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SANT JORDI

Benvolgudes i benvolguts alumnes:

Celebrem un any més la festa de Sant Jordi al nostre Centre de Formació d’Adults Montserrat Roig, situat al barri del Poblenou, un dia en què les roses i els llibres són els protagonistes, i en què la gent surt al carrer per gaudir d'una festa que honora el patró de Catalunya.

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És un gran plaer per a nosaltres presentarvos l'exemplar de la revista de Sant Jordi d'aquest any. Aquest cop els alumnes del centre han estat inspirats pel barri del Poblenou per crear microrrelats que ens porten a diferents racons del barri. Alguns ens conviden a passejar per la Rambla, d’altres ens porten a la plaça de Prim, a l’emblemàtic mercat, a la plaça de les Glòries, a la platja, al passat industrial... o es tracta senzillament de relats que ens parlen de les seves vivències i emocions. En definitiva, aquesta revista és una mostra de la riquesa i la diversitat del barri del Poblenou, i de com la gent del barri celebra Sant Jordi amb una gran passió i entusiasme.

Felicitem els alumnes del CFA Montserrat Roig per la seva participació i agraïm a tothom fer possible una altra revista de Sant Jordi plena de creativitat.

Que disfruteu de la lectura! FELIÇ SANT JORDI!

Poblenou

Es un barrio que tiene una historia muy interesante y ejemplar por el gran cambio que ha sufrido con el transcurrir de los años.

Resurge a partir de las Olimpiadas de 1992, paulatinamente ha tenido un gran cambio en su infraestructura, del cual queda atrás el Pueblo Nuevo de antaño, que ha quedado impregnado en el recuerdo de su gente mayor de los cuales muchos tuvieron que migrar de otras ciudades de España, como los andaluces, que explican con deleite sus vivencias de aquellos años que tenían que llevar el sustento a sus hogares trabajando en las grandes naves industriales, fábricas, talleres y pequeños colmados.

Hoy es un barrio cosmopolita, con un panorama moderno, presentando una Rambla comercial, nos ofrece alrededor sus hermosas playas con un paseo marítimo espectacular, los hoteles, las viviendas con construcciones modernas, oficinas tecnológicas y el frente marítimo, en fin, tiene muchos lugares muy acogedores para los residentes y visitantes.

Celinda Aliaga COMPETIC 1

Mibarrio

Os empiezo contando que el Poblenou que conocemos ahora, no es ni por asomo el barrio en el que yo me crié. Por entonces, era un barrio trabajador, con infinidad de fábricas, pero cuando digo infinidad, no exagero, muchísimas fábricas. Durante la semana había mucho movimiento, pero al llegar el fin de semana, se convertía en un barrio vacío y gris

Al llegar las olimpiadas y decidir que se instalaran aquí, el Poblenou cambió por completo, se cerraban fábricas, tiraban abajo casas, para dar paso a nuevos edificios, parques, hoteles, restaurantes y zonas de ocio. Quitaron las vías de tren y se daba acceso a la playa desde cualquier punto, remodelaron todo el barrio Construyeron la Vila Olímpica, donde se alojaron los deportistas.

Hoy por hoy, creo que Poblenou está reconocido como uno de los barrios más emblemáticos, cotizados y deseados de Barcelona Aún se sigue viendo algún solar donde todavía queda hueco para otro nuevo hotel, queda muy poco del Poblenou de origen. Todo ello me produce un gran gozo, pero también una gran añoranza.

Ángeles Espinosa COMPETIC 1

ElnuevobarriodePoblenou

El Poblenou era un barrio lleno de fábricas y talleres de toda clase, la gente era trabajadora, muy humilde, los vecinos se ayudaban unos a otros cuando había una necesidad en alguna casa. Esto se ha perdido actualmente.

Al llegar las Olimpiadas en el año 92, todo cambió, las playas, las viviendas viejas, las fábricas, etc. Todo fue cambiando, para construir nuevos edificios de cristal, hoteles, restaurantes y abrieron muchas calles que ahora dan al mar. La Villa Olímpica, una maravilla.

Hace 57 años que vivo aquí en Poblenou y no lo cambiaría, por ningún barrio más. Antes no me gustaba por el humo de las fábricas, yo vivía en el centro de Barcelona, pero ahora prefiero nuestro barrio, es maravilloso.

Tenemos una Rambla que es nuestro orgullo, lleno de terrazas, bares y restaurantes, que dan mucha vida. Las playas ahora son una maravilla, con sus jardines y el paseo por la orilla del mar es una gozada pasear por él, con los edificios nuevos de cara al mar, lleno de palmeras, bancos, para sentarse después de un buen paseo.

Si nuestros abuelos nacidos aquí, levantaran la cabeza, no reconocerían nada, dirían “¿dónde estoy, en El Caribe?”

María Elena Morer COMPETIC 1

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