a Bienvenidos a la lucha por la liberación de todas las especies. Somos la ardiente rabia de un planeta que muere.” E.L.F. La Tierra no se está muriendo, la están matando, y sus asesinos tienen nombre y dirección. Utah Phillips
PRÓLOGO Lo que tienes entre manos es un conjunto de artículos que han sido traducidos con el fin de invitar a los lectores a reflexionar sobre la relación que mantenemos en nuestro día a día con la naturaleza. Nuestra manera de entenderla y la visión antropocentrista que se nos ha inculcado desde que comenzó nuestro proceso de socialización y enculturación. La idea (cristiana) de que el ser humano está por encima del resto de especies y de que todo lo que le rodea está hecho para satisfacerle debe ser destruida por cada uno de nosotros. De esta oposición contra el antropocentrismo (y especismo) surge el ecologismo revolucionario. Dicho movimiento no es sólo una manera de pensar, sino que también lleva implícita una forma de vida armónica con la naturaleza, así como una lucha por defenderla de sus agresores. El ecologismo revolucionario es llevado a la práctica por muy pocas “organizaciones”, entre las que cabría citar a Earth First! y a MOVE (que encaja mejor dentro del ecologismo social). Sin embargo sí hay una no-organización que hace del ecologismo revolucionario una amenaza; se trata del Earth Liberation Front (Frente de Liberación de la Tierra). El E.L.F. está formado por células inconexas del mismo modo que el A.L.F.; de hecho el A.L.F. fue quien inspiró el nacimiento del E.L.F.. Y en ambos casos sus integrantes mantienen una postura completamente antiespecista. Pocas han sido las acciones reivindicadas por el E.L.F. en España, nosotros tenemos noticia de tan sólo dos. La primera tuvo lugar en enero del año 2003 y fue enviada a la antigua web de Acción Vegana de forma anónima. El comunicado llevaba adjuntas unas fotos en las que se veía cómo la célula del E.L.F./A.L.F. incendiaba varias naves de una granja de visones en la provincia de Soria. En la segunda de ellas, en el 2008, un jabalí fue devuelto a su entorno salvaje. Los textos que aparecen en esta publicación han sido traducidos del libro Igniting A Revolution (2006), sacado a la luz por la cooperativa anarquista norteamericana AK Press. El citado libro recoge más de 40 artículos escritos todos por personas directamente involucradas con el movimiento ecologista revolucionario u otras luchas. Por nuestra parte hemos decidido seleccionar sólo algunos de ellos, para compartirlos con quien esté interesado. El que hayamos escogido estos textos no implica que estemos de acuerdo con todo lo que en ellos se plantea, por el contrario los participantes en Acción Vegana tenemos nuestra propia forma de ver las cosas. Hemos intentado evitar hacer anotaciones en cada uno de esos puntos que no compartimos, no obstante, en algún caso concreto lo hemos encontrado necesario. Los textos se suceden en un orden que no ha sido escogido al azar, por lo que sugerimos que sea respetado por los lectores. En caso de que el lector ya esté familiarizado con la terminología, ideas y práctica del ecologismo revolucionario puede seguir el orden que considere oportuno. También aparecen tres capítulos tomados del libro The Earth Liberation Front 19972002. Escrito por Leslie James Pickering, implicado por esas fechas en la Ofinia de Prensa del Frente de Liberación de la Tierra de Norte América.
Además de los textos que hemos traducido de la obra Igniting a Revolution y la de Leslie J. Pickering, ha sido incluido un texto que se nos envió anónimamente a la página hace ya un par de años. Se trata de Memories of Freedom, un escrito increíble que narra la historia de la Operación Bite Back. Ésta “operación” la llevó a cabo el A.L.F. en EE.UU. y consiguió desestabilizar la industria peletera americana al completo. Para llevarla a cabo, Rod Coronado, un indio norteamericano, se infiltró durante un año en el mundo de la industria peletera, investigó cuáles eran los pilares que sostenían esta industria, y posteriormente estudió cómo derruirlos. Cuando ya conocía a su enemigo a la perfección él y la célula del A.L.F. a la que pertenecía comenzaron la Operación Bite Back causando inmensos estragos al negocio de la peletería. En resumen, se trata de un texto brillante que recomendamos a toda aquella persona que quiera saber el verdadero significado de los términos “estrategia”; “planificación”; “acción” y “contundencia”.
ÍNDICE
Prólogo Ecologismo Revolucionario (una introducción) ………………………...... 6 Proyectar una sombra gigante ……………………………………………. 13 La chispa que encendió la llama ………………………………………….. 24 De la protesta a la resistencia …………………………………………….. 38 Ataca el sistema ……………………………………………………………. 53 Plantando cara a los autores del omnicidio ……………………………… 57 La cuestión de los animales ……………………………………………….. 67 Preguntas frecuentes sobre el E.L.F. ………………………………………75 Comunicado de dimisión de Leslie James Pickering ……………………. 95 Entrevista a Leslie James Pickering ……………………………………… 101 Memories of Freedom ……………………………………………………... 110
ENCENDIENDO LA LLAMA DEL ECOLOGISMO REVOLUCIONARIO
ECOLOGISMO REVOLUCIONARIO -Una introducciónPor Mark Osma
En el contexto político actual el ecologismo revolucionario debe entenderse a partir de lo que le diferencia de la corriente principal del ecologismo (1). Para los ecologistas comprometidos el ecologismo revolucionario representará en el futuro una lucha en la que muchos más se querrán implicar tras darse cuenta de que la corriente principal del ecologismo es inadecuada para responder a la crisis en el mundo natural y de sus feas estrategias políticas. Para los ecologistas revolucionarios, el ecologismo común es lo que el filosofó y activista noruego Arne Naess denominó “ecologismo superficial”. Para Naess el ecologismo superficial es una visión reformista y tecnocrática que busca la comodidad empleando el sistema económico y el sistema actual de intereses políticos. Está enfangado en la carga de mantener una organización por medio de donaciones y subvenciones, y para ellos los contratos son decisivos para mantener el liderazgo con respecto a otros grupos del ecologismo común. Las ambiciones de los líderes son cruciales en las decisiones que éstos toman mientras negocian con las grandes corporaciones y se reúnen con el gobierno para beneficiar los intereses de su ONG. En algunos aspectos son indistinguibles de las corporaciones a las que se oponen, las cuales siguen principios muy parecidos. Naess también dice que el ecologismo superficial se caracteriza por tener una perspectiva humanocentrista o “antropocéntrica”, esta postura provoca un distanciamiento de la naturaleza y se aferra a una visión disfuncional de dominar y controlar la naturaleza, visión que es la raíz de la crisis ecológica. En frontal oposición, el ecologismo revolucionario del que hablo aquí se basa en el concepto de “ecología profunda” de Naes (“deep ecology”). La ecología profunda difiere de la ecología superficial en dos puntos fundamentales. Políticamente rechaza los cambios mediante trámites burocráticos y su objetivo va mucho más allá que las reformas dentro de un sistema tecnocrático de explotación a la naturaleza; a nivel filosófico, defiende una visión del mundo “biocéntrica” que persigue reintegrar a los seres humanos en la naturaleza mediante formas de relaciones interindividuales, valores y posturas éticas radicalmente distintas. Este ensayo pretende mostrar algunas diferencias fundamentales entre la corriente principal del ecologismo y el ecologismo revolucionario, entre la ecología superficial y la profunda. Obviamente existen distintas maneras de ver el ecologismo revolucionario, pero la mayoría de las posturas se sienten cercanas al concepto de ecología profunda. La ecología profunda trata el problema fundamental del antropocentrismo y la separación humana de la naturaleza. Sin embargo, aunque los aspectos filosóficos de la ecología profunda son también profundos, sus aspectos políticos son “superficiales” y no están capacitados para mostrar de forma adecuada una teoría y una práctica mediante las cuales se puedan forjar nuevas instituciones sociales. Yo marco una distinción entre 6
acciones radicales y cambios revolucionarios, y afirmo que mientras que las tácticas como la acción directa y el ecosabotaje puedan ser “radicales”, no son revolucionarias porque por sí mismas no pueden dar lugar a un sistema social cualitativamente nuevo. Esta transformación requiere un nuevo movimiento social y una visión positiva de una nueva sociedad, estos requisitos todavía están por inventarse. Semántica revolucionaria y biocentrismo Para que un movimiento insurgente pueda comunicarse de forma efectiva con el pueblo necesita un mensaje político nítido. Es un requisito que el ecologismo revolucionario todavía no cumple ya que presenta un mensaje político confuso. Es básicamente un mensaje de “no”, como “no hagas esto y no hagas lo otro”, pero no presenta un marco viable mediante el que orientar las acciones para conseguir una transformación social. Ha habido varios intentos de crear un mensaje de ecologismo revolucionario, empezando por el famoso ensayo de Arne Naess sobre ecologismo profundo (1989), el trabajo de George Sessions (1987, 1993), Bill Devall (1980, 1988), además de Warwick Fox (1984, 1999) y de poetas como Gary Zinder (1969, 1990). Probablemente la versión más clara del mensaje político del ecologismo profundo es el de Bill McKibbens en The End of Nature/El Fin de la Naturaleza (1989, 1999). A continuación se resumirán los principales argumentos del ecologismo profundo que son aceptados por muchas de las corrientes del ecologismo revolucionario. El ecologismo superficial está representado por las batallas culturales y políticas contra la contaminación y la sobreexplotación de los recursos. Cultural y políticamente el ecologismo superficial está unido al antropocentrismo, la visión de que la existencia humana y sus deseos son el punto central del universo. Sostiene la popular creencia de que lo salvaje está siendo malgastado si los humanos no lo emplean. También está unido a la moderna experiencia social del consumismo, ligada también con la orientación antropocentrista. La lucha política de los grupos del ecologismo común está ligada a las tácticas convencionales de hacer campañas para recibir donaciones, tácticas legislativas, pactos y debates organizados en los medios de comunicación de masas. El ecologismo superficial asume que el problema ecológico puede ser solucionando sin necesidad de que haya una transformación social y personal fundamental, y que con varias series de pequeñas reformas será suficiente. El ecologismo profundo parte del rechazo de los argumentos humanocentristas sobre la relación de la sociedad y el medio ambiente. Toda forma de vida debe disfrutar de ciertos derechos (sin ser especificados), y la sociedad humana debe reconocer el valor intrínseco de la naturaleza. Por consiguiente, el ecologismo profundo lleva implícita una ruptura con el mecanicismo ontológico de la naturaleza. Requiere un sistema ético basado en el biocentrismo (o “ecocentrismo”), y una aplicación del principio de igualdad y de justicia al mundo natural. La verdadera diferencia entre el ecologismo superficial y el profundo son sus teorías contrapuestas sobre la naturaleza. Por ejemplo, estas perspectivas ven los bosques como fenómenos completamente distintos; para el ecologismo superficial los bosques se convierten en un conjunto de recursos, por ello los bosques son valorados en función de los beneficios que puedan proveerles a las sociedades humanas. Para el ecologismo
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profundo el bosque tiene un valor intrínseco independiente del uso que le den los humanos. Una declaración central del ecologismo profundo es la de los ocho principios fundamentales, desarrollados por Bill Devall y George Sessions en el libro Deep Ecology (1970). Los principios fundamentales del ecologismo profundo 1. El bienestar y el florecimiento de la vida humana y no humana en la Tierra tienen valor por sí mismos. Estos valores son independientes de la utilidad que suponga el mundo no humano a los propósitos humanos. 2. La riqueza y diversidad de los seres vivos contribuye a la realización de estos valores y son valores en sí mismos. 3. Los humanos no tienen derecho a reducir estas riquezas y diversidad excepto para satisfacer sus necesidades vitales. 4. El florecimiento de la vida y la cultura humana es compatible con un sustancial decrecimiento de la población humana. El florecimiento de la vida no humana necesita de ese decrecimiento poblacional. 5. La interferencia actual de los humanos en el mundo no humano es extensa, y la situación empeora rápidamente. 6. En consecuencia, la organización política debe ser cambiada. La política afecta a las estructuras económicas, tecnológicas e ideológicas. El estado de las cosas debe ser profundamente distinto al del presente. 7. El cambio ideológico es el de apreciar la cualidad/calidad de la vida en lugar de adherirse a un incremento en el nivel de vida; nivel que implica mayor capacidad de consumo. Habrá una clara conciencia sobre la diferencia que existe entre lo que es “big” (n de t: grande, en cuanto a tamaño, apariencia) y lo que es “great” (bueno, enriquecedor). 8. Aquellos que aceptan los principios previamente mencionados sienten el deseo de luchar por hacer realidad los cambios necesarios. Devall y Sessions amplían la tesis sobre ecologismo profundo de Aldo Leopold y Arne Naess. Sus ocho principios claves sobrepasan la desalentadora tarea de dilucidar el ecologismo profundo y nos proporcionan unas mejores guías que orienten nuestro comportamiento. El fuerte énfasis en el biocentrismo, el reconocimiento de una crisis en el mundo natural, y el llamamiento a la acción son los principales distintivos del ecologismo profundo. Los ocho principios representan un proyecto (todavía por culminar) de sentar las bases del ecologismo revolucionario.
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El ecologismo profundo hace un llamamiento en pos de la desaparición del estilo de vida consumista que domina a la sociedad moderna y a las aspiraciones del individuo. Busca la expansión de la conciencia de cada individuo para que pueda “auto realizarse”, se trata de una extensión de la consciencia para identificarse con otros seres vivos. El ecologismo profundo hace un llamamiento para que se dé inmediatamente un drástico esfuerzo para reducir la población humana. Afirma que la sociedad humana necesita adaptar su progreso material y tecnológico a la biodiversidad (Naess 1988, 1989). Relatos de personas miembros del Frente de Liberación de la Tierra y de otras organizaciones ecologistas radicales han sostenido argumentos en concordancia con los principios del ecologismo profundo. En muy pocas ocasiones se consigue una aceptación de estas ideas de grandes números de personas. Los individuos se ven atraídos por el ecologismo revolucionario vía diálogos/discusiones habladas, y al pasar de un grupo moderado a otro más radical. La potente combinación de cambiar creencias y comportamientos, como la decisión de cambiar a una dieta vegetariana o vegana, fomenta el crecimiento personal y facilita que los individuos se alejen de las orientaciones antropocéntricas y se acerquen al biocentrismo. Los cambios tanto en las creencias como en el comportamiento son fundamentales para lograr la “autorrealización”, algo muy importante para el ecologismo profundo. La filosofía biocentrista del ecologismo profundo abarca grupos como Earth First! (¡La Tierra Primero!), The Sea Shepherd Conservation Society (La Sociedad Conservacionista de los Pastores del Mar), y el Earth Liberation Front (Frente de Liberación de la Tierra). Las compañías madereras, estaciones de esquí, laboratorios centrados en la producción de semillas transgénicas y los almacenes donde se conservan, las granjas de factoría, laboratorios de experimentación animal, y las llamadas “trophy homes” (n de t: mansiones en medio de espacios salvajes) son atacados por los radicales. El mensaje político, obviamente derivado de las bases del ecologismo profundo, afirma que la naturaleza tiene s propia importancia, que los seres vivos no humanos tienen derechos inalienables, y que la biodiversidad debe ser respetada por encima del consumismo. El biocentrismo del ecologismo revolucionario comparte algunos elementos del mensaje sostenido por la corriente principal del ecologismo, aunque durante los debates, la corriente principal se apresura en condenar las tácticas de sabotaje como una herramienta legítima para proteger la tierra. Los activistas que practican la acción directa creen que entre los ecologistas de la línea principal hay muchos que sí sienten una simpatía hacia la acción directa. Como dijo Paul Watson sobre Sea Shepherd “somos como la chica de la noche, todos quieren estar con nosotros, pero nadie quiere ser visto con nosotros”. El mensaje político del ecologismo revolucionario se caracteriza por su aceptación de la acción directa. Los radicales afirman que el ecologismo de la línea principal nunca podrá tener éxito. El éxito necesita cambios fundamentales, y la línea principal del ecologismo cree en una sucesión de reformas que irán en aumento. Pero hay pocas pruebas que apoyen esta teoría. El argumento más poderoso contra la línea principal del ecologismo proviene, no de los ecologistas radicales, sino de los científicos del mundo, quienes meticulosamente han documentado un proceso de deterioro del mundo natural en continuo aumento (Wilson).
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Durante la segunda mitad del siglo XX los grupos de la línea principal del ecologismo pretendieron conseguir cambios políticos mediante campañas para recoger donaciones, disputas técnicas sobre el lenguaje legislativo, y la lucha por que se les diesen cargos en las agendas políticas. Los grupos de la línea principal del ecologismo negociaron con grandes corporaciones y políticos, haciendo concesiones y traicionando a sus objetivos originales. Se valoraban a sí mismos utilizando los estándares convencionales –la cantidad de acceso al sistema político, el tamaño de sus cuentas corrientes y la cantidad de trabajadores que tenían, así como la capacidad que tenían sus directivos para relacionarse con políticos con el fin de beneficiar los intereses del grupo (Dowie)-. Los abogados “ecologistas” ahora trabajan para compañías de recursos naturales y el Día de la Tierra se ha convertido en una oportunidad que tienen las corporaciones para “enverdecer” su imagen al hacer donaciones para los proyectos locales de organizaciones. En lugar de solucionar el problema las reformas fracasan. Como un coche sin frenos, el crecimiento económico parece que sólo puede ser detenido con un choque frontal. A pesar de sus diferencias, la línea principal del ecologismo y el ecologismo radical concuerdan en que las calamidades afectarán enormemente en un futuro inmediato. La lista de calamidades puede ser dividida en las antropocénctricas y las biocéntricas; las que afectan a la sociedad human y las que afectan la vida no-humana. Un ejemplo de calamidades antropocéntricas o humanocentristas incluyen el arrase de las ciudades costeras a causa del as grandes tormentas y el aumento en el nivel del mar o el aumento constante del cáncer de piel. Las calamidades biocéntricas o no centradas en el ser humano, como la extinción, preocupan mucho más a los ecologistas radicales y a los científicos que al público en general (a no ser que los animales o plantas en cuestión sean atractivos para el público, como es el caso de los elefantes, los lobos o los “redwoods”). Un claro ejemplo de una calamidad biocentrica sin ningún interés publico es el preocupante decrecimiento de la población de ranas y el gran aumento de las mutaciones que sufren, probablemente causadas por la elevada cantidad de radiaciones ultravioletas y su exposición a agentes químicos sintetizados (Blaustein y Wake). La motivación de los ecologistas revolucionarios recae en su identificación con la vida biótica y con toda la naturaleza, y en su creencia de que luchan en defensa de la integridad de un mundo natural en continua evolución que está siendo atacado. Uno de los fallos cardinales de la línea principal del ecologismo es la ausencia de rechazo a su orientación antropocéntrica. El déficit social del ecologismo profundo Desde estas bases surge el ecologismo revolucionario y sus prescripciones sociales: el despertar espiritual, la educación ecológica, y un cambio político y económico fundamental. Con respecto a este último aspecto, el mensaje político de los ecologistas revolucionarios es débil. A pesar de sus elaboradas bases teóricas y su claridad, el estricto plano capitalista y las estrategias de intereses políticos continúan sin tener una amenaza real por parte de una teoría elaborada acerca de la transición a una sociedad ecológica futura.
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El ecologismo revolucionario surge de rasgos propios del socialismo descentralizado, anarquismo, e incluso del tribalismo, pero no formula una alternativa coherente al capitalismo global. Se queda en ser más bien una filosofía de “no hagas” en referencia a la destrucción y alteración ambiental. El poderoso y positivo mensaje del ecologismo profundo necesita ser integrado en la práctica de la vida ordinaria de las personas. Esperanza para el futuro Casi todo el mundo marca una línea de defensa que incluye lo que necesita ser defendido. Pocos de nosotros aceptamos de buen grado ser atacados físicamente o que nos roben. Para mucha gente, la pérdida de algunas libertades es la chispa que les mueve a recurrir a protestas y rebeliones violentas. Los países declaran la guerra para defender su soberanía, sus fronteras y su independencia. Los ecologistas revolucionarios dibujan esa línea en defensa de la naturaleza. Para unos pocos la desaparición del último 5% de los bosques ancestrales de Estados Unidos les hace contraatacar a las compañías madereras. Para otros la extinción y trato que reciben los animales les hace movilizarse en su defensa. Mientras se recrudezca el desastre ambiental y las personas experimenten sus efectos de diferentes maneras, más gente se unirá al ecologismo revolucionario. Un epitafio ha sido aceptado por la comunidad científica conforme se demuestra el cambio medioambiental provocado por los humanos. A pesar de que la majestuosidad de la naturaleza queda patente continuamente, los científicos han observado una desaparición de especies, cambios en el hábitat, y la saturación de agentes contaminantes en los ecosistemas. La mentalidad materialista y la búsqueda de explotar la naturaleza propia del capitalismo aseguran la aceleración de la destrucción ecológica. Un epitafio similar debe alcanzar a la sociedad. La primera gran catástrofe consecuencia de los daños medioambientales producidos por los humanos alterará la percepción pública del ecologismo revolucionario de manera que en lugar de ser clasificados como “terroristas” se les verá como héroes. Una de las principales declaraciones de los ecologistas revolucionarios es que nuestros nietos y nuestros bisnietos no nos preguntarán porqué no nos esforzamos más en reprimir a los ecologistas activos, sino porqué no nos unimos a ellos en su lucha por defender la naturaleza. El nivel de cambio necesario en la sociedad humana para que pueda compartir la Tierra con sus otros habitantes acobarda a prácticamente todo el que recapacite sobre ello. Sin embargo, los ecologistas revolucionarios no se sienten asustados. Insisten en que podemos conseguir alcanzar el cambio necesario. Su perseverancia está motivada por un sentimiento de esperanza en una sociedad humana que respete el mundo vivo que nos rodea. A pesar del hecho de que tengan que enfrentarse a ataques violentos por parte de los trabajadores de seguridad de las corporaciones o que tengan que sufrir largas sentencias de prisión, continúan comprometidos con la defensa de la naturaleza. Sus páginas web y sus declaraciones escritas hablan de la importancia intrínseca de todos los seres vivos, de nuestra responsabilidad con respecto a la naturaleza, y su visión de la sociedad humana en armonía con el mundo natural. El ecologismo revolucionario cree en un futuro de paz y prosperidad para todos los seres vivos.
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1.- El término “mainstream” aparece continuamente en los textos originales escritos en inglés. El término se compone de las palabras “main” que quiere decir principal y “stream” que se refiere a la corriente de un río. En castellano no existe ningún término equivalente, así que hemos decidido traducirlo como “ecologismo de la línea principal”, “ecologismo común” o “de la corriente principal”. Se refiere a la línea seguida por grupos como Greenpeace o Amigos de la Tierra, que se encuentra en clara contraposición con respecto a la perspectiva del ecologismo revolucionario, dicha contraposición reside tanto en la visión que tienen ambas perspectivas del mundo como en las actividades que llevan a cabo para defender la naturaleza.
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PROYECTAR LA SOMBRA DE UN GIGANTE El Ecologismo Revolucionario y su Implementación Práctica a Través del Frente de Liberación de la Tierra Por Davey Garland
Somos los Elfin, (1) Esos que llevan La antorcha y la llama, Vivir o morir Y nunca rendirse, Somos el veneno De la salvaje lluvia de nuestra Madre. -Extraído de “La Noche de los Elfin,” (escrito tras la primera Noche de la Tierra, el 5 de Noviembre de 1992), en Ecowars and Other Poems (Ecoguerras y otros poemas), de Davey Garland. Labrando un nuevo rol Para discutir la naturaleza del “ecologismo revolucionario”, hay que comprender cómo, dónde y por parte de quién son usadas sus ideas. Yo lo voy a analizar dentro del contexto británico de la década de los 90. El ecologismo revolucionario se formó a raíz de una hibridación de ideas procedentes de los campos del ecologismo social y el ecologismo profundo, y se llevó a la práctica en las acciones de los grupos de Earth First! (EF!) y del Earth Liberation Front (E.L.F.). Los conceptos claves del ecologismo profundo –como desarrollar mecanismos tecnológicos no dominadores, y la creencia de que todo tiene un valor intrínsecoaparecen por primera vez en los escritos del filósofo (y activista) noruego Arne Naess. El trabajo de Naess, junto al de otros, ilustra cómo la sociedad moderna ha desviado y marginado a los humanos de la naturaleza. El ecologismo profundo afirma que para volver a unirnos con los mundos naturales debemos llevar a cabo un nuevo proceso de auto-realización basado en identificarnos con el mundo no-humano. Earth First! (n de t: literalmente quiere decir “¡La Tierra Primero!”) se inspiró y asentó las bases sobre esta filosofía biocentrista desde que apareció por primera vez con sus campañas ecologistas en 1980. Las mismas ideas básicas mantenía el E.L.F. cuando este se escindió del Earth First! Británico. El ecologismo social, por otra parte, apuesta por un modelo de organización social libertario y descentralizado que rechaza toda jerarquía, incluido el esfuerzo humano de dominar la naturaleza. Su fundador, Murray Bookchin insiste en que los problemas medioambientales son problemas sociales y no pueden ser resueltos sin atacar las instituciones jerárquicas tales como el patriarcado, las clases sociales, el racismo y el estado. Sobre todo, argumenta Bookchin, debemos superar el capitalismo y conseguir crear comunidades autónomas y descentralizadas que funcionen bajo los principios de la 13
ecología y el anarquismo. Para Bookchin y sus seguidores, el ecologismo profundo es una visión primitivista, misantrópica y espiritual, lo cual favorece la aparición de métodos individualistas para conseguir el cambio, en lugar de favorecer los métodos sociales de cambio. Es el tejido sociopolítico de nuestra sociedad, un sistema jerárquico y de poder, lo que tiene que ser derribado y reconstruido a continuación si queremos avanzar. Este complejo proyecto no es una cuestión de sencillamente abandonar un modo de existencia desviado de la naturaleza para alcanzar una especie de nirvana espiritual. Los ecologistas sociales rechazan una gran parte del mensaje de los ecologistas profundos, argumentan por ejemplo que la sociedad no puede deshacerse de su evolución tecnológica, sino que debe unir armónicamente la tecnología con la ecología. Tampoco es necesario que la sociedad reduzca la población humana, siempre y cuando desarrolle formas de producción y consumo sostenibles. De todas formas, activistas como Judi Bari y organizaciones como MOVE, un grupo radical afro americano, defendieron el ecologismo profundo al afirmar que la injusticia social y la destrucción ecológica compartían un mismo origen. Las creencias tanto de Bari como de MOVE sugieren que se puede establecer una diferencia entre un ecologismo profundo social y otro asocial. Mientras que los dos rechazan un enfoque antropocentrista, el ecologismo profundo asocial no presta atención al hecho de que la destrucción ecológica es el resultado de una practica social en concreto, y de unas instituciones, o al menos está influido por ellas. Del mismo modo, mientras que ni la propuesta de Bari ni la de MOVE rechazan el valor intrínseco de las otras especies, ambos además se involucran en otros movimientos sociales en defensa de los humanos (1999, 149-150). Muchas ideas tanto de la filosofía de la ecología social como de la profunda fueron decisivas a la hora de llevar a la práctica la resistencia por parte del movimiento ecologista radical británico en los primeros años de los 90. Yo creo que los activistas se basaban en ambos enfoques, debido al amplio espectro y diversidad de colectivos y personas a las que el movimiento quería atraer. En realidad, se hicieron adaptaciones para encajar en las situaciones concretas que los activistas estaban experimentando durante las acciones de los distintos colectivos. Personalmente a mí me inspiró Bari, y más tarde MOVE, pero nunca me he sentido atraído por las ideas del ecologismo profundo, ya que mi propia historia política me ha hecho alejarme de cualquier enfoque estrictamente biocentrista. Yo me vi atraído tanto por Bari como por Bookchin, aunque en ocasiones estuve confuso sobre hasta qué punto me sentía cercano a ellos. Viéndolo retrospectivamente, estaba más cerca de Bari y su enfoque a favor de llevar a la práctica una organización comunitaria, abarcando todos los temas, ya sea el de la liberación animal, de la tierra, o de los humanos. En 1994, tras leer un artículo de un activista obrero y ecologista estadounidense, Orin Langelle (y más tarde conocerle), se terminó mi confusión al leer sobre el “ecologismo revolucionario”. Para gente activa como yo que estaban luchando en muchos temas diferentes, el ecologismo revolucionario unió la división entre el ecologismo profundo y el ecologismo social, cogiendo lo mejor de ambas filosofías: mantenía una base teórica socio-política, a la vez que también se centraba en la urgencia de establecer nuevas relaciones con la naturaleza. El ecologismo revolucionario era consciente de los muchos
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obstáculos institucionales (y no sólo de los personales o ideológicos), como el poder del estado, que tendríamos que superar si queríamos lograr nuestros propósitos y reconstruir nuestras comunidades. Como Orin Langellw resume acerca del énfasis holístico de este enfoque: El ecologismo revolucionario reconoce que todas las formas de vida son “iguales” y las prácticas de dominación (entre las que podemos mencionar la homofobia, el racismo, el especismo, etc.) son parte de un mismo modelo de control que conduce a la explotación de todo, lo cual incluye el planeta vivo y que respira: Gaia. Una herida a uno es una herida a todos (1994). Esta cita no sólo demuestra una actitud de ecologismo profundo al incluir todas las formas de vida y de respetar a todos los sectores de la comunidad (tanto humanos como no humanos) que son explotados o reprimidos, su tono político toca la fibra sensible en alguien que no necesariamente encaje en el modelo tradicional de ecologista; blanco, de clase media, y universitario. Había muchos activistas de la clase trabajadora o de ambientes marginales que se sintieron atraídos por las luchas ecologistas mediante campañas sociales y de salud, en sus comunidades, lugares de trabajo o casas ocupadas. Otros se involucraron el los temas ecologistas desde sus experiencias en el movimiento por la liberación animal, en el que luchaban contra la vivisección o empleaban tácticas de guerrilla como la de el sabotaje de la caza. Los activistas por la liberación animal no sólo estaban más endurecidos y curtidos que otros que estuviesen participando por primera vez en un movimiento radical. Casi todos tenían una gran experiencia en llevar a cabo acciones directas, y tenían una conciencia política profunda, pero con un enfoque no dogmático, y tenían claro que rechazarían seguir una forma de oposición previamente organizada y cerrada, que era lo que en esos momentos estaba haciendo Earth First! Más allá de Earth First! La aparición de los ELFin Muchas de estas acciones directas más contundentes fueron responsables de alejar al Earth Fist! Británico de su ingenuidad política para pasar a un estilo de mayor confrontación. Esto no sucedió hasta que el movimiento ecologista radical aterrizó en el mundo real y se dio cuenta de que tenía que actuar según su discurso o perderían credibilidad. Su habilidad para aparentar ser duros de roer se vio cuestionada, y eslóganes como “No Compromise in Defense of Mother Earth!” (2), quedaron en palabras vacías cuando el EF! Británico rechazó reconocer, por no decir apoyar, uno de los ecotages más importantes ocurridos en Gran Bretaña. En este sabotaje ecológico se destruyó la maquinaria empleada para extraer la turba en Thorne Moore, Yorkshire. La compañía Fison había controlado Moore durante algunos años, y ésta había sido el objetivo de muchas campañas por parte de grupos ecologistas de la línea principal, entre los que destacó Friends of the Earth (Amigos de la Tierra). Inmediatamente después del sabotaje cundió el pánico dentro de la oficina de Earth First! en Londres, los activistas de EF! se distanciaban en desbandada del incidente, como también lo hicieron muchas otras organizaciones ecologistas.
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Booth (1994) comenta esta coyuntura en la evolución del movimiento, haciendo ver cómo las dos alas decidieron separar los dos tipos distintos de acciones como consecuencia de lo ocurrido en Thorne Moore: Muy poco después (Abril 1992) EF! convocó una asamblea en Brighton, en ella se acordó entre los dos grupos que no era inteligente que se atacasen entre ellos, y que EF! adoptaría una política en la que el monkeywrenching (3) no sería ni condenado ni defendido. Los sabotajes serían firmados bajo las siglas del E.L.F. (Earth Liberation Front). Esta fórmula de distanciamiento fue empleada por la tendencia manipuladora de los eco-burócratas para marginar al E.L.F., la intención contraria a la de la asamblea de Brighton. Esta “respetable” (o ecocrática) ala de EF! muy frecuentemente se negaba a mencionar las acciones directas o los sabotajes en sus publicaciones periódicas o en sus declaraciones. Ellos preferían la acción directa no violenta y los métodos de Gandhi, desde los movimientos anti-nucleares hasta los círculos pacifistas que cada vez influían más el movimiento británico, alejándole de su contexto real hacia problemas que estaban sucediendo en el otro lado del mundo. El enfoque pacifista era una filosofía vacía e ingenua. Llamó la atención y animó a la gente a defender el medio ambiente, pero le faltaba un cuerpo sólido y profundidad en sus ideas, y su cultura estaba muy alejada de los tiempos crueles de la Gran Bretaña de Tatcher. El ecologismo revolucionario es y ha sido para mí un sentimiento instintivo cuyas raíces principales residen en la unión con la comunidad inmediata de cada uno. La disidencia y la reacción nacieron cuando la comunidad se vio amenazada. También es irónico que el EF! británico utilizase una retórica radical tomada de activistas americanos como David Foreman y Christopher Manes, mientras que los defensores de luchas sociales/ecologistas/por la liberación animal de nuestra isla, como Edgard Carpenter y Henry SALT, fueron olvidados. Necesitamos rebuscar en nuestro pasado y nuestra historia de resistencia medioambiental para afianzar nuestra propia identidad de ecologismo radical, y no obedecer lo que nos ordenan algunos personajes de EF!USA o actuar como un satélite suyo. Esto me hizo concluir que el movimiento ecologista radical avanzaría mejor si se centraba en temas que culturalmente estuviesen más cercanos a la gente –como la contaminación del agua y del aire en sus propias comunidades. Esta era la manera de motivar a los ciudadanos a que viesen los problemas que tenían en sus propios hogares, en lugar de en temas y luchas que sucedían en otros estados. Aquellos activistas que perseguíamos llevar a cabo un plan de acciones más radicales mirábamos a Europa para inspirarnos (y especialmente a lo sucedido anteriormente en Gran Bretaña), a través de grupos como los Autónomos de Alemania, el movimiento antinuclear francés y la Angry Brigade o los Diggers (la “Brigada de la Cólera” y los “Cavadores”) en Gran Bretaña, todos ellos eran ignorados por muchos nuevos activistas que se sintieron cautivados por el espectacular maratón de EF!USA para conseguir la atención del público.
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La resistencia de la gente para detener la destrucción del planeta no se lograría a través de las campañas simbólicas para preservar la selva que hicieron popular a EF!. Para ello habría que centrarse en el enorme programa de construcción de carreteras que el gobierno había iniciado y que amenazaba con arrasar cientos de millas de prados y campos. Uno de los primeros activistas anti-carreteras de los 70, John Tyme, resumió los sentimientos anti-carretera de muchos activistas, especialmente de aquellos que, como yo, vivían en el campo. Ninguno de nuestros enemigos internacionales han mutilado hasta este punto las ciudades, perjudicado tanto la economía de la gente y sus bienes, destruido nuestra capacidad de organizar la vida en nuestras comunidades y reducido nuestra capacidad de alimentarnos por nosotros mismos (1978).
Esta meta mayor de construir una sociedad nueva nos inspiró a contactar con aquellos sectores de la comunidad que no tenían ninguna relación con los ecologistas; a saber, los empleados que trabajaban para compañías contaminadoras o en la construcción (n de t: se refiere a construcción de carreteras, casas de lujo en antiguos espacios naturales, etc.) En una gran manifestación contra la tala de bosques tropicales que tuvo lugar en Oxford, por ejemplo, más de 400 activistas que habían bloqueado una industria maderera se negaron a marcharse hasta que los directivos se comprometiesen en dejar marchar a los trabajadores a sus casas, pero sin descontarles dinero de su sueldo. De hecho, los ecologistas se reunieron con los trabajadores en los vestíbulos de la compañía. (Garland, 96). El ejemplo de construir comunidades de resistencia no sólo provenía de la tradición europea, también emergió de los esfuerzos de la activista estadounidense Judi Bari. Como participante tanto de EF! como de la lucha obrera, Bari vio que: No hay forma de que unos pocos individuos, da igual lo valientes que sean, puedan lograr el inmenso cambio social necesario para salvar el planeta. Así que comenzamos a organizarnos con gente local, preparando juntos nuestros bloqueos a las industrias madereras y en torno a temas que contaban con el apoyo de la gente local. También empezamos a construir nexos con trabajadores de las industrias madereras basados en nuestros intereses comunes contra las grandes corporaciones. Conforme crecía nuestro éxito, más mujeres y más gente con sus familias y con raíces en la comunidad comenzaron a llamarse a sí mismos Earth First!ers (participantes en EF!) en nuestra área (1994).
El objetivo era llevar a la práctica la máxima obrera clásica de: “agita, conciencia, organiza,” aplicada a los proyectos de acciones ecologistas. El ecologismo revolucionario significó un modelo holístico para ello, incluyendo campos que iban desde los derechos individuales hasta la biodiversidad. Para animar a las comunidades a unirse a las campañas anti-carreteras (entre otras) era esencial que el ala activa de EF! expusiese sus tácticas sin adoptar una actitud vanguardista ni incuestionable. Con frecuencia, los activistas debatían las estrategias y los planes para bloquear o realizar sabotajes con la gente de la localidad, la cual provenía de contextos y profesiones muy distintas. Durante las protestas contra la carretera Twyford Down un activista sacó a la luz cómo la gente local “participó en las protestas de EF!, tanto fisicamente como suministrandoles comida. Cuando se le preguntó donde estaban sus hijos a una señora de la localidad, vestida con un vestido Barbour y unas botas Wellington, respondió que
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estaban saboteando algunas máquinas de las que ya no habría que preocuparse” (Wall, 1999). El paso de la tinta a los monkeywrenches Este mestizaje de información hizo que el movimiento fuese menos jerárquico y más auto-responsable. En ello también contribuyó la revista Green Anarchist (“anarquista verde”). Green Anrachist imprimía de forma regular descripciones de todas las acciones, técnicas de bloqueo y las acciones de las células del E.L.F. y del A.L.F. Green Anarchist sufrió las consecuencias de ello, cuando por todo el país la policía hizo redadas en las casas de los escritores de la revista, pero también de sus lectores, y abrió seis procesos judiciales por incitación a la violencia. El colectivo de la revista GA, y aquellos que simpatizaban con EF!, construyeron una red de producción y comunicación que durante los primeros años de EF! era capaz de contactar y convocar a todos los grupos de activistas en cuanto surgía algo. En otoño de 1992 comenzaron a aparecer medios de información complementarios (panfletos, zines, etc.) como Do or Die (4), que pretendían recoger aquellas actividades de EF! y del ELF que eran censuradas en la publicación oficial de EF! llamada Wild (“salvaje”). Más o menos al mismo tiempo apareció Green Revolution (“Revolución Verde”) que tenía un fuerte mensaje internacionalista y socialista. En abril de 1994, algunos simpatizantes del ELF estaban vendiendo la Terra-ist –una revista confrontativa de ecologismo revolucionarioen las manifestaciones y los policías arrestaron a los vendedores callejeros. Estas revistas no se limitaban a defender este tipo de acciones; ellas mismas eran publicaciones clandestinas ilegales que se editaban como lo hacían los partisanos, inspirados por los grupos de resistencia maqui franceses contra los nazis. En estas revistas se publicaban listas de nombres y direcciones de directivos de compañías y se daban consejos sobre cómo atacar sus casas/instalaciones. La reacción del estado fue de completa paranoia, se gastaron miles de libras en seguridad. En todas estas publicaciones el ELF y otros endurecieron su llamada a la acción directa a través de las Noches de la Tierra Internacionales, las cuales, aunque se basaban en tácticas de EF!USA, estaban mucho mejor preparadas y coordinadas. Pero todo esto no se podía conseguir sin una cultura de resistencia, enraizada en la filosofía minimalista de obtener logros políticos con muy pocos o sin ningún recurso. Como apunta Jasper: El prestar gran atención a los recursos hace que la interacción entre los grupos de protesta y sus adversarios sea menos interesante, ya que los oponentes generalmente cuentan con muchos más recursos y por ello acaban ganando el conflicto. Pero lo que sí es interesante es cómo aquellos que cuentan con muy escasos recursos se las arreglan para lograr sus objetivos a pesar de su desventaja –precisamente a través de la estrategia y la cultura (1997, 297). Esta cultura de crear algo partiendo de no tener nada no la creamos únicamente observando a los movimientos políticos que nos inspiraban, sino que también surgió de la imagen que teníamos de nosotros mismos.
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En sus comunicados, los activistas del ELF se autodenominaron de muchas formas, como Tara and the Sea Elves (“Tara y los Elfos Marinos”), Gandalf, Faradawn, o Twinkle Toes the Tooth Fairy (5). Esta comedia también mantenía un lado más serio al inspirar a algunas personas a actuar en la estación de esquí de Vail, en Colorado, en Octubre de 1998 (Faust, 1998). Los dibujos e imágenes de los manuales de sabotaje regularmente recurrían a estos iconos célticos/de cuentos de hadas. Así ocurría por ejemplo en el manual de sabotaje que llamaron el Book of Bells (“Libro de las Campanas”), cuyo título se basaba en el de Book of the Kells, el conocido manuscrito irlandés en el que aparecían dibujos de los cuarto evangelios. Green Anarchist incluso serigrafió camisetas en las que se leía “I belive in Faeries,” (creo en las hadas); el dibujo estampado era el de una hada sentada sobre un buldózer mientras lo destrozaba; hicieron otra camiseta en la que se podía leer la palabra “Terra-ist”, con la imagen del ojo de un toro y una lista de acciones exitosas en la parte de detrás. El proyecto de resistencia no podía depender de la mitología exclusivamente, los activistas querían llegar a la cultura de la televisión y del comic también. Usando personajes familiares de la infancia de la mayoría de la gente queríamos atraer una audiencia más amplia. De alguna forma esta estrategia estaba emparentada con la táctica de detournement, o la subversión a través de la imagen, utilizada por la internacional situacionista en la década de los 50 y 60. Igual que los situacionistas quisieron intensificar el conflicto de clases a través de las películas y manifiestos los elfos desplegaron medios artísticos para crear una agitación en defensa del medioambiente. Los mensajes de resistencias se combinaban con personajes familiares, como Asterix, o el Magic Roundabout (el Tiovivo Mágico), y fueron empleados por sus connotaciones alternativas y contraculturales. Un claro ejemplo es el de finales de los 70 y los 80 cuando los activistas anti-nucleares luchaban contra la propuesta de edificar una central nuclear en Plogoff, al norte de Bretaña. Incorporaron al héroe del comic francés Asterix en su cultura de protesta. También los manifestantes contra las carreteras tomaron prestado este personaje y lo transformaron en un campeón del movimiento con el libro Aterix y el Monstruo de la Carretera. Dibujaron a su amigo Obelix con las siglas ELF escritas en tamaño enorme en su pecho mientras derrotaba al ejército romano. Aparte de la acción, el comic hizo un gran esfuerzo por fomentar la solidaridad entre los trabajadores, la liberación animal, el feminismo, y los movimientos de barrio/comunidades contra las fuerzas corporativas que se abalanzaban contra ellas. Algunos de los dibujos diseñados para la Noche de la Tierra evocaban a la fantasía hasta un punto más allá, utilizaban varias figuras contemporáneas de resistencia. Esto incluía a Tank Girl, los Jesters oscuros, gatos negros, o incluso el personaje televisivo famoso de los 60 UFO (n de t: conocido como Alf en España), al que se le colocaron dos orejas que le daban un aspecto élfico. Esta clase de personajes consiguieron intensificar la resistencia, impregnaron el movimiento con un ambiente carnavalesco, de lo absurdo, y de humor. Sin ningún portavoz ni oficina de prensa, el ELF sólo eran conocidos por sus máscaras y sus payasadas desagradables. Este tipo de resistencia carnavalesca y humorística no solo creó una exploración de las alternativas sociales, también construyó una avenida para
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los nuevos deseos y emociones que no siempre se ven asociados a las protestas convencionales y a la resistencia (Szerkinsky, 97). Esta carnavalización de EF! y del ELF ayudó a infundir una sensación de des/organización, o al menos ayudó a crear formas horizontales de tomar decisiones. Para aquellos que apostaban por una actitud más revolucionaria y militante, esta des/organización se mezcló con el estilo de vida anarquista, y también funcionó con una gran variedad de activistas y sus células, contribuyendo a construir grupos de afinidad basados en la confianza mutua. El principio de que cada miembro contribuye en algo vital y útil a una lucha, y de que todas las cosas pueden ser empleadas para crear estragos o resistencia, encaja con las observaciones de Jordan sobre cómo los grupos funcionan mejor, en términos de jerarquías planas: Las jerarquías planas son un concepto ético. Es la creencia de que todo aquel participa en una des/organización tiene algo (no necesariamente lo mismo) que aportar, y que la coordinación debe hacer lo posible por aprovechar lo mejor de la contribución de cada individuo. En la práctica, esto significa asegurar el acceso a todas las asambleas a todo el mundo, así como dejar espacio para la reinterpretación espontánea de las acciones. Si una red de coordinación es realmente horizontal (plana), nadie tiene ningún privilegio a la hora de tomar las decisiones; por el contrario, en cualquier momento, una decisión puede ser revisada por los involucrados. Aunque esto pueda suponer quitar importancia a la coordinación frente a la des/organización, asegura que las decisiones tomadas no acabarán con la improvisación (2002, 6970). Las nociones anarquistas de la des/organización ya estaban presentes en el resto de Europa y bien asentadas en muchos de los grupos de acción directa que ahí había, especialmente en el movimiento antinuclear. Desataron la imaginación de compañeros ecologistas que, al contrario que los británicos, estaban mucho más dispuestos a emplear tácticas de confrontación y formas más extremas de sabotaje. Haciéndose internacional La difusión de la acción directa ecologista a otros países europeos era esencial para el E.L.F., especialmente porque este tipo de acciones y actitud estaba palideciendo en Gran Bretaña, estaba siendo sustituida por el pixiening (“duendeando”), un nuevo término para sabotajes anónimos (que realmente tenían un impacto muy débil). Los elfos creían que si aumentaban las acciones en Europa reavivarían la llama en el Reino Unido, por lo que se esforzaron en fortalecer sus contactos, los cuales eran en aquel entonces muy limitados y débiles. El primer país fuera del Reino Unido en el que apareció el E.L.F. fue Holanda. En otoño de 1993, los elfos acudieron a las oficinas de la revista NN , una publicación anarquista bisemanal con una “oficina” situada en el centro de Ámsterdam, y contaron su historia. Los participantes en la revista se vieron atraídos por acciones como la de Twyford
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Down además de por el enfoque que mantenía el E.L.F. en relación con los movimientos sociales. Esta entrevista debió desatar la imaginación de los activistas holandeses, ya que pocas semanas después, en Halloween, una ocasión de buen augurio para los elfos, comenzó la Noche de la Tierra con la destrucción de un tanque petrolífero en el aeropuerto de Schipol, en Ámsterdam. Durante varias noches se llevaron a cabo diversas acciones por todo el país, en ellas se atacaron laboratorios de vivisección, coches, compañías petroleras, etc. Estas acciones comenzaron una tendencia que durante 18 meses se estuvo extendiendo por otros países europeos, y que se comentaban en revistas radicales. Entre los países en los que los elfos actuaron se encuentran Finlandia, Alemania, Polonia y la Republica Checa. Estas nuevas redes lograron muchos objetivos, como destruir maquinaria destinada a la construcción o estaciones petrolíferas. Lo que era más importante para el movimiento europeo era que el E.L.F. reavivó el debate acerca de la necesidad de crear un frente común que persiguiese la liberación de las personas, los animales, y la tierra (6). Consecuentemente hacían un llamamiento a la solidaridad con luchas que se estaban llevando a cabo en países en vías de desarrollo, incluyendo la resistencia Zapatista frente al gobierno mexicano, o las batallas de las tribus Ogoni de Nigeria frente a las continuas agresiones de Shell Oil (Garland, 1998). Muchas de estas acciones desembocaron en otras acciones posteriores y sin duda inspiraron la emergencia de nuevos saboteadores en EE.UU. Abrazando la oscuridad: nuevos métodos para un nuevo milenio En una revisión tan breve ha sido imposible llevar a cabo un análisis detallado de la naturaleza y significado del “ecologismo revolucionario” tal y como emergió en gran Bretaña. Se ha conseguido mostrar que para unos pocos de nosotros, para mí en particular, la mezcla entre el ecologismo profundo y el ecologismo social fue el combustible que encendió el fuego de la resistencia contra toda forma de opresión. Al combinarse los valores ecologistas con una política anarquista el E.L.F. emergió, porque ningún otro grupo estaba dispuesto a llegar tan lejos, a aceptar un riesgo tan alto, y a declarar una guerra abierta contra aquellos que pretendiesen destruir la tierra y a sus habitantes. El E.L.F. era la nueva resistencia que ansiábamos que surgiese, y la que deseo que continúe la lucha allí donde otros enfoques han fracasado o han traicionado sus valores. A pesar de no ser un movimiento social en el sentido defendido por Bookchin y otros ecologistas sociales, el mensaje ecologista y anarquista del E.L.F. es revolucionario hasta un punto que nadie antes se había atrevido (aparte probablemente de MOVE) al emplear tácticas tan radicales o al albergar a tantos en sus luchas y causas. Su estructura compuesta por células inconexas y sus tácticas de sabotaje de “hit-and-run” (atacar y huir) inspiraron a que se radicalizasen otros movimientos sociales. Algunos de nosotros vemos el E.L.F. como una herramienta imprescindible para el momento actual, para que “negocien” con las fuerzas apiladas contra nosotros. La forma de luchar del E.L.F. está emparentada con las tácticas y el espíritu del grupo O.R.C.A. de Paul Watson (7) y los Sea Shepherd Conservation Society, quienes
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hundieron y destruyeron parte de las flotas balleneras de Islandia y Noruega. A pesar de que las acciones de Watson son condenadas por muchos grupos de la línea principal opuestos a la caza de ballenas, entre ellos Greenpeace, él sigue fiel a su principio de que no se puede negociar/traicionar ante tanta devastación de la tierra y cuando hay tanto en juego. Al combinar aspectos del ecologismo social y del ecologismo profundo podemos crear una política, ética, identidad y forma de vida radical en defensa de los animales, la biodiversidad y el medio ambiente, a la vez que se ataca el sistema capitalista mundial, que se basa en la codicia y la explotación. El E.L.F. ha llevado a la práctica este enfoque holístico e inclusivo. Se manifiesta abiertamente en la literatura de la Noche de la Tierra la necesidad de que todos los grupos –desde el anti-patriarcal, y obrero, hasta el de la liberación animal o contra la energía nuclear- se unan y trabajen juntos. La unidad significaba, al menos para mí, combinar el ecologismo social y el profundo, tanto como unir grupos distintos en una lucha común. Dentro del corazón de un elfo reside un sentimiento vital: una herida a uno es una herida a todos. El E.L.F. ha pretendido alimentar esta postura mediante sus muchas actividades. El ecologismo revolucionario, de todas formas, no trata sólo de la acción, es una filosofía caracterizada por la humildad hacia la naturaleza, la creatividad, el antidogmatismo y el humor, a la vez que se emplean las posturas anarquistas para oponerse a las corporaciones y al estado. En un mundo que se centra en destruir la naturaleza y a sí mismo, estos rasgos, junto al esfuerzo por lograr una nueva cultura de resistencia, son vitales. Las herramientas de resistencia están cambiando rápidamente, con el hacktivismo y otros métodos tecnológicos que cada vez están siendo más empleados para minar los planes de las corporaciones y de las políticas gubernamentales. Los elfos siguen aquí, aunque las noches sean ahora un poco más largas, ya que el ciberespacio les provee de unas horas de sombra y oscuridad extra para que puedan llevar a cabo sus actividades, y les permiten ser más eficientes de lo que jamás podrían ser con una llave inglesa (“monkeywrench” ) u otras herramientas muy empleadas por los saboteadores. El E.L.F. está evolucionando, y probablemente empleará y desarrollará nuevos métodos como el cybertage, pero siempre estarán en defensa de la naturaleza (Langelle, 1994), luchando contra el ecocidio de las corporaciones por cualquier medio que sea necesario (excepto la violencia física). Si tengo que resumir lo que es el ecologismo revolucionario, entonces diría que es como el personaje de Scaramouche, la personalidad dual de actor y vengador. El/ella puede ser el tierno, el payaso, el escritor, el timador, el poeta y el pintor con el mundo como su escenario, pero su cuchillo es tan mortífero como su ingenio. Sabatini (n de t: el escritor de la obra Scaramouche) nos describe de forma acertada: Nació con una gracia y una sensibilidad que volvió loco al mundo. Y ese fue su patrimonio.
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1.- “Elfin” es una fraternidad entre miembros del E.L.F. Se podría traducir al castellano como “elfillos”. 2.- Esta fue una frase muy utilizada por los movimientos ecologistas radicales, pero también el término “No Compromise” ha sido utilizado en otras luchas, especialmente en el movimiento por la Liberación Animal. De hecho, una de las revistas y páginas web más “importantes” es www.nocompromise.com. El término “compromise” significa: solución negociada; efectuar concesiones; poner en peligro; traicionar; etc. Por ello, la frase “No Compromise in Defense of Mother Earth!” podríamos traducirla como “¡Sin negociación en la defensa de la madre tierra!”. 3.- Monkey wrench quiere decir “llave inglesa; monkeywrencihing, por consiguiente, se refiere a sabotajes llevados a cabo por grupos de guerrilla. Entre este tipo de sabotajes ecologistas se suelen incluir algunos de “pequeña envergadura” como meter arena en el deposito de gasolina de la maquinaria utilizada para destruir el planeta. No se incluyen incendios u otras formas de sabotaje más “agresivo” dentro de este término. 4.- Do or Die (“Actúa o Muere”) es una publicación periódica en formato libro que sigue imprimiéndose en la actualidad. En castellano hay traducido al menos un artículo que fue publicado en el número cuatro de Sombras y Cizallas y que está recogido en www.accionvegana.org. Se trata de una entrevista muy interesante realizada por Do or Die a Rod Coronado. 5.- Twinkle Toes es un hada que podríamos decir que equivale al Ratoncito Pérez en España, pero cuya leyenda trae un mensaje de que los niños tienen que lavarse los dientes y cuidárselos. 6.- A pesar de que Acción Vegana no comparte esta postura de utilizar “personas” y “animales” como términos contrapuestos hemos decidido respetarla. Consideramos que cada animal es una persona. Acción Vegana no coincide en todo lo que se publica en su página web ni en este libro, aun así, intentamos respetar el texto original haciendo una traducción lo más exacta posible. 7.- Grupo que defiende la conservación de los océanos y sus habitantes.
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LA CHISPA QUE ENCENDIÓ LA LLAMA La Evolución del Frente de Liberación de la Tierra Por Noel Molland
En el 2005 el FBI afirmó que el Earth Liberation Front (ELF) era la mayor amenaza de terrorismo doméstico, responsable de más de 1200 “incidentes criminales” y decenas de millones de dólares en daños a la propiedad. Sin embargo hace diez años prácticamente nadie en América había oído jamás hablar del Frente de Liberación de la Tierra. ¿Cómo se desarrolló esta amenaza?; ¿Cuál es su historia?; y ¿Qué es lo que persigue el Frente de Liberación de la Tierra? Raíces en el Ecologismo Profundo En 1972 el activista y filósofo noruego Arne Naess tejió la filosofía ecologista conocida como Ecologismo Profundo. En esencia, el Ecologismo Profundo surge del antiguo reconocimiento de que los humanos son simplemente una especie más entre las muchas que habitan el planeta, y que todas las especies, tanto plantas como animales, tienen un valor intrínseco y merecen un respeto igualitario. En 1980, un pequeño grupo de ecologistas americanos que compartían las ideas del Ecologismo Profundo formaron “Earth First!”, un movimiento que literalmente pone las “necesidades” ecológicas del planeta Tierra por encima de los intereses humanos, sustituyendo el antropocentrismo por el biocentrismo. Earth First! Pronto pasó a ser sinónimo de grandes protestas con una estructura descentralizada, desobediencia civil, ecotajes, y acción directa. Como movimiento joven tanto en su filosofía como en sus tácticas, Earth First! Se hizo muy conocido y se extendió rápidamente por el globo, viniendo a Gran Bretaña en 1991. El Earth First! Británico En 1991, la opinión pública británica estaba alarmada con temas medioambientales como la Encefalopatía Espongiforme Bovina (el Mal de las Vacas Locas), los CFCs dañando la capa de ozono, y el calentamiento global. Más y más gente estaba adoptando una alimentación vegetariana y en la política nacional se trataba incluso el tema de la protección del medio ambiente, Los Verdes de Inglaterra y Gales obtuvieron el 15% de los votos durante las elecciones parlamentarias europeas de 1989. A pesar de la concienciación popular sobre el medioambiente, muchos eran los que encontraban los caminos establecidos del ecologismo como algo bastante frustrante. Grupos como Greenpeace tenían una estructura centralizada y focalizaban sus actividades en conseguir fondos, hasta el punto de que estaban más preocupados en el dinero de alguien que en su aportación como activista. El sistema político establecido era un callejón sin salida para los jóvenes e ilusionados ecologistas.
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La gente se sentía frustrada por los obstáculos que continuamente silenciaban las voces ecologistas dentro del sistema político británico, y esta frustración se componía de la falta de oportunidades de la gente para participar de forma activa en grupos consolidados como Greenpeace, aparte de conseguir fondos para que los “profesionales” pudiesen hacer sus acciones. Además de esto estaba el hecho de que en 1991 muchas personas con ideas ecologistas se habían involucrado en protestas contra la Guerra del Golfo, lo cual les ayudó a introducirse en los movimientos políticos alternativos. Así que, cuando Earth First! Llegó a Gran Bretaña con una actitud no jerárquica de “¿te importa el planeta? ¡Entonces haz algo!”, se toparon con una gran cantidad de personas interesadas y con ilusión. El Earth First! Británico no sólo quería detener la destrucción medioambiental –intentó deshacer algunos de los daños que ya habían sucedido. Según un extracto de uno de los primeros panfletos que EF! hizo en Gran Bretaña: Earth First! No cree que sea suficiente con preservar los últimos baluartes naturales. Debemos reconstruir los bosques, prados y pantanos que una vez cubrían esta tierra y reintroducir las especies perdidas como el lobo, el oso y el jabalí. No basta con oponerse a la construcción de nuevas carreteras, al desarrollo industrial y a la expansión urbana. ¡Debemos liberar la Tierra! EF! tenía un propósito, y mucha gente quería participar en él, así se convirtió en el movimiento social británico que más rápidamente estaba creciendo en aquel entonces. Los primeros años Cuando Earth First! comenzó en gran Bretaña sus acciones generalmente eran pequeñas, y a escala local. Por ejemplo, Mid-Somerset Earth First! siempre estaban intentando tener un impacto a escala nacional, y menos de un año después de su aparición, el Earth First! británico comenzó a aparecer en los periódicos nacionales como consecuencia de la primera protesta británica contra las carreteras, ocurrió en Twyford Down, Hampshire. Twyford Down era exactamente lo que los activistas británicos estaban esperando y actuó como un imán gigante para los que más tarde se convertirían en ecoactivistas. Literalmente cientos de personas de toda Gran Bretaña se desplazaron hasta Twyford Down para protestar contra la destrucción del hábitat natural y oponerse a la construcción de esta nueva carretera. Las protestas desataron la imaginación de los manifestantes, de los periodistas y también de la policía. Inicialmente Twyford Down comenzó con las protestas clásicas los fines de semana. La gente acudía, gritaban y coreaban frases, pitaban, tocaban tambores e intentaban ocupar algo (encadenarse a un buldózer o encerrarse en alguna compañía petrolera) hasta que eran arrestados o simplemente echados a porrazos por la policía. La gran cantidad de personas que acudían a las manifestaciones de Twyford Down hicieron que rápidamente las protestas de los fines de semana pasasen a realizarse a diario. Entonces algunos decidieron establecer un campamento fijo, llamado The Dongas, y la creación de este campamento actuó como un precursor de lo que serían jóvenes activistas.
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El campamento Donga no solo ofrecía a la gente la oportunidad de viajar largas distancias para acudir a las manifestaciones, sabiendo que tendrían algún sitio donde quedarse a dormir, el campamento también sirvió como campo de entrenamiento donde la gente desarrollaba nuevas habilidades y aprendía nuevas tácticas. Las estrategias empleadas por el Earth First! británico en aquel entonces incluían todo lo que iba desde sentadas y bloqueos (encadenarse) hasta sabotajes de maquinaria. A pesar de que finalmente se perdió la batalla de Twyford Down, ayudó a que se estableciese un ecologismo radical descentralizado en Gran Bretaña, y demostró a las autoridades que el EF! británico era una nueva fuerza con la que iban a tener que lidiar. Surge el Frente de Liberación de la Tierra En 1992, mientras se estaba llevando la campaña en Twyford Down, el Earth First! británico tuvo su primer encuentro nacional, en Brighton. En el encuentro algunos argumentaron que EF! se estaba haciendo tan popular como movimiento que todo el mundo tenía que asegurarse de que no pudiese ser vinculado con actividades ilegales, así continuaría estando bien visto por la gente. En realidad, estas personas lo que querían era distanciarse ellas mismas de las tácticas del ecotaje ilegal que estaban comenzando a ir de la mano de lagunas acciones de EF! A pesar de que no todo el mundo estuvo de acuerdo con esta propuesta, finalmente se aceptó que el Earth First! británico se centraría en manifestaciones multitudinarias y en las tácticas de desobediencia civil. Si alguien quisiese llevar a cabo ecotajes, esto lo harían bajo un nuevo nombre –el de Earth Liberation Front (E.L.F.). El nombre de Earth Liberation Front fue elegido como una copia del ya establecido “Animal Liberation Front” (A.L.F.) que nació en Inglaterra en 1976. El A.L.F. estaba compuesto de pequeñas células autónomas que llevaban a cabo acciones ilegales no violentas contra los explotadores de animales. Los fundadores del E.L.F. querían que los ecologistas radicales funcionasen bajo las mismas bases y tuviesen un nombre similar, con la esperanza de que la gente instantáneamente entendiese cómo operaba el E.L.F. y cuales eran sus metas. Al igual que ocurría en el A.L.F., las pautas del E.L.F. dejaban claro que sus acciones eran de naturaleza no-violenta, se atacarían las propiedades de los explotadores, pero no a los explotadores, para eliminar o debilitar su capacidad de producir daño a los animales o a la Tierra.. Sus tres metas eran: • • •
Causar los mayores daños económicos posibles a aquellos que se enriquecían a costa de la destrucción y la explotación del entorno natural. Sacar a la luz y concienciar al público sobre las atrocidades que se cometen contra la Tierra y contra todas las especies que viven en ella. Tomar todas las precauciones necesarias para no dañar a ningún animal (ya sea humano o no humano).
Cualquier acción que se llevase a cabo para detener la destrucción ecológica que siguiese las pautas mencionadas podía, si así lo querían quienes la habían llevado a cabo, ser considerada como una acción del E.L.F. 26
El motivo por el que los fundadores del E.L.F. estaban tan interesados en ver este movimiento asentado en Gran Bretaña puede comprenderse si nos fijamos en los eventos que estaban sucediendo en el país entonces. El Earth Liberation Front (o los elfos, como son conocidos) afirma que las actividades del tipo de las que llevaba a cabo Earth First! nunca podrán ser tan contundentes frente a los explotadores de la tierra. Los jóvenes elfos afirmaban que las grandes manifestaciones y la desobediencia civil tienen un espectro limitado y que tarde o temprano el sistema legal se pone del lado de los violadores de la Tierra y de los destructores del medioambiente. Por ejemplo, en Noviembre de 1993 los activistas contra las carreteras fueron capaces de paralizar la construcción de la M11 durante más de un mes cuando se asentaron -en una cabaña de árbol- - en la copa de un castaño de 300 años. Pero finalmente e inevitablemente, el sistema legal se puso en marcha contra los activistas y el 7 de diciembre de 1993, 200 oficiales de policía, 150 trabajadores contratados, y docenas de oficiales del Sheriff de Londres llegaron para echar a los tres activistas de la cabaña. Los policías hicieron un círculo alrededor del árbol y los activistas fueron arrancados uno por uno del árbol. Con un sistema legal que tan claramente se levantaba contra los activistas no se podía hacer nada –al menos legalmente. Una vez que se habían echado a los tres activistas, les costó aproximadamente tres minutos matar a ese inmenso árbol centenario –un acto terrible de destrucción medioambiental llevado a cabo por el Departamento de Transporte. Conscientes de que las acciones de los manifestantes legales siempre están limitadas por el camino que les marca la ley, los elfos afirmaban que las acciones ilegales son necesarias para fortalecer el movimiento de eco-resistencia. Los elfos tenían esperanzas en que las acciones ilegales contribuyesen al movimiento por la liberación de la Tierra de la misma forma que acciones similares habían potenciado el movimiento por la liberación animal. Así que, en lugar de bloquear las carreteras, el E.L.F. incendiaba las carreteras. En vez de sentarse enfrente a un buldózer, los elfos destruían la máquina. En efecto, los elfos querían convertirse en un eco-ALF que haría lo que fuese necesario para salvar el planeta y sus habitantes. Como el A.L.F, el Frente de Liberación de la Tierra se opone a emplear la violencia física contra sus oponentes, pero no considera el sabotaje económico como algo violento. Por el contrario, lo ven como la forma más efectiva de manifestarse y oponer resistencia frente a la destrucción de la Tierra. Una vez que había surgido el concepto de E.L.F., sus miembros enseguida lo consolidaron como un movimiento real. En los primeros días las acciones del E.L.F. eran pequeñas y su impacto era mayor por los debates que generaban que por sus consecuencias inmediatas. Por ejemplo, durante la campaña del Earth Fist! Británico de Mahogany Means Murder (1) de principio de principios de los 90, los elfos se mezclaban con la gente del EF! Mientras los activistas de EF! tomaban los edificios y desplegaban pancartas, los elfos estaban ocupados sellando las cerraduras de los edificios que los activistas de EF! estaban ocupando. De forma similar, durante principios de los 90, la cadena de supermercados Sainsbury´s estaba pidiendo permisos para construir un nuevo supermercado en las afueras de Yeovil, en Somerset. EF! respondió a esto ocupando un supermercado vacío en el
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centro de Yeovil para llamar la atención sobre el hecho de que ya había un edificio construido que perfectamente podía ser empleado. EF! además comenzó una campaña nacional contra Sainsbury´s que incluía manifestaciones por todo el país. El E.L.F., deseoso de ayudar a sus hermanos y hermanas de EF!, se unieron a la campaña y empezaron a realizar muchas acciones pequeñas como entrar a sus supermercados, llenar un carrito de carne congelada, y después dejar que se descongelase en una parte cálida del establecimiento. Aparte de estas acciones “simbólicas”, el E.L.F. llevó a cabo un ataque incendiario en un supermercado en el sur de Inglaterra. Sainsbury´s se dio por vendido y no construyó el supermercado. La Noche de los Inocentes, abril de 1992 (2) Otra herramienta empleada por el Earth Liberation Front durante sus primeros días era hacer las “Earth Nights” (Noches de la Tierra). Los elfos británicos se enteraron de que los eco-activistas en Australia tenían las “Earth Nights”, se trataba de acordar una noche para que distintos grupos llevasen a cabo ecotajes. Al E.L.F. le gustó la idea de las Noches de la Tierra y decidieron importarlas a Europa. El uno de Abril de 1992 se fijó que sería la Noche de la Tierra del Día de los Inocentes de Abril. Esta fue una de las primeras Noches de la Tierra y los elfos querían emplearla para demostrar que iban en serio. Aquella noche el Earth Liberation Front atacó Fison´s, una compañía turbera a la que se acusaba de estar destruyendo las zonas pantanosas de Hatfield y Thorne Moors. Los elfos atacaron la propiedad de Foson´s y destrozaron un buen número de bombas, camiones y otra maquinaria. Los daños causados se estimaron entre 50.000 y 75.000 libras (85.000-130.000 $). Antes de la acción del E.L.F., se estaba llevando a cabo una campaña legal –por parte del grupo de la línea principal Friends of Earth/Amigos de la Tierra-. En esta campaña legal se había estado pidiendo durante dos años a los jardineros que boicoteasen los productos hechos con turba, pero esto había tenido un efecto mínimo y el ELF esperaba que su acción diese un nuevo énfasis a la campaña contra la turba. Un comunicado publicado en la revista Green Anarchist mostraba lo que querían los elfos: “Todas las turberas deben ser respetadas por completo, en beneficio de las plantas, de los animales y de nuestros hijos. El acto cínico de dejar que se extraiga un poco de turba no es buena idea. Se tendría que estancar el agua y la turba se secaría y morirá a no ser que se respete totalmente. ¡FISONS TIENE QUE LARGARSE DE AQUÍ – AHORA!” Esta acción del E.L.F. es importante en su historia, porque es una de las primeras acciones del ELF que se llevó a cabo independientemente de ninguna campaña de EF! provocó una elevada cantidad de pérdidas y empleó un comunicado. Los comunicados públicos del E.L.F. Conseguir comentar todas las acciones del Earth Liberation Front en Gran Bretaña y Europa es casi imposible porque los elfos europeos en muy pocas ocasiones emplean comunicados. Con bastante frecuencia usan la estrategia de atacar y huir sin dejar ninguna pista sobre quien ha hecho los destrozos. Desde el punto de vista de la seguridad esto es algo muy astuto, ya que cuantas menos pistas deje un activista menor
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es la probabilidad de que sea atrapado. Pero desde el punto de vista del cronista esto significa que es muy difícil seguir la evolución de las acciones. Los activistas del E.L.F, si se auto-atribuyen sus acciones, muchas veces emplean nombres distintos al de E.L.F. para evitar cargos por conspiración. Lo que sí se sabe es que durante los primeros años dieron grandes pasos para que se consolidase como movimiento. Los elfos británicos entraron en contacto con gente afín de Europa, difundiendo el mensaje de su movimiento. Algunos de los países especialmente atacados por estos “misioneros” del ELF fueron Francia, España, Alemania y Holanda. El E.L.F. pasa a ser internacional El Frente de Liberación de la Tierra se extendió muy rápidamente por Europa. Para mencionar sólo algunas de sus primeras acciones, el E.L.F. en Holanda atacó el aeropuerto de Ámsterdam, causó daños en coches de directivos de compañías que explotaban a la Tierra y/o a los animales, derribó torres de caza, y atacó laboratorios de experimentación con petróleo. En un bosque cercano a Frankfurt, Alemania, los elfos atacaron una compañía de dragados que se ocupaba de destruir el bosque y preparar el terreno para que se produjese la expansión de la ciudad sobre la naturaleza, mientras que en el resto de Alemania los activistas atacaban Mc Donald´s, torres de caza, y grupos políticos neo-nazis. Incluso en Rusia apareció un artículo sobre un grupo que se hacía llamar “las Brigadas Radicales en Defensa del Medioambiente”, este grupo había destrozado siete buldózeres en el área de Kalingrado. La respuesta policial ante la rápida emergencia del movimiento del E.L.F consistió en difamar sobre el Frente de Liberación de la Tierra asegurando (falsamente) a los medios de información que estaban colocando trampas mortales para los obreros de la construcción. En 1994, las autoridades holandesas aseguraron que los ecotajes que se estaban llevando a cabo en su país eran obra de los elfos británicos, que se desplazaban por el Mar del Norte. El E.L.F. británico respondió (en publicaciones alternativas) que los holandeses eran más que capaces de actuar por sí mismos. Más tarde, ese mismo año se demostró que lo que decían los activistas británicos era cierto cuando la policía holandesa arrestó a un hombre holandés, Paul S., que pasó a ser el primer preso del Earth Liberation Front. En el juzgado, Paul S. fue acusado de llevar a cabo una campaña de sabotajes contra la construcción de carreteras que hasta su arresto había durado 18 meses. Debido a que Paul no quiso dar ningún motivo político por el que había llevado a cabo los sabotajes aparte de decir que le importaba el medioambiente, el gobierno holandés intentó declararle enfermo mental. Afortunadamente esta cínica treta fracasó y Paul cumplió una sentencia de 3 años en lugar de ingresar en un centro psiquiátrico. El encarcelamiento de Paul S. no acobardó al E.L.F., y en su lugar muchos vieron lo que le había sucedido a Paul como un motivo para duplicar sus esfuerzos.
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La acción directa en el mundo En 1993 y 1994 hubo un gran brote de las acciones directas radicales ecologistas por todo el mundo. En Escandinavia los ecoactivistas empezaron a atacar las construcciones de carreteras. Un grupo alemán que se hacía llamar Los Topos levantó una vía de tren y excavó túneles bajo una carretera con el fin de evitar que un convoy nuclear viajase por carretera o en tren. Los túneles bajo la carretera se diseñaban de manera que los vehículos normales pudiesen cruzar por encima de ellos sin problemas, pero que se venciesen si los sobrepasase un convoy nuclear de varios cientos de toneladas. Activistas en Nueva Zelanda hacían pintadas en defensa de los bosques en las fachadas de los Mc Donalds. En una acción se arrestó a un ecologista neocelandés y se le multó por atravesar la ventana de un Mc Donalds con un ladrillo en protesta por su participación en la deforestación de la selva. Y en Australia, dos activistas que se hacían llamar el Frente Popular del Pacífico incendiaron la embajada francesa como protesta a las pruebas nucleares que Francia estaba llevando a cabo en el Pacífico Sur (3). La policía contraataca En 1995 el ecologismo radical en Gran Bretaña estaba alcanzando niveles más altos. Durante una “invasión” masiva (4) en Whateley Quarry, Somerset, Inglaterra, la gente incendió sin esconderse la maquinaria para construir una cantera. En abril de 1995 los saboteadores accedieron y atacaron incluso las oficinas centrales del Departamento de Transporte de Londres, y destrozaron más de 100 ordenadores. Ante la creciente aceptación de la acción directa ecologista, unido a el fortísimo impacto de las acciones del Frente de Liberación Animal (la policía estimaba que en Gran Bretaña el A.L.F. realizaba cinco acciones de media cada noche), la policía respondió llevando a cabo una serie de redadas en las casas de conocidos activistas por la liberación animal y de la tierra. Durante 1995 la policía británica hizo un total de 55 redadas, incluso entraron a la casa de un hombre en Italia, al que investigaban por actividades del A.L.F. y del E.L.F. Estas actividades molestas de la policía fueron entendidas como que “oían campanas y no sabían de donde provenía el sonido” y como que querían recolectar información, pero también prepararon el terreno para llevar a cabo una serie de redadas simultaneas en el amanecer del 16 de enero de 1996, contra seis hombres, contra los que se presentó cargos por llevar a cabo una conspiración durante cinco años con el fin de incitar a la gente a que participase en acciones directas por la liberación animal y de la Tierra (5). Subsecuentemente, en 1997, tras un largo y complicado juicio, tres de esos hombres entraron en prisión por “Conspirar para Incitar a Personas Desconocidas a Cometer Actos Criminales”, y cada uno de ellos fue sentenciado a tres años de cárcel. La represión en Europa A la vez que se reprimía a los activistas en Gran bretaña, represiones parecidas tenían lugar por Europa. En 1997 la policía holandesa hizo una redada en las oficinas de una revista ecologista radical, Ravage (arrasar), después de que publicase un comunicado de prensa que les había enviado el Frente de Liberación de la Tierra. Los autores del
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comunicado se hacían responsables de haber explotado una bomba en un edificio vacío propiedad de una compañía alemana que vertía desperdicios tóxicos. En Finlandia, se forzó el cierre temporal del Grupo de Apoyo al Frente de Liberación Animal, cuando la policía empleó un par de incendios del A.L.F. para acusar e intimidar a activistas conocidos. A pesar de estos actos represivos las acciones continuaron, admitiendo su derrota el gobierno británico anunció que su plan de construcción de carreteras se iba a paralizar porque el gobierno no podía permitirse los gastos que suponía el despliegue policial para las protestas de los “anti-carreteras”, y vigilar las instalaciones y la maquinaria para que no se produzcan más ecotajes. Por ejemplo, se dijo que los costes destinados a la vigilancia y control de las protestas que se llevaron a cabo en Newbury superaron los 20 millones de libras (unos 35 millones de dólares), y el gobierno no podía permitirse seguir manteniendo estos inmensos costes. Las eco-acciones continúan A pesar de la represión policial por toda Europa, los eco-activistas europeos y escandinavos continuaron su trabajo. En Finlandia el E.L.F. atacó maquinaria para la construcción de carreteras, instalaciones petroleras y Mc Donald´s. En Italia, ecosaboteadores que se hacían llamar “Los Lobos Grises” arrancaron las líneas de electricidad de las vías de tren de alta velocidad de los Alpes del norte de Italia. Activistas en España cortaron los cables del polémico embalse de Itoiz, paralizando las obras durante 12 meses. En Irlanda, el Gaelic Earth Liberation Front atacó campos de cultivos modificados genéticamente. Un hombre en Suecia fue acusado de incitar a la violencia después de que supuestamente publicase un manual de cómo sabotear la maquinaria empleada para construir carreteras. Mientras en Polonia los ecoactivistas destruyeron una estación de esquí en construcción que amenazaba un área forestal. Por toda Europa los activistas habían empezado una cadena de actividades por la liberación animal y de la tierra que ya nadie podría detener. El ecotaje en America A mediados de los 90, las actividades del Earth Liberation Front europeo eran comentadas en publicaciones simpatizantes de EE.UU y Canadá. Así que era inevitable que en algún momento el Earth Liberation Front hiciese un viaje trasatlántico y se instalase en Norteamérica. Pero mucho antes de que el nombre del E.L.F. fuese empleado en ninguna acción en Norteamérica los sabotajes económicos tenían su historia en todo el continente. Por ejemplo, en 1989, los “5 de Arizona de Earth First!” atacaron las líneas energéticas que proveían de energía a una central nuclear. Después, a principios de los 90, ecoteadores anónimos expropiaron vehículos de la industria maderera que estaban destruyendo zonas salvajes. En otro incidente los ecoteadores hicieron puentes en varios vehículos de una compañía maderera y una vez encendidos los emplearon para destrozarlos entre ellos, a continuación demolieron los cobertizos que tenía la compañía. En otra ocasión, los ecoteadores se colaron en las instalaciones que “controlaba” un vigilante dormido e introdujeron una “sustancia extraña abrasiva” en los depósitos de combustible de la maquinaria de la maderera, después desaparecieron en la noche. La acción fue descubierta la mañana siguiente cuando las
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máquinas arrancaron el motor por última vez. De todas formas, la mayoría de estas acciones fueron llevadas a cabo anónimamente; sin realizar comunicado (6). La primera ocasión en que el término “Earth Liberation” (Liberación de la Tierra) fue empleado en Norteamérica fue en 1995 cuando un grupo que se hacía llamar Earth Liberation Army (E.L.A.) comenzó a atacar a los “cazadores de trofeos” (7). El 19 de Junio de 1995 el E.L.A. puso artefactos incendiarios en el negocio de un Guía de Caza de British columbia, reduciéndolo a cenizas. El E.L.A. también destrozó un alojamiento de cazadores, e incendió un “Museo de Animales Salvajes” (lo que en realidad era un edificio repleto de animales disecados). Los elfos europeos dieron la bienvenida a estas acciones y declararon al E.L.A. como sus “primos trasatlánticos”. A finales de ese mismo año, el 8 de Octubre, los ecoactivistas incendiaron 6 camiones de una maderera en Grand Prairie, Alberta. Se estimó que cada camión contenía 400 fardos de pulpa. Pero hasta 1996 no se empleó el nombre “Earth Liberation Front” en Norteamérica. El Día de Colón, 12 de Octubre, los saboteadores sellaron las cerraduras de la estación de gasolina de Chevron, en Eugene, Oregon, e hicieron pintadas por las paredes en las que se leía “504 AÑOS DE GENOCIDIO” y “E.L.F.”. Ese mismo día se llevaron a cabo acciones idénticas en las oficinas de una compañía de relaciones públicas y en un Mc Donald´s, todo ocurrió en Eugene (8). Dos días después (en el Día Internacional contra el McDonald´s), en Grants Pas, Oregon, el E.L.F. selló las cerraduras e hizo pintadas en apoyo a los “Dos Británicos de Mc Libel (dos activistas contra los que Mc Donald´s había puesto una denuncia por difamación, después de que distribuyesen un folleto titulado “¿Qué hay de malo en Mc Donald´s?”). El 17 de Octubre, se sellaron las cerraduras y se hicieron pintadas en otros dos Mc Donald´s. Los ecoteadores de Oregon atacaron de modo continuado desde entonces. El 17 de Julio, 1997, por ejemplo, destruyeron tres máquinas empleadas para talar, un “feller buncher” (máquina que derriba los árboles), un buldózer y una grúa articulada en Mount Hood, Oregon. Menos de una semana después el E.L.F destruyo maquinaria pesada incluidos tres camiones destinados al transporte de vertidos, dos escavadoras hidráulicas, y dos grúas en Cougar Hot Springs, Oregon. El 27 de Octubre, 1996. El Earth Liberation Front también se hizo notar en Detroit, Michigan, al incendiar un camión y haciendo pintadas en una Estación del guardabosques. Los elfos europeos estaban muy contentos con el desarrollo del movimiento del E.L.F. en América y aplaudieron públicamente estas acciones a través de cartas anónimas enviadas a diferentes publicaciones. Pero no todo el mundo se sentía así, y algunos activistas británicos y americanos de Earth First!, que estaban en contra del E.L.F., comenzaron a criticar al E.L.F. europeo y a quienes les apoyaban por publicar las acciones que se estaban llevando a cabo en América. De todas formas ni el E.L.F. ni quienes les apoyaban cambiaron su postura como consecuencia de las críticas y un par de meses después, el día de navidad de 1996, un grupo que se hacía llamar “El Frente de liberación Animal de los Grandes Lagos” se atribuía una acción en la granja peletera de Eberts, en Belhiem, Ontario, en la que fueron liberados 240 visones. Dos semanas después, el 31 de Marzo, la granja de pieles de Eberts fue atacada por segunda vez y 1500 visones más fueron liberados. Pero en esa ocasión cinco personas de Detroit fueron arrestadas y tuvieron cargos por robo, posesión de herramientas para robar, y posesión de objetos robados.
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El A.L.F. y el E.L.F. unidos Después de las acciones del “E.L.F. de los Grandes Lagos” ocurrió un nuevo fenómeno; se empezaron a llevar a cabo muchas series de acciones que en los comunicados se las atribuían células que se sentían parte tanto del A.L.F. como del E.L.F. Durante sus primeros días, los elfos europeos, a través de varias cartas enviadas anónimamente a publicaciones simpatizantes, habían afirmado que existe una gran relación entre la lucha por la liberación animal y la lucha contra la destrucción del medio ambiente. Algunas células del E.L.F., como la “Westcountry Wildlife Cell of the Earth Liberation Front” (célula activa en Gran Bretaña desde principios hasta mediados de los 90), llevaron a cabo acciones íntimamente relacionadas con la liberación animal (como sabotajes a pescadores, introducir clavos en los árboles con el fin de evitar que puedan ser talados y que no se moleste a los animales que viven en los árboles, etc.), a pesar de ello ninguna célula había utilizado las siglas del E.L.F. y del A.L.F. simultáneamente (9). Todo esto cambió el 14 de Marzo de 1997, cuando activistas americanos introdujeron clavos en 47 árboles en el área de Robinson Scott Clearcut, también en Oregón. Se envió un comunicado de prensa por parte del “Animal Liberation Front Eco-Animal Defense Unit” (Unidad de defensa de los animales y del medioambiente del Frente de Liberación Animal). En el comunicado se decía que la acción la había llevado a cabo de forma coordinada gente del A.L.F. y del E.L.F., y se advertía de que se llevarían a cabo más acciones en las que colaborarían ambos frentes. Cinco días después, la “Bay Area Cell of the Earth and Animal Liberation Front” se hacía responsable de colocar artefactos incendiarios en las instalaciones de un laboratorio de experimentación animal en Davis, California. El 29 de noviembre de 1997 el A.L.F. y el E.L.F. se volvieron a hacer responsables de una acción llevada a cabo en Oregón en la que se liberaron 500 caballos salvajes e incendiaron un Departamento de Administración del Terreno en Burns, para protestar porque ellos eran los que habían permitido que se atrapase a los caballos salvajes, y que se vendiesen miles de ellos a los mataderos. Un torrente de acciones en Norteamérica El movimiento en Norteamérica estaba creciendo y era cada vez más audaz y contundente. Al día siguiente de la acción de Cougar Hot Springs, Oregón, ecoactivistas anónimos emplearon una grúa para arrancar 115 metros de vía (N de T: se refiere al tipo de vía por la que pasan los trenes) empleada por un embalse en Grand Pariré, Alberta. También estamparon la grúa contra una torre eléctrica, inutilizando la línea eléctrica principal. Tres meses después, el 27 de Octubre de 1997, una persona anónima incendió un rifle de alta potencia en una oficina vacía del director del la compañía energética de Alberta situada en Hythe. Después, el 29 de Diciembre, activistas en Grand Prairie emplearon una sierra eléctrica para derribar 17 líneas eléctricas que suministraban energía a los pozos de petróleo. Esta acción fue seguida el 1 de febrero de 1998 por un ataque incendiario en una estación de esquí que pertenecía a Vidar Foresstry Technology of Hythe, en Alberta.
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De forma similar las acciones proseguían imparables en el resto de Estados Unidos. El 2 de Febrero de 1998, se destrozó maquinaria de construcción en Nueva Jersey, y se pintaron las palabras “Eco-Defense” y “Earth Liberation”. El 21 de Junio de 1998, el Servicio Forestal para la Investigación de la Vida Salvaje, situado cerca de Olimpia, Washington, fue incendiado, y se llevó a cabo un segundo incendio en el edificio en el que se estudiaban las consecuencias que tenían distintos daños que les causaban a los animales. Estos incendios fueron reclamados por el A.L.F. y el E.L.F. de forma conjunta. Cuatro días más tardes, el Frente de Liberación de la Tierra atacó el consulado Mexicano en Boston, MA, dejando huellas rojas de mano como gesto simbólico, e hicieron pintadas a favor de los zapatistas y el pueblo chapaneco. Una semana después, el 3 de Julio, a plena luz del día, activistas del A.L.F. y E.L.F. liberaron 310 animales de un centro de experimentación con animales destinados a la industria peletera; ocurrió en Madison, Wisoconsin. El 31 de Julio y el 1 de Agosto de 1998 hubo dos explosiones independientes en la ya citada Alberta Energy Compaña. A continuación, el 24 de agosto, hubo una explosión que destruyó la nave donde se guardaba el equipo de la compañía energética de Suncor, situada en Hinton, Alberta. Cuatro personas fueron arrestadas por esa acción, pero más tarde se retiraron los cargos contra ellos. Sin asustarse por los arrestos de Canadá, el 20 de septiembre de 1998, en Davis, California, el Earth Liberation Front saboteó siete “enormes máquinas mortíferas amarillas” llenando sus depósitos de arena, destrozando los cables y pinchando las ruedas. Los arrestos en Canadá tampoco parecieron asustar a los activistas canadienses ya que apareció un artículo de prensa en el que se decía que el mes de octubre de 1998 había explotado una bomba en las instalaciones vacías de una industria petrolera situada en Hythe, Alberta, causando 10.000 dólares en pérdidas. Vail, Colorado y más allá A continuación, el 18 de Octubre de 1998, “en beneficio de los linces”, el Frente de Liberación de la Tierra colocó artefactos incendiarios en cinco edificios y cuatro remontes/telesillas en Vail, Colorado. Todos los artefactos funcionaron y redujeron las instalaciones a cenizas causando 14 millones de dólares en pérdidas. Este fue el mayor ataque del E.L.F. hasta hoy (10), y marcó un momento clave. La respuesta de la prensa y de la policía se produjo al instante y EE.UU. tuvo claro que el Earth Liberation Front se había asentado dentro de sus fronteras. Pero si la policía pensaba que las redadas e interrogatorios a eco-activistas conocidos (realizadas tras el incendio de la estación de esquí de Vail) asustaría al Frente de Liberación de la Tierra estaban muy equivocados. El día de navidad de 1998, el E.L.F. incendió la Sede Central de la Industria Forestal Estadounidense, situada en Medford, Oregón. El Frente de Liberación de la Tierra se iba a quedar donde estaba, y el resto, como suele decirse, ya es historia…
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Este artículo está dedicado a los eco-activistas italianos Soledad María Rosas y Eduardo Massari. En 1999 Soledad y Eduardo junto con Silvano Pellissero fueron arrestados bajo la acusación de haber llevado a cabo una acción de los Lobos Grises, en ella se hicieron sabotajes en las instalaciones de una vía de tren de alta velocidad en construcción, en los Alpes italianos. Mientras esperaban el juicio, tanto Soledad como Eduardo murieron mientras seguían en custodia policial. A principios de febrero del año 2000, Silvano fue sentenciado a seis años y ocho meses de cárcel. No olvidemos jamás a aquellos que murieron mientras luchaban por defender nuestra Madre Tierra.
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1.- Se refiere a una campaña contra la tala de los bosques de caoba (mahogany). Con este nombre de la campaña se puede ver de nuevo hasta qué punto los ecologistas radicales se sentían parte/cercanos del movimiento por la liberación animal. Ya se ha visto como el nombre del E.L.F. es una derivación del de A.L.F. y su funcionamiento es prácticamente idéntico; ahora con el nombre de la campaña Mahogany Means Murder vemos otra nueva copia del mensaje de liberación animal de Meat Means Murder (carne significa asesinato). 2.- El día 1 de Abril es el día de los inocentes en Gran Bretaña. 3.- Se trata de las famosas pruebas nucleares que Chirac llevó a cabo en el atolón de Mururoa. Para que las pudiese hacer, cientos de indígenas tuvieron que ser desplazados y murieron millones de animales, por su parte el atolón quedó destrozado, lo cual quedó patente con las fotografías por satélite que se hicieron posteriormente. Por su parte Chirac siempre aseguró que el lanzar bombas nucleares no tendría ningún impacto negativo sobre el medioambiente. 4.- “Trespass” es la palabra original en el texto en inglés, quiere decir traspasar una valla o un muro entrando en propiedad privada. 5.- Se refiere a los famosos “6 de Gandalf” entre los que se encontraba Noel Molland, autor del artículo. 6.- Como ya se ha señalado en este mismo artículo una gran proporción de las acciones tanto del A.L.F. como del E.L.F. (especialmente en los primeros años) no van seguidas de un comunicado de prensa. Esto tiene la ventaja de que la probabilidad de que la policía obtenga pistas es menor, pero los inconvenientes también son importantes. En primer lugar otros activistas no pueden enterarse de lo sucedido (a no ser que la acción sea tan contundente que aparezca en los periódicos, y en ese caso la información puede estar muy manipulada). El que otros activistas conozcan lo que otras células hacen les permite coordinarse frente a un objetivo común sin necesidad de conocerse entre sí, simplemente leyendo los comunicados que las diferentes células hacen. Así, los comunicados tienen la importante función también de motivarse entre distintas células inconexas, no sólo de la misma zona, sino de todo el mundo. 7.- Trophy hunters son los cazadores que se centran en matar animales muy cotizados por ellos por varios motivos; porque hay muy pocos de estos animales en el mundo y/o porque son muy difíciles de encontrar. 8.- Como se ve en el artículo escrito por Jeff “Free” Luers (“De las protestas a la resistencia”), Eugene es un punto clave en distintos movimientos alternativos americanos, especialmente en los temas de la liberación animal y de la tierra. 9.- Cosa que sí ha ocurrido en España al menos en una ocasión, en ella se llevó a cabo un ataque incendiario en una granja de visones en Lubia (Soria). 10.- El artículo creemos que fue escrito entorno al 2004 o incluso antes, entorno a esas fechas estaba comenzando una campaña increíblemente bien preparada por diferentes células del E.L.F. en San Diego, California. La campaña se centraba en atacar la expansión urbanística, “stop urban sprawl” y “E.L.F.” aparecían pintados tras las
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acciones. Esta campaña tuvo como principal herramienta el fuego, y en uno de los incendios que se llevó a cabo se redujo a cenizas una urbanización entera (con centro comercial y otras instalaciones incluidas) que estaba apunto de ser inauguradas sobre una antigua zona salvaje en los alrededores de San Diego. Las imágenes del fuego eran realmente impresionantes, y por supuesto se vieron en todo EE.UU. Este sabotaje causó muchos mayores daños económicos que el famoso incendio de la estación de esquí de Vail.
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DE LAS PROTESTAS A LA RESISTENCIA Por Jeffrey “Free” Luers
A finales del verano de 1997, en el sur de California había tormentas por todas partes. Los meteorólogos hablaban de El Niño, y en las noticias de la noche advertían de los peligros que suponía. A mis 18 años no había visto nada igual, no en California. Mi amiga Aspen y yo nos sentamos en la playa mientras la tormenta nos caía encima, tocamos el tambor mientras nuestras voces se elevaban en la noche. Alcanzamos a la furia de las tormentas, nos topamos con las olas cuando rompían. El crudo poder de estas fuerzas naturales nos lleno de vida. A no más de 20 millas al norte vimos como los rayos iluminaban todo el cielo. Las ciudades de Long Beach y Seal Beach estaban siendo pasto de un tornado. El día anterior el agua había caído a chorros. Cualquiera que tuviese el mínimo sentido estaba en su casa protegiéndose de la tormenta y achicando agua. Nosotros no, nosotros estábamos haciendo magia. Esto es para lo que Aspen vivía. La conocí recaudando dinero para el Sierra Club (1). Ella se ocupó de enseñarme como conseguir que la gente nos diese dinero, afortunadamente aprendí mucho más de ella que eso. Fue Aspen quien me enseñó por primera vez cómo sentir el latido de la Madre Tierra y cómo situarme por encima de todo lo que conocía. Aspen era un completo espíritu libre. Cuando me enseñaba cosas era como compartir conocimientos ancestrales. No me mostró mi espiritualidad, sencillamente me enseñó como encontrarla. La mayoría de las noches, después del trabajo, nos íbamos a tomar un te chai y hablábamos durante horas. Éramos una extraña pareja. Ella con una estética “earthy” (de la Tierra/amante de la Tierra) llevaba rastas y su apariencia era pacífica. Yo, por otra parte, llevaba pinchos y cadenas, y llevaba una cresta naranja brillante. Éramos de dos mundos distintos, en medio de la segunda ciudad más grande de América y de todo de lo que hablábamos era de la naturaleza y de la justicia social. Una noche mientras nos fumábamos un porro me habló de la vez que estuvo en los Redwoods (2). Me habló de un grupo llamado Earth First! (N de T: ¡La Tierra Primero!) Compartió conmigo historias de cómo bloqueaban las talas y lo fantástico de la camaradería, con un tono bajo me habló del “monkeywrenching” (3). Mis ojos se alumbraron. Esto es lo que yo quería, alguien con quien entrar en acción. Había participado en manifestaciones en Los Ángeles, pero había sido algo simbólico. Me habían hablado del Frente de Liberación Animal (ALF) y había realizado algunas pequeñas acciones. Pero sinceramente, todavía tenía demasiado miedo como para salir a hacer cosas yo solo. Necesitaba dar un paso adelante. Necesitaba superar mi estado de comodidad. Mi estancia en Los Ángeles me estaba limitando. Había llegado mi momento de cortar los lazos que me unían a esa ciudad y marcharme de ella.
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Pocos meses después; Aspen y yo nos despedimos mientras sonreíamos. Yo marchaba de camino hacia Eugene (4), Oregón. Algo dentro de mí me decía que encontraría mi destino ahí. Sabía muy poco de esa ciudad aparte de cómo era su Universidad. Tenía unos pocos amigos con los que me podía quedar hasta que encontrase un sitio donde vivir. Pero había algo más que me impulsaba a ir allí. Mi corazón me decía que en Eugene era donde se iba a encender la mecha. Llegué en enero de 1998. Un mes después de mi 19 cumpleaños. En Febrero ya me había mezclado con la comunidad de activistas locales y estaba viviendo en Fall Creek – un bosque de abetos ancestrales de Douglas- preparado para defenderlo. Estuve casi dos meses viviendo sólo en el bosque, solo iba a la ciudad cuando era necesario. Acampé bajo una lona, mi único suministro de agua era el arroyo. Aprendí a distinguir el rastro de los ciervos, observé los hábitos de las ardillas, de los pájaros y los búhos. Escuché las ranas del bosque y a los grillos, y vi copular a las salamandras. Durante el día la lluvia me empapaba y durante la noche me secaba con el calor de la fogata. Le canté al bosque, a los animales y al cielo. Me perdí siguiendo el ritmo de la vida que había alrededor de mí. Cuando escalaba los árboles, fijando las cuerdas para cuando empezasen las “sentadas” en sus copas (N de T: con el fin de que no los pudiesen talar las compañías madereras), estaba maravillado al sentir que esos árboles eran seres sintientes. Al poco tiempo estaba subiendo para sentarme y relajarme en las ramas del canopy más alto, desde donde podía verlo todo. Había llegado a casa.
En el ajetreo y agobio de la vida moderna pocas ocasiones tenemos la oportunidad de detenernos y descansar. Nuestra vida pasa tan rapidamente de la escuela al trabajo buscando un significado. Luchando por conseguir cosas, para a continuación plantearnos otro “tengo que”. Antes de darnos cuenta la vida ha llegado a su fin, y en ese momento son pocos los que saben lo que realmente es vivir. Algunas personas dicen “los científicos terminaron con la magia”. No creo que sea el conocimiento lo que ha matado la magia, es cómo lo aplicamos. Cuando hablo con la gente acerca de la comunicación con los animales o los árboles o sobre el poder de la Tierra, la mayoría se ríen. Nos han adoctrinado a pensar que no formamos parte de la Tierra, que de alguna manera somos algo distinto al resto de la vida en este planeta. Nos han enseñado a pensar que la Tierra y sus criaturas existen para que la gente la pueda emplear y explotar. Nada puede estar más lejos de la realidad. La Madre Tierra es un organismo viviente gigantesco. Al igual que nuestros cuerpos están formados por células y órganos que al interactuar nos dan la vida, del mismo modo funciona la Tierra. La Tierra es quien da la vida. Únicamente la interacción simbiótica de las criaturas de la Tierra y sus rasgos geofísicos la que permite que florezca la vida en este planeta.
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Toda vida esta interconecta, formando una red en la que la supervivencia de cualquier especie descansa en la supervivencia de muchas otras. Como mamíferos que respiramos oxígeno, nuestra existencia depende de los bosques, del plankton, y de las algas que generan el aire que respiramos. Estas entidades dependen de complejas redes de vida que aseguran su supervivencia. Cuando cualquiera de estos diversos ecosistemas se ven negativamente afectados, comienza una reacción en cadena que finalmente genera una crisis medioambiental si no se detiene. Al vivir en el bosque aprendí más sobre la vida de lo que había aprendido en la escuela. Me sentaba solo durante horas con mi espalda apoyada en un árbol centenario. El bosque en el que vivía tenía más de 600 años, la evolución en su perfección. Ser capaz de sentarse y absorberlo todo para ti, experimentar todo lo que te ofrece el bosque, a través de cada uno de mis sentidos –este es el motivo por el que vivimos. El significado de la vida es sencillo: disfrútalo. El bosque estaba tan tranquilo que costaba creer que se encontrase amenazado. ¿Quién que estuviese cuerdo destruiría todo un ecosistema para hacer líneas telefónicas? Tuve mucho tiempo para reflexionar sobre estas cuestiones, y para meditar sobre mis propias creencias. El último paquete de provisiones que había recibido contenía folletos escritos por Rod Coronado, además de algunas revistas de Earth Fist!. Las palabras de Rod me inspiraron, y por primera vez oí hablar del Frente de Liberación de la Tierra (ELF). Leí la evolución del ELF y comentarios sobre cómo el ALF y el ELF deberían trabajar más unidos. Mi camino hacia la acción había comenzado en Los Ángeles y esto sólo reforzó mis ideas. De todas formas, había tomado la decisión de emplear cualquier otro método antes. Creía que sería hipócrita recurrir a la espada antes de haber intentado solucionar el problema por otros métodos. Un día de Abril, los Servicios Forestales comenzaron a construir carreteras en el bosque. Talaron árboles y asfaltaron por encima de los riachuelos, dejaban una estela de destrucción por donde pasaban. Ahora veía que había que hacer algo urgentemente. El que estaba sentado debía levantarse. En la ciudad apilamos provisiones. En dos días la campaña comenzaría oficialmente. Aquella noche me senté tras la fábrica/almacén de la industria maderera que había comprado el “derecho” a destruir la tierra. Me senté ahí muchas noches. Meses atrás había puesto a prueba los sistemas de seguridad de que disponía y había comprobado que sólo contaban con luces que se encendían cuando alguien pasaba por ahí –nada había cambiado. Sabía que podía hacer que todo esto cambiase sólo con una cerilla. Mientras me sentaba ahí pensando en mis opciones, un búho apareció. Voló en picado hacia mi cabeza y luego voló en círculo alrededor de mí tres veces, como si quisiese decirme algo. Tan repentinamente como había aparecido, había desaparecido. Este encuentro me afectó profundamente. Me recordé a mi mismo el juramento que me había hecho. Ya había tomado el camino. ¡Tenía que recorrerlo!
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Los meses pasaron. Decidí cambiar mi sentada en los árboles por el suelo, creyendo que podría ser más efectivo en él. Había visto desde las copas de los árboles cómo los árboles centenarios caían para abrir camino a la carretera. Me prometí a mi mismo que nunca más permanecería sentado observando lo que podía detener. Bajo el resplandor de billones de estrellas y la solemne mirada de la luna, el pico descendía penetrando en la gravilla y la suciedad. Esta creo que era la tercera de las muchas noches que participé en cavar túneles bajo el asfalto (5). Cada vez que lo hacíamos ellos tenían que cerrar la carretera, paraban la construcción y tenían que arreglarlo. Cada noche, luchadores enmascarados volvían a hacer los túneles. Los troncos apilados de forma ordenada eran desperdigados por la carretera. Las vigas empleadas para construir la carretera eran rociadas de gasolina para que sirviesen de barreras ardientes. No dejaríamos que cayese este bosque. Cada mañana se formaba un campo de batalla. Los trabajadores de la carretera y los Freddies (Forest Service Law Enforcement Officers, Oficiales de las Fuerzas Legales de los Servicios Forestales, también llamados LEOs) se encontraban con nuevas barreras y de 20 a 30 individuos enmascarados y vestidos con ropa de camuflaje. Las confrontaciones podían ser violentas y durar días o semanas, pero la mayoría duraban unas horas. Al final construyeron las carreteras, pero nosotros luchamos por tomarlas, y conseguimos controlar más de diez millas de carreteras. Nuestras señales eran muy claras “cuidado con los caltrops” (6) otra advertencia decía “si caen los árboles chorreará sangre”. En cualquier momento había más de dos docenas de bloques obstaculizando las carreteras. Se formaban muros con los troncos talados y con los bloques de calzada que retiraban cuando tenían que arreglar uno de nuestros túneles. Hacíamos trampas enormes, eran agujeros que excavábamos en la carretera y poníamos una lona por encima, sobre la lona echábamos hojas y tierra. Túneles y plataformas construidas en el aire (de tres, dos y hasta una pata) fueron empleadas para encadenarnos a ellas. Mantuvimos una miríada de sendas a través del bosque. Yo podía llegar a cualquier sitio del bosque a pie antes que un coche sin que tuviese las carreteras obstruidas. Teníamos vigilancia las 24 horas mediante el uso de walkitalkies/radios y tambores para comunicarnos. Cada noche bajo la protección de la oscuridad, nos echábamos a la carretera destrozándola hasta que la Tierra Salvaje fuese libre de nuevo. Conforme crecía nuestro control sobre el bosque, también aumentaron las tácticas de mano dura de los LEOs. Mucha gente, algunos de 15 años, fueron atacados. Un chico joven fue golpeado en la cabeza con el mango de un machete, otro fue sepultado hasta la cintura por un bulldozer, mientras los Freddies observaban riéndose. En sus incursiones, hechas tanto para intimidar como para tomar el control de las carreteras, los Freddies bajaban en masa hasta nuestros campamentos. Agujereaban nuestros bidones de agua con sus cuchillos, tiraban nuestra comida al suelo y la pisoteaban, y robaban nuestros fogones o los arrojaban por el bosque. Destrozaban el campamento entero y recogían todo lo que podían –enseres personales y de todo-, lo tiraban a la carretera y le prendían fuego. Los incendios no son una estrategia empleada sólo por los disidentes.
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Durante una de nuestras acciones para obstruir la carretera, un compañero y yo bloqueamos la carretera mediante una plataforma colocada en el aire. Los LEOs aparcaron un buldózer junto a la plataforma para que cuatro oficiales pudiesen escalar hasta ella y sacarnos de ahí. No conseguirían retirar la plataforma sin tener que luchar. En cuanto los LEOs subieron a la plataforma corté los cables de sujeción y mi compañero y yo empezamos a tambalear la plataforma para que cayésemos todos de ella. Con miedo en sus caras los oficiales saltaron rápidamente al buldózer, dejándonos a nosotros en la insegura e inclinada plataforma. Sin saber qué hacer a continuación un oficial nos arrebató una robusta rama de nuestra plataforma que habíamos estado empleando como mástil de nuestra lona. La empezó a agitar ya golpear nuestra comida y agua echándola de la plataforma. Pensando rápidamente (o sin pensar nada), salté frente a nuestras provisiones para protegerlas con mi cuerpo. Pensé que no me iba a golpear. El Oficial Amistoso levantó la rama y empezó a golpearme en los muslos y la cintura. “Te hemos visto golpearle y te estamos gravando”, gritaron desde las alturas algunos que estaban haciendo una sentada en un árbol. Aquel oficial había traspasado una línea que nunca debió cruzar. Al siguiente golpe le sujeté la rama desarmando al matón uniformado. Los LEOs quedaron sorprendidos. “¿Qué te parece si ahora eres tú quien recibes?” le grité mientras levantaba la rama. ”¿No te apetece verdad?”. El oficial más fuerte que estaba situado en la parte más alejada del buldózer me provocó “Hazlo. Será la última vez que pegas a un policía”. Lo que él no sabía es que no iba a ser la primera vez que lo hacía. Avancé tras la última amenaza. “¡Te voy a matar imbécil!”. “Todos abajo, ese va en serio” dijo el encargado que estaba dirigiendo desde abajo. Los Freddies desistieron de intentar sacarnos de ahí de nuevo. Nos mantuvimos en la plataforma todo el día y hasta bien caída la noche. A la media noche más o menos, todavía con los LEOs esperando, decidimos que sin provisiones y en una plataforma muy insegura no podíamos seguir manteniendo este bloqueo más. Muy a nuestro pesar nos vimos obligados a abandonar la estructura. A pesar de que fue una victoria breve, esa plataforma fue el único bloqueo de carretera en Fall Creek que consiguió repeler un intento de echarnos.
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Menos de un mes después de que hubiésemos intentado hacernos con las carreteras mi compañera y yo estábamos haciendo un bloqueo en la puerta que era la única entrada a la red de carreteras que servían a la industria maderera. Alrededor de las 3 a.m. ella empezó a vigilar mientras yo dormía. Me despertaron sus gritos de dolor y llantos pidiendo ayuda. Todavía era de noche. Salté fuera de mi saco de dormir y vi a dos hombres armados vestidos completamente de camuflaje. Un hombre estaba intentando tirarla al suelo, el otro estaba cerca de la puerta y de mí. Un instinto primario de proteger a mis seres queridos me invadió. Salté sobre su agresor tirándole al suelo y aterrizando encima suyo. Cuando levanté el puño me di cuenta de que enfrente de mí tenía al Oficial Amistoso. En ese mismo momento gritó pidiendo ayuda antes de que yo pudiese reaccionar, fui golpeado por la espalda por el matón número dos. Mientras me inmovilizaban con sus llaves de rigor dije pausadamente “no me estoy oponiendo”. ¡Joder!, pensé, ¿cómo voy a salir de esta? Afortunadamente los gritos de mi compañera habían atraído a otros que se habían presentado con una videocámara. Pudieron gravar que los oficiales no llevaban el uniforme puesto y que eran las 5 a.m. y que el sol todavía no había salido. En la cárcel fui colocado bajo régimen de alta seguridad. No podía llamar. No sabía los cargos que había contra mí. No tenía ningún derecho. Encerrado en mi celda intenté pensar en las posibilidades que tenía hasta aproximadamente las 10 p.m. cuando me di cuenta de que ese día no me iban a sacar. No tenía ni idea de que toda la cárcel entera estaba cerrada debido a que una gran masa de gente alborotadora estaban protestando por mi arresto. Alrededor de las 2 a.m.. un oficial abrió la puerta. “¿Eres Free?” (7) “No, estoy en la cárcel.” “Levántate, te marchas de aquí”. ¿Qué?, recogí mis cosas y bajé a ver a la oficial que había denegado mí salida 10 horas atrás. Me repitió las mismas preguntas que ya me había hecho. ¿Tenía una dirección? No. ¿Tenía número de teléfono? No. ¿Si me dejaban marchar tendrían que volver a encerrarme? Oye, eso no me lo habían preguntado antes. A las tres de la madrugada literalmente me estaban echando de la cárcel. Fuera me encontré con unos 100 manifestantes que dormían. Habían dicho que no se marcharían hasta que no me sacasen. A pesar de que ya no estaba preso pasé la noche con ellos de todas formas.
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Semanas después se me presentaron 17 cargos federales. Un asalto grave a un oficial con un arma mortal, y 16 delitos de menor gravedad. El juez desestimó el asalto bajo el argumento de la autodefensa y del hecho que el arma mortal no existía. Y negocié los otros cargos (junto con otro por otra ocasión en la que me resistí a ser detenido) acordando que estaría 30 días en la cárcel. Cumplí mi condena en la Federal Correction Institution y salí libre en enero de 1999. Pasé el resto del invierno solo en un refugio en un árbol, pensando en la dirección que mi vida iba a tomar. Aquella primavera, dediqué mi vida a la resistencia a gran escala. Me había dado cuenta de que las peticiones y las protestas jamás iban a detener el exterminio de la vida y la libertad llevada a cabo por el Estado. Me habían mentido ya demasiadas veces los Oficiales del Gobierno. Me habían dado palizas y había visto a mis amigos recibir palizas de la policía en demasiadas ocasiones. Mientras tanto los responsables de las masacres continuaban haciendo sus negocios sin dificultades. Ya no estaba dispuesto a aguantarlo más. Había llegado el momento de tomar otro camino. Cuando fui arrestado en Junio del 2000, ya había participado en batallas callejeras con los policías durante disturbios; había participado en sabotajes y grupos de defensa del bosque armados. Cuando llegaba el momento de encontrarme con el Estado y las ociosas corporaciones la palabra “por favor” había desaparecido de mi vocabulario.
En la primavera del 2000, estaba de regreso a Eugene. Me había pasado los últimos dos meses colándome en trenes y haciendo autostop. Cuando llegué me encontré implicado en las labores de seguridad para las Siete Semanas de Revuelta de Eugene (que paradójicamente fueron en realidad nueve semanas). Hubo charlas, ocupaciones, defensa de los bosques, y todo terminaría con una manifestación por hacernos con las calles y con la ciudad el 18 de Junio. El 18 de Junio de 1999 la ciudad estaba plagada de disturbios, los cuales formaban parte de las actividades del día de oposición global contra el G8. Hubo varios policías heridos, y se vieron obligados a retroceder en múltiples ocasiones. Se causaron daños de decenas de miles de dólares. La policía y los bancos fueron quienes recibieron los ataques más contundentes, y quienes sufrieron las mayores pérdidas. La ciudad estaba llena de pintadas políticas. Eugene se convirtió de repente en la ciudad más activa dentro del movimiento anticapitalista estadounidense. Los eventos de aquel año fueron el fruto de las múltiples actividades del año precedente. Por supuesto, el inconveniente de anunciar que se está gestando una revolución es que la policía estatal se prepara para ella. Durante nueve semanas Eugene era un hervidero de actividad policial y anarquista. Los compañeros se reunían en masas en los parques, en las calles, en las cafeterías y en los bares, mientras la policía y el Equipo SWAT patrullaban la ciudad en grupos de cuatro oficiales por cada coche.
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Había tensión en la ciudad. Estaba convencido de que algo grande podía comenzar. La energía y la represión estaban que ardían. No me hubiese sorprendido si alguien hubiese empezado los tiroteos que darían lugar al estallido de la segunda Revolución Americana. Se formaban manifestaciones espontáneas por toda la ciudad, y no había ni una sola tienda perteneciente a una cadena corporativa que estuviese a salvo, en ellas entraban grupos de personas, cogían comida y cervezas y se marchaban con total tranquilidad. La comisaría de policía que salvaguardaba las urbanizaciones de los blancos había sido atacada no una sino dos veces, y rutinariamente se forzaba a los policías a huir en sus coches cuando intentaban identificar o arrestar a alguien. Yo también estaba planeando algo para participar en las Siete Semanas de Revuelta. Durante el tiempo que estuve viajando había pasado muchas noches reventando ventanas de los coches de las grandes marcas, empleando un tirachinas. Era una perfecta manera de causar importantes pérdidas económicas, destrozar los escaparates de sus concesionarios y hacer añicos los cristales de esos carísimos SUVs (8). Muy rápidamente me di cuenta que las medidas de seguridad de estos lugares era muchas veces mínima. Nunca me encontré ningún sistema que fuese más allá de luces que se encendían con el movimiento y cámaras. Empecé a plantearme la idea de cómo incendiar un concesionario. Sabía que sería muy sencillo preparar unos cuantos artefactos incendiarios y colocarlos bajo algunos SUVs. Quería mandar un claro mensaje a la industria de los coches y del petróleo, este país contribuye peligrosamente al calentamiento global, también es el responsable de la hostil e imperialista política exterior del gobierno americano. Estos injustos actos iban a encontrarse con una resistencia.
Las Siete Semanas de Revuelta me dejaron en el césped de mi casa y me proporcionaron mi oportunidad. La ciudad estaba preparada para la acción, y yo quería avivar las llamas. No estaba preparando una gran acción, sólo era algo lo suficientemente grande como para que se hablase de ella y así inspirar a otros para que llevasen a cabo más acciones. Pensé que un ataque clandestino a un concesionario de SUVs –uno de los símbolos más claros de la codicia y el poder industrial- durante el encuentro inspiraría a otros y les animaría a resistir. Ataqué Romania Chevrolet porque Chevy es una filial de General Motors. Romania era el segundo concesionario mayor de Eugene. Este concesionario estaba fletando partidas de furgones y SUVs (como contraposición a los coches que vendía al público). El concesionario además estaba situado cerca del campus universitario, el cual suponía un sitio del que era fácil entrar y salir. Las cuestiones de “donde” y el “porqué” eran fáciles de responder, pero todavía tenía que averiguar el “cómo hacerlo”.
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Un día, durante una discusión con mi buen amigo de confianza y aliado, Craig “Critter” Marshall, me comentó que quería dar un paso más en sus acciones. Critter y yo habíamos trabajado juntos muchas veces en numerosas sentadas en los bosques y campañas para protegerlos. El nivel de confianza entre los dos permitía que pudiésemos hablar sobre lo que quisiésemos de manera abierta y franca. Tras unas pocas preguntas para tantear el terreno y comprobar la posibilidad de que el otro no estuviese preparado para ir tan lejos, los dos nos dimos cuenta de que estábamos en el mismo punto. Compartí con él mi idea de los concesionarios de coches.
Ilusionados empezamos a preparar nuestro plan. Durante casi un mes observamos nuestro objetivo. Romaniza tenía seguridad privada, algo que no había visto hasta entonces en los aparcamientos de ningún concesionario. Aun así hay formas de hacer lo que quieres sin ser descubiertos por el guarda de seguridad. Tan sólo teníamos que conocer la rutina que seguía. El concesionario también estaba cerca de unas casas, lo cual significaba que teníamos que averiguar si alguien trabajaba hasta tarde o tenía alguna actividad nocturna regular que nos pudiese afectar. Otro asunto del que nos teníamos que ocupar era de las patrullas policiales que vigilaban la ciudad a todas horas, ahí eran muy frecuentes, ya que estábamos en el distrito del campus universitario. Por último, a causa de los muchos bares y restaurantes que había en la zona, teníamos que saber la cantidad de peatones que caminaban por la zona a distintas horas, especialmente cuando los establecimientos cerraban. Una vez que contábamos con la información necesaria sobre nuestro objetivo y del área circundante, nos planteamos cual sería nuestra meta. Descartamos la posibilidad de incendiar toda la flota de vehículos del concesionario. Podríamos haber colocado muchos artefactos preparados para encenderse a la vez y podríamos haber agujereado los depósitos de gasolina de los vehículos para alimentar la conflagración. Otras de las ideas que barajamos era si hacer pintadas o dejar algún mensaje antes de marchar o no. Finalmente, por ser lo más sencillo, y porque iba a ser la primera ocasión que trabajábamos juntos en este tipo de acciones, decidimos que cada uno llevaría un artefacto y que los colocaríamos en vehículos diferentes. No sería un incendio grande, pero para dejar claro nuestro mensaje no era necesario que lo fuese. Atacaríamos la madrugada del jueves al viernes 16 de Junio. Enviaríamos un comunicado que por la mañana del 18 de Junio saldría a la luz pública. Si todo salía bien, el black-block se manifestaría ese día y el levantamiento del año anterior parecería un picnic. No todo fue bien. La noche del 14 de Junio fui arrestado mientras vigilaba a los policías. Tres activistas locales habían sido detenidos por cuatro oficiales de la policía por el flagrante delito de ir en bici por la noche sin llevar las luces puestas. Durante la identificación gravé cómo los policías dejaban pasar de largo a una pareja que estaban cometiendo la misma infracción. Yo avisé a los policías que cualquier acto que hiciesen a partir de entonces podía ser calificado de aplicar la ley de forma diferente y selectiva,
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y que iba a ser muy feliz haciendo copias de la cinta de video y entregándoselas a los ciclistas amonestados. Conforme transcurría la identificación nos habíamos ido sumando hasta 20-25 personas. Los oficiales también se habían multiplicado y ahora estaban ocho, incluidos miembros del SWAT. El oficial al mando ordenó que no se hiciesen citaciones y que se replegasen antes de que se montase una trifulca. Pero los demás andaban buscando pelea y no querían marcharse sin tenerla. Mientras permanecía en la acera gravándoles los oficiales se desperdigaron. Uno de ellos se dirigió directamente hacia mí. Enfoqué la cámara hacia él gravando como se me acercaba –diez pies, cinco pies, se me echó encima. Su hombro descendió antes de echárseme encima. Lanzó su brazo a mi garganta y me tiró detrás del coche de policía. Si soy sincero, diré que en la mayoría de las ocasiones hubiese continuado la pelea, no tanto por orgullo sino por instinto. Aquella vez me limité a sostener la cámara y a grabar mi propio derribe. Ahora me hace gracia recordar la imagen de mi cabeza siendo empotrada contra la carretera, y yo tumbado con la cara contra el suelo mientras sujetaba la cámara enfrente de mí. La policía consiguió lo que quería. Mi derribo desencadenó una respuesta: la gente atacó, ellos sacaron sus porras y el olor a gas pimienta impregnó el aire. Yo no fui el único arrestado aquella noche. A la mañana siguiente me sacaron de la cárcel. En poco menos de doce horas se suponía que iba a estar deslizándome en medio de la noche con cinco litros de gasolina y un mechero. Lo primero es lo primero, pensé. Fui a desayunar, luego fui a dormir una siesta. A las 4 p.m. me reuní con Critter en nuestra cita en el parque. Contra toda lógica le dije que seguíamos adelante. Durante la mayor parte del año anterior había hecho las acciones yo solo, exceptuando unas pocas ocasiones en las que me junté con otros para una acción concreta o algún evento particular. Prefería trabajar sólo porque entonces yo sacaba lo mejor de mí. Yo era el único responsable de planificar y llevar acabo la acción. Era libre de escuchar a mis instintos y de cambiar los planes conforme lo necesitase, sin que esto afectase a nadie. De esta manera podía incorporar muchos más rituales y magia en mis acciones, lo cual era importante para mí. Al trabajar sólo era perfectamente consciente de mis propias habilidades y mis limitaciones. Prestaba más atención a los detalles, porque no contaba con nadie con quien revisar lo que preparaba. Al hacer las cosas sólo me concentraba más y era más cuidadoso. Por la razón que sea también estaba más nervioso trabajando con otros. Nunca se reflejó en como hacía las cosas, pero esa noche se reflejó en mis juicios. En el pasado había visto que había que deshacerse de todas las pruebas incriminatorias posibles antes de realizar la acción. El anochecer del 15 de junio no tomé esa importante precaución, pensé que era algo de lo que me podía ocupar después de que todo sucediese. Me sentía comprometido a seguir adelante con nuestro objetivo.
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Cuando preparaba los artefactos, y revisé tres veces que no había ninguna huella o pelos que pudiesen quedarse en el lugar, me invadió un sentimiento de malestar. Lo llevaba sintiendo todo el día. Algo andaba mal. Había rechazado cada instinto que había tenido durante el día. Es posible que Critter también lo sintiese. Pero nos habíamos comprometido el uno con el otro, y nuestro sentido del honor nos hacía mantenerlo. Es posible que si hubiésemos compartido nuestros sentimientos las cosas hubiesen sido diferentes. Sin que nosotros lo supiésemos, a no más de 200 pies, teníamos un detective escondido que nos estaba espiando. (Durante el transcurso de mis juicios se dieron tres motivos diferentes por los cuales estaba siendo vigilado. El más preocupante era que alguien les había avisado a los detectives de que era la clase de persona a la que debían mantener controlado, pero ningún detective quiso recordar quien fue el individuo que les dijo eso). Cargamos el coche que había pedido prestado unas horas antes con las cosas que necesitábamos. Le había dicho a la dueña que quería irme de camping a Fall Creek. Todavía me viene a la cabeza la expresión de su cara cuando me llevaba el coche. Era como si pudiese ver a través de mí. Sabía que ella no quería que me llevase su coche. Más tarde me dijo que sus instintos le habían advertido de que algo andaba mal. Aun así se implicó sin saberlo en algo con lo cual no tenía nada que ver. Siempre me arrepentiré de eso. Siempre sentiré y me avergonzaré de mi traición, y del hecho de que las consecuencias de mis acciones afectaron las vidas de gente que no había estado involucrada en las mismas. Cuando arrancamos el coche y tomamos la carretera el detective advirtió a sus compañeros; “los sujetos están en movimiento”. En el primer semáforo en rojo otro de los tres detectives confirmó a los demás “Jeff Luers es el pasajero.” Ninguna de sus comunicaciones se reflejó en mi escáner. Todo parecía tranquilo. Seguimos conduciendo, sin podernos imaginar que nos estaban siguiendo tres vehículos. Aun así, en lo más profundo de mí, las malas sensaciones persistían. Giramos hacia una bocacalle. El vehículo detrás de nosotros también lo hizo. Señales de advertencia se iluminaron en mi cabeza. Volvimos a torcer y el coche de detrás continuó por otro lado. Seguimos haciendo este juego del gato y el ratón hasta estar seguros de que no había un coche específico que nos estuviese siguiendo. Nos pareció lógico pensar que no era extraño que en todo momento hubiese un vehículo tras nosotros. Después de todo era una noche concurrida, el curso universitario acababa de terminar para dar comienzo a las vacaciones de verano, y había tráfico por todas partes. Olvidamos el viejo proverbio que dice, “sólo porque estés paranoico no quiere decir que no haya nadie tras de ti”. Una última vuelta cerca de nuestro objetivo, ya no había ningún coche detrás de nosotros. ¡Adelante! Aparcamos a alrededor de una manzana de distancia. Critter cogió
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el paquete con los artefactos. A partir de aquí sabíamos perfectamente lo que teníamos que hacer cada uno. Juntos caminamos hasta un aparcamiento oscuro y atravesamos la calle hasta llegar a Romania. Cruzamos la calle hasta un carril bici que nos llevaba de nuevo a Romania. Si nos hubiésemos detenido unos pocos instantes el detective que ahora corría a pie siguiéndonos se hubiese dado de bruces contra nosotros. Mi corazón se agitaba alocado, estábamos a unos pocos cientos de pies del lugar. De pronto me encontré alumbrado por los faros delantero de un enorme SUV negro. Nos pasó de largo lentamente como si fuese a meterse en alguna casa. ¡Mierda! No quería que me viese nadie. Había mantenido mi capucha puesta y la cabeza baja. Es posible que hubiese parecido sospechoso, pero sabía que el conductor no podría reconocerme. Después de hablar lo ocurrido unos momentos decidimos seguir adelante. Habíamos llegado demasiado lejos, no teníamos tiempo para suposiciones, era ahora o nunca. Alcanzamos el seto que dividía las dos propiedades. Era donde nos ocultaríamos y desde donde nos colaríamos. Rápidamente nos metimos bajo el seto. Avanzamos arrastrándonos entre el edificio y la fila de furgones nuevos. En nuestros planes habíamos acordado incendiar dos vehículos de la última fila. Nos habíamos dado cuenta de que el vigilante nunca caminaba hasta ella, y había otra fila de furgones (SUVs) entre la última y por donde solía caminar, esta fila nos ocultaba. También elegimos esta fila porque era la que más lejos estaba de un edificio cercano en el que vivía gente, queríamos asegurarnos que nadie saldría herido. El problema era que no podíamos dejar los artefactos debajo de los motores, donde los daños hubiesen sido mayores. En lugar de eso tuvimos que dejarlos debajo del depósito de gasolina y esperar que el fuego fuese lo suficientemente intenso como para que ardiese este también. Critter llegó a su SUV primero, mientras yo seguía arrastrándome hacia el mío. Me entregó un artefacto mientras yo preparaba los fusibles. Terminé de hacer el último ensamble, coloqué mi artefacto junto la rueda trasera izquierda y bajo el depósito de gasolina. Con la llama de un mechero mi destino entró en movimiento. Corrimos hasta el final de los vehículos hasta llegar a la calle. Andamos tan tranquilos como nos fue posible en esa situación hasta llegar a las sombras cercanas al coche. Desde ahí corrimos tan rápido como pudimos. Una vez dentro del coche nos sentimos seguros. Critter lo encendió y arrancamos. Tan solo habíamos avanzado unos pocos pies cuando los faros delanteros de un SUV grande y negro nos alumbraron. Me dio un vuelco al corazón. Era el mismo que nos había pasado antes. El pensamiento de que era un policía no se pasaba por mi cabeza. Los dos pensamos que era un ciudadano con mentalidad de héroe ya que continuaba siguiéndonos. Unos 15 minutos después mi scanner indicaba muchísima actividad. Se había declarado un incendio en Romania Chevrolet. Hubo una erupción de risas y gritos. En ese momento el SUV que nos seguía no nos preocupaba, lo habíamos conseguido. Daba igual lo que pasase ahora, habíamos puesto la rueda en funcionamiento.
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Después de un rato el SUV desapareció. Salimos de la autovía y pasamos por Albertson para comprar algo de cerveza, nos dirigíamos a Fall Creek para descansar tranquilos. Entonces vimos las enormes luces que salían de la autovía. No a muchos metros había un SUV grande negro siguiéndoles. Me giré hacia Critter y se encontraron nuestros ojos. No era necesario que le dijese lo que él ya sabía. “Vamos a la cárcel hermano, ¿nos echamos un cigarro?”. Los dos nos liamos los cigarros mientras nos sentábamos en el capó del coche esperando nuestro “billete de viaje”. Entonces cogieron a Critter y lo metieron en un coche de policía. A mi me dejaron que viese el registro ilegal de nuestro coche. Aquí es cuando cometí un error fatal. Cuando me preguntaron si había estado cerca de Franklin Blvd. (la calle en la que está Romania), dije que “no”. “¿Qué respondes si te digo que he colocado a tres oficiales para que te siguiesen y te han visto ahí?” “Quiero ver a mi abogado”. “Estas arrestado por daños criminales”. “¿Puedo terminarme el cigarro?” “¡No!” Le di dos caladas más antes de dejarles que me esposasen. Fue mi último acto de desafío a la autoridad como hombre libre.
Dos juicios y un año más tarde fui condenado de tres cargos por incendio en Primer Grado, dos cargos por intento de incendio, cuatro cargos por manufacturar y poseer artefactos destructivos, y dos cargos por daños criminales. Los únicos dos cargos que conseguí que retirasen fueron los de “conspiración para cometer incendio con una persona desconocida”. Fui sentenciado a 22 años y 8 meses. El fiscal intento durante un año convencerme para hacer un trato en el que yo tendría que cooperar. La primera oferta fue que testificase contra Critter. Entonces, después de que con él llegasen a un acuerdo de cinco años quisieron que yo les proporcionase información sobre el ELF, mi célula y otras células de las que yo tenía información. Enseguida y continuamente rechacé el trato y aseguré que no estaba unido a ningún grupo. Cada vez que rechazaba sus ofertas el fiscal abría nuevos cargos contra mí. Mi abogado intentó una y otra vez llegar con el abogado al mismo acuerdo que Critter había recibido. Cada vez que lo intentaba el fiscal decía que los casos eran distintos, que yo era un cabecilla del Frente de Liberación de la Tierra y que me negaba a cooperar lo más mínimo. Después de cada intento fallido mi abogado me preguntó porqué pensaban que yo era un líder. No le respondí.
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Lo cierto es que podía pensar una docena de razones por las que ellos creyesen eso. Pero finalmente concluí que el verdadero motivo por el que me clasificaron como un líder del ELF no era por el papel que jugué en Fall Creek o en la comuna. Lo que ocurría era que ellos necesitaban atrapar a un “líder” después de tantos años sin encerrar a nadie. Necesitaban crear un ejemplo. Su idea fracasó. Miles de personas fueron inspiradas a contraatacar tras nuestros encarcelamientos.
¿Mereció la pena emplear 22 años de mi vida en incendiar un SUV? Por supuesto, me gustaría que las cosas hubiesen sido diferentes. Me encantaría que el mundo no fuese manejado por poderosos ejércitos, gobiernos y grandes capitalistas. Me gustaría que las personas tuviesen más derechos que las corporaciones. Me fastidia que la gente tenga que luchar por su libertad y por proteger la Madre Tierra. Y sobre todo, me molesta ser un ciudadano americano, que mis privilegios y estilo de vida hayan sido la principal causa de la opresión y el sufrimiento de tantos otros. Me entristece que la mayoría de mis conciudadanos sean, en el mejor de los casos, ignorantes de los asesinatos y daños físicos causados a los indios americanos y personas de otros países con el fin de preservar los intereses americanos; que no sean conscientes de la destrucción y el saqueo de la tierra para asegurar la opulencia americana. Y me avergüenza y me disgusta todo esto porque, en el peor de los casos, mis conciudadanos saben lo que está pasando, pero les da igual. Así que tenemos que continuar luchando, informar de lo que está pasando y hacer que la gente se de cuenta, debemos enfrentarnos y contraatacar. Siempre tenemos que ver los dos lados de la balanza, construir un futuro mejor y destruir una civilización corrupta por valores e ideas morales que conducen a nuestra muerte. No podemos titubear ante la represión. Debemos encontrar fuerza en nuestros miedos, porque si fallamos en actuar, si no vencemos, el gobierno y las corporaciones que lo mantienen nos acabarán arrebatando el último resquicio de libertad que nos quede, mientras sigan avanzando en su camino hacia la destrucción del planeta. Ahora más que nunca necesitamos un frente unido. Nuestras voces deben ser escuchadas y nuestras acciones contundentes. Solo debemos permanecer en silencio al caminar sigilosos en la oscuridad de la noche.
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1.- El Sierra Club es un grupo ecologista americano. 2.- Tipo de bosques centenarios que el movimiento ecologista americano se ha esforzado en proteger mediante numerosas campañas. 3.- El monkeywrenching incluye actividades más allá de la desobediencia civil y las sentadas típicas de Earth First!, los grupos de personas que los llevan a cabo son mucho más reducidos o muchas veces lo hacen personas aisladas. Actúan de forma anónima bajo una estrategia de guerrillas. Las acciones que suelen llevar a cabo son por ejemplo insertar clavos en las cortezas de los árboles centenarios para que cuando la industria maderera intente talarlos se les estropeen las sierras; ponen clavos en los caminos que emplea la maquinaria de la industria maderera para que pinchen sus ruedas y entorpecer la tala. 4.- Eugene es una ciudad de EE.UU. conocida por su fuerte movimiento de liberación animal, liberación de la tierra y anarquismo verde. En esta ciudad ha habido varios proyectos comuneros y en ella se han formado varias células del ALF/ELF que han realizado acciones muy importantes. 5.- Los túneles bajo el asfalto es una técnica típica de los monkeywrenchers. Se hacen con el objetivo de que cuando pase la maquinaria pesada empleada para construir las carreteras, el asfalto, al no tener soporte debajo se venza, hundiéndose. Es un método muy sencillo de hacer que puede crear graves problemas para la construcción de una carretera y encarecer enormemente el coste ya que mientras se repara ese nuevo punto muchos obreros no pueden trabajar. 6.- Los caltrops son lo que en Suramérica es conocido como “miguelitos”, son pinchos colocados para que pinchen las ruedas de los vehículos que atraviesen una zona determinada. Suelen hacerse de forma muy sencilla, empleando dos clavos de gran tamaño afilados, se doblan y se funden entre ellos, dejando la punta hacia arriba. 7.- El juego de palabras se forma porque Jeff Luers era apodado por sus compañeros como “Free”, que quiere decir libre. Por otra parte, ser y estar en castellano se dice con dos palabras distintas, sin embargo en inglés el verbo es sólo uno, “to be”. De ahí que mientras el carcelero pregunta “¿Eres Free?”, la pregunta en castellano también podría ser traducida como “¿Estas libre?”. 8.- SUV son las siglas de Sport Utilitary Vehicles. Son coches todoterreno de lujo cuya función en teoría es poder avanzar por la montaña, aunque la mayoría de sus compradores los adquieren porque están de moda. Son coches de grandes dimensiones y con un consumo de gasolina desorbitado. La contaminación que producen, en consecuencia, es muy elevada. Los SUVs son uno de los principales puntos de ataque del ELF, seguramente el más importante después de la campaña que el ELF lleva en estados unidos contra el “urban sprowl”, es decir, en contra de la urbanización de zonas vírgenes y la invasión por parte de las ciudades del terreno salvaje.
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ATACA EL SISTEMA Por Craig “Critter” Marshall
Dado que escribo desde el otro lado del alambre de espino con respecto a la mayoría de los que participan en este libro, al menos estoy en mejor posición para decir algo importante sobre las corporaciones que se enriquecen a costa de la destrucción y explotación de la naturaleza, o empleando términos capitalistas “recursos naturales”. Los grupos ecologistas de la línea principal dicen que las tácticas del E.L.F. son demasiado extremas. Por el contrario, yo creo que las acciones del E.L.F. no son lo suficientemente extremas. El otro acusado en mi juicio, Jeff Luers, está cumpliendo una condena de 22 años y 8 meses por incendiar unos pocos SUV´s (N de T: coches todoterreno altamente contaminantes). Si el fiscal no hubiese muerto en medio del juicio, no se hubiesen sentido forzados a ofrecerme un trato, en él acordamos que si yo me declaraba culpable recibiría una condena de cinco años y medio. De no haber muerto, yo también estaría cumpliendo una sentencia largísima por una acción que tuvo resultados mínimos. La gran mayoría de la gente jamás es atrapada por sus sabotajes, lo cual demuestra la eficacia de preparar y planear bien las cosas. A pesar de eso, si la gente arriesga muchos años de su vida, ¿no merece la pena realizar acciones mucho más eficaces que simplemente incendiar un par de todo-terrenos? Tengo muy claro que si mi compañero y yo hubiésemos incendiado la fábrica entera que produce los SUVs no estaríamos cumpliendo una condena mucho más larga que los más de 22 años que está cumpliendo Jeff. Pero a pesar de que incendiar toda la fábrica hubiese sido infinitamente mejor de lo que conseguimos nosotros, tampoco hubiese llegado lo suficientemente lejos, ya que otra fábrica hubiese sido construida y proseguiría la destrucción de la Tierra tras esa interrupción. Lo que tenemos que atacar es la totalidad de la máquina mortal que es la sociedad industrial: la civilización. Debido a que la Tierra y sus habitantes están siendo atacados las 24 horas del día a una escala enorme, ¿cómo pensamos que vamos a terminar con todo esto simplemente incendiando unos pocos todoterrenos? Aquellos que atacan la industria maderera están consiguiendo abollar la armadura de la maquinaria, pero siguen siendo sólo abolladuras. Necesitamos cortarle la cabeza al monstruo. No importa cuántos animales sean rescatados, no importa cuántos árboles se salven si el actual estado tecnológico progresa, o incluso si continua al mismo ritmo al que destruye los ecosistemas del planeta, la vida en este planeta tiene un destino fatal. La civilización, tal y como la entendemos, depende de la dominación y explotación de todo tipo de “recursos” (ya sean seres vivos o su hábitat), y no puede existir sin esa explotación. Antes de que apareciesen las sociedades agrícolas los humanos eran básicamente nómadas, sólo asentaron poblados permanentes cuando las plantas y los animales fueron domesticados. La explotación de estas formas de vida permitió el crecimiento de la joven civilización, lo cual creó la necesidad de explotar más animales y cultivar más plantas. 53
Viaja desde aquel momento 10.000 años en el futuro y llega hasta el día de hoy. Hay muy pocos lugares de la Tierra donde los humanos no hayan intentado (y la mayoría de veces logrado) crear relaciones de dominación con respecto a los seres vivos que habitan esas zonas. En la mayor parte del terreno que ocupa el mundo civilizado se han destruido los ecosistemas que ahí había y/o se ha cubierto de cemento. La escala a la que se extinguen las especies hoy en día es similar a la que había cuando se extinguieron los dinosaurios hace 65 millones de años, y mientras que tengo claro que salvar un bosque o a los presos de una granja es algo genial, sigue siendo como poner una tirita ante una herida en el pecho (1). Si pudiésemos sacar a todos los animales que están encerrados en granjas y laboratorios por todo el mundo, ¿hasta qué punto sería bueno si no quedasen espacios salvajes en los que liberarlos? Y viceversa, ¿Qué sentido tendría proteger la última zona salvaje si todos los animales estuviesen domesticados, su espíritu salvaje destruido? La lucha por salvar a los animales y a la Tierra son inseparables. Cada aspecto de la civilización conspira contra todo aquello que es salvaje. Es la totalidad de la dominación humana, no sólo un elemento, lo que destruye la vida. Nuestras luchas jamás podrán ser efectivas si nos centramos en un único aspecto de la enfermedad llamada civilización. Debemos atacar la totalidad de la sociedad industrial cada día. No debemos detenernos ni un instante en nuestra lucha, ya que la civilización avanza continuamente en su marcha mortal. Debemos poner en jaque las ideas que sostienen la vida diaria de la sociedad industrial. La mayoría de la gente lucha por la liberación de una forma de vida y, sin darse cuenta o sin importarles, apoyan la opresión de muchas otras formas de vida todos los días. ¿Cómo que no?, ¿entonces no empleas electricidad? Soy consciente de que tenemos que hacer alguna cosa que no nos gusta si queremos ser efectivos en nuestra lucha, como por ejemplo necesitamos emplear gasolina para realizar acciones de ecotage que puedan hundir a las corporaciones. Pero tenemos que ser conscientes del impacto negativo que nuestras acciones y herramientas tienen sobre los ecosistemas. Por supuesto que no estoy condenando el que alguien incendie una maderera; si es lo que quieres hacer préndeles fuego a esos desgraciados. Como mínimo vas a conseguir hacer sonreír a este preso político. Pero ten en cuenta que no estarás deteniendo la destrucción de la Tierra –estarás ralentizando el ritmo de su destrucción-. Tenemos que reaprender cómo convivir con la naturaleza, vivir en los ecosistemas, en lugar de “sobre ellos”. Como suele decirse, “hemos visto al enemigo y somos nosotros”. Es hipócrita atacar por la noche un aspecto de la maquinaria de destrucción de la naturaleza que es la sociedad industrial, y a la mañana siguiente apoyar otros aspectos al irnos a comprar/consumir. No podemos continuar viviendo de la manera que nos han enseñado aquellos que justifican la civilización (y la destrucción que conlleva), y esperar que podamos hacer que desaparezcan todas las formas de dominación. La civilización, desde su aparición se ha sustentado en la dominación; depende de ella para seguir sobreviviendo. Debemos regresar a una cultura de sostenibilidad –una en la que vivamos en armonía con la naturaleza- pero esto jamás sucederá mientras los deshechos industriales sean alimentados por corporaciones a las que lo único que les importa es obtener beneficios.
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Se ha hecho que la gente piense que la felicidad se consigue trabajando al menos la mitad del tiempo en el que están despiertos, para así poder comprar cosas que les ahorrarán tiempo y dinero. ¿Soy el único que se da cuenta de lo completamente estúpido que es todo esto? Afortunadamente no, pero más gente de los que se dan cuenta deben ser conscientes de que incluso si dejan de participar en esta cultura de trabaja-consumemuere el resto de personas seguirán participando en el envenenamiento de todos nosotros. A pesar de que prenderle fuego a una industria maderera pueda enlentecer el ecocidio, creo que es mucho mejor la táctica de acabar con los bienes de consumo antes de que sean producidos, esto se puede conseguir destruyendo las plantas energéticas y los laboratorios que permiten que esta sociedad cancerígena se mantenga en pie. Cada momento que no es empleado en destruir esta sociedad industrial es equivalente a justificar la destrucción que produce sobre nosotros y sobre las demás formas de vida. Estamos siendo envenenados por toxinas que se emanan al aire las 24 horas del día, aun así la media está en que las personas inviertan menos de 24 segundos semanales haciendo algo al respecto. Espero que este dato no te haga felicitarte a ti mismo si superas esos 24 segundos, lo que me gustaría es que te des cuenta de que aquellos que hacemos algo debemos atacar más fuerte. Todos nosotros debemos ponernos cara a cara con la totalidad y decidir si queremos continuar golpeando los dedos del monstruo que tiene amenazados a todos los seres vivos, o si vamos a golpearle en la cabeza. No me entiendas mal, arrancarle un dedo nunca va a ser algo malo, pero a no ser que sea parte de una estrategia mayor no va a terminar con la dominación humana hacia los animales y la naturaleza. Jamás conseguiremos convencer a las corporaciones para que dejen de explotar animales y la Tierra, eso está en contra de su “naturaleza”. Queremos defender los seres vivos a toda costa. Ellos quieren perpetuar una forma de vida de explotación sin importarles a qué precio. Su trabajo es ganar todo el dinero que puedan sin importar los daños que causen. Nuestro trabajo es llevar sus negocios a la ruina. (2)
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1.- Sin ánimo de extendernos demasiado, Acción Vegana no está de acuerdo con esta comparación. No podemos restar importancia al hecho de que un individuo preso sea liberado de su prisión por el mero hecho de que haya muchos más individuos presos a los que no se puedan liberar. Para el preso liberado sí que es muy importante esa acción. 2.- A quien le haya gustado este artículo le recomendamos “El buque de los necios”, de Ted Kaczynski (alias Unabomber).
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PLANTANDO CARA A LOS AUTORES DEL OMNICIDIO Esperanza en tiempos oscuros Por Josh Harper
Se me ha pedido que escribiese este artículo sobre la represión y brutalidad que he sufrido como activista. Mi intención no es la de jugar el papel de activista furioso, impactado porque el estado y la industria han respondido ante una amenaza. Cuando ven su poder amenazado estas entidades no reaccionan dentro de los márgenes legales que ellos mismos fijan. Considero que algunas de las consecuencias que mi colectivo se ha visto obligado a afrontar han sido inevitables, al menos no se podrían haber evitado con la actitud que manteníamos de ser totalmente sinceros con nuestro deseo de cambiar el mundo. Así que, en lugar de contar un cuento en plan “¡pobre de mí¡” sobre celdas de prisión y juicios, mi intención es presentar mis experiencias junto con una explicación sobre cómo he ido superando los problemas y mis esperanzas para el futuro. Para mostraros a los lectores la historia al completo, retrocedamos hasta el 26 de Octubre de 1986. Yo tenía once años aquel día. Mi padre me estaba llevando al colegio en su destartalado Ford. Era pronto, hacía frío, y yo estaba disgustado mientras pensaba que iba a tener que enfrentarme a otro día de educación compulsiva cuando una noticia que se estaba comentando por la radio captó mi atención. Un grupo de “terroristas” enmascarado había accedido a la Universidad de Oregón. Habían destrozado y cometido actos vandálicos por todas partes, “robado” animales, y con spray habían escrito las palabras “Animal Liberation Front” por las paredes. Las autoridades les estaban buscando, y el comentarista aseguraba a la audiencia que estos gamberros serían puestos ante la justicia. A continuación se citó lo que habían dicho los directivos de la universidad y las fuerzas de la ley. No se prestó mucha atención al motivo que había empujado a los criminales a actuar de este modo, pero yo concluí que se oponían a la experimentación con animales. Aquella noche puse las noticias en la televisión y pude ver viejas imágenes del A.L.F. en la pantalla. Miré fijamente a las personas con el pasamontañas y pensé en los buenos y los malos que aparecían en mis comics. Supe que estos a los que les llamaban “terroristas” no encajaban en el molde de malvados. Habían actuado de un modo altruista a pesar de que corrían el riesgo de sufrir consecuencias negativas por ello. Cuando ví que eran insultados por agentes del F.B.I. armados, profesores de la universidad furiosos, y los estrambóticos doctores de los laboratorios de vivisección, todo quedó claro para mí. No creía en la liberación animal, era un chiquillo, pero sabía distinguir lo que estaba bien de lo que estaba mal, y supe que yo estaba del lado del A.L.F. Para mí, eran superhéroes en carne y hueso, y en un extraño vuelco al cliché general, estaban siendo perseguidos por los malos. Habían pasado cinco años cuando George Bush padre comenzó su primera guerra de Irak. Las protestas se extendieron por todo el estado. Yo escuchaba las noticias de los medios de información, en ellas hablaban de cómo eran derrotados los anarquistas que se oponían a la guerra por el largo brazo de la ley. Un día en el instituto un estudiante 57
que conocía me dio un periódico llamado El estudiante insurgente. Me lo llevé a casa y leí un análisis de una guerra que me parecía completamente distinta a la que se comentaba en la televisión. Mi primer contacto con un medio de información alternativo hizo que brotasen lágrimas de mis ojos y rabia de mi corazón. Nunca más confiaría en lo que me decía mi televisor. En una de las páginas había fotos de varias víctimas de las bombas americanas junto con el anuncio de una manifestación contra la guerra esa misma noche. Pronto estaba en el Edificio Federal, en mi primer acto de oposición, y mi primera confrontación con las fuerzas de la ley. La manifestación de aquella noche fue enfermizamente pacífica, al menos por parte de los manifestantes. Considerando el número de personas que estaban siendo aniquiladas para que las petroleras estadounidenses pudiesen aumentar sus beneficios, el pacifismo parecía una forma muy cómoda de no oponer resistencia. Todos estábamos coreando gritos y agitando banderas cuando un grupo de personas empezó una sentada. De repente todo se convirtió en un frenesí. Escuché gritos justo enfrente de mí, y las voces que se repetían una y otra vez de “despejad la zona”, directamente salidas de un megáfono. La gente empezó a darse a la fuga, y en todas las direcciones hacia las que corría me topaba con un policía. Parecía que los policías cayesen del cielo y ascendiesen de las alcantarillas. Conforme me acercaba a unas escaleras uno me dio un porrazo en las costillas. Caí desplomado por las escaleras, pero no podía quedarme ahí ya que el policía todavía venía hacia mí. Mis piernas se me estaban llevando de allí lo más rápido que podían cuando conocí por primera vez el gas lacrimógeno. Alguien me agarró del brazo y me dijo que escapase con ellos. Mi amigo misterioso se me llevó a mí y a un grupo de jóvenes manifestantes a Skinners Butte, una colina cercana cubierta de árboles. Todos empezamos a hablar de lo que habíamos visto, a quién habían arrestado, y qué debíamos hacer a continuación. Un grupo de personas propuso fervientemente una campaña de resistencia no violenta. Un joven anarquista les interrumpió afirmando que se había empezado esta guerra para obtener beneficios económicos, y como tal, teníamos que asegurarnos de que el gobierno y las corporaciones perdiesen más dinero con la guerra del que ganaban, en caso contrario la guerra continuaría. Estuve dándole vueltas a la cabeza durante cuatro días, pensando sobre en qué tipo de acciones me tenía que implicar. Finalmente decidí salir a la calle y romper las ventanas de los bancos y de otras instituciones que se enriquecían a costa de la guerra. Un día aquella guerra terminó, pero mi conocimiento sobre otras injusticias crecía. Mi hermana, a quien quiero más que a nadie en el mundo, fue violada por uno de sus profesores. Los abogados, jueces y fiscales la trataron como inferior no sólo por ser una mujer joven, sino también porque era discapacitada. El violador se marchó con una palmadita en el culo. Fui a visitarla en cuanto terminó el juicio, y su desesperación era evidente. Cada instante que estuve con ella me hacía pensar en mis profundas actitudes sexistas, las mismas actitudes que habían hecho la vista gorda con lo que le había sucedido a mi hermana. Cara a cara con mis propios prejuicios comencé a hacer frente a todas mis creencias sobre las jerarquías que me rodeaban. Finalmente este proceso me condujo a un rechazo al antropocentrismo. Mi nueva manera de ver las cosas me empujó a hacerme vegano y a unirme al recién formado Colectivo de Pórtland por la Liberación. Pronto empezamos a viajar para hacer manifestaciones, a hacer comida para gente sin hogar y a distribuir copias de Earth
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First! Journal(Revista de Earth First!) , No Compromise (Ni un Paso Atrás), Live Wild or Die (Vive Salvaje o Muérete) y otra literatura eco-revolucionarias. Estas publicaciones hicieron que me reencontrase con el Frente de Liberación Animal. Sentí el mismo respeto hacia ellos que el que había sentido cuando tenía 11 años, y pronto comencé a organizar eventos en apoyo al A.L.F. Al parecer, la comunidad de activistas de Oregón se estaba fijando en mí por tomarme las cosas en serio, tener claras mis ideas, saber defenderlas y no rendirme. Sin que yo lo supiese también estaba llamando la atención de otros… Un día estaba sentado en la terracilla de mi casa cuando dos hombres subieron por las escaleras. Pensé que eran misioneros o vendedores. Mientras pensaba cómo me iba a librar del sermón, uno de ellos de repente sacó una placa y me dijo que venían porque alguien se había quejado de que en mi casa había mucho ruido. El instinto me dijo que estaba mintiendo. Cuando me levanté para marcharme uno de ellos confirmó lo que me habían dicho mis instintos al decirme que eran agentes del F.B.I. Sacó una lista de números de matrículas y me informó de que mi casa había estado siendo vigilada. Estaba formulándome la pregunta de quienes eran las personas que venían a mi casa cuando les cerré la puerta. Poco tiempo después mi amigo Joshua Kielas y yo comenzamos a trabajar en Breaking Free Video Magazine, una serie de VHS que se publicaban periódicamente y que documentaban acciones directas y protestas relacionadas con la liberación animal y de la tierra. Habíamos pedido imágenes de acciones que se hubiesen realizado por todo el mundo y queríamos conseguir grabaciones de acciones ilegales que muy poca gente hubiese visto. Nuestra correspondencia comenzó a llegar abierta. Un día parecía que alguien había entrado al estudio donde preparábamos el material. Empecé a darme cuenta de que había personas que me seguían cuando iba a casa de Joshua y cuando salía de ella. Un día fuimos a una manifestación en la Universidad de Oregón, a las afueras de los mismos laboratorios que el A.L.F. había destruido hacía 10 años. Un vivisector al que se le causaron destrozos aquella noche, Richard Morocco, me golpeó en el pecho durante la protesta, un policía aprovechó para decirme que al vivisector no le iba a pasar nada, pero que a mí me estaban vigilando. En este período de tiempo hacía bastantes arrestos voluntarios y por ello estaba continuamente en conflicto con las fuerzas de la ley. Los ataques policiales a los activistas eran constantes. Me arrestaron en una manifestación en Anaheim, California, y a pesar de que a mí fue a quien me apalearon, se me pusieron múltiples cargos por agresión y por causar daños físicos a los policías. La grabación de una cámara de vigilancia mostraba que yo me protegía mientras la policía me daba una paliza, pero un jurado conservador declaró que yo había realizado contactos indeseados con los brazos y manos de los policías por medio de mi pecho y estómago. Me condenaron a cuarenta y cinco días en la cárcel de Orange County. Mientras estaba en la cárcel, los funcionarios me dieron dos palizas. En una ocasión yo estaba esposado y me pegaron en la nuca repetidamente porque no quise emplear botas de cuero. Otra vez un carcelero me empujó por unas escaleras mecánicas, cuando llegué al final el que me había tirado y otro que estaba debajo se unieron para darme patadas. Nada de esto se parecía a lo que les ocurría a los presos negros y chicanos cada día.
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Cuando empecé mi sentencia comencé una huelga de hambre, pensando que la resistencia pasiva haría cambiar la conciencia del juez, y ablandar los corazones de la policía. Mi opinión pronto cambió cuando me di cuenta de que ni los jueces tienen conciencia ni los policías tienen corazón. Mientras cumplía mi sentencia hablaba de política con otros presos, ellos enseguida vieron que las “Palabras sobre el Sufrimiento” de Gandhi eran una táctica que podía hacer poco para amenazar al estado y a las corporaciones. Conforme mi cuerpo empezaba a sufrir las consecuencias de una falta de alimentación tan prolongada mis pensamientos comenzaron a centrarse en los explotadores de animales, madereras, constructores de embalses, urbanistas, y lo cómodos que estaban todos cenando en sus casas. ¿Por qué estaba yo sufriendo mientras ellos disfrutaban del fruto de su expolio? Me soltaron después de 36 días sin comer. Entonces decidí que a partir de entonces centraría mis esfuerzos en métodos de lucha más eficaces. Cuando me recuperé físicamente me uní a unos amigos para sabotear una cacería de ballenas en la Península Olímpica, en el estado de Washington. La gente de la localidad que nos apoyaba nos confirmó que los policías de la oficina del Sheriff nos estaba espiando. Más tarde descubrimos que habían formado Unión de Fuerzas Antiterroristas en el pueblecillo de Sequim, en el que nuestro grupo se estaba hospedando y desde donde discutíamos lo que íbamos a hacer. Después de tres meses de aguantar aguas heladas, olas enormes y mala alimentación, los cazadores salieron a cazar. Estábamos preparados Jake Conroy y yo fuimos arrestados por interrumpir la cacería con bombas de humo, extintores y bengalas. Lo que hicimos aquel día le salvó la vida a una joven ballena y me demostró el valor que tiene la acción directa. Inicialmente fuimos acusados de intento de asesinato, pero nuestros cargos fueron rebajados a Asalto Delictivo de Primer Grado. Nos declaramos culpables para que no continuasen imputándonos otros delitos menores, regresamos la siguiente temporada de caza y salvamos a otra ballena. En aquel entonces la presión que rodeaba al E.L.F. estaba aumentando literal y figurativamente. El Frente de Liberación de la Tierra, hermano del A.L.F., estaba incendiando negocios, vehículos, compañías que destruían el planeta. Esta organización clandestina había crecido rápidamente debido a la frustración que mucha gente sentía con respecto a grupos que inicialmente fueron radicales, como Earth First! Conforme la gente de izquierdas y los pacifistas iban controlando cada vez más la resistencia legal, el E.L.F. ofreció una alternativa para aquellos que estaban decididos a tener un impacto mayor del que suponía que sujetasen pancartas o que se disfrazasen de tortugas gigantes. Los fuegos del E.L.F. estaban reavivando la llama de la rebelión que había sido mermada por un movimiento ecologista cada vez más moderado, y el F.B.I. estaba tomando nota de todo. Empezaron a aparecer Agentes Especiales por todas partes, querían seguirles la pista a los escurridizos “elfos”. El Departamento de Justicia anunció que el E.L.F. se había convertido en su prioridad número uno, y decidieron que yo era su principal seguidor. No me sorprendió que viniesen a buscarme los jefes de policía con el deseo de que les contase todo lo que sabía acerca de las actividades del E.L.F. Lo que sí me desconcertó es como intentaron conseguirlo. Un día, durante la segunda temporada de caza de ballenas estaba navegando en la pequeña barca de mi amigo Brett. Habíamos estado recorriendo el área durante todo el día con un artefacto diseñado para ahuyentar a las ballenas grises fuera de la zona de caza. El Guarda Costas nos comunicó por radio que el aparato violaba el Acta de Protección de Mamíferos Marinos, y de que se dirigían a nuestro encuentro. Enseguida
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supimos que esas no eran sus verdaderas intenciones. Varios barcos de los Guarda Costas rodearon nuestra barca, y a continuación una pequeña flota de Zodiacs se dirigió a toda velocidad hacia nosotros. Los hombres de las zodiacs evidentemente no eran Guarda Costas. Llevaban cazadoras negras brillantes en la que podía leer en la parte de la espalda “Agentes federales”. Uno de ellos subió a nuestra barca y me entregó una citación para que compareciese ante el Gran Jurado Federal de Pórtland. A pesar de que no me causaron muchos más problemas aquel día, mi amiga Erin Abbot fue arrollada por una zodiac mientras intentaba mantener a los cazadores alejados de su presa. Le partieron un omóplato por la mitad y le rompieron varias costillas, las hélices de la embarcación le pasaron a unas pocas pulgadas de la cabeza, por lo que estuvo a punto de morir. En lugar de ayudarla, los Guarda Costas que la habían arrollado dejaron que se quedase en el agua 5 minutos hasta que llamaron a un helicóptero. Por supuesto nunca nadie les dijo nada a los Guarda Costas, pero nosotros no olvidaremos la valentía de nuestra amiga. Cuando aquella noche regresamos a tierra llamé al Portavoz del E.L.F. (1), Craig Rosebraugh. Graig y yo nos conocíamos desde hacía años, y en aquel entonces le habían mandado comparecer ante “Grand Juries” (“Grandes Jurados”) en repetidas ocasiones. Me explicó que los Grandes Jurados eran investigaciones que llevaba a cabo el fiscal federal. Una vez que se le manda comparecer ante el Gran Jurado, un testigo no tiene ninguna protección frente a la auto-incriminación, no tiene derecho a que esté presente su abogado, no tiene derecho a saber las pruebas que se presentan contra él, y no tiene derecho a permanecer en silencio. Los Grandes Jurados pueden encarcelar a alguien durante 18 meses sin demostrar que es culpable de ningún crimen. Craig acordó que se ocuparía de hablar con los periodistas acerca de mi petición de comparecencia si ellos lo pedían, y que me ayudaría a encontrar algún sitio donde quedarme en Pórtland. Dejé la campaña contra la caza de ballenas y me dirigí al sur para encontrarme con otros activistas y decidir como me las apañaría con el Gran Jurado. Un día, en el que estaba viviendo en la casa de algunos amigos en San Franciso que convivían con dos pit bulls, me quedé mirando a los perros. Estaban rompiendo todo lo que encontraban a su paso mientras jugaban a pelearse entre ellos, entonces pensé en lo afortunados que eran de vivir en un lugar donde se les respetase, en lugar de estar en un laboratorio de vivisección, en un criadero de perros, o en un sangriento estadio donde tuviesen que pelear. Me dio un vuelco al corazón y salí fuera. No puedo explicar qué es lo que realmente me impulsó a hacerlo, pero le prendí fuego a la citación de comparecencia ante el Gran Jurado y escupí sobre las cenizas. Al día siguiente escribí una carta abierta al Movimiento por la Liberación Animal y de la Tierra en la que explicaba que jamás daría información a los fiscales sobre nuestra lucha, y que ni siquiera tenía intención de presentarme a la citación. La mañana en la que estaba programada mi comparecencia, Craig leyó mi carta a las 100 personas que se habían concentrado a las puertas del Edificio Federal de Portland para apoyarme. Los periodistas me declararon un “fugitivo anarquista”. Pensé que era gracioso, ya que no me estaba escondiendo y estaba viviendo en la misma dirección que el F.B.I. había estado vigilando por última vez. Transcurrieron los meses sin ningún incidente y pensé que quizás los federales habían considerado que no les valía la pena invertir tanto tiempo en mí.
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Un muchacho vegano que había conocido durante este período de tiempo me invitó a hablar en su instituto. Después de mi charla dejé el edificio para ir a desayunar. De pronto aparecieron coches de todas partes. Estaba rodeado de altos cargos de la policía federal, por el F.B.I., y la policía de la región, me arrestaron bajo cargos por delitos mayores. Después de que se me anunciase la fianza que tenía que pagar, la gente que me apoyaba consiguió reunir varios miles de dólares en bastante poco tiempo, durante el cual unieron lazos entre ellos. Me soltaron teniendo que ir a firmar hasta que comenzase el juicio. El juez que presidía el caso solicitó que dejase de defender, fomentar, o mostrar apoyo a ninguna acción ilegal, no se me estaba permitido hacer ninguna de estas cosas bajo ningún método. Mi abogado replicó que esto era una violación de la primera enmienda y preguntó; “¿Se le permitiría al Señor Harper llevar una camiseta en la que se leyese “Viva el cruzar la calle sin mirar”?” el juez respondió que estaría violando su orden si públicamente daba el visto bueno a cruzar la calle de modo temerario, y que me encarcelarían por ello. Este Gran Jurado llegó a su fin. Stuart Sugarman, mi genial consejero del caso, llegó a un acuerdo en el que yo entraría a la sala del Gran Jurado a condición de que se me retirasen los cargos por delito mayor. Entré a la sala del Gran Jurado, pero al igual que le ocurrió a Ronald Reagan, se me olvidó todo conforme entraba por la puerta. El jurado me estaba preguntando dónde estuve en algunas fechas concretas, a quien conocía, y qué sabía sobre los crímenes del E.L.F. Mis respuestas se repetían, “no lo recuerdo”, provocando un gran enfado en el fiscal oficial Stephen Piefer, que le dio un buen puñetazo a la mesa. “Deja de tomarme el pelo señor Harper” gritó, “¡saldré de esta sala y te pondré todos los cargos que pueda!” Me dijo que tenía pruebas de que había liberado conejos de una granja de Philomath, Oregón, y participado en liberaciones de visones en muchos puntos del Noroeste de EE.UU. Me limité a sonreír educadamente y continué con mi lapso de memoria. Al cabo de unos minutos salí del edificio federal. Ese Gran Jurado se disolvió al poco tiempo, pero poco tiempo después volví a recibir otra citación. En el 2001 hice un vídeo para la campaña Stop Huntingdon Animal Cruelty (SHAC), titulada “Esto es la Guerra”. El vídeo contenía imágenes de una liberación de perros que se hizo en el laboratorio Huntingdon Life Sciences (H.L.S.), en sus instalaciones de Nueva Jersey. A mí me habían enviado anónimamente la cinta miembros del A.L.F. Después de esa citación de comparecencia en Nueva Jersey, recibí otra. Los fiscales me pedían que dejase de distribuir la cinta de vídeo. Acudí a la comparecencia, pero me negué a dejar de distribuir la cinta. Desde aquel entonces he continuado siendo vigilado, amenazado, y agredido físicamente más veces de lo que es necesario comentar en este texto. Sólo haré un resumen. Después de que me sacasen de la carretera unos matones contratados por las corporaciones y que me diesen una paliza los policías de Arkansas, me arrestaron junto a otros manifestantes por el crimen de andar por la calle sin llevar el D.N.I. Después se me llevaron en el autobús policial con un pleito RICO (Racketeering Influenced an Corrupt Organization/Organización Corrupta con Chantajes Sistematizados). El pleito aseguraba que se habían producido pérdidas por el valor de más de 10 millones de dólares a los inversores (accionistas) de H.L.S., otros activistas y yo debíamos devolverles esa cantidad. RICO fue algo que se creó para defender a los pequeños negocios de la mafia. Ahora la empleaban para proteger a compañías inversoras multibillonarias de jóvenes con pancartas. Finalmente se retiró el caso gracias a que
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derrotamos a la compañía que principalmente lo financiaba, Stephens Incorporated, presionándole para que dejase de invertir en Huntingdon. Tras esa debacle publiqué The Madate, un video en el que se documentaban las protestas y acciones directas contra H.L.S. y sus socios. Durante la gira que hice en la que anunciaba el video, el F.B.I. me estuvo siguiendo todo el rato. Cuando regresé a casa empecé a preparar manifestaciones y concentraciones contra colaboradores de H.L.S. y enseguida se llevó a cabo una redada en mi casa, por parte de la Unión de Fuerzas Antiterroristas de Seattle. Afirmaron que objetos tales como la foto de mi hermana cuando tenía tres años, trofeos que guardaba de cuando siendo niño competía en torneos de artes marciales, y viejas revistas, eran pruebas valiosas contra mí y se las llevaron junto con varias cajas de mis compañeros de piso. Simultáneamente el F.B.I. llevó a cabo una redada en las oficinas de SHAC-USA: los soldados en su lucha contra el terror no encontraron bombas de destrucción masiva, pero se las arreglaron para confiscar copias de la telecomedia “Bossom Buddies”, junto con algún diario de sueños, ordenadores y cacharros. En los meses que siguieron la redada descubrí que a personas, incluido uno de mis compañeros de pisos, se les ofreció dinero si me espiaban. Después de que me mudase a otro apartamento comencé a sospechar que estaban entrando a mi casa cuando yo no estaba, y un día se confirmaron mis sospechas cuando encontré archivos desordenados, puertas de armarios abiertas, y material sobre veganismo tirado por todas partes. Noté que había gente que me seguía por toda la ciudad y comencé a oír rumores de que se les preguntaba por mí a otras personas que se les citaba para declarar en Grandes Jurados. Una mañana, a eso de las 6 a.m., alguien llamó a mi puerta. Era el F.B.I. con una orden de arresto. Habían arrestado a otros 6 por todo el país esa misma mañana, todos teníamos cargos por conspirar para violar el Acta de Protección de las Empresas relacionadas con Animales de 1992. Cuatro de nosotros tenemos cargos por “Conspiración para emplear el Sistema de Tele-comunicación Interestatal con Fines de Chantaje”. Otros tres de los arrestados tenían también otros cargos y se les piden 23 años de prisión (2) Es evidente que en la época del Acta Patriótica la intimidad es cosa del pasado. Desde que fui arrestado me he enterado de que mi vieja amiga, Lisa Distefano, era una colaboradora. Su misión era espiarme y proporcionar datos de mi vida al F.B.I. El punto hasta el que había llevado su traición permaneció oculto hasta que testificó contra mí en el juicio. También hubo órdenes judiciales para que se instalasen programas de espionaje en nuestros ordenadores y micrófonos en nuestras casas. He visto miles de páginas en las que se recogían llamadas telefónicas, emails, y conversaciones por el Messenger entre los otros acusados y yo, además de transcripciones de lo que habíamos dicho en artículos y charlas/debates. Se mostraron videos que se habían tomado durante los seguimientos a muchos de los acusados. Estas “pruebas” eran absurdas, era obvio que no había una conspiración, sin embargo el juicio contra los “SHAC 7” continúa porque los hombres poderosos que han perdido dinero a causa de la campaña de SHAC han presionado al sistema judicial. Comparado con lo que otras personas han tenido que afrontar en su lucha por la liberación animal y de la tierra, tengo suerte. En Inglaterra, se han asesinado personas por luchar por la liberación animal. En Sur América, África, Asia y en todas partes han “desaparecido” ecologistas. Compañeras de nuestro movimiento han sido asaltadas
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sexualmente por empleados de seguridad y por policías, y una amiga mía europea ha quedado discapacitada cuando un policía la arrojó de una plataforma durante un acto de desobediencia civil (N de T: Lyn Sawyer durante una acción para cortar el acceso a H.L.S.). Mirando otros movimientos, especialmente en aquellos en los que hay involucradas pocas personas blancas, se puede ver que las violaciones, los asesinatos, y los montajes policiales están a la orden del día. Me temo que, conforme avance el tiempo, las cosas se pondrán iguales en nuestra lucha, y aun así yo sigo en el mismo camino. Soy consciente de que en mi futuro volveré a ser encarcelado, y de que es inevitable que las cosas se pongan más duras; sin embargo no dudaré en actuar según las ideas que me infundió el A.L.F. cuando tenía 11 años. He aquí el porqué. En el pasado, en el área que ahora es San Francisco, los primeros exploradores aseguraron haber visto bandadas de pájaros tan grandes que ocultaban el sol durante horas. Los comerciantes franceses que llegaron a “Newfoundland” (N de T: la tierra descubierta) hablaban de manadas de focas migratorias que cubrían el horizonte hasta donde no alcanzaba la vista, y corrían durante diez días y diez noches sin parar. Yendo más atrás en el tiempo, el área que ahora es Irak estuvo tan cubierta de árboles y vida salvaje que las madres y padres del primer terrible imperio de la tierra jamás podrían haber imaginado que se convertiría en un desierto. Es posible que sea la extensión de la civilización lo que ha hecho que desapareciesen las focas, y que las aves migratorias ya no oculten el sol, y que perdamos tantas y tantas maravillas cada día que continúa nuestra guerra contra el mundo salvaje. El Imperio Humano ya casi está terminado. Las últimas de las zonas salvajes que cubrieron toda la tierra están cayendo conforme avanzan nuestras ciudades. Los otros animales en este planeta han sido desalojados de sus hogares y ahora los tenemos cautivos, han sido arrancados de sus vidas originales y domesticados para que satisfagan nuestros intereses. Con nuestra tecnología cada vez más peligrosa la naturaleza prácticamente no tiene ninguna oportunidad de arreglar nuestros destrozos y daños que hemos causado a los seres libres de este planeta, y en el planeta en sí mismo. Es posible que sea un ingenuo, pero a pesar de todos estos horrores todavía espero algunas cosas geniales del futuro. Esta noche, una niña adolescente con sus amigos cogerán un martillo por vez primera y romperán las ventanas de un Mc Donald´s. Un miembro de un grupo ecologista de la línea principal se dará cuenta de que nunca salvarán las tierras pantanosas que tiene al lado de su casa únicamente por medio de papeleos burocráticos, así que decidirá salir por la noche con un bidón de combustible en su mano. Una mujer mayor de Oregon sacará clavos de sus bolsillos y los clavará en aquellos árboles que escalaba hace ya mucho tiempo. A pesar de que esta gente les separan miles de quilómetros, tienen algo en común junto con otros millones de personas que también darán un paso al frente para luchar contra la esclavitud de los animales y la eco-destrucción –un espíritu de resistencia indomable, un deseo valiente de salvar lo que aman y liberar los billones de animales sin voz que están sufriendo. Esa chica adolescente, ese ecologista de mediana edad con carrera universitaria y esa anciana saben lo que les espera si son descubiertos, pero su deseo de un mundo mejor es superior al instinto de auto-protección. Actuarán de todas formas. Debemos seguir el mismo camino. El gobierno podrá encarcelarnos a algunos de nosotros, pero no pueden detener el fenómeno de la compasión. A mí me alcanzó cuando era un niño que iba de camino al
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colegio, y con cada nueva acción se crea la oportunidad de inspirar a otros para que se decidan en ponerse del mismo lado. Desde que estoy en esto he visto nuevas personas dispuestas a luchar que se unen al movimiento, y a viejos veteranos que siguen firmes, mantendré la esperanza de que nuestro pequeño levantamiento salve el mundo. Sigue fuerte, continua luchando mientras tengas aliento, y la victoria será nuestra.
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1.- En el texto original habla de la Oficina de Prensa del E.L.F. Se trata de un lugar (una habitación de una casa, de un C.S.O., etc.) donde las distintas células del E.L.F. pueden enviar sus comunicados. La “Oficina de Prensa” puede publicar dichos comunicados en alguna página web/revista… o reenviarlo a otras personas que puedan estar interesadas. Otra función de la “Ofina de Prensa” es hablar en los medios de comunicación de masas si se le pide, con el fin de que explicar qué es lo que ha motivado a una célula a llevar a cabo una acción determinada y a hablar en defensa del E.L.F. ante los ataques de policías y periodistas. También suelen llevar a cabo proyectos de apoyo a presos, etc. La Ofina de Prensa no tienen ningún contacto con ninguna célula del E.L.F. y quien la lleva no conoce a quienes le envían los comunicados por motivos de seguridad para los “elfos”. La Ofina de Prensa, especialmente en EE.UU. está siempre muy controlada, y en todas las Ofinas de Prensa que ha habido en EE.UU. ha habido continuas redadas en las que se confiscan ordenadores y todo el material (supuestamente para investigar, pero principalmente para obstruir su funcionamiento). 2.- El famoso juicio de los 7 de SHAC tuvo lugar en septiembre del 2006. Finalmente se retiraron todos los cargos contra una de las personas acusadas, otro de ellos ya ha salido de prisión, y los cinco restantes siguen cumpliendo su condena (se escribe esto en octubre del 2007). Las sentencias han ido desde los 1 hasta los 6 años de cárcel. Este caso supuso un muy duro golpe para la campaña de SHAC en EE.UU. Transcurridos varios meses tras el juicio, el 1 de Mayo del año 2007 se llevó a cabo otro ataque represivo contra la campaña de SHAC en Europa. Se realizaron registros simultáneos en las casas de 30 activistas (la mayoría británicos, pero también había 2 de Holanda y un belga dentro de los intimidados). A muchos de ellos se les ha prohibido volver a manifestarse contra compañías relacionadas con H.L.S. y tienen cargos por ello. Tres de esas 30 personas (según la policía los “dirigentes” de SHAC; Heather, Greg y Natasha) han ingresado en prisión acusados de llevar a cabo una campaña de chantajes contra H.L.S. A pesar de todo la campaña sigue en pie.
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LA CUESTIÓN DE LOS ANIMALES -Descubriendo las Raíces de Nuestra Dominación de la Naturaleza y de los Unos a los Otros. Por Jim Mason
Algunos creen que la sociedad humana sigue un camino que nos lleva directamente hacia la locura. Por todo el mundo se dan odios ridículos y guerras; creo que no hemos aprendido a distinguir las causas últimas del problema social y ambiental actual. Considero, junto a un número cada vez mayor de personas, que estos problemas comenzaron hace varios milenios cuando nuestros ancestros empezaron a encerrar animales en “granjas”, rompieron los viejos lazos con el mundo vivo y situaron al ser humano por encima de todas las demás formas de vida. Como consecuencia de esto, ahora no tenemos el menor sentido de cercanía con ninguna otra forma de vida de este planeta, y por consiguiente no tenemos una sensación de pertenencia al mismo. Somos arrogantes. El mundo vivo es una cosa que está por debajo de nosotros –podemos explotarlo o ignorarlo-. Estamos patológicamente desviados de la naturaleza. Un mundo vivo y animado Nuestros ancestros lejanos –esas sociedades tribales recolectoras que existían antes de que apareciese la agricultura en torno al año 10.000 AC- no vivían simplemente de un modo cercano a, sino dentro y en unión con la naturaleza. Yo les llamo personas “primales”, ya que ellos son la forma de vida humana más antigua y universal. Para ellos la comida y los materiales no provenían de trabajar la tierra, ni de controlar las vidas y el crecimiento de las plantas y de los animales, sino de un increíblemente profundo conocimiento de ellos. Vivían con recordatorios diarios acerca de su interconexión con los seres vivos que les rodeaban y continuamente eran conscientes de que lo que tomasen del mundo les afectaría. Todo esto evolucionó en varias religiones tribales alrededor del globo. Lo que todas ellas tienen en común, es una profunda unión emocional y respeto hacia el mundo natural. Desviadas del mundo natural, nuestras mentes modernas están demasiado mutiladas como para poder comprender hasta qué punto la mente primaria estaba alimentada por el medio ambiente –particularmente por los seres vivos-. La joven mente humana literalmente tomó forma y cuerpo –sus imágenes básicas e ideas- de las plantas y animales que la rodeaban. Descubrieron cuáles de las cientos de plantas que les rodeaban eran las más nutritivas, las medicinales, y las que se podían emplear para hacer herramientas. Descubrieron los ciclos de la vida y los hábitos diarios de docenas de especies animales hasta el punto de poder saber cuándo y dónde una cacería sería más exitosa. Descubrieron cómo los ecosistemas se veían afectados por el clima, las estaciones, y las otras fuerzas de la naturaleza. La gente primaria conocía la Tierra, su territorio de recolección, probablemente mejor de lo que pueda hacerlo cualquier 67
ecólogo actual. Después de todo dispusieron de muchas generaciones a través de las que experimentaron y aprendieron, y, sobre todo, un sentimiento hacia la naturaleza que ningún libro ni revista puede transmitir. Los animales llamaron la atención de los primeros seres humanos por su tamaño, velocidad, fuerza y comportamiento. Se creía que disponían de poderes con los que los humanos no contaban. Para los humanos primales –especialmente aquellos con una mente, conciencia y cultura florecientes propias del moderno Homo sapiens, hace alrededor de 45.000 años- los animales que ocupaban las áreas por las que recolectaban eran los seres vivos que más les llamaban la atención, eran los seres más fascinantes del mundo. Si hacemos una clasificación en términos de la cantidad de asombro que provocaban, los animales eran los seres más maravillosos que les rodeaban. La relación primal con los animales/poderes del mundo natural no era una relación jerárquica sino una relación de compañerismo en la que los seres humanos interactuaban con ellos, y tenían un fuerte sentimiento de interdependencia. Otras cosas en la naturaleza nos impresionaban también, como los oscuros bosques, las fuertes tormentas, y el crecimiento de los ríos tras lluvias torrenciales. Aun así, los animales nos impresionaban de una manera que el resto de la naturaleza no era capaz de alcanzar. ¿Porqué los animales?; ¿Porqué los animales tienen un papel tan importante en el proceso de la formación de la mente?; ¿Porqué al niño no le llaman la atención los muñecos con formas de plantas o figuras de árboles y minerales?; Los animales no humanos, al igual que nosotros, se mueven libremente, y obviamente son más similares a nosotros de lo que lo son los árboles, los ríos, y otros elementos de la naturaleza. Los animales no humanos tienen ojos, oídos, pelo, y otros órganos que también tenemos nosotros; y ellos duermen, comen, defecan, copulan, paren, juegan, pelean, mueren, y llevan a cabo muchas otras de las actividades que también realizamos nosotros. Los animales son activos, mientras que el resto de la naturaleza es el contexto donde se llevan a cabo esas actividades. Es algo relativamente amorfo, todavía inescrutable, y no es de mucha ayuda para el cerebro en las primeras fases de su desarrollo. El paso de ser vistos como espíritus a esclavos Como estimuladores de la mente, el pensamiento y los sentimientos, los animales son algo muy importante para los seres humanos. No es sorprendente que nuestros ancestros creyesen que tenían alma y poderes. Tras siglos manteniendo en granjas a los animales, los humanos consiguieron tener un control consciente sobre ellos y sus procesos vitales. Al reducirles a la sumisión física, la gente terminó minusvalorándoles también a nivel psíquico. Castrados, subyugados, lesionados, encadenados, arnesados, los animales domésticos fueron continuamente alienados. Dejaron de tener ese salvajismo, ese misterioso poderío que mostraban sus ancestros cuando eran perseguidos por los cazadores-recolectores. Los animales domésticos fueron perdiendo sus capacidades al ser confinados, seleccionados genéticamente y familiarizarse con los humanos. Gradualmente pasaron a ser vistos más con desprecio que con admiración. Al subyugar a los animales domésticos, los granjeros despreciaron a los animales y a la naturaleza en general, porque los granjeros pasaron a ver a las especies salvajes como plagas, y los elementos de la naturaleza como amenazas. Pero fue especialmente la práctica del granjeo lo que hizo que la gente pasase de ver a los animales como poderes
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espirituales a verles como instrumentos y herramientas. Alteró drásticamente la ancestral relación animal-humano, pasando de ser una relación entre compañeros a ser una relación de amo y esclavo, de ser respetuoso con el mundo natural a reinar sobre él. Cuando hace aproximadamente 10.000 años apareció la visión ganadera y agrícola, los seres humanos se vieron a sí mismos por primera vez como algo diferente al resto de la naturaleza. Esta percepción dualista se expandió con la ganadería, desde Mesopotamia hasta el resto del mundo antiguo. Ya estaba muy desarrollado en el momento en el que comenzó la historia escrita (en el 3.000 A.C.), y adquirió unas dimensiones superiores y una mayor fuerza en Grecia, Roma, y los otros grandes imperios del mundo antiguo. Es la fundación del Judaísmo y del Cristianismo lo que ha transmitido que los seres humanos tienen un “dominio” sobre los animales y la naturaleza, y estos axiomas constituyen la espina dorsal de las culturas occidentales. Yo llamo esta perspectiva dominacionismo –la visión de que los seres humanos tienen un poder divino o un derecho a utilizar y controlar el mundo vivo en beneficio propio. De entre las cambiantes extravagancias aparecidas durante dos milenios en las culturas occidentales, la única que se ha mantenido constante es la adherencia a la visión dominacionista del mundo, y ésta es la raíz de la crisis del mundo social y natural actual. Misoteria, misoginia y racismo: el desprecio a los animales, las mujeres y la gente de color El dominacionismo nos sitúa en una posición superior y diferente al resto de seres vivos. Desde esta perspectiva ilusoria, sólo podemos despreciar y rechazar a los animales y a la naturaleza donde quiera que los veamos, tanto en el mundo como dentro de nosotros. Para analizar esta actitud de desprecio a la naturaleza en cualquier sitio en la que sea encontrada, ya sea en bosques, animales o en nosotros mismos, he acuñado el término misoteria. Literalmente significa odio y desprecio a los animales y, por extensión, al mundo natural al completo, especialmente en lo referente a sus aspectos animales. Un escritor, por ejemplo, ha descrito la naturaleza como “roja tanto en sus dientes como en sus garras”, es decir, que la naturaleza es tan violenta y con sed de sangre como los animales predadores. Nosotros utilizamos la expresión de “it´s a dogeat-dog world” (N de T: es un mundo duro, en el que los perros comen perros) en una muestra de nuestra condescendencia hacia los animales (porque paradójicamente asociamos la competitividad social brutal como si se tratase de una especie de ley que se da rutinariamente en la naturaleza). Los grandes medios de prensa continua refiriéndose a criminales ultra violentos con los términos “animales”, “bestias”, “salvajes”, y hacen programas con títulos como “Cuando los Animales Atacan” (en los que realmente atacan los humanos). Así, consiguen poner a los humanos como víctimas de la naturaleza, en lugar de sus agresores. El problema es que tenemos profundas neurosis y ansiedades en relación con nuestro propio animalismo, intentamos incansablemente reprimir el hecho de que somos animales. Nos producen ansiedad nuestros propios cuerpos, sus ciclos y funciones, porque nos hacen ver nuestra cercanía al resto de animales. Proyectamos nuestros miedos y nuestro odio a la naturaleza no sólo en los animales, sino también en nosotros mismos, y hacia cualquier otra persona cuyas características físicas distintas les sitúa, creemos, por debajo de nosotros –más próximos a los animales y a la naturaleza que a nosotros mismos. La consecuencia es que estamos reprimidos, inhibidos, psicológicamente lisiados, y en guerra con nosotros mismos y el mundo que nos rodea.
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En la pirámide dominacionista o la jerarquía de seres, la mujer de uno está un peldaño por debajo de él. Han sido descritas como “cercanas al estado animal”, de acuerdo con Sir Keith Thomas en su estudio de las actitudes europeas en Man and the Natural World. Otros escritores han explicado cómo la subyugación de las mujeres bajo el patriarcado comenzó con la domesticación de los animales, se originó en las tribus ganaderas del antiguo Oriente Medio. Estos primeros individuos que apoyaban la supremacía masculina reescribieron las historias de la creación y otros mitos, destruyeron los cultos a las diosas, introdujeron la misoginia en la poesía y en la mitología, y finalmente redujeron a las mujeres a un nivel inferior. Uno o dos peldaños más abajo, en la jerarquía de seres, se sitúan las personas a las que llamamos diferentes porque su apariencia no es la misma que la nuestra, o hablan un lenguaje distinto, o difieren en algún aspecto. Hasta qué punto están por debajo en la jerarquía depende de cuan útiles son, y de su distanciamiento con respecto a la naturaleza. Los hombres del grupo de “diferentes” podrán superar el nivel de nuestras mujeres si son civilizados –es decir, si tienen una agri-cultura dominacionista similar a la nuestra, un sistema patriarcal, caciques, riqueza, monumentos artísticos, centros urbanos, etc. En los rangos por debajo a los “diferentes” están los animales, primero están aquellos que les son útiles a los humanos, después, y a gran distancia, los demás. Muy al fondo de la pirámide está la cruda y caótica naturaleza en su estado puro, compuesta por organismos invisibles y una inclasificable masa de vida que se alimenta, crece y muere en lugares oscuros y misteriosos. Esto es, barrizales, pantanos, la selva, y los riachuelos y los lugares salvajes lejanos a las huertas y campos de las civilizaciones agrarias. Esta es la parte de la naturaleza menos útil, la más misteriosa, y por consiguiente la más hostil y siniestra. Esta mentalidad de jerarquías y misoteria desencadena en la obsesión de los criadores de animales por las líneas sanguíneas y la pureza sanguínea, como también ocurrió en la Alemania nazi y con los segregacionistas del Sur. Como siguen haciendo hoy en día los neonazis y los que apoyan la supremacía blanca. La retórica de todos estos racistas es idéntica a la obsesión de los criadores de animales, y el extremismo de sus acciones delata los intensos miedos y odios a la naturaleza “inferior”. Los nazis vilipendiaron a los judíos, a los gitanos, a los polacos, y a otras “razas impuras”, y después intentaron exterminarles. Los segregacionistas del sur predicaron contra la “mezcla de razas” y usaron linchamientos, violencia de masas, y campañas terroristas para mantener a la gente de color “en su lugar”. Esto es porqué, a pesar de todos los esfuerzos de la ciencia y las campañas de los derechos civiles, el odio racial perdura, como un enorme acuífero que está situado justamente debajo de la conciencia de nuestra cultura. En ocasiones, cuando no estamos atentos, sale a la luz, convirtiéndose en una lucha pública y política. La cuestión de los animales Hablando en términos biológicos, los humanos han tenido mucho éxito a expensas de otras especies. Gracias a ello, la población humana se ha incrementado enormemente en las últimas décadas. La población humana alcanzó el billón en 1830, y de ahí llego a los 2,5 billones hace sólo 40 años. Ahora somos 6,5 billones de humanos en el mundo, y cada año hay 90 millones de humanos más.
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El humano medio de hoy en día emplea docenas de veces más de energía y materiales de lo que jamás se haya empleado. Nos hemos convertido en animales muy materialistas. Presumimos de nuestras riquezas sin darnos cuenta de que todas nuestras pertenencias han sido extraídas del medio ambiente. Consecuentemente, la voracidad humana ha desencadenado una bola de nieve destructiva en la cadena alimenticia de la vida. Desde que hace 10.000 años comenzamos a intensificar la producción alimenticia para humanos a través de la agricultura, establecimos un ritmo igualmente creciente de extinguir una especie tras otra. Los biólogos temen que el impacto de la existencia humana está suponiendo una extinción masiva que podría erradicar una cuarta parte de las especies que quedan actualmente en los próximos 50 años. A la vez que aumentaba la escala tecnológica y social también aumentaba la escala de guerras y masacres. Dicho en números, el siglo XX ha sido el más sangriento de la historia. Sólo en ese siglo cerca de 36 millones de personas fueron asesinadas en las diferentes guerras. 120 millones más fueron asesinados en los varios programas genocidas llevados a cabo por los gobiernos. La devastación humana –esta inmensa, este interminable espiral de destrucción- tienen que tener una explicación y una causa desencadenante, una causa que la mayoría de la gente rechaza ponerse a buscar con sinceridad. Aquellos pocos que sí llevan a cabo esta búsqueda creen que nuestra desviación de la naturaleza, la propia visión del mundo dominacionista es la causa básica de la violencia auto inflingida a gran escala. Un crítico muy conocido fue Sigmund Freud, quien escribió que “los hombres han logrado controlar las fuerzas de la naturaleza hasta el punto de que con su ayuda no tendrían problemas en exterminarse los unos a los otros hasta que el último ser humano haya muerto. Saben que serían capaces de esto, y eso les supone una gran proporción de su sentimiento de cansancio, su tristeza y su estado de ansiedad crónico.” Con respecto al impacto de los humanos sobre el planeta muchos son conscientes, pero pocos analizan las causas básicas. Vemos un torrente de artículos haciendo llamamientos a lograr un cambio radical en nuestra visión del mundo y en nuestras propias relaciones con el mundo vivo. El dominacionismo está siendo atacado –al menos en círculos muy concretos-. Utilizando el argot de los intelectuales, debemos enfrentarnos a la “Cuestión de la Naturaleza”. La retórica es fuerte, pero ellos y los promotores y agitadores del conservacionismo y ecologismo con raras excepciones se detienen a analizar cuando alcanzan la Cuestión de los Animales –la perspectiva de los humanos hacia, las relaciones con, y los usos de los animales, y cómo esta visión necesita ser radicalmente cambiada-. Esta parte de la Cuestión de la Naturaleza (¿no somos los animales parte de la naturaleza?) raramente es abarcada. Si un ecólogo la toma por accidente generalmente huye a la seguridad de las discusiones remotas acerca de los árboles o a las abstracciones de la biodiversidad y de las especies. La Cuestión de los Animales es considerada ilegítima, absurda y periférica –como también son calificados aquellos que se enfrentan a esta cuestión. La seriedad y la grandeza con que alguien se enfrenta a la Cuestión de la Naturaleza se mide en gran parte en función de la habilidad que tiene para huir de la Cuestión de los Animales.
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Sin embargo, la Cuestión de los Animales reside en el corazón de la Cuestión de la Naturaleza. Los animales siempre han sido el alma, el espíritu y el cuerpo del mundo natural. Evitar discutir acerca de nuestras relaciones con los demás animales al discutir sobre nuestra relación con la naturaleza es ignorar el punto más importante. Emocionalmente, culturalmente, psíquicamente, simbólicamente –o de cualquier otra forma en que lo quieras medir- los animales son los seres más vitales del mundo vivo. Son fundamentales para nuestra visión del mundo; son cruciales para nuestro sentido de existencia en este mundo. Si proseguimos concibiéndoles desde la perspectiva de la misoteria, continuaremos viendo el mundo y a nosotros mismos como violentos, las mujeres y los diferentes como inferiores, nuestra sexualidad y nuestra biología como vergonzosa, y la guerra como algo inevitable. Nos estamos engañando a nosotros mismos si creemos que podemos enfrentarnos a la gran cuestión, la de nuestra desastrosa relación con la naturaleza, sin llevar a cabo un auto-análisis sincero y profundo acerca de cómo nos relacionamos con los animales. No podemos erradicar el dominacionismo sin superar nuestras concepciones y relaciones con los animales. Cuando aparecen los temas de instituciones tales como los laboratorios de experimentación, las granjas de factoría y los mataderos, los llamamientos en pos de un cambio “radical” y “fundamental” de nuestras relaciones con el mundo vivo de repente se callan. Efectivamente, ninguna persona razonable cuestiona estos bastiones del dominacionismo. Aquellos que lo hacen son tachados de “lunáticos”, lo cual es una hábil manera de desprestigiarles a ellos y a sus ideas creadoras de problemas. La percepción generalizada es que utilizar a los animales está justificado ya que supone grandes beneficios a la especie humana. Esta percepción es, por supuesto, tanto la fuente como la mayor fuerza del dominacionismo. Si realmente queremos superar las bases de nuestra visión dominacionista del mundo, entonces vamos a tener que enfrentarnos a los temas más complejos, que son el consumo de carne y la experimentación animal. Por supuesto muchos evitarán entrar en estos terrenos sagrados. Se echarán hacia atrás aferrándose a los viejos axiomas dominacionistas. Para ser caritativos, les debemos comprender, ya que a muchos les resulta muy difícil mirar en su interior y cambiar sus hábitos. La edad, la subcultura, y otras circunstancias tienden a perpetuar una cierta inflexibilidad en mucha gente, y ellos prefieren que no se les moleste. Pero para aquellos fuertes de espíritu que quieren ayudar a reconstruir nuestra visión del mundo, nuestro sentido de nosotros mismos, y de nuestro espíritu humano, no hay límites para autoanalizarnos e investigar en nosotros mismos. Regresar a la visión del mundo primal mediante la ciencia Estamos empezando a darnos cuenta de los increíbles conocimientos que tenían las primeras sociedades humanas. Las ciencias de la biología y la ecología (1) nos ayudan a ver la impresionante red de vida que hay en el mundo, y el lugar que ocupa el ser humano en ella. Vemos los ciclos de: nacimiento, vida, muerte, y renacimiento que mantienen viva a la naturaleza y evolucionando. Podemos ver el mundo vivo al completo como una especie de “Ser Primero” compuesto por muchos otros seres, de los cuales cada uno de nosotros somos uno. En lugar de ver este mundo vivo como un milagro divino, comprendemos su funcionamiento a través de la biología y las ciencias de la evolución y aun así seguimos quedándonos igualmente perplejos. Sentimos por los
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animales, a los cuales vemos como parientes nuestros; nos proporcionan un sentimiento de pertenencia, de ser parte de la Gran Familia de la vida en este mundo. Nuestros ancestros obtuvieron esta visión del mundo a través de la experiencia; irónicamente, nosotros la estamos obteniendo mediante la ciencia. Esta emergente visión del mundo confronta con muchas de las creencias principales de las religiones agrarias occidentales, dichas religiones describen este mundo como un simple lugar que le sirve a dios para poner a prueba a la especie humana; se trata, según ellas, de una de fase primaria en la vida humana, fase que está repleta de seres sin alma cuya despreciable existencia ofrece tentaciones al pecado y a la maldad. Sería interesante ver si las distintas ramas religiosas pueden adaptarse a los descubrimientos que demuestran que los seres humanos somos parientes de otros seres en el mundo vivo. Si no son capaces serán progresivamente ignoradas. Si no pueden unirse al resto de nosotros en nuestra reconciliación con la naturaleza y en ver parentesco con la vida que nos rodea dejarán de proveer una guía espiritual y confort, y desaparecerán como tantas religiones lo han hecho anteriormente. Las religiones occidentales necesitan reconciliarse con las religiones ancestrales, los “idólatras”, “paganos”, las diosas, devotos, y el resto de sistemas credenciales que los monoteístas tan rudamente han intentado machacar. Muchas huellas de esto perduran y se mantienen en el mundo desarrollado a pesar de los siglos de campañas misioneras de los cristianos y musulmanes. El judaísmo nunca pretendió imponer su teología y su dios a otras personas y a otras culturas. Si el cristianismo y el islamismo pueden ir más allá de su fase actual de fundamentalismo rígido y de su obsesión con “la palabra de dios” plasmada en páginas (La Biblia y el Corán), podrían ayudar a enmendar el tejido espiritual humano, maltrecho a causa de las guerras genocidas, racismo y las desigualdades económicas y sociales que conducen al terrorismo y nos hacen a todos temer pro el futuro. Cuando reconocen que la espiritualidad humana comenzó con la maravilla de la vida en la tierra y que la humanidad siempre se encontró cómoda en un sentimiento de parentesco con el mundo vivo, quizás vean la necesidad de, y la sabiduría en, acercarnos a la visión del mundo primal. Mi propia opinión es que la visión primal del mundo, actualizada por los descubrimientos científicos del mundo vivo, nos ofrece la mayor esperanza para la espiritualidad humana. La vida en la tierra es “sagrada”. El cambiante mundo vivo es a lo que llaman creador, el Primer Ser, el sostenedor, y el lugar final de descanso para todos los seres; sus vidas conforman las nuestras. Nos previeron de modelos para nuestra existencia; moldearon nuestras mentes y cultura. Con el derrocamiento del dominacionismo podremos aplicar con facilidad la ciencia para comprender el mundo y nuestro lugar en él. Entonces podremos disfrutar de un profundo sentimiento de parentesco con los demás animales y un sentimiento de formar parte del mundo vivo. Entonces, de nuevo, podremos sentir por este mundo. Podremos sentirnos incluidos en la maravillosa familia de seres vivos. Podremos sentir nuestro continuum con el mundo vivo. Podremos, otra vez, sentir una genuina sensación de lo “sagrado” en este mundo.
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1.- Es importante saber la diferencia entre el tĂŠrmino ecologĂa (ciencia que estudia los ecosistemas y su funcionamiento) y el tĂŠrmino ecologismo (que designa un conjunto de ideas y actividades en defensa del medio ambiente).
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PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE EL E.L.F. [1] El E.L.F. es consciente de que la codicia por obtener beneficios económicos, potenciada por la sociedad capitalista, está destruyendo todas las formas de vida del planeta. En este momento, la única manera de detener esta masacre es conseguir evitar, con cualquier medio necesario, que matar continúe resultándoles rentable. -Oficina de Prensa del Frente de Liberación de la Tierra de Norte America (NAELFPO).
¿Qué es el Frente de Liberación de la Tierra (ELF)? El E.L.F. es una organización internacional clandestina que hace uso de la acción directa mediante el sabotaje económico para detener la explotación y destrucción del entorno natural. -¿Cómo y dónde apareció? Se cree que surgió a principios de los 90 como una escisión de Earth First! en Inglaterra. La ideología del E.L.F. se extendió a Norteamérica a mediados de los 90. En Noviembre de 1997, el E.L.F. reivindicó por primera vez una acción en Norteamérica. El comunicado en el que se hacían responsables fue enviado a colectivos de apoyo. A su vez éstos reenviaron el comunicado a la prensa. En el comunicado, el E.L.F. se hacía responsable de haber liberado caballos salvajes y de haber incendiado el Departamento de Control de Tierras de Caballos (Bureau of Land Management), cerca de Burns, en el estado de Oregón, el 29 de Noviembre de 1997. El comunicado decía lo siguiente: La Bureau of Land Management (BLM) afirma que están expulsando especies no nativas de las tierras públicas (¿no son también los europeos blancos no nativos?), pero al mismo tiempo dan subvenciones a la industria vacuna e introducen miles de vacas domésticas alóctonas en estas mismas tierras(…) para contribuir a detener el negocio de la B.L.M. de atrapar los caballos salvajes que viven en el terreno público para transportarlos al matadero(…). ¡Esta hipocresía y este genocidio contra la comunidad de los caballos serán atacados! La práctica de cercar a los caballos salvajes y luego subastarlos debe desaparecer. La práctica de usar los terrenos públicos como pastos para industria vacuna debe detenerse. Es el momento de actuar. Desde llevar a cabo una investigación, pasando por escribir cartas de repulsa a la BLM, hasta una acción como la nuestra, puedes detener esta matanza y salvar a la Madre Tierra… Esta acción causó unos daños económicos en las instalaciones con un valor en torno a los 450.000 dólares. Además supuso la liberación de 448 caballos salvajes y 51 burros. Desde Noviembre de 1997 ha habido más de dos docenas de acciones de grandes dimensiones llevadas a cabo por el E.L.F. en Norteamérica, han supuesto pérdidas con un valor aproximado de 40 millones de dólares 75
Geográficamente hablando, ¿Dónde se encuentra el E.L.F.? El E.L.F. no tiene ninguna localización central. El E.L.F. ha realizado acciones por todo Estados Unidos, Canadá, Europa, y Suramérica. El número de localidades en las que el E.L.F. actúa continúa en aumento. ¿Cómo se estructura la organización? El E.L.F. se compone de células autónomas que operan de modo independiente y anónimo las unas con las otras y con la gente en general. El grupo no tiene ninguna jerarquía ni cualquier tipo de liderazgo. En su lugar, el grupo opera bajo una ideología. Si un individuo cree en esa ideología y sigue unas pautas, el o ella podrá llevar a cabo acciones y formar parte del E.L.F. Esta estructura de células ha sido extremadamente efectiva para asegurar la continuidad de la organización a la vez que se han minimizado las detenciones. Las fuerzas de la ley, particularmente en Norteamérica, están preparadas para enfrentarse a organizaciones que poseen un líder, una jerarquía y unas sedes centrales. El E.L.F. no tiene nada de esto. Debido a la autonomía y clandestinidad de las células que componen el E.L.F., una infiltración en una célula nunca podría suponer que el movimiento entero sea detenido. Si un individuo, o incluso una célula entera es capturada por las autoridades, otros individuos y células seguirán estando libres para continuar con su trabajo, ya que trabajan de forma independiente, y entre ellas no se conocen. La estructura celular es una táctica de guerrilla que ha sido utilizada por varios movimientos por todo el mundo desde hace mucho tiempo. Puede ser una táctica eficaz al aplicarse contra una fuerza militar superior. ¿Cuántos miembros hay en el E.L.F.? Es prácticamente imposible estimar cuanta gente integra el E.L.F. por todo el mundo, incluso país por país. Desde 1997, en los Estados Unidos, las acciones del E.L.F. han aumentado continuamente y se han extendido por más áreas geográficas. Por ello, se puede asumir que está creciendo en tamaño. Más y más gente en el mundo está dándose cuenta del espeluznante estado del medio ambiente, y de la extrema y continua explotación sobre las personas y la vida en general causada por la codicia de aquellos que quieren incrementar sus cuentas bancarias. La gente cada vez está más frustrada con los límites que impone el estado para lograr cambios sociales, porque se dan cuenta de que, empleados como única estrategia, no funcionan. Si la gente se toma en serio el detener la destrucción y explotación de todas las formas de vida del planeta, entonces deberán ser serios y reconocer la necesidad de llevar a cabo una acción directa real y la necesidad de que ellos participen personalmente.
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Una célula del E.L.F. puede estar formada por unas pocas personas que tienen la capacidad de causar cantidades enormes de daños económicos con una única acción. No es necesario ser un experto para formar parte del E.L.F. Sólo es necesario ser un individuo que esté realmente preocupado por la vida en el planeta hasta el punto de estar dispuesto a llevar a cabo acciones para protegerla. La protección ambiental es una cuestión de autodefensa, y las acciones del E.L.F. son una respuesta natural a las evidentes amenazas a la vida en la Tierra. ¿Es el E.L.F. una organización eminentemente ecologista? Se trata de una organización con fines medioambientales, pero a la vez es consciente de la causa verdadera de la causa de la muerte y destrucción de la vida. Por consiguiente, no es suficiente actuar únicamente en temas medioambientales. El estado capitalista y sus símbolos propagandísticos también deben ser atacados. Sería más adecuado decir que se trata de una organización que se propone proteger toda vida en el planeta. ¿Cuál es la ideología del E.L.F.? La ideología es el punto central del E.L.F. Como se ha mencionado anteriormente, el grupo no tienen ningún tipo de jerarquía o liderazgo, sino que gira entorno a una ideología. Esta ideología es la clave de la existencia del grupo, de su propósito y de su longevidad. Entonces, ¿Cuál es esa ideología? El E.L.F. se da cuenta de que la destrucción de la vida no es algo que sucede por casualidad, sino que es un acto deliberado de violencia llevado a cabo por entidades que persiguen obtener los mayores beneficios económicos posibles a cualquier precio. Teniendo esto en cuenta, el E.L.F. considera que lo lógico es intentar que estas entidades dejen de obtener beneficios a costa de matar la Tierra y a todos sus habitantes. Toda persona que quiera crear un cambio social y político debe mirar al pasado y ver qué funcionó, qué fracasó, y qué métodos son necesarios emplear para lograr su objetivo. No estar dispuesto a hacer esta reflexión es rechazar adoptar una postura honesta para lograr proteger la vida en este planeta. El E.L.F. es consciente de que el movimiento ecologista de masas ha fracasado miserablemente en su intento de evitar la matanza en este planeta. Los mecanismos que el Estado nos indica que debemos seguir para conseguir un cambio social raras veces han conseguido (o conseguirán) los resultados deseados. Esto se debe al evidente hecho de que los métodos legales de protesta consiguen poco más aparte de reforzar el propio sistema, el cual es una raíz del problema. El sistema estatal no va a permitir ningún cambio real a no ser que beneficie a la estructura estatal (el gobierno), las grandes compañías, y a la sociedad de consumo. Y son esta misma estructura estatal, grandes compañías, y la sociedad de consumo, quienes son los verdaderos responsables de la destrucción de la vida en el planeta en su búsqueda por aumentar las ganancias.
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Estas entidades continuamente han demostrado tener mayor interés por obtener ganancias monetarias y un menor interés en defender la vida. Es absolutamente absurdo continuar pidiéndoles educadamente que hagan reformas o que hagan cambios revolucionarios. La cuestión tiene que ser tomada por la propia gente, es necesario que las personas se alejen más y más de las leyes sociales y que refuercen la ley de la naturaleza. Una definición de ley natural hace referencia a nuestra dependencia de los elementos medioambientales que permiten la existencia de la vida. Los más importantes son el aire limpio, agua limpia, y tierra limpia. La vida necesita el aire limpio para respirar, la vida necesita el agua limpia para beber, y la vida necesita la tierra limpia para que crezcan alimentos que pueda ingerir. Especialmente desde el advenimiento de la revolución industrial la forma de vida occidentalizada ha estado en rotunda violación de la ley natural. Hay una gran diferencia entre actuar para tu propio mantenimiento, el de tu familia y el de tu comunidad, y actuar para amasar riquezas y demostrar tu poder y dominación sobre otros seres vivos (humanos o no humanos). Si, todo el mundo debe tener acceso a las necesidades básicas para vivir. Un lugar donde refugiarse (no sólo para ti, sino también para tu entorno natural), acceso a comida sana (no sólo para ti, sino también para tu entorno natural. Consistente en alimentos orgánicos cultivados localmente mediante prácticas de permacultura y libres de modificaciones genéticas), acceso a lugares apropiados para proteger la salud, etc. Pero aparte de la codicia y el egoísmo, no hay razón para desear tener más de lo necesario para vivir una vida feliz. La mayoría de la acumulación de bienes, la codicia, y las riquezas provienen de la explotación y ruina de otros, ya sean animales humanos o no humanos, o el entorno natural. La ideología del E.L.F. considera que los distintos problemas sociales y políticos que hay en el mundo son meros síntomas de un problema global. Por consiguiente, trabajar aisladamente sobre ellos es como intentar achicar agua de un barco que se hunde empleando una cucharilla de té. Si realmente quieres que el barco no se hunda lo mejor es encontrar el agujero y taparlo. El único modo de detener los síntomas del problema es identificar su raíz y actuar directamente para destruirla. El E.L.F. afirma que es la ideología social y política llevada a la realidad por los países occidentalizados la que está creando las injusticias del planeta y la destrucción de la vida en él. Esa ideología se llama capitalismo. El capitalismo y el Sueño Americano han simbolizado durante mucho tiempo una forma de oportunidad económica y de libertad. La idea de que sin importar quien seas, si trabajas duro durante toda tu vida, también tú podrás tener el marido o la mujer perfecta, los 2 ó 3 hijos, el BMW nuevo, la casita en la playa en Maui, y el ático en Nueva York, y un montón de dinero con el que divertirte. Lo que no se contó ni se sigue diciendo a los millones de personas que persiguen el Sueño Americano es que los sueños llegan con un precio. Así ha sido siempre y así seguirá siendo. Ese precio va desde aprovecharte de condiciones de trabajo esclavistas, arrojar vertidos tóxicos en nuestros ríos, asesinar a aquellos que se alzan para defender la justicia, destruir culturas, destruir ecosistemas y explotar y oprimir a cualquier
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individuo o cosa que pueda suponer una amenaza, molestia o bache en el camino hacia la riqueza. Lo que tampoco se les dice a los codiciosos de poder y de riquezas es que esas posesiones materiales que representan el Sueño Americano no pueden comprar la felicidad. La búsqueda de ganancias monetarias han supuesto que millones de personas sufran depresión y otras enfermedades, y es responsable de incontables suicidios y asesinatos, y de la desaparición de la estructura familiar y comunitaria. Es responsable (o al menos ha jugado su papel) de atrocidades como las de las numerosas matanzas escolares. Los verdaderos bienes y la felicidad real vienen de una buena salud y de una comunidad fuerte. Vienen de saber la historia de tu gente y de tu lugar en el mundo, y de vivir una vida realista con un sentido de lo que significa estar vivo. Por último, vienen de vivir una vida que no sea irremediablemente dañina para otras formas de vida o para el medio ambiente. El verdadero símbolo de referencia para el mundo occidentalizado (especialmente los EE.UU.) es el pastel de manzana, el baseball, y el pisotear a cualquiera o cualquier cosa para obtener beneficios. ¿Suena absurdo? Pregúntale a la mayoría de las selvas o a los bosques de árboles centenarios quién los ha destruido. Pregúntale a los rayos del Sol por qué su camino a la Tierra está mucho menos obstruido debido la destrucción de la capa de ozono. ¿Por qué ha surgido este debilitamiento de la capa de ozono? Pregúntales a los habitantes de Burbank, California, si les gusta el cromo en el agua que beben. ¿Cómo y por qué está ahí? Pregúntales a las familias de los individuos muertos por qué cuando se opusieron a las corporaciones como Shell y Chevron fueron asesinados. Pregunta a los directivos de General Motors Corporation, de Ford, y otras por qué se inició la Guerra del Golfo. Pregúntale a los directivos de General Electric quién se ha enriquecido a costa de prácticamente todas las guerras del planeta. Esto es la verdadera violencia. Esto es la verdadera injusticia. Esto debe ser parado por cualquier medio que sea necesario. El E.L.F. es consciente de que la motivación por conseguir beneficios, provocada y reforzada por la sociedad capitalista, está destruyendo toda vida en el planeta. La única forma, en este momento, de detener esta continua destrucción de la vida es que por cualquier medio necesario se consiga que el matar no suponga ganancias. Al usar una acción directa real mediante el sabotaje económico, el E.L.F. está atacando lo que realmente les importa a las entidades codiciosas: su libro de cuentas. Al causar los mayores daños económicos posibles, el E.L.F. puede conseguir que a una entidad no le resulte rentable destruir la vida. El capitalismo como objetivo a atacar no es fácil de identificar debido a que es una ideología más que un objeto físico. Pero se pueden atacar las formas y símbolos del capitalismo, para así influir sobre el impacto que el estado capitalista tiene sobre la vida. Estos símbolos y formas pueden tomar la figura de individuos, empresas, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y otros elementos que contribuyen a la destrucción de la vida y/o que fomentan el perseguir el Sueño Americano. La lista de formas y símbolos que adopta el capitalismo es interminable,
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pero en EE.UU. se podría señalar a Mt. Rushmore, la Estatua de la Libertad, Disney, Wall Street, etc. Cualquiera que sea el objetivo a atacar, la ideología del E.L.F. promueve la eficiencia y la efectividad. Promueve la idea de escoger el objetivo más efectivo posible, y a continuación usar estrategias y tácticas para provocar la mayor cantidad de pérdidas económicas posibles. Además, se intenta impulsar un movimiento que continúe aumentando su capacidad para detener la destrucción de la vida. Se necesita que el E.L.F. realice más y más acciones para conseguir que estos logros se perpetúen como una realidad. ¿Cuáles son los ámbitos en los que el E.L.F. ha actuado? Las áreas de acción del E.L.F. están en continuo aumento y proseguirán creciendo hasta incluir cualquier amenaza a la vida en este planeta provocada por la codicia económica. Los ataques del E.L.F. se han centrado en ámbitos como la deforestación (para construir carreteras, casas de lujo, o áreas recreativas; para enriquecerse a costa de la madera, etc.), la expansión urbana, la ingeniería genética, el hábitat natural y la destrucción del ecosistema, la explotación esclavista a los trabajadores por parte de las corporaciones, entre otros ámbitos. ¿Puedes comentar algunas de las acciones que ha llevado el E.L.F. en Norteamérica? La mayor acción llevada a cabo por el E.L.F. en Norteamérica se llevó a cabo el 18 de Octubre de 1998, cuando se realizaron varios incendios en la Estación de Esquí de Vail, inc. Vail, conocida como una de las primeras estaciones de esquí del mundo, había solicitado expandirse otros 885 acres dentro de uno de los últimos reductos que el lince canadiense tenía en Estados Unidos. A pesar de la clara oposición por parte de la gran mayoría de la comunidad local y de una batalla legal durante 10 años por parte de los ecologistas locales, Vail seguía adelante con sus planes de expansión. Miembros del E.L.F. sintieron que había llegado el momento de unirse a la oposición. La acción provocó unos daños de entre 12 y 26 millones de dólares a Vail. Y fomentó el debate internacionalmente acerca de la invasión de los espacios salvajes. El comunicado que el E.L.F. envió en el que se atribuía la responsabilidad de la acción, decía lo siguiente: En beneficio del lince cinco edificios y cuatro remontes de esquí de Vail fueron reducidos a cenizas la noche del domingo 18 de Octubre. Vail, inc. Es la mayor estación de esquí de Norteamérica y ahora quiere extenderse todavía más. Las 12 millas de carreteras y los 885 acres deforestados arruinarán el último y mejor hábitat que queda en el Estado para el lince. No toleraremos que se dé mayor importancia a los beneficios económicos que a la vida salvaje de Colorado. Esta acción es sólo una advertencia. Regresaremos si esta corporación codiciosa continúa invadiendo las áreas salvajes y libres de carreteras. Por vuestra seguridad y propio interés, seriamente os aconsejamos a los esquiadores que escojáis otros destinos hasta que Vail no cancele sus imperdonables planes de expansión.
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Earth Liberation Front. El 27 de Diciembre de 1998 el E.L.F. incendió la sede central del U.S. Forest Industries (Insustrias Forestales de EE.UU.), en Medford, Oregón. Este objetivo servía como sede para cuatro madereras. La acción causó entre 500.000 y 800.000 dólares en pérdidas a las Industrias Forestales Estadounidenses. El comunicado en el que el E.L.F. se hacía responsable de la acción decía lo siguiente: Para celebrar las fiestas decidimos hacer una hoguera. Desgraciadamente para la U.S. Forest Industries la hicimos en sus oficinas centrales (…). En la nublosa noche después de Navidad, cuando todo el mundo estaba comiendo su pavo y su pastel, Los ELFos de Santa Claus dejaron dos barriles de cinco galones llenos de diesel sin plomo y una jarra aparte con un retardante hecho con cigarros; lo cual demostró ser más que suficiente para dar comienzo a la fiesta. Esto se ha realizado como respuesta a todos los bosques y animales salvajes desaparecidos para alimentar los bolsillos y la codicia de gentuza como Jerry Bramwell, el presidente del U.S.F.I. y es una advertencia para los demás responsables, no descansamos y no nos rendimos. Poco antes de un año después, el 25 de Diciembre de 1999, el E.L.F. atacó las sedes centrales de la región Noroeste de Boise Cascade, en Monmouth, Oregón. Un incendio de un millón de dólares en pérdidas redujo a cenizas un edificio de 8.000 pies cuadrados. Pocos días después del incendio el E.L.F. enviaba el comunicado siguiente: Boise Cascade ha sido muy sucio. Tras arrasar los bosques del Noroeste del pacífico, ahora quiere ir a por los bosques vírgenes de Chile. A primeras horas de la mañana del día de navidad, unos elfos dejaron carbón en las propiedades de Boise Cascade. Cuatro bidones de diesel y gasolina, adosados a un temporizador hecho con un reloj/alarma para cocinar, destruyeron sus oficinas regionales situadas en Monmouth, Oregón. Que sirva esto como lección para aquellas codiciosas multinacionales que no respetan sus ecosistemas. Los elfos están vigilando. Earth Liberation Front. Boise Cascade se ha unido recientemente a Maderas Condor, una compañía chilena, para continuar deforestando nuevas regiones en el área chilena de Puerto Montt. Una de las pocas áreas del mundo que permanecía libre de las talas masivas. Sólo seis días después, la nochevieja de 1999, el E.L.F. por primera vez se ocupó del tema de la ingeniería genética. Catherina Ives trabajaba como investigadora en la Universidad del Estado de Michigan. Ella aseguraba que su proyecto pretendía ayudar a alimentar a las personas hambrientas del mundo por medio de la biotecnología. Uno de sus programas, financiado tanto por Monsanto como por la U.S. Agency for International Development (Fundación Estadounidense para el Desarrollo
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Internacional) incluía coacciones a los agricultores de los países menos occidentalizados. Querían que dejasen de utilizar sus prácticas de agricultura sostenible para pasar a ser clientes de la industria biotecnológica, en concreto Monsanto, que entre sus muchas creaciones está la semilla terminator. Estas semillas, por ser estériles, requieren que los granjeros se las compren anualmente a Monsanto. La idea de que no hay suficiente comida en el mundo para que se alimente la población actual es un mito que emplea la industria biotecnológica como excusa para continuar practicando la manipulación genética. Los departamentos de relaciones públicas de Monsanto y otras compañías de la industria biotecnológica están siendo unos embusteros al presentar sus proyectos como programas altruistas, dicen que ayudan a la gente de los “países en desarrollo” (como ellos los llaman) para que mejoren sus vidas. Se trata de otra forma de imperialismo americano que persigue controlar y destruir las culturas no occidentalizadas en busca de ganancias monetarias. ¿Es una coincidencia que Monsanto, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional y Catherine Ives, no estén promoviendo la permacultura y el cultivo ecológico en los países menos occidentalizados?; ¿y es también una coincidencia que propongan que siembren semillas modificadas genéticamente, las cuales, casualmente Monsanto produce? En respuesta a este programa y al proyecto de Catherine Ive, el E.L.F. incendió sus oficinas en la Universidad del Estado de Michigan, causando entre 400.000 y 900.000 dólares en pérdidas. La propia Ives admitió que el fuego destruyó años de investigación. Un comunicado enviado por el E.L.F. decía: El E.L.F. se hace responsable de un ataque en las oficinas de Catherine Ives, Rm. 324 Agricultural Hall en la Universidad del Estado de Michigan., ocurrido el 21 de Diciembre de 1999. Se arrojó gasolina por las oficinas y se le prendió fuego. Esto se hizo como respuesta al proyecto de forzar a los países en desarrollo de Asia, America latina, y África a que cambien sus plantas naturales por patatas, maíz, plátanos y piñas alteradas genéticamente. Monsanto y USAID son los mayores financiadores de la investigación que se lleva a cabo en la universidad del Estado de Michigan. De acuerdo con los periódicos locales, el incendio supuso unos daños de 400.000 dólares. ¡A por el siguiente objetivo relacionado con la manipulación genética! Poco menos de un mes después, el 23 de Junio del 2000, el E.L.F. incendió una mansión en construcción en Bloomington, Indiana. Esta casa, que iba a haber costado entre 750.000 y 1,5 millones de dólares cuando estuviese finalizada, amenazaba las aguas de los riachuelos que desembocaban en el Lago Monroe. Dicho lago proveía de agua fresca y limpia a toda la zona de Bloomington. Los daños del incendio fueron de 200.000 dólares, y fue la primera vez que el E.L.F. atacaba lo que el grupo decidió llamar “urban sprawl” (expansión urbanística). El comunicado en el que el E.L.F. se hacía responsable de la acción decía: Saludos desde Bloomington, Indiana: El Earth Liberation Front quiere hacerse responsable de una visita a los bosques de Sterling a altas horas de la noche del 23 de Enero.
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Durante nuestra visita incendiamos una casa en construcción. Quedó totalmente destruida. Cuando llegaron los bomberos tan sólo quedaban cenizas. Los daños estimados son de 200.000 dólares. La casa una vez terminada iba a costar 700.000 dólares. “No más expansión” y “E.L.F.” fue escrito en las señales de los desarrollistas. La casa fue atacada porque se estaba construyendo en los riachuelos que desembocaban en el Lago Monroe. Esta es el agua que beben en el pueblo de Bloomington, Indiana, y en el área circundante. Ya está siendo amenazada por la expansión urbanística y por las carreteras. Una vez más los ricos del mundo están destruyendo lo poco que nos queda en términos de áreas naturales y suministros colectivos (el agua). Esperamos que reciban el mensaje de que no lo vamos a tolerar más. Además de las acciones mencionadas anteriormente, el E.L.F. se ha ahecho responsable de introducir clavos en las cortezas de árboles de Eugene, Oregón, y en Bloomington, Indiana. Han quemado y provocado serios daños económicos a un elevado número de casas en Long Island, Nueva York, e incendiado la Superior Lumber Company (una gran maderera) en Glendale, Oregón. Además, el E.L.F. ha proseguido con su trabajo contra la ingeniería genética, atacando la compañía de investigación Delta & Pine Land Cotton gin, en Visalia, California (se trata de una subsidiaria de Monsanto). También ha atacado la Universidad de Minnesota en St. Paul, debido a sus investigaciones relacionadas con las alteraciones genéticas. Últimamente el E.L.F. ha continuado ampliando su campo de acción, atacando una tienda de Nike en Albertville, Minnesota, un centro de venta de ropa militar usada en Long Island, entre otras. La ideología del E.L.F. revela que cualquier entidad (ya sea un individuo, una corporación, o una agencia gubernamental o no gubernamental) que participe en la destrucción del medio natural para obtener ganancias y por su codicia podrá ser el siguiente objetivo del grupo. ¿Cómo alguien pasa a formar parte del E.L.F.? El E.L.F. no tiene una lista de miembros o reuniones a las que puedas acudir para participar en él. Recuerda que el E.L.F. gira entorno no a una estructura física, sino entorno a una ideología. Si crees en la ideología del E.L.F. y sigues unas pautas muy conocidas, puedes realizar acciones y así pasar a formar parte del E.L.F. Las pautas del E.L.F. son las siguientes: 1) Provocar los mayores daños económicos posibles a una entidad que se enriquezca de la destrucción de la naturaleza y de la vida, debido a su codicia y ansias por obtener beneficios. 2) Informar a la gente sobre las atrocidades cometidas contra el entorno natural y la vida. 3) Tomar todas las precauciones necesarias para evitar dañar ninguna vida.
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Como puedes ver las pautas del E.L.F. son muy similares a las metas que persigue, con una excepción. La última de las tres pautas dice que se deben tomar las precauciones que hagan falta para no dañar ninguna vida. El E.L.F. se considera a sí mismo una organización no violenta debido a que no se ha dañado a ningún animal humano o no humano jamás como resultado de ninguna acción que haya llevado a cabo. Esto no es una casualidad, sino que se debe a que los integrantes del E.L.F. respetan escrupulosamente la tercera pauta. Los individuos que estén interesados en formar parte del E.L.F. deben seguir las pautas anteriores y crear su propia célula anónima, formada por personas cercanas y de absoluta confianza. Recuerda que el E.L.F. y todas sus células permanecen en total anonimato, no afirman formar parte del E.L.F. ni entre ellas ni al público en general. Así que no es realista el esperar pasar a formar parte de una célula previamente formada. ¡Ten iniciativa, crea tu propia célula y haz lo que tengas que hacer! ¿Son eficaces las acciones del E.L.F.? Probablemente esta sea la pregunta más importante que debamos hacernos. Si una célula no detiene una entidad por completo con una acción esto no significa que la acción no haya sido eficaz. Las acciones del E.L.F. persiguen al menos tres metas: 1) Provocar los mayores daños económicos posibles a una entidad que se enriquezca de la destrucción de la naturaleza y de la vida, debido a su codicia y ansias por obtener beneficios. 2) Informar a la gente sobre las atrocidades cometidas contra el entorno natural y la vida. 3) Dejar claro que cualquier entidad que se enriquezca a costa de la destrucción de vida para obtener beneficios puede ser el siguiente objetivo. Sabiendo cuales son los objetivos queda claro que cualquier acción llevada a cabo por el E.L.F. ha logrado alcanzar al menos uno de ellos. ¿No tienen seguro los objetivos del E.L.F.? Una crítica muy común hacia las acciones del E.L.F. es que cada ataque ha sido cubierto por el seguro, por lo que a la entidad atacada no le suponen grandes pérdidas. Aunque es cierto que la mayoría de las entidades atacadas por el E.L.F. han recibido dinero del seguro, es absurdo pensar que las compañías aseguradoras cubren daños de hasta cientos de miles de dólares o millones de dólares sin subirles el precio del seguro. Si la entidad o incluso la industria en general ha sido atacada en varias ocasiones por el E.L.F., las aseguradores dejarán de cubrir las pérdidas de estas entidades o aumentarán el precio que tengan que pagarles, hasta llegar a un punto que sea tan alto que no puedan pagarlo. El único problema con las acciones del E.L.F. en este momento es que deberían hacerse más.
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¿Es el E.L.F. una organización terrorista y violenta? Las autoridades federales y la prensa, especialmente en los EE.UU., han hecho un enorme esfuerzo en inculcar al público una falsa retórica en relación con el término “ecoterrorista.” Todas las acciones del E.L.F. han sido calificadas como ecoterroristas por parte de la prensa y de la fuerza la ley, con un objetivo claro. ¿Qué ocurriría si una gran acción del E.L.F., en lugar de ser calificada como ecoterrorismo por la prensa y las autoridades, se presentase la historia real, incluyéndose los motivos por los que se ha realizado la acción? Posiblemente la gente enseguida apoyaría la acción, y pocos la condenarían. En su lugar lo que ocurre, en esta sociedad de ritmo frenético que confía en la prensa, es que la prensa se emplea para controlar las mentes y actos del público en general. Grandes agencias de noticias y el gobierno federal aprendieron la lección en la época de la Guerra de Vietnam. Cuando llegaron a los salones de los estadounidenses imágenes de lo que realmente estaba ocurriendo. Como respuesta a las atrocidades cometidas por los EE.UU. en Vietnam, la gente dentro de sus fronteras se enfureció y contraatacó. Esto se debió a que tuvieron acceso a información real, menos censurada y controlada por las fuerzas sociales. Se puede ver una gran diferencia entre las imágenes que se hicieron públicas en EE.UU. durante la Guerra de Vietnam y las que se publicaron en la Guerra del Golfo a comienzos de los 90. Los americanos no pudieron ver el asesinato de incontables civiles. Tampoco vieron los continuos bombardeos de zonas urbanas repletas de civiles. En su lugar, lo que mostraron la NBC, CBS, ABC, CNN y las demás, fueron imágenes muy censuradas y seleccionadas, que parecían tratarse de un video juego. Esto era un evidente intento de fortalecer el patriotismo o al menos evitar disidencias en los Estados Unidos. Cuando ocurre algún evento, es responsabilidad de la agencia de noticias el enviar una información objetiva, libre de etiquetas y de otras formas de coerción mental. Si esto sucediese, las mentes de los individuos podrían permanecer abiertas a recibir y procesar la información, y que cada individuo llegase a su propia conclusión. Esto es totalmente contario a lo que sucede en este nuevo mundo, en el que se consigue que la gente piense que está llegando libremente a sus propias conclusiones. En realidad el Estado y las fuerzas sociales, que tienen como base el comercio, están manipulando sus mentes y sus opiniones. Al etiquetar una acción o un evento la prensa está forzando a la gente a asimilar el estigma que ellos han creado. Piensa en lo que aparece en tu mente cuando escuchas el término “terrorista”. Generalmente está relacionado de algún modo con ideas racistas y estereotipos acerca de árabes, de secuestros, y sobre lo necesario que es que los terroristas sean atrapados y/o matados para alejarlos de la sociedad. Así que, cuando el gobierno y la prensa califican las acciones del E.L.F. como ecoterroristas sólo pueden crear un estereotipo negativo en las mentes de la gente. Desgraciadamente, conforme aumenta el control mental es más difícil conseguir que las mentes de la gente permanezcan abiertas para que puedan procesar la información de forma autónoma, y llegar a formar sus propias opiniones. Esto es exactamente lo que
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quiere el gobierno federal y la fuerza de la ley: asegurarse de que el público piense que el E.L.F. es un grupo ecoterrorista. ¿Puedes imaginarte lo que sucedería si el E.L.F. no fuese calificado negativamente? ¿Qué sucedería si a la gente se le dijese porqué existe y cuáles son sus objetivos? Evidentemente, más y más gente apoyaría al E.L.F. y se unirían a él. El E.L.F. no es una organización ecoterrorista, no tiene nada que ver con ninguna organización terrorista de ningún tipo. Por el contario es una organización que está trabajando para proteger toda vida del planeta Tierra. Es impresionantemente hipócrita que la prensa y el gobierno federal etiqueten al E.L.F. como un grupo terrorista, y al mismo tiempo omitan lo que hace el gobierno de EE. UU. y las corporaciones estadounidenses, las cuales diariamente explotan, torturan, y asesinan personas por todo el mundo. ¿Porqué los miembros del E.L.F. no emplean tácticas tradicionales para proteger el medio ambiente? A la población se le ha alimentado con una ingente cantidad de propaganda falsa relacionada con las “tácticas tradicionales”, aquellas que son estrictamente legales y reguladas por el Estado. En realidad, una definición más apropiada de las tácticas tradicionales debería incluir también la acción directa ilegal, como los sabotajes económicos, ya que han jugado un papel crucial en incontables movimientos sociales y políticos a lo largo de la historia. El E.L.F. no participa más en las tácticas tradicionales porque han demostrado que no funcionan, especialmente cuando se aplican de manera aislada. El movimiento ecologista convencional, que tiene sus orígenes a principio de los 60, ha fracasado en su intento de detener la destrucción de la vida en el planeta. Esto es incuestionable. La calidad de nuestro aire, agua, y tierra continúa disminuyendo, y más y más formas de vida en el planeta sufren y mueren como consecuencia de ello. ¿Cuánto tiempo más se supone que debemos esperar hasta detener la destrucción de la vida? El creer en los medios legales regulados por el Estado para conseguir un cambio social significa confiar en el sistema legal de ese mismo Estado. El E.L.F. no tiene la más mínima confianza en el sistema legal del Estado como medio para defender la vida. El Estado ha demostrado repetidas veces que prefiere proteger el comercio y los beneficios que a los animales humanos y no humanos y al entorno natural. Confiar en que el Estado vaya a defender aquello que es justo y a proteger la vida es cometer un error muy grave y engañarse a uno mismo. El propio Estado es una gran parte del problema. Además en una sola noche unos pocos individuos pueden conseguir lo que probablemente no se pueda lograr durante años de luchas legales y millones de dólares invertidos. Esto es algo lógico e inteligente.
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¿Son las tácticas del E.L.F., como el sabotaje económico, algo nuevo para los movimientos sociales? No, en realidad muy pocos (o ninguno) de los grandes movimientos sociales que han tenido éxito han sido capaces de avanzar empleando únicamente tácticas reguladas por el Estado. En las escuelas de las sociedades occidentalizadas es bastante común que se diga que los medios regulados por el Estado son la única forma en la que se ha logrado obtener cambios sociales. Uno de los ejemplos más famosos frecuentemente empleados por los absolutistas de la no violencia y de los métodos controlados por el Estado, es el del Movimiento Independentista Indio. Tradicionalmente a la gente se le ha dicho (especialmente en las sociedades occidentalizadas) que las tácticas no violentas de Gandhi fueron los únicos métodos empleados para lograr la independencia India de la ocupación británica. Sin embargo, además de los métodos de Gandhi, había un fuerte movimiento militante por la independencia que jugó un papel al menos tan importante como el de Gandhi. El gobierno británico entendió las tácticas de Ghandi y se dio cuenta de lo que podían esperar de él. El sector más militante del movimiento por la independencia le suponía una amenaza infinitamente mayor al gobierno, porque no sabían lo que podía surgir de ellos en su lucha por lograr la independencia india. De hecho, el propio gobierno británico, al menos en una ocasión, dio la orden de que fuese liberado de prisión explicando que él intentaría calmar al sector más militante del movimiento. La independencia de la India se debió a las tácticas no violentas de Gandhi y sus seguidores y a la amenaza que suponían las tácticas del sector más militante del movimiento independentista indio. La mayoría de las escuelas tampoco mencionan quienes fueron los luditas. Quizás uno de los primeros (o el primero) grupos en enfrentarse a la Revolución Industrial fueron los luditas. Desde 1811 hasta 1816 los luditas causaron inmensos daños económicaos a la industria textil en Inglaterra. Furiosos, por la amenaza a la vida y a la cultura que suponían las nuevas máquinas de la Revolución Industrial, los luditas contraatacaron empleando tácticas muy similares a aquellas que hoy emplea el E.L.F. Algunas fábricas tuvieron que cerrar y otras dejaron de emplear las máquinas industriales por miedo a la actividad de los luditas. Dentro del movimiento abolicionista de Estados Unidos hay numerosos ejemplos de esclavos saboteando la propiedad de sus “amos” y participando en diversas tácticas para entorpecer el sistema comercial esclavista. Las revueltas de los esclavos fueron escasas, pero aunque se dieron aisladamente supusieron una amenaza que forzó a algunos dueños de esclavos a liberarles. El movimiento sufragista, especialmente en Inglaterra, empleó el sabotaje entre otras tácticas para lograr los derechos de las mujeres. Un ejemplo de ello ocurrió en Febrero de 1913, cuando Emmeline Pankhurst, la fundadora del movimiento sufragista de Inglaterra incendió el chalet del canciller David Lloyd George, en Surrey. Pankhurst se hizo responsable del ataque y lo calificó como una “guerra de guerrillas”.
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En Estados Unidos casi todo el mundo ha oído hablar del Boston Tea Party, consistió en bandas de hombres que abordaban los barcos ingleses en el puerto de Boston (entre otros) y arrojaban los cargamentos de te británico al agua. Pocas veces se califican esos hechos como sabotaje económico, pero en realidad es un evidente ejemplo de ello. En el movimiento contra la Guerra de Vietnam también se usaron los sabotajes económicos, entre otras tácticas, para presionar al gobierno estadounidense. Al final – debido en parte a las protestas, pero especialmente a que se dieron cuenta de que habían perdido la guerra- las tropas estadounidenses se marcharon de Vietnam. Los ejemplos citados son una mínima parte de las ocasiones en las que se ha empleado con éxito el sabotaje económico. Esta estrategia tiene un pasado por todo el mundo que la acredita, y tiene sentido emplearla desde un punto de vista lógico. Si un objeto o pedazo de propiedad está amenazando la vida para obtener beneficios, ¿no debería ser destruido? ¿Por qué los miembros del E.L.F. no dan un paso adelante y se hacen responsables públicamente de sus acciones? Frecuentemente cuando se hace esta pregunta, se intenta dar a entender que los miembros del E.L.F. son unos cobardes por no hacerse responsables públicamente de sus acciones. Esto no tiene sentido alguno. El E.L.F. está formado por individuos que valientemente deciden arriesgar su libertad para proteger toda la vida en la Tierra. Los miembros del E.L.F. toman una decisión inteligente de pasar a la clandestinidad y permanecer en el anonimato para así poder llegar a la máxima efectividad posible. No se trata de conseguir que los miembros del E.L.F. se pudran en la cárcel, sino que permanezcan libres para que continúen con sus acciones en defensa de la Tierra y sus habitantes. Una escuela de pensamiento, incluida dentro de la teoría de la no violencia, afirma que un individuo que se opone a una entidad debe permitir que ella vea su propia maldad, para que a continuación cambie voluntariamente. Esta creencia conlleva una extraordinaria confianza en la conciencia humana, la cual llegados a este punto ha quedado claro que va bastante desencaminada. Si un individuo tiene una conciencia que funcione, ¿llevará a cabo actividades que amenacen y destruyan las formas de vida en el planeta? Estas actividades prueban que quienes las lleva a cabo no tiene un gran sentido de la conciencia. Por consiguiente, todos los esfuerzos del mundo por hacer un llamamiento a esa conciencia fracasarán estrepitosamente. Es necesario algo más que eso. El E.L.F. es consciente de este defecto que tiene la teoría de la no violencia. También se da cuenta de que el hacer uso de los métodos permitidos por el Estado supondrá que éste no les ataque, pero jamás servirá para crear ningún cambio político y social. Las leyes son un mero reflejo de la moral y las normas de la sociedad en general. Desgraciadamente, como consecuencia de un condicionamiento masivo y la manipulación del deseo, la sociedad en general (especialmente en EE.UU.) está viviendo una vida de un consumismo extremo, lo que supone un ataque grotesco hacia lo que todos necesitamos para sobrevivir: aire limpio, agua limpia y tierra limpia.
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En el punto al que hemos llegado existe una necesidad de que inmediatamente los individuos se olviden de las leyes y que se esfuercen por detener directamente la destrucción de la vida, usando los medios que sean necesarios. El E.L.F. es consciente de que la destrucción del planeta se debe a las ansias por obtener beneficios, por consiguiente, la única respuesta acertada es conseguir que el seguir asesinando no les resulte beneficioso. Cuando una entidad injusta es atacada duramente a nivel financiero, se dará cuenta de que por su propio interés debe dejar de cometer actos injustos. Debido a la naturaleza del sistema jurídico, especialmente en EE.UU., hay muy poca (si es que hay alguna) probabilidad de tener un juicio justo. Si un miembro del E.L.F. es atrapado y juzgado, es casi seguro que tenga que pasar una desorbitada cantidad de tiempo en prisión, como consecuencia de las nuevas leyes fomentadas por las grandes compañías y el gobierno para proteger el comercio. La decisión para no hacerse responsable públicamente de las acciones se basa en razones puramente estratégicas. ¿Por qué alguien querría ser detenido y encerrado injustamente, cuando en vez de eso podría seguir estando libre para proseguir destruyendo aquello que está matando la vida? Además, que un individuo hiciese una cosa así implicaría que tuviese una profunda confianza en la estructura legal. Por el contrario, el E.L.F. sabe que esta estructura legal es parte del mismo sistema del que forma parte el gobierno y el mundo occidentalizado, los cuales están causando la muerte de toda vida. Jamás se debe confiar en ellos y deben ser erradicados. ¿El E.L.F. rechaza a los demás grupos e individuos pertenecientes al movimiento ecologista? Los miembros del E.L.F. jamás han afirmado que sus métodos sean los únicos que vayan a conseguir un cambio total. Por supuesto es necesario que haya una concienciación de la gente. El E.L.F. se considera a sí mismo como una parte de un movimiento global que emplea diversas tácticas para detener la destrucción de la vida. El problema surge cuando las organizaciones legales, las cuales aseguran perseguir las mismas metas, condenan públicamente las acciones. Lo hayan querido o no, estas organizaciones han creado una grieta dentro del movimiento. Una brecha dentro de un movimiento social y político siempre ha significado un punto débil que puede ser explotado por las autoridades y las entidades que desean que el movimiento se debilite. Las organizaciones que atacan públicamente al E.L.F. lo hacen por motivos económicos (para seguir recibiendo donaciones de la gente, sus socios, o subvenciones) y/o tienen una fe excepcional en el gobierno. Sea por el motivo que sea, esta actitud muestra una falta de comprensión de la seriedad de las amenazas a la vida en el planeta, o un rechazo a tomarlas en serio. También demuestra un rechazo a comprometerse seriamente en detener la destrucción de la vida. Debemos recordar siempre que el movimiento por la protección de toda la vida no es un medio para ganar dinero por parte de los individuos y las organizaciones, sino que persigue conseguir resultados reales. Pocas veces se establece una diferencia (que es fundamental para cualquier movimiento que persigue conseguir un cambio) entre las acciones que hacen que un individuo se sienta bien consigo mismo y aquellas acciones que realmente son efectivas y que
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suponen un ataque real a los opresores. Las acciones que hacen que sus protagonistas se sientan bien suelen ser seguras para ellos, pero no suponen ninguna amenaza para las entidades que deben ser desafiadas. Dentro del movimiento por proteger toda la vida, esto hace referencia a la confianza y uso de las tácticas reguladas por el Estado, las cuales no solo han demostrado ser muy poco efectivas, sino que además muchas, lo único que consiguen es afianzar el problema real. Este movimiento por la defensa de toda vida necesita que todos nosotros salgamos de nuestra seguridad cotidiana y hagamos lo que hay que hacer. No son raros los casos de individuos occidentalizados que apoyan unas formas de acción directa más extremas fuera de los países occidentalizados, como la autodefensa armada de los Zapatistas, pero que luego se oponen a las acciones directas que gente común realiza para proteger la vida. Esto es una de las formas más enfermizas de hipocresía, por no decir un ejemplo de racismo e imperialismo. Nadie con una mente sana puede decir que las tácticas reguladas por el Estado hayan tenido éxito dentro del movimiento ecologista. Es evidente que hace falta ir más lejos. No hay justificación para que un individuo u organización que dice formar parte del movimiento para la protección de toda la vida del planeta salga al público para atacar al E.L.F. Si el individuo u organización no concuerdan con las tácticas del E.L.F., cuando sean preguntados públicamente pueden responder “a pesar de que ni yo ni mi organización participamos en acciones como las del E.L.F., comprendemos las razones de su existencia, ya que la amenaza a la vida en este planeta es muy seria y real”. Lo que esta declaración consigue es, en lugar de mostrar una brecha dentro del movimiento, dar una imagen de un movimiento fuerte y diverso. ¿Qué pasa si alguien es herido por una acción del E.L.F.? ¿Ha sucedido alguna vez? Las pautas del E.L.F. explícitamente dicen que sus miembros tienen que tomar las precauciones necesarias para que nadie sufra heridas físicas. Durante la historia del E.L.F. por todo el mundo jamás nadie ha sido herido, y esto no es casualidad. Es cierto que el uso del fuego como herramienta es peligroso. Pero empleado adecuadamente, puede ayudar tremendamente en la destrucción de la propiedad relacionada con el asesinato de la vida. Si en una acción parecida a las que realiza el E.L.F. un individuo fuese herido, esta acción no sería considerada como realizada por el E.L.F. Habrá sido realizada con motivos sociales y políticos e incluso es posible que los motivos que la empujaron fueron los mismos que impulsan las acciones del E.L.F. Pero dado que un individuo resultó herido, no pude considerarse una acción del E.L.F. Recuerda que el E.L.F. existe para proteger la vida en este planeta. La elección de emplear el sabotaje económico es consecuencia de que ha demostrado ser una estrategia muy eficaz para atacar aquello que amenaza la vida: la búsqueda de beneficios y de
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poder. El E.L.F. no se implica en las tácticas reguladas por el estado o en aquellas que suponen atacar físicamente a personas o a la vida en general, debido a que el grupo considera que el sabotaje económico es la mejor y más directa forma de lograr disminuir los beneficios que supone la destrucción del planeta. La violencia real y el auténtico peligro provienen de las talas forestales perpetradas por las empresas y la destrucción de los ecosistemas; de los gases contaminantes emanados por una sociedad industrial y consumista; de envenenar el agua hasta el punto de no ser potable; de alimentos no orgánicos producidos por los comercios; y de muchos otros. Frecuentemente, al calificar al E.L.F. como violento, la sociedad en general, el gobierno y las grandes empresas intentan ocultar el hecho de que la verdadera violencia la llevan a cabo ellos día a día: la violencia contra la vida. ¿El E.L.F. se preocupa por los trabajadores de una empresa que quieren cerrar con sus acciones? El E.L.F. apoya el derecho de todo individuo a tener acceso a alimentos adecuados, asistencia sanitaria, refugio, y las necesidades básicas de la vida. Aun así, no hay excusas para que haya individuos que ocupan puestos de trabajo que directamente amenazan la capacidad de existencia de las vidas del planeta. Si un individuo (ya sea el director, propietario, o un empleado cualquiera) se enriquece de la destrucción del medio natural, participando en la destrucción de la acumulación de la riqueza en manos de unos pocos, lo mínimo que merece es perder el puesto de trabajo. Los individuos no pueden ocupar un puesto de trabajo, independientemente del dinero que consigan a cambio, sin pensar en las repercusiones del mismo, es decir, a quienes o a qué ese trabajo pueda perjudicar. Se debe tener en cuenta la relación víctima/beneficiario, y cualquier puesto que suponga una amenaza a la vida debe desaparecer. ¿Qué pasos han dado las fuerzas de la ley para detener la actividad del E.L.F.? Desde 1997 y hasta el 2000, y durante todo este año, no hubo ni un solo detenido relacionado con acciones del E.L.F. en Norteamérica. El 25 de Enero del 2001 se produjo el primer arresto relacionado con acciones del E.L.F. en Norteamérica. Desde entonces sólo ha habido unas pocas detenciones. El E.L.F. ha sido muy habilidoso esquivando las fuerzas de la ley, gracias en gran parte a su estructura de células anónimas. Las fuerzas legales, desde el nivel local hasta el federal, se han visto tremendamente frustradas. Como consecuencia de esta frustración, han coaccionado a personas del movimiento que no participaban en actividades clandestinas, les han amenazado, citado a Grandes Jurados, han entrado a sus casas y de ellas se han llevado lo que han querido. El Departamento de Justicia de EE.UU. desde 1997 se ha centrado especialmente en la Oficina de Prensa del E.L.F. de Norteamérica, creyendo estúpidamente que la oficina tendría alguna conexión directa con los miembros del E.L.F. Tras años de seguimientos, vigilancia, coacción, dos impresionantes redadas, material confiscado, numerosas
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citaciones a Grandes Jurados, continúa presionando a la Oficina de Prensa para que cierre. Parece que no están teniendo mucha suerte. Otro paso que han dado los defensores del Estado y del comercio es que el F.B.I. ha clasificado al E.L.F. como un grupo de terrorismo doméstico. En realidad, el FBI ha descrito al E.L.F., junto al A.L.F., como la mayor amenaza de terrorismo doméstico en EE.UU. Esto ha intensificado las vigilancias y las técnicas de espionaje, y ha hecho que estén permitidas por la ley. Además, este paso del F.B.I. ha permitido la creación de “fuerzas de lucha antiterroristas” en la mayoría de las grandes ciudades de EE.UU. Un ejemplo de ellas aparece a continuación. El 25 de Noviembre del año 2000, la Oficina de Prensa del E.L.F. recibió un aviso de que el alcalde de Portland había aprobado la creación de una fuerza de lucha antiterrorista. En estas fuerzas estaba incluido tanto el FBI como el Departamento de Policía de Portland. La primera ordenanza del alcalde tenía una misión. El tercero de los cuatro apartados de la misión decía: “la misión del PJTTF es identificar y conseguir procesar a aquellos individuos o grupos de movimientos de derechas o de izquierdas, así como el movimiento antiabortista, el Frente de Liberación Animal/Frente de Liberación de la Tierra.” La oposición de la gente a la misión citada hizo que cambiasen las palabras, pero la idea subyacente permaneció igual. El Estado está empezando a darse cuenta de que el E.L.F. supone una gran amenaza al comercio, por lo que están reaccionando en consonancia. Además de esto, algunos Estados de EE.UU., entre ellos Oregón, y Washington están adoptando leyes contra el “ecoterrorismo”. Estas leyes aumentan tremendamente las sentencias contra aquellos que interfieren en el funcionamiento del comercio. Por cada paso que da el gobierno por detener el imparable trabajo del E.L.F., más claro dejan que su prioridad no son las personas y la vida en general, sino proteger el comercio que las asesina. La clasificación del E.L.F. como la mayor amenaza de terrorismo doméstico en EE.UU. por parte del F.B.I., así como el incremento en el número de leyes contra el “ecoterrorismo”, es una prueba de que las autoridades consideran al E.L.F. como una amenaza a la forma de vida occidentalizada y a la ida de obtener beneficios y comerciar bajo cualquier precio. Es un signo de que el E.L.F. está logrando amenazar al Estado nacional, el cual amenaza la vida en este planeta. ¿Cuál es el futuro del E.L.F.? El futuro del E.L.F. depende del cada vez mayor número de personas que, alrededor del globo, se preocupan por la destrucción de la vida. Una vez entendida la ideología del E.L.F. cualquiera que realmente esté preocupado por la destrucción de la vida se verá impulsado a apoyar o a pasar a ser un miembro de la organización. Conforme el tamaño de la explotación y destrucción de la vida continua aumentando, también se incrementa la respuesta de los ciudadanos concienciados del mundo. De esta implicación por parte de los individuos de todo el globo es de lo que depende la protección de la vida.
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Al usar una acción directa auténtica (el sabotaje económico) el E.L.F. está atacando lo que les preocupa a las entidades codiciosas: sus libros de cuentas. Al causar los mayores daños económicos posibles, el E.L.F. puede hacer que una entidad tenga que decidir si realmente le compensa continuar destruyendo la vida para obtener beneficios. -Oficina de Prensa del Frente de Liberación de la Tierra de Norte América (NAELFPO)
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1.- Este texto se escribi贸 antes del mes de Junio del a帽o 2002, cuando el portavoz de la NAELFPO, Leslie James Pickering, renunci贸 de sus funciones. Desde entonces ha habido muchas acciones y detenciones que no se comentan en el art铆culo.
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COMUNICADO DE DIMISIÓN Último Comunicado de Leslie James Pickering como portavoz de la Oficina de Prensa del Frente de Liberación de la Tierra de Norte América. Aparecido en la Revista del Earth First! (Earth First! Journal) en el número de Junio/Julio 2002.
Las acciones del Earth Liberation Front (E.L.F.) es lo que más me ha abierto los ojos, inspirado y motivado de todo lo que he visto hasta ahora. Las acciones del E.L.F. han convertido mi energía en esperanza, sin su inspiración ahora me vería sometido al ciclo opresivo de la vida rutinaria de la civilización americana actual. Cuando era un adolescente y vivía en los suburbios del estado de Nueva York, yo, al igual que muchos de mis iguales, hacía todo lo imaginable para romper con la rutina. Una de las actividades que me gustaba era acudir a conciertos de música alternativa, ruidosa y rabiosa. Estos eventos nos atraían a mí y a mis iguales porque eran una forma de desahogarnos de las frustraciones que teníamos con respecto al sistema social y político en el que habíamos sido paridos y el que nos estaban forzado a tragar. En uno de los primeros conciertos a los que fui me dieron unos panfletos sobre una organización llamada el Frente de Liberación Animal (A.L.F.). Al principio no le presté mucha atención –un recuerdo para llevarme a casa- y lo dejé en la mochila. Hasta que no tuve tiempo de leerlo no me di cuenta de las implicaciones que esas fotocopias grapadas tendrían en mi vida. Descubrí que el A.L.F. era una organización clandestina que luchaba por la liberación de los animales, para ello los liberaba de granjas de factoría, laboratorios de vivisección y otras instituciones dominadoras. El A.L.F. era un grupo de fugitivos que rompían la ley para luchar por la libertad, igual que muchos de los héroes de nuestra cultura: […] los Boston Tea Parties, Robin Hood, etc. Quedé fascinado. En ese momento apreciaba la naturaleza, pero no era lo que se podría llamar un “amante de los animales”, y jamás lo he sido. Nunca me había planteado el ser vegetariano, y no era consciente de la existencia del movimiento por la liberación animal. Las tácticas del A.L.F. sencillamente me parecía que tenían un sentido fundamental y honesto, le encontré inmediatamente el sentido basándome en mi instinto natural hacia la autodefensa y en lo poco que había aprendido acerca de los movimientos sociales y revolucionarios en el instituto y en conversaciones. La fascinación que me produjo el conocer esta increíble organización me llevó a interesarme por el movimiento por la liberación animal y ecologista, y a continuación a estudiar todos los movimientos sociales y revolucionarios de los que oyese hablar. En 1997 el E.L.F. comenzó a participar en acciones directas parecidas a las acciones del A.L.F. Desde el inicio, las acciones directas del E.L.F. causaban millones de dólares en daños a las corporaciones y a las agencias gubernamentales que se enriquecían de la destrucción de la Tierra. Las acciones y la propia existencia del E.L.F. pasaron a ser un importante foco de atención en todo EE.UU. Mientras tanto, las autoridades buscaban desesperadamente pistas, sin ningún éxito. Con frecuencia apenas habían empezado una investigación cuando tenían noticia de que el E.L.F. había vuelto a atacar. 95
Tengo la fortuna de haber sido el portavoz de la Oficina de Prensa del Frente de Liberación de la Tierra en Norte America (NAELFPO) desde la primavera del año 2000. La oficina de prensa ha sido descrita por la prensa como el lugar donde los comunicados anónimos del E.L.F. se hacían públicos. Para mí como individuo, me ha brindado la oportunidad de compartir públicamente mi apoyo a la acción directa y a ayudar al movimiento a conseguir la atención y el apoyo de la gente. Apoyo las acciones del E.L.F. y del A.L.F. con todo mi corazón. Apoyo sin titubear las acciones revolucionarias que persiguen la liberación de la Tierra y sus animales, incluyendo entre ellos la liberación de los humanos. Siento que las acciones ilegales, como las del E.L.F. y el A.L.F., son totalmente necesarias para la liberación. Y deseo que prosigan su rápido incremento hasta que la Tierra y todos sus habitantes seamos libres de la opresión institucionalizada. Dicho esto, poco después de co-fundar la NAELFPO, me comprometí a decir la verdad sobre el E.L.F. Desde entonces he cumplido ese compromiso lo mejor que he podido, con unos recursos escasos, y continuaré haciéndolo. Paradójicamente, me he dado cuenta de que el estar en la posición de portavoz del E.L.F. me ha llevado a encontrarme con obstáculos para hacer pública esta verdad. Existe una diversidad de posturas entre aquellos que apoyan la actividad del E.L.F. acerca de cómo debería representarse la organización. Yo sólo soy capaz de representar el movimiento como yo lo entiendo, lo cual no necesariamente coincide con cómo lo ven el resto de la gente que apoya al E.L.F. Desde mi punto de vista, el E.L.F. es una red imprecisa de grupos clandestinos de guerrilla que forman parte de un movimiento mayor, este movimiento lucha por lograr un cambio revolucionario. Las tácticas a las que recurren, son consideradas por muchos como sabotaje no-violento, son una consecuencia directa de su análisis acerca de la opresión contra la que luchan. Estas tácticas también son el resultado de una valoración acerca de qué es más efectivo en cada problema determinado. Considero, y así creo que lo hace el resto del movimiento, que las tácticas del E.L.F. no son la única solución para lograr la liberación. No tiene ninguna lógica pensar que una lucha considerada como no-violenta sea la única forma legítima de respuesta. Además, no tengo ningún inconveniente en admitir que no considero las acciones del E.L.F. y el A.L.F. como no-violentas, y cualquier diccionario puede corroborar esto. Cualquier diccionario dirá que violencia es, más o menos, cualquier acto que agresivamente daña o amenaza con dañar a cualquiera o a cualquier cosa. Por consiguiente, si las acciones fuesen realmente no violentas, ni siquiera lograrían suponer una amenaza para nada. Lo cual evidentemente no es el caso de las acciones del E.L.F. La intención absoluta del E.L.F. es lograr la liberación por medio de eficaces actos de sabotaje contra las instituciones opresoras. El ni siquiera llegar a suponer una amenaza de dañar dichas instituciones sería un fracaso. Pero al margen de lo que diga el diccionario, creo que colocar la etiqueta de noviolentas a estas acciones se debe a una falta de entendimiento acerca de la opinión pública, y de un temor hacia una reacción de choque por parte de los liberales que va a producirse de todas maneras.
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También considero que el aferrarse ciegamente a esta etiqueta es contrarrevolucionario. Cualquier idea que mantenga que la no-violencia es la única manera para lograr la liberación es consecuencia de una fuente de información enferma, y supone una condena a las muchas otras tácticas efectivas que pueden y deben ponerse en practica por parte de los movimientos revolucionarios. A lo largo de la historia, la liberación se ha logrado mediante un sano equilibrio entre una variedad de tácticas. Muchas de ellas han sido consideradas como no-violentas y muchas otras han sido consideradas violentas. Incluso los más populares ejemplos de resistencia no-violenta han estado muy lejos de haber existido nunca. Durante los mismos períodos en los que Gandhi y Martin Luther King ensalzaban sus forcejeos noviolentos, muchas otras organizaciones luchaban por esa misma liberación a través de lo que se consideraba como medios violentos. Estos medios innegablemente tuvieron un papel crucial en el avance del movimiento en general. De hecho, todavía estoy buscando un ejemplo de un movimiento revolucionario que haya tenido éxito a lo largo de la historia y que su actividad fuese estrictamente no-violenta. Y no creo que eso sea posible en el momento actual. Recientemente aparecí en un reportaje televisivo acerca de la audiencia del 12 de Febrero mantenida por el Subcomité Forestal y de Salud Forestal del Congreso. También apareció en el reportaje una persona que representaba una organización ecologista de la “corriente principal”. Entre otras cosas dijo, “la violencia, siempre que sea usada en este país, está sencillamente mal”. He descubierto que muchas de las bases ideológicas de la no-violencia en EE.UU. tienen una base patriótica. ¿A qué se debe el que cuando se hace referencia a las luchas claramente violentas que existen fuera de las fronteras de EE.UU. (como la de los zapatistas) la mayoría de la gente de izquierda las apoya, mientras que al mismo tiempo condenan las acciones del E.L.F. y el A.L.F. dentro de las fronteras controladas por un gobierno tan opresor y poderoso? Creo que esto se debe a que el sistema les ha hecho un lavado de cerebro. Les ha hecho pensar que dentro de las fronteras de EE.UU. los cambios revolucionarios pueden conseguirse por arte de magia gracias a las actividades reformistas. Creo que tenemos que despertar y darnos cuenta de que EE.UU. es un poder global, que nos obliga a tragar el capitalista y suicida Sueño Americano, nos lo mete en la garganta a todos los humanos que habitamos el planeta. Los cambios revolucionarios jamás se han conseguido por medio de actividades reformistas. Y sin duda, el gobierno no nos lo va a entregar en una bandeja de plata. También he descubierto que casi todos los chearleaders famosos de la no-violencia son/fueron personas profundamente religiosas que adoptaron esa táctica por culpa de sus creencias religiosas, no porque fuesen efectivas para lograr un cambio revolucionario. El darme cuenta de la conexión entre la no-violencia y la religión fue importante para mí, porque me ayudó a ser consciente de las verdaderas motivaciones de esa filosofía.
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La creencia de que una especie, la humana, puede de algún modo tener una existencia completamente no-violenta en este planeta –cuando ha quedado totalmente probado que ninguna especie en la naturaleza es capaz de ello- es completamente antropocentrista. La creencia de que los humanos son algo diferente y de alguna manera al margen de las leyes de la naturaleza es una de las grandes causas del desastroso desequilibro que padecen las especies. Con frecuencia parece que la ciega adhesión a la filosofía de la no-violencia se basa en una negación reaccionaria al nivel de resistencia necesario para lograr el cambio revolucionario. Cuando se comprende el nivel de opresión en el que estamos inmersos, la filosofía de la no-violencia se muestra como un cuento de hadas/del paraíso en el que la liberación se puede lograr únicamente a través de cambios de uno mismo. Creo que esta forma de negación de la realidad es una muestra de la enfermedad psíquica de muchos liberales norteamericanos. Sé que cualquiera que hipnotiza a la gente con la noviolencia como hacen con los evangelios es un criminal. Nos deja desarmados en un momento en el que desesperadamente necesitamos auto defendernos. Esta negación de lo que realmente hace falta hacer para liberar a la Tierra y a nosotros mismos de este camino por el que nos conduce este sistema asesino, es una de las principales causas de nuestra dificultad para lograr esa liberación. Es necesario terminar con las condenas hacia las acciones revolucionarias violentas para que pueda comenzar una verdadera revolución. El sistema es consciente de ello, y sus siervos están trabajando más duro que nunca para lavar la cabeza de la gente llamando al E.L.F. terroristas, a la vez que llaman al Pentágono “fuerza de la libertad”. Por encima de todo, sencillamente reconozco el derecho y, a veces, la necesidad y la obligación de todo el mundo de auto-defendernos cuando hemos sido golpeados, de que luchemos por nuestras propias vidas. Este derecho no es sólo aplicable a aquellos que han sido machacados por las manos de la bestia, sino también a aquellos de nosotros que nos está digiriendo en sus tripas. Aparte del tema de la no-violencia, quiero comentar que no creo que las acciones del E.L.F. se puedan enmarcar estrictamente en el ámbito ecologista. Seguramente ya ha quedado claro que considero que las acciones del E.L.F. son actos de revolución, no de reforma. He procurado dejar esto claro en cada artículo, entrevista, charla pública y en cada conversación que he tenido por mi participación en la Ofina de Prensa del E.L.F. – y cada vez enfatizo más en ello. No soy capaz de entender la Tierra al margen de todas las vidas enraizadas en su atmósfera. La liberación de la Tierra es la liberación de todos nosotros. Y como yo lo veo, la liberación de la Tierra y la liberación de todas las especies de la Tierra es el objetivo del E.L.F. No veo la organización simplemente como un grupo ecologista satisfecho de los daños económicos que provoca y la atención que suscitan cada una de sus acciones. El E.L.F. no sólo se preocupa por la opresión causada por la Estación de Esquí de Vail, y la Boise Cascade. Esto son sólo formas de expresar un mensaje de una revuelta general, ese mensaje es: “no vamos a aceptarlo más”.
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Los objetivos de cualquier movimiento revolucionario que persigue la liberación son destruir a los opresores, machacar el sistema de opresión y crear una sociedad libre y justa en su lugar. El E.L.F. concuerda con esta dinámica. Actualmente el F.B.I. considera al A.L.F. y al E.L.F. la “prioridad primera” entre las amenazas de terrorismo doméstico. Esto no es nada nuevo. Lo mismo se ha dicho de otras organizaciones revolucionarias en el pasado que el sistema percibía como una amenaza. De todos modos esto nos dignifica, porque se trata del reconocimiento del opresor. El sistema percibe este movimiento como una amenaza, y cada vez emplea más recursos para anularlo. Estamos en un punto en el que la lucha necesita evolucionar para poder sobrevivir, para no sufrir la misma suerte que otras luchas revolucionarias de generaciones anteriores. Este sistema ha demostrado valorar su progreso por encima de cualquier cosa e individuo. Representa una búsqueda continua de ganancias y de propiedad a expensas de la gente, de los elementos naturales de la Tierra que nos permiten vivir y del planeta en general. Este “Sueño Americano” es un deseo de muerte, y no permitiremos que nos entierre. La lucha debe evaluar y reevaluar continuamente al opresor, y a la percepción que el opresor tiene de esa lucha. Partiendo de esas valoraciones, se deben usar nuevas tácticas. Yo, por primera vez, me he empezado a cuestionar la utilidad de cualquier oficina de prensa para cualquier organización autónoma o movimiento. Si la función de una oficina de prensa es llamar la muy necesaria atención sobre un movimiento, ¿hay algún punto en el que esa oficina ya no sea necesaria?, ¿cuál es el punto en el que las propias acciones del movimiento pueden hablar por sí mismas? Soy consciente de que todas las formas de opresión institucionalizada provienen de una misma fuente, la institución, el sistema que dicta prácticamente cada faceta de nuestras vidas bajo sus retorcidos propósitos. Por ello no soy un ecologista, no soy un activista, no soy un reformista ni un liberal de ninguna clase. Soy un revolucionario. Deseo el regreso de todo el poder a las manos de la gente por cualquier medio que sea necesario, y a nivel global. Todo lo que esté por debajo de esto es un fracaso y un desastre. Y no voy a esconder esto por las posibles opiniones que tenga el “movimiento ecologista liberal”. El negar esto es limitar la habilidad del movimiento para avanzar en su camino hacia la liberación total. Apoyar una revolución no-violenta y con un único objetivo nos ha dejado en una posición hipócrita y nos ha hecho retroceder hasta quedar arrinconados por culpa de nuestras argumentaciones. El movimiento no ha logrado el apoyo público que necesita para tener éxito porque la inteligencia del público le permite ver las enormes carencias de nuestras argumentaciones. He aprendido que la opinión del público no es la que representa la prensa, y es muy distinta a como creen los liberales. La única manera de construir un movimiento revolucionario con éxito es tener unos argumentos sólidos y fuertes, compaginados con una acción eficaz. Creo que cuando este movimiento llegue a la gente oprimida de la Tierra, el apoyo del público lo reforzará.
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La no-violencia, el sabotaje económico y la distribución de información son tácticas, no estrategias. No son evangelios y por supuesto no las únicas acciones eficaces que se deban emplear por un movimiento revolucionario exitoso. Como las herramientas de una caja de herramientas, cada una tiene su función específica y unos resultados concretos. Dependiendo de lo que quieras conseguir en cada momento escogerás una herramienta u otra (o un grupo de ellas). No escoges únicamente las herramientas que se acoplan mejor en tus manos o las que más bonitas te parezcan. Eliges aquellas con las que vayas a poder hacer lo que quieres hacer. A veces estas herramientas no se acoplan bien a tus manos, y la mayoría de las veces te producen ampollas. Aun así, a fin de cuentas, lo importante es que has hecho el trabajo. Es una idiotez no querer emplear el mazo si quieres derribar un muro. Nuestros argumentos y acciones deben ser sensatos, profundos y brutalmente honestos. Debemos despertar del coma y luchar por una solución realista, no utópica. No importa las incomodidades que esto nos vaya a suponer a muchos de nosotros, no es nada comparado con lo que pasará si no lo hacemos, y lo que ya está pasando. ¡Larga vida al Frente de Liberación de la Tierra! ¡Larga vida al Frente de Liberación Animal!¡Derribemos este sistema enfermo que plaga la Tierra y a sus habitantes!¡La revolución es liberación! Con este comunicado oficialmente dimito de mi papel con la Oficina de Prensa del E.L.F. Pero bajo ningún concepto me estoy autosilenciando. Llevo la intención de aumentar mis esfuerzos por luchar por un cambio revolucionario, mientras rechazo cualquier conexión con ningún pensamiento dogmático. Animo y agradezco que la gente se comunique conmigo y esto puede hacerse a través de leslie@arissa.org.
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ENTREVISTA DE LA GUERRILLA NEWS NETWORK A LESLIE J. PICKERING Primavera de 2002
GNN: ¿Cuál es tu reacción ante que el FBI y el Congreso hayan denominado al Earth Liberation Front y al Animal Liberation Front como la principal organización de terrorismo doméstico dentro de los EE.UU.? LJP: Lo primero que me viene a la cabeza es que el FBI y el sistema en general se están tomando muy en serio al E.L.F. y al A.L.F., porque lo ven como una amenaza, y de algún modo eso es exactamente lo que el A.L.F. y el E.L.F. quieren. Quiero decir que están intentando cambiar el sistema. Están diciendo que nosotros tenemos un sistema de valores completamente distinto. Nosotros valoramos el aire limpio, el agua limpia, la tierra limpia y el medio ambiente más que la propiedad o los beneficios. Por consiguiente somos la antitesis del sistema. El que ellos digan que les suponemos una amenaza indica que reconocen nuestra efectividad como movimiento. Pero al mismo tiempo el A.L.F. y el E.L.F. están atacando industrias y corporaciones aisladas. Su objetivo directo no es derrocar el gobierno de los EE.UU. Es una manera que tiene el sistema de sacar las cosas de quicio para que se les dé más fondos, más recursos, y para criminalizar a estos grupos de cara a la gente. Quieren meter a todo aquel que pueda ser un anarquista, revolucionario o activista en la cárcel. Es algo complejo. GNN: ¿Hasta qué punto es importante la opinión pública para el E.L.F. y el A.L.F.? LJP: no creo que la opinión pública sea tan necesaria como el que la información que le hagamos llegar a la gente sea sincera, real y honesta. No es necesario que la gente ame al E.L.F. o que lleve camisetas del E.L.F. Es más importante que la gente entienda los motivos por los que existe el E.L.F. y su desesperación, y que entiendan el porqué de las actividades que realizan sus miembros. Entonces dirán, “aunque yo no participe en este tipo de acciones, el sistema está siguiendo un camino suicida y tenemos que hacer algo para detenerlo inmediatamente. Debido a estas creencias tengo cierta similitud con el E.L.F.” GNN: ¿Qué respondes a los ataques de los grupos pertenecientes a la línea principal, los cuales afirman que las tácticas del E.L.F. están provocando una reacción hacia el movimiento que le deja en una situación todavía más difícil? LJP: Esa es otra gran pregunta. Se basa en la falsa creencia en que la línea principal del movimiento está logrando algún resultado positivo con el camino que llevan. Hemos visto a lo largo de la historia varios ejemplos de movimientos sociales exitosos. Todos los que he tenido la posibilidad de analizar y estudiar tenían un componente de 101
acción directa radical, sabotaje económico y destrucción de la propiedad. Con esto incluyo desde al Boston Tea Party a las actividades practicadas por los Black Panthers. El que estos grupos de la línea principal condenen al E.L.F. demuestra que no forman parte de ningún movimiento revolucionario en general. Ellos son felices lamiendo las migajas del suelo que consiguen haciendo peticiones. Son felices con sus insignificantes logros, y se van a mantener en esa línea, recibiendo donaciones, hasta que se jubilen. Realmente me da igual lo que diga el Sierra Club. Están monopolizando la ideología de cómo conseguir un cambio, y es por esa misma actitud por lo que los movimientos fracasan. GNN: ¿Cómo la estructura del E.L.F./A.L.F. y el anonimato de sus miembros protegen a las células que realizan las acciones? LJP: El Frente de Liberación Animal/ Frente de Liberación de la Tierra está compuesto por un número indefinido de células inconexas, autónomas y no jerárquicas, esto les protege de ser capturadas. No hay ningún líder. No hay nadie al que le puedan hacer hablar. No tienen ni idea de si la persona o personas que atacaron Vail también atacaron Boise Casacade. No tienen ni la más remota idea de nada en general. Nadie tiene ni idea, y ahí reside su belleza. Pero al mismo tiempo hay que ir más allá de eso. Porque lo que esas células están llevando a la práctica es una estructura no jerárquica, y esa estructura es un modelo de solución a los aspectos opresivos de la jerarquía, como aquella en la que vivimos en esta sociedad. El que organizaciones como la Sierra Club mimeticen la estructura del sistema a la vez que intentan cambiarlo es de risa. En primer lugar tienes que reevaluar la fuente de los problemas, y el E.L.F. ya lo ha hecho. Han creado una estructura que es completamente diferente. Es la antitesis del sistema. GNN: ¿Puedes hablar sobre la cultura de seguridad de grupos como el E.L.F.? LJP: Cultura de seguridad es un término impreciso. Puede incluir cualquier cosa como saber qué hacer cuando un agente llama a tu puerta, saber qué decir o qué no decir a la policía. En qué tipo de situaciones puedes realizar ciertos tipos de actividades y en qué situaciones es mejor que no las practiques. El modelo de seguridad del E.L.F. se basa en la ausencia de jerarquías. Esto constituye en su base una ideología. Si crees en los valores e ideas que vagamente expresa el E.L.F., entonces puedes seguir sus pautas –sus tres pautas. Puedes seguir esas pautas, formar tu propia célula y comenzar a actuar en nombre del Frente de Liberación de la Tierra. Por consiguiente, en el ejemplo que ya he empleado, las personas responsables de la acción de Vail probablemente no conozcan –y seguro que no tienen ni idea- a las personas que realizaron la acción de Boise Cascade. Y eso es así para que la gente que sea arrestada por lo ocurrido en Vail sean incapaces, incluso en el caso de que quisiesen (lo cual estoy seguro de que no es así), de delatar a la gente que atacó Boise Cascade.
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Se trata de un modelo que creo que ha surgido del fracaso de muchos grupos de los 60 y 70. Los grupos que seguían unas tácticas militantes, pero que seguían basándose en un sistema jerárquico que es posible derruir. Igual que el Estado también puede ser derruido, del mismo modo que las corporaciones van a ser derruidas. Se trata de un grupo en el que incluso si todas las células del E.L.F. fuesen encarceladas mañana, la semana siguiente alguien podría compartir las pautas del E.L.F., formar su propia célula y comenzar a actuar. O dentro de diez años alguien podría empezar a actuar conforme a esas pautas. O dentro de veinte años alguien podría formar un grupo muy potente, el E.L.F. es muy potente. GNN: El E.L.F. ha sido descrito como “eco-terrorista” por la prensa. ¿el E.L.F. tiene alguna manera de auto-describirse?; ¿Qué piensas de esa etiqueta? LJP: Esa etiqueta es algo que nunca podríamos haber alcanzado sin una completa revolución. La prensa se ha agarrado a esa etiqueta y no la soltarán hasta que no se les derrote. Repito que hacen eso porque ven al E.L.F. como una amenaza, quieren colgarle etiquetas y crear un estigma negativo alrededor de ellos, lo peor que puedan. No creo que el E.L.F. sea una organización terrorista sencillamente porque no utilizan el terror. Utilizan el sabotaje económico. Esas corporaciones, esas entidades gubernamentales, esos individuos que están destruyendo la Tierra y oprimiendo a la gente lo hacen porque ganan muchísimo dinero gracias a ello. Esa es su motivación. Las corporaciones existen para hacer dinero. Así que lo que hace el E.L.F. para contrarrestarlo es practicar el sabotaje económico. Quieren eliminar la motivación económica. Jamás han intentado dañar a nadie, y por eso nunca han dañado a nadie. Si quisiesen realizar actos terroristas lo harían. Porque si son atrapados se enfrentarían exactamente a las mismas acusaciones de terrorismo. De todas maneras pasarían la vida en la cárcel. Si el republicano Nethercutt pudiese tomar la decisión les aplicaría la pena de muerte. Si realmente creyesen que ese tipo de acciones fuesen las más efectivas las llevarían a cabo. Para mí es evidente que es una organización de sabotaje. Hacen incendios, son vándalos, son delincuentes. No tengo ningún problema en reconocerlo. No quiero crear una imagen de ellos menos radical de la realidad. Porque sinceramente, el aspecto radical de todo ello es lo que llama la atención y lo que les hace realmente efectivos. Pero no son terroristas, simplemente es que no lo son. Y si piensas en lo que realmente estás diciendo cuando les llamas eco-terroristas o sencillamente terroristas en general, te das cuenta de que no practican ningún tipo de terrorismo. GNN: ¿Quiénes son los eco-terroristas? LJP: Eco-terrorista es la gente que aterroriza el entorno natural. Se trata de todo el mundo que ahora mismo forma parte del Estado. Todo el mundo que forma parte de las industrias contaminantes. Cualquier capitalista. Eco-terroristas es toda esa gente a la que el E.L.F. prende fuego.
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GNN: ¿Crees que el E.L.F. y el A.L.F. pueden ser detenidos? LJP: No, creo que se puede dar algún caso aislado de una célula del E.L.F./A.L.F. que comete un error, y ya hemos visto un par de ejemplos de ello. Había un grupo del A.L.F. en Salt Lake City que estaba compuesto de unos cuantos individuos que tenían asuntos personales entre ellos, y eso les afectó como grupo. No sé exactamente qué ocurrió, pero estaban metidos en subculturas y otras cosas que daban juego a hablar y a crear rumores. Demasiada gente sabía en qué estaban metidos y al final hubo gente que terminó enjaulada. En Nueva York ocurrió algo similar, se estaban construyendo casas y unas cuantas mansiones en zonas pantanosas en Long Island. Hubo tres menores acusados de acciones contra las construcciones, y un cuarto individuo mayor de edad que está siendo acusado pero que mantiene que no tiene nada que ver. En resumen lo que ocurrió es que uno de esos individuos estaba fanfarroneando de lo que hacían –creo que chuleaba delante de sus amigos- y eso lo desencadenó todo. Creo que la gran mayoría de las personas que participa en estas actividades no son de ese tipo de gente. No creo que la mayoría de la gente implicada en el Frente de Liberación de la Tierra o en el Frente de Liberación Animal vayan por ahí chuleando de ello y por eso no les pillan. No creo que la gente realmente efectiva, la gente realmente seria en el E.L.F. vaya a ser atrapada. Y eso se debe a que el sistema está creado para tratar con criminales comunes, personas que son reaccionarias –alguien que se emborracha y sale a destrozarle el coche a su novia. Las acciones del E.L.F./A.L.F. son completamente premeditadas, no sólo eso sino que supuestamente están muy bien estudiadas. Analizan todo lo posible para evitar las alarmas de seguridad. Analizan todo lo posible para evitar dejar huellas dactilares o huellas de pisadas en el lugar. GNN: Ya hemos hablado sobre la poca eficacia de las fuerzas de la ley la mayoría de las veces, entonces si con lo que están haciendo no están obteniendo los objetivos marcados, ¿qué están consiguiendo hasta ahora? LJP: Lo que han estado haciendo ha sido básicamente acosarnos a Craig Rosebraugh y a mí, y a cualquier persona que públicamente apoye la ideología del E.L.F. También han estado identificando a cualquiera que les haya podido parecer un ecologista radical, o a cualquiera que pueda parecerles que es anarquista. En el reportaje de 60 Minutes que hicieron sobre el E.L.F., y en el que participó Craig Rosebraugh, apareció un representante del F.B.I. y dijo que su mayor objetivo era lograr que alguien se infiltrase en el grupo. Si estuviesen bien de la cabeza no creerían que se pueden infiltrar en una célula del E.L.F., porque no hay ninguna probabilidad para que eso ocurra nunca. Sí tienen esperanzas en infiltrarse en el mayor movimiento ecologista anarquista. Quieren meter gente ahí con rastas y pantalones Carhart, y quieren que vayan a todas las charlas y que averigüen quién está haciendo cosas. El E.L.F. no habla de ello, y probablemente no están implicados en el movimiento ecologista en general, porque eso tarde o temprano les llevaría a ser capturados. Creo que es gente que no tiene nada que
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ver con el movimiento ecologista, y eso se debe a que no están de acuerdo con él. No creen que sea efectivo. Hasta lo que yo sé, han hecho dos redadas en la oficina de prensa del E.L.F. desde que yo he participado en ella. Han entrado en mi coche. Me han quitado cosas con valor de miles de dólares que jamás me devolverán. Me han quitado 3 ó 4 ordenadores, y muchos objetos personales, fotografías, y todo lo que se te ocurra. He tenido estos “encuentros fortuitos” con agentes federales en la dietética de mi barrio. Dicen, “¿Qué tal estás de salud?”, y mencionan un problema concreto de salud que pudiese haber tenido hace años sólo para que yo sepa que lo conocen. Es algo parecido a un hostigamiento psicológico. Es como decir “vamos a por ti”. Quieren que pierda los estribos, quieren que me derrumbe. La primera redada ocurrió cuando Craig y yo abandonamos la organización de la ciudad (en Portland, Oregón), Craig había fundado ese colectivo junto con otras personas y yo me uní poco después. Dejamos el grupo y comenzamos la oficina de prensa, sacamos nuestras cosas de la organización y las dejamos en su casa, en el sótano. Hicieron una redada en su casa. La oficina de prensa se encontraba a medio camino entre un punto y el otro, sabían que era un momento de debilidad, y lo aprovecharon para hacer una redada en su casa. Pudo hacerme una llamada antes de que tirasen su puerta abajo, y yo fui para allá enseguida. Antes de que pudiese entrar en la casa un agente –el cual posteriormente tuvo una hemorragia cerebral y tuvo que abandonar el cuerpo- vino hacia mí de manera intimidatoria y me dijo. “¡Ey Leslie!, ¿Qué tal va tu pierna?, ¿Qué tal va tu corazón?” Quería dejarme claro que él sabía todo eso, y que no me iba a dejar que me acercase a la casa. Ese agente estuvo muy implicado en la coacción psicológica, pero como ya no está en el F.B.I., eso ha ayudado a que se calmase un poco la cosa. Otro agente de la A.T.F. (n. de t.: Anti Terrorist Forces/Fuerzas Anti Terroristas) estuvo durante mucho tiempo molestándonos cuando empezamos a hacer públicos los comunicados. Venía a nuestra casa y nos decía, “chavales, estáis andando sobre la cuerda floja. Estáis encima de una fina capa de hielo”. Quería que nos acobardásemos, que dejásemos de publicar los comunicados, quería que nos pusiésemos nerviosos. Cuando empezamos a publicar los comunicados estábamos todos viviendo en una casa en Portland y durante unos pocos meses teníamos siempre un coche aparcado en la puerta. Nos conseguía sacar de quicio psicológicamente. Pero no es algo que vaya a hacer que nos echemos para atrás ni Craigh ni yo. Al contario, hará que la gente luche más en serio. Cuando realmente estás siendo oprimido, eso te hace que realmente contraataques, lo más fuertemente que puedas, eso es lo que ocurre. Había ocasiones en las que nos sentíamos realmente frustrados y Craig y yo salíamos de casa e íbamos al coche y les gritábamos: “¡iros a joder a otro sito!”. Algunas veces se marchaban y otras no.
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Hay dos tipos de vigilancia y dos tipos de hostigamiento. Está el evidente –se pretende que veas y sientas un trauma psicológico como resultado. Y está el tipo en el que no quieren que te des cuenta de que te están vigilando. El tipo en el que están muy metidos ahora es el segundo. Quieren que no les veamos, que nos sintamos confusos, que no sepamos lo que están haciendo. Porque ya han utilizado el primer tipo durante años y no nos hemos echado para atrás ni entorpecido al movimiento en general. Así que creo que están muy metidos en vigilancia secreta –pinchados los teléfonos- no solo los nuestros, los de todo el mundo. Tienen a agentes del F.B.I. incitando a hacer cosas o infiltrándose en los encuentros, y ese tipo de cosas. GNN: Desde el 11 de Septiembre se han centrado cada vez más en todo aquello que puedan etiquetar como terrorismo. ¿Has notado alguna diferencia en tu vida, en tu función en la oficina de prensa? LJP: Sin duda las cosas han cambiado. Y en cuanto vi esos aviones estamparse contra los edificios supe que las cosas iban a cambiar. Y esto está relacionado con la otra pregunta anterior. Cuando empiezan a atosigar a la gente, a llamarles terroristas, eso desemboca en –y no lo digo como una amenaza personal-, pero a lo que conduce es a una organización más radical. Cuando el opresor se pone en pié, también lo hacen las fuerzas de la gente –las fuerzas de la liberación. Pongamos que alguien apoya la destrucción de la propiedad, pero no el que se dañe a individuos. Si a esa persona le reprimes un poco más de lo que ya está, es muy probable que cambie de manera de pensar. Creo que eso es lo que va a provocar este tipo de legislación, con este tipo de mensajes que continuamente lanzan en la televisión, con todas estas banderas que están convenciendo a la gente de que se ponga en la ventana de atrás de sus coches. Personalmente creo que ahora hay mucha más presión. Ya antes el estar implicado en la oficina de prensa suponía un gran riesgo, pero siento que ahora es todavía mucho más grande. Eso no quiere decir que no merezca la pena seguir luchando. Pero significa que en algún momento la posición que ocupo, esta libertad para expresar mis creencias, será totalmente eliminada. Llegará un momento en el que no habrá ninguna libertad de expresión. Realmente ya no la hay. Me tengo que enfrentar a todo tipo de etiquetas, amenazas y es muy probable que vaya a la cárcel por participar en la oficina de prensa. Puedo vislumbrar el día, un día muy cercano, en el que cualquiera que esté implicado en el mismo tipo actividades que yo, sea inmediatamente encarcelado por “pensamiento criminal” o como quiera que lo vayan a llamar. GNN: ¿Puedes explicar cómo la prensa ha manipulado el mensaje del E.L.F./A.L.F.?, ¿y cómo ha sido tu relación con la prensa? LJP: Están recurriendo a crear una imagen nuestra de villanos o rebeldes. En la sociedad americana siempre ha habido un interés por la figura del rebelde, James Dean y todo eso. Y hemos mamando durante mucho tiempo esto, porque eso es lo máximo que nos van a dar.
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No nos van a poner en el programa de la CNN 60 Minutes y decirnos: “sentiros libres de decir lo que pensáis. ¿Qué hay de malo en relación con la situación medioambiental actual?” Y no nos van a dar 20 minutos para que digamos lo que queramos. Lo que hacen es darnos diez segundos de tiempo después de decir “Eres un eco-terrorista violento. Justifícalo.” Podría seguir hablando toda la vida sobre la prensa. Son extremadamente frustrantes. GNN: ¿Os ha llegado algún comunicado en el que se explicase que había un objetivo que iba a ser atacado pero la acción pasó a joderse completamente? LJP: Hubo al menos un comunicado que nos llegó, se había colocado un artefacto incendiario que no se activó. Se hicieron responsables de todas maneras porque sabían que aun así crearían polémica. Se habían colocado artefactos incendiarios en el tejado de un almacén de distribución de Nike, creo que fue así, pero las condiciones meteorológicas impidieron que se activase. Enviaron un comunicado de todas formas que decía, “Hasta que Nike no abandone sus prácticas esclavistas, etc., no vamos a dejar de luchar contra vosotros.” Pero eso es a lo máximo a lo que ha llegado. Nunca han causado ni un rasguño a nadie. Por lo que ese tipo de errores nunca han sucedido y no creo que vayan a ocurrir. Pero me preocupa que alguna vez pasase algo. Si el E.L.F. alguna vez llegase a dañar a alguien, todo tipo de gente saltaría en su contra. Dirían: “eso es peor que contra lo que están luchando”, “no está justificado.” Durante la Guerra de Vietnam había un Centro de Investigación Matemática financiado por el ejército en Madison, Wisonsin. Un grupo clandestino lo hizo explotar. Utilizaron una bomba de una potencia masiva, casi tan grande como la de la ciudad de Oklahoma. Accidentalmente una persona murió como consecuencia de esa acción. Era un estudiante que no tenía ninguna relación con el Centro de Investigación Matemática. Lo que se hacía en el centro eran ecuaciones matemáticas que servían para matar a miles de vietnamitas. Y las consecuencias de esa bomba en el Centro de Investigación fueron que muchos dentro del movimiento antiimperialista y contra la Guerra de Vietnam que era peor lo que habían hecho que contra lo que luchaban, y que no estaba justificado. Por supuesto que fue algo horrible. Creo que es terrible que alguien muera. Odio que la gente esté oprimida. Pos eso estoy haciendo lo que hago. Pero esa gente está luchando contra un sistema que mata a gente diariamente. Su intención no era hacer daños a nadie, fue un accidente. La intención era liberar a la gente y eso es algo totalmente diferente a lo que hace el sistema. No ves a masas de personas en el movimiento ecologista condenando al sistema entero cada vez que alguien muere de cáncer. Pero es el sistema y son las industrias las causantes el cáncer, y son totalmente responsables de ello. No ves a gente protestando cada vez que muere alguien en Afganistán. Pero deberían. Se trata de una manera equivocada de entender los valores, de darse cuenta de lo que realmente es importante.
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Esa persona que murió en esa explosión de Madison, como ya he dicho, es algo tremendamente triste y una desgracia enorme. Y la gente responsable de ello expresaron su malestar, y han tenido que cargar por ello el resto de sus vidas. El movimiento entero ha tenido que pagar por lo ocurrido. ¿Pero cuánta gente murió en Vietnam? A cuántos chavales enviaron a Vietnam para luchar en una guerra injusta, y que fueron asesinados por algo que no les incumbía. He estado hablando desde un punto de vista personal, y sé que no voy a contar con un amplio apoyo. No haría estas declaraciones en la CNN porque la gente ni siquiera se permitiría a sí misma llegar a reflexionar sobre este tipo de cosas, ni intentarían entender mi postura. Pero tienes que valorar la realidad de la situación y los niveles de opresión existentes. Porque el nivel de opresión al que el sistema está sometiendo a la gente es tan inmenso, que no se puede comparar con cualquier cosa que pudiese llegar a hacer el Frente de Liberación de la Tierra a alguien. Y las motivaciones del sistema son capitalistas. Son imperialistas. Las motivaciones del E.L.F. son la libertad, la justicia, la salud, aire fresco y todo lo demás. Me pone enfermo el pensar que un movimiento antiimperialista, o un movimiento ecologista pueda ser completamente aplastado por un error o algo que no salió a la perfección. Las revoluciones no son perfectas. Cuando estás luchando por lo que necesitas para sobrevivir cometes algunos errores en el camino. Puede que dañes a alguien. Puede que incendies unos cuantos edificios en el camino. Así son las cosas, porque es muy fuerte lo que tienes que hacer para librarte de la opresión a la que estás sometido. Cuando miras a la naturaleza te das cuenta de que hay todo tipo de violencia en un nivel sostenible. Unas especies se comen a otras, se alimentan de otras formas de vida, y la violencia existe en la naturaleza y es así de sencillo. No podemos pensar que estamos por encima de eso. Es ridículo. Es completamente antropocentrista. Eso se fundamenta en la idea de que los humanos somos de algún modo superiores al resto de los componentes de la naturaleza, y que estamos en cierta forma aparte de la naturaleza, y yo creo que esa es la misma base de la opresión. Es la base de este sistema. Eso es lo que hizo que la sociedad occidentalizada se desmarcase del resto de culturas humanas. Creo que sencillamente es absurdo. GNN: ¿Qué opinan tus amigos sobre el E.L.F.? LJP: (Se ríe). Me encanta esa pregunta. GNN: ¿Te la hacen mucho? LJP: Sí, sobretodo los periodistas mayores y me ven como alguien joven, ya sabes, (imita una voz grave) “¿Qué piensan tus padres sobre esto?” Craig (Rosebraugh) apareció en el programa 20/20 y le llamaron delincuente juvenil “¿Qué piensan tus padres sobre esto?” (se ríe). Fueron realmente duros con él(…)
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Soy un producto de la sociedad americana. Crecí rebelándome a mis padres, porque eran la más evidente fuerza opresora en mi vida, y me marché de casa cuando tenía 17 años para unirme a un movimiento ecologista. Creía que jamás volvería a hablar con mis padres. Dejé el instituto y todo eso. Desde entonces me he dado cuenta de muchas cosas, y he restablecido las relaciones con mi familia. Es difícil, porque tu familia, igual que con el resto de la gente con la que te relacionas en esta sociedad, están muy afectados por la propaganda americana, por el Sueño Americano. El sistema les ha lavado el cerebro, y hacerte comprender por ellos es la cosa más difícil que puedes conseguir. Pero no puedes hacer una revolución sin implicarte en esfuerzos personales e intentando conseguir una gran cantidad de cambios en las personas. No puedes ser un verdadero revolucionario si no te retas a ti mismo y no haces lo que realmente te supone un esfuerzo hacer, y muchas veces, lo que más nos cuesta solucionar son nuestras relaciones personales. Ya sabes, a mis padres les da miedo que entre a prisión. No quieren verme en la cárcel, pero han llegado al punto en el que, cómo explicarte, están orgullosos de mí de alguna manera. Orgullosos de que siga para adelante en relación a mis creencias. A pesar de los estigmas negativos, la mala reputación que eso me suponga, y el riesgo que estoy aceptando por ello. Aun así sigo luchando por lo que creo, y diciendo la verdad, a pesar del miedo que me da todo esto.
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MEMORIES OF FREEDOM RECUERDOS DE LIBERTAD
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MEMORIES OF FREEDOM INDICE 1. Ni un solo prisionero 2. El movimiento ecologista radical en América 3. El movimiento por la Liberación Animal en América 4. Esto es el ALF! Los jóvenes toman la palabra 5. Granjas de pieles en América 6. Operación Bite Back 7. La caza de los guerreros del ALF 8. El último mordisco 9. Operación Bite Back: epílogo 10. La captura de Rod Coronado 11. Hasta que la última granja de pieles sea cenizas 12. ¡Corazones valientes, adelante! 13. Carta de Rod Coronado 14. Historia de la nación coyote
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1. NI UN SOLO PRISIONERO Una noche sentados alrededor del fuego, algunos de nosotros, guerreros del Frente de Liberación Animal, decidimos que era el momento de decir unas cuantas palabras acerca de nuestras acciones, ya que continuamente éramos etiquetados por aquellos fuera de nuestro círculo como cualquier cosa excepto lo que éramos: ¿terroristas, extremistas, fanáticos, doctores, abogados? "Activistas por la Liberación Animal. Probablemente habría habido alguna célula que se hubiese identificado con alguna de esas descripciones, pero nosotros no. Mientras hubiese poca gente que leyese nuestros comunicados, aparte de los medios de comunicación, sólo unos pocos entenderían que nuestras preocupaciones se encuentran detrás del abuso animal. Nuestro perspectiva ve desde, desde su raíz, el abuso animal como uno de los síntomas de otros muchos males. Ese mal también nos conduce al racismo, al sexismo, al militarismo, a la destrucción medioambiental, al alcoholismo, al abuso de las drogas, a la violencia doméstica, a la dominación del hombre sobre la mujer y hacia otras malas actitudes manifiestas en la naturaleza, sólo por nombrar unas cuantas. ¿Qué ha hecho que nos encontremos plagados de todos esos males si el mundo que nos dieron podría ser un sitio tan maravilloso? Eso no es lo que queremos debatir. Nosotros somos guerreros, no filósofos. Por lo que quiera que sea, podemos ver cómo ese mal se desliza lentamente entre nuestras luchas y hace que tengamos ganas de llorar. Rumores, murmuros, egos hinchados que intentan hacerse un hueco, que intentan conseguir fondos para hacerse "respetables", lo hemos visto todos y esto es lo que está llevando a nuestras luchas hacia una autodestrucción, justo cuando el catalizador para el cambio verdadero comienza a hacerse real. Ahora estamos lejos de ser perfectos, nos hemos hecho daño a nosotros mismos, hemos cometido nuestros errores, pero desde este lugar también estamos lejos de dejarlo todo. No queremos ver a otras personas cometiendo los mismos errores que nosotros hemos cometido, una vez más. Esta es la historia. La historia de un puñado de gente que se preocupó lo suficiente como para arriesgar su vida y su libertad por aquello en lo que cree. Por la Tierra y por los prisioneros de la guerra sobre la naturaleza. No ha sido sin un coste a cambio. A pesar de que hoy estamos todos aquí, uno de nosotros está sentado en una celda de pocos metros en la Prisión Federal para los siguientes cuatro años. Él no es el primero, y probablemente no será el último. En esta historia hay muchos capítulos. Aquí te contamos uno. El resto es cosa tuya. Nosotros estamos aquí para contarte nuestros momentos de victoria y derrota. Nuestros momentos de tremendo gozo por estar vivos en este maravilloso Planeta Tierra por cuya defensa hemos luchado con orgullo, y nuestros momentos de desesperación cuando el mundo entero parece volverse en nuestra contra. La mayor parte de esta "película" comenzó antes de que nuestros abuelos hubiesen nacido. La historia va sobre un espíritu. El espíritu salvaje y el espíritu de libertad que rechaza ser domesticado. La historia habla de aquella lucha que comenzó mucho antes de que alguien hubiese nombrado el término "Animal Rights". Cuando Earth First! no era un eslógan, sino un modo de vida, y muerte. Se trata de rememorar el pasado y el recuerdo de aquellos de nosotros que elegimos representar a la Madre Tierra y al Mundo Animal, heredar una responsabilidad que otros han estado matando, y colocarla antes que nada en nuestras vidas, incluida nuestra propia libertad si es necesario.
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La historia trata sobre una fuerza. No la fuerza hecha por el hombre, sino la fuerza que sólo el espíritu de la Tierra puede darnos. La fuerza que recibimos cuando nos despertamos con el aullido de los coyotes, y con el silbido del viento que se cuela entre los árboles más antiguos. La fuerza que ningún hombre puede darnos y que ningún hombre puede quitarnos. La fuerza que nos eleva sobre nuestros enemigos para llegar a convertirnos en el tipo de guerreros que sólo hemos leído en mitos y leyendas. La fuerza que nos está esperando para ser descubierta. Se trata de romper las cadenas que nos atan y comenzar con el primer día de escuela, el primer día de trabajo. Esas cadenas que nos van atando poco a poco hasta que estamos preparados para ser considerados adultos responsables; pero es porque hemos olvidado cómo manejar esas cadenas, cómo ser libres, cómo vivir en armonía con la vida, con los de cuatro patas, con los de alas y con el resto de animales, como hermanos y hermanas. Enfrentémonos a ello, muchos de nosotros tenemos miedo. Miedo de equivocarnos. Miedo de estar solos. Miedo de pasar años en la cárcel. Miedo de ser disparados o incinerados, como adultos de 60 años y niños de 24 en Waco (Texas) a manos sangrientas del gobierno de EEUU. El temor es la mejor arma de nuestro enemigo, porque en lugar de colocar a un oficial de policía en cada casa ya tenemos preparadas para ser emitidas unas cuidadas y estudiadas imágenes de los periódicos y de las televisiones. Las puertas de acero en las celdas de prisión que dan fuertes portazos, porrazos de la policía con bates de nazi, "terroristas" que son dirigidos con sus trajes naranjas y sus cadenas, imágenes que hacen que nuestro temor nos haga sentir vivos y fuertes. En las Llanuras Indias tienen un dicho que gritaban cuando iban a la batalla "Hoka Hey!" es un buen día para morir. Para nosotros eso significaría haber superado el más común de los miedos, el miedo a la muerte. Desprendidos de sus miedos a morir, se lanzarían directos hacia la batalla contra la gente que tuviese mucho miedo a la muerte y, como resultado, aquellos guerreros vencieron la única victoria en la que la rendición incondicional era firmada por el gobierno de EEUU, lo que en la historia fue la Guerra de las Nubes Rojas en 1860. Muchos de nosotros preferiríamos morir antes que vivir en un mundo sin naturaleza ni animales, aquellos valientes guerreros superaron sus miedos a la prisión y a la muerte porque sabían que el poder de la Tierra era muy real. No sólo una creencia, sino también una realidad. Mucho más real que cualquier cosa que el gobierno de EEUU había ofrecido. Una realidad en la que todos los animales eran mensajeros y toda montaña era una catedral. Las historias que leemos sobre aquellas tribus y su relación con la Tierra, los Animales y sus espíritus no eran mitos o folclore, eran y son reales. Lo suficientemente reales como para dirigir al ser humano a sacrificarlo todo en el mundo con la esperanza de que las futuras generaciones compartan ese mismo poder que permanece dentro de cada ser viviente y vuela a través de toda creación salvaje. Por la esperanza de que vosotros, los hijos de la Tierra, hagáis reaccionar a los gritos que se escuchan de nuestra Tierra y de sus animales torturados. Hace alrededor de cien años desde que los verdaderos Guerreros de la Tierra dieron sus vidas por el Espíritu de la Tierra y los Animales en este continente. Durante todos estos años, los espíritus de resistencia han vuelto a nacer, siempre para ser rechazados a través de la prisión, disparos, mentiras y engaños. Ahora es tu turno. Te des cuenta o no, el espíritu de todos aquellos guerreros desaparecidos te está viendo. Está viendo si vas a redescubrir esa fuerza que los Animales y la Tierra pueden darnos. Esa fuerza que
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rompe cadenas y despierta nuestro espíritu para actuar, esa fuerza que tú probablemente representas y que es la última esperanza para este planeta al que llamamos hogar. Existen aquellos que pueden ver los horrores de la vivisección y de las granjas de pieles. El petróleo que cubre las costas y los claros cortes en las laderas de las montañas, y que anda con paso fuerte hacia los sucios grupos reformistas, que hacen peticiones, cartas y protestas. Esta película no es para ellos. Esta película es para todo hombre y mujer joven que haya llorado por la sangre de la Tierra, levantada en estado de shock, con la boca abierta por las heridas y la crueldad que algunos pueden causar sobre la tranquilidad de nuestros hermanos los Animales. Para todo aquel que alguna vez se ha sentido impotente contra un enemigo cien veces mayor. Para todos aquellos que no pueden vivir con el dolor de saber que todas las mañanas las luces del laboratorio se encienden, que las máquinas son afiladas y engrasadas, que las granjas se transforman en cámaras de gas y la matanza continúa. Esto es para tí, para que nunca más vuelvas a sentirte sólo, para que veas que, aunque nunca logremos la victoria total en nuestras vidas, a veces la victoria y la libertada la encontramos simplemente luchando, rompiendo nuestras propias cadenas antes de que podamos romper las cadenas de los demás. Para tí nosotros hablamos en alto, y te contamos la historia de lo que un puñado de guerreros puede hacer, lo que un puñado de guerreros debe hacer. Un puñado de gente como tú. Pero a principios de 1990 mucha gente en el movimiento de Liberación Animal estaba demasiado ocupada difundiendo sus objetivos y consiguiendo la aceptación del público para concentrarse y acabar con ello, con una industria que lentamente recobraba su fuerza. Era el momento de hacer algo. Muchos antiguos activistas del ALF eran intimidados o elegían una retirada temprana debido a los miedos inspirados por fanáticas investigaciones del FBI y del ATF, o estaban muy ocupados dedicándose a otras formas de activismo. Afortunadamente otros no estaban dispuestos a dejarse vencer por esos miedos y sintieron que era el momento de resucitar la Western Unit Wildlife del ALF. La industria peletera consistía en menos de 660 granjas y sus centros de investigación lo componían menos de diez instituciones. La época de asesinato de 1990 sería la última que los granjeros de pieles experimentarían con tranquilidad. 2. EL MOVIMIENTO ECOLOGISTA RADICAL EN AMÉRICA Durante los años 80, muchas cosas estaban pasando alrededor de los antes calmados movimientos ecologistas y por la liberación animal. Estos movimientos habían comenzado a actuar con una variedad de tácticas, desde las peticiones, los boicots, las presiones políticas, las campañas de concienciación social y, en el otro extremo, las protestas y la desobediencia civil. La era Reagan trajo muy pocas victorias en la lucha por proteger a la naturaleza y a los animales, a pesar de que estos temas habían generado más correo a Washingon D.C. que cualquier otro tema, incluida la guerra de Vietnam. Las políticas violentas del departamento de Interior de James Watt, perjudiciales para la naturaleza, fueron algunos de los catalizadores que provocaron el crecimiento de Earth First! y de la frase "No Compromise In Defense of Mother Earth!" (No negociaremos en la defensa de la Madre Tierra) Durante la primera época, había surgido una resistencia organizada con casi cien años de antigüedad en defensa de la Tierra y de la Vida Salvaje. A raíz de un fuerte "crack" por la construcción de la presa
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del Cañón de Glen, que domesticaba al río salvaje Colorado, la gente de Earth First! se declaró como los guerreros de la era actual en el movimiento ecologista. Una de las primeras acciones de Earth First fue el levantamiento del monumento a Victorio, líder de los Apache Mimbes que en tiempos atacó campos y operaciones mineras en su lucha por liberar a su tierra y a su gente. A pesar de estas controversias en el moderno Oeste, lo mejor estaba todavía por llegar. Una de las tácticas más efectivas resucitadas de la resistencia indígena era la de monkey wrenching, algo sobre lo que Earth First! expuso y defendió abiertamente, y que consistía en la destrucción del equipo y la maquinaria empleada para arrasar la tierra y sus lugares salvajes. En las zonas de explotación de la madera colocaban vigas con largos pinchos cerca de los árboles, con la intención de impedir que las sierras los cortasen. Las máquinas excavadoras eran el objetivo del sabotaje mecánico, al igual que lo eran otras piezas de maquinaria pesada. En los caminos cuyo hábitat peligraba, esta gente colocaba vigas con pinchos metálicos con el fin de pinchar las ruedas de los vehículos de obras que rondaban el lugar. Las vallas comenzaron a derribarse por la zona del Oeste y las casetas de peritaje eran eliminadas de los caminos y de la zona de explotación. De repente, cuando las protestas legítimas fracasaron en su intento de proteger a la tierra salvaje, los activistas no tardaron en sentir impotencia al escuchar cerca excavadoras y otra maquinaria. Los monkeywrenchers (destructores de maquinaria) comenzaron a atravesar de nuevo el Oeste, dejando en el camino minas y máquinas incineradas y saboteadas, así como vigas llenas de pinchos. El margen de beneficio del negocio de la destrucción de la tierra había disminuido debido al sabotaje, al igual que les había ocurrido a los especuladores, los investigadores y los constructores de carreteras. Todo ello se tradujo en un aumento de la seguridad y del precio de las pólizas aseguradoras, lo que suponía a su vez una disminución del margen de beneficios de los violadores de la tierra. "Eco-Defense: A Field Guide To Monkeywrenching" (Eco- Defensa: una Guía de Campo para destruir la maquinaria) de Dave Foreman se convirtió en la Biblia para aquellos guerreros de la Tierra decepcionados por la falta de efectividad de las protestas legítimas. Esta guía también supuso el "cómo hacer" para llegar a convertirse en un saboteador. En el Oeste, donde el Earth First! y los monkeywrenchers eran lo más frecuente, así como otros activistas que compartían sus sentimientos, comenzaron a comprobar cómo aquellas tácticas podían beneficiar la liberación de animales y su conservación. Aun así, la frustración y la falta de efectividad y de compromiso eran algo común en ambos movimientos. Los guerreros de la Tierra comenzaron a despertar de aquel largo sueño. 3. EL MOVIMENTO POR LA LIBERACIÓN ANIMAL EN AMÉRICA Por la misma época en que el Earth First! y monkeywrenching aparecían en EEUU, el movimiento por la liberación animal en América comenzaba a emplear unas tácticas originarias de Gran Bretaña. Entraban en laboratorios de investigación animal, rescataban animales de experimentación y dañaban los equipos que se empleaban para llevar a cabo esos experimentos. Con el nombre adoptado de un grupo operativo clandestino en el Reino Unido desde los años setenta, el Animal Liberation Front (Frente de Liberación Animal) nació en EEUU. En este país son muchos los animales asesinados para comida, pieles, investigaciones y controles de la fauna y la flora, en comparación con otros países. Después de muchos años de lucha en batallas legales para reducir esta masacre, con pocos o ningún efecto, nació una vía de acción, y los activistas se regocijaban al ver los vídeos de comunicados del ALF en los que aparecían
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miembros encapuchados derribando puertas para entrar en los laboratorios y llevar a los animales hacia la libertad. El ALF trajo un respiro de aire fresco al movimiento reprimido previamente, que rara vez se abalanzaba sobre las instituciones de abuso animal a las que se oponía. De repente, muchos activistas americanos se encontraban debatiendo sobre los pros y los contras de romper las leyes a favor de los animales. Los principales grupos por la liberación animal comenzaron a sopesar las pérdidas potenciales de beneficios generadas al apoyar la acción ilegal, así como la consecuente posible pérdida del apoyo público a la liberación animal, un pensamiento que en sí mismo resultaba radical para la mayor parte de la sociedad americana, con las escenas del ALF como una "línea extremista". Mientras unos hacían cábalas sobre las evidentes preguntas de las autoridades de EEUU para hacer leyes de protección, otros tenían pocas dudas de que a lo que el ALF aspiraba era a conseguir unos efectos sobre la industria del abuso animal como nunca antes lo había hecho. Hasta 1987, el ALF sólo se había involucrado en actividades de liberación animal relacionadas con la destrucción de equipos de investigación que podían conseguirse en los pocos minutos que duraba el asalto. En un ataque a los laboratorios de investigación animal de la Universidad de Pennsylvania, los videos robados por el ALF acerca de la crueldad que causaban los investigadores, filmada por ellos mismos, fueron más tarde empleados para ayudar a cerrar aquel laboratorio. Otros objetivos del ALF fueron atacados mediante el corte del flujo de fondos para la investigación. Pero en muchos casos los animales fueron reemplazados, las medidas de seguridad en los laboratorios de investigación se incrementaron, y los experimentos de los vivisectores continuaron, de tal modo que algunas acciones del movimiento por la liberación animal no podían ser controladas ni predichas. Aunque las liberaciones del ALF significaban la salvación para los animales rescatados, los activistas del ALF se cuestionaron si la industria de abuso animal estaba siendo afectada lo máximo posible. Si el ALF llevaba la intención de sacar a los explotadores de animales fuera de sus negocios en EEUU, también habría que emplear otras tácticas. Tácticas que golpearan el centro de sus fríos corazones, ahí, en el margen de beneficios. Una vez, una vista a través del océano trajo la respuesta. 4. ¡ESTO ES EL ALF! LOS JÓVENES TOMAN LA PALABRA A finales de abril, en un cálido atardecer en California, los guerreros del ALF saltaron las vallas del campus de la Universidad de California en Davis y cambiaron el rostro del movimiento por la liberación animal en América para siempre. A la mañana siguiente, el estado del laboratorio de investigación sobre diagnóstico animal serían una ruina en llamas, víctima de un ataque con fuego que no causó heridos pero sí tres millones de dólares en daños. Pasó alrededor de un año hasta que el laboratorio se recuperó del ataque y abrió sus puertas de nuevo. Nunca antes el ALF había empleado fuego en EEUU, mientras que en Gran Bretaña era ya una táctica aceptada. Era la primera vez en la historia del movimiento de liberación animal en EEUU en que un laboratorio de investigación animal era destruido antes de abrir. Las investigaciones federales se apresuraron al lugar de los hechos, y rápidamente el movimiento por la liberación animal se convirtió en objeto de investigación. Los activistas del movimiento no
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familiarizados con la realización de la acción, que de otra forma nunca podría lograrse en años de activismo legal, fueron rápidos en distanciarse del incendio en la Universidad y de otras acciones del ALF y, a su vez, comenzaron a condenar al ALF. Para muchos .defensores de los animales., su lucha consistía en reformar las prácticas crueles, no en abolir las instituciones que perpetuaban la explotación animal comercial. El incendio de UC-Davis (University of California-Davis) fue objeto de muchas discusiones entre los estrategas del ALF. ¿Mantendría el ALF su imagen de Robin Hood llevando los animales hacia la libertad con el apoyo público? O, ¿lanzarían una campaña de intento de sabotaje económico que causase a los explotadores de animales millones de gastos en caras mejoras de seguridad e incrementase las primas aseguradoras, así como la destrucción máxima de la propiedad? Por entonces el ALF ya era conocido por lanzar pequeños ataques contra peleterías y cadenas de comida rápida. Rompían ventanas con ladrillos y tirachinas, y colocaban sus eslóganes firmando con spray rojo simulando sangre. Se trataba de una decisión estratégica. El apoyo del público estaba bien, pero, por sí mismo, había salvado pocas vidas animales. Todas aquellas cartas dirigidas a Washington DC tiradas en la caja de viejos papeles eran prueba de ello. Las industrias de destrucción de la Tierra y abuso animal eran firmemente favorecidas por la estructura política de EEUU, y los políticos nunca aprobarían ni impondrían leyes que les costase el apoyo económico de grandes empresas que les pusiese con los pies en la calle.. La campaña de máxima destrucción y daño a la maquinaria de los explotadores de animales había comenzado, y con ella vino un nuevo elemento del movimiento por la liberación animal nunca antes visto en EEUU. A menudo las acciones del ALF eran firmadas con las siglas "ALF" en pintura roja, pero en Davies, la "A" circulada, símbolo del anarquismo, estaba vinculado con la "A" de la firma del ALF. Para aquellos que se molestaban en mirar la cuidadosa y controlada cobertura de los medios de las acciones del ALF, esto era una señal de que el ALF no era sólo un grupo "animal", sino también un frente que se oponía por completo a cualquier sistema que perpetuase el abuso. Después de 1987, los comunicados de prensa de las acciones del ALF trazaban a menudo conexiones entre el abuso animal, la destrucción del medioambiente y la liberación humana. La influencia anarquista sobre el ALF también era la prueba de que el Frente de Liberación Animal veía más allá de la fachada del "primer mundo" y de la corrupción encubierta del proceso político de EEUU. El ALF no sólo se oponía al maltrato animal de la sociedad, sino también a las instituciones que prosperaban gracias al abuso y al control de los humanos, de la degradación medioambiental y del impacto de las prácticas de los primeros negocios que ejercían sobre los grupos de pobres indígenas afligidos de todo el mundo, que a su vez proveían a América con el engorde de sus tierras. Las líneas entre los derechos de los animales y la liberación animal habían sido trazadas rápidamente. El ALF no formaría parte de esa clase media alta, que solía representar a los animales. Las acciones del ALF comenzaron a reflejar la frustración y la opresión de algunos ciudadanos americanos, quienes, al igual que los animales, eran las víctimas de grandes negocios y muchas cosas más. En menos de dos meses, después del incendio de UC-Davis, se creó la Western Wildlife Unit (Unidad de vida salvaje del Oeste), específicamente para tratar con la guerra sobre la vida salvaje de América. La primera acción ocurrió en el Memorial Day, en 1987, cuando se liberaron a cerca de doscientos caballos, de nuevo a
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su tierra natal, a los campos del nordeste de California, de donde habían sido apartados para dejar sitio a los campos de pastos del ganado vacuno. Ya en el Oeste, el ganado ocupada cerca del 70 por ciento de los pastos disponibles, mientras que los caballos salvajes sólo ocupaban el 2 por ciento. Esta situación ya era vista como una competición con los fuertes grupos de presión política que tenían ganado. En una política apoyada por muchos grupos de bienestar animal, los caballos fueron reunidos y dados en adopción. Nunca más vagaron libres por los paisajes americanos, tal y como lo habían hecho durante más de 400 años. Justo después de la liberación de los caballos, la Western Wildlife Unit visitó la UCDavis, esta vez para liberar a tres buitres empleados en estudios venenosos de los programas del Departamento de Control de Animales Dañinos para la Agricultura. Componían el 1080, un veneno empleado generalmente para matar a los pequeños mamíferos y depredadores que habitaban los pastos de ganado. El año 1987 terminó con el rescate del ALF de cuatro beagles empleados en estudios de la Universidad de California en Irvine sobre los efectos del aire contaminado. Todos esos hechos eran la personificación no sólo de nuestro trato hacia los animales, sino también de nuestra irresponsabilidad a la hora de proteger el medioambiente. El puente entre el abuso animal y la destrucción del medioambiente comenzaba a cruzar el agujero que había existido previamente entre los movimientos radicales ecologistas y por la liberación animal. Aparentemente no era un esfuerzo de una sola dirección. En 1988, una rama de Earth First! se hizo responsable de un intento de ataque incendiario a la Asociación de Ganaderos de California en Sacramento, y por la casi total destrucción del depósito de subastas de ganado en Dixon. En 1988 no hubo más acciones del ALF ni instancias por parte de Earth First. Durante esa época se inspiraron en los monkeywrenching como nunca se había recordado en EEUU. La lucha continuó con ataques a laboratorios por todo el país, y culminó con el mayor ataque a un laboratorio de investigación animal en EEUU. En abril de 1989, el ALF entró al mismo tiempo en cuatro laboratorios de investigación animal diferentes y en las oficinas de la Universidad de Arizona en Tucson. Destruyó un laboratorio con fuego, lo que causó daños irreparables en discos informáticos. Los departamentos de administración de otras oficinas de investigación animal también fueron atacados con fuego. Además, consiguieron rescatar de los laboratorios del campus a 1.200 ratones, ratas, conejos, coballas y ranas, todos ellos destinados a la vivisección. 1989 finalizó no sólo con duras investigaciones a grupos de liberación animal por parte de las autoridades federales, sino también con una punzante operación contra Earth First!, acusados de intentar derribar las líneas de electricidad del desierto de Arizona. La punzada reveló que uno de los monkeywrenchers era un agente del FBI que se había infiltrado en el círculo de los guerreros durante dos años. En 1990 las redes de electricidad fueron derribadas durante el Earth Day (Día de la Tierra) en Watsonville, CA, con el fin de representar el papel de las plantas de energía, que quemaban carbón y petróleo y alimentaban con esos gases a las tierras de la gente indígena, además de emitir dióxido de carbono. Esta acción fue más tarde supuestamente vinculada al Frente de Liberación Animal. Después del apagón del "Earth Night Action Group’s" (Noche de Acción de los Grupos de la Tierra), los organizadores de Earth First! fueron las víctimas de un coche bomba, que hirió seriamente a uno de los activistas. El FBI fue rápido en arrestar a las víctimas de la bomba, acusadas de transportar explosivos. Mientras, ninguna investigación se estaba
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llevando a cabo en relación con las amenazas de muerte que antes habían recibido los organizadores de EarthFirst!, supuestamente llevadas a cabo por individuos de la industria de vigas de madera. La verdad es que 1990 vería un crecimiento de las apuestas en defensa de la Madre Tierra y los Animales. Al mismo tiempo que el FBI cazaba a guerreros de la Tierra y de la liberación animal, la gente comenzó a darse cuenta de que eso era una lucha que podía terminar de nuevo con la muerte o el encarcelamiento de sus participantes. Dentro del ALF comenzaron a aparecer divisiones, no sólo acerca de utilizar fuego sino también en relación con los medios de comunicación y la eutanasia. Tristemente, algunas células del ALF creían en .matar. animales liberados que estaban sanos antes arriesgarse a buscarles hogares seguros (N de T, lo que se hacía, en realidad era liberar en la naturaleza animales que el autor considera que no podían sobrevivir). Estas discusiones ya habían surgido en medio de acciones del ALF entre los activistas que preferían dejar a los animales en lugar de sacarlos cuando las alarmas saltaban o cuando no se podía encontrar hogares para ellos. En un ataque del ALF en la Universidad de Oregón en 1986, ocho conejos fueron recuperados por los vivisectores después de haber soltado a los animales en un camino no muy lejos de los laboratorios. Comenzó a ser evidente que algunos activistas del ALF estaban más preocupados por la cobertura de los medios y por el conocimiento de las acciones que por las vidas de los animales. En el Día de la Independencia de 1990, el ALF rescató a cien coballas de los Laboratorios Simonsen en California, sólo para que algunos activistas defendiesen el sacar a los animales cuando no había casas para ellos. Esto ocasionó una fuerte ruptura, en el ALF con miembros del ALF pro-vida que se dedicaron durante varias semanas a coger a las coballas y buscarles casa. Entonces, el sector joven del ALF comenzó a ser conocido en las redes del ALF como los "pro-lifers" (pro-vida) debido a su rechazo a .matar. animales sanos rescatados de los laboratorios y de las granjas industriales. Este nombre fue dado por los activistas del ALF que generalmente .sacrificaban. a animales sanos rescatados de los laboratorios mientras que en sus comunicados reivindicaban que los habían colocado en hogares seguros. Muchos de estos activistas también creían que el fuego era una táctica que costaba el apoyo público y que, sin duda, conducía hacia la represión policial. La Western Wildlife Unit, las células anarquistas y las brigadas jóvenes del ALF argumentaban que la represión policial era sólo una prueba de que, mediante la acción directa ilegal, especialmente con fuego, el ALF había comenzado a alimentar con miedo a los explotadores de animales, por no mencionar que el daño era mayor en los laboratorios, las granjas industriales y otras instituciones que el que los ataques de liberación animal nunca habían conseguido. Las voces jóvenes también surgieron y pronunciaron que si el ALF había comenzado a justificar la .violencia. contra los animales, ¿quién podría ser realmente tenido en cuenta para acabar con ella? Para ellos y para los humanos liberación significaba libertad de una muerte segura a manos de los humanos, de los vivisectores, de los granjeros o de la gente enfadada de liberación animal. La responsabilidad del liberador de animales no terminaba cuando el laboratorio era destruido, sino cuando todos sus prisioneros tenían garantizado el santuario en casas seguras o volvían a su hábitat nativo.
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5. GRANJAS DE PIELES EN AMÉRICA A finales de 1990, el ALF crecía en silencio cuando sus miembros luchaban con estrategias y diferencias éticas, al mismo tiempo que los investigadores del FBI acosaba a activistas sospechosos. En esta época comenzaron a surgir noticias del movimiento por la liberación animal respecto a una investigación sobre granjas de pieles en América. A principios de 1991 empezaron a circular videos de granjas de visiones donde se veía al granjero romper brutalmente el cuello a los visones con sus propias manos descubiertas, así como linces descansando neuróticos en diminutas y estrechas jaulas de cuatro pies de anchura. Una organización, la Coalition Against Fur Farms CAFF (Coalición en contra de las granjas de pieles) también comenzó a poner en circulación documentos de investigación confidenciales en los que se detallaba a los contribuyentes y a los vivisectores que apoyaban las granjas de pieles, con el propósito de disminuir el nivel de las enfermedades y achaques que afectaban todavía a animales salvajes como los visones, a los cuales los tenían recluidos en jaulas de apenas diez pulgadas de profundidad en las granjas de pieles. Otra investigación apuntaba a disminuir los costes altos de los granjeros de visones mediante el fomento de fuentes de alimentación que no comprometiese la calidad de la piel del visón, una necesidad económica, dado el reciente declive de las ventas de pieles en EEUU y en Europa. A principios de los años 90, la piel de visón se vendía como poco a 20 dólares, mientras que los granjeros gastaban como mucho 20 dólares por animal, antes de que sus pieles fuesen comercializadas. Un margen de beneficios peligrosamente estrecho. Investigadores, junto con granjeros, identificaron la dieta como el ingrediente clave que conducía a mutaciones genéticas, de forma que se alteraba el ADN del visón salvaje para crear el tipo de animal que los granjeros de pieles deseaban. Sin una dieta estricta y controlada, el visón volvería a sus orígenes salvajes en dos o tres generaciones de alimentación incontrolada. Otra estudio se centró en los efectos de esta alimentación controlada, que se utilizaba en el proceso de crear pieles comercializadas, y que daba lugar a un sufrimiento del animal con desórdenes cerebrales y otros problemas fisiológicos que hacían que el visón se auto mutilase y se comiese a su prole. Otros vivisectores comenzaron a reconocer a los visones como el modelo ideal de animal de investigación, ya que se podían criar de forma barata en el exterior, y el ser depredadores con alto metabolismo les hacía excelentes herramientas de investigación para testar productos tóxicos, además de otros elementos químicos altamente peligrosos que eran vertidos al medioambiente por contaminadores industriales. Mientras la industria peletera se tambaleaba por las escasas ventas, los granjeros miraban hacia las investigaciones y a los departamentos de desarrollo a la espera de respuestas que les mantuviesen apartados de años de bancarrota. Los impuestos fueron imputados sobre las pieles de visón en casas de subasta tales como la Seattle Fur Exchange (SFE), que se dedicaba a la investigación de granjas de pieles. Bajo la etiqueta de Mink Farmer’s Research Foundation - MFRF (Fundación para la Investigación de Granjas de Visones), la industria peletera conseguiría fondos para aquellos investigadores que se dedicaban al campo de la vivisección para socorrer a la moribunda industria de la piel. De todos los receptores de los fondos de MFRF, unos videos confidenciales conseguidos por los investigadores revelaban que año tras año el número uno de los centros de investigación y desarrollo de la industria de las granjas de pieles era el Experimental Fur Animal Research Station of Oregon State University
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(Estación de Investigación Experimental de Animales de Pieles de la Universidad del Estado de Oregón). Fundado en 1920 como un laboratorio gubernamental, cuyo único propósito era la domesticación de visones y zorros para la producción de pieles. En 1970 la propiedad del centro fue transferida a la OSU (Oregón State University). La instalación se hizo célebre por su trabajo con los granjeros principiantes que experimentaban problemas comunes de la prisión intensiva y de la alimentación artificial de los nativos predadores salvajes norteamericanos. En los años 80, la estación se consideraba el centro nacional número uno de investigación para la experimentación a favor de las más de 500 granjas de visones, que a su vez había abandonado las investigaciones sobre granjas de zorros debido al alto coste que suponía la cría de zorros en prisiones intensivas. La estación se fundó inicialmente con subvenciones del MFRF, además de las elevadas donaciones del Northwest Fur Breeders Cooperative (Cooperativa de criadores de pieles del Noroeste) del estado de Washington por sus investigaciones con los animales. La estación concluía su año de investigación con el sacrificio de toda la cría de visones cuyas pieles eran procesadas y comercializadas a través del SFX, como un medio de aumentar los ingresos para la investigación. Esto llegó a ser vital cuando los votantes de Oregón recortaron sus fondos adicionales que previamente habían llegado a las arcas insospechosos pagadores de impuestos de estado. Como cualquier exitosa industria, la investigación y el desarrollo sirven de forma vital para las necesidades de la industria de las granjas de piel, mientras en las mismas granjas de pieles los visones estaban confinados en condiciones que normalmente hacían que se mordiesen su propio rabo, se cortasen su propia piel y arañasen su propia jaula como un intento inútil de conseguir su libertad en esas prisiones de diez pulgadas de profundidad. Esto para un animal era como recorrer diez millas en una noche y permanecer en soledad excepto en la época de engorde y crecimiento. La mayoría de las granjas de visones albergan a miles de animales separados los unos de los otros por unas finas barras de metal o de plástico hasta que son asesinados a los siete meses de edad. En las granjas de zorros y linces, los animales son colocados en jaulas de alambre suspendidas sobre la tierra con apenas espacio para darse la vuelta. Normalmente comparten una jaula de tres o cuatro pies de ancho con su prole, esperando a que el granjero los arrastre hacia la muerte, electrocutados por el ano, gaseados en un contrachapado con dióxido de carbono procedente de los gases de combustión de un motor de gasolina, disparados o administrados con una inyección letal. Muchas granjas de pieles se encuentran situadas en el hábitat normal en que estos animales deberían estar en libertad, y a menudo se puede ver a los visones y a los linces mirar fijamente hacia su libertad a través de la jaula, sólo a pocos pies de aquello que nunca podrá ser suyo. Para todos los que a última hora de una noche nos reunimos acurrucados para ver juntos unas cintas de video y unas páginas fotocopiadas de documentos de investigación había algo más que el sufrimiento físico que esos animales padecían. Vimos en ellos lo que vemos en nosotros mismos, el espíritu salvaje que anhela libertad. No significaba que ese espíritu estuviese destrozado, pero la ciencia brutal del hombre y la agricultura intentaba desesperadamente aprovecharse de él. Vimos el destino de todas esas criaturas, que se encuentra en el último lugar salvaje que queda en la tierra, y que sirve de apetito para la voraz conciencia humana de avaricia y de destrucción, y que hace que esos seres desaparezcan para siempre. Respecto a la industria de la piel, sabíamos que
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las granjas de pieles eran la última fortaleza de siglos de antiguas empresas, sádicas comerciantes de la naturaleza. Pero a principios de los 90 mucha gente de liberación animal estaba demasiado ocupada en extender sus ideas y en conseguir la aceptación del público. 6. OPERACIÓN BITE BACK En los 90, el ALF iba a la yugular En la oscura Luna Nueva de 1991, nos encontrábamos sobre el tejado de la Experimental Fur Animal Research Station de la Universidad del Estado de Oregón (OSU). Los faros de los coches que pasaban reflejaban a lo largo de las cinco largas naves, que albergaban a 1.100 visones. El sonido de sus arañazos y el olor inolvidable de sus cuerpos flotaban por el aire de la noche. Abajo podíamos distinguir la figura de una mujer con vestimentas negras y con una larga melena que le tapaba la cara. Llevaba una antena de radio en la mano. Una vez recibido el "todo preparado", un guerrero descendió hacia la granja de visones y dio una vuelta alrededor de las naves de jaulas. Esta era una de las muchas misiones de reconocimiento cuyo único propósito era familiarizarnos con la distribución y con la actividad nocturna de la estación de investigación. Los edificios objeto habían sido localizados, y lo único que no teníamos era un punto de entrada. Queríamos evitar todas las puertas, ya que, obviamente, son el sitio más común para colocar alarmas. Andando un poco a lo largo de la granja, no muy lejos, descubrimos que unos cuantos visones se encontraban fuera de sus jaulas, aunque aun así privados de su libertad por una valla de alambre eléctrico de unos cinco pies de altura. Cuando un visón se acercó, el guerrero se levantó al notar su olor, y continuó buscando algún riachuelo cercano que discurriese cerca de la estación. Ya cerca de la valla que daba a un patio, después de haber comprobado las alarmas, el guerrero abrió la puerta y se paró un momento. El visón solitario se aproximó lentamente y cruzó el umbral de la libertad, se fue corriendo rápidamente hacia el río cercano y desapareció. Después de cerrar la valla, el guerrero echó un vistazo a una pequeña ventana y lo comprobó, descubrió que no estaba cerrada. A través de la ventana se hizo muy obvio que este edificio era el que albergaba los archivos y los videos de investigación sobre granjas de pieles desde los años 70. Las oficinas de Ron Scott, la cabeza investigadora, también estaban adjuntas al laboratorio. Este sería uno de los dos objetivos de la Western Wildlife Unit del ALF en su primer ataque a esta estación. El otro era la granja donde se encontraban todos los equipos de mezclas y de experimentación alimentaria, situada a una distancia segura del lugar donde estaban las jaulas de los animales. Las investigaciones preliminares ya habían probado que la experimentación alimentaria era el punto fuerte de todas las investigaciones actuales en proceso, según las cuales esas dietas asegurarían una cualidad óptima de la piel del visón, y además haría de ella una piel económicamente viable. También sabíamos que la Northwest Fur Breeders Cooperative cubría los altos costes de esta alimentación, y sin sus donaciones la estación de investigación tendría que acceder a su propia cartera para proveer con alimentación a estas investigaciones animales. Aquella noche, a la vuelta de la estación,
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nos sentíamos eufóricos, no tristes, y sabíamos que la siguiente visita sería la última y que los investigadores jamás la olvidarían. Los días posteriores los dedicamos a elegir la noche del ataque, una noche que ofreciese la oscuridad adecuada y la mínima actividad en los establecimientos, en las casas y en los vecindarios del campus. A finales de mayo recibimos la noticia de que el estado había decidido presentar cargos contra tres activistas del ALF, acusados del ataque a los laboratorios de la Universidad de Oregón en 1986. Pensamos que el mejor modo de celebrarlo era con otro ataque del ALF en Oregón. Cuando el sol se puso, el 10 de junio de 1991, seis guerreros del ALF se reunieron alrededor del fuego en un bosque cercano para comprobar las baterías de las radios, comprobar los mapas del lugar y su topografía, y vestirse con atuendos universitarios para esconder la ropa oscura que llevaban debajo. Nos preparábamos para una noche que traería una larga y esperada justicia al centro de investigación sobre las granjas de pieles más grande de la nación. En el aire se respiraba una alegría que rara vez habita nuestras filas. Se organizaron los paquetes con los instrumentos necesarios para cada individuo, y también se distribuyó algo de dinero para cada guerrero en caso de separación, así como mapas con rutas predeterminadas fuera del área. Se revisaron los refugios fáciles, se repartieron los papeles de cada uno y todos los guerreros repitieron sus responsabilidades para comprobar que conocían todos y cada unos de los pasos en los que consistía el ataque. Con la oscuridad entre nosotros como uno de nuestros mejores amigos, nos reunimos para hablar por última vez y expresar los motivos por los que estábamos ahí esa noche, y decir lo que deseábamos conseguir para nuestros hermanos los visones. Nunca había visto un grupo de guerreros tan buenos, y conforme nos separábamos en nuestros coches era difícil esconder mi orgullo por aquel puñado de gente, aquella gente que estaba dispuesta a arriesgarlo todo por nuestra Madre Tierra. En una hora los activistas encargados de vigilar estaban en sus puestos, y cuatro guerreros bajaron en bicicleta por los riachuelos cercanos que conducían a la estación. Sin decir una palabra, sólo a través de señales con las manos, nos colocamos en las diferentes posiciones sin escuchar ninguna señal de radio, el silencio significaba que todo estaba bien. Comenzó el trabajo nocturno. Mientras un guerrero se ocupaba de quitar las tarjetas de identificación alimentaria de las jaulas de los visones (para confundir a los investigadores, ya que era el único modo de identificar a los animales), otros dos se colaban por la ventana del baño, todavía cerrada, de uno de los principales edificios de documentación. Metieron las fotos de investigación, diapositivas, y otros documentos en una mochila, junto con los directorios de teléfono de los vivisectores, libros de direcciones y otros materiales que revelarían a los partidarios y financieros del trabajo sucio de la estación. Después de esto se revolvieron por el suelo todos los papeles, archivos de investigación y materiales, y todos los líquidos que había disponibles se derramaron sobre ellos y llegó el agua del baño, que llegaría a inundar la planta por completo. Los equipos más caros del laboratorio habían sido destrozados y las muestras de los tubos de ensayo se vertieron al desagüe. Las medicinas veterinarias, que en el futuro serían útiles, se echaron en bolsas de plástico. Y, para acabar, la pintura roja de los
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sprays apareció con la firma de la WWU’s (Western Wildlife Unit)), aconsejando a los vivisectores dejarlo todo. Todo eso y las siglas del "ALF". Al salir del edificio de investigación por el mismo camino por el que habíamos entrado, nuestras fuerzas comenzaron a debilitarse como se debilita un guerrero, y una persona vigilante se quedó atrás. Con un dispositivo incendiario programado para una hora más tarde, la "manifestación" entró en la granja de experimentación alimentaria, después de que se utilizase la clave oficial del ALF para obtener la entrada. Después de colocar el dispositivo cerca de la estructura central del edificio, el guerrero apiló materiales de la granja de pieles de madera alrededor del dispositivo, lo colocó y lo encendió. En pocos minutos todos los miembros del equipo se reagruparon llevando bolsas de basura en sus mochilas en las que portaban todas las herramientas y la evidencia de nuestra presencia. Unos minutos más tarde, cargados con las bicis y con todas las fotos y documentos de investigación confiscados, nos metimos en el coche y condujimos a velocidad límite por los caminos del condado hasta el estado más cercano, donde tiramos en diferentes contenedores toda la ropa que habíamos llevado durante la acción. También tiramos los zapatos y las herramientas, aunque las nuevas las depositamos en el río más cercano. Por aquel momento el fuego entraba en erupción en la granja de experimentación alimentaria y demolía todos los alimentos y maquinarías, así como toda la granja. Los 1.100 visones veían como los investigadores llegaban a contemplar los daños. En pocos minutos las cámaras de televisión estaban en el lugar de los hechos, y las autoridades locales y federales se abrían camino entre los 70 años de investigación sobre granjas de pieles, despareciendo por el desagüe. El estado de ánimo entre los granjeros de pieles del Noroeste estaba por los suelos, ya que no sólo se enfrentaban al incómodo hecho de que todos los proyectos de investigación de la Estación de Investigación Animal sobre Pieles de la OSU hubiesen sido virtualmente destruidos, sino que también todos sus nombres y números estaban ahora en manos del ALF. También habían perdido los libros de registro genético para la investigación del visón, junto con archivos de investigación vitales y necesarios para poder continuar con los estudios. El golpe resultó demasiado duro como para que el ajustado presupuesto del laboratorio de investigación pudiese soportarlo. A finales de 1991, cuando los visones de la OSU fueron asesinados, el Departamento de Investigación Animal de la Universidad decidió cortar los fondos para las granjas de pieles y en seis meses la Experimental Fur Animal Research Station de la Universidad de Oregon (OSU) cerró sus puertas para siempre. En su primer paso, la Operación Bite Back había cerrado el mayor centro de investigación sobre granjas de pieles. Mordiendo la mano que te da de comer Antes de que el polvo se asentase en las todavía ardientes brasas de la estación de investigación de la OSU, un pequeña célula de la WWU-ALF se dirigió a Edmonds, Washington, hogar de la Northwest Fur Breeders Cooperative. La cooperativa suministraba anualmente ayudas a la estación de investigación de la OSU, no por la bondad de su frío corazón, sino porque sus miembros representaban a la mayoría de los
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granjeros de pieles en Washington, Oregón, Idaho y Montana, y que a su vez servían de beneficio para las investigaciones de la OSU. Situada en el puerto de Edmonds, la Cooperativa NW funciona como el fabricante de la alimentación, procesando toneladas de productos derivados de granjas y pescado y trasformándolos en la comida que mantiene a las granjas de pieles del Noroeste en marcha. Al igual que un centro operativo, la cooperativa envía semanalmente la gasolina para los tractores de los granjeros, distribuye los piensos, el material para los animales y otros equipos necesarios en las granjas de pieles. Durante la noche del 15 de junio, cuatro guerreros se presentaron a las 11 de la noche frente al puerto de Edmonds para ver desde una colina cercana el cambio de turno en la cooperativa. En cada una de las mochilas de los guerreros había radios con micrófonos y auriculares, cuya extensión llegaba hasta los hombros del invasor así como hasta los policías de cerca de Seatle. Una vez más, se confió en las bicicletas de montaña, y si alguien les veía aquella noche, recordarían a los cuatro guerreros descendiendo por las colinas Edmonds hasta el puerto. Los ciclistas tomarían diferentes direcciones para establecer puntos de vigilancia por todas las entradas de la carretera. Uno de los guerreros llevaba un escáner de policía y, a través de reconocimientos anteriores, se había familiarizado con el tráfico "normal" de radio y con los códigos usados por la policía. Dos de los guerreros fueron a pie, andando normal por el puerto como unos enamorados, de la mano, parándose de vez en cuando para inspeccionar la escena que quedaba detrás de ellos. Cuando pasaron por las sombras detrás de la Cooperativa de NW, los dos guerreros se escondieron detrás de dos tractores cuyos refrigeradores producían unos ruidos altos sobre los sonidos de los alrededores del puerto. El olor a tripas de pescado impregnaba el aire. Rápidamente los guerreros se pusieron sus monos oscuros desechables para meterse por toda esa suciedad. Una vez localizada la puerta para entrar a la zona de productos de alimentación, se metieron a través de ella y cuidadosamente introdujeron sus mochilas en el edificio. Con las señales de radio en silencio en todo momento, que señalaban que todo iba bien, los dos guerreros inspeccionaron rápidamente el edificio por completo para asegurarse de que no había ningún empleado nocturno ni ningún vigilante. Tras confirmar que el edificio estaba vacío, los dos guerreros entraron en la parte del almacén en la que los piensos secos y las pajas estaban apilados en grandes palés de madera en el suelo. Después de abrir una ventana del techo para dejar que hubiese un poco de aire en circulación que estimulase el fuego, uno de los guerreros comenzó a colocar el dispositivo incendiario, mientras el otro dejaba la tarjeta de visita del ALF acompañada del dibujo de una pata de visón rodeada con un círculo, con el símbolo de la mujer en recuerdo a las madres de los visones de la OSU, a cuyas crías el ALF no fue capaz de rescatar. Una patrulla de seguridad rodeó el edificio, pero los guerreros sabían que mientras todo tuviese una apariencia normal no habría ninguna razón para que el guardia parase e investigase. Una vez que el dispositivo incendiario estaba colocado y el coche patrulla ya había pasado, los dos guerreros salieron rápido y silenciosamente, se quitaron los monos y continuaron su paseo hacia el puerto, de vuelta al lugar donde estaban sus bicicletas y su compañera, la oscuridad de la noche.
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Noventa minutos más tarde los bomberos trataban de apagar los cuatro incendios, que no hirieron a nadie, pero destruyeron de forma efectiva el 75 por ciento del almacén de los suministradores de alimentos de NW y causaron cerca de 750.000 dólares en daños. La fase dos de la Operación Bite Back estaba completada. Tras los ataques a la OSU y a los suministradores de NW, la industria de las granjas de pieles se fue a pique. Se ofreció una recompensa de 35.000 dólares por la captura y condena de los guerreros del ALF, y los granjeros de pieles anunciaron en los medios de comunicación que ahora se habían armado contra otros ataques. El portavoz de la industria de las granjas de pieles, la Fur Farm Animal Welfare Coalition (Coalición por el Bienestar de los Animales de Granjas de Pieles) dio una rueda de prensa en Seattle para pedir a los grupos por la liberación animal que denunciasen al ALF. Afortunadamente, nada se hizo público en aquel momento, pero nadie hizo nada para apoyar al ALF excepto un pequeño grupo alternativo de la Coalition Against Fur Farms -CAFF (Coalición Contra las Granjas de Pieles), que distribuyeron comunicados e intentaron organizar campañas para continuar con la presión sobre los centros de investigación de pieles. Y así, el verano de 1991 comenzó con la vuelta a la acción de la Western Wildlife Unit. El entrenamiento fue continuo, se recopilaron documentos de investigación y se revisaron las revistas de sindicatos de granjeros para determinar cuál podía ser el próximo nexo de granjas de abuso animal de pieles en romperse. Los topos del ALF pusieron en práctica las líneas de actuación de otros objetivos potenciales e investigaron los archivos de medicinas veterinarias para posibles acciones futuras. En julio, un artículo de periódico llegó desde la CAFF de Spokane, Washington, que describía el impacto que el ALF había causado a la investigación animal sobre pieles en la Universidad de Washington. Al mismo tiempo se confiscaron documentos de la OSU que revelaban cómo los programas de investigación del vivisector de la WSU, John Gorham, estaban floreciendo en la búsqueda de un remedio para las enfermedades que sufrían los visones en las granjas de pieles debido al confinamiento intensivo. A los pocos días, los guerreros del ALF estaban de camino a WSU en Pullman, Washington. La noche de la lluvia de estrellas Al tiempo que los topos del Frente de Liberación Animal se ocupaban de investigar todo lo que podían sobre los experimentos de John Gorham, los soldados de a pie comenzaron sus misiones de reconocimiento en el campus de la Washington State University (WSU), que se extendía a lo largo de las colinas de los alrededores de Pullman, Washington. Al igual que la mayoría del sureste de Washington, la zona de Pullman estaba cubierta de llanuras de hierba desprovistas de árboles, que habían sido en su mayoría deforestadas para la industria maderera. Ya sabíamos que la localización del departamento de EEUU de Agricultura Experimental de Granjas de Pieles de la WSU estaba escondido del público, pero ¿qué dificultad habría en encontrar granjas de pieles inequívocas? Nuestro primer paso era ahora la táctica verdadera y probada de ir en bici como un ciclista cualquiera por la carretera y cruzar el camino que atravesaba el campus de la
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WSU. Comprobamos los edificios de alrededor, y seguimos el rastro en el viento hacia la fácilmente reconocible esencia de la piel del visón. Mientras tanto, los topos habían descubierto que la WSU era un nervio central de investigación animal sobre flora y fauna nativa americana. Osos pardos y negros, ciervos, alces y ovejas eran sólo algunos de los animales que pronto descubrimos revolcándose en los corrales de hormigón. Al igual que una prostituta para la industria del ganado, los vivisectores de la WSU estaban centrados en estudios sobre las bacterias y otras especies de la fauna nativa que amenazaban al ganado y se asentaban en los pastos del público. Nunca antes el ALF había descubierto vivisección sobre la fauna americana fuera de la granja de visones de la OSU, y ahora nuestros expertos en estrategia y logística debatían maneras de cómo transportar a estos grandes animales. Desgraciadamente, nuestros recursos y la falta de guerreros nos privarían de liberar en aquel momento a osos o ciervos. Nuestro objetivo se centraba en los visones. El artículo de periódico que habíamos recibido hablaba también de un centro de investigación de pieles de osos también en el campus, donde además el vivisector, Fred Gilbert, probaba trampas submarinas en castores. Su laboratorio también albergaba a lobos, tejones y vencejos. También intentaríamos localizar el laboratorio de Gilbert y liberar allí a sus prisioneros. La investigación de Gilbert era subvencionada por la industria de las pieles canadiense. La investigación de John Gorham no sólo era subvencionada por la Mink Farmers Research Foundation (Fundación para la investigación de granjas de visones), sino también por el Departamento de Agricultura de EEUU. Gorham se centró en la enfermedad Aleutiana, Encefalopatía (conocida en el ganado como enfermedad de las vacas locas) y en otras enfermedades que podían destruir económicamente a los granjeros de pieles si sus visones llegaban a estar afectados. Para llevar a cabo la investigación, Gorham machacaría cerebros de visones infectados y alimentaría con ello a otros visones sanos hasta que éstos contrajesen la enfermedad elegida. A menudo los animales de su laboratorio morían con muertes lentas, con la parálisis de la enfermedad lentamente desarrollada que causaba en el visón desórdenes nerviosos y hemorragias. Según un artículo de la Fur Rancher Magazin en 1991, granjeros de todo el mundo habían señalado a John Gorham como "uno de los investigadores líderes en enfermedades en granjas de pieles". Tras localizar la granja de pieles en la WSU, escondida en una llanura en dirección al aeropuerto local, se planeó un reconocimiento nocturno. A primera hora del atardecer de una noche de luna llena dos guerreros se fueron de excursión a la granja, donde treparon una valla encadenada, cubierta con alambre de espinos, hasta llegar a las jaulas de los visones. Se anduvo una distancia hasta el lugar donde estaba claro que no había alarmas de infrarrojos detectoras o motoras que rodeasen la instalación. Era lo mínimo que esperábamos, al tratarse de una estación de investigación subvencionada por el estado. No había nada de seguridad electrónica. Los guerreros inspeccionaron la zona, y rápidamente localizaron el grupo de control de visones que no había sido infectado con ninguna enfermedad. Una vez que el esquema de la instalación se hizo familiar y no habían visto a ningún vigilante o perro guardián, los guerreros volvieron hacia la valla encadenada. A una distancia se podía escuchar un coche que se acercaba, así que los guerreros treparon rápidamente por la valla. Uno de ellos se enganchó en el alambre de espinos. Cuando las luces del coche se hicieron
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visibles, el guerrero atrapado peleó con su pernera del pantalón y finalmente pudo liberarse, saltar la valla y correr a toda velocidad por la carretera. Se escondió justo cuando el coche llegó y pasó. Era un coche de la policía. Cuando los dos guerreros anduvieron en la oscuridad prelunar, se dieron cuenta de que las luces largas de carretera del coche de policía hacían un giro de 360 grados y se iban. Al tiempo que los guerreros caminaban por el andén de la carretera se convirtieron en sospechosos. Al sacar los prismáticos, los guerreros divisaron en la distancia la figura de un coche en el andén de la carretera con las luces apagadas. Rápidamente, los dos se escondieron por los alrededores de una colina cercana, justo cuando otro coche de la policía venía de la otra dirección a toda velocidad en la misma carretera. El primer coche de la policía encendió el motor y las luces en un intento de acorralar a los dos guerreros. Al tiempo que los guerreros cruzaban a gatas por el césped, los dos coches de policía llegaron juntos a la granja de pieles y empezaron a enfocar la instalación y después las colinas de los alrededores. Obviamente, la instalación de investigación sobre granjas de pieles estaba esperando una visita del ALF. Los dos guerreros estaban tumbados boca abajo en la colina -desprovista de árboles o matojos- de alrededor de la granja de pieles. La luna estaba clara y brillante, iluminaba toda el área. Uno de los coches de policía apagó las luces justo al pasar por al lado de los dos guerreros escondidos, y aparcó en la cresta de la colina desde donde se veía todo el complejo de la granja de pieles. Los guerreros permanecían escondidos, y los coyotes comenzaron a aullar cuando la luna se ponía en el cielo. Algo sonaba fuera de lugar, ya que los coyotes aullaban al unísono y el sonido venía de un pequeño edificio en la granja de pieles. Todavía se podía escuchar a otros coyotes que aullaban desde otras colinas distantes. Era evidente que en uno de los edificios de la granja los coyotes se sentían cautivos. Con poco que hacer excepto esperar, los dos guerreros se maldecían a sí mismos por estar atrapados bajo la luz brillante de la luna. Finalmente, los policías dejaron la búsqueda y se fueron, y los dos guerreros anduvieron por el largo camino de vuelta hasta el lugar donde estaban escondidas sus bicicletas. El elemento para un ataque sorpresa había desaparecido. No sólo los investigadores animales de la WSU habían tomado el ataque a la OSU y a los NW Furbreeders como una alerta, sino que también la policía de la universidad había reconocido a intrusos cerca de la escondida granja de pieles. En pocos días se incrementó la seguridad, y cuando el laboratorio de Fred Gilbert fue finalmente localizado escondido en un pinar, se colocó un sistema de seguridad de perímetro de infrarrojos en ese lugar. Los establos de castores eran claramente visibles justo detrás. A pesar del incremento de seguridad, los reconocimientos cuidadosos continuaron, y pronto se localizó un corral situado en una colina en el que había doce coyotes, objetos de una investigación sobre sarcocystis. La sarcocystis es una enfermedad que no es fatal para los coyotes, pero que se transmite a través de su sistema nervioso en muy pocas semanas. En las ovejas tampoco es fatal, pero los parásitos destruyen el valor económico de su carne y de su lana. Generalmente, los coyotes transmiten la enfermedad a través de sus heces, que a su vez llega a las ovejas que pastan en las tierras públicas donde hay coyotes. El Departamento de Programas de Control de Animales Dañinos para la Agricultura proveía los animales para estos experimentos. A
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los supervivientes del brote se les disparaba o gaseaba y se les dejaba perecer en un cobertizo junto con sus familias deterioradas. Se organizó una sesión de estrategia para debatir el futuro de cualquier acción en las estaciones de investigación sobre pieles de la WSU, y se decidió que para cualquier ataque exitoso se necesitarían guerreros con diferentes niveles de experiencia. A mediados de agosto, siete guerreros del ALF confirmaron su buena voluntad para arriesgarse en un ataque al todavía en guardia Departamento de Investigación Animal sobre pieles de la WSU. Los topos informaron al equipo de la Operación Bite Back de que John Gorham había sido elegido como "Investigador del año 1991" de la USDA (Departamento de Agricultura de EEU), y estaría fuera de la ciudad la semana del 21 de agosto para recibir su premio. Era el momento de actuar. Sería un ataque de tres puntos. Un equipo entraría en el edificio de Veterinaria de la WSU, abajo en el campus de Pullman donde Gorham tenía la oficina, otro entraría en la granja de pieles y el tercero liberaría a los coyotes del corral que había en lo alto de la colina. En la habitación de un motel, a kilómetros de Pullman, los guerreros del ALF se reunieron alrededor de los mapas mientras otros se dedicaban a escanear las frecuencias de la policía local. Excepto los conductores designados, el resto de guerreros del equipo se dividieron los guantes pesados para coger a los visones, las herramientas para forzar la entrada al edificio de Veterinaria y las cizallas y los sprays rojos para los liberadores de coyotes. Se acordó un medio de comunicación para las transmisiones de radio necesarias y para señalar los puntos y los tiempos de fin. Los miembros del equipo ya habían pasado por la zona para hacer las marcas en la carretera en las que los guerreros se situarían para coger a los animales. Aquella noche no había luna llena, pero había una lluvia de meteoritos, según lo que habían dicho los hombres del tiempo. Cuando se llevase a cabo la parte final del plan, la policía se preocuparía de nuestro ataque y los guerreros se marcharían en dirección a la Washington State University. El primer equipo llegó al edificio de Veterinaria justo cuando un estudiante de última hora de la noche salía del piso bajo. Un guerrero se colocó en una posición de vigilancia, mientras que otro se situó en el cerrojo de una puerta que antes había sido manipulada para que, con sólo un empujón agresivo, saltase la bisagra. Después de escalar por el hueco de la escalera hasta el tercer piso, donde estaba la oficina de Gorham, los guerreros del ALF entraron al hall y quitaron una baldosa del techo de la entrada, fuera de la oficina de Gorham. En el espacio del techo para gatear, sólo una lámina de hormigón separaba la entrada de la oficina de Gorham del otro lado de la habitación. Con un pequeño taladro hicimos un agujero, y los guerreros del ALF accedieron a la oficina de "uno de los investigadores líderes del mundo sobre granjas de pieles". Se extrajeron discos de ordenador, diapositivas y libros de direcciones, así como un ordenador nuevo de marca para Johny Boy que estaba todavía en una caja al lado de su mesa. Una guerrera levantó un ordenador sobre su cabeza y lo tiró contra el suelo, y procedió a hacer lo mismo con cada pieza de investigación y materiales informáticos que había en la habitación. Era la versión de terapia del ALF. Mientras tanto, un guerrero del ALF tiraba todos los archivos de Gorham por el suelo hasta que todo estuvo revuelto por la oficina con un pie de grosor. Como toque final se derramaron por todo ese lío del suelo dos galones de ácido muriático hasta que el humo obligó a los guerreros a salir de la oficina. Cuando los guerreros bajaban hacia la entrada pasaron
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por una sala con una caja de plástico llena de ratones blancos, con una etiqueta que decía "Irradiados 21 de agosto de 1991". Cogieron la caja con una mano y salieron rápido del edificio, completando así la fase uno del ataque a la WSU. Por aquel mismo momento, cuatro guerreros del ALF entraban a echar un vistazo a las granjas, a la granja de visones y al corral de coyotes. Se separaron en dos grupos y uno entró en la de visones y otro en el de coyotes. En la granja de visones había ahora un vigilante viviendo, pero se iría a dormir después del chequeo de la granja a las once de la noche. Al acercarse a la ventana del vigilante, un guerrero del ALF se esforzó para escuchar el encantador sonido de unos ronquidos fuertes. Al volver a las naves de visones, la llave oficial del ALF fue usada para abrir el pequeño candado de la puerta de la granja y los dos guerreros entraron, donde estaban los animales controlados con jaulas de alambre con seis compartimentos separados. Uno a uno, se convenció a los visones para que entrasen en la jaula hasta que estuviesen llenas. Al abandonar la nave, uno de los invasores decidió reemplazar el candado cortado por otro similar para que en caso de que el vigilante decidiese hacer una inspección visual más tarde en aquella noche no detectase nada fuera de su sitio. Cada guerrero llevaba un asa de la jaula con los visones, las dos figuras desaparecieron en la oscuridad. Arriba, en lo alto de la colina, en el corral de coyotes uno de los guerreros se ocupaba de cortar las vallas que rodeaban el recinto con unas cizallas para dar un escape en la zona de los coyotes, mientras que el otro cortaba el candado del corral y entraba. Al bajar las jaulas, los coyotes se volvieron ansiosos, ya que se habían tomado esa visita nocturna como algo amistoso. El ALF había visitado a los coyotes regularmente, así que ya estaban acostumbrados a los extraños con las caras tapadas. Una por una, se abrieron las puertas de las jaulas y los coyotes saltaron hacia la puerta del corral. Mientras la mayoría de los coyotes salían de la zona inmediatamente, otros se podían escuchar desde la distancia, aullando desde las oscuras sombras de la naturaleza, tal y como les habíamos escuchado antes. Mientras tanto, uno de los coyotes se resistía e intentaba salir a escondidas del liberador hasta la última jaula. El guerrero entonces se dio cuenta de que la última coyote enjaulada era una joven hembra que observaba ya desde antes al coyote indeciso. Cuando el liberador abrió la última jaula, los dos salieron juntos rápido hacia la oscuridad, al igual que unas estrellas fugaces en el cielo con una brillantez mágica. Las lágrimas cayeron por el rostro cubierto del liberador, cuando se dio cuenta del amor que esos dos últimos coyotes tenían el uno por el otro, tan fuerte que uno rechazó abandonar ese infierno hasta que la otra también estuviese libre. Cuando las siluetas de los coyotes desaparecieron por las llanuras, el guerrero cogió la lata de spray de pintura y pintó con letras grandes por toda la parte trasera del ahora vacío corral de coyotes:"VIDA SALVAJE AMERICANA: ÁMALA O DÉJALA EN PAZ- ¡¡libertad para los animales ahora!!" Cuando el sol se puso a la mañana siguiente, la evidencia del ataque fue rápidamente descubierta por los estudiantes de Veterinaria, que normalmente alimentaban a los coyotes ahora libres. Tan pronto como las autoridades fueron alertadas, tanto los vivisectores como los administradores de la WSU se pusieron muy furiosos, ya que habían estado con los ojos cerrados sin pensar en el cauteloso ALF. Los investigadores de animales de piel intentaron negar que sus proyectos de investigación eran financiados por la industria de las pieles, sólo para ser disipados de los documentos que había sacado el ALF, en los que se decía lo contrario. Aunque el laboratorio de Fred Gilbert se
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escapó del ataque, no ocurrió lo mismo con sus experimentos. Una cadena de televisión de Seattle había informado sobre una acción legal contra Gilbert y la WSU por los comunicados de sus videos, en los que aparecían trampas submarinas y experimentos con castores. Al citar que aquellos videos eran de la propiedad de su subvencionador, el Instituto de Pieles de Canadá, Gilbert se negó a publicar las cintas, mientras que los residentes de Washington se quedaron en estado de shock al conocer que su universidad estaba siendo utilizada para beneficiar a la industria peletera canadiense. En un año, Fred Gilbert perdió su puesto de jefe del Centro de Titulares de Investigación sobre Pieles y se retiró a la British Columbia University para continuar con su trabajo, fuera de EEUU. Para Gorham, su selección como "Investigador del Año" fue desacreditada por la destrucción de sus experimentos en marcha, que fueron inútiles debido al robo de los discos del ordenador y los archivos dañados por el ácido, las diapositivas y los vídeos. Gorham intentó distanciarse de la investigación de granjas de pieles para ser más tarde destacado en las páginas de la revista Fur Rancher Magazine a finales de 1991, como un invitado especial en el tour por granjas de pieles rusas. Mientras la industria de las granjas de pieles estaba de luto por la pérdida de la segunda mayor investigación de la Mink Farmer Research Foundation (Fundación para la investigación de las granjas de visones), seis visones comenzaban sus nuevas vidas en la orilla del río Lochsa, cerca de la reserva de Nez Perce. Cuando el verano llegaba a su fin, una familia de coyotes comenzaba sus preparativos para la llegada del invierno, con las orejas tatuadas y cubiertas por una gruesa capa de piel. Nunca olvidarían la Noche de la Lluvia de Estrellas y sus relaciones humanas con los que les pusieron en libertad. Abajo en la granja... En septiembre de 1991, las granjas de pieles de EEUU y la Ley Federal de Fuerzas de Aplicación comenzaron a anticipar una guerra abierta contra el ALF. Comenzaron a circular fotografías de conocidos activistas entre los granjeros de pieles, y la prudencia estaba presente a la hora de contratar ayuda en las granjas. La temporada peletera del 91 se afrontaba con un sentimiento de ansiedad entre los granjeros, que pensaban que serían el siguiente objetivo del ALF. Los miedos estaban justificados, cuando a finales de septiembre hubo un intento fallido de quemar la Cooperativa de Suministradores de Pieles de Utah en Sandy, donde se producía la mayor cantidad de comida para granjas de pieles del estado. La cooperativa rural también albergaba a una granja de visones que supuestamente era utilizada para la experimentación en la investigación de granjas de pieles. Para no desilusionarse, los activistas del ALF volvieron al Noroeste, donde, una vez más, las fuerzas de vigilancia de la seguridad casi descubrieron a los invasores del ALF en sus granjas y los granjeros estaban preparados para atacar. La partida de guerra viajó entonces a una granja de visones fuera de Olimpia, Washington, donde un equipo de cuatro personas se desplegó a lo largo de la valla de guardia de las jaulas, alrededor de las naves de visones. Mientras otros se quedaban vigilando, un guerrero comenzó a inspeccionar la granja en busca de los sementales, la parte más valiosa del lugar. Agachado en la oscuridad, el guerrero vio cómo una forma humana se aproximaba, casualmente con una linterna en la mano. Pensando que aquella figura humana que se acercaba era uno de los otros miembros del equipo de guerra, el guerrero permaneció
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agachado mientras la forma humana se acercaba. Cuando la figura se retiró, antes de ver al guerrero, el activista del ALF regresó al equipo que estaba a la espera. "¿Qué pasa?", "Nada, ¿por qué?", "¿No has sido tú el que te has acercado a mí?", "Nosotros hemos estado aquí mismo". Había un vigilante patrullando las granjas. En una lenta retirada, los invasores se vieron obligados a abandonar su ataque, una vez más escapaban del enfrentamiento con los granjeros. Por aquel tiempo, uno de los topos del ALF alertó al equipo de la Operación Bite Back de la venta de una granja de pieles cerca de Salem Oregón, justo debajo de la carretera de la OSU. El granjero, Hynek Malecky, estaba interesado no sólo en vender su operación de visones, sino también mantener una participación en un negocio conjunto. Obtenía beneficios directamente de las investigaciones de la OSU. Y además este granjero había desarrollado un estado de arte del negocio con visones, y ahora con el declive en el mercado de las pieles de visón necesitaba financiación adicional para mantener vivo su negocio. Ningún banco se atrevería a financiar a un granjero de pieles, no sólo por la inestabilidad del mercado de las pieles, sino también por los recientes ataques del ALF. La Granja de Visones Malecky era sólo una de las muchas que estaban tambaleándose en la época de la bancarrota. La Western Wildlife Unit del ALF decidió darles un pequeño escarmiento. A principios de diciembre, largas noches frías y lluviosas de reconocimiento habían revelado que apenas había seguridad en las granjas de visones situadas cerca de los ranchos contiguos. Lo que era difícil era acercarse a la granja a través del mosaico de residencias privadas que la rodeaban. Se decidió que un equipo de tres personas sería lo apropiado para esta acción. Un conductor y dos ciclistas se lanzarían al ataque. El 10 de diciembre, al atardecer, el conductor del ALF dejó a los dos guerreros en una estrecha carretera que llevaba hacia la granja de visones Malecky. Vestidos con un chubasquero azul oscuro y sudaderas con capucha, los dos guerreros se dirigieron directos a su objetivo, con sus pequeñas mochilas en la espalda donde llevaban las herramientas necesarias para llevar a cabo la acción. Un guerrero controlaba un canal de radio abierto con el conductor del ALF, quien estaba sentado en un camión a pocos kilómetros para vigilar el escáner de la policía. La radio local Shack había suministrado frecuencias de radio para la aplicación de la ley en la zona, al igual que lo hacían normalmente con los aficionados al escáner. La guerrera .demo. permanecía sin radio, de forma que pudiese mantener los cinco sentidos para cualquier sonido alrededor de ella, con su pelo largo negro y trenzado detrás del cuello para evitar perder cabellos, no sólo que se pudiesen enganchados en las vallas, sino también para asegurarse de no dejar detrás pruebas de ADN fáciles de encontrar. Con el guerrero de la radio, situado en un lugar en el que veía la casa de Malecky y el edificio objetivo, así como la guerrera .demo., los dos se intercambiaron señales con el dedo en la oscuridad (en señal de que todo iba bien) y la guerrera .demo. desapareció por el edificio de procesamiento de las pieles y mezclas alimentarias, lo que era el corazón de la operación. Apartado de las granjas de visones, el nervio central de la operación albergaba la maquinaria de mezclas de alimentos, unidades refrigeradoras, secadoras para las pieles de los visones, percheros de las pieles y otros suministros necesarios para mantener la granja operativa. Dentro del edificio, en la oscuridad, el guerrero se imaginaba las máquinas a pleno rendimiento, las cámaras de gas móviles descargando a los todavía temblorosos visones que esperaban a los despellejadores, el
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olor de esa esencia mientras las pieles eran arrancadas de los templados cuerpos de los visones, como una cáscara de plátano. De vuelta al presente, el guerrero se alegró al pensar que nunca más tendrían lugar esas escenas en el Rancho de Visones de Malecky. Tras localizar el centro estructural del edificio, el guerrero se dio cuenta de que éste estaba hecho de madera. Juntó las jaulas de los visones, las tablas donde se extendían las pieles y otros materiales inflamables disponibles. El guerrero construyó una pirámide de materiales combustibles y situó un reloj de cocina con una hora de retraso (que formaba parte de un dispositivo incendiario) en medio de todo ese lío. Tras colocar una serie de líquidos inflamables en garrafas de plástico alrededor del dispositivo, el guerrero giró la saeta del reloj, conectó la batería de nueve voltios y lentamente abandonó el edificio fijándose mentalmente en su reloj cuando el dispositivo debía de dispararse. Cuando el guerrero se encontró de nuevo con el conductor, todavía quedaban treinta y seis minutos para que el dispositivo se encendiese. Treinta y dos minutos después prendió, y antes de que cinco camiones de bomberos pudieran llegar a la escena, el corazón de la granja de Malecky estaba en ruinas. Una granja de pieles menos, 600 a las que visitar. La acción transcurrió limpia y sin problemas, y en el momento en que los investigadores federales llegaron al lugar, la única evidencia que encontraron fue una granja de pieles quemada. Ni siquiera las siglas del "ALF" estaban pintadas con spray por algún sitio. Los guerreros habían decidido que el hecho de hacerlo sólo dejaría evidencias que estrecharían el ámbito de los sospechosos. La pintura con spray sólo ayudaría a la aplicación de las leyes para concluir que el fuego era un incendio y no accidental o una estafa para la aseguradora. Esta acción, que tuvo lugar después de la época del despelleje, aseguró que no sólo había un mínimo riesgo en perjudicar a los animales en la granja después de que la mayoría habían sido ya asesinados, sino que también podía costarle al granjero las caras pieles que todavía estaban en el edificio donde se procesaban. La milicia de los visones de Michigan Antes de que llegase el fin del año 91, hubo un intento de destruir la operación de procesamiento de pieles de Huggan’s Rocky Mountain Fur Company, a las afueras de Hamilton (Montana). La compañía de pieles, que también tenía sus propias granjas de visones y zorros, procesaba las pieles de la mayoría de las granjas de visones en el Oeste de Montana. Montana también era el hogar de muchas de las granjas de linces y gatos salvajes de EEUU. Con la granja de pieles Fraser en Ronan, Montana disponía de la mayor granja de pieles de gatos salvajes de EEUU. A finales de la temporada de las pieles de 1991, después de estar en alerta por los ataques del ALF en junio, los granjeros respiraron con alivio, con la esperanza de que la Operación Bite Back hubiese terminado. Nada podía estar más lejos de la realidad. En enero de 1992, People for the Ethical Treatment of Animals (PETA- Gente por el Trato Etico a los Animales) llevó a cabo una serie de comunicados por la radio en la parte oeste de Michigan para despertar la atención sobre los experimentos con animales de Richard Aurelich en la Michigan State University (MSU), donde el principal modelo animal del laboratorio eran los visones. PETA no sabía que Richard Aulerich era también el segundo mayor receptor de primas anuales de la Mink Farmers Research
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Foundation, y había proporcionado durante los 32 últimos años investigaciones vitales para el desarrollo de la industria de los visones en EEUU. Cualquier discusión sobre investigaciones de enfermedades en granjas de pieles nunca se olvidaba de mencionar a Aulerich. Los topos del ALF encontraban continuamente sus aportaciones, que le citaban en la correspondencia incautada de la OSU y WSU. A través de su servicio al gobierno de EEUU y a la industria de los visones, Aulerich había sido premiado con fondos federales para usarlos también en su granja de visones en experimentos tóxicos, relacionados con la alimentación forzosa, que contuviesen PCP, dioxinas y otros contaminantes industriales necesarios para capturar visones. Los videos de investigación publicados detallaban cómo los visones envenenados padecían dolorosas muertes en el laboratorio de Aulerich. Los visones sufrían severas hemorragias internas antes de vomitar sangre, y morían tras haber sido alimentados con piensos que contenían contaminantes con el infame test LD50 (dosis de veneno para el cual muere el 50% de la población expuesta). Estudiantes de la MSU habían informado a los topos del ALF de que en un tramo de 39 millas en el río Fox, que iba a parar al lago de Michigan, se encontraba la mayor concentración de fábricas de papel del mundo. A pesar de que las emisiones de PCP habían sido prohibidas hacía más de 20 años, estos contaminantes todavía permanecían debido a antiguos escapes en el barro o en los sedimentos a lo largo del río y en el lago, y causaban altos niveles de PCP en el pescado y los animales de esa zona. Otra zona situada en la boca del río Grand Calumet, al sur del lago de Michigan, tenía la mayor acumulación de sedimentos de la industria contaminante de los Grandes Lagos. Los estudiantes se sentían frustrados ya que, a pesar de que se habían rastreado todas las dioxinas de los Grandes Lagos vertidas por casi 200 empresas así como se había detectado el PCP fácil de encontrar en cinco industrias, el único remedio que había era confiar en esas empresas para que lo limpiasen voluntariamente o continuasen testando en animales para comprobar los contaminantes y determinar su peligro. En 1990, un estudio mostró el 100% de la mortalidad entre los animales testados, expuestos a muestras de sedimentos en el río Grand Calumet. En lugar de comprobar la contaminación en visones y nutrias salvajes de la zona de los Grandes Lagos, Aulerich decidió causar más sufrimiento al elegir visones y nutrias de su granja en experimentos. Los topos del ALF habían recibido también información de los estudiantes según la cual Aulerich hacía llaveros para sus alumnos con las patas del visón viviseccionado. Una de las socias de investigación de Aurelich era Karen Chou, quién llevaba a cabo experimentos de toxicología en conejos, ratas y ratones para productos químicos y contaminantes industriales así como para el gobierno de EEUU. Para la industria americana del visón, Richard Aulerich representaba la última esperanza para conquistar las enfermedades que se encontraban de forma común en las granjas de pieles. La Estación de Investigación Experimental de la OSU estaba fuera de juego, y la reputación de John Gorham estaba destrozada. La Estación de Investigación Animal sobre Pieles de la MSU estaba en alerta por los ataques del ALF después de los asaltos en Oregón y Washington. Cuando los anuncios de radio de PETA señalaron a Aulerich, MSU incrementó su ya elevada seguridad. Entre los granjeros de pieles y la histeria en la investigación se formó un consejo del ALF a favor del Ecosistema del Lago de Michigan, con el fin de detener el sufrimiento de los visones a manos de Aulerich y proyectar la atención hacia la amenaza real: los contaminantes industriales.
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En una noche de febrero, cuando caía una ligera lluvia sobre las granjas de visones de MSU, tres personas permanecían agachadas en la tierra, camuflándose entre los arbustos. Con el sonido de los coches que pasaban por una autopista cercana, los guerreros cortaron las vallas y entraron en el perímetro de la Granja de Pieles Experimental. Al mismo tiempo, otra célula del ALF de la reciente creada Great Lakes Unit (Unidad de los Grandes Lagos) se dirigía hacia el Anthony Hall del campus de la Michigan State University (MSU), como si fuesen tres estudiantes que volvían a casa después de una larga noche de borrachera. Uno de los guerreros llevaba un auricular debajo de su sudadera con capucha, que mantenía en contacto al equipo con el coche que estaba aparcado y que controlaba el escáner de la policía. Sin señal alguna, los tres activistas tomaron un atajo por el césped en frente del edificio, y llegaron hasta un desagüe situado al lado una ventana en la parte trasera. El cerrojo de la ventana estaba entreabierto, y con una cinta larga y delgada de metal uno de los guerreros consiguió abrir la ventana. Dos guerreros se colaron en el edificio y aterrizaron en el escritorio de uno de los investigadores de la MSU. Al cerrar la ventana, los tres guerreros se quitaron sus sudaderas de universitarios y los cambiaron por unos chubasqueros negros con capucha. Se quedaron observando. Dentro del edificio, los otros dos guerreros anduvieron con la linterna hacia el hall y las escaleras, y de ahí subieron un piso hasta la oficina de Richard Aulerich. Durante los reconocimientos del edificio a primera hora del día, los guerreros habían visto la puerta abierta de la oficina, sin percatarse de ningún tipo de sistema de alarma en la entrada a ese lugar. Mientras uno de los guerreros permanecía de pie para vigilar que no hubiese ningún estudiante de última hora en el edificio, el otro atravesaba tres rejillas de ventilación de madera que había en la puerta, la alcanzó, la abrió y se metió. La oficina de Aulerich y Chou estaba delante de ellos, con una zona de recepción y con una caja de cristal llena de pieles para exhibir. Abrieron todos los cajones de la oficina y tiraron su contenido al suelo, el guerrero buscó en su mochila y sacó un recipiente que contenía un dispositivo incendiario envuelto con papel de baño de una hora de retraso. De repente se podían ver luces brillantes azules y rojas desde la ventana. El guerrero sabía que si esto lo habían causado las alarmas habría sido avisado por uno de los dos compañeros que estaban vigilando. Llenó su mochila con discos del ordenador, diapositivas en color y selectos documentos de investigación que describían las subvenciones para posteriores vivisecciones. En pocos minutos el coche de patrulla se fue, al igual que lo había hecho el motorista que había parado. El guerrero colocó el dispositivo incendiario y se reunió con sus vigilantes. Regresaron al piso bajo de las oficinas. Antes de que los guerreros saliesen por la ventana echaron un vistazo a la oficina del investigador a la que habían entrado. La placa que había fuera en la puerta decía "Investigación de leche". Los guerreros, veganos, se miraron entre ellos y entonces tiraron con fuerza al suelo todos los equipos del ordenador y el material de oficina que había sobre su mesa. Entonces, los dos salieron de la ventana por la zona del desagüe y se pusieron de nuevo sus ropas para hacer su camino de regreso por el campus. El conductor los cogió a poca distancia y en unos minutos ya estaban seguros, fuera del campus. De vuelta a la granja de pieles, en la parte de investigación de la granja, un guerrero se paró y se fijó en las carreteras que conducían a la zona y en los edificios donde dormían los cuidadores. Uno de los guerreros subió hasta el tejado del laboratorio y apartó un trozo de chapa de metal del tejado y se metió en el laboratorio por el techo. Sin ninguna
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ventana que diese al exterior, dos guerreros encendieron sus frontales de luz roja para poder ver en la oscuridad y comenzaron a quitar las bisagras de una puerta que conducía al laboratorio. Una vez dentro, uno de los guerreros empezó a destruir tranquilamente toda la maquinaria de investigación, mientras el otro buscaba archivos y vídeos de investigación. Echaron ácido muriático sobre las máquinas de mezcla de alimentos para la granja de experimentación de visones, y sobre todos los documentos y la maquinaria de investigación que había en las oficinas. En una nevera, los guerreros encontraron las cabezas de unas treinta nutrias envueltas en papel de aluminio. Cuando la sala del laboratorio de mezclas alimentarias y la oficina de investigación estaban destruidas, escribieron mensajes con spray para Aulerich y para otros investigadores, incluido el de "VOLVEREMOS A POR LA NUTRIA", refiriéndose a Alice, la única nutria presa superviviente de la experimentación, que vio atentamente cómo los guerreros del ALF atacaban la granja de pieles. Al salir del laboratorio por el techo, los dos guerreros entraron a la granja de visones y comenzaron a sacar todas las tarjetas de identificación de las jaulas, pero primero fueron a por dos visones azotados por la contaminación, todavía sanos. Tomaron "prestadas" dos jaulas y metieron allí separados a los visones para su viaje, camino a la libertad. La autopista estaba cerrada y con mucho tráfico, e impedía a los liberadores abrir las jaulas y soltar a los visones. La noche comenzó dando paso a la temprana luz del alba. Lo más duro fue dejar a otros cientos de visones, así como a hurones y a nutrias que sabíamos que pronto serían envenenados. Una horas más tarde, a orillas de un remoto lago, los dos visones fueron liberados y recibieron su última comida de manos de los humanos. Se les dio un conejo atropellado en la carretera y comida de gato rica en proteínas antes de que se les soltase en su hábitat nativo, donde desaparecieron rápidamente por los matojos del lago. De vuelta a campus de MSU, en una hora, el fuego salía del Anthony Hall. Los 32 años de investigación animal de Richard Aulerich desaparecían por completo, así como más de diez años de investigación sin publicar de Karen Chou. Con este ataque final, los principales destinatarios y beneficiarios de la Mink Farmer Research Foundation fueron eliminados de forma efectiva y tuvieron que abandonar la industria de las granjas de pieles de EEUU, que luchaba como nunca para sobrevivir. Nunca antes el ALF había eliminado con tanto éxito el brazo de desarrollo e investigación de la industria del abuso animal y de la tierra como lo hizo con la MFRF. Con este título del ALF, con el que hacía una amenaza efectiva a la industria de investigación de abuso animal y de la tierra, los guerreros de todos los estados comenzaron a sentir la llegada de una ola de represión policial, además de un aceleramiento en las medidas de aplicación de las leyes y de la caza los renegados del ALF. 7. A LA CAZA DE LOS GUERREROS DEL ALF Era una fresca y brillante mañana de primavera en abril de 1992 en el Valle de Little Applegate, al Sur de Oregón, cuando ellos llegaron. Descendieron las crestas de las colinas y un helicóptero aterrizó sobre la gravilla de la carretera escoltado por cuatro vehículos con matrículas del gobierno. En ese momento, cuatro excitados agentes del ATF bajaron y corrieron hacia la puerta de una cabaña cercana. Sorprendieron a su única ocupante, una mujer de unos cuarenta y muchos años. En los coches aparcados había más agentes del ATF que controlaban la carretera. En busca de respuestas, los agentes revisaron la casa de la mujer e investigaron las premisas que tenían. Le dijeron a aquella asustada mujer que estaban buscando a Rod Coronado. Ella intervino y les dijo
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que se encontraban en el lugar equivocado, que esa persona vivía al otro lado del río en una cabaña escondida entre los árboles. Los agentes se acercaron hasta la otra parte lejana del río y encontraron la cabaña, que estaba completamente vacía, sólo había una pluma de halcón colgada en la puerta. A quince millas de Ashland, las antiguas oficinas de la Coalition Against Fur Farms CAFF (Coalición en contra de las Granjas de Pieles) eran el primer objetivo del acoso del FBI y del ATF. Después del ataque a la CAFF, su portavoz, Rod Coronado, comenzó a hablar en contra de los horrores de las granjas de pieles, justo después de haber completado una investigación encubierta que había culminado con el rescate, rehabilitación y liberación de 60 visones, 4 gatos salvajes y 2 linces canadienses de una granja de pieles en Montana. Para desgracia de Coronado y para la suerte de la policía, él fue el único activista que apareció ante las cámaras para apoyar la Operación Bite Back. Los padres de Rod Coronado ya habían sido presionados desde 1991, con interrogatorios sobre el paradero de su hijo y acerca de si había organizado actividades ilegales desde su casa. Mientras tanto, los agentes del FBI habían llevado a cabo una orden de registro en la residencia de un antiguo miembro de PETA en Maryland, registrando cajas de papeles, mapas, material electrónico y otras cosas en las que el FBI relacionaba con ataques planeados por el ALF, así como recortes de prensa. Una semana antes de que se ejecutara el registro, un empleado de Federal Express (correos) dejó un paquete etiquetado con un número de cuenta caducado, y en las investigaciones también se descubrió que la dirección del remitente era falsa. El paquete estaba con la dirección de un antiguo miembro de PETA. Dentro había una cinta de video en la que aparecía la liberación de dos visones de la granja de pieles de experimentación de la MSU así como pruebas con cabezas de nutrias cortadas en el laboratorio. El paquete también contenía vídeos robados, diapositivas, y discos del ordenador de la oficina de Richard Aurelich. Cuando el FBI asaltó la casa del remitente del paquete, los agentes declararon haber descubierto una de las casas más seguras del ALF, además de detectores nocturnos de infrarrojos y planes suspendidos del ALF para liberar a los monos de Silver Spring, campaña por la que PETA había luchado para conseguir su liberación legal durante diez años. En el permiso de registro del FBI había una lista descriptiva de materiales y dispositivos incendiarios que habían sido encontrados en la OSU y en la MSU. El FBI aseguró que, tal y como había detectado en el permiso de registro, Rod Coronado era el responsable del ataque del ALF a la WSU. En septiembre de 1991, un equipo compuesto por dos sospechosos miembros del ALF comenzó a circular, después de que los dos fuesen vistos dentro y cerca de Pullman (Washington), antes del ataque del ALF. Había una recompensa por su captura de 35.000 dólares y la convicción de que aquellos dos eran responsables del ataque a los suministradores de la OSU y de la NW, además de los ataques a la WSU. Los Grandes Jurados Federales de Oregón, Washington y Michigan habían acordado unir sus evidencias para hacer acusaciones contra los miembros del ALF. Los empleados de PETA que habían manejado los recortes de prensa relacionados con el ataque a la MSU fueron citados, así como los que aparecían en videos y fotos de PETA. También fue citado el periodista que había entrevistado a Coronado sobre la Operación Bite Back. Cuando Coronado se enteró de que el FBI quería interrogarle a él,
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decidió que era el momento de tomarse un descanso en su lucha contra las granjas de pieles, ya que no quería meterse en una larga y costosa batalla legal. Por aquella época, en la primavera de 1992, otros voluntarios de la CAFF comenzaron a ser acosados por agentes del FBI y del ATF. Poco después, un almacén de Coronado en Ashland fue asaltado por agentes del ATF, quienes clamaron haber encontrado evidencias que le vinculaban con los ataques del ALF en Oregón y en Washington, así como otros intentos en Montana. A través de escritos propios de Rod Corobnado, en los que apoyaba la Operación Bite Back, así como otras señales de presencia física, se empezó a construir un caso alrededor de él, al mismo tiempo que la agencia interna decidía meterse a la fuerza con el ALF y continuar las investigaciones con otros miembros del Frente. Las investigaciones del FBI relacionaban a Cororonado con la acción directa ilegal desde 1986, en el tiempo en que otra persona y él hundieron en Islandia dos barcos balleneros y destruyeron una planta de despiece de ballenas. Desde entonces, Coronado también había sido arrestado en Canadá por destruir peleterías. Después de saltarse las fianzas, abandonó aquel país y regresó a EE.UU, al lugar donde el ALF era más activo, en California. En poco tiempo, otros activistas por la liberación animal en California fueron citados. Uno de ellos era Jonathan Paul, un colega cercano a Rod Coronado y, que a su vez, era uno de los tres hombres que habían sido acusados en 1990 en Oregón, por su relación con el ataque del ALF a la Universidad de Oregón en 1986. Jonathan Paul también era sospechoso de numerosas acciones del ALF en California, así como del derribo de las líneas de electricidad durante el Earth Day de 1990. Paul también había sido compañero en las investigaciones de granjas de pieles que ayudaron a dirigir la Operación Bite Back. Fue sometido a fuertes presiones para que testificase en el Gran Jurado del estado de Washington, de forma que el gobierno de EEUU esperaba conseguir información que le condujese a otras acusaciones contra otros sospechosos guerreros del ALF. Cuando Paul alegó el Quinto Acto y se negó a testificar, se le concedió la inmunidad en el juicio; y cuando después todavía se negaba a testificar, fue encarcelado a causa de los cargos del Juzgado. Quienes creían que el encarcelamiento obligaría a Paul a testificar se equivocaban. Paul entró en la cárcel y permaneció seis meses con la boca cerrada. Su encarcelamiento fue considerado más como un castigo que como una obligación. En el tiempo en que Paul salió de la cárcel, el FBI se había centrado en Rick Scarce, el autor del libro "Eco-Warriors", que contenía entrevistas a Rod Coronado y a otros miembros del ALF. Scarce era profesor en la WSU, y había entablado una amistad con Coronado, quien le había visitado alguna vez en su casa de Pullman. La compañera sentimental de Scarce fue citada por el Gran Jurado, donde respondió algunas preguntas sobre Coronado y sobre otros voluntarios de la CAFF. Poco después del ataque del ATF a las cabañas de la CAFF en Oregón, los agentes de Customs, el FBI y el ATF intentaron de nuevo capturar a Coronado. En el Puerto de Santa Cruz, en California, el barco de Sea Shepherd para la protección de los mamíferos estaba preparado para partir para la campaña contra de la pesca de redes japonesas. Las autoridades norteamericanas, en medio de una fuerte tormenta, obligaron a parar los motores de la embarcación. El ATF, el FBI y los agentes Customs de EEUU registraron el barco de forma inútil. El Sea Shepherd sería de nuevo registrado en British Columbia por las autoridades canadienses, ayudadas por EEUU en su búsqueda de los fugitivos del ALF. Rod Coronado era un consumado voluntario de la embarcación, había sido visto en el barco antes de que éste partiese a Los Ángeles rumbo a Santa Cruz. Más
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tarde, la gerente de la oficina del Sea Shepherd Marina del Rey sería acosada y citada por su sospechosa relación con Coronado. Ella había adquirido el coche de Coronado cuando todavía estaba en Los Ángeles. A raíz de la información incautada de la casa de Maryland de un antiguo empleado de PETA en el verano de 1992, el Gran Jurado decidió investigar en Luisiana las pautas del plan suspendido de atacar el Delta Regional Primate Facility de la Universidad de Tulane. A finales de 1992, cerca de treinta activistas habían sido citados, muchos de ellos para testificar sobre su conocimiento sobre ALF. El colectivo "Friends of Animals" en Connecticut, que había financiado en cubierto la investigación de la CAFF sobre granjas de pieles en EEUU, cooperó totalmente con las autoridades. 1992 sería un año recordado como aquel en el que docenas de activistas alternativos, así como muchos más por la liberación animal y movimientos ecologistas radicales vivieron en sus propias carnes la represión que el FBI y el ATF estaba causando a aquellos que apoyaban la acción directa de los guerreros del ALF y del Earth First! A pesar de la intimidación, muchos activistas afectados por la tormenta no se dejaron amedrentar por los fascistas del gobierno norteamericano en la primavera del 93. Dos voluntarios de la CAFF se convirtieron en el objetivo del castigo federal. Deborah Scout y Kimberly Trimiew siguieron el camino a prisión de Jonathan Paul. Rick Scarce permanecía en esos momentos en la cárcel de Spokane, Washington, por negarse a testificar acerca de su relación con el ALF y con Coronado. No sólo los activistas fueron citados en el Gran Jurado, también llamaron a sus padres para declarar delante de la Inquisición. Mientras tanto, los gobiernos de los estados y el congreso luchaban por sacar adelante una legislación adaptada para aquellos que saboteasen al ALF y a Earth First! No pasó mucho tiempo para que todos los estados que fuesen visitados por el ALF tuviesen la "ley de protección de industrias animales", según la cual cualquier ataque del ALF debía ser considerado directamente como un crimen castigado con grandes indemnizaciones y hasta diez años de prisión. En julio de 1993, una acusación federal en el distrito Oeste de Michigan llamaba a Rod Coronado y le acusaba de incendio y de introducirse en la MSU. En pocos días, la cara de Coronado aparecía en la lista de "los más buscados" por el FBI, el ATF y la US Marshall. A pesar de que el congreso y las leyes señalaban al ALF como una fuerte y bien estructurada organización, las autoridades sólo podían construir el caso contra Coronado en relación con su historia y con la acción directa ilegal. A través de la táctica de cazar al pez pequeño para luego coger al grande, el gobierno de EEUU había planeado la estratégica decisión de colocar todas las culpas sobre Coronado para que la evidencia surgiese y dirigiese las acusaciones hacia otros guerreros del ALF. Una vez más, las fuerzas de destrucción que atentaban contra la Madre Tierra y contra sus hijos los animales habían puesto un precio a la cabeza del guerrero indígena que había luchado por defender los desiertos y la vida salvaje de los americanos nativos.
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8. EL ÚLTIMO MORDISCO La mayoría de la gente pensará que con cuatro grandes jurados, el FBI, el ATF y las fuerzas policiales de la universidad investigando al ALF, además del estado y el condado, los guerreros se esconderían de la ley para siempre. El ALF se había escondido, pero no sólo de la ley. El sol se ponía en un cálido día de otoño, mientras tres figuras se pasaban entre sí los prismáticos en una ladera de los bosques de Utah para observar el edificio de investigación del Departamento de Control de Animales Dañinos para la Agricultura (ADC). El edificio estaba situado en Milville, justo al sur del campus de la Universidad de Utah en Logan. Este es el mayor lugar de vivisección de coyotes en EEUU. El objetivo no es salvar vidas, sino acabar con ellas. Durante 65 años, la ADC ha llevado a cabo una guerra contra la vida salvaje gracias al apoyo económico que recibe de los impuestos. En el Congreso de 1931, la ADC señala en su acta que "el Departamento de Agricultura está autorizado para fomentar los mejores métodos de exterminio, supresión o control, ..., en zonas públicas o privadas de lobos, pumas, coyotes, gatos salvajes, perros de pradera, etc. dañinos para la agricultura o para animales de granja, para proteger al ganado y a otros animales domésticos". Desde su origen, la ADC ha sido responsable del asesinato de cientos de miles de osos negros, pardos, de zorros rojos, vencejos, de lobos grises, pumas, gatos salvajes, linces, jaguares, visones, alces, antílopes, cabras salvajes, ciervos de rabo negro y blanco, búfalos y coyotes. Las tácticas incluyen cianuro sódico, cepos dentados, disparos aéreos, lazos estranguladores, jaulas trampa, gaseamientos en madrigueras, lazos para patas y una multitud de venenos que suelen matar a miles de especies que no son el "objetivo". Todo ello para el beneficio de la industria ganadera. El director de las investigaciones de la ADC sobre la erradicación de coyotes es Frederick Knowlton, y a su vez preside el Centro de Investigación de Depredadores en Millville, cuya oficina central está en la Universidad de Utah. El objetivo de las investigaciones de Knowlton es controlar las poblaciones mediante venenos, trampas y rastreos utilizando isótopos radioactivos. Knowlton ha empleado sus últimos treinta años en contribuir directamente con la muerte de decenas de miles de coyotes. En el libro de registro de coyotes de 1960, Knowlton describía una cacería aérea en la que se mataron a dos coyotes que intentaban huir. Después de bajar a tierra para recoger los cuerpos, Knowlton comenta que uno de ellos sólo tenía dos patas, ya que las otras dos habían sido seccionadas en cepos leghold. En las mentes y en el corazón del pueblo coyote existe un demonio, se llama Frederick Knowlton. La ADC ha ido dejando un rastro de destrucción ambiental y animal durante años. La misma destrucción de la que habían sido víctimas los indios nativos de América la estaba padeciendo la vida salvaje por culpa de la ADC. Mientras la guerra contra las pieles se enfrentaba a las autoridades y a los granjeros en extrema alerta roja, en las Montañas Rocosas tenía lugar un consejo del ALF para debatir las siguientes campañas de guerrilla. Guerreros de tres células distintas ponían de manifiesto la necesidad de responder a la represión con un aumento de acciones en defensa de la vida salvaje, en lugar de esconderse. En el consejo, reunidos alrededor de
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la hoguera, se pasaron a la luz del fuego documentos que revelaban los experimentos de Knowlton. Por otro lado, con la policía federal por todas partes los ataques futuros debían llevarse a cabo rápidamente. Nuestro número ya era demasiado reducido como para arriesgar la pérdida de un solo guerrero. Mientras la luna llena se ponía sobre el campamento, cada guerrero expresaba su opinión sobre el camino hacia la guerra o la retirada. Cuando todos habían hablado, una última voz recontó las generaciones de muerte y destrucción causadas por la ADC. Recordó también el impacto que ha producido sobre los pueblos animales que un día caminaron libres por estas tierras. Se escuchó el canto de un coyote en la distancia. El eco que produjo en los corazones de los guerreros les hizo estremecerse. Se había decidido que el camino a seguir iba a ser la guerra. Como dice un viejo refrán ingles del ALF, "la decisión es tan importante como los hechos". Al mes siguiente, los miembros del ALF se dispersaron en todas las direcciones para reclutar a guerreros dispuestos a participar en este ataque masivo. Mientras tanto, un grupo de activistas vestidos de camuflaje habían acampado en Utah, en las cercanías del edificio Predator Resarch Facility -PRF (Centro de Investigación de Depredadores), para pasar las noches observando los movimientos de estudiantes e investigadores. Durante una de las primeras noches escucharon un ruido que se acabó haciendo habitual. Cada noche, los coyotes salvajes de las montañas cercanas cantaban sus canciones nocturnas, la mayoría de los ochenta coyotes enjaulados les respondían al unísono con lamentos de corazones partidos. La primera vez que estos cantos penetraron en los corazones de los guerreros escondidos, lágrimas de rabia y tristeza nublaron la vista a través de los prismáticos, mientras prometían vengarse por los coyotes que estaban muriendo en las jaulas de abajo. En el campus de la Universidad de Utah, en Logan, unos guerreros que se hacían pasar por universitarios estudiaban la zona de la oficina de Knowlton, situada justo a 40 metros de la policía universitaria en un callejón sin salida. En octubre, los guerreros ya estaban preparados para el ataque. En un cañón alejado del centro de investigación se encontraban reunidos diez guerreros, cada uno con su informe nocturno. Cuatro llevaban sudaderas universitarias, mochilas y zapatillas de deporte, mientras que otros llevaban bragas militares, chaquetas de camuflaje y calzado y pantalones desechables de montaña. Los dos restantes llevaban trajes de vestir normales. Ellos eran los conductores. Los guerreros se repartieron los mapas topográficos y de calles, metidos en bolsas herméticas impermeables, y cogieron suficiente dinero por si había que dividirse en caso de huída. Los conductores interceptaron las conversaciones de la policía. Además, todos los grupos estarían en contacto a través de walkie talkies, y las noticias serían transmitidas entre los guerreros en caso de necesidad. En el equipaje de un guerrero había líquido para quitar la silicona de los cristales y dispositivos incendiarios para la oficina de Knowlton. En el de otro había cizallas, alicates para cortar alambre y guantes gruesos para los muchos agujeros que tendrían que abrir en las vallas y en las jaulas de los coyotes. El guerrero encargado de vigilar llevaba unos prismáticos, un telescopio y un libro de astronomía, de modo que si era descubierto diría que sólo estaba mirando las estrellas. Otro de los equipajes portaba otro dispositivo incendiario, pequeñas linternas con lente roja y un juego de
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herramientas que se usaría para entrar al edificio de investigación de depredadores (PRF). Había algo nuevo en esta acción. No era una acción ofensiva, sino defensiva. No sólo en beneficio de los coyotes, sino también en el de los guerreros. Nuestro movimiento estaba siendo atacado y la libertad animal y humana estaban en situación de riesgo. Esta acción era necesaria para demostrar a nuestros enemigos que el ALF no iba a retroceder. Lejos de ahí, en la ciudad, el ATF y el FBI trabajaban vigorosamente a contra reloj para impedir la posible amenaza de una acción como la que iba a tener lugar. Las largas noches de reconocimiento habían hecho que los guerreros se sintiesen sentimentalmente vinculados a los coyotes enjaulados. Al aire libre, muchos de ellos habían nacido en la naturaleza y habían podido disfrutar de una libertad que el resto no había podido experimentar. Cada noche los guerreros escuchaban sus llantos, y algunas veces podían ver coyotes a los que no se les alimentaba durante cuatro días, para forzarles así a tomar el alimento envenenado que les daban luego. En la zona se podían ver reformas innecesarias que habían hecho para justificar los fondos que recibían. Si una agencia del gobierno no se gasta todos los fondos que se le asignan, al año siguiente se le asignará menos dinero. Un día se pudo ver a Knowlton en persona dirigiendo las obras, mientras los coyotes daban vueltas en círculo dentro de las jaulas cercanas a él. Nuestro ataque se centraría en el edificio y en el recinto exterior, donde mantenían a más de cuarenta coyotes. Había otra zona con jaulas en las que había al menos cuarenta coyotes más, pero estaban demasiado cerca de la casa del vigilante nocturno. Quizá si no estuviesen en alerta debido a las últimas acciones del ALF el riesgo sería menor. Pero en estas circunstancias supondría poner en peligro toda la acción y su parte más importante: la destrucción del edificio. En él, fácilmente podían volver a meter nuevos coyotes, así que no se podían correr demasiados riesgos. En la mayoría de las acciones del ALF, los sentimientos de alegría suelen diluirse por la rabia y la frustración de tener que dejar animales atrás. Pero si nuestra acción acababa bien, la destrucción del laboratorio, junto con las investigaciones del Knwolton se traduciría en innumerables vidas salvadas que iban a ser utilizadas para los experimentos de la ADC. En el campus universitario también intentaríamos atacar la oficina de Knowlton, delante de las narices de la policía universitaria. La noche del 24 de octubre, dos ciclistas ataron sus bicicletas en el aparcamiento del campus y se dirigieron a la oficina de la policía, cerca del patio que daba a la oficina de Knowlton. En una de las mochilas había una radio conectada a un escáner con el que un tercer vigilante había interceptado la frecuencia de la policía. Se colocaron en una buena perspectiva de la sala policial, un activista levantó el pulgar y el otro entró al patio sin salida y se dirigió a la ventana exterior de la oficina de Knowlton. Después de ponerse un mono oscuro, el activista quitó el marco de aluminio de la ventana, apoyó el cristal sobre su cuerpo y utilizó la ventosa para quitarlo. En una misión previa de reconocimiento, un "estudiante" había golpeado el cristal con la suficiente fuerza como para poder activar cualquier alarma que hubiese. Después se
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alejó esperando una respuesta. No la hubo. La ventana no tenía alarmas. Tras quitar el cristal , el activista metió con cuidado su mochila y entró. Sacó de su mochila todo el material del dispositivo incendiario y la llenó con discos y con documentos de Knowlton. Después amontonó cuadernos, libros y otros materiales combustibles en la mesa, donde estaba preparado el momento para activar el dispositivo. El guerrero colocó las pilas de nueve voltios, ajustó las piezas y observó que todo estaba correctamente. Echó una última mirada a la oficina de un hombre cuya carrera profesional estaba basada en el exterminio de una especie. No se había recibido ninguna voz de alarma por la radio walkie talkie. Sólo treinta y cinco minutos después de haber entrado en la oficina el activista huía con los discos y otros documentos. Tras quitarse el mono, pasó por la posición del vigilante, a sólo treinta metros de la oficina de la policía. Los dos guerreros caminaron hacia sus bicicletas y con ellas desaparecieron en la noche. Mientras, la oficina de Knowlton era visitada, seis guerreros avanzaban en fila india a través de un claro del bosque que llegaba hasta la valla del edificio de Investigación de Depredadores, también hacia donde estaban las jaulas con coyotes. El cielo estaba repleto de estrellas. Mientras los guerreros se acercaban a la valla más lejana, el vigilante se dirigía a una cuesta, donde establecería contacto con otro vigilante en el vehículo que cogía y dejaba a los pasajeros. Después de subir la ladera, el vigilante podía observar todos los caminos que conducían a la ADC, así como la casa del trabajador que vivía ahí y las jaulas de los coyotes. Abajo, cinco guerreros esperaban a que el sexto acabase de abrir un agujero en la valla exterior para poder entrar. Una vez dentro, los guerreros se dividieron en dos grupos, uno liberaría a los coyotes mientras el otro saquearía el laboratorio. Dos guerreros se acercaron al PRF. Tras saltar la última valla, los activistas estaban metidos hasta el fondo en el recinto de la ADC, y a un tiro de piedra de la ventana del trabajador que dormía allí. Se había hecho una prueba de alarma en una pequeña ventana de un baño para comprobar que era segura. Ahora los guerreros estaban ahí, quitando la estructura y el cristal. Se hacía demasiado ruido para continuar en este punto, así que los guerreros estudiaron otras vías de entrada más silenciosas. De pronto, como si se hubiesen puesto de acuerdo, los coyotes empezaron a aullar y a llorar, con un sonido lo suficientemente alto como para poder sacar el cristal del marco. Al entrar allí, los guerreros se encontraron con docenas de calaveras de coyotes, cepos y carteles de "no dar de comer" fuera del baño del laboratorio. A gatas, un guerrero fue directo al centro estructural del laboratorio; mientras el otro reunía más discos del ordenador y diapositivas. Los dos guerreros podían haber pasado horas recogiendo documentos del centro, pero el tiempo no les sobraba. Después de que las cintras robadas en Michigan fuesen recuperadas y se enviasen a lugares seguros, se decidió no sólo hacerse con la investigación del PRF, sino también destruirla. Se colocó el dispositivo incendiario entre una pila de trampas, así como bocetos del escritorio y otros materiales de madera. Los guerreros activaron el dispositivo y salieron rápidamente del edificio. El dispositivo incendiario del PRF estaba programado para encenderse al mismo tiempo que el de la oficina de Knowlton.
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Los dos guerreros regresaron en silencio a los corrales de los coyotes y se reagruparon con los otros tres para hacer juntos los agujeros. Cada uno de los guerreros llevaba unas cizallas, y emocionados observaban cómo los coyotes se acercaban a la valla y excavaban al otro lado al tiempo que ellos la cortaban, sólo a pocos centímetros de los coyotes en un intento evidente de acelerar su liberación. Los coyotes salían del corral por los agujeros, rápidos en seguirse los unos a los otros para dirigirse hacia las montañas, donde podían escuchar a los otros coyotes que les llamaban. Al tiempo que los cinco guerreros cortaban valla tras valla podía verse a grupos de dos o tres coyotes que escapaban del corral y corrían hacia la libertad. Cuando se vació el último corral, los guerreros regresaron en fila india hacia las colinas. En ese momento, se juntaron de nuevo con el vigilante en el punto que habían acordado reencontrarse para que el conductor les recogiese, así que los seis guerreros anduvieron silenciosamente hacia el mismo camino por el que habían entrado. El cielo estaba muy estrellado, se escuchaban los cantos de los coyotes que desaparecían por las montañas salvajes. Con la primera luz del amanecer en el cielo nocturno, los dispositivos incendiarios se desencadenaban tanto en la oficina de Knwolton de la Universidad de Utah como en el PRF. En el campus, no había pasado mucho rato antes de que la policía se diese cuenta del humo que salía del Edificio de Recursos Naturales y apagase rápidamente el fuego, pero no sin dejar que años de investigación desapareciesen en el humo. El propio agua de los bomberos había causado muchos de estos daños. Al tiempo que en el campus los bomberos extinguían las llamas de la oficina de Knowlton, llegó la llamada del vigilante para informar de que el PRF estaba en llamas. Cuando los bomberos llegaron a la instalación más de la mitad del laboratorio estaba totalmente destruido. Una semana después, se determinó que toda la estructura era insegura y el laboratorio se demolió por completo. En enero de 1993, Fred Knowlton todavía pedía a los comisionarios de Planificación del condado que le concediesen un edificio provisional para construir un nuevo laboratorio. Todas las investigaciones del Centro de Investigación sobre Predadores de la USDA habían llegado a su fin. Para echar más leña al fuego, el ALF acusó a Knowlton de verter montones de cadáveres de coyotes contaminados con elementos radioactivos en unos experimentos en Nuevo Méjico. Cuando él negó la acusación, el ALF facilitó un informe de investigación con la propia memoria que Knowlton había enviado a otro investigador, en la que admitía que no había obtenido el permiso necesario antes de enterrar los cadáveres, sujetos de sus investigaciones. Nunca se recuperarían los treinta y tres coyotes, y los investigadores fueron rápidos en expresar su preocupación por que estos animales no sobreviviesen en la naturaleza. Pero nosotros lo sabíamos mejor, ¿no? Escapando de las cámaras de tortura del laboratorio de Knowlton, aquella noche los coyotes fugitivos no verían a seis figuras bajar por el camino de la montaña, sino que verían a seis guerreros de los coyotes salvajes que no se habían olvidado de sus hermanos y hermanas de cuatro patas. Días después, en una remota y escondida hoguera de victoria ardían, al igual que lo había hecho la oficina de Knowlton, los discos del ordenador que el ALF había confiscado de su laboratorio. Una vez más, el ALF había demostrado que lo que no había podido ser alcanzado durante
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años de protesta se había conseguido con un puñado de guerreros con corazones valientes. Ahora era el momento de esperar a que otros siguiesen nuestro camino. 9. OPERACIÓN BITE BACK: EPÍLOGO Después de las cenizas del PRF llegaron las represalias del FBI, así como los esfuerzos de otros grupos de interés que organizaron los vivisectores y los granjeros para exigir un fin de los ataques del ALF sobre sus negocios. Dos semanas después del ataque en Utah, Jonathan Paul fue arrestado por desacato a cuatro cargos de no facilitar informaci ón a los Grandes Jurados Federales que ahora se habían convenido en Oregon, Washington, Michigan, Louisiana y Utah, todos a la caza de los guerreros del ALF. Poco después de que Paul fuese puesto de nuevo en libertad, Rick Scarce ocupó su lugar. Cuando Scarce salió también con la boca cerrada, le siguieron Deb Stout y más tarde Kim Trimiew. Era el método con que los investigadores empleaban los procesos del Gran Jurado para intimidar a los activistas y para que diesen información sobre el ALF, ya que existían escasas evidencias físicas para acusar a otras personas aparte de Coronado. Podía decirse que se estaba empleando al Gran Jurado para acosar a un movimiento político, pero con ataques del ALF como la Operación Bite Back el gobierno federal podía legitimar su caza de brujas como investigaciones de "seria actividad criminal". Las autoridades de EEUU comenzaron a cooperar con las autoridades canadienses que estaban llevando a cabo sus propias investigaciones del ALF, después de que 29 gatos hubiesen sido rescatados de la Universidad de Alberta. Uno de los activistas que apoyó aquel ataque había testificado luego en contra del ALF, y pronto se emitió una orden de búsqueda y captura de David Bárbarash, un conocido y antiguo miembro del ALF, así como de Darren Thurston, otro activista del ALF. A principios de 1994, David Bárbarash fue capturado en Scotts Valley, California, cuando abandonaba la casa de Jonathan Paul. Él era un conocido colega de Coronado, y había estado bajo vigilancia federal desde que había salido de la cárcel. Bárbarash fue pronto extraditado a Canadá para enfrentarse a los cargos del ALF en Alberta. Pasaría alrededor de 20 meses en la cárcel por sus "crímenes" de rescatar a gatos destinados a la muerte a manos de los vivisectores, como lo haría Darren Thurston. Sería agradable creer que en 1993 y 1994 los guerreros del ALF fueron acogidos por gente de liberación animal y otros movimientos ecologistas radicales cuando el Gobierno Federal iba a su caza, pero ese no era el caso. Mediante el acoso, la presión y el encarcelamiento de activistas inocentes el FBI llevó a cabo una exitosa cadena entre el ALF y sus anteriores seguidores. Muchos activistas estaban comprobando las consecuencias de apoyar al ALF, y uno por uno se estaban volviendo inseguros y temerosos de ofrecer ayuda a los activistas del ALF que estaban en búsqueda y captura. Al igual que en las clásicas tácticas de división y conquista, el Gobierno de EEUU castigaba a los legítimos movimientos por la liberación animal y otras luchas, así como a activistas de Earth First! con la intención de, volver a toda esa gente en contra del ALF mediante esta táctica. Este método había tenido éxito con otros movimientos de resistencia en contra de las políticas estadounidenses. Sólo sería una cuestión de tiempo antes de que la presión ejercida sobre los seguidores del ALF, sobre los activistas y sus familias sacase a flote información que condujese al arresto de los guerreros del ALF.
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10. LA CAPTURA DE ROD CORONADO El 28 de septiembre de 1994, Martín Rubio estaba alimentando a sus animales en la Reserva India de los Pascua Yaqui, a las afueras de Tucson, Arizona, cuando un coche de policía de la tribu se detuvo en frente de su casa. Un oficial de raza caucásica se acercó a Rubio y le pidió que le acompañase para auxiliar a un halcón de cola roja que habían encontrado herido y que estaba en la estación de bomberos. Su petición no era extraña, ya que desde que Rubio había llegado a la reserva hacía dos años, había participado en muchos proyectos comunitarios y su compromiso con los animales era muy conocido. Al entrar en la estación de bomberos de la Reserva, unos doce agentes del FBI, del ATF y de US Marshals asaltaron a Rubio. Rod Coronado había sido capturado. Etiquetado como "armado y peligroso", a pesar de que una investigación del ATF había revelado que no poseía ningún arma de fuego. Coronado había estado viviendo pacíficamente con la tribu de sus orígenes. Organizaba actividades para los jóvenes de su comunidad y participaba en la organización alternativa Student Environmental Action Coalition (Colectivo Estudiantil de Acción Ecologista) y en grupos por los derechos humanos, así como en proyectos para preservar la cultura de la tribu Pascua Yaqui. Una llamada anónima permitió a la policía la captura de Coronado. Los dueños de granjas de pieles, taxidermistas, cazadores de animales grandes y vivisectores habían pagado 22.000 dólares al chivato. La libertad bajo fianza fue rechazada, y durante la primera semana de noviembre Coronado fue extraditado a Michigan para entrar en una doble acusación relacionada con la acción del ALF en la MSU. Sus propios escritos y entrevistas fueron las pruebas empleadas para acusar a Coronado, aparecidas en las noticias y en las que expresaba su apoyo a la Operación Bite Back. También se emplearon grabaciones de sus conversaciones telefónicas y un recibo de la Federal Express, encontrados en una caja que había en la oficina del vivisector de la MSU, Aulerich, de la cual se habían robado documentos de investigación. Los análisis de escritura también apuntaban a que las palabras escritas en la etiqueta coincidían con la letra de Coronado. A principios de diciembre, a Coronado se le concedió una fianza, después de una larga batalla judicial con los abogados de EEUU, el FBI y los agentes del ATF, en la que la acusación pedía que permaneciese detenido, basándose en el hecho de que era un fugitivo de alto riesgo y todavía fugitivo de la justicia por haber realizado acciones ilegales en otros tres países, Canadá, Islandia y Dinamarca. Su fianza se fijó en la increíble cifra de 650.000 dólares. Justo antes de su puesta en libertad de la custodia federal, se le ofreció a Coronado un acuerdo por parte del fiscal en el que se le proponían los mínimos cargos menores por un crimen de un máximo de 18 meses de sentencia. La condición era aceptar testificar contra la persona que le envió a Michigan a actuar como parte del ALF para robar materiales. Coronado rechazó rotundamente la oferta y más tarde fue puesto en libertad bajo fianza. En un mes, se puso en marcha una acusación suplantada de siete cargos que le acusaban de organizar toda la campaña de la Operación Bite Back, a pesar de que el FBI y el ATF sabían que muchas otras personas habían participado. El acusador federal pensó que si todo el peso de la acusación caía sobre Coronado, probablemente se vería coaccionado a testificar para librarse de una condena de entre 10 y 12 años de cárcel si se demostraba su culpabilidad.
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Otra de las pruebas era un papel mecanografiado hecho trizas que se había encontrado en el trastero de Coronado en Oregón y que, al reconstruirlo, se vio que era una petición de fondos para llevar a cabo ataques del ALF. Esta era la más incriminatoria. También se emplearon cintas con conversaciones telefónicas de Coronado que le situaban cerca de los lugares atacados durante los días de las acciones. Además, los investigadores federales habían descubierto las huellas dactilares de Coronado en un museo vacío del que se había robado un periódico de la Séptima Caballería del Campo de Batalla de Little Bighorn. Tras el robo, un comunicado de prensa pedía la devolución de los objetos sagrados expuestos, y también se colocó en el museo un cartel que informaba de la perspectiva indígena del "Custers Last Stand". La acusación amenazó con iniciar otro proceso con cargos separados en Montana. Los cargos también esperaban utilizar unas pruebas de ADN de la saliva de Coronado encontrada en una colilla de cigarro que se había usado en un dispositivo incendiario – para retardar el incendio- que no había funcionado en la Fur Breeders Co-op (Cooperativa de criaderos de animales de pieles) en Sandy, Utah, en septiembre de 1991. El caso judicial tendría lugar en el distrito Oeste de Michigan, lo que significaba que los miembros del jurado pertenecerían a las zonas de la periferia y agrícola, especialmente a barrios de blancos acomodados. La acusación federal había decidido juzgar a Coronado en Michigan, lejos de la zona oeste de EEUU, donde se consideraba que los jurados eran demasiado liberales, y también lejos de Washington, donde el FBI y el ATF estaban siendo duramente criticados por haber asesinado en ese estado a Vicky Weaver y a su hijo, Ruby Ridge, en una redada llevada a cabo por los oficiales de ambos cuerpos. El dilema de Coronado era que si iba a juicio tendría que dar al jurado una razón convincente de por qué había escrito una carta en la que pedían fondos para financiar ataques a granjas peleteras y por qué siempre estaba cerca de los lugares atacados por el ALF justo antes de las acciones, a la vez que afirmase y testificase, mintiendo descaradamente, que no era un miembro del ALF. También sabía que, sin duda, la acusación le iba a preguntar sobre su relación con otros activistas. Cualquier negación de hechos, conocidos ya por el FBI, podría costarle más cargos y perjurios, y además facilitaría información al Gobierno que podría ser utilizada para acusar a otras personas. Coronado siempre se sintió obligado a aceptar la responsabilidad de sus propias acciones. La historia de la resistencia indígena y el movimiento ecologista en EEUU habían enseñado a Coronado a no esperar nunca justicia por parte de un sistema judicial que favorecía a las grandes empresas y a la propiedad privada por encima del medioambiente, los animales y los indígenas. Un indígena americano, juzgado por un jurado cuyos componentes eran todos blancos, y que le juzgaban por delitos que se negaba a condenar, hacía casi seguro que la cárcel fuese su destino. Sin mencionar el riesgo de que llamasen a testificar a otros activistas, lo que supondría un cebo para conseguir información y que tendría como consecuencia nuevas sentencias sobre gente sospechosa de pertenecer al ALF. Mientras tanto, la industria agrícola y biomédica pedía la cabeza de Coronado para que sirviese como advertencia para otros guerreros del ALF que permanecían en libertad. Los abogados de la acusación que llevaban el caso tenían como principal objetivo la condena de Coronado, olvidándose de los otros casos que tenían hasta que lo hubiesen conseguido. Fue en este momento cuando la acusación, una vez más, informó a Coronado de que si testificaba en contra de otros miembros del ALF recibiría una sentencia máxima de 18
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meses, de la cual sólo tendría que cumplir 8 meses, y se olvidarían de todo. Coronado volvió a rechazar. En su lugar, empezó negociaciones con el fiscal para evitar ir a juicio. Estaba dispuesto a testificar sobre su propio papel en el ALF, pero se negaba a incriminar a otros. En marzo de 1995 se firmó un acuerdo en el que Coronado se reconocía culpable de dos cargos, por incitar y participar en el incendio de la MSU, así como por recibir los materiales robados de la acción. También recibió un cargo por la destrucción y robo de una propiedad del Gobierno, el periódico de la Séptima Caballería. A cambio, fue absuelto de cualquier acusación federal de aquellos estados que estaban llevando a cabo investigaciones sobre el ALF y se acordó que nunca sería citado, preguntado o acusado por cargos relacionados con la Operación Bite Back. Una parte específica del pacto consistía en que no se le pediría testificar contra otros activistas. Algunos activistas dentro del movimiento por la liberación animal no tardaron en criticar a Coronado por evitar ir a juicio, ya que esto podría dar mucha publicidad al ALF. Otros, incluidos muchos ingleses que apoyaba al ALF, creían que Coronado debía testificar algo breve y sin comprometer a nadie, para así obtener una sentencia pequeña. A muchos les pareció fácil decir lo que Coronado debía hacer, pero pocos de nosotros podemos decir lo que haríamos en caso de enfrentarnos a una sentencia que podría costarle hasta 12 años de prisión. No hay duda de que Coronado ha demostrado que es mucho más útil para la tierra y para los animales fuera de la cárcel que en ella. Cualquier persona que se disponga a criticar a Coronado debería preguntarse primero a sí mismo por qué no apoyaron al ALF durante la Operación Bite Back, por no hablar de por qué no participaron entonces o ahora en acciones del ALF. Muchos de los que pertenecíamos al ALF sabíamos que lo único que separaba al FBI del ATF era la falta de voluntad de Coronado para testificar sobre su papel con otros miembros del ALF. La razón por la que los abogados del Estado se habían centrado tanto en este caso no era porque pensasen que él era el responsable de la Operación Bite Back -había pruebas físicas que evidenciaban que él sólo era uno de los integrantes-, sino porque pensaban que Coronado estaba dispuesto a dar voz a un movimiento que en esos momentos amenazaba a las multimillonarias industrias de la explotación animal y de la destrucción de la tierra, a través de unos medios sobre los cuales el Gobierno de EEUU no tenía ningún control. El 2 de agosto de 1995, Coronado fue sentenciado a 57 meses en la Prisión Federal, frente a una sala del tribunal llena de vivisectores y agentes del FBI y del ATF, después de que el juez escuchase el devastador impacto que el ALF había tenido en el gremio de la experimentación animal. El juez comparó a Coronado con aquellos que habían hecho explotar las bombas en la ciudad de Oklahoma. A pesar de que conocía la "rehabilitación comprobada" de Coronado durante los dos años de servicio social en la Reserva Pascua Yaqui, el juez señaló que era necesaria una dura sentencia para que sirviese de ejemplo y de disuasión a aquellos dispuestos a romper las leyes por aquello en lo que creían. El juez se negó a concederle a Coronado una sentencia pequeña, basado en su propia idea de responsabilidad, por el hecho de que el acusado se negaba a cooperar con las fuerzas de aplicación de la ley. Este hecho en concreto supuso que Coronado tuviese que cumplir 18 meses adicionales. Además de los cuatro años y medio de prisión, el juez ordenó a Coronado a pagar de inmediato 2,5 millones de dólares de indemnización a las víctimas de la Operación Bite Back.
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Para hacer todavía más daño, los abogados del estado le escribieron una carta a Coronado dos días después de la sentencia preguntándole por qué estaba dispuesto a proteger a miembros del movimiento por la Liberación Animal que ni siquiera le habían mostrado su apoyo en la sentencia. Las únicas personas que acudieron a la sala del tribunal para apoyarle fueron sus padres, miembros de la Tribu Pascua Yaqui y de People of Colour Caucus (Gente de Color Caucásico), perteneciente a la Student Environmental Action Coalition (Coalición Estudiantil de Acción Ecologista). Aun así, Coronado rechazó esta última oferta y hasta 1999 fue un prisionero de guerra del Gobierno de EEUU, el cual continuaba su guerra contra la naturaleza y los animales. El 2 de septiembre, Coronado se entregó a la Prisión Federal de Safford, Arizona, y se convirtió en el primer guerrero del ALF, en la historia de EEUU, en ser condenado a una Prisión Federal por llevar a cabo acciones en beneficio de la tierra y de los animales. 11. HASTA QUE LA ÚLTIMA GRANJA DE PIELES SEA REDUCIDA A CENIZAS... En septiembre de 1995, los dueños de granjas de pieles y los agentes federales se regocijaron con el comienzo de una larga sentencia de cárcel para el conocido guerrero del ALF, Rod Coronado. Presumiendo de que la columna vertebral había sido desarticulada, los agentes del FBI y del ATF alardeaban de que, desde que Coronado había sido arrestado, el ALF había realizado muy pocas o ninguna acción contra la industria de las pieles. Los detectives federales se habían marchado a Syracuse, Nueva York, para arrancar de raíz una célula del ALF que estaba creciendo allí. Tuvieron muy poco éxito con esa red local de jóvenes activistas comprometidos. El ATF había enviado un mensaje a través del abogado de Coronado en Michigan para informar de que las tácticas exitosas de la Coalition Against the Fur Trade -CAFT (Coalición en contra del negocio de las pieles) en Memphis, Tenesse, estaban bajo vigilancia. Su posición de compromiso total en la lucha contra el comercio de las pieles y su indudable apoyo al ALF la había convertido en el mismo tipo de amenaza que la Coalition Aganist Fur Farms (CAFF) de Coronado a principios de los noventa. Al contrario que lo que el FBI hubiese deseado que la gente pensase, el ALF estaba de cualquier modo menos muerto. Como Fénix resucitado de sus cenizas, el ALF atacó cuatro granjas de pieles para liberar a zorros y visones de sus jaulas, en el invierno de 1995, temporada peletera en la que los animales son asesinados y despellejados. En octubre de 2004, 2.400 visones fueron liberados en la granja de visones de Dargatz, en Chilliwack, British Columbia. Los visones se marcharon a los bosques de los alrededores. Era la primera gran liberación en Norteamérica reclamada por el ALF. En menos de un mes, el ALF atacó de nuevo. Esta vez liberaron a 4.000 visones de la granja peletera de Rippin, en Aldergrove, British Columbia, a pesar de que, debido a la primera liberación, los granjeros de la zona habían contratado a una empresa de seguridad que patrullase el lugar. Como todavía no habían terminado el trabajo para ayudar a sus iguales de Canadá, los guerreros del ALF americanos dieron el golpe a las afueras de Olimpia, Washington, con la liberación en esa misma semana de 200 visones de la granja de Clarence Jordan. Estos mismos guerreros eran perseguidos desde el año
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91. A finales de 1995, también fueron liberados de sus jaulas 30 zorros de una granja de pieles de Tennesse. Poco después de los ataques, la Canada Mink Breeders Association (Asociación de Criadores de Visones de Canadá) ofreció una recompensa de 50.000 dólares a aquella persona que diese alguna información que permitiese llevar a la cárcel a los activistas del ALF. Muchos de los visones liberados fueron recapturados, pero aun así varios centenares lograron escapar. Los daños económicos causados en las granjas de pieles no sólo se miden por la pérdida de visones, sino también por la confusión causada cuando los sementales se mezclan con aquellos animales que van a ser asesinados y despellejados. Una vez que un visón ha salido de su jaula es casi imposible distinguirlo de los demás. De este modo, se pierden años de cría selectiva y el granjero tiene que empezar de nuevo a separar los visones que servirán para la cría, en función de las características de su pelaje y de la calidad de su piel. Además, los ataques se llevaron a cabo pocos días antes de que empezase la temporada de "despellejamiento", una temporada decisiva para mantener o hundir una granja de pieles. Los granjeros aseguraron que los visones criados en granjas tenían muy pocas posibilidades de sobrevivir en libertad, pero lo cierto es que prácticamente todas las poblaciones de visones de Islandia e Inglaterra proceden de visones escapados de granjas de pieles. También en América, en Escandinavia y en la Unión Soviética, las poblaciones de visones salvajes tienen su origen en visones que, por descuido, lograron escapar de las granjas. En el acto más puro de liberación animal y protección del medioambiente, los activistas de Norteamérica pueden golpear duramente la industria peletera al mismo tiempo que ayudan a reintroducir un depredador nativo, cuya población ha sido reducida, de nuevo en su hábitat natural. El año 1996 comenzó con otra acción del ALF en la granja de Bob Zimbal, a las afueras de Seboygan, Wisconsin, esta vez con la liberación de 200 visones reproductores. Tras la acción de enero, justo antes de comenzar la temporada de la producción de piel de visón, la Comisión Peletera de EEUU subió la recompensa a 70.000 dólares para aquel que aportase información que permitiese encarcelar a activistas del ALF, tanto en Canadá como en EEUU. Sin sentirse intimidados por la nueva investigación internacional sobre el ALF, ni por la recompensa de 70.000 dólares, los guerreros atacaron otra granja de visones en abril de 1996 y liberaron a 3.000 visones de sus jaulas, de los cuales más de 1.000 consiguieron librarse de ser recapturados. Esta vez era la granja de pieles de LW Bennet and Sons en Ontario County, Nueva York. Desde el ataque, los granjeros de pieles afirmaron que el ALF les había llevado a estar al borde de la bancarrota y que iban a tener que despedir a varios trabajadores. La industria peletera canadiense y estadounidense subió su recompensa hasta 100.000 dólares para capturar a gente del ALF, cinco veces mayor que la cantidad que se ofrecía para capturar a violadores, asesinos o pederastas. Pero la lucha continuaba. En junio de 1996, en el quinto aniversario de la Operación Bite Back, los guerreros del ALF volvieron a la Utah Fur Breeders Cooperative (Cooperativa de Criadores de Animales de Pieles en Utah) y liberaron a 75 visones que eran objeto de una investigación sobre nutrición en las instalaciones de Sandy, Utah.
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Conforme pasaron los años 90, el ALF continuó sin mostrar signos de debilidad, ya que cada vez se cansaban más de los medios reformistas, menos efectivos para terminar con esta industria tan cruel. Cuatrocientos años de muerte y destrucción ya eran suficientes. Actualmente quedan menos de 500 granjas de pieles en EEUU, y ahora, más que nunca, la acción directa del ALF es probablemente la táctica más efectiva para cerrar sus negocios. Lo que queda por ver es si los movimientos ecologistas y por la liberación animal, alternativos y radicales, serán lo suficientemente valientes como para hacer frente a la represión policial, aquella que surge en los movimientos que han demostrado ser una amenaza de verdad para aquellas empresas que se lucran con la destrucción del planeta y de la vida salvaje que lo habita. Claramente, el mensaje que manda el ALF es el mismo que apareció en un comunicado por el ataque a la Granja de Experimentación de Pieles de la OSU hace cinco años. 12. ¡CORAZONES VALIENTES, ADELANTE! Año 1996. Se considera un crimen liberar a animales de los laboratorios, de granjas de factoría, de granjas de pieles, de zoos y de rodeos. Castigos de hasta diez años de cárcel, multas de hasta 100.000 dólares. Si coges un visón de una granja de pieles y lo sueltas para devolverlo a su hábitat natural, serás un terrorista con una recompensa de 100.000 dólares sobre tu cabeza. Bienvenido a un país en el que los políticos son comprados y pagados para serlo, en el que los propósitos del Departamento de Justicia los deciden los dólares de las grandes empresas y compañías, de las mayores industrias estadounidenses, que son la alimentaria, la farmacéutica, la militar y la construcción. Son negocios cuya resistencia se basa en la destrucción de la tierra y la explotación animal. La tierra, los animales y los humanos, todo son meras mercancías en este mundo "Libre". ¡Guerreros! Ha llegado el momento de dar un paso adelante, sed valientes, actuad desde vuestros corazones y no permitáis que el miedo a lo que nuestros enemigos le pueden hacer a nuestros cuerpos físicos nos detenga de hacer lo que sabemos que es lo correcto. Ha llegado el momento de que dejes de señalar con el dedo a los demás, criticando rápidamente los errores que cometen en su camino de lucha. Haced un cambio con vuestras propias vidas, no intentéis cambiar las de los demás. El verdadero cambio se produce desde dentro, no es algo que se puede alcanzar comprando camisetas o poniendo pegatinas en tu coche, el cual para funcionar destruye la capa de ozono y emplea gasolina testada en animales. Difundir una idea está bien, pero es necesario que haya guerreros dispuestos a participar en esta batalla de defensa de lo que queda de la tierra y de los animales. El hecho de que hay mucho, poca o nada de justicia para la tierra y para los animales no debería sorprender a nadie que conozca la historia de EEUU. Aun así seguimos trabajando duro, con la esperanza de que lograremos raspar unas pobres migajas por medio de reformas legislativas o de la compasión de las corporaciones. La historia nos muestra que lo único que se ha conseguido con esto es que se le colocase un arnés al espíritu de resistencia, de modo que el consumo de productos "políticamente correctos" hiciese a nuestros enemigos más ricos y poderosos. Otorgar el poder a aquellos que se declaran líderes de nuestros movimientos y que reciben altos salarios, al mismo tiempo que se comprometen con la tierra y con los animales a los que aseguran representar.
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Cuando nosotros, como guerreros, nos nombramos guardianes de todo aquello que es natural y libre, aceptamos la responsabilidad, la responsabilidad de actuar en beneficio de la Tierra y de nuestros parientes no humanos como si se tratase de nuestra propia carne y sangre. No buscamos un vivisector con la amistosa aguja de una "muerte compasiva". No medimos nuestras victorias en función de la extensión de las columnas sobre el movimiento que aparecen en la prensa, controlada por las corporaciones, sino por nuestro compromiso por asegurar que aquellos a los que rescatamos y aquello que defendemos sea protegido de nuestros enemigos, poniendo nuestros propios cuerpos y nuestra propia libertad como escudo si es necesario. No difamemos a aquellos que han sacrificado su liberad y han arriesgado sus vidas por el hecho de que sus ideas no coincidan con las nuestras. Nosotros tenemos un gran respeto, no sólo hacia nuestra Madre Tierra y a sus Animales, sino también entre nosotros. Somos guerreros. La retaguardia que debe defender a los débiles, a los enfermos y a los sin voz, a aquellos que no pueden defenderse por sí mismos del diablo en el que muchos humanos se han convertido. Somos pocos, y no podemos permitirnos la división por las ideas cuando todos estamos dispuestos a arriesgar nuestras vidas y libertad por la tierra y por los animales. Al igual que las naciones indígenas de esta tierra, que a menudo lucharon en conjunto, lo mismo ocurrió cuando la amenaza contra la tierra se situó sobre nosotros. Debemos dejar a un lado nuestras diferencias y concentrarnos en el enemigo común que compartimos. Igual que muchas tribus, que eran distintas unas de otras, pero que, sin embargo, todas tenían en común una gran reverencia y respeto por la madre tierra, también nosotros debemos reconocer nuestras diferencias y elegir cuidadosamente con quién queremos vivir y luchar. Del mismo modo, también debemos unirnos en una fuerza poderosa e ingobernable cuando el enemigo está frente a nosotros y presenciamos el crimen de la explotación animal y la destrucción de la tierra. Nuestras órdenes provienen de nuestra creadora, y necesitamos encontrar soluciones a los problemas que nos dividen, y unirnos para conseguir las victorias en las que todos creemos. Debemos ser conscientes de que vivimos en un estado en el que reina una ley material en donde la información está controlada, hasta tal punto que probablemente nunca lograremos recibir el apoyo que nos gustaría para proteger al medioambiente y a los animales, lo cual, en definitiva, beneficia a todas las vidas. Por este motivo no debemos derrumbarnos al ver que, el mero hecho de luchar por asegurarle un buen estado de salud al planeta tierra que sustenta la vida, sea visto por los poderes gubernamentales como actos terroristas. Pero, recordad, lo que nos separa a nosotros de nuestros enemigos es nuestra reverencia a la vida. Toda la vida. Incluso las vidas de nuestros enemigos. Destruir las máquinas de destrucción antes que a aquellos que las manejan debe permanecer como objetivo principal. Eso y rescatar a las víctimas de la destrucción, para garantizarles seguridad y refugio. Si hacemos esto, nuestro poder de la Tierra nunca nos abandonará, y el espíritu del amor y la compasión regresarán a la faz de la Tierra. Debemos recordar que la batalla en beneficio de la Madre Tierra y sus animales está relacionado con el amor. Ya hay bastante odio en el mundo generado por nuestra oposición. El hecho de perpetuar más violencia para defender nuestra causa sólo reduce el nivel cruel de nuestros enemigos. Sé que es duro cuando las cosas que vemos pueden ser tan crueles e insensibles, pero cuando nos motivamos con las oscuras fuerzas del
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odio damos un paso para convertirnos sólo en otra facción política que justifica la violencia para conseguir sus objetivos. Como dijo en una ocasión el revolucionario Ché Guevara: "Permitidme decir, con el riesgo de que suene ridículo, que el verdadero revolucionario está motivado por un inmenso sentimiento de amor". Alguna gente en los movimientos ecologistas y por la liberación animal creen que para conseguir nuestros objetivos debemos presentar nuestras ideas de tal manera que apelen a una sociedad mayoritaria, de forma que con el apoyo público podamos conseguir cambios e influir sobre nuestros representantes políticos para que no se nos vea como una amenaza, sino como los precursores de una nueva era. Esta gente dirá que incendiar laboratorios es contraproducente para su imagen, igual que destruir cintas con investigaciones animales, y todo aquello que el ALF y otros grupos radicales de acción directa hacen. De esta manera están poniendo en peligro todo lo que se ha conseguido por el medioambiente y por los animales a través de medios legítimos. Lo decimos, convencidos. ¿Por qué aceptar jaulas más grandes y más limpias para animales de laboratorio o la conservación del Lobo, el Oso Pardo o el Cóndor con " poblaciones experimentales no necesarias"? * Poblaciones experimentales no esenciales, es la definición legal para los animales que se reintroducen y que están libres de la protección de Especies en Peligro de Extinción. Esta definición incluye a todos los miembros de especies reintroducidas, incluidas las antiguas especies salvajes no clasificadas. Esta definición permite matar a estas especies sin el castigo que se aplica por matar a especies catalogadas como en peligro de extinción, aunque aun así lo sean. Un ejemplo es Jay York de Meeteetse, en Wyoming, quien disparó a un lobo "federalmente protegido" el 30 de marzo de 1996, se le declaró culpable y se le impuso una multa de 500 dólares sin ninguna pena de cárcel. Nosotros pedimos simplemente la abolición total de la vivisección y la completa protección de hasta el último animal de la naturaleza en su hábitat. Si, es radical quemar un laboratorio, pero el ALF responde a situaciones extremas. No intensificamos la guerra contra la naturaleza, el enemigo lo hace, y nosotros estamos aquí para impedirlo. Lo que sí es extremo es lo que las fuerzas gubernamentales han hecho en este continente sobre las naciones pacíficas de aquellos que llaman animales, y en las que la humanidad vivió en armonía durante miles de años antes de la Conquista Europea. 13. CARTA DE ROD CORONADO El 3 de marzo de 1995 fui acusado de incitar y participar en un incendio en la Michigan State University, que destruyó 32 años de investigación dedicada a beneficiar a la industria de las granjas de pieles. El Frente de Liberación Animal reivindicó el ataque, los siete ataques en una serie de acciones titulada "Operación Bite Back", que se centró en las granjas de pieles y en las universidades comprometidas con los contribuyentes que, conjuntamente, apoyaban la experimentación promovida por el negocio de las pieles. También fui juzgado por un cargo de robo de una propiedad del Gobierno de EEUU, un periódico perteneciente al Oficial de la 7ª Caballería, asesinado en Little Bighorn, cerca de Crow Agency, Montana, en 1876. Esta negociada petición de acuerdo fue el resultado de siete años de investigación del FBI en mis actividades, y el Gobierno Federal continuó centrándose en activistas indígenas que afirmaban su soberanía y
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continuaban con su lucha por la supervivencia cultural. Esto también fue la culminación de nueve Grandes Jurados Federales que habían durado alrededor de tres años, citaron a cerca de sesenta activistas políticos, encarcelaron a cuatro de ellos durante seis meses, y acosaron e intimidaron a incontables personas en la caza de miembros del Frente de Liberación Animal. A cambio de los alegatos de culpabilidad, el Gobierno de EEUU prometió no buscar más acusaciones contra mí en los restantes distritos que investigaban al ALF, además de no citarme para testificar contra otros sospechosos de realizar actividades del ALF. El precio que pagué por no testificar en contra de mis compatriotas fue una sentencia de entre tres y cuatro años de prisión. Antes de la petición de acuerdo, yo fui el único acusado en siete cargos que alegaban que yo era el responsable de un esfuerzo coordinado por toda la nación para acabar con el desarrollo y la experimentación de las granjas de pieles. Con un compromiso de por vida para proteger a la Tierra que hay detrás y delante de mí, debo elegir cuidadosamente las batallas en las que lucho, y las arenas en las que combatir. Al igual que la mayoría de gente indígena, soy incapaz de unirme a los recursos ilimitados que tiene el Gobierno de EEUU en sus esfuerzos para encarcelarme, y tampoco soy capaz de defenderme a mí mismo adecuadamente con unas leyes que criminalizan la preservación de nuestra sagrada Madre Tierra. Esto es sólo el último intento del Gobierno de EEUU de demostrar qué les ocurre a aquellos que no se limitan a la protesta legal. En un tiempo en el que la destrucción ecológica y cultural es algo común y entra dentro de la legalidad, a veces se hace necesario adherirse a las leyes más elevadas de la naturaleza y de la moralidad en lugar de permanecer callados y presenciar la destrucción de nuestra tierra y nuestra gente. Creo que esta es la obligación del guerrero de la tierra para no avergonzarse nunca de las acciones propias de cada uno, para honrar a la sagrada tradición de la resistencia indígena. Por eso, acepto toda la responsabilidad de mis acciones y me siento agradecido de haber tenido el honor de servir como un miembro del ALF, como su portavoz y su partidario. Con un récord de alrededor de 300 rescates y acciones por la liberación animal en EEUU, sin daños o pérdidas de vidas, y miles de vidas apartadas de los horrores de la vivisección y de las granjas de pieles, están conmigo las mujeres y los hombres del ALF, algunos de los guerreros no violentos más respetados en la lucha por salvar nuestro planeta. Mi papel en el ataque a la MSU fue de no participante, fue de actuar como un conducto para la verdad escondida detrás de la cerradura de las puertas del laboratorio. Mientras, en Ann Arbor, Michigan, cuando esperaba instrucciones recibí una llamada de un miembro del ALF anónimo que detallaba el ataque para hacer un comunicado de prensa. Más tarde, recibí material de investigación y evidencias incautadas durante el ataque. Estos documentos habrían mostrado a contribuyentes que subvencionaban la investigación y beneficiaban a la industria de las granjas de pieles, y experimentos en los que visones y nutrias eran alimentados a la fuerza con toxinas y otros contaminantes hasta que tuviesen convulsiones y muriesen desangrados. Junto con estos documentos había una cinta de video de las estrechas e insalubres condiciones que soportaban los visones y las nutrias en los laboratorios de investigación de la MSU. Mi deseo de hacer pública esta información era mucho mayor que mi deseo
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de protegerme a mí mismo de las rabiosas investigaciones del FBI y del ATF. Diecisiete meses después, fui acusado por el Gran Jurado de Michigan, basado en esta prueba. A principios de febrero de 1992, estaba en el río Little Bighorn, en Montana. Me vino a la cabeza la infame batalla, me conmocionó el único monumento que yo conozco sobre este hecho que glorifica a los que perdieron. Para mayor desgracia de los guerreros que perdieron su vida por defender a su familia y a su tierra, el monumento muestra una cara de la conquista de las Grandes Llanuras de las gentes indígenas por el ejército de EEUU. La verdad cuenta que George Armstrong Custer y su Séptima Caballería eran una fuerza de ocupación ilegal que traspasaba y violaba claramente el Tratado de Fort Larmie de 1868 para atacar los pacíficos campamentos no combatientes en el corazón de la Nación Lakota. El robo del periódico de Cavalryman es un recordatorio del descontento indígena respecto al trato de la herencia y de la cultura indígena por parte del Gobierno de EEUU. Durante los últimos once años me he situado entre el cazador y la presa, el vivisector y la víctima, los animales de piel y el peletero, el ballenero y la ballena. Esta es mi gente, y mi lugar. Es para ellos para los que yo debo mi vida. He decidido continuar la época de tradición honrada de resistencia a las fuerzas invasoras que están devastando nuestras casas y nuestra gente. Muchas personas han sido torturadas, asesinadas y encarceladas en este camino de guerreros, todavía debemos continuar y permanecer fuertes contra la tiranía que ha azotado a este continente durante los últimos 503 años. Como guerreros debemos aceptar que la prisión espera a aquellos que están dispuestos a comprometerse con la tierra y con su gente, cuando elegimos permanecer fieles a los compañeros guerreros cuya identidad permanece anónima. Todos somos Subcomandante Marcos, Crazy Horse y el ALF. Jamás debemos olvidar que para conseguir la paz y la liberación por la que nos esforzamos, debe haber sacrificio. Desgraciadamente, la historia nos cuenta que casi siempre somos nosotros los que debemos sacrificarnos. Esta no será la primera vez que un indígena vaya a prisión por mantener su obligación de proteger nuestra cultura, nuestra tierra y nuestra gente, y sobre todo, definitivamente, no será la última vez. Digo adiós de todo corazón a mi tierra madre por un tiempo para entrar en las prisiones de acero y hormigón que el Gobierno de EEUU reserva para sus ciudadanos descontentos. Esos son los premios que esperan a aquellos que dan sus vidas y su libertad para evitar la destrucción del más precioso planeta en el universo, nuestro sistema de apoyo de vida, nuestra querida Tierra madre. Para aquellos que habéis luchado a mi lado, siempre seréis mis amigos y mi familia, y por eso dejaré aquello que más amo, mi libertad. Afrontaré la prisión antes que decir una sola palabra en contra de aquellos que se encuentran en las líneas de frente de la batalla por proteger la tierra. Nuestra amistad es sagrada, y rezo por vuestra propia libertad, para que podáis extender vuestro amor a través de la acción que continúa rescatando a todo aquello que permanece salvaje. ¡No os rindáis nunca! Aunque puede que no volvamos a vernos de nuevo en las trincheras de la lucha por la liberación animal y de la tierra mediante la acción directa ilegal, siempre os tendré lo más cerca de mi corazón. Amigos míos, sed pacientes. No he olvidado a aquellos que todavía están detrás de los barrotes, a aquellos en las trampas y en los puntos de mira del orgullo y la ignorancia del hombre. Es el momento de que entregue mi papel de "héroe" de los movimiento ecologistas y por liberación animal a otros cuyos rostros todavía no son conocidos. Te doy a ti la responsabilidad de cuidar y proteger lo que
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queda de las naciones destruidas de los otros a los que llamamos animales. En vuestras manos está el futuro de siglos de vieja lucha, debéis encontrar héroes en vosotros mismos. Ahora debéis afrontar riesgos, en lugar de aplaudir a aquellos que han comenzado antes que vosotros. Con un corazón fuerte, el espíritu de la tierra, que es nuestra mejor fuerza, nunca os abandonará. Llevad bien su espíritu, y rociaos con su belleza cuando necesitéis fuerza verdadera. Yo he sido devuelto a casa por mi gente, la Nación Yaqui, y es por ellos por lo que ahora vuelvo para satisfacer a los espíritus inquietos de mis abuelas, a cuyos llantos debo responder. A veces, cuando somos guerreros, nos fuerzan a hacer cosas que no nos gusta hacer. En esta tierra en la que yo vivo ahora, donde fueron enterrados mis antepasados, el Gran guerrero Jerónimo encontró a veces necesario entregarse al Enemigo para reclutar a jóvenes guerreros para futuras batallas. Somos gente paciente. Nunca olvidéis la belleza, la magia, el amor y la vida por la que todos luchamos tan duro para protegerla, y por la que otros han dado tanto para defender. Nuestro miedo y nuestra tristeza es muy real, pero así es nuestra felicidad y nuestra alegría cuando presenciamos la llegada de la primavera. Siempre estaré a vuestro lado, y siempre encontraréis cobijo en mi casa. Os quiero a todos, y en vosotros deposito las esperanzas para hacer renacer y reavivar nuestras relaciones sagradas con todos los animales, la gente y la creación. Para siempre en vuestro honor y al Servicio de la Tierra Rod Coronado
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14. HITORIA DE LA NACIÓN DE LOS COYOTES Hey, ¿eres tú?, ¿sentado en la colina mirándonos esta noche? ¿Has venido para sacarnos de aquí? Te hemos estado esperando. Llorando todas las noches. Intentando decirte que esperábamos que vinieses. ¿Has oído... lo que están haciendo aquí con nosotros? Escucha, 140 coyotes llorando de dolor. Cada uno con su propia historia de separación, sufrimiento, tortura y muerte. Escucha, están intentando decirte lo suficiente como para romperte el corazón. Todo es verdad. Hermano. Tienes que sacarnos de aquí. Guerrero, escucha en caso de que estés cuestionando tu próximo movimiento. Aquí nos privan del alimento, luego nos alimentan con ovejas, ovejas con veneno radioactivo. Y observan cómo morimos. Introducen nuestro dolor en un ordenador para estudiarlo. Hermana guerrera, escucha en caso de que aun no estés decidida. Nos aparean para tener cachorros, luego nos los roban, los mutilan, los envenenan, nunca más volvemos a verlos. Sólo a veces les escuchamos, sólo son niños. Ellos nos abren, cogen nuestros úteros, nos envenenan, nos ven morir, ven si todavía podemos tener cachorros. Y cuando ya han terminado con nosotros, vierten nuestros cuerpos en tumbas tóxicas masivas. Mujer-relámpago, hermana mía, sácanos. Hombre trueno, hermano, véngate de nosotros. Somos Coyotes, y nuestra medicina es fuerte, incluso ahora. Tú y yo, somos iguales. Tú guerrero Coyote, nosotros Coyotes. Sanadores de espíritu. Este es nuestro camino, siempre salvaje, nunca morir. La mañana ha llegado y tú te vas, nuestros corazones están tristes, y te lloramos. Pero escuchamos tu promesa de que volverás. Hey, ¡Eres tú de nuevo! ¡Has vuelto! Esta vez estás alto, orgulloso, con el corazón valiente, directo cuando vas por el camino. No vienes a mirar. ¡A actuar! Te vemos ahí, cortando la valla con las herramientas. Cuando te acercas, nosotros cantamos, coyotes con dolor, coyotes excitados. Estamos enfermos, y nuestra tribu está destrozada, pero esta noche algo será libre. Nosotros aullamos. Un corazón junto a ti, para dar fuerza a nuestra debilidad, amor a los que se quedaron atrás, corazones rotos, llorando de pena. Corre Coyote. Directo a las colinas. Corre y sé libre. Sé un Coyote de nuevo. No mires atrás. Escuchamos a tu guerrero llorar, tú eres fuerte, y utilizas bien nuestra medicina. Tú tomas nuestro corazón, nosotros tomamos el tuyo. Todavía hay algunos que son nuestros hermanos, hermanas, soldados estrella. Quizá nosotros lo haremos... al menos algo. Guerreros Coyotes, ¿dónde estáis esta noche? Hoy vimos el laboratorio quemado. Aquel que esconde nuestras torturas. Vimos las llamas cuando el sol se ponía, danzamos y cantamos como Coyotes de nuevo. Ahora debemos correr, y tú también. Pero para siempre, nuestros corazones deben ser uno solo. ¡Hey, Guerreros Coyote! ¿Dónde estáis? Os hemos estado buscando.
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Os necesitamos. Os esperamos en los desiertos, en las montañas, en las llanuras, en nuestro hogar. Vosotros, Guerreros Coyote, también pertenecéis aquí. Nacidos para los humanos, todavía viviendo entre ellos, en sus locas ciudades. Ahora es el momento de que os marchéis. Venid a casa. Hay mucho que hacer. Muchos de nuestros salvajes están en prisión, ¿os acordáis? Siendo torturados, asesinados y destruidos. Nunca olvidamos. Vuestra es la lucha, esta lucha del perro soldado. ¡Conservad nuestros espíritus salvajes vivos! Aro salvaje fuerte, nunca se rompió. Y tu casa está aquí, entre nosotros, tus hermanas y hermanos salvajes. Tenemos mucho que enseñarte, recordarte nuestro poder. Venid a casa, Guerreros Coyote. Es la hora de rehacer la telaraña, la tribu para cada uno, todo para la Tierra Madre. Haz tu hoguera, y allí cantaremos para ti. Recuerda los días de hace mucho tiempo, cuando todos éramos uno. La medicina Coyotes es tu fuerza. Los espíritus de la tierra son fuertes, y están listos para ayudarte... si tú escuchas. Sociedades Guerreras, ahora es el momento. Encuentra a cada uno. Vuelve a casa. Sólo deberías estar entre el enemigo para atacar. Todos vosotros, Guerreros, conservadores del sueño, no dejéis a ellos que os tengan. No os desaniméis. ¿Qué te hace pensar que no tienes que esconderte? Debemos hacerlo. Tenemos medicina de Coyote para ayudarte a permanecer libre. Recuerda cómo es vivir. Salvajes. Orgullosos. Juntos. Libres. Preparaos, guerreros de la Tierra. El estafador se acerca.
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