RESUMEN DE LOS
PRINCIPALES
PRESENTADOS
TRABAJOS
EN EL
CLUB SEMBRADORES DE AMISTAD DURANTE
EL Aテ前
SOCIAL
1957 - 1958
EDICIONES: CLUB SEMBRADORES DE AMISTAD Monterrey, N. L., Mex. 1958
PRDLDGD La Mesa Directiva del Club Sembradores de Amistad de Monterrey, que hoy termina sus funciones, ha pensado conveniente y justo hacer la siguiente publicación de los principales y más interesantes mensajes presentados ante nuestra membrecía, en las sesiones celebradas durante su período 1957-1958.
MESA DIRECTIVA 1957 - 1958. Presidente :
Ing. Armando Ravizé
Vice-Presi dente ;
Isauro Villarreal
Secretario :
Lie. Emilio Guzmán Lozano
Pro-Secretario :
Diódoro de los Santos, Jr.
Tesorero :
Enrique A. Serazzi
Primer Vocal :
Lie. Virgilio Garza, Jr.
Segundo Vocal :
Ing. José Emilio Amores
Tercer Vocal :
Osear Guerra Gómez
Cuarto Vocal :
Dionisio Garza Sada
Fue una preocupación de nuestra parte presentar ante Uds. en nuestros programas, algunos de los principales problemas de interés y actualidad de nuestra ciudad, así como rendir cálido homenaje a aquellas instituciones y personas que, por sus méritos relevantes, sean merecedoras del cariño, gratitud y respeto de los regiomontanos. En este pequeño libro, que con satisfacción presentamos, encontrarán recopilados estos trabajos y algunos otros que, por su mérito artístico o literario, hemos creído oportuno dejar impresos. Sea también este libro una muestra de agradecimiento al esfuerzo y trabajo de las personas que cooperaron con nosotros en todos los programas de nuestras sesiones.
IDEALES DEL CLUB SEMBRADORES DE AMISTAD.
INGENIERO BERNARDO ELOSUA
Los ideales constituyen el alma de las asociaciones humanas, trazan su ruta y su destino, encauzan su conducta y provocan el desarrollo de sus órganos de expresión. Son, además, la fuente de energía que mantiene al organismo con vida y lo impulsa a la acción para la realización de sus objetivos. Es, por lo tanto, muy acertado el acuerdo de la Directiva de nuestro Club de que, con alguna frecuencia, se hable en nuestras sesiones sobre nuestros ideales, para darlos a conocer a los nuevos socios y para recordarlos a los antiguos.
Uno de los fundadores de nuestro Club y de los más destacados Sembradores de Amistad es sin duda alguna el Ing. don Bernardo Elosúa-i Regiomontano de corazón, luchador incansable y perfecto Caballero Cristiano. Ha sido Ex-Presidente del Club de Monterrey en dos ocasiones, demostrando siempre su gran cariño y dedicación a los principios e Ideales de esta Institución. En una de nuestras últimas sesiones, se le solicitó para platicar sobre doctrina e Ideario de Sembradores. Dada la importancia de esta plática creímos oportuno, iniciar este libro con este artículo a guisa de mensaje a todos nuestros amigos Sembradores.
Nuestros ideales tienen validez perenne, pues se fincan en los principios de la moral cristiana y en la naturaleza misma del hombre. Sin embargo, en épocas de perturbación social, como hace 20 años, en que el hombre se sentía perdido y deshecho en medio de la confusión, estos ideales adquirieron mayor brillantez, como soles orientadores en medio de la obscuridad. Es por esto muy conveniente hacer un poco de historia y repasar los hechos y las condiciones que prevalecieron entonces, cuando surgió a la vida nuestra asociación. El liberalismo decadente y el individualismo de fines del siglo pasado, dejaron un resabio de egoísmo y de soberbia en la generación inmediatamente anterior a la nuestra y que heredamos también nosotros. Era necesario acabar con ese individualismo y ese egoísmo exagerados y substituirlos por la auténtica caridad cristiana, que es amor en una de sus formas más puras y desinteresadas: la amistad. La amistad verdadera implica afinidad de ideales, comunidad de principios, comprensión, tolerancia y afecto sincero, cualidades y condiciones indispensables para dar fuerza a una asociación humana. Aquí recordar cabe las palabras del Padre Pierre Charles: "La fuerza no resulta de la simple unión, sino del acuerdo".
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Estar de acuerdo, pues, es indispensable para darle a una organización como la nuestra, la cohesión y la fuerza necesarias para actuar eficazmente e influir en el medio en que vivimos. Por eso la amistad con este significado amplio, generoso y cristiano, constituye la piedra angular de nuestra organización. Pugnar por la ética en el mundo de los negocios y de las profesiones es la segunda finalidad que adoptó nuestra asociación, y veamos por qué. Vivíamos y seguimos viviendo en un mundo materialista en el que se sostienen, como valores supremos, el éxito, la riqueza, la fama y la posición económica, relegando a segundo término los valores espirituales y las virtudes morales. Lo importante es hacer dinero, lo importante es ganar, lo importante es llegar a la meta, aunque los medios sean turbios ó, cuando menos, no muy claros; aunque para lograr esos fines sea necesario destrozar honras y prestigios, comprar conciencias y cohechar autoridades. Para mayor comodidad algunos han llegado a crearse una doble conciencia: una para su vida personal en su hogar, en donde son tenidos por personas respetables y respetadas, y otra para los negocios, en donde la falsa conciencia se escuda detrás del estribillo "negocios son negocios". De ahí la importancia y la necesidad de adoptar una postura clara y categórica, frente a una situación que degrada a la persona humana y atenta contra la justicia social y la equidad. Si el hombre no obedece a un mismo principio, si no es consistente en su norma de conducta en los distintos aspectos de su vida, ya sea en sus relaciones íntimas con Dios, en su familia, en los negocios o en la sociedad en general, su personalidad es disminuye, se degrada, y contraría una de las leyes de la vida: el anhelo inherente de ascención espiritual para alcanzar la unión con Dios. Y atenta contra la justicia social y la equidad, el hombre de negocios o el profesionista, que escudándose en el prestigio
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que le da su posición, elude al juez de su propia conciencia para obtener beneficios a costa del derecho y el bienestar de sus semejantes. Tercera finalidad. Impulsar las actividades sociales y cívicas como medio de elevación individual y mejoramiento colectivo. Tres ejemplos de lo realizado por nuestro Club de Monterrey, pueden delinear mejor esta tercera finalidad, que una larga explicación: la Cruz Roja, El Club Infantil José Caldei ron y la Escuela León Ortigosa, tres obras promovidas y auspiciadas por nuestro Club, y cuya trascendencia en nuestra vida social es de todos conocida y apreciada. Hay muchas otras instituciones como éstas, que están por gestarse en espera tan sólo del impulso creador del Club de Sembradores. Estimular el espíritu cívico y fomentar todo cuanto tienda al mejoramiento moral y material de la comunidad, constituye la cuarta finalidad. El hombre es, por naturaleza, un ser social; es decir, no puede vivir aislado. Necesita, en primer lugar, de la mujer para formar la familia, que es la célula de la sociedad, y las familias necesitan vivir en comunidad para complementarse; en una palabra, el hombre tiene que vivir en sociedad. Vivir en sociedad implica una responsabilidad del individuo hacia la misma; velar por el bien común, sacrificar, muchas veces, el bien propio por el de los demás, y ejercer una actividad honesta que sea útil no solamente para sí, sino para los demás miembros de la sociedad en que vive. Además, la sociedad, por la complejidad misma que le da la convivencia de multitud de personas con intereses y derechos diversos, exige el nombramiento de una autoridad que administre los bienes que son comunes e imparta justicia. El nombramiento de dicha autoridad es no sólo un derecho, sino una obligación de los miembros adultos de dicha sociedad. Abstenerse de ejercer este derecho ó de cumplir esa obligación, -3-
no sólo mengua la personalidad del individuo, sino que constituye un principio de degradación social, exponiendo a la sociedad a ser gobernada por dictadores o por simples caciques. De ahí la importancia de que todos los Sembradores se constituyan en ejemplo vivo del espíritu cívico que propugna esté principio, y procuren estimularlo en los demás. Hace 20 años padecíamos un malinchismo feroz. Todo lo que venía de fuera, tenía que ser bueno, y todo lo que era mexicano, lo que era propio, tenía que ser malo. Fue necesaria una introspección; escudriñar nuestra conciencia, investigar por nosotros mismos nuestra historia, rasgar el velo de la leyenda negra, cocinada por elementos extraños con intereses bastardos, y recurrir a las fuentes, con Carlos Pereyra y José Vasconcelos, para reencontrar y revalidar nuestra gloriosa y muy noble tradición hispánica. Y tomando esta piedra angular como punto de apoyo y de partida, lanzarnos en una aventura que constituye una exigencia personal y nacional, en pos de un destino propio, forjado con nuestro propio barro, con nuestros propios valores, que los tenemos, y muy auténticos; y me refiero no solamente a los que se han destacado en el campo de las letras y las artes, sino también a los más humildes, a los hijos espirituales de Fray Bartolomé de las Casas y de Vasco de Quroga — y, junto con ellos, unidos por la fe y por la lengua, iluminados por la cruz e inspirados por los valores superiores del espíritu, estructurar nuestra propia nación; una nación grande, digna y generosa, donde quepamos todos los mexicanos, sin distinción de raza ni color, y querida y respetada por propios y extraños. Señores Sembradores, esta es la interpretación y estos son los alcances del quinto y último de los principios de nuestro Club, que para mí es el más importante: Conservar y enaltecer la tradición y los valores espirituales y morales, que constituyen la base de nuestra nacionalidad. Por su atención, muchas gracias. ING. BERNARDO ELOSUA. Monterrey, N. L., a 11 de Septiembre de 1958.
SR. DON DIODORO DE LOS SANTOS Jr.
Nuestro Poeta de casa, le llama cariñosamente el Ingeniero Ravizé a don Diódoro de los Santos.
En realidad debería
llamarle el polifacético artista de casa, pues nuestro Diódoro, a más de ser poeta, es músico, compositor, dibujante, fotógrafo, tenor, y todo ello lo hace estupendamente.
CRÓNICA del viaje que hicieron los Sembradores Regkr montanos para asistir a la Convención Nacional de Clubes de Sembradores de Amistad, a Guadalajara, Jal., la mal llamada Perla de Occidente. Digo mal llamada porque no es una Perla, sino toda una estupenda Diadema. Por Diódoro de los Santos, Jr. De los miembros de este Club, no hubo uno que se olvidara que la Convención de este año sería en Guadalajara. Y todos los Sembradores veían con ilusión, que les fuera a ellos posible el ir a la Convención. Allá, a mediados del año, se comenzó aquí a estudiar la forma más conveniente para el tal viaje efectuar. Se vieron itinerarios; se estudiaron situaciones; revisáronse experiencias de pasadas convenciones. Y con un gran mapa-mundi ante todos los presentes, se expusieron a los miembros ventajas e inconvenientes. Se discutió si ir en tren, o cada quien en su coche, o también si en autobús, o si de día o de noche. Hubo otros que propusieron hacer el viaje en avión, y otros, en patín del diablo ir desde aquí en excursión.
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Los más propusieron ir en forma regiomontana, y con gran economía ir a pie y en caravana. Pero agregando que ahora ya no hay zapatos baratos, y así habría que ir descalzos para no gastar zapatos. Otro de los concurrentes a la junta aquella, expuso la gran conveniencia de ir en el satélite ruso. Pero tal proposición a ninguno le convino, que yendo en él, no podrían comprar nada en el camino. Mas, en tantas discusiones, brotó la idea feliz de hacer la mitad del viaje yendo en tren hasta San Luis. ' Y después, encomendando todos nuestra alma a Jesús, seguir a Guadalajara en poderoso autobús.
A la vez que el anterior, otro grupo discutía, pero en esas discusiones flotaba la fantasía, Este grupo era el de artistas de melena enmarañada; de mirada soñadora; de alma de luz embrujada. -7-
Con notable erudición, discutían dulcemente sobre el tema delicioso del arte antiguo y presente. Y el objeto de sus juntas, cualquiera lo imaginara, es ver qué motivos de arte llevan a Guadalajara. Uno del grupo propone que con rapidez ciclónica, se forme, con Sembradores, alguna orquesta sinfónica. O una tragedia de Esquilo traducida al otomí, vestida a la moda inglesa, y en el ambiente de aquí. Otros, juntando arte y ciencia, suponen que lo más lógico, es llevar algo que muestre nuestro avance tecnológico. Para tal efecto, dicen, sería algo colosal llevar un globo terráqueo de tamaño natural. Y otros piden que se agregue, por científicas razones, alguna esfera celeste de las mismas proporciones. Esto se aprobó en principio, mas surgió la discusión de que eso sería hacer demasiada ostentación. Y así, en cambio, se propuso otra cosa más sencilla: llevar allá solamente nuestro Cerro de la Silla. •8-
Otros más manifestaron que si artístico era el fin, mejor sería una serie de bailables de postín. Y luego en Guadalajara, en sesión de sol a sol, bailar desde la gavota, al moderno rock'n-roll. Esto es lo que al fin, se aprueba, y ya sin más discusión, pónense a ver qué bailables llevan a la Convención. Estudiando, se descubre que en tierra regiomontana, es desde hace muchos años popular La Varsoviana. Y además de ese bailable, es típica en la región la bulliciosa y alegre polka de punta y talón. Y sin mayor dilación se principian los ensayos, que en el Club, para bailar, existen muy buenos gallos.
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La profesora de baile sabe enseñar a conciencia, pero con los bailadores se estrella toda su ciencia. En cambio, las bailadoras, todo gracia y armonía, bailan con destreza que Terpsícore envidiaría.
Por fin, dice la maestra que aquellos no aprenderán, si no se ponen a un régimen a base de Gerolán. Y apenas así consigue, que aunque son cosa sencilla, aprendan ellos los bailes, aunque, ¡ah, cómo echan polilla! * * *
En fin, se llega la fecha, y el martes ocho, feliz cada uno de los viajeros toma el tren para San Luis. Y con mente y con espíritu puestos ya en la Convención, arriban los Sembradores gozosos a la estación. Todos con gran precaución han preparado su viaje, pero muchos pagarán por exceso de equipaje. Pues van llenos de petacas y de encargos de última hora; de lonches y de tortillas; el perico y la señora. Es decir y las señoras lindas a más no poder, que hasta parecen que tienen la edad que dicen tener.
Con una hora de retraso arranca cansado el tren, y gozan los pasajeros de un dulce y suave vaivén.
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Continúa el maquinista su diesel acelerando, y aquel vaivén dulce y suave sigue también aumentando. La velocidad del tren cada vez más va subiendo, y todos los pasajeros bailan un shimmy estupendo. Y cuando va a toda máquina aquella locomotora, nos sentimos como hielo dentro de una licuadora. Pero el hambre, por supuesto, ya ha empezado a molestar, y aunque vamos a gran prisa, pues no hay más que ir a cenar. Mas es tal el bailoteo de aquel tren sobre el camino, que metemos la cuchara en la boca del vecino. Y al tomar nuestro café, té, leche o cualquier bebida, ¡ay nomás a la pasada le damos una sorbida! Al andar en los andenes, cayendo una y otra vez, nos agarramos al piso con las uñas de los pies. Mas aún con tal precaución es tan fuerte el movimiento, que cae uno todo de ancho encima de algún asiento. Y en situaciones tan graves, conviene, (muy natural), buscar caer en los brazos de alguna linda mortal. -11-
Unos tras otros se acuestan, y bien se puede notar que nadie puede dormir. Todo se les va en roncar. Pero llegamos a tiempo a la tunera San Luis, y aunque el viaje fue movido, nadie hay que no esté feliz. Los autobuses, ya listos, nos esperan a la puerta, y una excursión grata y cómoda se ve como cosa cierta. Van en los dos autobuses sendas cajas de cervezas, y con ellas en el viaje no habrá pena ni tristezas. En el autobús mejor subimos los principales, y en el otro de los dos se van Junco y otros males. Enfilamos proa al sur por ancho y muy buen camino, deseando todos llegar pronto y bien a su destino. Mas de pronto un pasajero le suplica muy atento al chofer del autobús que pare por un momento. Se baja él, y cosa rara, todos los demás señores, con marcado disimulo se bajan a cortar flores. Al menos, eso supongo, que en aquella corta estancia, surgía de la campiña embriagadora fragancia.
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Después sigue lo contrario, Esto es, se piensa en comer, aunque en aquel autobús sólo había qué beber. Compramos unas carnitas, pero, por motivos obvios, muchos no quieren comerlas por temor a los microbios. Mas sufrieron un error los que tal cosa opinaron; nosotros estamos vivos; los microbios, ¡se asfixiaron! * ** Sigue el autobús andando, y en sin igual sinfonía, continúan las señoras con su alegre algarabía. En cambio los caballeros, con elegante apostura, sólo hablan de alta política, y de alta literatura. * ** Visitamos en San Juan la Santa Virgen María, implorándole su ayuda; pidiendo su compañía. Le rogamos que a los nuestros lleve por sendas de bien, y que, si le queda tiempo, pues. . . a nosotros también. * ** Reconfortamos nuestra alma, y plenos de dulce unción ahí en San Juan de los Lagos, proseguimos la excursión.
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Y cual Rodrigo de Triana dijo ¡Tierra! en fecha cara, muy pocas horas después grita alguien: ¡Guadalajara! Y llegamos, y hubo luego las sorpresas consabidas, y uno se encontró al bajarse con sus petacas perdidas. Mas tras del primer momento su susto pudo acabar, pues, como era de esperarse, las tenía en su lugar. * * *
Guadalajara, ¡qué linda! ¡Qué hermosa Guadalajara! Señorial, grande, suntuosa; limpia como el agua clara. Prados verdes, verdes, verdes, con flores, con muchas flores, que alegran olfato y vista con su fragancia y colores. Calles anchas; casas nuevas; movimiento por doquiera. Fuentes donde juega el agua cristalina y bullanguera. Movimiento, acción, trabajo; progreso sin algazara; superación como meta. ¡Eso es hoy Guadalajara! * * *
Y luego sus habitantes, gente buena como el pan, que a todos hacen el bien adonquiera que están.
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Sus hombres, recios varones en donde el honor se afianza; caballeros de estos tiempos hechos a la antigua usanza. Sus mujeres, dulces, lindas, con la fragancia de rosas; buenas, modestas, humildes, aunque se saben hermosas. El alma del que las mira ante ellas queda de hinojos por la miel de su sonrisa, por el brillo de sus ojos. Y si en el cielo hay mujeres, cualquiera al verlas diría que no habrán de ser más bellas que la mujer tapatía. Con tan buenos elementos, no tenía discusión que sería extraordinaria la pasada Convención. Hubo una misa solemne donde estaba uno arrobado, pues la Virgen de Zapópan estaba allí a nuestro lado. Fue la sesión de apertura de una gran solemnidad, pero todo ello enmarcado entre afecto y amistad. Suculentos los banquetes. Los trabajos, excelentes. Entusiasmo y alegría entre todos los presentes. Tres fiestas que no se sabe cuál fue mejor, a fe mía: pleitos de gallos, rodeo, y una Noche Tapatía.
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En el Palenque (Je Gallos, con las gradas muy bien llenas, bulle y rebulle la gente; hierve la sangre en las venas. Los corredores, abajo, van apuestas colocando. Arriba toca un mariachi al que nadie está escuchando. Atan los amarradores a los gallos la navaja. La botella de tequila baja y sube; sube y baja. Azuzan a los dos gallos para hacerlos enojar. ¡Fuera gente y corredores! ¡La pelea va a empezar! Los dos gallos se calculan; se atacan con furia humana; se despluman en el choque; se pinta el suelo de grana. Y en fin uno de los dos cae como por un rayo, ¡que en el palenque, y afuera, siempre gana el mejor gallo! * ** Una Noche Tapatía en mero Guadalajara. Brisa que perfuma el aire. Luna que la noche aclara. Una Noche Tapatía con alegría sin fin, bajo frondas y entre flores de incomparable jardín. Mujeres, muchas mujeres. Muchas mujeres hermosas; caras blancas como luna que dan envidia a las rosas.
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Charros fuertes, arrogantes; caras por el sol tostadas. Grandes sombreros jaranos de anchas alas arriscadas. Las estrellas que en el cielo, con su eterno parpadear, miran, miran hacia abajo para la fiesta mirar. El mariachi coculense que de tocar no termina. Un estanque de agua clara, de agua clara y cristalina. Lindas chicas, guapos mozos, bailan jarabe ranchero. Ellas, seda y lentejuelas; ellos, oro, plata y cuero. Antojitos mexicanos en variedad que no acaba. Rico atole con sabores de canela y de guayaba. La novia que coquetea al galán enamorado, Suegras futuras que miran el idilio con cuidado. Parejas que alegres bailan al son de la gran orquesta. Paj arillos que en los árboles brindan su trino a la fiesta. Música, luz, donosura. Bromas, risas, alegría. ¡Eso es, en Guadalajara, una Noche Tapatía! * ** En la fiesta del rodeo, todo es valor, fuerza, hombría, que es la esencia de los hombres de la tierra tapatía.
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Allí se nos muestra el charro, a su gran tradición fiel, en un eterno domar de nervios, reata y corceL Cuando los charros se afianzan a su silla de montar, ninguno a colear les gana. Nadie les gana a lazar Y sus suertes efectúan con tal valor y limpieza, que se ve claro que aunan al arrojo, la destreza. Su porte siempre es altivo, como de buen mexicano. Muestran su cara de macho bajo el sombrero jarano. Y ya en traje de faena o en su traje dominguero, muestran su corazón de oro y sus músculos de acero» No hay una yegua matrera que no puedan jinetear, ni nadie más elegante si de salón va a charrear. Y no hay en el mundo fiesta que muestre más gallardía, que un rodeo por los charros de la tierra tapatía. * ** Y podría fácilmente continuar la relación, diciendo qué bien estuvo lo doceava Convención. Pero esto ya se ha alargado, y puedo muy bien notar que muchos de los oyentes empiezan a bostezar. -18-
Solo diré, por final, que aquello estuvo perfecto. El programa de las fiestas, insuperable, selecto. Hubo discursos notables por gentes de aquí y de allá, con muy buenas enseñanzas que ninguno olvidará. Nuestros bailadores fueron, sin lugar a discusión, de lo que más aplaudieron todos en la Convención. Los tapatíos deseaban, y bien que lo consiguieron, que estuvieran muy contentos quienes a su tierra fueron. Nuestro viaje de regreso, sin notables incidentes, fue tan sólo de recuerdos de los sucesos recientes. Y . . .siguen los Sembradores de Amistad por nuestro mundo, abriendo en los corazones un surco recto y profundo. Dejan la huella a su paso de bondad, de bienandanza, tratando de hacer amigos a donde la vista alcanza. Darán a propios y extraños su mano con gran lealtad, sembrando, siempre sembrando. Sembrando siempre amistad. * *
Octubre de 1957. .19-
Palabras del Ing. Armando Ravizé al tomar Posesión de la Directiva del Club de Monterrey, para el Ejercicio 1957 -1958 Muy distinguidos invitados, INGENIERO ARMANDO RAVIZE
El Ingeniero Armando Ravizé, en dos ocasiones ha hecho entrega cabal de sus estupendas energías ocupando la Presidencia del Club de Sembradores de Monterrey.
Es amplia-
mente conocido en todos nuestros Clubes, por la magnífica labor desarrollada en esas dos ocasiones en la Presidencia de nuestra Asociación.
Sus palabras al tomar posesión como
Presidente en el año correspondiente de 1957-1958, son una norma de trabajo difícilmente superable, y sus últimas frases nos parecen un mensaje generoso a todos los Sembradores.
Sr. Lie. Virgilio Garza Jr., Muy queridos amigos Sembradores :
Quiero ante todo agradecer al Licenciado Virgilio Garza, Jr., las palabras y los conceptos de su discurso; los recibo satisfecho porque sé que son producto de una verdadera amistad. Cuando casi exactamente hace diez años entregaba yo la Presidencia de nuestro Club en las manos de nuestro estimable amigo el Dr. Alfonso Garza, nunca pensé en ese entonces que 10 años más tarde, en una ceremonia tan emotiva como aquella, iba yo a recibir nuevamente el timón de nuestro Club, precisamente de manos de su hermano el Licenciado Virgilio Garza, Jr. Y así hoy, por decisión de todos ustedes, en donde seguramente han obrado más la simpatía y el aprecio, que una selección juiciosa, vengo en compañía de las personas que formamos la nueva Mesa Directiva a protestar por nuestro honor cumplir dentro de lo que nuestras capacidades lo permitan la difícil y honrosa tarea de gobernar por un año los destinos del Club de Sembradores, y los destinos de la Asociación de Clubes de la República. Quiero como primera misión a cumplir saldar una deuda de gratitud que el Club tiene pendiente con el amigo que hoy acaba de entregar la Presidencia. Hace un año aproximadamente fui miembro de una comisión de ex-Presidentes que entrevistó el Licenciado Virgilio Garza, Jr., para pedirle un sacrificio, y por qué no decirlo, otorgarle un honor; al solicitar su consentimiento para encabezar la planilla para la nueva Mesa Directiva de nuestro Club. -21-
Y sabiendo y conociendo sus inumerables compromisos y ocupaciones pensamos que su decisión podía ser contraria a nuestros deseos, pero su contestación fue sencilla, y espontánea, y responsable: "No puedo negarme a una tarea que todos los aquí presentes han sabido cumplir. Licenciado Virgilio Garza, Jr.: su actitud y su labor son estímulo y ejemplo para todos nosotros. Reciba usted, por mi conducto, el agradecimiento de nuestro Club. Y ya en esté campo de la gratitud, que para mí es una de las facetas más puras de la amistad, quiero hacer mención especial a los hombres que al igual que el Licenciado Garza han entregado su esfuerzo y cariño a nuestro Club, como Presidentes del mismo. Voy a pasar lista de presentes a todas estas personas, sintiendo que algunos, por motivos de ausencia de la ciudad, no se encuentran entre nosotros. Señores ex-Presidentes del Club Sembradores de Amistad: nuestra Institución necesita ahora, más que nunca, de vuestra cooperación, vuestro consejo, vuestro ejemplo; nuestro Club ha llegado a la mayor edad, ha pasado ya los dinteles de nuestra propia casa y se ha desbordado por todos los rincones de nuestra Patria; la semilla de sus ideales se ha regado por todos los campos de nuestro México fructificando en los corazones de todos los mexicanos de buena voluntad que luchan como nosotros desde hace tantos años por una patria mejor y por una patria sin odios; por un México generoso para todos. Y es ahora cuando el Club de Monterrey, cuna gloriosa de esta cruzada, soporta sobre sus espaldas la difícil tarea de seguir marcando derroteros.
El Club Sembradores de Amistad no es un motivo de simple esparcimiento semanal, por sano y noble que este sea. No es tan siquiera el contacto fácil que nos conecte con las necesidades de nuestros semejantes. No es tampoco el medio de un trabajo colectivo, en escaparate social. Nuestro Club es trabajo permanente y fecundo. Es afán constante de solución a los problemas de nuestros semejantes. Es oportunidad sencilla y discreta para cumplir con la tarea divina que a cada uno de nosotros se nos confiere. Nuestro Club es faro de nuestra vida como hombres, como ciudadanos, como hijos de Dios. Monterrey, N. L,, a 22 de Octubre de 1957. ING. ARMANDO RAVIZE
Señores ex-Presidentes: el Club, por mi conducto, agradece vuestro trabajo pasado, pero solicita vuestra ayuda permanente. Cumplida ya esta tarea de gratitud para los que cimentaron las bases de nuestro Club, sólo quiero hacer llegar unas cuantas ideas de lo que es nuestro Club a todos esos nuevos y jóvenes Sembradores de Amistad que serán mañana los dirigentes y los pilares de nuestra Asociación.
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' Informe rendido por el Sr. Lie. Virgilio Garzr., Jr., Presidente de la Asociación de Clubes Sembradores de Amistad, a la XII Convención Nacional celebrada en Guadalajara: LICENCIADO VIRGILIO GARZA
Sin lugar a dudas, una de las épocas más fecundas de nuestra Asociación, más fecundas en realizaciones de beneficio ideológico para ella, fue aquella que estuvo bajo la Presidencia del licenciado Virgilio Garza. Hombre cuyo talento ha sido reconocido, no solamente en nuestro País, sino también internacionalmente. La Asociación le debe y le agradece dedicar parte de su tiempo a ella, no sólo cuando él dirigió, sino en todas aquellas ocasiones en que ha necesitado de su sabio consejo y de su oportuna orientación.
Honorables Damas, Distinguidos Invitados, Compañeros Sembradores : Estando para concluir el período correspondiente al Ejercicio Social de la H. Directiva de nuestra Asociación, que me honro en presidir, voy a permitirme cumplir con la grata obligación de rendir ante la H. XII Convención Nacional de Clubes Sembradores de Amistad, el informe anual de los trabajos realizados, desde el mes de Octubre de 1956 a la fecha. Al tomar posesión esta Directiva, nuestra Asociación estaba constituida por 21 clubes instalados en las ciudades de Aguascalientes, Ags., Ciudad Valles, S.L.P., Ciudad Juárez, Chih., Culiacán, Sin., Chihuahua, Chih., Durango, Dgo., Guadalajara, Jal., Matamoros, Tamps., Irapuato, Gto., León, Gto., México, D. F., Monterrey, N. L., Nuevo Laredo, Tamps., Oaxaca,0ax., Orizaba, Ver., Puebla, Pue., Saltillo, Coah., San Luis Potosí, S. L. P., Tampico, Tamps., Torreón, Coah., y Zacatecas, Zac. Dentro de un período de 8 meses, o sea de Enero de este año al mes de Agosto último, fueron organizados y fundados 5 clubes más, en las ciudades, por su orden, de Mazatlán, Sin., Ciudad Victoria, Tamps., Hermosillo, Son., Tecate y Mexicali, B. C. Para ellos pido que la Asociación les otorgue su Certificado de Reconocimiento o Carta Constitutiva. La Asociación, por conducto de la Dirección Coordinadora a cargo de nuestro compañero el señor Licenciado Carlos Marín Foucher, no omitió esfuerzo alguno para acrecentar su membrecía, y así actualmente están funcionando en el país 26 clubes, en vez de 21 que existían hasta el año próximo pasado, siendo verdaderamente halagador comprobar que nuestros idea-
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les van poco a poco dándose a conocer en todos los lugares de México, con el aplauso sincero de todos los hombres de buena fe. Quiero hacer aquí mención especial del entusiasmo y esfuerzos laudables del Licenciado Carlos Marín Foucher, quien ha hecho de su trabajo un verdadero apostolado. Hasta Octubre del año próximo pasado la membrecía total de los Sembradores en el país era de 860 socios, habiendo aumentado durante este período a 1,042, o sea que nuestra Asociación ha venido a fortalecerse con el ingreso de 182 nuevos compañeros, los cuales integran los 5 Clubes fundados últimamente. En el mes de Enero de este año, el que habla tuvo el gusto de visitar los Clubes hermanos de Culiacán, Mazatlán y Guadalajara, y en diversas ocasiones el Club de México, teniendo por objeto estas visitas estrechar los lazos de amistad entre los compañeros. Siguiendo este mismo renglón de trabajo, el Licenciado Marín Foucher, Director Coordinador, practicó visitas de cortesía en número de 23 a los Clubes de Mazatlán, Sin., Guadalajara, Jal., León, Gto., Irapuato, Gto., Aguascalientes, Ags., Zacatecas, Zac., San Luis Potosí, S. L.P., Ciudad Valles, S. L. P., Tampico, Tamps., Torreón, Coah., Durango, Dgo., México, D. F., Matamoros, Tamps., Hermosillo, Son., Tecate y Mexicali, B. C. procurando en todos los casos colaborar con las Directivas que todo cuanto fuese necesario. De conformidad con los acuerdos recaídos a las ponencias presentadas en la anterior Convención celebrada en Monterrey, fueron cumplidos cada uno de los dictámenes correspondientes en sus términos. Este trabajo, comprendió la revisión de dichas ponencias, confección de inumerables copias de proyectos y estudios, credenciales, etc. El día 22 de Mayo de este año, tuvo lugar en la Ciudad de México la primera reunión de Presidentes de Clubes, habiéndose obtenido gran éxito, pues contamos con la asistencia de 20 de los 23 Presidentes en funciones en esa fecha. El Club
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anfitrión, que lo fue el de México, D. F., siendo su Presidente don Edgardo Sánchez Simonson, brindó a todos los señores Presidentes y sus distinguidas esposas las más delicadas atenciones, haciendo posible que las sesiones se desarrollaran con gran unidad y armonía. En esta junta fueron tomados 20 acuerdos tendientes a mejorar el funcionamiento de los clubes, mismos que fueron dados a conocer oportunamente a todos los Sembradores; y estamos seguros que estas reuniones periódicas de los presidentes de clubes, reportarán grandes beneficios de toda índole para nuestra Asociación. Como la Tesorería se servirá informar a ustedes sobre el estado económico actual de la Asociación, no mencionaremos aquí las cantidades correspondientes a los ingresos y egresos, pero creo de mi deber llamar atentamente la atención de todos ustedes, acerca de la necesidad imperiosa que existe de aumentar nuestra cooperación económica en bien de Sembradores, toda vez que estamos desarrollando grandes esfuerzos en la promoción de nuevos Clubes y atención a los ya existentes, lo que demanda fuertes erogaciones, que hacen aparecer en nuestros libros un importante déficit aual, el que se ha podido saldar sólo en virtud de las aportaciones generosas del Patronato de Sembradores, que como saben ustedes está constituido ahora por 23 compañeros miembros del Club de Monterrey; y precisamente aprovechamos esta oportunidad, para volver a patentizar muy cordialmente a estos esforzados Sembradores de Amistad, que su auxilio ha ayudado en forma eficaz en los últimos 3 años, a difundir los ideales de los Sembradores y a aumentar el número de clubes en toda la República. Por lo que respecta a los trabajos de publicidad en general, debe decirse que nuestra Revista "Sembradores de Amistad", actualmente mejorada en todos sus aspectos, se ha venido publicando mensualmente, merced a la cooperación de algunos compañeros en su sostenimiento, por medio de anuncios de sus negocios. Nuestra publicación arroja también un déficit importante mensualmente, siendo por lo tanto deseable contar con una mayor ayuda por parte de los Sembradores, si deseamos que este órgano de la Asociación continúe mejorándose y aumentando sus ediciones. Por otra parte, el aumento en su cir-
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culación en todo el país entre un grupo selecto de lectores, lo hace cada vez más valioso como medio de anuncio nacional. Lo anterior describe brevemente la situación actual de nuestra Asociación, tanto desde el punto de vista social como espiritual y económico. No hay duda de que nuestra Organización cobra mayor importancia en diversos planos de la vida nacional, pero no debemos olvidar que estamos empeñados en una noble y gran cruzada para salvar, defender y fortalecer las esencias genuinas de nuestra nacionalidad y que ello requiere intenso esfuerzo y generosa y noble entrega. Por eso quiero hacer un llamado a los Sembradores de todos los rumbos de la patria para intensificar sus empeños, su cooperación económica y su esfuerzo personal para engrandecer esta cada vez más pujante legión de soldados del ideal que con fe en Dios, con esperanza en los altos destinos de la Patria y de la humanidad, van por el camino de la vida sembrando Amistad. Amistad que es Caridad, pues la caridad no es una limosna ni una dádiva, sino amor al prójimo por mandato divino, y medio único de lograr la paz firme y duradera entre los hombres.
Hoy que me retiro, con la tristeza natural de toda despedida, quiero dejar pública constancia de mi renovada y fortalecida fe en nuestros ideales, y de mi propósito de seguir luchando con alegre entusiasmo por ellos al volver como simple soldado a las filas cada vez más compactas y numerosas de los Sembradores de Amistad. Monterrey, N. L., a 10 de Octubre de 1957.
Antes de terminar quiero confirmar mi gratitud a los Presidentes de los Clubes que con todo entusiasmo asistieron a la Primera Reunión celebrada en México y que con su empeño hicieron de ella un éxito; a los Compañeros honorables miembros de la Directiva saliente, lo mismo que a las Comisiones designadas en el período anterior, por su trabajo y leal colaboración con el suscrito en el desempeño de sus funciones. También en nombre de esta Directiva y el mío propio, me permito expresar nuestra gratitud a todos los Clubes hermanos, que durante este Ejercicio se sirvieron brindarnos su mayor cooperación y afecto, haciendo posible así el mejor desarrollo de nuestras actividades, y especialmente al Club de esta hermosa Guadalajara que con toda cordialidad nos ha brindado su exquisita hospitalidad. Permítaseme de nuevo expresar mi alta estimación y muy hondo afecto para todos ustedes; su devoción por nuestro ideal; su comprensión por nuestros problemas y la generosa amistad que siempre me brindaron hicieron de mi tarea como Presidente de la Asociación una agradabilísima encomienda.
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Señor Rector de la Universidad de Nuevo León, Señores Invitados, Compañeros Sembradores:
AGUSTÍN
DOCTOR BASAVE Y FERNANDEZ DEL VALLE
Doctor Agustín Basave y Fernández del Valle ha hecho un estudio de la historia de nuestro Colegio Civil, con un concepto filosófico que pudo él captar debido a que ha dirigido siempre su espíritu en el camino de la vida, con la disciplina de sus conocimientos filosóficos, y de su honda cultura.
El Colegio Civil no es un ser sensible -inorgánico u orgánico- por más que sus edificios, alumnos y cuerpo de profesores sean gentes captables por los sentidos; ni un ser psíquico, aunque su realidad motive fenómenos psicológicos: pensamientos, emociones, recuerdos, voliciones; ni un ser ideal o de pura razón, como el número o la figura geométrica; sino un ente de cultura. Pero un ente de cultura que tiene esto de particular: por una parte transmite y forja la cultura; por otra parte la cultura le sirve de apoyo. Hay un residuo de esfuerzo humano anterior, que es la base de sustanciación ineludible para conservar las relaciones socio-culturales existentes. Cultura es objetivación del espíritu. Espíritu es lo específicamente humano del hombre, lo que produce el lenguaje, el arte, la moralidad, el derecho, etc. Como protagonista de la cultura, el hombre la crea y la vive. Pero los entes culturales no son estáticos, sino que cambian y se modifican participando en la naturaleza mudable del hombre. Como específicamente humana que es, la cultura es el mundo propio del hombre, su ambiente más cálido y cercano. Desarraigada de allí donde el ser humano tiene sus raíces, la cultura es un vano fetiche que termina por disolverse en la nada. Conocer al Colegio Civil es conocer vida espiritualizada; es comprender las transformaciones que tienen lugar en la vida social -y específicamente cultural- desde el punto de vista de los fines del hombre. Veamos, en sus grandes lincamientos históricos, este hacer humano incesantemente renovado, con su inequívoco sello neoleonés. Año de 1857. Gobierna en el Estado de Nuevo León Don Santiago Vidaurri. El 4 de noviembre la Legislatura dicta un decreto que en su artículo primero dice textualmente:
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"Se faculta al Ejecutivo para que a la mayor brevedad, pnr ceda a establecer un Colegio Civil de instrucción pública, en el local que juzgue más conveniente y a propósito para el efecto". El mismo decreto, firmado por Ignacio Galindo, como diputado presidente, y Manuel P. de Llano y José Ma. Dávila, como diputados secretarios, precisa los recursos económicos a que habrá que atenerse. Ha nacido el Colegio Civil. A los amantes de la cultura, esas palabras aurórales del Decreto les deben haber parecido una fuente de músicas encendidas y de promesas jubilosas que revientan en zumos. Cien años ha escuchado México, desde una de sus provincias, la voz ancha y sonora que discurre por los campos del espíritu. En el antiguo Palacio Arzobispal, esquina noreste de las calles de Zaragoza y Morelos, el Colegio Civil abrió sus clases el día 5 de diciembre de 1859 con 70 alumnos. En 1864, el antiguo convento de San Francisco, ubicado en la calle de Ocampo, sirve de sede al máximo centro cultural neoleonés. No es sino hasta 1870, cuando el Colegio Civil se traslada al mismo local que hoy sigue ocupando.
El 2 de Noviembre de 1859, el ilustre jurista Don José de Jesús Dávila y Prieto, es nombrado director del Colegio Civil. En su "Biografía del Dr. González", el Lie. Hermenegildo Dávila apunta con certero conocimiento de causa, "que en Nuevo León pueden estar divididos los ciudadanos por rencillas políticas; por cuestiones de mando; mas al tratarse del interés de la juventud, de su educación, todos alejan o sofocan sus odios, sus aversiones y se unen para poner al joven en el camino del saber. Sólo así nuestro Estado ha podido figurar en la intrucción pública en toda la nación, como el primero después del Distrito Federal". La generosidad de los pueblos neoleoneses, y particularmente de los empleados, a quienes algunas veces había sido necesario suspender el pago de sus sueldos para atender exclusivamente a aquella obra", según testimonio fidedigno de la época, es verdaderamente conmovedora. Durante la intervención francesa, el Colegio Civil, aunque diseminado y oculto, subsiste gracias a la férrea voluntad
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de Gonzalitos. Jalisciense por nacimiento, pero regiomontano por corazón y por destino, el Dr. José Eleuterio González determina que los cursos menores prosigan en el mismo local ocupado por la soldadesca, y designa catedráticos para los cursos profesionales. "En los exámenes -asegura el Lie. Hermenegildo Dávila,- él nombraba sinodales y recogía las calificaciones: él lo hacía todo. Nosotros los estudiantes poníamos nuestra dedicación, los catedráticos su desinterés y el venerable Doctor su desinterés, su dedicación y su celo. El fue en aquella tormenta el piloto que guió nuestra nave por segura vía y la hizo arribar al puerto de salvación". Cada año, el Dr. José Eleuterio González dejaba oír su palabra leal y sincera, encendida de amor a la verdad y a la ciencia, en aquellos elocuentes discursos destinados a los estudantes. Pero es menester evocar también, al lado de Gonzalitos, los nombres de algunos directores ilustres del Colegio Civil: don Máximo Silva, doctor Pedro Noriega, ingeniero Miguel F. Martínez, doctor Rafael Garza Cantú, doctor Atanasio Carrillo, ingeniero Francisco Beltrán, el escritor Eusebio de la Cueva. ¿Y cómo no rendir un justo homenaje de respeto y de simpatía a maestros que se han dado generosamente a la noble vocación educativa?. Ahí quedan inscritos, en la historia de nuestro amado Plantel, los nombres del ingeniero Héctor García Ortiz, profesor Germán Almaraz, profesor Mariano de la Garza, profesor Cruz M. Villarreal, profesor Emilio Rodríguez y muchos otros que supieron despertar inquietudes y encausar voluntades. Aún viven hoy, entre varios otros pedagogos que se han granjeado la gratitud de más de una generación, el profesor José G. García, el Dr. José Luna Ayala, el profesor Pedro M. Martínez, y el profesor Plinio Ordóñez. Al contemplar la fachada de nuestro Colegio Civil; al cruzar sus corredores y volver a penetrar en sus aulas, se despierta en nosotros el recuerdo vivo, pujante, placentero, de aquellos días en que trabamos contacto, por primera vez, con las grandes aventuras del espíritu. Leyendo la "Introducción a la Filosofía" de Aloys Müller y la "Teoría del Conocimiento" de -33-
Hans Hessen, obras de texto en el Bachillerato de Leyes que cursé en mi querida "Alma Mater", pude descubrir en mí los inequívocos trazos de la vocación filosófica -posteriormente aclarada y reforzada en Europa- que desde entonces he acátalo °on ^robada y definida lealtad, Pero no basta recordar la trayectoria histórica del Colegio Civil y evocar el olor a tinta y a madera de aquellas aulas que fueron testigos mudos de nuestros sueños, de nuestros proyectos de nuestras esperanzas. Hasta para hacer una historia del Colegio Civil -una verdadera historia- se requiere conocer, de antemano, su estructura permanente. La historia es historia de una institución. Sin una estructura permanente de la institución, sin una esencia, ¿cómo historiar lo historado?, Una simple acumulación de hechos, sin referencia a ese ser mortal tejido de relaciones que afectan la conciencia y la voluntad de maestros y alumnos, no puede nunca brindarnos la contextura íntima del Colegio Civil, No se trata de ningún ser ficticio y metafórico, sino de un ser teleológico y cultural inmerso en el espacio y en el tiempo* Vistas desde la hora actual, algunas de sus posturas históricas -por ejemplo, su etapa positivista-, resultan no tan sólo anacrónicas, sino contingentes y accidentales. Pero más allá de las viscisitudes históricas, el Colegio Civil ha sido siempre un conglomerado regiomontano unido por un vínculo de sociedad para ayudarse mutuamente en orden a un fin cultural El concepto sociológico de este plantel como singularidad de existencia histórica, reposa sobre los pivotes de la cohesión e individualidad del grupo social que le constituye como apto para establecer un orden universitario. Por encima de la pluralidad de instantes en el tiempo, hay algo común que nos liga a las generaciones pasadas, presentes y futuras, en una unidad de ser, en una homogeneidad de esencia universitaria. Ahora bien, esa homogeneidad, o por lo menos analogía de nuestro modo de ser universitario, no tiene realmente más que un nombre: Estilo. El Colegio Civil es un estilo, un estilo de vida colectiva universitaria. No estamos ante un contrato rescindible, sino ante una fundación irrevocable, pero que como entidad histórica, necesita un con-34-
tinuo derramar de simiente en los surcos del destino cultural de México. El principio de la identidad cultural de nuestro plantel educativo, no significa nada o significa que hay comunidad de méritos y deméritos, de glorias -como las evocadas en este centenario- y de desastres -como el intento inicuo de implantar la educación socialista que culminó con el violento movimiento de huelga de 1934- de talentos y aptitudes entre las generaciones pasadas y las presentes, entre las presentes y las futuras. Hay un destino histórico cultural del cual respondemos por solidaridad en los tres tiempos. En su folleto "Historia del Colegio Civil", el Lie, Héctor González observa que "al formarse el Colegio Civil, nació como una pequeña Universidad, pues quedó integrado con los grupos de Secundaria y Preparatoria, que entonces se llamaban Latinidad y Filosofía, con la Escuela de Medicina, que tuvo como base las clases fundadas anteriormente por Gonzalitos, y con la escuela de Jurisprudencia, que se formó con los cursos establecidos en el Seminario desde el año de 1824 por Don Alejandro Treviño y Gutiérrez. Tenía además una Academia Práctica de Jurisprudencia". (Pag. 14, "Historia del Colegio Civil", Publicaciones del D.A.S.U., 1945). Actualmente la Universidad de Nuevo León -continuadora directa del Colegio Civil- cuenta con 10 Facultades, 16 Escuelas, 2 Institutos, 10 Departamentos y 8 Escuelas incorporadas. Ochocientos maestros, aproximadamente, enseñan en sus aulas. Se dispone de un presupuesto anual de más de tres millones de pesos, y se está luchando por dotarla de un patrimonio propio que le permita cumplir sus funciones decorosamente. Tras el júbilo extravertido de la celebración viene la hora de la meditación concienzuda, seria, sincera, sobre la esencia y el destino de nuestra universidad. Aunque a mucha honra tengo el ser profesionista, antes que profesionista me considero universitario. Y como universitario no puedo eludir la respuesta a esta concreta interrogante ¿cuál es la esencia y la tarea de la Universidad?.
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Decir Universidad es decir Universalidad. Cultivar las inteligencias para que estén en condiciones de comprender todo, es uno de 1or> principales fines de la Universidad. Es preciso tene^ el énf°.s"s en el hombre. Ni la ciencia ni la sociedad pueden ser el obieto primordial d° la Universidad, Sólo el profundo y armonioso desarrollo de la persona humana puede legitimar, en última instancia, la existencia de una Universidad. Si el hombre tiene una inteligencia para conocer, es natural que se difunda la ciencia. Pero corno las facultades humanas son -en un sentido análogo con respecto al Creador- creadoras, se explica el progreso de la ciencia mediante la investigación. No basta, sin embargo, cultivar la inteligencia. El ser humano no es inteligencia pura, sino también voluntad. El hombre tiende a la verdad como al bien. S0 requiere, en consecuencia, formar buenas voluntades. Y como la sociedad es imprescindible al hombre -aunque el hombre no sea para la sociedad, sino la sociedad Dará el hombre- la Universidad debe tener trascendencia social. Hasta ahora se ha venido pensando en la universalidad de los conocimientos universitarios. Sin mengua de tan alt/i finalidad, es preciso dar un paso más y proclamar la universalidad en el ejercicio de las facultades del hombre. Yo no concibo una Universidad auténtica, sino como instrumento de cultura para el hombre. "Universidad -expresa Augusto J. Durelli- es la comunidad a la que pretenecen todos los que se o'Cupan del cultivo del hombre. Desde el rector hasta el ayudante de trabajos prácticos; desde el egresado cíe la primera promoción, hasta el último egresado de la última". (Revista de la Universidad de Buenos Aires, Tercera Época, Año IV, Núm. I, Pag. 15). El Congreso Internacional de Enseñanza Superior (París 1909) pasó por alto la más importante misión de la Universidad. Se habló entonces de una triple misión: lo. una misión científica: la investigación desinteresada y el progreso de la ciencia; 2o. una misión profesional; 3o. una misión de vulgarización y de formación del espíritu público", pero nada se dijo de la universidad personalista.
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Difusión y creación de conocimientos, enseñanza de las técnicas, cultura, educación de la voluntad, preparación para la vida, función social, todo esto debe combinarse armónicamente en el espíritu universitario. Los británicos sostienen -y con razón- que para que la universidad sea una universidad óptima, sus miembros tienen que rezar y jugar juntos. Sólo sobre el concepto de unidad orgánica de la cultura, sin perjuicio -claro está- de la autonomía científica y administrativa de las facultades, se puede dar un verdadero espíritu universitario. Urge desterrar, hasta donde sea posible, el profesionalismo. La Universidad debe primeramente brindar cultura, y sólo secundariamente debe enseñar profesiones. Encasillar al hombre en una profesión, equivale a encerrarle en un cuarto donde a la postre se asfixiará. Cualquier especiansmo impartido con carácter cerrado le viene estrecho ai yo vital. Las disciplinas humanas deben agruparse en forma arquitectónica y conforme a una jerarquía interna y cualitativa, bi ia Universidad pierde su carácter de universalidad, deja de ser universidad. ÜÁ Iiiusoio inglés whitenead, pugna por una universidad en que eí espíritu de generación sea ei que domine. ü,n ia Universidad -dice- ei estudiante debería partir de las ideas generales y estudiar sus aplicaciones a ios casos concretos. Un curso universitario bien establecido es un estudio de ia extensión y dei alcance de ia generalidad. INo quiero decir que este curso debería ser abstracto en ei sentido de ignorar ios hechos concretos, sino que quiero decir que ios hechos concretos deberían ser estudiados para ilustrar ai alcance de las ideas generales", (""'i'he Aun oí Lducation and other •iibsays" The Macmiiian Co. Nueva lork, 1929, p.41). Sea cual fuere ia formación especial de cada estudiante es preciso exigir un mínimo de instrucción general: filosofía general, ética, historia de la cultura. Entre las diversas facultades e institutos de la Universidad, debiera establecerse una estrecha colaboración, una cooperación orgánica. A todo estudiante se le debe ayudar a comprender la conexión que guarde su ciencia con las disciplinas universales. -37-
Si la Universidad es una asociación de maestros y discípulos, no quiere decir que ambos tengan iguales funciones. Los profesores forman el grupo autoritativo docente, y los alumnos e] grupo pupilar dispuesto a aprender y asimilar el "achievement" cultural que las generaciones pasadan han ido conquistando fatigosamente. Aunque la Universidad tiene un deber para con la sociedad en que existe, es lo cierto que la labor de extensión universitaria debe venir después de la consolidación intrauniversitaria. No hay derecho a lo superfluo mientras se carezca de lo necesario. Está muy bien que se invite a conferencistas huéspedes, pero a condición de que se haya logrado, primero, una obra de consolidación interior: sueldos decorosos para los catedráticos que integran el cuerpo permanente de profesores de universidad, buenas biliotecas, laboratorios bien equipados, campos deportivos, etc. Otra cosa sería faltar a la justicia distributiva. Sobre el Estado, como gestor del bien público temporal, pesa la indeclinable obligación de mantener en buen nivel económico a la Universidad de Nuevo León. Eí Estado es, en materia cultural, la unidad protectora dentro de la comunidad popular. Pero al Estado no le corresponde -en buena tesis- elaborar positivamente la cultura. El Estado no tiene que ser investigador, ni artista, ni filósofo, ni científico; le basta con proteger y ordenar la cultura como parte del bien común. La Universidad, para cumplir la misión que dimana de su propia esencia, debe regirse, al margen de la política, por las más rigurosas normas académicas. Para ello es preciso que goce de una descentralización idónea. Desde Aristóteles hasta nuestros días siempre se ha considerado que, en materia de justicia distributiva, -aplicable en la cotidiana vida universitaria" debe darse a cada quien lo que le corresponde según sus merecimientos, y no según sus influencias en el régimen imperante. El mejor homenaje que le podemos hacer los maestros universitarios a nuestra Universidad de Nuevo León, es darle nuestra palabra leal y sincera, nuestra verdad, en ofrenda. Condenados como estamos a la muerte, debemos apresurarnos -con inquebrantable voluntad y sin descanso- a
dar nuestro mensaje -grande o pequeño, pero siempre auténtico- antes de pasar a aquel estadio en donde tenemos la certeza -los creyentes- de que sobran los mensajes porque todo está a la vista, en su más prístina patencia. Es nuestra misma "Alma Mater" quien nos incita a decir la verdad: "Alere Flammam Veritatís". ¡Magnífico lema! Todo hombre está llamado a dar testimonio a la verdad. Abrirse a la verdad, y abrirse en la verdad para los otros es cumplir la ley de nuestro propio ser. Tenemos la certeza de que somos hombres para algo más que para dar con nuestros huesos en una tumba. El humanismo universitario reconoce y favorece la realización del arquetipo humano que cada época tiene que formular en función de circunstancias pasajeras y de sus caracteres eternos. El humanismo es siempre perfectible, porque la conciencia dé los hombres se descubre siempre como infiel al ideal y responsable de sus desviaciones, Toda auténtica Universidad tiene que tomar conciencia de las razones de vivir que tienen los hombres, ligando la vida a la idea y proyectando en lo temporal lo eterno. Señor Rector de la Universidad de Nuevo León y señores Directores del Colegio Civil, reciban ustedes, por mi conducto, el homenaje de viva simpatía y de alto respeto intelectual que el Club Sembradores de Amistad ofrece al glorioso Colegio Civil en el primer centenario de su fundación. El Club Sembradores de Amistad, abierto siempre a los imperativos del alto saber ecuménico, hace votos por que el Colegio Civil siga existiendo para la edificación y salvación de los estudiantes; por que sus profesores se conviertan en predicadores y misioneros al exponer su ciencia a las generaciones que surgen; por que la Universidad de Nuevo León, fruto precioso del noble Colegio Civil, -para nosotros los que hemos sido sus hijos-, sea como una antena de oro, enhiesta y sutil, cuyo ápice capte y transmita las más delicadas vibraciones del alma universal. Dr. Agustín Basave Fernández del Valle. Monterrey, N. L., Noviembre 28 de 1957.
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TRAYECTORIA DEL COLEGIO CIVIL
Sñ. DON ISRAEL CAVAZOS
Entre las personas que en nuestro medio se dedican a las investigaciones históricas, don Israel Cavazos es indudablemente quien más conoce la historia de Monterrey.
Investigador de
paciencia extraordinaria, ha sabido encontrar en nuestros archivos el dato cierto e interesante que ha servido para el conocimiento de lo que fueron y quiénes fueron nuestros primeros pobladores.
Nuevo León vive, durante la colonización española, en suma pobreza. Sin el recurso de la minería, no hay aquí el florecimiento de otras provincias del interior de la Nueva España. La ganadería cobra un auge notable en el siglo XVIII, pero su producto queda en México y Querétaro, procedencia de los dueños de las grandes haciendas. La guerra continua con el salvaje aislamiento de los centros urbanos importantes, recrudecen esta situación. El reinero tiene que ser soldado desde su edad más tierna. Apenas si adquiere los conocimientos más elementales. En toda esta centuria no existe aquí un centro de enseñanza superior. Algún vecino acomodado envía a sus hijos a México, Zacatecas o Guadalajara, a cursar la carrera eclesiástica. Hay vecinos cultos, pero han venido ya con estos conocimientos. Alonso de León y Juan Bautista Chapa leen a Ovidio y a Aristóteles, y nos legan, además, una importantísima crónica. En los albores del XVIII, se observa el primer movimiento cultural de importancia. El P. Jerónimo López Prieto erige, en 1702, el templo de San Francisco Javier (1), y gestiona la fundación de un seminario anexo, atendido por padres oblatos. El instituto queda formalmente establecido en 1712. Dos años más tarde queda este Colegio en manos de la Compañía de Jesús, al fundar ésta, en 1714, el Sacro Colegio de San Francisco Javier. Durante casi treinta y dos años funciona este establecimiento. Desde el primer maestro el P. Francisco Ortiz, hasta el P. José Nava, último rector en 1746, se enseña gramática y se lee filosofía. La clausura del Colegio acaba con un movimiento que ya se había dejado sentir. (1).- Esquina N. O. de Morelos y Escobedo.
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^ Literatos nuevdleoneses Durante el siglo XVIII, florecen eminentes nuevoleoneses en el campo de las letras, los cuales inician aquí sus estudios y los concluyen en ciudades del interior. Las investigaciones realizadas en este importante aspecto, apenas si mencionan a los cronistas del XVIII, y. dejando un lapso de más de siglo y medio, puntualizan solamente la producción literaria en Nuevo León a partir de nuestro ilustre Fr. Servando. Una somera revisión de documentos y fuentes biliográficas nos han dado algunos nombres desconocidos absolutamente en nuestro Estado. Don, Lucas de las Casas, por ejemplo, nacido en Monterrey, en 1693. Es doctor en cánones por la Universidad de México y abogado de las audiencias de México y Guadalajara. Es autor de poco más de nueve obras literarias, jurídicas y religiosas. El Dr. Jerónimo López Prieto, fundador del Colegio de Monterrey, canónigo de la catedral de Guadalajara y rector por muchos años del Colegio Seminario de dicha ciudad. El P. Juan de Dios García de Pruneda, regiomontano, colegial de San Ildefonso de México, rector del Colegio del Espíritu Santo en Puebla en 1737, y autor de un Elogio Fúnebre al obispo de la Puebla. El P. Nicolás López Prieto, nacido en Monterrey en 1696, colegial de Tepotzotlán en 1718, rector del Colegio de San Borja en Guatemala y rector del Colegio de Mérida, donde falleció en 1751; autor de cuatro libros sobre temas literarios y filosóficos. El Br. Juan de Arellano, originario de Monterrey, maestro del Colegio de esta ciudad desde 1712 y muerto aquí en 1728. El Dr. y Maestro José García de Pruneda, por la Universidad de México; canónigo de la catedral de Puebla y muerto en Sierra de Pinos en 1734. Fr. Francisco de la Garza, linarense. Estudia en Guadalupe de Zacatecas en 1765. Veinte años misionero en Texas; lector de teología durante quince años, y muerto en Culiacán en 1807, considerado como segundo obispo de Sonora. El licenciado Matías López Prieto, oriundo del valle del Huajuco (villa de Santiago); becario de San Ildefonso. Llegó -42-
a ocupar la rectoría del Seminario de México cuando aún era estudiante, y canónigo de la catedral de Monterrey desde 1791. El Br. Paulino Fernández de Rumayor, natural de Salinas, maestro de Fr. Servando y Ramos Arizpe; canónigo de la catedral de Monterrey, donde murió en 1802. Un estudio más amplio de las letras y la cultura coloniales de Nuevo León, nos daría noticias insospechadas. El Seminario Clausurado el Colegio en 1746, sólo se abre, 21 años más tarde, la cátedra de Filosofía que atiende en el convento de San Francisco F. Cristóbal Bellido Fajardo; y, en 68, la de gramática, fundada merced al legado e doña Leonor Gómez de Castro. Llega a Monterrey en 1790 un prelado ilustre: don Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés. Dos años más tarde -Dic. de 1792- funda el Real y Tridemino Seminario de Monterrey, único centro de cultura por muchos años en las Cuatro Provincias Internas de Oriente. Allí se establece en 1824 la cátedra de jurisprudencia, que funda don José Alejandro de Treviño Gutiérrez. En su época más brillante llega a tener el Seminario hasta cien alumnos. La enseñanza consiste en lengua latina, retórica, poética, geometría, aritmética, álgebra, filosofía, teología y ambos derechos. Tiene este instituto, a partir de 1825, un carácter semioficial. El decrete de 14 de septiembre de 1835, asigna un mil pesos mensuales para su sostenimiento. Antecedentes del Colegio Civil Creado el Estado de Nuevo León, y sancionada su Constitución Política en 1825, empieza su vida institucional. El Art. 258, Tit. XVIII previene el establecimiento de un centro de enseñanza superior. El Estado se considera económicamente impotente para la fundación de un instituto de esta naturaleza. De aquí que, al formular el gobernador Paras su Proyecto de Plan de Instrucción Pública en 1826, ofrezca declarar benemérito al particular que realice este propósito. El mismo -43-
gobernador, en su informe de gobierno de 1849, durante su segundo período administrativo, clama por la creación de una Intendencia de Instrucción Pública, que se haga cargo de este importante ramo. "Y no se crea, señores -añade- que á sólo el ramo de instrucción primaria se reducen lars ideas del gobierno: quisiera también ver fundado en esta capital un instituto científico literario por cuenta del Estado; y ya que no es posible realizar pronto este propósito, juzga conveniente.... ir formando un fondo que pueda proporcionar los medios de esta" blecer un plantel en que se formen los ciudadanos con el cultivo de las ciencias y de todos los conocimientos útiles". Pero no toca al principal animador de esta idea verla realizada. La muerte le sorprende el 18 de febrero de 1850, a escasos once meses de que expresaba su proyecto.
Una vez más Nuevo León, ocupa un puesto de combate en primerísima fila. Se trata de acudir en defensa de la Constitución. Vidaurri mismo acaudilla las fuerzas del Ejército del Norte que marchan al interior. A la batalla contra Miramón en Puerto de Carretas, se suceden las tomas de Zacatecas y San Luis Potosí. Viene luego el descalabro de Ahualulco, (29 de Sep. 1858), y Vidaurri vuelve a Monterrey con intento de reorganizarse. Llama la atención el hecho de que, enmedio de esta lucha fraticida, Vidaurri se dé punto de reposo para disponer la iniciación de las obras del Colegio Civil (edificio actual). Si las cátedras no son abiertas se debe a la situación anormal del momento, y a que se trabaja precisamente en la construcción del local.
Vienen los días de la Revolución de Ayutia. Nuevo León participa en forma muy directa a este movimiento nacional. La lucha culmina con la promulgación de la Constitución General de 1857. El Congreso de Nuevo León, erigido en Constituyente, inicia los trabajos para elaborar la Constitución Política local. Esta es sancionada el 4 de Octubre de 1857. El Art. 66, incluye también el precepto de: "'promover la instrucción pública' . Se halla en el poder Santiago Vidaurri, secretario de gobierno durante las administraciones de Paras y sucesores. Está en antecedentes del problema y, exactamente a un mes de sancionada la Constitución local, el 4 de noviembre de 57, el Congreso expide el decreto número 13, que faculta al Ejecutivo para que: "\...a la mayor brevedad posible proceda a establecer un colegio civil de instrucción pública en el local que juzgue más conveniente'"; señalando los recursos a que ha de acudirse.
Fundación. La destitución de Vidaurri como jefe del Ejército, trae como consecuencia la ocupación de Monterrey por Aramberri. Este asume la primera magistratura del Estado (25 de Sept. 59), y consagra su tiempo a la reorganización del Ejército, pero a la vez, dicta las disposiciones para reorganizar la instrucción. Usando las facultades que le concede el decreto 13 de 4 de Nov. de 57, piensa en la fundación de un instituto "para abrir a la juventud diversas carreras. Así conviene a la dignidad y buen nombre (del Estado)", y lo verifica "en la forma que requieren la ilustración y los adelantos del siglo.... (y) de un modo que satisfaga las exigencias sociales". Basado en estos propósitos y recurriendo a los mismos aplicados por el decreto 13, dispone la fundación del Colegio el 30 de Octubre de 1859.
Este documento marca el principio de una institución que, en el decurso de toda una centuria, ha de constituirse un centro cultural por excelencia en el noreste del país. Nuevos obstáculos se presentan para que se dé inmediato cumplimiento a este decreto. El 17 de diciembre, tiene lugar el célebre "golpe de estado", de Comonfort. Se inicia la Guerra de Tres Años.
Primeros pasos.
Los Franceses
Impreso y publicado el decreto de 30 de octubre, se procede a la designación del personal de la institución naciente. Con fecha dos de noviembre se expide nombramiento al director. El empleo recae en un destacado jurista de entonces: José de Jesús Dávila y Prieto. Con la misma fecha se otorgan
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los nombramientos a los primeros catedráticos. El Colegio queda establecido provisionalmente en la casa episcopal (2), edificio nacionalizado al dictarse las leyes de Reforma. Hacia 1864, ya ocupa el edificio anexo a San Francisco y que fue luego cárcel municipal. El 5 de diciembre de 1859 se inician las lecturas con 70 alumnos. Vidaurri reasume el poder. Aramberri sale del Estado. El cambio administrativo no afecta al Colegio, que recibe todo el impulso oficial. Una nueva desgracia viene a ensombrecer la vida de México. Las huestes francesas, no obstante las lecciones recibídas en Acultzingo y Puebla, avanzan hacia la capital de la República. El presidente Juárez y sus ministros se ven precisados a emprender su célebre y penosa peregrinación al ñor te del país. En dos ocasiones se instala en 1864 el gobierno nacional de Monterrey. La rebeldía de Vidaurri provoca el distanciamiento de ambos estadistas. Las fuerzas francesas, al mando de Castagny, ocupan la ciudad e! 26 de agosto. El invasor ocupa con violencia el edificio del Colegio, convirtiéndolo en cuartel. Al iniciarse el año escolar, sólo hay disponibles dos aulas en la parte interior. Las cátedras tienen que impartirse en los domicilios particulares de los maestros. Numerosos catedráticos y discípulos abandonan sus estudios para aprestarse a la lucha,, Juan C. Doria, recientemente egresado del Colegio, es coronel del escuadrón "Cazadores de Galeana"; Narciso Dávila, catedrático de literatura, organiza el célebre escuadrón de "Rifleros de China", que concurre a Sta. Gertrudis y Querétaro. El Colegio como quiera sigue funcionando diseminado y oculto. La casa de Gonzalitos es convertida en aulas. El es el mantenedor del entusiasmo en esta época de angustia. La victoria obtenida por Escobedo en Sta. Gertrudis (20 de Jul. de 66) renueva la esperanza. El ejército republicano entra triunfante a Monterrey el 9 de agosto. El caudillo de Galeana reorganiza la administración pública. Hace apenas tres días que ha entrado a la ciudad, y ya dicta las disposicio-
nes para la reapertura del Colegio. inician las clases, con 75 alumnos.
Pasa el Colegio por seria situación económica. El gobierno le asigna el producto de algunos impuesto^ especiales: conmutaciones del tiempo que falta a los reos para extinguir sus condenas de obras públicas: la mitad del producto de patentes de licores; dispensa de publicaciones matrimoniales: etc, Posee el Colegio en propiedad dos importantes bienes inmuebles: la hacienda de San Blas, en San Buenaventura, Coah. valuada en 46,000 pesos, expropiada en 1859 a don Evaristo Lobo y cedida al Colegio por el gobierno federal en 61. Puesta en arrendamiento, apenas si alguna vez se recoge su producto por la distancia y la situación imperante. Separados los Estados de Nuevo León y Coahuila, el gobierno de este último vende en 1865. Todas las gestiones para recuperar su valor son infructuosos. Por cuanto a los sitios de La Grulla, en el municipio de Mina, en agosto de 71 se fijan sus linderos y sólo se sabe que en ese año los posee (en arrendamiento?) el coronel Antonio Pérez y Villarreal. Distribución de Premios A fin de estimular a los alumnos, se establece la fiesta anual de la distribución de premios. Estos actos son brillantísimos y llegan a hacerse tradicionales. Se premian los primeros lugares en cada uno de los cursos: latinidad, filosofía, porfesional, etc. Hay premios también para cada una de las asignaturas y para las cualidades de los alumnos: moralidad, aplicación, urbanidad. El premio consiste, generalmente, en obras relacionadas a la materia de estudio. De cada una de estas fiestas se imprime después un folleto conteniendo el desarrollo del programa y las piezas oratorias o poéticas pronunciadas. El programa es muy selecto, aunque a veces demasiado prolongado. Al informe y discurso del director sigue la lista de los alumnos premiados. Damitas de la mejor sociedad re-
(2). - Esquina de Morelos y Zaragoza, edificio SyR.
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El 15 de octubre se re-
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giomontana, sola» o a dúo entonan arias o selecciones de óperas famosas, o ejecutan al piano composiciones difíciles. Durante muchos años son imprescindibles las odas que exprofeso escribe Hermenegildo Dávila. En años posteriores suelen tomar la palabra dos de los discípulos más aventajados. Por último, el discurso del gobernador. La fiesta reviste gran solemnidad y tiene lugar, en el teatro Progreso. A partir de 1889, se celebra indistintamente en este teatro o en el salón vestibular del Colegio. Por acuerdo del gobierno de 31 de agosto de 1907, que dan suprimidos los exámenes públicos de fin de año, para implantarse los reconocimientos bimestrales. Esta supresión acaba con las fiestas de distribución de premios que son substituidas con una velada científico-literaria de carácter completamente distinto. Se trata de un grupo de ocho conferencias, presentadas por igual número de alumnos. Al ser leídas cuatro hay un breve intermedio. La primera velada científico-literaria efectuada con este carácter tiene lugar el 19 de mayo de 1901 y resulta brillante. Además de selecto y numeroso público, se cuenta también con la presencia del gobernador. Los trabajos son presentados con toda propiedad. S^ cuenta con un aparato provector para ilustrar las conferencia*- Por cuanto a los temas, son de lo más variado. Mientra* Enricme Guajardo presenta un trabajo sobre Ecuaciones Determinadas, Virgilio Treviño lee otro sobre La Corola. Antonio de la Garza expone su tesis sobre Estequiometría. y Roberto García habla sobre el sitio de Tenoxtitlán. Cristóbal Guajardo se refiere a Las Sensaciones y Luis G. Ortiz diserta sobre La Vocal E francesa. El Edificio. El gobernador Vidaurri da principio, como ya lo hemos visto, a la obra del edificio. Interrumpida por los disturbios de la época, se incrementa en 1863. Ocupada la ciudad por los franceses nuevamente son suspendidos los trabajos. Vigas, sillares y otros materiales que habían sido adquiridos por com-48-
pra o por donación, llegan hasta a extraviarse. Ello no obstante, algo se adelanta. Escobedo inaugura la prosecusión con una fiesta de homenaje a Juárez, en septiembre de 66. La tribuna en que pronuncia su discurso es una de las grandes piedras utilizadas en la obra, según el decir de Hermenegildo Dávila. Restaurada la República recibe esta obra mayor atención. El Gral. Jerónimo Treviño, se propone concluirla durante su administración. Impotente el erario para realizarla, recurre a los donativos privados. Por medio de la circular de 16 de agosto de 69, dispone la formación de comisiones para efectuar colectas públicas en los municipios del Estado. Monterrey se divide en cinco sectores, en cada uno de los cuales se designan comisiones de tres individuos. Igual procedimiento se sigue en cada uno de los municipios. Aunque el efecto es desconsolador: a consecuencia de la guerra, los pueblos viven días de miseria y privaciones. Villaldama envía $ 14.25, "....con inmensa pena por la paralización de los giros y la escasez de numerario, tan terrible que toca ya a sus extremos". Sesenta y siete vecinos de Marín logran reunir, con aportaciones que van desde un real a tres pesos, la suma de $ 36.00. Cada pueblo envía su óbolo con verdadero patriotismo. En Apodaca y sus haciendas de Huinalá, Sta. Rosa y Zacatecas, además de las aportaciones en efectivo, se obtienen hasta de 46 fanegas de maíz y siete y media de jabón: útilísimas para el internado del Colegio. Administra los fondos don Fernando de la Garza y es maestro de obras Antonio Salazar. Este último se muestra muy activo. Percibe un sueldo diario de dos pesos. Ya para abril de 1870, el maestro Luis Sánchez está poniendo los techos y el carpintero Santiago L. Marks las puertas y ventanas. El 31 de mayo el mismo Sr. Sánchez recibe $ 368.75, por haber concluido los techos de los corredores. Termina el período de vacaciones y el gobierno dispone que el nuevo año lectivo se inicie en el flamante edificio. Se hacen los dispositivos nece-
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sarios para su inauguración y ésta tiene lugar a las 10 de la mañana del sábado 15 de octubre de 1870.
viño declara de utilidad pública en 1868 estos terrenos, pasando a ser del Colegio. En 1889, el gobernador Garza Ayala indemniza a los herederos de Alien, que hacen reclamaciones, Durante la dirección del Dr. Rocha, en 86, se inicia la construcción de la banqueta, se instalan faroles y se plantan árboles. Y es en ese año de 86 cuando se enclavan en las esquinas los tradicionalísimos cañones que durante setenta años permanecen allí, para ser vueltos al Obispado, de donde procedían. En 87 se construyen los siete arcos del corredor meridional, del patio del centro. Ocho años después se inicia la construcción de una gran sala de actos públicos, que se concluye al año siguiente.
Antecedentes del edificio La visión de un obispo inteligente, el limo. Dr. Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés, Ser. obispo del Nuevo Reino de León, concibe la idea de urbanizar la ciudad hacia el norte. A la llegada del ilustre prelado, en 1790, Monterrey cuenta como última calle hacia este rumbo con la que se llamó del Aguacate y posteriormente de Allende. Trae consigo al arquitecto Juan Crousset, y proyecta y emprende la construcción de una catedral nueva, tan amplia como la de México, en la esquina de las actuales calles de Juárez y Tapia. Levanta los muros para un convento de capuchines, y erige, conforme a los planos del mismo arquitecto, un amplísimo edificio para hospital de pobres.
El edificio es tan amplio que puede albergar a dependencias extrañas: la Escuela Normal, de 1386 a 1903: la Escuela Juárez, el Consejo de Salubridad en 1900, y la Escuela de Artes y Labores Femeniles, en 1927.
El gobernador y el ayuntamiento se oponen abiertamente a su labor y a su idea de fijar el centro urbano de la ciudad en un lugar entonces tan apartado. Las tres obras quedan inconclusas. Las paredes del hospital permanecen por muchos años desafiando al tiempo. En 1849 el Gral. Miñón, en jefe del ejército de esta frontera, dispone la construcción de cuarteles. Dos décadas más tarde este mismo edificio es adaptado para el Colegio Civil. Pero el predio apenas si alcanza 55 Mts. de fondo. Al inaugurarse, sin embargo tiene una extensión por este rumbo de 175 Mts.
Organización interna Tiene el plantel en sus primeros años, alumnos internos. El número de éstos fluctúa entre los 15 y 20 jóvenes, procedentes de ios municipios y de los estados vecinos. El prefecto y celadoras tiene buen cuidado de que en esta dependencia se observen reglas que tienen mucho de monástico. Cada alumno tiene, por su cuenta, una cania, baúl, aguamanil, servilletas, peines y la ropa necesaria". En invierno se levantan a las 6 de la mañana. A las 5 en el verano. La comida se sirve a las 12. La cena a las 7. Los tres alimentos se toman en refectorio, con la presencia del prefecto. Durante éstos, un alumno cada vez lee "en voz alta y clara'9, un trozo de la Constitución General, de la local o de la ley de erección del Colegio o su reglamento interior. La situación económica hace imposible el sostenimiento del internado y éste desaparece.
¿Cómo obtiene el Colegio esta vasta superficie de terreno, que todavía en 1913 es conocida por "los matorrales del Colegio Civil"?. Don Vicente de Sepúlveda la pide en merced al ayuntamiento en 1835, y éste se la concede mediante pago de^23 pesos. El 20 de febrero de 1840 esta propiedad pasa a ser de don Eleuterio González, quien todavía no recibe su título de médico, ni sueña en que habrá de ser director del Colegio. Otra parte más próxima al edificio es dada en merced a Juan Alien en 1859, y edifica allí dos piezas. El Gral. Tre-
Al fundarse el Colegio quedan incorporadas a éste la Escuela de Medicina y de Jurisprudencia. Por espacio de 20 años funcionan con el instituto y ello le da carácter de pequeña
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universidad. El transcurso del tiempo hace observar serios inconvenientes. Hay deficiencia en la atención simultánea de un solo director para especialidades tan diversas. El 12 de octubre de 77 se decreta la separación de ambas escuelas. En 1869, se abre la cátedra de agrimensura con una inscripción de 30 alumnos. Fundador de estos estudios, antecedentes de la Facultad de Ingeniería, lo es Francisco L. Mier, competente ingeniero que se compromete a formar ingenieros topógrafos. La escuela deja de funcionar al año siguiente, por falta de alumnos. Mier, con autorización oficial, imparte clases gratuitamente al único discípulo: Miguel F. Martínez. El 31 de octubre de 71 se expide a favor de éste el primero y único título autorizado por el Colegio Civil, de ingeniero topógrafo e hindromensor. En 1902, se aprueba un nuevo proyecto para la carrera de topógrafo, pero no llega a establecerse. El 9 de noviembre cié 1899 se abre la clase de ensaye de metales, que funciona tres años solamente, pero que logra sus frutos con la recepción, en 1901, de 7 ensayadores. Sucursales.
En 1364, establece un modesto taller de imprenta, con materiales de los talleres de la del gobierno. Toe 79 se hacen impresiones de trabajos del Colegio en las dos prensas pequeñas de que se dispone. La biblioteca empieza a formarse desde 1.03 primeros años. El director Carrillo establece un pequeño salón de lectura, y el Ing. Belírán inaugura un local más amplio en 1916. El fondo bibliográfico asciende a 416 volúmenes, y en 1926 pasa de mil. Al instalarla el Dr. Santos en el 2o. piso, se adquiere la bilioteca particular del Ing. Ernesto Ortiz, y los libros pasan de 3,000. Al principio se carece de un laboratorio para las prácticas de química e historia natural. Estas tienen que hacerse, en 1879, en la botica del Refugio, del Dr., Eusebio Rodríguez, El gobernador Viviano Villarreal adquiere en 81 un gobinete de física y un laboratorio de química, comprados en Hamburgo. Esta dependencia es la que mayor impulso recibe del gobierno del Gral. Reyes. Con frecuencia se hacen costosos pedidos a Francia, de equipos científicos. El 5 de mayo de 1889 se inaugura el musco de historia natural, adquirido también cíe París. Sólo la sección de mineralogía liega a tener, en 1898, 2,147 piezas, en diez vitrinas especiales. En 1902, se establece en el patio sur un jardín botánico, y se plantan en el traspatio 150 moreras para la cría del gusano de seda.
A fin de resolver el problema de los alumnos foráneos, proyecta el gobierno el establecimiento de sucursales del Colegio en los municipios más importantes del Estado. En 1877 se crean en Salinas (26 de Oct.); Marín (11 de Dic.); Linares, Galeana y Villalclarna (17 de Dic.). Pero no todos prosperan. En Galeana y Villaldama ni siquiera alcanzan a abrirse. La matrícula del de Marín fluctúa entre 9 y 11 alumnos. El de Salinas alcanza a tener 22 inscripciones; es atendido por cuatro catedráticos y tiene 740 pesos anuales de presupuesto. Durante 10 años funcionan estas dependencias de! Colegio Civil, que se cierran en 1887.
El observatorio meteorológico se crea durante la dirección del Dr. Rocha. El primer informe se rinde en enero de 87, correspondiendo a las observaciones del año anterior. Los informes se publican en el "Periódico Oficial" y en hojas sueltas. En 1898 aparece el No. 1 del Boletín Mensual. Desgraciadamente esta interesante publicación se interrumpe en Nov. de 1900, con motivo de la muerte de José Sáenz, director de ía Imprenta de Gobierno.
Dependencias.
Ejercicios Gimnásticos y Militares.
Conceptuado entre los primeros de su género en el país, procura siempre e! Colegio estar al día en todos los aspectos.
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Entre las actividades de más honda tradición en el Colegio, pueden conceptuarse, indudablemente, la gimnástica y los
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ejercicios militares. El director Carrillo instala en 1904 el gimnasio y obtiene un equipo completo que hace traer de St. Louis Mo. Los muchachos son uniformados con camisa ligera, pantalón corto y media negra. Se practica la esgrima, implantada desde 1889. Los deportes son incrementados en íor ma eficaz. Los encuentros de béisbol con los muchachos del Instituto Láureos o los de la Normal, tienen lugar desde antes de 1905, en el amplísimo patio del Colegio. Las quejas de los vecinos por los vidrios rotos de las ventanas y los daños causados al edificio del plantel, hacen dotar a las bardas y ventanas de éste de resistentes telas de alambre, donadas por el ayuntamiento de 1910. Pero si la gimnasia y los deportes imprimen al Colegio un sello de movimiento y salud física, lo que viene a darle un carácter viril y de brillante tradición son los ejercicios militares. El Reglamento del Colegio de 1892 los incluye ya como asignatura en cada uno de los años de estudio. La investidura militar del Gobernador Bernardo Reyes, por otra parte, es motivo de que éste les preste la mayor atención. A partir de su institución, no hay fiesta o solemnidad cívica en las cuales no pongan los alumnos la nota de marcialidad y colorido. Impresionando por su gallarda participación en las fiestas organizadas en su honor en 98, don Porfirio obsequia al plantel 200 fusiles Remington y varios millares de cartuchos de salva. Las maniobras de examen tienen lugar en la calzada Unión (Madero), en el antiguo hipódromo o en la plaza de la República. Anualmente se organizan excursiones militares a los municipios del Estado. La primera de que encontramos referencia se realiza en febrero de 1900, a Cadereyta. La columna expedicionaria está integrada por 140 plazas y 13 carros de transporte. En aquella ciudad se efectúan las maniobras de orden cerrado, manejo de armas, esgrima a la bayoneta y simulacro cíe guerra. Asiste el ayuntamiento y numerosa concurrencia. Hay serenatas en la plaza del lugar. Cuatro días después: el regreso a Monterrey. El alcalde participa al go-54-
bernador estar complacido del "comportamiento caballeresco y correcto" de los muchachos. Excursiones como ésta se efectúan a Linares, en 1901: a V. de García, en 1904; Villaldama, 1906; Montemorelos en 1907, y a Lampazos el año siguiente. Concluida la administración de don Bernardo estas actividades decaen. El general Toffé las revive en 1926 y de este año al de 1930 se hacen excursiones a Montemorelos, Linares, Sabinas Hidalgo y Saltillo. La Universidad. En el último tercio del siglo XIX, Monterrey obtiene progresos notables en su aspecto económico. Las tres primeras décadas del XX, la colocan en primerísimo orden como ciudad industrial. La fama de su potencialidad fabril traspasa los límites nacionales. Se impone, sin embargo, la creación de un centro de estudios que refleje sus capacidades en el orden cultural. Los trabajos preliminares tendientes a realizar esto último se inician en febrero de 1933. El 31 de mayo del mismo año, se promulga la Ley Orgánica de la Universidad de Nuevo León. Pero toca a la Universidad nacer en una época difícil. Serios problemas educacionales agitan a todo el país. El 29 de septiembre de 1934, el Congreso decide decretar la desaparición de la Universidad y crea posteriormente el Consejo de Cultura Superior, que durante casi ocho años tiene la dirección de los planteles universitarios. El 13 de septiembre de 1943, se dicta el decreto que crea la nueva Universidad. Al fundirse el Colegio Covil en la máxima casa de estudios, es sustituida su denominación por la de: Escuela de Bachilleres. Es difícil, con todo, desarraigar su nombre tradicional. Como que ha quedado perpetuado en la plaza, donde bulle, promisoria y alegre, la juventud universitaria. La Universidad nuevoleonesa viene a ser como una proyección como un metamorfosis imprescindible y lógica del an-
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tiguo y procer Colegio Civil. Ha llegado éste a su mayoría de edad. En 1932 había celebrado su jubileo de diamante, y ahora pasa a obtener la jerarquía que le corresponde por sus lides en el campo de la cultura. Las venerables paredes que abrigan al Colegio desde 1870, constituyen ahora la sede y centro principal de la Universidad.
LICENCIADO EMILIO GUZMAN LOZANO
Monterrey, N. L., Nov. 28 de 1957, ISRAEL CAVAZOS GARZA.
Basta leer el presente artículo y captar sus ideas y la forma de expresar éstas, para hacer los mejores augurios de éxito para la Asociación, la que el próximo año será dirigida por el Licenciado Emilio Guzmán Lozano.
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Palabras en Homenaje a la X E T Señores Invitados, Compañeros Sembradores; Hace ya más de cinco lustros, precisamente en la festividad de San José, de 1930, surgía a la vida en Monterrey uno de esos instrumentos que, penetrando en los misterios de la naturaleza, ha servido para difundir el maravilloso descubrimiento del gran Marconi, consumado treinta y tres años antes, en 1897. Lo iniciaba ese fecundo emprendedor que sigue siéndolo, don Emilio Azcárraga, dotándole de la escasa potencia que la incipiente técnica de entonces permitía, limitado a un auditorio mínimo, pero con la consistencia del destinado a perdurables e inmensas proyecciones. Martínez, de Fuentes, Ballí, fueron sucesivamente los primeros dirigentes de la por aquellos años balbuceante voz etérea, que en 1935 mudó de dueños, adoptando la feliz y masculina denominación de El Pregonero del Norte. Y luego la condujo Serna Martínez, y después, y hasta ahora, ajustadas ya más de dos décadas de venturosa gestión, ese discreto pero dinámico valor que es don Gustavo M. de la Garza. Entre tanto, merced a la pujanza de sus ejecutores, el instrumento se expandía: los 500 watts del alumbramiento se multiplicaban a 5,000 siete años después, luego se multiplicaban ei\, y ha escasamente tres semanas alcanzaban 50,000 watts, iniciando así la conquista de un auditorio nacional. La vida de la radio-emisora ha sido fecunda, progresivamente activa, polifacética. En ella se iniciaron quienes luego fueron o son ahora factores de relieve en el mundillo artístico de México, en particular en el área de la música popular, entre ellos los compositores José Sabré Marroquín, Pepe Guízar, José C. Villa; las tonadilleras María Alma, Rosita Carballo, Minerva Garza, Lucerito, América Martin, La Florecita; conjuntos musicales como el Trío los Costeños, Las Guerrilleras del Norte, Roberto G. Treviño "Tacos", Miguel Aceves Mejía, Eduardo Alexander, Andrea Villa, Fernando Fernández y algunos más. Los artistas de mayor celebridad, así mexicanos como los extranjeros que han venido al país, han actuado ante los micrófonos de El Pregonero del Norte. -58-
Adexnás de la difusión musical, la del deporte ha sido constante e intensa preocupación de nuestra biografiada, estimulándolo en cuanto vehículo de educación del medio, especialmente de la niñez y de la juventud. Divirtiendo y educando, lo mismo ofrece la lectura de la buena novela que el proorama humorístico, la historieta que vale para menores y adultos -y aquí recordamos los célebres Cuentos de Piturrias (Arturo García, "Pajujo"),- y la noticia veraz y oportuna. Todo ello sin descuidar ni la más buena dicción, ni la amenidad de las variantes de los procesos novedosos, a pesar de la difícil tarea de la continuidad. En todos los órdenes de la radio-ernisión se ha trabajado, y con magníficas realizaciones. Desde el servicio de prensa con Rogelio García Frías y el Lie. Horacio Alvarado Ortiz, pasando por el nías ligero del buen humor en el que colaboran Leandro Espinosa y Juan Kahan, hasta el de producción literaria en donde se encuentran las ágiles plumas de Rosendo Oeañas y Bauche Alcalde, Clemente Uribe y Pepe Peña. En su conjunto, el equipo humano de la organización posee singular eficiencia: así los productores Neftalí López Páez, Pedro H. Cania, Juan Carlos Orgado, Fray León, José I. Jiménez, Leandro Espinoza; como el personal administrativo, al que pertenecen Rogelio de la Garza, Manuel y Alejandro Enrique Méndez y Cazares, Juanita Lozano, el Profesor Heriberto Arévalo Vela, Ricardo Flores, entre otros; e incluso los elementos técnicos, ingenieros Orozco, Estrada y Esquive!; todos y cada uno en armoniosa coordinación, hacen posible la vida generosa e incesante de la institución. Pero la versatilidad es tal, que no resulta fácil de asir. En la transmisión llamada de controles remotos, la difusora regiomontana ha sentado un precedente no igualado por ninguna otra en México, que le presta agilidad sin par. Son los originales "programas vivos", entre los que destaca el de la información. Y finalmente, lo que podríamos llamar el pensamiento de la radio-emisora: las series de cultura fundamental, en torno a las cuales se estructura, por decirlo así, la misión de orientación en donde en último término se cifran su personalidad y su valor. Ahí han sobresalido recios personajes del
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mundo intelectual como el Arq. don Agustín Basave, el Lie. Carlos Marín Foucher y el Dr. Agustín Basave y Fernández del Valle. La madurez de El Pregonero del Norte ha venido a evidenciarla la fundación de la X, E. J. M., recientemente prohijada por aquél para la exaltación de la cultura artística, mediante la transmisión de la música clásica como una función exclusiva, respondiendo a la necesidad imperiosa clel selecto círculo de adeptos a la buena música, a la música excelsa e imperecedera. Esto no excluye, por supuesto, que el progenitor no comparta esta tarea, pero sus objetivos han sido y son más bastos y diversificados. He aquí, en apretada y deshilvanada síntesis, el pretérito y el presente de la X. E. T., motivación y merecimiento de este homenaje que hoy le tributa el Club Sembradores de Amistad de Monterrey. Porque no es sólo una radio-emisora en la ciudad, sino la radio-emisora de Monterrey; porque la vida regiomontana, con los altibajos de sus virtudes y de sus defectos, de sus alegrías y de sus padecimientos, ha vibrado y sigue vibrando fielmente en su voz; porque los clamores y los anhelos de la provincia mexicana fluyen a través de ella; porque, en fin, cumple su misión de formar e informar, de educar por medio del esparcimiento; por todo ello esta dedicación es solamente un acto de justicia. Mas, ¡cuan tremendas responsabilidades tenéis vosotros, los directores y operadores de la radio! Bien sabéis que podéis hacer tanto bien como mal, pero puesto que manejáis un arma social, un verdadero instrumento público, siempre es en grado infinito. Vuestra fuerza, indudablemente, es o puede ser por lo menos igual, si no es más, que la de la prensa. Con vuestro poder de hablar, así podéis servir para salvar como para condenar, aunque siempre a la postre, para sellar vuestra propia condenación o salvación. Frente a todos, pero sobre todo ante la infancia y la juventud, estáis obligados en conciencia, no sólo a no hacer el mal, sino a hacer positivamente el bien.
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"Máxima debetur puero reverenda" -se le debe al niño el mayor respeto-, proclamaba en sus "Sátiras" (14:16) el poeta Juvenal. Es, en efecto, rigurosamente preciso conciliar con ese grave deber moral, vuestra potestad de hablar. Recordad la terrible sentencia de Cristo en aquel pasaje del Evangelio: 'Imposible es que no sucedan escándalos; pero ¡ay de aquel que los causa! Menos mal sería para él que le echasen al cuello una rueda de molino, y le arrojasen al mar, que no que él escandalizara á uno de estos pequeñitos". (Lucas, XVII, 1,2.). Y no es que los adultos no deban inquietaros; todo lo contrario. Pero vosotros ciertamente no estáis obligados a responder ni de la imprudente curiosidad, ni de la reprochable malicia de ellos. Vuestras obligaciones hacia la Verdad y la Justicia no son menos abrumadoras. Tened presente que correlativo al derecho, tenéis también el deber de hablar. Ciertamente podéis incurrir en gravísimas faltas por callar, por omisión, por cobardía. No es que debáis llegar a la temeridad, o a crudezas ni a imprudencias, pero estáis obligados a informar lo cierto con discreción, sin silencios vergonzantes de adulación o mercenarios . . . Hay, por último, otro aspecto de gran trascendencia que no debéis descuidar: vuestra responsabilidad frente a la Belleza. El tesoro del arte y de la cultura está en gran medida en vuestras manos. De él habéis de rendir cuenta. No os sujetéis sumisos al capricho de la moda, que encubriéndose en la democracia es, las más de las ocasiones, arbitraria y aún retrógrada. Abolid lo mismo la música estéril y vacua, que el anuncio de mal gusto. Tenéis el deber, no únicamente de no pervertir las artes ni degenerar la oratoria, sino de ennoblecerlas cada vez más, enriqueciéndolas y raimándolas. Nos referimos aquí, más que a lo moral y a pesar de su inevitable interdependencia, a lo estético. Y os obliga también, adicionalmente, no sólo a transmitir los elementos de la cultura y de un modo especial de la nuestra, sino impulsarlos sin cesar, alentando la producción intelectual y artística y descubriendo y es-61-
timulando a los genuinos nuevos valores. Todo ello y más ha sido ya expuesto por el sabio y venerable Obispo de la Ciudad Eterna en su alocución de 1951, y estas son sus palabras -que repetimos porque son fuente y respaldo de lo expuesto: "Para la radio. . ." 'sólo lo mejor es lo bastante bueno'. Lo mejor es la verdad: la radio debe ofrecer sólo la verdad, y precisamente para que la verdad pueda actuar sobre cada uno en particular y sobre la comunidad de manera cooperadora, formadora y constructora". Y luego agrega: "Lo mejor en la bondad: la radio debe declararse a favor del bien y luchar por lo que es moralmente bueno, ofrecerlo incontaminado y colocarlo en el lugar que en el orden de los valores éticos le pertenece".
o puras distracciones; un don que consideramos perfectamente utilizado cuando, al servicio de la verdad, de la moralidad, de la justicia y del amor, como repetidamente hemos dicho, se emplea para difundir la formación cristiana, para colaborar en la elevación intelectual y moral de las naciones". Amigos de la radio-emisora X. E. T.: vuestros anfitriones de este instante, al felicitaros por la labor realizada, y al expresaros nuestros deseos porque el estribillo de "lo mejor de la radio en la provincia" llegue a tocarse alguna vez por lo mejor de la radio en México, afectuosa y sinceramente os invitamos a meditar sobre los principios y recomendaciones expuestos.
"Lo mejor en la belleza -completa S. S. Pío XII-: arte que no olvide que la mejor de sus leyes es estar al servicio de la verdad y el bien, que de ninguna manera destruya lo que éstos han edificado". (Pío XII, Dis. nov. 1951; Eccl. n. 541, p. 575). En suma, que la radio ha de ser lo que hace el maestro, el auténtico maestro, con su sensibilidad y su paciencia, con su iniciativa y su perseverancia, con su sinceridad y su bondad. Sí, señores directores y colaboradores de El Pregonero del Norte: vuestra misión es fundamentalmente la de educar y subsidiariamente la de divertir. En este sentido, aunque más parezcan sutilezas o juego de palabras, creemos que el lema de la radio ha de ser educar mediante el entretenimiento y no entretener educando. Habéis de guiar a la opinión pública y no debéis declinar este deber moral y social que os incumbe. Mas concluyamos ya para no abusar de vuestra bondad, y para ello nada mejor que la cita del fragmento de un radiomensaje de la misma docta autoridad de Roma pronunciado el 12 de abril de 1953: "La radio, como tantas otras maravillas de la técnica moderna, -amonesta el Santo Padre-, es un don precioso del Señor; pero un don que nos parecería malamente despilfarrado si hubiera de servir únicamente para curiosidades, amenidades
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Una Aproximación a El Greco Por el Arq. AGUSTÍN
BASAVE
ARQUITECTO DON AGUSTÍN BASAVE
El arquitecto don Agustín Basave, que nos vino de su Guadalajara, hace algunos años, pero que ha sabido hacerse rodear de tanta simpatía que todos en Monterrey lo consideramos como nuestro. Es uno de esos hombres de tal refinamiento estético y cultura tan amplia que tiene la posibilidad de captar la belleza en cualquiera de sus manifestaciones.
Dotado
El Greco se llamaba Domenico Theotocópuli. Era heleno de raza y de nombre: un cretense trasplantado a Venecia y Roma, primero; a Toledo, después. Dos ambientes con un denominador común: el lujo. Riqueza y paganía de los mercaderes adriáticos y la corte romana; suntuosidad y opulencia de la urbe primada de España. En esos medios sucesivos se desenvolvió el espíritu contradictorio y barroco del pintor de Candía. No advertimos en él ninguna huella de su origen griego, a no ser la que aparece en algunas figuras suyas que evocan las bizantinas. Su paleta y sus raíces son, principalmente, venecianas; no tanto de Ticiano cuanto del Tintoretto, a nuestro parecer. Por ese lado entronca con los esfuerzos del Buonarroti y con el cromatismo frío: verdes, grises, azules, tonos argentados. . .
de lo que ha dado en llamarse una pluma fácil, todo lo que escribe se lee con agrado, pero de un modo muy especial sus narraciones sobre los grandes artistas del Renacimiento.
De Venecia llevó a Toledo su amor al boato; de Roma, su humanismo. Dan testimonio de él, los 180 libros de su biblioteca: Hornero, Eurípides, Demóstenes, Esopo, Luciano, Plutarco, la Biblia, algunos escritos de los Padres Griegos; Petrarca, Ariosto y Tasso. Cuando hubo de establecerse en la ciudad del Tajo, a fin de ocuparse de los encargos que le hicieran para la Catedral y Santo Domingo el Antiguo, el Greco se vio en el caso de elegir su residencia. Desde luego desdeñó la modesta vivienda que hubiera sido suficiente para albergarlo y acomodar sus bártulos de pintor. El Theotocópuli tomó en arrendamiento nada menos que veinticuatro aposentos de las casas principales del Marqués de Villena. Del alquiler que pagó el artista, si se le compara con el de otros inquilinos de aquel entonces y
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de aquellas estancias, se infiere que las del Greco eran las mejores y más preciadas en el lote perteneciente al procer castellano.
de toda disonancia" y el San Mauricio le pareció anárquico e inadmisible:
El inventario de los muebles, escrupulosamente levantado por su hijo Jorge Manuel, no justifica la necesidad de tantas estancias. Para contener su media-cama de nogal con dosel de damasco; sus cofres, las ocho sillas, los tres bufetes de pino y los enseres de cocina y comedor, tres aposentos hubieran bastado. Tomó los demás por una ostentacic5n semejante a la de aquel hambriento hidalgo del Lazarillo que, "quien no lo conociera, pensara ser muy cercano pariente del Conde Alarcos".
Así pues, tras de la frustrada prueba del Palacio-Convento, el Greco regresó a Toledo y allí se quedó por el resto de su vida. El ambiente de la ciudad le modeló. Eso es cierto. Pero la materia prima y la disposición plástica eran suyas, peculiarmente propias. Llegó allí con su disposición individual, su técnica de dibujante, su capacidad de armonizar tonos en maravillosos acordes cromáticos; y con su inconfundible y personalísimo barroquismo que le aisla en la historia del arte y el cual fue el punto de enlace con Góngora y Fray Hortensio Félix, quienes se hicieron lenguas para alabar al extraño pintor de "El Entierro del Conde de Orgaz".
Cierto es que El Greco ganaba muchos ducados, pero éstos salían de sus arcas tan rápidamente como entraban. Por ello se veía en frecuentes apuros y más de una vez ha de haberle ocurrido carecer de lo necesario para comprar su pan y su vino y experimentar miserias dentro de su vasto palacio. Ya en esto, el pintor fue más español que romano o veneciano. "Creta le dio la vida, y los pinceles, Toledo
",
dice de él su amigo Paravicino. Lo que no supo decirnos es cómo este candiota venecianizado, pudo ser el más genuino exponente pictórico de la catolicidad española. Ello es y seguirá siendo un misterio, el mayor entre los muchos que conciernen a este hombre complejo y raro. También resultan contradictorias su decidida afición a los temas religiosos, y su formación humanística; y nos parecen difíciles de compaginar su vehemente ansia de vuelo espiritual y el amor al lujo de que dio tantas pruebas. No comprendió el Rey Felipe, a pesar de su espíritu religioso, las fantasías místicas del genial pintor. Cuando el monarca vio terminado el cuadro que le mandó pintar para el altar de San Mauricio, se sintió tan desconcertado que resolvió no seguirlo ocupando. Fue así cómo se perdió la oportunidad de llenar El Escorial de verdaderas obras maestras; pero "a S. M. no le contentó el pintor". Su sensatez "le hacía enemigo
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Desde el año de 1561. Toledo dejó de ser la capital de España y comenzó a decaer. Llegó allí El Greco a eso de 1577, y en ella permaneció hasta su muerte, la cual ocurrió en 1614. Los ojos del pintor, al contemplar por primera vez la extraña ciudad, han de haberse llenado de asombro. Queremos imaginar que le tocó verla, como a nosotros, ya declinando la tarde, y que una luz crepuscular coloreaba sus rocas sustentadoras y sus piedras labradas, realzando los relieves y profundizando las sombras. La urbe de las cien torres, encarnada en su loma, ha de haberle aparecido "como una ciudad de grana coronada de cristales". El macizo pedestal de granito ostenta a la vetusta capital neo-castellana, levantándola sobre la vega feroz, oasis de la llanura esteparia. A sus pies pasa el río hortelano, regando los sembradíos y los jardines de los "cigarrales" en que el ingenio de Tirso jugó al Decamerón. Desde un puente al otro de los dos que son presillas de la cinta fluvial, la corriente casi enlaza totalmente la pétrea base de Toledo. Sobre ese peñón amurallado se yerguen los campanarios de San Juan de los Reyes y el Cristo de la Luz, la alta torre catedralicia, las espadañas de la sinagoga y la mezquita cristianizadas, Santa María la Blanca y San Román, que asoman entre los tejados y las arboledas. Allí se alzan los cubos del Alcázar y los palacios de Gerardo Lobo, Garcilaso de la
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Vega, el Cardenal Silíceo y los Condes de Fuensalida. "Una docena de civilizaciones se han apiñado y convivido allí, manifestándose en inumerables iglesias y conventos; viviendas góticas, mudejares y platerescas en empinados y estrechos callejones moriscos cuadro real, casi vivo y casi intacto, en suma, de su pueblo donde cada piedra es una voz que habla al espíritu", dice Cossío, En esa ciudad eíxtraña y evocadora vivió Domenico Theotocópuli la mitad de su vida, la más consciente y fecunda. Durante treinta y siete años estuvo allí observando, pensando, leyendo, pintando. . . identificándose con ella y presenciando su progresiva decrepitud. Cinco años después de la muerte del pintor, el Doctor Sancho de Moneada, dirigiéndose a Felipe III a fin de inducirle a emprender la resturación política de su reino, hace hincapié en la desocupación de los toledanos y en la desconsoladora ruina de la región y de España entera, "pues de tres partes de gentes que hay en ella, las dos no tienen que trabajar y olvidan sus oficios y artes que solían ser tan primorosos". "De calles enteras que había (en Toledo) de freneros y armeros, vidrieros y otros oficios semejantes, no ha quedado un solo oficial"; "de sesenta casas de mayorazgos de a tres mil ducados de renta que solía tener, no quedan seis"; "un trato grueso de bonetería... de que se proveía toda África, en que se entretenía y con que se sustentaba gran número de gente, está casi perdido y arruinado" y "hay gran número de casas cerradas y la que se cae no se levanta". Ese es el cuadro sombrío de la desintegración de la villa que fue cifra y compendio del reino. "Toledo es una ciudad alucinante", dice Don Ramón del Valle Inclán. Con sus moles amarillas y calcinadas recuerda el "todo es vanidad" de las cosas humanas. No es granítica, como Santiago, esa maciza edificación enmedio del campo de la estrella. La urbe de Castilla es de materiales blandos y está condenada a desintegrarse. Raro es el duradero sillar en esa fábrica deleznable. El sol quema sus muros porosos y acabará por destruirlos.
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Bajo la influencia de ese "memento homo", pasó El Greco su madurez y su ancianidad. Toledo estaba hecha para él, y él para interpretarla. -"Yo para tí, tú para mí", pudo haberle dicho con palabras equivalentes a las de Cervantes. Solía, el pintor, pasarse las horas enteras en la quietud de su obrador, silencioso y sin más compañía que la de su propio espíritu. Otras ocasiones, salía por el Puente de Alcántara o paseaba por donde se extienden las casas de campo de los aledaños y desde allí contemplaba a la almenada villa; otras aún, poníase a conversar con sus amigos y patrocinadores, canónigos, clérigos, frailes, hidalgos y letrados, sobre los sucesos que habían conmovido a Toledo en la sucesión de los tiempos y, con mayor frecuencia, sobre cosas que atañen al espíritu. Fue así como logró establecer una creciente intimidad entre su alma y la del lugar que le acogió. De esos fecundos diálogos con cosas y con gentes, y de ese constante cotejo del espíritu castellano con el evangélico y con el de los santos cuyas vidas estaba siempre leyendo, fue apuntando el cuadro de una Toledo que es síntesis de España, así como España lo es de la Mística cristiana. El Greco, por medio de sus Cristos y sus Vírgenes, de sus santos y sus caballeros demacrados, nos muestra su visión de la ciudad castellana. Todo eso, por una parte; por la otra, el paisaje y las arquitecturas, las maravillas de sus mayores; los tesoros de sus iglesias: custodias, cálices, candelabros; maderas y hierros labrados, casullas y mantelerías; encajes, damascos, brocados ¡Precioso museo en que se juntan contribuciones de cristianos., judíos y muslines! Es un relicario que guarda cuanto de más venerable ha producido la religiosidad española, un fanal cuyos cristales dejan pasar la luminosa llama de una humanidad que niega la carne y afirma el espíritu. Mártires de heridas y bocas contraídas por el dolor; cuerpos alargados y retorcidos; rostros anhelantes o reconcentrados; ojos ora escrutadores como los del Cardenal niño de Guevara, ora sosegados como los del Caballero de la Mano en el Pecho. . . ;
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manos que alguien llamó "aladas" y que son más expresivas si no más bellas aún que las dibujadas por Leonardo. . . Todos esos elementos integran la interpretación de un Toledo que no es la de las artes y las artesanías que la convirtieron en emporio; sino la quieta y sólo atenta a" su perfeccionamiento espiritual. . . Toledo, cuya voz no es ya la de los pregones del Zocodovor, sino el canto de sus coros gregorianos: oratorios, laudes y motetes que se elevan al cielo como los incontenibles anhelos de un alma que aspira a la unión con Dios: Mediante ese contacto con la parte viva y sobresaliente de la ciudad, así como con sus piedras centenarias, Toledo fue confiando su secreto al pintor cretense; su espíritu de renunciación a las pompas mundanas y su ansia de alcanzar las realidades superiores. Y a manera como San Juan de la Cruz exteriorizó su experiencia mística en los ardientes poemas de la Noche Oscura y el Cántico Espiritual, así El Greco expresó a su Toledo -Castillo Interior por medio de ascéticas y como traslúcidas figuras de caballeros engolados y melancólicos; de santos arrobados y de su paisaje de tonos fríos -azules y verdes- atravesado por la diagonal cristalina que se inicia al pie del Castillo de San Servando, pasa por el puente y asciende entre el caserío hasta llegar a la enhiesta torre de la Catedral y al dado del Alcázar, para prorrumpir allí en un himno de argentada luz.
ARQUITECTO RICARDO GUAJARDO
Otro de los problemas que más hondamente afectan a nuestra ciudad de Monterrey y que fue tratado también en una de las Sesiones Comidas de nuestro Club, es el relativo al Plano Regulador de la Ciudad y a los Problemas Urbanísticos de ella. Exposición clara, amplia y con grandes sugestiones es la que hizo el Arq. Ricardo Guajardo, que aquí presentamos.
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ARQ. RICARDO GUAJARDO Compañeros Sembradores : El propósito de esta plática, no es el de p'resentar un esquema global de solución urbanística, ni mucho menos el de apuntar la estructura de un plano regulador para Monterrey, sino, simplemente, el de tratar de aclarar algunas ideas respecto al verdadero significado de un plano regulador, subrayando de paso, una vez más, la magnitud de los problemas urbanístr eos que agobian a nuestra ciudad y la inaplazable urgencia de atacarlos y resolverlos. Comenzaremos por señalar las raíces de este caos urbano, que, en mayor ó menor grado, afecta a todas las ciudades de nuestros días. Un breve esbozo histórico nos revelará los orígenes del problema y simultáneamente nos lo mostrará en su verdadera magnitud. Podemos considerar como origen de nuestras ciudades, a los pequeños núcleos de población que aparecen en el Siglo IV de nuestra era, ya que, precisamente entre el Siglo IV y el VI, tiene lugar la muerte de las grandes ciudades de la antigüedad. Desde entonces, hasta la primera mitad del siglo pasado, es decir, durante casi 16 siglos, la vida del hombre en las ciudades ó villas permanece sensiblemente invariable. Los casi imperceptibles cambios en las costumbres de las sociedades urbanas, son fielmente registrados en la estructura de la ciudad. Ni el desarrollo del comercio durante la alta Edad Media, ni la transformación social del Renacimiento, llegan a provocar en la vida de la ciudad cambios suficientemente bruscos como para llegar a alterar su estructura básica. El crecimiento es tan lento, que la ciudad física se va amoldando de una manera perfecta y casi natural, a la ciudad humana. El hombre vive pues, durante siglos, en ciudades que responden plenamente a su programa, esto es: a sus necesidades, sus costumbres, sus creencias y deseos. En ciudades trazadas para esa manera de vivir, y que, en consecuencia, muy lejos de causarle la mayor molestia, sólo le brindan comodidades y satisfaccio-
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nes, proporcionándole una vida sencilla, clara, fácil. Pero a partir de los albores de la segunda mitad del siglo pasado, la situación anterior cambia radicalmente. La mecanización de la industria humana provoca una transformación total en la estructura de las sociedades urbanas, y simultáneamente, un rapidísimo crecimiento de las ciudades. En unas cuantas décadas, los pequeños núcleos de población se transforman en grandes ciudades. En 1871 solamente había 164 ciudades de 100,000 o más habitantes. Esta fecha marca el comienzo del más extraordinario crecimiento de las poblaciones urbanas en la historia del mundo. En 1930 había ya 611 ciudades de más de 100,000 habitantes, aproximadamente 40 de más de un millón, y 14 de más de DOS millones de habitantes. En los Estados Unidos el 56.5% de la población vive en ciudades, y en Inglaterra, el 80% de sus habitantes vive en áreas urbanas. Fue tan rápido el desarrollo de las ciudades, que el hombre no tuvo tiempo de planear y encauzar el crecimiento. Todo creció en el más completo desorden. Las fábricas, cada vez mayores en número y extensión, se establecen en cualquier parte, diseminándose en el área urbana, los obreros las siguen, buscando su proximidad y dando origen a las sucias barriadas enclavadas en las zonas industriales. Las casas se apiñan, buscando acortar las distancias y ahogando cuanto espacio abierto encuentran a su paso. Cuando por fin se da el hombre cuenta de lo que ha sucedido, se encuentra ya obligado a vivir en ciudades que casi no guardan relación alguna con su nueva manera de vivir, sus nuevas exigencias, costumbres, inquietudes y deseos. El rascacielos se remontó al cielo, pero sobre los angostos y congestionados callejones de la vieja ciudad. Todas las ciudades que han alcanzado cierto grado de madurez, exhiben los mismos síntomas alarmantes, que ponen en peligro su propia existencia; pero en el caso particular de Mon-
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terrey, además de agregar los agravantes que implican la raquítica economía y el bajo estándar de vida de los países subdesarrollados como el nuestro, tenemos que sumar el abandono en que se le ha dejado durante las últimas décadas.
como un patrón elaborado por teorizantes en la materia, que, por una parte, se aleja de la realidad social y económica, y por otra pretende encuadrar el crecimiento de una ciudad dentro de un marco estático, rígido.
Por otro lado, Monterrey muestra un índice de crecimiento sorprendente. El censo de 1940 arorja el dato de 190,000 habitantes, y el de 1950 la cifra de 340,000 o sea un aumento de 150,000 habitantes en 10 años, que representa un índice de crecimiento natural de nuestra población. A este ritmo, su población se duplicará cada 12 años, y no debemos olvidar que cada vez que esto suceda, los problemas que la aquejan se volverán 10 ó 20 veces más graves. Este es el desconsolador panorama que presenta nuestra ciudad y ante el cual hemos permanecido indiferentes por años. Tal vez el tremendo esfuerzo que representan nuestros diarios quehaceres, nos han hecho olvidar en parte la grave enfermedad que padece Monterrey, sin darnos cuenta de que si emprendemos la tarea de curarla, su propia salud reducirá considerablemente ese diario esfuerzo nuestro.
Suponer que un plano regulador tiene este significado, equivale a pensar en una ciudad hecha de techos y calles, y una ciudad no debe ser un simple techo contra la lluvia y el viento, sino una personalidad viva, que exprese y pondere costumbres, gustos y creencias, y que retrate, amplificándolo y enriqueciéndolo, el orgullo colectivo de sus habitantes. La ciudad es para la colectividad que la vive, lo mismo que la casa para la familia que la habita.
Todos nos damos perfecta cuenta de la caótica situación en que se encuentra nuestra ciudad. En una forma u otra, día con día nuestra vida y la de los nuestros resulta seriamente afectada por los diversos y graves problemas urbanos que presenta. Por otra parte, todos hemos oído decir que esta situación reclama con urgencia la elaboración de un "plano regulador", y sabemos que en otras ciudades se han hecho trabajos en este sentido y se han llevado a cabo transformaciones de áreas urbanas, mejorando notoriamente las condiciones de vida de sus habitantes. Sin embargo, muy pocas veces, si no es que nunca, nos hemos puesto a pensar sobre lo que es realmente un "plano regulador". Ciertamente tenemos una idea general de lo que significa, pero si hemos de ser sinceros, o la idea que tenemos es muy vaga, o deforma lamentablemente su verdadero significado. En términos generales, se piensa en un plano regulador
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De la misma manera, un "plano regulador" debe ser un organismo dinámico, en continuo desarrollo, que día a día rija el crecimiento de la ciudad, interpretando la vida de la socie* dad urbana, sus necesidades, sus exigencias, costumbres y deseos; que recoja, discuta y valore todos estos elementos, convirtiéndolos en términos de planeación orgánica, viva. No puede ser algo estático, inmóvil, que se impone en virtud de una ley durante cierto número de años, y que al vencer el plazo legal, deja de ser válido y puede rehacerse por completo, tal vez hasta partiendo de principios opuestos. En el año de 1930 se reunieron en Bruselas representantes de diversas naciones, bajo los auspicios del Tercer Congreso Internacional de Arquitectura Moderna. Esta es la primera vez que se decidió analizar las condiciones de vida de las ciudades, tomando al hombre como punto focal de sus estudios. Las conclusiones que se obtuvieron han servido de base para los estudios que posteriormente se han realizado sobre planeación del crecimiento de las ciudades. Se observó que los planos ordinarios de las ciudades, no servirían para el análisis que se pretendía llevar a cabo. Como máximo, simplemente indicaban la dirección y ancho de las calles y plazas, la localización de parques públicos y edificios, y alguna cosa más. Pero de aquellos factores que afectan directamente a la vida de la ciudad - la localización de las industrias y los negocios, de los barrios residenciales y los ba-
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rrios bajos, las concentraciones de población, su distribución y otros asuntos de verdadera importancia - los planos comunes no revelan nada.
Las fotografías aéreas han revelado al hombre una nueva "fachada urbana"; una perspectiva que nunca antes había sido conocida. Los últimos años han visto también el desarrollo del campo de la estadística, y de su empleo como un método científico, que nos permite acumular datos en todos los aspectos de los problemas de la ciudad- valiosas bases para investigar, inalcanzables hace 50 años)»
Se encontró la necesidad de establecer bases de comparación para los descubrimientos hechos en diferentes ciudades. El vehículo para expresar estos descubrimientos, tendría que ser en alguna forma gráfica, internacional, aplicable a todas las ciudades y de comprensión universal. Se ideó lo que fue verdaderamente un nuevo método de comparar la vida en las ciudades. La representación de las condiciones de la vida ur baña, se hace por medio de planos visuales, o radiografías de la ciudad, cuyos símbolos indican a la vista las funciones de sus diversos distritos y la correlación de estas diferentes funciones. Los planos fueron complementados por un reporte en 4 capítulos, correspondientes a las 4 funciones de la ciudad: habitación, trabajo ó producción, recreación y transportación. Al describir las condiciones existentes, el reporte también hacía recomendaciones para mejorarlas. La importancia de ese estudio analítico es que, por primera vez, se estableció una base universal para la comparación de las ciudades; todos los planos fueron hechos a la misma escala e interpretados por los mismos símbolos.
Este conocimiento de las ciudades no debe considerarse como se hacía en el pasado, ignorando que están en constante crecimiento, que su estructura está constantemente cambiando y que tienen un futuro, sino considerando a las ciudades como organismos vivientes, como cosas que nacen y se desarrollan, se desintegran y mueren. En su sentido académico y tradicional, la planeación de ciudades se ha vuelto anticuada. Debe substituirse por una biología urbana, o sea el estudio de la vida de las ciudades y de las condiciones de vida dentro de ellas. En consecuencia, la elaboración de un "plano regulador", no puede quedar en manos de un especialista, o grupo de especialistas, por bien documentados que se encuentren sobre la materia. Su formación exige la presencia y la intervención directa de todos los elementos representativos de los diferentes intereses de la ciudad. Sólo de esta manera se obtendrá un "plano" vivo, que retrate fielmente la realidad social y económica. Esto implica la obligación, el ineludible deber que tenemos todos los Sembradores de Amistad de intervenir activamente en la elaboración de un "plano regulador" para Monterrey, que nuestra ciudad necesita con urgencia inaplazable.
Sobre estas bases, 18 grupos nacionales hicieron planos de 33 ciudades, representando una variedad de circunstancias nacionales y locales. Esta lista incluye grandes capitales, como Londres, París y Berlín; nuevos centros industriales como Detroit y los Angeles;antiguas cunas de civilización, como Atenas y Roma; muelles industriales y comerciales como Amsterdam, Genova y Barcelona; centros residenciales como La Haya, Madrid, Estocolmo y Zurich. Estas 33 ciudades ofrecieron suficiente variedad en su tipo, origen, evolución histórica y condiciones económicas, para permitir una deducción de principios generales.
El único trabajo que se ha hecho sobre Monterrey en una forma objetiva y completa, es la publicación que en 1950 hizo el Instituto de Estudios Sociales de Monterrey: "Apuntes para el plano regulador de la ciudad de Monterrey", promovido por Dn. Antonio L. Rodríguez y secundado por el grupo de personas que integraron la comisión de estudio. Los intentos que se habían hecho con anterioridad, y que en la publicación de
Pero es necesario recurrir a todos los medios de investigación a nuestro alcance, para poder conocer nuestras ciudades a fondo. (Por medio del aeroplano y de la cámara fotográfica hemos obtenido una visión completa y precisa de ellas.
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referencia se citan con detalle, o cayeron en el academismo que hemos criticado, o se quedaron en una mera recopilación de datos • muy valiosos por cierto - pero sin llegar a conclusiones definitivas. En cualquier forma, el trabajo formulado por el Instituto de Estudios Sociales se hizo hace ya 8 años. La Ciudad ha seguido creciendo y cambiando, y si hemos de ser congruentes con las ideas expuestas, ese valioso trabajo demanda una revisión que lo ponga al día, pues por desgracia, no ha habido un organismo dedicado a registrar constantemente las diversas situaciones y modalidades, que han ido configurando a nuestra Ciudad en estos últimos años.
REV. PADRE AQUILES MENENDEZ
El Reverendo Padre Aquiles Menéndez es un gran amigo de Sembradores. Siempre que se lo hemos pedido, nos ha dejado oír sus elegantes discursos llenos de ideas, que queremos siempre grabar muy hondo en nuestra conciencia, expresadas en una forma tan convincente como bien orientada.
E! tema
que trata en el siguiente discurso es de tal importancia y está enunciado en una forma tan amplia y completa, que no resistimos a encomendarlo de un modo muy especial a todos aquellos que tienen la oportunidad de leerlo.
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EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN
CACIÓN DEL HOMBRE COMO HOMBRE; educación que primeramente compete a la Familia.
Por él Dr. Aquiles Menéndez
Quiero advertir que todos, absolutamente todos tenemos la obligación de educar y colaborar en esta educación. Los padres, los maestros, el Estado, el hombre de la calle, todos tenemos la obligación de educar, aunque no todos estemos capacitados para educar bien. Esta es una responsabilidad fundamental; y aunque sea una gran miseria nuestra, eso no aminora en ninguna forma la obligación que todos tenemos de educar. Se nos educa desde el primer momento de nuestra vida, y todos concurren, aunque sea inconscientemente, a esa gran obra. ¡Hasta los niños, mis queridos amigos!
-IYa que me voy haciendo viejo, una de las pocas cosas en que voy creyendo, en el orden natural, es la claridad de las ideas. Todo el dinero, las conexiones; todas las posibilidades que están en el talento y en la capacidad del hombre nada significan si no tienen ideas claras de las cosas. Tal vez no hay un tema que apasione más en el mundo, que el tema de la Educación; pero también podemos consignar los nombres de muchas publicaciones que improvisan lamentablemente sobre el problema que voy a abordar en este momento.
A lo largo de vuestra existencia, la parte más hermosa que ha surgido en vuestros espíritus ¿no ha sido evocada acaso por esa educación inconsciente que han realizado vuestros hijos cuando todavía ni sabían hablar? Ellos han despertado en vuestras almas el cauce de mayor ternura y los momentos más estelares de vuestra vida. El hombre también se educa con el pobre y con el obrero. El hombre se educa con la vida y con la muerte, y se educa fundamentalmente por Dios y para Dios. -II -
La Educación, mis queridos amigos, es algo que comienza en nosotros con nuestra propia existencia, y que con nuestra propia existencia termina. Educar, según su etimología, es sacar del hombre todas las capacidades de su personalidad.
No quiero tocar o consierar la educación como "Método pedagógico". Quiero dejar fuera métodos y sistemas, para referirme a lo que voy a llamar, y debo llamar: la metafísica de la Educación"; esto es, a los PRINCIPIOS que jamás se deben perder de vista al tratar ese ser que aparece inerme a nuestros ojos, como producto de nuestro espíritu y nuestra carne, y a quien debemos preparar para hacerle frente al tiempo y a la Eternidad.
A la educación universitaria le preocupa el desenvolvimiento armonioso de todo el hombre; o, de acuerdo a una expresión tradicional, el desenvolvimiento humanístico del hombre. Pero al mundo, a la sociedad humana como organismo capaz de civilización no le interesa tanto el desenvolvimiento humanístico del hombre, como el desenvolvimiento humano del hombre. Ha habido y hay grandes humanistas a quienes el mundo no les debe absolutamente nada en su penoso camino de progreso moral, social y económico. La educación que quiero tratar o subrayar en estos momentos es la educación del HOMBRE SUBSTANTIVO, la educación en esa dimensión fundamental y específica: LA EDU-
La Metafísica es la ciencia que estudia los principios deducidos de la estructura y del finalismo o del destino de los Indudablemente hay un déficit grande de EDUCACIÓN. La mayoría de las gentes se lamentan de que tienen hijos que -81-
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no saben como entender, cómo conducirles, como hacerles obedecer o cómo hacerles estudiar. Y ante semejantes lamentaciones en las aulas universitarias principalmente, por mucha competencia y cariño que pongamos en la enseñanza y educación, es muy poco lo que podemos agregar al proyecto de hombre que nos entregan los padres. Los alemanes dicen que la educación debe estar terminada a los siete años; porque la educación sustantiva, la educación fundamental se realiza dentro del hogar. Con eso no quiero decir que voy a hablar de métodos pedagógicos. No voy a decir una palabra de si es bueno pegar o no pegar, si es bueno castigar o no castigar. Nos referiremos únicamente a los PRINCIPIOS inmutables que, desde que el hombre es hombre, tienen que respetarse dentro del Hogar, en donde se van enrolando los hombres del mañana: la materia prima absolutamente indispensable para el orden político, social, económico y moral de que estamos tan necesitados en nuestra existencia. Por eso todos tenemos la obligación de educarlos por todos los medios; físicamente, intelectualmente, moralmente, de todas maneras, para rendir a Dios y a la Sociedad el mayor servicio que podemos prestar. Solamente así se gana el Cielo; no se gana exclusivamente con oraciones y buenos deseos. ¿Qué es lo que falta a la educación en el orden familiar? Hace pocos días, el 22 de Enero pasado, el Papa dirigió un espléndido discurso a los representantes de la Federación Nacional de Familias numerosas en Italia. Dice el Papa: "El primer peligro que tiene la educación es la determinación de los padres de limitar la natalidad. Porque esa limitación de la familia (y con el Papa lo dicen la inmensa mayoría de los médicos, no solamente italianos, sino de todo el mundo) trae anormadidades físicas y psíquicas, tanto en la madre, como en los hijos. Cuando una familia se limita por deliberación de los padres, está minada íntimamente. Siempre habrá en el espíritu (prosigue el Papa) y en el cuerpo de los individuos un déficit que ninguna universidad y ninguna otra educación posterior podrá luego subsanar".
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Pero lo que iba a decir yo era otra cosa. Dentro de la familia moderna falta algo que Dios ha puesto como piedra fundamental de toda educación y de toda construcción espiritual y social: falta EL HOMBRE! Y parece mentira que el hombre, que se afana y que lucha y se desbarata física y espirualmente para juntar unos cuantos pesos y dejar una herencia a los hijos, no se preocupe seriamente por dejarles esa otra herencia indispensable, lo que verdaderamente vale frente a cualquier circunstancia de la vida: LA EDUCACIÓN. Esto se le deja a la Mujer. Faltando el hombre, falta la Autoridad. La Autoridad es absolutamente indispensable para educar, porque solamente la autoridad es la que engendra la libertad, que es la corona y la aureola natural del hombre, ¡La única preparación digna para ser ciudadano y para ser un buen hijo de Dios! Ustedes lo saben perfectamente bien que nadie como los dictadores y los prepotentes de este mundo para esgrimir esta palabra: AUTORIDAD, llenándola de estiércol; pero ese estiércol de los dictadores y prepotentes de este mundo solamente ha servido para abonar este gran principio que no se puede radiar de la educación. La autoridad de los dictadores es destructiva porque le falta algo que tiene la autoridad de los hombres dentro del hogar: ¡le falta cariño! La autoridad no debe ser solamente fuerza. La fuerza bruta está manejada por intereses, por utilitarismos, por el egoísmo, por las pasiones más bajas e inconfesables; pero no tiene cariño, no tiene amor. El padre es educador porque mantiene la autoridad y la alimenta con algo inconmensurable que Dios ha puesto en el corazón del hombre: ¡el carino! ¡Qué difícil es entender a un niño! A veces los textos nos dicen que tratemos de entender a un niño, pensando en nosotros mismos. Lo nuestro es intransitivo; eso no se comunica. La educación consiste en desarrollar lo que hay dentro del hijo, • 83-
que eá una cosa distinta de mí msmo. Para eso la autoridad se impone, y se impone por el cariño. El niño entiende el cariño, pero no entiende la autoridad, por eso todos los niños que existieron en el tiempo, desde Adán hasta el último momento del mundo, serán rebeldes. Aceptan la autoridad cuando el cariño es verdadero y constante; cuando el cariño se arma de aquellas tres armas que debe tener la aducación: CONCIENCIA, PRESENCIA Y PACIENCIA. ¡No tiene remedio! La autoridad impone la norma del Bien, y digo que es la autoridad la que crea la Libertad, la libertad que no es libertinaje. Tener libertad no es la facultad o el poder de hacer lo que se le pegue en gana. Eso es libertad psicológica. La libertad verdadera, la libertad moral, la que se ejerce de acuerdo a la recta conciencia, la que se siente y se vive y se absorbe en el hijo con la propia responsabilidad. Cuando la autoridad ha razonado con cariño y ve que algo es bueno o malo, entonces a fuerza de cariño impongo esa actitud, hasta el fondo y de una sola vez y con todo el peso de mi personalidad, sin ceder ante la urgencia de un placer, ni ante las exigencias tercas del niño. Mis queridos amigos: Si ustedes piensan que aflojándole al niño y concediéndole todo lo que quiere, les va a querer más, es tan profundamente equivocados. La lucha con el niño es terrible porque nosotros somos capaces de comprender al niño, pero el niño es totalmente incapaz de comprendernos a nosotros. Por eso lo único que ha creado Dios para que se haga presión en ej niño, para que llegue hasta el fondo del alma y se grabe vitalmente es esa autoridad que está animada por el amor; ese amor que nadie fuera de Uds. puede tener para los propios hijos. Pero el amor es renuncia, sacrificio, dedicación. Por eso la autoridad no declina. Cuando a un niño se le ha puesto en el alma que hay que hacer siempre el bien, permanentemente el bien, sin ninguna declinación, aparentemente vive un poco sobrecogido por la autoridad del padre. ¡Y no han de faltar
quienes mencionen los peligros de los "complejos de inferioridad"! Pero, cuando el niño en trance de ser hombre se encuentra frente a la realidad social, a la realidad política o a la realidad económica, esa estructura indeleble que ha recibido reverdecerá con incontenible vitalidad y, aún cuando ya no esté el padre, la plena vigencia de su vitalidad habrá asegurado el porvenir del orden familiar, del orden económico, industrial, político y social. Los maestros suelen divertirse cuando llegan los papas a los colegios religiosos con los niños a quienes han amenazado previamente con "meterlos en un colegio de curas". ¡Como si se tratara de domadores de potros! La amenaza no consigue nada. Nosotros no podemos engañarnos. Ya falló la educación fundamental, la educación humana, la educación del HOMBRE; y donde no tenemos HOMBRE no tenemos ni industrial, ni banquero, ni político; no tenemos absolutamente nada. Las mujeres educan afectivamente, y lo hacen muy bien, de acuerdo al plan divino; todo cuanto el afecto está iluminado por la inteligencia y la conciencia. Pero la educación del HOMBRE es la máxima responsabilidad del hombre. Dedican ustedes tantas horas a la actividad económica, a la actividad social o política (lo que indudablemente es un deber del hombre). Pues Dios no les ha encomendado directa y específicamente esa actividad económica o la otra; pero si les ha encomendado directamente y con todo el peso de un Sacramento, la educación de esos niños, que son sangre de su sangre y vida de su vida. ¡Eso sí se los ha encomendado! Y el peor castigo que tiene un padre que no ha cumplido con ese deber fundamental, no es la sanción de la sociedad, ni las malas notas del colegio. Es el mismo hijo que, bueno para nada, esterilizará la cepa familiar, paralizando los mejores impulsos y cercando todas las esperanzas. El hombre necesita estar presente en su hogar. No es posible dejar el niño solamente en manos de la mujer. Las generaciones futuras las tiene que hacer el hombre fundamentalmente, porque delante de Dios él es el primer sujeto de responsabilidad y esa es su autoridad y dignidad.
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-IIINo quiero ser largo. Hay otra falla de la educación; y esta falla barre de la educación del hombre sustantivo, del HOMBRE HUMANO, hasta la educación del hombre adjetivo y humanista: ¡Me refiero a la ausencia de Dios! Señores, vamos a razonar un minuto. Yo llego a la casa de alguno de ustedes por que me ha invitado para que yo organice una fiesta dentro de su casa; y yo me pongo a organizar la fiesta tomando en cuenta a la cocinera, a los invitados, a la orquesta, etc. Todo. .. ¡menos al dueño de casa! ¿No es cierto que no me lo aguantaría? Y con toda razón. "Pero si la casa es mía", "si la fiesta es mía", "yo no soy aquí un hombre pintado'. . . Algo de eso me dirían. Bien; si creemos en Dios, aceptamos que Dios es el autor del hombre, el que le ha dado su estructura natural y su destino, prescindir de Dios para hacer el hombre y encaminar su destino, es la cosa más absurda que puede haber. ¿Cómo, en la casa de El, en cosa tan de El y que le pertenece tan absolutamente como la vida, vamos a prescindir de Dios? Es indispensable tomarlo en cuenta; y no como una idea, una figura o una imagen cualquiera; sino como es verdaderamente: Dios y Hombre verdadero, que piensa como nosotros y siente como nosotros y que quiere tener presencia humana en medio de todo y de todos. ¡Esa es la novedad y la verdad del Catolicismo en medio del mundo!
La palabra de Dios puede parecemos demasiado inarticulada; cuando Jesucristo responde de eso, no hay ningún hijo que rio sienta la responsabilidad de ser hombre en toda la dimensión sustantiva de la palabra. Mis queridos amigos: cualquiera de ustedes se ha de resignar a que su hijo no sea un jurisconsulto, un humanista o un profesionista universitario; pero a lo que no se han de resignar jamás es a que su hijo no sea HOMBRE, o deje de ser hombre. Eso lo desea desde el primer cudadano hasta el último campesino del país; pero el hombre lo hace el hombre, y lo hace en el hogar. Vale la pena reflexionar sobre esto. Vale la pena revisar un poco los PRINCIPIOS en que se apoya nuestro deseo de educar a los hijos. Y creo que sin tantas cosas, es posible reconducir a la Patria a las alturas que le dieron los que la fundaron con recia y abnegada virilidad. Cuando en un hogar están en el lugar que les corresponde, Dios, el Padre, la Autoridad y el Amor, entonces creo que podemos tranquilamente irnos a dormir en la noche, rezando con toda la verdad las palabras del PADRENUESTRO: "Que se haga Tu voluntad, así en la tiera como en el Cielo". Hay perfecta coincidencia entre lo temporal y lo eterno, lo espiritual y lo material, lo que está en nuestras manos y lo que está en las Manos Paternales y Providenciales de Dios Nuestro Señor. Muchas gracias.
Creo que la educación no debe ser a base, solamente, de. . . "hoy te toca ir a Misa", "ya son las nueve", "levanta1 e muchacho", a ver si vas con el padre Tal", "¿te confesaste?", "mañana es Primer Viernes", No se educa a base de eso; se educa a base de tratarlo a Jesucristo Dios como hombre verdadero, dándole el lugar que le corresponde en la casa; tratándolo con amistad y con cariño, dialogando con El con la inteligencia, con la voluntad y con el corazón. Cuando el niño va viendo eso en la educación, no hay peligro. Jesucristo responde de eso. -86-
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Plática sustentada por el Sr. José P. Saldaña en la comida de Sembradores de Amistad de Monterrey, efectuada el día 24 de Abril de 1958 Compañeros Sembradores :
SR. DON JOSÉ P. SALDAÑA
Don José P. Saldaña puede mencionarse como ejemplo de equilibrio espiritual.
Antiguo revolucionario que defendió
Se me ha encomendado hablar sobre la historia del teatro en Monterrey. Se trata de un tema muy amplio, que no sería posible desenvolver en el perentorio tiempo que se dedica a, estos actos. En consecuencia, procuraré hacer un esbozo á grandes rasgos de tan interesante materia. Durante el siglo pasado, el teatro en Monterrey se reducía a espectáculos que tenían lugar, especialmente, en el local del Arzobispado, situado en aquel entonces en lo que es hoy Hotel Iturbide, y también en el patio del Palacio de Gobierno del Estado, que se encontraba en la esquina noroeste de las calles Escobedo y Morelos.
sus ideas con las armas eij la mano, hombre de ideas liberales, ha tenido la lucidez espiritual para mantener el equilibrio difícil, de sin claudicar nunca de sus ideas, mantenerse al día con la evolución de las doctrinas actuales.
Tratándose de lugares poco espaciosos, la concurrencia era limitada, y los cuadros que se presentaban no podían ser, desde luego, de categoría. Ya para entonces apuntaba gran inclinación por los espectáculos de aficionados. Por el año de 1855, siendo Gobernador del Estado el General Jerónimo Cardona, inició la integración de una empresa para edificar un teatro. Reunió la mayor parte del capital, y principiaron desde luego los trabajos respectivos, y el 16 de Septiembre de 1859, siendo Gobernador del Estado don Santiago Vidaurri, se llevó a cabo la inauguración, dándose al Teatro el nombre de Progreso. Estuvo situado por la calle de Escobedo, en el lugar preciso que ocupa actualmente el Banco Capitalizador de Monterrey. Fue un edificio de agradable aspecto, construido en sus muros principales de sillares, y los tabiques interiores de ado-
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bes, empleándose con profusión también el carrizo. Sin embargo, se logró dar toques artísticos sobre los enjarres de manera de formarse un edificio atractivo, que contenía luneta, palcos y galería.
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Desaparecido el Teatro Progreso se volvió otra vez, por una temporada, a los patios del Gobierno del Estado y de algunos improvisados que se situaron, uno de ellos por Padre Mier cerca de Garibaldi, y otro por la misma calle, llamada antes de Bolívar, cruz con Vallarta, hasta que fue construido el Teatro Juárez, inaugurado el 15 de Septiembre de 1898.
Este teatro llenó las necesidades de Monterrey durante 37 años, pues se incendió el 8 de Septiembre de 1896. Pasaron por este teatro las más importantes Compañías de ópera, drama y comedia, que visitaban el país, o que siendo de mexicanos tenían la más alta significación en el mundo del arte.
Esta obra se debió al entusiasmo emprendedor de don Juan Chapa Gómez y don Miguel Quiroga. Ya fue una obra de mayor categoría, de decorado suntuoso, amplio, con magníficas butacas y de muy atractivo aspecto. Se efectuó la inauguración por la Compañía de Opera de Soledad Goyzueta, que llevó a escena la ópera Traviata.
Debemos recordar la presencia en el tablado del Teatro Progreso de la eximia cantante Angela Peralta, allá por el año de 1892. El Teatro llenó su misión aún con algunas deficiencias, pues todavía pocos años antes de su incendio, era necesario que los asistentes llevaran sus asientos a los balcones, ya que carecía el Teatro de los propios. En aquellas épocas era común que se presentaran obras con doble título, como por ejemplo: El Médico y la Enfermera o sea El Pastor Fingido; Larga Espada El Normando, o el Hijo de la Tempestad; El Mendigo de Bruselas, o el Descubridor de sí Mismo; Las dos Familias Rivales, o El Enlace de la Fuerza; El Poeta y la Beneficiada, o el Drama de Barragán, y así por el estilo había la tendencia de bautizar doblemente las obras, sin cuyo requisito se temía no causaran la impresión correspondiente.
El acontecimiento congregó a lo más importante de la sociedad reinera, y a partir de esa época el Teatro atrajo las más grandes Compañías artísticas que operaron en el país.
Los autores favoritos eran Don Manuel Bretón de los Herreras, Don Buenaventura de la Vega; Alejandro Dumas, José Zorrilla y Carlos García Doncel. Allá por el año de 1884. un grupo de aficionados llevó a la escena el drama de don José Zorrilla, El Alcalde de Ronqui* lio, o el Diablo en Valladolid, tomando parte personas cuyos descendientes forman parte de nuestra ciudad, y de seguro que entre nosotros hay varios de ellos. Daremos algunos nombres: José María Quiroz García, Belisario Quiroz, Santiago Vivanco, Juan B. Elizondo, Emilio A. Zambrano, Gonzalo Garza Gon-
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zález, Eduardo R, Villarreal, Genaro González, José González Gutiérrez, Alberto J. Margáin y Rafael Cavazos González.
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Durante los primeros años del siglo actual, que pueden significarse por el dominio de la opereta, pisaron el escenario del Teatro Juárez las más altas artistas de la época, como Soledad Goyzueta, Esperanza Iris, Amparo Romo, Josefina Vélez, Josefina Peral, Clementina Morín, Luisa Bonoris, Sofía Haller, Vicenta Roig, Úrsula López, María Caballé, Delfina Arce, Columba Quintana, Prudencia Griffel... y a su lado los grandes actores, Enrique Labrada, José Vigil, Paco Martínez, Jesús Ojeda, Constantino Gires Sánchez, Eduardo Arozamena y otros tantos más de altos merecimientos. Por cuanto a las obras que de cuando en cuando todavía se escuchaban recuerdo La Divorciada, El Soldado de Chocolate, El Encanto de un Vals, La Casta Susana, La Viuda Alegre, La Princesa del Dollar, Sangre de Artista, La Princesa de los Balcanes, El Conde de Luxemburgo, El Dúo de la Africana, La Viejecita, Los Cocineros, La Marcha de Cádiz, Las Instantáneas, la Fiesta de San Antón, La Mari Juana, Gigantes y Cabezudos, La Trapera, La Torre de Oro, El Puñao de Rosas, El Pobre Balbuena, Las
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Musas Latinas, y muchísimas más que hicieron el deleite de la sociedad reinera en aquella época. Las veladas en el Teatro Juárez eran de lo más atrayente y acogedor que se pueda imaginar. Los empresarios se engreían con el público de Monterrey, porque éste respondía con gentileza a las Compañías que visitaban la ciudad, de manera que la renovación de Cuadros Artísticos era constante, pero no debemos olvidar aquellas obras dramáticas que hicieron llorar a nuestros padres y a nosotros mismos, cuando éramos pequeños, con las escenas de patético dolor, que estrujaban los corazones. Con La Cabana del Tío Tom, no había quien no sintiera el espolonazo del dolor, y sucedía que en cada representación, una o dos señoras se desmayaban, teniendo que intervenir el médico, que de ex-profeso se encontraba en la Sala. El Director del Teatro desde el tablado decía a la concurrencia que tuviese la bondad de esperar unos momentos, para que continuara la función, en virtud de que una señora, viviendo los momentos terribles del drama, se había desmayado, pero que ya se le estaba atendiendo y en seguida continuaría el desarrollo de la obra. Se levantaba el murmullo en todo el Teatro como un colmenar, para a los pocos minutos volver los artistas al tablado y continuar la obra enmedio de sollozos, cuchicheos, y batir de pañuelos, que iban de los ojos a las narices presurosamente. Así como con esta obra había otras; impresionantes, como El Amor todo lo Vence o La Pata de Cabra, El Herrero, La Sombra, y algunas otras que tenían el mérito de estrujar los corazones más renuentes a la sensibilidad.
La Fábregas, Bonci y cantidad más de grandes artistas que pasearon su arte, su garbo y su belleza en aquel magnífico escenario. Debemos recordar también el Teatro Progreso, construido por los Hermanos Adolfo y Antonio Rodríguez, en el lugar en que actualmente está edificado el Cine Elizondo. Teatro de medianas proporciones, de magnífico aspecto y qué sirvióv de escenario especialmente para Zarzuelas, Revistas y Variedades. El Teatro Zaragoza, situado por la misma calle dé Z^aragoza cruz con Allende, en donde varios años hizo reír a Monterrey el gran actor cómico Arturo García Pajujo, con las inolvidables Elena Ureña, Lupe Nava, Jesús Ojeda. Carlos Pardavé y muchos otros que se significaron como grandes artistas. Ambos Teatros es quemaron años después. El tiempo apremia y no puedo, como quisiera, continuar eslabonando recuerdos alrededor de los Teatros de Monterrey y mucho dejo para alguna otra ocasión, de este tema que tanta significación tiene en nuestra vida cultural.
Este magnífico Teatro se incendió el 11 de Marzo de 1909. Fue un acontecimiento doloroso para Monterrey, pero pronto surgieron los hombres de empresa, y en el mismo lugar, al año siguiente se inauguraba el Teatro Indenpendencia. No le superó en elegancia al Juárez, pero dentro de sus líneas sobrias era un Teatro interesante, amplio y acogedor. En este Teatro actuaron muy importantes Compañías, sin dejar de mencionar a Dn. Fernando Díaz de Mendoza y a doña María Guerrero, a la Tetrazzini, María Barrientos, Fanny Anitua,
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El Problema del Agua en Monterrey Compañeros Sembradores :
•SR. DON JOSÉ CANTU PARIAS
Entre los problemas que el Club de Sembradores de Monterrey, tuvo empeño en tratar durante sus Sesiones Comidas, ninguno más importante que el del Agua en la Ciudad de Monterrey. Pocas personas, por otra parte, tan capacitadas para conocerlo como don José Cantú Farías, autor del presente artículo.
No fue una casualidad que la Ciudad de Monterrey se fundara en las orillas de los Ojos de Agua del Santa Lucía, porque desde que arribaron los primeros conquistadores, hasta nuestros días, el problema del agua es y será uno de los que requerirán mayor esfuerzo y mayor energía por parte de los regiomontanos para poder resolverlo. En efecto, a través de toda nuestra historia el agua ha sido un factor determinante de numerosas actividades; ha tenido una influencia decisiva en el desarrollo de nuestra Ciudad, e incluso, podríamos decir, ha influido en la formación del carácter de los hombres del norte. A veces, es el exceso del agua el que ha provocado grandes problemas; otras veces es la falta absoluta de ella, pero, de cualquir manera, sea por exceso, o por defecto, los problemas del agua afectan al campesino y al ama de casa; al obrero y al empresario. Le dan fisonomía a nuestra ciudad, y condicionan nuestro desarrollo. La inconclusa obra de la canalización del Río Cotarina, que ha costado muchos millones de pesos, no es, en el fondo, sino un problema de agua. Por otra parte, la perforación cíe pozos, los estudios que se hacen, los acueductos que se tienden, son también problemas de agua, que, gracias a la tenacidad y al esfuerzo colectivo, se están resolviendo, y se resolverán. La historia del problema del agua de Monterrey, es en cierta forma la historia de la iniciativa privada y de la tenacidad de los regiomontanos para hacer frente a un problema crucial del cual depende nuestro bienestar. Allá al principio del siglo, cuando la Ciudad de Monterrey tenía sólo 50 mil habitantes, se estableció la Compañía de Aguas, con redes y abastecimiento para aquellos 50 mil habitantes, concentrados en lo que hoy es el primer cuadro de la
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Ciudad de Monterrey, y ya desde aquel entonces, el Ing. Conway señaló la necesidad de ampliar las fuentes para prevenir el problema del crecimiento. Desgraciadamente, no obstante el crecimiento de Monterrey, no se hizo nada para enfrentarse al problema del agua, y así, hasta hace aproximadamente unos 15 años, conscientes de que el problema adquiría caracteres de catástrofe, la iniciativa privada, a través de la Cámara de Comercio, al contemplar que la empresa encargada de atender el problema de agua no quería ampliar los servicios debido a incosteabilidad, hizo ver al Gobierno del Estado la necesidad de que se atacara el problema en forma urgente, y se le señaló la posibilidad de que si el Gobierno del Estado no pudiera adquirir la Compañía de Agua, la iniciativa privada, actuando en forma conjunta, podría adquirirla formando una empresa sin fines de lucro, para que, juntamente con el Gobierno Federal y con el Gobierno del Estado de Nuevo León, se preocuparan por atacar el problema antes de sufrir la consecuencia de una tremenda escasez. En aquel entonces se le propuso al Gobierno del Estado la formación de una Compañía de servicio público que no tuviera fines de lucro, en la cual, la iniciativa privada tendría rl 60% de las acciones, el Gobierno Federal el 20%. y el Gobierno Estatal el otro 20%. El propósito de esto era facilitar al Gobierno la solución del problema, participando en esta Compañía; permitiéndoles pagar sus aportaciones a largo plazo, y pudiendo la iniciativa privada financiar esas aportaciones, a fin de que, al crearse esta nueva empresa, se pagara íntegramente, con objeto de que todos sus bienes quedaran libres y pudieran ser utilizados para poder financiar la expansión que resultaba, ya entonces, tan necesaria. Lamentablemente, esta generosa proposición no fue atendida, y el Gobierno del Estado de Nuevo León en aquel entonces, obtuvo aval de la Nacional Financiera comprometiendo los bienes de Agua y drenaje el financiamien-
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to para comprar la empresa, que, en esa forma, simplemente, cambió amos, pero que el día siguiente de haber cambiado de administración, se confesó incapaz de las expansiones que estaban haciendo falta para mejorar el sistema y para el abastecimiento, en la forma urgente en que esto se requería. Lo que la iniciativa privada quería no era solamente un cambio de manos, ya que la propiedad no era lo más importante, sino, fundamentalmente, un nuevo impulso que desgraciadamente no pudo darse. Así transcurrieron varios años, y la Ciudad seguía creciendo sin que la empresa responsable del servicio, ahora en manos de la Nacional Financiera, pudiera o quisiera tomar medidas a fondo para resolverlo. Presionado por la sed de la ciudad y por la urgencia de contar con un mayor volumen de agua, durante el Gobierno del Dr. Ignacio Morones Prieto se emprendió la obra del "raje de la Huasteca", que consistió en la construcción de una galería de filtración que se encuentra en el Municipio de Santa Catarina a la altura de la Huasteca, así como un ducto subterráneo de 48 pulgadas, suponieno en aquel entonces que se podría llegar a producir cinco mil litros de agua por segundo de ese lugar para abastecer a Monterrey. Lamentablemente, como en aquel entonces se carecía de estudios que confirmaran la existencia de ese volumen de agua, la iniciativa privada expuso al Gobierno del Estado sus dudas e inquietudes, y le manifestó la conveniencia de que antes de hacer una inversión de 25 millones de pesos, se vaciara bombeándose, inclusive, si fuera necesario, el total del agua de la Huasteca con lo cual sería posible aforar esta agua y saber realmente las cantidades con que se contaría. El Gobierno de Nuevo León, sin tomar en cuenta las sugestiones que se le hicieron, hizo la inversión, y el raje comenzó a abastecer a la Ciudad de agua, dando en la actualidad un promedio de 700 litros por segundo o sea un poco mas de la décima parte del volumen calculado en la inversión de 25 millones de pesos. Ante la insuficiencia de agua hubo que seguir tratando de -97-
atender el problema a base de pozos, y durante el gobierno interino de Don José Vivanco se perforaron tres pozas pilotos en diversas partes de la ciudad, los cuales en conjunto producen en la actualidad solamente 120 litros por segundo.
también en cuanto a la contratación de las mismas. Los estudios realizados por la Comisión mostraron que el mayor volumen de agua con que podría abastecerse a Monterrey, vendría de San Francisco y de la Cola de Caballo, del Municipio de Villa de Santiago, calculándose que en estos lugares podrían obtenerse hasta mil litros por segundo que llegarían a Monterrey por gravedad, en cuyo caso el costo sería más barato.
La iniciativa privada, ante esa situación, comprendió que la capacidad de crecimiento de Monterrey, y la salud pública en beneficio de sus habitantes, requería acción inmediata, y en consecuencia se iniciaron gestiones ante el Presidente de la República a fin de que se permitiera atender estos problemas en forma urgente. Gracias a estas gestiones se logró la expedición de un decreto presidencial que creó la Comisión Agua Potable de Monterrey, comisión en la que se incluyeron representantes de la Cámara de Propietarios, de la Cámara de la Industria de Transformación, de la Cámara de Comercio, del Gobierno del Estado, del Municipio de Monterrey; un representante de las Colonias del Norte, un representante de las Colonias del Sur; un representante de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, y un representante del Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas.
Actualmente se transportan en forma provisional, por una tubería de acero de veintidós pulgadas que fue facilitada a la Ciudad por Petróleos Mexicanos, 350 litros de agua por segundo procedentes de Villa de Santiago* La inversión total para dar a Monterrey los mil litros de agua por segundo que esta región puede abastecer, más la red de distribución necesarias para hacerla llegar a los consumidores, será de 90 millones de pesos, cantidad que fue gestionada ante el Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas. Esta obra consiste en tender una tubería Lock Joint dé 48 pulgadas de diámetro, que se encuentra ya hecha en un 70%. Este ducto, con 31 kilómetros de largo, es uno de los más interesantes y de los mas espectaculares en la República por las fallas de terreno, las desigualdades, los túneles y los balcones a través de los cuales tiene que pasar el agua para llegar a nuestra Ciudad.
Desde entonces están trabajando un grupo de personas que en forma desinteresada, han aplicado su tiempo, su esfuer zo, y en ocasiones su dinero, para colaborar a la solución del problema de agua en Monterrey. Es muy justo mencionar los nombres del Ing. José Treviño García, Ing. Roberto Garza Sada, del señor Ricardo Chapa, del señor Ignacio A. Santos, del Lie. Ángel Santos Cervantes, del Ing. Carlos Bazán, del señor Gregorio Leal y de Don Justo A. Odriozola, que formando parte de esa Comisión de Agua han servido de ariete para resolver los problemas que tanto urgen a nuestra Ciuad.
La Secretaría de Recursos Hidráulicos hizo también algunos estudios en el Municipio de Mina y perforó diez pozos, calculándose poder obtener un volumen de cinco a diez mil litros por segundo. La Comisión de Agua se mostró pesimista ante el volumen antes mencionado, pero dio su conformidad para que se hiciera un acueducto de acero de 36 pulgadas que pudiera servir, en primer lugar, para aliviar el problema de la escasez de agua en Monterrey, y en segundo para aforar este acuífero y poder determinar el volumen de agua real que se pudiera obtener de Mina tanto en las épocas de lluvias como en las de estiaje. •
E^sta Comisión se enfrentó al problema de estudiar la localización de agua suficiente, que pudiera ser conducida a Monterrey al menor costo posible. Los estudios que se hicieron fueron tan completos y mostraron tal coordinación en los trabajos de la Comisión que se le encargó la realización de las obras de conducción, no sólo en cuanto a supervisión técnica, sino
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Este ducto, con un costo de 30 millones de pesos, que fueron facilitados también por el Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas a la Ciudad de Monterrey, se espera ponerlo en servicio esta semana, estimándose que transportará 500 litros de .agua por segundo, aliviando una vez más el problema de uña Ciudad que crece y que cada vez necesita mayor cantidad de agua. El abastecimiento de agua para la Ciudad de Monterrey es actualmente como sigue: Huasteca, 800 litros por segundo; producción de tres pozos profundos, en conjunto, 120 litros, y de la Villa de Santiago y la Estanzuela, 350 litros por segundo, que hacen un total de 1,270 litros por segundo. A este volumen deberá agregarse en esta semana, como antes decimos, 500 litros por segundo procedentes de Mina, con lo cual contará la Ciudad de Monterrey con un volumen total de 1,770 litros por segundo, volumen con el cual la Ciudad podrá cubrir sus necesidades de agua potable para la red actual. Aún están pendientes de recibirse 400 litros de la Cola de Caballo y 250 litros más de San Francisco, lo cual hará que para fines del presente año la Ciudad de Monterrey cuente con 2,140 litros de agua por segundo.
de la escasez del agua. No obstante lo anterior, debemos insistir en que el problema es permanente, y que permanente debe ser nuestro esfuerzo y nuestra atención, ya que no es un problema solamente de la Comisión Agua Potable de Monterrey o de los Servicios de Agua y Drenaje, o mucho menos de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, sino que es de todos y cada uno de nosotros y un problema de todos los que se sienten responsables también del porvenir de nuestra Ciudad. Podemos estar satisfechos de que gracias a la iniciativa privada regiomontana; de que gracias al espíritu cívico de los regiomontanos, se han podido resolver problemas de energía eléctrica, de carreteras, de abastecimiento de combustible, etc. etc., y también podemos estar orgullosos de la forma en que actuando conjuntamente se ha logrado en los últimos años atacar el problema del agua hasta llegar en un futuro próximo a condiciones más satisfactorias que en las que nos encontramos actualmente. Sabemos que la lucha para resolver este problema es y será cada día más intensa, pero también estamos seguros de que contando con la cooperación y la buena voluntad de la Ciudad se podrá resolver el problema del agua como se han resuelto muchos de los problemas que han constituido un reto para el dinamismo y para la capacidad de acción de los regiomontanos.
No obstante todos estos esfuerzos, debemos confesar que en la actualidad el 40% de la población de Monterrey carece de agua potable domiciliaria, debido por una parte a la falta de suficiente abastecimiento, y por otra a la falta de redes de distribución.
José Canta Farías
Debemos considerar el problema del agua como un problema vivo, como un problema permanente de Monterrey que tendrá que requerir en forma constante nuestra atención, nuestro esfuerzo, nuestro entusiasmo colectivo, para que el progreso de la Ciudad continúe. Por lo que se refiere a la Comisión Agua Potable de Monterrey continúa haciendo estudios para ver si es posible que se garantice que podrán traerse a la Ciudad un volumen de agua de 3,000 litros por segundo más con los cuales se podrá resolver en el futuro también el problema
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SOBRE LA EDUCACIÓN
INGENIERO ' VÍCTOR BRAVO AHUIA
El Ingeniero Víctor Bravo Ahuja, nos presenta en este pequeño estudio una síntesis de sus ideas sobre la espléndida realización que en unos cuantos años ha podido lograr el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, de la cual él es magnífico Rector, y en el cual ha podido desarrollar una también magnífica labor.
Aprovechando esta ocasión, quiero invitarlos a que meditemos unos instantes acerca de la educación. El tema me parece profundamente adecuado a estas circunstancias, tanto porque educar es la misión fundamental de nuestro Instituto Tecnológico como porque la educación está ligada al hombre como su propia vida. Desde que nacemos, a través de los labios de nuestros padres, da principio este proceso educacional que, prolongándose más tarde en la escuela primaria, en el bachillerato, en la universidad, continúa durante el ejercicio de nuestra actividad profesional y de nuestras proyecciones sociales, y solamente termina en el momento mismo de la muerte. Su objeto fundamental es la perfección social y personal del hombre, esto es, nuestra propia perfección. El hombre, dice Kant, llega a ser íntegramente hombre por medio de la educación. La educación da sentido a nuestra existencia en lo moral, en lo social y en lo científico. Mediante la educación, la fuerza del pensamiento domina nuestros instintos y dignifica la totalidad de nuestro ser. La educación es, además, el único recurso con que cuenta la humanidad para rescatarse a sí misma de sus grandes tragedias. De esta manera, educar es también redimir. Por todo lo anterior, estoy convencido de que la educación debe constituir una de nuestras más grandes preocupaciones, ya que se liga a nuestra propia vida, a la de nuestros hijos y a la de nuestra sociedad, dándoles un valor y un sentido. Recordemos que, ante la historia, los pueblos han sido grandes de acuerdo con su grado de cultura. Y esta última, con todo su contenido de formas de vida y de formas de pensamiento, es la que, precisamente, se transmite de una generación a otra por medio de la educación. Creo que no necesito insistir sobre nuestra obligación de interesarnos en el porvenir de nuestros hijos y de nuestra patria, porvenir que, en ambos casos, está subordinado a la educación que hoy seamos capaces de impartir. Para que México llegue a ser un país honda y verdaderamente valioso, debemos incorporar toda su riqueza humana a una norma adecuada, y crear, por otra parte, una clase intelectual directora que, en posesión de una cultura integral, haga
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evolucionar con entereza y lealtad moral a la sociedad en que vivimos.
nales. A pesar de todo esto, es verdaderamente penoso el estado de abandono y de penuria en que nuestra sociedad, en innumerables ocasiones, permite que vivan sus escuelas y sus universidades, y el poco o ningún interés con que atiende al progreso académico en sus diversas manifestaciones.
Porque, actualmente, el problema de la educación en México reviste caracteres de tragedia. Nuestro grado de analfabetismo es altísimo. La falta de recursos de nuestras escuelas es, en la gran mayoría de los casos, manifiestamente notoria. La pérdida parcial de la antigua jerarquía de valores y de los ideales de nuestra juventud, cada día más inclinada a lo cuantitativo, a lo pragmático, a lo insignificante o a lo travial, se hace cada día más patente y más grave. Y el índice de crecimiento de nuestra población, que se cuenta entre los más altos del mundo, está acusando que todos estos problemas, si se atacan adecuadamente y se solucionan a la mayor brevedad posible, lejos de disminuir se amplificarán y se agravarán en el futuro inmediato. Y, en términos generales, ha existido hasta ahora una grave despreocupación de nuestra sociedad hacia estos problemas.
En las ideas anteriormente expresadas residen, creo, el valor y la grandeza -permítaseme usar esta palabra- del Instituto Tecnológico de Monterrey y de todas las personas que lo han creado y sostenido. En efecto, el Instituto es producto de uno de los no muchos momentos en que un grupo social ha cobrado conciencia de sus responsabilidades en materia de educación. Y vive porque esa conciencia se ha manifestado de tal manera que, a su vez, ha podido despertar la conciencia nacional frente al problema. Hijo, el Instituto Tecnológico, de Monterrey y de todo México, nace y vive bajo el signo de una preocupación comunitaria, y se proyecta con el más fervoroso deseo de servir a su patria y a su ciudad. Muy modesto aún en el concierto internacional de las universidades e instituciones de alta cultura, crece y va abriéndose paso entre ellas porque es obra de amor y de trabajo de una ciudad y de un México que han empezado a preocuparse por su propio porvenir y por el de sus hijos.
En efecto -y me causa mucha tristeza decirlo,- en muy pocas ocasiones nuestra comunidad ha hecho posible el desarrollo de nuestras escuelas y de nuestros centros de cultura superior. Casi siempre, por el contrario, ha dejado esta responsabilidad a los recursos, a la orientación y, en último análisis, a la voluntad del Estado. Ello, en mi concepto, constituye un grave error y el descargo de un deber renunciado muy a la ligera. Somos nosotros mismos, en cuanto sociedad, quienes verdaderamente tenemos la obligación de formar y de educar a nuestros hijos. Esta obligación se basa en el hecho de que no es el Estado sino nosotros quienes somos responsables por su destino. El valer de nuestro país está dependiendo al mismo tiempo, repito, de la formación que les damos, y, en este sentido, somos nosotros también los verdaderos responsables del destino de México. Dejar tan altas y graves preocupaciones en poder del Estado es, por tanto, abandonar una de las más irrenunciables obligaciones que tenemos. Pero es también, por otra parte, sacrificar nuestro derecho y nuestras propias libertades ciudadanas, y permitir que las futuras generaciones de nuestra patria sean producto, por lo menos parcialmente, de ambientes nocivos o aun de deformaciones intencio-
(Fragmento del discurso pronunciado por el Ing. Víctor Bravo Ahuja el 26 de Junio de 1958, en ocasión del homenaje del Club Sembradores de Amistad de Monterrey al ITESM).
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Palabras de Ofrecimiento en la Sesión Comida a Don Federico Gómez Por don JOSÉ P. SALDAN A. Distinguidas Damas, Invitados de Honor, Compañeros Sembradores: Este homenaje a don Federico Gómez adquiere una singular importancia, y el Club Sembradores de Amistad ha querido significarlo en esta ocasión. Para poder fijar la personalidad de Federico Gómez, es necesario hacer una incursión, aun cuando sea rápida, en la época en que él principió y desarrolló sus actividades periodísticas. Era el Monterrey de los 70,000 habitantes; el Monterrey en donde todos nos conocíamos y la palabra "adiós" se pronunciaba a cada instante de uno a otro lado de la calle, tras las rejas de las ventanas y en todo lugar en donde nos encontrábamos con personas de nuestra amistad. Era el saludo cordial; el saludo que acercaba a las personas; el "adiós" de Monterrey. Habíamos heredado el romanticismo del siglo pasado, y se perfilaban personalidades en el mundo de las artes, tanto en pintura como en música y en literatura, tal vez de una manera más firme, en Literatura. Sin embargo también en música se hacía alarde de un interés especial en Monterrey; en cada barrio había una estudiantina, y en cada estudiantina, personas de gusto artístico perfectamente definido. En pintura también podemos presentar casos de personas que llegaron a la categoría de primer orden. En literatura era un grupo importantísimo de personas que venían a actuar en un medio propicio, porque entonces no teníamos, como ahora, el ruido de tanta máquina; el trajín que trae la industrialización, y se vivía un poco pueblerinamente. No sería posible para mí dar el nombre de todas aquellas personas que cultivaban las bellas letras, pero mencionaré algunas, sin orden, es decir, sin jerarquías, porque de 1908 a 1920 ya se habían forjado algunas personalidades, y otras estaban en camino de serlo: Lie. Francisco de P. Morales* Lie. Virgilio Garza, Profesores Joel Ro-
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día y Fortunato Lozano, Ignacio Morelos Zaragoza, Eusebío de la Cueva, Eduardo Martínez Célis, Gonzalo Espinoza, Federico de Lachica, Lie. Virgilio Garza, Jr., Federico Alien Hinojosa, Celedonio Junco de la Vega, Manuel Barrero Arguelles, Lie. Manuel Múzquiz Blanco, Oswaldo Sánchez, Aldo B. Alar» con, Fernando de Fuentes, Tomás de Hoyos, Arturo García Pajujo, y otros muchos más, que no recuerdo. Era un ambiente lleno de romanticismo, en que, el que se entregaba a las letras, se entregaba por amor, por pasión, porque nacía en él esa afición. No había espíritu especulativo, y se preguntaban las gentes ¿De qué vive el poeta? ¿De que vive el escritor? Y había que contestarles: ¡viven de milagro! Recuerdo que en algunas ocasiones, para la revista "Solidaridad" del Círculo Mercantil, pedí colaboraciones a varios de estos personajes: a don Celedonio, a Barrero Arguelles, a Múzquiz Blanco, (había olvidado y acabo de recordar a Ricardo Arenales). Con cierta timidez hacía la petición, porque justamente temía que fueran a decirme, "son $ 10.00", que no teníamos, pero se adelantaban a decir: ya sabe, cuando necesite algo más, estamos para servirle. Es decir, no había la idea de sacar provecho pecunario de sus producciones. En este medio y de este modo, fue forjándose la personalidad de Federico Gómez. De 1908 a 1920 hubo en Monterrey gran cantidad de periódicos, y más aún de revistas. En todos colaboró, con entusiasmo, con fe, afinando su estilo, llegando a ser, como bien lo dijo el Licenciado García Naranjo, un escritor elegante, claro, puro, que pudo haber escrito libros, pero prefirió dejar el paso, la huella de su vida, en el periodismo, que fue su pasión; que sigue siendo su pasión. No voy a describir, a dar títulos o nombres de revistas o de periódicos, porque sería cansado. La lista es grande. El nombre de Federico Gómez está inscrito en todas ellas. Cuando pasó el tiempo, el hombre estaba ya perfilándose, estaba madurando. Vino el momento culminante en su vida de periodista el día lo. de Enero de 1921. Se hizo cargo de la dirección del periódico "El Porvenir", teniendo a su diestra a nuestro muy buen amigo don Matías Garza Sanmiguel, como Gerente de la empresa, y al trasfondo la figura señera del maestro de las artes gráficas y propietario de la imprenta, don Jesús
Cantú Leal, siempre sonriente y pegado siempre a sus máquinas. No se crea que entonces el periódico era lo que es actualmente. Entonces había que luchar tesoneramente para obtener la raya de los trabajadores. No era cosa fácil manejar un periódico, desde el punto de vista económico, social y político. ¡En cuanías ocasiones se vio Federico Gómez en circunstancias apremiantes! Se presentaba algún personaje con sombrero texano, con una tarjeta de presentación de calibre 45, y recomendaciones que eran hileras de tiros engarzados en el cinto, para hacer tal o cual rectificación, y en esos momentos Federico Gómez, tenía que explicar, sin contradecirse, lo que el periódico había dicho; pero no era tan sólo esa clase de elementos con los que había que contemporizar, sino también civiles que ocupaban importantes puestos en el gobierno, ya en el Estado, ya en el Municipio; pero tuvo la virtud, la valentía, de mantener siempre una línea de conducta recta. Fue el periodista hombre, que siempre tuvo la posición vertical, y, ¡claro! Esto trae desazones, tropiezos, dificultades. Mientras Federico Gómez luchaba aquí en provincia, forjándose una personalidad que, desbordándose, fue conocida en todo el país, otros elementos nuestros habían ya formado una personalidad en la Capital de la República. Nuevoleoneses ilustres, como Alfonso Reyes, el filósofo humanista; como Nemesio García Naranjo, para mí, el primer cronista del país, y uno de los más grandes oradores eme ha habido en México; como Alfonso Junco, el de la prosa cristalina; como Carlos Barrera, el poeta de Monterrey. Estas figuras se han hecho acreedoras a la admiración de todo el país, y sus nombres son conocidos en el mundo entero. Ellos forman parte distinguida de la familia nuevoleonesa. En proporciones modestas Federico Gómez actuó durante 50 años en el periodismo. Pudo haber escalado puestos importantes en la política, pero prefirió dedicarse a servir a los demás en la posición que ocupaba, que llegar a puestos que muchas veces son de simple relumbrón; claro, si el momento hubiese llegado, de seguro que Federico Gómez hubiera aceptado las responsabilidades. Dice Epicteto: "El hombre sabio no debe abstenerse a participar en el gobierno del Estado, pues es delito renunciar
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a ser útil a loa necesitados, y una cobardía ceder el paso a los indignos". Siguiendo esta máxima seguramente que Federico Gómez hubiera ido a cualquier lugar, a cualquier puesto público, y hubiera actuado con dignidad, o hubiera dejado de actuar, sí para ello hubiese sido necesario hipotecar esa dignidad. Esa época hermosa, la llamo hermosa porque creo que el romanticismo opacado aparentemente por nuevas tendencias, nuevas escuelas, sigue viviendo en el fondo de cada individuo; pues mientras exista una flor, una mujer, habrá romanticismo. En España, de la que heredamos la tendencia romántica, los grandes $>oetas escribían sus composiciones, sus poemas, en las mesas de los cafés; de allí salían las obras más grandes, las obras inmortales. Entre nosotros no. Pequeños grupos se reunían a tomar café, cerveza, alguna copa de cognac, y también, claro, una copa de mezcalito, de tequila, a que eran afectos Múzquiz Blanco, Barrero Arguelles y Oswaldo Sánchez; pero había muchos que se conformaban con una buena taza de café. Eso si, sus escritos los hacían en sus casas, o en la oficina. La distinción era notoria entré el ambiente de Madrid, y el ambiente modestísimo de Monterrey. Pero a Federico Gómez ese ambiente se le incrustó en la médula. Ese romanticismo ha perdurado en él; ha seguido siendo el hombre desinteresado que se da a la comunidad; que tiene el principio de que debe servirse a los demás, y ha servido con todo su empeño, con todo su talento. Los editoriales que durante años y años estuvo publicando en El Porvenir, y sigue publicando en El Tiempo, pueden ponerse en parangón con cualquier editorial, de cualquier editorialista, sea de México o de otro lugar. Tienen la virtud grande, la virtud de la verdad, de la valentía. El ha sabido decir la verdad, siempre en defensa de los intereses comunales. Quien quiera tomarse el deleite, que no sería el trabajo, de leer lo que ha escrito Federico Gómez, verá como hay ausencia completa de su persona. El se refiere a hechos, acontecimientos, no a cuestiones personales, sobre todo personales de él mismo. En esta condición, es claro que* después de 50 años veamos su obra con simpatía, con carinó, con agradecimiento, porque todos hemos recogido algo de esa enorme cosecha. Federico Gómez, ha sido un enamorado de Monte-110-
rrey, como lo somos otros muchos, pero que no hemos hecho lo que él hizo, y seguirá haciendo por nuestro terruño. Siempre, sin distinciones de ninguna naturaleza, ni en el tiempo ni en las personas, ha atacado los problemas de Monterrey, señalando la ruta que debe de seguirse. Ha sido un faro que ha alumbrado nuestro terruño, y mucho de lo que él ha dicho se ha llevado a cabo. ¡Claro! Muchísmo más ha quedado en puntos suspensivos, pero no por culpa de él. Señor Don Federico Gómez: el Club Sembradores de Amistad, tiene en esta ocasión el privilegio de dedicarle esta Comida. Todos los Sembradores de Amistad saben que usted se la merece; que usted es digno de un acto de esta naturaleza, porque ha sabido ser, ante todo, un escritor honrado, un hombre sincero, honesto, valiente y que ha llevado la pluma para servir a los demás, muy especialmente a esta tierra que lo vio nacer. Muchas gracias.
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Palabras del Prof. Osear F. Castillón, sobre el Pasado, el Presente, y el Futuro del Deporte en Nuevo León. PROFESOR' ÓSCAR F. CASTILLÓN
El Profesor Osear F. Castillón fue el iniciador del Deporte en Monterrey, quien por muchos años mantuvo el entusiasmo que entonces era ndispensable para que no decayese la afición por la cultura física en nuestro medio, y a quien Monterrey debe, sin duda alguna, las realizaciones que en el campo de los deportes ha realizado, pues él fue quien supo despertar entusiasmo en toda la colectividad por los beneficios del ejercicio físico.
Señores Sembradores : Con todo gusto hablo del movimiento deportivo de Monterrey, al cual he vinculado toda mi vida, o la mayor parte de ella, porque es necesario que ustedes sepan que es uno de los más extraordinarios que se han desarrollado no sólo en México, sino en toda la America Latina, y que tiene proyecciones tan grandes y detalles tan importantes que supera en grandeza a los que se realizan en los Estados Unidos, país reconocido como cuna de los deportistas y lugar de esfuerzo deportivo muy meritorio. Es muy frecuente que quienes hablan de deporte y sus antecedentes inmediatamente finquen esos antecedentes en la historia de Grecia o en la historia de Roma. Yo creo que el movimiento deportivo de Monterrey es una consecuencia del sig^o XIX y de las postrimerías del siglo XVIII. Mucho de lo que se hace aquí es una consecuencia de lo que hicieron, por ejemplo, Jahn, el fundador de "turners" en Alemania; Ling, el creador de la gimnasia sueca; Amorós, el iniciador del movimiento deportivo en Francia; el fundador de la organización de los Sokols en Checoeslovaquia; el organizador del deporte en Inglaterra a principios del siglo pasado, y aunque muchos no lo crean, Pestalozzi, el creador del Kindergarten, en Suiza, Toda^ estas personas iniciaron movimientos deportivos en Europa y luego tuvieron proyecciones en los Estados Unidos que en forma muy directa afectaron al movimiento deportivo en toda la América, en todo el mundo y en nuestro México. Hay muchas cosas interesantes en el movimiento deportivo de México que es menester que todos ustedes conozcan, y voy a hablar de ellas, no porque tengan un significado desde el punto de vista comercial, sino consideradas desde el punto de vista social. Hay cosas que han afectado nuestro movimiento deportivo. Una de ellas la creación o renacimiento de los Juegos Olímpi-113-
eos que se deben a Fierre de Coubertin, un francés que en el año de 1896 logró que se celebrara en Atenas la primera olimpíada de las épocas modernas. Luego en 1904 esa Olimpíada se celebró en París en la época en que se efectuaba la Exposición Universal; en 1904, con motivo de la feria que se efectuaba en San Luis Missouri, se efectuaron los Juegos Olímpicos en esa población; de allí fueron a dar cuatro años después a Londres; luego a Estocolmo, y en 1916 debieron haberse celebrado en Berlín, pero a causa de la guerra no fue posible tener una Olimpíada; en 1920 se celebró en Aniberes; el 24, en París, y fue entonces cuando México participó por primera vez en una Olimpíada y tuvo un efecto muy grande en el movimiento deportivo de nuestro país. En 1928 la Olimpíada se efectuó en Amsterdam, y en 1932 por primera vez dos mexicanos, de Monterrey, lograron conquistar puntos en una Olimpíada. Uno de ellos el Ing. Carlos Curiel de la actualidad, y el Profesor Jesús Flores Albo. Ellos fueron a los Angeles y compitieron y ganaron quinto y sextos lugares en clavados ornamentales. Luego en 1936 la Olimpíada se efectuó en Berlín En 40 y 44 no hubo Juegos Olímpicos debido a la guerra, pero en 48 se reanudaron en Londres. En 52 se efectuaron en Finlandia y el 56 en Melbourne. Todo esto puede considerarse como un antecedente del actual movimiento deportivo mexicano; un antecedente en términos generales. Ahora en términos específicamente relacionados con Monterrey quiero mencionar una circunstancia fortuita y de destino. Por angas o por mangas en el año de 1911 fui a dar a una escuela normal en Westchester, Pennsilvania. No pensaba ser maestro, ni pensaba ser nada. Las condiciones en que yo vivía entonces, y, que vivíamos todos los muchachos de esa época, no nos permitían definir nuestro futuro en ninguna forma, ni siquiera orientarlo. Ahí tuve ocasión de participar muy activamente en las cuestiones deportivas, cosa que no había hecho en Monterrey hasta entonces, y eso influyó tanto en mi vida que cuando regresé a Monterrey me dio la idea de que lo mismo que se hacía allá podía hacerse aquí. Entonces empecé a trabajar también por obra de la casualidad en actividades deportivas. En 1917 me tocó par-114-
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ticipar por primera vez de manera activa como Director de Educación Física por la circunstancia muy especial de que quien tenía el trabajo que yo ocupé después fue a enrolarse al ejército americano como soldado. Dos años después, en el año de 1919, se efectuó en Monterrey una actividad o un suceso que a mi juicio fue muy trascendental: tuvimos la primera clase de gimnasia el 17 de Enero de 1919 con acompañamiento de música, y a esa clase concurrían personas como Pepe López Zambrano y Adolfo Zambrano, que fueron entonces mis discípulos. Teníamos entonces una clase que llamábamos de veteranos, a la cual concurrían personas tan estimables, tan respetables y ya tan avanzadas en edad como Don Alejandro Valdez Flaquer, que era Gerente del Banco Nacional de México. Esas personas fueron un estímulo y un acicate para mí en esa época, y entonces decidí convertirme en un maestro de educación física, y durante los cuatro años siguientes, tocios los veranos estuve yendo a un lugar que se llamaba Lake Geneva, en el Estado de Winsconsin, donde tienen o tenían en aquel entonces una de las mejores escuelas veraniegas de educación física. En 1920, el día 6 de Enero, instituímos en Monterrey una carrera a pie de 5,000 metros, que es el evento más antiguo que hay en la República Mexicana. De entonces a la fecha no se ha dejado de celebrar un solo año, sólo que en los últimos años se ha venido efectuando el día 5 de febrero por ser día oficialmente feriado. En 1920 se empezó a hablar por primera vez de la posibilidad de celebrar en Monterrey el primer encuentro atlético nacional, o sea el 5o. de los que se habían efectuado, y fue en 1925 cuando tuvo lugar esa competencia que sirvió como base para celebrar un año después los Primeros Juegos Deportivos Centroamericanos, que hasta ahora no se han dejado de celebrar una sola vez en diferentes países de la América Central y en Cuba cada 4 años. En esos juegos, aquí Ravizé lo recordará muy bien, un compañero suyo, el Ingeniero Armando Díaz, ganó y estableció un record en carrera de 110 metros con obstáculos. Ya antes en el año de 1921 hubo una persona que ahora está ligada con el Centro Patronal de Nuevo Laredo, que se llama José Delgadillo y al que esta ciudad debe la formación de la primera Liga Amateur de Base Ball, que
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cuela mío, tuvo la gentileza de mandarme llamar para que le dijera qué podía hacer en un problema que él tenía entonces. Quería construir un campo deportivo en el sitio donde estaba antiguamente la Cooperativa de la Cervecería Cuauhtémoc. Entonces, le sugerí que en vez de construir un campo deportivo en ese lugar, juntase todas las instalaciones asisíenciales y deportivas que tenía la Cervecería y crease un centro como es el actual Centro Deportivo o Parque Deportivo Cuauhtémoc y Famosa. Ese fue el origen de ese sitio donde se realiza una espléndida labor. Esos son los antecedentes del deporte en Monterrey, lo que ustedes conocen perfectamente bien. El año pasado poco mas o menos en el mes de Agosto, estando en Arizona, tuve el gusto de leer las noticias relativas al triunfo de los chamacos de la Liga Pequeña. Todos ustedes y mucha gente que no está vinculada con el movimiento deportivo están convencidos que eso se debe al esfuerzo de la Liga Pequeña, pero ignoran que eso se debe también al esfuerzo de cientos de gentes, muchas veces humildes, que lucharon para crear el Base-Ball amateur de Monterrey. Actualmente nuestra ciudad tiene un movimiento deportivo muy superior al de muchas otras poblaciones de la República. No hay muchos triunfos internacionales, ni muchos nacionales, porque las fábricas de Monterrey quieren que sus obreros jueguen aunque no sean campeones. Acerca del futuro de nuestro deporte quisiera asegurar este hecho. Al deporte nuestro le hacen falta líderes, pero líderes conscientes y preparados, y conscientes también de su mi sión social como maestros de educación física. El deporte es un factor magnífico para elevar el nivel social y moral de la comunidad, pero es un factor destructivo de ese nivel y de ese bienestar social cuando está mal manejado; yo no creo mucho que el alma sana tenga que vivir en un cuerpo sano, pues a través de más de 40 años de estar vinculado con el movimiento deportivo, he encontrado aquí que en muchos cuerpos sanos se anida el alma de muchos bribones. En consecuencia, el deporte puede ser un magnífico elemento para elevar socialmente a la comunidad, siempre y cuan-
fue la base del Base Ball en Monterrey. Yo sostengo, y sostendré siempre, y lo siento mucho en decirlo con absoluta franqueza, de que no es el deporte profesional el que le ha dado vida al deporte amateur, sino que es el deporte amateur el que se ha desarrollado en forma tan intensa que luego se ha convertido en deporte de superación y en deporte de espectáculo. Quiero hablar ahora de los antecedentes del actual movimiento deportivo de Monterrey, que es uno de los fenómenos sociales mas extraordinarios que yo haya visto en mi vida. Actualmente, si ustedes van cualquier domingo a los aledaños de nuestra ciudad, encontrarán a cientos de gentes jugando o viendo jugar. La mayoría de esas gentes pertenecen a la clase humilde; la mayoría son obreros de las fábricas. Esas gentes no están jugando allí porque sí, sino porque hay una organización bien definida y bien orientada en la cual participan muchas gentes inteligentes, para el desarrollo de esa actividad deportiva. Esa organización comenzó con el Círculo Mercantil Mutualista, que es por todos motivos una Institución benemérita que honra no sólo a la Ciudad de Monterrey, sino a México. Lo que el Círculo hizo es muy meritorio como acción deportiva, pero es más meritorio como acción social. Actualmente las fábricas principales de Monterrey tienen una intensa vida deportiva, y hay fábricas en esta ciudad que gastan un cuarto de millón de pesos al año en fomento de actividades deportivas, porque están convencidas de que es una forma de elevar socialmente al trabajador, y una manera muy directa de mejorar el estado de vida en nuestro país. Monterrey tiene en la actualidad un movimiento deportivo industrial tan importante, que yo digo sin temor a equivocarme que es muy superior al que tiene o al que pueden tener las grandes fábricas de los Estados Unidos. Peñoles y la Fundidora le dan a los obreros toda clase de facilidades para participar en el deporte sin que les cueste un solo centavo. Quiero citar un detalle muy importante, porque es historia del deporte en Monterrey, y es el siguiente: Un buen día hace algunos años Roberto Garza Sada, que fue compañero de es-
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do esté manejado por gentes moralmente capacitadas para darle esa orientación. Nuestra Ciudad en este momento, ustedes lo están notando, necesita campos deportivos. Durante más de 30 años, nosotros estuvimos insistiendo en eso, y sin embargo jamás nos hicieron caso. Ahora el departamento de tránsito va a cerrar las calles, porque Monterrey es una ciudad sin lugares en donde jueguen los niños. Ustedes tienen hijos o tienen nietos como yo y saben perfectamente bien el problema que es para cada familia encontrar un lugar adecuado en donde ios niños jueguen. En consecuencia, creo que el futuro del deporte en Monterrey depende de dos factores muy importantes: Mejores líderes, mejores maestros de educación física, e instalaciones adecuadas para el desarrollo de las actividades deportivas. Muchas gracias, señores.
Corno una gratitud a nuestro gran amigo y poeta de casa, la Directiva de nuestro Club le rindió férvido homenaje por su labor tan estimable en el Campo Artístico, ya sea, poesía, fotografía y música.
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En esa sesión se oyeron varias composiciones musicales del homenajeado, habiéndose leído los versos que aquí aparecen.
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EL BESO. Glosa. Bésame con el beso de tu boca, cariñosa mitad del alma mía, un solo beso el corazón invoca, que la dicha de dos, me mataría. Manuel M. FLORES. Para calmar el fuego que me quema como una inmensa hoguera que me abraza. Para gozar la plenitud suprema de un amor convertido en un poema sutil y transparente como gasa. Para gozar mis ansias pasionales, y aliviar la emoción que me sofoca al soñarme en tus brazos virginales. Para estar en los reinos celestiales, ¡BÉSAME CON EL BESO DE TU BOCA! Yo busco en tí el consuelo a mi tristeza. Busco el cariño que le dé a mi vida esa ilusión que arroba y embelesa, que le da reciedumbre y fortaleza y que despierta nuestra fe dormida. Quiero besar tu boca apasionada y que explote de nuevo mi alegría que ha estado tanto tiempo aprisionada. Quiero sentir tu boca enamorada, CARIÑOSA MITAD DEL ALMA MÍA. Y aunque anhelo gozar eternamente de la dicha de estar junto a tu lado para vivir la vida intensamente, en un ensueño dulce, transparente, como nadie jamás lo haya gozado, -120-
miro tus labios rojos y traviesos, detengo la pasión que se desboca, y poniéndole un dique a mis excesos, y aunque quisiera devorarte a besos, UN SOLO BESO EL CORAZÓN INVOCA. Un solo beso, ardiente, apasionado, lleno de fuego, de emoción, de vida. Tan sólo un beso, largo. . . desmayado. .. como nadie jamás lo haya besado, con ilusión de amar jamás sentida. Mirándonos los ojos, y juntando poco a poco tu boca con la mía, tu corazón y el mío palpitando en las ansias de un beso que demando, QUE LA DICHA DE DOS, ME MATARÍA.
o-0-o UNA LAGRIMA. UNA MIRAD A . . .
UN SUSPIRO.
Puede el marino afrontar la tempestad inclemente, y sufrir impunemente las embestidas del mar; puede sus olas burlar con un golpe del timón, desde el frágil cascarón que en el mar embravecido, siempre firme ha conducido sin temblarle el corazón. Puede, siempre a descubierto, soportar del mar las furias, y por años y centurias arribar seguro a puerto. Aunque a veces medio muerto por el esfuerzo incesante, puede salir siempre avante de los embates del mar,
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al que logra dominar con sus brazos de gigante. Pero ese mismo marino que es del mar amo y señor, y que cruza sin temor por su ondulante camino, tiene un cambio repentino; su valor ha de ceder; su arrojo ha de someter y se ha de postrar de hinojos, al ver brotar de unos ojos dos lágrimas de mujer. * * *
Un huracán se desata con fiereza incontenible, y su poder invisible doblega, destruye y mata. Aunque nada hay que no abata, lo resiste el caminante, y entre aquel viento ululante él prosigue su camino, y llega hasta su destino con su esfuerzo de gigante. Opone ante la tormenta su voluntad indomable, y ante el peligro insondable su serenidad aumenta. Aun cuando el mismo presienta que está en peligro su vida, ni llora ni se intimida porque le sobra el valor, y se siente amo y señor del huracán homicida. Pero aquel hombre valiente; el osado caminante que puede salir triunfante del vendabal inclemente. El que valerosamente logró al huracán vencer,
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humilde se ha de volver el mortal más desvalido, ante un suspiro nacido del pecho de una mujer. * ** Podrá el hombre soportar del sol la brillante lumbre, y con toda reciedumbre bajo ese sol trabajar. Podrá hacia el cielo mirar sin que doblegue su frente, y ante el sol incandescente erguirse con la osadía de quien ve en, el rey del día un aliado solamente. Podrá, eterno gladiador, dominar del bosque el fuego, y del flamígero ciego sentirse el amo y señor. Podrá, con sin par valor, ver el rayo deslumbrante, y con fuerzas de gigante soportar su destrucción, sin que sufra su razón ni su espíritu pujante. Pero ese mismo valiente que ve al sol como su aliado, y que indómito ha domado del bosque el fuego inclementef Ese que impasiblemente al rayo mira caer; el que nunca ha de tener de su lado la derrota, cede ante el fuego que brota de unos ojos de mujer. * ** Y es que el hombre, que ha podido los elementos domar, {
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ante vientos, fuego y mar, jamás se da por vencido. Mas se siente desvalido, y sabe que ha de perder ante el eterno poder, que reconozco y admiro, de una lágrima, un suspiro, y unos ojos de mujer. * * *
I OH MUJERES!
QUE ACUSÁIS.
Pidiendo perdón a Sor Juana, por la osadía, y a todas las mujeres, por el atrevimiento. * * *
¡Oh mujeres! que acusáis a los hombres sin razón, sin ver que dais la ocasión a los mismos que culpáis. Si con ansia sin igual nunca deseáis su desdén, ¿cómo queréis que obren bien si los animáis al mal? Simuláis gran resistencia, y luego, con gravedad, cubrís vuestra liviandad con sin igual diligencia. Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco, al niño que busca el coco, y luego le tiene miedo. Queréis, con presunción necia, tras de hallar lo que buscáis, ,olvidaros que sois Thais y presumís de Lucrecia.
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¿Tener puede humor más raro la que, sin oír consejo, deja le empañen su espejo, y siente que no está claro? Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os tratan bien. Opinión ninguno gana, pues tonto es quien se recata, y a quien no, acusa la ingrata, cuando que ella es la liviana. Siempre tan necias andáis, que con desigual nivel, a éste culpáis por cruel, y a aquel por tonto culpáis. Pues, ¿cómo ha de estar templada el alma del que os pretende, si el que es recatado, ofende, y el que os ve fácil, enfada? Mas entre el enfado y pena que vuestro gusto prefiere, bien haya aquel que no os quiere, y quejaos en hora buena. Dan vuestras amantes penas a sus libertadas alas, y después de que sois malas, simuláis que sois muy buenas. ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada, la que acepta, tras rogada, o el que ruega de caído? ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga? ¿el que peca, pero paga? ¿la que cobra por pecar?
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Pues, ¿para que os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlos cual los hacéis, o hacedlos cual los buscáis. No oigáis el solicitar, y después, con más razón, olvidaréis la afición al no escuchar el rogar. Bien con muchas armas fundo, que lidia vuestra arrogancia, pues en espera e instancia, juntáis diablo, carne y mundo. * * #
EPIGRAMAS Un yerno recién casado a su suegra preguntaba, solícito y cariñoso, si el humo la molestaba. Y ella contestó: hijo mío, nunca me molesta el humo; a lo cual repuso el yerno: muy bien. Entonces, no fumo. * * # Mamá, no hallo la loción que mi novio me obsequió. Hija mía, no la busques. Tu papá se la bebió. * ** El director de un colegio iracundo reclamaba a alguna de las maestras, que muy bien poco enseñaba.
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Y ella entoneces respondió a quien le fue a reclamar: le suplico que me diga hasta dónde he de enseñar. * * *
Cenó mucho y se acostó el pobre de don Ruperto. Dormido, le dio un ataque, y se despertó ya muerto. * * HC
Llevaba la pluma fuente mal puesta, y se le cayó, y Raymundo, al darse cuenta, a buscarla se volvió. Vio que alguien la levantaba y rápido lo alcanzó y le dijo: caballero, la pluma la tiré yo. * ** Tu papá me invitó un día a comer un chivo asado, y, en verdad, nunca he comido platillo más delicado. Por tanto que me gustó, nunca se me olvidará, y hoy, en cuanto miro un chivo, me acuerdo de tu papá. * * *
Se acostumbra hoy que los médicos, igual que cualquier mortal, tomen todos los domingos su descanso semanal, y ustedes comprenderán que esta idea está muy bien, pues así, descansa el médico, y sus enfermos también. -127-
Al servirle Juan Aldrete un buen café a Juan José, le preguntó si quería con piquete su café.
SR. DON HÉCTOR CORTES
Y éste contestó en seguida: el café me encanta, Aldrete, pero, si te he ser franco, me basta con el piquete. * * *
Se estaba muriendo un tipo, y le dijo a su mujer: Hija mía, al irme yo, cásate con Juan Javier.
El señor Héctor Cortés, autor de esta esposición, es lo que podríamos llamar el hombre tipo de Monterrey. Entregado to-
-¿Con Juan Javier? -preguntó¡Si él es tu peor enemigo! -¡Pues por eso es por qué quiero que se case Juan contigo!
talmente a un trabajo fructífero, siempre encuentra tiempo para servir a la colectividad en mil cosas útiles.
Su labor en el
Patronato del Cuerpo de Bomberos, ha sido ejemplo para ser seguido por quienes quieran ser útiles a sus semejantes.
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AGOSTO 13, 1958.
COMPAÑEROS SEMBRADORES:
Al ser invitado por la Honorable Directiva para presidir esta comida, he considerado de gran interés poder informar a ustedes sobre la labor desarrollada por el Patronato de Bomberos desde que nuestro Club lanzó la idea de su reorganización, lo que fue acogido con muy buena voluntad por los demás Clubes Sociales, así como por las fuerzas vivas de la Ciudad. Durante el tiempo que hemos estado al frente del Patronato de Bomberos, se han obtenido 5 modernas bombas. Dos de alta presión, que han sido equipadas con tanques para el transporte de agua hasta la cantidad de 30,000 Lts.; se han adquirido mangueras y otros equipos, y esto ha representado una inversión de $ 1.000,000.00. Al ser reorganizado el Patronato de Bomberos, se pensó en nombrar un Gerente, que lo es el Sr. Osear Hernández, quien ha respondido plenamente a la confianza que le conferimos, teniendo actualmente un personal de 20 miembros, 2 oficiales, y 18 bomberos de planta, independientemente de los bomberos voluntarios.
dad aproximada de $ 14,000.00. El Gobierno del Estado nos da un subsidio de $ 10,000.00 mensuales y el Municipio $ 7,500.00, con lo que obtenemos $ 31,500.00 por mes. Hasta hoy, nuestros gastos fijos correspondientes a sueldo de personal y gastos de la organización han ascendido a $ 20,000.00, y el resto lo hemos dedicado a la adquisición de equipos y al mejoramiento del Cuerpo de Bomberos. La situación económica actual del Patronato, es normal. Tenemos una existencia de $ 28,000.00, y nuestras deudas para ser pagadas en los próximos meses, ascienden a la cantidad de $ 32,600.00, por lo que al continuar con los servicios en la forma que hasta ahora los tenemos, no significa ningún problema. A pesar de que no hemos llegado a la total organización de un Cuerpo de Bomberos, como lo requiere la Ciudad de Monterrey, puedo con satisfacción informar a ustedes que el número de siniestros se ha reducido considerablemente, al extremo de que en el mes de Julio no tuvimos un solo incendio en la Ciudad. El Patronato ha considerado conveniente ampliar nuestras actividades, y hoy damos a la Industria y el Comercio un servicio de revisión y cambio de carga a los extinguidores. Adicionalmente hemos establecido un servicio de Rescate Acuático, habiendo salvado algunas vidas y rescatado cadáveres con este personal entrenado. Naturalmente, lo hecho hasta hoy no significa ni con mucho lo que debe tener la Ciudad de Monterrey, por lo que consideramos que debe obtenerse lo siguiente: lo.- Mayor ayuda financiera de parte de los Gobiernos del Estado y Municipio, así como de los particulares.
El personal de Bomberos recibe un entrenamiento especial; se han mejorado los sueldos, condiciones de vida y cuentan con un seguro sobre accidentes, que da tranquilidad a sus familias.
2o.- Construcción inmediata de la Estación Central y posteriormente la construcción de cuatro Sub-Estaciones, distribuidas estratégicamente en las zonas más importantes de la Ciudad.
Hemos recibido muy amplia ayuda de las fuerzas vivas de la Ciudad, quienes cooperan mensualmente con una canti-
3o.- Adquisición de equipos para garantizar a la Ciudad verdadera protección, por lo que consideramos se requiere
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la compra de un carro equipado con escaleras, ya que están construyendo grandes edificios, que requieren esta protección. Adquirir 8 bombas modernas, dos para cada una de las Sub-Estaciones. 4o.- La instalación de hidrantes en toda la Ciudad, mediante la cooperación del Gobierno, el Patronato y los particulares. 5o.- Aumentar progresivamente el personal, según se vayan obteniendo los nuevos equipos. Todo lo anterior significa que el Patronato de Bomberos necesita un ingreso mínimo mensual de $ 100,000.00, con lo que podríamos, en el transcurso de tres años, organizar definitivamente este Cuerpo, poniéndolo a la altura de las necesida des de la Ciudad. Por otra parte, considero de nuestra obligación informar a ustedes sobre las razones por las que hasta hoy no ha sido posible iniciar la construcción de la Estación Central de la que tanto se ha hablado. Hemos hecho reiteradas gestiones ante el H. Ayuntamiento y ante el Gobierno del Estado, habiendo llegado a un entendimiento sobre el lugar en que debería ser construida esta Estación, habiéndose terminado los planos. La ubicación de este Edificio sería la margen Sur del Río Santa Catarina, a 100 Mts. del Puente de Pino Suárez. Cuando este asunto lo considerábamos definitivamente resuelto, surgieron dificultades de última hora, que hemos considerado insuperables. Habíamos tenido pláticas con el C. Gobernador del Estado, sobre la necesidad de legalizar el Patronato, creando su funcionamiento medíante un decreto que lo pusiera a salvo de responsabilidades civiles, ya que prestando un servicio público de interés colectivo no tenemos por qué correr estos riesgos, a lo que el Gobierno del Estado, estuvo anuente. -132-
Nuestra idea ha sido que, dentro del Patronato, estén representadas todas las fuerzas vivas de la Ciudad, así como los Gobiernos del Estado y Municipio, pero que el Cuerpo guarde una independencia absoluta. Es decir: que cada Institución nombre y pueda remover a sus representantes, pero que el manejo de la organización quede bajo la administración de la Directiva del Patronato, y que ésta a su vez pueda nombrar tanto al Presidente, como al Tesorero y demás Funcionarios. La dificultad ha surgido al pretender el Gobierno que el Patronato pase a ser un organismo controlado por el Estado. Es decir: que el Presidente y el Gerente ó Comandante del Cuerpo, deban ser nombrados directamente por el C. Gobernador del listado. Como este Patronato fue creado a iniciativa de nuestro Club y con el apoyo de los Clubes de Servicio de la Ciudad, Cámara de Comercio y Centro Patronal, consideramos de nuestro deber poner en conocimiento de ustedes lo anterior, para que nos digan si debemos aceptar entregar el organismo al Estado, o si debemos conservarnos como un Patronato Independiente. HÉCTOR CORTES. P r e s i d e n t e .
EL CASINO DE MONTERREY APUNTES HISTÓRICOS SU. DON CARLOS PÉREZ MALDONADO
CARLOS PÉREZ MALDONADO, que nos presentó un interesantísimo trabajo sobre la historia del Casino de Monterrey, ha dedicado gran parte de su tiempo y de sus esfuerzos a investigaciones históricas, y ha publicado varios libros, todos amenos y bien documentados, sobre diferentes aspectos de nuestra historia.
Por Carlos Pérez Maldonado. En mi obra que intitulé "El Casino de Monterrey'', publicada en el año de 1950, decía que en toda sociedad hay siempre grupos de personas que se distinguen por su saber, su cultura, su educación, etc., y que estas personas, al encontrarse, simpatizan entre sí y van formando grupos con objeto de convivir y pasar ratos de esparcimiento, bien entre ellos mismos, o en unión de sus familias. Y esto fue lo que sucedió en Monterrey a mediados del siglo pasado: Los hombres de negocios de entonces no tenían otro lugar en donde hacer tertulia, más que alguna de las principales cantinas o comercios, eri clónele jugaban sus partidas de dominó, ajedrez o baraja, o simplemente se reunían para charlar, cambiar impresiones, o hacer comentarios sobre las noticias cíe actualidad. Otras reuniones sociales, aunque no muy frecuentes, se efectuaban siempre en la residencia de alguna de las familias principales, improvisándose fiestas en las cuales a los jóvenes, dadas las rigurosas exigencias paternales de la época, eran prácticamente las únicas oportunidades que se les presentaba para tratar a las damitas de Monterrey. Bien pronto sintieron nuestros hombres de empresa la necesidad de contar con un centro social en el cual pudieran reunirse después de las arduas y largas jornadas de trabajo, y que sirviese, al mismo tiempo, para la celebración de fiestas, tertulias y bailes. Así las cosas, por el año de 1864 se reunió aquel grupo de caballeros, quienes acordaron fundar el "Casino cíe Monterrey". Tiempo después de publicado mi libro en referencia, surgieron algunas dudas respecto al año exacto en que tuvo verificativo la fundación de nuestro primer centro social. Yo aseii-
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té el año de 1864 en mi obra, por habérmelo así manifestado varias caracterizadas personas de avanzada edad, descendientes de los fundadores, cuando recopilaba los datos correspondientes, y todas ellas coincidieron en la fecha aludida. Y.esta fecha la vine a confirmar con lo siguiente:
la falta de tranquilidad pública, no lo permitieron. bemos que muy pronto se abrirá "
El Sr. Don Ramón García Chávarri, Secretario de Gobierno de grata memoria, durante la administración del Sr. Gral. don Bernardo Reyes, con fecha 12 de agosto de 1907 escribió una serie de notas relativas a los principales edificios que había entonces en Monterrey, y al referirse al Casino, decía: "A mediados del siglo pasado se organizó una agrupación para proveer la instalación del Casino. El primer local en que comenzaron a celebrarse las tertulias, quedó destruido por un incendio en el año de 1866' .
En otro número correspondiente al 22 de diciembre del mismo año de 1866, se dice que: "En la Junta de anoche se ha nombrado, conforme con los Estatutos del Casino, la Junta Directiva, y la forman los socios: Presidente, Ramón Lafón; Vice Presidente, Fernando de la Garza; Secretario, Carlos Margáin; Tesorero, Eduardo Zambrano; Vocales: Dr. Melchor Villarreal, Jesús Reina, Máximo Goldsmith, José María Hernández, Teófilo Dávalos y el Lie. Simón de la Garza Meló".
Esto nos viene a demostrar que, con anterioridad a la fecha del desastre, ya existía la sociedad del Casino, que seguramente fue constituida en el año de 1864, destruyéndose su local en 1866. Hace poco tiempo llegó a mis manos un álbum publicado en el año de 1922 por la Compañía Editorial Panamericana, dedicado a nuestra Cudad bajo el título de "Entrada a México". En la página 24 dice lo siguiente: "Este Casino de Monterrey, Nuevo León, fue fundado en 1863, 33 fueron sus socios fundadores, de los cuales vive uno sólo, el Sr. Jesús González Treviño, persona de relevantes méritos y ampliamente conocido en la localidad". Seguramente el mismo Sr. González Treviño proporcionó este dato a los editores, y es el que tiene mayor validez, aunque tal vez pudieran haberse principiado a celebrar las primeras pláticas en aquél año, cristalizando el proyecto en el año siguiente de 1864. Por último, el joven historiador don Tomás Mendirichaga Cueva, encontró en el archivo del gobierno del Estado, un número del "Periódico Oficial", fechado en 17 de octubre de 1866, en el cual viene la siguiente noticia: "Muchas veces antes de ahora se había emprendido el establecimiento de un Casino en esta población; pero varias circunstancias, entre ellas
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Hoy sa-
Claramente se deduce de esta noticia que la sociedad ya existía, y que solamente su local no había podido establecerse, pero que pronto se abriría.
De todas estas noticias llegamos a la conclusión de que el Casino se fundó en 1864 (o bien en 1863 si nos atenemos a lo dicho por uno de sus fundadores). Que la inauguración de su local se efectuó en 1866, y que en ese mismo año se verificó la eleccción de la primera Mesa Directiva, no habiéndose hecho antes debido a la falta de tranquilidad pública que imperaba por aquellos años. En resumen: el Presidente más antiguo que se conoce hasta ahora, lo fue don Ramón Lafón, en 1866, siguiéndole don Fernando de la Garza en 1867, según otra noticia que apareció en el mismo "Periódico Oficial".
Puede decirse que los primeros años de vida de nuestro centro social pasaron sin actividades de importancia debido a que el país atravesaba por una época turbulenta, debido a la implacable guerra que sostenían los liberales en contra del Imperio de Maximiliano, y Monterrey sufrió grandemente durante aquellas jornadas. Tal vez debido a esta situación no nos quedaron huellas de quienes fundaron el Casino, pues ni libro de actas, ni documento de ninguna clase pude encontrar en donde vinieran los nombres de los treinta y tres fundadores a que se refería don Jesús González Treviño.
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También por este mismo motivo no hemos llegado a saber quienes fueron los Presidentes en 1868 y 1869. En 1970 lo era don Valentín Rivero, pues fue él quien firmó en su carácter de Presidente, el diploma de Socio Honorario que con fecha 17 de octubre de ese mismo año expidió el Consejo de Administración a favor del sabio filántropo y benemérito del Estado, Sr. Dr. Don José Eleuterio González, patentizando la sociedad de Monterrey, en esta forma, su gratitud y reconocimiento a quien tanto bien hizo al Estado y particularmente a nuestra ciudad. Por aquellos años, debido a la misma crítica situación ya dicha, suspendió sus actividades el Casino, dedicándose nuestros hombres de empresa a encauzar de nuevo sus negocios, después de los trastornos que sufrieron por la guerra. Esta suspensión duró hasta el año de 1878 en que con mayor entusiasmo volvió a renacer el deseo de una convivencia social. Se convocó a una junta general y, por acuerdo unánime de los concurrentes, quedó reorganizado el Casino ya en toda forma. Al efecto se abrió el primer libro de actas, y en él se asentó el "Acta de Instalación" con fecha 16 de noviembre de 1878, haciéndose constar en ella el restablecimiento del "Casino de Monterrey", eligiéndose como Presidente al Sr. Dr. don Antonio Lafón. El primer local que ocupó la nueva sociedad estuvo sitúa do en donde ahora se encuentra la casa marcada con el número 940 de la calle de Escobedo Sur, frente a la Plaza de Hidalgo. Era una finca muy antigua, al grado de que el día 27 del mismo mes de noviembre, o sea a los pocos días de haber sido ocupada por este centro social, se derrumbó gran parte de la misma. Durante el primer medio siglo de vida del Casino, son dignas de mencionarse las siguientes personas,,quienes con toda eficacia contribuyeron a su organización, progreso y sostenimiento: Don Ramón Lafón, primer Presidente que se conoce hasta ahora; Dr. don Antonio Lafón, Presidente electo al reorganizarse el centro social en 1878; Don Pedro Maíz, quien durante los años de desorganización y decaimiento, de 1883
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a 1885, luchó denodadamente y logró que no desapareciera nuestro primer centro social; el Dr. Don Manuel Rocha por haber sido el autor del plan de financiamiento, y quien atendió a todo lo relativo a la adquisición de la finca y construcción del primer edificio propio de la institución y, por último, el Sr. Gral. don Bernardo Reyes, quien por más de veinte años laboró con suma eficacia, desinterés y decidido empeño, por el engrandecimiento y reformas del Casino. En cuanto a las fiestas más memorables de aquella época, fueron el baile que se ofreció en honor de don Benito Juárez, 1864, en el desaparecido Teatro del Progreso, que estuvo ubicado en la hoy calle de Escobedo No. 735 y 737 sur. El brillante sarao que se ofreció al Sr. Gral. don Bernardo Reyes, la noche del 8 de octubre de 1885 en el mismo Teatro del Progreso, pues para entonces aún no tenía su edificio propio el Casino. No menos brillantez y lucimiento se obtuvo en el gran baile que el 21 de diciembre de 1898 se organizó para agasajar al Sr. Gral. don Porfirio Díaz, Presidente de la República, durante su visita a Monterrey. Otras fiestas memorables fueron los bailes de Carnaval de 1905 y 1912, así como el que se organizó para conmemorar el centenario de 1910. Las crónicas de todas estas grandes fiestas aparecen en mi ya citado libro sobre "El Casino de Monterrey", que publiqué en 1950. Van a continuación algunas notas curiosas relativas a aquellos lejanos tiempos: en el año de 1884 se cobraba a razón de dos reales por cada juego de treinta carambolas, y las copas a un real, mismo precio a como se cobraban en las demás cantinas de Monterrey". Como por aquellos años nuestra ciudad contaba solamente con una o dos calles pavimentadas con piedra bola, y las demás se ponían intransitables en tiempos de lluvia, y en vista de que eran bien pocas las familias que podían darse el lujo de poseer carruaje propio, el Casino contrataba varios coches de sitio para trasportar a las familias, de sus residencias al local de la Sociedad, con objeto de que nuestras damitas no llegaran a las fiestas con el calzado lleno de lodo y las blondas y largas faldas manchadas por la humedad. -139-
En el año de 1887 compró el Casino el local en donde ahora se encuentra su edificio. Pagó por la antigua finca la cantidad de $ 6,500.00 Pesos, cubriéndose la mitad al contado y el resto a varios años con intereses del 6% anual. El 21 de julio de 1890 se gestionó el establecimiento de alumbrado eléctrico en el local del Casino. En el salón de baile se proyectó instalar ochenta focos, por los cuales tendrían que pagarse $ 30.00 por cada noche que se hiciera uso de ellos. Para la planta baja se necesitaban doce focos por los que cobraría la empresa $ 2.25 por cada uno. En vista de que estos precios se consideraron demasiado caros, se acordó que no se hiciera uso de la luz eléctrica más que en los bailes extraordinarios. El valor de las acciones, a principios del siglo, era de $ 250.00 cada una, y el presupuesto de costo para los bailes de fin de año en aquellos felices tiempos, era de $ 300.00, incluyendo la cena para todos los concurrentes, a quienes no se Jes cargciba un solo centavo. La cuota mensual para los so dos eran de $ 4.00. Muchas y no menos curiosas noticias podría seguir enumerando pero resultaría muy larga y cansada esta relación. A partir del famoso "baile de don Porfirio", celebrado a fines del siglo pasado, el Casino siguió su ruta de progreso, hasta verse interrumpida por la revolución que estalló en 1910. Las actividades sociales decayeron grandemente, y muchas de las principales familias emigraron a los Estados Unidos y a Europa. En los años de 1913 y 1914 sufrió Monterrey las consecuencias de la guerra, con los asaltos y la toma de la ciudad por las fuerzas carrancistas. Nueva época de angustias y zozobras que culminaron con el desastre ocurrido el día 27 de aquel año: a las ocho y media de la noche se inició un incendio en el piso superior del edificio del Casino, originado por un corto circuito, destruyéndose en su totalidad el flamante edificio social.
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Pocas semanas más tarde se rentó una finca al lado sur de la Plaza de Zaragoza, en la que quedó instalada la sociedad en forma provisional. Esta propiedad desapareció al hacerse la ampliación de la plaza. Se cambió después a otra casa situada al lado norte del mismo paseo, en donde se encuentra un hotel y, por último, pasó a ocupar los altos de una casa situada por la calle del Padre Mier, entre las de Zaragoza y Zuazua, contigua al Hotel Iturbide. Allí permaneció hasta el año de 1918 en que se principió a hablar seriamente de construir un nuevo edificio social. Los trabajos y gestiones realizadas con tal finalidad tuvieron un éxito completo, pues el día 27 de septiembre de 1921, centenario de la consumación de nuestra independencia nacional, se colocó la piedra angular del nuevo Casino. Con toda actividad se llevó a cabo la construcción del edificio, el cual se inauguró con un sarao muy brillante que tuvo verificativo la noche del 31 de diciembre d3l año siguiente cíe 1922. De nuevo tenemos que hacer aquí otras menciones especiales. En esta ocasión de los Sres. Don José A. Muguerza y Don Jesús Ferrara, quienes en su carácter de Presidente de la institución por aquellos años, trabajaron incansablemente para hacer realidad lo que ya toda la sociedad de Monterrey ansiaba grandemente: contar de nuevo con su centro sacial. Vinieron luego los tiempos difíciles para Monterrey debido a diversas crisis financieras que amenguaron las activi dades sociales del Casino, hasta que estalló la segunda guerra mundial. Durante esta magna conflagración, a México tocó en suerte estar alejada de los escenarios de la guerra y, por lo mismo, principió para el país una era de prosperidad corno nunca se había alcanzado hasta entonces. Nuestra ciudad, romo centro productor de importancia, puede decirse que, después de la capital de la República, fue la que más progresos alcanzó en su industria, banca y comercio. Estos progresos se reflejaron en un momento inusitado de socios en el Casino, al grado de que en 1944 acordó el Consejo cíe Administración, suspender temporalmente la admisión
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de nuevos miembros. Por demás está decir que las actividades sociales se multiplicaron brillantemente. Por aquellos años se vio también la necesidad de reacondicionar totalmente el edificio del Casino. Ya para 1946, durante la presidencia de Don Aurelio González, Jr., se presentaron planos, proyectos y presupuestos, los cuales fueron aprobados, iniciándose desde luego las reformas más indispensables, transformando en forma importante el interior del edificio y convirtiéndolo en lugar apropiado para la comodidad de los socios y sus familias.
nos marcaron nuestros antepasados, y que nuestras juventudes sepan conservar tan preciado patrimonio, para bien de Monterrey y de las generaciones futuras". Ciudad de Nuestra Señora de Monterrey. Octubre 2 de 1958.
Monterrey continuó creciendo y progresando a ritmo acelerado, y en el año de 1956 se vio que nuestro centro social no reunía ya la importancia, lujo y comodidad de un Casino de primer orden. En ese mismo año, durante la Presidencia de don Alberto Fernández Ruiloba, se presentó nuevo proyecto de una reforma total del edificio, elaborado por famoso arquitecto metropolitano. Aprobado el mismo, y solucionado el problema de su financiamiento, están ya prácticamente concluidas las obras. En marzo de 1957, al renovarse el Consejo de Administración, resultó electo Presidente el Lie. Don Ricardo Margáin Zozaya, quien con tan grande entusiasmo como su antecesor, y eficazmente auxiliado por sus colaboradores, ha venido traba jando en forma intensa y desinteresada con el único propósito de servir a la sociedad de Monterrey, dotándola de un moderno, elegante y cómodo centro social de primer orden, quizás uno de los más importantes de la América Latina. Esta ha sido, en forma condensada, la historia de nuestro Casino, noble institución que en sus noventa y cuatro años de existencia ha contribuido en forma plausible al bien ganado prestigio de lo distinguido de la sociedad regiompntana. Y para concluir repetiré lo que dije en el preámbulo de mi libro sobre esta misma institución: "Quiera Dios que nuestra sociedad continúe por la recta senda que tan celosamente - 142 -
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" 11VEOR.V1E Q l ' K KL INC. A R M A N D O RAV1ZE RINDE ANTE NUESTRO CLt'B, DE LOS TRABAJOS
MUY DISTINGUIDAS DAMAS,
DESARROLLADOS EN EL PERIODO 1957-1958
ESTIMADOS INVITADOS DE HONOR, QUERIDOS AMIGOS SEMBRADORES: Fiel a una costumbre establecida en nuestro Club en ocasión a los cambios de Mesas Directivas, que año por año se sucede, vengo ante ustedes a rendir, en la forma mas breve posible, el informe de las actividades realizadas durante este último año de la vida de nuestro Club, en el cual por decisión unánime de Uds., tuve, en compañía de los miembros de la Mesa Directiva, el privilegio de dirigir sus destinos desde el día 24 de octubre del año pasado en que recibí, de manos de nuestro querido amigo el Lie. Virgilio Garza, Jr., el timón de este Club. La meta o propósito que nos fijamos desde la iniciación de nuestra gestión, en lo relacionado a las sesiones semanales, fue dedicar sus temas a dos propósitos fundamentales: Primeror Presentar ante ustedes algunos de los principales problemas de nuestra Ciudad, tanto en su aspecto físico como social, y, Segundo: • Rendir homenaje a aquellas Instituciones o personas que por sus relevantes méritos son acreedores al estímulo, al cariño y la gratitud de todos los regiomontanos.
Cena de Damas celebrada con este motivo el día 16 de Octubre de 1958 en los elegantes salones del Casino de Monterrey.
Nuestro deseo de presentar ante ustedes, con toda verdad, los problemas y las lacras de nuestra ciudad, tuvo el sano propósito de despertar la preocupación y la inquietud necesarias para encaminar y facilitar las soluciones más adecuadas y factibles. Pensamos entonces, como ahora, que la única forma constructiva de atacar un problema es avocarse con entereza a conocerlo verdaderamente, señalando con valor y verdad las fallas de los que resulten responsables, aunque en el juicio quedemos entre los culpables. Con esta idea presentamos en este año los siguientes temas:
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HOMENAJE A DN. JESÚS BARRERA, con motivo del 509 aniversario de su actividad en la Industria del Cemento.
Desastres Urbanísticos de Monterrey. Necesidad Urgente de un Plano Regulador
HOMENAJE A DN. FEDERICO GÓMEZ, con motivo de sus 50 años en la carrera del periodismo.
para nuestra Ciudad. Problemas Agrícolas de Nuevo León.
HOMENAJE A DN. PABLO SALAS Y LÓPEZ, por sus 80 años de vida fructífera y ejemplar.
Problemas educativos de la juventud.
HOMENAJE A NUESTRO POETA DE CASA SR. DIODORO DE LOS SANTOS, JR., por su estupenda labor en el campo artístico.
El problema eléctrico de Monterrey. El problema del agua en nuestra Ciudad. Quedaron en cartera muchos otros temas, que ojalá la nueva Directiva, que hoy inicia su gestión, se avoque a presentar ante ustedes. Nuestro segundo obtetivo fue llenado, rindiendo homenaje justo y sincero a las siguientes Instituciones y personas: HOMENAJE A LA CRUZ ROJA
MEXICANA.
HOMENAJE AL COLEGIO CIVIL, en su primer centenario de vida. HOMENAJE A LA UNIVERSIDAD DE NUEVO LEÓN con motivo de la construcción de sus Edifcios Escolares. AL INSTITUT0
TECNOLÓGICO DE MON-
HOMENAJE A LA RADIODIFUSORA X. E. T., en ocasion de la inauguración de su nueva planta.
HOMENAJE AL VICE ALMIRANTE MILTON MILES, por su heroica intervención en la tragedia del pueblo de Tampico en el año de 1957. La respuesta de todos ustedes a este esfuerzo y tarea se hizo patente con el incremento a la asistencia de nuestras sesiones y el interés y atención a nuestros programas. Cabe recordar en estos momentos tres eventos sociales que creo dejaron en todos nosotros gratos recuerdos: el día de campo celebrado en el Club Campestre Monterrey en el mes de abril. El desfile y exhibición de pieles y joyas que celebramos en este casino en el mes de junio, y por último, nuestra noche de damas celebrada en los jardines de la Radiodifusora de la X. E. T. Esta fue, compañeros Sembradores, nuestra actividad en lo referente a las sesiones celebradas. Para el desarrollo de esta difícil tarea tuvimos la cooperación infatigable de un gran amigo y eficiente colaborador, el Ing. Emilio Amores, a quien quiero agradecer publicamente su valiosa ayuda. En el campo de la realización de obras sociales, nuestra actuación se concretó a continuar nuestra cooperación hacia las obras iniciadas ya por directivos pasados:
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HOMENAJE AL CUERPO DE BOMBEROS DE LA CIUDAD. •
COOPERAMOS CON EL PATRONATO DEL HOSPICIO LEÓN ORTIGOSA en la amortización a la deuda contraída con la construcción de la Escuela de niñas de esa Institución.
HOMENAJE AL CASINO DE MONTERREY DIRECTIVOS.
REALIZAMOS LA CONSTRUCCIÓN DEL DEPARTAMENTÓ DE BAÑOS Y SERVICIOS SANITARIOS Y VES-
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Y A SUS
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TIBORES DEL HOSPICIO ORTIGOSA, que fue inaugurado en el mes de marzo. CONTRIBUIMOS DURANTE TODA NUESTRA GESTIÓN al sostenimiento de la Escuela José Calderón. ENVIAMOS UNA COOPERACIÓN DE $ 10,000.00 a los damnificados de Mazatlán. Y, por último, SOSTUVIMOS NUESTRA COOPERACIÓN ACOSTUMBRADA a otras obras pías y sociales de nuestra ciudad. Referente a la membrecía de nuestro Club, informamos con satisfacción haberla incrementado con 20 socios nuevos, y restando cinco renuncias recibidas en este período, llega ya a 229 miembros. Pensando en hacer llegar hasta nuestros hogares la presencia atenta y amistosa de nuestro Club, instituímos la costumbre de enviar mensajes telegráficos a las esposas de nuestros socios con motivo de su onomástico. Por otra parte, ya que toca al Presidente de nuestro Club asumir a su vez la Presidencia de la Asociación de Clubes Sembradores de Amistad en la República, creo necesario informar a Uds., aunque sea en una forma brevísima, las actividades que pude desarrollar en esta importante comisión :Al iniciarse nuestro período, el Lie. Carlos Maríij Foucher, que venía fungiendo como Secretario Ejecutivo, presentó su renuncia por motivos personales. Dada la importancia de este cargo para la vida de nuestra Asociación tuvimos días verdaderamente aflictivos pensando en las enormes dificultades que tendríamos para encontrar la persona que reuniera las virtudes y aptitudes necesarias para cumplir con esta misión. Afortunadamente, nuestro querido amigo el Dr. Alfonso Garza, Ex-Presidente de nuestro Club y profesionista local distinguido, demostró su gran cariño a nuestra Asociación, identificándose plenamente con los ideales de un perfecto Sembrador, y pasando por alto intereses de orden personal, aportó su recia personalidad, su amplia cultura, su prestigio como hombre de ciencia y sobre todo su gran sentido humano, para cooperar con la Asociación en esta tarea de Secretario Coordinador.
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Gracias a esta cooperación, y a la ayuda de mis compañeros de Directiva, pudimos desarrollar una tarea que esperamos sea de grandes frutos para la vida de nuestra Institución y de cada uno de los Clubes. Debo aclarar que si no agregamos en este año un Club más a los ya existentes en la Asociación se debió a que pudimos darnos perfecta cuenta que era indispensable dedicar todo nuestro esfuerzo al fortalecimiento de la vida institucional de varios de los Clubes ya existentes, y a la firme estructuración de algunos otros que, por sus pocos años de vida, cruzaban por circunstancias difíciles. Esta tarea, más difícil y menos vistosa que la de la formación de nuevos Clubes, fue a mi juicio desarrollada ampliamente, sobre todo, por nuestro Secretario Ejecutivo el Dr. Alfonso Garza, quien ha visitado en este período a todos los Clubes, llevando un mensaje de amistad, de cooperación y de orientación a todos ellos. Formulamos también un instructivo general para la "Dirección de un Club de Sembradores", pensando en las dificul" tades que pasan los directivos de cualquier Club que inicia su vida. Celebramos dos juntas de Presidentes de Clubes. La primera, el 5 de marzo, en la ciudad de México y la segunda los días 16 y 17 de Mayo en la ciudad de León, y esperamos con el favor de Dios celebrar nuestra última junta de Directiva de la Asociación, el día 6 de noviembre, en la ciudad de Acapulco, un día antes de la iniciación de nuestra Convención. Cabe también informar de nuestra gestión y humilde cooperación con el Club de México en la organización de nuestra próxima Convención. Queridos amigos; esta es, en resumen, la tarea que hoy termina, y que en este informe venimos a dar a conocer a ustedes; esta tarea fue posible, primeramente, gracias a Dios. Después, a la colaboración estupenda de todos los miembros de la Mesa Directiva, que junto a mí han cooperado sin limitaciones de tiempo y esfuerzo, y por último, la atención de todos
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ustedes que con su benevolencia han sabido sobrellevar y perdonar nuestras fallas y alentar nuestros aciertos. Y al llegar el momento final de mi actuación como Presidente de la Directiva de nuestro Club, voy por última vez a solicitar vuestra atención, para manifestarles mi agradecimiento por vuestra benevolencia en las fallas que durante un año pude haber tenido. Mi propósito de trabajo fue siempre alentado por el gran cariño que tengo al Club, y por la responsabilidad que Monterrey tiene ante la Asociación en toda la República* Afortunadamente, la dirección de vuestro Club y de la Asociación pasa a las manos de un hombre que, por sí propio, es una garantía para el futuro, y es para mí una gran satisfacción entregar en estos momentos el timón al Lie. Emilio Guzmán Lozano, caballero cristiano, profesionista brillante, y amigo entrañable de todos. Reciba usted, señor licenciado, mi felicitación por el honor que ha recibido de regir por los próximos doce meses los destinos de nuestro Club y de nuestra Asociación. El trabajo no será poco. El esfuerzo que tendrá que desarrollar será continuado y siempre en aumento. Su actividad y su atención tendrán que ser constantes, pero al final tendrá usted la gran satisfacción de haber colaborado con su grano de arena en esa gran justa que es unir a los hombres por medio de la comprensión, el afecto, y la amistad. Todos esperamos de usted una brillante actuación, que recibirá, a no dudar, el aplauso, el agradecimiento y la aprobación de los miembros de nuestro Club y de los Sembradores de todo el país. Señores, muchas gracias.
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IhDICE ideales del Club Sembradores de Amistad Ing. Bernardo Elosúa Crónica del Viaje a Guadalajara Diódoro de los Santos. Jr
IMPRESO EN LITOGRAFICA MONTERREY, S. A.
Hidalgo Pte. 466 Monterrey, N. L., México.
Páginas 1 6
Palabras del Ing. Armando Ravizé al tomar Posesión de la Directiva
21
Informe del Sr. Lie. Virgilio Garza. Jr.. Presidente de la Asociación de Clubes Sembradores
25
Estructura y Misión de la Universidad Dr. Agustín Basave Fernández del Valle . .
31
Trayectoria del Colegio Civil Israel Cavazos
41
Palabras de Homenaje a la Radiodifusora U X E T" Lie. Emilio Guzmán Lozano
58
Una Aproximación a El Greco Arq. Agustín Basave
65
El Plano Regulador y los Problemas Urbanísticos Arq. Ricardo Guajardo
72
El Problema de la Educación Dr. Aquiles Menéndez
80
El Teatro en Monterrey José P. Saldaña
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El Problema del Agua en Monterrey José Cantú Farías
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El Instituto Tecnológico de Monterrey Ing. Víctor Bravo Ahuja. . ,
103
Palabras de Ofrecimiento a Dn. Federico Gómez José P. Saldaña
107
El Pasado, el Presente, y el Futuro del Deporte en Nuevo León Prof.' Osear F. Castillón . . . . . . . . .. 113 Poesías Diódoro de los Santos. Jr.
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Informe del Patronato de Bomberos Héctor Cortés
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El Casino de Monterrey. Apuntes Históricos Carlos Pérez Maldonado
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Informe de la Mesa Directiva Tng. Armando Ravizé
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IMPRESO EN LITOGRAFICA MONTERREY, S. A. Hidalgo Pte. 466 Monterrey, N. L., México.
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