¿SABIA UD QUE… EL CONTROL INTENSIVO DE LAS CIFRAS TENSIONALES EN PACIENTES CON DIABETES TIPO 2 PROBABLEMENTE NO TIENE BENEFICIOS SOBRE LA DISMINUCIÓN DE LOS RIESGOS CARDIOVASCULARES? La diabetes mellitus (DM) es una de las causas más importantes de mortalidad y morbilidad, debido a que juega un papel importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, renales, ópticas y neuropáticas. Aproximadamente las dos terceras partes de los pacientes con DM mueren por enfermedad cardiaca o ictus. Los hombres con DM tienen un riesgo duplicado de enfermedad coronaria mientras que las mujeres tienen un riesgo de 3 a 4 veces mayor de presentar estas mismas complicaciones. La presión arterial (PA) es un factor importante en el riesgo cardiovascular dado que éste aumenta por un factor de uno o dos en cada nivel de presión arterial sistólica (PAS) e incluso se presenta en niveles prehipertensivos [1]. Con base a esto, el séptimo reporte del Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure (JNC 7) recomendó comenzar la farmacoterapia en pacientes con diabetes que tengan una PAS de 130 mmHg o mayor, con el objetivo de reducirla a valores menores que éste. No obstante, existe una carencia de evidencia clínica para soportar estas recomendaciones [2]. Las guías clínicas de Fisterra establecen que el objetivo de control de la presión arterial en pacientes diabéticos con PA alta es de 130/80 mmHg. El tratamiento farmacológico deberá instaurarse en pacientes con PA > 140/90 mmHg o en aquellos en que las estrategias no farmacológicas no provean un beneficio suficiente en un plazo de 3 meses [3]. El tratamiento farmacológico inicial debe incluir un IECA; en caso de intolerancia o efectos secundarios se sustituirá por un ARAII. Si no es suficiente para alcanzar el objetivo se añadirá una tiazida (si filtrado glomerular (FG) > 30 ml/min) o un diurético de asa (si FG <30 ml/min); en caso de seguir sin conseguirse el objetivo podrá añadirse un antagonista del calcio y si persistiese el mal control un ß-bloqueante [3]. Por tanto, este esquema planteado frecuentemente resulta en una en el uso concomitante con el fin de lograr las cifras tensionales objetivo, lo que aumenta el riesgo de interacciones y reacciones adversas. Para evaluar el efecto de este esquema de control propuesto por el JNC 7 y otras entidades, el Action to Control Cardiovascular Risk in Diabetes Blood Pressure Trial (ACCORD-BP) probó el efecto de apuntar a PAS menores a 120 mmHg sobre la incidencia de eventos cardiovasculares mayores dentro de pacientes de DM tipo 2 con alto riesgo. En este estudio aleatorizado (pero no ciego) participaron 4.733 pacientes diabéticos tipo 2 de Canadá que fueron distribuidos en el grupo con tratamiento intensivo (PAS objetiva <120 mmHg) o en el grupo con tratamiento habitual (PAS objetiva <140 mmHg). La edad media de los pacientes fue de 62 años, el 53% eran hombres y la terapia antihipertensiva quedaba a elección del investigador. La variable principal fue una variable
Carrera 30 No. 45 03, FACULTAD DE CIENCIAS, Edificio 450 piso 1 Oficina 214 Conmutador: (57) (1) 3165000 extensión 14623 – 14601 Fax: (57) (1) 3165060 Correo electrónico: cimun@unal.edu.co Bogotá, Colombia, Sur América
combinada que incluía infarto de miocardio no fatal, ictus no fatal y muerte cardiovascular. Como variables secundarias se evaluó la mortalidad total y los ictus totales. La media de seguimiento fue de 4,7 años[2]. Los resultados de este estudio mostraron que no hubo diferencia entre los dos grupos con distintas estrategias de control de la PAS con respecto a la variable principal ni en la mortalidad total. Sin embargo, sí la hubo en la incidencia de ictus totales y de ictus no fatales que fueron menores en los grupos con terapia intensiva. Además, los eventos adversos tuvieron una mayor incidencia en este último grupo. Los autores concluyeron que en pacientes con DM tipo 2 y alto riesgo de presentar eventos cardiovasculares, el tener como objetivo una PAS menor de 120 mmHg frente a una PAS menor de 140 mmHg no reduce la incidencia de la variable combinada de incidencia de eventos cardiovasculares mortales y no mortales[2]. No obstante, los resultados de este estudio son difíciles de interpretar, debido a que la taza de eventos observada en el grupo con tratamiento convencional fue aproximadamente la mitad de la esperada, posiblemente debido al amplio uso de estatinas en es estos pacientes y a los criterios de inclusión del estudio que redirigieron los pacientes con dislipidemias al ACCORD lipid trial, dejando los pacientes con menor riesgo en el ACCORD-BP [2]. En síntesis, los resultados del ACCORD-BP muestran que probablemente el control de cifras tensionales intensivo no provee ningún beneficio adicional al control normal, pero si puede aumentar el riesgo de efectos adversos indeseables. Estos resultados hay que analizarlos teniendo en cuenta los criterios de inclusión del estudio que probablemente sesgaron la entrada de los participantes para incluir en su mayoría a los que presentaban bajo riesgo cardiovascular. Referencias [1] Ligaray, KP. Diabetes Mellitus, Type 2. eMedicine, Medscape. [En línea] 2010 [Consultada el 26 de Agosto de 2010]. Disponible en URL: http://emedicine.medscape.com/article/117853-overview [2] The ACCORD Study Group. Effects of Intensive Blood-Pressure Control in Type 2 Diabetes Mellitus. N Engl J Med 2010;362:1575-85. [3] Soidán, FJ. López, JL. Novo, JM. Martínez, A. Vázquez, F. Plana, R. et al. Diabetes Mellitus Tipo 2, Guías Clínicas. Fisterra [En línea] 2009 [Consultada el 26 de Agosto de 2010] 9 (23) [28 pantallas] Disponible en URL: http://www.fisterra.com/guias2/diabetes_mellitus.asp#tra
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