El valor de ser soldado

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La Opinión

Jueves 8 de agosto de 2019

El valor de ser soldado Capitán (ra) César Castaño

En todos los pueblos civilizados, el soldado ocupa un puesto de honrosa preferencia.

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n medio de una ceremonia de juramento de bandera en la fábrica de municiones en Bogotá, en 1934, el padre Luis Alberto Castillo, quien había sido capellán en el conflicto amazónico, pronunció unas sentidas palabras en homenaje a los soldados. El clérigo había ganado fama ante las tropas por su valerosa participación en un combate contra los peruanos, en abril de 1933. Por esos días el Batallón de Infantería Juanambú, perteneciente al Destacamento Putumayo integrado por fuerzas de tierra, aire y fluvial, fue sorprendido por un intenso tiroteo que obligó al religioso a empuñar el fusil como

cualquier combatiente. De ahí el valor del discurso que pronunciara, pues más allá de una pieza retórica era el reflejo de los días de durezas y penalidades compartidas con los soldados. Vivencias sobre las cuales algunos escriben y critican, desde su comodidad, pero que al final pocos conocen. Esto dijo el ilustre capellán en aquella ocasión: “(…) Honor al soldado y honor a la bandera. Entre todas las glorias de que puede ufanarse la nación, la militar fulgura con brillo incomparable. En todos los pueblos civilizados, el soldado ocupa un puesto de honrosa preferencia en la consideración de sus

conciudadanos. Para llegar a la comprensión exacta del soldado, es necesario subir por encima del hombre de industrias y de labor, por encima del comerciante que busca su propio interés, por encima del sabio que multiplica para nuestra utilidad los descubrimientos más preciosos. (…) Sublime es la misión del soldado. Si los magistrados y estadistas tienen la espada vengadora, al soldado le corresponde manejarla pecho a pecho en el combate derramando su sangre”. Finalizando estas palabras, el sacerdote hizo un relato que sumió a los asistentes en un profundo silencio. Muchos eran funcionarios del gobierno que, como es usual, jamás habían portado el uniforme ni experimentado el fragor de una batalla. Así este capellán castrense, describió la muerte de un soldado de la cual fue testigo de excepción: “Un día de mayo del año 33, una bala traidora,

en las riberas del Putumayo hirió de muerte a un soldado nuestro. Sobre una chonta retorcida nuestros médicos ejecutaron una encarnizada operación para cumplir con el deber de salvarle la vida. Ante los ojos atónitos de sus compañeros, el soldado soportó la dolorosa operación sin un lamento; luego, desangrado, entró en agonía. ¿Usted sufre?, le pregunté – No, me respondió dominando terribles dolores. ¿Usted tiene hijos? – no. ¿Usted tiene madre? A esta pregunta sobre el rostro marfileño del héroe, se dibujó un gesto de muy hondo dolor en el alma. – Sí, tengo madre… Y por sus mejillas rodaron gruesas lágrimas: las de un gran soldado; le había dado a la madre patria el tributo sagrado de la sangre y a la madre que lo dio para la patria, el tributo sagrado de las lágrimas”. *Miembro de la Academia Colombiana de Historia Militar

PALABRAS SUELTAS “El 5 de enero de 1830, en su paso por Boquía, el Libertador Simón Bolívar, que venía del sur por Cartago y antes de seguir para Ibagué y Bogotá, hizo mención sobre la importancia de la zona y solicitó que se abriera el camino para dar apertura al comercio y el turismo, ya que evidenció las bondades del Quindío”, - Jesús Alzate, profesor e historiador quimbayuno que habló, en el marco de la conmemoración del Bicentenario del 7 de agosto - Batalla de Boyacá -, sobre lo que fue el paso de Simón Bolívar por el Quindío.

Sonrisas Jairo Urrea Henao Jorge de Burgos: “Quien ríe ofende la verdad divina.

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ablar de la verdad sólo sería posible en el ámbito de las ciencias, disciplinas donde se puede demostrar su validez, no en otro lugar; pero, sería necesario indagar qué se entiende por veracidad en la academia. El filósofo de la ciencia Karl Popper considera que el progreso científico se da en el momento en que se ponen a prueba las teorías científicas; esto sucede cuando sus hipótesis arrojan paradojas, consistentes éstas en afirmar una proposición plausible dentro del

sistema pero indemostrable. Entonces, es el momento de afinar la teoría para resolver así las contradicciones como sucedió con el paso del modelo geocéntrico al heliocéntrico. Siguiendo a Popper es posible decir: del primer sistema, que el sol sale y se oculta, pero no es demostrable. En el segundo, es evidente que el sol no sale ni se oculta en razón a que la Tierra está en movimiento y lo que el espectador observa es una apariencia. Por sostener esas hipóte-

sis, en 1633 Galileo fue obligado a adjurar ante el tribunal del Santo Oficio, debía negar dichas afirmaciones basadas en las pesquisas de Copérnico, las que abrían camino al avance astronómico; el científico italiano sonreía mientras firmaba la humillante carta. Un caso similar narra Stephen Hawking en el primer capítulo de la Historia del tiempo: refiriendo que quizás fuera Bertrand Russell quien explicaba el progreso de la astronomía desde la teoría de Tolomeo a la de Copérnico ante un auditorio en París; súbitamente dentro del público una señora de turbante y collares, acusa al expositor de mentiroso porque, según ella, la Tierra permanece inmóvil debido a que reposa sobre una tortuga azul gigante; al filósofo no le quedó

más que sonreír. La idea de progreso científico popperiana conlleva a la búsqueda de la verdad transitoria, ya que las conjeturas teóricas son interpretaciones de los fenómenos y regularidades que va arrojando el cosmos en su movimiento y trasformación. Saber esto permite escapar a un determinismo ciego tanto físico como ideológico. Un pensador contemporáneo reconoce la ausencia de verdades absolutas y propende por las indagaciones sin término. Sin embargo, Hoy, siglo XXI, se repite la escena: usuarios de las redes sociales tachan de mentirosos a los científicos, presumiblemente porque han ocultado la verdad ¿cuál? Una que no presente dudas y que desdibuje la sonrisa inquietante de los investigadores.

LA CRÓNICA

Cuidando el medio ambiente Olga Lucía Cardona Correa

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n todas partes se habla de cuidar y proteger el medio ambiente, pero ya no se sabe cómo crear la cultura en los ciudadanos que no entienden que las basuras hay que saberlas reciclar, que se deben sacar en los horarios establecidos, que los plásticos no se tiran a los lotes baldíos, a las orillas de los caminos, a los ríos y quebradas, entre otros. Pero antes de continuar tratando este interesante tema, es bueno saber el origen de la frase medio ambiente: Proviene del latín “medius” y “ambiens”; dando el concepto de “lo que se encuentra a ambos lados”. Es así como el cuidado del medio ambiente representa a todas aquellas conductas que los seres vivos deben tomar en pro a la salud de la naturaleza, con el fin de hacerlo un medio con más oportunidades y más provechos que satisfacen la vida de todas las generaciones. Todos los factores que pertenecen al medio ambiente son modificantes del sistema, es decir que cada uno de ellos puede determinar el curso; el avance y el deterioro de su existencia. De este modo, hacer hincapié en la recuperación diaria de la salud vital del ambiente es el objetivo, pues con el tiempo el desgaste ha sido predominante, conllevando a realizar reacciones inmediatas. Así mismo además de No tendremos permitirse definir una sociedad, si el medio ambiente destruimos el medio como un todo, el ambiente”. (Margamismo se divide ret Mead). en un ambiente físico, biológiico; cada uno de ellos también requiere de cuidados, los cuales deben prevalecer a través del tiempo y por todos los que integran el entorno. En relación a los tres ambientes que hacen parte del medio en su totalidad; se tiene en primer lugar el ambiente físico constituido y definido por el clima, los entornos geológicos y la contaminación. Por otra parte, cuando se habla de ambiente biológico se hace referencia a la población humana; así como a la flora, la fauna y el líquido vital, el agua; mientras que el ambiente socioeconómico incluye la ocupación laboral, los ámbitos de urbanización y desastres, comprendiendo que todas ellas en su mayoría son ocasionadas por las actividades del hombre o también; por efectos de la naturaleza. En las escuelas y colegios se hace mucho énfasis en proteger y cuidar el medio ambiente; existen proyectos como el Prae para crear esta cultura en los estudiantes, por eso los padres en casa les deben reforzar este cuidado con el medio ambiente y es acá donde cobra valor el dicho que dice “La unión hace la fuerza”. Con frecuencia se hacen campañas de recolección de plástico y basura en bosques, ríos y quebradas sacando toneladas de estos residuos que duran miles de años en descomponerse afectando la flora y la fauna. Es así entonces como se debe crear conciencia y seguir contribuyendo de forma positiva para cuidar y proteger el medio ambiente. No dejemos que el planeta se nos destruya. Hagamos algo para cuidarlo.

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