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"Los arquitectos se rompen la cabeza persiguiendo la fórmula, y iCos~, singular! ellos viajan sobre la fórmula misma sin verla; los arquítectos metidos en el tren, meditando sobre el griego, el bizantino, o el gótico, olvidan que' ese tren se desliza por dos barras de hierro que es . la verdadera fórmula de la .arquitectura del siglo XIX". "Fórmula rudimentaria, iniciada por la conveniencia y la necesídad, como han sido siempre iniciadas los estilos arquitectónicos". Repentinamente el espíritu intranquilo del artista en busca de Iormas y detalles novedosos, creyó hallar una solución que se alejara del "Pastiche" de un arte del pasado y en las líneas torturadas y nerviosas del arte que se denominaba "Art Noveau" encontró sus adeptos, sobretodo en un grupo de arquitectos /;fvidos de notoriedad,' cuyos conceptos de gusto quedaban relegados a segundo término. Es que esa notoriedad la querían basar, como a menudo sucede, en la destrucción de todo lo que siglos anteriores de arte nos han legado como hermosa herencia, con derecho al usufructo, pero con encargo de velar por ella. Esa originalidad desdeñaba las sanas tradiciones buscando lo nuevo únicamente, cuando es sabido que el progreso, es hacer mejor lo que otros han hecho bien. Las grandes épocas del arte han respetado las tradiciones y su evolución se ha limitado en todo tiempo al perfeccionamiento progresivo sin llegar a la revolución. Dice Rodín, en su libro de las' catedrales, "que la originalidad no consiste en forjar palabras nuévas. .. sino saberse servir de las palabras viejas". Una forma puede ser novedosa, pero no quita que puede ser fea. Pírandello, al ,hablar de la originalidad, declara que "La intimidad de la visión que hace la originalidad de la obra, no se obtiene sino con los demios más directos y naturales. Nada está tan lejos de la verdadera originalidad como la extravagancia" . y para citar otra opinión, reproduciré lo que dice Rodó: , "Tan irracional como la pasión de lo viejo, que considera bueno tan sólo lo que tiene el prestigio de la tradición, es la pasión de lo nuevo que sólo tiene a su favor los prestigios de la novedad". "Omnía novo placent" . Ese arte llamado "Art, Noveau" ·fué un compendio malo de un arte disfrazado. Plumet vistió el Gótico eudal con otro plumaje, Schoelkoff plagió el Luis XV hasta hacerlo desconocido, mientras Guimard introdujo piezas anatómicas y trozos de intestinos en curvas y arabescos ea-
pr-chosos. Ese arte no es reflejo de una época ni de un estado de alma. [amás podrá ser bello 10 que sólo es ficción. Platon nos dice: "Lo bello es el esplendor de la verdad" o como dice Boileau:
"Ríen est beau que le vrai, le vrai seul est aimable L'esprít n'est point emú de ce qu'rl ne croit pas .... ,,
Las grandes emociones de la arquitectura, como los grandes temas musicales requieren sencillez en su estructura y en los detalles, necesitan como las notas de relleno, de la música, una absoluta unión y asociación con el conjunto de la composición.
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...~. .::--".... - -. ~ ". ''" - .. ': . '-"~~:'!:~.;~~~~:.~~ '.. " . - , • .. La belleza en arteno es el producto, de la casualidad, como aconte:':.;':-,ce- en.Ia naturaleza; , .. ... ,'c' "~"~o:'~\:~ :'; ¡ : ',_' " • _' La, belleza para ~1.artista es una aspiradón;-ün, a~helo' al cual con. - sigue dar cuerpo y forma tras luchas,' desvelos, 'esfuerzos y. a, veces des-
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engaños y desilusiones.
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La belleza es algo hermoso que el artista extrae del caos del mundo, lo transforma a través de su temperamento y lo mo del a en el sufrimiento de su alma. . y ya que comparamos la arquitectura con la música recordando la - frase del arquitecto Garnier- que "la arquitectura es música construida", 'hagamos notar que Saínt Saens nos dice que "Algunos pretenden hacer tabla rasa con el pasado para no deber nada a nadie". "No se prolonga la vida del árbol cortándole el tronco" .. Después de esos años en que imperó el "Art Noveau" que felizmente Iué de corta duración, un grupo de hombres de talento acaudillados por un arquitecto eximio. Otto Wáqner, conjuntamente con Olbrích, Cuypers y Berleqe, en Holanda, Saarinen. en Finlandia y Hankar con Harta en Bélgica, emprendieron una campaña purifícadora e iniciaron un movimiento hacia un arte sano y novedoso si se quiere, tomando como base las líneas magistrales del arte clásico. ' . Hemos' visto cómo este grupo de artistas respetaron las grandes tradiciones del arte con marcada admiración hacia lo bueno existente y crearon obras, que tomaron impulso a la sombra de esas tradiciones, consiguiendo, una arquitectura reposada, y digna. llena de interés y de carácter. Al mismo tiempo se planteaba a los arquitectos en los Estados Unidos nuevos problemas cuando éstos, en su afán de la conquista de las alturas iniciaron las primeras construcciones elevadas que denominaron "Rascacielos" . -' La carestía del suelo en las grandes ciudades, como Nueva York y Chicago, sobre todo, obligaron a los especuladores -a construir edificios de renta que respondiesen al capital invertido. Gracias a las conquistas de la ciencia y especialmente al desarrollo del ascensor eléctrico pudieron realizar su ensueño y ver levantarse gigantescos monolitos en diversos puntos, principalmente en estas dos ciudades. Debemos dejar constancia que la mayoría de los arquitectos americanos tení~n una preparación artística adquirida en Francia donde más de 1.000 de entre ellos habrían frecuentado l'Ecole de B, A. de París y. por consiguiente, su educación era inminentemente francesa. Difícilmente al principio les fué posible desprenderse de la tradición clásica al concebir esos edificios que por sus proporciones no podían responder a los elementos de la' composición que habían adquirido del otro lado del Océano. Los unos querían recordar alguna torre gótica, otros adoptaban en su basamento recuerdos del Partenón 'intercalando una serie de pisos agujereados por las ventanas para ser rematado con un entablemento desproporcionado y absurdo hasta que poco a poco los arquitectos se dieran cuenta que había que hallar una solución nueva a ese nuevo problema. Terminaron con contentarse con la silueta producida por las estructuras y las formas primarias suprimiento detalles inútiles. difíciles de apreciar a esas alturas. y han llegado a crear con esto una arquitectura especial e interesante adecuada a su destino. Ahora bien: podemos decir que el rascacielo tiene su estilo peculiar. pero dejemos a cada cual su imprsión personal sobre la belleza relativa
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;. "" En Austria imperaba; hasta la mitad "del siglo. XIX,"' el- arte gótico.": y. una de las mejores obras de. esa época -era 'Ia~iglesia V ótiva de 'Víena, . . del arquitecto" Ferstel, quien también, proyectó. en .estilo ·del.renacimien"to el hermoso Museo de Artes' y Oficios en la misma capital. .'.. ._ .... El rey Luis de Bavíera, gran protector de las artes, estimuló a.Ios :" arquíectos para "producir .un arte moderno creando en Muních una -serie de obras de verdadero mérito. Estos ensayos fueron precursores del gran movimiento que se produjo en' la escuela de Munich y' que se extendió por Alemania y Austria. primeramente. para preparar después con sus teorías en arquitectura y arte decorativo el gran movimiento del arte de la actualidad. Alcanzó el movimiento del clasicismo a Inglaterra. de cuya época nos queda como uno de los principales exponentes la iglesia de San Pancrasio en Londres. ' El arquitecto Barón Teofiluis Hansen, construyó el Parlamento de.Yiena. El Barón Hansen era dinamarqués de origen; pero toda su obra es netamente austríaca. desde que en ese país se radicó y fué ennoblecido por el emperador Francisco José. Hacia fines del siglo se inició un gran movimiento reaccionario en Austria con un grupo de artistas que prepararon con talento el terreno para dar a luz el arte contemporáneo. Italia abrumada por el peso de siglos de esplendor. nación creadora del arte que se extendió por el mundo entero y cuna de artistas genia.Ies, se contentó con producir obras dentro de la tradición clásica y 'en el estilo del renacimiento. y crearon sus obras, respetando las sanas tradiciones que el pasado les legara . .EI final del siglo XIX ha tenido un gran problema por delante. que ha preferido dejar al siglo actual que lo resolviera. . La arquitectura del pasado en su intransigencia no admitió que la materia impusiera sus leyes al arte ni las conveniencias económicas a sus formas y si así sucediese lo consideraba como el agotamiento del sentimiento artístico y no podía pensar tampoco que pudiese existir otros procedimientos científicos, otras necesidades y otras doctrinas que las ya existentes. Han surgido, sin embargo, problemas nuevos que requieren ser resueltos 'con métodos distintos empezando por los probfemas del urbanismo, las casas colectivas, los barrios económicos. las viviendas obreras. los aeródromos, stadios y sanatorios. los grandes hoteles e infinidad de: soluciones nacidas del progreso de la vida y de los cambios sociales de la existencia. Los nuevos progresos de la ciencia, nos brindan la ocasión de aprovechar no' sólo los nuevos métodos de construcción sino los adelantos del confort moderno, producto igualmente del progreso científico de nuestra época. Después de un período de dudas y de vacilaciones nos preguntamos cuál será el derrotero que emprenderá la arquitectura para censeguir un nuevo esplendor que haga conservar a este arte el lugar que lecorresponde. Llna densa nube obscurece el magnífico panorama del arte del pasado. dando paso libre a la arquitectura que se anuncia impuesta por las necesidades contemporáneas. La ley fatal de la naturaleza que rige inflexible para todos los acon-
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estecimientos de, la vida se ha cumplido. trayéndonos perlar sonriente un final inesperado. <.:,. ,<~~ -'.' ~_ __ , Así como ..la aurora termina en 7 un crepúsculo. así como la flor al exhalar su perfume muere marchita en su tallo. así también todo acontecímiento de arte. que se anuncia en un' esplendoroso nacimiento. que se desarrolla' entre triunfos y, glorias. llegando al apogeo concluye como todas las cosas mortales en el crepúsculo precursor las tinieblas de la noche. . La ley fatal se ha cumplido. pero esa misma ley nos reserva un renacimiento. una esperanza como el sol al entrar en el ocaso. es precursor de una nueva aurora. Tenqamos fe en el porvenir cercano para' el arte. Después de tanteos y de dudas volverán seguramente nuevos esplendores y nuevos triunfos. aprovechando la enseñanza del pasado y "trepando" como dice Pascal, "trepando sobre la espalda de nuestros antepasados veremos más lejos que ellos". La vida moderna impone nuevas necesidades y una distinta forma de existencia. vida llena de dinamismo y de inquietud humana. El cambio fundamental de nuestra mentalidad. los inmensos progresos de la ciencia. los modernos métodos de la construcción. unidos estos factores a las nuevas condiciones económicas y políticas de los pueblos. tienen que influir forzosamente en el ánimo del arquitecto contemporáneo que desee reflejar en su arte estas- trascendentales volucíones de nuestra época. Lógico es. por consiguiente. que la arquitectura. como fiel espejo de la sociedad. se ponga al diapason de estos cambios y de estos progresos paar cumplir su misión con efectividad. Esa mentalidad moderna es producto directo de la 'desorbitación de la humanidad después de los desengaños sufridos con posterioridad a la guerra mundial y por ser tan convenido no requiere comentarios" Esa desilusión de la vida en la masa juvenil de los países más castigados por las miserias y las tristezas. ha repercutido y contagiado a la juventud del orbe entero. trayendo. como consecuencia, una desorienta. ción general en el concepto del arte mundial. Esa juventud huye del pasado y lo reniega; con rebeldía por ser causa de desengaños y desilucíones de toda una generación, y pone su fe en el porvenir desconocido, enigma donde espera hallar una solución .a su conciencia de artista. Son múltiples los nuevos problemas surgidos que requieren nuevas soluciones y el arquitecto contemporáneo no sólo puede resolverlos con fórmulas matemáticas, sino que requieren la belleza que transforma la construcción en obra de arte. La belleza que existe en el fondo del alma humana, acallada momentáneamente por otras aspiraciones de carácter positivista, hará surgir de nuevo una emoción de arte, distinta. quizás, como ha sucedido siempre después de épocas de duda y de intensa crisis espiritual. Si el arte del pasado no es utilizable en su forma existente para' los fines de la arquitectura contemporánea, venga en hora buena un arte que lo reemplace con distintas características, pero de igual mérito y de igual belleza que sea digno exponente del triunfo del talento del genio humano. Para conseguir la belleza en el arte, el artista crea no sólo con el ce- ' rebro, sino con el corazón. Los unos extraen del corazón su perfume, los otros crean sangrando.
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