Mayo 2013
EMBAJADA DE ESPAÑA EN HONDURAS D. Luis Belzuz de Los Ríos Embajador Dña. Elena Gutierrez Lasuen Coordinadora General de Cooperación Vicente Duñabeitia Responsable de Programas PROGRAMA PATRIMONIO PARA EL DESARROLLO Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo Dña. Araceli Sánchez Garrido Coordinadora del Área de Patrimonio para el Desarrollo (España) INSTITUCIONES HONDUREÑAS Alcaldía Municipal de San Juan de Ojojona D. José Armando García / Alcalde Municipal Natalia Erazo / Regidora Primera Ramón Nieto / Regidor Segundo Napoleón González / Regidor Tercero Nelson Flores / Regidor Cuarto Jorge Arturo Martínez / Regidor Quinto Jhony Omar Aguila / Regidor Sexto Instituto Hondureño de Antropología e Historia D. Virgilio Paredes Gerente General Representantes de la Iglesia Católica de Honduras Padre Fráncis Schiefer Don Pedro Martínez
Coordinación general Wilda Vanessa Banegas Coordinadora Proyecto Gestión del Patrimonio Cultural Investigación y textos Jaime Rivera Tovar / Historiador Omar Aquiles Valladares / Historiador Rolando Montgomery Melghen / Historiador Jasmín Bautista / Antropóloga Revisión Natalie Roque Sandoval Edición Johanna Burgos Andrade Rebeca Becerra Diseño y diagramación Kriseida Vallejo Fotografías Paúl Martínez Sergio Almendárez Latino Estudio / AMHON-PGU AECID-PFM Claudia Flores Colaboración fotografías históricas Esaú Hernández, Eric Schwimmer, Erlinda Valladares, Fam. Díaz Salgado, Mario Garay, Javier Silva, Natividad Flores y Rafael Silva Colaboradores Yeni Karolesca Medina Hislia Mariela Gúnera Ana Uclés Lazo Mónica Reyes / Levantamiento de planos Impresión Comunica
Nuestro agradecimiento especial a todas las instituciones nacionales y locales que facilitaron información para el desarrollo de la investigación y a todos los habitantes del municipio de San Juan de Ojojona que contribuyeron con su buena disposición en las diferentes actividades realizadas para la conclusión de este catálogo.
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INTRODUCCIÓN
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GUÍA DE USUARIO
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CAPÍTULO I 1.1 Límites geográficos 1.2 Hidrografía 1.3 Relieve 1.4 Flora 1.5 Origen del nombre Ojojona 1.6 Ojojona, minería y Alcaldía Mayor de Tegucigalpa (1579 - 1700) 1.7 Otras actividades económicas de la región de Ojojona en el siglo XIX: La ganadería 1.8 Personajes destacados de Ojojona durante el siglo XIX CAPÍTULO II 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5
Orden colonial, religiosidad popular, brujería y relaciones interétnicas El siglo XIX en Ojojona: Transición hacia la República y tradiciones populares Vida cotidiana en Ojojona en los albores del siglo XX De la población, familias destacadas y los oficios Evolución demográfica de Ojojona
CAPÍTULO III 3.1 Urbanismo y colonización española en el siglo XVI 3.2 La Arquitectura: Los constructores y sus obras en el Período Colonial 3.3 Estilo arquitectónico en Ojojona 3.4 Las principales edificaciones en Ojojona 3.5 Caminos, carreteras y comunicaciones en Ojojona durante la primera mitad del siglo XX 3.6 Arquitectura religiosa 3.7 Arquitectura civil CAPÍTULO IV 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6
Guazucarán: Sitio minero El Aguacatal Aldea de Saracarán Aldea de Guarisne Aldea de Aragua Aldea de Santa Cruz
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CAPÍTULO V 5.1 Visión antropológica 5.2 Manifestaciones de Patrimonio Cultural Intangible en el municipio de Ojojona 5.3 Manifestaciones artísticas 5.4 Las mojigangas CAPÍTULO VI 6.1 Producción artesanal en la modernidad 6.2 Alfarería en Ojojona 6.3 Alfarería decorativa elaborada en Ojojona 6.4 La alfarería ojojonense como reflejo de la dinámica sociocultural 6.5 La producción alfarera como patrimonio familiar en Ojojona 6.6 Contacto con el barro, contacto con la tierra, contacto con la vida CAPÍTULO VII 7.1 Mitos y leyendas 7.2 Ferias patronales 7.3 Las dos ferias de Ojojona 7.4 Juegos tradicionales 7.5 Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza CAPÍTULO VIII 8.1 Justificación de las intervenciones al patrimonio en Ojojona en el marco del Plan de Nación 8.2 Justificación de las intervenciones de patrimonio en Ojojona en el marco del Plan Estratégico de Desarrollo Municipal 8.3 Justificación de las intervenciones de patrimonio en Ojojona, en el marco del Plan Director 2009-2012 de la Cooperación Española 8.4 Antecedentes y contexto de la gestión patrimonial en Ojojona 8.5 Objetivos de desarrollo del proyecto Gestión del Patrimonio Cultural 8.6 Resultados destacados CAPÍTULO IX 9.1 El Plan Maestro de Revitalización del Centro Histórico 9.2 Rehabilitación de Viviendas en el Centro Histórico 9.3 Rehabilitación de Espacios Públicos Anexos Glosario General Glosario de términos arquitectónicos Bibliografía
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La Oficina del Centro Histórico de Ojojona ha puesto en marcha múltiples acciones orientadas al fortalecimiento y valorización del legado histórico y patrimonial del municipio, mediante políticas y la implementación de diversos proyectos. Una de las acciones más importantes impulsadas por la municipalidad, para que la población conozca sobre el patrimonio de su comunidad, es la socialización y difusión mediante materiales como el que presentamos en esta publicación, el cual representa una investigación de carácter aproximativo a la historia del municipio de Ojojona San Juan de Ojojona, en cada una de las facetas de la vida social. Esta publicación fue posible gracias al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), entidad que realiza una labor de ayuda en el sentido de recuperar el Centro Histórico del Municipio, en coordinación de la Alcaldía Municipal de Ojojona. El objetivo primordial es ofrecer a las y los pobladores de Ojojona, investigadores(as) y público nacional, una primera mirada a la historia del este importante municipio. Además de dotar de insumos (información histórica) a la Oficina de Centro Histórico, que contribuyan a una mejor gestión en la protección del patrimonio cultural de la zona. Esta investigación contó con un grupo interdisciplinario de historiadores(as) y antropólogos(as), por lo que la última parte del trabajo está dedicado exclusivamente al aspecto antropológico, enfatizando en el tema de la conformación de la identidad cultural de esta región. En la ciencia histórica, el pasado se reconstruye a través de las fuentes y éstas a su vez se dividen en fuentes primarias y fuentes secundarias. Generalmente, las fuentes primarias pueden catalogarse como la fuente documental de primera mano, relativas a un hecho que se quiere investigar. Pueden ser fuentes primarias: los documentos de archivo emitidos por un ente gubernamental, una fotografía de la época o un testimonio oral de un testigo de acontecimientos históricos concretos. Otro ejemplo de fuente primaria puede ser un artículo periodístico, un diario personal, cartas u objetos como un mueble, un arma, monedas o una fotografía que directa o indirectamente ofrezcan información sobre el tema. En este trabajo se hizo uso múltiple y concienzudo de las fuentes, basándose en una interdisciplinaridad de las ciencias sociales, con lo que se logró reconstruir satisfactoriamente la historia del pueblo de San Juan de Ojojona. De ahí el interés demostrado en las más variadas dimensiones de la realidad social que pueden ir desde la historia política y económica convencional hasta una historia social de las ideas, de las costumbres, de los hechos de la vida cotidiana. Todo en conjunto para comprender la evolución urbana de un sitio que ha sido escenario de la confluencia cultural de muchos grupos humanos. En el caso de Ojojona, el filón de donde procedieron las fuentes primarias por excelencia fue el Archivo Municipal de Ojojona y el Archivo Nacional de Honduras. Para brindar fidelidad a los datos históricos investigados, se respetó la ortografía original de los documentos de la época, aunque esto puede representar alguna dificultad para el lector contemporáneo, sin embargo, se quiso transmitir lo más fielmente posible la voz de aquellos que fueron parte de esta historia.
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De esta forma, en las siguientes páginas se hará un recorrido por la historia y el patrimonio del municipio de San Juan de Ojojona, tomando en cuenta la mayor cantidad de fuentes posibles, sin dejar de lado, las monografías escritas por autores locales y nacionales, los testimonios orales de las y los vecinos, las fotografías e imágenes. Cabe destacar que una de las mejores fuentes de información, para entender la historia y patrimonio de esta comunidad, fue la visita de campo, realizada a los distintos lugares y aldeas del municipio, para conocer la manera en que los habitantes se han adaptado a un entorno natural, oscilando entre la tradición y el cambio. Durante estas visitas, se apreció el carácter amable y la hospitalidad de las y los pobladores de las aldeas, así como la variedad de deliciosos platillos propios de la zona, tales como: tortillas de maíz y maicillo, rosquillas elaboradas con granos locales. Esta investigación está estructurada en varios capítulos, organizados de forma cronológica, dónde se reconocen las características geográficas y los orígenes de la comunidad, sus recursos naturales y su desarrollo económico, su historia colonial, la minería, así como los acontecimientos y personajes que marcaron el destino de San Juan de Ojojona.
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Al recorrer las páginas que conforman este material, las y los lectores conocerán sobre la historia del municipio de San Juan de Ojojona, sus costumbres, sus personajes destacados, el valor arquitectónico de sus edificaciones más emblemáticas, así como las actividades económicas y culturales que condicionaron la historia y el desarrollo de las y los habitantes de este importante destino turístico del Distrito Central, el cual gracias a la historia y belleza arquitectónica de su Centro Histórico, fue declarado monumento nacional en el año de 1996.
Capítulo I: Geografía, orígenes coloniales y principales actividades económicas En este capítulo, se describe la ubicación del municipio, teniendo en cuenta, la distancia a la que se encuentra respecto a la ciudad capital, se hace referencia al relieve imperante en la zona y las vertientes hidrográficas del municipio, resaltando sus límites geográficos con municipios como Santa Ana y la influencia del río San Juan en la comunidad. Sumado a lo anterior, en el capítulo, se incluye información sobre la historia minera y las diversas actividades económicas del municipio durante el Siglo XX, cerrando con datos relevantes sobre la vida de personajes destacados de San Juan de Ojojona.
Capítulo II: Población, religiosidad y cotidianidad en los Siglos XVII-XIX Como parte esencial de todas las culturas, en este capítulo se ilustra la religiosidad, las relaciones de clases y la cotidianidad de los habitantes del municipio, durante los siglos XVII-XIX. Dentro de los aspectos que se destacan se encuentran: el orden colonial, las relaciones interétnicas y el papel de la Iglesia; se explica la dinámica de relaciones de poder entre la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa y el municipio de San Juan de Ojojona, sobre todo, en lo que respecta a actividades mineras de la zona.
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El capítulo, analiza también aspectos relativos a la religiosidad, como la celebración de ferias patronales en honor a San Juan y San Sebastián, patronos de la comunidad. Para finalizar, se realiza una especial mención al papel de la mujer en la comunidad, por ser el pilar de la familia y trabajadora incansable, capaz de valerse por sí misma y de hacer valer sus derechos.
Capítulo III: Patrimonio Arquitectónico en Ojojona La historia de la distribución urbana y los estilos arquitectónicos de las edificaciones más representativas de San Juan de Ojojona, son los temas centrales de este capítulo. Se ilustra a las y los lectores sobre la distribución de calles, casas, puentes, entre otros, incluyendo además detalles como planos y materiales de construcción empleados. Las edificaciones que priman en este esbozo son: iglesias, puentes, edificios administrativos, casas de personalidades destacadas y el cementerio.
Capítulo IV: Ojojona, una mirada a su interior, a través de sus aldeas La mejor manera de comprender la historia de San Juan de Ojojona es recorrer cada una de las aldeas que conforman el municipio, por lo que el objetivo principal de este capítulo es presentar la vida en las aldeas, sus características y su evolución a través del tiempo. En este apartado, se hace una mención especial a la historia de la comunidad de Guazucarán, debido al auge minero que experimentó esta aldea durante el período colonial, que fue de trascendencia histórica para todo el municipio.
Capítulo V: Patrimonio Cultural Intangible Esta sección de la investigación es de carácter antropológico, ya que describe y analiza las principales manifestaciones del patrimonio inmaterial del municipio. El capítulo comienza planteando un marco conceptual donde se conocerá la diferencia entre patrimonio cultural tangible e intangible y después se describe cada una de las manifestaciones que conforman la cultura y tradición de las y los habitantes del municipio, sobre los cuales reside la identidad de los mismos.
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Capítulo VI: Técnicas Artesanales Tradicionales Una de las actividades por las que en la actualidad se destaca el municipio de San Juan de Ojojona, es su producción artesanal, motivo por el cual, este tema se expone ampliamente en este capítulo, donde se muestran las técnicas tradicionales de los alfareros y artesanos, así como la evolución de la producción artesanal y la importancia patrimonial que posee esta actividad para la comunidad.
Capítulo VII: Prácticas, usos sociales, rituales y actos festivos En este apartado se resalta la importancia o el papel protagónico que dentro de la cultura poseen la simbología de las prácticas, usos rituales y actos festivos de la comunidad. Una de las manifestaciones que se citan es el Guancasco, celebración ancestral que ha perdurado hasta hoy en día, revestida de mucha trascendencia en la comunidad. De igual manera, se incluye información sobre ferias patronales, leyendas y ritos propios del municipio. Al cierre del capítulo se menciona el papel de la comida en las celebraciones y se enumeran algunas comidas tradicionales.
Capítulo VIII: La Rehabilitación del Centro Histórico de San Juan de Ojojona Es importa que la comunidad conozca sobre los esfuerzos realizados de parte de las autoridades de San Juan de Ojojona, por lo que en este capítulo, se citan las diversas actividades y proyectos realizados, para poner en valor y rehabilitar las edificaciones y espacios públicos del Centro Histórico del municipio; para que las y los habitantes y el pueblo hondureño en general, conozca sobre los proyectos que se están realizando para lograr el desarrollo integral del municipio y con ello traer bienestar a sus habitantes. Capítulo IX: Una mirada al futuro: El Plan Maestro de Revitalización del Centro Histórico En este capítulo se expone la visión a futuro que se tiene del municipio en los temas de protección de patrimonio cultural y promoción de la cultura; para lo cual, las autoridades con el apoyo de amigos cooperantes y el Estado, han puesto en marcha el Plan Maestro de Revitalización del Centro Histórico, mismo que contempla mejoras en viviendas y espacios públicos, con el objetivo de promover la habitabilidad y la puesta en valor del patrimonio inmueble y urbano.
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Las Fuentes usadas en la elaboración de esta publicación Para llevar a cabo la investigación que se presenta en estas páginas, las y los investigadores utilizaron diversas fuentes de información, ya sean de carácter escrito, oral o multimedia. A continuación se describen los tipos de fuentes que se tomaron en cuenta para la elaboración de este documento. Fuentes Primarias: Las fuentes primarias, están constituidas por documentos originados en el período estudiado, por lo que en esta investigación las fuentes primarias las constituyen los siguientes recursos: Documentos del período colonial Títulos de tierra, censos de población, etc. Documentos históricos
Las Entrevistas Este tipo de fuente fue usada en la sección antropológica de este documento, ya que se realizaron entrevistas a los artesanos y artesanas, así como a las y los músicos que participan en las diferentes festividades, ejemplo:
“Los artesanos: …en el mundo del simbolismo se dice que ellos crean magia, porque con cada objeto que construyen manifiestan la conexión con todo… Cada símbolo nos conecta con la historia, con la memoria negada, con tiempos y espacios olvidados. Los artesanos nos ayudan a no olvidar nuestro barro… “ Entrevista a Don Higinio Garay: Artesano
Las Fotografías Otra de las importantes fuentes primarias utilizadas en esta investigación son las fotografías, las cuales son un soporte visual que contribuyó en este documento a la comprensión de: 1. La evolución de los edificios públicos y privados, el paisaje rural y urbano del municipio de San Juan de Ojojona, como el cambio sufrido en las iglesias, casas y plazas de su Centro Histórico. 2. Las costumbres y festividades, como el Guancasco. 3. Los medios de transporte, carreteras y los medios de comunicación: carretera del sur, el telégrafo y el alumbrado eléctrico.
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Fotografías de los inmuebles históricos
Las fotografías usadas en este documento, provienen de colecciones privadas (Familias de la comunidad e investigadores), respaldos de la Alcaldía Municipal y otras instituciones, así como mediante la tarea de fotografiar directamente los distintos escenarios que se muestran en la presente publicación.
Fuentes Secundarias: Las y los investigadores recurrieron también a fuentes secundarias, las cuales se obtienen mediante la consulta en: libros, informes, investigaciones, páginas web, etc.
Libros y periódicos
Citas Textuales de documentos coloniales: Con la intención de retratar fielmente la historia de cada acontecimiento citado en este documento, se incluyeron las citas extraídas de documentos coloniales, libros o periódicos, respetando la redacción y ortografía propias de la época, como lo muestra el siguiente fragmento: “Esta es la justicia que manda hazer el Rey nuestro señor (….) Por bruxos echiseros y que usan de medios y superticiones diabólicas (….) (ritos) fines y cosas superticiosas (contra) Santa Fee Católica que sean sacados en la plaza publica en tres palos (…)naturalmente mueran y esta yndia (por) indicios que ay contra Ella en los dichos sea sacada a la vergüenza publica y que sirva a la yglecia de su pueblo por toda su vida quien tal haze que tal pague…”
Como se aprecia el fragmento citado, contiene muchas palabras, que de acuerdo a la gramática actual representan errores ortográficos, esto se debe a que muchos de los documentos corresponden a los siglos XVI-XVII, períodos de colonización española y en los cuales la gramática no había sufrido los cambios y normas que hoy en día están vigentes. Los Glosarios Con el propósito que la lectura sea fluida y comprensiva para las y los lectores, el presente documento cuenta con un glosario general, (términos de tipo científico o técnico más complejos) y un Glosario de términos arquitectónicos.
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Para las y los Docentes: Como un aporte a las instituciones de enseñanza superior del municipio y de Honduras, se incluyen una serie de sugerencias didácticas para el mejor aprovechamiento del este documento. Sugerencias Didácticas • Recorridos guiados y exposiciones: las y los estudiantes pueden realizar recorridos al Centro Histórico de San Juan de Ojojona, dónde expongan la historia de la comunidad, personalidades destacadas, hechos curiosos, entre otros. Al terminar la investigación podrán organizar una exposición con el material obtenido. • Ferias gastronómicas: las y los estudiantes indagarán sobre las comidas tradicionales de las distintas aldeas que conforman el municipio, para poder llevar a cabo una feria gastronómica con la cual se promoverán las costumbres y tradiciones de la comunidad. • Presentaciones Teatrales: las y los estudiantes escriben obras sobre los principales acontecimientos históricos del municipio y las presentan a la comunidad, para concientizar sobre la importancia de conocer la historia y valorarla.
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Ubicado en el departamento de Francisco Morazán, a 34 kilómetros de la ciudad de Tegucigalpa, bajo la influencia del Cerro de Hula; se encuentra San Juan de Ojojona, pintoresco municipio, asentado sobre una pequeña planicie al pie de la montaña de Payagoagre (Fiallos, C. 1989, p.172), posición que le permite gozar de un clima templado y fresco la mayor parte del año. Conformado por 1 cabecera municipal, 9 aldeas y 110 caseríos que suman una extensión territorial de 259.64 kilómetros cuadrados, San Juan de Ojojona y el municipio aledaño de Santa Ana, reciben constantemente vientos de norte a sur; condición que favoreció al montaje del primer Parque Eólico del país en la zona. Para acceder al municipio, se debe tomar la carretera que de Tegucigalpa conduce al Sur (Pacífico) del país, por un ramal de la misma, que desde la ruta principal hasta el centro de Ojojona, tiene un recorrido de 7.2 kilómetros.
Tradicionalmente, se celebran dos ferias patronales: El 20 de enero en honor al patrono San Sebastián y el 24 de junio la festividad tiene como protagonista a San Juan Bautista, en honor al cual, se le dio el nombre de San Juan de Ojojona al municipio. El Centro Histórico de la cabecera municipal de San Juan de Ojojona, fue decretado Monumento Nacional, por el Congreso Nacional de la República, a través del decreto No. 155-96, publicado en el diario Oficial La Gaceta en noviembre de 1996. A partir de esta declaratoria, la protección y valorización de su patrimonio histórico-cultural ha tomado interés nacional, por lo que sus autoridades con apoyo de la cooperación, internacional han desarrollado programas y proyectos para su re-valorización, contribuyendo así al desarrollo de más de 5266 pobladores del área rural y 2792 del área urbana. (INE, 2001).
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I.I Límites geográficos San Juan de Ojojona limita al Norte con el Distrito Central; al Sur con el municipio de Sabanagrande y Reitoca; al Este con el municipio de Santa Ana y Sabanagrande y al Oeste con el municipio de Lepaterique y Reitoca. (Fiallos, 1989, p. 172). Aunque se afirma que la zona comenzó a poblarse alrededor de 1600, es muy probable que haya existido población indígena desde tiempos precolombinos, además los primeros pobladores españoles habían llegado a esta demarcación geográfica a mediados del siglo XVI. Sin embargo, proporcionar fechas exactas de fundación es arriesgado, debido a que fueron poblados que no tuvieron fundación formal; es decir, no hubo acta de creación ni ceremonia especial, no se midieron solares para los vecinos ni se prefiguró una plaza exacta con sus medidas reglamentarias, solo se fue poblando paulatinamente la zona a partir de pequeños asentamientos indígenas. Carmen Fiallos (1989), señala que en el recuento poblacional de 1781, Ojojona era cabecera de curato y en la división política territorial de 1889, aparece como un municipio del distrito de Sabanagrande, mientras que el geógrafo Noé Pineda Portillo establece como fecha de creación el mismo año de 1889.(Pineda, N. 2007, p. 378).
La monografía de Abel Arturo Valladares, nos proporciona otros datos sobre la probable fundación del municipio, afirmando que la fecha de creación fue a partir de 1847, siendo elegidos los munícipes por el término de un año. (1989, p. 172) Por otra parte, según Ulises Meza Cálix el distrito de Sabanagrande estaba integrado por los siguientes municipios: Sabanagrande, Santa Ana, Lepaterique, Ojojona, San Buenaventura, Nueva Armenia, y La Venta. (Meza, U. 1916, p. 67).
I.2 Hidrografía Según Coronado Nieto, los ríos del municipio de Ojojona se dividen en dos vertientes: • Vertiente del Norte: comprende los ríos de San Sebastián, los cuales son alimentados por los riachuelos de Surcos de Caña, y las Olominas, mismo que se une al río San José por la margen derecha, tomando el nombre de río Grande, al introducirse a la jurisdicción del Distrito Central.(1916, p. 18) Añade además, a esta vertiente, la Quebrada Honda que se forma en la parte occidental de la montaña de Payaguagre; luego se le une la quebrada de El Rancho, por la margen izquierda y se le conoce a partir de este tramo, como río de las Pavas, el cual desemboca en el río de Ojojona. (1916, p. 19). • Vertiente del Sur: comprende los ríos San Antonio; el cual nace en la jurisdicción de Santa Ana, y cruza por el oriente del municipio de Ojojona, continuando hacia Sabanagrande. El otro río que completa esta vertiente, es el río del Ingenio, el cual penetra principalmente en la comunidad de Sabanagrande. (1916, p. 18).
1.3 Relieve El municipio de Ojojona, posee un terreno sumamente montañoso e irregular, debido a que es surcado por la Sierra de Lepaterique, específicamente por el ramal formado por las montañas de Lepaterique, Upare, Cerro de Hula,
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Azacualpa y Uyuca; conjunto de montañas que se extiende además hasta el departamento de El Paraíso. Sumado a lo anterior, el poblado de Ojojona está rodeado por los cerros de Payagoagre o Payaguagre, La Minita, Custerique, Yucanteca, Apaune, El Matazano y la colina conocida como la Cruz de los Milagros. (1916, p. 19).
Los suelos de tipo Ojojona poseen las siguientes características: • Son poco profundos, bien avenados, de relieve escarpado, altitudes superiores a los 600 metros, se encuentran en la región meridional y occidental de Honduras; tiene entre 30 y 50 por ciento de pendiente; siendo los precipicios una importante característica del paisaje montañoso. • Su vegetación principal son los pinos. El suelo es franco-arenoso, muy fino, a franco limoso, pardo, grisáceo-oscuro, friable (que se desmenuza fácilmente); poseen una reacción ligeramente acida, ph 6.3. (el menor o mayor grado de acidez en determinado terreno, implicará que sea apto para determinados cultivos, un suelo muy acido dificultará la agricultura). • Entre la vegetación también existen robles mezclados con pinos y cuando los suelos son profundos se cultiva maíz, frijol y café; pero su uso más común es para pastos naturales. Los suelos de esta zona se clasifican como Litosoles y Capacidad Agrológica VII. (Pineda, N. 2007, p. 378).
I.4 Flora Según Martha Rubiano Cárdenas, en Ojojona se distinguen dos clases de bosques: el bosque húmedo subtropical, que se puede apreciar en las aldeas de Saracarán, Guerisne, El Círculo, Guasucarán, El Jícaro y Santa Cruz; y el bosque húmedo montano bajo subtropical, que se encuentra en las aldeas de: El Aguacatal, Surcos de Caña, y Guerisne. (Rubiano, M. 2010, p.9). Los tipos de árboles que predominan en estos bosques son el pino, roble y encino. De acuerdo con Pineda Portillo, dentro de la clasificación de suelos, existe uno conocido como suelos Ojojona; el que puede encontrarse no sólo en este municipio, sino que en otras partes del país.
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1.5 Origen del nombre “Ojojona” Primeras referencias documentadas sobre la población En documentos sobre la historia de Ojojona, los autores coinciden en que su nombre significa “Lugar de agua verdosa”. (Membreño, A. 1994, p. 162). Estudios sobre toponimias indígenas de Honduras, explican la estructura gramatical del nombre de la manera siguiente: “…En la geografía de Velazco está escrito Xoxonal, y todavía el pueblo pronuncia Jojona. Significa en mejicano -agua verdosa-. Se compone de xoxonqui, verdoso, y alta agua...” (1994, p.162).
anteponer un nombre religioso cristiano a los nombres indígenas de las poblaciones o asentamientos que se encontraban a su paso, tales son los casos de San Juan de Opoa, San Marcos Caiquín, San Pedro Tutule y muchos pueblos más de Honduras. Aprender y conocer sobre la historia de los pueblos y habitantes del país, representa un primer paso en el camino del fortalecimiento de la pertenencia local, capaz de originar un sentimiento de estima e identidad por lo propio; es por ello, que es indispensable, adentrarse en la historia del municipio de San Juan de Ojojona, sin embargo esta tarea, conlleva cierto grado de dificultad debido a la escasa documentación con la que se cuenta. Las primeras noticias sobre Ojojona datan de la etapa de colonización española. El historiador Mario Felipe Martínez asegura que: “Con el establecimiento de la Audiencia de los Confines o de las autoridades españolas en la ciudad de Gracias en 15431, los Oidores Reales hacen un nuevo repartimiento; en el libro de tasaciones de los pueblos repartidos comarcanos a Tegucigalpa se menciona para ese año a Támara y Oxoxona como propiedad de don Francisco del Barco y Santiponce…” (Castillo, F. 1997, p. 97).
Documento donde se muestra la grafía del nombre de Ojojona. Fuente: Archivo Nacional de Honduras, Documento del Período Colonial del año 1707.
En las primeras crónicas del período colonial nombraban al lugar Xoxonal, Xoxona o Joxone. A principios del siglo XVIII, la documentación hace referencia a Ojojona y a San Juan de Ojojona, nombres utilizados en la actualidad. Es probable que con el paso del tiempo estos calificativos se fueran “transformando” hasta llegar al de Ojojona. Por otra parte, los asentamientos españoles marcaron una pauta:
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La presencia de la colonización española en la zona, en su primera fase, estuvo motivada por la explotación de los recursos mineros existentes en el territorio de Ojojona y alrededores, junto a otro elemento de no menor importancia: la mano de obra indígena. Localizar estas “virtudes” de la zona y administrarlas de forma segura, facilitó a los españoles asentar la institución colonial en la región. En documentos del año 1569, se expone la explotación de plata en el distrito minero llamado San Lorenzo de Guazucarán (Gómez, P. 1998, p.127), el cual se sitúa en las cercanías del pueblo de Ojojona. A pesar del auge minero, la zona no presentó un crecimiento urbano ni económico; ya que se mantuvo un trazo bastante irregular con pocas influencias hispánicas renacentistas, distinto de lo experimentado en otros pueblos mineros de similar principio fundacional, como los de Santa Lucía, Tegucigalpa y Cedros,
I. Las monografías revisadas hasta el momento, en su mayoría, no proporcionan fechas sobre las primeras referencias históricas del asentamiento. Ver: Munguía Nieto Roberto. Monografía del Municipio de Ojojona, F, M. Sueños Fantásticos e Inspiraciones Literarias. Comayagüela, M.D.C. Diciembre 1992. / Trejo Antúnez Rina y otros. Relación del Municipio de Ojojona con el Poder Central. 1870-1900. U.N.AH. Carrera de Historia. Tegucigalpa, D.C. Junio de 1993. / Gonzales Nieto Coronado. Monografía del Municipio de Ojojona. En Revista de la Sociedad de Geografía e Historia de Honduras. Tomo 35 julio agosto de 1957. / Andino Flores Francisco. Monografía del Municipio de San Juan de Ojojona. Bibliografía Escrita. 1999-2002. Tomo IV p. 115 / Valladares Arturo Abel. Breve Monografía del pueblo colonial de Ojojona. En Revista del Archivo y Biblioteca Nacional de Honduras tomos XXIX-XXX.
La razón principal para que San Juan de Ojojona, no reprodujera o asimilara los patrones urbanos de corte hispánico se debe en parte, a que fue un asentamiento prehispánico, ocupado por la etnia indígena denominada Lenca. (Más adelante se ilustrará sobre el tema desde una perspectiva más antropológica).
especial atención a la geografía local …” Aunque la escala y las direcciones presentan frecuentes distorsiones, el mapa resulta de gran valor para la época, por los numerosos nombres de las localidades que proporciona: “…Este mapa ubica y menciona las principales localidades del interior de Honduras, tales como, Comayagua, Gracias a Dios, El Real de Minas de Tegucigalpa, Jeres de Churuteca; localidades menores de Cantarranas, Tencoa , Cuscateca y Ojojona.” (Davidson, V. 2006, p. 86).
En el Atlas de Mapas Históricos de Honduras, se destaca lo importante que fue para la información geográfica de la zona la petición de José Rodezno, Oidor de Guatemala: “En 1722, por orden de José Rodezno, Oidor de Guatemala, el ingeniero y eclesiástico Nuñes Onofre dio a la tarea de levantar un mapa de toda la provincia de Honduras, poniendo
Sumando a lo anterior, en la parte inferior del antiguo mapa hay una referencia escrita, que hace alusión a Ojojona: “…El partido de Ojojona de temperamento saludable se poblaron de gente parda, sus frutos son ganado maior tiene junto asi una mina de plata que ba apuntada con la letra h…” (Davidson, V. 2006, p. 86).
donde se pueden ver esfuerzos más notables para regular el trazado urbano2.
Mapa de Honduras, 1723, en el cual aparece la breve descripción sobre el pueblo de Ojojona
Fuente: Archivo General de Indias Sevilla, España. Mapas y Planos, Guatemala 18.
2. En otro apartado de este trabajo se abordará, la etapa minera de Guazucarán a profundidad.
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En 1743 aparece otra descripción geográfica, del municipio, donde se señala: “…que la distancia entre el llamado Partido de Ojojona y Tegucigalpa era de ocho leguas hacia el sur. Sus términos comprendieron el pueblo de Lepaterique que dista del antecedente seis leguas y el de Santa Ana de Ula, media legua y los Valles de la Venta, San Joseph , El Coyolar Quibariplanta y Apacunca, poblados de españoles, mestizos, negros y mulatos”. (Boletín del Archivo General de Gobierno de Guatemala, 1935, p. 34).
I.6 Ojojona, minería y Alcaldía Mayor de Tegucigalpa (1579-1700) En esta sección se describen algunas características históricas y geográficas que poseía el municipio de Ojojona, que permitieron establecer la actividad minera en el período colonial. De acuerdo con investigaciones, durante este período, el partido de Xoxona se encontraba anexado al de Guazucarán y a los pobladores de Ojojona se les llamaba Cares (Chapman, A. 1978, p.16). Los indígenas locales se encontraban sometidos y constituían una fuerza suplementaria de trabajo empleada en el transporte y fundido de la plata en las minas. Las faenas más rigurosas de extracción, por otro lado, estaban destinadas para los esclavos negros, quienes fueron embarcados hacia Honduras y traídos a Tegucigalpa en cantidad considerable. (Macleod, M. en Chapman, 1978 p. 128). Al ser establecida la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa3 en el año 1579, el pueblo nombrado también Joxone, pasó a formar parte de esta jurisdicción, al igual que varios pueblos vecinos. La Alcaldía fue una unidad político-administrativa que ejercía su jurisdicción sobre el territorio de casi toda la región central y sur de la actual república hondureña; sus potestades eran muy parecidas a las ejercidas por la Gobernación de Comayagua, hecho que ocasionó varias rivalidades entre las sedes de ambas entidades. La figura administrativa de la Alcaldía se propuso como una forma de consolidar el dominio español sobre las áreas mineras por excelencia, como era el caso de una de la actual aldea de Guazucarán, la cual fue un centro minero de mucha importancia, registrándose más de 300 denuncios en el lugar en los tiempos en que se organizaba la Alcaldía
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Bocaminas de Guazucarán
Mayor. (Newson, L. 1992, p.120). Uno de los primeros Alcaldes Mayores de la jurisdicción de Tegucigalpa fue don Juan de la Cueva, pariente político del adelantado Pedro de Alvarado, quien, gracias a sus influencias en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, fue favorecido para ocupar tan importante puesto. De acuerdo con investigaciones: “…el gobierno de Juan de la Cueva estuvo viciado de actos irregulares, lo que
3. “Originalmente se le llamó Alcaldía Mayor de Minas de Honduras siendo Guazucarán la primera sede de este ente. Luego pasaría a Tegucigalpa y se cambió por el Alcaldía Mayor de Minas de Tegucigalpa. Su jurisdicción abarcaba los asientos de minas y cerca de 41 pueblos indígenas, 19 de ellos del Partido de Comayagua y los restantes de la Provincia de Guatemala . Entre los territorios guatemaltecos comprendidos en la nueva alcaldía estaba Jerez de la Frontera de la Choluteca. Con el paso del tiempo la jurisdicción se fue reduciendo territorialmente, debido a la pugna de intereses entre elites locales y regionales”. Citado de Gómez, Pastor : Minas de plata y conflictos de poder : el origen de la Alcaldía Mayor de Minas de Hondura (1569- 1582). IHAH. Revista Yaxkin. Vol XVIII año 1999.
provocó que en 1581 los mineros de Tegucigalpa se quejaran porque el Alcalde Mayor quiso apropiarse de los mejores filones de plata despojando de su propiedad a sus primeros y legítimos dueños que desde el descubrimiento de las minas las venían trabajando... Probablemente, estos actos ilícitos también afectaron a los mineros de Guazucarán; por esta conducta el Alcalde fue depuesto de su cargo.” (Valenzuela, R. 1991, p. 28). Tras la destitución de Juan de la Cueva, es nombrado en el cargo Juan Cisneros de Reinoso, quien llega a ejercer jurisdicción civil y criminal en las minas de Guazucarán y en los pueblos de “Joxona, Tatumbla, Lugaren, Curaren Redituca y Lepaterique”. (1991, p. 28). Los efectos de este cambio de autoridad en la jurisdicción de la Alcaldía Mayor se hicieron sentir inmediatamente cuando se dio en encomienda, en 1582 , el pueblo de indios de Ojojona a Joanes de Celaya. (Leiva, H. 1991, p. 60). Para 1591, las autoridades eclesiásticas establecidas en Comayagua remiten al Rey de España un informe de los beneficios del Obispado. Se destaca en este informe que la Mina de Tegucigalpa produjo un beneficio de quinientos pesos, mientras que la mina de Guazucarán, ubicada en el partido de “Oxoxona” obtuvo cuatrocientos pesos de minas
de salarios y obvenciones. (Leiva, H. 1991, p. 40-41) Debido al auge minero que cobró la provincia de Honduras, el clero y su contraparte secular, es decir, las autoridades políticas nombradas por la Corona, entraron en conflicto, disputándose los recursos en la Provincia. Sumado a lo anterior, debido a la representación religiosa, Ojojona se transformó en Curato: “nombre dado en ese entonces al territorio que le señalaban al cura párroco para ejercer funciones sobre la feligresía” (Fletes, R. 1994, p. 57). Por otra parte, el censo levantado en el año de 1593 presentaba a Ojojona con 215 habitantes, los cuales estaban asignados a varios encomenderos españoles, por lo que era recurrente en el lugar la visita de los recaudadores de impuestos ( Aguilar, M. s/f, p. 1). En este contexto, queda clara, la relación intrínseca entre la historia de Ojojona y el desarrollo de la minería en Honduras, ya que por su ubicación geográfica, Ojojona se convirtió en un paso obligado entre los centros mineros de Guazucarán y los de la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa. Esto puede explicar en parte, el temprano desarrollo urbano de la localidad como lo atestiguan las referencias de Ojojona que aparecen en los primeros documentos del Gobierno Provincial. El reconocimiento de Ojojona y sus aldeas, como zona minera atrajo a más españoles, situación que puede evidenciarse en múltiples menciones que los cronistas y visitantes hicieron, citando el nombre de Ojojona y el de Guazucarán como verdaderos “cerros de plata” (Valenzuela, R. 1991, p. 57), lo cual provocó litigios por tierras con los pobladores nativos del lugar. (Aguilar, M. s/f, p. 1).
Extracción de minerales, grabado de Theodor de Bry
Las aperturas de caminos eran parte de las ordenanzas contempladas en la conformación de los asentamientos en este periodo, sobre todo si las regiones poseían minas de las que se extrajera una buena cantidad de minerales. Datos de principios del siglo XVII, afirman que el Alcalde Mayor don Juan Lobato se interesó en la compostura de caminos, los que visitó con frecuencia en Santa Lucía, Ojojona y Guazucarán (Valenzuela, R. 1991, p. 67).
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Otro aspecto visible a causa del establecimiento de beneficios mineros fue la presencia de esclavos negros, que como se ha expuesto, se emplearon tempranamente en las extenuantes actividades mineras. (Vivas, R. 1982). Sin embargo, en el siglo XVII la población indígena de la provincia había disminuido considerablemente debido a diversos factores como las enfermedades transmitidas por los colonizadores y la modificación abrupta de sus anteriores modos de vida4. A pesar que en el siglo XVII hubo disposiciones para restringir la entrada de este nuevo grupo étnico a la región, en 1618 arribó al Puerto de Trujillo una embarcación de negros que fue admitida a petición de los mineros de Tegucigalpa; dos años después, arribaron dos embarcaciones más, con el fin de dotar de esclavos a la región. No obstante, autoridades reales se opusieron a tal empresa “aduciendo que eran más de los que necesitaban.” En otra resolución, un funcionario de la Corona dispuso prohibir “el desembarco de 212 esclavos que transportaba un navío de Roque Ferreira”, argumentando que “la tierra estaba llena de negros” (Valenzuela, R. 1991, p. 74).
y seys gallinas = y ocho fanegas y media de mays …El pueblo de Teopasenlte paga cinco mantas y dos piernas veinte y dos gallinas y trese fanegas de mays… El pueblo de Oxoxona paga cuarenta y seis tostones = en reales doce gallinas = y seis fanegas de mays5.” Como lo muestra la cita anterior, Ojojona era el único de los pueblos enumerados, que pagaba el tributo en metálico, es decir con monedas, lo que indica un relativo auge de la producción minera.
1.7 Otras actividades económicas de la región de Ojojona en el siglo XIX: La ganadería Honduras se caracterizó durante el período colonial por ser una provincia con fuerte producción ganadera; evidencia de esta actividad fueron las regiones conocidas en la actualidad como Choluteca y el Valle de Olancho.
Estas restricciones no impidieron la entrada de esclavos a la Provincia, al contrario, se recurrió a la práctica del contrabando para satisfacer la demanda minera, enfatizándose así la presencia de núcleos de negros en “Ojojona, Guazucarán y el Real de Minas.” (Valenzuela, R. 1991, p. 74). De esta manera el contrabando constituyó el modelo que marcó las diferentes envolturas de la compraventa en Honduras durante su periodo colonial. Dentro de toda esta etapa convulsiva, las exigencias del cobro de impuestos era vital para el sostenimiento tanto de la administración española establecida en la Provincia como para solventar los problemas fiscales del Soberano Español en la Península. Este pago era obtenido del excedente producido por los pueblos indígenas, convertido en tributo que el pueblo de Ojojona debía entregar. Una Real Cédula del año 1679 nos ilustrar sobre las formas que adoptaba el tributo: “El pueblo de Guarabuqui paga quatro mantas = diez
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Grabado “Pastoreo de ganado” 1875
De estos lugares se exportaba ganado a las famosas ferias de San Miguel en El Salvador y Chalchuapa en la Provincia de Guatemala para citar algunos ejemplos. Inclusive hubo
5. Archivo Nacional de Honduras: Testimonio de un despacho para cobrar las encomiendas de los pueblos de Ojojona, Teupasenti y Guarabuqui, según lo ordenado en la Real Cédula, y que habían sido embarazadas por el Gobierno Superior. Tegucigalpa 4 de marzo de 1679. Nº Caja 14, documento 396, folio 1.
comercio con Cuba, siendo en ese entonces Olancho el principal proveedor de ganado macho a la isla. De esta forma la actividad ganadera debió ser fundamental para dinamizar la producción minera de la región de Ojojona durante dicho período. En el censo levantado en el año 1791 por Fray Fernando de Cadiñanos, aparece un cuadro de la cantidad de ganado mayor que se encontraba en las cofradías de la Alcaldía Mayor.
1.8 Personajes destacados de Ojojona durante el Siglo XIX
Como una de las principales cofradías6 ganaderas aparece Ojojona, con un registro de 2,198 cabezas de ganado vacuno, 357 animales de ganado mular y caballar. (Garay, O. 2001, p. 120).
Ladislao Valladares Nació en Ojojona en 1819 y murió en el año de 1878. Sus restos descansan en la Iglesia del Carmen, ubicada en la plaza principal de la localidad. Dentro de sus logros y aportes se encuentra la autoría del Escudo Nacional. La historia de la elaboración de este símbolo se inició con un decreto emitido en el año de 1825 (Cáceres, V. 1978, p. 165), siendo en ese entonces presidente de Honduras Dionisio de Herrera. En una monografía de Ojojona elaborada por el historiador local Abel Arturo Valladares se encuentra un apartado destacando tal hecho. Según el autor, esta aseveración tiene respaldo por referencia dada de la viva voz de Margarita Valladares quien le expresó: “A mi padre Ladislao Valladares se le encomendó el Escudo de Honduras. Los Cerros, la herramienta y la casita que aparecen, las tomó como ejemplo de Las Minas de Guazucarán…” Además, el mismo autor hace la siguiente referencia: “Ladislao Valladares fue un hombre estudioso… sus abundantes libros en latín y español le sirvieron para ilustrarse y de allí que fuera un hombre industrioso e inteligente…” (Valladares, A.1950, p.265 y 266).
Productos de cuero elaborados en la zona
El uso de la piel de estos animales era de mucha utilidad principalmente en zonas mineras. Los zurrones, –especies de bolsas elaboradas de cuero de animal– eran los medios propios para el acarreo de la broza sacada de la mina. Asimismo, las carnicerías eran de suma importancia para la alimentación cotidiana de la población. “Estas carnicerías se daban en concesión por un determinado tiempo a los dueños de hatos ganaderos, siendo estos los que frecuentemente obtenían la franquicia” (Aguilar, Juan. 2009 p. 42). Este movimiento bovino fue sostenido igualmente en el período pos independentista de la historia de Honduras.
La grandeza de los países y ciudades radica en las acciones y esfuerzos de los habitantes y su deseo de desarrollar sus comunidades, en los siguientes párrafos, se hace un recuento de algunos personajes trascendentales para la historia de San Juan de Ojojona.
El historiador hondureño Manuel Aguilar, quien ha escrito diversos artículos y ensayos sobre la historia del Escudo Nacional, describe los distintos cambios que experimentó el símbolo; por ejemplo, expone: “…durante el período de la República Federal Centroamericana (1825-1839)7 cada provincia tenía libertad de aprobar su propia Constitución, en
6. Otra categoría que le fue dada a Ojojona durante el periodo Colonial. Las cofradías eran hermandades religiosas comunitarias, vinculadas a un Santo Patrón. Muchas veces se insertaban en un esquema de solidaridad económica. Las cofradías alcanzaron su máximo esplendor en Honduras durante el siglo XVIII. En 1791, según el obispo Cadiñanos, había más de 300 de ellas en todo el obispado y controlaban por lo menos 700 caballerías de tierra”. Ramón Flete, el principal deudor de esta institución era normalmente el cura del asentamiento. Ver también a: Carlos Gallardo y Gustavo Izaguirre. Sin embargo , por la gran cantidad de tierras que poseían en ocasiones esta cofradías , no fue extraño que algunos pueblos entraran en disputas por ellas. Este es el ejemplo de la cofradía del Rosario del pueblo de Ojojona que inició disputa por tierras en el año de 1737 con el común de pardos de la Reducción de Sabana Grande. Ver en todo caso el Índice General de los Títulos de Tierras del A.N.H p 124. Titulo N° 244. Otro documento del año 1818 hace referencia a una cofradía de los naturales de Ojojona, que bien puede ofrecer otro vistazo de cómo estaban constituidas y qué actividades eran las que realizaban en este tiempo : “ La cofradía u obra pía de Nuestra Señora de Concepción se ignora su principio por ser de tiempos inmemorables … La representan el mayordomo y cofrade que se eligen por los mismos cofrades en unión del Padre Cura cuyos mayordomos sirven por un año. Los bienes de dicha cofradía consisten en una hacienda de todo ganado , sin tierras por estar extraviados del pueblo , cuya cantidad haciende a trescientas setenta y cuatro cabezas . En dinero dado a usura popular entre los mismos cofrades es la cantidad de noventa y seis pesos , que desde el año de 1807 debieron haber entregado los indios cofrades y no lo han verificado , y trescientos setenta y seis pesos y dos reales que desde el diciembre pasado quedaron guardados con el destino de invertirse en la reedificación de la Parroquia, cuyo expediente está pendiente. Lo que se junta de limosna anual es de catorce reales.. También sufragan gastos de cera, cantores, incienso y pólvora… Citado del A.N.H. Caja 130. Documento 4380. Folio1/ 25 de mayo de 1818. 7. Para otros entendidos en la materia el periodo abarca desde 1823- 1842.
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Evolución del Escudo Nacional a través de los años
la provincia de Honduras se decretó el escudo, siendo sus distintivos… un triángulo equilátero… en su base aparecerá un volcán entre dos castillos, sobre las cuales se levantará el arcoíris que cubra el gorro de la libertad esparciendo la luz, el triángulo colocado sobre un terreno que se figure bañado por ambos mares. En el contorno se escribirá con letras de oro ESTADO DE HONDURAS DE LA FEDERACION DEL CENTRO. El escudo será cubierto en su parte superior con los cuernos de la abundancia unidos con un lazo; y descansará sobre una cordillera de montañas en las que aparecerán las minas, una barra, un barreno, una cuña, una almádana y un martillo…” (Aguilar, J. 1991).
En 1838
El diseño del Escudo Nacional de 1825.
A pesar que no se ha localizado un documento oficial que designe a Ladislao Valladares como creador del símbolo, un hecho curioso es que en la comunidad de Guazucarán, se observa un paisaje, que aparte de su belleza natural, presenta unas bocaminas que guardan un asombroso parecido con la parte inferior del escudo que, como se vio, tiene unas minas. Por otra parte el historiador Eduardo Martínez López expuso en uno de sus escritos que en las minas de Guazucarán “se instaló una hermosa maquinaria sin montar valorada en 200,000 pesos siendo en ese entonces su explotador Urbano Ugarte.” (López, E. 1905, p. 158) No sería extraño pensar que estas minas bien pudieron servir de inspiración para la creación de una de las partes más significativa del Escudo Nacional8.
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En 1935
En la actualidad
8. Ver en todo caso a : la discusión generada sobre cuál era el verdadero Escudo de Honduras y que fue expuesta en La Gaceta Diario Oficial de la República de Honduras. Tegucigalpa 29 de octubre de 1932 .Año LVII. N 8836. Lara Cáceres Víctor. Gobernantes de Honduras en siglo XIX. Banco Central de Honduras. Tegucigalpa, D.C., diciembre de 1978 p165. Ver también La Revista del Archivo y Biblioteca Nacionales. Tomo 8. N 1 julio de 1929 p25 y 26.
Samuel Valladares Este personaje poseía mucho talento en artes como: dibujo, pintura y fotografía. Además de contar con destrezas en relojería, sastrería y en la mecánica. En el gobierno de Manuel Bonilla ocupó la dirección de la Escuela de Artes y Oficios y de la Casa de la Moneda. Otra fuente apunta que fue el primer director de la Imprenta Nacional de Honduras. Murió en el año de 1900 siendo aun joven a consecuencia de la fiebre amarilla. (Diario de Honduras, A.N.H., 1900 y Valladares, A., 1950)
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Honduras Geológica - Etnológica. Biografía del Padre Reyes. Cristóbal Colón era español. Geografía Ilustrada de Honduras. Honduras y Guatemala Límites. Hombres Celebres de Centroamérica.
Pablo Zelaya Sierra Considerado uno de los personajes más importantes de la historia de Ojojona, nació en el año de 1896 y murió en 1933; hijo de Isabel Sierra y Felipe Zelaya.
Samuel Valladares, hijo de Ladislao Valladares. Se dice que de su padre heredó el talento para las artes y otros oficios.
Eduardo Martínez López Destacado escritor e historiador nacido en Ojojona, hijo de doña Francisca López, y Atilano Martínez. (Valladares, A. 1950, p. 267) Fue uno de los primeros biógrafos del General Francisco Morazán. Además desempeñó puestos importantes en la administración pública. Entre sus obras destacan: • Documentos para la Historia de Honduras. • De Monterrey a Tokio. • Arqueología Hondureña. • Correspondencia del General Francisco Morazán.
Pablo Zelaya Sierra en su estudio en la ciudad de Madrid, España.
Inició sus estudios en la Escuela Superior del Magisterio en donde estudió Pedagogía del Dibujo, graduándose de maestro de instrucción primaria. Se trasladó a Costa Rica donde hizo sus estudios de pintura en La Escuela Nacional de Bellas Artes; viajando después en 1920 a España para ingresar a la Academia de Bellas Artes en Madrid teniendo como maestros a Benedicto y a Daniel Vásquez Díaz; de los cuales Zelaya Sierra asimiló
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su técnica, tanto en lo cromático como en lo formal. Permaneció en Europa por algunos años, participando en varias exposiciones, entre las cuales se menciona la del Ateneo en la capital madrileña. En octubre de 1932 regresó a Honduras, muriendo algunos meses después, truncándose con su muerte una brillante promesa del arte hondureño. Zelaya Sierra es considerado el más completo y genial pintor de su generación, razón por la cual, la más alta presea que otorga el Estado Hondureño anualmente a un artista que haya dedicado su vida y destacado en el arte, lleva su nombre.
Fue delegado a un Congreso de Folkloristas efectuado en Salzburgo, Austria. Le dieron igualmente numerosos diplomas y condecoraciones de instituciones nacionales y extranjeras por su destacable trayectoria como músico. (Cargalav, p. 18 y 21) Gracias a su talento musical, fue considerado después de Hartling y Gamero, el músico con mayores atributos con que contó la Banda de los Supremos Poderes. A él se debe en parte, lo mejor de la música que se ha escrito con propósitos docentes, entre los cuales se destacan las composiciones de los muy originales himnos a Lempira y a Morazán. (Membreño, 2005, p. 188).
Recorte del año 1934 anunciando la presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional en el Teatro Nacional Manuel Bonilla siendo su director en ese entonces el Maestro Francisco Díaz Zelaya. “La muchacha del Huacal” Pablo Zelaya Sierra
Francisco Ramón Díaz Zelaya Destacado músico de Ojojona, nació el 6 de octubre de 1896 y murió el 26 de julio de 1977. Sus padres fueron: José María Zelaya Aguilar y doña Trinidad Díaz Aceituno. Sus primeros estudios musicales los realizó con José María Silva y Fermín Gonzales en el pueblo de Ojojona. También recibió formación de los maestros Carlos Haertling y Manuel de Adalid Gamero. El maestro Díaz Zelaya se destacó entre otras cosas por ser Director de Orquesta Sinfónica Nacional; Fundar y dirigir el “Boletín Música” cuyo contenido lo escribió casi en su totalidad.
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Otro de los episodios que forman parte de la historia local y de la tradición oral de Ojojona, es la captura del General Francisco Morazán, quien fue apresado en el municipio, durante las guerras intestinas, características del Gobierno Federal en Honduras. Este acontecimiento es detallado en una de las obras del reconocido historiador del siglo XX Eduardo Martínez López, el cuál señala: “…Morazán buscó asilo en el pueblo de Ojojona confiado en las garantías que le dio el susodicho Coronel Milla, el General, pero ya en el pueblo, fue capturado el 6 de junio de 1827 por el oficial Salvador Landaverdi o
Landaverrri cumpliendo órdenes del comandante de armas de Tegucigalpa…” (López, E. 1905, p. 158) Se cree que dicha captura se verificó en una casita de bahareque, que hasta hace poco existía al costado derecho de la Iglesia Parroquial San Juan Bautista y río de por medio” (González, C. 1957, p. 22) No obstante, hay otra versión que expone que el apresamiento fue en otro sector pues así lo afirmó doña Manuela Higinia: “…cuando era una niña de siete años, con ocasión de andar cierto día en la calle vendiendo melcochas miró a Morazán en la posada, donde lo tenían sentado en un sillón con asiento de suela, con una barra de grillos en los pies…” (1957, p. 22). Se cierra este apartado, haciendo referencia al famoso personaje local conocido como “Cabañitas.” Este escritor oriundo de Ojojona ha sido referido en varias monografías de la localidad. Una de ellas expone que se llamaba Demetrio Aguilar y gozaba de buena posición económica, habilidoso herrero, era uno de los artesanos del pueblo que fabricaba machetes, hachas y azadones (1957, p. 22) De acuerdo a relatos locales, fue famoso por haberse enfrentado a una banda de forajidos, hecho que le acarreó la identificación con el héroe de la Federación, José Trinidad Cabañas, recibiendo, así el sobrenombre de “Cabañitas”9. Sin embargo, lo más destacable de este personaje es el hecho que dejó una de las descripciones más impecables sobre la celebración del Guancasco de Ojojona en un periódico del año 1881. Sobre este tema se ampliará, en otra sección del presente trabajo.
Retrato de Morazán, Álvaro Canales, 1966.
9. A.N.H La Paz. Periódico Político I Literario. Tegucigalpa diciembre 17 de 1881. Año V. N° 224. Toda la descripción hecha
del Guancasco por Cabañitas aparece transcrita en el apartado antropológico que tiene este trabajo .
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2.1 Orden colonial, religiosidad popular, brujería y relaciones interétnicas La estructura de clases de la sociedad colonial, estaba determinada por la raza y la condición económica, en base a estos criterios se gestaron cuatro categorías, las cuales eran encabezadas por los peninsulares: nacidos en España que generalmente ocupaban los cargos de gobierno, los criollos: españoles nacidos en América, seguidos por mestizos e indios y por último, la población esclava de raza negra.
Las formas de gobierno durante esta época, estaban encabezadas por el Poder Real unido al poder de la iglesia. Administrativamente la provincia de Honduras dependía de la Capitanía General de Guatemala, y a su vez, estaba dividida en la gobernación en Comayagua, la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa y sumado a estas sedes administrativas, existió una región conocida como la Taguzgalpa: una zona insumisa, con sus propias particularidades raciales, sociales e históricas. En este contexto se desarrolló la convivencia social y económica del mundo colonial hondureño, con su vida cultural particular, que se abordará en adelante, con especial interés en el municipio de San Juan de Ojojona. Para tener una idea clara de la visión y el poder de la iglesia durante este período, se cita a continuación un acontecimiento que data del año 1673, el cual narra lo sucedido a dos indios condenados por brujería. De acuerdo con el documento “Sentencia contra unos indios por ejercer brujería”, el Alcalde Mayor de Tegucigalpa reunió a varios vecinos de los pueblos de Santa Ana, Lepaterique, Comayagüela, Ojojona y Támara para presenciar las sentencias impuestas contra varias personas por considerárseles practicantes de brujería, “por hacer ritos paganos atrás de la Iglesia”. Los sentenciados fueron los indígenas Juan López e Isidro López, oriundos de Ojojona y Lepaterique; el castigo para tal delito, era atarlos de cuello y manos, atormentarlos y exponerlos en una procesión ante la muchedumbre; durante este tipo de procesión se acostumbraba a hacer pregones como el siguiente utilizado en este juicio: Esta es la justicia que manda hazer el Rey nuestro señor (….) Por bruxos echiseros y que usan de medios y superticiones diabólicas (….) (ritos)fines y cosas superticiosas (contra) Santa Fee Católica que sean sacados en la plaza publica en tres palos (…) naturalmente mueran y esta yndia (por) indicios que ay contra Ella en los dichos sea sacada a la vergüenza publica y que sirva a la yglecia de su pueblo por toda su vida quien tal haze que tal pague1.
Pintura que muestra la división de clases en el período colonial. Miguel Cabrera, México, 1763.
Los sentenciados fueron denunciados por Francisco Martín López de Lepaterique y Diego Alonso vecinos de la comunidad de Ojojona, quienes los acusaron de ser brujos,
1. Tomado de Documento 220, del Archivo Nacional de Honduras, D/F, caja 10, folio 10.
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por lo cual a los indios se les decretó una sentencia de ser torturados hasta la confesión y el escarnio público. La legislación de este período únicamente facultaba al Tribunal de la Santa Inquisición para llevar a cabo las torturas, y en vista que en la provincia de Honduras, éste no existía, estas facultades fueron transferidas a un tribunal compuesto por delegados de la Corona Española. Los supuestos brujos escaparon por un determinado tiempo y pudieron vivir tranquilamente en sus respectivos pueblos. No obstante, la sentencia de ejecutarlos fue emitida en Guatemala el mismo año de 1673 y contaba con el consentimiento del Rey de España. Finalmente, los indígenas fueron capturados, junto con los alcaldes de Lepaterique, Fabián Martín y de Ojojona, Diego Blas, a quienes se les acusó de ayudarles a escapar, razón por la que sufrieron la misma suerte de azotes, y luego se les vendió al ingenio de Melchor García para realizar trabajos forzados. Por otra parte, a los indígenas que presentaron la denuncia fueron nombrados nuevos alcaldes de sus poblados en sustitución de los sentenciados por complicidad2.
período. En la provincia de Honduras, especialmente en la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa, hubo sonados casos de amancebamiento, de los que incluso los ojojonas del periodo no pudieron escapar. En 1648 el Alcalde Mayor Don Antonio Nieto de Figueroa, (el apellido Nieto, se mantiene en la actualidad en algunas familias de la localidad) recogió en Ojojona denuncias de personas que inculpaban a varias mulatas del poblado de vivir en “amancebamiento”, entre ellas, podemos citar a Pancha Núñez, Lucía y Leonor; de las cuales el Alcalde anotó en un informe lo siguiente: “..Sobre los procederes licenciosos de las mujeres piel acanelada…se me ha dado noticia de que algunas personas con poco temor a Dios y con grande escándalo viven amancebados sin temor a la justicia”. (Valladares, A. 2009, p. 41).
Es muy probable que los “actos de brujería” atribuidos a los indios, fueran en realidad ritos de la antigua religión indígena, ya que como se expuso en páginas anteriores se cree que esta zona fue un asentamiento prehispánico Lenca. Esto nos permite comprender la evolución histórica de un conjunto de pueblos, que de algún modo, compartieron rasgos culturales generales (tronco lingüístico, organización social, religión, etc.). Otros hechos de la vida cotidiana a los que se hace referencia, son los patrones culturales relacionados con la sexualidad y la organización de la familia. Las evidencias sobre estos aspectos, las encontramos en la preparación de numerosos juicios y la declaración de variadas sentencias que condenaban el “amancebamiento” o unión libre, o sea la relación marital no legitimada por el orden religioso, y que al parecer fue muy común entre los habitantes de las comunidades de la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa. Por supuesto, en estos procesos judiciales y de condena intervenían también factores que tenían que ver con la estratificación social del
Representación del mestizaje a finales del siglo XVIII o principios del XIX. Autor desconocido.
Otro de los casos sonados fue, en el año de 1677, el amancebamiento del mulato libre Marcos de Amador, con una india de Ojojona3, castigo por este comportamiento fue desterrarlo de la jurisdicción del Real de Minas “para que hiciera vida marital con su mujer o pena de dos años de trabajos forzados en la construcción de “El castillo de Omoa.” (2009, p. 38). Hubo más casos de amancebamiento, pero
2. Archivo Nacional de Honduras, Doc. 220, Sentencia contra unos indios por ejercer brujería, 1673.
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3. Hay que entender que para este periodo la esclavitud formaba parte de la estructura social y las posibles vías para que este mulato obtuviera su libertad era comprándola o que fuera declarado libre por su amo.
estos ejemplos, son suficientes para dejar entrever los inicios de un mestizaje peculiar en Ojojona, en el cual el aporte africano —aunque hoy diluido— pudo tener una cuota importante en la conformación de la identidad local. En la descripción hecha por Baltasar Ortiz de Letona en 1743, ya se señala que lugares como Apacunca, hoy Sabanagrande, contaba con una población de mulatos, (Davidson, W. 2006, p. 86), inclusive las investigaciones más recientes de la historiografía hondureña, muestran que la herencia racial ha sido más sustancial de lo que se creía o se vertía en las versiones tradicionales de la historia, sobre todo para el siglo XVI y XVII en la región centro-sur de Honduras orientada a la minería, de la cual formó parte Ojojona.
la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa. Los tributos ofrendados y recaudados por los pobladores sirvieron para que el Rey Carlos II, conocido como “el hechizado”4 , celebrara su boda en la península. Para tal efecto, los habitantes de este asentamiento contribuyeron con seis pesos plata y en particular el vecino Jusepe de Ávila, donó un potro de dos años de edad. El documento consultado posee más de cincuenta folios de rica información, que permite identificar los principales personajes con poder económico e influencias que habían durante el periodo, entre ellos los mineros; además hubo entre los contribuyentes: mulatos y los pueblos de indios más importantes que formaron parte de la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa. (Archivo Nacional de Honduras, 1652, folio 5 y 8). En ese mismo siglo XVII, se describe quizás por primera vez en Ojojona la festividad del Paisanazgo o Guancasco, una tradición con importantes rasgos culturales prehispánicos, practicada aún en la localidad por los habitantes de Ojojona junto a los de la vecina comunidad de Lepaterique. La tradición nativa de “Guancasco” o pacto acordado entre dos grupos, que unía a los indios de las aldeas con los de la población de la cabecera municipal, según Doris Stone: “… era solamente celebrada cada 20 de enero, con caballos de palos que copiaban la manera como los conquistadores españoles lo hacían sobre dichos animales vivos. Ilustres personajes de la Iglesia, tales como los Frailes Antonio Margil y Melchor López, hombres aptos para diseminar la cultura, hicieron viajes por la provincia de Honduras, escribiendo informes que constituyen crónicas de la época…”. (Stone, D. 2007, p. 154).
Carlos II el “Hechizado”. (Museo del Prado)
La relación con la Corona, de acuerdo con documentos de la época, revela la participación del pueblo de Ojojona en la boda llevada a cabo en España en el año de 1652, cuando el citado Alcalde Mayor Antonio Nieto Figueroa estuvo encargado de recolectar fondos en la jurisdicción de
Para conocer un poco más sobre la vida cotidiana de los habitantes de Ojojona, se incluyen otros casos que resultan significativos de la vida de Ojojona durante el periodo Colonial. El primer caso narra los sucesos del rapto de una mujer, en el que se mezclaban las pasiones carnales con algunos sentimientos de identidad étnica. En una misiva enviada en el año de 1744 al Capitán Don Diego Arrollave, se le comunicó lo siguiente: Por quanto hoy de la fecha el Capitan don Lorenzo Nieto mi lugar teniente del Partido de Ojojona me
4. Se le llamaba “el hechizado” dado que se creía que “un hechizo” pudo haberlo dejado estéril.
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da noticia por su carta … que unos pardos vecinos de este partido llamados Pedro y Leonardo Ordoñez, con poco temor a Dios y sin respeto a su oficio y persona le sacaron de su casa una mulata llamada María Ruiz que con el dicho … Ordoñez tenia ylicita amistad por cuya causa el sr Cura del dicho partido se le había depositado y que informado de este exsezo los embio a llamar para lo conbeniente y en efecto fueron los dichos acompañados de Simeon Baca y Cornelio Ruiz a quien les notifique le entregasen la dicha depositada lo que negaron; y queriéndolos prehender hizieron fuga arrancando los machetes que a la sinta llevaban y hecharon a huyr los que siguio dicho mi theniente y no pudo alcanzar, y oy se haya con notisia que se encaminaron para la Villa de Xeres de la Choluteca. (Archivo Nacional de Honduras, Doc. de 1774, folio 7).
Acusados de Hechicería en América
El segundo caso a exponer está relacionado con el juicio contra una mujer y hombre acusados de la elaboración de una pócima asociada con las prácticas de brujería y envenenamiento. El brebaje en cuestión se hizo para resolver el conflicto que suponía un triángulo amoroso. Los sucesos se dieron en el año de 1752 cuando el mismo Capitán Lorenzo Nieto fue el juez en el caso, los hechos ocurrieron de esta forma: Petrona Alonzo mujer legitima que fue del finado Francisco Lopez de quien recibi juramento que lo
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hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de cruz en forma de derecho cuyo cargo prometio decir la verdad en lo que supiere y se le fuere preguntado y siéndole preguntado si conocía a Francisco Franciasco Lopez dixo que si y que era su marido y repreguntándole de que murió respondió que estando ( - ) vino Gregorio Galeas mulato libre de el Real de Minas de Thegucigalpa y andándola persiguiendo para dormir con ella ylicitamente le dijo que la dejase porque si lo sabia su marido era muy bravo y le puede suceder a ella mal y que entonces le respondió el susodicho Galeas que no le diere cuidado que el le daría con que matase a su marido y que es cierto que ella asepto esta proposicion y que se perdio el dicho Galeas como tres o cuatro dias y que cuando aparecio fue trayéndole una ( bola ) en una jícara y se la mando a dar batida en chocolate y que es verdad que desde la ora en que se la dio se desespera el dicho su marido y le acaesio grande ebacuacion por arriba y abajo y que cuando sosegaba lo que asia era imbocar le trajesen al cura y siendole preguntado si al tiempo y cuando le dieron el bebedizo estaba sola respondió que se hallaba alli una mulata llamada Melchora de los Reyes que esta le asia algunos remedios y que abiendole dado el bebedizo de la bola para que se lo diese al enfermo supo que la dicha Melchora lo probo para darselo y luego se fue y no bolbio jamas5. El castigo por el crimen pasional, fue recibido por la mujer del envenenado, como lo consigna el mismo documento, en cambio, del mulato no se tuvo noticias de si fue apresado. Lo más probable es que haya huido de la zona. El tercer y último acontecimiento que se expondrá en este apartado, se describe en un fragmento de un documento elaborado por el Bachiller Don Juan Francisco Márquez, quien fuera Teniente de cura vicario y Juez Eclesiástico del entonces Partido de Ojojona6. El escrito data del año 1775 y dice lo siguiente: A vuestra Merced el Señor Don Ydelfonso Domesian Alcalda Mayor y Theniente de Capitan General de
5. A.N.H. Sumaria instruida por el Juez del Pueblo de Ojojona don Lorenzo Nieto contra Petrona Alonzo y Gregoria Galeas por haber envenenado con un bebedizo al marido de la señora Alonzo el mozo Juan López , abril 6 de 1752. Caja 38. Documento 1233 folios 2 y 4 vuelto. 6. Partido era un concepto colonial utilizado para nombrar un distrito o territorio de una jurisdicción o administración que tenia por cabeza un pueblo principal. Fletes Ramón y otros óp. cit p101.
la Villa de Thegucigalpa, y sus entenidos (…) hago saber que estando informado de que en los términos de este curato hay muchas personas de este y otros obispados que viven en los montes y valles, y son de ambos sexos y muchos no son casados y viven como tales, lo que se sustentan con fruto silvestre, raíces y otros comestibles propios de los montes: con estos, y sin llevar otros bienes viven en chozas, ranchos y cavañas que fácilmente construyen con la abundancia de madera y palmas que en todas partes halan y de una y otras se mudan, y aun andan vagos sin domicilio, ni enseñanza de la Doctrina Cristiana sin oyr misa y sin frecuentar los sacramentos no teniendo mas ejemplo que el de los brutos y fieras de los montes, viven multiplicando desordenes y pecado7. Esta cita es un valioso testimonio de la constante rebeldía de los indígenas, ante el intento de control que desplegaban las autoridades coloniales. El panorama retratado es de casi insumisión, un hecho que llama a la reflexión considerando que Ojojona está ubicada en una zona que se cree fue tempranamente integrada por el proceso colonizador. Por otro lado, era innegable la fuerte presencia de mulatos en el poblado, que sin duda seguían amancebándose al igual que los indígenas, pero con otro ingrediente: se supone que vivían en un etapa de plena desobediencia o por lo menos de rechazo a los intentos por establecer instituciones como la del matrimonio consagrado, por parte de la Iglesia católica.
2.2 El siglo XIX en Ojojona: transición hacia la República y tradiciones populares Este siglo estuvo marcado por acontecimientos importantes, entre los que destacan la independencia de las Provincias de Centroamérica de la Corona Española (1821). No obstante, esta separación no cambió significativamente las relaciones sociales ni la conducta general de los habitantes del momento, ya que se siguió reproduciendo la mayoría de los patrones de comportamiento social forjados durante la larga vida colonial.
Límites jurisdiccionales a inicios del siglo XIX Fuente: Linda Newson “El costo de la conquista”
Es importante mencionar, que en esta centuria se inició la pugna en la que se enfrascaron Tegucigalpa y la ciudad de Comayagua para hacer valer cada una de sus jurisdicciones: la Alcaldía Mayor y la Gobernación, respectivamente. Esta fricción gravitó en torno a la pérdida de la categoría de Alcaldía Mayor que sufrió Tegucigalpa a finales del siglo XVIII, la cual le fue restituida hasta el año de 1818, devolviéndole así sus antiguos derechos jurisdiccionales (Barahona, M. 1996). Sin embargo, tras la independencia de España, Comayagua pasó a concentrar el poder político; mientras que Tegucigalpa tuvo que esperar el siguiente siglo para volver a adquirir la cumbre de la jerarquía político-administrativa, al ser elegida como nueva capital de la República de Honduras en 1880. Los acontecimientos de carácter político, permiten comprender el papel del estatus político en las relaciones entre las poblaciones del centro y otras regiones8, estas relaciones se pueden medir, partiendo de las descripciones que de los diversos municipios se hicieron. En el caso de Ojojona, en un documento de 1820 se encontró una interesante descripción la cual se cita a continuación: Los pueblos que hay son Ojojona cavesera, Santa Ana, Lepaterique, Sabanagrande y La Venta. Ojojona se forma se forma de indios y ladinos con Yglesia a reedificarse, Cabildo con pieza de cárcel terreno desigual con arreglo de calles, y de temperamento frio y húmedo: los indios tienen tierra de ejidos, de ocotales cerros
7. A.N.H. Exhorto del Bachiller don Juan Francisco pidiendo se libren despachos a los comisarios para que informen estado de los indios que viven en los montes. Ojojona 28 de agosto de 1775. Caja 56. Documento 1769. 8. Es una hipótesis planteada en una monografía escrita sobre el pueblo de Ojojona. Un extracto de la misma dice lo siguiente: “Por su posición estratégica, el ser pueblo de indios, la existencia de fincas de ganado caballar y vacuno, su cercanía a la capital, sobre todo después de 1880 con su traslado a Tegucigalpa, lo ubica como uno de los pueblos de gran importancia para el poder central al grado que su requerimiento de ayuda humana y material en momentos difíciles para el país se hace a diario”… Rina Antúnez Trejo y otros p. 40.
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y bosques, con producción vegetal de alguna utilidad con vetas metalicas pueden servir para la cria de ganado lunar y en algunos puntos para la siembra de trigo, mais, membrillo, durasno y pera. La imbercion de los naturales es ser operarios de minas, y la mujeres fabrican cantaros, hollas y todo utensilio de varro, de que surten todos los pueblos inmediatos. Los ladinos son dedicados al oficio de artezanos. Hay (…) Rio Grande y El Plomo con habitantes pardos que se exercitan en la labranza de azucares y maís, pero están en tierras agena. Santa Ana de indios con Yglesia cabildo y carcel esta situado a la falda de un cerro, sin arreglo de calles, de temperamento frio y húmedo. Tienen tierras de exidos y comunes, de sabanas cerros y bosques, sin producción vegetal particular, propias para trigo y mais. Los Naturales exercitan en el cultivo de estos granos y tambien en la inversion de operarios en las minas. Lepaterique de indios con Yglesia cabildo y carcel esta cituado a la orilla de una sabana en arreglo de calles de temperamento fresco y seco tiene exidos y tierras de sabanas, cerros y montañas y bosques, solo se encuentra la producción util de cedros. Son propias para siembra de mais y trigo. Los naturales se exercitan en lo primero, pero en perfecta inversión en el curtido y fabricar sillas de montar, las mujeres sobre albardas, coginsillos, cojinillones (…) con que forman comercio activo con toda la provincia, parte de la de Comayagua, y mas con la de Nicaragua…9
Se sabe que el Guancasco, continuó siendo practicado por los pobladores de Ojojona en el siglo XIX. Una de las referencias que se encontró para este siglo, fue la ordenanza que en 1875 emitió la municipalidad y que textualmente expresa: Considerando: que este pueblo con el de Ojojona tiene practicada una función de Santiago Apóstol y San Sebastián de aquel dividida en el corriente febrero y en el agosto en uno y otro pueblo. Considerando que estamos citados por aquellos en seis del mismo mes. Acuerda: 1. Que siendo esta función antigua y progresista, la municipalidad prepare su cometido con el empleado correspondiente y el vecindario llamado al cumplimiento para concurrir al pueblo de Ojojona en el tiempo citado. 2. En este festejo se guarde la mejor decencia y seguridad en esta población y caminata hasta el regreso, que no pasara del doce de este mismo tiempo (Archivo Nacional de Honduras, 1875, copia de acta de la Municipalidad de Lepaterique 1 de febrero).
La situación económica del siglo XIX puede interpretarse, en parte, mediante la lectura de algunos planes de arbitrios, donde la obtención de recursos económicos se lograba a través del gravamen impuesto a productos como: el azúcar, las panelas, el tabaco, la sal, la “carga” de frijoles y maíz, las ventas de casas, fincas y ganado; y hasta las licencias para tocar música por las calles. (Diario La Gaceta, 1865, no. 30). Con la independencia, en el municipio de Ojojona se afianzaron en libertad muchas de sus manifestaciones culturales propias, tales como: la elaboración de artesanía de parte de las mujeres, la cual es una tradición indígena lenca10 y la celebración del Guancasco.
Cabalgata procesional del Guancasco entre Lepaterique y Ojojona
9. Archivo Nacional de Honduras. Felipe Zelaya hace una relación de la industria y el comercio del pueblo de Ojojona y sus alrededores al Alcalde Mayor Narciso Mayol. Ojojona 27 de junio de 1820. Caja 148. Documento 5535. Folios 1y 2.
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10. Hay un apartado en este trabajo dedicado al papel de la mujer en la elaboración de de alfarería en la región de Ojojona.
Una de las variaciones observadas sobre la actividad en la actualidad es el mes en que se realiza, pues la fuente anterior describe que se celebraba en febrero y ahora se lleva a cabo a mediados de enero. En el municipio se tiene la creencia que hace mucho tiempo hubo conflictos por tierras entre los pueblos de Ojojona y Lepaterique, y que la celebración del Guancasco habría ayudado a limar asperezas. Respecto a esto, en una nota periodística de 1898, muestra lo siguiente: “Antiguas Fiestas” De Ojojona nos dicen lo siguiente: La Municipalidad de aquí y Lepaterique han convenido por medio de un acta, reanudar la fiesta de los guancos, que hace como doce años se suspendieron por una cuestión que se suscitó entre ambos pueblos por una faja de terreno. Las tales fiestas entre San Sebastián de Ojojona y
Santiago de Lepaterique, constituyen una especie de feria: las ceremonias son extravagantes: los promotores de tales fiestas toman en jícaras el chilate de maíz dorado al fuego, y buñuelos en huacales: hay corrida de gallos y paseos a caballos: todos se divierten con las sonajas del tumtum y de la chira, como en Mozonte y Cacaopera. Las fiestas duran cinco días, y por mas que han querido algunos cambiarle los rituales antiguos por algunos modernos, no ha sido posible, y la gente indígena los continua celebrando como en los tiempos primitivos. Son unas fiestas curiosas. (El Diario: Periódico Industrial y Noticioso, agosto de 1898. N° 262 p. 3). Parece que las suposiciones provenientes de la tradición oral tienen algún fundamento en cuanto a los conflictos entre Ojojona y Lepaterique. Así pues, el Guancasco, puede ser visto como un símbolo de unidad y armonía para los pueblos de tradición lenca.
“Domingo en Ojojona” José Mauricio Andino, Diciembre de 2010, óleo sobre tela
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Otro elemento de la tradición indígena presente en la comunidad, es la medicina natural y las curaciones por obra de los llamados “curanderos”, los cuales sustituían a las prácticas médicas modernas en Ojojona a finales del siglo XIX. Ese fue el caso cuando sobrevino una terrible epidemia de viruela en 1886 y los habitantes recurrieron a ”los métodos tradicionales utilizados por los curanderos del pueblo, de los que hubo varios en Ojojona , quienes hacían sus trabajos utilizando plantas u otros elementos naturales” (Antúnez, R., 1993, p. 20). Para los habitantes de Ojojona era habitual recurrir a medicamentos naturales, como narra una fuente, los productos que alguien podía encontrar al acudir a la farmacia de Ojojona: En esos tiempos existió una botica que era orgullo de los habitantes por la abundancia y exquisita calidad de sus productos farmacéuticos, los que eran vendidos a la clientela por el propietario Juan Amézquita de Coronado. Allí se obtenían las medicinas siguientes: polvo de cuerno de escarabajo, priajas (¿?) de ciervo, enjundia de cóndor, polvos de cornezuelo de víbora, uña de la gran bestia, ojos de cangrejo, unicornio verdadero, sangre de macho, piedra de araña, aceite de alacrán, espíritu de lombriz y otras yerbas. (Gonzales, C. 1957, p. 19)
Carlos Ferro, tiene frases encomiables cuando dice: “que esta es la verdadera tradición de Ojojona, que es una especie de legado entre lo racial y telúrico” (Ferro, Carlos. 1972, p. 13-14). A principios del siglo XX, Ferro menciona a Ladislao Silva, como un alfarero notable en cuyas creaciones resaltaba el color amarillento-verdoso que adquirían sus piezas una vez cocidas posiblemente por utilizar plomo en la preparación del barro. Según Ferro, los pobladores de esos días aseguraban que Ladislao Silva había introducido el uso del torno de alfarero. En la década de 1950, Guillermina Díaz Zelaya, inauguró su taller con asesoramiento técnico, renovó la producción local sin que perdiera su originalidad, otras alfareras que enrumbaron la artesanía fueron las hermanas María Damiana y Thelma Ramona Martínez, que dirigieron un taller con puestos de venta con una sucursal en la capital Tegucigalpa (1972, p. 13-14).
2.3 Vida cotidiana en Ojojona en los albores del siglo XX A finales del siglo XIX, el presbítero Antonio R. Vallejo describía a Ojojona como un lugar paradisíaco, expresaba frases halagadoras de su clima, sus aguas deliciosas y agregaba además que: “sus casas eran blancas y su vista pintoresca” (Vallejo, A. 1889, p.21). La vida en Ojojona por aquellos tiempos transcurría de forma más tranquila con su ambiente bucólico y saludable. De Tegucigalpa le llegaban mercaderías, ropa, herramientas y los periódicos que mantenían informados a los habitantes. Asimismo, de Ojojona se enviaban productos del campo, verduras, granos básicos, alfarería. De esta tradición alfarera,
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Detalle de campana de la Iglesia El Carmen.
Además de la industria alfarera en Ojojona se fabricaban campanas. En 1917, Miguel R Valladares anunciaba en cada número de la revista Tegucigalpa su taller de fundición; tenía dos puestos de trabajo, uno en Comayagüela en casa de José María España, y otro en Ojojona en casa de Luis Augusto Valladares. En la década de 1940, la tradición de fundir campanas seguía en manos de un descendiente de la
familia Valladares: Cristóbal Silva Valladares, y se pedía que las sociedades religiosas que adquirían estos objetos apoyaran este hijo del país. (La Época Tegucigalpa, 1940, no. 1938 p.2). El municipio se mantenía comunicado con la Capital, a través del telégrafo y el correo, en ocasiones los pobladores se quejaban por la demora en estos servicios. En 1916, aparece una nota del corresponsal del diario El Cronista, que firmaba con el seudónimo de Robespierre, en la cual incitaba a las municipalidades de Ojojona y Santa Ana, que solicitaran que el correo postal viniera por la vía del Sauce; por los peligros que ocasionaba el cruce del rio Grande; (La Época Tegucigalpa, 1940, no. 1938 p. 2) según parece las autoridades pertinentes atendieron aquella solicitud; así que todo el correo llegaba por la vía del Sauce, sin embargo, el mismo corresponsal volvía a quejarse: “Ojojona, 6. Parece que el envío de la correspondencia vía Sauce resultó contraproducente, periódicos llegan cada 8 días, Suplicamos al Señor Administrador de Correos ordene envío puntual. Robespierre”. (El Cronista, 1916, no. 1226 p. 2).
Notase mal servicio en el telégrafo de este lugar; me informan que algunos mensajes que son depositados en la oficina, no les dan el curso debido, y si no lo hacen es a señaladas personas. Son tantos los telegrafistas que hay, que no se sabe quién es el verdadero responsable. (Revista Tegucigalpa, 28 de Abril de 1917, no. 11, p.16-17) Aunque en esos años la carretera que unía Ojojona con otras comunidades era más bien un camino de herradura, los visitantes no dejaban de frecuentar la comunidad, algunos venían como turistas, otros en plan de descanso y había además visitas un tanto inesperadas, como una tribu de gitanos, en 1916, visita que fue documentada por el periódico El Cronista de Tegucigalpa, en una curiosa nota que decía: “Desde hace días bastantes permanecen estacionados una cuadrilla de húngaros en esta plaza, su conducta es correcta”. (El Cronista, octubre de1916, no. 1218, p. 3). “Húngaros” era el calificativo que usaba para denominar a los gitanos.
Carroza de gitanos a principios del siglo XX
Aparato de telégrafo 1930. (Museo de Telecomunicaciones de Honduras)
Por otra parte, el telégrafo, en ocasiones brindaba un pésimo auxilio, y los ojojonas se quejaban de ello. En 1917 un corresponsal de la comunidad escribió en la Revista Tegucigalpa, protestando por el mal servicio:
En la nota se mencionó que primero pernoctaron en Santa Ana donde realizaron actividades como: leer la palma de la mano y realizar unas pequeñas estafas. La cuestión que deseamos destacar es que si estos peculiares visitantes llegaron a Ojojona, se debe a que el municipio poseía potencial para realizar algunas de sus actividades y agenciarse sus ingresos, pues estos gitanos no perderían el tiempo en
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llegar a un lugar donde no obtuvieran algún tipo de ganancia, mientras que otras visitas provocaban sobresaltos y cambiar la sencilla rutina de la comunidad, como la escuadra de artillería que realizó sus prácticas militares en el año de 1917, esta actividad se mencionó en la Revista Tegucigalpa: Hace pocos días tuvimos la agradable sorpresa de haber visto llegar a esta localidad, dos escuadras de alumnos de artillería, al mando del Mayor don Rosalío R. Zavala, con sus respectivas ametralladoras Colt; tuvimos ocasión de haber presenciado el tiro al blanco; se estableció el polígono en el llano del cementerio; se encuadró el blanco en las faldas del cerro Qusterique, a distancia de 450 metros, los disparos fueron acertados. (Revista Tegucigalpa, 1917, no. 11 p. 16-17). A veces las cosas no eran tan halagadoras, ya que en ciertos años había problemas con epidemias o la ausencia de buenos inviernos provocaban la pérdida de las cosechas, con lo que el municipio sufría del encarecimiento de los víveres. El año de 1917, sumado al mal invierno, se presentó una plaga de ratas que devastaron las sementeras (Revista Tegucigalpa, 1917, no. 16, p.13). En 1923, Rafael Ramírez D. dedicó un interesante artículo con frases encomiables sobre la vida cotidiana y características urbanas de Ojojona, empieza describiendo que: En Ojojona habitan indios o ladinos, estos viven en casas que sus antepasados les dejaron o adquiridos por el dinero y que aún conservan el sello colonial, encontrándose en algunos de ellos muebles que como testigo mudos tienen elocuencia de un viejo pasado y que bien pudieran ser verdaderas reliquias históricas. (Boletín de la Escuela Normal de Varones, 1923 no. 28, p.179-180).
grado que desde que estoy aquí no he oído ni un solo grito de escándalo, mucho menos un pleito. (Boletín de la Escuela Normal de Varones, 1923, no. 28, p.179-180). Esta crónica, nuevamente hace referencia a las actividades económicas de la agricultura y la alfarería, en este centro poblacional. Además resalta una práctica característica del lugar; pues afirma que las señoras y señoritas van a la iglesia con zuecos de madera y se oye el “toc-toc” al caminar por las calles húmedas de Ojojona. Este dato es un tanto curioso, porque hasta este entonces, no se ha hecho alusión en ninguna otra fuente a una descripción parecida; sin embargo, no es la primera referencia que se tiene del uso de estos zuecos, también en el diario El Nuevo Tiempo de 1911, se había comentado sobre estos zapatos, en una noticia, la cual describe lo siguiente: Ojojona, 14. Continúan lluvias torrenciales. Rio que pasa por en medio de este pueblo es un pequeño Nilo saliéndose de sus márgenes con frecuencia. Desde los maestros de escuela hasta el padre Blas, todos andan con suecos después de la lluvia; fabrica estos don José María Silva” (El Nuevo Tiempo, 1911, no. 54 p. 1). El proceso artesanal de la elaboración de zuecos de madera, debió de perderse con el tiempo, por ello encontrar referencias sobre su uso en la comunidad de Ojojona, es un hecho extravagante, ya que no existe otro lugar de Honduras donde se haga mención de esto, al menos hasta ahora.
Este mismo autor, respecto a la urbanidad de la gente de Ojojona expresó: A decir verdad aquí se vive tan tranquilo, todo sentido, que a veces me he olvidado de que estoy en Centro América, dada la educación especial que los habitantes tienen, al
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Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-americana, 1975, Grupo Espasa. Madrid.
Proceso de elaboración de zuecos
2.4 De la población, familias destacadas y los oficios Lo más importante de las comunidades no es su arquitectura o su actividad económica, sino las y los pobladores y las acciones que han realizado para edificar sus espacios, sus viviendas, gustos, modos de vida y actividades económicas. De ahí que resulte importante mencionar algunas de las familias oriundas del lugar. Entre los principales apellidos de Ojojona, se encuentran los siguientes: Aguilar, Alonzo, Banegas, Castillo, los Díaz Zelaya, España Valladares, Escobar, González, García, Hernández, Martínez López, Nieto, Sierra, Silva entre otros. En el Directorio Nacional de Honduras editado por G. R. Perry en 1899, se consignan algunos de los ciudadanos del municipio, con sus respectivos oficios, entre los que sobresalían los siguientes:
Fuente: Perry G.R. (1899) Directorio Nacional de Honduras Spanish American Directories Co. New York p157.
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En el cuadro anterior, se citan los oficios que era natural encontrar en un pequeño poblado como fue Ojojona a finales del siglo XIX. Sin embargo, no se consignaron otras profesiones como por ejemplo, los alfareros, que siempre han realizado su actividad ancestral en la región. Se supone que quien recopiló la información para este directorio consideró algunas actividades artesanales no tan importantes, de ahí su ausencia en el mismo. En la monografía de Abel Valladares, aparece una lista más pormenorizada de los diferentes profesionistas de las primeras décadas del siglo XX. Detalla este autor que habían: abogados, bachilleres, constructores, doctores, farmacéuticos, fundidores de campanas, historiadores, músicos, artistas de la pintura, militares, veterinarios, ingenieros, y hasta un filósofo se consignó11.
En Ojojona se registraron 3,730 “proletarios”, suma que superaba la población total del censo; estas incongruencias eran habituales en los censos de ese tiempo. Se consideraba que si un poblado contaba con más de diez mil personas era un poblado de primer orden, de cinco mil a diez mil se consideraba de segundo orden, poblados de tercer orden estaban integrados por poblaciones que iban de mil a cinco mil, y cuarto orden de quinientos a mil habitantes. Bajo este criterio, Ojojona era considerado un poblado de tercer orden.
2.5 Evolución demográfica de Ojojona Las estadísticas muestran el crecimiento paulatino de la población de Ojojona. Uno de los primeros recuentos poblacionales de la comunidad, fue realizado por el Obispo Cadiñanos, quien en 1791, registró que el curato de Ojojona contaba con 2,700 almas (Vallejo, A. 1997, p. 109). El estimado incluía los pueblos de Santa Ana y Lepaterique. Algo más tarde, Ramón de Anguiano, quien fungió como intendente general realizó un cálculo de la población de la Honduras de 1801, en esos días el poblado sumaba 385 personas (1997, p. 128). En este censo, sólo se tomó en cuenta la población de Ojojona y no los de Santa Ana y Lepaterique, pueblos que dependían de esta jurisdicción. En el siglo XIX se inauguran los estudios estadísticos en el país de forma más científica y racional. Este proceso inicial estará coordinado por el presbítero Antonio R. Vallejo, quien realizó un censo más acabado en el año de 1889. En ese censo la población de este municipio registró 1.964 habitantes. Asimismo, el municipio formaba parte del distrito de Sabanagrande (1997, 202). En el siglo XX, específicamente en 1901, la población de Ojojona sumaba 2,624 habitantes de los cuales 1,244 eran hombres y 1,380 mujeres (Archivo Nacional de Honduras, 1902, p. 7).
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“La Población de Honduras en 1901” Fuente: Portada del censo de población de Honduras en 1901, Tipografía Nacional 1902.
Para 1905, la población del municipio registró una cantidad de 2,482 individuos, de ellos, 1,129 eran hombres y 1,353 mujeres (Archivo Nacional de Honduras. 1905 Tipografía nacional 1906, p. 5).
11. En la monografía que Valladares publicó en el tomo XXX de la Revista del Archivo y Biblioteca nacional de Honduras no aparece esta lista no obstante en la biblioteca del IHAH se guarda una copia de esta monografía de Abel Valladares donde si se añade esta lista de ocupaciones
En 1916, según un cálculo publicado por el periódico El Cronista la población del municipio ascendía a 2,602, dividiéndose en 1,238 varones y 1,364 mujeres. El censo de 1935 hace la separación de población urbana y rural, arrojando los siguientes datos:
Archivo Nacional de Honduras (1941) Resumen del Censo General de Población, Talleres Tipográficos Nacionales Tegucigalpa, p30.
De acuerdo con los datos anteriores prevalecía la población rural sobre la urbana, lo que indica el crecimiento poblacional hacia la periferia del municipio. En ese mismo censo se asentó el número de familias urbanas y rurales comprendidas así: 108 familias urbanas y 377 familias rurales (Archivo Nacional de Honduras, 1936, p. 38), para un total de 485. Para ese mismo año, este censo nuevamente sumó las casas urbanas y rurales, urbanas comprendían 94, y 373 casas rurales. (1936, p. 39). Este predominio de los hogares rurales sobre los urbanos fue característico de la Honduras de principios del siglo XX, y lo seguiría siendo durante mucho tiempo, aunque actualmente se observa un incremento de la población urbana. En la década del 40, el crecimiento poblacional seguía regular, la población de ese momento se podía dividir así:
Archivo Nacional de Honduras (1941) Resumen del Censo General de Población, Talleres Tipográficos Nacionales Tegucigalpa, p30.
Papel de la Mujer en Ojojona La historia de una comunidad por muy pequeña que sea se ha construido siempre con el concurso invaluable de la mujer. A pesar de ello, ese papel no ha sido documentado ampliamente. Existe una invisibilidad intencionadamente promovida por la cultura patriarcal del aporte del mal llamado “sexo débil”, a excepción de las nuevas corrientes de la historiografía que están retomando los estudios de la historia de la mujer.
Resumen del Censo General de Población 1940.
En Ojojona la mujer ha sido abnegada madre de familia, jefa de hogar, artesana, maestra de escuela, guardiana de las tradiciones y en la actualidad ha conquistado importantes cargos en el gobierno municipal, etc. Una muestra del
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carácter fuerte de las mujeres de Ojojona, es una misiva, que una mujer envió al alcalde de policía, en 1918, en la cual pedía que el padre de sus hijos la dejara en paz para siempre. La peticionaria se refiere a la relación que mantenía con su pareja como “indecorosa vida marital” o “vida vergonzosa”. Es claro, por otro lado, que esta peticionaria podía utilizar el machismo imperante de la época a su favor, provocando un enfrentamiento entre cónyuge y los padres y hermanos de ella, con posibles y desastrosas consecuencias. En aquel tiempo había un dicho que decía que el honor se lavaba con sangre. En determinado momento el hombre de la historia se separó de la mujer con la cual había procreado tres hijos. Lo cierto es que la separación fue de común acuerdo, pero por alguna razón el hombre aludido seguía merodeando la casa de su antigua pareja. Por lo que la denunciante pedía al alcalde de policía que intercediera para evitar los furtivos acercamientos, pues no quería tener relaciones con él, porque “no era su esposa ni quería serlo”. Lo que más llama la atención de esta petición es el lenguaje decidido de esta mujer, cuando exclama ella que “con mi voluntad lo quise con mi voluntad lo dejo”. Insiste repetidamente que lo abandona porque quería evitar compromisos familiares, pero que sobre todo no quería vivir con zozobras ni cuidado y concluye que no quería sombras en su camino... 12.
Profesora Marina Núñez cargando a su hijo David Sierra Núñez sus dos pequeñas primas, la profesora Erlinda Valladares y su hija Suyapa Figueroa
12. A.M.O. Correspondencia Manuscrita caja N° 1.
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3.1 Urbanismo y colonización española en el Siglo XVI En 1573, el Rey Felipe II, instauró las nuevas ordenanzas de población, que sirvieron para regular la vida urbana y la creación de ciudades en la América hispana; aunque para entonces, muchas ciudades y poblaciones, que hoy se conocen ya estaban fundadas. En Honduras, las entidades urbanas se establecieron desde inicios del siglo XVI, ejemplo de ello son, las ciudades de Comayagua instituida en 1537, Gracias en 1536 y San Pedro Sula ese mismo año. El efecto de las nuevas ordenanzas en las fundaciones anteriores, fue implementación de una normativa urbana, aunque si se observa la traza de la ciudad de Comayagua, se concluye que respondía a un conocimiento previo, una tradición más o menos incorporada en la cultura material de estos primeros fundadores. Su trazo en damero o planta renacentista es evidente. Por otra parte, cuando se emiten estas ordenanzas el proceso de la conquista militar había concluido y la intención era poblar y administrar un vasto imperio en ultramar. Los reglamentos de población aconsejaban que los sitios para fundación de ciudades fueran
preferiblemente valles, en el centro estaría la plaza de figura cuadrada, rodeada de otros edificios, tales como: iglesia, casa del cura, sede del gobernador, cabildo, cárcel, y residencias de los vecinos principales. Las edificaciones que estaban más próximas a la plaza, denotaban el poder y privilegios que poseía el propietario de un solar y vivienda. El diseño y trazado de las plazas fue concebido para generar sitios espaciosos, ya que ahí se realizaba la convivencia de los vecinos, se celebraban ferias, fiestas públicas, religiosas y civiles, paradas militares y además fueron lugares para el funcionamiento de los mercados. Las calles debían estar orientadas de norte a sur formando la consabida planta ajedrezada o planta renacentista. Otras cualidades que se tomaban en cuenta eran: la calidad del suelo y que en los espacios para construir no existieran aguas estancadas o vientos dañinos para los pobladores. Cuando una ciudad se ubicaba en las riberas de un río, las viviendas se construirían en la parte oriental, para que cuando saliera el sol diera primero en las casas y no en el agua (Aguilar, J.S/F p. 4).
Plano histórico de la Ciudad de Guadalajara.
Fuente: Atlas cartográfico histórico, INEGI 1988.
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En base a esta tipología se puede encontrar en las ciudades coloniales de Honduras diferentes patrones de construcción, tales como la mencionada planta renacentista y la planta minera o poblados de trazado irregular, donde sobresale la topografía quebrada de cerros y colinas; estos poblados están vinculados a formas de producción o explotación minera, surgiendo las casas de los primeros pobladores espontáneamente en las cercanías de las bocaminas. Entre las poblaciones más importantes con traza minera se encuentran: Tegucigalpa, Santa Lucía, Cedros, San Antonio de Oriente y Yuscarán (Aguilar, J.S/F p. 5). Otro tipo de planta fundacional podría ser la de los pueblos de indios, los cuales adoptaron el modelo español, para realizar su trazado, atendiendo a la ubicación de la plaza, la iglesia, sede del cabildo indígena y las casas de los principales vecinos.
El trazo urbano de Ojojona parece reflejar una tradición eminentemente indígena. Se observa su plaza que no tiene la forma cuadrada ni sus medidas corresponden a las disposiciones de la época. Según las ordenanzas de población de 1573, las plazas no debían tener extensiones menores de 200 pies de ancho y 300 de largo, ni mayores de 800 pies de largo y 400 de ancho, (Aguilar, J. S/F, p. 6) además, en Ojojona el trazo de sus calles no era lo que se esperaba de una planta en parrilla. Este trazado irregular, ya se advertía en un informe de 1820, que sobre la industria y el comercio del pueblo de Ojojona y su jurisdicción, realizara Felipe Zelaya: “Ojojona se forma de indios y ladinos con Yglesia al redificarse, cabildo, cin (sic) pieza de cárcel, terreno desigual cin arreglo de calles, y de temperamento frio y húmedo” (Zelaya, F., 1820, folio 1).
Plano de los barrios en San Juan de Ojojona
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Como se aprecia en la cita anterior, ya a inicios de 1800, fue identificado ese trazo irregular, de clara influencia indígena y que aún puede observarse si se contempla la plaza del lugar. Ojojona está asentada en una pequeña planicie, y un río cruza la localidad, tomando en cuenta el origen lenca de sus pobladores, se entiende que ubicaran las casas a ambos márgenes de éste, como se ha acostumbrado. Sin embargo, otras tendencias de las comunidades lencas como ser: colocar las casas en sentido contrario a los vientos, para evitar que los mismos impactaran en la parte frontal de las casas, no se incorporaron en Ojojona, donde los vientos de norte a sur son constantes, y muchas casas reciben en sus fachadas estas corrientes. Es decir que este criterio antiguo no se tomó en cuenta. Por otra parte, es notable, la aplicación de las ordenanzas que indicaban en los lugares cálidos las calles fueran estrechas para dar sombra, y en los lugares fríos que las calles fueran anchas para que penetrara el sol. En ese sentido vemos que las calles de Ojojona son amplias, idóneo para climas fríos como el de la zona.
dibujo, o acceso a tratados de arquitectura, los que estudiaban con mucha atención. A estos “inteligentes de arquitectura” se les encargaba formular proyectos; realizar reparaciones y supervisar obras (1983, p. 345-346). Ramón Gutiérrez, señala que estos inteligentes de arquitectura “se hicieron arquitectos por necesidad y buena dosis de sentido común”, propone el ejemplo del deán Valdivia, que realizó las bóvedas de la catedral de Arequipa, o las obras de Refugio Reyes en México, que fueron tomados de textos de arquitectura, o los trabajos de Clari en Paraguay, quien aprendiera por correspondencia con maestros catalanes (1983, p. 345-346). En Honduras las grandes edificaciones del período colonial son de corte religioso. Las iglesias de la zona occidental, como la de Colohete, la de la Merced en Gracias, las catedrales de Comayagua y Tegucigalpa, o las iglesias de Ojojona, son ejemplos del excelente trabajo arquitectónico del período, pero es poca la información que tenemos de los arquitectos que participaron en su construcción. Es la Catedral de Tegucigalpa, la única de la que se sabe a ciencia cierta, que
3.2 La arquitectura: los constructores y sus obras en el período colonial Las grandes ciudades de Hispanoamérica, durante el periodo colonial, siempre contaron con arquitectos; aunque como expone Ramón Gutiérrez, la tarea de diseñar en España y América estuvo sujeta a ciertos rasgos de informalidad (Gutiérrez, R., 1983, p. 345-346). El mismo autor sugiere, que en las ciudades del nuevo mundo aparecían algunos arquitectos itinerantes, los que ofrecían su servicio en las obras que se realizaban, pero que estos especialistas no eran muy numerosos. Algunos de estos arquitectos se trasladaban de lugar en lugar para realizar diferentes trabajos, como Francisco Becerra (1545-1605), que participó en la construcción de la catedral de México y Puebla, así como en el convento de San Agustín de Quito y las catedrales de Lima y Cusco. (1983, p. 345-346). Cuando no se contó con arquitectos de profesión, se recurría a los llamados “inteligentes de arquitectura”, quienes eran ciudadanos ordinarios, algunos de ellos religiosos, o militares, los cuales, poseían algún conocimiento matemático, rudimentos de
Catedral de Comayagua
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fue el arquitecto guatemalteco Gregorio Naciancino Quiroz, quien la delineó de principio a fin, de allí que su traza sea uniforme y singular. Del resto de las iglesias mencionadas, se ignora todo lo referente a sus constructores.
3.3 Estilo arquitectónico en San Juan de Ojojona El estilo de las casas de habitación en el centro histórico del municipio y en las aldeas, en general puede ser catalogado como arquitectura vernácula, ya que en Honduras no existe un estilo colonial puro como tal. Las construcciones más emblemáticas —las iglesias por ejemplo— generalmente pueden contener elementos de estilo barroco, otras edificaciones pueden ser neoclásicas o de tendencias más
recientes. Así que cuando se habla de las construcciones en una comunidad de Honduras, cualquiera que sea, es más acertado referirse a la arquitectura vernácula; pues como enuncia Iris Salinas: “la Arquitectura Vernácula en Honduras es muy rica en materiales, formas y diseños constructivos”, añade además que “El encanto de nacer de la naturaleza y confundirse con el paisaje, la hacen especial” (Salinas, I., 2002 p.17), y concluye con que es “el prototipo de esa Arquitectura que se crea para cualquier clima, para cualquier lugar y para cualquier sociedad de acuerdo a los materiales topografía del terreno, orientación, diseño original y tipo de construcción tradicional como base” (2002, p. 23-24). En este caso, los materiales de la casa tradicional en Ojojona, constan del adobe, el bahareque y la teja española, pisos de barro, maderas labradas para los pies derechos y canecillos
Edificación conocida como “La Casona”, característica de la arquitectura vernácula.
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en el artesonado. La base tradicional de donde se tomaron los modelos constructivos, en estos centros de origen colonial, fueron la casa andaluza y la casa castellana, dándole por supuesto una particular inspiración local.
3.4 Las principales edificaciones en Ojojona El 11 de diciembre de 1703, el Capitán Gabriel de Echeverria, Alcalde Mayor de Tegucigalpa, realizó una visita a los pueblos de su jurisdicción, para oír las quejas de los vecinos, revisar las cuentas de la comunidad y corregir ciertos agravios que las autoridades locales pudieran haber causado. En esta inspección, el Alcalde Mayor, se allegó a todas las viviendas de la comunidad y enumeró un total de 73 con sus respectivas familias, en lo que bien podría ser tomado como un censo de población, aunque sin el rigor de la técnica estadística actual. El funcionario al final de su visita en Ojojona, informó lo siguiente: Conclui dicha visita y en ella he reconosido la mala forma que tienen las casas y que biben muchos cassados en compañía de otros y biudas que biben en otras casas por no tenerlas y por ello mando al alcalde Rexidor y demás justisias hagan executar y executen el que los casados esten en sus casas de por sí y las viudas y que se Redifiquen todas las demas por estar maltrattadas y lo cumplan luego poniendo y asiendo poner por obra dichas casas (Archivo Nacional de Honduras, doc. 852, noviembre de 1703, folio 17). El Alcalde Mayor tomó determinaciones de orden doméstico, por cuanto mandó separar los matrimonios que vivían hacinados en una misma residencia, esto para evitar la promiscuidad, la cual era bastante usual en el ámbito de una comunidad rural. También mandó ejecutar mejoras en el urbanismo de aquel poblado, pues le pareció que estaba un tanto desordenado, denotando así que había una preocupación de las autoridades por regular la vida urbana. En este periodo colonial se gestará la fisonomía urbana del poblado actual, con sus principales iconos arquitectónicos, entre ellos sus templos religiosos y algunas construcciones civiles, las que se describirán en las siguientes páginas.
Iniciado el siglo XX, el centro urbano de Ojojona era pequeño en comparación con otras municipalidades del departamento de Tegucigalpa, así se denominaba al actual departamento de Francisco Morazán, al cual pertenecía el municipio de Ojojona. El censo de 1935, arrojó que el municipio contaba con 467 casas: 94 en el área urbana y 373 en la zona rural. El total de casas rurales triplicaba a las casas urbanas, fenómeno que fue constante en esa época, ya que buena parte de la población de Honduras ha sido rural. Esta tendencia se revirtió con la constante migración del campo a la ciudad en las últimas décadas del siglo XX.
3.5 Caminos, carreteras y comunicaciones en Ojojona durante la primera mitad del siglo XX En la década de 1930, Ojojona experimentó cambios gracias a la ayuda del Gobierno Central; respecto a la comunicación vial, el proyecto de la carretera era una necesidad apremiante, motivando iniciativas de parte de los ciudadanos. El 20 de junio de 1930, el periódico El Sol de Tegucigalpa, reproducía una carta que Tulio Nieto Valladares enviaba desde Ojojona, solicitando la apertura de esta vía. Este vecino reclamaba que durante la campaña electoral de 1928, la coalición política de Vicente Mejía Colindres quien –a la postre ganó las elecciones– prometió construir un puente sobre el río Grande. Para Nieto Valladares, era más importante la construcción de una carretera que comunicara Ojojona y Santa Ana con la carretera que conducía al sur de la república (El Sol, Tegucigalpa 20 de Junio de 1930, p.1- 4).
Carretera al Sur, 1914
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Todavía para 1937, en el diario La Época se comentaba que las municipalidades de Santa Ana y Ojojona, conjuntamente pedían al Gobierno Central, la apertura del tramo de la carretera que desde ambas comunidades uniría con la carretera del sur en el sitio del Sauce, (La Época, 28 de enero, 1937, p. 3) jurisdicción de San Buenaventura.
Salida hacia el sur desde Tegucigalpa a inicios de Siglo XX
Cabe mencionar que el trazo original de la antigua carretera del sur, se desviaba en las cercanías de la aldea del Tizatillo para proseguir sinuosamente al mencionado sitio del Sauce, de este sitio continuaba hasta llegar al municipio de Sabanagrande, culminando en el puerto de San Lorenzo; quedando fuera de su trayecto los municipios de Santa Ana y Ojojona, trayecto que no corresponde a la actual línea asfáltica. No se conoce una razón clara para tal desviación. En un artículo publicado por Abel Valladares, se plantea una explicación: “…la antigua carretera no llegaba a la zona de Ojojona porque el Alcalde, un terrateniente de la localidad, le manifestó al presidente Terencio Sierra, que prefería que el camino pasase por cualquier lado menos por su pueblo porque las mujeres se iban a corromper…” (Revista del Archivo y Biblioteca Nacionales, mayo - junio de 1952, p. 523). En la misma publicación, antes citada, Valladares reprochaba la ausencia de esta carretera: Si el General Sierra no hubiera hecho caso a la tesis del Alcalde, la población estuviera en mejores condiciones,
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pero el lugar que ganó fue Sabanagrande. Las que se pudieron casar, las demás mujeres se corrompieron, y en ese estado de ideas pobres, el pueblo ha permanecido siempre como los cangrejos, siempre caminando para atrás (Valladares, A. 1952, p. 523).
Aplanadora usada en los trabajos de la carretera del norte y del sur
La carretera, finalmente se culminaría un par de años después, en 1939, cuando se puso en servicio. En enero de ese año, se informaba en el diario La Época, que para el 15 de febrero podrían llegar los primeros automóviles. El 28 de enero, el mismo diario, anunciaba que uno de los primeros automóviles en llegar a Ojojona fue uno de los balastreros que trabajaban en dicha apertura, el acontecimiento fue descrito así: El primer carro en Ojojona (Ojojona, 26. La Época) “En estos momentos llegó uno de los balastreros del gobierno pues ya esta habilitado el trafico para carros; los ojojonas encuéntranse de placemes, pues hemos obtenido lo que deseábamos, gracias a los esfuerzos de nuestro gobernante General Carias y de nuestra comuna. Luis de Val” (La Época, 28 de enero de 1939, p. 2). Con la mejora de las comunicaciones, Ojojona, se convirtió en un importante punto de paseo para las personas de Tegucigalpa, quienes en sus modernos automóviles circulaban por el antiguo poblado, visitando con especial
interés las iglesias del municipio. En ocasiones, los visitantes se quejaban de que no se contara con un restaurante mejor surtido, que proveyera de ricas viandas a estos turistas de principio del siglo XX. Referente a esto el diario La Época de 1940 divulgó lo siguiente: Paseantes a Ojojona (Ojojona, 23. La Época) Indudablemente este pueblo se ha convertido en uno de los lugares predilectos para el paseante capitalino, pues todos los domingos tenemos numerosos y distinguidos visitantes. Lástima que todavía no haya quien se decida a instalar permanentemente un comedor medianamente equipado, ya que estamos seguros buena ganancia proporcionaría. Animo, amigos. Corresponsal (La Época, 24 de abril de 1940, p. 2).
remotos del país pudieron comunicarse e informarse, entre sí y con el resto del mundo. En Ojojona, se contaba con una radio comunal, que se había comprado con fondos de la municipalidad, donde los pobladores que no poseían una radio en sus casas, podían escuchar las noticias del día. En febrero de 1940, se emite una crítica sobre su mal estado, que tuvo eco en el diario La Época: Inercia (Ojojona, 21. La Época) Mientras muchos pueblos del país desean obtener radio para servicio público y estar así en contacto con el mundo civilizado, aquí hay uno que pronto estará inutilizado por imperdonable abandono. Es lastimoso que Municipalidad no disponga el funcionamiento de tan útil aparato, menospreciando así un esfuerzo que costó al pueblo. Corresponsal (La Época, 23 de febrero de 1940, p. 2).
Trabajadores colocando postes de luz en la década de 1940.
Grupo de amigos en Ojojona, alrededor de los años 50
Los capitalinos desde inicios del siglo XX, e incluso antes, tenían como sitio de descanso a Ojojona, y con la apertura de la carretera, la afluencia de turistas aumentó. En los años treinta, entra en la escena de las telecomunicaciones en Honduras la radio; gracias a la cual, muchos lugares
Otra de las mejoras que trajeron las primeras décadas del siglo XX, fue la instalación del alumbrado público, si bien en su momento no era luz eléctrica, sino que se le dotó de lámparas de gas, de la recordada marca Coleman; las primeras pruebas del alumbrado se realizaron en 1940, y el diario La Época lo dejó registrado así: Prueba del alumbrado (Ojojona, 12. La Época) Hizose anoche una prueba del alumbrado público con magnífico resultado. Durante media hora, bajo un torrencial
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aguacero, brillantes rayos luminosos de las potentes “Coleman” hendieron la obscuridad de la noche, dando con su claridad un aspecto insospechado hace algunos meses en este pueblo. Comité debe sentirse plenamente satisfecho. Corresponsal (La Época Tegucigalpa 14 de septiembre de 1940, p.2). Con la instalación de las lámparas, el equipamiento urbano mejoraba, aunque al principio fue un modesto sistema; pero el hecho que ya se fijara su alumbrado, era señal de una mejora en la vida urbana. Años después se instalaría el sistema eléctrico con la energía, proporcionada por el Estado, producto de la energía producida en represas hidroeléctricas. Con la llegada de la “modernidad” la vida urbana generaría su propia problemática, ya que la comunidad comenzó a experimentar problemas con el mal manejo de la basura. En 1940 existía preocupación porque se estaba utilizando de vertedero de basura la parte de atrás de la Casa Cural, donde no sólo se arrojaba basura, sino, incluso cadáveres de animales, los que fácilmente rodaban hacia el río y afectaban
las fuentes de aguas usadas por el vecindario (La Época, 2 de Marzo de 1940, p. 2). Así, con los aciertos, los problemas y los cambios, Ojojona fue desarrollándose y creciendo. Hoy en día, el centro urbano de Ojojona comprende diecisiete barrios: Custerique, Agua Dulce, de la Poza del Banco, La Pesa, El Llano, Yucanteca, El Calvario, Españita, El Mirador, El Cementerio, el Centro, Carrizal, Bajo, Payaguagre, Junquillo, Camino Blanco y La Cruz de los Milagros, estos barrios albergan edificaciones emblemáticas de carácter civil y religioso, las cuales se abordan a continuación y de esta manera conoceremos sobre su historia y relevancia dentro de la comunidad.
3.6 Arquitectura religiosa La Parroquia de San Juan Bautista Una de las primeras referencias que se tiene de la Iglesia de San Juan Bautista es sobre el entierro de una mujer en su interior. En 1683, Gregorio López –indio originario de
Iglesia San Juan Bautista 1930 (Foto de Rafael Silva)
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Ojojona– le propinó una terrible paliza a su compañera de hogar llamada Juana; de tal atropello resultó la muerte de la infortunada mujer, aunque el culpable del hecho alegó que los golpes se los había propinado de la cintura para abajo, y que por eso no era posible que hubiera muerto. Lo cierto es que la mujer murió producto de aquella agresión. Al culpable, se le condenó a doscientos azotes y a dos años de trabajos forzados. Los testigos aseguraron que la mujer violentada fue enterrada en la iglesia de Ojojona (Archivo Nacional de Honduras, Doc. Autos criminales contra Gregorio López, 7 de octubre de 1683 caja 18). Lo anterior demuestra que ya en el siglo XVII, existía un templo religioso, donde se realizaban las inhumaciones de los fallecidos, siendo uno de los primeros informes que sobre este edificio se tiene registrado en la documentación colonial. En 1743, Baltasar Ortiz Letona, funcionario de la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa, escribió una relación geográfica sobre el entonces partido de Ojojona, en la cual expresa: El partido de Ojojona está de Tegucigalpa para la dicha parte del sur ocho leguas, su cabecera es un pueblo de indios llamado así Ojojona, sus términos comprenden el pueblo de lepaterique que dista del antecedente seis leguas y el de Santa Ana Ula media legua y los valles de la Venta, San Joseph, El Coyolar, Quibaripantla y Apacunca, poblados de españoles mestizos, negros y mulatos. En cada uno de los expresados Pueblos hay iglesia, pero la principal de allí es la del dicho Ojojona en la cual hay un Padre Cura Clérigo que regularmente mantiene Coadjutores, un teniente de Alcalde Mayor y una compañía de negros y mulatos con su Capitán y Cabos correspondientes (Boletín del Archivo General de Gobierno Guatemala, octubre de 1945 p.34). Letona menciona a la Iglesia de Ojojona como la principal de todos los municipios que conforman el Partido de Ojojona, a pesar de que esta iglesia no poseía el mejor trazo, ni el mayor tamaño y mucho menos, los altares más ricos. Es probable que la importancia que le atribuía, se debiera a que Ojojona era la cabecera del Partido. Asimismo, se observa
que la presencia de un cura, un Teniente de Alcalde Mayor y de una compañía de soldados, denotan la importancia de Ojojona para la administración colonial. El censo de Cadiñanos, realizado en 1791, menciona esta iglesia, lo que indica que para estas fechas ya existía un edificio (Vallejo, A. 1997, p.109), que llamaba la atención de los funcionarios coloniales, quienes dejaron constancia de ello, aunque no se sabe en qué grado, la traza de ese templo del siglo XVIII era parecida a la actual. Otro documento interesante, que permite entender el proceso histórico de la construcción de la iglesia de San Juan Bautista, es una solicitud que se le hace al Alcalde Mayor de Tegucigalpa, Narciso Mallol, por parte de los alcaldes y pueblo en general, pidiendo licencia para continuar la labor de construcción de la iglesia: Valga por los años de 1819 y 1820 Mallol Señor Don Narcizo Mallol habogado (sic) de los Reales Consejos y Alcalde Mayor por su magestad de hestado (sic) probincia de Tegucigalpa Los Alcaldes y común de indios del pueblo de Ojojona ante vuestra merced como mas haya parece y dice que se buelve a prosimar el verano y teniendo nuestra yglesia en el suelo no logramos su redificacion a causa de carecer de la licencia y demas resultado del expediente y se practico y por tanto a vuestra merced pedimos y suplicamosse digne decirnos lo que debemos haser pues ocurrir personalmente a guatemala nos es muy gravoza1. Los pobladores hablan de reedificar, es decir que la iglesia existía mucho antes y se esperaba que en verano, donde hay poca actividad en los trabajos agrícolas, se pudiera avanzar en la obra. La iglesia de San Juan Bautista presenta en su interior una sola nave, separada del presbiterio por un arco toral de madera, el cual descansa sobre dos columnas, cuenta además, con un coro alto que se sostiene en cuatro pies derechos, mismos que descansan sobre basas de piedra de forma circular. Uno
1. A.N.H. Los alcaldes y común de indios del pueblo de Ojojona solicitan licencia para construir su iglesia, no tiene fecha Caja 126. Documento 4151 sección colonial.
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de los aspectos más distintivos del interior de la Iglesia de San Juan Bautista, es el Retablo Mayor de estilo barroco, que muestra un excelente acabado que asemeja el estilo del de Tegucigalpa, según Martínez Castillo, a finales del siglo XVII, en la ciudad de Tegucigalpa, Vicente Gálvez, artista ensamblador de origen Guatemalteco realizaba el trabajo de elaboración del altar mayor de la Iglesia Parroquial (hoy catedral metropolitana), y que en Ojojona fue contratado para realizar el retablo mayor de la iglesia de San Juan Bautista (Martínez, M. 1997, p. 105).
La posibilidad de poder contratar un artista de este renombre, refleja el interés y los recursos económicos, para embellecer el edificio que congregaba y representaba la comunidad en sí misma. Por otra parte, un retablo de esa dimensión, era una obra conjunta en la que trabajaban varios artesanos, lo que confirma que se contaba con capacidad financiera para pagar tal empresa y el deseo de hacer de la Iglesia un símbolo de orgullo de los ciudadanos. En suma, además de existir la disposición de obtener dinero y pagar el salario del ensamblador, lo que hace probable el hecho, que la iglesia
Mapa del centro histórico de Ojojona donde se destaca la ubicación de la Iglesia de San Juan Bautista y vista arquitectónica del techo.
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Iglesia San Juan Bautista sección A (oeste)
Fachada lateral (este)
ya tenía la dimensión actual. El retablo mayor de Tegucigalpa, responde a un barroco tardío y posee un notable valor artístico, si se observa el retablo de Ojojona, notamos la misma influencia en el trabajo que no desmerece otros de igual o mayor envergadura. La fachada exterior de la iglesia tiene su puerta de arco de medio punto con sus respectivas impostas, cuatro pilastras adosadas a la fachada dividen la iglesia en cinco calles, las pilastras terminan en una cornisa, y sobre esta hay un óculo cuadrado. En la parte superior de la puerta de entrada, se encuentra una inscripción esculpida en la que se lee: “se colocó esta Iglesia año de 1823. Cura Don Mariano Castejon”. Esta leyenda revela otra fase constructiva, o algún tipo de
Vistas arquitectónicas del inmueble y foto del interior de la iglesia
ampliación o mejoras. El hecho que su retablo barroco sea anterior a esa fecha demuestra que la edificación era de larga data. La iglesia posee techo de teja, dos puertas laterales y una sacristía ubicada detrás del altar mayor; contiene además, dos torres de campanario, las cuales muestran las diferentes intervenciones que ha sufrido el edificio, porque se empezaron a construir alrededor de los años de 1869, utilizando como materiales básicos calicanto y madera de cedro. Ese año el secretario municipal de Ojojona recibió una nota de las autoridades centrales en donde se le autorizaba a iniciar estos trabajos: Tegucigalpa Diciembre 7 de 1869 Señor Secretario Municipal del pueblo de Ojojona
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Queda aprobado la acta celebrada por esa corporación el 1° del actual acordando la construcción de las torres de la iglesia pero con la precisa condición que la Municipalidad se atenga a lo dispuesto en los artículos 98,99,100 y 101 de la ordenanza de Gobernadores. Soy de usted atento servidor Carlo Membreño2. Como resultado de esto al culminarse las mejoras se colocó una placa que da constancia del hecho, y que aún se puede leer en la fachada, donde se registra lo que a continuación se expresa: “En 1870 se reedificaron estas torres a esfuerzos
de la Municipalidad y vecindario y del Presbítero Don Simón Ugarte, y Sr Damaso Hernandez”. Fotografías de la época muestran un trazo irregular en la iglesia, y que para ese entonces una verja de hierro rodeaba el atrio. La actividad de mantenimiento de una edificación de gran magnitud como la iglesia de San Juan Bautista era constante y de suma trascendencia, al punto que los cambios o retoques que el templo sufriera aparecían en publicaciones de la época. Así, vemos que en 1917 en la Revista Tegucigalpa, se incluyera como noticia los trabajos del maestro albañil Miguel Valeriano, quien realizaba repello en este templo3.
Iglesia San Juan Bautista en la actualidad
2. Archivo Municipal de Ojojona, Caja Correspondencia manuscrita No 1.
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3. A.N.H. Revista Tegucigalpa 14 de Julio de 1917 Serie VI N° 22 p. 13.
La Iglesia del Carmen En 1889 es publicado el censo del presbítero Antonio R Vallejo, en el cual se menciona que Ojojona tiene una iglesia y una ermita. (Vallejo, A., 1997, p. 21). Si bien es cierto que para esa fecha en Ojojona ya existía la iglesia del Carmen –ubicada en la plaza-; esta no podía ser catalogada de ermita, pues una ermita, es una capilla o santuario pequeño situado (o que se sitúa) en lugares despoblados. Lo cierto es que el otro edificio notable alrededor de la plaza es la iglesia del Carmen, que según las fuentes orales y la tradición empezó a construirse alrededor del año de 1856. Los diferentes estudios históricos de Ojojona, atribuyen el inicio de la construcción al sacerdote Diego Rafael de Zelaya y su finalización al padre Hipólito Matute.
la población masculina se veía obligada a prestar el servicio militar, de tal modo, que las obras de utilidad pública se atrasaban, por lo que las autoridades municipales “pedían al gobierno central la exención del servicio de guarnición a los milicianos para llevar a cabo estas obras”. Según el trabajo monográfico de Rina Antúnez (1993), “se le pudo dar término a la construcción de la iglesia del Carmen hasta 1876”. Prueba de las décadas de construcción y del deterioro de la Iglesia el Carmen, en enero de 1915, en la comunidad se vio la necesidad de hacerle reparaciones, para lo cual, se fundó una Junta Católica4 quien dirigió los arreglos de la iglesia. En febrero de ese mismo año, se informaba que empezarían los trabajos de reconstrucción y que los vecinos habían contribuido voluntariamente con un importante donativo. Al parecer los mismos feligreses brindaron su mano de obra gratuita acarreando materiales, es posible que en esa reparación se realizara la construcción de sus contrafuertes, para 1916 el diario El Cronista de Tegucigalpa publicaba que: “Ojojona, 22. Muy luego estarán terminados los trabajos de reparación de la Iglesia del Carmen. Junta católica activa en la recaudación de fondos. Esperamos filantropía pueblo. Magnolia” (El Cronista, 12 de enero de 1915, p. 2). Las razones porque dos iglesias fueron erigidas tan cercanas la una de la otra, en la misma plaza, no están claras, aunque este no era el único caso, pues en Tegucigalpa para los siglos XVIII-XIX, se contó con dos iglesias en la plaza central, una de ellas la actual catedral y otra (que ya no existe), la de la Limpia Concepción. Lo que estos hechos sí demuestran, es la religiosidad católica de la sociedad hondureña en el transcurso de su historia colonial y republicana.
Fachada de la Iglesia El Carmen en la década de los 1930 (Foto de Rafael Silva)
Las obras de construcción de la iglesia del Carmen se prolongaron durante varios años en la década de 1870. Fue una época caracterizada por revueltas armadas producto de una tumultuosa vida política, por lo que buena parte de
En fotografías de inicios del siglo XX, aparece la iglesia del Carmen, ya con la dimensión actual, excepto por los posteriores añadidos que se le harían en el frontispicio, y que en ese momento debió de haber sido una fachada simple. Actualmente, el interior de la Iglesia del Carmen cuenta con una sola nave, la cual está separada del presbiterio por un arco toral, el cielo del presbiterio es de machimbre y crea la ilusión de una cúpula falsa, el cielo de la nave asimismo, es del mismo material.
4. A.N.H. El Cronista Tegucigalpa 12 de enero de 1915 Año III N° 665 p. 2.
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La iglesia del Carmen posee un hermoso retablo barroco de dos cuerpos y un remate, tiene diez columnas de tipo salomónico –característica de ese estilo artístico– que brindan la sensación de movimiento, tiene además, seis nichos o espacios abiertos en los muros donde se colocan diferentes tallas religiosas, aunque se aprecia que estos son más recientes y no corresponden al retablo. Por su estilo, el retablo podría estar fechado mucho antes de 1856, fecha de construcción de la iglesia. Esta edificación posee también un coro alto, sostenido en cuatro pies derechos que descansan sobre basas de piedra talladas sobriamente. Al exterior, la Iglesia del Carmen muestra fachada plana con una cornisa mixtilínea reciente.
La fachada cuenta con una torre campanario, con su cornisa y cúpula, con su respectiva cruz metálica. Los feligreses ingresan a la iglesia a través de un pórtico y la puerta de acceso, la cual es de arco de medio punto, además de ésta, existen dos puertas laterales. La fuente de fotografía histórica para la iglesia El Carmen, nos permite apreciar en su parte frontal la fachada original, tal como se construyó en sus inicios. En ese momento ésta contaba con un remate triangular, asimismo contaba con una puerta de arco de medio punto con sus impostas, al fondo se aprecia la iglesia parroquial de San Juan Bautista tal cual hoy está, se observa también el césped que crecía en esa plaza irregular. Es difícil fechar estos recursos fotográficos,
Iglesia del Carmen sección A (oeste)
Fachada lateral (este)
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Vistas arquitectónicas del inmueble y foto del retablo de la iglesia
sin embargo, suponemos que puede ser de las primeras décadas del siglo XX. El cuerpo de la iglesia posee varias ventanas, que proveen suficiente iluminación al interior, del mismo modo, la parroquia de San Juan Bautista está orientada de este a oeste, y su fachada da hacia una parte de esa ampliada e irregular plaza. El techo de esta iglesia, en la parte que correspondería a la nave central, es de tejas a dos aguas –el más común– que tiene la característica de dos lados inclinados que forman un pico. El área que correspondería al presbiterio y altar mayor es de mayor dimensión y su techo es a cuatro aguas. La iglesia del Carmen cumplía con su propia advocación, pero también era escenario para diferentes expresiones de la fe católica, donde se reunían las personas de la comunidad para
organizar las diferentes fiestas religiosas; una muestra son los arreglos que se hacían para llevar a cabo la celebración de Corpus Christi. Respecto a esta celebración, expresaba un diario de Tegucigalpa en 1918: Ecos de Ojojona 3 de junio de 1918 No todo debe ser morir dice un refrán; y acaso, pretendiendo dar en tierra con el mutismo proverbial en estos lares, los vecinos del municipio, formando un hermoso paréntesis, verificaron pomposamente la celebración del jueves de Corpus. En esta ocasión los niños parece estuvieron enardecidos; y el derrotero que se trazaron los afiliados al catolicismo, persiguiendo el máximo de solemnidad posible, los condujo a un triunfo completo.
Foto actual de la Iglesia del Carmen
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Desde la tarde anterior del día anterior (sic) fueron construidos a los costados de la Iglesia del Carmen, las entradas donde la colocación de los baldaquinos que manos inteligentes como los de doña rosario Valladares y los de la bella Enriqueta Zelaya, habían preparado para el efecto. (El Cronista, 6 de junio de 1918, p. 2).
transformó en un símbolo que convocaba al peregrinaje y de gran interés para los visitantes del lugar. El pintor Rafael Ramírez, hizo una pequeña crónica de Ojojona en la década de 1920, en la cual, alaba los templos religiosos del lugar, destacando a la ermita y la valiosa obra, de la siguiente manera:
Ésta y otras celebraciones debieron de tener su escenario en ese importante templo, por lo cual forma parte integral de la memoria e identidad histórica de la comunidad, haciéndole merecedor de la protección por parte de las autoridades y pueblo en general.
En la iglesia del Calvario se encuentra un hermoso cuadro que representa la sangre de cristo, hecho este por el notable pintor nicaragüense don Toribio Jerez; obra que bien podía figurar en una exposición de pinturas de Europa por el exquisito colorido y por su naturalidad. (Boletín de la Escuela Normal de Varones, agosto de 1923, no. 28, p.179-180).
La Ermita El Calvario Esta edificación está ubicada a unos seiscientos metros en línea recta y al oeste de la iglesia de San Juan Bautista, su fachada es sencilla: muro mixtilíneo, una puerta de arco de medio punto, sobre esta un óculo que permite la entrada de luz y un techo de tejas a dos aguas. Su sólida construcción es de adobe. La referencia histórica que brinda mayor información sobre su edificación, es una lista de vecinos que contribuyeron para la construcción de la ermita y que está fechado en 1898.
Procesión religiosa en la Ermita El Calvario 1970
Lo más valioso que posee esta Ermita es una obra pictórica, conocida como la Sangre de Cristo, que con el tiempo se
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Pintura: La sangre de Cristo. Posible autor Toribio Jerez, probable década de 1850.
La mención de este pintor nicaragüense es sumamente sugestiva, porque con respecto a la autoría de esta obra
hay diversas opiniones, algunos la atribuyen a un maestro de la plástica española del período barroco, lo que parece difícil de comprobar, pues estilísticamente no responde al claroscuro del barroco. Sobre el pintor Toribio Jerez, ha expresado Leticia de Oyuela: “fue con él que empezó una corriente llamada Pintores de la Legua, que iban de sitio en sitio, unos de ellos apoyados por las alcaldías que eran pagados en especies, es decir, aguas, vituallas, alimentación” (Oyuela, L. 2007, p.34). Parece que el negocio de estos pintores era hacer cuadros de conjuntos familiares, por los cuales cobraban seis reales por cabeza. Asume Leticia de Oyuela, que estos pintores de la legua reproducían cuadros de antiguas devociones y de hechos milagrosos –el caso del cuadro del Calvario–. (2007, p. 34). Toribio Jerez, continúa comentando Leticia de Oyuela, llegó procedente de Nicaragua en la década de 1850. Aquí pintó retratos de los personajes más importantes Fachada frontal (este)
de Honduras. Añade, que estos pintores incorporaban en sus lienzos texto donde dejaban constancia de su hechura, fecha, y nombre del personaje representado. En el cuadro de La Sangre de Cristo, en el margen inferior aparece una leyenda que dice: El Excmo Y Reverendisimo Señor Doctor don Jorge de Viteri y Ungo, primer Obispo del Salvador, por si y por un gesto de hermandad que tiene celebrado con los Excmos Señores Cardenales y los Ilustrisimos Señores Arzobispos, dando sesenta días de verdadera indulgencia a todas las personas que rezaren un Credo o pedimento ante esta imagen de la Sangre de Cristo, perteneciente al Señor Dr. Rafael de Zelaya. (Oyuela, 2007, p. 34). Viteri y Ungo5, fue obispo de El Salvador de 1843 a 1846, año en que fue expulsado de El Salvador y se radicó en Nicaragua, donde fue obispo. Estos datos nos permiten Fachada lateral (norte)
Sección A-A
Vistas arquitectónicas del inmueble y foto del interior de la iglesia 5. Obispo nacido en El Salvador en 1802, muere en Nicaragua en 1853.
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La Casa Cural
La Ermita El Calvario en la actualidad
Ubicada en las cercanías de la plaza y orientada de norte a sur, se cree que esta edificación fue construida en 1823, pero no hay fuentes precisas que lo indiquen. La importancia que tuvo Ojojona en el período colonial nos hace suponer que la Casa Cural siempre fue un edificio notable; porque otras parroquias de diferentes pueblos dependían administrativamente de ésta. En respaldos fotográficos de principios del siglo XX, se observa que esta edificación lucía un tapial que ahora no existe y en su lugar se construyó una ampliación del edificio. En esa primera imagen se muestra que ya contaba con su corredor y sus cuatro pies derechos, mismos que todavía posee. El corredor fue cerrado en años recientes con un muro de unos 1.20 cms.
fechar la obra pictórica en este período. Para la década de 1940, la devoción o el interés por conocer la obra, atraía la afluencia de visitantes de distintas procedencias, sobre ese suceso, una nota del diario La Época de 1940, publica lo siguiente: Suplica Ojojona, 20. La Época. Encarecidamente rogamos a la persona que maneja la llave del Calvario de esta población, donde guardase precioso cuadro titulado “Sangre de Cristo” sea mas amable y oportuna cuando solicítesela para mostrar a los visitantes valiosa obra artística. Consideramos ridículo tener que desplegar por algunas horas actividad diplomática para obtener momentáneamente la importante llave. Corresponsal. (La Época, 22 de noviembre de 1940, p. 3) El cuadro La sangre de Cristo, en primera instancia, perteneció a Rafael Zelaya, quien lo heredó a la señorita Francisca Zelaya6, ésta a su vez lo vendió a la municipalidad de Ojojona por 80 pesos el 26 de diciembre de 1888. Desde entonces, lo más probable es que estuviera en poder de la ermita de El Calvario, lo que podría dar otra fecha constructiva del mencionado santuario. 6. Ver Valladares Abel en cualquiera de sus dos ediciones ya citadas donde hace referencia a esta compra.
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La Casa Cural en la actualidad
3.7 Arquitectura civil La Casa Consistorial De acuerdo con la traza fundacional hispánica y las ordenanzas reales, la sede de las autoridades municipales o cabildo, debía ubicarse frente a la plaza, junto a la iglesia, casa del cura y lotes de los vecinos principales. En Ojojona no se siguió tal disposición, pues La Casa Consistorial o el cabildo, está cimentada en una esquina, casi marginal del perímetro, y su fachada no ve hacia la plaza, sino que está a espaldas de la misma. La ubicación original de la casa del cabildo es incierta, pues la misma documentación histórica, lejos de aclarar esa duda, genera mayores interrogantes, por ejemplo: un vecino del municipio, José María Ortiz, poseía una casa en la calle del cabildo la cual ponía en venta. La ubicación de la casa y los límites de la misma, deja entrever que el cabildo en tal fecha no se ubicaba donde actualmente se emplaza, y tampoco coincide con la casa consistorial:
…compareció José María Ortiz de este vecindario que certifico conozco y dijo: que en la calle del cabildo y en el lugar llamado la plaza pocee una casa de teja paredes de bajareque que consta de doce y tres cuartas varas de largo de sur a norte y ocho y media de ancho inclusive el corredor de oriente y poniente; lindando por el primer rumbo con el rio que pasa inmediato por el segundo con el callejón que forman otra casa del vendedor y la de la señora Cerafina Rivera: por el tercero con el cabildo de este pueblo por entre la casa del señor Ygnacio Baraona y la de la expresada Rivera7. La casa que vendía Ortiz estaba cerca del río, mientras que el cabildo o casa consistorial actual, se encuentra muy alejada del mencionado río; por lo que podemos inferir que en antaño el cabildo estuvo por esa zona. En el censo de 1889, elaborado por Antonio R. Vallejo, se cita que Ojojona poseía una regular iglesia, una ermita y un
Casa Consistorial en la actualidad
7. A.M.O. Caja Correspondencia Manuscrita N°1.
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cabildo. En 1905 Eduardo Martínez López, historiador local, también hace referencia a dicho edificio, pero no puntualiza su ubicación. En todo caso la ubicación del edificio comunal, refleja el trazado irregular del lugar, característico en zonas de asentamientos existentes antes de las fundaciones coloniales. En el registro fotográfico citado anteriormente, se muestra que para 1900 existía la estructura del cabildo, detrás de la iglesia del Carmen, no obstante, se puede apreciar que sus pies derechos terminaban en un delicado juego de arquería, detalle inexistente en el inmueble de hoy en día, aspecto que representa reformas más recientes. Actualmente, cuenta en su fachada con tres puertas y dos ventanas, cinco pies derechos asentados en basas cuadradas, los materiales de construcción son el adobe tradicional y sus tejas de barro tradicional. Este inmueble era lugar con suficiente espacio para reuniones, prueba de ello es que en 1916, se realizaba en sus salones diversas actividades sociales, y no solo lo atinente
a la administración del municipio, en el diario El Cronista de Tegucigalpa se informaba que: “Ojojona, 15. Municipalidad tuvo anoche una modesta velada en la sala consistorial; hubo buena música de escogido repertorio, selecta concurrencia asistió, conmemorando día de la patria. Robespierre” (El Cronista, 16 de septiembre, p. 2). El tipo de eventos descritos anteriormente requieren de un espacio considerable, disponible solo en un edificio como el actual, podría servir de marco a reuniones sociales de regular asistencia, además se menciona el nombre convencional con que siempre se le ha denominado: Casa Consistorial.
La casa de Pablo Zelaya Sierra Otro edificio notable en la plaza de Ojojona, es la casa del pintor Pablo Zelaya Sierra, situada de oeste a este, su fachada mira hacia la parroquia de San Juan Bautista. Sus techos de tejas, corredor con maderos verticales y culminando estos, el notable trabajo de sus zapatas, es un representativo
La casa Pablo Zelaya Sierra en la actualidad
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ejemplo de lo mejor de la arquitectura vernácula del período colonial en Honduras. Esta construcción se presume data de 1723, en fotografías de inicios del siglo XX, apenas se aprecia parte de su tejado, pero se vislumbra, que ya estaba tal cual se conoce hoy día, con excepción de algunas reformas, pues se aprecia que la actual puerta del extremo derecho de la construcción no existía. Esta edificación ha pasado por muchos usos como: casa de habitación, luego se pensó como museo, donde se expondría la obra del Pintor Zelaya, sobre el museo la Revista Mesoamérica refirió: El Museo Pablo Zelaya Sierra queda ubicado en el municipio de Ojojona, departamento de Francisco Morazán, precisamente en la casa donde el pintor nació. El Banco Central de Honduras hizo una donación al Instituto de Antropología para que se comprara parte de la casa y se restaurase la misma. Logrados los propósitos, surge así
el museo Pablo Zelaya Sierra, que funciono desde el 24 de junio de 1983 (Caballero, J., Revista Mesoamérica, 1983 p. 178-181). En el año 2001, esta casa sufrió un lamentable incendio que estuvo a punto de destruirla hasta sus cimientos. En la actualidad, se ha restaurado completamente siguiendo un buen criterio técnico-arquitectónico. Observando el plano del inmueble, se puede inferir que la casa tenía tres habitaciones, tal vez una de estas secciones pudo haber sido cocina-comedor, sala de estar y otro más quizá servía como dormitorio, es posible que tuviera en su traspatio algún otro tipo de unidades habitacionales. Aún se puede observar el tapial que circunda la casa, demostrando que por la dimensión de su estructura principal, ubicación con respecto a la plaza, y la dimensión de su solar, fue una de las construcciones más grandes de Ojojona, a través de su historia colonial y republicana.
Fachada frontal (este)
Fachada lateral (norte)
Vistas arquitectónicas del inmueble y foto de la casa Pablo Zelaya al caer la noche
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La fuente del Ojo de Agua Ojojona está ubicada en una planicie fragmentada por el río San Juan de Oeste a Este que corta en dos el centro histórico del municipio, pasando incluso a escasos metros al norte de la iglesia de San Juan Bautista. Sin embargo, la fuente de agua apta para el consumo humano más importante del municipio es la fuente del Ojo de Agua, en la cual, desde tiempos
lejanos las y los pobladores de la comunidad se abastecían, habiéndose construido un aljibe o pila para servirse mejor del vital líquido. Posteriormente, se realizó una mejora en el servicio de agua potable en el año de 1952, cuando se expande el servicio de forma moderna con sus cañerías y grifos domésticos, para lo que la municipalidad de entonces, invirtió 4,666 lempiras.
Pila de abastecimiento del Ojo de Agua
Fuente de Ojo de Agua
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Camino hacia la pila de abastecimiento y fuente de Ojo de Agua, en la noche
Una casa de Ojojona vinculada a Francisco Morazán, figura histórica de la República Ubicada en el barrio El Centro, su fachada principal da hacia un costado de la Parroquia de San Juan Bautista, apenas separada de ésta por el río que cruza la localidad. Es de planta rectangular, debido a los periodos de abandono y posteriores reformas, sólo se conserva un único salón antiguo, los corredores se han cerrado para utilizarlos como bodegas, aunque es muy probable que el inmueble poseyera, en algún momento de su historia, cuartos para dormitorios, cocinas, comedor, etc. Sus antiguos pies derechos, no se aprecian porque se les ha colocado ladrillos decorativos, que no concuerdan con la estructura antigua. Sus materiales de construcción son el adobe para sus paredes, su techo es de tejas de barro tradicional, y sus pisos del mismo material según la tradición de antaño.
se volvía a insistir en la compra del inmueble por parte de la municipalidad, pues continuaba en estado ruinoso, se sugería fundar allí una sala pública de lectura (La Época, octubre de 1940, p.3). A pesar de la insistencia, la casa en mención no se compró, pues actualmente es de propiedad privada.
La Casona de Pancha Martínez Con ese nombre se identifica a una de las edificaciones de carácter residencial más excepcionales y representativas de la arquitectura vernácula del municipio, incluso del país. Ubicada en las cercanías de la Casa Consistorial, en el centro de la localidad, seis pies derechos asentados sobre basas circulares adornan su corredor frontal, rematando un bonito juego de arquería, con su tejado tradicional. En la parte posterior, cuenta con otro corredor con sus pies derechos; aunado a este detalle, se suman su jardín y solar, donde a través de la historia, las familias han sembrado el tradicional huerto familiar. La fecha de construcción estimada para esta edificación es alrededor de 1830, fecha probable que responde al mismo horizonte estilístico de las otras emblemáticas construcciones, que engalanan al municipio y le brindan su propia personalidad.
Casa donde se supone permaneció Francisco Morazán
Esta edificación tradicionalmente ha sido asociada a una etapa de la vida de Francisco Morazán. El corresponsal del diario La Época en Ojojona, el cinco de octubre de 1939, refiriéndose a esta casa, comentaba: “tenemos aquí una casita en ruinas donde residió temporalmente la familia de Morazán; allí fue capturado por orden de Milla. Personas comprensivas insinúan a Munícipes que pueblo compre esta reliquia histórica. Nosotros reiteramos la indicación”. (La Época, Año VII N° 1882 p.2). Un año después, siempre en el mismo diario,
La casona de Pancha Martínez representa el tipo de arquitectura vernácula del municipio
En las primeras imágenes fotográficas de Ojojona y su centro histórico, aparece esta casa, aunque se observa más pequeña, lo que demuestra que ha sufrido modificaciones con el paso
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del tiempo. Muy probablemente estas ampliaciones se debieron al crecimiento de las familias que la habitaron y a sus necesidades.
La Casa de la Cultura Esta edificación ha sido recientemente restaurada, por la iniciativa de la Alcaldía Municipal y con fondos de la Cooperación Española, con el fin expreso de que funcione como Casa de la Cultura. Además, se le construyó un anexo con buen criterio arquitectónico, sin romper el estilo y armonizando con el paisaje urbano del lugar. El área central
de esta edificación corresponde a la sección más antigua, la cual está revestida de importancia, porque en ésta funcionó la Casa del Telégrafo, medio de comunicación de gran valor en cualquier comunidad, hasta bien entrado el siglo XX. La presencia del telégrafo en Ojojona es de larga data, ya en el censo del presbítero Antonio R. Vallejo de 1889, se comenta del proyecto de introducir este servicio (Vallejo, A., 1997, p. 471) y desde inicios del siglo XX se da noticias de su actividad. La parte más antigua está conformada de la manera tradicional, techo de tejas, paredes de adobes, sus ventanas de madera a la usanza de la época, contrastando con el área moderna, y sus ventanales de vidrio.
Parte externa del inmueble
Interior en la Casa de la Cultura
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Vista del segundo piso
La Planta Eléctrica
Puentes de Ojojona
Situada en una colina cercana hacia el sureste de la población, desde donde se divisa parte de la comunidad, se encuentra la casa donde funcionó la planta eléctrica. Esta edificación se elaboró con los mismos materiales constructivos de la época. Su importancia histórica como sede de la planta generadora de energía, comprueba que el municipio contaba con algunos servicios básicos. Pero también, ha tenido diferentes usos, se ha dicho que en una temporada fue ocupada como zona militar, donde se ubicaba un destacamento8. Además fungió como sede de la delegación policial.
Una de las características principales del municipio de Ojojona son sus puentes, esto debido a que el poblado está cruzado por diferentes corrientes hídricas. En la localidad existen varios puentes que comunican y unen diferentes sectores de la población, entre ellos: El puente Joxone, ubicado en la entrada del municipio, puente La Bocana, el más antiguo, puente El Cusuco, a un costado de la Iglesia de San Juan Bautista, llamado así porque originalmente hubo una estructura de piedra que presentaba una curvatura pronunciada, ésta característica para las y los habitantes semejaba la forma de este animal, dando origen al curioso nombre.
En el archivo municipal de Ojojona se encuentra un pedimento de una concesión de un salto de agua para la instalación de una planta eléctrica por el periodo de 25 años. La petición fue presentada por el ingeniero Jorge Martínez, el 27 de junio de 19459. El referido ingeniero ofrecía a cambio de la concesión, dotar de energía eléctrica a todos los edificios públicos e iluminar las calles de Ojojona de forma gratuita. No se sabe a ciencia cierta si le fue aprobada esta concesión, lo cierto es que por esas fechas se instaló la aludida planta eléctrica.
Puente El Cusuco
“Los puentes son parte de nosotros y nos sentimos identificados” “Cuando éramos niños siempre veníamos a jugar aquí, a buscar cangrejos, bumbulunes y saltar en el río”10. Antiguas instalaciones de la planta eléctrica
Al interior de la antigua planta eléctrica, aún se puede encontrar la antigua maquinaria, la que de alguna manera debe ser conservada pues forma parte del patrimonio cultural, dentro de la categoría de patrimonio cultural industrial.
Detrás de la Iglesia San Juan se encuentra otro puente, originalmente de hamaca, que ha sido reedificado por el Programa Patrimonio para el uso de los peatones. Existen otros puentes sobre el río San Juan, comunicando calles y caminos de la localidad. El interés de la comunidad por construir puentes es de larga data. El 3 de junio de 1911, en el diario El Nuevo Tiempo,
8. El Tilinte revista cultural de Ojojona Año I N° 3 p.12. 9. Documentos pre clasificados del Archivo Municipal de Ojojona. Este archivo está en proceso de clasificación. 10. Moisés Zelaya y Jairo Aguilar, jóvenes ojojonas.
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Las Cruces de Ojojona La Cruz de los Milagros, ubicada en una loma, es un lugar privilegiado de la localidad, desde donde se puede divisar la zona del centro histórico. Históricamente es un lugar de peregrinación y celebración religiosa, así como espacio de reflexión para los pobladores. El puente de los Suspiros
se pedía la construcción de estas estructuras. (El Nuevo Tiempo, 3 de Junio de 1911, p. 1). Dentro de los distintos puentes de Ojojona, el más importante es el de La Bocana, sirve al tránsito de la mayoría de los automotores y peatones de la localidad. Este puente es poseedor de una importante calidad estética, cuenta con dos arcos al estilo greco-romano. En Honduras se edificaron con este estilo innumerables puentes, como el puente Mallol de Tegucigalpa, que era de diez arcos, cuando se construyó en el siglo XIX.
La Cruz de los Milagros y vista panorámica desde esa elevación
El puente La Bocana
Los arcos del puente de La Bocana, fueron construidos con piedras, sin embargo las dovelas no están trabajadas y talladas como lo están otros puentes antiguos de Honduras. Se cree que este puente es de construcción más reciente, la luz de sus arcos es de aproximadamente dos metros; el diseño inclusive consta de sus respectivos tajamares, lo que demuestra que quien lo diseñó, tenía un cierto gusto por este estilo de puentes.
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Otro importante espacio simbólico para la población es la Cruz de Payaguare, ubicada en el cerro del mismo nombre, sitio que históricamente ha sido también centro de peregrinación y celebración religiosa.
Los cementerios o los nuevos centros de patrimonio cultural Los cementerios no sólo son la última morada de los pobladores de un determinado colectivo humano, son un lienzo donde se registra buena parte de la historia de los pueblos. Por medio de ellos se puede indagar sobre las familias que predominan en un lugar y comprendemos ante todo su postura ante la muerte. En Honduras durante la Reforma Liberal (1876-1930), se redujo el poder a la Iglesia, suprimiendo la potestad de dirigir los cementerios y el registro civil, correspondiendo al Estado laico desde entonces su manejo. Antes de esto, era usual que junto a la iglesia estuviera la morada de los muertos. Después se decidió ubicarlos fuera de las poblaciones.
En Ojojona el cementerio se ubicó en sitio aparte, en la periferia, hacia el norte de la población. La fotografía antes expuesta, corresponde a la de un tal Pablo Sierra, apellido común en la zona. Este vecino, según parece, nació a principios del siglo XIX, pues en su lápida está inscrita la fecha de su nacimiento, aunque un poco ilegible y su deceso aproximadamente por la década de 1890. Esta fecha también está un tanto borrosa, pero permite posicionar temporalmente el inicio del funcionamiento del cementerio. Esta tumba por si sola es una verdadera curiosidad. Su lápida de piedra esta tallada de manera inusual, con una técnica en desuso. En la década de 1960, según Memoria de Fomento, al cementerio se le construyó una pequeña capilla11 para recibir el cortejo fúnebre en su triste entrada al cementerio. Alrededor del cementerio un cerco perimetral separa el mundo de los vivos del de los muertos.
Fachada del cementerio general de OjojonaW
Vistas arquitectónicas del cementerio y foto de la tumba de Pablo Zelaya, siglo XIX
11. Archivo Nacional de Honduras, informe del ministro de gobernación, justicia y seguridad publica licenciado Ramón Valladares H. presentada al soberano congreso nacional noviembre 1° 1960-octubre 31 1961 tipografía nacional Tegucigalpa 1961 p.59.
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En la actualidad Ojojona cuenta con diez aldeas, las cuales representan espacios históricos, que evidencian la permanencia y cambio de costumbres, mentalidades, construcciones arquitectónicas y otros rasgos culturales esenciales para identificar la zona. De éstas, son las aldeas de: Guazucarán, Saracarán, El Aguacatal, Guerisne, Santa Cruz y Aragua las de mayor carácter histórico. En la revista Honduras Industrial de 1884, se menciona que Ojojona en aquel tiempo pertenecía al círculo de Sabanagrande y sus principales aldeas eran: “Guazucarán, El Plomo, Saracarán, Las Anonas, San Antonio, El Aguacatal, Guerisne y Santa Cruz” (15 de febrero de 1884, p. 2).
Algunas de estas poblaciones fueron perdiendo su condición ante otras comunidades de mayor estatus. En el caso de El Plomo tuvo la denominación de aldea, sin embargo, con el paso del tiempo se transformó en un caserío de Guazucarán. También, de acuerdo con la documentación consultada, a finales del siglo XIX, no se menciona otras aldeas actuales como Surcos de Caña. Así, las más representativas en la trayectoria histórica de Ojojona son los que se han señalado.
Mapa del municipio de San Juan de Ojojona y las aldeas que lo conforman
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4.1 Guazucarán sitio minero
Historia
Aspectos geográficos
La historia de Guazucarán se remonta al período prehispánico, cuando se presume que la zona era habitada por uno de los principales pueblos indígenas, conocido en la actualidad como los lencas; quienes habitaron la zona centrooccidental, en los departamentos de Lempira, Intibucá, La Paz, gran parte del Valle de Comayagua, el departamento de Francisco Morazán, el sureste de Santa Bárbara y el noreste de Choluteca.
Se encuentra ubicada al sur-oeste de la cabecera municipal, y a unos 22 kilómetros de distancia, conectada a ésta por una calle sin asfaltar transitable todo el año. Gracias a su altura es de 1360 metros sobre el nivel del mar, goza de un clima templado. En la zona predominan los bosques de pino alternados con robles y cedros en menor cantidad. Esta pequeña aldea sobresale por su pasado como centro minero. Como es característico de dichos poblados, no se conoce una fecha precisa de fundación y sólo se tienen las referencias generales que exponen los documentos coloniales.
Distribución geográfica de las culturas indígenas al momento del contacto, tomado del texto, el Costo de la Conquista de Linda Newson Casa típica de la aldea de Guazucarán
Significado del nombre Guazucarán El significado de su nombre al igual que la mayoría de los nombres de los poblados de nuestro país genera discusiones y discrepancias. Uno de los más importantes estudiosos de la toponimia de nuestro país, Alberto Membreño, asegura que Guazucarán significa en lengua mexicana: “junto a las casas de los guasuches” se compone de guauhxochilt, una planta parasita que crece sobre los árboles, calli, casa y lan, cerca (1994, p. 123). Las menciones de la aldea de Guazucarán, datan desde el año 1569, dónde ya se le identificaba como uno de los primeros yacimientos de plata descubierto por los conquistadores en las cercanías de Tegucigalpa.
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La historia de los Lencas es de gran importancia para el país, por ser el grupo más extendido a la llegada de los españoles, el cual constituyó la base social del sistema de dominación que sería impuesto en la provincia de Honduras por los conquistadores. Para los lencas la forma de organización social eran los “cacicazgos”, caracterizados por ser grupos sociales estratificados, sedentarios, con agricultura eficaz especialmente la relacionada con el cultivo de maíz. La hispanización que se ha dado desde la invasión europea del siglo XVI, ocasionó que la sociedad campesina indígena mantuviera entre los círculos oficiales una especie de estatus de “indios coloniales” en contraste con los “indios selváticos” de otras regiones, que escaparon con éxito del dominio español durante la colonia, posteriormente del periodo republicano.
Guazucarán y la minería hondureña Desde inicios de la conquista, los españoles centraron su atención en la obtención de riquezas por medio de los metales preciosos. De esto no queda duda, al remitirse a los cronistas de la época, quienes no ocultan en sus escritos la feroz ansiedad de los conquistadores hispánicos por el oro y la plata de la provincia.
negros y azogue no se labran como debian para que los quintos Reales fuesen en gran aumento...” Carta del cabildo secular de Valladolid de Comayagua donde se denuncia el descubrimiento de la mina de Guazucarán, 1574. Archivo General de Indias.
Durante los primeros años, la minería se restringió al lavado de oro en yacimientos de origen aluvial, utilizando la abundante mano de obra indígena. Al finalizar los primeros años del siglo XVI, la provincia quedó sumida en una profunda crisis al agotarse los yacimientos auríferos y producirse un marcado descenso de la población indígena, producto de las enfermedades y la sobre-explotación que el conquistador practicaba cuando obligaba a los nativos a realizar jornadas de trabajo extenuantes en los lavaderos de oro y minas de plata. Bajo este sombrío panorama, en 1569 Diego de Manzanares descubrió un filón de plata en el cerro de San Lorenzo de Guazucarán (Gómez, P., 1999, p.50). Con este descubrimiento se inaugura una nueva época en Honduras al sumarse otros hallazgos en el centro y sur del país, lo que contribuyó al reflote de la economía y al poblamiento de zonas poco exploradas hasta entonces. Su importancia es planteada en la carta que el Cabildo de Comayagua envía a la Corona en 1574, informando sobre el descubrimiento de las minas del Cerro de Guazucarán, al tiempo que solicitaban el envío de Negros y azogue (AGI, Guatemala, 43, N.83). El documento plantea que: “... biendo los vezinos d’esta provincia la disminucion en que yva por ser tierra tan pobre y que enella noay genero ningunode granjerias en que los vasallos de v. mag. se puedan entretener sean dado a buscar plata por (…) esta tierra dispuesta para ello y sean descubierto en los terminos de la dicha ciudad unas minas de plata en el cerro de guazucaran que andado muestra de mucha riqueza y se comienzan a labrar y sacar dellas plata y acauja destaz los vecinos desta provincia ynposibilitados para comprar
Cabe destacar también el descubrimiento de la veta de Santa Lucía en 1578, lo que junto con Guazucarán, catapultó a la población de Tegucigalpa como el centro minero de mayor importancia de la provincia. Para 1581, el Alcalde Mayor de Tegucigalpa reveló que había entre 300 y 400 reclamos registrados en la zona minera de Guazucarán, lo que demuestra el potencial de esta veta (Newson, L., 1992, p.220). La riqueza de Guazucarán llegó a oídos de la Corona. En un informe enviado a su Majestad
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en el año de 1585 se expresaba lo siguiente: “que las minas son muy buenas las de guacucaran porque son minas para sustentar cinquenta haziendas1.” La relación de minas hecha en 1590 por Francisco Valverde, menciona nuevamente las bondades de la mina de Guazucarán y la veta de la “Enriqueña” con una buena producción de plata. Esta inmensa riqueza extraída en el país, incentivó todavía más las ambiciones de los europeos. Muchos españoles avecindados en la villa de Tegucigalpa llegaron al clímax del derroche al asegurarse que en ocasiones cubrieran con barras de plata las calles de esa villa en sus fiestas personales (Leiva, R., 1982, p. 85). En sus tiempos de explotación minera, los yacimientos de Guazucarán fueron conocidos por la generosidad de sus vetas, pero igualmente famosa fue la dureza de su broza, tan compacta que para extraerla era necesario ablandarla con fuego. Debido a la falta de fondos para explotar esta mina por parte de su descubridor y algunos españoles radicados en la provincia, fue necesario asociarse con los acaudalados encomenderos guatemaltecos, poseedores de alguna holgura económica, tal es el caso de la familia Villacreces de la CuevaAlvarado, esta familia estaba formada por doña Leonor de Alvarado y Don Francisco Villacreces de la Cueva. Ambos descendían de linajes nobles. Doña Leonor era hija natural del conquistador de Guatemala Don Pedro de Alvarado. La compañía donde participaron los Villacreces de la CuevaAlvarado fue la más grande de la época, y cumplió un importante papel en la captación de importantes especialistas poseedores de conocimientos y técnicas sobre la explotación de minas (Gómez, P., 1999, p. 60-61).
en poblados españoles, aunque en sus alrededores se mantuvieron las reducciones indígenas (Taracena, L., 1998, p. 48). Paralelamente a la explotación de las minas, surgían pequeños caseríos y centros de molienda, fundición y beneficio del mineral. Españoles e indígenas2 formaron también parte de los establecimientos de haciendas, actividad muy importante que fue desplegada en torno a este tipo de sitios, dado a que solo a través de la cría de reses se obtendrían carnes, cebos y cuero, insumos necesarios en la vida de asentamientos mineros, además la cría de mulas, necesarias para el transporte y la tracción de la incipiente maquinaria. Bajo este esquema, no hay duda que alrededor de las minas de Guazucarán se concentró una población variopinta integrada por conquistadores españoles, indígenas y negros esclavos. Aunque debido a lo agreste del terreno (suelos poco fértiles, fuentes de agua casi inexistentes en el lugar etc.) este asentamiento fue de carácter temporal y se dinamizaba dependiendo estrechamente de la productividad de la mina, por lo que el traslado de señores peninsulares dedicados a la minería al municipio de Ojojona era constante, pues les servía de morada.
El asentamiento minero La fundación de los pueblos y ciudades durante el siglo XVI, dependió mayormente de la presencia de minerales y de una población indígena considerable. Las exploraciones y puntos de avanzada de la conquista y primer ciclo de producción minera (minería de aluvión) se apoyaban inicialmente en la población indígena de Choluteca, Agalteca, Tegucigalpa, Nacaome y otros. Más tarde, éstos se convirtieron
Molino para el laboreo de plata. Fotografía extraída del Tomo III de la Historia General de Centroamérica FLACSO
Los negros esclavos como mano de obra Uno de los problemas más recurrentes que encontraron los mineros en la Honduras de mediados del siglo XVI,
1. Archivo privado del Lic. Manuel Aguilar.
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2. Los negros esclavos participaron en menor medida en las actividades de hacienda a lo largo de la colonia en Honduras, esto debido a su alto costo económico y la prioridad que se daba a la extracción de minerales.
fue la falta de mano de obra. Para esos años la mano de obra indígena había sido diezmada por las enfermedades y los tratos crueles y degradantes del conquistador, a tal extremo, que para el año 1539, con el objeto de evitar su desaparición, la corona, prohibió la utilización de indígenas en las minas. Bajo este contexto los dueños de minerales, y en este caso, los de Guazucarán, recurrieron a la adquisición de esclavos negros para dichas labores, con el inconveniente que su adquisición resultaba cara, por lo que se complicaba “Cómo los españoles maltratan a sus esclavos africanos” Nueva crónica y buen gobierno (1615)
en alguna medida la extracción de mineral, dada la precaria situación económica que imperaba en la provincia. Pese a ello, para finales del siglo XVI, laboraban más de un centenar de esclavos negros en las vetas de Guazucarán, pero según los informes de la época se requerían más de 800 esclavos, para satisfacer todas las necesidades de la actividad extractiva (Leiva, R. 1982, p. 110).
La minería: repartimiento de indígenas y disputas entre los mineros por el control de la mano de obra Cuando hubo posibilidades de comprar mano de obra esclava, se hizo, aunque no en grandes cantidades pues era demasiado caro, y los mineros hondureños no siempre tuvieron los suficientes capitales para su adquisición. En ocasiones podían contratar mano de obra asalariada, pero generalmente hicieron uso de la población indígena, a la cual explotaron mediante las leyes de repartimiento. La figura del repartimiento fue una institución colonial regulada y definida de la siguiente manera: “En América el repartimiento de indios se vinculó a la encomienda por lo que un grupo de indios era puesto a la disposición de los colonos españoles como mano de obra” (Fletes, R., p. 1994, p. 114). En teoría, una comunidad indígena debía mandar durante determinados períodos, cuadrillas de hombres, para realizar trabajos de diferente índole, tanto en las minas, como en las haciendas o cualquier obra pública. El dueño de minas debía pagar el jornal, proporcionar alimentación, cobijo y las herramientas de trabajo. Pero siempre existían quejas de que esto no se cumplía, además los indígenas no debían trabajar al interior de las minas, pues era un trabajo insalubre y dañino para ellos; solo se permitía el trabajo de superficie, acarreo de materiales o cualquier otra faena. A pesar de que se suponía que se pagaría una cantidad determinada, se puede considerar que fue una forma de trabajo compulsiva, es decir forzosa, porque se hacía laborar a los indígenas contra su voluntad. Por esta disposición de la Corona, la población indígena de lugares como Ojojona, era obligada a rendir este servicio de
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forma constante. En el Archivo Nacional de Honduras se conservan registros de este servicio: En 1776, Juan González de Castro poseía una mina llamada San Francisco de Barajana (distante unas cuatro leguas al sur de Ojojona), y solicitaba a las autoridades de Guatemala se le diera en repartimiento los indígenas de los pueblos de Ojojona y Santa Ana, Castro argumentaba que estos indígenas eran enviados a repartimientos mineros de Yuscarán, a veinticinco leguas de distancia3; también aducía que la calidad de los metales de su mina era superior al de Yuscarán4, por lo que, era preferible que se le diera a él esos indios en repartimiento. También sostuvo González de Castro, que los mineros de Yuscarán recibían en repartimiento los indígenas de los pueblos de Somoto, Talaguina (Yalaguina) Tologalpa, Telpaneca, ubicados en la Nueva Segovia (Nicaragua)5.
(Nicaragua), estos mineros argüían que desde hacía muchos años las diferentes autoridades reales les habían adjudicado el repartimiento de indios de los pueblos de Ojojona y Santa Ana, y que estos pobladores en ese tiempo habían logrado aprender el oficio de mineros, y destacaban que:
En vista de los alegatos del minero de Ojojona, el Presidente de La Audiencia en Guatemala determinó que:
No se tiene datos sobre la conclusión de aquella pugna entre los mineros de Yuscarán y los de la zona de Ojojona. Pero ésta evidencia de la presión por controlar la escasa mano de obra fue constante y significaba un régimen de abusos y arbitrariedades contra las poblaciones indígenas.
“Ordeno y mando al Alcalde Mayor y Theniente de Capitan General de la Provincia de Tegucigalpa que siendo en qualquier manera requerido por parte de Don Juan Gonzales de Castro Dueño del mineral de plata en el parage nombrado Barajana vea el escrito incerto, Pedimento del Señor Fiscal y Auto por mi proveido, y en su consequencia, haga que por las justicias de los pueblos de Santa Ana y Ojojona, se le acuda prontamente en la forma que fuere costumbre con la quarta parte de tributarios de cada pueblo para el trabajo y laboreos de dichas minas”6.
Quitándosenos ynstruidos como son ojojonas y Santa Ana y demás de esta jurisdicción quedaremos absolutamente impocibilitados de trabajar de que se sigue indispenzablemente la ruina nuestra de nuestras minas e yngenios de este mineral porque los yndios de las segovias no conocen ni han travajado jamás con minas y como arriba insinuamos es negociacion que no puede entregarse a quien no lo ha manejado con frequencia ni exercicio que pueda usarse sin larga escuela8.
El Alcalde Mayor de Tegucigalpa recibió este mandato de las autoridades de Guatemala e inmediatamente expidió una nota, ordenando a las autoridades de Ojojona y Santa Ana que le adjudicaran la cuarta parte de indios de repartimiento7. Los mineros de la zona de Yuscarán protestaron por la adjudicación de este repartimiento al propietario de la mina de la Barajana; pese a que ellos recibían en repartimiento indígenas incluso de la provincia de la Nueva Segovia
“Enmienda y castigos a indígenas” Nueva crónica y buen gobierno (1615)
3. A.N.H. Para que el Acalde Mayor de la Provincia de Tegucigalpa haga que por las justicias de los pueblos de Santa Ana y Ojojona acuda prontamente a don Juan Gonzales de Castro, con la cuarta parte de cada uno para el trabajo y laboreo de la mina que le pertenece en el paraje de Barajana pagándoles sus jornales, sin consentir vayan a otra pena de quinientos pesos Nueva Guatemala de la Asunción 22 de octubre de 1776 caja 58 documento 1853 fol. 1. 4. Ibíd. folio 1vo 5. Ibíd. folio 1 vo-2 6. Ibíd. folio 3
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7. A.N.H. Pasaje de un mandato de la Alcaldía Mayor, referente a el repartimiento de unos indios de los pueblos de Ojojona , Santa Ana y Nacaome diciembre 30 de 1776 Caja 58 documento N° 1861 folios 1-1vo 8. A.N.H. Pasajes de una petición de los mineros de Yuscarán para que los indios de Ojojona y Santa Ana no se los de a Juan Gonzalez de Castro, minero de Barajana, por ser operarios mas prácticos que aquellos tienen caja 56 1775 Documento 1801
En períodos de bonanza, la zona de Guazucarán, recibía indios de repartimiento desde lugares ubicados fuera de la jurisdicción de Ojojona; por ejemplo en 1760, Domingo de Salavarria, quien poseía una mina en Guazucarán, demandaba se le concediera en repartimiento, trece indios del pueblo de Aguanqueterique –actual departamento de La Paz–. Salavarria solicitaba esta mano de obra argumentando que aquellos indios de Aguanqueterique eran enviados a servir a las minas de Yuscarán, que estaba a cuarenta leguas del pueblo de ellos mientras que su mina estaba a quince, apuntaba el peticionario que: … se ha de servir vuestra merced que del dicho pueblo se me agregue assy por ser conforme a ley destas yndias en que prebiene su Magestad no se (enviaren) en muchas leguas de su domicilio los naturales como por ser en beneficio de estos miserables y estan mas inmediatos para ocurrir a las hurgencias de sus casas y familias9.
Libro de registro de diligencias legales de 1752
Auge de la minería en Guazucarán A finales del siglo XVI, la extracción minera en Guazucarán y la región central que comprendía la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa se consolidó. En el caso específico de Guazucarán, se extrajeron de sus vetas considerables
cantidades de plata, que hicieron de la cercana Ojojona y la Villa de Tegucigalpa, importantes localidades de lo que en ese entonces era la Provincia de Honduras. Un factor que ayudó al desarrollo de la industria minera, fue el aporte monetario de encomenderos de Guatemala; esto se tradujo en la utilización de técnicas y maquinaria necesarias para esta empresa, lo cual fue notable para finales del siglo XVI, pues se construyeron los primeros ingenios para procesar la broza de las minas, dando pasos importantes en lo concerniente a la extracción y una mejor separación del mineral de la broza. Para el siglo XVII la rentabilidad de la mina se mantuvo y se siguió explotando con relativa continuidad. En un informe del estado de las minas de Tegucigalpa elaborado por el Fiscal de la Real Audiencia de Guatemala en el año de 1645, se escribió lo siguiente: Las minas de la tegucigalpa se componen de cinco asienttos que estan en diez leguas de distritto distanttes unos a ttres leguas y ottros a quatro y otros a seis y a ocho y todos bienen a esttar en una cordillera de muy altos cerros que corren nortte sur y al parecer y segun opinion de ttodos es la mesma que atraviesso los minerales del piru y pasa al rreyno de chile = tienen esttos cinco asienttos oy doce yngenios corrientes en beneficio y dos mas que son cattorce que se estan acavando y com brebedad moleran en esta forma = En el asientto y Real de minas de guazucaran ay dos yngenios deanttonio de zuazo. El qual trae lavor en la vetta de san lorenço con dos barreteros y dos apiris o tanateros que es todo uno10. Por otro lado, el citado informe hace mención de las bondades del Real de Minas de Tegucigalpa, en especial el bajo costo de los alimentos en comparación con otras zonas. Destaca lo fácil que resultaba la obtención de leña propia para la fundición de metales, mencionando que en otras zonas del reino resulta muy oneroso este producto. Se destaca costo además, el sobrado rendimiento que se hace al utilizar azogue y leña para extraer la mayor cantidad posible de plata. Apuntaba el mismo documento: la leña para fundir los metales no cuesta mas que cortarla a la boca de las minas e yngenios por cuya causa no ttiene
9. A.N.H. Concesión de 13 indios del pueblo de Aguanqueterique a favor de don Domingo de Salavarria, para que trabajen en u mina, en el cerro de Guazucarán, Tegucigalpa 30 de abril de 1760 Caja 42 Documento 1360. 10. Expediente sobre las minas de Tegucigalpa, visita echa por Juan Bernal del Cano, Comayagua 5 de septiembre de 1648. A.G.I. Folio 24. Agradecemos el apoyo del historiador Ricardo Romero al brindarnos esta documentación.
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costa en las dichas fundiciones los mettales siendo asi que en el Reyno del piru en potosí y ottros minerales bale un quintal de leña quattro y cinco Reales y por esa causa no se pueden fundir ni costtear mettales de poca ley y por aver pocos que ganen liga o corran de suyo como hordinariamentte la ganan los mettales destos asienttos de la tegucigalpa a donde si se sacan al cavo del año dos mill marcos a quatro por azogue se saca otro tantto por fundicion y es cosa de mucha ynporttancia por ahorrar como ahorran con las dichas fundiciones el açogue que tantto cuidado cuesta a Vuestra Real persona embiarlo a sus minerales que en estos con menos canttidad se saca doblada platta conforme al consumo de la açogue por causa de las hordinarias fundiciones para las quales nunca faltara la leña por ser como son todos los cerros de montañas de pinos y rrobles muy espessos11. Bajo ese contexto, la minería se afianzó en la región central de la Provincia de Honduras. Guazucarán continuó produciendo una cantidad sustanciosa de plata en los siglos que comprendió el periodo colonial, en fases de bonanza alternados con los de depresión, claro está, producto del agotamiento de viejas vetas y el descubrimiento de nuevas. Mención especial merece un documento del Archivo Nacional de Honduras, donde se recoge que en ocasiones, un indígena podía convertirse en dueño de minas, lo cual indica la posibilidad de una movilidad social ascendente entre las capas sociales de la época. En 1752, Lucas Martínez, indio ladino (que hablaba muy bien el castellano) oriundo de Ojojona, sostuvo con Tomas García, una enconada lucha por la propiedad de una mina en la zona del Plomo, cercanías de Guasucarán. Martínez afirmó que él había descubierto esa mina; la que trabajaba cuando el tequio (tributo o servicio de trabajo obligatorio) se lo permitía. En las labores le ayudaban un hijo y otras personas entre ellas Tomas García, según Martínez un año antes: “el dicho thomas Garcia y favorecido de algunas personas poderosas se a constituido descubridor despojandome a mi este derecho de descubridor que tan justa y lexitimamente me corresponde”12. La disputa por esta propiedad siguió durante años y puede rastrearse en la documentación, aunque se desconoce cuál
fue el fallo definitivo en este asunto legal, pero lo que sí se puede afirmar es que este mineral representó una fuente de poder y riqueza para la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa, especialmente para la población de Ojojona.
Economía y actividades recientes en la antigua zona minera Una característica tradicional de los pueblos mesoamericanos, incluidos los lencas que habitan la aldea de Guazucarán, es el cultivo de granos básicos, principalmente maíz y frijol, además del aprovechamiento del entorno que les ofrece los frondosos bosques de pino, de los cuales realizaban extracción de resina –aunque en menor medida– como un recurso alternativo en la frágil economía local. Sin embargo, la característica más sobresaliente es la cantidad de minas que existen en los alrededores, ya que en la época colonial no hubo medios de producción suficientes para el usufructo continuo de las mismas. Fue hasta el período de la Reforma Liberal cuando se introdujo algún capital extranjero de inversión. En la actualidad, la evidencia de la actividad minera del pasado, se puede apreciar a través de las bocaminas.
Bocamina de Guazucarán
11. Ibíd. folio 24 vuelto.
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12. A.N.H. Diligencias de una litis entre Lucas Martínez y Tomas García, por la denuncia y posesión de la mina llamada El Plomo Comayagua, 3 de marzo de 1752, Caja 37, documento 1231, folio 1-1vo.
Unidades urbanas Guazucarán
en
la
aldea
de
Pese a su extraviada ubicación, la aldea cuenta con la pequeña Iglesia de la Inmaculada Concepción, ejemplo notable de la arquitectura religiosa de Honduras. Este templo fue edificado aproximadamente a finales del siglo XIX e inicios del XX, su sencilla fachada es de un solo cuerpo, con un modesto remate de líneas rectas y lobulares, contiene además, dos finas columnas que están a los lados de la puerta principal que a su vez, es de arco de medio punto y en la parte superior tiene una ventana circular (óculo) para captar la luz natural. Al lado izquierdo se encuentra una torre campanario con forma de pináculo. Aún puede observarse una inscripción en la campana de esta torre donde se lee el apellido Nieto, se ignora si fue el artesano que la fundió, o alguien que pagó por su elaboración. Los muros este y oeste están sostenidos por dos contrafuertes y en una de sus esquinas se observa una inusual mampostería de forma redonda. Al frente está una rodeada por un breve muro perimetral. El techo es a dos aguas y está constituido con tejas de barro característica fundamental de las construcciones coloniales, su color tradicional es blanco caleado.
Descripción interior Inmaculada Concepción
de
la
Iglesia
Aunque no se puede fechar con exactitud, se sabe que el retablo de la iglesia es de estilo barroco y es probable que haya sido ensamblado alrededor del siglo XVIII. Tallado en madera, consta de cuatro columnas de estilo salomónico con capitel corintio. La forma del armazón es un solo cuerpo y una única hornacina central que está ocupado por un Cristo Crucificado, en el espacio izquierdo se aprecia una figura del Sagrado Corazón de Jesús y en el derecho una imagen en recuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro y el dulcísimo niño Jesús; mientras que en la parte superior del retablo se encuentra una imagen en recuadro del Sagrado Corazón de Jesús. Toda la iconografía del retablo es de reciente factura y no tiene ninguna conexión con el retablo.
Iglesia de Guazucarán Interior de la Iglesia de Guazucarán y su retablo del siglo XVIII
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Otros Inmuebles
4.2 El Aguacatal
Esta aldea no posee el tradicional trazado urbano de cuadrícula, sino que está constituida por casas dispersas hechas de adobe y techo de teja; destacan las siguientes instituciones de servicio social: escuela, centro de salud y la cooperativa comunal. Actualmente, los y las pobladores de Guazucarán se dedican al cultivo de granos básicos. El poblado cuenta además, con energía solar, agua potable. En los alrededores se encuentra el pequeño caserío de El Plomo que depende casi totalmente de Guazucarán, su fiesta patronal se celebra el 2 de febrero.
Ubicación geográfica
Criterios de valoración patrimoniales El Centro Histórico de Ojojona, fue decretado Monumento Nacional por decreto de la Gaceta (155-96) en noviembre de 1996. Por lo que, es posible catalogar su región circundante como área de paisaje cultural, siendo un conjunto diverso de bienes patrimoniales. Su característica principal –las minas (actualmente abandonadas)– conforma parte de la historia y el paisaje de Ojojona. Por otro lado, existe una variedad de bosque de pino que también entra en la categoría de patrimonio natural. Por su diversidad patrimonial, resultaría necesario gestionar en pro del desarrollo sostenible de la aldea de Guazucarán y sus zonas aledañas.
El Aguacatal es una de las aldeas más importantes de Ojojona, ubicada al noroeste de municipio, sobre una planicie rodeada de montañas a unos 20 kilómetros de la cabecera municipal. Cuenta con servicios de agua potable, centro de salud y luz eléctrica. Posee, además una cantidad considerable de población, una iglesia y una escuela. Se accede a la localidad por una carretera de terracería transitable todo el año.
Origen y particularidades Su origen se remonta al periodo colonial, aunque no se conoce la fecha exacta de su fundación. Los documentos más antiguos en los que se le menciona corresponden a principios del siglo XVIII. Para ilustrar este dato, se incluye la siguiente referencia donde se menciona la existencia de la aldea El Aguacatal; el terreno comprado por Ojojona según título colonial:
Casa de Guazucarán
Plano del título de tierra del Aguacatal del año 1718 13
…incluye las dos terceras partes del comprendido en el titulo general del aguacatal; la extensión corresponde 27 13. A.N.H. Título de Tierras: adjudicación al común de Ojojona 1739. Sección Títulos de tierras N° 243.
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caballerías, 14 cordadas 1739 formándose las aldeas de El Plomo, Guasucarán, La Cofradía, Guerisne, El Aguacatal, Aragua y Turupé”.14 Es importante notar que las mejores tierras de cultivo en la región de Ojojona están en la jurisdicción de El Aguacatal, por lo que se asume que en el periodo colonial esta región proveyó de granos básicos y carne a las poblaciones mineras de Guazucarán y El Plomo así como a la misma Ojojona. “De ahí que al medir sus tierras, este término (el municipio), compró gran parte de las comprendidas en el título del Aguacatal como lo leímos en líneas anteriores”15. Es de destacar que estos procesos de compra y usurpación se dieron en muchas regiones del país, provocando desde luego la reacción de la población afectada. El caso de El Aguacatal no fue la excepción, para el año 1887, los vecinos manifiestan la necesidad de segregarse del municipio de Ojojona y unirse al de Tegucigalpa alegando que unidos a Ojojona no
lograrían “el progreso deseado”, además de expresar que las autoridades de este pueblo demandaban de esta aldea toda clase de servicios que no resultaban de agrado a la población, y desde luego, mencionan los documentos de sus tierras que a juicio de éstos, no tienen que estar en poder de las autoridades de Ojojona. A continuación se reproduce parte de su propuesta: …señor gobernador político, ante usted atenta y respetuosamente venimos a manifestar lo siguiente: …..que se recarga a la expresada aldea con frecuentes servicios, pues a pesar de haber otras aldeas inmediatas al pueblo, es el Aguacatal a quien exigen primero toda clase de servicios, que la razón de todos estos agravios y vejaciones tienen su explicación en que hemos promovido a la honorable corporación municipal de Ojojona un pleito en el juzgado de letras 2ª reclamándole el título de nuestras tierras que la municipalidad conserva en su
Vista panorámica de la zona desde la aldea El Aguacatal
14. Ibíd. 15. Ibíd.
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poder sin ningún derecho, que nosotros aspiramos no solo a hacer aldea, sino a formar una agrupación tal que con el tiempo llegue al rango de pueblo, progreso que no podemos alcanzar perteneciendo a Ojojona “ que para poner término al malestar en que nos encontramos hemos resuelto unánimemente todos los vecinos, segregarnos del término municipal de Ojojona y agregarnos a la honorable corporación de Tegucigalpa… Tegucigalpa 27 de diciembre de 188616.
Su iglesia data de mediados de siglo XX, contiene una fachada sin mayores galas, un remate triangular, en medio de este remate un óculo, con techo de teja a dos aguas, el frontispicio tiene detalles sencillos con forma de rombo; a los lados están las torres campanario, sin ningún resalte. Está pintada de color rosado con ocre en la base. La aldea de El Aguacatal posee una inigualable riqueza cultural y paisajística, además de sus verdes montañas, existen algunas cuevas que son visitadas por turistas con regularidad.
Las autoridades de Ojojona alegaron falsedad en lo expuesto por los vecinos de El Aguacatal, manifestando su preocupación que de materializarse esta segregación se afectaría en gran medida a la población de Ojojona, por ser El Aguacatal su principal aldea y poseer las mejores tierras para los cultivos. En 1869, la gobernación política del departamento de Tegucigalpa enviaba una misiva a las autoridades municipales donde se les exoneraba a los padres de familia de El Aguacatal del pago de contribución escolar; siempre y cuando ellos fundaran una escuela en el propio lugar; esto ilustra que la aldea, estaba creciendo y se miraba la necesidad de crear escuela para niños17.
Urbanismo El Aguacatal es un poblado disperso, conformado por casas de habitación, una escuela, centro de salud, casa comunal. Su inmueble más sobresaliente es la iglesia. Para el período colonial se constituía por unas pocas casas dispersas, y fue en el periodo republicano, durante la reforma liberal de finales del XIX, que por mandato gubernamental se edificaron varias casas de habitación y algunos edificios públicos como la escuela18. Su economía se basa en actividades agrícolas de subsistencia y un poco de ganadería. Los habitantes de esta aldea profesan en su mayoría la religión católica, así como todas las costumbres y tradiciones sincréticas, producto del intercambio cultural entre españoles e indígenas. Las construcciones de esta aldea, están elaboradas principalmente de adobe y teja, en su mayoría están pintadas con cal, característica elemental de estos pueblos y aldeas de origen colonial.
Fachada de la iglesia El Aguacatal
Interior de la iglesia
16. A.N.H. Documentos preclasificados, fondo republicano. 1887. Es necesario decir que tal petición fue rechazada por las autoridades de gobernación por lo que los vecinos presentaron otra solicitud la que de igual manera fue desestimada.
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17. Alcaldía Municipal de Ojojona, Caja correspondencia manuscrita nº I. 18. Archivo Nacional de Honduras, Documentos preclasificados, Fondo Republicano.1887.
4.3 Aldea de Saracarán Ubicación geográfica La aldea de Saracarán se encuentra ubicada a unos 20 kilómetros al oeste de San Juan de Ojojona, justamente en la línea divisoria de los términos municipales de Ojojona y Reitoca. Con una altura superior a los mil metros sobre el nivel del mar; se comunica con Ojojona a través de una carretera de terracería, cuyo tránsito se dificulta durante la época de invierno debido a lo quebrado del terreno.
(Membreño, A. 1994, p. 182). Aunque Alberto Membreño propone además, que el término caran que viene de cayan que en lengua Ulúa significa “cerro”, esta aseveración no deja de tener sentido debido a las altas montañas que rodean a Saracarán.
Saracarán se encuentra rodeada de imponentes montañas y algunos acantilados. Su clima es cálido debido a la influencia de las zonas bajas del pacífico. Los habitantes de esta aldea, cuentan con un centro de salud, escuela e iglesia, agua potable y en algunas viviendas, existe el servicio de captación de energía solar. Su agricultura se basa en la siembra de granos básicos como: maíz, frijol y maicillo. También, se cultiva bananos y cítricos, así como ayotes y tubérculos, tales como la yuca y la malanga. Recientemente se destaca la siembra de manera considerable de café, grano que representa una importante fuente de ingresos para su vulnerable economía agrícola. En las fincas cafetaleras predomina la variedad “típica” o café indio como lo llaman los pobladores, ésta fue de las primeras variedades introducidas en nuestro país, por lo que se deduce que la planta se cultiva desde finales del siglo XIX en esta población.
Origen Esta aldea –al igual que la mayoría que rodean a Ojojona– es de origen Lenca, es decir que su población ya existía al momento del contacto con los españoles. Algunos pobladores afirman que Saracarán existe desde tiempos coloniales, particularmente desde el año 1727 (Rodas, J., 7 de enero de 2013). Según estudios de toponimia, Saracarán es una palabra que viene del vocablo mexicano Xacallanque que significa “Lugar de Chozas”, se compone de xacalli-choza y lan-lugar
Plano del título de tierras de Saracarán del siglo XVIII
Historia La historia de los pueblos cercanos a Ojojona está ligada a la minería, principal actividad económica durante la época colonial, ya sea como fuente de mano de obra o abastecedores de alimento para las mismas. En el caso de Saracarán, sirvió en ambas empresas y en alguna medida, debido a la relativa cercanía con el mar pacífico, constituyó una de las poblaciones que abastecían de sal19 (utilizada en la separación de metales de la broza) a los asentamientos mineros de Guazucarán y El Plomo. Esta aseveración tiene sustento, ya que para 1751 se le confería su título de tierras, acción que manifiesta algún grado de interés por parte de la autoridad real para mantener esta población. A continuación, se cita parte del documento del título de tierras de Saracarán. ...tierras pertenecientes a su Magestad En esta P[sic] de Dichoz salio con dicho medidor; Juan y Domingo de Amador, testigos y exmas citados, a efecto de praticarlas cuias medidas de tierras, las que se comensaron en la forma, y manera siguiente habiendo yegado, aun serro
19. El informante Julio Rodas manifestó que de la aldea de Saracarán se conducían a lomo de mula a la zona del Pacífico a comprar sal, así podemos inferir que este comercio era de larga data, relacionado hipotéticamente a la producción minera.
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que llaman Quebole, puesto el medidor el rostro para el norte, se tendio la cuerda, cuerda sobre cuerda con las tierras del Pueblo de Ojojona y se fue corriendo hasta yegar al terreno que llaman de la punta del dicho serro de Quebole hasta donde hubo veinte, y tres cuerdas. De donde con el mismo rumbo se fue corriendo la cuerda, cuerda sobre cuerda con dichas tierras hasta yegar aun paraje nombrado la Granadilla donde se mando poner vn mojon y hubo treinta y dos cuerdas. Y prosiguiendo la medida el medidor con el mismo rumbo, y cuerda sobre cuerda se fue midiendo hasta yegar a un paraje que llaman el desague de Juan García en donde ya se aparataron las dichas tierras del dicho Pueblo, y se encontró con las de Antonio Martines del cacerio del Aguacatal, y hubo hasta dicho Paraje dies y ciete cuerdas, de donde con el mismo rumbo se fue midiendo, cuerda sobre cuerda con las del dicho Antnio. Martines por la savana que llaman de Juan García hasta yegar al camino Real que ba de Ojojona al Aguacatal, en donde se mando poner un mojon y hubo hasta el veinte, y quatro cuerdas de donde se fue prosiguiendo en la medida cuerda sobre cuerda con las del dicho hasta yegar aun paraje que llaman el desague de Sinigua, y hubo hasta el veint(i) dos cuerdas… (Fondo de Tierras del Archivo Nacional de Honduras).
Su trazo urbano es irregular, con una arquitectura tradicional caracterizada por construcciones de adobe y teja, pintadas con cal, contrastando con el paisaje montañoso que rodea la población. En este sentido, una casa de la campiña de cualquier municipio tierra adentro de Honduras y de Ojojona, en particular, casi siempre posee dos módulos, uno, donde se encuentra la cocina, su fogón y mobiliario con sus respectivos utensilios de cocina; y otra unidad separada de la cocina donde están los dormitorios. Actualmente la aldea está conformada por los siguientes edificios: iglesia, escuela y centro de salud.
Iglesia de Saracarán
Casa típica de la zona de Saracarán
Urbanismo
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La iglesia es de reciente construcción, fue edificada por sus pobladores hace unos cinco años, su fachada es simple, no posee torres ni campanario. Su retablo fue construido por artesanos locales, pero habría que señalar al respecto, que no cuenta con imágenes en su interior, lo que podría deberse a un sinnúmero de causas; tal vez la pobreza de la zona que no le permitió durante el período colonial agenciarse de ellas, o podría ser que se destruyeron con el paso del tiempo, etc.
de origen prehispánico. Es una tradición que ha pasado de generación a generación, y representa una fuente de ingresos para muchas familias. En menor medida, otras personas se dedican a la elaboración de sillas de madera y cuero; también a la elaboración de escobas de suyate20, como complemento a otras actividades económicas. Muchas de las artesanías tradicionales elaboradas en la zona, entran en la categoría de patrimonio cultural intangible, por el conocimiento ancestral puesto en práctica de generación en generación, constantemente renovado y puesto en valor por los mismos depositarios de la tradición; lo que genera identidad cultural a las comunidades que preservan dicho conocimiento.
Retablo de la Iglesia de Saracarán
La construcción de su retablo con vagas y diluidas formas antiguas es un hecho que demuestra la revalorización de las poblaciones a una tradición religiosa que se remonta a los tiempos del gobierno hispano monárquico. Su fiesta religiosa es dedicada a la virgen de la Inmaculada Concepción. La iglesia, no posee Cura permanente y los oficios religiosos son realizados por celebradores de la palabra a excepción de las fechas religiosas importantes, a las que acude el cura de la parroquia más cercana.
Planta de Suyate y elaboración del tejido de petate
Economía Su economía se basa principalmente en agricultura de consumo interno, aunque como se expuso, anteriormente, está plenamente establecido el cultivo del café que se comercializa. Merece destacarse que los habitantes de Saracarán han desarrollado con buen suceso la industria de petates de tule, planta que es sembrada en las zonas pantanosas de la aldea. De esta planta se extrae una fibra con la que se fabrican los conocidos petates, especies de alfombra 20. El Suyate es una palmera similar a la palma africana, pero de menor tamaño.
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4.4 Aldea de Guerisne
en el siglo XVIII. Es posible que por la cercanía a Ojojona constituyera una fuente de mano de obra indígena para los mineros que tenían sus trabajos en Guazucarán, además de suplir a estos con algunos productos alimenticios.
Ubicación geográfica La aldea de Guerisne está ubicada en dirección noroeste, a unos 6 kilómetros de Ojojona, se accede por medio de una carretera de terracería transitable todo el año. Con un clima templado, sus tierras son aptas para el cultivo de granos básicos. Una definición más apropiada sobre el tipo de bosque que rodea esta aldea, es la que propone la agrónoma Martha Rubiano, quien puntualiza que el tipo de bosque en esta aldea es “bosque montano bajo subtropical” (2010, p. 9), correspondiente a los sitios de El Aguacatal, Surcos de Caña y de Guerisne, además, según la misma autora, estos lugares son los que producen mayor cantidad de maíz. En esta comunidad, también se desarrolla la industria de la alfarería tradicional, la que se vende principalmente en Ojojona.
En 1879, se encuentra una referencia sobre este poblado, dónde se indica que se realizó una matrícula de los pobladores de todo el municipio de Ojojona con el objetivo de reparar camino. En ese momento en la aldea de Guerisne se registraron una cantidad de treinta contribuyentes, sobresaliendo entre los apellidos de la zona: González, Borjas, Ilovares, Silva, Alonzo, García, entre otros, en este documento se le denomina valle de Guerisne (Archivo de la Alcaldía Municipal de Ojojona).
Urbanismo Al igual que las aldeas antes mencionadas Guerisne no posee un trazado urbano en cuadrícula. Sus construcciones de adobe y teja pintadas con cal, se complementan con la belleza de su paisaje patrimonial. La aldea de Guerisne posee hoy en día, los siguientes edificios de orden público y religioso: Iglesia y escuela.
Camino a Guerisne
Origen La aldea de Guerisne surge como un asentamiento tipo pueblo de indios21, por el topónimo correspondiente a su nombre, es probable que fuese de origen lenca, lo cual lo ubica dentro de los asentamientos prehispánicos, aunque en algunos estudios del significado de los nombres antiguos de nuestro país, encontramos que el término Güe o ueue significa viejo en lengua mejicana. Los documentos coloniales hacen referencia a que este pueblo ya existía aproximadamente
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Alfarería utilitaria elaborada en la zona
Economía Su economía de subsistencia ha sido eminentemente agrícola, sin embargo los indígenas que vivían en esta aldea eran también enviados para laboreo hacía las minas de los alrededores. Actualmente, también se dedican a la producción alfarera
21. El núcleo poblacional de Ojojona surge por el auge minero manifestando así que el tipo de fundación como el reflejado por la aldea de Guazucaran entre en la categoría de población con construcciones aisladas y por tanto esto se reproduce en las aldeas tributarias que están repartidas en los alrededores del principal poblado.
cuya práctica se remonta a la época colonial. El proceso de elaboración sigue siendo manual, secado al aire libre y luego quemados en hornos tradicionales, se elaboran piezas de carácter utilitario como: ollas, jarros, comales, sartenes, etc. La comercialización de su producción artesanal se realiza en Ojojona, teniendo muy buena aceptación por sus selectos acabados.
4.5 Aldea de Aragua
Religión La religión predominante en la zona es la católica, con elementos de las costumbres y tradiciones sincréticas, producto del intercambio cultural entre españoles e indígenas. Al igual que en el resto del país, se profesa en menor escala el cristianismo reformado (protestante/evangélico). Su iglesia es una construcción de 1947, de fachada es más ornamental que el resto de las aldeas estudiadas, posee un zócalo, un remate triangular, óculo o ventana circular, con techo de teja a dos aguas, dos torres con campanario, la puerta es un arco de medio punto y a ambos lados posee dos columnas adosadas. Un detalle particular es que su conjunto es similar a la de la Iglesia San Juan de Ojojona, además, este templo es el de mayor dimensión en estas aldeas.
Iglesia de Aragua
Aragua, se encuentra a 5 kilómetros al norte del centro histórico de Ojojona. La población se localiza en una planicie elevada a más de mil metros sobre el nivel del mar, cuenta con escuela, iglesia, casa comunal y los servicios de agua potable y luz eléctrica. Sus tierras fértiles son propicias para la agricultura de hortalizas y granos básicos. En menor escala se cultivan bananos. En la revista del Archivo y Biblioteca Nacional de Honduras, del año de 1933, Pedro Rivas consigna el origen de su nombre al describir de la siguiente manera la zona: Aragua. Caserío perteneciente al Municipio de Ojojona, del departamento de Tegucigalpa. Esta palabra está formada por los componentes mexicanos, atl que significa “agua” y hua, partícula posesiva; de manera que la palabra toda quiere decir “Lugar que tiene agua (1933, p. 153).
Iglesia de Güerisne
Como muchas aldeas y pequeñas poblaciones de cualquier municipio hondureño, no hay certeza de la fecha de su fundación, simplemente los pobladores fueron llegando poco a poco, dedicándose a sus labores. El nombre de la aldea de Aragua se menciona en el título de tierras de El Aguacatal de 1720; por otra parte en 1911 se tenían noticias de esta aldea en los diarios de Tegucigalpa, aunque no eran del todo agradables, pues se contaba de un escándalo que se había suscitado donde salieron a relucir, según la crónica descomunales machetes, resultando varios heridos en la refriega (El Nuevo Tiempo, 27 de junio de 1911, p. 2).
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Urbanismo Aragua es caracterizada por su arquitectura vernácula y trazo urbano irregular. Sus construcciones de adobe y teja pintadas con cal, contrastan con el paisaje que rodea la población. Como todas las aldeas de Ojojona, cuenta con un templo religioso, que data de finales del siglo XIX, y unidades urbanas, tales como escuelas, centros comunales, aunque su patrón de asentamiento es más disperso, por lo que no es fácil apreciar en toda su extensión.
4.6 Aldea de Santa Cruz La aldea de Santa Cruz se encuentra ubicada a unos 20 kilómetros al sur de San Juan de Ojojona, comunicada a esta por una carretera de terracería. En la época lluviosa el tránsito por esta carretera se dificulta, debido a lo quebrado del terreno. Su altura es de unos 1300 metros sobre el nivel del mar.
básicos: maíz, frijol y maicillo, además se cultivan bananos y tubérculos tales como la yuca y la malanga, su agricultura es principalmente para consumo interno. Algunas familias poseen vacas y cerdos que ayudan a la dieta de la población. A esta aldea se le menciona en la lista de contribuyentes para composición de caminos de 1879, y se le denominaba Valle de Santa Cruz. Los contribuyentes registrados en esa ocasión fueron: Valle de Santa Cruz, Víctor Doblado, J María Doblado, Santiago Doblado, Nicolás Martínez, Manuel Castro, Federico Blandin, Bartolo Hernández, Exequiel Espinoza22. Como se ha señalado, la ruta por las aldeas que conforman el municipio de Ojojona, comprende gran riqueza paisajista y sitios de interés histórico minero como Guazucarán. En el caso de la Aldea de Santa Cruz, se encuentra al interior de su ermita un notable retablo barroco probablemente del siglo XVIII, que por impresionante belleza es muy probable que pertenezca a la época colonial. En cuanto a producción artesanal, en la aldea se utilizan fibras vegetales en la confección de escobas de suyate y demás.
Vista de una casa con horno para alfarería
Su clima es cálido, ya que recibe la influencia de las zonas bajas del pacífico. La aldea se divide en tres caseríos: Suyatillo, Los Planes y Santa Catarina. En su conjunto tiene una cantidad considerable de población, la cual cuenta con escuela e iglesia, agua potable y en algunas casas existe el servicio de energía solar. Los bosques de esta comunidad son de pino y de hoja ancha como el roble, su agricultura se basa en la siembra de granos 22. A.M.O. Caja Tesorería.
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Elaboración tradicional de techos de suyate
Hasta hace muy pocos años, la visión de patrimonio cultural era bastante limitada, reduciendo su apreciación e interés a sus aspectos monumentales. Lo anterior quedó documentado en la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial1 Cultural y Natural, celebrada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, en su décimo séptima reunión celebrada en París del 17 de octubre al 21 de noviembre de 1972. En ese momento existía una clara orientación monumentalista de la cultura, al considerar en primera instancia como “patrimonio cultural” los monumentos, obras arquitectónicas, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones y cavernas y otros elementos más apegados a la riqueza cultural eminentemente material de los pueblos. Sin embargo, el enfoque dado al término “patrimonio cultural” se ha ampliado en las últimas décadas, ya que ahora, no se limita únicamente a reconocer como patrimonio cultural los monumentos y objetos antiguos, el cambio radica en que ya no se concibe el patrimonio cultural de una localidad como una fuerza estática inmutable, sino como un caudal
de valores y conocimientos vivos que dan respuesta y se vinculan permanentemente al entorno social de la población. A partir del 2001 la percepción sobre el “patrimonio cultural” se modifica y toma un rumbo distinto. Durante la convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial celebrada en París se aborda directamente el tema y se define de la siguiente manera2: Se entiende por patrimonio cultural inmaterial, los usos, representaciones,expresiones, conocimientos y técnicas junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que le son inherentes, que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo, así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.
Intercambio de banderas en el Guancasco entre Ojojona y Lepaterique
1. Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. (1972), París, UNESCO. (Documento www) http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-URL_ID=35132&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html 2. Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. (17 de Octubre del 2003), París. (Documento www) http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001325/132540s.pdf
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Siguiendo lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura caracteriza el patrimonio cultural inmaterial de la manera siguiente: El patrimonio cultural inmaterial es3: • Tradicional, contemporáneo y viviente a un mismo tiempo: el patrimonio cultural inmaterial no sólo incluye tradiciones heredadas del pasado, sino también, usos rurales y urbanos contemporáneos, característicos de diversos grupos culturales. • Integrado: se pueden compartir expresiones del patrimonio cultural inmaterial que son parecidas a las de otros. Tanto si son de la aldea vecina, como si provienen de una ciudad en las antípodas o han sido adaptadas por pueblos que han emigrado a otra región, todas forman parte del patrimonio cultural inmaterial: se han transmitido de generación en generación, han evolucionado en respuesta a su
entorno y contribuyen a infundirnos un sentimiento de identidad y continuidad, creando un vínculo entre el pasado y el futuro a través del presente. El patrimonio cultural inmaterial no se presta a preguntas sobre la pertenencia de un determinado uso a una cultura, sino que contribuye a la cohesión social fomentando un sentimiento de identidad y responsabilidad que ayuda a los individuos a sentirse miembros de una o varias comunidades y de la sociedad en general. • Representativo: el patrimonio cultural inmaterial no se valora simplemente como un bien cultural, a título comparativo, por su exclusividad o valor excepcional. Florece en las comunidades y depende de aquellos cuyos conocimientos de las tradiciones, técnicas y costumbres se transmiten al resto de la comunidad, de generación en generación, o a otras comunidades.
Procesión del Guancasco entre Ojojona y Lepaterique
3. Organización de las Naciones Unidas para Ciencia, la Educación y la Tecnología (Documento electrónico) http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00002
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• Basado en la comunidad: el patrimonio cultural inmaterial sólo puede serlo si es reconocido como tal por las comunidades, grupos o individuos que lo crean, mantienen y transmiten. Sin este reconocimiento, nadie puede decidir por ellos que una expresión o un uso determinado forma parte de su patrimonio.
5.1 Visión Antropológica Toda comunidad cuenta con su propio patrimonio cultural, éste a su vez, se divide en patrimonio material o tangible y patrimonio inmaterial o intangible. En esta división no se pueden separar los símbolos y valores de una cultura de los productos propios de su cultura material. Por lo que es necesario profundizar en el análisis cultural de una comunidad. De manera puntual, el patrimonio tangible adquiere significado por el patrimonio intangible y éste a su vez, necesita hacerse visible a través de aquél.
Al visitar el municipio de Ojojona de inmediato se puede identificar la riqueza cultural tanto material como inmaterial que aún se conserva. En este apartado se abordará específicamente los aspectos intangibles de la cultura que desde la antropología se describe como: conjunto de manifestaciones que sirven de base a la identidad y a la diversidad cultural, por lo tanto, es un patrimonio vivo que está en constante recreación y que cobra vida gracias a la dinámica humana. La cultura intangible: valores, costumbres, tradiciones y conocimientos transmitidos mediante la interacción social, está presente en la cotidianidad que gira básicamente en torno a la sobrevivencia de las comunidades. La imaginación, la habilidad a la materia, al sonido, al movimiento para expresar sus sistemas de valores y creencias, que son aplicados en la vida cotidiana de los seres humanos.
Llegada de los santos a la iglesia durante el Guancasco
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5.2 Manifestaciones de Patrimonio Cultural Intangible en el Municipio de Ojojona
• Reconocidas por la comunidad: goza del reconocimiento de sus creadores.
En Ojojona, al igual que en el resto del mundo, se encuentra la cultura como un sistema compartido de símbolos y significados. Las manifestaciones de cultura intangible identificadas en este municipio tienen características propias, como ser:
Para conocer, interpretar y documentar las manifestaciones culturales intangibles en Ojojona se procedió a la identificación de estas como primera etapa del proceso.
• Tradicionales: su enseñanza y aprendizaje se hacen directamente de una generación a otra. • Colectivas: tienen vigencia social. • Funcionales: satisfacen necesidades dentro de la localidad. • Integradoras: hacen que cobre vida el sentimiento de identidad y pertenencia no sólo dentro de la comunidad, sino también a nivel dentro de la sociedad como un todo.
A continuación se presentan los indicadores de cultura intangible propios del municipio: a. Manifestaciones artísticas. b. Técnicas artesanales tradicionales. c. Prácticas/usos sociales, rituales y actos festivos. d. Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza. e. Expresiones orales.
Procesión de los santos de Lepaterique a Ojojona
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5.3 Manifestaciones Artísticas Música y baile La música al igual que las demás artes, puede calificarse como algo que representa el “alma” o la identidad cultural de un pueblo en una forma altamente condensada y emocional. La música es un intento por comprender la cultura de un pueblo en particular. Al igual que otras formas del arte, la música desempeña un importante papel indirecto en la adaptación humana, posiblemente debido en primer término, a que contribuye a la integración de la sociedad (Serena, N., 1999, p. 311).
Actualmente se encuentran conjuntos de cuerda en la mayoría de las aldeas de Ojojona. En algunas de las localidades estos conjuntos no tienen un nombre que los identifique, pero se mantienen vigentes realizando fiestas cada quince días, para alegrar a los pobladores de sus comunidades. Entre los conjuntos más conocidos de la localidad, se pueden citar los siguientes:
Conjunto de cuerda en una celebración popular o “Currunchunchun”
En el municipio de Ojojona, pese a las tendencias que marca la modernidad, se han conservado muchas manifestaciones de arte popular como expresión de resistencia cultural. Los conjuntos musicales con predominio de instrumentos de cuerda, se hacen presentes en la mayoría de festividades de la comunidad. Según relatos de los habitantes de este municipio, (C., Flores, 20 de marzo de 2013), los eventos amenizados por conjuntos de cuerda son conocidos popularmente como “currunchunchunes”, llegan especialmente de las aldeas, sobre todo durante las ferias patronales de Ojojona, siendo los más conocidos, los conjuntos Sonora, Aries y Géminis. La mayoría de estos conjuntos, tocan su música, amenizando fiestas bailables cada quince días en sus respectivas aldeas y creando de esta forma, espacios para la integración y convivencia.
Currunchunchun nocturno en un lugar popular para bailar
En las fiestas comunales se conjugan la música con el baile, ambos elementos son parte de la cultura y de la vida misma de la comunidad. La forma de bailar la música que tocan los conjuntos de cuerda es particular: se hace entre parejas, el caballero toma a la dama de la mano derecha y coloca su mano izquierda en la cintura de su compañera. Con ritmo rápido y alegre bailan al compás de los instrumentos de cuerda.
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5.4 Las mojigangas Las mojigangas son una representación popular que se realiza en Ojojona en el marco de la feria en honor a San Sebastián. Existen referencias históricas de carácter gráfico de las Mojigangas desde 1945, por lo que se puede afirmar que son una expresión arraigada de la cultura popular y el patrimonio inmaterial de la comunidad. Este espectáculo que mezcla música, baile y comida típica del lugar, es muy esperado por niños y adultos, ya que llena de alegría y color las calles del pueblo. Las mojigangas son un elemento vivo de la cultura de Ojojona, presente en la memoria colectiva de nuevas y antiguas generaciones.
Mojigangas en la actualidad realizadas en días festivos en San Juan de Ojojona
Imagen de Las Mojigangas en 1945
Representación artística de la Sucia, Grupo Birimbao
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Las artesanías son parte fundamental de la dimensión simbólica de las sociedades, pues constituyen claves para descifrar el antecedente histórico de una cultura y desde la antigüedad se les ha atribuido un valor que se acomoda a cada contexto cultural y que puede ir desde el valor puramente simbólico hasta un valor decorativo y económico (Díaz, R., 2005, pp. 56-57). Se considera como una artesanía al trabajo hecho a mano o cuando un trabajo se realiza usando más trabajo manual que de maquinaria. En el momento en que la máquina prevalece, se sale del marco artesanal y se entra en la esfera industrial. Hoy en día, existen diferentes términos para referirse a la producción artesanal, siendo “artesanía” el término más común. Hay quienes se refieren a esta actividad como “arte popular” o “producción mercantil simple”. Independientemente de que calificativo se le dé a esta actividad, es innegable que: “cada término enfatiza una característica de la producción artesanal; la creatividad individual enraizada en la tradición, el valor estético, el uso utilitario, la antigüedad, la forma de producción, la tecnología, etc. Lo que define la producción artesanal es el conjunto del ciclo: Producción, circulación y consumo” (Foletti, A., 2007, p. 6).
directamente del contexto cultural. La o el artesano indígena fijará en la mayoría de los casos un valor simbólico y hasta sagrado a las artesanías que elabora. Estas mismas artesanías, son muchas veces llevadas a los mercados urbanos en donde serán apreciadas simplemente como una pieza con cierto valor estético. Finalmente, algo que debe tenerse siempre en consideración al ahondar en este campo, es qué: La producción artesanal tiene su principal razón de ser en el uso utilitario como respuesta cultural a necesidades de la vida diaria. También puede tener un uso ceremonial, ligado a momentos especiales como las actividades religiosas y festivas. En tercer lugar, tiene un uso decorativo. Las tres categorías no son excluyentes y pueden traslaparse. Hoy en día, el uso prioritariamente utilitario del objeto se mantiene en las formaciones sociales indígenas, campesinas y hasta semiurbanas. En este caso el producto artesanal es preferido por su bajo costo y por apego a patrones tradicionales. Mientras el uso ceremonial ha decaído fuera de los contextos étnicos más conservadores, el uso decorativo del objeto artesanal, como artesanía se ha vuelto un fenómeno de masa mundial (2007, p. 8).
6.1 Producción artesanal en la modernidad
Artesanía decorativa producida en Ojojona
La producción artesanal es compleja y de apreciación variable, un mismo objeto puede tener diversas interpretaciones, y por lo tanto, se le asignará un valor diferente que dependerá
La modernidad trae consigo apropiaciones y reinterpretaciones simbólicas, en respuesta a las transformaciones e hibridaciones que propone e impone el mundo actual. En el campo de las artesanías, se han producido cambios que corresponden a varios factores, entre ellos: la apertura de mercados y el factor turismo. El turismo por su parte, ejerce una gran influencia en la creación artesanal y en algunos casos, la transforma al sumergirla en el entretejido del mercado y acoplarla a los gustos de un turismo escasamente conectado con la esfera cultural local. En el caso particular de la producción artesanal, vale la pena referirse al proceso de hibridación que se vive actualmente. Si bien es cierto que en las aldeas de Ojojona la producción artesanal tradicional se ha conservado; en el área urbana del
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municipio se encuentran productos artesanales híbridos, en donde se conjugan elementos tradicionales y elementos modernos. El antropólogo Néstor García Canclini define la hibridación como: “Procesos socioculturales en los que estructuras o prácticas discretas que existían en forma separada se combinan para generar nuevas estructuras, objetos o prácticas” (García, N., 1989, p.3).
económico o comunicacional. Pero a menudo la hibridación surge de la creatividad individual y colectiva. No sólo en las artes, sino en la vida cotidiana y en el desarrollo tecnológico”. En el caso particular de Ojojona, la hibridación en el campo artesanal se ha dado con mayor fuerza en la cabecera del municipio, probablemente por estar más cercana de la ciudad y por el fácil acceso a los medios de comunicación. En la zona eminentemente rural el proceso de hibridación ha sido más débil y si bien ha habido cambios, estos obedecen en la mayoría de los casos a la invención independiente. La producción artesanal del municipio de Ojojona, en general enfrenta el reto de acoplarse a la modernidad sin perder su esencia y autenticidad que ha sido desde siempre punto de partida para la apropiación y reivindicación de la cultura local.
6.2 Alfarería en Ojojona En Ojojona es innegable la persistencia de una importante producción artesanal. Las disyuntivas que impone la modernidad entre otras cosas han masificado los productos artesanales, convirtiéndolos en piezas decorativas que se ajustan a los gustos homogeneizadores del mercado turístico, y se aíslan cada vez más, del sentido utilitario con que fueron creados. Indiscutiblemente la globalización supone retos para la producción artesanal tradicional en Ojojona al mismo tiempo, que la hace florecer y salir de su contexto, siendo reconocida y revalorada más allá de su lugar de origen. La persistencia de esta actividad se debe en el caso de Ojojona a varios factores, primero se considerará el área en su dimensión cultural: Doña Chon, artesana tradicional de Cofradía
En el medio artesanal hondureño, la hibridación es parte de la cotidianidad, ya no se habla únicamente de lo local y lo extranjero, pues hay una nueva vertiente en donde estas líneas se cruzan produciendo nuevas estructuras sociales discretas, que a su vez, generarán otras. La pregunta obligada al respecto es: ¿Cómo funciona esta situación? Canclini afirma que: “A veces esto ocurre de modo no planeado o es resultado imprevisto de procesos migratorios, turísticos y de intercambio
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Los productos y formas de producción artesanal lenca reflejan su origen mesoamericano. En general el área lenca destaca por la mayor variedad, complejidad y cantidad de la producción artesanal, en comparación con otras áreas del país. Entre las actividades más antiguas, que remontan al pasado prehispánico, destaca la alfarería (2007, 112). Es innegable que este referente etnohistórico juega un importante papel en la persistencia de la producción artesanal en el municipio de Ojojona, el cual es considerado como
pueblo con población de ascendencia lenca. Por otro lado, el mercado de consumo turístico se amplía y exige cada día más, manteniendo al artesano en constante producción e innovación. Finalmente, el contexto rural presenta patrones propios de subsistencia fuertemente vinculados a la pobreza extrema, exigiendo el uso de objetos artesanales de bajo costo. En las aldeas de Ojojona persiste la producción de objetos utilitarios, convirtiéndose en una manifestación del contexto socioeconómico. Pero esta actividad también se vuelve un espacio de resistencia cultural en donde cobran vida los conocimientos ancestrales. La función de la producción artesanal en Ojojona es variada, y va desde objetos utilitarios de bajo costo, hasta objetos decorativos con un importante valor estético. En la alfarería de Ojojona se percibe de inmediato un claro antecedente étnico lenca. Es de notar que dentro de las comunidades lencas, la alfarería ha sido una actividad de suma importancia y en la mayoría de ellas, aún se conservan las
técnicas y formas de acabado utilizados por sus ancestros. En las aldeas de Ojojona se encuentran especialmente objetos utilitarios como comales y cántaros. Esta forma de producción alfarera es familiar y se basa en la unidad doméstica, las técnicas que utilizan en estas comunidades no han variado mucho con el correr del tiempo, pues hoy en día, se encuentran el tradicional baño de engobe rojo y los hornos de dos cámaras, y no es muy común la quema a cielo abierto sin horno. Estas técnicas se usan en todo el municipio (aldeas, caseríos y área urbana). Siguiendo con este punto, vale la pena establecer la diferencia entre la artesanía que se elabora en las aldeas y la artesanía propia del área urbana de Ojojona, pues la artesanía que se genera en la zona urbana en su mayoría se sale de lo utilitario y pasa a ser artesanía decorativa pensada específicamente para el mercado de consumo turístico, y probablemente, ha sido desde hace varias décadas de la artesanía con más demanda en el país.
Objetos de alfarería utilitaria tradicional
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6.3 Alfarería decorativa elaborada en Ojojona
del niño Jesús, imágenes de la virgen María y figuras de ángeles.
La alfarería de Ojojona, muestra actualmente una exquisita diversidad que ha propiciado la apertura de un amplio mercado nacional e internacional. Esta diversidad se refleja en el comercio local, que muestra desde artesanía de uso cotidiano como cántaros, comales, pocillos, freideras y todo tipo de utensilios para la cocina, hasta una amplia variedad de artesanía destinadas al mercado turístico.
En las artesanías de Ojojona se refleja también el cambio social; el hecho que las sociedades no son portadoras de patrones fijos, sino contextos dinámicos, propensos siempre a las influencias externas se manifiesta en los nuevos diseños de artesanía ojojonense. Estos diseños van desde figuras de íconos navideños estandarizados como Santa Claus, hasta piezas de alfarería que representan las insignias de los equipos de fútbol más populares del país.
Artesanía decorativa
6.4 La alfarería ojojonense como reflejo de la dinámica sociocultural A través de la artesanía podemos deducir el componente étnico y la lógica cotidiana de una comunidad. En ellas se reflejan aspectos básicos de la vida diaria como ser: dieta alimenticia, trabajo, religión, así como las influencias de otras culturas. Al observar la artesanía de Ojojona se puede deducir aspectos básicos del diario vivir. En la artesanía que se presenta a continuación se manifiesta claramente la división sexual del trabajo: mujeres cargando sus cantaros con agua y hombres con cargas de leña sobre sus hombros. La naturaleza simbólica de las artesanías también nos deja ver la religiosidad que predomina en Ojojona: Iglesias, imágenes
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Alfarería utilitaria utilizada cotidianamente en el municipio
6.5 La producción alfarera como patrimonio familiar en Ojojona
tiempos y espacios olvidados. Los artesanos nos ayudan a no olvidar nuestro barro...” Don Higinio Garay, Artesano.
La alfarería es y ha sido desde sus inicios, un patrimonio familiar, un conocimiento aprendido dentro del círculo de la familia y transmitido de generación en generación. En la actualidad este patrón persiste, ya que se pueden encontrar familias en las que todos sus miembros se dedican a la alfarería, arte aprendido de los abuelos y padres.
“Ser artesanos es un don, es algo que no aprendimos en ninguna escuela” (Don Higinio Garay) Otro artesano muy reconocido en Ojojona es el señor Ángel Alonso Alvarenga, quien aprendió el oficio con don Higinio Garay. Según don Ángel, una de las principales características del alfarero ojojonense es su creatividad al momento de elaborar un nuevo diseño (A. Alvarenga, 10 de noviembre de 2012). “La artesanía es la actividad que predomina en este pueblo y es la que le da el nombre a Ojojona. Por la artesanía tenemos nombre, por la artesanía nos reconocen, la artesanía nos da identidad” (Don Higinio Garay, artesano).
Don Higinio Garay, Artesano de Ojojona
Según don Alfonso, la variedad de la artesanía elaborada en Ojojona es cada día más exquisita, acomodándose a lo que en la actualidad se demanda, sin perder su esencia (A. Alvarenga, San Juan de Ojojona, 10 de noviembre de 2012).
Don Higinio Garay es considerado uno de los artesanos con mayor trayectoria en el campo de la alfarería en Ojojona. Según su relato, aprendió este oficio con doña Mina Cardona en los años sesenta, tiempo para el cual ya tenía su propio taller. Su taller es en la actualidad uno de los más grandes del municipio. Don Higinio procreó 34 hijos, de los cuales, aproximadamente 30 se dedican a la alfarería; la mayoría de sus hijos varones trabajan en el taller elaborando las piezas como les enseñó su padre desde niños, mientras que las hijas mujeres se dedican al comercio de dichas artesanías. (H. Garay. Ojojona, Francisco Morazán, Honduras. 1 de diciembre de 2012). “Los Artesanos... en el mundo del simbolismo se dice que ellos crean magia, porque con cada objeto que construyen manifiestan la conexión con todo... Cada símbolo nos conecta con la historia, con la memoria negada, con
El trabajo artesanal es aprendido desde la infancia y transmitido de generación en generación
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6.6 Contacto con el barro, contacto con la tierra, contacto con la vida La alfarería en Ojojona es ejemplo vivo de tenacidad, a través de sus creaciones se mantienen elementos fundamentales en el círculo de su autoconciencia cultural. Para los artesanos y artesanas del área rural, trabajar con barro representa algo más que la simple manipulación de una materia prima, representa entrar en contacto con algo tan significativo y sagrado como la tierra. De acuerdo con la visión de los artesanos de Ojojona, trabajar el barro es vincularse con la sabiduría de sus ancestros. El barro representa su principal fuente de ingresos económicos, pero más allá del aspecto estrictamente material, este arte es el hilo que une generaciones, vincula al artesano con su madre, con su padre, con sus abuelos y con todos sus antepasados lencas. Artesanías recién elaboradas
de sobrevivir. Representa también ese elemento que los mantiene unidos y en conexión directa con su historia y sus ancestros. A través del barro el artesano no solo se conecta con su cultura. También transmite conocimientos que se convierten en símbolos de una expresión única que añade un importante valor a la cultura local. “Somos artesanos de la vida” “De la tierra somos, con ella trabajamos y a ella volvemos” (Expresiones de las y los artesanos de Ojojona) Las expresiones anteriores son muy comunes entre los artesanos de mayor edad en las aldeas de Ojojona. Esto se pudo corroborar gracias a una serie de entrevistas realizadas, en donde la mayoría coinciden en asumir la producción artesanal como algo que va más allá de la apreciación tangible, atribuyéndole al barro un simbolismo histórico, cultural y en ocasiones, refiriéndose a éste incluso como símbolo de salud. “Doña Arcadia Hernández fabrica utensilios de cocina en su casa de habitación ubicada en la aldea de Guerisne. El arte de trabajar el barro lo aprendió de sus padres, y hoy en día sus hijos también son artesanos”. Doña Chon trabajando el barro
Por lo anterior, se puede afirmar, que trabajar el barro significa para los artesanos de esta región, lealtad y respeto a las enseñanzas de sus padres y abuelos, respeto y reivindicación de su cultura y unidad familiar. Para los artesanos y artesanas de Ojojona, sus artesanías no representan únicamente el trabajo diario y una forma
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Los mitos, las leyendas y las fiestas patronales, son manifestaciones vivas del saber popular que transmiten valores, costumbres y creencias. Estas manifestaciones se convierten en punto de apropiación simbólica y en una lucha constante por la demanda de reconocimiento y sentido.
7.1 Mitos y leyendas En Ojojona se mantiene vigente aún la tradición de contar leyendas. Estas leyendas son narradas en la mayoría de los casos por las abuelas y los abuelos como elemento de transmisión de la cultura. Entre las leyendas más destacadas de la comunidad se pueden mencionar: los compadres, el duende, el gritón, la sucia, el cadejo blanco y el cadejo negro. Imagen del mártir San Sebastián, cuya festividad se realiza durante el Guancasco
7.2 Ferias patronales Las ferias patronales son escenarios propicios para aproximarse a la cultura de una comunidad, a sus tradiciones, costumbres y arte popular. Las ferias, en términos generales, permiten observar manifestaciones de la vida en sociedad. A través de estas fiestas, es posible indagar antecedentes históricos del lugar y también identificar qué elementos culturales se resisten al cambio y persisten de manera autónoma.
7.3 Las dos ferias de Ojojona Feria en honor a San Sebastián La feria en honor a San Sebastián se celebra el día 20 del mes de enero, en este día los devotos veneran al mártir San Sebastián. En el marco de esta festividad se celebra el tradicional Guancasco entre Ojojona y Lepaterique.
Salida de San Sebastián desde Ojojona
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El Guancasco El Guancasco es una manifestación de hermandad entre dos pueblos, en este caso entre Ojojona y Lepaterique. Esta antigua celebración es mejor conocida como Paisanazgo: “Encuentros recíprocos realizados entre dos pueblos con la participación de sus habitantes y líderes naturales, religiosos y políticos de ambas comunidades, con el propósito de reafirmar los lazos de amistad o reconciliar sus divergencias” (Revista Mesoamérica, 1987, año 8, p. 13). El Paisanazgo se da inscrito como forma de expresión dentro de los acontecimientos que regulan las relaciones permanentes entre estos pueblos y cuyas actividades culminantes abren y cierran los ciclos vitales de las festividades en honor a cada uno de los santos patrones de los respectivos pueblos. El mártir San Sebastián –protector de Ojojona– es celebrado el 20 de enero, y Santiago apóstol es el Patrón de Lepaterique, cuya celebración se da el 25 de julio. La Procesión de los santos en la celebración del Guancasco
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institución del Paisanazgo entre estos dos pueblos se ha venido desenvolviendo en forma dinámica desde tiempos inmemoriales y, aunque ha tenido interrupciones con algún decaimiento de la tradición (debido a serios problemas relacionados con la disputa de jurisdicción de territorios ejidales, sobre los que ambos municipios alegan autoridad y que los llevó a conflictos que han costado vidas humanas), la tradición se ha sostenido. Veamos algunas referencias sobre esta festividad en periódicos, a finales del siglo XIX: Los pueblos de Ojojona y Lepaterique tienen una fiesta tradicional cuyo origen se ha perdido en la noche de los tiempos. Lo probable es que estos pueblos indígenas, deben haberse profesado, en época lejana, mortal enemistad y que cansados de luchar y a favor tal vez de alguna buena inspiración piadosa, hicieron pacto de concordia y unión, la simbolizaron con la festividad del Guancasco (Periódico La Paz, diciembre 17 de 1881, p. 2-3).
Ojojona y Lepaterique, están unidos por la tradición y celebran la fiesta de sus santos: el primero celebra a San Sebastián en enero y el segundo al apóstol Santiago en julio. Un mes antes de la celebración se reúnen los vecinos y la municipalidad para tratar el tema de la fiesta y de la invitación. De manera unánime resuelven estar todos listos con las limosnas y los servicios personales que sean necesarios. Acto continuo escriben una nota al pueblo amigo en términos muy amables y atentos rogándole se sirva asistir a la festividad trayendo consigo la imagen con las correspondientes insignias de adoración y las demás diversiones acostumbradas. Ese “billete” como ellos lo nombran, lo firman todos los concurrentes y lo lleva una comisión compuesta de seis o siete personas. Juntas llegan hasta el pueblo donde toda una ceremonia los espera en la sala consistorial con el consejo municipal y vecinos notables.
el tiempo señalado ambos pueblos están preparándose: uno para marchar con su patrón e insignias y el otro para recibir dignamente a su convidado.
De pie y antes de darse las manos, el más avisado de la comisión dirige el siguiente discurso (cuando es Lepaterique el que celebra la fiesta): He pues señor alcalde, regidores y mayordomos del señor San Sebastián, los hijos del señor Santiago mandan el billete a convidar a los amados hijos de nuestro padre San Sebastián para ser unidos los dos pueblos, la santísima función que nuestros padres nos dejaron para servir a dios nuestro señor. He pues nosotros como embajadores ponemos el billete en manos de sus honradas personas y rogamos a esos divinos patrones que nos den licencia de llegar a aquél día dichoso, sin que sus personas pongan ninguna dificultad; quien nos juntó en este lugar de Dios, nos junte también en el reino de los cielos… El municipio convidado recibe el billete y en el mismo estilo contesta por él un salvador, –sí llaman a la persona anciana que eligen para tal fin–. Concluida la ceremonia se dan todas y todos, las manos muy contentas y llevan a los embajadores con tambor, pitos, a la casa que les tienen preparada para hospedarlos. La municipalidad invitada en la misma forma y términos contesta aceptando el billete de invitación. Mientras se llega
Quema de cohetes para dar la bienvenida a la comitiva
El pueblo que convida manda el jueves precisamente al caporal y cargadores a traer al patrón del pueblo convidado. Éstos llegan el viernes en la mañana a cierto lugar desde donde se divisa el pueblo de Ojojona, allí queman cohetes hasta que les contesta la municipalidad de la misma manera, lo cual significa que no hay inconveniente de que llegue la comitiva, que se compone de: el caporal, cargadores, de hombres, mujeres y muchachos de todas las edades, que en alegre grupo y echando a volar infinidad de cohetes, llegan donde los espera la municipalidad y junta de vecinos. El caporal, puesto en pie, dirige un salutatorio a estilo del que hemos citado antes.
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Como a las once o doce del día, el caporal, cargadores, la municipalidad y acompañantes notables, parten con el patrón encajonado al son atronador de recamaras, cohetes y repiques. Como a las cinco o seis de la tarde, entran a la demarcación del pueblo convidador; lugar donde ponen una casita para colocar al patrón que viene, se halla la municipalidad acompañada de lucida comitiva, con el objeto de recibir a la que llega. En pie la comitiva que recibe dirige un salutatorio y la recibida otro, por medio del conocido salvador. Al concluir los discursos tocan las cajas y pitos de uno y otro pueblo, se saludan afablemente, se estrechan las manos y no falta quienes se den abrazos. Allí pasan toda la noche distraídos con la música en alegre compañía. Al amanecer, después del chocolate que obsequia el caporal, se dirigen al lugar que le nombran la Cofradía o recibimiento, donde se encuentra ya la municipalidad que hace los honores dispuesta a recibir en brazos al patrón. Descansan en una cruz que hay en aquél lugar y vuelven a dirigirse las dos municipalidades sus acostumbrados salutatorio. Continúan la marcha hasta el rancho del chilate en donde se obsequia, la bebida del mismo nombre, a todos los acompañantes. Desde ese lugar ya van unidos los dos pueblos y crece el alboroto hasta llegar a la iglesia de Lepaterique donde colocan al patrón San Sebastián. Al día siguiente las municipalidades y mayordomos se ocupan en “componer” los patrones colocándolos en andas. Como alta cortesía, la municipalidad de Ojojona adorna al patrón de Lepaterique y éste último adorna al patrón de Ojojona. Compuestas las imágenes las colocan en el atrio, cada pueblo rodea la suya y en esa disposición, por medio de personas expertas, las imágenes hacen ademanes de salutación y recibimiento. Los estandartes y banderas también se saludan. En seguida ponen al par las dos imágenes y se dirigen otros salutatorios. Hecho lo cual, vuelven a colocar a los patrones en la parte superior de la iglesia.
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En la noche del sábado los mayordomos obsequian al pueblo convidado refrescos y viandas. Después se realiza el baile de moros y cristianos. Los primeros se visten con turbantes llenos de listones y adornos churriguerescos que les cuelgan de la cabeza a las espaldas; los segundos llevan sólo un pañuelo debajo del sombrero con las puntas echadas hacia atrás. Todos se arman de garrotes con los que ejecutan las partes del baile que los músicos tocan en las cajas y pitos. En el baile de Santiago, figura éste montado a caballo; dos moros encuadrados lo atacan con gran trabajo lo lanzan y aparentan que tratan de venderlo, Santiago se les escapa, monta a caballo y les da golpes con una vejiga soplada hasta vencer a los moros. Este acto es el que más aplauden los espectadores, porque significa el triunfo de los cristianos. Dichos pueblos tienen su especial baile con el que mutuamente se obsequian cuando se visitan. El domingo y lunes lo pasan celebrando. El martes se divierten con el juego de cañas que ejecutan individuos montados de uno y otro pueblo; el miércoles corren gallos y es el día de más alboroto, ya que se celebran las despedidas. El jueves regresan con la imagen visitante, casi en la misma forma y pronunciando siempre sus consagradas salutaciones. Con la celebración de esta festividad los pueblos de Ojojona y Lepaterique se han mantenido siempre unidos, pero es notable que pese a esa fraternidad, es rarísimo ver un enlace matrimonial entre los individuos de uno y otro pueblo. Sus vecinos se dan el tratamiento de paisanos, amigos y compadres. Ellos creen que a la devoción de sus patrones deben su estado de moralidad.
El Guancasco en la actualidad El Guancasco en la actualidad continúa siendo una manifestación que representa un orden histórico y social, mediante el cual, se interioriza, se reproduce y se vive la cultura local. El Guancasco es parte importante de la identidad del municipio, por tanto, puede considerársele un espacio de memoria colectiva y símbolo de resistencia cultural.
El profesor Ramón Nieto, historiador local, oriundo de Ojojona y coordinador del grupo juvenil Del Bosque, quien interpreta el baile de los moros y cristianos, cuenta cómo esta antigua tradición persiste a pesar de muchas limitantes. Según Nieto, el Guancasco no ha perdido su esencia, ya que sigue siendo símbolo vivo de hermandad entre dos pueblos. Afirma, que la orientación del Guancasco ha sido siempre religiosa, pero también es un importante elemento de la cultura local, que les permite fortalecer su autodeterminación. En el ámbito social esta celebración tiene el papel de velar por la pervivencia de las creencias y valores (R. Nieto., 16 de febrero del 2013). La transmisión de conocimientos es innegable, en un espacio donde convergen distintas generaciones, que impregnadas de su tiempo conviven armónicamente, generando así difusión e innovación de prácticas culturales.
Significado de los elementos empleados en el Guancasco Las banderas: en la ceremonia del Guancasco se utilizan dos banderas: la bandera de color rojo y amarillo que identifica a San Sebastián, dónde el rojo representa la muerte violenta del mártir San Sebastián por defender su fe. La otra bandera utilizada durante el Guancasco está identificada por los colores amarillo y blanco que son los colores propios de la iglesia católica. Vestimenta: para la elaboración de la vestimenta de quienes participan en la ceremonia, se utilizan telas sencillas como la manta. La forma de vestir de los participantes se ha mantenido, el traje tradicional ha sido siempre el siguiente: • Camisa manga larga de manta. • Pantalón de manta. • Turbantes: un grupo se identifica con turbantes amarillos y otro grupo con turbantes verdes. Instrumentos musicales: simbolizan la alegría que produce la hermandad y la paz entre pueblos vecinos. Los instrumentos utilizados en la celebración son: pito o flauta simple, caja y tambores. Otros elementos simbólicos:
Redobles de tambor durante la procesión
El señor José de la Cruz Rodas toca el tambor desde hace 32 años. Para él este acto simboliza un reencuentro con sus raíces, una forma de honrar su pueblo y fortalecer su fe (San Juan de Ojojona, 19 de enero de 2013).
• Palos en forma de machete. • Incienso, mirra y copal: con estos aromatizantes los ancestros buscaban purificar los espacios, lo que demuestra los lazos de esta celebración con rituales ancestrales. • Pirotecnia: las carreras de bombas es de los elementos más tradicionales durante las procesiones y bailes.
Dinámica religiosa actual del Guancasco El 18 de enero se produce la “bajada” del Santo, la Corporación Municipal de San Juan de Ojojona, presidida
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por su alcalde retira la imagen religiosa del retablo y la carga en hombros, luego esta es entregada a sus mayordomos, quienes la transportarán hasta el Rancho El Chilate para la víspera.
Celebración de la misa: En el Rancho del Chilate, lugar donde se encuentran las dos imágenes, es oficiada una misa. La ceremonia es realizada por el sacerdote a cargo de la parroquia de Ojojona. A este acto asisten feligreses provenientes de los dos municipios, movidos por un profundo sentimiento de fe y manifestando alegría y devoción las personas llegan a la aldea en forma de peregrinaje. La manera de movilizarse hasta la comunidad en donde se oficiará la misa es variada; algunas personas llegan caminando, otras lo hacen a caballo u otras bestias de carga, en vehículos particulares y actualmente muchas lo hacen en las populares mototaxis.
Rancho El Chilate
La víspera: En el Rancho del Chilate se realiza la esperada velada en ocasión de la celebración del Guancasco. Durante la vigilia niños y adultos disfrutan de la tradicional música de cuerda, bailes, comidas y ceremonias religiosas. Al amanecer se elabora el altar al aire libre destinado a la misa que se realizará ese día.
Simbolismo de la comida durante el Guancasco Desde hace varias décadas la rosquilla en miel y el chilate han sido la comida y bebida tradicionales durante la celebración del Guancasco. En el rito esta comida representa el espíritu de hermandad y desprendimiento material. Esta comida se obsequia a todos los que asisten a la ceremonia, generando sentimientos de hermandad y solidaridad. El simbolismo que la comida adquiere durante la celebración, está relacionado directamente con el sentido de reciprocidad y hermandad. Mediante la comida se manifiestan claramente sentimientos de hermandad y buena voluntad, que integran a los pobladores de dos pueblos hermanos. Por otro lado, el compartir la comida, deja entrever esa antigua tradición mística que gira en torno a los alimentos y proporciona un significado que va más allá de la estricta necesidad biológica, pues la comida se transforma en un vehículo que transmite cultura, tradición, conocimientos, unidad y fraternidad.
Vigilia tradicional en el interior de Rancho El Chilate
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Es de notar que todo lo que se manifiesta durante el Guancasco, desde los bailes hasta la comida, llevan una intención profunda de hermanar, unir y conservar una tradición. Por tanto es oportuno decir que el Guancasco o Paisanazgo (Revista Mesoamérica, 1987 n. 8, pág. 129),
como instrumento de cohesión y confraternización popular, representa un papel integrador en varios aspectos de la vida comunitaria, así como las relaciones recíprocas entre los habitantes de las dos comunidades.
el encontrar mecanismos de integración que en muchos casos, le permite divertirse mientras utiliza su imaginación. Tal es el caso de los juegos, que permiten utilizar el ingenio para expresar emociones, valores y patrones culturales.
Con mucha devoción y siguiendo una tradición ancestral, reconocidas familias de Ojojona preparan la comida para compartirla con los peregrinos provenientes de los dos pueblos, Ojojona y Lepaterique.
Los juegos tradicionales son un conjunto de juegos propios de un lugar, que han sido practicados por sus habitantes por muchos años, que sirven y han servido para la apropiación y reivindicación del espacio público. (Hernández, G., 2009). En Ojojona se conservan aún muchos juegos tradicionales, fáciles de observar durante las festividades, dentro de las escuelas y a diario en calles y plazas.
Chilate compartido con quienes llegan a la ceremonia
Entre los juegos tradicionales que aún se conservan en el municipio de Ojojona, sobresalen los siguientes: • • • • • • • • •
Juego de trompos, juego con mables, las escondidillas, landa, vuelo de barriletes, rayuela, encostalados, palo encebado, carrera de cintas.
“Ojojona sin el Guancasco sería como un cuerpo sin alma” (Ramón Nieto, historiador local, 15 de diciembre del 2012).
Feria en honor a San Juan Bautista: San Juan Bautista es el patrón del pueblo de Ojojona, la celebración en su honor, se realiza el 24 de de junio, durante esta feria se manifiesta la cultura de raíz tradicional como ser: música con instrumentos de cuerda, bailes y comidas tradicionales, además de las tradicionales carreras de bombas y actos religiosos.
7.4 Juegos Tradicionales Desde sus inicios, el ser humano busca sobrevivir y adaptarse a su medio ambiente. Pero también es parte de su naturaleza
Carreras de cintas
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7.5 Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza Comidas tradicionales:
En las comidas tradicionales se refleja parte de la dinámica familiar y comunitaria, así como una crónica del desarrollo histórico. Estas a su vez, son un símbolo tradicional que refuerza el sentir colectivo de la localidad.
La comida es un aspecto fundamental dentro de la esfera cultural de un pueblo. En ella se refleja claramente1 la relación del ser humano con su alimentación y su medio ambiente, llevando inserto un profundo contenido cultural: sentidos simbólicos y valores que emanan de las identidades culturales que las expresan. Existen una serie de simbolismos que giran en torno a la comida, entre ellos se pueden citar: la muerte, los velorios, festividades familiares, convivencias de barrio, semana santa y festividades locales. La rosquilla en miel y el chilate han sido durante décadas el platillo y la bebida que se comparten durante la celebración del Guancasco. El tradicional chilate Rosquillas en miel
En el municipio de Ojojona se encuentran comidas tradicionales locales como ser: • • • •
El chilate, sopa de tortilla, tajo puyado, rosquillas en miel.
Comidas tradicionales regionales: • Rosquillas, • quesadillas, • atol de elote. Comidas tradicionales nacionales: • Nacatamales, • yuca con chicharrón, • montuca, 1. Comidas y bebidas de la ciudad de Comayagua. AMHON. 2010.
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La tradición oral constituye con frecuencia una parte importante de las celebraciones festivas y culturales, y será necesario fomentar estas manifestaciones y alentar la creación de nuevos contextos, como los festivales de narración oral, a fin de que la creatividad tradicional encuentre nuevos medios para expresarse.
• tamalito de elote, • baleadas.
Modismos: En Ojojona aún se encuentran muchos elementos característicos locales de carácter lingüístico, que popularmente conocemos como modismos. Estos modismos se han transmitido de generación en generación convirtiéndose en parte de la cultura local, como expresión autónoma. Tamalitos de elote
Entre los modismos más comunes que se conservan en Ojojona, se citan los siguientes3:
Expresiones orales: En todas las comunidades del mundo, los seres humanos transmiten información mediante la comunicación. En este caso, se hará referencia a ciertas expresiones orales que son parte de la dimensión cultural y que al igual que otras manifestaciones lingüísticas, ayudan al individuo a introducirse en el ambiente físico y social. Según la UNESCO2, el ámbito “tradiciones y expresiones orales” abarca una inmensa variedad de formas habladas, como proverbios, adivinanzas, cuentos, canciones infantiles, leyendas, mitos, cantos y poemas épicos, sortilegios, plegarias, salmodias, canciones, representaciones dramáticas, etc. Las tradiciones y expresiones orales, sirven para transmitir conocimientos, valores culturales y sociales, y una memoria colectiva. Son fundamentales para mantener vivas las culturas. Lo más importante para la preservación de las tradiciones y expresiones orales, es mantener su presencia diaria en la vida social. También es esencial que pervivan las ocasiones de transmitir conocimientos entre personas, de mantener una interacción de los ancianos con los jóvenes y de narrar relatos en la escuela y el hogar. 2. (Documento electrónico) http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00053 3. Municipalidad de San Juan de Ojojona, Asistencia Técnica Rescate Cultural para el Fortalecimiento de la Identidad local. AACID-CESADE-H. Septiembre 2012- febrero 2013.
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En Honduras, existen muchos municipios que poseen un riquísimo patrimonio cultural, sin embargo, la falta de recursos para su protección y desarrollo, ha sido un obstáculo para el aprovechamiento sostenible. Dentro del marco internacional para el desarrollo, establecido en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), se requirió abordar la recuperación del patrimonio cultural desde un enfoque claro y decidido de disminución de la pobreza, lo cual constituye una esperanza para los países que como Honduras, poseen riquezas naturales y patrimoniales.
productivas; al contrario, es un recurso único, producto de la comunidad y su historia; por ello, la cultura es el elemento de identidad característico de un determinado territorio, capaz de generar ventajas competitivas para su desarrollo económico y social. San Juan de Ojojona se ha consolidado en la región central del país como un municipio que cuenta con una identidad cultural, pero que aún no está debidamente fundamentada y la mayoría de la población desconoce el origen de dicho valor.
En este contexto, la prioridad de la protección del patrimonio se traslada a la de gestionarlo, como un recurso para el desarrollo local y la lucha contra la pobreza, sin olvidar que se trata de un recurso frágil y vulnerable que requiere un plan de manejo y aprovechamiento sostenible. Los cambios en la forma de ver el patrimonio obligan, por tanto, a la inclusión de su gestión en la política y estrategias de desarrollo para las diferentes comunidades, revisando los criterios de identificación, selección y desarrollo de las intervenciones y programas a realizar. Taller de sensibilización con mujeres líderes del municipio
Comprender, significar y comunicar el valor del centro histórico de San Juan de Ojojona, contribuirá a consolidar la identidad de las y los pobladores del municipio y permitirá un aprovechamiento responsable de los recursos culturales, impulsando el desarrollo socioeconómico, siempre y cuando, se aplique una administración y gestión de los recursos patrimoniales, tomando en cuenta la participación de sus habitantes.
Taller de sensibilización para el cuidado de espacios públicos con jóvenes
Cabe señalar, que una de las características básicas del patrimonio cultural es su sentido de “localidad”, establecido en el territorio dónde se ha creado. El patrimonio cultural no es un recurso intercambiable como muchas otras actividades
La ejecución del proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/ Oficina del Centro Histórico de Ojojona, no se enfoca en la revalorización de la belleza del patrimonio en uso, sino en asegurar su conservación y aprovechar ese potencial para promover el desarrollo económico y social de la comunidad, con el fin de reducir la pobreza, sin olvidar la contribución inherente del patrimonio al fortalecimiento de la identidad cultural como elemento diferenciador para la cohesión social de los territorios.
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Los procesos actuales de globalización y desvalorización cultural, junto a la aparición de nuevas tecnologías, nuevos materiales y arquitecturas, nuevas formas de organización social y gestión de los recursos, ajenos al entorno natural y cultural, especialmente a través de los modernos agentes de desarrollo, en especial el impulso del desarrollo turístico y la presión urbanística que ejerce la ciudad capital en los poblados a su alrededor, constituyen un riesgo para el daño y/o desaparición de muchas de las manifestaciones culturales y la conservación del patrimonio natural y cultural de la zona. Lo anterior justifica la realización de acciones para la gestión sostenible de dichos recursos, lo que permitirá a su vez a instituciones hondureñas consolidar un modelo de gestión tal como los emprendidos en el Centro Histórico de Comayagua y los Conjuntos Históricos de la Mancomunidad Colosuca. En este riesgo se encuentran algunas de las manifestaciones culturales de San Juan de Ojojona, tal es el caso de la celebración del Guancasco, una práctica tradicional que se realiza entre los municipios de Ojojona y Lepaterique.
oportunidad complementar este proyecto con acciones de fortalecimiento institucional que doten a la Alcaldía de Ojojona de los instrumentos básicos para la gestión sostenible de su municipio, y en particular de su patrimonio cultural el cual es el recurso que genera valor agregado reconocido.
8.1 Justificación de las intervenciones al patrimonio en Ojojona en el marco del Plan de Nación El Plan de Nación 2010-2022 plantea como primer principio ser orientador de desarrollo con “Enfoque en el Ser Humano y su Desarrollo Equitativo e Integral”. Esta Visión de País, se centra en la realización del ser humano, su desempeño, bienestar personal y respeto a su dignidad, como el objetivo trascendente de todo acto social, por tanto, cualquier medida de política o legal, programa o proyecto financiado con recursos nacionales o externos, deberá tener como foco principal de atención al ser humano y su desarrollo integral. Al pensar la cultura, ya no como un aspecto superficial del desarrollo, sino como tejido mismo de la sociedad y fuerza interna para su desarrollo, el enfoque del Plan de Nación obliga a la integración de las políticas culturales en las políticas de desarrollo, en particular en lo que respecta a su interacción con las políticas sociales y económicas.
Representación del Baile de Moros y Cristianos
La presencia de la Agencia Andaluza de Cooperación para el Desarrollo en el municipio, ha desarrollado un proyecto de desarrollo local que incluyó la construcción del sistema de alcantarillado del casco urbano, relleno sanitario y mejoras de fachadas de los inmuebles del centro histórico. Todas estas mejoras, han generado grandes expectativas y están motivando la realización de acciones para la inversión inmobiliaria, por lo que se consideró como una gran
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La diversidad cultural representa uno de los principales motores del desarrollo sostenible de las comunidades, los pueblos y naciones y se subraya su importancia para la plena realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales, proclamadas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta visión es coherente con el contenido de la Carta Cultural Iberoamericana (suscrita por el Estado Hondureño en el 2006) la cual afirma que el ejercicio de la cultura, entendido como una dimensión de la ciudadanía, es un elemento básico para la cohesión y la inclusión social y genera al mismo tiempo, confianza y autoestima no sólo a los individuos, sino también a las comunidades y naciones a las cuales pertenecen. Igualmente, se destaca
el valor estratégico que tiene la cultura en la economía y su contribución fundamental al desarrollo económico, social y sustentable, y constituye una base indispensable para el desarrollo integral del ser humano y para la superación de la pobreza y la desigualdad.
8.2 Justificación de las intervenciones de patrimonio en Ojojona en el marco del Plan Estratégico de Desarrollo Municipal La visión definida para el municipio en el plan estratégico municipal, identifica al patrimonio cultural como uno de los recursos importantes para lograr el desarrollo integral de Ojojona, dicha definición plantea la ejecución de proyectos relacionados con la gestión del patrimonio cultural entre los que se destacan: a) b) c) d) e)
La delimitación del centro histórico Elaboración del inventario de bienes culturales La reglamentación del centro histórico La restauración de edificios históricos Proyectos de espacios públicos y ordenamiento vial del casco urbano
Recorridos por el Centro Histórico con los jóvenes del municipio
Es así que el Estado de Honduras, reconoce a los bienes culturales como uno de los fundamentos de la cultura de los pueblos y que adquieren su verdadero valor cuando se conoce con precisión su origen, historia y contexto y se divulgan para el conocimiento de la población. Es en este sentido que las intervenciones en el área de patrimonio, a través del Proyecto Gestión del Patrimonio Cultural para el desarrollo local de Ojojona/Oficina del Centro Histórico, se justifica como una actuación que contribuirá al desarrollo integral de la población hondureña y al cumplimiento de la meta establecida para el año 2022 la cual expresa: “la sociedad Hondureña afianzará los procesos de construcción de identidad nacional, propiciará el avance en lo concerniente a ciudadanía civil, social, política, económica y cultural y sobre todo, asegurará el despliegue continuo de la capacidad competitiva de individuos y unidades empresariales”.
Supervisión de las intervenciones en espacios públicos por el ente de cooperación e instituciones gubernamentales
En los últimos años la Alcaldía de San Juan de Ojojona ha impulsado una serie de proyectos, la mayoría ejecutados con el apoyo de Organizaciones No Gubernamentales presentes en el municipio, que responden a los lineamientos establecidos en el Plan Estratégico, pero carecen de una planificación adecuada que podrían convertirse en un riesgo para la imagen urbana que desea conservarse del centro histórico; por ello se consideró pertinente y urgente la ejecución de un proyecto de Gestión del Patrimonio Cultural, dirigido por la
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Oficina del Centro Histórico de Ojojona, que proporcione a la Alcaldía las herramientas y capacidades técnicas necesarias para la gestión sostenible de su patrimonio cultural, y que además, asegure la generación de un modelo de gestión que impulse el desarrollo de la Ruta del Real de Minas contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo Turístico de la Nación, suministrando oportunidades de desarrollo socioeconómico a los municipios que colindan con la capital de Honduras.
8.3 Justificación de las intervenciones de patrimonio en Ojojona, en el marco del Plan Director 2009-2012 de la Cooperación Española
Con relación a la Estrategia de Cultura y Desarrollo, el proyecto responde a la Línea Estratégica 5 que también se refiere a la Gestión sostenible del Patrimonio Cultural para el desarrollo, específicamente con el Objetivo 1: “Apoyar los múltiples procesos existentes en conservación, restauración, preservación y revalorización de los bienes patrimoniales, tanto los materiales como los inmateriales, analizando la contribución que todos estos esfuerzos de carácter multisectorial puedan aportar al desarrollo sostenible”. Proyecto de restauración Casa Consistorial
El proyecto Gestión del Patrimonio Cultural se enmarca dentro de la estrategia Cultura y Desarrollo de la Cooperación Española para el Desarrollo, en su Objetivo Específico (OE2): “Fomentar el desarrollo económico desde el sector cultural, apoyando los movimientos creativos, promoviendo la producción cultural y explorando nuevas formas de distribución”. De acuerdo con este objetivo específico el proyecto ha respondido a la línea de actuación “Gestión sostenible del patrimonio cultural para el desarrollo” a través del cual se apoyan los procesos de conservación, restauración, uso social de los bienes patrimoniales materiales e inmateriales desde una perspectiva económica, cultural y de participación ciudadana y local, además del apoyo a intervenciones de mejora de la habitabilidad en entornos patrimoniales.
Proyecto de mejora de habitabilidad, residencia de Doña Cristina González
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El proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/Oficina del Centro Histórico de Ojojona es coherente con las actuaciones prioritarias definidas en la Línea Estratégica 5 de la Estrategia de Cultura y Desarrollo de la AECID, específicamente con: a) Apoyar las tareas de identificación, inventariado y estudio de los elementos patrimoniales, procurando el uso y los aportes económicos, sociales y culturales que los mismos puedan generar en las sociedades, desde una visión integral que contemple las diferentes manifestaciones que conforman el patrimonio. b) Lograr una participación directa de la ciudadanía y las comunidades locales en los programas de conservación del patrimonio y la memoria colectiva, estableciendo una lista de las mejores prácticas para las políticas de patrimonio.
c) Respetar y proteger los sistemas de conocimiento tradicionales, especialmente los de las poblaciones autóctonas, así como reconocer la contribución de los conocimientos tradicionales a la protección del medio ambiente y a la gestión de los recursos naturales, y de esta manera favorecer las sinergias entre la ciencia moderna y los conocimientos locales. d) Apoyar la creación de instrumentos para aumentar la capacitación y el empleo en el sector de la rehabilitación y puesta en valor del patrimonio.
la gestión del territorio, que repercutía en la conservación de su patrimonio cultural inmueble. De 1996 al 2009 la gestión del centro histórico de Ojojona fue una responsabilidad de la Sub Gerencia de Conservación del IHAH, no contando la Alcaldía de Ojojona con una oficina técnica que se responsabilizara de la gestión urbana del municipio, ni con instrumentos de ordenamiento y desarrollo urbano, lo que generó un crecimiento desordenado y la intervención inadecuada en el núcleo del centro histórico declarado por el IHAH. Adicionalmente a esta situación, la falta de infraestructura básica de saneamiento, ocasionó problemas ambientales en el municipio.
8.5 Objetivos de desarrollo del proyecto Gestión del Patrimonio Cultural
Capacitación a maestros de obra y albañiles del municipio
8.4 Antecedentes y contexto de la gestión patrimonial en San Juan de Ojojona
El proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/Oficina del Centro Histórico de Ojojona, se perfila como un proceso de generación de capacidades a las entidades locales del municipio, para la gestión de su patrimonio cultural a través de acciones que dotarán a la Alcaldía de las capacidades básicas para la gestión urbanística del centro histórico, así como la generación de modelos pilotos de puesta en valor y aprovechamiento del patrimonio cultural inmueble a través de la ejecución de obras de rehabilitación de espacios públicos y mejoras de viviendas.
El 15 de noviembre de 1996, fue publicado en el Diario Oficial La Gaceta, la declaratoria del Centro Histórico del municipio de Ojojona, bajo el Decreto Ejecutivo155-96. A partir de esa fecha, los límites del centro histórico son regulados conforme a los lineamientos establecidos por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), definidos conforme a la experiencia adquirida por la gestión de los centros históricos de Comayagua, Santa Rosa de Copán y la Mancomunidad Colosuca. De acuerdo a la Secretaría de Gobernación y Justicia, para el 2009 la Alcaldía de Ojojona, tenía una clasificación “C”, lo cual indica que cuenta con una limitada capacidad técnica para
Construcción de la Alcaldía Municipal
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Entre los objetivos del proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/Oficina del Centro Histórico de San Juan de Ojojona, se encuentran:
se generan los instrumentos legales y políticas públicas para la gestión del patrimonio cultural, las que se concretan con acciones específicas que corresponde ejecutar a las alcaldías.
Objetivo General: Mejorar la conservación, gestión y el aprovechamiento del patrimonio cultural del municipio de San Juan Ojojona, como recurso que contribuya al desarrollo local y la lucha contra la pobreza. Objetivo Específico 1: Fortalecer la gestión sostenible del patrimonio cultural del municipio de San Juan Ojojona. Objetivo Específico 2: Mejorar el conocimiento del patrimonio cultural del municipio de San Juan Ojojona, como recurso para el desarrollo local. su
Para estos dos proyectos, San Juan de Ojojona representó el municipio piloto, en el que se realizaron las siguientes acciones:
El proyecto Gestión del patrimonio Cultural/Oficina del Centro Histórico de Ojojona, se ejecuta a través de fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) concedidos a la Alcaldía y distribuidos en 3 áreas:
1. Puesta en práctica del módulo informático de gestión urbana del municipio, permitiendo la tramitación de licencias de construcción en el centro histórico de Ojojona, compartiendo la base de datos del inventario de bienes culturales inmuebles del IHAH y la base de datos del catastro municipal.
Objetivo Específico 3: Recuperación del patrimonio cultural para aprovechamiento como recurso y desarrollo local.
1. Área 1: Gestión del Centro Histórico. 2. Área 2: Rehabilitación de espacios públicos. 3. Área 3: Rehabilitación de viviendas. Las actuaciones del proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/ Oficina del Centro Histórico de Ojojona, se complementan con las acciones que ejecutan los Proyectos de Fortalecimiento de Gestión del Patrimonio Cultural del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) y Fortalecimiento de la Gestión Urbana de los Centros Históricos (AMHON), constituyendo una práctica para la construcción de la Estrategia Nacional de Gestión del Patrimonio Cultural para el Desarrollo Local. A través de estas instituciones nacionales,
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Firma del Pacto “Apoyo Institucional” entre la Alcaldía Municipal de Ojojona y el IHAH.
2. Inventario de patrimonio cultural intangible. 3. Sensibilización de la población en temas de patrimonio cultural. Aplicación de módulos educativos de patrimonio cultural a través de las escuelas del municipio. 4. Proceso de constitución y fortalecimiento de la Comisión Ciudadana del Centro Histórico de San Juan de Ojojona. Sumado a lo anterior, este proyecto se complementó con las actuaciones del Programa de Desarrollo Local que
ejecutó la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) de enero 2009 a marzo de 2013, cuya intervención más representativa fue el proyecto de saneamiento básico del casco urbano: construcción de red de aguas negras, tratamiento de aguas residuales y relleno sanitario. Este programa también contempló algunas actuaciones en el centro histórico como ser: mejoras en el mercado municipal, construcción de la casa de la cultura y obras de restauración de fachadas de edificios públicos a través de las cuales se beneficiarán los inmuebles propiedad de la Alcaldía Municipal.
de una Escuela Taller (CONEANFO-AECID), genera la oportunidad de desarrollar un proyecto de desarrollo local poniendo en valor el patrimonio cultural. Por todo lo anterior, en el 2010 se identificó al municipio como uno de los sitios prioritarios de intervención de la AECID en Honduras, que además del desarrollo de acciones de fortalecimiento institucional para la gestión del patrimonio cultural, se realizaron obras que complementarían a los proyectos que ejecutó la AACID. De esta forma, el municipio de San Juan Ojojona concentrará actuaciones del Programa de Patrimonio para el Desarrollo de la AECID (Proyecto de Gestión Urbana de los Centros Históricos AMHON, Proyecto de Fortalecimiento de la Gestión del Patrimonio Cultural IHAH y el Proyecto de Gestión del Patrimonio Cultural del Municipio de San Juan Ojojona), del Programa de Fortalecimiento del Régimen Municipal y Desarrollo Local AMHON-AECID, del Programa Nacional de Escuelas Taller CONEANFO y la coordinación de las actuaciones que ejecuta en el municipio la AACID.
Restauración de la Casa Consistorial con el apoyo de los jóvenes de la Escuela Taller de Ojojona
Bajo el criterio de complementariedad y de concentración de actuaciones que maneja la OTC-AECID en Honduras, la presencia de la AACID en el municipio fue una condición trascendental para que el Programa de Desarrollo Local de la AECID en Honduras, identificara a San Juan de Ojojona como un sitio potencial para desarrollar un proyecto de puesta en valor de su patrimonio urbano/arquitectónico, tomando en consideración que forma parte de la denominada Ruta del Real de Minas que el Instituto Hondureño de Turismo (IHT) y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) han definido como una de las rutas culturales por desarrollar. Adicionalmente a esta condición, la presencia en el municipio
Firma “Pacto Local Sumando Esfuerzos Por El Desarrollo del Municipio de San Juan de Ojojona” suscrito por los candidatos(as) a Alcalde de los partidos políticos inscritos a las Elecciones Generales 2013, dirigido por la AMHON.
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8.6 Resultados destacados La coordinación e integración de proyectos del 2010 al 2013 ha logrado los siguientes resultados: 1. Revisión de los límites del centro histórico de Ojojona (alianza AMHON-IHAH).
11. Capacitación en administración financiera ((Proyecto de Fortalecimiento del Régimen Municipal y Desarrollo Local AECID-AMHON).
2. Levantamiento catastral del municipio de Ojojona (Proyecto de Fortalecimiento del Régimen Municipal y Desarrollo Local de la AECID-AMHON).
12. Sensibilización del patrimonio a actores locales (Proyecto Patrimonio Ojojona).
3. Fortalecimiento de la municipalidad de Ojojona: dotación de equipamiento a la Oficina de Catastro Municipal, capacitación en catastro a técnicos municipales, capacitación en administración financiera. 4. Dotación de un sistema informático para la gestión urbana del municipio, permitiendo la expedición de licencias en el centro histórico, importando la información de la base de datos catastral y del inventario de bienes culturales. 5. Diagnóstico socioeconómico de los residentes del centro histórico de San Juan de Ojojona, para el diseño del plan de vivienda del centro histórico. 6. Diseño del Plan de Revitalización de los espacios públicos del centro histórico. 7. Apoyo para la actualización del Plan Estratégico de Desarrollo Municipal (Proyecto de Fortalecimiento del Régimen Municipal y Desarrollo Local AECIDAMHON). 8. Apoyo para la elaboración del Plan de Ordenamiento Territorial (Proyecto de Fortalecimiento del Régimen Municipal y Desarrollo Local AECID-AMHON). 9. Elaboración del reglamento de protección del centro histórico (PGU).
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10. Capacitación a técnicos municipales en gestión urbana del centro histórico: otorgamiento de licencias de construcción, criterios de actuación en el patrimonio cultural inmueble (PGU).
Dentro de este proceso de sensibilización se ubica el presente documento, que contiene un recorrido por la historia y el patrimonio del municipio. La actuación integral en el municipio de San Juan de Ojojona ha constituido un invaluable insumo, permitiendo la consolidación de una Estrategia Local de Patrimonio Cultural.
En Honduras, las políticas de gestión y protección del patrimonio han sido impulsadas principalmente por el Instituto de Antropología e Historia, institución del Estado facultado para este fin. Sin embargo, con el nuevo proceso de descentralización municipal esta dinámica ha ido cambiando, ya que la Ley de Municipalidades establece que a estos entes de gobierno local les compete el control y regulación del desarrollo urbano, el uso y la administración de las tierras municipales; que además de contemplar entre sus objetivos la preservación el patrimonio histórico y las tradiciones cívico-culturales del municipio; fomentarlas y difundirlas por sí, o en colaboración con otras entidades públicas o privadas; y utilizar la planificación para alcanzar el desarrollo integral del municipio. (Ley de Municipalidades)
Municipal de San Juan de Ojojona, con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través del Programa de Patrimonio para el Desarrollo. El proceso de rehabilitación de inmuebles patrimoniales, recuperación de espacios públicos en el centro histórico y el patrimonio cultural de San Juan de Ojojona, no trata únicamente de revalorizar estéticamente un patrimonio en uso, si no de asegurar su conservación y aprovechar ese potencial para promover el desarrollo económico y social de la comunidad, con el fin de reducir la pobreza, sin olvidar la contribución inherente del patrimonio al fortalecimiento de la identidad cultural y aumento de la autoestima.
Es así como el Municipio de San Juan de Ojojona, gestionó en 1996, la declaración patrimonial de su Casco Urbano y a finales de ese mismo año, según decreto legislativo 155-96, se le concede la declaratoria, como Monumento Nacional de la República de Honduras.
Espacios públicos de carácter lúdico recuperados: Paseo del Río San Juan
Plaza del Ojo de Agua rehabilitada
A partir de esto, se generan iniciativas de recuperación del patrimonio como un insumo esencial para el desarrollo económico, iniciando con la puesta en valor del patrimonio inmueble y urbano del municipio de San Juan de Ojojona a principios del 2011, a través de las intervenciones articuladas del Plan Maestro de revitalización del Centro Histórico, Rehabilitación de Viviendas y Rehabilitación de Espacios Públicos, estos esfuerzos, son liderados por la Alcaldía
En este proceso, los pobladores descubren su propia historia, el hecho de aprovechar el patrimonio cultural, implica atraer la visitación e inversión, diversificación de empleo, apertura de espacios de aprendizaje, de diálogos nuevos que desarrollan la estructura de la comunidad, descubriendo nuevos caminos y oportunidades para un desarrollo local sostenible. La ejecución a través del Proyecto Gestión del Patrimonio Cultural de San Juan de Ojojona desde la Alcaldía Municipal con la coordinación y participación de la Agencia Andaluza
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4. Plan de revitalización de Espacios Públicos del Centro Histórico: a) Plan de mantenimiento y gestión de los espacios públicos. 5. Plan de ordenamiento vial y señalización del centro histórico. 6. Plan de comunicación y difusión.
Plaza del Ojo de Agua. Embajador de España: Luis Belzuz de Los Ríos y la Corporación Municipal 2010-2014.
de Cooperación Internacional para el desarrollo. (AACID), la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON), el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) y la Escuela Taller de San Juan de Ojojona, ha sido fundamental en el proceso de revitalización del centro histórico, dicha intervención ha incluido las siguientes acciones:
III. Rehabilitación de Espacios Públicos: Puesta en valor del patrimonio inmueble y urbano del centro histórico, mejorando la calidad de vida de los pobladores del municipio.
I. Plan Maestro de revitalización del Centro Histórico: Documento que condensa instrumentos normativos, estratégicos y operativos, que resultan en una herramienta fundamental para la gestión del centro histórico y cuyo enfoque se basa en la búsqueda de una conservación integral y un uso sustentable, que tome en cuenta el mejoramiento de la calidad de vida de la población de San Juan de Ojojona.
1. Rehabilitación y construcción de la Plaza del Ojo de Agua. 2. Rehabilitación y construcción del paseo del río San Juan de Ojojona. 3. Construcción de la Plaza el Calvario. 4. Construcciones paradas de buses. 5. Construcción de la Plaza Cívica. 6. Restauración de la Casa Consistorial. 7. Restauración y construcción de la Casa de la Cultura.
Entre las estrategias realizadas e instrumentos de protección formulados, se encuentran:
I. El Plan Maestro de Revitalización del Centro Histórico
1. Creación de la Oficina del Centro Histórico de San Juan de Ojojona. 2. Constitución de la Comisión ciudadana para la protección y gestión del Centro Histórico. (COCENHSAO) 3. Plan de Protección y puesta en valor de Centro histórico: a) Reglamento de proteccióndel centro histórico.
I. Oficina del Centro Histórico de San Juan de Ojojona
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1I. Rehabilitación de viviendas del Centro Histórico, con el objetivo de promover la habitabilidad en el centro histórico, mediante la concesión de ayuda a familias con población vulnerable y necesidades básicas insatisfecha. En este proyecto han sido beneficiadas 9 familias del municipio.
La Oficina del Centro Histórico de San Juan de Ojojona (OCHO), tiene a su cargo, la gestión y control urbano del espacio patrimonial del municipio, mediante la aplicación del reglamento, documentos del plan maestro de revitalización y demás estipulaciones de la Ley para la protección del
patrimonio cultural de la nación. Su funcionamiento es de carácter permanente y administrativamente depende de la Alcaldía Municipal bajo la supervisión del Instituto de Antropología e Historia. Además de fortalecer la capacidad de la municipalidad para asumir el liderazgo en la planificación, gestión y conservación del Patrimonio Cultural, la oficina provee apoyo y asesoramiento técnico.
2. La Comisión Ciudadana para la Protección y Gestión del Centro Histórico Ante el reto municipal de asumir el liderazgo en la gestión y planificación urbana del municipio, se percibió la necesidad de crear una instancia local que asumiera un rol protagónico, y que junto a la Corporación Municipal, aportara al mejoramiento y desarrollo urbano del centro histórico. Reuniones con los actores locales: Socialización del Reglamento del Centro Histórico
La Oficina del Centro Histórico en plena labor
A través de la OCHO, se espera manejar una eficiente gestión urbana y territorial con el fin de lograr que el patrimonio cultural sea valorado por la población y esta se empodere de los procesos de protección, conservación y gestión del patrimonio, como un recurso para el desarrollo local y la lucha contra la pobreza.
Personal de la Oficina del Centro Histórico, supervisando los proyectos
Ante la carencia de un actor local activo en favor del patrimonio cultural, se impulsó la creación de la Comisión Ciudadana del Centro Histórico, la cuál a inicios del 2011, se conformó con el apoyo del Programa Nacional de Fortalecimiento de Gestión Urbana de los Centros Históricos, PGU, ejecutado por la AMHON con apoyo técnico y financiero de la AECID, puso en marcha un proceso para la constitución y funcionamiento de instancias locales para la promoción del patrimonio cultural en varios municipios de Honduras, siendo uno de ellos, San Juan de Ojojona. Uno de los primeros pasos en esa dirección fue la identificación de las organizaciones de la sociedad civil de San Juan de Ojojona que podrían considerarse protagonistas o claves para la gestión del patrimonio cultural, habiéndose decidido la creación de la Comisión Ciudadana debido al alto grado de interés en participar en una iniciativa local de ese tipo.
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Se promovió y apoyó la organización y funcionamiento de la Comisión Ciudadana, para que en representación de la población participara en la ejecución de los planes, procesos y proyectos impulsados por el Proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/Alcaldía Municipal, en pro del desarrollo del patrimonio cultural y se apropiara del conocimiento básico requerido sobre el ciclo integral de gestión y se quedara como la encargada de velar por la conservación y fortalecimiento del patrimonio del municipio, teniendo condiciones de sostenibilidad e independencia, para gestionar recursos y coordinar la ejecución de procesos a través de los cuales se da continuidad y mantenimiento a lo realizado por el Proyecto.
la organización, capacitación y apoyo en diferentes formas para la consolidación de la Comisión de modo que al cierre del Proyecto, esta organización disponga de las capacidades para darle continuidad a los planes y proyectos aprobados en coordinación con la Municipalidad.
Miembros de la Comision del Centro Historico y enlaces Municipales
La Comisión del Centro Histórico de San Juan de Ojojona (COCENHSAO) se formó con miembros de la ciudadanía del municipio que comparten interés en el desarrollo local mediante el aprovechamiento de los recursos patrimoniales y busca fomentar la interrelación y coordinación entre diversos actores locales, promoviendo diferentes formas de participación ciudadana en favor de la gestión efectiva del patrimonio cultural del municipio.
Talleres con jóvenes y niños
Desde ese momento hasta ahora, el Proyecto de Gestión del Patrimonio Cultural ha invertido importantes recursos en
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Intercambio de experiencias entre la Comisión del Centro Histórico de San juan de Ojojona y Comisión del Centro Histórico de Tegucigalpa
3. Plan de Protección y Puesta en Valor de Centro Histórico a) Reglamento del Centro Histórico de San Juan de Ojojona. (Instrumento de gestión y planificación urbana)
En el año 2010 fue elaborado un informe técnico de valoración del centro histórico de Ojojona, por el Programa de Gestión Urbana (PGU_AMHON). Mediante éste se realizó la valoración histórica, antropológica, urbana y arquitectónica, proponiéndose la delimitación del área del centro histórico.
Es bien sabido que el patrimonio es un bien común, frágil y vulnerable, por lo que, para garantizar esta condición de fuente de desarrollo local hay que crear herramientas de gestión que den una seguridad a su conservación. El reglamento del centro histórico, es esa herramienta que garantiza la seguridad del bien común y crea una base segura de convivencia y de inversión. Reunión socialización reglamento 30 de Junio de 2012
Cabildo abierto validación reglamento del centro histórico: 14 de julio de 2012
Reglamentación para la protección del Centro Histórico de San Juan de Ojojona
Sin embargo, aunque el decreto legislativo 155-96, del año 1996, estableciera literalmente: “Declárese Monumento Nacional de la República, el casco urbano del Municipio de Ojojona, Departamento de Francisco Morazán, debiendo elaborarse un reglamento para su conservación como tal, dentro de un período de seis meses a partir de su declaración”, es diez años después, en el 2006, que el Proyecto de Inventario de Bienes Inmuebles Culturales de Honduras (PIBICH), del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, efectuó el inventario de bienes inmuebles del municipio.
Dentro de ese mismo Programa y con la participación activa del Proyecto Gestión del Patrimonio Cultural para el Desarrollo Local de San Juan de Ojojona/Alcaldía de Ojojona, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, actores locales y sociedad civil del municipio de San Juan de Ojojona, del 2011 al 2013, se elaboró, socializó y validó el reglamento del centro histórico. Iniciando la implementación del mismo, como instrumento de regulación para la preservación de los espacios públicos e inmuebles, proteger, mejorar, rescatar y contribuir a controlar el uso de todos los recursos culturales y naturales dentro de los límites del centro histórico. Es importante mencionar que el reglamento de protección del área patrimonial viene a constituir un instrumento
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valiosísimo que ayudará al gobierno local a mejorar la gestión y planificación urbana de gran parte del municipio.
II. Rehabilitación de Viviendas en el Centro Histórico En el 2010, con el apoyo de la AMHON/Programa Gestión Urbana (PGU), se realizó el diagnóstico socioeconómico, con el cual se identificaron las condiciones de la población del Centro Histórico, así como de las necesidades de mejora en las viviendas, a través de un sistema que permitió detectar a las familias en situación de vulnerabilidad, como prioridades para la concesión de la subvención del Proyecto de Mejora de la Habitabilidad en el Centro Histórico de Ojojona. En el 2011, a través del Proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/Alcaldía Municipal de San Juan de Ojojona, cuyo objetivo era contribuir al mejoramiento de las condiciones de habitabilidad en el Centro Histórico, a través del mantenimiento de las mejoras físicas y socioculturales y el
Familia: Gonzáles Beneficiaria: Sra. Cristina González. (Adulta mayor) No. Miembros: 4 Necesidades básicas a cubrir: • Instalaciones sanitarias en mal estado. • Inadecuada distribución de espacios internos. • Ventilación e Iluminación Inadecuada, etc. Familia: González Hernández Beneficiaria: Sra. Vilma Tomasa González. No. Miembros: 4 Necesidades básicas a cubrir: • Cubierta y estructura de techo, colapsado. • Paredes agrietadas. • Instalaciones sanitarias en mal estado. • Inadecuada distribucion de espacios internos, etc.
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fortalecimiento de la cohesión social de los vecinos, inició la rehabilitación de viviendas del centro histórico para residentes con limitados recursos económicos. Entre los criterios de selección, se tomaron en cuenta: • Los aspectos sociales: necesidad objetiva y sentida de vivienda, interés y voluntad de la familia en mejorar su vivienda, participación puntual en reuniones de seguimiento, residir en el centro histórico, formar parte del núcleo familiar y no poseer más de una vivienda en el sector. • Criterios económicos: familias cuentan con fuentes de ingreso regular e irregular, capacidad de cumplir con contraparte económica. • Criterios institucionales: vivienda cuenta con propietario registrado en Catastro Municipal e Instituto de la Propiedad, cumplir con el Reglamento del Centro Histórico, pago al día de impuestos de bienes inmuebles y documento de legalidad de la propiedad.
Familia:Silva Beneficiaria: Francelia Silva. No. Miembros: 7 Necesidades básicas a cubrir: • Instalaciones sanitarias inadecuadas. • Vivienda de paredes de madera y bajareque en su mayoria, a punto de ceder, por el mal estado de las mismas. • Hacinamiento. Familia: Bustillo Beneficiaria: lris Yessenia Bustillo (Madre Soltera) No. Miembros: 5 Necesidades básicas a cubrir: • Ausencia de instalaciones sanitarias. • Paredes agrietadas. • Piso de tierra. • Hacinamiento.
Las Intervenciones de vivienda, beneficiaron en su totalidad a 9 familias del centro histórico, las cuales vivían en condiciones inadecuadas, con necesidades básicas insatisfechas, como ser: condiciones dignas de habitabilidad, acceso a servicios básicos, etc.
puesta en valor y aprovechamiento de los inmuebles de valor patrimonial y los espacios públicos y que estos proyectos guarden armonía con los demás componentes de: servicios públicos, mejora ambiental, uso del suelo, movilidad y transporte.
III. Rehabilitación de Espacios Públicos
También mediante la rehabilitación de los espacios públicos se pretende resaltar las características coloniales, mineras e históricas del municipio por medio de la conservaciónrestauración de los inmuebles y la rehabilitación-puesta en valor de los elementos ya existentes dentro del conjunto urbano.
El Plan Maestro de Revitalización del Centro Histórico, es una propuesta estratégica de planificación urbana, que busca poner en armonía todas las intervenciones para el desarrollo integral del municipio, contemplando como uno de sus componentes el aprovechamiento, manejo y gestión de los espacios públicos del Centro Histórico. Dentro de este Plan se pretende que en el Centro Histórico y la zona de amortiguamiento se ejecuten proyectos orientados hacia la conservación, restauración, rescate, protección,
Esto tiene suma importancia, debido a que San Juan de Ojojona cuenta con un pasado colonial evidente en sus edificaciones, posee remanentes de su importancia minera en el desarrollo del país, y relata una parte de la historia de Honduras y en consideración de que todo recurso
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patrimonial debe cumplir una función social, histórica, cultural y económica es relevante cualquier intervención sobre los espacios públicos científicamente encaminada al aprovechamiento racional de estos recursos. Algunos de los espacios públicos e inmuebles de valor patrimonial, en los que se ha intervenido, dentro del municipio, son: 1. Rehabilitación y construcción de la Plaza del Ojo de Agua. 2. Rehabilitación y construcción del paseo del río San Juan de Ojojona.
Nombre del Proyecto: Plaza del Ojo de Agua, Fase I y II. Proyecto ejecutado Fase I y II del: 1 de Septiembre del 2011 al 16 de febrero del 2012. Duración, Fase I y II: 5 meses y 16 dias. Inversión: Lps. 2,392,464.14 Impacto: Plaza de recreación infantil.
Nombre del Proyecto: Sendero del Río San Juan y Sendero las Fraguas, Fase I y II. Proyecto ejecutado del: 26 de marzo al 10 de noviembre del 2012 Duración: 7 a 14 meses. Inversión: Lps. 5, 423,020.43
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3. 4. 5. 6. 7. 8.
Construcción de la Plaza el Calvario. Construcciones paradas de buses. Construcción de la Plaza Cívica. Restauración de la Casa Consistorial. Restauración y construcción de la Casa de la Cultura. Remodelación Alcaldía Municipal.
Estos espacios públicos intervenidos, fueron rehabilitados siguiendo la visión del Plan de Revitalización de los Espacios públicos del Centro Histórico del municipio de San Juan de Ojojona y en sincronía con el Reglamento del Centro Histórico.
Nombre del Proyecto: Plaza el Calvario, fase I. Proyecto ejecutado del: 29 de noviembre del 2012 al 30 de abril del 2013 Duración: 5 meses. Inversión: Lps. 1,596,526.51, Ubicación: La Plaza El Calvario es el remate Oeste de la Calle Real El Guancasco (Calle donde se realiza la procesión), una de las calles más importantes del Centro Histórico del Municipio de Ojojona. La intervención en dicha Plaza marcará el inicio del proceso de rehabilitación del eje conformado por la Iglesia El Calvario y la Iglesia San Juan Bautista.
Nombre del Proyecto: Casa de la Cultura. Financiamiento: Junta Andalucía. Proyecto ejecutado en: 2 de marzo al 22 de Septiembre del 2012. Duración: 5.6 meses. Inversión: Lps. 2, 835,877.83.
Nombre del Proyecto: Plaza el Calvario, fase II (Paradas de Buses) Proyecto ejecutado del: 2 al 23 de mayo del 2013 Duración: 22 dias. Inversión: Lps. 648,695.54 Nombre del Proyecto: Señalización Turística. Proyecto ejecutado del: 1 de febrero al 23 de mayo del 2013. Duración: 3.23 meses. Inversión: Lps. 174,295.00.
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Con la realización de estas intervenciones, se ha beneficiado la población del municipio de San Juan de Ojojona, logrando los siguientes impactos positivos: • Fundamentar el sentido de pertenencia, potenciando la identidad local de los habitantes de Ojojona; rescatando sus valores, tradiciones, creencias y formas de comportamiento. • Fomentar la afluencia de turistas y aportar al desarrollo económico local, a través de la generación de ingresos en los comercios del Centro Histórico. • Aumentar el valor comercial de los inmuebles de la zona. • Potenciar la conciencia de la población sobre el valor de su patrimonio.
Una mirada al futuro Ante este nuevo panorama de desarrollo económico local a través de los procesos de gestión del patrimonio cultural, impulsado en el municipio de San Juan de Ojojona, es de suma importancia, analizar la visión que tuvieron aquellos líderes municipales, que en 1996, iniciaron el camino, al solicitar la declaratoria del municipio y la que a partir del 2011, han reiniciado los nuevos líderes municipales acompañados ahora por una sociedad civil activa (COCENHSAO) que apuesta por el desarrollo de su municipio. Es el reto de los futuros líderes, acompañados por esa misma sociedad civil organizada, dar seguimiento a los procesos e intervenciones realizados sobre el patrimonio cultural del municipio de San Juan de Ojojona, en especial del Centro Histórico, vinculando este proceso a un proceso integral que responda a la visión de desarrollo del municipio. Tomando en consideración: • Que el desarrollo del municipio es un proceso que depende de los diferentes actores locales, gobierno local, empresarios, comercio y sociedad civil organizada y por tanto, la gestión del patrimonio cultural debería ocupar un lugar en las agendas de trabajo de todos los
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sectores y actores vinculados. • La sostenibilidad de los resultados alcanzados por el Proyecto Gestión del Patrimonio Cultural/Alcaldía de San Juan de Ojojona, dependerá de cómo éstos se vinculen al proceso de desarrollo del municipio y del grado de apropiación de la población como una necesidad inherente a su propio desarrollo personal. • La vulnerabilidad del patrimonio cultural, por lo que es necesaria la consolidación de las capacidades locales en gestión del patrimonio cultural. Por las razones antes citadas, la gestión del patrimonio cultural del municipio de San Juan de Ojojona, debe focalizarse hacia un ámbito integral de desarrollo local, definido e integrado por todos los actores implicados en el desarrollo económico local; solamente así las actuaciones en el patrimonio cultural contribuirán al mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes, fortaleciéndose los tejidos sociales, culturales, económicos y las capacidades institucionales. Actualidad
Plan Maestro de Rehabilitación
Actualidad
Plan Maestro de Rehabilitaci贸n
Mapa del Centro Hist贸rico de San Juan de Ojojona con actuales y futuras intervenciones
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Campanario de la Iglesia San Juan Bautista
Anexos
1. Leyendas Leyenda de los Compadres Según esta leyenda dos compadres conocidos en Ojojona y oriundos de este lugar caminaban hacia lo que hoy conocemos como el mirador, mientras caminaban discutían, hasta terminar en una pelea. Los compadres subían y bajaban la cuesta mientras peleaban. Finalmente ambos murieron durante el enfrentamiento. Desde aquél entonces se dice que durante las noches aparecen dos luces que suben y bajan en el preciso lugar donde los compadres murieron. Según el relato estas luces no deben verse fijamente, pues de inmediato se aproximarán hasta el lugar donde se encuentra la persona y luego se desviará hasta llegar al cementerio. Leyenda de El Duende Esta leyenda ha sido muy contada por los abuelos y abuelas de Ojojona. Según este relato en el siglo pasado vivió en este lugar una niña perteneciente a la familia Zelaya, la niña habitaba precisamente en la casa ubicada actualmente frente a la plaza central. Los abuelos cuentan que a esta niña no le gustaba asistir a la escuela y con frecuencia se perdía. Sus padres la buscaban desesperadamente hasta encontrarla casi siempre subida en árboles muy altos. Era imposible que una persona subiera tan alto, por lo que todo el pueblo empezó a especular que era el duende quien la hacía llegar hasta las ramas más altas. Leyenda del Gritón Cuenta la leyenda que hace ya varios años en el municipio de Ojojona se hablaba mucho del “Gritón” personaje sin cabeza que de repente crecía de manera gigantesca. El gritón transitaba pasadas las nueve de la noche por el camino real, asustando a todos los transeúntes con sus tenebrosos gritos que hacían temblar la tierra y de inmediato provocaba reacciones físicas en las personas que lo escuchaban ( se les paraba el pelo y se ponían pálidos). Según esta leyenda las personas que transitaban en bestia durante la noche tenían que bajarse del animal y esperar que pasara el siniestro grito, de lo contrario, corrían el riesgo de caerse. Leyenda de la Sucia Según relato de los abuelos en la mayoría de las quebradas que existen en Ojojona aparecía la Sucia: Mujer, delgada de cabello largo que seguía y asustaba especialmente a los hombres solteros cuando regresaban de visitar a sus novias.
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2. Entrevistas de Investigaciรณn Antropolรณgica A. Costumbres y tradiciones Entrevista de Investigaciรณn Antropolรณgica Revalorizaciรณn del patrimonio intangible en el municipio de Ojojona
Preguntas
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B. Fiestas Patronales Entrevista Antropol贸gica Revalorizaci贸n del patrimonio intangible en el municipio de Ojojona
Preguntas
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C. Leyendas Entrevista de Investigaci贸n Antropol贸gica Revalorizaci贸n del patrimonio intangible en el municipio de Ojojona
Preguntas
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D. Lenguaje Investigaci贸n Antropol贸gica Revalorizaci贸n del patrimonio intangible en el municipio de Ojojona
Preguntas
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E. Guancasco Investigaci贸n antropol贸gica. Entrevista dirigida a historiadores locales Revalorizaci贸n del patrimonio intangible en el municipio de Ojojona.
Preguntas
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Glosario General Advocación: Tutela, protección o patrocinio que la divinidad o los santos proporcionan a la comunidad o institución que toma su nombre. Avenado: Perteneciente o relativo a la avena o que tiene avena. Alcaldía Mayor (de Tegucigalpa): Circunscripción geográfica creada por el Presidente de la Audiencia de Guatemala, Francisco Valverde, en el año de 1579. Abarcaba los actuales departamentos de Francisco Morazán, Valle, Choluteca, El Paraíso, parte de La Paz. Aluvial: De aluvión; sedimento arrastrado por las lluvias o las corrientes. Amancebamiento: Unión libre entre hombre y mujer, sin pasar por el requisito del matrimonio. El amancebamiento fue perseguido en la Legislación Indiana al igual que en la de Castilla, pero como en toda clase de delitos, las Leyes de Indias consideraron menos responsables a los indios que a los españoles, peninsulares o criollos, en razón de la sicología e “inferior grado de cultura” de la población indígena. Antípoda: Se dice de cualquier habitante del globo terrestre con respecto a otro que more en lugar diametralmente opuesto. Asfáltica: Proveniente del asfalto, que contiene asfalto.
Capitanía General de Guatemala: Demarcación administrativo-militar dependiente legalmente del Virreinato de Nueva España, formado por las provincias de Chiapas, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Carga (de granos): Cantidad de granos, que en unas partes era de cuatro fanegas y en otras de tres. Cofradía: Hermandades religiosas comunitarias, vinculadas a un Santo Patrón. Muchas veces se insertaban en un esquema de solidaridad económica. Las Cofradías alcanzaron su máximo esplendor en Honduras durante el siglo XVIII. En 1791, según el obispo Cadiñanos, había más de 300 de ellas en todo el obispado y controlaban por lo menos 700 caballerías de tierra. Curato: Territorio que se le señalaba al cura párroco, sobre el cual ejercía sus funciones sobre la feligresía. Encomienda: Institución jurídico-económica creada por las autoridades coloniales para satisfacer la necesidad creciente de mano de obra y de abastecimientos agrícolas en sus diversas explotaciones. El rey confería a una zona peninsular el derecho de recibir prestaciones de parte de un grupo de indígenas, con la obligación de protegerlos y enseñarles la doctrina cristiana.
Beneficio: Provecho que lograba una persona por algún título, causa o pertenencia. El beneficio se obtenía por ser vecino de tal o cual ciudad o villa, para gozar de sus privilegios y prerrogativas.
En realidad era una forma disimulada de la vinculación feudal del ciervo con su señor. Las prestaciones o servicios a que el indígena encomendado estaba obligado eran de varias clases: servicios personales en la casa del encomendero o en sus haciendas y finalmente, entrega de productos elaborados o renta en dinero.
Cacicazgo: Forma de organización social que ocupaba un nivel intermedio entre las sociedades más primitivas, con un mínimo de diferenciación social, a diferencia de las sociedades civilizadas con clases sociales y Estado.
Encomendero: El que goza por merced de la corona, de alguna encomienda o renta vitalicia en Indias.
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Fisionomía: Aspecto particular del rostro de una persona o aspecto exterior de las cosas. Gobernación: En un primer momento de la conquista fue un territorio determinado por capitulaciones, reales cédulas y la fuerza expansiva de los conquistadores. Una Gobernación era administrada por un Gobernador nombrado por la corona.
Península: Tierra cercada por el agua, y que sólo por una parte relativamente estrecha está unida y tiene comunicación con otra tierra de extensión mayor.
Historiografía: Estudio bibliográfico y crítico de los escritos sobre historia y sus fuentes, y de los autores que han tratado de estas materias. Conjunto de obras o estudios de carácter histórico.
Pesos: Antigua moneda de plata española, que tuvo diversos valores. En la colonia fue una moneda castellana con el peso de una onza, con valor de ocho Reales de plata.
Inherente: Que por su naturaleza está de tal manera unido a algo, que no se puede separar de ello.
Provincias Unidas de Centroamérica: Las Provincias Unidas del Centro de América constituyeron una república federal que existió en América Central y tuvo su época más significativa entre 1829 y 1839. La Federación fue conformada por los actuales cinco Estados Centroamericanos: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Ladino: Individuo perteneciente a los grupos mezclados de cualquiera de los tres grupos raciales básicos: indio, negro, español, que presenta en su cultura rasgos del grupo español. El ladino no poseía estatus de indio, negro ni español. Meridional: Perteneciente o relativo al sur o mediodía. Misiva: Dicho de un papel, un billete o una carta; que se envía a alguien. Oidor: Juez de audiencia. Era un ministro pagado, destinado en los Consejos y Audiencias para oír en conjunto a las partes y decidir según lo que unos y otros alegaban. Oneroso: Pesado, molesto o gravoso. Costoso económicamente. Partido: Distrito o territorio de una jurisdicción o administración que tenía por cabeza un pueblo principal. Patrimonio cultural Industrial: Conjunto de bienes materiales de la cultura industrial, que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o
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científico y que se consideran de valor para preservarlos para las futuras generaciones. No sólo lo forman los lugares productivos, sino, además, aquellos edificios y construcciones relacionados con ellos.
Pueblo de indios (O Reducción): Proyecto organizativo inspirado entre otras órdenes religiosas, por la de los dominicos, como resultado de la lucha iniciada a favor de los indios por algunos religiosos humanistas de esa orden, como Fray Bartolomé de las Casas. El esquema organizativo consistía en concentrar la población indígena en aldeas de regular tamaño para facilitar su evangelización y defensa. El proyecto fue adoptado en 1542 por la Corona con la promulgación de la ordenanza de Barcelona o Leyes Nuevas. Con estas leyes se buscaba convertir a los indígenas en vasallos de la Corona y además de permitir su supervivencia y evangelización, también aportaría beneficios económicos al régimen colonial. Real Cédula: Despacho por medio del cual el Rey concedía alguna merced o gracia. También se llamó así, a otros despachos de oficio que se expedían para otros negocios del servicio del Rey.
Real de Minas: Centro urbano en torno al cual se congregaban varias explotaciones mineras más o menos próximas. Agrupados o individualmente según su importancia, los Reales de Minas formaron distritos en los que había una diputación de minería, que tenía como principales cometidos la defensa de los intereses de los mineros y la aplicación de las ordenanzas propias de su industria. Rudimento: Primeros estudios de cualquier ciencia o profesión. Secular: Que sucede o se repite cada siglo. Dicho de un sacerdote o del clero: Que vive en un siglo, a distinción del que vive en clausura. Segregación: De Segregar. Separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales. Tameme: Indígenas esclavos, encargados de cargar mercaderías, efectos personales y otros objetos que el amo quisiera transportar de un lugar a otro. Tipología: Estudio y clasificación de tipos que se practica en diversas ciencias.
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Glosario de términos arquitectónicos Arco de medio punto: Es un tipo de arco que en el intradós tiene la forma de un semicírculo. Es el elemento principal de la arquitectura abovedada, formando las de cañón. Antiguamente solía estar conformado por dovelas de adobe, ladrillo o piedra. Aljibe: Es un depósito destinado a guardar agua potable, procedente de la lluvia recogida de los tejados de las casas o de las acogidas, habitualmente, que se conduce mediante canalizaciones. Normalmente es total o parcialmente subterráneo. Basa: Es la parte inferior de la columna, cuyo fin es servir de punto de apoyo al fuste, ampliándolo. Está compuesto generalmente por molduras. Bóveda: Es un elemento constructivo superficial, generalmente elaborado en mampostería o fábrica, en el que sus piezas y componentes trabajan a compresión. Barroco: Período de la historia en la cultura occidental que produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, especialmente en Latinoamérica, dónde las manifestaciones de este período en arquitectura se dan mayormente en las Iglesias.
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Calle: Es un espacio urbano lineal que permite la circulación de personas y, en su caso, vehículos y da acceso a los edificios y solares que se encuentran a ambos lados. Columna adosada: Es una columna pegada a una pared que pueden estar situadas en los puntos más débiles, o servir simplemente de decoración a la pared pues en realidad no llevan a cabo ninguna función. Columna Salomónica: Llamada también columna torsa o entorchada es una columna con fuste de forma helicoidal, que se utilizó fundamentalmente en Europa y en América en la arquitectura barroca. Recibe su nombre por la creencia de la época en que así fueron las columnas del Templo de Salomón. Contrafuerte: También llamado estribo, es un engrosamiento puntual en el lienzo de un muro, normalmente hacia el exterior, usado para transmitir las cargas transversales a la cimentación. Los contrafuertes, que permiten al muro resistir empujes, se conocen desde tiempos antiguos y han sido profusamente usados en todo tipo de construcciones, siendo elementos característicos del arte románico y gótico. Cornisa: Es la parte superior y más saliente de una edificación. Tiene como función principal evitar que el agua de lluvia incida directamente sobre el muro o se deslice por el mismo, además de rematar el edificio. Las Cornisas adornan el edificio y
forman los salientes que surgen sobre las paredes del techado. En todos los casos los salientes deben consistir de la tarima continua, su anchura mínima o el traslado. Cuerpo: Concepto arquitectónico que define niveles por medio de cornisas. Dovela: Es un elemento constructivo que conforma un arco y que puede ser de diferentes materiales como ladrillo o piedra. Actualmente se elaboran en hormigón (concreto) armado o pretensado. Frontispicio: Lo constituyen los elementos que encuadran y decoran la portalada central de un edificio, en especial cuando aquella está situada en la fachada principal, en vez de estar tras una columnata o pórtico. Imposta: Es un saliente o saledizo que separa los diferentes pisos de un edificio. Por regla general es un aparejo de sillares algo voladiza, a veces con moldura, sobre la cual va estribado en un arco o una bóveda. La imposta marca la línea divisoria entre un elemento arquitectónico que sustenta (columna, pilar o muro) y otro sustentado curvo (que puede ser un arco o bóveda). Mampostería: Sistema tradicional de construcción que consiste en erigir muros y paramentos, para diversos fines, mediante la colocación manual de los elementos o los materiales que los componen (denominados mampuestos) que pueden ser, ladrillos, bloques de cemento prefabricados, piedras, talladas en formas regulares o no.
Nave: Es el espacio comprendido entre dos muros o filas de columnas. Neoclásico: Surgió en el siglo XVIII para denominar de forma peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes los principios intelectuales de la Ilustración, que desde mediados del siglo XVIII se venían produciendo en la filosofía, y que consecuentemente se habían transmitido a todos los ámbitos de la cultura. Nicho: Se le llama al hueco de planta semicircular abierto en el espacio de un muro para colocar en él una urna o estatua. Se coloca orientada tanto al exterior como al interior de los edificios y cumple una función principalmente ornamental. Óculo: Proviene del latín oculus (plural oculi) que significa ojo y designa en arquitectura a una abertura o ventana de forma circular u ovalada. Su función es la de proporcionar iluminación. También puede usarse de forma exclusivamente decorativa. Pie derecho: En arquitectura, se llama pie derecho al madero vertical que sirve para apear otro horizontal o inclinado. El pie derecho suele llevar zapata arriba o abajo. Pilastra: Es un pilar o columna, adosado a un muro o pared. Su función puede ser estructural, sosteniendo techo, tejado, entablamento, moldura o arquitrabe, o meramente decorativa. La pilastra (palabra derivada de pilar) suele estar compuesta de los mismos elementos constructivos que las columnas o pilares, como son basa, fuste y capitel, según los diferentes órdenes arquitectónicos.
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Pináculo: Es un elemento arquitectónico constructivo y decorativo que se utilizaba en la arquitectura gótica. Posee forma de pilar rematado en su parte superior con una figura piramidal o cónica.
Presbiterio: En arquitectura y arte, el presbiterio es el espacio que rodea el altar mayor en un templo. Retablo: Se deriva del latín, retro tabula altaris, que significa tabla detrás de un altar. Es una estructura arquitectónica que decora el altar de una iglesia. Se sitúan detrás del altar. Remate: Son todos los elementos que se colocan sobre la construcción para coronarla o adornar su parte superior. El término también se usa para todo ornamento que corona la parte superior de un mástil, como por ejemplo, el remate del mango de un hacha o el remate del mástil de una bandera. Tajamar: Es la parte que se adiciona a las pilas de los puentes, aguas arriba y aguas abajo, en forma curva o angular, de manera que pueda cortar el agua de la corriente y repartirla con igualdad por ambos lados de aquellas. Estas construcciones hacen que las pilas de los puentes ofrezcan menor resistencia a la fuerza de arrastre generada por el agua. Zapata: Es un tipo de cimentación superficial (normalmente aislada), que puede ser empleada en terrenos razonablemente homogéneos y de resistencias a
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compresión medias o altas. Consisten en un ancho prisma de hormigón (concreto) situado bajo los pilares de la estructura. Su función es transmitir al terreno las tensiones a que está sometida el resto de la estructura y anclarla. Zócalo: En construcción y arquitectura es la parte inferior de un edificio. Una de las funciones constructivas del zócalo es la de nivelar los basamentos de un edificio a una misma cota. Suelen elaborarse en piedra tallada con elevadas prestaciones a los esfuerzos de compresión, es por esta razón, por lo que generalmente se emplea el granito.
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EMBAJADA DE ESPAÑA EN HONDURAS