Historia mexicana 157 volumen 40 número 1

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historia mexicana VOL. XL JULIO-SEPTIEMBRE, 1990 NUM. 1

157

EL COLEGIO DE MEXICO

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HISTORIA MEXICANA Revista trimestral publicada for el Centro de Estudios Historicos de El Colegio de Mexico Fundador: DANIEL COSIO VlLLEGAS

Directora: CLARA E. LlDA

Redactor: MANUEL MlNO GrIJALVA CONSEJO ASLSOR

Carlos Sempat Assadourian El Colegio de Mexico

(1989-1990)

Moises Gonzalez Navarro El Colegio de Mexico

Alicia Hernandez Chavez

Jan Bazant

El Colegio de Mexico

El Colegio de Mexico

Cambridge University

University of Chicago

Universita degli Studi di Torino

El Colegio de .Mexico

El Colegio de Mexico

El Colegio de Mexico

David Brading

Friedrich Katz

Marcello Carmagnani

Elias Trabulse

Pedro Carrasco

Bert a Ulloa

Bernardo Garcia Martinez

El Colegio de Mexico

Josefina Z. Vazquez

El Colegio de Mexico

Luis Gonzalez y Gonzalez

John Womack

El Colegio de Michoacan

Harvard University

COMITE INTERNO

Centro de Estudios Historicos Solange Alberro, Lilia Diaz, Romana Falcon, Pilar Gonzalbo Aizpuru, Virginia Gonzalez Claveran, Carlos Marichal, Alfonso Martinez Rosales, Manuel Mifio Grijalva, Anne Staples, Dorothy Tanck de Estrada. La responsabilidad por las colaboraciones que se publican en la revista es exclusi vamente de los autores. Historia Mexicana y El Colegio de Mexico son ajenos a ella.

Historia Mexicana es una publicacion trimestral de El Colegio de Mexico. Sus

cripcion anual: en Mexico, 54 000 pesos. En Estados Unidos y Canada: individuos, 32 dolares; instituciones, 50 dolares. En Centro y Sudamerica: individuos, 26 dola res; instituciones, 34 dolares. En otros paises: individuos, 42 dolares; instituciones,

60 dolares.

? Ei. Coij.gk) de Mexico, A.C. Camino al Ajusco 20 Pedregal de Sta. Teresa 10740 Mexico, D.F. ISSN 0185-0172 Impreso en Mexico/Printed in Mexico

Programas Educativos, S.A. de C.V., Chabacano 65-A, 06850 Mexico, D.F. Fotocomposicion y formacion: Literal, S. de R.L. Mi. Certificado de licitud de titulo num. 3405 y licitud de contenido num. 2986, expedidos por la Comision Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, el 30 de septiembre de 1988

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HISTORIA MEXICANA VOL. XL JULIO-SEPTIEMBRE, 1990 NUM. 1

157 SUMARIO Articulos Robert J. Knowlton: La division de las tierras de los pueblos durante el siglo xix: el caso de Michoacan 3

Ines Herrera Can ales: Mercurio para refinar la plata me xicana en el siglo xix 27

Pedro Bracamonte y Sosa: Sociedades de sirvientes y uso del espacio en las haciendas de Yucatan: 1800-1860 53 Steven Topik: La revolucion, el Estadoy el desarrollo economico

en Mexico 79

Resenas Sobre Jose Luis Martinez: Hernan Cortes (Enrique Otte) 145

Examen de libros Sobre Serge Gruzinski: La guerre des images. De Christophe

Colomb a (<Blade Runner" (1492-2019) (Solange

Alberro) 153

Sobre Christian Duverger: La conversion des Indiens de la Nouvelle Espagne, avec le texte des Colloques des Douze de

Bernardino de Sahagun (1564) (Raul Jose Mandrini) 156

Sobre Asuncion Lavrin: Sexuality and Marriage in Colonial

Latin America (Pilar Gonzalbo Aizpuru) 161 Sobre Julio Albi: La defensa de las Indias (1764-1799) (Vir

ginia Gonzalez Claveran) 167

Sobre Heriberto Moreno Garcia: Haciendas de tierra y agua en la antigua Cienega de Chapala (Maria Eugenia

Romero Ibarra y Patricia Luna Mares) 171

Sobre Linda Arnold: Bureaucracy and Bureaucrats in Mexico

City 1742-1835 (Mercedes de Vega) 174

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Vineta de la portada Draga. Reproduction del Archivo General de la Nacion, Fomento Desagiie, vol. 14, exp. 239, f. 13 [1866].

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS DE LOS PUEBLOS DURANTE EL SIGLO XIX: EL CASO DE MICHOACAN* Robert J. Knowlton University of Wisconsin-Stevens Point

En 1978, Historia Mexicana publico "La individualization de la propiedad corporativa civil en el siglo xix. Notas sobre Ja lisco",1 articulo en el que hice un breve resumen de las me didas tomadas en Jalisco antes de 1856 en contra de la pro

piedad corporativa y donde examine algunos casos en

particular. En ese articulo demostre, por una parte, la exis tencia de una continuidad, asi como de algunos contrastes, entre el periodo previo a la Reforma y el de la Reforma y, por

la otra, la naturaleza constante de los problemas surgidos de los esfuerzos por individualizar la propiedad. En el presente trabajo, abordo el proceso del reparto de las

tierras de los pueblos del estado de Michoacan durante el pe riodo que va desde alrededor de 1850 hasta principios del si glo xx, segun lo reflejan, primordialmente, los registros he chos en los archivos de los pueblos de varios distritos del

* Este trabajo se escribio con la colaboracion de Barbara B. Knowlton. The Center for Latin America de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee

y The University Personnal Development Committee de la Universidad de Wisconsin-Stevens Point subvencionaron parcialmente esta investiga cion. Agradecemos especialmente la ayuda de la doctora Laura Gutierrez Witt, directora de la Benson Latin American Collection de la Universidad de Texas en Austin y al personal de la International Reference Unit de la Family History Library, en la Genealogical Library of the Church of Jesus Christ of Latter-Day Saints, Salt Lake City, Utah. 1 Knowlton, 1978, pp. 24-61. HMex, XL: 1, 1990 3

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4 ROBERT J. KNOWLTON

estado.2 Un examen de esos archivos revela diversas carac teristicas bastante comunes: la respuesta de los pueblos a la legislacion estatal antes que a las leyes y presiones federales; un patron comun de reparto, el exigido por las leyes y regla mentos, pero con peculiaridades en cada caso; la inclinacion de los pueblos a litigar, y la aparentemente interminable na turaleza del proceso de reparto desde su inicio hasta su ter minacion. Tal parece que no hubo pueblo que haya llevado a cabo el reparto de sus tierras de manera expedita y sin difi

cultades. En este articulo se pondran de manifiesto algunas de las razones de ello. El individualismo fue articulo de fe de los liberales del siglo

xix: la propiedad individual de los bienes raices proporciona ria el estimulo para el progreso economico del pais; conse cuentemente, era necesario poner fin a la propiedad corpora tiva, eclesiastica y civil. La medida legislativa mas importante

de la Reforma para lograr ese fin fue la promulgation, a me diados del siglo pasado, de la Ley del 25 de junio de 1856, la Uamada ley Lerdo o ley de desamortizacion, que declaraba: Todas las fincas rusticas y urbanas que hoy tienen o administran

como propietarios las corporaciones civiles o eclesiasticas de la

Republica, se adjudicaran en propiedad a los que las tienen arrendadas, por el valor correspondiente a la renta que en la ac tualidad pagan, calculada como redito al seis por ciento anual

(articulo 1?).

Tanto las urbanas, como las rusticas que no estan arrendadas a la fecha de la publication de esta ley, se adjudicaran al mejor postor, en almoneda que se celebrara ante la primera autoridad politica del Partido (articulo 5-2.).3 2 Los pueblos seleccionados pertenecen a los distritos de Jiquilpan, La Piedad, Huetamo y Morelia. Las principales fuentes de informacion fue ron los microfllmes de los registros de los pueblos que se encuentran en los

Archivos General y Publico del Gobierno del estado de Michoacan en la ciudad de Morelia. Titulo del Registro: Hijuelas (Reparto de Tierras). Los microfilmes consultados para este trabajo se encuentran en GLLDS. Este articulo es una continuacion del de 1978 y forma parte de un trabajo mas amplio (en preparacion) sobre los efectos de la legislacion de la Reforma en contra de las corporaciones civiles. 3 Labastida, 1983, p. 3.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 5

La ley eximia de la desamortizacion "los edificios destina dos inmediata y directamente al servicio u objeto del instituto

de las corporaciones. . . " (articulo 8^). Esa exclusion se refe ria, en lo concerniente a las corporaciones civiles, a los ayun tamientos, las carceles, los mercados y "los edificios, egidos y terrenos destinados exclusivamente al servicio publico de

las poblaciones a que pertenezcan".4 El articulo 27 de la

nueva Constitucion promulgada el 5 de febrero de 1857, no

obstante, no eximia los ejidos de la "privatization". De la

multitud de ordenes, decretos, resoluciones y circulares que siguieron a la promulgation de la ley Lerdo, uno de los mas conocidos e importantes fue, sin duda alguna, la resolution del 9 de octubre de 1856. Muchos vecinos de los pueblos se resistieron a la aplicacion de la ley porque no podian pagar la alcabala del 5% sobre el traslado de la propiedad, porque se oponian a ir en contra de las instituciones tradicionales, por que fueron incitados a la resistencia por opositores de los re formadores liberales o quiza, simplemente, porque no vieron que se derivara de la ley ningun beneficio para ellos. Como quiera que haya sido, el 9 de octubre de 1856, Miguel Lerdo de Tejada, entonces secretario de Hacienda, informo a los gobernadores de los estados que, puesto que el principal ob jetivo de la ley era favorecer a "las clases mas desvalidas" y ya que uno de los principales fines de la ley era la subdivision

de la propiedad rural, los terrenos sujetos a desamortizacion cuyo valor fuese menor de 200 pesos debian ser adjudicados a los arrendatarios [. . . ] sin que se les cobre alcabala ni se les obligue a pagar dere

cho alguno, y sin necesidad tampoco del otorgamiento de la es critura de adjudication, pues para constituirlos duerios y pro pietarios en toda forma, de lo que se les venda, bastara el titulo que les dara la autoridad politica [. . . ].5

Si bien la Reforma fue la coronation de largos anos de es fuerzos de los liberales mexicanos, la legislacion anticorpora tiva dirigida especificamente en contra de las comunidades 4 Labastida, 1983, p. 4. 5 Labastida, 1983, pp. 13-14.

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de indios era inequivoca desde hacia mucho tiempo. Durante la lucha de independencia, las autoridades espafiolas trata ron de individualizar la tierra de los pueblos para socavar la insurrection popular y, despues de la independencia, varios estados aprobaron leyes que ordenaban a los pueblos repartir las tierras comunales. Michoacan fue uno de esos estados; el 18 de enero de 1827, la legislatura del estado ordeno el repar to de las tierras de las comunidades entre los vecinos,6 y los procedimientos especificos para el reparto fueron incluidos en el reglamento del 15 de febrero de 1828.7 Con todo, a juzgar por los registros hechos en los archivos sobre el reparto

de los terrenos de los pueblos, no fue mucho lo que ocurrio como resultado de esa legislacion y, un cuarto de siglo des pues, el 13 de diciembre de 1851, una nueva ley repitio las primeras estipulaciones y ordeno el reparto una vez mas.8 Tampoco la nueva legislacion provoco mucha actividad, qui

za porque el presidente Antonio Lopez de Santa Anna la

anulo el 18 de julio de 1853.9 Con la partida de Santa Anna del poder por ultima vez en agosto de 1855, el estado restablecio la ley de 1851.10 En la epoca del restablecimiento de la ley, agosto de 1856, la ley Lerdo ya estaba en vigor; sin embargo, su ejecucion se vio obstruida por una guerra civil de tres afios, la Guerra de Re forma. Y apenas los liberales habian ganado ese conflicto, se interpusieron la intervention francesa y el efimero imperio de Maximiliano.11 Por consiguiente, a pesar de la legisla cion, tanto federal como estatal, referente al reparto de las tierras de los pueblos, no fue sino hasta 1869 que se hicieron esfuerzos serios para Uevar a cabo ese reparto. Aparentemen te, el nuevo impetu provino de una ley y una circular estata 6 Recopilacion, 1886, ley num. 23, vol. n, pp. 61-62. 7 Recopilacion, 1886, ley num. 23, vol. m, pp. 29-39.

8 Recopilacion, 1886, ley num. 73, vol. xi, 3 de diciembre de 1851,

pp. 195-205.

9 Legislacion, 1958, p. 32. 10 Recopilacion, 1886, vol. xm, pp. 55-57, ley del 12 de agosto de 1856. 11 Aparentemente, el emperador Maximiliano favorecio la division de "tierras de la comunidad". Vease la ley del 26 de junio de 1866. El Diario

del Imperio (Mexico), vol. m, num. 447, 27 de junio de 1866, pp. 1-2.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 7

les de diciembre de 1868.n Conforme a la ley, el gobernador podia "promover el pronto reparto de los terrenos de las co munidades de indigenas''. La circular ordenaba a las autori dades distritales convocar inmediatamente una reunion de

las comunidades de indigenas cuyos bienes todavia no ha bian sido repartidos. En esas juntas, las autoridades debian determinar por que no se habia llevado a efecto el reparto, que obstaculos lo impedian y quien y por que se oponia en las comunidades. Asimismo, el funcionario que presidiera las juntas debia inculcar en los indigenas que [. . . ] el reparto no tiene otro objeto que su bienestar particular;

proporcionarles los elementos indispensables para que puedan ser verdaderos ciudadanos, y ejercer los preciosos derechos ane xos a tal prerrogativa; independizarlos de la degradante tutela a que los tienen reducidos los que con la comunidad de sus bienes no hacen mas que explotarlos en provecho propio, o hacer de sus

productos un empleo indebido; y allanar el camino a ellos o sus descendientes, para que puedan representar dignamente al pais a que pertenecen [. . . ].

Ademas, las autoridades debian hacer ver a los indigenas

que el gobierno estatal, "siempre amigo y protector de

ellos", habia tratado en 1856 de obtener del gobierno federal que eximiera sus bienes raices de la ley Lerdo. Lerdo de Te jada, no obstante, no pensaba que la ley del 25 de junio de 1856 entraba en conflicto con la de Michoacan del 13 de di ciembre de 1851, sino antes bien, que la "consolidaba".13 Tan magnanimos sentimientos habian sido expresados a me nudo. La circular del 9 de octubre de 1856, por ejemplo, de claraba, como ya se ha dicho, que el fin principal de la ley Lerdo era "favorecer a las clases desvalidas".14 Los prefectos de distrito en Michoacan se apresuraron a cumplir con las medidas de 1868 y los resultados que obtuvie 12 Decreto num. 81 de la Legislatura del Estado, 9 de diciembre de 1868, y Circular num. 90, 25 de diciembre de 1868. Recopilacidn, 1886, vol.

xix, pp. 162-164.

13 Circular del 19 de diciembre de 1856 de Lerdo al gobernador de Mi choacan, en Recopilacidn, 1886, vol. xix, pp. 164-166. 14 Labastida, 1983, p. 13.

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ron fueron diversos. La comunidad de Sahuayo, en el distri to de Jiquilpan, declaro, no sin sarcasmo, "no tener absolu tamente bienes raices de que repartirse''; y, en una junta del 1- de febrero de 1869, uno de los vecinos reafirmo que la comunidad no tenia terrenos que repartir, [. . . ] en virtud de que los del fundo legal del pueblo estan hace

mucho tiempo dados a sus hermanos de la comunidad, mas no asi de los que reconoce como suyos la misma, como son el serro [sic] conocido con el nombre de Huaracha, y otros que tiene la hacienda del mismo nombre, y la del Platanar, que no obstante los juicios que han tenido sobre estos, no han perdido en ellos el titulo de posesion, y que en atencion a estas razones, son las que los impide el hacer el reparto [. . . ].15

Ya sea que la disputa con la hacienda de Huaracha (o

Guaracha) fuese una excusa para no hacer el reparto o un im pedimento verdadero, el litigio constituyo un hecho real y duradero en la region. Asi, en noviembre de 1877, los veci nos de San Miguel Huarachita explicaron que no podian dar los titulos de sus bienes al prefecto de Jiquilpan como este lo

solicitaba ni podian Uevar a cabo el reparto de sus terrenos debido a la afieja disputa con los Moreno, propietarios de la hacienda.16 Las repetidas solicitudes de ayuda al gobernador durante el decenio de 1880 obtuvieron invariablemente el mismo tipo de respuesta con la que se eludia la intervention: se trataba de un asunto judicial que debia ventilarse en los tribunales, no de un asunto del ejecutivo.17 Lo relativo de la afirmacion de que Sahuayo "no tenia te rrenos que repartir" se revelo el 28 de octubre de 1884, cuan do alrededor de 100 indigenas del pueblo se reunieron y die ron el primer paso, elegir una comision, para llevar a cabo el 15 Ley num. 199, 15 de febrero de 1869, Prefectura de Jiquilpan a secretario de Gobierno del Estado, exp. 2110; GLLDS, rollo 1151826/

HD25381.

16 20 de noviembre de 1877, representante de Huarachita al goberna

dor, GLLDS, rollo 1151826/HD25381. Los vecinos alegaban que la ha

cienda interferia con el uso de su "astillero y pastos". 17 6 de enero y 25 de mayo de 1882, 18 y 20 de noviembre de 1884 y 8 de febrero de 1886; GLLDS, rollo 1151826/HD25381.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 9

reparto de un terreno llamado El Salitre, como lo establecia la ley estatal del 13 de diciembre de 1851.18 Invariablemen te, al efectuar el reparto de los terrenos comunales, los veci

nos de los pueblos citaban las estipulaciones de esa ley.

Cuando Pedro D. Orozco, jefe de la Section 3 de la Secreta ria del Gobierno en Morelia, sometio sus recomendaciones al gobernador el 10 de julio de 1886, se hicieron patentes otras razones del proceso de dilation del reparto; en efecto, se des cubrio que el trabajo de la comision de Sahuayo era deficien te porque los documentos no establecian:19 a) el valor de cada uno de los lotes que se adjudicaron a los vecinos; b) si el fundo legal habia sido deslindado y el deslinde enviado al ayuntamiento, que era la autoridad designada para recibirlo; c) si quedaban terrenos que repartir; d) si los vecinos ausen tes habian sido incluidos en el reparto, y e) si los indigenas, o al menos una amplia mayoria de ellos, estaban de acuerdo con el reparto. Toda esa informacion debia ser proporcionada antes de que el gobernador pudiese aprobar el reparto; naturalmente, todos los documentos, en ocasiones en numero considerable, debian ser llevados y traidos de una localidad a otra. El pre fecto del distrito de Jiquilpan, Gabino Pulido, aseguro al secretario de Gobierno del estado que el reparto seria "per feccionado" en conformidad con la ley del 13 de diciembre de

1851 y las comunicaciones de las "autoridades superiores".20 Sin embargo, el 21 de marzo de 1896, un funcionario del es tado informo al prefecto que, hasta esa fecha, "no se ha[bia] recibido el informe a que se refiere el oficio inserto [esto es, para corregir las deficiencias cometidas en el reparto de 1884, como se hizo notar el 15 de julio de 1886] ni el expediente del 18 10 de julio de 1886; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. El Salitre li mitaba con la hacienda de Huaracha al este; sus dimensiones eran de 2 400 varas al este, 2 400 varas al oeste, 1 800 varas al norte y 160 varas al sur. 19 El padron, de fecha 6 de diciembre de 1884, de aquellos con derecho a los "bienes de comunidad'' enlistaba a 334 individuos e inclufa su estado civil, edad y ocupacion. La lista de aquellos a quienes se adjudico una frac

cion de terreno incluia un total de 347 nombres; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. Esas listas se encuentran en los documentos con

aquellos relacionados con los sucesos de 1902 y 1904. 20 28 de julio de 1886; GLLDS, rollo 1151826/HD25381.

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10 ROBERT J. KNOWLTON

reparto del serrano del Salitre".21 El prefecto recibio la or den de que cumpliera con el mandato previo. En esa epoca, Sahuayo tambien estaba empefiado en una disputa por la posesion de un ojo de agua llamado Poza Ver de, del que la comunidad afirmaba poseer el titulo original

expedido por el conquistador Hernan Cortes. A pesar de

ello, los vecinos decian carecer de los recursos para "pelear con ese rico" Tomas Sanchez, o "ese coloso", como lo 11a maron en otra ocasion.22 Mientras tanto, algunos vecinos habian solicitado el nom bramiento de un representante que defendiera sus derechos como descendientes de los beneficiarios originales de los te rrenos de El Salitre. La solicitud origino una investigacion y revision del proceso, que databa de casi veinte afios atras.

Durante el periodo 1884-1886, la "comision repartidora" distribuyo y adjudico fracciones a los vecinos. El gobierno del

estado dio su aprobacion a la comision pero no, aparente

mente, a la division y distribucion de los terrenos. Los indi genas habian recibido las porciones adjudicadas y la mayoria de ellos habia vendido sus derechos a individuos que desde entonces los tenian en "quieta y pacifica" posesion. Otros vecinos habian retenido sus fracciones de terrenos, pero las habian abandonado debido a la mala calidad de la tierra, que no producia nada. Como resultado, no habia mas comprado res y los propietarios no cultivaban la tierra ni la mejoraban para hacerla productiva. En 1904, en resumen, los poseedo res de los terrenos eran aquellos a quienes los indigenas se los

habian vendido dieciocho afios antes, aquellos que poseian titulos de propiedad y algunos de los mismos indigenas, que habian heredado una fraccion de sus padres. En opinion del prefecto de Jiquilpan, los que ahora reclamaban derechos a los terrenos debian recurrir a las autoridades judiciales.23 21 31 de marzo de 1896, autoridad estatal a prefecto de Jiquilpan;

GLLDS, rollo 1151826/HD25381.

22 18 de noviembre de 1901; 15 de marzo de 1902, Genaro Bejar al go bernador. Aparentemente, la disputa habia sido sometida a la autoridad judicial y el gobernador dijo que, por lo tanto, el no interferiria en el caso;

14 de abril de 1902. GLLDS, rollo 1151826/HD25381.

23 17 de agosto de 1904, prefecto de Jiquilpan al secretario de Gbbier

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 11

Los solicitantes reclamaban solo unos 10 o 12 hectolitros de

"sembradura de maiz" (aproximadamente, unas 40 hecta

reas). Aparentemente, una parte de la dificultad surgio por que las mojoneras ("zancas y estacadas") que habian dividi do los lotes de aquellos indigenas que no habian vendido sus fracciones, habian desaparecido. Por lo tanto, los quejosos, descendientes de los propietarios originales, no podian indi car la ubicacion precisa ni la extension de sus fracciones. Por lo demas, algunos indigenas impugnaban las ventas hechas por sus antepasados.24 La investigacion de la prefectura revelo que la documenta tion sobre el reparto de 1886 era incompleta, dado que el pre sidente de la comision repartidora solo habia enviado dos cuadernos, uno de "hijuelas" y, el otro, del "padron de los parcioneros''. A partir de los documentos, no podia determi narse si los quejosos eran descendientes legitimos de los pro pietarios originales. El gobernador declaro: "No teniendo valor alguno el cuaderno del reparto del terreno. . . por estar incompleto y por la falta de la autorizacion o aprobacion del

Gobierno, procede considerar ese reparto como de hecho..." El estado acepto la recomendacion de la prefectura de nom brar a Sostenes Rodriguez como representante de los solici tantes con la condition de que este fuese capaz de formar el "libro de hijuelas" en conformidad con la ley y sus instruc ciones.25 Cuando Rodriguez declino el nombramiento debi do a sus "enfermedades e ineptitud para el desempefio del encargo. . . ", el gobernador pidio al prefecto que nombrara a otro representante.26 No se conoce cual fue el ultimo resul tado de la solicitud, pero sin duda alguna era inexacto afir mar, como se hizo en un informe del 24 de agosto de 1908, que el reparto de terrenos del pueblo de Sahuayo habia sido llevado a cabo el 6 de diciembre de 1884.27 no en Morelia; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. 24 29 de octubre de 1904, prefecto al secretario de Gobierno en More lia; GLLDS, rollo 1151826/HD25381.

25 24 de noviembre y 6 de diciembre de 1904, GLLDS, rollo

1151826/HD25381. 26 13 y 20 de diciembre de 1904; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. 27 "Noticia de los pueblos de indigenas del estado de Michoacan de

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12 ROBERT J. KNOWLTON

En el mismo informe se afirmaba que Huetamo, la cabece ra del distrito de Huetamo, hizo el reparto de sus tierras en Ig72 28 los dfeg. 20 y 21 de enero de 1869, los vecinos de la Villa de Huetamo se reunieron, como lo habia ordenado el prefecto del distrito, para cumplir con la ley del 9 de diciem bre y con la circular del 25 de diciembre de 1868 referente a ella.29 El prefecto explico a los ciudadanos "las ventajas que les resultaban del reparto de sus terrenos". Si bien los veci nos estaban dispuestos a observar la ley, era necesario dejar sentado que estaban emperiados en un litigio sobre los limites

con los pueblos vecinos de Cuitzeo y Purechucho. Los limi tes tendrian que ser establecidos antes de que pudiera efec tuarse el reparto.30 A pesar del litigio, el reparto siguio su curso. Huetamo es un caso particularmente interesante, aunque no unico, porque revela muchos de los problemas y secuelas que el proceso de reparto podia implicar, ademas de las disputas aparentemente inevitables sobre limites con otros pueblos o haciendas. El caso de Huetamo conflrmo la importancia de la documentation y las dificultades creadas por documentos incompletos o perdidos; tambien revelo problemas sobre eji dos, fundos legales, alcabalas, vecinos ausentes y menores

de edad.

En 1904, en un informe del estado en el que se revisaba la historia del reparto de Huetamo, se senalo el origen de varios Ocampo, que han verificado el reparto de tierras conforme a la ley";

GLLDS, rollo 1151838/HD25330.

28 GLLDS, rollo 1151838/HD25330. 29 10 de febrero de 1869; GLLDS, rollo 1151822/HD25377. Fueron

370 las personas que participaron en la junta del 21 de enero: 137 mujeres y 233 hombres; no obstante, el padron, con fecha del 30 de mayo de 1873

(GLLDS, rollo 1151823/HD25378), de aquellos que tenian "derecho al reparto de las tierras de la comunidad de indigenas de esta Villa. . . ", in cluia a 2 537 personas, distribuidas como sigue: 319 tienen la manzana 1-, 119 tienen la manzana 2-, 192 tienen la manzana 3-, 429 tienen la

manzana 4-, 287 la Hacienda de San Nicolas, 180 el Rancho Cumbu

rimbio, 105 el Rancho Argao, 211 el Rancho San Marcos, 32 la Hacienda Chumbitaro, 96 el Rancho Coajilote, 35 el Rancho Characharando, 29 el Rancho Estancia, 19 el Rancho Saiba Seca, 22 el Rancho Gallabo, 6 el Rancho Platano, 429 el Segundo padron, 27 el Padron de ausentes. 30 10 de febrero de 1869; GLLDS, rollo 1151822/HD25377.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 13

de los problemas: los vecinos Uevaron a cabo el reparto de los terrenos comunales en 1872, pero [. . . ] la comision descuido formar el libro de hijuelas, y por lo mismo no se expidieron los titulos respectivos. Esto no impidio a los indigenas para entrar en posesion de las fracciones de terre

no que recibieron, y aun para enagenarlas [sic], resultando de esto que pocos interesados conservaron sus tierras, y que mu chos particulares fuesen los duenos de extensiones mas 6 menos considerables que ahora constituyen varias haciendas y ranchos en aquella cabecera de Distrito.31 En el mismo informe se decia que el prefecto habia afirma do que los indigenas aiin poseian algunos bienes pro indiviso, esto es, no divididos, y que estaban preocupados porque su apoderado estaba administrando mal la propiedad y querian un representante legal para exigir cuentas al apoderado.32 El trabajo de la comision repartidora se realizo con negli gencia y obligo a considerar la posibilidad de volver a reunir a los vecinos para regularizar la operacion porque el gobier no estatal no habia aprobado el reparto. Pero como lo habia afirmado el prefecto unos doce afios antes, en 1891, los requi sitos legales nunca serian satisfechos porque una vez efec tuada la adjudication de las tierras, los indigenas ya no que rian volver a reunirse. Aparentemente, la irregularidad no molesto a nadie, pues el reparto de los terrenos fue aceptado y reconocido por todos como un hecho y la mayoria de los in digenas enajeno las acciones que les habian sido adjudicadas sin que hasta esa fecha se hubiese externado ninguna obje cion. Sin embargo, la falta de aprobacion oficial del reparto podia afectar la "tranquilidad y orden publico"; por lo tan to, el prefecto esperaba que el estado declararia "bastantes y validos los espresados repartos".33 31 15 de octubre de 1904, Seccion 3, Secretaria de Gobierno (Gabriel Avila) al gobernador; GLLDS, rollo 1151822/HD25377. 32 GLLDS, rollo 1151822/HD25377. 33 3 de febrero y 13 de marzo de 1891, prefecto a secretario de Gobier

no; GLLDS, rollo 1151822/HD25377. Algo muy similar habia ocurrido en los pueblos de Purechucho, San Lucas, Tirandaro y Cuitzeo, todos del mismo distrito.

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14 ROBERT J. KNOWLTON

La recomendacion de Pedro Orozco, de la Secretaria de Gobierno, fue en el sentido de que el gobernador aprobara el reparto en vista de que todos "los indigenas estan conformes con el". Orozco creia que la falta de "padrones de terrenos y de hijuelas, podra en parte subsanarse con el piano", por que este mostraba los lotes en que los terrenos habian sido di vididos y los lotes estaban marcados con numeros y con los nombres de los receptores, lo cual indicaba a quien le habian sido adjudicados los lotes, cuyo tamafio podia deducirse de la escala del piano y de las notas al mismo. El verdadero meollo de la recomendacion parecia ser fiscal: Una vez formado el libro de hijuelas y despues de haber expedi do los titulos, lo remitira la misma Prefectura en union del pa dron de accionistas y del piano, a la oficina de Rentas para la toma de razon, lo que se comunicara a la Tesoreria general para que lo haga saber a dicha oficina [. . . ].34

En realidad, el asunto de los impuestos era una secuela im portante del reparto de los terrenos comunales, como lo refle

ja la cuestion del fundo legal, abordada mas adelante. La falta de la documentation completa y necesaria sobre el reparto causo dificultades a muchos, ya que el padron y el piano existian, pero no el libro de hijuelas, que era esencial para probar la propiedad o para que el gobierno extendiera una constancia que probara la propiedad de una persona. Urbano y Candido Millan y Librado Reyna podrian haber tenido exito en su petition de una constancia. Eran "vecinos e indigenas" de Huetamo que participaron en el reparto de algunos terrenos, pero nunca los recibieron en realidad. Dado que en los archivos estatales no se encontraba el libro de hijuelas (que no existia), solicitaron al gobernador que or denara al prefecto extenderles una constancia en la que se afirmara que, como indigenas y residentes de Huetamo, se les debia dar algunas "fracciones" de tierra. El estado or deno al prefecto que les extendiera la constancia si lo que los solicitantes reclamaban era verdad, "supuesto que no existe 34 13 de marzo de 1891; GLLDS, rollo 1151822/HD25377.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 15

el libro de hijuelas de donde pudieran obtenerse los titulos que desean [. . . ]".35 Pudieron haber tenido exito, pero no lo tuvieron, porque el prefecto informo al estado que los Millan y Reyna eran menores de edad cuando el reparto se Uevo a cabo y que otra persona habia recibido las fracciones de tierra en su nombre,

esto es, "en su representation", y probablemente enajeno la propiedad mas tarde. Los solicitantes sabian eso y, si ahora querian la constancia para que les sirviera como titulo, era porque buscaban reclamar la propiedad al poseedor. El fun cionario del estado, Carmen Luviano, al darse cuenta de que eso ocurria 24 afios despues de los hechos, exhorto a tener cautela al expedir constancias en circunstancias analogas de bido a la posibilidad de infringir los derechos de terceros.36 Por lo tanto, al no existir "libro de hijuelas de ese reparto, pues lo que hay en el archivo del estado es el padron de los accionistas. . . ", el estado denego la solicitud. Y el gobierno, frustrado sin duda y con la intention de evitar dificultades que pudieran presentarse por peticiones similares, busco "un medio que expedite la formacion del citado libro de hi juelas, para que pueda declararse que se procedio con equi dad en la distribucion de los bienes indicados".37 Luis H. Lopez y su padre, don Perfecto, habian compra do algunas fracciones de terreno a varios indigenas de Hueta mo, tanto en el momento del reparto como posteriormente. La tierra estaba situada en el rancho llamado Angago. Ahora necesitaban precisar los limites y buscaron obtener del Esta do una calca de la parte del piano que mostraba las fracciones que habian comprado. Pero el estado queria saber con preci sion que lotes habian adquirido los Lopez, y la falta de titulos

creo problemas.38

Dos indigenas se quejaban de que eran menores de edad

cuando se efectuo el reparto y que sus "antecesores enajena 35 17 y 18 de enero de 1898; GLLDS, rollo 1151822/HD25377. 36 2 de febrero de 1898; GLLDS, rollo 1151822/HD25377. 37 21 de febrero de 1898, Seccion 4 de gobierno del estado al prefecto;

GLLDS, rollo 1151822/HD25377.

38 8, 9 y 25 de agosto y 18 de octubre de 1900; GLLDS, rollo 1151822/

HD25377.

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16 ROBERT J. KNOWLTON

ron a vil precio o en realidad fueron despojados'' de las accio nes (los terrenos) pertenecientes a ellos conforme al reparto. Para poder acudir a los tribunales a entablar su queja, reque rian el titulo legal, o hijuela. Asimismo, Eustasia Saucedo, analfabeta, afirmaba que a ella, a su madre y a dos hermanos les habia sido adjudicada una fraccion de terreno a cada uno.

Cuando eran menores de edad, su madre "empen6 en 100 pesos esas acciones" a don Jesus Luviano, un habitante del

rancho donde estaban ubicados los terrenos. Despues de que el dinero fue pagado, Luviano permanecio en posesion de los terrenos como arrendatario. Cuando murio, "sin haber en tregado nuestras hijuelas", las fracciones de terreno pasaron a Perfecto Lopez, junto con algunas otras acciones que le ha bian sido vendidas. No era justo que Lopez "se apropie esos terrenos", por eso la sefiora Saucedo apelo al gobernador.39

Hubo innumerables peticiones como esas con las que se

intentaban obtener constancias para probar la propiedad de

los terrenos obtenidos a traves del reparto. La mayoria de los

solicitantes era incapaz de firmar con su nombre. Invariable mente la respuesta del gobierno era en el tono siguiente: Aun cuando existen en el Archivo General y Publico del Estado el padron de indigenas con derecho a los bienes y el piano de los

terrenos repartibles, como no hay libro de hijuelas o de aplica ciones, el gobierno ni la Prefectura de ese Distrito pueden expe dir la certification que solicita la Sra. Esteban porque no hay hijuelas que copiar ni constan los hechos ejecutados por la comi si6n de reparto que pudieran ser materia de dicha certification.40

Los solicitantes no podian recuperar los terrenos vendidos sin recurrir a las autoridades judiciales para probar sus recla

maciones.41 Pero, a falta del libro de hijuelas, ^como iban los tribunales a determinar quien era el propietario legal de 39 2 de diciembre de 1901; 27 de julio de 1903; GLLDS, rollo 1151822/

HD25377.

40 7 de noviembre de 1901, varias fechas mas del mismo mes y afio y

23 del mismo mes y afio; GLLDS, rollo 1151822/HD25377. 41 15 de octubre de 1904, Seccion 3, Secretaria de Gobierno al gober

nador; GLLDS, rollo 1151822/HD25377.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 17

una fraction de terreno?42 Sin embargo, como lo muestra el siguiente ejemplo, algunas disputas si Uegaron hasta los tri bunales, incluida la Suprema Corte de Justicia. Ello ocurrio a traves de solicitudes de amparo; en efecto, la Suprema Cor te estaba autorizada por la Constitucion a otorgar el amparo si se presumia que los derechos constitutionals de un indivi

duo habian sido violados.

El licenciado Florencio Talavera, en representation de los indigenas de San Miguel Chichimequillas, intento obtener un amparo en contra de la adjudication de ciertos terrenos del pueblo, hecha en diciembre de 1873 por el prefecto de Zi tacuaro a un tal Ignacio Garcia Ruiz, sobre la base de que las garantias constitutionals de sus representados habian sido violadas (articulos 16 y 17). Talavera asevero que el apodera do de los vecinos que autorizo la adjudication no era su apo derado legal en esa epoca. Mas aiin, los terrenos adjudicados incluian unos que se encontraban dentro de los limites del fundo legal, otros que eran propiedad privada (comprados por algunos miembros del pueblo antes de la ley del 25 de ju nio de 1856) y otros mas que los indigenas poseian pro indivi so. Talavera sostenia que los terrenos no estaban sujetos a la ley de desamortizacion y que, aun si estuvieran, los indige nas no habian renunciado expresamente a sus derechos con forme a la circular del 9 de octubre de 1856. Finalmente, el adjudicatario no podia adquirir legalmente tierras de la co munidad porque era una persona extrafia, mientras que los terrenos debian repartirse unicamente entre los que estaban en posesion de ellos. En octubre de 1880, el juez de distrito de

Michoacan habia sustentado la solicitud de Talavera, pero el 18 de abril de 1881 la Suprema Corte, encabezada por el libe ral de la epoca de la Reforma, Ignacio Vallarta, revoco el fa llo, declarando que "la justicia de la Union no ampara ni protege a los vecinos del pueblo de Chichimequillas [. . . ] contra los actos de que se quejan".43 42 13 de febrero de 1907; GLLDS, rollo 1151822/HD25377. 43 "Amparo pedido al Juez de Distrito de Michoacan por Florencio Talavera, en nombre de los indigenas de San Miguel Chichimequillas, contra el Prefecto de Zitacuaro". SJ, pelicula num. 6167, rollo 4, vol. 1, 1881, pp. 669-680.

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18 ROBERT J. KNOWLTON

Diez vecinos de Huiramba acusaron al prefecto del distrito de Morelia de usurpation de la autoridad federal "al repartir entre los miembros [de Huiramba] los terrenos que poseian pro indiviso. . . ". El juez de distrito nego la solicitud de am paro porque la adjudication de los terrenos en disputa aiin no se habia llevado a cabo, los titulos no habian sido distribuidos

y los terrenos estaban valuados en mas de 200 pesos (circular del 9 de octubre de 1856). No obstante, el 11 de julio de 1872,

la Suprema Corte emitio una resolution en el sentido de que los terrenos habian sido adjudicados en conformidad con las leyes pertinentes, esto es, con la ley estatal del 13 de diciem

bre de 1851 y la ley federal del 25 de junio de 1856; por consi

guiente, ya no eran "terrenos comunes sino de la propiedad particular de los adjudicatarios" e incluirlos en la distribu cion de los terrenos comunes iba en contra de las garantias constitucionales establecidas por el articulo 27. Asi, la Justi cia de la Union "ampara y protege" a los quejosos en contra de los actos del jefe politico de Morelia.44 Los vecinos de Charo se quejaron de la violation de sus derechos cuando el jefe politico de Morelia adjudico, a va rias personas que los arrendaban, terrenos pertenecientes a la comunidad de indigenas de Charo. Argiiian, en primer lugar, que los terrenos en disputa habian sido comprados en

1705 nada menos que al Duque de Terranova y Monte

Leon, descendiente del conquistador Hernan Cortes y, por ende, no estaban sujetos a las leyes de desamortizacion por

que constituian una propiedad "privada", no corporativa ?no estaban comprendidos en las tierras "de repartimien to" especificadas en la ley?; en segundo lugar, mantenian que la ley del 25 de junio de 1856 facultaba a los funciona rios federales, no a las autoridades estatales, para repartir la tierra. La Suprema Corte, en apoyo del primer fallo del juez de distrito de Morelia en contra de los quejosos, sentencio que los terrenos adquiridos por la comunidad de Charo fue ron obtenidos por los indigenas como comunidad, por lo que era claro que pertenecian a una corporation civil y, por en 44 ' 'Juicio promovido ante el Juzgado de Distrito de Michoacan por los indigenas de Huiramba. . . ". SJ, pelicula num. 6167, rollo 2, vol. 3, 1872 1873, pp. 136-138.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 19

de, estaban sujetos a la desamortizacion; por otra parte, la ley del 25 de junio de 1856 otorgaba a los funcionarios loca les la autoridad para intervenir en el reparto de terrenos de "comunidades de indigenas".45 En algunos casos, entonces, la Suprema Corte declaraba que la ' 'Justicia de la Union ampara y protege a los quejosos contra el despojo que han sufrido [. . .J";46 en otros, como vemos, la Corte no apoyaba las solicitudes de amparo. Ya se tratase de impugnaciones de las leyes federales o de las esta tales, las sentencias de la Suprema Corte defendian los obje tivos fundamentales de las leyes para individualizar la tenen cia de la tierra. Un caso que interfirio con la cuestion del reparto de tierras fue la reclamation de los vecinos de Huetamo en el sentido de

que ellos estaban exentos del pago de impuestos sobre su pro piedad residential en virtud de un acuerdo de 1871 con el ayuntamiento del pueblo.47 Los vecinos de Huetamo alega ban que se habia concluido un acuerdo entre "la comunidad de indigenas de esta Villa y el ayuntamiento con relacion de las 600 varas que forman el fundo legal de esta misma pobla cion". Conforme al acuerdo, la comunidad cedia al ayunta miento el terreno necesario para el fundo legal a condicion de que "no se cobrara pension alguna por solar a las personas [o sus descendientes] que fincaran en el espresado terreno". En 1900, unos 200 indigenas reclamaron la exencion de pagos conforme a ese contrato. Durante afios, el recaudador de fon

dos municipales habia tratado de cobrar las contribuciones, aparentemente en vano, y ahora el prefecto habia enviado el asunto a las autoridades estatales para su resolucion. Esa puede haber sido una tactica novedosa, o incluso uni 45 "Amparo promovido ante el Juzgado de Distrito de Michoacan. . . vecinos de Charo, contra los procedimientos del Jefe Politico de Morelia, que ha adjudicado a varias personas, terrenos pertenecientes a la comuni dad de indigenas del mismo Charo". SJ, pelicula num. 6167, rollo 3, vol.

7, 1874-1876, pp. 746-751. 46 "Amparo promovido ante el Juzgado de Distrito del Estado de Mi choacan por Faustino Estrella. . . Tancitaro. . . ". SJ, pelicula num. 6167, rollo 3, vol. 5, 1874, pp. 444-446. 47 27 de junio de 1871 y 12 de octubre de 1900; prefecto de Huetamo a

secretario de Gobierno; GLLDS, rollo 1151822/HD25377.

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20 ROBERT J. KNOWLTON

ca, para eludir las contribuciones prediales, pero los esfuer zos para eludir los impuestos eran bastante comunes. Los funcionarios publicos estaban tan ansiosos por imponer y co brar los impuestos como los ciudadanos por eludirlos. La cuestion de las contribuciones, como muchas otras, parecia una constante en la vida de una comunidad. El de San Gero nimo Purinchecuaro es un caso pertinente.48 Aparentemen

te para alentar el reparto de los terrenos de las comunidades, una ley del 4 de febrero de 1868 eximio del pago de impuestos

prediales durante seis anos a las comunidades "que en tiem po oportuno hicieron el reparto de sus terrenos''. Los trastor nos politicos de principios del decenio de 1870 persuadieron al gobierno estatal a hacer otras concesiones, entre ellas, soli citar unicamente el veinte por ciento de los impuestos en nu

merario. En esa misma epoca (1873), el administrador de rentas de Patzcuaro informo que la deuda del pueblo era de

574 pesos. Al principio del siguiente decenio (1880), el

pueblo debia a las autoridades estatales y federales 1 347 pe sos "por la contribution predial". El apoderado del pueblo, al solicitar una cancelation de parte de la deuda, explico que los vecinos no podian pagar debido a la reciente revolucion y porque sus terrenos eran generalmente "de mala clase y los sembramos en pequefias fracciones distribuidas entre todos

los indigenas".

Durante el decenio de 1870, cuando esas dificultades cons piraban en contra del pago de sus impuestos, los vecinos de Charo, segiin se dice, se vieron sujetos, al menos, a otras dos preocupaciones. En junio de 1870, el teniente de justicia del pueblo pago 60 pesos de la deuda a un batallon del ejercito. Ese pago no fue aceptado como legitimo porque "el indivi duo que lo otorgo" carecia de la autoridad para hacerlo. Y, en diciembre de 1877, un tal Juan Purico [sic] y algunos sol dados a caballo se presentaron en el pueblo, "inebriatos [sic] y con el mayor escandalo", exigiendo 100 pesos como pago partial de las contribuciones adeudadas. En vista de que los vecinos no podian pagar, parece que Purico procedio a "re 48 17 y 20 de noviembre y 12 de diciembre de 1871, 12 y 28 de febrero y 6 de septiembre de 1872, 12 de marzo de 1880 y otras fechas; GLLDS, rollo 1151835/HD25327.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 21

coger el ganado con grande maltrato", causando gran cons ternation; el jefe de la policia tambien fue maltratado. Como consecuencia, en abril de 1878 el secretario de Gobierno informo que Purico "queda privado de obtener cualquiera otro empleo con motivo de la irregular conducta". Los pro blemas de las contribuciones prediales persistieron al menos hasta 1894. Y, ya en 1905, el receptor de rentas de Quiroga (el pueblo pertenecia al municipio de Quiroga, distrito de Morelia) impuso multas a "los indigenas de San Geronimo Purinchecuaro, por la falta de manifestaciones del maiz y tri

go que cosecharon" durante el afio anterior.49 Los problemas economicos de un pueblo no se limitaban al endeudamiento por las contribuciones. Habia varios costos relacionados con la division de los terrenos de la comunidad.

Por ejemplo: el representante de un pueblo que debia repar tir sus terrenos incurria en costos, como los viajes y la con duction de los asuntos de la comunidad; ademas, los terrenos tenian que ser deslindados. Se argiiia que el reparto no debia efectuarse mientras el pueblo estuviese endeudado y que, para pagar esas deudas, se podria vender una parte de los te rrenos del pueblo, voluntaria o involuntariamente.50 Ade mas, los litigios que no eran desusados entre los vecinos de un pueblo y entre los pueblos, eran costosos. Asi, vemos que los

pueblos de Tacatzcuaro (o Tacascuaro) y Tocumbo (o Tu cumbo), del municipio de Tinguindin, distrito de Jiquil

pan, se disputaban la posesion de un terreno llamado "Llano Blanco" y que no lograban ponerse de acuerdo sobre la linea divisoria.51 Tales disputas tambien fueron una causa de re

49 1- de noviembre de 1905, Tesoreria General del Estado; GLLDS, rollo 1151835/HD25327. Los vecinos argumentaban que no habian sido notificados sobre la contribution, aunque, supuestamente, el funcionario de la tesoreria local lo habia hecho en repetidas ocasiones. Como quiera que haya sido, el gobierno del estado cancelo la multa por razones de equi dad y quiza por haber llegado a un acuerdo en el sentido de "que cubran luego los impuestos correspondientes". 50 Expediente 2110, "Relativo al reparto de terrenos de los indigenas de

Tacascaro, Jiquilpan" (1869); 1- de diciembre, Hilario Ayala, represen

tante de Tacascuaro, distrito de Jiquilpan, al gobernador, y 31 de diciem bre de 1903, gobierno del estado a Ayala; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. 51 Vease, por ejemplo, 22 de diciembre de 1902, 18 de febrero de 1904

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22 ROBERT J. KNOWLTON

traso en el reparto de los terrenos de un pueblo, pues la ley es

tablecia que solo podian ser divididos aquellos terrenos que los vecinos tenian en posesion "pacificamente".52 Los vecinos de Tacascuaro se quejaron de que el receptor de rentas continuaba considerando sus terrenos individuales como una posesion en comun y que, por ende, estaban suje tos a exacciones de las que ellos no eran responsables.53 No es sorprendente que las autoridades fiscales pudieran confun dirse, por cuanto los pueblos dividian unos terrenos y otros los mantenian indivisos.54 San Geronimo de Purinchecuaro, que a principios del de cenio de 1870 buscaba exenciones de impuestos, seguia em brollado en el reparto a principios del siglo xx cuando una nueva ley, la del 14 de junio de 1902, abrogo la legislacion mas importante de Michoacan, la ley del 13 de diciembre de 1851 (num. 73) y, con ella, una ley de febrero de 1875 (num.

60), en vista de que entraban en conflicto con las disposicio nes de la nueva ley.55 Aparentemente anticipandose al hecho de que los vecinos pudieran evadir la ley, que exigia el repar to de terrenos de comiin repartimiento legalmente poseidos pro indiviso, es decir, el estado prohibio la enajenacion, en la forma que fuese (venta, renta, hipoteca, etcetera), de esos te rrenos ?"los ejidos, fundos legales, tierras y montes de los

pueblos" (articulos 1- y 2-)? y prometio castigo a vende

dores y compradores.56 Si bien el reparto de los terrenos de los pueblos fue dismi nuyendo gradualmente con los afios, la ley de 1902 provoco

y 30 de enero, 21 de febrero y 27 de marzo de 1905; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. 52 14 de marzo de 1896 y otras fechas; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. Esta disputa todavia continuaba en la primavera de 1907. 53 17 de febrero de 1903; GLLDS, rollo 1151826/HD25381. El Recep tor de Rentas tambien elevo el valor de los terrenos, "todos de desicacion''

[sic], injustamente. 54 Vease, por ejemplo, 3 de octubre de 1902; GLLDS, rollo 1151826/

HD25381.

55 Recopilacion, 1886, vol. xxxvi, pp. 510-512. El reglamento de esta ley fue emitido el 4 de julio de 1902, vol. xxxvi, pp. 516-539. 56 Recopilacion, 1886, Articulo 5 y Circular num. 19, 19 de junio de 1902; Recopilacion, 1886, pp. 515-516.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 23

una renovada actividad, como lo ejemplifica San Geronimo. Cuando se leen los documentos de los primeros aiios del siglo xx, lo embarga a uno un fuerte sentimiento de deja vu. El 30 de junio de 1902, por ejemplo, en una carta al gobernador, los vecinos de San Geronimo le decian que el gobierno tenia buenas intenciones al pensar en la protection que daba con la division de terrenos de comiin repartimiento entre los indivi

duos, "que a ellos que tienen derecho de dar a la propiedad raiz la circulation que la conveniencia economica aconseja y que la ley fundamental determina, y de favorecer los intere ses de la clase indigena".57 Por otra parte, en la circular en viada el 28 de junio de 1856 a los gobernadores con respecto a los fines de la ley de desamortizacion, Miguel Lerdo de Te

jada habia declarado:

[. . . ] basta sin duda fijar la atencion sobre el beneficio que in mediatamente ofrece esta disposition en lo particular a los ac tuates inquilinos o arrendatarios de las fincas de corporaciones,

asi como sobre el que en lo general producira a [la] sociedad el que se ponga en circulation esa masa enorme de bienes raices que hoy se hallan estancados, y por ultimo, en el impulso que recibiran los artes y oficios por las continuas mejoras que se ha

ran a todas las fincas nuevamente enagenadas, desde el mo mento en que se conviertan en propiedad de particulares. . . para que se comprendan todos los buenos resultados que de ella deben esperarse.58

Durante los afios siguientes, el reparto en cumplimiento de la ley de 1902 se vio demorado, como en la generation precedente, por el desacuerdo respecto a los comisionados encargados de llevar a cabo el reparto: "son de una inclina tion negativa" y se oponen "a nuestras costumbres antiqui simas". Ademas, los lotes de los vecinos habian sido deslin

dados sin el consentimiento de los parcioneros; habia

desacuerdos sobre los limites, quejas de los comisionados de que no se les pagaba, no se habia preparado el libro de hijue las y persistian los problemas de las contribuciones. A fina 57 30 de julio de 1902; GLLDS, rollo 1151835/HD25327. 58 Circular del 28 de junio de 1856, Labastida, 1983, p. 7.

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24 ROBERT J. KNOWLTON

les de enero de 1906, "el reparto de los terrenos pro indivi sos" de San Geronimo Purinchecuaro no habia sido Uevado

a cabo.59

La falta de recursos para pagar los costos del reparto fue otro problema y un obstaculo constante para cumplir con la ley. Aparentemente, la venta de una parte de los terrenos de

un pueblo para obtener los fondos necesarios no fue una practica exceptional.60 Uno se pregunta como encajaba esa

necesidad con los optimistas fines expresados en 1856 y 1902 por los redactores liberales de la legislacion. En resumen, la documentation de Michoacan sobre la in dividualization de los terrenos de los pueblos sugiere que, en este proceso, la legislacion estatal era mas importante que la federal. Tambien pareceria que el optimismo de los libe rales se vio frustrado desde el punto de vista de los beneficios

economicos que el ataque liberal contra la propiedad corpo rativa debia acarrear para los vecinos. Se podria pensar que parte de la tierra estaba sujeta a la division, pero a menudo no toda y, desde luego, no al mismo tiempo. Es evidente que los vecinos de los pueblos obstruyeron la ley, es decir, de moraron el cumplimiento de sus disposiciones, ya fuera por oposicion deliberada, ya por desacuerdo con sus fines, ya, en fin, por problemas legitimos. Finalmente, se puede ob servar que las disputas por limites y titulos entre los vecinos

de los pueblos y entre los pueblos y los duefios de propieda des vecinas fueron comunes y aparentemente inacabables. En fin, podriamos decir que quiza la mejor caracterizacion del proceso mismo del reparto sea la de interminable. Traduction de Mario Zamudio

59 3 de diciembre de 1902, 13 de noviembre de 1903, 19 y 24 de mayo de 1904, 27 de enero de 1905 y 23 de enero de 1906; GLLDS, rollo

1151835/HD25327. 60 San Francisco Chiquimitio, 2 de septiembre de 1902; GLLDS, rollo 1151835/HD25327.

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LA DIVISION DE LAS TIERRAS EN EL SIGLO XIX 25

SIGLAS Y REFERENCIAS GLLDS Genealogical Library of the Church of Jesus Christ of Latter-Day Saints, Salt Lake City, Utah. SJ Semanario Judicial.

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX* Ines Herrera Canales

Direccidn de Estudios Historicos Instituto Nacional de Antropologia e Historia

La obtencion de mercurio para la refinacion de los minerales

mexicanos de plata dependio durante el siglo xix del merca do externo. Los esfuerzos por conseguirlo en el pais fueron infructuosos y la produccion nacional cubrio solo una mini ma parte de los requerimientos de los refinadores de metales

preciosos.

Esta dependencia del exterior fue aun mas severa si consi deramos que las fuentes de abastecimiento en el mundo fue ron escasas y que, entre ellas, solo una proporciono mas del 50% de la produccion mundial de mercurio (vease grafica 1). Este hecho facilito el control productivo de la plata asi como el de su comercializacion y distribucion en el mundo, situa tion que prevalecio en gran parte del siglo xix. Hasta la primera decada del siglo xx el sistema de amal gamation se mantuvo en Mexico como el principal metodo para refinar los metales preciosos ya fuese a traves del viejo sistema de patio como en toneles y panes.1 Por esta razon fue vital para los mineros mexicanos asegurarse el azogue, al precio que fuera. En este contexto no parecen tan impor tantes los vaivenes del precio del mercurio en el mercado in * Este ensayo fue presentado por la autora en el 462- Congreso Inter nacional de Americanistas, Amsterdam, julio 1988, con el apoyo del Insti tuto Nacional de Antropologia e Historia y la Secretaria de Educacion Pu

blica de Mexico.

1 Velasco Avila, 1988, p. 396. Vease ademas Urrutia y Nava, 1983, pp. 136-137 y Nava, 1983, pp 351-353. HMex, XL: 1, 1990 27

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1,111 ' <

Grafica 1 Distribucion de la produccion mundial de mercurio,

1800-1850 ^^^"""\

/ldrial%\ \ v>-^. / ^v Almaden 40%/ Huanc;? \ \

velica .5%^^J / \ ] I Idria 10 \ Almaden 78% / --^

\ Nuev 1 408 905 flasks \ /

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 29

ternacional, que solo afectaban moderadamente sus costos y ganancias (por la escasa incidencia que este insumo tenia so bre los gastos totales de produccion de la plata),2 como la po sibilidad de obtener mercurio suficiente donde quiera que es tuviera.3 Por eso los factores determinantes del abasto de mercurio a Mexico en el siglo xix fueron principalmente de caracter externo. Entre ellos destacan: la existencia de pocas 2 Cross, 1976, pp. 129 y 172. 3 La relation entre el precio del mercurio y la produccion de plata en Mexico en el siglo xix es poco clara. Aparentemente las alzas o bajas del precio internacional del azogue no tuvieron relation directa o inversa con la curva de produccion de la plata mexicana del mismo periodo. El total de plata producido anualmente en el pais durante el siglo xix se formo mayoritariamente con el aporte de las grandes empresas regionales y solamente un monto menor correspondio a las medianas y pequefias ex plotaciones. En las compafiias mayores el gasto por mercurio era apenas un

10% del total de los costos (Cross, 1976, pp. 142-148, 172; Herrera

Canales, 1982, inedito) y la variation en el precio del mercurio significa ba solo una alteration leve en sus costos y ganancias, pero en el caso de los productores menores las mismas fluctuaciones fueron elementos decisivos para iniciar o proseguir sus trabajos. Dice Cross, 1976, p. 142, que si se comparan las curvas de produccion de la plata mexicana y zacatecana del siglo xix y la de los precios interna cionales del mercurio se puede ver una relation paralela mas que una in versa: cuando crece la produccion de plata sube el precio del mercurio y vi ceversa. En el caso de la region Pachuca-Real del Monte pasa lo mismo hasta 1850, fecha en que coinciden los periodos de crecimiento de la plata con un alza sostenida del mercurio. Sin embargo, esta comparacion deja de ser valida en esta ultima region a partir de 1851, cuando un crecimiento rapido de la produccion de plata coincidio con una brutal baja del azogue que contribuyo a aumentar las ganancias de la principal compania local y a alentar a los propietarios mineros menores. En sintesis, el precio internacional del mercurio parece no haber sido un freno para el crecimiento de la produccion de plata mexicana en el siglo xix proveniente de las grandes empresas mineras para las cuales este ru bro solo fue un gasto de produccion menor, pero para los gambusinos y medianos propietarios, cuyo nivel de ganancias era reducido, cualquier variation en los precios del mercurio o de otro insumo extranjero o nacio nal fue de vital importancia, porque estas fluctuaciones los ponian al mar gen deJos negocios mineros. La baja del precio internacional del azogue a partir del descubrimiento de las minas de mercurio californianas significo asi un gran estimulo para estos grupos menores y, en general, para todos los mineros, al alentar la ex ploration y explotacion de minerales hasta ese entonces incosteables.

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30 INES HERRERA CANALES

minas de mercurio en el mundo que mantuvieran una produc

tion regular, la concentration de la mayor parte de pro duction, de azogue en Europa, la lejania de Mexico de las

fuentes de suministro del azogue, el control de la produccion de Almaden por el gobierno espanol y sus agentes extranje ros, y el establecimiento del monopolio de los Rothschild so bre la produccion, distribucion y venta del mercurio a nivel

mundial a partir de los afios treinta y a lo largo del siglo xix. A estos factores habria que agregar otros de caracter inter

no que alteraron o retrasaron la llegada del producto al pais y a las haciendas de beneficio, entre los que se hallaban: el control de la comercializacion y distribucion del producto en Mexico; la precariedad de las comunicaciones y el transporte hasta por lo menos la septima decada del siglo xix; el creci miento de la produccion nacional de azogue en el siglo xix, que aunque leve en la mayor parte del mismo, va adquirien do cada vez mayor importancia; la inestabilidad politica na cional y los conflictos belicos internos y externos.

Sobre la base de los cambios que experimentaron estos fac tores a lo largo del siglo xix, hemos planteado una periodiza cion en el abastecimiento de mercurio a las minas de plata de Mexico que comprende los siguientes periodos: 1) de 1821 a 1835, en que se normaliza el abasto de mercurio al pais alte rado por la guerra de independencia; 2) de 1835 a 1850, pe riodo caracterizado por un fuerte monopolio mundial del mercurio y por el esfuerzo mexicano para extraerlo de su pro

pio territorio; 3) de 1850 a 1905, cuando empieza a notarse un mejoramiento en el suministro y reception del azogue ex terno y un incremento en la produccion local de mercurio. Es importante agregar que a partir de la decada de 1890 el sistema de refinacion de la plata por amalgamation con mer curio comienza a ser sustituido en Mexico por el de cianura cion, con lo que la demanda de azogue decrece rapidamente.

normalizacion del abastecimiento de mercurio a Mexico: 1821-1835 Este periodo corresponde a una epoca de volumenes de im This content downloaded from 165.227.36.157 on Mon, 09 Oct 2017 03:04:56 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms


MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 31

portacion de azogue menores a los coloniales, derivado de la crisis que padecia la mineria mexicana de la plata luego de la guerra de independencia. Las ultimas cifras de importa tion de azogue de fines de la epoca colonial corresponden a los anos 1802 a 1804 y suman en total 104 000 quintales; en los afios siguientes y hasta 1818 las balanzas comerciales no incluyen datos de entrada de mercurio al pais. En 1819 se importaron oficialmente apenas 150 quintales y 2 079 mas, producto de compras directas de los comerciantes. A partir

de 1821 comienza a regularizarse la llegada de azogue al

pais, llegando a contabilizarse entre ese ano y 1828, 39 650 quintales de metal de importation, cifra aiin baja si se consi dera que los requerimientos de los mineros mexicanos en la epoca colonial ascendian aproximadamente a unos 16 000

quintales anuales.4

La contraction de la demanda mexicana de azogue por la interruption de las relaciones mexicano-hispanas repercutio directamente en los voliimenes de produccion de Almaden. Algunos informes de la mina de la decada de los veinte repor tan como principal inconveniente en esos anos la escasez de ventas al exterior por la perdida de su mayor mercado consu midor, Mexico. A esta dificultad debe agregarse la contrac tion de la produccion de la mina debido a problemas internos y a las guerras en las que se involucro Espana en la decada de 1810 (vease cuadro 1). La recomposicion de las redes de co mercializacion del mercurio espanol, luego del termino del monopolio colonial estatal del azogue, habria de tardarse. El estado espanol no disponia de recursos suficientes para co mercializar y distribuir el producto y estaba imposibilitado, ademas, para Uegar directamente al mercado mexicano por la ruptura de relaciones con su ex colonia, por lo que le fue necesario recurrir a agentes extranjeros. En 1830 el gobierno espanol firmo con la Casa Inigo, Ez peleta y Cia., de Burdeos un contrato por el cual esta ultima se comprometia a vender la produccion total de la region de Almaden por un lapso de cinco afios.5 La casa francesa com 4 Humboldt, 1966, pp. 382 y 384; Lerdo de Tejada, 1967, cuadros 15 17 y 29-35 y Herrera Canales, 1980, p. 39. 5 Zarraluqui Martinez, 1934, pp. 696-697.

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32 INES HERRERA CANALES

Cuadro 1 Produccion de la mina de Almaden, Espana, 1795-1915 Afios Quintales

1795-1805 219 788 1806-1815 116 625 1816-1825 180 054 1825-1835 212 923 1835-1845 209 292 1845-1855 178 379 1855-1865 166 562 1865-1875 241 296 1875-1885 325 561 1885-1895 355 349 1895-1905 287 441 1905-1915 265 261 Fuente: Zarraluqui M., 1934 (Anexo).

praria durante este periodo todo el azogue que produjera Al maden y Almadanejos a un precio fijo de 37 !4 pesos fuertes el quintal puesto en Sevilla y adelantaria mensualmente al gobierno 400 000 reales de vellon al 5% de interes. Por su parte, el gobierno se obligaba a producir solamente 20 000 quintales de azogue al afio. Con este contrato se inicio un sistema de ventas al exterior

caracterizado por el control extranjero, clausulas de exclusi vidad y la limitation de la produccion de las minas segiin acuerdo de ambas partes. Esta forma de comercializacion se consolido y se hizo mas estricta en los doce afios siguientes, al

vencimiento del contrato de Inigo y Ezpeleta. El monopolio de produccion y ventas creado en esta fecha permitio a Inigo y Ezpeleta y mas tarde a sus sucesores, los Rothschild, mani pular el mercado internacional y mantener altos los precios. La organization de las ventas de azogue en el interior de Mexico tambien registro cambios con respecto al siglo xvm. El termino del pacto colonial y de las corporaciones mercan tiles habia significado la readecuacion de los mecanismos a traves de los cuales se importaban, vendian y distribuian This content downloaded from 165.227.36.157 on Mon, 09 Oct 2017 03:04:56 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms


MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 33

mercancias extranjeras en el pais. Nuevos grupos de comer ciantes nacionales y extranjeros comenzaron a participar en la comercializacion de este producto. Seria dificil establecer en este momento quienes fueron los que acapararon el co mercio azoguero, pero suponemos que dada la necesidad de comprar grandes voliimenes de metal y acordar sus ventas por adelantado (y a credito en el caso del mediano y pequefio minero), los linicos capaces de hacerlo fueron los de mayor solvencia economica, con vinculos estrechos con casas co merciales extranjeras y fuertes intereses mineros. Harry Cross6 destaca la importancia de Londres y de los comerciantes ingleses en la distribucion del mercurio espanol

despues de la independencia de Mexico, y el papel de los bri tanicos en la importation y distribucion del azogue en el inte

rior del pais. Otros estudios acerca de las compafiias mineras inglesas que se establecieron en Mexico a partir de 1824 muestran como dichas empresas compraron insumos extranjeros, en tre ellos mercurio, a traves de agentes de su misma nacionali

dad.7 Por su parte, Brigida von Mentz subraya la importan cia de los ingleses en la distribucion mundial del azogue y sefiala el papel que desempefiaron los primeros alemanes

avecindados en Mexico como agentes de aquellos, guiados

principalmente por sus intereses en la mineria de la plata: ta les fueron los casos de los alemanes Guillermo de Drusina y Justo Ruperty.8

Las grandes compafiias mineras, tanto en la decada de 1820 como en aiios posteriores, compraban el mercurio de contado o con letras de cambio; por el contrario, los media nos y pequenos mineros utilizaban fundamentalmente el sis tema de credito que otorgaban unos pocos comerciantes tan to a nivel local como regional y nacional. Por ejemplo, en la region minera de Zacatecas en la primera mitad del siglo xix, eran quince o veinte comerciantes locales quienes mo nopolizaban el producto y lo vendian a credito a los pequenos 6 Cross, 1976, pp. 131-132. 7 Urrutia y Nava, 1983, p. 126. 8 Mentz, 1982, pp. 112-115.

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34 ines herrera canales y medianos mineros con la garantia de su futura produccion.9

El mercurio podia comprarse a los distribuidores en los puertos de desembarque, en la ciudad de Mexico y en los centros mineros. La variation en el lugar de adquisicion sig

nificaba tambien un cambio en el precio; en Veracruz o

Tampico, por ejemplo, se compraba a menor precio que en el interior del pais, debido a que aiin no se afiadia lo corres pondiente a flete, transporte y algunos impuestos. Entre 1824 y 1831 la Compafiia Real del Monte y Pachuca pago entre 50 y 55 pesos el quintal de azogue comprado en la costa y 8 mas por cada uno que le Uevaron hasta las minas.10 Dice Burkart que en 1826 se podia adquirir el quintal de azogue en la ciudad de Mexico a 60 pesos.11 En general, el precio del producto no experimento mayores variaciones entre 1824 y 1831. El valor del mercurio ingresado por el puerto de Vera cruz de 1821 a 1828 oscilo entre 50 y 59 pesos el quintal. Los aiios de menor importation, 1823 y 1827, correspondieron tambien a los de mayor precio en el litoral.12 En 1833 el precio se elevo en mas de un 50% con respecto a 1827-1832, y llego a costar entre 80 y 90 pesos el quintal, cifra que no descenderia hasta mediados de siglo.13 Para Randall, un elemento en el precio del mercurio extranjero en esta epoca fue su procedencia. El azogue espanol resulta ba mas barato que el traido desde Idria, en Europa Orien tal, debido al mayor costo del flete. Otros autores sefialan, sin embargo, que el costo de produccion del mercurio aus triaco era tan alto que la mayor parte de el se consumia en Europa.14 Respecto a la llegada de azogue de las minas pe ruanas no hay datos disponibles. Finalmente, es importante agregar que desde los prime ros afios de la epoca independiente hubo gran interes por 9 Cross, 1976, p. 131. 10 Randall, 1986, p. 186. 11 "Memoria", 1855, p. 47. 12 Lerdo de Tejada, 1967, cuadros 15-17 y 29-35. 13 Randall, 1986, pp. 187-191. 14 Zarraluqui Martinez, 1934, p. 710. Ademas, Ascher, 1934, pp. 135-136 considera que la mina de Idria tuvo una importancia menor en el mercado mundial de mercurio debido a su corta produccion.

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 35

parte del gobierno de dar facilidades a los duenos de minas

de plata y beneficiadores nacionales para el aprovisiona miento de mercurio y para buscar minas de azogue en el pais. Por ejemplo, en el arancel de aduanas maritimas y

fronterizas del 15 de diciembre de 1821 se declaro el azogue extranjero libre de derechos de importation, y el 13 de fe brero de 1824 se expidio un decreto admitiendo el ingreso de azogue, cualquiera que fuera su origen, por navios de bandera amiga o neutral, autorizando asi la entrada al pais del mercurio de Almaden, principal fuente de abastecimien to de las minas de plata mexicana desde la colonia.15 Por otra parte, entre 1822 y 1824 se dictaron varias ordenes y decretos para fomentar la explotacion de las minas de azo gue en el territorio nacional.16

Monopolio mundial de los Rothschild de la produccion y la venta del mercurio! 1835-1850 Entre 1835 y 1850 el abastecimiento del mercurio a Mexico estuvo controlado casi totalmente por la familia Rothschild. Varios contratos celebrados con los gobiernos espanol y aus triaco le dieron el manejo de la produccion mundial de mer curio, de su comercializacion y de su distribucion, y la posi bilidad de un control total de los precios internacionales del producto. El precio mundial del producto dependio del mer cado de Londres. Desde el punto de vista interno destacan en esa epoca dos hechos: un estado belico intermitente que altero las ya precarias condiciones del mercado nacional, y los esfuerzos desplegados por los gobiernos nacionales para impulsar la biisqueda y explotacion de minas de mercurio en el pais para romper con la dependencia externa. En vista de los altos beneficios obtenidos a traves de las ventas exclusivas del azogue de las minas de Almaden y Al madanejos, el gobierno espanol continuo con este sistema al veneer el contrato con Inigo y Ezpeleta en 1835. En la subas 15 Galvan Rivera, 1853, pp. 382 y 912. 16 Galvan Rivera, 1853, pp. 912-913.

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36 INES HERRERA CANALES

ta participaron varios postulantes, entre los que se hallaban

los senores Rothschild e Hijos de Londres, quienes desea

ban agregar el control de las minas de Almaden al ya obteni do en 1831 por su pariente Salomon Rothschild en la mina de mercurio de Idria.17 De esta forma los Rothschild consiguie ron en 1835 el dominio total del mercado del producto. Este contrato fue el inicio de una serie de convenios entre el go bierno espanol y la familia Rothschild en 1835-1838, 1838 1843 y 1843-1847. Las condiciones pactadas en cada uno de ellos fueron semejantes: plazos de tres, cuatro y cinco afios, a precio fijo, mismo que aumento con cada convenio, y una

produccion anual de aproximadamente 20 000 quintales.

Asi los Rothschild manipularon a su arbitrio por espacio de doce afios la produccion mundial de azogue e impusieron los precios del producto, sin levantar en Europa grandes protes tas ni discusiones, gracias a la estrechez del mercado del azogue.18 De 1835 a 1847 los Rothschild manejaron 255 423 quintales de azogue,19 un promedio anual de 21 285 quinta les, cifra menor al consumo anual en esos anos.20 El control de abasto del mercurio en Mexico fue absoluto, lo que alento aiin mas las iniciativas locales de hallar azogue en el pais. El precio del mercurio se habia mantenido desde la decada de 1820 en 50pesos el quintal, pero al ponerse en vigencia el contrato con Ifiigo y Ezpeleta inicio un rapido ascenso; en 1835 habia superado los 100 pesos por quintal y asi se mantu vo en los aiios posteriores.21 17 Zarraluqui Martinez, 1934, p. 698. 18Gille, 1965, i, p. 414. 19Gille, 1965, i, pp. 699-701. 20 Acerca del consumo anual de azogue en Mexico se manejan varias cifras. Por ejemplo, al crease el Fondo de Azogue en Mexico en 1843 se calculo que el consumo de metal en el pais ascendia a 24 000 quintales anuales. Vease Velasco Avila, 1988, p. 124. Sin embargo, Antonio del Castillo dice que en esas mismas fechas, se produjeron solo 14 065 quinta les. Vease Castillo, 1845, citado por Ascher, 1934, p. 108. Si compara mos estas cifras con las que da Julio Zarraluqui respecto al consumo mun dial de mercurio en esos anos, 38 215 quintales, vemos que Mexico era el consumidor mas importante del producto a nivel internacional; vease

Zarraluqui Martinez, 1934, p. 708.

21 Randall, 1986, p. 187 y Cross, 1976, p. 139.

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 37

Al veneer en 1847 el ultimo contrato de los Rothschild con

el gobierno espafiol, aquellos no insistieron en uno nuevo como las veces anteriores. Existian algunos problemas en el mercado internacional para colocar el mercurio y se habian quedado con un remanente de 39 914 quintales de azogue sin vender. El origen de esta contraction en el consumo de mer curio provino de una baja de la demanda mexicana del pro ducto por la guerra mexicano-norteamericana de 1847 y por el inicio de los trabajos de explotacion en la mina de azogue de Nuevo Almaden, California (Estados Unidos).22 Los Rothschild permanecieron al margen de los negocios del mercado durante dos afios, en los que el gobierno espanol recurrio sin exito al sistema de subasta. En junio de 1847 el gobierno espafiol firmo un convenio con el Banco de Fomen to de Espana por el cual este se comprometia a vender el azo gue espafiol durante cinco afios pagandoselo a un precio fi

jo;23 sin embargo, debido a la contraction del mercado

internacional del producto, el Banco de Fomento no pudo sostener su propuesta. Tampoco funcionaron las ventas a comision que el mismo gobierno espanol pacto con el Banco Espanol de San Fernando en 1848,24 ni la nueva licitacion a la que se llamo en 1849 y que se declaro desierta. Ante la falta

de agentes que pudieran vender el producto, el gobierno de

Espana decidio ese mismo afio autorizar a los senores

Rothschild y Baring de Londres a vender azogue en comision y por cuenta del Tesoro Espafiol, con tan mala suerte que "no consiguieron dar salida a un solo quintal de azogue". Ante lo critico de la situacion, el gobierno espanol subasto nuevamente la produccion de Almaden en condiciones cada vez mas desventajosas. A fines de 1849 los Rothschild toma ron las existencias de azogue de Londres (que les quedaban del contrato de 1843) a un precio fijo, a condicion de que el gobierno espanol limitara la produccion de Almaden a 12 000 quintales anuales y se abstuviera de exportar mercurio.25 La estrategia de ventas de los Rothschild se habia modifi 22 23 24 25

Herrera Canales, 1988. Zarraluqui Martinez, 1934, p. 701. Zarraluqui Martinez, 1934, pp. 701-702. Zarraluqui Martinez, 1934, p. 702.

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38 INES HERRERA CANALES

cado ante la competencia de Nuevo Almaden en el mercado mexicano. En primer lugar, suspendio las ventas de azogue en el mercado internacional y, luego, llegaron a un acuerdo con los californianos. Las exportaciones de mercurio de Cali fornia llegaron a Mexico probablemente a fines de 1849 y co mienzos de 1850. Ante la inminencia de una baja brutal del precio, ambos abastecedores decidieron repartirse los consu midores y vender el producto en Mexico a un precio fijo.2 Esto duro solo un ano porque en 1851 el precio bajo en un 50% y siguio decreciendo (vease grafica 2). Asi terminaba la epoca de los precios altos del producto; de 1851 en adelante las alzas serian ocasionales. La entrada del mercurio californiano al mercado internacional habia t nido un efecto favorable para los consumidores mexicanos al modificar sustancialmente las condiciones de venta y distri bution del producto y obligar a los Rothschild a vender bara to el mercurio a Mexico. Durante todo el periodo 1835-1850 los intentos por encon trar mercurio en el pais se multiplicaron. El Gobierno Fe deral y algunos estatales promovieron entre 1835 y 1847 di

versas acciones tendientes a hallar azogue. La legislacion

minera mexicana de los afios 1835 a 1847 registra varias dis posiciones cuyo objetivo fue fomentar la mineria en general,

y la del mercurio en particular, con el fin de desarrollarla y

acabar con la dependencia del azogue extranjero que era cada vez mas onerosa. Desde 1838 el Establecimiento de Mineria, que habia sus tituido al Tribunal de Mineria en 1826, insistia en la necesi

dad de trabajar las minas nacionales de mercurio.27 En

1842, cuando se sustituyo dicha institution por la Junta de Fomento y Administrativa de Mineria, se planteo como un objetivo a corto plazo crear un sistema de distribucion y ad quisicion del azogue semejante al de la epoca colonial.28 Con este fin se creo el Fondo de Azogues, sobre la base de impues tos a lienzos y tejidos importados, que se destinaria a la ad quisicion y reparto equitativo del mercurio en el pais. El ob 26 Zarraluqui Martinez, 1934, p. 709; ademas, Ascher, 1934, p. 38. 27 Informe ,1838.

28 Velasco Avila, 1988, p. 123.

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Grafica 2 Precio promedio del mercurio en Nueva York,

200 160

I 120

1850 1860 1870 1880 1890

Fuente: Bailey y Everhart, Geological and Quicksilv

Geological Survey professional papers, 360, Un

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40 INES HERRERA CANALES

jetivo era comprar un stock de 24 000 quintales de azogue que

era el consumo calculado para Mexico en esos afios.29 Tam bien se faculto a la Junta para conseguir un prestamo de dos millones de pesos para comprar azogue en Espafia, con ga rantia del Fondo Dotal y las dos terceras partes del impuesto del 3 % que se cobraba como contribution al oro y la plata. El decreto del 24 de mayo de 1843 dio amplias franquicias al azogue nacional, reconfirmo reales ordenes del siglo xvm respecto a eximir de alcabalas a la mineria y relevo al mercu rio del pago de impuestos federales y municipales, asi como de la utilization de guias y pases para circular por el territorio nacional. Asimismo, se ofrecieron premios a los empresarios que extrajeran mas de dos mil quintales anuales de mercurio y, finalmente, se exento de contribuciones personales y del servicio militar a los operarios de esas minas.30 En la segun da mitad del afio 1843 el gobierno faculto a la Junta de Fo mento para trabajar, aviar y proteger las minas de azogue y mandar personas que reconocieran los criaderos de ese me tal. Mas tarde designo comisiones por departamento para re conocer y explorar cientificamente los criaderos de cinabrio. En forma especial, ordeno la formacion de un fondo para ex plotar minas de azogue en Jalisco.31 Los resultados del decreto del 25 de septiembre de 1843 que pidio el reconocimiento de las explotaciones mexicanas de mercurio no fueron espectaculares. Se obtuvieron algunos informes de minas pero nunca se reunieron los fondos nece sarios para apoyar su explotacion como eran las intenciones del gobierno.32 Por otra parte, parece ser que ninguna de es 29 Velasco Avila, 1988, p. 124. 30 Decreto del 24 de mayo de 1843 que da franquicias al ramo de azo gues, en Dublan y Lozano, 1876, p. 422. 31 Circular del Ministerio de Hacienda del 8 de julio de 1843 que dicta medidas para que se forme en el Departamento de Jalisco un fondo para la explotacion de las minas de azogue. Decreto del 14 de julio de 1843 del Su premo Gobierno autorizando a lajunta Departamental de Jalisco para im poner un prestamo para fomento de las minas de azogue de este departa mento, Dublan y Lozano, 1876, pp. 484-500. 32 "Informe que la Comision de reconocimiento de las minas de azo gue, por lajunta Directiva de Guanajuato, produce de las que se han podi do examinar en distintos puntos del departamento", Archivo Rul y Azca

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 41

tas minas era lo suficientemente rica ni de facil explotacion.

Cuando en 1846 Andres Castillero encontro la que hubiese sido la mas rica mina mexicana de cinabrio y quiso hacer efectivo el apoyo financiero del gobierno para trabajarla, nunca llego a obtener el prestamo por el inicio de las acciones

belicas en Estados Unidos.33 Finalmente, cuando comenzo la explotacion de Nuevo Almaden a gran escala, Alta Cali fornia era ya territorio norteamericano.

En fin, la busqueda de un abastecimiento seguro y expedi to, y a precios menores, fue infructuosa durante este periodo.

Los productores de plata vieron elevar sus costos de produc

tion y reclamaron rebajas en los impuestos que gravaban otros insumos de produccion de plata y la propia circulation del metal precioso, y pidieron que se les asegurara el abasto

de azogue. El precio del mercurio se man tuvo alto y, por otra

parte, la situacion politica era cada vez mas inestable: entre

1835 y 1850 hubo veintiun cambios de gobierno y dos

guerras con el extranjero, sin contar los levantamientos in ternos. Todo esto coadyuvo a alterar las condiciones del mer cado interno y a la inseguridad de los intercambios con el ex terior.

A pesar de tales circunstancias, de los elevados precios

internacionales del mercurio y del monopolio Rothschild, el abasto del producto a las minas mexicanas no se interrurn pio. Esto se manifesto en la tendencia creciente de la produc tion nacional de plata, que solo en el decenio 1841-1850 au mento un tercio con respecto a la decada anterior.34 LlBERACION DEL MERCADO MUNDIAL: 1851-1910

Este largo periodo esta marcado en su inicio por el termino del monopolio productivo europeo y el fin de la epoca de los precios altos del mercurio que rigieron el mercado interna cional desde 1835. Los ultimos afios muestran el ocaso del rate, caja 145, 3, ff. 188 a 205 v., 1844. 33 Herrera Canales, 1986. 34 Bernstein, 1964, pp. 13 y 14.

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42 INES HERRERA CANALES

sistema de amalgama por el azogue y sus remplazos por el metodo de cianuracion. Caracteristicas fundamentales del periodo 1851-1910 fue ron: el mantenimiento de bajos precios internacionales del azogue, la diversidad de fuentes de abastecimiento de mer curio a Mexico y la continuation de las ventas de azogue a nivel mundial en manos de unos cuantos agentes que con trolaban casi toda la produccion. En este abanico temporal es posible establecer una subetapa caracterizada por una competencia comercial entre el Nuevo Almaden california no y el Almaden iberico por conquistar el mercado mexica no, que no va mas alia de 1875. La rivalidad entre ambos abastecedores se fue tornando desigual por la diferencia de costos favorables al mercurio espafiol y por la contraction de

la produccion norteamericana. Sin embargo, el azogue cali forniano se siguio vendiendo en algunas regiones de Mexico hasta el siglo XX. Durante estos afios y hasta la decada de los ochenta siguie ron vigentes en el pais las precarias condiciones camineras y de transporte, la reglamentacion a la circulacion de mercan cias por territorio nacional, un ritmo lento de crecimiento de

la produccion de metales y una ausencia de cambios en las condiciones productivas de la mineria nacional. Desde el

punto de vista politico, esta es tambien una epoca turbulen ta: guerra de Reforma, invasion y establecimiento de una monarquia francesa en el pais y finalmente instauracion defi nitiva de los liberales en el poder. Con este ultimo aconteci miento da principio una epoca de mayor estabilidad y creci

miento economico que se desarrollara ampliamente en las dos decadas finales del siglo XIX. A partir de la decada de 1880 es notorio el cambio en las condiciones del mercado interno y en las de la mineria de me

tales preciosos. Desaparecieron las ultimas trabas a la circu lation de mercancias y se desarrollo un sistema ferroviario nacional que favorecio el abasto de insumos a los centros mi neros en forma rapida y a menor costo. Por otra parte, la pro

duction de plata mexicana y mundial crecio a un ritmo acele rado. De este modo, se incremento la demanda de azogue y se favorecio su acceso a Mexico por diversas vias y hasta re

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 43

giones antes mal abastecidas, como el centro, norte y nor oeste del pais. La llegada del mercurio de Nuevo Almaden al mercado

internacional a mediados del siglo XIX provoco cambios sig nificativos, no solo porque rompio el monopolio de produc tion y venta de los Rothschild sino porque abatio, en forma irreversible, los precios internacionales del mercurio y esti mulo el desarrollo de la mineria de la plata al disminuir el costo de este insumo y posibilitar la refinacion de minerales de leyes medias y bajas. La baja en el precio internacional del mercurio no fue in mediata al descubrimiento de Nuevo Almaden (1846). Du rante los primeros afios de la explotacion se mantuvo el acuerdo entre los productores europeos y californianos para mantener altos los precios, pero a partir de 1851 estos se des plomaron (vease grafica 2). HL\ flask de azogue, que en 1850 en San Francisco costaba 115 pesos, bajo en 1851 a 77, en 1853 a 55 y en 1858 a 49. En Londres el proceso fue semejan te, aunque mas lento que en Estados Unidos: 1850 jC 15; 1851. ? 13; 1853, ? 8; y 1857 ? 6. El precio se mantuvo en niveles bajos de 50 pesos el flask hasta 1875, yde 1876 hasta la primera guerra mundial a menos de 90 pesos, con leves os cilaciones. Las linicas alzas siibitas se registraron de 1858 a 1860 por el cierre temporal de Nuevo Almaden, y entre 1870

y 1875 cuando quebro la compania abastecedora de mercurio de California.35

El abastecimiento de mercurio a Mexico a partir de los anos cincuenta provino de varias fuentes. Si bien la mayor parte del azogue que se consumio en Mexico fue europeo, Almaden perdio el caracter de introductor unico y compartio desde fines de los cuarenta el mercado mexicano con los cali fornianos y en los noventa con los texanos.36 El mercurio ca 35 Ascher, 1934, pp. 151-152; Bayley y Everhart, 1964, fig. 91,

p. 29.

36 De acuerdo con las estadisticas del comercio de exportacion norte americano incluidas en Foreign, 1893-1915, el principal puerto de salida del

mercurio norteamericano al exterior desde mediados de la decada de los cincuenta habia sido San Francisco, California, y uno de sus destinos mas importantes era Mexico; a partir de 1893 crecio el trafico de mercurio hacia

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44 INES HERRERA CANALES

liforniano empezo a disputarle mercados a los Rothschild en Asia y America, y especialmente en Mexico, donde llego a ser su principal competidor.37

A pesar de la ventaja aparente que representaba su

cercania al pais, el mercurio californiano no llego a ser el de

mayor consumo en Mexico. La larga experiencia de los

agentes de los Rothschild en Mexico, su dominio del merca do mexicano por tres lustros, su gran capacidad economica y el menor costo del azogue europeo los convirtieron en casi invencibles competidores de los agentes del mercurio califor niano en nuestro pais. El esfuerzo de estos fue arduo en las areas mineras tradicionales y muchas veces resulto infruc tuoso. La captation del mercado mexicano para los califor nianos no fue facil, y sus exitos escasos; sin embargo, logra ron vender el producto a los refinadores del noroeste del pais y ocasionalmente del centro y de otros lugares del interior.38

Las fuentes de produccion de mercurio en el mundo si guieron siendo escasas en la segunda mitad del siglo XIX, lo que posibilito el control del producto por unos cuantos agen tes europeos y norteamericanos. Los Rothschild mantuvie ron bajo su control la mina espafiola de Almaden y con ello la distribucion y venta del mayor volumen de produccion mundial de mercurio; en un segundo lugar se situaron los agentes californianos. Las casas N. M. Rothschild e Hijos de Londres y Rothschild Hermanos de Paris fueron los agentes exclusivos del mercurio de las minas de Almaden entre 1857 y 1921, excepto de 1857 a 1866 cuando las ventas las realizo directamente el gobierno espanol. Estos acuerdos tan prolon gados entre los Rothschild y los espafioles se originaron en di

versos prestamos que ellos hicieron al gobierno y que fueron respaldados por la produccion y las propiedades mineras de Almaden, quedando de esta forma atada la comercializacion del mercurio espanol a los Rothschild por mas de medio si Mexico a traves de las aduanas fronterizas de Paso del Norte y Arizona. 37 Ascher, 1934, pp. 264 y 267. 38 New Almaden Collection, Stanford University, Series Corresponden ce, Reports and Statistics y Research Notes and Clipping (clasificacion del ano

1983).

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 45

glo.39 Debe tenerse en cuenta que la produccion de Almaden permanecio como la mayoritaria a nivel mundial luego de la contraction de la produccion californiana de mediados de los setenta, lo que le dio a los Rothschild aiin mayores ventajas en el mercado mexicano.40 Los convenios entre los Rothschild y el gobierno espanol fueron cada vez mas desfavorables para este ultimo. A partir de 1852 se puso fin al sistema de ventas generales del mercu rio al contado en publica subasta en Sevilla, sistema gracias al cual el gobierno espanol no era afectado por las fluctuacio nes del mercado. Esta vez el gobierno debio aceptar de los Rothschild condiciones mucho mas adversas despues de su fracaso a fines de la decada de 1840 al intentar poner directa mente en el mercado 70 000 quintales de azogue acumulados en esos aiios por falta de ventas y por la competencia del mis mo Rothschild y de California. Al no encontrar postor, el go bierno espanol llego a un acuerdo con los Rothschild para venderlo a comision y por cuenta del gobierno mismo.41 Di cho convenio se prolongo hasta 1857 cuando la Comision de Hacienda de Espana empezo a vender directamente el mer curio en Londres y Sevilla al precio fijado por el gobierno. Este sistema de venta directa duro ocho afios, al final de los cuales, debido a apremios financieros, el gobierno volvio a pedir un prestamo a los Rothschild que se pago parcialmente en mercurio. En 1867, ante la imposibilidad de cubrir el pago del remanente de dicho prestamo, los Rothschild aceptaron nuevos pagos en azogue a precio disminuido.42 A partir de 1870, esta relation se hizo mas ferrea y prolon gada. El gobierno espanol realizo en ese ano una operation de credito en metalico con los Rothschild de Londres y Paris

que ascendia a casi 1 700 000 libras con el respaldo de los

productos de las minas de Almaden.43 Los convenios otorga ron a los Rothschild el servicio de venta exclusiva de los pro ductos de estas minas durante 30 afios e hipotecaron tambien 39 Zarraluqui Martinez, 1934, pp. 711 y ss. 40 The Quicksilver, 1886.

41 Zarraluqui Martinez, 1934, p. 704. 42 Zarraluqui Martinez, 1934, pp. 713-714. 43 Zarraluqui Martinez, 1934, pp. 715 y ss.

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46 INES HERRERA CANALES

a su favor las minas, edificios, maquinarias y todo el estable cimiento. Entre otras ventajas que obtuvieron los Rothschild por estos convenios estaban la de recibir el 3 % de descuento en las ventas, 0.5 de corretaje y 2 de comision del importe de

las ventas, ademas de no pagar transporte, seguro y almace naje, porque lo absorbia el gobierno espafiol. En 1900 se re novo el contrato con los Rothschild de Londres para la venta exclusiva del producto, que se prolongo hasta 1921.44 La venta y distribucion del mercurio californiano, proce dente de Nuevo Almaden, la hicieron los agentes autorizados por la propia compafiia entre casas comerciales ligadas a la empresa y donde participaban sus accionistas. Desde fines de los afios 1840 hasta 1860 fueron agentes exclusivos de la Compafiia Nuevo Almaden para las ventas al exterior Bol ton, Barron y Compafiia de San Francisco, y Jecker, Torre y Compafiia, ambas casas comerciales que operaban en las costas del Pacifico mexicano.45 A partir de 1863 la Quicksil ver Mining Company of New Almaden mantuvo a Bolton y

Barron como agentes no exclusivos y contrato los servicios de

Darius Ogden Mills y Thomas Bell, quienes en los afios si guientes crearon en California un monopolio de ventas del

mercurio al interior y exterior del estado a traves de la Union

Mills and Mining Company. Esta distribuidora de azogue subsistio hasta 1875.46 De 1880 a 1890 cada una de las com panias mineras californianas de mercurio vendio directa mente sus productos hasta que en 1892, y debido a la crisis infligida a los productores de azogue por la adoption del sis tema de cianuracion, se creo un trust que se encargo de la ven ta de todo el mercurio producido en California.47

44 Zarraluqui Martinez, 1934, pp. 724 y ss. 45 Ascher, 1934, p. 37. Ademas, Shuck, 1897, i, pp. 20-28. 46 New Almaden Collection, Stanford University, Series Research and Notes and Unlisted (clasificacion del ano 1983). 47 Al comenzar la decada de los noventa del siglo xix se formo en Cali fornia el Executive Committee of the Quicksilver Producers para vender el

azogue a traves de una sola persona. Debido a que este tipo de agrupacio nes se declararon ilegales, en el ano 1892 se incorporo a dicha sociedad la Eureka Company of San Francisco que duro hasta marzo de 1907, fecha en que se disolvio al promulgarse la ley antitrust en el estado de California,

Estados Unidos. New Almaden Collection, Stanford University, varios.

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MERCURIO PARA REFINAR LA PLATA MEXICANA EN EL SIGLO XIX 47

Los esfuerzos desplegados por los mineros nacionales a lo largo del siglo para encontrar mercurio en el pais habian sido infructuosos y nunca se llego a producir en Mexico lo suficiente como para cubrir las necesidades de los refinado res. En 1880 el mercurio nacional satisfacia menos del 20% de la demanda; el resto era de importation. Un cambio drastico se introdujo en la tecnica de refina cion de los metales preciosos en la decada de 1880, al utili zarse con exito un nuevo catalizador para separar los meta les nobles de la mina.48 El metodo por cianuracion empezo a usarse en Mexico en la ultima decada del siglo XIX, aun que su utilization amplia tardo unos aiios mas.49 Sin em bargo, desde los aiios noventa comenzo a registrarse un des

censo en las importaciones de mercurio al pais, que se acentuo hacia 1905 cuando la mayor parte de las grandes empresas mineras de metales preciosos habian cambiado ya sus viejas haciendas de patio por plantas de cianuracion (vease grafica 3). Habian terminado asi mas de tres siglos de refinamiento de los metales preciosos con mercurio, y de la vigencia del

viejo sistema de patio creado en la Nueva Espafia por Barto lome de Medina en 1555. Como una paradoja frente a la lar ga lucha desplegada por los mineros mexicanos para encon trar azogue en su propio territorio, en la primera mitad del siglo XX el hallazgo de minas de mercurio y la produccion del metal crecio especialmente en aquellos estados que ha

bian explotado metales preciosos como Zacatecas, Guerre ro, Durango, Chihuahua y San Luis Potosi.50

48 Desde antes del siglo xix se sabia en los laboratories quimicos que el oro se podia disolver en una solucion de cianuro de potasio, pero pasarian muchos afios antes de que este metodo se aplicara a la mineria de los meta les preciosos. No fue sino hasta la decada de 1880 cuando se uso con exito en la metalurgia del oro y, afios mas tarde, en la de la plata. Scheidel, 1894, pp. 9 y ss. 49 Bernstein, 1964, pp. 45-46. 50 Gonzalez Reyna, 1947, pp. 200-201.

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48 INES HERRERA CANALES

Grafica 3 IMPORTACION Y PRODUCCION DE MERCURIO EN MEXICO, 1889-1910

20 / \

^'Importacion n. ' Vi \

<*>

\

Producc

v.y V\

oJ?i?i

t-

1888 1892 1895 1900 1905 1910

-1-

Fuente: Alvarado y Herrera, Principales productos del comercio

cano del siglo xix. Mexico, Cuaderno de Trabajo num. 4 p. 27; Gonzalez Reina, Mineria y riqueza minera de Mex Banco de Mexico, 1944, anexo.

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SOCIEDADES DE SIRVIENTES Y USO DEL ESPACIO EN LAS HACIENDAS DE YUCATAN: 1800-1860 Pedro Bracamonte y Sosa Universidad Autonoma de Yucatan

El desarrollo arquitectonico de las fincas rurales es una muestra de su capacidad de acumulacion de capital, y al mis mo tiempo la mas evidente expresion del poder social que tu vieron sus amos. Un poder material y simbolico ejercido so

bre una amplia servidumbre acasillada. Tierras, planta y

servidumbre fija fueron los tres anhelos de todo hacendado yucateco, pero de estos factores fue en la planta en la que se invirtio la mayor parte del capital fijo y total. Por lo tanto, la

fisonomia cambiante, la distribucion de los espacios produc tivos y habitacionales y los bienes de las haciendas de Yuca tan, entre 1800 y 1860, dicen mucho de ese poder. Se conocen varias facetas del dominio que los hacendados tuvieron sobre la servidumbre de las fincas rusticas de Yuca tan. Sin embargo, por lo regular se han abordado las vertien tes economicas y compulsivas como el endeudamiento, el acasillamiento y los castigos corporales,1 y poco se ha anali zado la dimension ideologica y cultural de ese dominio. La condicion de servidumbre quedaba definida tambien por una ideologia de superioridad blanca e inferioridad indigena. Este articulo pretende dar cuenta de la utilization del espacio en las haciendas y en general del entorno como formas de su jecion social. La distribucion de los espacios y otros atributos 1 Al respecto, pueden consultarse Stephens, 1984, pp. 144-147; Cline,

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HMex, XL: 1, 1990 53

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54 PEDRO BRACAMONTE Y SOSA

de la arquitectura ayudaron a moldear el caracter servil de las sociedades de sirvientes acasillados. En la hacienda, cada actividad social poseia su propio espacio y cada integrante accedia a esos espacios de manera diferenciada. Entiendo por sociedad o microsociedad de sirvientes al asentamiento permanente y organizado de familias ubicadas en solares, formando una o mas aldeas en el interior del fon do de la hacienda. Sus integrantes estaban insertos en una rf gida estructura jerarquica, determinada por la actividad en el trabajo e influida fuertemente por el origen etnico, de lo que se desprendian dos categorias sociales: los asalariados mestizos y los luneros indigenas.2 Esta sociedad adoptaba una estructura religiosa dedicada a la adoration del santo pa trono de la hacienda, en dependencia del cura en cuya parro quia quedaba situada la finca. La vida religiosa solia incluir un sistema de cargos al estilo de una cofradia. Las familias formaban grupos de parentesco, de caracter patrilocal con tendencia a la endogamia. Las reglas del intercambio econo mico (sistema de endeudamiento), las reglas de la retention de la mano de obra (sistema de acasillamiento) y las reglas dis

ciplinarias (sistema de castigos) terminaban por cohesionar a la sociedad en dependencia de la finca. Desde la cuspide

y mediante los puestos de mando, el administrador y el ma yordomo, el hacendado determinaba sobre la vida laboral y economica e influia sobre la religiosa. El desarrollo de cada

una de estas sociedades de sirvientes estaba articulado a

la buena marcha del negocio y en general al desarrollo de la

hacienda.

Cualquiera que fuera el origen de las tierras, fincar una hacienda y acrecentarla dependia del capital disponible y era

un asunto de varias decadas. La mayoria empezo como es

tancias de ganado mayor, con licencia para situar 25 cabezas que dieran principio a la actividad. En su origen, en el siglo

XVII, la estancia yucateca solo dispuso, por lo regular, de 2 En Yucatan se denominaba luneros a los indigenas que obtenian una parcela para cultivos de maiz de subsistencia, pagando como renta un dia de trabajo semanal a la hacienda. Se Uamaba arrendatarios a quienes al quilaban tierra para cultivos comerciales, que pagaban en dinero. Vease Bracamontey Sosa, 1988, pp. 626-632.

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SOCIEDADES DE SIRVIENTES Y USO DEL ESPACIO EN HACIENDAS 55

una casa principal de paja y otras para uno o dos vaqueros que la Servian, corrales hechos de albarrada sencilla, un pozo con noria y el bebedero.3 Habrian de pasair varias decadas para que de ese embrion surgiera la planta edificada de cal y canto y otras tantas para que se hiciera ostentosa. En este de sarrollo de la planta de las haciendas se distinguen tres estados

arquitectonicos ubicados desde mediados del siglo XVII hasta 1860. Las haciendas cursaron por cada uno de ellos de forma particular, en ocasiones lentamente y a veces con cierto dina mismo. Con todo, considero que los estados constructivos estan en correspondencia con los periodos de evolucion pro ductiva y en particular con el creciente dominio extraecono mico sobre la servidumbre. El primer estado puede denomi narse formativo; el segundo, de desarrollo, y el tercero, de consolidacion. A cada estado arquitectonico correspondio un grado de desarrollo de la sociedad de sirvientes, tanto desde el punto de vista cuantitativo como en la complejidad de su estructura social.

Desde su surgimiento como estancias, en el siglo XVII, hasta finales del siglo XVIII predominaron las unidades con plantas en estado formativo. Durante los primeros treinta

afios del siglo XIX se expandieron las haciendas cuyas

construcciones correspondian al estado de desarrollo. Las fincas con edificaciones en estado consolidado fueron mas numerosas despues de 1840. En particular en la region noro este, estos tres estados correspondieron a una prolongada fase economica asociada al ganado como producto principal y al maiz. En esta region, una fase posterior se inicio desde 1870 con la subita transformation de las fincas en unidades de cultivo y desfibracion de henequen, lo que propicio una profunda variation en el desarrollo arquitectonico de las ha ciendas. La fase henequenera, que queda fuera de los propo sitos de este escrito, abarca con su epoca de esplendor y crisis subsiguiente hasta la reforma agraria del siglo XX. Posterior

mente vino el abandono y la destruction. Sin embargo, los tres estados constructivos a que hemos

hecho referencia no corresponden fielmente a periodos 3 Millet Camara, 1985, pp. 36-41; Patch, 1981, p. 58.

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historicos definidos. Se trata de conceptos con los que pueden calificarse las caracteristicas constructivas sucesivas y los bie nes de cada finca, pero cada caso era diferente. Cada hacien da sufrio transformaciones particulares a su propio ritmo y diversas fincas eludieron uno o dos estados. De todas mane ras, en periodos historicos de largo plazo encontramos el pre dominio de haciendas en determinado estado, que se explica porque en general el desarrollo de la arquitectura seguia el ritmo marcado por la acumulacion de capital y por el crecien te control sobre la fuerza de trabajo.

Es evidente la relation del estado constructive de la planta con el tamafio economico de la hacienda. Las plantas en esta do formativo y en desarrollo corresponden, por lo regular, a las haciendas pequefias y medias respectivamente, y las plan tas consolidadas, a su vez, se relacionan con la gran hacien da. Pero tampoco aqui se trata de una relation sin contra tiempos, sobre todo porque las haciendas pasaban por crisis productivas periodicas. De acuerdo con las descripciones de plantas consultadas puede considerarse que las haciendas en estado formativo podian valer hasta 800 pesos, las de desa rrollo entre esta cantidad y 4 000 pesos y las de estado conso

lidado de 4 000 a 12 000 pesos o aun mas.4 En los documentos consultados entre 1800 y 1860 se en cuentran facilmente descripciones de fincas en estado forma tivo.5 Algunas eran antiguas estancias y muchas otras asen tamientos nuevos, pero en general en todas ellas se nota la idea del progreso.6 En el estado formativo las plantas de las 4 A 182 inventarios de haciendas de Yucatan, entre 1800 y 1860, les asignan un valor minimo de 425 pesos y un maximo de 23 876.60 pesos. Vease Bracamontey Sosa, 1989, anexos estadisticos. 5 Una somera descripcion de la planta de las haciendas de la peninsula de Yucatan puede encontrarse en Cline, 1950, pp. 388-390. 6 Pueden consultarse como ejemplos de haciendas en estado formativo los expedientes del AGN, BN, relativos a Acula, curato de Motul, 1802 (vol. 10, exp. 2); Subun, curato de Homun, 1810 (vol. 159, exp. 8); San Francisco Javier, curato de Homun, 1814 (vol. 12, exp. 26); Santa Maria Yaxche, cercanaaMerida, 1815 (vol. 12, exp. 18); Chembalam, pueblo de Chicxulub, 1832 (vol. 28, exp. 7); San Juan Bautista Buenavista, curato de Cacalchen, 1835 (vol. 36, exp. 24); Xtabay y San Antonio, curato de Hoctun, 1836 y 1837 (vol. 32, exp. 2); Xcanchakan y Jesus Maria Chan,

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SOCIEDADES DE SIRVIENTES Y USO DEL ESPACIO EN HACIENDAS 57

haciendas emplearon materiales y procedimientos de cons truction similares a los utilizados por la poblacion indigena y mestiza para la edification de sus viviendas y divisiones entre solares. Solamente se introdujeron algunos eiementos mas solidos, especialmente en los cimientos, piso y noria. A partir

de este momento es una constante que la construccion de la casa principal y de la noria se realizaran sobre su plataforma.

El esquema de la primera planta o conjunto arquitectonico central de lo que puede llamarse hacienda era una casa prin cipal hecha regularmente de cimientos de cal y canto, pare des de bajareque o madera ripiada y techo de dos aguas con un armazon y caballete de madera cubierto de guano o de zacate. Sus dimensiones, empero, tendian a ser mayores que las utilizadas por los indigenas. Las puertas y ventanas, bur das, se hacian de maderas de la region. Contaba con un co

rral principal, uno o dos trascorrales, un chiquero y una manga cuyas divisiones se construian de albarrada sencilla o doble y en sus entradas se colocaban rejas de madera dura, predominantemente de jabi, pendientes de pilastrones de mamposteria. Podian existir otras construcciones accesorias como despensas o casa de colmenas, de los mismos materia les que la construccion principal. El ajuar y los utiles de servicio de las casas principales muestran la pobreza de las fincas en estado formativo; los utensilios eran los indispensables para la vida del mayordo

mo y para las visitas esporadicas del propietario.7 Los

instrumentos de trabajo dejan ver su dedication a la ganade ria y en menor medida al cultivo de maiz. Un ejemplo es la finca Chembalam, de la jurisdiccion de Chicxulub. En 1832 tenia como instrumentos de trabajo tres sillas vaqueras, curato de Acanceh, 1837 (vol. 37, exp. 44); Dzibichaltun, curato de Con kal, 1837 (vol. 37, exp. 24); Tinul, curato de Mococha, 1838 (vol. 23, exp. 9); Santa Rita, curato de Oxkutzcab, 1841 (vol. 5, exp. 1); Pontho, curato de Hunucma, 1842 (vol. 8, exp. 46); Mucuyche, curato de Bocoba, 1847 (vol. 6, exp. 19); San Juan Bautista Xculub, curato de Santa Ana de

Merida, 1856 (vol. 15, exp. 25).

7 Por ejemplo, en Xtabay los muebles de la casa eran un fusil, tres si llas inutiles, un butaquito, un taburete inutil, siete platos enteros y cuatro

desportillados, dos pozuelos, un vaso y un batidor. Vease AGN, BN, vol.

32, exp. 2.

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cuatro enjalmas, dos pares de chaconeras, dos hachas, un azadon, cuatro barretas, un mazo, un martillo, una cuchara

de albanil y un juego de bombear.8 Otros implementos

usuales en este tipo de fincas eran el fierro de capar, despica deras, barreno y estaqueador, sierra, marca de colmenas, frenos, espuelas, costales, enj almas y botijuelas.9 En la ha cienda Xkanchakan habia una carreta y un bolankoche, que no eran comunes en estos establecimientos.10

El oratorio pocas veces tenia una casa propia. Por lo regu lar ocupaba un rincon en la casa principal. Desde luego, esta ba dedicado al santo patrono, pero tambien eran frecuentes otras imagenes del santoral catolico e implementos de altar. No habia utiles para el oficio de ceremonias religiosas, sino mas bien eran tenidos como lugares domesticos de oration. Para los sacramentos religiosos los sirvientes acudian a los pueblos mas cercanos del curato en que estuviera comprendi da la hacienda. Sin embargo, el nombre del santo patrono precedia al nombre maya de la finca, adoptado este del ceno te, aguada o tierras en que se originaba la propiedad. Dos ejemplos ilustran ese tipo de lugares. El oratorio de

Acula era una mesa de madera con un San Jose de bulto, de tres cuartos de alto.11 En Yaxche existia, en 1815, una casa riistica como oratorio. La patrona era la Sefiora de la Purisima Conception, cuya imagen, vestida de lana, tenia

8 Como se trataba de una hacienda en crecimiento tenia almacenados diversos materiales de construccion, seguramente para la casa principal. Vease AGN, BN, vol. 28, exp. 7. Un segundo ejemplo son los inventarios de las haciendas Xtabay y San Antonio. Vease AGN, BN, vol. 32, exp. 2. 9 AGN, BN, vol. 37, exp. 44. 10 Catherwood realizo la litografia de la suntuosa hacienda Xcancha kan durante el recorrido en el cual acompafio a Stephens en 1841-1842. Vease Stephens, 1984, p. 145. Esta, sin embargo, no se trata de la misma finca que referimos en el texto y en la nota 5 (vease AGN, BN, vol. 37, exp.

44). Aunque ambas estaban enclavadas en una misma area, son dos ha ciendas diferentes. La que visito Stephens estaba en la jurisdiccion de Acanceh, la otra aparece indistintamente en Acanceh o en Tecoh. Pueden consultarse al respecto las listas de haciendas de 1828 en la recopilacion do cumental realizada por Arrigunaga Peon, 1982, pp. 342, 430-431. La re peticion de nombres era fenomeno comun en Yucatan, debido a la gran cantidad de fincas que se asentaron en la Peninsula. 11 AGN, BN, vol. 10, exp. 2.

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SOCIEDADES DE SIRVIENTES Y USO DEL ESPACIO EN HACIENDAS 59

una corona y media luna de plata. Estaba situada en un ara y tabernaculo. Entre otros utiles habia dos candeleros de pla ta y dos de hoja de lata.12 Las imagenes o santos de bulto eran los preferidos y desde luego los habia muy diferentes en

cada oratorio. En el de Santa Maria Chan presidian un San to Cristo situado en una urna, con corona y clavos de plata, una Dolorosa en cuadro con cuatro ramos de flores de lata y un cuadro de la Sefiora del Buen Viaje.13 Los ranchos que se desarrollaron profusamente desde la segunda mitad del siglo XVIII tuvieron una arquitectura si milar a las haciendas en formacion. Eran asentamientos bas tante burdos, de viviendas rusticas y casas de trabajo alrede dor de un campo abierto o plazuela sembrada de arboles. A diferencia de las haciendas sus espacios estaban menos deli neados y su principio era explotar una reserva de recursos naturales y no tanto fincar una propiedad permanente. Ar quitectonicamente, los ranchos casi nunca salieron de su es tado rustico, de materiales perecederos, siempre fueron luga

res de trabajo, nunca de recreo. Pero incluso un rancho

requeria de cierto capital que la mayor parte de la poblacion indigena y mestiza de la Peninsula no tenia. El capital de un rancho podia llegar a ser equivalente al de una hacienda me dia. Por ejemplo, el rancho San Antonio situado en el partido de Hecelchakan, en 1839 se valuo en 4 453 pesos. Producia cafia de azucar y explotaba el palo de tinte.

Lo que puede considerarse la planta de San Antonio era

una casa principal de embarro cobijada de guano, valuada en 16 pesos. Otra casa un poco mas pequena se utilizaba para que durmieran los peones, y una tercera servia de estancia a los arrieros que eran seguramente los que transportaban el

azucar a Hecelchakan. Una cuarta casa rustica servia de

habitation al mayordomo. Una casa de guano, de 12.6 por 5.8 metros, se usaba para almacenar las maderas de tinte que luego se enviaban por un canal abierto hasta la playa. El ca nal era muy extenso, de legua y media de largo y de 2.1 me tros de ancho por 1.6 de profundidad, y se valuo en 900 pe 12 AGN, BN, vol. 12, exp. 18. 13 AGN, BN, vol. 37, exp. 44.

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sos. Para el movimiento del palo de tinte Servian una canoa y dos cayucos. En la playa, donde concluia el canal, el ran cho adjunto llamado Jaina consistia en una casa de paja en un solar sembrado de cocos y frutales. Para la elaboration del azucar se construyo una casa de paja para el tren de azu car, de 16.8 metros de largo y 6.7 de ancho, y otra para las pailas, de igual medida. La molienda se efectuaba en diez trapiches y el cocimiento en diez pailas. Los utiles muestran la dedication de San Antonio al corte de palo de tinte y al cultivo de la caiia.14

Las sociedades de sirvientes que corresponden al estado

formativo de la planta estaban constituidas por unos cuantos trabajadores fijos y sus familias. Los sirvientes eran relativa mente independientes y ligados todavia a sus pueblos de ori gen. No se habia definido el espacio religioso de uso publico porque no estaba cimentada la organization religiosa en tor

no del santo patrono. Tampoco se habia desarrollado sufi cientemente la jerarquia en el trabajo y las categorias socia les. Era clara la funcion economica de la hacienda como

empresa, pero no sucedia lo mismo con la estructura social. En la medida en que la hacienda ampliara su planta fisica, abriera espacios al culto religioso, otorgara nuevos solares, etcetera, en esa misma medida encauzaba la organization social de sus acasillados. Conforme se acrecentaban el ganado, los cultivos, la can tidad de sirvientes y el capital disponible, se requerian mejo ras en las construcciones de la planta. Una mayor parte del capital empezo entonces a destinarse a esas obras. Las mejo ras fincaban la propiedad, la hacian permanente, estable y productiva. Se invertia en mejorar el abastecimiento de agua e implantar el riego. Mas cabezas de ganado, caballos y mulas requerian corrales extensos, chiqueros, mamanta deros, caballerizas, etcetera. La produccion de pieles, miel, cera, frutas, hortalizas, maiz, arroz, palo de tinte, anil, azucar, aguardiente y otros productos requeria de casas de trabajo y de bodegas. Al mismo tiempo, las mejoras cons tructivas se traducian en expresion de prestigio y poder. 14 AGN, BN, vol. 3, exp. 20.

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SOCIEDADES DE SIRVIENTES Y USO DEL ESPACIO EN HACIENDAS 61

El estado de desarrollo se caracteriza por la sustitucion de los materiales perecederos y tradicionales y p>or una diversifi

cation y especializacion de los espacios, lo que requeria de continuas inversiones. Los muros de la casa grande se hacian de cal y canto, con piso del mismo material, aunque se conti nuara techando durante algun tiempo con guano o con zaca te. Se abria una sala y dos o tres cuartos anexos y se empeza ba la construction, cuando menos, de un corredor al frente de la casa, techandolo asimismo de guano. Las ventanas y puertas exteriores e interiores eran mas espaciosas y de ma dera mejor trabajada. Posteriormente el techo de la casa y el corredor se cambiaban empleando una solution constructiva que consistia en un mortero sostenido por una fila cerrada de

vigas delgadas que descansaban sobre pesadas vigas de ma dera dura (zapote, pich o jabi) denominadas madres, ubica das en una fila mas espaciada, de pared a pared. Las vigas madre se apoyaban regularmente, a su vez., en soleras o en canes que auxiliaban en el soporte.15 Las albarradas diviso rias de los espacios abiertos fueron sustituidas por paredes de cal y canto y se construyeron el arco principal para la entrada

a la manga y otros menores en las entradas de los corrales. El uso de cal y canto y el techado de mortero, asi como la

complejidad que adoptaban los espacios habitacionales y

productivos, requeria el trabajo de artesanos y especialistas no indigenas contratados por salario. Habia suficientes hom bres experimentados en ello en la Peninsula, constructores y carpinteros. Desde ese momento puede empezar a hablarse de un disefio arquitectonico de influencia urbana, en sustitu cion gradual de la construction indigena que habia predomi nado en el estado anterior. Es frecuente encontrar en los in ventarios de hacienda de este estado diversos materiales e 15 Algunos ejemplos de plantas de hacienda en estado de desarrollo que pueden consultarse en AGN, BN, son: Santa Ana Ich-chucum, 1802 (vol. 12, exp. 68); Kankabdzonot, 1802 (vol. 10, exp. 6); Petectunich, 1812, curato de Acanceh (vol. 12, exp. 2); San Antonio Xpip, 1824 (vol. 35, exp. 33); San Jose Tiholop, 1810 (vol. 12, exp. 61); Santana, compren sion del pueblo de Mama, 1826 (vol. 13, exp. 12); Xmaic, comprension de Tekit, 1824 (vol. 8, exp. 4); Suytunchen, curato de San Sebastian de Meri da, 1847 (vol. 6, exp. 32).

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instrumentos de construccion y edificaciones en proceso.16

A una mayor variedad y volumen de produccion corres pondio mayor cantidad de sirvientes y nuevas necesidades de

espacio para llevar a cabo los objetivos planteados. Los ha

cendados buscaron en el disefio las soluciones para organizar el uso de dichos espacios y recursos. Se trataba de un disefio mas bien empirico regido por dos principios entrelazados, el rendimiento economico y el dominio social, y se adecuaba al clima, relieve y recursos naturales de la Peninsula, emplean do materiales de la region. Aunque los espacios y sus funciones habian quedado bien definidos ya, las construcciones no seguian un modelo o pa

tron arquitectonico unico, en buena medida porque eran producto de modificaciones subsecuentes que dependian de capital disponible y porque pasaban de un duefio a otro con cierta frecuencia. La idea para edificar o promover mejoras provenia del hacendado que consultaba a constructores que tuvieran experiencia en ese tipo de edificaciones. En general,

no eran comunes las inversiones fuertes para destruir anti guas construcciones y edificar plantas completamente nue vas. Lo mas comun era la construccion progresiva y mas bien lenta, que puede resumirse en terminos de la epoca en la idea de "fincar y acrecentar,\17 De todas formas, aun con modelos arquitectonicos diver sos, son identificables cierto numero de espacios comunes en las haciendas en estado de desarrollo. El esquema que puede obtenerse de las descripciones consultadas es el siguiente: la planta se formaba de una casa principal o grande ubicada so bre una plataforma, o bien se edificaba de dos plantas. La casa grande disponia de sala, dormitorios y corredores techa dos a su alrededor. En uno de los cuartos cabeceros del corre dor del frente, o en construccion separada, se ubicaba el ora

torio o capilla para guarecer y adorar al santo patrono y

celebrar los sacramentos catolicos. Algunas de estas capillas Uegaron a ser auxiliares de parroquia y tuvieron varios ane xos: sacristia, habitation del cura y camposanto. 16 AGN, BN, vol. 35, exp. 32. 17 Buenavista, en el curato de Hocaba, es un buen ejemplo. Vease

AGN, BN, vol. 20, exp. 7.

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SOCIEDADES DE SIRVIENTES Y USO DEL ESPACIO EN HACIENDAS 63

A uno de los costados de la casa grande se construia el co rral principal y uno o dos trascorrales con arcos o con pilas trones y rejas de entrada, el chiquero para becerros y el bu rrero. En los corrales y otros espacios abiertos se plantaron arboles frondosos, como ramones y laureles, para dar som bra al ganado. En los corrales era indispensable contar con bebederos, que solian ser de canteria. A otro costado de la

casa se cultivaba una huerta de arboles frutales o utiles y hor talizas, con un sistema de riego por gravedad mediante carie

ria fija. El agua para el consumo humano y de los animales y para los cultivos de la huerta se obtenia de uno o dos pozos con noria movida por traction animal y ubicados sobre ande

nes. El agua se almacenaba en un tanque o caja de agua

abierto, para su control y distribucion. En la huerta se usa ban pilas para dirigir el riego. Al frente de la casa se situaba la manga o plazuela. En uno de sus extremos se levantaba un arco principal, mediante el cual se daba entrada al dominio del hacendado. En otras oca siones el arco del corral principal servia de entrada general. En torno de la manga, sembrada de arboles de sombra, esta ban los solares y viviendas de los asalariados; alejados queda ban los solares de los luneros, aunque muchos de estos sir vientes habitaban en pequenos caserios en los montes de la propiedad. En los bajos de la casa principal, cuando era de dos plantas, se ubicaban las bodegas para los implementos de trabajo y los productos. A veces las bodegas tenian construc ciones separadas, al igual que el cuarto para las trojes. Tam bien era usual que la cocina y la despensa tuvieran pequefias edificaciones anexas o separadas de la casa. En las haciendas productoras de maiz y otros granos, la casa de trojes tenia una edification mas espaciosa y siempre con ' 'buena puerta, cerrojo y Have" para un mejor control de

las existencias y para evitar robos. En las haciendas produc toras de anil se contaba con una casa, siempre riistica, para el ingenio. Las haciendas que cultivaban y procesaban cafia de azucar incluian una casa para el tren de azucar o de bati cion y alambiques, una casa de calderas y una casa de seca dores de azucar. En general, las fincas contaban con pilas para curtir pieles.

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64 PEDRO BRACAMONTE Y SOSA

Toda hacienda tenia en el interior de la huerta o lugar ane xo una casa de colmenas, de materiales rusticos. La planta quedaba asentada en un desmonte de las tierras, que solia es tar cercado de albarrada, al que se tenia acceso por caminos de herradura o carreta.

Una tendencia general ya advertida de las haciendas en es tado de desarrollo fue convertir la casa principal en construc

tion de dos plantas. En estos casos la construccion era mas bien compacta que extendida, sin que perdiera por ello venti lation, ya que las habitaciones quedaban en la parte superior con techos muy altos y se adicionaban de ventanas de dos ho jas de amplios vanos. Los bienes, aperos de servicio y granos quedaban a buen resguardo en la planta baja.18 En ocasiones se edificaba una casa principal mas moder na, junto a la antigua de materiales perecederos, y se dejaba esta como anexa temporal, asignandosele algiin uso. Asi ha bia quedado la hacienda Chacsiviche, del curato de Muna, en 1827. Tenia entonces dos casas principales, una de mam posteria y otra cobijada de guano. Al estar ubicada en el sur, de mayor produccion agricola, tambien contaba con tres ca sas de cal y canto con techo de guano que le Servian de grane

ros y despensa.19 En 1838, en una segunda descripcion, ya solo existia la casa principal de piedra.20 En diversos casos las haciendas se expandian territorial mente por la adquisicion o fundacion de otras fincas a las que

mantenian como anexas. Pero las haciendas anexas no te

nian siempre el mismo desarrollo arquitectonico que la ha cienda principal; permanecieron como auxiliares en la orga nization territorial de la produccion y del trabajo. Ademas, en la peninsula de Yucatan no se vinculaban territorialmente varias propiedades bajo una sola administracion. Lo comun en estos casos era una hacienda principal y una o dos fincas anexas.21 Posteriormente, cuando tuvo lugar el desarrollo 18 Pueden verse como ejemplos las descripciones de las haciendas Bo lontunil y Oncan, en AGN, BN, vol. 28, exp. 12; vol. 3, exp. 24. 19 AGN, BN, vol. 13, exp. 5. 20 AGN, BN, vol. 23, exp. 12. 21 La hacienda Hunxectaman y su anexa Xcapayholca ejemplifican el desarrollo constructive de este tipo de propiedades. Vease AGN, BN,

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SOCIEDADES DE SIRVIENTES Y USO DEL ESPACIO EN HACIENDAS 65

henequenero, las fincas anexas tendieron a transformarse en establecimientos separados.

Durante la primera mitad del siglo XIX, la planta solia

contener los solares de la servidumbre avecindada, pero esta no era una regla general. La servidumbre asalariada si vivia alrededor de las mangas, pero los renteros de parcelas, 11a

mados luneros, podian vivir dentro o fuera de la planta. Cuando habitaban en el interior, lo hacian alrededor de la manga o en el desmonte cercado, como lo atestiguan las nu merosas descripciones consultadas. En otras ocasiones,

cuando la extension territorial lo permitia, los luneros forma ban ranchos en los montes para explotar un area con cultivos

de maiz.

En terminos generales se establecio una jerarquia habita cional, que concuerda con la segmentation estamental de las microsociedades establecidas en las haciendas, desde la casa principal reservada a las visitas del propietario bianco, hasta el solar y casa absidal de paja del lunero indigena. En el esta do de desarrollo los mayordomos empezaron a habitar en una de las piezas de la casa principal o en una construccion de piedra adjunta. En las haciendas mas ricas otros asalariados como los mayorales, maestros de azucar y los vaqueros tenian viviendas de cal y canto; pero la generalidad continuo siendo la casa nistica de hechura indigena en un solar cercado de al barrada, en donde la familia de sirvientes tenia sus hortalizas,

arboles, plantas medicinales, henequen, cerdos y aves. Una de las necesidades apremiantes de toda finca habia sido el abastecimiento permanente de agua para el ganado y las familias de sirvientes, lo que se soluciono con la construc tion del pozo con noria y la caja o tanque de agua. Con esa base se emprendio el fomento de huertas de frutales y hortali

zas cuyo establecimiento dependio de un sistema de riego, particularmente en la region noroeste con menor indice de precipitation pluvial. El agua del tanque se distribuia por gravedad a los arboles y eras de la huerta mediante caneria fija de cal y canto, y se regulaba por medio de algunas pilas. En diversas haciendas en estado de desarrollo se fueron vol. 43, exp. 31; vol. 5, exp. 40.

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creando cierto tipo de construcciones que mostraban un claro principio de ornamentation arquitectonica y ademas sitios de recreo para la familia del propietario. En el inventario de 1840 de Santa Maria Idzincab, en la jurisdiccion del pueblo de Uman, se hace referencia a una caballeriza de mamposte ria con cinco arcos y pilares de canteria, seguramente para caballos finos, construction dificil de encontrar en muchas haciendas de esa epoca.22 En otros casos los inventarios des criben el inicio de decoration exterior. En el inventario de

1847 de San Juan Dzonot, situada en la jurisdiccion del pue blo de Sicpach, el corredor de cuatro arcos aparece encorti nado, y se habia de una ventana de la casa principal de hie rro, cosa que no es comiin en los demas inventarios.23 Las haciendas con fuerte produccion agricola se diferen ciaron un tanto de las haciendas ganaderas, en sus edificacio nes y distribucion espacial. En las fincas productoras de anil habia, ademas de la planta traditional, casas de trabajo 11a madas ingenios de anil. Las haciendas Kanchen, Chalamte y Chem, situadas en la jurisdiccion del pueblo de Sudzal, eran productoras de anil en 1833. En Kanchen, aparte de la casa principal y los corrales habia cuatro galerones de paja para las maquinas de cocimiento y baticion del anil. La rueda o maquina en que se hacia la baticion estaba en un anden y era movida mediante mulas.24 En las fincas productoras de maiz se construian grandes piezas para las trojes de almacena miento. El paraje Yaxcacab, a tres leguas al sur de Peto, era un establecimiento de cultivo de maiz. Por ello la planta cons taba de dos bodegas de piedra techadas de rollizos. La noria 22 Tambien poseia un burrero de pared provisto de cuatro arcos pe quenos y con un patio. En el patio principal de la hacienda se ubicaban una

pila para los caballos y dos arriates en los extremos. Habia asimismo un tortuguero. Pareceria que los hacendados tenian cierta debilidad por estos animalitos, yaque se les puede encontrar en varias cjescripciones de fincas.

Vease AGN, BN, vol. 3, exp. 27.

23 AGN, BN, vol. 6, exp. 8. Para casos similares vease vol. 19, exp. 42; vol. 7, exp. 44, del mismo fondo. 24 AGN, BN, vol. 36, exp. 53; para tener una idea de los aspectos tec nicos del cultivo y beneficio del anil en Yucatan durante el siglo xvi puede consultarse a Ruz, 1979. Es muy seguro que en el siglo xix se continuara utilizando el mismo sistema, quiza con algunas modificaciones.

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estaba en anden y disponia de un corral principal cercado de pared, con tres arcos, y corrales laterales cercados de albarra

da. Como no tenia ganado vacuno, los corrales se usaban

para las 40 mulas de arria, 11 yeguas y 15 caballos. El orato rio era una casa de paja y habia una huerta. Aunque no exis tia una casa principal propiamente dicha, era una hacienda en el pleno sentido de la palabra, con 83 luneros y 4 asalaria dos para hacerse cargo de 183 hectareas de maiz.25 Son esca sas las referencias a las haciendas de cafia de azucar en el ple no sentido del termino en la peninsula de Yucatan para el periodo que examinamos; en el mayor de los casos la caiia fue uno de los cultivos alternatives en las haciendas agricolas, que siempre produjeron maiz, y a veces arroz y ganado. En general, este tipo de fincas, que combinaban la gana deria con cultivos comerciales y elaboration de productos como panes de anil, azucar y aguardiente, recibian mayor in version que las fincas ganaderas y disfrutaban de servidum bre mas numerosa. Por eso es mas frecuente encontrarlas a partir del momento que arquitectonicamente hemos denomi

nado "en estado de desarrollo'\

Con las edificaciones, el ajuar y los utiles de servicio de las fincas en estado de desarrollo se multiplicaron casi como el milagro de los panes, haciendo mas pronunciada la distancia entre los amos y los sirvientes.26 En San Juan Bautista Xu xa, del curato de Santa Ana de Merida, la casa principal se

habia decorado y amueblado para una estancia prolongada del hacendado. Estar cerca de Merida o de poblaciones im portantes dio a muchas fincas un sentido mas acentuado de casa de campo que otras.27 La variedad de muebles se hizo 25 AGN, BN, vol. 35, exp. 12. 26 Por ejemplo, en la casa principal de Chacsiviche, en 1838, se usaban cuatro mesas de madera de diversos tamanos, una silla y un taburete, una batea de lavar ropa, un burro de moler maiz con dos piedras, una escalera, y para aquietar las indisciplinas de los criados indigenas, un cepo para pre

sos. Vease AGN, BN, vol. 23, exp. 12. 27 En Xuxa las paredes estaban adornadas con 6 cuadros de vidrio y marcos de lata representando a cazadores y otros 10 con imagenes de da mas. Los muebles eran 4 rinconeras de cedro, una mesa para cocina y 4 mas de diferentes medidas, un escaparate con Have, 14 sillas pintadas de diferentes colores y doradura, 6 butaques de cuero, una banquita de made

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extensa e incluyo objetos de la region, de otras regiones de Mexico y del extranjero, del mundo indigena, del mestizo y del criollo. En San Juan Dzonot se inventariaron dos tun kules en 185228 y la batea de lavar ropa fue de uso comun. Los instrumentos y maquinarias de trabajo aumentaron en numero y variedad. Como las haciendas desarrolladas tendieron a ser mas agricolas que en el estado anterior, su maron a sus bienes instrumentos de labranza y de explota cion de madera de tinte y de construccion. En las haciendas con ganado se continuaron usando frenos de jinete, espue las, fierros y bozal para herrar ganado, sangradores, enjal

mas, sillas vaqueras, coletos, fierros de capar, cepillos y otros utiles. En casi todas las haciendas se contaba con uni dades de medir granos y semillas como las fanegas, almudes y cuartillos, y los cascos de arroba y de media arroba para los liquidos.29 En los ranchos y haciendas en los que se cul tivaba la cafia se empleaban azadas, barretas, canecas, etce tera. Para cortar el palo de tinte se tenian hachas briconia

nas.30 En todas las fincas habia sacos y costales de

henequen, botijas y botijuelas, cantaros para miel y agua, instrumentos de construccion y carpinteria, materiales de construccion, fusiles y escopetas de caza. El oratorio paso a ocupar generalmente un cuarto adjunto o cabecero en un extremo del corredor al frente de la casa y se le empezo a llamar capilla. Su fachada se ornamento con un sencillo campanario y el interior se amueblo para los ofi ra, un sofa de hechura antigua, un espejo ovalado, un farol de cristal de 5 luces, 10 candeleros de laton y una frasquera de cristal. En una alquitara

o alambique de cobre se hacia agua de azahar para usos medicinales y de

perfumeria. Al servicio de la alimentacion se tenian 6 docenas de platos de loza, 16 platones de diversas medidas, 4 sartenes de loza de Veracruz, una

docena de tazas calderas, una docena de tacitas con sus platos, dos copas de cristal para cerveza, 6 vasos de cristal para vino, 4 copitas de cristal, 8 platos fruteros, salero y chilero de loza dorada, otra docena de platos pe quenos, una porcelana de pinta azul para aguamanil, dos poncheras gran des de loza fina y 8 tazas para cafe. Vease AGN, BN, vol. 19, exp. 63. 28 AGN, BN, vol. 7, exp. 44. 29 AGN, BN, vol. 24, exp. 27. 30 En el rancho San Antonio, por ejemplo, habia 110 azadas y 120 ha chas. Vease AGN, BN, vol. 3, exp. 20.

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cios del culto. Pronto empezo a disponerse de una habitation contigua para la estancia del cura en sus visitas y aparecieron las sacristias y camposantos que fueron bardeados de cal y canto. Las imagenes de santos, de bulto o en cuadro, se mul tiplicaron, se introdujeron algunas bancas y se instalo la pila bautismal. Sin duda la servidumbre contribuyo a hacer de la capilla un sitio hermoso y de adoration, y un lugar publico al

que tenia acceso. Para el hacendado aquello resulto una for ma casi gratuita de dominio. Las haciendas mas prosperas edificaron el conjunto religioso aparte de la casa principal. Los servicios religiosos requirieron buena cantidad de im plementos.31 Las imagenes eran variadas, desde el mas co miin San Antonio hasta San Miguel, San Isidro Labrador o San Procopio. En pocos casos las coronas, diademas, espa das, palmas y clavos de los santos y crucifijos fueron de oro; en el mayor de los casos eran de plata. Casi siempre el ara ha

bia sido consagrada para poder oficiar en ella. La capilla de las haciendas en Yucatan reprodujo en pequena edification el inmenso poder de dominio y pacification sobre la pobla cion indigena.32 La microsociedad de sirvientes adquirio sus caracteristicas distintivas conforme la planta de la hacienda alcanzo el esta do de desarrollo; se definieron los espacios habitacionales de la servidumbre, se crearon diversas areas productivas y de servicios y surgieron los lugares del culto religioso. La arqui tectura se empleo para moldear las diferencias sociales y etnicas, ampliando la distancia entre amos y sirvientes. De las paginas anteriores pueden inferirse diversos elementos que enmarcaban la reproduction ideologica de la relation de 31 En Chacsiviche, del curato de Muna, el oratorio estaba dedicado a la virgen de la Concepcion. Su imagen era de bulto con la corona y media luna de plata. Poseia una imagen muy comun en las haciendas y hogares de Yucatan, un San Antonio con palma y corona de plata y un crucifijo de tercia. Se usaban 6 candeleros para las velas, una anda para los santos y 2 bancos para los fieles. El cura se servia de un atril y tenia a su disposicion tres casullas y dos albas para su vestimenta. En una mesa que servia de al tar y en tres cajones, se guardaban los ornamentos. Vease AGN, BN, vol.

23, exp. 12. 32 Puede consultarse AGN, BN, vol. 19, exp. 58 y vol. 6, exp. 16, asi como los expedientes de la nota 14.

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dominio social: la casa principal en alto o de dos plantas; la capilla decorada dedicada a la advocation del santo patrono y la casa del cura; las viviendas de la servidumbre alrede dor y a distancia de la casa principal; la estratificacion de vi viendas para grupos de sirvientes y proporcionales a su cate goria; el control del agua por parte del hacendado; diversos lugares reservados para el uso exclusivo del amo.

La hacienda caracteristica del estado de consolidacion puede denominarse como la hacienda clasica en Yucatan. La unidad desplego toda su capacidad en el aprovechamien to de los recursos naturales y en la explotacion del trabajo de sus sirvientes. Aumento la variedad de productos para el mercado y como consecuencia remodelo sus espacios, in cluyendo una ampliation del repertorio de eiementos esteti

cos e ideologicos.33 El esquema de una planta en estado

consolidado es similar al del estado anterior, pero con varias

modificaciones estructurales y de ornamentation. La casa principal tendio mas francamente a tener dos plantas y todos

los corredores fueron techados como la casa principal. Se crearon espacios nuevos, como las caballerizas, y el conjun to religioso tendio a separarse de la casa como unidad inde pendiente. Las viviendas de los sirvientes asalariados pasa ron a ser de cal y canto, dejandose a los luneros las viviendas

de hechura indigena.

La canteria se adopto como elemento estructural y orna mental en las construcciones. La fachada de la casa grande se adiciono con sencillo portico de canteria. Las escaleras a la casa y a la iglesia, los remates de los pilastrones de los corrales y otros eiementos se hicieron de piedra labrada. La mejor solution para sostener el techo de los corredores fue mediante los pilares y arcos de medio punto, que al mismo tiempo eran un factor de belleza. El empedrado tambien 33 Algunos casos de haciendas consolidadas en su arquitectura, que pueden encontrarse en AGN, BN, son: Tamanchen, curato de Santa Ana de Merida, 1851 (vol. 19, exp. 19); San Jose Yaxkukul, curato de Homun, 1855 (vol. 15, exp. 60); Dziscal, curato de San Sebastian de Merida, 1856 (vol. 40, exp. 52); Santa Rita Xunoxil, curato de Santiago de Merida, 1859 (vol. 48, exp. 9); en el sur, la hacienda Hoboriil, del curato de Peto, es un buen ejemplo (vol. 6, exp. 21).

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se utilizo en otras areas como la entrada de los corrales y ca

ballerizas.

A las ventanas embebidas que se usaron en el estado ante rior se sumaron las ventanas voladas con base de canteria. Aparecieron los medios balcones y los balcones enteros sos tenidos con piedra labrada. Los barandajes de balcones, co rredores y reja de las ventanas se construyeron de madera tallada y torneada. Las puertas y ventanas, siempre de dos hojas, se hicieron de madera mas fina y mejor trabajada. Lo mas comiin era que los balcones, puertas y ventanas fueran de madera, aunque en algunos casos se empleo el hierro for jado para las rejas.34 La parte superior de la casa continuo siendo un lugar re servado al que los indigenas solo accedian para dar servicio, pero en las haciendas de estado consolidado se construyeron piezas de cal y canto independientes de la casa principal para diversos usos: viviendas del mayordomo, el mayoral y los va queros, bodegas y casa de trojes. En general, estas edificacio nes tendieron a realizarse en torno de la manga, que adquiria cada vez mas la funcion de plazuela central. En las haciendas productoras de cafia se disefiaron edificios de mamposteria para albergar los trapiches y el tren de azucar, las calderas y los secaderos, como unidades de trabajo. Era comiin que existieran ya dos norias, situadas en anden de piso empedrado. En ocasiones habia dos huertas y eran cada vez mas frecuentes los solares independientes sembra dos de henequen, ramones y otros arboles que no requieren riego continuo. Los arboles frondosos tuvieron un papel tras cendental en la vida de la hacienda yucateca. Como la planta se edificaba en un amplio desmonte, los espacios abiertos quedaban expuestos directamente al sol; para contrarrestar ese efecto desde sus primeros afios se sembraron arboles que dieransombra a la casa principal, corrales, chiquero, manga, noria y solares de los sirvientes. Los criterios en la selection de los arboles plantados eran que dieran buena sombra y que 34 Aun haciendas pobres o en desarrollo utilizaron el hierro ocasional mente. San Jose Kanan, de la jurisdiccion de Merida, en 1851, tenia una planta de apenas 980 pesos en la que habia 5 ventanas de hierro. Vease AGN, BN, vol. 19, exp. 6.

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fueran de provecho. Los laureles y alamos se cuentan entre los primeros, los ramones son ejemplo de los segundos. Con juntamente con los arboles de la huerta la hacienda habia lo grado en el estado consolidado un pequefio bosque que sobre salia por encima de la vegetation natural de la Peninsula. La capilla, a la que se le denomino iglesia, tendio a ser un edificio independiente, tambien ubicado sobre un terraplen, y al que se llegaba mediante escalones de piedra labrada. Se mantuvo el campanario para albergar de una a tres campa nas y se ornamento su interior. En derredor suyo se completo

el conjunto de servicios religiosos. Mas servidumbre acre

centaba la labor del cura, y por ello a estas iglesias se les doto

siempre de sacristia y habitation para el sacerdote asi como de un pequefio atrio. La vida de la servidumbre encontro su fin en el camposanto adjunto, bardeado de cal y canto. En estas plantas puede hablarse, propiamente, de una or

namentation de la arquitectura, lo que depende de la dis ponibilidad de excedentes. Pero es claro que las fincas mas cercanas a Merida, Campeche y Valladolid fueron de cons trucciones menos burdas que las de zonas alejadas. Diversas haciendas en estado de consolidacion destacan por los nu merosos eiementos de arquitectura ornamental e inversion suntuaria. Un buen ejemplo es la hacienda Tehuiz, que fue inventariada en 1845 y, seguramente por su cercania con Merida, tenia los servicios de un agradable lugar de recreo y de hospedaje continuo para la familia del propietario, ade mas de las construcciones productivas.

La casa principal de Tehuiz constaba de seis piezas. Al

oriente tenia un corredor con once pilares de canteria bien la

brada y un barandaje de madera. Otro corredor al poniente poseia cinco grandes arcos y de ahi se pasaba a un antecorre dor en el que estaba un amplio arriate sembrado de arboles, formando un "paisaje". Dos andenes Servian a las norias y junto a ellas quedaban las piezas de los vaqueros. Junto a uno de los andenes estaba la pila para bafiar a los caballos y junto al otro un gran estanque redondo en forma de lebrillo; detras

del tanque habia tres pilas amplias y redondas, una de las cuales poseia bancas de piedra labrada a su alrededor, que dando entre los arboles que la rodeaban y que formaban un

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' 'bosque''. La iglesia de Tehuiz era independiente de la casa,

situada en la manga. Estaba coronada de un campanario

para dos campanas y se subia a ella por una grada de ocho es calones de piedra labrada. Completaban el conjunto religio so una sacristia y la pieza para la estancia del cura, asi como

un cementerio con bancas de mamposteria a los lados. El

precio de la planta de Tehuiz y de una legua de tierra fue en

ese inventario de 10 290 pesos, una apreciable cantidad,

pero la finca habia sido fundada como estancia de ganado en 1574 y en 271 afios fue mucho el trabajo realizado en ella.35 Se construyeron lugares de recreo colindantes con la casa grande, utilizando los arboles para crear bellos sitios de con

templation a los que se llamo "paisajes". La vegetation se

empleo como elemento decorativo exterior, sin que perdiera por ello su utilidad. Otro elemento ornamental de los espa cios abiertos fueron los tortugueros. Los arcos, resguardando las entradas tanto a la planta como a los corrales, fueron ado

cenados de canteria y en todos se colocaron rejas de madera dura con cerrojo y Have. Desde el punto de vista arquitectonico, las fincas consoli dadas del noroeste y varias productoras de cafia se cuentan entre las mejores de las que se edificaron en Yucatan. Espe cialmente las haciendas de caiia alcanzaron progresos cons tructivos importantes en sus edificaciones para el trabajo, aunque la casa principal se hubiera concluido tiempo atras.

La hacienda Cayal, del partido de Campeche, es un buen

ejemplo de este tipo de unidades.36 La consolidation de la arquitectura estaba aparejada a la profusion de muebles de la casa principal, a la multiplication

de las existencias en bodegas y de los instrumentos de trabajo

agricolas y ganaderos. Es extensa la variedad de muebles que las haciendas introdujeron a sus edificios habitacionales.37

35 AGN, BN, vol. 2, exp. 20. 36 AGN, BN, vol. 6, exp. 17. 37 En la casa principal de Hobonil la vida debio ser placentera; entre los articulos para las habitaciones se encontraban un estante de caoba, 2 guardabrisas, un espejo de cajon, 9 mesas de diferentes tamahos, 4 roma nas, 2 espejos de colgar, 2 butacones medianos, un butacon pequefio, 18 asientos de cuero y 6 silletas de madera. Las paredes se habian decorado

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Tambien las bodegas se Uenaron de mas utiles de trabajo y de servicio.38 Por lo encontrado en sus bodegas es evidente que la hacienda Hobonil manufacturaba azucar, aguardien te, jabon y velas y comerciaba con esos productos. Pero, ex cepto en la alimentation, estaba muy distante de ser autosu ficiente, ya que adquiria muchos bienes del exterior. La creciente poblacion acasillada reclamaba diversos ser vicios: alimentation, vivienda y vestido, entre otros. Segura mente las haciendas en estado consolidado emplearon el sis tema de tienda para vender efectos a los sirvientes, lo que acrecento el endeudamiento, pero hasta 1860 no es indentifi cable, al menos como practica comun, una construccion o pieza que se usara para la tienda. Los efectos de comercio se

almacenaban en alguna bodega y se expandian informal

mente a la poblacion acasillada. Estos efectos de comercio di cen algo de los bienes manufacturados a que los sirvientes

con un cuadro del sefior de la casa, 8 cuadros de marco de caoba y 6 de marco de lata. La iluminacion se lograba con dos lamparas de colgar y 6 faroles de lata. Para la administracion y la escritura se tenia un escritorio y una remesa de papel disponible. Los utensilios de la cocina y del comedor incluian cucharas y tenedores de plata, cuchillos de cabo de hueso, trin chantes de acero, platones de loza fina, poncheras, azucareras y muchos objetos mas. El propietario usaba un estuche para afeitar con dos navajas.

Vease AGN, BN, vol. 6, exp. 21.

38 En Hobonil, por ejemplo, las bodegas incluian 20 remesas de papel medio florete, 10 piezas de coleto de 72 yardas, una linterna de lata, una silla de montar con aperos de plata, hamacas, 26 sogas vaqueras, 12 cueros de venado curtidos, 93 sabanas de coleto para azucar, 50 mochilas para el mismo uso, 2 embudos, un perchero, 3 faroles, clavos para hacer cajones de azucar, un quintal de plomo en barras, cinchos y asas de hierro, 13 sacos de algodon, 4 sacos de cacao Guallaquil [sic], un saco de pimienta de casti lla, 40 costales harineros, 34 enjalmas, cera, barriles, cajones para azucar, garrafones de aguardiente habanero y del pais, licor anisado, polines re for zados, 208 cantaros para el tren de la jaboneria, un armazon de koche, un alambique, 96 hachas, 97 machetes, 20 clavos de noria, 4 guijas de noria, pullones y dado de noria, una canoa para purgar azucar, una maquina para hacer biscotelas, cajas de desgranar maiz, 9 pailas de cobre y otros im plementos. En la jaboneria habia un batidor dejabon, un perol de bronce, un caldero de fierro, 40 cajones, un cepo y 26 cambas y 8 ruedas de carreta.

En la panelera habia existencia de azucar blanca, quebrada, purga y jabon. En la despensa habia manteca, henequen, miel, panela, latas para pan, harina y un arco de hacer velas, entre otras cosas. Vease AGN, BN,

vol. 6, exp. 21.

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tenian acceso, que a juzgar por la informacion de que dispo nemos, eran casi todos productos textiles.39 Se puso especial enfasis en la ornamentation y avitualla miento de la iglesia, cuidando que no faltara nada para los

oficios religiosos. La de San Idelfonso Teya poseia varias

imagenes venerables; un cuadro del santo patrono, otro de la virgen en relieve y corona de plata, un cuadro del nacimien to, otro de la Asuncion, un crucifijo de corona, azucena, cla vos de plata, un San Francisco de Padua, un crucifijo de ma dera con los misterios de la pasion pintados y un San Isidro Labrador. De las paredes pendian diez cuadros de diversas imagenes, dos cuadros de los santos evangelios, un cuadro del sefior Antonio Caballero y Gongora, obispo de Yucatan en 1775 y 1776 y otro de Pedro Agustin Estevez y Ugarte, obispo entre 1797 y 1827. Habia tres aras o altares de marmol, sobre los que se colo

caban manteles de estribilla. Una palia de holan de China

resguardaba el sagrario situado entre una cortina de lino y se

da. La vestimenta del cura incluia una casulla y demas parla mentos de brocado, una alba de holan labrado de algodon y una capa blanca de tafetan. Entre los bartulos del oficio de Salvador de almas estaban un misal, un caliz con patena y cucharita de plata, un platillo con una vinajera de plata y otra de cristal, una naveta de in cienso y un incensario de hoja de lata. Para el eterno ofreci miento de fuego por los feligreses se usaban cuatro candele ros de hoja de lata, dos ciriales con una cruz de lata y dos cajones de madera para velas. En un baiil se guardaban los implementos de la salvation y un violin amenizaba la realiza tion de los sacramentos contra Luzbel, en los que se estaba de pie porque solo habia un sillon y un taburete de cuero.40 Ademas de una gran variedad de imagenes de santos y ad vocations de Cristo y la Virgen, las iglesias de haciendas consolidadas adquirieron otros utiles faciles de encontrar en 39 En Hobonil se comercio con piezas de manta cruda, hilos de colores, listones de lino y algodon, piezas de coleto bianco y negro, piezas de brin, jerga, chamarras de jerga y coleto y hasta con una cajita de musica. Vease

AGN, BN, vol. 6, exp. 21.

40 AGN, BN, vol. 19, exp. 61.

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sus descripciones: tabernaculos, balanquines, andas para las procesiones, lebrillos usados como bautisterios, piilpitos y hasta organos para miisica, como el de la hacienda Cayal, en la que habia uno con valor de 300 pesos.41 Frente a la ostentation de las plantas consolidadas, las so ciedades de sirvientes crecieron en terminos cuantitativos, haciendose mas compleja la dependencia respecto de las fin cas. Como manifestaciones del reforzamiento de esta depen dencia se pueden mencionar el avituallamiento de mercan cias que se conoce por el concepto de tienda y el camposanto adjunto a la iglesia. Es muy notorio el aumento en el capital invertido tanto en el ajuar de la casa grande como en los ape ros de servicio y en general en la ornamentation de la planta. En este tipo de fincas se hizo mucho mas evidente el binomio amos-sirvientes y las distinciones establecidas entre tres cate gorias sociales: el amo bianco, los asalariados mestizos y los luneros indigenas. Para concluir, podemos afirmar que los tres estados de su cesivas modificaciones arquitectonicas demuestran: a) una continua capitalization de la hacienda yucateca, a pesar de las crisis periodicas por las que atravesaban, y b) una progre siva especializacion de espacios para diversos usos producti vos, habitacionales y de servicios, piiblicos y privados, reli giosos y paganos. Todo ello estaba regido por un profundo criterio de diferenciacion estamental de sus integrantes y por un principio comiinmente aceptado de superioridad e infe rioridad racial. El manejo de los espacios y de los recursos fue uno de los elementos que propicio la reproduction de asenta mientos de sirvientes conformados en microsociedades bien

definidas.

SIGLAS Y REFERENCIAS AGN, BN Archivo General de la Nacion, Mexico, Papeles de Bienes Nacionales.

41 AGN, BN, vol. 6, exp. 17.

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LA REVOLUCION, EL ESTADO Y EL DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO* Steven Topik University of California, Irvine

Introduccion Hoy en dia las revoluciones estan bajo fuego.1 En Europa, se ha llevado a cabo una revaluation de la Revolucion francesa en funcion de sus continuidades mas que de sus rupturas re pentinas. El ritmo, duration e indole cualitativa de la revolu tion industrial, asi como del surgimiento de la burguesia in dustrial estan siendo reconsiderados.2 En particular, se esta poniendo en tela de juicio la relation reciproca existente en tre la infraestructura socioeconomica de la sociedad civil y la

superestructura politica del Estado. En America Latina, por otra parte, durante los dos ulti mos decenios las interpretaciones de la Revolucion mexicana * Quisiera dar las gracias a Jonathan Brown, Stephen Haber y Mark Wasserman por sus comentarios sobre una version preliminar de este ar ticulo, a Carlos Marichal y a Alicia Hernandez, por darme la oportunidad de formular esta tesis por primera vez en El Colegio de Mexico y a Spencer Olin por ayudarme a darle forma a mis ideas sobre el tema. Tambien qui siera dar las gracias a la University of California President's Fellowship in the Humanities por otorgarme tiempo para la investigacion. 1 Acerca de los puntos de vista revisionistas sobre la Revolucion fran cesa, veanse Cobban, 1964; Furet, 1978; Hunt, 1984; Lucas, 1973, pp. 84-126. Desde luego, la perspectiva basada en lo social sigue existiendo y uno de sus ejemplos recientes es la obra de Tackett, 1989, pp. 271-301. 2 El surgimiento de la burguesia industrial en Inglaterra ha sido puesto en tela de juicio por Daunton, 1988, pp. 119-158; Cain y Hopkins, 1987, pp. 1-26; Mayer, 1981; Wiener, 1981.

HMex, XL: 1, 1990 79

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estan en proceso de decision; esta habia sido vista como la primera gran revolucion social moderna; ahora la disputa se centra en los origenes, participacion, liderazgo y objetivos de

la Revolucion. Esta ha sido caracterizada de mil modos, des de un insensato y atavico bafio de sangre hasta una revolu tion socialista incipiente; tambien ha sido vista como una re vuelta agraria populista, una guerra de liberation nacional, una revuelta campesina con miras retrogradas, una revolu tion burguesa contra un pasado feudal, un movimiento ideo logico para reclamar los objetivos de la Constitucion de 1857 y un movimiento capitalista moderno para enmendar un vie jo protocapitalismo personalista.3 En la actualidad, pocos especialistas avalan el punto de vista oficial de la Revolucion; es decir, que se trato de una verdadera revolucion social que represento un abrupto rom pimiento con el antiguo regimen corrupto y retrogrado del porfiriato y el surgimiento de una victoria progresiva de la justicia social, la democracia y el desarrollo economico.4 Como John Womack observo elocuentemente: "la crisis no fue lo suficientemente profunda como para romper el domi nio capitalista de la produccion. Las grandes cuestiones fue ron cuestiones de Estado".5 Empero, aunque no haya sido una revolucion social, se acredita a la Revolucion un legado historico esencial que tuvo tres componentes principales, to dos en torno a cuestiones de Estado: 1) despues de 1917, el Estado expandio ampliamente su funcion social en campos 3 Respecto al punto de vista que la caracteriza como un bafio de san gre, vease Dunn, 1934; en cuanto a las opiniones que consideran que fue una revolucion socialista, veanse Gilly, 1971 y Millon, 1969. Su caracte rizacion como revolucion agraria se encuentra en Tannenbaum, 1930 y Knight, 1986; como guerra nacional de liberacion, en Hart, 1987; como revuelta campesina, en Womack, 1969; como revuelta contra el feudalis mo, en McBride, 1923; como revolucion liberal, en Guerra, 1985; final mente como revuelta contra el capitalismo personalista oligarquico, en Ruiz, 1980 y Wasserman, 1984. 4 Sobre las versiones relacionadas con este punto de vista, veanse Cum berland, 1964 y Ross, 1955. Ross ofrece una buena muestra de la evolu cion de los puntos de yista sobre la Revolucion y sus usos politicos en

Ross, 1975.

5 Womack, 1986, pp. 81-82.

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que van de la educacion a la salud, pasando por la reforma agraria; 2) ti Estado se vio restructurado politicamente con la creation de una representacion corporativista en el fuerte mente centralizado PRI, y 3) despues de consolidarse duran te el periodo 1915-1940, el Estado se modernizo, volviendose intervencionista, desarrollista y nacionalista. Ironicamente, esos logros, en particular la centralization politica y el desa rrollo economico, fueron casi los mismos buscados por el re gimen de Diaz y muy diferentes a las metas de la mayoria de

los que pelearon en la Revolution.6 Esos tres supuestos logros de la Revolucion mexicana se entrelazan y muestran una dinamica interactiva. La funcion social acrecentada del Estado aumento la legitimidad y la re lativa autonomia de este, mismas que permitieron una ma yor centralization; ello, a su vez, proporciono al Estado me jores recursos y autoridad para dirigir la economia. Ahora bien, no hay duda de que el Estado sufrio cambios en esos tres momentos fundamentales y de que el Mexico de 1940 o 1945 era muy diferente al Mexico de 1910. El objeto de este ensayo consiste, sin embargo, en pregun tarse si el cambio en la funcion economica fue realmente un legado de la Revolucion. A este respecto, James Cockcroft

expresa bien la opinion conventional: "En Mexico, la Re

volution de 1910-1920 y los cambios que hizo posibles en los afios de 1930 introdujeron la era de transformation indus trial posterior a 1940 que produjo el actual sistema de capi

talismo monopolico estatal dependiente".7 Por su parte, John Womack describe el punto de vista conventional de esta manera:

6 Knight, 1985, p. 85, sefiala que las nuevas formas de autoridad en el Estado revolucionario permitieron a Diaz "continuar [su] obra [. . . ] de desarrollo economico y de centralization politica, con mas seguridad y efi cacia que las que el viejo dictador hubiera sonado". Meyer, 1974, p. 319, recoge un eco semejante cuando ve que en la Revolucion "el climax del pro ceso de la modernization iniciada a finales del siglo xix, fue el perfeccio namiento, y no la destruction, de la obra de Porfirio Diaz".

7 Cockcroft, 1983, p. 1; Glade, 1968, p. 20, dice: "La Revolucion

fue un hecho historico-social unica e intimamente relacionado con los fenomenos de desarrollo economico". Veanse, tambien, Vernon, 1965, p. 59; Cumberland, 1964, p. 275 y Brandenburg, 1964, pp. 208-224.

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Conforme a esta interpretation, la Revolucion signified el de rrumbe historico de una oligarquia semicompradora, semifeu dal e internacionalmente dependiente, su reemplazo por una autentica burguesia y el cambio de una dictadura neocolonial al gobierno de un partido nacionalista que producia un amplio consenso popular.8

La historia de Mexico posterior a 1920 es tejida a menudo con el hilo de la Revolucion, valiendose para ello de un razo namiento del tipo "antes de ella, por ende, despues de ella" (post hoc, ergo propter hoc)\ fenomenos como el advenimiento de

un Estado desarrollista, intervencionista, que solo aparecio de manera apreciable unos dos decenios despues del fin de la violencia revolucionaria, son vistos no obstante como un le gado de la Revolucion; debido a esta, el enfasis de la histo riografia mexicana se pone en la unicidad nacional antes que en las corrientes transnacionales. Desde luego, hay algo de verdad en ese punto de vista. Naturalmente, la Revolucion afecto las condiciones materiales, la distribucion del poder y la mentalidad de la poblacion; pero decir que la Revolucion fue la causante del Estado desarrollista significa sugerir que, sin el derrumbe violento del porfiriato, el Estado desarrollista

no habria surgido o lo habria hecho mucho mas tarde o de una manera muy diferente. Mas aun, cuando se hace alguna comparacion, en ella se asume generalmente que el regimen de Diaz era estatico y que no habria evolucionado si no hu biese sido derribado.9 Creo que el argumento de que la Revolucion era necesaria para preparar el camino a un capitalismo estatal desarrollista moderno muestra algunas fallas. Mi opinion es que, aun si Mexico no hubiese experimentado la Revolucion catastrofi ca, el papel del Estado desarrollista (aunque probablemen te no su papel redistributivo) en la economia habria sido casi el mismo hacia, digamos, 1940. El regimen porfirista ya es 8 Womack, 1978, p. 96. 9 Farriss, 1984, pp. 7 y 8, establece esta proposicion de manera con

vincente en otro contexto, al argumentar que los estudiosos del impacto de la conquista sobre los mayas tambien suponen que estos eran estaticos y

habrian permanecido sin cambiar, cuando lo unico que realmente era constante era el cambio.

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taba haciendo progresos en direccion del intervencionismo; en efecto, dadas las demandas de la primera guerra mundial y la depresion de los aiios treinta, asi como el probable nuevo liderazgo de tipo cientifico (puesto que, aun sin una Revolu tion, Diaz tenia que morir finalmente), el regimen se habria desviado aiin mas de los principios del laissezfaire de lo que ya

lo estaba haciendo. Despues de todo, a lo largo del resto de America Latina, los regimenes liberales se volvieron inter vencionistas durante ese mismo periodo sin la intermedia tion de una revolucion social. Se trata, desde luego, de un argumento hipotetico, contra rio a los hechos y, como tal, es imposible demostrar realmente

lo que habria podido ser o, en palabras de Juan Felipe Leal,

demostrar que el sistema porfirista no era ' 'incapaz de ofrecer

una salida a la crisis [el colapso del modelo capitalista depen diente, agro-minero-exportador]".10 No podemos saber lo que habria sido si no hubiera sucedido la Revolucion, pero podemos darnos una buena idea de los resultados probables. No se trata de un problema de preciosismo intelectual; se trata, en cambio, de un problema que se relaciona con ciertas

cuestiones teoricas y politicas basicas. La primera es una

cuestion politica fundamental: el legado historico de la Revo lution. Si, por una parte, el Estado intervencionista desarro llista fuese uno de los logros de las revoluciones, entonces el desarrollismo continuo seria, como sostiene el PRI, el cum plimiento de la promesa de la Revolucion. Por otra parte, si el unico producto claro de la Revolucion fuese el mayor papel

social igualitario del Estado, entonces el regimen estaria en carnando la Revolucion por el solo hecho de continuar por ese camino. La segunda cuestion abarca las siguientes inte rrogantes: ^cuan unicas son las historias nacionales y, parti cularmente, la historia de Mexico? ^Hasta donde se puede hacer abstraction del contexto internacional concreto de esas historias? Y, en ese contexto, <;de cuanta libertad de movi miento disfrutan los Estados? ^ Acaso no desarrollan estos un impulso burocratico que los hace alejarse tanto de su logica interna como de las demandas sociales en cambio constan 10 Leal, 1972, p. 10.

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te?11 En otras palabras, la segunda cuestion es <;cuan dife rente fue el desarrollo del Estado mexicano de la transforma tion de otros Estados capitalistas durante el siglo XX? Para abordar esos problemas, presentare primero un pa norama general del papel economico y de la evolucion del Es tado porfirista (no cuento con el espacio suficiente para pre

sentar en este ensayo un estudio detallado, pero preparo ahora un trabajo mas extenso). Despues senalare las conti nuidades posteriores a la Revolucion y las razones del su puesto rompimiento de 1934-1940. Finalmente, comparare brevemente la experiencia mexicana con la de otro Estado dependiente que no experimento una revolucion: Brasil. La naturaleza del regimen de Diaz

La naturaleza del regimen de Diaz fue debatida profunda

mente ya durante el gobierno de Porfirio Diaz. En Appeal to Reason, los socialistas norteamericanos lo atacaron califican dolo como un Estado feudal con un gobernante autocratico y senores locales {caciques y caudillos), unidos a la ciudad de Me

xico por la lealtad y las obligaciones mutuas.12 Algunos de sus detractores, como John Turner y Carlos de Fornaro, sub

rayaron tambien la naturaleza personalista, precapitalista e incluso esclavista del regimen,13 en donde el poder politico predominaba sobre el economico. Segiin ese punto de vista, si bien se habia producido una acumulacion primitiva impor tante, apenas habia surgido un proletariado asalariado o apa recido un mercado monetizado o una burguesia empresarial

moderna.

En la actualidad, la mayoria de los historiadores estan en 11 Existe una amplia literatura sobre el uso del Estado como una herra mienta conceptual y sobre el enfoque centrado en el Estado. Algunos ejem

plos incluyen: Block, 1987; Carnoy, 1984; Evans, Rueschemeyer y

Skocpol, 1985, y Krasner, 1984, pp. 223-246. 12 27 de mayo de 1911, p. 4. Respecto a otras opiniones socialistas y

anarquistas sobre la Revolucion, vease Hart, 1978; MacLachlan, en prensa. 13 Turner, 1969; Fornaro, 1915, pp. 337-344.

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desacuerdo con esa position y tienden a ver el porfiriato como un paso progresivo hacia la construction de un Estado capitalista moderno, aunque con costos sociales tremendos para la poblacion y para la soberania nacional. Segiin ellos, Mexico pudo Uegar a integrarse bien a la economia mundial capitalista gracias a su transition del orden colonial, mercan tilista y corporativista, al orden individualista, capitalista y nacionalista del laissezfaire. El pais rebaso la etapa de acumu lacion primitiva y alcanzo la de reproduction extensa del ca

pital.

Entre los que sostienen este punto de vista existen desa cuerdos respecto a la extension del desarrollo asi como del

crecimiento durante el porfiriato y sobre si este tuvo el poten

tial para sostener ese desarrollo. La opinion generalizada es que el regimen de Diaz represento un paso necesario que cumplio su funcion historica dando forma a una economia capitalista exportadora, pero que fue incapaz de forjar el Es tado desarrollista moderno para fomentar la industrializa tion.14 Se sostiene comunmente que el gobierno de Diaz fue incapaz de guiar la marcha hacia el siglo XX porque era de masiado debil y estaba muy fracturado, porque tenia dema siadas obligaciones de gratitud con los inversionistas extran jeros y los hacendados reaccionarios, era de un liberalismo inflexible e inapropiado y estaba demasiado ligado a alianzas politicas personalistas, por lo que premiaba a los amigos mas que a los buenos empresarios. Como lo expresa un historia dor del papel del Estado en la mineria: La citada crisis [1906-1907] evidencio la fragilidad del modelo de desarrollo impulsado por la elite porfiriana: desarrollo del co

14 Gonzalez, 1989, p. 37, expone sucintamente la transformation del Estado que buscaron los liberales despues de la independencia: "a partir de 1821 eii Mexico comenzaron a darse los pasos para transitar de una so ciedad corporativa y estamental a una igualitaria; de un regimen de acu mulacion de funciones a la division de poderes; de un sistema corporati vo de administracion de justicia al que proclamaba y se basaba en la uni dad de jurisdiccion; de unas estructuras fiscales casuisticas y pragmaticas a un sistema de tributacion que habria de servir de sustento al nuevo orden

de cosas; y, sobre todo, en el lugar que habia ocupado el soberano tenia que estar, a partir de entonces, la nacion".

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86 STEVEN TOPIK mercio para el extranjero, controlado desde el extranjero y con base en inversiones tambien extranjeras [...]. Se puede decir que el poder de esos capitales foraneos imposibilito al gobierno para controlar o dirigir el proceso economico[. . . ]. Al optar por la irrestricta apertura al capital extranjero, el gobierno se vio en

frentado paulatinamente a una sociedad civil cada vez mas nu merosa y politizada.15

Mi argumentation sera en el sentido de que tal punto de vista exagera la fragilidad, dependencia e inflexibilidad doctrina ria del porfiriato. LOS LOGROS DEL REGIMEN DE DlAZ

Durante el regimen de Diaz, el logro generalmente mas reco nocido y apreciado, responsable en gran medida del creci miento economico de Mexico, fue haber implantado la paz

politica y social, asi como la confianza internacional. Las

guerras civiles y las revueltas locales a lo largo del siglo XIX fueron ruinosas para la economia nacional: el capital huyo, se oculto o fue consumido por partidas de saqueadores; la maquinaria y los campos fueron incendiados o abandonados y los trabajadores se volvieron escasos, ya sea porque fueron ahuyentados por los ejercitos de paso, por haber muerto en las luchas (se estima que tan solo el tributo humano del movi

miento de independencia fue de 600 000 muertos) o por ha ber huido para evitar la conscription. Ademas, el crecimien to de la poblacion se estanco de tal manera que, mientras en 1800 Mexico tenia una poblacion mayor que la de Estados Unidos, la poblacion de este ultimo pais era seis veces mayor que la de Mexico en 1900. Quiza sea mas ilustrativo hacer notar que, en 1800, Mexico tenia casi el doble de habitantes que Brasil y que, hacia 1880, a pesar de la existencia en Brasil 15 Velasco Avila, 1988, p. 423. Hart, 1978, pp. 184, 185, culpa a la Revolucion de "los resultados desestabilizadores de la penetracion extran jera de la economia politica mexicana [ ]" y afirma que "el publico cul pa al Estado por el papel subordinado de Mexico en el mercado mundial y por la posicion predominante de los extranjeros en la economia nacional".

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de la esclavitud y sus terribles tasas de mortalidad, este pais tenia casi un 20% mas de habitantes que Mexico. Los servi cios piiblicos practicamente desaparecieron y sus instalacio nes se deterioraron a medida que las areas nacional, provin ciales y locales se vaciaron. Debido a su fractura, la economia nacional, bastante or ganizada, quedo convertida en mercados locales reducidos y divididos.16 Los bandidos impusieron los terminos del co mercio, ya que su presencia aumento grandemente el riesgo y los costos del transporte de mercancias. El exodo del capi tal y la caida de la produccion de plata redujeron severamen te la masa de dinero en circulation. En 1876, Matias Rome ro estimaba que dos tercios de la poblacion de Mexico vivia en una economia natural sin uso del dinero. En muchos lu

gares, el jabon, el cacao, la madera y aun los helados, las be bidas de frutas y los guajolotes, asi como las monedas acuria

das por particulares y las de otros paises remplazaron el peso, incluso en la economia supuestamente monetizada (aunque no hay pruebas de que los huevos podridos se con

virtieran en moneda, :omo ocurrio en El Salvador, aiin mas pobre).17 Al mismo tiempo, la menor demanda de bienes, producto de la caida del poder de compra y de lo reducido de los mercados, significo que probablemente habia menos interes en la capacidad productiva de la tierra y otros recur sos.18 Los principales actores de la distorsionada economia fueron los agiotistas, mercaderes convertidos en financieros que supieron sacar partido de la influencia que tenian en el Estado. A causa de la terrible incertidumbre y de la falta de 16 Marichal, 1990 y TePaske, 1989, Wobeser, 1990 y Vega, 1990. Todos estos trabajos (presentados originalmente en el "Coloquio de histo ria economica: Un siglo y medio de finanzas y politica en Mexico, 1780 1930", celebrado en El Colegio de Mexico por su Centro de Estudios Historicos el 30 de marzo de 1989) demuestran que al final del periodo co lonial, Espana desangraba a Mexico para pagar sus guerras en el con tinente europeo [Varios de estos trabajos estan reunidos en Historia Me xicana, xxxix:4(156) (abr.-jun.), numero monografico sobre Finanzas y Politica: 1780-1910, preparado por Carlos Marichal].

17 Hegeman, 1908, p. 15. Lindo Fuentes, 1990. Walker, 1986,

p. 192.

18 Tutino, 1988, p. 229; Gonzalez Navarro, 1977, pp. 131, 132.

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opciones atractivas en la economia, las garantias politicas eran vitales. David Walker hace notar que "era mas facil ex traer plata del Estado que de la tierra".19 Dicho de manera general, la primera mitad del siglo XIX, con sus fugas de capital, disminucion de mercados monetizados, desorgani zacion de la mano de obra asalariada y destruction de las mejoras mas importantes, fue testigo del retroceso de un ca pitalismo incipiente.20 Los decenios posteriores a la independencia fueron testigos

tambien de cuatro invasiones extranjeras y muchas otras in

tervenciones menores de filibusteros que costaron a la nacion la mitad de su territorio y la vida de decenas de miles de per

sonas. Objeto desde hacia mucho tiempo de la envidia de los rivales europeos de Espana, Mexico sufrio muchos mas dafios por el colonialismo europeo y estadounidense que cualquier otro pais de America Latina; asimismo, sufrio grandemente por las perdidas de vidas, territorio y costos de autodefensa, asi como por el estimulo desde el extranjero de conflictos internos muy destructivos. Tambien perdio el acceso a los mercados de credito europeos porque el capital foraneo se mostro muy renuente a invertir en el pais despues de los pri meros dias de euforia que siguieron a la independencia. Dadas las desastrosas consecuencias economicas de la con fusion politica de los decenios posteriores a la independencia,

la consolidacion y centralization del Estado nacional llevadas a cabo por Diaz tuvieron resultados economicos grandemen te favorables para el desarrollo burgues.21 Despues de la de 19 Walker, 1986, p. 23. Vease tambien Tenenbaum, 1986. 20 El grado en que Mexico ya era capitalista en visperas de la indepen dencia sigue siendo tema de debate. Rodriguez y MacLachlan, 1980, afirman que el capitalismo ya estaba muy avanzado, mientras que Sal vucci, 1987, demostro recientemente la fragil e ineflcaz naturaleza de la tecnologia, la mano de obra y los mercados en el caso del principal sector manufacturero, los obrajes. 21 Antes de la epoca de Diaz, Mexico estaba muy desorganizado, por supuesto desde el punto de vista de la burguesia. Probablemente muchos campesinos se beneficiaron de la desorganizacion porque esta redujo la ca pacidad y los alicientes del Estado y de los terratenientes para extraerles una plusvalia. En su mayoria, los campesinos fueron molestados relativa mente poco; sin embargo, hubo ejemplos de campesinos que se unieron al

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rrota definitiva de los conservadores en 1872 y de la derrota militar de los principales caudillos contendientes y la absor cion del resto hacia 1884, Diaz centralizo el poder nacional. El bandidismo fue reducido en gran medida por los rurales y,

en una medida aiin mayor, por la captation de los bandi

dos a traves de empleos gubernamentales o de la nueva posi bilidad de obtener mayores beneficios ejerciendo actividades "legales" en la economia en expansion. En el piano interna cional, Diaz reanudo relaciones con las principales potencias y restablecio el credito nacional, hacia mediados del decenio de 1890, mediante negociaciones para la cancelation de las deudas anteriores y de las reclamaciones de guerra y median te el pago regular de los prestamos. Las inversiones mas im portantes se hicieron en los ferrocarriles, lo cual redujo los

costos de transporte, ayudo a los mercados financieros y facili to la represion estatal de los disidentes. La paz, la estabilidad y los ferrocarriles, junto con una coyuntura internacional de

mercados de capital abundantes y comercio floreciente, ori ginaron una economia prospera y la profundizacion de las re laciones capitalistas. La difusion del mercado y del uso del dinero puede esta blecerse mediante modelos estadisticos aproximados, ya que no existen datos sobre la produccion nacional, el producto interno bruto (PIB) o las ventas totales. Un buen indicador del desarrollo del bienestar social y de las relaciones mercan tiles lo constituye el comercio exterior, cuyo valor real per capita casi se triplico y fue siete veces mayor en pesos co rrientes. Las estimaciones del PIB muestran tambien que este se duplico en funcion del ingreso per capita entre 1877

y 1910. La intensification de las relaciones monetizadas queda demostrada asimismo por la inversion extranjera, que crecio considerablemente de menos de 100 millones de dolares estadounidenses en 1876 a alrededor de entre 1 700 y 2 000 millones de dolares en 1910. Ello hizo de Mexico el segundo mayor receptor de inversiones extranjeras en Ame

movimiento liberal, si bien lo hicieron para reducir el poder de los terrate

nientes y de la Iglesia, no para forjar una nacion capitalista. Vease Mallon, 1988, pp. 1-54.

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rica Latina y, en realidad, de todo el Tercer Mundo, por en

cima de India y de China.22 El crecimiento de la oferta monetaria es otro indicador de la expansion de las relaciones capitalistas. La acuna cion de la plata, la principal moneda corriente, aumento continuamente hasta que la plata fue desmonetizada y rem plazada, en 1905, por el oro. Es probable que un porcentaje

cada vez mayor de pesos acunados haya permanecido en Mexico y que las importaciones en pesos tambien hayan aumentado al iniciarse el nuevo siglo, situacion que tuvo un estimulo en la impresion de billetes de banco, la cual se inicio en los afios 1880 y crecio rapidamente, y todo ello,

a su vez, hizo que la oferta monetaria per capita creciera en casi 800%, de 2.5 pesos por mexicano en 1880 a 20.6 pesos en 1910. Ademas, la mayoria de las grandes com panias extranjeras, que empezaron a establecerse en gran numero a partir del decenio de 1880, emplearon cheques mas que billetes de banco o monedas de plata (o de oro), lo que hizo crecer aun mas la oferta monetaria.23 Por lo demas, la difusion del dinero se vio grandemente acelerada con la llegada de una red bancaria comercial, de los ferroca rriles y del telegrafo. Asi, no hay duda de que la economia

mexicana estaba monetizandose.

La transformation de los recursos naturales y de las pro

piedades comunales en propiedades privadas individuales

avanzo considerablemente. Casi una quinta parte del territo rio nacional, constituida por tierras publicas o comunales,

fue distribuida o vendida (a precios ridiculamente bajos) como "terrenos baldios", aunque no parece que la concen

tration de la tierra haya sido tan alta como lo indica F. Tan nenbaum. Segiin J. Meyer y F. X. Guerra, muchas tierras comunales siguieron siendolo, pero no fueron registradas en 22 Coatsworth, 1978, pp. 80-100; Nicolau d'Olwer, 1965, pp. 973 1185; Wilkins, 1989, cuadro 5.3. Las estimaciones de Wilkins son para 1914 y colocan a Argentina y Brasil adelante de Mexico; pero Brasil obtu vo emprestitos por 350 millones de dolares entre 1910 y 1914, por lo que, en 1910, Mexico habia recibido probablemente una mayor cantidad de ca

pital extranjero que Brasil. 23 Guerra, 1985, p. 304.

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los censos, los cuales han sido mal interpretados;24 sin em bargo, una gran proportion del territorio nacional, la mayor parte en los estados menos poblados del norte y del sur, fue arrebatada a los productores de subsistencia y dada o vendi da a productores de mercancias. Por primera vez en su histo ria, Mexico exportaba productos agricolas y de pastoreo en una escala importante; el algodon y el azucar nacionales flo recierOn tambien e incluso los tradicionales cultivos de sub sistencia, como el maiz y el trigo, empezaron a orientarse crecientemente hacia el mercado. La produccion era sufi

ciente para alimentar a una poblacion urbana que crecio mas

del 50% sin que los precios aumentaran de manera apre

ciable en los afios normales.25 Cuando los precios de los ali mentos empezaron a aumentar despues de 1899, ello se de bio, probablemente, tanto a la integration exitosa de Mexico en la economia mundial y los precios internacionales como a fallas de la produccion. Estados Unidos tambien experimen 24 Meyer, 1986, pp. 477-510; Guerra, 1985, pp. 211, 212. Tanto

Jacobs, 1982, como Schryer, 1980, hacen notar el desarrollo del rancho, del que Schryer, p. 7, afirma que ocupaba un tercio de todo el territorio durante el porfiriato. 25 La opinion comun es en el sentido de que los cultivos de subsistencia eran sacrificados en favor de los de exportacion. Ello ocurrio en algunas zo nas, como en el noroeste de Yucatan y en Morelos, pero en muchas otras zonas, como en las regiones productoras de cafe y tabaco, los trabajadores a menudo recibian tierras para ser trabajadas a cambio de pago. El hecho de que la poblacion haya aumentado en un 50% entre 1880 y 1910 sin in migracion y sin ningun adelanto medico y de que la mayoria de los salarios urbanos y rurales en plata hayan permanecido fijos a lo largo de todo el pe riodo ?a pesar de la devaluacion de 50% del peso frente al oro y de que, como lo hizo notar un viajero en The Mexican Herald (8 mayo 1896), p. 7, los precios al consumidor habian permanecido sin cambios durante los diez o quince afios anteriores?, sugiere claramente que los cultivos de subsistencia destinados al mercado se expandieron de modo significativo. Por otra parte, las decenas de miles de personas que murieron de hambre durante los afios de sequia y el hecho de que el promedio de vida no aumen tara de manera apreciable demuestran que la produccion de subsistencia per capita probablemente no aumento y que la productividad mostro, cuando mucho, pequenos avances con las economias de transporte, supe rando? quiza, los costos de utilizar mas tierras marginales. Es muy proba ble que la productividad haya disminuido en el centro, mientras aumenta ba en el norte. Coatsworth, 1976, pp. 168, 186, apoya esta conclusion.

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to un agudo aumento en los precios de los alimentos en esos afios, a pesar de que el sector agricola mas tecnologicamente complejo del mundo, el de la alimentation, empezo a recupe rar parte de las perdidas sufridas por los precios reales duran

te los aiios posteriores a la depresion del decenio de 1870.26 Los recursos naturales tambien se convirtieron en propie dad privada. El Estado cedio a particulares su monopolio so bre los derechos minerales, incluido el petroleo, y facilito las reclamaciones de minas. Un inversionista privado podia re clamar ya grandes superficies, pagar impuestos reducidos y retener el control de la propiedad sin trabajar las minas. La composition de la fuerza de trabajo tambien reflejo el cambio hacia el capitalismo. Si bien es cierto que el peonaje por deudas crecio en algunas zonas del pais, como claramen te lo consigno John Turner, en la mayoria de las regiones no

existia; y, en los casos en que asi era, como en Chiapas o Puebla, parece que indicaba tanto la habilidad de los trabaja dores para asegurar un adelanto como el control del patron sobre la mano de obra.27 Aunque la proportion de los secto res agricolas en la fuerza de trabajo permanecio sin alteracio nes, los trabajadores rurales ingresaron al mercado de mano

26 Segun mis calculos, basados en Estadisticas, 1965, pp. 158-169, los precios de los alimentos aumentaron 52% en Mexico entre 1889 y 1908, mientras que, en Estados Unidos, segun el United States Department of Commerce, Historical, 1957, pp. 116, 117, los precios de los alimentos au mentaron 35% durante esos aiios. Respecto a la pronunciada caida de los precios agricolas en los paises desarrollados entre 1873 y 1896, vease Beaud, 1983, p. 121. Beaud demuestra que entre 1896 y 1912-1913 los precios aumentaron alrededor del 50% en las cuatro principales potencias industrializadas. 27 Kaerger, 1901, pp. 510, 516 y 547, informaba que, en Veracruz, Yucatan y Tabasco existia el peonaje por deudas, pero no en el Soconusco. Incluso en el caso de esas zonas, muchos trabajadores temporales iban a ellas voluntariamente por la paga adelantada y la tierra que podian traba jar a cambio de unaparticipacion. La importancia de los salarios quedo de mostrada en 1902, cuando la comision monetaria descubrio que, mientras la mayoria de los salarios no habian aumentado en Mexico durante el dece nio anterior, en Yucatan se habian duplicado. Vease Viollet, 1907, p. 86; Ferreira Ramos, 1907, pp. 299, 300. Respecto a Puebla y Tlaxcala, vease Nickel, 1988, pp. 276-285; Bazant, 1974, p. 121; Gonzalez Nava rro, 1978, pp. 605-606; Knight, 1986a, pp. 41-74.

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de obra, trabajando al menos a tiempo partial, ora a cam bio de un salario, ora en tierras de produccion comercial a cambio de una participacion o de una renta. Ya en 1896, el duefio de la mina de Batopilas se quejaba de que debido al progreso industrial de Chihuahua, que ofrecia a los trabaja dores muchas oportunidades, la mina habia tenido que aban donar el "sistema de peonaje de la mano de obra"; y hacia notar: "ahora la escasez de trabajadores es tan grande que casi nada se produce conforme al principio de compartir ga nancias y perdidas y es casi imposible levantar una cosecha a menos que los trabajadores tengan algiin interes en ella".28 De hecho, si hemos de creer en los censos, el porcentaje de la poblacion economicamente activa durante el porfiriato fue significativamente mayor de lo que habria de ser despues de la Revolucion, y la participacion promedio de las mujeres en la fuerza de trabajo solo fue superada en 1960. De manera similar, las manufacturas y la mineria ocupaban una mayor proportion de la fuerza de trabajo en 1885 que en 1930, pro portion que practicamente igualaba la consignada en las es tadisticas para 1950.29 Los mercados de mercancias tambien se ampliaron (aun que probablemente no mucho para la gran mayoria de la po blacion); el ferrocarril unio muchas zonas del pais a centros regionales como Monterrey, Torreon, Merida y la ciudad de Mexico. Todavia no habia surgido una verdadera economia nacional, pero se formaron grandes bloques; asimismo, una proportion significativamente mayor de la poblacion empezo a comprar importaciones cuando los descuentos por larga distancia redujeron en gran medida los precios del transporte

desde Estados Unidos. El gran desarrollo de las industrias nacionales tabaqueras, de textiles, cerveceras y papeleras re fleja la expansion del mercado.30 28 The Mexican Herald (15 mayo 1896), p. 2. Acerca del surgimiento de

la clase de los rancheros, vease Jacobs, 1985 y Gonzalez y Gonzalez, 1968; y en cuanto a la variedad de formas agricolas, Katz, 1976. 29 Bortz, 1989; Keesing, 1969, p. 724. 30 Haber, 1989, pp. 49-54 y 124, indica que la produccion de cigarri llos casi se duplico entre 1898 y 1910, la de textiles de algodon crecio en casi

dos tercios entre 1895 y 1910 y lade cerveza aumento mucho mas; ademas,

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Por lo demas, durante el tercio de siglo que duro el porfi riato, el mercado no solo se expandio cuantitativa sino cuali tativamente. La tecnologia mejoro mucho, en particular en areas en las que intervenian exportaciones o capital foraneo, y el ferrocarril y la energia electrica permitieron la importa

tion de bienes de capital modernos y el empleo de plantas de gran escala en la mineria y en algunos sectores industria les, como el del hierro y el acero, el papel y la cristaleria.31 Los aumentos de la productividad fueron menos notables en el campo y dependieron mas de las mejoras en el trans porte y el financiamiento que de la modernization de la pro

duccion.

Como lo demuestra la enumeration que acabo de hacer de los logros del porfiriato, generalmente se afirma que la prin

cipal contribution del Estado fue la elimination de barreras a la acumulacion privada. El regimen liberal funciono a la manera de un buen gendarme, protegiendo la propiedad pri

vada y expandiendo su alcance, asegurando una moneda

fuerte y el credito foraneo, garantizando la inmovilidad de los trabajadores, manteniendo bajos los impuestos, propor cionando un sistema legal coherente que protegiera la pro piedad individual y estimulando la ampliation de la infra

estructura de comunicaciones y transportes. Ademas, el

Estado estimulo la integration nacional a traves de los ferro carriles y de la expansion del sistema telegrafico, y las barre

ras regionales fueron reducidas mediante la elimination de las alcabalas y la disminucion de la capacidad de captation de impuestos y de elaboration de leyes de las provincias y municipalidades, con lo que aumento la participation del go bierno federal en los ingresos totales. Con todo, lo mas im portante es que, a menudo, los funcionarios provinciales e incluso locales eran elegidos por Diaz u otros funcionarios a pesar de la drastica caida del poder de compra internacional del peso, las importaciones reales per capita se incrementaron en mas del doble entre 1892 y 1907; sin embargo, el hecho de que los salarios y los precios perma necieran casi estables en la mayor parte de Mexico, a pesar de la deprecia cion del peso en un 50%, implica que la economia era doble y que las im portaciones aun estaban fuera del alcance de la enorme mayoria.

31 Haber, 1989, pp. 44-62.

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federales. Asi, debido al peso del gobierno central, las dife rencias entre las leyes locales perdieron importancia. Ahora bien, a pesar de que en general se reconocen esos lo gros, a menudo se critica al porfiriato por haber sucumbido totalmente a la seduction del liberalismo del laissez faire. Y, por haberlo hecho, se dice que el regimen exagero la impor tancia de la economia de exportation e inversion extranjera, economia que permitio la concentration de la riqueza y, por ende, inhibio el crecimiento del mercado interno. Algunos de

los investigadores que estudian ese periodo argumentan que Diaz apenas hizo algo mas que reforzar la autoridad de la cla se terrateniente retrograda y someter a Mexico a la domi nation neocolonialista del capital extranjero.32 Aunque se estaban estableciendo las relaciones capitalistas, la economia estaba lejos de ser una economia sana y, supuestamente, era

incapaz de provocar un crecimiento autosostenido en un

frente amplio sin introducir reformas estructurales trascen dentales; el regimen porfirista no podia superar su ideologia

liberal ni su apoyo politico personalista de apariencia

retrograda para forjar un Estado desarrollista e intervencio nista.33 Las transformaciones socioeconomicas eran incom pletas y la transformation politica apenas habia empezado. Hacia 1910, siempre segun ese tipo de argumentation, el re gimen de Diaz habia cumplido con su funcion de iniciador del proceso de desarrollo capitalista, pero la logica de la acu mulacion del capital exigia que un regimen capitalista estatal moderno forjara la industrialization. Muchos investigadores afirman que la Revolucion era necesaria para ' 'modernizar'' la funcion economica del Estado.

En esa argumentation se emplean razonamientos ex post facto. En efecto, la mayoria de los criticos contemporaneos del

regimen no buscaban el establecimiento de relaciones capita 32 Ruiz, 1988, p. 1, reconoce que existio el cambio economico, pero lo considera negativo, pues afirma que la gente de Sonora era menos libre en

1910 que en 1810 debido a que "Mexico habia caido bajo el control de un amo extranjero mas temible que el odiado espanol. Era elyanqui, el vecino del norte, y la condicion ?no libre? de Mexico llego a conocerse como ?de

pendencia?".

33 Para un ejemplo, vease Vernon, 1965, p. 78.

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listas mas intensas o de un Estado moderno mas centraliza do; antes bien, la Revolucion fue provocada por personas opuestas a la "modernization del Estado" que ya se encon traba en proceso. Se rebelaron contra actos como la centrali zation del poder que Uevaba a cabo el Estado, contra la usur pation de los privilegios municipales y contra las politicas bancarias conservadoras de 1907 y 1908, destinadas a asegu rar la moneda y el credito externo del pais. Dicho de manera mas clara, se rebelaron contra la intensification de las rela ciones capitalistas, con su apropiacion de la tierra y mano de obra campesinas y la concentration corporativa de la riqueza que esas relaciones implican. Y se rebelaron tambien contra los lazos mas estrechos con la economia mundial, producto de la ' 'modernization'' economica, que implicaban una ma yor vulnerabilidad frente a los ciclos comerciales mundiales. Asi, en la actualidad, los historiadores de Mexico tienden a adoptar una position similar al punto de vista de Alexis de Tocqueville sobre la Revolucion francesa: la Revolucion pro voco la centralization y la modernization casi a despecho de las intenciones de la mayoria de los que participaron en ella.34

Los miembros de la sociedad mexicana mas interesados en

favorecer el desarrollo capitalista en la epoca, los principales miembros del sector mas progresista de la burguesia, apoya ban a Diaz y se sentian muy felices con Limantour; la elite de

Monterrey, los Madero y los Terrazas, los hacendados yuca tecos y la mayoria de los inversionistas extranjeros continua ron al lado de Diaz, en ocasiones mucho despues de que esta

llara la lucha.35 El mismo Madero aprobaba las politicas

economicas porfiristas; en efecto, es probable que hubiese apoyado la candidatura de Limantour a la presidencia y que, una vez presidente el mismo, hubiese querido que Liman tour fuese su secretario de Hacienda.36 Los inversionistas 34 Tocqueville, 1955. Acerca de otra opinion estatista sobre las revo luciones, vease Skocpol, 1979. 35 En relacion a las actitudes de la burguesia mas progresista de Mexico, que, segun puede demostrarse, era la de Monterrey, vease Sara

goza, 1988, pp. 96-99. Respecto a la elite industrial poblana, vease Gamboa Ojeda, 1985.

36 RIA, exp. 4384, informe de Bruchhausen a Von Hintze, Mexico, 4

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extranjeros que pueden haber financiado la Revolucion,

como los Rockefeller y Harriman, querian un cambio politi co para instalar a un lider mas amistoso, no una transforma tion del regimen. La razon de que la burguesia siguiera apoyando a Diaz y a Limantour es que el Estado porfirista evoluciono junto con la economia. El regimen paso a traves de tres etapas, alteran do sus medios y objetivos en funcion de climas politico y eco

nomico. La mayoria de las criticas que se hacen a la politica

porfirista estan basadas en lo hecho durante las primeras dos

etapas, cuando la supervivencia era la preocupacion princi pal; pero la mayoria de los criticos no ha reconocido que hubo importantes innovaciones y un cambio de orientation en la tercera etapa, la cual se inicio en los ultimos afios del de

cenio de 1890 y llevo al regimen hacia un programa desarro llista coherente.

Durante la fase de consolidacion politica, de 1876 a 1888 aproximadamente, se forjaron las alianzas politicas internas y mejoraron las relaciones diplomaticas internacionales. De bido a que la economia era enfermiza, a que las areas estaban vacias y a que el apoyo politico era debil, la meta primordial fue la supervivencia politica y la elite mexicana el principal objeto de adulation: las concesiones le fueron otorgadas sin reserva y la tierra distribuida abundantemente. Pero incluso en ese periodo, como lo sefiala Francois-Xavier Guerra, "el liberalismo del ?dejar hacer? y del ?dejar pasar? es mas un

objetivo que debe alcanzar el Estado que una politica que

practicar en el presente".37 El Estado tenia que actuar ener gicamente para desmantelar las instituciones y las leyes em de junio de 1911: "los maderistas ofrecieron todo para convencer a Liman

tour de permanecer en su puesto". Vease tambien Tobler, 1984, p. 127. 37 Guerra, 1985 [citado de la traduccion espanola, 1988, p. 302]. El fragil apoyo politico de Diaz en una fecha tan tardia como 1890 lo ejempli fica una carta del propio Diaz a Alejandro Vazquez del Mercado, goberna dor de Aguascalientes, en la que el general se lamenta del enorme aumento de la demanda de ayuda militar de los estados, que afirmaban no contar con fuerzas propias suficientes y temian una expedicion filibustera en Baja California, apoyada supuestamente por estadounidenses e ingleses (ciudad de Mexico,-21 de junio de 1890, APD, copiador 17). Diaz queria que los je fes politicos ayudaran a reclutar tropas para hacer frente a esas dificultades.

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presariales y someter a la sociedad al mercado y al capital; y tambien tenia que obtener apoyo, otorgando beneficios eco nomicos a los poderosos politicamente, como los caudillos y los caciques liberales. En la segunda fase, de 1888 a aproximadamente 1897, la meta fue reconciliar a los conservadores nacionales y, lo que era mas importante, hacer de Mexico un terreno atractivo para los grandes capitales europeos y estadounidenses que buscaban invertir en el extranjero en una escala sin prece dentes. Walter McCaleb hizo notar hasta que grado el capi tal financiero foraneo se mostraba renuente a invertir en Me

xico durante el primer decenio del porfiriato, cuando estuvo a discusion la emision del prestamo de 1888: Los banqueros no tenian ninguna excusa comercial valida para garantizar la emision de un credito mexicano en ningun caso. Durante sesenta afios, Mexico habia sido un rebelde contumaz en el cumplimiento de sus obligaciones; ademas, las condiciones del momento no eran optimistas y ofrecian pocas promesas de mejorar. En lo que a Europa concernia, Diaz era todavia un ex perimento.38

Ese periodo fue testigo de la afirmacion de la estabilidad economica del Estado mexicano a medida que el presupuesto se equilibro y la deuda externa se consolido. Se hizo un es fuerzo por crear una estructura nacional coherente para el desarrollo capitalista mediante, por ejemplo, la elaboration de un codigo comercial y bancario, la abolicion de las alcaba las para ampliar los mercados internos. la recuperation de las

casas de moneda en que se acufiaba la plata como actividad exclusiva del gobierno federal y la autorizacion de bancos es tatales de emision. El objetivo era crear una burguesia natio nal y un capitalismo dinamico y competitivo. Segiin The Me xican Herald, en 1897, el Frankfurter Journal [sic] reconocio que

no podia negarse la prosperidad mexicana, pero todavia ad virtio que la continuation de las condiciones saludables de pendia de que continuara la paz.39 38 McCaleb, 1921, p. 159. 39 The Mexican Herald (16 feb. 1897), p. 5.

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La tercera fase, 1897-1910, represento el inicio de una po litica mas nacionalista y mas intervencionista, una vez que el

regimen consolido su apoyo interno y diversifico la depen dencia del extranjero. Despues de 1897, los mercados de ca pital europeos y estadounidenses eran abundantes; en su ti tular del 5 de septiembre de 1897, el The Mexican Heraldhacia

notar: "Grandes sumas de capital en Estados Unidos [...]. El dinero aguarda inactivo una oportunidad favorable para su inversion". Y los inversionistas britanicos, franceses y

alemanes tambien colocaban su dinero en los mercados inter

nacionales a un ritmo sin precedente. Una gran parte de los fondos disponibles, en especial de Estados Unidos, fluyo ha cia Mexico. A diferencia de las anteriores inversiones fora neas, que a menudo habian sido hechas por inversionistas re lativamente pequenos, los nuevos fondos fueron colocados en su mayor parte por grandes sociedades de capital, o empre sas. El capital extranjero en Mexico era una extension de las fusiones y monopolios que llegaron a predominar en Alema nia y Estados Unidos. A partir del inicio de la tercera fase y hasta la depresion de 1907, Mexico se convirtio en un impor tante campo de batalla del capital financiero internacional, recibio la mitad de toda la cartera de inversion foranea esta dounidense y se transformd en el segundo mayor receptor de

inversion extranjera del Tercer Mundo, superado unica

mente por Argentina.40 Durante ese periodo, en ningun otro lugar invirtieron capital de riesgo en gran escala miembros tan prominentes de la alta burguesia como los Rothschild franceses y britanicos, los Guggenheim, los Speyer, J. P. Morgan, Bleichroeder, John D. y William Rockefeller. En la misma epoca, los capitalistas mexicanos, a menudo ellos mis mos inmigrantes o vinculados estrechamente con los merca dos de capital extranjeros, fundaron algunas de las mas gran des empresas en la historia de Mexico, como la Fundidora de Monterrey, CIDOSA, la Cerveceria Moctezuma, etcetera. La politica estatal privilegio una vez mas a los financieros de la alta burguesia nacional e internacional y a las grandes socie 40 The Mexican Herald (5 sept. 1897), p. 1; Stallings, 1987, p. 125; Lamoreaux, 1985, p. 1; Lewis, 1978, p. 163; Bouvier y Girault, 1976,

pp. 9 y 309.

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dades de capital antes que a los empresarios burgueses y

busco, al mismo tiempo, incrementar el control del centro sobre la economia. El liberalismo empresarial Aunque Mexico todavia estaba poblado predominantemente por un vasto campesinado subalimentado, ya habia alcanza do la etapa de capital monopolico en los sectores mas activos. Como informo The New York Times a sus lectores en diciem

bre de 1902, "casi todas las principales ramas de la indus

tria" estaban controladas por consorcios y monopolios; y el periodico listaba las ramas de la fundicion de plomo y plata,

el hilado de algodon, el jabon, el azucar y el tabaco, pero

pudo haber incluido el vidrio, la carne, el papel, el acero, la dinamita, los cigarros, los ferrocarriles, la banca y las expor taciones de henequen.41 En general, las grandes compafiias nacionales eran alianzas entre empresarios regionales, como los Terrazas y los Madero, financieros de la ciudad de Mexi co e inversionistas extranjeros. En lugar de crear grandes fir

mas de asociados, como el capital monopolico foraneo, los capitalistas nativos se diversificaban regional y sectorialmen te para reducir el riesgo y se unian para formar grandes fir

mas, como las que dominaron los mercados nacionales: la

Fundidora, CIDOSA o el Banco National.42 Generalmente, esas compafiias muy grandes, que unian a clanes diferentes y fracciones de capital, requerian concesiones estatales. Los magnates extranjeros, por su parte, tendian a empezar con grandes firmas de asociados ya competir unos con otros por el control de las principales empresas, como fue el caso de los

ferrocarriles Central, Nacional e Internacional y del Banco 41 The New York Times (13 die. 1902), p. 1. Vease tambien The Mexican

Herald (3 jun. 1896), p. 7; Haber, 1989, p. 44. Wells, 1984, sefiala que una compafiia de exportaciones y veinte plantadores dominaban la pro duccion de henequen. 42 Ello contrasta con la integracion vertical que, segun afirma Chan dler, 1977, era la marca distintiva de las grandes firmas estadounidenses

exitosas.

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National, y finalmente comenzaron a formar consorcios y empresas por acciones, como el Banco de Comercio e Indus tria.43 Los inversionistas de mas exito fueron los norteame ricanos, que colocaron casi la mitad de la inversion foranea

estadounidense en Mexico. En realidad, mucho mas que

China, Mexico fue la escena del exito de la estrategia esta dounidense para competir con el colonialismo europeo: "la politica de puertas abiertas". En efecto, tanto exito tuvie ron los estadounidenses que las potencias europeas temieron que los yanquis se apoderaran por completo de la economia mexicana. Una mision comercial alemana informo al Minis terio de Finanzas aleman en 1902 que "los especuladores es tadounidenses estaban creando un Estado dentro de otro Es

tado".44 Los temores europeos se vieron acrecentados

cuando, dos afios mas tarde, Mexico recibio un prestamo de cuarenta millones de dolares. The Mexican Herald comento: "en cierto sentido, ello marca una epoca en el financiamien to internacional"; y el Monthly Bulletin del International Bu

reau of the American Republics dijo: "por primera vez se establece en dolares el pago de un prestamo extranjero im

portante".45 Tanto los capitalistas europeos como los

miembros de la elite mexicana exigieron una mayor inter vention estatal para regular los mercados e impedir que los estadounidenses se apoderaran de la economia mexicana. Asi, una transformation ideologica, iniciada en 1882 al ser derogada la prohibition de los monopolios establecida en la Constitucion de 1857, facilito las nuevas formas de organi zation comercial y las relaciones del Estado con ellas. Generalmente se acepta que, hacia el final del siglo XIX, el liberalismo en Mexico se vio imbuido de positivismo, pero aiin no ha sido completamente evaluado el grado en que el nuevo hibrido, el liberalismo empresarial, fue, ademas de una doctrina economica, una doctrina politica y social. El ca 43 Respecto a los ferrocarriles, vease Parlee, 1981; Marichal, 1986, pp. 258-265, y Ludlow, 1986.

44 En AA, V, 1725, se cita el Berliner Wochenblatt del 30 de septiembre de 1902. Respecto a los estudios sobre el expansionismo estadounidense en la epoca, vease Healy, 1970; LaFeber, 1963; Rosenberg, 1982. 45 Citadoen AA, V, 1740.

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pitalismo monopolico produjo el "capitalismo de Estado", aunque, en el caso de Mexico, quiza sea mas apropiado decir el "liberalismo empresariar'. * La creencia basica era que las sociedades de capital, o empresas, eran mas progresistas por ser mas eficaces y por ser el resultado natural de una evolu tion natural; por ende, el grupo, no el individuo, y la coordi nation, no la competencia, se convirtieron en los valores pri mordiales. Martin Sklar explica el liberalismo empresarial en el ambito de Estados Unidos de la siguiente manera: [Este] asigno a las empresas, incluida la banca de inversion y la central y, en menor medida, a otras entidades privadas, la tarea principal de administration del mercado y, al Estado, la secun daria de reglamentacion de las sociedades de capital y las entida des menores del sector privado.46

Asi, bajo el liberalismo empresarial, el Estado y la burgue sia participante en las sociedades de capital cooperaron para reformar y centralizar la economia y para incrementar la su pervision publica. El Estado debia reglamentar y coordinar, no dirigir y planear; su funcion era mantener la paz social a escala nacional y proteger a las sociedades de capital para que estas no se arruinaran unas a otras en guerras de reduction de precios o de compras de acciones de unas por otras.47 No es sorprendente que el liberalismo empresarial se haya establecido en Mexico de la misma manera que en Estados Unidos; en Mexico, en todo caso, los principios empresaria les echaron raices mas profundas que el individualismo libe ral. En 1909, Andres Molina Enriquez hacia notar: Desde el momento en que nuestra poblacion esta compuesta dentro de los grandes elementos en que la hemos dividido y a los * En el original ingles: hemos traducido los terminos corporate y corporati

ve como empresarial y corporation como empresa, ya que en espanol ?cor poracion? y ?corporativos? tienen un significado distinto del ingles (N. de

laR.).

46 Sklar, 1988, p. 436. Respecto al concepto mas europeo del "capita lismo de Estado", vease Bukharin, 1973, pp. 157-159. 47 Algunos estudios sobre las guerras de precios en la historia estadou nidense son los de Hays, 1957; Weinstein, 1968; Lustig, 1982.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 103

que agregamos el elemento extranjero de unidades, tribus, pueblos y gruposf. . . ] es imposible que todos ellos sean regidos

por una sola ley.48

Esa predilection se vio reforzada por el atractivo del positi

vismo. Como lo observo Charles Hale, hacia 1870, el libera lismo abandono la notion del individuo autonomo en favor de "teorias que explican al individuo como parte integrante

del organismo social[. . .]"; teorias que buscaban "el laicis mo y el control estatal" y cuyo ideal era "un colectivismo jerarquicamente organizado y no competitivo en el que el Es tado y la sociedad fueran uno solo".49 Por supuesto, el obje tivo era el orden y el progreso; y el principal instrumento para alcanzar el progreso era la riqueza, y el empresario liici do, el agente.50 Bajo la presidencia de Porfirio Diaz, Mexico estaba apro vechando las "ventajas relativas del atraso" postuladas ha cia unos anos por Alexander Gerschenkron, que habia argiii do que los paises atrasados han podido hacer progresos muy rapidos a traves de la adoption de la avanzada tecnologia y capital extranjeros y que el Estado o los bancos fueran gene ralmente los agentes para forjar el desarrollo. En el caso de Mexico, Estado y bancos eran virtualmente sinonimos en cuestiones de politica economica nacional. Diaz y Limantour no contaban con un plan de desarrollo, pero poco a poco fue ron dando forma a un esbozo general coherente de la econo mia que fue impuesto en una gran medida a traves de la ma nipulation del sector privado y no a traves de empresas estatales.51 Como lo ha senalado Karl Polyani: "El camino hacia el libre mercado fue abierto y mantenido abierto me diante un aumento enorme del intervencionismo continuo, organizado y controlado centralmente [. . . ] El laissezfaire fue

planeado, la planeacion, no".52 En este caso, no obstante, no me estoy valiendo de una argumentacion instrumentalis 48 49 50 51 52

Molina Enriquez, 1978, p. 434. Hale, 1986, pp. 369, 385 y 387. Zea, 1974, p. 105. Gerschenkron, 1962. Polyani, 1957, pp. 140, 141.

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104 STEVEN TOPIK

ta. El regimen porfirista estaba lejos de ser un titere de los capitalistas monopolicos, como se vera mas adelante; antes bien, el regimen respondia de manera flexible a un contexto internacional que cambiaba rapidamente y a sus ramifica

ciones nacionales. Dado que los estimulos al crecimiento

venian en gran parte del exterior, Mexico sufria los defectos del desarrollo mixto y desigual. Mientras que Europa y, en menor medida, Estados Unidos experimentaron un desarro llo gradual, regular y mas bien homogeneo, Mexico enfrento una oleada repentina con consecuencias regionales y secto riales muy heterogeneas aunadas a la prisa por mantenerse al ritmo de los acontecimientos, se manifesto tambien en la politica estatal. En el piano nacional, e incluso en el regional, el Estado porfirista se volvio cada vez mas una alianza de figuras publi cas, financieros y capitalistas participantes en empresas. La mayoria de los hombres que mas influyeron en la elaboration de la politica economica porfirista, como Limantour, Joa quin Casasiis, Pablo Macedo y Pablo Martinez del Rio, eran

banqueros o abogados de empresas. Las principales comi

siones estatales que redactaron la legislacion clave, como la Comision Monetaria, eran dominadas por hombres como Tomas Braniff y Hugo Scherer hijo, tambien banqueros y representantes de sociedades de capital extranjeras. En las grandes fiestas, Weetman Pearson solia tener el honor del

primer baile o H. C. Waters el del brindis.53 Esa alianza entre los negocios y el Estado se proponia for talecer la funcion de este ultimo en la economia. El gobierno mexicano habia comenzado a reafirmar su posicion nacional ya en los aiios de 1880. Durante la primera republica, muchos

servicios gubernamentales, como los caminos, el servicio postal, las instalaciones portuarias e incluso el aprovisiona miento de las fuerzas armadas estaban en manos de agiotis tas;54 esas funciones fueron asumidas por el gobierno federal

bajo la presidencia de Juarez. Las casas de moneda donde se acunaba la plata, que habian sido alquiladas a particulares a 53 The Mexican Herald (17 ene. 1897), p. 1 (7 feb. 1897), p. 1 (6 nov.

1895), p. 2.

54 Walker, 1986; Tenenbaum, 1986.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 105

cambio de prestamos, fueron recuperadas tambien poco a poco por el gobierno federal a medida que los contratos pres cribian. Despues, en los ultimos diez aiios del siglo XIX, el Estado acelero la recuperation del control sobre la economia. La politica publica sobre bienes raices cambio a partir de 1902 y ya no se permitio a los extranjeros deslindar ni recibir

terrenos publicos. Ahora, todos los terrenos piiblicos debian ser deslindados por compafiias publicas y permanecer en po der del Estado; los terrenos estatales ya no podian ser otorga dos tampoco como subsidios y algunas concesiones impor tantes fueron canceladas, como la del Ferrocarril Sudoriental

de Yucatan. En los casos en que el gobierno federal distribu

yo tierras despues de 1902, como en Quintana Roo, las

rento, no las vendio.55 En 1907, el regimen empezo a cance lar concesiones anteriores para la ocupacion de terrenos pii blicos cuyos terminos no habian sido cumplidos. Dos anos mas tarde, finalizaron todas las distribuciones de terrenos baldios. Durante los dos ultimos anos del porfiriato, se consi dero la elaboration de nuevas leyes para la venta de terrenos federales a pequenos propietarios y para impedir la enajena cion de las tierras ejidales.56 Ademas de recuperar el control sobre las tierras publicas, el Estado comenzo a supervisar el uso de las tierras privadas. En 1903, Diaz revivio la Sociedad Agricola para difundir las

tecnicas en la materia. Cinco anos mas tarde, Limantour

anuncio una politica gubernamental de riego y firmo un con trato con S. Pearson and Son para estudiar la construction de una presa de riego e hidroelectrica en el rio Nazas: "[...] se ria la primera obra de riego en gran escala nunca antes pro yectada por el gobierno de Mexico".57 Al mismo tiempo, el gobierno federal amplio su jurisdiccion sobre las vias acuati 55 Wells, 1984, pp. 106-109.

56 Kroeber, 1983, pp. 186, 187; Cott, 1979, pp. 316-318; Wells,

1984, p. 98.

57 Kroeber, 1983, p. 158; Cott, 1979, p. 318; AGN, AFB, caja 9,

exp. 10. Debo hacer notar que los proyectos publicos de riego fueron muy raros en toda America Latina; el unico programa de largo alcance de Ar

gentina, en Mendoza, apenas estaba iniciandose, al igual que el riego en el suroeste estadounidense. Vease Supplee, 1988 y Kerig, 1988.

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106 STEVEN TOPIK

cas. Parte de ese incremento en la actividad estatal se mani festo en los intentos de Diaz por limitar los derechos sobre agua concedidos a la North American Tlahualilo Company en La Laguna. Las acciones emprendidas en ese sentido fue ron tentativas debido a los intereses creados y a la interven tion de las potencias extranjeras.58 El gobierno central creo tambien la Caja de Prestamos para Obras de Irrigation y Fo mento de Agricultura para financiar proyectos de riego y creo

una Direction General de Agricultura y Camaras Agricolas Nacionales para fomentar el desarrollo agricola. Diaz y Limantour buscaron tambien la manera de reco brar el control estatal de los derechos sobre el subsuelo. En

1901 consideraron la recuperation del monopolio estatal de los minerales, pero temieron que hubiese reacciones hostiles de estadounidenses y mexicanos; y se trato de una preocupa cion razonable, dada la naturaleza belicosa del "policia del Caribe" en esa epoca y la posterior hostilidad estadouniden se contra la recuperation de los derechos sobre el subsuelo proclamados en la Constitucion de 1917. En lugar de buscar la propiedad publica de los hidrocarburos, Limantour deci dio, a la manera liberal empresarial, valerse de la firma brita nica de Walter Pearson para cortarle el paso a la Standard Oil y desarrollar la industria nacional del petroleo. Pearson creo la compafiia petrolera El Aguila, la cual fue autorizada para perforar en terrenos nacionales en Veracruz, Puebla, San Luis Potosi y Tamaulipas y, ademas, recibio generosas exenciones de impuestos. El petroleo debia ser refinado y so bre todo, vendido en Mexico. Por lo demas, muchos de los

miembros mas importantes del "circulo gubernamental" pertenecian a la junta de directores de la empresa.59

58 Meyers, 1977, p. 454, dice: "En un intento por fomentar el desa rrollo, el regimen de Diaz se valio de politicas liberales para atraer la inver sion foranea. Cuando el gobierno trato de dar preferencia al desarrollo na

cional, descubrio que los intereses creados por su anterior programa se

habian convertido en obstaculos para todo cambio de largo plazo de su pro

pia politica." Vease tambien Kerig, 1988, respecto a los esfuerzos estata les por introducir el riego publico en el valle de Mexicali. 59 Informe Kosdorri, en AA, V, II Band 3, num. 1, 1726, 1909-1920, y el informe de Munchhausen a Von Buelow, Mexico, 8 de julio de 1909, AA, V, 1747. J. Body, gerente en Mexico de Pearson, escribio a este ulti

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En 1908 fue aprobada una nueva ley minera que aumento la capacidad de supervision del gobierno sobre la mineria. En el borrador de la ley se establecia tambien que se requeri ria un permiso especial del ejecutivo para que los extranjeros pudieran comprar minas en los estados fronterizos y se exigia que todas las companias mineras se convirtieran en empresas

mexicanas, pero la presion del exterior impidio la promulga tion de esas disposiciones.60 En la tercera fase del porfiriato, el Estado empezo a inter venir mas directamente en asuntos laborales, asi como en los recursos naturales y territoriales. El desarrollo de una clase obrera asalariada politizada y militante llevo al gobierno a intervenir para impedir desordenes laborales y aumentos de salarios. En 1903, segiin The New York Times, el gobierno "advirtio a las companias mineras mas grandes que opera ban en el occidente de Mexico que no debian pagar salarios mas altos que los pagados en otras zonas del pais".61 El go bierno trataba de crear un tabulador salarial industrial uni forme en todo el pais y de asegurarse de que los extranjeros no recibieran un pago mas alto que los nacionales por el mis mo trabajo; por esa misma razon, muchos trabajadores esta dounidenses fueron remplazados por trabajadores mexica

nos cuando los ferrocarriles fueron nacionalizados. Hacia 1907, despues de un afio con mas huelgas que en los diez afios

anteriores, Diaz se mostro favorable a una intervention mas amplia del gobierno central para alentar la solution de las in justicias laborales. Asi, aconsejo al gobernador de Veracruz que aprobara una ley que regulara el trabajo de los menores, mo desde Mexico, el 8 de enero de 1906, que Limantour le habia dicho: "Cuando llegue ese momento [que la Standard Oil compita en la venta de combustoleo], sin duda alguna tendremos la ayuda del gobierno para resis tir tal rivalidad"; en NSM, AP, A-4. Vease tambien Katz, 1961, p. 223. Brown, 1987, hace notar, en la p. 33, que la creacion de El Aguila "debi lito la resistencia de los empresarios petroleros extranjeros al nacionalismo economico generado por la Revolucion Mexicana" porque, al menos has ta los aiios treinta, "siempre estuvo mas dispuesta que las compafiias pro piedad de estadounidenses a hacer concesiones al gobierno y a los sindica tos mexicanos". 60 Cott, 1979, p. 320. 61 The New York Times (6 die. 1903), p. 3.

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108 STEVEN TOPIK

otorgara los domingos y los dias de fiesta como dias de des canso y estableciera la Jornada maxima. En Nuevo Leon, el

gobernador Reyes auspicio tambien el arbitraje guberna mental en las huelgas y la compensation por accidentes. El propio Diaz considero la introduction del seguro por acci dentes en la mineria y, segiin Rodney D. Anderson, "enca bezo un esfuerzo decidido para resolver la cuestion laboral, que comprendia la intervention gubernamental directa y abierta para Uegar a una solution pactada de las injusticias laborales".62 Aparentemente, la revuelta politica de los ulti mos aiios del porfiriato impidio la promulgation de la legisla cion laboral prometida. La administracion de Diaz tambien busco profundizar las relaciones monetarias. Una parte de la reforma monetaria de 1905 fue la abolicion de todo pago por escrito, como se hacia en las "tiendas de raya", y en moneda extranjera. En Chia pas, los empleadores pagaban con moneda guatemalteca, en lugar de mexicana, porque valia 25% menos. Despues de la reforma, la mayor parte del circulante guatemalteco fue rem

plazado por pesos y tambien hubo un aumento significativo de piezas fraccionarias del peso para facilitar los pagos.63

El aspecto mejor conocido del intervencionismo en los asuntos laborales es la represion antisindical. Paul Vander wood hace notar que cada vez con mayor frecuencia, los ru rales desviaron su atencion de los bandidos hacia los organi zadores de los obreros y que la policia secreta tambien fue utilizada con propositos similares; ademas, Diaz llego a un acuerdo con Estados Unidos en virtud del cual los dos paises

perseguirian y encarcelarian a los radicales.64 Ocasional

mente, el ejercito fue empleado para aplastar huelgas, como en Cananea y Rio Blanco. Asi, en lugar de defender la sobe rania de la Nacion y la autoridad del Estado, el ejercito y la policia fueron utilizados cada vez mas para defender el capi tal. (Ello creo una especie de dilema para el regimen de Diaz, pues mientras que Estados Unidos era percibido como una amenaza para la soberania, tambien constituia un aliado del 62 Anderson, 1976, pp. 212, 207-208, 212 y 218. 63 Kaerger, 1901, t. 2, p. 544; Accounts and papers, 1907, xci, p. 219. 64 Vanderwood, 1981; Raat, 1981; MacLachlan, en prensa.

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capital en la lucha contra los trabajadores, dado que muchos de los militantes que organizaban a los obreros en Mexico eran los mismos que lo hacian en Estados Unidos.) El Estado porfirista desempefio una importante funcion tanto en los mercados de bienes como en los de mano de obra. Su politica era un tanto compleja; intentaba alentar el comercio en el mercado nacional al mismo tiempo que regla mentaba el comercio internacional y estimulaba los grandes monopolios de productores eficientes mientras se oponia al monopolio de los bienes basicos. Para liberar el mercado in terno, las alcabalas fueron eliminadas en todos los estados en 1896. Ocho afios mas tarde, fue cerrada la zona libre de la frontera norte, por lo que todo Mexico quedo sujeto a los mismos impuestos indirectos nacionales.65 Despues de 1902, la mayoria de los impuestos a las ventas descendio, mientras los impuestos sobre los bienes extranje ros aumentaron. Los derechos de aduana sobre la importa tion habian caido continuamente de 1883 a 1902 debido a que eran recaudados en funcion de las importaciones a una tasa de 1:1 entre el dolar de oro y el peso de plata. Dado que, en realidad, el valor del peso habia caido en un 50%, los derechos tambien cayeron, a pesar de que las tasas de impuestos fueron aumentadas en el caso de muchos bienes manufacturados en 1892, 1893 y 1896. En 1902, se empeza ron a tasar las importaciones a su valor en plata corriente y ello, junto con otra revision de los derechos de aduana en 1906, hizo que el nivel de protection aumentara en un ter cio. En 1909, un investigador del Congreso estadounidense informo que el arancel mexicano sobre los productos de al godon era uno de los mas altos de todo el mundo.66 La preocupacion por el mercado nacional se manifesto tambien en la oposicion del Estado a los monopolios de los productos de primera necesidad. En 1901, cuando una mala cosecha hizo subir los precios del maiz, el Estado intervino, eliminando los derechos de aduana sobre el maiz importado e importando el mismo grandes cantidades del grano, el cual 65 Memoria, 1904, pp. xxn y xxm; Iniciativa, 1895, p. 17. 66 Cosio Villegas, 1932, p. 54; Haber, 1989, p. 39; Graham-Clark,

1909, p. 38.

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vendio al precio de costo o, en ocasiones, aun con perdida; ademas, estimulo a las tiendas para que lo vendieran al pre cio normal, anterior a la sequia, mediante exenciones de im puestos. Diaz explico que habia actuado asi porque el maiz era el unico alimento de las clases indigenas y porque habria de "emplear el mismo arbitrio cuantas veces sea necesario para contrarrestar los efectos perniciosos de combinaciones artificiales, inspiradas por exagerados propositos de lucro".67

The New York Times vio esa intervention como parte de una

politica mas amplia: "Cuando se organiza cualquier activi dad comercial que parece contraria a la politica publica, el Presidente no vacila en hacerse cargo".68 Sin embargo, Diaz no era ningun enemigo de los mono polios. Por el contrario, favorecio a los que eran considera

dos como naturales y eficaces mas que aquellos que eran

"artificiales" y estafaban con los precios, como en el caso del maiz. Como antes se menciono, durante el primer dece nio de este siglo fue precisamente cuando empezaron a for marse los monopolios en muchos sectores industriales, de transporte y bancarios, y la mayoria de ellos no solo fue per

mitida sino estimulada. El caso mas notable de los que reci bieron la ayuda estatal fue el de la dinamita; para fomentar la produccion nacional de ese insumo vital para la industria minera, dos firmas que despues se fusionaron recibieron concesiones que reservaban el mercado exclusivamente para ellas. Y tambien se formo un monopolio del azucar para es timular las exportaciones.69 El esfuerzo comercial mas agresivo del Estado mexicano durante el regimen de Diaz se hizo en el campo de la plata. El precio del metal habia estado cayendo desde los afios 1870 y, a pesar de que se llevo a cabo una serie de conferencias in 67 La hacienda, 1951, p. 280. The New York Times (24 oct. 1901), p. 89. 68 The New York Times (24 oct. 1901), p. 8. Este periodico continuaba quejandose de que Mexico no seguia buenos principios liberales: "Para tratar con comunidades primitivas, las medidas primitivas son en ocasio nes mejores que aquellas disefiadas mas estrechamente en conformidad con los canones de la ciencia economica". 69 Informe de Paul Kosidowski a Von Buelow, Mexico, 10 de octubre de 1903, AA, V, 1739; Graville a Lansdowne, Mexico, 15 de marzo de 1905, FO, 204 317.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 111

ternacionales, no se logro encontrar una solution al proble ma. En 1903, en un ultimo intento, Mexico pidio a Estados Unidos y a China que se unieran en un esfuerzo diplomatico para estabilizar los precios. El plan consistia en que los prin cipales paises europeos acordaran hacer compras periodicas a un precio fijo. Era evidente que se trataba, como el econo mista frances E. Viollet lo expreso en la epoca, de un intento para "sostener artificialmente el precio de la plata''. Aunque la iniciativa diplomatica fracaso, los precios de la plata fue ron impulsados al alza por un grupo internacional encabeza do por los Guggenheim, quienes habian sido muy favoreci dos por Diaz a pesar de que eran estadounidenses. Ese fue otro ejemplo de liberalismo empresarial; el Estado trabajo con grandes empresas y a traves de ellas.70 El aspecto mas sorprendente de la creciente presencia del Estado en la economia lo constituye su intervention en un area que inicialmente desencadeno el florecimiento economi co porfirista: los ferrocarriles. A partir de 1898, Limantour empezo a poner orden en la mal planeada y peor coordinada red ferroviaria del pais. Comenzo por reducir los subsidios e impedir las lineas redundantes, mientras fomentaba la co municacion de zonas aisladas. En abril de 1899 decidio esti mular la construccion de seis lineas prioritarias; ninguna otra seria autorizada. Esas fueron mucho mas importantes para la integration nacional que para las exportaciones. Parte del plan incluia el istmo de Tehuantepec. Desde ha cia mucho tiempo, Diaz habia mostrado su anhelo de cons truir a traves del Istmo un ferrocarril y en cada extremo puer

tos que hicieran de Mexico un punto de transito para el

comercio entre el Atlantico y el Pacifico e hicieran accesible el sur del pais. Debido a que las concesiones privadas a capi

talistas estadounidenses fracasaron, el Estado llego a un

acuerdo para el financiamiento de la construccion del ferro carril y de los puertos con el ingles Weetman Pearson, quien 70 Viollet, 1907, pp. 119, 167; Hegeman, 1908, p. 115. El gobierno federal establecio una compania comercial publica para vender plata mexi cana en el extranjero a cambio de una comision reducida, aunque no tuvo exito: Memoria, 1904, p. xv; Limantour a Rothschild, Mexico, 19 de mayo

de 1905; ANMR&S, VII/36/0-78.

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112 STEVEN TOPIK

obtuvo su administracion. La eleccion de una compania in glesa sin mucha experiencia previa en la construction y ope ration de ferrocarriles demuestra el deseo de diversificar la dependencia respecto a los magnates ferrocarrileros esta dounidenses.71

A principios de 1903, cuando los grupos Harriman Rockefeller y Speyer empezaron a competir por el control de las principales lineas ferroviarias de Mexico, al mismo tiem po estaban consolidando su control sobre la red de ferrocarri

les estadounidenses. En respuesta, la hacienda mexicana

compro y obtuvo el control del Ferrocarril Interoceanico, que unia la ciudad de Mexico con la de Veracruz, y final mente compro las acciones que le daban el control del Ferro carril Central y de los Ferrocarriles Nacionales, aunque, como buen liberal empresarial, dejo su administracion a las juntas de directores de Nueva York y de la ciudad de Mexico,

compuestas en su mayoria por acaudalados hombres de ne gocios. Si bien es cierto que la intention con esas compras era, en parte, sacar de apuros a empresas que se encontraban en malas condiciones para que no quebraran y ahuyentaran a otros inversionistas, el proposito tambien era moldear los ferrocarriles a las necesidades de Mexico. Limantour espera ba resucitar el Ferrocarril Central y los Ferrocarriles Nacio nales para poder conectarlos con el del Pacifico. Ademas, temia que los principales capitalistas estadounidenses dicta ran el programa de transporte de Mexico. Por esas razones nacionalistas, nego al Ferrocarril Sudpacifico de Harriman una concesion para extender la linea por la costa del Pacifico hasta Guatemala. Para 1910, el Estado mexicano era propie 71 Diversos empresarios ferrocarrileros estadounidenses, como Collis P. Huntington, hicieron licitaciones para el proyecto de Tehuantepec, pero fueron rechazados en favor de la empresa conjunta con Pearson. El 3 de agosto de 1895, Diaz escribio a Huntington (APD, leg. 14, copiador 18) que no podia venderle el Ferrocarril de Tehuantepec porque "constituiria un monopolio contrario a los preceptos constitucionales relativos y privana al Gobierno de una de sus facultades mas importantes". El 3 de octubre de 1902, Body escribio a Pearson desde Mexico (NSM, AP, A-4) que el go bierno estadounidense habia objetado el contrato del Ferrocarril de Te

huantepec y preguntado por que "Estados Unidos y sus ciudadanos

debian ser excluidos tan odiosamente"

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tario de la mayor parte de las acciones de la mayoria de los fe

rrocarriles mas importantes del pais y ejercia un estrecho control sobre las lineas privadas.72 Menos activo en la marina mercante, el Estado mexicano empezo a hacer fuertes inversiones en puertos al terminar el

siglo pasado. Veracruz, Salina Cruz, Coatzacoalcos y Man zanillo recibieron importantes fondos federales para mejo ras, Tampico y Topolobampo fueron ampliados, todo lo cual

fue un reflejo de la transformation de las finanzas estatales.

Tambien el gasto estatal crecio marcadamente y cambio su composition. En 1907, su punto mas alto, el ingreso real per capita fue el doble de lo que habia sido al inicio del porfi riato. El gasto gubernamental crecio con mayor rapidez que la economia y alcanzo el nivel de Estados Unidos y Gran Bre tafia como porcentaje del PIB; asimismo, paso de los gastos

militares y de los gastos administrativos indirectos a la inver sion, los pagos de transferencia y el rembolso de la deuda. La

inversion federal real consignada en el presupuesto fue de cuatro a seis veces mayor despues de 1900 que en los afios 1880 y muchas inversiones adicionales fueron financiadas mediante gastos extraordinarios tornados de los superavit presupuestarios. Mas aun, una gran parte de los pagos de transferencia, que habian disminuido abruptamente a medi da que crecian las inversiones de capital federales directas con la nueva politica intervencionista, fueron hechos a com pafiias ferrocarrileras extranjeras por sus lineas y, asi, en cierto sentido, constituyeron inversiones de capital. Ademas,

despues de 1890, se empezaron a contratar cada vez mas em prestitos foraneos, no solo para refinanciar la deuda anterior, sino tambien para financiar proyectos de construction, como

el Ferrocarril, los puertos de Tehuantepec, de Veracruz y el drenaje de la ciudad de Mexico. Consecuentemente, aunque 72 Bruchhauser a von Hintze, Mexico, 4 de junio de 1911, RIA, 4384; Kosidowski a von Buelow, 10 de octubre de 1903, AA, V, 1739; McNe ely, 1964, pp. 16 y 17; Parlee, 1981, pp. 243-249; Katz, 1961, p. 217. La amenaza parecia ser tan grande porque, debido a los efectos de la de presion de los afios 1890, los ferrocarriles estadounidenses estaban unien dose en grandes sistemas dirigidos por el capital financiero. Vease Allen, 1948, pp. 66-79.

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114 STEVEN TOPIK

esos prestamos no fueron consignados como inversiones de capital, en realidad lo fueron en buena parte.73 El creciente control estatal del sistema bancario tambien da pruebas de la modernization del Estado. En los comienzos del porfiriato, en el pais solo habia dos bancos autorizados y la mayor parte de los prestamos se hacia de manera informal,

sin control estatal. El Estado practicamente tampoco tenia control sobre la oferta monetaria, la cual estaba compuesta en su enorme mayoria por plata acunada, exportada e im portada libremente. Con el tiempo, el Estado incremento su regulation de la banca y el dinero; primero, autorizo dos bancos de emision en la capital y, despues, en 1897, la ley bancaria dispuso que hubiese un banco de emision en cada estado. Limantour reconocio que el limitado numero de ban

cos autorizados crearia "una especie de oligarquia banca

ria", pero facilitaria la supervision estatal.74 Por desgracia, muchos de esos bancos siguieron practicas dilapidatorias y, hacia 1905, se encontraban al borde de la bancarrota. Con la reforma monetaria de 1905, el gobierno federal es tablecio un control mucho mas firme de los bancos y centrali

zo la banca; prohibio la creacion de mas bancos de emision durante cuatro afios, redujo la capacidad de los bancos exis tentes para emitir moneda y convencio a los bancos estatales de cerrar sucursales fuera del estado donde habian sido auto rizados. El semioficial Banco Nacional recobro su antiguo es plendor y se convirtio en una especie de banco de redescuen to, asi como en el principal banco de emision, lo cual produjo el sistema bancario con la mayor concentration y los vinculos

mas estrechos con el capital financiero , foraneo de toda America Latina. No obstante, esos vinculos no fueron una desventaja, sino que facilitaron los prestamos extranjeros. El 73 Estimaciones basadas en Estadisticas, 1965. Wagenheim a von Bue low, Mexico, 19 de diciembre de 1907, RIA, 4384, informo que, desde 1895, 38.5 millones de pesos del superavit presupuestario total de 111.5 millones habian sido utilizados para gastos extraordinarios y, la mayor parte, para inversiones de capital. Se trata de una suma considerable, si se piensa que la inversion total de capital considerada en el presupuesto ordi nario en esos afios era alrededor de 60 millones de pesos.

74 Conant, 1910, p. 26.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 115

Banco Nacional de Mexico era el unico banco latinoameri cano que podia emitir bonos en Europa con exito.75 Asi, ese banco semioficial que servia al Estado, aunque pertene

ciera a financieros extranjeros y nacionales, fue una herra mienta adecuada del liberalismo empresarial. La reforma monetaria tambien creo y fundo la Comision de Cambios y Monedas, encargada de estabilizar el tipo de cambio mediante la supervision de la cantidad de monedas acunadas y su ingreso directo en el mercado de cambios. La Comision termino por prestar una cantidad considerable de sus reservas a los bancos que se habian quedado sin fondos durante la recesion de 1907, con lo cual sirvio como una es pecie de banco de banqueros. Asimismo, como resultado de los problemas bancarios de 1907, Limantour fundo la Caja de Prestamos y Obras Agri colas con un capital de 10 millones de pesos, un subsidio gu bernamental de 25 millones y una garantia gubernamental para la emision de 50 millones de pesos adicionales en bonos hipotecarios. Se suponia que ese banco controlado por el go bierno federal debia extender prestamos de largo plazo para proyectos de riego y para la agricultura comercial, con lo

cual la Caja constituia el reconocimiento de Diaz, Liman tour y el Congreso, de la necesidad de un banco de desarro llo financiado y controlado federalmente; sin embargo, los

fondos fueron utilizados en realidad para refinanciar las deudas de hacendados en quiebra. Aunque esto fue criticado

por Francisco Bulnes como una medida retrograda para

ayudar al sector precapitalista, los beneficiarios intenciona les fueron los bancos cuyos prestamos a hacendados se en contraban en peligro. El gobierno federal recobro el control de la oferta moneta ria y fortalecio el sistema bancario nacional a traves de la re forma monetaria, la Comision de Cambios y la Caja de Pres tamos, instituciones que llenaron muchas de las funciones de una banca central, lo cual estaba lejos de ser un sistema mo netario de laissezfaire.76 75 Marichal, 1986, pp. 260-262. 76 Kemmerer, 1916, pp. 528 y 533; Pan American Union Bulletin (feb.

1905), pp. 369 y 370; Diaz Dufoo, 1910, pp. 212-214; AGN, AFB, caja 9,

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116 STEVEN TOPIK

La reforma monetaria de 1905 ha sido citada a menudo como un ejemplo de medida retrograda que dafio la posicion competitiva internacional de las exportaciones mexicanas y redujo la protection de la produccion nacional a traves del

aumento del valor del peso; tambien ha sido considerada como un soborno al capital para estimular el ingreso de in

versiones extranjeras, particularmente del capital financiero. En esas criticas se exagera e ignora por completo el clima eco nomico de la epoca. Mexico se resistio al oro durante mucho tiempo; fue uno de los ultimos paises en el mundo que man tuvo basicamente un patron plata; y ni siquiera con la refor ma monetaria adopto por completo el patron oro. .Cuando Mexico adopto el oro, la idea era retener pesos de plata que tendrian un valor oro convertible fijo superior a su valor pla ta inherente. Esta revaluation de aproximadamente 10% no era suficiente, a corto plazo, para influir apreciablemente en los flujos internacionales de capital y bienes ni en la distribu cion interna de la riqueza y los salarios, pero marco el intento por convertir la moneda mexicana de su valor en especie a un valor fiduciario; esto es, el valor de la moneda dependeria mas bien de la confianza en la garantia que daba el Estado de su valor que del valor de mercado del contenido metalico de la moneda.77 En esa epoca, ademas, no muchos obreros consideraban el patron oro como una victoria del capital; por el contrario, muchos de los mas prominentes socialistas euro peos preferian el patron oro porque el patron plata habia per mitido que los empleadores redujeran los salarios reales pa gando con una moneda deflacionaria. En realidad, el primer pais europeo que volvio al patron oro despues de la primera guerra mundial fue el controlado por los bolcheviques, la

Union Sovietica.78

La politica de endeudamiento externo refleja la creciente independencia del gobierno mexicano. El regimen diversifi co cuidadosamente su endeudamiento entre Europa y Esta exps. 8 y 10; Conant, 1910, p. 97.

77 Un alza repentina de los precios de la plata por sobre la paridad per mitio al Estado remplazar pesos de plata por pesos de oro con una ganancia considerable y obstaculizo el esfuerzo por implantar la moneda fiduciaria.

78 Polyani, 1957, p. 25.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 117

dos Unidos. A diferencia de, por ejemplo, Argentina o Bra sil, que pedian prestado casi exclusivamente en el mercado de Londres, a menudo a trav6s del mismo par de casas, la de los Baring y la de los Rothschild, Mexico obtenia prestamos tambien de Alemania, Francia y Estados Unidos. De hecho, Mexico fue el primer y, con mucho, el mayor contratador de prestamos latinoamericano en Estados Unidos.79 Al finalizar el siglo, los capitalistas de diferentes nacionalidades a menu do licitaban unos contra otros por el privilegio de prestar a Mexico, que entonces contaba con un credito excelente que le permitia obtener las tasas de interes mas bajas y los des cuentos minimos. En 1907, Wagenheim, el consul aleman, informo: Los cosmopolitas [los cientificos] ven, por paradqjico que pueda parecer, la garantia de la autonomia politica precisamente en la dependencia economica, ya que suponen que los grandes grupos financieros europeos que han invertido en el pais serviran como contrapeso a los deseos estadounidenses de anexion y llevaran a la internationalization y neutralization de Mexico.80

Hasta ahora he sostenido que el Estado porfirista avanza ba de manera impresionante hacia la supervision y la inte gration de la economia de exportation y que intervenia sus tancialmente en la banca, en los mercados de exportation, en la oferta y tipo monetarios y en los transportes. Pero, ^que pensaba respecto a la industria? Una de las mayores criticas dirigidas contra el Estado liberal era que ponia el enfasis en el capital y el comercio internacionales a expensas de permi tir el crecimiento de la autonomia interna a traves de la in dustrialization. Sin embargo, si bien es cierto que el porcen

taje de la fuerza de trabajo empleada en la industria no

aumento mucho y que el sector de exportaciones e importa ciones crecio mas rapidamente que la industria, Mexico ex

79 Stallings, 1987. 80 Tobler, 1984, p. 116. Brestlaw a von Buelow, Mexico, 27 de junio de 1906, en AA, V, 1746, se quejaba de que la casa bancaria estadouniden se Speyer habia impedido que Bleichroeder obtuviera financiamiento gu bernamental y ahora amenazaba con excluir a los alemanes del financia miento privado tambien.

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118 STEVEN TOPIK

perimento un crecimiento notable en las manufacturas. Sus industrias de textiles, cigarros y cerveza se encontraban en tre las mas grandes de America Latina y, en realidad, entre las mas grandes y mejor capitalizadas del mundo no euro peo. La industria mexicana no solo se desarrollo en el campo de los bienes de consumo duraderos con altos dividendos y bajos requerimientos de capital, sino que tambien produjo una de las industrias de bienes de capital mas avanzadas del

Tercer Mundo. La Fundidora de Monterrey satisfacia una

gran parte de las necesidades de hierro y acero del pais a tra ves de la refinacion del hierro nacional y, tambien, del uso creciente del coque nacional. Asimismo, los Guggenheim y los Rothschild establecieron plantas de beneficio de cobre y plata muy grandes. Durante siglos, las casas de moneda de Mexico fueron las principales acunadoras y exportadoras de monedas de plata del mundo. Bajo Diaz, Mexico fue el unico pais refinador de petroleo a toda escala fuera de Esta dos Unidos y Europa, y. rapidamente se convirtio en uno de los principales del mundo.81 Las industrias del vidrio, el papel y el cemento ya satisfacian las necesidades del pais mucho antes de que se establecieran, por ejemplo, en Brasil. La expansion de la industria fue, sobre todo, un producto secundario del crecimiento economico general de Mexico y de la prosperidad de la economia mundial. No recibio el esti mulo directo del Estado porque Mexico no contaba con ban cos de desarrollo ni empresas estatales; por otra parte, no obstante, hubo algunas vias importantes a traves de las cua les el Estado fomento la industrialization durante el porfiria to . El arancel a las importaciones era bastante alto en el caso de muchos bienes que tambien se producian en Mexico, pero se concedieron exenciones de impuestos en el caso de la ma quinaria y los insumos necesarios para las fabricas, mientras que las politicas porfiristas social y laboral consistieron en mantener bajos los salarios. El patron plata tambien protegia a los fabricantes, ya que permitia que los salarios y los costos 81 Los paises del Tercer Mundo casi no participaron en la produccion de insumos industriales como el hierro, el carbon mineral y el petroleo du

rante ese periodo. Segun Bairoch, 1977, p. 55, el Tercer Mundo produjo solo el 3% del mineral de hierro mundial y el 15% del petroleo en 1913.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 119

de produccion fuesen mas bajos en comparacion con las im portaciones provenientes de otros paises, donde los salarios eran pagados en oro. En 1905, la conversion al patron oro eli mino parte de esa protection al increrrientarse el valor de los salarios, pero la recesion de 1907-1908 forzo a la baja los sala

rios internos en muchos sectores. Por lo demas, el otorga miento de generosas concesiones permitio el desarrollo de la infraestructura de transporte y la generation de energia elec

trica necesarias.

A principios del siglo XX, como vemos, el Estado porfiris ta estaba cambiando su politica economica en muchos frentes

y se volvia mas agresivo, intervencionista, nacionalista y de

sarrollista. Lo anterior no quiere decir que no existieran

grandes injusticias y desigualdades; todo lo contrario, los Es tados capitalistas modernos generalmente estimulan o perpe tuan las desigualdades al mismo tiempo que profundizan las relaciones capitalistas e instituyen el capitalismo de Estado. El problema que planteo no es si el regimen de Diaz era justo,

sino mas bien, si era un Estado capitalista moderno. Mien

tras que por una parte, estimulo las exportaciones y el ingre so de capital foraneo, por la otra, protegio el mercado inter

no, estimulo la sustitucion de importaciones ?en productos tan importantes como el petroleo, el acero, el cemento, el vi drio y la dinamita? y fortalecio la integration nacional. No siguio una politica feudal ni de clasico laissezfaire; antes bien,

en ciertos sectores dinamicos de la economia, el regimen, in

fluido por los cientificos, forjo una politica de liberalismo era presarial que se asemejo a las politicas puestas en vigor en los

paises industrializados mas avanzados de la epoca. La victoria politica de los cientificos despues del fin del si glo pasado debe verse como un corolario de la implantation del liberalismo empresarial. El Estado dio preferencia a los sectores capitalistas mas avanzados, en especial al capital fi nanciero nacional e internacional, mas que a los hacendados tradicionales. Aunque las tradicionales familias terratenien tes, como los Peon de Yucatan, prosperaron a la sombra de Diaz, las nuevas familias de financieros-comerciantes con nexos internacionales, como los Molina, Terrazas y Madero, y los financieros inmigrantes, como Hugo Scherer y Thomas This content downloaded from 165.227.36.157 on Mon, 09 Oct 2017 03:06:02 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms


120 STEVEN TOPIK

Braniff, tuvieron un exito mucho mayor.82 Cuando en 1902 Diaz comenzo a colocar a hombres aliados de los cientificos en las gubernaturas de estados importantes, promoviendo, como dice Francois-Xavier Guerra, la " aristocratizacion de Cesar'', ello significo un reconocimiento de la victoria de la elite financiero-comercial sobre las familias terrateniehtes tradicionales.83 La influencia politica de los caciques locales y las viejas amistades con Diaz cedieron el paso al poder del capital. Se trato, en realidad, de una modernization politica del Estado para complementar la transformation economica que ya estaba en proceso desde hacia tiempo. Por desgracia, el porfiriato padecia, como lo hizo notar Alan Knight, de "un musculo economico hiperdesarrollado y de un cerebro politico subdesarrollado".84 Fueron los problemas economi

cos coyunturales ?como la depresion de 1907-1908, que

tuvo repercusiones desfavorables en Mexico debido al exito de la integration del pais a la economia mundial? y la inep titud politica, los factores que derrumbaran al sistema porfi rista, no la estructura del programa economico.85

Despues del diluvio Durante los dos decenios posteriores al inicio de la Revolu tion, en realidad hubo pocos cambios en la politica economi ca. En la mayoria de las areas mas importantes, los gobiernos posteriores a 1911 siguieron adelante con las politicas libera les de la epoca de Diaz: la politica fiscal siguio siendo conser vadora. Los regimenes intentaron equilibrar el presupuesto, y el gasto gubernamental alcanzo ?incluso bajo Cardenas, 82 Wells, 1982; Cerutti, 1983; Collado, 1987. En Haber, 1989, p. 69, sefiala la importancia de los "industriales-financieros": "En realidad, no se trataba tanto de que el Estado representara los intereses de esos finan cieros cuanto de que esos financieros eran el Estado". 83 Guerra, 1985, p. 89. 84 Knight, 1986, pp. 35-36. 85 J. Meyer, 1973, p. 263, hace ver tambien que "tal vez [el regimen de Diaz] hubiera podido hallar una solucion dinamica, si no hubiese surgi do una serie de problemas coyunturales, como las crisis financiera y mone taria, la sucesion y la hostilidad americana".

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 121

cuando fue estimado en apenas el 8% del producto interno

bruto? una suma que ya Diaz habia alcanzado antes. La

politica monetaria continuo siguiendo el patron oro hasta 1932 y lo abandono solo entonces porque, segiin Enrique Cardenas, "fue forzada por el bajisimo nivel de reservas in

ternacionales".86 Cuando la economia se deterioraba, en

lugar de practicar una politica keynesiana de inversiones es tatales para estimular la economia nacional, los regimenes revolucionarios seguian politicas prociclicas que restringian la oferta monetaria y el gasto para sostener el peso. Incluso Lazaro Cardenas tardo en cambiar esa situacion, aunque en principio, algunos de sus consejeros llegaron a ver la necesi dad de aplicar politicas keynesianas. Ademas, el gasto en in fraestructura fue relativamente bajo; en 1930, a pesar de la introduction del automovil, del descenso en la construction de ferrocarriles y de la existencia de ingenieros con un alto ni

vel de estudios, Mexico solo tenia 1 400 kilometros de cami nos pavimentados, probablemente menos que Los Angeles en la misma epoca.87 Asimismo, todavia habia pocas empre sas estatales; a pesar de la fundacion nominal de un banco central, la creation de un verdadero banco central tuvo que esperar hasta 1932. Durante mas de veinte afios despues de la caida de Diaz, las politicas fiscal, monetaria e industrial si guieron siendo en gran medida las mismas.88 En verdad, es probable que la enorme cuota de vidas y la destruction economica causadas por la Revolucion hayan

86 Cardenas, 1987, pp. 49, 55, 71, 87 y 95. 87 Gortari Rabiela, 1989, pone de manifiesto el surgimiento de inge nieros perspicaces que creian que el Estado debia mostrarse mas activo en la construccion de ferrocarriles, si bien las condiciones materiales impe dian llevar a cabo muchas obras. 88 gETT? 1957? p. 117, afirma: "El desarrollo del Banco de Mexico se vio determinado en gran medida por fuerzas exteriores a el y, a menudo, exteriores a Mexico, fuerzas sobre las que tenia poco o ningun control". Despues de la Revolucion se hicieron algunos esfuerzos por crear monopo lios dirigidos por el Estado para proteger el azucar y el henequen, los cuales no fueron muy diferentes del fracasado plan porfirista para la plata. Res

pecto al azucar vease Crespo, 1988, pp. 310-315; acerca del henequen, vease Joseph, 1982, cap. 8. Kerig, 1988, demuestra la continuidad de la

politica territorial en relacion con las grandes deslindadoras estadouniden

ses hasta el gobierno de Cardenas.

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122 STEVEN TOPIK

frenado la evolucion de la funcion economica del Estado. El "Estado revolucionario" conto con menos recursos materia

les e intelectuales, menos apoyo international y menos

abundancia de planes a largo plazo que si no hubiese habido revolucion. Como David Brading hizo notar: "La tarea de crear de nuevo un Estado nacional, comparable en prestigio y en autoridad con el del regimen porfiriano, absorbio todas las energias y el talento politico de los presidentes que gober

naron a Mexico hasta 1940".89 Los lideres de la economia siguieron siendo las mismas personas que habian prospera

do durante el porfiriato. Desde su punto de vista, la Revolu tion creo una crisis de confianza que provoco una importan te baja en la inversion industrial. Hasta los ultimos aiios del decenio de 1930, las principales industrias del pais siguieron siendo las mismas que habian surgido durante el porfiriato y continuaron ejerciendo una gran influencia. Como lo ob

serva Haber: "la Revolucion, antes que derrumbar la es tructura industrial del porfiriato, la reforzo".90 Aun en 1940, otros sectores clave de la economia, como la mineria y la agricultura, crecian a un ritmo mucho mas lento que

durante el porfiriato.91 Cuando el moderno Estado desarrollista empezo a seguir politicas keynesianas en los aiios treinta, no fue porque una nueva clase social hubiese llegado al poder con la Revolucion o porque el Estado fuese ya lo suficientemente fuerte en el pia no politico para imponer su voluntad; la Revolucion y el Es tado fuerte, fueron anteriores al surgimiento de una nueva politica estatal. Mas bien, la coyuntura internacional obligo a seguir nuevos rumbos economicos que, no obstante, fueron adoptados con muchas vacilaciones. Aunque estaba en favor de un Estado redistribucionista, Cardenas se mostro renuen 89 Brading, 1985a, p. 21. 90 Haber, 1989, pp. 124 y 147; Camp, 1989, p. 76; Wasserman, 1987, pp. 87-108. La prolongacion del poder de la elite economica y su hostilidad hacia la Revolucion son mostradas en L. Meyer, 1973, y en Saragoza,

1988. Debe hacerse notar que un cambio notable provocado por la

revolucion fue la bifurcation de las elites economicas y politicas con antece

dentes distintos; vease Smith, 1979. 91 Vernon, 1965, p. 83.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 123

te a aumentar mucho el gasto estatal o a crear grandes em presas estatales; ademas, tuvo que hacer frente a los limites impuestos a la autonomia del Estado por la burguesia nacio nal, los inversionistas foraneos y los Estados extranjeros.92 Debido al trastorno que provoco en el comercio y la inver sion internacionales, la depresion hizo que muchos Estados de todo el mundo intervinieran en su economia. Gobiernos derechistas, como el de Ibanez en Chile, y lideres pro capita listas, como Franklin Delano Roosevelt en Estados Unidos, se vieron obligados a emprender iniciativas estatales sin pre cedente. Ciertamente, no fue necesaria una revolucion social para provocar el abandono del laissez faire.

Una comparacion entre Mexico y Brasil Si bien es cierto que la depresion hizo del activismo estatal algo mucho mas comiin, tambien es cierto que muchos pai ses, como Argentina, decidieron enfrentar la crisis mundial con una intervention estatal menor. ^Como saber si el regi men liberal mexicano Uevaba en si las semillas del Estado in tervencionista y si esas semillas habrian dado frutos sin el invernadero de la Revolucion? La comparacion con Brasil puede ser ilustrativa.93 Brasil es celebre por haber evitado las revoluciones sociales median te una politica de transaction. El regimen liberal de la Prime 92 Cardenas, 1987, p. 85, arguye que el Estado abandono la politica del laissezfaire por una mayor flexibilidad de accion "casi independiente";

no lo hizo forzado por las condiciones economicas o sociales. Hace notar que el gasto gubernamental como porcentaje del pib aumento de 6.34% en 1930 a 6.87% en 1933 y 7.85% en 1940, un cambio realmente me nor en medio de una terrible depresion. Hamilton, 1982, demuestra las restricciones que enfrento Cardenas. Wilkie, 1970, muestra que la distri bucion del gasto si cambio y que se desplazo mucho mas hacia los proble

mas sociales.

93 Leal, 1972, reconocio hace algun tiempo que, en cierto sentido, la experiencia mexicana se asemeja a la de paises desarrollados recientes, como Alemania, Italia y Japon, si bien difiere por el hecho de que Mexico ha sido un pais exportador de productos agricolas y minerales. La compa racion con otros paises exportadores de esos productos ayudaria a com prender la singularidad de Mexico.

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124 STEVEN TOPIK

ra Republica (1889-1930) preparo el camino para el acceso al poder en 1930 del regimen de Getulio Vargas, quien aunque adopto un nuevo lenguaje, mantuvo la mayoria de las politi cas economicas anteriores. En 1910, el pais que mas se pare cia a Mexico, aun mas que Argentina, era Brasil. Ambos ha bian sido colonias ricas y, de hecho, el centro de sistemas coloniales; la fuerte intervention estatal en la economia era traditional, si bien en el caso de Mexico, la intervention esta tal era caracteristica del Estado colonial, mientras que en Brasil, lo era del Estado decimononico. Ambos paises eran rurales, exportadores de materias primas y controlaban una gran proportion del mercado mundial de su producto princi pal; Brasil recibia casi tanto capital extranjero como Mexico y es muy probable que la inversion externa haya sobrepasado la interna durante el periodo 1900-1910; el ingreso per capita era similar. Cada uno de los dos paises era gobernado por un Estado liberal oligarquico, con una legitimidad popular limi tada, que se desviaba de los principios del laissez faire. Brasil seguia el patron oro y buscaba equilibrar su presupuesto y descentralizar los ingresos; el Estado brasileno era propieta rio de la mitad de los ferrocarriles del pais, pero habia alqui lado la mayoria de ellos a capitalistas extranjeros. Brasil, en fin, emprendio tambien la primera "valorization" del cafe para impulsar el alza de los precios internacionales del grano,

pero su proyecto, dirigido por el estado de Sao Paulo mas bien que por el gobierno central, fue limitado y timido.94 Tambien habia algunas diferencias importantes, desde luego. El Estado brasileno gastaba mucho mas e invertia mas que el Estado mexicano, pero lo que es mas importante, casi la mitad de la inversion extranjera en Brasil consistia en pres

tamos que equivalian a solo una quinta parte de la inversion extranjera en Mexico; consecuentemente, los inversionistas extranjeros tenian menos propiedades en Brasil y participa ban menos en los sectores mas dinamicos de la economia. Dada la importancia del cafe, Brasil poseia una burguesia na cional mas numerosa y mas dinamica que Mexico.95 Los es 94 Topik, 1987. 95 Topik, 1989.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 125

tadounidenses tenian pocas inversiones en Brasil, por lo que

Estados Unidos ejercia pocas presiones diplomaticas sobre ese pais; sin embargo, es probable que esa diferencia habria

disminuido con el tiempo, aun sin la Revolucion mexicana. El periodo de 1880 a 1914 fue de un flujo sin precedentes para el capital internacional. Despues de la primera guerra mundial, el capital britanico en America Latina descendio en terminos reales, al igual que las inversiones francesa y alema

na. En cuanto a la inversion estadounidense a nivel mundial, despues de un aumento repentino en los afios veinte, tam bien se estanco durante mas de dos decenios.96 En conjunto, la inversion britanica y estadounidense en America Latina se mantuvo al mismo nivel entre 1914 y 1949, mientras que la poblacion latinoamericana se duplico y las economias nacio nales crecieron a una tasa anual per capita de aproximada mente 1 %.97 Era inevitable que la posicion economica rela tiva de los extranjeros se deteriorara entre 1914 y los afios

cincuenta, a pesar de que Mexico continuo tratando de

atraer capitales foraneos. Asi, la inversion extranjera en Me xico como porcentaje de la inversion total habria de dismi nuir por razones exogenas al pais. Lo anterior se ve apoyado por las estimaciones de John

Womack, las cuales indican que, durante los dos decenios posteriores a la Revolucion, la participacion de los extranje ros en la riqueza nacional de Mexico se duplico en terminos

96 Rippy, 1959, pp. 67, 75 y 85, hace notar que el capital britanico no minal en America Latina aumento mas del doble en los veintitres afios transcurridos entre 1890, cuando era de 425 millones de libras esterlinas, y 1913, cuando llego a casi mil millones de libras esterlinas, para despues descender a 560 millones hacia 1949. La inversion estadounidense en America Latina crecio incluso con mayor rapidez entre 1890 y 1910, ya que aumento mas de cinco veces. Segun Historical, 1960, pp. 565 y 566, en los casos en que la inversion estadounidense en el extranjero se quintuplico durante los diecisiete anos transcurridos entre 1897 y 1914, la misma se cuadruplico en los trece afios transcurridos entre 1914 y 1927, para des pues disminuir de manera continua hasta 1940; las ganancias sustanciales apenas empezaron a presentarse en 1946. En America Latina, a la inver sion estadounidense duplicarse le tomo los veintisiete anos transcurridos entre 1929 y 1956, mientras que ello habia ocurrido en apenas cinco o siete afios despues del fin del siglo pasado. 97 Bairoch, 1977, pp. 6y 184.

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reales y la dependencia comercial respecto a Estados Unidos aumento. La depresion redujo el control de los extranjeros sobre la riqueza nacional y diversifico el comercio.98 Ade mas, la inversion se desplazo de los sectores de transportes y materias primas, como los minerales (que, en conjunto, cons tituian el 80 % de la inversion estadounidense en Mexico en 1910), hacia la produccion para el mercado interno y, mucho mas tarde, la industria de exportation. En estos ultimos ca sos, los inversionistas se interesaron mucho mas en el desa rrollo de la economia interna y en la aceptacion de las politi cas laborales populistas que expandian el mercado interno. Estados Unidos aumento en gran medida sus inversiones en Brasil, precisamente en esas areas, mientras que en Mexico, en particular, la produccion mineral se volvio menos atracti va debido al descubrimiento de ricos yacimientos de petroleo en Venezuela y de cobre en Chile y Peru.99 Finalmente, Mexico se diferenciaba de Brasil por el grado

de presion imperialista diplomatica que Estados Unidos

podia ejercer. Diaz y Limantour se vieron constantemente restringidos en su politica economica por las amenazas de Es tados Unidos y, de hecho, fue para contrarrestar esas amena zas por lo que Mexico atrajo tanto a los capitales europeos. Durante el ultimo decenio del porfiriato, Mexico se distancio mas de Estados Unidos al apoyar al nicaraguense Santos Ze laya y darle refugio despues de que Estados Unidos lo derro cara, al negarle el uso de la bahia de Magdalena a la marina estadounidense, al discrepar sobre la frontera con Estados Unidos debido al cambio de curso del rio Bravo y, finalmen te, al ofrecer una reception diplomatica a una delegation ofi cial japonesa.100 La libertad de accion diplomatica de Mexi co habria continuado aumentando porque la agresividad de Estados Unidos estaba destinada a disminuir independien temente de la Revolucion mexicana. Despues de Woodrow Wilson, los presidentes republicanos empezaron a apartarse de los esfuerzos estadounidenses por unirse a las potencias 98 Womack, 1978, pp. 95 y 96. 99 Brown, 1985, pp. 362-385; Meyer, 1977. 100Tobler, 1984, p. 115.

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REVOLUCION, ESTADO Y DESARROLLO ECONOMICO EN MEXICO 127

coloniales. La "era imperial" termino con una desastrosa

guerra mundial. Despues de 1918, resurgio el aislacionismo y Estados Unidos empezo a desligarse de America Latina. Cuando la depresion provoco en Estados Unidos una mayor preocupacion por los problemas internos, aumento la ame naza de la diplomacia alemana y se produjo el surgimiento de una nueva vision del mundo, caracterizada por "la politica

del buen vecino". La influencia de Estados Unidos dismi

nuia en todas partes, incluso en las nuevas colonias como Ni caragua, Haiti, Cuba y la Republica Dominicana.101 Conse

cuentemente, cualquier gobierno mexicano habria tenido

mayor libertad que el regimen porfirista para emprender el tipo de iniciativas que Limantour tenia en mente. El regimen liberal brasileno respondio a esos cambios en el piano mundial y a las nuevas demandas internas con la trans formation del Estado. Ya antes de 1930, se volvio interven cionista sin ninguna ruptura politica dramatica, se hizo pro pietario de los bancos comerciales, de ahorros e hipotecarios, de las lineas ferroviarias y navieras, controlo practicamente el comercio mundial del cafe y recobro la autoridad sobre los

derechos acuiferos. Despues de 1930, su intervencionismo se acelero. Hasta los anos 1980, la presencia economica y la ca pacidad del Estado brasileno para extraer impuestos al sector

privado fueron mayores que las del Estado mexicano. En 1980, en el Mexico revolucionario, las empresas transnatio nal extranjeras controlaban la mitad de los bienes de capi

tal de las 300 firmas manufactureras mas grandes, al igual que en Brasil, controlado por militares derechistas. La ma yor diferencia consistio en que el desarrollo de Mexico fue forjado por un regimen civil incluyente que puso en practica politicas redistributivas, como la reforma agraria, y buenas relaciones laborales, mientras que durante la mayor parte del

periodo posterior a 1930, el desarrollo brasileno fue conduci do por regimenes autoritarios controlados o influidos por los

militares, menos preocupados por la redistribution. Es solo en este aspecto en el que Mexico se diferencia mucho de Bra sil y en el que la Revolucion mexicana se hizo sentir; pero, in 101 Frieden, 1989, pp. 67-74.

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128 STEVEN TOPIK

cluso en ese campo, la riqueza se concentro mucho y de ma nera muy similar en ambos paises.102

Conclusion La Revolucion mexicana fue un acontecimiento importante en la reformulation del Estado mexicano: los caciques fueron eliminados, se centralizo el poder politico y los campesinos y los trabajadores mantuvieron durante algiin tiempo una ma yor influencia en los asuntos piiblicos. Se trato de una revolu

tion populista, pero esta no marco realmente la creacion de un Estado capitalista moderno. El intervencionismo desarro llista ya se habia iniciado en el porfiriato; durante la tercera fase del regimen de Diaz (1897-1910) los cientificos forjaron una politica de liberalismo empresarial para adaptarse al in greso de financimiento y capital industrial foraneos y a la creacion del capital financiero nacional. El Estado empezo a regular mucho mas estrechamente la economia en areas que iban de la banca a los ferrocarriles, pasando por la mineria y la mano de obra, y a aplicar algunas medidas nacionalistas importantes, como la nationalization de los ferrocarriles. El intervencionismo estatal se acelero marcadamente, no con la Revolucion, que en realidad significo un freno al desarrollo, sino con la gran depresion de los afios treinta. Aunque las fuerzas internas desempefiaron un papel importante en for mular las respuestas a los cambios internacionales, las fuer zas externas impusieron parametros de accion en la esfera economica. La comparacion con Brasil sugiere que en Mexi co habria surgido un Estado intervencionista desarrollista, incluso sin un levantamiento social, debido al desorden de la economia internacional, al debilitamiento de la presion ex tranjera durante los afios treinta, al cambio en los patrones de la inversion internacional y al crecimiento del mercado in terno. Los aspectos de la politica estatal mas directamente 102 Graham, 1982, pp. 44 y 45; Evans y Gereffi, 1982, pp. 138 y 139; Felix, 1982, p. 279. Newfarmer y Mueller, 1975. Womack, 1978, p. 98, estimo que todavia en 1940 el 60% del territorio mexicano seguia estando constituido por propiedades privadas de mas de 1 000 hectareas.

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144 STEVEN TOPIK

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RESENAS Jose Luis Martinez: Herndn Cortes. Mexico, Universidad Nacional Autonoma de Mexico-Fondo de Cultura Econo mica, 1990, 1015 pp. ISBN 968-16-3330-X. Hernan Cortes fue uno de los grandes hombres del siglo xvi. Su dramatica vida tuvo dos periodos, uno de lento ascenso y de subito encumbramiento, y otro de varios infortunios y de crecientes humi

llaciones. Hijo de hidalgos pobres de Medellin (Extremadura), a los 14 afios fue enviado a la Universidad de Salamanca, donde du rante dos aiios aprendio latin y rudimentos legales. Pero tenia poca voluntad para los estudios y volvio a su pueblo, donde se distinguio

como hombre "bullicioso, altivo, travieso, amigo de armas". A los 17 aiios fue a Valladolid, donde aprendio el oficio de escribano. No

contento con ello, busco fortuna y a los 19 aiios se fue a America,

donde su pariente Nicolas de Ovando era gobernador de la isla La Espafiola. Estuvo como escribano de Azua. En 1511 Diego Colon, sucesor de Ovando, encargo la conquista de la isla de Cuba al capi tan Diego Velazquez, amigo de Cortes. Conquistada la isla, Cortes se establecio en la capital, de la que fue nombrado alcalde. Crio ga nado y saco oro; alcanzo alguna fortuna. En 1517 y 1518 Velaz quez envio dos expediciones al mando de Francisco Hernandez de Cordoba y Juan de Grijalva para explorar el golfo de Mexico. An tes de regresar Grijalva, Velazquez decidio enviar otra armada. Nombro capitan a Hernan Cortes y le dio instrucciones para reco nocer la costa, obtener informes del rico pais del que se tenian noti

cias y "rescatar" oro, pero no conquistar ni poblar. Durante

cuatro meses preparo su armada de 11 navios ?probablemente Cortes contribuyo con la mayor parte del capital necesario? y alis to 600 hombres. En febrero de 1519 sale de Cuba. Va primero a Yucatan, descubierto por Hernandez de Cordoba, y llega a Cozu mel. Se adelanta uno de sus capitanes, Pedro de Alvarado, entra HMex, xl: 1, 1990 145

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146 RESENAS en un pueblo de indios y les toma gallinas, ornamentos de los tem plos y a dos indios y una india. Cortes lo reprende gravemente, di ciendo "que no se habian de apaciguar las tierras de aquella mane ra, tomandoles a los nativos su hacienda, y le mando volver el oro y demas, liberto a los indios y le mando pagar por lo comido". Esta primera action civilizadora granjeo a Cortes la confianza de los in

dios. Y aqui, comenta Bernal Diaz, "comenzo Cortes a mandar

muy de hecho''. Llega a Tabasco y en marzo tiene una primera ba talla en Centla. Hace las paces con los de Tabasco y en abril recibe a la Malinche, famosa india que sera su aliada mas fiel. Llega a San Juan de Ulua, donde funda la Villa de Veracruz. Llegan los prime ros enviados de Montezuma (Jose Luis Martinez usa la version correcta Motecuhzoma) con regalos. En mayo crea el cabildo de Veracruz, su "jugada maestra", que nombro a Cortes capitan ge neral y justicia mayor. A partir de este momento ocurre la subita transformation de Cortes en guerrero y estadista excepcional. En las hermosas palabras de Jose Luis Martinez, que constituyen su primer analisis del fenomeno de Cortes, "estaba formado por un conjunto de cualidades, aptitudes y monstruosidades: calculada audacia y valentia, resistencia fisica, necesidad compulsiva de ac tion, comprension y utilization de los resortes psicologicos y los moviles del enemigo, evaluation de las circunstancias de cada si tuacion y decisiones rapidas ante ellas, dominio de los hombres con

una mezcla de severidad, tolerancia y objetividad; aceptacion im pavida del crimen y la crueldad por razones politicas y tacticas; ausencia de escnipulos morales y de propensiones sentimentales; sobriedad en el comer y en el beber; avidez erotica puramente ani mal, sin pasion; gusto por la pulcritud personal y por el trato sefio

rial; curiosidad y amor por la tierra conquistada y su pueblo, con los que acaba por identificarse; intensas religiosidad y fidelidad a su rey, nunca ofuscadoras; capacidad de organization, de legisla

cion y de reglamentacion, y ambition de poder y de fama mas fuer

tes que el afan de riqueza''. Va a Cempoala y recibe un gran presente de joyas, oro, pluma jes y ropas de Montezuma. En julio ocurre el hecho mas espectacu lar de la vida de Cortes: quema las naves para impedir la vuelta a Cuba. Al mismo tiempo salen sus procuradores a Castilla con car tas y presentes para Carlos V. En agosto sale de Cempoala hacia el interior de Mexico y llega a Jalapa. En septiembre tiene combates con los tlaxcaltecas, enemigos de los aztecas, y gana, porque ya le ayudan 400 indios de Cempoala y 300 de Iztacamaxtitlan. Se so meten los tlaxcaltecas y van a ser los aliados mas fieles de Cortes.

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resenas 147 En octubre sale de Tlaxcala y llega a Cholula, cuyos habitantes son indios independientes de los aztecas, pero son sus aliados mili tares, y enemigos feroces de los tlaxcaltecas. Prepararon una em boscada, pero los espaiioles no se dejaban sorprender y cometieron

una "matanza innoble", en la que murieron mas de 3 000. En noviembre Cortes sale de Cholula y pasa por Amecameca. El 8 de noviembre los soldados de Cortes y sus aliados avanzan hacia "la gran ciudad de Temixtitan". Se realiza el primer encuentro del senor azteca y Cortes. "Ambos se esperaban con ansiosa cu riosidad y confusos sentimientos. Ninguno sabia cual iba a ser el desenlace del drama que representaban, pero sabian ya que iba

a ser decisivo para sus pueblos y para ellos mismos." Una vez

instalados los huespedes en "una muy grande y hermosa casa" y obsequiados de nuevo con ropas y joyas, Cortes recoge en su

relato la exposicion que le hizo Montezuma de la historia de

su pueblo azteca y de la larga espera del retorno de Quetzalcoatl que habria de venir a sojuzgarlos. Cortes recibe noticias de que Cuauhpopoca, sefior de Nautla y subdito de Montezuma, habia dado muerte en una emboscada a cuatro espafioles y que, al tratar de vengar su agravio, habian muerto a otros soldados. Suponien do que la accion de Cuauhpopoca fue instigada por el sefior de Mexico, Cortes apresa al monarca indio y dias mas tarde le pone grillos. Al mismo tiempo, le exige que haga traer a Cuauhpopoca y, en una hoguera formada por carretadas de flechas, escudos y mazas indias, le hace quemar junto con otros principales en la plaza mayor de Mexico. Buscan el tesoro de Montezuma y lo en cuentran en uno de los palacios detras de una pared recien oculta

da. Durante siete meses Cortes, con la ayuda de Montezuma, hace indagar la ciudad y el pais.

En mayo de 1520 llego a las costas de San Juan de Ulua la arma da de Panfilo de Narvaez, de 18 naves y 800 hombres, enviada por Diego Velazquez, para quitar el mando a Cortes. Cuando este se entera de que los naturales de la tierra veracruzana y en especial el

Cacique Gordo de Cempoala, su antiguo amigo, se habian aliado al invasor Narvaez, y de que los senores de la region, adictos a Montezuma, lo estimulaban tambien, decide abandonar la ciudad de Mexico el 10 de mayo, y afrontarlo. Nombra teniente suyo a Pe

dro de Alvarado y sale con 70 soldados. Se le incorporan en Cholu la y Cempoala otros espaiioles, pero aun asi, la fuerza de que dispo nia Cortes, de cerca de 300 espaiioles mas los indigenas, era muy inferior a la de Narvaez. Pero gracias al oro y a promesas, se asegu

ro la complicidad de muchos de los hombres de Narvaez, sobre

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148 RESENAS

todo de los artilleros, que no dispararian. Se logra finalmente la prision de Narvaez, que es enviado a Veracruz. Durante estos sucesos llegaron de Mexico noticias alarmantes; habia estallado la rebelion indigena, a causa de la matanza del templo mayor ordenada por Pedro de Alvarado. Los mexicas,

confederados con los de Tlatelolco, se habian decidido por la

guerra a muerte contra los espanoles. Una vez mas Cortes decide servirse de Montezuma, para que desde una azotea pida que cese la guerra. El sefior de Mexico lo hizo y alii fue muerto de una pe drada en la cabeza (la version indigena fue que "murio a punala das", que lo mataron los espanoles, asi como a los demas princi

pales que tenia consigo la noche en que huyeron). Dos jovenes

capitanes indios, Cuitlahuac, sefior de Iztapalapa, y Cuauhtemoc, sefior de Tlatelolco, hermano y sobrino de Montezuma respectiva mente, y que seran los ultimos senores de Mexico-Tenochtitlan, encabezan la nueva decision indigena de lucha sin cuartel y ya no de renuncia fatalista.

Forzados por la situacion desesperada y el creciente numero de espanoles muertos o malheridos, Cortes decide la salida de la ciu dad de Mexico la noche del 30 de junio de 1520. La columna cons taba de siete u ocho mil hombres, de los cuales unos 1 300 eran es panoles. La vanguardia, al mando de Gonzalo de Sandoval, y el centro, con Hernan Cortes, la artilleria y el tesoro, los prisioneros

y las mujeres, lograron mas o menos Uegar hasta la tierra firme, utilizando el puente portatil. En ese momento los mexicanos se die ron cuenta y se initio el encarnizado ataque en la calzada y por am bos lados de ella. El puente movible se hundio tanto en el fan go que no pudo ser removido y los mexicas lo inutilizaron del todo, por lo

que la retaguardia quedo cortada. La artilleria y el tesoro se habian perdido y de la retaguardia, formada sobre todo con soldados de Narvaez, solo sobrevivieron Alvarado, muy mal herido, y cuatro soldados. Mas de ochenta habian perecido. Segun otra version, mas de cuarenta espanoles, los mas de a caballo, traian consigo mucho fardaje y como venian despacio, la gente mexicana, que era muy valiente, les atajo el camino y les hizo volver a los patios,

donde se combatieron tres dias con sus noches, mas todos fueron hechos pedazos. Segun Lopez de Gomara, mas de doscientos espa noles fueron matados en la "Noche triste'', sacrificados y comidos. Siete dias despues, en Otumba, hubo nueva lucha, pero los espano les lograron abatir al jefe de las tropas indigenas y le arrebataron su estandarte y la action se decidio a favor de los espanoles. Afortuna

damente, los tlaxcaltecas los acogieron con generosidad. Contra la

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RESENAS 149 voluntad de muchos de retirarse a Veracruz, Cortes decidio conti nuar la lucha. A fines de julio, Cortes y sus aliados combaten de nuevo en Tepeaca, y una vez mas hacen una gran matanza de indi

genas en Huaquechula.

En los meses siguientes Cortes recibio refuerzos considerables e inicia la construccion de 13 bergantines, ya que habia decidido ata

car la ciudad por tierra y por agua. El 30 de mayo de 1521 inicia el

ataque, que duro 75 dias. El 13 de agosto se cautiva a Cuauhtemoc y se rinde la ciudad. En Espana, una comision, presidida por el canciller Gattinara, debate sobre la contienda entre Cortes y Velazquez, y falla a favor de Cortes. El 15 de octubre de 1522 Carlos V nombra a Cortes go bernador, capitan general y justicia mayor de Nueva Espafia. Es la cumbre de Cortes. Quince dias despues muere Catalina Xuarez, su primera mujer, y se forman las primeras murmuraciones de que

Cortes la mato. Empieza el descenso de su fortuna. En enero de 1524 sale de Veracruz la expedicion al mando de Cristobal de Olid para explorar las Hibueras (Honduras), pais de supuesta riqueza y donde estaria el estrecho a la Mar del Sur. Cortes se entera de que Diego Velazquez estaba en tratos con Olid y que habian convenido alzarse con las nuevas tierras que el ultimo iba a explorar. Cortes, al saberlo, "explota y pierde la cabeza". En junio, Cortes envia cuatro navios con 150 soldados a las Hibueras para castigar la infi dencia de Cristobal de Olid. Sin esperar noticias de ellos decide, contra el consejo de todos, ir en persona a las Hibueras. Lleva una "increible comitiva" de 3 500 personas, de ellos 3 000 indios (mo ririan 2 950 de ellos), que incluye dos cazadores halconeros, cinco chirimias, sacabuches, dulzainas, un volteador, y otro que jugaba de rnanos y hacia titeres. Dejo el gobierno de la ciudad de Mexico al licenciado Alonso de Zuazo, alcalde mayor, que era ademas ad ministrador de la justicia; por tenientes de gobernador quedaron el tesorero Alonso de Estrada y el contador Rodrigo de Albornoz. Llevo consigo a los otros dos oficiales reales, Gonzalo de Salazar, factor, y Peralmindez Chirinos, veedor. Va por una ruta mal cono cida hasta Coatzacoalcos, y tras los primeros dias de regocijos y fiestas entra en el laberinto fluvial del istmo de Tehuantepec, don de hubo que construir pasos y puentes. Empieza a faltar la comida y se mueren muchos. Se desmorona su comitiva. Ademas, Cortes recibe correos de Mexico con las noticias de que aumentaban las desavenencias entre Estrada y Albornoz, sus tenientes de goberna dor. Decide entonces hacer volver a Mexico al factor y al veedor con el encargo de que restablecieran la paz. Cuando la expedicion

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150 RESENAS llega a la provincia de Acalan, un indigena llega secretamente a de latar a Cortes que Cuauhtemoc y los otros senores que lo acompa riaban hablaban de matarlos y mover de nuevo la guerra, hasta acabar con los invasores. Segun la version de Cortes, el mismo in terrogo por separado a los acusados, quienes confesaron. Por ello, hizo ahorcar a Cuauhtemoc y a Tetlepanquetzal, sefior de Tacuba.

Bernal Diaz dice: "Fue esta muerte que les dieron muy injusta

mente y parecio mal a todos los que ibamos''. Llegado a la costa de Honduras, Cortes se entera que la expedicion fue completamente inutil, porque ya habia sido degollado Cristobal de Olid. Ademas recibe una carta de Alonso de Zuazo desde Cuba, en que le relata el desgobierno de Mexico. Los dos oficiales reales, Gonzalo de Sa lazar y Peralmindez Chirinos, se habian apoderado del gobierno. Habian prendido a Zuazo y a los otros encargados del gobierno, y a Rodrigo de Paz, a quien Cortes habia confiado el cuidado de sus bienes. A este ultimo lo atormentaron barbaramente para que de nunciara donde estaban "los tesoros" de Cortes, y lo hicieron mo rir en la horca. Los bienes de Cortes habian sido saqueados y se ha bia corrido la noticia de que era muerto. "Cortes llorara de rabia al recibir estas noticias, pero habia pasado ano y medio desde su sa lida' '. Lo grave eran las criticas y denuncias contra Cortes que en viaron a la Corte los oficiales reales, especialmente Albornoz y Sa lazar, sobre todo la que afirmaba que disponia de fabulosos tesoros.

Quince dias despues de su regreso a Mexico, el 2 de julio de 1526, llego el juez Luis Ponce de Leon a tomarle juicio de residencia y quitarle gobernacion. Ponce de Leon muere 18 dias despues y deja como gobernador a Marcos de Aguilar. Este, en septiembre, obliga a Cortes a renunciar a los cargos de capitan general y repartidor de

los indios. El 1? de marzo muere Marcos de Aguilar. Alonso

de Estrada gobierna solo la Nueva Espana. En septiembre Estrada destierra a Cortes de la ciudad de Mexico. En abril de 1528 Carlos V en via instrucciones a Cortes para que viaje a Espana. En diciem bre, Estrada termina sus funciones como gobernador de Nueva Es pana y comienza a gobernar la primera Audiencia. Cortes se entrevista en Espana con Carlos V, y en abril de 1529 se casa con dona Juana de Zuniga. El 6 de julio recibe del rey las cedulas de mercedes y honores: 23 000 vasallos en 22 pueblos, titu lo de marques del Valle de Oaxaca y nuevo nombramiento como capitan general de la Nueva Espana y del Mar del Sur. Se le quita definitivamente el poder politico. El 27 de octubre firma una capi tulation con la reina para descubrimientos en el Mar del Sur (como

gobernador y justicia mayor). En marzo de 1530 Cortes vuelve a

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RESENAS 151 Mexico con una comitiva de 400 personas, entre ellas su mujer y su madre. En enero de 1531 se instala en la capital de su marquesado, Cuernavaca. El 30 de junio de 1532 sale la primera expedicion del Mar del Sur, que fracasa. En 1533 y 1535 salen otras expediciones que igualmente fracasan. En noviembre de 1535 llega el primer vi rrey de Nueva Espafia, don Antonio de Mendoza. Las relaciones de Cortes con el son cordiales al principio, pero despues se enfrian.

Ambos celebran fiestas suntuosas. En 1539 sale la cuarta expedi cion al Mar del Sur. En agosto del mismo afio el virrey se apodera del astillero de Cortes en Tehuantepec. Cortes decide viajar de nuevo a Espafia para protestar contra el virrey. En junio de 1540 se le comunica que no puede regresar a Nueva Espafia hasta que se resuelva su Juicio de Residencia (este no se resuelve nunca). En 1541 Cortes participaen el sitio de Argel,

que acaba en desastre. El 2 de diciembre de 1547 muere en Castille ja de la Cuesta (Sevilla) En su testamento expresa su deseo de ser enterrado en el monasterio que pensaba construir en Coyoacan, de ser posible, antes de diez afios despues de su muerte. Ni una ni otra

cosa pudieron cumplirse y sus despojos sufriran hasta ocho exhu maciones y entierros. Es enterrado en la cripta del duque de Medi na Sidonia, en la capilla del monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce. En 1550 es trasladado a otro sitio en la misma igle sia. En 1566 sus restos se trasladan a Nueva Espafia y se entierran en la iglesia de San Francisco de Mexico. En 1716 se trasladan a otro sitio de la misma iglesia. En 1794 se exhuman de nuevo y se entierran en la iglesia eel Hospital de Jesus, fundado por el. En 1823 y 1836 se cambian de nuevo. En 1946 la urna con los restos es

descubierta, estudiada y vuelta a depositar en el mismo lugar, con

una placa de bronce.

Jose Luis Martinez ha escrito un libro perfecto. Es la historia de finitiva de Cortes. Utiliza como base principal las famosas Cartas de

Relacion, analizando cada uno de los hechos de acuerdo con las dis tintas versiones del propio Cortes, de los cronistas y de los demas testigos de vista (en una ocasion sefiala 18 versiones distintas), pero

ademas ha descubierto en el curso de sus investigaciones una canti dad increible de manuscritos ineditos (que seran publicados en cuatro volumenes). Es el primero que usa el Juicio de Residencia en conjunto. Des cubrio de el, en el Archivo General de Indias de Sevilla, dos legajos completos. Aun asi, dice que quedan por investigar 800 folios (El Juicio de Residencia probablemente es el mas voluminoso de In dias; publicado serian cinco gruesos volumenes. El descargo tiene

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152 RESENAS 422 preguntas; la probanza de un testigo comprende 230 folios). El merito mas grande de la obra es su ecuanimidad. Jose Luis Marti nez ve a Cortes como personaje central de una "historia fascinante y terrible", hombre unico, lleno de contradicciones (sus relaciones con los indios son un "triste ejemplo de la contradiction que existia

entre sus doctrinas y sus practicas"), movido por un "furor por la action y los peligros'', y de una "compulsion interna'', a la vez que tenia una "gran sensibilidad al sefialar los usos del Mexico anti guo", y tuvo rasgos de una "hermosa sobriedad". Uno de los me jores capitulos es el llamado "Los personajes y los sucesos" (pp. 452-457), que trata sobre las decisiones tomadas por Cortes con ocasion de su expedicion a las Hibueras, considerada por el autor como una "monstruosa equivocation". (Los hechos acaecidos en Mexico durante su ausencia fueron una "tragicomedia de enredos y crimenes".) Tambien los otros personajes reciben sus motes per fectos (el' 'humanisimo Bernal", la viuda de Cortes "altiva y hura fia", el "tigre Chirinos", Rodrigo de Paz, su mayordomo, "tan fiel como necio", Juan de Burgos con "la soltura verbal de los an daluces", etcetera). Sobre todo impresiona la vasta cultura de Jose Luis Martinez. Hay muchos parrafos que se refieren a personajes tan grandes de la humanidad como Homero, Aristoteles, Plutarco, Constantino, Voltaire, etcetera, y al hablar sobre su nacimiento menciona a los contemporaneos famosos (Fernando de Rojas, Ma chiavelli, Leonardo da Vinci, Michelangelo, Ticiano, etcetera). Cada capitulo va precedido de hermosas citas (De las cuatro que preceden a la obra eji general una, asombrosa, es del poeta aleman Heinrich Heine). La obra tiene 26 capitulos, el ultimo sobre "Poe

mas epicos y narrativos de la conquista y cortesianos". La bi

bliografia, que consta de cinco partes y de 43 paginas, es perfecta (eche de menos solamente The Spanish Conqueror as a Business Man,

por France V. Scholes), y sus partes finales son originalisimas, al tratar sobre "Obras literarias y musicales sobre Cortes y la con quista" y "Obras literarias y musicales sobre personajes y temas indigenas de la epoca". La ultima empieza con operas de Antonio Vivaldi y Karl Heinrich Graun (no dice que el libreto de esta opera es de Federico el Grande de Prusia) sobre Montezuma, y termina con Yo, maldita india, drama de Jeronimo Lopez Mozo, Madrid, 1989. La obra tiene muchisimas ilustraciones y una Cronologia

General de 18 paginas.

Enrique Otte

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EXAMEN DE LIBROS

Serge Gruzinski: La guerre des images. De Christophe Colomb a

"BladeRunner"(1492-2019). Paris, Fayard, 1990, 389 pp.

ISBN 2-213-02450-2.

Esta es la cuarta y, segun lo declara el autor en la introduccion, ultima etapa de un recorrido por la historia del Mexico colonial.* Como en sus anteriores libros, Serge Gruzinski vuelve a su tema predilecto, que se skua en la articulacion de lo sociohistorico con lo psicologico en el sentido mas preciso: la fabulosa aventura, vivida

en la caja negra de las conciencias individuates y de las representa ciones colectivas, que corresponde a la "colonizacion de lo imagi nario",** o sea, la occidentalizacion de las mentes americanas a partir del siglo XVI. Desde el primer estudio que compone esta "cuadrilogia'', el his toriador habia advertido dos puntos importantes. En primer lugar,

el proceso de occidentalizacion muestra que la dinamica sujeto/ob jeto es rebasada en los hechos, puesto que los indigenas en via de aculturacion ?los "objetos"? no tardan en apropiarse de los con * La editorial Cal y Arena, Mexico, D.F., planea dar al publico la ver sion castellana de esta obra dentro de unos meses. Los tres estudios ante riores de Serge Gruzinski son: Les Hommes-Dieux du Mexique. Pouvoir indien et domination coloniale, xvi-xviu siecles. Paris, Editions des Archives Contem poraines, 1985. La colonization de Vimaginaire. Societes indigenes et occidentalisa

tion dans le Mexique espagnol, xvi-xviu siecles. Paris, Gallimard, 1988. La version espafiola esta en prensa en el Fondo de Cultura Economica. DeVi doldtrie. Une anthropologic des sciences religieuses, en colaboracion con Carmen

Bernand. Paris, Seuil, 1988.

* * Es dificil traducir con exactitud el uso frances del termino un imagi naire/des imaginaires. En espanol, la forma sustantivada solo existe como "lo

imaginario", aunque su significado no corresponda exactamente al senti do del neologismo grafico, que implica un conjunto o sistema de imagenes

y representaciones (N. de la R.).

HMex, XL: 1, 1990 153

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154 EXAMEN DE LIBROS ceptos y modelos impuestos para modificarlos y asimilarlos hasta el punto de integrarlos en nuevas creaciones sincreticas, por lo que se

vuelven a su vez "sujetos". Por otra parte, semejante evolution, con la emergencia de una o varias culturas, no podia limitarse solo al mundo indigena y las caracteristicas de la sociedad colonial obli gaban a plantearse el problema de su difusion en otros sectores. Con este cuarto libro, dedicado a la guerra de las imagenes, Gruzinski sale efectivamente del marco temporal al que se habia cenido hasta ahora. Aunque lo esencial de la obra verse sobre el pe riodo colonial, la ultima parte ?"Blade Runner"? resulta nece saria en cuanto confiere una amplitud a una reflexion que rebasa los temas estrictamente historicos. Partimos por tanto de Cristobal

Colon y de su curiosidad por las nuevas imagenes islefias y llega mos al universo visual de Televisa y a las creaciones del llamado posmodernismo. Tambien abandonamos el ambito propiamente indigena para considerar aqui al conjunto de la sociedad colonial, con sus espanoles criollos y peninsulares, sus castas y, finalmente, los simples ciudadanos del Mexico independiente y contemporaneo.

Digamoslo de una vez: este libro, que suscitara el interes apasio nado de muchos y el enojo de unos cuantos, dificilmente puede ser resefiado de manera satisfactoria. En efecto, la riqueza de sus enfo ques, mas aun que la originalidad del tema, le confiere una densi dad y una complejidad que desembocan inevitablemente en varias posibles lecturas: la del historiador, desde luego, pero tambien la del sociologo, del etnohistoriador y del etnosiquiatra y, sobre todo, la del comunicologo. Porque Gruzinski busca mostrar lo inevitable y deseable de una vision verdaderamente antropologica de un pro ceso que no puede ni debe ser reducido a una dimension exclusiva mente historica, puesto que sus implicaciones nos cuestionan hoy en dia con la mayor urgencia. El estudioso logra cabalmente su proposito; su libro, que se lee con un interes creciente, abre pers pectivas mediante acercamientos, comparaciones y referencias. Suscita una reflexion acerca de las "imagenes", prehispanicas, co loniales o electronicas, desembocando en el problema de la comu nicacion y de "lo imaginario''. Porque, al fin y al cabo, ^que es una imagen? Puede ser una representacion/ilustracion, que remite a algo real o irreal, como en la ortodoxia catolica; tambien puede ser la ixiptla indigena, receptaculo de lo divino, o incluso una "copia" cuyo original se hallaria en un mas alia sobrenatural o, finalmente, el producto hibrido logrado a partir de una composition o manipu lation de elementos que lo mismo pueden ser "reales" que "irrea les", como acontece en las llamadas caricaturas. Entonces, ^que

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EXAMEN DE LIBROS 15 5

relacion existe entre la ''imagen" y lo imaginario en el consumi dor, que lo forma, deforma y le confiere sentido y funcion?

La demostracion que se nos presenta aqui comienza con los "ce

mies" caribes de los principios (siglo XV), sigue luego con los

"idolos", ya recuperados dentro de las categorias occidentales y con los que empieza la verdadera "guerra" de las imagenes por parte de los europeos. Despues de la imagineria franciscana de ca racter totalmente didactico, nos detenemos largamente sobre la imagen barroca, estudiada magistralmente por este historiador. Sefialemos en particular las paginas dedicadas al ixiptla de Nuestra Sefiora de Guadalupe, que no tardaran en convertirse en referencia

imprescindible sobre el tema. Gruzinski ve el siglo XVII, marcado por la proliferacion de imagenes ?santos, virgenes?, ceremonias

y cultos de toda indole, como el momento en que no solo surge una cultura tridentina hispanica sino tambien una conciencia y una sen

sibilidad que David Brading no duda en llamar "patriotica". Es el momento en que la imagen cristiana, concluidas las hostilidades de los tiempos heroicos, pertenece de hecho a sus consumidores, quie nes le confieren los sentidos y funciones que mejor casan con sus intereses objetivos y subjetivos, a traves del filtro especificamente

novohispano de lo imaginario en sus modalidades espafiolas, indi genas o mestizas. Mas adelante, la Ilustracion intenta frenar, limi tar y controlar la exuberancia legada por el siglo anterior, sin lo grarlo totalmente, y de nuevo, la pantalla del televisor nos restituye

la todopoderosa imagen. En esta perspectiva, el reino de Gutenberg aparece eminente mente precario y limitado, en el tiempo, el espacio y los sectores implicados. Este no constituye mas que un parentesis dentro del imperio indiscutido de la imagen soberana, desde sus modalidades mas arcaicas hasta su version electronica. Gruzinski no duda en establecer un paralelismo entre nuestra epoca y la barroca: "tanto lo imaginario colonial como lo imaginario de hoy en dia recurren a la descontextualizacion y la recuperation, la desestructuracion asi como la restructuracion de los lenguajes. La ambiguedad de las referencias, la confusion de los registros etnicos y culturales, el traslape de lo real y de lo ficticio, la difusion de las drogas, la mul

tiplication de los soportes de la imagen convierten asimismo lo imaginario barroco de Nueva Espafia en una prefiguracion de lo imaginario neobarroco o posmoderno que son los nuestros. De la misma manera, el cuerpo barroco, con sus lazos fisicos con la imagen religiosa, anuncia el cuerpo electronico atado a sus maqui nas, walkmans, videocaseteras, computadoras. . .".

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156 EXAMEN DE LIBROS

Solo una objecion a este magnifico trabajo: para explicar el re curso a determinadas imagenes y sus usos, su evolution y modali dades, el autor nos remite constantemente a "lo imaginario" de los consumidores, o sea, la consabida caja negra cuyos misterios nos son vedados. En efecto, si Gruzinski pudo proponer hipotesis expli

cativas del proceso en curso para los indigenas y en ciertos casos, para el paso a la escritura occidental o a la representacion pictorica en tres dimensiones por ejemplo, resulta imposible hacerlo ahora por tratarse de sectores sociales heterogeneos dificilmente conoci bles en terminos de etnosiquiatria y sobre todo, porque lo mental y lo efectivo se combinan aqui de modo permanente e inextricable.

Es decir, a menudo debemos conformarnos con el reconocimiento de un proceso y la ponderacion de sus implicaciones, sin alcanzar la explication que lo aclararia del todo, puesto que en ultima ins tancia, lo especificamente imaginario que lo respalda no queda ex

plicado.

Pero esta objecion que atestigua sin duda una pretension que raya en la irrealidad corresponde al alcance de los cuestionamien tos planteados por el libro de Serge Gruzinski, uno de los mas esti

mulantes, sugerentes y ricos de cuantos han salido a la luz en los ultimos afios. Finalmente cabe notar que a pesar del titulo y de la portada un tanto provocadores, el libro es de una solidez cientifica absoluta, como lo muestran las 820 notas que forman por si solas otros estudios complementarios. Sus enfoques rebasan ampliamen te la disciplina historica y sefialan vias nuevas y fructiferas para las

ciencias sociales en Mexico, las que deben ya asumir el caracter in terdisciplinary* insistentemente reivindicado por ellas.

Solange Alberro

El Colegio de Mexico

Christian Duverger: La conversion des indiens de la Nouvelle Es pagne, avec le texte des Colloques des Douze de Bernardino de

Sahagun (1564). Paris, Editions du Seuil, 1987, 277 pp.

La conquista espanola de America y la domination de sus poblado res por los europeos dieron origen, desde muy temprano, a distin tas leyendas de los mas variados colores. En el contexto de tales le

yendas, el proceso de evangelization, esto es, la conversion al

cristianismo de las poblaciones indigenas, ocupo un lugar central. Para algunos la evangelization constituyo la expresion maxima de

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EXAMEN DE LIBROS 157

la grandeza de la obra de Espana; para otros, en cambio, solo fue un arma eficaz de domination, una domination a la que justifico y avalo, contribuyendo eficazmente a la desarticulacion cultural de las poblaciones sometidas por la fuerza de las armas. De este modo,

aunque el fin de los cientificos sociales sea buscar explicaciones a los procesos que estudian, en estas "leyendas", y mas alia de la va riedad de sus detalles e interpretaciones, las explicaciones han sido remplazadas por los juicios de valor y los procesos historicos some tidos, algunas veces, a groseras simplificaciones. En este sentido, el

estudio de Duverger tiene el doble merito de que, se compartan o no sus opiniones, las tomas de position y los juicios de valor no son

en el incompatibles con las explicaciones. Duverger comienza por rechazar algunos estereotipos comunes en las interpretaciones del proceso. Asi, nos dice: "II y a la une si tuation inedite qui contredit le cliche de la croix alliee du glaive et

qui appelle une investigation" (p. 15). Tal parece ser, en sus propias palabras, la motivation que lo im pulsa a encarar esa investigacion, buscando con ella aportar . . . aux confluents de l'histoire et de 1'anthropologic, les elements d'une

reflexion sur un processus d'acculturation marque par la reciprocite. Le Mexique du XVIe siecle voit des missionnaires fideles a leur foi s'in dianiser au point de devenir la memoire culturelle de la civilisation paienne tandis que des Indiens se christianisent tout en restant indiens dans leur etre et dans leurs croyances! {Ibid.)

El proceso de conversion de los indios al cristianismo tuvo en Mexico central rasgos peculiares. Desde los primeros momentos, estuvo en manos de las ordenes mendicantes, especialmente los franciscanos, y sus caracteres basicos habian sido fijados, segun Duverger, por el propio Cortes en los momentos initiates de su em

presa. Producto del celo del conquistador fue la llegada a Mexico, en 1524, de los primeros misioneros, "los doce apostoles". Es justamente del encuentro de estos primeros misioneros con los jefes indigenas que surge el documento, debido a la pluma de Sahagun, que sirve de base de reflexion al autor para indagar en el tema. En efecto, el cuerpo central del libro lo constituye la publica

cion de la version francesa del documento conocido como "Colo quios de los Doce",1 precedido por un analisis de la historia del Cf. la version castellana, Coloquios y doctrina cristiana, con que los doce frailes de San Francisco (. . .) convirtieron a los indios de la Nueva Espana ('. . .)dis puestos porfray Bernardino de Sahaguny sus colaboradores. . . Ed. facsimilar, in

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158 EXAMEN DE LIBROS

manuscrito y de su autor. El trabajo, sin embargo, excede con mu cho el comentario del documento mismo, y se plantea como un analisis del proceso evangelizador en Mexico central durante el si glo XVI ?especificamente hasta 1572, esto es, durante la epoca de oro de las ordenes mendicantes?, de sus peculiares caracteristicas y, especialmente, de su extraordinario exito.

Dijimos que la obra de Duverger no es neutral. Su autor no

oculta su simpatia por la labor de las ordenes mendicantes, y parti cularmente, la de San Francisco. No es una simpatia indiscrimina da por los conquistadores: en reiteradas ocasiones formula duras criticas a funcionarios civiles o al clero secular y destaca los enfren tamientos de los frailes con las autoridades civiles en defensa de los

indios. Este ultimo punto, unido a las particulares caracteristicas que asume la evangelization en manos de los franciscanos, es justa mente el argumento fuerte de su defensa de esta labor evangeliza dora y su rechazo al "cliche'' de la alianza entre la cruz y la espada.

Sin embargo, al hacerlo, no puede evitar caer en la historia del

"amo bueno" y del "amo malo".

Por ello, aunque algunos puntos pueden ser compartidos y aun que figuras como la de Sahagun, entre otras, atraigan nuestra sim patia, los argumentos de Duverger no logran justificar muchos as pectos del proceso. Para nuestro autor, los frailes " . . .developeent une approche apostolique fondee sur le respect des cultures autoch tones; aussi voit-on les franciscains precher la bonne parole en na huatl, en otomi ou en tarasque" (p. 12). Pero la evangelization impuesta, con independencia de los me todos empleados, se puede considerar ya un acto de violencia, a menos, claro esta, de que partamos del convencimiento de que esa "bonne parole" es la unica y la verdadera. Es dificil pensar que el proceso de aculturacion que se produjo, aun cuando los indios no hayan sido receptores pasivos, se caracterizo por la "reciproci dad". Los actos concretos de violencia ?pocos o muchos? no fal taron: <<que fueron, si no, las destrucciones de templos, representa

ciones religiosas y codices destinadas a extirpar el politeismo, aunque hayan estado limitadas a los primeros afios de la labor evangelizadora? Tampoco es justification el que muchos francisca nos se hayan convertido " . . .en ethnologues ou en historiens, ap pliques a preserver le souvenir de la grandeur des civilisations pre colombiennes" (ibidem). troduccion, paleografia, version del nahuatl y notas de Miguel Leon Porti

11a. Mexico, Universidad Nacional Autonoma de Mexico-Fundacion de Investigaciones Sociales, 1986.

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EXAMEN DE LIBROS 159 Finalmente, la tolerancia de los frailes tuvo limites bastante pre

cisos y las historias de don Carlos Ometochtzin, de Andres Mix coatl o de Martin Ocelotl, que el mismo autor refiere (pp. 229 237), son buenos ejemplos de ello. De todos modos, es cierto que, en este aspecto, las resistencias fueron relativamente pocas y la labor de conversion fue exitosa, ra

pida y masiva. Como Duverger sefiala, ... la reussite seraphique dans le domaine spirituel est au moins aussi etonnante que celle de Cortes dans le domaine militaire. On voit en ef fet une poignee d'hommes ascetiques parvenir a faire accepter la reli gion chretienne a des millions dTndiens parlant plusieurs dizaines de langues differentes et repartis sur un territoire immense. . . (p. 259).

Aun cuando en este exito, no siempre esperado, hayan interve nido el carisma, el azar y la audacia, no parece que se pueda dudar de que tambien tiene que ver, en gran medida, con el caracter y los

metodos de la evangelization, temas cuyo analisis ocupa la parte mas significativa del estudio de Duverger: " . . . il y a aussi une part

de rationalite quantifiable et analysable qui tient a la methode em ployee, aussi originale que coherente" (p. 259). Aqui el autor evita los juicios de valor y se introduce en la bus

queda de explicaciones. En manos de los franciscanos ?aunque

no los unicos, son ellos quienes senalan el camino a las otras orde

nes, dominicos y agustinos? la evangelization adquirio rasgos

particulares y una dinamica propia: los frailes tenian objetivos cla ros y, como sefiala Duverger, se proponian "cristianizar" a los in

digenas y no "hispanizarlos", trabajaban "por Dios" y no "por

Espafia".

No les resultaba pues contradictorio "indianizar" el cristianis

mo si, con ello, apresuraban el exito de su empresa: de alii el uso de

las lenguas vernaculas, la necesidad de recuperar la historia indige na, la pasion por conocer su cultura, la incorporation de muchos rasgos de las creencias y ritos indigenas y el uso de conceptos pro pios de la religion nativa que se pudieran asimilar con facilidad a la predica cristiana. Tal politica, al darle prioridad al indigena como objeto de la evangelization, no podia dejar de provocar conflictos con las auto ridades coloniales y los encomenderos: seria absurdo pensar en los conquistadores como un todo y no advertir sus diferencias y con flictos. Como producto de sus mismos metodos, que resultaban de sus propios objetivos, los frailes se volvieron finalmente protectores

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160 EXAMEN DE LIBROS

de los indios, lo cual aporto ?junto a su conducta personal? un elemento fundamental para el exito de la conversion. El analisis del metodo franciscano ocupa la segunda parte de la obra, sin duda la mas rica, atractiva e importante. Los tres aspectos

fundamentales de ese metodo marcan, al mismo tiempo, la organi zation de esta parte de la obra: el carisma de los religiosos, la im portancia y signification del uso de las lenguas vernaculas y, por

fin, el peculiar acercamiento de los frailes a las culturas indigenas,

un acercamiento que Duverger denomina "antropologico". La

base de esta aproximacion se encuentra en su particular actitud de los franciscanos frente a las sociedades indigenas:

. . . sont les premieres a considerer les autochtones comme etant a la fois pleinement hommes et pleinement autres. La difference observee n'est pas denocee comme une inferiorite, mais au contraire tenue pour une specificite, constitutive d'une culture originale (pp. 259-260).

Particular importancia tiene, y asi lo destaca el autor que otorga

amplia atencion al tema, la decision de los franciscanos de adop tar las lenguas indigenas en el proceso de evangelization. Esta adoption implica mucho mas que la incorporation de un medio efi ciente de comunicacion con los indios. La predica y la ensefianza en lenguas vernaculas conlleva, por mas cuidado que los frailes ha

yan puesto en su labor, la introduction en la doctrina de conceptos

y modos de pensamiento indigenas, no siempre bien asimilables a sus equivalentes latinos. Asi, este rasgo peculiar del metodo evan gelizador franciscano da la pista para el tema final que interesa a

Duverger.

En este sentido, el titulo del epilogo es sugerente: "La practica cristiana de la idolatria o la revancha de los dioses mexicanos". En

efecto, como el autor lo ha subrayado a lo largo de la obra, en el con tacto entre hombres y sociedades los indigenas no fueron receptores pasivos y, si bien las resistencias y rebeliones fueron escasas y fraca saron, fueron muchos los elementos de las religiones indigenas que

penetraron en el cristianismo y sobrevivieron en el. El mismo me todo franciscano lo permitio, y esta posibilidad contribuyo sin duda tanto al exito de la evangelization como a disminuir las resistencias

abiertas: los indios podian cristianizarse sin dejar de ser indios; la conversion masiva se volvia, al mismo tiempo, una forma de resis tencia etnica, en la medida en que las costumbres antiguas eran conservadas en el mismo interior del culto catolico (p. 13). En pala bras del autor,

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EXAMEN DE LIBROS 161 . . .cette christianisation des Indiens s'est effectuee de maniere tout a fait particuliere, puisque la conversion n'a pas ete inseree dans un pro cessus d'hispanisation. Le catholicisme s'est done greffe sur un fond in digene sans se faire le vecteur d'une quelconque "occidentalisation". II s'en est suivi un interessant phenomene de metissage culturel qui a vu le christianisme s'implanter tout en etant partiellement phagocyte par les croyances ancestrales et les modes de pensee d'origine prehispani que. On peut done affirmer, sans craindre le paradoxe, que c'est grace

aux ordres mendiants que les Indiens du Mexique se sont convertis, mais que c'est egalement grace a eux qu'ils sont demeures indiens

(p. 260).

Es, pues, en el proceso mismo, en sus peculiares y caracteristicos

rasgos, donde el autor encuentra las explicaciones a los problemas e incognitas que se formulan. Aporta, ademas, muchos eiementos que ponen de relieve la complejidad de ese proceso que no puede entenderse a traves de reducciones esquematicas. Por ello, mas alia de las interpretaciones y de los juicios valorativos y de algunas ex presiones poco felices a nuestro juicio,2 la obra de Duverger cons tituye un aporte importante al conocimiento del tema que no podra

ser ignorado en futuras discusiones.

Raul Jose Mandrini IEH-S/UNCPBA-CONICET Asuncion Lavrin (comp.): Sexuality and Marriage in Colonial Latin America. Lincoln, Nebraska, University of Nebraska

Press, 1989, 349 pp. ?Latin American Studies Series?. ISBN 0-8032-2885-6.

El nombre de Asuncion Lavrin como coordinadora de la edicion y el tema apasionante que se anuncia en el titulo atraen el interes ha

cia esta cuidada selection de ensayos, que combina una interesante

variedad de enfoques y metodologias con un eje tematico comun de 2 " . . . 1'accession des idiomes locaux au statut de langues ecrites sce lles l'appartenance du monde amerindien au rang des nations civilisees" (p. 260). Sin negar la importancia de la escritura, que aunque en forma li mitada el mundo amerindio conocio, hay detras de la afirmacion una conception etnocentrica de la escritura, conception hace tiempo senalada por distintos autores. Vease, por ejemplo, Perrot y Preiswerk, Etnocen trismo e historia (America indigena, Africay Asia en la vision distorsionada de la cul

tura occidental). Mexico, Nueva Imagen, 1979, pp. 165-173.

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162 EXAMEN DE LIBROS

indudable atractivo. Por otra parte, la misma popularidad del obje to de estudio inspira cierta desconfianza, puesto que ha generado una serie de trabajos mas superficiales y escandalosos que serios y trascendentes. La lectura del indice desvanece los recelos, tanto por

los nombres de los autores como por la adecuada organization tematica: no hay confusion entre sexualidad y matrimonio, como tampoco entre teoria y practica, discurso dominante y escapes para

la evasion.

Un libro como este es de gran interes en el momento actual, ya que hasta la fecha carecemos de conocimientos suficientes para es tablecer modelos o plantear postulados generales aplicables a la fa milia colonial latinoamericana. Sexuality and Marriage ofrece muchos

elementos capaces de enriquecer nuestras perspectivas: hay mu

chas anecdotas y algunas hipotesis originales, sugerencias

metodologicas y sintesis de investigaciones mas amplias, que per miten proponer afirmaciones relativas a tiempos y lugares repre sentatives de tendencias definidas en relation con la sexualidad y el

matrimonio de la America colonial.

De los nueve ensayos que integran este volumen, cinco se refie ren a la sexualidad y los cuatro restantes al matrimonio. En todo caso, el analisis de las relaciones personales y domesticas sirve de punto de partida para la comprension de formas mas complejas de comportamiento social. El analisis del discurso esta presente en los articulos de Asuncion Lavrin y Serge Gruzinski, quienes ad vierten que las superestructuras conceptuales son guias indispensa bles para el estudio de la mentalidad en relation con el comporta miento sexual, y utilizan los confesionarios como puerta para abrir la discusion acerca del pecado, segun las distintas formas en que afectaba a espanoles e indios. Ya que en la Europa del siglo XVII se hizo mas rigido el control eclesiastico, como consecuencia de las reformas de Trento, Lavrin pretende investigar este mismo proceso en el virreinato de la Nueva

Espana, a traves de dos niveles, representativos respectivamente del ideal y la practica. Los tratados morales y los confesionarios proporcionan las normas del discurso, y los procesos promovidos ante los tribunales eclesiasticos del arzobispado aportan datos so bre comportamientos reales. Una excelente revision de textos de teologia moral y manuales de confesion le permite seleccionar los elementos esenciales del discurso en torno de la sexualidad, mien tras que los expedientes conservados en el Archivo General de la Nacion indican que los casos de irregularidades en el comporta miento matrimonial se dieron tanto en la ciudad como en areas ru

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EXAMEN DE LIBROS 163

rales. Lo que los documentos sugieren es que la respuesta popular a las normas religiosas estuvo muy lejos de la conformidad y sumi sion uniforme. Frente al rigor de la doctrina se daba un alto grado de tolerancia social. Serge Gruzinski coloca el concepto de pecado dentro del comple jo de la occidentalizacion. Acude para ello a los textos de confesio narios para indigenas, de acuerdo con la observation de Foucault de que la confesion fue un medio particularmente eficaz de presion por parte de la Iglesia. En el caso de los indios mesoamericanos se revelan numerosas formas de intervention, desde la imposition de categorias fijas para evaluar los propios actos y pensamientos hasta la interiorizacion del concepto de responsabilidad individual, que imponia la ruptura con la antigua solidaridad, integradora del indi viduo, la familia y la comunidad, a traves del tonalli. No es posible referirse a la sexualidad y al matrimonio sin to mar en cuenta a los hijos y, en el caso de America Latina, a los naturales, equiparables en numero a los legitimos. Por ello los ex celentes articulos de Ann Twinan y Thomas Calvo sugieren la ne cesidad de dedicar atencion preferente a los nifios nacidos fuera del matrimonio. Precisamente el reconocimiento de que era pro bable que un exposito fuera de origen noble dio lugar al trato preferente que lesdio la legislacion. En Sao Paulo se sefiala que la mayoria de los nifios abandonados eran blancos y en Buenos Aires constituian una elevada proportion. Incluso se fundaron insti

tuciones de asistencia a nifios abandonados que excluian a los de color. Los 244 casos de legitimation que pasaron ante el Consejo de

Indias muestran que era frecuente el nacimiento de hijos naturales

entre las familias de la elite. Esto era compatible con el hecho de que para el grupo espanol el honor era el "ethos" que racionaliza ba la existencia de la jerarquia colonial. El honor normaba las re laciones de respeto hacia quienes lo poseian de parte de aquellos a quienes no habia razon para que se les reconociera. Todos los miembros de la familia eran responsables de la conservation del honor familiar, pero en el caso de las mujeres estaba entrafiable mente unido con la sexualidad y la legitimidad de los hijos. Sin embargo, una tradicion basada en el Fuero Real permitia la legiti mation por matrimonio posterior de los padres, lo que fue puerta de escape, utilizada con frecuencia para encubrir situaciones irre gulares. La exigencia de virginidad de la esposa podia referirse al momento en que se celebraba la promesa de matrimonio, no nece sariamente a la consagracion religiosa del enlace, de modo que la

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164 EXAMEN DE LIBROS

pareja comenzaba su convivencia en la confianza de que mas

adelante regularizaria su situacion. Otro acierto del trabajo de Twinam es la clasificacion de los distintos comportamientos, a partir de la decision de guardar en secreto el embarazo o darlo a conocer, como manifestation de la existencia de una promesa de

matrimonio. Vale la pena recordar que, bien avanzado el siglo XVIII, en las casas de expositos se destinaba una sala a "partos se cretos", con el fin de resguardar en todo momento el anonimato de la madre. La sociedad colonial permitia la duplicidad de com portamiento y podia mantener la apariencia de virginidad de una joven que habia dado a luz secretamente.

Dentro de la complejidad del Mexico colonial Thomas Calvo

ha escogido para su estudio la ciudad de Guadalajara, y en ella la parroquia del Sagrario, como un microcosmos en el que pueden rastrearse algunas familias a lo largo de varios aiios del siglo XVII.

Los libros de registros de bautizos y matimonios le han permitido identificar a doscientas familias, a partir de cuya historia se pue den analizar datos que se antojan desconcertantes. La edad al ma trimonio de las mujeres, tres afios por debajo de sus contempora

neas europeas, haria pensar en un aumento proportional de la

descendencia, pero la realidad resulta ser diferente, quiza modifi cada por los largos intervalos entre nacimientos, lo que tampoco es normal en una epoca de elevada mortalidad infantil. Pero la baja tasa de nacimientos dentro de las familias constituidas legiti mamente se compensaba con los nacimientos ilegitimos, que res tablecian el equilibrio; lo cual lleva al autor a sefialar una nueva contradiction y a formular una arriesgada hipotesis: una sociedad fervientemente catolica, que sin embargo parece haber practicado formas tempranas de control de nacimientos dentro del matrimo nio, a la vez que libre procreation fuera de el. Las visitas pastorales muestran, al igual que los archivos judi ciales y de la Inquisition, las tensiones existentes entre las normas y el comportamiento, no ya de grupos marginales sino de la mayor

parte de la poblacion. El obispo Marti, en Venezuela, se mostraba escandalizado ante las libertades sexuales de su diocesis. El articu lo de Kathy Waldron se basa en el diario secreto de la visita pasto ral realizada por el obispo Marti a la archidiocesis de Caracas, en 1771. Al margen de los documentos publicos de su mision, reunio datos acerca del comportamiento privado o no tan privado de los fieles de su diocesis. Quiza la sexualidad era el punto debil de su rebano o acaso constituia la obsesion del prelado, muy a tono con su tiempo. El hecho es que el 80% de los casos mencionados se

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EXAMEN DE LIBROS 165

refieren a concubinato, adulterio u otros pecados contra el sexto mandamiento. De los 300 casos mencionados hay 174 en que re sultan implicados hombres blancos con mujeres de color. La seve ridad del prelado estaba a tono con actitudes similares de sus con temporaneos, como expresion del nuevo sentimiento religioso. De un extremo a otro del continente no hay diferencias esenciales atri

buibles a la geografia, como existen, en cambio, aquellas relativas

a la epoca.

Otro camino de acercamiento al tema es el dialogo entre la Igle sia y los implicados en actos de hechiceria. En America Latina no

se dio un florecimiento de la brujeria, como aparentemente se pro

dujo por las mismas fechas en el mundo anglosajon. Espana en frentaba el problema real de los conversos, moros y judios, mas alarmante para las autoridades que la brujeria. El clero espanol adopto el punto de vista de que la hechiceria y la superstition eran problemas de ignorancia, no de herejia. Ruth Behar realiza un sutil estudio de los procesos de hechice ria por magia amorosa, a partir de caracteristicas comunes. Sub raya la importancia de la mayoritaria presencia femenina en estos casos y propone como hipotesis explicativa de los conflictos el he cho de que la mujer que recurria a los hechizos habia abandonado la postura de sumision que la sociedad le asignaba para adquirir cierto control sobre el marido o el amante. Tambien resalta ade cuadamente que muchas mujeres se arrepintieron del uso de la magia y confesaron su culpa, porque ellas mismas habian interio rizado las categorias imperantes en una sociedad que concedia la autoridad a los hombres. La real pragmatica de matrimonios, de 1776, extendida a las colonias en 1778, es una muestra del patriarcalismo sociopolitico de los reyes y la primera manifestation legal del deseo de preservar

una elite blanca. La Real Pragmatica dio lugar a numerosos expe dientes promovidos por padres renuentes al matrimonio de sus hi jos o por jovenes inconformes con la decision paterna. A medida que se extendia el afan de libertad propio de la modernidad y que se tornaban ineficaces los viejos controles propios de la autoridad patriarcal, el Estado asumia la defensa de las prerrogativas de los padres y dictaba medidas en su apoyo. Como ya ha seiialado Pa tria Seed, la tradicional posicion de la Iglesia, a favor de la libre voluntad de los contrayentes, dejaba paso a la creciente interven

tion del Estado.

Revisten particular interes las diferentes formas de apreciar el

criterio de desigualdad, dependiente del medio ambiente. La

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166 EXAMEN DE LIBROS

pragmatica consideraba como unico impedimento la mancha de sangre negra en el linaje, pero al igual que en otras provincias del imperio espanol, en Argentina se dieron numerosos casos de pa dres que alegaban motivos de indole economica o diferencias de

nivel social.

Si la eleccion de pareja entranaba alguna complejidad, aun mas se daba en el establecimiento de la relacion conyugal. Hay ejem plos de las estrategias empleadas por las mujeres para evitar los abusos de que podian ser objeto por su condicion sometida. Con solidas argumentations y originales planteamientos, Richard Bo yer y Marta Beatriz Nizza da Silva presentan un aspecto que no se ha tornado en cuenta suficientemente al subrayar como la mis ma legislacion que consagraba al hombre como la parte mas fuer te, proporcionaba a la mujer la contrapartida de aquellos dere chos, que solo podrian mantenerse a costa de cumplir con ciertas obligaciones. La transgresion de las normas por parte del varon lo exponia a perder sus privilegios. Cuando los hombres quebran taban sus responsabilidades eticas destruian el balance de jerar quias entre marido y mujer. La definition de la autoridad mascu lina llevaba consigo una forma de protection de la mujer, la que tenia el derecho de exigir el cumplimiento de unas determinadas

obligaciones.

Los estudios referentes a los divorcios en Lima y Sao Paulo en el siglo XVII manifiestan puntos de contacto y significativas dife rencias. Cuando se. advierte que la iglesia y la sociedad brasileiia fueron mas tolerantes que las de las colonias espafiolas, al aceptar el divorcio eclesiastico por mutuo acuerdo, valdria la pena refle xionar sobre la epoca tardia en que se produjo esta relativa apertu ra, precisamente cuando los vecinos se encontraban en plena gue rra por la independencia. En cambio, en la exposicion de motivos necesaria para presentar la demanda, las mujeres peruanas del si glo XVII fueron mucho mas explicitas, mientras que sus congene res brasilefias recurrieron a eufemismos y lugares comunes. Despues de leer este libro se antoja considerar la necesidad de acudir a la historia comparativa para replantear muchas cuestio nes relacionadas con la historia de la familia en la America colo nial; e igualmente se impone apreciar el valor de las aportaciones de diferentes metodologias y enfoques como medio de ampliar nuestras perspectivas. En esta interesante coleccion de articulos encontramos suficientes eiementos comunes como para dar cierta unidad al libro, a la vez que una gran variedad de propuestas teo ricas y metodologicas, capaces de atraer a los lectores expertos

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EXAMEN DE LIBROS 167

o no en el tema. Estamos lejos todavia de disenar un modelo teori co aplicable a los estudios demograficos y unas hipotesis solidas en relation con la historia de las mentalidades; pero no cabe duda de que esta publicacion significa un avance hacia el logro de am bas metas, dentro del interes por el estudio de la vida privada y familiar.

Pilar Gonzalbo Aizpuru El Colegio de Mexico

Julio Albi: La defensa de las Indias (1764-1799). Madrid, Ins tituto de Cooperation Iberoamericana-Ediciones Cultura

Hispanica, 1987, 253 pp. ISBN 84-7232-411-7.

Con base en datos extraidos del Archivo General de Indias de Sevi lla, del Servicio Historico Militar, de la Biblioteca del Congreso en Washington y del acervo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Paris, el autor presenta un estudio global sobre el sistema defensivo

borbonico en las Indias, procurando enfocar los aspectos basicos del impulso dado a la armada, a la construction de fortificaciones y a la creation del ejercito de America. Albi intenta demostrar a lo largo de su trabajo que la triada antes mencionada probo ser eficaz

a lo largo de tres siglos de continuos ataques externos al Imperio y de algunas sublevaciones internas. La obra consta de una brevisima introduction y diez capitulos que abarcan desde la genesis del ejercito hispanoamericano hasta la evaluation de su funcionamiento. Unas conclusiones, dos apendi ces a manera de colofon y una amplia bibliografia ?de gran utili dad para los interesados en los temas castrenses? completan la obra. Por otra parte, unas cuantas estampas a color de soldados de la epoca, elegidas con mucho acierto, adornan el libro. Tal como lo sefiala el autor, " . . .la expansion de Espafia y las riquezas de las Indias despertaron la animosidad y la codicia de na ciones europeas que no habian participado ni en su descubrimien to, ni en su conquista''. Ante esta situacion, la corona se vio obliga da a tomar medidas para defender sus nuevos territorios por la via de la fuerza. La defensa del imperio colonial corrio a cargo de las milicias locales ?formadas por los vecinos del lugar? pero cabe sefialar que la falta de pagas y la dureza de la vida militar hacia difi cil mantener un grupo defensor numeroso y apto. Por otro lado, a partir de finales del siglo XVIII se comenzo a sistematizar la cons

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168 EXAMEN DE LIBROS

truccion de fortalezas en puertos americanos estrategicos. El autor

hace un balance de las depredaciones sufridas en America a mano de los piratas y sefiala, asimismo, que la corona solo invertia en es tas construcciones despues de sufrir sus asoladores ataques. Con el advenimiento del siglo XVIII el estado de guerra cambio radicalmente; ya no fueron aventureros del mar sino ejercitos regu

lares los que intentaron socavar la supremacia espanola en ultra mar. Por lo tanto, Espafia debio responder en consonancia (p. 29). El Caribe y el golfo de Mexico seguirian siendo las zonas mas ame nazadas por ser el centro de gravedad de todo el sistema; sin em bargo, aparecen nuevos puntos de friction y el mar del Sur quedo expuesto a la avaricia de las potencias competidoras de Espafia. No obstante que la monarquia llega al siglo XVIII con una considera ble red de fortificaciones, fue evidente que estas de nada Servian sin

gente entrenada y suficiente que guarneciera las plazas. Asi pues, se procedio a la creation de batallones de infanteria como el de Ve racruz, que por cierto, segun datos de Albi, data de 1790. En el capitulo II Julio Albi sefiala que durante el siglo XVIII la actitud de los ingleses cambio con respecto a la pirateria y la co menzaron a combatir (p. 29). Sin embargo, los ataques de Vernon, ampliamente apoyados por la corona britanica, en realidad son asaltos piraticos. Asi pues, no se debe perder de vista que una cosa es la situacion de derecho en Europa y muy otra la realidad en el di

latado territorio del Nuevo Mundo. Esto mismo puede aplicarse a la afirmacion del autor relativa a que los planes de defensa (que co menzaron a elaborarse despues de 1762) son " . . .un fiel reflejo de los altos niveles tecnicos que llego a alcanzar el sistema borbonico en America, a lo largo del siglo XIX". Los altos niveles alcanzados en los escritos no siempre se Uevaron a la practica, y por otra parte, solo en el caso de Cuba puede hablarse del sistema borbonico cas trense "a lo largo del siglo XIX", ya que la emancipation de los paises americanos corto el cordon umbilical con Espafia hacia la se gunda decada de la centuria. No obstante, debemos recordar que por inertia muchas instituciones y formas de vida continuaron su ritmo, y que los ejercitos de origen colonial fueron el embrion de los ejercitos americanos decimononicos. Para demostrar las fallas del sistema defensivo hispanico en ul tramar, Julio Albi expone los reveses sufridos por la corona espano la ante Inglaterra, por ejemplo, al tomar esta ultima Manila y La Habana en 1762, durante varios meses. Dedica mucha atencion al caso cubano, mientras que a la toma de Manila apenas la menciona someramente, aunque el titulo del libro lo justifica.

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EXAMEN DE LIBROS 169

Tras estos acontecimientos, la corte espafiola se dispuso a aten der con mas seriedad el problema de la defensa de sus posesiones. Sin embargo, como de costumbre, se recurrio a la solution mas ba rata. Albi sefiala acertadamente que durante toda su historia (p. 14) Espana dio prioridad a Europa, y al Mediterraneo sobre ultra mar. America era para la metropoli un mero apendice, o la "hija segundona" que le proporcionaba riquezas y prestigio, y que nada o poco recibia a cambio. Para paliar o justificar este hecho, Julio Albi argumenta que, en ultima instancia "... en la misma penin sula tambien habia una distribucion desproporcionada de los gas tos militares entre los distintos Reinos, y no cabia esperar que, por ejemplo, los gobernadores espafioles fuesen mas sensibles a los pro

blemas del Peru, que a los de Castilla" (p. 15). Asi pues, ya que la Real Hacienda espafiola no podia, o no que ria sufragar un ejercito hispano numeroso y mucho menos perma nente en America, se decidio que esta ultima debia bastarse a si misma por medio de las milicias. De hecho, el dominio espafiol se basaba en la lealtad y sumision de los subditos americanos a la real persona. No fue hasta el tercer siglo de dominio que se dieron dos casos de sublevacion interna que trastocaron el sistema y alarma ron muchfsimo a la metropoli: el levantamiento de los comuneros neogranadinos y el de Tupac Amaru en Peru. En esta section Albi solo dedica atencion a la sublevacion peruana, dejando a un lado a los comuneros. Estos dos levantamientos mostraron que el sistema defensivo hispano estaba pensado en funcion de ataques foraneos; los movimientos internos de descontento sencillamente no estaban previstos. A diferencia del siglo XVI, se consideraba que el domi nio hispanico estaba mucho mas asentado. No obstante, estos mo vimientos revelan ?el autor no lo sefialo? que la metropoli habia permanecido indiferente a una serie de cambios que venian gestan dose en la sociedad colonial desde hacia mas de un siglo. En el capitulo IV Albi estudia la composition de los regimientos y nos explica que era poco atractivo ingresar en el cuerpo debido a la dureza de la vida castrense. Prueba de ello eran las deserciones continuas que representaron una sangria incontrolable en la nomi na del ejercito (problema comun a la marina de guerra), la cual no fue resuelta con la contratacion de soldadesca extranjera, ni con amenazas, ni con las levas de vagos, polizones, y yo afiadirfa que de hombres libres no incluidos en estas dos ultimas categorias. Julio Albi sefiala que Cuba, Nueva Espana y el Rio de la Plata recibieron atencion prioritaria para establecer alii las nuevas mili cias. Estas tuvieron un impacto considerable en la sociedad colo

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170 EXAMEN DE LIBROS

nial, tanto desde el punto de vista juridico, social, fiscal, politico

como sociologico (p. 108). De hecho, Albi cree que las milicias

representaron una serie de cambios cuya entidad resulta dificil de

evaluar.

Albi dedica tres capitulos a evaluar el funcionamiento del siste ma defensivo borbonico en Indias que, en su opinion, llego a su maximo esplendor durante la guerra de independencia de Estados Unidos. Para ilustrar los contrastes y altibajos del sistema defensi vo el autor expone dos casos de exito y fracaso que datan del siglo

XVIII: la perdida de Trinidad y la conservation de la plaza de Puerto Rico ante los ataques ingleses. Por otra parte, con ellos re fuerza una de las hipotesis del libro: que la estrategia belica de Es pafia en America fue eminentemente defensiva, pero rara vez ofen

siva. Sus intereses primordiales eran mantener lo conquistado y garantizar el comercio transatlantic. El decimo y ultimo capitulo enfoca el problema militar en la frontera septentrional de la Nueva Espafia. La imposibilidad de re solver del todo las luchas contra ciertos grupos indigenas de aquella

zona y la insaciable sed expansionista de los jovenes Estados Uni dos explican ?junto con otros factores? la perdida del norte de Mexico en la epoca posterior a la emancipation. Estimo inexacta la afirmacion de Albi, quien en la p. 219 afirma: "... sin negar la in dudable aspereza de las operaciones, parece que al final del periodo que nos ocupa habian dado resultado. Desde 1790 la frontera pue de considerarse pacificada, y solo el principio del proceso libertador

mexicano altero a partir de 1810 esta situacion". Lo cierto es que nunca se logro pacificar del todo aquella inmensa linea fronteriza. Los apaches, por ejemplo, continuaron defendiendo sus tierras y haciendo incursiones depredadoras hasta comienzos del siglo XX. El autor concluye su libro reiterando la idea expuesta en sus pri

meras paginas: que el gigantesco imperio espanol llego a 1799 sus

tancialmente intacto, y que por lo tanto el modelo borbonico fue un

acierto, pese a la reticencia metropolitana de invertir los caudales necesarios para crear un sistema defensivo totalmente eficaz. Ya sefialamos que dos apendices clausuran la obra. El primero de ellos se refiere al ejercito de Chile creado a principios del siglo XVII por Felipe III, el cual responde a la imperiosa necesidad de combatir la tenaz resistencia belica de los araucanos. El cierre del libro incluye un estado militar de America en 1799, que refleja mas

o menos cuales eran las guarniciones de las Indias en las postrime rias del Siglo de las Luces. El libro de Julio Albi es util para obtener una idea general de como se defendio el territorio espanol en Ame

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EXAMEN DE LIBROS 171

rica durante casi medio siglo, es decir, cumple el principal cometi do de su autor.

Virginia Gonzalez Claveran El Colegio de Mexico

Heriberto Moreno Garcia: Haciendas de tierray agua en la anti

gua Cienega de Chapala. Mexico, El Colegio de Michoacan, 1989, 396 pp. ISBN 968-7230-50-9. Esta obra sobre las haciendas de la Cienega de Chapala es una aportacion a la historiografia de las instituciones agricolas que estu

dia nuevos aspectos de las empresas rurales, profundiza y matiza otros. En el libro esta presente un intento de analisis teorico y una

propuesta de tipologia de las haciendas de la region. El material do cumental que fundamenta este trabajo enriquece y cuestiona tipo logias de diez afios atras. Lo estatico del modelo es superado por Heriberto Moreno Garcia cuando define las haciendas de Guara cha y anexas como: ' 'ligeramente superiores al nivel de la hacienda

tradicional, ya que el mercado al que se orientaban era mas amplio que el comarcano; ademas la mano de obra no se basaba en peones acasillados, sino que la proporcionaban los arrendatarios. Pode mos decir que eran solo tangencialmente tradicionales". En la introduccion el autor indica que la idea inicial era un estu dio de caso: Buenavista, en la Cienega de Chapala. El resultado es enriquecedor: la historia de una region centrada en el desarrollo de

las relaciones de interdependencia de las haciendas, pueblos y co munidades. Aunque la gran cantidad de datos y la densidad de la narracion a menudo dificultan la lectura, no por ello se pierde el in

teres en la misma.

El estudio de las haciendas como protagonistas de la historia ru ral regional, situadas en un contexto mas amplio, enmarcadas en una realidad socioeconomica dinamica, compleja y contradictoria, es un acierto indudable del autor. El otro extremo de esta historia de la Cienega de Chapala son las consecuencias que para la estruc turacion de la totalidad social tuvo esta interrelation. El hilo con

ductor del trabajo es el destino que tuvo un grupo de ocho hacien das de esta region que comparten un origen comun: el latifundio de

la familia Salceda y Andrade. El proceso de conformation del mis mo se situa desde el siglo XVI hasta principios del XVIII. En el capi tulo primero, "Aprestos novohispanos del ambito ganadero", se

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172 EXAMEN DE LIBROS

analiza el proceso de conquista y ocupacion de la region por los es pafioles, hasta la conformation de las estancias ganaderas. Estas ultimas son vistas como transition hacia la nueva forma de organi zation de la produccion que fueron las haciendas coloniales. El origen del latifundio se coloca en 1548, en un contexto cam biante ante la introduccion de nuevas actividades productivas y los problemas por el uso de la fuerza de trabajo: tributo o servicio per

sonal. Los propietarios de diversas extensiones de tierra que final mente conformaran la hacienda de Guaracha y anexas eran gana deros que obtuvieron mercedes de sitios o estancias de puercos, ganado mayor o menor. Las bases de la estructuracion de la ha cienda fueron, precisamente, la mesta criolla, la estancia y los ro deos. Unidas a la ganaderia se forman las estancias, como institu ciones de transition entre los rebafios trashumantes, los pastos comunes y las haciendas, que eran expresion de la modernization productiva, ya que combinaban dos o mas actividades en una sola

unidad economica.

En el segundo capitulo de la obra, titulado "El latifundio en la Cienega de Chapala' *, las biografias de Pedro y Juan de Salceda se tejen con la formacion del latifundio. El estudio de la conformation

historica de las propiedades que integraron el latifundio de estos dos hacendados se realiza con gran detalle. En la conformation de esta hacienda encontramos caracteristicas comunes a otros proce sos de concentration de la propiedad. Estas son las adquisiciones individuals y la compra de grandes extensiones previamente aca paradas y conformadas como empresas mercantiles por anteriores propietarios. En el capitulo tercero, "La formacion de las haciendas", el au tor analiza el proceso de configuration de las caracteristicas de es tas propiedades, como un conjunto de haciendas organizadas bajo un patron economico unico. A lo largo del siglo XVII se produce la transformation de los factores de la produccion, que conducen al cambio de los sitios de ganado mayor, menor y las caballerias de tierra de las estancias ganaderas, hasta formar las haciendas. La aparicion de las estancias como forma de organizar la pro duccion puede situarse a fines del siglo XVI. La economia basada en la estancia trajo consigo la distribucion, el ordenamiento y la apropiacion de los recursos naturales. Ello significo tambien la re distribution de la fuerza de trabajo indigena y la introduccion de nuevas tecnicas de trabajo. La institutionalization de las estancias fue el triunfo de la ganaderia espafiola sobre la agricultura indige na. El autor sintetiza este proceso en una frase: las vacas se comie

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EXAMEN DE LIBROS 173

ron a los indios. Este proceso culmina en la region a fines del siglo XVII y principios del XVIII. En el capitulo cuarto, que el autor titula "La lucha por la impo sition de la hacienda'', la problematica gira alrededor de las trans formaciones que sufre la hacienda ante la presencia del capital comercial. La sociedad colonial de la Cienega de Chapala se trans forma, como resultado de la introduction del capital comercial en la economia rural. Tal situacion se hace evidente en la diversifica

tion de los linajes familiares de las haciendas, objeto de este estu dio. Al mismo tiempo que aumenta la presion demografica sobre la propiedad territorial se produce un interesante fenomeno que Mo reno Garcia llama "el acoplamiento del trabajo del agroganadero con el tendero". El resultado de esta union en Guaracha y anexas fue la intensification de los procesos de arrendamiento con un ca racter diferente, como forma de inversion. A mediano plazo dio origen a uno de los aspectos mas interesantes del campo mexicano del siglo XIX, el surgimiento de los rancheros. En la consolidation de la hacienda del siglo XVIII existe una relation de interdependen cia con el sistema de arrendamiento que requiere nuevas y mayores

profundizaciones. El autor lo relaciona con la penetration del capi tal comercial, la ampliation de los mercados y la transformation es

tructural de la fuerza de trabajo regional. Por los datos contenidos en este trabajo, es evidente que las pri meras noticias sobre la utilization rational y sistematica de los re cursos naturales en esta region tienen que ver con estos antepasa dos de los rancheros, los arrendatarios. Es entonces que aparece el subarrendamiento. En este sentido es de gran interes el documento

de Manuel Moreno, de 1768, que ejemplifica la relation contrac tual de la hacienda con sus arrendatarios. Este documento, de gran riqueza, muestra toda una estructura de arrendatarios, subarren datarios, administradores, transferencias de dinero y productos, la

mecanica de los litigios y el uso del derecho espanol en este tipo de transacciones.

Segiin el autor, la relation del arrendamiento con la tienda de raya y el peonaje endeudado cierra la pinza de la sujecion de la economia campesina a la economia mercantil de los centros comer ciales de la region de Tangancicuaro, Zamora y La Barca. La hege monia de las relaciones de mercado contribuye a acelerar el proceso de descomposicion social de la comunidad indigena y posibilita el surgimiento de un mercado de trabajo libre. La monetarizacion de la economia y la ampliation de los lazos comerciales permite una nueva triangulacion comercial: hacienda-tienda de raya-arrieria,

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174 EXAMEN DE LIBROS

que transforma el comercio regional. El hacendado que surge en este momento, antes de la guerra de independencia, aparece como un empresario no ausentista, interesado en intensificar la producti

vidad de sus propiedades. Durante el siglo XIX la region se integra economicamente a la hegemonia de Guadalajara. El ultimo capitulo, "Desarrollo y declive de la hacienda tradi tional", tiene como marco temporal el siglo XIX. En este periodo se entrelazan la presencia de los cambios politicos del pais y la region con las inclinaciones politicas de los duerios de las haciendas

y las transformaciones economicas de estas. Las vinculaciones del poder politico con el mundo rural del siglo XIX y su presencia in manente en el presente es un tema que aparece en este quinto capi tulo. Las relaciones politicas y las relaciones comerciales se vincu lan cada vez mas con el uso del suelo en la Cienega de Chapala, que a su vez se interrelaciona con el capital comercial de la region de

Guadalajara.

Este ultimo capitulo contiene interesante informacion sobre la estructura y composition de la fuerza de trabajo. La presencia del trabajo asalariado era notable y constituia, junto con el arrenda miento, la columna vertebral del trabajo en la hacienda desde el si glo XVII. Las diferencias se acentuan en el ultimo tercio del XIX. Creemos que este ultimo capitulo deberia formar parte de otra his toria y que se podria haber estructurado mejor, haciendo cortes tematicos mas claros. Por otra parte, es una lastima que el autor subutilice informacion muy importante y que a menudo falte el analisis conceptual mas preciso. Sin embargo, no cabe duda de que estamos ante un estudio importante que no debe pasar inadvertido.

Maria Eugenia Romero Ibarra

Universidad Nacional Autonoma de Mexico

Patricia Luna Mares Instituto Nacional de Antropologia e Historia

Linda Arnold: Bureaucracy and Bureaucrats in Mexico City 1742

1835. Tucson, The University of Arizona Press, 1988, 202

pp. ISBN 0-8165-1068-7.0

Con la adoption del periodo denominado por Eric Van Young "la

epoca de la revolucion, 1750-1850", Linda Arnold rompe con la periodizacion tradicional de la historia mexicana para descubrir

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EXAMEN DE LIBROS 175 los cambios y las continuidades que se dieron en la burocracia civil

durante la transition de la Nueva Espafia a Mexico entre 1742 y 1835. Para identificar los cambios y las continuidades la autora toma como puntos centrales de comparacion los afios de las refor mas borbonicas y los de la primera republica federal. En lo que concierne a los cambios, Arnold sostiene que durante la segunda mitad del siglo XVIII la burocracia, considerada como el elemento central del sistema politico colonial y la intermediaria entre el Estado y la sociedad, elevo el numero de sus miembros y su nivel profesional, auno su sentido moral a un solido esprit de corps y

adquirio mayor fuerza. Durante estos aiios, la burocracia desem pefio una funcion eminentemente administrativa y apolitica orien tada a aumentar los ingresos de la Real Hacienda y reforzar el im perio espafiol. Ademas, la burocracia identifico sus intereses con los de la Corona e hizo del Estado imperial un fin en si mismo. Por el contrario, despues de la independencia, la burocracia fue desplazada por los politicos o fue politizada por ellos, causando el descenso de su eficiencia administrativa y su creciente debilidad y

corruption. La politizacion de la burocracia provoco el rompi

miento entre sus intereses y los del Estado. En adelante, los intere ses de la burocracia estarian ligados a los vaivenes politicos de la re publica y no a los del Estado, al que dejo de considerar como un fin

en si mismo. En la decada de 1820, en Mexico hubo una revolucion politica que provoco los cambios antes senalados y el establecimiento del federalismo. Por otra parte, la autora afirma que en medio de la re

volucion hubo un elemento que perduro desde el periodo borboni co hasta la primera republica federal y que constituyo el ingredien

te de continuidad entre las dos epocas: la ideologia material de la ilustracion, cuyos principios basicos fueron heredados de los bor bones por los politicos de la primera republica federal. A partir de una revision exhaustiva de fuentes primarias, Ar nold describe la estructura organizativa y las reformas administra tivas que hubo en los tres organos de la burocracia civil colonial: la

Secretaria del Virreinato, la audiencia y la Real Hacienda. La au tora otorga atencion especial al numero de oficinas que tenia cada una de estas dependencias, al numero de empleados que ocupaban, a los salarios que estos percibian y al numero de expedientes que procesaban. Como contribution a la historia social sobresale la in teresante descripcion que Arnold hace de las condiciones de vida de los burocratas, tales como las caracteristicas de sus familias y sus vi

viendas, la seguridad laboral y economica que tenian, sefialando la

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176 EXAMEN DE LIBROS

gran diversidad sotioeconomica que habia entre los empleados del

gobierno.

El libro hace dos aportaciones importantes respecto a la Secreta ria del Virreinato y de la audiencia. La primera consiste en desta car como la Secretaria del Virreinato contribuyo a la cohesion na cional y a la unidad geopolitica y administrativa de las provincias novohispanas y neogallegas despues de la independencia, gracias a que la tecnocracia borbonica implemento en todas ellas programas y politicas uniformes. Al transformarse la Secretaria del Virreinato

en las cuatro secretarias de Estado de la republica (las Secretarias de Relaciones Interiores y Exteriores, la de Justicia y Negocios Eclesiasticos, la de Hacienda y la de Guerra) y al establecerse los estados federales no se rompio la unidad administrativa y la Nueva Espafia y la Nueva Galicia lograron constituir una sola nacion. A pesar de los cambios politicos, los mecanismos administrativos co loniales perduraron como la base del nuevo sistema federal. La segunda aportacion es el analisis de la evolution de la audien cia hacia la Suprema Corte de Justicia, de la contribution de la constitucion de Cadiz en la formacion del poder judicial y de las causas de la debilidad con la que nacio este poder. La autora sefiala la renuencia de los miembros de la audiencia para transformar esta

en poder judicial de acuerdo con el constitucionalismo gaditano, porque esto equivalia a la disminucion de su fuerza. Demuestra tambien como en los primeros afios de vida independiente los poli ticos rehusaron consolidar el poder judicial, que fue la rama mas debil del gobierno, obstaculizando el equilibrio que debia existir entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Empero, los ma gistrados del poder judicial contribuyeron decisivamente a trans formar el sistema monarquico en republicano. Mientras que laburocracia hacendaria borbonica tuvo una fuer te influencia en la Nueva Espafia y logro aumentar los ingresos rea

les mediante la toma de decisiones colegiadas, los empleados de la hacienda publica del periodo independiente adoptaron un sistema vertical de toma de decisiones y distribuyeron las funciones fiscales entre las tres ramas del gobierno federal, pero fueron incapaces de

formular politicas que resolvieran la insolvencia economica de la nacion. Arnold ve la bancarrota economica de Mexico como resul tado del remplazo de la administracion por la politica y tambien del

favoritismo, la inmoralidad y la corruption de los politicos nacio nales. Sin embargo, la autora no analiza los obstaculos estructura les a los que los politicos nacionales se enfrentaron, como la deuda heredada por Mexico de los "eficaces" administradores reales.

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EXAMEN DE LIBROS 17 7 Si bien este libro contribuye a llenar un vacio historiografico so bre el tema de la burocracia, que repercutira en los analisis futuros

sobre el significado de la independencia y los origenes del Estado mexicano, presenta algunos problemas metodologicos que opacan el arduo trabajo de investigacion de fuentes primarias realizado por

la autora. Destaca, por ejemplo, la ausencia de un marco concep

tual sobre el tema, que permita el analisis historico y la interpreta tion de los abundantes datos que ofrece el libro, tales como las rela

ciones de los puestos burocraticos y sus correspondientes salarios. Hay un fuerte desequilibrio en el que predomina la enunciation de datos sobre la sintesis, y que se reflejaen la utilization desequilibra da de fuentes primarias en detrimento del manejo de obras histori

cas, sociologicas y sobre teoria del Estado que podrian servir para desentranar el sentido de la informacion. Por ejemplo, la conside ration del ejercicio del poder politico por parte de la burocracia aportaria eiementos abundantes de interpretation. El libro carece de una definition precisa de los conceptos en tor

no de los cuales giran sus tesis centrales; a saber, los conceptos de burocracia, de los burocratas, de politicos, de sistema politico y de Estado. En primer termino, sobresale la notion de burocracia que maneja Arnold. Esta no explica en que se distingue la burocra cia de los burocratas, distincion planteada en el titulo del libro, y por que se adopta el termino "burocracia" para designar a un gru po de individuos que no se identificaban a si mismos como "buro cratas" sino como "empleados publicos" o "jefes de oficina". En una investigacion cuyo tema central es la burocracia valdria la pena precisar cuando y como comenzo a usarse este termino y que sentido se le atribuyo originalmente.

El libro deja abiertas dos interrogantes. Se concibe la burocracia

civil como el *' nucleo del sistema politico colonial" y la " guardiana

del Estado" y, simultaneamente, como un grupo apolitico y tecno cratico que desempena exclusivamente tareas administrativas. <;Es posible que la burocracia colonial tuviera las caracteristicas sefiala das por Arnold sin que hiciera politica, es decir, sin que intervinie

ra en el juego de las relaciones de poder con la intention de defen

der el proyecto de Estado borbonico? ^Que criterio utilizo la autora

para excluir de su estudio la burocracia eclesiastica, que durante la colonia estuvo estrechamente vinculada a la burocracia civil y que tambien tuvo funciones administrativas establecidas en la legisla cion colonial? Valdria la pena que, para entender mejor el papel de la burocracia, los conceptos de sistema politico y Estado fueran de

limitados con mayor precision.

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178 EXAMEN DE LIBROS

Segun la autora, durante la primera republica federal los politi cos se impusieron a la burocracia y modificaron los canales tradi cionales de comunicacion y autoridad y restructuraron la adminis tracion. Empero, no se demuestra la supuesta eficiencia y elevada moral de la burocracia colonial vis a vis la ineficiencia y corruption de los politicos mexicanos. Arnold no considera los reiterados ata ques que a fines de la epoca colonial los americanos lanzaron contra los empleados peninsulares por su corruption y nepotismo y por que en la asignacion de los cargos publicos no intervenia el "crite rio profesional" sino el favoritismo e interes. Estas quejas fueron notorias en la participation de los representantes americanos en las Cortes de Cadiz. La demostracion de esta tesis exigiria, sobre todo, analizar la actuation de los funcionarios coloniales que permane cieron ocupando cargos publicos despues de 1821 para determinar si, segun lo afirma Arnold, por su "decadencia moral" y por ha berse "politizado", fueron ellos la causa principal de los problemas que enfrento Mexico. Entre estos problemas destaca el desafio de transformar a la Nueva Espafia en una republica independiente con un gobierno representativo. La minuciosa revision de varios archivos que realizo Linda Ar nold tendria un impacto aiin mas significativo si su libro tuviera mayor solidez teorica y metodologica y mas matices que claroscu ros. Tambien ganaria si a los politicos de la primera republica fede ral les hubiera otorgado, al menos, la misma atencion que brindo a la burocracia civil colonial. Si en lugar de plantear como premisa el caracter "apolitico" de la burocracia colonial, la autora hubiese reconocido en esas practicas administrativas formas encubiertas de ejercer el poder y, por ende, de hacer politica, su contribution al es clarecimiento de "la epoca de la revolucion, 1750-1850" tendria

mayor alcance.

El libro de Linda Arnold deja abierto el camino para abordar, con una periodizacion innovadora, las rupturas y las continuidades

en Mexico durante la transition hacia la vida independiente.

Ademas, aporta las bases para emprender otras investigaciones orientadas a desentranar la complejidad de los elementos que con fluyeron en el origen del Estado mexicano.

Mercedes de Vega El Colegio de Mexico

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MEMORIAS DE LA VIII REUNION DE

HISTORIADORES MEXICANOS Y NORTEAMERICANOS El Comite Norteamericano se propone editar las Memorias de la VIII Reunion de Historiadores Mexicanos y Norteamerica nos en 1992, para que su publicaci6n coincida con la celebra ci6n del V Centenario del Descubrimiento de America. Dado el gran numero de ponencias que fueron presentadas en San Diego, sera imposible prestar ayuda especializada a los auto res de manera individual; por lo tanto, el Comite ha estableci

do los siguientes lineamientos:

1. El Comite no corregira ninguno de los materiales que le

sean presentados. 2. Las ponencias deberan entregarse en su version definiti va, sin llevar ninguna correction manuscrita. 3. Los originales deberan estar escritos a maquina, a doble espacio y con amplios margenes, en papel tamafio carta. 4. La extensi6n de las ponencias no debera ser mayor de 35 cuartillas, incluidas las notas, las cuales iran al final y a do

ble espacio.

5. Las notas deberan incluir las citas completas, ya que no habra una bibliografia. 6. Para cuestiones de estilo consiiltese la section "Normas para los colaboradores,\ de la revista Mexican Studies/Estu

dios Mexicanos.

7. Las ponencias, ya revisadas, deberan entregarse a mas tardar el 1 de junio de 1991, a: Jaime E. Rodriguez, editor del volumen, Department of History, Universidad de California, Irvine, California 92717

8. El Comite Editorial revisara las ponencias recibidas y anunciara su decision final en diciembre de 1991. Es necesario respetar los procedimientos y plazos estableci dos para que el volumen aparezca como parte de la celebra tion del V Centenario del Descubrimiento de America. El Comite agradece su cooperation en la preparation de este volumen.

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SECCIENCIfl

REVISTA AMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES

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Raul Figueroa Esquer: Mora y la neutralidad britanica durante la guerra entre Mexico y Estados Unidos /

Laura Solares y Laura Suarez de la Torre: Algo mas sobre Jose Ma. Luis Mora / Charles A. Hale: La guerra

con Estados Unidos y la crisis del pensamiento mexicano / Edmundo O'Gorman: Precedentes y sentido de la revolucion de Ayutla / Mauricio Tenorio T.: Bartolom6 Mitre y Vicente Fidel Lopez. El pensamiento historiografico argentino en el siglo XIX / Diana Guillen: America Latina frente a la crisis de 1929 /

Gonzalo Varela: El analisis de los sistemas politicos latinoamericanos / Indice, numeros 1-15

1rrnrrn Instituto

Mora

Suscripciones e informes: Instituto de Investigaciones Dr. Jose Ma. Luis Mora. Telefono: 598-3777 ext. 125. Direccion: Plaza Valentin Gomez Farias 12 / Colonia San Juan /

03730 Mexico, D.F.

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Publicaciones del

Centro de Estudios Historicos i-?-?i Pilar QorMho Att^ra

HISTORIA DE daru E Lida {ose A Matemm ' i?*xi i>> a/^?/\xt "^7"

ELCOLBG.ODEMEX.CO: i^^SST UNA HAZANA CULTURAL ^.*f^!b^V^w^*l

1940 1962 El mundo indigena

t-.L COUKGJO DK Mi-XICO -*~^

'-1 _ ?1 COLEWODEMFXICO

Clara E. Lida *

Jose A. Matesanz Pilar Gonzalbo Aizpuru

^&^r ill yipP^^HK^V^i ^K

Varios autores Jean-Pierre Bastian

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MEXICA N^fll^

STUDIES iJR

VOLUME 7 NO. 1 / WINTER 1990 M

Virginia Guedea, Las primeras elecciones >#J populares en la ciudad de Mexico. 1812- ^J

1813 Jean-Pierre Bastian, Jacobinismo y ^J"

ruptura revolucionaria durante el porfiriato ^^ Zaragosa Vargas, Armies in the Fields and 7~j Factories: The Mexican Working Classes in the Fj Midwest in the 1920s Alan Knight, Land and ^r Society in Revolutionary Mexico: The Destruc- HH

tion of the Great Haciendas Refugio I. ^S

Rochin, Sobre la situacion economica de los ^^

latinos: Oportunidades y retos para hoy y para f^ manana Christon I. Archer, Viva Nuestra Sefiora de Guadalupe: Recent Interpretations of

Mexico's Independence Period Gregorio h^

Mora, Recent Works on the 1910 Revolution in ^^ the Mexican North ^\

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CAHIERS DU MONDE HISPANIQUE ET LUSO-BRESIUEN

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1989

SOMMAIRE Maria Agueda M?ndez. ? Ilusas y Alumbradas : ,; discurso mistico o I

erotico ?. 5 I

I Frederic Monneyrov. ? L'ecriture de la jalousie: El Twiel d'Ern

Sabato.

Estela

Biondi

17

I

Assam.

los bilingiies de Tucuman. Argentina. 33 I

?

A

I Lucia Golluscio de Garano. ? Los principios pragmaticos en la pro- I

duccion de un Epew (? cuento ?) mapuche : an abordaje etno- j

linguistico. 57 I

Guy Besancon. ? Les fonctions du journal intime. A propos du journal I

I de Lucio Cardoso. 73 I LITTERATURES: j

Candelario Reyes. ? Torogoz. 91 I COMPTES RENDUS NOTES DE LECTURE

CHRONIQUE DE LIPEALT. 153 I

CARAVELLE. Politique editoriale. Instructions aux aut PUBLICATIONS (1988-1989). 162

SECRETARIAT DE REDACTION

Annie PARADIS, Institut Pluridisciplinaire d'Etudes sur l'Ameriq Toulouse (I.P.E.A.L.T.). 56. rue du Taur, 31069 Toulouse Cedex. I

TRtS IMPORTANT " I I

Pour tout reglement, les cheques doivent etre libellis et envoyis avec commande au nom de : REG1SSEUR DES PRESSES UNIVERSITAIRES | DU MIRAIL, 56. rue du Taur - 31069 TOULOUSE CEDEX I

C.C.P TOULOUSE 8620-29 E I

II Abonnement 1989: FranceetetEtranger: Etranger:100 160F.F.I | Prix du numero : France Tables decennales 1963-1973 et 1973-1983: 30 F. I

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INSTITUTO PANAMERICANO DE

GEOGRAFIA E HISTORIA

Revista Historia de America No. 109 Enero-Junio 1990 US$13.50 (Mas correo)

La Imagen de la Revolucion Francesa Carmen Pelosi S. en los Manuales de Ensefianza Se cundaria (1912-1930)

La Obra Historiografica de la Acade- Aurora Ravina mia Nacional de la Historia (Argentina)

The Back-Door Approach: The Alto Thomas Whigham Uruguay and Paraguayan Trade, 1810-1852

Politica y Legislacion lnmigratoria en Carmen Norambuena C. y

Chile, 1830-1930 Guillermo Bravo A.

Pompee Valentin Vastey: Royalist and David Nicholls Revolutionary Tres Decadas de "Historia de las Ideas" Arturo Andres Roig en Argentina. Recuento y Balance

Resefias y Fichas Bibliogrdficas Coordinadas por el Dr. Ernesto de la Torre Villar

PEDIDOS A:

Instituto Panamericanode CPDP-OAS-PAIGH Oficina Regional Montevid Geografia e Historia 1889FStreet NW IPGH

Secretaria General Washington, DC. Andes 1365, Ese. 1212/13 Apartado Postal 18879 20006-4499 Casillade Correos 11055

11870 Mexico, D.F. U.S.A. Montevideo, Uruguay

_;_

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NORMAS DE LA REDACCION 1. Los autores enviaran DOS ejemplares de su colaboracion: el origi

nal y una copia.

2. Los textos (incluyendo notas, citas y referencias bibliograficas) deberan estar mecanografiados en negro, a doble espacio, en papel tama fio carta (21.5 x 28 cms.), con margenes de 3 cms. en los cuatro lados, y con paginacion consecutiva.

3. Todas las ilustraciones y graficas deben estar preparadas para

reproduccion y numeradas consecutivamente. Iran en paginas separadas y su colocacion en el texto se debera indicar claramente. 4. Los cuadros y tablas se numeraran de modo consecutivo y su co locacion en el texto se sefialara claramente. Cuando su extension lo re quiera iran en paginas aparte. 5. Las notas se reduciran al minimo, siguiendo el formato establecido por Historia Mexicana. Las notas iran al final del texto, con paginacion corrida, antes de la bibliografia; estaran numeradas consecutivamente con numeros arabigos volados.

6. Todas las siglas y referencias que aparezcan mencionadas se in cluiran completas al final del texto, en orden alfabetico, en la seccion SlGLAS Y REFERENCIAS; la paginacion sera corrida. En todos los casos se debera seguir el formato ya establecido por Historia Mexicana. 7. El nombre del autor y el de la institucion a la que pertenece se deberan indicar claramente. En los articulos, estos datos se colocaran al comienzo del texto, a la derecha, despues del titulo; en los testimonios, notas, resefias, etc., iran al final del texto, a la derecha.

8. No se admitira ninguna colaboracion que no se atenga a estas

Normas. La redaccion se reserva el derecho de corregir o ajustar el texto, en tanto no se altere su sentido.

9. La redaccion acusara recibo de los originales en un plazo de quince dias habiles a partir de su recepcion. La aceptacion de cada colaboracion dependera de la evaluacion confidencial de dos especialistas anonimos. De acuerdo con esta, la redaccion decidira sobre la publicacion e informa ra a los autores en un plazo menor de un afio. 10. Para evitar costos extra de impresion, no se aceptara ningun cam bio en el texto despues de aprobada la colaboracion. 11. En ningun caso se devolveran los trabajos recibidos por Historia

Mexicana.

12. Historia Mexicana no publica colaboraciones que hayan aparecido o esten por aparecer en otras publicaciones. ADVERTENCIA: Se solicita que las editoriales y los autores que deseen enviar libros para resefia, lo hagan a la Redaccion de la revista. Para tal fin se requieren DOS ejemplares de cada libro. Toda obra aparecera citada anualmente en una lista de Publicaciones recibidas.

Beatriz Mordn Gortari, ayudante de la redaccion, Norma Garza, auxiliar y Sara Resendiz, secretaria, colaboraron en la preparacion de este numero.

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DE PROXIMA APARICION

Carlos Sempat Assadourian: Fray Bartolome de Las Casas obispo: La naturaleza miserable de las naciones indianas y el derecho de la iglesia.

Un escrito de 1545

Mario Cerutti y Miguel Gonzalez Quiroga: Guerray comercio en torno al rio Bravo (1855-1867). Linea fronteriza, espacio economico

comun

Robert H. Jackson: La dinamica del desastre demografico de la pobla

cion india en las misiones de la bahia de San Francisco, Alta California,

1776-1840

Frederique Langue: Trabajadores y formas de trabajo en las minas za catecanas del siglo xvm

Engracia Loyo: Escuelas rurales ''Articulo 123" (1917-1940) Robert McCaa: Gustos de los padres, inclinaciones de los noviosy reglas de unaferia nupcial colonial: Parral, 1770-1814

Jaime E. Rodriguez O.: La constitucion de 1824 y la formacion del Estado mexicano

C' 19 4 0 %i

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V' EL COLEGIO \>

Y DE MEXICO \/

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