Facultad de Artes Integradas Oficina de Extensión
Auditorio 5 y Auditorio Carlos Restrepo
Viernes // 12:00 m. y 6:00 p.m.
CINEFILIA: Cine Asiático Contemporáneo De entrada queremos plantear que hablar de “Cine Asiático” para referirse a cuatro películas de cuatro países, es en realidad una aversión; más aún cuando el cine en el continente asiático crece a pasos agigantados y se desarrolla de formas diversas entre India, China, Japón, Turquía, la Federación Rusa o Tailandia. Cabe entonces decir que aquí tomaremos como referencia de Cine Asiático Contemporáneo a dos sectores de Asia: Asia Oriental, comprendida por un film chino y uno de corea del sur, y dos del Sudeste Asiático, representado por Singapur y Tailandia. Su elección no pretende resaltar unas cinematografías más que otras, pero sí visibilizar una industria cinematográfica diversa y fuerte que se gesta en dicho continente, gracias a un público local que aclama y valora su cine nacional, y a un público internacional, que como nosotros, vemos en el cine asiático un aire de cambio en el algo acartonado cine de ficción que nos proponen las potencias cinematográficas. Son películas que han sabido revelarse al mundo con sus historias y narrativas propias, las cuales asombrosamente se hacen globales, interesantes, arriesgadas y atrapantes incluso para los espectadores más clásicos y occidentales. De ahí que Hollywood esté tomando de las arcas asiáticas para renovar su maquinaria. Así mismo, los grandes festivales de cine europeo
como Cannes, Venecia o Berlín tienen siempre entre sus ganadores dos o más directores asiáticos. A pesar de la acogida internacional, es un cine que se mantiene irreverente, apostándole a hablar de lo propio y en el que las tradiciones están muy marcadas, pero son a su vez completamente subvertidas por el mundo occidental y por las crisis económicas y sociales que atraviesan sus paises. Tenemos en estos films historias del desempleo, de la producción masiva de objetos que deja de lado la humanidad de las personas, la negación de la cultura autóctona por la cultura de la razón occidental - por ejemplo en la medicina y los cambios en las formas de alimentarse - el colonialismo y las tradiciones que avasallan las libertades, entre otras problemáticas sobre las cuales los directores que hemos seleccionado no dudan en ahondar, tocando la llaga abierta de la humanidad. Vale la pena entonces disfrutar de este cine que llega cada vez a la oferta colombiana - tanto de cartelera como pirata - y porqué no, empezar a pensar en cómo el cine colombiano podría empezar también a desarrollarse mejor si apoyáramos más esa cinematografía de lo propio, que nos habla de una forma más directa con nuestro contexto, pasado, sueños, mitos, y nos bosqueja ideas de futuro más confrontadoras.
SEPTIEMBRE 5 Auditorio Carlos Restrepo, Edf. Tulio Ramírez - 6 p.m.
Ilo, Ilo
Anthony Chen / 2013 / 99 min. / Singapur. Anthony Chen hace éste, su primer largometraje, y gana la Cámara de Oro en Cannes - galardón más importante dado a las óperas primas -, sumado esto a una ovación de más de quince minutos tras el estreno en el festival más importante del mundo. La película fue inspirada por una historia del propio director en su infancia. Se trata de una familia en Singapur con un hijo que está dando problemas en la primaria. Su madre en embarazo y trabajando, y el padre en un empleo que le da bastantes dolores de cabeza, deciden contratar una sirvienta, una mujer filipina que deja su bebé para poder hacer algo de dinero para enviar al familiar que lo cuida. La relación entre el niño y la sirvienta se desarrolla dejando entrever las abismos culturales y raciales que dividen un país de otro; las economías que obligan a los filipinos a venir de sirvientes en Singapur, y una sociedad que a pesar de ser más estable empieza también a desmoronarse.
SEPTIEMBRE 12 Auditorio 5, Ingenierías - 3 p.m.
Un toque de pecado
Jian Zhang Ke / 2013 / 130 min. / China. El cine chino ha tenido grandes variaciones y diversas épocas en su devenir. Ellas también marcadas por el comunismo y la invasión inglesa y nipona. Diversas generaciones han gestado ahí un cine que sigue transformándose. Directores como Zhang Yimou que hicieron un cine conocido internacionalmente, crearon bajo una gran opresión. Tras ello vendría una nueva generación marcada por la matanza en la plaza de Tiannanmén que rechazaría el cine estilizado y de escenarios rurales que hicieron sus predecesores, proponiendo un cine de gran crudeza y que critica fuertemente la realidad social de un país que empezaba a ver por fuera del régimen. De esa generación, llamada la Sexta Generación, surge una nueva, que rechazaría además de lleno ser denominados como una “generación”, “colectividad” o “nueva ola”. Piden ser nombrados de forma individual. Ahí está Jia Zhangke quien nos trae esta gran película ganadora del premio a Mejor Guión durante el último Festival de Cannes. Un autor que a pesar de tener una filmografía relativamente corta se instala hoy como uno de los más reconocidos internacionalmente- si no el más-, y digno representante de esa “no-generación” que nos enseña la metamorfosis china tras el comunismo. En “Touch of Sin” (Un toque de pecado) nos pone ante una película con un guión suculento, atrapante y a su vez experimental, en el que vamos recorriendo el mundo de la mano de hombres y mujeres a los que de repente les cae un “toque de pecado”.
SEPTIEMBRE 19 Auditorio Carlos Restrepo – Edf. Tulio Ramírez - 6 p.m.
El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas
Apichatpong Weerasethakul / 2010 / 114 min. / Tailandia. Se dice del cine tailandés que ellos tienen una forma muy particular de verlo, de asistir a él como una actividad lúdica. Usualmente los espacios para el cine son abiertos, y la gente no necesariamente se sienta en silencio y concentrada a ver la película. El autor Gérard Fouquet en su escrito “Luces de Siam. Una introducción al cine tailandés” hecho para el Festival Las Palmas de Gran Canaria, lo describe como un “sabor”, como “ir por una emoción estética causada por la evocación de un sentimiento”. De ahí que directores como Apichatpong Weerasethakul, juegue con elementos que podrían ser inconexos y no anclados a una trama ni a una construcción intelectual específica. Son elementos libres que van de la cultura tai, sus mitos, paisajes y creencias, a la cultura occidental que niega y refuta a su contraria.
En El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas, un hombre a punto de morir, explora o recuerda sus vidas anteriores junto con su familia, incluyendo el fantasma de su esposa que regresa de forma no-humana a habitar de nuevo en el hogar. Esta película ganadora de la palma de Oro en Cannes es una película que puede describir muy bien ese cine del “sentir”. Sus escenas nos llevas por estados de ánimos distintos, y no necesariamente producidas por la identificación con los personajes o su drama, si no más por un mundo que se expande, que tiene poros.
SEPTIEMBRE 26 Auditorio Carlos Restrepo – Edf. Tulio Ramírez – 6 p.m.
Pietá
Kim Ki Duk / 2012 / 104 min. / Corea del sur. Como es característico del cine de este destacado director coreano, Pietá es una historia que pone al máximo las sensibilidades del espectador, frente a la crudeza humana. En ella un cobrador-sicario sin escrúpulos, recibe un día en su casa a una mujer que dice ser su madre. El hombre acostumbrado a la soledad desde la infancia le pone a la mujer una serie de pruebas para comprobar su maternidad, terminando por revelar un rostro propio que él nunca conoció. El cine de Corea del Sur ha tenido un desarrollo que de forma inesperada lo ha hecho muy fuerte, tanto internamente como internacionalmente. A pesar de las represiones vividas por gobiernos autoritarios tras la Guerra de Corea (1950 - 53), éstos mismo gobiernos exigieron que el 40% de la oferta en cartelera fuera nacional, gestando de esta forma un gran auge en la producción; auge marcado por un cine nacionalista que se cerraba en lo autóctono. Luego este cine sería revertido por la Nueva Ola Coreana (hallyu), en la que los jóvenes directores de vanguardia, quienes habían empezado a tener contacto con el cine occidental, no dudaron en hacer uso de elementos de este cine produciendo thrillers, melodramas y hasta westerns que les garantizara espectadores, así como un juego experimental con la forma. También se caracterizó de esta nueva producción el uso de elementos extremos, como en Kim Ki Duk la muerte, en Hong Sang Soo los diálogos absolutamente triviales, entre otros directores que osan usar elementos que pueden ser extremistas o ridículos en sus films, pero que logran un gran impacto en el cine internacional. Informes: cinemateca@correounivalle.edu.co Facebook: Cinemateca Univalle Twitter: @CinematecaUV www.cinemateca.univalle.edu.co