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PRESENCIA APOSTÓLICA

Revista bimestral núm. 73 SEP-OCT 2015 Donativo: $15.00•$2.50 US

Cómo nos afecta lo que

pensamos

¿Qué es

calidad de

vida?

Dar nos hace ricos 7 701000 24 1037

Reseña de la encíclica LAUDATO SI’ del papa Francisco SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN


Ven a vivir

la alegría de

servir,

realizando labores de

evangelización y promoción social.

Presencia en México y en más de 60 países

MISIONEROS CLARETIANOS


PRESENCIA APOSTÓLICA

CONTENIDO

Director

Antonio Rangel Torres, CMF

2 . Editorial

Consejo Editorial

Rogelio Carmona Núñez, CMF Alejandro Cerón Rossainz, CMF José Juan Tapia, CMF Alejandro Quezada Hermosillo, CMF Enrique Mascorro López, CMF Lourdu Jerome Joseph, CMF Óscar Linares Rodríguez, CMF Ernesto Bañuelos C. Editora

Marisol Núñez Cruz

3.

Vida cotidiana

4.

Misionero y atleta

6.

¿Qué es calidad de vida?

8.

Cómo nos afecta lo que pensamos

Arte y Diseño

Raúl Méndez Colaboradores

Enrique A. Eguiarte Bendímez, OAR Jesús García Vázquez, CMF Juan Carlos Martos, CMF Enrique Marroquín Zaleta, CMF

1 0 . Amigos que se van

Distribución

1 2 . Tres amigos

Liga Nacional de San Judas Tadeo

PRESENCIA APOSTÓLICA, La voz de San Judas Tadeo, es una publicación bimestral. Editor respon­sable: José Juan Tapia Tapia. Editada por la Liga Nacional de San Judas Tadeo, A.C. Registro No. 04-2008-041014062100-102. Número ISSN 1665-8914 Distribuida por el Templo Claretiano de San Hipólito y San Ca­siano, A.R., Zarco 12, Col. Guerrero, C.P. 06300, México, D.F. Publicación Claretiana. Impresa en Carmona Impresores S.A. de C.V. Torreón, Coahuila. www.carmonaimpresores.com.mx • ventas@ carmonaimpresores.com.mx • Tel. (871) 707 42 00 con 30 líneas, lada sin costo 01 800 228 22 76. El material contenido en Presencia Apostólica puede ser reproducido parcialmen­ te, citando la fuente y sin fines comerciales. ¡Te invitamos a suscribirte! mail: ligasanjudastadeo@gmail.com Tel: (55) 55 18 79 50 Fax: (55) 55 21 38 89 Número suelto: $15.00 M.N. / $2.50 US. Suscripción anual: $150.00 M.N. / $25.00 US. (Incluye gastos de envío).

1 4 . Dar nos enriquece 1 6 . Nuestra devoción 1 7 . Moisés 1 8 . Reseña de la encíclica LAUDATO SI’ del papa

Francisco SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

2 0 . De la Palabra a la acción Presencia Apostólica

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EDITORIAL

Espiritualidad y

sabiduría

L

a definición de sabiduría nos habla de tener una conducta prudente en la vida y la prudencia es la virtud que nos permite distinguir el bien del mal y actuar en función del bien. Si vivimos con sabiduría y, por lo tanto con prudencia, ya no necesitamos tener una gran cantidad de conocimientos ni tampoco estarán en primer plano nuestras posesiones materiales. Se trata de saber lo esencial. Nuestra espiritualidad nos da sabiduría; nos ayuda a ver lo esencial y se ve reflejada en nuestros pensamientos, en nuestras pa-

labras, en nuestras acciones y en nuestras relaciones con los demás y con el mundo que nos rodea.

Como seres humanos construimos, en gran parte, nuestro mundo interior, a través de nuestras elecciones: los pensamientos que elegimos tener, lo que elegimos leer, lo que valoramos, etc. El mundo exterior, por ejemplo la manera como conservamos o destruimos la naturaleza, también refleja lo que hay en nuestro mundo interior: orden o desorden; violencia o paz. De manera que nuestra forma de pensar afecta nuestra vida, nuestras relaciones con las personas y a todo nuestro entorno. En este sentido, todo está conectado. Todas nuestras acciones afectan, para bien o para mal, nuestro desarrollo personal, a nuestra sociedad y, finalmente, al mundo.

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Presencia Apostólica


Vida cotidiana

En su encíclica LAUDATO SI’, en la que reflexiona sobre el tema ecológico, el papa Francisco propone las siguientes oraciones: Oración por nuestra tierra Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción. Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz.

Oración cristiana con la creación Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas. Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas. Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti. Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado. Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe. Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra, porque ninguno de ellos está olvidado ante ti. Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles, y cuiden este mundo que habitamos. Los pobres y la tierra están clamando: Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas. Amén. Presencia Apostólica

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Aventuras de un misionero

Misionero y atleta Jesús García Vázquez, CMF

E

l pasado 5 de mayo falleció el padre Abel Hurtado Delgado, CMF, cuarenta años después de haber sido ordenado sacerdote. Ese día a las cinco de la mañana le llevé un licuado y como todos los días, le dije: “¡Con esto te vas a poner como camella!” Y él me respondió, como siempre: “ligera”. Después el día transcurrió normalmente, hasta que, como a las cinco de la tarde, la enfermera llegó a mi habitación a decirme: “Padre Jesús, el padre Abel está respirando muy lento, no sé qué le pasa.” Algo me hizo intuir que el padre estaba agonizando, por lo que tomé los Santos Oleos y me dispuse a ungirlo. En cuanto lo ungí, dejó de respirar y sus signos vitales se detuvieron. Tengo fe en que Dios, nuestro Padre misericordioso, lo recibió en su casa. Según el médico fue un síndrome diabético lo que le causó el paro cardiaco. Su muerte fue tranquila. Su vida se apagó como una vela a la que se le termina el combustible y deja de arder. Así es la vida: cuando se nos termina la 4

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cera, se apaga porque se apaga, y no hay poder humano que pueda hacer que siga ardiendo. Entonces se hicieron los trámites correspondientes y, sin demora, hicimos las llamadas a los familiares del padre Abel, quienes inmediatamente se pusieron en camino y a las diez de la noche ya nos estaban acompañando a velarlo en la capilla Fusimaña de la casa. Cada vez me convenzo más de que las causas naturales de cualquier muerte, son lo de menos, aunque generalmente les damos mucha importancia. Cuando Dios dice hasta aquí, hasta al más robusto y sano le toca partir. Lo cierto es que debemos estar siempre preparados, es decir siempre haciendo nuestro máximo esfuerzo, porque como dice el Evangelio “no sabemos ni el día ni la hora”. En esta ocasión quiero compartir con ustedes algo de la enseñanza que nos dejó el padre Abel. Destacó su constancia en la oración y su celo apostólico en la celebración de la Santa Misa. Preparaba sus sermones con devoción y responsabilidad.

Como misionero claretiano, su primer destino fueron las montañas de Guerrero, donde trabajó con los indígenas, entregando gran parte de su juventud incansable, fuerte y deportiva; subiendo y bajando las montañas para llevar la Palabra de Dios a las comunidades más alejadas de la cabecera parroquial, Tlacoapa. Su celo apostólico y las ansias de comunicarse con los indígenas, lo llevaron a aprender el Tlapaneco. Aún antes de morir, recordaba con orgullo muchas de las palabras que aprendió de aquella lengua, como las palabras mágicas: por favor y gracias. Cuya traducción es: bafavo que quiere decir por favor y numala gueñu que quiere decir muchas gracias, y muchas palabras más. Fue un hombre con espíritu muy deportivo, lo que le facilitó entenderse con los jóvenes, en donde quiera que fuera enviado. En Tlacoapa, convocó a los chavos a emparejar el suelo frente a la casa parroquial. Le pusieron canastas y, ¡a jugar basquetbol! Los vehículos para visitar las comunidades eran dos mulas, pero yo nunca lo vi montado en una,


Año de la Vida Consagrada

siempre le gustaba caminar. Aún en medio de aguaceros y truenos, no se detenía, iba y venía visitando las comunidades. Otro lugar en el que entregó parte de su juventud fue en Santa María Zacatepec, Oaxaca a donde fue destinado para la apertura de la misión. Una parroquia de un pueblo formado por dos sustratos raciales: los “de razón”, así les decían a los que hablaban español y los “naturales” que hablaban Tacuate, lengua muy melodiosa, como el Tlapaneco. Les comparto dos acontecimientos sucedidos al padre Abel en esos lugares: allá se celebra el Martes de Carnaval, con una libertad desmedida para hacer travesura y media en perfecto desorden: muchos se pintan de diablos y lanzan huevos, pero no con confeti, sino al natural o con agua y harina adentro; se lanzan unos a otros pintura, agua, etc. Total que el que se mete a eso o sale a la calle, ya sabe que al regresar a su casa, nadie de su familia lo va a reconocer, a menos que se identifique. El padre Abel, según él, gozaba de mucho respeto de la gente y en realidad así era, pues a todos los padres que estuvimos allí nos quiso tanto la gente que cuando entregamos la Parroquia o Misión, nos lloraron y nos pedían que no los abandonáramos. Pues el padre Abel, quería disfrutar de aquel fandango, pero sin que nadie lo tocara. Pensó que por ser el padrecito y además el párroco, lo respetarían. Pues, ¡ándale!, que se anima a salir a la calle y, durante casi quince minutos estuvo risa y risa, disfrutando del ambiente y luciendo una guayabera blanca que recién le habían regalado. Hasta que a alguien se le olvidó el respeto al padre y ¡zas!, a un huevito se le ocurrió estamparse adornando así su playerita blanca e invitando a otros a hacer lo mismo: agua,

huevos, harina, pintura, y ya no sólo en la playera sino en todo su robusto cuerpo. De inmediato sus carcajadas se apagaron y su rostro se transfiguró… imagínenselo los que lo conocieron y supieron cómo se podía cuando se enojaba… Y claro que no faltaron las carcajadas de quienes contemplaban aquella escena, creyendo que el padre aún se seguía divirtiendo cuando ya casi reventaba de coraje. Como pudo, salió de aquel ambiente para ir a darse un buen baño que, ¡vaya si lo necesitaba! Al siguiente domingo, aun cuando todo mundo esperaba un buen regaño por lo acaecido, el padre dedicó su sermón, como era su costumbre, a vivir la Palabra de Dios en el ambiente cuaresmal que se iniciaba. Sin duda que el padre Abel vivió intensas experiencias en las misiones, en lugares tan bellos y paradisiacos, como llenos de retos y necesidades. Otro de los acontecimientos fue una ocasión en que tuvo que sacar a un hombre ahogado en un hermoso lugar, llamado Atotonilco, donde hay un soberbio río y unas piletas de aguas termales y curativas. Bueno, una de las cosas bonitas que tuvo el padre fue su disponibilidad para ir a donde quiera que fuera enviado a evangelizar. También la enfermedad fue ocasión para mostrar su entereza, pues siempre se mostró valiente y luchó por ejercer su ministerio hasta el último momento de su vida. Dios tenga en su casa a este gran misionero y atleta de Dios. Quiero decirte, joven que lees este artículo, que la aventura más hermosa en esta vida es servir a Dios sin condiciones, llevar su Palabra a todos los rincones de la tierra. Atrévete a ser feliz amando y sirviendo a Dios en el prójimo. Si te animas, acércate a los Misioneros Claretianos para encontrar orientación, ¡Te esperamos!.

Tarea y compromiso

E

l Año de la vida Consagrada nos pide, a laicos y a consagrados, compromiso para realizar nuestra tarea para que la Buena Nueva sea bien entendida, aceptada y vivida por todos. Proponemos los siguientes puntos para continuar viviendo este año con intensidad: Valorando el don de la vida Nuestra principal tarea es vivir con la energía del aquí y ahora; valorando la gran riqueza de estar vivos. Ayudando a descubrir la posibilidad de amar y ser amados Aportando vida, corazón y conciencia a la humanidad de hoy. Apoyar con nuestro amor a aquellos que viven con una baja auto estima. Evangelizando con una buena dosis de buen humor Como seres humanos tenemos ese valioso don de sonreír, de alegrarnos, de compartir un buen ánimo. También al evangelizar podemos compartir nuestras ocurrencias y reír con los demás. Esto nos relajará y fortalecerá nuestra unión. No puede haber evangelizadores amargados porque la Buena Nueva es alegría. Con auténtica libertad y responsabilidad Realizando sin miedos y sin complejos la misión que se nos encomienda, movidos por el Espíritu de Jesús. Unidos y en comunión Porque los vínculos de amor entre nosotros son un signo del Reino de Dios.

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Entonces se nos pide tarea y compromiso. Recordemos las sencillas palabras de nuestra madre María: “Hagan lo que él les diga”. Presencia Apostólica

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Filosofía de vida

¿Qué es calidad de vida? Lourdes García Avendaño

¿

Han escuchado la expresión? Seguramente más de una vez y en más de un lugar. Pareciera que está “de moda” decirla, ¿Pero, sabemos realmente a qué se refiere?, ¿qué significa?, ¿qué implica? Se puede decir que actualmente es una tendencia mundial que se ponga mayor atención a la relación que hay entre el estilo de vida que llevamos y nuestra salud física, mental y emocional.

Elementos que determinan nuestra calidad de vida

La OCDE es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con sede en los Estados Unidos de América, cuyo objetivo es promover políticas para mejorar el bienestar económico y social de las personas en el mundo. Su secretario general es el mexicano Ángel Gurría. Entre las funciones de la OCDE está la de establecer los parámetros y calificar la CALIDAD DE VIDA de las personas que habitan los países que forman parte de la organización. Las naciones miembros son: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Fran6

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cia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo, México, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovaquia, España, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos. En su más reciente estudio del pasado octubre de 2014, la OCDE basó su calificación en los siguientes 9 puntos: 1 Seguridad 2 Ingresos 3 Acceso a servicios 4 Empleo 5 Educación 6 Salud (esperanza de vida) 7 Medio ambiente 8 Vivienda 9 Participación cívica Es importante decir que México no obtuvo calificaciones satisfactorias. No hace falta explicar ninguno de los puntos anteriormente mencionados para comprender el porqué de la calificación reprobatoria. Pero entonces, ¿para qué nos sirve saber todo esto? Cada uno podemos preguntarnos ¿qué relación podría existir entre mi persona, mi familia y esas mediciones?, ¿qué podría hacer yo para mejorar esos resultados?

Paradójicamente, podemos hacer mucho. Cada uno de nosotros desde su “micro ambiente”, desde su comunidad, desde su familia, puede ir adquiriendo un estilo de vida mejor, más saludable, con más sentido, encaminado a vivir realizando nuestro trabajo responsablemente y de la mejor manera posible. Si cada uno de los habitantes de cada familia, de cada colonia, de cada delegación de la ciudad hace esto, terminaremos logrando que México consiga tener una mejor CALIDAD DE VIDA.

Evalúa tu calidad de vida

¿Cómo calificarías tú la calidad de tu vida? ¿Qué aspectos pueden mejorar? Estas son sólo unas ideas de lo que sí podemos hacer de manera individual. Reflexionemos siguiendo el orden de factores antes mencionados: 1 Seguridad ¿Tomo medidas de seguridad en general?, ¿me cuido?, ¿conozco los protocolos de seguridad que recomienda mi comité vecinal, delegado, gobierno, etc.?, ¿los sigo, los respeto y los enseño? 2 y 3. Ingresos y empleo ¿Tengo un trabajo?, ¿cuido y administro responsablemente el


Filosofía de vida

dinero que gano?, ¿puedo ahorrar?, ¿enseño el valor del dinero a mis hijos? 4. Servicios ¿Valoro y cuido los servicios indispensables como luz, agua, teléfono, drenaje?, ¿cuento con ellos? ¿los uso responsablemente?, ¿pago lo justo por ellos? 5. Educación ¿Tuve la oportunidad de estudiar de niño?, ¿conozco los beneficios que me daría seguir estudiando o preparándome?, ¿insisto en la importancia de que mis hijos estudien?, ¿agradezco la posibilidad que tienen de hacerlo?, ¿doy formación en valores y buen ejemplo a mis hijos en casa? 6, 7 y 8. Salud, medio ambiente y vivienda ¿Tengo buena salud?, ¿cuido mi salud?, ¿apoyo el cuidado de la salud de los miembros de mi familia?, ¿entiendo la relación que hay entre la salud y el medio ambiente?, ¿dignifico mi vivienda?, ¿mantengo limpia mi vivienda y la comunidad en la que vivo?, ¿respeto a la naturaleza?, ¿conozco las políticas públicas en relación con el cuidado del medio ambiente? Por último y en este caso lo más importante… 10. Participación ciudadana Somos personas que interactuamos con otras personas en un mismo ambiente, en una misma colonia, ciudad y país. Pasamos mucho tiempo preocupados y ocupados en nuestra vida diaria, nuestros problemas, limitaciones, etc. Pero pocas veces o quizá nunca nos ocupemos de la responsabilidad que tenemos como ciudadanos de colaborar entre nosotros para construir un mejor país. Nos quedamos esperando a que todo nos sea proporcionado. Votar, dar seguimiento a los

gobernantes que elegimos libremente, denunciar la corrupción, evitar caer en ella, agradecer y cuidar las facilidades de las que disponemos, hablar con la verdad, ayudar al prójimo en lo que podamos y un largo etcétera que te invito a descubrir, son elementos indispensables para lograr una mejora importante no sólo en la propia CALIDAD DE VIDA, sino en la de todos los habitantes del país en el que vivimos. También es significativo que para medir la calidad de vida se utilice comúnmente el IDH (Índice de Desarrollo Humano) establecido por las Naciones Unidas. El cálculo se realiza a partir de tres variables (Esperanza de vida, Educación y PIB per cápita). Esto nos hace notar que a mayor desarrollo humano, mayor calidad de vida.

Es un objetivo fundamental

Es muy importante que amplie-

mos nuestros conocimientos sobre estos temas, como personas responsables y como cristianos, preocupados por nuestro desarrollo personal y por el bien común. Por otra parte, hay que tener muy presente y como un objetivo el concepto de calidad de vida cuando se trata de circunstancias particulares relacionadas con la salud de una persona o con la etapa que se está viviendo. En cuanto a tener una buena calidad de vida, desde mi perspectiva y desde mi experiencia profesional, considero que la salud juega un papel importantísimo, pero eso no quiere decir, que si por alguna razón la perdimos parcial o casi totalmente, no podamos gozar de una vida con calidad. Dentro de esas limitaciones, podemos adaptarnos para vivir lo mejor posible; con una buena actitud, con alegría y agradecimiento por lo que sí tenemos, rodeándonos de la familia y de nuestros amigos. Hay que disfrutar de lo que sí podemos seguir haciendo y realizarlo con entusiasmo y responsabilidad. Realizar todo esto nos permite darle calidad a nuestra vida. ¡Empieza hoy! Pronto notarás que tu vida mejora. La autora es licenciada en Terapia Física y Logoterapeuta luluwatty1@yahoo.com

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Desarrollo humano

Cómo nos afecta lo que pensamos Gylda Valadez Lazcano

H

oy más que nunca estamos convencidos Pero, ¿cómo es que decidimos instalarnos en una de que nuestros pensamientos determi- forma de pensamiento negativo? Puede ser de difenan nuestro estado de ánimo y nuestro rentes maneras, por supuesto de forma inconsciencomportamiento. Pensar en forma nega- te, por un aprendizaje, por lealtad, etc. Quien detiva, se traduce en reacciones negativas; see activamente una vida plena en todos aspectos proyectamos esa negatividad hacia el exterior y se dará cuenta de que la misma energía que gasta eso contamina nuestras relaciones; en un pensamiento negativo la puede además de que los pensamientos neutilizar en uno positivo; todo es cues«Cuida tus pensamientos, gativos tienen un impacto en nuestra tión de decidirse. porque se volverán palasalud física y mental. Es importante observar y analizar bras; cuida tus palabras, Así como el pensamiento negatinuestros pensamientos; darnos cuenta porque se volverán acciovo impacta en nuestra vida, también de cuáles son los que se están convirnes; cuida tus acciones, lo positivo la determina. Entonces tiendo en obstáculos para nuestro deporque se volverán hábinuestros pensamientos se vuelven tos; cuida tus hábitos, por- sarrollo y cuáles son los que nos imque se volverán carácter; como un imán que atrae lo similar. piden establecer relaciones nutritivas y cuida tu carácter, porque saludables con las personas que nos Cuando nuestros pensamientos se determinará tu destino.» rodean. Es importante tener auto críticonvierten en obstáculos Frank Outlaw ca; ser sensibles a reconocer nuestros Muchos de los pensamientos negativos propios errores y estar dispuestos a ha¡están basados en creencias falsas! Por ejemplo, “tengo el presentimiento de que algo malo va cer lo necesario para mejorar. a pasar” o “estoy segura de que a la mayoría de la gente La importancia de pensar positivamente le caigo mal”. Gracias a este tipo de creencias falsas La importancia de saber cómo pensar en positivo es nos mentimos continuamente y nuestros pensamientos que hacerlo determina nuestro estilo de pensamiense convierten en obstáculos para vivir con plenitud. tos y hay métodos para lograrlo. Uno muy efectivo 8

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Desarrollo humano

«Los pensamientos son la base de cada progreso o retroceso, de todo éxito o fracaso, de todo lo que es deseable o indeseable en la vida humana. El tipo de pensamientos que albergamos traza y crea condiciones que se convierten en realidad, condiciones de la misma naturaleza que el pensamiento que les dio forma. Los pensamientos son fuerzas y crean condiciones de su propio tipo, nos demos o no nos demos cuenta. En ese sentido, lo similar crea y atrae lo similar, y así sucede continuamente en cada vida humana.» James Allen Wallace

es decretar en presente, positivo y afirmativo, cada día, aquellas cosas que queremos lograr. Hay que visualizar lo que queremos lograr, tratando de involucrar todos nuestros sentidos. Por ejemplo visualizar la imagen de un ascenso en el trabajo, poniendo un color en la escena, un olor, un sabor, una textura y un sonido. Involucrar de esa manera todos nuestros sentidos potencia nuestra visualización.

Si estamos conscientes de que los pensamientos son fuerzas poderosas, tendremos más cuidado de elegir los que son más favorables para nuestra vida. Los pensamientos son como semillas Los pensamientos positivos son como semillas que plantamos en nuestra mente, de las cuales pueden crecer muchas cosas buenas que van a contribuir a crear la realidad que deseamos. Y desde luego, los pensamientos negativos también son como semillas que harán crecer emociones desfavorables y una larga lista de problemas. En otras palabras, cada uno cosecha lo que siembra. ¡Asumamos responsabilidad por la calidad de nuestros pensamientos! Así que los “malos pensamientos” son los que nos quitan la motivación diciéndonos “¡no puedo!”; los que nos llenan de pesimismo, anticipando una gran cantidad de calamidades. Además de que las personas pesimistas no son buena compañía para nadie. Muchas veces hemos hablado de la necesidad de cuidar las palabras que externamos, ahora vemos la gran importancia de cuidar las palabras que nos decimos a nosotros mismos, en nuestros pensamientos. Cambiemos nuestros patrones de pensamiento Entrenemos a nuestra mente para pensar conscientemente en positivo para crear así nuevas rutas en nuestro cerebro. Esto se traducirá en hábitos positivos de pensamiento. Se trata de cambiar nuestros patrones de pensamiento y es importante notar que cada cambio que hacemos disminuye nuestra resistencia al cambio. Así que también el cambio se aprende. Se sabe que muchos de nuestros pensamientos y creencias negativas vienen de la profundidad de nuestro inconsciente, así que muy probablemente no será fácil cambiarlos. Además de poner empeño en lograrlo, también, si es necesario, vale la pena buscar recursos especializados y ayuda profesional para lograrlo. La autora es psicoterapeuta corporal y terapeuta sistémica de pareja y familia. coordinacion.centroometeotl@gmail.com Presencia Apostólica

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Tanatología

conexión puede ser, algunas veces, más profundo. En especial cuando se trata de una amistad de toda la vida. Este es un duelo que no suele ser acompañado, ya que se considera que no es necesario estar “mal” por la muerte de un amigo. Parece ser poco importante, al menos socialmente. “Ya tendrás nuevos amigos” –nos dicen– y, si bien es cierto, nadie será igual a quien se fue. Si fue por fallecimiento, la partida de un amigo nos da tristeza y ver el dolor de su familia nos entristece también. Somos dolientes, pero, al menos socialmente, no somos los dolientes más importantes.

El lugar del amigo

AMIGOS que “Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.”

C

SE VAN

Elbert Hubbar

uando nacemos, normalmente tenemos una familia, sin haberla elegido. Tendremos al menos a uno de nuestros padres, tal vez hermanos y hermanas. Aunque el hecho de tener una familia es muy importante, en esta ocasión hablaremos de nuestros hermanos del alma... las amigas y los amigos. Un amigo es un hermano que elegimos porque teníamos afinidad, porque compartíamos gustos e intereses. Fue nuestra elección tenerlos cerca de nuestra vida. Los amigos son consecuencia de nuestras elecciones y, aunque a veces descubri10

Ana Laura Rosas Bucio

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mos que no hemos elegido bien, los amigos son parte esencial de nuestras vidas. Son nuestra segunda familia; ellos tienen nuestra confianza y todo nuestro cariño.

Perder a un amigo

La pérdida de un amigo, por cualquier causa, es dolorosa, aunque cuando es por distancia o por alguna diferencia, tenemos la posibilidad, de solucionarlo, en vida. ¿Cuántas veces nos hemos distanciado de amistades y después de un tiempo nos reencontramos y, tal vez, hasta reanudamos la relación de amistad? Perder a un amigo o amiga puede llegar a ser más doloroso que perder a una pareja, ya que el nivel de

He tenido la ocasión de presenciar el caso de alguna persona enferma que puede estar muy delicada de salud en un hospital, acompañada de su familia. Los familiares están presentes la mayor parte del tiempo, pero en su preocupación y en su dolor, no se dan cuenta de que los amigos cercanos a ese familiar enfermo también quieren y necesitan estar cerca. Peor aún, cuando algún amigo ofrece su ayuda, los familiares le dicen: “yo le paso tus saludos”, sin permitirle a veces ni siquiera acercarse al enfermo. La familia, a veces en el afán de no dar molestias, no se apoya en los amigos y los dejan fuera de la vida del ser querido. A veces la persona enferma solicita ver al amigo y para la familia eso puede resultar muy desagradable ya que pueden sentir que el amigo es más apreciado, lo cual puede ser cierto, pues recordemos que los amigos están juntos por elección y a veces como familiares damos por sentado que nos van a querer sin que nos ganemos ese cariño de alguna manera.

Reconocer la importancia del duelo por un amigo

No es correcto negar la importancia que tienen los amigos y amigas


Tanatología

en la vida de los demás. No es que sean más importantes que nadie, pero no hay que olvidar que los amigos son esenciales. Hay cariño, confianza, comunicación, cercanía, solidaridad y lealtad. Si son personas con las que se ha podido contar en los buenos y en los malos tiempos, dolerá perderlos igual que si fuera alguien de la familia. Además, la enfermedad de un buen amigo o su fallecimiento nos confronta con la realidad. Si a ellos les pasó ¡puede pasarnos a nosotros también! La mayoría de nuestras amistades son de nuestra misma generación; su enfermedad podría ser la nuestra; su fallecimiento, el nuestro también, y esto es doloroso. Nuestra vida es tan frágil como la de los amigos. Si nos duele y asusta ver morir a gente mayor, de alguna manera nos consolamos con el hecho de que ya eran mayores y los procesos naturales de la vida hacen que entendamos más fácil y que aceptemos que ellos se vayan primero. Pero cuando muere alguien de nuestra generación, el hecho puede de alguna manera llevarnos a reconsiderar la forma en que hemos venido viviendo nuestra vida; puede hacernos conscientes de nuestros excesos o descuidos, y podría ayudarnos a jerarquizar nuestras prioridades. Recuerdo a una persona que llegó a mi consultorio muy

afectada por el fallecimiento de un Demos voz al dolor de perder buen amigo y me habló del dolor a un amigo, defendamos nuestro de su pérdida, pero la afectación derecho a expresarlo. Finalmente, más importante fue el darse cuen- creo que no hay nada más erróneo ta de que él pudo haber perdido que creer que un buen amigo se su propia vida en ese accidente, ya puede sustituir. Un buen amigo que ambos estaban en una fiesta y siempre tendrá ese lugar especial bebieron mucho alcohol. Su amigo e insustituible en nuestro corazón. tuvo un accidente por haberse quedado dormido mientras conducía, La autora es psicóloga clínica, experta en intervención en crisis, tanatóloga, logoterapeuta y provocando no sólo su muer- conferencista. Directora General del Centro te, sino el fallecimiento de otras de Capacitación Profesional Industrial y Personal personas. Para él, la experiencia S.C. CECAPIP. lrosasb@hotmail.com de su amigo lo hizo darse cuenta de que había vivido creyendo que tenía la Algunos amigos son eternos vida asegurada, que como era joven no podría pasarle A veces en la vida nada. Con lo ocurrido supo encuentras un amigo especial; que tenía en sus manos la alguien que cambia tu vida responsabilidad de su vida con sólo ser parte de ella. e incluso la de otros seres A veces encuentras un amigo que te hace reír, humanos. ¡Gran regalo le hasta que no puedes parar; hizo su amigo! Aunque perderlo fue doloroso, tomar alguien que te hace creer conciencia de eso fue un reque realmente hay bien en el mundo; galo muy útil que su amigo alguien que te convence le dio. Conversamos mucho de que hay una puerta sobre la clase de amigos esperándote a ti para abrirse. que eran. Me comentó que Esto es amistad eterna. su amigo era como un herCuando estás triste mano mayor que lo cuidaba y el mundo parece oscuro y vacío, siempre ¡y sí que lo fue! tu amigo eterno te levanta el ánimo Es una gran pena cuando y hace que ese mundo no se valora lo suficiente de pronto parezca lleno y luminoso. la amistad en la vida de las Tu amigo eterno te apoya personas. al pasar por tiempos difíciles, por tiempos tristes y de confusión. Si te alejas, tu amigo eterno te sigue. Si te pierdes, tu amigo eterno te guía y te motiva con sus palabras. Tu amigo te toma de la mano y te dice que todo va a estar bien. Si encuentras un amigo así, te sientes feliz y completo, porque no necesitas preocuparte; tienes una amistad eterna y lo eterno no tiene fin. Laurieann Kelly

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Historia para meditar

Tres amigos

U

Enrique A. Eguiarte Bendímez, OAR

na soleada tarde de verano, tres amigos salieron a pasear por los bosques cercanos a Salzburgo. Era la época de las guerras napoleónicas. Según iban caminando, charlaban sin darse cuenta exactamente del lugar en el que se encontraban. De pronto el camino tan ameno que habían seguido, se dividía en dos. Se detuvieron y comenzaron a ver qué camino era mejor seguir. Uno de los amigos dijo: —Creo que es mejor que tomemos el camino de la derecha, pues algo en mi corazón me dice que es el camino que debemos seguir esta tarde. Otro de los amigos dijo: —No, creo que debemos seguir 12

Presencia Apostólica

el camino de la izquierda, pues hay más flores y vegetación, creo que lo pasaremos mejor por ese camino. El tercer amigo, que llevaba aquella tarde una gruesa cadena de oro al cuello, dijo: —Creo que debemos pensar un poco más cuál es el camino que conviene seguir, pues no debemos precipitarnos al tomar una decisión. El primer amigo le dijo: —Tienes razón en que no debemos precipitarnos al tomar una decisión, pero tampoco podemos quedarnos toda nuestra vida pensando qué tenemos que hacer. Yo quiero tomar el camino de la derecha y asumir todas las consecuencias que ello implique. —Yo también dijo el que quería ir por el camino de la izquierda,

asumo las consecuencias del camino que he elegido, y que quisiera que ustedes también eligieran, pues cuando elegimos algo, lo asumimos no solo con libertad, sino también con responsabilidad. En esto estuvieron todos de acuerdo, y por el entusiasmo del momento, el amigo que lo había dicho, sacó una pequeña navaja que siempre llevaba consigo y metiéndose un poco en el bosque que los rodeaba, escribió en uno de los árboles: F et V. (Freiheit et Verantwortung que quiere decir Libertad y Responsabilidad). Posteriormente, y en vista de que el tiempo pasaba y los amigos no acababan de decidirse sobre el camino que debían seguir juntos, se separaron. Uno de los amigos, tomó el camino de la derecha. Otro el de la izquierda, y el amigo que llevaba la gran cadena de oro les dijo: —Yo voy a sacar una moneda y voy a echar suertes, a ver qué camino debo seguir. Muy pronto


Historia para meditar tomaré un camino, y alcanzaré a uno de ustedes dos. Los amigos se despidieron, y cada uno emprendió su camino. El amigo que tomó el camino de la derecha, muy pronto se dio cuenta de que la maleza invadía el camino, y que había lodo y charcos. No se trataba de un camino tan placentero, como él se lo había imaginado. De hecho, nunca apareció el tercer amigo y él pensó: —De seguro le habrá salido en suerte seguir el otro camino. No obstante siguió caminando, y repentinamente se encontró rastros de sangre. Alguien que iba herido caminaba por este mismo sendero. Muy pronto pudo ver quién era. Se trataba de un soldado que se encontraba tirado a un lado del camino. De la parte baja del pecho le manaba un hilo de sangre que manchaba la blanca camisa de su uniforme, así como la casaca roja que lo cubría. El caminante sacó su pañuelo y, como pudo, intentó cerrar el hueco de la herida, y con un trozo de la camisa del soldado, intento ponerle una especie de venda. Se pudo entonces dar cuenta de que a lo lejos se oían disparos y los estruendos de los cañones. Se podía ver también, en lontananza, un ejército en fuga. Pudo darse cuenta de que no muy lejos del lugar en el que se encontraba, había una población. Por ello decidió levantar al soldado herido, y llevarlo casi a rastras por el camino. Después de un momento, pensó que si el ejército que había herido a este soldado venía por ese mismo camino, a él seguramente lo matarían, pues estaba auxiliando a un enemigo. En ese momento pensó en dejar de nuevo en el suelo al soldado, y regresar por el camino a su pueblo, al lugar donde se sentía seguro. No obstante pensó en lo que junto con sus amigos había

escrito en el árbol. Él había tomado una decisión y la debía abrazar hasta el final; era responsable de la elección que había hecho. De este modo, siguió caminando con un gran esfuerzo, llevando consigo al soldado herido y manchando de sangre sus propias vestimentas. Pasado un tiempo que a él se le hizo muy largo, llegó al pueblo y, nada más entrar por sus calles, le salieron al encuentro unos soldados que le apuntaron con unos largos fusiles. Él pensó que había llegado su fin. No obstante, pudo darse cuenta, después del susto inicial, de que el uniforme era el mismo que llevaba el soldado herido. De hecho los mismos soldados fueron los primeros que reconocerían a su compañero, y no sólo bajaron las armas, sino que corrieron a auxiliarle. Muy pronto se vio rodeado de soldados que se llevaron al herido y que lo saludaban con alegría y cariño. Al ver la sangre en su ropa, pensaron que también estaba herido, pero él les hizo ver que se había manchado con la sangre del soldado. Repentinamente los soldados guardaron silencio y asumieron una actitud solemne: había llegado el capitán en jefe de la guarnición militar. El capitán le dijo: —Ha sido usted muy valiente, mi querido joven. Ya sabe usted que de haberlo descubierto los enemigos, lo hubieran matado en el instante. No obstante, Dios los ha protegido y usted le ha dado hoy a nuestra región una gran alegría. Y no sólo a nuestra región, sino también a su gran Duque, pues ha salvado a su hijo, quien se había fugado del palacio con el deseo de combatir codo con codo con las tropas contra el enemigo, y quien había sido dado por muerto en la batalla del día de hoy. Usted amigo, lo ha salvado, y de seguro el Duque, no dejará de pagarle generosamente este acto.

Y de hecho así fue, pues el Duque, además de condecorarlo con la distinción más alta del Ducado, le entregó como esposa a su propia hija, y le hizo dueño de un rico palacio, rodeado de campos, tierras y riquezas, de tal forma que él nunca había vuelto a salir de ese lugar. Cuando pasaron los años, nuestro personaje se preguntaba qué habría pasado con sus otros dos amigos. Por ello un día, muchos años después, acompañado por su esposa y sus hijos, tomó su carro tirado por caballos, y decidió regresar por el camino que lo había llevado hasta ese pueblo. Al llegar al lugar en donde el camino se dividía en dos, se encontraron primero con un grupo de cazadores, que precisamente tomaban el camino de la izquierda. Después de saludarlos, les preguntó: —Amigos, ¿por qué toman ese camino de la izquierda? Los cazadores le dijeron: —Tomamos este camino pues siempre se ha encontrado lleno de osos salvajes. Quienes entran por él nunca regresan, ya que son devorados por los osos. Nosotros lo que queremos es cazar un oso grande para vender su piel. Y después de despedirse, los cazadores se marcharon. Nuestro personaje se bajó del carro y recordó la inscripción que habían hecho en un árbol, y al acercarse a dicho árbol entre la maleza, pudo ver para su espanto un esqueleto humano recargado en él. El esqueleto llevaba una moneda en la mano y una cadena de oro en torno al cuello. Parece ser que el amigo nunca se había decidido por ningún camino, y se había quedado ahí, sin hacer nada… Posteriormente vio la inscripción en el árbol: F et V (Freiheit et Verantwortung: Libertad y Responsabilidad). Y se dijo: —Siempre seremos responsables de nuestras elecciones y decisiones. Presencia Apostólica

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Desarrollo humano

Dar nos enriquece

¿

Román Ángel Moreno, CMF

Es mejor recibir que dar? ¿Por qué nos resistimos tanto a dar, cuando todos sabemos que es una virtud? ¿No nos han marcado en esto las primeras experiencias que tuvimos al llegar a esta vida? Primero que nada recibimos, después se nos invitó a dar. Recibimos primero el alimento y el crecimiento de nuestro ser en el vientre de la madre y al nacer se nos prodigaron cariño, atenciones, alimento y cobijo. Fuimos creciendo y otros nos daban lo que necesitábamos... Pero después se nos fue también enseñando a dar y tuvimos modelos que nos enseñaban a hacer esto: padres, hermanos, maestros, Dios... Sin embargo, nuestra experiencia de lo visible y tangible nos decía que cuando dábamos algo dejábamos de poseerlo, lo perdíamos, ya no era nuestro: si daba un caramelo a otro, me quedaba un caramelo menos, si regalaba un juguete, ya no lo tenía... Había que aprender otro tipo de categorías: al regalar el dulce me sentía bien, sabiendo que compartía; al regalar un juguete, la alegría del otro también se volvía mía y quizá hasta me invitaba a que jugásemos juntos con el mismo juguete... Empezamos a gozar el ser generosos y el que otros alrededor nuestro lo fueran. Recuerdo que cuando era niño me tocó ver una película sobre san Francisco de Asís y había una escena en la que Francisco, después de haber mendigado 14

Presencia Apostólica

todo el día, recibe finalmente un pan y, al dar la vuelta a la esquina, le sale otro pordiosero al encuentro, pidiendo limosna. Francisco se desprende de su único pan y se lo da... aquello me conmovió hasta las lágrimas. Pero, además de las personas que nos motivaron fuertemente a tomar el riesgo de dar, a pesar de la resistencia de nuestra naturaleza, que espontáneamente tiende más a recibir que a dar, el mismo Dios con su ejemplo y su Palabra nos motiva continuamente a dar también nosotros, de la misma manera que Él, dador de todo bien, lo hace siempre: nos dio la vida, nos

dio el universo con toda su grandeza y belleza, nos ha dado el amor y la capacidad de amar, nos ha dado a su propio Hijo (Jn 3,16) y Él “siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” (2 Cor 8,9) Y Él mismo, al pasar por este mundo no hizo otra cosa que dar y darse hasta la muerte (su presencia, su palabra, su paz... su amistad, su sangre, su cuerpo, su alegría... Se da a sí mismo y se hace como un esclavo para dar a otros la libertad (Cf. Fil 2,7). Y fundamentalmente nos dijo que es más importante dar que recibir (Hech 20,35) y que el que da con alegría da dos veces.


Desarrollo humano

Sabemos que en dar y en darse es donde se realiza lo más grande que podemos hacer en nuestra vida: amar. Amar sin dar, sin ser capaz de darse, es una contradicción: amor es entrega –-que significa don de sí mismo–- y sólo el que se posee espiritualmente a sí mismo es capaz de darse Por supuesto que es más importante darse que dar, el que ha tenido el coraje de darse, ese será también capaz de seguir dando generosamente. Sin embargo, la resistencia a dar, el miedo a darse nos estará tentando siempre y no pocas veces nos bloqueará. Ese proceso de muerte, de oscuridad, de ”pérdida” nos lo caracteriza muy plásticamente Raúl Echeverri en una recolección de textos en su libro Semillas de vida: «Soy la semilla en las manos de un sembrador silencioso. Soy tan pequeña, tan seca. Sin preguntarme nada, el sembrador me sepulta en la tierra. Tengo miedo, me cubre la oscuridad, el silencio me envuelve, la soledad me abate... El terror que siento en mi corazón es el único que me hace compañía. Todo lo que soy se adhiere a mí profundamente, como intentando negarse desesperadamente a una donación. Un grito de muerte intenta salir desde los más hondo de mi ser: ¿por qué fuí plantada? ¿Por qué estoy aquí?... Por favor, ¡sáquenme de aquí!, ¡pónganme en la luz, no aguanto esta oscuridad de muerte! En el silencio percibo un calor que me penetra, me envuelve, me llena y bendice mi dolor. En momentos de paz olvido mi miedo, me entrego y, de repente,

la cáscara que me envuevle se debilita y se quiebra. Intento gritrar entonces, protestar por mi pérdida de identidad, pero ya es demasiado tarde. La cáscara se reventó y ya no puede contenerme... Sentí muy dentro de mí un poder que me daba coraje: entrrégate, suéltate, dónate... Veo caer a mi lado, empujada por esa fuerza, por esa energía irresistible, mi cáscara, que queda allí abandonada. Mis ojos se abren y percibo el color:¡ Oh maravilla, un trazo verde! Pero... ¡no había verde en mi corazón!... Mas ante mis ojos maravillados, ahí está, lentamente atraído hacia arriba por una fuerza especial, por el calor, por la luz, que están no sé donde. Día a día voy perdiendo identidad de semilla, pero el dolor que sentí fué borrado por la sorpresa: algo maravilloso está sucediendo conmigo : cada día voy siendo más verde. Los dias pasan rápidamente y me estoy tornando una sola cosa con esta pequeña espiga de vida. Experimento, en medio de la sorpresa, el nuevo gusto de la vida: el momento glorioso de perforar la tierra y saborear el mundo que espera mi llegada. ¡El suspiro de la primavera llena mi rostro de alegría! Escucho, oigo, percibo, siento... Desde lo más hondo de mí, tallo tierno, brota un canto de gratitud al sembrador: Oh sembrador de semillas... ¿Tú siempre avisoraste ese don verde escondido en mí? Oh sembrador de semillas... ¿Por qué viniste a valorizar la belleza que, allá adentro, yo escondía a mis propios ojos? Oh sembrador de semillas... Se quebró la cáscara, y quiero alabarte por haberme ayudado a abrirme.

Desarrollo humano

Acepta, ahora, mi alabanza y mi canto de gratitud por la semilla que sembraste y el don que plantaste. Dispón de mí, ábreme a los otros, para que la semilla, dentro de ellos, pueda también volverse vida.» --------Porque sabemos que el Dios infinito siempre se está donando y porque sabemos que nosotros también tenemos muchos dones para compartir, pidamos al Señor que nos dé un corazón generoso, un corazón grande que esté siempre más dispuesto a dar que a recibir, que sea capaz de encontrar el bien, a pesar del mal existente, un corazón que sepa vencer al mal con la abundancia del bien. Decía Waldo Emerson: “La alegría cuando más se da y más se gasta, más queda”, y por ello podemos rotundamente afirmar que no es rico el que más tiene, sino el que más da. Y nosotros, ¿estamos más esperanzados en recibir o en dar?

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Nuestra devoción

Fiesta de san Judas Tadeo

Irving Santiago Patraca, Cmf

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ada día 28 de mes celebramos con alegría a san Judas Tadeo, pero en especial en este mes de octubre nos reunimos con fe, esperanza y alegría, junto con muchos de nuestros familiares y amigos para compartir este momento. Es muy importante recordar que nuestra devoción a san Judas Tadeo, debe llevarnos a vivir con fidelidad nuestro compromiso como seguidores de Cristo. Desde el año 2005 la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) reunida en Aparecida, Brasil, nos dice que todos los bautizados somos discípulos y misioneros de Jesucristo. Nuestro Maestro nos demostró siempre el amor tan grande que nos tiene el Padre, quien nos acompaña día a día en nuestro trabajo, en la escuela, en la familia, en nuestras alegrías y tristezas. También el mismo Jesucristo nuestro Señor nos prometió enviarnos ese Espíritu de Amor y Verdad que nos anima a continuar nuestra vida con alegría. Nuestra fiesta y devoción a san Judas Tadeo, y a todos los santos, 16

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tienen el sentido de proponernos un camino de conversión y maduración de nuestra fe; es decir de compromiso con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos.

Elementos de la imagen de san Judas Tadeo

La flama o lengua de fuego. Representa el don del Espíritu Santo, Espíritu de la Verdad, para que, ante las dificultades de su ministerio pudieran hablar, recordando todas las enseñanzas de su Maestro. Ese Espíritu también les defendería de las injurias y acusaciones falsas. El medallón con la imagen de Jesucristo. Representa el amor tan grande que san Judas Tadeo tenía a su Maestro, Jesús. Por ese amor anunciaba y predicaba todas las cosas que vivió junto con él. El báculo o bastón. Nos hace pensar en el instrumento que muchos misioneros llevan para ir caminando por tierras lejanas para anunciar la Buena Nueva, lo podemos ver en muchos apóstoles y santos. También puede recordarnos el instrumento que utilizan los pastores para apacentar al rebaño. Por otra parte, también se piensa

que el mismo báculo fue uno de los instrumentos del martirio. Hacha. En algunas imágenes del apóstol podemos encontrarlo con un hacha en la mano. Es otro instrumento que se asocia con su martirio. El pergamino en la mano. Simboliza, al igual que el medallón, la presencia de Cristo en sus vidas, esta vez a través del anuncio de la Buena Nueva, el Evangelio. La escuadra. Nos recuerda el oficio que san Judas y el Maestro tenían antes de iniciar el camino de evangelización que fue el de carpintero. La palma en la mano. En muchos santos que la portan es el símbolo del martirio. . Colores. Tradicionalmente vemos en las imágenes de san Judas el verde y el blanco. Con el verde simbolizamos la esperanza en Dios y con el blanco la pureza de aquellos hombres que comunicaban la vida de Cristo con toda sinceridad. En ocasiones encontraremos el color rojo que nos recuerda el martirio. Hay muchas confusiones que se han propagado por la falta de conocimiento de estos elementos; por ejemplo se dice que si la imagen tiene el báculo de un lado es el bueno y si lo tiene en el otro es el malo. Siempre hay que recordar que “Tadeo” no puede ser malo, su nombre significa el bondadoso, el que amo a su Maestro y que renunció a una vida para seguir a Jesucristo. Por todo esto, cuando veas una imagen de san Judas Tadeo piensa siempre en Dios, quien en este caso se hace presente a través de este apóstol fiel, a quien reconocemos como intercesor de los casos imposibles y desesperados.


Grandes personajes de la historia

MOISÉS

M

Ernesto Bañuelos C.

oisés fue no sólo un líder de su pueblo, sino también legislador y ejecutor de grandes promesas que permitieron la liberación de un pueblo al que condujo durante 40 años hasta la llegada frente al destino prometido. En la historia que leemos en el Éxodo es posible descubrir su carácter firme, noble y fuerte, así como la profundidad de sus convicciones religiosas. Rescatado o salvado de las aguas, fue educado en la sabiduría de los egipcios. Ya en su vigorosa juventud es firme en su simpatía por sus her-

manos hebreos y mata a un egipcio que vio que maltrataba a uno de ellos. Sin duda que así manifestaba su pasión por la justicia, aun cuando entonces quiso hacerla por sus propios medios. A la vez, expresa su temor de afrontar las consecuencias de su vida en peligro y huye a Madián (región de Arabia) en donde se casa con Séfora. Cuando pastoreaba los rebaños de su suegro en la región montañosa del monte Sinaí conoce su vocación y misión y las acepta, no sin antes resistirse como la mayoría de nosotros, objetando tartamudez y el temor de no ser creído por el faraón. Una vez superados

sus temores, inicia sus gestiones junto con su hermano Aarón. Como todo tirano, el faraón siempre dice que sí a los requerimientos de Moisés, pero no dice cuándo; promete pero no cumple, y es que valora el trabajo de los hebreos para sus obras públicas. La crisis llega con la última plaga: los hebreos celebran la primera Pascua con la cintura ceñida, las sandalias puestas y un bastón en sus manos, listos para la fuga. Entonces se cumple la amenaza en que mueren los primogénitos del hombre y de la bestia; sólo de esta manera el faraón ruega a los hebreos que se vayan. Empieza la peregrinación de Moisés a la cabeza de todo un pueblo por el desierto durante 40 años. La fe de Moisés se va enriqueciendo a medida que avanza: pueden atravesar el Mar Rojo que luego será sepultura para los egipcios; consiguen agua en el monte Horeb; cada día reciben el maná y las codornices para alimentarse. Ya en el Sinaí, Moisés promulga los Diez Mandamientos que Dios le había revelado y que constituyen a Israel en una nación teocrática. En esa situación se revela el liderazgo de Moisés frente a la rebelión de los descontentos. Es indudable que el Decálogo continúa siendo la ley suprema del cristianismo. En un brevísimo análisis de estas leyes se aprecia que responden a exigencias de la naturaleza humana y que su cumplimiento permitiría una perfecta convivencia y la seguridad de la sociedad; por esta razón su respeto se exige de alguna manera en toda civilización. Moisés fue enterrado en el valle de Moab, pero nadie conoce su sepulcro. Este patriarca es un prototipo hebreo de santidad tal que Cristo Nuestro Señor quiso que fuera uno de los personajes que se manifestara en la Transfiguración. ebanuelosc@gmail.com Presencia Apostólica

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Reseña

En la encíclica LAUDATO SI’ el papa Francisco nos habla SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

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l título del documento hace alusión a las palabras que cantaba san Francisco de Asís: «Laudato si’, mi Signore» que quiere decir: «Alabado seas, mi Señor». El Papa nos hace notar que, en su cántico, san Francisco habla de la tierra como una hermana y madre nuestra, y nos dice: “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y domina18

Presencia Apostólica

dores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.”

Aportaciones al tema ecológico En su encíclica, el papa Francisco revisa las aportaciones de los Papas que le precedieron, comenzando por el santo Papa Juan XXIII, continuando con el beato Papa Pablo VI y con san Juan Pablo II, quién se ocupó del tema del cuidado del mundo con un interés creciente, llamando a una conversión ecológica global. Por último, hace alusión a su predecesor el papa Benedicto XVI, quien “nos propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable”.


Reseña

El papa Francisco reconoce que también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas han desarrollado valiosas reflexiones sobre el tema ecológico, como es el caso del Patriarca Ecuménico Bartolomé, quien ha llamado la atención sobre las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales, e invita a encontrar soluciones técnicas y humanas para resolverlos.

Inspiración franciscana

En su encíclica, el papa Francisco recurre al modelo del santo de Asís por quien lleva su nombre. Nos recuerda que san Francisco manifestó una atención particular hacia la creación y dice: “En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.” El papa Francisco nos dice que el testimonio de Francisco de Asís nos enseña que una ecología integral requiere que nos conectemos con la esencia de lo humano y que concibamos a todas las criaturas como hermanas, por quienes sentimos cariño y a quienes cuidamos. El Papa reflexiona en que “la pobreza y la austeridad de san Francisco no eran un ascetismo meramente exterior, sino algo más radical: una renuncia a convertir la realidad en mero objeto de uso y de dominio” y retoma la propuesta de san Francisco de “reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad”.

El llamado del Papa

Ante el “desafío urgente de proteger nuestra casa común” el Papa llama a la unión de “toda la fami-

lia humana” en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, e invita a sostener un nuevo diálogo en la búsqueda de soluciones concretas a la crisis ambiental. En su encíclica, el papa Francisco recorre distintos aspectos de la actual crisis ecológica, teniendo siempre en cuenta la relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, así como la convicción de que todo está conectado en el mundo. Asimismo, señala la gran responsabilidad de la política en el tema, critica la cultura del descarte y propone un nuevo estilo de vida.

En el capítulo primero, LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA, la encíclica revisa temas como la contaminación y el cambio climático, la cuestión del agua y la desigualdad. El capítulo segundo, EL EVANGELIO DE LA CREACIÓN, se refiere a las convicciones creyentes, entablando un diálogo productivo entre ciencia y religión. En el capítulo tercero, RAÍZ HUMANA DE LA CRISIS ECOLÓGICA, el Papa reflexiona sobre

el paradigma tecnocrático dominante y en el papel del ser humano y su acción en el mundo. El capítulo cuarto, UNA ECOLOGÍA INTEGRAL, propone que nos detengamos a pensar en los distintos aspectos de una ecología integral que incorpore las dimensiones humanas y sociales. En el capítulo quinto, ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTACÓN Y ACCIÓN, a partir del análisis realizado, el papa Francisco propone caminos para salir de la “espiral de autodestrucción”. En el capítulo sexto, EDUCACIÓN Y ESPIRITUALIDAD ECOLÓGICA, el Papa apela a la conciencia de un origen común, una pertenencia mutua y un futuro compartido para toda la humanidad; destacándose así “un gran desafío cultural, espiritual y educativo que supondrá largos procesos de regeneración”. En este último capítulo se habla de una “conversión ecológica”, evocando el ejemplo de los obispos australianos que la expresaron en términos de “reconciliación con la creación” proponiendo reconocer las ofensas a la Creación de Dios y experimentar una conversión; es decir, un “cambio del corazón”. Finalmente, el Papa nos habla de la Trinidad y la relación entre las criaturas, y de María, Reina de todo lo creado, a quien podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios. Esperamos que esta breve reseña despierte el interés de nuestros lectores para leer el texto completo de la encíclica que en esta ocasión el Papa ha dirigido a todas las personas del mundo incluidas las no católicas. Presencia Apostólica

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La

Palabra septiembre-octubre

domingo Mc 7,31-37

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(…) Salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: “¡Effetá!” (que quiere decir “¡Ábrete!”). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: “¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.” Esta lectura nos recuerda que el contacto con Jesús puede abrir nuestros sentidos y facultades para que seamos capaces de percibir y proclamar la verdad. Además del significado de la curación de los sordos y los mudos, podemos reflexionar sobre qué se puede abrir en nosotros para mejorar nuestra capacidad de amar y de comunicarnos con los otros. Podemos abrir nuestros oídos, podemos abrir el corazón, podemos abrirle las puer20

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tas a alguien, etc. Cuando dejamos que nuestra manera de pensar cambie para mejorar, decimos que “abrimos nuestra mente”. Cuando abrimos permitimos que lo bueno entre y salga, lo que nos permite recibir y compartir. También se dice que nos abrimos cuando consideramos seriamente la forma de pensar y sentir del otro. ¿Estamos dispuestos a escuchar a los que tienen algo que decirnos? ¿Sabemos expresar las cosas importantes que tenemos que decir a otros?

Septiembre domingo Mc 8,27-35

Ilustración: Cerezo Barredo • www.servicioskoinonia.org

Septiembre

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(…) Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: “¿Quién dice la gente que soy yo?” Ellos le contestaron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas.” Entonces él les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Pedro le respondió: “Tú eres el Mesías.” Y él les ordenó que no se lo dijeran a nadie. Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día.


De la Palabra a la acción

En este evangelio de san Marcos Jesús pregunta a sus discípulos y a nosotros “¿Quién dice la gente que soy yo?” De nuestra respuesta a esta pregunta dependerá nuestra manera de vivir el cristianismo. Para que nuestra respuesta sea auténtica, debe ser fiel al Evangelio; de otra manera, corremos el riesgo de que nuestra respuesta refleje otros intereses. La lectura nos enseña algo difícil de aceptar sobre el mesianismo de Jesús: Él no ofrece éxito y poder, sino que nos pide que entreguemos la vida por los demás, como él lo hizo, aunque esto implique pasar por el fracaso y el sufrimiento. Negarse a sí mismo quiere decir renunciar a algo para seguir a Jesús; liberarnos de nuestro ego y de nuestros deseos de poder. Ir más allá de nosotros mismos, de nuestros miedos, deseos e intereses, para ser capaces de ver las cosas como dice el evangelio “según Dios”.

Septiembre domingo Mc 9,30-37

el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado.” Esta lectura nos muestra la dificultad de los discípulos para entender el mensaje de Jesús. Ante las palabras difíciles de comprender de Jesús, los discípulos ponen su atención en discutir quién de ellos sería el más importante… ¿En que se parecen estos hombres a nosotros? Jesús nos enseña que el “más importante” es el que es capaz de servir a todos y, especialmente, el que tiene la capacidad de recibir, apoyar y atender al más débil y al más necesitado. Con el ejemplo de los niños, Jesús nos enseña a abrir la puerta y a dar la bienvenida a quien necesita amor y protección.

Ilustración: Cerezo Barredo • www.servicioskoinonia.org

Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: “¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres.” Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.”

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(…) Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará.” Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?” Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.” Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y

Septiembre

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domingo Mc 9,38-43.45.47-48

(…) Juan le dijo a Jesús: “Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos.” Pero Jesús le respondió: “No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea Presencia Apostólica

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De la Palabra a la acción

A veces, las palabras de Jesús nos desconciertan, como en el caso de esta lectura. A nadie le gusta oír hablar de arrancar o cortar partes de nuestro cuerpo. Jesús utiliza este recurso del lenguaje para hacernos entender algo. Nuestros defectos, vicios y viejos resentimientos llegan a formar parte de nosotros a tal grado que parecen partes de nuestro cuerpo; estamos apegados a ellos. Nos provoca resistencia pensar en arrancar de nosotros un viejo resentimiento, un vicio o un defecto. ¿Acaso no hablamos, a veces, de nuestros miedos como si fueran algo muy valioso y digno de ser conservado? A veces hablamos de defectos, como la ira, como si fueran una cualidad. Pensemos en expresiones como “si me buscan, me encuentran”. O llegamos a considerar un vicio como una parte atractiva de nuestra personalidad. Deshacernos de nuestros defectos, errores y vicios nos parece, en cierto sentido difícil como una amputación. Las palabras de Jesús nos sacuden y nos hacen ver la necesidad de arrancar de nosotros todo lo que nos estorba para ser per22

Presencia Apostólica

sonas plenas y felices; todo lo que amenaza nuestra salud espiritual; lo que finalmente nos impide entrar al Reino de Dios.

Octubre domingo Mc 10,2-16

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(…) Se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?” Él les respondió: “¿Qué les prescribió Moisés?” Ellos contestaron: “Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa.” Jesús les dijo: “Moisés prescribió esto debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por eso, lo que Dios unió que no lo separe el hombre.” Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: “Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.” Después de esto, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrara en él.” Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos. Ilustración: Cerezo Barredo • www.servicioskoinonia.org

capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.”

El tema del divorcio también era controversial en tiempos de Jesús y los fariseos se lo plantean con la in-


De la Palabra a la acción

Octubre

domingo Mc 10,17-30

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(…) Cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: “¿Maestro bueno, qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” Jesús le contestó: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre.” Entonces él le contestó: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven.” Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme.” Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: “¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: “Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.” Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: “Entonces, ¿quién puede salvarse?” Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: “Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible.” Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte.” Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna.”

En la escala de valores del mundo en que vivimos la riqueza material ocupa un lugar muy alto. Solemos ser más amables y respetuosos con las personas que la ostentan, olvidando que es más importante ser que tener. Jesús no dice que las riquezas sean malas, sino que es necesario compartirlas con los pobres. Todos sabemos que las riquezas materiales muchas veces están al servicio del egocentrismo de quien las posee. Si una persona acumula más y más riquezas, en lugar de usarlas para cuidar a los necesitados, es obvio que esas riquezas se convierten en estorbos que lo alejan del Reino de Dios. Ilustración: Cerezo Barredo • www.servicioskoinonia.org

tención de ponerlo en una situación comprometida o contradictoria. Pero Jesús llega al punto importante. Lo relevante no es sólo la legalidad y los trámites; lo importante es la dureza del corazón humano. Si los corazones no se endurecieran, las relaciones funcionarían, y eso es algo que se dirige a todos nosotros, independientemente de nuestro estado civil. Además, con el ejemplo de los niños Jesús nos recuerda que estamos llamados a ser más transparentes y sencillos en nuestras relaciones con los demás.

Octubre

18

Domingo Mundial de las Misiones Mc 10,35-45 (…) Se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte.” Él les dijo: “¿Qué es lo que desean?” Le respondieron: “Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria.” Jesús les replicó: “No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que yo seré bautizado?” Le respondieron: “Sí podemos.” Y Jesús les dijo: “Ciertamente pasarán Presencia Apostólica

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la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado.” Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos.” Hoy se celebra el DOMUND o Domingo Mundial de las Misiones, en esta ocasión, en el contexto del Año de la Vida Consagrada. El mensaje del papa Francisco para esta jornada nos recuerda que: “quién sigue a Cristo se convierte necesariamente en misionero, y sabe que Jesús «camina con él, habla con él, respira con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 266).” Nos explica que “la misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo” y nos incita con urgencia a “volver a proponer el ideal de la misión en su centro: Jesucristo, y en su exigencia: la donación total de sí mismo a la proclamación del Evangelio.” En su mensaje, el Papa nos recuerda que la pasión del misionero es el Evangelio, cuyos principales destinatarios son los pobres. En la lectura del Evangelio de San Marcos vemos a Santiago y a Juan pidiendo a Jesús lugares honorables, poder y prestigio, y vemos también que pacientemente, Jesús corrige el punto de vista de sus discípulos y les enseña nuevamente que el camino es el del servicio y la humildad. Al final de la lectura, Jesús resume su misión diciendo que no ha venido a que le sirvan, sino a servir y a dar la vida por todos. 24

Presencia Apostólica

El mundo necesita líderes que sepan servir con humildad.

Octubre

Domingo Mc 10,46-52

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(…) Al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar: “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!” Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!” Jesús se detuvo entonces y dijo: “Llámenlo.” Y llamaron al ciego, diciéndole: “¡Ánimo! Levántate porque él te llama.” El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?” El ciego le contestó: “Maestro, que pueda ver.” Jesús le dijo: “Vete; tu fe te ha salvado.” Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino. En esta lectura vemos como Bartimeo es transformado por su fe. En medio del ruido de la multitud y a pesar de que muchos intentaban hacerlo callar, él grita cada vez más fuerte, hasta que el Maestro lo escucha y lo llama. Jesús siempre escucha la voz de quien le pide con fe. A diferencia de quienes piden poder y privilegios, Bartimeo pide a Jesús: “Maestro, que pueda ver” y el Señor se lo concede enseguida. Pidamos lo mismo, pues también nuestra capacidad de ver puede ser transformada. ¡Señor, danos visión para ver y apreciar la vida en todo su esplendor, y también para ver con mayor claridad lo que es justo y lo que no lo es!

* Cuando no se reproduce el texto de la lectura (por razones de espacio), se invita a leerloen la cita bíblica.




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