BUSTILLO, ALEJANDRO

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ALEJANDRO

BUSTILLO

¿Po.' qué creamos este lib.'o?

1.

1914 Introducción.

II.

Orígenes de la familia BustiJJo, etc. (texto de Martha)

Ill,

Los dos "AJejandros Magnos" de la historia de nuestra arquitectura.

IV.

El a. b. c. d.

paisaje urbano de Buenos Aires. (Buenos Aires ciudad "chata") El edificio de la razón social Otto Wolf; El Plaza Hotel; La Galería Güemes; La oficina de Reajustes de los Ferrocarriles.

V

La gloria de Don Ernesto.

VI

Turbulencia intelectual.

VII

Turbulencia política e ideológica.

VIII

La Restauración Nacionalista. (Ricardo Rojas).

IX

El veinte.

X.

Los cambios del '30. Revolución, depresión, recuperación.

XI

Las grandes obras públicas.

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Enigmas.


¿Por qué creamos este libro? Alejandro Bustillo fue uno de los grandes arquitectos de la Argentina. A él le debemos algunas de las obras que aún hoy se consideran ejemplares: el Banco de la Nación en la Plaza de Mayo, el Hotel "Llao Llao" en las afueras de Bariloche, el casco de la estancia "La Azucena" en la sierra de Tandil y muchas más. Hasta los años' 40 fue el arquitecto más prestigioso de la Argentina. Fue el arquitecto preferido de la elite social de nuestro país y del Gobierno de la Nación y el de la provincia de Buenos Aires. Fue uno de los argentinos notables, más intensamente preocupado por la identidad de nuestra nación y por su imagen. Excelente artista plástico. Sus escritos son valientes alegatos a favor del desarrollo de una arquitectura auténticamente argentina, basada en los cánones de la antigüedad clásica. Los objetivos de este libro, dedicado a Alejandro Bustillo son dos; el primero es publicar su impresionante archivo de planos, proyectos, croquis y dibujos varios, que cuidadosamente guardados por la arquitecta Martha Levisman, no merecen quedar inéditos. En segundo lugar, dar una idea, en la medida de lo posible, de su marco familiar, de los pasos de su formación educativa, académica y profesional; de sus primeras experiencias de vida adolescente y de los comienzos de su actividad de arquitecto. En algunas ocasiones, en esta segunda parte, hay mucho trasfondo hipotético, descripciones del medio, especialmente el urbano: Buenos Aires, París, Mar del Plata, teniendo en cuenta que su visión de estos paisajes y de ciertos de sus mas calificados objetos arquitectónicos, mas que probablemente hayan tenido una cierta influencia positiva o negativa en su desenvolvimiento como creador y teórico de la arquitectura. Con respecto al marco intelectual y político de sus primeros años en la Facultad de Arquitectura y mas adelante como proyectista, hemos querido dar una versión realista de aquellos tiempos, de los cuales existió una versión oficial, "idílica" que hoy, lógicamente, carece de apologistas. Esto lo hemos hecho en homenaje a la verdad histórica y por aquello de que siguiendo el aforismo de Ortega, "el hombre es lo que es mas su circunstancia ", que es la llave que nos sirve para entender como Alejandro Bustillo logró ubicarse en distintas circunstancias y como que en alguna época llegó a trabajar para gobiernos cuyo origen no era políticamente legítimo, pero cuyas iniciativas culturales: el turismo interior y la promoción de las Reservas Nacionales dieron lugar a que Bustillo realizara algunas de sus obras mas notables.

Martha Levisman Arquitecta

Federico F. Ortiz Perry Arquitecto Buenos Aires, 2004.


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EL TEXTO RELATNO A LOS ORIGENES DE LOS BUSTILLO y SU ASENTAMIENTO

EN EL RIO DE LA PLATA V A A CONTINUACION, ES DE MARTHA LEVISMAN


ID LOS DOS "ALEJANDROS MAGNO S" DE LA mSTORIA NUESTRA ARQUITECTURA

DE

La coincidencia de los nombres es, obviamente, una excusa buena para establecer una secuencia comparativa entre dos personajes homónimos que durante más de setenta años fueron grandes protagonistas de nuestra arquitectura (1895-1977). En rigor, en el más absoluto rigor, por 10menos oficialmente, la actividad profesional de Alejandro Bustillo cesó en 1961, cuando realizó los locales detrás del Cabildo para la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos y cerró el patio que estaba también al fondo de nuestro "primer monumento" en el cual desde hacía más de veinte años habían funcionado unos puestos de "librerías de viejo ", que fueron trasladados a la Plaza Lavalle, cerca de los Tribunales. Esta obra, solicitada personalmente por el Intendente Municipal Señor Hernán Giralt, fue realizada por Bustillo en "Colonial". El hecho de haber usado un estilo histórico, suscitó la más violenta controversia. Esta obra fue atacada violentamente por los adictos del Movimiento Moderno que nunca lo entendieron y le profesaban un detectamiento sin par. X El pórtico que da a la Avenida de Mayo tiene reminiscencias de la magnífica fachada de la estancia Jesuítica de Santa Catalina (en el departamento de Totoral, provincia de Córdoba). La fecha de 1895 se refiere al concurso del Congreso Nacional que fue el primer proyecto que Christophersen se animó a realizar utilizando como estilo lo que en Francia se conoce como el clasicismo: le clasicisme. Perdió ante Vittorio Meano (1860-1904), que creó el gran edificio que hoy todos conocemos (2), una gran noble en el estilo clásico monumental X italiano, cuyo modelo es el gran monumento a Víctor Manuel II (1885-1911) en Roma diseñado por Giuseppe Sacconi A ambos A1ejandros los unió un afecto inviolable por lo clásico. El clásico de la arquitectura de la Grecia entrañable, la del sol deslumbrante, del mar resplandeciente, del mármol ilustre. Pero esta profunda adhesión a lo clásico tiene distinto signo en cada uno de estos hombres. Hubo entre ellos ponderab1es diferencias. Christophersen fue un apologista entusiasta del clasicismo francés (del clacisisme); con Pablo Hary. Este último fue durante muchos años Profesor Titular de Teoría de la Arquitectura de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires. Entre ambos formaron una formidable dup1a de alabanza a la arquitectura de la Ecole des Beax Arts, cuya sede era París. Pablo Hary y su socio Eduardo María Lanas son los autores de la Aduana de Buenos Aires.

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Esta defensa y justificación de la gran arquitectura francesa de los Borbones, del neoclasicismo francés, del Estilo Imperio y del Eclecticismo Historicista del siglo XIX y de1fin de siecle, contó con un órgano de difusión de gran autoridad: "La Revista de Arquitectura" de la Sociedad Central de Arquitectos, que durante algunos períodos


Christophersen administró como si fuera "el boletín de su causa": la causa de Louis Levau, de Francois Mansart, de Jules Hardouin Mansart, de Ange Jacques Gabriel, de Claude Perrault, de Pierre Lescot, de Jean Du Cerceau, de Jacques Lemercier, de Jean Bullant, de Robert de Cotte, de Pierre Francois Fontaine (1762-1853) y de Charles Percier (17641834), los creadores del Estilo del Imperio y de Héctor Lefuel (1810-1880) y Luis Visconti (1791-1853), entre los preferidos de Napoleón ID y del magnífico Charles Garnier (182598), ~ c:ÁA.., ~ ~~~cÁsl. Po.A1'S, -" Alejandro Bustillo es en cambio un "regenerador" de formas; admirador de lo clásico y respetuoso del clasicismo (cuando proyectó el Casino y el Hotel Provincial de Mar del Plata aseguró "que pensó mucho en la Place Vendáme de París '') como lo fue con la misma intensidad y devoción su colega algo mayor (Christophersen nació en 1866 y Bustillo en 1889). Pero no es la edad lo que los diferencia, sino el fin; el objetivo final del uso de las formas del vocabulario clásico/clasicista. Para el Alejandro mayor eran sencillamente la mejor arquitectura, recalcamos naturalmente: en su versión francesa, la culminación de la belleza, que no es más que eso: lo supremo, la perfección, lo sublime, a lo que no hay que agregarle nada y por supuesto, no hay que restarle nada. Para el Alejandro menor muy probablemente el asunto era parecido en cierto nivel conceptual, pero en los hechos, en su arquitectura, se insertaba la reconstitución, que implicaba una renovación, que ingresaría en el patrimonio de una "nueva nación imaginada", (la Argentina) una arquitectura, que fundada en lo clásico, llevaría en sí una palingenesia (3) que la afincaría en la Argentina, luego de cierto moderado trasvasamiento hispánico y que se regenera en los aseos y pulcritudes que se manifestaría en el expurgo decorativo sugerido por una modernidad inevitable, quizás no del todo deseada, pero seductora al fm. Antes de continuar, cabe destacar algo que los desiguala desde el comienzo a "los dos Alejandros magnos " de nuestra arquitectura y que es nada menos que su formación facultativa terciaria y secundaria respectivamente. Christophersen es intelectualmente un producto académico cabal; su paso por 1'Ecole des Beaux Arts de la capital francesa, aunque corto, lo impactó profundamente. Formar parte del atelier del muy prestigioso JeanLouis Pascal fue para el joven Alejandro Christophersen una experiencia inolvidable, a tal punto que su gran proyecto de "tres casas en una" para Mercedes Castellanos de Anchorena, hoy sede de la Cancillería, en el remanso de Plaza San Martín de Buenos Aires, lleva la impronta innegable del proyecto con que su patrón Jean Louis Pascal ganó el Grand Prix de Rome en 1866 (4). Ambos Alejandros son actores del siglo XX. El mayor falleció en febrero de 1946; el más joven el 3 de noviembre de 1982. El testimonio de ambos es muy distinto. Alejandro Christophersen, se nos ocurre lógico, pasó sus últimos días en medio del desasosiego resultante de que los ideales, las doctrinas y más aún las formas, que tanto defendió, por las que tanta lucha había encarado, los ideales de su patrón, habían fenecido, habían caducado.


Sus dos últimos edificios: el de la compañía alemana "Transradio Internacional" en Corrientes y San Martín (esquina sud este, Buenos Aires), aún respetando el orden "basamento, fuste y cornisa" y el de la firma Dupont de la calle Balcarce 548 de esta misma ciudad, son dos discretísimos ensayos de no traicionar -módicamente- aquellos arquetipos por los que luchó tanto, durante mas de cincuenta años y que ya nadie se encargaría de resucitar. En cambio, es obvio que Bustillo llegó a sus últimos días con el alma en paz, sabiendo que quizás y esto es lo cierto: que las formas casi netas, límpidas y despejadas, a que había llegado, tendrían pocos años después de su tránsito, una sorprendente y renovada vigencia. También podía llevar a su sepultura con sosiego la convicción de que su intención fue siempre patriótica. En el sentido más profundo e íntegro, quiso que su legado fuese una arquitectura argentina. No lo logró y hasta hoy, nadie lo ha logrado, quizás porque la heterogeneidad argentina no lo ha permitido; no le ha dado el espacio intelectual y físico para que germinase un proyecto, cumplido y honrado, de arquitectura propia, nuestra. Alabar el patriotismo de Alejandro Bustillo, no debe insinuar un menoscabo del profundo cariño que Alejandro Christophersen tuvo por la Argentina, un cariño enérgico y varonil, (se casó con una argentina). Además de sus edificios que son muchos, nos legó una primera Facultad de Arquitectura, cuyo modelo, naturalmente, sería, hasta donde fue posible, L 'Ecole des Beaux Arts de París, porque, en el fondo, el centro de su ser espiritual, residió inequívocamente en "La Ciudad Luz ". Bustillo, en cambio, tiene un comienzo académico poco ortodoxo para un futuro arquitecto: cursa los seis años de su secundario en la excelente Escuela Industrial de la Nación, número 1, "Otto Krausse", cuya lógica continuación, obviamente, fue la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (pero no en la carrera de ingeniería), cuya institución de la Universidad de Buenos Aires gozaba, en aquellos años, de un prestigio sin par en Latinoamérica. Pero el joven Bustillo optó por ingresar en la Escuela de Arquitectura que, por aquel entonces, era una dependencia de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (hasta que Julio Otaola, arquitecto, fue nombrado por el primer gobierno peronista Rector de la Universidad y logró la ley que le dio la independencia a la Escuela de Arquitectura que a partir de 1946 paso a llamarse Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU». Bustillo recibió su título de arquitecto en 1914 a los 25 años, en aquella casa de la calle Perú, antigua Procuraduría de Indias de los Jesuitas y cuya Aula Magna había sido la Legislatura de Buenos Aires. No es necesario recalcar que el aire que se respiraba en aquella vetusta casa, era y fue, por muchos años el aire de la ingeniería (5). Hemos comentado lo raro que resulta que una persona cuya vocación de ser arquitecto, presumimos, se manifestó ya de joven, haya elegido una Escuela Industrial para iniciar sus estudios secundarios. ¿O quizás nos equivocamos y su primera vocación fue la de ser ingeniero? Hoy, ya no nos puede responder a esta pregunta.


El ambiente del Otto Krausse, más aún en los primeros años del siglo XX, nos sugiere una mística cientificista y positivista dentro del cuadro de nuestra educación secundaria. La creación del Otto Krausse puso en marcha una interesante idea de que unas ciertas casas de estudio prepararían a quienes serían en el futuro los líderes de la industria que no llegó a ser, en ningún momento la figura protagonista de un país, que, si alguna vez fue rico lo fue por la producción agro pecuaria; aunque algún producto industrial argentino haya adquirido un merecido prestigio. Volviendo por un instante a Alejandro Bustillo, sea como fuere, es bastante obvio que su paso por la Escuela Industrial N° 1, le dejó un respeto rande res etable or la eficiencia científica. Su elección del brillante ingeniero holandés .H. Dates como colaborador de muchas de sus obras, es buena prueba de ello. No debemos olvidar que Bustillo asumió un respetable riesgo ingenieril al proyectar y concretar la gran cúpula central interna de la matriz del Banco de la Nación en la Plaza de Mayo .. También la remodelación de todo el área de la Playa Bristol y sus anexos en Mar del Plata, requirió de precisos estudios hidráulicos. Para fmalizar esta modesta comparación de los dos grandes Alejandros de nuestra arquitectura, volvamos a lo esencial de Bustillo. El factor fundamental, que se ubica en el centro de la producción artística arquitectónica de Alejandro Bustillo es el reduccionismo material, que tiene poco o nada que ver con el minimalismo o con el abstraccionismo. Siempre estuvo más allá del debate ideológico pasajero. Es famosa su respuesta a la pregunta: ¿cómo se hace para ser original?: "Para ser original hay que volver a Grecia que es el origen. (Hemos creído conveniente colocar al final de este ensayo una nota biográfica sobre Alejandro Christophersen, debido a la enorme influencia que tuvo en el desarrollo de la cultura arquitectónica urbana de la Argentina: ver página XX).


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1914 En 1914 un joven de buena posición social recibía su diploma de arquitecto en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Matemáticas de la Universidad- de Buenos Aires, se llamaba Alejandro Bustillo. En ese año tan dramático para Occidente, como más adelante explicaremos, la Argentina iba acomodando sus asuntos políticos internos, poniendo en práctica un sistema electoral, aprobado en 1912 utópicamente "bipartidista" muy parecido, del que regía en los países anglosajones,-o quizás mejor dicho, anglo parlantes, especialmente aquellos en que las fuerzas políticas se polarizaban, identificadas primero como conservadoras o liberales, luego laboristas (socialistas); como por ejemplo, en Gran Bretaña y algunos países que en aquel entonces eran sus dominios más allegados: Australia y Nueva Zelanda .. Un modelo que entre nosotros teóricamente consagraría la.bipolaridad política de "conservadores" y radicales. Lo interesante de este oficio de identificar y describir el escenario en que le tocará actuar a una fuerte personalidad como la que nos ocupa es que s.edesenvuelve en varios planos. En primer lugar esta el plano de lo personal, de lo familiar; el del círculo de las amistades íntimas; los amigos y parientes regulares y los intereses inmediatos o cercanos que este ámbito genera. Para un hombre joven de 25·años habrá que reconocer las prioridades profesionales y las exigencias que éstas imponen (1). En segundo lugar cabe analizar la relación con quien o quienes se tiene un trato específico ya sea comercial, profesional, académico científico o relativo a la vida espiritual. En el andar po.r los caminos de la realización profesional o mas sencillamente del trabajo liso y llano, de hacer cosas, de concretar iniciativas e ideas, es dificil establecer que es lo de mayor trascendencia en la formación, la realización y el éxito de una persona llamada a ser líder de su profesión y pensador profundo de las cuestiones fundamentales de algo tan trascendental como es la arquitectura. En esta búsqueda, es obvio que como determinante capital de lo que le pueda ocurrira cualquiera en la travesía de una existencia dedicada intensa y honradamente a una gran causa, a una carrera que tiene mucho de magisterio, es el medio cultural, social y político la gran circunstancia en la cual el triunfo es posible. También lo es el espacio urbano, el vasto territorio rural y el magnífico escenario de-las montañas y de los lagos. Es allí, en el enfrentamiento con el gran contexto de lo social, lo cultural, lo político, lo.natural y lo pragmático donde se consagran los más inteligentes y los más trabajadores, los que tienen las ideas claras y la fuerza de voluntad y la fe para concretarlas. Alejandro Bustillo perteneció a esa categoría de seres privilegiados, vigorosos, de largo aliento, animosos y tenaces.


ENIGMAS Todos, quién más quién menos, llevamos a cuesta nuestros enigmas; asuntos que, según el Diccionario de la Lengua Española(l): son "dichos o cosas que no se alcanzan a comprender o que dificilmente puedan entenderse". Sucede que en las personas que no adquieren notoriedad de alguna índole que trascienda al ámbito público, estos asuntos, que son siempre importantes, son parte de los misterios familiares o de los grupos sociales restringidos. En la Argentina hay casos de seres enigmáticos de notable trascendencia, tal el caso de Hipólito Irigoyen o de Lisandro De la Torre. Los suicidas como De la Torre y más aún Leopoldo Lugones, generalmente trasvasan sus enigmas junto a su alma en su viaje indeterminado y sin regreso. El efecto de los enigmas es el desconcierto y el trastorno de quienes tratan de entenderlo s, casi siempre inútilmente. En el caso de Alejandro Bustillo hay cuestiones enigmáticas, que sin ser dramáticas o demasiado intrincados llaman la atención y despiertan la curiosidad.

Los enigmas de Alejandro Bustillo. Enigma primero: acerca de su iniciación escolática. ¿Por qué sintió la atracción por una formación eminentemente técnica? Cual fue, o mejor dicho, ¿cómo fue? El impulso que 10 llevó a iniciar sus estudios secundarios en una prestigiosa Escuela Industrial. Su ingreso al Otto Krausse puede estar a, 1) Una convicción, aunque temprana, de que la consagración universitaria con el título de ingeniero era la más conveniente, ya que en la primera década del siglo XX la construcción estaba dominada por los ingenieros quedando los arquitectos para "lo artístico" o "lo decorativo" o "el estilo". Los ingenieros no solo eran indispensables para las grandes estructuras que aseguraban la estabilidad de los edificios, sino que tenían una responsabilidad total en todo lo relacionado con la hidráulica, o sea el suministro y el uso del agua en los mismos, de la termodinámica (la calefacción, or ejemplo), la electricidad y más adelante, el gas; 2) el prestigio de los ingenieros, que formaban un gremio fuerte, de indiscutible influencia a nivel público 'J privado(l) mucho más poderoso que el de los arquitectos. (l) Algunos ingenieros prestigiosos actuantes en Buenos Aires alrededor de 1910: C. S. Clarke; H. Canale; Waldrop; E. Gramondo; W. H. 1. Dates; P. J. Dirks; A. Colven; C. E. Boysen Me Reddie; H. J. Dobourec; P. Grant; C. M. Morales; E. Garrett; N. Burgos Videla; H K K Jordan; W. A. Jordan; L. Huergo; E. Huergo; H. H. Fisher~ C. B. Bradbury, H. Bustos Moróu~ J. E. Stewart~ W. McCallum', J. G. Eatou·, G. Cock.

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CHRISTOPBERSEN, Alejandro. Arquitecto y pintor de origen anglo noruego, nacido en Cádiz, España el30 de agosto de 1866 donde su padre era cónsul del reino de Noruega (su madre era inglesa). Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, Bélgica y en la célebre Escuela de Bellas Artes de París; se enroló en el atelier del prestigioso J-L Pascal (Gran Prix de Rome, 1866). También en París frecuentó los talleres de los pintores Fleury y Lefebre. En 1887 se radicó en Buenos Aires. Sus obras arquitectónicas mayores en la capital argentina son el Palacio Anchorena (hoy sede formal del Ministerio de Relaciones Exteriores); la Bolsa de Comercio y el Santuario de Santa Rosa de Lima. Organizador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires por pedido del Rector ingeniero Huergo y de la Sociedad Central de Arquitectos y también socio fundador de la Sociedad de Acuarelistas, Pastelistas y Grabadores. Desde 1913 concurrió al Salón Nacional de Bellas Artes. En 1920 publicó su libro "Ideas sobre arte". Falleció en Buenos Aires el4 de febrero de 1946. Bibliografía: M Rojas Silveyra: "Alejandro Christophersen; editorial "Augusta", Buenos Aires 1919". "El Santuario de Santa Rosa de Lima" en la Revista de Arquitectura (SCA) Buenos Aires, febrero de 1931; Raúl Lerena Acevedo "Vida y Obra de Alejandro Christophersen", Revista Nacional", Montevideo, Uruguay, marzo 1938. Conrado Eggers Lecour: "Christophersen", Ediciones "El Libro de Arte", Buenos Aires, 1946. Ortiz, Federico F.: "Alejandro Christophersen y la cultura arquitectónica de su tiempo" Revista de Arquitectura (SCA), Buenos Aires, mayo de 1984.


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LA GLORIA DE DON ERNESTO. Nacido en Buenos Aires en 1842, Ernesto Tornquist cursó sus estudios secundarios en el Colegio de German Frers y más adelante en Alemania de donde regresó a Buenos Aires en 1858, ingresando en la firma de Bunge, Bornefeld y Compañía, cuyas operaciones financieras comenzaron en 1830 y que giraba en plaza bajo el nombre de los señores Altgelt, Ferber y Cía., luego Ferber, Huhn y Cía. En el año 1866, Ernesto Tornquist se convirtió en socio de Ferber, Huhn y Compañia y asumió las funciones de apoderado de la firma, que en 1874 se convirtió en Ernesto Tornquisty Compañía operando como banco financiando transacciones de importación y exportación. Según Regin-ald Lloyd (6) "ningún jina1JCÍsta prestó a la N<lcl{jn Argentina {'Os

extraordinarios servicios que prestó Don Ernesto Tornquist ", Hacia fines de la década de 1880 cuando el colapso de la economía parecía inevitable y la insolvencia de la nación un hecho que se presentaba como ineludible, fue la garantía personal de Ernesto Tornquist que hizo posible que la Argentina obtuviera el crédito en Europa que le permitió estabilizar la moneda. En 1898, cuando el gobierno argentino consideró necesario proceder al rearme, fue don Ernesto que garantizó los créditos que el gobierno no pudo obtener para la compra de armas; en quince días logró un empréstito interno equivalente a 3.500.000 de Libras Esterlinas. Ya en el último año del siglo XIX puso su mayor empeño y logró la Ley de Conversión, que le dio al Peso Argentino un valor estacioaaric, segeridad y e,Qn-vertib"ihdau. Fue este mstrnmento "Queal poner en manma "la garantía oro" de nuestra moneda, hizo posible el notable desarrollo de las décadas de 1901110/20 y 30. En esta última década, aunque la mayoría los países habían abandonado su afiliación al patrón oro, el peso argentino seguía estando garantizado por $0,44 oro y la caja de conversión seguía garantizando el peso papel a 0,44 centavos oro o sea $227,27 de moneda corriente para obtener $1 OO.-oro. Este sistema suscitó abundantes críticas, sin embargo para quienes sostenían que se trataba de un expolio, en abril de 1900 el oro en la caja de conversión negó al equivalente de 1.000.000 de Libras Esterlinas de garantía, una cifra importante, pero incomparable con la lograda en el período 1904/05 de $13.000.000, ó la de 1906 de $30.000.000 durante la corta presidencia de Manuel Quintana En el año 1902 cuando la guerra con Chile inevitable don Ernesto Tomquist asumió el papel de pacificador y gestionó exitosamente la intervención del Gobierno Británico como árbitro y componedor del conflicto, lo cual aseguró un arreglo satisfactorio para ambas partes y un tratado de limites que se concretó en los Pactos de Mayo (28fOSfl902). En 1904 en la línea divisoria de las más altas cumbres en la provincia de Mendoza se erigió la


monumental estatua del "Cristo Redentor" como testimonio de que entre los dos países nunca se recurriría a la guerra para resolver litigios o diferendos de cualquier especie. En enero de 1907 la compañía de Ernesto Tornquist se convirtió en la "Sociedad Anónima Financiera Comercial e Industrial, Ernesto Tornquist y compañía". Don Ernesto siempre se mantuvo alejado de la política, pero en 1906 fue elegido diputado por la Capital Federal. Falleció el 17 de Junio de 1908, no pudiendo ver finalizadas las obras de un proyecto en el que puso mucho empeño: "El Plaza. Hotel". Asu muerte el Directorio de la S.A. quedó integrado por Teodoro de Bary, Jacobo Kade y Carlos Alfredo Tornquist. Es este último quién invita a Alejandro Bustillo en 1921 a pasar dos años en París, acompañado por su familia. Allí diseña la residencia de los Tornquist, ubicada en Rufino de Elizalde 2&30. P.a1ermo Chico, el proyecto más cercano al clasicismo francés d.etoda . u producción. En 1923 los Bustillo regresan a Buenos Aires y en ese mismo año la Razón Social Tornquist & Cía. le encarga su primera obra "grande": El Banco Tornquist, en la -caHeBartoiomé Mitre, entre F\UTida y San Martín tle Buenos Aires.


v EL PAISAJE IJllBANO DE BUENOS AIRES La escena urbana. Cuando uno es estudiante de arquitectura, el paisaje urbano (y también el rural) tiene una influencia grande en su formación de proyectista. De influencia considerable son algunos edificios ejemplares, ya sea por su altura o su factura arquitectónica general. Principalmente en aqueHa época, la alturn era lo que más llameba la atención, y-a-que a partir de 1897 se instalaron los primeros ascensores en Buenos Aires, lo cual permitió en los edificios "de altura" superar la cota de los cinco pisos (18,50/20,00m.) que era lo que prudentemente una persona en buen estado de salud, podía subir a paso regular. Otros aspectos importantes eran el estilo y en alguna medida la funcionalidad. A modo de comparación, en función de lo que sigue, diremos que en 1913 el arquitecto Cass Gilbert (1859-1934) diseñó para la compañía de Frank W. Wolworth, en Nueva York, el edificio que lleva su nombre., cuya altura es de 240,6 metros, A partir de entonces y por varios años más, fue el edificio más alto del mundo. Un viajero inglés, que desde el estuario interior tuvo su primera impresión de Buenos Aires; la calificó mordazmente como una ciudad chata de perfil bajo, donde se divisaban algunos edificios mas o menos altos, que aparecen como dedos pulgares infectados o inflamados ("that stick out like sore thumbs ',).(7) El comentario del inglés es de 1914 y bien podía referirse a los cuatro edificios de más o menos ochenta metros: la aguja de la cúpula del Congreso Nacional; el Plaza Hotel, por su cercanía al puerto; la Galería Güemes en la calle Florida; el edificio De Ajustes de los Ffl"l'OCani\~~, también cercaao a 1m ducks y el '<i-ela razón social 0tt6 W1J\f en Perú y la Avenida Belgrano. Intentaremos un somero comentario y algunas anécdotas sobre estos cuatro edificios basándonos en la hipótesis de que un estudiante adelantado de arquitectura, inteligente y perspicaz no puede haber ignorado a estas obras tan singulares de su ciudad ( dejando de lado nuestro comentario sobre El Congreso Nacional sobre el cual hay abundante literatura) .. Si a Bustillo le gustaron o no, no lo sabemos, pero que no pueden haber escapado a su observación es obvio, especialmente en el caso del Otto Wolf que está a una cuadra de la "Manzana de la Luces" donde estaba la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y por razones que analizaremos, El Plaza Hotel, la genial creación que Alfried Zucker, hizo para Ernesto Tornquist. Es más que probable que a Bustillo solamente el Plaza Hotel le haya resultado atractivo, luego de tener en cuenta las vehementes clases de Christophersen a favor del clasicismo francés y las de Pablo Hary (profesor de Teoría de la Arquitectura, ya mencionado) y de Eduardo Le Monnier (profesor de Arquitectura ID; que en 1915 renuncia a su cargo en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales).


EL EDIFICIO DE LA FIRMA OTrO WOLF Había media docena de edificios que podríamos de calificar de "altos" construidos luego del Centenario y antes de 1915. El primero que se nos ocurre es el de la firma Otto Wolf en la esquina de la actual Avenida. Belgrano y la calle Perú, diseñado por M. F. Ronnow, un mn:am:-ro-quésue -quién "Sabemoo muy poro, salve -que 11 juz;gar por esta fiütable 'Obra, terminada en 1914, era un ecléctico consumado y de mucho vuelo. Su diseño es interesante y hay una somera descripción, clara y sintética del mismo, ella página 53 de "Buenos Aires ... Buenos Aires ... Ocho recorridos, etc" ..... Asistieron a Ronnow en este edificio el ingeniero Pedro Dirks y el arquitecto Luis Dates. Las firma de ingeniería Dirks y Dates fue fundada en 1891 adquiriendo notoriedad por sus trabajos en los desagües de la ciudad de Buenos Aires. En 1907 ganaron la licitación pública para la construcción del Puerto Militar. de las Aguas Corrientes de Bahía Blanca Y la constmcción del Ferrocarril de La Plata al Meridiano Quinto. El TI.1gerr-i-eroP. J. Hi1k'S recibiú la. Ord-err de Na.-sa.uOrange -d~ la mano -de la Rema. -de Holanda en 1907. Había nacido en Neuzen, Holanda, en 1852. Estudió ingeniería en la Universidad Delft siendo diplomado en 1881. Arribó a Buenos Aires ese mismo año y habiendo aceptado incorporarse al gobierno provincial, preparó los planos para el puerto de La Plata en colaboración con el prestigioso J. A. A. Waldorp. Con respecto a W. H. J. Dates, figura prominente de la pequeña comunidad holandesa de Buenos Aires, nació en Zeeland, Holanda en 1851. Su diploma de ingeniero también es de la Universidad de Delft y data de 1874; llegó a Buenos Aires en 1889. Colaboró con Alejandro Bustillo hacia fines de la década del '10. También había recibido la Orden de Nassau Orange. EL PLAZA HOTEL

Ernesto Tornquist, empresario y banquero, emprendedor si los hubo, como ya lo hemos dicho, quiso que para el Centenario Buenos Aires tuviese un hotel de gran lujo y así nació el Plaza Hotel de la Plaza San Martín, otro de los edificios "altos" de aquellos años. La im}mfiente OOnstru-OCIDfide<il mts. en el nivclde sus terraza-s fue la creación 00 Alfried Zucker (1852-?) nacido en Freiburg en la Silesia de Prusia. Viajó a Nueva York en 1873 y trabajó en Washington como dibujante en la Secretaria del Tesoro; entre 1876 y 1882 tuvo una importante actividad en Mississipi, siendo asesor del Vicksburg & Meridian Railroad; regresó a N ueva York en 1883 diseñando grandes edificios en sociedad con John Moser (1877 -1879); John R Hinchman (1884-1888) y el muy prestigioso J. Rieley Gordon (19021904), proyectista del Capitolio del estado de Arizona. En 1904/1905 Zucker viaja a Buenos Aires. En su diseño del Plaza, Zucker aprovecha óptimamente la magnífica ubicación frente a la Plaza San Martín, cuya arboleda, en 1910, crecía rápidamente. El edificio es un magnífico ejemplar ecléctico al que se le han introducido algunas modificaciones que no han alterado


la esencia "racional" del proyecto. Zucker razonó que la vista a la plaza justificaba ampliamente que todas las habitaciones y suites tuvieran el beneficio de unas perspectivas amplias al exterior Para lograr este propósito "arma" el edificio en dos "bloques" independientes entre los cuales hay un espacio muy amplio (2). Estos "bloques" de expresión realmente fuerte, contienen las suites del hotel y se articulan mediante un tercer -eeerpo -en -el-cua~~-eagrupan \(\$ circu\a"C1unes verticales y los servicics, "Cuyofrente da a la calle Marcelo T. de AJvear. El edificio del "Plaza Hotel" tenía su acceso principal en la esquina de la actual Marcelo T. de AJvear y la bajada de la avenida Santa Fe. En este lugar no hay construcción en el proyecto original y quedaba abierto un gran espacio de planta triangular a modo de atrio externo al hotel. Es obvio que este terreno, al final de Florida era y es, de gran valor, entonces cabe la pregunta, ¿porqué en el proyecto original no se le dio un uso y se lo dejó abierto? Bonifacro del Canil(3) explica que el asunto tiene su origen en que se dejó exento de construcción ese espacio tan valioso, para no quitarle luz solar a la residencia de Don Ernesto, que quedaba enfrente, en la esquina de Florida y en aquel entonces Charcas (hoy M T. de Alvear) edificio lujoso que tenia en su tercer nivel "un gran mirador con vista al río". Una versión más intimista de esta cuestión nos asegura que fue la Señora de Torquist quien se opuso que "el PLaza" le quitara el soly la vista al río desde su casa (4). Zucker empleó en el aventanamiento de las suites un recurso de notable originalidad: una serie ~e -bow windows annad'Os "en mntmu'O" 'lue oonñrman., en esta obra, la illtrodüCción de un fuerte componente "industrial", dándole a este magnífico hotel un aire "racionalista" .Los ambientes de recepción, en cambio, son absolutamente eclécticos y densamente decorados. En la esquina de las calles AJsina y Balcarse, en el edificio que en un tiempo usufructuó la empresa Villalonga/Furlong, ahora inexistente, Zucker utilizó este mismo recurso en el aventanamiento de la ochava sudeste(5). Se le conocen otras seis obras en Buenos Aires, falleció en 1913. En ciertas reformas al Plaza Hotel actuaron los arquitectos Gire y Molina Civit. Una remodelación de importancia la llevó a cabo Clorinda Testa, que con gran ingenio, le agregó un pi o de habitaciones, en la década de 1970 ('76/'78~

LA GALERIA GiJEl\fES Francisco Gianotti, nació el4 de abril de 1881 en Lanzo un pueblo del Piamonte, cerca de Turin (1). No es dificil de entender el recelo de muchos de los integrantes del "establishment" del gremio de arquitectos, con este italiano, que habiendo llegado a Buenos Aires en febrero de 1909 a los 27 años y con solo tres años de residencia en el país, había comenzado a trabajar en un gran edificio de la calle Florida, que en su seno (cota O) contendría un estupendo espacio arquitectónico que conectaría a la más emblemática de las calles porteñas, con su paralela al este; an Martín.


Este magnífico corredor de diez metros de ancho y trece metros de alto en la clave de su bóveda de cañón corrido, fue durante años el epítome, la personificación de lo fantástico y 10 opulento; 10 suntuoso y lo sensual El edificio que se llamaría finalmente "La Galería Güemes" en homenaje al héroe salteño, la patria chica de sus dueños, David Ovejero, Gobernador de Salta entre 1904 a 1906 y luego senador nacional y Emilio San Miguel, fue -elprimer ediíieic "Catrd.hnent~poli funci~nal ~ la -ciuua.uy fee ina\lgurau~ -el15 -de diciembre de 1915. Presentes en el acto estuvieron el Presidente de la Nación don Victorino de la Plaza, el intendente de la Capital Doctor Gramajo, el Arzobispo de Buenos Aires Monseñor Espinoza y una muchedumbre entre la que se encontraba quien protagonizaría hechos capitales de la historia de nuestra nación: el teniente general José Félix Uriburu; Ricardo Rojas pronunció una disertación en la sala teatral, sobre el general Martín Miguel de Güemes invitado por el Círculo de la Prensa. Este acto quedó en la memoria de los concurrentes como un verdadero fasto, un acto imponente. "Con esta inauguración deslumbremte 'la grall capital del sud' llegaba a su mayoria de edad. "(.Mientras Europa se debatía en el más espantoso enfrentamiento bélico de su historia"). Gianotti sentiría la necesidad de dar testimonio del bel arte de su querida tierra natal, mancillada en la tremenda confrontación europea. "No se quedo corto. "El programa multifunción del edificio lo convertía en un verdadero adelantado para su época". La arquitecta Graciela Seró Mantero, en el libro del CEDODAL, (8), ha hecho una narración completísima y muy clara de lo que fue y aún, en buena medida es, esta oomplicaüa y ex~itante oom>trnoo\ón, en ~05 aspeotes e),.'travagante. Tres son los subsuelos; en el más profundo que denominaremos -3, están ubicadas las maquinarias de los servicios que impulsaban la ventilación, la calefacción, los elementos de control. especialmente de la iluminación que en esta compleja obra desempeña una función de gran valor ya que para Gianotti, la más avanzada arquitectura "Liberty" consideraba los "juegos lumínicos" como parte esencial de la plástica arquitectónica (D' Aronco, Sommaruga, Stachini, Fenoglio, etc.). El segundo subsuelo es de uso público y en él se ubicó uno de los restaurantes y el teatro con un elegante/oyer común; hoy, en este nivel, se ubica la Fundación Astor (en homenaje a Piazolla), El Teatro podía convertirse en salón de baile ya que el piso era una losa de hormigón basculante que se podía colocar en posición horizontal (9). El Teatro 'tuve un periodo desdichado ya que se subeontraté como cinematógrafo, en el cual se exhibieron algunos largos metrajes, pero durante años, por lo menos del' 36 al '53 se dedicó al género frívolo y al burlesque (a lo largo de muchos años la base de la programación fue una película de muy pobre factura que llevó el título muy sugestivo de "Como se bañan las mujeres"; un ejercicio de decepción, ya que toda la acción se desarrollaba detrás de la cortina traslúcida de la bañera; fue clausurado por la autoridad municipal en 1953). En 1956, este local fue alquilado por el señor Alejandro Romay que lo equipó como estudio de L.S.1 O radio "Libertad".


El edificio con sus 80 metros de alto, fue durante más de siete años el más encumbrado de la ciudad. La entrada para subir al observatorio y ver la ciudad de Buenos Aires ("desde el aire" aunhaja y reg11lar. desde una altura igual a la linterna de la cúpula del Congreso acional: costaba 50 centavos. Ochenta metros era la cota máxima de altura en Buenos Aires, hasta que en 1923 se inauguró el "Barolo " que Don Luis Barolo encomendó a Mario Palanti, otro italiano, arquitecto nu1ab1e euya torreeon hnterna, en la Aveniéa 'de Mayo al 1300, llegaba a los 100 metros. Este edificio de fantástica arquitectura está sobre nuestra más importante Avenida, entre las calles Santiago del Estero y San José. Volviendo a "La Galería Güemes", también en el subsuelo funcionó un lujoso cabaret, el "Abdulla Club" cuyo eslogan fue por varios años "el salón más fresco de la capital"; en este elegantísimo local la orquesta de tango fue la del talentoso Juan Carlos Cobian, El restaurante más prestigioso de este original complejo se ubicaba en el piso catorce de la Torre Florida desde el cual, a través de sus grandes ventanales se tenia una magnífica vista de la ciudad. EL EDIFIOO

DE REAJUSTE

DE LO

FERROCARRILES

(The Raliway Clearing House).

Situado en la esquina del Paseo Colón y la calle Alsina, según "Lloyd's Twentieth Century Impressions of Argentina", era el edificio más alto de la ciudad "un inmenso skyscraper de 260 pies de altura" (79 metros); siendo así no era más alto que el Güemes y tiene un perfil curioso que comentaremos más adelante.. Este edificio de "reajustes", que durante años fue ocupado por "Aerolíneas Argentinas", no entra en ninguna ortodoxia descriptiva eíasicista y es una buena prueba, muy liberal, de cómo se podía llegar por acumulación de elementos clásicos a una altura respetable, aceptando naturalmente que el diseño total resulte anómalo. En el nivel mas bajo hay un basamento de por lo menos cinco pisos, con accesos amplios de doble altura en el nivel de la calle. En la zona que generalmente se identifica como "la columnata". el muro es plano y hay cuatro piso con sus respectivas aperturas, un aventanamiento muy sencillo, sin aedículas que induce a pensar que ésta es la zona de identificación del mentado skyscraper, sino fuera que esta parte remata en una doble eermsa euyas ménselas 'Sostienen \lITCl especie de entab\-amien-rosobre el e\l'a\ 'Semuntm des insólitas mansardas de tres pisos (¡!). una en el frente de Paseo Colón; la otra en el frente de A1sina, una balaustrada decorativa remata esta zona. En la ochava, a partir del piso once se desarrolla un cuerpo cilíndrico facetado dividido en tres niveles, el tercero de los cuales llega a la altura máxima, cercana a los 80 metros en forma de sombrete de gajos de metal de zinc. Es interesante hacer un breve comentario acerca de los grandes estudios contratados para llevar a cabo esta colosal obra. Chambers y Thomas estaban ubicados entre los estudios de arquitectura de mayor prestigio de Bueno Air . Paul Bell Chamber • nació en Gran Bretaña en 1871 y Louis Newbery Thomas, nació en Nueva York, EE. UU. En 1878, habían realizado una cantidad apreciable de obras importantes; tales como la estación del F~\ uel Sud en La Plata, ea'}}rtalde la prevmera ue Buenos Aires, tnnblén \a üe Barracas para el mismo ferrocarril; el Banco Anglo Sudamericano de Bahía Blanca· la


nueva fábrica de la Cervecería Bieckert en Llavallol, Provincia de Buenos Aires y el primer conjunto de aulas, comedores, el sanatorio y la magnífica capilla del Colegio San Jorge, .calle Guido 800,. Quilmas Yatr.abajaban en la remodelación de la terminal del F.C. que sería eventualmente Plaza Constitución N, con su espectacular hall central y el Portal en forma de Arco de Triunfo de la calle General Hornos, cabe destacar que Chambers y 'flrom-as H'evarotl a cabo 'el proyecto y ejeeeeión tt'e algo más -de oehenta "Ca'SaSen 'falleres este, estación Remedios de Escalada, estas eran para el personal de maquinistas, llamadas en los años del '10 "The Housesofthe Banfield workshops". Eustace Lauriston Conder, Sydney Follet y Roger Conder formaban el estudio cuyas obras principales estuvieron casi todas encomendadas por el Ferrocarril Central Argentino. Así fue que levantaron la magnífica estación terminal de Retiro frente a la Plaza de la.Fuerza Aérea Argentina (ex Británica) entre 1909 y 1915, cuyas bóvedas metálicas sobre los andenes tienen cada una 44,88 metros de luz libre conformando entre las dos 35.000 m2 de seperfiere urbana cubierta; un espacio cubierto CU}"adimensión es equrvaiente at de las más grandes terminales del mundo. Con anterioridad L. R Conder habían realizado, antes de la llegada de Follett, el edificio de la administración del Ferrocarril Central Argentino en la avenida Alem al 100, con un tratamiento exterior "a la italiana" (1898). Nos hemos detenido brevemente en las obras principales de dos estudios cuyo ascendiente era indiscutible; sin embargo puestos a trabajar juntos, produjeron una obra incongruente e ininteligible, cuyo rebuscado perfil, trasunta posibles des inteligencias entre los autores.

Así era Buenos Aires, alrededor de 1914/15 una ciudad plana en la que a pocas cuadras del centro aún el caserío tenía cierta agradable monotonía, combinación resultante de las casas de patios con fachadas "a la italiana" donde aún. paradójicamente, en buena medida.se vivía "a la española", según nos cuenta Borges; aunque el último censo oficial daba para 1909 una población total de 1.231.689 habitantes para Buenos Aires y también consignaba ~ -d'e 'este t\1ta\ 2T1.'Ü41 eran itallan."OS Y 174.291 'esp.m\J\'e5. La'3 eormmidades a\\m1aml 'e inglesa eran mucho más pequeñas: 7.444 y 7.113 respectivamente. Los franceses eran algo más: 25.751. Hasta el comienzo de la Primera Gran Guerra la inmigración italiana continuó dejando saldos positivos considerables y su integración comenzó a crear ciertas preocupaciones en numerosos grupos intelectuales y en ciertas elites gobernantes; un asunto importante al que le dedicaremos algunas reflexiones en las próximas páginas. Hemos hecho una descripción no mucho más que puntual de la gran ciudad en que Alejandro Bustillo se podría haber abierto camino con su diploma de arquitecto bajo el brazo, pero en un comienzo le dio la espalda y se radicó en el campo, en lo que llamamos la pampa húmeda, allí vivió seis años haciendo trabajos de arquitectura de carácter más bien funcional. Regresó a Buenos Aires en 1920.


VI TURBULENCIA

INTELECTUAL

La visión del fin de siglo XIX y de comienzos del xx, gestada por la elite dirigente nos ha dejado un cuadro en que los elementos ideales presentan al periodo como algo sublime, ejemplar, en buena medida, una elevada preparación ética y estética para el gran fasto que seria el Centenario de 1810, la fiesta en que la dirigencia del momento mostraría al mundo las notables realizaciones de "la nueva e ilustre Nación". Esta visión idílica de la nación milagrosa se nutre de elementos de un romanticismo tardío y evocativo y de un liberalismo que nunca terminó de acomodarse a unas fórmulas que acrediten su identificación concreta con los modelos europeos más serios: el inglés. por ejemplo, aún imperfecto. Sin embargo ese "liberalismo", gracias a Julio A. Roca con la ayuda, otra vez, de Ernesto Tornquist, había superado la crisis del '90 gracias a la tarea de un conjunto de hombres de gran calado intelectual y habilidad política {aún siendo redundante, la mención de Carlos Pellegrini, es necesaria). La trascendente "generación del '80", tangible o intangible, según como la queramos aceptar, se sustentó, se vigorizó, en la idea del "progreso indefinido" devenida, lisa llanamente. en el "mito del progreso", que le dio ánimo y coraje para superar todos lo" inconvenientes y de paso crear un notable país con cuantiosos defectos, pero que así mismo deslumbró a los ilustres visitantes que la observaron con asombro de cerca, en 1910. Decir defectos no equivale a decir vacíos, equivale a decir problemas y una de las complicaciones de esas décadas 1880/1890/1900 fue la recomposición de la humanidad argentina El flujo Inmigratorio, que apenas habia menguado alrededor de J 890 produjo un impacto muy fuerte en un país de 3.800.000 habitantes en 1889 y en Buenos Aires, cuya población había crecido de 350.000 en 1880 a 1.231.700 en 1910. Durante algunas etapas de estes <Ií'iusha.bí'a má'S persorras nacidas en el extIanjer'O \lUe 'a-rgentÍll.USwativos. Son Carlos Octavio Bunge (1875-1918); José María Ramos Mejía (1848-1914) y José Ingenieros (1877-1925) quienes nos pueden dar algunas ideas enraizadas en pensamientos que no son los del establishment, sobre cuestiones que los grupos dirigentes allegados al poder dejaban correr en un ejercicio de laissezfaire pragmático, que Carlos O. Bunge percibía como "... ¡todo barajado, todo revuelto, yuxtapuesto sin soldarse,formando un inconmensurable guisado de cosas de Asia, de Africa, de Europa, de España, de América! ,.y que guisado indigesto para los historiadores, los literatos, los críticos, los antropólogos! (1 ). Según la respetable opinión de Bunge la socíologia es parte de la psicobiologia en la cual el instinto es la categoría que alcanza la preeminencia en un orden de fenómenos que él calificará de subconciencia. En el subconsciente de cada miembro de la sociedad se produce una puesta en crisis de 10 que el mismo denomina el contractualismo liberal, que supone" la soberana y consciente voluntad de sus miembros". (En el fondo, el liberalismo es una quasi cultura cuya vertiente política, siempre estará incompleta)


De esta manera, este valioso y fértil pensador, ahora casi olvidado, desde una perspectiva biologista de raigambre positivista, busca las causas de los males argentinos. La perspectiva. es fundamentalmente científica. basada en sus convicciones psicobiológicas, Las críticas más severas a lo que él califica como un potage mal cocinado tiene, inevitablemente, su cuota de racismo, elemento tan caro a los buscadores del orden. Sin la carga tan intensa del positivismo psicobiológico perceptible en Bunge, para José María Ramos Mejía el análisis de aquel momento revuelto y enmarañado, puede encontrarse también en cierto basamento biologista y por sobre todo en el creciente prestigio de la "psicología de las masas". Como presidente del Consejo Nacional de Educación combatió el problema de la vigente heterogeneidad cultural y apoyó una e.1u-ca-ci-ón 11\ÍI.'S na;c\\>nah'Sta., ~ue t-en:di:esea m~ a les mm:igrantes a una 'SOcied'a'd argentina más cabal. Aunque abogó por una educación "argentinista", su estilo era europeizante en la tradición de Echeverria, Alberdi, Vicente López y otros. Son importantes sus trabajos sobre "Las multitudes argentinas" de 1899 y "La Locura en la Historia" de 1898. José Ingenieros traza una interesante biografía en "La Personalidad del Dr. José María Ramos Mejía". Fue electo diputado en 1888 y 1890. En sus escritos suelen encontrarse rastros innegables de su adhesión al spencerismo ("La supervivencia de los mejor dotados"), La corriente pesitivista, utilitarista, Darwmiana, Spenceriana, materialista y marxista tuvo en José Ingenieros su figura más reconocida, prestigiosa y para la mediocracia del poder la fuente de dudas y temores . .José Ingenieros (1877-1925) fue profesor; escritor y editor, sociólogo, pero seguramente, por sobre todo psiquiatra. Su nacimiento ocurrió en Palermo, Sicilia, Italia, pero siendo muy pequeño su padre lo trajo a Buenos Aires. Es importante comentar, aunque sea brevemente, acerca de su padre Salvador Ingenieros cuya ideología marxista socialista lo indujo a convertirse en dirigente sindical, ejerciendo también el periodismo de izquierda. El joven Ingenieros, de mente alerta y perspicaz, ingresó en el Colegio Nacional de la Universidad de Buenos Aires y luego en la Facultad de Medicina de la UBA, para luego seguir sus estudios en 1893 en la Facultad de Derecho. Su afición por la política 10 proyectó tempranamente al secretariado del Partido Socialista de los Trabajadores fundado por Juan B. Justo en 1895. Es interesante su acercamiento al grupo que rodeo a Rubén Darío que vivió en Buenos Aires entre 1893 y 1898. Nacido en Nicaragua, el talentoso e inquieto Darío, atrajo con sus ideas sobre la renovación poética a figuras tan dispares como Enrique Larreta, Leopoldo Lugones y hasta a José Ingenieros; buena prueba, en el caso de este último, de una sutil sensibilidad, que resultó en su vinculación con figuras del modernismo literario.


Ingenieros trabajó en la clínica para enfermos nerviosos que había fundado el eximio José María Ramos Mejía. Allí en lo de Ramos Mejía, Ingenieros iría perdiendo su interés en el marxismo, al tiempo que transitaba caminos de mayor rigor científico inclinándose al positivismo. Sin embargo, el entusiasmo por el materialismo dialéctico o marxismo/leninismo renació en él a partir de la Revolución rusa de 1917, predicando que Am.-éri'Ca-d-ebí:a'Prep'a.i'd.TSepara su aüv-enimi~ en rreestre eerrtinerrte Trabajador intelectual incansable y admirable, Ingenieros escribió alrededor de veinte libros y más de doscientas monografías. Su obra más leída es "Es hombre mediocre" que escribió estando en pleno viaje entre 1911 y 1914, pero que no se publicó hasta 1920 (1). Es autor de la interesantísima "La simulación en la lucha por la vida" _Falleció, aún joven, en 1925. Si hay mgo que une a Bunge, Ramos Mejía ya José Ingenieros en su ciettt-iúcismo; su convicción de que la Argentina se debía encaminar a ser un "país de gentes blancas"; que la inmigración indiscriminada era causa de muchos desarreglos ( con lo que va implícito un rechazo a la 'inmigración concebida como negocio, que en muchos casos lo fue). Los tres son positivistas, según se quiera y también spencerianos. El marxista -itinerante- del grupo es obviamente Ingenieros. En la Argentina de fin del XIX y comienzos del XX el cientificismo positivista, tuvo un vrest~:glQintelectual. El creador, fundaoor -delPOSitÍV1sID.Ofue el francés Aug--usto Comte, cuya personalidad gozaba de notable fama en nuestras escuelas de pensamiento laicista a pesar de haber fallecido hacía 43 años en 1857 a los 69 años. Como método de investigación de la naturaleza el positivismo fue ímportantísimo, la estadística le debe mucho. (9)

~"'i

Vil

LA RESTAURACIÓN

NACIONALISTA

Ricar4~ Roja-% nació en. Tucumán en. 1&88 y falleció en. Buenos Aires en 1958. Descendiente de antiguas familias de origen hispánico. Cursó sus estudios secundarios en Santiago del Estero, trasladándose a Buenos Aires con el propósito de obtener un título de abogado, que no llegó a concretar. En 1909 publicó "La Restauración Nacionalista", que induce vigorosamente a los argentinos a volver atrás sobre sus antecedentes históricos. El propósito de Rojas fue "despertar a la sociedad argentina de su inconciencia, turbar la fiesta de su mercantilismo cosmopolita, obligar a las gentes a que revisaran el ideario ya envejecido de Sarmiento y Alberdi.


Rojas tuvo una preocupación fundamental y a ella dedicó con la mayor intensidad su actividad intelectual de las dos primeras décadas del siglo xx. Es usual denominar a esta inquietud. como la.regeneracién argentina. Percibió con profunda.an iedad que nuestra república padecía una crisis moral de considerable envergadura. Por un lado la dirigencia se hallaba en una actitud predatoria respecto del poder, a cuya conquista concebía, más que -eomo -e{mecarrisme l{lóneo para rnstrementar el buen -g-obi.em-o,\-aejemp\-ariÜC1-d moral y-d accionar honesto, sino como un recurso fácil para obtener y por sobre todo exhibir el enriquecimiento material desmedido, el exhibicionismo vanidoso, la soberbia indecorosa, el acomodo en la función pública de familiares y amigos y las concesiones preferenciales y también fraudulentas de las obras públicas a los compinches y aliados circunstancial es. Sus ensayos de aquellos años llevan títulos muy claros, algunos, como "La Restauración Nacionalista" de 1909 y "Argentinidad" de 1916, otros, no tan claros ni provocativos, como "Blasón de Plata" 1912 y otros francamente polémicos y controvertidos, como "Eurindia" de 1924. No toda {-aobra -de R-ojas es -del ml:sfil-o nivel, pero -de Io -que no -se --puede -du-d-ares de -su

autenticidad, de su absoluta buena fe y de su profundo patriotismo. Por otro lado la regeneración, que como hemos detallado, nacía de la necesidad de corregir las conductas públicas (y privadas, si se quiere) que no tenía mucho que ofrecer en términos de identidad autenticidad, arquetipos e imagen ... en fin, una cultura nacional. El excesivo cosmopolitanismo, la exacerbada admiración por los modelos europeos, mas la ilimitada heterogeneidad cultural y costumbrista del universalismo propuesto por la gran ola inmigratoria, terminarían con los restos de la cultura de la "argentinidad" gestada en lo que Ro-jas-d-enomin-ó a la nacida del lustro gestaneo (i810-181ú)de nuestra nación. Rojas propone que para llevar a cabo la regeneración se deberá poner en marcha tres mecanismos: la 'historla en dos fases, la primera que deberá encontrar las raíces nacionales y articuladas con la creación de una estética americana como el basamento genérico (no necesariamente particular) de la identidad nacional. La segunda fase protagonizada por la historia será la del culto a los héroes y el tercero y vital i-üst-r-umenro de la.r-eger~mn -deberá ser la: ~areI-a, en las -<i-tle-se ~ia f-o-.'"fi-.arla. conciencia nacional; los medios para lograr este fin serían la enseñanza de la lengua castellana y una historia nacional veraz y completa. Ocupa el centro del desasosiego de Rojas la cuestión de los extranjeros que consideraba indispensable integrarlos a una cultura argentina que se antepusiera a las culturas vernáculas de quienes venían de afuera a quienes, de ninguna manera se oponía A lo largo de toda su obra (y de su vida) se pone en evidencia cierta influencia Hegeliana en la utilización permanente de pares dialécticos. En relación a la historia, cronológicamente, plantea desde el Descubrimiento el par "indianismo y exotismo" o sea nativos, hijos de la tierra, versus conquistadores, cuya síntesis es la "raza de la emancipación ", de la cultura mestiza (lo cual constituye una interesante aseveración, verifi-eable -des-de d Mt-o P-eIÚ al n-orte, pero ~ue, mU)T especia.-\mente en el case argentnm, es de escaso valor). El segundo par enfrenta a los emancipadores con los imperialistas


españoles, que se sintetiza en la libertad y en la independencia. se sintetiza en La Constitución.

El par Federales

y Unitarios

la confrontación entre lo que Rojas define como "lo raigal" contra lo importado debería sintetizarse en la integración de los extranjeros en la cultura nacional. Ricardo Rojas es una personalidad importante en la cultura argentina. solo se le puden colocar por delante Sarmiento, Alberdi y quizás algún otro si lo hay. Ferviente radical, sus ideas aún sin proponérselo, trascienden a muchos campos de la actividad nacional incluyendo la arquitectma. Su profondo afecto por España se nutrió en un conocimiento sin par de la península ibérica española gracias a una beca que le otorgó uno de los gobiernos argentinos que luego denostó. Finalmente

En el fondo hay mucho que identifica por igual a Ricardo Rojas con Alejandro Bustillo, aunque ideológicamente no hay pruebas de que haya existido entre ellos afinidades concretas; , ideales compartidos. Ambos sentían angustiosamente la necesidad de lograr para nuestra Argentina una identidad clara, de evidencias concretas, de bases históricas sólidas alejadas de la fanfarria de la moda, de lo pasajero, de 10 efímero y de las imerpretaeiones h-gera'S o imeresadas. Rojas estableció el sus trato ideológico del estilo arquitectónico que se llamó "Colonial", hoy neocolonial, que Bustillo usó en interpretaciones consistentes, de fuerte contextura y vigorosa volumetría, como lo hizo en "La Azucena" de Tandil. Rojas, que de arquitecto no tenía nada, o muy poco? cuando construyó su casa en Buenos Aires la hizo con una fachada que es una réplica de la Casa Histórica de Tucumán, donde en 1816 se proclamó la Independencia Nacional (10). El tema de la reivindicación de la España histórica y la revaloración de Ibero América son clave para entender gran parte de la arquitectura que se construyó en la América Hispano LtlSitana y en los estados de California Y otros del sud oeste de los Estados Unidos (3) bajo el rótulo de "Colonial". Con el propósito de ser sencillamente justos debemos reconocer que el gran propulsor del "Colonial"; su mentor mas entusiasta y convencido de su perennidad, fue .Martín Nool. En la Ciudad de Bu-enos Aires no hay que ir muy lejos para encontrar los ejemplos de su obra, siendo el mas notable el actual museo Femández Blanco de la calle Suipacha (R6). Los trabajos de Martín Noel en el estilo colonial son de una diversidad excepcional y sus proyectos denotan una dedicación ejemplar. Se trata de una obra vasta y numerosa.(R7). Contrariamente. las obras "coloniales"de Bustillo no son muchas y hay que buscarlas en el campo, en las zonas rurales de la pampa húmeda. Desafurtun-a-dam-eme, "el -w\oni-al" que -es partieelarmeme beH~ y evocativo -romo el "C'ASO de "Acelain" que Martín Noel proyectó cerca de Tandil para el escritor Enrique Larreta y Josefína Anchorena pronto entró en el catálogo del eclecticismo como un estilo más. El suburbio acaparó una respetable cuota de chalets coloniales, que en la década del treinta denotaban cierto buen estatus y también buen gusto de sus propietarios. Como casi todos los objetos que alguna vez estuvieron de moda, el tiempo se encargó de su eclipse.


Entramos en el tema de la revalorización de la España Histórica de la mano de Ricardo Rojas; no podíamos haber elegido un guía mejor en la América hispana en general y en el Río de la Plata en particular ya llevábamos tres décadas de reivindicaciones españolistas que nacían del atropello a Cuba y Filipinas por parte de Estados Unidos con el propósito de liquidar lo que quedaba del "Imperio Español" en América y Asia. El asunto de la guerra -emre E~ Y E'Stau'O"SUni-d'O"Simpulsó una nutable eerriente -de "Simpatía hacia ta primera, que fue avasallada en esta aventura imperialista de Estados Unidos, que alarmó a la mayoría de los países latinoamericanos. Quien encara con sutil sensibilidad y exaltada vitalidad este conflicto planteándolo en el territorio de una mítica lucha entre el espíritu y la materia es el talentosísimo José Enrique Rodó,uruguayo (1871-1917~ que en su notable texto Ariel explicita la antinomia Estados UnidoslLatinoamérica o sea la incompatibilidad entre el materialismo yankee y el armonioso desenvolvimiento "de las formas organizadas, con la llamarada del espíritu ". "Ariei triunfante significa idealidad y orden en la vida, nuble inspiración en el pensamiento. desinterés moral, buen gusto en arte, heroismo en la acción, delicadeza en las costumbres". Para finalizar este brevísimo sondeo del renacimiento arquitectónico España/América hay ciertos asuntos que vale la pena comentar; por ejemplo no hemos tratado el tema de la vinculaciónconlas grandes culturas precolombinas porque nuestro fin esno apartamos de la personalidad de Alejandro Bustillo, para quien la cuestión indigenista no es fundamental. y para cerrar, una frase atribuida a un atribulado Alejandro Christophersen: "Elfrancés para la ciudad ... para e! eampo: -el -colonial.

VID TIIRBULENCIAPOLITlCA

E IDEOLÓGICA

Es sobradamente obvio que hacia el fin del siglo XIX los grupos conservadores (11) que gobernaban La Argentina habían llegado a la conclusión que se aproximaba el tiempo en que se hacía necesaria la apertura d.elespacio político. Los graves acontecimientos del '90, el surgimiento de la Unión Cívica, luego la Unión Crviea Ra-die.al, la al''drie.ión ine.iplwte -del anarquism'O {12} Y el '5'Ociahmm y ta neeesréad de dar cauce político a la segunda y tercera generación de los hijos y nietos de la enorme inmigración del período de 1880 en adelante, fueron los factores preponderantes que motivaron la inquietud de quienes habían administrado el país mediante un sistema de pactos entre grupos que se conocían bien y cuyas ideas eran afines y cuyo substrato ideológico liberal los unía más allá de las confrontaciones internas y los desacuerdos personales que fueron abundantes. El hecho de que en el derrocamiento de 1v1iguelJuárez Célman hubiesen participado, enfrentando al Gobierno Nacional, tropas del ejército regular, debe haber sido un motivo de sobresalto para muchos, acostumbrados a manejar la cosa pública en un marco de razonable confraternidad y afable lealtad. La argentina política tenia sus problemas pero el


conjunto de la dirigencia, a partir del '80, con excepción de los graves sucesos del '90 había desarrollado un sistema incruento de resolverlos. A este mundo de la transacción política .sin sohresaltos y arrebatos 10 vino a perturbar. principalmente el radicalismo, cuyo afán por derrocar al régimen lo implicó en una estrategia que tuvo su cuota de actitudes violentas y acciones de fuerza. En la primera mitad del siglo XX la bibliografia escolar y de colegio secundario daba solamente las buenas noticias del período 1880-1916. Era interesante, pero a todas luces se presentaha.una imagen fragmentada, en que el desarrollo económico era.Ja estrella de nuestro devenir de nación, siempre atendiendo al protagonismo del modelo agro exportador y al incremento del área de territorio cultivable principalmente de la pampa húmeda, rnerememe va{-io'So,al t}Uesrempre 'arompañó el ferrocarril. Hoy, una historiografía mucho mas completa nos permite apreciar que fue una época de turbulencias que hacen dificil concebir como la Argentina encaró un ritmo tan notable de desarrollo, con unas tasas de inversión sorprendentemente altas, un ingreso de inmigrantes también alto y unos procesos de valorización de bienes, que sorprenden. Sin embargo, la explicación del milagro no es dificil. Hasta pasado el Centenario de 1910 Y'llegando hasta el año 1916, nuestro país fue gobernado por un grupo social de elite que ocupó todos los cargos públicos importantes a lo largo y ancho del país y aunque había en el mismo disidencias a veces notables, el sistema aparentaba una solidez que no era un engaño, ya que estaba fundado en una trama compleja de acuerdos y entendimientos, cuya base cultural era la identidad de clase y una serie de creencias básicas compartidas, que a medida que pasaba el tiempo irían perdiendo vigencia, tal como veremos. Fur..da.ü~tal para asegurar la. estabilidad <id grupo -oonserva<i-of g'Ohema.nte d-oo."'l:tr-01-dcl sistema electoral era de la mayor importancia, ya que le otorgaba su razón de ser a nivel público y le proporcionaba un cierto barniz democrático. Por supuesto que la maquinaria electoral era claramente fraudulenta, producto de ras hábiles maquinaciones de los especialistas en mantener los padrones electorales impolutos, es decir limpios de quienes no eran adictos al régimen o descreían de la elite gobernante. Esto ya en las décadas del '90 y en el período 1900-1916 se hacia día a día más difici1.(13) Roque .Sáenz Peña había sido ministro deJuárez Celman, pero gozaba de gran prestigio político y pertenecía a un grupo esclarecido que, como decíamos al comienzo de este capítulo, entendía que había llegado el tiempo en que forzosamente había que ir preparando a la Argentina 'PClTauna a-pertura política amplia y eabalmente uenlocrátiea. Pero tu'VO \lU'e esperar, ya que Roca prácticamente lo vetó, al sostener como candidato a la presidencia a su padre Luís Sáenz Peña. Los partidarios de Roque Sáenz Peña adoptaron el mote de modemistas, siendo el grupo que impulsó casi veinte años después la sanción de la ley 8871 del sufragio universal.


El gobierno de Sáenz Peña (padre) fue trágico; en 1892 tuvo que enfrentar levantarnienms en Santiago del Estero impulsados por cívicos y modemistas y en Corrientes por 100 partidarios de Mitre. Los radicales hicieron uso de larebeliónannada en San Luis, ueno Aires y Santa Fe; esta última insurrección fue muy grave: 6000 civiles se constituyeron en milicianos de los cuales 2000 eran colonos. En Rosario hubo cerca de 100 muertos y 250 heridos. En \41 provincia de Bnenos Aires se \evamaron en armas 8QOOnID'Ca\-es. No hace a la esencia de nuestra narración hacer el pormenor de un periodo tumultuoso de asonadas, rebeliones. etc .• etc. Solo cabe a modo de síntesis hacer mención de la revolución de 1905, organizada por la Unión Cívica Radical, que fue gravísima. Si la Unión Cívica Radical sobrevivió los años del fin del siglo XIX y entró resucitada al siglo XX; el proceso de su resurgir se debió principalmente a la tarea constante y tenaz de quien irá ocupando el espacio protagónico del partido que iba acogiendo a los que el régimen marginaba: Hipó-Iifu Yrigoyen. La reorganización radical se inició el 26 de julio de 1903 en que unas 50.000 personas se reunieron para conmemorar la Revolucion de 1890. Una audiencia notable sí se tiene en cuenta que la UCR salía de un periodo de conflictos y disputas y había perdido a su líder instaurador, que se había quitado la vida dramáticamente el l? dejulio de 1896. El Comité Nacional de la UCR se constituyó

en febrero de 1904, después de haberse

-oon~ti.tuiooel '<ice la Capital en ~eptiembre de 1903. Mientras el sistema electoral continuaba siendo patrimonio exclusivo de elite tradicional, sin ninguna perspectiva de apertura, los radicales no vacilaron en echar mano a los medios violentos que habían caracterizado su accionar en la década del '90. La culminación de la agresión radical se plasmó en el levantamiento cívico militar, cuyo máximo exponente fue la Revolución de 1905, que estalló en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza. En la Capital Federal los revolucionarios contaban, para tomar el arsenal de guerra de Campo de Mayo con el.apoyo de dos bataIJones de infanteria que se .incorporaríana la lucha desde Bahía Blanca; el Poder Ejecutivo pudo controlar la situación, atacando los cantones civiles antes de que llegaran los rebeldes de Bahía Blanca. En Rosario José Chioza, viejo revolucionario del '93, encabezó al levantamiento, pero fracasó al no plegársele las tropas regulares. Mejor suerte tuvieron los insurrectos en Córdoba y MendoU! En la capital mediterránea. bajo la dirección de Ahraham olina, actuó Delfor del Valle. Los militares cordobeses se levantaron contra el gobierno y sometieron a las fuerzas leales, formándose un gobierno provisional. Quisieron apresar a Julio R-oc-a,-que ;egún -se~abía, ~;aba en ~u estancia "La Paz" , cerca üe J~ M-aria, pero el ex presidente logró escapar (en tren), por algo le decían "El Zorro". En Mendoza José Néstor Lencinas tomó el gobierno aunque no tenía noticias ciertas de la insurrección y si bien en un principio se declaró triunfante la rebelión, fuerzas leales al Gobierno Nacional provenientes de San Juan intimaron a los insurrectos que se rindieron. En Córdoba la revolución se dio por derrotada, antes que enfrentar a las fuerzas armadas de Santa Fe. El día 7 de febrero de 1905 la Revolución Radical había fenecido, pero quedó


fortalecido el partido, como bastión opositor al régimen y clara su vocación de seguir luchando contra la corrupción, el fraude y el despilfarro. Mientras tanto, el Gobierno Nacional continuaba con los preparativos del gran fasto de 1910. El Centenario del comienzo de la República. Hemos hecho una narración escueta de la Revolución Radical de 1905, en primer lugar para dejar sentada la impresión de que un país no podía seguir viviendo en un clima de zozobra casi pennanente y que i bien ciertos parámetro mo traban. como ya 10 hemos recalcado, que la República Argentina progresaba raudamente, el problema de la distribución de la riqueza y la administración de la misma, se convertía en un asunto grave y que urgía resolver nrgerrterrreate. Y 1'01"otro l'ad-o-dejaTuna evideeeiaerara ue\ nmab\e crecirrrierrto de la Unión Cívica Radical que en pocos años llegaría a ser la fuerza política mayoritaria de la república, aunque algunas elites conservadoras recalcitrantes, no estaban aún dispuestas a aceptar lo evidente de esta realidad. Yrigoyen, hábilmente convenció a sus correligionarios (14) a aceptar la abstención electoral, que resultó ser un arma de gran poder a medida que el partido crecía y la orfandad del régimen se hacía mas evidente y las responsabilidades de gobernar iban quedando en manos de IDef-OS operadores y pmtidos menos representativos. (15) Se dice que Roque Sáenz Peña. En 1910, le prometió a Hipólito Yrigoyen "una competencia electoral equitativa y una pronta reforma electoral. (16). La democracia acotada El 13 de febrero de 1912 se promulgó la ley 8.871 que siempre se ha conocido como la Ley áenz Peña en recuerdo de quien era entonces Presidente de la Nación, Roque Sáenz Peña. Muy poco se ha dicho del primer tramo de aplicación de esta ley, es decir del período 19121916, año, este último en que asume la primera magistratura de la Nación Hipólito Irigoyen. La famosa Ley Sáenz Peña, no otorgó el voto a las mujeres, que han representado, casi ernpre, una ~eña -muy p-equeña- mayoria de la p-obla-ciooargerrtirra, En ail'l'e\ entenees había 10 gobemaciones: Santa Cruz, Chubut, Río Negro, La Pampa, Chaco, Formosa, Misiones, Neuquén, Los Andes y Misiones, cuyos ciudadanos tampoco tenían derecho al voto.

"'S.

En el resto del país podían votar todos los hombres de más de 18 años cumplidos, pero, en rigor, no serían todos ya que quedaban excluidos los militares, los policías, los presos, los mendigos, los extranjeros, los eclesiásticos y los que ejercían actividades indignas como, por ejemplo. Ios dueños de pro tíbuJos y las casas de juego ilícitas y los enfermos crónicos graves: dementes y sordomudos.


Llama la atención, hoy este ensayo de democratización restringida. Pero en la realidad pragmática, la de los hechos concretos, es seguro que las restricciones al voto no era Sll mayor limitación en el camino que SUS mentores, presumimos de buena fe. querían transitar hacia la democratización de nuestro país. Lo más torpe de esta leyera la asignación de las bancas. En la cámara de diputados eran dos tercios para la primera mayoría y un teYrio 'para la -segund1\. "Los buenos burgueses conservadores" habrán pensado, se nos ocurre, que un buen partido político de la clase media,. prestigioso y progresista y que podía representar los mejores valores del régimen anterior, podría ganar la mayoría y obliterar paulatinamente al "malvado" Partido Radical, demagógico, clientelista e incapaz de llevar adelante las reformas necesarias y también "bajarle la línea" a los socialistas y sus aliados de la izquierda, cuyas presiones reivindicatorias, causarían mucho revuelo y desorden. El 2 de abril de 1916 se llevan a cabo las primeras elecciones presidenciales aplicando la ley 8871. El partido radical obtiene 370.000 votos; sus oponentes 340.000 entre todos. Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe. Tucumán y la Capital dan sus electores a Irigoyen, mientras que los conservadores ganan en Buenos Aires, San Juan, Santiago del Estero y La Rioja. Yrigoyen y su vice Pelagio Luna obtienen 152 electores. La fórmula Lisandro de la Torre - Juan B. Justo obtuvo 134. Yrigoyen era presidente. El primer gobierno de Yrigoyen en sus años iniciales suscitó en la imaginación de la mayoría de sus adversarios más enconados los problemas que éstos habían previsto y que acentuarían más aun los enfrentamientos con que se manipulaba a la opinión pública, en aquellos años de cambio. El Presidente mostró a sus contrincantes que la prudencia era su principal virtud. Uña de 1'a'Scosas ~ue le acmocaban 'a Ia UCR era ~ue -su 'falta de ~encia " en el emp\eo del poder traería muchos problemas a la república. Pero gobernar un país no es nunca tarea fácil y no faltó la oportunidad para que una oposición resentida descargara su rencor contra el gobierno constitucional. El motivo por el cual se puso en marcha la primera crisis sería del gobierno de Yrigoyen fueron los sucesos denominados la "Semana Trágica" que tuvo su inicio el 9 de enero de 1919 y finalizaron el día 11.(14) Los graves episodios se originaron en los Talleres Metalúrgicos de Pedro Vasena (más adelante "Tamet") en los que los obreros y empleados se consideraban en conflicto con la empresa, aunque no todos participaban de los reclamos. La firma empleaba unas dos mil quinientas personas. Lo que los huelguistas solicitaban era la redneeién de la jornada de trabajo de 11 a 8 horas, mejoras paulatinas en tos jornales y entre otras cosas, la plena vigencia del descanso dominical. Los dueños de la fábrica habían solicitado al Arsenal de Guerra dos compañías para defender sus instalaciones y personal. El 7 de enero de 1919 a las 16:00 horas a raíz del traslado de materiales desde los depósitos a la fábrica, se suscitó, por motivos que no se han


podido establecer un tiroteo que dejó como saldo 4 obreros y dos civiles muertos y cerca de cuarenta heridos. A raíz de este grave incidente las dos centrales obreras FORA y FORl declararon un paro general para el día siguiente en que se inhllmaron los restos de las víctimas. Este paro tuvo elevada repercusión en el sur de la capital y en algunas zonas suburbanas. Los extremistas de izquierda y los grupos anarquistas tuvieron, a raíz del entierro -de tas vietnrras, uportuni-dati de proclamar la rrrsorreeeióa, Ull1m\OO\:lU'C no prosperó. Al mismo tiempo las formaciones de derecha de la "Liga Patriótica" liderada por Manuel Carlés y los adictos a la "Asociación Patriótica" de Joaquín de Anchorena tuvieron oportunidad de sembrar pánico al atacar locales sindicales y clubes obreros. La "Liga Patriótica" se ensañó con los judíos, en un reflejo de los acontecimientos de Alemania, donde los judíos fueron acusados de "entregar" la nación a los aliados en 1918. Previendo que las cosas iban de mal en peor Irigoyen citó al General Luis Dellepiane para hacerse cargo de la situación. Las tropas regulares pusieron rápidamente fin a la insurrección obrera el 11 de febrero, El triste saldo de la llamada "Semana Trágica" fueron alrededor de 65 civiles y cuatro soldados muertos. El otro acontecimiento que empañó el primer gobierno de Irrgoyen fue lo ocurrido 'en Santa Cruz en los años de 1920 y 1921> a raíz de los reclamos de peones y algunos capataces de estancia que solicitaban mejoras en sus alojamientos, aumentos razonables de sus sueldos y mejores condiciones de trabajo. Al no obtener ninguna respuesta de los patrones, los obreros (peones) lograron paralizar la esquila de la lana y ocuparon pacíficamente varias estancias. Al agravarse la situación el Juez de Río Gallegos emitió un laudo que fue rechazado por la patronal instalada en la Sociedad Rural de Santa Cruz (16). E\ Gobierrro Na~ronal percibió la gra~"'edad del. asunto y ~ue \00 bandm se tomaban más irreconciliables y envió un destacamento de tropas al mando del Teniente Coronel Héctor Varela a quién consideraba un militar prudente y que hacía honor a su arma: el ejército. Había sido revolucionario de 1905 con Lencinas e Yrigoyen le tenía confianza. En una primera instancia las gestiones de Varela apaciguaron el ambiente. Todo volvió a la tranquilidad, pero a fmes de 1921 el precio de la lana bajó dramáticamente y las empresas se encontraron con un gran acopio en sus almacenes y la esquila del verano '22f23 casi eecuna.

Con el propósito de no pagar los sueldos de los obreros por un trabajo que no se iba a llevar a cabo 10s empresarios, en combinación con a1gunos obreros "vendidos" organizaron una "huelga" o "pseudo huelga" ocupando pacíficamente varias estanci-as. El Teniente Coronel Varela estaba convencido en su fuero íntimo de que los trabajadores habían abusado de su confianza. .. de su buena fe. Los empresarios habían logrado, no se sabe esgrimiendo que argumentos que Varela viniese acompañado de dos regimientos de caballería y que aplicase la más dura represión. Así fue que cualquier persona encontrada en situación de portación de armas podía se fusilada en el acto sin formalidad alguna


Varela desató una represión brutal. Cientos de operarios fueron detenidos y sometidos a los más violentos vejámenes y recluidos en depósitos hasta que los patrones los señalaban pam llevados al campo y filsilad'OSDe tristísima memoria fueron los enterratorios de El Cerrito y el Cañadón de la Yegua Quem-a:da. 'h-oy-Cañ<l.uón de los MuertQS}, en los -cuales, <l.ñusuespués, fueronexhumad-05 cientos de cadáveres. El Teniente Coronel Varela tuvo un triste fin, siendo asesinado por un hermano de uno de los fusilados en el Cañadón de la Yegua Quemada. Acusado del crimen el asesino fue encarcelado y a su vez fue muerto por el centinela, que siendo policía, tenía ataques de demencia a raíz de las heridas recibidas en un enfrentamiento con huelguistas; el matador del matador del Teniente Coronel Varela fue recluido en un manicomio y allí fue muerto por un ex huelguism que se hizo pasar por loco y luego de ser :internado asesinó al asesino de Varela. Durante muchos años en aquella desolación patagónica el recuerdo de la sangre se 'hizo carne en muchos resentidos con justa razón y en las muchas familias destrozadas, El primer gobierno radical nunca tuvo un congreso con el que podía trabajar fácilmente, fue muy ardua la lucha de un gobierno que quiso lograr el dinero para enaltecer la calidad de vida de quines menos tenían con un cuerpo legislativo compuesto por los restos de la hegemonía conservadora, con partidos provinciales antirradicales y radicales que ya iban camino a constituirse en el germen del antipersonalismo o sea "la contra" de Irigoyen. A pesar de todos los inconvenientes, la condición de las finanzas de la república fue la mejor de todos los tiempos. "A principios de 1918", dice Félix Luna, "el gobierno radical concreto con Gran Bretaña y Francia, un convenio por el que se les vendía el "excedente de la cosecha de trigo y otros cereales calculada en 2500 toneladas por un precio base de $200_000_000 ON) ". Poco después se firmó un convenio similar sobre lanas y otros frutos con los mismos países qu-e el St!mldo no -aprobó. Sigue Luna: "Esta negativa no fue la menor de las causas del desastre lanero de aquella época", a cuyos resultados nefastos nos hemos referido más atrás. El Gobierno suplicó al legislativo que aprobase el pacto de la lana; pero la negativa tenía todo el aspecto de un sabotaje a un gobierno que podía tener éxito en el dificil trance de tener que vender un "surplus" a nuestros compradores tradicionales que, habiendo padecido una guerra feroz de cuatro años, necesitabanproductos de consumo critico y tenían pocos fondos.


1920 IX ELVEINT La década del veinte es la de los años del optimismo. La "Gran Guerra de 1914-1918" había sido calificada, ingenuamente, como "la guerra que terminaría para siempre con todas 10..r. guerras". El horror de los campos de batalla, las cifras de los muertos e inválidos por ambos bandos fueron de espanto y el testimonio de una guerra en que la tecnología comenzó a ser protagonista, resultó horripilante. No debe sorprender, entonces, que en el mundo de Occidente se tratase de olvidar aquel pavoroso episodio de terror y se mirara al futuro con esperanza e ilusión. Sin embargo" los primeros años del veinte fueron duros. En general" los países rectores buscaron recuperar el equilibrio económico de antes de la guerra y se sometieron a regímenes de sacrificio, mientras se reconstruían los mercados de consumo y se llevaba a cabe la recoaversión de la industria. Al final, Estados Unidos aparece como el único de los contendientes con un saldo a su favor; salió de la guerra fortalecido. Su sólido mercado interno se recompuso rápidamente ya que no había sufrido las privaciones y carencias de casi toda Europa. Tampoco le había tocado la destrucción. Al cierre de las hostilidades era el principal acreedor de los beligerantes y durante el '20 invirtió fuertemente en Europa. Para la Argentina el fin de la Gran Guerra, trajo no sólo los beneficios, obvios de la paz, sino también el retorno de la prosperidad. Las inversiones regresan, los precios recuperan su valor en la medida en que se normaliza la actividad comercial. La Argentina del '20 es la del verdadero milagro, corto, pero milagro al fin. No debe caber duda que el avance y el afortunado florecimiento de nuestro país en los años del '20 esta montado sobre las pautas de desarrollo establecidas a partir de los comienzos del siglo y que dan lugar a que en esta década, comparativamente, la Argentina crece más que Estados Unidos (17), Canadá o Australia. Se restablece la inmigración que deja saldos netos de retención positivos y lo más notable es que los ingresos (salarios) reales se duplican entre 1918 y 1929. El fundamento de esta evolución. que en el correr .dela década, tuvo algunos altibajos, continuó siendo el crecimiento del sector agropecuario, como ya lo insinuamos, aunque el industrial avanza vigorosamente, impulsado por un nuevo inversionista: los Estados Unidos .. El período que va desde la pacificación de la Patagonia de 1922, hasta septiembre de 1930 la podemos denominar como la pa.x radical. Fueron ocho años de enriquecimiento general' .de una extraordinaria redistribución del ingreso a favor de las clases medias de la sociedad,


de los operarios especializados y por sobre todo de los productores agropecuarios estancieros y de los productores de azúcar y los del sector de servicies.

... de

El manejo absolutamente escrupuloso del dinero público de los gobiernos de Hipólito lrigoyen y de Marcelo T. de Alvear aumentaron notablemente el haber público, la caja del Estado creció en forma sostenida y no fue hasta 1929/30 que se presentaron signos de cnszs. Fue tai en e.'JS años elaemento del superávit que borró en gran medida 10"5 sinsabores qee tuvo que soportar el radicalismo de la primera etapa. Fue en aquellos años en que lo bueno tapaba lo malo (que no hay que olvidar, siempre estuvo, de alguna manera, presente). Como diría Nietzsche: '70 mismo le pasa al hombre que al árbol; cuanto mas quiere elevarse hacia las alturas y la luz; más profundamente se hunden sus raíces en la tierra, en el

abismo. en la oscuridad ... en el mal". y fue en aquellos años que Alejandro Bustillo se hace de una clientela que suscitaría la sorpresa de muchos y hasta la envidia de algunos. Una lista, quizás incompleta, nos dará una idea de lo que es tener una. gran clientela y un conjunto de obras indudablemente codiciable: 1927: Casa de Renta de Juana G. de Devoto, en París. 1924: Residencia de Enrique Duhau en la avenida Alvear 1750, Buenos Aires. 1928: Casa de Renta de Carlos A Tornqnisren París. 1925:Residencia de Federico Martinez de Hoz, Talcaimano 1234, Buenos Aires. 1924: Residencia del Dr. H. Etchepareborda en la avenida Quintana y calle Montevideo, Buenos Aires. 1926: Casa de Renta de Juana G. de Devoto, en la avenida Santa Fe 1752, Buenos Aires. 1928: Residencia de Carlos Tornquist en Aguado y Rufino de Elizalde, Buenos Aires. 1929: Casa de Renta de Ernesto Lix Klett en la avenida Leandro N. Alem y calle Rodríguez Peña" Buenos Aires. 1935: Residencia de Juana G. de Devoto en la avenida del Libertador y calle U garteche, Buenos Aires. 1927-1931: Casa de Renta para Ramona A. de Ocampo en Posadas y Schiaffino, Buenos Aires. 1930: Residencia del -escu{ti31 Jusé F-iuI'avanti en la a'\i'eui-da A-c-oy-te Buen'OO Aires. 1931: Resiodencia del fotógrafo Manuel Gómez en calle Olazábal4779, Buenos Aires. 1929: Residencia de Victoria Ocampo en calles Mariscal R. Castilla y Rufino de Elizalde en Buenos Aires. 1929: Residencia del Dr. Pablo Calatayud en calle Maure entre Villanueva y Arribeños, Buenos Aires. 1928: Residencia de Alberto del Solar Borrego (actual Embajada del Perú) en la avenida del Libertador 2628, Buenos Aires; a esta lista podemos agregar las dos casas que el arquitecto levantó para su usufructo propio en la calle Posadas de Buenos Aires, construidas en 1926. Y la casa de Alberto Ramos Mejía en la calle Seguí 3963 de Buenos Aires ti la que dedicamos un breve comentario porque es tUl paradigma de la búsqueda formal de su autor y también porque tristemente ha sido demolida.

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En 1930, Bustillo acomete con valentia una casa en la calle Segu13963, para Alberto Ramos Mejía que resuelve exteriormente con extraordinaria sencillez y limpieza. Había que ser intrépido para abordar un edificio, en este caso no muy grande, de esencia clasiaista y despojarlo de todo accesorio llevando el aseo a su máxima llanura. El mismo lo aclara " ... alisé elfrente al máximo posible y luego lo endui y pinté al esmalte ... n, "es el sumo de la simplicidad.: ", (Le faltó el pulido para asemejarse a la "terminación" de Iapintura de una carrocería de automóvil; ironía del autor).


La casa de Ramos Mejía es de una sencilla belleza: ya no hay aedículas y un pequeño cuerpo prismático puro hace de antepecho de las ventanas del primer piso; más arriba, h¡camas de la buhardilla tienen unos marcos de distinguido format(\ planos que evocan ia aedícula sin serio. La casa de Seguí 3963 tiene un aire histórico intemporal que la enaltece. Casas U"l! campo constrnid'as pUT Alejan-dro BustiUoen1re 1927 y 1930. 1930~"B Boquerón" para Enrique de Anchorena en las estribaciones de la Sierra de los Padres al norte de Mar del Plata. 1929: "La Cascada" para Julio Perkins y Carmen Peers de Perkin en Curumalal, partido de Coronel Suárez, Provincia de Buenos Aires. 1927: «La Azucena" para Leonor Uriburu de Anchorena, en la serranía de Tandil (ref página XX). 1928: "La Dulce" (construcciones auxiliares, en estación La Dulce, provincia de Buenos Aires para Juana G. de Devoto). 1930: Casa de Campo para José María Bustillo en Cañuelas y para Mario de Tezanos Pinto en Ranelagh ambas en la provincia de Buenos Aires y para su uso particular en Ascochmga, provincia de Córdoba. También durante la presidencia de "Marcelo T", 1927, levanta Bustillo el "robusto" y muy clásico "Hotel Continental" en la diagonal Roque Sáenz Peña de la Ciudad de Buenos Aires. Acerca del edificio del Banco Tornquist del año '25 nos referimos en el capítulo "Tornquist/Bustillo" de este ensayo. Durante su período en la presidencia, Marcelo Alvear nombra Intendente de la Ciudad Capital a Carlos Nool, eoérgico empr~ario, 'CUy{} hermano Ma.."tm ~ \ID. br\Ulh"1te arquitecto, pionero de la restauración españolista e ibero americana, cuya presencia intelectual y sus obras son vitales para entender lo heterogéneo del clima de la plástica y de la cultura arquitectónica de aquellos años dichosos, bienaventurados de nuestra patria. Como Marcelo Alvear es la figura central de aquellos años felices (1922-1928) le haremos justicia, haciendo algunos comentarios sobre sus antepasados, su persona y su gestión política. En 1770 llegó al Río de la Plata Don Diego Estanislao de Alvear y Ponce de León, funcionario de la Corona que formaría parte de la Real Comisión encargada de llegar a la delimitación de la frontera con el Imperio Portugués en la zona costera del Atlántico en lo que hoyes el deslinde de los departamentos uruguayos de En la Argentina Diego Esianisiao de Aivear contrae matrimonio con ía señorita Baibastro que le dio veinte hijos. Diecinueve de los cuales fallecieron dramáticamente en alta mar en ]804 cuando el buque en que viajaban a España fue hundido por una escuadrilla inglesa. De esta catástrofe se salvó Carlos María, que fue hálTilmrlitar, ~.inguléndoseen la guerra contra el Imperio-del Brssil j' euyo monumento" eeu 'tre l alizó • eximio escultor francés Bourdelle y cuyo emplazamiento se halla en la plazoleta que delimitan las calles Posadas, Schiaffino y la avenida del Libertador en Buenos Aires y cuya esposa andaluza (z) le dio diez hijos, el quinto de los cuales se llamó Torcuato y ID!CÍÓ en Montevideo en J~ contrajo rsatrimoaio con.Elvira Pacheco, hija del general Pacheco, sostenedor de Juan Manuel de Rosas. Del matrimonio de Alvear Pacheco, sobrevivieron siete hijos, siendo el menor de ellos, Máximo Marcelo Torcuato, quien fue presidente de la Nación en el periodo que nos interesa: 1922-1928~ había nacido e14 de octubre de 1868. E12 de julio de 1891 fumó como secretario el acta de fundación de la Unión Cívica Radical.


Volviendo a la década del veinte conviene entender por lo que sucederá más adelante, que lacandidatura de Alvear fue una iniciativa de Hipólito Irigoyen. El 2 de abril de 1922 r 460.000 votos contra 370_000 de la oposición el ex.secretario de Alemse convirtió en el décimo noveno presidente de la Argentina, secundado por Elpidio González en la vicepresidencia. Su gobierno fue de orden, especialmente prolijo en la administración de la economia. Cuando entregó el poder el Tesoro Nacional se había incrementado en más de 100.000.000 de pesos oro, La inmigración dejó un saldo neto de 640_000 personas, En SUS gabinetes descollaban figuras de gran prestigio, entre los cuales, sus ministros del interior fueron Benjamin Matienzo y Vicente Gallo, de Relaciones Exteriores, Angel Gallardo; en el de Geerra, el-general Agu'StÍn P. Justo; en -agricultura, Andrés Lebreton; en Obras Públicas, Roberto M. Ortiz. Fue durante los años que van de 1917 a 1930 que Alejandro Busti1Io como lo hemos constatado consolidó un prestigio profesional que dejó a casi todos sus colegas en el camino, solo Eduardo Estanislao Le Monnier (1873-19319) podía competir con él; éste. un clasicista trasgresor como pocos (18) y luego Alejandro Virasoro, por un corto período (19) podrían considerarse sus más hábiles contrincantes, lista que puede incluir a Martín Noel dada su eereanfa al partido Radical (2G). Desde la magnífica residencia de la estancia "La Santa María" de Máximo Paz, con su desinhibido aire normando comenzada en 1917 para Celedonio Pereda, basta el gran proyecto de 1930 para el edificio de la Compañía Hispano Argentina de Electricidad, llamado "Volta ", que el propio Bustillo proclama como el más moderno de la Diagonal ", no puede caber duda que Alejandro Bustillo se había convertido en el arquitecto de confianza de una clientela selecta, de elite. Uno de los lugares comunes de nuestra historia es la creencia que la segunda presidencia de Irigoyen fue tan solo un gran fiasco, en que la inacción yel fracaso fueron los únicos protagonistas.del bienio 1928/30., mas bien el protagonismo lo proporcionó la oposición que desde el primer día de su gobierno, el 12 de octubre de 1926 le hizo la vida imposible.


1930 LAS GRANDES OBRAS Agustín Pedro Justo, es sin duda una de las personalidades descollantes de la política argentina de la primera mitad del siglo XX. Su personalidad tuvo una influencia preponderante durante un período de los más dificiles que tuvo que afrontar nuestro país {l93<3-3S). Había nacido en Concepción del Uruguay en 1876 y falleció, algo prematuramente a los 67 años en Buenos Aires, en 1943. Fue Director del Colegio Militar y Ministro de Guerra durante el gobierno radical de Marcelo T. de Alvear (1922-1928). Sin embargo, en 1930 participó en el primer Golpe de Estado de la Argentina, acompañando al Teniente General José Félix Uriburu en el pronunciamiento que puso fin al gobierno de Hipólito Irigoyen enseptiemhre de 1930, Pero Justo no participó del gobierno que se formó luego de la caída de Irigoyen. Si algo se

'j)\lede deeir -de A-gustinP. Justo es {fUemmea 'Simpatizó eon el fasersmo y -su perrsarrrierrte cuando estalló la guerra en Europa siempre estuvo del lado del bando aliado. Justo entendió que la renuncia de Yrigoyen era un hecho inevitable; el desafortunado "Don Hipólito", ya era víctima de un proceso de desgaste a nivel público que nada, ni nadie, podía subsanar, Legalmente su término en la primera magistratura de la Nación llegaba hasta 1934 y en las condiciones en que la opinión pública juzgaba al gobierno, no cabía duda que la situación de Yrigoyen en el poder era insostenible. Sería de una inocencia imperdonable atribuir el hecho de que Justo se plegara al golpe de Uriburu tan solo ¡mm terminar con la absoluta ineficacia del presidente. Justo tenia sus ambiciones propias: una visión de una Argentina grande, próspera, moderna, socialmente justa y por sobre todo, importante, no solo en América sino en el mundo. Realista" era plenamente conciente de que había un gran trabajo por delante y sus primera acciones, destinadas a levantar la economía mediante una sobria administración comenzó por poner en buen orden las finanzas. En aquella época las finanzas eran regenteadas por el Ministe.--\'O de Hacienda 'Cuyo titul~ era el Doctor Huey'0. Sin entrar en detalles, damos a continuación las principales iniciativas y dispositivos contribuyeron a subsanar una economía en aprieto. "El empréstito patríéñeo", la

que

conversión de la deuda pública; la reducción de la deuda externa; la reforma monetaria y bancaria' la creación del Instituto Movilizador; la revigorización del Banco de la Nación; el reo rdenamiento del Banco Hipotecario. La creación de las Juntas Reguladoras (de carnes; de la industria lechera y del vino) y algunas más que la memoria no retiene (21).


El15 de octubre de 1932 se promulgó la Ley Nacional de Vialidad. La Argentina llegó a tener una red ferroviaria de vasto alcance y notable eficiencia, que hacia fines del '30 negó a tener 4 L 066 kms de extensión. En un país de 1L 000.000 de habitantes> la tasa per cápita era una de las más altas del mundo (22). Pero su red de caminos era simplemente patética. L-a excelencia

del servicio ferroviario a-rgentlno lm~\ant{)en \-amente de muchm l-acreencia

de que la red de transporte automotor no era una indispensable necesidad y así fue que en 1935, solamente unos 100 kilómetros de ruta estaban pavimentadas (23). Entre 1868 Y 1903 se invirtió abundante dinero en buenos puentes, sobre ríos y vías férreas pero es obvio dejar constancia que a ambos lados de estas magníficas obras de ingeniería estaban las rutas de ripio o tierra y estas últimas cuando llovía, se tornaban rápidamente intransitables. Varios factores hicieron que durante la década del '30 la construcción de caminos asfaltados y de losas de hormigón aumentara de manera considerable. El primer factor fue que la industria automotriz había crecido en forma sobresaliente (24). En segundo lugar cabe destacar que el costo al consumidor de la nafta era razonable (alrededor de $0,23/0,25 el litro ); precio que incluía una sobre tasa, impuesta por el gobierno> para ingresar a un fondo especial para la construcción de rutas de tránsito permanente.

La Dirección Nacional de Viahdad tu"Vouna dinámica '5obTe'5ahente~ w primer d1recWT e\ ingeniero Justiniano Allende Pose demostró poseer una personalidad apropiada para ejercer elliderazgo de una empresa nueva que necesitaba de mucha iniciativa, creatividad y una vigorosa dirección. En pocos años la Argentina contó con una red de 30.0000 kilómetros de caminos de transito permanente. El cemento armado y el asfalto desempeñaron un papel fundamental en aquellos años de nuestro incipiente y tardío desarrollo vial. Pero lo que más motivó la construcción de rutas de tránsito permanente fue mas bien un "un modelo filosófico" cuyo eje estratégico se construyó sobre la base de la idea de que los argentinos debían conocer inicialmente lo propio, lo suyo. "Argentinos.' conozcamos primero lo nuestro" decía el slogan. En el

periodo 1870, hasta 1938, el paradigma de unas buenas vacaciones era, para los más pudientes y las clases medias más acomodadas el viaje a Europa. A partir de septiembre de 1939, por razones obvias, lo que fue casi un ritual que se cumplía, muchas veces hasta todos los años, se hizo imposible.


La primera ruta nacional pavimentada (adoquinada) llevó el número 1 y unió la ciudad de Buenos Aires con la de la Plata. En el nuevo plan la Ruta Nacional 2 se proyectó hacia del Plata. que ya no dependería para su acceso tansolo del excelente Ferrocarril del SuL Mar del Plata se convertiría rápidamente en el gran balneario de la Argentina, aunque la ruta caminera de tránsito permanente en este caso no se inauguró hasta noviembre de 1940, 'S iendo -suúttinm tramo de Dolores a Mar del Plata de losas de hOTm-ig{)n a1TIY"auo. Para Mar del Plata, en el marco de una remodelación de gran envergadura y calidad, ocupó un lugar protagónico la demolición de la Rambla de 1913, asunto que se debatía desde 1923 y su sustitución por una obra nueva de gran porte e instalaciones: unas grandes salas de juego, un equipamiento para el entrenamiento deportivo; piscina de agua de mar y pista de patinaje; un auditorio cinematográfico, salas de exposición, un restaurante y bar que a la noche se convertía en un cabaret y todo el contorno exterior con locales comerciales y -oonfiterias, como tenia la Rambla que se tenía que demoler. Tenía el gobernador de la Provincia de Buenos Aires Manuel Fresco, una admiración sin Ilmites por Benito Mussolini y las organizaciones y obras del fascismo. Admiraba, por ejemplo, las del drenaje de le Marche Pontine, al sur de Roma, y la creación en su lugar de los conjuntos urbanos como el de Sabaudia, del arquitecto urbanista Luigi Piccinato. La obra de éste y de Marcello Piacentini (1881-1961) cuya personalidad agradable y ñ-m~"1et-isnroh"ltelectu.al tuvter<m. una fuerte influencia en.l'OS pmn.teos UI"banos -de las décadas entre guerras en Italia, son fuentes que vale la pena explorar; pero no necesariamente aquí. Dejemos aclarado que no existe de nuestra parte la pretensión de justificar que Piacentini y Piccinato hayan tenido una influencia capital en el hecho de que el nuevo Palacio Municipal de Mar del Plata. tuviese un perfil que remite al Palazzo Vecchio de Florencia; el asunto es curioso y ver este trozo de Italia en Mar del Plata es un tributo a un Alejandro Bustillo dúctil, dispuesto a darle el gusto a su cliente. Sin embargo no podemos ignorar que ya a fines del '30, antes de que Italia entrase en la IP Guerra, había en la Argentina abundante información sobre la "nueva arquitectura italiana (25) El pedido principal de Manuel Fresco para Mar del Plata le dio la oportunidad a Alejandro Bu:."1:Üloa encarar su obra más relevante: el reddaje de la Playa Bristol la eonstrucr:ió de la Nueva Rambla y posteriormente, del llamado "Hotel Provincial".

No haremos aquí comentario alguno respecto de los edificios; los magníficos planos y dibujos de Bustillo y las fotografias, hablan por sí solos y el análisis crítico de Martha Levisman completa la visión integral de esta importantísima obra. Nos quedan, sin embargo, tres asuntos que comentar. El primero se refiere a la reacción pliblica en relación a la sustitución. tie la R-ambla -de 1913. En. el -orden tie pri-oridades figuraba, sin duda, la renovación de la Playa Bristol (26), hoy diríamos "recic1aje", donde

)


ocupaba un lugar protagónico la obra de la sustitución de la Rambla de 1913 (de Agote y Jamín, arquitectos), que de ahora en mas llamaremos la "Rambla Francesa •.·. El asunto era complicado porque al construir esa bella rambla sobre un sistema de pilotaje de hierro se le había puesto fecha fija de defunción, que sería cuando el oleaje del agua Sá1ada,corrosivo mortal, terminase por carcomer las bases del edificio y llevado a su colapso final Las autoridades provinciales, antes de la negada de Uribum en 193ú y aún antes también del arribo de Fresco, habían llamado a licitación para sustituir la Rambla Francesa por otro conjunto que no sucumbiera al oleaje atlántico. Esta licitación la ganó el talentoso húngaro Andres Kalmay en colaboración con Guillermo V. Meincke. La Rambla Francesa se había convertido en el paseo consagrado, en el lugar de encuentro cotidiano y con el correr del "pacífico" 1922/28 y hasta en el 1930, a pesar del desorden político, el público la siguió favoreciendo. En la primera línea estaban las confiterías como "La Brnsileña"; el "Ooeaa Club"; el "Yatch Club" y easi todos los negocios mas prestigiosos de Buenos Aires. El elegante edificio Beaux Arts aún en sus últimos años, con sus ocho capulines y sus ocho pináculos y sus pérgolas en la terraza, era amado por el público. Hay, en el libro de Fernando Fagnani O una anécdota interesante: "Marcelo T. de Alvear al ser interrogado por Josué Quesada sobre la tragedia que avanza sobre el monumento Belle Epoque dirá: Debe desaparecer ... sin dilación. Ha cumplido el destino de todas las cosas que se construyen sobre la arena ".

El diario "La Prensa" tomó partido en contra de la demolición de la "Rambla Francesa" y objetó la forma en que se le había otorgado la nueva obra a Bustillo, sin licitación. Sería ingenuo no mencionar que José María Bustillo., hermano de Alejandro era el Ministro de Obras Públicas de Fresco. Finalmente, para la temporada de 1939/40 se inaugura el Casino y un sector de la rambla, que no merecieron ningún elogio del diario de los Paz. El castigo público que tuvo que soportar Alejandro Bustillo en relación al reciclaje de la Playa Bristol y la construcción de la nueva rambla y el Gran Casino Público no alcanzaron para doblegar su convicción de que iba a crear un gran edificio, finalmente fueron dos, para. un balneario que en la década del '40 iba a convertirse en el lugar de cita de mas de 400.000 veraneantes por año (en 1913 los veraneantes habían sido tan solo 32.573). Un factor que conviene tener en cuenta es que el juego de azar: la ruleta y el punto y banca, crecían a medida en que aumentaban los pasajeros. Siempre, hasta el gran Casino de Bustillo, hubo un arduo enfrentamiento obre el destino de los beneficios del juego que hasta 1940 se jugaba exclusivamente en el ámbito privado; el Club Mar del Plata por ejemplo. El estado quiso tener una importante participación en este negocio y lo logró en 10"5 grandes alenes de juego diseñados por Bustiiio.


La monumentalidad del conjunto ideado por Bustillo respondía a una visión macro de nuestro primer balneario, que eventualmente, albergaría en el verano de 1950/51 a 991.000 visitantes estivales.. Influencia importante.a favor de este inusitado crecimiento tuvo la sanción de la Ley de Propiedad Horizontal en 1948.

xx llARILOCHE Esta hoy famosa ciudad nació a partir de 1895 y la historia nos informa que su primer habitante permanente fue el señor Carlos Wiederbold. A comienzo del siglo XX comienza la colonización de la villa de San Carlos de Bariloche, llegando un modesto contingente de europeos. El ferrocarril tardó en llegar, pero los turistas comenzaron a arribar en forma mas organiwda en el verano de 1924. Mucho antes, en 1902 llegaría a Bariloche Primo Capraro (1873/1932) que según los testimorri:os históne.m mas certeros es el. mas trascendeme -de los primeros colonizaderes del pueblo, aún en ciernes, al borde de la costa sud del lago Nahuel Huapi. Italiano, Primo Capraro llega a Bariloche por el paso Pérez Rosales ( al sur de Puerto Blest y al oeste de Puerto Frías). luego de fracasos en Mexico y Perú. Roca había creado la Colonia Pastoril Nahuel Huapi y Capraro pudo obtener un lote de 650 hectáreas, en la Colonia bajo la denominación de número 80, ubicado al norte del Río Correntoso sobre la costa del lago Nahuel Huapi, desde donde proveía de madera a Chile y a Barrloche, un negocio que fue la fuente de su rápido enriquecimiento.

En 1933 se constituye la Comisión de Parques Nacionales, presidida por Angel Gallardo (26). Sera Ezequiel 'Bustillo quien prepara la ley que el mismo elevara al "Ejecutivo y que será la número 12.103/34 que crea en octubre de 1934, la Dirección de Parques acionales que funcionará dentro de la órbita del Ministerio de Agricultura, en forma autárquica. El primer Parque Nacional fue el del Sud, que pasará a llamarse Nahuel Huapí.

C-o..-roeptua-lmente, la idea tunstiGt de Nahuel Huapi-seria la oontraC"'aIQ. de ra.<le }'!aí-dcl Plata. Nada de popular había en aquellos primeros tiempos en la orientación ideal de cómo serían los fines o destinos del área. La imagen deseada por Ezequiel Bustillo era la de un turismo de elite, que naturalmente incluiría la práctica de los deportes de invierno.


Problemas. En primer lugar. dada la enorme extensión de los "Parques" las administraciOnes provinciales obviamente, veían en el asunto una "invasión" de la Nación en áreas importantes de su territorio. Desde Neuquén hasta Santa Cruz y mas adelante, Tierra del Fuego (27) las gobernaciones (aún no eran provincias) "perdían", por así decirlo, grandes áreas de importante valor paisajístico y todo el magnífico frenteala Cordillera En segundo lugar los accesos a los parques del sud eran precarios; aún en 1965 desde Río C-o{wa1l0 al 'Sur ha:-,;aChichinales la rota treneai 22 era -de ripio y mas a-d-elante ya Ri~ 237 no estaba pavimentada en más de 360 kms. Recién en la década del '70 se comenzó a resolver este grave problema. Si bien "Vialidad" y "Parques" parecían tener objetivos estratégicos complementarios, el tema de la ruta al sur tardó en resolverse. En el "Diccionario de Arquitectura Argentina", de reciente aparición (29) se explica con claridad que "la labor realizada por Bustillo fue atacada por los movimientos preservacionistas", que comenzaron a tomar forma, como la Federación de la Fauna Sudamericana y los Amigos de los Parques Nacionales "Francisco P. :k'Úrern:J, qee abogaban por el cese de la introducción de las especies vegetales exóticas y como resultado, el mantenimiento de la "condición primitiva" del área (30). El ferrocarril tardó en llegar y no arribó hasta 1932; ya en 1900 se podía viajar en tren dos veces por semana a Neuquén desde Buenos Aires, vía Bahía Blanca. (Ver "Baedeker de la República Argentina" de 1900, página 213.,. para conocer como se llegaba de la capital de la gobernación, al lago Nahuel Huapí. Esta guía incluye una muy buena descripción del área.

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añus fun-damemales en el mmi-enzü -del-crecimient-o -de B-ariloche. La

sanción de la ley 12.103 y la llegada del tren dieron un importante impulso al área. Pero aún faltaba el hecho que daría a la zona su aire de "resort" de verano e invierno y de descanso: el gran hotel de turismo. que también daría al lugar su sello de distinción.

A Ezequiel Bustillo le pareció conveniente "Complejo Bariloche" estuviese Alejandro, Ernesto de Estrada y Pañuelo y decidieron que a.Hí se cual se organizó un concurso de

que esta fundamental pieza del armado del alejado de la zona urbana. Es así que junto con su hermano Amoldo "Sambo" Jacobs se dirigieron a la zona de Puerto levantaría el gran hotel, con vista al lago, pamel iogrudei arquitectura.

Naturalmente, Alejandro Bustillo ganó el concurso (con ellema "Mari-Quilá). Se inicia la obra en 1938 y se inaugura contemporáneamente a la apertura del edificio del nuevo Casino de Mar del Plata.


Al encarar una gran obra en un entorno agreste, Alejandro Bustillo, se enfrentó con un problema de dificil resolución: como lograr un nivel de lujo que no fuese incompatible 000 un medio de gran belleza Ygrandiosidad natural y como no caer en un pintoresquismo alpino. Un arquitecto menos talentoso podría haber caído en un edelweiss kitsch como es gran parte de la arquitectura urbana actual de la zona central de la ciudad. Bustillo superó estos problemas ytentacl\)nes eon su hahitual habitidaü. El "Liao Llao" es tmgran edificio de una refinada rusticidad, en un grandioso escenario. XXI EL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA TRillNFO y TRAGEDIA "El Banco de la Nacion es el más importante y grande de laArgentina.EnJ937 se le solicita a Bustillo que proyecte una nueva casa matriz en el predio delimitado por las calles Rivadavia, Reconquista, B. Mitre y 25 de Mayo de Buenos Aires, tomando así el fomro ·edificio roda la ffftlTlZUffll. Elaflrerrorveupó sólo una JXl11e y había sir/o -elprimer Teatro Colón. El Directorio le pidió que proyectase un "monumento eterno'"': "Enfrentándose a todas las circunstancias adversas, a las criticas más feroces y hasta a las opiniones más razonablemente contrarias, hizo prevalecer la tesis de monumento tan cara a su cliente y así creó el modelo ejemplar, el patrón y arquetipo del edificio monumental argentino. El resultado, después de 15años de trabajo y demoras, es de una contundencia sin JXlr. Sus cinco fachadas transmiten equilibrio y armonía. La principal, que es la de menor tamaño, OC"úpa el chaflán de la esquina de las calles Rivadavia y 25 de .A1a)/0y enfrenta a la Casa de Gobierno. a la que supera despiadadamente en grandiosidad". El Banco de la Nación, es de una escala lindante con 10 colosal, combina las disposiciones de fachada de los palazzos del Renacimiento tardío con una gran techumbre de mansarda cuyas lucamas levemente apaisadas. agregadas posteriormente, son el único incordio en esta enorme mole de grávida presencia y buenas proporciones". "Hay en toda la obra grande del autor. un sustrato de tono manierista; asunto innegable; como ya lo hemos dicho en el caso del "Hotel Continental" y del museo "Nacional de Bellas Artes". Al observar el gran pórtico del acceso principal del Banco de la Nación surgen, casi sin querer, la imágenes de San Giorgio Maggiore de Venecia o de H Redentore y en las composiciones laterales de las otras fachadas surgen casi sin querer y guardando las distancias, recuerdos de la imponente fachada de San Juan de Letrán de Roma. " "En su reportaje del día de la inauguración del nuevo Banco, el 24 deju.lio de 1944. el diario "La Razón" proclamaba que el edificio ''fija un punto de partida del estilo Clásico Nacional Argentino" (sic); Bustillo explica con claridad como había llegado, casi -esponmneamente tl esre r-esultado, tarr-caro tl su ánimo "&1 úbm magna ofrece relieves 'Jfi€ permiten identificar el Significado argentino de la realización arquitectónica ... al igual que los arquitectos romanos, trabajando sobre motivos griegos y los franceses sobre los itálicos, impusieron a sus concepciones, acaso sin saber/o, un profondo sentido nacional".


"La obra del Banco Nación fue atacada por tres motivos principales; el primero fue de carácter ideológico; por representar todo lo contrario a lo que el Movimiento Moderno de la Arquitectura :e bahía propuesto representar. El segundo motivo fue de naturaleza más bien político y tuvo que ver con la idea de que Bustillo obtenía obras en razón de su amistad y parentesco con la dirigencia política y el tercer motivo tuvo su origen en eonsideroeiones urbanfstiros: rompimiento de la e~cala del 1naJ"L'O edificio de fa Plaza, monumentalismo exagerado y sobre todo porque su construcción implicó un escollo terminante a toda posibilidad de sistematizar la plaza, de darle unidad". La idea de equiparar el frente norte con el frente sud de la Plaza de Mayo mediante una recova ya había sido "bloqueada" por la obra del Nuevo Banco Italiano de De Lorenzi, Otaola y Rocca (J 929) en la esquina de Reconquista y Rivadavia, El magnífico edificio del Banco de la Nación Argentina se construyó en dos periodos 1940144 1950155; en el ínterin entre 1946 y 1950 se abrió una in -estigaeién por una denuncia relacionada con los costos de la construcción del gran edificio. Llevar al autor al banquillo de los acusados fue un acto de discriminación sin par, considerando que Alejandro Bustillo ya era un consagrado arquitecto, de los mejores de la Argentina, que de ninguna manera necesitaba entrar en un componenda, una asociación ilícita, con la compañía constructora. De todo esto nada nuevo surgió excepto que se perdieron seis años y la burocracia peronista revolvió papeles hasta cansarse.

Dice Miu:tb.-a LevÍsman 'que es entre los años '4<JY '6(1 1:Jue -escribió sus liúros, "La Belieza Primero - Hipótesis Metafisica" en 1957 y "Buscando el camino" en 1967. La Nación. el prestigioso diario de los Mitre publicó sus ideas en su sección cultural de los domingos, cual nos referiremos en el último capítulo de este breve ensayo.

a lo

En 1961proyecta liad honorem", dice Levisman, la sede oficial del Jockey Club de la ciudad de La Plata. En 1965/66 siendo Intendente de la Ciudad de Buenos Aires Herman Giralt como ya lo hemos constatado encara los locales de la Comisión Nacional de Museo y Monumentos Históricos y el cierre-del patio posterior del Cabiloo. En 1977, según sigue la narración de Levisman, lleva a cabo sus últimas obras: una casa de campo en el estilo veneciano en Plátanos, para María Elisa Mitre de Larreta y para la familia Cullen, viviendas en Los Cardales (provincia de Buenos Aires) y en Junín de los Andes, Neuquén. El 3 de noviembre

de 1982 a los 93 años fallece en Buenos Aires Alejandro Bustillo.


CREDO Alejandro Bustillo dedicó gran parte de su pensamiento, ideas e iniciativas al logro de un objetivo que él consideró supremo: hacer realidad algo que es dificil de definir, en forma sencilla. Concibió como necesaria la formulación, la creación e instauración de lo que él üw-n\ffli: -come U'ñ'aaT-qmtectüra genuinamente -a-rgenun'3.': nacional. Para obtener un resultado contundente, es decir que tuviese un carácter decisivo, terminante y convincente necesitó un punto de partida. Como los recursos del medio local, si bien le pudieron aportar una cierta riqueza de formas y no mucho más, buscó el componente fundamental de su propuesta: la estética, lo que le daría la belleza, asunto para él culminante, divino si se quiere, se remite a la arquitectura de la Antigüedad Clásica, a la de la Grecia pretérita, la arquitectura Helénica: prístina, inmemorial y heroica. Así completó su propuesta: una arquitectura clásica, argentina, también heroica y que sería noble y patrimonial. Este sería su legado. Para ser noble debería ser sencilla y para ser patrimonial debería tener signos de pertenencia En la búsqueda de la pertenencia Bustillo, no desechó el paso por Roma, por el clasicismo franeés y también por España en una serie de traslados y mutaciones dignos de quien puso en marcha este dificil proceso: un hombre inteligente, de gran sensibilidad, visionario, universal y patriota. Del clasicismo francés desechó el excesivo adorno que entendió se trataba de unfloreo típicamente francés y de lo español el Churrigueresco y el Plateresco. Participó vivamente de la reivindicación de la.arquitectura tradicional española cuyo mejor ejemplo es la. magnífica casa del establecimiento de campo "La Azucena" en la serranía baja de Tandil. &<tIlde fue -su acrm:iraci'Ón 'PO"1FIally01'S Mausart {1598-1'666),que Franym'5 BlmIde\,eI. gnm teórico de la arquitectura francesa, apodó "el dios de la arquitectura". Es mas que probable que a través de F. Mansart le llegaran las influencias de Carlo Maderno, Giacomo Barozzi da Vignola, Donato Bramante, Andrea Palladio y obviamente, de Michelangelo. Sus comentarios sobre la Place Vendóme en relación a los grandes edificios de la Playa Bristol no deben ser tomados a la ligera, aunque el autor sea el otro Mansart Jules Hardouin (1646-1708) sobrino nieto de Francois. Si hubiera algo que agregar sobre el Casino y Hotel Provincial de ~far del Plata es que el semblante de las fachadas largas tienen un aire al gran frente del Palacio de Caserta de Luigi Vanvitelli. La sencillez de los castillos de una España muy anterior a los Borbones, sus grandes cuerpos cúbicos, la especialidad depurada de unos cortijos míticos, fomentarían en su espíritu permeable, el derrotero invisible de lo que Ernesto Katzenstein con competente. auspiciosa clarividencia denomina el camino a la neutralidad (estilística).


La creación de una arquitectura nacional no fue una obsesión exclusiva de Bustillo; centenares de arquitectos la han buscado por distintas rutas. ¿Acaso "las casas blancas" no fueron un intento sincero de lograr una arquitectura genuinamente argentina? No es este el lugar para polemizar acerca de su fracaso, hay mucho escrito sobre esto (31). Pero esto de una arquitectura nacional auténtica tiene que superar unos problemas muy difíciles, casi diríamos imposibles. El noble propósito tropieza en primer lugar con las exigencias que le impone la disposición geográfica norte sur de la Argentina, desde el paralelo 22 en el norte hasta el 55 en el sur. Desde el árido altiplano y la selva subtropical de Salta y Jujuy con temperaturas medías anuales de 18° - 28°/33° C y alguna máxima de 46° C hasta las medias de más 100 - 4° C en el sud con alguna mínima de hasta menos 25° en el invierno. También en el cuadro de los inconvenientes que habría de enfrentar la creación de una "arquitectura clásica nacional" había que tener en cuenta la población misma, su origen altamente heterogéneo y sus distintas maneras de ser regionales, las costumbres y hábitos diversos, productos no solo de la geografía y del clima y un sin fin de causas materiales mas, sino también de su diversidad de origen étnico. Por fortuna las referencias al proyecto de arquitectura nacional de Bustillo incluyen la palabra "clásica" y sus exegetas casi siempre se refíeren a una "Arquitectura Clásica Argentina" . La introducción de este vocablo, tan concreto, tan significativo, nos induce a pensar que nuestro protagonista pensó mas cabalmente en una arquitectura oficial, una arquitectura del sector público ... mas específícamente del Estado. Si esto fuera así estaríamos mas alejados de la utopía que hasta ahora ha significado la formulación de una "arquitectura nacional argentina". Estaríamos cercanos a muchas teorías sobre la identidad del Estado a través de la imagen de su arquitectura, algunas más explícitas que otras. Por ejemplo cuando Gran Bretaña decide construir el gran conjunto de Gobierno del Dominio de la India en Nueva Delhi llama a Edwin Lutyens para acometer la gran obra; este formidable creador ataca el tema de una arquitectura para el Imperio: una línea monumental de respetable sencillez y gran efecto que su colega Herbert Baker repite en Petroria en lo que era la capital política de la Unión Sud Africana. Este modesto escriba ha tratado de encontrar algún paralelo del Pensamiento y la obra de Alejandro Bustillo más allá de la Argentina, tratando de no caer en la tentación del talentoso Albert Speer, por no poder tolerar a su perverso mentor y también porque el plan de Speer para Berlín, jamás se hizo. Entonces cayó en el formidable inglés Lutyens y sus pocos seguidores, haciendo la arquitectura del Imperio Británico.(32) El mensaje de Bustillo es claro y transparente: indagar, investigar, explorar, rastrear, buscar lo nuevo hasta en lo antiguo, ir al encuentro de lo pretérito y reformularlo (sin que pierda su esencia) reciclar, racionalizar y siempre predicar, insistir, persistir, no claudicar. Su arquitectura puede gustar o no, sus pensamientos pueden gustar, complacer, contentar o producir rechazo, pero lo que no se puede despreciar es su convicción, sus creencias, su credo.


COROLARIO Quienes han escrito estas pocas páginas acerca de uno de los más famosos y exitoso s arquitectos argentinos: Alejandro Bustillo, no han tenido como propósito escribir la historia de la argentina vinculada estrictamente a nuestro protagonista; ni mucho menos. Tampoco ha sido su objetivo hacer una biografla de Bustillo; personalidad compleja si es que las hubo, brillante siempre, pero también contradictorio como su obra completa lo demuestra; esto último, especialmente evidente en sus trabajos marginales, ya que su obra "central" por llamarla de alguna manera, es de una gran consistencia, sólida... coherente. En rigor, lo que los autores han querido crear es más bien una escenografía cambiante en la cual Bustillo: inteligente, hábil y perseverante se desenvuelve siempre de manera competente y lúcida. De esta propuesta el lector debe percibir que no todo lo que acontece en la Argentina condiciona el que hacer profesional de Alejandro Bustillo. Hay una larga estadía en París de la que surgen no pocas e interesantes influencias y muchos años de vida en el campo que le acercarían valiosas experiencias cuando era joven. En general, el fenómeno urbano aparece como escasamente vinculante hasta la década del '30 (Banco de la Nación y Playa Bristol, Casino y Hotel Provincial de Mar del Plata) y los trabajos del '20 se vinculan, por sobre todo, al escenario rural; la época de mayor prosperidad de las estancias. Quedan fuertemente vinculados al desarrollo urbano de Buenos Aires: el Banco Tornquist, el "Hotel Continental"y el excelente edificio "Volta" estos últimos en la nueva Diagonal Roque Saenz Peña. Queda claro, entonces, que los autores no acometen un trabajo historiográfico de amplio espectro y en lo biográfico, puntual, cuando las circunstancias ha si lo indican como conveniente. Sus residencias urbanas, individuales y colectivas, en Buenos Aires, llevan el sello de una originalidad que las desvincula de la matriz Beaux Arts, que caracteriza a muchos de los arquitectos que actuaron ella Argentina desde Jacques Dunant y Jules Dormal hasta Arturo Dubourg (1953-54). Bustillo nunca incursionó en elArt Deco, siempre estuvo más allá de las modas, haciendo su cosa; sus planos son la mejor prueba de su consistencia, su vigor y por sobre todo de su persistencia.

Martha Levisman, Federico F. Ortiz, Arquitectos Noviembre 2004


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