Revista N°27 Horizontes Cooperativos - La mujer en la construcción de un Cooperativismo en CR

Page 1

REVISTA Nº27

ISSN 1409-1305

La mujer en la construcción de un cooperativismo y economía social, en equidad e igualdad, en Costa Rica.


Revista N° 27. Horizontes Cooperativos. CENECOOP R.L. ISSN 1409-1305 DIRECCIÓN Y LÍNEA EDITORIAL Jorge Arturo Campos Montero CONSEJO EDITORIAL: Jorge Arturo Campos Montero Floribeth Venegas Soto Rodolfo Navas Alvarado Ruth Linares Hidalgo Evelyn Obando Pereira INTEGRACIÓN DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL CENECOOP R.L. 2020-2021 CONSEJO DE ADMINSTRACIÓN Presidenta Floribeth Venegas Soto Vicepresidente Carlos Montero Jiménez Secretario Juan Carlos Ruíz Vocal 1 María Auxiliadora López Porras Vocal 2 María Angela Arias Marín Vocal 3 Ronald Campos Villegas Vocal 4 Luis Bernardo Rodríguez Suplente 1 Jose Rafael Quesada Suplente 2 Maynor Gamboa Arias COMITÉ VIGILANCIA Presidente Edgardo Araya Vicepresidente Félix J. Cristiá Secretario Mauricio Quirós Auditor Interno Reiner Mata González Suplente Alex Madrigal Ureña GERENTE DEL CENECOOP R.L. Rodolfo Navas Alvarado INVESTIGADORES Julia Herrera Cevallos Floribeth Venegas Soto Alexandra de Simone Patricia Jiménez Gómez Marta Castro Haydee Hernández Pérez Grace Cristina Badilla López Ma. Isabel Camareno Camareno DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Wagner Solórzano Morera DISEÑO DE PORTADA Wagner Solórzano Morera Hecho el depósito de Ley. Reservados todos los derechos. Financiado gracias a la transferencia de fondos que realiza el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) al CENECOOP R.L., mediante la ley N°4179. ADVERTENCIA De conformidad con la Ley de Derechos de autor y Derechos Conexos, es prohibida la reproducción, transmisión, grabación, filmación total o parcial del contenido de esta publicación, mediante la aplicación de cualquier sistema de reproducción, incluyendo el fotocopiado, sin la autorización por escrito del CENECOOP R.L. La violación a esta Ley por parte de cualquier persona física o jurídica será sancionada penalmente. El autor es responsable del estilo y contenido de su investigación. Impreso en Costa Rica por Positiva Digital.

2


INTRODUCCIÓN La mujer en la construcción de un cooperativismo y economía social, en equidad e igualdad, en Costa Rica La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DHDH) fue emitida por Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 en su Resolución 217 A (III). En ese foro internacional, hace 73 años, por primera vez se establecen los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero. Sin embargo, por la redacción original del texto, fue evidente la desigualdad de género. No obstante, con la prominente participación de doña Eleanor Roosevelt, presidenta del Comité de Redacción de la DHDH y de otras mujeres líderes, se da la inclusión de los derechos de la mujer en la Declaración Universal. Hansa Mehta, de India, es la responsable de cambiar la frase "Todos los hombres nacen libres e iguales", por "Todos los seres humanos nacen libres e iguales".1 Es curioso y a veces difícil de entender que entre humanos nos cueste tanto aceptar que somos una misma especie, fisiológicamente casi idénticos y en lugar de establecer similitudes que nos potencien, es usual que se haga señalamiento de las diferencias que nos separan. Es por ello, que desde esa declaración universal, se han venido fortaleciendo esas luchas que nos permite acercarnos a una igualdad de género, sin olvidar que aún persisten aspectos como abuso e inequidad. En cuanto al sector cooperativo y haciendo eco al principio de libertad de adhesión, las cooperativas han defendido los derechos de las mujeres, también, por medio de sus ideales, se ha fortalecido el empoderamiento y ha motivado a muchas de ellas, para que tomen iniciativas, participen de campañas sobre una serie de temas relacionados con el empoderamiento de las mujeres y han servido de plataforma para que desarrollen su potencial. Por otra parte, si 1

https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

3


hacemos un recorrido por la historia, cuando se fundó la Rochdale Pioneers Equitable Cooperative Society en 1844, las mujeres tenían derecho a ser miembros plenos. Por otra parte, el Women’s Co-operative Guild, que se estableció en el Reino Unido en 1883, participó activamente en la incidencia política sobre una serie de aspectos fundamentales, como la introducción del salario mínimo, la igualdad salarial, las leyes de divorcio, las prestaciones por maternidad y el inicio de la campaña de las amapolas blancas.2 De acuerdo con la Alianza Cooperativa Internacional, como portavoz de las cooperativas de todo el mundo, en febrero de 2015, la Alianza y la OIT llevaron a cabo una encuesta para analizar las percepciones entre los profesionales, académicos y miembros de ONG e instituciones gubernamentales sobre el impacto de las cooperativas en el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género en general y en comparación con otras formas de negocio; así como sobre los desafíos futuros. En total, 581 participantes respondieron a la encuesta en línea, un 75% de los cuales dijeron que creían que […] “las cooperativas habían mejorado la participación de las mujeres en los últimos 20 años. El estudio también indicó que el acceso al empleo estaba siendo facilitado de manera indirecta por las cooperativas en ámbitos como la vivienda, la atención sanitaria, y el cuidado de los niños y de las personas mayores, las cuales proporcionan a las mujeres servicios asequibles y accesibles que les permiten trabajar”. (ACI, 2018; p.13). De acuerdo con el INAMU3: “La historia cooperativa ha demostrado por muchos años el positivo impacto de las cooperativas en el desarrollo económico y social del país, sobre todo en aquellas áreas más distantes, rurales, en sus diferentes formas productivas y en lo que caracteriza la filosofía cooperativista que es una mejor distribución de la riqueza en el país”. Sin embargo, continúa indicando que “en muchos sectores se invisibiliza el aporte de las mujeres”. En este mismo informe del INAMU, las brechas de género se mantienen en el sector 2

Las primeras amapolas blancas fueron vendidas en 1933 por organizaciones de mujeres británicas. La Peace Pledge Union (PPU) participó en su distribución a partir de 1934, y desde 1937 se colocaron coronas de amapolas blancas como promesa de paz y para que la guerra no vuelva a repetirse.

3

https://www.inamu.go.cr/cooperativismo

4


cooperativo, siendo las más importantes: a- un 45% de las cooperativas de mujeres son cooperativas autogestionarias y la mayoría presentan características de subsistencia, ba nivel de puestos en toma de decisiones los hombres ocupan el 61.5% y las mujeres el 38.5% de todos los cuerpos directivos y c- sólo un 30% de las gerencias de las cooperativas, son ocupadas por mujeres y solo un 22.1% de mujeres ocupan el puesto en las presidencias de los Consejos de Administración. Lo antes consignado por el INAMU se refuerza en el estudio: “Participación de la mujer en el cooperativismo costarricense (1989-2018)”4, de la autora Roxana Sánchez Boza, de la Universidad de Costa Rica, comparte la siguiente información: Durante tres décadas, un reducido grupo de mujeres, con una visión clara sobre la naturaleza jurídico-social de las cooperativas, así como de sus principios, han dado una lucha por lograr una participación político-económica en igualdad de condiciones y con equidad de género, dentro de la organización cooperativa. Los resultados aún no han sido positivos, pese a las políticas públicas del Estado costarricense en esa ruta y un contexto general favorable del cooperativismo mundial, dado que la Alianza Cooperativa Internacional que promueve el establecimiento de una igualdad y equidad a favor de las mujeres cooperativistas en los países de América. Aunado a lo anterior, la ACI indica que “[…] las mujeres siguen enfrentándose a desafíos en lo que se refiere a la igualdad de acceso a la educación, la atención sanitaria, el trabajo decente y la representación en los procesos de toma de decisiones políticas y económicas. Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que la Alianza apoya en su totalidad. (ACI, 2018; p.19). 4

https://dec.revistas.deusto.es/article/view/2038

5


Por su parte Cooperativas de las Américas y su Comité Regional de Equidad de Género5 abogan por: “…seguir priorizando políticas dirigidas a las personas, promoviendo empresas cooperativas que innoven en prácticas de equidad y conciliación laboral, con la convicción de que invertir en un entorno más equitativo, justo y social, demostrará que el movimiento cooperativo puede lograr una verdadera igualdad económica, social y política de todas las mujeres”. Este aspecto de lucha por la desigualdad, que parece denominador común en todo el mundo, también es establecido por el estudio: “Mujeres y cooperativismo en la Comunidad Autónoma del País Vasco6”, que hace énfasis en las causas de las desigualdades laborales entre hombres y mujeres que se observan en el ámbito cooperativo, así como las razones por las cuales sería deseable una situación de igualdad entre los miembros de uno y otro sexo en las empresas cooperativas. Dentro de este mismo contexto, si analizamos la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en específico el Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, vemos que la lucha por la igualdad de género mantiene una brecha fuerte e importante en las oportunidades, de todo tipo, a la que tienen acceso mujeres y hombres. La misma ONU establece que: “La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible”7. Por lo anterior, dos importantes metas de este Objetivo 5 son8: 5.5 Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública. 5

https://www.aciamericas.coop/Mujeres-cooperativistas-de-Costa?tema=3&nb=50

6

3300-11234-1-PB.pdf (ehu.es)

7

https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/

8

https://www.agenda2030.gob.es/objetivos/objetivo5.htm

6


5.a

Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales.

En síntesis, desde hace 73 años, se llevan a cabo esfuerzos de todo tipo, tanto a nivel internacional como intergubernamental con el fin de buscar la igualdad de género y oportunidades entre hombres y mujeres. Sin embargo, parece que este es un camino empedrado, donde la voluntad de cambio de las estructuras ya establecidos, y en la mayor parte de los casos bajo el control masculino, no es evidente ni se da con la velocidad necesaria. Es entonces, que, bajo la sombrilla del primer principio cooperativo de adhesión voluntaria y abierta, la mujer tiene un rol central en la construcción de un cooperativismo y economía social en igualdad, no solo en Costa Rica, sino en todo el mundo, para ratificar la capacidad transformadora de este movimiento, cuyo centro de atención es el bienestar de la persona, no de los hombres o de las mujeres, por separado. Este primer principio cooperativo establece que las cooperativas son organizaciones voluntarias y están abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y que estén dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser un asociado o asociada más, sin discriminación de sexo, condición social, racial, política o religiosa. Jorge Arturo Campos Director de la Revista Horizontes Cooperativos

7


PRESENTACIÓN DEL TEMA El Movimiento Cooperativo se fundamenta en principios y valores orientados a la promoción de mejores condiciones de participación en lo económico, social y cultural, basados en el reconocimiento a la igualdad y equidad entre las personas, sin ningún tipo de discriminación por género, edad, etnia o creencias, es un movimiento que busca desde las actividades económicas no lucrativas impulsar un modelo de sociedad más justo y solidario. Entre sus principales esfuerzos históricos, alcanzar la igualdad entre los géneros ha sido una preocupación permanente, en función de la cual se han desarrollado esfuerzos e invertido recursos desde hace más de tres décadas, como se plantea en el recorrido histórico de la conformación y funcionamiento del Comité Nacional de Mujeres cooperativistas en Costa Rica. Esto, porque se considera que es una justa demanda el alcanzar que, en la práctica, se materialice la igualdad de oportunidades entre los géneros, dentro y desde las organizaciones cooperativas, como una forma eficaz de fortalecer y dar coherencia a su identidad y a los principios filosóficos que las caracterizan, reunidos en las declaraciones y propuestas de la Alianza Cooperativa Internacional desde 1895. El CENECOOP R.L., desde su fundación se ha comprometido con la promoción de la igualdad y equidad entre la comunidad cooperativa costarricense, en consecuencia, existe el compromiso de sostener, fortalecer y mejorar los esfuerzos e iniciativas institucionales, mediante nuevas estrategias que optimicen y validen la recuperación histórica e inclusiva en donde las mujeres, por su condición y posición, no queden relegadas al margen de los hechos sociales que tienen lugar en el tiempo y el espacio. Este compromiso debe orientarse complementariamente en crear un contexto favorable en lo político y normativo, que se comprometa con la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a todos los niveles y asimismo, velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública; tal y como lo estipula el ODS 5, como parte de los 17 objetivos, establecidos en la Agenda Internacional por los Estados miembros de la ONU, en conjunto con organizaciones no gubernamentales y ciudadanos de todo el mundo. Este esfuerzo de conjugar el trabajo por la igualdad de género con el Cooperativismo es trascendental y hay que reconocer que se han realizado investigaciones, procesos

8


de consulta, experiencias de aplicación en la práctica, para construir una visión alternativa, con el fin de incidir e integrar la igualdad de género en las cooperativas, en donde se toma en cuenta la naturaleza de una organización social con su membresía, su estructura empresarial y el concepto de bienestar social de las organizaciones. En las últimas décadas se ha tratado de combinar y potenciar las coincidencias entre los planteamientos éticos y de derechos humanos de igualdad de género y los principios cooperativos, que históricamente se han desempeñado en la sociedad como instrumentos de las estrategias que buscan la democratización económica, planteándose alternativas de organización con beneficio social que restringen la concentración de la riqueza para lo que el Cooperativismo ha sido un instrumento importante en Costa Rica. En esta experiencia de Cooperativismo y Género, el CENECOOP R.L., ha tenido un papel clave ya que ha generado prácticas pioneras para el desarrollo de metodologías alternativas, que no solo han influenciado el cooperativismo nacional, sino en América Latina. A este respecto, tenemos dos experiencias diseñadas e implementadas desde el CENECOOP R.L., éstas han sido determinantes para el avance de la igualdad de género en las cooperativas. La primera: fue un proceso de capacitación centroamericano que se llamó “Fortalecimiento psico-social del liderazgo de las mujeres y su empoderamiento” este fue un proceso que logró posicionar a las mujeres en la dirección de cooperativas, no solamente en Costa Rica, sino en América Central en general, esto con el apoyo del entonces Centro Cooperativo Sueco, institución que hoy se denomina We Effect. La segunda fue la iniciativa de CERTIFICACIÓN EMPRESARIAL en conjunto con la Confederación de Cooperativas del Caribe y Centroamérica (CCC-CA R.L.), como una propuesta para desarrollar, evaluar y certificar las prácticas para la construcción de la CERTIFICACIÓN POR LA IGUALDAD DE GÉNERO. En el contenido de esta revista, los lectores podrán encontrar aspectos relevantes sobre esta temática, así como procesos alegóricos e históricos que han marcado la evolución de las gestiones institucionales de los organismos cooperativos sobre el tema, mismos que sirven como experiencias metodológicas que se están aplicando en la actualidad con un concepto para la equidad de género que, incluyen los principios cooperativos y garantizan el cumplimiento de los derechos humanos. Rodolfo Navas Alvarado Gerente general, CENECOOP R.L

9


ÍNDICE La mujer en la construcción de un cooperativismo y economía social en igualdad en Costa Rica ………………………………………………………………… • Mujeres en la construcción del cooperativismo. Floribeth Venegas Soto. Presidenta del CENECOOP R.L.………………………… • Construcción de la mujer cooperativista. Ma. Isabel Camareno Camareno. Presidenta del CONACOOP………………… • La mujer cooperativista en la construcción de una economía social en igualdad. Grace Cristina Badilla López. Presidenta de FEDEAC R.L.……………………… • La mujer y su participación en las cooperativas de autogestión Marta Castro, COOPLIN R.L.……………………………………………………… PUNTO DE PARTIDA • Proceso histórico en la constitución del comité nacional. Patricia Jiménez Gómez, Agrónoma, Administradora Pública y Pedagoga. Fundadora del Comité Nacional en 1987 y Coordinadora del Comité Nacional 1993 - 1996.……………………………………………………………… • Procesos de incidencia en la construcción de un cooperativismo y economía social en igualdad. Recuperando la historia. Licda. Haydee Hernández Pérez, Jefa de la Unidad Técnica de Igualdad de Género. Asamblea Legislativa ………………………………………………… • La igualdad de género y la filosofía cooperativa………………………………… • Las agendas de las mujeres cooperativistas a nivel nacional y para América Latina: su evolución……………………………………………………… • Propuesta de plataforma de acción de las mujeres cooperativistas del contiente americano…………………………………………………………… • Primer encuentro continental de mujeres cooperativistas en San José, Costa Rica. 18 y 19 de noviembre de 1996…………………………… • Platafora de las mujeres cooperativistas en Costa Rica. AMUCOODE –CENECOOP- CENTRO COOPERATIVO SUECO……………… • Agenda vigente. Las mujeres por la plenitud para el buen vivir………………… • Resoluciones del encuentro: tendencias conceptuales, marcos legales y perspectiva de género……………………………………………………………… • Aportes para la gestión de la igualdad de género en las cooperativas y en las organizaciones de la economía social y solidaria……………………… • Diagnóstico y manejo de la información en los procesos por la igualdad de género………………………………………………………………… • Anexos…………………………………………………………………………………

10

9 13 15

17 19

21

41 43 52 56 59 60 63 68 70 80 85


La mujer en la construcción de un cooperativismo y economía social en igualdad en Costa Rica Rescate histórico de la participación y la construcción del conocimiento que ha tenido la mujer en el cooperativismo y la economía social para alcanzar la igualdad.

11


12


MUJERES EN LA CONSTRUCCIÓN DEL COOPERATIVISMO Floribeth Venegas Soto Presidenta del CENECOOP R.L. En la vida cotidiana de las mujeres, hay aspectos trascendentales que marcan su camino, el mío fue marcado desde muy joven por el cooperativismo, adquiriéndolo como filosofía de vida. Dentro de este contexto y desde hace muchos años, algunas mujeres se han dedicado a dar la lucha dentro de un mundo en que el patriarcado ha diseñado el camino por recorrer; algunas veces con temores y miedo a ser señaladas como distintas porque no seguimos los roles preestablecidos. A este respecto, en los últimos treinta años se ha marcado diferencia, ya que, se han visto manifestaciones en donde cada vez más se visibiliza la presencia de las mujeres y se ha trabajado en diferentes espacios y momentos, para lograr la incorporación de mujeres en puestos de toma de decisión. No obstante, sigue siendo una lucha permanente, en donde también en muchos momentos hubo que ceder; pero la experiencia se incrementa y el conocimiento se acumula, para alinear la capacitación con el empoderamiento de mujeres jóvenes y niñas; cuyo fin último es el de proporcionarles formación en cuanto a leyes y declaraciones que apoyan la incorporación de las mujeres en todos los ámbitos del saber. En este caminar dentro del movimiento cooperativo a las mujeres nos guían los pilares fundamentales: principios y valores del cooperativismo, bases que nos garantizan servir a nuestra comunidad.

13


Nosotras abogamos porque día con día más mujeres logren incorporarse en puestos de toma de decisión, esta tarea es dura y no hemos alcanzado la meta, nos falta mucho por recorrer y es ahí donde todavía nos queda terreno que abonar para que esa cosecha sea abundante y de buena calidad. Esto es un llamado para que juntas impulsemos la equidad e igualdad de espacios, tomando como ejemplo a mujeres que nos antecedieron. En esta ruta, ya contamos con políticas que favorecen la incorporación de las mujeres, pero estamos llamadas a sumar esfuerzos y conocimientos que nos lleven a posicionarnos en nuestras cooperativas con un alto grado de asertividad y también analizando la condición de las mujeres para impulsarlas a continuar creciendo, caminar unidas en pro de un movimiento cooperativo exitoso. Hoy más que nunca son necesarias las oportunidades para mujeres y jóvenes, las cuales vienen a garantizar mejores niveles económicos, sociales y culturales que favorezcan al movimiento y al país. En esta línea de pensamiento, Costa Rica necesita que hombres y mujeres apoyemos el cooperativismo, con el fin de acelerar la democratización económica y así alcanzar el bienestar anhelado por todos. Por ello, insto a las mujeres cooperativistas para que juntas construyamos el mundo que deseamos, no solo para nuestras familias, sino para nuestras comunidades, para el país y por ende para la región. Sabemos que el aporte que hacen las mujeres con su trabajo diario es a veces menos observado, pero sí se siente cuando se abordan temáticas como economía familiar, educación, crianza de los hijos, liderazgo comunal, entre otros. Y si ahondamos en la historia, encontramos acciones de mujeres que han impulsado positivamente la historia de nuestro país.

14


CONSTRUCCIÓN DE LA MUJER COOPERATIVISTA Ma. Isabel Camareno Camareno Presidenta del CONACOOP Inicio en el movimiento cooperativo desde el año 1987, como asociada fundadora de COONATRAR R.L., con 40 compañeros más; todos funcionarios de la Unidad Ejecutora del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), formando una cooperativa de Autogestión. Modelo elegido de acuerdo con la asesoría buscada en el Infocoop, con el representante de fomento don Miguel Castro. Fui capacitada en todo lo referente al cooperativismo a través del Cenecoop R.L., no faltaba a ninguna capacitación, el adquirir conocimientos cooperativos hizo que me enamorara más del sector y del movimiento como tal. En Coonatramar, me desempeñé como Gerente Administrativo-Financiera, y desde el 2002 en adelante era nombrada delegada para las asambleas sectoriales del movimiento cooperativo. Parte de mi recorrido por el Sector, fue como directora de junta de Cooprena, directora de Fenacotra, suplente en el plenario de CPCA, posteriormente propietaria del mismo plenario, y luego parte del directorio de CPCA. En una asamblea del Comité Nacional de las Mujeres Cooperativistas fui nombrada directora de dicho comité, dos años después me nombran como Presidenta el cual me mantuve por 4 años. Actualmente en octubre 2021, a raíz de la perdida de un compañero muy querido el Director Ejecutivo de Conacoop don Franklin Salazar, se celebra un plenario para nombrar como Director Ejecutivo, al señor Geovanny Villalobos y a mi me nombran Presidenta del directorio del Conacoop, asumido por primera vez por una mujer.

15


Les cuento parte de mi historia en el sector para instar a las mujeres que sigan perseverando, es importante que se mantengan capacitadas, unidas como género para apoyarnos. Es importante seguir luchando por la equidad e igualdad de género en todos los órganos del movimiento cooperativo, debemos tener mayor participación de la mujer en las diferentes asambleas para los nombramientos en los diferentes directorios, mujeres capacitadas y apoyadas por otras mujeres, con reconocimiento de sus capacidades y competencias para dirigir una entidad cooperativa. Somos mujeres capaces de ser parte de la Economía Social productiva poniendo al servicio del cooperativismo y del país nuestros talentos, habilidades y destrezas para administrar los recursos que tenemos en nuestras manos. Trabajar por el movimiento cooperativo, hacer lo mejor para lograr los objetivos propuestos de representación y defensa a las bases cooperativas, a quienes nos debemos. Demostrar que las mujeres somos muy capaces de ocupar puestos de dirigencia, en nuestra actitud debe prevalecer la honestidad, transparencia, solidaridad, humildad, y sobre todo la ayuda mutua entre nosotras. Coonacoop es un ente de puertas abiertas, de mentes con visión amplia para recibir los aportes importantes para lograr las metas, los objetivos y llegar más allá.

TODO POR UN COOPERATIVISMO EXITOSO.

16


LA MUJER COOPERATIVISTA EN LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ECONOMÍA SOCIAL EN IGUALDAD Grace Cristina Badilla López Presidenta de FEDEAC R.L. Suele decirse, que cada hallazgo de la humanidad es un alumbramiento, no menos distinto resulta para las mujeres en la historia e igual para los grupos sociales más desfavorecidos, alcanzar su dignificación. El mundo de hoy es uno, podemos tomar conocimiento del amanecer en Beijín desde nuestra casa, colocamos aparatos sofisticados en Marte, conocemos extensamente el genoma humano, y en esta bárbara crisis de pandemia global, la ciencia da cuenta de las mutaciones del virus del Covid, con un vértigo que causa perplejidad. Sin embargo, los seres humanos, somos más desiguales; porcentajes superiores al 40% de las personas, no logran hacer una comida diaria digna, y el resto no llega a fin de mes, de esta masa de personas, las mujeres constituyen una inmensa mayoría. Aun así, las 400 personas más ricas, millonarias, de Estados Unidos, se enriquecieron en el marco de la pandemia, 400 veces más que lo que se enriquecían antes de esta tragedia. Con estas pinceladas, solo pretendo llamar la atención, para redimensionar que pese a la lápida que cargamos, el esfuerzo que hacemos las mujeres por estar y humanizarnos, mediante el trabajo y la cooperación es un desvelo, que sin mayor reconocimiento cala en la construcción y la sostenibilidad de innovadoras formas de organizar la economía para el disfrute y la dignificación de todos.

17


En el maravilloso invento que consolida el cooperativismo, se ha generado un espacio, donde el esfuerzo, la actitud colaboradora y el respeto que caracteriza a las mujeres, ha construido una esperanza, que sin duda ilumina, un liderazgo colaborativo, una forma de ser y estar en el mundo y en la producción para cooperar y ser mejores con otros. En el marco de esta presencia, contribuimos las mujeres a abrazar la esperanza de un mundo que no se afinque en el derroche, ni el consumo, mucho menos en el atesoramiento egoísta e inhumano, aquí también hacemos maternidad. En otras palabras; el sello que las mujeres impregnan en las organizaciones cooperativas y otras de Economía Social, garantiza que todas ellas tengan alma, que la sensibilidad sea una constante para resolver los diferentes problemas y necesidades que son las que las mismas resuelven. Gracias a este sello y a la valentía con que las mujeres han tomado estos retos, hoy podemos sentirnos muy orgullosos y orgullosas de las empresas cooperativas y de economía social que hemos podido construir a lo largo y ancho de nuestro país, llevando implícito crecimiento y desarrollo a las comunidades, pero también calidad de vida a los habitantes.

18


LA MUJER Y SU PARTICIPACIÓN EN LAS COOPERATIVAS DE AUTOGESTIÓN Marta Castro COOPLIN R.L. Inicié en el movimiento cooperativo hace 23 años, cuando se constituye la Cooperativa Autogestionaria de Servicios de Limpieza (COOPLIN R.L.) el 13 de febrero de 1997. Esta cooperativa se crea por una necesidad de generar fuentes de trabajo a mujeres jefas de hogar. Cooplín ha permitido que muchas mujeres al ser asociadas empresarias, dueñas y trabajadoras, llevemos el sustento diario a nuestras familias, mientras mejoramos nuestra calidad de vida; de tal manera que hasta nuestros nietos han podido estudiar, convirtiéndose posteriormente en profesionales, gracias al trabajo que genera Cooplín para sus asociadas. Hoy en día, se han jubilado más de treinta mujeres. Precisamente así se inicia mi experiencia en el movimiento cooperativo y es a partir del año 2000, que me eligieron en el CNMC como presidenta. El movimiento cooperativo costarricense lleva más de 70 años de fundado y ha pasado por diferentes etapas, gracias a muchos hombres y mujeres que han venido dando la lucha sin claudicar. Es así como en las diferentes oportunidades en el movimiento cooperativo, he representado a las mujeres cooperativistas en puestos como vicepresidenta del Conacoop, directora en el plenario de Conacoop. Fui además, la primera mujer presidenta de la Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA) y me mantuve en ese puesto gracias al apoyo de muchos compañeros y compañeras que confiaron en mi representación. La Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión se ha destacado en el movimiento cooperativo por mantener la paridad de género entre sus directores y directoras. Además, fui presidenta del CNMC, UNIMUJERES RL. UNCOOPA RL., durante varios periodos. En cada una de esas organizaciones hemos trabajado en diferentes temáticas. Por ejemplo, en proyectos de Ley que afectan al movimiento, en otros casos, dando la lucha para que las mujeres ocupen puestos de dirección en los órganos cooperativos, como en Conacoop, Infocoop, con el fin de lograr la igualdad de

19


condiciones, siempre tratando de que se dé la paridad en los espacios que siempre están vedados para las mujeres en los órganos de representación y defensa del movimiento cooperativo, Sin embargo, he visto que en algunos casos, las mujeres logran obtener un espacio de representación, pero lo negocian y lo seden a los hombres, de tal manera que prefieren quedarse en puestos como suplentes. Por lo que necesitamos empoderar a las mujeres, para que no tengan temor de representarnos. Las mujeres en el movimiento cooperativo hemos avanzado poco a poco, pero nos sentimos orgullosas de haber realizado grandes esfuerzos a lo largo de los años. Muchas ya no están, por lo que queremos dejarles a las nuevas generaciones, no solo la experiencia acumulada en el ejemplo, sino el camino andado para que puedan llegar a sus metas sin tanto obstáculo. Hoy en día, en el CNMC estamos trabajando en la construcción de la Política de género del movimiento cooperativo, tarea que nos dio el directorio del Conacoop como órgano de representación y defensa de las mujeres cooperativistas nombrado así en un el 5° Congreso cooperativo en 1987. Por otro lado, si bien es cierto que en este momento tenemos la representación de las mujeres en puestos de decisión, como en la Junta directiva del Infocoop y en el directorio del Conacoop, es por circunstancias muy especiales y por un corto periodo, ya que probablemente para el próximo año tenemos sectoriales. No obstante, tengo la esperanza que para esos nombramientos podamos contar con el apoyo de la mayoría de plenaritas con el fin de que más mujeres puedan ser electas en esos puestos. Ahora bien, es importante recordar que a partir del 5° Congreso cooperativo denominado camino hacia la paz en 1987 hasta el XIV congreso cooperativo llamado la gobernabilidad y la democracia económica en 2019, se viene hablando de la paridad de hasta del 50% de espacios en los órganos de dirección; pero aún no se ha logrado. Por lo tanto, esperamos que en las próximas sectoriales se logre cumplir con estos acuerdos, porque queremos que las mujeres que resulten electas no solamente cumplan con el hecho de ser mujeres, sino porque cuentan además, con las capacidades y la experiencia para representarnos.

20


PUNTO DE PARTIDA

PROCESO HISTÓRICO EN LA CONSTITUCIÓN DEL COMITÉ NACIONAL Patricia Jiménez Gómez, Agrónoma, Administradora Pública y Pedagoga. Fundadora del Comité Nacional en 1987 y Coordinadora del Comité Nacional 1993 - 1996. En los años de la década de los 80, el marco internacional que se gesta en torno a los derechos humanos, la equidad y la igualdad de género y con ello la toma de conciencia sobre la situación y posición de las mujeres, conlleva a delinear nuevos rumbos que conduzcan hacia una propuesta de desarrollo económica, democrática, equitativa, de fortalecimiento de la ciudadanía, con una emergente y renovada sociedad civil que integra un componente de superación de la pobreza, dejando atrás el eslabón perdido, en términos de la relación entre mujeres y hombres. Este significativo cambio social, implica un ajuste al modelo de desarrollo de las economías del orbe y sus tendencias políticas, que involucra el empoderamiento y crecimiento personal de la mano del poder económico de las mujeres y del análisis que contemplen, tanto un enfoque cuantitativo como el cualitativo. A este contexto, Costa Rica no es ajena y aporta elementos para su análisis, enriquecimiento como construcción de los escenarios que posibilitan avances legales a favor del reconocimiento y la participación de las mujeres en las dimensiones políticas, económicas y sociales, además de modelos de organización como actoras activas y visibles en el contexto nacional. Ejemplo de esto, es la Ley de Igualdad Real de la Mujer, seguida de la Ley Contra la Violencia Doméstica y la Ley Contra Hostigamiento o Acoso Sexual en el Empleo y la Docencia.

21


Pese a los avances legales, derivados de los retos internacionales y nacionales, Costa Rica, continúa con una sociedad que mayoritariamente en su cotidianidad invisibiliza a las mujeres, teniendo a modo de efecto directo, la misma realidad en su movimiento cooperativo. Sin embargo, con las nuevas corrientes políticas y socio económicas, así como los evidentes hechos y demandas, este modelo de desarrollo social, ondea su bandera multicolor abriendo la posibilidad de foráneos retos y rumbos de desarrollo integral a su membresía femenina, iniciando un nuevo capítulo de la historia costarricense y, como se puede apreciar más adelante, de igual manera, en el de la región latinoamericana. Como consecuencia, el contexto nacional, aun en pleno desarrollo de su Programa de Ajuste Estructural, va delineando al modelo cooperativo a propiciar empresas visualizadas y efectivas en una herramienta de trabajo y satisfacción personal de todas aquellas mujeres que pusieron su mirada y esperanzas en ellas. Con sus valores y principios, canalizaron posibilidades para organizarse y gestar una actividad productiva, en busca de la mejora en los ingresos económicos y las condiciones de su familia; necesidad que de alguna manera la organización va a satisfacer. Así, ante el imperativo y crucial proceso de transición en el sector cooperativo, el fortalecimiento de la incorporación y visibilización de las mujeres, florecen en Costa Rica las denominadas “cooperativas de mujeres”, como respuesta efectiva a sus necesidades de organización social, al desempleo, a la mejora continua de los ingresos económicos y la justa igualdad, requiriéndose, ante las frágiles estructuras, acorazar una propuesta de desarrollo económico nacional, con el apoyo financiero y técnico de la mano del enfoque de equidad y superación de la pobreza. Ante la evidente realidad, se incrementa el número de las actividades económicas en manos de las mujeres cooperativistas, y como ejemplo de ello: maquila, servicios de limpieza, de alimentación, de restaurante, sodas, los llamados catering service, artesanías, entre otras. Además de este tipo de cooperativas, con el devenir del movimiento, se incrementa la participación de mujeres en áreas relacionadas con la producción y servicios, como: las agroindustriales, abogacía, agronomía, comunicación, arte, pesca y transporte público, actividades económicas que se encontraban gravitando en el contexto nacional.

22


Este proceso de desarrollo, fue acompañado por instancias de integración y representación cooperativa, entre otras, la Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión, CPCA, que, a través de alianzas con organismos internacionales, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF y el Movimiento de Cajas Populares y de Economía Desjardins, de Quebec, Canadá, materializa asesoría, asistencia técnica y capacitación, en temas como liderazgo, autoestima, empoderamiento, organización, administración cooperativa y gestión empresarial, para las mujeres cooperativistas. De igual manera, el Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer, (APROMUJER), promueve la constitución de cooperativas integradas por mujeres y les brinda las herramientas necesarias para su éxito, acompañadas de financiamiento. Las siguientes fotografías ilustran algunas de estas actividades.

Imágenes de diferentes escenarios de procesos de capacitación llevados a cabo por APROMUJER a mujeres cooperativistas costarricenses. Fuente: APROMUJER.

23


De nueva cuenta, en este puntual recorrido de la génesis del fortalecimiento de la membresía femenina, que ha conllevado a modificaciones sustantivas en los principios de relación del movimiento cooperativo, es imperioso resaltar un hito histórico que se gesta en él, cual es la creación del Comité Nacional de las Mujeres Cooperativistas, CNMC, como instancia adjunta al Consejo Nacional de Cooperativas, CONACOOP, en correspondencia al acuerdo del V Congreso Nacional Cooperativo, realizado en septiembre de 1987. Su culminación se da en el mes de enero del año 1988, siendo su principal función representar y defender los intereses de las mujeres cooperativistas, concebido como una instancia integradora que promoviera, impulsara y propiciara su participación en igualdad de condiciones y oportunidades con los hombres. La organización buscaba su visibilización como, hacer respetar sus derechos.

FOTO HISTÓRICA La gráfica nos muestra a las mujeres que conformaron el primer Comité Nacional de las Mujeres cooperativistas, adjunto al CONACOOP, creado en enero de 1988 como respuesta al mandato del V Congreso realizado en setiembre de 1987.

De derecha a izquierda: Iveth Jiménez Aguilar, Digna Ávila, Patricia Jiménez Gómez, Marta Campos Méndez, Mireya Jiménez Guerra, de grata memoria, Olga Navarro Flores y Patricia Segura Herrera. Fuente: Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer. Revista (2013). Foto Histórica. APROMUJER. Volumen 54, p. 13

24


Luego de reposar y reseñar este hito histórico, la dirigencia de las mujeres cooperativistas pone “manos a la obra” a partir del análisis de las perspectivas de cara al futuro. Sus primeras acciones fue convocar a asamblea y elegir su directiva. De seguido, definir su estructura organizacional y operativa. Así, esta estructura definida por el CNMC, aún vigente hoy en día, se aprecia en el esquema siguiente.

Figura # 1: Estructura organizacional y operativa del CNMC. Costa Rica ASAMBLEA DE MUJERES COOPERATIVISTAS (representación designada)

DIRECTORIO

COORDINADORA NACIONAL

COMISIONES DE TRABAJO

25


Con la constitución del CNMC, las mujeres aspiraban a una mayor participación organizada en la cúpula del sector cooperativo, que condujera hacia una mejor calidad de vida, mayores ingresos económicos y de igual manera, contabilizar y visibilizar su aporte en las cuentas económicas nacionales, siempre unidas a los principios y valores cooperativos, enfatizando en todo momento la igualdad y equidad de género. Es de destacar, que además de los objetivos citados previamente, el Comité buscaba ser punto de referencia nacional e internacional, como una buena experiencia y práctica social, en las mujeres cooperativistas, dado que el mismo, con su tipo de organización, es pionera en el movimiento cooperativo, tanto costarricense como en la región latinoamericana. En consecuencia y de acuerdo con su razón de ser, su estructura organizacional y su visión, el Comité obtiene el posicionamiento necesario para establecer alianzas estratégicas con instancias que comparten objetivos en común y que se identifican con procesos de cambio sociales alternativos y contestatarios. Es a raíz de estas acciones, que surgen transformaciones de construcción grupal, las cuales dan como resultado importantes niveles de protagonismo y se fortalece este sector social, a partir de una amplia gama y posibilidades de capacitación y encuentros de análisis. En este orden, se continúa con la promoción y el fortalecimiento de las mujeres cooperativistas, los análisis de los marcos legales con sus respectivas propuestas de modificación. Como evidencia de ello, se muestran las siguientes fotografías, en donde se aprecian mujeres dirigentes y guías del cooperativismo, participando en actividades de capacitación y formación.

Fuente: mujeres cooperativistas en diferentes actividades de capacitación. Fotos archivo personal de Patricia Jiménez Gómez.

26


De izquierda a derecha, la dirigente feminista costarricense Roxana Sánchez, la mexicana política, académica, antropóloga, feminista e investigadora Marcela Lagarde, Cordilia Grover, Roxana Cedeño y Patricia Jiménez G, miembros del CNMC, compartiendo impresiones en un receso durante taller que facilitaba la doctora Lagarde. Fuente: foto archivo personal de Patricia Jiménez G.

Jornada de capacitación llevada a cabo por APROMUJER a mujeres cooperativistas costarricenses. Fuente: APROMUJER.

Jornada de capacitación del CNMC y la ACI. Fuente: foto archivo personal de Patricia Jiménez G.

27


Durante esta misma década, se suma a la seguidilla de hechos positivos, la instalación e inicio de operaciones en Costa Rica, de la representación para América, de la Alianza Cooperativa Internacional, (ACI), quien propicia el convenio de cooperación con la Agencia Noruega de Cooperación al Desarrollo, NORAD, con la que diseña e implementa el Programa denominado Mujer Cooperativista con idoneidad en cada uno de los países de Centroamérica, Belice, Panamá, República Dominicana y Puerto Rico. Hecho que viene a fortalecer el protagonismo del Comité. Para el diseño de este Programa, ambos organismos internacionales, toman como punto de partida la gestión y los resultados del Comité costarricense, en correspondencia a su positiva gestión cooperativista a favor de las mujeres y el liderazgo regional acumulado, ubicándose en un rol de vital importancia en su construcción. A la luz y marco de este Programa, teniendo como referencia, citado en el párrafo anterior, la experiencia vivida por el CNMC en el movimiento cooperativo costarricense y su posicionamiento nacional como internacional, se promocionan y se crean los Comités Nacionales de Mujeres Cooperativistas, CNMC, en cada uno de los países de competencia. Desde aquí, se coadyuva para constituir una base económica de acompañamiento a estas iniciativas empresariales que les permitiera dar los primeros pasos en su promoción, constitución y fortalecimiento productivo. Así, se constituyen los fondos nacionales de financiamiento para grupos productivos relacionados, a los que se les designó un monto por igual a cada Comité Nacional. Posteriormente, este es conocido como capital semilla. En el caso de Costa Rica, este capital semilla fue administrado por APROMUJER, mismo que permitió la creación de un fondo evolutivo y otorgar créditos para proyectos productivos en manos de mujeres organizadas en el modelo, como la implementación de procesos de capacitación, fortalecimiento del desarrollo humano y gestión administrativa.

28


En la foto, de izquierda a derecha, Jean Marc Lempron, Representante ACI Costa Rica, Marta Campos M. presidenta de APROMUJER, Mireya Jiménez G. presidenta del CNMC Costa Rica y Patricia Jiménez G. coordinadora del Programa Mujer y Cooperativismo, ACI América, en el acto de firma del acuerdo de desarrollo del capital semilla para las mujeres cooperativistas. Fuente: archivo personal de Patricia Jiménez G.

De inmediato, la Asociación diseña y acuerda políticas de operación y un reglamento para dar inicio con su gestión. Los primeros años, de acuerdo con la memoria colectiva, impactó positivamente en grupos con el perfil previamente definido; experiencia que nuevamente se convierte en referencia para los otros países relacionados con el Programa. Este fondo de crédito evolutivo, si bien apoyó y acompañó los inicios de desarrollo y gestión de las emergentes empresas cooperativas de mujeres, pareciera que fue insuficiente para resolver sus necesidades económicas, lo que obliga a enfocarse a la consecución de más recursos (humanos, económicos, financieros, tecnológicos, industriales, de infraestructura), necesarios para garantizar su sobrevivencia. Al respecto es importante acotar que esta realidad, trae como consecuencia, entre otras, la distracción y no atención también a su rol político a lo interno del movimiento, lo que posiblemente debilita su visibilización y posicionamiento en las propuestas y toma de decisiones estratégicas, al igual que la representación en los organismos de integración. Pese a lo anterior, el trabajo realizado en procesos de capacitación y formación no deben despreciarse, ya los mismos permitieron enrumbarse hacia el cumplimiento de los objetivos planteados. Las fotos a continuación muestran algunas actividades de esta gestión.

29


Imágenes de diferentes escenarios de procesos de capacitación llevados a cabo por APROMUJER a mujeres cooperativistas costarricenses. Fuente: APROMUJER.

De izquierda a derecha, Marta Valle del CNMC de Nicaragua, Mireya Jiménez del homólogo de Costa Rica, en una actividad social después de un taller de planificación. Fuente: foto archivo personal de Patricia Jiménez Gómez.

30


Imagen de mesa principal y participantes del Seminario-taller La Mujer y las Cooperativas realizado en Nicaragua en 1987. Fuente: foto archivo personal de Patricia Jiménez G.

Dentro de este contexto, nacional costarricense, que se vislumbra positivo y favorable para las mujeres hacia una visión de largo plazo, estas empresas se convirtieron en una herramienta de trabajo y de desarrollo personal atractivas y eficientes, lo que provoca un número creciente de ellas conforme avanzan las décadas. Este providencial escenario hace necesario que las políticas, reglamentos y buenas intenciones definidas en acuerdos y normas, se materialicen y sean prácticas y efectivas. En el camino recorrido y con los instrumentos de apoyo diseñados y puestos en marcha, las mujeres cooperativistas costarricenses, buscan la efectiva equidad en el sector y logran, después de un proceso de diálogo y negociación, que se apruebe una política al respecto en el Octavo Congreso Nacional Cooperativo, realizado en 1994, la misma establece el apoyo a procesos de consolidación del CNMC, de acuerdo con Corella (2019; p. 115).

31


Este hecho permite evidenciar la capacidad y posicionamiento del Comité en estas instancias sociales de desarrollo. Otro ejemplo de ello es con el Centro de Estudios y Capacitación Cooperativa R.L., (CENECOOP R.L), que aprueba un reglamento donde se prohíbe el uso del sexismo en el lenguaje. Por otra parte, la Confederación de Cooperativas del Caribe, Centro y Suramérica, (CCC-CA), hace lo propio con un reglamento en contra del hostigamiento sexual. Con ello y otras acciones similares, se sentaron las bases para un proceso de crecimiento, que condujeron a la convergencia entre hombres y mujeres, construyendo paso a paso el camino hacia la equidad. Unido a los alcances anteriores en la senda construida, que contiene trabajo, posicionamiento, liderazgo y respeto entre propios y extraños, el Comité tiene a su haber, la coordinación nacional del denominado Grupo de Seguimiento Hacia la IV Conferencia Mundial de la Mujer, integrado por organizaciones no gubernamentales, ONGs, y organizaciones sociales costarricenses, representación que asumió por tres años, periodo que duró el proceso preparatorio del encuentro de la sociedad civil y el gubernamental, realizada en Pekín, China, en el mes de septiembre de 1995. Así las cosas, tras una década de gestión del Comité con un enfoque claramente feminista, cobra aquí particular significado, el apoyo y la promoción de este, a otras instancias cooperativistas de mujeres, como la creación de la Unión Nacional de Cooperativas de Mujeres, UNIMUJERES, en 1998. Ahora bien, con la experiencia desarrollada por los Comités Nacionales de Mujeres Cooperativistas en los países de la región, la CCC-CA promueve y facilita la constitución de su Consejo Regional de Mujeres Cooperativistas, CRMC y con el paso del tiempo, el CENECOOP R.L., posiciona su política de igualdad y equidad en las actividades de capacitación que implementa. La riqueza histórica en los años de vida del Comité evidencia su impacto positivo y la integración activa de las mujeres en el cooperativismo costarricense, tal y como se aprecia en el siguiente gráfico.

32


Gráfico # 1 Membresía Cooperativa Costarricense por Sexo y por Sector Económico (porcentaje valores relativos), al año 2000. Otras

57.6

42.4

Servicios

59.7

40.3 62.7

Comercial

17.3

67

Vivienda

33

Transporte

83.3

16.7

Industrial

83.2

16.8

74.3

Consumo Ahorro y crédito

25.7

58.8

Prod. Agrícolas

41.2 76

0

20

Hombres

40

24

60

80

100

Mujeres

Fuente: Confederación de Cooperativas del Caribe, Centro y Suramérica, 2002.

Complementa la información del gráfico anterior, el cuadro # 1, en donde se visualiza, en número y porcentaje, la participación de mujeres por provincia.

33


Tabla # 1 Participación de las mujeres cooperativistas costarricenses por provincia en el total de la membresía por país al año 2000. Distribución por provincia

Total de población cooperativista

Número de mujeres asociadas

% de mujeres asociadas

Costa Rica

446214

179087

40

San José

265905

113493

43

Alajuela

112878

38033

34

Guanacaste

42379

20101

47

Cartago

9362

2548

27

Puntarenas

8622

2536

29

Heredia

3831

1426

37

Limón

3237

950

29

Fuente: elaboración propia a partir de los datos suministrados por la CCC-CA 2002, p 26

Otra evidencia constatable del Comité es la búsqueda de su sostenibilidad en el tiempo, tanto en términos de representación como económica. En ambas direcciones, las labores tienen frutos como el siguiente: el CONACOOP le designa anualmente un 10% de su presupuesto para su operación. Si bien, se reconoce el acuerdo, continúa siendo insuficiente y no corresponde en igualdad, al número de membresía del sector, ya que las mujeres representan el 48% de la misma a nivel nacional. Con este escenario de posicionamiento y defensa de las mujeres cooperativistas costarricenses, se espera el fortalecimiento del sector, a la luz de sus principios, valores, fundamentos ideológicos y filosóficos. Claramente, el impacto no debe ser solo económico, sino social; en donde se fomente la construcción de una cultura costarricense equitativa, solidaria e inclusiva, en donde las organizaciones sociales, encabezadas por mujeres, tengan el posicionamiento, la toma de decisiones y la

34


tenacidad necesaria para ser parte de las instancias políticas del cooperativismo y del Estado. Decisiones orientadas en materia de empresariedad y patrimonio, ingreso, movilidad y poder económico. Sin embargo, la razón de ser del CNMC, parece que se ha visto distorsionada en los últimos años, debilitando su visión de origen, la cual es “Impulsar la participación real y efectiva de las mujeres en el movimiento, acompañadas de respeto, el fortalecimiento del aprendizaje y el conocimiento, del empoderamiento y liderazgo, construyendo puentes de solidaridad, justicia y equidad”. Hoy, a los 34 años después del nacimiento de un sueño, urge realizar un análisis prospectivo del Comité que arroje los elementos necesarios para la elaboración de una estrategia que visualice e incorpore acciones de mejora continua en el corto, mediano y largo plazo, bajo la premisa de la toma de conciencia, concertación, equidad e igualdad de género en pro de un nuevo y remozado modelo cooperativo, a partir del diálogo y debate de ideas a nivel local y nacional, para con ello, enfrentar los desafíos de los nuevos escenarios que imponen la construcción de una ciudadanía activa, en camino hacia la gobernanza del cooperativismo nacional. En esta reconstrucción, deben superarse las dificultades de comunicación y relacionamiento. Por lo tanto, es menester promover intercambios, enfrentar los desafíos y riesgos del entorno, con el fin de fortalecer a lo interno del movimiento cooperativo, mejores rutas y propuestas, que permitan establecer el intercambio y las buenas relaciones de equidad e igualdad. En esta línea de acción, las organizaciones cooperativas de mujeres deben responder a un modelo organizacional y político de reciprocidad, en donde la participación, sin distingos, sea el lenguaje de superación humana y una evidente contribución al Producto Interno Bruto. (PIB). Es una realidad que los hechos de los últimos años dan pie a opinar, que los avances llevados a cabo por las mujeres cooperativistas costarricenses en la década de los 80 y principios de los 90, se han estancado, dejando atrás las conquistas y logros. Cabe mencionar que como muestra de este debilitamiento, se da la no práctica de la paridad de género en el plenario del CONACOOP, órgano máximo de representación costarricense del movimiento cooperativo, se podría incluso pensar que hay desconocimiento de las leyes y normas nacionales e internacionales. A continuación, se ofrece el siguiente cuadro, en el cual se puede apreciar la designación de mujeres en las diversas instancias que conforman el movimiento cooperativo.

35


Tabla #2 Números de mujeres y hombres designados en el Plenario de CONACOOP. Costa Rica. Organismo Plenario CONACOOP

Instancia

Número de personas integrantes

Número de mujeres designadas

Número de hombres designados

Directorio Propietarias

8

2

6

Suplentes Agrícolas industriales Propietarias

10

2

8

Suplentes

3

0

3

Propietarias

10

6

4

Suplentes

3

0

3

Propietarias

10

5

5

Suplentes

3

1

2

4

0

4

Demás cooperativas

Cooperativas de Autogestión

Representantes ante Infocoop Junta Directiva Propietarias

Fuente: elaboración propia a partir de la página oficial del CONACOOP, noviembre 2021.

36


Tabla #2 Números de mujeres y hombres designados en el Plenario de CONACOOP. Costa Rica. (continuación) Organismo

Número de personas integrantes

Número de mujeres designadas

Número de hombres designados

Propietarias

1

0

1

Suplentes

1

0

1

Propietarias

1

0

1

Suplentes

1

0

1

Propietarias

1

1

0

Suplentes

1

1

0

Propietarias

1

0

1

Suplentes

1

0

1

Instancia Organismos de segundo grado Urcozon R.L.

Uncoosur R.L.

Fecoopse R.L.

UNCOOSANTOS R.L.

URCOGUA R.L. Propietarias

1

Suplentes

1

1 1

Fuente: elaboración propia a partir de la página oficial del CONACOOP, noviembre 2021

37


Tabla #3 Números de mujeres y hombres designados en el CENECOOP R.L. Costa Rica Organismo

Número de personas integrantes

Número de mujeres designadas

Número de hombres designados

Propietarias

7

3

4

Suplentes

2

Instancia

CENECOOP R.L. Consejo de Administración

2

Comité de Vigilancia Propietarias

5

0

5

Suplentes Fuente: elaboración propia a partir de la página oficial del CENECOOP, noviembre 2021

Con base en los datos anteriores, respecto de esta marcada desigual de representación y de toma de decisión en los órganos de mayor importancia en la integración del movimiento cooperativo costarricense, así como en las cooperativas base, un grupo de mujeres cooperativistas se dieron a la tarea de elaborar una propuesta de reforma a la ley, para presentarla ante la Asamblea Legislativa. Atendiendo los procedimientos reglamentarios y el debido proceso legislativo, la propuesta de reforma, es presentada por dos diputadas ante la Comisión Permanente Especial de la Mujer de la Asamblea Legislativa, misma que después del análisis y acotaciones correspondientes, aún se encuentra en estudio por esta instancia, sin posibilidad a la fecha de ser llevada al parlamento.

38


Después de varios años de diálogos, análisis y querellas a lo interno del movimiento, no ha sido posible llegar a un consenso al respecto. La última versión con la que se cuenta es la propuesta Reforma de la Ley de Asociaciones Cooperativas y Creación del Instituto Nacional de Fomento Cooperativa, Nº 4179, del 22 de agosto de 1968, y Adición de un Nuevo Título IV Creación del Comité para la Igualdad y la Equidad de Género y los Derechos de las Mujeres del Movimiento Cooperativo. EXPEDIENTE N° 21.051, del 31 de octubre del 2018. En retrospectiva, es posible vaticinar que ante la cotidianidad que se vive en el movimiento cooperativo, es poco probable que en el corto plazo se establezca una mesa de diálogo representada por mujeres y hombres, guiados por intereses comunes, en prioridad con la tarea de redefinir el camino a seguir para enriquecer la propuesta de reforma a la Ley, teniendo como objetivo final una legislación que plasme el respeto y valor a las mujeres, la equidad y el fortalecimiento de los valores y principios, pioneros de estas empresas de economía social. A modo de cierre de este apartado, se hace oportuno hacer referencia a la reflexión que realiza Sánchez (2021; p. 101) sobre lo siguiente: La historia de la participación de la mujer en el cooperativismo costarricense se puede escribir a partir de finales de la década de los ochenta, época en la que la mujer y su aporte al cooperativismo permaneció invisibilizado. Durante tres décadas un reducido grupo de mujeres, con una visión clara sobre la naturaleza jurídico-social de las cooperativas, así como de sus principios, han dado una lucha por lograr una participación político-económica en igualdad de condiciones y con equidad de género, dentro de la organización cooperativa. Los resultados aún no han sido positivos, pese a las políticas públicas del Estado costarricense en esa ruta y un contexto general favorable del cooperativismo mundial, y por qué no agregar a estas últimas palabras, también del nacional.

39


REFERENCIAS Asamblea Legislativa de Costa Rica (2018). Proyecto de ley reforma de la ley de asociaciones cooperativas y creación del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo, Nº 4179, del 22 de agosto de 1968, y adición de un nuevo título IV creación del comité para la igualdad y la equidad de género y los derechos de las mujeres del movimiento cooperativo. expediente N° 21.051. Departamento de Servicios Parlamentarios Unidad de Proyectos, Expedientes y Leyes. San José, Costa Rica. Confederación de Cooperativas del Caribe y Centro América (2002). Estado del cooperativismo en Costa Rica: II censo cooperativo 2000. Confederación de Cooperativas del Caribe y Centro América. San José, Costa Rica. CCC-CA. Corella L. (2019). Los Congresos Cooperativos en Costa Rica. San José, Costa Rica. El Atabal S.A.

Revistas Centro Nacional de Educación Cooperativa (2013). Mujer y Cooperativismo en Costa Rica. Horizontes Cooperativos. CENECOOP. Revista # 21 Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer (2013). Foto Histórica. APROMUJER. Volumen 54. Sánchez, R. (2021). Participación de la Mujer en el cooperativismo costarricense (1989-2018). Deusto Estudios Cooperativos, n.º 12 (marzo), 101-25. Recuperado de: https://doi.org/10.18543/dec-12-2019pp101-125.

Medios electrónicos Programa Nacional de Asesoría y Capacitación para la Mujer (2012). 25 aniversario. APROMUJER. Heredia, Costa Rica. Formato CD.

40


PROCESOS DE INCIDENCIA EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN COOPERATIVISMO Y ECONOMÍA SOCIAL EN IGUALDAD RECUPERANDO LA HISTORIA Licda. Haydee Hernández Pérez, Jefa de la Unidad Técnica de Igualdad de Género Asamblea Legislativa Históricamente la lucha para que el tema de igualdad de género y derechos de las mujeres cooperativistas este incorporado formalmente en la Ley de Cooperativas, inicia en el 2002. En ese año se discutía el Expediente N° 14191 impulsado por el INFOCOOP, pero en dicho expediente no se mencionaba el tema de igualdad de género y derechos de las mujeres, hasta que se le aprobó una moción que presenta la diputada Kyra de la Rosa Alvarado y es impulsada por el CNMC de ese período que incorporó la paridad en todos los órganos de decisión del Movimiento Cooperativo, la obligatoriedad para que cada ente aprobara una política de igualdad de género para democratizar el sector y realizar acciones afirmativas en favor de las mujeres y la creación de un ente con personalidad jurídica pública, de promoción de los derechos de las mujeres cooperativistas y la igualdad de género en todo el sector cooperativo nacional. Esta iniciativa fue archivada en abril del 2005. En el 2012, nuevamente las diputadas de turno, Pilar Porras y Mireya Zamora y la Unidad Técnica de Igualdad de Género de la Asamblea Legislativa ( UTIEG) conocedoras de las necesidades que expresan las mujeres cooperativistas y la invisibilización de sus derechos, contactan por solicitud del CNMC para impulsar nuevamente un proyecto de ley para que rescatara todo lo presentado entre el 2002 y el 2006. Por esta razón la incidencia inicia con el acompañamiento de la UTIEG al CNMC para la presentación de mociones en el XII Congreso anual cooperativo que aprobaran todo lo que el fondo

41


del proyecto de ley requería y una vez aprobadas estas mociones, se procedió tanto Asamblea como el CNMC a redactar nuevamente el proyecto de ley bajo el Expediente 18199 que fue presentado por iniciativa de las diputadas Pilar Porras y Mireya Zamora. Este expediente fue enriquecido en su discusión por LA Asociación de Mujeres En Cooperación Para el Desarrollo (AMUCOODE) a partir del 2007, cuando la Junta Directiva del CNM C fue disuelta por autoridades del CONACOOP por haber incidido en la presentación de esa iniciativa de Ley. El expediente 18199 obtuvo mucha resistencia de las cúpulas del cooperativismo y las mujeres cooperativistas que lo impulsaban fueron recibiendo en forma continua acciones de violencia política por estar impulsando esta iniciativa de ley. Sin embargo, la discusión del proyecto de ley logró llegar hasta el primer lugar de la Orden del Día de la Comisión Plena Primera del 2018 a pesar de la incidencia negativa de las cúpulas del partido, que lograron convencer a la presidenta de la Asamblea Legislativa para que se archivara, porque la primera prórroga del plazo cuatrienal le fue aprobada unos días después de su vencimiento en el 2014 y el mismo se vencía nuevamente en julio 2019, pero a pesar de ello lo archivaron por vencimiento del plazo cuatrienal. Nuevamente este proyecto fue presentado a la Corriente Legislativa unos días después de su archivo bajo el expediente N° 21051. Este expediente logra ser dictaminado afirmativamente por la Comisión de la Mujer en el 2020 y nuevamente las cúpulas del Movimiento cooperativo detienen su trámite final, quedando pendiente su discusión final hasta la fecha.

42


LA IGUALDAD DE GÉNERO Y LA FILOSOFÍA COOPERATIVA Una identidad histórica Filosofía cooperativa; identidad que está compuesta por los principios cooperativos, la definición de cooperativa y los valores cooperativos. Históricamente ha incluido la igualdad de género en el conjunto de sus planteamientos como lo comprueban muchas de sus práctica y publicaciones desde sus orígenes. Si analizamos la evolución de estos tres elementos de la filosofía cooperativa se pueden reconocer concretamente en su toma de decisiones, contenido y prácticas; los planteamientos por la igualdad de género, incluidos desde sus concepciones originales, como se rescata de la publicación realizada en 1996: Bases para la elaboración de una estrategia de género en las cooperativas en las américas” publicación hecha en la oficina de las Américas de la Alianza Cooperativa Internacional como documento introductorio para la elaboración del primer encuentro continental de mujeres cooperativistas: Desde su inicio, la Alianza Cooperativa Internacional creó la “Asociación Cooperativista de Mujeres” más tarde convertida en el “Comité Mundial de la mujer de la ACI” que en la actualidad sigue Funcionando con el nombre de CREG.

La definición de cooperativa: Una cooperativa es: “Una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada”. En su concepto se está planteando el carácter social de una unidad de producción que se propone ser una propiedad conjunta, no individual, que implica distribución

de los beneficios entre toda su membresía y democráticamente controlada, lo que implica que tendrán acceso todas las personas que la conforman a la toma de decisiones y el acceso a los recursos, y cuando se habla de personas, se está considerando en igualdad de condiciones a mujeres y hombres.

43


Desde esa perspectiva, consideramos que cuando se constituye este concepto, se consideran los siguientes valores, en cuya práctica implican y ratifican la posición de la defensa de la democracia económica, derivada de principios que implican el bienestar social y por lo tanto se incluye la diversidad de las personas en igualdad de condiciones así como la distribución equitativa de los beneficios económicos que tienen consecuencias sociales.

• • • • • • • • • •

Estos valores cooperativos son los siguientes: Ayuda Mutua Responsabilidad Democracia Igualdad Equidad Solidaridad Honestidad Transparencia Responsabilidad social Preocupación por los demás.

Todos estos valores cooperativos fueron ratificados en la última aprobación de la filosofía cooperativa y los principios de la Alianza Cooperativa Internacional. Tokyo, 1995.

INTERPRETACIÓN DE LOS VALORES, DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Ayuda Mutua Se da la “ayuda mutua” cuando dos o más personas se socorren y cooperan entre sí para lograr las metas individuales o colectivas propuestas”, en esa medida la cooperación debe ser igual entre hombres y mujeres, sin que una de las personas tenga influencia o dominancia sobre la otra. Así se logra una participación igualitaria, sin predominio individual, sino considerando las diferencias desde la necesidad de la identidad para que la Ayuda Mutua se concrete para todas las partes, desde las características de sus necesidades e intereses.

44


Responsabilidad La “responsabilidad” es la obligación de responder por los propios actos. Es también garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos.” En los compromisos está incluida la igualdad, como uno de los principios vigentes y que deben ser una práctica permanente entre las personas que forman parte de la cooperativa. Es responsabilidad de cada persona asociada el garantizar que se dé igualdad de género y garantizarla contando con la información estadística fidedigna, ya que los datos estadísticos dan a conocer y precisan las condiciones individuales y por grupos que tiene la membresía y es en los datos estadísticos donde se pueden definir las diferencias y desigualdades que además pueden ser el origen de brecha de género que afecta a las mujeres cooperativistas.

Democracia En el cooperativismo hay “democracia” cuando los (as) asociados (as) mantienen el control de la cooperativa participando activamente en la toma de decisiones en asambleas generales, en órganos sociales a través de sus representantes o en otros espacios de poder”. Por lo tanto, para que la democracia tenga perspectiva de género, debe considerarse la participación de las mujeres en la toma de decisiones en función de la paridad de género, considerando desde los datos estadísticos sus porcentajes de participación y de aporte a la economía de la cooperativa. Así se garantiza que las necesidades e intereses y posicionamiento de las mujeres estén presentes en la toma de decisiones.

Igualdad Consiste en ofrecer el mismo trato y condiciones de desarrollo a cada persona asociada, sin discriminación de sexo, etnia, clase social, credo, capacidad intelectual o física. En la declaración de principios de 1995 se toma esto como la igualdad de género con lo que se incluyen los derechos humanos de las mujeres y por lo tanto todos los compromisos internacionales generados al respecto como la Agenda CEDAW o la convención de Belém do Pará (por medio de esta convención, los Estados Parte acordaron que la violencia contra las mujeres constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades).

45


Equidad La “equidad” se refiere a la noción de justicia de dar a cada quien lo que se merece o ha ganado, según sea su grado de participación o aporte y reconociendo sus condiciones y características especiales. Es decir, tomando en cuenta la superación de las desigualdades y se considera como acciones afirmativas que significan darle más a la persona que menos tiene como una estrategia que está encaminada a lograr la igualdad y que implica la práctica de acciones afirmativas.

Solidaridad Es la adhesión libre y voluntaria a una causa o empresa, lo cual crea una relación humana de mutuo apoyo, donde la felicidad particular depende de la felicidad colectiva. Es entonces la comunidad de intereses, sentimientos y propósitos.

Honestidad Es la honradez, la dignidad y la decencia en la los (as) asociados (as). La persona honesta no es incapaz de robar, estafar o defraudar. Esto implica que en las cooperativas la corrupción atenta contra el cumplimiento de su filosofía y por lo tanto son hechos que generan desigualdad y contradicción.

Transparencia En una cooperativa hay “transparencia” cuando la información es administrada entre asociados (as) y dirigentes de manera clara, veraz y oportuna. En la base de la transparencia está la confianza, la comunicación y la franqueza. Se oponen a ella el encubrimiento y el engaño. La falta de información transparente genera desigualdades y anula el acceso a la toma de decisiones de una manera eficaz.

Responsabilidad social En el cooperativismo la “responsabilidad social” se vincula con el compromiso y el desarrollo de la comunidad. Por ello, las cooperativas son agentes activos en la generación de empleo y en la justa distribución de la riqueza. En esa medida, la perspectiva de género está incluida en la responsabilidad social, porque esta supone superar las desigualdades en todo sentido y por lo tanto las desigualdades entre hombres y mujeres.

46


Preocupación por los demás Hasta no lograr el bienestar material y espiritual económico social de las personas que le rodean, la persona cooperativista auténtica estará en una condición de inquietud o desasosiego, buscando soluciones a los problemas sociales. Eso es “preocupación por los demás”.

EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPIOS Los principios cooperativos han tenido un proceso de cambio desde sus orígenes porque han ido cambiando de acuerdo con los contextos económicos, sociales, históricos del mundo por su carácter internacional de nivel mundial tratando de que no se pierda su eficacia en la aplicación y sobre todo en el logro del bienestar social según la etapa histórica. En esa medida hay que interpretar los principios desde el mundo contemporáneo por eso se han dado los siguientes cambios:

Primera Definición 1895. Segundo cambio 1937, tercer cambio 1966 y última reforma 1995. Evolución mundial de los principios cooperativos. LOS PRINCIPIOS COOPERATIVOS, DESDE LOS INTERESES DE LAS MUJERES

PRIMER PINCIPIO Membresía abierta y voluntaria Las cooperativas son organizaciones voluntarias y están abiertas para todas aquellas personas que estén dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva la membresía sin discriminación de género, raza, clase social, posición política o religiosa.

47


Comentario Hay que proteger el acceso libre y voluntario de las mujeres a las cooperativas, porque en la práctica tienen mayores obstáculos para hacerlo por las condiciones de discriminación derivadas de los siguientes aspectos: •

La división sexual del trabajo,

La injusta distribución de la riqueza en la sociedad.

SEGUNDO PRINCIPIO Sobre el control democrático de los/as miembros/as Las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, quienes participan activamente en la definición de políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar a su cooperativa responden ante la membresía. En las cooperativas de base los miembros tienen igual derecho a voto (un miembro un voto), mientras en las cooperativas de otros niveles también se organizan procedimientos democráticos.

Comentario Este principio permite analizar las siguientes preguntas: ¿Con que niveles de representatividad se ejerce la democracia?, ¿Cuál es la estructura de representatividad, en términos de género? Si la representación por género en los espacios de dirección no corresponde a los porcentajes de los géneros en la membresía como puede asegurarse la práctica de este principio y como consecuencia las mujeres tendrán menor acceso a la dirección y a la toma de decisiones.

48


TERCER PRINCIPIO Participación económica de los/as miembros/as Los miembros contribuyen de manera equitativa y controlan de manera democrática el capital de la cooperativa. Por lo menos una parte de ese capital es propiedad común de la cooperativa. Usualmente reciben una compensación limitada, si es que la hay, sobre el capital suscrito, como condición de membresía. Los miembros asignan excedentes para cualquiera de los siguientes propósitos: el desarrollo de la cooperativa mediante la posible creación de reservas, de la cual al menos una parte debe ser indivisible, los beneficios para sus miembros en proporción con sus transacciones en la cooperativa; y el apoyo a otras actividades según lo apruebe la membresía.

Comentario Si las mujeres tienen menor acceso a la toma de decisiones como sucede en la práctica en la mayoría de las cooperativas, qué acceso y control tienen sobre los recursos de la cooperativa y cómo son beneficiadas por ellos especialmente en lo que se refiere a sus intereses.

CUARTO PRINCIPIO Autonomía e independencia Las cooperativas son organizaciones autónomas de ayuda mutua, controladas por sus miembros. Si entran en acuerdo con otras organizaciones (incluyendo los gobiernos) o tienen capital de fuentes externas, lo realizan en términos que aseguren el control democrático por parte de los miembros y mantengan la autonomía de la cooperativa”.

49


Comentario La autonomía puede tener varias dimensiones y por lo tanto debe tomar en cuenta como parte de la identidad de la organización los intereses de las mujeres y defenderlos frente a actuaciones foráneas que los lesionen.

QUINTO PRINCIPIO Educación entrenamiento e información Las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros y dirigentes electos, gerentes y asociados, de tal forma que contribuyan eficazmente al desarrollo de sus cooperativas. Las cooperativas informan al público en general particularmente a jóvenes y creadores de opinión acerca de la naturaleza y beneficios del cooperativismo.

Comentario La educación cooperativa debería extenderse al estudio y búsqueda de solución de la problemática de género, como una condición necesaria de una práctica democrática. Las mujeres deben tener acceso en igualdad de oportunidades a la educación cooperativa. La información debe manejarse en procesos democráticos donde se toma en cuenta la composición de género de la cooperativa en todos los niveles de la base a la dirigencia y viceversa.

SEXTO PRINCIPIO Cooperación entre cooperativas Las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales, regionales, internacionales”.

50


Comentario La cooperación entre cooperativas es importante para el fortalecimiento del cooperativismo como movimiento social, las mujeres deberíamos impulsar la práctica de este principio como forma de articular nuestra participación, y nuestros intereses entre las cooperativas para lograr mayor influencia de la toma de decisiones a nivel de sector, a nivel nacional o internacional y finalmente, incidir desde el empoderamiento.

SÉPTIMO PRINCIPIO Compromiso con la comunidad La Cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus miembros.

Comentario Este principio debe procurar la búsqueda de esquemas más justos en los que se pueda desenvolver la vida comunitaria entre los hombres y mujeres, lo cual es insustituible para lograr el desarrollo. Por otro lado, se debe entender como comunidad a las familias de los y las asociados/ as y en esa medida debe ser interés de las mujeres influenciar los espacios domésticos para que estos sean la base del desarrollo pleno de las mujeres cooperativistas.

51


LAS AGENDAS DE LAS MUJERES COOPERATIVISTAS A NIVEL NACIONAL Y PARA AMÉRICA LATINA: SU EVOLUCIÓN Institucionalización y estructuras nacionales para su ejecución La participación de las mujeres en el cooperativismo se dio desde su fundación. La historia nos lleva a marzo de 1846 en Inglaterra, cuando una tejedora, Eliza Brierley, se alineó en una fila de hombres trabajadores para entregar una libra esterlina y poder convertirse de esta manera en miembro de pleno derecho de la famosa Sociedad Cooperativa Equitativa de Pioneros de Rochdale.

ANN TWEEDALE Posteriormente; Las mujeres se organizan en esa épca y forman La liga de mujeres

cooperativistas, cuyo trabajo fue dar a conocer el cooperativismo en toda Inglaterra. Luego se conforma El Comité mundial de la mujer de la ACI, primer comité que le da su informe a la Alianza Cooperativa Internacional en 1895. Como se plantea en el documento sobre el Comité Nacional de Mujeres Cooperativistas de Costa Rica, a mediados de la década de 1980, se inicia el trabajo con las mujeres en los organismos cooperativos de Centroamérica y República Dominicana, conformando los Comités Nacionales de Mujeres Cooperativistas. Al configurarse estos comités, se generan planes de trabajo para el avance de la participación de las mujeres en las cooperativas y sobre todo se genera una visibilización de la participación y aporte de las mujeres en los movimientos de la región como lo describe la Revista Luna Nueva, de la Alianza Cooperativa Internacional, 1997. Lo que se trata es de establecer la institucionalidad de las tareas para la igualdad de género e incluir dentro de las agendas, puntos estratégicos que llenen las necesidades e intereses de las mujeres.

52


Paulatinamente, los CNMC en la región, han ido desarrollándose y adquiriendo presencia institucional. Se han evidenciado esfuerzos por sacar adelante los planteamientos por la igualdad de género en las cooperativas, reivindicando de esta manera, en todos los países su autonomía, con el fin de construir agendas auténticas, desde la perspectiva y la voz de las mujeres. El desarrollo de estos procesos de avance en el cumplimiento de los derechos de las mujeres generaron la necesidad de

hacer

incidencia

en

las

estructuras cooperativas actuales, especialmente con el análisis y revisión de las leyes de cooperativas para darles perspectiva de género, ya

que

como

cualquier

otra

estructura legal estas no tenían esa condición, por lo surge la necesidad de asumir cambios que incluyeran instrumentos metodológicos y de contenido para lograr la igualdad, como lo es, por ejemplo, el uso del lenguaje Inclusivo y la aplicación de acciones afirmativas, en función de darle a las leyes cooperativas mayor efectividad en su aplicación y generar de esta manera, los cambios necesarios, a favor de las mujeres, lo cual garantice prácticas efectivas en cuanto a la igualdad de género.

53


Los Comités de las mujeres, a nivel de cooperativas de base, a nivel sectorial en las federaciones y a nivel nacional son instancias necesarias para poder concretar la ejecución de planes y programas donde se formalicen las agendas de las mujeres. Estas agendas tienen una trayectoria que permite establecer la lógica que se tomó en los procesos por la igualdad de género en las cooperativas desde la base institucional de los CNMC y comités de mujeres en las cooperativas de base, así como a nivel regional en Centroamérica y América Latina. Además se buscó en todo momento, la integración con el movimiento de mujeres, como reflejo del apoyo a la comunidad establecido en los principios cooperativos y el cumplimiento de los derechos humanos en la región, más allá de las organizaciones cooperativas. Por otra parte, en las agendas de las mujeres, también se integran instrumentos internacionales de derechos humanos, con los cuales está alineado el cooperativismo. Ahora bien, si tratamos de recuperar la trayectoria del contenido de sus agendas en América Latina, podemos establecer en sus contenidos todo este mapa contextual que implica la relación de cumplimiento de los principios cooperativos y los derechos humanos de las mujeres en búsqueda de la igualdad. Muchas de estas iniciativas surgen en Costa Rica, por ser la sede de las organizaciones regionales del cooperativismo como la CCC-CA y la Alianza Cooperativa Internacional. Entes que facilitaron en todo momento la integración internacional en el manejo de las propuestas por la igualdad y además por el posicionamiento del cooperativismo en términos de la contextualización de la economía en el país, así como el instrumento de la democratización económica que estaba apoyada por el Estado. Es así como se inician programas de mujeres cooperativistas en los CNMC, como parte de la expresión de un conjunto metodológico ético que implica acciones como las siguientes: •

La institucionalización del trabajo, tomando como instrumentos a los CNMC que además cumplían con dos postulados éticos: la equidad de género y la integración cooperativa a nivel nacional e internacional, punto de partida de las necesidades e intereses de las mujeres, para la configuración de las agendas.

54


Entre las propuestas surge la iniciativa de elaborar una agenda de las mujeres a nivel internacional, con el fin de tener una mejor y más diversa representación, considerando las coyunturas nacionales y las coincidencias con el nivel internacional. Con esto se establece una mayor posibilidad de visibilización y de fuerza en la integración a nivel internacional que incluye los resultados del proceso de consulta a nivel nacional como fue la campaña CUÁNTAS SOMOS Y QUÉ QUEREMOS: “…se diseñó y realizó una campaña cuyo objetivo era el de visibilizar la participación y aporte de las mujeres a las cooperativas, campaña conocida como CUÁNTAS SOMOS Y QUÉ QUEREMOS lo que brindó algunos elementos sumamente valiosos, cuyos principales resultados han servido de insumo en la preparación de “Bases para la elaboración de una estrategia de género en las cooperativas en las américas” (página 17). Es así como se inicia el primer proceso de integración entre las mujeres Cooperativistas

de América Latina y se cumple con los postulados de la Cooperación entre cooperativas. Lo que da paso a la elaboración de las agendas de las mujeres cooperativistas en la región. En este sentido, es importante destacar que se logró visibilizar la participación de las mujeres en las cooperativas como no se había hecho en otro momento, posibilitando la reflexión sobre la condición y posición de las mujeres en el movimiento cooperativo, sus proyecciones a nivel nacional y sus compromisos a nivel internacional, siempre considerando sus necesidades e intereses desde su propia perspectiva. Con base en las experiencias, se organiza en noviembre de 1996, el ENCUENTRO CONTINENTAL DE MUJERES COOPERATIVISTAS. De este encuentro se origina la primera agenda a nivel continental.

55


PROPUESTA DE PLATAFORMA DE ACCIÓN DE LAS MUJERES COOPERATIVISTAS DEL CONTIENTE AMERICANO Tomado de: Bases para la elaboración de una estrategia de género en las cooperativas de las Américas página 42. Las mujeres cooperativistas del continente ante la situación actual del cooperativismo y de sus condiciones particulares dentro del mismo presentan la siguiente propuesta

DECLARACIÓN Considerando nuestras aspiraciones a: •

Contribuir al cambio en las relaciones asimétricas e injustas entre los géneros al interno de las cooperativas.

Promover la creación de condiciones que garanticen a las mujeres cooperativistas, una participación efectiva en sus organizaciones y en la toma de decisiones en todos los niveles y esferas.

Diseñar mecanismos y estrategias orientadas a ampliar las oportunidades de las mujeres para el acceso a la toma de decisiones y a ocupaciones productivas y dignamente remuneradas.

Visibilizar los aportes de las mujeres, al desarrollo cooperativo.

Fortalecer las acciones y mecanismos legales sociales y culturales dirigidos a eliminar la violencia contra las mujeres e impulsar acciones tendientes hacia mejoramiento de las familias cooperativas y sus comunidades.

Crear condiciones que permitan a las mujeres, ejercer sus derechos individuales y colectivos, en términos económicos como físicos y emocionales, para lograr la plena ciudadanía y democracia cooperativa.

Concientes de: •

Nuestro potencial como mujeres cooperativistas para enfrentar con éxito los retos de los cambios tan acelerados que estamos viviendo, tanto a nivel de la sociedad como dentro del cooperativismo.

56


Plenamente identificadas con los principios y valores del cooperativismo, y

Con el marco de referencia que actualmente nos proporciona la comunidad internacional a nivel mundial y las aspiraciones de todas las mujeres latinoamericanas reflejadas en la PLATAFORMA DE ACCIÓN DE BEIJING, y en particular del programa de acción Regional y para las Mujeres de América Latina y el Caribe.

Las mujeres cooperativistas nos comprometemos a: 1. Mantener una actitud de permanente vigilancia desde la sociedad civil y como parte del movimiento de mujeres para que se cumplan los acuerdos de dicha plataforma y Plan de Acción para las Mujeres de América Latina y el Caribe y responder a sus acuerdos con la elaboración de estrategias y acciones concretas en aquellos aspectos que atañen directamente al cooperativismo como organizaciones de carácter económico de ayuda mutua y responsabilidad social.

2.

Hacer un pacto entre las mujeres cooperativistas para la creación de condiciones que permitan el desarrollo de todo nuestro potencial y capacidades mediante LA ORGANIZACIÓN DE CÍRCULOS DE GÉNERO en las cooperativas, de base y la formación de La Red de Mujeres de América Latina y el Caribe.

3.

Aplicar los principios y valores cooperativos a todas las prácticas internas de las organizaciones como estrategia que ha de sustentar el desarrollo de nuevas relaciones organizativas, no autoritarias sino democráticas, no discriminatorias sino justas, de manera que se pueda eliminar la subordinación.

La alianza cooperativa internacional se compromete a: •

Convertirse en agente de vigilancia de la aplicación de los valores y principios cooperativos, como elemento central, desde donde se ha de garantizar la superación de la subordinación, exclusión y marginación de las mujeres cooperativistas en todos sus niveles.

57


En los niveles de toma de decisiones •

Introducir la perspectiva de género en todos los proyectos y programas de las cooperativas de base y sus organismos de integración, de manera gradual y progresiva.

En el nivel psico-social para el fortalecimiento de las mujeres •

Apoyar el proceso de fortalecimiento psico–social de las mujeres poniendo especial énfasis en la revisión de los mandatos sobre identidad femenina y al fortalecimiento de la autoestima.

En el nivel político •

Hacer visible la participación de las mujeres, en términos cuantitativos y cualitativos y promocionar el acceso de las mujeres a los niveles de la dirección en un porcentaje que corresponda a su membresía.

En el nivel económico •

Promover formas alternativas que permitan a las mujeres tener acceso al financiamiento y espacios para que las mujeres tengan participación en la definición de políticas y reglamentos de crédito.

En el nivel laboral y de empleo para las mujeres •

Procurar que el ambiente laboral de las cooperativas sea positivo, creativo y que promueva la participación de las mujeres y sus posibilidades equitativas de ascenso.

En el nivel legal •

Revisar leyes y reglamentos para eliminar elementos y prejuicios androcéntricos que limitan y discriminan o impiden la participación de las mujeres en condiciones de igualdad.

A nviel de las cooperativas según su sector de actividad •

58

Tener en mente las prioridades y particularidades de las mujeres, según el sector de actividad que desarrollan las diferentes cooperativas.


PRIMER ENCUENTRO CONTINENTAL DE MUJERES COOPERATIVISTAS EN SAN JOSÉ, COSTA RICA 18 y 19 DE NOVIEMBRE DE 1996 Costa Rica fue la anfitriona del primer encuentro continental de mujeres cooperativistas, al cual asistieron 800 mujeres cooperativistas de toda América latina. Se logran varios objetivos. Entre ellos: •

La aprobación de la Plataforma de Acciónde Las Mujeres Cooperativistas del Continente Americano.

La aprobación para constituir el Consejo Regional Americano de mujeres Cooperativistas CRAMC.

Aspectos claves de la plataforma que formaron parte de los procesos por la igualdad en las cooperativas: A nivel Continental: •

Un posicionamiento importante de las mujeres cooperativistas con el desarrollo y fortalecimiento del CRAMC Y EL COMITÉ DE CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE DE LA CCC-CA.

La formación de una red de mujeres cooperativistas que generó sororidad e identidad entre las mujeres cooperativistas del continente, con prácticas como intercambios y transferencia de experiencias entre los países.

Desarrollo y diseño de procesos metodológicos para la igualdad de género en las cooperativas.

Cooperación internacional que apoyaban económicamente a las organizaciones cooperativas que tenían objetivos y políticas concretas para la igualdad de género entre su membresía.

Procesos de incidencia en todos los países, que permitan generar cambios, para que los marcos legales tengan perspectiva de género.

Relación con la plataforma de Beijing y las declaraciones sobre derechos humanos ratificadas en los países e integración de las mujeres cooperativistas con los movimientos de mujeres y por los derechos humanos.

59


PLATAFORA DE LAS MUJERES COOPERATIVISTAS EN COSTA RICA AMUCOODE –CENECOOP- CENTRO COOPERATIVO SUECO “Nosotras las mujeres cooperativistas, presentes en el taller “Los intereses de las mujeres y su incidencia en la agenda cooperativa”. Realizado en San José en el Hotel Irazú el 26 de julio del 2006 con más 172 participantes de 75 cooperativas de todas las regiones del país, trabajamos 15 grupos, donde definimos y priorizamos algunas de nuestras necesidades e intereses. Los resultados de este trabajo fueron sistematizados por la comisión que en el mismo taller se formó para dar seguimiento y gestionar, donde corresponda, la plataforma de las mujeres cooperativistas. Esta actividad fue organizada por AMUCODE y estuvo patrocinada por el CENECOOP R.L. y el CENTRO COOPERATIVO SUECO.

I. EN PRIMER TÉRMINO, LAS MUJERES COOPERATIVISTAS NOS COMPROMETIMOS A: 1. Participar en las cooperativas, con responsabilidad, en forma permanente solidaria, con empoderamiento, mediante la práctica de un liderazgo democrático.

2.

Apoyar el desarrollo de las cooperativas a las que pertenecemos y del movimiento cooperativo en general.

3.

Trabajar por la realización de alianzas estratégicas que nos permitan el alcance de los recursos para fomentar la igualdad de oportunidades.

4.

Defender y lograr que se aplique la Ley de la Igualdad Real y la de participación paritaria en las organizaciones.

60


5.

Practicar los principios cooperativos y fomentar su vivencia cotidiana como estrategia para alcanzar la igualdad de oportunidades.

6.

Ser promotoras de la equidad de género en nuestras organizaciones.

II. CREEMOS QUE, EN FUNCIÓN DEL DESARROLLO COOPERATIVO, POR EL APORTE QUE HACEMOS DIARIAMENTE A NUESTRAS COOPERATIVAS Y POR EL PORCENTAJE QUE REPRESENTAMOS EN LA MEMBRESÍA DE TODO EL MOVIMENTO, ES QUE: SOLICITAMOS SE INTEGREN EN LA AGENDA DEL CONGRESO COOPERATIVO LOS SIGUIENTES PUNTOS. 7. Desde los ochenta la lucha por la reivindicación de la mujer ha ido en aumento. Por lo cual hay que fortalecer este proceso con la creación y aplicación en el ámbito nacional e internacional de programas y leyes que sustenten este logro.

8.

Lograr que el movimiento cooperativo se involucre con el Estado, en políticas que fortalezcan la equidad de género.

9.

Incorporar un capítulo en la ley de cooperativas que haga referencia a políticas claras para la equidad de género dentro del movimiento cooperativo.

10. Promocionar la creación de un Comité de Mujeres en cada cooperativa, dentro de su estatuto social, para que promueva la equidad de género.

11. Que se legisle para que el acceso de las mujeres a los puestos directivos se realice en proporción al número de asociadas.

12. Que cada cooperativa, en su plan estratégico, tenga una política de género como proceso constante (que identifique los intereses de las mujeres al interior de cada organización).

13. Que el movimiento cooperativo brinde igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en la distribución de las becas, viajes y puestos de trabajo.

14. Lograr la incidencia de las mujeres en las organizaciones cooperativas apara asegurarnos que la planificación, programación y presupuesto anual tenga perspectiva de género.

15. Que se incluya en la ley y en los estatutos de las cooperativas, la asignación de recursos destinados para la ejecución de procesos de equidad de género.

61


16. Que se ponga en práctica un sistema de evaluación, seguimiento y

17.

18.

19.

20.

21. 22.

23.

24.

retroalimentación, con respecto a las acciones de género que debe impulsar cada cooperativa. Crear condiciones que permitan el desarrollo de nuestro potencial y capacidades mediante la organización de círculos de género y la formación de una red de mujeres en Costa Rica. La capacitación debe darse con metodologías y enfoques de género sensitivas y en áreas de la gestión empresarial, de participación política, liderazgo, principios y valores cooperativos. Que fomenten en las cooperativas, las alianzas con organismos nacionales e internacionales, para gestionar recursos financieros y técnicos que conduzcan hacia la equidad de género. Hacer una recopilación histórica de las mujeres destacadas en las organizaciones cooperativas, para recuperar su participación y hacer visibles sus aportes. Que las cooperativas cuenten con información estadística por sexo, para poder determinar el aporte y participación de las mujeres en las organizaciones. Que el CENECOOP establezca un programa de capacitación que permita a la población femenina cooperativista la educación y formación permanente en igualdad de género. Que el INFOCOOP y otros organismos financieros del país involucrados en el movimiento cooperativo, tengan líneas de crédito diferenciadas para los proyectos de las cooperativas de mujeres. Fomentar la organización de las mujeres en grupos cooperativas y comunidades.

III CON RESPECTO AL DOCUMENTO DEL X CONGRESO NACIONAL DEL MOVIMIENTO COOPERATIVO COSTARRICENSE, EN LO QUE SE REFIERE A LA EQUIDAD DE GÉNERO SOLICITAMOS: 25. Que se evalúe, para que con base en los resultados se revise y se actualice. El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar, de correr riesgos y de vivir sus sueños.”

62


AGENDA VIGENTE LAS MUJERES POR LA PLENITUD PARA EL BUEN VIVIR Esta

agenda

fue

elaborada

con

participación de la CCC-CA Y ACIAMERICAS y la representación de las dos organizaciones Latinoamericanas de mujeres cooperativistas CRMC, CRAMC. El trabajo previo para llegar a este acuerdo se realizó desde el apoyo de las mujeres cooperativistas de Costa Rica. Elaborada y aprobada en Quito Ecuador 7 de agosto de 2009 en:

PRIMERA CONVENCIÓN CONTINENTAL POR LA IGUALDAD DE GÉNERO EN EL COOPERATIVISMO Estuvieron presentes en Quito, 94 personas, 85 mujeres y 9 hombres, que forman parte de 51 organizaciones de 16 países. “Las mujeres por la plenitud para el buen vivir “ “La participación de las mujeres: un nuevo paradigma para el desarrollo cooperativo”

63


Las personas participantes en la Primera Convención Continental para la equidad de género en el cooperativismo: “Los intereses de las mujeres y su incidencia en la agenda cooperativa”; realizada en Quito del 5 al 7 de Agosto del 2009 y Organizada por La Alianza Cooperativa Internacional para las Américas y la Confederación de Cooperativas para el Caribe Centro y Sur América, en el marco de su decisión de hacer efectiva la integración cooperativa con la articulación del trabajo por la equidad de género: Consideramos: que, estando presentes en Quito, 94 personas: 85 mujeres y 9 hombres, que forman parte de 51 organizaciones de 16 países, hemos decidido proponernos:

En primer término, honrar los valores universales, expresados en la carta universal de los derechos humanos (1948) al igual que toda la legislación internacional posterior, que protege los derechos de las mujeres y que está ratificada en los diferentes países.

Fortalecer la práctica de los principios y valores cooperativos, hacia y desde la membresía, considerando la equidad de género como esencial en el fortalecimiento de la democracia de nuestras organizaciones.

Creemos que el cooperativismo debe propiciar en la sociedad y fortalecer en sus filas, la importancia del bienestar social y/o el buen vivir como la lógica del desarrollo económico

Necesitamos la redistribución del espacio y el tiempo entre hombres y mujeres en los ámbitos públicos y privados como premisa para alcanzar la igualdad de oportunidades.

Las mujeres debemos entender y actuar para “convertir nuestras pasiones en derechos”, con respeto a la diversidad, sin permitir ninguna forma de discriminación.

PARA CUMPLIR CON LO PROPUESTO CONSIDERAMOS IMPRESCINDIBLE QUE EL MOVIMIENTO COOPERATIVO ACTÚE: • Fortaleciendo el talento y la virtud propias de la humanidad, en el ejercicio visible y consecuente del cooperativismo desde sus diferentes niveles y en función del desarrollo humano.

64


Haciendo de la práctica cooperativa, una filosofía de vida, respetando y reconociendo la diversidad de contextos.

Reorientando los excedentes y/o diferencias de orden material e intelectual, hacia la satisfacción solidaria de necesidades, para evitar su acumulación, retención o detención grupal de privilegios.

Integrando en las practicas cooperativas, las nuevas tecnologías de información y comunicación social, como instrumentos que potencien el conocimiento y la socialización para el desarrollo personal y la creación de nuevas oportunidades en el movimiento cooperativista en la búsqueda del buen vivir

Buscando nuevas y diversas formas para la práctica de los preceptos cooperativos, acordes al ritmo del mundo cambiante en el que vivimos actualmente

SE RECOMIENDA A LAS ORGANIZACIONES COOPERATIVAS: •

La modificación de estatutos y reglamentos, para darles perspectiva de género.

Las cooperativas de base y de segundo grado deben trabajar en el establecimiento de políticas de género y asegurar el cumplimiento de dichas políticas mediante la intervención de los Comités de Vigilancia.

Velar y supervisar, para que las políticas y otras decisiones en materia de equidad de género que están establecidas se cumplan.

En los estatutos se debe establecer que la representación de las mujeres en todos los órganos directivos, debe ser proporcional al porcentaje de las mujeres en la membresía o paritaria, cuando la composición de la membresía lo permita.

Que se integren los Comités de Género en cada organización cooperativa, con la propuesta de que sea al menos 50% mujeres.

Que la información circule en forma transparente entre la dirección y la membresía de las organizaciones, para fortalecer la democracia en la toma de decisiones tomando especial interés en la inclusión de las mujeres.

65


Que las cooperativas apoyen a las mujeres, otorgándoles créditos en condiciones especiales, para compensar las desigualdades surgidas a partir de la división sexual del trabajo y el acceso a los recursos y la propiedad.

Fomentar la economía solidaria, a través de la implementación de una línea de microcréditos, dirigida a grupos organizados de mujeres, con base al principio cooperativo que expresa los valores de ayuda mutua.

Establecer que los Comités de Educación reciban de los excedentes un fondo específico para la capacitación de las mujeres y por la equidad de género.

Que se establezca un presupuesto específico, para crear espacios de capacitación y formación de manera permanente a las asociadas para que estén en condiciones de asumir puestos de decisión en las cooperativas.

SOLICITAMOS AL CRAMC Y AL CRMC: •

Que se formulen estadísticas o base de datos de las acciones realizadas sobre lo establecido en las declaraciones ya suscritas en materia de género(Plataforma continental de mujeres cooperativistas, plan estratégico del CRMC), para formular indicadores que permitan conocer el proceso entre las acciones que se han llevado a cabo en materia de género y las que se han omitido; con el fin de generar las acciones que corresponda realizar conforme lo establecido en las declaraciones señaladas.

Que se establezcan los lineamientos necesarios para que las representantes de los diferentes países ante el CRACM y el CRMC sean elegidas y se regule su actuación, con el fin de que esta sea efectiva en la representación y enlace que les corresponde hacer entre el CRAMC o CRAMC y el país de origen.

66


EL PROCESO DE RENOVACIÓN DEL COOPERATIVISMO REGIONAL, INCLUYENDO LA EQUIDAD DE GÉNERO COMO ESTRATEGIA DE SOSTENIBILIDAD DEBE TOMAR EN CUENTA LOS SIGUIENTES ASPECTOS: •

Debemos conocer, apropiarnos y difundir los beneficios que genera la práctica de la equidad de género en el movimiento cooperativo.

Entender que, para actuar en coherencia con los principios cooperativos, debe haber equidad de género en las prácticas cooperativas.

Debemos buscar el apoyo de instituciones especializadas o con experiencia en equidad de género.

Asumir que estamos en un mundo cambiante y que las organizaciones cooperativas deben adaptar su modelo a los cambios que exige la coyuntura actual, sin perder la coherencia con nuestra historia y buscando la práctica consecuente de los principios.

Las prácticas de la equidad de género en las organizaciones cooperativas deben estar encaminadas a la negociación y ayuda mutua entre hombres y mujeres entendiendo que el objetivo es la igualdad de oportunidades al interior de las organizaciones y en la sociedad en general.

Es importante que se desarrollen estrategias de enlace y alianzas en este tema a nivel de las cooperativas con el fin de fortalecer la integración y crear una imagen cooperativa con perspectiva de género.

Tener una clara conciencia de las particularidades que tiene la organización cooperativa para desarrollar estrategias adaptadas a sus condiciones.

Crear redes y alianzas estratégicas de apoyo efectivas entre las instituciones que tienen competencia: llámese ACI, CCC-CA, Centro Cooperativo Sueco y otros organismos cooperativos que funcionan en la región.

67


RESOLUCIONES DEL ENCUENTRO: TENDENCIAS CONCEPTUALES, MARCOS LEGALES Y PERSPECTIVA DE GÉNERO. En el marco del encuentro: “Tendencias Conceptuales, marcos legales y perspectiva de género en las cooperativas” Celebrado en Costa rica el 15 y 16 de octubre del 2015, las representaciones de organizaciones presentes ratificamos la “Agenda de las mujeres cooperativistas por la plenitud para el buen vivir” del CONSEJO REGIONAL DE MUJERES COOPERATIVISTAS DEL CARIBE Y CENTROAMÉRICA DE LA CCC- CA que en sus enunciados centrales plantea:

1.

Propiciar en la sociedad y fortalecer la importancia del buen vivir como lógica del desarrollo económico.

2.

Redistribuir el espacio y el tiempo entre hombres y mujeres en los ámbitos público y privados como premisa para alcanzar la igualdad de oportunidades.

3.

Actuar y convertir nuestras pasiones en derechos, con respecto a la diversidad, sin permitir ninguna forma de discriminación. El CRMC además se ha planteado alrededor de estos postulados la priorización de los siguientes mecanismos:

a.

Gestionar que los Censos Cooperativos tengan las variables estadísticas necesarias para que se rescate la participación y aporte de las mujeres en las cooperativas.

b.

Que las Representantes del CRMC, en cada país, se integre en los trabajos de las organizaciones de defensoría de los derechos humanos de las mujeres.

c.

Investigar si los organismos de integración han realizado diagnósticos sobre la condición y posición de las mujeres o procurar que lo hagan, en cada país, en caso de no existir.

d.

Velar porque los documentos y definiciones en nuestras organizaciones tengan lenguaje inclusivo.

e.

Impulsar la formación de los comités de mujeres y/o para la igualdad de género.

68


TOMANDO ADEMÁS LOS SIGUIENTES ACUERDOS: Se plantearon compromisos, tanto de las mujeres participantes como de las organizaciones, para crear los mecanismos que permitan garantizar que los acuerdos tomados se cumplan. Agenda actual de las mujeres cooperativistas apoyada por el Instituto Nacional de la Mujer INAMU participaron Asociación de Mujeres en Cooperación para el Desarrollo AMUCOODE, el Comité Nacional de Mujeres Cooperativistas CNMC, Instituto Nacional de Fomento Cooperativo INFOCOOP publicada en el año 2019.

69


APORTES PARA LA GESTIÓN DE LA IGUALDAD DE GÉNERO EN LAS COOPERATIVAS Y EN LAS ORGANIZACIONES DE LA ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA CÓMO GESTIONAR UNA POLÍTICA DE GÉNERO EN LAS COOPERATIVAS Tomado del Manual para implementarpolíticas de género en las Cooperativas ACI-OIT_SCC Julia Herrera Cevallos Alexandra de Simone Una política para la equidad de género es una acción consciente, deliberada y constante, que se define en los espacios de toma de decisión de la cooperativa; por lo tanto, beneficia y responde a los intereses de un grupo en particular. Por ello, es importante que las acciones encaminadas a fortalecer la equidad de género sean diseñadas, aprobadas y patrocinadas en forma de política, porque solo así tendrán el apoyo que necesitan para lograr los objetivos propuestos, tanto en los niveles de dirección como en la base, al interior de una organización. Los lineamientos definidos para alcanzar la equidad de género deberán ser presentados y aprobados en la asamblea de la cooperativa o la entidad que la ejecutará con lo cual se asegura que todas y todos los y las asociados/as conocerán y se comprometerán con su ejecución, mediante una consulta democrática. La asamblea, máxima instancia de decisión de una cooperativa, es el único espacio donde se pueden legitimar las propuestas y aprobaciones de cambios estructurales necesarios para la ejecución de la política de género. Por ejemplo, reformas a los estatutos y reglamentos que en la práctica pueden resultar discriminatorios para las mujeres.

70


Otra razón por la que es necesaria una política de género es que ésta debe ejecutarse, para asegurar su cumplimiento, en los dos ámbitos de la cooperativa: el Político y el Empresarial. El primero se desarrolla alrededor de la membresía y los cuerpos de dirección (Consejo de Administración, la Asamblea y los Comités de Educación, Vigilancia, y demás) y el segundo, tiene relación con la parte operativa, la acción empresarial y la productiva.

El espacio político En el espacio político se manifestarán los intereses de las mujeres como grupo con relativa autonomía. Esto significa que, junto a los intereses del desarrollo cooperativo, deben asegurarse los derechos de las mujeres a la igualdad de oportunidades, los cuales están garantizados en los principios cooperativos y en los acuerdos internacionales sobre derechos humanos. Desde lo político, las mujeres respaldarán las acciones, en pro de la equidad de género, en ejercicio de su condición de asociadas. Este espacio y esta condición son muy importantes, especialmente cuando se negocian propuestas relacionadas con procesos de cambio o con algunas de las expresiones de poder. Por ejemplo:

• •

La Promoción de las mujeres para el acceso a la dirección. Las acciones de verificación del cumplimiento de los compromisos por la equidad de género.

La participación de las mujeres en la asamblea, en condiciones de equidad, con el fin de asegurar decisiones de su interés como grupo.

La propuesta, negociación y ejecución de estrategias de acciones afirmativas (como discriminación positiva) a favor de las mujeres.

La verificación del cumplimiento de los principios cooperativos, como estrategias que favorecen la equidad de género.

La participación en la definición y negociación de planes y programas con perspectiva de género o destinados a las mujeres, con su respectiva asignación de recursos.

71


El espacio empresarial En el espacio operativo es donde se ejecutan acciones concretas para aplicar la perspectiva de género dentro de los planes y programas, tanto de la parte empresarial como productiva de la cooperativa, Aquí se lleva a la práctica muchos de los planteamientos negociados en el espacio político, en el respaldo de las mujeres organizadas y en posiciones de dirección En este espacio se aplicarán acciones tales como:

• • • • •

Las Campañas de visibilización y aporte de las mujeres con estadísticas. La Capacitación en igualdad de género. La elaboración de material educativo. La investigación sobre las necesidades e interés de las mujeres. La propuesta de introducir la perspectiva de género en la ejecución de planes y programas de la cooperativa incluyendo los servicios de la cooperativa. En este espacio, están ubicadas las funcionarias de la cooperativa a las cuales se

les deberá dar acceso a sus derechos laborales con igualdad de género. Por lo tanto, las funcionarias especialistas en género, quienes tienen a su cargo, en conjunto, con las dirigentes, la definición de procesos encaminados a la igualdad de género, deben brindar apoyo político, para fortalecer procesos de igualdad.

ELEMENTOS DE UNA POLÍTICA DE GÉNERO 1.

La naturaleza de la organización Se definirán las especialidades de las organizaciones cooperativas y cómo éstas pueden determinar diferencias en los planes y programas para la igualdad de género, ya que para transversalizar se debe adaptar primero, la estrategia por aplicarse a las estructuras de la organización.

Niveles de organización La cooperativa de base. •

72


• Una organización de integración sectorial o local (Federaciones). • Una Confederación de nivel Nacional. • Una organización de integración horizontal como las Uniones. Modelo de organización según la Economía social y solidaria Cooperativas Autogestionarias. • • Cooperativismos tradicionales. • Otras formas de organización empresarial. Sector económico al que pertenece la Cooperativa Ahorro y Crédito. • • Producción agrícola • Consumo. • Comercialización. • Transporte. • Producción Industrial. • Otros. • Servicios de diferente tipo • Servicios profesionales 2.

Razones para trabajar en género Entre las razones que las organizaciones tienen para desarrollar acciones encaminadas a la igualdad de género, las más usuales son:

• •

El conocimiento y conciencia del problema de discriminación de las mujeres. La presión de las mujeres que participación de las mujeres que participan y trabajan en la organización.

El entendimiento que para el desarrollo de la cooperativa es necesario el desarrollo de las mujeres y su participación en igualdad de condiciones.

La inclusión de trabajo específico con mujeres es una actividad rentable, por el desarrollo humano que garantiza la igualdad.

• •

La coherencia con lo que plantean los principios y valores cooperativos. Tener conciencia del origen de las propuestas, permitirá además priorizar ciertas acciones en función del desarrollo cooperativo en general.

73


3.

Tener una clara definición del problema. En toda acción de planificación, la definición del problema es esencial y para que esta definición tenga perspectiva de género se tomarán en cuenta indicadores ya conocidos como Condición y posición de las mujeres. pero que podrían ser parte de un diagnóstico a futuro: Con estos indicadores se puede determinar también, la posición que tienen las mujeres en las cooperativas, o bien, si se han sentido discriminadas o afectadas dentro de la organización cooperativa o sociedad en general.

4.

El grupo meta y la definición de sus intereses En la definición del problema se introducen las personas involucradas en este y por lo tanto, se identifica el grupo que será el objetivo de la política de género. Si se busca justicia, equidad e igualdad de oportunidades y se identifican las mujeres como un grupo afectado, los lineamientos deben favorecerlas. Sin embargo, esto no significa que se deba trabajar exclusivamente con ellas, analizar y proponer nuevas formas de relacionarnos entre mujeres y hombres, donde la dominación no sea lo determinante, mejorará la condición de la vida de los hombres también. Para diseñar una política de género se debe entender que los problemas causados por la discriminación a las mujeres es un asunto que afecta a la sociedad en general, y en este caso concreto, al movimiento cooperativo en su conjunto. Al definir a que mujeres va a apoyar la política por la igualdad de género, es necesario identificar quiénes son las mujeres cooperativistas, sus necesidades y sus intereses colectivos y prioritarios. Asimismo, revisar el tipo de nexos que las mujeres tienen con la cooperativa. Estos pueden ser: Mujeres asociadas a las cooperativas, mujeres que tienen nexos familiares con los asociados y que se ven involucradas en la dinámica de la cooperativa y mujeres funcionarias o trabajadoras de la cooperativa.

74


5.

Contenidos para la política de género. La Política de género siempre debe traducirse en acciones concretas para hacer efectivos los planteamientos. Estos tienen que formar parte de la reglamentación, de la estructura y planes operativos de la organización de tal manera que se institucionalicen los planteamientos. Los contenidos deben diseñarse de manera que sus ejes de acción sean coherentes, es decir, que todas las instancias que participan en su ejecución se dirijan a lograr los objetivos planteados en función de la igualdad de género. Los ejes más usuales en la política de género para las cooperativas pueden ser los siguientes:

1.

La elaboración de un diagnóstico con perspectiva de género, tomando datos estadísticos por sexo, acerca del funcionamiento de la cooperativa, los aportes de los asociados y asociadas, la cuantificación de su membresía y demás datos que permitan llevar a cabo el análisis de una realidad, desde la perspectiva de la igualdad de género.

2.

Introducir la perspectiva de género en la estructura, reglamentación y planificación de las organizaciones cooperativas, con el fin de crear las condiciones institucionales para alcanzar la igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres. Si no se institucionalizan las prácticas por la igualdad de género en las organizaciones en muchos casos se revierten los logros.

3.

Para lograr el desarrollo psico-social de las mujeres y su empoderamiento para el acceso a la dirección, deben fortalecerse previamente acciones, las cuales tienen que ver con el desarrollo de las capacidades de las mujeres y su conciencia sobre ellas, su organización, la conformación de su agenda, así como la aplicación de estrategias de promoción hacia la dirección.

4.

Otro aspecto importante es el conocimiento sobre las identidades de género, con el propósito de lograr cambios de conducta en las relaciones entre los géneros, para superar comportamientos humanos de dominación y patriarcales, que han existido por años dentro de las sociedades.

75


5.

En relación con la construcción de opciones económicas para las mujeres, se deben crear condiciones especiales para que ellas desarrollen actividades económicas, vinculadas a la cooperativa como una forma de apoyo y sostenibilidad financiera.

6.

Manejar la información con perspectiva de género, las imágenes, el lenguaje, y especialmente las estadísticas, con el fin de visibilizar la participación y aporte de las mujeres, ya que los datos permiten la asignación de presupuestos y otros recursos para superar las brechas existentes entre mujeres y hombres al interior de la cooperativa.

TRABAJANDO LA IGUALDAD DE GÉNERO EN EL ÁREA EMPRESARIAL DE LAS COOPERATIVAS Desde la perspectiva de trabajar la igualdad de género con un enfoque que incida en toda la acción de la cooperativa, se ha planteado conformar estrategias en el área empresarial que aseguren la institucionalización y el avance de la igualdad de género en las cooperativas. Con estas medidas, se brindan oportunidades, para que las mujeres cooperativistas puedan satisfacer sus necesidades e intereses establecidos en las agendas. El área empresarial es la dimensión donde se organiza la acción económica o el negocio de la cooperativa, es la estructura generalmente formada por una gerencia y un equipo de funcionarias/os y es donde se dan relaciones laborales. Las sugerencias para asegurarnos de que el trabajo sea efectivo consisten en los siguientes análisis y planteamientos metodológicos y toma de decisiones.

1.

La creación de una unidad para la igualdad de género en la estructura de la cooperativa. Para ello, la cooperativa debe:

1.1 Contar con una unidad funcional formalmente establecida que garantice la gestión de la política para la igualdad de género, en donde se deben establecer y gestionar las necesidades e intereses de las mujeres, para que puedan constituir un “departamento para la igualdad”, que además es el que

76


debe dar apoyo técnico al “comité de género o de mujeres cooperativistas” en la cooperativa.

1.2 Esta unidad de la estructura constituida para trabajar la igualdad de género debe estar respaldada por un presupuesto, con base al porcentaje de membresía de mujeres, al aporte y participación con su trabajo que las mujeres hacen a la organización.

1.3 Contar con mecanismos de comunicación para dar a conocer los instrumentos metodológicos, los contenidos de la política y el marco jurídico, donde se aseguren los derechos, tanto de asociadas como de funcionarias.

1.4 Asegurar el conocimiento de las leyes vigentes y su aplicación, ya sea a través de la capacitación, o de publicaciones. Entre las leyes vigentes deben incluirse los acuerdos internacionales para el cumplimiento de los derechos humanos como la convención Belem do Pará o la CEDAW.

2.

Políticas de personal con igualdad de oportunidades. La organización cooperativa debe asegurar:

2.1

La existencia de políticas de distribución de los y las funcionarios/as en los distintos niveles del organigrama con igualdad de oportunidades y tratando que se proyecte la participación de las mujeres al menos en un porcentaje del 40%.

2.2

El establecimiento de una estrategia en la política de promoción laboral, a través de una acción afirmativa para las mujeres, ya que en muchos casos el aporte de las mujeres es invisibilizado por las condiciones patriarcales de la sociedad en su conjunto; situaciones que en muchos casos, influencian a los asociados de las cooperativas.

3.

Desarrollo del recurso humano y la cultura empresarial con perspectiva de género La organización cooperativa debe asegurar:

3.1 La aplicación de lineamientos de desarrollo del recurso humano, derivados de una cultura empresarial con perspectiva de género para garantizar la igualdad.

77


3.2. La existencia de programas de capacitaciones desde/con la perspectiva de género y para el desarrollo de las capacidades de las mujeres.

3.3. Garantizar que la cultura empresarial de la cooperativa genere prácticas no discriminatorias en las relaciones sociales, económicas e ideológicas entre los géneros al interior de la cooperativa en el ámbito del funcionariado como también en la membresía de la cooperativa.

4.

Nivel de introducción de la perspectiva de género en la planificación de la cooperativa. La organización cooperativa debe:

4.1. Contar con lineamientos en la planificación de los servicios y productos que aseguren su perspectiva de género.

4.2. Contar con los recursos que necesita para la ejecución del proceso. La utilización de estos recursos en la igualdad de género se justifica fácilmente si acudimos a la información estadística, donde se conocerá los aportes que hacen las mujeres en esta materia y el porcentaje que logran alcanzar en el conjunto de toda la actividad económica y financiera de la cooperativa. 4.3. Asegurar la oferta de servicios con perspectiva de género. Esto quiere decir que los servicios de la cooperativa deben contar con datos sobre su membresía, con el fin de generar servicios que permitan mejorar la condición y posición de las mujeres que están en desventaja. Por ejemplo, en temas de ahorro y acceso a créditos. 4.4. Incluir un sistema de evaluación permanente que le permita considerar el avance y efectividad de las acciones, lineamientos, y definiciones institucionales que está aplicando por la igualdad considerando los intereses específicos de las mujeres.

5.

Dimensión de los servicios a la membresía Se refiere a todas aquellas acciones que la cooperativa realiza con su membresía, y los bienes y servicios que debe generar para su membresía garantizando la igualdad de género. Para ello, la cooperativa debe:

78


5.1 Disponer de información estadística por sexo, en cuanto a la utilización de los servicios, considerando además el volumen del aporte de cada género. Es decir, volumen, clase y porcentaje de servicios utilizados por las mujeres.

5.2 Apoyar el funcionamiento con perspectiva de género en las instancias de dirección. Por ejemplo, las juntas directivas y los comités especializados, tales como los Comités de Educación y Bienestar Social, Comités de vigilancia, entre otros. Esto implica que la composición por género de sus participantes debería tener el mismo porcentaje por género que tiene la cooperativa en general, con el fin de dar acceso a las mujeres a la dirección y a la toma de decisiones.

5.3. Que en los organismos de dirección sus planes y programas incluyan la perspectiva de género diseñada en la planificación con perspectiva de género y en el contenido de la agenda de las mujeres.

5.4. Contar servicios específicos que estén incluidos en la agenda de las mujeres considerando los datos específicos por género, con el fin de que se superen las brechas y se pueda contar con igualdad de género en la emisión y utilización de los servicios.

5.5. Gestión e Inclusión de la Agenda de las Mujeres en los servicios de la Cooperativa.

La planificación general de la cooperativa incluye la agenda de las mujeres.

Se cuenta con un mecanismo para la renovación periódica de la agenda de las mujeres.

En la ejecución de los procesos, estos requisitos se resumen en dos grandes áreas de trabajo: el desarrollo de las mujeres, sus reivindicaciones que incluyen el acceso a los recursos y la dirección con el fin de obtener sus beneficios, y por otro lado las transformaciones institucionales.

79


DIAGNÓSTICO Y MANEJO DE LA INFORMACIÓN EN LOS PROCESOS POR LA IGUALDAD DE GÉNERO El Diagnóstico nos permite determinar la situación de la organización en términos de la Igualdad de Género para contar con el punto de partida de la coyuntura de la organización para construir indicadores que nos den a conocer:

a.

la condición y posición de las mujeres y sus intereses a través de una consulta con las mujeres de la organización.

b.

Revisión de la organización para determinar también las condiciones de Igualdad de Género en lo que se refiere a su definición, estructura y marcos legales con esto nos referimos a: Estatutos, Políticas, Reglamentos y Planificación Estratégica y operativa.

c.

Establecer los métodos para medir la eficacia y eficiencia del proceso por la Igualdad de Género, de acuerdo con el conjunto de indicadores definidos para esa área de acción.

La situación de partida (Diagnóstico) Para identificar si en una organización se dan situaciones relacionadas con la desigualdad de género, el diagnóstico debe cumplir con ciertas características, tales como las siguientes:

Conocimiento de la condición y posición de las mujeres (el concepto de estas dos categorías de género se encuentra en el documento en el anexo 1 de este tema. (categorías de género).

• •

Conocimiento de las relaciones de género al interior de la organización. Conocimiento de los intereses de las mujeres (se recomienda desarrollar un proceso de consulta para la elaboración de la agenda).

Conocimiento y nivel de aplicación de las leyes nacionales e internacionales ratificadas en el país sobre Igualdad de Género.

Reconocimiento del problema y las ventajas de solucionarlo (nivel de sensibilización de la dirección con respecto al tema).

80


Estrategias metodológicas para la definición de indicadores Los indicadores se encuentran concebidos desde 2 dimensiones.

1.

Implementar en la institución los cambios en su estructura, prácticas, definiciones y servicios, que le den coherencia a las acciones que se desarrollarán como parte de las propuestas de las mujeres, para conseguir la igualdad de oportunidades y trato.

2.

Ejecutar con las mujeres ya que todo el proceso por la Igualdad de Género se debe dar en la práctica como una acción afirmativa en su favor, es decir, se trabajará alrededor del cumplimiento de los derechos, necesidades e intereses de las mujeres, así como el desarrollo de identidades autónomas y capaces de ejercer el empoderamiento. Listado de variables para configurar la información estadística por sexo

1.

Información General: 1.1. Membresía por sexo en las cooperativas, Absoluto y relativo 1.2. Funcionariado por sexo, Absoluto y relativo. 1.3. Condiciones para la afiliación, vigentes en los estatutos. 1.4. Tenencia de la tierra por sexo, en el caso de las cooperativas agrícolas. 1.5. Acceso a la cooperativa a través de la entrega del producto y su cuantificación por sexo.

1.6. Hay Afiliadas que no tienen tierra y estregan producto ¿Hay mecanismos en los estatutos para que esto suceda?

1.7. Hay Afiliadas que tienen tierra y la persona que entrega el producto es el esposo, hijos u otra persona del círculo familiar.

1.8. Describa cuál es el sistema para asignar los excedentes. 1.9. Describa si hay condiciones para tener acceso a la participación en las juntas directivas

81


En caso de que la cooperativa cuente con estos datos y se haga la segregación por sexo es importante contar con:

1.10. Estado civil por sexo 1.11. Número de hijos. 1.12. Número de dependientes. 1.13. Niveles de educación por género. Es importante esta información porque en la mayoría de los casos son aspectos que influencian la condición económica de las mujeres especialmente en condiciones cuando las mujeres son jefas de hogar. Por otro lado, es importante que estos datos estén perfectamente adaptados al sector económico al que pertenece la cooperativa según esta sea del sector productivo agrícola, industrial, o del sector financiero, o también del sector de servicios.

2.

Indicadores para medir el Acceso a la dirección y niveles de participación. 2.1. La asamblea: Asistencia a la asamblea por sexo. • • Estrategias y condiciones de asistencia y participación de la convocatoria a la asamblea.

Observar la asistencia por sexo a lo largo de 5 años para ver cómo está evolucionando.

Diferenciar la información entre asamblea ordinaria y asamblea extraordinaria para comparar la asistencia por sexo.

• Pueden revisarse en los tres últimos años las asambleas extraordinarias. • Número de votantes por sexo. • Condiciones para formar el Quórum de la asamblea. • Mecanismos para la elección de delegados/as 2.2. Conformación de directivas: Porcentaje de mujeres y hombres en el Consejo de Administración y • en los demás Comités; Educación, Vigilancia, y otros como crédito bienestar social, electoral etc.

82


• Condiciones establecidas para la elección de los y las directivos/as 2.3. Participación en la Asamblea (Votaciones) Número de asistentes por sexo. • • Porcentaje de asistentes por sexo • Composición por sexo de las ternas para las elecciones en asamblea. • Requisitos necesarios para poder ser candidatos/as. • Elegidas/os a los cargos por sexo en el Consejo de Administración, Comité de Vigilancia y Educación y algún otro comité que sea elegido en asamblea.

Para observar cómo ha evolucionado la composición por sexo de los órganos de dirección debería conseguirse los datos del ejercicio de estos comités por género a lo largo de 5 últimos años.

3.

Lenguaje género sensitivo, información e imagen. 3.1. El Lenguaje con perspectiva de género, donde se construye las expresiones tanto verbales o escritas usadas en la organización deben incluir expresamente a las mujeres. Ya que, en el lenguaje usual, el español, las expresiones en su mayoría son masculinas y nada más se deriva intuitivamente la presencia de las mujeres. Para caracterizar esta condición del lenguaje, se cita seguidamente un ejemplo: En todas las cooperativas e inclusive en los marcos legales que no han sido renovados recientemente, se habla de los asociados aun cuando hay un 70% de mujeres en la cooperativa. Esto sucede en todo el movimiento, pero el caso que llama la atención son las cooperativas con mayor membresía donde hay una mayoría de mujeres según el Censo Cooperativo. La sugerencia para resolver esta forma de invisibilización que genera discriminación es que se usó la palabra membresía donde están incluidos los dos sexos o también según las sugerencias de las expertas en lenguaje genero sensitivo, es que se ponga las personas Asociadas que también incluye los dos sexos o la última opción es los y las Asociados/as. Las cooperativas deben manejar esta condición del lenguaje en todas sus definiciones publicaciones y prácticas cooperativas.

83


3.2. En la Información e imagen las cooperativas deben manejarse también con perspectiva de género, lo que implica asegurarse y garantizar la presencia de las mujeres cooperativistas asociadas en toda la documentación y otros tipos de información que debe construirse contando con las estadísticas y los indicadores antes señalados en este mismo documento. Acciones y publicaciones que se desarrollan en el quehacer de la cooperativa en toda la contextualización y conjunto de su estructura y accionar institucional.

3.3. Incorporar la perspectiva de género en todas las definiciones y planes institucionales. Según la naturaleza de la organización, esta tendrá diferentes espacios en donde se pueda incluir la perspectiva de género, de tal manera que pueda manifestarse públicamente en este sentido, ya sea en actividades o publicaciones. A manera de ejemplo, señalamos la planificación, los estatutos, las políticas de personal, los reglamentos de funciones, entre otros.

3.4. En tal sentido, las publicaciones de la organización deben ser generadas con un análisis previo a su publicación y divulgación, donde se consideren datos que involucren la participación y aporte de las mujeres, sus agendas, los indicadores y demás actividades y definiciones que tenga la organización en este tema incluyendo el lenguaje inclusivo. Este es el mecanismo que permite operatividad el proceso donde se hacen efectivas visibilizando las acciones en función de la igualdad.

3.5. Fundamentación de la perspectiva de género con los marcos legales. Se deben dar a conocer y si se aplican las leyes nacionales e internacionales a favor de los derechos de las mujeres. Esto apoya la fundamentación de una práctica de la organización con perspectiva de género y que avanza hacia la consecución de la igualdad. La Alianza cooperativa Internacional desarrolló un documento en el cual se plantean la metodología y estrategias para conjugar las leyes cooperativas con las leyes sobre derechos humanos y los acuerdos internacionales que están ratificados en Costa Rica. Se recomienda además, conocer y revisar la publicación de la Alianza cooperativa Internacional en las Américas (Propuesta metodológica para el análisis de la legislación cooperativa con perspectiva de género).

84


ANEXO 1 DE ESTE DOCUMENTO Condición y posición de las mujeres: Condición. Estado en el cual se encuentran las mujeres, se refiere a las condiciones socioeconómicas.

• • • •

Pobreza Falta de educación y de capacitación. Excesiva carga de trabajo Falta de acceso a los recursos y al conocimiento tecnológico.

Posición. Ubicación social y económica de las mujeres con respecto a los hombres. Intereses. Hay dos tipos de Intereses. •

Aquellos que se derivan del hecho de que a las mujeres le son asignadas ciertos roles por la división sexual del trabajo.

Aquellos que se originan porque las mujeres en su conjunto tienen acceso desigual a los recursos y el poder.

EL FORTALECIMIENTO DEL LIDERAZGO DE LAS MUJERESY SU CONSECUENTE EMPODERAMIENTO El fortalecimiento del liderazgo de las mujeres en las cooperativas implica a la vez varias acciones para lograr un ejercicio efectivo que les permita:

Mantener su autonomía como personas en términos políticos, ideológicos y económicos.

• •

Generar gestiones para la igualdad a través del cumplimiento de su agenda. Fortalecer la sororidad entre mujeres desarrollando instrumento que unan la acción de las mujeres.

85


Generar la organización de mujeres en las cooperativas como los comités de género o grupos de estudio y gestión de la agenda.

Consolidar sus capacidades de negociación en función de la igualdad de género como punto clave de una participación con principios por la igualdad.

Desarrollar sus capacidades a través de varias estrategias:

• • •

Recuperando su experiencia. Deconstruyendo su formación tradicional de sumisión y entrega. Manteniendo procesos de conocimiento y capacitación para el desarrollo de sus capacidades.

Asumiendo el aprendizaje de temas claves tanto en términos de la igualdad de género como de la filosofía cooperativa y la gestión empresarial.

Generalmente, el trabajo, la participación y el aporte de las mujeres así como el ejercicio de su liderazgo están invisibilizados, tanto en lo doméstico como en lo público; esto por el carácter de los papeles a los que tradicionalmente tiene acceso y por la división sexual del trabajo. Es a partir de estas dos situaciones, que por lo general, las mujeres quedan sin acceso al poder y por lo tanto al protagonismo y la toma de decisiones. Esta invisibilidad, además, está reforzada por los mandatos sociales de género que las mujeres cumplen como parte de su identidad adquirida en la socialización. En consecuencia, cuando una organización se ha propuesto contar con la igualdad de oportunidades, implica que las mujeres desarrollen y ejerzan un liderazgo alternativo, rescatando en todas sus prácticas el empoderamiento y dejando visible su participación. Las Alianzas entre mujeres fortalecerán el cumplimiento de sus necesidades e intereses. Esas Alianzas se pueden realizar entre las cooperativas y en los organismos de segundo y tercer grado; como son los comités nacionales de mujeres cooperativistas, pero también las alianzas pueden concretar y fortalecer la gestión por la igualdad de género con organizaciones de mujeres de la sociedad Civil y del Estado en cuanto estas alianzas se dan para cumplir con los mandatos de los acuerdos internacionales ratificados en el país.

86


También deben estar vinculadas con las redes a nivel latinoamericano, mundial con el Comité Regional de Equidad de Género de Cooperativas de las Américas CREG y de la Consejo Regional de Igualdad de Género CCC-CA. En función de la organización, en cada cooperativa se debe organizar un comité de mujeres, o género que funcionaría igual que los otros comités de la organización, similar al comité de educación y que sería el responsable de llevar adelante los lineamientos por la igualdad de género junto con las instancias operativa encargada de ejecutar el plan operativo que se derive del plan estratégico o de la política para la igualdad de género y de la agenda de mujeres. Por otro lado, y en función del fortalecimiento del liderazgo de las mujeres el comité de educación también debería asegurarse de contar con perspectiva de género tanto en sus contenidos, metodología y presupuestos. Debería tener un plan anual para la igualdad de género que ponga en ejecución los lineamientos en esta materia y asegure la transversalización de género en toda la capacitación de la cooperativa en la cual deben incluirse a los hombres para la sensibilización en este tema.

Características Metodológicas de la capacitación para el fortalecimiento del liderazgo El CENECOOP R.L. ha sido una institución pionera en el desarrollo de alternativas de capación, en función de la igualdad de género, en la cual no solo se incrementó la experiencia, sino que se desarrolló el esquema de Fortalecimiento psico-social del liderazgo de las mujeres. Entre las características de esta capacitación que aumentó la participación de las mujeres en los espacios de dirección hay que rescatar lo siguiente: • El sentido de proceso, porque las acciones de capacitación que no tienen sentido de proceso no generan los cambios necesarios en las conductas de las mujeres para hacer efectivo su liderazgo. La continuidad y la integralidad de la capacitación es determinante para obtener los cambios que les dan a las mujeres el empoderamiento y autonomía para gestionar sus agendas.

87


La convivencia que se da en las capacitaciones genera solidaridad y empatías entre las mujeres. Esto permite el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y también la generación de organizaciones, en función de las necesidades e intereses de las mujeres. Como ejemplo, tenemos la Constitución de la Asociación de Mujeres en Cooperación para el Desarrollo (AMUCOODE) que ha gestionado procesos efectivos para el logro de la igualdad con fondos generados desde la cooperación para el movimiento cooperativo y con el apoyo de WE EFFECT – Centro Cooperativo Sueco y otras organizaciones.

1. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Entre las conclusiones que se pueden sacar después del recorrido por los esfuerzos y las experiencias realizadas para lograr la igualdad de género en las cooperativas, consideramos que es importante rescatar el planteamiento que le ha dado una lógica al trabajo realizado en el desarrollo de los procesos y en la búsqueda permanente de la coherencia en donde se demanda compaginar los siguientes elementos:

Los postulados de la filosofía cooperativa, sus valores y principios, los planteamientos reivindicativos de las mujeres y el logro de la igualdad de género, aplicados de manera consecuente dentro de un espacio empresarial y de democratización económica, para conjugar el cooperativismo y la economía social y solidaria.

Este planteamiento dio importantes resultados en función de la igualdad, especialmente desde 1996 hasta la primera década del nuevo siglo, en donde además, se logró una apertura del cooperativismo y participación de las mujeres cooperativistas con el conjunto del movimiento de mujeres a nivel latinoamericano y mundial, mediante la participación activa en la conferencia de Beijing y los compromisos que allí se generaron y que quedaron como podemos apreciar en la propuesta de la Plataforma de acción de las mujeres cooperativistas en el continente americano.

Por otro lado, los hitos históricos permiten detenernos a comprender una gran cantidad de avances; por lo que se debe considerar la importancia de fortalecer los procesos emprendidos, para consolidarlos aún más, ya que en muchos casos encontramos una tendencia a permanecer en lo establecido, sin considerar las estrategias que son claves para avanzar.

88


El camino trazado debe tener sentido de proceso y de manera permanente, con el fin de fortalecer su institucionalización con avances que sean puntos de partida para nuevas etapas que ya están establecidas en el cumplimiento de las agendas. Ya que los cambios que se dan en muchos casos; han provocado una reiteración de los planteamientos que no han permitido avanzar en la dimensión que podría lograrse por el desarrollo y empoderamiento de las mujeres que se ha dado a nivel país. Costa Rica tiene una importante posición en cuanto al cumplimiento de los acuerdos internacionales ratificados en el país y a sus prácticas por el respeto a los derechos humanos y en esa medida los alcances que tenemos a nivel de la igualdad de género. Hay una evidente necesidad de fortalecer el trabajo de sensibilización masculina para con la igualdad de género a todo nivel; tanto en la base de las cooperativas como en los organismos de integración, ya que tenemos una fragilización en cuanto al objetivo del acceso de las mujeres a la dirección. En esta última conformación de las juntas directivas de los organismos de segundo y tercer grado hay una mayoría masculina incluso disminuyendo la representación de las mujeres en esas entidades de lo que se había logrado en la estructuración por género de esas entidades en los pasados procesos de elección. En este sentido, es importante señalar que el CENECOOP es la excepción, ya que tiene la representación de las mujeres requerida y la ha mantenido desde varias elecciones pasadas. En función de lo recopilado, es importante que entre los temas por incluir, en términos de la capacitación y de fortalecimiento del liderazgo, que se incluya el uso de la tecnología. Este tema tiene un carácter urgente, ya que la inclusión de la tecnología facilita nuevas formas de comunicación y alternativas en la gestión del empoderamiento y consecución de los derechos de las mujeres. Pero para eso es necesario que las cooperativas incluyan esta opción como una práctica que está legitimada en su institucionalidad facilitando estrategias de comunicación y toma de decisiones a ese nivel. Las Cooperativas siguen representando una fuente importante en la generación de empleos y autoempleos; empero, es urgente contar con herramientas que garanticen la transversalización de la igualdad de género en todos los niveles, tomando medidas para mejorar la representatividad de las mujeres en los órganos de toma de decisiones al interior de las cooperativas. Después de los esfuerzos y las experiencias realizadas para lograr la equidad y la igualdad de género en las cooperativas.

89


CENECOOP CENECOOP R.L. Crecemos Juntos

www.cene.coop info@cene.coop Teléfono 2528-5820 San José, Costa Rica


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.