οἰκονομία
Economía
del Reino de Dios
Facsímil electrónico, con addendas y adecuada a la segunda década del siglo veintiuno por Soporte papel. Se edita esta obra auxiliar en estudio del libros: Contra Corriente Ensayos Sobre La Eclesiología Radical, Juan Driver, 1998 Ediciones SEMILLA Capítulo: Las Relaciones Económicas en el Pueblo de Dios. págs. 140 a 155. El Sermon del Monte, Contracultura cristiana, John R. W. Stott, Ediciones Certeza. Capítulo: La ambición del cristiano: no la seguridad material sino el reino de Dios Mt. 6.19-34 págs.177 a 202. El orden de Dios y el desorden del hombre: la Epístola a los Efesios y este tiempo presente. John A. Mackay, Casa Unida de Publicaciones, S. A. Fragmento: IX La Acción cristiana en las Fronteras de la contienda. La acción en la Frontera de los Negocios. págs. 213 a 216. La presente entrega será solo electrónico auxiliar con fines didácticos del libro antes citado pidiendo a los alumnos adquiera una copia original en soporte papel y su finalidad es hacer adecuaciones con el propósito actualizarlo a los planes de estudio CeDeM del nuevo siglos. Cuando no sea tomada información algún otro libro, se informara cual es la fuente de donde será tomado. Esta edición no tiene ningún fin comercial. Será Gratuita.
Índice LECCIÓN 1
LECCIÓN 2
LECCIÓN 3 LECCIÓN 4 LECCIÓN 5
LECCIÓN 6
LECCIÓN 7
LECCIÓN 8
Prefacio
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Indicaciones
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Bibliografía
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RESTAURANDO EL EQUILIBRIO Lectura anexa 1:
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Prefacio La economía y el Reino de Dios. La “domus”, era la casa grande y lujosa que pertenecía a las élites romanas. Estaba bajo la “regulación” del “pater familias”. Es un excelente ejemplo de economía. Donde la armonía y el bienestar podían desarrollarse. La “domus” es de origen latino, un antecedente del concepto lo tenemos en la cultura griega y era el “oikos:οἶκος”, que más que un inmueble era la unidad generacional; tres por lo menos, donde se hacia una “regulación” de la casa con la finalidad de un bien común que redundaba en el bien de todos. Es pues la “oikonomia: οἰκονομία” la regulación adecuada de la casa. Encontramos así que el ser humano es un ser económico. Y lo es porque en sus orígenes fue así. (1) Un hombre semejante a su creador; sapiens y faber. Capaz de transformar su entorno para si y para los demás. Un ser de relación. Perfectamente capaz de hacerse responsable de su habitad; así nos dice la narración del Edén. “Tomó, pues, Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”. (2) Su función aquí era de “regulación” de los bines con el objetivo de preservarlo. Pero muy poco nos dura este bienestar, por lo menos en la división del pasaje en versículos, antes que el “adam” pervierta la economía del Reino. En este momento se utiliza la palabra perversión, no en el sentido semántico de la maldad, sino en el etimológico de “otra versión”. En este punto del inicio de la humanidad el “adam”; varón y mujer, toman el otro camino, y desafían al Reino. Será necesario que pase un tiempo largo para que la restauración prometida en el “protoevangelio” (3) llegué. Por lo pronto esta mala decisión les lleva a una versión distinta de la economía, donde al verse desnudos tienen que fabricar su vestido, como una necesidad creada que antes no tenían. (4) El camino y panorama que tenemos de ahí en adelante, es uno marcado por la insatisfacción y el afán. Está maravillosamente ejemplificado en un proverbio hebreo: “No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria.” Esa poesía es parte de todo un discurso que tomará todo un salmo de veinte versos, (5) y encontramos la tensión entre la economía del Reino, cuyos propósitos son eternos y la economía pervertida del hombre que solo es temporal.
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Pero al fin la restauración prometida viene y el Mesías llega para restaurar el orden que se había pervertido y esta restauración es en un amplia gama del la forma de ser y hacer del ser humano. Tiene que ver con su regeneración interna. Y naturalmente la economía del Reino tiene que ser retomada. Siendo el cumplimiento del propósito del Creador; Jesús lo dice así: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.” (6) De qué está hablando, si no es de sanidad de todo lo que el alejamiento del hombre a causado y, volver al origen. En fin las palabras citadas del profeta son por mucho un principio axiomático. “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.” (7) Este nuevo comienzo del Reino de Dios, no es en la forma material y local que los piadosos de los tiempos de Jesús esperaban, sino en su forma natural que es espiritual y universal. Irrumpe en la historia de la humanidad en medio de un sistema económico y político pervertido y es capaz de desarrollarse y subsistir en él, hasta el final del esclavismo, Parafraseando al historiador Jean Pierre Bastian,(8) podemos decir que El Reino irrumpió en una sociedad económica de tipo esclavista, sobrevivió al feudalismo, y también al capitalismo y socialismo; y la razón es que sus principios tienen que ver con permanencia y no con temporalidad y están más allá del afán y la insatisfacción. Es así como el Reino se convierte en contracorriente, es contracultura y desafía a la perversión creada por el hombre. Pero dónde es que encontramos los principios de este Reino y como podemos vivir en él, incrustados en el “kósmo(u):κόσμου” mundo; pero, inoculados de la perversión. (9) Por eso ponemos sobre la mesa, la discusión sobre los textos del sermón del monte y el pensamiento paulino en cuanto a la economía del Reino. Claro está que tenemos una serie de autores del siglo XX, que han dejado una impronta en el pensamiento latinoamericano sobre el tema del sermón del monte y la relación económica de los discípulos de Cristo. (10) Los pasajes neotestamentarios del tema se explican solos, y su revisión desde una lectura hermenéutica de cada comunidad serán de mucha utilidad para el tema. Lectura de Mateo seis. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” (11)
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“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” (12) Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe quetenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” (13) Al inicio del Siglo XXI el hombre sigue en lucha espiritual, con la codicia, la insatisfacción y el afán. Que son parte de nuestra cultura de hombres civilizados; pero que nos dejan tan alejados de nuestro origen y destino final. En humanismo deshumanizado.
Notas:
(1) Gn. 1.26. (2) Gn. 2.15. (3) Gn. 3.15; “protoevangelio” significa “el primer evangelio o primeras buenas noticias de la restauración del Reino”. (4) Gn. 2.25; 3.7. (5) Sal. 49. (6) Lc. 4.21. (7) Is. 61. 1 al 3. (8) Protestantismos y modernidad latinoamericana: historia de unas minorías religiosas activas en América Latina, Jean Pierre Bastian. Fondo de Cultura Económica, 1994.
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(9) Jn. 17.15. (10) Una muestra significativa de autores: Juan Driver, Contra Corriente Ensayos Sobre La Eclesiología Radical, Tercera Edición (corregida y aumentada) 1998 Ediciones SEMILLA Capítulo: Las Relaciones Económicas en el Pueblo de Dios. págs. 140 a 155. John R. W. Stott, Titulo del original inglés: Christian Counter-cuIture. El Sermon del Monte,Contracultura cristiana. Ediciones Certeza. Segunda edición castellana 1998. Traducción del original: Carmen Pérez de Camargo. Revisión para esta edición: Ruth Padilla Eldrenkamp. Capítulo: La ambición del cristiano: no la seguridad material sino el reino de Dios Mt. 6.19-34 págs.177 a 202. John Alexander Mackay, El orden de Dios y el desorden del hombre : la Epístola a los Efesios y este tiempo presente. Translation of Godʼs order. Casa Unida de Publicaciones, S. A. Fragmento: IX La Acción cristiana en las Fronteras de la contienda. La acción en la Frontera de los Negocios. págs. 213 a 216. (11) Mt. 6.19 al 21. (12) Mt. 6.24. Aquí se usa la palabra “Mamon:μαμων” de origen arameo que no aparece en el Antiguo Testamento, pero que sería mejor traducir como: Riqueza obtenida con deshonestidad o codicia. (13) Mt. 6.25 al 34.
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Indicaciones Educación Cristiana. El presente material es parte de un proyecto de Educación Cristiana, que tiene como objetivo proponer un conjunto de asignaturas, que se agruparan en tres niveles: básico, intermedio y avanzado. Una de sus principales cualidades es que tanto las asignaturas como los niveles son totalmente interdependientes, de tal forma que pueden ser usados desde lo individual o bien como un todo. En ambos casos el objetivo será obtener un pensamiento teológico. Si bien, cualquiera de los niveles o módulos puede ser usado para la “escuela dominical” no debe hacerse sin los objetivos bien claros. No se trata simplemente de llenar un espacio en la formación educativa de la iglesia. Sino organizar el departamento de Educación dentro de los parámetros necesarios para la educación de los adultos. Ya que se trata de re-valorar la Educación Cristiana como columna vertebral de un cuerpo en crecimiento sano y robusto. Cada módulo será estructurado de la misma manera y bajo la misma matriz, donde la metodología principal es que el diálogo que propone de pie a una conversación donde se aplique la hermenéutica de los alumnos al tema a tratar. Naturalmente el soporte será la base bíblica y la doctrina denominacional. El mentor o maestro tratará de consensuar las diferentes opiniones para plasmar sobare el manual, anotar la conclusión que llegue el grupo. NO debe perder de vista cual es el objetivo de la enseñanza en particular, para así hacer más concreta la respuesta. La clase terminara con una tarea asignada. Que incluye la memorización ya sea de alguna porción o bien la memorización de un pasaje con las citas relacionadas con el tema. Y un anexo de lectura, que el alumno tendrá que realizar y entregar como reporte final en la última clase dando su punto de vista expuesto por el autor del la lectura. Será de suma importancia calendarizar las clases, apartando un total de 10 clases para cada módulo, tomando en cuenta las actividades particulares de cada comunidad, por si fuera necesario dejar algún día libre. Por último y muy importante el aluno conservara el manual como parte de su acerbo educativo, y tendrá cuidado de que su página de logros al final del manual esté completa y firmada por su mentor, ya que cada asignatura dependiendo del nivel tendrá un valor en créditos para completar un reconocimiento.
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Bibliografía
Driver, Juan. Contra Corriente Ensayos Sobre La Eclesiología Radical, Tercera Edición (corregida y aumentada) 1998 Ediciones SEMILLA Mackay, John Alexander. El orden de Dios y el desorden del hombre : la Epístola a los Efesios y este tiempo presente. Translation of Godʼs order. Casa Unida de Publicaciones, S. A. Stott, John R. W. El Sermon del Monte, Contracultura Cristiana. Ediciones Certeza. Segunda edición castellana 1998.
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LECCIÓN 1 RESTAURANDO EL EQUILIBRIO
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1.0.0. Objetivo de esta unidad: Dados varios pasajes bĂblicos y una cita de autores modernos, al concluir esta unidad usted serĂĄ capaz de seĂąalar por medio de un bosquejo escrito los puntos principales acerca del tema, restaurando el equilibrio.
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2.0.0. La visión económica de los cristianos modernos: 2.1.0. Introducción: 2.1.1. Cuando leemos de la forma en que eran reparatidos lo bienes en la iglesia de Jerusalén, pensamos que solo fue un momento especial en la iglesia. Y lo justificamos al ver la forma de la economia en las primeras misiones cristiana. Leamos lo que nos dice Juan Driver en cuanto a esto: “Tradicionalmente, la interpretación bíblica protestante, postula una diferencia entre la comunidad de bienes, que caracterizó a la Iglesia Primitiva en Jerusalén, y las formas menos estructuradas de comunión, practicadas en las congregaciones que surgieron como resultado de la misión apostólica en las ciudades del Imperio Romano. En contraste, los movimientos de renovación radical han interpretado los textos bíblicos generalmente en forma complementaria, tomando las prácticas y las enseñanzas de Jesús como el punto de partida para su interpretación.” En sus propias palabras escriba la contestación a la siguiente pregunta según Hechos 4.32-35 en con contraste con partida para la lectura de 1 Corintios 16.1-4: (1) ¿Cuál es la diferencia entre las dos comunides?
2.1.2. De cualquier manera las diferencias eran de forma de hacerlo y no de sustancia asi lo dice Driver: “Las diferencias de visión y prácticas económicas entre la iglesia primitiva en Jerusalén y la comunidad, que resultó de la misión paulina en Corinto, por ejemplo, seguramente eran más formales que sustanciales. Una lectura cuidadosa del texto bíblico revela el mismo espíritu motivador, la misma liberación del materialismo idolátrico, la misma preocupación por la igualdad entre los miembros de la familia de la fe, y los mismos resultados de ayuda mutua que surgen de una comunión auténtica.” (2) ¿Cómo se puede manter la sustancia en la forma de la iglesia actual?
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2.2.0. El Propósito de Dios: 2.2.1. Compartir los bienes con generosidad es una gracia de Dios otorgada a su pueblo. Y más que una obra humana, es un verdadero regalo liberador de Dios. (3) Según 2 Co. 8:1-7, ¿dar donativos te libera de tu responsabilidad de darle a Dios lo que le corresponde?
(4) Explique este propósito en sus propias palabras el pasaje:
2.2.2 Driver nos dice: “Todo debe ser conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas (2 Co. 8.3). El contexto de estas actitudes y acciones económicas es que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros” (2 Co. 8:5). De modo que los parámetros teóricos de este compartir son la generosidad de Dios mismo y todo el ser y haber del dador.”. (5) ¿Cuál será el límite para dar?
3.0.0. La visión económica en la iglesia primitiva 3.1.0. Igualdad económica en la familia de Dios: (6) ¿Que relación encuentra entre estos dos pasajes biblícos, 2 Co. 8.13,14 con Ex. 16.18?
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3.2.0. El don inefable: (7) ¿Cuál es el modelo para la generosidad según, 2 Co. 9.15?
4.0.0. Pablo y su enseñanza en cuanto a la economía: 4.1.0. En el consejo de Pablo a Timote; 1 Timoteo 3.4 habla de gobernar bien su casa. La palabra giega casa es “oikos:οἶκος” de donde viene economía. (8) ¿Cómo define la palabra honestidad y qué relación encuentra con la economía?
4.2.0. En 1 Timoteo 3.8 aquí la advertencia es contra la codicia. (9) ¿Cómo define la palabra codicia y qué relación encuentra con la economía?
5.0.0. Reflexión final: 5.1.0. Lea el siguiente texto y conteste las pregunta al finalizar: Si alguno enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido y nada entiende, sino que tiene un interés morboso en discusiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, y constantes rencillas entre hombres de mente depravada, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad es un medio de ganancia. Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. Porque nada hemos traído al mundo, así que nada podemos
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sacar de él. Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. (10) ¿Cuál es el mensaje central de este texto?
(11) ¿En lo personal, te habla de hacer algún cambio en tu forma actual de pensar de tu manejo de la economía?
5.2.0. Como conclusión a la clase responda: (12) ¿Cuál es mejor remedio para la ambición?
Para Memorizar: La cita donde Pablo habla de las ofrenda: 2 Corintios Cap. 8 y 9 Memorice: Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad. 2 Corintios Cap. 8.12-14
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Lectura anexa 1:
LAS RELACIONES ECONÓMICAS EN EL PUEBLO DE DIOS Juan Driver, Contra Corriente Ensayos Sobre La Eclesiología Radical,
Fragmento: La visión económica de muchos cristianos modernos se determina por las prácticas tradicionales de la iglesia. Para los católicos esto ha significado que su participación económica se traduce en obras de caridad, y en compartir lo que les sobra. Para los evangélicos, generalmente ha significado ofrendas más o menos regulares para sostener el programa de la congregación, basadas en un pequeño porcentaje de sus ingresos. Los textos neotestamentarios sobre las limosnas y las colectas se leen desde una perspectiva tradicional, y contribuye a la continuación de las prácticas económicas que han llegado a caracterizar a Occidente. Tradicionalmente, la interpretación bíblica protestante, postula una diferencia entre la comunidad de bienes, que caracterizó a la Iglesia Primitiva en Jerusalén, y las formas menos estructuradas de comunión, practicadas en las congregaciones que surgieron como resultado de la misión apostólica en las ciudades del Imperio Romano. En contraste, los movimientos de renovación radical han interpretado los textos bíblicos generalmente en forma complementaria, tomando las prácticas y las enseñanzas de Jesús como el punto de partida para su interpretación. Por ejemplo, el movimiento anabautista del siglo XVI adoptó dos formas clásicas: las comunidades de bienes sistemáticamente estructuradas de los huteritas, y las comunidades suizo-alemanas, cuya radicalidad económica fue más informal pero no menos real. Pero en estos dos grupos se nota el mismo espíritu motivador, los mismos resultados comunitarios concretos de ayuda mutua, y la misma actitud desprendida en relación a los bienes materiales. De hecho, ambos grupos fueron percibidos como amenazas sociales por las autoridades de su época y, entre otras cosas, fueron perseguidos como “comunistas”. La situación probablemente era similar entre las comunidades cristianas del primer siglo. Las diferencias de visión y prácticas económicas entre la iglesia primitiva en Jerusalén y la comunidad, que resultó de la misión paulina en Corinto, por ejemplo, seguramente eran más formales que sustanciales. Una lectura cuidadosa del texto bíblico revela el mismo espíritu motivador, la misma liberación del materialismo idolátrico, la misma preocupación por la igualdad entre los miembros de la familia de la fe, y los mismos resultados de ayuda mutua que surgen de una comunión auténtica. Cuando las prácticas y las palabras de Jesús, y la experiencia de la comunidad primitiva pales-
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tina, se toman como punto de partida para la lectura de 2 Corintios 8 y 9 y 1 Corintios 16:1-4, en vez de las costumbres tradicionales de la iglesia en términos de ofrenda y obras de caridad, se notan, entre otros, los siguientes elementos. En primer lugar, el compartir los bienes con generosidad es una gracia de Dios otorgada a Su pueblo. Y más que una obra humana, es un verdadero regalo liberador de Dios, que debe practicarse en el contexto de Su reinado providente (2 Co. 8:1,4,6,7). Segundo, la participación ha de ser personal y voluntaria (1 Co. 16:1,2; 2 Co. 8:4). La motivación ha de ser libre de coacción, pues la generosidad (como el amor) no puede ser impuesta (2Co. 8:8). Un tercer elemento es que el compartir ha de ser proporcional, es decir, en proporción a la generosidad de Dios y no meramente un porcentaje fijo de lo que hemos ganado, y también debe ser “conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas” (2 Co. 8:3). El contexto de estas actitudes y acciones económicas es que “a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros” (2 Co. 8:5). De modo que los parámetros teóricos de este compartir son la generosidad de Dios mismo y todo el ser y haber del dador. Cuarto, debe haber igualdad económica en la familia de Dios (2 Co. 8:13,14). Como ejemplo de lo que significa esta igualdad, Pablo cita el episodio del maná en el desierto (Ex. 16:18), donde a los que recogieron más no les sobró y a los que tuvieron menos no les faltó. Esto refleja la intención de Dios en cuanto a las relaciones económicas entre los suyos. Y el que esta “igualdad” sea voluntaria y haya flexibilidad en las formas de lograrla, no la hace menos igualitaria. Quinto, esta comunión generosa tiene su fundamento en el evangelio mismo, y en Dios, que nos ha dado su don inefable (2 Co. 9:15). Así que la forma en que Jesús puso su vida por nosotros es el modelo para que nosotros compartamos nuestros bienes económicos. Esta es una visión socio-económica que se les ha escapado en la cristiandad tanto a católicos como a protestantes. Pero no se ha perdido del todo, gracias a la presencia en la iglesia del Espíritu de Dios y del Nuevo Testamento, y a los movimientos de renovación radical que han surgido entre los dos grupos a lo largo de los siglos.
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