Bogotá D.C., 5 de Septiembre de 2014
CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA DOCTOR JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN
Respetado Señor Presidente: Hemos tenido acceso a la carta abierta que le ha dirigido AFIDRO, organización que representa los intereses de empresas farmacéuticas multinacionales, pagando su publicación en varios periódicos de amplia circulación, señal inequívoca de que no han logrado hablarle a usted y al gobierno colombiano al oído, como normalmente lo han hecho en Colombia y en el mundo. Esto nos da la oportunidad para agradecer la firmeza de su gobierno y aclarar que estamos de acuerdo en el propósito de contar con medicamentos de calidad que contribuyan a satisfacer el derecho fundamental a la salud de las personas. Es de censurar que AFIDRO se atribuya la representación de los pacientes, la comunidad científica y médica, la academia y la comunidad internacional, olvidando que tal gremio sólo representa unos pocos grupos dentro de estos universos. Por ejemplo, las organizaciones que integramos el Comité para la Veeduría Ciudadana en Salud (Conferencia Episcopal de Colombia, Misión Salud, Ifarma, Federación Médica Colombiana, Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional y Observatorio del Medicamento de la Federación Médica Colombiana), quienes hemos seguido muy de cerca durante los últimos 5 años los debates públicos alrededor de la regulación de los medicamentos biotecnológicos, tenemos posiciones totalmente opuestas a las que sostiene AFIDRO en su comunicación. La propuesta de AFIDRO es la receta para mantener artificialmente elevados los precios de los medicamentos biotecnológicos, afectando así el acceso de millones de compatriotas no sólo a éstos, sino también a otros servicios de salud igualmente prioritarios, en contravía de las intervenciones que juiciosamente el gobierno viene desarrollando para mejorar el funcionamiento del sistema. De ser aceptada, el monopolio del que gozan sus representados, mediante privilegios de propiedad intelectual, en ocasiones francamente excesivos y perjudiciales para la salud pública, se extendería en el tiempo a través de barreras técnicas a la entrada de competidores. La salud es un derecho fundamental de todos y cada uno de los colombianos, independientemente de la enfermedad que padezcan, y el acceso a medicamentos de calidad, que estén disponibles y sean aceptables para la sociedad, es parte integral de este derecho, cuya defensa no debe ser usada como disfraz altruista para lograr objetivos comerciales, pecuniarios y financieros. Si los laboratorios afiliados a AFIDRO tienen una preocupación real por la salud de los colombianos, en lugar de gastar millones en mensajes al señor Presidente a