24– OCTUBRE 2011
EDITORIAL Ilusos, Hiopócritas, Sensatos Por Claudio García Pintos
CUESTIONARIO Hoy Graciela Presedo (pp.2-3) PEDAGOGIA FAMILIAR
MI HIJO DE 11 AÑOS QUIERE UN CELULAR PARA LLEVAR AL COLEGIO. ¿SE LO DEBO COMPRAR? (pp.4-5) LA ENFERMEDAD Y LA PÉRDIDA DE SENTIDO (pp. 6-7) REFLEXIONES EXISTENCIALES
REHUMANIZACION DE LA PSICOTERAPIA: El camino de Viktor Frankl (pp.8-10) PostFrankl
EL ARTE DE EDUCAR LA VOLUNTAD (pp.11-14) SIN RECETARIO
EN LOS HOMBROS DE NUEVOS GIGANTES (pp. 14-15) LOGOTERAPIA VINCULAR
CON UNA MIRADA AGRADECIDA (pp.16– 17) CONSTRUIR O PLANTAR (pág. 17) INFORMACION SOBRE EVENTOS (PP. 18-19) EL VALOR DE LA CONSCIENCIA (pp.20-22) ¿LOS MISMOS COLORES? (pág. 23) MALTRATO Y VIOLENCIA EN LA VEJEZ (pp. 24-31) CARTAS DEL DESIERTO
EL PUNTO
(pág. 32)
Ilusos, Hipócritas, Sensatos Continuando con este modo frankliano de pensar la realidad en triadas (recordemos que la editorial anterior planteaba aquello de identidad, autenticidad y autonomía), me detengo este mes en una nueva. En este caso resulta de observar la variedad de respuestas que genera un mismo e idéntico hecho. Me detengo a ver el noticiero y se describe un hecho de actualidad. Sobre ese mismo y único hecho, se siguen una serie de respuestas y reflexiones que en algún punto me confunden, porque pareciera ser que los que las emiten, estuvieran hablando de hechos distintos, paralelos. Como hablando de realidades diversas o, en tal caso, como si sus propias opiniones y reflexiones constituyeran la realidad en cuestión. Si miles de criaturas mueren de desnutrición, si cientos de ancianos viven en el abandono, si un enfrentamiento entre pandillas en plena ciudad, malogra la vida de varias familias de inocentes, opinemos lo que opinemos o reflexionemos lo que se nos ocurra reflexionar, esos hechos son incontrastables, y ninguna reflexión modificará la naturaleza miserable e inadmisible de los mismos. Sin embargo, con solo encender el televisor y seguir las respuestas de funcionarios, dirigentes, líderes de distinto tipo y rango, esos mismos hechos parecieran multiplicarse en historias diversas o realidades paralelas. ¿Será que la virtualidad ha llegado a
EDITORIAL
ganarle bochornosamente a la realidad? Por una lado observé las opiniones de los ilusos. Son aquellos que parecen pecar por no ver la realidad. Hablan como si lo acontecido fuera tan solo una hipótesis de dudable concreción y el dramatismo del hecho fuera tan solo una “sensación” de tragedia, sin llegar lo a ser efectivamente. Tal vez sin tener consciencia de ello, los ilusos terminan siendo irritantes e insultan a la realidad misma. Por otro lado, descubrí a los hipócritas. Son aquellos que prefieren no ver la realidad, o asumen una pose de superación respecto de la misma. No sé cómo, pero hasta pueden terminar transformando a los niños como responsables de su desnutrición, a los ancianos culpables de su abandono y a las víctimas inocentes, responsables de haberse parado en medio del fuego de los pandilleros. Luego están los sensatos. Aquellos que aceptan la realidad como tal, no la niegan ni la deforman, pero no se quedan en ello y deciden asumir la realidad, para descubrirle una respuesta significativa. Son los que pueden pararse con firmeza delante de la vida, con los ojos, la consciencia y el alma bien abiertos; con sus manos, asumen la tarea de responderle del modo más humano y generoso posible. Los sensatos han descubierto que nos salvamos juntos o nos morimos solos. Ilusos, hipócritas o sensatos, ¿quién queremos ser?