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Las estrellas chinas de los Juegos Paralímpicos
Las medallas obtenidas han sido el resultado de años de duro entrenamiento
Por DANG XIAOFEI
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DEL 24 de agosto al 5 de septiembre se llevaron a cabo los Juegos Paralímpicos de Tokio. Un total de 251 atletas formaron parte de la delegación china y participaron en 20 eventos y 341 disciplinas. Después de 12 días de competencia, establecieron 29 récords mundiales y obtuvieron 96 medallas de oro, 60 medallas de plata y 51 medallas de bronce (207 medallas en total). China logró el primer lugar a nivel mundial en el número de medallas de oro y de medallas en general por quinta edición consecutiva.
Grandes triunfos
El 25 de agosto, el equipo chino se desempeñó bien y ganó cinco medallas de oro. Los esgrimistas en silla de ruedas se llevaron las cuatro medallas de oro disputadas ese día en dicha disciplina.
El chino Li Hao derrotó al ucraniano Artem Manko 15:12 en la final de la categoría A de sable individual varonil, ganando así la primera medalla de oro para la delegación china. Enfrentándose a oponentes clasificados dos puestos por encima de él a nivel mundial, Li Hao tuvo un buen comienzo en la final hasta conseguir un 3:1. Luego, su oponente marcó seis puntos seguidos hasta superarlo en puntaje, y posteriormente los dos anotaron un punto cada uno, y Li Hao se quedó atrás 4:8. Después de ajustar su táctica, Li Hao revirtió la situación y mantuvo su ventaja hasta el final, consiguiendo ser campeón en su debut paralímpico.
En la final de la categoría B de sable individual masculino, el chino Feng Yanke derrotó al polaco Adrian Castro con 15:11, en el que fue el segundo oro para China. Es la segunda vez que Feng Yanke, de 33 años, gana la medalla de oro de florete masculino (la anterior fue en los Juegos Paralímpicos de Río Janeiro).
La tercera medalla de oro del equipo chino provino de la categoría A de sable individual femenino. La deportista china Bian Jing derrotó a la georgiana Nino Tibilashvili por 15:7. Por otra parte, en la final de la categoría B de sable femenino, Tan Shumei derrotó a Olena Fedota, de Ucrania, también por 15:7.
Además de estas cuatro medallas de oro, Tian Jianquan y Xiao Rong ganaron medallas de bronce en la categoría A de sable individual varonil y en la categoría B de sable individual, respectivamente.
La quinta presea de oro de la delegación china provino de la natación. En la final femenina de 200 metros estilo libre s5, la china Zhang Li protagonizó una escena emocionante: superó a la nadadora líder británica en los últimos cinco metros y la derrotó a través de un poderoso sprint, logrando la medalla dorada.
Momento conmovedor
Más allá de los nuevos récords, hay otras escenas que quedan en la memoria. Después de la competencia, Bian Jing, ganadora de la medalla de oro en la categoría A de sable individual femenino, vio que Nino Tibilashvili, su adversaria, no llevaba una prótesis en su silla de ruedas y se le dificultaba moverse, por lo que la deportista china tomó la iniciativa de empujar la silla de ruedas de la georgiana. Nino se dio la vuelta y abrazó a Bian Jing, en lo que fue una escena conmovedora. En el campo son rivales, pero fuera de él, amigas. Como afrontan experiencias similares, los deportistas paralímpicos son más comprensivos con sus oponentes. “En el campo, cuando nos ponemos nuestras máscaras, nos sentamos frente a nuestros competidores. Cuando salimos de esta pista, somos amigos. Nos animamos. Así es nuestro equipo chino de esgrima. También es una buena tradición de toda la delegación china”, dijo Bian Jing.
En la final femenina de 50 metros estilo mariposa s5, la nadadora china Lu Dong, conocida como la “sirena sin brazos”, logró ganar el oro y batir el récord mundial. En la sesión de fotos posterior a la ceremonia de premiación, las ganadoras de plata y bronce estaban todas en sillas de ruedas. Lu Dong se puso en cuclillas sobre una pierna, dejando una de las fotos más conmovedoras de estos Juegos Paralímpicos. Esta sentadilla no es solo el respeto de Lu Dong por otros atletas, sino también la mejor interpretación del espíritu olímpico.
Además, durante la final femenina de 400 metros de categoría T11, la deportista invidente Liu Cuiqing, dirigida por el guía Xu Donglin, corrió un buen tiempo de 56,25 segundos y obtuvo el primer puesto. Después de la competencia, Xu Donglin y Liu Cuiqing celebraron con entusiasmo. La cuerda de plomo amarilla en sus manos se balanceaba en el aire, lo que era particularmente llamativo. Era el único vínculo entre los dos en el campo. De 2013 a 2021, este par ha logrado grandes resultados en pistas y campos. Los dos confían el uno en el otro. “El hermano Dong es mi vista”, mencionó Liu Cuiqing.
La lucha detrás de la gloria
Los buenos resultados son difíciles de conseguir. Detrás de cada medalla hay un trabajo duro realizado por los atletas chinos.
Los Juegos Paralímpicos son un escenario en el que todo es posible. “Tengo una deformidad en la pierna, ¿aún puedo correr?”, se llegó a preguntar Zhou Xia, quien ganó el primer oro de atletismo del equipo chino en los Juegos Paralímpicos de Tokio, demostrando así que no solo puede correr, sino también correr rápido. La velocista, quien sufrió una atrofia en la pierna izquierda y el músculo de la mano izquierda debido a un daño cerebral, batió récords mundiales en las pruebas femeninas de 100 y 200 metros de categoría T35, y volvió a batir dos récords mundiales en los Juegos Paralímpicos, tal como lo hizo en Río Janeiro.
“Soy mi propio ídolo”, manifestó Zhou Xia. Detrás de la trascendencia hay un duro entrenamiento y perseverancia. El viento y el sol han oscurecido la tez de Zhou. El frecuente entrenamiento en el extranjero le ha impedido, además, regresar a su ciudad natal durante muchos años, y solo puede comunicarse con su familia por teléfono y WeChat.
También en la arena de la natación, del 27 de agosto al 1 de septiembre, tres banderas de cinco estrellas (las banderas chinas) se izaron en cuatro ocasiones. Entre los campeones de aquellos días, Zheng Tao, de la provincia de Yunnan, se situó en la cima del podio unas tres veces.
Zheng Tao, quien sigue ganando medallas de oro y batiendo récords, no tiene brazos y solo puede mantener su postura agarrándose a una toalla. Al nadar, Zheng debe golpear su cabeza contra la pared de la piscina para cambiar de sentido. Al respecto, su entrenador le ha dicho muchas veces que no use su cabeza durante los entrenamientos pues es muy doloroso, pero Zheng es muy estricto consigo mismo. Dice que si no usa su cabeza para tocar la pared, sus resultados no serán los mejores. Es con este espíritu tenaz que ha llevado a sus compañeros al podio una y otra vez.
Además, en los eventos de balonmano para invidentes, el equipo masculino chino ganó la medalla de plata. El equipo chino volvió a subirse al podio desde que obtuviera el oro en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008. Lo vivido estos días en Tokio ha sido el fruto de 13 años de duro entrenamiento.