LahistoriadelcaballeroSantJordi

Entre aplausos y gritando su nombre le recibieron en su pueblo de Sant Martí de Provençals. Mientras entraba con su caballo por la Rambla de Poblenou se escuchaba la gente diciendo:

—¡Viva,viva! ¡Eres un héroe! ¡Te amamos!

Cuando Jordi pasaba con su caballo iba recordando cuando era un jovencito. Recordaba cuando se sentía incomprendido, cuando era el fastidioso de clase, el que siempre molestaba, pero se dejó guiar por sus sueños de ser un caballero de brillante armadura y, al final, consiguió más que eso, logró vencer al dragón y, sobre todo, consiguió el amor de la hermosa princesa regalándole así una sorprendente rosa que consiguió de la sangre del feroz dragón.

Es por eso por lo que algunos lo consideran el San Valentín catalán, porque se dice que Sant Jordi es, por excelencia, el patrón de los enamorados en Cataluña.

HistoriadeMarta

Hace mucho tiempo en España, Cataluña, en el antiguo barrio del Taulat, denominado ahora distrito de Sant Martin, vivía una mujer llamada Marta, de bajos recursos con sus dos hijas.

La mujer trabajaba en trabajos de mantenimiento, mientras que sus hijas estudiaban. Un día a Marta le tocó trabajar en un turno por la mañana, en una casa de un hombre con altos recursos. El hombre se creía más que cualquier otra persona.

A Marta no le gustaba que el hombre se creyera superior a otras personas. En la misma tarde que a ella le tocaba finalizar su jornada laboral, el hombre le pidió que sirviera la comida a sus huéspedes, pero el turno de Marta había acabado. Marta no podía hacerlo ya que le tocaba ir a otro lugar. El señor se puso tan histérico que armó un escándalo y la despidió y no le pagó ningún euro.

Pasados los días, al hombre le ocurrió una tragedia y perdió la memoria y no sabía quién era ni de dónde venía.

Una tarde a Marta le tocó trabajar en un hospital. Mientras limpiaba las habitaciones, entró en la habitación donde estaba aquel hombre que la despidió.

Marta, sin ningún motivo, ayudó a ese hombre y aquel hombre se dejó ayudar y le quedó agradecido. Pasados los días el hombre recuperó la memoria y no volvió a ser el mismo que era antes.