Operaciones Militares de Colombia: Un Camino Historico en la Modernizacion de las FF.MM.

Page 1

La Revisión Científica ha sido hecha por el Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar –Escuela Superior de Guerra– en colaboración con la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana.

Operaciones militares de Colombia: un camino histórico en la modernización de las Fuerzas Militares y su doctrina

La presente colección es tomada de los libros originales publicados durante el año de 2015 por los investigadores del Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar.

Cuadernillos para la Elaboración de Memoria Histórica Militar

Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar –Escuela Superior de Guerra–


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización de las Fuerzas Militares y su doctrina

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA Centro de Investigación sobre el Conflicto y la Memoria Histórica Militar

driana Pieschacón Reyes 2016

El contenido de este libro corresponde exclusivamente al pensamiento de los autores. Las posturas y aseveraciones aquí presentadas son resultados de un proyecto de investigación que no representa la posición oficial, ni institucional del Centro de investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar (CICMHM), ni de la Escuela Superior de Guerra, ni de las Fuerzas Militares o del Estado colombiano.


Director CICMHM Mayor General (Rva) Jorge Rodríguez Clavijo

Director de investigación Ps. Mauricio Uyabán Ampudia PhD

Investigadores Jairo Ernesto Sánchez Galindo Olga Lucia Quintero Galvis Adriana Pieschacón Reyes Alexandra María Rincón Mesa Viviana Andrea Cicery Ramos Alejandro Granados García Daniela García Mora Asistentes de investigación Katherine Otálora Barragán Camilo Rodríguez Coneo Ana Catalina Urrego SMC (Ra). Juan Antonio Mojica Gómez SM (Ra). Pedro Nel Villa Ríos ISBN: 978-958-56054-4-2 2016

Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la previa autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo público. El contenido de este libro corresponde exclusivamente al pensamiento de los autores. Las posturas y aseveraciones aquí presentadas son resultados de un proyecto de investigación que no representa la posición oficial, ni institucional del Centro de investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar (CICMHM), ni de la Escuela Superior de Guerra, ni de las Fuerzas Militares o del Estado colombiano.


Tabla de contenido

Introducción NO VIENE INTRODUCCION? Capítulo 1 Las Fuerzas Militares de Colombia: Doctrina y Edificación de un nuevo país............................................ 7 La necesidad de la protección del Estado colombiano y su población........................................................................................ 9 La Doctrina y el Arte Operacional .............................................................. 10 Capítulo 2 Operación Vuelo de Ángel: Un nuevo planteamiento en la Doctrina de la Fuerza Pública................................................... 13 Toma de Mitú por parte de las FARC.......................................................... 14 Desarrollo de la Operación Vuelo de Ángel................................................ 16 Capítulo 3 Operación Gato Negro: El hito la lucha del narcotráfico y la develación de las FARC como cartel.............................................. 23 Plan Nacional de Desarrollo, Política de Seguridad y Defensa Nacional y el Plan Colombia................................................ 25 Desarrollo de la Operación Gato Negro....................................................... 31


4

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Capítulo 4 Operación Todo Honor: El avance por parte de las FF.MM. para la recuperación de la zona de distensión................................... 37 La nueva perspectiva después del diálogo de paz Pastrana-FARC................................................................................ 37 Desarrollo de la Operación Todo Honor...................................................... 38 Después de la Zona de Distensión............................................................... 46 Capítulo 5 Operación Libertad Uno: El debilitamiento del centro de despliegue y estratégico de las FARC frente a la capital de la nación............................................................ 51 La amenaza que representó la presencia de las FARC en Cundinamarca y consecuentemente, en Bogotá ............................... 51 Plan Nacional de Desarrollo (2002-2006) y Política de Defensa y Seguridad Democrática.................................................... 52 Desarrollo de la Operación Libertad Uno.................................................... 57 Capítulo 6 Operación JM (Jorge Mora): La desestabilización de las zonas históricas de las FARC................................................... 63 La continuidad del Plan Colombia y la afectación geográfica de las FARC ........................................................................ 64 Departamento del Caquetá..................................................................... 64 Operación “JM” y sus resultados en el departamento del Caquetá...................................................................... 65 Departamento del Guaviare......................................................................... 67 La operación “JM” y sus resultados en el departamento del Guaviare.................................................................... 68 Departamento del Meta................................................................................ 70 La Operación “JM” y sus resultados en el Meta.......................................... 71 Capítulo 7 Operación Camaleón: El rescate de 12 años en el infierno..................................................... 73 Guaviare enclave estratégico del área de retaguardia de las FARC........................................................................ 73 Desarrollo de la Operación Camaleón......................................................... 74 Recobrando la libertad................................................................................. 76


Capítulo 8 Operación Sodoma: Constancia sin límites contra los altos cabecillas de las FARC........................................................................ 79 El Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena: refugio terrorista ................................................................................... 79 Desarrollo de la Operación Sodoma............................................................ 81 Capítulo 9 Operación Odiseo: El liderazgo y la moral del enemigo como meta final..................................................................... 89 Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano: legítimo blanco de alto valor........................................................................................... 89 Desarrollo de la operación........................................................................... 91 Conclusiones............................................................................................... 97 Hacia Una Nueva Colombia........................................................................ 97 Referencias bibliográficas......................................................................... 101



Capítulo 1

Las Fuerzas Militares de Colombia: Doctrina y Edificación de un nuevo país “No se puede considerar válido ningún tratado de paz que se haya realizado con la reserva secreta sobre materia de una guerra futura.” Immanuel Kant

E

l análisis del desarrollo democrático en Colombia ha devenido a partir de las investigaciones relacionadas con el conflicto armado interno y la causa 1 sui de la afectación estructural y sistemática del Estado; concretamente, en las ramas gubernamentales y burocráticas adscritas en los sucesos históricos de Colombia. El estudio del desarrollo político colombiano desde 19582 encuentra tal comparación dentro de la institucionalidad estatal y la violencia de los grupos armados guerrilleros, los cuales proliferaron en una vasta extensión del territorio colombiano (Posada, 2005, pág. 1). La exacerbación del conflicto armado interno a partir de las bipolaridad política después de un fallido Frente Nacional, con la sumatoria de un acrecentamiento en el tráfico de estupefacientes dentro y fuera del país; dio como resultado el surgimiento guerrillero con ínfulas de la toma del poder nacional bajo el abanderado

1

Causa por sí misma.

2

En el contexto del Frente Nacional donde la división del control estatal se limitó a liberales y conservadores dejando de lado cualquier otra manifestación de participación política en Colombia. Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


8

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

comunista en la década de los 60s y 70s en el país (Bushnell, 1994, pp. 343-351)3. En el caso específico de las FARC, y el curso que toman las autodenominadas Conferencias Nacionales, bajo la consigna de combinar todas las formas de lucha, así como la creación de estatutos del accionar del grupo, hacen hincapié en las características revolucionarias con fines políticos y militares establecidos por el mismo4. Es entonces como a partir de su establecimiento, el quehacer violento de las FARC se concentró en acciones que mermaran al Estado colombiano especificando las zonas regionales del país y a los habitantes de las mismas. La violencia de ésta guerra interna derivó a una cultura acostumbrada a la misma, lo habitual se enfrascó en los actos delictivos de los GAOAML5, 6 y el discurso diario de la prensa lo demostró al ser una noticia del diario vivir a los ciudadanos que no participaban de manera directa en el conflicto, dio como resultado una silenciosa cotidianidad cultural. En este orden, el conflicto colombiano aparece como uno de los nueve más longevos en el mundo, con más de 50 años de vigencia y del cual, en cifras, ha costado la vida de por lo menos 100 personas al año (Leongómez, 2015). Por lo tanto, las acciones violentas que han adelantado los grupos armados al margen de la ley, específicamente, los actos de las FARC en contra de la población civil y las estructuras económicas, políticas y sociales de la nación han sido un factor fundamental que ha limitado el desarrollo nacional y trasgredido la estabilidad así como el concepto de la democracia y por ende, del sistema político del Estado colombiano establecido en su integralidad como consecuencia directa de una propuesta política y militar paralela a la republicana adscrita en la Constitución Política de Colombia. 3

En conjunto, se hace referencia específica al desarrollo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como principal grupo armado detentor de la democracia en Colombia. No obstante, resaltar el surgimiento de los grupos armados organizados al margen de la ley (GAOAML) tales como el M-19 y el ELN en donde su actuar fue exactamente el mismo que el de las FARC en el país.

4

En palabras del GAOAML las FARC-EP “como la expresión más elevada de la lucha revolucionaria por la liberación nacional, son un movimiento político-militar que desarrolla su acción ideológica, política, organizativa, propagandística y armada de guerrillas, conforme a la táctica de combinación de todas las formas de lucha de masas por el poder para el pueblo.” (FARC-EP, 2013, p. 7).

5

Grupos Armados Organizados Al Margen de la Ley.

6

Dentro de estos grupos cabe resaltar se encontraban grupos guerrilleros de menor fuerza militar como el Ejército Popular de Liberación así como los grupos de autodefensa ilegales quienes delinquían en contra del Estado colombiano así como en contra de su población en un sentido de guerra total contra la guerrillas de Colombia.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

9

La necesidad de la protección del Estado colombiano y su población “El que el Estado no haya ejercido el monopolio legítimo sobre el uso de la fuerza ha reflejado fundamentalmente en la existencia dentro del territorio nacional de múltiples grupos, los cuales a través de la intimidación armada han hecho justicia según sus propios criterios” Mayor general Juan Salcedo Lora

La imperiosa necesidad de considerar un enfoque estratégico aplicable a la implementación de políticas para el sector de Seguridad y Defensa nacional, específicamente en la organización y gestión de las Fuerzas Militares se pone de manifiesto. Éstas se verían en la tarea de contrarrestar la escalada de violencia y serían la mansalva principal del Estado en su lucha por la manutención de la democracia en todos sus frentes. Empero la Seguridad y Defensa no es un asunto de exclusiva competencia de la Fuerza Pública, poniendo de manifiesto las responsabilidades que la sociedad civil debió cumplir en ese contexto, puesto que la intención de su estudio, así como el presente, no debe ser de un juicio al desempeño de tales funciones, sino un enfoque al conocimiento de la institucionalidad en el establecimiento de sus causas analizando la multiplicidad de la violencia (Dávila, 1997). Por consiguiente, Las Fuerzas Militares han sido un actor decisivo para que en el actual contexto nacional, las FARC se encuentren en la necesidad de adelantar un proceso de negociación hacia la paz dado que gracias a su actuar7, fuese posible el debilitamiento estratégico de éste grupo armado (Leongómez, 2015). Las lecciones asimiladas del fallido proceso de negociación con las FARC deliberado durante el gobierno del Presidente Andrés Pastrana (1998-2002), así como su recrudecimiento de la violencia en los sectores rurales y urbanos a lo largo y ancho del territorio nacional, fueron factores aditivos que accedieron a la continuidad del fortalecimiento de la Fuerza Pública iniciado en el año 1998. Esta solidificación se da a través de una política que permitiese contrarrestar al entonces robustecido grupo guerrillero y generando la institucionalidad del sector de Seguridad y Defensa nacional que hoy conocemos.

7

Reiterando los años 2001-2007 en el transcurso de las operaciones militares ejercidas por las FF.MM.


10

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Como producto de la mejora estructural en las FF.MM, son de conocimiento público las operaciones militares ejercidas por las mismas y parte sustancial del estudio sobre la doctrina y futuro del Ejército colombiano en un escenario postacuerdo. Como objetivo principal del trabajo investigativo, se analizará tal impacto de las Fuerzas Militares en el conflicto y su proyección futura. Como primera instancia, el realce de las operaciones; Vuelo de Ángel, Gato Negro, Todo Honor, Libertad Uno, JM (Jorge Mora), Camaleón, Sodoma y Odiseo entre otras8.

La Doctrina y el Arte Operacional Los cimientos por los cuales la institución militar ha logrado perdurar como una institución sólida en la historia del Estado colombiano se ha basado principalmente en su relación directa con la construcción de la doctrina con base a lo que es denominado como el arte operacional, que será implícitamente mostrado en este libro. A partir de duros enfrentamientos armados a mediados de los 90’s entre la Fuerza Pública y los GAOAML la adaptabilidad frente a las derrotas que los representantes del Estado tuvieron con grupos como las FARC o el ELN, afectó directamente a la implicación de las directrices doctrinales especialmente del Ejército mismo. En sentido escalonado, la sorpresa táctica bajo iniciativa de las FARC y las pérdidas sufridas por el Ejército en el campo de combate, afectaron en nivel táctico del conflicto, parcialmente el nivel operacional, y amenazaron la estabilidad estratégica, en este escenario, el alto mando de las Fuerzas Militares fundamentado en las ciencias militares direcciona su accionar a un punto de encuentro donde la estrategia, la operación y la táctica se convierten en una fuente de poder arrollador. El vacío entre estrategia y táctica es tan grande que no puede ser llenado sin un campo de estudio y práctica intermedio, por lo tanto, las Fuerzas Militares desarrollan y aplican el concepto del Arte Operacional. Este arte, trata con la teoría y práctica del planeamiento, preparación, conducción y sostenimiento de operaciones mayores y campañas orientadas al cumplimiento de objetivos operacionales o estratégicos en un teatro de operaciones determinado. La táctica sola no puede cumplir con los objetivos estratégicos en un teatro de operaciones o ganar la guerra, por lo tanto, los resultados de las acciones tácticas son exitosos sólo cuando se vinculan como parte de un diseño más amplio enmarcado mediante la estrate8

No dejando de lado la importancia en carácter estratégico y contundente de las operaciones Soberanía, Fénix, Jaque y Aromo.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

11

gia y orquestado por el arte operacional. En la gráfica se aprecia la relación entre los componentes del arte militar y los niveles de la guerra, además la función que cumple el arte operacional, en la articulación entre lo táctico con lo operacional, y lo operacional con lo estratégico.

Figura 1. El Arte Operacional: los componentes del arte militar y los niveles de la guerra. Adaptado de: Colombia. Comando General de las Fuerzas Militares. (1997).



Capítulo 2

Operación Vuelo de Ángel: Un nuevo planteamiento en la Doctrina de la Fuerza Pública

E

n la historia militar reciente se establece la Operación Vuelo de Ángel como la de acción más significativa llevada a cabo por las Fuerzas Armadas colombianas. Basada en respuesta oficial al gobierno del presidente Andrés Pastrana ante la Toma de Mitú ejecutada por las FARC el 1 de noviembre de 1998. Como resultado, la acción consecuente dada por la Fuerza Pública significó el repliegue del grupo subversivo después de 72 horas de hostigamiento contra los uniformados y civiles de la capital del Vaupés. No obstante, la importancia de la operación no se reduce al éxito de la batalla. La relevancia de la Operación Vuelo de Ángel denota en las nuevas tácticas y maniobras ejecutadas en una condición conjunta por la institución militar y policial. Así pues, el replanteamiento de la estructura militar y la estrategia de confrontación del gobierno en respuesta a la guerrilla era preciso. Desde la Séptima Conferencia Guerrillera de 1982, el secretariado de las FARC había definido tres pilares sobre los que se sustentaría su nuevo Plan Estratégico; el militar, el político y el financiero (FARC-EP, 2013, p. 38) el planteamiento fundamental de las FARC entonces se basa en la estrategia conjunta del control total del aparato Estatal colombiano haciendo su primer movimiento a gran escala en el municipio de Mitú. Para lograr tal objetivo, la actividad irregular estaría direccionada por el proyecto de Guerra Popular Prolongada9 (Rangel A., 2003). Esta estrategia se define como

9

Estrategia Político-Militar desarrollada en los años 1930 por Mao Tse Tung dentro de la Guerra Civil China. Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


14

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

la avanzada guerrillera en etapas que iniciarían con la guerra de guerrillas donde la misma escalaría a la guerra de movimientos, finalizando a la guerra de posiciones. Desde el año 1970, el GAOAML fortaleció la guerra de guerrillas (Primera etapa) que se logró desarrollar a partir de la táctica de crecimiento de acumulación y ejecución de acciones pequeñas tales como las vacunas y su afectación al transporte entre municipios desestabilizando al oponente en diferentes flancos. Al consolidarse durante la década de 1980 como grupo financieramente sólido con el uso del narcotráfico como herramienta principal para su implementación, las FARC lograron acumulación de recursos los cuales le daban avanzada hacia la ofensiva táctica que esperaban (La guerra de movimientos) contra las Fuerzas Militares con la meta de concentrar su cantidad de participantes y movilizarse para la toma y defensa de posiciones fijas en un intervalo de tiempo medio. La avanzada sobre Mitú representaría para las FARC el salto hacia la tercera etapa de su estrategia. El último tramo de la línea de acción era establecer la guerra de posiciones para procurar el paso a la ofensiva estratégica con la que se buscaba controlar los centros administrativos políticos del Estado, desbordar la capacidad del gobierno y las Fuerzas de seguridad legítimas y el control del país. Tal objetivo requería un incremento de los enfrentamientos directos y la cantidad de contingentes desplegados en un escenario que se asemeja más a un combate convencional. Este fue el intento más ambicioso de las FARC hasta el momento; Mitú. La consolidación de la guerra de posiciones por parte de las FARC hubiese significado el eventual sometimiento de las instituciones estatales establecidas y la pérdida de la ley de todos por la ley de algunos. Esta situación habría podido significar un sin número de víctimas e infracciones de todo tipo contra el establecido Derecho Internacional Humanitario y los DD. HH en la nación. Empero, la reacción del Estado a través de la Fuerza Pública logró contrarrestar la intención de la guerrilla, la cual se vio obligada a hacer un repliegue tanto de sus hombres como la puesta en marcha de su estrategia general de fines de dominación ilegal del Estado.

Toma de Mitú por parte de las FARC El Bloque Oriental de las FARC comenzó la toma de la capital Vaupense asaltando las instalaciones de la Policía de Mitú y atacando a la población con artefactos de alto impacto. Los cilindros de gas10 utilizados con explosivos, metralla, cortes de metales y excremento tenían como finalidad ocasionar el mayor daño posible a quienes quedaron a merced de los mismos. El GAOAML produjo decenas de 10 Artefacto prohibido en los tratados internacionales del Derecho Internacional Humanitario al ser uso de armas no convencionales (Oficina de Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, 2011).


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

15

muertos en la operación militar a miembros de la Fuerza Pública, destruyeron las torres de comunicaciones y dinamitaron e incendiaron el aeropuerto. Las acciones pretendían dejar a la ciudad completamente aislada de cualquier intervención de asistencia por parte del Ejército. Mitú quedó completamente incomunicada. En las primeras 24 horas, ningún grupo de apoyo logró llegar a la zona. Los pilotos de la Fuerza Aérea sólo podían observar desde el aire la masacre que estaba ocurriendo. Lo único que pudo aterrizar ese domingo fue una avioneta de la Cruz Roja, la cual regresó a Villavicencio en horas de la tarde con 4 heridos, 3 de ellos menores de edad. La comunicación fue imposible de concretar sino hasta a las 2 de la tarde del día (10 horas después del comienzo de la toma). La policía local tuvo contacto a través de radioteléfono. La medida desproporcionada era de 120 efectivos de la estación policial contra 1500 integrantes de las FARC los cuales hicieron uso de fuego nutrido para atrincherar a la policía de la ciudad en refugios improvisados. En el resto del país, se reportaba la toma con carencia de información debido al corte de comunicación que concretó el grupo ilegal. Era la primera vez que la organización irregular se tomaba una ciudad capital en el país. A la par de los acontecimientos se reportaba que el millar de hombres que componían las FARC eran de las cuadrillas 1ra, 7ma, 43, 53 y Juan José Rendón, a cargo de Henry Castellanos alias ‘Romaña’, “acabaron con casi la totalidad de las casas (…), la Registraduría, los juzgados, las sedes de Telecom y la Caja Agraria, los ranchos y el parque” (Arrieta, 2008). Ad portas se encontraba el proceso de negociación con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) donde los dirigentes guerrilleros encontraron una estrategia de explotación del proceso para concretar sus fines subversivos (Montoya, 2007). Para lograrlo, Mitú fue el escenario escogido para demostrar la capacidad bélica de la guerrilla y el poder armado con el que contaban. Los primeros momentos de la toma guerrillera parecieron favorecer las intenciones de los insurgentes. Por más que se intentaron avanzadas militares por parte del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, los esfuerzos no lograron concretarse. Sin la cantidad de aeronaves ni redes de abastecimiento, una lejanía estratégica de 300 kilómetros de la base militar más cercana (En el San José del Guaviare), también con la destrucción por parte de la guerrilla que bloqueó las vías de acceso así como la pista de aterrizaje, los 120 policías resistieron hasta el último cartucho (Posada, 2012). Como consecuencia, el ataque de los hombres de las FARC dejó 16 policías, 24 militares y 11 civiles muertos, además de 47 uniformados heridos y 61 más secuestrados11. La estrategia renovada por parte de 11 En el 2008 se conmemoraron 10 años de la toma de Mitú considerado como el golpe más sangriento de las FARC.


16

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

los insurgentes fue el intento de la transición de guerra de movimientos (Movimiento de grandes contingentes de guerrilleros para realizar ataques) a la guerra de posiciones (Defensa de una posición geográfica de terreno después de haberlo tomado a la fuerza) buscando dar un giro de 180 grados a la historia actual del conflicto colombiano.

Desarrollo de la Operación Vuelo de Ángel La Toma de Mitú resulta como el punto de inflexión sobre el entendimiento del conflicto armado colombiano. El primero, la puesta a prueba de las capacidades tácticas, técnicas y estratégicas de las Fuerzas Militares sobre la retoma del territorio en una misión de muy alto riesgo, la cual fue en un intervalo de tan sólo 3 días. En la operación la dirección encargada desplegó todos los recursos disponibles y operativos con los que se contaban; El Ministro de Defensa, Fernando Lloreda Caicedo, el Comandante de las Fuerzas Militares general Fernando Tapias Stahelin y el Comandante del Ejército, general Jorge Enrique Mora Rangel y particularmente, el coronel Yair Perdomo Alvarado Comandante de la Base Aérea Luis F. Gómez Niño con sede en Apiay (Meta), desde donde se gesto la recuperación de Mitú. “Para nosotros, como Fuerzas Militares de Colombia, Mitú representó el punto de quiebre de la ofensiva guerrillera y el momento en el cual las FARC entendieron que teníamos la voluntad suficiente para enfrentarnos en cualquier lugar de la geografía colombiana, de día o de noche. Después de Mitú ellos tuvieron que volver a su esquema de guerrillas y al terrorismo… Mitú nos sirvió para flexibilizar al máximo los procedimientos, desarrollar manuales de operaciones conjuntas, asumir la autocrítica, perfeccionar e implementar la tecnología usada en esta operación, fortalecer la doctrina y sacar el mayor provecho de nuestros aviones” Brigadier general Yair Perdomo Alvarado.

A partir de las 4:45 de la mañana tomó inicio el ataque de los frentes y columnas del Bloque Oriental de las FARC, donde se utilizó como arma principal los cilindros de gas, así como el uso de gran volumen de fuego con ráfagas de fusiles y lanzadores de granadas en búsqueda de atrincherar a la exigua cantidad de representantes de la Fuerza Pública. En el Comando de las Fuerzas Militares, el Alto Mando analizaba las capacidades que tenían en ese entonces las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, con el fin de diseñar las mejores estrategias para decidir las primeras acciones operacionales, haciendo énfasis en los medios necesarios y los apoyos requeridos para recuperar la soberanía nacional y el control territorial del casco urbano de Mitú. Las condiciones geográficas y la infraestructura vial resultaba ser uno de los mayores impedimentos por la im-


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

17

posibilidad aérea (Siendo el medio más efectivo de arribar a Mitú) en la que se encontraba la ciudad, añadiendo las condiciones selváticas donde dejaba un solo medio de transporte, el río Vaupés y en ese momento, en control de las FARC12. La Fuerza Aérea Colombiana había asignado al coronel Perdomo como líder de la operación de apoyo aéreo para la recuperación de Mitú, donde se debía analizar la capacidad actual de lograr acortar la “profundidad estratégica” que representaba la distancia y la inaccesibilidad terrestre o fluvial para las tropas del Ejército Nacional. La primera acción se realizó desde la Base Aérea de Apiay (Meta) a las 6:15 de la mañana donde se envía un avión AC-4713 como primera línea de apoyo a los policías de Mitú. Detrás de él, dos aviones OV-10 Bronco14, los cuales llegaron a la zona para realizar el apoyo aéreo cercano (Ametrallamientos y bombardeos). Sin embargo, estas medidas resultaban insuficientes por la posibilidad de los daños

Figura 2. Aeronaves comprometidas en el Mitú. (Ejército Nacional de Colombia, 2014)

12 Testimonio del entonces Coronel Yair Perdomo Alvarado. 13 Más conocido como avión Fantasma por sus características de ataque pesado y respaldo de tropas en tierra así como su difícil detección en el campo de batalla. 14 Más utilizado en los escenarios de contra-guerrilla y por sus características de versatilidad.


18

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

colaterales15 (Los guerrilleros usaron la población civil como escudo) así como el factor de una necesidad de apoyo de tropa y helicópteros que permitieran acciones más precisas. El sostener el fuego cruzado por 3 o 4 horas era el objetivo del primer soporte mientras las demás fuerzas llegaran a la capital vaupense, de esta manera, las tripulaciones harían contacto directo con comunicaciones del Comando de Policía de Mitú y así conocer el lugar desde el que están siendo atacados para plantear los apoyos necesarios. El objetivo era llegar con los apoyos a la única pista dentro del casco urbano de Mitú donde se establecería el punto clave de la ciudad16. El desafío se planteaba desde la coordinación de operación conjunta la cual no había sido una táctica utilizada por la Fuerza Pública en aquél entonces con un componente de tiempo limitado donde se puso a prueba la capacidad de las FF.MM para evitar a mayor medida el daño colateral y el bienestar de los integrantes de la fuerza que se encontraban en ese momento involucrados en fuego cruzado. Paralelamente, se inició el planeamiento de las órdenes operacionales de las tropas de tierra, las cuales deberían caracterizarse por la rapidez y cumplimiento de los patrones de planeamiento detallado y alistamiento logístico. Las órdenes contemplaban la preparación de equipos ligeros de combate, cálculo de cantidades de alimentos de ración de campaña, gran cantidad de munición de reserva y apoyo de fuego para contrarrestar los enfrentamientos y emboscadas que se encontrarían preparadas en el momento en que se aproximaran al objetivo estratégico a recuperar. Siendo entrenados y con gran experticia en combate contra los GAOAML, uno de los aspectos que se tomaron en consideración era la preparación psicológica que debían asumir los comandantes de las unidades debido al peligro de la misión. De igual manera desde los mandos superiores se empezó a tener en cuenta el soldado más que un combatiente como un ser humano, donde era necesario el apoyo desde esta dinámica para la ejecución de la operación17. Asimismo, la información disponible de Mitú era escasa, no existían detalles cartográficos actualizados que permitieran con precisión diseñar el plan de ocupación sobre el casco urbano y sus vías de aproximación para enfrentar a los guerrilleros de las FARC y evitar a toda costa el escalamiento en factores de daño colateral e infraestructural de la población. 15 Término utilizado sobre el daño no intencional a estructuras o civiles que se encuentren en la zona de combate específica. 16 Declaración del general Jorge Enrique Mora Rangel. 17 Declaración general Jorge Enrique Mora Rangel (Rangel g. J.).


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

19

A las 7:00 de la mañana del 1 de noviembre de 1998, el avión fantasma que se dirigía a la ciudad reportó algunos muertos en desarrollo de la operación militar y una gran cantidad de insurgentes haciendo frente al Comando de Policía desde el hospital y desde un colegio, donde existían dos factores que impedían una respuesta por parte de la Fuerza Aérea; 1) El desconocimiento de la ubicación exacta de ambos lugares para proceder desde tierra y 2) Así como en los lugares previamente mencionados, las FARC se habían apostado en las viviendas alrededor del Comando de Policía y por eso ni el AC-47 ni los OV-10 podían proceder a un bombardeo así como disparar con calibre medio en pro de repeler el ataque, el peligro del daño colateral y herir a personas inocentes era muy grande. Sólo se podía repeler las fuerzas de refuerzo por el río y las trochas en zonas despejadas. Las informaciones de inteligencia en la zona fueron factores de sopeso en el desarrollo de la operación militar. La primera información recibida por el comando de la operación se basó en un mapa improvisado por parte de un agente de inteligencia conocido como Espinoza18 donde se planteaba cómo era la geografía del lugar para adelantar los diseños estratégicos en la recuperación de Mitú.

Figura 3. Mapa Elaborado a mano por la Fuerza Aérea Colombiana con información del Agente Espinoza.

18 Debido a ser agente de inteligencia, el nombre completo nunca se especificó en el reporte dado por las Fuerzas Militares en la retoma.


20

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

La necesidad de encontrar una pista de aterrizaje cercana para la retoma de la ciudad se basó en la inteligencia suministrada por el Comandante de la Policía Antinarcóticos, Coronel Leonardo Gallego, donde se ubicó la base del Querarí en la frontera con Brasil, confirmado por el Agente Espinoza. Tal oportunidad representaba entonces la complicación del permiso requerido a través del uso de las relaciones diplomáticas entre el Estado colombiano y el Estado brasileño. La primera instancia por la cual el gobierno del entonces presidente, Andrés Pastrana, fue la necesidad del auxilio hacia la población civil alegando la violación al Derecho Internacional Humanitario al hacer uso de fuerza letal y el principio de proporcionalidad sobre instituciones ajenas a las de Seguridad y Defensa del Estado (Pastrana, 2005). A las 4:00 p.m. se recibió la autorización para el aterrizaje de la pista brasilera de Itiribare19, lo anterior debido a un comunicado por parte del gobierno de Brasil donde se le otorgó un plazo de 48 horas para completar la operación necesaria por parte de las Fuerzas Militares de Colombia. Con el comienzo del transporte de los aviones Caza 23520 para la preparación logística necesaria así como el traslado de soldados en helicópteros para el acercamiento a la ciudad. Se dispuso por parte del Ejército el Batallón de Contra Guerrillas 52 de la Brigada Móvil 1 para liderar la ofensiva terrestre. Sumando la experticia de los pilotos de la Fuerza Aérea en los aviones OV-10 hizo hincapié en los primeros resultados exitosos de la primera fase de la operación con bombardeos de alta precisión sobre los integrantes del grupo insurgente. Tal acción resultó como uno de los hitos para el entendimiento de la necesidad de las operaciones conjuntas y sincronizadas de todos los integrantes de la Fuerza Pública. Hacia la tarde del primer día, el AC-47 que sobrevolaba Mitú se dirigió a Querarí por orden del coronel Perdomo para el reabastecimiento e inicio de la operación bajo un sentido de incertidumbre hacia el desconocimiento de la zona que se iba a dirigir, ubicándose con una bengala que les proporcionó la localización final, el capitán Garzón relata que esa luz les devolvió la seguridad para continuar a la base de Querarí, debido a esto fue que se decidió llamar a la operación “Vuelo de Ángel”. Esa noche del 1 de noviembre, la Fuerza Aérea detectó la reagrupación por parte de los guerrilleros de las FARC por río y tierra en sus diferentes cordones de seguridad, bajo un incesante bombardeo, la Fuerza Aérea dejando una considerable cantidad de muertos en desarrollo de la operación militar (Aunque indeterminado en el momento) de subversivos, la ofensiva comenzó. 19 Esta pista era diferente a la de Querarí, se encontraba 70 millas al sur. 20 Caracterizado por sus propiedades de carga y transporte militar estándar.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

21

El segundo día de la operación comenzó con el movimiento hacia el contacto de las tropas desembarcadas contra los guerrilleros de las FARC. Las aeronaves de la Fuerza Aérea seguían asumiendo el acompañamiento necesario para la disminución de las condiciones ventajosas que tenía el GAOAML sobre las avenidas de aproximación. A las 11:30 de la mañana terminó el desembarco de 250 soldados. A la 1:20 de la tarde, comenzaron los combates entre Ejército y guerrilla. La preparación de las FARC se basaba en 35 emboscadas para amedrentar las tropas de aproximación terrestre del Ejército las cuales no se lograron evitar, para las 3 de la tarde, cuatro policías, 15 soldados y un suboficial del Batallón de Contraguerrilla 52 murieron en medio de la operación militar así como dos oficiales, dos suboficiales, 26 soldados y 4 policías resultaron heridos. Debido a la afectación ciudadana, la decisión por parte de los comandantes de la operación fue no retroceder, sino por el contrario, avanzar y romper el cerco que la guerrilla había diseñado. No existía un combate directo con las tropas debido al conocimiento del grupo insurgente de la desventaja en cuanto a la experiencia y efectividad del Ejército colombiano, por lo cual hacían uso de la instalación de artefactos explosivos improvisados para enfrentarlos. Una compañía con 90 hombres logró avanzar y enfrentarse a los guerrilleros en la retaguardia de las FARC de la zona del casco urbano de Mitú. En esta avanzada, resultaron heridos 18 de estos soldados, sin embargo, el Ejército logró apropiarse de la zona y los combates se prolongaron durante el domingo y el lunes. Para el aseguramiento de la zona y futura ofensiva por parte de las 270 tropas de tierra, se aseguró la sostenibilidad de la zona recuperada con el apoyo aéreo otorgado por los aviones


22

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

AC-47 y OV-10. A las 4:45 de la tarde, las tropas de respaldo se organizaron en la base de Querarí para el comienzo de un repliegue ofensivo. A los 15 minutos de las acciones concretadas por las Fuerzas Armadas, el Estado brasilero otorgó otro permiso de 24 horas para la continuidad de la operación. Para el tercer día, el entonces Comandante del Ejército Nacional general Jorge Enrique Mora Rangel, solicitó que se evacuaran a los heridos y asesinados por parte de las FARC en cumplimiento del deber constitucional en las horas de la mañana. Para el final del 3 de noviembre, el avión AC-47 detectó una cantidad numerosa de integrantes de las FARC en retirada de Mitú por el medio fluvial principal donde se neutralizaron una gran cantidad de insurgentes haciendo uso tanto de la Fuerza Aérea como las fuerzas de tierra del Ejército. Para las FARC, su único camino era desistir de la toma a Mitú y huir llevándose sus heridos, abandonando sus muertos en el río Vaupés. El coronel Perdomo afirma que a partir de esa operación, se acabó el Frente 37 de las FARC de un número aproximado de 80 guerrilleros. En la consolidación de la misión, los soldados entraron a Mitú. El Comando de Policía estaba totalmente destruido así como todas las casas en un perímetro de cuatro cuadras. En total, los muertos entre policías, militares y civiles fueron 45, así como 32 heridos, el secuestro de 72 policías y un total de 14.000 millones de pesos en pérdidas materiales. Hacia las 4 de la tarde del 4 de noviembre la recuperación de la capital se completó dejando lecciones de peso tanto al gobierno como a la Fuerza Pública. La necesidad de una sincronización y uso de las facultades de cada segmento de la Fuerza Pública fue necesario para el éxito de la operación. La retoma de Mitú se constituye en el punto de inflexión que sellaría el fracaso del salto estratégico de las Farc; en orden de preservar la integridad de los integrantes de esta organización retornaron nuevamente a la guerra de guerrillas. Finalmente, la Operación Vuelo de Ángel resultó ser un hito para la construcción de la doctrina conjunta futura para las Fuerzas Militares así como la implementación paralela del Plan Colombia del gobierno de Andrés Pastrana como factor de la nueva avanzada en contra de los grupos armados organizados al margen de la ley.


Capítulo 3

Operación Gato Negro: El hito la lucha del narcotráfico y la develación de las FARC como cartel

L

a descripción del contexto nacional y regional que precedió a la planeación y ejecución de la operación Gato Negro, permitió establecer la necesidad histórica que se realizara una operación como esta. La consolidación y el accionar de las FARC en los departamentos de Vichada y Guainía les permitieron establecer una red de producción y comercialización de narcotráfico que resultó fundamental para la financiación del grupo guerrillero y continuación del ejercicio armado ilegal. Paralelamente, se observó una situación de crisis en la gobernabilidad y la consolidación del Estado colombiano en esta región, contribuyendo esto, al fortalecimiento del control de las FARC sobre zonas estratégicas como los departamentos del Vichada y Guainía. Es por esto que el Estado colombiano debía llevar a cabo acciones que le permitieran recuperar el control de zonas geopolíticamente estratégicas para el fortalecimiento y el accionar ofensivo de las FARC en ese momento del conflicto armado. A lo anterior se suma un contexto internacional que empujaba y financiaba decididamente la lucha contra las drogas, esperando resultados contundentes en esta materia. El desarrollo de las operaciones militares que resultarían altamente exitosas en la primera década del 2000, como es el caso de la operación Gato Negro, no fueron producto de esfuerzos aislados. En ese sentido, la operación se inserta en un sistema encabezado por el Presidente de la República, que parte del Plan Nacional de Desarrollo y la Política de Seguridad y Defensa, para concretarse en el Plan de Guerra de las Fuerzas Militares, el Plan de Campaña del Ejército y en las Ordenes de Operaciones de Divisiones y Brigadas. La importancia de comprender una operación militar como parte de un sistema permite dimensionar el compromiso del gobierno del momento por avanzar en la consolidación del Estado; así como Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


24

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

en la neutralización de las amenazas a la seguridad e integridad de la población y el territorio, velando por la estabilidad y preservación de la institucionalidad democrática. En ésta operación, resultó vital el apoyo por parte de la población civil la cual cansada de los desafueros de las FARC renovaba sus esperanzas en el accionar de la Fuerza Pública. Esta dinámica de favorabilidad sería producto de “la credibilidad de la entidad, conseguida con resultados, así como de la percepción popular de un conjunto de virtudes (honor, valor, lealtad, rectitud, decoro) en la organización castrense y sus miembros” (Andrade, 2012, p. 171). La operación Gato Negro se desarrolló en el primer semestre del año 2001, bajo el gobierno de Andrés Pastrana y en el contexto de los diálogos de paz con las FARC en el Caguán. La zona de despeje había sido establecida en noviembre de 1998, por lo que llevaba más de 2 años en funcionamiento. De acuerdo con lo dicho en otros apartados, Andrés Pastrana asume la presidencia en un contexto de inestabilidad política, tras la presidencia de Ernesto Samper salpicada por vínculos con el narcotráfico, que dificultaba la capacidad de gobernabilidad en el país. Adicionalmente, se mostró que a partir de 1996 se da una escalada en el conflicto armado, debido al crecimiento exponencial de los grupos armados ilegales, fortalecidos por sus vínculos con el narcotráfico. En el caso de las FARC, se mencionó que a partir de la formulación de su plan estratégico para la toma del poder, comenzaron a fortalecerse militar, logística y económicamente, con el fin de pasar de la guerra de guerrillas a la guerra de movimientos y, de ahí, a la guerra de posiciones una vez lograran conquistar y consolidarse en zonas geopolíticamente estratégicas en el país. Al respecto, se observó cómo la región de Vichada y Guainía se estableció como una de las zonas de retaguardia estratégica económica más importantes de las FARC, en la medida que allí se consolidó una red de producción y comercialización de drogas ilícitas que reportó los más altos ingresos en dinero y armas para esta guerrilla. Se mostró, igualmente, que en el desarrollo de la estrategia de guerra de movimientos, las FARC llevaron a cabo ataques y tomas como las de la base de Las Delicias en 1996, el Cerro de Patascoy en 1997 y Miraflores en 1998. Este accionar el grupo guerrillero le permitió encarar el nuevo periodo presidencial fortalecido en su posición de guerra, lo que llevaría al gobierno a buscar una salida negociada al conflicto armado. Sin embargo, paralelamente, el gobierno diseñó un Plan Nacional de Desarrollo y una Política de Seguridad y Defensa Nacional, sobre la cual basaría sus esfuerzos para comenzar a debilitar la posición estratégica de las FARC en el conflicto armado. Esta apuesta se vio atravesada por el inicio de un proceso de transformación de la Fuerza Pública que resultaría decisivo para inclinar la balanza del conflicto armado a favor del Estado y la institucionalidad democrática.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

25

Plan Nacional de Desarrollo, Política de Seguridad y Defensa Nacional y el Plan Colombia El Plan Nacional de Desarrollo21, se denominó como el “Cambio para construir la paz”. Precisamente, el documento del Plan se introduce: “La Paz, con mayúsculas, es el meollo del asunto. La paz es el hilo conductor de todo el proyecto, es la estructura fundamental que posibilitará la realización de todos los demás sueños. La construcción de la paz es asunto de todos los colombianos y es el empeño mayor del gobierno, así como el alma del Plan de Desarrollo. Son varios los pasos que se han dado en aras de crear las condiciones para la construcción de la paz y muchos más los que se tendrán que dar.” (Departamento Nacional de Planeación, p. 3).

Así, la aspiración que atraviesa todo el Plan Nacional de Desarrollo (1998-2002) es por un país en paz. Ahora, en este documento se entiende que la paz no es un fin en sí mismo, sino “un medio o condición para darle forma, en libertad, a una existencia plena” (DNP, 1998, p. 37). Frente a esto, el gobierno de Andrés Pastrana consideró crucial que la búsqueda de la paz comenzara por la construcción de esa libertad (DNP, 1998, p. 37). Justamente, la reforma y el fortalecimiento de la Fuerza Pública colombiana sería un factor determinante para avanzar en la recuperación de la libertad y el fortalecimiento de la democracia, por medio de un accionar cuyo objetivo era aportar decisivamente a la consolidación del Estado y a la neutralización de las amenazas provenientes de los grupos armados ilegales. Fueron 4 estrategias las que se diseñaron para avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos y la misión central consignada en el Plan Nacional de Desarrollo de construir la paz. La primera estrategia consistió en adecuar las estructuras políticas y de gobierno con el propósito de cohesionar y consolidar la democracia. En este marco se reconocía la importancia de recuperar la gobernabilidad y procurar que la sociedad oriente su accionar hacia las metas comunes de paz y desarrollo. Lo anterior se traducía en hacer viable y real la democracia y el Estado participativos (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, pp. 14,15) La segunda estrategia se dirigió al fortalecimiento del tejido social, buscando generar vínculos colectivos de compromiso, solidaridad y trabajo por los objetivos comunes. Este proceso requería, como se reconoció en el Plan, del fortalecimiento de la educación, la salud y la nutrición, enfocándose en la niñez y la 21 (Departamento de Planeación Nacional, 1998-2002)


26

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

juventud. De esta forma se aspiraba a avanzar hacia un escenario de igualdad que acompañara la construcción de paz (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 15) La tercera estrategia reconocía la importancia de la paz para la consolidación del desarrollo. Se postulaba la paz como política de Estado y un compromiso de la sociedad. Por lo anterior, se dispuso buscar “los mecanismos propicios y los instrumentos adecuados para un proceso de negociación que conduzca al fin del conflicto armado y a la vez se propenderá por resolver aquellos factores que propician y dinamizan la violencia” Esta estrategia significaba igualmente, según consta en el Plan, “la promoción de una institucionalidad propicia para la paz, anclada en la lucha contra la corrupción y hermanada del fortalecimiento de la justicia, la defensa y la seguridad” (Departamento Nacional de Planeación, 19982002, p. 15). Finalmente, la cuarta estrategia apuntaba a la reactivación de la producción, teniendo como horizonte las exportaciones y la competitividad regional (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 15). En el marco del Plan Nacional de Desarrollo se establecen los lineamientos que guiaron la Política de Seguridad y Defensa Nacional, así como el Plan Colombia. En primer lugar, el gobierno nacional propuso “una política orientada a la búsqueda de una paz integral que contemple además de la violencia originada en el conflicto armado, aquella asociada con la criminalidad urbana y el narcotráfico” (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 303) La Política de Seguridad y Defensa Nacional conjunto a la Política de Paz partió de reconocer que, si bien la negociación en torno al conflicto armado era un elemento fundamental en el proceso de consecución de la paz del Caguán, su consolidación requería de acciones que la trascendieran (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 303). Por otra parte, se evidenció que la violencia afectaba particularmente a ciertas zonas del país y, en consecuencia, se estimó necesario dirigir las acciones contempladas en la Política de Paz hacia dichas zonas. Este sería precisamente el caso de la región de Vichada y Guainía, fuertemente impactada por el conflicto armado y el narcotráfico. Es así como la Política de Paz se compuso, en primera instancia, de una reforma política encaminada hacia el fortalecimiento de la democracia, mediante la creación de condiciones hacia un proceso político estable y unas instituciones sólidas y transparentes, que a su vez condujeran al logro de la paz (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 304). En segundo lugar, la Política de Paz se fundamentó en la negociación con los grupos alzados en armas, como instrumento político para la resolución del conflicto


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

27

armado (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 304). Con el objeto de dotar al ejecutivo con los instrumentos suficientes para llevar a cabo estas negociaciones, la reforma política buscó otorgarle al Presidente de la República, a través de una reforma constitucional, facultades especiales con el objeto de adelantar procesos de reconciliación entre los colombianos y de negociar, suscribir y ejecutar acuerdos de paz con las organizaciones armadas al margen de la ley (DNP, 1998, p. 304). El tercer elemento de la Política de Paz estuvo constituido por las inversiones y acciones para la paz. En este campo se incluyeron inversiones sectoriales orientadas a “mejorar las condiciones que favorecen la convivencia pacífica y a desestimular los factores que promueven la violencia en sectores tales como el agropecuario, infraestructura, justicia, medio ambiente, y defensa y seguridad, serán complementadas con medidas especiales para combatir la corrupción” (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 305). Adicionalmente, las inversiones para la paz comprendieron: La puesta en marcha de programas de convivencia y seguridad ciudadana con el fin de disminuir la violencia ordinaria que se concentra en mayor medida en las ciudades, y que contribuye con más del sesenta por ciento de los delitos y los costos de la violencia. (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 305).

Finalmente, la Política de Paz contempló un plan especial para la reconstrucción económica, social y ambiental de las zonas más afectadas por el conflicto: el Plan Colombia, El Plan Nacional de Desarrollo fue concebido en su totalidad para producir condiciones que le dieran viabilidad a la consecución de la paz y garantizaran su sostenibilidad en el largo plazo. Bajo esa orientación, la Política de Paz contempló una serie de acciones específicas que buscaron contribuir a la construcción de un entorno pacífico en las zonas rurales y urbanas más afectadas por el recrudecimiento de la violencia (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 306). En primera instancia y como eje central de la Política de Paz, el gobierno de Andrés Pastrana estructuró lo que se dio a conocer como el Plan Colombia. Este plan enfocó sus acciones en tres frentes: “sustitución de cultivos ilícitos por medio de programas de desarrollo alternativo, atención a la población desplazada y acciones priorizadas y focalizadas hacia regiones donde la violencia ha asumido un carácter crítico” (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 306). Con el fin de asegurar la integralidad de las acciones de la Política de Paz, las estrategias del Plan de Desarrollo y el Plan Colombia “involucraron no solamente


28

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

la violencia generada por el enfrentamiento armado sino también aquella generada por las actividades del narcotráfico, así como la violencia ordinaria” (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 306).En relación con lo anterior, se consideraron, especialmente, regiones objetivo del Plan Colombia “las zonas en que una porción significativa de la población deriva su sustento mínimo de los cultivos ilícitos, al igual que aquellas zonas afectadas por graves condiciones de pobreza e inequidad y ausencia de oportunidades reales de progreso para amplios sectores de la población” (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 306). Este fue el caso, según lo expuesto en otros apartados, de los departamentos de Vichada y Guainía y de la operación Gato Negro que se desarrolló en esta región. En la formulación del Plan Colombia, se reconoció que dichas regiones se caracterizaban por “bajos niveles de organización social, presencia estatal y legitimidad institucional, que se reflejan en la ausencia de gobernabilidad” (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 306). Adicionalmente, en muchas de estas zonas surgen problemas ambientales generados a causa de la expansión de la frontera agrícola y la presencia de cultivos ilícitos. Estos factores han traído consecuencias negativas como “el desconocimiento de los derechos territoriales de indígenas y negritudes, la tala indiscriminada de bosques, la disminución de la oferta alimentaría y el agotamiento del recurso hídrico que, en conjunto, profundizan el conflicto social y facilitan las condiciones para la violencia” (Departamento Nacional de Planeación, 1998-2002, p. 308). En este marco como se verá más adelante, el Plan Colombia también reforzó la iniciativa militar, coadyuvando a la reingeniería de las Fuerzas Armadas, recibiendo apoyo del gobierno norteamericano en materia de tecnología militar e inteligencia. La capacidad de guerra de los GAOAML conllevó a dimensionar al grupo FARC frente a su capacidad de combate, impulsadas por los rendimientos del narcotráfico. Como ejemplo de la Operación Gato Negro, en las regiones de Vichada y Guainía el control por parte del líder narcotraficante y financiador de las FARC, Luis Fernando Costa alias Fernandinho Beria-Mar era un imperativo para el debilitamiento económico del grupo delictivo. De acuerdo con la Fundación Seguridad y Democracia, las dificultades para transportar y desembarcar tropas de manera rápida e inmediata ocasiona numerosos problemas como: •

Mover la fuerza ofensiva en varias rotaciones del punto de embarque a la zona de aterrizaje. La consecuencia es un retraso excesivo, lo cual imposibilita sorprender al enemigo y explica los pobres resultados operacionales. La vulnerabilidad de la zona de desembarco. Esto es particularmente grave para la primera rotación en desembarcar, quienes deben asegurar el terreno para las siguientes rotaciones (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003, p. 34).


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

29

Asimismo, se hace hincapié sobre la mayoría de los golpes recibidos por las Fuerzas Militares fueron sufridos por unidades compuestas por soldados conscriptos (con la excepción del caso de El Billar) (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003, p. 34). En síntesis, la grave crisis generada por los reveses militares del periodo 1996-1998 y la avanzada contundente de las FARC hacia una guerra de movimientos, generaron un “proceso de cambio y reestructuración de las Fuerzas Militares de Colombia, el cual fue posible gracias al cambio de mentalidad de los comandantes militares y el decidido apoyo político” (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003, p. 39). Esta crisis generó una fuerte presión sobre el gobierno y las Fuerzas Militares, de tal forma que debieron diseñar un plan de reestructuración y modernización que no solo permitiera adaptarse a las nuevas condiciones estratégicas del conflicto armado, sino también asumir la iniciativa para inclinar la balanza del conflicto a favor del Estado y la institucionalidad democrática. El paso definitivo para la transformación implicó el impulso indispensable dado por una serie de factores concomitantes a la crisis. Un primer factor determinante fue el político, en esta dimensión, resalta la voluntad, la visión y la decisión política por parte del gobierno para impulsar la transformación, buscar los recursos necesarios para soportarla y llevarla a la práctica en el escenario del conflicto armado que se estaba viviendo (Gómez, 1998-2011). Esta voluntad se refleja en los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo y en la estructuración de la Política de Seguridad y Defensa Nacional para la paz. En este marco, se estableció la necesidad de fortalecer a las Fuerzas Militares para la recuperación del territorio y el monopolio del uso de la fuerza, el fortalecimiento de la democracia y la construcción de condiciones para una paz negociada. Así pues, los factores económicos asociados a la crisis general de la economía del país dieron un fuerte impulso al desarrollo de las Fuerzas Militares en este periodo. Este apoyo obedeció, por un lado, al círculo vicioso generado entre los problemas de seguridad y el desarrollo económico (Gómez, 1998-2011). En consecuencia, la situación económica impulsó el fortalecimiento de las Fuerzas Militares, como una apuesta estratégica por generar condiciones de seguridad que resultaran atractivas para la inversión y la generación de empleo, productividad, equidad y desarrollo social en las regiones. Por último, es necesario tener en cuenta los factores que al interior de las Fuerzas Militares impulsaron su transformación. Esto se debió, principalmente, a que fueron las propias Fuerzas las que vivieron los efectos directos de las acciones armadas recibidas, viéndose afectada la moral y la confianza en su capacidad, no solo para repeler los ataques de los grupos armados ilegales, sino para impactarlos estratégica y contundentemente (Gómez, 1998-2011). En ese sentido, las Fuerzas Militares se mostraron como


30

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

las primeras interesadas en impulsar la reforma y modernización, conscientes de la necesidad histórica de transformarse en medio del conflicto armado, con el fin de poder cumplir el mandato constitucional con mayor efectividad y eficiencia. La adaptación militar ocurre cuando se logra la utilización eficiente de capacidades actuales, produciendo mayores resultados. Por su parte, la modernización militar se refiere a un nivel de innovación que “se da cuando una capacidad existente es reformada de tal manera que ésta aumenta en efectividad” (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003). Finalmente, el tercer nivel de innovación tiene que ver propiamente con la transformación militar y se presenta “cuando más que aumentar la eficiencia o la eficacia de las capacidades actuales, se generan capacidades completamente nuevas (…) desarrolla nuevas unidades, utilizando nuevas tecnologías y operando de manera innovadora, se puede hablar entonces de transformación militar” (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003, p. 44) Dentro de la Operación Gato Negro, se puede hablar de los cambios tecnológicos introducidos por la transformación de las Fuerzas Militares. Al respecto, se afirma que las Fuerzas Militares avanzaron considerablemente en el campo de la tecnología aplicada a la planeación y conducción de las operaciones militares, representando los aspectos más relevantes de este cambio: “los incrementos en la movilidad aérea y el apoyo de fuego desde el aire, la capacidad de operar en ambiente nocturno, las mejoras en la inteligencia técnica y las estructuras de comando, control y comunicaciones” (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003). Consiguiente, el incremento considerable de la capacidad aérea de las Fuerzas Militares, tanto en el transporte de tropa como en el apoyo de fuego cercano, es decir, el apoyo de fuego que los helicópteros o aviones brindan a las tropas terrestres, volando muy cerca de la tierra y a una relativa baja velocidad (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003). Dicha capacidad de apoyo resulta crucial en tanto representa una ventaja significativa a la hora de enfrentar a los grupos armados ilegales. Precisamente, la operación Gato Negro, como se verá más adelante, contó con un apoyo indispensable del poder aéreo. Por otra parte, se reconoce que pocos ejércitos del mundo tienen la capacidad de realizar operaciones significativas en un ambiente nocturno. Para poder hacerlo, “un ejército requiere no solo contar con los equipos adecuados, sino también la doctrina y el entrenamiento que les permite enfrentar un ambiente operacional riesgoso y complejo” (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003, p. 34). Teniendo en cuenta esto, se puede decir que actualmente las Fuerzas Militares cuentan con una considerable capacidad de realizar operaciones nocturnas, lo que representa una ventaja táctica y operacional sobre los grupos armados ilegales (Escobar, 2006). En lo que refiere a los avances en inteligencia técnica, se afirma que las Fuerzas Militares


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

31

lograron fortalecer considerablemente sus capacidades de inteligencia técnica y humana, estableciendo un sistema que permite obtener, procesar, analizar y utilizar estratégicamente información utilizada en la lucha contra el narcotráfico y en la neutralización de estructuras ilegales de poder. De las reformas institucionales cabe resaltar el proceso de profesionalización de las Fuerzas Militares y la activación de nuevas unidades como la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA) y la Brigada Contra el Narcotráfico la que específicamente le permitió al Ejército asumir misione antinarcóticos (Escobar, 2006). Esto sin desconocer la importancia que representaron otras acciones como la reforma a los estatutos de carrera, evaluación y ascenso del personal militar, así como a las estructuras del Comando General de las Fuerzas Militares y de cada una de las fuerzas. El principal cambio de la actitud estratégica consistió en “pasar de una actitud pasiva, defensiva y estática, a un concepto operacional proactivo, ofensivo y móvil (Fundación de Seguridad y Democracia, 2003). Adicionalmente, se hizo un gran esfuerzo por adecuar la doctrina a las realidades del conflicto armado interno, tanto en el Ejército como en las otras fuerzas, haciéndola más proactiva, efectiva y relevante a la realidad colombiana (Escobar, 2006). En este mismo sentido, se afirma que la consecuencia más importante del proceso de transformación es que se logró contener la ofensiva de las FARC y recuperar, para las Fuerzas Militares, la iniciativa estratégica en el desarrollo del conflicto armado colombiano (Escobar, 2006). Precisamente, la transformación que se expresó en éxitos operacionales contundentes representó un mensaje disuasivo para los grupos armados ilegales (Gómez, 1998-2011), lo que llevaría a postular una trazabilidad entre la capacidad renovada y probada de las Fuerzas Militares para impactar estratégicamente a grupos como las FARC y su decisión de iniciar los diálogos de paz en La Habana. Se puede concluir, por lo tanto, que para el momento de la operación Gato Negro y en los años que la sucedieron, la reforma militar logró gestionar adecuadamente la capacidad de las Fuerzas Militares para proyectar y consolidar el poder del Estado en cualquier parte del territorio, con tiempos de respuesta de gran eficiencia. Es así como las Fuerzas Militares lograron innovar en medio de la crisis y cumplir su deber constitucional cuando la necesidad ameritaba la acción de su labor.

Desarrollo de la Operación Gato Negro El objetivo estratégico de la operación Gato Negro era desarticular la estructura delictiva de poder de las FARC, comandada por el cabecilla Tomás Molina Caracas, alias “Negro Acacio”, y el narcotraficante Luis Fernando Da Costa,


32

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

alias “Fernandinho Beira-Mar”. El objetivo principal era un debilitamiento a las FARC en la zona sur del país. La búsqueda de la recuperación de la zona comprendida entre los departamentos de Vichada, Guainía y Guaviare que, como se vio en el apartado anterior, constituía el centro de operaciones, producción y comercialización de droga, así como la zona de ingreso de armas intercambiadas por cocaína y un corredor de movilidad para las FARC hacia la zona de distensión. Las Fuerzas Militares debían adelantar operaciones ofensivas de combate irregular dirigidas al Frente 16 de las FARC, con el fin de neutralizar su accionar delictivo, consolidando así la autoridad del Estado. En definitiva, se buscaba obtener evidencias contundentes para demostrar a la opinión pública nacional e internacional el vínculo directo existente entre las FARC y el narcotráfico, mostrando, de esta forma, el rol determinante que cumplía la producción y comercialización de droga para la financiación del accionar terrorista de esta organización armada al margen de la ley. La operación se desarrolló entre Febrero y Abril de 2001, en los municipios de San José de Ocuné, Puerto Príncipe, Guerima, Puerto Lindo, El Lomo, Chupable, Cumaribo y San Felipe (Vichada) y Barranco Minas (Guainía) (Ejército Nacional de Colombia, 2014, p. 100). Contó con la participación de tropas de la Cuarta División del Ejército, la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA), la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana (Ejército Nacional de Colombia, 2014). En lo profundo de la selva de Guainía y Vichada está ubicado Barranco Minas, que, para el 2001, era el epicentro financiero y logístico de las FARC en materia de narcotráfico; habiéndose convertido en el productor del 80% de sus ingresos, producto de la producción y comercialización de droga (Ejército Nacional de Colombia, 2014). Igualmente, ya se había mencionado que este territorio era denominado como el “corredor Orinoco”, siendo la principal área para el ingreso de armas de las FARC. Lo anterior representa una de las principales razones que hicieron que el Bloque Oriental creciera y se erigiera como el más importante y poderoso de las FARC. Por esta razón se consideró la operación Gato Negro, haciendo la comparación histórica con el golpe dado al Cartel de Medellín a inicios de la década de 1980, como un golpe al “Tranquilandia” de las FARC. Se presenta en la página siguiente el mapa del área de operaciones: A comienzos del mes de febrero de 2001, las Fuerzas Militares iniciaron el despliegue de la operación Gato Negro en los departamentos de Guainía y Vichada, con el fin de alcanzar los objetivos estratégicos formulados. La operación se desarrolló en cinco fases:


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

33

Figura 4. Mapa del área de operaciones de la operación Gato Negro (Ejército Nacional de Colombia, 2014).

La primera fase comprendió el planeamiento por parte de todas las unidades, de acuerdo con la Orden de Operaciones, cumpliendo los pasos del proceso militar para la toma de decisiones y concentrando todos los medios y personal que participa en la operación en las áreas de reunión. En este marco, se efectuó un análisis completo de todos los factores que tenían incidencia en el desarrollo de la operación (Lozano, 2001). Las agencias de inteligencia, mediante operaciones de reconocimiento y observación y durante el desarrollo de esta fase, concentraron sus esfuerzos en conocer de forma detallada los movimientos de las distintas estructuras del frente 16 presentes en el área de operaciones; buscando así determinar con la mayor precisión y detalle sus áreas de concentración, campamentos y ubicación de sus cabecillas. Durante la planeación, una de las mayores preocupaciones, fue la forma más efectiva de procurar la protección de las personas que iban a participar en ella. Particularmente, una de las principales era la condición endémica de las regiones, de las que se sabía que proliferaban enfermedades tropicales (Lozano, 2001). Una de las medidas tomadas fueron las jornadas masivas


34

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

de vacunación contra múltiples enfermedades propias de la región. Las medidas de precaución, junto con las actuaciones oportunas y efectivas en el desarrollo de la misión, fueron altamente exitosas. Tanto así, que en los tres meses que duró la operación Gato Negro: “No hubo un solo soldado que pidiera el retiro de las filas, y teniendo en cuenta que éramos 3,800 hombres, es de por sí muy significativo” (Lozano, 2001, p. 101). La segunda fase implicó los preparativos para el movimiento y la concentración de integrantes de las Fuerzas Militares en las zonas de operaciones, trasladándose de manera aérea desde San José del Guaviare. De igual forma, se coordinó el transporte del material requerido para la operación. Para la realización de esta fase, previamente se diseñó y presentó, por parte del Comando, la Guía de Planeamiento, en la cual se fijaron parámetros claros y detallados sobre las actividades, el planeamiento y los esquemas de maniobra que debían realizar las unidades orgánicas de la FUDRA (Lozano, 2001, p. 102) De acuerdo con el sargento mayor Pedro Villa: “En esta operación participaron las Brigadas Móviles No. 1, 2, 3 y la Brigada de Fuerzas Especiales, como un componente aéreo de la Fuerza Aérea Colombiana y la Brigada de Aviación del Ejército” (Lozano, 2001). En este proceso, se establecieron y asignaron los siguientes objetivos iniciales a las distintas unidades (Lozano, 2001, p. 112): • • • •

Objetivo No. 1: Barranco Minas/Asignado a la Brigada de Fuerzas Especiales. Objetivo No. 2: Güerima/Asignado a la Brigada Móvil No. 3. Objetivo No. 3: Puerto Príncipe/Asignado a la Brigada Móvil No. 1. Objetivo No. 4: Puerto Lindo/Asignado a la Brigada Móvil No. 1.

A partir de ese momento, se inició el alistamiento final de las unidades para el inicio de la operación, lo que permitió el movimiento y concentración de integrantes en la zona de operaciones. El día señalado comenzó la concentración de los medios aéreos y del personal, reuniendo a lo largo del día a 3,200 hombres y 16 helicópteros (Lozano, 2001, p. 113) La tercera fase consistió en el movimiento y la ocupación de la zona de operaciones. Esta fase implicó el asalto aéreo de dos Batallones de Fuerzas Especiales, tras el cual se adoptó un dispositivo de seguridad en el área; consolidando el despeje total de la misma, de tal manera que se facilitaran las condiciones para completar el transporte de personal, material y combustible. A partir de lo anterior se realizaron otros desplazamientos helicoportados, con el fin de ocupar áreas de reunión seleccionadas previamente para cada una de las unidades dentro de un dispositivo perimétrico de seguridad. El primer asalto se cumplió sin nove-


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

35

dad sobre el objetivo No. 1 (Barranco Minas) por parte del Batallón de Fuerzas Especiales No. 1, en un desembarque nocturno con la ayuda de dos helicópteros ARPIA, un avión fantasma (AC-47) y dos aviones OV-10 de la Fuerza Aérea Colombiana (Lozano, 2001, p. 104). El segundo asalto aéreo, sobre el objetivo No. 2 (Güerima), se llevó a cabo sin novedad con 144 hombres de la Brigada de Fuerzas Especiales. Tras el desembarco, iniciaron el desarrollo del Plan Táctico Terrestre tendiente a ejercer el control, ubicar a los cabecillas y guerrilleros que delinquían en la zona, así como a ubicar y destruir los laboratorios e insumos para la producción de droga (Lozano, 2001, p. 115). El tercer asalto se inicia hacia las 24:00 con los hombres de la Brigada Móvil No. 1, encargados de tomar el control sobre el área del objetivo No. 3 (Puerto Príncipe). El desembarco tampoco reporta novedad alguna, todo se desarrolló a la perfección. Por último, el cuarto asalto se lleva a cabo el segundo día hacia las 02:56, con otro grupo de hombres de la Brigada Móvil No. 1, sobre la zona del objetivo No. 4 (Puerto Lindo) (Lozano, 2001, p. 115). La cuarta fase representó el asalto y la consolidación de objetivos de alto valor. Por medio de asaltos aéreos, se ingresó en las áreas objetivo de la operación, como lo era el campamento general del Frente 16; asegurando previamente el bloqueo y la instalación de cierres sobre las rutas de movilidad y repliegue de las FARC. Para las 04:30 del segundo día, las unidades ya habían tomado el control de las áreas objetivo, incluyendo los puntos críticos y, posteriormente, el bloqueo e instalación de cierres sobre las rutas de movilidad y repliegue de las FARC (Lozano, 2001, p. 115). La labor exitosa de los primeros asaltos permitió asegurar las zonas y continuar transportando los suministros y la tropa restante. Al segundo día de la operación se capturó a Jackeline Alcántara De Moraes, compañera de alias “Fernandinho” y se incautaron 13 vehículos de distinto tipo (Lozano, 2001, p. 116). Así, desde los primeros días se incautaron gran cantidad de propiedades, material (de guerra, comunicación e intendencia) e insumos de las FARC y su red de narcotraficantes, lográndose, igualmente, la ubicación de gran cantidad de campamentos, pistas, cristalizadores y laboratorios de procesamiento de coca. La quinta fase implicó operaciones de sostenimiento y ex filtración (salida de la zona de operaciones), una vez el Comando de la FUDRA consideró que la misión se había cumplido. De esta forma, las Fuerzas Militares se metían en el corazón de la selva para perseguir a uno de los guerrilleros más importantes en la estructura financiera de las FARC. La misión daba una percepción de imposibilidad ante las condiciones topográficas de la región, a tal punto que el general Fracica debió reunirse a puerta cerrada con la cúpula del Ejército para evaluar las condiciones


36

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

de la operación y determinar si esta era o no viable (El Tiempo, 2001). El resultado final terminó por dar la razón de quienes advirtieron la enorme viabilidad de la operación. Estos testimonios permiten dimensionar el esfuerzo y la capacidad de planeación y operación de las Fuerzas Militares, que lograron golpear contundentemente el centro de gravedad económico de una estructura delictiva clave para las FARC y su accionar en el conflicto armado; igualmente dejo al descubierto ante la comunidad nacional e internacional el enlace de esta organización con el narcotráfico y su posición como el cartel más grande del mundo.


Capítulo 4

Operación Todo Honor: El avance por parte de las FF.MM. para la recuperación de la zona de distensión

L

as Fuerzas Militares, la Armada y la Aviación, trabajaban un rediseño operacional, porque había la convicción, que en San Vicente del Caguán no se concluía con un estado de paz, sino a la confrontación definitiva. Como se evidenció, el proceso de negociación hacia la paz adelantado durante el gobierno de Andrés Pastrana fue permeado por altibajos durante su desarrollo y permitió la dejación del territorio a manos de las FARC por lo cual el monopolio de la fuerza así como el territorio en el Estado colombiano se volvió una perspectiva en vez de una certeza tangible.

La nueva perspectiva después del diálogo de paz Pastrana-FARC Durante este proceso de negociación, además de la disposición de gran parte del territorio nacional con la zona de despeje para el grupo armado ilegal y la manutención de las acciones de violencia en las demás regiones del país, se viabilizaron asuntos como la “Agenda Común hacia la Nueva Colombia” (Centro de Memoria Paz Y Reconciliación, 2002), se realizaron audiencias públicas con la participación de varios y diversos sectores sociales con la pretensión de adelantar un proceso participativo que permitiera consolidar una paz duradera para el país. No obstante, dichas garantías y procesos obtuvieron resultados y hallazgos en la zona de despeje opuestos y dicientes para la seguridad en cuanto al establecimiento de normas internas que produjeron la siembra del terror y el miedo en la población, lo cual generó su migración hacia otras zonas, la disminución Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


38

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

en cuanto al crecimiento y desarrollo económico y el incremento de la violencia en la región. Una vez rotos los diálogos de la negociación, era prioridad para el Estado recuperar el territorio reconociendo previamente las dificultades que esta operación representaría. Los resultados de la operación Todo Honor no fueron inmediatos pero sí resultaron fuertemente representativos respecto a la minimización del llamado estado en formación de las FARC en la zona como se evidencia en las palabras de alias Simón Trinidad.

Desarrollo de la Operación Todo Honor También reconocida como Tierra de Honor, se efectúa desde el 20 de Febrero hasta el 1ro de Junio de 2002, las unidades de la Cuarta División del Ejército junto con las Fuerzas Especiales22, la Fuerza de Despliegue Rápido23 y 4 Batallones de Contraguerrillas, con el apoyo de la Fuerza Aérea y la Infantería de Marina combatieron contra Los Bloques Oriental, Sur y Secretariado de las FARC, en inmediaciones de seis departamentos incluyendo los municipios de San Vicente del Caguán, La Uribe, Mesetas, Vista Hermosa y la Macarena (Pico, 2007). La operación consistió en el despliegue de las tropas en la Zona de Distensión, a través de la combinación de maniobras por líneas convergentes y líneas interiores, con el fin de asegurar las áreas rurales y los cascos urbanos de los municipios. Posteriormente, se integraron las operaciones de registro de Control Militar de Área, que buscaban la neutralización de actividades delincuenciales evidenciadas en el teatro de Operaciones “TH” a cargo de los cabecillas de las FARC (Pico, 2007). Fue entonces como el Ejército desarrolló esta operación dividida en 4 fases: •

Primera Fase: realizada con el objetivo de acercar las unidades de maniobra, a la zona de distensión en los sectores norte y sur, a través, de la planeación, alistamiento de tropas e intensificación de inteligencia humana y técnica, que permitió llevar a cabo un reconocimiento aéreo y el desarrollo de operaciones ofensivas sobre los principales objetivos. Segunda Fase: caracterizada por recuperar el área general de los objetivos, por medio de operaciones ofensivas aéreas. Se incrementaron las actividades de inteligencia y las operaciones de reconocimiento aéreo, así como el despliegue de unidades en los municipios de San Vicente y Vista Hermosa, a cargo de la Fuerza Aérea.

22 También conocidas como FF.EE. 23 También conocida como FUDRA.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

39

Tercera Fase: Enfocada en la instalación de autoridades de Gobierno Municipal como Policía, Jueces y Fiscalía, para el control perimétrico sobre área del Teatro de Operaciones. También se realizaron actividades de seguridad y control en la vía Bogotá – Villavicencio, y se desarrollaron operaciones de recuperación en las localidades de Uribe, Mesetas y La Macarena. Cuarta Fase: Con la recuperación de la Zona de Distensión se logró la destrucción de resguardos guerrilleros, laboratorios y abastecimientos. Esto, permitió la disminución de las extorsiones y pagos por secuestros, así como, la comercialización y lavado de activos (CEHE, 2014, pág. 106-107).

La finalidad de la operación en un primer momento, apuntaba al posicionamiento político en la zona y, en el caso militar, el posicionamiento estratégico con la llegada al Batallón Cazadores (sede gubernamental durante la negociación). Momentos previos a la Operación, se realizó un acercamiento aéreo a la zona de despeje que permitiera el ingreso de hombres de la Fuerza de Despliegue Rápido. Así es como la Operación Todo Honor toma lugar en el contexto colombiano, haciendo énfasis en la labor de la Fuerza de Despliegue Rápido con la cual se dio inició de la operación horas posteriores a la alocución presidencial que dio por terminada la negociación hacia la paz con la participación de por lo menos 5.000 hombres, el desarrollo de 200 operaciones aéreas y el bombardeo a 85 puntos estratégicos que fueron identificados previamente a partir de los estudios de aerofotografía realizados con el apoyo de la inteligencia militar estadounidense y los cuales estaban alejados de las cabeceras municipales y los centros poblados. Con este panorama, se consideró la utilización de los aviones OV-10 dotados con miras infrarrojas buscando los blancos para las incursiones aéreas. Posteriormente, se hizo uso de los aviones AT-37, Kafir y helicópteros Black Hawk de ataque, para adelantar las misiones Beta (bombardeos). Estas aeronaves procedían de la base de Tres Esquinas, cerca al territorio del despeje y uno de los puntos fuertes de inicio de implementación del Plan Colombia. El general Euclides Sánchez, segundo comandante del Ejército, señaló que las operaciones aéreas fueron la primera parte de una estrategia que busca que los soldados de la Fuerza de Despliegue Rápido lleguen hoy por tierra a San Vicente del Caguán, corazón de la ex zona desmilitarizada. El despliegue de las fuerzas terrestres se realizó desde las bases de Apiay, Granada, Palenquero y Larandia lo que resultaría ser la primera incursión de la Fuerza Pública en un territorio en el cual no ingresaban desde la resolución emitida el 14 de octubre de 1998 con la declaración de la zona de distensión por parte del poder político nacional, sin embargo, éste ingreso y las acciones bélicas de recuperación del territorio adelantadas permitieron la neutralización de la infraestructura


40

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Figura 5. (El Espectador, 2002)

de la guerra como las pistas clandestinas, los puentes y carreteras construidos por los guerrilleros durante el despeje. Ahora bien, durante el desarrollo de la primera fase de recuperación, la Fuerza Pública no encontró fuego antiaéreo a como era de esperarse. Según la información dada a las Fuerzas en ese momento, y una vez realizado el anuncio presidencial, se presentaba una salida masiva de miembros del grupo armado en camionetas hacia las pistas clandestinas para su huida. Sin embargo, relatan que al llegar al lugar esta situación. no ocurría. Finalmente, como un resultado adicional de la operación, destacó el general Rey cómo ésta fue una más del cúmulo de operaciones que coadyuvaron al fortalecimiento de la Fuerza Pública y que permitió, desde una perspectiva estratégica, el perfeccionamiento de las acciones conjuntas. Asimismo, fue preponderante para evidenciar la necesidad de incrementar la cantidad de hombres que pudiesen desempeñarse adecuadamente en las operaciones especiales con la capacidad de minimizar los daños a la población civil, al ambiente, todo desde una perspectiva quirúrgica, no solo en el desarrollo táctico, sino en el mantenimiento del enfoque del derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos para el actuar. Uno de los ejes fundamentales sobre los cuales giró el proceso de negociación durante el Gobierno de Andrés Pastrana, fue la creación de una zona de distensión reglamentada a través de la resolución No. 85 del 14 de Octubre de 1998, facultada por la Ley 418 del 27 de diciembre de 1997, y amparada en la realiza-


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

41

Figura 6. (Noticiero CM&)

ción de actos tendientes a entablar conversaciones y diálogos con organizaciones armadas al margen de la ley. Para la toma de decisiones, el Gobierno contó con un grupo de analistas, bajo el liderazgo del representante de Naciones Unidas en Colombia, quienes recomendaron el establecimiento de una zona de distensión. Esta iniciativa permitió la concentración de la guerrilla de las FARC en cinco municipios: San Vicente del Caguán en Caquetá, Uribe, Mesetas, Vista Hermosa y La Macarena en el Meta. Esta zona contaba con una extensión territorial de 42.139 Km2 y una población de 97.978 habitantes para la época, en ella se ubicaban más de 28 estructuras de las FARC distribuidas en anillos, con un total de 9.325 insurgentes. A pesar de cómo la zona fue establecida con el compromiso de acatar lo estipulado en la Constitución de 1991, además de las leyes establecidas por la jurisprudencia colombiana; el grupo guerrillero de las FARC a leyes nacionales tales como la 589 de 2000, ley 559 de 2000, y la ley 30 de 1986 con la realización de actos delictivos como el genocidio, la desaparición, el desplazamiento forzado, la extorsión, usurpación e invasión de tierras, perturbación de la posesión sobre inmueble, transporte y manejo de drogas, conservación o financiación de plantaciones y la fabricación, porte y tráfico de estupefacientes. La ubicación de la zona, se encontraba geoestratégicamente al sur del Departamento de Cundina-


42

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Figura 7. (Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2003)

marca con relativa inmediatez a la capital de la República, y en ella se desarrollaban acciones anti-democráticas e ilegales24. Entre ellas encontramos, además de lo que implica el desconocimiento total del Estado Colombiano, acciones relativas al secuestro y la extorsión, inclusive, no existían garantías para la libertad de culto evidenciado en los asesinatos de 7 religiosos entre octubre de 1998 y marzo de 2000 y así como los actos en contra del bienestar de la población infantil. Esta clara falta de cumplimiento a la legalidad fue puesta de manifiesto por Víctor Julio Suárez alias Mono Jojoy en noviembre de 1998. Se presentaron fenómenos como el desplazamiento forzoso, destierro y apropiación de bienes. Reubicación de población, de la economía y de la unidad política administrativa 24 Por ejemplo, en las estadísticas electorales del 28 de octubre de 2000, se evidenció un abstencionismo del 64% frente al potencial votante debido al uso de mecanismos de segregación de la participación de la población.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

43

que eran juntas de acción comunal las cuales formaron una asociación que tenían dos objetivos importantes. El primero de ellos era respecto al robo de ganado y, el segundo, respecto al narcotráfico; los campesinos ubicados en la zona de distensión se encontraban en obligación de sembrar mínimo una hectárea de coca en la tierra que le había sido asignada o en la que este poseía (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2014). En ese sentido, la zona de distensión se convirtió en la retaguardia estratégica o área de reserva del plan de las FARC establecido en la séptima conferencia en el Caguán, en el marco del plan de la toma del poder. A pesar de la implementación o no de estas estrategias, sí es de notar que en el curso de la zona de despeje se brindaron las condiciones para la planeación, si se quiere, estratégica de esta guerrilla. Incluso, con plena disposición sobre el territorio. En un escenario que estaba dispuesto para la negociación y la paz, las FARC focalizaron sus esfuerzos en la consolidación política de su discurso, además, concentrando a sus combatientes en un territorio en el que les fue posible adoctrinar a sus miembros, de la mano con el fortalecimiento del entrenamiento para capacitarlos o del tiempo para recuperar a quienes se encontraban enfermos o heridos. Igualmente desde este territorio se urdió el planeamiento y ejecución de un sinnúmero de atentados terroristas, como el secuestro el 20 de febrero de 2002 de un avión de la empresa Aires el en el que se desplazaban 30 pasajeros y que termino con el secuestro del senador Jorge Eduardo Gechem Turbay, este hecho prácticamente fue el puntillazo final que obligó al Gobierno a terminar el proceso de paz (Palacio & Quintero, 2002). Un efecto estructural de la zona de distensión y, en general, del proceso de negociación el cual, incluyendo los largos tiempos para su desarrollo sin resultados tangibles, generó el fortalecimiento ideológico y en alguna medida estratégico de sus acciones a corto y mediano plazo por lo que el brazo político fue desarrollado a tal punto de crear el Movimiento Nacional Bolivariano por la Nueva Colombia. La zona de distensión, permitió la acumulación de los medios logísticos para la guerra convirtiéndose en el epicentro del despliegue militar del grupo guerrillero. Paralelamente, generó las condiciones para el desarrollo de su plan de financiamiento a través de las extorsiones establecidas en su Ley 002 y el desarrollo de actividades relacionadas con el secuestro y el narcotráfico como mecanismo de financiación. Como otra de las consecuencias de la zona de despeje se destaca que hubo una ausencia de gobernabilidad del Estado Colombiano. Esto, gracias al dominio que este grupo guerrillero tenía sobre las acciones de los gobiernos municipales, la inexistencia de la participación ciudadana y la nula injerencia del gobierno departamental en el territorio. Con relación a la democracia, se evidenció un mayoritario abstencionismo durante las elecciones realizadas en el 2002.


44

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Municipio

Censo electoral

Número de votos 2000

Abstencionismo

Uribe

2.547

1.376

48%

Mesetas

6.252

976

84%

Vista Hermosa

7.759

649

92%

Macarena

4.166

1.782

44%

San Vicente del Caguán

14.114

7.929

44%

Total

34.838

12.712

64%

Figura 8. (Registraduría Nacional del Estado Civil, 2002)

En los casos en los que se permitió el desarrollo de los comicios, los alcaldes y concejales electos no contaron con una votación significativa que permitiera la legitimidad en el proceso de elección. Asunto que aunado a la falta de autonomía de los dirigentes en la zona, erosionaba aún más la presencia del Estado en el territorio desde uno de sus componentes más importantes como lo es la participación y la libertad en el ejercicio de la democracia25. Sumado a esto, en curso de la zona de despeje, se desconocieron los mecanismos regulares para la resolución de los conflictos tales como los organismos judiciales y los entes de control del Estado. Igualmente, se notó una ausencia de entidades como la Contraloría, la Fiscalía y la Defensoría así como la baja autonomía de la Personería. Al terminar la zona de despeje, la Fuerza Pública inició una ofensiva contra las FARC en todo el territorio nacional –con especial énfasis en los cinco municipios del despeje-originándose la desvinculación de niños, niñas y adolescentes que fueron acogidos por el Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Es así como, según datos oficiales, entre el 7 de Agosto de 2002 y el 31 de Diciembre de 2013 se logró la desvinculación de 3.856 niños, niñas y adolescentes que habían sido reclutados los Grupos Armados Organizados al Margen de la Ley (Ministerio de Defensa Nacional de Colombia, 2014). Finalmente, se resalta que durante la Zona, las FARC continuaron con el uso del secuestro como mecanismo de presión: Igualmente, se destaca cómo en este momento en el contexto latinoamericano y mundial la vigencia de la lucha comunista había perdido asidero dado que ya había concluido la guerra fría y los procesos latinos de populismo e izquierda se estaban terminando, por tanto no había apoyos para este tipo de luchas. 25 El desarrollo eficiente de una democracia depende de los niveles de universalidad y libertad con los que se ejerce el voto al igual que el carácter secreto y directo que deberá ser garantizado para el votante (Jakisch, 1997).


27

4

3

2

Ama de casa

Pensionado

Periodista

Vinculado administración pública

270

961

Sin establecer

TOTAL

21

Estudiante

Otros

15

Transporte

37

Agricultor

11

No profesional

Indígena

22

Servidor público

Defensor DH

81

Ganadero

11

Político

1

131

Menor

Sindicalista

153

Religioso

172

Profesional

1996

Comerciante

Sector

2135

545

1

1

1

1

9

8

8

37

62

76

59

33

213

131

175

140

323

312

1998

2675

895

1

7

2

6

7

19

13

47

65

75

69

63

157

127

88

177

443

434

1999

1948

451

1

2

3

3

10

38

44

59

72

110

101

121

111

148

274

400

2000

1029

203

1

1

5

3

9

2

5

24

36

25

41

46

69

74

52

67

161

206

2001

1888

440

3

2

3

10

7

4

38

35

41

86

63

83

113

100

86

120

353

301

2002

1467

445

1

2

2

2

13

30

27

70

57

96

86

77

37

135

206

181

2003

13616

3509

2

8

11

13

26

42

5

94

272

321

428

443

455

781

826

982

1044

2122

2187

Total

0,01% 1702

100,00%

25,77%

2 439

0,06%

0,08%

0,10%

0,19%

0,31%

0,37%

0,69%

2,00%

2,36%

3,14%

3,25%

3,34%

5,74%

6,07%

7,21%

7,67%

15,58%

16,06%

Porcentaje

1

3

2

4

5

6

12

34

40

54

55

57

98

103

123

131

265

273

Promedio

Figura 9. (Departamento Nacional de Planeación, 1996-2013)

1513

260

2

1

2

3

9

3

34

26

22

45

13

20

115

442

126

209

181

1997

1702Participación del número de secuestos extorsivos según sector (1996-2003)

FARC

FARC

ELN

FARC

FARC

ELN y AUC

FARC

ELN

FARC

FARC

FARC

FARC

FARC

FARC

ELN

FARC

FARC

FARC

Delincuencia común

FARC

FARC

Autor con mayor participación

Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

45


46

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Con relación al narcotráfico, para mediados de 2001, se estipulaba un territorio aproximado de 12.500 hectáreas con cultivos de este tipo en la zona. Las FARC ejercían un control absoluto de la cadena de producción y comercialización de productos ilícitos. Un indicador de esto, es como las figuras del chagrero, el raspachin y el químico, se encontraban carnetizados. Las FARC adecuaron y habilitaron 6 pistas para el intercambio de alcaloides por armas. Adicionalmente, el hurto de ganado fue otro de los mecanismos de financiación de las acciones ilícitas en la zona. En la primera parte del 2001, por ejemplo, se presenciaron tres grandes robos de ganado; el fondo ganadero denunció la pérdida de 8 mil cabezas de ganado vacuno en los municipios de la zona de despeje. Donde la avanzada del Ejército se enfatizó en ambos sectores económicos para la defensa de la población en términos de su propiedad privada así como de la seguridad en la salud de los ciudadanos.

Después de la Zona de Distensión Como es de notarse, la zona de distensión se convirtió en un lugar pleno para las acciones delictivas, no obstante posterior a ella, las FARC vieron la necesidad de replegarse hacia otros lugares e incrementar las acciones armadas en los departamentos del Meta y Caquetá. En el área que correspondió a la zona de distensión las FARC se replegaron a lo más profundo de las veredas, sin que ello haya implicado la reducción de la presión ejercida sobre los cascos municipales que se expresa en la realización de numerosas acciones de sabotaje y terrorismo (Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, 2010, p. 3). Como mecanismo de defensa de este nuevo posicionamiento, las FARC minaron26 los territorios aledaños a sus zonas de refugio. Adicionalmente, la Presidencia de la República registró que, en el período inmediatamente posterior a la zona, se registraron mayores niveles de violencia. En los Municipios de Vista Hermosa y San Vicente del Caguán se registró la muerte de 177 civiles por causa de acciones violentas, asesinatos selectivos, combates entre el ejército y la guerrilla, sin contar con los datos de las desapariciones y casos no reportados por la población civil. Lo descrito, puso de manifiesto una situación de incremento en la intensidad del conflicto en la zona como lo refleja la siguiente gráfica: Desde el mes de enero de 2002, momento en el cual el conflicto comienza a escalarse, hasta el mes de febrero de 2003, cuando se cumple un año de la terminación de la zona de distensión, en San Vicente del Caguán se han registrado 42 acciones 26 Para un mayor acercamiento respecto al uso y consecuencias de las Minas Antipersonal en Colombia, se sugiere un acercamiento a la publicación del CICMHM “De Luz y de Oscuridad”.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

47

Figura 10. Falta pie de figura

armadas, 33 en el conjunto de 2002 y 9 en los dos primeros meses de 2003. Con estos niveles de intensidad del conflicto el municipio presenta la mayor concentración de acciones en el nivel regional después de Florencia (Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, 2010). En el caso del Municipio de Vista Hermosa, se registraron dos ataques con bombas, el asesinato de 102 personas, dos masacres, 30 desapariciones, el desplazamiento de varias familias, así como el hostigamiento en varias zonas rurales. Por su parte, el Municipio de Mesetas presenció más de 25 acciones armadas y poco a poco fue volviendo a su estado manifiesto de guerra y tensión posterior a la zona. Por último, los municipios de la Uribe y la Macarena, fueron los que presentaron menores acciones de violencia durante el 2002, sin embargo, sí notaron un incremento de las mismas en el momento de terminación del área de despeje. La intensificación no se presentó necesariamente en los municipios objeto del despeje, sino en lugares aledaños los cuales presenciaron una fuerte respuesta por parte de las FARC al darse por terminados la negociación y la zona de despeje. La insistencia en las acciones de sabotaje contra la infraestructura, que se traduce en el derribamiento de doce torres en el Caquetá, dejó sin electricidad por más de tres meses a varios municipios. Dentro de las acciones que han generado mayor traumatismo están las voladuras del puente sobre el río Guayas, a poco más de 30 kilómetros de San Vicente y El Alcaraván, otro puente importante que comunica la región del Ariari con Villavicencio (Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, 2010). A pesar que durante el despeje se disminuyeron las acciones de violencia en el territorio, su finalización trajo marcadas consecuencias para la población.


48

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Figura 11. Falta pie de figura

Los gráficos de Presidencia, indican la compleja situación en el territorio posterior a la zona de despeje, con un significativo incremento de la intensidad de las acciones de violencia. Para el año 2002, las FARC iniciaron una ofensiva en las zonas que se encontraban desmilitarizadas. Las acciones en Caquetá tuvieron como epicentro los municipios de El Doncello y Puerto Rico, donde luego de retomar la iniciativa, la Fuerza Pública causó 40 bajas en las filas de las FARC, mientras que se registraron aproximadamente 37 agentes de la Policía como desaparecidos. Asimismo, en el Municipio de Valparaíso, las FARC iniciaron un ataque a la población cuyos combates dejaron como resultado varias muertes entre civiles e integrantes de la Fuerza Pública (Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, 2010). En Meta, los más intensos enfrentamientos se libraron en jurisdicción de los municipios de Puerto Lleras y Puerto Rico, donde se registraron ataques a los puestos de la Policía, mientras el Ejército logró neutralizar la ofensiva y dar de baja a un elevado número de guerrilleros (Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, 2010). En las repercusiones inmediatas del despeje en el territorio de San Vicente del Caguán, se destacan momentos históricos de retos y controversia que se presentaron en la población, ya que los factores de orden público se relacionaban con el estancamiento en el desarrollo del municipio. Mientras se sostuvieron los diálogos entre el gobierno nacional y la guerrilla, la política administrativa del municipio se llevó con mucha cautela. El Alcalde electo a partir de 2001 empezó su período sin muchas alternativas, en virtud al déficit presupuestal en que se encontraba el municipio y a los problemas sociales a que era sometido por causa de dos invasiones, en donde cada dueño reclamaba sus tierras y que se le preservara el derecho a la propiedad. Esta administración fue considerada, como todas las anteriores por la guerrilla, como objetivo militar.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

49

Por tanto, las relaciones y posibilidad de gestión fueron mínimas y negativas a las necesidades de desarrollo. Cuando finalizaron los diálogos, todos los funcionarios de la administración fueron amenazados y declarados objetivo militar. Por lo que hubo que necesidad de trasladar su despacho inicialmente a Bogotá y, posteriormente, a Florencia. Los abusos de la guerrilla, el cansancio de la población, las decisiones equivocadas y las arremetidas contra la paz terminaron el proceso de paz generando nerviosismo e incertidumbre ante las acciones contra los refugios guerrilleros. Muchas de las personas que se habían marchado cuando se inició la zona de distensión para que no fueran señalados como guerrilleros, volvieron a tomar asiento en el municipio. Sin embargo, la estigmatización no era para algunas personas, era para todo el pueblo; por haber prestado su casa o por haber apoyado al gobierno nacional en su política de paz. Con el rompimiento de los diálogos, razones comerciales desaparecieron, algunas porque eran fachadas de la guerrilla, otras porque la escasez de capital se hizo eminente por la recesión de la moneda. El banco Ganadero fue cerrado por orden de la Superintendencia bancaria. El gobierno controlaba la circulación de efectivo y tomó medidas a través de los bancos para investigar a quienes hicieran depósitos mayores. Por su parte, la guerrilla hizo una serie de prohibiciones a los pequeños productores y a los beneficiarios de los programas que recibían recursos del Estado. Este modelo de administración comienza en el segundo año de gobierno de Néstor León Ramírez, el cual inicia con la presión de las marchas campesinas y paros de la comunidad para que les fueran legalizadas las invasiones de Ciudad Bolívar y de la Paz. Presión que fue motivada por simpatizantes de la guerrilla que todavía seguían haciendo presencia en el municipio bajo identidades disfrazadas. Pronto comenzó la guerra de los panfletos y de los señalamientos de la guerrilla a algunos funcionarios públicos, comerciantes y maestros de ser objetivo militar. Igual número de amenazas aparecieron en contra de los concejales que tenían que abandonar el pueblo o renunciar a sus curules, por ser cómplices de –en términos de las FARC- un gobierno fascista, paramilitar y terrorista. Se dieron asesinatos de comerciantes, líderes comunitarios, presidentes de juntas de acción comunal y destacados dirigentes políticos como Diego Turbay. Ya nadie volvió a transitar las veredas, a transitar los caminos ni a reunirse con tranquilidad, porque el temor de la muerte, al secuestro o al destierro volvió a la población más desconfiada.



Capítulo 5

Operación Libertad Uno: El debilitamiento del centro de despliegue y estratégico de las FARC frente a la capital de la nación

L

as Fuerzas Armadas diseñaron e implementaron la operación Libertad Uno, una de las más exitosas en la historia del conflicto armado, gracias a la cual se neutralizó el plan estratégico de las FARC para cercar Bogotá y tomarse el poder. De igual forma, se da cuenta de los lineamientos gubernamentales y de la voluntad política que guía el accionar de la Fuerza Pública en el país, en tanto subordinada históricamente al poder civil, en los marcos de legitimidad que establece la Constitución Nacional. Es así que la participación de las Fuerzas Militares en la operación Libertad Uno, como en todas las operaciones militares consecuentes, se adecuaron al control objetivo civil.

La amenaza que representó la presencia de las FARC en Cundinamarca y consecuentemente, en Bogotá La invitación a la movilización general de la sociedad adquirió visos de guerra patria. En 2003, el presidente Álvaro Uribe se refirió en los siguientes términos al papel que debía desempeñar la población civil en la lucha contra el terrorismo: “Los colombianos no cederemos ante esa amenaza. La vamos a derrotar con la colaboración de la ciudadanía. El concepto clave aquí es solidaridad. Solidaridad entre los ciudadanos y solidaridad con la fuerza pública” (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2013, p. 179). El proyecto político de Álvaro Uribe recibió un respaldo masivo debido a la relación que establecía entre seguridad, consolidación del Estado, desarrollo económico y fortalecimiento de la institucionalidad democrática. Los lineamientos de este proyecto se condensaron en el Plan Nacional de Desarrollo (2002-2006). Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


52

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Plan Nacional de Desarrollo (2002-2006) y Política de Defensa y Seguridad Democrática El Plan Nacional de Desarrollo del 2002-2006 del primer gobierno de Álvaro Uribe se denominó “Hacia un Estado Comunitario”. En la presentación del Plan se anuncia que: El Estado Comunitario no tolerará la corrupción, ni coexistirá́ con la violencia, cualquiera sea su fin o su discurso. Realizará inversión social con resultados y promoverá́ la solidaridad en las decisiones públicas y privadas. Impulsará la creación de un país de propietarios donde todos se sientan dueños y responsables de un activo y un destino. Buscará que la inversión pública conduzca a la generación de empleo productivo. Y trabajará para la eliminación de la burocracia y la politiquería (Departamento Nacional de Planeación, 2002-2006, p. 19).

Para avanzar hacia la construcción del Estado Comunitario, el Plan Nacional de Desarrollo proyectó cuatro objetivos fundamentales que debían orientar la acción del Gobierno, a saber: “brindar seguridad democrática, impulsar el crecimiento económico sostenible y la generación de empleo, construir equidad social e incrementar la transparencia y eficiencia del Estado” (Departamento Nacional de Planeación, 2002-2006, p. 19). De acuerdo con la misión formulada en el Plan Nacional de Desarrollo, “la Política de Seguridad y Defensa se concentraría en brindar seguridad democrática. Ante la situación que vivía el país, el Gobierno Nacional convirtió la recuperación de la seguridad en el objetivo primordial de su gestión” (Departamento Nacional de Planeación, 2002-2006). El objetivo de la operación Libertad Uno, es decir, recuperar el control territorial en el departamento de Cundinamarca, se fijó en el marco de esta política. La recuperación del territorio debía fortalecer la administración de justicia y la protección de la población y la infraestructura nacional. En síntesis, el objetivo general de la Política de Seguridad Democrática era reforzar la presencia y eficacia del Estado de Derecho en todo el territorio, mediante el fortalecimiento de la ley y la participación activa de los ciudadanos en los asuntos de interés común (Presidencia de la República de Colombia, 2003). El fortalecimiento del Estado de Derecho se adoptó como condición necesaria para cumplir con el propósito de la Seguridad Democrática. La Seguridad Democrática se apoyó en tres pilares: “la protección de los derechos de todos los ciudadanos; la protección de los valores, la pluralidad y las instituciones democráticas; la solidaridad y la cooperación de toda la ciudadanía para defender los valores democráticos” (Presidencia de la República de Colombia, 2003, pp. 13,14). La Operación Libertad Uno fue un ejemplo de cómo se materializó el compromiso


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

53

de avanzar en el control territorial por parte del Estado, como condición para el desarrollo de los demás factores que intervienen en la dinámica de consolidación y gobernabilidad estatal. Sin embargo, la Política de Seguridad Democrática advierte que “la responsabilidad por la seguridad de los ciudadanos no puede ni debe recaer exclusivamente en la Fuerza Pública (…) Todas las entidades del Estado contribuirán dentro de sus competencias a la consolidación de la autoridad democrática en el territorio” (Presidencia de la República de Colombia, 2003, p. 16). Por último, estos lineamientos llevaron a formular, entre otros, los siguientes objetivos estratégicos: •

En cuanto a la consolidación del control estatal del territorio, se establecieron las siguientes metas: el aumento gradual de la Fuerza Pública en todos los municipios; el incremento de la judicialización de delitos de alto impacto social; el fortalecimiento de la administración de justicia y de las instituciones del Estado en las zonas en controladas por el Estado y la reducción de las denuncias de violación de los derechos humanos. En cuanto a la protección de la población, se proyectó: la desarticulación de las organizaciones terroristas; la reducción del secuestro y la extorsión; la reducción del homicidio; la prevención del desplazamiento forzoso y la creación de condiciones que faciliten el retorno de la población desplazada a sus lugares de origen; y la reincorporación a la vida civil de las organizaciones, grupos o individuos que renuncien a la violencia. Respecto a la eliminación del comercio de drogas ilícitas en Colombia, se fijaron estos objetivos: la interdicción aérea, marítima, fluvial y terrestre del tráfico de drogas e insumos; la erradicación de los cultivos de coca y amapola; la desarticulación de las redes de narcotraficantes y la incautación de bienes y recursos financieros del narcotráfico (Presidencia de la República de Colombia, 2003, p. 33).

La misión, los lineamientos, los postulados centrales y los objetivos generales y estratégicos de la Política de Defensa y Seguridad Democrática, expuestos en este apartado, constituyeron el marco en que se diseñó el Plan Patriota, en cuya implementación se desarrolló la operación Libertad Uno. El Plan Nacional de Desarrollo y la Política de Seguridad y Defensa como nunca antes en la historia del país, orientaron el Plan de Guerra de las Fuerzas Armadas y las distintas operaciones militares que se desarrollaron en ese periodo. Estas dos grandes guías o derroteros constituyeron un sistema operacional, en cuyo contexto se llevaron a cabo operaciones particulares. El diseño del Plan Patriota obedecía a la necesidad histórica de frenar y desarticular el fortalecimiento y el avance estratégico de los


54

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

grupos armados ilegales, darle la ventaja al Estado en el desarrollo del conflicto, salvaguardar los derechos de la población y consolidar la institucionalidad democrática. La disposición doctrinaria para el trabajo mancomunado de todas las Fuerzas, generada por el “sentido de pertenencia mencionado por el general Mora, llevaría a que el año siguiente a la implementación del Plan Patriota, se crearan y pusieran en marcha la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, en el sur, y el Comando Conjunto Caribe, en el norte del país” (Rengifo, Quintero, & Rey, 1998-2011, p. 95). Fue así como el proceso de planeación definió “las limitaciones, las zonas de operaciones, el concepto estratégico, el centro de gravedad del plan, los objetivos intermedios, así como el objetivo final” (Rangel J. E., 2008, p. 21). El diseño estableció las siguientes fases para el desarrollo del Plan: •

Primera fase (alistamiento y despliegue): definida en el tiempo y en el espacio, consistió en hacer un esfuerzo sostenido que neutralizara la escalada de las acciones de los grupos armados ilegales, mientras se completaba el proceso de adquisición, dotación, incorporación y entrenamiento de las Fuerzas Segunda fase (debilitamiento): se dividió en dos subfases: la primera, era una acción ofensiva restringida a un área seleccionada, con el objetivo de liberarla de las amenazas de los grupos armados ilegales. La segunda era una acción ofensiva continuada que lograra debilitar a tal grado a las FARC que las obligara a desmovilizarse o a negociar con el Gobierno Nacional. El final de la segunda fase no se limitó en el tiempo. Tercera fase (consolidación): le permitiría al Gobierno Nacional desarrollar las negociaciones. El objetivo militar de esta fase era contribuir a la desmovilización y garantizar la seguridad y la convivencia después del conflicto (Mora, 2008, p. 1).

Respecto a la presencia de las FARC y su actividad delictiva, se determinaron tres áreas para la ejecución del Plan y se estableció un orden de prioridades que respondía a la necesidad histórica de actuar ante el avance de este grupo armado ilegal en el territorio nacional: • •

Área Nº. 1: Sur oriente del país (región del Caguán), zona donde estaban el secretariado y la retaguardia estratégica de las FARC. Área Nº. 2: Departamento de Cundinamarca, donde habían afianzado su presencia las estructuras de las FARC, que estaban dedicadas a cometer una serie de delitos prescritos por su plan estratégico para cercar a Bogotá y lanzar su primera ofensiva para la toma del poder. Área Nº. 3: La región del Urabá, donde se habían establecido varias estructuras de las FARC.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

55

Tras analizar las tres áreas, se tomó la decisión de iniciar el Plan Patriota en el área No. 2, debido a la situación crítica que vivía Cundinamarca y a la relevancia geopolítica y geoestratégica de la región. En el diseño de la estrategia para llevar a cabo el plan y la operación, se enfatizó la importancia de desarrollar el concepto de Acción Integral en la “actuación de las Fuerzas Militares; mantener una actitud ofensiva en las operaciones de control y consolidación de áreas; incrementar al máximo las operaciones conjuntas y especiales; concentrar esfuerzos que desarrollen un liderazgo proactivo; mantener la legitimidad institucional; buscar el total respaldo de la opinión pública” (Rangel J. E., 2008, p. 22). En lo que concierne al aspecto militar, se reorganizaron los mandos y las unidades, ya las jurisdicciones se les prestó una atención especial para neutralizar cualquier escalada en las acciones de los grupos armados ilegales. La implementación de esta fase del Plan Patriota o, lo que es lo mismo, de la operación Libertad Uno, estuvo a cargo de “la Quinta División del Ejército con sus unidades orgánicas y otras que le fueron asignadas de la Fuerza Aérea, la Aviación del Ejército, la Inteligencia y la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA) para garantizar el éxito del plan” (Rangel J. E., 2008, p. 22). La operación Libertad Uno tuvo el efecto deseado: permitió recuperar el departamento de Cundinamarca y creó las condiciones necesarias para desarrollar las siguientes fases del Plan Patriota. Para cumplir esta etapa del Plan, “se organizó la Fuerza de Tarea Conjunta del Sur-Omega, con los mejores y más experimentados Comandantes y tropas del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, para operar en una de las más difíciles áreas del territorio nacional” (Rangel J. E., 2008, p. 22) Esta fase del plan se bautizó como operación JM, en honor al general Jorge Mora Rangel. La evolución del conflicto demandaba el desarrollo y la implementación de tecnologías de la información y las comunicaciones que les dieran a las Fuerzas Militares una ventaja estratégica sobre la guerrilla. Por ello, el factor tecnológico fue determinante, al igual que el político. El principal objetivo estratégico que cursó la implementación y el “desarrollo de la operación Libertad Uno fue desarticular la estructura delictiva que las FARC habían implantado en el departamento de Cundinamarca con miras a hacerse con el poder (…) A partir del control del territorio, Libertad Uno adelantó de manera progresiva, contundente y sostenida una serie de operaciones de combate irregular y acción integral” (Ejército Nacional de Colombia, 2014, pp. 109-111). El propósito de esta estrategia era asegurar a Bogotá, centro político del ordenamiento democrático-constitucional, para neutralizar el plan de las FARC para la toma del poder. El logro de este gran objetivo estratégico comprendía la consecución de las siguientes metas en Cundinamarca:


56

• • • • • •

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Disminuir la capacidad delictiva, de financiación y de secuestrar de las FARC. Permitir el retorno de las autoridades a las cabeceras municipales. Devolverle a la ciudadanía la posibilidad de transitar por las vías. Desalojar las estructuras delictivas de las FARC en un 80% del territorio de Cundinamarca. Eliminar la influencia de las cuadrillas sobre la población. Neutralizar los planes para atentar contra la capital de la República (Ejército Nacional de Colombia, 2014, pp. 109-111).

La postura de la operación Libertad Uno fue inversa a la del grupo guerrillero el cual era estrangular el corazón político y económico del país desde la periferia, las Fuerzas Militares respondieron restableciendo la autoridad del Estado en todo el territorio, comenzando por el centro del país. Por ello, “tras la recuperación de Cundinamarca, la ofensiva de las Fuerzas Militares se expandiría hacia el sur de Colombia, en donde estaba la retaguardia de la guerrilla” (León, 2004, p. 2). Este plan se materializó en la táctica estratégica denominada “masa dispersa”27. La implementación de una táctica novedosa, como esta, demuestra que el alto mando comprendía la grave situación en que las FARC habían sumido al departamento y el peligro que se alzaba sobre Bogotá. Ahora bien, las Fuerzas Militares querían generar efectos no solo locales, sino nacionales. No pretendían liberar sólo a Bogotá y a Cundinamarca de la amenaza de las FARC, sino al país entero. Por eso, todas las Divisiones a lo largo y ancho del país “debían desarrollar simultáneamente sus planes regionales para que así la maniobra estratégica tuviera sentido y se lograra un efecto a nivel nacional” (Ospina, 2014, p. 339). Desde finales de 2002 y durante el primer semestre de 2003, el Comandante del Ejército de ese entonces, el general Carlos Alberto Ospina Ovalle, planeó la operación Libertad Uno en compañía de los generales Reinaldo Castellanos Trujillo, que estaba al frente de la V División y Hernán Alonso Ortiz Rodríguez, que lideraba la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA). En la planeación también participaron los comandantes de las brigadas móviles y los directores de los organismos de inteligencia. El diseño de Libertad Uno se basó en información de inteligencia técnica y humana recogida en la zona, en documentos de las FARC y en entrevistas a desertores de los frentes guerrilleros de Cundinamarca. Para desarticular la presencia de las FARC en el departamento, era necesario neutralizar la estructura delictiva de poder y su cadena de mando, encabezada por alias “Marco Aurelio Buendía”. Es importante aclarar que una de las formas de contrarrestar las estruc27 Término utilizado comúnmente en los sectores estratégicos del Ejército (Ejército Nacional de Colombia, 2014).


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

57

turas criminales de poder es neutralizar a los cabecillas. Sin el cabecilla, se rompe la cadena de mando y se pierden su experiencia y sus capacidades para dirigir estructuras guerrilleras. El área de operaciones fue la totalidad del departamento de Cundinamarca así con zonas de despliegue en el suroriente de Boyacá como en el oriente de Tolima (Ejército Nacional de Colombia, 2014, p. 108). Tal como se puede apreciar en la siguiente figura:

Figura 12. Mapa del área de operaciones y del Centro de Despliegue Estratégico (CDE) de las FARC en el departamento de Cundinamarca y sus alrededores (Ejército Nacional de Colombia, 2014).

Desarrollo de la Operación Libertad Uno A continuación, se exponen los hitos del desarrollo de la Operación Libertad Uno, en el cumplimiento de su objetivo de desarticular la estructura delictiva de poder, desplegada por las FARC sobre Bogotá y Cundinamarca durante las décadas de 1980, 1990 y los primeros años del 2000. La primera tarea del general Castellanos fue “estudiar la situación general de los grupos insurgentes que debía combatir, el terreno sobre el que debía actuar y las condiciones climatológicas que tendría que enfrentar” (Ospina, 2014, p. 337). Este análisis le permitió identificar las fortalezas y las debilidades de las FARC en el departamento y, con base


58

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

en ese conocimiento, “dividió el teatro de operaciones en seis sub-áreas estratégicas: 1. Occidente de Cundinamarca; 2. Guavio y San Juanito; 3. Suroriente de Boyacá; 4. Sumapaz; 5. Oriente del Tolima; 6. Distrito Capital” (Ejército Nacional de Colombia, 2014, p. 109). De acuerdo con el Comandante del Ejército, los informes de inteligencia arrojaron la siguiente información sobre las FARC; subdividieron el Departamento en diez áreas a través de las cuales han trazado sendas de movilidad, las cuales pretenden consolidar mediante asesinatos, expropiación forzada, repoblamiento, intimidación y control de la población para posteriormente en el momento de la ofensiva, desplazar columnas armadas de diferente procedencia contra el centro de gravedad político estratégico de la nación, es decir, Bogotá. De manera simultánea, con la preparación de las áreas mencionadas, las FARC han venido conformando, entrenando y preparando, en lo estructural y funcional, las milicias urbanas en varias ciudades de Colombia, incluyendo a Bogotá. El momento preciso del asalto al Distrito Capital dependerá de aquel instante cuando las FARC hayan logrado poner a punto los distintos elementos de la situación que previamente planearon y que actualmente tienen en ejecución de manera paulatina (Ospina, 2014, p. 338). La operación Libertad Uno comenzó el 1ro de junio de 2003 y se extendió hasta el 31 de diciembre 2003. Para iniciar la Libertad Uno, “el Comando del Ejército ordenó al general Castellanos conformar un Comando Conjunto con base en las tropas de la Quinta División y unidades provenientes de la Armada Nacional y la Fuerza Aérea, e instalar un puesto de mando conjunto” (Ospina, 2014, p. 340). Puesto que las condiciones geográficas no permitían usar el recurso de la Infantería de Marina, no fue necesario contar con las unidades ordenadas. “Por otra parte, la Fuerza Aérea suministró distintos tipos de helicópteros y aviones de apoyo cercano y transporte” (Ospina, 2014, p. 338). La Operación tenía necesidades logísticas complejas requería un reabastecimiento de gran magnitud. Por lo tanto, explica el general Ospina, “fue necesario agilizarlos a través del diseño de una nueva línea que facilitara los flujos en la dirección y el momento oportuno” (Ospina, 2014, p. 342). Para atender estas necesidades, se activó el Comando de Abastecimiento (CODA), que, bajo el mando del general Castellanos estaría direccionado en primera instancia a la Dirección de Abastecimientos del Ejército donde se complementarían los movimientos y procesos para la necesidad de la fuerza operativa conjunta en el momento dado. Finalmente y debido a la magnitud de los preparativos y al proceso de articulación de los elementos que la componían, la operación solo pudo comenzar en el segundo semestre de 2003.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

59

Al comenzar la operación, la Brigada Décimo Tercera conformó 59 pelotones, compuestos por más de 2,000 soldados regulares oriundos de la región. Estos pelotones se crearon para adelantar tareas de inteligencia, recoger información sobre ubicaciones, corredores de movilidad, desplazamientos, recursos y acciones delictivas de las FARC y para controlar vías estratégicas con el fin de impedir el suministro de armas y víveres a las distintas estructuras. El general Ospina Ovalle describe así el inicio de la Operación: Sigilosamente, se produjo el despliegue de las tropas participantes. Sin que las columnas de las FARC lo percibieran, las brigadas fueron ocupando las áreas que aún no lo estaban y tomando posiciones de manera coherente dentro de un gran conjunto que pronto asfixia a las columnas guerrilleras (Ospina, 2014, pp. 348-349).

El procedimiento adoptado por el general Castellanos constituyó una posición de bloqueo activo28. Éste explica que “la posición del bloqueo es usualmente una posición fortificada y estática que, en la guerra convencional, impide el avance de fuerzas blindadas (Ospina, 2014, p. 349). Por su parte, la Sexta Brigada concentró sus esfuerzos en el oriente del departamento del Tolima. Esta concentración se efectuó en el municipio de la Cabrera (Cundinamarca), una región muy importante para desarrollar la logística que requerían las columnas guerrilleras asentadas en la región (Ospina, 2014). En lo que respecta a la Decimotercera Brigada, desplegó sus acciones en los municipios de San Juanito y el Calvario, en el oriente de Cundinamarca. “La misión de la Decimotercera Brigada era de tal importancia que recibió refuerzos de la Brigada Móvil No. 8 y de la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA), que la respaldó en toda el área de operaciones” región (Ospina, 2014, p. 350). En vez de actuar con un grupo grande de soldados, el general Hernán Ortiz Rodríguez, Comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA), conformó escuadras de aproximadamente 10 integrantes, que distribuyó por todo el departamento. Uno de los principales objetivos de estas fue encontrar a alias “Marco Aurelio Buendía”. Su localización sería un avance decisivo para neutralizar la estructura delictiva de poder que obedecía sus órdenes. La estrategia implementada por el Comandante de la FUDRA obedeció a la orden del Comandante del Ejército de desarrollar la táctica de masa dispersa. En 28 Ahora bien, en el caso de la Operación Libertad Uno, la palabra activo significaba que no sólo se debía ejercer un control del terreno, sino que se debían desarrollar acciones en los alrededores inmediatos e inclusive lejanos para neutralizar los movimientos que los guerrilleros pudieran realizar, para evadir la acción de las tropas u obtener logística o similares (Ospina, 2014).


60

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

oposición a la masa concentrada, la masa dispersa consistió en; La concentración de un número importante de tropas divididas en unidades de menor tamaño, compañía y pelotón, que a su turno cubrían las partes críticas del departamento y que esperaba que cerraran todas las posibilidades de las FARC de movilizarse, para así mediante combates constantes acabar con su voluntad de lucha y su logística. (Ospina, 2014, p. 350). Puesto que en cualquier momento el grupo insurgente amenazaba con atacar los cascos urbanos, se enfocó la seguridad en los mismos. Las unidades del Ejército cubrieron un área de, aproximadamente, 59,534 Km2, que correspondían a la totalidad de los municipios del departamento (Ospina, 2014). El apoyo de la población a estas unidades fue cada vez mayor. A los datos que la gente le daba momentáneamente al Ejército para la identificación de los guerrilleros y su localización de despensas y armas, resultó ser una sumatoria al programa de recompensas coordinado por la Brigada Móvil 3, que estimulaba el suministro de información que permitiera capturar los principales cabecillas de las estructuras de las FARC que operaban en Cundinamarca. Este programa de recompensas, junto con la presión de las unidades militares, obligó a las estructuras guerrilleras, y, en especial, a los cabecillas a refugiarse en las regiones más despobladas e inhóspitas del departamento, lo que aceleró su derrota (León, 2004). Día a día, decayó el control que las FARC ejercían en los corredores de comunicación y movilización, por lo que sus recursos de supervivencia y combate, el número de combatientes y el apoyo de la población, conseguido por medio de la intimidación, se redujeron paulatinamente. La eficacia de Libertad Uno fue en crecimiento: “la frecuencia de las acciones iba aumentando gradualmente y luego de cada combate, en vez de replegarse, las tropas continuaban con la operación, pues eran reabastecidas con helicópteros” (Ospina, 2014, p. 356). A propósito del impacto de la Operación Libertad Uno en las estructuras de las FARC asentadas en Cundinamarca, en noviembre de 2003 el periódico El Tiempo publicó los testimonios de dos guerrilleros de 20 y 16 años capturados por el ejército. Los jóvenes declararon que habían desertado para vincularse al Programa de Reinserción de la Presidencia de la República. Cuando fueron detenidos, revelaron la ubicación de una caleta en la que habían escondido material de guerra antes de desertar. Ambos afirmaron que la Operación Libertad Uno había debilitado considerablemente a los frentes guerrilleros de Cundinamarca (El Tiempo, 2003) Los guerrilleros contaron que la estructura delictiva de poder a la que pertenecían había sido desmantelada y que los propios comandantes comentaban que los frentes habían sido desarticulados casi por completo. Ambos afirmaron: “la guerrilla ya no tiene futuro (…) Mi cuadrilla estaba muy reducida por los operativos tan fuertes, que tienen debilitadas a las FARC” (El Tiempo, 2001). Ante la nueva


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

61

dinámica del conflicto, los jefes de las columnas pidieron instrucciones a sus superiores y ellos les respondieron desconcertados que solo era cuestión de tiempo antes de que la tropa empezara a evacuar la zona (Ospina, 2014). La estructura occidental de las FARC, cuyo cabecilla era alias “Marco Aurelio Buendía, estaba convencida de que la presión terminaría muy pronto” (Ospina, 2014, p. 356). El General Ospina cuenta, que, no obstante, Buendía recomendó a sus subalternos la utilización de un mayor número de minas antipersonal y la planeación de más emboscadas. En contra de este convencimiento, la red de inteligencia desplegada por las Fuerzas Militares permitió ubicar a alias “Marco Aurelio Buendía” en el Alto de los Micos, la punta de una cadena montañosa en Topaipí. El cabecilla estaba protegido por unos 30 guerrilleros y un campo minado de 650 metros cuadrados de extensión. Los demás combatientes que obedecían sus órdenes estaban distribuidos en la zona en grupos de entre seis y diez personas. Alias “Marco Aurelio Buendía” los dirigía desde su puesto de mando a través de un radio de alta frecuencia que manejaba, su compañera, una guerrillera de 17 años (León, 2004). Esta guerrillera fue capturada tiempo después. Cuando la inteligencia militar supo que era operadora de radio, fue evidente su cercanía a alias “Buendía”, porque los jefes guerrilleros tienden a confiarles el manejo de las comunicaciones a sus compañeras. “Con el fin de sortear los campos minados y las trampas con granadas de mano instaladas por alias Buendía alrededor del campamento, los soldados ascendieron en contrapendiente por los caminos más difíciles y esperaron a que los equipos de antiexplosivos efectuaran el desminado del terreno” (León, 2004, p. 4) Estas previsiones permitieron estrechar el cerco en torno a alias Buendía. Una vez que lo habían rodeado, entraron en acción dos grupos de la Fuerza de Despliegue Rápido entrenados para realizar operaciones de alto riesgo. Participaron veinticuatro hombres del grupo Furia y veinticuatro del Grupo de Localizadores de Cabecillas. Días antes, los soldados de la FUDRA habían neutralizado a alias Hugo (Jefe del Frente 22), a alias Manguera (Hermano de alias Romaña y cabeza de la compañía móvil Manuela Beltrán), a alias Rumba (jefe de la compañía Reynaldo Cuéllar) y a los segundos cabecillas del Frente 22, de las compañías Esteban Ramírez y Che Guevara. “En consecuencia, las FARC y su plan estratégico para la toma del poder, quedaron acéfalas” (León, 2004, p. 4). Tres días después de neutralizar a alias Marco Aurelio Buendía, el Comando de la Operación Libertad Uno regresó a la zona y, junto con los Comandantes de las Brigadas Móviles, planeó la arremetida definitiva contra los últimos reductos de la estructura delictiva del poder guerrillero en la zona de Cundinamarca. Alias Buendía y los otros jefes guerrilleros no reconocieron el cambio en la forma de


62

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

operar del Ejército, acostumbrados a como estaban en movimientos grandes de tropas, compuestas por miles de soldados, “los detenían con tres francotiradores estratégicamente ubicados y con minas antipersonal sembradas en los cruces de caminos” (León, 2004). Este viraje estratégico de las Fuerzas Militares sorprendió a las FARC, que no supieron cómo reaccionar cuando sus estructuras se vieron sorprendidas por las escuadras de la Fuerza de Despliegue Rápido. En total, hubo 197 enfrentamientos y operativos durante los meses en que se desarrolló la Operación Libertad Uno. La mayoría de los combates con las FARC tuvo lugar en las provincias de Oriente, Gualivá, Rionegro y Sumapaz. Es necesario resaltar que la presencia de las Fuerzas Militares en el departamento de Cundinamarca, en el desarrollo de la operación Libertad Uno, no se limitó al accionar propiamente militar. Como recuerda el coronel Iván Manacero, las Fuerzas Militares no sólo llevaron seguridad y tranquilidad al departamento, también, impulsaron la alegría que acompaña a la libertad. En conclusión, mediante el despliegue estratégico y la participación de los integrantes de las Fuerzas Militares destacadas en Cundinamarca, se neutralizó de forma contundente el plan estratégico de las FARC, sus estructuras y las acciones delictivas que venían desarrollando de forma sistemática en la región para tomarse el poder. Así, se sentó un precedente estratégico y de desarrollo operacional que sirvió de experiencia para realizar operaciones posteriores y cumplir las siguientes fases del Plan Patriota.


Capítulo 6

Operación JM (Jorge Mora): La desestabilización de las zonas históricas de las FARC

E

n pro de dar una continuidad a las victorias conseguidas a través del Plan Colombia en materia de fortalecimiento de las Fuerzas Militares y aumento de su presencia a lo largo del territorio nacional, se dio a la ejecución del Plan Patriota como se describió en el capítulo anterior, como parte de la Política de Seguridad del primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez. En este sentido, los departamentos en los que se centró la Operación Jorge Mora de ahora en adelante JM fueron Caquetá, Guaviare y Meta al suroriente del país. Los contextos a nivel departamental mencionados a continuación fueron los escenarios en donde se ejecutó la Operación JM. En ellos se consolidaron los esfuerzos militares y gubernamentales de gran alcance que se necesitaban para recuperar el control del territorio asolado por los integrantes de las FARC y lograr un proceso de debilitamiento de sus estructuras. Por ello, la ejecución de la Operación JM, dentro del marco del Plan Patriota, significó una victoria sobre este grupo armado al margen de la ley, “esta operación militar permitió la neutralización de las estructuras delictivas del grupo armado al margen de la ley FARC, en materia logística y de abastecimiento de las mismas”. (Echandía, Situación actual de las FARC: Un análisis de cambios en las estrategias y la territorialidad , 2011, p. 18). Por su parte, el Mayor de la Fuerza Aérea Colombiana Sergio Alexis Perdomo Landazábal, previo a la puesta en marcha de la operación JM “prácticamente las FARC dominaban parte del territorio nacional habían extensiones, grandes extensiones de territorios donde la fuerza pública no podía entrar, incluso municipios que eran conocidos simplemente porque eran guerrilleros, en esa época” (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015). Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


64

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

La continuidad del Plan Colombia y la afectación geográfica de las FARC Departamento del Caquetá Con la relación existente entre el grupo armado al margen de la ley FARC y el narcotráfico las dinámicas del conflicto armado entraron en un proceso de extrapolación, puesto que pasaron de afectar a las regiones y comunidades del país a convertirse en un tema que afectaba la seguridad nacional en temas fronterizos y se constituía en un motivo para la consolidación de políticas nacionales que buscaran hacerle frente a las repercusiones del narcotráfico a nivel nacional e internacional. Por ello, como aspecto principal del Plan Colombia, firmado en el año 2000, se hizo necesario establecer la lucha contra las drogas, prestando gran atención a las zonas del sur del país, en donde el departamento de: “Caquetá, al ser bastión político y militar de las FARC, se convirtió en objeto principal de planes sistemáticos de recuperación territorial” (Fundación Ideas para la Paz, 2014). De ese momento en adelante, el Bloque Sur, compuesto por Frentes como el 2, 3, 13, 14 y 15 y una columna móvil conformados por aproximadamente, 1.978 hombres (Pico, 2007). Así pues, el Bloque Sur del grupo armado al margen de la ley FARC tenía amplia presencia en el departamento del Caquetá y en 1998 logró “tomar por sorpresa a las tropas de la Brigada Móvil No. 3 en la vereda El Billar de Cartagena del Chairá (Caquetá), ocasionando la muerte de medio centenar de soldados profesionales y el secuestro de 43 más” (Echandía, Situación actual de las FARC: Un análisis de cambios en las estrategias y la territorialidad , 2011, p. 12). Este tipo de hostilidades dejaron entrever la importancia de la aplicación del Plan Colombia para el fortalecimiento y mejora de las Fuerzas Militares Colombianas. El Plan Colombia tuvo como elemento fundamental hacer una lucha efectiva contra el narcotráfico y el departamento del Caquetá hacía parte de las zonas en donde había una fuerte presencia de este negocio ilícito, a tal punto que entre los años 1997 y 1999: “las FARC crecieron y se expandieron en Caquetá con el objetivo de controlar el territorio y dominar, así, el lucrativo negocio del narcotráfico” (Núñez, 2007, p. 14), que venían controlando desde la época de la bonanza de la coca en la década de los 80 en regiones como Calamar y Miraflores, las cuales posteriormente se convertirían en prioridad para el proceso de recuperación territorial por parte de las Fuerzas Armadas, pues eran consideradas zonas de gran importancia para contrarrestar el negocio del narcotráfico en el país. Ellos eran el Estado allá, ellos manejaban a sus anchas la población civil, ellos asesinaban, hacían desapariciones, extorsionaban, secuestraban a cualquier comerciante que tuviera buenos


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

65

negocios, buenos ingresos inmediatamente lo extorsionaban. Manejaban el negocio del narcotráfico e intimidaban a la población civil, eran la ley. […] Aprovechaban el control que tenían sobre la población civil, intimidaban, la policía nacional tampoco podía hacer mayor cosa, la policía vivía en los pocos cuarteles que tenían de policía, las pocas estaciones, intimidados porque en cualquier momento los atacaban y los mataban a todos. (CICMHM, 4 de Diciembre, 2015).

Operación “JM” y sus resultados en el departamento del Caquetá Según lo anterior y dentro del proceso que se venía desarrollando desde 2003 para retomar el control territorial bajo el nombre de Operación JM, en este departamento fueron “los municipios de San Vicente del Caguán, La Montañita, Puerto Rico, Cartagena del Chairá, El Doncello y El Paujil los de mayor atención gubernamental” (Fundación Ideas para la Paz, 2014, p. 25) El objetivo de la Operación JM era la desarticulación de las estructuras existentes en el Caquetá. Es menester recordar que desde la Séptima Conferencia en el año de 1982, las FARC llevaron a cabo un proceso de fortalecimiento territorial en el suroriente del país, que para efecto del departamento del Caquetá se evidenció en aspectos como la prohibición al consumo de drogas ilícitas, la orden de sembrar ciertos productos aparte de la coca para evitar la inflación, o el cobro de un impuesto de 10% sobre la producción de coca y del 8% sobre su comercialización a los narcotraficantes de la zona. Los recursos provenientes de estos cobros financiaron la continua expansión y fortalecimiento de las FARC en Caquetá y en general en el sur del país. (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005). El fortalecimiento a nivel departamental de las estructuras delictivas de este grupo armado al margen de la ley, llevó a que el Caquetá se convirtiera en un centro estratégico en términos económicos, por aquello de los recursos derivados de los negocios del narcotráfico, así como también en términos de la retaguardia estratégica pues, dentro del departamento son de especial importancia corredores como el de Balsillas, que permite a la columna Teófilo Forero de las FARC moverse entre Huila y Caquetá, a través de los municipios de San Vicente del Caguán y Neiva. Igualmente, es de alto valor estratégico para las FARC el llamado corredor del Caguán que atraviesa San Vicente y Cartagena del Chairá y conecta al departamento de Caquetá con los de Meta y Guaviare. (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005) Este escenario de importancia estratégica para la ejecución de las acciones delictivas de este grupo armado al margen de la ley se convirtió en la prioridad de


66

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

la Operación JM en este departamento y su objetivo de llevar a cabo el proceso de recuperación territorial. Para su desarrollo, de acuerdo con El Comando General de las Fuerzas Militares concentró un pie de fuerza de alrededor de 18 mil hombres en Caquetá, dotados de sofisticados equipos y armamentos, mayoritariamente compuesto por tropas terrestres (Ejército) y apoyados por un componente aéreo (aviación de Ejército y Fuerza Aérea) y uno fluvial (Infantería de Marina) (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005). El escenario registrado en el año 2002 corresponde al fin de las mesas de negociación de San Vicente del Caguán y como consecuencia de los mencionados abusos cometidos por las FARC en el territorio que conformó la zona de despeje, se desencadenó un incremento de acciones violentas en contra de la población civil y violación de derechos humanos a través de homicidios, masacres y secuestros principalmente, lo que generó la necesidad deponer en marcha esta operación para recuperar y fortalecer la seguridad del departamento y sus habitantes. En este sentido y desde su creación en el 2003 bajo la política de Defensa y Seguridad Democrática, la Fuerza de Tarea Conjunta OMEGA ha sido el pilar para el desarrollo de las tareas militares conjuntas en el país y en el departamento del Caquetá, aseguró la disminución de los índices de violación de derechos humanos. Así pues, la población evidenció que durante el periodo de 2003 y 2006, se presentó una disminución en el número de masacres y de víctimas en el departamento de Caquetá, al pasar de 2 masacres que dejaron un saldo de 14 personas muertas en 2003 a 1 caso que dejó 9 víctimas en 2006. En 2004, no fue reportada ninguna masacre. (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005, p. 6) Igualmente, en cuanto al secuestro en el departamento, “se produjo una disminución de 68% en los plagios, que estuvo acompañada de una reducción del 69% en los secuestros cometidos por las FARC (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005, p. 7). Estos resultados estuvieron asociados con la presencia de la Fuerza de Tarea Conjunta OMEGA (FUTCO), pues dificultaba que las estructuras de este grupo armado al margen de la ley instalaran retenes ilegales en las carreteras y cometieran secuestros selectivos en las zonas urbanas, y les ocasionaba problemas para movilizar y esconder a los secuestrados y transportar armas y alimentos para la organización (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005, p. 7). En materia de homicidios en el departamento, en un escenario previo a la puesta en marcha de la Operación JM, según ACNUR (2005): En el año 2003 se registró la mayor disminución en el número de homicidios en el departamento, cuando se presentaron 325, lo cual representó una disminución del 47% respecto de los homicidios acaecidos durante el 2002, año en el que se registró el mayor número de homicidios durante el periodo analizado 618.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

67

Departamento del Guaviare Desde los años setenta, el departamento del Guaviare se ha caracterizado por enfrentar una elevada presencia de grupos al margen de la ley, principalmente de las FARC. Lla presencia de las estructuras de este grupo armado al margen de la ley en el departamento ha mantenido presencia y control a través del Frente 1 de las FARC que había ingresado desde la región del Ariari en el Meta hacia San José. La llegada de este frente guerrillero al departamento estuvo relacionada con la Séptima Conferencia de las FARC en la región del Guayabero, donde se acordó aumentar el número de frentes y combatientes, crear un cerco por la cordillera oriental, que separara al centro del país de la Orinoquía y la Amazonía y fortalecer sus finanzas a través del negocio de la coca y su comercialización hacia los países vecinos. (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007, p. 3) La presencia de cultivos ilícitos en los departamentos del suroriente del país ha sido una constante que ha favorecido el crecimiento de las estructuras de este grupo armado al margen de la ley, que ha aprovechado los beneficios económicos del negocio; por ello, “a lo largo de la década de los ochenta y comienzos de los noventa, el Frente 1 de las FARC, […] incrementaron su presencia en todos los municipios del Guaviare, convirtiéndose en el actor armado ilegal con mayor predominio” (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007, p. 3). Por ende, el fortalecimiento de las estructuras de este grupo armado al margen de la ley se desarrolló de manera proporcional al aumento de los cultivos ilícitos en el departamento, “entre 1991 y 1995, según cifras de la Consejería para la Defensa y Seguridad Nacional, el 41% del total de los ingresos de las FARC procedía del negocio de la droga, números que para 2003 ascendían al 50%” (El Espectador, 2014). Este crecimiento gradual corresponde a un periodo donde este grupo armado al margen de la ley logró hacer un frente efectivo contra las Fuerzas Armadas, como resultado del plan estratégico que habían establecido en el suroriente del país donde se concentraba gran parte de su organización. El Frente 1 de las FARC se consolidó como el de mayor presencia en el departamento del Guaviare durante los noventa, y con el fin de mantener el control sobre el negocio de los cultivos ilícitos, recibió apoyo de los frentes ubicados en los departamentos cercanos, principalmente en Meta y Vichada. El fortalecimiento armado de las FARC les permitió llevar a cabo una escalada violenta en contra de las Fuerzas Armadas a lo largo del territorio nacional, la cual se reflejó con gran fuerza en dos oportunidades en el Guaviare: la primera en septiembre de 1996 cuando “30 militares resultaron muertos en el ataque a la base militar de La Carpa (Guaviare)” (Echandía, Situación actual de las FARC: Un análisis de cambios en las estrategias y la territorialidad , 2011, p. 12) y posteriormente en 1998 con la “toma de la estación


68

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

de Policía de Miraflores […] el sabotaje permanente de las elecciones y su presencia y control social en las áreas urbanas y rurales” (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005). A partir de este escenario, el grupo armado al margen de la ley mantuvo su control territorial en el departamento, de modo que logró fortalecer su influencia tanto social y económica en los cascos urbanos y áreas rurales de Calamar y Miraflores, aprovechando la desmilitarización de los municipios de La Macarena y Vista Hermosa en Meta, en el marco de la zona de distensión (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007). La aplicación del Plan Colombia en el departamento del Guaviare, como estrategia para la erradicación de cultivos ilícitos, generó una desestabilización financiera para las estructuras de delincuencias posicionadas en estos territorios, del mismo modo, el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas de Colombia a través del cual fue posible responder efectivamente a la creciente escalada violenta de las FARC que había evidenciado cómo la zona de despeje se transformó en el espacio territorial necesario para efectuar su proceso de fortalecimiento militar y territorial, manteniendo control en los territorios aledaños por medio de ataques a la población. Durante el periodo de duración de las mesas de negociación de San Vicente del Caguán y de la zona de despeje, las acciones militares de las Fuerzas Armadas presentaron “una mayor concentración de los combates frente a las acciones de la guerrilla en once departamentos: Guaviare, Putumayo, Vaupés, Vichada, Antioquia, Guainía, Santander, Cundinamarca, Guajira, Quindío y Córdoba” (Echandía, Situación actual de las FARC: Un análisis de cambios en las estrategias y la territorialidad , 2011, p. 17). De modo que, con el rompimiento de las mesas de negociación, la zona de despeje se convirtió en el territorio disputado por las partes en conflicto, y fue en los departamentos que la conformaron, donde se reflejó el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas “que invirtió la relación de fuerzas con las FARC, obligando al grupo guerrillero a reducir de manera muy significativa su accionar armado y presencia territorial” (Echandía, 2011, p.18). Con la continuación del Plan Colombia, a través del Plan Patriota durante el primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez, este grupo armado al margen de la ley vio afectada su influencia territorial, sus fuentes de recursos a partir de los cultivos ilícitos y la capacidad de llevar a cabo acciones violentas en contra de la población civil y de las Fuerzas Armadas.

La operación “JM” y sus resultados en el departamento del Guaviare Los efectos de la puesta en marcha de la Operación JM a través de las acciones realizadas por la Fuerza de Tarea Conjunta (OMEGA), se observan en escenarios de mejora de la seguridad de la población y respeto de los derechos humanos. Un primer escenario se enmarca dentro del cambio positivo en el número de homici-


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

69

dios cometidos al interior del departamento; del año 2000 al 2001, los homicidios en el departamento se incrementaron en un 48% al pasar de 114 a 169. Sin embargo, a partir de 2002 se observa una tendencia a la disminución de los mismos, al pasar de 114 homicidios durante ese año, a 105 en 2003 y 98 en 2004 (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005, p. 11). De manera similar, para el año 2004, “los homicidios en la capital y en El Retorno disminuyeron en 58% y 72%, al registrar 28 y 6 […] respectivamente” (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007, p. 15), disminución atribuida al debilitamiento de las estructuras delictivas que delinquían en estos municipios del departamento, gracias a la ejecución de la Operación JM. El secuestro al interior del departamento también disminuyó a raíz de la operación. Es necesario resaltar que desde 1998, este departamento y más específicamente el municipio de Miraflores, se vio afectado por las acciones delictivas del grupo armado al margen de la ley FARC con el ataque a la base antinarcóticos de la policía entre el 3 y el 5 de Agosto de ese año. Este suceso dejó como resultado el secuestro de 76 integrantes de la Fuerza Pública. Así que a partir de 2003 la situación del secuestro en el departamento de Guaviare muestra una notable mejoría, en comparación con la dinámica que se presentó en el periodo 1998-2001, al pasar de 82 plagios durante todo el primer cuatrienio a 18 en el siguiente, lo que equivale a una disminución de 78% (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007, p. 7) La presencia de la Fuerza Pública desde el año 2002 y las acciones militares efectuadas por la Fuerza de Tarea Conjunta Omega (FUTCO), fueron elementos determinantes para pasar de cinco personas secuestradas ese año a que “durante 2003, se realizó un secuestro […]. A partir de 2004 y hasta febrero de 2005 no se han registrado secuestros en el departamento” (Agencia de la ONU para Refugiados, 2005, p. 7). Guaviare fue establecido como un punto de atención prioritario para desarticular las estructuras de las FARC; el departamento se convirtió en uno de los principales centros de operaciones de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, compuesta por miembros de la Armada, el Ejército y Fuerza Aérea, y se establecieron allí la Brigada Móvil No. 7, con sede en Calamar y la Brigada Móvil No. 10, con sede en Miraflores. Este fortalecimiento militar logró afectar los corredores de movilidad que hacían parte del departamento, los cuales conectaban territorios previamente ocupados por los “Bloques Sur y Oriental de las FARC en Miraflores y Calamar (Guaviare), Cartagena del Chairá y Peñas Coloradas (Caquetá) y La Macarena (Meta)” (Bedoya, 2006, párr.38). Así se logró también el control sobre “los ríos Guayabero, Caguán, Vaupés y Yarí, por donde las FARC


70

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

transportaban, además de secuestrados, víveres y medicinas, cerca de 100 toneladas anuales de insumos para procesar cocaína.

Departamento del Meta El departamento del Meta debido a su gran extensión territorial—29 municipios a lo largo de cuatro regiones—, ha enfrentado a lo largo de su historia, una fuerte presencia de grupos armados al margen de la ley, principalmente de las FARC para quienes ha sido un importante centro de toma de decisiones políticas, un lugar de concentración del Estado Mayor del Bloque Oriental –Embo– y del Secretariado, un epicentro de crecimiento de sus frentes y de sus finanzas y un territorio clave para la comunicación del centro del país con el oriente y las fronteras nacionales (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007) Las acciones violentas en contra de la población civil y las Fuerzas Armadas en este departamento han estado ligadas a la presencia de este grupo armado al margen de la ley, cuyo fortalecimiento se generó con el negocio del narcotráfico y data desde la década de los 70 cuando un elevado número de colonos y comerciantes llegaron al Meta ante el crecimiento de los cultivos de marihuana y coca en el oriente del país. Lo anterior, llevó a las FARC a reformular sus estrategias de dominio tanto político como económico, cobrando impuestos a los campesinos por los cultivos ilícitos – el llamado gramaje-, lo que favoreció su expansión a nivel departamental (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007) El fortalecimiento político y militar de las FARC, convirtió al Meta en un foco de atención para las acciones gubernamentales y políticas, por medio de las cuales se buscaba detener su expansión y por ende de sus acciones violentas. Por su ubicación geográfica, este departamento se convirtió en el centro desde el cual se estableció en 1982 la Séptima Conferencia de las FARC en la región del Guayabero, donde se acordó, entre otros aspectos, realizar un despliegue estratégico de la organización en la cordillera oriental, de la cual Bogotá sería el centro y crear una cadena de unos doce frentes, que partía desde Uribe, en Meta y que llegaba hasta la frontera con Venezuela, con lo que también se buscaba dividir la Orinoquía y la Amazonía del resto del país (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007) Esta consolidación de posiciones y poder le significó a las FARC contar con las condiciones necesarias para aumentar gradualmente sus estructuras, a tal punto que en la década de los noventa, en Meta se ubicaron los frentes 7, 26, 27, 40 y 43 en la región del Ariari Guayabero, el 44 se ubicó en los municipios de Puerto Concordia y en Mapiripán, el frente 31 se estableció en el Piedemonte central y el frente 53 en las regiones Norte y Piedemonte central. “La columna móvil Urías


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

71

Rondón y el frente Yarí se ubicaron asimismo en la región del Ariari y la columna móvil Vladimir Steven se asentó en el piedemonte central, con influencia en Cundinamarca y Boyacá” (Agencia de la ONU para Refugiados, 2007, p. 2). Dentro de las estructuras de este grupo armado al margen de la ley en el departamento del Meta, se encuentra también el Bloque Oriental, como reflejo de control territorial de lo que se estableció como Bloque Sur en el departamento del Caquetá, y aun cuando ya estaba conformado desde 1969. Las acciones violentas recurrentes que se produjeron durante este periodo no solo en el Meta sino en diferentes regiones del país, permiten observar que las FARC, fortalecidas por el narcotráfico, estaban aumentando su capacidad de atacar a las Fuerzas Armadas, por lo cual, “en 1993, en el marco de la denominada guerra integral contra la guerrilla, se triplicó la capacidad de combate de la Fuerza Pública con respecto a 1990” (Echandía, Situación actual de las FARC: Un análisis de cambios en las estrategias y la territorialidad , 2011). Este robustecimiento de las Fuerzas Armadas permitió lograr un pie de fuerza que obligó a las estructuras del grupo armado al margen de la ley a disminuir sus acciones violentas en el país.

La Operación “JM” y sus resultados en el Meta Bajo la primera presidencia de Álvaro Uribe Vélez, durante los años de 2002 a 2006, con la entrada en vigencia de la Política de Defensa y Seguridad Democrática, las Fuerzas Militares cambiaron el modo de enfrentar las estructuras de las FARC y se pasó de un escenario de pérdida de iniciativa y capacidad de hacer un frente efectivo, a uno muy distinto: “Aumento de los combates por iniciativa de las Fuerzas Militares, librados principalmente contra las FARC, obligaron al grupo guerrillero a reducir de manera muy significativa su accionar armado y su presencia territorial” (Echandía, 2009, p. 59). Estas acciones militares contundentes, tendrían como resultado no solo un repliegue por parte de este grupo, principalmente en los departamentos del suroriente del país, sino que “de los sesenta y seis frentes que integraban la organización cuando se iniciaron las negociaciones del Caguán, hacia finales de la década de los noventa, solamente la mitad conserva una presencia activa y significativa en 2009” (Echandía, Punto de partida del debilitamiento de las FARC, 2009, p. 59) Durante la época de la zona de despeje, La Macarena, Meta se transformó para este grupo armado al margen de la ley, “en un centro de fortalecimiento militar y financiero. La coca se convirtió en moneda corriente y los mandamientos guerrilleros en ley” (El Espectador, 2012, párr.10), pues las estructuras que tenían influencia y presencia en este municipio aprovecharon el requisito de la desmilitarización para “ampliar su dominio territorial, […] y fortalecer sus finanzas, con el incremento en los cultivos de coca en la Serranía de la Macarena y Vistahermosa” (ACNUR, 2007c, p.


72

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

3). Esta fue la razón por la cual se volvió totalmente necesaria la incursión de la Fuerza de Tarea Conjunta OMEGA (FUTCO) con el fin de lograrla recuperación territorial y el fortalecimiento de la presencia no solo militar, sino también gubernamental tanto en los municipios del Meta, como del Caquetá y el Guaviare. En este mismo sentido, la Fuerza de Tarea Conjunta OMEGA (FUTCO), junto con los esfuerzos gubernamentales ya mencionados, logró que el territorio de Caño Cristales, que previamente “no podía ser visitado debido a la presencia de los grupos armados al margen de la ley” (Comando General de las Fuerzas Militares, 2012, p. 4), se haya convertido en un destino eco turístico en esta región del país, con lo cual “la economía ha tenido un crecimiento notable, gracias a los dispositivos desplegados por la Brigada Móvil No. 3 con el fin de garantizar la seguridad (Comando General de las Fuerzas Militares, 2012, p. 4). Así pues, la Fuerza de Tarea Conjunta OMEGA (FUTCO), de forma paulatina logró la recuperación de los territorios más afectados por la presencia de los grupos armados al margen de la ley, principalmente las FARC; aseguró la implementación de la Operación JM, por medio de la cual se buscó en primera medida desarticular las estructuras más fuertes de este grupo, ubicadas principalmente en el suroriente del país, y posteriormente al lograrse esto, replegar a los miembros de este grupo hasta el punto de anclar la presencia militar y gubernamental en estos territorios, que incluían al departamento del Meta, cuya recuperación era uno de los grandes objetivos de esta Operación.


Capítulo 7

Operación Camaleón: El rescate de 12 años en el infierno

Guaviare enclave estratégico del área de retaguardia de las FARC

U

bicado en el Sur-Oriente del país, el departamento del Guaviare está dividido en cuatro municipios: San José, Calamar, El Retorno y Miraflores, los cuales se han convertido en regiones donde, como consecuencia de la presencia de grupos armados al margen de la ley, los cultivos ilícitos y las relaciones económicas que surgen de ellos llevó a que las FARC impusieran su dominio en los frentes coqueros del Guaviare, Ariari y Caquetá y establecieron la práctica de cobrar impuestos a cultivadores y comerciantes de la coca (García, 1995) La presencia de cultivos ilícitos en los departamentos del sur-oriente del país ha sido el factor que más ha influido en la consolidación del grupo armado, y del que mayores beneficios económicos han sacado por la comercialización entre los departamentos. Consecuencia de las acciones militares constantes y el debilitamiento paulatino de las estructuras de este grupo, llevaron a que en el año 2009, las FARC pusieran en marcha la ejecución de una estrategia que se denominó Plan Renacer; “consistía en volver a la guerra de guerrillas, es decir, reemplazar los combates y las tomas a los pueblos por campos minados y atentados con explosivos artesanales; acciones que, aunque generan un daño letal, pueden ser ejecutadas solo por tres o cuatro guerrilleros” (El País, 2014) Con las estructuras replegadas y debilitadas gracias a las acciones militares ejecutadas en los departamentos del sur-oriente del país, para 2010 las Fuerzas Militares llevaron a cabo “18.743 misiones tácticas, 7.648 las contra estructuras terroristas de las FARC; 7.099 contra bandas criminales y Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


74

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

grupos narcotraficantes; y 680 contra el Ejército de liberación nacional Eln, entre otras” (Comando General de las Fuerzas Armadas, 2010). Por su parte, La Operación Camaleón se desarrolló al “sureste de la población de Calamar, una zona selvática donde nace el río Inírida, en el departamento de Guaviare, a 28 kilómetros de distancia de donde se hizo la “Operación Jaque” en la que se rescató a otros quince secuestrados en 2008” (Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, 2014, p. 204).

Figura 13. (Humanitarian Response, 2011)

El departamento del Guaviare ha sido bastión de las estructuras delincuenciales FARC dado el control que ejercían sobre la producción y comercialización de coca, de modo que Las economías ilegales marcaron el desarrollo de los grupos armados del Guaviare.

Desarrollo de la Operación Camaleón En el marco de la política del presidente Álvaro Uribe Vélez de consolidar la Seguridad Democrática, y dar continuidad a la Política de Defensa y Seguridad Democrática que formaba parte de su administración previa se plantearon “tres estrategias


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

75

fundamentales: el control del territorio y defensa de la soberanía nacional, el combate al problema de las drogas ilícitas y al crimen organizado, y el fortalecimiento de las políticas de convivencia y seguridad ciudadana” (Rentería, 2008, p. 12). Las acciones de la Fuerza Pública durante este periodo se centraron en objetivos estratégicos que permitieran la neutralización o debilitamiento de las estructuras delictivas del grupo armado al margen de la ley FARC, tal como se venía desarrollándo anteriormente bajo las operaciones militares que llevaron a cabo el Plan Patriota a nivel nacional. Así, se evidencia que “Son varios los escenarios donde las FARC actúan para tratar de aliviar la presión militar contra sus mandos, pero es principalmente en el sur oriente y sur occidente del país donde la estrategia de [este grupo al margen de la ley] adquiere mayor significado.” (Echandía, 2011a, p. 22). Con esta información, como lo expresó en ese momento el comandante de las Fuerzas Militares el general Freddy Padilla de León, “La operación como tal tomó cuerpo el 12 de marzo, […] Sobre esa información se reforzó el trabajo de inteligencia y después de analizar cuidadosamente cada detalle decidimos que el día era el 13 de junio.” (El Tiempo, 2010a, parr. 4). Igualmente “ratificó que supieron que en el campamento se encontraba el carcelero ‘Chucho Díaz’, integrante del séptimo frente de las FARC, con 39 personas más […] (Policía Nacional de Colombia, 2010, p.12). Esta Operación ha sido comparada con la Operación Jaque en cuanto a su preparación y táctica de Inteligencia Militar. Según el Comandante del Ejército, en ese momento, el general Óscar Enrique González Peña “este operativo respondió a un planeamiento cuidadoso de ejecución milimétrica de las tropas que participaron en él.” (Policía Nacional de Colombia, 2010, p. 11). En esta operación “El Batallón de Comandos No.1 en coordinación con la Fuerza de Tarea Conjunta OMEGA, desarrolla la Operación Camaleón contra el 7º Frente” (Centro de Estudios Históricos del Ejército, 2014, p. 141). A partir del momento en que alias Marco Parilla entregó la información, la preparación de la operación militar duró cuatro meses y se ejecutó el día 10 de Junio de 2010 cuando: “El presidente Álvaro Uribe dio el visto bueno al comandante de las Fuerzas Militares para el despliegue de las tropas y la ejecución de la Operación Camaleón” (El País, 2010, parr. 5), y se desarrolló en la zona de Calamar, departamento del Guaviare. La operación Camaleón se ejecuta “como toda operación del Batallón de Comandos (BACOA), mediante un reconocimiento y una inteligencia detallada que


76

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

puede durar varios meses y maximizando el empleo del principio de la sorpresa a través de asalto aéreo” (Centro de Estudios Históricos del Ejército, 2014, p. 141). La revista Semana (2010b), registró cómo según uno de los Comandos que intervino se llevó a cabo la Operación: Fue entonces cuando en la planeación de la operación se decidió dividir el grupo que iba a ingresar al campamento en dos. Los primeros iríamos disfrazados perfectamente como guerrilla; de ahí sale el verdadero nombre de la operación, pues como el camaleón, cambiaríamos de color el uniforme (parr.3).

A partir de este momento, las unidades de las Fuerzas Especiales entraron al campamento de las FARC donde estaba el mayor general Luis Mendieta, los coroneles William Donato y Luis Enrique Murillo y el sargento Arbey Delgado, según el comandante de esta operación, la finalización de la misión sucede cuando: El comandante de la unidad le comunicó por radio al general Padilla que Mendieta y Murillo estaban en su poder. “Los tenemos mi general. Lo hicimos”, le dijo. […] Cinco horas más tarde, las tropas encontraron, escondido entre la manigua, al sargento Arbey Delgado, quien dijo que Donato estaba vivo, pero se habían separado para aumentar sus posibilidades (El Tiempo, 2010b, parr.16-17).

En el momento que el General Padilla de León recibía esta información, el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, quien se encontraba en el departamento del Chocó durante un Consejo Comunitario de Gobierno, dio la noticia al país: “Me permito trasmitir a los colombianos desde Quibdó esta buena noticia, el Comando de Operaciones Conjuntas de nuestras Fuerzas Armadas acaba de rescatar al señor general Mendieta y al señor Coronel Murillo” (CityTV, 2010, Citynoticias). Junto a la liberación de los cuatro integrantes de la Fuerza Pública, y como parte del proceso de debilitamiento de las estructuras del grupo armado al margen de la ley en torno a lo financiero, lo logístico y su pie de fuerza, durante el desarrollo de la Operación se decomisó material de guerra: “3 armas cortas, 3 fusiles, 2 escopetas, 2 carabinas, material de comunicaciones, técnico, intendencia y de guerra” (Centro de Estudios Históricos del Ejército, 2014, p. 142).

Recobrando la libertad El mayor general Luis Herlindo Mendieta Ovalle de la Policía Nacional de Colombia, relata así el día de la Operación Camaleón: Ese día, antes de las 12 del día, yo estaba de cumpleaños, llega alias Jesús y su compañera allí a llevar los alimentos y que en ese momento suena el primer dis-


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

77

paro y que alias Jesús dice: ¿Qué paso?, pero es la cantidad de disparos y explosiones que comienzan a sonar. Pues ellos que les tocó, agacharse y salir corriendo porque el instinto de conservación es para todos, ellos tenían que protegerse. Esa fue la fortuna de la operación, porque los disparos y ni las explosiones cesaban por lo tanto ellos tenían era que buscar refugio a como diera lugar. El caso nuestro, inmediatamente, por ese instinto de conservación, y como nosotros cuatro teníamos casi que problemas ahí pero por los otros incidentes que se habían presentado, es decir, las otras ejecuciones, pues cada uno sabíamos que tomar la determinación, que nos dieran iluminación seguro Dios en ese momento, por lo tanto, cada uno de los cuatro cogimos un rumbo diferente, yo me tire al piso, me fui a rastras, me protegí con el cambuche (sic), después con unos troncos, seguí avanzando. Mis tres compañeros tomaron los tres rumbos diferentes donde por esa decisión que tomaron todos tres también se salvaron, porque pienso que si nos vamos los cuatro hacia el mismo lugar seguramente nos fusilan, pero también vuelvo y retomo la acción contundente de la Fuerza Pública, en este caso del Ejército, de los disparos incesantes y de las explosiones. Después de, más o menos yo calculo, unos treinta minutos, sigo avanzando a rastras y es cuando ya observo que allá por entre la maleza como siempre pensé en cautiverio en cualquier momento viene un soldado, en que momento viene un policía y ver que por la manigua va avanzando un casco, dije: “es un rescate”, y en ese momento me sentí libre, porque es descargar toda una cuestión de secuestro y decir ya, estoy libre, pase lo que pase. Entonces que ocurre, el soldado pues comienzo a hacerle señas con la mano protegido por palos y voy avanzando y ya el soldado me dice que avance y yo le grito pues con voz muy fuerte “secuestrado, secuestrado”, el ya de su chaqueta saca aquí un papel, un volante y ya me identifica y me dice que me acerque. Ya en ese momento a rastras llegan otros soldados y ya quedo protegido ahí. […] (CICMHM, 2014).

Posterior a su liberación, el mayor general Mendieta fue enviado como Agregado de la Policía Nacional de Colombia a España, en donde su labor se centró en “mostrar en Europa la situación del secuestro en Colombia y el trato que la guerrilla da a los retenidos” (Caracol Radio, 2010, parr.1). Tras recuperar su libertad con la Operación Camaleón, al llegar a la base militar de Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) el teniente coronel Enrique Murillo Sánchez conoció “a sus hijos Leonardo y Sebastián, este último nació pocos meses después del secuestro. Leonardo viajó desde Medellín para reencontrarse con su padre” (El Colombiano, 2010b, p. 10a). Igualmente, “destacó que lo más difícil del cautiverio, además de ser tratado como un animal, torturado física y psicológicamente, fue que le hubieran quitado el derecho a escuchar a su familia. […]” (Policía Nacional de Colombia, 2010, p. 17). A su llegada a la base militar de CATAM junto a los tres liberados más, en las declaraciones el teniente coronel William Donato Gómez dijo:


78

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Lo más duro del secuestro fueron los primeros años lejos de sus seres queridos, sin embargo, agradece profundamente a la Policía pues, durante todo el tiempo que estuvo en cautiverio, la Institución le brindó a él y a sus compañeros de cautiverio, el apoyo y colaboración en todo momento. (Policía Nacional de Colombia, 2010, p. 19).

Actualmente, el teniente coronel Donato es el Subcomandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta. Aseguró que “le aportará a Cúcuta toda su experiencia el de poder inculcar sensibilidad en los uniformados para que se acerquen a la comunidad y compartan sus problemáticas, sus alegrías y su entorno social” (La Opinión, 2015, parr. 29). Finalmente, el sargento segundo Arbey Delgado Argote del Ejército Nacional sobre el día de la Operación Camaleón, expresó que “apenas llegó el Ejército a la zona la guerrilla salió corriendo, dejaron los fusiles y el equipo y salieron corriendo. Dijo que los comandos que los rescataron tienen un lugar guardado en el cielo.” (El Colombiano, 2010b, p. 10ª). También: Recordó que minutos antes del ataque se preparaban para celebrar el cumpleaños del mayor general Luis Herlindo Mendieta Ovalle, con un pastel que su carcelero llevó y fue en esos momentos cuando éste les confirmó que el Ejército había penetrado la zona. (Policía Nacional de Colombia, 2010, p. 21).

A su arribo a la base militar de CATAM “expresó agradecimiento a su familia conformada por Gladys Duarte, a Sharon, (su hija), Feyen y Rayanita, a quien llamó “los ojos de mi alma” (El Colombiano, 2010b, p. 10a). Posterior a su liberación, el Sargento Segundo Arbey Delgado Argote relató en su libro titulado“Lo que en la selva se quedó su experiencia desde su secuestro en 1998 hasta su liberación en 2010. Tuve necesidad de contarle al país y al mundo entero lo que vi, lo que escuché y lo que sentí en doce años de secuestro” (El País, 2011, parr. 2).


Capítulo 8

Operación Sodoma: Constancia sin límites contra los altos cabecillas de las FARC El Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena: refugio terrorista

U

na vez planteado el panorama de desestabilización estatal que pretendía la guerrilla de las FARC a partir de la descripción de los acuerdos establecidos en sus conferencias, así como de la puesta en marcha de la acciones de violencia que adelantaron en cabeza de figuras tales como las de Mono Jojoy, a continuación se presenta el contexto territorial de la Operación Sodoma la cual permitió al Estado colombiano un avance adicional en el logro de la paz a manos de las acciones de sus Fuerzas Armadas. Igualmente, se describe el proceso de formulación e implementación de la Operación, teniendo en cuenta algunos referentes conceptuales y el relato de sus partícipes. Dadas las condiciones históricas mencionadas y el desarrollo de los procesos de surgimiento y posicionamiento de las FARC a nivel nacional, es prioritario entender el grado de importancia de la operación en el terreno. En este sentido, es de considerar que la geografía colombiana es un elemento que en buena parte ha determinado el devenir del conflicto armado. En efecto, la existencia de zonas de selva, sabana, cordilleras y puntos montañosos está muy relacionada con la presencia de los diferentes grupos armados al margen de la ley en el territorio Nacional.

Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


80

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Figura 14: (Ibáñez, Mejía y Uribe, 2011, pág. 18)

Para el caso, la Macarena se ubica en el Departamento del Meta al Suroriente colombiano, ocupando un área de 29.200 km y siendo considerada como un territorio de altísimo valor ambiental. Allí se encuentran tres Parques Nacionales Naturales como lo son La Macarena, Los Picachos y Tinigua; se cuenta con una gran riqueza hidrológica atravesada por los ríos Humea, Guataquí, Ariari y Guarayuriba, “además de ubicarse como el punto de encuentro entre las regiones Andinas y Amazónica del país” (Ibáñez, Mejía y Uribe, 2011, pág. 18). Lo descrito poniendo de manifiesto condiciones geográficas que serían catalizadores efectivos para el accionar del grupo guerrillero de las FARC, posicionándolos en un lugar estratégico que les daba salida a varios departamentos del sur oriente colombiano y, por ende, brindándoles mayores opciones de acceso a la zona centro del país. A partir de los procesos de colonización de la zona por desplazados de la época de la violencia, de la mano con otros procesos sociales que cimentaron las bases para que este territorio se configurara como zona roja; el territorio y su población han presenciado las acciones del conflicto de manera directa. Por otro lado, la ocupación del territorio se realizó de manera lenta y accidentada. En la época del Frente Nacional se creó el programa de Colonización Especial en el cual se abrieron trochas y se crearon escuelas, así como puestos de salud, se titularon tierras y se construyeron brechas que permitieran comunicar a sus pobladores. Posteriormente, con la aparición en el escenario nacional del negocio ilícito de las drogas, el territorio fue uno de los más afectados con este fenómeno lo que se evidenció, por ejemplo, con la implantación del sistema conocido como Gramaje, que no son otra cosa más que tributos irregulares con


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

81

base en la producción por parte de grupos armados ilegales en la zona y el cual permitió el abultamiento de las finanzas del grupo armado ilegal, permitiéndoles ubicarse como uno de los grupos guerrilleros mejor financiados del mundo. Esta situación generó mayores indicadores de violencia y actos de delincuencia en la zona garantizándole al grupo guerrillero una plataforma financiera para su llegada al poder a partir de todas las formas de lucha. Al respecto, el Gobierno Nacional en la década de los 90 puso en funcionamiento el Programa Nacional de Rehabilitación cuyos resultados, más que beneficios, generaron efectos contrarios a los esperados en la población que invadieron nuevas zonas continuando con su cultura de producción en el marco de la ilegalidad, poniendo de manifiesto la continua pugna respecto a la tenencia y uso de la tierra en la zona. A pesar de las iniciativas gubernamentales, la fuerza económica del tráfico de drogas fue superior a las acciones que se emprendían para contrarrestarlo, por lo que a finales del siglo XX y la primera década del XXI, el Gobierno Nacional inicio el desarrollo de nuevos programas que permitieran restaurar al Estado como garante de derechos en la zona. Así, se implementó el plan de Consolidación Integral de la Macarena, el cual incluía municipios como Mesetas, Uribe, La Macarena, Puerto Rico, Vista Hermosa y San Juan de Arama. El objetivo era la acción coordinada en pro de la seguridad territorial, la protección ciudadana y el desarrollo económico y social a partir de tres fases de ejecución de política como lo eran la recuperación, la transición y la consolidación. Sus áreas estratégicas, a partir de los planes de transición y las comunicaciones para la seguridad y convivencia eran el desarrollo institucional, ciudadanía y gobernabilidad, la infraestructura conectividad y el desarrollo económico y empresarial con énfasis en acciones como el ordenamiento territorial y derechos de propiedad, así como la provisión y acceso a servicios sociales.

Desarrollo de la Operación Sodoma Con 35 años en la insurgencia Víctor Julio Suarez Rojas, alias Jorge Briceño Suarez o Mono Jojoy, la neutralización de las acciones de este reconocido Terrorista fue uno de los objetivos militares más importantes en el marco del conflicto interno y, especialmente, durante el período posterior a los diálogos de paz adelantados durante el Gobierno de Andrés Pastrana, cuya culminación se dio en el 2002. Para alcanzar el objetivo la Fuerza Pública colombiana adelantó importantes labores de Inteligencia las cuales se articularon con la fortaleza de los hombres y la capacidad bélica de las Fuerzas, lo que finalmente redundó en el éxito de la operación. Al respecto, resulta primordial referenciar la conformación de las de-


82

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Figura 15: (Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, 2014, p. 153)

nominadas burbujas a partir de las decisiones de Juan Manuel Santos en cabeza del Ministerio de Defensa previo a su elección en el 2010, frente a las recomendaciones del alto mando militar. Esta figura, permitió el tener acceso directo a un objetivo estratégico de alto valor, permitiendo la unificación de los esfuerzos de las Fuerzas Militares, incluyendo las acciones de la Policía Nacional. Para el caso, la burbuja29 encargada de Alias Mono Jojoy, fue responsabilidad de la Policía debido a las fuentes cercanas que poseía. Ahora bien, el nombre de Sodoma la operación lo adquiere por estar dirigida al corazón militar de las FARC, donde “se planeaba la maldad y el daño para el país” (Semana, 2010) y en remembranza a la antigua ciudad bíblica; esta Operación, fue planeada por hombres de la Policía y las Fuerzas Militares colombianas. Sus objetivos eran, por un lado, neutralizar al Mono Jojoy superando los tres anillos de seguridad que lo custodiaban y, por otro, a Henry Castellanos, alias 29 El término burbuja refiere a la asignación específica de tareas de inteligencia tanto a las Fuerzas Militares como a la Policía con la identificación de un encargado que diera cuenta de los resultados adelantados sobre los objetivos de alto valor, esto es, los cabecillas de las FARC. La asignación se realizaba en atención al nivel de acercamiento de la Fuerza respectiva con el objetivo estratégico para cada caso asignado.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

83

‘Romaña’ quien estaba a corta distancia de la ubicación de Jojoy. Al respecto, el mayor Gomez30 de la FAC destaca que la mayoría de personas que integraban ese bloque, o la seguridad del Mono Jojoy, eran personas que siempre habían vivido en ese sector, razón por la cual el conocimiento del territorio era total. Esto, además, permitía el fomento de sus relaciones con la población civil. Lo que argumenta con el constante ataque que recibían los helicópteros del Ejército tanto en desarrollo de operaciones de combate como de control desde campamentos civiles. El mayor recuerda como en muchos sectores las leyes eran de las FARC, resaltando la falta del Estado como factor determinante en el posicionamiento guerrillero en la zona (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015). Igualmente, días previos a la operación, la Fuerza Pública logró la obtención de dos videos tomados por guerrilleros en el campamento donde se ubicaba ‘Jojoy’ entre los ríos Duda y Guayabero en la Serranía de la Macarena. A partir de su análisis, se logró definir su ubicación, se identificaron a sus hombres más cercanos como sus escoltas, a alias El Medico y a su compañera sentimental. También se obtuvieron pistas sobre las características del terreno como la temperatura, la humedad y los diferentes accesos al sitio donde se realizó la operación, recordando cómo esta se desenvolvería en zona selvática sobre la cual el conocimiento guerrillero ha sido tradicional. Previamente, se logró establecer que el campamento contaba con alrededor de 300 metros de longitud y un Bunker y que se encontraba a 8 Kilómetros de la Julia31 en la Escalera, zona rural de la Macarena, Meta. En los videos obtenidos por las labores de Inteligencia, el Mono Jojoy lucía un pantalón verde oliva y unos zapatos de caña corta, los cuales se asemejaron a lo que portaba la noche de la operación. La Fuerza Pública identificó el modus operandi de ‘Jojoy’, a partir de la teoría de rastreo, anillo y cerco, lo que permitió contrarrestar los riesgos en el terreno. Dentro de estas acciones de inteligencia, se resaltan las de la Policía Nacional y su Grupo Antiterrorista, el cual logró infiltrar agentes en la guerrilla. El primero, se infiltró como vendedor local y culminó siendo el hombre de confianza del lugarteniente de las FARC en la zona y, el segundo, que debía acercarse a la hermana de un comandante para obtener información y 30 El nombre es cambiado a petición del oficial por temas relacionados con su seguridad personal y la de su familia. 31 Cercano a los lugares donde se realizaron los diálogos de paz del Gobierno Pastrana. Para mayor información remítase al libro Operación Todo Honor del Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar.


84

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

quien, finalmente, permitió identificar la ubicación exacta del guerrillero en la zona. Las acciones del segundo agente estuvieron precedidas y motivadas por la tortura y asesinato de Juan Carlos Guerrero Barrera el cual logró infiltrarse en la zona desde 2006 y, posteriormente, fue torturado y asesinado por la guerrilla32. A partir de acciones articuladas de la Policía, la Armada y el Ejército Nacional, la Fuerza Pública desplegó una impresionante capacidad militar contando con los resultados y acompañamiento de la Inteligencia, en plena atención de las consideraciones estratégicas relacionadas con el desarrollo de operaciones conjuntas33. Así, el día 17 de septiembre de 2010 el Presidente visitó la Base Militar de Larandia en Caquetá y, posteriormente, el día 23 de septiembre autorizó la operación cuyas acciones fueron lideradas desde Bogotá y la Macarena. Se destaca que, además de las bases de la Macarena y Larandia, se fijó una base en San José del Guaviare para movilizar a la tropa a bordo de las aeronaves. Asimismo, en horas de la noche se movilizaron hombres y equipo de la más alta calidad de las Fuerzas Especiales, de Contraguerrilla, de Infantería de Marina, de la Fuerza Aérea, la División de Asalto Aéreo del Ejército y unidades de la Policía Nacional, quienes desconocían la acción que adelantarían y la cual permitiría cambiar el curso del conflicto interno, justamente, hacía su posterior terminación armada. Por su parte, El mayor Perdomo recuerda las palabras de sus superiores y las precauciones que se tuvieron en cuenta para garantizar el éxito de la Operación. Recuerdo muy bien que la introducción fue: -bueno señores esto es muy importante no les voy a decir contra quién pero si les digo que es importante entonces alguien no está apto para realizar esta operación…- obviamente por descanso muchas personas por directiva nuestra hay algunas personas que no podían volar o lo que sea y esa personas se cambian y demás, hemos sido muy estrictos con eso en la Fuerza Aérea ahora con los procedimientos precisamente porque todo queremos que salga bien y cualquier error que se comenta pueden un futuro ser en contra (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015).

32 Al respecto, la Revista Cromos relató las acciones y aportes de Juan Carlos Guerrero, destacando su heroica actuación. 33 Según el Ejército Nacional de Colombia, las operaciones conjuntas se entienden como las Acciones de tipo militar realizadas entre las diferentes Fuerzas que integran las Fuerzas Militares en un solo teatro de operaciones y en cumplimiento de las misiones (Ejército Nacional de Colombia, 2015).


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

85

El general Julio Alberto González, que para la época era el Comandante de la FAC y quien ya había participado de importantes operaciones como la de Casa Verde, comentó que días previos a la operación sostuvo una reunión con el Comandante de las Fuerzas Militares, Almirante Edgar Cely y el Comandante del Ejército, general Alejandro Navas, en el Comando de Operaciones Especiales (El Espectador, 2010). En dicho encuentro, los Altos Mandos Militares, conocieron el detalle de las informaciones Inteligencia respecto a la ubicación de Jojoy e iniciaron la planeación estratégica de Sodoma en atención al protocolo establecido, el cual obliga a la verificación de la existencia de comunidades indígenas, civiles o secuestrados en la zona. Así mismo, contó con la asesoría de diversas áreas tales como el equipo jurídico de la Fuerza Aérea, profesionales especializados en operaciones aéreas, conflictos armados, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (El Espectador, 2010). Así, la avanzada de la operación se inició el día martes, pero la fase crucial se llevó a cabo el día miércoles 22 de septiembre de 2010 en un campamento de más de 300 metros de longitud, el cual contaba con túneles y áreas de escape. No obstante, eran dos los objetivos de la operación, razón por la cual se planearon las rutas de ingreso y de salida de 15 helicópteros en cada blanco, divididos en pelotones. Entraban cinco hombres en fila mientras los comandos de rapel descendían, otros cinco esperaban. Desde el día martes en la noche, en el Fuerte Militar de la Macarena, la Fuerza de Tarea Conjunta Omega se encontraba preparada para lograr el objetivo: neutralizar al Mono Jojoy para desarticular el Bloque Oriental y en general la estructura de guerra de las FARC, combatiendo alrededor 800 a 1.000 hombres que lo custodiaban, integrantes del Bloque Oriental. La estrategia en campo, considerando las dificultades del terreno y presencia de la guerrilla en la zona, consistió en realizar un primer bombardeo nocturno con la finalidad de acercar a los helicópteros que transportaron a los soldados al terreno, los cuales fueron custodiados por helicópteros Arpía34. La función principal de estos soldados era la de reducir a los guerrilleros que se encontraban con armas antiaéreas listos para responder el fuego en medio de la visibilidad que daba una luna llena, minimizando el riesgo de daño al ataque aéreo previsto. A pesar de la planeación y organización de la Operación, momentos previos a su desarrollo las condiciones climáticas de esta zona selvática, incrementaron los niveles de riesgo. Para algunos de los combatientes de la Fuerza Pública, el primer bombardeo pudo ser el causante de la muerte de ‘Jojoy’, sin embargo, el ingreso por parte de la

34 Son helicópteros UH-60 , armados de cohetes y ametralladoras, orgánicos de la Fuerza Aérea.


86

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

tropa a la zona fue negado por la respuesta que dieron los guerrilleros quienes combatieron hasta hacerlos retroceder. En total, se registraron nueve combates dada la resistencia guerrillera en abandonar la zona, sin embargo, el desembarco oportuno de las tropas permitió el ingreso al escenario. Paralelo a estas acciones, y con la finalidad de evitar el ingreso de apoyo guerrillero en la zona se acercó un anillo de alrededor de 7.000 soldados (González, 2010). Así, la constancia y las efectivas acciones de la Fuerza Pública resultaron en el control del campamento y, con el ingreso de soldados y policías en la zona, se encontraron 7 cuerpos entre los cuales se hallaban el del ‘Mono Jojoy’ y los cuales fueron recogidos por un Black Hawk a las seis de la tarde. El 23 de septiembre de 2010, a las 5 de la mañana, 400 hombres del Batallón de Comandos del Ejército y del Comando de Operaciones Especiales de la Policía, desembarcaron a 1 kilómetro del área del ataque, en el sitio La Escalera, en la Macarena, Meta (Noticias Uno, 2011). Dentro de los cuerpos identificados en primer momento se destacan, además, el de Héctor Sandoval (escolta de Jojoy), Ana Ruth Montoya, Yilma Espinosa, alias Shirley quien era la compañera del guerrillero. Asimismo, la guerrilla de las FARC, implementó nuevas estrategias que le permitieran el mantenimiento del conflicto, terminando con la guerra de movimientos y fortaleciendo el Comando Conjunto de Occidente con presencia en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca bajo el mando de Alfonso Cano35 y Pablo Catatumbo. Adicionalmente, su énfasis de acción se mantuvo en los territorios de las cordilleras central y occidental Por su parte, la adaptación de la guerrilla del Bloque Oriental en este nuevo escenario, especialmente con la llegada de Alias el Médico, permitió redimensionar su accionar concentrando sus recursos ya diezmados hacia la efectividad de sus acciones las cuales fueron igualmente altas un año después de la muerte de ‘Jojoy’, alrededor de 1.400. Sin embargo, este nuevo posicionamiento de la guerrilla implicaba la reorganización de la estrategia militar dado que las estructuras ya instaladas en la Fuerza Pública quedarían insuficientes ante los acomodamientos guerrilleros. Así, la capacidad estratégica del sector a nivel nacional redefinió sus estructuras y mecanismos para lograr una efectiva respuesta que permitiera la conservación de la soberanía sobre el territorio nacional y la garantía de derechos para el desarrollo de la democracia. En este sentido, se logró adecuar el planeamiento en torno a la flexibilidad que toda estrategia requiere, garantizando resultados a partir de deci35 El operar de Cano siempre se asemejó a la movilización de pequeños grupos de guerrilleros muy al contrario de los métodos de Jojoy los cuales, finalmente, le costaron la vida.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

87

siones que atendieran a los nuevos requerimientos y poniendo de manifiesto un escenario de confrontación que impidió a la guerrilla de las FARC restablecerse o robustecerse como en épocas anteriores. Así, podría afirmarse que la muerte del Mono Jojoy no fue sólo funcional para neutralizar las acciones del máximo cabecilla militar de la guerrilla, quien orquestó varios de los hechos de guerra más atroces en la historia del conflicto, dando indicios a la sociedad en general de la fortaleza de su Fuerza Pública y, en alguna medida, un parte de triunfo del conflicto por parte del Estado, sino que permitió que el Estado redimensionará un nuevo escenario de operaciones, cambiando los parámetros y entendimiento de las acciones armadas, con el objeto de realizar los ajustes y reacomodamientos internos para las actuaciones posteriores. Adicionalmente, la Operación permitió la incautación de varios tipos de materiales y documentos que ayudaron a identificar los planes de mediano plazo de las FARC, tales como el establecimiento de un territorio en el marco de la soberanía del Estado colombiano en el cual se ubicará la guerrilla con independencia de sus leyes. En los computadores incautados logró identificarse el plan de adquisición de tierras que abriría un corredor entre los campamentos y el Secretariado. De la mano con la adquisición ilegal del territorio, las FARC iniciaron procesos de repoblamiento con la ubicación de familias campesinas e indígenas desplazadas las cuales podían hacer uso de los terrenos, sin embargo, la potestad sobre los mismos seguiría siendo del grupo armado. Por último, Sodoma fue fundamental para dar un mensaje a la comunidad internacional respecto a los resultados de los procesos de fortalecimiento de la Fuerza Pública en cuanto a la capacidad estratégica, profesionalismo y compromiso de sus hombres. Por ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos consideró el hecho como una importante victoria, resultado de años de trabajo y sacrificio de las Fuerzas Militares, así como de la estrecha cooperación en Seguridad. Países como Chile, Costa Rica y Honduras felicitaron al Presidente Juan Manuel Santos por el logro. Para la Presidenta Laura Chinchilla de Costa Rica, el Mono Jojoy era una figura emblemática y significativa para la lucha que se adelanta en el territorio colombiano, razón por la cual felicitó las acciones que permitieron su neutralización. Igualmente, el Presidente de Honduras, Porfirio Lobo, felicitó el hecho y comentó que “Colombia sigue adelante por tener garantizada la seguridad de su pueblo” (El Tiempo, 2010).



Capítulo 9

Operación Odiseo: El liderazgo y la moral del enemigo como meta final Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano: legítimo blanco de alto valor La Fuerza Pública al gozar legítimamente del monopolio del uso de las armas del Estado, tiene como misión defender a la nación de cualquier amenaza interna o externa. A partir de lo anterior, y tras analizar el prontuario de Cano y el accionar de sus hombres bajo su mando, se concluyen dos aspectos bastante importantes: primero, que los núcleos de poder representados en Cano y sus hombres significaron una seria amenaza a la integridad nacional y el orden constitucional, por lo cual debieron ser sometidos a la jurisdicción legal colombiana a través de los medios disponibles y permitidos por el Estado colombiano. Segundo, este tipo de operaciones no responden a intereses políticos y/o ideológicos sino al acatamiento legal de la Constitución nacional, evitando escenarios propios de dictaduras, guerras civiles, entre otros, los cuales no han estado presentes durante los últimos 57 años. Evidentemente, el conflicto armado cumple dichas supeditaciones, las cuales se relacionan respectivamente de la siguiente manera: a) el conflicto ha tenido lugar dentro del territorio colombiano; b) el conflicto se lleva a cabo entre el Estado por medio de sus FF.MM. y, para este caso, la guerrilla de las FARC; c) las FARC tuvieron como mando responsable a “Alfonso Cano”, confirmando una vez más el núcleo de poder que él representó; d) tal como se vio en apartados anteriores de este libro, en el norte del Cauca (al igual que en otras zonas del país) han ejercido cierta influencia que les ha permitido realizar acciones terroristas considerables; tal es el caso del Comando Conjunto Occidental bajo el mando de Cano. Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


90

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

En segundo lugar, hay que tener en cuenta que Alfonso Cano como jefe de una estructura militar y miembro en pleno de la guerrilla, era un elemento combatiente dentro de la organización. En ese sentido, al realizar la respectiva distinción entre población civil y combatiente que se exige a partir de los Convenios de Ginebra, las estructuras delictivas al mando de Cano y el jefe guerrillero mismo en representación de un núcleo de poder eran objetivos legítimos de cualquier operación o acción determinada por el Estado colombiano. A partir de lo anterior, se relacionan de manera concordante estas tipificaciones con el papel de “Cano” dentro de la guerrilla. Dada su posición como jefe máximo de las FARC, era obvia su responsabilidad y mandato sobre los reclutamientos forzados realizados por dicho grupo armado ilegal. Las razones previamente descritas permiten denotar que Alfonso Cano era un combatiente bajo todas las facultades del Derecho Internacional Humanitario, lo que permitió al Estado colombiano poder someterlo a la ley en respeto a los Convenios de Ginebra que regulan los conflictos armados. Por último, un aspecto muy importante que se debe analizar en el marco del desarrollo de la operación es el factor de proporcionalidad. La proporcionalidad es, en síntesis, “el uso de la fuerza estrictamente necesaria que se debe usar dentro del desarrollo de un conflicto” (Hernández & Cardona, 2013, pág. 61). Este factor modula los procedimientos bélicos realizados en una zona para evitar, por ejemplo, daños colaterales o sufrimientos innecesarios. Cabe recalcar que Alfonso Cano no se movía ni permanecía solo. Su papel como jefe máximo de las FARC le hacía merecedor de una escolta permanente de cientos o miles de hombres dispersos en anillos de seguridad. Según Saavedra, editora judicial del diario El País (2011a), luego de un año de seguimientos de la Fuerza Pública a Cano desde el Cañón de las Hermosas, “se decide aumentar la presión contra el máximo jefe de las FARC a quien lo cuidaban once estructuras conformadas por 285 hombres” (párr. 1). De este modo, describe Saavedra (2011) que a la llegada de “Cano” al norte del Cauca lo esperaron y lo protegieron “la columna Teófilo Forero, los frentes 55 y 66, la compañía Alfredo González y las columnas Héroes de Marquetalia y Manuelita Saénz”. Respecto a lo anterior, es contundente que el ambiente de seguridad que protegió a Cano desde su traslado desde Tolima hasta Cauca era un factor de riesgo muy alto para quienes fuesen a desarrollar la operación Odiseo. En ese caso se hizo necesario el uso de unidades élites del Ejército acompañados de un componente aéreo importante para minimizar en lo posible el riesgo de la operación y dar así cumplimiento al objetivo estratégico de la operación. El objetivo estratégico de


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

91

la Operación Odiseo fue neutralizar el núcleo de poder más importante del grupo armado al margen de la ley FARC, representado por Guillermo Sáenz Alías Alfonso Cano. Por medio de dicha acción, el Estado daría el golpe más importante a las estructuras de este grupo, durante el medio siglo de su existencia. A partir del cumplimiento del plan de guerra Espada de Honor (Centro de estudios históricos del Ejército, 2014, pág. 155), se da inicio al desarrollo de la operación Odiseo. Espada de Honor es el nombre de la nueva estrategia militar implementada por el Presidente Juan Manuel Santos y el general Alejandro Navas Ramos en 2012 para el cumplimiento de nuevos objetivos estratégicos de la fuerza. Por lo tanto, los nuevos objetivos de Espada de Honor fueron los siguientes: Neutralizar a los cabecillas de los grupos ilegales; afectar sus sistemas logísticos; desarticular sus redes de apoyo, judicializar sus testaferros y socios financieros; prevenir el reclutamiento de menores; contrarrestar el uso de minas antipersonales y judicializar a la mayoría de sus integrantes (Granados & García, 2012, pág.13).

En ese sentido, los jefes de estructuras medias y de más alto rango de los grupos armados ilegales serían los nuevos objetivos para la Fuerza Pública. Cano como líder máximo de las FARC y responsable militar e ideológico de dicho grupo armado ilegal se convirtió en un objetivo estratégico del Estado colombiano. Si bien alias el Mono Jojoy podría considerarse el jefe guerrillero representante del ala militar de las FARC, luego con su neutralización, la figura de alias Alfonso Cano como única cabeza principal de la organización adquirió más importancia para los intereses del Estado por continuar las operaciones militares en contra de los históricos de la guerrilla. Por ende, la figura de alias Alfonso Cano y la posibilidad de neutralizar su liderazgo se convirtió en el año de 2011 en la prioridad de las Fuerzas Armadas durante medio siglo de confrontación.

Desarrollo de la operación La Operación Odiseo fue una estrategia militar que contó con un complejo apoyo de inteligencia militar que data desde 2006, 5 años antes del 4 de noviembre de 2011, fecha en la que se ejecutó la operación. Esta respondió a una lógica estratégica implementada por el Estado y los altos mandos militares desde el año 2006 a través del plan de desarrollo de esa época. La Política de Consolidación de Seguridad Democrática (PCSD) fue el apéndice de la Política de Seguridad


92

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Democrática desarrollada por el entonces Presidente Álvaro Uribe Vélez durante el periodo 2002 – 2006. En efecto, en 2006 se decidió desde la PCSD realizar un conjunto de actualizaciones a las FF.MM. y la Policía Nacional enfocadas en la doctrina operacional, los lineamientos enseñados en cada una de las escuelas de formación, en las acciones conjuntas de todas las fuerzas y, especialmente, la adaptación de todas las fuerzas a los nuevos escenarios de guerra (Gobierno Nacional, 2006, pág. 30). Esta última iniciativa referente a la flexibilidad de las fuerzas abordó muchos aspectos pero, sobre todo, las estrategias basadas en la capacidad de inteligencia militar y policial. En ese sentido se refirió el entonces ministro de defensa y ahora Presidente de la República Juan Manuel Santos, quien por medio del documento de la PCSD resaltó el papel de la inteligencia como factor determinante del éxito de las operaciones futuras: La inteligencia pasará a jugar un papel preponderante en esta etapa de consolidación, y trabajaremos en su fortalecimiento, promoviendo la expedición de una ley que regule su funcionamiento. Sólo con una inteligencia adecuada y moderna podrá la Fuerza Pública ser exitosa en su misión de desarticular las organizaciones criminales y combatir el terrorismo (Gobierno Nacional, 2006, pág. 13).

De este modo, el entonces ministro de defensa Juan Manuel Santos creó las denominadas burbujas de inteligencia (El País, 2011, párr. 3). Estas figuras operativas consisten en que la fuerza que más tenga información de inteligencia sobre un objetivo del alto valor, reciba los aportes del resto de fuerzas para agrupar todo un complejo informativo que dé con el paradero del objetivo de alto valor. De esta manera, a dicha Fuerza se le entregaba en exclusividad la misión a cumplir sobre el objetivo.Por esta razón, el Ejército fue la fuerza principal encargada del desarrollo y ejecución de Odiseo, si bien contó con el apoyo aéreo de aviones de la Fuerza Aérea Colombiana. Según Jineth Bedoya, basada en entrevistas para el diario El Tiempo, y fuentes de inteligencia militar, hombres de inteligencia no le perdieron el rastro durante alrededor de 2 años, en los cuales no solo lo siguieron sino también aprendieron todos los pormenores de su actividad cotidiana tal como sus gustos culinarios, su apariencia y las personas que lo rodeaban en todo momento. Así, Cano es ubicado en la vereda El Chirriadero, en la jurisdicción del municipio de Suarez (Cauca) y relativamente cerca de la ciudad de Cali a menos de 60 Km


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

93

de allí. De esta manera, aproximadamente 900 hombres de todas las unidades élite de las FF.MM. fueron embarcadas desde su base de entrenamiento en Tolemaida hasta una zona secreta, desde donde se lanzó el asalto final dirigido hacia la vereda El Chirriadero. Cada grupo de 12 hombres fue embarcado en un helicóptero Halcón Negro o más conocidos como “Black Hawk” del Ejército Nacional, los cuales abordaron las naves alrededor de las 5:30 A.M del día 4 de Noviembre. Según uno de los mayores que participó como piloto de dichos helicópteros y líder de la misión aérea (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015), a pesar de que los hombres se encontraban listos y equipados desde la madrugada, la operación solo se lanzó alrededor de las 8:00 AM debido al mal tiempo alrededor de la vereda El Chirriadero, lugar donde se presume estaba Canocon varios de sus hombres. Luego de realizar esta revisión y de dar un parte de tranquilidad al respecto, los aviones de las FAC, los helicópteros del Ejército con los comandos a bordo despegan hacía la vereda Chirriadero, próxima al municipio de Suárez, Cauca. Según uno de los comandos entrevistados por medios de comunicación nacionales, la sensación de desarrollar una operación de grandes magnitudes como Odiseo: Mientras esperamos la orden final, nuestros comandantes terminan la planeación. Al fin nos llaman a la pista. Nos indican el número del helicóptero que debe abordar cada grupo (de 12 hombres). Es el momento de orar. Nos encomendamos a la Virgen del Carmen y a la Milagrosa. Abordamos un Hércules C-130 y nos ingresan a la zona. Sólo en ese momento nos dijeron que íbamos detrás de Alfonso Cano. La sensación fue muy fuerte. Uno siente que la adrenalina fluye y también algo de miedo, pero sobre todo mucha ansiedad, porque uno sabe que el resultado de esa operación puede cambiar la historia del país. Nos miramos en silencio. Nos explicaron las maniobras que íbamos a ejecutar. Ya cada uno sabe qué hacer (El Espectador, 2011).

Si bien ya se contaba con 3 horas de retraso, alrededor de las 8:30 A.M. los aviones A-29 Supertucano de la Fuerza Aérea Colombiana realizaron una misión Beta por todo el perímetro de la zona donde se presumió inicialmente que estaba “Cano” (EL PAIS) con el objetivo de suprimir o minimizar los riesgos en tierra para los posteriores desembarcos de los comandos. Al respecto, se tuvo el mayor cuidado de no impactar localidades civiles vecinas ni tampoco una pequeña casa que estaba en el área de operaciones, lugar en donde se creía que se escondía Cano (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015, p. 15) A eso de la 1:00 PM, alrededor de los 900 hombres de la élite de las FF.MM desembarcaron sin mayores novedades. Adicional a los desembarcos, desde tie-


94

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

rra son impactadas algunas aeronaves del Ejército sin complicaciones mayores que lamentar. En consecuencia, desde el aire responden al fuego nutrido que es disparado contra las aeronaves que rodeaban el lugar. Posteriormente, y tal como lo recuerda un oficial de Aviación de Ejército entrevistado por el equipo de investigadores del (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015), se tuvo el mayor cuidado posible de que la población civil circundante no se viera comprometida en el fuego cruzado. No obstante, el jefe guerrillero no había sido localizado en las primeras horas de operación, lo cual generó suspicacias entre los soldados. Uno de ellos relata lo sucedido al no encontrar a alias Alfonso Cano y las esperanzas de lograr ubicarlo ese mismo día. Entrada la noche, alrededor de las 8:00 P.M, los miembros de criminalística del CTI entraron a la zona a realizar el levantamiento de los cuerpos de los guerrilleros neutralizados horas antes durante los primeros combates posteriores al desembarco. No obstante, desde un escondite cercano, esta situación fue percibida por Cano y varios de sus hombres como el momento previo a la retirada de los uniformados. Confiado, el jefe guerrillero abandonó su escondite en medio de la oscuridad. Sin embargo, se topó con uno de los centinelas del Ejército que hacían vigilancia en el lugar. Cano, al percatarse que es descubierto por las tropas intenta huir de nuevo bajo la escolta de varios de sus hombres quienes disparan a los soldados que estaban en el lugar (El País, 2011). Según relata de nuevo uno de los oficiales de Aviación de Ejército (2015c), uno de los militares que se percata de la presencia del jefe guerrillero le solicita el santo y seña para identificarse (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015, p. 23). Al hacer caso omiso, el militar se ve en la obligación de neutralizarlo en medio de la oscuridad y bajo los constantes disparos que los otros guerrilleros realizaban en el momento. Sin embargo, en un primer momento los hombres en tierra no lograron identificar el cuerpo del guerrillero como el perteneciente a Alfonso Cano debido a que no tenía el abundante vello facial que lo caracterizaba ni tampoco sus peculiares gafas dado que fueron abandonadas por él durante las primeras horas de la operació (Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar, 2015, p. 24). Posteriormente, los miembros del CTI confirmaron a través de datos de inteligencia que el sujeto que había sido neutralizado era efectivamente Alfonso Cano. A partir de ese momento, se filtra la noticia a medios de comunicación de la ejecución de la operación Odiseo y del cumplimiento del objetivo estratégico planteado desde un principio. Con respecto a lo anterior, de nuevo un oficial del Ejército que apoyó las operaciones desde el aire afirma que sin la ayuda de muchos factores no se pudo haber llegado a buen término la operación.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

95

Como resultado final de la operación Odiseo, se cumplió el objetivo estratégico de neutralizar el núcleo de poder representado en Alfonso Cano. Además de las ya mencionadas neutralizaciones de alías El Zorro y de una mujer que acompañó a Cano ese día y la captura de alías El Indio Efraín, el ministro de defensa de la época, Juan Carlos Pinzón, reportó que en el lugar se hallaron además de sus objetos personales “mucho material de documentación, siete computadores, 39 memorias USB, discos duros, celulares, 194 millones de pesos en efectivo, dólares, euros y monedas de otras denominaciones” (El País, 2011). De esta manera se culminó una de las operaciones militares más importantes del Estado colombiano en su lucha por salvaguardar la Nación y la democracia de los grupos armados al margen de la ley. El respeto por los lineamientos del DIH, el cumplimiento de la Constitución, el entrenamiento y la preparación final de la operación son a todas luces elementos fundamentales en la desarticulación del núcleo delictivo de poder más importante de las FARC, siendo la acción militar más importante realizada contra dicha organización ilegal.



Conclusiones

Hacia Una Nueva Colombia La necesidad de un trabajo conjunto de Memoria Histórica dentro de la institución de la Fuerza Pública así como una agrupación de pensamientos a partir de la academia, la ciudadanía y las víctimas directas del conflicto colombiano fue uno de los estamentos por los cuales este libro fue redactado. En la construcción de la memoria36 existe una delgada línea entre la verdad y la intención de construirla favoreciendo sesgos ya sean ideológicos, políticos etc., si se quiere una reconciliación lo más cercana a romper los ciclos de violencia el camino correcto es que sea inclusiva y esté orientada en palabras de Tzvetan Todorov a superar el acontecimiento recuperado (para el caso colombiano son segmentos dolorosos del pasado) de manera ejemplar y no literal37, es por esto, que los esfuerzos de 36 A propósito vale la pena interiorizar esta reflexión realizada por David Rieff, que lo llevo a escribir su libro Contra La Memoria: La rememoración enardeció las guerras de sucesión en Yugoeslavia; sobre todo, la rememoración de la derrota serbia en Kosovo Polje en 1389. En las colinas de Bosnia aprendí a detestar, pero sobre todo a temer, la memoria histórica colectiva. Al apropiarse de la historia, mi pasión perdurable y mi refugio desde la infancia, la memoria colectiva lograba que la propia historia no pareciera sino un arsenal de armas necesarias para continuar las guerras o para mantener una paz endeble y fría. Lo que presencie en Bosnia, en Ruanda, en Kosovo, en Israel-Palestina y en Irak no me ha dado razón alguna para cambiar de parecer (Rieff, 2011). 37 Para el autor literal significa: recordar el acontecimiento subrayando las causas y consecuencias de ese acto, descubriendo a todas las personas que puedan estar vinculadas al autor inicial de mi sufrimiento y los acoso a su vez, estableciendo además una continuidad entre el ser que fui y el que soy ahora o el pasado y presente de mi pueblo, y extiendo el las Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


98

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

toda la sociedad deben estar orientados al equilibrio entre la verdad, la justicia y reparación ejes fundamentales de la justicia transicional. Es necesaria una construcción académica y civil a partir de los difíciles acontecimientos que ha tenido el Estado colombiano, como primera instancia para reconocer una fuerza legítima en las instituciones de la Seguridad y al Defensa en el país, también, para un aprendizaje sobre cómo la constante transformación del conflicto o de las amenazas para la población y la democracia van transformándose a partir del tiempo. Parte de la legitimidad de la Fuerza Pública se fortalece en su doctrina, la aplicación del arte operacional en el conflicto colombiano, en definitiva, secuencio y sincronizo una serie de acciones tácticas para cumplir objetivos operacionales a través de la conducción de operaciones mayores; los objetivos estratégicos en los teatros de operaciones establecidos por el Comando General de las Fuerzas Militares se ejecutaron a través de una serie de estas operaciones, y permitieron desarrollar unas fuerzas mejor entrenadas, hábilmente lideradas y guiadas por una estrategia sólida, cuyo resultado indudablemente permitió que las FARC se hayan sentado a la mesa de negociación con el Gobierno Nacional. En la construcción de un nuevo país como símbolo de todos los gobiernos pasados resalta en la actualidad el proceso de paz en la Habana con el grupo FARC así como el apenas iniciado proceso de paz en Ecuador con el ELN. Es entonces como las Fuerzas Militares de Colombia han demostrado una constante tarea de aportar todo su conocimiento y herramientas para concretar la paz en la nación y asegurarla en todos los ejes posibles, como es visto en este libro, cuando la necesidad resultó ser el uso de las operaciones, las FF.MM respondieron como es debido, así, es una afirmación tal como lo planteó el general Alberto Mejía Ferrero, Comandante del Ejército de Colombia, que no será una humillación cuidar al grupo de las FARC, sino es una reafirmación de cómo la institución de la Fuerza Pública logró vencer al GAOAML para una nueva perspectiva de cómo se trataría el conflicto (Semana, 2016). consecuencias del trauma inicial a todos los instantes de la existencia; es decir no superar los hechos. Por el contario ejemplar significa: sin negar la propia singularidad del suceso, deseo utilizarlo, una vez recuperado, como una manifestación entre otras de una categoría más general, y me sirvo de él como de un modelo para comprender situaciones nuevas, con agentes diferentes de esta manera (Todorov, 1995) (Todorov, 2013, p. 33). El modo ejemplar le permite a las personas hacer el duelo, asumir la perdida, superarla y al lograr esto, la pertenencia del hecho se sale de la esfera privada y pasa a la pública, lo que permitiría asumir actitudes ejemplarizantes para evitar que se vuelvan a repetir en la sociedad, así como también la superación del odio.


Operaciones Militares de Colombia: Un camino histórico en la modernización...

99

Los cimientos por los cuales están compuestos las FF.MM se basan en esa constante tarea del replanteamiento de la doctrina, y el arte operacional cambiará cuando la necesidad lo amerite, como resultado, la acción cívico-militar por intermedio de la acción integral espera un constante desarrollo para el bienestar de la población, así como el trabajo conjunto con todas las instituciones gubernamentales para el proceso que nunca termina, sino, por el contrario, tendrá agregados a partir de las necesidades de la población y así concretar la construcción de una futura Colombia en paz y en desarrollo.



Referencias bibliográficas

Bushnell, D. (1994). Colombia, Una nación a pesar de sí misma. Bogotá D.C.: Planeta. Leongómez, E. P. (2015). Alto Comisionado Para la Paz. Obtenido de Una Lectura Múltiple y Pluralista de la Historia; Comisión Histórica del Conflicto Armado y sus Víctimas: https://www.mesadeconversaciones. com.co/sites/default/files/una-lectura-multiple-y-pluralista-de-la-historia-1447178719-1460381905.pdf FARC-EP. (2013). FARC-EP. Obtenido de http://www.farc-ep.co/pdf/Estatutos. pdf Rangel, A. (2003). Conflicto armado y terrorismo en Colombia. Revista de Derecho Público N 16 Universidad de los Andes , 59-68. Arrieta, L. A. (31 de Octubre de 2008). Mitú Fue el Infierno. El Espectador , págs. En: http://www.elespectador.com/impreso/nacional/articuloimpreso87232mitu-fue-el-infierno. Montoya, G. M. (2007). Honor y valor: Crónicas Inéditas del Ejército de Colombia. Bogotá: Imprenta Nacional. Posada, J. C. (20 de Octubre de 2012). Aunque lo nieguen, las Farc pasaron de euforias a repliegues. El Colombiano , págs. En: http://www.elcolombiano. com/historico/aunque_lo_nieguen_las_farc_pasaron_de_euforias_a_repliegues-CGEC_212743. Ejército Nacional de Colombia. (2014). Históricas operaciones militares. Colombia: CEHE. Pastrana, A. (2005). La Palabra Bajo Fuego. Bogotá: Planeta. Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar • Bogotá, Colombia - 2016


102

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Andrade, O. (2012). Relaciones cívico-militares en Colombia: apuntes para un estado del arte. Revista Análisis Internacional , 145-171. Departamento Nacional de Planeación. (1998-2002). Plan Nacional de Desarrollo. Cambio para construir la paz. República de Colombia: DNP. Fundación de Seguridad y Democracia. (2003). Fuerzas Militares para la guerra: La agenda pendiente de la reforma militar. Colombia: OCE & Marketing Ltda. . Gómez, O. G. (1998-2011). Modernización de las FF.MM. Escuela Superior de Guerra. Escobar, A. P. (2006). La actual reforma militar en Colombia: La renovación de las Fuerzas Armadas. Medellín: Universidad Pontificia Bolivariana. Lozano, M. (2001). Gato Negro. Una operación contra una alianza mortal: FARC-Narcotráfico. Bogotá: Scripto Ltda. El Tiempo. (2001). El Comandante de la Máquina de Guerra. El Tiempo , págs. Recuperado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-537414. Centro de Memoria Paz Y Reconciliación. (2002). El Caguán. Bogotá: Centro de Memoria. Pico, C. M. (2007). Historia Militar del Ejército de Colombia. Bogotá D.C.: Centro de Estudios Históricos del Ejército. El Espectador. (25 de 2 de 2002). El primer bombardeo al Caguán. El Espectador , págs. Recuperado de: http://www.elespectador.com/cronicas/el-primerbombardeo-al-caguan-articulo-393484. Noticiero CM&. (s.f.). Zona de Distención y FARC. pág. Recuperado de: http:// www.cmi.com.co/archivos/imgnota/FARC.jpg. Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (24 de 2 de 2003). Informes OACNUDH. Obtenido de Informe Anual del Alto Comisionado sobre DDHH en Colombia en 2003: http://www.hchr.org.co/documentoseinformes/informes/altocomisionado/ informe2002.html Centro Nacional de Memoria Histórica. (2014). Informe del Centro Nacional de Memoria Histórica: Guerrilla y Población Civil, Trayectoria de las FARC 1949-2013. Bogotá D.C.: Centro Nacional de Memoria Histórica. Palacio, A., & Quintero, F. (21 de 2 de 2002). Secuestro Aéreo, Puntillazo Final. El Tiempo , págs. Recuperado de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1308661. Registraduría Nacional del Estado Civil. (2002). Histórico de Resultados. Bogotá: Recuperado de: http://www.registraduria.gov.co/-Historico-de-Resultados-.html. Ministerio de Defensa Nacional de Colombia. (2014). En 2013 se incrementó 70% desvinculación de menores de edad del conflicto . Bogotá D.C.: Re-


Patrimonio cultural de las FF.MM.

103

cuperado de: https://www.mindefensa.gov.co/irj/go/km/docs/documents/ News/NoticiaGrandeMDN/50f7a2b1-2f76-3110-9e96-fce4a4f54a36.xml. Departamento Nacional de Planeación. (1996-2013). Dirección de Justicia y Seguridad: Cifras de Violencia y Secuestro Extorsivo. Bogotá D.C.: Departamento Nacional de Planeación. Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. (2010). Municipios que conformaron la Zona de Distensión: Meta y Caquetá. Bogotá D.C.: Presidencia de la República de Colombia. Centro Nacional de Memoria Histórica. (2013). ¡Basta Ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad. Bogotá: Imprenta Nacional. Departamento Nacional de Planeación. (2002-2006). Plan Nacional de Desarrollo . Bogotá D.C.: Departamento Nacional de Planeación. Presidencia de la República de Colombia. (2003). Política de Defensa y Seguridad Democrática. Bogotá: Presidencia de la República de Colombia. Rengifo, C., Quintero, J., & Rey, M. (1998-2011). Evolución de la doctrina operacional. Bogotá D.C.: Escuela Superior de Guerra. Rangel, J. E. (2008). El Plan Patriota, base del Plan de Consolidación. En E. S. Colombia, Control Territorial, legitimidad y consolidación de la Política de Seguridad Democrática (págs. 19-25). Bogotá: Legis. Ejército Nacional de Colombia. (2014). Históricas operaciones militares. Bogotá: CEHE. León, J. (2004). El cerco de Bogotá. El Malpensante , Recuperado de: http:// www.elmalpensante.com/articulo/1045/el_cerco_de_bogota. Ovalle, C. O. (2014). Los años en que Colombia recuperó la esperanza. Cómo la aplicación coordinada de política y estrategia logró la recuperacipon social, económica y de seguridad de la nación colombiana. Medellín: Universidad Pontificia Bolivariana. El Tiempo. (8 de 11 de 2003). Libertad 1 Acorraló a las FARC. El Tiempo , págs. Recuperado de: http://eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1000445. Echandía, C. (2011). Situación actual de las FARC: Un análisis de cambios en las estrategias y la territorialidad . Bogotá: Recuperado de: http://www. ideaspaz.org/publications/posts/78. Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar. (2015). El nacimiento y puesta en marcha de la fuerza de despliegue rápido (FUDRA). Recuperado de http://www.cicmhm.org/?p=1991. Fundación Ideas para la Paz. (2014). Conflicto armado en Caquetá y Putumayo y su impacto humanitario. Recuperado de: http://cdn.ideaspaz.org/media/ website/document/53b6e9ba1a5f2.pdf. Agencia de la ONU para Refugiados. (2005). Algunos Indicadores sobre la situación de los derechos humanos en el departamento de Caquetá. Recuperado de: Http://http://www.acnur.org/t3/uploads/media/894.pdf?view=1: ONU.


104

ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA

Agencia de la ONU para Refugiados. (2007). Diagnóstico Departamental del Guaviare. Recuperado de: http://miraflores-guaviare.org/apc-aa-files/36336130653933623333373131353665/Diagnostico_Departamental_ del_Guaviare.pdf. El Espectador. (23 de 5 de 2014). El narcotráfico y su lucro . El Espectador , págs. Recuperado de: http://www.elespectador.com/noticias/paz/el-narcotraficoy-su-lucro-articulo-494177. Agencia de la ONU para Refugiados. (2007). Diagnóstico Departamental del Meta. pág. Recuperado de: http://www.acnur.org/t3/uploads/media/ COI_2193.pdf?view=1. Echandía, C. (2009). Punto de partida del debilitamiento de las FARC. Recuperado de: http://www.portal.uexternado.edu.co/pdf/5_revistaZero/ZERO%20 28/CamiloEchandia.pdf. García, F. (1995). Coca, guerrilla y sociedad civil en el Guavíare: regulación de conflictos y otros controles . Política Mundial , Recuperado de: https://colombiainternacional.uniandes.edu.co/view.php/203/1.php . El País. (27 de 5 de 2014). Tras 50 años de guerra, las Farc están débiles más no derrotadas. El País , págs. Recuperado de: http://www.elpais.com.co/elpais/ judicial/noticias/tras-50-anos-guerra-farc-estan-debiles-derrotadas. Comando General de las FuerzasArmadas. (2010). Unión y lealtad por la paz de Colombia. Recuperado de: http://www.cgfm.mil.co/documents/10184/177460/08LasFuerzas.pdf/9cee4d6f-cac1-4f9a-997f-32c8f8557a8b. Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. (2014). Cronología del desencuentro (1996-2012) Tres Lustros del acuerdo humanitario. Recuperado de: http:// www.banrepcultural.org/sites/defaults/files/cmpr-cronologia_desencuentro. pdf: Banco de la República. Humanitarian Response . (2011). Estudio sobre la situación de la salud de la población víctima del desplazamiento forzado por la violencia en Colombia en los municipios de mayor recepción en el año 2011. Guaviare. Recuperado de: https://www.humanitarianresponse.info/system/files/documents/ files/17%20Guaviare.pdf. Semana. (2016). “No será una humillación cuidar a las FARC”: comandante del Ejército. Revista Semana , http://www.semana.com/nacion/articulo/proceso-de-paz-comandante-del-ejercito-habla-sobre-su-papel-en-zonas-veredales/491112. Llorente, M. V. (1999). Respuestas personalísimas de un General de la república sobre cosas que casi todo el mundo sabe en Reconocer la guerra para construir la paz/Compiladores. Bogotá: Bogotá. Guevara, A. D. (1997). Ejército regular, conflictos irregulares: la institución militar en los últimos quince años. . Bogotá: Centro de Estudios Sobre el De-


Patrimonio cultural de las FF.MM.

105

sarrollo Económico de la Universidad de los Andes; Recuperado de: http:// www.plataformademocratica.org/Publicacoes.aspx?IdRegistro=3467. Jr., M. L. (1967). The Casualties of The War in Vietnam Speech. (págs. 1-14). Los Ángeles, California: Martin Luther King Jr. National Historic Site. Kant, I. (1795). La Paz Perpetua. Madrid: Mestas. Oficina de Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. (2011). Protección Jurídica Internacional de los Derechos Humanos Durante los Conflictos Armados. Nueva York y Ginebra: Naciones Unidas. Rangel, g. J. (s.f.). Declaración Operación Vuelo de Ángel. Departamento de Planeación Nacional. (1998-2002). Plan Nacional de Desarrollo: Cambio para contruir la paz. Colombia: DNP. Arias, D. F. (2014). La Zona de distensión del Caguán: análisis de los factores económicos, políticos y sociales a partir del concepto de Estado fallido. Bogotá: Universidad del Rosario. Jakisch, C. (1997). Sistemas electorales y sus consecuencias políticas. Dallas: Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo Latinoamericano. Rieff, D. (2011). Contra la Memoria. Primera Edición. Barcelona: Random House Mondadori. Todorov, T. (1995). Los abusos de la Memoria. Primera Edición. Barcelona: Espasa Libros.



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.