GENTE DE STATUS
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JUSTO SOLSONA
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arquitecto Justo Solsona acaba de sobresaltar al Gotha cultural vemáculo publicando un libro de cuentos, Letrógrafo con .el sello editorial de SUMMA. A las diversas famas acumuladas hasta ahora (arqultecto fundamental de Buenos Aires, espiritu particularmente lúcido, miembro sobresaliente de una generación que está cambiando los mores nacionales) agrega ahora esta obra, inesperada, de escritor. Dice Justo Solsona: "Estas literaturas me ponen un POCO.nervioso". Le salen, al parecer, demasiado espontáneamente como para no inquietar a una persona (¡.Je nunca tuvo nada que ver con el oficio de las bellas letras, escribe a máquina con 2 dedos (4, contando el pulgar del espaciador y al indice izquierdo para la palanca del carro) y es, además, un arquitecto reconocidamente famoso y terriblemente activo. A propósito de esto último hay una frase del famoso Rafael Cademanori: Si los
dejan, entre Cacciatore y Solsona, aquél demoliendo y éste erigiendo, van a reemplazar Buenos Aires por otra ciudad nada que ver. La literatura lo atrajo por la inmediatez del hecho creativo. Entre la idea y la obra terminada no interfiere nadie ni se produce otra demora que la atribuible a la pereza o inhabilidad del escritor. Con la arquitectura pasa todo al revés: entre el primer boceto a mano alzada que habrá hecho Solsona Vel contundente edificio· de la Unión Industrial, finalmente instalado en Gatalinas Norte, transcurre demasiado tiempo, terceras personas, deliberaciones e industrias ajenas. Esa mediatización entre la idea y la obra, disipa un Poco (o bastante) la trémula sensación de sosegada plenitud que continúa al orgasmo o al hecho estético
creanvo. Justo Solsona siempre fue varios, y en el ambiente de los arquitectos es conocido como Los So/sona. Dificil verlo apenas como un arquitecto de éxito sino
más bien como una pluralidad existencial medio inabarcable. Una manifestación de ese polimorfismo son los cuentos de LETROGRAFO uno de los cuales publicamos en este numero (pag. 27). La maestrfa con que está llevado el relato hace ~ crefble que esté escrito por un amateur, y además novato. Hay un solo detalle revelador: demasiada materia auto biográfica entreve rada en los argumentos. Un escritor siempre utiliza su primer libro para psicoanalizarse: el resultado es mucho más eficaz, no hay que pagar nada y puede hasta llegarse a cobrar algo en concepto de derechos de autor, "En mi vida tuve un solo analista" dijo Hemingway. "Se llamaba Underwood y era una máquina". Si yo fuera curacomplejos tratarfa de agenciármelo a Solsonacomo paciente. Le diría: acuéstese ahi en ese diván capitoné y nárreme cuentos como esos que le publicó Status. Hasta un psicoanalista tiene derecho a una minima cuota de gratificaciones,