INTRODUCCIÓN El cambio climático es considerado uno de los problemas ambientales más importantes de nuestro tiempo, y puede definirse como todo cambio significativo en el sistema climático del planeta, que permanece por décadas o más tiempo. Este puede darse por causas naturales, o como resultado de actividades humanas. El cambio climático es el resultado del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero inducidos por la acción humana. La agricultura juega un importante papel en el balance de los tres gases de efecto invernadero más significativos; anhídrido carbónico (CO2), óxido de nitrógeno (N2O) y metano (CH4). Esta modificación global del clima afectará severamente diversos sectores. El cambio climático afectará seriamente la agricultura a nivel mundial, se espera que el incremento de las temperaturas provoque escasez de agua e inundaciones. Se estima que muchas poblaciones de animales y plantas puedan reducirse en tamaño debido a las altas temperaturas y a las menores precipitaciones, lo que limitará la disponibilidad de fuentes alimentarias esenciales para la nutrición del ser humano, agudizando la inseguridad alimentaria (1). Para el caso particular de los principales cultivos de nuestra región, podemos tomar ejemplos de los reportes de otros países, en el caso de la vid en la Rioja (España) el cambio climático puede provocar un adelanto de hasta 16 días en maduración de la uva desde el año 2019 al 2050 (2), y para el caso de los arándanos en estas últimas campañas 2015-2019, en el país del sur, la producción ha venido variando desde retraso de la cosecha por lluvias inusuales, bruscos cambios de temperatura dando paso a una maduración más lenta e incluso también afectados por fuertes heladas provocando la maduración de golpe por lo que gran cantidad de la exportación fue destinada a congelados y con ello variando su producción (3). En los cítricos, las temperaturas elevadas alteran el equilibrio entre azúcares y ácidos, dando lugar a frutos sin su característico toque acídico, “como se observa en aquellos procedentes de regiones tropicales” (4). Para contrarrestar el cambio climático, la innovación es vital para aumentar la resiliencia y la competitividad en la agricultura y, cuando sea posible, reducir o eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero para hacer frente a los desafíos urgentes que plantea el cambio climático. Los sistemas alimentarios mundiales tienen que aumentar notablemente la productividad y alimentar a una población creciente, sin poner en peligro nuestros recursos naturales y ecosistemas. El uso de drones y el análisis avanzado de datos de imagen puede permitir identificar a tiempo plagas y enfermedades, mientras que los sistemas de alerta temprana ofrecen información a los agricultores a través de sus teléfonos móviles, con consejos sobre cuándo plantar o vender (5). Es así, que este documento tiene como objetivo dar a conocer las últimas tendencias respecto al impacto del cambio climático en la agricultura, publicaciones científicas desde el 2010 al 2020, los países líderes en investigación, los proyectos en ejecución que cuentan con presupuesto del Banco Mundial y últimas noticias relacionadas a este importante tema que afecta a todos los sectores productivos.
CITEagroindustrial Ica – Informe de vigilancia tecnológica “Impacto del cambio climático en la agricultura”
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