Medicamentos & Alcohol ¿Qué puede suceder si se combinan?

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¿Qué puede suceder si se consumen bebidas alcohólicas con los medicamentos más frecuentemente utilizados?

Noviembre 2013

Introducción El etanol o alcohol comúnmente nombrado, es una de las sustancias psicoactivas más consumidas en el mundo industrializado, debido principalmente a su efecto depresor sobre el sistema nervioso central, a dosis moderadas actúa como ansiolítico y a dosis altas predominan alteraciones del rendimiento psicomotor [1]. El etanol es una molécula pequeña y poco polar que atraviesa fácilmente las membranas biológicas, una vez ingerido se absorbe a nivel del estómago (20-25%) y en el intestino delgado (75-80%). Es muy hidrosoluble, difunde rápidamente y su pico máximo se alcanza aproximadamente en una hora, la presencia de alimentos retarda su absorción [1]. Entre el 90 y el 98 % del etanol ingerido es oxidado a acetaldehído en el hígado, principalmente por la enzima alcohol deshidrogenasa. El acetaldehído es convertido por aldehído deshidrogenasa a acetil coenzima A, que luego es oxidada a CO2 y agua, o es utilizado en la síntesis de colesterol y otros constituyentes tisulares. El etanol también puede ser metabolizado a acetaldehído por las oxidasas microsomales hepáticas de función mixta; este complejo enzimático es responsable de la mayor parte de las interacciones con fármacos [2]. El alcohol puede aumentar los efectos adversos de los medicamentos, en general la ingesta aguda de alcohol inhibe el metabolismo de varios fármacos por competencia con las enzimas microsomales, resultando en un aumento en las concentraciones de los mismos (ejemplo, benzodiacepinas, fenobarbital, fenitoína, clorpromazina, ciclosporina, etc.), lo que potencia la probabilidad de sus efectos adversos. El consumo de bebidas alcohólicas puede afectar la seguridad de los siguientes grupos de medicamentos:


 Agentes depresores del Sistema Nervioso central Se incluyen los fármacos que ejercen una acción depresora sobre el sistema nervioso central: Anestésicos generales, hipnóticos y sedantes (alprazolam, clonazepam), analgésicos narcóticos (tramadol, codeína, morfina), analgésicos antipiréticos, antirreumáticos, entre otros [4]. La ingesta aguda de alcohol en general conlleva a una potenciación del efecto de estos fármacos, por competencia por las enzimas hepáticas o sinergismo de la acción depresora, llevando a una depresión grave del sistema nervioso central [4,5]. 

Antidepresivos

El alcohol puede aumentar el efecto sedante de algunos antidepresivos como los tricíclicos (ejemplo, Amitriptilina). Adicionalmente algunas bebidas alcohólicas como el vino y la cerveza contienen Tiramina. Esta sustancia interactúa con los antidepresivos del tipo inhibidores de la Monoaminooxidasa (Ej, Selegilina, fenelzina) ocasionando en la persona episodios de hipertensión [6].  Antiepilépticos El consumo agudo de alcohol puede incrementar la disponibilidad de la Fenitoína, aumentando sus efectos adversos.

 Benzodiacepinas y Barbitúricos La administración concomitante con alcohol incrementa los efectos de este tipo de fármacos por disminución del metabolismo de estos o por sinergismo de los efectos depresores del sistema nervioso central, por ende resulta en una potenciación de los efectos adversos de estos fármacos [1,4,8].  Agentes hipoglicemiantes orales La ingesta aguda de alcohol potencia el efecto de dichos medicamentos, incrementado el riesgo de manifestar hipoglicemia. Se recomiendo a los pacientes, bajo la administración de estos fármacos, evitar el consumo de alcohol.  Acetaminofén Gran parte es metabolizado por enzimas hepáticas, estas se encargan de convertir el acetaminofén a un metabolito denominado N-acetil-p-benzoquinonimina (NAPQI), molécula altamente reactiva, que ejerce efectos tóxicos sobre las células del hígado


(estrés oxidativo y muerte celular). Sin embargo, en condiciones normales, el glutatión evita dichos efectos tóxicos [9]. El consumo crónico de alcohol conlleva a la inducción de estas enzimas hepáticas, resultando en un incremento en la producción normal de NAPQI, lo cual con lleva a un aumentando de la toxicidad hepática del Acetaminofen [1,9].  Salicilatos El consumo crónico de alcohol y la coadministración con salicilatos, genera irritación gástrica, debido al carácter ácido de ambas sustancias produciendo lesiones en la mucosa que aumenta el riesgo de hemorragias a nivel gastrointestinal [1,5]. El alcohol también puede disminuir la efectividad de algunos medicamentos, esto ocurre la mayoría de las veces por un consumo crónico de grandes cantidades de alcohol, que ocasiona una inducción de la actividad de las enzimas microsomales hepáticas aumentando el metabolismo de ciertos fármacos, generando así una disminución de su actividad. Como ejemplos se puede citar que el consumo crónico de alcohol puede disminuir la acción anticonvulsivante de algunos antiepilepticos [1,7], también disminuye la actividad de los hipoglicemiantes orales dando como resultado el incremento de los niveles de glucosa [1]. Además afecta a otros fármacos como la warfarina, paracetamol, y rifampicina [1,2]. Adicionalmente existen unos fármacos que alteran el metabolismo del alcohol generando reacciones adversas importantes. El ketoconazol, metoclopramida, sulfonamidas, sulfonilureas, algunas cefalosporinas, verapamilo, y antiparasitarios como metronidazol, secnidazol o tinidazol inhiben la aldehído deshidrogenasa, enzima involucrada en el metabolismo del alcohol, generando acumulación de acetaldehído en el organismo, sustancia responsable de generar efectos desagradables dentro de los cuales se encuentran: vómitos, cefalea, disnea, sudoración , dolor de pecho, dificultades respiratorias y shock. Este tipo de interacción es conocida como efecto Antabus. Se recomienda no administrar estos fármacos concomitantemente con alcohol e incluso hasta 72 horas después de haber suspendido su uso en pacientes con funcionamiento renal normal [1,10].


Resumen Interacción: Alcohol y Medicamentos Interacción Medicamento Alcohol

Alcohol

Medicamento

Medicamento

Alcohol

Consumo Agudo Alcohol

Consumo Crónico Alcohol

Inhibición Aldehído deshidrogenasa

Metabolismo de medicamentos

Metabolismo de Medicamento

Efecto Antabus*

Riesgo de Efectos Adversos

Disminución del efecto terapéutico

*Efecto Antabus: Algunos fármacos como el Disulfiram, inhiben la aldehído deshidrogenasa, una de las enzimas responsables de la degradación del alcohol, por lo tanto ocurre una acumulación de acetaldehído en sangre, que a niveles tóxicos es capaz de producir síntomas y signos conocidos como efecto ANTABUS, estos síntomas incluyen rubor, calor en la cara y extremidades, cefalea pulsátil, vasodilatación general, dificultades respiratorias, temblor, nauseas, vómitos intensos, dolor precordial, vértigo, debilidad, hipotensión arterial y shock [3].


En general no es recomendado el consumo de bebidas alcohólicas en personas que estén recibiendo tratamiento con medicamentos, debido a la posible reducción de la efectividad o efectos adversos; además de considerar las implicaciones sobre la adherencia del tratamiento, ya que puede ocurrir un abandono de la terapia asociado al efecto del etanol. Consulte con el servicio farmacéutico o con el CIMUN en caso de que requiera ampliar la información.

Referencias 1) Beatriz Goyheneche. Interacciones entre medicamentos y alcohol. Centro de Información de Medicamentos (CENIME). Facultad de Farmacia y Bioquímica. Universidad de Buenos Aires. Argentina. 2) Goodman & Gilman. Las Bases Farmacológicas de la Terapéutica. Editorial Mc Graw Hill. Undécima Edición. 2011. p 591-604. 3) Malgor-Valsecia. Interacciones entre drogas. Farmacología Médica. España; 4) Korolkovas A, Burckhalter JH. Compendio esencial de química farmacéutica. Inglaterra: John Wiley and Sons; 1983 5) Requejo A, Ortega R. Nutriguía. Manual de nutrición clínica en atención primaria. España: Editorial Complutense; 2000 6) Lieber, C.S. Interaction of ethanol with other drugs. In: Lieber, C.S., ed. Medical and Nutritional Complications of Alcoholism: Mechanisms and Management. New York: Plenum Press, 1992. pp.

165-183. 7) Guram, M.S.; Howden, C.W.; & Holt, S. Alcohol and drug interactions. Practical Gastroenterology 16(8):47, 50-54, 1992. 8) Tanaka, E. Toxicological Interactions Between Alcohol and Benzodiazepines. Clinical Toxicology; 2002 40(1): 69–75. 9) Alvarado J, Uribe R. Prácticas y procedimientos- Hospital Universitario San Ignacio Facultad de Medicina Pontifica Universidad Javeriana. Colombia: Ediciones medicas latinoamericana;2004 10) Interacciones de medicamentos con el alcohol [En línea]. [Consultado el 19 de diciembre de 2013]. Google: Medicamentos que inhiben la aldehido deshidrogenasa. Disponible en: http://www.grupoargon.com/cofm/temas/Interacciones_Tema13. html


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