ME PREOCUPA
EDITORIAL Me preocupa Por Claudio García Pintos
PROYECTO DE VIDA (pp.3-4)
¿CUÁNDO NOS ROBARON EL ENTUSIASMO? (pp.. 5-6)
¿TE PREGUNTÁS POR EL SENTIDO DE TU VIDA? (pp. 7-10) LA PAGINA DE CAVEF (pp.11-12) REFLEXIONES A PARTIR DEL CAPITULO XXI DE EL PRINCIPITO (pp. 13-15)
VIKTOR FRANKL: Actitud y práctica logoterapéutica frente a la adversidad (pp.16-18) LA PAGINA DE LOGOFORO (pág.19) SOLO UN HOMBRE (pp. 20-27) LOGOTERAPIA VINCULAR
¿SOLO SE TRATA DE VIVIR? (pp. 28-29) SIN RECETARIO
CREER (pág.30)
Confieso estar preocupado. El devenir de los tiempos me preocupa. En muchos ámbitos veo expresiones de odio, que se manifiestan ya, abiertamente, sin tapujos ni intentos por solaparlos. ¿Cómo definir al odio? Encierra tanta pasión, que para muchos autores es indefinible, inabarcable por palabra alguna. ―Odium odii‖ es la palabra latina de la que derivaría el término, tan antigua que de ella se pierde el rastro; tan antigua será entonces esta pasión. Curiosamente el verbo ―odi, odisse, osus sum‖ (todos refieren a odiar), carece de presente, por lo que suponemos que los romanos lo entendían como originado (el odio) por algo sucedido en el pasado. Y perdura. Para muchos es el principal motor de toda guerra y la gran posibilidad de ganarla. Si queremos ganar una guerra, debemos inocular en los soldados, odio al enemigo. Lograremos así una moral de combate superior. Para estos mismos, luchar armados ―con amor‖, asegurará la derrota indefectible. Por otro lado, fanatizar a las masas con odio al enemigo (real o supuesto) asegura mover el mar del odio colectivo, condición fundamental para el triunfo final de una ideología. No estoy de acuerdo. No quiero estar de acuerdo. No me interesa estar de acuerdo y mi cosmovisión no me permite estar de acuerdo. Creo que a la fuerza abrumadora del odio debemos responderle con la potencia, más abrumadora aún, del amor. No me refiero al amor
EDITORIAL
ingenuo sino al amor profundo, férreo, guerrero. El de las convicciones por un mundo mejor, el de la creencia en la posibilidad de un mundo para todos, en la certeza de que el ―Imagine‖ de Lennon es posible. Quiero soñar como Luther King, ser solidario como Teresa, amorosamente firme como Juan Pablo, luchar como Gandhi, entregarse como Kolbe, conciliar como Francisco, ser decente como mi padre y honesto como mi madre. Quiero un mundo que en los ojos tenga el brillo de la mirada de mis hijos, el discurso apasionadamente sereno de Frankl, las manos laboriosas de mi abuelo y la sonrisa franca de mi mujer. Estoy preocupado por esto que vive el mundo hoy, y, siendo un hombre ya maduro, confieso que también siento miedo. Es cierto lo que dice Frankl: en el mundo hay solo dos clases de personas, los decentes y los que no lo son o, como él también supo definirlo, los santos y los cerdos. Los buenos y los malos. Un amigo querido supo decirme alguna vez: los malos son minoría, pero siempre le ganan a los buenos, porque saben cómo asociarse. Por eso quiero socios, quiero ser socio de otros, y que se nos sumen muchos, Y así, juntos, demostremos que el amor, y solo el amor, permite que el bien común sea una realidad. Lo otro es puro cuento. Recuerdo ahora la canción que escuchaba en los años 80 cantada por Nacha Guevara. Me da risa, pero, por momentos, al percibirla tan vigente, me da escalofríos. Sugiero que la escuchen. http://www.youtube.com/watch? v=cyXgK0GTke0
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PROYECTO DE VIDA Por Dra. Dides Iliana HERNÁNDEZ SILVERA Mail de contacto: didesilianapsico@yahoo.com.ar
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omencemos por definir algunos términos que hacen al tema. Del latín proiectus, el concepto de proyecto nombra el conjunto de actividades coordinadas e interrelacionadas que buscan cumplir con un objetivo específico. El proyecto de vida es la orientación, recorrido, dirección y disposición que una persona señala para su propia existencia. Nosotros, como seres humanos, con valores planificamos pasos que a lo largo de nuestra existencia iremos cumpliendo en el mejor de los casos. Una elección vocacional, carrera, trabajo, pareja, familia, etc. Cada uno de los mini proyectos, son en definitiva lo que imaginamos y/o anticipamos. Así, este proyecto de vida será como un bosquejo a seguir. Ahora bien, en consulta vemos muchos pacientes con sus proyectos no delineados por completo, abandonados o lejos de las propias posibilidades. Un proyecto de vida supone la disyuntiva y el compromiso, de llevar ciertos recorridos una dirección hacia y esto puede generar un conflicto existencial y llevar a un estado de indecisión o vacío. ―Lo que el hombre realmente necesita no es vivir sin tensiones, sino esforzarse y luchar por una meta que le merezca la pena. Lo que precisa no es eliminar la tensión a toda costa, sino sentir la llamada de un sentido
potencial que está esperando a que él lo cumpla. Lo que el hombre necesita no es la "homeostasis", sino lo que yo llamo la "noodinámica", es decir, la dinámica espiritual dentro de un campo de tensión bipolar en el cual un polo viene representado por el significado que debe cumplirse y el otro polo por el hombre que debe cumplirlo”. Vivimos levantando proyectos donde desplegamos nuestras alas a través de estrategias, virtudes potenciales. Entonces qué es lo que nos sostiene y qué lo que nos pone ante un abismo de sinsabores, pesadumbre y casi podríamos decir tortura? ―Se ven acosados por la experiencia de su vaciedad íntima, del desierto que albergan dentro de sí; están atrapados en esa situación que ellos denominan "vacío existencial".‖ Esencialmente, los proyectos están relacionados a los sentimientos y al quehacer diario y futuro. Haciendo un relevamiento de los pacientes que concurren al Centro de rehabilitación cognitiva y acompañamiento del sentido, todos presentan vacío por lo que Frankl llama vaciedad íntima, deseos incumplidos y fundamentalmente por aquello que aspiraban lograr a imagen de otros; es decir el conocido ―por qué yo no‖, ―él lo hace o ella pudo‖…insatisfacción de los logros y potencialidades propias. Anhelos de los logros de otros y no el beneficio personal. Como dijo Cortázar: "La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que
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no damos." En el proceso de desarrollo espiritual las elecciones trascendentales, valores, posturas y actos se logran a partir de la autorreflexión, el ser único a fin de asumir nuestra propia vida. Es encontrar el sentido de la vida en lo más simple de ella misma. ―El sentido está a la alcance de la mano de todas y cada una de las personas‖. Básicamente, en lo cotidiano encontramos personas que ven transcurrir sus vidas sin un sentido guía, nada al alcance. Están en una posición sin motivación, mirando alrededor pero sin ver; o atravesando por una voluntad de sentido frustrada, ―en cuyo caso la logoterapia habla de la frustración existencial. El término existencial se puede utilizar de tres maneras: para referirse a la propia (1) existencia; es decir, el modo de ser específicamente humano; (2) el sentido de la existencia; y (3) el afán de encontrar un sentido concreto a la existencia
personal, o lo que es lo mismo, la voluntad de sentido‖. Entonces movilizamos la decisión, dentro de la apatía, generando otra respuesta, impulsando a la acción. La vida es nuestro proyecto y en sí misma confluyen una serie de mini proyectos alcanzables y a corto plazo, porque cada acción profundiza en otras que dan directriz y significado. Entonces apelamos a despertar la razón de ser, porque en definitiva: La felicidad no está en hacer lo que uno quiere sino en querer lo que uno hace (L. Tolstoi) Los invito a conocer mi proyecto, la inauguración del Centro de estimulación Cognitiva y acompañamiento de sentido VEF. Referencias: Frankl, V.E. (1991:60), El hombre en busca de sentido, Barcelona: Edit Herder. Ibidem (1991:60) Frankl,(1983:250) “La Voluntad de Sentido”, Barcelona: Edit Herder Op Cit (1991:58)
Taller de estimulación cognitiva con PC
Consultorio
Taller de musicoterapia
Taller de adultos jóvenes
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¿CUÁNDO NOS ROBARON EL ENTUSIASMO? Claves para superar el déficit aspiracional Por Lic.Alejandro De Barbieri Sabatino Mail de contacto: psaledebarbieri@gmail.com
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aría perdió el entusiasmo por el deporte. José no está más entusiasmado con su trabajo. Fulano se separó porque su pareja no le daba entusiasmo como antes"¿Han escuchado estas frases? Siempre me gustó saber la etimología de las palabras, es decir su origen y significado. La palabra entusiasmo deriva del griego "entheos", (en + theos), "que lleva un Dios dentro de sí", o "inspirado por los dioses", se podría decir que entusiasta es aquella persona que contagia ganas de vivir. ¿Quién te contagia ganas de vivir? ¿A quién contagias tú? Preguntitas que nos provoquen cosquillas en el espíritu para dar luz a este tema apasionante. ¿Cómo ayudar para que los adultos y jóvenes de hoy día, vivan y contagien entusiasmo y se jueguen por sus sueños? ¿O me dirá Ud. lector, que ya no tienen sueños, o no sabe que soñar o no se puede proyectar? Por eso tomo esta expresión que define ese estado: "déficit aspiracional": el sufrimiento de no poder o no saber tener aspiraciones, o tenerlas, pero no poder ser perseverantes para que se haga realidad. Aspiraciones, aspirar, otra linda palabra para ver su etimología, viene del latín "aspirare" y significa "atraer aire a los pulmones". Está emparentada con "respirar". Cuando uno respira, nos damos cuenta de que estamos vivos, por eso hoy en día se han vuelto tan importante las diversas maneras de meditar, el yoga, técnicas que
nos insisten en: "aprender a respirar" o "darnos tiempo para respirar. Una frase muy común hoy es: " no tengo tiempo ni para respirar" .No es una metáfora, es una realidad. No respiramos bien, no oxigenamos nuestro cerebro, lo cual redunda luego en varias enfermedades y sobre todo en toxicidades que no logramos expulsar. Darnos tiempo para meditar cada día, y respirar, permite la entrada de aire a los pulmones, aspirar. Y si le sumamos un plan a nuestro día y a nuestra vida? Que quiero hacer hoy? Qué es importante? Cuáles son mis sueños? Aparecerán mis aspiraciones. Las aspiraciones se conectan con el entusiasmo, nos llenamos de aire, nos llenamos de Dios, de Vida y agradeciendo por estar vivos, podemos contagiar a los demás y ayudarlos a salir del déficit aspiracional, de la apatía, el aburrimiento, el tedio, , el play, la TV, la computadora. Le pregunto a los adolescentes "¿qué hacen cuando están aburridos?" Me responden: "entro al face (ya no se dice "prendo la compu", porque siempre está prendida), Había una época donde se asociaba la juventud a alegría, entusiasmo, romper paradigmas, energía. Ahora parece eso estar cambiando, se escucha decir " la juventud está perdida", " los jóvenes no saben lo que quieren", " se ha estirado la adolescencia". Frases que revelan por un lado un cambio sociocultural importante, pero dejan entrever, la falta de sentido. También la palabra "aspirar" está conectada con INSPIRAR. ¡Cuánta falta hacen líde-
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res que inspiren, que contagien con su ejemplo a los jóvenes para que crean que sus sueños son posibles de hacer realidad! Llueven los cursos de liderazgo, la necesidad de que alguien lidere, pero para eso se precisa gente que inspire, que logre "insuflar aire" en los pulmones de los jóvenes. "Sin aire", no pueden RESPIRAR (el origen de respirar es "spirare"= soplar) Por eso se habla del "soplo divino". Llenarse de aire, soplar, darnos aire para poder seguir. No es extraño que en las consultas de psicólogos, psiquiatras, centros educativos, hayan crecido los "ataques de pánico". Los llamados ataques de pánico, es angustia, esa angustia se refleja en algunos de estos síntomas físicos: taquicardia, dificultad para respirar, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos, miedo de salir de la casa. Analicemos fenomenológicamente estos síntomas, 1. Taquicardia (me late el corazón), contacto directo con el corazón, centro del alma, de lo que quiero para mi vida de lo que siento.
¿cómo vivimos nosotros? ¿De donde salen los jóvenes? No será responsabilidad nuestra también que estén sin proyectos? Los jóvenes reflejan nuestras actitudes y valores, si los adultos sufrimos (más en Uruguay) de depresión, apatía, aburrimiento, falta de sentido, es muy difícil que nuestros hijos absorban por ósmosis las ganas de vivir. Prueben hacer este ejercicio, lleguen a casa uno de estos días y digan en voz alta a sus hijos " no saben lo lindo que me fue hoy en mi trabajo!" Es posible que sus hijos digan: "Papa/Mama: ¿que pasó , te subieron el sueldo?" Como que llegas contenta/o del trabajo?. " Es triste que esto sea algo raro y no lo más habitual. Necesitamos educar para transformarlos en personas, para SER y no solo HACER. Un énfasis exagerado en el HACER, solo forma "técnicos" para un mundo cambiante... un énfasis en el SER forma una persona para toda la vida.
2. Dificultad para respirar. Justo lo que venimos planteando, no se puede respirar, a la persona le falta el aire y siente que tiene que bajarse del ómnibus, abrir la ventana o salir a la calle para respirar. (Si vieron la sublime película "Blue Jasmine", la protagonista sufre esta angustia todo el tiempo, y debe salir a respirar, se ahoga.
(*) Si estas angustiada/o por algo, no luches por evitar la angustia, escribe, dibuja, pinta, planta, llama a alguien que te escuche. La angustia y el miedo puede traer "bendiciones disfrazadas de miedo".
3. Temblores, mareos. Producto de lo mismo, al faltar el aire, la persona se siente mareada. Y por último "miedo a salir de la casa", justamente por temor a que le venga el ataque de pánico en plena calle . La persona termina aislándose, encerrada en su mundo para poder tener el control y vivir sin angustia. Volviendo a nuestros jóvenes y su falta de entusiasmo, comento este crecimiento en las consultas por ataques de pánico, porque existencialmente nuestra mirada es que esto refleja : miedo a vivir, fobia a los proyectos, miedo a salir de casa , en definitiva,miedo a "tomar la vida en mis manos. " Para que los jóvenes vivan con entusiasmo será clave nuestra actitud como adultos:
Logotips
(*) Alienta a alguien, aunque tu estés mal , verás que te sentirás mejor luego de tus propios sufrimientos. (*) Padres: no tengan miedo de que los hijos sufran, no tengan miedo de ser los malos, para educar hijos entusiastas, debemos dar el ejemplo nosotros. (*) El entusiasmo se despierta con el ejemplo, no se puede contratar entusiasmo, se contagia. La persona entusiasta contagia ganas de vivir, de trabajar, de enfrentar la vida. (*) Deja de pensar en ti mismo, entrégate a algo o alguien. Sal de ti mismo/a y te encontrarás. Ps. Alejandro De Barbieri
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¿TE PREGUNTÁS POR EL SENTIDO DE TU VIDA? Por Isabel Martínez (Para la revista SOPHIA)(*)
¿Te preguntás por el sentido de tu vida? Empieza el año y, frente al comienzo de las vacaciones o de una nueva etapa, aparecen esas preguntas profundas que nos movilizan: cuál es el sentido de nuestras vidas, hacia dónde vamos o qué queremos para este año. Claudio García Pintos, uno de los psicólogos y logoterapeutas más reconocidos de la Argentina, nos ayuda a reflexionar y a plantearnos cómo vivir cada día mejor. Por Isabel Martinez de Campos.
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odemos sentir el frío del vacío o la experiencia turbadora del sinsentido, pero nunca dudamos de que el sentido existe‖, reflexiona Claudio García Pintos, uno de los referentes más reconocidos del país en logoterapia. Con más de dieciséis libros publicados sobre el tema en la Argentina, Brasil, México y Barcelona, el reconocido conferencista y director del Centro de Logoterapia y Análisis Existencial de la Universidad Católica Argentina propone preguntarse cada día para qué vivimos la vida, cuál es el sentido del hoy. Según él, solo así podremos encontrar significado a nuestra existencia. –Estamos comenzando el año y muchas veces nos hacemos esas preguntas existenciales de hoy y de siempre: ¿Qué es vivir? ¿Cómo hacer para empezar esta nueva etapa? –Si me preguntaras cómo definir la vida, te respondería que es muy sencillo hacer-
lo. Solo se trata de unir dos puntos: uno de ellos es ―nuestro ser actual‖(es decir, dónde estamos ahora) y el otro es ―nuestro deber ser‖ (entendido como la mejor versión posible de nosotros mismos). Si bien es así de sencillo explicar cómo es vivir, no resulta tan fácil ponerlo en práctica. Desde el colegio sabemos que la mejor manera de unir dos puntos es la recta, pero en la vida existen, en cambio, tantas formas de unirlos como individuos conforman la humanidad. –Entonces, ¿cómo hacemos en la vida para unir el punto de “nuestro ser actual” con el otro, que usted llama “nuestro deber ser”, o sea, la mejor versión de uno mismo? –No es fácil. Tenemos una multiplicidad de formas válidas de hacerlo. Lo importante es nunca perder de vista dónde estamos (conciencia de nuestro aquí y ahora) y cuál es nuestro destino. Por eso, decimos que la persona humana es un ―siendo‖, es decir, siempre en tránsito. En ese permanente transitar, vamos buscando puntos de referencia que nos permitan ir armando el recorrido o itinerario. A principio de año, tenemos ocasión de renovar impulsos, expectativas, intenciones, con el envión anímico de un nuevo ciclo que comenzamos. Dejamos atrás lo que no salió y nos motivamos con el nuevo horizonte por conquistar. –En este transitar, ¿cómo hacemos para dar significado a la vida cotidiana?
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–En realidad, la vida tiene sentido, no hay que ―dárselo‖. La tarea es, precisamente, descubrirlo. Por eso, la vida es valiosa, siempre. Como ―tiene‖ sentido en sí misma, las circunstancias que van apareciendo, por adversas que sean, no se lo quitan. Aunque resulte trillada, vale la analogía con el sol: cuando está nublado no dudamos de la presencia del sol, aunque no lo veamos. Lamentamos las nubes, sufrimos las nubes, hasta podríamos maldecir las nubes, pero nunca dudaríamos sobre la existencia y la presencia del sol. Sentimos frío por la incidencia de las nubes, pero no porque el sol se apagó. Con el sentido es igual. Podemos sentir el frío del vacío o la experiencia turbadora del sinsentido, pero nunca dudamos de que el sentido exista. –Según sus palabras, la vida tiene sentido en sí misma, pero ¿cómo hacemos para descubrir ese sentido? –Viktor Frankl nos ha marcado la existencia de una ―vía regia‖ para descubrirlo, a través de la realización de tres categorías de valor. La primera sería la de los valores de creación, es decir, tratar de poner algo de nosotros para que el mundo sea mejor. Por ejemplo, cuando la cajera del supermercado nos atiende con simpatía y diligentemente, hace que nuestro mundo sea mejor que si nos atendiera con antipatía y dejadez. Es decir, por el solo hecho de realizar nuestro trabajo de manera responsable, ya hacemos un aporte al mundo. De allí para arriba, los actos solidarios, colaborar con un vecino, ayudar a alguien, comprometernos con una causa (el ambientalismo o, simplemente, recoger la suciedad del perro en la calle, etc.), son todas manifestaciones de estos valores. La segunda categoría es la de los valores de experiencia o vivenciales. Estos son contrarios a los anteriores, es decir, cuando tomamos algo del mundo para nuestro enriquecimiento personal. El mundo dispone para nosotros un abanico gratuito y generoso de circunstancias
para enriquecernos. Por ejemplo, esa música que suena en la radio, nuestra mujer diciendo que nos ama o el beso de nuestros hijos. Es decir, nadie está obligado a querernos, de modo que el amor es gratuito, generoso, y nos enriquece. La tercera categoría son los valores de actitud. Cuando vivimos una circunstancia que no podemos modificar o eludir, que no es placentera ni querida, esa circunstancia nos apela a tomar una posición ante ella y transformarla en un triunfo personal. Se trata de hacer uso de la imperdible libertad para dar una respuesta tomando posición ante lo inevitable. De este modo, transitando estos tres canales de valor, es posible descubrir el sentido, reconectarse con él si lo sentimos perdido, plenificarlo en el acto cotidiano de vivir. –¿Este argumento nos ayuda a transformar también la rutina que a veces resulta tediosa, sin sorpresas ni capacidad de asombro? –En muchos aspectos, nuestra vida y nuestra rutina no son optadas, sino que son como son. A veces, de imposible modificación. Pero siempre conservamos la libertad para decidir, optar, cómo vamos a vivirla. Esa es la imperdible libertad a la que me refería antes. De este modo, se trata de una decisión, de un compromiso con nosotros mismos: vivir cada día según la idea de hacerlo dando ―lo mejor, posible, hoy‖. No menos que lo mejor, no más que lo posible, en las circunstancias actuales. –Viktor Frankl, creador de la logoterapia, dio sentido a su vida más allá de la adversidad. ¿Cómo lo hizo? –Como muchos saben, Viktor Frankl pasó tres años como prisionero de cuatro campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial (Terezín, Auschwitz, Kaufering, Dachau). Antes había sufrido, cuando era niño, los avatares de la Primera Guerra. Perdió todo una y otra vez; perdió a su familia. Pero pudo sobrevivir y terminó teniendo una larga y próspera vida. Por cierto, la pregunta
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es cómo lo hizo y, más aún, cómo pudo sostener y desarrollar una teoría que afirma el sentido de la vida a pesar de todo. ¿Cómo? Creo que podemos señalar, de manera muy resumida, tres claves. La primera es su compromiso afectivo con alguien. Él le había prometido a su joven esposa que lucharía por sobrevivir, con la ilusión de reencontrarse con ella después de la guerra. Lamentablemente, no pudieron reencontrarse porque ella no superó el cautiverio, pero esa frustración no le quita sentido al hecho de haber mantenido su compromiso, y fue clave para que Frankl pudiera sostenerse en el sufrimiento del campo. La segunda clave, su compromiso con algo (una misión en la vida). Su segunda esposa comentó que él asumió, durante su estadía en el campo, la misión de seguir siendo médico y acompañar el sufrimiento de sus camaradas, y que eso terminó siendo un motivo suficiente para sostenerlo. Asimismo, le había prometido a su primera esposa salir del campo, para escribir un libro que ella confiaba iba a serle de gran utilidad a la gente. La última clave es la turbación del sufrimiento: nunca dejar de resistir, vivir siempre hasta el final y confiar en que la hora esperada llegará. Todos podemos vivir nuestros propios campos de concentración, no marcados por alambres de púas sino por circunstancias de vida no elegidas, impuestas, inevitables. De ese modo, las experiencias del prisionero Frankl pueden también servirnos a cada uno de nosotros. –¿Qué papel cumple la espiritualidad en nuestra vida? –Para responderlo, primero debemos ajustar qué decimos cuando decimos ―espiritualidad‖. La gente asocia espiritualidad con religiosidad y es incorrecto. La espiritualidad es una característica de la naturaleza humana (no se da en los animales y es lo que nos distingue de
ellos) y consiste en la posibilidad de captar intuitivamente valores, poder elegir uno o unos de entre todos ellos y decidir vivir nuestra vida realizándolos. Por ejemplo, al captar valores, optamos por el valor ―fidelidad‖ y decidimos vivir nuestra vida de esposos siendo consecuentes con eso. O bien optamos por el valor ―honestidad‖, y decidimos vivir nuestra vida como personas honestas. Y así en todos los casos. Eso es ser espiritual. Si optamos por el valor ―Dios‖, nuestra espiritualidad es religiosa, pero puedo no optar por eso y seguir siendo espiritual. Porque la espiritualidad es nota de nuestra naturaleza, y no consecuencia de nuestras opciones. De ahí la importancia de la espiritualidad: ordena, orienta, permite la realización personal. En lo cotidiano, nos vamos a cruzar con todos los problemas y con todas las dudas, pero en los valores vamos a encontrar todas las respuestas. Cuando circulamos por la calle, en cada cruce hay un semáforo que nos orienta sobre qué hacer (detenernos o seguir) y nosotros decidimos. Eso nos permite circular. Esos semáforos son los valores. En cada ―cruce‖ de la vida, ellos nos orientan sobre qué hacer y nosotros decidimos. Así nos hacemos responsables del tránsito tanto como de los choques que tengamos. –¿Cómo hacemos para ayudar a nuestros hijos o nietos a encontrar un sentido para sus vidas? –Básicamente, educándolos en la posibilidad de ayudarlos a ―afinar su conciencia‖. Esto significa permitirles desarrollar un espíritu crítico, autónomo, responsable y comprometido. Educándolos en la posibilidad de asumir compromisos afectivos con alguien y compromisos efectivos (responsabilidad) con algo. La vida solo tiene sentido si se la vive para algo y para alguien. Un día más para nada, un día más para nadie... ¿para qué vivir ese día? Pero un día más para hacer algo, o para hacerlo para alguien, vale la pena todos los esfuerzos que hagamos para vivirlo.
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Frankl solía recordar un pensamiento del sabio Hillel (reconocido dentro de la tradición judía ancestral), quien decía esto: ―Si no lo hago yo, ¿quién?; si no lo hago ahora, ¿cuándo?; si lo hago solo pensando en mí, ¿quién soy?‖. Creo que esto resume muy bien la idea. Por otro lado, ―afinar la conciencia‖ (autonomía, espíritu crítico, compromiso, responsabilidad) permitirá a nuestros hijos, agrega Frankl, no ser víctimas ni del conformismo ni del totalitarismo. Es decir, no abdicar el yo al imperio de hacer ―solo lo que tengo ganas‖ ni abdicar ante ―la corriente‖. Viktor Frankl hizo esta afirmación en los años sesenta y sigue teniendo una vigencia absoluta.
(*) Entrevista publicada en la revista SOPHIA, número 146. Enero-Febrero 2014 El texto también puede encontrarse en: http://www.sophiaonline.com.ar/index.php
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La Página de CAVEF Cátedra Abierta Viktor E. Frankl Director: Dr.Claudio García Pintos
Por Claudio García Pintos Mail de contacto: cavefcursos@yahoo.com.ar facebook.com/claudio.garciapintos.1
CAVEF ha estado trabajando estos últimos años, en la idea de promover el arte, especialmente como parte de los proyectos educativos de todos los niveles de escolaridad. En diferentes artículos publicados en LOGORED, se ha ido introduciendo la idea sostenida de que el arte salvará al hombre. Tomando los principios de la Logoterapia frankliana, hemos fundamentado esta expresión y la hemos traducido en productos artísticos -culturales que han recorrido escuelas de diferentes lugares y distintos niveles de escolaridad. Con la producción integral de BANGLADESH PRODUCCIONES, el talento de jóvenes profesionales del género de los musicales, CAVEF se ha sumado al proyecto de transitar con tres musicales por
diferentes escuelas, tomando a su cargo la dirección pedagógica de los mismos. Así, BUSCANDO SENTIDO. EL SUEÑO DE VIKTOR FRANKL, fue visto por una audiencia estimada entre 28 y 30 mil jóvenes de la escuela media en Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Catamarca y Lima (Perú); ROMPECABEZAS. EL MUSICAL, reunió alrededor de 10 mil alumnos de escuela primaria en Buenos Aires y Gran Buenos Aires; SECRETO DE NAVIDAD, en sus tres funciones de diciembre 2013, fue visto por dos mil quinientos niños. Al margen, los musicales hicieron sus temporadas ―para público general‖ en las mismas localidades. Este universo de niños-jóvenes que hemos tenido como público, nos permite confirmar que nuestros supuestos no estaban equivocados. En todos los casos, asumiendo las diferencias idio-
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sincrásicas propias de cada colegio y cada ciudad, la respuesta fue la misma: apropiación inmediata de un mensaje ―cargado de valores, inspirado en valores y que compromete en valores‖, movilizando respuestas altamente satisfactorias de parte de alumnos, docentes y directivos. Los alumnos, plenamente identificados con el mensaje de las obras, asimilándose a las resoluciones de la trama, e identificándose con las realidades propuestas en los guiones. Los docentes, agradeciendo la riqueza del material pedagógico, propicio y facilitador para la continuidad del trabajo en el aula. Los directivos, conformes al descubrir nuevos métodos, cercanos a los intereses de los alumnos, para abordar cuestiones centrales del proyecto educativo que gestionan en sus colegios. Todo esto ha servido de base para el lanzamiento de esta nueva campaña. Convencidos de que hay que salvar al arte, rescatarlo de la indiferencia de los hipertecnificados proyectos educativos actuales, e incorporarlo decididamente en la formación de niños y jóvenes. Los chicos crecen sin aprender a apreciar el arte en sus distintas expresiones, sin frecuentarlo, sin vivenciarlo, sin experimentarlo. Muchos no saben participar siquiera de una función de teatro, respetando el trabajo de actores y músicos, apreciar la riqueza de una obra plástica, disfrutar una lectura o la buena música. Y esto los priva de desarrollar un modo particularmente poderoso de conocimiento de la realidad: la intuición, la captación inmediata de la realidad. Viktor Frankl nos habló mucho de ella cuando refería a la Consciencia como el ―órgano del sentido‖. ¿Cómo capta o descubre la Consciencia el sentido? De manera pre-lógica, o intuitiva. Por eso creemos que hay que ―salvar al arte‖ Ahora bien, una vez salvado, por el valor que en sí mismo representa, será
el arte el que va a ―salvar al hombre‖. La tecnología y la ciencia le ofrecen y proponen instrumentos de validez indiscutida para el progreso, el crecimiento, el mejoramiento de la calidad de vida, etc. ; pero, no lo van a ―salvar‖ por sí mismos y, en cierta medida, siempre está en riesgo de ser afectado por ese mismo progreso tecnológico y científico. Pero el arte, desarrollando en él una nueva y profunda sensibilidad con lo humano, le permite ordenar y conducir ese progreso técnico y científico, a favor de la persona humana. De tal modo, se hace cierta la aseveración ―el arte salvará al hombre‖. CAVEF decide entonces lanzar esta campaña invitando a todos los interesados a sumarse a ella. Promoviendo el arte en las escuelas, fomentando el arte en las escuelas, incorporando el arte en los proyectos educativos. Favoreciendo el contacto de los chicos con el arte, estimulándolos para que lo experimenten ellos mismos, canalizando talentos que esperan realización. En próximos días serán lanzados nuevos proyectos de musicales que se suman a los ya vigentes y en gira, tanto como otras actividades encolumnadas al mismo objetivo. Lo artístico es expresión de una creatividad que nos permite expresar lo más singular de cada uno, que, por serlo, es lo más propio, la esencia del sí-mismo personal. La intuición nos permite, por ende, captar lo más propio del otro, su mismidad. El acto artístico es, entonces, una relación del centro personal del artista con el centro personal del público, vía regia, privilegiada, para el descubrimiento y realización de sentido. Por ello, el arte es expresión viva, genuina y soberbia de la persona espiritual. Es su ámbito y su área predilecta. Esto sostiene la afirmación: el arte salvará al hombre. Por la persona, para la persona, con una pedagogía centrada en la persona, habilitamos la campaña EL ARTE NOS SALVA, SALVEMOS EL ARTE.
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Cartas para gente muy ocupada
REFLEXIONES A PARTIR DEL CAPÍTULO XXI DE “EL PRINCIPITO” (el diálogo con el zorro) Por Lic.Adrián Dall´Asta Mail de contacto: ad@adriandallasta.com.ar "Estoy acá - dijo la voz- bajo el
ca "crear lazos"
manzano..."
En el lenguaje de Saint Exupéry "domesticar" no es lo que habitualmente entendemos. Para el autor es crear lazos. Educar en el vínculo filial es formar un lazo sostenido en el tiempo. Domesticar es una palabra que refiere al trato con el que se entrena a un animal. Estímulo - respuesta, diría Watson en la campana de Pavlov.
E
ste diálogo comienza con un llamado de atención que nos permite hacernos algunas preguntas con relación a nuestros hijos. ¿Cuántas veces con sus actitudes los chicos nos dicen, "estoy acá"? Por ende, ¿cuáles son los llamados de atención de nuestros hijos? Siempre comento que cada hijo llama la atención como puede, está el que tira el vaso de agua siempre cuando nos sentamos a comer, el que se lastima, el que no habla o el que habla demasiado. Entonces, ¿cómo es cada uno de nuestros hijos? La mejor manera de saberlo es mirándolos, observándolos, queriéndolos, viendo de qué manera viven la vida.
Exupéry nos habla de otra cosa, nos dice que el tiempo dedicado a los hijos genera lazos inolvidables. Lo que Dostoievsky señala en aquella maravillosa frase: "Un hermoso recuerdo, un recuerdo sagrado conservado desde la infancia, es quizás la mejor educación. Recogiendo en la vida muchos de esos recuerdos, el hombre se salva para siempre". Educar en este sentido, es fundamentalmente, escuchar. ¿Por qué escuchar? Porque es la mejor manera de transmitir un mensaje. Hagamos el ejercicio de escucharnos, a ver ¿cómo hablamos con los chicos?, ¿cómo los corregimos? A veces la palabras que dejamos en sus recuerdos no son justamente las que los "salvan para siempre", al contrario. "No tengo tiempo", "estoy ocupado", "ahora no, no ves que tengo cosas que hacer", "siempre el mismo..."
Esto nos lleva a reflexionar sobre la incondicionalidad del amor. ¿En qué consiste? En amarlos tal cual son y fundamentalmente en aceptarlos como son. Allí señalo con intencionalidad que debemos reconocer la diferencia que existe entre el hijo real y el hijo ideal. Nuestros hijos no son lo que imaginamos de su persona sino que son la persona que educamos, que a veces no entendemos, Los lazos que se construyen con los padres, que fundamentalmente amamos de verson únicos, irreemplazables. No importa el dad porque podemos ver sus defectos y cansancio, la impaciencia o la rutina. "Los reconocer con objetividad sus virtudes. juegos de hoy son las conversaciones de mañana". "pero después de reflexionar, agregó: ¿qué significa domesticar?... signifi-
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"Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mi único en el mundo. Seré para ti único en el mundo".
Los padres somos únicos en el mundo, esto exige tiempo. El tiempo!!! Que problema tan actual y tan difícil de analizar. Creo que en esta época se confunde la ausencia o la falta de tiempo y se transforma en culpabilidad. Nos estamos transformando en una generación de padres "culposos". El problema de la culpabilidad es que a veces se termina transformando en compensación y se entra en la peor negociación con los chicos, porque como me siento culpable, negocio por falta de límites para compensar. Hay que tener cuidado con esto porque los chicos sin límites (especialmente aquellos que se los compensa con demasiados bienes materiales) luego se transforman en pequeños tiranos, para luego en la adolescencia y en la juventud transformarse en intolerantes y en frustrados. Hay que recuperar la visión positiva de los límites, son un cuidado, liberan a las personas. "Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes, no existen mercaderes de amigos, si querés un amigo domestícame". Por esto ojo con las compensaciones. El "trueque" afectivo es muy peligroso, no se puede comprar el afecto no se puede suplantar la ausencia (que muchas veces se da estando presente y cerca). ¿Qué hay que hacer? ? dijo el principito- Hay que ser muy paciente... si vienes a las 4 de la tarde comenzaré a ser feliz desde las 3... si vienes a cualquier hora nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos
son necesarios
¿Qué es un rito?, es todo lo contrario a la rutina, es justamente aquello que genera en nosotros ganas de que suceda porque lo conocemos y sabemos que nos hace bien. Es un hábito bueno, desde la filosofía se lo denomina una virtud, una conducta que por tenerla adquirida con naturalidad nos hace libres.
Educar en ritos a los chicos es la clave de su libertad: Educación en los buenos modales, volver a las reglas del saludo Respeto a los mayores, no somos todos "amigos", quitar esa forma que antiguamente se decía "confianzuda". Ponernos firmes frente a las malas palabras, de la riqueza del corazón habla la boca. Horarios: para bañarse, para acostarse, para comer. Entusiasmo con la virtud, salir de la contradicción entre los "hijos piolas y los hijos nerds". El diálogo y la comunicación sin gritos. Acostumbrarlos a visitar a los familiares y amigos. Trabajar para tener un día en familia todos juntos y que este día sea motivo de alegría.
Así el principito domesticó al zorro... "ah, dijo el zorro, voy a llorar... volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto... El tiempo que perdiste por tu rosa, hace que tu rosa sea tan importante. Los hombres han olvidado esta verdad ? dijo el zorro- pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa."
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Qué maravilla es ser padres, y qué increíble es entender el misterio de la filiación, del vínculo que sostiene el amor que se da de una manera absolutamente única en esta relación.
recibido y dado entre padres e hijos, nos devuelve las ganas de estar vivos, nos renueva en el modo de ver la vida y comprenderla como un proyecto que nos enfrenta siempre a nuevos desafíos, especiales para gente muy Somos para siempre responsables, por ocupada. eso siempre sostengo que es el único vínculo incondicional. Con una pareja, uno no vive este vínculo y de hecho poAdrián Dall¨Asta demos separarnos, con nuestros hijos el amor es para siempre, y se sostiene en el Carta para gente muy ocupada nº 5 tiempo casi de la misma forma. Cuando yo voy a mi casa durante los primeros 15 minutos sigo siendo "Adriancito" para mi madre, aún hoy me dice que tenga cuidado al cruzar la calle o al manejar, siempre voy a ser su hijo. Incluso esa incondicionalidad la comprendí al perder a mi padre a través de mis hijos, entendiendo que el amor que ellos profesaban por su abuelo lo hacía presente en mi vida de hijo. Creo que entender la maravilla del amor
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VIKTOR E. FRANKL: ACTITUD Y PRÁCTICA LOGOTERAPÉUTICA FRENTE A LA ADVERSIDAD Por José MARTÍNEZ-ROMERO GANDOS Mail de contacto: sentido@cop.es
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as actitudes y modos con los que el Dr. Viktor E. Frankl ha superado las adversidades que le ha presentado la historia a través de su larga y fecunda vida son conocidos abundantemente. Tal vez usadas casi abusivamente como ejemplo para ilustrar escritos a él referidos, conferencias, cursos y libros publicados.
atrevo a transmitir para hoenajearlo.
América del Sur atraía a Frankl por la comprensión inmediata de sus teorías. Señalaba (a menudo) que esa comprensión se basaba en la conciencia de determinados valores esenciales: libertad, responsabilidad y solidaridad, afecto en el ámbito de la familia y ejercicio de la paternidad responsable.
go, con un lento y difícil aprendizaje. Me llamó la atención y pensé en él un largo rato.
Vinculada a ese concepto de familia que Frankl sustentava y que opinaba protegía ante cambios bruscos causados por la globalización y las consecuencias de conceptos científicos aún en experimentación y discusión (clonación, modificaciones genéticas, uso libre de drogas, eutanasia) he presenciado en Caracas, en el año 1985, una Sin embargo, Frankl hacía uso de ellos en lección inolvidable del Maestro. muy contadas ocasiones. He tenido la in- Seguía yo sus palabras desde el fondo de mensa fortuna de escucharlo y verlo en un enorme salón de conferencias repleto de acción durante conferencias y encuentros asistentes. En la fila previa a la de mi ubientre amigos en varios países iberoameri- cación estaba sentado un señor con evidencanos. Siempre encontraba la forma de te discapacidad producto del efecto de la hacer llegar a un determinado interlocu- talidomida sobre su gestación. Sentado con tor un mensaje cargado de afecto, com- dificultad en el asiento grababa la conferenprensión o apoyo, según las circunstan- cia y tomaba fotos con evidentes muestras cias y hasta con una nota de humor. de una enorme dificultad superada, supon-
Estos valores, decía, ayudan a superar transitorios ―vacíos existenciales‖ o ―crisis sociales‖ si priman sobre angustias y depresiones, reubicando a la Persona en el desarrollo de una vida ―con sentido‖ y ―a pesar de todo‖. Siguiendo a Frankl y observándo esas actitudes personales que desplegaba en todo sitio y ocasión he podido acumular en mi espíritu una cantidad enorme de ejemplos, anécdotas y expresiones que me
Al finalizar la conferencia del Dr. Frankl en la que había acentuado la importancia de la familia y el valor de la vida y su ―sentido a pesar de todo‖, nuestro vecino de audiencia pidió la palabra que le fue cedida. Allí, ante un auditorio especialmente atento a las cuestiones planteadas por el Maestro vienés, afirmó que compartía y sustentaba esas ideas defensoras de la vida como ―siempre posible‖ ya que él mismo era el resultado de la responsable consecución de esos principios. Relató que su madre se había negado a abortar su embarazo y asumió los riesgos ciertos sobre el niño que le anunciaban. El declarante, víctima de la talidomida como
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suponíamos, era ahora periodista, escritor, conferenciante y agradecido hijo que bendecía la decisión de su madre, aún ante científicos que opinaban lo contrario.
disconformidad con el otorgamiento de un Doctorado a un científico ajeno al Psicoanálisis, doctrina predominante en los estudios de grado.
Frankl escuchó atentamente. Finalizada la presentación del participante del público dejó su sitio en el estrado, se acercó al borde del escenario e invitó a ese señor a subir a él. Cuando lo tuvo delante le dio un abrazo, lo invitó a sentarse a su lado y dijo: ―He venido desde muy lejos, desde mi Viena natal, en un largo viaje hasta estas tierras que mi edad y salud no hace fácil. Mi viaje hubiera tenido sentido si solamente hubiera llegado hasta aquí para escuchar este relato‖. Se paró y se retiró por el foro dejando a este señor en el sitial de honor para que recibiera todos los aplausos. Actitud logoterapéutica.
Transmití a Frankl la previsión efectuada por las Autoridades y no pareció inmutarse. Entró en la sala que contaba con platea, repleta de autoridades y profesores, y una bandeja superior en la que se ubicaban los alumnos.
Las circunstancias casi siempre nos exigen reaccionar con la mirada puesta en el otro o proyectando nuestras posibilidades de solidaridad y respeto.
ía un lugar en tiempo y forma para explicar algo sobre Logoterapia.
La confirmación del clima anunciado fue inmediata. Comenzó a hablar y dedicó varios minutos iniciales de su presentación a comparar su visión de las montañas alpinas (era un consumado alpinista) y las cumbres de la cordillera andina que observara muy bien en el descenso de su avión y desde la terraza de la Intendencia (Alcaldía) donde había sido declarado ―Huesped de La adversidad no se presenta siempre en Honor‖. su máxima intensidad. A veces son sola- Luego, con pausado y brillante discurso se mente ―factores adversos‖ que interrum- dedicó a describir los aportes y avances que pen, distorsionan o modifican proyectos surgieron de las ideas de Freud. La ya casi que pretendemos llevar adelante. larga conferencia sobre este tema no preve-
El Dr. Viktor E. Frankl visitó Mendoza (República Argentina) donde fue recibido con honores por el Intendente (Alcalde) de la ciudad y por la Universidad del Aconcagua donde recibiría un Doctorado Honoris Causa, uno más de la larga lista de los recibidos en todo el mundo. Era éste el primero de su tipo que aprobaran las Autoridades de esta nobel Universidad. Me tocó acompañar a Frankl en una antesala mientras esperaba su entrada a la sala de ceremonias actuando de intérprete improvisado para aclarar algunas cuestiones técnicas y protocolarias que planteaba un Funcionario local (aunque yo estaba seguro que él entendía perfectamente lo que le estaba planteando). Una de las cuestiones que le presentaban era la referida al clima de hostilidad manifiesta de los alumnos de la Facultad de Psicología que mostraban su
Llegado, evidentemente, el tiempo previsto para el desarrollo de la presentación por el recibimiento de su Doctorado Honorario Frankl cerró su panegírico diciendo: ―Freud fue un gigante de la ciencia‖. ―La Logoterapia apenas puede subirse a sus hombros para mirar un poco más allá y afirmar el valor del sentido de vida‖. La explosión de aplausos provenientes de toda la sala y especialmente de los alumnos fue el colofón necesario a sus palabras. Otra vez la ―actitud‖ logoterapéutica, ahora al servicio de la comprensión del Hombre como un ser bio-psico-social-espiritual. Como tantas veces repitiera en otras conferencias, Freud con su aporte a la comprensión de la represión del instinto sexual, Adler haciendo el suyo para comprender la represión del instinto de poder y él mismo, Frankl, acentuando la represión del inconciente espiritual tantas veces responsable de la caída en el ―sinsentido‖ y en el ―vacío existencial‖.
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Queda explayarse sobre otras tantas anécdotas sobre su humor, fundante de una actitud ante la vida, no solamente en sus intervenciones psicoterapéuticas sino también en innumerables señalamientos dirigidos ―sus colegas‖ según él y ―discípulos‖ llenos de admiración, nosotros, para corregir tal o cual situación determinada, muchas veces relacionadas con las circunstancias que nos rodeaban. Muchos de esos señalamientos eran ―galardonados‖ luego con una caricatura del observado, que todos guardamos con especial afecto. La actitud ―frankleana‖ está reflejada en muchos de sus libros. Con ellos él practicó lo que llamó ―auto-biblio-terapia‖. Muchas personas han encontrado el sentido perdido de sus vidas en situaciones límite apelando a esta bibliografía. Espe-
cialmente con ―El Hombre en busca de sentido‖, libro que se ha publicado en 24 idiomas y del que se vendieron más de nueve millones de ejemplares. Parece ser que la Logoterapia es en alto grado adecuada para ello. Porque quien ha desarrollado en sus aspectos teóricos esos libros ha correspondido estas formulaciones con un compromiso personal. Frankl ha afirmado cientos de veces: ―Yo he encontrado sentido a mi vida ayudando a los otros a encontrar sentido a la suya‖. Y lo ha demostrado en su actuación profesional y personal también cientos de veces.
Publicado por Martínez-Romero Gandos, José V. en lunes, octubre 17, 2011
A PARTIR DE ESTE NÚMERO… LOGORED tiene el gusto de incorporar a partir de este número como columnista, al Dr.José MARTÍNEZ-ROMERO GANDOS. El Dr. MartínezRomero es argentino, pero vive desde hace ya más de una década en La Coruña. Siendo argentino encuentra su verdadero terruño en Galicia (España), y hasta allí ha llevado sus conocimientos y apasionamiento por el pensamiento de Viktor Frankl. Autor de trabajos de investigación, conferencista internacional y reconocida personalidad del mundo del pensamiento de la analítica existencial. El Dr.Martínez-Romero compartirá con todos nosotros, algunos de sus trabajos recientes. Los interesados en seguir más de cerca su pensamiento, pueden ingresar a su interesante blog (http://logoterapiagalicia.blogspot.com.ar/) En el encabezado de su columna incorporamos la caricatura característica de su blog. Le damos la bienvenida a nuestro nuevo columnista y esperamos que se sienta rápidamente integrado a la comunidad LOGORED.
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La Página de LOGOFORO Por Tere Vanek
Mail de contacto: terevanek@logoforo.com // www.logoforo.com
Logoforo.com te invita a leer nuestros interesantes artículos y a enterarte de los eventos más importantes de Logoterapia en el mundo de habla hispana; así como a conocer bibliografía recomendada, frases célebres de Viktor Frankl y de otros pensadores, noticias y ligas a otros Centros e Institutos en el mundo, que trabajan con este enfoque existencial. La última publicación de Ediciones LAG promete ser interesante. El autor, Alejandro Unikel quien hace algunos años escribió “Logoterapia dentro y fuera del campo de concentración‖, nos ofrece ahora el título: “Pensar la Logoterapia. Invitación para un trabajo terapéutico actualizado”. A decir de A. Unikel: ―Frankl puso la piedra fundamental de la logoterapia pero los logoterapeutas del siglo XXI debemos actualizar nuestros conocimientos al espaciotiempo que vivimos so riesgo de volvernos obsoletos‖. http://logoforo.com/nueva-publicacion-de-ediciones-lag-pensar-la-logoterapiainvitacion-para-un-trabajo-terapeutico-actualizado/ De visita en México, nuestra querida Lucía Copello impartirá el 21 y 22 de marzo un taller junto a Guillermo Pareja Herrera con el tema Orientados hacia el sentido. ¡Bienvenidos! http://logoforo.com/orientados-hacia-el-sentido-taller-que-impartiran-en-laciudad-de-mexico-guillermo-pareja-y-lucia-copello/ Les comparto el artículo de mi autoría que recién publicó la Revista Mexicana de Logoterapia: Herramientas de la Logoterapia a procesos de crisis. Espero que les guste y les sea de utilidad. http://logoforo.com/herramientas-de-la-logoterapia-aplicadas-a-procesos-decrisis/ No olvides dejarnos tus comentarios. ¡Muchas gracias!
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SOLO UN HOMBRE Por Dr.Claudio García Pintos Mail de contacto: cavef@yahoo.com
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ste mes de marzo se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de Viktor Emil Frankl. El próximo día 26 cumpliría años. Recordamos su vida reconociendo en ella una serie de hechos y sucesos que le otorgan matices siempre atractivos. Por un lado, aspectos que le dan un matiz épico, como puede ser su historia como sobreviviente de los campos y su triunfo por sobre todo intento de arrebatarle la dignidad como persona humana; aspectos científicos, que lo ubican dentro del círculo de los más importantes pensadores y científicos del siglo veinte; aspectos románticos, que lo presentan como un hombre de una profunda ternura y una decidida vocación de entrega a la mujer amada; aspectos políticos, que lo identifican desde su más temprana juventud con la condición de un líder carismático y ejecutivo; aspectos religiosos, que hablan de un hombre ligado profundamente a lo Trascendente; y así podríamos continuar. De tal percepción, por cierto veraz, no distorsionada por fanatismos ni apasionamientos, concluimos en definir la historia de este hombre como la trayectoria de una persona especial. No por haber tenido un plus en su naturaleza que lo transformara en un super-hombre, algún tipo de poder reservado solo para unos pocos privilegiados. No. Es una persona especial, por el hecho de haber realizado plenamente su humilde condición humana. Con el mismo ―equipamiento básico‖ con el que cuenta cada uno de nosotros, pudo-supo -quiso-se animó a comprometerla (a su
persona) con el logro de algo o el provecho de alguien. Desde ese perfil extraordinario, de un hombre común superando sus propias limitaciones (su sufrimiento, sus emociones, sus dudas, etc), transmite un mensaje de compromiso redentor con la vida misma, con esta espléndida oportunidad que todos tenemos, de pasar por este mundo, una sola vez, y dejar algo de bien. Cuando alguien tiene la generosidad de invitarme a su casa, abre sus puertas para recibirme y se dispone a hacerme sentir bien en ella, corresponde –así me enseñó mi madre-, llevar una atención en muestra de agradecimiento a su hospitalidad. Pues bien, considero que la invitación a la vida, de la que somos todos partícipes cuando nacemos, justifica de nuestra parte una ―atención‖ en agradecimiento a la generosidad de vivirla. Pero, en este caso, no llegamos con la atención en nuestras manos y la ofrecemos cuando llegamos, sino que la deberemos dejar antes de partir. Así como mi madre me enseñó que no se puede llegar a una casa amiga con las manos vacías, diría ahora que no podemos irnos de la vida con las manos llenas. Debemos dejar algo antes de irnos. Y es esto lo que vivió Viktor. Abrió sus brazos, y dejó mucho al partir. Pero, el gran problema con estos hombres y mujeres que trascienden su historia personal y se hacen célebres, como ejemplos testimoniales de vida, es que nos queda la idea que lo hicieron con facilidad, casi, que no les costó nada. Una entrega descarnada como la de Kolbe, o una obra como la de Teresa, las entendemos como expresión de su santidad; una comprensión conciliadora como la de Francisco, la interpretamos como expre-
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sión inmediata del Espíritu Santo; la potencia personal para sobrevivir de Viktor, como la posibilidad de ―uno‖, un elegido. Así, yo no soy santo, no tengo la asistencia especial del Espíritu Santo y no he sido ―elegido‖, de modo que todo lo que ellos (y tantos otros) hacen o han hecho, no tiene validez para comprometerme en el intento de lograrlo. Pero debemos aceptar que Kolbe y Teresa acceden a la santidad como consecuencia de cómo vivieron y cómo se entregaron (cuando se deciden a hacerlo, no eran santos); que la comprensión de Francisco se ha de debatir internamente con sus propias pasiones y sus inevitables dudas o vanidades o lo que sea que palpite en él como humano, y que deberá superar para conciliar aún con los que crean en algo diferente o contrario a su propia fe; que la potencia que manifiesta Viktor, para sobrevivir el espanto, no niega sus inseguridades, temores, debilidades, flaquezas, ni mucho menos. Ninguno, nadie, nace con un plus de valía o de posibilidad. Todos llegamos a la fiesta con la misma vestidura y, lo que cuenta, es qué hacemos con ella. Viktor Emil, un hombre común El carácter decidido y emprendedor, su tono vital vigoroso y su capacidad de realización, nos pueden hacer suponer un hombre sin la vivencia de la duda. Cuántas veces hemos leído, comentado o escuchado hablar de anécdotas en la vida de Viktor, que nos permiten suponer este perfil. Un médico joven desafiando los estrictos dictámenes de la poderosa Gestapo, firmando diagnósticos falsos para asilar judíos en su servicio; un intrépido joven, escondiendo su estrella de David del abrigo, para acceder con su amigo Hubert Gsur a la posibilidad de una escalada más en Los Alpes, actividad prohibida por las leyes de los nazis; un joven investigador renunciando a la beca otorgada por el Instituto Göering para desarrollar sus investigaciones bajo el amparo del Régimen; un inquieto pensador, que opone sus ideas a las instala-
das estructuras del psicoanálisis freudiano o la psicología adleriana, presentadas por encumbrados maestros… Y así, muchos pasajes de su vida pueden llevarnos a la idea errónea de un Viktor, sin dudas. Sin embargo, este hombre común, lógicamente, las vivía. Mucho más, en los tiempos de zozobra en los cuales transcurrió su historia durante casi la totalidad de sus primeros cuarenta y cinco años. Creo que es importante que recordemos esta verdad de Perogrullo: Viktor también supo tener dudas y temores, y es bueno recordarlo también en ellas. Muchas veces hemos accedido a una de las anécdotas personales más emblemáticas y conmovedoras de la historia de Viktor, relacionada con el momento en que decide dejar vencer su visado para irse de Viena hacia Manhattan. Habiendo recorrido una Viena semidestruida por las fuerzas de las SA Hitlerianas, desconcertado sobre qué hacer, entra en la catedral de San Esteban y eleva una plegaria al Cielo, pidiendo al Señor por una señal que le permitiera decidir qué hacer: irse a Manhattan y cuidar a su hijo científico (la Logoterapia), o quedarse en Viena y cuidar de sus padres biológicos. Al llegar a casa ve un pedazo de mampostería que su padre había recogido de la sinagoga de la calle Tempelgasse (a la vuelta de la casa de Czerningasse 6, donde vivía la familia Frankl), resultado de la destrucción de templos y comercios judíos del llamado ―Progromo de noviembre‖ o la ―noche de los cristales rotos‖. Viktor pregunta al padre de qué se trata y éste le comenta que es un pedazo de mármol de uno de los murales del templo. Tenía una inscripción en letras doradas y le pregunta qué dice. Gabriel –su padre- responde que es un fragmento de las tablas, y que pertenece al mandamiento ―honrarás a tu padre y a tu madre, y el Señor te dará larga vida‖ Viktor asumió que era la señal implorada y decide entonces dejar vencer su visado y quedarse en Viena, esperando el momento de la deportación. Algunos creen que este momento fue vivido por Viktor con una decisión envidiable y sin lugar para hesitaciones o dudas. Sin em-
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bargo no fue así. Seguramente le ha costado mucho dejar vencer ese visado y se habrá debatido internamente entre una u otra opción. Otros, que dan por cierto esta duda, la interpretan como expresión de un amor filial no tan profundo, porque de haberlo tenido, no tendría que haber dudado tanto. Lo cierto es que vivió lo que cualquier humano normal y sensato hubiera vivido. Hace unos años, tuve ocasión de ver un documental de la televisión alemana sobre Frankl, en el cual Viktor comentaba episodios de su historia personal y de su desarrollo como científico. En distintos fragmentos, va recorriendo Viena y comentando qué vínculo particular lo une con ese lugar. En un momento, toma su abrigo y sube al tren que lo lleva con destino al cementerio municipal de Viena, donde, en el viejo sector judío, se encuentra la tumba de sus abuelos –la misma en la que él se encuentra sepultado- En ese recorrido, viajando en el tren, va recordando con el documentalista, este episodio que acabamos de referir. El relato se suspende cuando comenta la respuesta de Gabriel (sobre qué decía el mármol) por el llanto. Viktor llorando acongojado, y no pudiendo continuar con el relato. Es la única vez que tuve ocasión de verlo llorar. De verlo llorar en público, comentando algo tan íntimo. Porque la historia es pública, pero su vivencia es íntima. Y en ese llanto, Viktor manifiesta su humanidad. Y esa humanidad quebrada por la emoción, paradójicamente expresa al mismo tiempo, la fortaleza para la decisión. La fortaleza del hombre común. Y así, muchos episodios pueden contactarnos con el Viktor humano, quebrado y fortalecido. Pero me gustaría ahora detenerme en un momento de su historia, poco conocido y poco comentado, en el cual vemos una vez más su condición de ―hombre común, superando sus limitaciones‖ ―Encontraré fortaleza, retomaré mi trabajo y seguiré adelante‖ Cuenta la historia que terminaban los
años `50, y la vida de Viktor en Viena no era cómoda. Si bien ya se había casado con Elly y había nacido su hija, se había instalado profesionalmente en la Policlínica de Viena, y sus clases y conferencias eran muy concurridas, la comunidad vienesa en general, y la científica en particular, no eran amables con él. La comunidad vienesa, porque permanecía con un marcado sesgo antisemita, y, más aún, su caso era el del judío que se había casado con una católica, habían vivido en concubinato hasta que recibió los papeles oficiales de su viudez y pudo casarse, y mientras estaban conviviendo, quedó embarazada su mujer. Por su parte, el sector judío –conformado por algunas instituciones que progresivamente se fueron instalando en la ciudad- tampoco aceptaba que su discurso no fuera de reivindicación violenta de lo vivido en los años anteriores. Esperaban que tomara la bandera de la demanda y la denuncia, y él no lo hizo. Es decir, no era querido ni bien tratado, ni por propios ni por ajenos. Por su parte, la comunidad científica instalada en torno a las revolucionarias ideas del psicoanálisis freudiano y las líneas disidentes del psicoanálisis adleriano, no tomaban con seriedad científica los enunciados del joven médico y su logoterapia. Era más bien burlado, más que aceptado. En el contexto del rechazo vivenciado, Viktor recibe la visita sorpresiva de una mujer, Marguerite Hager Chajes. ¿Quién era Marguerite Chajes? Marguerite pertenecía, por parte de madre, a la familia Hager, una familia judía poco común. Ellos formaban parte de la dinastía jasídica Vishnitz, con una muy íntima relación con los Rebbes. Los Rebbes, dentro de la tradición jasídica, son rabinos con una alta jerarquía dentro de las comunidades, considerados justos, sabios, grandes maestros. El título Rebbe denota un rol más allá de un rabino o maestro común; implica la función de 'cabeza' que vitaliza, sensibiliza y dirige a los 'órganos' relacionados con él. Si bien Margarita nació en Chernowitz, transcurrió su infancia en Viena, y se con-
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virtió en un cantante de ópera destacada, se casó y tuvo una hija. Sólo unos días antes de la Segunda Guerra Mundial, los amigos le ayudaron a escapar, junto con su esposo y su hija, a través de la frontera a Italia, pudiendo abordar el último barco que partió hacia los EE.UU, estableciéndose en Detroit. Por desgracia, el resto de su familia se quedó atrás y pereció. La vida fue desarrollándose y la hija de Marguerite creció y se casó con un médico. En 1959 fue homenajeado por una institución judía tradicionalista, y, en ocasión del homenaje a su yerno, tomó contacto con el Rebbe de Lubavitch o Rabí Menajem Mendel Schneerson, de destacada presencia en la comunidad judía. A partir de ese momento se estableció una relación muy especial entre ambos, sintiendo ella que había encontrado un segundo padre. Marguerite pudo llorar con el Rebbe, todo lo que nunca había podido llorar con nadie, recordando su salida de Viena y la pérdida de toda su familia. En una de esas audiencias, le comentó su deseo de viajar nuevamente a Viena y el rabí le pidió que cuando lo hiciera, no dejara de hacérselo saber porque tenía una misión para ella. Efectivamente, cuando en los meses siguientes decidió hacer el viaje, fue a verlo. Él le pidió que por favor, visite a dos personas en Viena en su nombre. La primera persona era el Director Vienés Rabino Akiva Eisenberg, a quien debía enviarle saludos del Rebbe y llevarle una literatura para su estudio. A la segunda persona, debía localizarla por su cuenta. El Rebbe le explicó que era un profesor de la Universidad de Viena y su nombre era Dr. Víktor Frankl. En este caso, tenía la misión de transmitirle un mensaje personal que debía hacerle llegar al destinatario en persona, sin intermediarios. Marguerite llegó a Viena y se dispuso a cumplir con su cometido. Hizo ciertos contactos para ver dónde localizarlo y finalmente llegó a la Universidad. Sin embargo, al preguntar por el Dr. Viktor
Frankl, tuvo una desilusión, porque le informaron que hacía varios días que no estaba concurriendo a dictar clases. Violando lo que por entonces se consideraba ético, buscó su dirección en el directorio y se decidió a cumplir con el pedido del Rebbe, yendo al domicilio particular del profesor. Marguerite tuvo el atrevimiento de ir hasta esa casa y golpear la puerta, sin haberse anunciado con anticipación. Cuando estuvo delante del departamento de Frankl, abrió la puerta una mujer que no tenía apariencia de ser judía. Incluso percibió un crucifijo colgado en la pared, dentro de la casa. Pensó que tal vez habría un error y que no era el domicilio buscado. Pero de todos modos preguntó si allí vivía el Dr. Frankl, y esa mujer le pidió que aguardara un momento. Sintió que era bastante incómodo que el Rebbe la hubiera enviado a ella a alentar a alguien, viviendo en esa casa, pero esperó. Pasados unos minutos, apareció un hombre con aspecto molesto y desinteresado, y preguntó ―¿qué puedo hacer por usted?” Marguerite se presentó y le dijo que tenía un mensaje personal del Rebbe Schneerson, de Brooklyn, Nueva York. Ella comenta que ―en ese instante, su rostro cambio totalmente‖ ―Pasé‖, la invitó a entrar y le ofreció sentarse en el living de su casa. Ella dijo: ―El Rebbe Schneerson me pidió que le dijera que no debe darse por vencido, que sea fuerte. Que no se complique con aquellos que lo ridiculizan, que finalmente tendrá éxito y brindará una gran contribución‖ Ese hombre, que hasta entonces se había mostrado apático y distante, se quebró en llanto. Marguerite nunca había visto a un adulto llorar de esa manera, y mucho menos imaginó, que una persona de la envergadura del prof.Frankl pudiera hacerlo. Pasado un momento pudo componerse. Pero no podía salir de su asombro. ¿Cómo podía este Rebbe saber acerca de su situación? ¿Y por qué este rabino jasídico se preocupaba por él y por su trabajo? De todos modos, se levantó de su asiento, tomó unos papeles prolijamente dispuestos en una mesa, y se los acercó. Eran documentos migratorios. Viktor le explica que
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había tomado la decisión de abandonar Viena y trasladarse a Australia, para reencontrarse con su hermana. Más ahora, habiendo recibido el mensaje del Rebbe Schneerson, todo cambiaba. Transcurrió una muy íntima conversación sobre lo que significaba el trato que recibía de pares y colegas, y la ridiculización de la que por momentos se sentía objeto. Pero concluyó el encuentro diciendo: ―Encontraré fortaleza, retomaré mi trabajo y seguiré adelante‖ Marguerite se sintió conmovida por el encuentro con Frankl y satisfecha de haber podido cumplir con la misión encomendada. A partir de este impulso, Viktor retomó su lugar en la Policlinica y siguió adelante con la difusión de su pensamiento. Rabí Jacob Biedermann Esta historia poco conocida de la vida de Frankl, es recordada por el Rabí Jacob Biedermann, vicepresidente en el área educación de la Fundación Ronalds S. Lauder. Había llegado a Viena en los años 80, como emisario del Rebbe y nunca había podido tener contacto directo con Frankl. Sabía quién era y conocía su obra, pero desconocía que no siempre había sido tan respetado como lo era entonces. Le sorprendía que hiciera donaciones al Jabad, una organización religiosa comprometida con la difusión del judaísmo, cuando él mismo no estaba afiliado a ninguna organización de la comunidad judía. Un día, un guardia de seguridad le comenta que una señora mayor deseaba verlo y él la hace pasar. Se trataba de Marguerite Chajes, quien se presenta diciendo, ―mi nombre es Marguerite Chajes, y si usted piensa que es el primer emisario del Rebbe a Austria, le voy a dar una sorpresa: yo fui la primera emisaria del Rebbe, hace muchos años‖ Es así que le cuenta la historia relatada. Una vez terminada la audiencia, el Rabí Biedermann trata de contactarse personalmente con Frankl para certificar que fuera veraz. Lo llama por teléfono y él responde que no podría recibirlo por pro-
blemas de salud. Era 1995 y Frankl ya estaba bastante debilitado físicamente. Pero al saber que lo llamaba el Rabí con intención de verlo, el propio Frankl le propone hablar por teléfono, en ese momento, sobre la inquietud que tuviera. El Rabí Biedermann le pregunta entonces si recuerda a una mujer de nombre Marguerite Chajes. Obviamente la ubicaba porque ella se había convertido en una amiga de la familia Frankl. Viktor se impacientó ante esa pregunta. Biedermann continuó, ―¿recuerda un mensaje que ella supo transmitirle hace unos años de parte del Rebbe Schneerson, de Brooklyn?‖ Su ánimo pareció cambiar inmediatamente al escuchar el nombre del Rebbe. ―Ah…por supuesto – respondió ahora con un tono calmo¿cómo poder olvidarlo?… El rabino vino en mi ayuda en un momento muy difícil en mi vida… tengo con él una gran deuda de gratitud!" En una conversación de algunos minutos, Frankl pudo confiarle al rabi Biedermann: ―¡Rabiner Biederman! Pude sobrevivir a los campos de exterminio de los Alemanes, pero no podía sobrevivir a la terrible humillación de mis colegas en la Universidad quienes no paraban de provocarme y menospreciar cada ápice de mi progreso. La presión contra mí era tan severa, que decidí abandonar el proyecto. Era sencillamente demasiada carga emocional para tolerar. Estaba agotado, exhausto y deprimido. Caí en la melancolía. Estaba observando cómo el trabajo de toda mi vida se desvanecía frente a mis ojos. Un día, sentado en mí casa, comencé a preparar los papeles para presentar la renuncia en la Universidad” En esos tiempos era impopular concurrir a las clases de Frankl y el ―ser humano sin espíritu freudiano‖, parecía tener más adherentes que la ―persona espiritual‖ frankliana. ―Pero el Rebbe Schneerson, supo ser muy oportuno al hacerme llegar ese mensaje‖ Refiriéndose a la visita de Marguerite Chajes, agrega que, “comencé a sollozar. Lloré descontroladamente. Estaba muy movilizado. Me sentí otra persona. Eso era exactamente lo que necesitaba oír. Alguien creía
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en mí, en mi trabajo, en mis contribuciones, en mis ideas sobre la trascendencia infinita, el potencial del ser humano y mi habilidad de prevalecer. En ese instante supe que no me rendiría. Rompí los papeles de mi renuncia. Se había inyectado una nueva vitalidad dentro de mí, ahora estaba confiado, seguro y motivado. Finalmente, sus palabras se hicieron realidad. Unos meses más tarde me fue dada una cátedra en la Universidad‖ Víktor Frankl concluyó el relato de su historia a Rabi Biederman con las siguientes palabras: ―¡Estaré eternamente agradecido al Lubavitcher Rebbe!” Signos y señales Esta historia de la vida personal de Viktor Frankl nos asoma una vez más a su humanidad. La historia de un hombre común, abatido por circunstancias de la vida, dispuesto a abandonarlo todo en Viena. Sin embargo es sorprendido por una señal, un signo, que le permite tomar contacto con la consciencia del deber-ser. Algo que le llega sorpresivamente y le hace recordar quién es, y cuál es su misión, para poder asumirla y realizarla como servicio. Su trabajo y su entrega redundará, anticipa el Rebbe Schneerson, en una gran contribución, y por eso es alentado, apelado a no darse por vencido. Y Viktor comprende ese mensaje y asume el compromiso. Equiparo la visita de Marguerite Chajes, al pedazo de mármol de la sinagoga, con
el que se encuentra Viktor en su casa cuando regresa de San Esteban. La señal, la respuesta a las plegarias que posiblemente también estaría elevando a fines de los años 50, había llegado. Y otra vez, en su debilidad (llamémosla desconcierto, duda, desazón, desesperanza, abatimiento, etc) expresa su fortaleza. Años más tarde (19 de junio de 1969), en un discurso público, el Rebbe Schneerson hace referencia a los abordajes técnicos y cientificistas de la persona humana en su sufrimiento, y en cómo se considera a la fe y a la religión como contrarios a la salud emocional y psíquica (por considerarlas disciplinas represoras de la normal expresión de instintos y deseos humanos), y en uno de sus párrafos alude a Frankl diciendo, “tenemos un alma; el alma es la parte más profunda y real que poseemos; y nunca estaremos completamente vivos si no accedemos a nuestro espíritu. Es nuestra identidad intrínseca, nuestra razón de ser… Es nuestro deber descubrir nuestra alma- nuestra voz más interna- dejando que toque su propia música… Particularmente es de mi interés el pensamiento y trabajo del Dr.Viktor Frankl (de Viena) en este asunto. Para mi sorpresa, sin embargo, su enfoque aparentemente aún no ha sido difundido y apreciado adecuadamente… “ Viktor es un hombre común. Vivió con las dudas y temores de cualquiera de nosotros, pero las comprendió, asumió y sobrevivió, como solo lo hacen unos pocos.
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cada a la promoción del pensamiento y cultura judía en el mundo. ¿Por qué colabora de esta manera alguien que ni siquiera está afiliado activamente a ninguna de las organizaciones de la comunidad? Sin embargo, la historia del rabí Schneerson y la gratitud de Viktor, pareció responderle la intriga. Pero, el testimonio del rabí Lubavitch Dr.Simón Crown, australiano e interesado en la Logoterapia frankliana, aporta elementos esclarecedores que sirven para que muchos comprendan mejor la posición de Víktor. Recuerda que en una visita que realiza a Viena en el año 2003, pasó a visitar a la viuda (católica) de Frankl. Elleonore lo recibe, y comparte con él, algo de la intimidad de su esposo. Le muestra un par de Tifilin y le comenta que ―mi esposo se ponía esto todos los días para orar‖ Luego sacó un Tzitzit (una vestimenta especial que Víktor se había hecho confeccionar) y le comentó que todas las noches, ya en la cama, su marido recitaba el libro de los Salmos (Tehilim) “¿Comprende? Nunca nadie lo vería en el Templo el día de Iom Kipur, pero no pasaba un solo día sin ponerse el Tefilim y recitar los Salmos‖. El rabí Crown, comprendió inmediatamente.
Apéndice: Viktor Frankl y la comunidad judía de Viena.
TIFILIN: es un término que deriva del griego phylakterion («protección, amuleto»), que pasó al latín como phylacterĭa.
La comunidad judía de Viena no se manifestó muy cercana al trabajo y la vida del profesor Frankl. Muy posiblemente porque el mismo no mantuvo una participación activa en la vida de las diferentes organizaciones que se fueron instalando en la ciudad. El propio rabí Biedermann se sintió sorprendido cuando, al llegar a Viena en los años 80, recibía cheques con donaciones de parte de Frankl apoyando la actividad del Jabad, organización dedi-
Se refiere a unas pequeñas envolturas o cajitas de cuero donde se encuentran o guardan pasajes de las Escrituras en la religión judía. Se atan al brazo izquierdo y a la cabeza al orar. En el Judaísmo no se utiliza el nombre de "filacteria", ya que su significado original (amuleto) se considera idolatría, prohibida en esta religión. TZITZIT: son los flecos del “Talit” (especie de chal que se usa para orar), y rememoran los mandamientos de Dios.
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LOGOTERAPIA VINCULAR
¿SOLO SE TRATA DE VIVIR? Por Lic.Analía Boyadjián Mail de contacto: familiaysentido@gmail.com
C
uando pensamos en el tipo de vida que llevamos estamos profundizando en uno de los temas existenciales por excelencia. Ahondamos en el eje de ―el sentido de nuestra vida‖, que a veces resulta tarea agradable, y en otras ocasiones puede provocar ciertos niveles de ansiedad y hasta de angustia. Inclusive hay etapas de la vida en las cuales esos cuestionamientos son más proclives que en otros momentos. Sobre todo cuando se plantean grandes hitos existenciales, las preguntas típicas aparecen si sabemos escuchar: ¿quién soy yo?, ¿qué espero de la vida?, ¿qué estoy haciendo con mi vida?, ¿cuál es mi misión?... Cada persona, según la edad, la personalidad, su historia, su contexto, y sus circunstancias diseñará sus propios interrogantes y se sentirá más o menos movilizado para hallar sus propias respuestas. De esto se trata la dinámica de la rueda de la vida: de tener el ―coraje‖ de hacerse las preguntas, aceptarlas como parte del camino o como desafío, y tratar de construir y de dar respuesta. Aunque a veces eso amerita toda una vida. Nuestro encuadre terapéutico de la Logoterapia Vincular, basado en una Ontología que propone una visión integral del ser humano en tanto bio-psico-espiritual, refuerza por la intencionalidad (que es expresión de su ser), el eje relacional: su relación con el mundo, con los otros, consigo mismo y con los valores y sentidos
trascendentes. Así, a través del diálogo socrático y del encuentro relacional se va develando el ―para qué‖. Al hacernos una de esas preguntas existenciales, notamos que siempre está presente alguna o las cuatro de las expresiones de la vincularidad. Por ejemplo: si me pregunto por el sentido de mi vida, estoy obviamente penetrando en la profundidad de mi propio ser, pero siempre me encuentro incluyendo a un otro (desde la significación que ese otro, sea un ser amado o una causa o mis valores trascendentales). Y esto apoya nuestra elección de integrar el Modelo Sistémico a la Logoterapia y al Análisis Existencial, para trabajar de modo integral la vida de cada persona. Ya sea en un Tratamiento individual como en otro vincular (trabajando con cualquier sistema que necesite ser trabajado), o incluso integrando los dos tipos de entrevistas en el mismo tratamiento, la idea fundamental es que esa persona vivirá mejor si puede establecer mejores relaciones consigo mismo (paz interior), con su entorno (sentido de adaptación al medio), con los otros (relaciones interpersonales comprometidas y sólidas) y con su idea de Trascendencia (agradecer su vida y valorarla para el bien común). Sabemos que la búsqueda espiritual apunta a afrontar y resolver problemas de sentido y que puede ser entrenada. Se la puede favorecer desde el análisis y la manifestación de los valores, la amplitud en la flexibilidad, el autoconocimiento, la empatía, la resiliencia. Podríamos preguntarnos entonces:
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-¿Cultivo valores que me inspiran para ser mejor persona en el día a día?,
En el cuento que sigue, una invitación a reflexionar sobre la fuerza del amor.
-¿Intento lograr una mayor integración y coherencia entre pensamiento, sentimiento y acción?
Cuento: Moviendo Montañas
-¿Busco construir una buena calidad de vida vincular? Porque es concretamente en el encuentro con el otro donde se opera la confrontación con la vida concreta. ¿Cómo lograr una vida plena de sentido? O, mejor dicho, ¿cómo lograr una vida, que es vida en relación, plena de sentido? Si pensamos en una relación humana, enseguida nos encontramos con la dificultad o la posibilidad de que dos personas, entendidas como únicas e irrepetibles, ven y aprecian una misma realidad de distinta manera según lo que cada una trae en su mochila, según sus recursos innatos y adquiridos, sus capacidades, habilidades, intereses…Entonces, es necesario un conocimiento mutuo tal que les permita encontrar el modo de ―acordar‖ para buscar su proyecto vital, tanto personal como vincular (en común). La responsabilidad existencial enmarca el delineado de ser responsable ante el valor que elige: su conciencia, el ser amado, su Dios. En ésta línea de pensamiento, el Dr. Längle expresa (en su libro ―Vivir con sentido‖): responsabilidad es expresión de mi vinculación con un ser humano, una idea o una cosa. ¡Responsabilidad es un concepto relacional! La magnitud en la que se asume una responsabilidad (sobrellevando tiempo, esfuerzo y preocupación) indica cuán valioso me resulta el objeto de mi responsabilidad. Ser responsable quiere decir “dedicarse”. Querer entregarse, querer estar para algo, es comprometerse voluntariamente. Ser responsable por algo quiere decir amarlo a conciencia, vivir con ello en el sentido del valor más alto”. Existir implica estar en diálogo, estar en relación, ser preguntado y dar respuesta.
Había dos tribus guerreras en los Andes, una que vivía en el valle y otra en lo más alto de las montañas. Un día los habitantes de las montañas invadieron las tierras del valle y, como parte del saqueo, raptaron a un bebé de una de las familias del valle. Los habitantes del valle no sabían cómo subir a la cima de la montaña. No conocían los senderos que utilizan los habitantes de ese lugar, ni sabían dónde encontrarlos o como perseguirlos en el escarpado terreno. Aun así enviaron a sus mejores guerreros a escalar la montaña y traer al bebé de regreso. Los hombres ensayaron un método de escalar y luego otro. Probaron una trocha y luego otra. Sin embargo, después de varios días de e esfuerzos solo habían conseguido avanzar unos pocos metros. Desesperanzados e impotentes, los hombres del valle decidieron que su causa estaba perdida y se prepararon para regresar a su aldea. Mientras empacaban sus equipos para descender, vieron a la madre del bebé que bajaba de la montaña y llevaba a su bebé a la espalda. ¿Cómo era posible?. Uno de los hombres saludo y le dijo: “Cómo pudiste escalar esta montaña si nosotros, los hombres más fuertes y capaces de la aldea no lo conseguimos?” Se encogió de hombros y respondió: “Es que el bebé no era tuyo” Analía Boyadjiàn
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SIN RECETARIO
CREER Por Olga Lehmann Oliveros Mail de contacto: olehmanno@gmail.com ―(…) bisagra que enlaza destino y libertad, pregunta grabada en la frente del deseo: ¿accidente o predestinación? Memoria, cicatriz: —¿de dónde fuimos arrancados?, memoria: sed de presencia (…) OCTAVIO PAZ – CARTA DE CREENCIA (Fragmento)
Y
o creo en los encuentros, como creo en la vida, en el valor sagrado de los días. Creo en los encuentros aún en las horas apagadas o en las repeticiones innecesarias de la nostalgia. Creo los milagros como un espejo cotidiano del misterio, que viene hacía nosotros como compañero de búsqueda.
Sverresborg Trøndelag Folk Museum-Trondheim
(1) “Solo el amor equilibra el destino”. Juan Pablo II
Creo en los maestros. Creo en la sincronicidad, en la diacronicidad, en las diosidencias. Creo en la premonición de lo eterno a través del instante. Creo que una palabra sagrada es un abrazo que dura para siempre. Creo que querer es una planta que florece en cualquier estación. Creo que cuando queremos a alguien, el lugar del corazón en donde nos habita se llama hogar. Creo en el amor como equilibrio único del destino (1). Creo que la vida es sinónimo de búsqueda y que vivir sea sencillo: descubrir que el yo es un nosotros. y desaprender las distancias y las cercanías innecesarias. Creo que la gratitud no basta, que sea necesario merecer el amor , donarnos en él: desaprender las distancias y aprender a despedirnos. Creo en la necesidad humana de volar, con las alas rotas, las alas del alma, pero decidirse a volar: creer en los ENCUENTROS. Si existe el destino, solo puede conducir a la belleza, porque nos invita a sanar. Creo en las dudas equivocadas, en el miedo, en el valor creativo del instante, en la intuición. Más me vale haber creído, si muero, y moriré.
Exposición "El Zapatero Prodigioso" Museo Salvatore Ferragamo-Florencia.