Acuerdo de paz, o ¿Claudicación de una de las formas de lucha? Por J. Manuel Arango C. Jun 23/16.- La des conceptualización de una sola palabra y tan corta para escribir como es la “paz”, conlleva a que por desconocimiento de causa se esté celebrando la “emancipación” que no se ha dado ni se dará muy a la vuelta de la esquina, por lo menos en mi querido país Colombia.
Ya se habla y tenemos que escuchar el estrepitoso sonar de voladores surcando los aires enardecidos de violencia paraestatal, ante el “júbilo inmarcesible” de lo que acaba de acontecer con la firma de los acuerdos entre gobierno y uno de los sectores de la sociedad colombiana como es la insurgencia de las FARC-ep; que no alcanzo a comprender celebrando qué? Si la Paz o la claudicación de una de las tan objeto de apología revolucionaria por la mayoría de aquellos estamentos de la sociedad vulnerada, vilipendiada, aculturizada, criminalizada y tantas cosas mas por parte del régimen y el gran capital, como es la lucha armada parte sino la única, pero si una en la lucha de clases. Recuerdo como si hubiera sido ayer, aquel mes de mayo del año 1.964 –algo así como el 27cuando un comando militar dirigido por el General de la República José Joaquín Matayana incursionaba y atacaba de manera feroz con superioridad en hombres y armamento con el objetivo de exterminar a 48 humildes campesinos marquetalianos liderados por Manuel Marulanda Vélez; armados con escopetas de fistol según me cuentan los lugareños al pasar de los años en el Departamento de Caldas República de Colombia y por el “delito de forajidos terroristas” al reclamar para los campesinos que trabajan y producen la tierra; acceso a la propiedad de las mismas; créditos oportunos y a bajos intereses; condonación de las