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MESA DIRECTIVA LEOPOLDO CERVANTES-ORTIZ, presidente RUBÉN J. ARJONA M., vicepresidente EVANGELINA CORONA C., secretaria FRANCISCO J. PELÁEZ, pro-secretario RODOLFO ESPINOSA C., tesorero SILFRIDO GORDILLO B., pro-tesorero COMISIÓN DE VIGILANCIA EULALIO AGUILAR C., JORGE DUEÑAS, JORGE HID FERNÁNDEZ COMITÉ EDITORIAL IVÁN EFRAÍN ADAME A., Buenos Aires, Argentina ARTURO ARCE VILLEGAS, Chicago, EU (Editor web) MARIANO ÁVILA A., Grand Rapids, Michigan, EU EVA DOMÍNGUEZ SOSA, Toluca, México ISRAEL FLORES OLMOS, Toluca, México DAN GONZÁLEZ O., Buenos Aires, Argentina VÍCTOR HERNÁNDEZ R., Barcelona, España SERGIO HERNÁNDEZ PARRA, Irapuato, México AMPARO LERÍN CRUZ, Toluca, México FRANCISCO LIMÓN C., Xalapa, México GABRIELA MIRANDA, San José, Costa Rica RUBÉN MONTELONGO, Toluca, México SALATIEL PALOMINO LÓPEZ, Chicago, EU ELISEO PÉREZ ÁLVAREZ, Austin, EU LAURA TAYLOR, Chicago, EU LUIS VÁZQUEZ BUENFIL, Ginebra, Suiza

J U N I O

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http://members.tripod.com.mx/centrob

cbasilea@yahoo.com.mx, centrobasileamx@yahoo.com.mx

EDITORIAL LA PROBLEMÁTICA GLOBAL DEL AGUA • El agua como parte integral de toda la Creación (Un punto de vista protestante) José Luis Velazco M.

LA COYUNTURA POLÍTICA EN MÉXICO • Cristianismo y política

Ariel E. Corpus Flores • El desafío del discernimiento: la fe ante la coyuntura social y política en México Rubén J. Arjona Mejía • Calderón, el candidato neofascista Édgar González Ruiz • Pronunciamiento de un ministro de culto a favor de Andrés Manuel López Obrador • “En México se enfrentan dos opciones al borde del abismo”: Carlos Monsiváis Juan Cruz

IN MEMORIAM DANIEL S. PRINCE ALARCÓN (1951-2006) • “Y si vivimos, para Él vivimos, y si morimos para Él morimos” (Ro 14.7-9) L. Cervantes-Ortiz

ENTREVISTA • “Marx no fue ni padre ni padrino de la teología de la liberación”: Leonardo Boff Juan G. Bedoya

DOCUMENTOS • Desafíos de John A. Mackay para las iglesias presbiterianas de hoy Alberto F. Roldán • Pluralismo y misión. Por una hermenéutica de la alteridad Paulo Suess • Margaret Towner, primera mujer ordenada por la Iglesia Presbiteriana en Estados Unidos Gail Tucker

RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS • La teología indecente: Perversiones teológicas en sexo, género y política, de Marcella Althaus-Reid (I) L. C.-O.

SUGERENCIAS PARA LEER NOTICIAS El Centro Basilea de Investigación y Apoyo, A.C., organizado en julio de 1999, es un organismo ecuménico de inspiración protestante y reformada que busca contribuir al diálogo con todas las tendencias ideológicas, la investigación sobre temas teológicos y sociales, y la solidaridad con las causas sociales encaminadas al mejoramiento humano


.

EDITORIAL

Asimismo, se recoge una entrevista particularmente interesante a Leonardo Boff, cuyas opiniones siempre son

C

on el 2 de julio como referencia inevitable, pues las

dignas de atención. También se incluyen, en la sección

elecciones presidenciales en México han adquirido un

Documentos, la conferencia de Alberto F. Roldán sobre la

carácter inédito por sus características y por la forma en que

relevancia actual del pensamiento de John A. Mackay,

se han polarizado las posturasy las esperanzas de la

presentada recientemente en Argentina, y un texto de Paulo

población, lanzamos este número. Resulta Inevitable,

Suess, de próxima aparición en un libro colectivo. El número

también, no publicar algunos textos relacionados con este

concluye con una reseña sobre La teología indecente, el

proceso, dada su importancia, no sólo para el país sino para

explosivo libro de la teóloga argentina Marcella Althaus-Reid,

todo el continente. ¿Cómo olvidar que uno de los candidatos

profesora en la Universidad de Edimburgo, Escocia, y una

ha sido señalado como posible émulo del presidente

nota sobre la primera mujer que fue ordenada al ministerio en

venezolano Hugo Chávez, con quien incluso ha sido

la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos.

vinculado sin pruebas palpables? ¿Cómo ignorar que la

Resaltamos la aparición de la traducción al inglés del libro

polarización ideológica responde a la necesidad de

El pensamiento económico y social de Calvino, de André

experimentar estos comicios como la oportunidad para que, a

Biéler (coedición del Consejo Mundial de Iglesias y la Alianza

la vez, que se consolide la llamada transición democrática, se

Reformada Mundial, ARM), todo un clásico de la calvinología,

aproveche la oportunidad histórica de dar un giro a la política

que permitirá una mayor divulgación de la vida y obra del

económica que ha regido desde 1982? Con estas preguntas

reformador francés, sobre todo a la luz de las celebraciones

y otras más en mente es que se han incluido los textos de

del 500 aniversario de su nacimiento en 2009, para el cual ya

Ariel Corpues, Rubén Arjona y Edgar González Ruiz, desde

se están haciendo preparativos en varias partes del mundo.

perspectivas analíticas diversas, pero con la idea de aportar

En abril del próximo año, por ejemplo, se llevará a cabo una

elementos para la discusión y el discerimiento. Además, se

consulta patrocinada por la ARM, la Facultad de Teología de

incluye un texto que apareció con seudónimo., pero que

la Universidad de Ginebra, el Centro Reformado John Knox y

refleja una postura con la que tal vez no todos se identifiquen,

la Federación Protestante Suiza, con la participación de 40

pero que refleja una meditación seria sobre la coyuntura

personas de alrededor de 11 países.

actual del país.

Finalmente, nos congratulamos por los 50 años de la

Por otro lado, se presenta la paryticipación del Pbro. José

Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América

Luis Velazco en un foro ecuménico sobre el problema del

Latina (AIPRAL) y por los 150 de la Iglesia Presbiteriana de

agua, así como un sermón-semblanza predicado en ocasión

Colombia. Ambos aniversarios se celebrarán en el marco de

del fallecimiento de Daniel S. Prince Alarcón, compañero de

la X Asamblea General de AIPRAL, en la ciudad de

lucha de años pasados, ex miembro del Presbiterio Juan

Cartagena de Indias, del 9 al 16 de agosto próximos.

Calvino y celoso exponente de una teología contextual.

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LA PROBLEMÁTICA GLOBAL DEL AGUA Este artículo fue presenado en el evento interreligioso organizado por el Centro de Estudios Ecuménicos. Tuvo lugar en la plaza Río de Janeiro el 18 de febrero por la tarde.Participaron católicos, judíos, budistas e hinduistas. Así como representantes de Bolivia y Lesoto, país que vende agua a Sudáfrica pero cuyo pueblo carece de ella. Asimismo, estuvo un representante del grupo en contra de la construcción de la presa La Parota en Guerrero, México.

• EL AGUA COMO PARTE INTEGRAL DE TODA LA CREACIÓN (UN PUNTO DE VISTA PROTESTANTE) Mtro. José Luis Velazco M.

E

ntre los miles de millones de galaxias, sistemas solares y planetas, el planeta Tierra—hasta donde sabemos hoy día---es el único que sostiene formas maravillosas de vida biológica y vegetal, desde las formas microscópicas hasta las más complicadas como la vida inteligente de los seres humanos. Los Evangélicos Protestantes, como muchas otras expresiones de fe, creemos que toda la Creación y la Vida en todas sus formas tienen su origen en un Creador(a). El agua como don de Dios y la naturaleza Afirmamos que este Creador(a) bondadoso(a) es el Dueño(a) del Universo, incluida la Tierra y todo lo que hay en ella, así como de otros universos aun desconocidos por nosotros: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra; y la tierra estaba desordenada y vacía…” (Gn. 1.1-2) Pero de ese desorden, el Espíritu de Dios que se movía sobre las aguas, creó este delicado eco-sistema universal que llamamos “La Tierra” apto para sustentar la vida y del cual El Creador (a) es el Dueño(a) (Salmo 100). Esta Tierra es nuestra Casa, nuestro oikos, prestada a los seres humanos para cultivarla, cuidarla y para disfrutarla con todo lo que hay en ella: lo que llamamos el reino animal, el reino vegetal y el reino mineral del cual el agua es parte integral. En este caso los seres humanos somos como mayordomos responsables y encargados de este maravilloso Eco-sistema-tierra. (Gn.2.15). En ese contexto, vemos el agua, creada por Dios, o la Naturaleza, como dicen otros, es un don al que tienen derecho todas las formas de vida sobre el planeta. En un estado ideal, por tanto, nadie debería apropiarse de los manantiales, los ríos, los lagos y el agua congelada de las montañas y de los polos así como nadie puede apropiarse de los mares y océanos. Por tanto, el agua para el sustento de los seres humanos es un don al cual se debe tener acceso como un derecho inalienable, es decir no negociable. Hacer lo contrario contradice el orden de la Creación. En este caso, no podemos tratar el agua primariamente como una mercancía. Por eso nos solidarizamos con todos los que luchan en defensa del agua. Su acceso y distribución deberá ser equitativa, suficiente y saludable para todos. Pero como

mayordomos o encargados de esta Casa llamada Tierra, tenemos la obligación de no desperdiciar el agua, pagar costos proporcionalmente justos---el que tiene más que pague más, el que menos tiene que pague menos—pero a la vez hacerla accesible a los que nada tienen. Solamente así el agua será para el bien de todos! El agua y toda la creación —su dimensión sagrada Otra realidad fundamental desde la perspectiva de la fe, el universo y esta casa o ecosistema llamado Tierra, también tiene algo de sagrado pues también es la Casa del Creador. Como dice uno de nuestros teólogos, casi todas las tradiciones religiosas sostienen que la Creación entera esta impregnada de la presencia de Dios. En la Biblia leemos que “Toda la Tierra está llena de su gloria…” (Is.6. 3) Todo lo creado es una manifestación de su inteligencia, poder y bondad. Esa perspectiva le da carácter espiritual y sagrado a toda la Creación, a la tierra, al agua, a los bosques, a todas las formas de vida. Por esa realidad, frente a un proceso de destrucción masiva de la naturaleza, tenemos que ponderar en esa dimensión sagrada de todos los eco-sistemas---esa dimensión de admiración, respeto y amor a toda la Creación algo así como las culturas Indígenas de nuestros pueblos han compartido una y otra vez con nosotros su visión de lo sagrado del agua y de la tierra, pero que por nuestra visión materialista y mercantilista hemos perdido---todo lo desacralizamos y sólo queremos sacarle provecho económico. Leyes equitativas para sustentabilidad de la vida La palabra Casa en el idioma griego es oikos. Esta es la raiz de las palabras economía, ecología, eco-sistema y ecumenismo, Para esta Casa—eco-sistema llamado Tierra, necesitamos leyes y reglamentos que garanticen su sustentabilidad. Cualquier casahogar necesita un mínimo de reglas para poder vivir coordinadamente en beneficio de todos. Así en la Casa-Tierra necesitamos una eco-nomía ( eco-casa-nomos-leyes) que garanticen el bien de todos los seres humanos y formas de vida. Por eso damos la bienvenida a legislaciones que tengan como objetivo fundamental la preservación de la vida en todas sus formas del presente para bien de todos y de generaciones por venir. Damos la bienvenida a leyes y reglamentos ecológicas. Es decir, leyes razonadas, lógicas a favor de todos los delicados ecositemas, especialmente los que garanticen la continuidad de las fuentes productoras de agua dulce, pensando primariamente en las necesidades de los pueblos y no de las embotelladoras de agua nacionales y trans-nacionales. En ese contexto respaldamos la demanda e iniciativa de varios sectores de elevar a rango constitucional el derecho primordial e inalienable al agua. Aunque el Foro Mundial del Agua reconozca el agua como derecho humano, respaldamos el derecho social contra la privatización de manantiales, ríos y lagos con fines lucrativos. Ecumenicidad y diálogo más allá de actos religiosos A la vez, llamamos a las comunidades religiosas, culturales y sociales a desarrollar una conciencia de carácter ecuménico al interior de las iglesias, asociaciones religiosas de cualquier credo y

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. asociaciones sociales altruistas a favor de toda la creación. La finalidad sería unirse en la tarea de desarrollar una cultura del buen uso del agua. Esto, a su vez, conllevaría acciones prácticas tales como la limpieza de nuestro medio ambiente no tirando basura ni elementos tóxicos en las calles, parques, campos y playas, limpiando de desperdicios, basura y contaminantes a los arroyos, ríos y lagos, así como desarrollando programas anuales de reforestación de parques citadinos, parques nacionales, colinas y montañas --¡Hay árboles porque llueve y llueve porque hay árboles! Dice un dicho popular. Abogamos por un diálogo interreligioso a nivel local, nacional e internacional so-bre la práctica de la justicia que traerá como consecuencia la paz y la defensa de la integridad de toda la Creación, tal como recomendó el Consejo Mundial de Iglesias en su Sexta y Séptima Asambleas en Vancouver y Seúl (1983 y 1990 respectivamente) al ver amenazados todos los ecosistemas por la ideología depredadora emergente del neoliberalismo. En lugar de choque de religiones y choque de civilizaciones respaldamos “el diálogo de civilizaciones” propuesto a las Naciones Unidas en 1998 por Mohamed Hatami, ex-presidente de Irán, propuesta a la cual hicieron poco caso los países occidentales. Tal vez se hubiera evitado la tragedia del 9/11, 2001. El diálogo sobre la justicia, la paz y la integridad de la creación se hace cada vez más necesario dada la amenaza globalizada de guerra imperial. Seguiremos luchando por el derecho al agua pero en el contexto de la lucha por la práctica de la justicia, la paz y la integridad de toda la Creación desde el nivel local hasta el nivel global.

Los polos helados de la Tierra antes que sea demasiado tarde! ¡Así lo dicen las aves, los peces y las bestias salvajes, Las águilas, las gaviotas y los pingüinos. ¡Nuestra casa, la Oikoyumene —toda la tierra habitada, ¡Nuestra casa, la Casa de Dios está a prueba y en peligro! ¡La Vida, tú y yo estamos en peligro! ¡Despertemos! Algunos datos proceden del libro Earth Community, Earth Ethics, de Larry R. Rasmussen, Maryknoll, Orbis Books, 1996, y paráfrasis del poema de Maya Angelou, del mismo libro, y varios artículos de La Jornada.

Clamor de la Creación entera Hay un anhelo verdadero, urgente de escuchar el clamor de toda la Creación Que gime con dolores indecibles como de parto! Hay un grito de la naturaleza cuyo canto alegre de las aguas se convierte en En llanto triste, en lamento que sube hasta los cielos! Así lo dicen los nativos de Norteamérica, Los nativos tarahumaras, zapotecos, tzotziles, tzeltales y tojolabales, Los mazahuas, y otomíes de nuestra tierra. Así lo dicen los mapuches, guaraníes y aymaras de Sur América. Hay necesidad urgente de atender y Responder al grito agonizante de la naturaleza: La destrucción de bosques, la polución del medioambiente, Destrucción del ozono, la contaminación de ríos, lagos y océanos, la destrucción de eco-sistemas donde nace el agua dulce, Sustento de la vida! Así lo dicen los de Islam, los budistas, los hindúes y shintoístas; así lo dicen los católico-romanos, los ortodoxos, evangélicos protestantes y judíos y aun los que No profesan ninguna fe religiosa. ¡Salvemos la tierra, el aire, el agua, los bosques y los mares y

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LA COYUNTURA POLÍTICA EN MÉXICO • CRISTIANISMO Y POLÍTICA Ariel E. Corpus Flores Ariel Corpus es pasante de la licenciatura en Ciencias Históricas, co-fundador de la Red Mexicana de Estudios sobre el Protestantismo; miembro de la Iglesia Nacional Presbiteriana Universal de Cristo; participó en el seminario de investigadores del Departamenteo Ecumènico de Investigaciones (Costa Rica) en 2005. A modo de introducción Debido a que nos encontramos a unos días de las elecciones presidenciales, que serán sin duda cruciales en el desarrollo de México, es necesario comprender el papel de la Iglesia Protestante en la política con la finalidad de tomar una posición respecto a esta forma de actividad, pero ante todo para entender los proyectos de los partidos y cómo es que se puede aportar para que el país marche hacia un mejoramiento en lo económico, lo político y lo social. Empecemos por preguntar, ¿qué papel juegan los creyentes evangélicos en los procesos políticos? además de ¿es compatible el cristianismo evangélico con la política? y ¿se debe de participar abiertamente apoyando a un candidato? Sobre estas preguntas reflexionaremos brevemente desde dos perspectivas: primero, a modo de intento, desde las ciencias bíblicas, es decir, una interpretación del papel de los actores testamentarios y de Jesús referente a la participación política; y, secundariamente, desde la ciencia histórica que nos da el panorama de cómo actuaron los evangélicos en determinada coyuntura política. La voz neotestamentaria Ciertamente Jesús mencionó una frase que se ha usado para mostrar cierta distancia hacia la participación política: “Dad, pues, al Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22.21) Esta conclusión de Jesús acerca del tributo puede causar el total desinterés respecto a la política, sin embargo, muestro un desacuerdo que Jesús da un mandato a distanciarse de la compresión y actuación en los procesos políticos, puesto que si esto es así, el evangelio por Él predicado y representado no tendría verdadera integridad en el ser humano y su alcance salvífico sería muy limitado. Un evangelio integral es aquel que tiene eficacia en todas las áreas de la vida, desde lo personal hasta lo comunitario. Recordemos así que en el gobierno del Antiguo Testamento, en el pueblo judío no existía una separación entre lo civil y lo religioso, era en gran medida un gobierno teocrático dirigido por la clase sacerdotal. Cuando los judíos fueron hechos prisioneros por diversos grupos no hicieron otra cosa que adecuar su praxis religiosa a su situación, pregonando la libertad como esperanza para su sobrevivencia como pueblo. Igualmente la religión, como lo

dice Santiago, es: "visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones..." (Stg. 1.27), lo que implica desarrollar una pastoral que tenga alcance social. La práctica emanada del discurso bíblico invita a desenvolver una praxis en un tiempo y espacio, lo que significa el mandato bíblico: "id, y haced..." (Mt. 28.19) puesto que el evangelio aborda todos los tramas y preocupaciones de la realidad social. El desinterés hacia lo que hemos denominado como realidad social, es decir, lo que pasa a nuestro derredor, es un síntoma del alejamiento de ser sal y luz de la tierra (Mt. 5.13-16), además, dejar de ser la voz profética de Dios ante la injusticia, la exclusión, etc.. Puesto que el evangelio es esperanza, ésta no sólo incluye la “salvación” de un infierno, sino que profundiza en la integridad del ser humano, es decir, la esperanza de una realidad donde exista menos explotación, la esperanza de una realidad donde exista justicia y equidad, la esperanza de respeto y aceptación hacia otras formas de entender y conducirse en la vida, la esperanza de ser un país donde se gobierne para el servicio del pueblo y no para los intereses de unos cuantos. Ciertamente la política en la actualidad a dejado de ser un debate de propuestas y soluciones, y se ha llevado al plano de combate absurdo, donde los candidatos gastan tremendas sumas de dinero en la descalificación. De igual modo, la política a dejado de ser una lucha con ideología y se a convertido en un circo ambulante, donde los actores pasan de partido en partido sin importar que las propuestas sean eficientes y favorecientes al contexto. Con esto, buscan satisfacer los intereses de los grupos de poder, en lugar de luchar por un bien social. En el tiempo de Jesús, existía algo similar, puesto que se encontraban diferentes facciones; fariseos, herodianos y nacionalistas como los iscariotes entre otros. La analogía va en relación a la clase sacerdotal, puesto que su interés era mantener su status quo, y la garantía de sus privilegios, olvidando que el sacrificio del holocausto representaba la salvación integral y que la celebración de la pascua la liberación por la salida de Egipto donde eran explotados y oprimidos. Para los sacerdotes, no existía un verdadero compromiso con el pueblo al cual debían de servir como ministros de Dios. Jesús les hizo saber esto cuando les llamó a los escribas y fariseos: “sepulcros blanqueados...por dentro están llenos de huesos muertos y de toda inmundicia” (Mt. 23.27), ya que él mismo demandaba la falta de una verdadera vocación de servicio. Es importante señalar la necesidad de un buen método para abordar los textos bíblicos, aún en aquellos que se han denominado como disidentes, acerca de la práctica política, esto con la finalidad de que no caigamos en interpretaciones superfluas y literales. Hay muchos pasajes más que nos pueden dar herramientas de la relación del pueblo judío con la realidad política de su tiempo en ambos textos testamentarios, sin embargo, citarlos sería redundar en lo que se quiere decir: la práctica liberadora del evangelio es integral y aborda todos los dilemas de un tiempo y espacio, incluyendo la participación política. La ciencia histórica también nos abre el panorama de la actuación de los cristianos evangélicos y su participación en un mundo de carne y hueso. Karl Barth, teólogo protestante suizo, en el contexto de la segunda guerra mundial hablaba sobre la

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. necesidad de comprender que la Iglesia a pesar de ser un don de Dios, está inserta en una situación humana y terrena siendo parte de la historia. Es por eso que la historia nos permite proyectar una misión hacia el futuro, además, que su enseñanza sea adecuada para responder a necesidades concretas de la sociedad, formando y forjando una praxis cristiana desde nuestro contexto. La voz de la historia A pesar de la laicidad del Estado mexicano, la participación de las instituciones religiosas y de creyentes a sido importante para la consolidación de este después de la Revolución de 1910. Seamos creyentes o no, debemos de reconocer la importancia que las instituciones religiosas han tenido en el país, con esto, no se puede omitir la participación de grupos católicos, quien desde la época colonial a intentado generar una relación de poder por medio de la política, y en la actualidad mediante el conocido Yunque, del cual muchos políticos son parte y abiertamente han mostrado sus intereses en el “asalto” a un conocido partido político. Sin embargo la participación de otras agrupaciones religiosas y en este caso de los protestantes no a sido nula, pues eso abordaremos a continuación. A finales del siglo XIX, sobre todo a partir de la segunda mitad, se proclaman una serie de leyes que beneficiará la incursión de misiones que representan a las iglesias protestantes estadounidenses, principalmente: bautistas, metodistas, congregacionales y presbiterianos, más adelante se unirán a esta lista discípulos de Cristo, pentecostales, entre otros. Para la década de 1870, siendo presidente Benito Juárez y enseguida de él, Lerdo de Tejada, las iglesias protestantes pudieron establecerse gracias a el beneficio que en ambos gobiernos se le presentaron, pero también gracias a su proyecto educativo. En este último, la intención de las escuelas protestantes, además de la “regeneración moral”, era formar individuos preparados y participativos en la sociedad. Con la llegada al poder del general Porfirio Díaz (1876), el respeto a los protestantes continuaba, Sin embargo la política de reconciliación de Díaz con la jerarquía católica causaba inconformidades en aquellos grupos protestantes que buscaban el bien común y no los privilegios a ciertos sectores. Aún así, el proyecto educativo protestante se desarrolló con más empuje, puesto que después de más de 30 años de labor educativa podemos encontrar cristianos que fueron importantes en las acciones revolucionarias; pastores, estudiantes, laicos y demás. La preparación que les brindaron las escuelas protestantes les dio iniciativa para adherirse a la lucha pre-revolucionaria como es la participación en los clubes liberales principalmente, y postrevolucionaria en el congreso constituyente y en los gobiernos revolucionarios. A pesar de lo que significó la lucha en los campos de batalla, la fe de estos protestantes no decayó, ni mucho menos se tuvo que esconder. Su manera de entender su fe en defensa de sus derechos y de una ideología, habla y nos da la seguridad de que gran parte de los primeros evangélicos en México no fueron actores pasivos en los procesos sociales y políticos, sino que actuaron abiertamente en esta coyuntura de 1910. Ya los trabajos de

investigadores han dejado claro esta intervención, participación que les ha negado un par de párrafos en la historia oficial. El trabajo que marcó un hito importante en la investigación acerca del protestantismo en México es el de Jean Pierre Bastian: Los disidentes. Sociedades protestantes y revolución en México: 18721911, publicado por el Fondo de Cultura Económica y el Colegio de México, donde precisa la incursión de las misiones protestantes en México y su activismo político junto al liberalismo radical. Asimismo no podemos descartar trabajos importantes como los de Carlos Mondragón quien estudia las ideas protestantes en América Latina, Rubén Ruiz Guerra, quien se enfocó al metodismo y su aportación a la modernidad, Carlos Garma quien presta gran atención al pentecostalismo en la ciudad de México, entre otros, quien han producido material escrito de gran trascendencia. A modo de conclusión; la invitación combativa La invitación es en referencia a generar una practica religiosa integral que aborde todas las situaciones de la vida cotidiana. La participación como actores políticos no es descabellada, puesto que es una invitación de Dios, cualquiera que sea nuestra visión de Él, que se representa en los textos testamentarios y en la luz del pasado. Hay exigencia de un evangelio que integre todas las necesidades sociales, la práctica liberadora del evangelio tiene que impregnar desde los grupos de base hasta las instituciones puesto que esto se requiere. México a unos días de las elecciones presidenciales pasará por trances difíciles, sobre todo en la lucha del grupo empresarial contra el populismo, y la ultraderecha contra un candidato de centro izquierda. Con esto, nos encontramos ante tres paradigmas; la oportunidad de tener un gobierno de centroizquierda que simpatice con las izquierdas latinoamericanas en contra de un enemigo en común que intenta con sus políticas exteriores apropiarse de los medios de producción; volver al cacicazgo; o mantenerse en la peligrosidad que representa la ultraderecha institucionalizada, y detrás de ello el poder del yunque, que limite las conciencias de los individuos mediante políticas públicas moralistas y privilegios a sectores “elegidos”. Para terminar, agrego que la invitación combativa empieza por generar una práctica desde lo comunitario, que genere la participación de la Iglesia como comunidad inclusiva trabajando desde bases, pero sin caer en los fundamentalismos, sino en constante diálogo con otras formas de percibir la realidad. De igual manera no se debe de caer en el error de hacer del cristianismo el modelo, sino que el cristianismo aporte a la formación de generaciones para crear nuevos modelos económicos, sociales y políticos más justos, equitativos y solidarios.

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• EL DESAFÍO DEL DISCERNIMIENTO: LA FE ANTE LA COYUNTURA SOCIAL Y POLÍTICA EN MÉXICO Rubén J. Arjona Mejía Este texto forma parte del libro de próxima aparición Vida plena para toda la creación, editado por Sergio Bertinat, René Krüger y Gerardo Oberman, auspiciado por la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL) y el Instituto Universitario ISEDET, que se presentará en la X Asamblea General de AIPRAL, a celebrarse en agosto próximo, en Cartagena, Colombia.

E

n América Latina 213 millones de personas viven en la pobreza; de éstos, 88 millones viven en condiciones de pobreza extrema. Además, todo esto va de la mano con una alarmante y creciente desigualdad. América Latina es hoy la región más desigual del mundo. El caso de México es francamente escandaloso. Alrededor del 40% de la población mexicana vive en condiciones de pobreza extrema. Paradójicamente, el tercer lugar de la lista de los millonarios del mundo publicada por la revista Forbes, lo ocupa un mexicano con una fortuna de 30 billones de dólares. Esta situación ilustra el más grave problema del México contemporáneo: la alarmante, lastimosa y creciente desigualdad. Este México desigual está además inmerso en una coyuntura política que está polarizando a la sociedad. Como se recordará, el año 2000 marcó el inicio de una nueva etapa en la historia política de México. Por primera vez después de setenta años, el PRI (Partido Revolucionario Institucional) perdió la elección presidencial frente al candidato del partido de derecha, PAN (Partido Acción Nacional). Hay que decir, sin embargo, que la democratización del país estuvo marcada por un sinnúmero de luchas anteriores, entre ellas, la lucha librada por el Frente Democrático Nacional que aglutinó a diferentes organizaciones de izquierda en 1988. Así pues, el año 2000 fue el año de la alternancia en el poder. La llegada del nuevo gobierno creó un clima de altas expectativas y esperanzas entre la población mexicana. Es cierto que en un lapso breve habría resultado muy complicado modificar las estructuras e inercias de un sistema político profundamente corrompido; sin embargo, también es cierto que el nuevo gobierno careció de la vocación política para convocar oportunamente al diálogo, el análisis y al acuerdo en torno a los grandes desafíos que la coyuntura presentaba. Lamentablemente para el país los grandes acuerdos que el país necesitaba para refundar su estructura social y política nunca llegaron. Hoy, después de ya casi seis años, el país se encuentra en la antesala de la elección presidencial. De cinco candidatos inscritos, tres son los que tendrían posibilidades de llegar al poder: Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Alianza por el Bien de Todos (izquierda); Felipe Calderón Hinojosa, candidato del Partido

Acción Nacional (derecha) y, Roberto Madrazo Pintado del Partido Revolucionario Institucional (centro). Lamentablemente para México la lucha por la presidencia se ha convertido en una lucha mediática basada en la descalificación, y no en una contienda de ideas, argumentos y proyectos. Este fenómeno está generando la polarización y radicalización de posturas entre quienes apoyan al candidato de la izquierda y quienes apoyan al candidato de derecha. Mientras cierto grado de polarización es normal en todo proceso político electoral, la polarización extrema, en una sociedad como la mexicana, puede ser sumamente peligrosa. Además de la creciente desigualdad y el desarrollo de un proceso electoral tenso, el país se ha visto sacudido por acontecimientos recientes en el ámbito laboral. A raíz de una serie de sucesos en la industria minera, algunos sectores del sindicalismo mexicano están iniciando una serie de protestas en contra del gobierno federal, al que acusan de intervenir en la vida autónoma de los sindicatos. Mientras esto ocurre, avanza a lo largo y ancho del país La otra campaña, un movimiento social y político encabezado por representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, busca abrir caminos alternativos al sistema de partidos. A todo ello habría que agregar la tensa relación con Estados Unidos, el vecino del norte, por los temas de la migración, la seguridad nacional y el narcotráfico. Sólo en el tema de la migración hay que recordar que cada año cuatrocientos mexicanos pierden la vida en su intento por cruzar la frontera. En medio de estas circunstancias, el tema vida plena para todos se vuelve urgente y desafiante. ¿Cómo responder al tema en medio de una sociedad desigual y polarizada? ¿Cuál es el papel de las iglesias, particularmente de aquellas pertenecientes a la familia reformada, frente a tales circunstancias? Por muchos años, las iglesias evangélicas en México calificaron los asuntos sociales y políticos como “mundanos”; por ello tradicionalmente se negaron a participar en ellos. La verdad es que con su silencio y aparente apoliticidad los evangélicos contribuyeron a fortalecer la hegemonía del partido de Estado. Aunque algunos sectores siguen insistiendo hoy en la conveniencia de la apoliticidad, otros sectores evangélicos han modificado sus posturas respecto al tema. Sin embargo, como recientemente ha señalado el sociólogo Carlos Martínez García (“Participación electoral de los evangélicos”), muchos de los representantes evangélicos que hoy se acercan a los partidos políticos en nombre de sus iglesias lo hacen a fin de “obtener prestigio y/o beneficios materiales”. A este fenómeno sigue lo que el propio Martínez ha denominado “la tentación de bautizar su opción particular”. Esto significa que los activistas o líderes evangélicos aseguran que es su candidato el que el Señor tiene preparado para la superación de los graves problemas del país. Así pues, algunos sectores de las iglesias evangélicas se están acercado a los partidos políticos con el fin de establecer “lazos de cooperación”, es decir, dádivas o cuotas a cambio de promesas de votos. Estos procesos en nada se diferencian de los convenios que los propios partidos establecen con sindicatos u organizaciones sociales. Y ante estas circunstancias, surge la pregunta: ¿En dónde queda la vocación profética, crítica y reflexiva de los cristianos

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. cuando a cambio de ciertas dádivas se compromete la libertad y la conciencia cristianas? Las iglesias evangélicas, particularmente aquellas que pertenecemos a la tradición reformada, hemos y somos llamadas a andar otro camino. Habría que recordar, en primera instancia, la afirmación del apóstol Pablo cuando nos recuerda que “las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios”… (2 Co. 10:4-5). No se puede destruir fortalezas y derribar argumentos cuando nuestros únicos medios son la imitación de prácticas caducas, corruptas y, por lo tanto, carnales. Si nuestra lucha está en pos de la vida plena para todos, habrá que tomar las armas “poderosas en Dios”. Esto significa que en la vida litúrgica –en la oración, en la predicación y en los sacramentos- debe estar permanentemente presente la lucha por una sociedad que genere condiciones de vida plena para todos. Decididamente, la lucha por la vida plena se libra al interior de las comunidades de fe. Pero esta vida interna será de ínfimo valor si no logra impactar la sociedad a la cual ha sido llamada a ministrar. En este sentido la vida litúrgica cobra sentido y valor sólo cuando logramos ejercitar el don del discernimiento espiritual para responder a la realidad que nos rodea. Se trata, pues, de mirar hacia adentro de nuestra comunidad de fe para poder ver bien hacia fuera. Este es, sin duda, un elemento distintivo de la vocación reformada. El discernimiento, la identificación de la manifestación de Dios en medio de la historia humana, estaba presente en el pensamiento de Juan Calvino, quien señaló el deber de reconocer la intervención de Dios en cualquier ámbito: “Si reconocemos al Espíritu de Dios por única fuente y manantial de la verdad, no desecharemos ni menospreciaremos la verdad donde quiera que la halláremos; a no ser que queramos hacer una injuria al Espíritu de Dios, porque los dones del Espíritu no pueden ser menospreciados sin que Él mismo sea menospreciado y rebajado”. (IRC, I, 2, 15). Esta identificación de la verdad en dondequiera que se hallare no es, de manera alguna, una tarea sencilla. Es aún más compleja cuando recordamos que, según el propio Calvino, la gracia y los dones son dispensados a quien Dios quiere y en la medida que él estima conveniente de acuerdo a sus propósitos. El discernimiento se vuelve particularmente complejo cuando somos llamados a discernir en el ámbito de lo social y lo político. En estos ámbitos son muchas las voces y ofertas que pueden generar confusión; particularmente existe la tentación de imitar, seguir y aceptar las opiniones preponderantes que los medios de comunicación establecen como “la verdad”. En lugar de ello, las mujeres y hombres de fe somos llamados a reflexionar, criticar y analizar de acuerdo a las medidas y recursos que nos han sido dados. Desde la fe, pero también desde las ciencias, las artes y las tecnologías, las iglesias somos desafiadas a responder a las coyunturas que hoy vivimos. Esto implica fortalecer y sistematizar los esfuerzos de análisis y reflexión teológica en torno a los grandes temas sociales, económicos y políticos. En este punto hay que subrayar que los criterios fundamentales para el discernimiento y la acción nos son dados por

las Sagradas Escrituras. Hay que volver a leer, por ejemplo, las profecías de Miqueas, Amós y Jeremías; sus escritos, cargados de imaginación (Brueggeman) e intuición social y política, constituyen una base segura para la toma de decisiones. Hay que volver a leer los Evangelios de nuestro Señor Jesucristo; la opción evangélica por los marginados, en un continente de pobres, sigue siendo pertinente y desafiante. Hay que volver a leer escritos neotestamentarios como la Epístola de Santiago y el propio Apocalipsis; en ellos encontraremos amplio material para establecer diálogos interdisciplinarios con la economía y la ciencia política. La pobreza extrema que afecta a millones de mujeres y hombres en México y América Latina, y la creciente desigualdad en nuestra región, nos exigen hacer un esfuerzo más serio y sistemático por discernir los signos de los tiempos para identificar la presencia del Espíritu de Dios. Es este Espíritu, el Espíritu de la vida, el que sigue generando opciones y caminos para la vida plena; somos nosotros, mujeres y hombres de fe, los llamados a identificar y andar esos caminos. Estos caminos de vida pueden hallarse en los más diversos espacios de las sociedades latinoamericanas. Sin duda, el ámbito de lo político, y particularmente lo político electoral, es sólo uno de ellos. En este sentido, no podríamos ignorar el viraje de varios países hermanos hacia gobiernos de izquierda. Sin aceptar o abrazar acríticamente estas gestiones, lo cierto es que podemos identificar la presencia del Espíritu de Dios, en mayor o menor medida, en estos procesos. Confiamos en que México optará también por andar caminos que le permitan hacer frente, con más eficacia, a la realidad de pobreza extrema y creciente desigualdad que hoy vive. Aunado al discernimiento político-electoral, las iglesias de México y América Latina tenemos el desafío de andar caminos alternativos. En el mundo de los grandes imperios y de las grandes concentraciones de capitales, la alternatividad representa un camino fundamental en la construcción de sociedades más justas y equitativas. Las iglesias, las mujeres y hombres de fe, somos llamados a participar activa y sistemáticamente en la construcción de modelos alternativos, alternativos a los sistemas totalitarios que, por definición, excluyen a muchos de la vida plena.

• CALDERÓN: EL CANDIDATO NEOFASCISTA Édgar González Ruiz * Adital. Noticias de América Latina y el Caribe 22 de mayo de 2006 www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=22627 alderón está llevando a cabo una C campaña mediática con apoyo de empresarios y de los grandes consorcios, en

especial Televisa, con la que busca desacreditar a la izquierda, a la vez que recurre en zonas como el Bajío y los Altos de Jalisco, a la militancia de tradición cristera y, en otros de sus actos, a jóvenes de universidades privadas a quienes vende una oferta de tinte fascistoide basada en el triunfo de la voluntad derechista que pretende crear un país de

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. comerciantes "triunfadores", aniquilar a sus adversarios y despreciar a los débiles.A diferencia de los demás candidatos, el panista busca imponer a la sociedad mexicana una manera de ser, basada en ideas de agresividad y de superioridad, por lo que es el prospecto totalitario, el candidato fascista. De Guadalajara a México Continuación de la lucha entre liberales y conservadores, la guerra cristera no ha terminado. Hoy la vivimos bajo la forma de las campañas sucias del PAN contra Andrés Manuel López Obrador, para ganar las elecciones del 2 de julio. El camino de México a Jalisco ofrece un buen muestrario de las mentiras, trampas publicitarias y abusos de poder a los que está recurriendo el partido derechista de raíces católicas en su carrera al poder. Siendo esta una campaña que el oficialismo ha confiado ante todo a la televisión, a 50 días de las elecciones, al lado de la autopista de México a Querétaro luce sólo un letrero de propaganda presidencial, es de Calderón y en él se lee el lema: "Empleos, no deuda". Son frases que reflejan bien la personalidad de Calderón como político, pues en esas pocas palabras, promete y calumnia. Promete algo que muchos mexicanos y mexicanas necesitan con urgencia, pero pero sin ninguna garantía de cumplimiento por parte de Calderón; a quienes necesitan empleos, el panista les da menos que nada, que es una promesa de empleo, algo que a diferencia del empleo mismo, no tiene valor alguno. Lo de la supuesta deuda es una evocación de las campañas difamatorias del PAN contra el gobierno del Distrito Federal, a quien arbitrariamente acusa Calderón de crear deudas a los capitalinos. En Querétaro, la casa de campaña de Calderón tiene su sede nada menos que en el segundo piso del edificio de la Profeco, en la Avenida Constituyentes, inmueble que también alberga a otras oficinas del gobierno como la Procuraduría ambiental y en cuya fachada está tapizada con una enorme manta de proselitismo de Calderón, bajo la cual podemos leer el letrero que designa la función oficial del edificio. A la entrada de esa y otras localidades en la ruta de México a Jalisco, los anuncios triunfalistas de los gobiernos blanquiazules alternan con la propaganda de los candidatos del mismo partido, que ofrecen promesas igualmente pretenciosas. En el colmo del cinismo del nuevo oficialismo, en la calle de Héroes de Nacozai, en Salamanca, hay dos letreros panorámicos, casi empalmados, de tal suerte que el anverso de y consignas de los candidatos de ese mismo gobierno. Lo mismo en ciudades guanajuatenses como Celaya que en los caminos que antaño fueron escenario de escenas sangrientas como la masacre del tren de La Barca, por parte de los cristeros, en Jalisco, podemos ver algunos letreros que proclaman que en una determinada casa, "apoyan" a Calderón, exhibiendo así un espíritu similar al de las cruzadas antiprotestantes que rezaban: "este hogar es católico" y rechazaban la posibilidad de acceder a las ideas de los protestantes y otras "sectas". En Celaya se reparten volantes de proselitismo de Calderón donde se afirma que "el gobierno de Fox es mejor que los anteriores" y se reitera el contenido de los constantes spots del presidente en los medios, con frases como "cada día más

mexicanos cumplen su sueño de tener una casa propia", y "hoy más niños y jóvenes van a la escuela", a pesar de que en esos anuncios, se ha advertido que no deben usarse con otros fines distintos al desarrollo social. Por los caminos de Guanajuato, de Michoacán y de Jalisco, Felipe Calderón, con cuyo acrónimo suelen nombrarlo muchos de sus críticos, al igual que otros prospectos de su partido, se proclama como el defensor por excelencia de "la familia como pilar de la sociedad", que es una defensa encubierta de un conservadurismo que explica los muchos abusos del PAN contra los derechos sexuales y reproductivos y contra las manifestaciones artísticas supuestamente contrarias a los "valores familiares". Por otro lado, hay un sentido en que muchos encumbrados panistas han cumplido con la familia: con sus propios parientes, como es el caso de Calderón, que está impulsando la carrera política y los negocios e intereses de sus cuñados, hermanos, suegro, primos, y hasta una sobrina política. Otros lemas de los abanderados panistas son meros juegos de palabras que ofrecen sólo promesas, como "Mi trabajo será que tú tengas mejor trabajo", "Más empleos, mejores salarios", "Que nadie nos robe el México que queremos" y "Las mujeres que luchan son mujeres con valor", frases estas dos últimas que en esa propaganda se atribuyen a Calderón y que en realidad no expresan nada, excepto una mera apelación emotiva. Toda la propaganda mentirosa del PAN y del gobierno de Fox no puede anular el hecho de que a lo largo del mandato de Fox se han encumbrado personajes sin escrúpulos que han lucrado con el poder, como ocurre dentro de la llamada familia presidencial, o bien exdirigentes de grupos de la ultraderecha que por el hecho de serlo han llegado al poder: Carlos Abascal, Ana Teresa Aranda, Francisco Javier Salazar Sáenz, entre otros casos que incluyen el del actual presidente del PAN, Manuel Espino. Acarreo cristero Calderón ha echado mano de las huestes panistas del Bajío y de Los Altos, zonas de raigambre cristera, para poder llenar alguna plaza en actos preparados ex profeso para la televisión. Así ocurrió el 30 de abril, cuando simpatizantes del PAN en Guadalajara y en otras ciudades, organizaron un viaje proselitista para llenar la Plaza de Toros México en la capital, para lo cual se valieron en algunos casos del pretexto de que sería ante todo un festejo por el día del Niño. Un testimonio recabado en Zapopan, indica que una regidora del PAN estuvo organizando el acarreo mediante dirigentes sociales y vecinales, quienes ofrecieron el viaje gratuito a México. Ese mismo día salieron otros cuatro camiones de Tepatitlán hacia la reunión panista, si bien este contingente no fue muy nutrido dado que en ese poblado se celebra el mismo día la fiesta del Señor de la Misericordia. Otros grupos propanistas salieron hacia México de Guadalajara, Tototlán, Lagos de Moreno y de diferentes ciudades de Guanajuato. En el fanatismo que en otros tiempos cultivaron los cristeros en los Altos el PAN tiene algunos votos cautivos así como un semillero de militantes ultraderechistas, entre quienes se cuentan el hoy subsecretario de Gobernación, Leonardo García Camarena, el candidato a gobernador y exalcalde de Guadalajara,

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Emilio González Márquez, y el actual gobernador Francisco Ramírez Acuña. García Camarena, señalado como dirigente del Yunque, y que antes de llegar al PAN militó en el sinarquista PDM, es oriundo de Tepatitlán, uno de los principales santuarios cristeros, por ser cuna del "mártir" Anacleto González Flores, beatificado por el Papa, y quien fuera ideólogo y organizador de la lucha contra el laicismo, de 1926 a 29. Anacleto, que en sus obras maldijo a la trilogía formada por el protestantismo, la revolución y la masonería, goza de la admiración de Leonardo, quien fue alcalde de esa población, y de su sucesora, Susana Jaimes Mercado, quien en su oficina ostenta no el retrato de algún prócer de la nación, sino el del mencionado beato, a quien los panistas han erigido dos estatuas y le han dedicado también un mural en la cúpula y escaleras del palacio municipal, donde Anacleto flota en el cielo en una actitud contestataria, tapándole la boca a Morelos, con la ley en una mano y un crucifijo en la otra. Se sabe que la hoy alcaldesa, conoció a García Camarena en los años 80, en una empresa privada donde fue su secretaria, y se le acusa de encubrir los actos de corrupción del funcionario panista por más de 9 millones de pesos. Camarena es famoso por manipular el fervor religioso con fines políticos, de tal suerte que, desafiando los preceptos teológicos, en su pueblo natal solía ir a misa y comulgar muchas veces al día, con tal de atraerse al beaterío y a los herederos del fanatismo cristero. Emilio González Márquez, al igual que el famoso yunquista y principal asesor de Fox es de Lagos de Moreno, y ha mostrado también un gran fervor en la destrucción del estado laico, al grado de que en su gestión al frente de la alcaldía de Guadalajara editó unos libros de texto de historia de la ciudad, destinados a los alumnos del tercer grado de primaria, y donde se hace apología de la religión católica, de los "santos" cristeros y se inspira el odio contra el "populismo". Francisco Ramírez Acuña, conocido al igual que otros panistas por sus prácticas de nepotismo y por el manejo abusivo y sectario del poder, por ejemplo, en el apoyo que ha brindado a las campañas panistas, nació en Jamay, otra ciudad cristera de los Altos, que luce como orgullo local un monumento a Pío IX, donde se le recuerda por haber promulgado el dogma de la infalibilidad pontificia y la lista de libros prohibidos. La jerarquía y los gobiernos panistas han fomentado el culto a los cristeros en toda la zona de los altos, concibiéndolos como antecesores del triunfo del blanquiazul. Asimismo, la jerarquía sigue usando el fanatismo como un arma contra la izquierda, al grado de que en las elecciones del 2000, en Tepatitlán y en otras localidades, algunos sacerdotes organizaron una campaña difamatoria acusando a ese partido de que quería "cerrar los templos" y renovar la "persecución religiosa". La guerra sucia del clero para apoyar al PAN incluye desde el llamado a no votar por los candidatos que defiendan la despenalización del aborto hasta la publicación, en el número 282 (21 de mayo de 2006) del periódico El Mensajero Diocesano, de la diócesis de San Juan de Los Lagos, de un anuncio a colores, en toda la contraportada, invitando a votar por el Dr. Antonio Muñoz, candidato a diputado federal por el PAN, "para que vivamos mejor".

Neofascismo blanquiazul El 19 de mayo, arribaron a la capital de Jalisco contingentes de jóvenes simpatizantes del PAN provenientes de la ciudad de México, Querétaro, Chihuahua, Coahuila, Morelos, Sinaloa, Nuevo León, San Luis, Zacatecas, Yucatán y algunos otros estados, quienes se alojaron en hoteles de lujo para asistir al otro día al Encuentro Nacional de Estudiantes, que al mediodía fue inaugurado por Calderón en la Expo Guadalajara. Disfrazado de evento académico nacional, fue ante todo un acto proselitista organizado por simpatizantes de Calderón agrupados en el llamado Consejo Nacional de Estudiantes y por el PAN, y apoyado abiertamente por el gobierno estatal. "Todos con Felipe", "Mi primera vez con Felipe" y "Vamos a ganar" eran algunos de los lemas que ostentaban las camisetas de los asistentes, muchos de ellos aspirantes a yunquistas por su militancia en grupos juveniles que apoyan a políticos panistas. Algunos grupos, como Barra Azul, del estado de Morelos, que apoya al candidato panista Marco Antonio Adame, fundador del grupo Testimonio y Esperanza, que organiza las peregrinaciones al Cerro del Cubilete, vestían sus propios atuendos y colores. Exhibían también sobre el rostro y los brazos tatuajes temporales de las "manos limpias" de Calderón, así como estandartes con el mismo símbolo y peluches o monigotes gigantes que representaban al poco carismático abanderado del PAN. Minifaldas, pulseras, paliacates, bolsas y ropa con lemas o símbolos proselitistas de la derecha, como el de las "manos limpias", eran los atuendos prevalecientes entre los jóvenes asistentes, que sumaron unos 2000 frente al cálculo optimista que los organizadores habían hecho, de entre 5 mil y 8 mil "fecalistas". Aun siendo Jalisco un semillero de cuadros derechistas, y pese a que funcionarios panistas facilitaron recursos para el acarreo de los jóvenes, el evento no tuvo la asistencia esperada y más aún pasó desapercibido en la ciudad, a lo cual está contribuyendo el propio espíritu sectario y autoritario de Calderón, quien no quiere asistir a eventos que no sean los de sus propios partidarios. En esta ocasión, hubo panistas, no precisamente jóvenes ni estudiantes, que trataban de identificar y vigilar a los asistentes que no eran simpatizantes de ese partido, aunque no se produjeron incidentes mayores. Desde antes de la llegada de Calderón fue notorio el espìritu fascistoide que embargaba a los asistentes, encarnado en actitudes triunfalistas, en la apelación a la construcción de un "México Ganador", mediante el ejercicio de supuestas cualidades del carácter como la agresividad, la energía y la falta de escrúpulos. Antes de la llegada de Calderón, los organizadores transmitían videos de su vida y de otros actos proselitistas, mientras que los animadores, Giancarlo y Artemisa Belmonte, en el mejor estilo televisa, bailaban, gritaban, saltaban, organizaban competencias de "porras" y animaban al auditorio a entonar y bailar: "Olé, Olé, Olé, Calderón, Calderón" y otros ritmos similares. También estaba ausente, en este festivo auditorio, la pública apelación a los sentimientos religiosos, excepto por lo que concierne a Manuel Espino, dirigente nacional del PAN y del Yunque, y quien antecedió a Calderón en el uso de la palabra.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Espino, a quien presentaron como el impulsor de las "estrategias" que supuestamente conducirán al triunfo del PAN, se refirió a su candidato, que pasa de las cuatro décadas, como un "joven talentoso" que "representa a los jóvenes del país", y que les "declaró la guerra a los que son un peligro para México", y de quienes dijo que son "adversarios arrinconados contra las cuerdas", mencionando explícitamente a AMLO y a Madrazo. Asimismo, atacó al candidato priísta Arturo Zamora, diciendo que es "un peligro para Jalisco". En las últimas semanas, Zamora ha sido blanco de una campaña difamatoria por parte del blanquiazul, que incluye spots, publicaciones en periódicos, seudoencuestas telefónicas, y otras actividades que han contado con el apoyo de agentes de la Segob, según ha denunciado el panista. El dirigente panista, famoso por no conocer la ética ni la moral, terminó su alocución con las palabras "Que Dios los bendiga y vamos a la victoria el 2 de julio". Emilio González, quien también habló en el acto, mencionó explícitamente el apoyo que el mismo recibió del CEN del PAN y de los funcionarios de Jalisco, como Ramírez Acuña, presente en el evento, al igual que el exgobernador Alberto Cárdenas y el extitular de Segob, Santiago Creel. Gonzalez elogió lo que llamó la "Campaña ganadora que va por un México ganador", consignas favoritas del candidato Fecal, quien identificó su propuesta como "la de los jóvenes", a la vez que, en el marco de la guerra generacional, atacó a candidatos que destinan los recursos de los contribuyentes a "otras prioridades que ya ni siquiera las menciono" y se refirió a la supuesta obligación de los jóvenes de ser parte del "México ganador" que "no se deje, que no se amilane". En un tono fascistoide cada vez más delirante, exhortaba a sus oyentes, algunos de los cuales se paraban y enardecidos levantaban el puño derecho, como en las viejas fotografías de las multitudes totalitarias. Queriendo imponer a sus seguidores una forma de ser, les grito que debían tener "carácter y garra" y los felicitó por ser "exitosos" y "creativos" para fabricar las camisetas que lucieron en el evento. Es la clase de éxito que promueven ideólogos del neoliberalismo: el del comercio y el dinero, no los logros culturales. De hecho, Calderón anunció en el evento que quería hacer de las universidades "incubadoras de negocios para que al fin de su carrera los estudiantes se conviertan en empresarios", y con ello se vaya destruyendo la clase intelectual que tanto ha criticado al PAN. Siguiendo con otros tópicos del discurso fascista, Calderón promovía no sólo el desinterés y el desprecio hacia los menos favorecidos y el odio contra sus adversarios políticos, sino un sentimiento de superioridad entre sus partidarios. Así, en palabras textuales, pidió a los jóvenes ser "el cuerpo de élite, la brigada de élite" para cuidar el voto, sobre todo en las "peores casillas", es decir, en las "casillas rurales" donde "se refugian los mapaches". También se burló de "un par de tabasqueños" que, según Fecal, "andaban frotándose las manos por la presidencia", y hay que tener en cuenta que su odio hacia esa entidad no es sólo por razones electorales, sino por ser el estado menos religioso del país y donde revolucionarios como Garrido Caníbal lograron en alguna medida erradicar el fanatismo y la manipulación político religiosa. * Maestro en filosofía. Autor de Los Abascal.

• PRONUNCIAMIENTO DE MINISTRO DE CULTO A

FAVOR DE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR Ciudad de México, 16 de mayo de 2006 A las mujeres y hombres de fe: Soy ministro de culto mexicano. Según la legislación vigente los ministros de culto no debiéramos expresar públicamente nuestras opiniones políticas, especialmente cuando se trata de hacer “proselitismo” a favor de un candidato. Sobre esta ley absurda que hace de los ministros de culto ciudadanos de segunda clase, está el principio supremo de la libertad de expresión consagrado en nuestra Carta Magna. Más aún, está el mayor de los principios: la libertad de conciencia. Con base en estos principios, y dada la coyuntura política que vive hoy nuestro país, me parece que es, no sólo mi derecho, sino mi deber como ministro de culto, como orientador espiritual, compartir con mis lectores algunas opiniones en materia política. No piensen ustedes, como algunos suponen, que al reflexionar en materia política me extralimito en mis funciones; al contrario, la vida de fe no es un asunto exclusivo de templos y oraciones. Dondequiera que está en juego la vida humana, allí debe hacerse presente la fe. Producto de la reflexión, el análisis y el discernimiento espiritual, no de unos cuantos días o semanas, sino de meses y años, he llegado a la conclusión de que el mejor proyecto para México es el que representa Andrés Manuel López Obrador. Sus adversarios –como él suele llamarlos- iniciaron desde hace tiempo una campaña mediática en su contra. Entre otras cosas, se refirieron a los casos de corrupción en el Gobierno del Distrito Federal. Sin duda, estos casos son lamentables, pero lo que antes era la regla, ahora es la excepción. Habría que hablar no sólo de estos dos casos de corrupción, sino de los muchos casos de funcionarios, mujeres y hombres, que con valentía y honestidad le han dado sentido y certeza a la vida de nuestra Ciudad. Se acusa también a Andrés Manuel de haberse rodeado de “gente cercana al salinismo”. Al respecto basta con señalar que la rectificación de los caminos, más que una actitud vergonzosa, es una expresión de responsabilidad, congruencia y valentía. Quien nunca ha rectificado probablemente vive preso en el castillo de la soberbia. Respecto a las acusaciones sobre las finanzas del Distrito Federal no hablaré porque los expertos en la materia se han encargado de señalar las mentiras del candidato panista. Andrés Manuel no es el Mesías; no es tampoco un hombre inerrante. Pero me parece, insisto, que es la mejor opción para nuestro país. Por un lado, la experiencia en el gobierno es fundamental. Mientras el candidato del PAN se encargó de la dirección de un Banco y de la Secretaría de Energía por unos cuantos meses (¿no le fue suficiente este tiempo para darse cuenta de la condiciones en las que viven los mineros mexicanos?), Andrés Manuel gobernó nuestra gran ciudad. Según los sondeos, una amplia mayoría de los habitantes de la ciudad aprobó la gestión de Andrés Manuel al frente del gobierno. Me parece que esta sola

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. comparación curricular sería suficiente para una toma sensata de decisiones. Pero lo que me parece más significativo es el Proyecto Alternativo de Nación propuesto por López Obrador; pero, hay que subrayarlo, no sólo por él. Acompañan a Andrés Manuel un grupo interdisciplinario de mujeres y hombres de gran calidad moral y amplia experiencia en sus respectivas áreas. En el fondo de este Proyecto está la urgencia de modificar las alarmantes condiciones de desigualdad e injusticia en las que hoy está inmerso nuestro país. Esto pone en el centro del Proyecto el tema de la pobreza. La prioridad, ciertamente, deben ser los pobres. Esto no implica que, quienes superamos la línea de la pobreza, estemos excluidos del Proyecto. Es sólo una cuestión de prioridades y, por lo tanto, una cuestión de moral. La opción preferencial por los pobres sigue siendo un principio vigente en un país de pobres. Este principio está claramente fundamentado en las Sagradas Escrituras. Es el principio de los profetas como Miqueas y Amós; es el principio de nuestro Señor Jesucristo. Por muchos años se nos ha dicho que hay que generar riqueza para luego distribuirla. Hemos visto cómo se genera la riqueza, pero en lugar de distribución, hemos visto la concentración de capitales en unas cuantas manos. No podemos seguir por ese camino. Nuestro país requiere un verdadero cambio; no de maquillaje ni de nombres. México requiere un cambio de estructuras, de prioridades y de modelos. El profeta Isaías afirma: “El fruto de la justicia será la paz”. Es decir, sin justicia, las naciones no pueden aspirar a un verdadero estado de paz. Queremos paz, sí, pero entendemos que la justicia es requisito indispensable para la paz verdadera. Decir “primero los pobres” implica, para quienes no son pobres, un acto de fe. Implica pensar en el otro; implica, pues, obediencia a los principios supremos del Evangelio. Paradójicamente, sin embargo, para quien piensa y actúa a favor del otro, también hay promesa de bienaventuranza: “Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová.” (Sal 41,1). La meta de las mujeres y hombres de fe no puede ser, simple y llanamente “vivir mejor”. La frase es simplista, manipuladora y excluyente. No podemos vivir mejor cuando millones de compatriotas nuestros viven en pobreza extrema. Los únicos que pueden aspirar a “vivir mejor” son los sectores privilegiados; para quienes no tienen qué comer, qué vestir o dónde vivir el comparativo “mejor” resulta absurdo. Por otro lado, la pretensión de tener las “manos limpias” nos recuerda la actitud fundamentalista e hipócrita de los líderes religiosos de la época de Jesús. La gran virtud del Proyecto de López Obrador es que, valientemente, establece una prioridad y, a la vez, una meta: “Por el bien de todos, primero los pobres”. Así debió ser desde hacer mucho, así debe ser ahora, así será… Finalmente, hay que decirlo, no estamos extendiendo un cheque en blanco a Andrés Manuel. Quienes le apoyamos deberemos mantener nuestra visión crítica y reflexiva. Por ahora, llamamos a todas la mujeres y hombres de buena fe a dar su voto el 2 de julio por el Proyecto Alternativo de Nación que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Luchemos, con todos los recursos que tengamos, por impedir la continuidad de un régimen basado en

el poder del dinero, la simulación y la mentira. Sí, es un asunto de moral, de principios y de fe. Con un saludo fraterno y combativo, Santiago Crisóstomo

• "EN MÉXICO SE ENFRENTAN DOS OPCIONES AL BORDE DEL ABISMO”: CARLOS MONSIVÁIS Juan Cruz El País, 25 de junio de 2006

Carlos Monsiváis, de 68 años, uno de los mejores escritores de América Latina, comprometido con la política de su país, habla del futuro de México después de las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo domingo. También trata de los exiliados españoles tras la Guerra Civil, un conflicto que, señala, le hizo de izquierdas. arlos Monsiváis habla del C porvenir de México, el país en el que nació en 1938 y que

ahora se enfrenta a unas elecciones decisivas. Monsiváis ha abordado en su obra desde la cultura indígena hasta el pop y la política, y hablar con él es asistir a un ejercicio de lucidez que apabulla. Obras suyas son Los rituales del caos y Aires de familia: Cultura y sociedad en América Latina, con el que ganó en 2000 el Premio Anagrama de Ensayo. No hay nada de lo que usted no haya escrito. De toros no hablaré nunca. Es un espectáculo de barbarie al que llaman arte. Y jamás hablaría de fútbol. Juan Villoro ha dicho que Dios es una pelota. En este caso específico soy ateo... Quizá cinco segundos antes de morir comprenda de qué se trata y me llevaré ese secreto para mí en una tumba esférica. Juan Marichal cuenta que los exiliados españoles hicieron su viaje a México en medio de toros de lidia... Esa es una de las emigraciones más generosas y más enriquecedoras que ha vivido América Latina en su conjunto. El término trasterrados que encontró José Gaos para esos españoles es perfecto. Le dieron a México una aportación que nos sigue beneficiando. Antes hubo otro viaje. ¿Esa inscripción que hay en Tlatelolco de que el encuentro entre ambas sangres hizo el México de hoy es tan sólo una inscripción? No fue un encuentro, ni un simposio; fue una serie de situaciones trágicas, y el conjunto creó un país nuevo. Y ahí sí que la mezcla de sangre azteca, zapoteca, chichicmeca y tarumeca, y las españolas, que creo que también podrías dividir en etnias, fue notable. Pero encuentro no fue. Tal vez, encontronazo. 12


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Jorge Ibargüengoitia escribió Instrucciones para vivir en México, un libro fascinante. ¿Son tan especiales los mexicanos como para hacer preciso un manual de instrucciones? Lo que él pretendía era reírse tanto de los que proclamaban la originalidad de México como de los que no lo consideraban original. Mantenerse a distancia de ambas definiciones es lo justo. ¿Qué instrucciones habría que darle a la gente para que entendiera el México que ahora se enfrenta a unas elecciones? Primero, entender que, como la española, la mexicana es una sociedad profundamente americanizada. Segundo, que todas las nociones respecto a la idiosincrasia única son expresiones de un deseo de volver exótico lo que en principio no lo es. Tercero, tendría en cuenta que el desempleo ha ido creando una psicología social: cada persona cuida su empleo como un nicho; "el que tenga un empleo, que lo cuide que lo cuide...". Cuarto: es un país de una cultura extraordinaria y de un afán de exterminio de las expresiones culturales que asombra. Y, en quinto lugar, se trata de una sociedad profundamente secularizada a la que la derecha intenta, tendré que decir que de manera necia y torpísima, devolver a las orillas del catecismo. Se esfumó pronto la ilusión que hubo cuando cayó el PRI. En el programa que hizo Televisa para comentar lo que sucedía en la elección que perdió el PRI, en el año 2000, y ante la afirmación de que había ganado la democracia, me permití decir que sí, que eso había pasado, pero también había sucedido que había ganado Vicente Fox. Fox resultó un antídoto vigoroso a todo triunfalismo y a todo deseo de pensar que la transición era un hecho... Esa victoria llevó al poder no sólo al gobernante más inhabilitado sino que lo rodeó de una casta en la que conviven, no sé en qué proporciones, la corrupción, la ineptitud y el conservadurismo más penoso. ¿Qué consecuencias tiene ese fracaso? La elección de 2006 va a ser importantísima: se enfrentan dos maneras de concebir la vida al borde del abismo, para ser algo melodramáticos; la visión de la derecha se ha probado una y otra vez como la menos indicada; la izquierda, por la que pienso votar, tiene un candidato excelente con limitaciones; no tiene ese candidato detrás un partido que interese. Tampoco puede decirse que en este momento haya claridad en todos los campos sobre cómo enfrentar la política racista de Estados Unidos, la inmigración, el desempleo, la violencia urbana, la desdicha apocalíptica del narcotráfico...

fenómeno: por qué tantos millones de mexicanos se han ido estos años a EE UU; no se dice por qué hay una emigración femenina tan alta, por qué convive la antigua emigración campesina con los profesionales que emigran... El ahogo del desempleo multiplica la emigración, y eso hace necesario un nuevo entendimiento de lo que es México. ¿Un cambio obligaría a Estados Unidos a repensar su política migratoria? Seguramente. El Gobierno de Fox fue débil -y eso lo digo siendo benévolo- con el poder legislativo norteamericano y con lo errático, mentiroso y engañoso que ha sido George Bush. Pero no creo que en este momento la solución esté en manos del Gobierno mexicano para nada. Tiene que ser una solución que emerja, en principio, del poder legislativo y también de la capacidad de movilización de los latinos hispanos. Ese entusiasmo que se desplegó el 1 de mayo en EE UU, esa súbita intervención de los latinos hispanos en la historia americana, es un elemento decisivo... No van a EE UU a combatir a los norteamericanos: van porque se les necesita laboralmente... Ahí sigue el muro en la frontera... Es un símbolo de distanciamiento brutal, de humillación y de ofensa... No va a cubrir los diez mil kilómetros, eso sería imposible... Pretende marcar el carácter indeseable de los emigrantes. América Latina parece rebelarse frente a lo que significa Estados Unidos... Cada país tiene una izquierda que hay que entender en sus términos. Me gustó el triunfo de Evo Morales en Bolivia, pero no tengo los conocimientos que me permitan ver las posibilidades de su gobierno. No me ha simpatizado la actitud desafiante respecto a demasiadas cosas de Hugo Chaves; no creo que esté yo en capacidad de sostener con pruebas que, como dice una parte de la izquierda mexicana, el régimen de Fidel Castro sea el más democrático del mundo... Un hombre como Humala, con una familia tan sui géneris, no tiene nada que ver con la izquierda, y lo mismo pasa con Alan García: no tiene que ver con la izquierda. Me parece inevitable que América Latina elija regímenes democráticos que tengan que ver en lo profundo con el combate contra la desigualdad, que es el primer problema...

Una victoria previsible de la izquierda dibujaría un mapa especial para EE UU en la frontera... Sí, aunque cualquier conjetura que se haga será por lo menos inexacta, porque la izquierda de la que hablamos va a votar por Andrés Manuel López Obrador, pero no es la izquierda organizada ni tampoco puede decirse que haya ahora un programa muy claro con respecto al fenómeno migratorio. Se ha fetichizado, y es horrendo, a la emigración porque envía a México 20.000 millones de dólares al año, pero no se ha estudiado lo que significa este

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IN MEMORIAM DANIEL S. PRINCE ALARCÓN (1951-2006) • “Y SI VIVIMOS, PARA ÉL VIVIMOS, Y SI MORIMOS, PARA ÉL MORIMOS” (RO 14.7-9) l. Cervantes-Ortiz El 31 de marzo del presente año falleció en la Ciudad de México el pastor Daniel S. Prince Alarcón, luego de varios meses de enfrentar un cáncer en el cerebro. Estudió en el Instituto Evangelístico de México (IEM), fue misionero en la ciudad de Colima y trabajó en el área juvenil de la Sociedad Bíblica de México. A principios de los años 90, Prince fue astor de la Iglesia Jerusalén, del Presbiterio Juan Calvino. Fue profesor en el Seminario de Capacitación del mismo presbiterio. Posterioemente, se trasladó a Acapulco, Guerrero, adonde pastoreó una iglesia del Presbiterio Maranatha. Le sobreviven su esposa, Olivia Quezada (quien estudió también en el IEM) y tres hijos. Estas palabras fueron leídas el 1 de abril. Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida. Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor, la de la muerte. Con tres heridas yo: la de la vida, la de la muerte, la del amor. MIGUEL HERNÁNDEZ

1. La sabiduría dialéctica de la vida y la muerte en San Pablo inguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Desde el camino, en plena praxis, el apóstol reflexiona y distingue con claridad la sabiduría de la vida y la muerte experimentadas en Cristo. Vivir y morir, en el esquema del servicio a Dios, es una dialéctica inevitable. En medio de una epístola dirigida a creyentes concretos, con problemas concretos, Pablo se refiere a la vida y la muerte con sentido, sin egoísmos: no vivir ni morir para sí se aleja del egocentrismo. Como escribe Karl Barth, al comentar este pasaje: “Ser fuerte significa tomar conciencia de que el hombre como hombre se encuentra en una crisis última, absolutamente inevitable. [...] No existe una vida en sí, sino sólo una vida en relación con Dios, la vida puesta bajo el juicio y la promesa de Dios: la vida caracterizada por la muerte, pero calificada como esperanza de la vida eterna mediante la muerte de Cristo”.1

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2. La vida y la muerte biológicas a la luz de la eternidad de Dios Pues si vivimos, para él vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Comenta Barth: “No existe la muerte en sí, son la muerte 1 K. Barth, Carta a los Romanos. Trad. de A. Martínez de Lapera. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1998, p. 585.

en relación con Dios, la muerte que, como barrera y como salida, nos remite a Dios: la muerte de lo que llamamos vida, la muerte calificada como el signo de la reconciliación mediante la resurrección de Cristo”.2 Una muerte calificada por la resurrección que, por ello, se transforma en vida. Pero el Señor tampoco es egoísta al hacernos vivir y morir para él, porque la vida de servicio es, siempre, vida-para-los-otros. Así, la dimensión personal y comunitaria adquiere un signo, cobra un sentido desde el punto de vista anecdótico, en el sentido — literario— de trama, de historia de vida, esto es, como irrepetibilidad y unicidad histórica. A eso se refiere Rubem Alves cuando dice que la biografía y la historia se entrecruzan irremediablemente.3 Para quienes somos compañeros de vida, esta dinámica se desarrolla en la coincidencia o divergencia, y es desde ellas que damos testimonio de nuestros acercamientos o desencuentros. Yo supe de Daniel Prince cuando él trabajaba en el área juvenil de la Sociedad Bíblica de México, a mediados de los años ochenta. A partir de entonces, fui construyendo y reconstruyendo una imagen de él a medida que avanzamos en el trato y las coincidencias ideológicas y pastorales. Supe después que estudió en el Instituto Evangelístico de México a los pies de Pablo Pérez Morales y conocí más tarde su pasión por la predicación expositiva. Mucho tiempo atrás había conocido a su papá. En 1985 prediqué en la iglesia Jerusalén debido a que se había puesto enfermo. A fines de 1988 y principios de 1989, coincidimos en el sueño de organizar una iglesia nueva mediante el surgimiento del presbiterio Juan Calvino. Un poco antes, en el Seminario de Capacitación del Presbiterio Azteca (Secapaz) y, luego, en el Seminario de Capacitación John Knox, comenzó a forjarse la imagen de que éramos un grupo de radicales o rebeldes: más coincidencias, porque nuestros ideales caminaban hacia la consecución de proyectos comunes, como cuando iniciamos, en aquellos años, la Sociedad Evangélica de Reflexión e Investigación Teológica (SERIT), al lado de otros colegas. En noviembre de 1989, Prince fue el alma de una iniciativa inédita, revolucionaria para la época: un desplegado periodístico a nombre del Presbiterio sobre el asesinato de los jesuitas en El Salvador. 1991 fue un parteaguas, pues los caminos, aunque bifurcados desde entonces, siguieron coincidiendo, dado que Ibid, p. 586. R. Alves, “Del paraíso al desierto: reflexiones autobiográficas”, en R. Gibellini, ed., La nueva frontera de la teología en América Latina. Salamanca, Sígueme, 1977, pp. 268-269. La cita completa es: “La biografía y la historia se pertenecen mutuamente [...] Aunque intentemos cercar nuestro espacio con señales de ‘propiedad privada’, aun cuando nos neguemos a mirar a un mundo que nos ataca, aunque tengamos la ilusión de estar viviendo nuestras vidas individuales, la verdad es que nuestros destinos personales están profundamente arraigados en los destinos de la civilización. Nuestra biografía es siempre, de una forma o de otra, un síntoma de las condiciones que prevalecen en nuestro mundo. Esta es la razón de que frecuentemente descubramos que, a pesar de vivir en lugares diferentes, en contextos políticos distintos, nuestras biografías son sorprendentemente algo así como versiones diferentes de un mismo texto. Todas ellas tienen la misma estructura. Muestran la misma trama, la misma secuencia de esperanzas y frustraciones [...] También la teología y la biografía se pertenecen mutuamente”. 2 3

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. estaba por surgir lo que sería la experiencia Peniel, tan prometedora en ese entonces y marcada para siempre por su estilo. Una gran aportación suya fue la recuperación del terreno que ocupa dicha iglesia. De allí siguió la Iglesia del Pacto, adonde también tuvimos encuentros y, después, la partida a Acapulco. La complicidad continuó y a la distancia siguió la comunicación. Desde allá armó el conciliábulo denominado Sectarios anónimos. Un día del 2001 o 2002 me visitó y comimos juntos para platicar ampliamente sobre la situación eclesiástica que siempre nos desesperaba: amábamos críticamente a la Iglesia y por eso nos dolía mucho lo que ha venido sucediendo... El año anterior recibí la noticia de su operación y meses más tarde volví a hablar por teléfono con él en plena convalecencia. Nuevamente trataba de recuperarse de lo sucedido y habló de sus planes para el futuro más o menos inmediato. Ahora, seguiremos adelante con la experiencia acumulada y el legado del esfuerzo eclesiástico marcado por una pasión sui generis que lo llevó a escribir, junto a su esposa Olivia, una visión intensa y comprometida de la realidad litúrgica que lo inquietaba, lo molestaba, como a muchos de nosotros. Ambos escribieron en el segundo tomo de la versión actualizada de la Confesión de Fe de Westminster sobre “el sentido del domingo” y del culto cristiano.4 Un breve comentario suyo en la página web Recursos cristianos Selah, lo pinta de cuerpo entero. A la pregunta: “¿Qué debe hacer la Iglesia frente a la injusticia social?”, respondió: “Hay que ayudar en tanto se cambian las estructuras, una cosa sin la otra es un juego cruel”.5 3. Vivir y morir en la perspectiva de la elección divina Sea que vivamos o que muramos, somos del Señor. Según Pablo, el sí de Dios a nuestra vida es el fundamento de una nueva existencia que empieza desde esta vida terrena. “Ser fuerte significa conocer a Dios en Cristo, es decir, en a crisis última e inevitable de nuestro vivir y de nuestro morir, allí donde no hay nada más que su compasión. Ser fuerte significa temer y amar a Dios sobre todas las cosas: así como él sale a nuestro encuentro en la dialéctica de las categorías supremas de nuestro pensamiento: como el Señor”.6 Vivimos en la vida de Cristo y morimos también en él, en el misterio de Dios, ése del cual habla el apóstol en otro lugar cuando dice: “Nuestra vida está escondida en Cristo” (Col. 3.3). El molde y modelo de nuestra vida es cristológico. La dinámica vida-muerteresurrección es la que preside nuestra existencia, de principio a fin. La resurrección de la fe, de los principios, valores y esperanzas de Daniel Prince, seguirá dando sentido a nuestra vida. La causa de Jesús y de su Iglesia, que guió y condujo su caminar visible, lo seguirá haciendo vivo entre nosotros. 4 Cf. D. Prince y O. Quezada, “Programa de entrenamiento. (XXI. La adoración religiosa y el día de reposo, o XXIII. El culto religioso y el día de reposo)”, en Varios autores, Versión popular, actualizada y amplificada de la Confesión de Fe de Westminster. Ser y quehacer de la Iglesia desde la perspectiva reformada. México, CUPSA, 1990, pp. 61-79. 5 www.selah.com.ar/pollmentor/pollmentorres.asp?id=14. La fecha del comentario fue el 24 de julio de 2002. 6 K. Barth, op. cit., p. 586.

Vivir y morir en el Señor, ser de su propiedad, es el sentido profundo de la vida plena. Estar ante su presencia escatológica para escuchar el sí definitivo de Dios, es asistir a la consumación de su plan en una vida que entra plenamente a la eternidad. Haber compartido la vida de Daniel Prince, como su fe y compromiso, es un estímulo que nos acompañará permanentemente. “Sólo un instante se durmió la muerte y soñó con la vida”, dice el último verso de la Odisea, de Nikos Kazantzakis. Estas palabras de Karl Barth afirman nuestra esperanza de la victoria de Dios en Jesucristo sobre la muerte. La muerte de la muerte ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? I Corintios 15.55 ¿Qué es la muerte junto a Dios? La muerte es nuestro último enemigo, sí, pero no tiene en su mano a posibilidad de hacer con nosotros cuanto quiera. Dios la ha movilizado, pero también puede desmovilizarla. Dios la ha armado, pero también puede desarmarla. Así, en la muerte no estaremos solos con la muerte, ni en el reino de un “segundo Dios”, sino que con la muerte entrará también en escena el Señor de la muerte. Caeremos en sus manos, no en otras. No hemos de temer a la muerte, sino a Dios. Pero ni siquiera podemos temer a Dios sin consolarnos precisamente con él. ¿Y qué otra cosa significa esto, entonces, sino que Dios es, en medio de la muerte, nuestro salvador y redentor? Nos sobrevendrá la obra ineluctable, amarga y terrible de la muerte. Pero Dios será para nosotros la plenitud de todo bien, incluso en el momento en que eso nos suceda. Así, en la muerte no podrá ocurrirnos en ningún caso que dejemos de estar bajo el señorío de Dios, de ser su propiedad y objeto de su amor. El poderío de la muerte no llega hasta el punto de que ésta pueda modificar de algún modo tal situación. Nuestra muerte es nuestro límite, pero nuestro Dios es también el límite de nuestra muerte. Ésta puede arrebatárnoslo todo, pero es incapaz de conseguir que Dios deje de ser Dios, nuestro salvador y redentor y, como tal, nuestra esperanza. No puede hacerlo. Y si no puede hacerlo, hay que preguntar muy en serio: ¿de qué es, entonces, realmente capaz?7

7 K. Barth, Instantes.Pról. y sel. de Eberhard Busch. Trad. de J.P. Tosaus Abadía. Santander, Sal Terrae, 2005, p. 131.

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ENTREVISTA • “MARX NO FUE NI PADRE NI PADRINO DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN”: LEONARDO BOFF Juan G. Bedoya El País, 30 de abril de 2006

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eonardo Boff tenía 26 años en 1965, cuando concluyó en Alemania su tesis doctoral sobre la Iglesia como sacramento. Eran 600 páginas de "deslumbrante teología", según escribió entonces el gran Yves Congar. Pero no tenía editor. Se lo buscó Joseph Ratzinger, que puso 14.000 marcos para cofinanciar el proyecto. "Siempre lo he agradecido. Teníamos muy buena relación: pertenecíamos al consejo de la revista Concilium, intercambiamos artículos...". El teólogo brasileño se encuentra en España dando conferencias en numerosos foros universitarios y sociales, arropado por su colega Juan José Tamayo, también investigado y castigado por los policías de la fe vaticanos. ¿Qué sintió cuando entró en la sala de la Inquisición, donde fueron juzgados y condenados Galileo y Giordano Bruno? ¿Cómo le trató Ratzinger? Antes de empezar el diálogo, abrí mi maletín y le mostré las 100.000 firmas que me apoyaban, donde había cardenales, obispos y teólogos de todo el mundo. "Eso es manipulación", dijo. Repliqué que ya no era posible manipular, sino que las firmas eran manifestación del rechazo a cortar lenguas como en el pasado. Me dijo: "No vamos a discutir. Siéntate ahí y vamos a empezar". Le advertí: "Cardenal, en Brasil somos cristianos y empezamos el trabajo con una oración". Nos pusimos de rodillas y rezamos en latín. El castigo fue entonces liviano: "Silencio obsequioso" durante un año. ¿Por qué la ruptura final? Ratzinger conocía mi teología y sospecho que a él también le pareció un proceso excesivo, que le dolía. Cuando se publica su decisión no hay condena, sólo se dice que yo proponía "opciones que pueden poner en riesgo la fe cristiana", sin decir cuáles, sin condenar ninguna doctrina. Acepté el silencio. Pensé que querían con mi castigo alcanzar a la Conferencia Episcopal de Brasil, a la teología de la liberación, a las comunidades de base... En alemán hay este proverbio: "Man schlägt den Sak / und meint den Esel" ("Tú golpeas el saco / y piensas en el burro"). En 1992 participé en una mesa sobre ética y religión y cayó muy mal. El cardenal Sebastián Baggio me dijo: "Tienes que salir de América Latina. O te vas a Filipinas o eliges tu camino". Me dio un día para pensarlo. Le dije: "El primer castigo, el silencio, lo acepté porque fue un acto de humildad y disciplina. Ahora es un acto de humillación. La humildad

es una virtud, la humillación es pecado. En la Iglesia debe haber derechos humanos". Siguió su camino: abandono de la orden franciscana, reducción al laicado, reclamado en todo el mundo como conferenciante. Pero aún no ha dicho qué sensación tuvo en la sala del Inquisidor. Se siente uno aplastado. El poder religioso tiene una dimensión simbólica. Como cristianos, aceptamos la función del Papa, pero ahora, allí, sientes que todo ese poder está encima de ti, que estás solo, que nadie te defiende. ¿En qué idioma hablaron? Ratzinger quería hablar en alemán. "Usted es más fuerte que yo en alemán", dije. Pedí que fuera en portugués, la lengua de mis libros, y replicó que en ese idioma él no se sentía fuerte. Acordamos hablar español. Fue una conversación de dos horas. Él no preguntaba mucho. Se quejaba de que siempre hablásemos de "lucha", no entendía que en Brasil solemos decir: "¿Cómo va la lucha?", en vez de "¿Cómo va la vida?". Pensaba que detrás estaba el marxismo. Había desconfianza por las iglesias de base, como si la teología de la liberación fuese caballo de Troya del marxismo. Más tarde, cuando cayó el muro de Berlín y el capitalismo enseñó en Polonia su verdadero rostro, reconocieron entender la teología de la liberación. Desde entonces nos dejaron en paz, hasta hoy. Por fin nos han entendido. ¿Cuál es esa vigencia de la teología de la liberación? Nació para escuchar el grito del oprimido, por la vida y por la justicia. Había y hay una experiencia espiritual: cómo anunciar que Dios es Padre y Madre de bondad en un mundo de miserables. Es lo que ha hecho la teología de la liberación: mostrar que Dios es un Dios vivo y de la vida. De este capital religioso se han derivado prácticas liberadoras como las comunidades cristianas de base, grupos de derechos humanos, células de sindicatos auténticos y participación en partidos que quieren cambios sustanciales. Se quejaba Hélder Cámara, obispo de Recife (Brasil), de que si daba una limosna a un pobre le llamaban santo, pero que si preguntaba por qué había tantos pobres le tachaban de comunista. Marx no fue ni padre ni padrino de la teología de la liberación. Sí lo fueron los profetas bíblicos, la práctica de Jesús y el compromiso de los cristianos por la justicia y la libertad. Esto no quiere decir que no hayamos aprendido mucho de Marx, especialmente la verificación de que los pobres no son simplemente pobres; son oprimidos, hechos pobres por mecanismos de explotación económica sustentada por políticas que crean desigualdades y que por eso son injustas. Pero no existen sólo pobres económicos. Hay otras formas de pobreza. El primer paso fue concentrarse en los pobres económicos porque se trata de salvar vidas y no permitir que mueran de hambre y de enfermedades. Luego, los teólogos se dieron cuenta de que la

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DOCUMENTOS

• DESAFÍOS DE JOHN A. MACKAY PARA LAS IGLESIAS PRESBITERIANAS DE HOY Alberto F. Roldán

Conferencia pronunciada en el Instituto Teológico San Andrés, de Buenos Aires, Argentina, el sábado 29 de abril de 2006. El autor es doctor en teología por el ISEDET y Presbítero Maestro de la Iglesia Presbiteriana San Andrés, en Buenos Aires. Introducción ocos pensadores dentro del ámbito protestante del siglo XX en América Latina han influido tanto en la teología como Juan A. Mackay. Su pensamiento tuvo continuidad en la teología evangélica posterior y llega a nuestros días, ya en el siglo XXI, como un desafío a tomar en serio. ¿Quién fue Juan Mackay, cuál fue su pensamiento y acción y, sobre todo, qué desafíos plantea a las iglesias protestantes en general y presbiterianas en particular, en este nuevo siglo?

P

1. Perfil de Juan A. Mackay John A. Mackay nació en Iverness, Escocia, el 17 de mayo de 1889. El apellido “Mackay” significa “hijo de antorcha encendida”, cosa que puso de manifiesto y materializó en su vida. Era celta y galo por su padre, Duncan Mackay y su madre Isabelle MacGregor. Juan tenía 4 hermanos: Ella, Nellie, Duncan y William. Nellie se casó con un tal Alexander Fraser. Duncan emigró a la Patagonia como agricultor y comerciante. William se preparó como pastor de la Iglesia Libre de Escocia. Toda la familia Mackay perteneció a la Iglesia Presbiteriana Libre de Iverness. Celebraba dos cultos familiares por día, de mañana y de noche. A los 14 años, Juan tuvo su experiencia de conversión. Relata: Mi madre y yo íbamos a la Iglesia de Rogart. Las reuniones se celebraban sobre la falda de una colina cerca de la iglesia porque no había suficiente espacio en la capilla para recibir tanta gente. Fue en el culto del sábado en aquella loma que sucedió la experiencia más grande de mi vida. Durante la noche antes del culto de comunión, me sentí agobiado de mi propia necesidad de Dios, y repetía “¡Señor, ayúdame! ¡Señor, ayúdame!” Fue así, en aquel lugar de Rogart que oí a Dios hablarme durante el culto. Parecía oír las palabras: Tú también serás predicador y tú ocuparás aquel púlpito. De modo que después del culto de preparación y antes de la Comunión del domingo fui caminando por una senda escarpada de las montañas lleno de éxtasis. Hablaba con Dios, mirando a las estrellas. De repente Dios se hizo presente en mi vida... de veras yo descubrí una misión en la vida. Me encontré en otro mundo y me relacionaba con lo Divino. (Sinclair: 1990, pp. 47-48).

Entre los años 1907 y 1913, Juan realizó estudios en la Universidad de Aberdeen. Confiesa que “El cambio fue dramático. Se me

abrieron nuevas amistades.” Después, Juan Mackay se enamoró de Jane Logan Wells, una joven también estudiante. Ella, como bautista, tenía interés en Sudamérica, concretamente el Perú, mientras Juan manifestaba su deseo de ir a la Patagonia donde vivía su tío. En 1913, Mackay logró realizar su sueño de estudiar teología en el Princeton Seminary. Entre los varios profesores que lo formaron se destacan: J. Gesham Machen, Benjamín Warfield, Oswald Allis, Caspar Wister Hodge, el último de la “dinastía Hodge” (anteriores A. A. Hodge y Charles Hodge). Durante el breve período de 1915 a 1916 (exactamente 8 meses), Juan Mackay vivió en España, etapa que considera “la experiencia cultural decisiva de mi vida.” Mackay sabía de las vinculaciones entre los galos del Norte de Escocia y los galos de Vizcaya y Galicia. Pero también tenía impresos en su consciente o inconsciente, los prejuicios de los británicos contra los españoles, a los que consideraban inferiores. En España aprendió el idioma de Cervantes y se empapó de la literatura de los clásicos, tales como Cervantes, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Se hospedó en un lugar llamado “Residencia de Estudiantes” donde conoció a intelectuales de la talla de Juan Ramón Jiménez (autor de Platero y yo), José Ortega y Gassett, Federico García Lorca, Miguel de Unamuno y el peruano Luis Alberto Sánchez. Pero de todos los intelectuales que frecuentó Juan, el que más le influyó fue, indudablemente, Miguel de Unamuno. En un trabajo titulado “Unamuno y la intelectualidad protestante en el Perú: El caso de John A. Mackay (1916-1925)”, el historiador Juan Fonseca Ariza analiza puntualmente esa influencia. Indica que luego de casarse en noviembre de 1916, Juan llegó al Perú “y se hizo cargo de una pequeña escuela que [sic] la Unión Evangélica de Sudamérica (EUSA). Mackay la transformó en el Colegio AngloPeruano (hoy San Andrés)...” (Fonseca Ariza: 2004, pp. 2-4). Poco tiempo después, Mackay ingresó a la Universidad San Marcos, de Lima, donde llegó a doctorarse en filosofía y letras con una tesis titulada: Don Miguel de Unamuno: su personalidad, obra e influencia.8 Fue en ese ámbito universitario donde conoció a intelectuales como: Víctor Andrés Belaúnde, José Gálvez, José Carlos Mariátegui9, Luis Alberto Sánchez10 y al político Haya de la Torre.

8 Publicada en Lima, en Revista Universitaria, vol. II, 40 trimestre de 1918. Posteriormente en 1919 or E. E. Villarán. 9 Primer marxista sudamericano, autor de Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Varias ediciones, la más reciente, realizada en Buenos Aires por Editorial Gorla (2005) y en la que el pensador peruano reivindica el papel de la religión en el desarrollo de América Latina. En un nota reflexiona sobre el protestantismo en América Latina, diciendo: “El líder de las Y.M.C.A. Julio Navarro Monzó, predicador de una nueva Reforma, admite en su obra El problema religioso en la cultura latinoamericana que: ‘habiendo tenido los países latinos la enorme desgracia de haber quedado al margen de la Reforma del siglo XVI, ahora ya es demasiado tarde para pensar en convertirlos al Protestantismo.” Ibíd.., p. 151, nota 32. 10 Notable intelectual peruano que realizó visitas a universidades de la Argentina (especialmente la de La Plata) dictando conferencias. Autor de ¿Existe América Latina?

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Unamuno representaba la encarnación del espíritu español. Dice Mackay: “Don Miguel se hizo un rebelde, un santo rebelde cristiano, el último y el mayor de los grandes herejes místicos de España.” (Fonseca Ariza: 2004, p. 77). Otros ministerios que desarrolló Mackay: Estuvo al servicio de la Asociación Cristiana de Jóvenes en Montevideo (1925-1929) y México (1926-1932). Posteriormente, entró como secretario de la Junta de Misiones para América Latina de la Presbyterian Church USA, entre los años 1932 y 1936. En 1936 fue invitado a ser el presidente del Seminario de Princeton, puesto que desempeñó hasta 1959. Antes, en 1953, visitó Buenos Aires donde dio las famosas Conferencias Carnahan de la Facultad de Teología de Camacuá 282, hoy Instituto Universitario Isedet y que luego se publicaron bajo el título Realidad e idolatría en el cristianismo contemporáneo.11 En 1959 y hasta 1969, los Mackay se trasladaron a Maryland. La Universidad de Washington lo invitó a ocupar el puesto de profesor honorario adjunto de Pensamiento hispánico. Juan Mackay falleció el 9 de junio de 1983 dejando tras de sí un aporte invalorable en el campo de la teología, la educación y un modelo de vinculación entre la fe y la cultura, todo ello desde el prisma reformado al cual perteneció durante toda su vida. 2. El desafío de una teología contextualizada Mackay fue teólogo en el pleno sentido de la palabra. Es decir, alguien comprometido con Dios, el tema central de toda teología auténtica y, también, alguien que dio prioridad a la reflexión de la fe. Mackay, como buen teólogo, supo hacer distinción entre “doctrina” y “teología”. Aunque ambos campos se tocan, no constituyen lo mismo porque una “doctrina” para que sea tal, debe tener la sanción o aprobación de un cuerpo eclesial determinado. Pero la teología no se agota en lo doctrinal. ¿Por qué? La razón es sencilla: toda doctrina oficial de una Iglesia determinada significa una especie de “clausura de sentido” de la Biblia. La doctrina es necesaria porque constituye un marco referencial importante para identificar y articular nuestras creencias. Pero por supuesto, debemos entender que la doctrina representa una forma de ver la fe y la verdad de Dios pero que no nos ahorra el trabajo de seguir articulando la teología a las nuevas realidades de la Iglesia, la misión, la humanidad, la cultura y el mundo. De otro modo, reductio ad absurdum, no habría necesidad de seguir pensando la fe y el Evangelio en esas nuevas realidades y todo se remitiría a comprar los libros de doctrina y saberlos de memoria. Es claro que si toda la teología reformada se reduciría al pensamiento de Calvino en Institutos, no hubieran sido necesarias relecturas de ese pensamiento en los siglos posteriores. No hubieran sido necesarios los aportes de teólogos como Abraham Kuyper, Karl Barth, Emil Brunner y, en los días actuales, Jürgen Moltmann. Toda tradición en el campo del pensamiento -sea este filosófico o teológicoprecisa ser renovada, actualizada, contextualizada a nuevos desafíos. De otro modo pierde su vigor y responde a preguntas que ya nadie se formula, representando un “mundo de ideas” que ya no Primera edición por La Aurora, en 1970. Nueva edición en 2004 por Kairós y MISUR.

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existe. Esto lo comprendió cabalmente Juan Mackay. En su Prefacio a la teología cristiana, se refiere al “despertamiento teológico” en estas palabras: Hemos llegado a un punto en que se hace imperativo un nuevo comienzo. Necesitamos un avivamiento de la teología, una nueva comprensión de Dios y de su voluntad respecto a la vida humana. La actitud de tranquila desesperación, que caracteriza nuestra edad, y la búsqueda múltiple de la mente moderna tras el sentido y la autoridad, convierten a la teología cristiana en nuestra más capital necesidad. Lo que necesitamos más en estos momentos no es una defensa de la religión, del cristianismo o de la Iglesia Cristiana. Lo que los hombres ansían es que el pensamiento se convierta en un medio, al través del cual puedan escuchar una Voz que viene del más allá y percibir los contornos de un Rostro. (Mackay: 1984, p. 27).

Mackay crea la metáfora de “el balcón y el camino”, como dos maneras de enfocar la vida cristiana y, también, la teología. La primera, el balcón, representa a quienes son meros espectadores de lo que pasa en la Iglesia y en el mundo. Teorizan pero no actúan. Son diletantes de la verdad de Dios. Por el contrario, la verdad vista y vivida “en el camino” es aquella de quienes, sin renunciar a la reflexión, dan un paso más hacia la acción y la decisión. En este sentido, Mackay ve en Kierkegaard el prototipo más claro de quienes encaran la vida cristiana jugándose en el camino. Interpretando y contrastando el pensamiento filosófico del gran pensador danés, Mackay dice: La clave de su punto de vista es el significado que da al término “existir”. Rompe, en forma decisiva, con el famoso cogito ergo sum de Descartes. La simple capacidad de pensar puede diferenciar a un hombre de un animal, pero no le otorga a aquél ningún título a la verdadera existencia como hombre. Kierkegaard aceptaría de mucho mejor grado el postulado “Pugno ergo sum”, o sea: “Lucho, luego soy”. (Mackay: 1984, p. 56).

En un ensayo titulado “La restauración de la teología”, Mackay admite la necesidad de una cosmovisión (weltanschauung) que dé sentido a la vida y al pensamiento. Entiende que estaba viviendo (años 1950) en una época en la que “sólo la emergencia y el dominio de una gran teología pueden producir una gran filosofía, por un lado, y una gran religión por otro.” (Mackay: 2004, p. 93). Compara a la filosofía con la teología y destaca a ésta última como superadora de la primera por tres razones: a) la teología se ocupa de los hechos cruciales de la existencia humana con un realismo que no se ve en la filosofía; b) los sistemas de pensamiento cultural que se encuentran en el corazón de las más potentes fuerzas culturales son teologías más que filosofías; c) la vida y pensamiento de la Iglesia Cristiana exigen una verdadera y adecuada teología. Pero junto a esa ponderación de la teología, Mackay admite las razones por las cuales la teología ha sido tantas veces rechazada por la gente, dentro y fuera de las iglesias. Una de las razones, precisamente, viene de afuera, y consiste en las pretensiones de la

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. cultura secular que comenzó con el Renacimiento y luego se fue profundizando hasta la emancipación del ser humano de todo vestigio de cristianismo. Otra razón es “la insistencia en muchos círculos cristianos representativos, en que el cristianismo no es en realidad un sistema de pensamiento, sino exclusivamente una forma de vida.” (Ibíd., p. 100). Y, en tercer lugar, la propia teología tiene la culpa de su defección convirtiendo “ideas en realidades, como donde la lealtad religiosa se ha transferido de Dios a las ideas sobre Dios.” (Ibíd.., p. 101). Encuentra que quien mejor ha expresado ese sutil fenómeno de sustitución es Emil Brunner cuando escribió: El gran peligro del dogma es que demasiado a menudo transforma el signo de la cosa que representa en la cosa misma. Cuando esto acontece, el proceso de escuchar un mensaje personal se convierte en un proceso neutral de aprendizaje teórico y de aceptación de ciertas verdades intelectuales. La formulación de la verdad ha sido confundida erróneamente con la verdad misma.12

La misma idea es elaborada por el propio Mackay en las Conferencias Carnahan de Buenos Aires cuando dice: “la doctrina cristiana ha de desempeñar el papel de instrumento.[...] El papel de toda idea en servir a la realidad que describe; esforzándola, ilustrándola, alumbrándola, pero no sustituyéndola.” (Mackay: 2004, p. 12). Y luego define dos normas que deben ser aplicadas a toda doctrina: que sea leal a la revelación divina, o sea, a la Sagrada Escritura y que sea aplicable a la situación humana contemporánea. Pero advierte sobre el peligro de convertir a los datos y a las ideas en ídolos, porque los resultados del tal actitud son desastrosos: producen esterilidad, indiferencia hacia los otros y, en el peor de los casos, persecución de los herejes. Por eso, en osada expresión, señala: “La Biblia es necesaria, mas lo que salva al hombre es la fe en Jesucristo y no el mero asentimiento a una doctrina acerca de la Biblia.” (Ibíd.., p. 19). En definitiva, hay que entregarse a la realidad misma que es Jesucristo, de modo que “esta verdad que es Cristo se posesione de nosotros, de nuestra personalidad entera, de tal manera que El obre desde adentro.” (Ibíd.., p. 24). ¿Cuáles fueron entonces las influencias que recibió Mackay de los teólogos y pensadores antiguos y contemporáneos? Cuando Mackay llegó a Princeton instó a una relectura de Jonathan Edwards, predicador congregacional de teología calvinista, que Dios usó poderosamente en el avivamiento denominado “Gran Despertar”. Declaraba Mackay: Nosotros tenemos que redescubrir a Jonathan Edwards. Sus pensamientos nos ayudarán a mantener el equilibrio que nos ha perturbado en estos días recientes... La verdadera y última perfección del cristianismo consiste en una expresión ardiente y práctica de afecto religioso y en un amor para con Dios y el hombre.13

Pero Mackay no se queda simplemente en los clásicos. Sabiendo que la teología es un espacio siempre abierto, cuando se refiere a Emil Brunner, The Mediator, Londres: Lutherworth Press, 1934, p. 598, cit. en Ibíd., pp. 101-102. 13 Cit. por Sinclair, op. cit., p. 121. 12

“el camino moderno a Emaús”, dice que el mundo protestante experimentó un retorno a la Reforma con la Nueva Ortodoxia (o Neo-ortodoxia), movimiento en el cual se estudió con nuevos ojos a los grandes sistemas de pensamiento elaborados por Calvino y Lutero. “Sobre todo, se está descubriendo de nuevo el Libro en que se inspiraron Lutero y Calvino, y por el cual pudo efectuarse la Reforma Protestante.” (Mackay: 1984, p. 29). Citando específicamente a Karl Barth y Emil Brunner, afirma: “En los escritos de estos teólogos se pone fin al relativismo y al humanismo con que se había caracterizado la teología protestante de muchas décadas.” (Ibíd.). En lo que se refiere a la educación teológica, el biógrafo de Mackay, John Sinclair señala: Durante los años en Princeton Mackay empezó a formular sus propios conceptos sobre la Iglesia, y en particular, sobre la educación teológica. Unos veinte años más tarde pudo implementar estas ideas como presidente de la misma institución. Una idea giraba en torno a una teología encarnacional. En este concepto Mackay afirmaba que los cristianos tenían que convivir dentro de la Iglesia y en este caso, dentro de un seminario teológico en comunión el uno con el otro. Según Mackay no había ningún substituto para el encuentro “cara a cara” en la comunidad humana. (Sinclair, 67).

¿Cuáles fueron entonces las influencias que recibió Mackay de los teólogos y pensadores antiguos y contemporáneos? En el campo de la filosofía, Miguel de Unamuno y Sören Kierkegaard fueron los pensadores más decisivos para Mackay. De ese modo, podríamos afirmar que Mackay fue un teólogo influido por el existencialismo cristiano para quien la verdad no consiste simplemente en fórmulas estáticas sino en una búsqueda continua y en una lucha por una existencia cristiana en el mundo. En lo teológico, influyeron en él, los clásicos como Lutero y Calvino, el filósofo, teólogo y predicador Jonathan Edwards; sus contemporáneos Benjamín Warfield, Geshan Machen y, sobre todo, los teólogos suizos reformados Karl Barth y Emil Brunner, a quienes cita con frecuencia. Mackay conoció personalmente a Barth con quien pasó un tiempo mutuamente fructífero en Suiza. 3. El desafío de una Iglesia encarnada Ahora nos toca analizar lo que Mackay pensó sobre la Iglesia. Quizás el texto más fértil en ese sentido es el capítulo “La comunidad de Cristo y la idolatría de la Iglesia” de su obra ya citada Realidad e idolatría en el cristianismo contemporáneo. Comienza definiendo: “La Iglesia organizada es el instrumento necesario para la comunidad cristiana; pero cuando ella, la Iglesia como institución llega a convertirse en fin, se transforma en ídolo.” (p. 41). Mackay entiende que la Iglesia es una creación de Dios, como tal, una nueva creación en tanto humanidad redimida. Y distingue dos conceptos de Iglesia: por un lado, la Iglesia universal o cósmica y, segundo, la iglesia local que se reúne en determinado lugar. Cada comunidad cristiana es llamada iglesia que se organiza para poder funcionar como tal. Reconoce tres grandes tradiciones eclesiásticas: la Iglesia Católica Romana, las Iglesias Ortodoxas y las Iglesias Protestantes.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. enfermos, como lo hacía Jesús en Judea y Galilea. La obra misionera de la Iglesia incluye, en suma, tres aspectos: la educación, la medicina y la filantropía. La cuestión de la justicia social merece una ampliación, ya que Mackay fue un impulsor de la lucha a favor de las causas sociales. Luis Cantero señala en reciente artículo:

En cuanto a las nomenclaturas e imágenes de la Iglesia en el Nuevo Testamento, Mackay destaca las figuras de edificio, esposa y cuerpo. “Siendo que un cuerpo sirve de instrumento, la Iglesia como cuerpo de Cristo le sirve al Señor para llevar a cabo su obra en la tierra.” (p. 43). Pero lo que más nos interesa a nuestros fines, es saber qué pensaba Mackay en cuanto a la misión de la Iglesia. En este sentido, define cuatro aspectos de la misión: a)

La Iglesia ha de ser instrumento para descubrir a los hombres que Él es el esplendor de Dios. Es decir, la Iglesia debe ser un espacio de descubrimiento, si queremos decirlo osadamente “de revelación” de la gloria de Dios en Cristo. Algo de esto es lo que dice Pablo en Efesios: “a él sea gloria en la Iglesia, en Cristo Jesús.” (3.21). Para Mackay la organización de la Iglesia, su estructura y otros asuntos similares no son importantes. Lo que sí importa es la proclamación del Evangelio. “El Evangelio ha de ser proclamado por la Iglesia a todos los hombres por todo el mundo. La Iglesia que deja de ser misionera, deja de ser Iglesia.” (p. 44). No basta ser ortodoxos en la teología ni la pureza del culto ni la forma de organización. Lo que importa es si predicamos el Evangelio o no. Ese es el criterio final que realmente cuenta. Para esta tarea misionera, en la cual la evangelización es clave, la Iglesia tiene que encarnarse. Mackay define así esto que yo llamo “encarnación” de la Iglesia:

Como fiel hijo espiritual de Calvino y Knox, Mackay nunca vaciló a través de sesenta años de ministerio activo en cuanto a su compromiso social con los débiles y desamparados. Parece que sus actitudes hacia el cambio social y las cuestiones de orden social nacieron tanto de su herencia escocesa y de su teología reformada. (Sinclair, 1990: 75).14

d)

Tiene que leer, escuchar al pueblo, saber cuáles son las finalidades de su pensamiento, los problemas de su vida, si van a dirigirles la Palabra de Dios en un lenguaje que ellos entiendan, a fin de que lleguen a tomar en serio el Evangelio y aceptar a Jesucristo como Salvador y Señor. (p. 45).

b)

La Iglesia organizada promoverá el culto de Dios. Otra vez, Mackay distingue entre lo esencial y lo accesorio. Lo esencial es el culto. Lo accesorio es el lugar. El edificio no importa mucho, puede ser: “en una sala, o en un edificio especialmente construido. Pero lo importante no es dónde el pueblo de Dios se reúna, ni el estilo arquitectónico del centro de reunión.” (Ibid.). ¿Qué es lo importante e insustituible? Mackay no duda por un instante en decir:

Al vivir para el Reino, la Iglesia de Cristo jamás podrá acomodarse por completo a ninguna cultura. Tiene ella que tener constantemente el sentido del peregrino, pero haciendo a la vez todo el bien que pueda, identificándose en la forma más estrecha con la cultura, con la civilización, a la que pertenecen sus miembros, con el objeto de ejercer toda la influencia que pueda en el pensamiento y en la vida. Pero ninguna cultura, ninguna civilización ha de satisfacer por completo. Ella va siempre por delante avanzando en su peregrinación hacia la última frontera. La

Lo que importa es que Dios sea adorado, que su Palabra se comunique, que los sacramentos se celebren, que los concurrentes gocen del sentido de la presencia divina y de la fraternidad cristiana en el servicio del Señor. (Ibíd.).

c)

La Iglesia hará las obras de Dios. Mackay no reduce la misión de la Iglesia sólo a la proclamación del Evangelio y la celebración del culto. La misión incluye obras entre las que Mackay menciona: capacitar para que los creyentes sepan interpretar la fe cristiana, facilitar la educación de personas menesterosas y abandonadas por la sociedad y, muy importante: “que la Iglesia luche por la justicia social y los derechos humanos.” (Ibíd). También menciona la obra médica y la facilitación de los medios para la curación de los

La Iglesia organizada equipará a sus miembros para que ellos sean ministros. Mackay aclara que usa la palabra “ministros” no en el sentido profesional, sino más bien en el sentido básico de servir a Cristo como laicos. A partir de los dones expresados por Pablo en Efesios 4.11,12, dice que esos “funcionarios” están llamados a equipar a los santos para que ellos realicen la obra del ministerio. En este sentido, Mackay insta a “procurar que todos los miembros de la Iglesia sean miembros activos dedicándose a hacer obras de acuerdo con sus aptitudes, con el tiempo de que dispongan, con su vocación seglar.” (Ibid., p. 46). En este contexto, es importante notar que Mackay distingue el Reino y la Iglesia. Volviendo a su tesis central de que cuando el instrumento se convierte en fin se torna en ídolo, dice que la Iglesia “no va a convertirse en el Reino de Dios, pero es llamada a trabajar para que el Reino venga.” (Ibíd.). Los tramos de la exposición de Mackay que estamos comentando y citando, son tan ricos en contenidos, que más allá de lo que hemos señalado, luego pasa a la vinculación entre la Iglesia y la cultura. En un párrafo sin desperdicios y que merece ser citado in extenso, dice:

Luis Eduardo Cantero, “El pensamiento teológico de John Mackay. Un aporte a la teología latinoamericana, en especial Colombia”, Revista Teología y cultura, año 2, Nro. 4, diciembre de 2005, p. 3. Allí, el autor cita a Paul Lehmann, quien destaca también la pasión de Mackay por la justicia social. Entre las acciones concretas en pro de la justicia social, se menciona la participación de Mackay en el Comité Asesor Social para las reformas laborales, a favor de los obreros hispanos y negros que eran explotados en los Estados Unidos. Aunque el trabajo de Cantero representa un buen aporte a la comprensión de la teología de Mackay, no se entiende bien cómo puede referirse a ella como “teología fundamentalista”.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Iglesia, por cierto, no es de este mundo; pero tiene que servir a los mejores intereses de este mundo. (Ibíd.).

Difícil decir tanto en tan corto espacio. Mackay afirma que la Iglesia vive para el Reino. En ese sentido, nunca podrá acomodarse completamente a ninguna cultura. Pero cuidado: eso no significa que pueda renunciar a la cultura u optar por una actitud de anticultura. Por el contrario, la Iglesia debe hacer todo el bien que pueda identificándose en todo lo posible con la cultura y con la civilización. El objetivo es que la Iglesia ejerza toda la influencia en el campo del pensamiento y de la vida. Y, finalmente, define de manera admirable la relación Iglesia/mundo: La iglesia no es de este mundo pero sirve a los mejores intereses de este mundo. En la parte final del capítulo Mackay se refiere a la unidad de la Iglesia. Comienza criticando la tendencia de cualquier iglesia particular cuando reclama ser “la única Iglesia de Jesucristo”. En ese caso, vuelve a insistir en que estamos en presencia de un nuevo ídolo: el instrumento Iglesia que se convierte en fin en sí mismo porque “sustituye la lealtad a Cristo con la lealtad a una estructura eclesiástica.” (p. 48). A Mackay no le parece adecuado el modelo de la Iglesia católica romana porque, efectivamente, se convierte en un fin en sí misma. Pero este problema de “idolización” de la Iglesia no es un fenómeno sólo católico romano, sino que también se da en iglesias que se creen “únicas”. Menciona su experiencia en una iglesia de Escocia que se había fundado en 1892 y que no permitía el uso de órgano porque era “instrumento del diablo”, no permitía que se cantaran himnos, ni que hubiera relaciones con otras iglesias. Hay que tener cuidado de este exclusivismo. ¿Qué opinión le merece a Mackay el denominacionalismo? No cree que sea un mal en todo sentido. No todas las denominaciones han sido fruto de divisiones sino que han sido, en algunos casos, producto de prolongaciones de agrupaciones étnicas pero que, tarde o temprano, necesitan “indigenizarse” abriendo las puertas a personas de otras razas. En ese tiempo, Mackay observaba dos tendencias: una, moverse hacia un ecumenismo de solidaridad entre las denominaciones, pero sin tocar la integridad o independencia de cada institución miembro. Otra, la de un “denominacionalismo universalizado”. Más allá de estas cuestiones, para Mackay lo importante es que la unidad “ha de contribuir en todo momento a la misión de la Iglesia de servir a Cristo en el camino y en la lucha.” (p. 51). A modo de resumen: Mackay desarrolla una eclesiología que hunde sus raíces en la teología reformada pero que es abierta a los nuevos tiempos en que él vivía. Por lo tanto, propone una Iglesia cuya misión primordial es glorificar a Dios, evangelizar y desarrollar una misión que incluya, también, la acción social, la filantropía y, significativamente –considerando la época en que escribió- la lucha por la justicia social y la defensa de los derechos humanos. Desde lo teológico y misional, es importante ver cómo distingue entre la Iglesia y el Reino, considerando a la primera como una comunidad que proclama y anticipa el Reino pero que no debe identificarse con el Reino que es futuro. En cuanto al ministerio de la Iglesia, Mackay, aunque otorga mucho espacio a la acción de los “laicos”, justamente por esa misma nomenclatura se muestra heredero de una tradición teológica en la cual todavía hay cierto dualismo entre “clero” y “laicos”.

Es muy importante advertir cómo, desde su tradición presbiteriana, Mackay puede definir tan adecuadamente la vinculación entre la Iglesia y el mundo. Si bien la Iglesia no es de este mundo, actúa a favor de este mundo. Y, además, aunque no pueda acomodarse plenamente a ninguna cultura, hace el esfuerzo por identificarse con la cultura y la civilización. Finalmente, la eclesiología de Mackay es una eclesiología comprometida ecuménicamente, lo cual significa hacer los esfuerzos por la unidad de la Iglesia en el mundo, aunque reconociendo la diversidad de expresiones. Por todo lo expuesto, nos parece que la eclesiología de Mackay bien puede ser denominada una “eclesiología encarnada” en el mundo, la sociedad y la cultura, ámbitos a los cuales debe llegar con su acción misional. 4. ¿A qué desafíos teológicos y eclesiales nos conduce Mackay? 4.1. Es preciso leer los signos de los tiempos Como sabemos, hay varias formas de hacer teología. Entre las muchas, podemos distinguir dos: la sistemática y la contextual. La primera, que se remonta a los padres de la Iglesia y que tuvo en Clemente y Orígenes de Alejandría, un comienzo notable y fructífero más allá de las herejías que siempre asoman visible o invisiblemente en cualquier sistema. El sistema es necesario porque actúa como marco teórico que orienta nuestra reflexión. Pero no debemos pensar que los sistemas sean inamovibles y completos como para no ser necesario matizarlos, actualizarlos o ampliarlos. La otra forma de hacer teología es la contextual. En este caso, se trata de teologías que responden a una situación concreta. Ambos modos de la teología están presentes en Mackay. Siendo de origen presbiteriano, Mackay pone en evidencia una y otra vez los postulados clásicos de la teología reformada: la soberanía de Dios, la existencia de un único propósito salvador de Dios en Cristo, la fe en Cristo como “transformador de la cultura”. Es una teología contextual porque hace referencia permanente a la situación en la que él y la iglesia estaban inmersos: situación de posguerra, búsqueda de nuevos caminos, lucha por la justicia social de sus días, el diálogo ecuménico, el reconocimiento del aporte no sólo de las iglesias históricas sino también del propio pentecostalismo para una renovación de la Iglesia. Todo esto nos hace recordar la rotunda metáfora de Jesús cuando, criticando a los religiosos de su época les reprochaba saber interpretar el tiempo en cuanto a si iba a llover o no, pero eran incapaces de discernir “los signos de los tiempos”. Si el mundo se detuviera, si la realidad fuera estática, es posible

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. que no necesitáramos estudiar más y tampoco actualizar y renovar nuestra teología. Pero es claro que las cosas no son así. Asistimos a un mundo en permanente cambio, sólo que ahora los cambios son más rápidos y estructurales. Es necesario repensar nuestra teología, en diálogo permanente no sólo con lo que pasa en las iglesias sino, sobre todo, lo que pasa en el mundo, en nuestro mundo. Sólo así será posible hablar al mundo en términos relevantes y comprensibles, en términos que apelen a sus necesidades y sus búsquedas. 4.2. El desafío de una Iglesia encarnada en el mundo y la cultura de hoy No sólo la teología debe ser repensada sino también la Iglesia. Necesitamos una Iglesia encarnada en el mundo, entendido tanto como “naturaleza” como también en el sentido de “cultura”. En lo primero, es claro que hoy asistimos a nuevos problemas no existentes en el tiempo de Mackay o por lo menos no en la dimensión que han alcanzado hoy. Uno de esos problemas es la ecología. De un modo sistemático, el avance de la industrialización nos ha conducido en forma alarmante a la contaminación de nuestro ecosistema. ¿Qué debe decir la teología y las iglesias presbiterianas y reformadas a esta situación? ¿Cómo diseñar nuestra participación en organismos que defienden el medio ambiente de la agresión de las compañías multinacionales? Concretamente, ¿cuál debe ser nuestra participación en la grave situación del Gualeguaychú en la Argentina, que vive bajo la amenaza de sufrir las consecuencias de la contaminación del río Uruguay a raíz de la construcción de fábricas de papel? ¿Tiene la iglesia que hacer algo en este problema ecológico o simplemente no le debe interesar porque lo único que está llamada a hacer es “evangelizar”? Una Iglesia encarnada, también es una Iglesia interesada en la cultura en sus múltiples expresiones: la educación, la ciencia, la política, la economía, el arte y la sociedad como un todo. ¿Cómo participan los miembros de nuestras congregaciones en el mundo de la cultura? ¿Simplemente como entes individuales o hay detrás de su participación, cierto aval, respaldo y orientación por parte del liderazgo de las iglesias? ¿Qué aportes pueden hacer las iglesias presbiterianas a esos ámbitos? O, por el contrario, sin darnos cuenta, estamos disociando la realidad: una, la Iglesia, otra, el mundo. Ese dualismo, conviene recordarlo, es más maniqueo que protestante y menos aún, reformado. Porque nuestra teología reformada nos conduce a reclamar el mundo para la gloria de Dios, aunque respetando las autonomías relativas de la Iglesia y el Estado. En suma: se trata de indagar, con realismo y sinceridad, si estamos encarnándonos en nuestra cultura y nuestro tiempo, o estamos respondiendo a preguntas que ya nadie se formula porque, simplemente, corresponden a otro mundo y otra geografía que ya no tenemos. La encarnación supera el ámbito de lo discursivo y, por lo tanto, implica un modo de posicionarse frente a los problemas del mundo. Por eso afirmamos que las prácticas ministeriales también son teologías porque ellas reflejan nuestros modos de pensamiento.

Frente a nosotros se yerguen dos desafíos ineludibles: recrear una teología reformada, útil para nuestro tiempo y encarnar una Iglesia que, siguiendo el modelo de Jesús, no vive para sí misma, sino para el mundo que Dios ha determinado reconciliar consigo mismo en Cristo. Bibliografía Cantero, Luis Eduardo, “El pensamiento teológico de John Mackay. Un aporte a la teología latinoamericana, en especial Colombia.” Revista Teología y cultura, Año 2, Nro. 5, diciembre de 2005. www.teologos.com.ar. Fonseca Ariza, Juan. “Unamuno y la intelectualidad protestante en el Perú: El caso de John A. Mackay (1916-1925)”, Revista electrónica Espacio de diálogo, (FTL), Nro. 1, setiembrediciembre de 2004. www.compromex.org.mx/revista_ftl/num_1 Mackay, Juan A. El orden de Dios y el desorden del hombre, México: CUPSA, 1964. _______ El otro Cristo español, México: CUPSA, _______, El sentido de la vida, 7ma. Edición, Lima: ICES-MISIUR, 2003. _______, El sentido presbiteriano de la vida, _______, Mas yo os digo, 2da. Edición, México: CUPSA, 1964. _______, Prefacio a la teología cristiana,3ra. Edición, México: CUPSA, 1984. _______, Realidad e idolatría en el cristianismo contemporáneo, 2a. ed., Buenos Aires, Kairós-Misur, 2004. Mondragón, Carlos. Leudar la masa: el pensamiento social de los protestantes en América Latina 1920-1950. Buenos Aires, Kairós, 2005. Sinclair, John H. Juan A. Mackay: un escocés con alma latina, México, CUPSA, 1990.

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• PLURALISMO Y MISIÓN. POR UNA HERMENÉUTICA DE LA ALTERIDAD Paulo Suess Versión de L.C.-O.

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l tema “Pluralismo y misión” invita a reflexionar sobre la realidad religiosa plural de América Latina, sobre su identidad y alteridad. La conciencia de dicho pluralismo, caracterizado por credos cristianos, religiones no cristianas y formas diferentes de ateísmos teóricos o prácticos, es un fenómeno poscolonial y, al mismo tiempo, postsecular. Durante la colonización, se podía hablar de un pluralismo clandestino, de hecho, sin ser de derecho. Incluso en las primeras décadas del siglo XX, las religiones afroamericanas fueron perseguidas y sus adeptos, criminalizados. Ya en la segunda mitad del siglo XX se esperaba que el proceso de secularización acabase con el fenómeno religioso como tal. Hoy vivimos una efervescencia religiosa, sin pertenencias rígidas a instituciones eclesiales. Una época postsecular intenta responder la comprensión secularizante de la modernidad y anula adaptaciones encerradas en el culto al progreso y la razón, el vacío y lo relativo. El pluralismo religiosa va acompañado por prácticas y reflexiones sobre lo plural. Ese pluralismo de la práctica y reflexión misionera y misionológica tiene muchos nombres. diálogo interreligioso y macroecuménico, ecumenismo y misión ad gentes, teología de las religiones y teología de la misión. El propio cristianismo y/o el catolicismo se volvieron fenómenos plurales. En ellos conviven, bajo el techo de la misma fe, prácticas premodernas y coloniales con prácticas y teologías que asumieron los presupuestos políticofilosóficos de la modernidad o de la posmodernidad. Con teologías de la liberación coexisten, muchas veces en la misma Iglesia, teologías de la prosperidad, unas apelando al sujeto adulto del pobre, y otras tutelando a los mismos pobres con la providencia divina. A partir de las diferentes respuestas eclesiales y reflexiones teológicas ante el pluralismo religioso, el pluralismo como tal se volvió un fenómeno interno y externo al propio campo de la práctica misionera y de la reflexión misionológica. El misterio de Cristo, “como misterio de recapitulación y reconciliación universales (cf. Ef 2.11-22), rebasa las posibilidades de expresión de cada época histórica y, por tanto, se aparta de cualquier sistematización concluyente (cf. Ef 3.8-10)”.15 L’unité de la foi et le pluralisme théologique. Propositions de la Comission internationale de théologie. In: La Documentation Catholique, n. 1632 (20.5.1973) 459-460, aquí p. 459, Proposición 1 [original em francês]. Versión italiana en: La Civiltà Cattolica (5.5.1973) y versión alemana en: Internationale Theologenkommission, Die Einheit des Glaubens und der theologische Pluralismus. Einsiedeln, Johannes Verlag, 1973, pp. 17-95 (Proposiciones comentadas por J. Ratzinger, P. Nemeshegyi y Ph. Delhaye).

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La articulación entre “Pluralismo y misión” apunta hacia la necesidad de una hermenéutica evangélica de la alteridad, nunca concluyente, celosa por la simetría constitutiva entre mensaje y método, y atenta a los sujetos de la fe. La construcción de esa hermenéutica es la tarea más importante de la misionología actual. Esa lectura y relectura del misterio de la salvación es hecha originalmente por los sujetos de la fe a los cuales Jesús de Nazaret apunta al escoger sus discípulos y en sus discursos axiales en la sinagoga de Nazaret (Lc 4.14ss), en el Sermón del Monte (Lc 6.20ss) y sobre el “juicio final” (Mt 25.31ss). Se desdobla en prácticas misioneras que, sin negar su respectiva identidad eclesial, derrumban “el muro de separación” (Ef 2.14), no sólo entre samaritanos y judíos, judíos y gentiles, católicos y protestantes, cristianos y no cristianos, sino, sobre todo, entre los leprosos y puros de hoy, entre ricos y pobres, privilegiados y excluidos. Esa hermenéutica evangélica de la alteridad debe dar cuenta de la “naturaleza misionera” (AG 2) de la Iglesia y del valor salvífico de la alteridad religiosa. Ella será profundamente respetuosa de los misterios y silencios de los otros, pentecostalmente plural y proféticamente certera, en cuanto hace resonar la palabra del profeta con que Jesús anuncia su misión: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para anunciar la Buena Nueva a los pobres” (Lc 4.18). I. En la encrucijada de las tradiciones múltiples De 15 en 15 minutos pasa frente a mi ventana un ómnibus cuyo letrero (“Jardim Itápolis”) recuerda las muchas aguas que esa ciudad ofrece a sus habitantes. “Jardim” está en portugués y se refiere al “Jardín del Edén”, tan presente en el imaginario de los conquistadores. Todo, en ese país, parecía edénico: los indios desnudos, la cantidad de peces, las aguas puras y los árboles frondosos, todo intocado, dádiva divina, como en los primeros días de la Creación, sin necesidad de un “trabajo continuo y monótono”.16 “Itá”, en guaraní significa “piedra”. Los guaraníes habitaban ese espacio geográfico llamado “Planalto de Piratininga”. Más tarde, debido a la primera misa, celebrada por Nóbrega el día de la conversion del “apóstol de los gentiles”, Piratininga se convirtió en São Paulo. Polis es una palabra griega. Representa el origen de la civilización occidental en la Academia griega. Recuerda a Sócrates, Platón, Aristóteles. En Atenas se encuentra la raíz del pensamiento metafísico, que comprende la unidad como totalidad (unum est totum). Pero la polis también es el lugar de la lógica aristotélica, al lógica del tercero excluido. Los misioneros del siglo XVI que se alimentaron de esa raíz llegaron a América sin preparación para reconocer la alteridad, o mejor, preparados para destruirla. Allá va mi ómnibus “Jardim Itápolis”, “Jardín Ciudad de Piedra”. Los nombres de las calles de São Paulo, las estaciones del metro, las estatuas y, sobre todo, las personas —todo respira pluralismo y misión, en los niveles real y simbólico. En las avenidas paulistas, Sergio Buarque de Holanda, Visão do paraíso: os motivos edênicos no descobrimento e colonização do Brasil. 6a ed., São Paulo, Brasiliense, 1994, p. X. 16

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. misioneros y cazadores de indios, Anchieta y Anhangüera17 disputan la atención de los transeúntes. El pueblo heredó de los indios la alquimia de su sobrevivencia, al mismo tiempo catequizados y colonizados, y homenajea sus ángeles de la guarda y respeta sus demonios, sabe cómo puede ser útil encender una vela a Dios y otra al diablo. Para el pueblo, en la locura de esa ciudad, el pluralismo de las religiones no es problema. Apunta hacia el hecho de las múltiples resistencias, curas y milagros. Una religión no da cuenta de la multiplicidad de los males, nos dice el narrador Riobaldo de El gran Sertón: veredas: Rezar es lo que sana de la locura [...] Yo aquí no pierdo ocasion de religión. Aprovecho de todas. Bebo el agua de todos los ríos... Una sola, para mí, es poca, tal vez no me llegue. Rezo cristiano, católico, mezclo es cierto, y acepto las oraciones de mi compadre Quelemém, su doctrina es de Cardec. Pero cuando puedo, coy a Mindubim, donde está el creyente Matías, metodista: la gente se acusa de pecado, lee en voz alta la Biblia y ora, cantando himnos hermosos. Todo me aquieta, me suspende. Cualquoier sombrita me refresca.18

Ante la mística de Riobaldo, la polis parece petrificada, Itápolis, sin sombra. Las especulaciones metafísicas asumidas por el cristianismo redujeron la realidad a un origen y/o una sustancia. Si lo Uno es Todo, lo múltiple arrastra en sí deficiencias del “ser”. Lo múltiple representa la depravación de lo Uno. La doctrina del origen único descalificó la diversidad de los caminos como desviación, como degeneración. El monogenismo bíblico indujo a leer la diferencias humanas en clave de degeneración, causadas por el pecado original, y rebeldía contra la ley de Dios, inscrita en la naturaleza y en el orden cosmológico inmutable, en clave de pérdida del estado de gracia, y de castigo, de desvíos del camino único trazado por Dios en la Iglesia Católica. La historia de salvación, las alianzas de Dios con su pueblo y el cristianismo como tal sólo tienen el sentido de revertir la dispersión, la fragmentación y confusión. La cristiandad fue el último intento global de recuperar la gracia perdida por la reconstrucción del mundo en su singularidad. Prisioneros de esa lectura, los misioneros consideraban el pasado de los pueblos autóctonos, no sólo irrelevante para la historia de su salvación, sino que lo consideraban un estorbo para la transmisión de la “verdadera religión”. Para los catequistas de la conquista y su teología aún inspirada por el neoplatonismo y el monogenismo, lo plural de las voces y los modos de ser encontrados en las Américas representaba un apartamiento de la verdad única y domesticada en las experiencias históricas y expresiones culturales de la Europa cristianizada. Hoy podemos decir que la Iglesia pagó un alto precio por las primeras inculturaciones en Europa. Pagó el precio de la helenización, la orientación filosófica, la romanización, y la orientación jurídica, administrativa y litúrgica. Ciertamente, “la

Anhangüera significa Diabo Velho, nome dado pelos índios ao bandeirante Bartolomeu Bueno da Silva. 18 João Guimarães Rosa, Grande sertão: veredas. 13a ed., Río de Janeiro, José Olympio, 1979, p. 15. 17

verdadera fe cristiana está ligada a su caminar histórico”,19 pero en éste se infiltran paradigmas particulares e históricamente limitados, que no pueden ni deben ser universalizados como “verdades del camino”. La asunción del cristianismo por el imperio romano posconstantiniano no fue gratuita. El propio cristianismo asumió las estructuras imperiales que rebasaban las definiciones dogmáticas, las determinaciones del derecho canónico, las prescripciones e indumentarias litúrgicas. Sería atrevido construir, a partir de tales adquisiciones históricas, una identidad eclesial irreversible. No se trata de “sistematizaciones concluyentes”, pues ninguna realización histórica tiene la última palabra. También en las inculturaciones más logradas trasladamos los misterios de Dios “en vasos de barro” (2 Co 4.7). II. El pluralismo entre “todo se vale” y el monismo hegemónico Entre los especialistas de la evolución humana prevalece hoy la visión monogenista, no a partir de un casual primordial perfecto, sino a partir de una rama de la línea evolutiva de vida. Esa rama común permite pensar el origen biológico del género humano (su unidad e igualdad) y su desdoblamiento en una gran variedad de culturas. La diversidad de la vida humana, por lo tanto, no es resultado de una unidad paradisiaca perdida, sino de una diversificación evolutiva que posibilitó, en un largo proceso de hominización, el surgimiento de la especie humana. El evolucionismo no afecta necesariamente la visión cristiana de que Dios creó los seres humanos según su imagen y semejanza. La “creación del ser humano por Dios según su semejanza” puede ser comprendida y remetaforizada al interior de un largo proceso evolutivo. En ese proceso de hominización surgieron las culturas y, con ellas, las religiones. Esas religiones son los caminos ordinarios de salvación de sus respectivos pueblos. Las culturas y religiones tiene una normatividad interna. Ninguna de esas culturas y religiones, por ello, es, por principio, normativa para otras culturas y religiones. Lo normativo es lo divino que se encuentra, según la fe de cada una de ellas. Pero lo divino es contado y vivido humanamente, es decir, es histórica y culturalmente mediado. A través de dichas mediaciones en lenguajes humanos, lo divino normativo se vuelve siempre paradigmático, múltiple, histórico y cultural. El propio Jesús explicó el Reino de Dios, que para él era único y absoluto, a través de múltiples parábolas. Esa distinción entre lo normativo y lo paradigmático es muy importante para la misión. En el pluralismo religioso y cultural se trata hoy, desde el nacimiento de la modernidad occidental, no de una ola, sino del reconocimiento de una raíz. Y esa raíz en lo plural de las culturas y religiones es reconocida públicamente como pluralismo de hecho y de derecho. El moderno Estado constitucional, democrático, secular y liberal existe para dar cuenta de la esfera pública plural, por definición pluricultural. Él sabe que debe cuidar bien las raíces culturales de cada grupo social que lo compone, porque de esas raíces se alimenta la conciencia del deber, la solidaridad e las normas de sus ciudadanos. El Estado constitucional exige de sus 19

Cf. L’unité de la foi et le pluralisme théologique, l.c., Proposición IV.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. ciudadanos un consenso político metacultural (overlapping consensus) y delega a los diferentes credos e religiones a la esfera privada. No sólo el Estado moderno, también las iglesias y religiones, en su convivencia recíproca al interior de él, reconocen su libertad y alteridad religiosas recíprocas. El reconocimiento explícito de la libertad religiosa por el Concilio Vaticano II, a través de la “Declaración Dignitatis humanae sobre la Libertad Religiosa” es, como don de Dios, uno de los presupuestos de la misión. En la mayoría de las iglesias y entre una mayoría de los fieles, existe un consenso de que la alteridad religiosa, por ser un don de Dios es un derecho humano, es irreductible. En la posmodernidad, el pluralismo se caracteriza por la indiferencia contextual y por el relativismo ideológico. El pluralismo ha de ser defendido en dos frentes: en el de la monocultura hegemónica y en el del pluriculturalismo indiferente. En cuanto las luchas por el modelo único, partido único, monocultura, religión única y pensamiento único son visiblemente violentas, las luchas al interior del pluralismo, muchas veces, son luchas escondidas detrás de un pluralismo de fachada. Al interior de las llamadas democracias liberales, que se revisten con una toga de pluralismo, hay obviamente una lucha de clases, una lucha por privilegios que privan en la mayoría de los ciudadanos, de la ciudadanía, que se alimenta de la igualdad de derechos y deberes, y del reconocimiento de la alteridad. El “término medio” entre pluralismo posmoderno y guerra hegemónica no es el condominio cerrado, sino la lucha, en la plaza pública, por un mundo de todos. En este mundo, el diálogo dejaría de ser ideológico, el pluralismo, arbitrario, y la unidad sería la articulación de lo múltiple y diferente en una causa común. III. Límites para el diálogo La alteridad religiosa remite al diálogo interreligioso al interior del diálogo intercultural. En América Latina, ambas formas de diálogo están hipotecadas por estructuras históricas del patriarcado, el capitalismo neoliberal y la indiferencia del pluralismo posmoderno. La sociedad de clases interfiere violentamente en el diálogo interreligioso e intrarreligioso. Entre siervo y señor, privilegiados y explotados, países hegemónicos y periféricos, no existen las condiciones básicas para el diálogo, la libertad y la igualdad. El diálogo entre culturas, religiones e individuos no suscita expectativas falsas. No promete la superación de la ambivalencia de la condición humana o de la alienación social ni alimenta la visión de una epistemología total y de una hermenéutica sin misterio. Por eso tiene, como instrumento de comprensión, el diálogo, trabajo y respeto, y la convivencia pacífica al interior de cualquier pluralismo. El diálogo tiene “siempre un carácter de testimonio, dentro del máximo respeto a la persona y la identidad del interlocutor” (Puebla 1114) y exige, más allá de las convicciones propias y de la disposición para un aprendizaje recíproco, ciertas reglas. Forma parte de las condiciones y de la pauta del diálogo interreligioso:

a) aceptar medios pacíficos de interlocución y convivencia que no es tan obvio para quien acompaña la historia de las religiones; b) aceptar la posibilidad subjetiva de lógicas contextuales y verdades históricamente situadas que permiten a las personas elegir y defender sus argumentos religiosos sobre la base de opciones no científicas; c) reconocerse como iguales, independientemente del valor que se confiera a las tradiciones recíprocas en cuestión;20 d) aceptar los cuestionamientos recíprocos que emergen, no en la diferencia religiosa como tal, sino de la falta de coherencia entre las pretensiones defendidas y la realidad vivida;21 e) buscar acciones afirmativas comunes para el bien de la humanidad; f) aceptar los silencios y misterios de las religiones que apuntan hacia el tiempo escatológico como fin de las religiones e iglesias, porque Dios será todo en todos. Más allá de estas reglas más formales para el diálogo interreligioso que permita la colaboración en la diferencia, es importante sumar los argumentos que unen a las religiones y que sirven para una fundamentación normativa de las religiones en la “unidad del Espíritu Santo”. IV. ¿Qué hacer y por dónde comenzar? Los escenarios religiosos latinoamericanos están constituidos por religiones con horizontes universales y, por lo tanto, con imperativos misioneros, y por religiones locales, sin dichos imperativos, que busca la incorporación o “conversión” de la alteridad. Además de eso existen numerosas mezclas entre cristianismos, religiones afroamericanas, indígenas y forma de espiritismo. El reconocimiento eclesial del pluralismo religioso se encuentra aún en tensión con determinadas interpretaciones de su imperativo misionero. Se necesita una hermenéutica y traducción de la labor misionera actual que no se aparte de la universalidad del Evangelio ni del reconocimiento de la alteridad. Ni la afirmación de que todas las religiones son iguales, ni la tesis de superioridad de los cristianismos, por principio, ayudan a la mision y el diálogo interreligioso en su convivencia con los otros. ¿Cómo desconectar la universalidad del horizonte misionero de una perspectiva que busca la conversión del otro, su integración al gran relato cristiano? Cómo, por otro lado, no ofrecer, en el altar de la alteridad y el relativismo, las convicciones propias, el testimonio de la fe y la

Cf. Jürgen Habermas, “Vom Kampf der Glaubensmächte. Karl Jaspers zum Konflikt der Kulturen, en Idem, Vom sinnlichen Eindruck, Frankfurt a.M., Suhrkamp, 1997, p. 41-58, aquí 57. 21 Esa ambivalencia forma parte de cada grupo social Cuando las religiones no solucionan las ambivalencias de sus adeptos a través de ritos de perdón o de consagración de prácticas de tolerancia, comienzan a proyectar sus inautenticidades a grupos externos que sirven como chivo expiatorio. En la parábola del trigo y la cizaña, Jesús advierte sobre la superación de la ambivalencia el el tiempo escatológico de la cosecha (cf. Mt 13,24ss). 20

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. relevancia universal de algunas experiencias y horizontes de dicha fe? La “Declaración Nostra Aetate sobre las relaciones dela Iglesia con las religiones no cristianas” diseña, en su preámbulo, un primer núcleo para una teología de las religiones, apuntando hacia aquello que une a las religiones: origen y fin, respuestas a los enigmas de la condición humana, sentido de la vida, distinción entre bien y mal, el porqué de la muerte y, finalmente, salvación y vida eterna, y caminos para obtener una felicidad verdadera (Nostra Aetate, 1). Ese fondo común que los cristianos comparten con los no cristianos, permite la conexión evangélica con la mayoría de las religiones. Es el punto de partida de cualquier diálogo salvífico y labor misionera. Es el punto de partida del apóstol Pablo, quien fue al encuentro de los atenienses en el Areópago y los llamó “los más religiosos de los hombres” (Hch 17.22), y de Francisco Javier, en la India y Japón. El pluralismo religioso y el diálogo como instrumento transdisciplinario de comunicación tiene un horizonte universal, convidativo y responsable ante los no participantes del respectivo diálogo, en el cual la salvación y liberación no coinciden, pero tampoco pueden ser separadas (cf. Evangelii Nuntiandi, 31). La misión es el otro nombre para ese ir al encuentro convidativo, a partir de una responsabilidad universal hacia los pobres. En esa perspectiva, Puebla profundizó el concepto de asunción al servicio de la liberación integral de la humanidad. El horizonte universal es un horizonte de inclusión, de sensibilización, comunión y participación.22 Representa la “causa mayor” que une a la humanidad, la lucha por la justicia y la paz, por igualdad y reconocimiento. La causa mayor presupone la asunción y articulación de diferentes “causas particulares y específicas”: la causa de los pueblos indígenas, por ejemplo, el movimiento de los Sin Tierra, la población en situación de calle, los migrantes y tantos otros “excluidos”. En esas luchas por la articulación de la causa universal de los pobres, en su especificidad y diversidad, la religión cumple un papel importante. Ella articula el “principio de la realidad” con el “principio de esperanza”, codificados en el anuncio de la Buena Noticia del Reino a los pobres. Este anuncio significa: otro mundo posible que ya está entre nosotros. Apostar al factor religioso en las luchas sociales no significa instrumentalizar la religión o las creencias del pueblo. Significa recordar lo que los protagonistas de esas luchas ya saben, pero que, en horas difíciles y de desesperación, requieren escuchar de nuevo: “Su causa no es meramente una causa anticapitalista, sino una causa de Dios”. Al decir esto y con esas palabras, se pone en operación el antiguo lenguaje religioso de la filiación divina que hoy, con la escasa socialización religiosa pocos entienden, en un lenguaje secular, sin secularizar su sentido religioso. Tal vez fue eso lo que Puebla quiso decir al cobrar de la Iglesia particular “el esfuerzo de trasvasar el mensaje evangélico al lenguaje antropológico y simbólico de la cultura en que se inserte” (Puebla 404).

Tal vez necesitamos hoy, como los evangelizadores y evangelizadoras de antaño, componer nuevamente gramáticas y diccionarios para una comprensión y relevancia mayor del lenguaje cristiano y bíblico. La gracia, en esos diccionarios, significaría tal vez, que no todo puede ser comprado; conversión, devolución de apropiaciones indebidas; estructuras de pecado, estructuras del capitalismo neoliberal; sacrificio sería solidaridad radical; sacrificio, solidaridad. La misión evangelizadora no merecería ese nombre, pues como exhortó Paulo VI, si ella “no toma en consideración al pueblo concreto a quien se dirige, ni utiliza su lengua, sus señales y símbolos, después no responderá tampoco a los problemas que ese pueblo tiene, ni alcanza su vida real” (Evangelii nuntiandi 63). Estamos en camino de una hermenéutica de la alteridad. Eso significa no sólo leer, traducir e interpretar los libros de los demás. Significa también releer el lenguaje propio y con los ojos del otro. Esa hermenéutica tiene dos miradas. Con una intenta leer los contextos y culturas, y con la otra, las macroestructuras con sus contradicciones. En los Areópagos de este mundo globalizado de la modernidad y posmodernidad se puede decir que, como Pablo en Atenas, este mundo es más religioso de lo que sabe. Habermas advirtió, recientemente, que muchas conquistas de la modernidad, como por ejemplo la subjetividad, la libertad, la emancipación, la autonomía, la lucha por la justicia y solidaridad, son inimaginables sin aquella catequesis milenaria de los misioneros y misioneras que hablaron de singularidad de la persona, justicia universal y de un juicio, del amor a Dios, al prójimo y al enemigo, y de la esperanza en el Reino de Dios.23 El “trasvasamiento” del mensaje produjo transformaciones profundas, a pesar y más allá de formalismos institucionales. El mundo postsecular asumió visiones parciales del cristianismo que las propias iglesias no colocaron más en sus diccionarios. Nuevos lenguajes ofrecen nuevos lugares para el diálogo y la misión. Los otros y los pobres, hoy, viven insertos en un mundo plural, secular y, al mismo tiempo, postsecular y vagamente religioso y, muchas veces, sin vinculación eclesial. Para ese mundo, el medio es el mensaje. El lenguaje es uno de esos medios que forman parte del mensaje. La tentación de la mímesis, frente a las iglesias electrónicas, es real. El mensaje evangélico, en muchas ocasiones, se encuentra atrapado entre lenguajes herméticos y arcaicos. Ambos lenguajes no dan cuenta de un nuevo intento de inculturación, sin la primera ingenuidad que acompañó a dicho paradigma. Lo que está en juego es la relevancia de la misión para el mundo de hoy, articulada con su coherencia interna. La relevancia para el mundo transforma nuestras respuestas en preguntas y exige nuevos discernimientos al ver la realidad. Desde Santo Domingo (1992) se instaló en la Iglesia Católica lo que podríamos llamar el “sacrificio de la realidad”, por lecturas ideológicas o por la simple ausencia. Frente al vacío espiritual y el pragmatismo pastoral, también en las “Proposiciones del Sínodo” y en el

Cf. Conclusiones de Puebla, n. 400, 457, 468s, 188, 201. La tercera parte de esas Conclusiones profundiza en la perspectiva de la asunción como “comunión y participación”.

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Cf. el discurso de agradecimiento de J. Habermas, al recibir el Premio de la Paz de los libreros alemanes en la Paulskirche de Frankfurt, octubre de 2001.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. “Documento de participación” para Aparecida, en 2007, necesitamos construir la relevancia externa de la misión de la Iglesia a partir de una nueva lectura de su coherencia interna o, en otras palabras, la construcción de una hermenéutica de la alteridad que forme parte de la hermenéutica de la realidad como un todo, a partir de la fe en Jesucristo, en cuya cruz nos gloriamos (cf. Gál 6.14). V. En los rieles de la coherencia y la relevancia La misión y el diálogo interreligioso intentan montar el tren del cristianismo en rieles de la coherencia interna y de la relevancia externa. La relevancia hacia el mundo se construye a partir de los imperativos del evangelio y de la conciencia de la comunidad eclesial. Esa conciencia, a su vez, es plural como son plurales las lecturas del evangelio al interior de la Iglesia. Lo que ofrece seguridad a los rieles de coherencia frente a los imperativos evangélicos y las conciencias eclesiales, y otorga relevancia son los durmientes, colocados transversalmente. ¡Para que el tren no se salga de los rieles, necesita cuidar los durmientes! A continuación, se hacen algunas consideraciones para escoger mejor, enmendar y sustituir algunos durmientes que fueron maltratados por el tiempo. 1. El pluralismo es resultado de una evolución natural, cultural e histórica, por tanto no puede ser considerado un fenómeno degenerativo de una supuesta unidad primordial. Por causa de su multidireccionalidad, esa evolución es ambivalente y debe ser acompañada críticamente La diversificación de la vida es la condición del surgimiento de la especie humana. Ese pluralismo se agradece, según la comprensión cristiana de hoy, pues es una intención divina y no una intervención seguida por la expulsión del paraíso. En los mitos de expulsión y de la construcción de la Torre de Babel, lo plural de las culturas y lenguas se caracteriza como un castigo divino a la humanidad. El surgimiento de la especie humana en la historia forma parte de un proceso abierto de diversificación biológica y, a causa de ello, contingente y vulnerable. No sólo los progresos culturales son posibles, guiados por la inteligencia humana. Por la propia naturaleza biológica inherente a los seres humanos, también son posibles las regresiones al reino animal. En cada época, la potencialidad autodestructiva de la evolución recibirá un nombre nuevo. Al que las Sagradas Escrituras y los documentos eclesiales denominan “corrupción” por “estructuras de pecado”, hoy, por la formación del capitalismo tardío, tiene la configuración de un sistema. Puebla (n. 92) habla “de un sistema claramente marcado por el pecado”. Se trata de una sociedad de clases que, en la base de la democracia liberal, simula un cierto pluralismo para escoger. En realidad, ofrece sólo un plural binario entre ricosy pobres, inclusión y exclusión. Las culturas y religiones están atravesadas o amenazadas por las escisiones binarias de dicha sociedad de clases. Pero el pluralismo de las alteridades múltiples no puede ser reducido al pluralismo hegemónico, protegido por el más fuerte, ni al maniqueísmo bipolar o las “elecciones múltiples” del mercado. La diversidad de las culturas no puede ser reducida a la monotonía de

la sociedad de clases. El genio artístico de cada pueblo, que expresa sus sueños y utopías de una manera simbólica, subordina, en la protesta que representa, al sociedad de clases a un horizonte transitorio. En ese contexto de un pluralismo ambivalente, el papel de la misión, su relevancia evangélica, está tanto en el reconocimiento de la alteridad y potencialidad del más débil y en la protección de sus raíces, como en la lucha por la superación de las escisiones estructurales de la sociedad de clases. De ahí emergen las dos banderas de la misma misión, el discernimiento y la intervención: el discernimiento entre continuidad y ruptura, y la intervención para impedir o para promover ambos, continuidad y ruptura. 2. El pluralismo religioso-cultural permite la construcción de identidades religiosas múltiples, inclusive al interior de las iglesias. Dichas identidades no están demarcadas por muros que separan sino por arbustos que permiten comunicación e intercambios entre los espacios que dinámica e históricamente delimitan Al articular la dimensión ontológica y la histórica de la identidad, es posible afirmar con el psicoanalista Costa Freire: “No nacemos ‘siendo’, somos lo que nos volvemos, y salvo excepciones, nos volvemos lo que la cultura permite que lleguemos a ser”.24 Las personas y grupos sociales viven, al interior de sus culturas, siempre los dos momentos, el ser de la herencia y el “llegar a ser” de la historia. Los grupos sociales son herederos y constructores de su identidad. Los cristianos heredaron de Jesucristo la misión de estar en el mundo sin ser del mundo, de sustituir muros por arbustos, por tanto, de derribar “el muro de separación” (Ef 2.14). Esa misión es una misión de paz. “Anunciar la Buena Noticia a los pobres” significa derribar uno de los muchos muros de separación que la sociedad permitió construir, no sólo entre países, sino también al interior de cada Estado y persona. Al contar a parábola del buen samaritano (Lc 10.25ss), Jesús derribó no sólo el muro étnico entre samaritanos y judíos, mestizos impuros y judíos puros, el muro clerical entre sacerdotes y legos, sino también entre la secta marginal y la religión oficial, discurso y praxis, verdad y amor. Seguir la religión “falsa” de los samaritanos no impide, según la parábola, hacer lo correcto delante de Dios. Lo correcto para la vida eterna se llama practicar la caridad, no pertenecer a algún grupo. Derribar muros marcados por la “corrupción del pecado” y sembrar arbustos que garanticen la identidad del otro son tareas de la misión y del diálogo. Sus objetivos son la recuperación de la imagen de Dios en los rostros humanos y la comunicación libre entre iguales y diferentes. En ese proceso que religa el orden de la redención al orden de la creación, Jesús de Nazaret y el Jesús pospascual se colocan por encima de las personas, pero al lado de la samaritana, el migrante, el leproso, el pobre, la otra y el pecador. En ese plano concreto de la encarnación y con las opciones que presupone, la fe no cede espacio a la ideología ni a la hegemonía. Ante “las facciones sufrientes de Cristo” en las facciones de la Jurandir Costa Freire, “Prefácio: Playdoier pelos irmãos”, en Maria Rita Kehl, ed., Função fraterna. Río de Janeiro, Relume Dumará, 2000, p. 10.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. humanidad en “situación de extrema pobreza” (Puebla, 31ss), adonde el despojamiento de la encarnación y redención asume su relevancia histórica y salvífica, caen también otros muros, sustentados por discursos ideológicos, el muro entre el diálogo interreligioso y el testimonio de fe, entre evangelización explícita e implícita, entre evangelización y sacramentalización. 3. La evolución del pluralismo religioso y cultural es un proceso histórico imprevisible y sin fin. Mientras la globalización y el capitalismo ejercen una cierta presión sobre la identidad cultural de las regiones, la misión prepara territorios para reafirmar la identidad étnica y religiosa El 15 de junio de 2005 se llevó a cabo una audiencia pública en la Asamblea Legislativa del Río Grande del Norte, en Natal, adonde, luego de más de un siglo de silencio, tres pueblos indígenas profesan públicamente su indianidad y reivindican su reconocimiento. Los líderes de las tres comunidades entregaron un documento que apelaba a su derecho de autoidentificación étnica, garantizada por la Convención 169, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),25 a sus derechos constitucionales sobre la tierra que ocupan y a las políticas de protección y asistencia.26 En Brasil resurgieron, en los últimos 35 años, 70 pueblos. La religión de los propios indios tuvo un papel importante en dicha recuperación de su visibilidad. Pero también la religión de los misioneros y misioneras, acusados por la agencia indigenista del Estado brasileño, la Fundación Nacional del Indio (Funai), de inventar indios, colaboró en ese proceso de reafirmación de la identidad. La resurrección de un pueblo, con la colaboración de la misión, representa una gracia para la Iglesia, independientemente de la pertenencia institucional de los indios. La gloria de Dios es la vida de los pueblos o, en palabras de San Ireneo, Gloria Dei vivens homo. El Vaticano II nos esclareció que la justicia de la resurrección no es ningún privilegio de los cristianos. Por la voluntad salvífica universal de Dios, “debemos admitir que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de asociarse, del modo conocido por Dios, a este misterio pascual” (Gaudium et Spes, 22). Los demás caminos de salvación y las otras religiones no son complementarias al camino propuesto por Jesucristo. La complementariedad apunta hacia “deficiencias”. La alteridad no consiste en complementar sino en su condición de ser. En medio de los discursos posmodernos que hablan de licuefacción de las identidades, se asiste hoy a afirmaciones sorprendentes de identidad y al retorno de territorios culturales y religiosos, sin documentos ni libros, pero llenos de vida. Todo en esos procesos de reconstrucción de la identidad forma parte de una cultura oral ancestral. Al contar su historia, al recordar su

sufrimiento, y recordar sus tradiciones, los pueblos con capaces de emocionarse, de reinventar su historia y contextualizar su sueño.27 La identidad es un horizonte que “nos es revelado como algo a ser inventado y no descubierto”.28 4. El lugar del pluralismo religioso y de la identidad católica es un lugar al interior de “la católica unidad del pueblo de Dios”, al cual pertenecen también otros cristianos y seguidores de religiones no cristianas. La unidad religiosa como articulación de su diversidad y construcción de identidad definitiva están inscritos en un horizonte escatológico El Vaticano II nos habla de una manera nueva de pertenencia y del llamado a “la católica unidad del pueblo de Dios”. Según la encíclica Lumen Gentium (13d), forman parte de esa identidad católica los fieles católicos con su pertenencia a la Iglesia Católica, los demás creyentes en Cristo y todos los hombres y mujeres llamados a la salvación por la gracia de Dios. La misión colabora con las tareas específicas en esos tres niveles. Ad intra trabaja la identidad de la fe y la pertenencia de los fieles católicos a la Iglesia Católica. Ese trabajo ad intra se desdobla en la práctica de su responsabilidad ad extra que no aspira a la integración corporativista de los otros a la Iglesia Católica sino a repartir los dones que cada quien recibió en el servicio a los demás (cf. Lumen Gentium, 13c) y a la construcción de la paz universal. El pluralismo religioso es expresión de la “católica unidad del pueblo de Dios”. La unidad católica es unidad en el Espíritu santo. Es el “principio de unidad” (Lumen gentium 13a). La Iglesia Católica forma parte de la “católica unidad”, pero no es idéntica con ella. También los creyentes en Cristo y la humanidad pertenecen a esa “católica unidad”. A la misión de la Iglesia no le toca incorporar a los demás en sí misma, porque la construcción definitiva de la unidad sólo podrá acontecer en un horizonte escatológico. “Quien apuesta a unificar las religiones como resultado del diálogo interreligioso, sólo podrá decepcionarse. Esa unificación difícilmente se realizará en nuestro tiempo histórico. Tal vez ni siquiera sea deseable”,29 escribió el entonces cardenal Ratzinger algunos años atrás. El pluralismo religioso es un hecho histórico y la historia es un lugar teológico. La unidad de las religiones y credos tiene un horizonte escatológico donde “el todo y cada una de las partes aumentan comunicando entre sí las riquezas y aspirando a la plenitud en la unidad” (Lumen Gentium, 13c). En las condiciones históricas concretas, la “católica unidad” significa “unidad humana universal”. La universalidad de la vocación divina trasciende las partes confesionales y, al mismo tiempo, intenta articular todas esas partes, particularidades, diversidades y

Cf. Eric Hobsbawm y Terence RANGER, eds., The invention of tradition. Cambridge, University Press, 1983. 28 Zygmunt Baumann, Identidade. Río de Janeiro, Zahar, 2005, p. 21. 29 Cardenal Joseph Ratzinger, “Der Dialog der Religionen und das jüdischchristliche Verhältnis“. Publicado por primera vez en Internationale Katholische Zeitschrift Communio 26 (1997) pp. 419-429. También en Idem, Die Vielfalt der Religionen und der Eine Bund. 3ª ed., Bad Tölz, Urfeld, 2003, p. 117. 27

Convençión n. 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, aprobada por la Organización Internacional del Trabalho (OIT), 7 de junio de 1989, en su Art. 1, § 2 afirma: “La conciencia de su identidad indígena o tribal deberá ser considerada como criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones de la presente Convención”. 26 Cf. Constitución Federal de Brasil, 1988, Art. 210. 25

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. pluralismos.30 La misión de la Iglesia se realiza en la asunción y articulación universales de la humanidad mutilada en sus contextos y en los confines de sus mundos. 5. El horizonte escatológico de la unidad de las religiones y credos, así como la comprensión de la identidad en us dinámica histórica y relacional, permiten pensar en la posibilidad de un reconocimiento progresivo del valor salvífico de las religiones entre sí. La misión y revelación de Dios no son corporativistas. Su repartición entre las religiones puede ser esperada en un proceso de un largo caminar histórico, convergente, dinámico y amoroso Al definirse como señal y sacramento de salvación, la Iglesia del Vaticano II echó mano no de la entereza, sino de la totalidad de la salvación como posibilidad histórica, dejando una puerta de la salvación abierta para quienes “ignoran el Evangelio de Cristo y su Iglesia” y se salvan “bajo el influjo de la gracia” y “a través del dictamen de la conciencia” (Lumen gentium, 16). Eso no fue una generosidad precipitada sino la afirmación de lo obvio. Una “señal” es algo universalmente precario, porque requiere siempre un contexto histórico-cultural y una comunidad de interpretación. Más allá de la Iglesia existen otros caminos y señales de salvación. “Dios puede, por caminos sólo conocidos por Él, llevar a la fe a los hombres que sin culpa propia ignoran el Evangelio”. (Ad gentes 7a). Lo que antes era considerado “idolatría”, “herejía”, “fetichismo” o “perfidia”, hoy, al interior de la Iglesia, es cortejado como religión con “chispazos de aquella verdad que ilumina a todos los hombres” (Nostra aetate 2b). En otros textos del Vaticano II, las religiones no cristianas son consideradas una “preparación evangélica” (Lumen Gentium, 16, Evangelii Nuntiani, 53), “pedagogía para Dios” (Ad gentes, 3a) o “semillas del Verbo” (Ad gentes 11b, Lumen gentium 17). Todo esto era bastante poco, pero formó parte de un proceso evolutivo de la mentalidad católica que va del reconovimiento de entonces al reconocimiento precario de hoy. Obviamente, ese proceso no llegó a su fin, porque la propia “Iglesia de hoy aún no es aquello que está llamada a ser”.(Puebla 231). Los cristianos forman parte de un proceso continuo de revelación a través de una siempre mejor comprensión de la práctica de Jesús y de las señales de Dios en la actualidad. Las religiones no cristianas no son pasajeras, sino nuestra comprensión de ellas. Como Iglesia pertenecemos a la humanidad que prepara el Evangelio de la Gracia. La verdad de la fe cristiana está ligada a su caminar histórico. “La ortodoxia”, afirmó la Comisión Teológica Internacional, todavía en 1972, “no es un consentimiento a un sistema sino la participación de una caminata de fe”.31 En la verdad de la fe, el valor dinámico del camino como práctica de caridad precede al valor estático del sistema. La prueba de la ortodoxia cristiana está en la pobreza de Dios. La ortodoxia cristiana se reviste, no de eficacia, sino de señales de pobreza del propio Dios: la kénosis y la encarnación, pesebre y cruz, pan eucarístico y los pobres de cada época. “La pobreza es la

verdadera aparición divina de la verdad”,32 escribió el entonces cardenal Ratzinger y, a partir de la teología latinoamericana, agregaríamos: la pobreza en su concreción de los pobres. Lugar de la epifanía de Dios, por excelencia, son ellos los crucificados de la historia, los que cayeron en manos de ladrones, los leprosos, hambrientos y los hermanos y hermanas menores de Jesús. En ellos, la Iglesia reconoce “la imagen de su Fundador pobre y sufriente” (LG, 8c). Ellos, hijos de la madre para el mundo, son los protagonistas de la misión y tienen como Padre al Espíritu santo. Si Auschwitz fue necessário para redescubrir y reconocer que “la salvación viene de los judíos” (Jn 4,22), ¿qué va a ser necesario para reconocer el valor salvífico de las religiones no cristianas que orientan a más de dos tercios de la humanidad? El hambre de los pobres, el desempleo y el subempleo de los afro-americanos y la violencia contra los pueblos indígenas, ¿no serían razones suficientes para decirles que la solidaridad de los cristianos no tiene precio y que no es la voluntad de Dios que los cristianos golpean con el martillo de la ortodoxia en las columnas de su frágil identidad? Por la multiplicidad de las culturas y por la pobreza de sus habitantes, América Latina tiene un papel importante en la construcción del macroecumenismo mundial. La pobreza siempre es resultado de una destrucción cultural. Debajo de las grandes ruinas sobreviven culturas devastadas que esperan con manos extendidas la Buena Noticia de Cristo. Un continente, predominantemente católico aún, que se abre al diálogo con el mundo y las religiones, será una señal de gratuidad del Evangelio. “Vivamos el misterio de la multiplicidad que es hija de la gracia, en unidad del mismo Espíritu que anima, robustece e ilumina nuestra Iglesia”33, sirviendo a los pobres y a los otros, para bien de la humanidad.

Cardenal Joseph Ratzinger, “Der Dialog der Religionen und das jüdischchristliche Verhältnis“, en Idem, Die Vielfalt der Religionen und der Eine Bund. 3ª ed., Bad Tölz, Urfeld, 2003, pp. 93-121, aquí 116. 33 Palabras finales del entonces presidente del Celam, D. Avelar Brandão Vilela, en su discurso de apertura de la Conferencia de Medellín (1968). 32

Cf. Joseph Ratzinger, “Konzilsaussagen über die Mission außerhalb des Missionsdekrets“, en Johannes Schütte, ed., Mission nach dem Konzil. Mainz, Grünewald, 1967, pp. 21-47, aquí 29. 31 Cf. L’unité de la foi et le pluralisme théologique, l.c., Proposición IV. 30

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• MARGARET TOWNER, PRIMERA MUJER ORDENADA POR LA IGLESIA PRESBITERIANA EN ESTADOS UNIDOS Gail Tucker PCUSA News, 18 de julio de 2006

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a reverenda Margaret Towner, primer mujer en ser ordenada en la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos, ha pasado 50 años como una tranquila pionera que avance firmemente como una tranquila pionera. Towner, quien hablará el lunes en la National Association of Clergywomen, creció en la Iglesia Presbiteriana y fue muy activa en sus congregación, pero la ordenación no era una meta a la cual aspirase. Cuando fue ordenada en 1956, pasaron meses antes de que ella adviertiera las implicaciones históricas del suceso. Varios años atrás, se había graduado en el Seminario Union de Nueva York y estaba trabajando como educadora cristiana en Tacoma Park, MD. Las mujeres podían trabajar en la iglesia antes de los años 50, pero no podían ser ordenadas para el ministerio. Los miembros de su presbiterio en Syracuse, Nueva York, la animaron a buscar la ordenación, de modo que completó sus exámenes y se planeó la ordenación. Towner admite que era ingenua acerca de aquello “en lo que se estaba metiendo”. Tranquilamente regresó a su congregación en Maryland para tratar de continuar su rutina previa. Pero cuando la oficina de la Asamblea General confirmó que, en efecto, era la primera mujer ordenada al ministerio, los medios tuvieron otras ideas. Su foto apareció en la revista Life y en otras publicaciones. A pesar de la atención recibida, Towner dice que “prefirió evitar la fama” y continuó su trabajo en la congregación local. Luego de su histórica ordenación, colaboró en congregaciones de Indiana, Pennsylvania, Michigan y Wisconsin. Durante sus 17 años en Milwaukee, comenzó a trabajar en el ministerio pastoral. Como una de las copastoras en un área de seis iglesias, sus dones administrativos florecieron. Towner dice que mientras ella luchaba contra los celos, insultos y obstáculos, “lo bueno se impuso sbre el mal”. Además, le cuesta trabajo identificar sus momentos pastorales favoritos, aunque con frecuencia se sintió como “una pastora ardiente”. Habiendo considerado estudiar medicina, nunca se alejó de los débiles y enfermos: “Ocupaba mucho tiempo en visitar hospitales e instituciones”. Le interesaba también la liturgia y la planbeación del trabajo con comités litúrgicos.

Además, tuvo muchas experiencias en diversas Asambleas Generales. Participó en una docena de ella, siendo comisionada en tres ocasiones. Fue miembro del consejo sobre discipulado y culto durante 10 años, además de candidata a moderadora en 1981, puesto que perdió por escasos votos, aunque fue nombrada vicemoderadora. Ese año viajó a lo largo del país y representó a a iglesia en una visita oficial a Corea. Al reflexionar sobre su años de ministerio, observa que es irónico que su denominación luche con su diversidad, cuando Cristo abrazó las diferencias que encontró. A los 81 años, retirada en Sarasota, Florida, se da tiempo para desarrollar su otra pasión, la fotografía, además de tomar clases de biología marina, ecología y fotografía natural, y espera jugar golf de nuevo (un deporte que comenzó a apreciar desde que vivió en Wisconsin). Es todo, menos un retiro ocioso para ella. Actualmente participa en un comité de registros en el Presbiterio Peace River y permanece en contacto con algunas de sus hijas espirituales que aconsejó a lo largo de su vida. Muchas le han dicho que debería escribir un libro sobre sus experiencias, pero aún no lo ha comenzado. Towner es una entre muchas ministras pioneras dispuestas a conversar en medio de la Asamblea [llevada a cabo en el mes de junio en Birmingham, Alabama] en el espacio dedicado a la ordenación de las mujeres.

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RESEÑAS Y NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS • LA TEOLOGÍA INDECENTE, DE MARCELLA ALTHAUS-REID: UN LIBRO EXPLOSIVO, ANTISOLEMNE, (DE)CONSTRUCTIVO (I) L. Cervantes-Ortiz Como bien anuncia y apunta desde el subtítulo, el libro dirige sus baterías hacia varios blancos, simultáneamente, pues su autora manifiesta una postura iconoclasta hacia esos puntos específicos: el sexo, el género y la política, en su tejido social e ideológico. La introducción esclarece muy bien los objetivos del análisis, pues la cita de la escritora mexicana Josefina Estrada trae a la luz la metáfora que preside todo el libro: se trata de hacer teología desde las mujeres que no usan ropa interior. Esta actitud provocadora inunda cada página y se hace sentir fehacientemente. Las preguntas iniciales son contundentes: “¿Debe la mujer llevar bragas en la calle o no? ¿Debe quitárselas, digamos, cuando decide acudir a la iglesia, como recordatorio más íntimo de su sexualidad en relación con Dios?” (p. 11). Desde esa postura, la teología, efectivamente, se vuelve indecente, pero no en el sentido convencional de la palara sino en el de la búsqueda de un desenmascaramiento radical, un ¡fuera ropa!, ¡fuera apariencias!, ¡fuera falsas actitudes liberadoras! Althaus-Reid lanza un reproche a toda la teología reciente y, desde las entrañas de una teología eminentemente contextual (porque la autora bebió dicha teología en sus años de estudiante en el ISEDET de Buenos Aires), sacude el árbol de las creencias cristianas occidentales para dejar el tronco limpio y apreciar sus debilidades y posibilidades. Situándose en continuidad estricta con la teología de la liberación, plantea una premisa indiscutible que desarrollará hasta sus últimas consecuencias: “Arrancamos del conocimiento de que toda teología implica una praxis sexual y política consciente o inconsciente basada en reflexiones y acciones desarrolladas a partir de determinadas codificaciones aceptadas” (p. 15). Cualquier teología feminista palidece ante la profundidad de las intenciones definidas de esta manera, pues en esencia no busca sólo la reivindicación de un sexo sino que va hasta la raíz del problema: la teología patriarcal ha “contaminado” el núcleo de la fe de las mayorías al casarse con ideologías represivas, absolutistas e irrespetuosas de los matices de la vida humana. De modo que, a pesar de sentirse deudora y continuadora de la teología de liberación, reclama un ahondamiento supremo que en verdad abarque el potencial humano expresado en la sexualidad invasiva, esto es, que define todas las relaciones y prácticas humanas, incluida, por supuesto la religión. Por ello su exigencia es enfática: “la teología de la liberación ha de entenderse como proceso

continuo de recontextualización, ejercicio permanente de honda dubitación en teología” (p. 17). Por todo ello, la teología indecente no intenta demoler la teología de la liberación “a la europea sino explorar a fondo este círculo contextual y hermenéutico de sospecha cuestionando la forma de hacer teología en el contexto liberacionista tradicional” (p. 16). La deconstrucción teológico-ideológica que pone en marcha Althaus-Reid considera que la humanidad no sólo puede definirse por sus pulsiones sexuales (Freud) sino más bien por la forma en que la sexualidad o las metáforas sexuales vehiculan sus háitos, prácticas y costiumbres cotidianas. De ahí que la duda sea el método teológico capaz de contextualizar la teología liberadora “al cuestionar los principios hermenéuticos que llevaron a los liberacionistas a la indiferencia frente a la realidad de las vendedoras de limones [indígenas exiliadas en Buenos Aires] en primner lugar” (Idem). La inexistente neutralidad de la teología, proclamada por los autores latinoamericanos, no se vio contestada por la atención a realidades humanas epidérmicas, porque a ellas hacen referencia las observaciones tan puntuales que la autora lleva a cabo. La minuciosidad con que atiende los comportamientos vehiculados por la sexualidad es el estado ideal para acometer un proyecto tan ambicioso como necesario. Sobre su otro referente, Althaus-Reid afirma que la teología indecente es concebida “como continuación crítica de la teoría de liberación feminista mediante un enfoque multidisciplinario y que se surte de la teoría sexual (Butler, Sedgwick, Garber), de la crítica poscolonial (Fanon, Cabral, Said), de estudios y teologías de la homosexualidad (Stuart, Goss, Weeks, Daly), de estudios marxistas (Laclau y Moffe, Dussel), de la filosofía continental (Derrida, Deleuze y Guattari, Baudrillard) y de la teología sistemática” (p. 19). Así pues, cada muestra cómo esta amplia amalgama de perspectivas da como resultado una crítica global, integral, de la teología como se ha entendido hasta hoy. Semejante proyecto incluye, como muy pocas cosas veces se ha intentado en teología, la participación de disciplinas que dialogan intensamente para alcanzar horizontes y conclusiones inéditas hasta hoy. Un asunto es particularmente inquietante y pertinente: la posibilidad de una espiritualidad que incorpore, consciente y libremente, los elementos que aporta la sexualidad. En otras palabras, el trato cotidiano con Dios no podrá ser el mismo si se asume plenamente la “retórica de la sexualidad” (Trible) para referirse a todo lo relacionado con la religión, sin falsas superioridades ni engaños de corte místico. Los títulos de los capítulos son aleccionadores: Proposiciones indecentes para mujeres que desearían hacer teología sin ropa interior; La Virgen indecente; Cantar obscenidades a la teología. La teología como acto sexual; La teología de los relatos sexuales; y Grandes medias económicas: conceptuar los procesos de erección global. Cada uno desarrolla su temática con un rigor admirable, fiel a la intención de aportar insumos para la lucha, en todos los frentes posibles, contra las diversas perversiones de que han sido objeto el sexo, el género y la política, es el objetivo profundo de esta reflexión extraída de una experiencia marcada por el totalitarismo de una “mujer latinoamericana recida en la pobreza de Buenos Aires”.

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SUGERENCIAS PARA LEER • Pablo Andiñach, El libro del Éxodo. Alamanca, Sígueme, 2006 (Biblioteca de Estudios Bíblicos, 119). El presente comentario al libro del Éxodo se sustenta en la necesidad siempre renovada de leer los antiguos textos y responder desde nuestra propia cultura a las preguntas y situaciones profundas que en ellos se hallan presentes. Una comprensión reducida de las Escrituras supondría que, siendo el libro del Éxodo parte de «la palabra de Dios», su mensaje ya estaría cerrado y sería definitivo. Sin embargo, la experiencia muestra que la relación entre la Palabra y el lector es siempre dinámica, y que una particular lectura no agota el sentido, sino que actualiza sólo una parte del mensaje. De hecho, todo lector se acerca al texto inevitablemente desde un lugar y un tiempo determinados. Y esa contextualidad, lejos de limitar la comprensión del texto, la potencia. • Jorge Henrique Barro, ed., Una iglesia sin propósitos. Los pecados de la Iglesia que resistirán al tiempo. Quito, CLAI, 2006. Hoy se publican muchos libros para enseñar modelos que prometen hacer crecer numéricamente a la iglesia. Una epidemia de seminarios y manuales afirma que las técnicas gerenciales volverán relevante a la iglesia. Los pastores creen en la máxima del mercado: quien no tiene competencia, no se establece. El éxito pasa a ser urgente, y una máquina empresarial sustituye a la misión. En este clima, la espiritualidad se convierte en utilitaria y promueve relaciones superficiales. Cuando Jorge Henrique Barro, organizador de este libro, me comentó el título - Una Iglesia sin propósitos -, felicité su audacia y la de los demás colaboradores. Ellos osaron hacer los deberes en su casa. Sin recurrir a fórmulas preconcebidas, cada capítulo nos lleva a la reflexión sobre qué significa el sacerdocio de Dios en un mundo donde el bien y el mal asumen cada mañana nuevas formas. . Este libro tal vez levante más cuestionamientos que las respuestas que ofrece. Todos somos hijos de nuestro tiempo, y no siempre conseguimos romper con todas las ataduras sociales, biológicas o dogmáticas. Pero Una Iglesia sin propósitos proveerá a la próxima generación de un amplio material para consolidar lo que nosotros sólo osamos soñar. El Apocalipsis y las Siete Iglesias nos recuerdan que, ante todas las ambigüedades e idiosincrasias humanas, podemos aspirar al tiempo en que la justicia fluya como un río. Si la iglesia pierde su propósito, pierde su misión, y sin misión no sirve para otra cosa que para ser pisoteada por los hombres. En las páginas de este libro se nos convoca a mantener el enfoque que nos permita llegar a contemplar nuevos cielos y nueva tierra.

• Peter L. Berger, Cuestiones sobre la fe. Una afirmación escéptica del cristianismo. Trad. De M. Villanueva. Barcelona, Herder, 2006.

¿Existe Dios? ¿Qué tenía Jesús que lo hacía tan especial? ¿Cómo se puede ser cristiano en una sociedad pluralista? Éstas son algunas de las preguntas fundamentales planteadas por Peter Berger, destacado estudioso de temas religiosos y culturales, en este fascinante viaje de exploración por la fe en tiempos modernos. El libro se estructura en torno a los enunciados clave del Credo Apostólico, que el autor utiliza como hilo conductor para analizar las creencias básicas del cristianismo. Recurriendo tanto a la tradición teológica cristiana como a los trabajos de otros pensadores de primera fila, desde Freud a Simone Weil, se mueve desde los puntos de vista tradicionales hasta los modernos, desde los liberales hasta los ortodoxos. Peter L. Berger ( Viena 1929), sociólogo y teólogo de reconocido prestigio, es director del Institute on Religion and World Affairs de la Universidad de Boston. Sus trabajos han sido traducidos a varios idiomas; sus publicaciones más recientes en castellano incluyen los títulos Los límites de la cohesión social: conflictos y mediaciones en sociedades pluralistas (1999), Risa redentora: la dimensión cómica de la experiencia humana (1999), Globalizaciones múltiples: la diversidad cultural en el mundo contemporáneo (2002), El dosel sagrado: para una teoría sociológica (2005). • André Biéler, Calvin’s economic and social thought. Trad. DE James Greig. Ginebra, Consejo Mundial de IglesiasAlianza Reformada Mundial, 2005. En este importante libro, el teólogo y economista suizo André Biéler examina el pensamiento social y económico dde reformador Juan Calvino como un punto de partida fundamental en la historia occidental que transformó la comprensión europea del bienestar, la pobreza, el trabajo y la productividad, así como del gobierno civil y la responsabilidad de los ciudadanos. Viviendo y trabajando en Ginebra, entonces como ahora un centro financiero y comercial, Calvino es el reformador que se ocupó más cuidadosamente de los aspectos económicos y sociales, y advirtió que “el desorden social es primero, y de manera sobresaliente, un desdén por los pobres y por la opresión de los débiles”. Su aplicación de la enseñanza de la Biblia a los aspectos prácticos de su época nos habla de su continua relevancia. Biéler esudia la teología práctica calviniana dentro del contexto de su proclamacio´n del evangelio cristiano, diferenciando atentamente la voz auténtica de Calvino de los calvinistas posteriores, puritanos, y otros intérpretes académicos como Max Weber, Ernst Troeltsch y R.H.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Tawney. Esta obra monumental, un verdadero compendio de la escritura y enseñanza calvinistas ha sido un libro bien recibido desde su aparición en 1959.

Salamanca, hasta su libro más reciente, Sonetos neobíblicos, e incluye también poemas hasta ahora sólo publicados en revistas. •

• Harold Bloom, Jesús y Yahvé: los nombres divinos. Madrid, Taurus, 2006. Harold Bloom ha escrito acerca de la religión y la Biblia a lo largo de toda su carrera, pero ahora, con Jesús y Yahvé, ha logrado su libro más explosivo e importante. Teniendo en cuenta que existen muy pocos testimonios del Jesús histórico, Bloom ha utilizado su inigualable talento para examinar el carácter de Jesús y observar las incoherencias, las contradicciones y los puntos en los que falla la lógica de los Evangelios. También examina el carácter de Yahvé, quien, según Bloom, tiene más rasgos en común con el Jesús de Marcos que con el Dios Padre de la tradición cristiana y de la posterior tradición rabínica. Además, Bloom aduce que la Biblia hebrea de los judíos y el Antiguo Testamento cristiano son libros muy diferentes con propósitos muy distintos, tanto religiosos como políticos. Jesús y Yahvé es una lectura emocionante y estimulante, una crítica literaria que cambia el paradigma y que supondrá un desafío e iluminará a judíos y cristianos por igual. En un momento en que la religión ha pasado a ocupar un lugar central en la arena política, la provocadora conclusión de Bloom de que no existe una tradición judeo-cristiana, de que las dos historias, los dos dioses, e incluso las dos Biblias, no son compatibles, hará que los lectores se replanteen todo lo que hemos dado por sentado acerca de lo que —creíamos— era una herencia compartida. Sin duda, será uno de los libros más discutidos, debatidos y celebrados del año. • Pedro Casaldáliga, Antología personal. Madrid, Trotta, 2006. Pedro Casaldáliga, ya obispo emérito, libre de mayores responsabilidades pastorales y viviendo en su querida casa, con su pueblo, con sus amigos, con sus libros, disfruta el atardecer a la orilla del Araguaia. La poesía fue siempre su mejor forma de expresarse y comunicarse. Todos deseábamos la recopilación de toda su obra poética, muy dispersa, dado que se ha ido publicando generosamente en diferentes medios. Sin embargo, Pedro ha preferido construir su Antología personal y seleccionar él mismo el contenido con criterio principalmente literario para retornar a la poesía pura. Era ésa su condición para hacer este libro y así tener la oportunidad de revisar sus poemas preferidos. Esta Antología personal, una selección de toda su poesía escrita en castellano, abarca desde Palabra ungida en 1955 y Memorias de Uriel, en

Enrique Duseel, 20 tesis de política. México, Siglo XXI, 2006.

Estas veinte tesis de política van dirigidas primeramente a los jóvenes, a los que deben comprender que el noble oficio de la política es una tarea patriótica, comunitaria, apasionante. Es verdad que la actividad política se ha corrompido en gran medida, en particular entre los países poscoloniales, porque nuestras élites políticas desde hace 500 años han gobernado para cumplir con los intereses de la metrópolis en turno (España, Portugal, Francia, Inglaterra y hoy Estados Unidos). Considerar a los de abajo, a la comunidad política nacional, al pueblo de los pobres, oprimidos y excluidos, es tarea que cuenta con poca prensa y prestigio. Por ello, ante la reciente experiencia latinoamericana de una cierta “Primavera política” que se viene dando desde el nacimiento de muchos nuevos movimientos sociales, debemos comenzar a crear una nueva teoría, una interpretación coherente con la profunda transformación que nuestros pueblos están viviendo. • Antonio González, Reinado de Dios e imperio: ensayo de teología social. Santander, Sal Terrae, 2003. La teología social de Antonio González constituye un intento de pensar de nuevo, desde las raíces de la fe cristiana, las implicaciones sociales de la misma. Evitando los lugares comunes, este libro sostiene que la gran contribución de la fe cristiana a la transformación de nuestro mundo se deriva del núcleo mismo del mensaje del evangelio, el cual no necesita ser sustituido ni transformado para ser radical y relevante para el mundo de hoy. De ahí surge una nueva propuesta teológica en la que los viejos temas son pensados de una forma fresca y coherente que nos confronta de nuevo con la invitación de Jesús y los apóstoles a la fe y al seguimiento. • Franz Hinkelammert, Solidaridad o suicidio colectivo. Granada, Universidad de Granada, 2005. Escritos entre los años 2000 y 2003, los textos seleccionados construyen un discurso sobre las transformaciones necesarias en nuestro mundo y en nuestro modo de vida, frente a esa suerte de suicidio colectivo que acaba con las condiciones que permiten la reproducción de la vida humana sobre la Tierra. La 34


BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. preocupación por el hombre concreto y, sobre todo, por quien ha sido empobrecido, marginado o excluido, es el centro de la mirada de Hinkelammert en este libro que publica la Universidad de Granada con la participación del Centro de Iniciativas de Cooperación al Desarrollo (CICODE) del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Cooperación al Desarrollo. El volumen reúne una serie de artículos del filósofo y economista alemán afincado en Chile, y luego en Costa Rica, Franz Hinkelammert, escritos entre los años 2000 y 2003. En estos artículos, se da cuenta del pensamiento del escritor alemán acerca de las transformaciones necesarias en nuestro mundo y en nuestro modo de vida, frente a esa suerte de suicidio colectivo que supone el acabar con las condiciones mismas que permiten la reproducción de la vida humana sobre la Tierra. • Luiz Longuini Neto, El nuevo rostro de la misión. Los movimientos ecuménico y evangelical en el protestantismo latinoamericano. Quito, CLAI-Sinodal, 2006. ¿Cuál sería el significado real de ecuménico, ecumenismo y movimiento ecuménico? No es fácil responder. El problema central, entre otros, reside en el hecho de que el concepto y el significado original de la palabra oikoumene se ha ampliado tanto que hoy ella sirve para definir una serie de cosas y al mismo tiempo puede no significar nada. Parafraseando el obispo Newbegin, cuando afirmó “Si todo es misión, nada es misión”, podemos afirmar: si todo es ecumenismo, nada es ecumenismo. Los evangelicales, con miedo de utilizar el término “pastoral” debido a la fuerte connotación católica y a la relación con el marxismo, prefirieron utilizar el término “misión”. Surge, entonces, la pastoral como un nuevo rostro de la misión, una vez que, en la confusión de los usos de los conceptos, al final los objetivos eran los mismos: la inserción de los cristianos en la sociedad, visando su transformación. El concepto de Missio Dei fue formulado a partir de Willingen (1952). Afirma que el punto de partida de la misión es la Santísima Trinidad: el Padre envió al Hijo, y el Padre y el Hijo enviaron al Espíritu Santo para la redención de la humanidad.

• Albert Moliner, Pluralismo religioso y sufrimiento

ecohumano. La contribución de Paul F. Knitter al diálogo interreligioso. Pról.. de P.F. Knitter. Quito, ASETT-Abya Yala, 2006. Paul Knitter es la máxima figura mundial de la teología del pluralismo religioso desde el campo católico. Inexplicablemente, ninguno de sus libros ha sido todavía traducido al castellano. Este libro funge como la mejor presentación general a toda vasta obra. En ella queda claro que la teología del pluralismo religioso no puede ser concebida al margen de las víctimas, fuera de la

perspectiva de la liberación. • Ofelia Ortega, Judith Van Osdol y Xavier Pikaza, Ministerio y poder: género, liderazgo y jerarquía en la Iglesia. Quito, CLAI, 2006. La doctora Ofelia Ortega fue la primera mujer presbiteriana ordenada en Cuba y en el primer artículo de este libro nos dice: “La autoridad debe ser ejercida junto con otros/as, buscando siempre compartir el poder y la autoridad. El poder debe ser compartido y multiplicarse, y no debe acumularse en los niveles superiores”(p. 14). Ofelia destaca el liderazgo femenino y lo ubica en nuestro contexto de falta de esperanza. De manera profética, hace mención al liderazgo de Miriam en la Biblia y dice que, al igual que el personaje bíblico, “Todo parece indicar que nos ha tocado [como mujeres] ejercer nuestro liderazgo en los comienzos del tercer milenio, donde la condición general de la humanidad es de desesperanza” (p. 21). La pastora luterana Judith VanOsdol, coordinadora de la Pastoral de Mujeres y Género del CLAI, escribe acerca de la perspectiva de género, y hace una evaluación histórica del papel de las mujeres en la iglesia y su búsqueda por reconocimiento. Para ella “las relaciones desiguales en poder y privilegio, el desequilibrio entre derechos y deberes son una manifestación [del] pecado” (p. 24). Para la autora la violencia no es negociable, por eso, afirma que de lo que se trata es proponer caminos de cambio, ya que el desequilibrio siempre trae violencia. “Dios nos llama a examinar los temas de ministerio y poder a la luz de la cruz, a ver cómo las divisiones que hemos notado encierran el deseo de ser dioses sobre otros y otras.” El sacerdote español Xavier Pikaza Ibarrondo, concluye este vistazo sobre los ministerios y el poder haciendo un recorrido por el poder dentro de la Iglesia Católica Romana. Para el autor la Iglesia Católica Romana construyó la cuestión del poder sobre una re-sacralización israelita (obispos cristianos se vuelven sacerdotes) y una jerarquización helenista (que sacralizó la autoridad), con la misma estructura del imperio romano. • José Antonio Zanca, Los intelectuales católicos y el fin de la cristiandad: 1955-1966. Buenos Aires, FCE, 2006. En las décadas de 1930 y 1940 el catolicismo se consolidó frente al mundo mediante el rechazo a la pluralidad y la defensa de las prerrogativas de la Iglesia, pero a partir de la década de 1950 sus intelectuales introdujeron el tema del otro y discutieron sobre la libertad religiosa, la relación con los no católicos y la cuestión social. Este proceso también se llevó a cabo en la cultura católica argentina. Durante el período comprendido entre dos golpes militares -la Revolución Libertadora y la Revolución Argentina-, una nueva generación de intelectuales confesionales cuestionó el modelo de la cristiandad, provocando una ruptura con los cánones

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. ideológicos de las décadas anteriores.

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NOTICIAS • EL CRISTIANISMO EN ORIENTE JEAN MEYER El Universal, México, D.F., 12 de marzo de 2006 e nos ha dicho que el cristianismo no S es una religión universal, que está preso de su cultura europea y que la mejor

prueba de eso era su incapacidad de penetrar en Asia. Los ejemplos de Japón y China venían a confirmar esa tesis. En el caso de Japón se olvida que a finales del siglo XVI se desarrolló una poderosa cristiandad japonesa. Fue erradicada, exterminada a principios del siglo XVII con tal ferocidad que los historiadores japoneses hablan de 180 mil muertos, lo cual deja en ridículo a Nerón, lo que rebasa la terrible persecución soviética que hizo 100 mil mártires entre 1919 y 1939. En Corea los cristianos forman ya la mayoría de la población, lo cual desmonta la tesis de la imposibilidad cultural para el cristianismo de entrar en Asia; Vietnam tiene 6 millones de católicos (7% de la población) y no sabemos cuántos protestantes. Hace poco 57 sacerdotes han sido ordenados en Hanoi en la plaza frente a la catedral, en presencia de miles de fieles. En este país todavía comunista, seis seminarios han abierto sus puertas en los últimos años y tienen que rechazar los candidatos que son demasiado numerosos. Esa mejoría de la situación es relativa pero persistente. "Los católicos vietnamitas son libres como es libre el pájaro en su jaula. Pero la jaula crece", y si el Estado ejerce un control estricto, hace lo mismo para con la Iglesia budista unificada. Recientemente ha permitido la creación de una nueva diócesis, con la bendición del primer ministro Phan Van Khai. En Vietnam el cristianismo es vietnamita, de la misma manera que es coreano en Corea. En China continental las cosas son más complicadas, pero hay 70 millones de cristianos. Oficialmente la Iglesia "patriótica", controlada por el gobierno y durante mucho tiempo considerada como cismática por Roma, nombra a los obispos, pero las cosas están cambiando. La tolerancia religiosa es la última novedad: después de la apertura económica, la apertura espiritual. Deshielo en Pekín y también en Roma, puesto que Benedicto XVI invitó a Roma en el pasado mes de octubre, a los obispos de la Iglesia patriótica, para el sínodo mundial, algo impensable hace algunos años. Como siempre, política y religión se cruzan peligrosamente. Si Pekín felicitó cortésmente al nuevo Papa a la hora de su elección, recordó a la vez que para establecer relaciones con el Vaticano pone como condición la suspensión de relaciones entre Taiwán y la Santa Sede. Entre 1949, año de la llegada al poder de los comunistas, y 1980, los católicos chinos se dividieron entre la Iglesia "romana" y la Iglesia "patriótica" fundada por Mao sobre el modelo de una iglesia nacional, sin contactos con el Vaticano y totalmente integrada al régimen. El obispo de Pekín, cabeza de esa iglesia, es hasta la fecha un dignatario del Estado. La gran mayoría de los

católicos dieron su fidelidad a la Iglesia de las catacumbas y practicaron en secreto (y latín) los rituales romanos. Curiosamente al Partido Comunista chino el tiro le salió por la culata: al cortar las relaciones entre Roma y los católicos chinos, pensaba acabar con el catolicismo en China, a corto o a mediano plazo. La existencia de una iglesia cismática -relativamente cismática porque sus obispos y sacerdotes practicaban la restricción mental y muchos de ellos siguieron fieles a Roma-; la dureza de la persecución, la eliminación de todos los misioneros y sacerdotes extranjeros tuvieron dos resultados: primero, la sinización de la Iglesia que se volvió 100% china; segundo, una inquebrantable fidelidad a Roma. Ser católico en China es, como en Vietnam, ser "papista". Para los chinos, el catolicismo sin el Papa es algo impensable. Juan Pablo II, cuyas fotografías acompañan las de Benedicto XVI en las casas de los fieles, tomó contacto discretamente desde los primeros días de su pontificado con el clero "patriótico". Entonces hubo sacerdotes y obispos para reconocer públicamente la autoridad del Papa, lo que les valió pasar un rato en la cárcel; los que quedaron en la Iglesia oficial se vieron empujados por sus fieles al acercamiento progresivo con Roma. Al grado que hoy en día, para retomar las palabras de un católico de Pekín, "hay sólo una Iglesia con dos grupos en su seno". Oficialmente es la Iglesia patriótica que nombra los obispos, pero hay consulta discreta con Roma; otra prueba de esa nueva tolerancia, el Estado ha permitido que sacerdotes y monjas vayan a estudiar teología en Roma; autoriza también las invitaciones hechas por los seminarios a teólogos extranjeros. No es que todo esté perfecto. China es inmensa y la situación puede variar según las regiones y la administración puede de repente "combatir la superstición", pero como en el México del presidente Cárdenas, poco a poco se instala un verdadero modus vivendi. Algunos dicen que no hay que ser demasiado optimistas y que si el gobierno hace tales concesiones, es en la perspectiva de los Juegos Olímpicos de 2008. En realidad, esa evolución parece irreversible en una China que vive el triunfo de un capitalismo despiadado y la muerte del ideal comunista. Todas las religiones se benefician de esa primavera, el budismo, el taoísmo, el islam, pero el cristianismo, tanto en su versión católica, como en sus versiones protestantes, parece especialmente dinámico. Un pastor protestante explica: "El partido comunista preparó la tierra para sembrar la semilla. Al obligar a los cristianos a cortar con el mundo exterior, creó las iglesias chinas. Los sufrimientos nos han fortalecido espiritualmente. Antes la gente creía en el comunismo, hoy la corrupción acaba con el sistema, el vacío espiritual reina. Pero el hombre necesita algo más que el éxito material. ¿En qué se puede esperar, pues? No hay más que el mensaje de Cristo". Para la Iglesia católica, el último problema es que sigue reconociendo diplomáticamente a Taiwán y es algo que Pekín no perdona. Por cierto, el Vaticano es el único Estado europeo, y uno de los poquísimos en el mundo, que mantiene esas relaciones con la gran isla. Tarde o temprano tendrá que resolver ese problema que es diplomático y político.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Mientras, Pekín considera el catolicismo y sus eventuales relaciones con el Vaticano como una cuestión exclusivamente política. Eso no preocupa para nada a los católicos chinos que construyen templo tras templo y multiplican las "manifestaciones externas" de culto. ¿Quién dice que el cristianismo no puede ser chino? • LOS DESAFÍOS DE LOS TEMAS TEOLÓGICOS ACTUALES Domingo Riorda EcuPress, Montevideo, 13 de marzo de 2006 www.ecupres.com.ar/

E

l teólogo José Comblin, al tratar el tema de “¿Cuáles son los desafíos de los temas teológicos actuales”, utiliza la idea del historiador Eric Hobsbawn, en “El siglo XX fue breve”, que ubica el inicio del siglo pasado en 1914, (con el inicio de la guerra europea del 14-18), y termina en 1991 con el desaparecimiento de la Unión Soviética y el advenimiento de la única superpotencia mundial, Estados Unidos, que “abre una época nueva” por lo que “ya tenemos unos 15 años de experiencia del siglo XXI” condicionados por esa potencia imperial. En el mencionado articulo, distribuido por “También Somos Iglesia” de Chile, Comblin comenta que “Antes los Estados Unidos procuraban mantener su dominio sobre la mitad del mundo, con el deber de defenderse contra un enemigo de potencia semejante que dominaba la otra mitad” mientras que ahora “los Estados Unidos se atribuyen a ellos mismos la misión de dirigir el mundo entero” que, al igual que todos los imperios afirman que “la finalidad es la paz mundial”. Con la impronta de ese imperio, que “es militar y político en primer lugar”, se garantiza “la globalización de la economía”, en la que “los Estados Unidos dominan la cultura mundial y consiguen cambiar costumbres y tradiciones locales, implantando en todas partes su modo de vivir” y “Quien no se adapta queda fuera de la red de comunicación mundial. Su nombre es ignorado” Comblin señala que las características de esa propuesta son la de “una cultura de individualismo radical”, aplicación de neoliberalismo “que hace del ser humano una mercadería”, en la que todos los seres humanos “como compradores o vendedores” están en una competición constante donde “El grupo de los vencedores es el compuesto por las grandes multinacionales” y “el de los vencidos son los países débiles y los sectores débiles de los países ricos”, que se relaciona con la teología del reino del dinero que presenta al imperio mundial “como representante oficial y como misionero del cristianismo” dándole a la ideología la base religiosa. “El imperio es cristiano, fanáticamente cristiano, porque dirigido por una nueva clase que domina actualmente el partido republicano, la llamada nueva derecha. Eso también interesa a la teología” afirma Comblin. A partir de que la “La teología dominante, la del imperio, es la teología de la prosperidad”, Comblin indica que se vacían las otras

ideologías y cuestiona las otras religiones – “también los sectores del cristianismo que no se reconocen en el mesianismo norteamericano”- mientras que “Europa perdió el liderazgo de la cultura occidental y de que ahora todo procede de los Estados Unidos” por lo que la garantía de la prosperidad es la de es adherirse a ese sistema. En cuanto a quienes son los principales difusores de esa posición, Comblin señala a la “decenas de millones de predicadores y misioneros pentecostales en todo el mundo” en la que basta aceptar que “Jesús salva, Jesús resuelve, Jesús perdona, Jesús da paz y felicidad a todos” y “hacer un depósito en la cuenta bancaria del misionero”, por lo que apuesta a que “El imperio es un tema teológico de por sí” que merece serias reflexiones. En esa perspectiva surge el desafío de las grandes religiones mundiales en las que “El cristianismo es la religión del dominador, y las otras son religiones de los dominados”. No se puede ser neutros porque estamos dentro del imperio –“estamos en un lugar determinado” - -“Ya fuimos identificados”- por lo que hay definirse en términos claros, “que nuestra posición sea visible”, “definir nuestras relaciones dentro del imperio mundial”, porque “No estamos encima del imperio o distantes de él, como un partido imparcial. Estamos dentro”. Una reflexión que levanta la pregunta de hasta donde las Iglesias cortaron o no la dependencia del imperio, que es “la imagen histórica del cristianismo en medio del mundo”, que merece pensamiento agudo y honesto. De esta forma “Si hoy las Iglesias quieren evangelizar, no pueden evitar el diálogo con las grandes religiones - como se hizo desde el siglo XVII, cuando Roma cortó las relaciones con las religiones de la China y de la India, condenando a los jesuitas que se habían lanzado a la misión.”, oportunidad perdida por “causa del fetichismo de los dogmas” en la que “la burocracia vaticana fue más fuerte que el impulso de los misioneros”, que no fue la única vez, ni tampoco solo de la Iglesia Católica Romana.. En esta situación hay que decidir que se hace. Querer ser neutros es tomar una posición. No hay alternativa ante el desafío sino escoger el puesto de vida. Tarea explicitada como no fácil “porque los prejuicios son fuertes”, se necesita “deshacer la fama del orgullo, de la agresividad y de la dominación que nos preceden en el mundo”, “comprobar que desistimos de la conquista”, una conversión, ese cambio de actitud, “con distanciamiento claro de toda la fuerza militar, política, económica y cultural del imperio” para iniciar el diálogo – “prácticamente todavía no iniciado”- con las religiones del mundo que, para Comblin “es una exigencia en todas las cuestiones teológicas”. La certera descripción de Comblin es aleccionadora para que las Iglesias tomen en cuenta, si pueden, que deben salir del ombliguismo, renegar de las luchas internas por el puesto de funcionarios y reubicarse en el presente que, evidente, es una nueva época que necesita herramientas distintas a la de otros tiempos. Por otra parte abre la cuestión si las “otras” religiones debe ser el centro de preocupación para las Iglesias o si lo es la llamada “secularización” desde donde proviene el desafío de ver al cristianismo desde otro ángulo. El interrogante de si la tarea es interreligiosa o reconocer que entramos en la etapa donde la

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. religión cristiana debe reconocerse integrante de la sociedad y no un ente aparte, acentúa aún mas, si es posible, la brillantez del pensamiento de Comblin. • EL MUSEO DE LA REFORMA EN GINEBRA SE UBICA MUY CERCA DE LA CATEDRAL DE CALVINO Jerry L. Van Marter Presbytrerian News, 14 de marzo de 2006

Un nuevo museo en Ginebra, Suiza, dedicado exclusivamente a la Reforma Protestante ha deleitado a sus fundadores por atraer más de 20 mil visitants en los primeros 10 meses. "Es sorprendente ver las reacciones tan intensas”, dijo Isabelle Graessle, directora del Museo Internacional de la Reforma, durante la visita de iglesias reformadas estadounidenses que buscan recursos para el museo. “90% de los visitantes vienen sorprendidos y felices, pero también alterados, porque habían olvidado mucho de sus raíces religiosas”. El museo, que se cree es el primero en el mundo dedicado exclusivamente a la Reforma, se ubica en la Maison Mallet, construida en 1722, muy cerca de la catedral protestante de San Pedro que domina el horizonte ginebrino. “El museo está exactamente adonde fue votada la Reforma en 1536”, dijo Françoise Demole, vicepresidenta de la fundación del museo. La Maison Mallet también alberga las oficinas de la Iglesia Protestante de Ginebra y dos departamentos. Mantiene el aspecto de un apartamento del siglo XVIII. La construcción es también un poco conocido sitio arqueológico. Explica Demole: “Se han encontrado muchos artefactos cristianos y pre-cristianos”. Graessle agrega: “Ginebra fue un cruce de caminos en Europa y esto se refleja muy bien en el sitio”. La mayoría de los artefactos que se muestran son ginebrinos, aunque en la “sala internacional” hay materiales de otros lugares del mundo protestante, lo que es una de las prioridades principales para el futuro, según menciona Demole. La colección incluye la primera edición de la Institución de la Religión Cristiana, de Calvino, publicada en 1536, a la edad de 27 años, un original de la Biblia de Knox, producida en 1555; The collection includes a first edition of Calvin's Institutes, which the founder of Presbyterianism wrote in 1536 at age 27; an original copy of the Knox Bible (named for John Knox), produced in 1555; la primera Biblia editada en francés; los documentos completes de Teodoro de Beza, sucesor de Calvino en Ginebra; cartas de los reyes franceses del siglo XVI adonde se hacen recuentos de las

luchas religiosas; y algunos dibujos de Calvino, cuando enseñaba en la Academia de Ginebra. Los visitantes se sorprenden particularmente por las Biblias quemadas. Graessle señala. "Durante las épocas de persecución de protestantes, la gente escondía sus Biblias en sus chimeneas y las mujeres las ocultaban incluso en sus pelucas. La gente se sorprende por estas historias, pero deseamos mostrar las sombras y no sólo las cosas positivas”. El museo está pensando ya en 2009, eso es, en el 500 aniversario de Calvino. Demole dice que el equipo al frente del museo planea coordinar su celebración con otras más en Ginebra. “Esperamos llevar a cabo exhibiciones especiales, conferencias y un simposio de calvinólogos de todo el mundo, asi como una exhibición conjunta con el Museo de Arte e Historia sobre la vida en el siglo XVI en Ginebra”, concluyó. • MISIÓN DIVINA Juan Gelman Página 12, 16 de marzo de 2006 www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-64324-2006-0316.html Parece una contradicción: los norteamericanos que más apoyan la idea de un solo Israel "con Judea y Samaria" – es decir, territorios palestinos incluidos– son políticos y predicadores evangélicos, metodistas, presbiterianos, adventistas y de otras variantes cristianas que han ganado un peso político muy denso con W. Bush en el gobierno. Proclaman que el conflicto en Medio Oriente anuncia la inminencia del Apocalipsis o Armagedón o batalla final entre los ejércitos del mal y los ejércitos del bien, la victoria de los últimos, la segunda llegada de Cristo y el establecimiento del Reino de Dios en esta Tierra. Los "armagedonistas", no sin angustias y temores por su salvación ante la proximidad del Juicio Final, quieren apurar una guerra que en términos concretos conciben así: las armadas del mal, es decir, los ejércitos rusos y árabes, pelearán la última batalla contra las armadas del bien, es decir, los ejércitos de Israel, EE.UU. y Gran Bretaña, y serán vencidos. Habrá entonces Paraíso en el mundo terrenal a lo largo de un milenio. Esta creencia ha originado fenómenos curiosos en EE.UU. El fundamentalismo evangelista en general y el que podría denominarse cristianismo sionista en particular tienen lazos estrechos con las derechas fundamentalistas de Israel. Su influencia en la política estadounidense en Medio Oriente es notoria y notable en la Casa Blanca y el Congreso. Elliot Abrams, entonces director del Consejo de Seguridad Nacional para el Cercano Oriente, recibió en marzo del 2004 a dirigentes del Congreso Apostólico descontentos con la decisión de W. Bush de favorecer la erradicación de asentamientos israelíes en el territorio palestino de Gaza. Abrams explicó que eso no interferiría con los designios de

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Dios sobre el Armagedón, porque Gaza carece de lugares de importancia bíblica (Village Voice, 18-504). Hay, desde luego, más. Los "armagedonistas" destinan millones de dólares a promover los asentamientos israelíes ilegales en los territorios palestinos ocupados desde 1967 y pagar los viajes de judíos rusos que emigran a Israel, a fin de acelerar el cumplimiento de sus profecías. Entre otras, la de que antes de instalar el Paraíso aquí, Cristo condenará a los ateos a sufrir muertes espantosas; sólo se salvarán los buenos cristianos y los judíos conversos. Creyentes en ese Cristo brutal, como el teniente general William G. "Jerry" Boykin, están involucrados en el escándalo de Abu Ghraib (www.beliefnet.com, 27-05-04). Senadores metodistas, presbiterianos y de la Iglesia de Cristo han aprobado la aplicación de la tortura a civiles prisioneros en Irak y Guantánamo. El fundamentalismo cristiano estadounidense, en particular el de la variante dispensacionalista, prefiere el Dios vengador del Viejo Testamento al Cristo de los Evangelios. Pero sus seguidores se dicen evangelistas. La doctrina de los "armagedonistas" es la que más rápidamente ha crecido en EE.UU. en estos años. Tendría unos veinte millones de fieles que además creen en su posible inmortalidad personal, un anhelo que "descansa enteramente en la existencia del Estado de Israel. Por eso la situación actual en Medio Oriente es para ellos una cuestión de vida o muerte", ha señalado Gary North, un evangelista distante de esos correligionarios ( lewrockwell.com), que suponen que podrán compartir los destinos inmortales de Enoch (Génesis 5:23-24) y de Elías (Reyes 2, 2-11), aunque eso dependerá de una secuencia temporal: los cristianos serán salvados de la muerte exactamente 42 meses antes de que la "Gran Tribulación" caiga sobre Israel. Si el Estado israelí desaparece en vida de estas personas, la llegada de la "Gran Tribulación" se postergará siglos, hasta que el Estado de Israel vuelva a existir, y no habrá entonces inmortalidad para ellos. La "Gran Tribulación" –y esto es algo que los "armagedonistas" rara vez mencionan– aniquilará a dos tercios de los israelíes, que así pagarán el precio de la inmortalidad ajena. Esta es la motivación religiosa del apoyo político y económico que, sin perjuicio de los pujos antisemitas de no pocos de sus líderes, prestan al Estado de Israel. Charles Mars, un evangelista de otra clase, toma nota de que esa corriente "ha amasado en los últimos años el poder político más grande que se conoce en la historia norteamericana" y se pregunta "a qué costo de nuestro testimonio y de la integridad de nuestro mensaje" (The New York Times, 201-06). Recuerda que ministros evangelistas influyentes lanzaban sermones en favor de la guerra contra Irak argumentando que ésta aceleraría el cumplimiento de la profecía apocalíptica y que en abril del 2003, inmediatamente después de la invasión, la apoyaba un 87 por ciento de los evangelistas blancos. Un 68 por ciento la apoya todavía. Este contexto ideológico explicaría que buena parte de la opinión pública de EE.UU. esté a favor de la guerra contra "el eje del mal", a pesar de las muertes y desastres que les devuelve a casa. Es un manto excelente para abrigar la voluntad imperial y el apetito petrolero de la Casa Blanca. Desde que se volvió abstemio,

el propio W. Bush piensa que ésa es la misión que Dios le ha encomendado. Muchos lamentan que haya dejado de beber. • MONTERREY: PUERTA DEL PROTESTANTISMO EN MÉXICO Jorge Castañeda Ochoa El Porvenir, Monterrey, México, 20 de Marzo de 2006 www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=57445 "Monterrey, podríamos decir con toda seguridad, fue la puerta para abrir a México al protestantismo proveniente de Estados Unidos", declara Miguel Ángel González Quiroga. Para el movimiento modernizador de los liberales mexicanos, liderado por Benito Juárez García, el ingreso de los grupos protestantes al País a mediados del siglo XIX fue "una herramienta más". Hoy, a pocos días de cumplirse 200 años del natalicio del Prócer de la Patria, el 21 de marzo, Miguel Ángel González Quiroga, catedrático del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, así lo afirma. El doctor en historia trabaja actualmente en la investigación titulada "La Introducción del Protestantismo en México: La Experiencia de Monterrey 1862-1880", aprobada para el 2005 por el Programa de Apoyo a la Investigación Científica y Tecnológica (PAICYT). Es en ese contexto que, recordando a Justo Sierra, expresa que Benito Juárez fue pilar fundamental para que se diera la modernización de México a través de ideas, valores e instituciones liberales. "De hecho él estaba plenamente a favor -nos dice Justo Sierra, de que llegara el protestantismo porque él estaba seguro de que podía ayudar a modernizar al País", apunta antes de partir al congreso de la Latin American Studies Association en Puerto Rico donde presentará resultados. Por eso a Juárez, agrega, se le atribuye una frase: "'Hay que dejar entrar a los protestantes para que enseñen a los indios a leer y no a encender velas', obviamente Juárez estaba en el centro del movimiento liberal para que México llegara a la modernización". Un poco de historia La investigación, que dice forma parte de un proyecto más amplio que pretende estudiar la presencia norteamericana en el Noreste de México, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX, comienza a dibujar cuales fueron algunos de los procesos que acompañaron a la evangelización protestante. "Monterrey, podríamos decir con toda seguridad, fue la puerta para abrir a México al protestantismo proveniente de Estados Unidos", declara el académico. A la par del ingreso a tierras norestenses de misioneros protestantes, apunta, la Iglesia católica había sufrido una caída producto de la guerra a los liberales tanto en la Reforma como en la Intervención. La llegada a la región de grupos protestantes inicia en

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. 1862, a la par del avecinamiento de un número cuantioso de norteamericanos que venían a hacer negocios, sobre todo en la minería y a establecer manufacturas. "De manera concatenada, llegaron también muchas otras personas, algunos profesores de inglés, otros ingenieros, técnicos, doctores, y entre ese grupo muy numeroso vinieron misioneros protestantes", relata. No es sino a partir que toman residencia en Monterrey figuras como Santiago (James) Hickey y Tomás Westrup, que luego se extienden las misiones a otras partes del Norte de México: Coahuila, Durango, Zacatecas, San Luís Potosí. "Se puede decir que había una situación en la que no se distinguía entre bautistas y otros cultos, porque la primer persona que mandó representantes a Monterrey era presbiteriana, el que finalmente llegó fue Bautista, y posteriormente llegaron metodistas". Texas fue un trampolín hacia México El inicio y desarrollo del protestantismo se debe a dos factores: una es que en México con la guerra de Reforma se dio la libertad de cultos, algo necesario en un estado laico, y el impulso misionero proveniente de Estados Unidos. De manera concreta, continúa, todo parte de 1860, aproximadamente, cuando una mujer llamada Melinda Rankin, desde Bronwnsville, Texas, donde tenía una escuela protestante para niñas mexicanas empezó a enviar a sus representantes a México. Uno de los misioneros se llamaba James (Santiago) Hickey, quien llegó en 1862 a la ciudad, y para principios de 1864, él y Tomás Westrup hicieron una iglesia evangélica, que no se llamó Bautista todavía. Las incursiones hacia el territorio nacional se debían, en parte, explica, a que a partir del siglo XIX hubo mucho fervor religioso en Estados Unidos. "(El fenómeno) Se extendió a un movimiento misionero que llevó al evangelio tanto a los indios del Oeste estadounidense, como a los mexicanos de la frontera y finalmente usaron a Texas como plataforma para brincar hacia México y obviamente el Noreste estaba en la puerta de México". El protestantismo y el capitalismo Aunque aclara que aún no hay los elementos suficientes en la investigación, González Quiroga, confiere que con la llegada de los protestantes también lo hicieron algunos elementos culturales que, en parte, sustentaron ideológicamente a los capitalistas locales. "(Los protestantes) venían con valores diferentes. Valores, por ejemplo, de austeridad, disciplina, responsabilidad individual, abstención de bebidas alcohólicas, y el principal vehículo para difundir esos valores fueron las escuelas, porque ellos construyeron escuelas en todos lados". Dichos valores, que Max Weber, sociólogo y economista alemán, atribuyó a la ética protestante como condicionante para el desarrollo capitalista, fueron abrazados en la localidad. "En los círculos donde se desarrollaba el protestantismo, tanto los capitalistas que venían de fuera, de Estados Unidos y de Europa, como los mexicanos, pues valoraban las enseñanzas porque de alguna manera apoyaban el esfuerzo productivo. "Para dar una idea: Si los misioneros protestantes enseñaban la abstención a las bebidas alcohólicas, pues ayudaría para que

vinieran los lunes a trabajar los obreros. "La austeridad, disciplina, el trabajo duro para recibir una recompensa divina, todos esos factores naturalmente se armonizaban con los procesos productivos". Choque cultural y democracia Junto con la tesis del académico de El Colegio de México, JeanPierre Bastian, el historiador originario de Zuazua, Nuevo León, desarrolla que producto de las misiones protestantes en la región se "inyectaron valores democráticos" entre sus seguidores. Bastian, doctor en sociología por el Colegio de México, es uno de los más reconocidos estudiosos del periodo, y entre sus publicaciones está el texto Los disidentes: Sociedades protestantes y revolución en México, 1872-1911 (El Colegio de México-FCE, 1989). Matiza, sin embargo, que, a pesar de las influencias, hay que recordar que el protestantismo nunca llegó a la mayoría de la población y recalca que para 1910, con la Revolución, menos del dos por ciento de la población del Norte era protestante. "Tenían buenas ideas y valores modernizantes, pero la mayor parte de la población no los recibió, y además está la realidad de que la Iglesia católica tuvo un resurgimiento importante durante el Porfiriato". Con su activismo y espíritu crítico, dice en cita a Bastian, los conversos al protestantismo contribuyeron a formar una oposición al gobierno dictatorial de Porfirio Díaz, y de hecho muchos de ellos aportaron al movimiento revolucionario, aunque no aportaron elementos abrumadores. • CRISTIANOS DEBEN DENUNCIAR TEOLOGÍAS QUE USAN LA FE PARA FAVORECER EL PODER, AFIRMA TEÓLOGO CUBANO Trinidad Vásquez Managua, 22 de marzo de 2006 (ALC). Los cristianos están llamados a denunciar las teologías que manipulan la fe y la utilizan para favorecer el poder, la violencia y la muerte, sostuvo el líder presbiteriano cubano Reinerio Arce, en la inauguración de la Cátedra de Teología " Georges Casalis" celebrada el martes. "Hay que luchar contra los opresores, llámese faraón, oligarquía, racismo, neoliberalismo o guerra universal contra el terrorismo", indicó Arce, tras recordar que la gracia de Dios "es instrumento de unidad, es esperanza, inculca valentía, libera y no esclaviza". La Cátedra de Teología Georges Casalis es promovida anualmente por la Facultad Evangélica de Estudios Teológicos (FEET), y el Centro de Intereclesial de Estudios Teológicos y Sociales (CIIETS). Arce, rector del Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, Cuba, afirmó que el desamor es la causa de la violencia que conmueve al mundo. "Actuamos con indiferencia ante los demás, nos aprovechamos de la pobreza y la explotación",

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. dijo, al tiempo de desafiar a predicar el bien, el amor para ayudar a transformar la sociedad. Ante un auditorio de pastores, profesores y estudiantes, el teólogo cubano expresó que la violencia "es el trato del poder, del desamor que destruye y se interpone a la obra creadora de Dios, que es justicia". • LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES Tomás Eloy Martínez La Nación, Buenos Aires, 1 de abril de 2006 www.lanacion.com.ar/793548 Boston. Crecí dentro de una familia que desconocía la duda y que defendía sus certezas sin otro apoyo que el principio de autoridad: las cosas son como son y no tienen por qué ser de otra manera. Una de esas ideas indiscutibles suponía que, así como las mujeres argentinas eran más débiles que los hombres, en Chile sucedía al revés. Nunca supe de dónde provenía esa fábula: supongo que de la admiración de mis padres por Gabriela Mistral, cuyos poemas nos leían en voz alta, a mis hermanas y a mí, antes de que nos durmiéramos. Por aquellos años, la Mistral fue la primera escritora de América latina que recibió el premio Nobel, y el axioma de mis padres se instaló entre nosotros como verdad: las mujeres chilenas eran más fuertes y talentosas que los hombres. El tiempo fue derribando, uno tras otro, aquellos muros de Jericó de mi infancia tucumana. Algunas ruinas de aquellas certezas se resisten a abandonarme, sin embargo. Por eso mismo, sigo empeñado en averiguar cuáles de aquellas afirmaciones que no osé discutir tienen, pese a todo, algún asidero. Poco después de que Michelle Bachelet asumiera como presidenta de Chile, el 11 de marzo, en una ceremonia que hizo llorar a quienes la vieron por televisión –ya fuera en Caracas o Panamá, en Buenos Aires o en Managua–, llamé a Paula Escobar, periodista de El Mercurio, de Santiago, quien escribió el mejor retrato de Bachelet que conozco y lo publicó en un libro colectivo: 24/24 Un día en la vida de 24 mujeres chilenas. En vez de tomar a broma las suposiciones de mis padres, Paula les dio un fundamento que no me esperaba. Me contó que la población originaria de Chile, compuesta por los indios mapuches (cuya valentía y amor a la tierra han sido inmortalizados en el gran poema épico La araucana, de Alonso de Ercilla), vivía bajo un matriarcado de singular armonía. Los hijos llevaban la filiación y el tótem de la madre, y los maridos estaban obligados a vivir con la familia de la esposa. La conquista española puso fin a esa costumbre de siglos, pero no logró erosionar la fortaleza indómita de las mujeres, que siguen siendo, a veces, el eje alrededor del cual se organizan y se mantienen unidas las familias. Michelle Bachelet, a pesar de sus remotos orígenes franceses, parece ser una heredera directa de esa tradición ancestral. Ya se han difundido casi todos los detalles de su biografía: las torturas que padeció bajo el régimen de Pinochet, la muerte de su padre – un general de la fuerza aérea– en la cárcel, donde trataron de

salvarlo de un infarto con una inyección fatal de adrenalina; su matrimonio de ocho años con un arquitecto, con el que tuvo dos hijos y que terminó en divorcio; la convivencia larga con un médico como ella –que es pediatra– que le deparó una tercera hija; sus ideas favorables al aborto, su agnosticismo, su férrea voluntad de independencia. Todo eso se ha repetido cientos de veces, por la pura sorpresa de que una mujer como esa, que ganó su lugar en la política como ministro de Defensa de Ricardo Lagos, haya sido elegida presidenta por amplio margen, en un país donde los conservadores eran mayoría. Ya no se piensa así. Historiadores como Alfredo Jocelyn-Holt sostienen que, junto al Chile visible, que aprobó el divorcio sólo a fines de 2004 y que fue uno de los últimos países latinoamericanos en conceder el voto a la mujer, en 1949, hay un Chile subterráneo que consiente la transgresión, con excepcionales cronistas homosexuales como Pedro Lemebel y novelistas anticonvencionales como Diamela Eltit. “La sociedad es más liberal en sus costumbres que en su discurso”, ha dicho Jocelyn-Holt. Lo dijo también Bachelet en su propio discurso inaugural: “¿Quién lo hubiera pensado? ¿Quién hubiera pensado, hace veinte, diez o cinco años, que Chile elegiría como presidente a una mujer?” En verdad, lo que se ha quebrado con su elección no es sólo una historia de mujeres que llegaron al poder vicariamente, enarbolando la bandera de sus maridos muertos o ponderándolos hasta el exceso, como si se disculparan por ocupar un lugar que no les correspondía. Antes de Bachelet, hubo seis mujeres latinoamericanas que alcanzaron esa posición en sus países, algunas de manera fugaz, durante apenas siete meses, como Lidia Gueiler en la Bolivia de 1979-1980, o Rosalía Arteaga Serrano, durante dos días de 1997 en Ecuador. Aunque llegaron al poder por el peso de sus apellidos matrimoniales, algunas lo hicieron bien, como Violeta Chamorro en la Nicaragua postsandinista de 19901997, y otras con insuperable ineptitud, como Isabel Perón en la Argentina de 1974-76. Bachelet es la primera que no debe la presidencia sino a sí misma, a su talento, y a su fuerza de voluntad. Dos mujeres inusitadas la precedieron en esa batalla: una es la casi olvidada Juana Azurduy, que compartió con su marido Manuel Ascencio Padilla la presidencia de una república incipiente, al este de la actual Bolivia, durante las guerras de la independencia. Cuando Padilla murió, en 1816, combatiendo contra los ejércitos españoles, Azurduy mantuvo con firmeza la disciplina de sus ejércitos y resistió hasta que las fuerzas de Simón Bolívar impusieron la independencia definitiva, en 1825. La otra mujer fue Eva Perón, que alcanzó un poder comparable al de su marido en la Argentina de 1950, y que quizá lo habría desplazado si sus ambiciones no hubieran sido tronchadas por el cáncer. A diferencia de ellas, Bachelet no tiene obstáculos en el horizonte. Su popularidad, tres semanas después de haber asumido, es tan sólida como la del presidente Ricardo Lagos cuando se fue: del 75%. La economía de Chile es próspera y estable, y el precio del cobre –el principal producto de exportación– está más alto que nunca. Tiene un estilo llano, accesible, que establece inmediatos lazos afectivos con la gente. En su discurso inaugural prometió resolver las dos grandes deudas que Chile

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. mantiene aún con los sectores más pobres: un sistema de protección social, que permita educarse y acceder a los médicos y hospitales sin los costos ruinosos que hasta ahora provocaron la migración masiva de chilenos hacia la Patagonia argentina, donde la salud y la educación son gratuitas. Los sectores más conservadores de la sociedad chilena no le facilitarán el trabajo. Ya el 20 de marzo, la alcaldesa de Concepción, capital de la región del Bío-Bío y la segunda ciudad del país, declaró en los diarios de Santiago que la debilidad de Bachelet es su intolerancia a la frustración, y que los partidos de la derecha extrema –cuya figura más combativa es la alcaldesa, Jacqueline van Rysselberghe– se esmerarán para que encuentre una frustración a cada paso. “Jacqueline está llena de odio –me dijo Paula Escobar–, y en Chile ya no hay lugar para el odio.” Esa fue una de las frases fundamentales de Bachelet en su primer discurso como presidenta: “La violencia entró a mi vida destrozando lo que más amaba. Porque fui víctima del odio, he consagrado mi vida a revertir ese odio y a convertirlo en comprensión, tolerancia y –¿por qué no decirlo?– en amor”. Durante centurias, los pueblos fueron gobernados por el rigor de los hombres y, a menudo, por el liso y llano terror. Acaso hayan llegado los tiempos en que las mujeres impondrán un poder basado no ya en el mero principio de autoridad –tan discutible como las certezas de mis padres– sino en valores más permanentes: la persuasión y el reconocimiento del derecho de los otros a una vida más digna y menos ciega. • FALLECIÓ EL DESTACADO PASTOR PRESBITERIANO RICARDO FOULKES San José, 12 de abril (ALC). Hoy fueron cremados los restos del teólogo, educador y escritor Ricardo Foulkes un pastor presbiteriano estadounidense residente desde hace 50 años en el país, quien falleció el lunes, víctima de una complicación cardiorespiratoria. El reverendo Foulkes, destacado profesor universitario emérito de la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL), brindó importantes aportes a la nación como teólogo, especialista en Nuevo Testamento, conferencista, pastor, humanista, pacifista e incluso pianista, habiendo ofrecido conciertos en diversos escenarios. "Fue un hombre comprometido con la causa de los pobres, humildes y necesitados; pero ante todo, excelente y leal amigo y consejero”, dijo Germán Vidaurre, tesorero de la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL). Durante más de 20 años fue miembro de la Iglesia Presbiteriana El Divino Salvador, destacándose como miembro del Equipo Pastoral, predicador y maestro de Escuela Dominical, agregó. Los restos mortales del Dr. Foulkes fueron incinerados esta mañana, previamente se celebraron las honras fúnebres en la Iglesia El Divino Salvador. El desaparecido líder presbiteriano radicaba desde hace medio siglo en Costa Rica, país que considero como suyo, junto a su esposa, la pastora Irene. Deja viuda e hijos y una numerosa familia de seguidores y amigos.

• TEÓLOGO KARL BARTH ADMIRABA A MOZART POR SU MÚSICA TONIFICANTE AFIRMA MARTIM DREHER San Leopoldo, 12 de abril (ALC). Aunque el compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart no fue un cristiano muy fiel, ganó la más profunda admiración de Karl Barth, un famoso e influyente teólogo protestante europeo, dijo el profesor Martim Dreher, de la Universidad del Valle del Río dos Sinos (UNISINOS). Este año la humanidad conmemora los 250 años del nacimiento de Mozart y los 120 de Barth. La música de Mozart "es alimento y bebida, música llena de consuelo y ánimo", escribió Barth, teólogo calvinista suizo, en un libro sobre el compositor que publicó en 1956. La obra de Mozart debe "formar parte de la doctrina de la creación y de la escatología, aunque no haya sido uno de los padres de la Iglesia y, según las apariencias, tampoco fue un cristiano muy devoto", escribió Barth. Según Dreher, aunque Barth nunca quiso ser católico romano, tal vez hubiera aceptado ser Papa por 14 días "para por lo menos encaminar la canonización de Mozart". Karl Barth fue pastor en Safenwil y profesor de Teología en Bonn, Alemania, hasta 1935 que abandonó el país porque no estaba de acuerdo con la ideología nazi, criticó la adhesión de cristianos al nazismo y escribió varios libros teológicos, el más importante fue "Die Kirchliche Dogmatik" (La dogmática de la Iglesia). En una entrevista concedida al Instituto Humanitas, de la UNISINOS, el profesor Norberto Dreher hizo un análisis de la obra de Mozart bajo la perspectiva barthiana y lo comparó con otro exponente de la música sacra, Johannes Sebastian Bach. La música de Mozart "está llena de alegría y de libertad. !Mozart enseña al teólogo a vivir!, dijo Dreher. "Cuando los ángeles alaban a Dios, difícilmente ejecutarán música de Bach, pero, con toda seguridad, tocarán Mozart, y Dios oirá con mucha atención", anotó Dreher. Bach, protestante, escribió música sacra e influyó al mundo, pero Mozart, que no fue influenciado por el catolicismo, compuso música profana. "En Mozart tenemos que decir que lo profano influyó la música sacra", afirmó el profesor de la UNISINOS. "Bach continúa sirviéndome con su predicación cantada; Mozart me enseña que la vida puede ser ligera, alegre", destacó Dreher de su lectura de Barth. Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus (1756-1791) fue el último de siete hijos del matrimonio Leopold Mozart y Anna María Pertl, que vivían en Salzburgo. A los cinco años de edad, Wolfgang Amadeus escribió sus primeras composiciones. A los tres años ya tocaba el clavicordio y a los cuatro, el violín. Escribió 41 sinfonías, 27 conciertos para piano. La mayor parte de sus más de 600 composiciones estaba dirigida al entretenimiento. Pero también compuso 19 misas, de las cuales la más conocida es el Réquiem.

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• JORNADA DE CETELA ANALIZARÁ TEMÁTICA DE LA INTERCULTURALIDAD Y EDUCACIÓN TEOLÓGICA San Leopoldo, Brasil, 11 de mayo (ALC). La convivencia de los contrastes, las resistencias étnicas, los impasses contemporáneos y la educación teológica serán los ejes de los debates en la VIII Jornada Teológica, programada para los días 4 al 7 de julio, en la Universidad Metodista de São Paulo (UMESP), en São Bernardo do Campo. Promovida por la Comunidad de Educación Teológica Ecuménica Latinoamericana y Caribeña (CETELA) la jornada de São Bernardo do Campo planteará desafíos para la teología en América Latina en el siglo XXI. El tema central del encuentro será "Interculturalidad, negociación de saberes y educación teológica". "El gran desafío de la jornada será comprender cómo se trabaja el diálogo intercultural en la teología y en la pedagogía frente a la diversidad de culturas presentes en América Latina", dijo el secretario ejecutivo de CETELA, Roberto Zwetsch. Al debatir la "convivencia de los contrastes" la jornada pretende elaborar un análisis de los contextos urbanos y su complejidad, afirmó Zwetsch. Destacó que la Jornada se realizará en São Paulo, "una gran metrópolis con diversidades culturales impresionantes". En cuanto al segundo eje de debates - resistencias étnicas - el secretario de CETELA subrayó la necesidad de oír las voces "de los pueblos que no tienen lugar en el mundo diseñado por el sistema neoliberal", y citó como ejemplos los pueblos indígenas y los movimientos campesinos. Zwetsch definió el tema de los "impasses contemporáneos" como el más "delicado", justamente por "tratar con cuestiones marginales". La Jornada tratará las cuestiones relacionadas a la lucha de las mujeres, la equidad de género, la homosexualidad, la prostitución, los grupos de la sociedad que no disponen de canales para su libre expresión, explicó. Entre la teoría y la praxis, Zwetsch considera imprescindible que los diálogos de la Jornada influyan los currículos de las facultades de Teología, el énfasis de los cursos y los trabajos de investigación. Esas serán sugerencias discutidas en el cuarto eje del encuentro, denominado "propuestas para la educación teológica". La VIII Jornada Teológica tendrá como asesores al filósofo y teólogo cubano Raúl Fornet Betancourt y al teólogo y educador suizo Matthías Preiswerk. Durante el evento, el 6 de julio, habrá una Conferencia Pública con la participación de la teóloga luterana brasileña Wanda Deifelt y del teólogo suizo Josef Estermann. Deifelt enfocará las teorías de género y de la post-modernidad, mientras que Estermann debatirá el tema de la interculturalidad a partir de la filosofía andina de los pueblos aymara y quechua. Durante la conferencia será lanzado el libro "Dimensiones del Cuidado y Asesoramiento Pastoral", organizado por el profesor del

Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET), Hugo Santos, y que incluye textos de diversos profesores y profesoras de instituciones afiliadas a CETELA.

• LA ROCHELLE, BELLA Y REBELDE

Yanira Rodríguez www.elconfidencial.com/ocio/indice.asp?id=2250

Así describen los franceses La Rochelle, ‘bella y rebelde’. Y es que esta pequeña y coqueta ciudad, situada en la costa occidental de Francia, no sólo es un lugar atractivo, sino que tiene muchas historias escritas en sus muros y torres. Atesora dos características principales: en todos sus rincones huele a mar y además tiene vida. En invierno, muchas ciudades con el mismo número de habitantes del país galo (unos 100.000) a primera hora de la tarde ya están vacías. Sin embargo, La Rochelle no. Invierno o verano, la gente pasea con sus bicicletas, acude a actos culturales o se sientan en alguno de los puertos que hay. De hecho, fue de las primeras metrópolis que creó los espacios exclusivos para el paseo (a pie y en vélo). Una de sus historias remonta a la época de Enrique IV, cuando se convirtió en la capital del protestantismo haciendo competencia al mismísimo París. Pero, debido a la riqueza que rápidamente estaba adquiriendo la ciudad, el rey intentó controlarla pero los nobles se negaron (por eso lo de rebeld), lo que provocó el asedio del puerto por las tropas reales. Sin embargo, la ciudad resistió y se logró un acuerdo. El Atlántico entra en el núcleo urbano a través de dos muelles. El viejo puerto, protagonista de grandes expediciones y del enriquecimiento a través del comercio, es del siglo XIV y el nuevo, Les Minimes, es la mayor fachada atlántica de Europa. En él se celebra cada año el Gran Pavois, el primer salón náutico del continente, que también acoge una de las etapas de la Volvo Ocean Race. Incluso estaba previsto que se celebraran las pruebas de vela de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2012. Dando paso a dichos puertos se encuentran dos legendarias torres que, en los momentos de mayor conflicto, se unían por medio de una cadena para cerrar la entrada de otros barcos a la ciudad.La tour Saint-Nicolas se ha convertido en reclamo para muchos visitantes, mide 42 metros de altura y está construída sobre pilares de roble. Tiene tres salas octogonales superpuestas y un laberinto de escaleras que llevan hasta la parte superior. Justo enfrente está la tour de la Chaîne, del XIV pero que tuvo que ser restaurada seis siglos después, debido a los daños que sufrió en las batallas. Entre los edificios más característicos destaca el Ayuntamiento, con una impresionante fachada renacentista y encerrado tras un muro gótico, el Palacio de Justicia y la Maison Henri II.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. • FALLECIÓ EL TEÓLOGO JAROSLAV PELIKAN A LOS 82 AÑOS Matt Apuzzo 15 de mayo de 2006 http://seattlepi.nwsource.com El profesor de la Universidad de Yale Jaroslav Pelikan, uno de los más notables conocedores de la historia del cristianismo, falleció de cáncer pulmonar a los 82 años. Pelikan escribió más de 30 libros, utilizando fuentes en nueve idiomas y abordando los aspectos doctrinales, literarios y musicales de la religión. "Fue un hombre excepcionalmente humilde, con todo y que era tan talentoso”, expresó su hijo Michael. Luterano convertido a la fe ortodoxa, Pelikan due presidente de la Academia Americana de Artes y Ciencias y fue llamado por el presidente Clinton para colaborar en el comité presidencial de Artes y Humanidades. Sus obras incluyen el aclamdo libro en cinco volúmenes La tradición cristiana, al cual le siguió una historia del cristianismo desde sus orígenes hasta los tiempos modernos. Otra obra suya, Whose Bible Is It?, publicada en 2005, explora cómo interpretan la Biblia las diferentes tradiciones. Allí afirma que el lenguaje y las diferencias culturales conducen a interpretar variademente la Biblia. Su conclusión, según dijo en una entrevista para la Radio Pública Nacional, fue que “los cristianos y los judíos se necesitan mutuamente para comprender el texto sagrado que comparten”. Aunque era reconocido como un teólogo experto, Pelikan se dedicó a la historia y rara vez participó en debates. Pelikan se unió a la facultad de Yale en 1962 y después fue designado profesor de la cátedra Sterling, un honor reservado a los profesores más distinguidos. El National Endowment for the Humanities lo seleccionó en 1983 para presentar la conferencia Jeffersonde humanidades, el más alto privilegio que confiere el gobierno federal a profesores de humanidades. Dos veces dio conferencias en Escocia. Fundó, además, el Consejo de Profesores en la Biblioteca del Congreso en 1980. En 2004, junto con el filósofo francés Paul Ricoeur, compartió el premio Kluge (un millón de dólares) que se otorga a profesores de humanidades, esto es, en campos que no reciben el Premio Nobel. Ese año, Pelikan publicó un libro que comparaba la forma en que la Biblia y la Constitución estadounidense han sido interpretadasy aplicadas. El volumen, Interpretando la Biblia y la Constitución, citaba 72 decretos de la Suprema Corte, 94 credos cristianos y numerosos versículos bíblicos. • PACTÓ LA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE CON UN CRIMINAL, DICEN VÍCTIMAS. ANALIZAN LLEVAR EL CASO ANTE ALGÚN ÓRGANO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Alma E. Muñoz La Jornada, 20 de mayo de 2006

El comunicado del Vaticano sobre el caso de Marcial Maciel Degollado provocó el enojo de algunos de los primeros denunciantes de abusos sexuales que infligió en su contra el fundador de los Legionarios de Cristo, a tal grado que determinaron presentar el caso ante una instancia internacional de derechos humanos, con el propósito de alcanzar justicia. José Barba, Saúl Barrales, Juan José Vaca y Arturo Jurado, acompañados por el ex sacerdote Alberto Athié, consideraron que el mensaje difundido ayer de manera oficial por la oficina de prensa del Vaticano, del cual se enteraron de manera indirecta -por los medios informativos-, es el resultado de una "negociación entre la autoridad de Roma, representada por el cardenal William J. Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el sacerdote Maciel, para darle una salida que beneficie a las dos partes", y da por concluido el caso. La falta de severidad del cardenal Levada contra las acciones ilícitas cometidas por Maciel saltan a la vista para la parte ofendida, y comparan el fallo con la primera sentencia que aplicó al frente de su dicasterio, el 19 de julio de 2005, contra el fundador de la Congregación de los Siervos del Corazón Inmaculado de María, el sacerdote Luigi Burresi. Para este último caso, el prefecto emitió un decreto en el que especifica ampliamente las sanciones canónicas a que se hizo acreedor el italiano de 74 años, por abusos en las confesiones y en la dirección espiritual de la orden, más vejaciones sexuales -estas últimas citadas de manera extraoficial por fuentes vaticanas- contra antiguos discípulos o seminaristas durante los años 70 y 80. En cambio, para el caso del religioso mexicano, emitió un comunicado de sólo cinco párrafos. Acerca del anuncio de que no se abrirá un proceso canónico contra Maciel por su edad avanzada (tiene 85 años) y su "débil salud" y la invitación a llevar una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público, la parte ofendida aseveró que Roma nunca asume que siguió un juicio en su contra, ni le dicta sentencia. Ni siquiera admite que a Maciel se le denunció por absolución de cómplice, ilícito que nunca prescribe para la Iglesia católica e implica la máxima pena: la excomunión. Nadie, señaló Juan José Vaca, puede abusar de alguien, confesarlo, absolverlo y mandarlo a comulgar. "Eso implica la absolución cómplice y, por tanto, se le debió rebajar al estado laical", y así tenía que informarse desde el Vaticano. A su vez, Barrales advirtió: "Que no nos vengan ahora con el cuento de que la praxis de la Santa Sede ahora es que cuando uno tiene edad avanzada ya no se le sanciona". Eternas irregularidades El ex sacerdote Athié, quien a través del obispo emérito Carlos Talavera presentó en 1999 al hoy papa Benedicto XVI -cuando éste era cardenal y se encontraba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe- el testimonio del abuso sexual que infligió Maciel al fallecido ex legionario Juan Manuel Fernández Amenábar,

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. condenó las irregularidades con que "siempre" se ha conducido Roma en este asunto. Desde el principio entrevimos cuáles eran las intenciones al respecto, aseveró. "La respuesta verbal del cardenal Joseph Ratzinger al obispo Talavera fue: 'lo lamento mucho, monseñor; el caso del padre Maciel no se puede abrir, porque es una persona muy querida del Santo Padre (Juan Pablo II) y ha hecho mucho bien a la Iglesia. No es prudente, lo lamento'", recordó. Además, nunca dieron un acuse de recibo cuando se presentaron las denuncias, abundó. "Nosotros concluimos que la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por un cardenal americano (Levada), que viene del peor conflicto de la Iglesia de Estados Unidos (paidofilia), no ha entendido el problema, y prefirió negociar con un criminal, abusador de menores, encubierto por la institución durante 52 años. Los términos de la negociación son: 'yo renuncio a hacerte un juicio y tú renuncias por tu cuenta a ejercer el ministerio. Llegamos a una final conclusión, alegre y benefactora para todos'. Es increíble, increíble", subrayó. En coincidencia, José Barba refirió que el comunicado del Vaticano se presta "más a confusión que a solución, además de que, a mediano y largo plazos, los Legionarios de Cristo estarán diciendo que su líder nunca fue condenado". Ante eso hay que hacer una consulta con especialistas en derecho internacional para llevar el caso ante ese tipo de instancias. Para Roma, añadió, el caso finalizó y por tanto se agotó esta vía, lo que nos abre la posibilidad de acceder a la otra. El asunto es estudiar a fondo los conflictos de intereses que hay en la Iglesia y cómo se conduce con doble moral. Sin embargo, el sacerdote Antonio Roqueñí, representante legal de los primeros ocho denunciantes contra Maciel ante el Vaticano, discrepó, en entrevista por separado, de las tesis anteriores, al plantear que la negociación entre Roma y el sacerdote inculpado no fue la sentencia, sino la manera de comunicarla. "Evidentemente hay una suspensión (a divinis) y está aplicada y hay un observador permanente de la Santa Sede encargada de verificar su aplicación, pero, en lo que toca al derecho, es desilusión para un jurista ver cómo manipulan el derecho canónico al antojo de los caprichos de la gente poderosa. La sanción públicamente se desvirtuó para que la gente no la conozca". • "PLENA COMUNIÓN" DEL EPISCOPADO CON LA SUSPENSIÓN DEL PROCESO AL EX SACERDOTE. FUE UNA SANCIÓN MUY LIGERA, CONSIDERA EL RECTOR JESUITA DE LA IBEROAMERICANA Gabriel León, Alma E. Muñoz y Ernesto Martínez La Jornada, 20 de mayo de 2006 Por primera vez desde que se denunció al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, por pederastia, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció para externar su "plena comunión" con la determinación del papa Benedicto XVI por renunciar a someter al sacerdote michoacano a un proceso canónico, por motivos de salud y edad avanzada.

En contraparte, para el rector jesuita de la Universidad Iberoamericana (Uia), José Morales Orozco, la resolución, dada a conocer a través de un comunicado de prensa, fue una "sanción muy light". No obstante, consideró que el Vaticano no tuvo otra salida porque el proceso contra Maciel "se estaba complicando de alguna manera, porque no se quería llegar a la solución, quizá para evitar un escándalo o también para proteger". Mientras, ajeno al mensaje de la CEM, el obispo de Nuevo Laredo, Ricardo Watty, resaltó la disposición de Roma por dar curso a este proceso, y recordó que una vez que el Vaticano concluyó con su parte, está abierto el camino para solicitar la intervención de la justicia civil. Es un engaño, acusan católicas En tanto, para la directora de Católicas por el Derecho a Decidir, Consuelo Mejía, el documento que dio a conocer la Oficina de Prensa del Vaticano resultó un engaño, que una vez más revela la doble moral con que se conducen las autoridades eclesiásticas. Exigió justicia para éste y otros asuntos, como los relacionados con las violaciones a monjas, y la necesidad de que se investigue a profundidad y se resarza a las víctimas por el daño cometido en su contra. Mediante un breve mensaje de tres párrafos, el secretario general de la CEM, el obispo de Texcoco, a nombre del organismo, exaltó la labor evangelizadora y social que los legionarios han prestado al país en sus 65 años de existencia, especialmente en el área educativa y en labores sociales y evangelizadoras, "sin lugar a dudas de gran beneficio para la Iglesia en México". Celebró que la orden acogieran con "profundo espíritu de obediencia y fe" la invitación que Roma hizo a su octogenario fundador para que se retirara de sus ministerios sacerdotales y fuera dispensado del proceso canónico que correspondía, por el delito de absolución de cómplice que le imputaron algunas de sus víctimas en 1998, por motivos de salud y de edad. Resalta que ahora el Episcopado haya determinado emitir una opinión, cuando desde 1997, cuando se destapó el asunto, se mantuvo al margen. Algunos prelados habían tocado el tema a título personal, como el arzobispo primado de la ciudad de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera, quien en 2000 desafiaba a presentar pruebas sobre los ilícitos imputados a Maciel. "En este caso yo no tengo ninguna autoridad para juzgar actos que supuestamente sucedieron hace 50 años. No tengo elementos para hacer un juicio, pero si alguien tiene evidencias, que las presente", retó en esa ocasión. Ayer, horas después del comunicado vaticano, el obispo Ricardo Watty dijo que una vez anunciada la decisión de la Iglesia católica sólo queda la intervención de la justicia civil, en caso de que los denunciantes pretendan continuar con las acusaciones por abuso sexual. Sin embargo, destacó que la Iglesia "haya dado curso a un proceso que realmente estuvo basado en muchas denuncias que involucraron a algunas personas que habían sido objeto de maltrato. Esto me parece bien", señaló en entrevista telefónica. Y el auxiliar de la arquidiócesis de Morelia, Francisco Moreno Barrón, consideró que "la Iglesia enfrenta con responsabilidad las

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. denuncias en contra de sus integrantes". Negó que el clero encubra a sacerdotes que cometen actos ilícitos. En tanto, el prelado de la diócesis de Culiacán, Sinaloa, se limitó a externar su tristeza por lo acontecido con Maciel, con quien mantiene fuertes vínculos personales. Finalmente, el sacerdote jesuita José Morales Orozco consideró que, con su resolución, el Vaticano hace justicia a las víctimas y también a la Iglesia católica misma, porque el proceso contra Maciel "se estaba complicando de alguna manera, quizá porque no se quería llegar a la solución, quizá para evitar un escándalo, y no dudaría que también para proteger". Con pruebas tan claras, presentadas por las víctimas, "no había otra salida". No obstante, enalteció que el Vaticano reconociera con su mensaje un caso tan controvertido. "De alguna manera, posiblemente las sanción parece suave, pero es un reconocimiento de las afirmaciones y de los hechos que se presentaron. La sanción misma ya es algo duro y doloroso, y eso habla bien de la propia Iglesia." El rector de la Uia pidió "no hacer leña del árbol caído", tras la difusión del boletín de Roma. "A lo mejor no todos quedan contentos, pero lo importante es que ya lo reconoció el Vaticano", insistió. • LA PENA DE OSTRACISMO, APROBADA POR EL PAPA, LO LIMITA A LA ORACIÓN Y LA PENITENCIA. ENTRE ELOGIOS A MACIEL, RATIFICA EL VATICANO CONDENA POR PEDERASTIA. ROMA RECONOCE "CON GRATITUD EL BENEMÉRITO APOSTOLADO" DE LOS LEGIONARIOS DE CRISTO Gabriel León Zaragoza La Jornada, 20 de mayo de 2006 El Vaticano confirmó ayer la aplicación de la máxima suspensión canónica a divinis al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, y, con aval del papa Benedicto XVI, lo exhortó a renunciar a todo ministerio público y a mantener en lo sucesivo "una vida reservada de oración y de penitencia", en castigo por las acusaciones de haber cometido abuso sexual en contra de menores de edad cuando fue clérigo. La noticia, difundida ayer desde temprana hora en México, se da luego de que la Congregación para la Doctrina de la Fe, conducida por el cardenal William Joseph Levada, informó que "tras haber sometido los resultados de la investigación a un estudio atento" y "teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del padre Maciel como su delicado estado de salud", el Vaticano "decidió renunciar a un proceso canónico e invitar al sacerdote a una vida reservada de oración y de penitencia, renunciando a todo ministerio público".

El Papa, confía el documento fechado en Ciudad del Vaticano, "aprobó estas decisiones" en contra del prelado acusado desde sus inicios como seminarista de ser pederasta. Pese a la sanción, el Vaticano señala en su comunicado que "independientemente de la persona del fundador, se reconoce con gratitud el benemérito apostolado de los Legionarios de Cristo y de la asociación Regnum Christi", fundada hace 65 años por el sentenciado. El documento, difundido por la Conferencia del Episcopado Mexicano entre sus integrantes en todo el país, señala que "a partir de 1998 la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió acusaciones, que ya en parte se hicieron públicas, contra el padre Marcial Maciel Degollado, fundador de la congregación de Los Legionarios de Cristo, por delitos reservados a la competencia exclusiva del dicasterio. "En 2002, el padre Maciel publicó una declaración para negar las acusaciones y expresar su descontento por las ofensas recibidas por algunos ex legionarios de Cristo. En 2005, por motivos de edad avanzada, el padre Maciel abandonó el cargo de superior general de la congregación de los Legionarios de Cristo", asevera el documento como sustento de la decisión avalada por Benedicto XVI. "Todos estos elementos han sido objeto de un examen maduro por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y según el motu proprio Sacramentorum sanctitatis tutela, promulgado el 30 de abril de 2001 por el siervo de Dios Juan Pablo II, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, autorizó la investigación de las acusaciones. "En ese tiempo tuvo lugar el fallecimiento del papa Juan Pablo II y la elección del cardenal (Joseph) Ratzinger como nuevo pontífice (Benedicto XVI)." • LA DEBACLE DE MARCIAL MACIEL Bernardo Barranco V. La jornada, 21 de mayo de 2006 El papa Benedicto XVI optó por el mal menor en el caso Marcial Maciel. El Vaticano le restringe su ministerio público, pero no inicia un proceso o juicio canónico en su contra, con lo que protege también a los legionarios, quienes probablemente conocían la sanción desde enero de 2005, cuando Maciel dejó de ser su director general; así, tuvieron tiempo suficiente para preparar un dispositivo que amortiguara el escándalo ante dicha medida. La resolución se antoja tibia, dada la magnitud de los monstruosos delitos cometidos entre la simulación y la colectiva hipocresía religiosa de un personaje ambivalente. Para el papa Ratzinger era insoslayable tomar una determinación, dada su anterior condición de prefecto de la Congregación de la Fe: era sin duda el clérigo que mejor conocía el voluminoso expediente de testimonios contundentes y acusaciones sólidas. Más allá de la aparente benevolencia de Benedicto XVI, justificando la avanzada edad y el estado de salud de Maciel, el

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Papa protege la estructura nada despreciable y las cuantiosas obras que los legionarios han construido en los pasados 30 años. De todos es conocido el poderío económico, político y mediático que han amasado bajo el estímulo del fallecido Juan Pablo II. La estrecha amistad entre el fundador de los legionarios y el papa polaco colocó a la congregación en el cenit romano y en el centro de los entretelones del poder en el Vaticano, que le permitieron gozar de altos privilegios en los países donde detenta mayores intereses, como España, México, Chile, Estados Unidos e Irlanda. Su influencia creció, al grado de haber apostado en la sucesión pontifical por la candidatura de Angelo Sodano, secretario de Estado; sin embargo, parece que sólo fue una burbuja y, a poco más de un año de la muerte de Wojtyla, los legionarios enfrentan la mayor crisis de su historia. Guardar silencio o prolongar la resolución del caso Maciel era insostenible. Las presiones mediáticas y el clima adverso de desconfianza y recelo que se han desatado contra la Iglesia católica -a raíz de los escándalos de abusos sexuales- a escala internacional colocaban a Benedicto XVI en una posición incómoda, porque corría el riesgo de sumarse a la complicidad y encubrimiento de que gozó Maciel en el anterior pontificado. Su autoridad y liderazgo corren mayores riegos con el ocultamiento y negación de los hechos que con las medidas moderadas. Es la opción del mal menor. Benedicto XVI es consciente del creciente entorno crítico, de la sociedad secular, que mina la autoridad moral de la institución, y de la relativización del discurso ético-religioso del magisterio de la Iglesia. Basta detenernos en términos de la cultura de masas y observar los tonos de reprobación y recelo en filmes recientes, como En el nombre de Dios, Amén, El crimen del padre Amaro, La mala educación y El código da Vinci. En todas estas películas se dibuja al alto clero con privilegios, intereses materiales propios, intrigas y abuso de poder. Por ello, la decisión de restringir las funciones ministeriales del padre Marcial Maciel fue una decisión de Estado, de la más alta prioridad. En escueto comunicado, los legionarios expresan obediencia y serenidad para acatar la decisión del Vaticano, pero no reconocen las graves imputaciones, sino como una "nueva cruz que Dios ha permitido que sufra y de las que obtendrá muchas gracias para la legión de Cristo"; por el contrario, en el texto se advierte que esta acusación se suma a otras, "sinnúmero", de las que el padre jamás se ha defendido, pero que "él afirmó su inocencia". La sentencia es ambigua, porque el Vaticano de manera implícita reconoce las graves faltas de Maciel, sin externarlas claramente, imponiéndole una restricción que la legión acata sin reconocer culpa alguna, porque no ha existido un proceso canónico. La justificación legionaria podría sustentarse, en corto, en conspiraciones siniestras al interior de la Iglesia, como en el malévolo mundo secular anticlerical; incluso, podría suponerse el correctivo como revancha del propio Benedicto XVI, quien finalmente fue apoyado por su contraparte concurrente: el Opus Dei. Delicada la posición de los legionarios para desahogar la posición de su fundador no sólo ante la opinión pública, sino ante las propias clientelas internas que componen los patronatos y consejos directivos de sus obras, como universidades, colegios, organismos de caridad y organizaciones de

animación, como Gente Nueva, o iniciativas mediáticas, como el famoso Teletón, que tanto han presumido en el mundo. El caso Maciel delata la red de complicidades que ha cobijado durante décadas al padre fundador de la legión. En primer lugar, la propia Iglesia mexicana ante las denuncias de abuso sexual a menores; en una primera reacción, la jerarquía rechazó todo tipo de injerencias, haciendo aquella desafortunada declaración de que "la ropa sucia se lava en casa". El caso Maciel deberá remover la conciencia de muchos clérigos, principalmente la del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien se ha distinguido como el más obstinado encubridor del padre Marcial. Recordamos desde el inicio de su gestión, cuando La Jornada publicó una saga de artículos, en abril de 1997, en torno a los abusos sexuales del padre Maciel, las reacciones del arzobispo primado fueron encolerizadas: "Hay acusaciones contra el padre Maciel. Se van a presentar mañana también en televisión, ¿qué opinión tiene de ellas?" -preguntó el reportero Salvador Guerrero. Sudoroso, irritado, Rivera Carrera respondió, volteándose para ver al reportero colocado a su espalda: "Son totalmente falsas, son inventos, y tú debes platicarnos cuánto te pagaron". (La Jornada, 12 de mayo de 1997). Ahí están aún vivas las declaraciones y testimonios tanto de Alberto Athié como del padre Antonio Roqueñí de cómo el cardenal no sólo entorpeció las indagatorias sobre los abusos sexuales de Maciel, sino que sometió a aquellos miembros del clero que quisieron ir más lejos. Igualmente, resulta reveladora la virulenta reacción de algunos empresarios para castigar a aquellos medios y periodistas que abordaran el caso Maciel. Resalta el lamentable episodio del Canal 40, que en 1997 difundió un valeroso documental que recogía los testimonios de las víctimas. En una columna titulada Bimbo en el Vaticano, de este mismo diario (10 mayo de 1997), se decía lo siguiente: "...mientras en el Vaticano se habla (en serio) sobre la posible canonización de Maciel Degollado, el Canal 40 ha preparado un extenso y minucioso documental que saldrá al aire el próximo lunes a las 22:45, pese al disgusto de la alta jerarquía de la Iglesia, de algunos miembros del gabinete de Zedillo y de ciertos sectores de la cúpula empresarial, que a lo largo de esta semana ejercieron toda clase de presiones contra la empresa televisora, mismas que culminaron, ayer viernes, con la cancelación de un cheque por más de 4 millones de pesos, por concepto de publicidad", de la empresa. Después de esta polvareda, será interesante observar el comportamiento de las clases altas y de las grandes familias vinculadas a la legión. ¿Seguirán siendo fieles, con riesgo ahora de manchar el prestigio personal?; nombres distinguidos, como Carlos Slim, Manuel Arango, Alfonso Romo, Emilio Azcárraga, Víctor Junco, Olegario Vázquez Raña, Ricardo Salinas Pliego y algún otro colado, como Pedro Ferriz de Con, entre otros. La familia presidencial, en especial Marta Sahagún, quien abrió de par en par la puerta de Los Pinos, tejiendo entramados complejos entre la caridad y la política. Muy probablemente los legionarios serán sacudidos por una crisis severa. Habrá sectores que quieran revisar el confortable discurso teológico diseñado para la salvación de las elites; habrá otros que querrán ir a los fundamentos que dieron origen a la legión. Sin embargo, todo apunta a la negación de las faltas cometidas por Maciel, según se desprende de su escueto

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. comunicado. En el fondo está la revisión de la sexualidad reprimida no sólo en la congregación, sino en la propia Iglesia; hay una ambivalencia entre el corpus doctrinal de la eclesial, la tradición y el deber ser con las necesidades básicas de los actores -de carne y hueso- que conforman las estructuras de la Iglesia. Hay, por tanto, una dimensión patológica de la sexualidad que se manifiesta en diferentes formas de perversión y neurosis. La medida del Vaticano ha sido timorata. Sin embargo, es un paso importante que tanto la sociedad como los propios actores deben aprovechar y sacar lecciones. Queda por definir la relación entre el delito y el pecado. Marcial Maciel pecó, pero cometió monstruosos delitos sexuales que deberían ser pagados en los términos que marca la justicia de la sociedad. Ha cometido graves actos ilícitos que el retiro espiritual y la penitencia son insuficientes para pagar el abuso criminal que significa vejar niños. Delitos prescritos, dirán los abogados. Justicia divina, reclama la sociedad. • MARCIAL MACIEL, ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA Julián Sánchez El Universal, México, DF, 28 de mayo de 2006 Para unos es un guía y casi santo; para otros, un pederasta. El sobrino de generales cristeros y cuatro obispos fundó la Legión de Cristo. Es un caso de estudio, dicen, sobre la desinformación y el culto a la personalidad. Llamado por muchos como el "maestro", "el guía", "el padre fundador", Marcial Maciel Degollado también ha sido calificado como pederasta por quienes sostienen haber sido víctimas de abuso sexual en su juventud como seminaristas, causa por la cual ha recibido la orden de retirarse a "una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público". Nació en Cotija, Michoacán, el 10 de marzo de 1920. De niño le decían El Güerito y es sobrino de generales cristeros, entre ellos Jesús Degollado Guízar y de cuatro obispos: Luis Guízar Barragán, de Saltillo; Antonio Guízar y Valencia, de Chihuahua; José González Arias, de Cuernavaca; y Rafael Guízar Valencia, de Xalapa. Este último ha sido inmortalizado con una estatua en Cotija, y es promovido por los Legionarios de Cristo (congregación de la que Maciel es fundador), para llegar a la santidad al igual que la madre del propio Marcial, Maura Guízar (Mamá Maurita), respecto a la cual se resalta en la página de internet de la Legión su vida y obra. *** Su padre, Francisco Maciel Farías, del que Maciel no habla, tenía un ingenio azucarero y un rancho. Y sus hermanos eran seis varones y cuatro mujeres. La Legión lo ha mostrado como un niño que se levantaba temprano a ordeñar las vacas y que en las tardes se dedicaba a cuidar a los pobres y los enfermos. Algunas veces llegaba descalzo a su casa porque había regalado sus zapatos. "Mamá Maurita tuvo que prohibirle que lo siguiera haciendo. En una ocasión, su mamá lo encontró temblando de frío porque había regalado toda su ropa". Jason Berry y Gerald Renner escribieron en Votos de silencio, que Maciel es un caso de estudio sobre la desinformación y el culto

a la personalidad. Incluso, la campaña que puso al tío y a Mamá Maurita en la fila para la canonización debe ser considerada como la preparación para su propia candidatura póstuma a la santidad. Se ha dicho que la relación con su padre no era muy buena, y que Francisco Maciel pensaba que su hijo era demasiado blando. De hecho, Juan Vaca, uno de los que denunciaron a Marcial, llegó a comentar que su padre quería que fuera un hombre rudo y lo dejaba que durmiera con los hombres en las cabañas de los campos de siembra. José Barba, uno de los principales promotores de las denuncias contra Marcial Maciel, asegura que éste fue abusado en dos ocasiones de niño y que fue expulsado de dos seminarios. El sicólogo Jorge de la Peña señala que no es una regla que quienes han sido abusados de niños se conviertan de adultos en abusadores, pero cuando se da el caso, se va generando una patología que se convierte en una perversión que se vincula con actos pedofílicos. Y en el caso de Maciel, éste se insertó en un ambiente que le pudo permitir hacer esa perversión. Es decir, entre jóvenes seminaristas. Muchos de sus detractores dudan de la causa que motivó una de sus salidas de uno de los seminarios; es decir, que se haya dicho que fue por sus acciones fundacionistas de una congregación. *** El sacerdote legionario Alberto Villasana escribió que Maciel tuvo una revelación en mayo de 1934, en donde señala que Marcial relató que se encontró con dos monjas, y una de ellas le preguntó, con base en su parentesco con obispos, que por qué no se había hecho sacerdote. "Dios utilizó lo que llamamos confusión para hacerme entender que me estaba llamando. Me resultó entonces muy claro que Dios había puesto su mirada en mí y que me elegía como su sacerdote, a pesar de no ser digno de mi desgracia." En el libro El círculo del poder y la espiral del silencio, escrito entre otros por Fernando M. González y el antropólogo Elio Masferrer, se comenta que, según Maciel, a los 16 años, luego del encuentro con las monjas, la voz de Dios lo llamó a fundar una congregación religiosa. "Marcado por la doble excepcionalidad que otorga el medio religioso católico a los dos llamados -el primero, por la vía indirecta de las dos religiosas; y el segundo, directamente por Dios- y por la resistencia humilde a la voz interior que lo habitaba, Maciel pudo marchar seguro por la vida, apoyándose inicial y muy firmemente en los tres tíos obispos", escribió Fernando M. González. *** A los 20 años de edad, cuando era un seminarista, Marcial Maciel fundó en 1941 la Legión de Cristo en la ciudad de México. "Tres estancias en el sótano de una casa antigua. Unos cuantos periódicos por colchón, la toalla como cobija y de almohada los propios zapatos envueltos en el pantalón. Es el 3 de enero de 1941. Ha nacido la congregación religiosa de los Legionarios de Cristo. Trece jóvenes guiados por un seminarista de 20 años, estudiante de teología", según un relato fundacional.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. De acuerdo con la propia congregación, la Legión de Cristo y el Regnum Christi son organizaciones católicas al servicio de la Iglesia y de la sociedad, que trabajan para construir el reino de Cristo. Es una congregación de sacerdotes de derecho pontificio (que tiene la aprobación plena del Papa y de la Iglesia). Tiene unos 600 sacerdotes y 2 mil 500 seminaristas. El Regnum Christi es una asociación formada en gran parte por laicos; es un movimiento eclesial con decenas de miles de miembros en todo el mundo, que oran y trabajan en obras al servicio de las personas de cualquier clase o condición social. *** Para el antropólogo Elio Masferrer, la Legión es una propuesta lateral sobre la Iglesia católica, que crea mucho conflicto al resto de los católicos, pues representa una opción preferencial por los ricos, dejando fuera a otros sectores. Maciel ha construido un liderazgo excluyente dentro de la Iglesia católica y prácticamente su conflicto no es sólo con la Teología de la Liberación, sino también con el Opus Dei, señala Masferrer. Marcial Maciel, quien también fundó el Instituto Cumbres y la Universidad Anáhuac, ha sido considerado como un gran hombre religioso por muchos de los que han estado cerca de él, y exaltan toda su obra religiosa y educativa que ha tenido influencia en el ámbito mundial. "El contacto con el sufrimiento humano marcó en él, desde su infancia, una profunda preocupación por el hombre, en todas sus dimensiones", se lee en su biografía, que resalta que a través de los legionarios y miembros del Movimiento de Apostolado Regnum Christi ha creado cientos de centros destinados al fomento de los valores de la familia. Creó fundaciones para la promoción del "auténtico feminismo", instituciones especializadas en programas de desarrollo humano integral y la superación personal de jóvenes y adultos, especialmente en el mundo obrero. Contrario a los logros que ha tenido en materia cultural, educativa, social y religiosa, la figura de Marcial Maciel se ha visto dañada con las acusaciones de pederastia, por parte de un grupo de ex legionarios. Uno de ellos, José Barba, lo define como fascista que ha hecho un culto a la personalidad y que tiene una identidad narcisista y teológicamente se ha considerado como una figura de Dios, pues él mismo ha fomentado dentro de los legionarios, su imagen de superior y representante de Dios. De acuerdo con Barba, Maciel es una persona anacrónica, y quizá esa sea parte de la razón de su caída, pues su tendencia fascista hoy representa una contracorriente. • EL CÓDIGO DA VINCI CUESTIONA PATRIARCADO DE IGLESIA CATÓLICA Guatemala, 24 de mayo (ALC). La novela El Código da Vinci, cuya película fue estrenada el viernes en esta ciudad, es ficción, pero lo que es cierto es que la Iglesia Católica, a través de la historia, ha

experimentado procesos que suprimieron las voces de las mujeres, sostiene la pastora presbiteriana estadounidense Karla Ann Koll. La pastora, con estudios en Teología e Historia del Cristianismo, asegura que el autor de la obra, Dan Brown, pretende cuestionar el patriarcado de la Iglesia Católica. Pero el hecho de nombrar a María Magdalena como esposa de Jesús, muestra la limitación de su imaginación patriarcal al intentar contar el protagonismo de las mujeres en el movimiento de Jesús, afirma. Koll es profesora de Historia, Misión y Religiones en la Universidad Bíblica Latinoamericana, con sede en San José, Costa Rica, Ph.D. en Misiología del Departamento de Historia del Seminario Teológico de Princeton, New Jersey, EE.UU y miembro del equipo del Centro de Estudios Pastorales en Centroamérica (CEDEPCA), en Guatemala. Mucha gente, sostiene Koll, desconoce la historia de la iglesia y la participación que tuvieron las mujeres, y perciben a Jesús más como una aparición que como un ser humano pleno con impulsos sexuales y con la posibilidad de haber tenido una familia. "Eso los asusta", precisa. La iglesia primitiva buscó deshonrar la memoria de María Magdalena. "Ella desaparece, no está presente en los Hechos de los Apóstoles, pero es la única que aparece en los cuatro evangelios", indica. La crítica implícita a la Iglesia Católica en general y al Opus Dei en especial, que contiene la obra, es interpretada por Koll como una visión no favorable. En su opinión el Opus Dei es una institución muy grande, poderosa y rica, un grupo muy conservador que se propone como guardián de la moral de la sociedad. "El problema es que el libro es sólo una novela", dice, tras rechazar algunas críticas que lo catalogan como "una estupidez". Es una novela, reitera, y su propósito es entretener, y no enseñar historia. Koll plantea preguntarle a la Iglesia Católica qué está haciendo para enseñar su historia, y estima que tiene un problema muy grande de relaciones públicas, especialmente el Opus Dei, que, afirma, "siempre ha sido una organización semisecreta, pero con una agenda política muy comprometida". Admite la contraposición sugerida en el libro entre Pedro y María Magdalena. Según la teóloga existen textos del siglo II que plantean eso y ponen a María Magdalena en un mayor liderazgo que Pedro. Los cuatro evangelios afirman que ella era muy importante en el movimiento de Jesús. Pero su desaparición en los Hechos de los Apóstoles indicaría, según Koll, que hubo un interés de hacerla a un lado.La teóloga insiste en que la iglesia quiere esconder la diversidad de sus orígenes; cita a historiadores que afirman que Pedro fue el primer Papa, pero no hay evidencias históricas de eso. "No sabemos nada de la familia de Jesús, si era casado

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. o si tuvo hijos. Pero sí sabemos que Pedro tenía esposa, porque tenía suegra. ¿El primer Papa fue casado?", pregunta. El estadounidense Dan Brown ha vendido desde el 2003 más de 50 millones de copias de "El Código da Vinci", en el marco de una extraordinaria campaña publicitaria del filme basado en el libro, cuyo estreno mundial producido en las últimas semanas, ha provocado el rechazo de los líderes católicos. • GOBIERNO CUBANO DISTINGUE A DIPUTADOS POR SU LABOR ECUMÉNICA La Habana, 26 de mayo (ALC). El gobierno cubano galardonó a tres diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular por su tarea a favor "del ecumenismo y la defensa del dereccho del pueblo a la libertad, soberanía y justicia social", en la ceremonia de los 65 años de fundación del Consejo de Iglesias de Cuba, celebrada en el Memorial Jose Martí de la Plaza de la Revolución, en esta ciudad. El Consejo de Estado confirió en ese acto la distinción por la Cultura Nacional al reverendo Sergio Arce Martínez, miembro de la Asamblea Nacional, mientras los diputados Raúl Suárez Ramos y Pablo Odén Marichal, recibieron sendos reconocimientos firmados por el presidente Fidel Castro por su trabajo ecuménico y a favor de la justicia social. Asimismo se otorgaron diplomas de reconocimiento a los ex presidentes del Consejo de Iglesias de Cuba, fundado el 28 de mayo de 1941. Arce Martínez es un reconocido teólogo presbiteriano, ex-rector del Seminario Evangélico de Teología, de Matanzas, y líder, en los años 60 y 70 del siglo pasado, de la Conferencia Cristiana por la Paz. El pastor bautista Raúl Suárez ha sido director del Centro Memorial Martin Luther King, y ex-presidente del Consejo de Iglesias de Cuba y Pablo Odén Marichal es un clérigo de la Iglesia Episcopal y también fue presidente del Consejo de Iglesias de Cuba. El acto fue calificado de "momento agradable y emocionante" por el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Esteban Lazo Hernández, que destacó la memoria histórica del pueblo cubano, según publicó este viernes el diario Granma. El Consejo de Iglesias de Cuba distinguió al presidente Fidel Castro con una placa de reconocimiento a "su labor por la unidad de nuestro pueblo en el aniversario 65 del Consejo de Iglesias de Cuba", informó la agencia Monitor. Durante la actividad se exhibió un documental titulado: "Una Iglesia Cubana para los cubanos". Estuvieron presentes los miembros del Buró Politico del PCC Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el ministro de Cultura, Abel Prieto y la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos, Caridad Diego, ex miembro del Consejo de Estado de Cuba. • EL ESTUDIO DE DIOS BAJO LOS OJOS DE LAS MUJERES. UN GRUPO DE EXPERTAS CREA UNA ESCUELA DE TEOLOGÍA FEMINISTA, QUE SE ABRE EN JUNIO, Y EN LA QUE SE HAN INSCRITO 300 RELIGIOSAS Religión Digital, 29 de mayo de 2006

www.periodistadigital.com/religion/object.php?o=373327 uenta José Manuel Vidal en El Mundo que hartas de esperar a C que la Iglesia les abra las puertas en igualdad de condiciones, un grupo de teólogas acaba de crear la Escuela Feminista de

Teología de Andalucía. Con el significativo nombre de 'Efeta', una palabra griega que significa ábrete, van a iniciar sus actividades a comienzos del próximo mes de junio, con el respaldo de la Universidad Internacional de Andalucía y de diversos grupos católicos, como la Asociación de Mujeres Teólogas. Las promotoras son todas teólogas y todas profundamente católicas.Y, muchas de ellas, monjas. No se trata, pues, de un movimiento contra la Iglesia, sino contra el sexismo que dicen sufrir a la hora de plantearse el estudio de la Teología católica con ojos de mujer. «La escuela nace, porque la jerarquía eclesiástica nos ignora, nos relega y no responde a nuestras necesidades como mujeres cristianas», explica Mercedes López, responsable de Mujeres y Teología de Sevilla y una de las promotoras de la escuela. A su juicio, existe una demanda creciente y no resuelta por los estudios oficiales de Teología. «Las mujeres sólo pueden licenciarse en Teología en las facultades de la Iglesia, que son muy pocas y sólo dan clases por las mañanas. ¿Qué mujeres pueden ir por la mañana a estudiar Teología? Por eso, si no podemos estudiar en los sitios que la Iglesia ha creado para los varones, lo haremos en el nuestro». Además, las teólogas acusan a los estudios eclesiásticos de pecar de «patriarcales», de otorgar «un papel de segunda categoría a las mujeres» y de «estar regulados por un sistema de incompatibilidades debidas, en su mayor parte, a dicho sesgo, presente en los centros donde se imparten y en sus propios programas de estudios». El patriarcado Por todo eso, la Escuela Feminista de Teología de Andalucía «pretende iniciar un camino de formación sistemática básica para todas aquellas personas interesadas, eliminar los sesgos sexistas de la religiosidad y teología andaluzas, y permitir el acceso a niveles superiores de formación en teología feminista», dice el comunicado oficial de la Escuela. La puesta de largo de la iniciativa será los días 10 y 11 de junio en un curso organizado en la Universidad Internacional de Sevilla, que equivale a las clases presenciales. El resto de la enseñanza se realizará, durante dos cursos completos, a través de internet. Las clases del curso presencial correrán a cargo de las prestigiosas teólogas Mercedes López, de Mujeres y Teología de Sevilla, Mercedes Navarro, de la Universidad Pontificia de Comillas; Emma Martín, de la Universidad de Sevilla; Trinidad León, de la Facultad de Teología de Granada o Isabel Gómez Acebo de la Universidad Pontificia de Comillas. «La acogida ha sido extraordinaria. Es como si hubiésemos escuchado y hubiésemos cumplido los deseos de muchas mujeres», cuenta Reyes Olmo del comité de gestión. Y añade: «Estamos muy agradecidas a tantos apoyos recibidos y a la excelente acogida de la iniciativa».

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Y es que las mujeres no quieren ser segundonas ni sumisas en la Iglesia católica. Quieren un trato de igualdad en el estudio de los Evangelios y en la interpretación de las figuras femeninas de la historia sagrada. Por ejemplo, la de la figura de María Magdalena, a la que reivindican desde hace tiempo, y que se ha puesto otra vez de moda por la polémica suscitada por el libro, y ahora por la película, de El Código Da Vinci. «Magdalena no fue una prostituta, tal y como ha sido presentada por la Iglesia, sino la primera discípula de Cristo, presente a su lado durante toda su vida, y no precisamente por una supuesta relación afectiva», explica Mercedes López. De ahí que, a su juicio, «la insistencia en relegar a las mujeres al papel de complemento del hombre y presentarlas como sumisas no tiene sentido en las sociedades modernas y, además de ir contra la realidad, perpetúa el sistema de poder patriarcal». Todo esto, y mucho más, lo aprenderán más de 300 mujeres que ya están inscritas en la primera escuela de Teología feminista de España, una iniciativa sin precedentes que, a buen seguro, generará polémica en la Iglesia y fuera de ella. • EL SILENCIO DE DIOS Pedro Miguel La Jornada, 30 de mayo de 2006 sabe si, como dijo Joseph Ratzinger en Polonia, Dios Q uién permaneció en silencio cuando los nazis asesinaban a

millones de eslavos, judíos, comunistas, socialistas, liberales, homosexuales y gitanos, entre otros. Sus designios, ya se sabe, son inescrutables: tal vez El Altísimo quería poner en evidencia los límites de la maldad humana o la inexistencia de ellos, o acaso se expresó, pero lo hizo por las bocas de los cañones soviéticos e ingleses y por el trabajo de los grupos de la resistencia antifascista, o puede ser que anduviera arreglando asuntos más importantes, que los nazis lo pillaran distraído, que no haya estado on line en ese momento, o nunca. A fin de cuentas, Su condición es un misterio inmarcesible hasta para quienes la pregonan, empezando por el que este domingo abrió la boca en el centro de exterminio. Podría ser también que las diversas caras de Dios -la inescrutable del Jehová de los hebreos, el severo e implacable rostro del Señor de los protestantes, el Dios Padre bonachón e indulgente de los católicos- no se hubieran puesto de acuerdo sobre cómo reaccionar ante la carnicería. Lo cierto es que el horror tuvo lugar y que unos 50 o 60 millones de seres humanos -soviéticos, hebreos y alemanes, principalmente- fueron exterminados por el Tercer Reich, por las guerras que provocó y por el gatillo alegre de los Grandes de Yalta, quienes no consideraron necesario proteger a la población civil del poder de sus bombas. Pero Dios tampoco estuvo disponible (o sí lo estaba, pero pensó que así debía ser, o no le importó, o quién sabe) cuando estadunidenses e ingleses achicharraron a los habitantes de Dresde y a los de Hiroshima, o cuando los soviéticos permitieron que los soldados alemanes despedazaran a los judíos insurgentes en Varsovia. La proyección del nazismo en Europa y la Segunda Guerra Mundial fueron precedidas por muchos signos ominosos. El

alzamiento franquista en España, en el que los fascistas ensayaron algunas de las atrocidades que perpetrarían después en muchos otros países, recibió el respaldo apenas disimulado de casi todos los obispos y los arzobispos y los cardenales. Los pontífices romanos aseguran que representan a Dios en la Tierra. Si eso fuera cierto, entonces El Señor habría sido cómplice de los bombardeos de Barcelona, Madrid y Guernica. Pero también es posible que los Papas mientan y que su supuesto representado no haya tenido nada que ver en el asunto: tal vez, simplemente, consideró necesario y bueno el alzamiento de Franco con toda su secuela de muerte, destrucción y sufrimiento; o tal vez estaba atendiendo asuntos más importantes; o habrá sido que no Está y que no Es, o Sus razones tendrá, y éstas son inescrutables. Las acciones humanas, a diferencia de las divinas, son susceptibles de comprensión racional. Y los que sí andaban por ahí cuando los nazis secuestraban, apaleaban, despojaban, explotaban y exterminaban a los hijos de David, y a muchos otros, eran Ratzinger y su antecesor en el cargo, Pío XII. Ante el exterminio, el segundo guardó un silencio muy próximo a la complicidad. El primero, el actual pontífice Benedicto XVI, se paseaba con un uniforme de las juventudes hitlerianas mientras Auschwitz, Dachau, Treblinka y otros mataderos funcionaban a toda su capacidad en la tarea de destruir judíos y gentiles. Acaso más tarde, en su fuero interno, Ratzinger se haya disculpado ante Dios, pero nunca ha pedido perdón a los mortales. A lo más que ha llegado su humildad es a la explicación de que haber sido nazi no fue su culpa. Si no hay memoria personal tampoco puede haber memoria histórica. Dijo el pontífice en su visita a Auschwitz: "Al destruir a (el pueblo de) Israel, (los nazis) querían en última instancia destrozar la fuente de la fe cristiana". O sea que los judíos fueron bajas colaterales, que en realidad se cruzaron en un tiroteo entre el Tercer Reich y la cristiandad y que era ésta el objetivo real de la maquinaria hitleriana de destrucción. Pero qué mala leche (o cuánta ignorancia) la de este pontífice: ocurre que la máxima "fuente de la fe" antisemita a lo largo de la historia ha sido la Iglesia católica, y que lo que Hitler puso en práctica, en escala industrial, en los años 40, fue política regular del Santo Oficio durante varios siglos: perseguir, torturar y asesinar a judíos y a judaizantes (y a muchos otros), fabricarles calumnias monstruosas, echarlos del Sefarad, quemarlos en leña verde. Más difícil es entender cómo Dios puede guardar silencio cuando su presunto delegado abre la boca. Pero Sus actos son inescrutables. • FRANZ HINKELAMMERT GANA EL PREMIO LIBERTADOR AL PENSAMIENTO CRITICO EN VENEZUELA EcuPress, Agencia de Noticias Prensa Ecuménica, 12 de junio de 2006 El teólogo y filósofo Franz Hinkelammet fue el ganador del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, creado por el Ministerio de la Cultura de Venezuela, con el objetivo de generar un nuevo espacio para el talento literario mundial y en el que participaron 134 obras de 14 países.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. La ceremonia de la entrega del premio fue realizada en el Teatro Teresa Carreño y el Presidente Hugo Chávez fue el encargado de entregárselo a Hinkelammet. El premio consistió en un reconocimiento en dinero, una escultura, un diploma y la publicación de la obra por parte del Ministerio de la Cultura de Cuba.

El tema del trabajo del alemán-costarricense Franz Hinkelammert fue “El sujeto y la ley, el retorno del sujeto reprimido”, de filosofía social, pensamiento crítico en el más riguroso sentido de la palabra, incursiona críticamente en la occidentalidad, capitalismo, socialismo soviético, globalización y su estrategia; al imperialismo, entre otros tópicos. El jurado estuvo constituido por la historiadora Margarita López Maya, Venezuela; el sacerdote Francois Houtart, Bélgica; el filósofo Yamandú Acosta Roncagliolo, Uruguay; el historiador Eduardo Torres Cueva, Cuba y el filósofo e historiador Vladimir Acosta, Venezuela. Se entregaron medallas honoríficas a Francesca Gargallo, México, por “Ideas feministas latinoamericanas”; Eduardo Grüner, Argentina, por “El fin de las pequeñas historias”; Claudio Katz, Argentina, “El porvenir del socialismo”; John Saxe-Fernández, México, "La compra-venta de México” y a Luis Suárez Salazar, Cuba,.con “Madre América”. • RECUERDOS DEL PRIMER VENDEDOR DE BIBLIAS. GUILLERMO PAYNE, EL PASTOR PROTESTANTE QUE ABRIÓ LA BRECHA RELIGIOSA EN 1902 Wilson García Mérida Revista Oh, Los Tiempos, Cochabamba, Bolivia, 11 de junio de 2006 www.lostiempos.com/oh/11-0606/11_06_06_actualidad3.php Religión urbana El famoso poema anticlerical de Adela Zamudio “Quo Vadis” fue inspirado en unos sucesos violentos que estremecieron a la ciudad de Cochabamba en 1902. Los munícipes conservadores y católicos trataron de impedir la instalación de una iglesia evangélica dirigida por un pastor protestante irlandés, quien contaba con frontal respaldo del régimen liberal. Aquella “guerra de las biblias” fue

prolegómeno de una reforma constitucional que permitió la libertad de culto en Bolivia Era la primavera de 1902 cuando el Concejo Municipal hizo comparecer a un extraño vendedor de biblias no católicas, quien había instalado una librería y sala de conferencias a media cuadra de la plaza 14 de Septiembre, sobre la Calle del Comercio (hoy Nataniel Aguire), alquilando la tienda de un munícipe liberal para establecer aquella que vino a ser la primera iglesia evangélica en Cochabamba. El extranjero se llamaba Guillermo Payne. Era un predicador irlandés que había llegado a Bolivia con la Misión Bautista Canadiense, considerada una secta religiosa que, sin embargo, gozaba de respaldo gubernamental en el flamante régimen liberal instalado tras la Revolución Federal. El Heraldo se vistió entonces de sotana y claramente influido por monseñor Jacinto Anaya —el Obispo de Cochabamba que era asesorado por su maquiavélico secretario Fray Pierini— lanzó esta inquisidora crónica publicada el 20 de septiembre del 902: “En mérito a la resolución adoptada por el H. Concejo Municipal en el asunto de la propaganda protestante, fue llamado al salón de sesiones el jefe principal de los conferencistas, a quien se le hizo presente que la Municipalidad, en uso de sus atribuciones, estaba en el caso de interrogarle sobre su procedencia, su oficio y los fines que perseguía”. El Heraldo ofrecía esta versión sobre la respuesta de Payne: “Con todo desplante, y sin guardar ninguna de las más triviales reglas de cortesía ni urbanidad, como quien cuenta con un apoyo poderoso que le escuda de la sanción de las leyes, pregunta a su vez qué derecho tenía el Concejo para hacerle tales interrogaciones”. Entonces la autoridad edil hizo saber al protestante sus competencias: “El Presidente, con la entereza que le imponía su deber, le manifestó cuál era la autoridad que inviste el Concejo — como encargado por la ley del pueblo— para velar por las buenas costumbres e inquirir por la observancia de los reglamentos tanto a nacionales como extranjeros que ofrecen espectáculos públicos o venta de libros u otras mercaderías”. Y fue así que Payne se presentó: “El extranjero respondió que se llama Guillermo Payne, que es fotógrafo, pastor protestante, y tiene todos los oficios que se ignoran en este país que no conoce el protestantismo. Que es oriundo de Irlanda, que venderá biblias tan pronto llegue su cargamento y que consultará con abogado sobre si deberá o no sujetarse a las leyes del país”. Luego la clerical sentencia municipal: “Entonces se le hizo conocer la Resolución Municipal por la que se le prohíbe celebrar ceremonias ajenas a las costumbres religiosas del país. Salió el sujeto como perro cencerro”. Así comenzó una singular guerra de cultos que habría de concluir con el fin del monopolio de la religión católica en el municipio cochabambino. Payne había decidido no acatar la prohibición del Concejo y persistió en su misión protestante.

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. Arcángeles municipales Cuando las prédicas de Payne llegaron a oídos del obispo Jacinto Anaya, éste se sintió crucificado y lanzó un grito al cielo invocando el auxilio de los santos arcángeles municipales. Pero cuando el Concejo Municipal anunció una multa contra Payne por violar la ley del exclusivismo católico, el también cochabambino Aníbal Capriles, ministro de Gobierno del régimen liberal, amenazó con enjuiciar a los munícipes “por atentar contra la libertad de comercio”. El gobierno liberal sabía que el Concejo Municipal podía multar a Payne por realizar cultos no católicos prohibidos por la Constitución de 1888 todavía vigente. Por eso Payne insistía en identificarse como simple “vendedor de biblias” y, apoyado por las autoridades liberales, hacía prevalecer su derecho constitucional de ejercer el libre comercio. Desde la Paz, ¡vade retro Satán!, el gobierno de José Manuel Pando era el principal promotor de las actividades de Payne en Cochabamba. Encubierto como “vendedor de biblias”, el evangelista cumplía en los hechos una misión gubernamental relacionada con el programa liberal de romper el monopolio del culto católico como religión oficial del Estado. Era una vieja consigna liberalista que el propio mariscal Sucre puso en práctica cuando expropió conventos y monasterios para convertirlos en teatros y escuelas. La ciudad se desbautizaba y su Concejo Municipal alzó la cruz y la espada para librar la santa batalla. Benjamín Blanco, quien entones era presidente del Concejo Municipal, mandó un extenso telegrama al ministro Capriles defendiendo las prohibiciones impuestas a Payne. La misiva, una joya anti-protestante y clerical, fue reproducida por “El Heraldo” en su edición del 25 de septiembre de 1902 y no resistimos la endiablada tentación de copiarla textualmente: “Payne no es vendedor de biblias y no las tiene. Con apoyo de las autoridades política y judicial (Caballero y Salinas) daba en su casa funciones de rito protestante invitando por tarjeta y empezando con cantos al piano de dos mujeres a su servicio. Recitación de salmos y blasfemas contra la sagrada escritura y la Virgen Santísima, forman el espectáculo donde acuden a distraerse colegiales y gente desocupada. La Municipalidad recibió una solicitud de amparo de lo más selecto de las señoras de esta ciudad (…). En consecuencia la Municipalidad mandó llamar a Payne que se portó descortés y le intimó que no podía dar semejantes funciones sin autorización de la Municipalidad, que le prohibía darlas en adelante. Y sin embargo esa misma noche volvió a dar su función consabida, con apoyo de la autoridad política, que le mandó guardias para no ser perturbado en sus rituales disidentes. El Concejo hasta la fecha no ha aplicado multa alguna. Por correo seré más largo. Benjamín Blanco”. El Ministro de Gobierno respondió a Blanco esgrimiendo la ley de Adam Smith: Dejar hacer, dejar pasar. La batalla final El evangelista payne era un poderoso advenedizo. La arrogancia con que se enfrentó a los viejos patriarcas del municipio exasperó los ánimos y fue la chispa que hizo estallar la guerra declarada desde el Concejo Municipal y desde el Obispado. Benjamín Blanco

y Jacinto Anaya eran los comandantes en jefe de un ejército de lacrimosas beatas e indignados feligreses que decidieron tomar la justicia divina en sus manos. A fines de septiembre de 1902, según una crónica de Augusto Guzmán, “el catolicismo local juntó sus huestes en popular muchedumbre y arremetió, incontenible y despiadado, contra la sede del protestantismo. Arrojando a la calle muebles y enseres, la embravecida turba se puso a quemarlo todo”. Fue entonces cuando Fidel Araníbar, prefecto del régimen liberal, encomendó al Regimento de Caballería Abaroa la misión de dispersar a la turba católica en defensa de Payne y sus acólitos, quienes “tuvieron que huir por las paredes bajo la protección militar para poner a salvo sus vidas”. El avance de la caballería era acompañada por traviesos niños de los barrios del sur, hijos de artesanos y chicheros que, desde Caracota, aprovecharon el escándalo para ingresar a la Plaza Principal y tomar festiva y bulliciosamente ese espacio prohibido al “bajo pueblo”. Guzmán describe así el enfrentamiento: “La carga marcial del Abaroa contra la turba fanática provocó otra manifestación de protestas, acaudillada por señoras de sociedad que censuraron la severidad justificada de la represión. Los jacobinos por su parte también fueron actores de otro hecho violento: apedrearon el Seminario donde se educaba la juventud católica”. El director del Seminario apedreado era Francisco Pierini, fraile que asesoraba a monseñor Anaya. Pierini era un hábil manipulador de la sensibilidad femenina y organizó una hueste de señoras beatas con el argumento de que la presencia de Payne en Cochabamba era parte de una conjura internacional del Anti Cristo para derribar al Papa León XIII. Ante semejante plan satánico, las damas de la sociedad cochabambina redactaron un “Pliego de Amparo” a favor del Papa recolectando firmas en toda la ciudad. Cuando las soldadas de Pierini golpearon la puerta del poeta Adrián Pereira pidiendo su firma en el “Pliego de Amparo”, el vate respondió con el ingenio propio de la viveza valluna: “¡Cómo pues yo lo voy a amparar al Papa, si más bien el Papa tendría que ampararme a mí!”. Los incidentes religiosos de Cochabamba fueron el antecedente inmediato para la futura Reforma Constitucional que posibilitó la libertad de culto en Bolivia, medida materializada ya en 1906 con la Ley de Abolición del Fuero Eclesiástico dictada por el gobierno de Ismael Montes. El verso santo de Zamudio La reforma moral, intelectual y religiosa que trajo la revolución federal en los albores del siglo XX, tuvo, desde Cochabamba, el respaldo de talentos tan brillantes como el de Adela Zamudio. La maestra y poetisa, una auténtica santa anti-clerical, fervorosa mariana y fiel creyente de Santa Teresa de Ávila, afianzaba su cristianismo en un radical repudio contra la doble moral de la cúpula romana y contra el poder autoritario de los jerarcas católicos que hicieron de este municipio un territorio encadenado a las sotanas. Fue enemiga acérrima de fray Pierini y durante la crisis de 1902 apoyó sin tapujos al “vendedor de biblias” Guillermo Payne. Los acontecimientos de septiembre inspiraron uno de los poemas más brillantes surgidos de la pluma de Zamudio. Fue publicado al

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. iniciarse la cuaresma de 1903 en las páginas del “El Heraldo” bajo el título de “¿Quo Vadis?” y su lectura es obligada para entender mejor aquel singular contexto en la historia de nuestra ciudad: “La Roma en que tus mártires supieron | en horribles suplicios perecer, | es hoy lo que los Césares quisieron: | emporio de elegancia y de placer. Allí está Pedro. El pescador que un día | profesó la pobreza y la humildad | cubierto de lujosa pedrería | ostenta su poder y majestad. Feroz imitador de los paganos | el Santo Inquisidor | ha quemado en tu nombre a sus Hermanos… | ¿A dónde vas, Señor? Allá en tus templos donde el culto impera, | ¿qué hay en el fondo? O lucro o vanidad. | ¡Cuán pocos son los que con fe sincera | te adoran en espíritu y verdad! El mundo con tu sangre redimido, | veinte siglos después de tu pasión; | es hoy más infeliz, más pervertido, | más pagano que en tiempo de Nerón”. Estos versos provocaron una ruptura definitiva entre la poetisa y la curia local. Fray Pierini exigió la excomunión de Adela Zamudio; pero la poetisa supo imponer su lúcida visión religiosa con la tenacidad y transparencia de su pluma, contribuyendo a una profunda democratización y humanización de la sociedad cochabambina. Amén. • OBISPA PRESIDENTA, NUEVA CONTROVERSIA ANGLICANA Ecupress, Prensa Ecuménica, 19 de junio de 2006

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Katharine Jefferts Schori, estadounidense, de 52 años, nadie le regaló sus títulos de bióloga y oceanógrafa, tampoco el reconocimiento y ejercicio de profesora de teología en la Universidad Estatal de Oregón, y con perseverancia y capacidad fue ordenada pastora de la Iglesia Episcopal (Anglicana) de EE.UU. (1994) y ahora se la designa como “obispo principal”, según informe del matutino argentino La Nación, quien agrega que es “una decisión sin precedentes que anticipa una turbulencia en la Iglesia Anglicana similar a la que produjo la ordenación de un obispo abiertamente homosexual” porque hasta ahora en la comunidad anglicana los obispos son solo varones. A 30 años de la ordenación de una mujer como pastora episcopal estadounidense, surgen las objeciones clásicas que esconden el contumaz machismo, como las del Rev. David Anderson, “presidente del conservador Consejo Americano Anglicano, (quien) criticó la elección y dijo que Jefferts Schori carecía de experiencia”, según expresa un despacho de la agencia Reuters que se publicó en los diarios de mayor emisión de Latinoamérica. Al momento los medios siguen la orientación masculina de las iglesias católica romana y evangélicas que se niegan a usar el titulo

de “obispa” y hablan “de obispo mujer”, cuando, como en esta ocasión, no tienen resabios en mencionar que Jeffer Schori es “bióloga”, “oceanógrafa” y “profesora”. Cabeza a cabeza fue la decisión del Congreso Episcopal reunido en Columbus, Ohio. Schori pasó a ser la primera obispa presidenta anglicana por 95 votos a favor y 93 en contra al competir como la única “candidata” con otros seis “candidatos”. El mandato como presidenta es por nueve años y sucede al obispo presidente, Frank T. Griswold, cuyo ejercicio finalizó este año. Las Iglesias Anglicanas de Canadá y Nueva Zelanda tienen obispas, pero no son “presidentas” del Episcopado. • ORDENAN EN SUIZA A UNA MUJER DIVORCIADA Y CON HIJOS La Crónica, 25 de junio de 2006 La advertencia de el Vaticano de que no aceptaría mujeres sacerdotes desató un escándalo en el catolicismo, luego de que ayer una mujer suiza, divorciada y con cuatro hijos, fue ordenada sacerdote católico por otras dos teólogas durante una ceremonia a bordo de un barco en el lago Constanza, en un desafío a la Iglesia católica. Monica Wyss, tiene 46 años, se convirtió en la primera suiza sacerdote católico, tras recibir los hábitos de otras dos mujeres, una austriaca y una estadunidense, por el rito católico, indicó la prensa local. Las tres mujeres serán sin duda excomulgadas ya que la Iglesia católica romana no permite que las mujeres sean ordenadas sacerdotes. Además de Wyss existen otras 20 mujeres en el mundo que han desafiado al Vaticano y se han ordenado sacerdotes, pese a que el riesgo es la excomunión. El fallecido Juan Pablo II, en su carta “Ordinatio Sacerdotalis” (1994), señaló que “la Iglesia no tiene de ninguna manera el poder para conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres... Esa posición debe ser definitiva y aceptada por todos los fieles de la Iglesia”. El actual papa Benedicto XVI ya excomulgó en 2002 a otras siete mujeres siendo en aquel entonces el prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe. Las mujeres sacerdotes que

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. hay en el mundo, no han querido renunciar a su fe católica y adoptar el protestantismo que sí autoriza su ordenación, consideran que esa prohibición del Vaticano “es un error de la Iglesia y no una regla dictada por Jesucristo”. Asimismo advierten que tampoco quieren crear una nueva Iglesia, sino luchar por la igualdad de los sexos dentro de la Iglesia católica. El responsable de la ordenación en 2002 de esas siete mujeres que fueron excomulgadas por el ahora Papa, fue el argentino Romulo Braschi, un obispo independiente perteneciente a la Iglesia católica apostólica carismática de Jesús Rey, que se considera un cisma de la católica romana, indicaron los medios. En 2005 una francesa, siete estadunidenses, una alemana y una canadiense se ordenaron sacerdotes y hay otras sesenta recibiendo formación para hacerlo en el futuro. Monica Wyss, que procede de una familia católica practicante de la región de Basilea (noroeste), inició sus estudios de teología en la Universidad de Lucerna, pero los interrumpió en 2003 por motivos de salud y, según los medios locales, piensa reanuda los este año. • FALLECE A LOS 63 AÑOS EL FILÓSOFO Y TEÓLOGO VASCO JOSÉ MARÍA MARDONES EL Correo Digital, Bilbao, 26 de junio de 2006

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l doctor en Sociología y Teología José María Mardones, ex profesor en las universidades de Deusto y del País Vasco en los 80 y actual investigador en el campo de la filosofía del CSIC, además de colaborador habitual de El Correo, ha muerto en Madrid a la edad de 63 años. Mardones, que estudió en Deusto y Tübingen (Alemania), enseñó luego en la primera universidad de 1976 a 1983, en las facultades de Teología (Escatología ) y Sociología (Sociología del conocimiento y de la Religión, Filosofía y Metodología de las Ciencias Sociales). También fue profesor de ésta materia y de Filosofía en la UPV entre 1983 y 1986, año en que comienza a trabajar como investigador en el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Dirigía con José Gómez Caffarena el Seminario de Filosofía de la Religión. Su trabajo en el campo teórico gravita en torno a la Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt y los problemas enmarcados en las relaciones entre religión y cultura. *** Mardones era doctor en Sociología y Teología. Estudió en la Universidad de Deusto (Bilbao) y de Tübingen (Alemania). Ha sido profesor (1976-83) en las Facultades de Teología de la Universidad de Deusto (Escatología) y de Sociología (Sociología del Conocimiento y de la Religión, Filosofía y Metodología de las Ciencias Sociales), posteriormente (1983-1986) en la Universidad del País Vasco (Filosofía y Metodología de las Ciencias Sociales).

Desde 1986 trabajaba como investigador en el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid en las áreas de Filosofía política y de la religión. Fue Visiting Profesor en la New School de Nueva York (1989) y profesor invitado en la UCA de El Salvador (1990), Iberoamericana de México y Puebla (1993, 95 y 97), Universidad Nacional y Universidad de Costa Rica (1995), Santo Tomás de Bogotá (1997), ITESM de Monterrey (1997, 98 y 99), Buenos Aires (1999), Montevideo (1999), Universidad Autónoma de Chiapas (2000), etc. Sus centros de atención giraban en torno a la Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt y los problemas de las relaciones religión y cultura. Publicaciones principales Dialéctica y Sociedad irracional. La Teoría Crítica de M.Horkheimer, Mensajero/ Univ. de Deusto, Bilbao 1979; Teología e ideología, Mensajero/Univ. Deusto, Bilbao 1979; Sociedad moderna y cristianismo, Desclée ,Bilbao, 1985; Las raíces sociales del ateísmo moderno, S.M., Madrid 1985; Razón comunicativa y Teoría Crítica, Univ. País Vasco, Bilbao 1985; Postmodernidad y cristianismo. El desafío del fragmento. Sal Terrae, Santander 1988 (2.ed.1995); Capitalismo y religión. La religión política neoconservadora, Sal Terrae, Santander 1991; Postmodernidad y Neoconservadurismo, Verbo Divino, Estella 1991(2.ed. 1994); Editor con J.Gómez Caffarena de la serie Materiales para una Filosofía de la Religión, Anthropos, Barcelona, 1992, donde han aparecido ya tres volúmenes. Filosofía de las Ciencias Humanas y Sociales. Materiales para una fundamentación científica, Anthropos, Barcelona 1992 (Reed.). Fe y política. El compromiso político de los cristianos en un tiempo de desencanto, Sal Terrae, Santander 1993; Las nuevas formas de la religión. La reconfiguración postcristiana de la religión, Verbo Divino, Estella 1994, 2ª edición 2000, (traducido al portugues); Análisis de la sociedad y fe cristiana, PPC, Madrid 1995; ¿A dónde va la religión? Cristianismo y religiosidad en nuestro tiempo, Sal Terrae, Santander, 1996; Nuevos movimientos sociales (ed.), Verbo Divino, Estella 1996; Desafíos para recrear la Escuela, PPC, Madrid 1997, 2ª edición 1999; Neoliberalismo y religión, EVD, Estella, 1998; El discurso religioso de la modernidad. Habermas y la religión, Anthropos, Barcelona 1998. Fundamentalismos (Dir.) EVD, Estella 1999 (traducido al portugues); Síntomas de un retorno. La religión en el pensamiento actual Sal Terrae, Santander 1999 El retorno del mito. La racionalidad mito-simbólica, Síntesis, Madrid 2000; (traducido al portugues) En el umbral del mañana. El cristianismo del futuro, PPC, Madrid, 2000;

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C. La vida del símbolo. La dimensión simbólica de la religión. Sal Terrae, Santander, 2003 (traducido al portugues). La indiferencia religiosa en España. ¿Que futuro tiene el cristianismo? HOAC, Madrid, 2003. 2ª ed. 2004 La ética antes las víctimas, Con Reyes Mate, Eds., anthropos, Barcelona, 2003 Recuperar la justicia. Religión y política en una sociedad laica. Sal Terrae, Santander, 2005

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BOLETÍN INFORMATIVO NÚM. 22, ABRIL-JUNIO DE 2006 CENTRO BASILEA DE INVESTIGACIÓN Y APOYO, A.C.

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