EDITORIAL OTRO DICIEMBRE
Otro Diciembre
EDITORIAL
Por Claudio García Pintos
Nuestra portada LA ADORACIÓN DE LOS REYES (pág. 2-3) EL PENSAMIENTO SEMILLA (pp.5) LOGOTERAPIA VINCULAR
¿EN QUÉ CREEN LOS QUE CREEN? (pp.6-7) REFLEXIONES EXISTENCIALES
AUDITORÍA EXISTENCIAL Y PRÓSPERO AÑO NUEVO (pp.8-10) ENTRE LA SEGURIDAD Y LA CERTEZA (pp.11-14) PERICIAS Y PERIPECIAS DE UN TERAPEUTA (pp.15-16) DE LA DEPENDENCIA A LA LIBERTAD: El proceso de convertirse en Persona (pp.18-20) INFORMACIONES CLAE UCA ((pp. 21-23) PEDAGOGIA FAMILIAR
NUESTRO HIJO ESTÁ CADA DÍA MÁS REBELDE (pp.24-25) EL SENTIDO DEL AMOR, EL SABOR DEL ENCUENTRO (pp. 26-27) DE GALLINAS Y PATOS. Padres e hijos adolescentes (pp. 28-33) REFLEXIONES
(pp. 34-35)
SIN RECETARIO
CARTA A LA TRISTEZA (pp.36-37)
NAVIDAD
(pp.38)
Aunque parezca mentira, nuevamente estamos en diciembre, terminando el año. Y con diciembre, se renuevan los usuales e infaltables comentarios sobre la rapidez con la que pasa el tiempo. Es cierto, su fugacidad parece haberse potenciado y su velocidad, aumentado. Tal vez sea por la vertiginosa manera de vivir que ha asumido la vida actual. Todo es inmediato, todo es instantáneo, todo vivido al ritmo que impone la velocidad de la banda ancha sobre la cual sostenemos lo cotidiano. Pero en esta época también se renuevan los balances, aquellos que nunca terminan consolidados. Porque siempre han quedado cosas pendientes en cada uno de los balances que hacemos en diciembre. Propuestas postergadas, compromisos cumplidos a medias, disculpas no pedidas, perdones no otorgados, vicios no superados, perezas no sacudidas, proyectos no asumidos y sueños nunca intentados, son todos rubros frecuentes en la columna del ―debe‖, cuando llegamos a diciembre. Es entonces cuando ambas penas se compensan entre sí, porque lo pendiente puede explicarse (y excusarse) por la fugacidad del tiempo. Porque el año pasó tan rápido, que no se
ha tenido el tiempo suficiente para hacerlo todo. Sin embargo, bien sabemos que no es así. En lo profundo de nuestra consciencia, algo nos dice que el tiempo fue suficiente, que las posibilidades se sucedieron día tras día, ofreciéndonos la inmensa oportunidad de intentarlo. Pero nosotros, indecisos a veces, indiferentes por momentos, cómodos en más de una ocasión, eludimos y evitamos la responsabilidad de aprovecharla. Llegada esta época, se renueva la oportunidad de reintentarlo. Para lograrlo, hay que empezar por deshacerse de aquello que no sirve, aquello que nos ha complicado una tras otra, todas las posibilidades que dejamos pasar. Lo que sobra, lo que termina siendo carga, o lo que pueda terminar siendo una potencial excusa. Deshacerse de esas cosas, tal como aconteció el día en que el Diablo, según cuenta una conocida historia, quiso dejar de serlo, harto de hacer el mal y, por ende, de hacérselo a sí mismo. Tomó la iniciativa y armó una subasta en la cual ofreció sus mejores herramientas a un costo irrisorio. Todas ellas eran herramientas sofisticadas y de excelente calidad, pero vendidas (a página 4)
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LOGORED© es una publicación digital mensual, de suscripción gratuita, dedicada a difundir novedades y reflexiones en torno a la Logoterapia y el Análisis Existencial. Director: Claudio García Pintos Secretario de Redacción: Federico García Presedo Colaboradores: (en este número) Enrique Adúriz (Argentina) Analía Boyadjián (Argentina) Chacho Garabal (Argentina) Lucía Copello (Argentina) Hernández Silvera (Argentina) Víctor Cárdenas (Ecuador) Alejandro de Barbieri Sabatino (Uruguay) El contenido de los artículos y columnas es de entera responsabilidad de sus autores. El material contenido en esta publicación puede ser reproducido, previa autorización de su autor y citando la fuente. Por favor, contactarse con los autores al mail que figura en cada caso. Gracias. Mail de contacto: logored.arg@gmail.com
Alberto Durero (en alemán: Albrecht Dürer), nació en Nüremberg el 21 de mayo de 1471, falleciendo en la misma ciudad, el 6 de abril de 1528. Es considerado el artista más famoso del Renacimiento alemán, conocido en todo el mundo por sus pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre arte, que ejercieron una profunda influencia en los artistas delsiglo XVI de su propio país y de los Países Bajos. Hijo de un gran orfebre húngaro, conocido como Alberto Durero ―El Viejo‖, quien a la postre fue su primer y gran maestro. ―El Viejo‖ emigró de su tierra natal a Alemania y transmitió a su hijo el gusto por el arte alemán del siglo XV, teñido por una fuerte influencia de la pintura flamenca. En su época, el auge del comercio con Italia significó que el arte italiano influyera mucho en los artistas alemanes, contrastando con la tradición más conservadora de los germanos. Les resultaba difícil asimilar la imaginería medieval con el estilo italiano, rico en temas mitológicos y figuras idealizadas. Durero asumió la vanguardia y propuso un arte que pudiera combinar ambas vertientes artísticas, haciendo hincapié en que la geometría y las medidas eran fundamentales para comprender el arte renacentista italiano clásico. Desde aproximadamente 1507 hasta su muerte, tomó notas y realizó dibujos para su tratado más conocido, Vier Bücher von menschlicher Proportion (Cuatro libros sobre las proporciones humanas, publicado póstumamente en 1528). Sin embargo, otros artistas contemporáneos suyos, con una orientación de tipo más visual que literaria, pusieron mayor atención en sus grabados, tanto en planchas de cobre como xilografías, que en sus escritos dirigidos a orientarlos en la modernización de su arte con desnudos de corte clásico y temas idealizados, propios del Renacimiento italiano. En 1520 Durero se enteró de que Carlos I, sucesor de Maximiliano I, iba a viajar desde España a Aquisgrán para ser coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Como Durero había recibido una pensión anual por parte de Maximiliano y tenía la intención de que Carlos I mantuviera esa asignación, decidió viajar hasta Aquisgrán, financiando la travesía con la venta de grabados y otras obras. De allí pasó a los Países Bajos entre 1520 y1521. Escribió un diario de su viaje, proporcionando un fascinante relato del mismo, de las audiencias de los monarcas y de los recibimientos que le brindaron
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NUESTRA PORTADA
Nuestra portada reproduce un fragmento del cuadro de Alberto Durero, La adoración de los Reyes, (1504) sus compañeros artistas, como Lucas van Leyden, especialmente en Amberes. Lo cierto es que resultó muy satisfactoria su audiencia con Carlos I, conservando la asignación que originalmente le había otorgado Maximiliano. Regresó a Nüremberg, donde habría de permanecer hasta su muerte, el 6 de abril de 1528. Sus últimas obras son dos grandes tablas en las que están representados Cuatro apóstoles (1526, Alte Pinakothek Múnich), que ofreció como regalo a la ciudad de Nüremberg. La Adoración de los Reyes Se trata de un óleo firmado por el autor con fecha y monograma. Para algunos es el panel central de una obra mayor, realizada por pedido de Felipe el Sabio, y destinado a la capilla palatina de su residencia de Wittenberg. Sin embargo, otros, por el contrario, piensan que éste fue su lugar de destino pero fue realizado como una pintura autóno-
ma, sin partes laterales. De todos modos es uno de los cuadros más importantes de Durero, del período entre su primer y su segundo viaje a Italia. Las ruinas que aparecen en el fondo, caracterizadas por desnudos arcos construidos con sillares lisos, atestiguan el interés que el pintor presta al arte italiano. Por su parte, los dones que los Magos traen al Niño son obras maestras de la orfebrería renacentista, objetos similares a los que el propio Durero había diseñado a veces y con los cuales estaba sin duda familiarizado del taller de su padre. En la figura del rey que está justo en el centro del cuadro, que lleva el atavío y las joyas más fastuosos, se reconoce apenas modificada, la fisonomía del artista. Podría ser la inclusión de un autorretrato dentro del cuadro. La espléndida copa que tiene en la mano es, supuestamente, un diseño propio de orfebrería, realizado para un amigo durante los años 1500-1503.
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tan solo por monedas. Su única intención era deshacerse de ellas. Así, se fue desprendiendo de la envidia, y sintió un fuerte alivio. Luego pudo vender en un mismo lote, los celos, el odio y el engaño, y se alegró. Por unas pocas monedas remató el rencor y la maledicencia al mejor postor, que en definitiva fue el que menos monedas ofreció. Finalmente pudo ubicar la comodidad y la pereza que, no por nada, le llevó más tiempo vender. Cuando creyó que ya todo había sido vendido y se disponía a iniciar una nueva vida, se dio cuenta que aún quedaba algo de lo cual no había podido desprenderse.
identificaban de manera absoluta con el Diablo, y por eso mismo, nadie quería llevársela. Esa herramienta era el desaliento. Por eso, al no poder deshacerse de ella, su más sofisticada herramienta, el Diablo, sigue siendo el Diablo, y lo será por siempre.
Por eso, sugiero que en este diciembre, armemos la ―gran subasta‖ de aquellas cosas que nos permitirán dejar de ser quienes somos, para poder aprovechar decididamente, la nueva oportunidad del nuevo año, para lograr ser quienes debemos ser. Eso sí, por las dudas, empecemos por desSe preguntó, por qué nadie había querido hacernos del desaliento. comprar, ni subastar, ni siquiera recibir de regalo aquello. Y bien pronto comprendió, que esa era la herramienta que todos
ORGANIZA
ADHIERE Y PROMUEVE
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CARTAS DEL DESIERTO de Guillermo Pareja Herrera
EL PENSAMIENTO SEMILLA Por Lic. Luis González Mail de contacto: cefesquel@yahoo.com.ar Centro de Enfoque Familiar, ESQUEL (Chubut, Argentina) El Dr.Guillermo Pareja Herrera nos tiene acostumbrados a sus mensajes vivificantes, plenos de significado, volcados en publicaciones de obligada referencia para todo humanista interesado en madurar un pensamiento consistente y comprometido con la persona humana. Pero su obra no solo está restringida a libros académicos. Su sensibilidad se expresa creativamente a través de sus “Cartas desde el Desierto” con la misma calidez y profundidad que caracteriza su discurso científico. Mes a mes y con regularidad, vamos presentando algunas de sus ―Cartas‖, breves reflexiones sobre la vida misma, las cuales son comentadas cada vez por algún colaborador de LOGORED. En esta oportunidad, el encargado de hacerlo será Luis González
La carta: El pensamiento semilla He sentido una particular curiosidad por las frases proféticas que los mayores proferían cuando fui niño y adolescente: Por ejemplo no olvido que alguien dijera: Así no llegaras a ninguna parte, te vas a volver loco, terminaras en la ruina, ve por el mundo que el mundo es tuyo. Cada cual puede hacer su propio recuento de frases. El hecho es que las frases suelen caer como la semilla en el surco y si encuentran condiciones propicias germinan o se quedan en estado latente. Es grande el número de seres humanos que dicen haberse convertido en las frases que les fueron dictadas o en aquellas que fueron aprobadas por uno mismo. Toda esta experiencia humana reunida comprueba la gran afirmación búdica que dice así: Aquello en lo que piensas es aquello en lo que te conviertes. La reflexión Profecía autocumplida, construcción de realidades, aceptación de un destino… ¿Qué es lo que se esconde detrás de todas esas frases ―proféticas‖? Nada más que otra de las caras del determinismo, esta vez en la forma de aceptación pasi-
va de un dictado que viene de alguno de los rincones humanos de nuestro contexto. Y mucho tiene que ver también con la aceptación de las mismas, con el abrir ese surco para que germine esa semilla, con aceptar como verdad algo que más tarde se convertirá en realidad, realidad que se habrá coconstruido entre el sembrador que pronunció la frase y la tierra de nuestra vida. Y…tal vez entonces una de las claves existenciales sea no hacernos cargo de esas frases, no ―aprobarlas‖, ya que de ese modo nos enajenaríamos y el destino que alcancemos no será el propio, sino el del mandato, que no es otra cosa que un destino que nos es ajeno y por tanto inauténtico. Ese destino, es precisamente el que se construye como sentido, otorgándole una dirección a nuestra vida, que vamos caminando paso a paso, día a día. Si realmente ―aquello en lo que pienso es aquello en lo que me convierto‖, me convertiré en esa planta, en esos frutos que germinen en mí, mas teniendo la precaución y la sabiduría de poder discernir –sabiamente y con la ayuda de nuestros valoresentre tales y cuales ―pensamientos semilla‖ dejar germinar. Y elegir precisamente aquellos que apelen significativamente a nuestra plenitud humana.
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LOGOTERAPIA VINCULAR
¿EN QUÉ CREEN LOS QUE CREEN? Por Lic.Analía Boyadjián Mail de contacto: porlafamilia@yahoo.com
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a otra noche en medio de la cena, nuestro hijo Francisco, de 7 años nos hizo la ―indeseada‖ (obviamente, por nosotros, padres y hermanas adolescentes) pregunta: ―estuve pensando que si el ratón Pérez son ustedes,¿será que también son Papá Noel?‖. Todos nos miramos de reojo, se hizo un silencio abismal, sonreímos a duras penas, y en un primer instante ninguno se animaba a responder. O tal vez todos sentimos la pena de tener que confesar una cruda verdad al más pequeño de la familia que nos venía ofreciendo a todos nosotros, por lo menos hasta ese preciso momento, la posibilidad de armar una Navidad con ―polvo de estrellas‖ y la ilusión de la visita de un abuelo de barba blanca y eterna muy esperado… La Navidad nos remite a volver sobre nosotros mismo, a encontrarnos con nuestra infancia cara a cara, con nuestros deseos infinitos, con la certeza de que lo bueno y lo bello existe y está por venir… Nos transporta a la calle del milagro, a pararnos frente a esa puerta que si la abrimos descubriremos un mundo de recuerdos y el posible cuento de Narnia. Las Navidades recrean el anhelo profundo de un maravilloso mundo… Y es bueno que así sea, porque, como decía Kierkegaard (en Temor y temblor): “quien espera siempre lo mejor, envejece en las decepciones, y quien espera siempre lo peor se gasta temprano; pero quien cree conserva la juventud eterna”.
Antes de que se durmiera, ya acostado en su cama, y preparado para rezar, le conté a Francisco que lo que hacemos los padres, el contarle a los hijos que existe Papá Noel, es una bella costumbre de una ilusión que a los niños les hace bien, porque es necesario pensar y creer en cosas buenas, y porque es un modo de forjar la fe en que se cumplan los deseos. Pareció dormirse tranquilo, incluso sonreía (tal vez porque se sentía más grande: ahora sabía algo de la vida de los adultos). Pero en algún momento del día siguiente nos comentó al pasar: ―era lindo creer en Papá Noel”, y su voz tenía cierta nostalgia. ¿Acaso no se trata de esto la vida: de un juego de ilusión y desilusión, de manojos de deseos, espera, realizaciones y frustraciones? Y no por aceptarlo uno se vuelve aburrido o sombrío, todo lo contrario, a sabiendas de que esto es así se puede construir y esperar con esperanza… Tiene relación con la profunda aseveración de Viktor Frankl: ―a pesar de todo, sí a la vida‖. El poema que sigue es un regalo que les dejo (¿acaso los niños no esperan algún regalito para las Navidades?) de corazón. Tan de corazón, que les ofrezco un poema que escribió mi hija Anita Brajovich, de casi 15 años, y que acompaña perfectamente nuestras reflexiones:
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Crecer, creer, engrandecer… Crecer se trata de desilusiones, O más bien de desengaños… Se trata de “hacerse grandes”, En todo sentido: crece el cuerpo, Crece el alma y el corazón. Por eso, al crecer sentimos Con más intensidad, porque Entendemos más las cosas. Crecer se trata de aceptar las Cosas como son, de entender Que “solos no podemos cambiar El mundo, que de nada sirve tener Ilusiones, que hay que tener los pies Sobre la tierra” ¿No es eso lo que todos dicen? Pues, yo creo que crecer ciertamente Se rata de desengaños, de abrir los ojos, Aprender a mirar más allá, Ir más profundo, nunca Quedarse con primeras impresiones. Crecer quiere decir “engrandecer”, y Soñar más grande todavía, pero También entender aún más la realidad. Tener proyectos, y que con cada desilusión
Venga una nueva ilusión, un nuevo sueño, Una nueva meta. El crecer no es dejar de lado Los “caprichos” de querer cambiar las cosas, Es convertirlos en ambición y esperanza De ayudar a crear un mundo mejor, Aceptando las frustraciones que Esto conlleva… “Tener una mirada adulta de la vida” Es por fin entender que todo en lo Que creíamos de pequeños en realidad Existe, entender que las cosas más Reales de la vida son aquellas que Nadie ve. Al final, crecer es madurar Todos esos impulsos que aún no Manejamos en totalidad, es mejorar Y trabajar nuestras cualidades. Es creer, crear, y soñar, pero más Grande aún. Anita Brajovich.
Que en esta Navidad renazcan en todos nosotros los sentimientos más nobles, que nuestros dolores se transformen en estrellas, las lágrimas en sonrisas y nuestros corazones en morada cálida para el Nuevo Hombre en el que podemos convertirnos. Que el Nuevo Año nos motive para vivir significativamente todo aquello que pueda inspirarnos la Navidad y juntos, podamos lograr un mundo verdaderamente más humano y mejor. Es el deseo del CLAE UCA para todos! Diciembre 2012
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REFLEXIONES EXISTENCIALES
AUDITORÍA EXISTENCIAL Y PRÓSPERO AÑO NUEVO Por Lic. Enrique Adúriz Mail de contacto: eaduriz@fibertel.com.ar
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l fin de año, ya muy próximo, más allá de las salutaciones de rigor y el lugar común del deseo de prosperidad, es una ocasión inmejorable para agudizar la conciencia de la temporalidad y con esta, ―echarse un repaso‖ de cómo está el balance entre ―Ser y tiempo‖. Deliberadamente, por supuesto, traigo a colación el título de la obra cumbre de Martín Heidegger, pero no para rozar siquiera sus honduras filosóficas, sino para ponderar el peso específico que estas dos instancias tienen en lo concreto de nuestras vidas. El tiempo cronológico, en su marcha inexorable, marcará ―en tiempo y forma‖, a no dudarlo, que se va un año más, y al igual que con cada cumpleaños, no deja de ser una ocasión puntualmente oportuna para “auditar” el estado de situación en que uno se encuentra. El verbo auditar es sugerente en su etimología: del latín audire “oír”, y también es preciso en su definición: ―Examinar la gestión económica de una entidad a fin de comprobar si se ajusta a lo establecido por ley o costumbre” (RAE). Si mutamos la clave económica por una clave existencial tendríamos esta posible afirmación: “Examinar (oír) la situación existencial de una persona a fin de comprobar si se ajusta a lo establecido por ley o costumbre”. Adrede dejamos textual (y para después) ―lo establecido por ley o costumbre”; en-
tonces retomando aquella intención de ―auditar‖ el estado de situación en que nos encontramos, va de suyo que hablamos naturalmente de la situación existencial, y ciertamente podrá ser una ―auditoría‖ fecunda si la misma se aboca al ser, y si además contamos con la guía de un par de ―auditores‖ de la talla de Heidegger y Frankl, podrá ser por demás esclarecedora. El filósofo alemán supo referir en su teorización ontológica el ser-para-la muerte, potente énfasis en la condición finita, nuestra única y absoluta certeza, acento éste que bien puede barrer las ilusiones juveniles de que ―se tiene todo el tiempo del mundo‖ y a la vez potenciar la interrogación respecto de ¿qué estoy haciendo en y con mi (única y finita) vida? Si siguiéramos auditando con Heidegger, seguramente la reflexión apuntaría directamente a cuánto “olvido del ser” nos deparó nuestro tecnológico afán por aplicarnos a ―la conquista de los entes‖. En tiempos de una creciente conexión inversamente proporcional a una decreciente comunicación, no sería ésta una temática menor. También se auditaría cuánto ―se impersonal‖, el mentado ―das man‖, resiente las posibilidades de una vida más auténtica, personal, genuina. La oposición dialéctica que propone entre los modos de existencia cotidiano y ontológico, distraído en las apariencias y en las posesiones el primero, atento a las cuestiones más esenciales de la vida el segundo, no dejaría
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de ser un contrapunto por demás relevante del estado de situación existencial. Aquí aplicaría particularmente bien la comprobación acerca de si la gestión de vida llevada a cabo se ajusta a lo establecido por ley o costumbre, pero dándole carácter antitético, esto es, si ajusta a lo que establece el modo ontológico de vivir, “la ley del ser” por decirlo de alguna manera, o por el contrario, es una vida que se ajusta más bien a la costumbre, el se impersonal, lo habitual y común a todos, lo de siempre. Un ―siempre‖ que se sigue acortando con cada año que pasa, y van… Si bien con la “auditoría heideggeriana” ya tendríamos suficiente para que el cambio de año, en su devenir temporal, aumente la conciencia ontológica, sería una imperdonable picardía no convocar también a la “auditoria frankleana” para ganar en excelencia y esclarecimiento personal. Ahora es el hombre en busca de sentido quien guiará las preguntas rectoras para auditar el estado de situación existencial que deja este año que se va. Será la conciencia (órgano de sentido), en su fino oír, quien comprobará cómo prospera o no, esta singular gestión existencial. El sentido plasmado en la realización de valores, el para algo y para alguien, faros de referencia para no perder el sentido de nuestro diario vivir, el ejercicio de nuestra libertad responsable para responder ante las constantes y cambiantes apelaciones que nos hace la vida, la autotrascendencia que nos obliga a salirnos del apego narcisista, en suma, los pilares centrales de la Logoterapia podrán operar como una rigurosa auditoría, que nos señale con cuanto sentido estamos transitando la vida. En este espíritu recibí a fines del año pasado las reflexiones del monje benedictino y escritor, Mamerto Menapace, proponiéndonos otra mirada para abor-
dar el supuesto ―balance de fin de año‖, y que a la sazón, ahora nos ocupa, nuevamente, en su implacable y eterno retorno 365 días después. Aquí lo central de su texto: Feliz 2012 De Mamerto Menapace. Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje. Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. "Ser feliz es una decisión", no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen 2012, porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, A esta tierra vinimos a cansarnos, para dormir tenemos siglos después. Si logramos trabajar en estos puntos, habremos decretado ser felices, lo cual no nos
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exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos, sino con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca
vida que llega y se va y de la que sólo queda el amor con que hemos vivido todos esos años”. Finalmente, la ACTITUD, tan jerarquizada por Menapace, se confirma aquí también como la llave maestra forjada en la radical libertad de la voluntad, capaz de abrir cualquier puerta, aún aquellas que parecen absolutamente cerradas a esta condición humana esencial.
El texto, que también opera como severa auditoría, se lleva fácil y fluidamente a una clave frankleana, donde destacan la libertad de la voluntad y la libertad para responsabilizarse por la propia vida, Para la Logoterapia el ser humano es el ser trascender el ego y los apegos del tener, que siempre decide lo que es. y el sentido siempre posible, aún en siBien podría pensarse, y hasta objetarse, tuaciones de sufrimiento. que ―con las auditorías de Heidegger y La distinción no menor que hace Frankl Frankl‖, ni falta que hacía sumar a Menaparespecto del tema de la búsqueda de la ce, pero convengamos que en su coloquial y felicidad es siempre oportuna, sostenien- directo decir nos invita con firme cordialidad do que lo que el hombre en realidad a “examinar (oír) la situación existencial en quiere no es tanto la felicidad en sí, sino la que estamos a fin de comprobar cuanto se un fundamento para ser feliz. “Si tene- ajusta a lo establecido por la ley del ser y mos un fundamento para ser felices, la del sentido”. felicidad vendrá por sí misma, y cuanto menos nos preocupemos de ella, más se- Desde esta columna de “Reflexiones Exisguros podremos estar”, nos recuerda en tenciales”, acompaño los deseos de una Feliz Navidad con los del consabido su libro ―El hombre doliente‖. ―Próspero Año Nuevo‖, pero entre nosotros, Por su parte, el sello logoterapéutico re- querido lector de Logored, una auditoría cordando al amor como un fenómeno existencial (con ya sabemos quienes) podrá específicamente humano, le da su lugar hacerlo más próspero aún, allí donde realde privilegio a la hora de auditar un año mente se juega la más esencial y humana calendario, tal como lo propone Menapaprosperidad. ce, y más aún la Madre Teresa de Calcuta cuando lo pregona en relación al cumplir años y afirma que: ―cumplir años no Enrique Adúriz es envejecer, es estar consciente de una
LOGORED agradece a todos los colaboradores que hacen posible la aparición mensual de la revista. Todos ellos acercan mensualmente sus producciones con la más absoluta generosidad y el único interés de compartir con los lectores sus reflexiones y aportes desde el pensamiento analítico-existencial de Viktor Frankl. A todos les deseamos una muy Feliz Navidad, un 2013 pleno de sentido y un descanso reparador. Esperamos que con el número de marzo 2013 nos podamos reencontrar y seguir contando con sus ricas colaboraciones. Por todo, muchas gracias!!
LOGORED
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ENTRE LA SEGURIDAD Y LA CERTEZA
Por Dr.Claudio García Pintos Mail de contacto: cavef @ yahoo.com
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uy posiblemente uno de los estados más desafortunados para la persona humana sea el desconcierto. Esa sensación extraña de descontrol, es decir, de sentir que las cosas pueden seguir un curso más allá de las propias decisiones, voluntades, ilusiones o esfuerzos. La vivencia de que, en última instancia, lo que termine resultando no depende totalmente de mí. Alguien podría decir, con verdad, que ese es el estado natural de la existencia humana. Porque si algo caracteriza nuestro existir es, precisamente, la imprevisibilidad. Y es cierto. En un querido libro para mí (Cita a Ciegas, 2003, Editorial San Pablo, Argentina) planteaba yo mismo esta idea. Aquello que nos complica la existencia no es un reclamo de inmortalidad sino un clamor de previsibilidad. La persona humana, de naturaleza espiritual, tiene, obviamente, apetito de inmortalidad. Su propia condición espiritual lo justifica y sostiene. Porque lo espiritual no asume –y no debe hacerlo- dinámicas de deterioro, enfermedad y, por ende, de muerte. Su propia naturaleza (espiritual) está exenta de las usuras propias de la materialidad. No son suyas y no debe asumirlas como propias. Pero por su propia condición (espiritual), asume que inspira un ser dimensional, portador de una facticidad psicofísica que por su propia naturaleza (material, psicofísica), sufre de esas usuras, que son las que en definitiva promueven enfermedades, confusiones, crisis, trastornos, deterioros y la misma
muerte. Comprende, asume e incluso conoce intuitivamente, la lógica de esos procesos y la inevitabilidad de los mismos, aún cuando desde el mero recurso cognitivo intelectual, la persona misma no pueda llegar a esa comprensión. De todos modos, lograda esa comprensión (por la persona espiritual), el apetito de inmortalidad tiene una vía de resolución y satisfacción. ¿Cuál? Solidariamente acepta la mortalidad inevitable, pero resuelve la inmortalidad posible, consumando la existencia. Para explicarlo, necesito detenerme brevemente en dos términos muy sencillos: consumir y consumar. Consumir (del latín, consumere) quiere decir –según el Diccionario de la Real Academia Española (edición 2009-2010)- destruir, extinguir; utilizar algún bien para satisfacer deseos y necesidades. Por su parte, consumar (del latín, consummare), significa –según la misma fuente- llevar a cabo totalmente algo. Es decir que consumir está asociado con extinción, en tanto que consumar con plenificación; uno, con algo así como ―quedarnos con nada, porque fue consumido‖, en tanto que el otro, con ―quedarnos con todo, porque fue culminado‖. El primero se asocia con la inmediatez de la satisfacción de deseos o necesidades, el segundo, con la culminación de algo que trasciende lo inmediato. El hombre (la facticidad psicofísica) consume su existencia, para que la persona humana (el noodinamismo espiritual) pueda consumarla. De allí la solidaridad a la que me refería más arriba. Es más, de allí
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dos. En todos aquellos momentos que se hacen eternos, solo al momento de vivirlos A- La mortalidad inevitable es, al comprometidamente. Y ese contador regresimismo tiempo, necesaria. vo que es el tiempo, nos hace tomar consB- Esa mortalidad inevitable es prociencia del valor de vivirlos ahora, sin dilamotora de la inmortalidad posible. ciones, con audacia. Así, en aquello significativo que ha sido vivido, la persona espiritual encuentra satisfacción a su apetito de A- La mortalidad inevitable es, al misinmortalidad. mo tiempo, necesaria Obviamente, aquellos que conciben una Vivir es poner en marcha una maquina- trascendencia espiritual más allá de esta viria de ingeniería compleja que es el cuer- da natural, encontraran otra vía de satisfacpo humano. Como acontece con cual- ción de esa expectativa de inmortalidad. Pequier maquinaria, su propio proceso de ro aún negándolo, la cronología es suficiente uso va generando desgastes lógicos, nor- respuesta. males, que dan cuenta de su trabajo exi- Ahora bien, podría entonces comprender toso y potente. Es cierto que si detuvié- cómo canalizar ese apetito de inmortalidad, ramos la máquina, no se desgastaría pero, ¿cómo resolver la expectativa de previ(por uso, porque podría arruinarse por sibilidad? Porque es un clamor tan poderoestar detenida, arrumbada), pero no es- so como el anterior. No es sencillo para la taría en funcionamiento, viva. Puesta a persona espiritual sentir que el curso final funcionar, lo mejor que puede pasarle es de su existencia no depende absolutamente seguir en funcionamiento activo, poten- de sus afanes; es más, puede contrariarlos o te, productivo. Por eso mismo, llegar a desairarlos. ¿Cuántas veces hemos hecho viejo es un triunfo, el logro de una inge- nuestros mejores esfuerzos y, al momento de niería que superó sus propios desgastes acceder al logro, algo fortuito acontece y toy siguió siendo activa. do es perdido? mismo se siguen los siguientes puntos:
Bien, tal vez podamos aplicar acá la expreB- Esta mortalidad inevitable es pro- sión sartriana de la ―pasión inútil‖. Porque motora de la inmortalidad posible de eso se trata. Creo que la única respuesta Puesta a funcionar la maquinaria, como posible a la búsqueda de previsibilidad es un reloj que comienza su conteo regresi- aceptar que solo puede lograrse de manera relativa. ¿Cómo? vo, inicia la posibilidad de utilizar ese tiempo cronológico para la consumación de la propia existencia. La plenitud de lo espiritual, si bien una vez lograda trascenderá la variable temporal, requiere de la cronología para su propia realización. De tal modo que la consciencia de la inevitable mortalidad, es acicate para el logro de la inmortalidad posible. Si la mortalidad psicofísica pudiera evitarse, la inmortalidad espiritual estaría en riesgo. Y de allí se derivaría una cuestión: ¿qué sentido tendría mantener en funcionamiento una máquina que produce nada? Porque esa inmortalidad verdadera se sostiene en los compromisos no pospuestos, no postergados, en los proyectos realizados, en los amores asumi-
Entre la seguridad y la certeza La SEGURIDAD (del latín securitas) se refiere a un cierto ordenamiento que intenta asegurar el buen funcionamiento de algo, sin garantizar el resultado. Por ejemplo, las normas de tránsito pretenden prever la posibilidad de accidentes, pero no pueden garantizar que no los haya. Ciertamente, la previsión de respetarlas aminorará la posibilidad de que sucedan, pero no la ―certeza‖ de que no acontezcan. Porque la CERTEZA es entendida como la firme adhesión de la mente a algo conocible, sin temor de errar. Lo cierto es así y no podrá ser de otro modo. Por eso es cierto.
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La aceptación que nada tiene garantía es uno de los primeros pasos para poder responder ese clamor de previsibilidad propio de la persona humana. Lo siguiente es comprender que puede contentarse solo con la vivencia de seguridad. Es decir, no tener control absoluto sobre el curso de los hechos, pero sí vivenciar cierta seguridad al momento de vivirlos. ¿Cuáles son los recursos para aspirar a tener esa vivencia?
ofertas únicas de únicos potenciales de sentido para ser realizados‖
Siendo una captación inmediata de lo que es (la esencia de las cosas), está libre de error, el mismo que resulta de las limitaciones naturales del conocimiento racional o sensible, expresiones de la facticidad humana. Sin embargo, ese conocimiento no le es suficiente al hombre, volcado a la eventualidad de ―tener que poder explicar‖ todo aquello que sabe o conoce. Porque explicarlo lo hace Obviamente son todos derivados de la sentir dueño de lo que sabe. posibilidad de la persona humana de Considero que las manifestaciones más socaptar intuitivamente verdades sin la ne- berbias de ese conocimiento intuitivo son cesidad del concurso del discurso racio- tres: la fe, el amor y el deber-ser. nal. Cuando Frankl nos habla del ―órgano del sentido‖ y se refiere a la En la FE, la persona humana se vincula con consciencia espiritual, nos plantea una un Suprasentido dador de sentido a todos posibilidad humana de conocer directa- los sentidos particulares, sin poder explicarmente ciertas realidades que no pueden lo, definirlo, ni asegurarlo. No es necesario ser conocidas de otro modo. Sea por lo sustentarlo desde lo argumental, y, aún, inabarcable de esas realidades o por su puede sostenerse ante argumentos que lo nieguen. En un diálogo maravilloso con el originalidad (unicidad). El pastor Robert Schuller, de reconocida téologo judío Pinchas Lapide, Frankl plantea trayectoria en EE.UU., invita en 1990 a que es imposible ―hablar de El‖, porque su Viktor Frankl –a quien consideraba co- naturaleza lo hace inabarcable para la natumo uno de sus más importantes maes- raleza del conocimiento racional humano. tros- a su programa de televisión, ―The Por eso mismo, la única manera de conocerHour of Power‖. A lo largo de esa entre- lo es ―hablar con El‖ y así ir descubriéndolo. vista discuten sobre varios tópicos, entre Y a través de ese diálogo personal siento su ellos la intuición. La respuesta que da compañía, su presencia, su existencia. Frankl a la pregunta sobre qué es la in- Del mismo modo acontece con el AMOR en tuición, es la siguiente: ―La intuición es el todas sus formas (conyugal, filial, parental, único camino para llegar a la verdad aún fraternal, de camaradería) Cuando amamos cuando los conceptos racionales o las ca- a alguien, captamos en ese otro un bien. Esa pacidades intelectuales fracasan. Porque captación es inmediata, aún cuando dessolo se puede racionalizar aquello que no pués podamos conocerlo en aspectos persoes absolutamente único. Pero si está con- nales. Más aún, puede ser que lo conozca en frontado por un fenómeno que es único, aspectos personales que me disgustan y sin que nunca podrá repetirse, que solo apa- embargo, sostener el amor que siento por él. rece y lo confronta una vez, deberá recu- Porque tal como acontece con le Fe, no se rrir a la intuición, porque la intuición pue- sustenta en argumentos y ni siquiera aquede captar las cosas únicas que solo una llos aspectos que me disgustan del otro y vez, solo aquí y ahora, lo confrontan a que podrían cuestionar mi amor, tendrán uno” agregando más adelante que la por cierto el poder de desenamorarme. consciencia espiritual es el órgano de Lo propio sucede con el DEBER-SER. Aquesentido porque puede acceder a esa collo que podemos definir como ―la mejor vernocimiento intuitivo. Dice que la sión posible de mí mismo‖, la vocación en el ―consciencia es ese órgano, propio de la sentido más profundo, pleno y convocante, naturaleza humana, la condición humaaquello que me llama (convoca) desde lo más na, que puede captar las cosas únicas,
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profundo de mí, a ser el que debo-ser. No puedo explicarlo y posiblemente no necesite hacerlo, y aún cuando muchas circunstancias puedan disculparme o excusarme de hacerlo, desde lo profundo sigue convocándome y me siento bien si lo hago y culpable si no lo hago. Es decir, sé que tengo Fe, sé en Quién tengo Fe, aún cuando no tenga argumentos racionales para sustentar esa Fe o no tenga respuestas racionales para responder a aquellos que cuestionan aquello en lo que creo. Del mismo modo, sé a quién amo pero, en el fondo, no sé por qué lo amo. Y si alguien cuestionara el amor que siento por esa persona (“cómo puede ser que ames a alguien como él‖, ―esa persona no es para ti‖, etc) la seguiría amando aún cuando ellos tuvieran razones válidas para decir lo que dicen. Sé lo que debo-hacer y lo seguiré sabiendo aún a pesar de los argumentos que pudieran disculparme de hacerlo.
pueda aspirar en el contexto de una existencia imprevisible. Si persisto en el intento de acceder a la ―certeza‖ (entendida como la firme adhesión de la mente a algo conocible, sin temor de errar), solo accederé a la ansiedad o a la angustia. La ansiedad, como expresión de una búsqueda destinada al fracaso (la pasión inútil); vivir esperando saber qué pasa y qué pasará, conduce a la desesperación. La angustia como conclusión de esa espera en la definición de que no hay nada que esperar.
Lo cierto es lo seguro Comenzamos planteando que la persona humana tiene asumidas formas de vivir y resolver el contratiempo de su mortalidad psicofísica, asegurándose la inmortalidad posible, pero que le cuesta resolver la circunstancia de una existencia imprevisible que le cuestiona su ―poder real‖ sobre los hechos que ha de vivir. En la reflexión queda planteado que la aceptación de su limitación, es –paradójicamente - clave de su plenitud. Porque la empecinada búsqueda de certeza la angustia y la desespera, en tanto que la vivencia de seguridad, la libera y plenifica.
De tal modo, la Fe, el Amor y el Deberser, al crearme consciencia del ―Antequién‖, ―Para-quién‖ y ―Para-qué‖, alientan en mí persona, esa vivencia de seguridad que contiene mi existencia dentro de un ordenamiento que intenta asegurar Para la persona humana, sin dudas, lo cierel buen funcionamiento de algo, sin ga- to es lo seguro. rantizar el resultado, siendo éste el más alto grado de seguridad posible al que
Editorial San Pablo Colección Noesis. Buenos Aires, Argentina. Año: 2003
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PERICIAS Y PERIPECIAS DE UN TERAPEUTA Un instante…más allá del método… conocer al Ser
Por Dra.Dides Iliana Hernández Silvera Mail de contacto: didesilianapsico@yahoo.com.ar
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n esta oportunidad, varios temas son los que presentan estas líneas e intentaré desglosar, para acercar otras reflexiones del hacer cotidiano. Llegando a casa luego de un día en el consultorio, pensaba en cuántas alternativas, técnicas, destrezas y por qué no, formas de arte; elaboramos diariamente ante la diversidad. No es casual lo que manifiesto, de hecho ahora además de técnicas de estimulación ya empleadas desde hace tiempo, el consultorio se ha convertido en una suerte de laboratorio de musicoterapia, donde una batería, un órgano, toc-toc, pandereta, flauta y armónica, entre otras, forman parte del arsenal sonoro; además de elementos para construir instrumentos, sectores de ejercicio artesanal con materiales variados y generadores de cuentos que favorecen las estrategias de estímulo terapéutico, desde la logoterapia. Es decir, cada paciente posee una búsqueda de sentido, desde este laboratorio perseguimos estimular funciones cognitivas justamente con el sentido propio que cada uno le pondrá desde su Ser y Hacer particular e inédito.
terapeuta. Pensemos que nuestra vida está llena de instantes y a su vez abierta a la demanda, a la necesidad de quien se acerca. Esta situación tiene mucho de lógica, considerándola como el método que nos sirve de lazo para habilitar espacios nuevos y mucho más aún lograr un proyecto de sentido. Conocer al ser, es la peripecia más notable que nos ocurre. Según nuestra mirada, el descubrir el sentido, lograr producir, generar, crear, permite un sin fin de lazos. Así surgirían orientaciones hacia la comprensión de qué es lo bueno o mejor dicho valioso o cuál es el principio guía de nuestras acciones. Esta es una cuestión práctica que nos lleva a profundizar.
Maslow, propone una teoría del desarrollo basada en el placer, que es lo que sería ―lo bueno‖ para nosotros. Una de las principales diferencias, en Frankl, el que nos da orientación en la vida es el sentido y no el placer. Al autotrascender, nos encontramos con el sentido y los valores, los cuales implican tomar una decisión y asumir nuestra responsabilidad. La conciencia es el ―órgano de sentido de la vida‖. Indicamos a diferenciar con un apuntador que le va ―revelando‖ Por ello, vamos cambiando en algún sen- a uno la orientación ha de moverse para tido nuestra estrategia de acuerdo a los descubrir una posibilidad de sentido. pacientes que van llegando, sus problemáticas, sus proyectos y aquello que Un instante, Frankl afirma que ―sólo la incomparten con nosotros, pudiendo sanar tencionalidad en términos de sentimiento sus almas con el desarrollo de posibili- hacia los valores puede descubrir al hombre la verdadera alegría‖, y que en el reconocidades, de creaciones y experiencias. miento de un objeto real está implícito el que Entonces, me observo una tenue sonrisa se reconozca su realidad independiente del y sí, son las peripecias también de un
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dato de que yo u otro lo reconozca de Así, desde la libertad del hacer, el elegir, en definitiva, esa capacidad de la existencia hecho‖. humana para elevarse por encima de esas La estructura de un ser-posible, en condiciones y trascenderlas, es lo que percuanto posibilidad, pensando en su mite proyectar y ubicarnos en un proyecto constitución continúa desde el poderdiferente y propio. ser, realizándose como ser humano en el De esta forma, bajo condimundo. ciones extremas aparece la La posibilidad de su existir, y pregunta por el sentido de cada acto de elección entre la vida. La vida solo tendrá las múltiples posibilidades sentido si tiene una finalique surgen en una situación dad, un destino último, un personal e histórica invoca la lugar adonde trascender y esencia misma del ser humaesto es lo que se perfila en no. Es entonces, que las esese ―laboratorio de proyectrategias también nos permitos‖. Como dijo Nietzsche ten acercar al paciente al lo"el que tiene un porqué pagro de una realización persora vivir, puede soportar canal, desde la libertad orientasi cualquier cómo". Cualda a la búsqueda y al descuquier hombre puede ser febrimiento de los valores de liz, sólo debe tener una sentido existencial, rescata la marcha perceptible y un propia supresión de ser y propósito evidente, en las descubre el sentido, o la jusque ponga toda su energía tificación de todo acto de elección. Los y voluntad, a pesar de que su entorno sea valores expresan ―el auténtico rostro de desventajoso y desigual a sus iniciativas e nuestro destino, lo ―más verdadero de integridad, ésta meta de nuestra vida. nosotros mismos‖. Esta viabilidad de articularse como apertura al ser, tropieza ―El sentido, es que va ligado a una situación en contra al límite insuperable de su ser única y particular. Pero además existen que es literalmente ―arrojado‖ en el mun- unos universales del sentido ligados a la do, en una situación singular e irrepeti- condición humana como tal. Estas posibilible. La comprensión no es, simplemente dades generales de sentido constituyen lo la de un sujeto que conoce y se relaciona que llamamos «valores». El hombre expericon el objeto por intermedio de la com- menta cierto alivio a consecuencia‖(1) prensión, si no, que es el sujeto mismo Todo hombre es el único responsable de su que está presente con todo su ser ahí de proyecto de vida, en cualquier situación en un modo ya dado y que es parte inte- que se encuentre: "Cuando se acepta a la grante del mundo. Heidegger da un paso persona como a un ser irrepetible, insustimás allá y nos dice que comprender o tuible, entonces surge en toda su trascenentender en última instancia, no es un dencia la responsabilidad que el hombre modo de conocer, sino, es un modo de asume ante el sentido de su existencia." Y es ser, es el modo de ser de aquel que com- entonces que logramos, en un instante y prende, o sea, es el ser mismo reflejado más allá del método, favorecer el reconocien su modo de conocer. miento del Ser en su plenitud. Por ello, la verdadera auto-realización Hasta nuestro próximo encuentro sólo es el efecto profundo del cumplimiento pulido del sentido de la vida. La autorrealización no se logra a la manera de un fin, más bien, como ―poder ser‖ (1) Frankl, V.E (1977) “La presencia ignorada de desde la propia trascendencia. Dios‖, Edit Herder: Barcelona
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1º Congreso Peruano de Logoterapia y Tanatología
EN EL LÍMITE, HAY UN SENTIDO Lima, Perú, del 10 al 12 de enero de 2013
“En el LÍMITE, hay un SENTIDO” Programa científico 8 Talleres Pre- Congreso ( 10 de Enero de 3 a 9 p.m) Conferencias Magistrales ( 11 y 12 de Enero del 2013) Mesas redondas y simposios Tanatología y el buen morir . Situaciones limites en el contexto educativo . La familia, los vínculos, y el límite . Psiconcologia: Mas allá del cáncer. Las adicciones : una manifestación del vacío existencial. Talleres aplicativos . Aulas libres. Expoferia
Ponentes invitados Guillermo Pareja Herrera- - Claudio García Pintos- Adriana Sosa Terradas- Sandra Barbero- Teresa Zerbino - Teresa Lemu de Vanek- Pablo Echebehere- Raúl FrancoMarianne Prado- Kitimbwa Lukangaike– Juan Pablo Díaz del Castillo- José MennaLaura Pommorsky- Lucía Copello- Victoria Capdevila- Gastón del RíoCarlos Garabal- Ernesto Marrero- Víctor Cárdenas- Blanca Carrasco Loya, entre otros
INFORMES: www.dauperu.com/congreso2013 congreso@dauperu.com
COLEGIO MÉDICO DEL PERÚ
Toda la información ha sido comunicada por el INSTITUTO DE LOGOTERAPIA DE PERÚ VIKTOR FRANKL, organizador del evento
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DE LA DEPENDENCIA A LA LIBERTAD: EL PROCESO DE CONVERTIRSE EN PERSONA Por Lic. Alejandro De Barbieri Sabatino Mail de contacto: psaledebarbieri@gmail.com
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l proceso de convertirse en persona es el título del gran psicólogo norteamericano Carl Rogers, quien sostenía que el vínculo es clave en el proceso pedagógico y educativo. Estamos en eso en la actualidad, tratando de reducir el riesgo de pérdida de humanidad. Como dicen los neurólogos «vamos camino al mono», si las investigaciones siguen confirmando que «los cerebros de los adictos a internet se ven como el cerebro de los adictos a las drogas y el alcohol». Las cortezas prefrontales de los adictos a internet, están alteradas de la misma manera que el adicto al alcohol. Todos en casa somos testigos actualmente de la escena cotidiana de: «¡Se cortó el ADSL!». La casa entra en pánico, ansiedad. «¿Quién tiene un módem móvil?» «¡Lo necesito urgente!». Cuando aparece el módem móvil y logramos reconectarnos, calma y placer, la droga ha vuelto para calmar la adicción de estar hiperconectado. Si estos estudios se replican, seguramente vamos camino a vivir un poco más desconectados, usando internet, pero no sujetos a que ella nos use a nosotros, al riesgo de atrofiar el cerebro y contribuir a la deshumanización del hombre. Los expertos en adicciones afirman que lo que ha agravado el consumo de alcohol, por ejemplo, está relacionado a la edad de inicio. Los adolescentes se inician más temprano que antes, ocurre algo parecido con internet, yo soy de la generación que aprendí a usar el Wordstar, luego el Wordperfect 5.1, luego vino el Word, Windows, etcétera, no somos nativos digitales. El nativo digital por lo tanto está más vulnerable y con más riesgo de sufrir el «síndrome de abstinencia» de la desconexión. Y por supuesto que esto también nos afecta a los adultos y no nativos digitales, pero sí adictos a estar conectados.
El consumo de alcohol de los uruguayos ha aumentado, pero se fuma menos que hace cinco años, según las nuevas cifras que revelan nuestra relación con las llamadas «drogas legales». Algo nos ha ocurrido en los últimos años como sociedad, como cultura, que estamos recurriendo a calmar la angustia de vivir, el dolor de estar vivo, con todo lo que tengamos a mano. Quizá algunos aún recordamos que cuando éramos niños, y nos golpeábamos la cabeza nos salía un chichón, y el abuelo traía de la cocina, un cuchillo y con manteca nos pasaba el cuchillo en la frente. Santo remedio. No había chance de decir a los cinco minutos: «Abuelo, me sigue doliendo, me ponés de nuevo el cuchillo?» ¡No!. Salíamos de nuevo a jugar. En la actualidad no podemos sostener en casa el chichón del niño, no terminó de caerse y levantarse, que ya el papá o la mamá, está tomando el teléfono para llamar a la emergencia móvil para que vengan a ver al niño. Necesitamos volver a sostener el chichón, nosotros los padres en casa, sostener el dolor del niño y que este vea que papá y mamá están fuertes y se hacen cargo. Si no podemos sostener un chichón, ¿cómo vamos a sostener los chichones invisibles? No los vamos a sostener. Eso es lo que las cifras indican, baja tolerancia a la frustración, no hay capacidad de espera y los niños andan por ahí en el aula y en casa, víctimas de su mundo impulsivo. Si la familia no puede sostener estos dolores como antes, se ha «tercerizado» el servicio en la institución educativa y sus educadores. Como no van a estar en «burnout» los docentes, si ahora además de la materia que deben enseñar, deben educar al niño. Hasta hace poco, el niño entraba educado al aula (sea inicial, primaria o secundaria). Ahora no. Ahora el docente gasta y se desgasta varios minutos del aula con frases como «sácate el gorro» , «no escupas», «apaguen el celular», «no discutas con el
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compañero», «siéntate derecho», etcétera. Entonces le quedan pocos minutos para entregar las fotocopias que van para el parcial. ¿Desapareció la relación pedagógica o solo está en crisis? estamos en «la sociedad de los hijos huérfanos», como dice el titulo del libro homónimo de Sergio Sinay?¿Cómo hacemos para devolver a los padres y educadores la autoridad y la paternidad? Según el pediatra francés Aldo Naouri, El niño actual ha madurado mucho biológicamente pero ha retrocedido en la edad de maduración psicoafectiva. Por ejemplo, si usted tiene un hijo de 33 años ―edad cronológica― posiblemente tenga 24 o 25 años de edad psicoafectiva. Si usted tiene un hijo de 24 años, quizá tenga 19 de edad afectiva o emocional. ¿Cómo nos damos cuenta? porque esta generación, que ha sido más sobreprotegida que las generaciones anteriores, les cuesta mucho más despegar del nido, se encuentran cómodos en casa, muchas veces tienen la independencia económica como para vivir solos o con amigos o con su pareja, pero prefieren «estirar» un poco más el desarraigo del seno familiar. Vivimos una vida de consumo, desde que el niño nace, lo empachamos de cosas, de regalos, de comida, de juguetes, ya no hay lugar para el aburrimiento, para el silencio, por lo tanto la creatividad esta en riesgo. Nuestra tarea pasa por colaborar en el desempacho. Empacho no es felicidad dice mi amigo Sergio Sinay, escritor argentino experto en vínculos. Asociar empacho a felicidad es parte del camino que hace que el niño desarrolle poca o casi nula capacidad para tolerar la frustración y postergar la gratificación. Cuando éramos niños, nuestra generación (aclaro que ya pasé los 40 años) pedíamos la bicicleta para Papá Noel y ¡esperábamos todo el año! Esto ya no pasa. Los niños no pueden esperar, o el propio papá no puede esperar, que es más grave. Ahora la bicicleta espera al niño. Diálogo en una pareja: ― ¿Qué te parece si con la tarjeta en seis pagos le compramos la bici que el nene pidió para Reyes? ―La señora le contesta: ―Pero viejo, si todavía falta… dejá. ―No, dale, es una oportunidad… Surgen ejemplos que ustedes conocen y viven a diario, y yo también, claro, no nos dan tiempo para esperar cuando ya estamos em-
pachando al nene. Y cada uno empacha con lo que tiene… ¿Cuándo es más feliz un perro, cuando usted le está por dar de comer, o cuando le da de comer? ¡Cuando usted le está por dar de comer! ¡Esa es la felicidad! Los niños en la actualidad deberían ser educados por docentes que no les den de comer, sino que «les estén por dar de comer» durante todo el año. Entonces tendrán al niño «meneando la cola» durante todo el año, felices por la expectativa, y deseosos de poder seguir caminando en la esperanza. «Profe, profe, mañana ¿qué vamos hacer?» Saber esperar o como dice nuestro compatriota Jorge Drexler «amar la trama y no el desenlace». Estamos educados (o entrenados) para amar el desenlace, con lo cual no podemos disfrutar el camino. El niño que esperaba la bicicleta todo el año tenía un sentido, un motivo por el cual llevarse bien con su hermano, y estudiar para tener buenas notas para fin de año. Crecia en la esperanza! La educación basada en el empacho es el cimiento de la desesperanza de hoy en día de los jóvenes, por lo tanto no es de extrañar que aumente el vacío existencial, que luego se expresara en depresiones, adicciones. Luego, cuando llegan a la adolescencia e incluso a la adultez joven, no saben qué quieren, porque no saben quiénes son ni a dónde van. Están desorientados. Necesitan desempacharse, para volver a desear. El empacho incapacita para desear, para caminar y para tolerar las frustraciones que implica caminar. Angustia para llenar el vacío La gente está desorientada, está triste, entonces ¿qué hace? come y/o toma para llenar el vacío o se embota de comida como si fuera el fin del mundo o como si no fuera a poder comprar o conseguir comida por semanas. Así razona el psiquismo de nuestros hijos y adolescentes en la actualidad, devoran, no se alimentan. Necesitamos entonces desarrollar estrategias de prevención de adicciones desde niños y ya hay algunas medidas alentadoras, como el descenso en el consumo de tabaco, el sacar la sal de las escuelas, etcétera, pero es poco, todavía faltan medidas más fuertes en el ámbito educativo y familiar. En el ejemplo que señala Aldo Naouri, nuestros abuelos se educaron en la sociedad de la pobre-
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za, «crecían sabiendo que no se podía lograrlo todo, pero disfrutaban lo poco que lograban». Nuestros hijos crecen en la sociedad de la abundancia, «no sé lo que quiero pero lo quiero ya». Por esto afirmábamos que crecen en la desesperanza. Debemos ayudarlos a que recuperen el entusiasmo por vivir. ¿Cómo? Primero, siendo felices nosotros. Cuando los papás me preguntan: «Alejandro, ¿cómo hacemos para que nuestro hijo sea feliz? Siempre les respondo: siendo felices ustedes». ¡No hay otra receta! Si yo logro transmitirle a mi hijo que soy feliz, entonces mi hijo crecerá desde esa actitud de optimismo como punto sólido de partida.
esperanza y que salgan de la situación de vacío que viven hoy, que los lleva al consumo de alcohol, como relata el estudio, o a las picadas en moto y en auto, para ver si se «sienten vivos». La analgesia vital que tienen no los hace sentir vivos con una vivencia sencilla familiar o personal de leer un libro, pasar la tarde con un amigo tomando mate o pescando. Ahí está la vida, en las pequeñas cosas cotidianas que nos recuerdan. Como decía Julio Cortázar, «lo maravilloso puede darse sin que haya una modificación espectacular de las cosas».
Pero debemos cerrar en casa ―desde niños― las posibles «bocas», sean de pasta base, de marihuana, de alcohol. Por ejemplo: cuando nuestros hijos nos dicen: «Papá, estoy aburrido, ¿qué hago?». Si yo salgo desesperado a resolverle el aburrimiento y le digo: «Comé algo, o le digo, prendé la televisión, anda a la PC», ahí estoy tapando la boca del niño con algo externo, lo que a su vez «abre» las posibles bocas de droga en el futuro.
Sugerencias:
Si cada vez que se aburre le digo: «En esta casa hay dos horas de aburrimiento por fin de semana», vayan a aburrirse. El niño se aburre y debe salir solo de su aburrimiento. De esa manera no lleno su vacío, no tapo su boca, no lo empacho con comida, televisión o cualquier pantalla, y logro o trato de lograr que el niño salga solo de su vacío, que transforme el aburrimiento, que transforme el vacío existencial en un vacío fértil, que es donde nace la creatividad. Cuando hago eso, estoy cerrando posibles bocas de pasta base o de alcohol en el futuro. Estoy previniendo, estoy por lo menos haciendo algo diferente. Salgo a jugar con el niño, pero no lo ayudo a tapar su vacío con algo externo, sino que le enseño a que él pueda salir solo y por lo tanto fortalezco su psiquismo para que en el futuro, si se encuentra en una situación de consumo esté más fortalecido para decir no. Por supuesto, que no es la única variable que influye, pero es una de las más importantes. En resumen, no claudiquemos de nuestro rol, podemos todavía ayudar a que nuestros hijos transformen sus vivencias de aburrimiento en «espacios de creatividad». De esa manera lograremos que crezcan en la
¡A descubrir la maravilla!
- Evitar el exceso de pantallas. - Almorzar y/o cenar sin televisión (no con la televisión apagada, sino que no haya televisión) - Dos horas de aburrimiento por fin de semana - Apagón familiar: una vez al mes, se corta la luz (casualmente) y es una excusa para prender velas, desconectarse y jugar a las cartas, vernos las caras, contarnos de nuestra vida. - Crear una materia desde 5º de la escuela y durante todo el liceo para trabajar emociones, actitudes, prevención de adicciones, tolerancia a la frustración, inteligencia emocional. - Disponibilidad emocional: darnos tiempo para estar con nuestros hijos con «oído disponible» para crear el clima para que ellos nos cuenten lo que les pasa - Evitar la «catarsis autista». En la actualidad estamos cada uno en nuestra propia burbuja, no podemos sostener en silencio nuestros dolores y muchas veces no buscamos el diálogo con el otro, sino solo que me escuche. - Que los adultos busquemos ser felices en lo que somos y hacemos. El niño (alumno o hijo) absorberá esa felicidad por «ósmosis existencial». —
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Centro de Logoterapia y Análisis Existencial Universidad Católica Argentina (1)
la actividad plenaria, es decir, el programa de actos centrales (conferencias y paneles) a cargo de especialistas invitados.
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Los espacios de reflexión, a cargo de especialistas que cuentan con tiempo suficiente para presentar sus aportes y que abren la posibilidad del dialogo interactivo con los asistentes. Siendo espacios más reducidos que el plenario y más acotados en los intereses de los asistentes, es oportunidad valiosa para que la interactividad entre ponente y asistente facilite un diálogo enriquecedor para todos. En aulas destinadas a dos presentaciones por turno, cada ponente cuenta con 40 minutos de exposición y 10 minutos disponibles para preguntas.
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Aulas para trabajos libres, abiertas para aquellos que acerquen sus inquietudes teóricas y prácticas en el deseo de compartirlas con los asistentes.
El CLAE UCA continúa trabajando con entusiasmo en la organización del 5° Congreso Latinoamericano que tendrá lugar en Buenos Aires, del 22 al 24 de agosto de 2013. Informa que la estructura del evento sería similar a las ediciones anteriores, reforzando fundamentalmente algunas de las ofertas del programa, en función de la evaluación que permanentemente se hace de las encuestas de opinión que los asistentes acercan a la finalización de cada congreso. Las sugerencias, opiniones, inquietudes y críticas de los asistentes son siempre muy bien recibidas y tenidas en cuenta, con la intención de asimilarlas a la organización y darles curso favorable, en la medida de las posibilidades organizativas.
En el congreso anterior (2011) los Espacios de Reflexión fueron ocupados por invitación de los organizadores, en función de que era una novedad que se incluía en la De tal modo, la estructura del evento es- programación. A partir de este congreso y tará conformada por tres niveles de parti- habiendo evaluado la efectividad de estos espacios, los organizadores abren la convocipación, a saber: catoria para que todos aquellos interesados
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en participar de los mismos, puedan hacerlo. Para ello, se publica un documento sobre las pautas de presentación de estas producciones, condiciones para hacerlo, requerimientos formales y fecha límite de presentación. El Comité Organizador seleccionará –con criterio similar al que se implementa para seleccionar los Trabajos Libres– el grupo de aportes que serán integrados al programa, tratando de darle cabida a la mayor cantidad posible de los mismos. Obviamente, los tiempos de un congreso son limitados y si bien el programa de estos congresos es generoso en cantidad de ofertas, siempre quedan por fuera un número de aportes que lamentamos no poder incluir. Estas pautas y fecha de presentación, como así también las de los trabajos libres, pueden ser consultadas en el blog del congreso,
personacentro.blogspot.com SUGERENCIAS
A los efectos de que los interesados en asistir al 5° congreso puedan ir organizando su llegada y estadía en la ciudad de Buenos Aires, les sugerimos que tengan en cuenta las siguientes direcciones para acceder a información de interés: Ingresando al website oficial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, obtendrán información sobre turismo, transporte, tours por la ciudad, datos generales, etc. La dirección a consultar es: www.buenosaires.gov.ar/areas/ turismo/home/ Como acontece con todas las grandes ciudades, Buenos Aires cuenta con un servicio de ―city-tour‖ que permite al visitante reco-
rrer los lugares más significativos e interesantes de la ciudad, en un recorrido total de 3 horas y 15 minutos. Con el sistema ―hop-on hop-off‖ y un servicio de audioguías en 10 idiomas, pueden disfrutar de todo lo que Buenos Aires puede ofrecerles. Para conocer detalles y compra on-line de tickets, pueden consultar la siguiente dirección: www.buenosairesbus.com Para acceder a información específicamente turística sobre la ciudad de Buenos Aires, incluyendo hotelería de todas las categorías y tarifas, pueden consultar la página ―OH! Buenos Aires!”. Allí encontrarán todo lo necesario para organizar la estadía en Buenos Aires, incluyendo paseos, salidas de shopping, entretenimientos, etc. La página a consultar es: www.ohbuenosaires.com Los interesados en tomar contacto y conocer la oferta académica de la Universidad Católica Argentina en las diferentes Unidades Académicas que la conforman, pueden ingresar al website oficial de la UCA, www.uca.edu.ar Los que deseen conocer las posibilidades de transporte que ofrece el servicio interurbano de Subterráneos de Buenos Aires, pueden ingresar a su página y encontrar mapas del recorrido de todas las líneas en funcionamiento. La dirección es: www.subte.com.ar BLOG DEL CONGRESO
Toda información sobre el congreso, incluyendo estas y más sugerencias, pueden consultarse en el blog:
personacentro.blogspot.com
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INVITACIÓN El CLAE ha recibido la invitación a participar del 1º Congreso Peruano de Logoterapia y Tanatologia, EN EL LÍMITE HAY UN SENTIDO, que tendrá lugar en la ciudad de Lima (Perú) del 10 al 12 de enero de 2013.
ra el despliegue de los valores de ACTITUD. ¿Cómo responder a las situaciones que estas viviendo? ¿Cómo convertir en un campo de posibilidades las situaciones que hoy pueden ser criticas? Un grupo humano, llegará a la tierra del “sol” desde distintos países, para consolidar la Logoterapia y el Análisis Existencial en el Perú, después de 7 años de trabajo sostenido en el Instituto Peruano de Logoterapia y Dau Escuela de Vida. El CLAE y su equipo, nos ha apoyado en este recorrido, participando como docentes de nuestra formación: Dr.Claudio García Pintos, Lic.Lucía Copello, y, como tutores y formadores: Lic. Gastón Del Rio, Lic.Lucía Copello. A ellos les estamos muy agradecidos. La ciudad de Lima los espera, el bello Perú con su gente, su espíritu acogedor y su carisma, los recibirá en un ámbito donde “el sentido, y la actitud” serán el punto de encuentro .
Los organizadores del evento, en la persona de Sandra Barbero, Directora del Instituto Peruano de Logoterapia , nos ha hecho llegar una carta de invitación que transcribimos a continuación: Nos da mucho gusto ponernos en contacto con ustedes a través de LOGORED, para acercarnos con esta invitación especial a cada uno de ustedes, a que puedan participar de este 1º CONGRESO PERUANO DE LOGOTERAPIA Y TANATOLOGIA, que se realiza en la ciudad de Lima, Perú, los días 10-11 y 12 de enero del 2013. El lema de nuestro Congreso, nos introduce en uno de los temas mas valiosos de la Logoterapia, «En el limite, hay un sentido. Propuestas aplicadas pa-
Gracias al CLAE por permitirnos llegar a cada uno de ustedes a través de LOGORED. Dra. Sandra Barbero. Directora Instituto Peruano de Logoterapia. Obviamente, la invitación es extensiva a todos los seguidores de las actividades del CLAE Todos aquellos que requieran más información sobre este evento, pueden ingresar a la página www.dauperu.com/ congreso2013. Asimismo podrán inscribirse on-line o contactarse con los organizadores al mail congreso@dauperu.com
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Pedagogía Familiar
NUESTRO HIJO ESTÁ CADA DÍA MÁS REBELDE Por Lic.Víctor Cárdenas Negrete Mail de contacto: vcardenas@centropedagogico.org
RELATO: Raúl tiene 15 años y es el más pequeño de nuestros tres hijos. No sabemos bien por qué, pero desde hace varios meses muestra una creciente tendencia a criticar a todo el mundo. Demuestra tener una notable agudeza para captar los defectos de los demás, y se siente impulsado a manifestar lo que él considera tonterías de otros. Es relativamente fácil que se meta en problemas con sus compañeros, profesores y amigos. Nosotros procuramos decirle que no está bien criticar con tanta dureza a la gente, que debe ser más comprensivo, etc. Ante estas razones, Raúl suele indignarse más aún, y dice cosas como "¿por qué no voy a decirlo si es verdad?", o "me parece una hipocresía callarse lo que uno piensa: si no es verdad, que me lo demuestren". Además lleva varios días un poco más acelerado de lo normal. Su sentido crítico es ofensivo, y le lleva a una agresividad que produce tensiones fuertes a su alrededor. En su clase le están pagando con la misma moneda, y de los conflictos que produce sale a veces muy mal parado, lo cual lo pone en casa de pésimo genio con su familia. Toda esta situación pasó a mayores cuando Raúl, hace un par de semanas , en una crisis de su “franqueza” le dijo al profesor de matemáticas que para enseñar bien, primero hay que estar actualizado, ya que seguramente no tiene Facebook, peor entender cómo aprenden los chicos de su edad. Para rematar el asunto, le dijo que
si el profesor quería, él le podía dar clases para entrar a facebook y abrir una cuenta, pero que como requisito hay que saber prender una computadora, y terminó preguntando: ¿Usted Profe, sabe prender una computadora? Se imaginará usted lo que sucedió en el colegio, ya que inmediatamente nos llamaron, mi esposa que es muy nerviosa fue enseguida para saber qué había pasado, encontrando al Director del colegio sumamente enojado y haciéndole notar que las ofensas que emite Raúl son constantes y además mordaces, por lo que deberían expulsarlo una semana hasta que haga un reporte de trabajos obligatorios en casa como castigo. No sabemos si hemos fallado en nuestro trabajo de ser padres, quedamos peor cuando pensamos que nuestros otros hijos nunca se metieron en problemas y queremos lo mismo para Raúl, lo mejor de este mundo. ¿Qué podemos hacer?
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ueno, no siempre es posible dominar sobre la situación que viven nuestros hijos, la etapa de la adolescencia es un tiempo del cual muchos no se quieren acordar, pero que dejó huellas, positivas o negativas en cada uno de nosotros. Ahora quiero enfocarme en el problema que me planteas, ya que al parecer has experimentado la adolescencia de tu hijo co-
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mo padre primerizo, a pesar de tener otros hijos, podemos decir ahora con toda certeza, cada hijo es diferente, por ese motivo la respuesta a la dificultad con tu hijo menor es diferente a la que usaste para con tus otros hijos. Cómo podemos ayudar a Raúl a descubrir sus verdaderos valores y verdaderos motivos para sentirse orgullosos de el mismo y de su familia? Bueno hay que empezar por el tipo de vinculación que tienes hacia tu hijo, imagino que habrá sido un niño inteligente e inquieto, de esos que son audaces y están siempre en peligro de sufrir accidentes. Ellos crecen con un sentido relativo del peligro, piensan que son inmortales y que ninguna enfermedad podrá contra ellos, por eso comen cualquier cosa en la calle y se exponen a peligros extremos. Sin embargo son buenos habladores y cuando algo les interesa pueden escucharte de manera crítica y reflexiva. Esta es la semilla que hay que aprovechar para tu relación con Raúl, no repliques las palabras ofensivas que usa, haz el propósito de ser como un sordo para con sus desplantes y fíjate la meta de hablar de él y de sus inquietudes. Te aseguro que cambiará el discurso, es una manera inteligente de enrumbar su visión crítica, un modo constructivo de aprovechar este vínculo. Aprovecha la oportunidad para enseñarle a comprender mejor a los demás, ponerse en su lugar, y saber corregir de modo oportuno, positivo e inteligente, la corrección practicada de esta manera, aplicada también a Raúl, te dará la oportunidad de mostrarle cuan positiva puede ser una corrección. Habla con su madre y con sus hermanos, debes favorecer un ambiente familiar en el que todos tengan la tranquilidad de saber que cuando hagan algo mal se lo dirán, de modo privado, sin criticarlo a sus espaldas. Recuerda con tu esposa que, con la llegada de la adolescencia, se produce una
profunda transformación. Los hijos empiezan a ser más rebeldes, adoptan quizá un cierto aire de suficiencia, a lo mejor no cuentan casi nada, y dan respuestas cortantes, muchas veces son solo monosílabos. Todo esto es algo natural, y lo extraño sería, en todo caso, que esta etapa no se presentara. En nada sorprenderá a unos padres sensatos, que comprenderán que los años pasan y los hijos crecen, y que esto es lo normal. Ya se tranquilizarán las aguas si es que ustedes mismos no se transforman en padres ingenuos y asustadizos, probablemente se empeñen entonces en imponer su autoridad a ultranza, o enfadarse, o incluso dar gritos, y finalmente acaben por desesperarse al ver que a su hijo apenas lo conmueven, y que más bien, por el contrario, se afinca aún más en su rebeldía y sus respuestas groseras. Tengan en cuenta que esto suele pasar cuando los padres apenas han hablado con ellos en los años anteriores a la adolescencia, ante esta situación es imposible tratar de meterse en la vida de su hijo, precisamente ahora que él trata de meterse en su mundo. Deben comprender que a estas alturas les llevará mucho más trabajo vencer la barrera de su intimidad, porque entre los sentimientos que experimentan los adolescentes está el de no querer dejar entrar fácilmente a nadie en su vida. Hay que ser muy paciente, dar mucho cariño, exigir respeto y no dejarse llevar por las malas caras que son el arma preferida de nuestros adolescentes. Tengan la seguridad de que el amor siempre tumba barreras, la actitud sacrificada llena de sentido la vida y que la cercanía de ustedes, como buenos padres, será la mejor herramienta para acercarse a su hijo y vencer esas dificultades de comportamiento.
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EL SENTIDO DEL AMOR, EL SABOR DEL ENCUENTRO Por Lic.Victoria Capdevila Mail de contacto: vickycapdevila@gmail.com
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uisiera reflexionar en esta oportunidad sobre el sentido del amor, relacionándolo con el concepto de encuentro desde la mirada Logoterapéutica.
La Logoterapia sostiene que el amor es el único camino para llegar a lo más profundo de la personalidad de un hombre. Todo ser humano necesita amar y ser amado; todos queremos amar de alguna manera, pero no siempre se está dispuesto a recorrer el camino que nos permite avanzar hacia el amor verdadero, podemos pensar que esto se ve facilitado por la sociedad de consumo, nihilista, del ―todo ya y sin esfuerzo‖ en la que todos estamos involucrados y de la que todos somos ―parte‖ Podemos pensar en dividir, solo a modo pedagógico, los ―niveles del amor‖. El primer nivel, el más primitivo podría ser el que se refiere a la capa externa, la actitud sexual. De la personalidad física de una persona emana el encanto sexual que hace nacer el mismo impulso en la otra persona sexualmente predispuesta, afectando por tanto a esta persona en su corporalidad. El segundo nivel; la forma inmediatamente superior de posible actitud ante la otra parte es la erótica, la persona orientada eróticamente en el sentido estricto de la palabra, no es solamente un ser sexualmente afectado sino algo más que una persona que siente excita-
do su apetito sexual. Esta forma de actitud ante la otra parte considerada como fase de la relación con ella es la que solemos llamar ―enamoramiento”. Las cualidades físicas de la otra parte producen en nosotros una excitación sexual; de sus cualidades anímicas, en cambio, nos ―enamoramos‖. Conmovido en su emotividad psíquica, conmovido por la psique original (pero no por su peculiaridad única) de la otra parte, por determinados rasgos de carácter que se manifiestan en ella. El tercer nivel del amor podemos pensarlo como la más profunda penetración posible en la textura personal de la otra parte, la vinculación con algo espiritual. La relación directa con lo espiritual en la otra parte, constituye, la más alta forma de emparejamiento. Quien ama en ese sentido se ve afectado en lo más hondo de su espíritu por el portador espiritual de lo que en el ser amado hay de corpóreo y de emocional, por su meollo personal. El amor es la orientación directa hacia la personalidad espiritual del ser amado, en cuanto algo único e irrepetible que verdaderamente ama. El que verdaderamente ama, no ama algo que el ser amado ―tiene‖, sino lo que ―es‖. El amor es un fenómeno específicamente humano, es un acto que caracteriza como humana a la existencia del ser humano; en otras palabras, es un acto existencial. El amor se caracteriza por su carácter de encuentro y el encuentro significa siempre que se trata de una relación de persona a persona Recordando las palabras de Frankl pode-
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mos sintetizar que el encuentro humano psicoterapia siempre y cuando se halle anies un modo de acercamiento y de valora- mada por el espíritu. Tiene que esforzarse por llegar a ver en sus más genuinas posición de la existencia. Profundizando en la relación que existe bilidades a la persona de que se trata, por entre el amor y el encuentro Frankl expo- anticipar las posibilidades más valiosas del ne que "el encuentro auténtico es un mo- hombre. do de existencia que está abierto al logos, permitiendo a los participantes trascenderse a si mismos hacia el logos, e incluso promocionar tal autotrascendencia mutua". Pensando en esta idea podemos preguntarnos entonces ¿el amor, sin encuentro, sin logos , sin autotrascendencia es amor? o son niveles del amor? o nuestros jóvenes y no tan jóvenes que dicen amar aman? Logramos tener experiencias de amor? la sociedad en general da lugar para amar? Quizás estas preguntas abran otras preguntas y esa es la idea… no dar respuestas acabadas porque sino dejaríamos de pensar y de profundizar mi idea es ir respondiendo y a su vez que esas respuestas sean pilares para nuevas preguntas. Por eso el titulo de esta reflexión. ―El sentido del amor, el sabor del encuentro‖. Sabemos que el instinto sexual tiene una meta: la relación sexual (primer nivel); pero todavía le falta, eso no es amor ya que carece de un objeto al que tender, en el sentido de un auténtico compañero o compañera sobre el cual esté concentrado. Esta dirección y ordenación a una persona determinada, a la persona amada, caracteriza el tercer nivel del amor.Concluimos que la capacidad de amar es condición y presupuesto para la integración de la sexualidad. Por lo tanto el sabor del encuentro en la sexualidad se da junto con la capacidad de amar. Amor, encuentro y sexualidad debería ir juntos, para que tenga “sabor”.El amor es algo más que un estado emotivo(primer y segundo nivel): un acto ―intencional‖ (tercer nivel), hacia alguien, hacia la esencia de esta otra persona. Max Scheler define el amor como un movimiento espiritual que busca el más alto valor de la persona amada. En el acto espiritual del amor, no solo captamos lo que la persona ―es‖ sino también lo que puede llegar a ser. Lo mismo debe hacer toda
La captación de valores solo puede servir para enriquecer al ser humano. A veces este enriquecimiento interior constituye incluso, el sentido mismo de su vida. Por éso el amor enriquece siempre, necesariamente, a quien ama. El simple enamoramiento ciega, el verdadero amor. Permite captar con mayor agudeza la personalidad espiritual del ser amado, así en cuanto a su realidad esencial con en cuanto a sus posibilidades de valor. El amor ayuda al ser amado en convertir en realidad lo que el amante se adelanta a ver, a intuir. Se desarrolla en cierto modo, un proceso dialéctico, en el que lo amantes caminan en la realización de sus respectivas posibilidades. El verdadero sabor del encuentro, en el amor, causa Felicidad, no sólo placer.El amor puede confundirse con el propio egoísmo, como la búsqueda de sensaciones placenteras y de sentimientos agradables. El amor es éxtasis en el sentido de invitación a salir de uno mismo, pero no de un modo momentáneo, a modo de arrebato, sino como un camino más constante y paciente. El yo encerrado en sí mismo alcanza su liberación por la entrega de sí mismo a los demás, lo que le permite reencontrarse con su más profunda identidad y con la posibilidad cierta de descubrir al otro como único e irrepetible.
BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA: Frankl, V.E. (1988). La voluntad de sentido. Barcelona: Editorial Herder. Frankl, V.E. (1984). La idea psicológica de hombre. Madrid: Ediciones Rialp. Seguín C.A. (1972). Amor y psicoterapia. Buenos Aires: Editorial Paidós. Yalom, I. (1984). Psicoterapia Existencial. Barcelona: Editorial Herder.
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DE GALLINAS Y PATOS. Padres e hijos adolescentes Por Dr.Claudio García Pintos Mail de contacto: cavef@yahoo.com
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n muchas ocasiones he recibido consultas por parte de padres de adolescentes, muy preocupados, incluso angustiados, por comportamientos de sus hijos. La realidad es que el mundo de la adolescencia es ―juvenívoro‖, quiero decir, está plagado de ―propuestas de riesgo‖ que, lejos de cuidar u ofrecer alternativas de diversión y crecimiento, los consume. Ese mismo mundo incluye a padres desconcertados y desbordados por una realidad que los abruma tanto como a sus propios hijos. En el contexto de esta realidad, muchas veces recibo consultas de padres en esas condiciones (abrumados, desconcertados, angustiados y muy preocupados) que, en realidad, no tendrían motivos reales para estarlo. Pero el entorno ―desconcertante‖ los asusta. Si a eso sumamos que se ha incrementado la dificultad para dialogar (observación personal desde la humilde estadística del propio consultorio) entre las personas, sustituyendo la palabra por los emoticones, la mirada a los ojos por el twiteo inmediato de emociones y ocurrencias, y la sobremesa familiar propicia para el encuentro, por las invitaciones a contactarse en las diferentes redes sociales, la situación se hace mucho más compleja de vivir y de resolver. Jugando un poco con la fantasía, pretendo presentar algunas reflexiones sobre un tipo común de consulta. Prefiero no partir de una consulta real, para poder universalizarla mejor, y permitirle así a los lectores, generar sus propias reflexiones.
La consulta Imaginemos que recibo una consulta de parte de un grupo familiar constituido por padre, madre, hijos. Pero la fantasía permite plantear que se trata de una familia de gallinas. Sí, una familia de gallinas, conformada por papá gallo, mamá gallina, y los hijos. La situación sería la siguiente: mamá gallina solicita la consulta, preocupada y angustiada por ciertas actitudes de su hijo mayor (iniciando la adolescencia) Viene acompañada de su marido, el Sr.Gallo, quién, en la primera impresión, pareciera ser que más bien viene ―arrastrado‖ por su esposa, la Sra.Gallina; como si no compartiera con ella ni la inquietud, ni la preocupación, ni la angustia y, por ende, ni la necesidad de la consulta. La Sra.Gallina comenta el hecho o, en realidad, su versión acerca del hecho. Dice así: ―era un día de mucho calor y los niños estaban inquietos dentro del gallinero. El calor los tenía alterados y yo misma no estaba con buen ánimo. Entonces, me pareció una buena idea sacarlos a pasear por algún lugar más fresco. Llegamos hasta el lago que se encuentra cerca de nuestro gallinero. Nunca vamos hacia ese lugar porque a nosotros, las gallinas, no nos gusta el agua, le tenemos miedo. Por eso mis hijos ni siquiera lo conocían. En realidad era el lugar más fresco. Llegamos y mis hijos se sorprendieron al conocer algo nuevo. Todos se dispusieron a jugar a la sombra de unos árboles, picoteando por acá y por allá, disfrutando de la brisa fresca del lago. Pero mi
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hijo mayor, se sintió seducido por el lago y en un momento determinado se encaminó a paso firme hacia el agua. Le pedí que se detuviera pero no me hizo caso. Es más, aceleró su andar. Le grité que se detuviera, pero no hizo caso y siguió su marcha. Grité una vez más con todas mis fuerzas, pero él se zambulló, haciendo oídos sordos a mis advertencias. Llegué a la orilla y seguí gritándole para que volviera, pero cada vez se alejaba más hacia el centro del lago… Me asusté y me preocupé, porque él nunca había actuado así, tan desobediente. Ahora parecía hipnotizado por el lago. Yo no podía entrar a buscarlo y sacarlo de un ala, porque no sé nadar y le tengo pánico al agua. Solo pude gritar y gritar…” Su marido, el Sr.Gallo, escuchaba el relato de su esposa en silencio. Cuando lo miré, sintió que debía decir algo. Le pregunté si él había presenciado el hecho y contestó lo siguiente: ―bueno… y estaba recostado y descansando porque hacía mucho calor, cuando los gritos de mi señora llegaron hasta el gallinero. Como eran persistentes, me levanté y fui a ver qué sucedía. Cuando llegué al lago, ella me señaló a mi hijo nadando y jugando en medio del agua, y a mis otros pollitos observándonos a ella y a mí, con sus ojitos desorbitados de susto y desconcierto. Creo que esperaban que hiciera algo” Le pregunté entonces qué hizo, y respondió: ―y bueno… traté de calmarla a ella, diciéndole que los hijos siempre nos dan dolores de cabeza, algunos más que otros, y nos hacen hacer mala sangre. Cuando salió del lago lo reté por la mala sangre que le había hecho vivir a la madre y lo castigué. Además, para que mis otros pollitos aprendan y no quieran imitarlo”. También pude entrevistar al hijo en cuestión. Él también pudo relatar su versión de los hechos. Dijo: ―hacía mucho calor y salimos a pasear con mi mamá y mis hermanitos. Mamá nos llevó a un lugar al que nunca habíamos ido antes y cuando llegamos, encontré que era hermoso. Había un gran espejo de agua,
fresco, cristalino. Primero me quedé sentado al lado de mamá, pero luego, no pude vencer la tentación de acercarme primero y zambullirme después. Me sentía yo mismo, como habiendo encontrado algo que no sabía que estaba buscando. Sentí los gritos de mamá, pero no podía responderle. Después llegó papá y salí del agua. Me sentí muy mal porque me dijo que por culpa mía mamá estaba angustiada y mis hermanitos asustados, y que los iba a enfermar con tantos disgustos, y que él no podía permitir que eso sucediera, y que entonces iba a castigarme. Me pegó una bofetada y me mandó al gallinero sin comer. No entendí por qué iba a enfermarlos a todos y por qué merecía tanto castigo, solo por haber entrado al lago. Pero, posiblemente tengan razón, y yo no sea un buen hijo, y no sea tan inteligente como para comprenderlo. Mi papá me dijo que soy chico aún, y que cuando sea grande, voy a poder elegir cómo matarme, pero que por ahora, ellos, papá y mamá, no van a permitir que lo haga. Pero, yo no quiero matarme, solo quería divertirme y refrescarme nadando en ese hermoso lago. No entiendo mucho, no entiendo nada…” Pregunté qué iba a hacer ahora, a lo que respondió, “no sé, pero ni bien pueda, voy a volver al lago. Papá y mamá estén ocupados todo el día, así que tal vez encuentre ocasión de volver a zambullirme sin que ellos lo sepan… ¿vos no vas a decirles nada, ¿no? Esto que hablamos queda entre nosotros ¿verdad?”. Hasta aquí, las tres versiones del mismo hecho. Honestas y subjetivas como pueden ser las versiones que cada uno puede dar de un mismo hecho. Relevando información y reuniendo datos, pude armar aquello que podría definir como “el hecho‖, es decir, la historia en términos objetivos, respondiendo a la pregunta ―¿qué pasó realmente esa tarde, y qué orientación darle a este grupo familiar? Y ―el hecho‖, sería el siguiente: en tiempos de estar empollando sus propios huevos, la Providencia quiso que por azar, un huevo de otra camada quedará al calor de esta gallina clueca. Con amor maternal y un cuidado prodigioso, este huevo extraño rompió cascarón al mismo tiempo que sus hermanos y fue criado con los mismos afa-
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nes que ellos, tanto por parte de mamá gallina como de papá gallo. Pero claro, nadie supo hasta ese momento, que este hijo, mayor, no era un pollito sino, en realidad, un pato. Sí, era un patito que llegó a la vida gracias al calor de su mamá gallina. Por eso, cuando vio el agua, algo profundo se movilizó en él, ―como habiendo encontrado algo que no sabía que estaba buscando”. Por eso mismo no pudo resistirse, ni aun ante los gritos y advertencias de su mamá, angustiada por el temor que le tiene al agua, desde su naturaleza de gallina. Y, agrega, “me sentía yo mismo”. A partir de esta información, vale la pena pensar una orientación posible a este grupo. Veamos. La orientación En la historia podemos ver claramente tres posiciones distintas. Por un lado, la mamá gallina (solicitante de la consulta) se ve superada por su propia angustia al sentir que su hijo la desobedece y se encamina hacia el peligro. Peligro existente a partir de su propio miedo. Acciona su propia angustia y desde allí pretende educar a su hijo, pero lo único que logra es proyectar sobre él sus propios miedos e inseguridades. El papá gallo, por su parte, acompaña a la mamá gallina, pero no toma posición sobre el tema. Más bien, asume el rol estereotipado que se supone debe cumplir: impartir orden y representar la ley. Condena, castiga en una actitud que más que educar, proyecta sobre su hijo la culpa haciéndolo cargo de la angustia de su madre. El hijo pato, dejándose llevar por sus propias emociones y vivencias, no logra comprender aquello que sus padres pretenden transmitirle ni por qué le advierten que no haga tal cosa. Su propio criterio de bueno-malo es suficiente discernimiento, desentendiendo los límites de sus padres. Su propio deseo-necesidadimpulso es ley que anula o suspende el
valor de la ley del límite. Los hermanos pollito, espectadores gratuitos de la situación, comparten el desconcierto de lo que ocurre. Indudablemente los tres actores principales (gallina-gallo-pato) intentan ser honestos y vivir esta situación de la mejor manera posible. Sin darse cuenta, lo hacen desde un cierto egocentrismo que no les permite comprender la circunstancia de los otros. Veamos. La persona humana se desarrolla desde el ser-actual hacia el deber-ser (entendido como la mejor versión posible de sí-mismo) Ese estado de tensión existente entre ambos puntos es el que le permite avanzar, crecer, desarrollarse y madurar. Y la línea directriz que une imaginariamente ambos extremos es lo que llamamos proyecto de vida. Desde un principio, la orientación de ese proyecto es asumida por los padres. Son ellos los que acomodan la mira y la ajustan hacia un destino de bien para el hijo. Lo vacunan, lo bautizan en una fe, lo inscriben en un colegio que seleccionan especialmente, lo hacen estudiar idioma o un instrumento musical, practicar un deporte, lo insertan en un grupo, le enseñan determinados valores, etc. Y todo va bien o relativamente bien, hasta que un día, el hijo, cursando la adolescencia, se pone de pie y se pregunta: ¿por qué tengo que ir a la escuela, tengo que ir de visita a casa de mi abuela todos los domingos, tengo que estudiar inglés, tengo que ir a misa, tengo que cortarme el pelo…? ¿Por qué no tengo que tomar alcohol, no tengo que salir todas las veces que mis amigos me invitan, no tengo que llevar el pelo largo o no tengo que ponerme esta ropa que tanto me gusta…? Es decir, comienza a cuestionarse una vida marcada desde un inicio por el ―tengoque‖ del proyecto que sus padres eligieron para él. Más aún, la vida lo pone delante de un mundo rico en variedades respecto del mundo que siempre le han mostrado sus padres, descubriendo que hay otros modos de proyectar su vida. Y así, el acaloramiento del cuestionamiento, pareciera verse refrescado por la novedad que acaba
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de descubrir y está al alcance de su mano. Es entonces cuando, como sucedió con el hijo-pato, “algo profundo se movilizó(a) en él, como habiendo encontrado algo que no sabía que estaba buscando. Por eso mismo no pudo resistirse, ni aún ante los gritos y advertencias de su mamá, angustiada por el temor que le tiene al agua, desde su naturaleza de gallina. Y, agrega, “me sentía yo mismo”, porque ese es un momento importante en la emergencia de la identidad. Es decir, el cuestionamiento del ―tengo-que‖ en función de la ocurrencia del ―lo-que-quiero‖ hacer. Para los padres este momento es descon-
certante, porque ese niño obediente y sonriente que aceptaba todo (o casi todo) con cierta docilidad y crédulo de que ―todo era para su bien‖, ahora asume la apariencia extraña de un adolescente que nos mira fijo a los ojos y desobedece con indiferencia a nuestros gritos, advertencias, amenazas, castigos, angustias o soponcios. Cuestiona todo lo que le indicamos y decide cosas que no comprendemos (la ropa que utiliza, los amigos con los que se frecuenta, la dejadez de
sus hábitos, etc) Realmente ―no parece hijo nuestro‖ y sentimos que su único propósito es ―darnos dolores de cabeza‖. Las madres suelen angustiarse y preguntarse en qué se equivocaron, y los padres suelen asumir roles de firmeza autoritaria, castigadora o sermoneante. Para el hijo no es menos desconcertante, porque no termina de entender qué tiene de malo que pueda elegir esto o aquello. No entiende, por ejemplo, en qué puede molestar a los padres que decida ponerse este pantalón jean gastado a la moda que usan todos los chicos de su edad o qué puede tener de malo ese corte de pelo que se ha hecho. No entiende que sus padres no pue-
dan confiar en él, siendo que ya tiene 14 años para 15, edad suficiente para cuidarse solo en la noche y administrar el consumo de alcohol de cada fin de semana. Cosa que seguirá haciendo, más allá y a pesar de los disgustos. Y esto no resulta para ninguno de los tres, porque ninguno termina de comprender al otro. El ―desconcierto‖, siempre, es propiedad del intento de ―entender‖ lo que el otro propone o plantea. Pero los vínculos no se sostienen por el entendimiento ni los con-
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flictos se resuelven por ejercicio de la inteligencia matemática. Si fuera así, ningún intelectual ni ningún científico vivirían conflictos de relación ni experimentarían la soledad. Lo humano se sostiene, resuelve y realiza por la comprensión. Entre aquello que los padres habían proyectado para su hijo y lo que el hijo ahora decide, se presenta una diferencia que suele abonar la situación de conflicto. Si lo planteamos en términos de ―tengo que versus lo que YO decido‖, podríamos tener un buen inicio para la orientación. ¿Por qué? Porque etimológicamente ―versus‖ significa ―ir hacia‖, a pesar del uso incorrecto con el que usualmente utilizamos el término. La oposición sería la ―adversidad‖ (ad-versus, lo que me impide ir hacia) De modo tal que, como acontece muchas veces, tras un aparente conflicto encontramos el principio de su resolución. Porque ahora podemos plantearlo así: ―tengo que versus lo que YO decido‖, está significando en realidad, ―cómo hacemos para ir, juntos, del tengo que hacia el YO decido‖ Tomemos esta afirmación, en los siguientes términos: 1- Comenzamos por aceptar que estamos frente a un proceso inevitable del crecimiento del hijo, que reclama el crecimiento del padre. Es inadmisible pensar que el hijo crezca y el padre permanezca siendo siempre el mismo. Su cambio (el del hijo), plantea el cambio del padre. 2- Asumimos que debemos vivir juntos ese proceso. 3- Comprendemos que significa que vamos a cambiar aspectos del vínculo, sin dejar de ser quienes somos: seguimos siendo los padres y sigue siendo el hijo. 4- Esos cambios del vínculo pueden entenderse como un proceso paulatino a través del cual vamos haciendo una especie de transferencia de responsabilidades. Es decir, ciertas decisiones que tomaban los padres, paulatina y progresivamente van a ir siendo tomadas por el hijo, contando con el respeto de los padres cuando
lo haga. 5- Esto implica que los padres acepten esta nueva dinámica y que el hijo haga lo propio. Es decir, que ambos acepten la dinámica procesual, no es un acto. No quiere decir ―a partir de hoy decido todo‖ o ―decidirás lo que quieras, recién cuando seas grande‖; y ambos deben comprenderlo así. Cuando esto puede ser comprendido y hablado, se abre la posibilidad del crecimiento compartido. Cuando no, aparece la oposición, la pelea, el alejamiento. Ni el padre ni el hijo necesita de alejamientos en este momento, porque acrecienta la vivencia de inseguridad que, por motivos distintos, vivencian uno y otro ante el cambio. Una buena imagen para ilustrar este momento, es ofrecida por Khalil Gibrán, el poeta libanés, en su libro ―El profeta‖, cuando hablando de la relación padre-hijo, nos recuerda aquello de ―tus hijos no son tus hijos, son hijos de la Vida, deseosa de sí misma…‖ (Tus Hijos). Finalizando esa misma reflexión, utiliza la imagen del arquero y la flecha. Y podríamos utilizarla ahora para redondear la orientación a este grupo. El padre es el arquero y el hijo es la flecha. Al padre le corresponde asumir las virtudes del buen arquero: consciencia de que lo que tiene entre manos es importante y tiene que manejarlo con cuidado, no puede descuidarlo, porque tiene riesgos hacerlo; estar atento, para poder hacer buena puntería; ser firme, para sostener la correcta tensión del arco que asegure un buen disparo; ser prudente, para no tentarse con soltar la flecha antes de tiempo; ser audaz, para animarse a soltarla cuando llegue el momento y no demorarla indefinidamente en el arco; ser cuidadoso, tanto de la flecha como del arco, porque de lo contrario el disparo será incorrecto; con-
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fiar, tanto en su aptitud de arquero como en la condición de la flecha; aceptar, finalmente, que una vez que la flecha sale del arco hace su propio vuelo hacia la diana y que en ese vuelo también inciden aspectos independientes de la pericia del arquero o de la calidad de la flecha (p.e. el viento). Comprender que un buen disparo, no es solamente el que da en el justo blanco, y que el éxito no es necesariamente que la flecha se clave precisamente donde él había previsto que lo hiciera. Al hijo le corresponde asumir su condición de flecha. Aceptar que necesita del arquero para poder volar; ninguna flecha puede prescindir de quien la lance hacia adelante. Confiar en la pericia del arquero y en su sensata puntería, porque ningún arquero pretende fallar deliberadamente su disparo. Comprender el valor de la tensión que precede el disparo, porque es la que asegura velocidad y potencia en su vuelo. Esperar el momento del lanzamiento con la convicción que aún yendo hacia la misma diana, terminará clavándose, donde ella termine haciéndolo. A los dos, padre e hijo, les corresponde asumir que uno no tiene sentido sin el otro. Si el arquero no libera su arco, no es arquero, porque solo sus disparos lo convierten en tal. Si la flecha no es contenida en esa tensión que la prepara pa-
ra su vuelo, nunca será flecha.
Termina la consulta Al iniciar estas reflexiones sobre algunas de las más usuales consultas que recibo de padres desconcertados, decía que “en el contexto de esta realidad, muchas veces recibo consultas de padres en esas condiciones (abrumados, desconcertados, angustiados y muy preocupados) que, en realidad, no tendrían motivos reales para estarlo. Pero el entorno “desconcertante” los asusta‖ Y este sería el caso de esta familia. Mamá Gallina podría quedarse tranquila y no angustiarse tanto. Su hijo no tiene que asumir sus miedos de gallina porque tal vez tenga espíritu de pato y pueda superar inseguridades que ella ha vivido por siempre. Papá Gallo, podría comprender que se va acercando el momento de la audacia, el momento de soltar la flecha y que su hijo no necesita castigos ni cargarse de culpas, sino la tensión que lo prepare para volar su vuelo. El Hijo Pato debería confiar en sus padres, comprender que para ellos es un momento de cambios y que los límites que ponen no son restrictivos sino conductivos, no le impedirán volar sino lo preparan para hacerlo. Los hermanitos Pollito, podrán entonces aprender que crecer tiene sus tiempos, y que todavía les queda un largo rato antes de ser lanzados a volar.
SEDE DEL CONGRESO 28 de Julio 776 Colegio Médico del Perú Auditorio “Alcides Carrión” Lima, PERÚ
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REFLEXIONES A poco más de un año del fallecimiento de Ernesto Sábato, LOGORED incluye en este número un espacio con algunas de sus reflexiones, referidas especialmente a la humanización de nuestros quehaceres.
Por Ernesto Sábato
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a enorme complejidad de los conocimientos que hemos adquirido desde Aristóteles hasta hoy y que al parecer hace ilusorio el uomo universale del Renacimiento, ha conducido a algo que a la vez es inevitable y catastrófico: el especialista. Un físico que se ocupa de espectrogramas puede ignorar vastas regiones de la física, lo mismo que un químico inorgánico con respecto a la química orgánica. Esto ha sido inevitable, pero no incurramos en esa corriente falacia de tomar lo inevitable como magnífico. Aun en el mismo terreno del mundo material, el mas simple de todos, la especialización condujo a una especie de nueva barbarie, y debemos recordar que la mas grande revolución de la física la hizo un hombre que fue capaz de tomar en consideración los problemas mas generales de la materia en relación con el tiempo y el espacio; Einstein no era un especialista, era un generalista. Con mayor razón esto es válido para aquellos territorios más complejos de la realidad biológica y psicofísica, donde el todo precede a las partes, tal como también vislumbró Aristóteles. El atomismo de la física no funciona ya en estas complejas realidades, y debe ser reemplazado por un organicismo que de prevalencia a la totalidad sobre las parcialidades. Que se requieran los servicios de un especialista en corazón, como se requiere el informe de un encefalógrafo, es inevitable y, en condiciones bien delimitadas
por el generalista, de enorme utilidad; pero que se invierta el planteo y se de preminencia al dato del especialista, pertenece ya a la falla filosófica y esencial de una medicina positivista. Una persona es mucho mas que un conjunto de números, de presiones, cantidades de glucosa, radiografías y eritrosedimentaciones: es un ser complejo, una delicadísima unidad de materia y espíritu, donde todo influye sobre todo, y en el que es inútil, cuando no pernicioso, el informe especializado que no integre el armónico y dificilísimo examen de la estructura. Dice ilustremente Schopenhauer que hay épocas en que el progreso es reaccionario y la reacción es progresista. Volver atrás en momentos de crisis, es lo más adecuado para retomar las banderas de un genuino progreso. En momentos en que el auge de la especialización y de la cuantificación mediante aparatos parece para muchos el colmo de la maravilla, no es difícil demostrar que constituye uno de los mas agudos peligros que enfrenta la medicina contemporánea. Y reclamar al generalista, ¿no es un poco retomar la vieja tradición de aquel clínico de otro tiempo?¿De aquel hombre que tenía una especie de cualidad rabdomántica para detectar una enfermedad, a veces, con la sola forma de caminar de un paciente?¿De aquel hombre que conocía al enfermo por su nombre y apellido, que estaba al tanto de sus problemas familiares y de sus angustias pecuniarias, de sus manías y amistades, de sus pasiones y esperanzas, de sus ideas políticas y religiosas? ¿De aquel hombre que sin mirar un apara-
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to, sabía a priori que a Don Rafael Schiaffino lo que le hacía falta no era vigilar su ácido úrico sino, simple pero genialmente, irse por un tiempo al campo y dejar de ver a la suegra? Muchachos, ya les dije que soy apenas un escritor y, por cierto, no soy médico. Lo que no significa que no sepa nada de medicina, pues se de ella (y por motivos muy similares) lo que un ladrón consetudinario puede saber de la organización policial. He padecido úlcera, reumatismo, gota, colitis, anginas de garganta, bronquitis. ¿Que más, para hablar un poco del asunto? Y, sobre todo, no se enojen: son opiniones revulsivas, con el sólo ánimo de inclinarlos al análisis y discusión de problemas que a veces parecen ya resueltos. (1)
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o soy pedagogo, no soy especialista en educación; pero a esta altura de mi vida me considero especialista en esperanzas y desesperanzas, pues algo he aprendido a través de los golpes que he sufrido, de los errores cometidos, de las ilusiones perdidas; ignoro infinitas cosas, vastos territorios de la tierra y de la geografía me son desconocidos; pero conozco y siento mi tierra, me angustia el destino de mis hijos y de mis nietos, la suerte de mis compatriotas y, sobre todo, la suerte de los chiquitos, que de nada son culpables y a los que no tenemos derecho de legarles un lúgubre universo. No enciclopedismo muerto, ni catálogo, ni ciencia hecha, sino conocimientos que se van haciendo cada vez en cada espíritu, como inventor y partícipe de esa historia milenaria. No Información sino formación… Y no pretender enseñarlo todo, enseñar pocos episodios y problemas, desencadenantes, estructurales. Y pocos libros, pero leídos con pasión, única manera de vivir algo que, si no, es un cementerio de palabras. La verdadera educación tendrá que hacerse no sólo para lograr la eficacia
técnica sino también para formar hombres integrales (…) Estoy hablando de esa educación que debería recibir el ser humano en sus etapas iniciales, cuando su espíritu es más frágil, ese instante que para siempre decide lo que va a ser: si mezquino o generoso, si cobarde o valiente, si irresponsable o responsable, si lobo del hombre o capaz de acciones comunitarias. El ser humano aprende en la medida en que participa en el descubrimiento y la invención. Debe tener la libertad para opinar, para equivocarse, para rectificarse, para ensayar métodos y caminos, para explorar. De otra manera, a lo más, haremos eruditos y en el peor de los casos ratas de biblioteca y loros repetidores de libros santificados. Se comete, por tanto, un grave error cuando se pretende reformar la educación cómo si se tratase de un problema meramente técnico, y no el resultado de la concepción del hombre que le sirve de fundamento, de esos presupuestos que la sociedad mantiene acerca de su realidad y su destino y que, de una manera u otra, definen una manera de vivir y de morir, una actitud ante la felicidad y el infortunio. En fin, habrá que reintegrar la ciencia y la sabiduría, lo que implica una humanización de la técnica, una valoración ética de sus adquisiciones y una condena de la profanación de la naturaleza… La escuela y hasta la universidad deben atender a las necesidades físicas y espirituales de cada una de las regiones, pues el hombre que se pretende rescatar en esta deshumanización que en nuestro tiempo ha provocado la ciencia generalizadora, es el hombre concreto, el de carne y hueso, que no vive en un universo matemático sino en un rincón del mundo con sus atributos, su cielo, sus vientos, sus canciones, sus costumbres; el rincón en que ha nacido, amado y sufrido, en que se han amasado sus ilusiones y destinos.(2)
(1)Fragmentos de La Robotización del hombre y otras páginas, 1975, Revista Medicina Intensiva (2) Fragmentos de su ensayo Apologías y Rechazos
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CARTA A LA TRISTEZA Por Olga Lehmann Oliveros Mail de contacto: olehmanno@gmail.com
Carta a la tristeza “(…) Tengo el alma sofocada de arena, la tristeza es un desierto estéril. No sé rezar, no logro hilar dos pensamientos, menos podría sumergirme en la creación de otro libro. Me vuelco en estas páginas en un intento irracional de vencer mi terror, se me ocurre que si doy forma a esta devastación podré ayudarte y ayudarme, el meticuloso ejercicio de la escritura puede ser nuestra salvación”
cho que nos haces sentir extranjeros del mundo y que eventos que parecían cotidianos comienzan a lentificarse, haciéndose cuestionables ante el recuerdo inmóvil de la última vez que ese ser que extrañamos los habitó.
Aparecen como pájaros en estampida al atardecer, llamadas y visitas en los días de la agonía que migran después de la muerte. Ojalá este consuelo no fuese pasajero, pues los días que le siguen, y los que le siguen a los que le siguen, son días de profundo desasosiego en donde, más que un pésame, se necesitan compañeros de camino que se deIsabel Allende- Paula. tengan con nosotros a ver la vida desde el balcón.
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o sé si está en las palabras lo que busca mi ser con desesperanza, pero a ellas vengo como un pasadizo que me dirige a lo indecible. La levedad de la palabra, algo de consuelo le otorga a la dimensión del sentimiento. Quería escribirle a una persona, pero te he puesto como destinataria a ti, tristeza, porque ya no tengo ganas de nominar mis acusaciones ante algo tan humano como la agonía. ¿Qué es lo que muere en nosotros cuando muere quien amamos? Respóndeme, tristeza, ¿Qué es lo que te llevas y a dónde? Sabes, no sé si alguien te ha di-
Las personas y la relaciones que permanecen son percibidas de otra manera, hasta podría decir que con algo de temor, ante la permanente sensación de sentirse ajeno al tiempo y la necesidad de que la vida cambie de nuevo para movilizarnos. Sí, es movilizarse ante tu presencia aquello que resulta más difícil. Y ojalá llegaras solo ante la muerte, y no en los días de agonía en donde nos pones en la tarea de interpretar la melodía del oxígeno en la habitación de un hospital y la ansiedad de quien no puede hablar pero te mira con desespero tratando de comunicar lo que siente. Ojalá solo la muerte produjera tristeza, y no aquello que queda: la sorpresiva reacción de los otros, ellos, los que juegan a
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ser ajenos al amor que sentían, ellos, los que deberían ser realmente ajenos a esta situación para no interrumpir el silencioso paso de la muerte. Ojalá llegaras solo ante la muerte, y no ante el debate por el quién se queda con qué, en donde las promesas y el respeto a la voluntad del ser amado son pisoteadas por el interés personal. Ojalá llegaras solo ante la muerte, y no ante la incertidumbre que queda. ¿Cómo hacer para que permanezca esa persona, cómo comenzar a comunicarse con ella y de qué manera? Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa y no la imagen inmóvil de algunos médicos que me pregunto si algún día morirán, o si su familia ascenderá al cielo sin desprenderse de la vida con dolor. Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa, y no el morir en condiciones de hacinamiento en los pasillos de un hospital, sin privacidad, sin silencio, sin espacio para la compañía de quienes nos aman. Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa, y abrumadora certeza de que también moriré no el morir con dolor, y no el ver morir a dejando cartas inconclusas, palabras no diquien amamos con dolor. chas y abrazos no dados. Me cuesta morir, Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa, y me hago consciente del valor del tiempo. Sé no el morir en condición de inequidad de de la agonía lo que sé de la vida: que hay los servicios de atención en salud pres- que vivirla contigo, tristeza y dentro de ti encontrar paz, así no quiera. tados. Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa, y no el sentirse parte de esas condiciones de inequidad como profesional, como humano. Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa, y no el deber ser que deparan los días que siguen. Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa, y no la ausencia de palabras para hacer entender que nos conduele esta situación. Ojalá fuera solo la muerte lo que pesa, y
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¡¡Feliz Navidad 2012!!
Relato basado en una leyenda popular referida a la flor conocida como “flor de la Pascua” o “Nochebuena”.
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uenta una leyenda que, en un pequeño pueblo mexicano, todos esperaban la navidad con entusiasmo y mucho amor. Sus habitantes se preparaban con esmero e impaciencia, esperando la Nochebuena para reunirse en la Iglesia del pueblo y llevar al Niño Jesús sus regalos. Una víspera de Navidad, la pequeña Althea estaba triste. Su rostro contrastaba con el de sus vecinos, quienes, sonrientes y felices, se fueron preparando durante todo el día para el momento del tan ansiado Nacimiento. Estaban tan ocupados que casi nadie percibió la tristeza de esta niña. Llegó la hora y todos se encaminaron hacia la Iglesia, con sus mejores ropas, sus regalos y cantando villancicos. Pero Althea se quedó sola en su casa. Fue entonces cuando se le presentó un Ángel y le preguntó ―¿qué te sucede pequeña Althea, que no has ido a la Iglesia como todos los otros?” Con ojos muy tristes y llorosos, contestó: ―es que no tengo ningún regalo para llevarle al niño Jesús…‖ ―¿Es solo ese el motivo de tanta tristeza?”, continuó el Ángel. Pero la niña estaba tan triste que respondió sin decir una sola palabra. ―Pues mira, continuó el Ángel, es probable que tengas algo para regalarle y no te has dado cuenta…‖. Althea lo miró con sorpresa y atención. ―Sí… mira alrededor tuyo, observa qué tienes para regalarle…” Althea buscó con entusiasmo, pero la sobrepasó la decepción cuando constató que nada de lo que tenía era tan bonito como para regalárselo al niño Jesús. Con una mezcla de decepción y enojo, dijo al Ángel, ―eres un ton-
to en ilusionarme… lo único que tengo son estas ramas que crecen en la orilla del río, peladas, sin hojas, sin colores… nada‖. ―Bien, replicó el Ángel, toma la mayor cantidad posible de esas ramas, arma un ramo con ellas, y llévalas a la Iglesia. El niño Jesús estará muy contento con tu regalo‖. Althea pensó que el Ángel le estaba haciendo una burla, pero cuando lo miró a los ojos, sintió algo raro, diferente, y no pudo resistirse a este consejo. Tomó entonces un atado de ramas, grande, incoloro, pelado, humilde. Y, como si no pudieras hacer otra cosa, fue corriendo con su regalo a la Iglesia. Llegó justo cuando las campanas anunciaban el nacimiento del niño Jesús. Todos celebraban, festejaban, brindaban la alegría del nacimiento. Distraída en medio de tanta algarabía, Althea es sorprendida cuando sus vecinos le señalan la belleza de su regalo. Cuando ella mira, en sus brazos tenía un ramo de unas flores hermosas, de un rojo muy fuerte y de hojas muy brillosas. Sus vecinos concidieron que era el regalo más bonito de todos, y cuando fueron a la orilla del río, encontraron una hermosa planta, cubierta de flores, que decidieron llamarla ―Nochebuena, la flor de la Navidad‖. Nadie entendía cómo era posible haber pasado por el río sin haber apreciado antes tanta belleza. Althea comprendió el mensaje del Ángel: el mejor regalo de Navidad no depende del valor material, de los oropeles, de la belleza del papel envoltorio… No, depende de la generosa disposición de entregar lo mejor de uno mismo y hacerlo con amor. Porque la belleza no está en lo regalado, sino en la disposición para regalar. Esta típica flor de Navidad nos recuerda en su belleza, el valor de la entrega, la belleza de lo humilde. En esta Navidad, LOGORED les desea mucha felicidad a todos, renovando el compromiso de continuar el año próximo, con este humilde aporte de todos los meses. Hasta marzo!!