Psicoeducación en familiares de pacientes adultos con
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El estudio sobre efectividad de los programas psicoeducativos en los tratamientos para personas con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar, en comparación con otros modelos terapéuticos o tratamiento usual (tau) que no utilicen psicoeducación, donde el objetivo general fue identificar la efectividad de los programas psicoeducativos en los tratamientos para personas con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar, en comparación con otros modelos terapéuticos o tratamiento usual (TAU) que no utilizan psicoeducación, utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia. La muestra total de esta revisión es de 289 participantes con diagnóstico de Trastorno Afectivo Bipolar. (Peraza 2020)
Además la tesis sobre la eficacia de una intervención grupal de tipo psicoeducativo dirigida a familiares de pacientes con trastorno bipolar, siendo una investigación transversal, experimental y longitudinal, elaborándose tres estudios, un estudio transversal que se centró en determinar el nivel de la carga subjetiva de los cuidadores (n= 86) de pacientes bipolares eutímicos, los aspectos que más carga generaban y las variables que contribuían a explicarla. También se realizaron dos estudios experimentales longitudinales con la finalidad de analizar la eficacia de una intervención grupal psicoeducativa dirigida exclusivamente a los familiares de pacientes bipolares, evaluando tanto el impacto de la intervención sobre los familiares (n= 45) como sobre la evolución de los pacientes (n= 113). Los familiares del grupo experimental recibieron una intervención psicoeducativa a lo largo de 12 sesiones de 90 minutos que tuvieron lugar ambulatoriamente en el Hospital Clínico de Barcelona. Todos los pacientes seguían tratamiento farmacológico y, aunque no participaban en las sesiones, debían estar eutímicos al inicio de la intervención. El grupo control no recibió ninguna intervención familiar específica. Resultados: Los familiares cuidadores de pacientes bipolares eutímicos presentaron unible moderado de carga subjetiva. Los mayores niveles de carga se relacionaron con las conductas del paciente (especialmente con la hiperactividad, irritabilidad, tristeza y retraimiento), seguida por los efectos adversos de la enfermedad sobre el entorno (particularmente sobre la vida de la familia y sobre la salud emocional de los cuidadores) y finalmente por el desempeño de troles del paciente (el área de mayor preocupación era el funcionamiento sociolaboral del paciente). Parte de la carga subjetiva se explicaba por un peor
funcionamiento sociolaboral del paciente, la presencia de un episodio afectivo en los último 2 años, la historia de ciclación rápida y el hecho de que el familiar cuidador fuera el responsable de la administración de la medicación. La intervención psicoeducativa contribuyó a incrementar los conocimientos de los familiares sobre la enfermedad y su tratamiento y a reducir tanto el nivel de estrés o carga subjetiva como la responsabilidad que atribuían al paciente por los problemas en la vida de los familiares. A lo largo del seguimiento los pacientes cuyos familiares recibieron la intervención psicoeducativa presentaron una evolución más favorable con respecto al grupo control, que se tradujo en un menor porcentaje de recaídas y un incremento del tiempo transcurrido hasta su aparición. Al analizar los distintos tipos de episodio se observó que la intervención contribuía a reducir el porcentaje de pacientes que experimentaron recaídas hipomaníacas/maníacas y a incrementar el tiempo transcurrido hasta la aparición de estas. Las diferencias no resultaron significativas en los episodios depresivos y mixtos. Conclusiones: Los familiares de pacientes bipolares eutímicos presentan un nivel moderado de carga subjetiva. Algunas variables clínicas, un peor funcionamiento sociolaboral del paciente y el nivel de implicación de los familiares en la administración de la medicación contribuyen a explicarla. La intervención grupal de tipo psicoeducativo dirigida exclusivamente a los familiares repercute positivamente tanto sobre los familiares como sobre la evolución de los pacientes, resultando particularmente eficaz en la prevención de episodios hipomaníacos/maníacos. (Reinares 2007).
La investigación sobre la intervención familiar de tipo psicoeducativo en el trastorno bipolar, siendo el objetivo principal realizar una búsqueda bibliográfica sobre dicho tema, con un tipo de investigación bibliográfica sin muestra ni tipo de estadística por la naturaleza de la investigación, concluyó dicho estudio en que el trastorno bipolar es una enfermedad crónica y recurrente cuyo curso podría mejorar si se complementara el tratamiento farmacológico con otras intervenciones de tipo psicosocial. La psicoeducación, tanto del paciente como de sus familiares, es una de las intervenciones que hasta la fecha ha recibido mayor soporte en esta población. Los estudios realizados presentan resultados prometedores que indican la influencia positiva que podría ejercer la intervención familiar sobre el curso del trastorno bipolar. No obstante, los estudios realizados son escasos y adolecen de ciertos déficits metodológicos que deberían ser solventados, tales como el pequeño tamaño y la heterogeneidad de las muestras; la escasa duración del período de seguimiento; la falta de control sobre la influencia de variables como la comorbilidad, la psicopatología
familiar, la presencia de acontecimientos vitales estresantes que pueden actuar como desencadenantes de recaídas y el tratamiento farmacológico. Por otra parte, los estudios que analizan el efecto de las actitudes familiares sobre el curso de la enfermedad deberían tener en cuenta la posible influencia que los años de evolución de la enfermedad o la fase en que se encuentre el paciente puede tener sobre las actitudes familiares, y discernir mejor entre causas y efectos, siempre que sea posible, al relacionar actitudes familiares y curso de la enfermedad Actitud hacia la enfermedad mental de familiares de pacientes hostilizados del hospital de psiquiatría de Morelos, es otro antecedente donde el autor considero que el comportamiento de los familiares es un factor de buen mal pronóstico en los pacientes, por lo que su objetivo fue conocer la frecuencia de actitudes positivas y negativas hacia la enfermedad mental de los familiares de pacientes hospitalizados del Hospital de psiquiatría de Morelos, evaluando a 90 familiares de los pacientes institucionalizados a quienes se les aplico el cuestionario sobre opiniones hacia la enfermedad mental OMI, ejecuto un estudio observacional, transversal, descriptivo, con una estadística porcentual, concluyo que el 73.3% de los familiares presentaron actitudes en el rango neutral e, 1.1% actitudes negativas y el 25.& actitudes positivas hacia la enfermedad de sus familiares recluidos en el hospital, además se evidencio que los familiares de menor edad tenían mejor actitud como los de mayor escolaridad. No presento recomendaciones. (Cruz 2014)
Mientras que la investigación sobre actitudes que son las más frecuentes en las familias de mujeres diagnosticas con Trastorno Bipolar. El diseño de la investigación fue cualitativo y cuantitativo. Para ello se utilizó el Cuestionario de Actitud de la Familia, elaborado por la investigadora, el cual fue validado por expertos de las ramas de Psicología, Pedagogía y Estadística. Se desarrolló un trabajo de campo con la población total de 16 familias con un miembro con dicho trastorno cada una. En el estudio realizado se da a conocer la interpretación sobre las personas que aceptan a sus familiares con Trastorno Bipolar. Se aplicó un Cuestionario de Actitud de la Familia para conocer cuando los familiares de las pacientes presentan una actitud componente cognitiva, actitud componente emocional, o bien una actitud componente conductual, concluyó la autora que las actitudes más frecuentes que presenta la familia ante la paciente con Trastorno Bipolar son apoyo constante y muestras de afecto, disminuyendo la sintomatología propia del
Trastorno Bipolar y agrega que los resultados denotan que en el componente cognitivo se encontró confianza, estabilidad familiar, conocimiento y aceptación hacia las pacientes que padecen Trastorno Bipolar, finalmente recomienda que es conveniente desarrollar acciones de trabajo como pláticas, conferencias, terapia grupal, con las familias que tiene mujeres que padecen Trastorno Bipolar del área urbana de Quetzaltenango, para que sientan que hay apoyo de profesionales que las pueden ayudar, con tratamientos adecuados, con información pertinente tanto en la forma como en el contenido, con el propósito de manejar apropiadamente la depresión de la persona que la padece. (Sierra 2012).
El objetivo central o general de esta investigación fue determinar la importancia de la psicoeducación en los familiares de pacientes adultos con trastorno bipolar, evidenciándose que diversos autores citados en marco
teórico y antecedentes coinciden en que esta variable, la psicoeducación en el paciente y específicamente en los familiares es necesaria y genera mejor pronóstico, siendo así que los autores López y Hernández (2011) como Rivas y Ostiguín (2011), y el Manual para la elaboración de Guías de Atención Integral de Salud (s.f), determinan varios puntos importantes tales como la psicoeducación es una aproximación terapéutica en la cual se proporciona a los familiares del paciente información específica acerca de la enfermedad, además que es una forma de dar solución a los sucesos estresantes contingentes que se presentan en la vida cotidiana y de difícil resolución para el individuo en su rol de cuidador, agregando además que los familiares deben conocer las señales de alarma que han evidenciado el paciente cuando está a punto de entrar en una crisis. Agregando más información a la presente discusión de resultados se añade a Sánchez (s.f.), indica que la familia tiene gran importancia en el tratamiento del trastorno bipolar porque desempeña un papel importante en la adherencia, el tratamiento de la sintomatología y el insight de la enfermedad, por lo que tanto la psicoeducación en el paciente como en la familia son piezas claves para el buen pronóstico, generando entonces mayores probabilidades de cambios conductuales por el entorno de paciente ya que la familia al tener conciencia del proceso presta mayor flexibilidad al proceso.
A su vez Scazufca et al., (1999) citados en Gutiérrez, Martínez y Rodríguez (2013). Explican que la psicoeducación ayuda a los familiares en las estrategias de afrontamiento es decir de coping, les apoya enseñándoles a regular sus emociones y ejercitan más la solución centrada en soluciones y dejan de utilizar la centrada en emociones y el problema. Ademas, Hooley, Rosen y Richters, (1996) y Gutiérrez, Martínez y Rodríguez (2013). Agregan a esta discusión que es importante información sobre la propia enfermedad y como cursa, la dinámica familiar y su influencia en el buen pronóstico, el estrés ambientan relacionado con la evolución de la
bipolaridad, así como la carga que experimentan los familiares que conviven con el paciente, como la elaboración de estrategias de afrontamiento apropiadas, agregándose metas psicoeducativas como manejo de la adherencia al tratamiento farmacológico como psicológico, la profilaxis de la recurrencias, anticipación de los signos y crisis, todo lo anterior con el objetivo de optimizar los recursos para el pronóstico positivo y minimizar la carga del familiar, todos los autores coinciden en que el el proceso psicoeducativo brinda efectos beneficiosos para el paciente y familia ya que se reduce el nivel subjetivo de la sobrecarga, así como los síntomas se minimizan y manejan de forma asertiva, tanto en el paciente como los síntomas depresivos que experimenta el cuidador junto con los síntomas de ansiedad que genera dicho proceso, además cambia el proceso cognitivo sobre e impacto en sus vidas y la enfermedad, mejora el cumplimiento terapéutico entre otros.
Siendo importante mencionar que dentro de los objetivos planteados se agregó la necesidad de identificar estudios previos relacionados al tema identificándose que si existen trabajos de tesis pero en menor cantidad que de investigaciones de revistas científicas, además que las variables unidas que son de interés para esta investigación, es decir psicoeducación familiar y bipolaridad, difícilmente se encuentran, haciéndose mención que se encuentran más de pacientes esquizofrénicos que de bipolares, aunque a pesar que la Instituto de Salud para el Bienestar (2022) Durante 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que alrededor de 45 millones de personas en todo el mundo padecían este trastorno, actualmente, no hay un dato oficial de cuántas personas padecen este trastorno, ya que ningún
país tiene un registro; no obstante, se estima una prevalencia de entre 2 y 3 por ciento en la población mundial. Siendo así que (Gil 2013). Indago el apoyo social en pacientes con bipolaridad, planteando como objetivo determinar el efecto de las redes de apoyo en el tratamiento del trastorno afectivo bipolar y en los estresores psicosociales de dichos pacientes y sus familias. Como se observa no es precisamente la variable de psicoeducación, sin embargo, se relacionan porque plantean la importancia de la familia como red de apoyo en el buen pronóstico del cuadro del paciente. Sin embargo, Peraza (2020) se interesó en la efectividad de los programas psicoeducativos en los tratamientos para personas con diagnóstico de trastorno afectivo bipolar, como se indica en sus objetivos la intención del plan psicoeducativo no es con la familia más bien con el paciente, sin embargo, dentro de los hallazgos si plantea la necesidad de integrar a los familiares. Mientras que Reinares (2007) y Reinares, Vieta, Colon, Martínez y Comes et alt (2002). se propusieron investigar la eficacia de una intervención grupal de tipo psicoeducativo dirigida a familiares de pacientes con trastorno bipolar y la intervención familiar de tipo psicoeducativo en el trastorno bipolar, evidenciándose en estos estudios objetivos y hallazgos más cercanos al presente porque la intención fue el proceso psicoeducativo en los familiares o cuidadores. De tal manera que se agrega a esta discusión de resultados el estudio de Lechuga (2014) quien se centró en las estrategias de afrontamiento ante la atención de pacientes con trastorno afectivo bipolar, donde el objetivo fue identificar las estrategias de afrontamiento que manejan los cuidadores en la atención de pacientes con trastorno afectivo bipolar, siendo afín con la presente
investigación porque se centra nuevamente en los cuidadores y considera la necesidad inminente de integrar al tratamiento a los mismos.
Martínez (2016). estudio sobre carga familiar y emocional expresada en familiares de pacientes con trastorno bipolar, evidenciados en la literatura expuesta en este trabajo que es necesario abordar la carga familiar y la emoción expresada ya que así lo expresa la Fundación Atilano Sánchez Sánchez (s.f.). Donde indica que las personas encargadas de cuidar a un familiar que presenta una condición patológica pueden llegar a presentar síntomas a nivel físico como emocionales, puesto que asumir la responsabilidad de otros genera desgaste, también se le denomina fatiga de compasión, pudiendo también presentarse en familiares. Evidenciando aún más el asertividad de abordar estas variables, confirmándose esto por Rascón, Hernández, Casanova, Alcántara y Sampedro, (2011), quienes lo comparan con un proceso de duelo que conlleva claramente carga emocional Por su parte, Penna (2018). Expusieron el tema de la psicoeducación en el trastorno bipolar TBP, con el objetivo de revisar el estado actual de evidencias, fundamentos y recomendaciones que se presentan en la bibliografía en cuanto a la inclusión de la psicoeducación al tratamiento del TBP. Siendo similar con el tipo de investigación a la que se le da lectura, porque ambas son de carácter documental o bibliográfico, donde se logran evidenciar argumentos teóricos que avalan la necesidad de la psicoeducación familiar, reforzando esta premisa Morales y Goikolea, (2011). Quienes amplían que todo paciente con diagnóstico de bipolaridad tiene la necesidad de medicamento, psicoeducación, psicoterapia y autoayuda, nombrando a los anteriores los cuatro pilares
Finalizando a dar respuesta a los objetivos planteados se mencionan diversos hallazgos relacionados con las conclusiones de los profesionales, científicos y estudiosos de la salud mental, siendo que Muñoz (2009). experiencias de los cuidadores de pacientes que padecen de trastorno afectivo bipolar. Concluyó que dentro de las necesidades se encontró que la mayoría deseaba un apoyo, no solo económico o gubernamental, sino también emocional, debido a que para ellos ha sido difícil asumir su situación. Coincidiendo con Gutiérrez, Martínez y Rodríguez (2013). Quienes aportan que la psicoeducación en los familiares o cuidadores de pacientes bipolares es significativa ya que el soporte de cuidados de los pacientes va a depender en gran medida de la capacidad y bienestar de su cuidador. Siendo este dato congruente ya que es necesario cuidar la salud mental de los familiares o cuidadores.
Hooley, Rosen y Richters, (1996). Quien agrega puntos importantes a tomar en cuenta en la psicoeducación a los familiares de pacientes bipolares agregando que están detalles como el conocimiento del tipo de familia que tienen, este es un punto importante ya que la funcionalidad o disfuncionalidad de esta genera mayores variables de buen pronóstico en el paciente y asegura a los cuidadores mejor clima familiar. Por lo que concluir disfuncionalidad con síndrome del cuidador y mal pronóstico en los pacientes es un punto asertivo.
Por su parte Muñoz (2009) concluyó que respecto a los sentimientos encontró que los cuidadores expresaban tristeza con tendencia al llanto, cada vez que ven la gravedad del asunto, pues es muy difícil soportar una vida de esa forma según refieren. Como se puedo evidenciar, el impacto en la salud mental generado por la situación presentada puede expresarse en forma de miedo, ansiedad, desconfianza, aislamiento, irritabilidad, desesperanza y síntomas físico. Pudiéndose observar como el autor describe prácticamente un cuadro depresivo también en los cuidadores, coincidiendo Viau (2014). Quien expresa que los cuidadores pueden presentar episodios de depresión y ansiedad, sumado a esto si el cuidado presenta premorbidamente problemas de salud el síndrome se agrava aún más. Se agrega Gil (2013). Quien deduce en su estudio que las redes de apoyo actúan como factores protectores permitiéndole al paciente el conocimiento de sí mismo, de su enfermedad y de ese modo identificar tempranamente los factores estresantes que podrían facilitar el desarrollo de una crisis, ya sea de tipo maniaca o depresiva y así manejarla a tiempo, previniendo complicaciones, esto indica que los familiares son importantes en el
tratamiento del cuadro, sin embargo si la salud mental de los mismos noes propia no pueden ser un pilar positivo como red de apoyo por lo que la psicoeducación se convierte en fundamental.
Finalizando con los siguientes autores (Reinares 2007). Quien sus hallazgos muestran que la intervención grupal de tipo psicoeducativo dirigida exclusivamente a los familiares repercute positivamente tanto sobre los familiares como sobre la evolución de los pacientes, resultando particularmente eficaz en la prevención de episodios hipomaníacos/maníacos. De igual forma Rivas y Ostiguín (2011), insisten en que el modelo de psicoeducación plantea una forma de dar solución a los sucesos estresantes contingentes que se presentan en la vida cotidiana y de difícil resolución para el individuo en su rol de cuidador.
Todos los autores antes expuestos indican que la bipolaridad es una enfermedad crónica y puede convertirse en grave si no se aborda apropiadamente, y dentro de esto les dan suma importancia a las redes sociales, cuidadores y familia quienes también necesita cuidar su salud mental, lográndose por medio de la psicoeducación que forma parte de las diversas técnicas clínicas que generan alta probabilidad de mejorar la calidad de vida
Todos los autores expuestos tanto en antecedentes y marco teóricos coinciden en que la bipolaridad es una patología grave y de alta incidencia en la visita clínica, con mal pronóstico si no se aborda tempranamente, el paciente tiene mal adherencia al tratamiento y sobre todo no se incluye un programa de psicoeducación apropiado. Dentro de las limitaciones se concluye que los investigadores mencionados en este trabajo son internacionales, ya que lamentablemente hallazgos nacionales con todas las variables no se pudieron detectar, a pesar de que nuestra población psiquiátrica no es la excepción a la presencia de la bipolaridad y la necesidad de la psicoeducación
Siendo el principal objetivo el determinar la importancia de la psicoeducación en los familiares de los adultos diagnosticados con trastorno bipolar se determinó que un buen plan psicoeducativo con fases estipuladas es necesario para los cuidadores, familiares y personas cercanas a los pacientes ya que estos forman parte de las variables de buen pronóstico para el paciente y es necesario que reciban dicho abordaje para conocer la patología del paciente, tanto como para cuidar su propia salud mental.
Se encuentra mayor cantidad de estudios sobre esquizofrenia y psicoeducación, el impacto de la enfermedad en los familiares y la necesidad del abordaje en los mismos, sin embargo, los cuadros psicóticos como los bipolares son entidades nosológicas que generan total disfuncionalidad en los individuos que lo manifiestan y necesitan del apoyo asertivo de sus familiares.
Existen muchos estudios sobre bipolaridad, pero se enfocan en los pacientes, los síntomas, el curso, los episodios, entre otros temas, siendo esto un tema de años de importancia en el ambiente clínico, sin embargo, el tema de introducir a los familiares dentro de los planes de tratamiento no es algo tan antiguo, según la literatura y antecedentes históricos encontrados.
A los profesionales que se interesan en el área de la investigación, es necesario replicar más estudios que incluyan a los familiares de los pacientes, parejas, hijos, progenitores etcétera, ya que estos son pieza fundamental en el buen desarrollo del plan terapéutico.
A la organización que se desempeñan en el ámbito de salud, es importante la concientización sobre el tema de la salud mental y sobre todo el área de psicoeducación, no solo en el propio paciente, también en los familiares y población en general
Respecto al área escolar, llama la atención que no se cuentan con programas sobre psicoeducación de salud mental, por lo que es recomendable incluir estos temas dentro del contexto escolar para ser crear la conciencia integral de la salud
Los psicólogos clínicos son los especialistas en la salud mental, por lo que programar planes de abordaje grupal generando información de los beneficios de la salud mental en los familiares de los pacientes para que se realice un trabajo en conjunto. Actualizarse continuamente es una obligación de todos los profesionales de la salud, por lo que es recomendable a los psicólogos clínicos que se interesen en el campo de la investigación ya que esta es un área rica en conocimientos.