la gente está menos educada. Ya no hay respeto de los niños a los mayores. Ellas desearían que la gente de su comunidad no fuera chismosa. Que se valoraran unos a otros. Que hubiera quién supiera de leyes, para que les asesorara de cómo defenderse y ayudar a los demás. Les gustaría que hubiera talleres de autoestima para que la gente aprenda a valorarse. Consideran que aunque la mujer tiene muchas obligaciones al salir a trabajar, esto tiene aspectos positivos, ya que tienen la oportunidad de aprender cosas y de compartir con otras mujeres sus problemas. También les da satisfacción el hecho de tener su propio dinero. 4. Los proyectos productivos y el Programa. El grupo cuenta con cinco máquinas: tres de costura recta, una over y una bastilladora. El acondicionamiento del local lo realizaron las propias mujeres; también fabricaron la mesa de corte y los bancos donde se sientan a coser, más no están muy adecuados. Seis de las integrantes (en total son ocho) son mujeres solas: tres de ellas son solteras (dos mayores de 35 años) y tres más son jefas de familia. Todas son parientes entre sí. Respecto a su trabajo comentan que no se les dio capacitación para iniciar el proyecto, que sólo recibieron las máquinas. Que por su cuenta estuvieron acudiendo a Zapotiltic a capacitarse para el diseño de patrones, pero que dejaron de asistir por falta de recursos. La comercialización es otro problema que tienen, ya que no producen sobre pedido. Realizan algunas prendas e intentan venderlas al menudeo en su comunidad, sin resultados favorables, ya que es muy poca la demanda. Esto ha provocado que la maquinaria no se utilice en toda su capacidad, trabajando sólo dos horas diarias. Señalan que no han tenido ningún apoyo para resolver esta problemática. Comentan que al principio les dijeron que les iban a conseguir maquila, mas están desesperadas porque no ha habido ningún avance al

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respecto. Ellas sienten que no pueden conseguir maquilas por estar muy alejadas de las fábricas, que no saben a quién dirigirse para conseguir trabajos. Actualmente no tienen excedentes de su trabajo, ya que deben $1,300 de una máquina. Y comentan que los escasos recursos que tienen los utilizan en las salidas a reuniones y a encuentros de las redes. Consideran que el apoyo más urgente es el de la compra de materia prima para producir prendas que luego puedan vender, o bien que se les apoye consiguiendo alguna maquila. Este es el problema más importante: la falta de recursos. Otros problemas que ven son la falta de práctica y la poca capacitación para diversificar su trabajo. Un rasgo muy importante en este grupo, es el rechazo que refieren de su comunidad. Dicen que las personas de ahí no confían en ellas, que consideran que no son aptas para el trabajo, y les hacen mala propaganda, lo que les dificulta la venta de sus productos. En particular, está una de las exsocias, que vende ropa y les hace la competencia. Los hombres de su comunidad no las apoyan y hablan mal de ellas. Su situación de mujeres solas es algo que no es aceptado, por ejemplo, las socias que están casadas señalan que la gente "les calienta la cabeza" a sus maridos. Respecto a la pertinencia de programas específicos para mujeres, consideran que son buenos, porque facilitan el que participen ellas, que porque si participan hombres ellos "las aplastarían". Ven que el grupo es un medio para conocer, aprender y ganar algún dinero. Comentan que este tipo de programas deben prestar apoyo al grupo y no a cada individuo. Que deben partir de las necesidades de la comunidad y de sus condiciones. Parece que las estrategias del grupo y del Programa no están bien enfocadas, ya que el principal objetivo de obtener recursos no se está logrando. Las mujeres consideran que la falta de capacitación y la falta de recursos para producir prendas son la razón de que no estén logrando su objetivo, más la solución es más compleja. Se requiere resolver por lo pronto la cuestión de la comercialización. En cuanto a la organización, el hecho de que se turnen para trabajar es algo positivo ya que permite que todas hagan uso de la maquinaria. Sin embargo los roles no están claros. Tampoco existe un conocimiento del contexto que les permita diseñar una estrategia de trabajo. Desconocen la potencialidad de su capacidad de trabajo instalada, por lo que no tienen idea de los compromisos que pueden o no asumir. Llama la atención que el liderazgo recaiga en la más joven del grupo, quien es la tesorera, a diferencia de la presidenta que muestra una actitud de desánimo.

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La actitud del grupo es de disponibilidad pero de poca claridad ante los problemas de la comunidad, los de las mujeres y los de su proyecto, por lo que tampoco pueden plantear soluciones. Es claro como la determinación de los roles que pueden jugar las mujeres en su comunidad es una limitante para sus acciones. Su condición de mujeres solas al parecer es algo que también está generando desconfianza. Y no ha habido por su parte alguna problematización y reflexión al respecto, para buscar alguna solución. Respecto a su posición respecto al Programa, es clara la actitud de seguir esperando que se les resuelvan sus problemas del proyecto pues no se sienten capacitadas para resolverlos. El que se les dieran nuevas máquinas no vino a mejorarles su situación respecto al año pasado. Lo que deriva en tener una capacidad instalada no productiva. Se refleja el desconocimiento del Programa, y la poca labor de apoyo del consultor de la zona, así como la no aplicación de la normatividad del mismo. Por ejemplo, el hecho de que los pocos ingresos sean destinados a pagar los gastos de las salidas a las reuniones de la Red, siendo que dentro de lo establecido para los recursos de éstas se consideran estos gastos. De esta manera, en lugar de ser un apoyo, pareciera mas bien ser una obligación que les limita aún más.

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Reporte de estudio de caso. Grupo: “La Mazorca”, tortilleria Localidad: La Croix, Municipio San Gabriel. El grupo de la tortillería La Mazorca está conformado por seis mujeres (en los reportes del Programa se reportan 11), tres de ellas mayores de 40 años y tres jóvenes. Dos son solteras, una es viuda y las otras tres están casadas, más solo una de ellas tiene al marido en su comunidad, los esposos de las otras dos están en el Norte. El grupo se conformó desde el primer año en que arrancó el Programa, se les había facilitado la máquina tortilladora, mas no habían comenzado a operar debido a que les hacía falta la instalación eléctrica; hasta que pudieron instalar un transformador pudieron comenzar. Por ello el grupo tiene apenas tres meses funcionando, y han tenido buena respuesta por parte del mercado. A la reunión asistieron todas, y se mostraron dispuestas a participar. En general se observó que todas tienen una actitud buena respecto a su trabajo y quieren seguir superándose, y se percibe que trabajan en armonía. 1. Situación de la comunidad. Su comunidad es muy pequeña, y el principal problema que tiene es que no tienen agua. Cada quince días llegan pipas a surtir agua a la localidad; aunque hay un río que pasa por ahí, no pueden utilizar el agua porque ya viene contaminada desde la cabecera municipal. Esta misma situación la viven las comunidades aledañas. Comentan que el gobierno no hace nada, que no resuelven ese problema. Más no señalaron si hay gestión organizada de la comunidad al municipio para pedir la solución al respecto. Por ello, todos en la comunidad tienen que invertir en conseguir tinacos, depósitos para guardar agua. Respecto al agua potable, consumen agua purificada de garrafones. Llegan algunos repartidores a la comunidad, y se organizan entre los vecinos por si alguno sale, traer para otros. Esto implica gasto fuerte de las familias. A excepción del problema del agua, la comunidad cuenta con todos los servicios. En cuanto a escuelas, hay hasta secundaria, para estudiar preparatoria hay que salir de la comunidad. 2. Caracterización de la situación de hombres y mujeres. En la comunidad no hay hombres porque todos emigran a Estados Unidos a trabajar porque no hay trabajo en el campo. Por lo que en las mujeres recae la responsabilidad de criar a los hijos. En general, las mujeres quedan responsables de todo, pues los hombres suelen durar mucho tiempo en el norte y en ocasiones no mandan constantemente dinero para la familia.

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Las mujeres en general no trabajan las tierras de sus maridos o familiares. Mejor salen a otros pueblos cercanos a buscar trabajo como jornaleras. Aunque a algunas mujeres les llama la atención ir a trabajar a Estados Unidos no les dan permiso. Los muchachos a los 16 años se van, en cambio las muchachas no pueden hacerlo, por lo general se quedan en la comunidad y buscan trabajo en la región, no van a la ciudad a buscar trabajo, solo en comunidades aledañas. 3. Cambios percibidos en la situación de las mujeres, de su comunidad, y posibilidad de cambiarlas. Si quieren conseguir pareja, las muchachas tienen que ir a otros pueblos a buscar muchachos, porque en el suyo no hay. En cuanto a la educación comentan que ahora hay más educación, aunque como a las mujeres en general no se les permite salir de la comunidad, sólo estudian hasta secundaria, en cambio los hombres sí pueden seguir estudiando porque pueden ir a otros lugares a hacerlo. Otros cambios que perciben es que hoy las relaciones familiares son un poco más abiertas, se pueden hablar más las cosas, y hay un mejor trato a la mujer, aún cuando todavía en algunos aspectos están limitadas. En general, en el desarrollo del taller este punto sobre los diferentes roles de hombres y mujeres costó trabajo el hacer que participaran, no se soltaron fácilmente a comentar al respecto. 4. Los proyectos productivos y el Programa. Tienen tres meses produciendo y han tenido buena respuesta, todo lo que producen lo venden, por el momento, todo en su comunidad. Por lo pronto la tortillería está instalada en una casa de la comunidad que anteriormente la ocupaban los maestros, el delegado comunitario pidió a los maestros que se mudaran a otra casa que les construyeron y dejaran el espacio para la tortillería. Ahí se las prestan, aunque no es un lugar adecuado, ya que es un pequeño cuarto que no tiene la luz ni la ventilación suficiente, lo que hace que haga mucho calor al interior. Más por lo pronto les permiten ahí trabajar. Cuentan con la máquina tortilladora y el molino para hacer nixtamal. Por el momento no tienen una estufa para cocerlo, así que se reparten el maíz para cocerlo cada quien en su casa. El grupo está muy organizado, trabajan de 6 de la mañana a 1 de la tarde, cada semana una de ellas descansa y así se van turnando. De que empezaron a producir, el trabajo ha sido constante y diario, todo se les vende en la comunidad, todavía producen poco, alrededor de

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30 kilos de nixtamal. Aún no cuentan con una entrada fija de dinero debido a que todo lo están reinvirtiendo en la tortillería. Uno de los problemas a los que se han enfrentado es el conseguir el maíz, un señor de fuera de la comunidad es quien se los surte, aunque a veces falla. Quieren ver la manera de hacer un contrato con la empresa Maseca para que les surta y poder revolver ésta al nixtamal, para que les rinda más y les salga más barato. Esto es parte de sus planes a corto plazo. Otros de sus planes es primero acondicionar el espacio que tienen, poner una campana y abrir una cortina para tener más ventilación. Y posteriormente conseguir recursos para construir su propio local, en un terreno que tiene una de las socias. También les interesa producir más para poder salir a vender fuera de su comunidad, y diversificar su producción. Mencionaron que por parte del Programa les habían prometido que les regalarían una máquina para hacer sopitos, pero que no ha habido nada, y que como a ellas les interesa mucho, verán como conseguirla, puesto que quieren producir diversas cosas. Por el momento es la única tortillería en la localidad, lo que les ha permitido tener un mercado seguro. Comentan que han tenido mucha respuesta por parte de las mujeres, que para la mayoría ha significado un gran beneficio porque les evita el trabajo de la torteada. Al comienzo ellas iban a moler su nixtamal con un señor de la comunidad que les cobraba el servicio, pero que no las trataba bien y era problemático; cuando obtuvieron el molino ya no lo requirieron, y además comenzaron ellas a prestar el servicio a otras mujeres, cobrando un poco menos de lo que cobraba el señor. Ante esto, muchas mujeres se acercaron a la tortillería y el señor tuvo que cerrar su molino, según comentaron en el grupo. Actualmente siguen prestando este servicio aunque las mujeres prefieren mejor comprar las tortillas, y sólo tortean a mano cuando vienen los maridos o los hijos. Según señalaron, las mujeres cambian más fácilmente ciertos hábitos que les significan ahorrar trabajo. En general se percibe al grupo con mucho ánimo. Tienen muy buen apoyo de la comunidad, tanto para facilitarles el local como para consumir lo que producen. Hay un liderazgo en el grupo muy definido y positivo. Por lo que se observó las señoras mayores llevan el control y la responsabilidad, comentaron que las solteras pues por la edad luego fallan un poquito, pero lo ven como normal. Respecto a la carga de trabajo, las señoras comentaron que no han sentido mucho problema en ese sentido, que entre los miembros de la familia se reparten el quehacer de la casa. Como ya no tienen hijos pequeños no han tenido problemas para dedicarle el tiempo necesario al trabajo de la tortillería, además de que el horario de la misma les facilita las cosas. Como no tienen que ir a atender al marido, también eso les ha facilitado el estar ahí en el local. Aún cuando se han repartido los quehaceres de la casa, expresaron que ese trabajo es responsabilidad de las mujeres. En la misma comunidad de la tortillería hay otro grupo del Programa, una panadería. En ambos, los grupos están conformados por parientes. Al conocer de los ofrecimientos, la red

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familiar es la que se pone en marcha para aprovechar los diversos recursos, eso de alguna manera también ha facilitado las relaciones entre los miembros de los grupos. En cuanto a la capacitación para la producción señalaron que no recibieron capacitación. Que fue un señor una o dos veces a explicarles el funcionamiento de la máquina tortilladora, y nada más. Así que ellas han tenido que ingeniárselas para echar a andar la tortillería. La líder del grupo lleva las cuentas de la tortillería, en un cuaderno apunta ingresos y gastos, y según comentó, lo ha venido haciendo de manera autodidacta. En sus cuentas (aspecto no exclusivo de este caso) no contabilizan su propio trabajo. Al concebir el proyecto como un negocio propio piensan que el trabajo es la inversión que deben de realizar, “el costo de la autonomía”, más esto no es correcto en el sentido de que las ganancias que así se contabilizan no lo son, puesto que no se incluye en el costo del producto el costo de la mano de obra, del trabajo. Respecto al trabajo del consultor del Programa en el grupo, señalan que éste sólo va con ellas si se requiere algún papeleo, lo ven muy esporádicamente, y no perciben en él un apoyo en otro sentido. No han participado en las reuniones de las redes por no poder salir y no contar con los recursos para ello. Sobre el Programa lo desconocen. Dicen que es muy bueno que haya esos apoyos, de hecho esperan contar con nuevos apoyos para avanzar en los planes que tienen, mas no importa de donde vengan éstos. Al desconocer el Programa, no pueden emitir una valoración respecto a mejorías en la forma de operar, etc. El Programa consistió en apoyos materiales y nada más.

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Reporte de estudio de caso. Grupo: “Las Caminantas”, zapateria Localidad: Tenzompa, Municipio de Huejuquilla. El grupo Las Caminantas trabaja en el ramo de producción y venta de zapatos. Está conformado por cinco socias (en los reportes del Programa se señalan 8), mismas que están presentes en el taller. En el grupo hay dos muchachas jóvenes y tres señoras mayores de 40 años. Sólo una de las señoras tiene hijos pequeños, el resto o no tiene o ya están jóvenes. Además estuvieron el esposo de la presidenta del grupo y el padre de otras de ellas. La reunión se desarrolló en la casa de una de las participantes, pero fue notorio que la presencia de los hombres inhibió la participación de las mujeres. 1. Situación de la comunidad. El principal problema en la comunidad es la falta de empleo e ingresos seguros y constantes. También se señala la falta de agua. Comentan que antes era peor porque se tenía que trabajar más en el campo y en la casa y se contaba con menos servicios, y que ahora hay trocas y agua y gas en las casas, lo que facilita el trabajo. Señalan que a diferencia de la ciudad, en el campo no hay trabajo estable, y cuando hay, es muy variable, por ello pasan tiempo sin nada que hacer. Que en la ciudad pueden trabajar y ganar hombres y mujeres; que en la ciudad las mujeres tienen libertad de ganar, gastar y “andar por ahí”, y que en el pueblo no. 2. CARACTERIZACION DE LA SITUACIÓN DE HOMBRES Y MUJERES. Los trabajos de las mujeres principalmente es ir por agua; hacer el quehacer de la casa, limpieza, comidas, tortear. Cuando no están los hombres cuidar a los animales; en temporada de siembras ayudar en el campo y en la pizca. Los hombres hacen el trabajo agrícola, cuidan el ganado y en su momento lo venden. A veces, ayudan con el acarreo de agua, manejando la camioneta o llenando botes y depósitos. Cuando no están los hombres las mujeres le entramos a todo el trabajo, ellos en cambio cuando no están las mujeres no le entran al trabajo de la casa, a tortear, si no estamos, no lo hacen. Ellos se atienen a que está la mujer en su casa, pero tanto el hombre como la mujer podemos hacer todo, nomás queriendo. El trabajo ya sea uno soltera o casada es lo mismo, a todo le entran las mujeres parejo, desde chicas lo van preparando a uno. El problema del trabajo se siente diferente entre hombres y mujeres, porque para las hombres es desesperante no tener trabajo y dinero, pero cuando lo tienen se van con sus amigos y lo gastan. En cambio las mujeres piensan siempre primero en su casa y en cómo Jalisco


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aportar o conseguir lo que se necesita, todo va para la casa. Los hombres se emborrachan más. “Los hombres son más libres, tengan dinero o no salen y se dan su vueltecita, las mujeres no, las mujeres no salimos. Por eso ellos necesitan más el dinero”. Los hombres son los que sostienen a las mujeres y la familia, si ellos tienen la familia come, si no no. 3. Cambios percibidos en la situación de las mujeres, de su comunidad, y posibilidad de cambiarlas. En general ahora hay más facilidades, antes era peor. Desde la madrugada había que estar trabajando, acarrear el agua en burro, ahora ya hay servicio de trocas, para trasladarse había que hacerlo a pie. En la situación familiar no hay cambios. Aquí en los pueblos as muchachas todavía están al mando de sus padres, no están tan libres como en la ciudad, allá ellas salen a su trabajo y regresan cuando ellas quieren, aquí eso no se puede hacer. Antes y ahora la situación ha sido más fácil para los hombres, y en todas las edades es más pesado para las mujeres. Aunque es difícil la vida en el campo, es bonito ser campesino y vivir así, a fin de cuentas es nuestra forma de vida y de lo que vivimos. En cuanto a otros cambios, señalan que aunque de manera irregular, ahora se tiene agua entubada; que ahora es posible tener empleos que no sean del campo, y tener algún trabajo. Comentan que es posible cambiar su situación si le echan ganas, pero contando con la ayuda del gobierno. 4. Los proyectos productivos y el Programa. Actualmente el proyecto está parado, trabajan en lo cotidiano de su casa porque no tienen trabajo en el taller de zapatos. En lo general señalan que han aprendido cosas nuevas, que han viajado y conocido a otras personas y lugares, y que están contentas porque los hombres las han apoyado. Los principales problemas que tienen en el grupo son: la falta de dinero para echar a andar el proyecto y salir cuando se requiera. Otro problema es que les pida la consultora ir a juntas fuera de la comunidad porque no tienen dinero, o les avisan con poca anticipación y se tienen que apurar para ir, y en ocasiones no pueden dejar la casa. La falta de recursos no les permite comprar materiales para trabajar. Están angustiadas con la idea de que les quiten las máquinas por no tener éxito. Jalisco


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Ya han armado zapatos y les quedan bien; se las han ingeniado para ellas mismas aprender a hacer otras cosas, como diseñar y cortar sandalias, pero les falta hacer el zapato de trabajo que es lo que ven que se requiere en la comunidad, pero no tienen ni conocimientos ni materiales para ello. Les han entregado unas máquinas nuevas pero no les enseñaron a usarlas, por lo que ellas mismas fueron viendo como utilizarlas, aunque no pueden hacerlo por falta de recursos para el material. En cuanto a las principales necesidades que tienen es la capacitación. Les falta aprender a hacer zapato de hombre. Sólo les enseñaron a hacer zapatilla de mujer, pero lo que se requiere en la comunidad es zapato tipo bota de trabajo. También les falta una máquina para costura de cortes, y hormas de hombre y de varias medidas, ya que sólo les dieron hormas de mujer y de una sola medida. La capacitación recibida fue buena y les gustó, pero no era la que necesitaban, solicitan más. También les dieron una máquina para hacer zapato de lona, pero ese tipo de zapato no se usa y no lo saben hacer, por lo que esa máquina no les sirve. Mencionan que la capacitación y el material llegaron pronto pero no era lo que necesitaban. No han tenido capacitación para administración. Requieren también un local propio para trabajar. Ahorita tienen todo en un cuarto prestado, pero es pequeño y le faltan ventanas, no es un espacio adecuado para la buena conservación de las maquinas. Demandan que el Programa les entregue más materiales para poder empezar y entonces sí ya sería cosa de ellas salir adelante (aparte de lo de capacitación). Comentan que les gustaría que les hicieran más caso en sus sugerencias y tener más participación en las decisiones. Se han sentido bien en el proyecto y con el Programa, más les ha sido difícil que haya tantas salidas a Huejuquilla porque a veces no tienen dinero y tienen que atender las convocatorias. Pero en lo general les ha gustado. Respecto a la participación, hay un liderazgo muy fuerte de su presidenta, en general positivo, aunque las demás esperan a que ella opine primero. Una de las muchachas jóvenes tiene sus propias opiniones, pero no las expresaba y sólo con una compañero las comentaba en voz baja. La otra muchacha en cambio, sí se expresaba con más libertad y exponía sus opiniones. Por su participación, se observó que una de las señoras solo participa nominalmente en el grupo, ya que no interviene en las diferentes actividades que realizan. El grupo parece tener un real interés en sacar adelante el proyecto. Las dos jóvenes y la presidenta se muestran entusiasmadas con la idea de tener un trabajo fijo y tener ingresos. Una de ellas estudió hasta preparatoria y siente la necesidad de ser productiva, y tal vez un

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poco independiente, pero también se nota desesperada por la falta de resultados. En todo caso a todas se les ven ganas y el gusto de su trabajo. En el taller se comentó que hay interés por parte de la comunidad de que hagan zapatos de niño y de trabajo, por lo que parece ser que hay una posibilidad de lograr la viabilidad del proyecto si se da el apoyo adicional en capacitación para ello y en material para iniciar. En cuanto a la forma de operar del Programa, muestran inconformidad en que la consultora convoque a juntas fuera de la comunidad, y hace falta seguimiento más directo en el propio lugar de trabajo para apoyar el desarrollo del proyecto.

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Anexo C. Género y políticas públicas Algunas consideraciones para la formulación de políticas públicas con perspectiva de género. Pobreza, desarrollo y género La desigualdad en las relaciones entre sexos forma parte del problema más amplio de la desigualdad social derivada de las normas y valores aceptados por la sociedad. No obstante, la igualdad entre el hombre y la mujer reviste una importancia tan grande que merece tratarse por separado. Si bien la desigualdad entre uno y otro sexo presenta enormes variantes en las distintas sociedades, en casi todos los países la mayoría de las mujeres y niñas se encuentran desfavorecidas en lo que respecta a la distribución del poder y del control sobre los recursos materiales (en la mayor parte de los casos, los títulos de propiedad de la tierra se confieren a los varones), y muchas veces se ven expuestas a situaciones de inseguridad más graves. Por ello, las mujeres pobres sufren una doble desventaja. Además, la falta de autonomía de la mujer tiene importantes consecuencias negativas para la educación y la salud de los hijos. Es por ello que desde el Banco Mundial hasta la CEPAL se advierte la importancia de invertir en las mujeres como una estrategia clara de lucha contra la pobreza y de aumento de las capacidades de las poblaciones empobrecidas del Tercer Mundo. La mayor equidad entre los sexos es deseable en sí misma y por sus importantes beneficios sociales y económicos para la reducción de la pobreza. Se han conseguido progresos, por ejemplo, en la educación y la salud, pero la experiencia revela que se necesita una combinación de medidas políticas, jurídicas y de actuación pública directa. Hay avances también en este sentido, algunos países están corrigiendo las desigualdades entre los sexos con medidas legislativas, otros subvencionan la educación de las niñas; otras medidas están relacionadas con las actividades productivas, en particular el microfinanciamiento y los insumos agrícolas, que han permitido documentar los beneficios conseguidos en forma de mayores rendimientos y de mayor autonomía para la mujer y el mejor estado de nutrición de los niños. Las estructuras e instituciones sociales forman el marco de las relaciones económicas y políticas y determinan gran parte de la dinámica que crea y sostiene la pobreza. Las estructuras sociales que son excluyentes e injustas, como la estratificación por clases o la división entre sexos, son importantes obstáculos a la ascensión social de los pobres. Según una definición básica, pobreza es la falta de acceso o dominio de los requisitos básicos para mantener un nivel de vida aceptable. Generalmente los economistas usan el ingreso como medida representativa de la pobreza porque brinda los medios para asegurar la atención debida a las demás necesidades básicas. Desde este punto de vista, la estrategia

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básica de eliminación de la pobreza consiste en ayudar a los pobres a ganar lo necesario para salir de esa situación. Pero la pobreza no es sólo un problema de falta de ingresos o de desarrollo humano: pobreza es también vulnerabilidad e incapacidad de hacerse oír, falta de poder y de representación. Esta concepción de la pobreza va acompañada de una mayor complejidad en las estrategias de reducción de la misma, ya que son más los factores –por ejemplo, las fuerzas sociales y culturales-, que deben tenerse en cuenta. Los mecanismos de participación pueden ofrecer a los hombres y mujeres una oportunidad de expresar su opinión, especialmente cuando se trata de los pobres y de los segmentos excluidos de la sociedad. El diseño de los organismos y servicios descentralizados debe estar en consonancia con las condiciones locales, las estructuras sociales y el patrimonio y las normas culturales. Hay programas que tienen por objeto ayudar a eliminar la pobreza mediante el mejoramiento del potencial de los pobres de percibir mayores ingresos, básicamente la generación de empleos. Otra vía la constituyen los programas de transferencia que proveen directamente ingresos, subsidios o servicios para los pobres. Sin embargo hay que hacer una distinción entre las diferentes clases de transferencias. Algunas simplemente distribuyen dinero, bienes o servicios y brindan un alivio temporal. Otras tienen un componente de inversión que incrementa en forma permanente el potencial de ingresos de los pobres. Si han de usarse las transferencias, hay que apostar por las que tengan un componente de inversión. Deben buscarse los proyectos o programas que ayuden a los pobres en el corto plazo, porque les proporcionan una transferencia de recursos inmediata, pero que también les ayuden en el largo plazo porque realzan su productividad. La definición que se tenga de pobreza obviamente va ligada a la concepción sobre desarrollo. La visión más tradicional sobre el desarrollo es la que pone el acento en el crecimiento del producto per cápita del país. Posteriormente adquirió importancia la visión que añadió el elemento equidad a los objetivos, definición y mediciones del desarrollo. La comprobación de que la búsqueda de la equidad a través del mercado, o a través del estado, iba a retrasar mucho la resolución de la extrema pobreza, condujo a insistir en la utilización de mecanismos más directos y participativos que los usualmente asociados al funcionamiento de mercado. El enfoque necesidades básicas dio cuenta de éstas y muchas inquietudes. Desde hace varios años se está ensayando un planteamiento que recoge las dimensiones anteriores pero cambia el enfoque de manera más radical, para poner acento en las capacidades de las personas y sociedades para dominar las circunstancias en las que se extiende y profundiza la vida, el funcionamiento o desempeño de las personas. 8 Ese 8

Iguiñiz Echeverría, Javier, Desarrollo y experiencias de género. Apuntes desde la perspectiva de Sen” en Género del Estado, Estado del Género, Eliana Largo (editora), Isis Internacional, Ediciones de las Mujeres No. 27, Santiago, Chile, Diciembre 1998 Jalisco


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funcionamiento incluye desde el procesamiento metabólico de los alimentos hasta la autoestima de los individuos o colectivos en una sociedad, incluyendo toda actividad o manera de relacionarse que practica la persona. En esta definición de desarrollo ya no se trata solamente de cuántas cosas se producen por las personas (productividad), ni de cómo se las reparten entre ellas (equidad), ni de si dichas cosas alcanzan para vivir o desempeñarse adecuadamente en la vida (necesidades básicas). Se trata más bien de saber cuántas vidas y cuánta vida, entendidas como capacidades y desempeños, se logran con la utilización de ciertas cosas por el ser humano. Las cosas pasan a ser exclusivamente instrumentos o insumos, y la mejor calidad de vida – entendida como la amplitud de opciones efectivas de acción humana, incluyendo la libertad de escoger entre ellas, esto es, como desarrollo- es claramente el objetivo de las actividades humanas. Ya no está centralizada la perspectiva en la potencialidad productiva del ser humano, sino en su calidad de vida. En efecto, no hay una aceptación automática de la relación positiva cosas-bienestar basada en el criterio de la opulencia para determinar el nivel de vida (Iguiñiz, p.114). El objetivo del desarrollo en este enfoque es el enriquecimiento de la vida humana entendida principalmente como actividad, pero también como estatus en sociedad, lo que la gente es, o sea, también entendido como reconocimiento social y autoafirmación personal o colectiva en este contexto. Ese tipo de crecimiento no está ni tan exclusiva ni tan estrechamente ligado al crecimiento de la producción per cápita, aunque se reconoce que, generalmente, dicho crecimiento es un factor importante para lograrlo. A pesar de que se reconoce que el acceso a ciertas cosas es sumamente importante, el acento está puesto en lo que la gente puede hacer y ser, y no en lo que puede tener como fin e indicador del desarrollo. La crítica se centra sobre la definición de los fines del desarrollo para sólo luego poder evaluar la eficiencia en la relación entre fines y medios. En la nueva perspectiva, si el objetivo del proceso económico y social no es la generación de productos sino de vidas, al criterio de eficiencia en términos de productividad hay que añadir el de la eficiencia en términos de vitalidad. Desde este enfoque, la salida del subdesarrollo puede lograrse con productos per cápita muy distintos. La métrica del producto per cápita es limitada e incluso puede ser equivocada. En esta perspectiva, por ejemplo, el daño ecológico o el resultante de la sobrealimentación típica del Norte, son ejemplos claros de reducción de vitalidad por aumento de la producción. Se sugiere por tanto, complementar los criterios aplicados a la relación trabajo-producto y su nexo productividad, con otro aplicado a la relación producto-calidad de vida. Todos los enfoques de desarrollo pueden ser vistos como complementarios. En efecto, el aumento de productividad contribuye a la obtención de las cosas que amplían el horizonte vital (capacidades) de las personas, y la posibilidad de desempeñarse con mayor libertad en la vida, a la libertad respecto de los condicionamientos naturales, a la facilidad para transferir a otros el resultado del trabajo propio. La equidad de ingresos favorece el desempeño de las personas en sociedad, y evidentemente, también la satisfacción de las necesidades básicas. La pobreza absoluta o carencia de bienes indispensables es una Jalisco


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restricción a la libertad y esa restricción reduce y mediocriza los desempeños posibles de las personas. Esta perspectiva del desarrollo parece prometedora en el sentido que retoma aspectos de la vida humana que, desde un enfoque de la productividad, pasaban desapercibidos como ámbitos de importancia y claves en el desarrollo. Desde esta perspectiva se aborda el ámbito de lo que se ha venido llamando reproducción, y que se identifica como el mundo de las mujeres. La tarea reproductora, en contraposición a la productora aparece planteada así como muy estática, como demasiado biológica, como concentrada en producir entes con ciertos mínimos de salud y fortaleza. La expresión expansión de capacidades parece un término útil para cuestionar el término reproducción. La hipótesis desde esta perspectiva es que la expansión de capacidades ha sido encarada principalmente por la mujer, mientras que la actividad productiva de cosas ha sido más común y persistentemente coto del varón. Las actividades predominantemente realizadas por mujeres (cuidado y educación de los niños, mantenimiento de la casa, cuidado de los enfermos y ancianos, mantenimiento de las redes familiares, servicios a la comunidad...) requieren cosas (además de trabajo) como insumo, pero el objetivo es producir seres humanos que se desempeñen biológica, psicológica y culturalmente bien en el medio social y cultural en el que actúan. Desde la visión de Sen, el varón se relacionaría con las cosas principalmente como su producto, la mujer como su insumo o recurso. Los desempeños cotidianos del varón serían instrumento para el logro de las cosas; los de la mujer, en su tarea de crianza, educación y cuidados, para el logro de crear o expandir capacidades, de ampliación de la gama de actividades que los hijos u otras personas a su cuidado pueden llevar a cabo. Las normas culturales de una sociedad son un aspecto central en la determinación del grado de libertad que tiene una persona dentro de ella. El rol de la mujer como transmisora de normas culturales es bien reconocido, aunque no adecuadamente valorado, y ratifica el rol productor de capacidades. Dicha producción no es sólo biológica, es cultural; el contenido de lo transmitido no sólo consiste en habilidades: expresa principalmente identidades diferentes y relaciones de opresión respecto del varón. Ello obviamente determina deferencias en la socialización de los niños y las niñas. Que en el contenido de dicha transmisión puedan influir o no las mujeres, e incorporar componentes liberadores u opresores nuevos, es un aspecto aparte. Un punto que es muy importante resaltar es que, en la medida en que el rol de la crianza y del cuidado cotidiano de personas sea excluyente del de obtener por el trabajo las cosas indispensables para vivir, será fuente de debilidad. La fuente de poder ha estado asociada a la capacidad y/o responsabilidad socialmente asignada de producir cosas. Por eso hay que superar el enfoque de productividades y hasta el de equidad para ir hacia una consideración de la naturaleza social del proceso económico y a la influencia de los derechos culturalmente afirmados en las sociedades que no son sólo económicos. El Jalisco


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enfoque de capacidades redefine el desarrollo, y contribuye así a quitarle una buena base de su sustento a la estructura de poder que descansa en la importancia de la provisión de los bienes. En la medida en que las situaciones de dominio dependan de otros factores distintos a los económicos, también los económicos dejarán de ser importantes en las relaciones domésticas. Ello no impedirá que existan otras relaciones de dominio entre las personas y otras divisiones sexuales con características de dominación y sumisión, pero la fuerza social que da el poder sobre las cosas indispensables para sobrevivir, será menos importante. La lucha en el terreno de los derechos sobre las cosas que no dependan del trabajo productivo realizado, es clave para avanzar en este terreno. Teniendo como retos la problemática de la subordinación femenina y los problemas de desarrollo vinculados a la pobreza, se han diseñado diferentes enfoques a nivel mundial para trabajar con mujeres. Los dos enfoques que conviven actualmente son: Mujeres en el Desarrollo (MED) y Género en el Desarrollo (GED). El enfoque MED, cuyo inicio se puede ubicar alrededor de los sesenta, se propuso incorporar a las mujeres al proceso de desarrollo dominante. Tiene como razonamiento implícito que las mujeres son un recurso no utilizado que puede proporcionar una contribución económica al desarrollo, y ha tenido una influencia importante en la popularización de los proyectos de generación de ingresos para éstas. Este enfoque no considera, por un lado, que las mujeres siempre han participado en el proceso de desarrollo y que el problema consiste en que éstas han sido subvaloradas, y por otro lado, evade la crítica y transformación de las relaciones desiguales entre los géneros. Por su parte, el enfoque GED, propuesto por las feministas de los países subdesarrollados, busca una redefinición del concepto de desarrollo, que supone repensar el proceso y las prioridades para el cambio, donde se reconozca el grado de contribución de las mujeres a este proceso, se elimine la división entre el orden público y el privado, indague sobre la mecánica de constitución y cambio de los roles existentes, e impulse procesos de cambio de abajo hacia arriba, a través de organizaciones autogestivas. Se busca combatir las diversas relaciones de desigualdad y lograr así un mundo diferente donde se combine justicia, libertad y derecho a la participación democrática. La organización de las mujeres bajo el enfoque GED no sólo puede generar avances en el aspecto económico y/o social, sino también promueve el empoderamiento de las mujeres, sin embargo, las políticas mundiales dirigidas hacia éstas, han estado generalmente, orientadas por el enfoque MED, y el GED se ha desarrollado poco, principalmente en algunos espacios locales que poco a poco empiezan a articularse.

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