La industria que se fue por César Salinas

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Segundo Coloquio Nacional Los Procesos de Industrialización. Procesos de cierre de industrias y su devenir. Transformación, reutilización y pérdida del patrimonio industrial Monterrey 12 al 15 de octubre de 2016

Título de la ponencia: “La industria que se fue: rescate y organización de la memoria histórica industrial de Monterrey”.

Expositor: César Salinas Márquez.

Institución: Centro Eugenio Garza Sada.


La industria que se fue: rescate y organización de la memoria histórica industrial de Monterrey

Monterrey se identifica con la industria que hizo que se posicionara como una de las principales metrópolis de México. Los procesos de industrialización de la ciudad han sido abordados por la historiografía desde principios del siglo XX, a través de distintos enfoques y temáticas. Las fuentes en que se han basado estas investigaciones son igual de diversas: experiencias personales, entrevistas, periódicos, revistas, libros, impresos y, sobre todo, archivos.

Sin embargo, muchos de estos materiales han ido desapareciendo, superando la capacidad que tiene los acervos existentes para reunirlos. Los archivos públicos resguardan archivos relacionados a

los procesos de

industrialización que surgieron en sus jurisdicciones, entre los que destacan el Archivo General del Estado de Nuevo León y algunos archivos municipales.

Por otra parte están los acervos privados generados por los actores de la industria: empresas, empresarios y trabajadores. Estos son más vulnerables pues no están regulados y pueden conservar o no sus materiales históricos. Es por ello que el Centro de Información Empresarial de Nuevo León (CIEN) se creó para recopilar, organizar, custodiar y poner a consulta archivos privados que forman parte de la memoria industrial regiomontana, a fin de evitar su destrucción y ponerlos a consulta de los investigadores.

La industria y su memoria

Como actores de los procesos de industrialización, las empresas son las principales productoras de documentos, fotografías, publicaciones impresas, audiovisuales, objetos, etcétera. Sus archivos son valiosos para reconstruir la historia económica de la región en que tuvieron operaciones. Cada compañía, por supuesto, define sus propias estrategias de organización y conservación de


acervos: mientras que algunas los destruyen o depuran para conservar la parte que destacan de importancia o utilidad (generalmente lo más reciente), otras resguardan materiales históricos en mayor o menor medida.

Casos ejemplares de conservación de archivos de empresa en Nuevo León son, coincidentemente, los pertenecientes a las dos empresas-madre de la industrialización en el estado: Cervecería Cuauhtémoc y Fundidora Monterrey. La cervecera se fundó en diciembre de 18901 y en el siglo XX se diversificó en otras compañías que conformaron el Grupo Industrial Monterrey. Estas eran controladas por el holding Valores Industriales S.A. (VISA) que posteriormente se denominó Fomento Económico Mexicano S.A (FEMSA).2

La integración vertical de la Cervecería hizo que cada una de sus compañías generara materiales históricos de manera autónoma, pero no se establecieron mecanismos generales de conservación documental sino criterios de depuración y almacenaje de lo que se consideraba útil. Los documentos legales, constitutivos, actas de consejo y otros de alta relevancia tuvieron trato especial y fueron resguardados bajo estrictas condiciones de acceso, mientras que el archivo muerto, fotografías y objetos se destinaron a discreción a bodegas protegidas con mayor o menor celo.

Fue hasta junio de 2008 que se creó la Colección Histórica FEMSA, primer organismo interno que tiene como objetivo reunir y administrar “los recursos histórico-culturales de las diferentes unidades de negocios de FEMSA, además de las empresas que formaban el Grupo Monterrey antes de su bifurcación en 1974 (una parte se separó conformando el Grupo Alfa), la venta de algunas de las compañías (HYLSA, Cartón Titán) y la compra de Cervecería Cuauhtémoc por la holandesa Heineken en 2010. Por lo anterior, la Colección Histórica FEMSA es

1

Archivo Histórico de Nuevo León, Fondo Concesiones, Caja 1, Expediente 9. FEMSA acuerda intercambio estratégico. Monterrey, 11 de enero de 2010. http://www.femsa.com/es/medios/femsa-acuerda-intercambio-estrat%C3%A9gico-de-susoperaciones-de-cerveza-por-una-participaci%C3%B3n-del. 2

URL:


relevante por los materiales que reúne de las industrias pioneras de Nuevo León, los cuales se usan internamente para agregar valor a la identidad mexicana tradicional de la compañía y en el marketing de sus marcas.

Fundidora Monterrey S.A. (FUMOSA), por su parte, se fundó en mayo de 1900,3 siendo uno de los íconos de la industria regiomontana. No obstante, los problemas económicos de la compañía desembocaron en que el gobierno federal la adquiriera en 1977, administrándola poco tiempo pues se declaró en quiebra el 9 de mayo de 1986 a raíz de una serie de factores internos y externos. A lo largo de sus 86 años de vida, la fábrica produjo y conservó un archivo considerable que se quedó dentro de sus instalaciones que fueron cerradas intempestivamente.

Poco tiempo después, un grupo de estudiantes del Colegio de Historia de la Universidad Autónoma de Nuevo León gestionó el permiso para rescatar el acervo de la Fundidora, comenzando el proyecto de organización en agosto de 1990. Además de lo que se tenía en las instalaciones de la fábrica, durante un año (1990-1991) se realizó una recolección documental en empresas filiales a

la

acerera, creándose un conjunto de miles de documentos, publicaciones impresas, planos, fotografías y objetos de su historia.4

Como la empresa era estatal, el Archivo Histórico de Fundidora (AHF) entraba en la jurisdicción del Archivo General de la Nación, pero se logró que éste lo cediera en comodato el 6 de mayo de 1991, a fin de que permaneciera en Monterrey. El acervo forma parte del Parque Fundidora, complejo que integra museos, auditorios, centro de negocios, sitios de arqueología industrial, espacios deportivos, culturales y de recreación.5

3

Archivo Histórico de Nuevo León, Fondo Concesiones, Caja 15, Expediente 3. Casillas, Alberto (2015). Archivo Histórico Fundidora, Parque Fundidora, O.P.D. en Blog del Centro Eugenio Garza Sada, consultado el 2 de agosto de 2016, URL: https://centrocien.wordpress.com/2015/02/12/archivo-historico-fundidora-parque-fundidora-o-p-dpor-alberto-casillas/. 5 Idem. 4


A principios del siglo XXI, otras empresas regiomontanas han realizado esfuerzos de conservación de sus archivos de manera menos esquemática, generalmente a través de sus departamentos de comunicación o fundaciones. Es común que los materiales históricos se destinen como responsabilidad del área de comunicación social porque se relaciona a tres aspectos que ésta maneja: identidad de la compañía (puntualizando la antigüedad de la empresa, valores de sus colaboradores y su arraigo en el mercado), difusión de la historia de la empresa (enfatizando sus tradiciones y filosofía para fortalecer su imagen) y el marketing (hacer que “la marca sea historia y la historia sea marca”).6

Grupo Vitro, XIGNUS, Arca Continental, Cementos mexicanos (CEMEX), Grupo CYDSA, Grupo Alfa y Ladrillera Monterrey S.A. (LAMOSA) son ejemplos de empresas nuevoleonesas de larga tradición industrial que resguardan algunos de sus materiales históricos en departamentos de comunicación. Sin embargo, al enfrentar las crisis económicas a finales del siglo XX, muchas compañías regiomontanas de antaño quebraron, se fusionaron con transnacionales, fueron vendidas o se reorganizaron,7 perdiendo sus acervos en este proceso porque los consideraron un activo desechable.

Por otra parte, los archivos de empresarios, familias de trabajadores e instituciones ligadas a la industria también han sido vulnerados, pero existen casos de éxito. En ocasiones los herederos de los acervos asumen la responsabilidad de protegerlos por sus propios medios o buscan salvaguardarlos a través de la donación, venta o comodato a instituciones que cuentan con los requerimientos esenciales para realizar la tarea. Cabe destacar que al ser archivos privados, sus dueños han preferido que se integren a organismos que no sean de la esfera pública (gobierno). La primera opción, en algún tiempo la única, era

6

Sutil Martín, Lucía (2013). Neurociencia, empresa y marketing, Madrid, ESIC, p. 244. López Villafañe, Víctor (2007). “De lo local a lo global. La experiencia de Nuevo León en lo Global”, en Víctor López, Nuevo León en el siglo XX. Apertura y globalización: de la crisis de 1982 al fin de siglo, Monterrey, Fondo Editorial Nuevo León, pp. 63 – 85. 7


acercarse a las universidades particulares que comenzaron a recibir acervos y bibliotecas.

La Biblioteca Cervantina del Tecnológico de Monterrey (campus Monterrey), por ejemplo, conserva los archivos de los empresarios Valentín Rivero, León Ortigosa, Jesús Fernández y Familia San Román, que en conjunto suman más de 9 mil documentos.8 Por su parte, desde el 2006 la Universidad de Monterrey reunió una serie de colecciones ligadas al empresariado nuevoleonés: Guillermo Zambrano; Familia Garza Berardi; Familia Flores Kincaid; Carlos Quintanilla; Eva Carmen Garza Saldaña; y José P. Saldaña.9

Pero no solo las instituciones de educación superior se han interesado en la recepción de acervos del pasado industrial de Monterrey, pues en 2011 se creó el Centro Eugenio Garza Sada (CEGS), que tuvo como eje la organización del archivo personal del empresario del mismo nombre.10 El Archivo Eugenio Garza Sada (AEGS) integra 104,746 documentos, 1,010 fotografías, 1,107 libros, 890 publicaciones periódicos, 183 objetos y 300 planos de uno de los hombres de negocios más relevantes de la historia de Monterrey.

El Centro de Información Empresarial de Nuevo León (CIEN)

La creación del Archivo Eugenio Garza Sada dio la posibilidad de reunir otros acervos afines. En enero de 2014, el Centro Eugenio Garza Sada creó el Centro de Información Empresarial de Nuevo León (CIEN), proyecto cuyo objetivo es reunir acervos históricos relacionados al desarrollo empresarial de este estado, y a

8

Sanabria, Daniel (2015). Archivos Históricos de emprendedores en el Tecnológico de Monterrey , Blog del Centro de Información Empresarial de Nuevo León, Consultado el 20 de agosto de 2016, URL: https://centrocien.wordpress.com/2015/03/27/archivos-historicos-de-emprendedores-en-eltecnologico-de-monterrey/. 9 Flores, Óscar (2015). Centro de Estudios Históricos UDEM, Blog del Centro de Información Empresarial de Nuevo León, Consultado el 20 de agosto de 2016, URL: https://centrocien.wordpress.com/2015/03/13/centro-de-estudios-historicos-udem/. 10 Morado, César (2015). El Archivo Eugenio Garza Sada como fuente para la historia empresarial, en “Revista La Casona”, Monterrey, Año 1, Número 1, Octubre-Diciembre, pp. 9-10.


la contribución que empresarios y empresas realizaron a causas sociales, cívicas, educativas, deportivas y culturales en el estado. Desde entonces, el CIEN ha realizado proyectos de rescate, organización y conservación de la memoria histórica industrial de Monterrey, entre el inicio del proceso de industrialización y el comienzo de la desaceleración económica, 1890 y 1982, respectivamente.

El punto de origen del CIEN es la puesta en valor de los acervos privados que pertenecieron a los actores que participaron directamente en el desarrollo económico y social de esta zona del país, las empresas y quienes las manejaron. Estos materiales agregan el pensamiento, sentir y voluntad de dichos personajes vistos tras bambalinas, y deja testimonio de esa época, revelando aspectos poco conocidos y hasta entonces inaccesibles de la memoria histórica industrial del noreste de México.

La experiencia en estos años ha permitido que el CIEN defina una metodología de gestión de información que incluye cuatro etapas: 1.) Identificación y recopilación de acervos; 2.) Proyecto y Financiamiento; 3.) Organización, catalogación y digitalización; y 4.) Uso y difusión de los materiales.

Identificación y recopilación de acervos

El CIEN se enfoca a la recopilación de dos tipos de documentación: la que está en conjuntos integrados (archivos, fondos y colecciones), y los materiales dispersos sin previa organización, ya sean pertenecientes a empresas, empresarios, instituciones, familias y particulares. La identificación de ambos se realiza a través de una campaña permanente en canales tradicionales (búsqueda entre contactos, el ámbito de los archivos y las subastas), medios de comunicación (difusión en periódico, radio y televisión) y plataformas en internet (páginas web y redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram). De las tres maneras hemos encontrado oportunidades de adquisición, al solicitar información de la venta de un archivo que nos concierne, siendo contactados por personas interesadas en traer


sus materiales al CIEN, o acercándonos a quienes publican fotografías y documentos en redes sociales.

Al encontrar un acervo o colecciones afines a nuestros objetivos, contactamos a sus dueños, les hablamos del proyecto y planteamos cuatro opciones de integración documental: donación, comodato, préstamo o compra. Todas ellas son realizadas a través de un contrato legal con el Centro Eugenio Garza Sada, que le permite a la institución mantener, cuidar, exponer, publicar y disponer de los materiales históricos en cuestión. La donación significa la transferencia absoluta de la propiedad del patrimonio documental al CEGS; el comodato es la concesión del acervo al CEGS por un tiempo determinado, que al terminarse puede renovarse o no, pues los dueños conservan su propiedad; mientras que la compra es la adquisición completa del acervo que se convierte en propiedad del CEGS.

Aunque el CIEN ha adquirido acervos a través de compra, donación y comodato, uno de los obstáculos en la recopilación es el apego que los dueños tienen hacia los documentos, entendible no solo por el hecho de poseer algo valioso, sino por la cuestión sentimental, pues generalmente son materiales que pertenecieron a un familiar, empresa o institución con los que estuvieron relacionados. Por otra parte están las trabas legales que no permiten que empresas, asociaciones o familias puedan ceder el archivo por ser de propiedad inalienable o de un grupo de personas que deben firmar de conformidad.

Por ello se estableció la figura del préstamo, consistente en permitir que los materiales sean organizados, catalogados y digitalizados, y tan pronto termina este proceso son devueltos a sus propietarios sin necesidad de firmar contratos. Esto ha permitido que el CIEN recopile acervos en versiones digitales, las cuales dispone a consulta, y a la vez impulsa la conservación de archivos particulares, realizando su organización profesional y capacitando a sus dueños para protegerlos adecuadamente.


Proyecto y Financiamiento

Una vez firmado el contrato, se realiza el proyecto para incorporar el archivo o colección al CIEN, siendo indispensable contemplar su duración temporal, los costos que involucra y la forma de obtener los recursos para llevarlo a cabo. Para definir lo anterior, se realiza primeramente un inventario general del acervo, a fin de que indique: tamaño total en metros lineales o ítems, tipología documental (documento, fotografía, mapa, plano, audio, video, objeto, libro, hemerografía, publicación impresa), e implicaciones técnicas (tipo de soporte, estado de conservación, dimensiones).

En base a esto se define la duración del proyecto y un presupuesto que incluye el pago del personal requerido, servicios, materiales diversos, equipo, software y otros requerimientos; todos los procesos son coordinados por el CIEN y realizados preferentemente en sus instalaciones. Teniendo la cantidad de recursos necesaria, se procede a encontrar una fuente de financiamiento, contando con tres vías establecidas: inversión, coinversión y patrocinio.

La inversión consiste en que el CEGS aporte directamente los recursos para el proyecto, manteniendo en propiedad todo lo que se adquiera, es decir, la institución no otorga equipo ni recursos materiales o humanos a otros. Esta vía es la usual, pero tiene que ser autorizada por la asociación. También se ha utilizada la coinversión, que suma los recursos del CIEN con los del organismo o familia que cede sus materiales en comodato o préstamo. Además se han aceptado patrocinios específicos de terceros para la realización de los procesos de catalogación y digitalización. Cabe destacar que de no culminar el proyecto en el tiempo estipulado, o en el caso de exceder los costos planteados quedan dos opciones: gestionar más recursos o llegar hasta la etapa posible de avance.


Organización, catalogación y digitalización

Contando con los recursos, el CIEN coordina los procesos de organización, catalogación y digitalización de los materiales, siendo este último paso muy importante busca tener un acervo de consulta digital, accesible incluso a través de plataformas remotas en internet; para ello contratamos archivistas e historiadores.

La organización documental depende del tipo del perfil del acervos, que pueden ser: 1) Acervo empresarial (documentos de una misma compañía); 2). Acervo institucional (documentos de una organización no lucrativa); y 3) Acervo personal o familiar (documentos de empresarios, profesionistas, trabajadores o personajes en general). Dependiendo de su tamaño y particularidades, cada grupo documental se agrega como Fondo o Colección de algún archivo existente en el CIEN, o como un archivo autónomo. La tipología documental de los materiales de un archivo requiere también una división que ha sido estandarizada: fondo documental, biblioteca, fondo publicaciones periódicas, colección fotográfica, colección cartográfica y colección de objetos.

Cada una de ellas se organiza según normas internacionales particulares. Para los fondos documentales utilizamos la Norma Internacional General de Descripción Archivística (ISAD G, por sus siglas en inglés), por ser la utilizada en las instituciones archivísticas más importantes del mundo. En ella se realiza una descripción multinivel que va de lo general a lo particular: Fondo, Subfondo, Sección, Subsección, Serie y Subserie. A su vez, los documentos que comparten el mismo tema, actividad o asunto se agrupan en expedientes, que son la unidad básica de la serie y lo que finalmente consulta el investigador.11

Las fotografías se clasifican acorde a la Norma del Sistema Nacional de Fototecas (SINAFO), mientras que los libros y la hemerografía siguen la

11

Comité de Normas de descripción (2000). ISAD (G). Norma Internacional General de Descripción Archivística, Madrid, Ministerio de Educación, pp. 12-20.


clasificación de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, y para los objetos utilizamos la Norma del Consejo Internacional de Museos.

Culminada la catalogación, se procede a digitalizar los materiales o tener registro fotográfico de los mismos. La digitalización se realiza con equipo profesional según la tipología documental, y se decidió comprar máquinas en lugar de rentarlas por ser menos costoso a largo plazo. Para los documentos, libros y hemerografía se utilizan escáneres marca Epson Work-Force DS-6500, que cuentan con cama plana, alimentador automático, capacidad máxima de 2,400 puntos por pixel, y guarda directamente en formatos TIFF y PDF, que son los que utilizamos para alta resolución.

Para las fotografías utilizamos el escáner marca Epson Perfection V600 Photo, por su rendimiento y funcionalidad para digitalizar fotos, películas, diapositivas y transparencias, alcanzando imágenes a color de hasta 10 mil dpi, y guardándolas en los formatos TIFF y PDF que estandarizamos para estas colecciones en alta resolución. También utilizamos una cámara profesional marca Leika Q para tomar registro visual de los planos y mapas, objetos y documentos que exceden dimensiones.

Uso y difusión de los materiales

La última etapa del proceso comprende el uso y la difusión de los archivos. La consulta es abierta al público previa cita, y los instrumentos de búsqueda son manuales impresos y bases de datos de los registros de todos los materiales, en las cuales se pueden encontrar la información requerida por palabras clave o temas; los documentos pueden ser consultados solamente en su versión digital.

La difusión de los acervos e investigaciones realizadas en ellos se realiza de cuatro maneras: eventos, publicaciones, medios electrónicos y redes sociales. Los eventos son realizados por nuestra cuenta o en alianza con otras


instituciones,

como

exposiciones

museísticas,

conferencias,

coloquios

y

congresos. Las actividades están segmentadas según el público al que el CIEN dirige sus programas, básicamente cinco: jóvenes/estudiantes, empresarios, trabajadores, profesionistas e investigadores.

Las publicaciones del CIEN son de tres tipos, según su función: instrumentos de consulta que permiten conocer a mejor detalle los materiales que conservamos; investigaciones de archivo realizadas por el personal de la institución: e investigaciones de autores externos que se efectúan usando nuestros acervos. Los canales para publicar son la Revista La Casona del Centro Eugenio Garza Sada, revistas y libros financiados por el CIEN o pertenecientes a instituciones con las que se tienen acuerdos, como la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad de Monterrey.

El CIEN, por otra parte, ha dedicado gran parte de sus esfuerzos a tener presencia en medios electrónicos, publicando revistas, libros y documentos en formato electrónico en la página del CEGS, y 4 artículos al mes en su propio Blog que registra 16,947 visitas anuales. Otra apuesta importante es la difusión de contenidos escritos y audiovisuales en redes sociales a través de sus páginas en las plataformas Facebook (1,323 seguidores y publicaciones diarias con alcance anual de 343,069 personas); Twitter (105 seguidores y 8 publicaciones mensuales con alcance anual de 18,832 personas), Instagram (46 seguidores y 6 publicaciones mensuales con alcance anual de 400 likes), y Soundclouds (con 200 reproducciones anuales).

Resultados

Aunque el CIEN se creó como un archivo sin archivo, entre enero de 2014 y septiembre de 2016 ha recopilado 6 acervos: Archivo empresarial CIEN, Archivo Luis Santos de la Garza, Archivo Miguel F. Martínez, Archivo Familia Bremer, Archivo Manuel Gómez Morin (parte relacionada a Monterrey) y Colección Trabajo


y Ahorro. En total suma 151,259 documentos, 1,490 fotografías, 181 libros, y 4,466 materiales hemerográficos, lo cual forma parte de la memoria histórica industrial de Nuevo León y puede ser consultado en versión digital.

El primero en crearse fue el Archivo Empresarial CIEN que depende directamente del CIEN, integrado por donaciones diversas de materiales históricos por parte de empresarios, trabajadores, profesionistas y asociaciones de servicio. Este se nutre de la campaña permanente de recopilación documental y cuenta a la fecha con poco más de 30 mil fojas que hablan sobre empresas emblemáticas de Monterrey como Fundidora Monterrey, Cervecería Cuauhtémoc, Cementos Mexicanos, Ladrillera Monterrey, Hojalata y Lámina, Celulosa y Derivados, Cartón Titán, Valores Industriales S.A., Bebidas Mundiales, Soriana y universidades como el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Monterrey.

En el 2014 se contactó por redes sociales a Guillermo Bremer, quien posee el ahora Archivo Bremer de esta familia de origen alemana que llegó a México en el siglo XIX. Los Bremer se dedicaron al comercio desde Tamaulipas, y posteriormente en Monterrey, donde invirtieron en industrias y otros negocios. El propietario respondió positivamente a la invitación y decidió prestar el acervo para que el CIEN lo organizara y obtuviera una copia digital completa, conservando él los originales, 217 documentos, 373 fotos y 2 publicaciones impresas. Su importancia radica en revelar cuatro temas: la participación de migrantes y colonias extranjeras en la economía mexicana, la fase de acumulación de capital en el noreste a través del comercio, las primeras inversiones en industrias en Monterrey, y la vida cotidiana en la región.

El 12 de mayo de 2015 se incorporó también el Archivo Miguel F. Martínez, perteneciente a uno de los profesores de primaria y directivo de educación más relevante del siglo XIX mexicano. Este maestro fue declarado Benemérito de la Educación de Nuevo León por su participación en la vida educativa, cultural, política, militar e industrial del estado, entre 1868 y 1918. Su acervo se compone


por 201 documentos, 64 fotografías, 8 libros y 9 objetos, que incluyen su obra en las exposiciones industriales en distintos países, el apoyo a las sociedades mutualistas de Monterrey, y su labor educativa y cooperativista con los obreros regiomontanos. El acervo pasó por varias generaciones de los descendientes del maestro, hasta que su actual dueño lo donó al CEGS, contactado por trabajar en una de las empresas patrocinadoras de la institución.

En agosto del mismo año se concentró también la Colección Trabajo y Ahorro, que incluye en formato electrónico los ejemplares completos de la publicación del mismo nombre, abarcando entre 1921 y 2015. Trabajo y Ahorro es la revista interna de empresa más antigua en América, y tiene información sobre las empresas del Grupo Monterrey y sus programas laborales a través de la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa. La solicitud para obtener este acervo fue realizada casi por casualidad durante la visita del director del Grupo FEMSA al Centro Eugenio Garza Sada, y la gestión concluyó semanas después con la entrega de las revistas digitalizadas.

El 27 de noviembre de 2015 se integró al CIEN el Archivo de Luis Santos de la Garza, abogado corporativo, político y fundador del PAN en Nuevo León. El acervo revela la vida y obra de este personaje entre 1944 y 2015 en temas relacionados a sus facetas profesional, puestos de elección popular, e información de la historia de empresas y empresarios de Monterrey, sumando 1,277 documentos y 58 fotografías, además de algunos objetos. La particularidad de este archivo es que su productor y dueño, Luis Santos, lo donó en vida.

En enero de 2016 el CIEN encabezó la catalogación y digitalización de la parte relacionada a las empresas, empresarios e instituciones de Monterrey que se conserva en el Archivo Manuel Gómez Morin. Con esta institución, ubicada en el ITAM, se gestionó un acuerdo de colaboración para tener la versión digital de los materiales elegidos, conservando ellos los originales. Gómez Morin desempeñó un papel importante como abogado corporativo de los hombres de


negocios regiomontanos entre 1924 y 1972, teniendo entre sus clientes a Fundidora Monterrey, Cervecería Cuauhtémoc, Ladrillera Monterrey, Hojalata y Lámina, Celulosa y Derivados, Cementos Mexicanos, Harinera Santos, Banco de Nuevo León y Valores Industriales (VISA). De este acervo se seleccionaron cerca de 30 mil documentos que puedan ser consultados en el CIEN en versión digital, que incluye correspondencia, documentos legales e información de las industrias.

Los proyectos para el 2016 incluyen la organización y digitalización de los acervos empresariales que se conservan en los departamentos de comunicación de algunas compañías de Monterey que estamos identificando. Además, estamos en la gestión de la organización e integración en versión digital del Archivo de la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa (SCYF), la proveedora de servicios a los trabajadores de un grupo importante de empresas de Monterrey. Estos esfuerzos están orientados a conservar la memoria de la industria que se fue, pero que dejó registros en la memoria de la ciudad. Estos archivos forman parte del patrimonio de Nuevo León y son fuentes para los investigadores que interpretarán los momentos históricos que se vivieron en el territorio.

FUENTES

Archivo Histórico de Nuevo León, Fondo Concesiones. Casillas, Alberto (2015). Archivo Histórico Fundidora, Parque Fundidora, O.P.D. en Blog del Centro Eugenio Garza Sada. Comité de Normas de descripción (2000). ISAD (G). Norma Internacional General de Descripción Archivística, Madrid, Ministerio de Educación. FEMSA acuerda intercambio estratégico. Monterrey, 11 de enero de 2010. URL: http://www.femsa.com/es/medios/femsa-acuerda-intercambio-estrat%C3%A9gicode-sus-operaciones-de-cerveza-por-una-participaci%C3%B3n-del. Flores, Óscar (2015). Centro de Estudios Históricos UDEM, Blog del Centro de Información Empresarial de Nuevo León. López Villafañe, Víctor (2007). “De lo local a lo global. La experiencia de Nuevo León en lo Global”, en Víctor López, Nuevo León en el siglo XX. Apertura y


globalización: de la crisis de 1982 al fin de siglo, Monterrey, Fondo Editorial Nuevo León. Morado, César (2015). El Archivo Eugenio Garza Sada como fuente para la historia empresarial, en “Revista La Casona”, Monterrey, Año 1, Número 1, Octubre-Diciembre. Sanabria, Daniel (2015). Archivos Históricos de emprendedores en el Tecnológico de Monterrey, Blog del Centro de Información Empresarial de Nuevo León. Sutil Martín, Lucía (2013). Neurociencia, empresa y marketing, Madrid, ESIC.


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