Pero no sólo la mujer ha salido perdiendo en este injusta asignación de roles tradicionales. También los hombres han visto coartada su posibilidad de mostrar ternura y cariño hacia sus hijos, por miedo a perder su imagen de “masculinidad”.
Escuela de Padres y Madres Ciudad de Toledo Curso 2010 – 2011
La posibilidad de alimentar o cambiar los pañales a un hijo, entre otras muchas tareas, es un hecho gratificante que los padres de familia han tenido negados hasta hace bien poco. Y a cambio han sido relegados por convencionalismos al mundo de la calle, a asumir las cargas económicas y a no encontrar un espacio de dedicación a su familia dentro del hogar. ********* Un mayor grado de dedicación y esfuerzo requieren las familias que cuentan con hijos con alguna discapacidad. Además de los cuidados ya citados, están presentes los derivados del nivel de dependencia de estos niños, lo que supone un mayor desgaste físico y emocional en la persona encargada de asumirlos. En estos casos, si cabe más aún, se hace necesario el reparto de tareas y responsabilidades del hogar entre todos los adultos (hombres y mujeres) que conviven en el seno familiar. La solución más acertada pasaría por la negociación de la corresponsabilidad o responsabilidad compartida. Llegar a acuerdos sobre quién debe asumir qué tareas dentro del hogar proporciona bienestar a todos los miembros y permite disponer de tiempo para descansar, relajarse, planificar actividades de ocio o de formación académica. A la vez genera un estado anímico de mayor confianza y complicidad, lo que redunda en una disminución de conflictos entre los miembros de la familia. Os invitamos a reflexionar sobre ello en familia ¡Sería saludable atreverse a cambiar!
FEBRERO
REPARTO DE TAREAS EN EL HOGAR