Centro de Investigación para la Acción Femenina CIPAF Santo Domingo República Dominicana AÑO XXII NÚMERO 2
NOVIEMBRE 2002
Quehaceres
Editorial
El pasado 11 de octubre, mujeres de varias regiones del país se concentraron frente al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en Santo Domingo. Vestidas de luto y portando cruces, clamaban justicia y protección de las autoridades a raíz de la ola de violencia contra mujeres que según la prensa de esos días, se había recrudecido. Entre cruces y pancartas, las manifestantes mostraban la fatídica lista de víctimas, según la cual, 76 mujeres habían perdido la vida violentamente desde el inicio de este año. Al cierre de esta edición, el conteo había subido a 88.
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Cada noviembre, a propósito del Día Mundial de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer que se conmemora el 25, mujeres organizadas de todo el país llaman la atención de las autoridades y de la sociedad en general sobre un problema que hace rato alcanzó niveles de epidemia. Esta vez, la lista de víctimas mortales publicada por las organizaciones para sensibilizar a la opinión pública y que se repartió en la manifestación frente al Palacio de Justicia incluyó nuevos datos: la lista de niños y niñas que quedaron en la orfandad luego de perder a su madre, y en algunos casos también al padre, que ter-
minó suicidándose inmediatamente después de la agresión criminal. Se trata de niños y niñas que en algunos casos además presenciaron los hechos, quedando con una marca emocional que quizás les tome toda una vida borrar. Esos huérfanos y huérfanas que de ahora en adelante lucharán además con un pesado trauma, son víctimas de una guerra puertas adentro. ¿Quién se ocupa de estos niños y estas niñas? Altagracia Valdez Cordero, psicóloga, presenta en esta edición un trabajo que denuncia la vulnerabilidad, en todo el sentido de la palabra, de estos me-
nores de edad desamparados de un sistema que tropieza y se queda corto en su rol contra la violencia intrafamiliar. El trabajo de investigación de la periodista María Isabel Soldevila, publicado en la revista electrónica de género y comunicación "A Primera Plana" de este mes, y reproducido en esta edición de Quehaceres, desnuda las deficiencias de la Justicia y el Ministerio Público en la aplicación de la Ley 24-97 del Código Penal. Este año, la lucha de los grupos organizados de mujeres que denuncian la inequidad de género ha sufrido además el impacto emocional del caso de una apreciada compañera, la periodista Belkys Genao. Su hija de 19 años, apareció muerta de un disparo hace dos meses. Su esposo, un cabo de la Fuerza Aérea que estaba con ella al momento de los hechos, es el principal sospechoso. Reportera de la revista "Sucesos", y responsable de elaborar las estadísticas más confiables sobre los casos de feminicidios en el país, nos cuenta en una entrevista el trance de tener que añadir el nombre de su hija en la larga lista, que este año, hasta la fecha,alcanza 88 casos, llevando una proyección similar a la de los dos años anteriores, cuando sobrepasó el centenar.
Como cada noviembre, Quehaceres presenta estadísticas con indicadores que pueden servir para el análisis de la problemática en el país. La edad de las víctimas, mayormente jóvenes, se cruza con el drama de la cantidad de huérfanos y huérfanas que resultan de esta guerra puertas adentro. En una sociedad cuyos medios de comunicación todavía publican titulares que soterradamente justifican los hechos con argumentos como los celos, o la negativa de los agresores a aceptar que una relación se ha roto, es pertinente enfocar el drama hacia las víctimas menores de edad, hijos e hijas en su mayoría menores a los 10 años que ahora, en la orfandad, enfrentan el futuro apartir de una tragedia en casa. Es hora de poner en marcha mecanismos institucionales que aborden el tema de la violencia intrafamiliar en todas sus vertientes y complejidades. Es hora deque se respete el derecho que tenemos todos y todas a una vida libre de violencia.
Busque en la red A Primera Plana Una revista electrónica de género y comunicación, cuyo propósito es incidir en los medios de comunicación a fin de llevar a las primeras planas los temas de la agenda de equidad de género. www.aprimeraplana.org
La fuerza de un símbolo perenne y universal Esta expresiva foto de Carmen Suárez (periódico El Caribe) captó el momento en que las actrices Salma Hayek y Mía Maestro, de visita en el Museo Hermanas Mirabal, se miran en el espejo de la habitación de Minerva. La visita se produjo a propósito del estreno de la película "En el tiempo de las mariposas", inspirada en el libro de Julia Alvarez sobre la vida de las tres dominicanas más universales de todos los tiempos. La foto de Carmen Suárez es como una metáfora de la fuerza del
símbolo en el tiempo: el espejo redondo es la historia que cada año nos recuerda unos hechos que no deben repetirse jamás. Las jóvenes actrices que se miran en él representan el universo, que mira y recrea el ejemplo de dignidad de las tres heroínas. A través del rostro de su hija, Minou Tavárez Mirabal , tan parecido al de ella misma, Minerva observa la escena. Siempre supo el significado de seguir la lucha y mantenerse firme. Supo que si la mataban, su ejemplo tendría la fuerza de derrum-
Quehaceres 3 bar el régimen, y así fue. Hoy su nombre y el de sus hermanas representan la lucha mundial por la eliminación de la violencia contra las mujeres.
Una deuda pagada El Obelisco de la Ave. George Washington fue construido en 1935 por el dictador Trujillo para rendir un tributo más a su infinita megalomanía. 61 años más tarde, en 1996, la ciudad entregó el monumento a la empresa CODETEL, para hacer del mismo un gran mural que relevara la plástica dominicana. Le tocó a Cándido Bidó, quien lo cubrió de sus famosas palomas, como una alegoría de paz en aquel monumento de triste significado. El 8 de marzo de 1997, Día Internacional de la Mujer, el obelisco cambió de ropa. Esta vez la elegida fue la artista plástica Elsa Núñez, quien pintó a unas inmensas hermanas
Mirabal que parecían tocar el cielo limpio de Santo Domingo. Llamó a su obra "Las mariposas", y fue tal la fuerza del símbolo y el respeto que el pueblo tributa a las tres heroínas, que jamás se pudo cambiar el tema. Hoy, cinco años más tarde, cuando el obelisco ya pierde los trazos hermosos de Elsa Núñez, otra artista plástica, Amaya
Salazar, lo pinta de nuevo. Cambió la artista; el tema, sin embargo, sigue siendo el mismo. Tal y como dice una nota de prensa distribuída por CODETEL, "las mariposas se instalaron desde entonces y para siempre en el viejo obelisco, iluminando desde sus alturas la faz de la cinco veces centenaria ciudad de Santo Domingo".
Víctimas de una guerra puertas adentro “Mi mamá murió. No se donde está mi papá y mi padrastro está preso porque mató a mi mamá”. Estas son las desconcertantes palabras de un niño de 8 años del barrio Los Guandules, hijo de una joven mujer de 22 años asesinada en el 2001 por su ex -pareja, un cabo de la Policía Nacional. Me tocó escuchar este relato al abordar un vehículo
público a medio día. En el asiento trasero venían seis niños apretaditos, sudorosos, con ropitas desgastadas aparentemente por el sol, el tiempo y el sucio. Venían contentos, pues el chofer había acordado llevarles desde la Tiradentes hasta “la cabeza del
Quehaceres 4 puente de la 17” por sólo 20 pesos, cantidad que contaban una y otra vez entre todos, hasta que finalmente pasaron al conductor un paquetito de veinte moneditas. El mayor de todos decía tener 9 años, aunque en apariencia no pasaba de siete. Tres de esos pequeñines no sabían quienes son sus padres, dos son huérfanos de madre, sólo dos de ellos viven con la madre. El resto vive en el barrio entre vecinos que les permiten dormir en sus casas y allí dan una contribución de lo que consiguen en la calle. La vulnerabilidad de niñas y niños en la Republica Dominicana es cada vez mas mayor debido a los diferentes problemas que su-
fre el país ,en especial la pobreza, la baja calidad de la educación y el desempleo que les afectan directamente. En los últimos años se añade la violencia intrafamiliar y en especial la violencia contra la mujer que culmina en asesinatos o femicidios dejando año tras año a un gran número de niños y niñas en la orfandad, situación de la cual no existen registros exactos en nuestro país. A partir de las crónicas de prensa que reportan lo femicidios y de contactos individuales con algunos parientes de las victimas, se puede concluir que en los últimos tres años, de cada cinco mujeres que murieron a causa de la violencia de genero, 4 dejaron en la orfandad entre 2 y 3 niñ@s por debajo de los 10 años de edad. El 65% de las víctimas mortales para este período, se encontraba en edades entre los 16 y 35 años. La cruda realidad de la orfandad por violencia intra familiar A varios/as de estos huérfanos/as, les tocará vivir el resto de sus días con la cruel pesadilla de haber estado presente en el momento en que se co-
metió el asesinato de su progenitora. A otros le ha tocado además presenciar la muerte de algunos de sus hermanos y hermanas, el suicidio del padre o del padrastro; una terrible forma de mutilar psíquica y emocionalmente sus vidas y sus expectativas futuras. Recordemos al taxista de Santiago que para el mes de mayo del presente año degolló a su ex pareja delante de sus 2 hijas de 6 y 10 años. ¿Qué podemos pedirle a una niña o niño de 3 años, de 5 o de 7 que presencia semejante situación? ¿Que se integre adecuadamente a la sociedad? ¿Que sea un o una buen@ estudiante? ¿Que interactúe de manera pacífica entre los demás niñ@s?¿Que sea un buen profesional en el futuro? ¿Un buen padre o madre de familia? No, en absoluto, porque ningún apoyo se les esta ofreciendo para que esto suceda. No existe en el país un programa y mucho menos una política de Es-
tadio para dar seguimiento a estos huérfanos, tanto a la que se refiere a su situación material como a su desarrollo emocional y psicológico. Está claro que sin un apoyo sistemático e integral, la salud mental de estos sobrevivientes se verá afectada de por vida.
Asesinatos y huérfanos: las cifras El primer trimestre del presente año dejó al menos cincuenta niños y niñas en estado de orfandad como consecuencia del asesinato de 28 mujeres. Esta tendencia se ha mantenido a lo largo del año. Al cierre del año 2002 serán más de 200 niños y niñas .Para el trienio 2000 - 2002 podemos estar hablando-tomando en cuenta el posible su-
bregistro- de ¡550 niñ@! que pasarán a las filas de la orfandad y de las múltiples caras que toma la pobreza en República Dominicana: limpiarán vidrios, serán carteristas, vendedoras de flores, de dulces, de maní tostado, se integrarán en pandillas, en el mundo de las drogas, y como poco, serán estudiantes rezagados, repitentes, retraídos/as y deprimidos/as. Algun@s pasarán a las filas de los aun más vulnerables en el comercio y explotación de sexo infantil o de los utilizados como “mulas” para la venta de drogas. Estos niños y niñas no sólo quedan en la orfandad por la ausencia de los progenitores (muertos y presos); también lo son de la cruda realidad de una sociedad que no ha sido capaz de materializar las leyes que los protegen ni los derechos que ha ratificado en múltiples Convenciones internacionales. Huérfanos y huérfanas de amor, de protección, de atención. Huérfanos y huérfanas de alimentos, de escuelas, de un techo, de contacto físico, de comunicación y de afecto. Son los herederos y herederas del desamor, la agresividad y el abandono. De un Estado que no tiene cobertura para sus pequeñas demandas: techo, alimento, educación, recreación afecto y sobre todo la protección y el respeto de la población adulta.
La muerte también les toca En los últimos años los asesinatos dentro del hogar se han hecho extensivos hacia hijos e hijas. Algunos de los homicidas no solamente le han quitado la vida a la mujer y han cometido suici-
Quehaceres 5 dio, sino que además le han quitado la vida a los menores de dicha familia o a una parte de estos. En los últimos 3 años, los diarios han dado conocer la muerte de 32 niños y niñas asesinados por el padre o padrastro. Otros tantos han quedado en intentos, pero con lesiones graves para el futuro: quemaduras, intoxicaciones, rotura de algunas extremidades y lo más grave: una gran herida en el corazón y en su psiquis, que son las más difíciles de curar.
Unas proyecciones preocupantes Las cifras de muertes por violencia intrafamiliar del 2001 y 2002 nos indican la trascendencia del fenómeno. Para el mes de octubre del 2001, Mayelín de 22 años, pasó a ser una de las tantas mujeres que han fallecido en los últimos tres años a causa de la violencia masculina, dejando dos huérfanos de 6 y 7 años. La joven Auri Mayi Genao de 19 años que murió el pasado mes de septiembre del presente año a mano de su esposo, un cabo de la Fuerza Aérea Dominicana, dejó dos niños de 1 y 3 años de edad.
Además, los casos de Petronila Rosario, 25 años 3 huérfanos (7,5 y 3 años), Wendy Gatón, 26 años, (una niña de dos años), Yesenia Martínez, 22 años ( dos huérfanos de 4 y 2 años), María Payano, 26 años (tres huérfanos), Damaris Batista 42 años ( 9 huérfanos). Mujeres con realidades distintas pero que terminaron en la tumba muy jóvenes y que tenían en común el haberse separado más de una vez de los homicidas. Tres de la siete que ponemos de ejemplo murieron a mano de uniformados de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas. Según los registros, militares y policías constituyen el 30% del total de perpetradores de femicidios durante el período. La dura realidad de la violencia intrafamiliar y contra la mujer en Dominicana y que como esta convierte también a los niños y las niñas en victimas directas pone de manifiesto la urgencia de ligar los programas del Estado en favor de la infancia a la erradicación de la violencia en la familia. La situación de los huérfanos y huérfanas de la violencia intra familiar empobrece cada día el concepto de familia que puedan forjarse nuestros niños y niñas en general, y mientras menos se haga por en-
frentar la problemática, más creciente se hará el numero de adultos que en el futuro desconocerá el significado de la misma. Detener la orfandad creciente en nuestro país como consecuencia de los altos niveles de violencia contra la mujeres debe trascender al desgastado discurso de “los niños son el futuro”:Si no hay seguimiento a sus realidades, estos niños y niñas no solo no tendrán futuro, sino que tampoco tienen presente. Si la niñez es importante -como hemos socialmente reiterado y expresado en leyes y acuerdosesto debe reflejarse en políticas y programas con respaldo presupuestario suficiente del gobierno, de las agencias internacionales, de organizaciones de la sociedad civil y de las iglesias. Debemos contar con programas coherentes y sistemáticos, para lograr pasar del manoseado discurso de la “voluntad política” a las acciones concretas, de tal forma que nuestros niños y niñas puedan pasar de huérfanos y huérfanas a herederos y herederas de espacios seguros, donde el respeto por sus derechos sea lo primero. ALTAGRACIA VALDEZ CORDERO
ENTREVISTA
Quehaceres
Belkys Genao, periodista de la Revista “Sucesos” Compiladora de las más confiables estadísticas sobre feminicidios en el país, vio cómo su propia hija entraba a formar parte de la lista fatal.
Cuando Belkys Genao empezó a colaborar para la Revista “Sucesos” abrió una puerta que durante mucho tiempo estuvo pendiente en su vida. Siempre quiso ser periodista, pero le tocó elegir carrera universitaria en la década de los 70, la época de mayor represión hacia la prensa en la historia dominicana. La persecución y asesinato de connotados periodistas durante aquellos años le hizo desistir de la idea, así que se decidiópor la carrera de Educación. En ese ámbito desarrolló su vida profesional, hasta que muchos años después, y a raíz de sus colaboraciones, recibió la oferta de empleo en la revista. Dedicada al a crónica roja, “Sucesos” es única en su especie. Como tal,
ha logrado un éxito apreciable entre los medios escritos de la República Dominicana, hasta el punto de ser la más vendida en el país y la más leída entre los jóvenes, de acuerdo a un estudio realizado por la Secretaría de Estado de la Juventud. La sensibilidad de Belkys hacia la manera con que se maneja la información sobre hechos de sangre, le trajo profundas reflexiones que poco a poco empezó a expresar a su jefe de redacción. Los titulares sobre crímenes contra mujeres expresaban la típica mentalidad machista que intenta justificar los hechos: “Se puso necia con ex-novio en discoteca y la mató a botellazos”. No siempre con éxito, Belkys empezó a incidir
6 para cambiar la tendencia, y paulatinamente se interesó en los demás aspectos de la epidemia que cada año acaba con la vida de más de un centenar de mujeres víctimas de la violencia doméstica. Fue precisamente la gran cantidad de casos lo que llamó la atención de la periodista: 32 asesinadas en el 98; 50 en el 99 y 110 en el 2000, hicieron que Belkys Genao empezara a sacar cuentas y a hacer análisis. Su trabajo minucioso en este sentido hicieron que la misma Policía Nacional reconociera en un seminario, que las estadísticas obtenidas por Belkys Genao a partir de la cobertura de “Sucesos” eran las más confiables y completas. Grupos organizados de mujeres que trabajan el tema se acercaron a la periodista para alentar su encomiable labor y nutrirse de sus datos como fuente documental. Así, Belkys Genao se convirtió en la mejor aliada para visibilizar el alcance de la violencia contra las mujeres en la República Dominicana. Para estas organizaciones, las cifras anuales sacadas de la revista pasaron a ser herramienta indispensable en su propósito de llamar la atención pública sobre la escalada alarmante de crímenes contra mujeres perpetrados por la pareja o ex-pareja. Belkys nunca pensó que su propio hogar aportaría un caso más al trágico conteo.
Una hija que nunca contó su problema. De las dos hijas de Belkys, Aury Mayi era la menor. A sus 15 años, había quedado embarazada de un cabo de la Fuerza Aérea, razón por la cual tuvo que casarse. Luego del natural trance familiar por la sorpresa, Mayi recibió el apoyo de los suyos para salir adelante. Pronto se embarazaría de nuevo y así, a los 19 años de edad ya era madre de una niña de 3 y un niño de 12 meses. Mayi nunca contó sus problemas conyugales a su madre. “No quería preocuparme”, relata Belkys. “Luego de la tragedia me he enterado de muchas cosas; mi hija le contaba sus temores a mi hermana, al punto que ésta llegó a proponerle que se fuera del país”. Pero Mayi, que ya se había separado una vez del cabo Nazario, aspiraba a dar el paso definitivo de forma amigable. La pareja estaba viviendo en la casa de Belkys y su esposo cuando ocurrieron los hechos. Hacía poco tiempo Mayi había conseguido empleo, lo cual contribuyó rápidamente a subir su autoestima. “De ser una niña alegre, deportista, que practicaba gimnasia, Mayi se me había convertido en una persona sin ánimos, totalmente apagada. Yo había hecho muchos esfuerzos para que ella continuara sus estudios, de hecho, logró terminar el bachillerato, interrumpido a los 15 cuando se embarazó por primera vez”, relata Belkys. El cuidado de la prole le consumía el tiempo, y sin embargo se matriculó en la carrera de Mercadeo.
Quehaceres 7 Cuando consiguó empleo, comenzó a perder el sobrepeso y a ponerse más bonita. La noche de la tragedia, Mayi dijo que su marido la había invitado al cine; cosa rara, pues nunca salían a divertirse, sin embargo Belkys aceptó quedarse con los niños para que su hija saliera. Nunca regresaron.
Su propia hija, convertida en noticia. Se calcula que el asesinato se produjo a las 2 de la madrugada. En casa, Belkys no dormía, preocupada por la tardanza. Su cabeza daba mil vueltas. El hecho de que en cuatro años de convivencia esta fuera la primera vez que salían, le preocupaba aún más. Los agentes de la Policía llegaron al amanecer. Por su experiencia en la cobertura de hechos criminales para “Sucesos”, Belkys identificó a los agentes como miembros del Departamento de Homicidios, y empezó allorar. Tratando de dar la noticia de la manera menos dura posible, los policías le pidieron que se calmara antes de decir cualquier cosa, pero Belkys ya lo sabía todo. “Yo los conozco; donde están ustedes es porque hay una persona muerta. Díganme, fue mi hija, ¿verdad?”. En ropa de dormir y trasnochada, Belkys no había sido reconocidapor los agentes, hasta que se identificó: “soy la periodista de Sucesos. ¿Dónde está mi hi-
ja?”. - “En Patología Forense”, respondió el policía.
Auri Mayi, 19 años: una más en la lista. Como principal sospechoso de la muerte de su esposa, Nazario Jiminián está preso en la Cárcel de Najayo. El cabo de la Fuerza Aérea niega su responsabilidad en el hecho, alegando que ambos fueron víctimas de un asalto. Pero Mayi fue hallada con todas sus pertenencias encima y su marido no presentó un solo rasguño. Para Belkys, que tantas veces cubrió casos similares, no existen dudas de que el de su hija es uno de los 87 feminicidios reportados en lo que va de año, víctimas que perdieron la vida a mano de su pareja o ex-pareja. Su intenso dolor se recrudece al tener que añadir el nombre de su hija a la lista que tradicionalmente elabora a partir de los archivos de la revista.
El futuro de dos inocentes, huérfanos de la violencia de género. Una psicóloga de PROFAMILIA ha tomado el caso de los niños de Mayi. Le ha dicho a Belkys Genao, ahora tutora de su nieto y su nieta, que debe decirles la verdad. Es duro manejar a dos pequeñines cuya madre está muerta y su padre está preso, sin embargo su abuela ha enfrentado su realidad con valentía. “Me mudé de donde vivía. Mi hija apareció muerta a cuatro cuadras de mi casa y no podía soportar tener que recorrer esas ca-
lles cada día. Además no quería que el vecindario, consternado por el hecho, mencionara el caso donde mis nietos pudieran escucharle. Aún viviendo con su verdad, deben emprender una nueva vida”, reflexiona Belkys. No ha sido fácil volver a cambiar pañales, pero acuna con amor a la prole de su hija, mientras sortea las consecuencias. La niña, de 3 años, se da cuenta de todo. Al principio desarrolló una gran agresividad, pero rápidamente se adapta a la nueva casa y la nueva escuela. El bebé aún ignora la tragedia que ha tocado su hogar. Para Belkys Genao, el drama de los feminicidiios pasó del papel de la revista “Sucesos” a una realidad personal. “Los casos han seguido ocurriendo; luego de lo de Mayi se han sumado más”. Ahora más que nunca, a Belkys le preocupa la impunidad. Piensa en su caso, un verdadero viacrucis para llevar el culpable a la justicia, y lo compara con aquellas familias sin apoyo, sin conocimientos, que sufren impotentes las pérdidas que de todas maneras jamás podrán reponerse. Mientras sigue activa en su trabajo y en su labor de denuncia sobre la epidemia de la violencia doméstica, en casa, enfrenta su drama personal. Con un celular de juguete, la niña llama a su madre y le pide que la venga a buscar. En ocasiones, es ella quien le dice a la abuela “ahora mami no podrá venir, porque papi la mató”. “No te preocupes”, le responde Belkys; “yo estoy contigo........aquí
ESTADÍSTICAS DE FEMINICIDIOS
Ni una muerta más!
Quehaceres 8 Un síntoma desafiante para el análisis psicológico es el creciente número de suicidios que se producen inmediatamente después de haber cometido el crimen. Este año los reportes han añadido una modalidad macabra al involucrar más víctimas inocentes; la agresión a los hijos e hijas, como el caso de Sosúa, donde un francés encerró y quemó a su antigua concubina junto a sus tres hijos menores de edad. Ninguno salvó la vida.
La guerra puertas adentro que vive la familia dominicana parece recrudecerse. En los últimos 5 años, el número de feminicidios ha aumentado en proporciones alarmantes. Sobre todo a partir del 2000, la cifra sobrepasa el centenar, una tendencia que lamentablemente podría mantenerse, teniendo en cuenta que los 88 casos reportados el presente año son los registrados hasta el 31 de octubre.
(*) La cifra del 2002 corresponde solo a 10 meses, de enero a octubre.
En la República Dominicana, casi la mitad de las mujeres que mueren violentamente son víctimas de su pareja o de quien alguna vez lo fue. Igual que en el 2000, la cifra asciende a un 48%, y aunque en el 2001 llegó al 60%, la actual sigue siendo altísima, teniendo en cuenta el drama que revela: para las mujeres, el hogar sigue siendo uno de los lugares más peligrosos.
Quehaceres 9 Las armas más utilizadas siguen siendo las de fuego. Preocupa el hecho de que, de acuerdo a un informe de la Fiscalía, 365 mujeres se querellaron contra militares y policías por violencia doméstica en lo que va de año, es decir, más de una querella por día de mujeres amenazadas por quienes portan armas oficiales.
La falta de rigurosidad en los registros policiales impide obtener suficientes datos acerca de las víctimas y sus victimarios. En 81 casos, sólo se reporta la edad de 25 de los agresores; el dato de los 56 restantes no aparece. Los números disponibles, sin embargo, muestran la tendencia, por cierto, muy preocupante, teniendo en cuenta que de 25 cuya edad fue reportada, 15 están entre los 20 y 30 años de edad. Las víctimas muestran el mismo perfil, dato que nos lleva a una reflexión: si bien las mujeres han podido contrarrestar la desigualdad de género en áreas como la educación y el empleo, en material de violencia el machismo sigue intacto. Son jóvenes la mayoría de aquellos que no respetaron el derecho a una vida libre de violencia; en general, no estamos preparando a nuestros hijos e hijas para relaciones maduras, en las que los conflictos puedan ser resueltos bajo un marco de respeto a los derechos fundamentales.
Las estadísticas de feminicidios registradas hasta octubre de acuerdo al lugar de ocurrencia, siguen guardando proporción con la densidad poblacional, de modo tal, que se trata de una problemática nacional cuya mayor incidencia se encuentra en Santo Domingo y Santiago. En estas dos ciudades, se concentra el 62% de todos los feminicidios registrados hasta el 31 de octubre
La juventud de los agresores, y sobre todo la de sus víctimas, revela por qué se saca a relucir el caso de los huérfanos y huérfanas de la violencia intrafamiliar. La gran mayoría de las víctimas está en el rango de edad que concentra a las madres de infantes en edad temprana. Las cifras revelan el drama de una epidemia que afecta a las mujeres y a la familia.
La Justicia dominicana no tiene cara de mujer Atreverse a romper el silencio y reconocerse víctima de la violencia doméstica no es un asunto sencillo en República Dominicana. Aunque la ley 24-97 nos proporciona las herramientas necesarias para hacer valer nuestros derechos, es la práctica lo que cojea en el sistema judicial. Hasta el 4 de septiembre de este año, 8,200 personas, el 99% mujeres, había puesto una querella en el destacamento “amigo”, de Villa Juana por violencia doméstica. Para mediados de octubre eran ya 85 según la Secretaría de Estado dela Mujer, SEM- las mujeres asesinadas este año por quienes habían sido o eran en ese momento sus compañeros. En un estudio sobre los “feminicidios” o asesinatos de mujeres, editado por la abogada e investigadora Susi Pola y Profamilia, hasta el 28 de septiembre de este año se habían verificado 65 homicidios de mujeres, el 70% cometido por “un hombre con el cual la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia o afines a esta”, según el estudio.
“Creo que un porcentaje muy bajo de los casos está pasando a manos de un juez”, dice Mildred Beltré, encargada del departamento de Defensoría de la SEM. “Para llevar un proceso legal hasta el final una mujer necesita apoyo emocional, recursos que no tiene y que el Estado no le proporciona”. Los obstáculos para iniciar el proceso no son po-
Quehaceres 10 cos. La mujer tiene que poner la querella, llevar la orden de protección o la de conducencia porque no hay un alguacil que se encargue de este procedimiento. Esto implica que si el agresor tiene prohibido acercársele y lo hace, la mujer debe conseguir un policía, mostrarle la orden y hacer que se cumpla. Igualmente debe ir a la Policía si la orden es de conducencia, para que se ejecute la prisión de su agresor. Como si fuera poco, tiene que dirigirse al médico legista de la Fiscalía con la vestimenta “apropiada” (mangas largas incluidas). La magistrada Morales cuenta que a veces las mujeres llegan en bata de dormir, huyendo. En Villa Juana no hay un legista ni hay espacio para ubicarlo. Además de todo eso, la agredida tiene que pagarse su asistencia sicológica, ajustarse al horario de lunes a viernes hasta las 3:00 de la tarde del destacamento “amigo”... y una larga lista de etcéteras. Si la sobreviviente de violencia logra superar todos esos escollos y llevar su caso hasta los tribunales choca con otros muros muy altos. “El primer obstáculo que encuentra es el juez, que muchas veces no le cree, no la entiende, cuando tiene que recurrir a su íntima convicción, no cree realmente que tiene que aplicar lo que dice esa ley, y le busca la vuelta”, explica Beltré.
Esta indiferencia o incapacidad del sistema para dar seguimiento a los casos de violencia se traduce en una gran cantidad de muertes que podían haber sido evitadas. Belkis Genao, periodista de la revista Sucesos que se ha convertido en la abanderada del tema de violencia contra la mujer, lleva las estadísticas más certeras sobre esta problemática que ya vivió en carne propia. El 25 de septiembre, su hija de 19 años fue asesinada por su esposo. En su recopilación estadística del año pasado, publicada el 19 de noviembre, Genao divulgó que de 87 mujeres asesinadas hasta esa fecha, al menos 20 se habían querellado previamente con
las autoridades. El 23% de esos crímenes pudo haberse prevenido.
Cifras que hablan por su ausencia Lo más interesante de las estadísticas del destacamento amigo de Villa Juana es lo que no dicen. De 9,671 querellas recibidas el año pasado, 1,557 fueron conciliadas, un procedimiento muy cuestionado por las organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres. Apenas 349 expedientes fueron sometidos a la Fiscalía del Distrito, 84 fueron “declinados a las jurisdicciones correspondientes” y cinco fueron desestimados. Sumados a los casos suspendidos y los pendientes,
las estadísticas proporcionadas para ese año ascendieron a 2,067 de los cuales el 75% fue conciliado. ¿Qué pasa entonces con los 7,604 expedientes que no se incluyen en estas estadísticas? Corresponden a los casos que por falta de recursos, o por negligencia, indiferencia, miedo de la querellante, por “acuerdos” debajo de la mesa, se han perdido de vista. Son las denuncias que “se quedan así”. Hasta que llega la tragedia. Este año, los números hablan de 8,206 querellas recibidas por Villa Juana. Pero la historia se repite. En abril se contabilizaron 1,024 casos, pero sólo 112 fueron sometidos. En mayo, de 1,904 sólo 24 pasaron a la Justicia (12 como casos correccionales y 12 como criminales). En junio, de 937 casos 16 fueron sometidos como correccionales y 9 como criminales. En julio de este año, 1,141 personas se querellaron por violencia intrafamiliar y apenas 26 casos fueron sometidos, 16 como criminales. En agosto, sólo 27 de 933 expedientes fueron sometidos, 9 como criminales. Los pocos casos que llegan a la Fiscalía tienen un destino similar. La mayor parte de las pocas condenas por violencia doméstica fueron de un año y RD$500 de multa hasta la fecha, según las estadísticas correspondientes a 2002 obtenidas en la Fiscalía del Distrito Nacional. Un total de 28 de los 59 agresores condenados recibió esta sanción. Otros 16 fueron condenados igualmente a un año, con mul-
tas que iban desde los RD$1,000 hasta los RD$50,000, de este último sólo uno. La mayoría de las condenas corresponde a la duodécima sala de la cámara penal del juzgado de primera instancia, que acumula 36 de las condenas, para un 61%. La más alta fue de 5 años. La situación fue similar el año pasado. De las 114 condenas, 51 fueron de apenas un año, en algunos casos sin multa. Un total de 38 casos tuvo penas menores de un año de reclusión en 2001, de las cuales 20 no cumplieron cárcel, sino que pagaron multas de entre RS$300 y RD$2,000. Sólo en un caso la multa ascendió a RD$50,000 y hubo dos condenados que no cumplieron tiempo ni pagaron multa. Entre las razones de ser de la ley 24-97 contra violencia intrafamiliar está el aumento de las sanciones contempladas por el código penal para los casos de violencia doméstica. Los números dejan claro que poco ha cambiado en la mente de quienes aplican la justicia.
Quehaceres 11 no reflejan el entramado de dolor que hay detrás de la violencia doméstica, hay que sumarle los 195 casos que quedaron sin solución el año pasado y los 76 que fueron a instrucción. Desde enero hasta la fecha, los juzgados de instrucción han recibido 81 expedientes criminales por violación al articulado 30901 de la ley 24-97, sobre violencia intrafamiliar. El año pasado fueron condenados por violencia contra la mujer 114 agresores, doce en contumacia (el acusado no se presentó), 23 fueron descargados, cinco declinados, dos cumplieron la pena y dos prescribieron. Sólo en Villa Juana se recibieron en 2001, un total de 9,671 querellas de este tipo. A los 149 casos de violencia contra la mujer sin decisión en los tribunales hay que sumarle los 195 casos que quedaron sin solución el año pasado.
A paso de tortuga
El problema de las conciliaciones
En lo que va de año, los 12 tribunales del Distrito han recibido 235 casos, de los cuales apenas se dan como “decididos” 86 de ellos, para un 37%. La cantidad es mínima si se toma en cuenta que, sólo en el destacamento de Villa Juana se habían recibido 8,206 querellas hasta septiembre de este año. En 59 de los casos los acusados fueron condenados, a penas no mayores de 5 años aunque, para los casos criminales, le ley estipula hasta 30 años. En un total de 27 casos el agresor no fue condenado. A estas cifras frías, que
“El ministerio público nuestro cree que debe conciliar en esta materia y eso es lo primero que propone y promueve. La ley debería prohibir la conciliación, al menos en el proceso inicial”, explica Mildred Beltré, encargada del departamento de Defensoría de la Secretaría de Estado de la Mujer (SEM). La magistrada Kirsys Morales, sofocada por trabajar con todas las precariedades y con hasta 150 casos dia-
rios, trata de justificar las conciliaciones explicando que la ley 24-97 establece que si la mujer no presenta lesiones físicas que le impidan desenvolverse por más de 20 días, se puede conciliar. Y aunque Morales entiende que estos parámetros no son suficientes, pocas cosas lo son en su línea de trabajo. En Villa Juana hay, con ella incluida, tres magistradas, un asistente y cuatro paralegales. Las precariedades económicas del sistema son cómplices en esta tragedia que crece en espiral. A pesar de que la ley 24-97 prevé la ubicación de las personas víctimas de violencia intrafamiliar en hogares de acogida temporal, esto -al igual que otros segmentos de la ley- no pasa de ser tinta y papel desde hace cinco años. No extraño que la mujer que en la mañana se querella contra su agresor, tiene que dormir esa noche con él en la misma casa, en la misma cama.
El 11 de abril de este año, la entonces senadora de Puerto Plata, Ginette Bournigal, remitió a la Cámara de Diputados una iniciativa de ley aprobada por la cámara Alta 21 días antes. El fin del anteproyecto, que perimió en la Cámara de Diputados, era instituir “casas de acogida o refugios que servirán de albergue seguro, de manera temporal, a las mujeres y sus hijos e hijas que sean víctimas de violencia intrafamiliar o doméstica”. Para costear los centros de acogida, el anteproyecto plantea que se destine el 1% de las recaudaciones por porte y tenencia de armas de fuego. La SEM ha anunciado que está en proyecto la construcción de una casa de acogida, dentro de las iniciativas para mitigar el problema. Pero aún no hay fechas concretas. POR MARÍA ISABEL SOLDEVILA
POR UN MILLÓN DE FIRMAS
Carta pública a las más altas autoridades del país, a toda la sociedad
Quehaceres 12 das decenas de compañeras, y que en las institucio-
Las organizaciones firmantes, estamos convocando con urgencia extrema a todas las fuerzas actuantes en las estructuras de poder y en la sociedad
asesinato. Aunque la nación cuenta con esta ley 24-97, una de las más avanzadas en la materia de todas las que existen en Latinoamérica, la resisten-
civil, a las personas todas a título individual, para materializar un: Programa de acción para enfrentar la epidemia de violencia contra las mujeres Ese programa reclama acciones y decisiones para: Que se aplique la ley 24-97 y el articulado pertinente del Código Penal para los casos de agresiones que implican intentos de
cia de muchos y muchas para aplicarla, las dificultades y los costos que entraña para las mujeres el presentar querella, convierten la justicia que de ella podría derivarse en algo casi nunca alcanzable. El ministerio público, la policía, jueces y juezas, médicos y médicas legistas, abogados y otros implicados, deben ser con-
Al Presidente Constitucional de la República, ingeniero Hipólito Mejía Diputados y Diputadas, Senadores y Senadoras A la Secretaría de Estado de la Mujer A periodistas y otros comunicadores y comunicadoras Al ciudadano o ciudadana más adulto del país y al más pequeño o pequeña A toda la sociedad Conciudadanas y ciudadanos: El nivel de violencia contra la mujer que registra el país, su crecimiento en espiral que parecería imparable, la impotencia con que la ciudadanía observa el desarrollo de esta gravísima problemática social y derechos humanos lo que se asemeja a una indiferencia inaceptable de ciertos segmentos de protagonistas en el gobierno, en la política y en los mundos empresariales y de los me-
dios masivos, determina que las organizaciones y personas firmantes hayamos sentido la urgente necesidad de convocar al pueblo y a sus figuras dirigentes a declarar: Situación de emergencia social nacional. Frente a esta racha terrible de agresividad que hasta el mes de octubre cobró la vida de 82 mujeres, asumió las querellas de 806, hizo que en los centros de asistencia a las mujeres maltratadas fueren recibi-
nes de apoyo legal y emocional, no obstante que son pocos y con insuficientes recursos, se diera asistencia a más de 500. Esas realidades sin embargo, apenas son mencionadas ni por los políticos y políticas ni por las autoridades, y en insuficiente medida se proyectan hacia los medios de comunicación a pesar de su gravedad.
minados a un ejercicio responsable; y sancionados a tenor con las disposiciones emanadas del procurador General de la República y otras instan-
cias que corresponda cuando no se avengan a esas normativas. La noción de complicidad debe ser erigida en situaciones de conciliaciones forzadas, venalidad o indiferencia ante órdenes de protección desatendidas o ante fallos y sanciones ínfimas para casos juzgados. Las órdenes de apelación en tales situaciones deberían
recibir atención prioritaria del ministerio público. Quienes no proceden como corresponde en esas tareas y cargos enlodan el prestigio de todos, aun cuando se sepa sobradamente de los muchos profesionales que actúan con decoro y ética. Que las más altas autoridades del país, incluido el señor Presidente de la República, refuercen su atención e involucramiento personal en el abordaje, tratamiento e inclusión de este problema tan grave en sus discursos públicos y en sus agendas cotidianas. Que todos y todas comprendan cómo los ataques, asaltos, violaciones y feminicidios en un nivel tal de frecuencia , no son “asuntos de mujeres” ni “actos pasionales”, son problemas nacionales. Semejantes acontecimientos presuponen un nivel extremo de violación de los derechos humanos y de salud pública que debe ser atendido con las urgencias que corresponde a las crisis epidemiológicas. Que se haga una Inversión pública adecuada en los presupuestos de los sectores de salud, educa-
Quehaceres 13 ción, justicia, y policía nacional para el año fiscal 2003 y los años posteriores. Según los datos de la Encuesta Experimental de Demografía y Salud (1999), una de cada tres mujeres reportó haber recibido algún tipo de agresión por parte de su marido u otra persona a partir de los 15 años. La proporción aumenta a dos de cada tres entre las mujeres divorciadas o separadas. Una de cada diez mujeres admitió haber recibido maltrato físico durante el embarazo. Una estimación de los recursos necesarios para dar atención primaria en salud a estos casos requeriría por parte del Estado dominicano el equivalente a 147 dólares por sobreviviente. Esto significa que la SESPAS debería invertir anualmente alrededor de 10 millones de dólares para atender a personas sobrevivientes de violencia. Sin embargo, la inversión pública total de todas las organizaciones responsables de la implementación de la Ley 2497, estimada hasta el momento, no alcanza ni el 1% de esta cantidad. Evaluar en lo inmediato la calidad de los servicios que se están ofreciendo a las sobrevivientes de violencia sexual y doméstica en la policía, SESPAS y administración de justicia a fin de adaptarlos a las necesidades actuales, a la magnitud y características del problema. Las fuerzas de la socie-
dad civil, en particular el movimiento de mujeres, convocan con toda premura a: Las autoridades y a las confesiones religiosas actuantes en la sociedad dominicana a asumir sus deberes, devociones, prácticas y declaraciones consciente y responsablemente, mientras ponemos en marcha un programa de acción para que la propia ciudadanía enfrente esta epidemia de violencia y la considere como lo que es,
Una emergencia Nacional. Preparar a las mujeres para que se defiendan, denuncien, busquen apoyo, y procedan por todos los medios para enfrentar a sus agresores, a sabiendas de que cada perpetrador que queda impune y en la calle atentará tarde o temprano contra otra mujer o contra ella misma. Reclamar de los sectores económicos del país que no se marginen de estas realidades. Es necesario que tomen conciencia del costo económico derivado de los efectos de la violencia contra la mujer.Como parte del cuidado de su imagen corporativa, ellos tienen que asociarse y cooperar al enfrentamiento de la violencia: se sabe que muchas mujeres agredidas no presentan querella porque no tienen con qué. La Red de Periodistas con Perspectiva de Género debe reforzar lo que ha venido haciendo en la etapa más reciente, y sumar a otros profesionales de la comunicación para convertir la violencia contra la mujer , y su tra-
tamiento a profundidad, en un imperativo de su trabajo: los asesinos no son hombres “celosos” ni deben ser calificados como tales. Es tarea de los y las periodistas contribuir a la creación de conciencia con relación a la violencia como un problema de salud y desarrollo humano y combatir los estereotipos que, lejos de solidarizarse con las mujeres agredidas y analizar la gravedad del problema en sí, tienden a hacerlas responsables de actos que justificarían la violencia de ellos. El Grupo de Abogacía por los Derechos de las Mujeres, formado por una coalición de organizaciones de mujeres, llama a todos y a todas a transformar la angustia en energía; secundar las acciones que se emprendan desde las estructuras gubernamentales, estatales y de opinión pública; apoyar con todo énfasis a las mujeres violentadas, y acompañarlas en los procesos judiciales contra sus agresores. Nadie debe, tranquilamente, esperar para visitar las tumbas de ellas. Es imprescindible acompañarlas en los Destacamentos y en los tribunales, en sus camas de hospitales y en sus dolores físicos y morales, ayudarlas a enfrentar sus humillaciones y enjugar sus llantos, colocarnos al pie de sus desdichas, al lado de sus miedos; y reclamar desde todas las voces y todos los rincones del país.
Que se cumpla la ley Si usted está de acuerdo, firme aquí:
16 días de activismo contra la violencia de género Del 25 de noviembre al 10 de diciembre, mujeres de todo el mundo realizan una campaña a fin de crear una cultura que diga no a la violencia contra las mujeres. Se ha elegido este período debido a una serie de significativos hechos históricos ocurridos entre el 25 de noviembre y el 10 de diciembre, que representan hoy día símbolos alusivos a esta campaña. El símbolo del 25 de noviembre se originó en la República Dominicana. La campaña anual 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género (Del 25 de noviembre al 10 de diciembre) ha sido una estrategia organizada por individuos y grupos de todo el mundo para hacer un llamamiento para la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres. Lanza-
da por el Centro para el Liderazgo Mundial de las Mujeres antes Women‚s Global Leadership Institute en 1991, la campaña relaciona violencia contra las mujeres y derechos humanos subrayando que todas las formas de violencia, perpetradas en la esfera pública o privada, son una violación de los
Quehaceres 14 derechos humanos. Las fechas que las/los participantes han escogido para la Campaña tienen una relación simbólica: el 25 de noviembre se celebra el Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres y el 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos. En el periodo de los 16 días quedan incluidas otras fechas significativas como la del 1 de diciembre, Día Mundial contra el Sida y el 6 de diciembre aniversario de la Masacre de Montreal. DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES ¿Por qué el 25 de Noviembre? El 25 de Noviembre fue declarado el Día Internacional Contra la Violencia Hacia las Mujeres en el primer Encuentro Feminista para América Latina y el Caribe, celebrado en Bogotá, Colombia, del 18 al 21 de julio, 1981. En el Encuentro las mujeres denunciaron sistemáticamente la violencia de género, desde agresiones domésticas, a violaciones y tortura sexual o violencia de estado, incluyendo tortura y abusos a mujeres prisioneras políticas. El 25 de noviembre fue elegido para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) el 25 de noviembre de 1960 por la dictadura de Rafael Trujillo en la
República Dominicana. En 1999, Naciones Unidas reconoció oficialmente el día 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. ¿Quiénes eran las hermanas Mirabal? Patria, Minerva, Maria Teresa y Dedé nacieron en Ojo de Agua, cerca de la ciudad de Salcedo, en la región de Cibao de la República Dominicana, hijas de Enrique Mirabal y María Mercedes Reyes. Las hermanas Mirabal eran activistas políticas y símbolos muy visibles de la resistencia a la dictadura de Trujillo. Fueron encarceladas repetidamente, junto con sus maridos, por sus actividades revolucionarias en defensa de la democracia y la justicia. El 25 de noviembre de 1960, tres de las hermanas Mirabal (Minerva, Patria y María Teresa) fueron asesinadas junto con Rufino de la Cruz por miembros de la policía secreta de Trujillo. Las tres mujeres se dirigían, con Rufino conduciendo, a Puerto Plata a visitar a sus maridos encarcelados. Los cuerpos de las tres hermanas fueron encontrados en el fondo de un precipicio con los huesos rotos y estranguladas. La noticia de estos asesinatos conmovió y escandalizó a la nación. El brutal asesinato de las hermanas Mirabal fue uno de los eventos que contribuyó al impulso del movimiento anti-Trujillo. Trujillo fue asesinado el 30 de mayo de 1961 y
su régimen cayó poco después. Las hermanas se han convertido en símbolos de la resistencia, tanto popular como feminista. En los años después de su muerte, las hermanas Mirabal han sido conmemoradas en poemas, canciones y libros. Una exposición de sus pertenencias se ha montado en el Museo Nacional de Historia y Geografía; se ha puesto en circulación un sello postal en su memoria , y la casa natal de las hermanas en Salcedo es hoy un museo, declarado por decreto del gobierno dominicano como “extensión del Panteón Nacional”. El 8 de marzo de 1997, Día Internacional de las Mujeres, se inauguró un mural en el obelisco de 137 pies (que Trujillo había erigido en su propio honor) en Santo Domingo. En la pintura mural del obelisco se ven imágenes de las cuatro hermanas y se titula “Un Canto a la Libertad”. Día Mundial del SIDA
El Día Mundial del SIDA se celebra cada año el 1 de diciembre. Este día marca el inicio de una campaña anual diseñada para recibir mayor apoyo público para el desarrollo de programas para prevenir el contagio de la infección por VIH y proporcionar educación y promover la toma de conciencia sobre los temas que giran alrededor del HIV/SIDA. Se celebró por primera vez en 1988 después de una cumbre de ministros de salud de todo el mundo como un llamamiento al espíritu de tolerancia social y por un mayor intercambio de información sobre HIV/SIDA. El Día Mundial del SIDA sirve para fortalecer los esfuerzos globales para enfrentarse a los retos del pandémico SIDA. La Matanza de Montreal El miércoles 6 de diciembre de 1989, un hombre de 25 años, Marc Lepine, se dirigió al edificio de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Montreal, con un rifle
semiautomático de calibre .223. Empezó a disparar indiscriminadamente asesinando a catorce mujeres e hiriendo a otras trece personas: nueve mujeres y cuatro hombres. Marc Lepine creía que no había sido aceptado en la escuela de ingeniería debido al número de mujeres estudiantes. Antes de quitarse la vida, dejó tras él una carta explicativa que contiene una perorata en contra de las feministas, así como una lista de diecinueve mujeres destacadas a quienes él despreciaba particularmente. Las catorce mujeres asesinadas en la matanza fueron: Anne-Marie Edward, Anne-Marie Lemay, Annie St. Arneault, Annie Turcotte, Barbara Daigneault, Barbara Maria Klueznick, Genevieve Bergeron, Helen Colgan, Maud Haviernick, Maryse Laganiere, Maryse Leclair, Michele Richard, Natalie Croteau y Sonia Pelletier. Estas mujeres se convirtieron en símbolos, trágicas representantes de la injusticia contra las mujeres. Grupos de mujeres de todo el país organizaron vigilias, marchas y conmemoraciones. Hubo un aumento del apoyo a programas educativos y recursos para reducir la violencia contra las mujeres. Tanto el gobierno federal como el provincial se comprometieron a terminar con la violencia contra las mujeres. En 1991, el gobierno canadiense procla-
Quehaceres 15 maba el 6 de diciembre como el Día Nacional de Recuerdo y Acción sobre la Violencia Contra las Mujeres. Día Internacional de los Derechos Humanos El 10 de diciembre, las personas y los estados de todo el mundo celebran la adopción, en 1948, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En esta fecha clave en la historia contemporánea, las naciones del mundo se unieron para intentar enterrar, de una vez por todas, el espectro del genocidio llevado a cabo en la Segunda Guerra Mundial. Este documento fue uno de los mayores logros de las Naciones Unidas y proporcionó la filosofía básica que siguieron muchos de los instrumentos internacionales de cumplimiento legal obligatorio que vinieron después. La Resolución 217A(III) de la Asamblea General, proclama la Declaración Universal de Derechos Humanos como el estándar común al que están comprometidas todas las personas y naciones en materia de derechos humanos. E insiste en que cada órgano de la sociedad, teniendo esta Declaración siempre en mente, debe luchar para promover la educación y el respeto por estos derechos y libertades. (c) 2001-2002 Center for Women’s Global Leadership. 16 Days Logo Design, Venantius J Pinto. Rutgers, The State University of
New Jersey. All rights reserved.
TESTIMONIO INSTITUCIONAL AQUELARRE Efectos de la violencia intrafamiliar en niñas y niños Aquelarre es una organización sin fines de lucro que ha venido haciendo un trabajo de apoyo emocional a familias por mas de 10 años. La mayoría de los casos atendidos están relacionados con violencia Intrafamiliar; abuso físico, emocional, verbal y sexual. Estos tipos de abuso son parte de la vida diaria de muchas familias con las cuales trabajamos. Los usuario y usuarias de los servicios van desde los tres años de edad a personas de más de 70 años y de todas las clases sociales. La violencia no discrimina. Los niños y niñas que vienen para apoyo emocional, presentan los efectos en sus vidas de la violencia verbal, emocional, física y sexual. Son muchas veces testigos de las brutales violaciones perpetradas contra sus madres por sus padres. Muchos/as llegan con varios intento de suicidio, con varias pérdidas o un embarazo en la pre-adolescencia, con el cuerpo cansado o lacerado de los golpes que le han propinado. Ercilio comentaba sobre las tantas veces que su padre ha intentado ahorcarlo con sus propias manos. Ya no hay una escuela en donde sea aceptado, pues de todas le han echado por pelearse con sus compañeros. Mirar los rostros de los niños y niñas es mirar la tristeza, depresión, falta de alegría... Lograr que Nena levantara la cabeza y sonriera llegó a ser un logro gigantesco en su proceso de sanación. Me asalta la duda si llegará a los quince años de edad; la rodea el terrible monstruo del incesto desde la tercera o cuarta generación: Su abuelo, sus tíos, primos..... Julián por su parte, volvió a la escuela, de noche, pero volvió. Dice que el trabajar de día le hace olvidar las crueles memorias que pesan sobre el desde los 6 años de edad. Le queda tiempo para las cervezas y 12 años para seguir sobreviviendo a la violencia de su hogar, si es que a este se le puede llamar así. El cambio de la vida de algunos niños y niñas sólo ha sido posible gracias a la solidaridad de personas, organizaciones comunitarias e instituciones amigas. Algunas han logrado acoger a estos niños/as en sus instituciones. Miembros y miembras de organizaciones comunitarias han ofrecido sus casas como refugio y líderes de la comunidad han arriesgado sus vidas innumerables veces intercediendo por ellos/as. Sin embargo la terrible pregunta es: ¿Cuánto mas tendrán que esperar niños como Nena, Julián y tantos y tantas otras para estar seguros? Massiel decía: “lléveme con usted, ya no quiero estar mas en casa”. ¿Quién responderá al grito de tantos niños y niñas golpeados por el látigo de la violencia familiar que sufren cada día? ROSA REYES, SICÓLOGA
LLAMADO A LA ACCION 2002
Campaña "Por la Vida de las Mujeres, Ni Una Muerte +" Red feminista latinoamericana y del Caribe contra la violencia doméstica y sexual La Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Doméstica y Sexual convoca a las organizaciones de mujeres y redes nacionales a participar en el segundo año de la Campaña "Por la Vida de las Mujeres, Ni una Muerte +", a desarrollarse alrededor del 25 de Noviembre, Día Internacional por la No Violencia contra las Mujeres. Les recordamos que el lema de esta Campaña y sus objetivos fueron acordados en el Taller "Propuestas para la Acción", realizado el 8 de junio de 2001 en Cancún organizado por Isis Internacional, en el marco del Simposio 2001 "Violencia de Género, Salud y Derechos de las Américas. El asesinato de mujeres por razones de género es evitable, por tanto es necesario aunar esfuerzos y canalizar las acciones del movimiento antiviolencia para instalar el problema
en la agenda pública de cada uno de los países de la región. El caso más emblemático de muerte de mujeres sigue siendo el de Ciudad Juárez, , donde desde 1993 a junio de 2002, han sido asesinadas 269 mujeres en circunstancias no debidamente aclaradas por las autoridades de justicia. La organización Casa Amiga de Ciudad Juárez informó que en esta localidad han muerto más mujeres que soldados en la Guerra del Golfo donde murieron 248 soldados. A pesar del repudio internacional que ha provocado este hecho, la lista de muertes de mujeres sigue aumentando. A principios de mayo de este año, se encontró en una carretera de Chihuahua el cuerpo de Dora Lilia Lozano Anchando brutalmente violada y asesinada. Por su parte, la organización no gubernamental "Nuestras hijas de regreso
Quehaceres 16 a casa" denunció la desaparición de Paloma Escobar, ocurrida el pasado 2 de marzo. También, están desaparecidas otras tres mujeres. Una de ellas fue secuestrada el 27 de febrero por dos hombres que la obligaron a subir a un automóvil. Las otras dos son Dinora Gutiérrez y Sofía Torres, de 24 y de 15 años respectivamente, desaparecidas desde el 18 de febrero de este año. En República Dominicana desde 1998, 270 mujeres han sido asesinadas por sus maridos. Rosa Domínguez Blanco, de 36 años, fue una de ellas. Murió luego de ir a buscar la visa que le permitiría viajar a Estados Unidos. Su esposo, cegado por los celos, la apuñaló y luego se suicidó. Según datos recogidos por la abogada feminista Susi Pola, en el periódico El Nacional, entre enero y agosto de 2002 habían ocurrido 49 femicidios. En Uruguay en abril del presente año, perdió la vida Silvia Farías de 31 años. Su pareja la mató con un arma de fuego y luego intentó suicidarse. A menos de un mes, fue asesinada, en la localidad de J. P. Varela, Alcira Gadea, de 58 años, quien murió después que su ex-esposo, del que estaba separada hacía 5 años, le disparara. Asimismo,el 16 de junio pasado, Graciela Beatriz Puchereli Valao de 36 años, fue asesinada por su concubino Hugo Daniel Olivero que la mató con un martillo y un arma de fuego, dando muerte al mismo tiempo a dos de sus hijos, y quedando gravemente heridas sus dos hijas
mujeres. El 5 de agosto pasado Aida Morales de 64 años fue asesinada por su concubino Elder Wilfredo Santos Amaral de 64 años, que la extranguló. Ante estos asesinatos, las mujeres de la Zona9 de Montevideo en julio pasado lanzaron por segundo año consecutivo la Campaña "Estamos por la vida; ni una muerte más por violencia doméstica" para sensibilizar y denunciar las muertes de mujeres Que. de distinta forma afecta a 70.000 familias uruguayas. En Guatemala, fue detenido Elmer Roberto Cruz, de 23 años, uno de los responsables del asesinato de María Teresa del Carmen Molina, cometido el 19 de abril de 2001. La Campaña "Por la Vida de las Mujeres: Ni una Muerte +", significa un reto para las activistas de la Red y del movimiento latinoamericano de mujeres, ante la falta de registros confiables, el poco conocimiento de los hechos de femicidio, las escasas cifras de muertes existentes, y la impunidad en que quedan la mayor parte de estos casos. Por lo tanto, llamamos a todas las activistas de la región a sumarse creativamente a esta Campaña recopilando información so-
bre el problema, documentando casos en sus países, realizando actividades de difusión y sensibilización, acciones callejeras de denuncia, y de fiscalización a los organismos públicos encargados de implementar las medidas necesarias para que estos hechos no sigan ocurriendo, entre otras. Hace un especial llamado para solidarizar con los asesinatos de Ciudad Juárez, que. a pesar de los esfuerzos de tantas y tantos que anhelan terminar con este flagelo, aún existe la más completa impunidad. Llamamos asimismo a todas las activistas y a quienes quieran sumarse a esta iniciativa a * Sensibilizar a la población sobre la violencia en contra de las mujeres como un problema de salud pública y un atentado a los derechos humanos. * Denunciar los asesinatos de cada mujer y contabilizarlos. * Lograr que exista un registro nacional centralizado de los homicidios por violencia sexista. * Proclamar el derecho a una vida libre de violencia. * Finalmente a respetar la integridad física de las mujeres y niñas de nuestro continente. Por la vida de las muje-
Quehaceres Publicación del Centro de Investigación para la Acción Femenina
CIPAF
Esta edición ha sido auspiciada por el Banco de Reservas y Procomunidad.
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