NAVIDAD para todos
EDITORIAL Navidad para todos Por Claudio García Pintos
TIEMPO DE REFLEXIONES
(pp.3-4)
LOGOTERAPIA VINCULAR
DICIEMBRE VIENE CON ¨TODO¨ (pp.5-6) MADIBA
(pp. 7)
EL POR QUÉ DE LOS BUENOS RECUERDOS / EL ARTE DE PEDIR PERDÓN (pp. 8-9) LA PAGINA DE CAVEF (pp.10-12) LA PAGINA DE LOGOFORO (pág.13) UNA FORMA DE GANAR (pp. 14-15)
Creo que hay valores universales, que interpretamos y asumimos de manera particular. Ese es el elemento en común que tiene la humanidad como un todo integrado. Claro está, muchas veces, esas mismas interpretaciones particulares son las que generan las rupturas o fracturas de la humanidad. Frecuentemente los enfrentamientos son ocasionados por la necedad de no poder ver más allá de lo superficial, lo aparente o lo formal. De ahí las grandes dificultades que ha de afrontar el Papa Francisco en su intento de profundizar el diálogo inter-religioso, actitud ecuménica propia de los grandes hombres que no se sienten perseguidos ni amenazados por el pensamiento y la creencia del vecino, sino que perciben desde sus propias convicciones personales, los posibles puntos de encuentro con el otro.
Creo que la Navidad es uno de esos “universales” convocantes para la humanidad entera, creDE LA RELACIÓN AL yente o no creyente, cristiana o no VÍNCULO (pp. 18-20) cristiana, que acerca a todos bajo EL MILAGRO DEL AMOR el espíritu de encuentro, fraterniEN CUALQUIER MES dad y solidaridad. Si bien para DEL AÑO (pp. 21-22) los cristianos representa uno de UNO MÁS, UNO NUEVO los fundamentos de nuestra fe, (pág.23) uno de los momentos más alegres de nuestra tradición, el hito concreto de nuestra fraternal vivencia de proximidad con el otro, es también un mensaje para la humanidad no-cristiana y no-creyente, que moviliza la esencia humana de pertenecer a un todo. La Navidad, en el fondo, para mí, es la expresión inmediata y contundenSIN RECETARIO
TRAVESÍA
(pp.16-17)
EDITORIAL te de la necesidad de pertenencia que palpita en la persona humana. Deja por cierto que hay lugar para todos en este mundo y que el lugar ocupado desplazando al otro, es un lugar mal habido, impropio. Deja por claro que la propia felicidad no puede sostenerse en la infelicidad ajena, que la indiferencia es la expresión más aberrante de la deshumanización Pero también confirma el valor de la entrega y el servicio, a una causa, un ideal, un otro. Nos invita a abrir nuestra casa, hacer lugar en nuestra mesa, compartir nuestro pan, preparar un abrazo, recibir al hermano, que no tiene la obligación de ser igual a mí para serlo, ni pensar como yo pienso ni creer en lo que yo creo; ¡no!, porque no es hermano por “idéntico a mí”, sino porque le reconozco la misma dignidad que yo creo tener. Por todo eso, la Navidad es una manera de vivir lo cotidiano. Eso es lo universal. Y apelando a esa universalidad, saludo a cristianos y no-cristianos, creyentes y nocreyentes, deseándoles a todos, sin exclusión, una feliz Navidad, tan feliz que nos permita abrir nuestras casas, hacer lugar en nuestras mesas, compartir nuestros panes y preparar nuestros abrazos, para una humanidad que clama, profunda y fervorosamente, por un tiempo de paz y encuentro. Hagamos entre todos una FELIZ NAVIDAD para el mundo!!