Tributo a una Vida Humanista

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Tributo a una vida humanista.

Dr. César Iván Espadas Sosa Medalla Yucatán 2009.


Recipiendarios de la Medalla Yucatán 2009 Dr. César Iván Espadas Sosa, Mtro. Rolando Arjona Amabilis, Don Luis Alberto Rivas Aguilar, Mtro. Cosme Enrique Novelo Navarro “Coki” Don Asís Abraham Dáguer y Dra. Sara Poot Herrera.

Agosto 2012


Tributo a una vida humanista Dr. César Iván Espadas Sosa “Medalla Yucatán” 2009

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No es el crítico el que cuenta, no es el que señala al hombre fuerte que se tambalea o cómo debió hacerlo mejor. El crédito pertenece al hombre que actualmente está en la arena, aquél cuya cara está llena de sudor, polvo y sangre, que cae y regresa una vez y otra vez e insiste de nuevo; aquél que sabe y conoce la gran emoción y entusiasmo, la devoción y entrega de su propio “Yo” a una causa, aquél que si gana, conoce el triunfo del gran logro; y si falla, al menos cae luchando grandiosamente. Su lugar nunca será con las frías y tímidas almas que no conocen el triunfo ni la derrota. Theodore Roosevelt

Algunas veces tomamos decisiones sin suficientes datos. Debemos asumir la responsabilidad de todo lo que hacemos, tener el poder de enfrentar nuestra desesperanza y perdonarnos siempre. César Espadas Sosa

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RAÍCES

Desde muy pequeño, siempre escuché de mi padre innumerables consejos y orientaciones para hacer mejor las cosas, sobre todo cuando se trataba de emplear el cuerpo y la mente… “al correr, el cuerpo debe cargar para adelante, no ser vertical, los brazos deben pendular rítmicamente y las puntitas de los pies siempre saltando como ranas”… él estudió el magisterio en la Escuela Normal Rural de Hecelchakán, Campeche, ahí practicó y destacó en atletismo y su deporte favorito fue el béisbol. Trabajó en comunidades rurales como profesor de educación primaria y siempre fomentó la actividad deportiva en los jóvenes y alumnos. Aprendió a tocar guitarra y a cantar; estas dos últimas virtudes las practicó y desarrolló intensamente toda su vida, y con su amada compañera, Aurora también con su voz de alondra enamorada (mi xcoquita, le llamaba él) cantaron y cantaron hasta un día antes de la partida de cada uno de ellos, pero siempre juntos durante sesenta y nueve años cantando a la vida. Fue admirador de Lara y Curiel, con un estilo muy personal de hacer vibrar la guitarra cantaba: “… si tienes un hondo penar, piensa en mí,…vereda tropical: tú la dejaste ir… tú me acostumbraste… llévame todas las tardes a tu huerto…”. Aurora nos hacía llorar con: “… golondrina linda golondrina que te vas tan lejos, sin decirme adiós… no me digas nada, quédate callada… canta pajarito, canta tu canción, cántale a la niña de mi corazón”. Cuando César y Aurora cantaban, cosa común en casi todas las reuniones familiares, yo también cantaba, y él me decía: “eres muy desafinado pero tienes buen timbre, escucha más y practica”. Logré ser entonado no como ellos, claro, pero puedo y me gusta mucho cantar, al hacerlo, no sé si es la voz de él o de ella la que me impulsa, pero realmente me siento muy bien cantando como ellos; somos un continum. Nosotros sus hijos, nuestros hijos, los hijos de los hijos, siempre los admiramos no sólo por el inmenso amor que les tuvimos, sino también por el lirismo de altos niveles y el impacto emocional que siempre transmitieron. El viejo César me enseñó a boxear, él peleaba conmigo usando toallas en los puños como guantes, la técnica de la defensa, del movimiento y del ataque, posteriormente pudo comprarme unos guantes de medio uso y entonces practicaba yo con mis compañeros y amigos. Su mejor empeño fue verme convertido en un buen beisbolista. Fue admirador de los Yankees de New York y sus ídolos Joe DiMaggio y Mickey Mantle. Me orientó a batear jonrones como Mantle, con el uso adecuado de las muñecas, el torso y un swing amplio con todo el cuerpo que inclusive al fallar, quedaba hincado o me caía, pero si prendía la pelota, ésta viajaba lejos. Yo, disfrutaba y amaba jugar de esa forma, me hizo ser competitivo, disciplinado y exitoso. En los jardines cubría el center field y mi velocidad,

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reflejos y coordinación visomotora, me hicieron también sobresaliente en la defensa. Practiqué el pitcheo y la velocidad de mi lanzamiento lograba neutralizar a nuestros bateadores. Obtuve como lanzador con mi equipo, muchas victorias. Jugué béisbol desde la primaria, secundaria, preparatoria y carrera de medicina; lo suspendí cuando viví en Kansas City, Missouri en donde realicé mi postgrado en Psiquiatría. Durante los cuatro años de mi estancia en E.U., jugué con frecuencia raquetbol. Cuando retorné a Mérida, continué jugando béisbol como lo he hecho hasta hace un año. Mi abuelo paterno, fue propietario de un pequeño rancho para la crianza de ganado llamado San Jacinto. Al morir, quedó al cuidado de mis tíos, incluyendo a mi padre. Ahí aprendí a montar caballos, a domarlos porque eran salvajes; a montar y torear toros y vaquillas; recuerdo que lograr un buen pase con la muleta, me satisfacía tanto como batear un hit o un jonrón. Entre mi dieciocho y treinta años practiqué atletismo y halterofilia en menor intensidad y precisión. Aún intento y practico con las consecuencias físicas y dolores propios de la edad. ¡Cómo han influido en mi vida personal, profesional, familiar y fraternal estos pasajes que he narrado! Esta noche me siento iluminado por la luz de la medalla que recibo, veo en su luz a todos mis amores; llegan a mí recuerdos, acciones y gente con la que compartí sesenta y cinco años, los veo como película en sus tiempos, con las mismas emociones y palabras, con sus voces y sus cantos amándome a su modo, como estrellas abiertas centellantes que me bañan de polvo iluminado. Hoy, veo a tanta gente que siento muy mía, veo sus miradas hechas para verme, no sé si me recuerdan o me reconocen, pero siento que les pertenezco, los reconozco y canto. Me siento pueblo, pueblo inmenso con la fuerza y el valor de mis raíces, para atravesar las tinieblas y encontrar la luz, en un sueño con sabor y color de eternidad.

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PRESENTACIÓN Mi gratitud

A partir de la publicación de la Convocatoria emitida por el Instituto de Cultura del Estado para otorgar la Medalla Yucatán 2009, recibí llamadas telefónicas de compañeros profesionales que me invitaban a aceptar ser propuesto como aspirante a dicha Medalla. La sensación y estremecimiento que estas invitaciones provocaron en mí, fueron las mismas que siempre experimentaba ante la proximidad de un examen durante mi vida como estudiante desde la secundaria hasta el postgrado. Aún después de la especialización, los exámenes de actualización continua, las conferencias y mi participación en congresos, simposios y otras actividades académicas, siempre han removido psicoemocionalmente mi temor y nerviosismo al enfrentamiento, al reto, a la competitividad y al temor a fallar. La inseguridad omnipresente ante la prueba de uno mismo, al miedo primigenio ante la sombra de la espada de Damocles, al pánico existencial al abandonar o recuperar el paraíso uterino. Los médicos, presentamos exámenes toda nuestra vida, los más traumáticos que recuerdo en el devenir profesional fueron los que presenté para ser aceptado como médico y poder hacer en Estados Unidos una carrera de postgrado. En el caso mío, fue Psiquiatría y Conducta Humana. No solamente fue difícil porque se examinaban los conocimientos teóricos y prácticos de los años de la carrera de medicina, sino porque el examen se elaboraba bajo los parámetros científicos de las escuelas de medicina de Norteamérica y además por las implicaciones del idioma inglés y toda la cultura anglosajona. Durante los años que fui residente de Psiquiatría en la Universidad de Missouri, además de los exámenes y supervisiones formales de este postgrado, presenté evaluaciones bimestrales que ofreció la escuela de Medicina a sus estudiantes y a sus egresados. Haciendo la residencia, la mayoría de mis compañeros comenzamos a preparar un examen especial llamado Flex (Federal License Examination). Es una prueba de las más difíciles para los médicos americanos, y mucho más para los extranjeros. Su acreditación otorga autorización legal y académica para ejercer en Estados Unidos. Es un examen de tres días y su dificultad es indescriptible. Me entusiasmé, lo preparé durante meses y al segundo intento lo aprobé. Recuerdo que el último día del examen, al terminar perdí orientación en espacio y tiempo. No sabía que estaba en Topeka, Kansas e ignoraba qué hacía y a dónde debería ir. Mi recuperación tardó como cuarenta minutos. La insistencia, las palabras y reflexiones llenas de entusiasmo, racionalidad y profunda amistad de mis compañeros y amigos, crecida y edificada antes en los avatares y vicisitudes de nuestras relaciones interpersonales, hicieron que yo aceptara la propuesta y entonces, comencé a trabajar con mis documentos y requisitos que pedía la Convocatoria.

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Cuando recibí la llamada del director del Instituto de Cultura del Estado, maestro Renán Guillermo González, con la noticia de que había sido elegido para recibir la Medalla Yucatán, juntamente con otros personajes sobresalientes en la literatura, la música, las artes plásticas y las prominentes empresas emblemáticas del estado, sentí al mismo tiempo la alegre emoción del triunfo, combinada con la tranquilidad y paz del que sabe que la batalla ha terminado. Mi examen había concluido. Mi inmensa gratitud al Gobierno del Estado de Yucatán y al Instituto de Cultura, por este espacio de reconocimiento a la cultura, las artes y la ciencia, para ser copartícipes con los personajes que practican dichas disciplinas y las ofrecen a todos los que vivimos en este inigualable estado, rico en tradiciones, cultura y gran acervo histórico que nos sitúa en un privilegiado paraíso. Mi agradecimiento se extiende al Jurado Calificador, a las Instituciones Académicas privadas y públicas, así como a un número importante de compañeros académicos que enviaron propuestas y apoyos dirigidos al Instituto de Cultura para considerarme recipiendario de esta Medalla. El apoyo recibido me une a ellos y a todas las causas por las que trabajan y luchan haciéndome más compañero y corresponsable. Después de la noche de magia y de misterio, emociones exaltadas de afecto, alegría y amistad, algunas personas asistentes a la ceremonia me expresaron que escribiera el testimonio de esa noche para hacer del evento un recuerdo perdurable, entonces surgió en mí el deseo de reunir en un libro la historia de este acontecimiento. La emoción, alegría y satisfacción han quedado grabadas en las profundidades de mi ser, dando un nuevo sentido a mi existencia; una vez más, mi gratitud eterna a todos los que participaron junto conmigo en esta inolvidable aventura, que en mi vida personal y profesional ha cobrado una dimensión que trasciende los límites de las metas logradas, transportándome a uno de los más altos niveles de la felicidad. Gracias.

César Iván Espadas Sosa

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DOCUMENTOS

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Relación de instituciones y personas que enviaron propuestas al Instituto de Cultura del Gobierno del Estado, en apoyo a la candidatura del Dr. César Iván Espadas Sosa, para ser recipiendario de la Medalla Yucatán 2009.

1.- Instituto Neuropsiquiátrico de Yucatán 2.- Dirección de Programas Estratégicos de la Secretaría de Educación 3.- Centro de Estudios Superiores CTM 4.- Dirección de Salud Mental de los Servicios de Salud de Yucatán 5.- Asociación Mexicana de Neuropsiquiatría, A.C. 6.-Secretaría de Fomento Económico 7.- Servicios Médicos de la Secretaría de Seguridad Pública 8.- Asociación Yucateca de Deporte sobre Silla de Ruedas 9.- Frente de Integración para Limitados Físicos, A.C. 10.- Centro de Rehabilitación y Educación Especial del DIF 11.- Programa Entre Todos de la Secretaría de Educación 12.- Universidad Pedagógica Nacional 13.- Colegio de Psiquiatras del Estado de Yucatán 14.- Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Yucatán 15.- Asociación Psiquiátrica Mexicana A.C. 16.- Clínica de Atención Integral y Rehabilitación de Adictos. (CAIYRAD) 17.- Elly Marby Yerves Ceballos 18.- Carlos Pasos Novelo 19.- Rosalía Elena de Regulis Arrollo 20.- Veintiún Académicos de la Universidad Pedagógica Nacional

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Semblanza

El doctor César Iván Espadas Sosa nació en un pequeño poblado llamado Pocboc, municipio de Hecelchakán, del estado de Campeche, en 1945. Su padre, profesor rural egresado de la Normal Rural de Hecelchakán y su madre dedicada a las labores domésticas. Tanto Pocboc, como las otras comunidades en que trabajó su padre, eran de carácter rural, lo que propició que además de la lengua materna (español), aprendiera a comunicarse en un nivel bastante avanzado en la lengua maya. Estudió hasta el cuarto año de primaria en el poblado de Pocboc y al carecer de una primaria completa tuvo que trasladarse a la villa de Hecelchakán para terminar sus estudios en este nivel. Los traslados eran semanales, en el ferrocarril de vía angosta y muchas veces eran a pie. La muerte de un hermano menor, tras largo tratamiento médico, así como la muerte de un tío, marcaron su vocación médica (visión a posteriori). En 1959, se trasladó a la secundaria estatal de Champotón, Campeche; y los dos últimos años de secundaria los estudia en Calkiní, Campeche. Durante estos dos años en Calkiní, obtuvo el promedio más alto en ambos años y además fungió como presidente de la Sociedad de Alumnos de la escuela secundaria. En 1962, inició sus estudios de preparatoria en el Colegio Americano de Mérida, Yucatán, que concluyó en la Escuela Preparatoria de la Universidad de Yucatán. Durante la preparatoria hizo su servicio militar en un grupo deportivo, ganándose la representatividad para competencias nacionales en salto de altura, salto con garrocha y 400 metros planos. Ingresó a la Facultad de Medicina en Mérida, Yucatán en 1965, concluyendo con su internado rotatorio de pregrado en el Hospital O’Horán. En la secundaria, en la preparatoria y en toda la carera universitaria no presentó ningún examen extraordinario, todos los aprobó en forma ordinaria. Durante el internado en el Hospital O’Horán fue presidente de la Sociedad de Médicos Internos y ante la carencia de recursos y materiales médicos, la directiva encabezada por él, gestionó y obtuvo una dotación de materiales, medicamentos y equipo médico por parte del gobierno del estado y la Secretaría de Salubridad del Distrito Federal. Durante la ceremonia de clausura de estudios de la generación de Médicos Internos en 1971, le fue otorgado el Premio Pedro Cámara Milán.

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Durante su servicio social participó en un programa de gobierno llamado Brigadas Médicas, con un equipo de médicos que viajaba a las comunidades rurales más alejadas y sin servicio médico, para proporcionar medicamentos gratuitos a la población. En 1972, se graduó como Médico Cirujano con la tesis Adicciones en alumnos de la Facultad de Medicina. En 1973, fue fundador del Departamento de Planificación Familiar de la Oficina de Higiene y Nutrición del gobierno del estado. En julio de 1974, tomó un curso intensivo de Medicina General en inglés, ofrecido por la Escuela de Medicina de Miami, Florida, con la intención de tomar un examen especial en inglés denominado Educational Council for Foreing Medical Graduates, el cual presenta en la ciudad de México, D. F., y obtiene la certificación para hacer estudios de postgrado de Medicina en Estados Unidos. Al ser aceptado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri, E. U., se traslada al Hospital Escuela Western Missouri Health Center University of Missouri y realiza el postgrado en Psiquiatría y Conducta Humana. Durante la graduación de este postgrado en 1977, recibió el reconocimiento Autstandign Resident (graduado con honores). DE 1977 a 1978, fue nombrado jefe de área de hospitalización para adultos en el mismo hospital en Kansas City. A continuación, después de tres días de examen, recibió la certificación de Kansas State Board of Healing Arts, obteniendo así la licencia para ejercer su profesión en Estados Unidos. A su retorno a Mérida, es contratado como psiquiatra por el Centro de Integración Juvenil para atender problemas de adicciones. Además, inició su práctica privada en el Instituto Médico Quirúrgico del Sureste. En 1979, fue nombrado jefe de los Servicios Médicos Municipales del Ayuntamiento de Mérida, que proporcionaba atención médica y prestaciones sociales a cuatro mil familias de municipios. Al iniciar funciones el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), para la atención de la discapacidad, fue contratado como médico de base y encargado del Departamento de Enseñanza e Investigación del Centro. DE 1985 a 1989, fungió como coordinador general (director) del CREE, y en este período el Centro es ampliado en sus áreas de terapia física y lenguaje, y por ser el centro mejor desarrollado del país fue escogido para ser visitado por la esposa del presidente de la

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república, señora Paloma Cordero de De la Madrid, visita que proporcionó una cantidad considerable de material técnico. Igualmente el CREE fue seleccionado para la creación de una escuela formadora de terapeutas que inició sus actividades con un programa de dos años del cual egresaron dos generaciones de 17 y 13 terapistas, respectivamente, que inmediatamente fueron contratados por el mismo Centro e instituciones privadas y de Seguridad Social. En 1993, fue nombrado jefe del Departamento de Supervisión y apoyo a la Operación del ISSSTE en Mérida, Yucatán. Al término de esta función fue nombrado director de atención y asistencia a personas con discapacidad, del DIF Yucatán. Durante esta administración, la rehabilitación en el estado, que se centraba en el CREE (Mérida) y tres Unidades Básicas, rebasa en número de atención a personas con impedimentos fisiológicos, motivo por el cual se instalaron 45 unidades en el interior del estado. Durante su gestión como director de esta institución (CREE), y ante el incremento del área de atención en el estado, el director general del DIF nacional declaró al CREE de Yucatán Ejemplo Nacional. Al mismo tiempo, el gobierno del estado propone al Congreso, la ley para la integración de las personas con discapacidad. El doctor Espadas Sosa comparece dos veces ante el Congreso y recibe como visitantes a grupos de diputados para verificar las instalaciones del CREE. Esta avanzada y visionaria ley fue aprobada por el Congreso estatal el 16 de mayo de 1996. Fue fundador y director de la Escuela de Psicología del Centro de Estudios de la CTM y también creó y organizó el Departamento de Psicología de la Secretaría de Protección y Vialidad de Mérida, Yucatán. Como una parte importante en la trayectoria de su vida, contrajo matrimonio en 1971, con Miriam del Carmen Gutiérrez Méndez, quien se ha desarrollado en el campo empresarial relacionado con el turismo, ocupando diversos cargos tales como gerente de ventas en Aeroméxico, propietaria de la agencia de viajes Aeromundo durante 25 años; Presidenta de la Coordinadora Turística del Estado de Yucatán (COTEY), y su participación en la directiva de la Asociación de Mujeres Empresarias de Yucatán (AMJE) y de la Asociación de agencias de viajes de Yucatán y vicepresidenta de turismo en la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (CANACO-SERVITUR). La pareja tiene tres hijos: el doctor César Iván Espadas Gutiérrez, médico especialista en ginecología, obstetricia y perinatología. Actualmente presta sus servicios en la Unidad

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Médica de Alta Especialidad del IMSS de Yucatán; Miriam Espadas de Martínez, especialista en Psicología Infantil, y Sergio Iván Espadas Gutiérrez, licenciado en Ciencias de la Comunicación, quien trabaja en una empresa transnacional en la Ciudad de México. Tienen cuatro nietos: Adriana, Ivana, Jorge Adrián y Cesarito. Son grandes aficionados a la literatura universal, particularmente a la literatura mexicana y yucateca, cuentan con una extensa y selecta biblioteca familiar; también gustan de la ópera así como de otras bellas artes. El Dr. Espadas es un gran aficionado y jugador de béisbol, aún en la actualidad. Su incursión en el campo de la literatura comienza desde muy temprana edad, cuando en los primeros años de la escuela primaria solamente se llevaba un libro de lectura, pequeña llave que abrió ante los ojos de los niños de ese tiempo el mundo literario: era el único medio que alimentaba la fantasía y transportaba la imaginación a otras culturas y lugares. Así quedan grabados en su memoria los libros Poco a poco, de segundo grado de primaria, Adelante, de tercero, y Corazón de cuarto. La escuela secundaria lo llevó a conocer los clásicos La Ilíada, La Odisea, La Eneida, La Divina Comedia, entre otros; en la preparatoria a Paz, Rulfo, Fuentes, Pellicer, Gorostiza y a los escritores del Boom Latinoamericano. Comenzó a escribir poesía en la adolescencia, la continúa en la juventud y la cultiva con mayor frecuencia en la adultez. Siendo residente en Psiquiatría en la Universidad de Missouri, publicó en La Gazeta, revista de la Asociación de Psiquiatría Estatal, dos ensayos sobre algunas costumbres de los pueblos mayas de la región donde él vivió con sus padres. En aquel entonces, debido a la falta de electricidad, los medios de comunicación y distracción como el radio y la televisión no existían. En ciertas esquinas del pueblo, se reunían por las noches grupos de señores y jóvenes a platicar, sentados en las piedras o en el suelo, a veces agachados; siempre había un líder natural que dirigía la conversación. Se hablaba de temas diversos relacionados con la vida cotidiana, experiencias, etcétera, sin faltar los problemas que siempre trataban de solucionar entre todos. La conclusión que propone el doctor Espadas Sosa en sus escritos, es que aquellos funcionaban como verdaderos grupos empíricos de psicoterapia que lograban catarsis y quizás soluciones a los problemas personales y familiares. Otra costumbre similar se desarrollaba en las casas, cuando la familia por la noche se disponía a descansar de las labores del día; dado que eran casas amplias, de una sola pieza, acostados en las hamacas platicaban hasta que poco a poco todos quedaban dormidos. Esta comunicación entre los miembros de la familia era ejemplo de relajamiento físico y mental e inducción a un sueño reparador.

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Ha publicado poemas en periódicos y revistas locales como “Canto a Lunero”, “Elegía a un Viejo Hospital”, “Rejoneo”, “Divisas Taurinas”, “Homenaje a los Doctores Laviada Arrigunaga”, “Lágrima por Borges” y “David Silveti, en Memoria.” Un poema muy extenso dedicado a su padre es “Amadísimo César Viejo”, de gran impacto literario y familiar. También ha publicado ensayos en la Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán: “Soledad y Adolescencia” y “Freud es Escritor.” En 2008, publicó su libro Emociones. Una mirada al ser, a la vida y la felicidad. Ha escrito prólogos de libros, entre los más recientes a las obras Reflexiones y Mensajes de Ética de los Dres. Laviada Arrigunaga y La Educación en el Medio Rural de México, del profesor Ely Marby Yerves Ceballos. Tiene en proceso de edición un libro que reúne cincuenta poemas en los que el monte está presente con sus misterios, sus árboles, sus nidos, su cielo, su lluvia y su amor a nosotros: Poemonte. Las conferencias que ha impartido a lo largo de su trayectoria académica y profesional, tienen como característica notable la utilización de recursos literarios y poéticos para plantear el conocimiento científico.

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Trayectoria

1.- En su trayectoria profesional destacan las siguientes actividades desarrolladas como médico-docente, membrecías y reconocimientos en los ámbitos estatal, nacional e internacional. Profesor de la cátedra Biología con Laboratorio de la Escuela Preparatoria del Colegio Americano. Profesor de la cátedra Psicología Médica de la Escuela de Enfermería del IMSS. Subdirector y fundador de la Escuela Preparatoria para Hijos de Trabajadores Salvador Alvarado. Profesor de la cátedra Biología con Laboratorio de la Escuela Preparatoria Número 1 de la UADY. Secretario Auxiliar de la Facultad de Medicina de la UADY. Profesor invitado del Seminario Psicología Anormal, en la Facultad de Psicología de la UADY. Profesor y coordinador del curso de postgrado Salud Mental, en la Unidad de Postgrado de la Facultad de Medicina de la UADY. Profesor fundador de la Escuela de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social. Expositor huésped en el Seminario de Desarrollo Profesional de la Facultad de Contaduría y Administración de la UADY. Profesor instructor del Taller Trastornos de Ansiedad, auspiciado por la Asociación Psiquiátrica Mexicana y Compañía Upjohn. Profesor asociado en el Curso Actualización Médica de la Academia Nacional de Medicina de la UADY. Profesor invitado con el tema Trastornos de Ansiedad por la Asociación Mexicana de Medicina A. C. y College of Phisycan, EUA. Miembro activo de la American Psychiatric Associaton. Miembro activo de la American Society of Clinical Hipnosis. Miembro activo de la American Geriatric Society. Miembro fundador, vicepresidente y presidente de la Asociación Psiquiátrica Yucateca. Coordinador del Capítulo Sureste de la Asociación Psiquiátrica Mexicana. Vicepresidente y Presidente del Colegio de Médicos de Yucatán.

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Vicepresidente de la Federación de Colegios Profesionales de Yucatán. Miembro fundador y Vicepresidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán. Miembro fundador y Presidente de la Asociación Cultura y Democracia. Socio fundador del Colegio de Medicina Legal y Forense, A. C. Miembro de la Sociedad de Historia y Filosofía de la Medicina de Yucatán, A. C. Reconocimiento por 20 años de servicios prestados en el DIF nacional. Distinción mundial en la edición especial del libro Who is Who in the World (Quién es quién en el mundo), que reúne personalidades de 200 países del orbe.

2.- Su participación activa en cursos, congresos, coloquios y foros ha sido enriquecedora para su propia formación y desarrollo profesional. Curso Especial en Psicología Clínica, Educativa y Administrativa, Western Missouri Mental Health Center Universitiy of Missouri. Segunda y Tercera Reunión en Rehabilitación del DIF nacional. Curso Monográfico sobre Salud Mental, de la Secretaría de Educación Pública. Curso La Administración en los Servicios de Rehabilitación, del DIF nacional. Primer Encuentro Regional de Investigación sobre Salud y Sociedad, de la Facultad de Medicina de la UADY. Curso Técnicas de Supervisión en Rehabilitación Integral, del DIF nacional. Curso La Sexualidad en la Minusvalía, del DIF nacional y la Secretaría de Salud. Curso Psicología Enfocada a la Rehabilitación, del DIF nacional. Taller Atención Primaria en Rehabilitación, del DIF nacional y la Secretaría de Salud. V Reunión Nacional en el Curso Dolor y Rehabilitación, del DIF nacional. XXXVI Congreso Nacional de Psicoanálisis La Visión Psicoanalítica de la Psicopatología, de la Asociación Psicoanalítica de Psicopatología Mexicana, A. C. XII Jornadas Académicas de la Facultad de Medicina de la UADY. XVII Congreso Nacional de la Asociación Psiquiátrica Mexicana. Seminario de Entrenamiento y Capacitación, Agentes de Cambio por la Integración Social de las Personas con Discapacidad, del DIF nacional.

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V Congreso Regional Zona Sur, Tercer Coloquio de Uxmal Salud Mental en el Sur, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C. XV Aniversario de la Asociación Yucateca de Padres de Familia Sexualidad en la Discapacidad, de la Secretaría de Educación Especial. XVIII Congreso Nacional Salud Mental, Retos y Perspectivas, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C. Simposio Toma de Decisiones de la Evidencia Científica, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C. Simposio Romper Esquemas Integrando Alternativas en el Tratamiento de los Trastornos de Ansiedad, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C. Curso-Taller Trabajo por Equipo. Todos Somos Parte Importante de la Institución, del DIF nacional. II Coloquio de Neurociencias El Desafío en el Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos del Ánimo. III Coloquio Internacional de Neurociencias, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C. Congreso Bi-regional Centro-Sur La Salud Mental frente a la Muerte en el Siglo XXI, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C. IV Coloquio de Trastorno Bipolar, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C. V Coloquio de Salud Mental en Yucatán en el Colegio de Psiquiatras del Estado de Yucatán, A. C. V Coloquio de Salud Mental en Yucatán. Mesa panel La Práctica Psiquiátrica Institucional y Privada. Cumbre de Psiquiatría de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A. C.

Ha presentado ponencias e impartido conferencias con una temática que se ubica en los diferentes ámbitos en que ha incursionado, lo que le ha permitido compartir su conocimiento y experiencias obtenidas en el ejercicio de su vida profesional.

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DISCURSOS

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Discurso del Dr. César Espadas Sosa

En el contexto de un planeta que lo mismo nos sorprende con la fuerza incontrolable de sus vientos y huracanes, que nos reclama airado con sequías y deshielos sin precedente, la sociedad global azotada por fenómenos que a manera de nuevas plagas nos golpean sin piedad: recesión inédita, reconversiones virales, pobreza extrema, desempleo galopante, escasez de alimentos y hastío generalizado, aún no han logrado aniquilar la esperanza así como la fuerza generadora y creativa de los seres humanos que todavía soñamos con la reconstrucción de la armonía y el fortalecimiento del sentido de nuestro quehacer cotidiano. Esta noche me ha sido conferido el honor de la palabra para unir mi voz a las de: Dra. Sara Poot Herrera, Don Asís Abraham Dáguer, Don Luis Alberto Rivas Aguilar, Mtro. Rolando Arjona Amábilis, Mtro. Cosme Enrique Novelo Navarro, para hacer llegar nuestro más profundo agradecimiento al gobierno del estado de Yucatán, a su Instituto de Cultura, así como a los miembros del Honorable Jurado, por habernos distinguido con la Medalla Yucatán, presea que esta noche simboliza el reconocimiento al camino recorrido en nuestra vida laboral y profesional, y que de alguna manera ha tenido repercusiones relevantes en diferentes ámbitos de la sociedad yucateca y más allá de los límites del estado. En esta ocasión, el campo del arte y la belleza ha sido representado a través de diferentes manifestaciones: la literatura, la poesía hecha canción y la pintura. Se han conjugado el pensamiento y la emoción con el espíritu creador, utilizando como recursos la palabra, la música, el ritmo, la línea, los colores y la armonía para arrancar de sus creadores todo aquello que yace en las profundidades de su ser. Las ciencias de la vida, sociales y humanas al servicio del hombre, también han sido representadas en este certamen como son; la comunicación, la actividad empresarial y la salud mental y emocional; aspectos que en la actualidad han cobrado gran importancia para hacer frente a las vicisitudes y retos que la modernidad de este mundo global impone en el devenir de la existencia y la civilización humanas. En lo personal, he de expresar que el eje conductor de mi vida ha sido la emoción que siempre ha acompañado a mi ser racional. Creo que todos los actos humanos se

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originan en la emoción, el impulso, la alegría de vivir sin negar la tristeza, el dolor, la enfermedad y la muerte. La naturaleza no creó un sistema para razonar por encima de lo biológico sino que a partir de esta biología emocional surgen los pensamientos, la razón y la conciencia, que unidos en función, dan sentido a nuestros actos. Los afectos juegan un papel importante en todo lo que realiza el ser humano: comunicarse, trabajar, educar, amar, servir al prójimo, administrar, gobernar, es decir, vivir. Creo que es fundamental trabajar en pro de la vida plena, afectiva y razonada a pesar de los avatares o adversidades que esto implica. No hay ningún sufrimiento del prójimo en nuestra ciudad, nuestro estado y en el mundo que no nos concierna a todos. Todo este bagaje de conocimientos y experiencias puesto al servicio de la sociedad por cada uno de los que hoy recibimos la Medalla Yucatán, sin duda obedece a razones misteriosas, como lo expresa un poema: …razones que llaman al hombre a prodigarse y entrar en el pulso de la vida, como se penetra en el tiempo y en la noche. Razones que son como los murmullos del monte: arrítmicos, sobresaltados, misteriosos, como sutiles fibras que nos llevan por espesuras ásperas sin término a la clara abertura donde soplan todos los vientos.

Una vez más, reiteramos nuestro agradecimiento por tan honrosa distinción, que nos ha permitido hacer un alto en el camino para retomar el rumbo y continuar navegando en los mares de la vida, del ser y del hacer, y cuando llegue el silencio… permanecer en el tiempo … y con el tiempo… trascender. Mientras tanto… aún continúo buscando mi rostro, leyendo perfiles que dan mis amores, escuchando voces que repito siempre. Lo busco en el aire que vive en el monte, lo sigo en las grietas que marcan la tierra,

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entre los caprichos de las nubes surge, dándome figuras claras o confusas.

Me llegan mis líneas con la lluvia fresca, me veo en la luz del relámpago verde, en mis ojos vive el rocío del campo y en mi piel descansa el sol de la tarde.

Me sigo buscando en los libros que leo, me veo en pacientes que acuden a verme, me busco en mis hijos, hermanos y amigos, me busco en la sangre que en mis sueños duerme.

Muchas gracias. Buenas noches. Mérida, Yuc., a 21 de noviembre de 2009

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Discurso de la gobernadora de Yucatán Ivonne Ortega Pacheco

Yucatán, es una tierra donde el carácter de nuestros antepasados sigue permanentemente en nuestra sombra para recordarnos de qué estamos hechos, es una tierra de hombres y mujeres que muestran el amor y el compromiso con sus raíces; una tierra en la que la herencia cultural se enriquece con nuevas vetas de yacimientos. Hace más de 40 años, que con la entrega de la Medalla Yucatán, se reconoce a quienes han puesto su creatividad y talento al servicio de la sociedad. Hoy con gran entusiasmo nos reunimos para dar un merecido homenaje a seis distinguidos hombres y mujeres que han convertido su vocación en parte de nuestra herencia cultural. Con orgullo podemos hablar de un trabajo pionero en el campo de la radio que ha sembrado la semilla para formar a muchas generaciones de comunicólogos y publicistas, hablar de medios de comunicación en Yucatán, es hablar de Luis Alberto Rivas, la sociedad lo sabe y hoy se lo reconoce. Reconoce un trabajo generacional, que para fortuna de todos, inició su padre en nuestro estado y que su hijo ha sabido continuar. El premio de hoy se otorga a don Asís Abraham es un homenaje al trabajo tenaz de una comunidad que ha transformado la vida económica de la península, es una muestra de quienes llegaron aquí con un sueño de prosperidad y han encontrado en ella una patria que los acogió y les brindó todas las oportunidades. Yucatán, siempre se ha distinguido por sus grandes artistas, tan es así, que nuestra música y nuestra cultura se conocen en todas las laderas del país. Personajes como Cosme Novelo, el querido “Coqui”, son ejemplos de la gran sensibilidad que nos caracteriza. La trova yucateca, gracias a sus composiciones ocupa un lugar privilegiado en la música popular mexicana. Rolando Arjona es un referente de la creatividad yucateca expresada a través de la pintura y la escultura. El maestro Arjona ha desarrollado un estilo integral como creador, investigador y formador de nuevos artistas. Hoy, premiamos también, a un hombre que, pudiendo ejercer su profesión más allá de nuestras fronteras, decidió trabajar por nuestro bienestar mental, al doctor César Espadas, a un hombre que nos ha dejado una herencia llena de grandes aportes académicos y prácticos a la psiquiatría. A un hombre que logró que Yucatán fuera reconocido como ejemplo nacional en el trato a las discapacidades. En el Mayab, Sara Poot Herrera, muestra a través de sus escritos cómo el esfuerzo y la dedicación por las letras, rinden frutos que perduran en la historia cultural de un pueblo.

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Una historia de superación y talento que la profesora ha llevado más allá de nuestras fronteras. Los felicito, los felicito a todos porque son un ejemplo de vida, porque cada uno desde sus distintas biografías hacen que nuestra cultura trascienda en el tiempo. Este premio es solo una pequeña retribución de lo mucho, pero mucho que ustedes le han dado a nuestra sociedad. Ustedes nos recuerdan que el reto consiste en ser fiel a uno mismo, a nuestra historia y a nuestras tradiciones; su pasión por nuestra cultura nos invita a trabajar con perseverancia y hacerla parte viva de nuestra integridad. Esa es la mejor aportación que se puede hacer a esta tierra, a la tierra que tanto queremos, la tierra que nos sirve de inspiración, la tierra que le da orgullo y sentido a todos nosotros. Y hoy, como gobernadora, pero en particular como yucateca, quiero decirles a ustedes seis, gracias, gracias por llevar tan alto el nombre de Yucatán; gracias por mostrar que el camino es el correcto, el del trabajo, la tenacidad y creer en los sueños y trabajar todos los días. Muchas gracias por Yucatán y a nombre de todos los yucatecos, estoy segura que no me equivoco, estoy segura que reconocemos su esfuerzo, reconocemos lo que han aportado por Yucatán y reconocemos que gracias al trabajo de ustedes, hoy muchos de nosotros estamos donde estamos, hoy muchos de nosotros podemos disfrutar la vida que tenemos, y hoy muchos de nosotros también sabemos el compromiso que tenemos con Yucatán, el que ustedes han manifestado en su momento. Creer en nuestros sueños y trabajar por ellos, y no descansar nunca y sobre todo llevar muy en alto el nombre de Yucatán. ¡Que viva Yucatán!

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NOTAS DE PRENSA

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HUMANISMO, FILOSOFÍA DE VIDA DEL DR. CÉSAR I. ESPADAS SOSA

La reconocida vocación del Dr. César Iván Espadas Sosa, desarrollada a través de sus estudios y en su desempeño profesional, fue el factor principal que inclinó al jurado dictaminador a escogerlo para que le sea entregada la Medalla Yucatán 2009, junto con otros cinco ciudadanos distinguidos, en una ceremonia que tendrá lugar en el Palacio de Gobierno el próximo 20 de noviembre. Esa vocación, que se resume en sus palabras: “Tenemos que estar en pro de la vida y la salud, luchar contra las enfermedades y los trastornos emocionales, y ofrecer a la sociedad las mejores herramientas que hemos adquirido a través de la profesión”, ha estado presente en su vida desde el tiempo en que hizo su tesis Adicciones en alumnos de la Facultad de Medicina, con la que se graduó de médico cirujano en la Universidad Autónoma de Yucatán, donde estudió de 1965 a 1972. Por eso mismo realiza el postgrado en Psiquiatría y Conducta Humana en la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri, Estados Unidos y durante su graduación, en 1977 recibe el reconocimiento Autstandign Resident, graduándose con honores. Otro de sus conceptos, que defiende con energía y claridad, trasluce ese deseo profundo que lo alienta de hacer de la humanidad una especie superior: “La persona que explota a los otros seres humanos no puede ser feliz, el que roba, golpea, viola o asesina no llega a la tranquilidad, son personas que sufren, el odio lastima, pero no sólo a quien lo siente, sino también a quien lo recibe. Y además da inestabilidad emocional, por eso hay que erradicarlo, ese es el verdadero humanismo, el nivel en que debemos vivir todos los seres humanos, y algo que para mí es la filosofía de la vida.” Por ser un yucateco distinguido, su amplia y ejemplar trayectoria académica y profesional resulta importante. De ella resumiremos que nació en Pocboc, un pueblito de apenas 500 habitantes localizado en el estado de Campeche, el 10 de septiembre de 1945. Por Esto! 3 de noviembre de 2009

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RECONOCIMIENTO A CÉSAR ESPADAS SOSA Rosendo Balan Caamal Por su vocación humanista y dedicación a la medicina, el doctor César Iván Espadas Sosa recibirá este viernes en Mérida la Medalla Yucatán 2009, de manos de la gobernadora Ivonne Aracely Ortega Pacheco. Espadas Sosa nació el 10 de septiembre en Pocboc, donde actualmente viven sus papás, y en esa comunidad estudió hasta el cuarto grado de primaria, pues se trasladó hasta la entonces villa de Hecelchakán para culminar sus estudios en ese nivel. En 1950, se traslada a la secundaria estatal de Champotón, aunque los dos últimos años los cursa en Calkiní. En 1962, inicia sus estudios de preparatoria en el Colegio Americano de Mérida, Yucatán; en 1965, ingresó en la Facultad de Medicina, donde nunca presentó algún examen extraordinario. Durante su internado en el Hospital O’Horán fue presidente de la Sociedad de Médicos Internos, y en 1971, durante la clausura de estudios de su generación, le otorgaron el Premio Pedro Cámara Milán. En 1972, se gradúa como médico cirujano con la tesis Adicciones en los alumnos de la Facultad de Medicina; en 1973, funda el Departamento de Planificación Familiar en Yucatán; en julio de 1974, toma un curso intensivo de Medicina General en inglés ofrecido por la Escuela de Medicina de Miami, Florida, obteniendo certificación para sus estudios de postgrado en Estados Unidos, donde en 1977 se gradúa con honores y el reconocimiento Autstanding Resident. De 1977 a 1978, es nombrado jefe de área de Hospitalización para Adultos en el mismo nosocomio de Kansas City y recibe la certificación de Kansas State Board of Healing Arts, obteniendo así licencia para ofrecer su profesión en Estados Unidos. A su retorno a Mérida, en 1979, es contratado por el Centro de Integración Juvenil para atender problemas de adicciones, y en ese mismo año es nombrado jefe de Servicios Médicos Municipales del Ayuntamiento de Mérida. De 1985 a 1989, funge como coordinador (director) del CREE y en 1993, es nombrado jefe del Departamento de Supervisión y Apoyo a la Operación del ISSSTE de Mérida, Yucatán. Fue fundador y director de la Escuela de Psicología del Centro de Estudios de la CTM y también crea y organiza el Departamento de Psicología de la Secretaría de Protección y Vialidad de esa ciudad yucateca.

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En el plano personal, Espadas Sosa contrae matrimonio en 1971 con Miriam del Carmen Gutiérrez Méndez, quien se ha desarrollado durante 25 años en el campo empresarial como propietaria de la agencia de viajes de Aeromundo. Esta pareja tiene tres hijos: César Iván Espadas Gutiérrez, médico especialista en ginecología, obstetricia y perinatología; Miriam Espadas de Martínez, especialista en psicología clínica infantil, y Sergio, licenciado en ciencias de la comunicación y trabajador de una empresa trasnacional en la Ciudad de México. Hay tres nietos: Adriana, Ivana y Jorge Adrián. Entre sus proyectos, actualmente tiene en proceso la edición de un libro que reúne 50 poemas, y ha impartido conferencias donde resalta el uso de recursos literarios y poéticos para plantear el conocimiento científico. De esta manera, su dedicación a la medicina traducida en la lucha continua contra las enfermedades y trastornos emocionales, hacen que el doctor Espadas Sosa sea merecedor de la Medalla Yucatán 2009. Enhorabuena. Tribuna de Campeche. 18 de noviembre de 2009

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LA SALUD MENTAL ES UN DERECHO El Dr. César Espadas Sosa recibirá la Medalla Yucatán –“Hemos atendido la discapacidad de una manera muy especial, nosotros no la vemos como una limitación física neuromotora sino que desarrollamos la rehabilitación del individuo por medio de técnicas de lenguaje, terapia física para insertarlo a la familia, al trabajo y por supuesto a la sociedad en general”, manifestó el psiquiatra César Iván Espadas Sosa. –“Sin embargo, ha sido muy difícil obtener resultados ya que como seres humanos desarrollamos un instinto de prevalencia de la especie, lo que provoca que las personas se alejen de la discapacidad; este instinto obliga a la búsqueda de los sanos, aquellos que tendrán más oportunidad de desarrollarse”. En charla con La Revista, el especialista quien recibió este viernes 20 de noviembre la Medalla Yucatán declaró que “bajo reacciones perfectamente normales y naturales la gente tiene la tendencia de no acercarse a los que tienen alguna deficiencia mental, una amputación, un invidente o carente del oído. Es por ello que una parte importante de nuestro trabajo es la sensibilización de la gente, romper con todas estas defensa personales, familiares y sociales para que la persona con discapacidad sea aceptada, entendida, comprendida y entonces pueda volver a ser un miembro más de la familia, explicó”. –“Asimismo, se busca lograr que la sociedad modifique sus actitudes ante una limitación y que logre entender que son personas que sienten, piensan, aman y que actualmente con el desarrollo de la tecnología pueden lograr lo que quieran.” Como experto en conducta humana se ha enfocado a desarrollar mecanismos especiales para que por medio de terapias individuales, grupales o familiares además de una Escuela para Padres donde se dirige la educación al entendimiento de la discapacidad. –“El CREE se ha dedicado a difundir todo este esfuerzo; hemos trabajado mucho en la Escuela de Medicina así como en diferentes espacios donde nos permiten promover que la atención que se debe dar a las personas con alguna discapacidad es una acción humanizante, muy noble y que nos hace mejores” –recordó. Otro aspecto igual de importante en su trabajo es el que se refiere a la salud mental, para la cual ha buscado incrementar los espacios para la atención de adicciones, problemas de neurosis, psicosis, pero sobre todo trabajar en los grandes trastornos de ansiedad que cada vez son mayores, por ejemplo, la depresión afecta al 15 % de la población en general y existe un alto número de casos que terminan con suicidio. –“Me preocupa que la gente no le de la importancia suficiente, incluso los gobiernos destinan presupuestos muy bajos a la Salud Mental porque no deja nada políticamente; es

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un aspecto muy importante que se ha quedado rezagado no sólo en nuestro país sino en todo el mundo. Afortunadamente en Yucatán hemos visto un incremento en el apoyo que recibimos y tengo como propósito personal promover la salud mental como un hecho igual a cualquier acto de salud pública” –explicó. Nuestro estado cuenta con una Dirección de Salud Mental que trabaja de manera conjunta con el Colegio de Psiquiatras, de la cual el doctor Espadas es vocal ejecutivo y miembro fundador, en programas básicos para llegar a los médicos de atención general, enfermeras y personal de área, ya que no se necesita ser psiquiatra o psicólogo para detectar una depresión. –“Existen síntomas muy claros, incluso la mayoría de la gente que padece estos problemas al venir con nosotros nos dice estoy deprimido o tengo un problema de drogas; el prediagnóstico se puede hacer mucho antes” –indicó. Y es gracias a este trabajo realizado durante toda una vida dedicada a la psiquiatría que 29 organizaciones, entre ellas el Colegio de Psiquiatras y la Escuela de Psicología del Centro de Estudios Superiores de la CTM, lo presentaron como candidato para recibir la Medalla Yucatán, y fue seleccionado por el jurado. –“Es un honor y un orgullo estar con gente como Enrique Novelo Navarro “Coqui”, don Asís Abraham, la doctora Sara Poot Herrera, Rolando Arjona Amábilis y don Luis Rivas Aguilar; creo que este reconocimiento valora mi trabajo de 30 años en favor de la salud mental” – consideró. La Revista Peninsular. 20 de noviembre de 2009

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LA PSIQUIATRÍA ES PREVENTIVA Y AUMENTA EXPECTATIVA DE VIDA

La psiquiatría tiene una función preventiva, es un aliado en la promoción de la salud mental y física y contribuye a aumentar la expectativa de vida en la población mexicana. El doctor César Iván Espadas Sosa expresó que cuidar la salud mental implica inmensos problemas, principalmente emocionales, cuyos efectos contribuyen a la enfermedad. “Afortunadamente, hoy con más frecuencia la gente acude al psicólogo o al psiquiatra, en quien deposita su confianza para la búsqueda de ayuda.” La diferencia entre la psiquiatría y la psicología es que la primera tiene conocimiento de medicina, de neurología y de farmacología más profundos, en tanto que los psicólogos son profesionales muy preparados en el caso de la salud mental, para diagnosticar y aplicar tratamientos de ayuda a la pareja y prevenir la violencia, “pero ambas están hermanadas inseparablemente.” Recordó que una de sus funciones como profesional del área fue precisamente cambiar el criterio y el estigma que se tenía del psiquiatra (loquero), de que solamente podía atender a personas con trastornos severos y proporcionaba electrochoques como solución única. “Había que modificar el criterio del psiquiatra para aprovechar sus conocimientos y que trabaje con las familias, con las parejas, con los niños con problemas de atención, violencia y con el perfil de la personalidad.” Actualmente uno de los problemas mentales más preocupantes es la depresión, pues está afectando cada vez más a niños y jóvenes, y va acompañada del suicidio. “Aquí el papel del psiquiatra es prevenir, y más que nada detectar a tiempo los cambios en las conductas del adolescente, como por ejemplo del que deja de asistir a la escuela, del que se aísla y del que empieza a tener amistades extrañas para la familia, indicadores importantes que nosotros tenemos que enseñar en los hogares a los papás, en las escuelas e incluso en los medios de comunicación, para contribuir a la estabilidad y solución del problema.” “En la actualidad –prosiguió– todo gira alrededor de la psicología y la psiquiatría, incluso se puede observar en la demanda que hay de libros de superación personal.” Finalmente, Espadas Sosa destacó la importancia de difundir la emoción, la calidez y la importancia del uno por el otro, porque hoy se necesita la atención comunitaria para apoyarse y sentir que las cosas pueden mejorar. Tribuna de Campeche. 20 de noviembre de 2009

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LA CRISIS PUEDE AYUDARNOS A SER MEJORES.

“La crisis económica es realmente decepcionante a nivel social y nos golpea a todos, el desempleo es galopante, la desesperanza en la gente es cada vez mayor y el volumen de quienes padecen ansiedad y depresión va en aumento; sin embargo, estas situaciones nos pueden llevar a ser mejores, porque representan la oportunidad para superarse e incluso brincar a estadios mejores en nuestra conciencia y vida”, destacó el médico psiquiatra César Iván Espadas Sosa. Entrevistado en el programa Entre Semana, descartó que las condiciones actuales “deriven en un suicidio colectivo o estallido social. Ni lo creo ni lo espero, estoy totalmente seguro de que la vida tiene una energía que nos da nuestro propio organismo y nuestras propias neuronas en pro de crecimiento, de unión y de fraternidad”, remató. “Desde su origen –indicó– el ser humano ha buscado unirse, aliarse, trabajar en conjunto hasta ser sociedades prósperas y capaces de superar cualquier tipo de crisis, por eso tengo confianza en que saldremos adelante.” Consideró importante evitar enaltecer situaciones negativas como el coraje, el rencor, el resentimiento y la ira, porque si se asocian con problemas sexuales o con el desempleo pueden desencadenar grandes conflictos familiares, sociales e incluso el suicidio. “Ante esta situación –dijo Espadas Sosa– es responsabilidad de todos difundir y fomentar emociones positivas como la calidez, el gozo, el placer y la esperanza, y de las autoridades mejorar las condiciones económicas mediante una administración buena, positiva, pues no podemos basar nuestra felicidad en el arte de la conversación, de la esperanza hablada.” “También estoy convencido de que una intención de cariño, de amor y de fraternidad, alienta a quienes trabajamos, aunque es importante que las autoridades cumplan su función.” Insistió en que “un manejo adecuado de las emociones es vital para superar los problemas económicos y los conflictos interpersonales.” “Tanto los psicólogos como los psiquiatras, los sociólogos, los antropólogos y los comunicadores, somos parte del engranaje general que debe contagiarnos de entusiasmo y alegría, entendida ésta como algo que nos permite vivir bien y convivir con la familia, amigos y como ciudadanos.” “La alegría verdadera y madura, es la que nos da la tranquilidad de no tener conflictos serios interpersonales con nuestros conciudadanos, el tener una esperanza de vida positiva y

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no tener conflictos que nos depriman, angustien y estresen, esa es realmente la verdadera felicidad.” “El poder, –puntualizó Espadas Sosa–, exige mucha responsabilidad y afortunadamente gran parte de las personas que están como gobernantes o en la esfera de la administración tienen asesoría psicológica.” “Acuden a los profesionales para tener comunicación con ellos y ventilar algunos aspectos personales, familiares e incluso conflictivos, a fin de que se les ayude a gobernar con pensamientos positivos tanto para él como para los gobernados.” Asimismo, el médico psiquiatra se refirió al suicidio como uno de los extremos de la patología en el que puede caer el individuo en su desesperanza y depresión, y lamentó que vaya en aumento. Convocó a trabajar en favor de la vida plena, responsable y alegre, “porque cada vez que se avanza en el campo de la tecnología y la ciencia, la alegría se aleja y las emociones pasan a un tercer o cuarto plano.” Finalmente, aclaró que no menosprecia la tecnología, que es fundamental como herramienta para todos, y propuso humanizar y no perder la esencia del camino que nos lleva a convivir con alegría y a una buena salud mental.

Tribuna de Campeche. 20 de noviembre de 2009

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LAZOS AFECTIVOS Y FRATERNIDAD ESTÁN ARRAIGADOS.

“Los campechanos y principalmente la población que radica en comunidades de la Península de Yucatán, son privilegiados y gozan de mejor salud mental que los habitantes del resto del país, lo cual obedece al arraigo prevaleciente de los lazos afectivos y la fraternidad”, afirmó César Iván Espadas Sosa. “La calidez y la importancia de uno por el otro entre la gente, permite la retroalimentación y mantener vivas las emociones con una gran positividad.” “Pese a sus condiciones de marginación –resaltó– es de admirarse a la gente del Camino Real, a la cual conozco muy bien, sus líderes sociales, empresariales y la misma población mantienen una gran capacidad de comunicación y deseos de salir adelante.” Espadas Sosa consideró que Campeche es un estado próspero, y que campechano es un adjetivo extraordinario producto de la experiencia comunitaria que mantiene su alegría, comunicación y apertura que los distingue del resto de los habitantes, principalmente del centro y norte de México. “Aquí interviene la geografía, pues tenemos un aire limpio y un entorno saludable y así vive la gente, lo que la ha llevado a mantener su raza maya y elevar su esperanza de vida.” Expuso que esta situación inspiró un libro que realizó en Estados Unidos y en donde plasmó algunas observaciones de la cultura maya, entre las que se destacan las terapias grupales y familiares. “Relaté cómo en las noches, cuando no había luz eléctrica, ni cine, ni radio ni televisión, la gente se reunía en las esquinas a platicar, pero siempre había uno que lideraba el grupo y de alguna forma salían de ahí recomendaciones, apoyos, empatía, y cuando se iban a sus casas se sentían mejor que cuando llegaron. A esto le di una concesión de grupos empíricos de terapia en pueblos.” “La terapia familiar se daba cuando la población llegaba a su casa y como no tenían en qué divertirse, se acostaban y empezaban a platicar y poco a poco y uno a uno se iban durmiendo sin necesidad de una tableta, de un somnífero”, relató. “La preservación de una especie y de la raza humana radica en la unidad y en las relaciones personales, por eso el hombre ha buscado aliarse y trabajar en conjunto, lo cual ha valido la pena porque se traduce en amor, fraternidad y logros positivos.”

Tribuna de Campeche. 20 de noviembre de 2009

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ENTREGAN MEDALLA YUCATÁN 2009 Destacada labor de César Espadas en ciencias Por su gran aportación al desarrollo del área de las ciencias, en especial en el ramo de la rehabilitación y la salud mental, el doctor César Iván Espadas Sosa fue distinguido ayer con la entrega de la Medalla Yucatán 2009, en evento realizado en el patio central del Palacio de Gobierno. Nacido en el poblado de Pocboc, del municipio de Hecelchakán, Campeche, Espadas Sosa ha hecho una brillante carrera en Yucatán y sus grandes aportaciones al desarrollo y en pro de la medicina en las especialidades antes mencionadas le valieron ser premiado con dicha presea. Difícil labor tuvo el jurado calificador de este premio, quien tuvo que decidir quiénes serían los elegidos para recibir tan grande reconocimiento y por su gran trayectoria en la medicina no dudaron en otorgarle la medalla al especialista. “En estos momentos esta medalla recae en mi persona, pero también de este reconocimiento es parte mucha gente que ha trabajado conmigo y que continúa trabajando para que la medicina en materia de rehabilitación siga en desarrollo y en especial a los familiares de esos discapacitados que día a día luchan junto con los afectados para salir adelante”, mencionó. “En lo personal he de expresar que el eje conductor en mi vida ha sido la emoción que siempre ha acompañado a mi ser racional. Creo que todos los actos humanos se originan en la emoción, el impulso, la alegría de vivir sin negar la tristeza, el dolor, la enfermedad y la muerte. La naturaleza no creó un sistema para razonar por encima de lo biológico sino que a partir de esta biología emocional surgen los pensamientos, la razón y la conciencia, que unidos en función, dan sentido a nuestros actos”, dijo en su discurso. Espadas Sosa agregó que es fundamental trabajar en pro de la vida plena, afectiva y razonada a pesar de los avatares o adversidades que esto implica. “No hay ningún sufrimiento del prójimo en nuestra ciudad, nuestro estado y en el mundo que no nos concierna a todos y todo este bagaje de conocimientos y experiencias, puesto al servicio de la sociedad es lo menos que podemos hacer, acentuó. Tanto Espadas Sosa, como la escritora Sara Poot Herrera; Asís Abraham Dáguer; Luis Alberto Rivas Aguilar; Rolando Arjona Amábilis y Cosme Enrique “Coqui” Novelo Navarro recibieron la medalla y un cheque por 25 mil pesos para reconocer su labor en diversas áreas de las ciencias y la cultura. Espadas Sosa, emigró de su lugar natal en 1964, debido a que tuvo la inquietud de estudiar medicina y la escuela de dicha especialidad más cercana se encontraba en Mérida.

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A pesar de contar con un año en estudios de medicina ya ejercía la misma en su población natal al ayudar a los pobladores con algunas dolencias. Se especializó en el campo de la discapacidad en sus aspectos psiquiátricos, psicológicos y grupales. Fue en dos ocasiones director del Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) y uno de los principales impulsores de la ley para la integración para las personas con discapacidad y la cual se encuentra vigente. Fue conferencista y participó en diplomados de desarrollo humano en la Universidad Pedagógica Nacional de Yucatán y cinco años en la Universidad de San Luis Missouri en los Estados Unidos, entre otras. Espadas Sosa, no olvida sus raíces campechanas y viaja constantemente a su natal Pocboc donde ahora tiene un equipo de béisbol llamado Los Bravos en la liga local de esa población, donde son los flamantes campeones y a sus 64 años de edad le sigue pegando a la bola y acaba de recibir un reconocimiento como uno de los jugadores más veteranos en activo. Tribuna de Yucatán, Mérida, Yuc., 22 de noviembre de 2009

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CARTAS

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Edgardo Jesús Martínez Menéndez Comisionado de Arbitraje Médico en Yucatán.

El camino Un camino es obra de voluntades, circunstancias, elementos disponibles y los que se encuentran en el transcurso de la vida.

Se inicia con ilusión, sueños y esperanzas en concordancia con el momento que corresponde vivir; toca conocer de manera paulatina la resistencia y los problemas que se presentan para lograrlo, sin embargo, es importante por ser el proyecto de vida.

Algunas veces no se perciben a fondo las capacidades que permiten establecer objetivos alcanzables, este es el comienzo, el reconocer que existen de manera natural herramientas que se encuentran al alcance: habilidades, circunstancias, posibilidades y conocimientos. Ponerlas en práctica requiere de un esfuerzo continuado, a ser mantenido por la visión a largo plazo que motiva y sostiene, que deja a la persona en el punto justo y que marca la diferencia con los que deciden percibir únicamente lo que se encuentra al alcance de la mano.

Es el esfuerzo continuado para el desarrollo de las habilidades, el estudio, el razonamiento, las posibilidades reales y la aplicación de los conocimientos que se obtienen durante la vida, lo que permite el momento en el que se disfruta de la oportunidad de ser estable por haber desarrollado confianza y distinguirse por los signos de madurez.

A estas personas hay que reconocerles que tomaron conciencia plena de lo heredado, de lo que trajeron, y que pronto desarrollaron el sentido de la búsqueda de lo ideal, de lo que se aspiraba a ser y por lo que se debía luchar, lo hicieron a tiempo, enriquecieron su propia humanidad, no bajaron la guardia en la prosecución y mantenimiento del esfuerzo a pesar de las dificultades; dejaron constancia del empeño de permanecer firmes en el bien y vigorizaron la voluntad con disciplina producto de sus calidades.

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Se les reconoce el motivo dominante de haber definido el sentido final de su trabajo, en su camino no hubo distracción por la inercia, la fuerza de la costumbre o la rutinaria repetición de actos, hay entusiasmo, trabajo continuo y ejercicio prolongado sin cansancio o desaliento.

Estos son los hombres perseverantes, dueños de fortalezas, fieles, que rechazan la superficialidad, la pereza o la monotonía, son positivos para superar la flaqueza humana, los defectos y las equivocaciones, son los que trascienden. Su dedicación generosa a los demás la alimentan con sinceridad y colocan siempre los ojos en la coherencia de su vida. Mérida, Yucatán a 29 de abril de 2010

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Raúl, Landy y Ligia Espadas Sosa

A nuestro hermano El día de hoy, se consolidan los sueños de un niño, que hace más de medio siglo comenzaron a gestarse en su mente y en su alma. Sueños entre la bruma de lo incierto, en las mañanas frías, días cálidos y noches de luna que lo acariciaron cuando cerraba sus ojos vencidos por el cansancio del día que transcurría en la escuela y sus andanzas entre el monte atrapando “bacalitos” y “sacucheros”. Alimentaba su imaginación aspirando el aroma de las flores silvestres, la humedad de las hojas y escuchando el canto de los pájaros. Aquel niño, es la voz del monte hecha poema, es la mirada que percibió la armonía de colores, sonidos, misterio, grandeza y magia del monte del pueblo que lo vió nacer y crecer.

Sin darse cuenta, el espíritu del monte fue penetrando en él, envolviéndolo con una fuerza mágica que lo siguió y acompañó todos los años de su vida. En sus momentos de soledad, impulsó su creatividad y lo hizo sensible a todo lo que tenía un sentido de amor a sus semejantes.

El monte, reúne toda la fuerza que la impotencia de movimiento y comunicación convierte en energía, para penetrar en las almas sensibles de quienes se acercan a él y a través de ellas, transmite lo que quiere expresar a la humanidad. Esta fuerza, lo impulsó a realizarse como ser humano y como profesional, en los diferentes espacios en que se desarrolló su vida.

La sociedad yucateca, a través del Instituto de Cultura del Gobierno del Estado, hace un reconocimiento a su fructífera labor, que significa la concreción de sus sueños.

César: Hoy,

el espíritu del monte de Pocboc, el lugar de tu génesis, está junto a tu corazón

convertido en una medalla, que simboliza: tu realización y tu trascendencia. Con Amor: Tus hermanos

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Manuel Alberto Trava García Presidente del Colegio de Psiquiatras del Estado de Yucatán

Los asociados al Colegio de Psiquiatras del Estado de Yucatán, nos sentimos todos honrados, porque un miembro de nuestro Colegio, que fue además miembro fundador del mismo y primer vicepresidente, ha recibido a propuesta nuestra y de otras agrupaciones e instituciones un bien merecido reconocimiento del estado con la Medalla Yucatán 2009. Es por esto que a nombre de todos, y sintiéndonos representados por ti, te felicitamos y nos alegramos contigo. Personalmente y como hicimos patente al proponerte como candidato, creo que tu trayectoria como servidor público, hombre de letras y acendrados valores familiares te hacía ya merecedor, pero además por tu desempeño como médico psiquiatra y la virtud de ser amigo siempre y de buena voluntad, Recuerdo tu espíritu societario que nos llevó en los setentas a formar la Asociación Psiquiátrica de Yucatán en 1979, cuando éramos no más de 15 psiquiatras en el estado y de la cual fuiste vicepresidente y luego presidente, en nuestro afán de lograr una unión fuerte y sincera entre nosotros los psiquiatras, vigente aún en este nuestro Colegio que fundamos en 1995, y del que logramos reconocimiento oficial en 2003. Es a través de las acciones de miembros como tú que actúan en beneficio de la sociedad, que logramos de ella su reconocimiento también y nuestra fuerza moral. Por todo lo anterior no queríamos dejar pasar esta ocasión para hacértelo patente y congratularnos junto contigo y tu familia que seguramente se sienten también orgullosos de ti. Mérida Yucatán México 1 de diciembre 2009

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Rolando Zapata Bello Diputado Federal Le envío una atenta felicitación por haber sido acreedor en días pasados, a la Medalla Yucatán, máximo galardón otorgado por el Poder Ejecutivo. Con dicha presea se hace un merecido reconocimiento a su distinguida trayectoria y contribución al desarrollo de nuestro estado. Aprovecho estas líneas sencillas para enviarle un cordial saludo y todo mi respeto. Mérida, Yucatán a 2 de diciembre de 2009

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Luis Pérez Sabido Director del Centro de Investigación Musical: “Gerónimo Baqueiro Foster”.

Recibir la Medalla Yucatán en una entidad donde abundan los talentos en las artes, las ciencias, la tecnología y el servicio social, es un privilegio del que debes sentirte muy orgulloso, mi querido César. La presea fue creada en 1967 por el gobernador Luis Torres Mesías. A lo largo de cuatro décadas la han recibido distinguidos literatos, músicos, actores, investigadores, profesionistas y personas comprometidas con el desarrollo de nuestro Estado. La primera entrega se hizo en el Club Italiano de la ciudad de México. Luego la ceremonia ha tenido sedes alternas como el cuadrángulo de Las Monjas de Uxmal, el Salón de la Historia, los teatros del Seguro Social, Daniel Ayala y Peón Contreras, y el patio central del Palacio de Gobierno. En el año 1994, tuve la fortuna de ser galardonado con esta valiosa presea y, lo mismo que a ti, me correspondió el honor de hablar a nombre de los recipiendarios en el recinto del Poder Ejecutivo. La emoción indescriptible de ese momento se ha perpetuado en lo más íntimo de mi espíritu. Hago votos porque esta presea signifique, a más de un reconocimiento a tu fructífera labor, un incentivo para seguir prestigiando con tu obra a este jirón de la Patria que nos vio nacer. Felicidades.

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José María Sabín Sabín Rector de la Universidad del Mayab

Reciba un cordial saludo y nuestra felicitación por el premio recibido Medalla Yucatán 2009, con la cual se reconoce el esfuerzo de quienes han puesto su profesionalismo y preocupación por ayudar a mejorar la calidad de vida del ser humano. Agradecemos su ejemplo y determinación, perseverancia y de liderazgo y deseamos que continúen los éxitos. Mérida, Yucatán a 3 de diciembre de 2009

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Luis Alberto Echeverría Navarro Director General del Centro de Estudios Superiores CTM

Dr. César Iván Espadas Sosa: Distinguido universitario, egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), postgraduado en la Universidad de Missouri, Estados Unidos; especializado en Psiquiatría y Conducta Humana, dirigente de diversos colegios profesionales y escritor de poesía y ensayos académicos. Luchador,

por más de treinta años, de dignidad y el rescate de las personas con

discapacidad particularmente de niños y adolescentes, comprometido con las ciencias médicas, el arte y el bien social. Este Centro de Estudios Superiores se enorgullece con el privilegio de contar contigo entre su personal docente y directivo.

Con inmensa satisfacción.

Mérida, Yucatán, 1 de diciembre de 2009

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Jorge Esma Bazán Director del patronato CULTUR.

Si cada persona tiene una misión que cumplir en el plano personal y profesional y cada ser es el único responsable de su destino; su amplia y ejemplar trayectoria nos habla que usted ha cumplido con creces esta misión.

Su vocación humanista y sus reconocidos logros en el campo de la medicina, han sido motivo para que se le haya distinguido al concederle la Medalla Yucatán 2009, entre otros muchos galardones en las diferentes áreas en las que ha incursionado. Reciba mi reconocimiento y sinceras felicitaciones.

Mérida, Yucatán, a 23 de noviembre de 2009

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Jorge Carlos Berlín Montero Presidente de la Gran comisión del H. Congreso del Estado de Yucatán

Es muy difícil en una sola persona, tantos talentos, conocimientos y virtudes, pero si estos no fueran pocos, en usted además de éstos se suman su vocación y compromiso con la salud de niños y niñas, de hombres y mujeres, adultos y jóvenes en todo Yucatán. Su vocación por la salud, de manera especial por la rehabilitación de quienes tienen alguna discapacidad, el gran compromiso con el que ha ejercido su profesión y las aportaciones que ha hecho a esta rama de la medicina en nuestro estado, le hicieron recipiendario de la Medalla Yucatán 2009. Sin embargo estimado Dr. Espadas, quienes le conocemos más de cerca, sabemos de su carácter firme, generoso y su gran espíritu de colaboración, en especial, cuando se trata de ayudar y atender los problemas de personas con aprietos económicos, esta cualidad suya poco conocida en ciertos ámbitos, pero muy reconocida por cientos de familias a las que usted ha atendido con calidez y eficacia, nos muestra una gran calidad humana que hoy todo Yucatán reconoce. Seguro de que este estímulo le dará a usted más energía y fortalecerá su espíritu, le envío por medio de estas líneas mi afecto y reconocimiento sincero. Mérida, Yucatán a 21 de noviembre de 2009

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TESTIMONIOS

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Ariel Lugo Rodríguez Director de Salud Mental. Secretaría de Salud Hablar de psiquiatría en Yucatán es hablar de personas valiosas que iniciaron con calidad y sentido humano la atención de nuestros pacientes, pero hablar de la vida societaria en psiquiatría, es hablar de pocos, algunos de los cuales se nos han adelantado en su partida; dentro de estos profesionales se encuentra nuestro amigo el doctor César Iván Espadas Sosa, socio fundador de nuestra extinta Asociación Psiquiátrica Yucateca, que diera paso hace algunos años a la creación de nuestro Colegio de Psiquiatras del Estado de Yucatán, del cual es socio fundador. Hablar de César, también nos lleva a hablar del área de rehabilitación y discapacidad, área en la que ha sido artífice por más de 30 años. Lo anterior además de otros logros como la publicación del libro lo llevó a ser galardonado con la Medalla Yucatán.

Su colaboración para con esta Dirección de Salud Mental que fue creada en esta gestión de gobierno, ha sido permanente, logrando el trabajo en conjunto que la salud mental sea considerada ya dentro de la agenda pública.

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Roldán Peniche Barrera

Trampas al tiempo

El honor que se le ha dispensado al Dr. César Espadas Sosa al otorgársele la Medalla Yucatán no es gratuito: psiquiatra estudioso, hace trampas al tiempo para escribir prosa y poesía así como para sumergirse en la lectura, su pasatiempo predilecto. Nos une una añeja y sincera amistad a través de la conversación inteligente. Único yucateco registrado en “Quién es Quién en el Mundo. Honor a quien honor merece, dice el lugar común, pero no hay mejor expresión que ésta para significar que nuestro querido amigo el Dr. César Espadas Sosa goza de esa honra inigualable. Claro, el Dr. Espadas Sosa no es un médico cualquiera sino un distinguido psiquiatra, un destacado profesional de la medicina y miembro de antiguo de la Sociedad Yucateca de Historia y Filosofía de la Medicina. Además, César (a quien por internet le han dedicado un elogioso y muy justo soneto recientemente) es hombre de letras en el sentido de que lee copiosamente literatura y está al tanto de las últimas obras de García Márquez o de Fuentes y además, gusta de la poesía y se conoce muy bien a Neruda, al que cita en sus escritos. Hará cosa de un mes el Dr. Espadas nos regaló con la segunda edición de su libro “Emociones: una mirada al ser, la vida y la felicidad” escrita con una honda perspectiva científica así como humanística. César es un paradigma para los psiquiatras yucatecos que escriben muy poco, lo que es lamentable. En el presente libro, alienta un análisis serio del ser humano y su conducta y una visión universal de los sentimientos. Además, hay una excelente bibliografía auxiliar y un homenaje poético al heroico Hospital O´Horán, que nos revela al autor como un poeta sensible que sabe describir con sencillas palabras al viejo nosocomio-escuela donde abrevaron tantos ilustres doctores yucatecos.

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En la imposibilidad de reproducir todo el poema, he aquí algunas partes de este “Elegía” que el autor regala a su vieja escuela: Viejo testigo del dolor humano, persistencia continua y silenciosa, aceptante del llanto desatado o la angustia callada por tu sombra. Maestro y compañero inseparable en los cantos del triunfo o del error humano, para calmar el ansia de los pechos o vaciarlos totalmente de llanto. Arena de la lucha interminablemente larga. Omnipresentes sombras recorren tus espacios de grises pabellones, de éter, de alcohol, de ropa blanca, de sueros y de sangre. Reservorio perpetuo del sufrido cuerpo de retorcida y discontinua anatomía, prolongada en el alma y la familia. César Espadas no pretende la perfección lírica. Su “Elegía” es de gratitud y de memorias, como ha de ser ese género. Agradecemos el autor su bello libro y acusamos recibo del mismo.

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Mauricio Robert Díaz

Un médico brujo Conocí a César Espadas en una conferencia que impartió hace 20 años en la Universidad Pedagógica Nacional en donde nos invitó a reflexionar sobre los retos que enfrentan los Adultos Mayores. Ahí fuimos presentados por la maestra Ligia Espadas Sosa, hermana de César y muy querida colega en esta universidad. Me causó una muy buena impresión por la manera sugerente y profunda como presentó y manejó el tema, pero sobre todo por la sencillez y cordialidad que había en toda su comunicación. Esto se debe a que a pesar de haber realizado una exitosa carrera profesional a tal grado que recientemente fue distinguido con la Medalla Yucatán, nunca ha perdido la manera de ser llana y abierta que aprendió en su infancia en el medio rural y que le permite convivir por igual con especialistas internacionales del campo de la medicina y con los integrantes del modesto equipo de beisbol de Pocboc. Como el hombre de Terencio, nada humano le es ajeno al doctor César Espadas: sus intereses son múltiples desde su afición por el arte taurino hasta su pasión por la música. En la medicina, particularmente en la psiquiatría, ha encontrado la columna vertebral de su acción, su manera principal de servir a la sociedad; sin embargo, su espíritu inquieto y sus variados intereses intelectuales lo han llevado a reflexionar y a actuar en otros campos del conocimiento. Devorador de libros desde pequeño, es un gran amante de la poesía y ha escrito poemas de gran calidad. Otro de sus grandes amores, no podía ser de otra manera, es la cultura maya (ancestral y actual) que conoció de manera natural escuchando su habla, sus historias; incorporando formas de pensar y sentir solidarias y misteriosas, ajenas por completo a los patrones de la cultura occidental. César ha tenido el mérito y la fortuna de conocer y vivir en medios culturales muy diversos, que van desde la humilde choza indígena hasta las grandes ciudades norteamericanas. Él ha sabido integrar armónicamente variadas influencias y tradiciones, ha tomado lo mejor de cada una de ellas y esto lo ha convertido en un hombre más pleno y completo. Nuestro amigo es un auténtico universitario, esto es, alguien capaz de encontrar unidad en la diversidad. Es un médico moderno atento a todos los avances de la ciencia y la tecnología

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en el mundo, pero con una sensibilidad de profundas raíces que se nutre de la cultura maya. Es, verdaderamente, un médico brujo. Pero lo que permite que esos intereses y anhelos se proyecten con gran fuerza, es la pasión que pone en todo lo que emprende: pasión por la literatura, por el deporte, por la música, por la vida… El secreto de su vida, a mi juicio, radica en la intensidad que ha puesto en todo lo que siente, piensa y hace. Su corazón, su mente y sus manos se mueven con una fuerza notable, una fuerza que lo ha llevado desde la pequeña escuela rural de Pocboc a ser distinguido como un profesional de la medicina a nivel internacional en la edición especial del libro Who is Who in the World, que reúne personalidades de 200 países. Como señalaba el viejo Pitágoras, un mismo ritmo mueve el corazón del hombre y el movimiento de los astros, en nuestro amigo César ese ritmo late con fuerza y claridad. Mérida, Yucatán. 12 de mayo de 2010

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Carlos Peniche Ponce

Los espléndidos frutos César Espadas Sosa siempre me ha asombrado. Lo conocí hace más de quince años, por un estimado amigo mutuo: “te presento al doctor Espadas.” Pero descreí que ese título se refiriera a un médico tan pronto le oí comentarios interesantes sobre literatura, pedagogía, arte del toreo, teoría del béisbol, cultura estadounidense. Y menos que se tratara de un psiquiatra, al escucharle citar con soltura a Borges, Pellicer, Paz, Rulfo y los narradores del boom literario. Luego supe de sus brotes juveniles y de madurez en el campo poético. Varios años después, cuando conocí su leído libro Emociones, comprendí que el doctor César Espadas Sosa era todo eso junto.

Al saber de su currículum preparatoriano, médico, psiquiátrico y de especialización en la Unión Americana, comencé a dejar de asombrarme. Con razón, dije. Responsabilidad precoz, poder de observación, liderazgo natural juvenil, entrega sincera a la curiosidad, los intereses y el conocimiento. Y, sobre todo, su hurgar siempre en esa rica alforja para sembrarla en apoyos, asociaciones, proyectos, instituciones, todo ello en la necesitada comunidad social (sin mencionar la obra en común de César y Míriam: su constructiva familia).

Por último, sólo dejé por completo de asombrarme al asimilar, precisamente, mi asombro mayor; esto es, al enterarme –a través de su propia voz, sus propios y atrayentes relatos– de sus mil vicisitudes a lo largo de un formidable aprendizaje cultural de extremo a extremo: desde la diminuta, pero forjadora, aldea hasta la adaptación impecable al urbano mundo angloamericano de antes de fin de siglo.

Entonces comprendí todo. Debido únicamente a esta trayectoria, genuina e incorporada a la sabiduría venida desde padres y ancestros –tan amados por todos los hijos– pudo él mantener y atesorar su cultura comunitaria original. Y viceversa: el valor solidario de ésta, transmitida sobre rieles de espontáneo afecto y fluidez comunicadora, aseguró y continúa asegurando los espléndidos frutos de su esfuerzo sano y decantada enjundia.

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Guadalupe Bello

A veces las palabras… A veces las palabras se tornan incoloras, apagadas, por desgaste de repetición. Se hace pues, imperativo, desvestirlas en magnificencia de olores, gusto, tacto, vista, para que, en vuelo de transformaciones, sus significados adquieran sonoridad y paroxismo frescos. Llamamos emoción a un encuentro anhelado, decimos emoción por suceso inolvidable, sentimos emoción y la nombramos impaciencia. Asociamos la palabra a gestos, movimientos que expresan particularidad en el ser y en el sentir, pero no solemos registrarla como contraparte en argumentos de raciocinio. Hubo una escena, un discurso, un médico siquiatra que elevó esta palabra a la altura de los sueños para hacernos saber: “el eje conductor en mi vida ha sido la emoción que siempre ha acompañado a mi ser racional”. Un científico revelador: “la naturaleza no creó un sistema para razonar por encima de lo biológico sino que, a partir de esta biología emocional surgen los pensamientos, la razón y la conciencia que, unidos en función, dan sentido a nuestros actos.” Un poeta reflexivo: “…razones que llaman al hombre a prodigarse y entrar en el pulso de la vida, como se penetra en el tiempo y en la noche.” La sombra afable de César Espadas Sosa se dilató a consecuencia de los reflectores cuando, intemporal y eterno, habló en nombre de quienes junto con él recibieron la Medalla Yucatán el 20 de noviembre de 2009. Entre sus compañeros, un compositor y una escritora. ¿Por qué seleccionar entonces a un hombre de ciencia para imbricar vocablos, para darle sentido humano a un evento de vanaglorias profesionales? Tal vez porque en él se complementan de simbólica forma sensibilidad y entendimiento o por una remota dualidad que lo hace cavilar en maya y expresarse en español, acaso porque a pesar de sus conocimientos y reconocimientos sobresale la emoción que se traduce en voz reinaugurada a los oídos. Casos, confidencias, investigaciones, transitan por las vías del privilegiado cerebro del permanente escucha. ¿Cómo deshabita su mente de nebulosidades ajenas? ¿Qué profundiza

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en su persona? ¿De qué manera encauza sus propias ansiedades? Un vocabulario opuesto a sustantivos clínicos se instala en la humedad para dictarle: Siempre que abril y el viento traigan la lluvia que hizo latir tu pulso, que dio a tu cuerpo la explosión del agua en continua y persistente gota, mojará las raíces del recuerdo, y en el vasto perfil de la memoria, desde la enorme llanura del silencio, volverá tu verso.*

La emoción poética se expande como impulso primario en un hombre que se rebasa a sí mismo en pensamiento y acciones. Humanista y humanitario, trasciende su carrera, su calidad de amigo, en concesión de luz. Más allá de cualquier presea, los honores se levantan por sí solos a su paso. Natural, sencillo, César Espadas Sosa no percibe estos favores mundanos distraído como está, ocupado como está, bautizando de nuevo las palabras.

* Fragmento del poema “Con tus manos, Irene”, que César Espadas Sosa dedicó a Irene Duch Gary.

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Roger Campos Munguía

Palabras para mi antiguo maestro de Biología Una mañana de septiembre de 1972 (era inicio de curso), entró a uno de los salones de clases del Colegio Americano (Turner Hodge), un joven maestro, en ese entones, estudiante o pasante de la carrera de Medicina en la Universidad de Yucatán, que nos impartiría la cátedra de Biología en el segundo año de bachillerato. El libro que en esos años se llevaba de texto era “la Biología” de Claude A. Villée, un ejemplar que pesaba como cinco kilos, de pastas de cartón grueso y con la portada y contraportada como aleopardada con manchas amarillas y negras.

Con el transcurso de los días y de las semanas, ese maestro de apariencia modesta y correcta, al que llegaríamos a apreciar y respetar, nos fue impartiendo sus conocimientos, con su manera clara y enjundiosa de dar la clase. Y ese joven profesor, que supo despertar en nosotros (al menos en mí), el interés y la pasión por el saber científico, llegaría a ser muchos años después, un profesional reconocido y querido por muchos. Sin él, tal vez no habría llegado a tener interés alguno por el pensamiento darwiniano (por esas fechas leí, y de donde proviene mi interés por los libros de viajes, el celebrado Viaje de un naturalista alrededor del mundo, del joven científico inglés, en aquella colección espléndida de la editorial Salvat, que todas las semanas adquiría con mis “gastadas” en los puestos de revistas, ubicados en los bajos del Palacio de Gobierno) y hasta llegué a escribir un breve libro sobre Darwin, todavía inédito y extraviado en algún lugar de mi desordenado estudio. Y de allí a los libros de Lorenz, MacFarlane Burnet y su libro El mamífero dominante, Karl von Frisch que descifró la “danza de las abejas”, José Celestino Mutis (tío bisabuelo del escritor colombiano Álvaro Mutis) y sus extraordinarias acuarelas que ilustraron sus investigaciones, la

afición

por

los

programas de televisión del comandante Cousteau (todavía conservo sus dos enciclopedias sobre la vida marina, en más de 40 volúmenes, así como su fabulosa biografía), y las aventuras científicas de los hermanos Piccard (y más recientemente de uno de sus nietos, Bertrand, tal vez el último gran aventurero de nuestros días), David Attenborough y sus libros sobre la vida silvestre y sus series para la BBC de

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Londres, y Gerald Durell (hermano de Lawrence, el del Cuarteto de Alejandría), autor del esplendoroso libro titulado Murciélagos dorados y palomas rosas, sobre su visita a la isla Mauricio, en el Océano Índico y que son conocidas como las Islas Mascareñas, de la que Mauricio es la segunda en extensión, y que se encuentran al este de Madagascar, hasta llegar a Eduard Punset y sus magníficos programas para la televisión española y sus libros editados por la editorial Destino, en Barcelona. Por esos años, también descubrí a uno de los grandes biólogos, tan desconocido y poco mencionado hoy, el inglés D´arcy Thompson y su libro El crecimiento y la forma, una de esas obras de gran contenido e investigación excepcionales. Y tantas y tan variadas lecturas de libros científicos, siempre desde la militancia y la distancia del “aficionado” a esos temas. Por mi incipiente

“biblioteca científica” pasaron títulos (muchos de ellos extraviados,

prestados o perdidos definitivamente) tales como los de Robert Ardrey y un libro irrepetible: La evolución del hombre. La hipótesis del cazador, Niko Timbergen y sus estudios sobre etología, Jean Rostand, aforista de la biología y humanista de la ciencia y sus ya clásicos libros El correo de un biólogo y El hombre; John James Audubon (con él comenzó mi interés por la ornitología y todo lo referente a esa disciplina y hasta escribí un pequeño libro sobre la historia de esa ciencia en Yucatán y de allí nació también mi Breviarium ornithologicum, escrito en los años noventas, el español Félix Rodríguez de la Fuente, muerto prematuramente en Alaska, mientras filmaba uno de sus programas sobre el mal llamado “mundo salvaje.” Más tarde, llegarían otras lecturas: Francis Crick y James Watson y su libro La doble hélice, editado por el Conacyt, las aventuras del gran Antonio Ribera (me acuerdo de las magníficas fotografías de peces, tomadas para su libro sobre la Isla de Pascua), Santiago Genovés y su viaje en la balsa Acali, para estudiar el comportamiento humano en un pequeño espacio, Jacob Bronowski y su espléndido libro El ascenso del hombre (hoy habría que escribir uno titulado El descenso del hombre), Michel Gazzaniga, Roger Bartra, Nolasc Acarin, David Campbell, el norteamericano Peter Matthiessen y su inigualable narración “El último Sur”, Antonio Damasio y sus libros sobre las emociones y quien fue el que corrigió a Descartes sobre aquello de “pienso, luego existo” y que debió ser, según él: “existo, luego pienso”; y el extraordinario científico mexicano Antonio Lazcano (que, pocos como él, en sus conversaciones menciona tanto a

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Borges y García Lorca, o la acotación acerca de un pintor o la sinfonía de algún músico, así como los más sofisticados estudios genéticos y moleculares). Y mi último descubrimiento: el biólogo Mike deGruy y sus expediciones al Océano Pacífico (del norte y del sur), en el barco Big Blue Explorer, para encontrar y clasificar especies raras o poco conocidas de peces. En uno de esos viajes, deGruy probó y experimentó por vez primera, el equipo (una especie de gran traje sólido de buceo, manejado por una sola persona dentro de él y que es parecido al muñeco de las llantas Michelin, pero de color amarillo fluorescente) llamado Newtsuit, para inmersiones profundas, capaz de estar (sin salir) hasta tres días bajo el agua. Y todo esto, gracias a ese maestro que prendió una chispa de interés en uno de sus alumnos.

En sus clases supimos de la existencia de un monje llamado Gregor Mendel y sus guisantes (chícharos, diríamos aquí), así como sus experiencias sobre hibridación vegetal y de las llamadas Tres Leyes de Mendel, y de ese mundo (poético también) de la Botánica. Aprendimos, llevados de sus conocimientos, primero sobre la vida de la célula como la unidad fundamental que marca y define la vida y no el átomo o la molécula, la teoría celular y la observación de ésta, las teorías de Virchow y de Schleiden, que recuerdo como si hubiera sido hoy: que todas las células (todas) de la actualidad, tuvieron un origen común y han evolucionado durante millones de años hasta llegar a ser lo que hoy somos, y sus explicaciones sobre las células de las amibas, de los glóbulos blancos y de los espermatozoides (que tienen flagelos largos que les sirven de locomoción) y las células nerviosas (tal vez las más complejas de todas) y las epiteliales… y un largo etcétera.

Su manera de explicar las funciones de las células vegetales y las partes de una simple flor: del pistilo y la corola, los pétalos, el sépalo y el cáliz, las esporas, la función del polen y los estambres, y toda esa maravilla que transportaba (que transporta) la vida en los bosques, en las florestas y en los jardines. Supimos del metabolismo fotosintético en los árboles y en las plantas. De sus documentadas clases, nos enteramos que la vida evoluciona hacia formas más complejas e interesantes, y algunas (tal vez no mejores) que logran sobrevivir en el tiempo o quedarse en el camino, como muy bien pensó Darwin (que somos animales humanos en evolución constante), y que la materia que vive y sobrevive a cada instante, es

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también observada por otra materia que razona y saca conclusiones, es decir, la materia pensante que estudia la materia: la especie llamada hombre. Nos llevó a comprender que todos (animales y plantas) somos sólo formas temporales de la materia. Su método era el de la exposición: simple y directa, clara y entendible: precisa. Aún hoy, recuerdo infinidad de cosas dichas en esas clases, no así en otras, como la clase de Química impartida sin eficacia y sólo a la primera fila del grupo. ¿Habrán aprendido algo de química los de esa fila?

Era de los pocos maestros (son pocos los que lo hacen) en quedarse después de clase a intercambiar impresiones fuera del salón, sobre los temas tratados ese día. Y también en esa extraclase, aprendíamos. Por todo esto, le recuerdo con gratitud, como seguramente otros alumnos suyos lo estarán en alguna otra parte.

Hace algunos años, me encontré nuevamente con él, en las oficinas editoriales de un amigo común, Gaspar Gómez Chacón (exalcalde de Mérida en los años setentas del que esperamos ya, pronto, importantes libros sobre la historia de Yucatán), y desde ese entonces, hemos sostenido interesantes charlas, así como nuestra común afición a los libros.

Con el tiempo (como los buenos vinos), los maestros de excepción, fructifican en nosotros con sus raíces, ramas, flores y frutos y estarán acompañándonos, hasta el final del camino. Y ese maestro, que un día entró al salón de clases y que durante cerca de un año nos formó y nos transformó (al menos a mí) es el doctor César Espadas Sosa, reconocido y distinguido con honores, a quien con estas modestas líneas agradezco su influencia en muchas de las cosas que hoy disfruto en lecturas, y que cada vez, al abrir un libro, son extraordinarias aventuras de aprendizaje y conocimiento.

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María Teresa Mézquita Méndez

En el nombre de la emoción Cuántas veces en la vida no reconocemos algo que siempre hemos pensado, o experimentado o creído pero para lo cual no teníamos el sustantivo preciso o la palabra perfecta… En junio de 2008, recibí una amable invitación de César Espadas Sosa para presentar un libro suyo de reciente edición: Emociones, una mirada al ser, la vida y la felicidad. El acto sería en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán como parte de una reunión de la Sociedad de Historia y Filosofía de la Medicina. Ese miércoles 25 de junio, tuve el honor de compartir la mesa de presentación con César y con el maestro Mauricio Robert, autor de la introducción a la naciente obra. En esa ocasión también, reconocí ante los asistentes –médicos en su mayoría– que si bien quienes trabajamos con literatura y arte creemos que tenemos en nuestras manos la materia prima de lo más humano que hay: la creatividad humana, su lenguaje, su sensiblidad… si hemos de reconocer aún más esta materia en el territorio profesional de quienes trabajan con la mente humana y sus misterios. Así que intenté, y dado que el libro hablaba del incierto territorio de las emociones humanas, encontrar esas emociones como germen fructífero y abundante en la creación artística, tanto visual como literaria: esculturas maravillosas, retratos insólitos, pinturas desgarradoras, novelas apasionantes… ríos de tinta y horas de taller han absorbido estas emociones redivivas en obras de la creación humana. La experiencia, he de reafirmarlo dos años después, me marcó para siempre en el sentido de que ahora reconozco más cada emoción –propia o ajena– en cada obra que leo o descubro, en cada idea nueva que llega a mis manos. De vuelta al primer párrafo de este texto, he de decir que así fue como llegué a los nombres precisos, a las razones de ser y dejar de ser de muchas emociones que aún llenas de misterio

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son explicadas con sencillez y objetividad en la obra de César Espadas y en sus conferencias e intervenciones públicas. Y por supuesto poco más de un año después, en noviembre de 2009, fue también un llamado a la emoción saber que César Espadas recibiría, a la par que otros cinco distinguidos ciudadanos, la Medalla Yucatán en reconocimiento a su labor profesional y humanitaria, y que sería el elegido para tomar la palabra en nombre de los premiados. La entrega fue así un merecido homenaje para quien compagina interés científico y humanístico, vocación por la cultura y las artes, vida familiar y constancia profesional. Gracias por los frutos y muchos éxitos más… en el nombre de la emoción.

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José Luis Domínguez Castro

La emoción es la figura del pensamiento No existe nada más universal en el ser humano que sus emociones. J. Vallverdú*

Partiendo del hecho de que la base histórica de la organización social fue la emoción, al asomarnos a distintas civilizaciones, observamos que las sociedades se dan un orden en función de sus emociones y que éstas están vinculadas estrechamente a la naturaleza que les rodea.

Glosando al autor antes citado, vemos que más allá del ejercicio de la reflexión social que deriva en normas, la humanidad ha transitado en la historia movida por las emociones que le van dando sentido a la vida misma de los individuos.

Las emociones se manifiestan en lenguaje: el sentido se expresa en las palabras y es que “las palabras son cantos rodados del pensamiento” (Vallverdú), pero cuyas formas diversas se llaman emociones. En otras palabras, la emoción es la figura del pensamiento.

Por eso vemos que las palabras apelan con frecuencia a los sentimientos de las personas. Cuántas connotaciones puede llegar a tener una misma palabra en los diversos contextos culturales en los que ésta es expresada. Los sentimientos, a la vez, son los que guían las acciones, de tal suerte que éstas, para bien o para mal, van siempre cargadas de nuestras emociones. Por otra parte, “la emoción es el verdadero vehículo que respalda las palabras que nos sanan” convirtiéndose en una especie de lenguaje (metalenguaje) que explica nuestro actuar y su lenguaje inmediato.

Por eso, resulta tan importante analizar la riqueza que encierran las emociones, tanto para nosotros como en los demás. ¡Qué mejor guía en este derrotero que un médico experto en

*Vallverdú, Jordi. Una Ética de las emociones. Anthropos. Barcelona, 2007

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emociones, como lo es el

doctor César Iván Espadas, profundo conocedor del

complejo comportamiento en sociedad y sensible intérprete de los más finos y delicados sentimientos humanos. Como psiquiatra con veinte años de experiencia profesional ha logrado acumular a través de sus experiencias, la acción conjunta de la physis y la psijé, con el toque peculiar que le dan al comportamiento humano, tanto las circunstancias nacionales, como la especialidad de nuestra manera regional (peninsular) de ser y de vivir. Las emociones, continúa explicando nuestro autor de referencia, son “la gramática universal humana” ya que tiene una función orientadora de la acción y como tales, constituyen la parte esencial de una ética que le da sentido a la existencia.

Más allá de una moral vacía de contenido o de la doble moral que tanto conviene a ciertos sectores de la sociedad posmoderna, César Espadas, nos propone a través de las emociones, echar “una mirada al ser, la vida y la felicidad.” En este sentido, se alinea en la propuesta del filósofo contemporáneo Jordi Vallverdú de fundamentar una ética de las emociones, cuyos indicadores se evalúen en función de su eficacia para alcanzar la felicidad.

He leído distintas versiones de los trabajos del doctor Espadas desde 2005, año en que lo conocí cuando coordinaba las ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán. Me tocó presentar la primera edición de su libro en el 2006. Posteriormente, lo he escuchado explicando este complejo tema en distintos foros: recuerdo una charla en la Sala Maximiliano Canto de la Facultad de Medicina en 2007. Y en la medida en que lo he conocido más, al repasar su libro y leer más sobre el tema, me parece que sus aportaciones, llenas de fuerza testimonial, no solamente conservan su vigencia con la frescura original, sino que van adquiriendo una madurez tal capaz de atrapar a cualquier lector no iniciado.

Las emociones conforman redes neuronales, que devienen en hábitos, base del aprendizaje de estas acciones y que van a constituir la fuente de aprendizaje para una ética de las mismas. Sin embargo, los hábitos no se forman de un día para otro, transcurren por las distintas etapas del acontecer humano y éste va desde la infancia y la adolescencia hasta la edad madura y la fase terminal de la vida. Por eso es importante refrescar la comprensión

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del tema con las enseñanzas del doctor Espadas refiere a situaciones muy concretas que se van dando en la vida cotidiana. Desde aquellas que viven las familias en torno al recién nacido, pasando por las emociones románticas de las quinceañeras y los adolescentes. Contrastan con las emociones que trae consigo la vivencia del desempleo, la enfermedad o la muerte, sin olvidar las vivencias profesionales de los médicos durante los tiempos de hospital o las que suelen vivirse en torno a la paternidad de la vida adulta.

Este mosaico de restados emotivos es, sin duda, un buen complemento a cualquier reflexión teórica en torno al tema, a la vez que nos ofrece a los lectores, la oportunidad de añadir nuestro propio capítulo, tal y como el autor ha ido enriqueciendo su edición original.

Enhorabuena al doctor César Iván Espadas Sosa, agradeciéndole el haber compartido con él en compañía de su familia, aquel memorable día en el que recibiera la Medalla Yucatán 2009 que otorga el gobierno del estado, así como hemos compartido con amigos comunes tantos otros momentos gratos de la vida cotidiana en los que, junto con él “hemos aprendido nuevas y más ricas emociones.”

Mérida, Yuc., a 18 de julio de 2010

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Macedonio Martín Hu

Los años transcurridos Los años transcurridos desde que viera la luz en el terruño tropical, han demostrado que en el proceso de formación del doctor César Espadas Sosa, jugó un papel preponderante la belleza del bosque que custodia a su pueblo natal: Pocboc, Campeche. La fina sensibilidad que hace gala el doctor se forjó y enriqueció al admirar de manera incansable la danza caprichosa de las hojas de los árboles, y el mágico trinar de los pájaros multicolores le agudizaron los oídos, Y lo llevó a enamorarse de la belleza de la música clásica. En la infancia del doctor César, lo cautivó la fragancia de las flores silvestres, que cincelaron su espíritu para amar con frenesí a Minerva. El bosque misterioso enseñó al niño soñador el valor de la perseverancia y el candor de la humildad. La naturaleza fue su maestra, guió sus pasos en el campo del saber; colmó su infancia de alegrías, fortaleció su intelecto y despertó su interés hacia el estudio de los secretos de Sofía.

Las razones antes mencionadas nos permite aseverar que en la sólida formación científica del doctor César, el bosque con sus grandes misterios cinceló su voluntad hacia el estudio, educó sus oídos para disfrutar la cálida belleza de los sonidos, iluminó su mente para investigar las fuentes secretas de la ciencia médica, fortaleció su vocación hacia la lectura y lo sumergió en el bello mundo de la poesía.

En nuestro entorno social, el doctor César Espadas, es reconocido como un profesional de alto rango y gran calidad humana, que atiende con un elevado conocimiento científico el campo enigmático de la conducta humana. Sus profundos y provechosos estudios en el campo de la psiquiatría, le han permitido apoyar con sobrado calor humano, a todas las personas que han tenido la buena suerte de contar con su ayuda para reencuentro de la personalidad, que se pone en alto riesgo al ser víctimas del infortunio y caer en los oscuros laberintos de la conciencia extraviada. El doctor César Espadas, es un científico con gran sensibilidad que gana fácilmente la confianza de los que buscan su apoyo, a quienes trata con afabilidad y los considera sus amigos antes que pacientes. Con palabras plenas de amabilidad y paciencia conduce a sus pacientes a su reencuentro con la luz.

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El doctor César Espadas, se abrió paso en un mundo competido, complejo, donde impera un cúmulo de injusticias y que no está libre de obstáculos. En esa perseverante lucha contó siempre con el apoyo de sus padres, y el estímulo fraterno de sus hermanos. En ese contexto, ahora, que la sociedad le tributa un homenaje y un honroso reconocimiento por su valiosa obra científica, profesional y altruista, así como sus aportaciones a la ciencia médica, la enseñanza y la cultura, unimos nuestro regocijo y sumamos nuestra felicitación sincera y cordial, al estudioso, maestro y científico, que día con día aporta a sus semejantes el fruto de esa férrea voluntad hacia el saber que la madre naturaleza le prodigó. ¡Enhorabuena! doctor César Espadas Sosa, que la vida le permita más tiempo para que siembre más surcos en beneficio de nuestra sociedad, vierta sus máximos conocimientos científicos en el campo de la conducta humana y aporte sus máximos saberes para la construcción de un mundo mejor y libre de prejuicios, donde reine la paz, la concordia y un ambiente sano, para el bienestar de las nuevas generaciones. Mérida, Yucatán, mayo 10 de 2010

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Marcelo Pérez Rodríguez

Como un árbol en el centro del monte Los árboles, las flores, el aire, la tierra y demás bellezas naturales de Pocboc fueron la esencia en el desarrollo de aquel infante que corría y jugaba con los otros niños de su edad. Toda su infancia se impregnó de ese olor a medio rural, a pueblo con tradiciones, a cultura maya.

Un niño inquieto como muchos de sus amigos y compañeros de la primaria en donde aprendió las primeras letras. El estudio y la lectura no le incomodaban, todo lo contrario, buscaba las lecturas para leer con interés, conocer y adentrarse a esos mundos de fantasía y reflexión.

Esos olores a hierba y a tierra mojada, esos saberes de la infancia, esas vivencias con su padre –su ídolo y ejemplo a seguir desde la infancia–, las lecturas a temprana edad y la muerte que se hizo presente en miembros de su familia lo marcaron para seguir con paso firme hacia sus metas y objetivos y a definir su camino profesional.

No siguió, extrañamente, como se acostumbraba en esa época, los pasos profesionales del padre. En vez del magisterio, de ser profesor de primaria, César Iván se decidió por la medicina, otra carrera de servicio, de entrega y de apoyo. Pero fue más allá: la psiquiatría, para conocer mejor a la personas y ayudarlas a reencontrarse con ellas mismas en el camino de la vida.

A César Iván Espadas Sosa lo conocimos en la vida adulta. Como amigos descubrí esa entrega a su profesión, su generosidad, ese amor a la vida y su sensibilidad humana. De las personas, no sólo le interesa la salud física y mental, como profesional, va por el ser humano, por sus emociones, por la felicidad.

Incursiona en la poesía y nos lleva en sus versos a mirar la vida de otra manera, a reconocer la valía de otras personas, a ir en busca de la amistad, del amor.

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La tierra, la lluvia, el canto de los pájaros, los árboles, el monte, su amado Pocboc lo acompañan en sus poemas, en sus añoranzas, en su profesión, en su vida diaria.

Como un árbol en el centro del monte de Pocboc así César Iván Espadas Sosa ha crecido en la vida. De arbusto pasó a roble. Ha dado frutos, ha cobijado nidos, recibe bendiciones de la lluvia y del sol, pero, sobre todo, da sombra y frescura al caminante, a las personas, al ser humano para que después se redescubran a sí mismos y construyan su mundo de emociones y felicidad.

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Lourdes del Rosario de F. Espadas Ceballos*

Aportaciones que trascienden En los procesos educativos intervienen disciplinas relacionadas con la constitución del ser humano, su historia y la manera como llega a conformarse como el único sujeto reflexivo, emocional y digno, único en el planeta. Para que pueda darse dicha formación necesitamos considerar que el proceso de enseñanza y aprendizaje no solamente pueda basarse en didácticas o en diversos enfoques pedagógicos sino que, además, tiene que recuperar de manera interdisciplinaria elementos que ayuden a desarrollar integralmente a las nuevas generaciones que se están formando; entre otras ciencias que apoyan al campo educativo encontramos a la psicología, la psiquiatría, la biología, la historia. Es en el campo de la psiquiatría donde el doctor César Iván Espadas Sosa ha hecho aportaciones valiosas como es la Psicología al ámbito de la conducta y que ha socializado en la educación en diferentes niveles, especialmente en el nivel superior, donde ha colaborado en diversos talleres y conferencias impartidos a diversos sectores magisteriales, así como también la edición de libros que conllevan a entender la forma de pensar y actuar del ser humano, como el de las Emociones. Aportaciones que nos han llevado a reflexionar sobre nuestras formas de actuar y de las actitudes que manifestamos en el grupo escolar o con nuestros compañeros que ejercen nuestra profesión y que repercuten desde luego en formas de convivir, mediar y socializarnos. Aportaciones que trascienden en términos generales en la transformación de la conducta humana a través de dimensionar a las emociones como la fuerza que impulsa las acciones de los seres humanos así como el manejo inteligente de ellas y cómo a través de éstas podemos aspirar a una vida plena tanto en lo personal como en lo profesional. Quiero resaltar el aspecto humano del doctor Cesar Iván Espadas Sosa, persona entregada a su profesión y que en todo momento que se requiere su apoyo en el campo educativo siempre está dispuesto a ayudar, a acompañarnos con sus sabios consejos; es por eso que me enorgullezco de tenerlo como consejero, como profesional y sobre todo como amigo muy cercano. *Directora de la Unidad UPN 31 “A”

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Hiram Fernández Victoria

Fierro en ristre

De vocación humanista un señor profesional un caballero cabal un probo psicoanalista.

Conceptos en vez de espadas son sus armas efectivas con las que ha salvado vidas el doctor César Espadas.

Bien sabe cómo enfrentar los demonios de la mente que padece mucha gente él los puede aniquilar.

Dad a Dios lo que es de Dios y dad a César espadas, en ristre y desenvainadas para aplacar al demonio

Un ciudadano a imitar es el jefe de familia que intereses bien concilia padre y esposo ejemplar.

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Un amante de las letras es poeta y ensayista es un médico altruista paradigma es de psiquiatras.

La Medalla Yucatán para un hombre ameritado médico muy acertado el doctor César Iván. Por Esto! Noviembre 6, 2009

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César Iván Espadas Gutiérrez

MI PADRE Hoy tuve un sueño, todo era gris, todo era sombra, caminé muchas horas hasta reconocer mi pueblo, estaba desierto, sólo el calor me acompañaba. abracé el ceibo, desesperado, y escuché su voz. “No temas, me dijo, yo soy aquel que vio nacer a tu padre, soy aquel en cuya sombra, jugaste de niño, trompo, canicas y bicicleta, te vi correr en el campo de béisbol cuando bateabas jonrones para regocijo del “viejo.”

Te vi crecer, estudiar, escuchar consejos de tus tíos queridos asimismo, te vi marchar para seguir estudiando, te seguí el rastro, el viento me traía noticias tuyas, te seguí por Calkiní, Champotón, Mérida, incluso, aunque con más trabajo te seguí hasta Kansas.

Soy lo que crees y lo que defiendes, soy tu casa, soy tus padres, soy San Jacinto, soy la fiesta de tu pueblo, soy el rosario de finados, soy lo que te da vida cuando llegas a Pocboc.”

Desperté y desde entonces, me acompaña la medalla invisible de la gratitud hacia la tierra que me vio nacer.

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MI VISIÓN Una noche muy obscura y solitaria, recostado en un sillón en la puerta de mi pequeña casa de Pocboc, ubicada en el patio de la casa de mis padres; cerré los ojos por un momento y al abrirlos divisé entre las pocas estrellas a Venus, hermosa y brillante como una luna, me dio la sensación de que quería decirme algo; era un punto del espacio que contenía todos mis puntos, ¡El multum in parvo!

En ese pequeño y a la vez inmenso espacio cósmico vislumbré el monte que hoy es Pocboc. Vi los espejos de cristales-piedra y en uno de ellos me vi cuando era niño acompañado de otros niños que conmigo corrían bajo la verde lluvia, acompañados de jalebes, conejos, pájaros con alas nacaradas, venados que mientras corrían acariciaban a sus parejas. A lo lejos estaba mi abuela paterna, Mamatuly con sus 106 años gritándonos algo imperceptible. Después vi en el monte la lluvia, los pájaros, las lianas o bejucos, las flores y los gritos en maya de aquellos niños compañeros de juego, pero ya en su temprana juventud con quienes jugaba béisbol, me vi conectar varios y largos jonrones, todos me aclamaban, mi padre gritaba y luego me daba un fuerte abrazo.

Me vi montando caballos y toros, ordeñando a mediodía con mi tío Eusebio en San Jacinto, rancho en el que algunos de mis tíos, mi abuela y mi papá tenían ganado. Una gran cantidad de caballos salvajes llegaban al rancho en busca de agua en tiempos de sequía, su llegada era un espectáculo que nos emocionaba, aún cuando los mirábamos a varios kilómetros de distancia por el galope estruendoso e inmensa nube de polvo que los acompañaban.

Mi padre se empeñaba en que toreara, que lazara bien y entre él y yo domamos uno de los caballos salvajes, que con el tiempo quisimos mucho y lloramos cuando llegó al límite de su vida.

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Inmediatamente vi una escena triste, yo lloraba y mis amigos y familiares me decían adiós con sus manos, mientras el ferrocarril avanzaba en la vía angosta con máquina de vapor que me llevaba a otras estaciones de la vida.

Vi Champotón con su puente antiguo de madera, después recibiendo reconocimientos en la secundaria de Calkiní y ahí mismo perfeccioné mi técnica para batear jonrones.

Me contemplé adquiriendo disciplina en el Colegio Americano, apareció el Alma Mater: la Escuela de Medicina, ahí estaban mis compañeros, hoy entrañables amigos, así como mis “infatigablemente blancos” grandes maestros siempre con actitud desinteresada y empática, admirados y admirables, quienes de manera secular nos enseñaron las columnas colosales de la Medicina y su arte para curar, aliviar el dolor y combatir la muerte. Recordé algunas cátedras o reuniones informales de las que siempre aprendí algo, sentí nostalgia y en mi pecho un extraño llanto-dolor.

Siempre me vi regresando a Pocboc, dando consultas a campesinos y jugando béisbol; cada regreso era una despedida.

Vi la nieve y el hielo de Kansas, mis noches en el Western Missouri Mental Health Center, con sus más de 700 pacientes ingresados y maestros de varias nacionalidades, al director de enseñanza de psiquiatría Robyin Hornstra, de nacionalidad holandesa, entregándome en la Ceremonia de Graduación el premio al Mejor Residente de la Generación y dijo: Con César tuve dos trabajos, fui su supervisor de psiquiatría y su profesor de inglés.

Mis visiones tenían lo que es frecuente en los sueños, fenómenos de condensación: Se funden o sobreponen los tiempos, las personas, las palabas y los hechos.

Vi el inicio de mi práctica privada como psiquiatra, terminaba la consulta a altas horas de la noche, asimismo organizando con algunos compañeros la Asociación Psiquiátrica Yucateca, nos afiliamos a la APM (de México). Posteriormente en el CREE como coordinador de enseñanza y después como director. Me introduje en la cultura de la

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discapacidad tan amplia y tan limitada en elementos de resolución, también presidiendo el Colegio de Médicos de Yucatán.

Regresando a mis raíces recordé al tío Genaro, al viejo César con su guitarra cantando a Lara y Curiel, a Aurora con su recién lavado cabello negro, también cantando en el patio de la casa cortando lirios y rosas mientras en su sien también brillaba una flor perfumada de jazmín. Vi a Ligia, Landy y Raúl, a sus parejas y a sus hijos; después de un parpadeo vi a Miriam, mi fiel compañera, a mis hijos César, Mimí, Sergio, Jorge y Elenita; y acercando un poco la mirada junto a la Medalla Yucatán a tres estrellas: Adriana, Ivana y Jorge Adrián y una nueva estrellita me dijo: “abuelo, soy Cesarito.”

Después de un parpadeo entre lágrimas vi al niño del pueblo que al principio fui, quise hablarle y decirle quién era yo, me miró y siguió caminando; no sé si escuchó mi voz y me reconoció, sólo sé que él también lloraba.

Caí en profundo sueño, el olor a tierra mojada y el fresco del amanecer acariciaron mi cuerpo y desperté. A partir de ese momento, me acompaña la paz del hombre que después de un largo viaje, con fuerza renovada regresa a sus raíces, húmedas por las lágrimas y sueña noche a noche, que la vida comienza en cada madrugada… Y mis ojos, si observan… tienen otra mirada.

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GALERIA

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Los laureados con la C. Gobernadora del Estado

AcompaĂąado de la C. Gobernadora 80


El Dr. Espadas durante su discurso

Con la Medalla y Diploma 81


Con sus padres Sr. CĂŠsar A. Espadas Barrera y Sra. Aurora Sosa de Espadas

Con su familia 82


La Ciudad 9

Mérida, Yucatán, martes 3 de noviembre del 2009

Medalla Yucatán 2009

Humanismo, filosofía de vida del Dr. César l. Espadas Sosa: .

La reconocida -vocación hu- . manista del Dr.' César Iván EspaI das Sosa, desarrollada a través de sus estudios y en su desempeño profesional, fue el factor principal que inclinó al jurado dictaminador a escogerlo para que le sea entregada la Medalla Yucatán 2009, junto con-otros 5 ciudadanos distinguidos, en una ceremonia que tendrá lugar en el Palacio de Gobierno el próximo 20 de noviembre. · Esa vocación, que se resume en sus palabras: "Tenemos que estar en pro de la vida y la salud, luchar contra las enfermedades y , los trastornos emocionales, y ofrecer a la sociedad las.mejores herramientas que. hemos adquiriI do a través de la profesión", ha ' estado,presente en su vida desde el tiempo· en que hizo su tesis "Adicciones en alumnos de la Facultad de Medicina", con la que se graduó de médico cirujano en la Universidad Autónoma de Yucatán, donde estudió de 1965 a 1972. . Por eso mismo realiza el postgrado en Psiquiatría y Conducta Humana en la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri, E.U., y durante su graduación, en 1977 recibe el reconocimiento "Outstanding Resident", graduándose con honores. Otro de sus conceptos, que Dr. César lván Espadas Sosa, pide que se realicen campañas para ayudar a· las personas con defiende con energía y claridad, problemas mentales. (Foto Melly Manzanero) trasluce ese deseo profundo que lo alienta de hacer de la humani-

y materiales médicos, la directiva encabezada por él gestionó y ob-

Hospital-Escuela Western Missouri Health Center University

vestigación del Centro. De 1985 a 1989, funge como

dad una especie superior: La per- . tuvo una dotación de materiales, sona que explota a los otros seres medicamentos y equipo médico humanos no puede ser feliz, el por parte del Gobierno del Estaque roba, golpea, viola o asesina do y la Secretaria de Salubridad no llega a la tranquilidad, son del Distrito Federal. Debido a éspersonas que sufren, el odio lasti- te y a otros logros, durante la cema, pero no sólo a quien lo sien- . remonia de clausura de estudios te, sino también a quien lo recibe. de la generación de Médicos InY además da inestabilidad emo- ternos en 1971, al Dr. Espadas le cional, por eso hay que erradicar- fue otorgado el premio "Pedro lo, ese es el verdadero humanis- Cámara Milán". mo, el nivel en que debemos viDurante su servicio social, vir todos los seres humanos, y al- participó en un programa de gogo que para mí es la filosofía de bierno llamado Brigadas Médila vida. cas, con un equipo de médicos Por ser un yucateco distingui- que viajaban a las comunidades do, su amplia y ejemplar trayec- rurales más alejadas y sin serviI toria académica y profesional recio médico para proporcionar sulta importante. De ella resumi- consultas y medicamentos gratui' remos que nació en Pocboc, un tos para la población. pueblito de apenas 500 habitantes En 1973, fue fundador del Delocalizado en el estado de Cam- partamento de Planificación Fapeche, el 1 O de septiembre de miliar de la oficina de Higiene y 19�5. Nutrición del Gobierno del Estado. No presentó ningún Enjulio de 1974, toma un curexamen extraordinario En la secundaria, en la prepa- so intensivo de medicina general en inglés ofrecido por la escuela de ratoria y en toda la carrera universitaria, César lván no presentó medicina de Miami, Florida, con ningún examen extraordinario, la intención de tomar un exa- men todos los aprobó en forma ordi- especial en inglés denomi- nado "Educational Council for naria. Ingresó a la Facultad de Medi- Foreing Medica! Graduales", el cina en Mérida, Yucatán en 1965 cual presenta en la ciudad de Méy concluyó su internado rotatorio xico, D.F., y obtiene la certificade pregrado en el Hospital O' - ción para hacer estudios de postgrado de medicina en Estados Horán. Durante el internado en el Unidos. Al ser aceptado por la Escuela Hospital O'Horán fue presidente de la Sociedad de. Médicos Inter- de Medicina de la Universidad de Misso.uri,. E.U., se traslada al

Of Missouri y realiza el postgra-

coordinador general (Director)

�a��::u::t:;a:u::�ó:u:: ::� postgrado en 1977, recibe el re1 ��:�\

.

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Licencia para e¡ercer su profesión en EE.UU

De 1977 al 78 es nombrado jefe de Área de hospitalización epnarKa aandsualstoCsietyn, el mismo hospital A continuación tras tres días de examen recibe la certificación de "Kansas State Board of Healing Arts", obteniendo así la licencia para ejercer su profesión en EE.UU. A su retomo a Mérida ya como psiquiatra, es contratado por el Centro de Integración Juvenil para atender problemas de adicciones. Además inicia su práctica privada en el Instituto Médico Quirúrgico del Sureste. En 1979 fue nombrado jefe de los Servicios Médicos Municipales del Ayuntamiento de Mérida, que proporcionaba atención médica y prestaciones sociales a cuatro mil familia's del municipio. Al iniciar funciones el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), para la atención de la discapacidad, el Dr. Espadas es contratado como médico de base y encargado del Departamento de Enseñanza e In-

¡.

del CREE, y en este periodo el I Centro es ampliado en sus áreas í de terapia física y lenguaje, y por i ser el centro mejor desarrollado I del país, es escogido para ser vi-] sitado por la esposa del Presiden- ( te de la República, doña Palomar Cordero de De la Madrid, visita! que proporcionó una donación; considerable de material técnico. Ir Igualmente el CREE fue seleccionado para la creación de una escuela formadora de terapistas que inició· sus actividades¡ con un programa de dos años, de1¡ cual egresaron dos generaciones de 17 y 13 terapistas respectivamente, que inmediatamente fue-] ron contratados por el mismo¡ Centro e Instituciones privadas y de seguridad social. En 1993, el Dr. Espadas fue nombrado jefe del Departamento de Supervisión y apoyo a la Operación del Issste en Mérida, Yucatán, Al término de esta· función el¡ , Dr. Espadas es nombrado director de Atención y Asistencia a! personas con Discapacidad del! DIF Yucatán, · . . Gestíona 45 unidades dell CREE en el interior del Estado · Durante esta administración, la rehabilitación en el Estado,¡· que se centraba ene! CREE (Mérida) y 3 Unidades Básicas, rebasa en número la atención a perso-

!

nas con impedimentos neuroinotores, motivo por el, cual logró

D• Cesar Iváll Espadas Sosar 11 . Una reconocida vocación humanista, desarrollada al través de sus estudios y en su desempeño nrofesional factor principal para entregársele la Medalla Y ucalán 2009 i& ta ciudad 9· 1O .

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Jíiiiiiiiit.�IIJ.

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83


DR. César lván Espadas Sosa: "tenemos que estar en pro de la vida Y la salud, luchar contra las enfermedades y los trastornos emocionales y ofrec�! � la sociedad las mejores herramientas que hemos adquirido al traves de la profes1on .• (M. Manzanero)·

83


ÍNDICE Raíces

………………………………………………………………

3

Presentación …………………………………………………………...

5

Documentos …………………………………………………………….

7

Convocatoria a la Medalla Yucatán 2009……………………….

8

Propuestas ……………………………………………………….

9

Semblanza ………………………………………………………

10

Trayectoria …..…………………………………………………

15

Laudo de la Medalla Yucatán 2009 ……………………………..

18

Discursos …………………………………………………………………

21

Doctor César Iván Espadas Sosa …………………………………

22

Gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco……………….

25

Notas de Prensa……………………………………………………………

27

Humanismo, filosofía de vida del Dr. César Iván Espadas Sosa. Por Esto!......................................................................................................

28

Reconocimiento a César Espadas Sosa. Tribuna de Campeche……… ..

29

La salud mental es un derecho. La Revista Peninsular.......……………

31

La psiquiatría es preventiva y aumenta expectativa de vida. Tribuna de Campeche…………………………………………………………

33

La crisis puede ayudarnos a ser mejores. Tribuna de Campeche………....

34

Lazos afectivos y fraternidad están arraigados. Tribuna de Campeche..

36

Entregan Medalla Yucatán. Tribuna de Yucatán…………..… ………

37

Cartas ……………………………………………………………………….

39

Edgardo J. Martínez Menéndez El camino……………………………………………………………

40

A nuestro hermano. Raúl, Landy y Ligia Espadas Sosa………………

42 84


Manuel Alberto Trava García………………………………………

43

Rolando Zapata Bello………………………………………………

44

Luis Pérez Sabido…………………………………………………..

45

José María Sabín Sabín……………………………………………..

46

Luis Alberto Echeverría Navarro…………………………………...

47

Jorge Esma Bazán…………………………..……………………....

48

Jorge Carlos Berlín Montero. ………………………………………

49

Testimonios …………………………………………………………………

50

Ariel Lugo Rodríguez………………………………………………

51

Roldán Peniche Barrera Trampas al tiempo……………………………………………………

52

Mauricio Robert Díaz Un médico brujo……………………………………………………..

54

Carlos Peniche Ponce Los espléndidos frutos………………………………………………

56

Guadalupe Bello A veces las palabras………………………………………………...

57

Roger Campos Munguía Palabras para mi antiguo maestro de biología…………………….

59

María Teresa Mézquita Méndez En el nombre de la emoción………………………………………...

63

José Luis Domínguez Castro La emoción es la figura del pensamiento…………………………….

65

Macedonio Martín Hu Los años transcurridos………………………………………………

68

Marcelo Pérez Rodríguez Como un árbol en el centro del monte………………………………

70

Lourdes del Rosario de Fátima Espadas Ceballos Aportaciones que trascienden ……………………………………….

72

Hiram Fernández Victoria Fierro en ristre……………………………………………………………

73 85


Mi Padre. César Iván Espadas Gutiérrez……………………………

75

Mi visión. César Espadas Sosa………………………………………..

76

Galería …………………………………………………………………………

79

Índice ………………………………………………………………………….

84

86


109


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