Aportes al imaginario. La obra de Alfred Massüe en el Uruguay.
Por:
Ruben García Miranda. Gabriela Quintana. Mariella Russi Podestá.'
"J'ai le culte du Beau, du Bien, des grandes choses, De la belle nature inspirant le grand art, Qu'il enchante I'oreille ou charrne le regard" ...
Baron Haussmann. "Confessions d'un lion devenu vieux"
1. Los nuevos imaginarios urbanos. Precedidas por síntomas de modernización aislados, las tres últimas décadas del siglo XIX son trascendentes en cuanto a los cambios que se dan tanto en lo que concierne a la estructura social como a la fisonomía de las ciudades latinoamericanas. Es por entonces que las ciudades crecen, se expanden en el caso de las capitales más allá de sus límites, se diversifica su población, se multiplica su actividad, se alteran las costumbres y la forma de pensar de los distintos grupos sociales a la par que se transforma el paisaje urbano. El vértigo de lo que se llamaba el progreso pauta esas innovaciones realizadas al ritmo marcado por Europa, pero en las que se comienzan a dar, paradójicamente las primeras afirmaciones de los idearios nacionales. Las ciudades en el Uruguay no escapan a estos cambios. La ausencia de fuertes prexistencias culturales les confieren una vocación de modernidad que genera el ámbito para una experiencia vital de expansión y transformación llevada a cabo con entusiasmo y confianza en el progreso. La modernización convive con sectores del pasado, pero éstos tratan de ocultarse como los restos de las recién demolidas murallas para dar paso a una nueva forma de vida que replantea la ancestral lucha entre los integrados a la nueva trama civilizatoria y los de la otra realidad, escindida y fracturada. El contacto con Europa aporta una renovación de costumbres cotidianas por imitación de las de los grandes centros de irradiación, en particular de París. De París llega la moda, la ciencia y el pensamiento filosófico. De París llega la civilización para triunfar sobre la barbarie de un pasado que debe olvidarse. De París llegan los paradigmas urbanos y edilicios y muchos de lo encargados de materializar los nuevos sueños urbanos por estas latitudes. Las ciudades que se enriquecen quieren a toda costa despertar de la vieja siesta provinciana y lanzarse sin más al torbellino de actividad que engendra riqueza y puede transformarse en lujo ostentoso. Los grandes parques, las amplias avenidas, los recientes teatros y tiendas pretenden generar una nueva imagen urbana a los efectos de exorcizar los fantasmas de la antigua ciudad colonial. Las burguesías construyen, así, desde sus refugios en los nuevos clubes, cafés y restaurantes los sueños que anticipan el pasaje de la aldea colonial a la ciudad moderna. Sus integrantes, al
1 Agradecemos
el invalorable aporte del Arq. Fernando Cabezudo y el historiador Manuel Santos Pirez han realizado sobre la obra de Massüe en la ciudad de Mercedes.
cumplir el moderno ritual de la eficiencia, lograrán controlar el mundo de los negocios y el de la política. La vieja ciudad indiana es reestructurada por la clase dominante que consagra sus privilegios con el manejo de códigos arquitectónicos en los que las formas expresan una clara relación con el poder. Las imágenes plasmadas por los técnicos, en su mayoría extranjeros o formados en el exterior 2 se apoyan en el eclecticismo como representación de esa nueva modernidad en términos arquitectónicos. Al igual que los jóvenes protagonistas del Siglo de la Luces de Carpentier construyen sus microcosmos con los objetos exóticos que encuentran en el almacén de ultramarinos a su disposición, el nuevo marco escenográfico refleja una forma de vida que se entiende elegante y a la moda,acorde con los nuevos tiempos y capaz de conjurar el pasado colonial y atraer con su marco de lujo una actividad febril que se identifica con la riqueza. La apropiación de esos códigos formales por parte de los sectores populares reafirma la importancia de los mismos en la convalidación social de un status. Las nuevas imaginerías pueblan las visiones cotidianas mostrando las diversas y contrapuestas almas de la modernidad. La abrumadora retórica arquitectónica permite convivir las nuevas figuraciones como si la hegemónica ambición burguesa definida desde sus formas de dominación cultural, pudieran garantizar la unidad del discurso. Las nuevas configuraciones coexisten con base en unas pocas reglas compositivas académicas: edificios de estructura tripartita, sostenidos ritmos de vanos y llenos y tipos edilicios consagrados proporcionan el sustento abstracto para el despliegue de imágenes y signos. Es en ese contexto que se emprende la construcción de los nuevos lugares de reunión en Montevideo, como el Club Uruguay o el Ateneo, se completa la infraestructura teatral con el Cibils, el Alcázar Lírico y el San Felipe, se reafirma la solidez del poder financiero en la construcción de las casas centrales de los Bancos, y aún los programas de carácter más utilitario como los Hospitales o la Estación Central de Ferrocarriles marcan su presencia en el paisaje urbano con un diseño esmerado y la utilización de un lenguaje ecléctico de inspiración italiana con alguna impronta francesa. También el tejido residencial es sensible a esos cambios, lo que se evidencia en la profusión de molduras, balaustres, techos a la Mansarde, cornisamentos y bajorrelieves de las residencias de las áreas centrales, imitadas por las populares viviendas standard o chorizo de patios con claraboya y aún por los grandes emprendimientos de vivienda para obreros como los barrios Reus al Norte y al Sur. Las residencias suburbanas, en particular las casas quinta, se inspiran, a veces en referentes más exóticos: orientales, mudéjares, goticistas y pintoresquistas. El proceso de renovación y cambio emprendido por Montevideo es seguido por muchas ciudades del interior del país. Al gran paradigma universal de París se suma ahora, en muchos casos el de la capital de la República y, aún en las ciudades del litoral, el de Buenos Aires, con la cual la comunicación fluvial es más fluida que la terrestre con Montevideo. Es así que muchas de nuestras ciudades adquieren sus elementos de referencia en este fin de siglo: edificios púbhcos, sedes del poder municipal, teatros, hospitales, clubes, asociaciones rurales, iglesias y grandes residencias, sede, en muchos casos,
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La facultad de Matemáticas
y Ramas Anexas se crea recién en 1885.
de las oligarquías que se resisten a desaparecer. Esos edificios serán, como sus pares de la capital, representativos de las ambiciones de la sociedad. El lenguaje utilizado en todos los emprendimientos es el eclecticismo, con su particular actitud hacia el pasado, definida tempranamente por Tomás Hope en su "Ensayo Histórico de la Arquitectura" de 1835 y consagrada por Víctor Cousin como un nuevo sistema de pensamiento que trasciende, por lo tanto, el campo disciplinar de la arquitectura, al proponer en su obra "La verdad, la belleza y Dios" un sistema de pensamiento constituido por fragmentos de otros sistemas. La difusión a nivel nacional de la obra teórica del académico Julien Guadet en la Facultad de Matemáticas y Ramas Anexas es indicativa de la relevancia del pensamiento ecléctico. Su particular filosofía proclama: "La estética está constituida por el sentimiento particular de cada artista y éste tiene el derecho a elegir los modelos y las formas que le plazcan y sean más adecuadas a sus objetivos", y debe señalarse que su influencia se extiende a los primero arquitectos modernos en nuestro país, ya no textual en lo que refiere al lenguaje, sino en lo que refiere a la actitud proyectual. En este contexto se inscribe la obra de Alfred Massüe, tanto en Montevideo como en Mercedes, obra representativa de un momento histórico fermental en el cual comienza a perfilarse la personalidad de la mayoría de nuestras ciudades. 2. Una ciudad con vocación moderna. Es un hecho infrecuente que las autoridades de una ciudad del interior del país contrate a un técnico europeo para supervisar las obras municipales y proyectar sus principales edificios. En la última década del siglo XIX el Arq. Massue se traslada a la ciudad de Mercedes a instancias del Ing. Lamolle. La presencia de un técnico francés en la ciudad, especialmente en su rol de Inspector de Obras Municipales, es fiel reflejo de la mentalidad de la época donde la modernidad que ostentan tanto Montevideo como Buenos Aires, es también aspiración de esta ciudad con una clara voluntad de mostrar su acompasamiento a los nuevos tiempos. Los programas encargados demuestran ese interés, la obra pública del proyecto para la Casa Municipal, las instalaciones sanitarias del Hospital, el equipamiento cultural en el Teatro Politeama Colón, y la presencia constante de la obra religiosa en la Capilla del Huerto, sintetizan los principales intereses de la sociedad burguesa que busca su autorrepresentación en edificios emblemáticos. Dentro de una actitud ecléctica, con una fuerte formación académica Massüe se adaptará a las diferentes circunstancias manejando los lenguajes y las soluciones apropiadas para resolver los diferentes temas planteados. Su obra abarca desde edificios significativos hasta el diseño de numerosos puentes del departamento. Esta acción muestra su versatilidad para actuar en diferentes niveles, en la esfera pública o privada, y el afán por dotar a la región de una infraestructura vial que incipientemente tendrá su importancia. El Teatro Politeama Colón (hoy desaparecido) 3 responde a la inquietud ciudadana de contar con un centro de representaciones teatrales que se complemente con asociaciones u clubes y potencie una vida social que priorice el ver y ser visto. La resolución del edificio, con un cuidado manejo del ritmo, proporciones, detalles ornamentales, permite la sabia articulación entre una elemento primario que se 3
Se ubicaba ella esquina de Sarandí
y
Roosevelt.
manifiesta como tal y la posible integración y enriquecimiento del tejido urbano con su lógica asociativa tradicional. En el caso de la Capilla 4, una reelaboracián particular del neogótico, signará la ciudad de fin de siglo con su aguja gótica y pináculos. El edificio se levanta anexo al Colegio retirándose del plano de fachada buscando la singularidad de la obra. (hoy distorsionada por la presencia de construcciones agregadas) dentro de un manejo adecuado de la escala. La estructuración general de la fachada se mantiene dentro de un sobrio equilibrio de tensiones verticales que alude a proporciones clásicas. La utilización de un orden mayor de semicolumnas comandan la estructuración de la fachada en tres tramos cuya verticalidad queda contenida por un cornisamiento horizontal. Un frontón curvo y quebrado permite dejar paso a la prolongación del tramo central que se materializará en el volumen cúbico del campanario. Las referencias al lenguaje gótico quedarán reservadas a elementos determinantes como las ojivas del portal de acceso y de las falsas aberturas que lo enmarcan y en alusiones directas como la presencia del rosetón, de pináculos y la aguja que será la protagonista del conjunto. En el caso del Hospital 5, hoy desvirtuado por múltiples intervenciones, se observa la ejecución en un clasicismo austero que, por su implantación, resolución de accesos, composición general y resolución de fachadas, demuestra la creciente importancia de las instituciones que atienden la problemática sanitaria y la dignificación que la arquitectura emprende de su rol. En el proyecto para la sede de la Casa Municipal 6 es quizás el ejemplo donde muestra su mayor afiliación a la postura académica al retomar una estructura consagrada: un fuerte eje de simetría, acentuado por la presencia de un patio principal y el acceso, en tomo al cual se organizará el edificio. La implantación reflejará esta postura al no hacer concesiones a su ubicación en esquina, donde toda la jerarquía del edificio está planteada hacia una de las calles, mientras la otra es tratada como fachada secundaria. La presencia de un volumen central y dos cuerpos extremos estructuran la rigurosa simetría de la fachada coronado con frontones curvos y mansardas mostrando influencias tanto francesas como ítalianizantes dentro de un lenguaje ecléctico. El edificio presenta la clásica ordenación tripartita, uso de pilastras reservadas a la articulación del piano nobile, cornisamiento, y basamento como unificador del conjunto. El hábil retroceso de los tramos intermedios manteniendo el basamento a nivel de la línea de fachada logra el efecto buscado de jerarquizar los volúmenes principales sin afectar las leyes de conformación del espacio calle de la ciudad tradicional, en una actitud respetuosa hacia la trama donde se inserta. El espacio central se manifiesta como el verdadero corazón del edificio, tratándose este como un auténtico volumen, donde la contundencia de la forma adoptada en planta se ve coronada por la presencia de la iluminación superior lograda a través de la mayor altura que ostenta el espacio.
.• Implantada en la calle Giménez casi Artigas. 5 Se sitúa en las calles Sánchez y Rincón. 6 Previsto en la esquina de las calles Montevideo
y 18 de Julio.
La obra de Alfred Massüe en Mercedes marca un hito en la ciudad por su integralidad, con una importante amplitud programática que atiende a los edificios singulares de la trama, proyectados con verificada calidad. Si bien es cierto que los arquitectos no construyen la ciudad es importante constatar, una vez más, el papel del técnico que con manifiesto compromiso en el desarrollo de una ciudad intermedia, incide directamente en el desarrollo de un hecho urbano. Su actuación marca, además, una renovación, trascendiendo la resolución formal, que pauta la vocación de modernización finisecular que se consolidará en el Uruguay en los primero años del siglo siguiente. 3. Aportes capitalinos. Massüe ha realizado diversas viviendas en Montevideo 7 y si bien su incidencia en la realidad urbana fue menos trascendente proyecta ejemplos emblemáticos como han sido el Palacio Uriarte de Heber y la casa quinta de Juan Idiarte Borda. El conjunto de estas obras se inscribe en el importante desarrollo que hacia finales de siglo tuvo la ciudad, desarrollo demográfico, territorial y constructivo, interrumpido parcialmente por la crisis de 1890. Una ciudad que entre mediados del siglo XIX y principios del XX multiplica por nueve su población, por siete su parque construido y llega a conformar una mancha urbana de un radio superior a los diez kilómetros de extensión. Las clases poderosas del país poseían por esos años un palacete en el área central comprendida en el casco colonial y la primera expansión republicana, las llamadas ciudad Vieja y ciudad Nueva y una casa quinta de esparcimiento en la zona oeste, el parque del Prado y noroeste de Laciudad, villa Colón. El Palacio Uriarte de Heber es una suntuosa vivienda ubicada en la avenida principal de la ciudad 8 y reañzada entre los años 1896-97. Massüe resuelve con maestría este petit hotel en esquina, en el área central que se ha convertido en una de las principales realizaciones de esta importante arteria. Su vinculación con el eclecticismo francés se verifica claramente en sus mansardas, marquesina y en gran parte de su profusa decoración. Postura ecléctica manifiesta en sus balcones curvos con balaustres, la profusión de leones y estípites que coexisten con la liviandad de la estructura de pilares de hierro fundido de su planta baja. En su interior se destaca el gran dinamismo espacial producido por el inteligente manejo de las distintas escaleras y entrepisos. El elegante zaguán da inicio a un primer tramo de escalera de mármol con balaustrada que se continúa en el palPo ·pÁllsiflal para acceder a la planta principal. De él parte una escalera totalmente de madera con balaustres del mismo material que llega a la planta superior con un entrepiso que en voladizo penetra en el espacio p~1. ó:t.lt'
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Si bien es reiteradamente utilizado el tipo de escalera de mármol, incluida en el patio principal, si se compara con otras realizaciones de la época como por ejemplo la casa Vaeza del Ingeniero Luis Andreoni de 1887, se observa en la obra de Massüe un carácter ascendente singular y extremadamente dinámico, conferido por la ubicación y forma de las escaleras y por la incursión abrupta del entrepiso coronado con el vitral cenital, que le confiere a la obra un atractivo adicional.
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Otras obras importantes han sido la vivienda Jackson o la atribuida Casa del Fauno. 18 de Julio 998 - 1000 esquina Julio Herrera y Obeso
8 Avenida
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La calidad de los materiales utilizados está de acuerdo a la oalidad del diseño de la totalidad de la obra, la carpintería de las aberturas del patio y entrepiso, los pavimentos del patio, los cielorrasos coadyuvan a la gran calidad integral de este ejemplo. La vivienda ha sido rehabilitada por la oficina de arquitectura del Banco República, siendo el responsable de la obra el arquitecto Julio Espasandín para convertirla en el Museo del Gaucho y la Moneda. Entre tanto la casa quinta de Idiarte Borda, responde claramente e los lineamientos desarrollados para este tipo edificatorio. Fue encargada por el entonces presidente de la República, como casa de descanso en la avenida principal" de la zona balnearia de villa Colón. El proyecto, que data de 1896, demuestra nuevamente su carácter edécticohistoricista, afiliado a las vertientes francesas. Si bien presenta el consolidado tipo isla, asentado en una amplio predio de más de dos hectáreas, la variedad de la volumetría distorsiona en parte esa apreciación. La riqueza volumétrica de sus tres niveles evidencia el estudiado manejo que realiza Massüe, complementado por la calidad de sus tejados y de sus materiales interiores. Este ejemplo fue declarado recientemente.
Monumento
Histórico
Nacional
y ha sido rehabilitado
La obra de Massüe es pertinente analizarla en el contexto de un proceso de desarrollo importante en la ciudad, relacionable con otras obras eclécticas historicistas como las de los ingenieros Luis Andreoni y Juan Alberto Capurro que marcan una tendencia que va ser retornada en los inicios del siglo XX por el arquitecto francés Camilo Gardelle. Con ellos se llega a la culminación de una corriente historicista que, paradojalmente, pretendía dar respuesta a la creciente modernización del país en todas las esferas. Corriente historicista, denostada por la historiografía tradicional, que ha calificado los principales espacios de nuestras ciudades con su vocación por presentar su singularidad manteniendo las pautas asociativas de la construcción de la ciudad y que se ha convertido en indiscutido acervo patrimonial. Postura ecléctica que ha caracterizado a los arquitectos del medio desde esos años, con una versatilidad tal que le han permitido responder a las distintas exigencias planteadas en su momento. Interesa, por tanto, la obra de Massúe por la indudable calidad de sus principales realizaciones pero también por la acertada respuesta que da en cada una de las instancias profesionales que se le requirió. lleva adelante un equilibrado uso del pasado que integra el respeto por la tradición y al mismo tiempo posibilita una proyección al futuro y que hace recordar las palabras de Felisberto Hernandez:
"... yo me echo vorazmente sobre el pasado pensando en el futuro, en como será la forma de estos recuerdos. Por eso los veo todos los días tan distintos. Yeso será lo que me quede del sentimiento de todos los días. El esfuerzo que haga por tomar los recuerdos y lanzarlos al futuro, será algo que me mantenga en el aire mientras la muerte pasa por la tierra... ti.
Felisberto Hemandez. 9
Avenida Lezica 5912.
"Por los tiempos de Clemente Colling"