Prestación La mejor manera de generar empatía entre las personas es conocerlas, para así identificar puntos de encuentro que permitan verlas como nuestros semejantes. Por ello, tener una conversación con miembros de la comunidad LGBT es un gran paso para entender la realidad que experimentan en el día a día. 1. Salir del clóset no es cosa de una vez, sino de toda la vida 2. 2. Reconocer a una pareja LGBT no debiera ser la última opción para la sociedad 3. 3. El orgullo gay es cuestión de dignidad 4. 4. El acrónimo LGBT ha crecido a LGBTTTIQ y puede crecer más 5. 5. Existe población LGBT en todo el mundo
6. LGBT son las siglas que identifican a las palabras lesbiana, gay, bisexual y transgénero, que además es un movimiento que se conformó por la lucha de los derechos de igualdad para estas comunidades sexuales minoritarias.
En la década de los años 1950 no existían palabras que denominaran a las personas no heterosexuales así que se empleó el término “tercer sexo”. Más tarde se comenzó a usar la palabra homosexual para referirse a las personas que gustan de otras de su mismo sexo y, años después apareció la palabra gay de origen anglosajón, cuyo uso se popularizó. Esta situación ya representaba un problema, incluso, porque estos nuevos términos en el vocabulario eran empleados de manera despectiva y no integradora ya que se afianzaban las costumbres familiares conservadoras.
El 28 de junio de 1969, en un bar de Nueva York (Estados Unidos) llamado Stonewall, se produjo un acontecimiento que marcó la historia e impulsó los movimientos de la diversidad sexual. En todo el mundo hay personas que enfrentan violencia y desigualdad —y a veces torturas o incluso ejecución— debido a quiénes aman, qué aspecto tienen o quiénes son. La orientación sexual y la identidad de género son aspectos integrales de nuestra individualidad y en ningún caso deberían ser motivo de discriminación ni abusos. Human Rights Watch trabaja en la promoción de los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero, y sus activistas representan a una multiplicidad de identidades y causas. Documentamos y damos a conocer abusos perpetrados por motivos de orientación sexual e identidad de género en todo el mundo, incluidas torturas, asesinatos y ejecuciones, detenciones posibilitadas por leyes injustas, trato desigual, censura, abusos médicos, discriminación en los ámbitos de salud, empleo y vivienda, violencia doméstica, abusos contra menores, y negación de derechos familiares y reconocimiento. Impulsamos leyes y políticas que protejan la dignidad de todas las personas. Y trabajamos por un mundo donde todas las personas puedan gozar plenamente de sus derechos.
Conclusiones La homosexualidad no es una relación nueva entre los seres humanos, así que no es producto de nuestra contemporaneidad tan señalada por su decadencia y pérdida de valores; tampoco es una enfermedad ni una epidemia como bien lo ha señalado desde hace mucho la comunidad de siquiatría de diversos países; de igual modo no es una conducta aberrante, marginal ni extraña, también la historia tiene aquí evidencias a millón de este tipo de relaciones, incluso como se sabe en muchas culturas la homosexualidad ha sido promovida; finalmente la homosexualidad no es un comportamiento anormal, hace parte de la diversidad del género humano, es simplemente un modo más en que las personas deciden vivir el afecto y la sexualidad.