Cuando las muelas ya no duelan
EDITORIAL Cuando las muelas ya no duelan Por Claudio García Pintos
Me he cruzado últimamente con muchas personas se preocupan en aclarar que “son jóvenes” a pesar de la edad que tienen. Sea el caso de pacientes, amigos, conocidos o personas públicas, quienes en reportajes y entrevistas han hecho esta misma aclaración: “cuando me miro al espejo no me reconozco, el espejo miente” Obviamente, en todos los casos, se
FACTORES DE PROTEC- trata de personas que cuentan ya alCIÓN COMO HERRAgunos años vividos, porque, de lo MIENTA (pp.3-5) contrario, no harían ese comentario. SIN RECETARIO
LA LIBERTAD DE LA MEMORIA (pp.6-7) GUÍAS EN EL CAMINO DE LA VOCACIÓN (pp. 8-9)
LA PAGINA DE CAVEF (pp.10-11) LOGOTERAPIA VINCULAR
TRABAJO Y SENTIDO (pp.12-13)
LA PAGINA DE LOGOFORO (pág.13) INSERT
CLAE UCA. Memorias del 5ª Congreso (pp. 16-31)
EL ARTE SALVARÁ AL HOMBRE (pp. 32-36) REFLEXIONES EXISTENCIALES
UNA MARCHA MÁS... 2. Del sujeto de deseo (pp.38-40)
Ningún joven aclara que lo es, y la juventud no se caracteriza por “sufrir el avance” (el joven tiende siempre a avanzar, y el que ya no lo es pero pretende permanecer siéndolo, pugna por “volver a”) La cronología es inevitable, condición esencial del existir, imposible de ser detenida o ralentizada en su devenir. Pero ese no es el problema, porque, afortunadamente, cómo vivirla, es opcional. Quiero decir, nadie puede decidir no envejecer, pero todos podemos elegir cómo hacerlo. Es más, tal vez la única forma de evitarlo sea, precisamente, dejar de pensar en ello. Asumir que nuestra existencia puede “medirse ” cr onológicament e o “pesarse” existencialmente, cambiar la forma de ponderarla, nos permite cambiar la manera de vivirla. Hace muchos años, una paciente muy anciana llegó a mi consulta. Cuando le pregunté su edad, se negó a decirme cuántos años tenía. Creyendo que se trataba de un gesto de coquetería femenina, le devolví un comentario pretendidamente simpático al respecto. Pero ella dijo: no es un tema de coquetería… simplemente es que solo cuentan los
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años aquellos que no tienen otra cosa que contar. Y me pareció brillante. Ella cambió el modo de ponderar y, así, el modo de vivirlo. Y esa es la opción que tenemos. Según el filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860), los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario. Es decir, la vida misma nos va preparando para acceder a la mejor posibilidad de descubrir el sentido de nuestra propia existencia. Hacerlo es transformar el mero paso cronológico, en una historia personal, una biografía plena de sentido. George Bernard Shaw, el escritor irlandés (1856-1950), supo decir que la vejez tiene dos ventajas: ya no te duelen las muelas y dejas de escuchar las tonterías que dicen a tu alrededor. “Tener el comentario” y “escuchar lo que tiene sentido”, dos buenas referencias para definir la esencia de la sabiduría. Y de eso se trata, de acceder a la sabiduría. No es un camino fácil, ni un logro sencillo, pero es una propuesta tentadora. Muchas veces y por muchos motivos, el espejo no coincide con la vivencia personal. Es que la apariencia física y su vigor, no es necesariamente compatible con la vitalidad de la persona humana. No siempre coinciden. Por eso, pensemos cómo ponderaremos nuestro destino, porque el logro final, no es la eterna lozanía de la piel, o la tonicidad muscular, sino, que ya no duelan las muelas.