EDITORIAL: GUERRA , por Claudio César García Pintos INTERVENCIÓN DE LA CRISIS Y MÁS ALLÁ DE ELLA: USANDO LA LOGOTERAPIA PARA TRASCENDER EL TRAUMA, por Jerry Long Jr, (pp. 3-16) LA AUTOTRASCENDENCIA DE LA OBRA DE VIKTOR FRANKL, en nuestra práctica logoterapéutica, por José Martínez-Romero Gandós (pp-17 a 19) COMUNICACIÓN: ALEGRÍA Y SUFRIMIENTO, por Claudio César García Pintos (pp.20 a 22) LA PÁGINA DE CAVEF, por Claudio César García Pintos (pp.23 a 27) ¿EXISTEN LOS NATIVOS DIGITALES? Deconstruyendo el mito, por Patricia María Nigro (pp.28-29) EL CUIDADO DE LALS PRIMERAS ENTREVISTAS EN LOGOTERAPIA VINCULAR (1ª Parte), por Analía Boyadjián (pp. 30-31) OBSERVACIONES, por Dides Iliana Hernández Silvera (pp. 32 a 34) LA PÁGINA DE LOGOFORO, por Tere Vanek (pp. 35 A 36) ¿FUERA DE PROGRAMA? La tragedia de Germanwings, por Enrique Adúriz (pp. 38-39)
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Intervención de la crisis y más allá de ella: usando la logoterapia para trascender el trauma. Por Dr. Jerry Long Jr.
El Dr.Jerry Long Jr, tuvo su primer contacto con al Logoterapia en 1978, cuando leyó “El hombre en busca de sentido”. En ese momento se estaba recuperando de un accidente del que resultó cuadripléjico. Estaba estudiando Psicología en la Universidad y le escribió una carta a Viktor Frankl contándole su historia. Se hicieron amigos y, finalmente, colegas. Frankl se refería al Dr.Long frecuentemente, considerándolo un testimonio vivo del poder desafiante del espíritu. Jerry se doctoró en Psicología Clínica en 1990 y recibió varias distinciones por su trabajo profesional y científico. En 1998 escribió un artículo que fue publicado en el journal del VFI (y en la edición en español del mismo journal, publicado en BsAs por Editorial San Pablo) en una edición especial de tributo a Frankl en el primer aniversario de su fallecimiento. LOGORED publica ahora ese artículo como tributo a ambos, a Frankll y a Jerry Long Jr.
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ste artículo presenta un nuevo y pionero modelo de intervención de la crisis el cual supera a los anteriores enfatizando la importancia de incluir la espiritualidad (esto es la dimensión noética) como parte integral del tratamiento. Como tal, es una sólida razón para animar a los pacientes a alcanzar un mayor sentido en la vida y funcionar, en la mayoría de los casos, en un nivel noético del ser. Se establece un sólido basamento teórico para este modelo apoyado en los principios fundamentales de la logoterapia, se discuten las concomitantes prácticas clínicas logoterapéuticas y se utilizan varias historias clínicas para demostrar su eficacia.
historia de episodios de Depresión Mayor desde su adolescencia cuando tener citas y la imagen corporal se vuelven tan importantes. Karen tenía, y todavía tiene, un ligero sobrepeso. Ella ha luchado por años contra una pobre imagen de su cuerpo y concomitantes sentimientos de baja autoestima e inseguridad. Ella y Steve han salido juntos por algo más de un año y era evidente que su relación estaba llegando a niveles de intimidad cada vez más profundos con posible compromiso. De pronto, y sin mediar señal o advertencia alguna, Steve rompió la relación diciendo que "se había desgastado y que era tiempo de alejarse". Como es de suponer, Karen lo toma como otro rechazo, confirmación de su pérdida de valor, resultado de su "problema de peso". Así, ella cae en una proPrimera Parte funda depresión y hasta contempla la posibilidad del suicidio. Sus compañeras de dorKaren es una estudiante de 22 años en la mitorio se dan cuenta de que ella está paúltima etapa de su carrera y absolutamente sando por un mal momento pero no se perdesconocida para ustedes. Ella tiene una catan de lo severo de su desesperación. Una
04 tarde, altamente alcoholizada, Karen dispone una variedad de píldoras sobre la mesa justo en frente de ella con el propósito de "terminar con su dolor". Afortunadamente su compañera de cuarto llega y grita. Su consejero llama al centro de consulta de la universidad y usted es quien está de guardia . . . David tiene 44 años y es un exitoso analista de computadoras que trabaja para una firma de reconocida reputación. Disfruta de su trabajo. A menudo, se refiere a él como un "arte". Está felizmente casado con María desde hace 21 años y con quien comparte la alegría y el desafío de dos hijos - Stacey de 18 y David Jr. de 15. Desde todo punto de vista, David está viviendo el "Sueño Americano". Sin embargo, su estilo de vida soñado y su mundo entero se derrumban un día cuando es convocado a la oficina del gerente de proyecto. A pesar de su experiencia, profesionalidad y capacidad, él es uno de los cuarenta empleados que serán despedidos (con una compensación justa, por supuesto) ya que la compañía se ve obligada a una disminución en su personal por el incremento en sus costos. Debido a su estado de shock dificultosamente recuerda el camino de regreso a su casa. Después de informarle calmadamente a María, la realidad de cuanto ha ocurrido lo golpea y David cae en el sofá llorando como un bebé. En el transcurso de las próximas dos semanas, su nivel de desesperanza se hizo cada vez más profundo. Una tarde, sin que David se percatara, María lo ve guardar, entre sollozos, algo en un cajón. Unos minutos más tarde, él sale a caminar, siempre tomándose el cabello y con la mirada fija en lo alto, como aturdido. Ella aprovecha la oportunidad y busca en el cajón donde encuentra un revolver recién comprado y cargado. Inmediatamente, lo llama a usted, un psicólogo que está tratando a una de sus amigas. . .
Stephanie, treinta años, ascendente estrella social que compendia una "mujer de los '90". Ella vive con su compañero Mike, desde hace tres años, en un confortable hogar suburbano. Ella lo ama amorosamente. Como la mayoría de la gente puede ver, su vida es completa y la recompensa cabalmente. Sin embargo, nada está más alejado de la verdad. Por casi dos años ha visto frustrado su sueño de tener una familia y ser madre. Repetidamente, Mike evita toda discusión sobre matrimonio o cualquier otro arreglo que implique permanencia; él ha establecido consistentemente que no quiere niños y al ser enfrentado con quasi-ultimatums ha amenazado con interrumpir la relación. En medio de este dilema, Stephanie ha experimentado crecientes sentimientos de aislamiento, falta de dirección y vacío interior. En lugar de considerar una opción más racional como sería la de abandonar a Mike con la esperanza de "encontrar al hombre correcto", ella sólo siente que el tic-tac de su reloj biológico se desvanece. Así, su fuerza emocional le está dando rápida cabida a la desesperación y la depresión. Una tarde, mientras ella va de regreso a casa, Mike está haciendo la cama cuando encuentra una nota de suicidio debajo del colchón. Aunque ha sido escrita con anterioridad, está fechada para este día y en parte, se refiere a sus planes de actuar sobre sus sentimientos esta misma noche una vez que Mike se haya retirado a descansar. Conmovido, desesperado, toma inmediatamente las "Páginas Amarillas" y decide llamarlo a usted por ayuda . . . Estos tres pacientes son seres humanos reales tomados del archivo de mi práctica. Todos ellos fueron mis pacientes desde Diciembre de 1994 hasta Octubre de 1995. Aunque rodeados por diferentes circunstancias, el común denominador compartido por todos ellos es malsanos niveles de tensión y stress. Frankl describe que una "tensión saludable" es buena o positiva porque a menudo nos
05 conduce hacia un elevado sentido o propósito en la vida (en contraposición con la homeostasis emocional). Por otro lado, la excesiva tensión a menudo nos conduce a cierto nivel de distrés emocional, disminuyendo, en consecuencia, nuestro sentido o propósito en la vida. Partiendo de esta premisa, hay varios lazos comunes que unen, intrincadamente a estos tres pacientes.
exitoso manejo de la crisis. Esta intervención y lógica progresión del tratamiento es, por lo tanto, un modelo al cual he dado en llamar "intervención logoterapéutica superadora de la crisis".
Primero, cada persona está experimentando una severa pérdida la cual no está siendo manejada exitosamente. Esto se evidencia por la ya mencionada "confusión interior" como así también por los patrones de pensamiento negativos asociados y el comportamiento. Segundo, cada persona no ha comenzado realmente su proceso de aflicción, esencial para la recuperación. Como Elisabeth Kubler-Ross tan precisamente describe este proceso de negación -enojodesvalorización-depresión-aceptación, es que cada uno de estos pacientes abriga cierto grado de enojo sublimado y está aparentemente "atascado" en la fase de la depresión. Tercero, cada persona está sufriendo de lo que Frankl establece como "vacío existencial". En otras palabras, cada paciente está sufriendo de un vacío interior o vacuidad para el cual no puede hallar solución positiva independientemente. Cuarto y último, aún cuando podrían mencionarse más, cada persona ha manifestado un caso de lo que yo llamo "miopía emocional y espiritual". Esto es, cada uno de estos individuos ha desarrollado un severo caso de "visión de túnel" que sólo lleva a un singular final y desenlace negativo - el suicidio
En esta segunda parte, pondré al lector en conocimiento de los siete niveles de la "intervención logoterapéutica superadora de la crisis", la sintomatología del paciente en cada nivel y una visión general de las diferentes estrategias clínicas probadas como más efectivas en cada uno de ellos. Además, estableceré aquí un sólido fundamento teórico para mi modelo y las prácticas concomitantes resultantes de dicho fundamento. La tercera parte entonces consistirá en una descripción sinóptica y discusión de varias técnicas logoterapéuticas congruentes con este modelo. Por lo tanto, las intervenciones clínicas a discutir allí estarán construidas sobre una base de piedra y no de arena.
Así como Frankl "escuchaba a sus pacientes y aprendía de ellos" yo he escuchado atentamente a estos pacientes y a muchos otros y aprendí de ellos algunas valiosas y poderosas intervenciones clínicas logoterapéuticas de sumo enriquecimiento. Posteriormente, he desarrollado una teoría y práctica de intervención logoterapéutica de la crisis y la lógica progresión de la terapia siguiendo un
Segunda Parte
Muchos clínicos suscriben a la filosofía de que la intervención positiva de la crisis y la subsiguiente psicoterapia son consideradas exitosas si el paciente es capaz de retomar su anterior nivel de funcionamiento. [Por otro lado, la logoterapia, tanto en lo teórico como en lo práctico, acoplada al modelo de "intervención logoterapéutica superadora de la crisis", faculta al paciente a alcanzar un nivel de funcionamiento superior al que tenía antes del trauma. Esto es, con la experta utilización de las técnicas logoterapéuticas (es decir, derreflexión, intención paradójica, el Método Socrático y la modificación de actitud), el clínico puede medir la oportunidad de guiar al paciente hacia, y dentro, de un nivel de ser espiritualmente basado, fortalecido y más elástico. A menudo todos (pacientes y terapeutas) equiparan las crisis con el peligro. Si nos detenemos en este nivel de análisis entonces, por omisión,
06 ambos el pensamiento y la terapia son reduccionistas. Pero si en cambio nos esforzamos por actualizar la dimensión noética (espiritual) del paciente entonces lo tratamos en su capacidad humana única. Un ejemplo muy ilustrativo de esta contención es la traducción japonesa del significado de la palabra "crisis". Una definición cultural y literal reza -"¡peligro más oportunidad!". Más específicamente, se alienta al paciente a aprender de ella y crecer, y aún a trascender su predicamento transformando la tragedia en triunfo! Ahora, permítaseme continuar y enumerar cuidadosamente los detalles de este modelo de intervención logoterapéutica superadora de la crisis. El nuevo modelo está descripto en el siguiente diagrama (1– Intervención logoterapéutica superadora de la crisis) El primer nivel representa el nivel de funcionamiento normal o corriente de la persona. Como se ve, la línea es irregular pues ilustra los desniveles de lo que podríamos llamar una vida normal. Es importante tener presente que la frase "nivel normal de funcionamiento" es altamente idiosincrática. Cada persona es única y tiene diferente sentido de la vida, distintos propósitos o estresantes ambientales, etc. Esto no implica que una persona es mejor que otra sino que cada persona es diferente de las otras. Lo que usted y yo encontramos pleno de sentido en la vida (creativa, experiencial y actitudinalmente) puede diferir y probablemente difiera. Realmente, puede existir algún grado de coincidencia pero no obstante, los sentidos significativos son inexorablemente únicos. Por favor, no se mal interprete el sentido y la esencia de lo que estoy postulando. Al decir que la línea es "irregular" quiero significar que la gran mayoría de las personas hoy no maximiza su dimensión noética (espiritual). Más específicamente, en la agitada sociedad moderna, pocos individuos toman un tiempo
para aminorar la marcha (aunque sólo sea mentalmente) y, así, el "desafiante poder del espíritu humano" permanece en nosotros inactivo, latente en su mayor parte. Partiendo de esta premisa, la lógica conclusión es que existe un preponderante número de personas cuyos sentidos del momento y los universales (es decir, valores o creencias morales) se encuentran "adormecidos". Una excelente analogía para esta línea de razonamiento es el ejemplo que Frankl propone en cuanto, a la esencia (versus existencia) de un avión. Es un aeroplano aún cuando éste carretea sobre la pista pero, sin embargo, sólo cuando sus ruedas dejan el suelo alcanza su verdadera esencia. Del mismo modo sólo cuando se actualiza la espiritualidad inherente (noos) se actualiza la esencia de ser "humano"! Refiriéndonos nuevamente a la Figura no 1, la persona experimenta el nivel 2: el del principio de la crisis y sus inmediatas consecuencias ya que cuando la desesperación comienza se transforma en una fuerza destructiva. Como está representado gráficamente, se produce un rápido descenso y en algunos casos una rápida caída de la energía fisiológica, psicológica y espiritual. Lo más importante en esta etapa es la notable falta de utilización de la dimensión noética.Esto es, no ejercitan lo que Frankl establece como "el desafiante poder del espíritu humanoAsí, esta caída se acelera ostensiblemente. Concomitantemente, la persona usualmente manifiesta la clásica sintomatología de la Depresión Mayor, es decir, pensamiento nihilístico, aislamiento progresivo (quizás más emocional que físico), desórdenes en el sueño, deterioro de la higiene personal, cambio en los hábitos alimenticios, abuso de sustancias (para "adormecer" su dolor), etc. Es en este punto cuando se desarrolla un poderoso sentimiento de poco mérito o valor y la idea de suicidio (o son exacerbados si acaso fuesen pre-existentes). Se establece un círculo vicioso ya que la desesperanza
07 conduce al temor el cual nos lleva nuevamente a la desesperanza, ahora incrementada, la que a su vez se transforma en depresión clínica. El lapso de tiempo en el que este deterioro se desenvuelve es altamente idiosincrático En algunos casos, la crisis (o probablemente las crisis) empuja a la persona muy rápidamente hacia el nivel más profundo de desesperanza mientras otras pueden deteriorarse más lentamente. Sin embargo, como mencionamos en el párrafo anterior, el camino más frecuente es el del ostensible descenso hacia una severa depresión clínica. Una vez más, el punto en la línea para determinar el movimiento hacia una salud mental disfuncional es el nivel de funcionamiento normal o corriente altamente idiosincrático del paciente. Esto nos lleva al nivel tres donde el individuo continúa en su espiral descendente hacia el punto en el cual cualquier posible luz al final del túnel se vuelve imperceptible o eventualmente inexistente. Es en este momento clave cuando se pasa de las ideas suicidas al establecimiento de un plan para la propia destrucción (es decir, las ideas se fortalecen en tanto y en cuanto se convierten en planeados cursos de acción). Es en esta hora muy crítica en que la intervención del profesional reemplaza y virtualmente borra cualquier pensamiento con respecto al deseo de una búsqueda de consejo más temprana, llegando a aquellos más queridos, explorando otras posibilidades, etc. Es precisamente aquí donde cada uno de los tres ejemplos clínicos llega a su fin. Ciertamente, el instante óptimo para la ayuda profesional era anterior pero ahora es imperativo! Sin embargo, muy a menudo la persona está firmemente atrincherada en lo que yo denomino "miopía emocional y espiritual". Metafóricamente hablando, ¡los árboles no la dejan ver el bosque!. Mientras esté atrapada en esa enmarañada red bloqueando cualquier visión de algo o alguien más allá de ella mis-
ma, ni la más remota posibilidad de una salida positiva puede surgir. Desafortunada y trágicamente, muchas personas hacen su elección EN CONTRA del sentido y llevan a cabo su plan suicida. Excepto por sus deudos, la mayoría de las víctimas de tal inútil pérdida pasan a ser otra "estadística" social. Es cierto que algunas de estas muertes son bastante evidentes como un disparo en la cabeza, una intencional sobredosis de droga letal o dejarse morir dentro del auto estacionado en el garage con el motor en funcionamiento y la puerta cerrada. Sin embargo, muchas veces estos suicidios son "escondidos" o cuestionables, tales como un accidente automovilístico, el "resbalón" o la caída desde lo alto de un acantilado o de un puente en un aparente día de pesca, una "no intencional" sobredosis de droga, etc. Aquellos que logran con éxito su cometido, dejan detrás de sí una familia confundida, dolida, un amigo con sentimiento de culpa incriminándose por lo que "debió" haber hecho, etc. Ciertamente el mejor curso de acción es la prevención (o reducción del impacto negativo) de un problema antes de que éste se nos escape de las manos. Sin embargo, como sabemos, en el "mundo real", la gente usualmente espera hasta llegar al final de la soga antes de buscar ayuda profesional. Dada esta áspera realidad, no puedo enfatizar suficientemente que el momento óptimo para la intervención profesional es el inmediato posterior a la crisis. Si bien la mayoría de los modelos de intervención de la crisis (y las respectivas prácticas basadas en ellos) son efectivos, ellos no van demasiado lejos. En profundo contraste, la logoterapia (a diferencia de las intervenciones reduccionistas tales como el tradicional psicoanálisis freudiano o la terapia de comportamiento basada en estímulo-respuesta) apunta al fortalecimiento del "noos" para incrementar la autoestima, desarrollar técnicas de abordaje y poner en conocimiento del paciente el o los
08 sentidos (del momento y universales) de su propia vida. Así, la intervención logoterapéutica superadora de la crisis es extremadamente efectiva para resguardarse de o reducir la fuerza destructiva de una crisis y mejorar el pronóstico del paciente con terapia subsiguiente. Aunque hay una multitud de razones para este postulado, permítanme delinear aquí unas pocas. Primero, a pesar de la enormidad del trauma, es la ocasión en que la psicoterapia orientada hacia la búsqueda y compromiso en el sentido permite al paciente mantener suficiente energía fisiológica, psicológica y noética para, a través de la consulta, actualizar intervenciones clínicas. Segundo, es aquí cuando muchos pacientes reconocen su incapacidad para manejarse independientemente y están muy receptivos para seguir cursos de acción logoterapéuticamente sugeridos. Tercero, en este estado de la intervención un experto logoterapeuta puede ayudar a poner en conocimiento de su paciente el "desafiante poder del espíritu humano". Como Frankl afirma, todos los seres humanos tienen libertad de elección y, más específicamente, la libertad de elegir su propia actitud en cualquier circunstancia. Y sigue, estableciendo que, la libertad de elección y la utilización de su propia dimensión noética (espiritual) es "la última de las libertades humanas". Por lo tanto, si logramos que el paciente tenga cada vez más conocimiento de este tremendo poder latente en él, podemos ayudarlo a desafiar sus obstáculos y ¡verlos como verdaderos retos! Esto nos conduce al nivel cuatro - el paciente "toca fondo". Es en este umbral donde la persona se presenta virtualmente impotente para activar cualquier productiva elección de sentido. Esto no significa que nunca más tendrá esa capacidad sino que ha perdido contacto con su "desafiante poder del espíritu humano". En estas condiciones, el paciente usualmente no ve otra opción más que el suicidio para aliviar su sufrimiento.
Baste decir que este es el punto clave en el que, de no mediar intervención alguna, se llega a una elección en contra del sentido y que la intervención logoterapéutica de la crisis ofrece, al menos, la oportunidad hacia una alternativa por el sentido. La intervención logoterapéutica superadora de la crisis no ofrece garantías pero al menos, si se utiliza, el pronóstico es mucho mejor. La inmediata tarea para el terapeuta es facultar al paciente, de alguna manera, a decir "sí" a la vida. Las palabras de Richard Bach (autor de Jonathan Livingston Seagull) ejemplifican ampliamente este propósito: "Aquí hay una prueba para descubrir si tu misión sobre la Tierra ha finalizado. ¡Si estás vivo, entonces no!". La frase "toca fondo" demuestra que el paciente ha perdido ostensiblemente toda energía para resguardarse de la crisis, tomar cualquier acción independiente positiva o productiva y, finalmente, hallar otra opción que no sea el suicidio. Es por eso que elegí la palabra "umbral" en el párrafo anterior; es decir, si el paciente no busca y obtiene ayuda profesional (lo que podría significar para él "su último esfuerzo") o si la intervención profesional no llega a través de otra persona involucrada para otorgar ayuda inmediata, entonces el paciente verdaderamente alcanza ese umbral donde su lazo con la vida se debilita. Considerando que la frase elegida es "toca fondo", la persona a menudo se siente como si estuviera en una "arena movediza emocional" o un pozo sin fondo. Muchos clínicos suscriben a la idea que establece que para que una intervención sea considerada exitosa, la crisis (o a menudo, las crisis) necesitan ser resueltas. Contrariamente, el objetivo logoterapéutico en esta circunstancia es doble; engendrar esperanza y ayudar al paciente a decir "Sí" a la vida Una vez que estos criterios son alcanzados (utilizando la ya mencionada intervención logoterapéutica superadora de la crisis) la terapia puede proceder - avanzando hacia la
09 resolución de la crisis, siempre incrementando el conocimiento del propósito en la vida y la auto-trascendencia. En otras palabras, es bastante irreal y potencialmente descorazonador esperar que la intervención inicial "arregle todo". Si, y cuando, el paciente regresa, entonces el terapeuta ha engendrado exitosamente esperanza y lo ha facultado para el "Sí" a la vida. En realidad, el éxito de la primera sesión ¡es la segunda! Ahora, pensemos que la crisis inmediata ha sido conjurada afortunadamente, el paciente no ha llevado a cabo su plan o su impulso hacia la comisión de suicidio ha sido inhibido. Es desde aquí que podemos avanzar hacia el nivel cinco del modelo de intervención logoterapéutica superadora de la crisis. Este es equitativo con las cualidades o características de las fases iniciales o medias de cualquier asesoramiento o relación psicoterapéutica. Estas cualidades o características esenciales son conocidas como "NO ESPECÍFICAS" de la psicoterapia y ellas han sido delineadas claramente por Jerome Frank en su libro Persuasion and Healing. Algunos ejemplos representativos son el establecimiento de una relación armónica, un vínculo de confianza, evidenciando que el paciente cree en la competencia del terapeuta que desarrolla un clima terapéutico de honestidad, seguridad y confort (a menudo el paciente considera sus sesiones y el consultorio como un santuario), delineando un plan de tratamiento y el paciente implementando estas "sugerencias conducentes"; la apertura y la flexibilidad de ambos para modificar el plan en caso de que esto fuese imperativo, etc. Dados estos aspectos, el logoterapeuta puede entonces ayudar al paciente a avanzar explorando y aún "descubriendo" el o los sentidos en su vida. Éstos conformarán la piedra angular de su cura, tanto en el proceso terapéutico como más allá de él. Por otra parte, se vuelve cada vez más convincente el hecho de que el logoterapeuta faculta al pa-
ciente a utilizar su "desafiante poder del espíritu humano" (aunque, en la mayoría de los casos, estas frases técnicas nunca deben ser empleadas en el curso de la terapia El logoterapeuta experto "encuentra al paciente donde éste está" y usa esto como trampolín para poner en movimiento su dimensión noética hacia la autotrascendencia. En este punto no puedo enfatizar suficientemente la importancia de una resuelta incorporación de la espiritualidad en el proceso terapéutico. Esto es, como hemos discutido anteriormente, los seres humanos son seres tripartitos: tenemos el soma (físico); la psiquis (psicológico) y la noética (espíritu). En el siguiente diagrama representamos la ontología tridimensional de Frankl. (Fugura 2) Por otra parte, como Frankl ha afirmado tan elocuentemente, "Si no tratamos a nuestros pacientes como seres tri-dimensionales que tienen no sólo dimensiones somáticas y psíquicas sino también espirituales, la única diferencia entre nosotros y los veterinarios es la clientela"! Es importante recordar que el período de tiempo que tomará cada paciente para recuperar la suficiente energía fisiológica, psicológica y espiritual para trabajar intensamente (dentro y fuera de la terapia) y lograr un éxito significativo varía tremendamente. A partir de aquí, el paciente pasa al nivel seis de este modelo el cual representa (por favor, refiérase nuevamente a la figura 1) el regreso al grado de funcionamiento previo. Realmente, una importante mejora tiene lugar cuando la intervención comienza. Como se estableció anteriormente, muchos clínicos consideran este regreso al funcionamiento previo como el equivalente al éxito de la terapia (el cual no es tan diferente del tradicional psicoanálisis freudiano mediante el cual una vez logrado el "insight" el análisis es visto como exitoso). Sin embargo, si como logo-
10 terapeutas nos detenemos aquí, habremos causado un cierto grado de perjuicio a nuestros respectivos pacientes. Así como el hito de la logoterapia de Frankl es la autotrascendencia entonces el hito de la práctica logoterapéutica ¡debería ser la terapia trascendente! Más específicamente, el término "terapia trascendente" implica llevar a cabo la intervención por encima y más allá del regreso del paciente a su nivel de funcionamiento previo. Es decir, que faculte al paciente para alcanzar "más elevados" propósitos tales como: un más profundo y enriquecedor entendimiento de lo que lo lleva a su deterioro emocional, mejores técnicas de abordaje para maximizar su independencia de los futuros e inevitables estresantes en su vida, construir una base más estable para su cada vez más segura y enriquecida calidad de vida; desarrollar un mejor y más acabado entendimiento de los precipitantes o "señales de advertencia" con relación a una posible crisis y tomar las medidas preventivas y entrando en conocimiento de ellas, desarrollar su máximo potencial y utilizar su "desafiante poder del espíritu humano". Consecuentemente, en este punto del proceso terapéutico, el paciente avanza hacia el nivel siete de este modelo, el de "trascender el trauma". Refiriéndonos nuevamente a la figura 1, gráficamente describe esta fase de la terapia como representativa del paciente alzándose por sobre su nivel previo de funcionamiento para alcanzar un más alto "Ser-en-elmundo" con una mayor base noética Es importante subrayar aquí que la palabra elegida (e imperativa) es "ser". Esto implica y significa que nuestra búsqueda de sentido es un proceso siempre evolutivo, de toda la vida. Como Frankl ha escrito tan correctamente, debe existir una "tensión saludable"(en oposición al estado homeostático) la cual nos motive a esforzarnos por cambiantes y diferentes sentidos en la vida. Es bas-
tante sencillo entender esto con sólo ver el título del libro más leído de Frankl, El Hombre en Busca de Sentido. Nótese que la expresión utilizada es "en busca", porque si el sentido en la vida fuera, remotamente, considerado como un objetivo el cual, una vez alcanzado, permaneciera constante por siempre, entonces el título debería haber sido ¡"El Hombre y el Logro del Sentido"! La logoterapia enfatiza la importancia de la búsqueda de sentido en la vida como un proceso no como un objetivo alcanzado. Es por eso, que en su libro The Doctor and the Soul, Frankl tan diestramente describe que si los santos consideraran el sentido en la vida como un objetivo directo nunca hubieran alcanzado la santidad Con esta descripción y en el nivel siete de este modelo la terapia enfoca crecidamente hacia la inducción y la construcción de la dimensión noética o espiritual del paciente. Ciertamente, el "desafiante poder del espíritu humano" va a la vanguardia del proceso terapéutico. Durante esta última fase de la intervención el paciente a menudo se vuelve crecidamente hábil e independiente. Esto lo lleva no sólo a un mejor manejo de su vida cotidiana, sino también a un estilo de vida auto trascendente, con lo cual valoriza su condición de ser-en-el-mundo Concomitantemente, sus relaciones usualmente mejoran,(platónicas, profesionales, personales) , su actitud cambia drásticamente, su conducta exuda vida y optimismo, virtualmente todos los aspectos de sus niveles de energía se disparan (física, mental y espiritual) y a menudo manifiesta su auto trascendente nivel de ser, entregándose a los otros, a causas, etc. Es aquí cuando, a través de la auto -trascendencia, el paciente verdaderamente alcanza su esencia como ser humano (similar a la analogía con el avión en el momento exacto en que sus ruedas se despegan de la tierra y éste actualiza su esencia). Ya las sesiones pueden comenzar a espaciarse hasta concluir con la relación de con-
11 sulta. Tercera parte Durante los siete niveles del modelo de "intervención logoterapéutica superadora de la crisis" se utilizan varias técnicas clínicas (y combinaciones) desarrolladas por la logoterapia. Estas incluyen, pero no están limitadas a ellas, el Método Socrático, la Intención Paradójica, Derreflexión y Modificación de nuestra propia actitud. Cada una de estas prácticas clínicas son particularmente convincentes durante varios niveles de este modelo de intervención. Nos llevaría un libro delinear detalladamente la eficacia, discutir comprensivamente la oportuna interjección y proveer exhaustivos ejemplos clínicos de cada técnica en cualquier punto dado a lo largo de los siete niveles del modelo. Por lo tanto, desarrollaré un sinóptico discurso sobre estas particularidades. También es extremadamente importante recordar que este modelo y las lógicas intervenciones logoterapéuticas resultantes están basadas en la premisa fundamental de que un preponderante número de pacientes en crisis sufren de lo que podríamos diagnosticar DSM-IV como Depresión Mayor (incluyendo unipolar y bipolar). Como recordarán, nos referimos al nivel uno como el de "corriente o normal nivel de funcionamiento". Baste decir que aquí ninguna técnica logoterapéutica formal se presenta (mucho menos se utiliza) porque el paciente identificado no ha comenzado intervención profesional formal alguna. Sin embargo, es cierto que, algunas personas se valen de su "desafiante poder del espíritu humano" intuitivamente, reduciendo por lo tanto, la fuerza destructiva de los inevitables "bajones" de la vida. Estos individuos tiene una salud mental muy buena o excelente y pueden manejarse bastante efectivamente con las diferentes crisis de la vida. Así, tales personas que viven en un nivel predominan-
temente auto trascendente (teniendo un elevado sentido o propósito en la vida) conjuran muchas crisis las cuales son resueltas de manera deliberada y plena de significación. Esto no quiere decir que dichas personas saludables no se sientan abrumadas o exasperadas cuando ocurre una crisis. Significa que poseen gran elasticidad para "brincar" rápidamente, difundir y resolver la crisis antes de que sus potenciales efectos destructivos tengan lugar. Por otro lado, nuestra discusión y el modelo que he desarrollado y explicado en la segunda parte se refieren a un basto número de personas quienes, por su falta de habilidad para poner en marcha tales potenciales, sucumben ante los efectos devastadores que una crisis seria tiene sobre su salud fisiológica, psicológica y espiritual. En otras palabras, nuestra discusión es sobre personas que tienen un bajo o pequeño sentido en la vida y falta o pérdida de una dirección o propósito. Desafortunadamente, en la sociedad de hoy, esto incluye a la mayoría de las personas. Más específicamente, ellos están padeciendo un severo caso de lo que Frankl denomina "vacío existencial". Esta tremendamente poderosa vacuidad interior deja a la persona con un sentimiento que muchos de mis pacientes, anteriores y actuales, han descripto a menudo como "la cáscara de una persona". En el nivel dos (el del principio de la crisis) el futuro paciente rápidamente se halla inmerso en un mar de desesperanza. E x h i b e un comportamiento representativo de su estado mental denominado "miopía espiritual emocional". Algunos ejemplos de este tipo de comportamiento son: combinación de todos sus "problemas de la vida normal" con el evento de la presente crisis (exacerbando así tremendamente el impacto negativo); aislamiento emocional y/o físico, pensamiento nihilístico (el cual virtualmente elimina toda posibilidad de resolución independiente exitosa); "visión de túnel" la cual lo lleva a un mayor grado de desesperanza, abuso de sus-
12 tancias y pensamientos iniciales sobre la ción. Tercero, una vez superado dicho obstáidea del suicidio como camino viable para culo, aunque en algunos casos se reincida, el proceso curativo verdaderamente comienaliviar su dolor En este punto, la intervención logoterapéuti- za cuando el paciente es guiado poco a poco ca superadora de la crisis se focaliza literal- hacia el "Sí" a la vida. Cuarto, en este punto, mente en salvar la vida del paciente. Una es- es clínicamente imperioso intercalar la Motratégica logoterapéutica extremadamente dificación de la propia Actitud en el tapiz teefectiva durante este período es la comple- rapéutico. Encadenando estas dos intervenmentación del Método Socrático y la Modifi- ciones el logoterapeuta sonsaca el sentido en cación de la propia actitud. Primero, men- la vida pero también comienza a ayudar al cionemos la eficacia del Método Socrático paciente a perforar su dimensión noética Escuchando cuidadosamente al paciente y previamente adormecida, con lo cual activa realmente oyendo la descripción de su situa- su "desafiante poder del espíritu humano". ción, un logoterapeuta experto puede disi- Quinto y último, estas dos técnicas logotemuladamente introducir preguntas formula- rapéuticas ayudan a fortalecer de manera das para tomar conocimiento de aquel único amable y no directiva el poco dominio que sentido(s) en la vida de su paciente. Éste tiene el paciente de su vida. Así, la sensapuede ser un niño necesitado, una esposa ción de recobrar cierto grado de control socariñosa y tolerante, un miembro de la fami- bre su vida apuntala sentimientos de identilia dependiente, un proyecto especial o cau- dad y de propósito más sólidos. Es imporsa abandonada incompleta, un trabajo parti- tante apuntar aquí que las otras dos técnilogoterapéuticas fundamentales cularmente apreciado que espera ser concre- cas tado, un objetivo personal todavía por alcan- (derreflexión e intención paradójica) serán zar, etc. Respectivamente, estos ejemplos extremadamente efectivas en posteriores claramente demuestran sentidos creativos, etapas del proceso de consulta pero como experienciales y actitudinales. Es evidente técnicas orientadas a la solución de los proque existen varias razones para que una de blemas de alguna manera más directa, ellas las intervenciones logoterapéuticas preferi- pueden abrumar al paciente durante este estado emocionalmente frágil. das en esta etapa sea el Método Socrático. Primero, de esta técnica no agresiva a menudo resulta un acopio de cantidades masivas de información las cuales pueden ser usadas a lo largo del curso de la terapia. Segundo, es imperativo que el logoterapeuta recuerde que el objetivo primario de esta intervención inicial es engendrar algún sentimiento de esperanza . Es decir, la tarea inicial no es "solucionar" repentinamente los problemas del paciente sino ayudarlo a salir (aunque más no sea ligeramente) de su abismo de desesperanza Si el logoterapeuta puede hacer que el paciente vea al menos una parte de su vida como plena de sentido y positiva (considerando que antes no las había) entonces un monumental obstáculo habrá sido salvado - el del suicidio como única op-
Esto nos lleva al nivel tres del modelo de intervención logoterapéutica superadora de la crisis- período durante el cual el paciente continúa su espiral descendente hacia niveles de desesperanza y depresión cada vez más profundos. Al igual que en el anterior, el Método Socrático y la Modificación de la propia Actitud, permanecen como intervenciones logoterapéuticas cruciales. Ellas sirven no sólo por lo mencionado anteriormente sino también, en general, como terapia de apoyo cuyo propósito es desacelerar el deterioro emocional del paciente. Es interesante ver cómo en este punto durante la intervención, la técnica logoterapéutica de la derreflexión a menudo resulta se altamente efectiva "calmando" el inmediato dolor del
13 paciente y ofreciendo sutilmente otras opcio- conocimiento más profundo de sus "problemas interiores" los cuales aparecen nes más positivas que la del suicidio Es decir, alejando la energía mental de las como insalvables. Baste decir que, en esta anteojeras impuestas por su presente condi- fase y en la del comienzo de la crisis, las ción y dándole la oportunidad de focalizarla distintas posibilidades de fatalidad están en sobre asuntos más optimistas en su lugar su punto máximo. La razón para esto es re(aunque temporariamente, por ahora). En la lativamente simple y frecuentemente pasada terminología logoterapéutica, el paciente por alto. Más específicamente, cuando a está comenzando el proceso de auto- través del insight inicial , el paciente percibe trascendencia aún sin darse cuenta. Sin em- lo profundo de sus "carencias", a menudo bargo, no se interprete lo que acabo de de- considera que le es virtualmente imposible cir: como que el paciente ha superado la eta- alcanzar una acción correctiva. Mientras espa difícil y se encuentra en un permanente te discernimiento es la base para futuro proimpulso ascendente. En realidad, un fenó- greso tiene, en esta instancia, un efecto de meno diferente está teniendo lugar - mien- "doble filo". Esto es, el paciente experimenta tras el paciente está, ciertamente, benefi- sentimientos opuestos de esperanza y desesciándose con la terapia, sigue en su espiral peranza. descendente. Aunque a primera vista, esto aparezca como paradójico o contradictorio, un análisis más profundo subraya lo racional de lo que aquí deseo significar. En otras palabras, esto no quiere decir que la intervención en el nivel tres no sea productiva. Por el contrario, indica que en este punto tiene un impacto muy positivo "estabilizando" o "anclando" al paciente cuando toda la fuerza de la crisis lo envuelve. Esto de algún modo contrarresta el grado de desesperación y desesperanza los cuales hubieran concurrido en ausencia de cualquier intervención (lo que frecuentemente culmina en suicidio o intento de suicidio Así, mientras el paciente está luchando con la crisis y aprendiendo de su etiología, aún no ha alcanzado el nivel cuatro: el de "tocar fondo". El nivel cuatro - el paciente "toca fondo" - se establece cuando el paciente verdaderamente sufre los efectos emocionalmente desvastadores de la crisis. "Tocar fondo" (en lugar de al comienzo de la crisis) tiene dos razones: Primero, porque se alcanza el insight y el conocimiento de las ramificaciones de la crisis, a menudo aparece un abrumador sentimiento de condena y, segundo, porque el paciente ha usualmente desarrollado un
Una vez superado este crítico momento, la terapia puede continuar hacia el nivel cinco en el que se trabaja activamente en psicoterapia hacia cada vez más altos niveles de buena salud mental. Así, una vez más, el Método Socrático, la Modificación de la propia Actitud y la derreflexión es la modalidad de tratamiento tripartito preferida y más beneficiosa. Después de que esta segunda "crisis" ("tocar fondo") es manejada exitosamente, el logoterapeuta puede entonces utilizar los insights de su paciente en forma productiva ayudándolo para comenzar a aplicar ese conocimiento hacia el perfeccionamiento de sí mismo y el mejoramiento de su calidad de vida en general. Un mero ejemplo de algunos de los objetivos y logros durante esta etapa son: establecer un sentimiento de identidad más firme, desarrollar una mejor habilidad para priorizar correctamente las diferentes misiones en la vida; interactuar con otros a través de mejores relaciones; lograr un fortalecido sentido de propósito y dirección; establecer un muy superado set de técnicas de abordaje, experimentar cada vez más grandes sentidos en la vida, tener un claro conocimiento y utilización de su "desafiante poder del espíritu humano".
14 También durante el nivel cinco, la apropiada y temprana utilización de la Intención Paradójica (contingente, por supuesto, con las necesidades únicas del paciente) a menudo resulta ser una intervención clínica muy poderosa. En aquellos casos en que es una técnica de intervención apropiada, es muy útil por su eficacia terapéutica probada. El paciente ahora se encuentra más "saludable" y fuerte que antes, por lo tanto percibe la naturaleza directiva de este acercamiento como invasora o agresiva (esto no hubiese sucedido así en etapas anteriores cuando su condición era más "frágil"). Sin embargo, debemos permanecer constantemente atentos de que estamos allí para atender al paciente y no al revés. Por lo tanto, un eclecticismo técnico y la apertura para modificar el plan de tratamiento son en pos del mejor interés del paciente. Hacia el final del nivel cinco éste se encuentra bastante saludable, mucho más funcional que antes y está lleno de esperanza donde una vez sólo había desesperanza. Es ahora cuando pasa al nivel seis de este modelo- el del regreso al nivel de funcionamiento previo. Como mencionamos anteriormente, muchos clínicos suscriben a la filosofía (y práctica) que tal regreso implica éxito, la terapia se dosifica y al poco tiempo finaliza. Es incuestionablemente correcto que el paciente ha hecho un fenomenal progreso en relación con el punto inicial de intervención. También podemos asumir con cierta seguridad que, en este momento, la mayoría de las partes en la vida del paciente están otra vez en orden, posee un mejor sentido de autoestima y su visión de la vida es, por lejos, más positiva que antes. Sin embargo, como enunciamos con anterioridad, detenernos aquí (como hacen la mayoría de las formas de psicoterapia) sería, por descuido, actuar como ligeramente reduccionistas (y sabemos que la logoterapia no lo es) El por qué de esta afirmación es la siguiente: en esta etapa de la terapia, aún no hemos facultado al pa-
ciente para alcanzar el nivel de autotrascendencia. En este punto, nuestra práctica logoterapéutica tiene cierto déficit de su máxima (logoterapéutica) filosófica fundamental de auto-trascendencia. Por lo tanto, la consulta logoterapéutica debería continuar- siempre esforzándonos en asistir al paciente para alcanzar el nivel siete de la "superación del trauma". Éste está gráficamente descripto en la figura 1, como un firme ascenso del paciente hacia un nivel noético (espiritual) de funcionamiento. Mientras que previamente el paciente se movía a través de la vida de una manera "normal" y regular (por favor, refiérase nuevamente al nivel uno de la figura 1) el objetivo logoterapéutico del nivel siete de este modelo es facultarlo para alcanzar lo que podría ser denominado como "nivel de existencia basado en la noética". Así como las cuatro técnicas logoterapéuticas discutidas son útiles, el modo más poderoso y preferido de intervención en este momento de la terapia es la Modificación de la Propia Actitud. La razón para ello es que es una intervención cuya base ¡es noética! Aquí debemos enfatizar firmemente que cada tratamiento consiste en una única combinación de cualquier número de estas cuatro técnicas. Así como cada ser humano y su respectivo sentido(s) en la vida son únicos, así debe ser su tratamiento. Consecuentemente, podemos desestimar una o más de las intervenciones logoterapéuticas mencionadas según el paciente y la problemática que éste plantee. Es importante establecer aquí que el proceso de dosificación de la terapéutica puede comenzar. Esto es, una vez en el nivel siete, sería clínicamente prudente espaciar las sesiones de consulta del paciente progresivamente hasta llegar a la finalización formal de la intervención. Con ello, varios objetivos pueden ser alcanzados. Algunos de ellos incluyen, pero no quedan limitados a estos, los siguientes ejemplos: Primero, incrementando el período de tiempo entre sesiones,
15 cualquier transferencia puede ser dirigida y solucionada. Segundo, estos prolongados lapsos de tiempo pueden servir como "chequeos del terreno" para determinar la eficacia terapéutica de la habilidad del paciente para extrapolar su progreso más allá de la formal sesión de consulta. Tercero y último, a través de esta dosificación, el paciente usualmente logra un elevado sentido de auto control e independencia. Así, al finalizar la consulta, la probabilidad de recaer en una crisis tan desvastadora como la primera disminuye considerablemente. Por último, llega el momento de la finalización formal de la intervención y de dar el alta al paciente. En contraste con el estado del paciente al final del nivel seis (el regreso al nivel previo de funcionamiento), sus características, una vez concluida la séptima etapa, han mejorado ostensiblemente. Algunas de estas características o cualidades incluyen un sentido de identidad muy fortalecido, un muy alto sentido en la orientación de su vida, un distinto y más fuerte sentido interior de propósito y dirección en la vida, técnicas de abordaje tremendamente valorizadas y, lo más importante, un nivel de ser auto trascendente. Aceptando el desafío de dar ese paso extra "trascendental", el logoterapeuta asiste al paciente para alcanzar un nivel de ser considerado virtualmente imposible de lograr sólo unos meses atrás. En este punto que el paciente, como el avión despegando sus ruedas de la pista, ha actualizado su esencia. Conclusión: Irónicamente, el mejor cumplido que un logoterapeuta puede recibir es quedarse sin trabajo! Sin embargo, como tales, bien sabemos que siempre hay una innumerable cantidad de personas "esperando" ansiosamente ocupar el espacio liberado por algún paciente regular dado de alta. Este es, ciertamente, un triste comentario con respecto al estado
de la sociedad de hoy porque mucha gente está, según las palabras de Frankl, "clamando por sentido". Pero a su vez, es un signo muy positivo ya que el sentido y la responsabilidad de la sociedad debe comenzar por el sentido y la responsabilidad individual. En los días que corren, las personas están asediadas por multitud de estresantes eventos (y los sentimientos asociados) para los cuales la mayoría no tiene técnicas de abordaje y el nivel noético de ser para resolver independientemente las diferentes crisis en la vida. Ha sido investigado y documentado que, aproximadamente el 64% de los Americanos, tienen un bajo propósito en la vida (medido por el PIL test desarrollado por Crumbaugh). Esto es bastante conmocionante ya que cuantitativamente significa que dos de cada tres personas están desilusionadas, perdiendo su sentido de dirección en la vida y considerando a su propia existencia como de poco valor! Tomando distancia y viéndolo desde una perspectiva puramente clínica, dos de cada tres personas están experimentando alguna forma, tipo e intensidad de depresión que amerita tratamiento. No asombra el hecho de que los teléfonos de los terapeutas siempre estén sonando. En conclusión, el modelo propuesto aquí tiene una sólida base teórica. También, tiene una sólida base experiencial, ya que es el modelo que surgió cuando traté a los tres pacientes cuyas historias clínicas introducen este artículo y muchos otros con similar problemática. Bastante rápidamente, comencé a ver una patrón del cual resultó el desarrollo del modelo de la "intervención logoterapéutica superadora de la crisis". De este modo, lo que empecé practicando intuitivamente se transformó en una serie organizada de niveles en el proceso de intervención, la cual, a su vez, llegó a ser un modelo flexiblemente estructurado. Un muy poderoso y útil modelo de intervención clínica re-
16 sultó de "escuchar a mis pacientes y aprender de ellos" el cual, hipotéticamente, puede servir para ayudar a incontables pacientes, tan sólo, porque sus terapeutas pueden haber aprendido este útil instrumento clínico. En su libro: The Doctor and the Soul, Frankl se refiere a la logoterapia como el "ministerio médico". La intervención logoterapéutica superadora de la crisis no es difeFiguras 1 y 2
rente. Es decir, tomando la espiritualidad como parte integral de la intervención, ésta yace en algún lugar entre la ciencia y la religión. Pero como Frankl tan elocuentemente establece: "Así, esta es una tierra sin hombre. Pero, oh - qué tierra de promesa!”
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LA AUTOTRASCENDENCIA DE LA OBRA DE VIKTOR FRANKL en nuestra práctica logoterapéutica. Por Dr.José Martínez–Romero Gandós Mail de contacto: sentido@cop.es
Blog: logoterapiagalicia.blogspot.com.ar
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uando se habla de la influencia que sobre nuestra práctica logoterapéutica tuvieron las enseñanzas de Frankl se piensa en teoría y práctica de la asistencia a dolientes. Pero se olvida, acentuando este aspecto, que la primera lección del Maestro fue su vida misma.
Limitada por las circunstancias, pero con un margen de libertad inalienable. Siempre que a esta libertad la acompañe una alta dosis de responsabilidad.
La principal influencia para mi práctica logoterapéutica fue escucharle decir: “Yo encontré sentido a mi vida ayudando a los otros a encontrar sentido a la suya”.
labra derivada de “therapón”, siervo. Estamos al servicio del otro para acompañarlo en el camino hacia su plenitud.
Frankl agregó, a través de su trabajo, obra escrita y conferencias, que somos “pastores de almas”· en la procura de aquel que, sinYa conocéis su biografía pero resalto de ella tiendo una gran frustración existencial, ha su actitud comprensiva, su humor, su dis- confundido el sentido de la vida y ha caido ponibilidad y su gran capacidad de ubica- en el sinsentido. ción en la circunstancia que le tocara vivir. Somos “therapeuticós” según los griegos, pa-
El impacto hizo que ese sea el nombre que le dimos a nuestro grupo de trabajo: “Sentido” Centro de Actualización del Encuentro y la Comunicación.
Somos logoterapeutas, profesionales al servicio del mantenimiento o descubrimiento del “logos”, el sentido.
Somos aquellos que tenemos la obligación de detenernos, de comprender y de hablar, Sabéis que el sentido de vida no se dá por para transmitir el mensaje. añadidura, que debe descubrirse y renovar- Tenemos la obligación de una formación resse ante cada una de las circunstancias difí- ponsable e intensa en los aspectos bio-psico ciles que nos presenta la existencia. Que son -sociales-espirituales que definen la multidimuchas. Pero nunca las suficientes para mensionalidad y la pluritemática de la Perque nos alejemos del segundo axioma fran- sona, porque el modelo frankleano así lo exikleano que influyó en mi práctica logoterap- ge. éutica: “Aún en las peores circunstanciass, Esta formación responsable nos fue pedida la vida vale la pena vivirla”. en numerosos encuentros personales con ¿Os dais cuenta de lo que esto significa? Frankl a todos aquellos que nos acercábaSignifica una formidable arma para abrirse a mos para pedir consejo o escuchar su palala posibilidad de autotrascendencia y super- bra. Recuerdo varias anécdotas acerca de la ar la culpa por nuestra existencia limitada. forma amable y humorística de pedir esto. Limitada por la muerte, pero posible. Pero será para contarlas en otros escritos.
18 Debemos contribuir al desarrollo de esta Escuela en la que encontraremos una fabulosa arma terapéutica: la Esperanza. Decía Gabriel Marcel que “la esperanza es el arma de los indefensos. Y por ello tiene eficacia. Por ser todo lo contrario a un arma”.
rapia ve su propio cometido en hacerle consciente de su “ser responsable” de su “responsabilidad”. Esto vale también para el logoterapeuta, puesto que él, además, debe darse cuenta de su responsabilidad, de su ser libre y responsable. En otras palabras, Para mi práctica logoterapéutica me gusta debe caracterizarse por un espíritu indepenagregar a esta afirmación de Marcel: si los diente.” gobernantes de este universo globalizado to- Y agregaba más adelante: “Si uno se define maran como bandera la Esperanza para cal- como miembro de la comunidad logoterapmar el hambre, el sufrimiento, las carencias éutica, no está obligado a suscribir todo lo de los pueblos, el siglo XXI vería concretado que dijo el Dr. Frankl”. (…) “La evolución de la logoterapia no solo concierne a sus aplicael milagro. La Esperanza abre al hombre a la posibili- ciones en varios campos sino a sus fundadad. Tomada como base de la actuación pro- mentos”. (…) “La psicoterapia es siempre alfesional para ayudar al otro en su sufrimien- go más que una técnica, y es así en la medito y frustración nuestra Escuela tiene la po- da en que ella necesariamente incluye un sibilidad de convertirse en el paradigma del elemento de arte. Y la Psicoterapia es siempre más que mera ciencia en la medida en siglo XXI. que ella también necesariamente incluye un Para ello debemos acudir, una vez más, a elemento de sabiduría. Ambos forman una las enseñanzas de Frankl y su modelo de totalidad y unidad donde las dicotomías enautotrascendencia. En su libro “La idea psi- tre técnica y encuentro desaparecen y se dicológica del hombre” en su segunda edición suelven”. agrega Frankl en 1984 un epílogo que tituló “La Logoterapia en su camino de degurifica- Extraigo un párrafo más que sirve de modelo ción”. En sus conferencias y viajes de los de la autotrascendencia de Frankl para nuestra práctica: “Pero que podemos decir últimos años repetía esto personalmente. acerca del tema de que cada fundador de Extraigo párrafos para su mejor compren- una escuela psicoterapéutica describe en su sión y ustedes irán imaginando un análisis sistema, en última instancia, su propia neude la personalidad del Maestro. Decía Frankl rosis y escribe en sus libros la historia de su [1]: “Qué podría decirles yo a personas que propio caso? Bien, no estoy autorizado a son expertos en el campo de la Logoterapia?. hablar en este contexto de Sigmund Freud o (Cuando lo invitaron) El profesor Ghougas- de Alfred Adler, pero, en lo que a la logoterasian quería que yo elaborara como creo que pia se refiere, confieso de buena gana que será el porvenir de la logoterapia después cuando joven tuve que pasar por el infierno que me haya ido. En otras palabras, quería de la desesperación ante la aparente falta de que desarrollara mi último trabajo antes de sentido de la vida, atravesando una etapa de morir; se supone que debo dejar un legado. total y extremo nihilismo. Pero luché a brazo Pero no soy profeta para ver el futuro. (…) partido contra él, como lo hizo Jacob con el De hecho el futuro de la Logoterapia depen- ángel, hasta que pude “decir si a la vida a de de ustedes, y al determinarlo serían inde- pesar de todo”, hasta que pude desarrollar pendientes. Después de todo, la logoterapia una inmunidad contra el nihilismo. Desaconsidera al hombre como un sser en busca rrollé la logoterapia. Es una pena que otros de sentido, y como un ser que es responsa- autores, en lugar de inmunizar a sus lectoble de la realización del sentido, y la logote- res contra el nihilismo, lo inculquen con su
19 propio cinismo, el cual es un mecanismo de fácil concluir esta presentación si recurridefensa o formación reactiva que ellos han mos, una vez más, a lo dicho por Frankl en el libro citado: “Señoras y señores, yo terconstruido contra su propio nihilismo”. Queda clara la lección: debemos recordar al miné mi primer libro con la frase de que la Maestro pero no lo debemos convertir en logoterapia “es tierra de nadie”. Y sin embargurú de ningún movimiento. La logoterapia go ¡qué tierra prometida! Hace de esto treintiene ya mayoría de edad. Y cada uno de no- ta y cinco años. Mientras tanto, la “tierra de sotros debe elegir bien el trabajo al que se nadie” ha llegado a ser habitada. Prueba de enfrenta siguiendo esta escuela. Elegirlo y ello es este congreso. El programa es como responsabilizarse. Investigar y compartir co- un viaje a través de muchos y variados painocimientos con los colegas. Dialogar. Per- sajes y campiñas de esta “tierra prometida”. mitir el encuentro interdisciplinario. Encontrarse y posibilitar la autotrascendencia recíproca. Esta es la influencia del pensamiento frankliano en la práctica terapéutica y por consiguiente en la vida personal de cada uno. Es
Dr. José Martínez-Romero Gandos
[1] Frankl, Viktor E. “La idea psicológica del hombre”, segunda edición en castellano, 1984, Ediciones RIALP, Madrid, España. Epílogo.
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COMUNICACIÓN: ALEGRÍA Y SUFRIMIENTO Por Dr Claudio César GARCIA PINTOS Mail de contacto: cavef@yahoo.com
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no de los procesos más personales y personalizantes es, sin duda alguna, la comunicación. Camino, proceso, instrumento, que permite ese intercambio siempre enriquecedor entre dos, que logran intimidad plena a través de la comunicación. Posiblemente sea por esto mismo, uno de los mayores problemas de la humanidad, y el ámbito en el cual radicamos la causa de conflictos de todo tipo. COMUNICACIÓN Con las palabras podemos armar un universo entero entre dos personas. Existen palabras para “expresar” (p.e. “te amo”, “te odio”), “definir” (p.e. “te lo digo en una palabra…”, “esto es así”), “describir” (p.e. “es como sí…”, “es parecido a…”), “informar” (p.e. “su atención por favor…”), “crear” (p.e. “el día que me quieras, las rosas que engalanas…”), “acercar” (p.e. “hola!”, “bienvenido”), y hasta para “ofender, lastimar y herir” (p.e. “torpe!”, “bueno para nada”, “idiota!”). Son instrumentos irreemplazables con los cuales construir ese “universo” que termina siendo habitado por un “nosotros” íntimo, primordial, que nos involucra y nos compromete. Del mismo modo como todo constructor queda comprometido con lo que ha construido.
Es así que, siendo bien utilizada, la palabra construye un universo conciliador que “revela” a quienes se comunican, en tanto que siendo mal utilizada, “rebela” a quienes pretenden comunicarse. En el primer caso, ese universo acerca, construye, encuentra; en el segundo caso, aleja, ofende, incomunica, constituyéndose en un instrumento violento. Si sostenemos la analogía del constructor, construir no significa arrojar ladrillos sin más, desparramar cemento sin sentido o clavar maderas por cualquier lado. Del mismo modo, comunicar no significa arrojar palabras sin ton ni son, desparramarlas en ese universo que se establece entre dos personas. No. Algunos autores han definido y afirmado que el ser humano no puede no comunicarse, y que, de hecho, lo hace permanentemente. Sin embargo, considero que no es así. Si el hombre se comunicara permanente y, casi, espontáneamente, no existirían tantos problemas de comunicación. Por eso mismo creo oportuno distinguir entre expresar y comunicar. Una de las características del ser vivo, de la vida misma, es la expresión. La vida se expresa, la vitalidad se expresa. Fácilmente puedo distinguir entre un hombre dormido y un hombre muerto. En principio, osten-
21 tan una imagen similar, ambos tumbados sobre una cama, inmóviles. Sin embargo, la vitalidad se expresa de alguna manera, más o menos sutil pero evidente, pudiendo discernir con facilidad el estado de uno y el del otro. Y esa expresión de lo vital, es inevitable. Caminando por la calle, abstraído en sus preocupaciones, cavilando sobre sus ideas, esa persona “expresa” algo (p.e. preocupación, angustia, recogimiento, etc) aún cuando no sea plenamente consciente de lo que está expresando, ni de la presencia de quien lo está observando. Ahora bien, eso, a mi entender, no es comunicar. Es la inevitable expresión de su vitalidad. Porque comunicar implica, necesariamente, una intención. Y si esa intencionalidad no está presente, la comunicación no puede establecerse. Veamos. Decía anteriormente que comunicar no es arrojar palabras, del mismo modo que construir no es arrojar ladrillos. Muchas veces hablamos pero no nos estamos comunicando. Simplemente emitimos un discurso que, incluso, puede no ser veraz, puede no construir intimidad entre los que hablan, puede esconder al que habla. Cuántas veces comprobamos que alguien “habla para no decir”. También podemos dialogar sin comunicarnos. Es el caso en el cual, literalmente, compartimos el logos, la palabra, pero construyendo monólogos paralelos. Dos que, aún estando frente a frente, hablan y se escuchan a sí mismos, como “prestándose la cara”, uno al otro, pero siempre interesados en su propio tema. Otra posibilidad es conversar (en latín, compartir el surco o el verso). Implica un paso adelante respecto de la situación anterior, porque ahora, conservamos una hilación entre lo que dice uno y responde el otro. Pero aún así, podemos conversar sin comunicarnos. Comunicar significa la posibilidad de afec-
tar la conducta de otro, quedando abierto a ser afectado en uno mismo por su respuesta. Esa afectación recíproca, significa que tenemos algo en común, algo mío quedó en él, y algo suyo, en mí. Ciertamente, muchas veces pretendemos afectar la conducta del otro, pero, ¿siempre quedamos abiertos a ser afectados por su respuesta? No. Y ahí comienzan los problemas de la comunicación. Esta dinámica es lo que propiamente denominamos “feed-back” o retroalimentación. Si no hay feed-back, no ha habido comunicación. De tal modo, comunicar implica necesariamente una intención comunicante. No se da espontánea o naturalmente. Y esa intención debe ser compartida, porque puedo pretender comunicarme con otro que no está dispuesto a comunicarse conmigo. Expresar no es comunicar. UN POCO MÁS ALLÁ Si avanzamos un poco más allá de la descripción del proceso, y nos involucramos en su esencia significativa, podríamos decir que al comunicar, la palabra interior le otorga existencialidad al silencio interior (esencialmente incomunicable) De modo tal que aquello que no puede transmitirse con palabras, toma existencia concreta en la palabra comunicada. Por eso la comunicación siempre será un acto imperfecto (siempre el silencio interior es desbordante de cualquier palabra que pretenda transmitirlo), pero es perfecto para comunicar mi interioridad. De allí el valor de la intencionalidad comunicante y el respeto por la palabra, como transmisor de ese silencio. Es así que bien podríamos entonces describir el proceso de la comunicación (ya no desde el modelo cibernético de David Berló), sino desde la experiencia existencial de comunicarse, de la siguiente manera: 1- Doy voz a mi silencio interior a través de
22 la palabra. 2- Lanzo o arrojo esa palabra hacia el interior del Tú 3- Rompo el silencio interior del Tú al que se dirige mi palabra 4- Fecundo el interior del Tú, poniendo algo mío en él 5- Quedo abierto y me hago fecundo con su respuesta (“feed-back”) Vemos que, entonces, comunicar no es simplemente expresar vitalidad, ni siquiera sacar algo de mí, sino más bien, “ponerlo dentro del otro”. No es “lanzarlo hacia afuera y ya está”, sino depositarlo en el otro, fecundándolo de alguna manera con algo mío. Así, el que no se comunica, el que monologa permanentemente, juega una especie de juego autoerótico, cuando en realidad está convocado a ser fecundo y fecundar. También podemos comprender que la palabra es, al mismo tiempo, obvia y misteriosa. Revela y encubre. Por un lado, manifiesta la profundad de mi silencio interior, pero, al mismo tiempo, es portadora de mucho más de aquello que se entiende, portadora de muchos discursos en un solo discurso manifiesto, muchos más de los que podrían ser entendidos inmediatamente. De allí, nuevamente, el respeto que merece la palabra comunicada. COMUNICACIÓN: ALEGRIA Y SUFRIMIENTO Comunicarse no es sencillo. Es lo más personal y personalizante, pero, al mismo tiempo, es lo que de manera más despersonalizante vivimos en lo cotidiano. Hablamos, dialogamos, conversamos, frecuentamos las redes sociales y llenamos universos enteros, de todo tipo, con palabras y
palabras. Expresamos, definimos, describimos, informamos, creamos, intentamos acercar y alejamos, halagamos y ofendemos, pero, ¿nos comunicamos? Comunicarse significa la alegría de poder compartir con el otro, nuestro silencio interior, darle existencia a nuestra persona espiritual; pero al mismo tiempo, puede significar el sufrimiento de sentirse incomprendido, a pesar de todo nuestro esfuerzo por comunicarlo. El riesgo de salir de nuestro silencio y caer en el vacío del otro, en un interior infecundo. El suceso pasa por vencer la tentación a encerrarnos, a mantener en silencio nuestro silencio interior. Porque el silencio interior enmudecido, va en contra del desarrollo del nosotros primordial. Cuando Yo pongo algo de mí en el Otro, y el otro pone algo de sí en mí, construimos un Nosotros que se hace hogar para los dos. Un hogar apropiado para la realización de la persona espiritual que, por su naturaleza y vocación autotrascendente, sufre el desamparo del individualismo, del egoísmo y del egocentrismo. El Nosotros es su hogar, porque allí encuentro algo de mí y el otro encuentra algo de sí; Yo soy visto “como algo propio del Otro”, y el otro, “como algo propio de mí” Esa dinámica “alegría/sufrimiento” marca los vaivenes y horizontes de la comunicación, y allí, nos realizamos como personas.-
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LA PÁGINA DE CAVEF Director: Dr.Claudio César García Pintos
Por Dr Claudio César GARCIA PINTOS Mail de contacto: cavef@yahoo.com facebook.com/claudio.garciapintos.1
Este mes, CAVEF quiere compartir con los lectores de LOGORED, un artículo muy interesante, escrito por nuestro querido amigo y respetado colega, el Dr.Efrén Martínez Ortiz (Colombia). Es un artículo para estudio.
MODELO DEL PROCESO DE RESTRICCIÓN DE LO NOETICO EN LAS DROGODEPENDENCIAS Por Efrén Martínez Ortiz PhD.
E
n el abordaje de las drogodependencias existe diferentes modelos de aproximación: El modelo moral, el modelo de la enfermedad, el modelo de la adaptación, el modelo de afrontamiento del estrés, el modelo bio-psico- social y una gran cantidad de apreciaciones dentro de los diferentes enfoques psicológicos. En este aporte, se pretende exponer de manera un tanto sistemática la visión del desarrollo de restricciones –o el impedimento de sus manifestaciones- de la dimensión noética en el campo de las drogodependencias: VIDA VIVIDA Desde la Ontología dimensional de la Logo-
terapia se comprende al hombre como una unidad indisoluble de cuerpo, mente y espíritu, es decir, se comprende en una y con una dimensión espiritual, en donde se considera al ser humano una unidad múltiple de tipo Bio-Psico-Socio-Espiritual, en relación con un mundo interno, un mundo externo y un mundo trascendente. La vida como hecho fáctico que es, al mismo tiempo es posibilidad de ser, es decir, es facultativa. Es posibilidad de ser, el ser humano puede oponerse a la captación subjetiva de una circunstancia, a pesar de las vivencias introyectadas y de la construcción de un modo de ver el mundo, para de esta forma dar un nuevo significado, transformado de esta manera y en el presente, la historia que ha venido escribiendo; si nos mantuviéramos desde un punto de vista determinista condenaríamos al ser humano por lo que ha sido, olvidándonos tristemente de lo que puede llegar a ser. El pasado no deja nunca de actualizarse. La vida vivida nunca deja de vivirse, por lo tanto la comprensión de la vivencia juega un papel de vital importancia en la aproximación hacia el ser humano. VIDA VIVIDA COMO CONSTRUCCIÓN DE LA VULNERABILIDAD El ser humano desde siempre entra en contacto con el azar de la existencia.
24 Ante este azar, el hombre –como posibilidad- puede construir a pesar o a partir de las circunstancias; sin embargo, la vida vivida en dichos momentos contempla diferentes caminos de curso, algunos de ellos facilitan estados de vulnerabilidad que impiden esas manifestaciones del mundo de lo posible, pues la dimensión espiritual se ve restringida por múltiples condicionamientos introyectados en la vida vivida. Cuando la dimensión espiritual se encuentra restringida debido a la poca actualización que se le da a dichos recursos y por los condicionamientos introyectados, la persona se encuentra en un estado de vulnerabilidad para el desarrollo de problemas de adicción (por supuesto también para otro tipo de problemas). De esta forma se podrían exponer dos momentos Las personas que han restringido por diferentes circunstancias sus manifestaciones espirituales y que debido a ello tienen mayor vulnerabilidad para desarrollar un problema de adicción. Las personas cuya restricción noética no es mayor, por lo cual su proceso de adicción es más lento, pero finalmente reprimen y restringen sus manifestaciones espirituales y se generan un problema de adicción. Los restrictotes de los contenidos espirituales poseen contenidos bio-psico-sociales, algunos de mayor fuerza biológica (Enfermedades propiamente dichas), otros de mayor fuerza psicológica (Trastornos de personalidad, psicosis…) y otros de índole social (Hambre, cultura…). Sin embargo es importante resaltar que el todo está en la parte y la parte esta en el todo. Si se logra contactar con una pequeña luz del logos, si se logra contactar con una pequeña manifestación espiritual en medio de las circunstancias de restricción más adversas, es posible abrir la puerta de lo espiritual para oponerse a lo psicofísico y manifestar-
se a pesar de las restricciones. DINAMICAS RETROACTIVAS La limitación del espíritu humano consiste, en la dependencia del espíritu hacia su cuerpo… a la integridad de la función instrumental y expresiva de su organismo. Esta doble función -¡en la que se basa toda capacidad de acción o de expresión de la persona espiritual!- se puede perturbar; pero no por esto destruir a la persona espiritual… Al encontrarse restringida la dimensión noética, se desarrolla al interior del ser humano una dinámica que limita la expresión espiritual e impide la manifestación del poder de oposición del espíritu. La primera afección se da en la expresión de la libertad de la voluntad. La adicción a las drogas se apodera de la capacidad de elección, convirtiendo los condicionamientos psicofísicos en pandeterminismos que aumentan la vulnerabilidad y/o refuerzan el círculo adictivo. Los pandeterminismos se manifiestan como mandatos a los que el organismo psicofísico esta supeditado obligándolo a mantenerse en un estado subhumano, casi sin diferencia de los animales. Al permanecer detenida la libertad de la voluntad, el llamado a responder del ser humano de igual forma se restringe. A pesar de la restricción de la dimensión noética, no por ello, deja el hombre de ser responsable; puede que el ser humano no sea responsable de su adicción (en el sentido de herencias genéticas y condicionamientos sociales), pero si es responsable de la actitud que asume frente a ella, la dimensión noética debe ser antes un poco esclarecida. La segunda afección debida a la limitación de esta dimensión es la dificultad de expresión de la voluntad de sentido.
25 En la restricción de la libertad de la voluntad, el organismo queda gobernado por las voluntades de poder y de placer. La tercera afección se da en el área del sentido de la vida. Las drogas generan un pseudo sentido captado por una conciencia alterada Esta dificultad para hallar el sentido único y personal de cada situación, puede interpretarse como una ceguera axiológica. El mundo de los valores permanece intacto, pero no es posible acceder a ellos y en especial a los valores de actitud fomentando el victimismo característico de la adicción. En síntesis, podemos resumir la dinámica respectiva de la adicción en dos puntos: 1-La restricción o limitación de la dimensión noética es proporcional al desarrollo de la morbilidad psicofísica, y 2- La libertad, la responsabilidad, la conciencia, la voluntad de sentido y el sentido de vida pueden desplegarse de manera proporcional al desarrollo del proceso de adicción. LA VIDA COMO FACILITADOR DE LAS MANIFESTACIONES ESPIRITUALES. En nuestra experiencia, los conceptos expresados con anterioridad se constituyen como elementos de gran importancia en la comprensión de la adicción para el desarrollo de programas de prevención primaria, secundaria y terciaria. HACIA LA AUTOESTIMA A PESAR DE LA DEPENDENCIA Ser dependiente de sustancias o tener algún tipo de adicción, ubica al ser humano en una situación límite, en donde la
elección y decisión por permanecer o superar el problema, se confunden con una autodeterminación que libera al drogodependiente de toda la responsabilidad: no es mi culpa, estoy enfermo; si bien, la adicción a las drogas puede considerarse como enfermedad, su progresión y desarrollo dependen de la propia capacidad de elección y decisión. Por ello, cuando a través de la adicción se llega a una situación limite, la conciencia manifiesta algunas luces y el usador de drogas puede afirmar como Max Scheler que <<Al cabo de más de diez mil años, es nuestra época la primera en que el hombre se ha hecho, integrante “problemático”, ya no sabe lo que es, pero sabe que no lo sabe>>. El abuso de substancias es un <<inconsciente intento por volver al paraíso perdido>>; inocencia que ubica al consumidor de drogas en el nivel de un niño insatisfecho, sin paraíso y desprovisto de protección, un nivel con características infantiles como la carencia de responsabilidad, el egoísmo y el egocentrismo; como características de orfandad como las dificultades afectivas, el cinismo, los mecanismos de defensa e incluso la crueldad. El niño interior que existe en todos los seres humanos se convierte a través del consumo de drogas, en una de las paradojas de la adicción, buscando protección y encontrando abandono, buscando seguridad y encontrando miedos, buscando el paraíso y encontrando el infierno. Los barrotes invisibles de la drogadicción, hacen que la vida de un adicto activo se encuentre llena de contradicciones y autoengaños, eligiendo caminos y paradojas como las siguientes: * Evadir el dolor consumiendo –Aumentar el dolor por consumo. * Buscar la libertad en las drogas – encontrar la esclavitud en ellas.
26 * Intentar ser uno mismo – Terminar siendo otro adicto. * Buscar la diversión – Encontrar el dolor. * Encontrar seguridad -Llenarse de temores. * Buscar amigos -Hundirse en la soledad. * Eludir los problemas – Aumentar las dificultades. * Llenar el vacío interior –Aumentar la pérdida de sentido. Es sorprendente el engaño en que se sumerge el usador de drogas, envolviendo todo su ser en la falsedad del paraíso que busca. La oscuridad de la toxicomanía es tan profunda que oculta el sentido de vida y fomenta el descubrimiento de antivalores, frustra la voluntad de sentido y reduce al ser humano a un ente sin control ni poder de elección: convierte a una madre en asesina del hijo que lleva en su vientre y que se droga a través de ella, transforma en irresponsable a un padre que deja sin comida a sus hijos por ir a drogarse, conlleva a los hijos a ser ladrones de sus padres, desborda el instinto sexual para cometer incestos y violaciones, reduce el valor de la vida a un <<nada más que…>> incitador al suicidio y conduce al hombre a la ruina moral; sin embargo, es tal el poder de las drogodependencias que aún y a pesar de lo mencionado con anterioridad, el consumo de drogas aumenta cada día más trágicamente nos expone ante cerebros inundados de sustancias que continúan negando que tienen un problema de adicción. Para nadie es un secreto que vivimos en una sociedad adicta y es innegable la existencia de ciertos condicionamientos sociales, biológicos y familiares que precipitan, predisponen y/o exacerban el uso de sustancias, conduciendo al ser humano hacia la dependencia a pesar de la autonomía que desconoce. Sin embargo, redefinir la
concepción del mundo y aceptar que con condicionamientos y posibles dependencias nuestra autonomía es real, no es una tarea fácil; pues en ocasiones es dentro de nuestra propia cárcel en donde se empieza a gestar ser libre innato, esclareciendo e invitando al poder desafiante del espíritu hacia la ruptura de las cadenas de la adicción. Ser autónomo significa asumir la responsabilidad de los actos y de las decisiones que se toman en libertad; significa saber y ser consientes de que es en mi propio nombre en el que yo actuó y que tanto por omisión o elección, mi participación es activa. Dirigirse hacia la autonomía a pesar de la dependencia implica asumir la responsabilidad sobre el ser libre innato y aceptar que aunque el cuerpo y la mente se encuentren esclavizados ante una sustancia, hay una esfera de la existencia que es intocable por lo patológico, es nuestra característica como seres espirituales la que con todo y dependencia, nos permite tener una fuerte voluntad de sentido que conduzca hacia la autonomía. Ser dependiente de sustancias, en ningún momento remite al hombre a la pérdida de su autonomía; si bien, la capacidad de elección y decisión se ven seriamente afectadas por el consumo de drogas, el ser-libre innato permanece intacto y es allí, en la dimensión noética, en donde apelando a la fuerza del espíritu humano, puede el hombre con problemas de adicción, dirigirse hacia la autonomía a pesar de la dependencia. LOGOTERAPIA, UNA ALTERNATIVA ANTE LOS MALES DE LA ÉPOCA La logoterapia es la terapia centrada en el sentido, es una visión de hombre que cree en el mundo de lo posible y que considera al ser humano como unidad múltiple a nivel Bio-Psico-Socio-Espiritual.
27 Sus principales fundamentos nos dicen:
se feliz.
1.- Que existe una libertad de la voluntad que se plantea como una manifestación del espíritu que a pesar de ser finita en el organismo psicofísico, se antepone desde lo espiritual a esta finitud. Dentro de esta libertad se enmarca el concepto de responsabilidad. El hombre es libre para ser responsable porque es libre. Es decir; negar la responsabilidad es una libre elección de no -ser libre, fundamento que hace inseparables estas dos manifestaciones espirituales.
3.- Que el primer fundamento de la antropología Frankliana es el postulado de la libertad de la voluntad. Una libertad que no sólo es ante algo sino para búsqueda del sentido de la vida: es decir, para el desarrollo del segundo fundamento logoterapéutico o fuerza motivacional llamada voluntad de sentido. Finalmente surge la pregunta por el sentido de la vida; sin embargo, para preguntar por el sentido de la vida –sobre lo que es o lo que significa- hay que preguntar por el sentido de una persona concreta y de una situación concreta. Es decir, es un constructor que apela a la coherencia y le confiere a la vida orientación unidad, y dirección.
El hombre está llamando a la realización del sentido de su vida y de los valores que le dan significado a la misma, y ante este llamado, es responsable. De igual forma existe una responsabilidad ante algo y ante alguien enmarcado en la capacidad específicamente humana de la autotrascendencia dirigida al encuentro con otro y con una dimensión trascendente. Finalmente, la responsabilidad puede entenderse como la habilidad de dar respuesta a las preguntas que plantea la vida y como la capacidad de asumir las consecuencias de las elecciones realizadas. 2.- Que las voluntades de placer y de poder conllevan un argumento inmanentista que se opone a la autotrascendencia y frustra la existencia del ser humano. Mientras las voluntades de placer y de poder consideran como fin ultimo de la existencia la consecución del placer es consecuencia de alcanzar un fin y el poder un medio para el mismo, y no al fin en si, motivo por el cual se promueve un estado de frustración que conlleva al surgimiento del vacío existencial. En cuanto a la voluntad de sentido esta no busca alcanzar el poder ni el placer, ni siquiera la felicidad, pues su interés es el encuentro de un argumento, una razón para
En conclusión podríamos argumentar que el sentido de la vida existe en todo momento y bajo cualquier circunstancia, que el hombre es libre para buscarlo y que esa tensión entre lo que es y lo que debe ser lo motiva para encontrarlo. Es decir, el sentido de la vida se contiene en la vida misma. La vida como hecho fáctico que <<es>>, al mismo tiempo <<es posibilidad>> de ser, y es ante esta posibilidad que el hombre responde y descubre un sentido para su vida.
CAVEF intenta acercar a los lectores información sobre actividades, tanto como material de estudio que pueda incorporarse a los archivos de los lectores como referencia válida en diferentes temáticas de interés.
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¿EXISTEN LOS NATIVOS DIGITALES? Deconstruyendo el mito. Por Dra. Patricia María Nigro
Las cosas claras
M
e gustaría refutar en este artículo la famosa (¿y gastada?) clasificación que estableció Mark Prensky en 2001, cuando Twitter no existía, entre “nativos e inmigrantes digitales”. En un artículo periodístico publicado en el diario El Territorio (13-8-11) y en otro publicado en El Cronista (25-9-12) cuestionamos esta división (que no fue pensada para nuestra cultura ni para nuestro estado de avance tecnológico) pero que, sin embargo, tuvo un éxito enorme y la gente utiliza como si fuera algo natural. Personalmente, considero que es más preciso hablar de “generaciones en transición”, pues usan el papel y las “nuevas tecnologías” indistintamente. Muchos autores se refieren hoy al “mito” de los nativos digitales, creado por Prensky (Selwyn, 2009 y Pew Research Center, 2012). En primer lugar, Prensky alude a un contexto específico: al llamado “primer mundo”. No al nuestro. En segundo lugar, otro punto objetable de su ensayo es la división en edades. ¿Cómo fijar fechas si nos referimos a contextos distintos? ¿Por qué decir que los nacidos después de 1995 son nativos digitales, si en nuestro país, eran esos los años en que comenzaban a venderse las pc de escritorio? No podemos trasplantar una terminología que ya quedó antigua al poco tiempo. Los avances de la tecnología son aceleradísimos. Finalmente, la idea de
que los niños manejan eficazmente las tecnologías también puede refutarse. A los chicos les sobran los estímulos pero carecen de los esquemas de conocimiento necesarios para procesarlos, o sea, de juicio crítico para valorar lo que consumen. (Lamentablemente, muchos adultos están en la misma situación).
Visitantes y residentes digitales Si tenemos necesidad de clasificar a las personas, prefiero el trabajo de investigación de Daniel White y equipo en la Universidad de Oxford. White distingue entre visitantes y residentes digitales. Se basa en las siguientes premisas, antes de poner una etiqueta a los grupos humanos: Hay que observar no las tecnologías que usan las personas sino cómo las usan. Las personas no siguen un patrón determinado basado en el nivel de habilidades. Todo parte de si las personas ven la red como un “lugar para vivir” o como una colección de herramientas útiles. Así, los residentes digitales son individuos que viven un porcentaje de su vida en línea. La red les sirve para proyectar su identidad y les facilita la creación de relaciones con otras personas. Pensemos en la fuerza de las redes sociales y el concepto tan interesante como el de “identidad digi-
29 tal”, es decir, los residentes digitales tienen una imagen y reputación en línea que mantienen de forma regular. Además, usan la red para todos los aspectos de su vida: profesional, de estudio y de recreación. En cambio, los visitantes digitales son individuos que usan la red como una herramienta de manera organizada y solamente cuando la necesitan. Entran en Internet, realizan una tarea y salen de la red. Esta distinción supera a la de Prensky, ya que no está basada en el sexo ni en la edad y se funda en la cuestión del acceso a Internet y de la motivación.
¿Qué propondría yo? Hace un tiempo, cuando publiqué el primer artículo El Territorio, le pregunté a mi hija adolescente si había terminado de leer el libro que estaba leyendo y me respondió: “Me falta poco. Lo dejé en pausa.” La frase me sorprendió pero luego me di cuenta de que era un excelente ejemplo de cómo los jóvenes complementan las “nuevas” y “viejas” tecnologías. Le ponemos playa un libro cuando lo estamos leyendo, o sea, va pasando ante nuestros ojos que lo leen casi como una película y “lo dejamos en pausa” cuando le colocamos un señalador porque siempre podemos volver al punto en que lo dejamos. Como haríamos con un video. Considero que las generaciones actuales son, todavía, generaciones de “transición mediática”. ¿Qué es esto? Como explica Maryanne Wolf en Cómo aprendemos a leer. Historia y ciencia del cerebro y la lectura, la ciencia no puede describir aún qué sucede en nuestro cerebro cuando leemos en soporte papel. Podríamos conjeturar que, con los nuevos dispositivos de lectura (el celular, la tablet, la pantalla de la pc) y también, con los hipertextos, las conexiones neuronales serán
diferentes. Así, seguramente los modos de procesar la información también se verán afectados. Sin embargo, los chicos que estudian hoy leen en cualquier dispositivo, aunque, a la hora de estudiar, prefieren el papel, porque les permite subrayar y manipular más fácilmente. De ahí que los llame generación de transición mediática: usan los distintos modos de leer y no les encuentran incompatibles. Muchos adultos entran lentamente al mundo de las nuevas tecnologías. Otros, no. Una colega mía se llamaba a sí misma: “nativa digital por adopción”. Ella como tantos adultos manejan las tecnologías sin miedo de preguntar cómo se hace y se sienten cómodos y felices de aprender. Es cierto que nuestros jóvenes las usan con naturalidad, como nosotros mirábamos televisión sin sorpresas. Nos falta tiempo y mucho estudio empírico para que la ciencia explique qué pasará con los distintos modos de procesar la información en nuestros cerebros. Y nos falta tiempo para saber si las dos tecnologías: el libro y las pantallas seguirán coexistiendo. Mc Luhan decía que, siempre que aparece un nuevo medio de comunicación, los otros no desaparecen, sino que se reorganizan en el sistema que conforman. No olvidemos tampoco que la mayoría de los chicos no sabe buscar información en la red y la usa, antes que nada, para jugar. Ortega y Gasset en La rebelión de las masas decía, a principios del siglo XX, que la prensa y la radio provocarían la aparición del hombre masa, individuo materialista y sin capacidad crítica. Cien años después, es cuestión de esperar y de seguir aprendiendo y no de llenar páginas con oráculos apocalípticos.
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EL CUIDADO DE LAS PRIMERAS ENTREVISTAS EN LOGOTERAPIA VINCULAR (1ª Parte) Por Lic. Analía Boyadjián Mail de contacto: familiaysentido@gmail.com
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uando el paciente llega a su primer consulta (siempre consideramos que puede ser una persona o varias: sesión individual o sesión vincular) le ocurren muchas cosas. Como veremos, se trata de aprovechar esas emociones, ideas, sensaciones y sentimientos, para que sean el punto de partida de un encuentro humano (paciente-terapeuta) fructífero y de un proceso vital que lo acerquen a sí mismo (autoconocimiento), a los otros (mejora de su vincularidad), y a conquistar las fuerzas para lograr sus metas (resolución de conflictos, visualización de las posibilidades de sanación de sus heridas, ampliación de los márgenes de su libertad con responsabilidad, concientización de sus fortalezas para trazar planes realistas de logros, descubrimiento del sentido de su vida y de los modos de alcanzar su plenitud) Quien consulta trae, generalmente, la pregunta de si su problema tiene o no solución. Y esto sí que es un buen comienzo. En primer lugar, porque reconoce el problema (y le pediremos que lo describa con todo detalle de la situación y de los sentimientos que le genera la misma, como así también del criterio que utiliza para definirlo como problema). Reconocer el problema es el primer paso para buscar resolverlo. He aquí la primera connotación positiva que el terapeuta hace expresa para establecer este corolario y relajar la ansiedad que trae quien pide asistencia. Y, por otro lado, sería im-
portante comprender que cuando se hace una pregunta, necesariamente uno está abriendo puertas: busca respuestas, se predispone a encontrar otros significados, a comprender otras racionalizaciones u otros entramados que amplíen la propia perspectiva y se afianza en ver otras perspectivas, y salir del encierro. Porque cuando damos una respuesta limitante a una situación, nos perdemos de encontrar otros modos, tal vez más lúcidos y tal vez menos hirientes, de entender una realidad. Y, muchas veces, esa limitación es como un corsé que nos paraliza y nos impide vivir en libertad. Por eso, este primer momento en donde el paciente o la pareja, o la familia que consulta, trae la pregunta , es un momento que, si podemos captarlo y trabajarlo conjuntamente, otorga un sentido esperanzador en el proceso que nos espera compartir en el Tratamiento. La esperanza es el gran motor que mueve a desear el cambio, y desplegarla es fundamental para construir el entusiasmo y la valentía para enfrentar incluso los peores molinos de viento…Es darle sentido a un proceso (en este caso, el terapéutico) que tendrá todo tipo de texturas: suaves como el terciopelo y áridas como terreno rocoso. Y para animarse es necesario creer: en uno mismo, en el amor hacia los otros, en su misión en la vida, en que es posible superar penas y frustraciones para ser mejor persona y dar más. Por supuesto que la calidez y la confianza que irradie el Terapeuta
31 son factores fundamentales a la hora de establecerlo como aliado en esta aventura. De ahí que la personalidad y la salud mental, emocional y espiritual del Terapeuta merezcan un capítulo aparte. Cuando la primera entrevista es vincular (dos o más personas) debemos tener en cuenta en una primera aproximación: quiénes asistieron y quiénes no, dónde se ubican en el espacio del consultorio, cercanías y distancias entre ellos, y entre ellos y el terapeuta, quien comienza a hablar del motivo por el cual están ahí, si abre el tema a los otros o lo centra en su persona, si comienzan a circular los diferentes puntos de vista o aparece el silencio. Si esperan la indicación del Terapeuta o no. Es interesante, si no lo hacen espontáneamente, pedir que cada uno se presente, y observar las reacciones del resto, presentarse uno como terapeuta, y preguntar en qué solicitan asistencia y por qué. A estas alturas, se supone que cada uno comienza a presentar el problema (personal y/o vincular). Si se trata de una familia de tres personas, se hace más fácil el intercambio de opiniones y la mutua escucha. Por el contrario, frente a familias numerosas, debemos intentar que se respete la voz de cada uno y la respuesta que los otros quieran manifestar. El Logoterapeuta debe medir con suma prudencia cuándo intervenir y cuándo escuchar y observar fundamentalmente. Su intervención tiene como propósito clarificar, detener el discurso para tomar conciencia de algo importante que acaba de decirse o de ocurrir, pedir la opinión de algún miembro, interrogar sobre lo que se está expresando, pautar el intercambio, repreguntar, llevarlos a deducir el resultado de la ecuación que plantean, o plantear otra perspectiva para abrir la mirada a nuevas posibilidades o realidades. Esto en relación a la primer fase de los primeros encuentros, ya que el objetivo consiste en conocer la demanda personal o familiar, la postura de cada uno frente a la situación
vital que atraviesan, las expectativas que tienen respecto al Tratamiento, y la esperanza o no de la vuelta a la funcionalidad o la sanación de patrones iatrogénicos vinculares. Por otro lada, en las primeras sesiones también se diseña el estilo vincular como impronta de todo el proceso terapéutico. Es decir, los entrevistados van conformando, desde la primera sesión, una idea del clima vincular que se da en ese entorno, de los tiempos que tienen para manifestar sus opiniones, y toda su emocionalidad, del respeto que conlleva expresarse en ese micromundo, y de la diferencia que existe entre hablar en casa con los otros y hacerlo frente al este terapeuta y en ese lugar específico. Cuando me refiero a un micromundo, lo hago teniendo muy en claro que ese aquí y ahora se asume desde un pensado y sentido “cuidado” que incluye el tono de voz, las palabras elegidas, los gestos y la intencionalidad que guía todo el hacer y decir del Logoterapeuta. Por eso insistimos en la preparación o educación del rol, que contempla la atención de esos detalles (voz, gesto, mirada, movimientos, sonrisas, etc) que al intervenir en la dinámica familiar, como un observador participante, deben evitar la contaminación de los elementos propios del sistema que consulta, y proveerlos a su vez de estímulos que los contengan, los conforten y les permitan desplegar todo lo que traen de peso y angustia en sus mochilas.
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OBSERVACIONES Por Dra. Dides I. HERNÁNDEZ SILVERA Mail de contacto: didesilianapsico@yahoo.com.ar
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os lóbulos frontales no sólo son la región más grande sino también la más compleja de todo el cerebro y, con toda seguridad, la zona más desconocida. Sin embargo, ya se sabía mucho antes que las enfermedades del lóbulo frontal que van acompañadas de unas ciertas transformaciones del carácter; según la localización exacta de la enfermedad en el lóbulo frontal se producía en el paciente una debilidad de estímulos, o una agudeza de ingenio. Durante mucho tiempo se la conoció como un área "silenciosa", dado que no recibe información directamente del exterior, como sí lo hacen las zonas posteriores. Exceptuando el área motora, encargada de la transmisión de información motora a los órganos efectores, todas las otras regiones de los lóbulos frontales se encargan de la compleja interacción de las diversas conexiones provenientes de otras zonas .
Ese día, la cuadrilla de Gage tenía que realizar pequeñas voladuras controladas con dinamita y, para ello, seguían siempre el mismo procedimiento: perforaban la roca, introducían dinamita y echaban un poco de arena antes de aplastar el explosivo con una barra de hierro. Sin embargo, esta vez, un Gage distraído olvidó añadir la arena, de tal forma que una chispa hizo estallar el explosivo. La barra de hierro salió volando hacia él, entró por debajo de su pómulo izquierdo, salió por la parte frontal del cráneo y fue encontrada a más de 20 metros de distancia del accidente.
El caso más famoso sobre alteraciones frontales es el de Phineas Gage, En 1848, un accidente convirtió a Phineas Gage en protagonista de uno de los casos más importantes en el estudio de la influencia del cerebro en las emociones.
Poco a poco todos sus conocidos se dieron cuenta de que Phineas ya no era el mismo. Se había recuperado físicamente y hablaba con normalidad, pero no se comportaba de la misma manera. Antes del accidente, era considerado un hombre responsable, equilibrado, sensato, prudente, eficiente y capaz. Sin embargo, algo cambió después de que la barra le atravesara el cerebro. Se había vuelto agresivo, impaciente, inestable, caprichoso e incluso le faltaba el respeto a sus compañeros: había cambiado su
El 13 de septiembre, este joven de 25 años se encontraba trabajando como capataz de obra en la construcción de una nueva vía de ferrocarril en Cavendish (EEUU) cuando una barra de metal le atravesó el cerebro, cambiando su vida para siempre.
Phineas Gage no murió en el acto y pudo ser trasladado al pueblo más cercano en una carretilla tirada por mulas, donde le contó al médico con sus propias palabras lo que había sucedido. Los médicos consiguieron cerrarle las heridas y, poco más de dos meses después, Gage ya estaba totalmente recuperado.
33 personalidad. Por ello, no fue readmitido en su empresa y no le quedó más remedio que buscarse la vida en diversos trabajos en los que no duró mucho tiempo. Pero, aparte de la pérdida de visión en su ojo izquierdo y una ligera desfiguración y parálisis en su cara, la recuperación física de Gage en abril del 1849 parece ser completa. Sin embargo, Gage fue incapaz de recuperar su puesto de encargado. Según Harlow, Gage había cambiado. Antes del accidente era una persona trabajadora, responsable, estimada y valorada, tanto por sus subordinados como por sus jefes, que lo consideraban “el capataz más eficiente y capaz”. Pero esos mismos jefes, después de su accidente “consideraron su cambio de carácter tan marcado que no le volvieron a dar su puesto”. Entonces qué parte fue afectada desde lo biológico y qué aspecto traumático quedó reservado a la dimensión psicológica y la espiritual, ya que los estudios se dedicaron solamente a una dimensión. Qué pasó con este hombre que sufre un trauma por la explosión y ser atravesado por una barra metálica? Hoy, cuando la medicina conoce ya estas relaciones cuerpo-alma, no se examina ni se trata al hombre enfermo de forma que sólo se vea la enfermedad y no a la persona, es decir, no a la persona como un ser que vive y sufre, como el homo patiens. Hablar sobre Phineas y sobre los más recientes descubrimientos de la neurología, que concluyen rotundamente en cómo las emociones son en realidad, aliadas de la razón, sobre todo al hablar de futuro y por tanto de anticipación, intuición, visión estratégica e innovación. Ante la imposibilidad de volver a su antiguo trabajo, Gage, su herida y su barra de hierro se convirtieron en una atracción en el Museo Americano de P. T. Barnum en Nueva York, con el que iría de gira por las
ciudades más importantes de Nueva Inglaterra. Seguramente, lo que quiere realmente no es la felicidad en sí, sino un fundamento para ser feliz y así continúa su recorrida por otras ciudades. Más tarde, encuentra trabajo en una cuadra de caballos en New Hampshire, para más tarde marchar a Valparaíso, en Chile, y convertirse en conductor de diligencias. Durante su estancia en Chile, su salud empezó a recaer y en 1859 decidió volver a San Francisco con su familia. Gage necesitó varios meses para recuperarse del largo viaje de vuelta, que unido a la enfermedad lo había dejado extremadamente débil. Una vez recuperado, Gage trabajó en una granja en Santa Clara. Pero tan sólo unos meses después, en febrero de 1860, empezó a tener la primera de una serie de violentas convulsiones, “epilépticas”. Los ataques fueron gradualmente creciendo en intensidad y el 18 de mayo Gage decidió volver a casa de su madre, donde sufriría otras cuantas series. Contra todo pronóstico, Gage había sobrevivido durante 11 años y medio, pero ¿cómo había podido subsistir a la herida y continuar todo este tiempo? Harlow (uno de los médicos del pueblo) citaba cuatro factores: Una capacidad de resistencia y una voluntad difícilmente igualables. La forma de la barra de hierro, que no produjo una conmoción cerebral duradera. La abertura creada por la entrada de la barra de hierro que permitió drenar la infección. Y por último, según Harlow, que la parte del cerebro que atravesó la barra era la más adecuada para soportar una herida así. Luego de estas consideraciones, me propongo definir la implicancia de la motivación inherente a la persona y del entrenamiento cognitivo en cuanto a funciones ejecutivas y junto a la motivación. A su vez, Sholberg y Mateer (1989) consideran que las funciones ejecutivas abarcan
34 una serie de procesos cognitivos entre los que destacan la anticipación, la elección de objetivos, la planificación, la selección de la conducta, la autorregulación, el autocontrol y el uso de retroalimentación (feedback) .
sentido ontológico, sin embargo, el hombre es incondicionado «de un modo condicionado»: puede ser incondicionado, pero no lo es necesariamente. En cambio, la formulación ética diría: el hombre no es necesariamente incondicionado, pero debe serlo·”.
Las funciones ejecutivas hacen referencia a una constelación de capacidades cognitivas implicadas en la resolución de situaciones novedosas, imprevistas o cambiantes y, de forma consensuada, pueden agruparse en una serie de componentes (Lezak, 1995; Stuss y Levine, 2000), aquí las manifestaciones observadas en Phineas, factibles de estímulo y adaptación a un nuevo desempeño.
Estas funciones son primordiales en todos los comportamientos necesarios para mantener la autonomía personal. Así mismo fundamentan la personalidad y el mantenimiento del comportamiento: la conciencia, la empatía y la sensibilidad social. Por ello, continúo investigando y ampliando e tema.
Las capacidades necesarias para formular metas, diseño de planes, las facultades implicadas en la planificación de los procesos y las estrategias para lograr los objetivos, surgen del impulso del hombre para seguir siendo. Esas habilidades implicadas en la ejecución de los planes, el reconocimiento del logro/no logro y de la necesidad de alterar la actividad, detenerla y generar nuevos planes de acción, son dificultosas e imprimen cierto grado de límite en pacientes con estas características pero el esfuerzo sostenido y selectivo, en varios meses observa áreas con desempeño mejorado. Uno de los logros tardíos, es la inhibición de pero respuestas inadecuadas, esta correcta selección de conductas y su organización en el espacio y en el tiempo, requieren además de flexibilidad cognitiva en la supervisión de las conductas se encuentra ligada a estados motivacionales y afectivos. Así, observo en déficits frontales, la necesidad de explorar la estimulación en toma de decisiones como medio para la adecuada recuperación. Un aspecto a seguir explorando. En suma, el hombre incondicionado, sometido a las condiciones del ser humano, es incondicionado a pesar de este sometimiento: lo es a pesar de las condiciones, en medio de las cuales se encuentra. “En este
Referencias Goodrich, G. L.; Mehr, E.B; Quillman, R.D; Shaw, H.K, y Wiley, J.K. (1977). A preliminary report on practice effects with low vision aids. American journal of optometry and physiological optics 54: 312-318. Peña Casanova J. Neurología de la Conducta y Neuropsicología. Editorial Médica Panamericana 2007, Cap 19: 327-345. Frankl, VE.(1975: 37)”El hombre doliente” Herder: Barcelona Bausela Herreras, Esperanza. Disfunción ejecutiva: sintomatología que acompaña a la lesión y/o disfunción del lóbulo frontal. Avances en salud mental relacional. Órgano oficial de expresión de la fundación OMIE 2006: 1-7.
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LA PÁGINA DE LOGOFORO Por Dra. Tere VANEK Mail de contacto: terevanek@logoforo.com www.logoforo.com
Logoforo.com te invita a leer nuestros interesantes artículos y a enterarte de los eventos más importantes de Logoterapia en el mundo de habla hispana; así como a conocer bibliografía recomendada, frases célebres de Viktor Frankl y de otros pensadores, noticias y ligas a otros Centros e Institutos en el mundo, que trabajan con este enfoque existencial. Como homenaje a los 110 años de nacimiento del psiquiatra austriaco Viktor Frankl, se inaugura un museo en su honor. El primer museo del mundo dedicado al “padre de la logoterapia y el análisis existencial”, Viktor Frankl, se inaugura hoy en Viena, la ciudad que lo vio nacer y morir, como un lugar para acercarse a su pensamiento de forma interactiva y meditar sobre el sentido que uno le da a su vida. Está situado en el noveno distrito vienés, en un apartamento de cien metros cuadrados, vecino al que habitó Frankl desde que regresó en 1945 tras sobrevivir a cuatro campos de concentración nazis, y donde aún vive su segunda esposa, Eleonore Katharina, de 90 años. Las hermanas Johanna Schechner y Heidemarie Zürner decidieron crearlo tras haber fundado diez años antes, en coincidencia con el centenario del nacimiento de Frankl (1905) y ocho años después de su muerte (1997), un centro para cuidar y difundir su teoría. En declaraciones a Efe, Schechner explicó que Frankl plantea una respuesta total-
mente distinta a la de aquellas corrientes que ven al ser humano esperando algo de la vida. Su conclusión es que “el ser humano no es quien debe plantear exigencias a la vida, sino el que debe dar respuestas a las cuestiones que la vida le plantea, y asumir la responsabilidad de esas respuestas”, añadió. El “Museo Viktor Frankl” busca ofrecer un camino interactivo, pedagógico y lúdico para comprender su tesis, de acuerdo con su afirmación de que “también puede ser comprendida y experimentada por el hombre de a pie”. Una síntesis de su currículum aparece en paneles giratorios: en cada uno hay una pregunta que él propio Frankl se planteó y el visitante puede pensar sobre ella antes de girar el panel y leer la respuesta que el psiquiatra se dio a sí mismo en su momento. Así, frente a la pregunta sobre el sentido de la vida, responde que “es la vida misma”, mientras que en la sala siguiente, la principal, el autor del libro “El hombre en busca de sentido” aparece como “perceptor”,
36 “doliente” o “creador”, sus tres vías principales hacia el sentido espiritual. Además, unos casilleros blancos de la sala principal descubren, al abrir sus puertas, otros elementos interactivos. La idea de que detrás de cada lamento hay un “valor” aparece en una instalación que muestra cómo es posible usar la creatividad para encontrar un camino positivo. Como ejemplo, frente a la queja “no me ama nadie”, Frankl dice: “anhelas ser amado, intenta ser un amante”, ya que el individuo no puede cambiar muchas de las circunstancias y condiciones de su vida, de su cuerpo ni de su psique, como la de no ser amado. Pero sí puede, con su espíritu, decidir cómo enfrentarse y hacer algo de esas condiciones del destino. Frankl nació en Viena, en una familia judía de funcionarios públicos, y ya en 1926 concibe y usa por primera vez la palabra “Logoterapia” para nombrar la orientación de lo que sería su propia escuela de psicoterapia y la tercera de Viena, tras el psicoanálisis de Sigmund Freud y la psicología individual de Alfred Adler. Para entonces el joven pensador había pasado por una fase de entusiasmo con las teorías de Freud, con quien mantuvo contactos y otra con Adler, en cuyo grupo se integró. “La palabra „logos‟ significa „sentido‟ (en griego) y „terapia‟ está relacionada con „curar‟. La logoterapia cura encontrando un sentido (a la vida)”, destaca Schechner. Se muestran algunas filmaciones de entrevistas de Frankl, como una en la que explica por qué rechazó un visado de EEUU para exiliarse allí y escapar a la persecución nazi: no puede controlar las lágrimas al contar el “dilema” en el que se encontraba. Explica que como responsable de neurología en un hospital, en un principio, estaba protegido de ser internado en un campo de concentración, y esa protección se extendía a su esposa, sus padres y hermanos.
“Me pregunté: ¿soy responsable de ir a EEUU donde la psicoterapia goza de un gran prestigio y la logoterapia se difundiría, soy responsable de ese hijo espiritual mío?, ¿o soy responsable de proteger a mis padres?”. Finalmente eligió la segunda opción, pero los nazis terminaron por deportarle a él y a todos sus familiares a diversos campos de concentración. Frankl sobrevivió pero perdió a todos sus seres queridos. Estudios de casos, fotos de los principales pensadores que influyeron en Frankl, películas y diagramas completan el nuevo museo del psiquiatra cuya terapia se ha extendido a numerosos países. El museo ha sido cofinanciado con contribuciones voluntarias de instituciones y personas procedentes de todo el mundo, también de España y México. Nota tomada de El Diario.es
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Inicio: 11 de Abril 2015 Objetivo: Conocer el uso de las herramientas que la Psicología Humanista y la Logoterapia de Viktor Frankl ofrece para la prevención de una problemática tan compleja como actual especialmente entre la población joven. Detección temprana y prevención. Metodología: Teórico-vivencial en el aula. Lecturas y prácticas fuera del aula. Dirigido a: Psicólogos, psicoterapeutas, educadores, trabajadores sociales, maestros, padres de familia y toda persona que se interese en la integridad y salud emocional de los jóvenes y adultos que viven una vida sin sentido. Temario en 8 módulos I Manifestaciones del vacío existencial. Conceptos básicos en Logoterapia Abril 11 2015 II Manifestaciones del vacío existencial. Conceptos básicos en Logoterapia Mayo 9 III Prevención de adicciones Junio 13 IV Prevención de adicciones Julio 11 V Prevención de agresión/violencia Septiembre 12
VI Prevención de depresión y suicidio Octubre 10 VII Manejo de la Crisis Noviembre 14 VIII Medidas de prevención desde la Logoterapia. Conclusiones Diciembre 12 *Cada tema se imparte por un Especialista en la materia. Horario: De 10.00 am a 6.30 pm (una hora y media de comida) Inversión: $650 inscripción $1350 Mensualidad
Coordina: Elisa Vanek Lemus Mayores Informes e Inscripciones: (442) 467 42 30 elisavanek@logoforo.com www.logoforo.com Sede: Logoforo Centro de Psicoterapia, Colonia Álamos, Querétaro, Qro. Centro acreditado por el Instituto Viktor Frankl de Viena, Austria.
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¿FUERA DE PROGRAMA? La tragedia de Germanwings Por Lic.Enrique Adúriz Mail de contacto: eaduriz@fibertelcom.ar
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sted como yo, amigo lector, seguramente habrá quedado estupefacto y perplejo ante la noticia de esta reciente tragedia aérea, que consternó al mundo, especialmente debido a los motivos de la misma. Si hubiese ocurrido por fallas mecánicas y/ o incidencias climáticas, aunque igualmente luctuosa en su magnitud, seguramente hubiese sido más fácilmente asimilable y hasta “preferible”, tal como se lo escuché decir a varias personas, pero “así”, por semejante “falla e incidencia humana”…así, nos deja atónitos y lo pensamos y sentimos como completamente “fuera de programa”. ¿Fuera de programa? Y este punto podría ameritar alguna “reflexión existencial”, propio de estas columnas, de allí la forma interrogativa de intitularla y permítaseme evocar la famosa fábula del escorpión y la ranita donde tan vívidamente se expone, con fatal desenlace para las partes, lo que es estar “dentro del programa”. La ranita, con lógica confianza y credulidad, se aviene a llevarlo, pero el escorpión no puede no picar y justifica su proceder con su conocida sentencia: "no he tenido elección, está en mi naturaleza". Pero en la naturaleza humana de Andreas Lubitz sí había elección y, sosteniendo la
analogía, podía “no picar” y por supuesto, “no picar a una ranita” que trasladaba 150 personas. Nunca más siniestro, a la luz de los hechos, el nombre de usuario en su tablet: “Skydevil”, diablo del cielo. El 24 de marzo lo hizo funestamente real. Leímos en las noticias que “las acciones suicidas son imposibles de prevenir y los expertos dicen que no hay métodos de control infalibles a los pilotos”. Aquí está lo central, el “núcleo duro” del tema, en la libertad de este copiloto que eligió este destino para sí y para quienes lo acompañaban en ese avión. Para bien y para mal, (y en esta circunstancia para muy mal), la libertad del hombre se hace presente, de modo ofensivo y prepotente, inapelable, recordándonos dramáticamente que no hay “programación infalible”, que “el factor humano”, justamente en tanto humano es una variable que no se puede controlar del todo, y felizmente es así, mal que nos pese a veces. La Logoterapia destaca como uno de sus tres pilares de su sistema antropológico y psicoterapéutico la libertad de la voluntad. Indispensable soporte para impedir que la persona humana sea sometida a concepciones reduccionistas, las cuales desde lo biológico, lo psicológico, lo político y/o lo sociocultural finalmente lo someten a quedar
39 oprimido dentro de un programa. Viktor Frankl no sólo denunció siempre los reduccionismos, sino que también se empeñó en aunar la libertad con la responsabilidad, de aquí que en Logoterapia la libertad siempre es entendida en términos de la libertad para la responsabilidad. Este “para qué” se es libre y cómo decidir concluir sus vidas tiene en sus antípodas, por ejemplo, a Maximiliano Kolbe y a este copiloto alemán, paradigmas cabales del referido: “para bien y para mal el hombre es libre”, más aún, está “condenado a ser libre” en la memorable afirmación sartreana. Así, esta tragedia aérea, no estaría “fuera de programa” (aunque entendemos el sentido habitual que suele tener esta afirmación), sino muy por el contrario, estaría,
infaustamente, “dentro del programa” de las prerrogativas humanas, recordatorio implacable de que el hombre no es un engranaje de una máquina a programar y cuenta (tal como Frankl nos lo relata en su experiencia en Auschwitz), aún en ominosas circunstancias, con ese resquicio esencial de libertad para elegir cómo vivir y cómo morir. Aprender a esperar lo inesperado más que pretender vivir en la certeza de supuestos métodos y programas de control infalibles nos alinearía un poco más con la Existencia tal como es y se nos presenta, aceptando como bien supo decir Antonio Porchia en un magistral aforismo de su libro “Voces”: “el hombre cuando no es una máquina, no funciona bien”.
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