LNR LA NACION REVISTA 5 DE julio DE 2009
pichon baldinu
un argentino con los pies en el aire
la revista people
como triunfar en tiempos de crisis
moda
el tweed, un clasico inagotable
amia/ 15 años
relatos de los que quedaron, y esperan justicia
el mural que vuelve a vivir la historia, el rescate y una reconstruccion interactiva inedita (en lanacion.com) de la monumental obra de david alfaro siqueiros
Así se verá el mural realizado por el artista mexicano, en la Argentina de los años 30. Podría exhibirse en 2010
Al rescate: los restauradores recuperan el aspecto original del mural Ejercicio plástico. En la otra página: su creador, David Alfaro Siqueiros
De un sótano en Don Torcuato a la Casa Rosada Panam eric ana
Quinta Los Granados
Don Torcuato
La morada original
Capital Federal
Fue pintado en 1933 en el sótano de una lujosa quinta, por encargo de su propietario, Natalio Botana, director del diario Crítica. Tras sucesivas ventas, la quinta fue abandonada.
El mural se muda
Un nuevo propietario promovió su mudanza. Se comenzó por proteger la pintura. Le quitaron salitre y hongos. Un lienzo la resguardó ante posibles microdesprendimientos.
Comienza la extracción
Se construyó un tinglado y se demolió sólo la parte de la casa que cubría el sótano. Luego se cavó una fosa alrededor para aislarlo de la humedad de la tierra.
Con delicadeza de cirujano Las paredes, de hasta 70 cm de ancho, fueron desbastadas. Por dentro, una compleja cimbra sostenía los pocos milímetros de espesor de la pintura.
Nota
de tapa Arte
en busca del
mural perdido
El mexicano David Alfaro Siqueiros lo realizó en 1933, en medio de una turbulenta historia de amor. Padeció años de abandono, maltrato y conflictos judiciales. Hoy, la obra está renaciendo. En esta nota, la crónica de su odisea, y una reconstrucción inédita, realizada por LNR p o r d i a n a f e r n a n d e z i r u sta ( t e x to) y ana gueller (infografia) FOTO s G r ac i e l a C a l a b r e s e , a r c h i vo d e m a n u e l s e r r a n o 3 D A r i e l R o l da n FOTO M ONTA J E S e ba st i a n F e l d m a n
AREA AMPLIADA
NO RTE
DIA GO NA LS UR
AV. DE MAYO
Un nuevo esqueleto
Una estructura metálica adherida con resina suplantó al muro original y le otorgó firmeza, ligereza y flexibilidad. Con amoladoras se dividieron las paredes y el piso, cuidando de no comprometer las figuras.
El día de mayor expectativa
Mediante grúas, se izaron las seis partes en que fueron seccionadas las paredes y se las guardó en contenedores para su pronta restauración. Una hazaña sin precedente había logrado su cometido.
17 años en contenedores
Estaría allí durante cuatro meses, pero una disputa judicial lo atrapó.
Casa Rosada PZA. DE MAYO
Aduana Taylor
PASEO COLON
DIA GO NA L
La apertura y restauración
Gracias a la gestión del gobierno nacional junto a particulares desinteresados, se está logrando su restauración. Si la Justicia lo permite, será exhibido en la Aduana Taylor.
Vicisitudes por las que pasó el mural Librado al abandono y al desconocimiento, sólo se salvó por la innovación técnica que supuso el uso de pinturas industriales y por las tareas de preservación de 1991.
Fue abandonado El barro y la suciedad de los parques exteriores cubrieron la obra durante largos períodos.
M
ás que mural, una leyenda. Más que mural, una obsesión que durante siete décadas desveló a coleccionistas, artistas, funcionarios, allegados o ajenos a las intensas pasiones ligadas a su realización. Porque Ejercicio plástico, obra realizada en 1933 por David Alfaro Siqueiros en la quinta Los Granados, de Natalio Botana, no es sólo uno de los trabajos más representativos del arte latinoamericano, una pieza extraña en la producción artística del mexicano, una joya que estuvo demasiadas veces al borde de la desaparición. Es, también, el testimonio de una época –la de entreguerras– poco afecta a las medias tintas, y el último gesto, luminoso y elegíaco a la vez, con el que un hombre saludó el fin de una historia de amor.
El artista, el empresario y la dama ¿Qué impulsó a Siqueiros, artista de decidida militancia comunista, exponente del muralismo mexicano, y por ende, devoto de los espacios amplios, los muros exteriores y los motivos claramente ideológicos, a realizar un mural íntimo, casi secreto, de tono más bien erótico y ubicado en un sótano perteneciente a un hombre rico como Botana? Enfrentado con el gobierno mexicano, a principios de los años 30, Siqueiros fue expulsado de su país. Así comenzó un periplo internacional que alrededor de 1932 lo traería al Río de la Plata. Pero la situación local en plena “década infame“, con una sociedad en la que los circuitos de vanguardia convivían con un clima extremadamente conservador, no era la más propicia para el artista exiliado. No pudo concretar ninguna de las obras que realmente quería hacer (pintar un silo del puerto, por ejemplo); su presentación en Los Amigos del Arte culminó en escándalo; la necesidad económica apremiaba. Apareció, entonces, Botana, que primero le ofreció algunas colaboraciones en su diario, Crítica, y luego la realización de una obra plástica en su quinta de Don Torcuato. Los Granados no era cualquier lugar. Monumental, desbordante de lujos, era, asimismo, un espacio donde se plasmaba el particular ejercicio de modernidad practicado por el dueño de Crítica: artistas y políticos, locales y extranjeros, se daban cita en los salones diseñados por Jorge Kalnay. No faltaban las habladurías sobre aquellos encuentros, en especial los rumores sobre fiestas libertinas que se habrían realizado –precisamente– en el sótano de la vivienda. Según el investigador especializado en ar
Armaron fogatas Se encontraron sobre el piso restos de hogueras de madera, carbón y brea.
Estuvo inundado
Los vidrios de las ventanas estaban rotos. Durante las lluvias, el agua ingresaba y dejaba el piso inundado.
¿Qué significa la obra?
Un mural para ser visto La obra emula una caja de cristal suspendida en las profundidades del mar, a la que se le acercan enigmáticas figuras para ver su interior.
Le aplicaron ácidos
Mendizábal y Schávelzon cuentan que la mujer de Alvaro Alsogaray (fue propietario de la quinta) intentó borrarlo con ácido.
Reconstrucción 3D
Así quedará, una vez ensambladas las siete partes en que fue dividido La obra fue pintada sobre el revoque. Hay zonas donde su espesor no supera los 2 mm; sin embargo, las tareas de ingeniería le otorgaron propiedades antisísmicas.
RECONSTRUCCION ESQUEMATICA CON ALGUNAS DE LAS FIGURAS
Al ingresar, el espectador tiene la sensación de ser observado en vez de estar observando. LAS FIGURAS 11 mujeres 1 niña 1 hombre 3 cabezas presumiblemente femeninas
¿Quién es la mujer seductora que domina la obra? La mayoría de las hipótesis sostienen que se trata de Blanca Luz, por entonces esposa de Siqueiros, quien en un intento de seducirla cuando la estaba perdiendo, quiso “encerrarla” para sí en esta cápsula marina. La relación se rompería definitivamente al terminar el mural y ella continuaría un romance iniciado con el propio Botana.
Menos peso, más resistencia e impermeabilidad El muro original fue cuidadosamente adelgazado y se lo suplantó con una resina espumante que permitió adherirle una estructura metálica. De carácter permanente, logró aligerarlo y darle solidez al mismo tiempo.
Lo barnizaron
Otros propietarios lo limpiaron e, intentando recuperarlo, barnizaron los rostros para resaltarlos. El barniz retenía suciedad y se ennegrecía con cada nueva mano.
Humedad, salitre y hongos Al ser un sótano, estaba en contacto constante con la humedad de la tierra. El salitre se filtraba por capilaridad y los hongos crecían con facilidad.
Temperaturas extremas
Los contenedores que lo albergaron 17 años estaban a la intemperie y funcionaron como potenciadores del calor, el frío y la humedad. Pero la técnica y la extracción a tiempo impidieron grandes deterioros.
La restauración de la pintura paso a paso De carácter reversible, las intervenciones pueden removerse fácilmente y volver al original antes de la extracción 1 Limpieza inicial: se le quitó suciedad y grasitud con agua destilada y detergentes neutros.
2 Limpieza profunda: con solventes se removieron barnices oxidados y salitre adherido.
3 Barniz brillante: se le aplicó una mano que permitió consolidar la obra, separar el original de la intervención y potenciar los colores.
4 Reconstrucción:
punto por punto, con pintura acrílica se reconstruyeron las figuras dañadas.
5 Acabado: se le aplicó barniz mate con soplete para una terminación pareja.
El mural, en partes Las seis partes más el piso en que se dividió para su traslado PARED CON PUERTA
2,93m
Lo taparon con cal
Al fracasar el borrado, la Sra. Alsogaray ordenó que se le diera una mano de cal y cerró con llave el acceso.
5,30m
2,93m
PARED OPUESTA AL INGRESO
5,30m
2,60m
PARED CON VENTANAS
2,93 metros
6,70m
2,60m
PARED SIN VENTANAS
6,70m
2,60m
TECHO
6,70m
2,60m
PISO
5,30 metros
360˚
Realice una visita virtual en www.lanacion.com.ar/1142626 “Esta es una obra dinámica para un espectador dinámico” D. A. Siqueiros
6,70m
El piso, actualmente en restauración, fue dividido en 63 partes con diferente tamaños para no comprometer ninguna figura.
1
Bóveda Originalmente fue dividida en cuatro partes. Así lucirá una vez ensamblada. Reconstrución realizada por LNR.
Detalles de la restauración 1 El helecho fue reconocible recién después de la reintegración punto a punto. 2 No se taparon las manchas que originalmente fueron ocasionadas por el aerógrafo durante la ejecución. 2
3 Esta figura lucía como masculina hasta que la restauración descubrió sus pechos.
4
4
3
Tras la limpieza se pueden apreciar las líneas de oro, ejes estructurales de las figuras. 5 5
Esta era la figura más dañada del mural. Mayormente por el salitre que tenía adherido.
La representación gráfica A diferencia de los futuristas, Siqueiros buscaba que la obra fuese dinámica no sólo en su representación sino también por su capacidad para invitar al espectador a que se desplace. El movimiento en la imagen Se logró mediante la duplicación de los contornos de las figuras.
La sensación subacuática Siqueiros la obtuvo trabajando con mayor definición la zonas corporales más próximas al “cristal” y restando nitidez a las más alejadas.
Para ampliar la obra y ver todos los detalles, visite: www.lanacion.com.ar/1142626
queología urbana, patrimonio cultural e historia del arte de América Latina Daniel Schávelzon (autor, junto con Héctor Mendizábal, del libro El mural de Siqueiros en la Argentina) ese lugar era, en realidad, “el sótano donde se jugaba al póquer, el reducto secreto y sagrado del imperio de Botana, el lugar donde jamás entraban las mujeres, donde se organizaban las borracheras y transcurrían las noches discutiendo de mujeres y política”. Allí decidió el artista encarar una obra que, por sus exigencias materiales, supuso una importante cuota de innovación. En lugar de pinceles, se usaron aerógrafos y esténciles; para garantizar la subsistencia del mural, se emplearon pinturas con agregado de silicatos y las figuras del piso se realizaron con cemento coloreado. La intención era simular una caja de cristal hundida en el agua y visitada por voluptuosas figuras subacuáticas. Para su realización, Siqueiros eligió un notable equipo de ayudantes: Lino Enea Spilimbergo, Carlos Castagnino, Antonio Berni y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro. Cuando se dio a conocer, el mural dividió a la sociedad de la época. Mientras algunos lo defendían, otros lo calificaban de pornográfico (“Un gran asco”, sentenció el diario Crisol). Probablemente, a su autor esas discusiones lo tuvieran sin cuidado: el mural habría sido, en realidad, “el final de su amor obsesivo y desesperado por Blanca Luz Brum”, en términos de Schávelzon. De hecho, el 16 de diciembre de 1933, una vez terminada la obra, Siqueiros se fue del país. En los años que siguieron, apenas hizo alguna que otra referencia al que pasaría a convertirse en un mural remoto, apenas mencionado, perdido en una lejana casaquinta sudamericana. Blanca Luz, la gran inspiradora, el rostro y el cuerpo cuyo influjo latiría en cada rostro y cada cuerpo pintado en aquel sótano, quedó en Buenos Aires, convertida en la amante de Natalio Botana.
Ella, tanta mujer Uruguaya, escritora, militante de izquierda, Blanca Luz conoció a Siqueiros en Montevideo a fines de los años 20. El impacto fue mutuo: la mujer bella y decidida; el artista revolucionario, moderno, arrollador. Ella se olvidó de su segundo marido (había enviudado muy tempranamente); él, de su primera esposa. Se casaron y dieron inicio a una historia marcada tanto por el amor como por los celos y la violencia. Durante los años que estuvieron juntos, él la pintó continua, intensamente. Con esa misma intensidad le envió cartas, una tras otra, en las que le rogaba, en aquellos días de 1933, que olvidara los motivos de su última pelea, que dejara Montevideo –donde ella se había refugiado, en un intento de separación– y que viajara a Buenos Aires, ciudad en la que él ya había conseguido algún trabajo en Crítica. Finalmente, Blanca Luz cedió y durante un breve lapso también ella trabajó en el diario. Hasta que con el inicio de las obras de Ejercicio plástico se instaló, junto con Siqueiros, en Los Granados. Entretanto, su presencia se
Pared con puerta de ingreso
Se conservaron manchas de pintura existentes.
Se recuperó la puerta original y será colocada para su exhibición.
Este fue uno de los rostros que se encontraban más ennegrecidos, fruto del uso de barnices para resaltarlo.
Con la limpieza surgió el color azul de los ojos de la figura que domina el mural.
Pared opuesta
La única figura masculina del mural.
El pelo estaba incompleto. El revoque se había saltado a causa de un caño. Se reconstruyó con rayos infrarrojos.
había hecho sentir.,y no sólo frente al mecenas de su esposo. Raúl González Tuñón le dedicó poemas de amor no correspondido. Hay quien asegura que ella habría sido la causa de un posible intento de suicidio cometido por Jorge Luis Borges en 1934. Pablo Neruda relató un encuentro íntimo con Blanca Luz en el mirador de la casaquinta, con Federico García Lorca vigilando la llegada de posibles entrometidos. Justo durante la presentación pública del mural, cuando ella ya era amante de Botana y, presumiblemente, el dueño de Crítica intentaría exhibirla como un trofeo más. De todos modos, vivió un año con el empresario, sin que él se divorciara de su mujer. Luego viajó a
Ventilación, se colocará una chapa antigua igual a la original.
Chile, donde conoció a su siguiente marido y, desencantada con el estalinismo, abandonó la militancia política para convertirse en una fervorosa católica. Se dice que Siqueiros tardó al menos 20 años en olvidarla. Ella le escribió textos de amor hasta 1974, año de la muerte del artista.
Del olvido al rescate Natalio Botana falleció en 1941, en un accidente automovilístico. Su imperio económico apenas sobrevivió unos años y en 1948 la quinta Los Granados –con su tesoro oculto en el sótano– fue parcelada y rematada. A partir de ese año se sucedieron varios dueños y liti-
Tiempos de pasión El mito de Ejercicio plástico creció con las historias de amor que lo atravesaron. Aquí, algunos protagonistas
Natalio Botana: director de Crítica. Dueño del lugar donde se realizó la obra
Blanca Luz: esposa de Siqueiros y amante de Botana, fue la gran inspiradora del mural
el piso: en cemento coloreado, cortado en baldosones hace 17 años. Está siendo restaurado ligados con cuestiones de compra-venta. Salvo alguna excepción, nadie tenía idea de la riqueza patrimonial que yacía bajo los salones de la casa. Vertieron ácido sobre sus paredes, las cubrieron de cal, clausuraron con llave el sótano, lo dejaron a merced de
Pablo Neruda: tuvo un affaire con Blanca Luz, la mujer que inspiró el mural
la humedad y el deterioro del tiempo. La obra resistió, en buena parte debido a la técnica con la que había sido realizada. “Pintada al fresco con materiales tradicionales, hoy no existiría”, comenta Ana López Quijano en Los próximos pasados, el excelente documental que sobre este tema realizó Lorena Muñoz. A fines de la década del 80, se hablaba del remate judicial de la quinta que, a esas alturas yacía cubierta de malezas, totalmente abandonada. Es en ese momento cuando Héctor Mendizábal, un hombre de negocios, toma conocimiento de la existencia del mural y guiado por el inmobiliario a cargo lo visita. Iluminados apenas con la luz de una vela, ambos bajaron al sótano y vieron las filtraciones de agua, las ventanas rotas, las cenizas de un fuego hecho por algún vagabundo, la suciedad tras la cual se vislumbraban rostros, miradas, torsos femeninos, cabelleras suspendidas en el agua. Mendizábal decidió armar una sociedad para comprar el inmueble, viajó a México, se contactó con el restaurador Manuel Serrano e inició un nuevo y polémico capítulo: la extracción del mural. La compleja obra de ingeniería implicó la demolición del salón que estaba sobre el sótano y la delicada remoción de las superficies que albergaban la obra. Mientras que al-
Un equipo de lujo Entre los artistas convocados por Siqueiros para la realización del mural, se encontraban tres de las figuras más representativas de la plástica argentina
Federico García Lorca: hizo de “campana” del encuentro entre Neruda y Blanca Luz
gunas voces cuestionan esta intervención, otras insisten en defenderla. “Cuando se lo separó de la humedad de la tierra, se detuvo su deterioro –afirma el restaurador Eduardo Guitima, presente en los trabajos realizados en aquel momento e integrante del equipo que trabaja actualmente con el Siqueiros–. Así se lo comenzó a salvar”. En 1991, desmontado en seis partes, el mural se guardó en contenedores. Iba a permanecer unos meses allí. Terminaron siendo17 años. Entretanto, hubo denuncias de que se lo quería sacar del país, intervenciones mediáticas, acumulación de deudas, complicaciones legales, una quiebra, una nueva venta, conflictos con acreedores, abogados, discusiones sobre la propiedad de la obra. Un descomunal atolladero jurídico y económico que amenazaba devorarse al mural. Para sacarlo del letargo fueron necesarios el acuerdo entre dos presidentes –el mexicano Felipe Calderón y la argentina Cristina Fernández de Kirchner–, el aporte económico de empresas privadas mexicanas y argentinas (unos 800.000 dólares), el nombramiento de una comisión asesora, la participación de restauradores mexicanos, profesionales del taller Tarea de la Universidad Nacional de San Martín, la Universidad Tecnológica Nacional y lo que los funcionarios describen como una férrea voluntad para resolver el intrincado conflicto de intereses. “El estado no es parte en el juicio –aclara Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia–. El juez decidirá. Nuestro objetivo es recuperar y restaurar el mural.” El año pasado se obtuvo la autorización de todas las partes para trasladarlo a la Casa de Gobierno (se lo ubicó en el sector próximo a la aduana Taylor) y proceder a su restauración. El objetivo es que los festejos del Bicentenario encuentren al Siqueiros (declarado “bien de interés histórico artístico nacional”, por lo cual está prohibida su salida del país) listo y con los papeles en regla para su exhibición. Mientras tanto, bajo el tinglado especialmente acondicionado para contenerlo, trazos, colores y formas van emergiendo y negando el destino de oscuridad al que alguna vez pareció estar condenado. ✖ DFERNANDEZ@LANACION.COM.AR
Lino Eneas Spilimbergo
Antonio Berni
Carlos Castagnino
agradecimiento: Secretaria General de la Presidencia de la nacion. EDITORIAL EL ATENEO FUENTES: Maestro Manuel Serrano, Jefe de restauracion; Eduardo Guitima , restaurador ; Los proximos pasados , Documental de Lorena Muñoz; el mural de siqueiros en la argentina (eL ATENEO) , libro de Hector Mendizabal y Daniel Schavelzon colaboro: LETICIA RIOS