CHINA HOY Abril 2021
Sociedad/ Miembros destacados del PCCh
Un camino hacia el progreso La labor de Mao Xianglin ha permitido que la remota aldea de Xiazhuang salga de la pobreza Por A WEN
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l 17 de febrero, un hombre con la espalda un tanto encorvada, pero con una expresión firme en el rostro, subió al podio para recibir el “Premio a los personajes que conmovieron a China en 2020”. Ese día, Mao Xianglin se convirtió en uno de los diez galardonados con esta distinción.
Lucha contra las adversidades Nacido en enero de 1959, Mao Xianglin es secretario de la célula del Partido Comunista de China (PCCh) en Xiazhuang, una pequeña aldea de menos de 400 habitantes, ubicada en la municipalidad de Chongqing. Xiazhuang está
rodeada de un acantilado, con una elevación de entre los 200 a 1000 msnm. Al estar en una enorme depresión, apenas se oyen ruidos. De hecho, la aldea se encuentra totalmente apartada. Su aislamiento y falta de comunicación vial han sido un gran inconveniente para sus pobladores, quienes han sufrido la pobreza y el “encierro” por generaciones.
Mao Xianglin, secretario de la célula del PCCh en la aldea de Xiazhuang, en Chongqing. Cnsphoto
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Sin embargo, la llegada de Mao Xianglin hizo que la aldea comenzara de a pocos a “abrirse”. En 1997, Mao Xianglin, de 38 años entonces, asumió el cargo de secretario de la célula del PCCh en Xiazhuang. En julio de ese año y tras participar en una capacitación de cuadros políticos, Mao se sentó al lado de un pozo a contemplar la aldea. En ese momento, decidió que debía hacer algo. Habían pasado muchos años desde el inicio del proceso de Reforma y Apertura que trajo una serie de cambios en el país, pero no había ocurrido lo mismo con la aldea de Xiazhuang. Mao Xianglin se dio cuenta de que la principal razón del atraso estaba en la falta de rutas viales, por lo que la construcción de un camino se volvió su principal prioridad. Esa misma noche, Mao convocó una reunión masiva en la que propuso la construcción de una carretera en la montaña. Hubo quienes le apoyaron y quienes se opusieron. Sin fondos ni equipos, no era nada fácil construir una carretera en un acantilado. Los aldeanos tampoco tenían confianza ni coraje. Muchos se preguntaban de dónde sacarían los explosivos necesarios, cómo obtendrían los fondos, cuándo acabarían la obra, entre otras interrogantes. Ante esta situación, Mao Xianglin les presentó un conjunto de datos sombríos. Desde 1949, de las 398 personas en la aldea, 315 nunca habían viajado en automóvil, 360 nunca habían visto televisión, 23 habían muerto al caerse del acantilado, más de 60 habían sufrido lesiones por la misma razón y 15 habían quedado discapacitadas. “Para que los animales que criamos nos generen dinero, debemos llevar la carne sobre nuestras espaldas a otros lugares. Para llegar al mercado del cantón de Zhuxian, tenemos que caminar por un sendero y no volvemos a casa sino hasta el anochecer. Sin embargo, si construimos una carretera, los coches nos podrían dejar en la puerta de la casa y transportaríamos directamente los animales y las verduras”, les explicó aquella vez. Tras muchos debates, los pobladores llegaron a