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Roberto Segre Delirious Rome Plranes], ruínas y fantasías Exposición en el Centro de Arquitectura y Urbanismo Secretaria Municipal de Urbanismo Prefeítura da Cídade do Río de Jeneiro Río de Janeiro, 11 de septiembre/14 de noviembre, 1999.
A pesar de sus breves años de existencia, el Centro de Arquitectura y Urbanismo de Río de Janeiro, ya constituye un núcleo cosmopolita de la cultura arquitectónica brasileña. Las sucesivas muestras realizadas bajo la dirección de Jorge Czaijkowski y Fernando Sendyk -
sobre el Art Déco, Le Corbusier, Jorge Moreira,
Río de Janeiro, Niemeyer, entre otras -,
expresan la búsqueda de las fuentes de
la modernided local en su relación dialéctica con las corrientes artísticas mundiales. En la periferia, se asumen las influencias de los centros metropolitanos, y al mismo tiempo, es resaltada la creatividad y el dinamismo de las propias vanguardias, que en algunas ocasiones superan los modelos externos. Esta persistente articulación entre "Norte" y "Sur", entre Oriente y Occidente, se reafirmó en estos días al convertirse Río de Janeiro en la "Capital del Grabado". Patrocinadas por la Prefeitura, setenta exposiciones acontecieron en cincuenta instituciones culturales de la ciudad, abarcando el arco universal de este' lenguaje artístico: de Durero a Matisse; de Hokusai a Posada; de Gaya a Dalí; de los grabadores populares nordestinos a Burle Marx. Integrando en este ambicioso proyecto, el Centro albergó una colección de láminas del artista veneciano Giovanni Battista Piranesi (1720-1778).
Por qué Piranesi en Río de Janeiro? . La Biblioteca Nacional posee la segunda mayor colección de grabados del arquitecto italiano a nivel mundial: su acervo consiste en 29 tomos con 1600 láminas que cubren gran parte de su producción romana. La presencia de este tesoro en tierra latinoamericana la debemos a Napoleón Bonaparte. Cuándo los ejércitos franceses invadieron la península ibérica, Dom Joáo VI rey de Portugal y su corte, escoltados por la Armada inglesa, zarparon de Lisboa rumbo a Río de Janeiro (1808). Resulta sorprendente la
3
futuro desconocido y sombrío, intuído en la extensión infinita de los paisajes urbanos y arquitectónicos, y la pequeñez de las multitudes que los poblaban. Por ello Henri Focillon lo definió como: "ce génie visionnaire, que n'appartient pas a son temps". Quizás, él intentó anticipar el sueño de Carlo Lodoli, teórico veneciano que incidió en su formación, al decir: "algún día, una arquitectura enteramente nueva surgirá gloriosamente, para perpetuarse en eterna juventud". Hoy condicionados por neoliberales efluvios y sometidos al hegemónico mercado cabría señalar un aspecto poco analizado de Piranesi: la capacidad productiva y de marketing, al divulgar en toda Europa su obra por un medio masivo de comunicación gráfica, sin por ello perder el aura Benjamin -
parafraseando a Walter
del objeto original. Al transladarse de Venecia a Roma, se alejó de los
centros de decisión de aquel entonces -
la política y la cultura europeas se
definían en San Petesburgo, Berlín, París, Londres o Madrid -,
instalándose en
un polo periférico: lo más significativo que aconteció en su tiempo fue la equivocada decisión de Clemente XIV de suprimir la Orden de los Jesuítas (1773). Sin embargo, Roma era la meca de arquitectos, historiadores del arte, arqueólogos, literatos y artistas. La furia por las excavaciones a partir de los descubrimientos de Herculanum (1719), Pompeya, Tívoli, Pestum y Atenas, multiplicaron el interés por la Antigüedad clásica. A su vez, el Grand Prix de Rome otorgado en París, radicaba a los becarios franceses durante un año en la ciudad santa. También los alemanes -
Winckelmann, Goethe, Lessing -
peregrinaban
a ella atraídos por las raíces de la cultura latina. Aprovechando la fácil reproducibilidad del grabado -
una técnica habitual en los tratados de
arquitectura, utilizada por Serlio, Palladio, Borromini, Galli Bibbiena y Fischer von Erlach -
, asumió la demanda de una clientela que comprendía desde reyes -
Federico 11 de Prusia y Catalina la Grande en Rusia -,
príncipes y nobles -
Le
Antichitá Romane están dedicadas a Milord Caufeld Visconde de Charlemont-, hasta estudiosos de la arquitectura clásica, ávidos compradores de sus elaboradas imágenes. O sea, produjo un conjunto de ilustraciones miméticas de la ciudad de Roma, dirigidas a un vasto público. Es de suponer que los recursos
4
obtenidos de su venta, le permitieron dedicarse a los temas más creativos e imaginativos: los caprichos, los planos del Campo Marcio, los detalles constructivos de los monumentos y las irreales prisiones, menos asimilados en aquel entonces.
Piranesi representa el fin de la razón autónoma, rectora del universo artístico y arquitectónico, ahora dominada por los sentimientos. Como afirma Manfredo Tafuri, en el siglo XVIII racionalidad e irracionalidad dejan de excluirse mutuamente. Su obra cabe dentro de la categoría de "clasicismo romántico", definida por Henry- Russell Hitchcock, al establecer el puente entre los rigoristas académicos franceses, lo "sublime" y "trágico" de Edmund Burke y el Sturm und Drang alemán. Los detalles constructivos de los monumentos romanos, poseen una obsesiva precisión que sin duda alguna incidieron en los estudios de las tipologías estructurales que elaboraron posteriormente Durand, Rondelet y Choisy. Pero al mismo tiempo, el "brutalismo" de aquellos muros pétreos ciclópeos del Mausoleo de Adriano o del teatro de Marcello, enclavados en las entrañas de la tierra y a la vez cubiertos de maleza, contradecían el purismo vitruviano asumido por el Abate Lauger y Quatremére de Quincy. Aunque estos repudiaban sus contaminaciones formales, Nicolas Ledoux, protagonista del Iluminismo francés, utilizó en las puertas de París, las ásperas superficies de piedra dibujadas por el Maestro. Fascinantes fragmentos matéricos rescatados en el siglo XX por Louis Kahn en las moles de ladrillo de Dacca y Ahmedabad; por Eliel Saarinen y Paul Rudolph en sus obras de la década del sesenta; o recientemente por Herzog y De Meurun en las Bodegas Dominus en California.
El climax de la invención piranesiana se alcanza en las reconstrucciones del Campo Marzio y en los sombríos espacios de las Careeri. Tafuri identifica la compleja trama de monumentos inventados en la hipotética planta de Roma, con el gran desorden de un mundo próximo -le
tumulte dans /'ensamble -,
al
desintegrarse las estructuras jerárquicas del absolutismo y el clasicismo barroco. Se avecina la angustia del individuo solitario dentro dela multitud -
según
5
Charles Baudelaire -,
e impotente ante el caos metropolitano, ajeno a normas y
reglas racionales. A su vez, Joseph Quetglas resalta la presencia del verdugo y.el infractor, figuras dominantes en las vistas de las prisiones, y símbolos de la civilización burquesa en ciernes: sólo infringiendo se existe; sólo reprimiendo, la sociedad funciona, como demostró Michel Foucault en Surveiller et Punir. Asombra ver las intuiciones de Piranesi sobre lo que acontecía en el mundo, desde la lejana Roma. Por una parte, ya las ciudades comenzaban a crecer fragmentariamente -
las geometrías urbanas del Campo Marzio, aparecen en los
Crescent de Bath y en el Regent's Park de Londres -;
los suporhombres
burgueses se distanciaban de la multitud omnipresente -
son contemporáneos
del Maestro, el Robinson Crusoe de Defoe y Gulliver de Swift -; sogas, cadenas y poleas de las prisiones -
los humos,
la schenographia machinae-,
preanunciaban la Revolución Industrial y el desarrollo tecnológico: en 1751 comienza a publicarse la Encyclopédie de Diderot y D'Alambert; en 1769, Watt estrena su máquina de vapor.
Hoy, no resultan ajenas las convulsas imágenes piranesianas. Ese mundo desordenado de objets trouvés, no se diferencian de los planos de cualquier megalópoli asiática actual; un ejemplo es Singapur, tan elogiada por Koolhaas. Tampoco nos sentimos distanciados de la complejidad espacial de las prisiones, inasible perceptivamente como acontece en el Guggenheim de Bilbao de Gehry o en el palacio cinematográfico de Dresde, de Coop Himmelb(l)au. Quizás el Maestro no intuyó que el pesado y agotado mármol sería sustituído por el frágil y futurista titanio -" fin" -;
...Oois-je me plaíndre du Oestin, Puisque les Marbres prennet
y que Nueva York, la capital del ego, reemplazaría a la Roma santa.
Recordando el significativo libro de Emil Kaufmann, Von Ledoux bis Le Corbusier (1933), quecontextualizabahistóricamente
el Movimiento Moderno, en este fin de
siglo, el nuevo texto esperado que develaría las incógnitas de nuestro tiempo, tendrá como título Von Píranesibis Rem Koolhaas.
Roberto Segre; Río de Janelro, septiembre
1999.
Roberto Segre Buenos Aires en sus treintas. Los profetas de la modernidad porteña: Gardel y Le Corbusier A Baldomero y César Fernández Moreno, porteños hasta la muerte de flores y balcones
La invención de Buenos Aires
No resultó tarea fácil para don Pedro de Mendoza y Juan de Garay fundar, a orillas del "Mar Dulce", el Puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre. Asentar un caserío en una desprotegida barranca, con escasos árboles, algunos indios belicosos, en las orillas fangosas de un incomprensible mar color "café con r
-'."
leche"
1,
una tierra infinita y plana sin rasgos identificadores -
o la nada en el horizonte, según palabras de Sarmiento
2 -,
el mar en la tierra ni atributos
contextuales arquitectónicos, implicó un proceso de abstracción y de invención mayor al que pudo necesitar la creación de La Habana, Tenochtitlán o el Cuzco, ubicadas en límites naturales precisos o huellas urbanas preexistentes. "pecado original de Buenos Aires" -
parafraseando a H.A. Murena -:
De allí el su
carencia de raíces y antecedentes, tormento de poetas, escritores e intelectuales
1
Baldomero Fernández Moreno, "Muerte de la Ciudad", en Las cien mejores poesías de Fernández Selección y prólogo de César Fernández Moreno, EUDEBA. Buenos Aires. 1965. pp. 82-85. En un poema muy cercano a las imágenes de Alejo Carpentier en el ensayo "Regreso a la semilla", Baldomero anticipa la idea que Buenos Aires no tendría que haber existido: c. ... ) El río avanzó con ímpetu su turbio café con leche y llenó todos los huecos de bramidos y de peces. Por otro lado la pampa, desde los Andes perennes, volcó su camión de arena, de sal y espigas verdes. Todo se cubrió de nubes ./ y telegramas urgentes. Debajo de un espinillo la ciudad deshecha duerme.
Moreno
Cientos de aviones la buscan, la buscan inútilmente. 2
."
. '" -;
;
,
Graciela Scheines, Las metáforas de/fracaso. Américas, La Habana, 1991, pág. 53.
Sudamérica; geografia del desencuentro", Casa de las
a lo largo del siglo XX. La búsqueda de su identidad contrapuso a regionalistas y cosmopolitas; a fervorosos defensores de su eterna existencia -
sintetizados en
las palabras de Jorge Luis Borges: "A mi se me hace cuento que nació Buenos Aires, la siento tan eterna como el agua y el aire"
3 -;
Y a aquellos que ansiaron
desaparecerla o trasladarla a otras tierras: el presidente Raúl Alfonsín, intentó mudar la capital hacia el sur, quizás émulo de la aversión obsesiva de Ezequiel .
'.
Martínez Estrada por la ciudad porteña
4.
Línea infinita de luz entre los "cuatro" horizontes de Le Corbusier -
delimitados
por el plano verde de la pampa, el estanque pardo del Río de La Plata y el cielo -.
azul estrellado
;
5 -,
se desarrolló hacia tierra adentro negando el río, al punto de
alejarlo constantemente en sucesivos rellenos, desde el puerto en el siglo XIX, hasta la inútil expansión de la reserva ecológica (llamada "rellenópolis") creada por la dictadura militar en la década de los años setenta. Ello significó que, con excepción de los italianos del barrio de La Boca, no abundaron marineros y pescadores que valorizaran su carácter fluvial. El río, constituía apenas el canal de comunicación con el exterior, el fin del embudo vial y ferroviario, no sólo de la ciudad sino del país completo. Por allí salían las riquezas de los campos argentinos y entraban inmigrantes y bienes de consumo provenientes de Europa. Entonces,
cuándo se habla de orillas, bordes
y márgenes, son los límites
existentes entre ciudad y pampa, entre centro y suburbio, entre la city y el arrabal, entre el orden racional de la grilla y la libertad funcional del territorio agropecuario. Resultan eternos antagonismos culturales definidos primero por Sarmiento -
la antítesis entre la "civilización" urbana y la "barbarie" rural -,
luego por Alberdi, Borges y Martínez Estrada, aún no resueltos en su obsesiva
3
>
'
Jorge Luis Borges, "Fundación mítica de Buenos Aires", Cuaderno San Martín, en Obras Completas, Emecé Editores, Buenos Aires. 1974, pág. 81.
4
Rafael E. 1. Iglesia, La ciudad Bárbaraibl Imaginario Urbano (le Ezequiei Martine; Estrada, "Hay que hacerla de nuevo y en otra parte". sostuvo el escritor antes que se iniciara el proyecto de Viedma en la década de los años ochenta (La Cabeza de Goliat, Nova, Buenos Aires, 1957, pág. 68), Cuadernos de Crítica, IAA F ADU, Buenos Aires, 1996, pág. 6.
5
Le Corbusier, Précisions sur l'éuu présent de l'architecture Fréal, Paris, 1960, pág. 200
el de l'urbanisme,
Editions Vincent
3
asimetría
6.
Sin embargo, según sostiene Rodolfo Kusch
7,
existe un flujo y reflujo
transcultural de la pampa sobre la ciudad y viceversa, cuya dinámica genera una
., .'
persistente mezcla cultural que caracteriza Buenos Aires, crisol de criollismo y
~~
cosmopolitismo.
Mientras Rozas inserta el gaucho en la ciudad, a fines del siglo pasado la generación del ochenta impone su proyecto liberal y asume los modelos metropolitanos europeos negando toda herencia tradicional suburbana o rural en el trazado de la flamante capital. Luego en los años treinta, ante la perspectiva de la total desaparición de los arrabales porteños barridos por la modernización urbanística,
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1969, "en aquel tiempo buscaba los atardeceres, los arrabales y la desdicha" ; y
i
luego agrega, "Yo me propuse cantar un Buenos Aires de casas bajas" .....y .... "la
.- 1 .• I .'
críticos sociales y literatos salen en su defensa: Borges recuerda en
, I : ·-1
pampa y el suburbio son dioses"
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8.
En 1945, al instalarse en la Plaza de Mayo los
trabajadores de la suburbia industrial para reclamar la libertad del coronel Perón,
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se inició el proceso migratorio desde el interior del país hacia la capital, característico de la década del cincuenta. Nuevamente el campo invadió la ciudad y los pobres ocuparon la periferia. Ocurre una paradoja en este fin de siglo, al contraponerse el derrame constructivo compacto sobre el territorio que genera la megalópolis, a la huída de los estratos económicamente emergentes hacia los sofisticados countries y barrios cerrados de la campiña bonaerense.
'.1
El carácter obsesivo de la ciudad radica en la infinitud de la cuadrícula regular originaria, creada por Juan de Garay en las primeras 46 manzanas que aún hoy albergan el centro político y administrativo a escala nacional. El milagro consiste en la reiterada capacidad de multiplicar un modelo que surgió para contener un
.
,,
.
I
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, ,
6
Beatriz Sarlo, Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930, Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, 1988, pág. 180.
7
Jorge Ramos, La aventura de la pampa argentina: Arquitectura, ambiente y cultura, Corregidor, Buenos Aires. 1992, pág. 19.
8
Rafael E. J. Iglesia, op. cit. pág. 11; Cristina Grau, Borges y la arquitectura, Cátedra., Madrid, 1997, pág. 19
4
puñado de habitantes;
extendido a los tres millones radicados dentro de los
límites del perímetro de 60 Km. de la Capital Federal desde los años cuarenta, quedó prolongado hacia la conurbación en la Provincia de Buenos Aires, con los actuales nueve millones de pobladores. Los originarios 200 Km2 se convirtieron 2
en un territorio de 16.567 Km
9.
-
10_,
propugnado por Aldo Rossi
El primitivo equilibrio entre trama y monumento entre espacio público y privado, se quebró
en el siglo XX al alcanzar primacía la expansión espontánea del nábitat por iniciativa de terratenientes y especuladores. A pesar de los esfuerzos gubernamentales,
poco margen quedó a los poderes públicos para salvar y
cualificar los espacios sociales de la ciudad, en su mayor parte situados en las áreas de asentamiento de los estratos más adinerados de la población
11. De
la
antítesis entre riqueza y pobreza surgió el contraste entre la modernidad de los edificios altos del centro y las estructuras tradicionales de los barrios suburbanos, formados por viviendas individuales bajas. Es la contraposición entre las residencias y apartamentos lujosos de la élite ubicadas en el barrio Norte, y la .
casa "chorizo" o los conventillos de los trabajadores que ocupan el eje San
"
Telmo-Avellaneda
en el Sur
12 ;
o las divergencias culturales entre el Este de la
élite de Florida y los artistas populares de Boedo al Oeste
13.
La homogeneidad de la "Gran Aldea" heredada de la colonia, perduró hasta 1880, fecha en que fue declarada Capital Federal por el presidente Nicolás
9
10
II
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'1 !
~.., 1 , '·1
Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires. Elementos de Diagnóstico. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaria de Planeamiento Urbano y Medio Ambiente. Buenos Aires, octubre de 1998, pág. 24. Aldo Rossi, L 'Architettura
del/a Cittá, Marsilio Editori, Padua, 1966, pág. 38
Adrián Gorelik, La grilla y el parque. Espacio público y cultura urbana en Buenos Aires, 1887-1936, Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 1998, pág. 19. Fernando E. Diez, Buenos Aires y algunas constantes en Las transformaciones urbanas. Editorial de Belgrano, Buenos Aires, 1996, pág. 50; Horacio Vázquez Rial, "Tu cuna fue un convemillo", en H.V.R., Buenos Aires 1880-1930. La capital de un imperio imaginario, Alianza Editorial, Madrid 1996, pp. 254-264. En literatura, es la antítesis González Lanuza (Florida) Israel Zeitlin (Boedo), ver Semanario Cultural No.
entre Jorge Luis Borges. Oliverio Girondo, Victoria Ocarnpo, Eduardo Nicolás Olivari, Leónidas Barletta. Norberto Gimelfar, "Visión general de la literatura argentina", El Pueblo, 81, Buenos Aires, 27/ll/l977, pág. 2 . y Roberto Arlt, Raúl González Tuñón,
5
Avellaneda. Con una población aproximada de medio millón de habitantes, en 1887 se trazaron los límites geométricos -
en aquel entonces virtuales, ya que
solo estaba urbanizado el 10 % del territorio -
del espacio capitalino
materializados posteriormente en la Avenida General Paz (1937)
14 .
El aluvión
inmigratorio iniciado en la década del cincuenta de la centuria pasada, culminó en los años de la Primera Guerra Mundial: entre 1857 y 1914 entraron a la Argentina 3.3 millones de inmigrantes europeos
15.
En el siglo XX quedaron
definidos los elementos caracterizadores de la modernidad porteña, que simbólicamente se resumen en los tres aniversarios -
o quizás cuatro -
que
festejó la ciudad.
En el primero, en ocasión del Centenario de la Revolución de Mayo (1910), .,,
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Buenos Aires asumió el aire parisino que tanto impresionó a Clemenceau, a la Infanta Isabel y a los visitantes ilustres a los apoteósicos festejos. Reconocida
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como en la mayor ciudad de América Latina, quedó definitivamente olvidada la Gran Aldea
16,
sustituída progresivamente por diagonales y avenidas que
enmarcaron los edificios académicos de las nuevas funciones urbanas
17.
En el
segundo, conmemorando la primera fundación de Pedro de Mendoza (1936), el Obelisco estableció el contravertido ícono representativo de la modernidad que
1-1
En aquel entonces, políticos iluminados e ingenieros ya intuían el destino de Buenos Aires al decir: "Se puede tener idea de lo que será la que ya es hoy primera ciudad de América". Alicia Novick, "El plan y el proyecto como dimensiones del urbanismo moderno Buenos Aires 1910-1936", (rnimeo), 1M FADU, UBA, Buenos Aires, 1999, pp. 1/16; Adrián Gorelik, Graciela Silvestri, "Imágenes al Sur. Algunas hipótesis de James Scobie para el desarrollo de Buenos Aires", Anales No. 27/28, IAAlFADU. Buenos Aires, \989-199\, pp. 93-104.
15
Clara Braun, Horacio Cacciatore, "El imaginario interior: el intendente Alvear y sus herederos. Metamorfosis y modernidad urbana". en Horacio Vázquez Rial, Buenos Aires 1880-1930. La capital de un imperio imaginario, Alianza Editorial, Madrid. \996, pág. 31-71. Escribe el viajero francés Jules Huret: " .... las grandes oficinas y los animados Bancos que ostentan rótulos con letras de porcelana blanca y os hacen trasportaros con la imaginación al centro de la "cité" de Londres o de Hamburgo; todo esto visto separadamente o en conjunto, constituye una gran ciudad europea, mezcla de las capitales y metrópolis de Europa ....", en Ricardo Luis Molinari, Buenos Aires 4 siglos, Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1984, pág. 389.
16
17
Jorge F. Liernur, Graciela Silvestri, El umbral de la metropolis. Transformaciones técnicas y cultura en la modernización de Buenos Aires (1870-1930), Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1993, pág. 177; Alicia Novick, "Árbitros. pares, socios. Técnicos locales y extranjeros en la génesis del urbanismo porteño", Arquitectura Sur No. 4, Año 2, Mar del Plata, mayo 1991, pág. 44.
6
se sumó a la multiplicidad de edificios racionalistas, públicos y privados construídos en la década de los años treinta
18.
La estática y adusta imagen
clásica fue siendo substituída por las luces de candilejas del centro urbano y la gresiva vorágine del transporte creada por automóviles y colectivos. El tercero, que celebró la fundación definitiva de Juan de Garay (1980), ocurre en plena dictadura militar, tiempo poco propicio para alegrías y festejos. Fue el momento en que la metropolización exigió la eficiencia técnica de las infraestructuras, irrumpiendo en múltiples direcciones conductos y autopistas que aproximaron la city e la periferia
19.
Con el cuarto (un cumpleaños inventado) se cierra el ciclo
del siglo (1999), al revalorizar el Centenario, simbólica reafirmación de la capital -
desde 1994, el Intendente es elegido por voto directo de la población -
su centralidad. La gigantesca exposición
y de
"Buenos Aires 1910. Memoria del
Porvenir", instalada en el Shopping del Mercado de Abasto, coincide con las iniciativas municipales de recuperación de las áreas aledañas al centro financiero y político
-
La Boca, San Telmo, Puerto Madero, Retiro, etc. -
asociadas a los grandes inversionistas inmobiliarios. No es casual que Soros haya respaldado económicamente la exposición y propiciado su presencia en un barrio en proceso de gentrification.
De vez en cuando, la globalización
financiera deja caer algunas migajas en apoyo a una cultura "funcional"
20.
Tangos en la Ville Radieuse
Puede considerarse un malabarismo intelectual la búsqueda de una asociación entre las figuras de Gardel y Le Corbusier como paradigmas de la modernidad
IR
Asumido como una acción autoritaria del Intendente Mariano de Vedia y Mitre, estuvo a punto de ser demolido por el Consejo Deliberante de la Municipalidad. Alicia Novick, "Alberto Prebisch. La vanguardia clásica", en Cuadernos de Historia No. 9, Guido, Noel, Prebisch. lAAiFADU/SCA, Buenos Aires, junio 1998, pp. 117-195.
19
La ciudad del "proceso" aparece críticamente reseñada en: Ramón Gutiérrez. Buenos Aires, evoluclán histórica, Fondo Editorial Escala, Buenos Aires, 1992, pp. 263-282.Quizás lo único recordable de esa etapa negra de la historia urbana argentina sea el libro de José Luis Romero y Luis Alberto Romero. Buenos Aires. Historia de cuatro siglos. (2 tomos), Editorial Abril, Buenos Aires. 1983.
20
Margarita Gutman (Edit), Buenos Aires 1910: Memoria del Porvenir, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, FADUIUBA, llEO-América Latina, Buenos Aires 1999.
7
porteña. Lejos de nosotros los paralelismos primogénitos establecidos por Plutarco. Si aceptamos la existencia en la década de los años treinta, de un antagonismo entre centro y arrabal, de una antítesis entre tradición y modernidad, ellos representan la búsqueda de una identidad de ambos polos de la estructura urbana. Gardel, valorizando en sus canciones el barrio popular; Le Corbusier formulando las visiones de la ciudad futura. En realidad, existen convergencias y divergencias entre estas dos personalidades contemporáneas -
Charles Romuald Gardés (Gardel, 1890-1935) y Charles Éduard Jeanneret
(Le Corbusier, 1887-1965) -,
que amaron con pasión a la "Reina del Plata", uno
descifrando las múltiples vidas de calles y barrios; otro, concibiendo formas y espacios para la Buenos Aires moderna, predestinada a ser "la ciudad del gran destino de Sudamérica"
21.
En estos tiempos de griffes y marcas, de fugaces
íconos deportivos y culturales, las dos imágenes personales del cantor y el arquitecto no perdieron vigencia ni pregnancia. Todavía subsiste en modestas casas y colectivos, el retrato estereotipado de Gardel, al lado de Evita y la Virgen de Luján
22.
Menos popularidad posee Le Corbusier, pero su firma y su rostro
anguloso con los anteojos redondos de montadura negra, son identificados por todos los arquitectos del mundo, todavía hoy revividos por Philip Johnson, el último gurú de la arquitectura norteamericana.
Si nos detenemos brevemente en episodios anecdóticos, descubrimos coincidencias sorprendentes: ambos de origen europeo, asociados con Francia, tuvieron una rara idolatría por sus respectivas madres, se les conoce una sola "novia" o mujer "oficial" -Isabel
Martínez del Valle e Yvonne Gallis -;
a pesar
de gustar ambos de mujeres alegres y casas de tolerancia. Fueron protegidos y ayudados por damas de la alta sociedad: Le Corbusier, logra organizar el primer congreso del CIAM en el castillo de La Sarraz, facilitado por Mme. Mandrot; Gardel accede a los Estados Unidos para filmar sus películas, con el apoyo de la
21
Le Corbusier, "Plan Director para Buenos Aires", La Arquitectura Aires, abril 1947, pp. 6/7.
de Hoy
0.4,
Año 1, Buenos
zz BIas Matamoros, Carlos Gardel, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1971, pág. 9.
8
baronesa Sally de Wakerfield, Mme. Chesterfteld, dueña de la fábrica de cigarrillos Craven.
Identificados con aves -
Cuervo de la fábula -,
el alegre zorzal del Plata y el severo
se apasionaron por los medios modernos de
comunicación en sus viajes por el mundo: Gardel poseyó en Europa un Rolls Royce -
sin abandonar su pasión por los caballos de carrera -,
y Le Corbusier
un prestigioso auto Voisin. Además de los barcos, eran atraídos por aviones y dirigibles. Gardel tuvo la desventura de fallecer todavía joven en un accidente de aviación, mientras Le Corbu en 1936 realizó uno de los últimos viajes en dirigible, antes del fatal accidente del Graff Zeppeling en Nueva York. Admiraban los Estados Unidos y coincidieron en 1935 en Manhattan, más éxitoso Gardel, quién
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filmó allí "El Tango en Broadway", mientras Le Corbusier no consiguió convencer
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a los magnates neoyorquinos para que le encargaran ni siquiera un edificio,
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quizás por las duras críticas hechas a sus rascacielos
23.
Ambos carecieron de
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olfato político, al apoyar gobiernos de derecha. Gardel, coqueteando con la
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oligarquía, compuso un tango en homenaje al golpe del general Uriburu -
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la Patria" -,
"Viva
mientras Le Corbusier escribe con entusiasmo a Antonio U. Vilar en
1930, imaginando que con el nuevo gobierno, existirían condiciones propicias para obtener un proyecto y comenta: "ustedes han hecho la revolución"
24.
El tango pertenece al conjunto de manifestaciones artísticas de la periferia asimiladas por las vanguardias europeas. Agotado el academicismo, desde finales del siglo XIX, la pintura absorbe las desconocidas interpretaciones de la realidad llegadas del Lejano Oriente. En los años anteriores y posteriores a la Primera Guerra Mundial, la ruptura radical del cubismo, purismo, futurismo y dadaismo, buscan en los horizontes exóticos las fuentes de inspiración: las máscaras africanas atraen a Picasso
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I
I
1
. I
25;
el dinamismo de los bailes de Diaghilev
Le Corbusier, Cuando las catedrales eran blancas. (Viaje al país de los tímidos), Editorial Poseidón, Buenos Aires, 1948.
24
Francisco Liernur, Pablo Pschepiurca, "Le Corbusier y el Plan de Buenos Aires". en Fernando Pérez Oyarzún, Le Corbusier y Sudamérica. Viajes y Proyectos, Ediciones de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 1991, pág 59.
25
Giulio Caria Argan, Arte Moderna. Do Iluminismo Das Letras, San Pablo, 1996, pág. 302.
aos movimentos contemporáneos,
Companhia
9
re
coincide con la aceleración de las figuras de Delaunay y Léger. A su vez el ritmo quebrado y discontínuo del tango, las figuras inesperadas de la danza y los sonidos contradictorios surgidos de la combinación violín-bandoleón, es lícito asociarlas a las imágenes fragmentarias de los objetos cotidianos creadas por cubistas y puristas. En la década del veinte América Latina ya no es más asumida como el reflejo especular de Europa, sino identificada y reconocida por sus atributos naturales, sociales y culturales propios, admirados por Blaise Cendrars, Filippo Tommaso Marinetti, Alberto Sartoris y Claude Lévi-Strauss.
En este contexto se insertan Le Corbusier y Gardel como intérpretes de la multifacética modernidad urbana que desafía la ancestral herencia de unidad y homogeneidad postulada por la cultura clásica. Se inicia la mezcla y complejidad •......
.• ~ 1
del collage social y cultural que caracteriza la capital porteña las letras de los tangos asumen Buenos Aires
27
26.
Gran parte de
como protagonista, valorizando
sus barrios, sitios, hábitos y costumbres populares, asociación íntima que perdura hasta la actualidad, De allí la presencia del entorno urbano en las películas referidas al tango, desde la primera sonora filmada en la Argentina "Tango" de Mogia Barth (1933) -,
seguida, entre muchas otras, por "El exilio
de Gardel" de Fernando Solanas, filmada en la década del ochenta, mientras en los noventa Carlos Saura se convirtió en aspirante al Oscar con la producción "Tango" (1998). Por su parte el Maestro dedicó su vida al diseño de ciudades imaginarias, tanto en teoría Vil/e Radieuse -,
la "Ciudad de Tres Millones de Habitantes" y la
como en propuestas concretas para las urbes europeas -
Zlín, Anversa, París, Saint-Dié, Lieja -
y, con particular énfasis en aquellas del
llamado "Tercer Mundo": Chandigarh, Argel, Río de Janeiro, San Pablo. Bogotá, Montevideo y Buenos Aires.
26
27
Colin Rowe & Fred Koetter, Collage City. The l\.1IT Press, Cambridge, 1978. "Mi Buenos Aires querido", "Volver", "El Porteñito", "Buenos Aires la Reina del Plata", "A media luz", "Caminito", "Caferata", "Puente Alsina", "Boedo", "Palermo", etc. También tratan de la ciudad algunas películas musicales de Gardel: "Luces de Buenos Aires"(1931) y "Melodía del arrabal" (1932). Ver: José Gobello (Edit), Letra." de tangos, Seleccián (1897-1981), Ediciones Nuevo Siglo. Buenos Aires, 1997.
10
..
Al centrar Le Corbusier su problemática en el diseño de los rascacielos de la ":
city, símbolos del mundo moderno, aspiró a caracterizar la ciudad de Buenos Aires con el proyecto de cinco torres cartesianas colocadas sobre una plataforma a la entrada del Río de la Plata, creando una imagen pregnante que aún hoy sirve de referencia a los edificios altos construídos en Puerto Madero y Catalinas Norte
28.
Asumía la perspectiva de un centro metropolitano a nivel mundial, que
también deseaba alcanzar una identidad propia: su sueño de las luces parpadeando en la noche estrellada, entre la pampa y el río sería la contrapartida a las cromáticas :'
,
~
Xul Solar
construcciones de la ciudad, imaginarias visiones oníricas de
29.
Gardel por su parte valorizó el espacio tradicional del barrio y el suburbio localizados en diferentes áreas de la capital consolidándose a lo largo de este siglo -,
cuya personalidad fue
a pesar de las inserciones
homogeinizadoras
de las construcciones especulativas iniciadas en la década de
los años treinta
No obstante la constatación de concepciones divergentes, no
30.
se puede hablar de un antagonismo frontal entre ambos contextos. Ni existe un folclorismo marginal ni se intentan imponer rígidos esquemas eurocéntricos a la
28
29
30
A pesar del cuestionarniento a esta imagen realizado por Rafael Iglesia y Mario Sabugo. la crítica reciente ha confirmado la validez de la propuesta de Le Corbusier. Ver: Rafael EJ. Iglesia, Mario Sabugo, La Ciudad y sus Sitios, (Artículos publicados en el diario Clarín), "Le Corbusier redibujado", Editorial CP67, Buenos Aires, 1987, pág. 27; Alvaro Arrese, "Estrategias para dos horizontes", SeA, Revista de Arquitectura No. 186, Buenos Aires, octubre 1997, pp. 78-79; Berardo Dujovne, Jorge lribame. "Visiones y Planes" (idern), pp. 24-29. La búsqueda de la vanguardia consistía en relacionar lo propio con lo universal. en una integración dialéctica de tendencias. movimientos y corrientes. Xul Solar definía aquel momento como que "cinviviarnos, poliviviamos, panviviamos". Jorge Luis Borges, XIII Solar, "Conferencia", Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, 1998, pp. 7/28. El tango intentaba defender la persistencia de la memoria histórica de la ciudad: en "Puente Alsina' de Benjamín Tagle Lara (1926), se dice: "Dónde está mi barrio, mi cuna querida? dónde la guarida, refugio de ayer? Borró el asfaltado, de una manotada, la vieja barriada que me vió nacer. .... (....) Mi barrio es mi madre que ya no responde ..... I Qué digan adónde lo han ido a enterrar!
11
totalidad de la ciudad. Aparece una articulación dialéctica entre la cultura central y la periférica que ambos representan. La city necesita del barrio, que contiene el espacio de residencia de la mayoría de la población en constante incremento por la inmigración europea
31.
Le Curbusier los imagina amplios, verdes y
asoleados, opuestos a los minúsculos apartamentos que proliferarán en todo el territorio urbano, situados entre medianeras, sin luz, producidos por la especulación inmobiliaria
32.
No persiste entonces, la imagen malévola de los
bajos fondos, descrita por Evaristo Carriego a inicios de siglo "guapo" y "la costurerita que dió aquel mal paso"
33 -,
habitados por el
sino la caracterización
física y social de los múltiples espacios urbanos habitados esencialmente por las C Iases ..... •
.{
34 .
'.
Si el tango privilegia los contenidos sociales, la obra de Le Corbusier en las
.
."
me dilas
.¿
propuestas urbanas para América Latina y luego para África, indaga el vínculo
"
con el paisaje y el contexto natural como factor diferenciador del diseño propuesto
35.
Su obsesión persistente fue la reconquista del río, el rescate del
horizonte fluvial, inherente a los orígenes de la ciudad. Tema que aparece desde los años veinte, con el trazado de la Avenida Costanera por Forestier
36,
perdura
con el debate sobre el Aeroparque, y continúa en la actualidad con el intento de
31
Margarita Gutrnan, Jorge Enrique Hardoy, Buenos Aires. Historia Urbana del Área Metropolitana. MAPFRE, Madrid, 1992. pág. 1992. Es el ámbito de vida de la "sociedad popular", que se constituye a partir de la década del treinta, descrita en sus articulos por Roberto Arlt.
.\2
Juan José Sebreli, Buenos Aires, vida cotidiana y alienación, Siglo Veinte, 1964, pág 67.
33
Jorge Luis Borges, "Evaristo Carriego" (1930), en Obras Completas de Jorge Luis Borges, Emecé Editores, Buenos Aires, 1974, pág. 128.
34
Adrián Gorelik lo Uama el "barrio cordial", representativo del ascenso de la clase media, op. cit. pág. 357.
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1
I
1
1
35
El vuelco radical en sus imágenes urbanas, donde las composiciones abstractas son sustituidas por imágenes contextualizadas con el medio natural, ocurre después de la visita al Brasil y Argentina y sus propuestas para Río de Janeiro y Buenos Aires. Ver: Yannis Tsiomis (Org.) Le Corhusier. Rlo de Janeiro 1929-1936, Centro de Arquitetura e Urbanismo do Río de Janeiro, Prefeitura da cidade do Río de Janeiro, Rio de Janeiro, 1998.
36
Jean Claude Nicolas Forestier, Grandes villes et systémes de pares. France. Maroc, Argentine. Institut Francais d' Architecture, Norma Éditions, París, 1997, pág. 227.
12
rescatar
las áreas costeras
privatizadas
de obsoletas
tradiciones
de su formación
protestante
manifestaciones
populares
se apasionó
.. ...:..
:
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~
en Buenos Aires
y cartesiana,
sus impresiones
por las fave/as cariocas
su viaje del 29
Tanto Gardel como Le Corbusier
-
desaparición comunicación básicos
salvando
internacionales,
del "zorzal del Plata" -,
la
Le Corbusier,
a pesar
recordemos
sus
en la Casbah argelina; su
y la casa-chorizo
por la música y el ritmo de Josefine
proyecciones
38.
espontánea:
una noche en San Pablo durante
respectivas
en la admiración
siempre fue sensible a las
y a la arquitectura
dibujos del viaje por el Oriente; entusiasmo
Ambos coincidieron
de París y Nueva York, criticando
del ritmo y la contemporaneidad persistencia
37.
bonaerense
39.
No en vano
Baker, cuándo escuchó "Baby", 40.
las evidentes
distancias
en parte motivada
comprendieron
de sus
por la trágica
el valor de los medios de
de masa y de la letra escrita (y cantada) como instrumentos
para divulgar
las propias ideas y mensajes
radio, el inicio de las grabaciones
musicales
artísticos.
y la aparición
La gran difusión del
del cine sonoro a partir
37
Constituye uno de los objetivos actuales (1998) del Plan Urbano Ambiental del Gobierno de la Ciudad. al decir: "reconversión de la relación entre la ciudad y la franja costera. privilegiando el uso público gratuito y recreativo", en Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, op. cit., pago 202
38
En una entrevista, afirma Gardel: "A los pocos meses de estar en Buenos Aires, tengo unas ganas increíbles de marcharme Si Corrientes y Esmeralda tiene un encanto indefinible y poderoso que nos ata con un lazo de acero cuándo se ha conocido Paris ...no satisface del todo, cansa ...Es terriblemente monótona nuestra ciudad!, y la culpa es de los mismos argentinos, emperrados en una seriedad funeraria ...", en La Maga, Noticias de Cultura 0.11, Buenos Aires, 1995, pág. 10. Y escribe Le Corbusier: "Buenos Aires es la ciudad más inhumana que he conocido, verdaderamente el corazón es martirizado aquí. Yo he recorrido como un alucinado. durante semanas. sus calles "sin esperanza". Yo me he sentido oprimido. furioso, desesperado", en Précisions, op. cit. pago 199.
39
Afirmó Le Corbusier, en la última conferencia pronunciada en Buenos Aires en 1929: "Dices (hablando a los estudiantes de arquitectura argentinos): no tenemos nada, nuestra ciudad es muy nueva. Vean. dibujo un muro de cerramiento, abro una puerta en él, el muro se prolonga por el triangular tejado de la izquierda de un cobertizo con una pequeña ventana en el medio. A la izquierda dibujo una galena bien cuadrada, bien neta. Sobre la terraza de la casa elevo este delicioso cilindro: el tanque de agua. Ustedes piensan: ! Caramba. he aquí lo que compone una ciudad moderna! ada de eso, dibujo las casas de Buenos Aires. Es vuestro folklore hace 50 años", citado en Ramón Gutiérrez (Edit), Sociedad Central de Arquitecto s. 100 años de compromiso con el país (1886-1896), SCA, Buenos Aires, 1993,pág,127.
40
Alejo Carpentier, "Confidencias de Josephine Baker", en Crónicas Tomo II, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1976, pp. 560-566. Publicado en Carteles, La Habana, 15 de agosto de 1935.
13
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de la década del treinta, facilitaron el conocimiento del tango y la popularidad de su mejor intérprete a nivel mundial Es una coincidencia que Gardel inicie el 41
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tango cantado en 1917
poco antes de la publicación de los primeros escritos
,
de Le Corbusier en la revista LJEsprit Nouveau con Amadée Ozenfant
42,
(1919), dirigida conjuntamente
seguidos luego por la ininterrumpida sucesión de libros
y folletos en su obsesiva necesidad de convencer al mundo de sus verdades. Aquí podríamos fabular nuestra hipótesis teórica sobre los vínculos culturales entre ambos: es seguro que no se conocieron personalmente; quizás el Maestro, en sus noches festivas,
bailó algún tango en París o en Buenos Aires. Dudamos
que Gardel haya leído un texto de la vanguardia parisina o le llamara la atención un edificio del arquitecto francés. Entonces, porqué no establecer el paralelo con
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su intelocutor lógico, Jorge Luis Borges, tal como los asocia Cristina Grau refiriéndose al tema del laberinto?
43.
Es probable que ellos tuvieran algún
contacto en las reuniones que organizaba Victoria Ocampo en su mansión. Pero,
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ante el rechazo de Borges por la arquitectura moderna
:1
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44
y sus representaciones
tecnológicas en los rascacielos, no debía digerir bien las teorías urbanísticas que el Maestro deseaba aplicar a Buenos Aires. Entre Le Corbusier y Alejandro Bustillo, seguramente se identificó con este último, tanto por las concepciones estéticas como por su origen de clase con los tangos cantados por Gardel
42
A. Ozenfant '! Ch. E. Jeanneret. Acerca del Pllri.5II1O. Escritos /918-1926. (Antonio Pizza. Edit.) , El Croquis Editorial, Madrid, 1994.
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1
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En 1917 en el acompañamiento de la película "Remordimiento" de William Farnum. al tocar a dúo la guitarra con el "Negro" Razzano, Gardel canta "Mi noche triste" en el Teatro Empire situado en Comentes y Maipu. Ver, Elisa Casella de Calderón. Buenos Aires IIOS cuenta No. 7, Calle Comentes. su historia en cinco barrios, Buenos Aires, 1996, pág. 42.
44
I
Al mismo tiempo expresó su disgusto
41
4.\
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46
45.
Cristina Grau, Borges et l'urchitecture, Supplémentaires, Centre Georges Pompidou, Paris, 1992. pág. 145. le Corbusier aplica esta idea en el proyecto del Museo de crecimiento ilimitado. Cristina Grau, op. cit .. Dice Borges en "Evaristo Carriego", ..."los reticentes cajoncitos de Virasoro. que para no delatar el íntimo mal gusto. se esconde en la pelada abstención .. ". pág. 34. Concidian, Bustillo y Borges, en el rechazo de la arquitectura racionalista, como testimonia Victoria Ocampo al referirse a su casa en "estilo" moderno: "Acababa yo de estrenar (en 1929 n.a) , en el Barrio Parque. una casa hecha (a regañadientes) por Bustillo A regañadientes, porque pretendía aproximarse 10 más posible a lo "nuevo", que me entusiasmaba y a él no", Victoria Ocampo. Testimonios (séptima serie, 1962-67), Buenos Aires, 1967.
¡-l
El elitismo y la persistente soledad de Borges eran divergentes del populisimo de Le Corbusier, a pesar de sus frecuentes contactos con la alta sociedad parisina y latinoamericana
47.
El primero se refiere siempre a una ciudad de calma y
sosiego, de suaves atardeceres en floridos patios interiores o en tranquilas calles, solo recorridas por carruajes y lentos peatones que recuerdan el solitario
ñéneur parisino de Baudelaire que se aleja de la multitud
48.
El segundo dibuja
perspectivas infinitas de carreteras y viaductos con rápidos automóviles cruzando en todas direcciones, cielos cubiertos de aviones, espacios verdes ocupados por jóvenes y felices deportistas, que envuelven cartesianas torres y grecas de bloques de apartamentos. Borges rehuye el bullicio de la metrópolis asociado a la barbarie y la vulgaridad -,
las luces de neón del centro, la
presencia de las masas trabajadoras; por el contrario, Le Corbusier imagina sus ciudades habitadas tanto por políticos, funcionarios y administradores como por 0,-
.' .
1
obreros industriales. O sea, es el típico vocero de la burguesía industrial y financiera en ascenso.
Resulta casi emblemática la respuesta del Maestro a un periodista cuando llega a Buenos Aires en 1929. Al preguntarle cuál musica le gustaba: "Me gustan sobre todo las marchas turcas, porque desde muy lejos se oye el bombo"
49.
Es
precisamente el bombo, el instrumento que luego estuvo presente en todas las manifestaciones
populares de apoyo a Evita y Perón, tan rechazados por Borges.
Una última asociación me surge al recordar la demolición del teatro Empire
46
En una entrevista publicada en Clarín (junio, 1975), afirma: "No me gusta Gardel. El bandoleón, es un instrumento tardío, originado en la Boca. Se usaba el piano, flauta y violín, instrumentos "cultos". no populares ese tango arrastrado. ese sollozo final esa música ha contribuído a entristecer al pueblo argentino", en La Maga, Noticias de Cultura No. 11, Buenos Aires. 1995, pág. 11.
47
Los personajes responsables de la visita de Le Corbusier al Brasil y la Argentina, eran todos miembros de la high : Paulo Prado en San Pablo y en Buenos Aires Victoria Ocampo, Alejo González Garaño. Elena Sansinena de Elizalde, presidenta de la Sociedad Amigos del Arte, Carlos Coire "Presentación", Le Corbusier en Buenos Aires, 1929, Sociedad Central de Arquitectos, Buenos Aires, 1979, pág. 9.
4&
49
. 1
Walter Benjamín, Charles Baudelaire: Um lírico Pablo, 1994, pág. 62. Fernando Pérez Oyarzún, op. cit. , pág. 17.
110
auge do capitalismo, Editora Brasiliense, San
.
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. 1
15
(Corrientes y Maipú) , donde Gardel cantara su primer tango, sustituído por un .....
";
edificio de apartamentos en racionalismo canónico, construído por Carlos A Vilar en 1938. Es quizás la metáfora de la persistente modernidad del tango, transcripta a la tridimensionalidad
arquitectónica. En síntesis, hoy Gardel perdura
en San T elmo y en Lugano, mientras Le Corbusier revive en Puerto Madero y en el futuro de la Costanera Norte. Así, el río, el centro, la calle y el barrio, integrados, rescatan su esencia comunitaria en una melodía sutil de formas y vibraciones. ,
·1
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Roberto Segre Río de Janeiro, junio de 1999 .
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