Revista Leamos n° 9 by Celeste Burgos Badal

Año 1, N°9, Chillán, septiembre 2014 www.edicionesicd.cl

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LEAMOS AÑO 1, N°9. CHILLÁN, SEPTIEMBRE DE 2014. Director: Jorge Díaz Arroyo Editora: Celeste Burgos Badal Diseños: Milton Vargas Fotografías: Jorge Díaz Arroyo Josh Berglund Colaboración: Luis Álvarez Alday Edita: Ediciones Investigación Cultura y Desarrollo Financia: Fondo del Libro y la Lectura, CNCA. Imprime: Impresora La Discusión (que solo actúa como tal) Distribuye: Diario La Discusión Ediciones Investigación Cultura y Desarrollo Tiraje: 3.500 ejemplares Sitio web: www.edicionesicd.cl Facebook: Revista Leamos - Chillán Correo electrónico: ediciones.icd@gmail.com Teléfono: 89653967 Domicilio: Luis Araneda 480, Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile.

Vintage: Revistas y cómics antiguos. Lecturas para viajar por el tiempo

Bibliotecóloga Angélica Sandoval: Cómo me enamoré de los libros

Reseñas y recomendaciones

“La casa de los eternos” por Luis Álvarez Alday

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Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura.

Próxima edición Jueves 30 de octubre gratis junto a La Discusión 2

Ganadores concurso de declamación Centenario Nicanor Parra

El impulso editorial de Julio San Martín desde la comuna de Chillán Viejo “Gracias a su apoyo desde el municipio, en 2008 la Editorial Pencopolitana presentó el libro del profesor en historia Marcial Pedrero Leal, Chillán Viejo: llave del reyno y cuna de la patria, el esfuerzo más reciente y acabado por dotar a la comuna de un completo resumen de su historia, en un tono llano y rico en ilustraciones, pero sin perder rigor investigativo. “Este mérito no lo tiene ni siquiera Chillán”. La sorpresiva muerte del ex alcalde de Chillán Viejo y, al momento de su fallecimiento, director del Servicio Nacional del Adulto Mayor del Biobío, Julio San Martín, junto a las muestras de pesar y de solidaridad para con su familia y cercanos, suscito un balance de su obra como jefe comunal durante 1996 a 2008. En efecto, uno de los ámbitos que más se destacó del primer alcalde del vigente periodo municipal chillanvejano fue el de la cultura (antes Chillán Viejo fue comuna, entre 1887 y 1927). Hace un par de números dedicamos la editorial de nuestra revista a hablar de la biblioteca local, y como durante los gobiernos de los dos alcaldes que han ejercido el cargo no se ha logrado su vinculación a Biblioredes de la DIBAM. Pero hay otras acciones que merecen atención. Bajo el gobierno de San Martín, Chillán Viejo quiso hacer verbo aquella manida chapa de “comuna histórica” que se exhibe en logotipos y afichería, pero que hoy mal se encarna en la realidad. Don Julio impulsó un ambicioso plan de publicaciones, aliado a un incansable promotor de la cultura regional, Alejandro Witker. Juntos dieron vida al Memorial Cultural de Ñuble, proyecto que publicó tres títulos de gran factura, amplia selección de imágenes y atractivo diseño, escrito en un tono divulgativo para favorecer un amigable acceso a lectores no especialistas en temas culturales, patrimoniales e históricos.

Los volúmenes estuvieron dedicados a Bernardo O`Higgins, Tomás Lago y Claudio Arrau, algunos de los máximos referentes de la historia y la cultura nacidos en nuestra provincia. Su objetivo fue que el público general: vecinos, turistas, profesores, estudiantes, periodistas, gestores y difusores culturales encontraran en ellos fuentes, pistas y síntesis de sus acciones y trayectorias. Pero hay más. Gracias al apoyo del municipio encabezado por San Martín, en 2008 la Editorial Pencopolitana presentó el libro del profesor en historia Marcial Pedrero Leal, Chillán Viejo: llave del reyno y cuna de la patria, el esfuerzo más reciente y acabado por dotar a la comuna de un completo resumen de su historia, también en un tono llano y rico en ilustraciones, sin perder rigor investigativo. Este mérito no lo tiene ni siquiera Chillán, que pese a sus universidades, tradición y pasado, no ha sabido dotarse de un libro que actualice en método, investigación y estilo escritural un relato histórico macizo para las nuevas generaciones. Julio San Martín no era un ser perfecto, claro está, pero en cuanto a su visión de lo que debiera entenderse por “hacer cultura” desde una comuna con identidad, como Chillán Viejo, dejó la vara alta. Su tarea debiera ser imitada y, respecto a su patria chica, retomada. El director

Revistas y cómics antiguos:

El especial de este mes en revista Leamos está dedicado a aquellas publicaciones icónicas que marcaron época y que forman parte del imaginario de distintas generaciones. Por disponibilidad de espacio solo pudimos abordar una pequeña muestra de todos los títulos disponibles, pero captada la idea, usted podrá ir tras sus propios recuerdos, fetiches y colecciones. ¡Bienvenido al viaje! Por equipo de revista Leamos

Cómics, varios títulos. El Arca de Noé, Feria de Chillán, local 167. De $1500 a $2500.

Una de las escenas más entrañables del film Amelie ( Jean-Pierre Jeunet, 2001) es aquella en que la protagonista logra hacerle llegar a un antiguo residente del edificio donde ella ahora vive, una cajita de lata oxidada con unos cuantos recuerdos de infancia: una fotografía de un ídolo deportivo, un ciclista de juguete del tour de Francia y otras chucherías que gatillan en el sorprendido beneficiado una avalancha de recuerdos y emociones. En otras palabras, activan su memoria emotiva. Es eso lo que nos pasa con un montón de cosas, entre ellas, libros y revistas que fueron parte de nuestra infancia y que hoy solo viven en un rincón de nuestra memoria, ya sea porque las tuvimos y las extraviamos o porque entonces las anhelamos intensamente sin llegar a poseerlas. Hoy hay formas de rescatarlas: además de afamados persas, como el Biobío, en Santiago, existe el portal mercadolibre.cl donde se puede comprar de un cuanto hay. Pero también en Chillán se encuentran dos interesantes opciones para coleccionistas y busquillas: El Arca de Noe, en la Feria de Chillán, y La Libroteca, en el segundo piso del Mercado Municipal. Veamos parte de las ofertas disponibles. TARZÁN DE LOS MONOS La Editorial Novaro fue el deleite de los lectores y coleccionistas de cómic durante los primeros años de los 70, en el siglo XX. La firma mexicana distribuía en América Latina la mayor parte de los clásicos estadounidenses más apetecidos por los lectores, por supuesto, traducidos al español. Entre los héroes de estas aventuras quincenales, uno de los favoritos era, sin duda, Tarzan de los monos.

fieras salvajes, o pueblos primitivos agresivos. Tarzán actuaba entonces como bisagra entre ambas culturas, la salvaje o de la selva y la occidental “civilizada”. Todo bajo una mirada que se deleita en lo exótico. Un universo donde las lanzas y los fusiles, los taparrabos y los sombreros cucalón conviven en tensa trama, pero siempre con un final feliz, que suele dejar algo parecido a una moraleja. EL LLANERO SOLITARIO También publicada por Editorial Novaro, la serie del justiciero enmascarado del oeste estadounidense es una de las más queridas y recordadas de la época en que el cómic se ofrecía generoso en los quioscos nacionales. Montado en su caballo blanco, Plata, y acompañado del fiel indio Toro, que cabalgaba en un equino bicolor llamado Pinto, El Llanero fue uno de tantos personajes del género western

Muy ad-hoc con la mentalidad de la época, las aventuras de este hombre blanco perdido cuando apenas era un bebé en la selva africana y criado por primates, estaba poblada de sabios científicos y/o excursionistas occidentales con buenas intenciones, acompañados por una asistente, hija o sobrina convenientemente guapa, que se metían en problemas con traficantes o cazadores, también blancos, o con

que llegó también a las viñetas del cómic, antecediendo paso en el radio teatro, la televisión y el cine. Kemo Sabay, como lo llamaba en su lengua Toro, defendía la justicia y a los débiles, fueran estos colonos blancos o aborígenes pacíficos y honorables. Pero también los villanos (o “pillos”, como aparece a menudo en las traducciones mexicanas) podían ser indios sanguinarios o caras pálidas inescrupulosos. Hay, además, una semilla de integración en la serie, al aliarse en la cruzada justiciera un ranger yanqui y un nativo americano. JUNGLA Pero el boom del comic también insufló la creatividad local, y talentos chilenos dieron a la luz títulos que hoy son emblemáticos, como el caso de Jungla, cuyas aventuras eran protagonizadas por Mawa, una especie de Tarzan en versión femenina, con bastante similitud en su universo narrativo con el personaje creado por Edgar Rice Burroughs. En efecto, los exploradores, científicos, tribus, fieras, traficantes y cazadores vuelven a encontrarse en las salvajes tierras africanas, de las que Mawa es guardiana y agente de paz. EL MANQUE Más original, aunque sin carecer de la influencia del western estadounidense, es El Manque (Cóndor, en mapudungun). La historia de este huaso chileno justiciero, que obviamente se desplaza a caballo y vive sus aventuras en el contexto rural, se funde con la de la editorial chilena Quimantú.

Veamos. A principios de los años 70 gran parte de la producción comiquera nacional era editada por Editorial Zig-Zag. Con el arribo al gobierno de Salvador Allende, los empleados de la editorial presionaron para que la empresa fuera adquirida por el estado, lo que se concretó en 1971, dando origen a Editorial Quimantú. Este sello mantuvo la publicación de historietas, al tiempo que elaboró e implementó una ambiciosa estrategia de difusión y promoción del libro, combinando grandes tirajes, bajos precios, amplia circulación y títulos de interés y valor. Con el Golpe de Estado de 1973 Quimantú fue cerrada, reinaugurándose a poco andar bajo el nombre de Editorial Nacional Gabriela Mistral. Por un tiempo se mantuvieron títulos como El Manque, ajustando sus aventuras a los valores que interesaban al régimen militar (o que al menos no le hacían mella), hasta que la serie se canceló en 1974, muriendo con ella otros títulos de historietas e iniciándose el periodo más yermo de la narrativa gráfica nacional. ICARITO. ESPECIALES “TODO DE UNA VEZ” Si toda una generación aprendió y se fascinó con publicaciones como El Peneca, y otra lo hizo con Mampato, la de los 80s, encuentra en el suplemento Icarito, del diario La Tercera de la Hora a su revista emblemática. En una época en que no abundaban en nuestro país computadores ni impresoras domésticas, y mucho menos enciclopedias digitales como Encarta e Internet estaba apenas en su prehistoria, las clásicas láminas centrales recortables, necesarias para ilustrar las carpetas escritas a mano sobre alguna efeméride (mes del mar, aniversario de una batalla, natalicio de un personaje), resultaban salvadoras para cumplir con la tarea.

Pero especial buen recuerdo tienen aquellos especiales “todo de una vez”, que en un solo volumen de 30 páginas y papel diario (aunque impreso a color y ricamente ilustrado) abordaban un tópico en forma global, con un lenguaje ameno y comprensible, más propio del periodismo que del manual de estudio. Si uno lo leía entero, le quedaba un marco de referencia más que orientador sobre el tema a tratar, objetivo que ya se quisiera tanto recurso pedagógico digital hoy circulante.

Fundada en 1930, el magazine siempre tuvo vocación por cubrir las alternativas del cine, especialmente hollywoodense, combinando con aquel en sus inicios temas literarios y femeninos y, en sus postrimerías, compartiendo cobertura a la televisión nacional. No obstante, la gran pantalla siempre fue la protagonista, y en su época de oro, por los inicios de los años 60 del pasado siglo, fueron los protagonistas del star system norteamericano quienes reinaron en sus portadas y páginas interiores.

En estos especiales se combinaban tanto temas de historia universal como nacional, ciencias, arte, y cultura. Quizás la deuda de Icarito siempre fueron las matemáticas. Con todo, antes del reinado de Google y el copy-paste, el suplemento escolar de La Tercera no solo era una excelente forma de cumplir en clases, sino también una accesible ventana para asomarse al mundo y su rico acervo.

Tal como en alguna actual revista para teenagers, en Ecran además de los estrenos internacionales, se sacaba partido al atractivo de los ídolos y estrellas entre los y las adolescentes, y se daba cobertura a temas del corazón, con enviados especiales, abundantes imágenes y un halo de glamour, siempre tan propio del cine.

COSQUILLAS Creada por Guido Vallejos, mismo autor de la historieta infantil de fútbol, Barrabases (1955), la precursora de las fotonovelas Cine – Amor (1962), la revista de humor político El Loro (1988) y la picaresca El Pingüino (1956), Cosquillas es precisamente seguidora de ésta última. Creada en 1970, la publicación se define como “la revista de las chiquillas lindas, las tallas buenas y los chistes sexapeludos”. Una buena síntesis de los contenidos que una revista para caballeros de buen humor y erótico apetito (al menos visual) podía reunir en la década de 1970. Además de humor visual ilustrado por caricaturistas, el magazine contiene fotografías de desnudos de divas de la época (tanto de la bohemia nacional, como de modelos internacionales surtidas por agencias), y secciones escritas, como son las anécdotas protagonizadas por el Pato Peñaloza, suerte de Pepe Antártico que número a número relata sus desventuras en el afán de satisfacer sus ansias sexuales.

Revistas antiguas La Libroteca Segundo piso, Mercado Municipal Icarito: $300 Cosquillas: $1980 a $3500 Ecran: $2980

Picardía que hoy parece cándida, o al menos pintoresca. ECRAN Antes que apareciera Video Grama (hoy llamada Cine Grama), la revista icónica del séptimo arte en Chile fue, sin duda, Ecran.

María Angélica Sandoval, Jefa de:

¿Cómo me enamoré de los libros?

Con más de 30 años de trabajo en la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM), casi todos a la cabeza de la Biblioteca Arturo Matte Alessandri de Chillán, María Angélica Sandoval es una anfitriona cálida en el centro de fomento lector ubicado en la esquina de Avda. O’Higgins con Schleyer. Esta biblioteca chillaneja celebrará en octubre 45 años de vida. En esta entrevista su encargada nos cuenta cómo se enamoró de los libros. Por equipo de revista Leamos ¿Cuál es su primer recuerdo asociado a estar conmigo en el momento de lectura: un libro? era muy ansiosa, quería aprender rápido y lo logré en el tiempo prudente. El libro LEA que obtuve en Primero Básico. Me encantaba. Ahí aprendí a conocer las ¿Qué títulos le han marcado en su vida? primeras letras que eran las vocales; cada palabra que se aprendía en voz alta, después se La buena tierra, de Pearl Buck, fue mi primera escribía en cuaderno de caligrafía. Reconozco novela leída a los 11 años de edad. Me marcó el que me costó un poco juntar cada letra para sentimiento del sufrimiento del pueblo chino, formar una palabra, pero cada día se hizo más el hambre, la pobreza, sus costumbres raras para sencillo hasta que logré dominarlas. Al final el pueblo occidental, pero eran seres humanos del año ya podía leer de corrido. Agradezco el como todos nosotros en el mundo, que vivían, apoyo de mi profesora y algunos integrantes sentían, se enamoraban y trabajaban muy duro, de la familia que tuvieron la paciencia de especialmente en la agricultura.

Adios al séptimo de línea, de Jorge Inostroza, novela impactante, relatos de vida sobre la Guerra del Pacífico en Chile, soldados que iban a la muerte, vida de los generales y sus amores, las batallas sangrientas entre países hermanos.

nieve, mar, etc.) y muy especial que describan a los animales domésticos y salvajes.

En los adolescentes muchos cómics, revistas juveniles, libros o novelas donde en que se tratan temas de sexualidad, como por ejemplo Juventud en éxtasis, de Carlos Cuauhtémoc El Padre, de Olegario Lazo Baeza, muestra Sánchez, libros de deportes, biografías, y a un padre humilde, de campo, sencillo, que libros mitológicos y fantásticos como Harry le lleva una gallina de regalo a su hijo que es Potter, El señor de los anillos, Crepúsculo, Los teniente en un regimiento, y a su hijo le da juegos del hambre, y obras de Edgar Allan Poe, vergüenza y lo niega. etc. La metarmofosis, de Kafka, cuando lo leí por primera vez me pareció un libro muy extraño, como un hombre se transformaba poco a poco en una forma de araña, rana o no sé de qué; no comprendía en ese entonces que la transformación era psicológica y no física.

En los adultos, ellos releen los libros que leyeron en su juventud. Ojalá los libros tengan letras grandes, apropiados para su vista. Prefieren leer novelas. El adulto que lee es porque ya tiene su hábito formado desde temprana edad. Se les recomienda leer best sellers o los libros de edición reciente que ¿Cómo decidió seguir una profesión que continuamente se están recibiendo en la consiste en acercar a las personas a la Biblioteca. literatura? La Biblioteca Arturo Matte Alessandri, a La verdad ni siquiera pensé estudiar su cargo, está a punto de celebrar 45 años. algo relacionado a la literatura, a mí me ¿Qué pueden encontrar los potenciales gustaba la parte científica, la biología usuarios en este centro? principalmente. Lo que tenía claro era que yo iba a estudiar en la Universidad. Lo primero es decir que todos los servicios En mi tiempo (1971) no existía la de la Biblioteca son gratuitos para la posibilidad de estudiar en universidades comunidad. A quienes no conocen la privadas como hoy, mi opción era la Biblioteca les podemos contar que existe carrera de enfermería, no obtuve el una colección de libros variada y actualizada; puntaje, por lo que decidí estudiar una hay aproximadamente ocho mil títulos carrera más corta (hoy Bibliotecología disponibles para ser leídos; con mucha son 5 años de estudio). Quedé en varias literatura, biografías, historia, arte, filosofía, carreras, por ejemplo Técnico en Riego, economía, derecho, etc. etc. Hidráulica Sanitaria y Bibliotecología. A mí me costaba la parte matemática así Contamos con revistas como National es que opté por Bibliotecología. Debo Geographic, Condorito, Patrimonio Cultural, aclarar que fue la mejor decisión de La Panera, diario La Discusión de Chillán, mi vida, en ella me he realizado como diario El Mercurio, etc. profesional y como persona. Mi consuelo fue el siguiente: tenía todos los libros a mi Trabajamos con algunas escuelas Municipales disposición para leer especialmente en el y Subvencionadas en el área de fomento área de salud, que era lo que me gustaba. lector, para ello se hacen actividades de cuenta cuentos con una técnica ancestral En su calidad de encargada de una biblioteca japonesa “Kamishibai” y a través de cajas ¿con que libro iniciaría en a la lectura a un viajeras transportamos libros infantiles para niño, un adolescente y un adulto? niños pequeños a diferentes instituciones escolares. En los niños cualquier libro infantil que contenga muchas ilustraciones, con colores Y para terminar, lo más importante, pueden vivos, que sean de textura interesante y que llevar libros de su gusto para leerlos en sus representen la naturaleza (flores, árboles, domicilios en forma gratuita.

LA TREGUA Mario Benedetti Alfaguara Disponible en biblioteca Arturo Matte Préstamo gratuito Ha inspirado canciones, películas y es uno de los clásicos indiscutidos de la narrativa contemporánea de habla hispana y el título más popular de su autor, Mario Benedetti. ¿Qué tiene La Tregua, que sigue estando entre las lecturas predilectas de diferentes generaciones, a más de 50 años de su publicación (se lanzó en 1960)? Probablemente sea su aura de redención, de renacer, sin por eso abandonar la melancolía. Un hombre maduro, de clase media, viudo, con dos hijos ya adultos con quienes no tiene mayor comunicación, y una vida rutinaria y sin sorpresas, conoce en el trabajo a una joven muchacha que debe estar bajo su mando, cuando él cuenta los días para jubilarse. Sorpresivamente surgirá entre ellos una relación que le ofrecerá al protagonista la oportunidad de dar un sentido más profundo a su existencia.

En la senda del ya clásico Ser niño huacho en la historia de Chile (siglo XIX), el historiador Gabriel Salazar, Premio Nacional de la disciplina en 2006, nos presenta un trabajo breve, de bolsillo y dirigido al público general (no solo al académico), con manifiesto afán de educación y empoderamiento ciudadano. Y es que, además del formato, el título resulta decidor. Lanzado en 2011, en pleno segundo aire del movimiento estudiantil (el primero fue el 2006), este libro (y sobretodo, este historiador) fue uno de los tantos elementos que contribuyeron a resquebrajar la hasta entonces asumida legitimidad del modelo político, económico y social de los últimos 40 años en Chile. No por nada hoy estamos discutiendo reformas tributarias, a la educación y al sistema político (fin al binominal en las elecciones parlamentarias, por ejemplo). Pero el trabajo de Salazar va al fondo del asunto: la Constitución. El historiador sostiene, reivindica y postula, con base histórica, el poder constituyente de toda la ciudadanía, y no solo del estamento político, que según él, solo se preocupará que una nueva carta magna resguarde el poder a los pocos privilegiados que lo han detentado por dos siglos. Si se quiere que una nueva Constitución responda a las necesidades y aspiraciones de toda la sociedad, entonces toda la sociedad debe participar en su construcción. De ahí la necesidad del autor de exponer, en un texto al alcance de todos, los fundamentos para exigir y ejercer este derecho.

En el nombre del poder popular Constituyente (Chile, siglo XXI) Gabriel Salazar LOM ediciones Disponible en librería MaxVan $4.900

LA CHICA DEL TROMBÓN Antonio Skármeta Debolsillo Disponible en librería MaxVan $4.900

Del flamante Premio Nacional de Literatura 2014, Antonio Skármeta, es esta novela editada en 2001, que viene a ser una continuación de su anterior trabajo, La boda del poeta (1999), pero que, no obstante, se entiende perfectamente como pieza independiente, sin necesidad de haber leído su antecesora. Década de 1940. Norte de Chile. Un trombonista llega de Europa junto a una niña blanca de dos años, para entregársela al que es su supuesto abuelo, Esteban Coppeta, emigrante de Los Balcanes asentado en Antofagasta. El hombre adopta a la pequeña y la cría en la nortina ciudad, hasta que por salud y estrechez económica se trasladan a Santiago. Desde ahí la novela coqueteará con distintos estilos o fórmulas, ya vistos en innumerables libros de diversos autores, sin aferrarse en específico por ninguno. Veamos: no es un libro sobre la relación de una nieta inquieta, perspicaz y algo fuera de lugar entre una sociedad morena, con su misterioso y tierno abuelo. Algo de eso hay, pero pronto se verá que no es el nudo principal. Tampoco se trata de una adolescente que, ilusionada con la promesa del sueño americano y, sobre todo, con la fascinante música anglo y magia de Hollywood, va tras su sueño en las tierras del norte. Ni es la historia de una joven que, mientras crece, se reencuentra con su identidad, con su pasado y el de su familia, respondiéndo así a una

incógnita surgida desde que tiene consciencia. Ni siquiera la aparición de Salvador Allende, como un personaje más en la trama, convierte a la obra en un símil de la reconocida pieza del mismo autor, Ardiente Paciencia, donde Neruda es uno de los protagonistas. La chica del trombón es un poco todas esas opciones y, al mismo tiempo, ninguna en específico. ¿Qué es entonces? Bueno, como ya se dijo, una mezcla. Un relato donde la búsqueda (de la protagonista) es permanente, pero distinta según las etapas que atraviesa. Donde las concepciones no son estables, y los juicios de las personas tampoco absolutos y, si parecen serlo, son dables de modificarse por el peso de las circunstancias o las caprichosas vueltas de la vida. Un mundo donde no hay malos-malos, ni buenos-buenos; dónde los sueños y las expectativas, las ilusiones incluso, mutan y se transforman (más que claudican). En el fondo, La chica del trombón es una novela entrañable, que transcurre en 40 años, mostrando, como telón de fondo, la sociabilidad, la cultura y la política y de la clase media urbana chilena, sin pretensión ensayística o sociológica. La Chica del trombón es un relato muy parecido a la vida misma.

Por Luis Álvarez Alday

Abrió la casa una mañana para que el sol y el aire entraran, entonces comenzó abriendo las puertas y ventanas a paso lento como en una liturgia de hojas cayendo. El piso estaba sucio, lleno de polvo, lo notó porque sus pasos dejaban huellas, algo extraño en su vida -pensó- pero de todas formas le gustó aquel resultado. A veces pasan semanas sin que nadie recorra esos pasillos, incluso las arañas se habían rendido y ya no tejían sus trampas porque los bichos se habían ido. De pronto un recuerdo de luz se proyectó en la pared, todo parecía entrar en un suave letargo, como de siesta, quizás algún sonido podría completar el momento, pero no quiso romper esa magia y se mantuvo callado. Sólo quedaba una ampolleta en toda la casa y llegado el momento, al encenderla, se volvió un sol o tal vez un faro en esa oscuridad, pero aquella luz era insuficiente para iluminar tanta soledad, de habitación amarillenta y desnuda. Cuando comprendió que al abrir esa casa no solo entraron el sol y el aire, sino que también un frío de vahos trasnochados, supo que ya era hora de abandonar el lugar.

Este espacio es para ti. Envíanos tus colaboraciones en la forma de relatos, crónicas, microcuentos, poemas, comics (una página como máximo) a ediciones.icd@gmail.com para ser evaluados por nuestro equipo y publicados en el siguiente número en esta sección.

Y como ya era costumbre, volvió en sus pasos, tratando de pisar sus propias huellas, cerró ventanas y puertas como haciendo reverencia, apagó la luz y se desarremangó las penas. Salió a la calle y volvieron los ruidos, las personas y sus apuros, atrás quedaba el silencio, el polvo, el tiempo y quizás algún trozo de pan mordido. La casa quedó vacía de movimientos y con toda calma los eternos se volvieron despiertos, reclamaron pues su espacio y su tiempo imperfecto, volvieron a llenar de dejavus sus inconcientes y rutinarios momentos. ¡Si!, la casa se volvió vieja, los árboles inmensos, ¿acaso es nuestro castigo tantos años de gente entrando y saliendo? ¿Quién con soberbia de patrón insurrecto autoriza tanto atropello? Quizás las caras cambien y con ellas los tiempos, pero somos los dueños de la casa eterna, de nuestros propios miedos, somos la historia que se acurruca tierna y no claudica, somos los miserables enjaulados en madera, vidrio y latas. Aquí el tiempo no es más que un lustrado decorado, Acá permanecemos completos, acá permanecemos eternos. Foto: Habitación de Edgard Allan Poe en la Universidad de Virginia. Fotografía de Josh Berglund reproducida bajo licencia Creative Commons.

En el marco de las actividades de celebración del centenario de Nicanor Parra, la Comisión convocada por el municipio local para proponer el programa, dio vida al Concurso de Declamación de la Obra de Nicanor Parra, cuya organización encabezó el Liceo Narciso Tondreau, heredero del Liceo de Hombres de Chillán, donde el antipoeta estudió e hizo clases, durante su época en Chillán. El concurso convocó a todos los establecimientos escolares municipales, de financiamiento compartido y particulares, no solo de Chillán, sino de la Provincia de Ñuble, registrándose en total 33 participantes, los que se distribuyeron en tres categorías: primer ciclo básico (hasta 4º año básico), segundo ciclo básico (de 5º a 8º básico) y de enseñanza media.

Rocío Barahona, del Colegio Chillán, declama “La poesía terminó conmigo”

Javiera Moraga, de la Ciudad Educativa de Chillán interpreta “Discurso del buen ladrón”

Los galardonados fueron Rocío Barahona del Colegio Chillán en primer ciclo básico, con la pieza “La poesía terminó conmigo”; Javiera Moraga de la Ciudad Educativa de Chillán, con “Discurso del buen ladrón” en segundo ciclo básico, y Pablo Cartes, del Instituto Superior de Comercio de Chillán con “Antilázaro” en la categoría educación media. Además se reconocieron a los segundos y terceros lugares de cada nivel. La premiación se llevó a cabo el 5 de septiembre, mismo día del cumpleaños número 100 del vate, en la Sala Nicanor Parra del Liceo Narciso Tondreau. Luego de eso, como un simbólico saludo al escritor nacido en San Fabián de Alico, se liberaron 100 globos blancos al cielo. Clemente Llanos, director del Liceo Narciso Tondreau, comentó que tras la positiva evaluación de la actividad, esta se considera replicar el próximo año, convirtiéndola en parte de la tradición del Liceo.

Pablo Cartes, del INSUCO, presenta “Antilázaro”

Dónde leer en Chillán 1

Biblioteca Pública N°10 Arturo Matte (Av. O’Higgins 1303, al llegar a la esquina de calle Schleyer)

Librería Maxvan Librería Más (Isabel Riquelme Libros 518) (El Roble 884)

La Libroteca (Mercado Techado,segundo piso, local 82)

Ediciones Jelvez (Mercado Techado, primer piso, al costado de escalera central)

Av. O ´Higg ins

Biblioteca Municipal Nº 293 VolodiaTeiteboim (Arauco 974, entre Arturo Prat y Cocharcas)

El Arca de Noé (Plaza Sargento Aldea, local 167, Feria Artesanal)

Av. E cuad or Edisur (En Constitución, interior Galería Concepción al cruzar con la Galería Yarur)

Av. O ´Higg ins

Plaza San Francisco

Bulnes

Claudio Arrau

El Roble

.O Av

Liberta d

8 10

Hospital

Librería M Libros (esquina de Constitución con Carrera)

Mall Arauco c

Plaza La Victoria

Arauco 1

Sargen to Alde a

Arturo Prat

Isabel Riquelm e

Av. C ollin

Maipó n 7

5 de ab ril

Carrera

Diecioc ho de s eptiem bre

ns gi g i ´H

Vega d e Saldía s

Constitu ción

Cocharc as

Gamero

Av. A rgen tina

Av. B rasil

Plaza Santo Domingo

La Juventud del Libro (Av. Libertad 1106)

Librería Todo Libro (Libertad 774)

Puntos de referencia

lugares para obtener libros en Chillán

Jumbo (Carretera Longitudinal 134)

Libros Escolares Atlas Diccionarios Lecturas para niños Novelas Clásicos Libros Técnicos TITULOS MÁS VENDIDOS Y NOVEDADES EXCLUSIVAS PARA TODA LA FAMILIA

Encuéntranos en Isabel Riquelme 518, Chillán (entre Libertad y Constitución) Fono: 86440920 - Mail: libreriaenchillan@gmail.com