Logored - Octubre 2012

Page 1

34– OCTUBRE 2012

La mochila

EDITORIAL La mochila Por Claudio García Pintos

Nuestra portada MAFALDA (pág. 2-3) PARÁLISIS CEREBRAL: HIPOTONÍA EN NIÑOS (pp. 4-7) REFLEXIONES EXISTENCIALES

DESAGRAVIO A LA VACA (pp.8-9) Sin recetario

EL ALMA Y LA ESCALERA (pp. 10-11) IDENTIDADES

(pp.13-18)

MOTIVOS PARA CELEBRAR (pp.20-21) LOGOTERAPIA VINCULAR

CREER EN EL “SENTIDO” (pp.24-25) CARTAS DEL DESIERTO

SUCEDERÁ

Pero a veces nos empecinamos en “aliviar” la carga negando aquello que no nos gusta o no aceptamos de nosotros mismos. Y paradójicamente, eso lo hace más pesado, lo convierte en una mochila de difícil sostenimiento.

(pág.26)

POST-FRANKL

CREATIVIDAD (2ª) (pp. 27-29)

¿Cuán pesado puede resultar ser quien uno realmente es? “Uno es siempre lo que es, y anda siempre con lo puesto”, cantaba Serrat (“Sinceramente tuyo”) “Y no es prudente ir camuflado eternamente por ahí, ni por estar junto a ti, ni para ir a ningún lado”, agregaba. Porque “el-que-soy” resulta de todo aquello que me enorgullece tanto como lo que me avergüenza, lo que me fortalece como lo que me debilita, lo lindo y lo feo. Y cargar con todo ello, brindarme a la vida y al otro con todo ello, es ser auténticamente yo mismo. Sinceramente tuyo.

Cuenta una hermosa fábula de La Fontaine, que un día el dios Júpiter convocó a todos los animales para preguntarles cuál creían que era su peor defecto, prometiéndoles liberarlos de ellos. Cuando le preguntó a la mona, dijo que ella se veía espléndida, no como el oso, que no tenía cintura. Convocado entonces el oso, éste dijo que estaba orgulloso de su cuerpo perfecto, y que por suerte no era una mole informe como el elefante. Júpiter llamó entonces al elefante, quien se presentó diciendo que no tenía queja alguna, y que por suerte no tenía orejitas

EDITORIAL absurdas como las del avestruz. El avestruz se paró delante del dios diciendo “por mí ni se moleste, soy muy proporcionado y grácil, en cambio la jirafa… con ese cuello ridículo!” La jirafa dijo que los dioses habían sido generosos con ella porque podía apreciar paisajes distantes, “no como la pobre tortuga que solo ve cascotes del suelo” La tortuga, por su parte, alardeó de su caparazón lamentándose de la víbora por tener que vivir a la intemperie. Esta, llegó arrastrándose, y se congratuló de ser lisita y no tener las horribles verrugas del sapo. Harto, Júpiter exclamó “Basta!! Necios, solo falta que un animal ciego como el topo, critique los ojos del águila” Cuando el topo se sintió nombrado, tomó la palabra y dijo: “el águila tiene buena vista, pero, ¿no es horrible su cogote pelado?” Defraudado, Júpiter dio por terminada la asamblea de los animales. Ninguno de ellos pudo verse a sí mismo con honestidad y solo por comparación y señalando el defecto ajeno, buscaban resaltar su perfección y belleza. La fábula de La Fontaine nos habla de algo tan humano como la dificultad para comprender que en nuestra imperfecta perfección, radica también la belleza de cada uno. En la aceptación de sí mismo encontramos el dato, es decir, quiénes somos. Y de todo dato, se sigue una tarea: partiendo de allí, llegar a ser la mejor versión posible de uno mismo. Sin camuflaje. Sinceramente tuyo.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.