9 789506 831981
Certeza
CertezaArgentina
ISBN 950-683-198-1
Certeza
Familia y relaciones Crianza
Buenos Aires 20014
Salcedo, Gabriel SOS Hijos adolescentes cerca. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Certeza Argentina, 2014. 160 pp.; 20 x 14 cm. ISBN 978-950-683-198-1 1. Vida Cristiana. 2. Adolescentes. I. Título CDD 248.5
© 2014 Ediciones Certeza Argentina, Buenos Aires. Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723. No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11723 y 25446. Las citas bíblicas corresponden a la versión Reina-Valera 1960. Edición : Ayelen Horwitz Diseño de tapa: Creator Studio
Corrección: Adriana Riccomagno Diagramación: Cynthia Rota
Certeza Argentina es un ministerio de la Asociación Bíblica Universitaria Argentina (abua) que tiene la visión de comunicar el plan de Dios en Cristo Jesús a estudiantes y profesionales en Argentina. Contactos: Ministerio a universitarios y secundarios: (54 11) 4331-5421 abua.nac@gmail.com | www.abua.com.ar Editorial: certeza@certezaargentina.com.ar | www.certezaonline.com Ventas: Argentina. Tel./fax: (54 11) 4342-3835/4334-8278/4331-5630 pedidos@distribuidoracerteza.com Exterior. Tel./fax: (54 11) 4331-6651 | ventas@certezaargentina.com.ar Impreso en Argentina. Printed in Argentina.
A todos los padres que desean lo mejor para sus hijos. A mi esposa, Elisabeth, por ser parte esencial en la construcci贸n de esta aventura. A mis hijos del coraz贸n, de sangre y espirituales. Trabajo para dejarles algo m谩s valioso que el oro.
Agradecimientos Uno siempre se olvida de alguien en los agradecimientos, por eso, para no causar ninguna distancia con los ‘no nombrados’ quiero, en primer lugar, agradecerles a todos lo que se sienten parte de esta obra de alguna u otra manera y que, por razones que desconozco o por falta de memoria, no los he nombrado. Por otro lado, quiero agradecerle al equipo de la editorial Certeza Argentina por creer que lo que escribo es v alioso para servir a muchos. Me cautiva cada vez que una editorial me invita a escribir algo que ayude a los demás. Es mi debilidad. En especial quiero agradecer a Beatriz Buono por desafiarme en aquel café de autores a escribir un libro para padres de adolescentes y perseverar en medio de mis condiciones y dudas. También a Ayelen Horwitz por su dedicación y excelente trabajo de edición del manuscrito. Por último, quiero agradecer a todos los que confían, creen y tienen esperanza en la familia. Ustedes son la razón de lo que escribo. Entiendo que la familia es la comunidad donde el ser humano nace, se desarrolla y muere; y por esto mismo es esencial para toda la vida de cualquier individuo. En especial quiero agradecer a mi comunidad preferida: mi familia. Gracias por recibirme, adoptarme y soportarme a pesar de mí. Me hacen sentir que soy parte de algo importante, que me trasciende. Los amo con todo mi ser, corazón y voluntad.
Contenido Prólogo 11 Introducción 13 1. ¿Alguien puede explicarme qué le pasó a mi hijo/a? 19 María, José y su hijo adolescente La adolescencia y sus etapas Una adolescencia común, pero diferente a la nuestra Tendencias que marcan a esta generación de adolescentes Acompañamiento integral Padres maduros, hijos saludables Una historia para seguir pensando: Construir para otros Preguntas para la reflexión 2. Recuperemos la autoridad 49 Los hijos de Elí ¿Cuándo me va a respetar? ¿Qué significa ejercer autoridad? ¿Qué límites necesitan nuestros hijos e hijas adolescentes? La rebeldía adolescente ¿Qué actitud tomar frente a la rebeldía? Una historia para seguir pensando: Las tres pipas Preguntas para la reflexión 3. ¿Es posible comunicarse con un adolescente? 77 Absalón, un hijo no correspondido ¿La muerte del diálogo? El diálogo familiar
Descifrar el misterioso código de comunicación Volver al diálogo Cuando las generaciones se separan y dejan de comunicarse Principios de comunicación interpersonal Una historia para seguir pensando: El elefante encadenado Preguntas para la reflexión 4. Dos cosas que me preocupan: sus estudios y sus amigos 105 Daniel, un joven que se sabía cuidar Los estudios de nuestros hijos Amistades Las salidas Una historia para seguir pensando: El viaje a pie Preguntas para la reflexión 5. ¿Qué puedo hacer por mi hijo/a adolescente? 135 Sansón, un hijo ‘teflón’ ¿Cómo actuar con un adolescente difícil? Libro de quejas de los adolescentes Todos construimos la familia ¿No tenemos tiempo? Preguntas para la reflexión Conclusión 151 Bibliografía general 155
Prólogo ‘¿Alguien puede devolverme a mi hijo?’. Esta es una de las preguntas que los padres se hacen cuando sus hijos comienzan a transitar una de las etapas más importante de la vida: la adolescencia. Algunos de los desafíos que tendremos como padres serán: reactivar la comunicación, establecer nuevos límites en la familia y entender la aparición de algunas cuestiones nuevas como las salidas, las adicciones, las amistades, los noviazgos y el uso de las tecnologías. Como adultos que amamos a nuestros hijos, podemos involucrarnos y recuperar el terreno que, quizás, hayamos dejado que otros ocupen. Es posible entender y acompañar el desarrollo de esos seres extraños en los que se han convertido nuestros hijos, pero para que esto sea posible necesitamos información y determinación. En este libro hallarás información clara, práctica e iluminada por ejemplos y situaciones de la Biblia sobre las necesidades de los adolescentes, y claves para responder a ellas desde tu rol como padre o madre. No importa en qué situación matrimonial te encuentres —quizás eres una mamá que acompaña a sus hijos sola, o eres un papá que se ha divorciado, o eres parte de una familia ensamblada o lo que fuere—, este libro es para ti si lo que te impulsa es el deseo de amar a tus hijos adolescentes de manera eficaz. En el desarrollo de cada capítulo verás una estructura similar. En primer lugar, presentaré un episodio narrado en
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la Biblia donde encontraremos una situación familiar. En segundo lugar, desglosaré el tema con herramientas dadas por la teología, la orientación familiar y diversas disciplinas que nos aportan recursos y que no contradicen los valores trascendentes que Dios nos transmite. Para concluir cada capítulo propondré una serie de preguntas que servirán de reflexión para realizar de forma personal o grupal. Antes de empezar con los contenidos de este libro te propongo realizar uno de los gestos más inexplicables y más maravillosos que podemos hacer por nuestros hijos: pidámosle a Dios que los bendiga y que nos capacite para ser padres que, aunque nos hayamos equivocado millones de veces, podamos perseverar y ser perfeccionados en nuestra tarea.
Introducción ‘Me siento a kilómetros de distancia de mi hija’. Esto fue lo primero que escuché decir a una mamá a punto de estallar de impotencia. Por años esta señora y su hija habían tenido una relación cercana, pero ahora parecía que todo había cambiado. ‘No sé qué bicho le picó’, insistía decepcionada y frustrada a la vez. ‘Ese chico tiene algo raro’, afirmaba un papá cuando conversábamos en la orientación familiar. Se había acercado junto a su exesposa para consultar sobre el extraño comportamiento que su hijo adolescente estaba manisfestando en los últimos meses. Estos padres decían que ya no a lcanzaba el diálogo ni darle todo lo que necesitaba (lo que, lamentablemente, según ellos se resumía a ‘cosas’). En los últimos años este tipo de situaciones son cada vez más comunes en la orientación familiar. Padres que, aunque tratan de hacer ‘todo’, no logran establecer un vínculo con sus hijos y poco a poco se van sintiendo frustrados en su rol. Esta distancia entre padres e hijos, que parece crecer cada día más, puede reducirse en la medida en que entendemos a nuestros hijos en su ‘nueva situación’ o etapa vital. La adolescencia posmoderna no es igual a la que hemos vivido las generaciones anteriores. Los embates y las situaciones que viven hoy en día los chicos tienen diferencias marcadas con lo que hemos vivenciado nosotros en ‘nuestra época’.
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Si eres un papá o una mamá de un hijo adolescente (o de varios) quiero animarte a que no bajes los brazos y te felicito por acercarte a este recurso que te orientará en una de las labores más nobles, plausibles y honorables sobre la Tierra: acompañar a tus hijos en su desarrollo integral.
¿Cuáles son sus necesidades vitales? Justo cuando empezamos a disfrutar la infancia de nuestros hijos y nos acomodamos a la crianza de nuestras pequeñas criaturas, las cosas comienzan a cambiar. Sin previo aviso, la adolescencia irrumpe y nos despierta una mañana como un baldazo de agua fría. Es en ese momento que comenzamos a hacernos preguntas como: ‘¿Qué le hice a mi hijo, a mi hija, que me trata tan mal?’, ‘¿Por qué me contesta así?’, ‘¿Qué le pasa que tiene ese humor?’, ‘¿Por qué no me cuenta nada?’, ‘¿Qué tiene esa habitación que está todo el día encerrado/a?’. Este cambio en el ciclo vital de nuestros hijos suele coincidir con un tiempo en el cual los padres y madres estamos viviendo la mediana edad (lo que implica en nosotros una serie de crisis a nivel emocional, vocacional y existencial). Esto resulta en un combo explosivo que, en algunas ocasiones, puede derivar en una guerra familiar. Sin embargo, si tenemos presentes las necesidades que nuestros hijos tienen en esta etapa y respondemos de forma adulta, veremos que no todo es desesperante en la crianza de nuestros hijos a dolescentes e, incluso, quizás hasta podamos disfrutar de este tiempo. George Gallup Jr., quien dirige una de las empresas de encuestas más grandes del mundo, realizó un estudio sobre cuáles son las necesidades de los adolescentes. Para esto, miles de adolescentes fueron encuestados; se les hizo una serie
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de preguntas acerca de su relación con sus adultos. Como resultado de este estudio profundo surgió que las principales necesidades de los jóvenes son: 1. Que confíen en ellos. Los adolescentes creen que los adultos los ‘ningunean’, es decir, los tratan como si no existie ran o no fueran importantes. Creen que los adultos los ven como ‘perdidos’, ‘sin esperanza’, ‘ignorantes’, ‘prescindibles’, etc. Lo que expresan, finalmente, es que desean que se los tome en serio. 2. Ser comprendidos y amados. La comprensión se logra por medio de la escucha activa de parte de los padres o adultos cercanos hacia los adolescentes. Ellos creen que realmente no se los escucha y por eso deciden encerrarse en su ‘mundo’ junto a sus amigos que sí los escuchan. Por otro lado, notan que los padres no les demuestran amor y, si lo hacen, utilizan recursos que tienen que ver con su etapa vital anterior: la infancia. Cosa que los expone y los ridiculiza. 3. Sentirse seguros. Tiempo atrás, la familia era el núcleo que le daba al ser humano cierta seguridad. Uno podía nacer, vivir y morir en esta comunidad. Hoy ha dejado de ser un lugar seguro y esto es así porque como padres nos hemos ‘ido de casa’. Nos hemos retirado a trabajar y a desarrollarnos profesionalmente, nos hemos ido con otras p ersonas o nos hemos retirado a una vida ascética en nuestras iglesias. Todo esto ha provocado un ‘robo’ de la paternidad y muchos chicos sienten que están solos y sin nadie en quién confiar. 4. Que la vida tenga un significado y un propósito. Los adolescentes sienten que no tienen un sentido claro en sus vidas. Algunos especialistas afirman que esto sucede cuando no se tiene un punto de referencia para comenzar a fijar metas. En otras palabras, los adolescentes no saben hacia dónde se dirigen porque no tienen adultos referentes que