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El estado actual de la educación formal en Artes Plásticas en Honduras. Escuela Nacional de Bellas Artes.

Por Luis Enrique Cruz Rivera (1967-2014) fué sub director y profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes, secretario de la Asociación de Artistas Visuales de Honduras y dibujante de arte publicitario.

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La Conferencia Mundial sobre la Educación Artística-construir capacidades creativas para el siglo XXI (Lisboa, 6-9 de marzo de 2006) desarrolló un fuerte debate alrededor de la utilidad de la educación artística, ¿sirve ésta sólo para apreciar el arte o hay que considerarla como un medio para potenciar el aprendizaje de otras materias?

Sobre el valor de la educación artística se planteó si ¿el arte debe enseñarse como disciplina por su valor intrínseco o por el conjunto de conocimientos, habilidades y valores que transmite, o por ambos motivos?

En relación al acceso a la educación artística la interrogante giró alrededor de si ¿la educación artística debe ir destinada a unos pocos alumnos especialmente dotados en disciplinas muy concretas o a todos los alumnos en general?

Este mismo debate se genera en nuestro país principalmente en ámbitos de tomadores de decisiones, tecnócratas que miran la educación artística y la educación general como un gasto y no como una inversión, probablemente nosotros mismos no podríamos abstraernos de este debate en estos momentos esenciales en donde revisamos nuestros aciertos y desaciertos en la materia.

Desarrollo de la expresión artística infantil y una educación estética para todos y todas

Estableciendo estas primeras reflexiones deberíamos propiciar algunos ajustes o encuadres antes de siquiera acercarnos a discutir ámbitos de aplicación específica de la educación artística en nuestras regiones.

Uno de esos primeros elementos a tomar en consideración es revisar si la educación artística en nuestros países es parte de los derechos esenciales de toda persona niño o niña adulto o adulta y si existen las oportunidades de participación en la vida artística cultural de los países. El segundo elemento sería determinar si la educación artística es visualizada como un derecho universal de acuerdo a los convenios y tratados internacionales.

Estos dos primeros señalamientos nos remiten a revisar la cobertura de la educación artística en nuestros países, la articulación de la misma a nivel pre-básico, básico medio, universitario y educación en programas alternativos; la presencia en las regiones geográficas del país de instituciones educativas de carácter artístico y el accesos de todos los grupos minoritarios y de alto riesgo a la mismas.

Debemos reflexionar en torno a otros ámbitos afinando las líneas de análisis que hemos comenzado a trazar. Por ejemplo, es necesario determinar si la educación esta proporcionando experiencias de goce estético significativos en todas las áreas urbanas y rurales de nuestros países. Igualmente deberá ser identificado si la educación artística permite a los individuos aprender progresivamente a comprender, apreciar y experimentar las expresiones artísticas mediante las cuales otros humanos, habitualmente denominados artistas, exploran y comparten sus ideas sobre distintos aspectos de la existencia y la coexistencia.

Lo anterior nos remite entonces a los programas y planes y cómo estos se visualizan dentro de todo el esquema educativo nacional. ¿Existen como experiencias significativas de aprendizaje o se diluyeron dentro de ejes trasversales apenas visibles?, ¿fueron incorporados a espacios curriculares propios o los colocaron dentro de áreas desarrolladas por profesionales ajenos a estas experiencias estéticas?, ¿respetan los contenidos y los ejercicios de las distintas etapas naturales de la evolución gráfico infantil?, ¿diferencia e identifica los signos propios en las manifestaciones culturales locales?

Todas estas interrogantes nos llevan a reflexionar acerca de la brecha existente en el sistema educativo entre los programas y planes que privilegian las operaciones de lógica matemática, ciencias sociales, ciencias naturales, lengua y comunicaciones; como es el caso del Currículo Nacional Básico (CNB) que claramente entra en detrimento de los aspectos estéticos emocionales que favorecen la integralidad del individuo.

En estas reflexiones podemos determinar que existen dos enfoques de la enseñanza artística que no son excluyentes y muchos menos antagónicos:

1. Enseñar el arte como materias individuales (cerámica, escultura, flauta, guitarra danza) a fin de desarrollar las competencias, la sensibilidad y la apreciación por parte de los estudiantes, respetando las etapas naturales de la expresión infantil.

2. Utilizar el arte como método de enseñanza y aprendizaje e incluir dimensiones artísticas y culturales en todas las asignaturas del CNB.

Este fué el enfoque que predominó en nuestro país reduciendo mínimamente el tiempo dedicado a estas áreas del conocimiento humano, colocando dentro del componente de comunicación la educación artística que será impartida por el profesional de la educación básica con especialidad en comunicación, pero sin ninguna o poca experiencia en la apreciación estética y probablemente sin ningún interés por el respeto de las etapas naturales de la educación artística infantil. En este sentido la tendencia es volver la actividad artística un medio para reforzar contenidos comunicacionales.

Es entonces parte de nuestra responsabilidad determinar, a partir de una revisión de la educación artística en los niveles pre básico y media, si ésta se está desarrollando a partir de tres momentos pedagógicos:

- El estudio de las obras de arte.

- Contacto directo con obras de arte (conciertos, exposiciones, libros, películas, etc.)

- La participación en actividades artísticas.

El aprendizaje significativo del alumno pasa por la adquisición de conocimientos entendidos como la comprensión y apreciación mediante la interacción con un objeto o representación artística o con un artista. El saber hacer mediante la experiencia de su propia práctica artística y el saber interpretar mediante la investigación y el estudio (de una forma de arte y su historia).

2. Día Internacional de los Museos; 2015. Fotografía cortesía de Bárbara Lavaire.

Es lógico responder con toda propiedad que la educación artística no es para un sector privilegiado, forma parte esencial e integral de la formación de todos los individuos. Se trata de volver accesible a toda la población en todos sus estratos sociales los tres procesos básicos de la creatividad tal y como lo señalaba Sir Ken Robinson “...La imaginación que es el rasgo característico de la inteligencia humana. La creatividad es la aplicación de la imaginación y la innovación completa el proceso utilizando el pensamiento crítico en la aplicación de una idea...”. Tampoco podemos dejar de lado la premisa que “...cualquier enfoque de la educación artística debe tomar como base la cultura o culturas a las que pertenece la persona que aprende. Generar en dicha persona una confianza basada en la apreciación profunda de su propia cultura es el mejor punto de partida posible para explorar, respetar y apreciar otras culturas. Para ello, es vital percibir el carácter constantemente cambiante de la cultura y su valor en contextos tanto históricos como contemporáneos...”(>1).

Partiendo de estas reflexiones la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) propone a los tomadores de decisiones y diseñadores de políticas educativas del país la necesidad de establecer de manera urgente una revisión profunda de los paradigmas bajo los cuales se están proponiendo los planes, las expectativas y los contenidos en el CNB para saber si el mismo responde al perfil de ciudadano que necesitamos tener; pero también si respondemos a los derechos culturales inherentes a cada uno de los individuos de esta nación. Debe generarse la apertura de espacios de expresión gráfica, expresión corporal, canto, ejecución de instrumentos, danza para la población infantil en todos los centros de educación pre básica, básica y educación media, funcionando en jornadas contrarias. También es importante reconocer la educación artística dentro del CNB como un área curricular independiente con sus propios espacios curriculares y sus propios docentes especialistas.

La revisión de lo anterior es nuestro punto de partida para determinar un plan de monitoreo y evaluación con indicadores claros encaminados al cumplimento del primer objetivo de la Segunda Conferencia Mundial sobre la Educación Artística y la Agenda de Seúl. Estas nos mandan a velar por que la educación artística sea accesible, como elemento esencial y sostenible de una educación renovada de gran calidad, ratificando la educación artística como fuente de desarrollo equilibrado, creativo, cognitivo, emocional, estético y social de los niños, los jóvenes y las personas adultas que aprenden a lo largo de toda la vida.

Es fundamental fomentar mediante la educación artística la transformación constructiva de los sistemas y las estructuras de la enseñanza, establecer sistemas de aprendizaje intergeneracional a lo largo de toda la vida en la educación artística, en torno a ella y por su conducto; aumentar las capacidades para el liderazgo, la sensibilización y la formulación de políticas en materia de educación artística.

>1 Segunda Conferencia Mundial sobre la Educación Artística. La Agenda de Seúl: Objetivos para el desarrollo de la educación artística. 2015, pp. 3-4.

Formación de productores de las obras de arte. Artistas para el Futuro

Si integramos el logro paulatino de esta educación artística abierta incluyente, participativa y como parte de una política pública integral obtendremos generaciones de nuevos públicos para galerías, museos, casas de la cultura, hondureñas y hondureños con sentimientos profundos de posesión y pertenencia, con capacidades de generar espacios de diálogo y convivencia a partir de la creatividad y respetando la divergencia y la variedad. Un hondureño viviendo y disfrutando sus propios códigos estético-culturales y con herramientas para apreciar, comparar y discriminar los códigos externos cuando así lo crea pertinente.

De esta generalidad se irán separando un grupo de hombres y mujeres que pretenderán incursionar en el campo de la producción de obras de arte. Este campo de la enseñanza artística es mucho más especializado y por ende con un costo de inversión más alto, es un pilar fundamental que los Estados no deben descuidar, la creación de programas educativos articulados en todos los niveles para lograr especializaciones en cada una de las manifestaciones artísticas dentro del campo visual, sonoro o corporal.

En relación a la alta calidad que deben revestirse los programas y actividades de la educación artística, la Segunda Conferencia Mundial sobre la Educación Artística y la Agenda de Seúl nos dice que ésta es de obligada aceptación.

En Honduras solo existe una institución pública que ofrece a nivel medio programas dentro del área de la educación artística visual, la ENBA. No existe ningún programa a nivel de la educación superior pública, que ofrezca especializaciones en alguna de estas áreas, a excepción de la carrera de arquitectura y diseño ofrecida por la UNAH. Por lo tanto las posibilidades de obtener grados superiores en pintura, grabado, escultura u otras, se vuelve imposible para todas estas nuevas generaciones de artistas, lo cual tiene un impacto directo en el mercado de la obra de arte.

Con pocas mejorías se encuentra la música aunque no significativa, y con grandes desventajas la danza y el teatro. A corto y mediano plazo el reto tendrá que tomarse, posibilitar estos niveles superiores de especialización es una deuda que el alma mater tiene con la sociedad y las mismas instituciones artísticas a nivel medio tendrán que asumir roles en niveles de educación superior universitaria o no universitaria si queremos cerrar esta brecha.

3. Día Internacional de los Museos; 2015. Fotografía cortesía de Nadia Cáceres.

¿De dónde venimos y dónde estamos?

Desde 1889 nació la Escuela de Artes y Oficios que daría origen a la Escuela Nacional de Bellas Artes (1940) y, posteriormente en 1953, surge la Escuela Nacional de Música, ambas con fuertes influencia en los planes de estudios en los aspectos técnicos y de producción artística. En 1956 se reforman los planes de la ENBA (1966) y de la Escuela de Música (1973) para egresar maestros que sirviesen en ambas escuelas en materia de enseñanza de estas disciplinas. Ambas escuelas fueron incorporadas a la educación formal de la républica de Honduras durante la reforma educativa de 1976. En este momento histórico no existía oferta de estudios artísticos ni en la Universidad Nacional ni en la Escuela Superior del Profesorado Francisco Morazán.

Estas instituciones ofertaron en su momento una serie de soluciones que sentaron la simiente del desarrollo de la producción artística en el país. Le apostaron a la educación artística infantil respetando las etapas naturales de evolución de los y las niñas, la ENBA con sus cursos de arte infantil y la Escuela Nacional de Música con sus plan básico con orientación artística. Ambas instituciones coincidieron en ofertar cursos libres abiertos a la población.

Sin mayor presión y con un paladino desconocimiento por parte de los tomadores de decisiones de la época y de las mismas autoridades que regían la educación superior, propusieron soluciones académicas intentando responder a los cambios que pedía el avance de la sociedad. Sin embargo este aislamiento no podía ser eterno, las generaciones de egresados cada dia demandaban la oportunidad de tener acceso a estudios superiores en la universidades y producto de reformas universitarias y exigencias del consejo de educación universitario estas instituciones se vieron obligadas a realizar reformas orientadas a fortalecer las áreas científicas y humanistas. Hasta la fecha ambas instituciones se han visto forzadas a ir respondiendo a una serie de reformas que vienen desde el año 2003, todas ellas planteadas sin tomar en cuenta la naturaleza específica de estas instituciones y cada uno de esos juegos de avances y retrocesos en las políticas públicas del sector educativo, con un fuerte impacto en la calidad de enseñanza de la educación artística diseñada para la formación de productores de las obras de arte.

El año 2013 marcó de nuevo serios retos, ya que la Ley Fundamental de Educación mandó la desaparición de la educación magisterial a nivel medio y con ello la posibilidad de desaparición de la oferta académica docente en música y en artes plásticas. En el año 2011 ambas escuelas habían constituído un comité pro defensa de la educación artística y se generaron una serie de documentos que en el año 2012 sirvieron como base para la elaboración de la Reglamentación de la Educación Artística, uno de los pocos reglamentos de la Ley Fundamental de Educación que aspira a marcar una ruta de desarrollo para estas áreas del conocimiento. Actualmente ambas instituciones tienen el mandato de elevar su nivel a universidad para el 2018, sin que el Estado facilite ningún presupuesto ni acompañamiento técnico para esta conversión.

4. Clausura de talleres artísticos. CAC-UNAH. 2014.

5. Clausura de talleres artísticos. CAC-UNAH. 2014.

6. Clausura de talleres artísticos. CAC-UNAH. 2014.

¿Hacia dónde caminar?

Visualizar la potenciación de la Escuela Nacional de Bellas Artes como la rectora de la educación visual a nivel medio con planes diferenciados de acuerdos a las realidades geográficas y multicultural de la nación debería de ser la ruta. La formación de profesionales a nivel medio en diseño, capaces de responder a campos de trabajos y a especializaciones superiores en los campos del diseño industrial, gráfico, informático, moda, textiles y diseño de interiores; nichos de oportunidades que es necesario impulsar dentro de los planes de desarrollo de la nación.

También es importante la formación de profesionales a nivel medio en artes plásticas con especialidades en cerámica, escultura y pintura, entre otros, que potencien el rescate de toda la tradición de la producción en barro con sus engobes y/o esmaltes; pero que puedan accesar a estudios de licenciatura y maestrías en los centros universitarios del país para aperturar nichos de producción encaminados a fortalecer identidades locales y nacional, elevando la calidad de las propuestas estéticas en diseño, dinamizando el mercado e incrementando el acervo de las colecciones públicas nacionales. Una Honduras siendo urbe cultural y no periferia.

Los profesionales deben estar destinados a administrar, registrar y documentar de forma científica la tradiciones culturales urbanas, sub urbanas y rurales evitando la dispersión y proporcionando al país lazos culturales de identidad, de pertenencia a su grupo, su barrio, su ciudad y su nación; pero también apropiándose de estos lazos, costumbres y comportamientos que nos hacen únicos, que nos hacen catrachos.

7. Luis Enrique Cruz. Sin título (detalle). Tinta china; 2014. 35.5x27.9 cm. Fotografía cortesía de Nadia Cáceres.

Estas tres áreas de la formación artísticas deben hacer propuestas estéticas sumergiendo a la población en esa discusión dialéctica que solo es capaz de propiciar avances, áreas que han venido de una u otra manera manifestándose en los distintos períodos de la historia del arte hondureño.

Una fuerte articulación de políticas públicas puede dar el giro para su desarrollo. Debemos tener claro que ninguna iniciativa nace de la nada y, si bien es cierto los procesos de homologación en educación a nivel superior se han ido dando, también es cierto que es responsabilidad del país ir creando las condiciones para que se pueda articular un sistema de educación universitaria que ofrezca la preparación especializada en cada una de las ramas de las expresiones artísticas, con estándares técnicos de elaboración de la obra de arte, aparejado a toda una formación temática y conceptual. Estos serían los primeros pasos que dinamizarían toda la producción artística en el país, tendría como resultado el nacimiento de nuevos nichos y mercados para la comercialización de la obra misma. La producción de la obra de arte bajo esta dimensión, puede ser la diferencia que marque los nuevos derroteros de la misma en el país.

Podemos afirmar que las sociedades deberían de prestar atención al desarrollo de políticas públicas nacionales basándose en seis pilares esenciales:

1. Desarrollo de la expresión gráfico infantil

2. Apreciación estética.

3. Formación de productores de las obras de arte

4. La cultura de la crítica y el registro en estética.

5. Los espacios de circulación de las obras de arte.

6. El desarrollo y fortalecimiento de los mercados de la obra de arte.

8. Luis Enrique Cruz. Sin título. Tinta china; 2014. 35.5x27.9cm. Fotografía cortesía de Nadia Cáceres.

Bibliografía

ONU; Segunda Conferencia Mundial sobre la Educación Artística. La Agenda de Seúl: Objetivos para el desarrollo de la educación artística (2010). Obtenido de http://portal.unesco.org/culture

ONU; Conferencia Mundial sobre la Educación Artística: construir capacidades creativas Lisboa, 6-9 de marzo de 2006 . http://portal.unesco.org: http://portal.unesco.org/culture/

Secretaria de Educación. Currículo Nacional Básico, 2003; Tegucigalpa.

Ley Fundamental de Educación. Decreto No. 262-2011.

1. Luis Enrique Cruz. Sin título. Tinta china; 2014. 35.5x27.9 cm. Fotografía cortesía de Nadia Cáceres

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