Oportunidades de emprendimiento con base en encadenamientos productivos sostenibles La industria del turismo es un elemento integrador del complejo regional cultural, natural, agroindustrial y la agricultura tradicional, aunque aun no representa una actividad de peso para la economía regional. El integrador de la producción en este caso es el agroturismo ecológico. Capacitación para el sector del agroturismo rural, desde las instituciones encargadas para optimizar recursos y especializar en nuevas tecnologías, servicio al cliente, idiomas, entre otros necesarios.
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Servicio de investigación y desarrollo adaptado a las necesidades de los empresarios, innovando en la experiencia del turista, con nuevas atracciones, nuevos senderos, vínculos con otros objetos turísticos como las esferas, los canales de navegación del Térraba-Sierpe, festivales tradicionales. Valor agregado agrícola:
La integración en la cadena de agronegocios a menudo requiere el suministro de más productos a precios competitivos para ganar participación en el mercado. La venta conjunta de productos ganaderos o de cultivos por parte de los agricultores puede generar precios más altos debido al gran volumen que se maneja.
1. Marketing de marca: productos con características especiales para procesadores (tomates para pasta o zanahorias para jugo). 2. Producción de bienes con características especiales para los consumidores: almacenamiento (cebollas o manzanas que pueden almacenarse) 3. Sabor (maíz dulce) 4. Aspecto (productos lavados, clasificados y calibrados) 5. Facilidad de consumo (jugos de frutas) 6. Seguridad alimentaria (productos orgánicos, productos fitosanitarios, antibióticos para la alimentación del ganado, etc.) 7. Utilidad (contenido de vitaminas, oligoelementos, etc.).
Acciones de mejora para promover la reactivación económica Desarrollar nuevas formas de gestionar el territorio, como el agroturismo, el avistamiento de aves, la mejora en la eficiencia de la agricultura y ganadería, así como evaluar una gran inversión en proyectos predominantemente de secundarización y terciarización de la materia prima de forma planificada para su implementación. Por las restricciones sistémicas de capital humano, el desarrollo de nuevas pequeñas o medianas empresas agrícolas, industriales o de servicios, debe asociarse con la implementación de los proyectos de inversión importantes por parte de las Instituciones públicas competentes. En el caso del turismo, la generación de una “marcaregión” es de carácter imperativo para colocarla en el mapa del turista nacional e internacional. Esa marca región debe incorporar las diversas características del territorio, tanto en las tierras altas como las planicies, las costas y su riqueza cultural. En el caso de la agricultura de menor escala y tradicional, involucradas en la extracción de materias primas, su procesamiento primario y transporte son las que tendrán el impacto más significativo en el desarrollo económico, vinculadas a sus propios mercados. Debe invertirse en el fortalecimiento de sus aparatos gerenciales, ya sean familiares o de mediana empresa, cualquiera que sea el producto o servicio. Además, generar la profesionalización (o tecnificación) de los procesos de cultivo, cosecha, comercialización y transformación en nuevos productos manufacturados. Los distritos deben consolidar la especialización productiva, puesto que usualmente, la homogeneidad de los nuevos proyectos productivos conlleva a que el mercado disminuya los precios a pagar por las mercancías ante la gran oferta de un mismo producto, como ocurre con la palma. Formar corredores de desarrollo económico orientados a los productos como el café, la palma, el turismo, con centros de control ubicados en zonas estratégicas como Pérez Zeledón y Palmar Norte Existiendo un tratado de libre comercio con Panamá, este podría ser importante para las micro, pequeñas y medianas empresas regionales en la relación comercial con ese país e impulsar un mercado binacional.