PRESOS DE GUANTÁNAMO Después de años de torturas y vejaciones, varios presos de Guantánamo apuestan por España para volver a tener una vida. En concreto, entre cuatro y seis internos que serán liberados próximamente del centro de detención han solicitado instalarse en territorio nacional, según confirmó ayer Clive Stafford Smith, director de la ONG británica Reprieve, que defiende a un buen número de reos en la base estadounidense en Cuba. Estos prisioneros forman parte del grupo de unas 62 personas que Washington quiere liberar y reinstalar en terceros países. Ya sea porque conocen el idioma o porque tienen lazos de otro tipo con la nación, «entre cuatro y seis» de ellos estarían interesados en asentarse en suelo español, explicó Stafford Smith, quien no quiso dar más precisiones hasta haber hablado con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que se ha mostrado dispuesto a colaborar con EEUU. «Pensamos que hay unos 40 detenidos que deberían ir a Europa, no es un número muy grande», señaló el abogado, que consideró además que lo ideal sería que ningún Estado recibiese a más de entre cinco y ocho ex prisioneros. En este sentido, el Parlamento Europeo hizo ayer un llamamiento a los 27 países miembros de la UE a acoger en su territorio a antiguos internos de Guantánamo y a ayudar a la Administración de Barack Obama a cerrar la prisión. La mayor parte de los grupos de la Eurocámara se mostraron a favor de colaborar con Washington en esta operación y pactaron una propuesta de resolución en este sentido, que previsiblemente aprobarán hoy. En ella se pide a los Gobiernos comunitarios que, si así lo demanda EEUU, «cooperen para encontrar soluciones y estén preparados para aceptar reclusos de la cárcel cubana con el fin de ayudar a reforzar la legalidad internacional y ofrecer, como prioridad, un trato justo y humano para todos». «Europa no puede cruzarse de brazos», aseguró el líder liberal, Graham Watson, que subrayó que algunos países de la Unión «colaboraron tácitamente» en el traslado de presos. «Hay que tender una mano a los norteamericanos, sería un error decir que no», insistió, al tiempo que destacó el «valor» de Obama para «romper con el pasado». Los miembros del Parlamento, una de las instituciones que más ha criticado durante los últimos años la existencia de Guantánamo, celebraron la iniciativa del nuevo presidente de acabar con el polémico penal y consideraron, en su mayoría, que no ayudar al demócrata sería una «equivocación». «Cerrar el centro nos permite acabar con una aberración del derecho internacional. Ahora tenemos que asumir nuestra responsabilidad, porque Guantánamo es también fruto de silencio de la UE y de colaboración de algunos Ejecutivos», subrayó el socialista italiano Claudio Fava, autor del informe con el que el PE condenó los vuelos de la CIA en 2007. Dispuestos a cooperar. Los eurodiputados españoles que intervinieron en el debate se mostraron en todo momento a favor de colaborar con Estados Unidos, algo que, según dijo el socialista Javier Moreno, el Gobierno hará «sin duda». Al contrario, el alemán Helmut Nassauer (Grupo del Partido Popular Europeo) abogó por no acoger en la Unión a los liberados de Guantánamo, ya que «muchos eran terroristas y nuestro deber es hacer todo por proteger a los ciudadanos europeos del terrorismo». Se trataría de convencer a los estadounidenses de que “dejaran su estrategia antiterrorista como una guerra al margen del derecho y que aceptaran el enfoque europeo de considerar a los terroristas como personas y de acuerdo con el Estado de derecho”.
04:15 Meses de incomunicación, noches en vela, tortura psicológica e insultos fueron parte de la terrible experiencia que vivió Abu Bakker Qassim durante los cuatro años que pasó en la polémica prisión estadounidense de Guantánamo (Cuba), hasta que fue declarado inocente y logró refugiarse en Albania.