ROBERTO SUÁREZ Corporación Corporagros Finca Manantial COLOMBIA
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ací en Ciénaga, Magdalena. Somos cuatro hermanos. Me crie con mis abuelos, sin una persona que me guiara. A los catorce años estudiaba en la tarde, en la mañana vendía fritos que hacía mi abuela y yo los llevaba de casa en casa. Empezaba a las siete y terminaba a las ocho y media de la mañana. Luego hacía mis tareas y en la tarde cuidaba a mis primos. De más grandecito trabajaba en bici-taxi. Siempre me mantuve entre los diez primeros de la clase, me gustaba hacer tarea e investigar. Les hacía la tarea a mis compañeros, ellos me pagaban por ese trabajo. Me gustaba exponer, decir de qué se trataba la actividad, así ganaba dinero para comer algo, porque las condiciones no eran las mejores. Nunca tuve los cuadernos que pedía la institución, siempre sacaba copia.
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En nuestra niñez no tuvimos apoyo, hoy gracias a una prima de Comercio Justo, nuestros hijos cambian su estilo de vida.
Siempre me ha gustado el fútbol, pero de chico no tenía un padre que me llevara a practicarlo. Una vez, de la empresa donde hoy laboro, me invitaron a jugar. Cuando faltaban cinco minutos para terminar me dieron la camiseta y me fue súper bien. Logré impresionar al dueño del equipo. Le conté que yo ganaba mi día a día en una bici-taxi. Me dijo «venga el domingo para otro partido». Fui y ganamos contra otra finca de banano. Me preguntaron si tengo mis documentos y gracias a eso pude ingresar a la empresa donde trabajo ahora. El jefe nos llevaba a jugar a otras fincas y teníamos una selección.
Red de Trabajadores y Trabajadoras de Comercio Justo
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