EDITORIAL: Díme de qué hablas…, por Claudio César García Pintos ESCOLIOSIS EXISTENCIAL, por Claudio César García Pintos (pp. 3 a 5) ¡NO QUIERO IR AL DENTISTA! Intervención psicológica en el tratamiento odontológico, por José Martínez-Romero Gandós (pp. 6 a 8) AUTOESTIMA. Del sistema inmunológico al noodinamismo por Dides I.Hernández Silvera (pp.9-10) ¿ES TAN DIFÍCIL RESPETAR LO QUE COMUNICAN LAS LEYES DE TRÁNSITO?, por Patricia María Nigro (pp.11-12) SU ATENCIÓN, POR FAVOR, por Claudio César García Pintos (pp. 13 a 17) LA PÁGINA DE CAVEF, por Claudio César García Pintos (pp. 18 a 27) CUESTIONES CLÍNICAS DEL “ENCUENTRO” PACIENTELOGOTERAPEUTA, EN LOGOTERAPIA VINCULAR por Analía Boyadjián (pp. 28 a 29) CLAE UCA INFORMA (págs. 30 a 32)
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ESCOLIOSIS EXISTENCIAL Por Dr Claudio César GARCIA PINTOS Mail de contacto: cavef@yahoo.com
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stos días estuve leyendo diferentes artículos referidos a la evolución de la especie y algunos signos evidentes del desarrollo en nuestra cotidianidad. Uno de los que más me ha llamado la atención es el referido al paso de ser cuadrúpedos a bípedos. Pareciera ser, dicen, que el logro de la bípedestación aún no ha finalizado totalmente, motivo por el cual la posición erecta sufre de una multitud de vicios posturales. El más común y cotidiano es el dolor de cintura y espalda, tanto como las contracturas cervicales y lumbares. El mantenimiento firme y equilibrado de la columna vertebral parece ser que es un esfuerzo permanente y un logro de difícil factura, aún cuando es necesario para el mejor funcionamiento de todo el organismo. Nuestra realidad erecta sufre con los vicios residuales de otros tiempos (distantes y recónditos) en los cuales éramos cuadrúpedos, que nos llevan a tomar posiciones perturbadoras para la columna vertebral. Es así que la escoliosis es uno de los problemas más frecuentes de ver en la población en general. Escoliosis deriva del término griego “skoliosis” que significa torcido, y hace referencia a una afectación de la columna vertebral, la que asume una posición curvada (no erecta) en forma de S o de C. Esta curvación tiene efectos inmediatos sobre el funcionamiento general del organismo, tan-
to como de la postura o apariencia. No sólo genera dolores físicos (como por ejemplo dolores de cintura, mialgias, contracturas, etc), sino también problemas funcionales (por ejemplo afecta la capacidad pulmonar o puede llegar a restringir la actividad del corazón). En casos de severas escoliosis, podemos incluso ver la curvatura de la columna, generando en la persona una apariencia extraña a la bipedestación, como volcado hacia adelante. Según parece, existen tres tipos de escoliosis, a saber: congénita (provocada por la malformación de vértebras), neuromuscular (siendo afección secundaria de otras patologías, como por ejemplo la parálisis cerebral) e idiopática (generada entre otras causas por la mala postura) De los tres tipos, esta última (idiopática), ocupa el 65% de las consultas, siendo la más común. Los tratamientos son de múltiple acceso al cuadro, según el caso, incluyendo fármacos, actividad física de rehabilitación, hasta la cirugía en aquellos casos que la justifiquen. Un dato llamativo dentro de mi ignorancia sobre el tema, es que la escoliosis se genera, en parte, porque el organismo siempre busca mantener los “ojos rectos”, es decir, contorsiona la postura todo lo necesario para mantener la mirada recta en un plano frontal. Teniendo una pierna más corta que la otra (circunstancia usual en todos), la cadera queda desequilibrada (torcida), y
04 eso llevaría a que tuviéramos inclinada también la línea de los ojos. Para evitarlo y sostenerla en el plano frontal, la columna compensa ese desequilibrio, curvándose lo necesario, y eso ocasiona la escoliosis.
latín, “cohaerentia”, y refiere a la cualidad de aquello que conserva una conexión o relación interna y global de sus partes. “Con” (conjuntamente, globalmente) y “haerere” (estar unido o pegado).
Como muchos de nosotros, mis dolores de cintura y mis contracturas cervicales, me han llevado a contactarme con este tema (desde el interés inmediato del paciente, no del especialista) circunstancia que me ha dejado pensando, no sólo en mi columna y mi escoliosis, sino en mi vida. Más aún cuando algunos médicos me han comentado que, tener una columna libre de escoliosis, es casi imposible; no obstante, recomiendan que debemos procurar tenerla lo más erecta posible, con una dieta adecuada, actividad física, cuidado de nuestras posturas (especialmente quienes estamos tanto tiempo sentados en el escritorio, el consultorio, la oficina, el aula, etc) entre otras indicaciones.
De una manera sencilla, podría decirse que es mantener relación lógica entre lo que uno piensa, siente, dice y hace, es un estatus alineado que nos da firmeza en la vida. Y aquí empiezo a percibir una analogía entre la existencia y la escoliosis. Veamos.
Uno de los logros más altos y dignos a los que debe aspirar la persona espiritual es la coherencia. Al menos es mi expectativa personal, y admiro a quienes la han conquistado. Infinidad de veces hemos elogiado a Viktor Frankl por el hecho de que ha podido escribir cosas maravillosas, pero más aún, ha podido vivir su propia vida a la altura de las cosas que ha escrito. Una persona como él, que piensa, vive, escribe y se entrega en su trabajo del mismo modo, no es fácil de encontrar. Por otro lado, Abraham Maslow, en su teoría motivaciónal de las necesidades, nos presentaba una pirámide que tiene por cúspide la “congruencia” como logro altísimo; él mismo aclaraba que conocía a muy pocas personas que lo hubieran logrado. Ahora bien, ¿qué sería coherencia o congruencia personal? Coherencia es una palabra que deriva del
La existencia espera de mí (¿exige?), un cierto grado de coherencia que me conserve afirmado en ella misma. Que este alineado aquello que pienso, siento, digo y hago, alineación que se constituye en algo así como la columna vertebral de mi vida. Por diferentes causas, esa alineación puede verse afectada. Sea por la educación recibida (una especie de “incoherencia congénita”), por el efecto de otros sufrimientos, por ejemplo patologías que me hacen perder esa alineación (estas serían incoherencias secundarias a otros sufrimientos), o por malas posturas asumidas en la vida (una “incoherencia idiopática”) Tal como ocurre con las escoliosis, presumo que las incoherencias más frecuentes también serán las “idiopáticas” (jugando con los conceptos de la analogía, obviamente). Estas no sólo generan dolores y contracturas, también afectan el funcionamiento del todo. Sin llegar al grado de Frankl, por ejemplo, él y tantos otros, nos han marcado la posibilidad de lograrlo; se trata de un logro posible, aún cuando pueda ser arduo. Con el “kit básico” de humanidad con el que todos nacemos, es posible! No pensemos en un línea recta, sin curvas ni distorsiones de ningún tipo, pero si una columna erecta que ordene sensatamente lo que sentimos, pensamos, decimos y hacemos. La columna vertebral no es un palo rígido. Eso sería una percha. Nuestra humanidad
05 no se cuelga de una percha, sino que se mueve a partir de esa columna articulada que nos permite movimientos. Del mismo modo que la columna, la coherencia no debe ser rígida sino flexible. Rigidez y coherencia no van de la mano ni, mucho menos, son lo mismo. ¿Por qué es tan importante la coherencia en referencia al funcionamiento general de la persona espiritual? Porque nos permite mantener la mirada en un plano frontal. Nos permite ver e interpretar la existencia de manera correcta, nos ordena la mirada que de ella tenemos, sin necesidad de contorsionarnos en posiciones que nos generen más dolor y padecimiento. Cuando consultamos por nuestros problemas de cintura y espalda, el médico nos pregunta sobre nuestros hábitos de vida y posturales, a fin de sugerirnos cambios que nos permitan aliviarlos o hacerlos desaparecer. Del mismo modo, ante nuestros problemas y dolores existenciales, deberíamos preguntarnos sobre nuestros hábitos de vida y posturales (o “posicionales” en este caso), asumiendo que el “cómo” afronte-
mos la existencia puede ser causa de nuestros padecimientos. Cómo caminamos, cómo nos sentamos, cómo estamos parados, el sedentarismo o el exceso de actividad física, influyen en nuestra columna de manera decisiva; del mismo modo, cómo caminamos la existencia, sobre cuales cosas la asentamos, cómo nos ponemos de pie ante ella, la pasividad o la actividad inoportuna, influyen sobre nuestra vida. La “bipedestación existencial” también es producto de un proceso. Para los evolucionistas, pasamos de ser cuadrúpedos a ser bípedos, y ese salto evolutivo tiene costos. Siguiendo con la analogía podemos decir que pasar de ser hombres a ser personas, también tiene su costo. El logro de la bipedestación existencial es la coherencia. Nos eleva la mirada, nos mantiene los ojos en el plano frontal sin distorsiones ni dolores, nos mantiene erectos y dignos, afirmados sobre nuestros propios pies. Por arduo no deja de ser tentador lograrlo.
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¡NO QUIERO IR AL DENTISTA! Intervención psicológica en el tratamiento odontológico Por Dr.José Martínez–Romero Gandós Mail de contacto: sentido@cop.es
Blog: logoterapiagalicia.blogspot.com.ar
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n noviembre de 2011 publicábamos, en este blog, un artículo sobre la asistencia psicológica ante una intervención quirúrgica.[1] Una especialización en ese campo de la psicoprofiláxis es la que psicólogas y psicólogos realizan en el ámbito de la consulta odontológica. Es un tema que nos preocupa y preocupa desde hace muchos años y a él dedicamos muchos de nuestros esfuerzos.[2] La aspiración de la Ciencia en este siglo XXI es la de superar esquemas que, hasta hace poco tiempo, tendían a mantener rígidas fronteras entre sus distintos campos y especializaciones. El diálogo entre diferentes disciplinas, especialmente en Medicina, Odontología y Psicología, tiene muchos defensores y éxitos. Esa posibilidad de diálogo surge cuando los profesionales toman conciencia acerca de la complejidad de su objeto de estudio, el Hombre. La Persona no es un ente lineal, circunscripto, restringido a un campo de estudio. Se inserta en una compleja red de relaciones que obligan a una especialización y a una consideración de áreas cada vez más reducidas de su conocimiento y asistencia. No es cuestión de encarar al ser humano de forma fragmentaria sino ponerse al servicio de una concepción que lo considere una totalidad. La interdisciplinariedad es
una obligación y necesidad de la ciencia moderna. Superados los dualismos “cuerpo-psique”, concebido el hombre como una unidad y totalidad, el “enfermar” se corresponde con una manifestación que afecta la totalidad del ser. La enfermedad está tradicionalmente unida al dolor. Éste se puede describir desde un punto de vista fisiológico y también desde un ángulo psicológico. En el primer caso, podremos explicarlo, en el segundo podremos comprenderlo. En ambos casos debemos estar atentos a la intencionalidad de la conducta total del paciente. Muchos teóricos de la Analítica Existencial han tratado el tema del cuerpo. Hacemos nuestra, hoy, la reflexión que al respecto hacía M. Merleau Ponty cuando decía: “Yo no tengo un cuerpo, yo soy mi cuerpo”. En la relación yo-mundo que encarna nuestra modo de ser y de vinculación hay zonas privilegiadas del cuerpo que poseen especial resonancia afectiva. Ontogenéticamente, la boca es la primera y más importante de esas zonas porque fue nuestro vínculo y contacto con el mundo no más nacer. Posteriormente, en la evolución y maduración del ser humano, otras
07 zonas corporales van adquiriendo valor y significaciones especiales. Pero la boca continúa desempeñando un rol esencial en el intercambio afectivo con el mundo. La boca mantiene una privilegiada situación de importancia en la relación con otras personas. De ahí que variaciones en ese ámbito corporal provoca inmediatas variaciones en el ámbito de las relaciones interpersonales (ejemplos varios: halitosis, carencia dentaria, maloclusiones, etc.). Los matices en esta área oscilarán entre placer o dolor, actitudes de aceptación o de rechazo, cuidadosa consideración u olvido de su cuidado. La perspectiva global de consideración de la Persona otorga a la Psicología un papel primordial en el estudio de la resonancia afectiva o vivencial, el análisis de cada caso en particular y el respeto de la irrepetibilidad de sus funciones y acciones. El estudio de la problemática individual es puesta a consideración, en este caso, del Odontólogo/a. La etapa siguiente es la puesta en marcha de técnicas específicas encuadradas dentro del ámbito de la Psicoprofiláxis (Psicohigiene). Dicho de otra forma intentar trascender el marco del tratamiento del problema, dolor o enfermedad para abarcar el nivel más amplio de promoción de la salud. Ya en 1964 el Dr. Gerald Caplan señalaba que “la psicohigiene debe incluir la prevención primaria como elemento esencial y promover la salud entre los miembros de la comunidad que corrientemente no están alterados, tratando de reducir el riesgo de que enfermen”.[3] Es decir, se espera lograr mediante el uso de técnicas específicas la disminución en la aparición de los transtornos vinculados al tratamiento odontológico. Esta tarea del Psicólogo/a se realiza en contacto con la actividad Clínica o Quirúrgica (psicoprofiláxis pre y post-operatoria),
con la Odontopediatría con el trabajo conjunto en las distintas etapas evolutivas y con todo otro acercamiento al tratamiento odontológico. A grandes rasgos podemos decir que el trabajo se desarrolla, en la medida de lo posible, como prevención. Esta etapa de psicoprofiláxis puede realizarse en conjunto con el odontólogo/a en su clínica, en los colegios o en las actividades comunitarias locales. Contribuimos, así, a la prevención del surgimiento de dificultades y procedemos, como dice Caplan “a habilitar al individuo para que mejore sus capacidades de ajuste y adaptación, por medio de reacciones de superación basadas en la realidad”.[4] Esta tarea se puede desarrollar a nivel individual o en forma grupal, considerando en este caso a los pacientes de acuerdo a su edad evolutiva. Los objetivos planteados se encuadran en la necesidad de brindar a niños, adolescentes y adultos una información acerca del desarrollo del tratamiento que sea exacta pero adaptada a la edad y desarrollo madurativo del paciente. En el grupo de pacientes, las sesiones ayudan a canalizar y elaborar las expectativas, temores y ansiedades frente a la atención clínica o quirúrgica. El proceso puede realizarse eficazmente en una o varias sesiones. El tratamiento puede complementarse con una reunión con el grupo de padres para contribuir a desenvolver una actitud colaborativa que facilite la eficacia del proceso terapéutico. La siguiente etapa se corresponde con una prevención secundaria o terciaria y se dirige a la consideración de los casos especiales planteados por el Odontólogo/a. El paciente, al hacerse cargo de su ansiedad y temores, puede ir realizando una “acomodación” afectiva a la situación antes
08 temida, configurando un nuevo modo de aceptar el tratamiento y comprometiéndose con él, cualquiera sea su edad, a través de una elección y con el uso de su responsabilidad. Dicha elección le permitirá superar y asumir cualquier molestia que surja en el transcurso de su tratamiento. Es así que, mediante la intervención psicológica, el paciente pasa a ser un colaborador activo del proceso terapéutico y el odontólogo ve facilitada su tarea específica y enriquecido su quehacer diario.
REFERENCIAS [1] TENGO MIEDO! Intervención quirúrgica y asistencia psicológica (diciembre 2011) http://logoterapiagalicia.blogspot.com/2011/1
2/tengo-miedo-intervencion-quirurgica-y.html [2] Ya en 1972 publicamos en la revista “Ortodoncia” editada por la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires un artículo (en colaboración con la Lic. Ivonne Laberdolive y el Lic. Jorge Corsi) titulado “Técnicas psicológicas en el tratamiento ortodóncico integral (enfoque interdisciplinario) que recogía nuestra experiencia de trabajo con pacientes de odontología. [3] Caplan, G. – Principles of Preventive Psychiatry”, New York, Basic Book, 1964 (Versión castellana: “Principios de Psicología Preventiva”, Buenos Aires, Paidós, 1966) [4] Caplan, G. op. cit.
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AUTOESTIMA Del sistema inmunológico al noodinamismo Por Dra. Dides I. HERNÁNDEZ SILVERA Mail de contacto: didesilianapsico@yahoo.com.ar
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a autoestima desempeña la función de termostato emocional armonizando el choque de las emociones nocivas, evitando que surja la energía, obturando la motivación y no viendo más allá de la meta única, justo esa que no es posible lograr. La autoestima no marca un eje constante, está sometida a un continuo proceso de trasformación y variación. La autoestima desempeña la función de termostato emocional afinando el impacto de las emociones que nuestras resistencias toleren, evitando que se extiendan al resto de la vida. Se exterioriza a través de las emociones, de los proyectos y la ejecución de los mismo: influye en nuestras relaciones sociales y propósitos. Nadie carece de ideas acerca de sí mismo y de su valor. Y estas ideas influyen en nuestras acciones y sentimientos. Se nutre también de los signos de reconocimiento social: así como por nuestros logros y acciones consideradas exitosas. La autoestima facilita la acción: la acción motiva, crea y dispone a la autoestima. La autoestima es una experiencia íntima: es lo que pienso y lo que siento sobre mí mismo, no lo que piensa o siente alguna otra persona acerca de mí. Es posible satisfacer las expectativas de otros y aun así fracasar la propia vida. Ganar todos los honores y aun así sentir que no se conseguido nada. A veces, estas cosas pueden ayudar a tener
un sentimiento de autoaceptación o hasta de autocomodidad en situaciones concretas. Pero la comodidad no es autoestima, sería como una “zona de bienestar” que genera solo estabilidad. Sin embargo, esa mirada-juicio sobre uno mismo es vital. Cuando es positiva, permite actuar con equilibrio, sentirse a gusto consigo mismo, enfrentar dificultades. Cuando es negativa, propaga sufrimientos que afectan la vida cotidiana. Nos dejamos llevar más por el deseo de ahorrarnos dolor que por el de buscar alegría. La autoestima actúa como el sistema inmunológico del psiquismo, facilitando la obstinación, fortaleza y capacidad de recuperación. Una baja autoestima nos torna vulnerables ante los problemas de la vida. Si no creemos en nosotros mismos, en nuestra eficacia, ni en nuestra capacidad, el mundo resulta ser un lugar aterrador. La autoestima vista desde un punto de vista noodinámico, es liberarse de exigencias que no conducen al bienestar, construirnos desde una escena única, no comparada con…sino dibujarnos como lo que somos hoy en cada meta de nuestra vida. Así, es posible recordar el poema del poeta austríaco Jura Soyfer, muerto en un campo de concentración: Único modo de liberar al hombre que duerme en nosotros: preguntarnos a cada instante
10 si hombres somos y a cada instante contestarnos: No. El boceto somos mal pergeñado del hombre, aún por dibujar. Un pobre telón para la gran escena. ¿Hombres nos llamáis? Aún no: aguardad.
idealizar el desencanto por un diseño que no es propio y nos relaciona con el pesimismo. Un proyecto terapéutico supone la elaboración de ciertos duelos y tiene como protagonista la diferencia de instaurar la esperanza en nuestras vidas.
El que esquiva enfrentar estas tribulaciones tiene que encerrarse en un búnker Frankl, VE. (1983:138), El hombre doliente, Herder: donde no afecte el afuera, sus desórdenes, Barcelona sus duelos límite. Liberar al hombre es examinar a cada instante, vivir esa crisis desde la creación. Poder ver el propio trazo y creer en la transformación que elabora proyectos y oponerse tanto fatalismo que condujo a
11 ¿ES TAN DIFÍCIL RESPETAR LO QUE COMUNICAN LAS LEYES DE TRÁNSITO? Por Dra. Patricia María Nigro Mail de contacto: nigropatricia@gmail.com
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on la cantidad de accidentes automovilísticos que ocurren cada día (yo misma fui víctima de uno el 12 de julio de 2014 y todavía espero con paciencia que el seguro del agresor pague parte del daño físico que me causó), uno no puede dejar de preguntarse qué comunican las leyes de tránsito y por qué es tan difícil respetarlas. Los argentinos- y no digo los porteños porque en el interior es peor o igual- ignoramos voluntariamente estas simples leyes que comunican el respeto por la vida. Cuando se enseña el proceso de la comunicación en las escuelas o en las universidades, inmediatamente los docentes recurrimos al ejemplo del semáforo para explicar un sistema de signos muy sencillo pero que muchos conductores parecen no entender, hasta que causan un daño al prójimo o a sí mismos. El rojo indica “deténgase”, cuyo significado implícito podría ser: si no lo hace, mostrará que usted posee un terrible desprecio por la vida.Las leyes de tránsito comunican, básicamente, eso. Respete la vida del otro y, si la suya no le importa, no conduzca. Usted, despreciador de la vida, no debe conducir. De ningún modo. Porque o es usted un asesino al volante o un loco que no es responsable de sus actos y, por eso, no merece conducir.
Las leyes penales argentinas son aplicadas según la astucia de los abogados, la indiferencia de los jueces o la inmoralidad de los políticos. Todos ellos carecen no solo del coraje de mandar a prisión al que no respeta un semáforo rojo sino también de quitarles el registro de conductor de por vida a estos perpetradores de la muerte. Nuestros funcionarios comunican, con sus actos, el mismo desprecio de la vida que los infractores de las leyes de tránsito. A las familias destrozadas por la imprudencia negligente solo les queda comunicar su dolor por sus hijos perdidos o mutilados en estos hechos. Cuando uno va a aprender a conducir, se supone que aprende el significado de las leyes de tránsito. Es necesario para recibir un carnet o licencia (es decir, permiso) para manejar. Tener que ganarse el permiso quiere decir que no lo puede hacer cualquiera. Eso está claramente comunicado en las leyes. Sin embargo, la ineficacia, muchas veces, de la policía que debería protegernos, la desidia de la justicia argentina que es demasiado lenta y, por lo tanto, injusta, nunca llegan a castigar suficientemente al que causó un daño terrible en una familia. En la película de David Zifrón, Relatos salvajes (2014), se cuentan dos historias- entre otras- paradigmáticas. En una de ellas, dos autos o sea dos conductores, compiten por pasar primero en una ruta perdida en donde ni siquiera hay otros vehículos. Lo que empieza siendo una suerte de juego de
12 quién puede más termina siendo la pena capital para los dos que manejaban. Llegan al extremo de matarse el uno a al otro. En otra de las historias, un joven rico y alcoholizado mata a una madre embarazada y el argumento se desarrolla de puertas adentro en el hogar del asesino. ¿Podrá el padre ejercer la justicia, aplicar la ley, a su propio hijo? Aunque por un momento este ve con claridad que el camino es entregarlo a la policía que está fuera de su casa esperándolo, termina cediendo a los pedidos desesperados y egoístas de su mujer y a las presiones de su abogado inescrupuloso. La película habla de varias historias “salvajes”, tal vez, debería emplearse el adjetivo “violentas” o “inhumanas” o “injustas”. Porque la historia de los corredores que compiten en la vía pública y que termina en muerte la hemos visto (y muchos también sufrido) muy seguido. Y la historia del niño rico y asesino, apañado por padres que se escudan en su dinero para torcer la ley a su favor, tampoco es nueva. Pero de nada nos sorprendemos ya los argentinos, vivimos en un “cambalache”, como profetizó el gran Discépolo, en donde los valores no son universales ni eternos. Aunque las leyes de tránsito intenten ordenar el llamado “caos vehicular”, debo decir que el caos está, en verdad, en la voluntad de mostrar respeto por el otro o en el dejar actuar las pasiones de los conductores que usan un arma poderosísima con una irresponsabilidad absoluta. ¿Es tan difícil darle el paso al peatón que cruza correctamente?, ¿es imposible no detenerse sobre las rayas blancas o estacionar en una bajada para personas con discapacidad?, ¿es muy complicado frenar cuando el semáforo está en amarillo y esperar unos segundos más a cambio de seguir vivo o de no matar a otro? Parece que
sí. Finalmente, ahora tendría que afirmar que el problema es la educación, que en las escuelas deberían enseñarse esas leyes, porque echarle la culpa de todo al sistema educativo es tan fácil y tan falaz a la vez. Son los padres irrespetuosos, quienes enseñan y amparan a sus hijos irresponsables. No son los maestros. No son los profesores. Son los adultos que sobornan al policía que gana un sueldo miserable y cae fácilmente en la tentación para que no los multen, para que no lleven preso a nadie. Somos todos y cada uno de los argentinos los que tenemos que revertir estos malos hábitos, estos hábitos que no respetan uno de los mandamientos más importantes: No matarás.
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SU ATENCIÓN, POR FAVOR Por Dr Claudio César GARCIA PINTOS Mail de contacto: cavef@yahoo.com
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a temática de los problemas del aprendizaje es siempre vigente. Pareciera ser que pocas cosas alteran tanto la vida de niños, jóvenes, padres y familias enteras, como la emergencia de problemas escolares. Muchas circunstancias conflictivas en la vida de una familia no generan tanta dificultad como el hecho de que el hijo tenga problemas en el colegio. Los padres discuten entre sí tratando de delimitar de quién es la culpa del problema, se dramatiza el hecho al punto de convertirlo en tragedia, algunos terminan estigmatizados por este tema, la vergüenza aparece en el horizonte familiar. Se levantan desde castigos y condenas hasta la más profunda indiferencia de quienes “ya no saben que hacer con este chico”, pasando de penitencias duras hasta un “haz lo que quieras”, definición que encubre abandono y resignación. Por otro lado, y en el mismo sentido, un chico puede tener manifestaciones conflictivas varias (borracheras a repetición, comportamiento maleducado en casa, incumplimiento de responsabilidades básicas, etc) pero todo puede quedar olvidado bajo la consigna “pero, en el colegio le va bien”, o quedar perdonado o convalidado si cumple con el mandato: “lo importante es que te vaya bien en el estudio”. Aprender o no aprender, parece ser un ele-
mento estabilizador o un factor determinante, del orden y grado de preocupación que los adultos debemos asumir ante la realidad de los más chicos. Ahora bien, ¿que ocurre cuando el aprendizaje no fluye como debiera y presenta dificultades? Es entonces cuando empieza el drama. Pero veamos de qué se trata. Su atención por favor. Problemas de aprendizaje Es mucho lo que ya se lleva dicho y escrito sobre los problemas de aprendizaje. Posiblemente no sea necesario agregar mucho más al respecto, en el sentido de describirlos o explicarlos en su dinámica o estructura. Pero sí, sobre su comprensión. Porque una cosa es entenderlos y otra, muy distinta, comprenderlos. Cuando orientamos a docentes sobre esta temática (también a padres), comenzamos por señalarles la existencia de factores perturbadores del proceso de aprendizaje, cuya presencia, puede derivar en manifestaciones problemáticas en los chicos. En su mayoría son factores condicionantes presentes en el contexto, que inciden negativamente en el curso del proceso. Señalo que son condicionantes y no determinantes. Los determinantes son aquellos cuya presencia asegura una consecuencia (cuando
14 decimos “si A, entonces B”) que podemos anticipar y que se repite de manera inequívoca. Pero los condicionantes no aseguran consecuencia alguna. Pueden estar presentes y no generar consecuencias, pueden generarlas en algunas personas y no en otras, ahora si y antes no, etc. De todos modos, cuando un chico manifiesta dificultades en el aprender, es prudente y oportuno detenernos primeramente a ver si existen condiciones que puedan estar incidiendo de tal manera, que puedan provocar esas dificultades. Estando en el contexto y siendo condiciones, es imposible armar una lista terminada sobre cuáles son; de hecho, cualquier circunstancia puede ser perturbadora para este chico, ahora, y no para los otros. Pero sí podemos intentar una primera y sencilla clasificación. Veamos: Factores perturbadores presentes en el contexto inmediato del proceso de aprendizaje: por ejemplo, mala acústica del aula, pizarrones en mal estado en los cuales es difícil reconocer que escribe la maestra, aulas con muchos alumnos apiñados, aulas con contaminación visual –repletas de láminas escolares desordenadas que distraen a los alumnos-, aulas en las que hace mucho frío o mucho calor o tienen una pobre ventilación, etc. Un chico, por ejemplo, puede tener problemas de atención por estar sentado en medio de un grupito de alumnos inquietos, y si lo cambiamos de lugar en el aula, sus problemas desaparecen. Factores perturbadores presentes en el educando o en el educador. Es decir, condiciones de uno u otro que dificultan el curso normal del proceso. Pensemos por ejemplo en un alumno con problemas de atención, al cual descubrimos como hipoacúsico. O un alumno que tiene problemas para co-
piar del pizarrón, al cual descubrimos con dificultades para ver de lejos. Si un adulto, de repente, comienza a ver mal o a escuchar mal, se dará cuenta de ello; pero un niño que ha nacido hipoacúsico o con una disminución visual, nunca nos dirá que no ve bien o no oye bien, porque siempre vió y escuchó así. Si a ese alumno lo sentamos más adelante favoreciendo que escuche/ vea bien, si se le indican anteojos o un audífono, no tiene mas problemas de aprendizaje. Si un docente tiene problemas de dicción y no modula bien, o tiene el hábito de gritar, o habla muy rápido, etc, puede estar presentando alguna condición que incida negativamente en el curso del proceso del aprendizaje de este chico, porque no lo escucha bien, o no le entiende o le tiene miedo En todos estos casos, los factores perturbadores están en el educando o en el educador. Factores perturbadores presentes en el contexto mediato del proceso de aprendizaje. Me refiero a elementos que no están estrictamente presentes en el aula, pero que inciden directamente sobre lo que en ella acontece. Recuerdo el caso de un niño cuyos padres discutían habitualmente en casa. En una de esas discusiones, la mamá le dice al papá, “me tenés cansada con estas discusiones,, un día de estos vas a volver a casa y no me vas a encontrar porque me voy a ir y nunca más vas a saber de mí”, declaración que el niño asume como una amenaza inminente. Es así que está en el colegio con angustia, pensando en sí al volver a casa, su mamá habrá ejecutado la amenaza de haberse ido. Ese elemento incide directamente sobre la actuación del niño en el aula. Otro caso es el de aquel que fue asaltado al salir del colegio y ahora manifiesta en el aula una angustia creciente (se distrae, no copia la tarea, no entiende la explicación, etc) a medida que se acerca el
15 horario de finalizar sus clases y tener que volver a casa, expuesto a un nuevo asalto. Así, podríamos ilustrar con miles de ejemplos que nos presentan factores de perturbación del proceso del aprendizaje, generados a distancia, condicionantes remotos, que afectan el curso del aprendizaje de esta persona. En todos los casos, la remoción de estos factores puede reflejar la desaparición progresiva de la dificultad manifestada por el chico y la finalización del problema escolar. Por eso mismo es oportuno y prudente dedicarnos un momento a observar el contexto del problema cuando este se presenta y no dar por cierto que la dificultad ya esta instalada en el educando. Ahora bien, si removidas los posibles condicionantes, el problema subsiste, podemos asimilarnos a la idea de una dificultad real. ¿Qué hacer entonces? En principio, evitar caer en el lugar común de diagnosticarlo inmediatamente. Muchos docentes caen en la tentación de hacer diagnósticos neurológicos (“este chico tiene ADD, Fulanito es hiperkinético, etc”), psicológicos (“Sultanito es un TOC, Menganito tiene problemas de autoestima, etc”), psicopedagógicos (diagnosticando problemas operacionales) o aún sociológicos (diagnosticando sociopatías de su familia o del entorno en el que vive el alumno). Al margen de reconocer que la formación y experiencia del docente puede darle elementos para aproximarse con cierta certeza al diagnóstico presuntivo de la situación, su función es detectar los emergentes y solicitar la orientación o asesoramiento profesional adecuado. Tal vez esté en lo cierto, pero corresponde respetar la incumbencia profesional de aquel que debe diagnosticar la situación concreta del alumno en cuestión. La idea es poder respondernos estos tres
interrogantes o cuestionamientos al momento de detectar la dificultad para aprender que manifiesta este chico: qué dificultad tiene, cuál puede ser la causa de la misma y quiénes deben comprometerse con esta situación. Veamos. I- Qué le pasa Bien sabemos que las cosas obvias son las que terminan siendo las más imperceptibles. Lo primero sería definir qué le está pasando a este chico. Aunque parezca una obviedad (o incluso, aunque lo sea), antes que nada hay que tener bien en claro lo que esta sucediendo. Podríamos llamarlo así: matrizar la situación. Cuando la matriz cae, delimita el paño y corta lo que excede la forma. Ese recorte también es necesario en este caso. Veamos un ejemplo. Juan tiene problemas en el colegio. Sus notas son cada vez peores y no hay manera que mejoré su situación. Para su maestra, Juan no tiene interés en estudiar; para sus padres, no le dedica el tiempo suficiente. Ambos (padres y docente) coinciden en que si se dedicara con interés el tiempo suficiente, su situación sería mejor. Es así que lo castigan tratando de que cambie su actitud. Sin embargo, su situación no es esa. Juan tiene interés y se dedica, pero tiene un problema de “asimilación”; es decir, como si quisiera recoger agua con un colador, por más que se dedique y pretenda llenar el balde, nunca lo lograra. Los castigos nunca resolverán el problema (al margen de que el castigo no educa!) Sólo detectando cuál es su verdadero problema, podremos ayudarlo a resolverlo. En este caso, haciendo una consulta neurológica, ayudándolo a que logre una mejor metodología de estudio, etc. Cuando nos quedamos sólo con lo inmediato y no procuramos comprender lo que tenemos por delante más allá de lo que manifiesta, estamos en riesgo de confundir su lectura. Como sí confundiéramos el pan ra-
16 llado con el aserrín. II- Para qué le pasa Aquí no es sólo importante definir la causa inmediata del problema (su etiología) sino también su significado. En otras palabras, por qué y para qué le pasa lo que le pasa. Ciertamente las causas inmediatas pueden ser orgánicas (por ejemplo, un problema neurológico, vascular, hormonal, etc.), madurativo o psicológico. También reactivo, cuando el problema responde a hechos circunstanciales (un duelo, una mudanza, un embarazo, etc.) Las causas mediatas, tienen que ver con la utilización que hace el chico de su problema de aprendizaje. Por ejemplo, llamar la atención de sus padres o ganar una posición social en el colegio, perteneciendo al grupo de los “populares”, que no son los mejores alumnos del curso. Por cierto, no es lo mismo que Juan tenga dificultades porque tiene un problema neurológico o porque quiere llamar la atención de terceros. III- Quiénes Aquí me refiero a definir también, a quiénes y de qué manera compromete el problema de aprendizaje de Juan. En este punto, es bueno detenernos un momento. Veamos. Desde siempre, se identificó el problema con el que lo sufre. Quiero decir, el viejo es un problema, el adolescente es un problema, el discapacitado es un problema, etc. Cuando en realidad, esta persona con tal edad, tiene un problema que es cómo vivir esa edad en esta sociedad. Y así ocurre con los otros casos. Del mismo modo, un chico con dificultades para aprender, ha sido visto como un “alumnoproblema”, cuando en realidad es un alumno que tiene un determinado problema con su aprendizaje.
En una primera revolución, por así llamarla, logramos comprender que lo correcto era hablar de “un alumno con problemas”, des-identificándolo con el hecho en sí mismo. Fue así que pudimos superar esa instancia en la cual, los psicólogos educacionales éramos llamados para “sacar” ese problema del aula, porque “con un chico así en el aula, no se puede enseñar” Éramos “resolvedores” de problemas o “tenazas” que sacábamos los obstáculos del aula para que el proceso continuara eficazmente. Pero esto significó, no solamente denominarlo de otro modo, sino más bien, comprenderlo de otra manera. Es decir, este alumno tiene un problema, y también nos corresponde a nosotros, educadores, ver la manera de ayudarlo a que lo resuelva. Implica un grado de “compromiso” en esa resolución. Si bien es difícil que en la actualidad los educadores hablen del “alumnoproblema”, esto no significa que todos hayan comprendido lo que significa no hacerlo. De hecho, muchos siguen vinculándose con el chico que no aprende como si él mismo fuera el problema o la dificultad, y no como siendo el portador de esa dificultad. Ahora bien, creo que aún queda pendiente un nuevo giro dentro de esta revolución. Ya pasamos del “alumnoproblema” al “alumno con problemas”, pero todavía resta el tránsito al estatus de “tenemos problemas con este alumno” ¿Qué quiere decir? Básicamente, animarnos como educadores a descargar la mochila del alumno y asumir la cuota-parte de responsabilidad que tenemos en su dificultad. Muchas veces, los problemas del alumno no son más que la proyección que hacemos sobre él, de nuestras propias dificultades para enseñarle el tema en cuestión. Por ejemplo, intento enseñarle a Juan que un “adjetivo” es “una parte de la oración o clase de palabra que complementa a un sustantivo para calificarlo” Pero Juan no lo entiende. Lue-
17 go insisto: “Juan prestá atención, un adjetivo es… una parte de la oración o clase de palabra que complementa a un sustantivo para calificarlo” Sin embargo, Juan sigue sin entenderlo. Realizo un nuevo intento y digo: “a ver Juan si ahora lo comprendés… prestá atención…un adjetivo es… una parte de la oración o clase de palabra que complementa a un sustantivo para calificarlo” Más allá de mis esfuerzos, Juan no lo entiende. Conclusión: Juan tiene problemas de aprendizaje. No. En realidad yo solo sé enseñar qué es un adjetivo, de una sola manera posible, y aquel que no se ajuste a esta sola manera que tengo de hacerlo, es considerado como teniendo problemas para aprender. En realidad, ¡yo tengo problemas para enseñar! Esta proyección es muy usual y condena al alumno a ser el único responsable de la dificultad. Conducir el proceso Todo conductor debe hacerse cargo del resultado de esa conducción. Es decir, cuál ha sido el destino final de lo conducido. Cuando subo a un autobús, el conductor es responsable de cumplir con el itinerario que corresponda, llevándome a destino en tiempo y forma. Mi responsabilidad es la de ocupar mi asiento y respetar las indicaciones del viaje. Si me pusiera a caminar por el pasillo sin tomarme del pasamanos y me caigo, esa caída es responsabilidad mía. Ahora bien, si por una mala maniobra del conductor me golpeo, la responsabilidad en ese caso es suya. Lo propio ocurre con este colectivo que es el aula. El conductor del proceso de aprendizaje es el educador, quien debe contar con la pericia para cumplir con lo que se espera de ese proceso. El educando debe ocupar su lugar y hacerse responsable de cómo participa del tránsito hacia el saber.
En caso de una caída, debe quedar claro quién debe hacerse cargo, y de qué. Cuentan aquellos que conocieron a Jorge Luis Borges como profesor universitario que, cuando alguno de sus alumnos reprobaba un examen, se ponía de pie, le daba la mano al reprobado y le pedía disculpas por la parte de responsabilidad que le pudiera corresponder en su aplazo, sea por haberle enseñado mal o por no haber notado que él no había aprendido. Debemos renovar la capacitación docente haciendo hincapié en una formación que, siendo fuerte en la técnica pedagógica y didáctica, no descuide los aspectos personales que acercan el educador al educando, lo comprometen en la conducción del proceso y lo hacen verdaderamente socio en el logro del mejor aprendizaje posible.
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LA PÁGINA DE CAVEF Director: Dr.Claudio César García Pintos
Por Dr Claudio César GARCIA PINTOS Mail de contacto: cavef@yahoo.com facebook.com/claudio.garciapintos.1
Este mes, CAVEF quiere compartir con los lectores de LOGORED, una reflexión del Lic. Cecilia SAINT GIRONS publicado EL 21/04/08 en la página del Centro Viktor Frankl. Otro material para estudio. (http://www.centroviktorfrankl.com.ar/)
La lectura y su efecto terapéutico Por Cecilia Saint Girons “Pensar por sí no se logra desde el vacío. Lo que pensamos por nosotros mismos tiene que sernos en realidad mostrado.” Jaspers Esta experiencia tiene su origen a partir de diversas propuestas que se están realizando desde la perspectiva logoterapéutica en relación con la lectura y la escritura como factor preventivo y promotor de la salud. Me refiero específicamente al concurso de relatos para personas mayores de sesenta años que lleva a cabo la FAL conjuntamente con España y a la presentación que realizara Alejandro de Barbieri en el XIX Congreso Argentino de Logoterapia en Rosario, 2006, donde planteó la cura por la palabra escrita. En lo personal, la experiencia de ser interpelada por personas de diversas edades y por diferentes medios (me refiero a email, chat, teléfono o cara a cara de ma-
nera informal, en algún pasillo de las instituciones donde trabajo) para contarme su encuentro con Frankl a través de la lectura de alguno de sus libros. Diálogos que tenían como denominador común haber descubierto “algo” lleno de significado para sus vidas, como si se les estuviese hablando a ellos y que por tanto, habían provocado algún cambio positivo en sus vidas. Recuerdo el llamado de Gladis para saber qué podía hacer en y con Logoterapia Rosario. No lograba descifrar su “pedido”, no es profesional, no quiere cursos de formación, tiene 70 años, tampoco quiere psicoterapia ..ya hizo bastante. Sin embargo algo quería de la Logoterapia, había leído “El hombre en busca de sentido”. No le di una respuesta definida pero me comprometí a llamarla para invitarla a participar en algo que empecé a imaginar a partir de ese momento. Cuántas personas como Gladis pueden estar necesitando “algo” de la Logoterapia, de un terapeuta, de otra persona. Cuántas, como ella, no quieren saber nada de psicoterapia. Y a cuántas personas les vendría muy bien recibir un apoyo personal específico, digo profesional, para tomar decisiones, repensar su vida y fundamentalmente buscar y encontrar sentido. Y ella tiene 70 años... cuántas personas de su edad podrían aportar desde sus vivencias a enriquecer y fortalecer las vivencias de otras como ella.
19 Fue así que surge este grupo, que en un primer momento denominé “grupo de biblioterapia” definido como “encuentros de reflexión grupal basados en la lectura de textos de Logoterapia y de la vida cotidiana, con el objetivo de generar en los participantes una logoactitud y encontrar sentidos.”
PRIMER ENCUENTRO Presentación institucional y del espacio, según lo explicado anteriormente. Presentación personal de los participantes: Gladis (70 años, docente jubilada) Marta (86 años, empleada, jubilada) Caty (65 años, docente jubilada) Mónica (38 años, Médica) y Andrea (40 años, Docente). Objetivo: “Realizar lecturas de textos seleccionados para reflexionar cobre la propia vida” Lectura de la Introducción del libro “La logoterapia en cuentos. El libro como recurso terapéutico” de Claudio Garcia Pintos. (Fragmento) “Sobre biblioterapia. El dolor, la pena, el sufrimiento, son alternativas cotidianas y comunes a la naturaleza humana. Constituyen supuestos básicos de la naturaleza del hombre, de modo tal que negarlos o creer que pueden erradicarse es, en definitiva, una utopía que, de concretarse, dejaría a la misma existencia sin sustento. No se trata de una apología del sufrimiento sino más bien de afirmar su innegable realidad y su inevitable presencia en el horizonte humano. Cada día más se nos bombardea con la idea, y la supuesta solución, de una vida placentera, hedonista, libre de sufrimiento y pesar. Si usted maneja el auto, o si consume tal bebida o tal cigarrillo, si
usa esta crema antienvejecimiento o viaja a aquella playa de moda, o...,en fin, parece ser que hay tantas maneras de llegar a experimentar la plenitud del placer, terreno exento de pesar, que es una necesidad de sufrir, hcerlo como si realmente uno fuera un ser humano. Es que curiosamente hemos olvidado nuestra propia realidad humana, la hemos vaciado, o terminaremos haciéndolo, de aquello que la redime, o la eleva, le da identidad como humana, la hemos vaciado de valores. La vida es una realidad dinámica, es decir, en movimiento, en permanente cambio. Pero se desarrolla en un horizonte de valores que se manifiestan como realidades remanentes y estables, eternas. El amor siempre será amor; la solidaridad, el respeto, la familia, etc, siempre representarán un mismo contenido. Pero, ¿no es que van cambiando con el paso del tiempo? Por ejemplo, mis abuelos vivieron el amor de una manera diferente a como la vivieron mis padres y más diferente añun a como lo vivo hoy. Entonces, ¿son estables los valores?. Sí. Los valores son permanentes como bienes-en-sí. Lo que ha ido cambiando o modificándose es la manera de interpretarlos o encarnarlos. Y esto ocurre no sólo de época en época o de generación en generación, también ocurre de individuo en individuo” Ejes de reflexión 1. ¿Qué es lo importante en mi vida? ¿Cuáles con mis valores? Las respuestas: Trascender, dejar una huella en las personas que me rodean
20 La familia Realización profesional: encontrar sentido y placer en la tarea. 2. ¿Cuál es el lugar del sufrimiento en mi propia vida? Las respuestas: La enfermedad: sentimiento de vulnerabilidad y vergüenza, culpa. Necesidad de no olvidar esta experiencia, que no haya sido en vano. Buscar el por qué. El sufrimiento físico: despierta una voluntad férrea, una conciencia de la necesidad de un cambio de valores, una necesidad de ajustar la escala de valores. Sensación de vacío por abstinencia al cigarrillo. Miedo a la muerte. Angustia social: fobia Me pregunto el por qué y enseguida pienso en el para qué me sucede. El sufrimiento es algo que nos toca. Es más superable lo físico que lo espiritual. Aceptar el sufrimiento como algo en lo que también uno es partícipe.
Se analizan estas respuestas integrando el análisis de los caminos para encontrar sentidos que traza Viktor Frankl (valores de creación, de experiencia y de actitud) Los dos primeros aparecen con claridad en los valores que orientan sus vidas: los afectos y el trabajo. Los valores de actitud se manifiestan en lo que les aportó las situaciones límites vividas: enfermedad, culpa y muerte. Se explica la diferencia entre el sufrimiento necesario y el sufrimiento innecesario.
“Preguntarse por el sentido del sufrimiento puede representar, en nuestra experiencia humana, un verdadero sufrimiento, porque es permitir la confrontación directa con una de las dimensiones que revelan más claramente nuestra indigencia, pobreza e impotencia, no solo para entender el problema, sino, más bien, para tomar una actitud ante él y, más aún, para actuar de tal modo, que el sufrimiento se convierta en una fuente de crecimiento a pesar – de – y no constituya un absurdo doblemente doloroso. El sufrimiento es parte constitutiva de nuestro modo humano de existir y está escrito radicalmente en nuestro ser, como todo cuerpo físico que proyecta una sombra.”
Como cierre se deja planteada la pregunta: 3. ¿Cuál es el sentido que le estoy dando a mi vida hoy?
SEGUNDO ENCUENTRO Lectura del libro “La psicoterapia al alcance de todos” de Viktor Frankl.” de la Introducción: “El hombre en busca de Sentido” (fragmento) “Este título esboza más que un tema. Encierra una definición o, al menos, una interpretación del hombre; el hombre como un ser que en último término y propiamente está buscando sentido. El hombre está siempre orientado hacia algo que él mismo no es, bien un sentido que realiza, bien otro ser humano con el que se encuentra; el hecho mismo de ser hombre va más allá de uno mismo, y esta trascendencia constituye la esencia de la existencia humana.
21 ¿No es cierto que el hombre busca propia y originalmente ser feliz? ¿No manifestó esto el mismo Kant, añadiendo solo que el hombre debía buscar también ser digno de felicidad.? Yo diría que lo que el hombre quiere realmente no es, al fin y al cabo, la felicidad en sí, sino un motivo para ser feliz. En cuanto lo encuentra, la felicidad y el placer surgen por sí mismos” ... Respuestas a la pregunta planteada: Sentidos: En los afectos En la soledad En la profesión: amar lo que se hace. Ambivalencia entre dedicarse a sí mismo y postergar a los seres queridos. “El sentido de mi vida fue cambiando. Mi hijo y mis nietos, la familia. Luego pensé para qué soy útil. Actualmente encuentro sentido en la oración de intercesión, mi responsabilidad es pedir por otros.” “El sentido de mi vida es tomar conciencia real de que hoy vivo, hoy existo. Ayer ya pasó y mañana es un proyecto.” “Entre las cosas que dan sentido a mi vida encuentro la parte afectiva. La maternidad en mi es una idea fija que me preocupa. No sé si todo lo que hago me da sentido si me falta eso. No sé cómo ubicarme.” “Dan sentido a mi vida las ganas de vivir, cantar y bailar. Disfrutar lo poco que me queda. Y tengo muchos resentimientos .... los resentimientos no se superan, solo tengo que conformarme.” De las respuestas expresadas se trabajó especialmente un concepto: la noción de TIEMPO. El tiempo vivido y el límite de la vida, la
cercanía al final del tiempo personal; el tiempo para ciertos proyectos que quedan acotados por la propia biología, el tiempo pasado que no vuelve y no se modifica y el futuro que aún no ha llegado. Una de las participantes me pregunta en forma directa “se puede vivir sin proyectos”? Lo relativo de lo fáctico y la historicidad también se presentan como situaciones límite, situaciones que no podemos modificar, que representan una frontera, un antes y un después de ese límite. Y exigen una respuesta, una actitud a tomar. “La temporalidad y finitud son necesarias para el sentido concreto de la vida y se suman a un tercer factor: la irreversibilidad. Aquí he de conectar el sentido de mis acciones con el de mi responsabilidad, teniendo como horizonte vital la realidad de que solo se vive una vez... La temporalidad fija determinados plazos al ser humano” Los cambios evolutivos observados en personas que atraviesan la mitad de la vida, situada en nuestra cultura y época actual entre los 40 y 50 años, se relacionan especialmente con el sentido que adquiere el tiempo para el adulto. En la mitad de la vida las personas toman conciencia de la finitud del tiempo y que han vivido más tiempo del que posiblemente les reste por vivir. Muchas mujeres sienten que el período fértil ha llegado a su fin, y que aún siguen detrás de sueños sin concretar, o que el éxito laboral no dio el resultado esperado. Es en este momento vital particularmente que las personas necesitan dar un sentido de integridad, de coherencia y de continuidad de sí mismas a través del tiempo. En cuanto a la problemática del envejecimiento, tanto el concepto de cambio como el de tiempo son sumamente significativos. El concepto de cambio a lo largo del tiempo re-
22 sulta fundamental para comprender el desarrollo y el envejecimiento. Se puede distinguir un tiempo biológico, referido a los cambios orgánicos que se producen con la edad; el tiempo psicológico, que tiene que ver con la capacidad de adaptación de las personas; y el tiempo social, que abarca el conjunto de roles y status que la persona asume a lo largo de su vida. los tres quedan englobados en el tiempo funcional (Schroots y Barren, 1990) La noción de temporalidad que presenta la logoterapia tiene un doble foco: por un lado el pasado y por otro el porvenir. El pasado como aquello salvado para siempre, tal como lo expresa Frankl en esas profundas palabras dirigidas a sus compañeros de prisión. “...Hablé del pasado, de las alegrías y de las luces que aún emanaban de él en la oscuridad de nuestros días. Cité al poeta que dice lo que has vivido, ningún poder del mundo puede quitártelo. Lo que hayamos realizado en la plenitud de nuestra vida pasada, con toda la riqueza de experiencias, nadie puede quitárnoslo. Pero no sólo lo que hayamos vivido, sino también lo que hayamos hecho, pensado y sufrido... todo lo hemos salvado haciéndolo real, de una vez para siempre. Y si se trata de un pasado está asegurado para la eternidad. Porque ser pasado es quizás un modo de ser, mejor dicho, el más seguro.” El pasado que nadie puede quitarnos. Pero también ese pasado puede aparecer como un peso, como una carga muy difícil de sobrellevar. Entonces es necesario enfatizar la frase de Acevedo que expresa que “somos hijos de nuestro pasado pero no esclavos, y padres de nuestro porvenir”. Entonces aquí aparece el otro polo, el de lo porvenir, que no es simplemente futuro, si no todo aque-
llo en que seré el en tiempo, que voy construyendo en el presente. Y aquí se responde la pregunta de Caty, sobre los proyectos. Vivir sin proyectos es como desaparecer en el instante, como marchitarse antes de florecer. Una pareja sin proyectos está caminando hacia el fracaso, un joven sin sueños por realizar no tiene fuerzas para vivir, y en toda edad los proyectos son guías en el camino del sentido. Y el sentido tiene efecto terapéutico de por sí. En este segundo encuentro se alcanzó un clima de confianza y profundidad que me pareció oportuno abrir hacia un rumbo complementario y que creo imprescindible incluir con énfasis en la Logoterapia: el sentido del humor. Se deja planteada la siguiente tarea: 4. ¿Qué lugar tiene el sentido del humor en mi vida? Pensar anécdotas, situaciones en las que hayamos sido protagonistas del humor.
TERCER ENCUENTRO Lectura de Texto: Frankl, V. “Lo que no está escrito en mis libros. memorias” Acerca del humor Comentarios humorísticos pueden conducir a formulaciones graciosas, pueden generarlas... Formulaciones graciosas pueden generar neologismos, o sea formaciones nuevas de palabras... Es de no creer, pero también en el campo de concentración de vez en cuando uno lograba algún juego de palabras, o
23 algún neologismo chistoso. En el campo de Theresienstadt, donde estaba alojado junto con media docena de otros médicos en una pequeña habitación de un cuartel, yo debía atravesar otra pieza para llegar a la mía. Estaba oscuro, pero cuando abrí la puerta de nuestra habitación, cayó luz a la pieza de paso, pudiendo ver entonces que un colega, que estaba en su cama con su amiga –se trataba de un radiólogo de Praga- quedó algo avergonzado. Le dije: Perdón , señor colega, lo he co-despertado?
pintada de verde. - ¿Qué, dice espantado el hombre que busca el prostíbulo, el famoso rabino Fulano vive en el prostíbulo?? A lo que el otro responde: - Cómo puede decir semejante cosa; el prostíbulo es la casa de enfrente, la pintada de rojo. – Muchas gracias, finaliza el hombre la conversación, y se encamina al prostíbulo”...
....
“Me quedé pensando en las anécdotas humorísticas y no encuentro ninguna. La gente dice que yo tengo buen humos”
Comentarios chistosos pueden, como se sabe, hacer más llevadero un discurso, y también pueden dificultarle la situación al opositor que sigue a uno en la discusión. En la presentación de apertura del Otoño de Séller en Graz, Austria, quise señalar que estoy autorizado no sólo para hablar desde un punto de vista médico, sino desde un enfoque filosófico. Simultáneamente, no quería darle demasiada importancia al hecho de que soy tanto doctor en Medicina como en Filosofía. Por este motivo, dije: Damas y caballeros, sepan ustedes que yomposeo tanto el doctorado en Medicina como en Filosofía, pero habitualmente no lo menciono. Pues como conozco muy bien a mis colegas vieneses, danie dirá que Frankl es un doble doctor, sino que dirán que solo es un médico a medias. ... No solo hago chistes, también me encantan ... El mejor chiste que conozco trata de un hombre que llega a un pueblo polaco en el que reside un alto porcentaje de habitantes judíos, deseando ir a un prostíbulo. Como no queda bien preguntar por la dirección de esta casa, se dirige a un anciano judío y le pregunta: ¿Dónde vive vuestro rabino? La contestación es la siguiente: - Alí, en la casa
Respuestas y comentarios:
“Mi nieto siempre me dice que me río siempre” “Tengo muchas anécdotas: una vez desfilé para una casa de modas con ropa juvenil, y bailé en el esceario, tenía puesto un jardinero de jin. La gente me aplaudía y se reía mucho. Martita IF” (risas) “No tengo anécdolas pero pensé en la película La vida es bella. Recordé lo que pasó el otro día en la tormenta (de piedras). Primero pensé que iba a llorar. Luego reflexioné lo que le pasó a una sobrina en u tornado. No es humor pero es optimismo. Hay un buen humor y un mal humor. No crecí en una casa de buen humor, todo era prohibitivo. Cuento siempre hasta 10 antes de enojarme. Es un trabajo nuestro cultivar el buen humor” “Hay que tener muy buena autocrítica para hacer humor de los propios errores” En estas reflexiones se puede distinguir dos aspectos del sentido del humor: uno es como estilo subyacente en lo cotidiano, el buen humor, el optimismo; y otro lo humorístico, lo cómico, el reírse de sí mismo, el de saberse divertido.
24 En contraste con el primer encuentro en el que trabajamos el sufrimiento, en esta pregunta hay mayor dificultad para ubicar el humor. No se lo tiene tan presente como el dolor. Sin embargo humor y salud van de la mano, se ha definido el humor como uno de los pilares de la resiliencia.
propia vida a lo largo del tiempo.
Sabemos la importancia que le otorgó Frankl en su vida al sentido del humor, aún en las situaciones adversas y tal vez diría más en las situaciones adversas
Viví sometida a las circunstancias no tan buenas que me deparó la vida, sin mayores exigencias (tal vez no supe encontrar otras mejores)
“...Quien logra reírse de sí mismo ganará en libertad interior y fuerza. Con el humor se dinamiza el potencial humano en situaciones límites.” Tarea: buscar textos que hayan sido significativos en su vida. y a partir de allí elaborar una síntesis de acuerdo a la visión de la
CUARTO ENCUENTRO CONCLUSIONES
Dediqué más tiempo del necesario a la tarea laboral y a lograr mi propio espacio físico. tarde comprendí que dejaba escapar cosas que luego jamás recuperaría. Demasiadas veces resigné mis interesas personales Hoy siento nostalgias por algunas cosas que no hice, que las dejé para después. El tiempo no regresa.
25 Casi al límite de mi vida he conseguido mucho más de lo deseado. Realicé tantas cosas lindas ... y también malas, pero siempre se superaron, dada la fe cristiana por el sentido de la vida, del amor, de los ejemplos de mis padres. Creo ser amada y haber amado mucho... Con los años he conseguido solidificarme y crecer como persona...Sigo luchando y no pierdo las esperanzas de lograr mis deseos casi imposibles. He logrado satisfacción en lo profesional.
ACEVEDO, G. BATTAFARANO, M. “Desde Viktor Frankl. Hacia un enfoque transdisciplinario del enfermar humano”. Ediciones de la FAL. Buenos Aires, 2003 PAREJA HERRARA, G. “Viktor Frankl. Comunicación y resistencia”. San Pablo, Buenos Aires, 2006 GARCIA PINTOS, C. “La logoterapia en cuentos. El libro como recurso terapéutico”. San Pablo, 1996 FRANKL, V. “Lo que no está escrito en mis libros. memorias”. San Pablo, 1997 JASPERS, K. Ls Filosofía. Fondo de Cultura Económica, 1996 CORNACHIONE LARRINAGA, M. Psicología del desarrollo. Adultez. Editorial Brujas, 2006 . . CORNACHIONE LARRINAGA, M. Psicología del desarrollo. Vejez. Editorial Brujas, 2006
En estas reflexiones aparece nuevamente el peso concepto “tiempo”. Asociado ahora con el límite de la vida, con el límite de las posibilidades. Con lo pasado, errores y aciertos. También vinculado a las elecciones vocacionales, las realizadas y las no realizadas. Vislumbrado a través de esto ideas de éxito y de fracaso. Se analiza en este aspecto el entrecruzamiento de ejes:
LUKAS, E. logo-test. Almagesto, 1996
Algunas personas pueden vivenciar una buena unión de éxito y sentido y otras, que aún fracasando en sus metas puedan significar el fracaso y vivenciar significativamente ese sufrimiento. Otras no sólo se sienten fracasados sino que además viven un vacío y desesperación. Finalmente otros que aún con éxito no encuentran sentido en sus vidas
En la década del ´70, la cantante italiana Mina popularizó la canción "Palabras, palabras" ("Parole, parole"), siendo de tal impacto, que aún hoy es posible responderle "parole, parole..", a aquel que nos habla con palabras vaciadas de sentido. Es lo mismo que decirle a alguien "bla, bla, bla..." Son esos casos en los que las palabras solo salen de su boca, pero no de su sentimiento o no reflejan compromiso con lo dicho. Son palabras que aturden porque son, solamente, ruido. Esto me lleva a reflexionar sobre la palabra, los conceptos, y la verdad. Y de esa breve reflexión, resulta el gráfico que comparto ahora con ustedes. Son solo reflexiones de un docente.
“Es muy importante que hagas lo que de verdad te importe... solo así podrás bendecir la vida cuando la muerte esté cerca” E. Kubler Ross
BIBLIOGRAFIA FRANKL, V. La psicoterapia al alcance de todos. Herder, 1990
ACEVEDO, G. la búsqueda de sentido y su efecto terapéutico. Ediciones de la FAL. Buenos Aires, 1985
PALABRAS
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ASOCIACIÓN ARGENTINA DE ORIENTADORES FAMILIARES El pasado sábado 30 de mayo, la AAOF celebró en Buenos Aires un encuentro de 09.00 a 18.00 horas, reuniendo a un nutrido grupo de asociados que trabajan en el área. La actividad académica estuvo a cargo del Dr.Claudio García Pintos, bajo la consigna LOGOTERAPIA Y FAMILIA. El seminario contó con cuatro bloques, dos por la manñana y dos por la tarde, abordando cuestiones tales como presentación
de vida y obra de Viktor Frankl, la Logoterapia como sistema, el ciclo de la vida y el sentido de la vida en diferentes edades, la familia y algunos principios de orientación familiar desde la Logoterapia. La actividad se desarrolló en un clima de activa participación por parte de los asistentes. Viktor Frankl puede aportar mucho a la orientación familiar en estos tiempos en que la familia necesita sentido, y parece que le costara descubrirlo. La AAOF quedó abierta a profundizar la comprensión del aporte frankliano en or-
27 den a instrumentarlo en la practica profesional de la orientación familiar.
ADHESIÓN DE CAVEF CAVEF se adhiere al “6º Congreso Latinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial. Tiempos Modernos y Sentido”, organizado por el CLAE UCA en Buenos Aires, en el próximo mes de agosto. Como siempre, CAVEF se adhiere al evento y como hace ya unos años, lo concreta organizando actividades pre-congreso para anticipar el contenido de las jornadas del congreso. En esta oportunidad, ya se han organizado cursos y talleres, a cargo de Guillermo Pa-
reja Herrera (México), Efrén Martínez Ortiz (Colombia) y Alejandro de Barbieri (Uruguay). Todos las actividades se desarrollarán en sede del tradicional Colegio Guadalupe (Paraguay 3925) de la Ciudad de Buenos Aires, cedidas gentilmente para la ocasión. Los interesados pueden inscribirse enviando mail a <cavefcursos@yahoo.com.ar> o ingresando al link: Jornada Logoterapia y Análisis Existencial: Redes Sociales y Sentido de la Vida Agenda - Facultad de Psicología y Psicopedagogía Comunicación Institucional - UCA Pontificia Universidad Católica Argentina
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CUESTIONES CLÍNICAS DEL “ENCUENTRO” PACIENTELOGOTERAPEUTA, EN LOGOTERAPIA VINCULAR Por Lic. Analía Boyadjián Mail de contacto: familiaysentido@gmail.com
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uchos pacientes refieren que cuando más necesitan ir a Terapia es cuando están viviendo situaciones críticas. Y esto lo fundamentan en su necesidad personal de compartir esas experiencias, sentirse reconfortados por la escucha atenta del Psicólogo, y fundamentalmente por descomprimir la emocionalidad que les generan esas vivencias. Desde nuestro lado, el profesional, corroboramos que esto es tal cual. Aunque he llegado a desconfiar de la ecuación tiempobeneficio de esas sesiones, en tanto resultan a veces perdidas para incorporar pautas o propuestas de cambio tendientes a no reeditar ese tipo o nivel de sufrimiento. Muchas veces ell dolor no deja espacio a la apertura mental, a la reflexión, nos vuelve egocéntricos, se dificulta el acceso a la comprensión del lugar del otro, o la toma de distancia del hecho para ejercer algo de ¿Qué pretendo señalar con esta introducción? Que muchas veces sentí que ese acompañamiento, ese encuentro entre la persona en situación límite y el proceso que juntos recorremos, se transformaba en el preciso instante en el que esas vivencias irrumpían para complejizar su vida. No se trata de momentos de grandes insights, ni de profundización de los recursos personales, sino que incluso llegan a paralizar esos caminos para ubicarse en la victimización y
la desconfianza ante el mundo todo. Desconfianza que presiona cual corsé el avance hacia una vincularidad nueva y redentora, que es el objetivo final de nuestro proceso (y por qué no, de toda una vida). Por supuesto aceptamos que las situaciones límite son parte inherente de la vida y requieren de una contención especial para metabolizarlas y que no dejen su negrura en el alma del paciente, sino que se puedan asimilar como situaciones cargadas de sentido y de aprendizaje hacia la humanización. Claro que esto lleva tiempo, y me estoy refiriendo a la inmediatez de esas vivencias y a sus efectos traumáticos de los primeros momentos. ¿Cuáles serían entonces los mejores momentos o etapas para sedimentar aprendizajes o estrategias de cambio? ¿Por qué es difícil encontrar el sentido en medio del tsunami? Porque cuando la experiencia sacude fuertemente, apenas el bagaje instintivo de supervivencia puede despabilar, casi diría, hasta en piloto automático. La cachetada produce dolor, impotencia, ira, y no es la mejor oportunidad para recapacitar o reflexionar sobre el “para qué”. Todos, conociendo experiencias de sufrimiento, sabemos que se necesita tiempo para avanzar en los aprendizajes que pueden dejarnos esos hitos existenciales. Recién más adelante, cuando uno mira
29 hacia atrás, descubre el significado de esas situaciones vitales Se trata entonces de contener, sostener y acoger el grito de dolor…y esperar que pase…Y todo pasa…Aunque la misión de la Terapia tenga que ver con que no pase “inútilmente”, sino para “hallarle el sentido al sufrimiento”. Y una vez que se restablece la calma, seguimos el proceso de búsqueda de la plenitud, de vivir en libertad y responsabilidad. Entendemos que la interacción pacientelogoterapeuta ya es en sí misma un puente hacia la estrategia de cambio. Tal es así que muchas veces son los pacientes quienes destacan que inclusive en la primera entrevista diagnóstica se llevaron material para reflexionar que produjo algún cambio en su sistema ideativo o en su conducta. La modificación del sistema perceptivoreactivo respeta los tiempos individuales que se relacionan directamente con el grado de autoconocimiento que experimenta el consultante y la confianza en poder lograr ajustes en sus respuestas con la claridad de que todo ello lo conduzca a una vida más plena. Le toca al terapeuta conocer rápidamente el estilo de pensamiento, el tipo de lenguaje y los códigos del paciente, para presentar sus ideas e intervenciones en el mismo lenguaje o sistema representativo que maneja el consultante. También debemos considerar la recepción que tiene nuestra propuesta en cuanto al impacto en el paciente, ya que es él quien debe poder aprovechar las indicaciones terapéuticas para ampliar sus posibilidades de cambio. Por lo tanto, si una estrategia no produce efecto, deberá ser rápidamente sustituida por otra, o complementada por otros recursos que motiven al paciente y lo
saquen de su zona de confort. Recordemos que la zona de confort tiene que ver con la comodidad existencial del no-cambio, de buscar un modo conocido y no animarse a encontrar otros más ricos, nuevos y que tienen que ver con la llamada “zona mágica”. Otro dato importante a considerar es centrar la atención del paciente, luego de haberlo incentivado positivamente, en los pequeños pasos para ir cambiando de a poco. Esto evita enfrentarse con cambios drásticos (a veces pseudo cambios) y abruptos, que pueden destrabar frustraciones que operen luego como trabas para visualizar posibles alternativas. Y apelar a la connotación positiva cada vez que la persona se “anima” y altera su esquema de respuestas conocidas o automatizadas. Para lograr la colaboración terapéutica del paciente debemos enfatizar la inducción motivadora con ejemplos concretos del verdadero costo-beneficio del cambio. Como valoro en alto grado el aspecto psicoeducativo del vínculo terapéutico, es muy útil recurrir a los cuentos para introducir el tema del cambio. Alejarse de la propia experiencia y escuchar la narración de otra historia permite identificarse con un nuevo lugar cargado de significado. Tal vez la posibilidad de imaginar otro actuar en la propia vida tenga mucho que ver con imaginar con ilusión (como la del niño que escucha un cuento) otros resultados…
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CLAE UCA INFORMA Mail de contacto: clae.uca@gmail.com
C
LAE UCA informa sobre la realización de diferentes eventos en su sede de Puerto Madero.
El viernes 12 de junio a las 18 horas, tendrá lugar la 1ºJornada 2015 de
Logoterapia y Análisis Existencial “Redes Sociales y Sentido” La misma contará con la participación de Claudio García Pintos, Victoria Capdevila, Julián Felipe Almario (Colombia) y Mariano Asla.
31 La inscripción es gratuita, pero los interesados deben inscribirse previamente enviano mail a clae.uca@gmail.com o ingresando al link Jornada Logoterapia y Análisis Existencial:
Redes Sociales y Sentido de la Vida - Agenda - Facultad de Psicología y Psicopedagogía - Comunicación Institucional - UCA Pontificia Universidad Católica Argentina
Asimismo anuncia que CAVEF se ha adherido al evento central de este año, su
congreso Latinoamericano, organizando actividades pre-congreso, a saber:
# 1– TALLER Espacio, tiempo y sentido. Una trilogía analítica existencial para la búsqueda de un sentido en la vida humana. A cargo del Dr.Guillermo Pareja Herrera (México), el martes 18 de agosto de 18.00 a 21.30 horas, en la Sala Pastoral del Colegio Guadalupe, Paraguay 3925, Cdad. de Buenos Aires.
# 2– CURS0 Claves para educar sin culpa: optimismo y entusiasmo para padres y educadores fatigados A cargo del Lic. Alejandro de Barbieri, el miércoles 19 de agosto de 18.30 a 21.30 horas, en el salón de Actos del Colegio Guadalupe, Paraguay 3925, Cdad. de Buenos Aires.
32 # 3– CURS0 Etapas, fases y procesos del abordaje de trastornos clínicos severos A cargo del Dr. Efrén Martínez Ortiz (Colombia), el miércoles 19 de agosto de 18.00 a 21.30 horas, en la Sala Pastoral del Colegio Guadalupe, Paraguay 3925, Cdad. de Buenos Aires.
Por otro lado recuerda a todos los interesados que ya está abierta la inscripción al 6º Congreso latinoamericano de Logoterapia y Análisis Existencial, que este año tiene por lema de convocatoria “Tiempos Modernos y Sentido”. Asimismo, se están recibiendo
Trabajos Libres hasta el 1º de julio próximo. Para informes, favor de remitirse al mail de los organizadores, clae.uca @ gmail .com