Contracorriente #38

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Debates

Internacional

Acerca de los ataques de neo-estalinistas y neo-reformistas contra el trotskismo

Algunas notas para el debate sobre Siria y el marxismo

Orden de detención a cuatro torturadores

Los torturadores de Franco

p o r l a re c o n s t r u c c i ó n d e l a c u a r t a i n t e r n a c i o n a l / ó r g a n o d e Número 38 // Octubre - Noviembre 2013

www.clasecontraclase.org // clasecontraclase@hotmail.com

Precio 1 € // Apoyo 1,50 €

Ellos sostienen el gobierno y el Régimen de los recortes

VIII Conferencia de la Fracción Trotskista Cuarta Internacional

yJoan Rosell (CEOE), Ignacio Fernández Toxo (CCOO), Mariano Rajoy (PP) y Candido Mendéz (UGT)

Se lanzó el Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista - IV Internacional

Ellos lo enfrentan Docentes, estudiantes y asociaciones de padres en huelga indefinida en Baleares, trabajadores de la sanidad, trabajadoras de la limpieza de Zgz., etc.

Apuntes para un debate estratégico:

La burguesía catalana y la cuestión nacional

2003- 2013:

¿Qué reagrupamiento de la izquierda necesitamos?

¿Aliados u obstáculos para conquistar el derecho de autodeterminación?

A diez años de Pan y Rosas

Cultura

Crítica de cine: “Espíritu del 45” de Ken Loach


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EDITORIAL

SUMARIO Editorial •- Por la coordinación de todas las

luchas en curso para acabar con la pasivización impuesta por Toxo y Méndez - pág. 2

Coordinar todas las luchas en curso para acabar con la pasivización impuesta por Toxo y Méndez

Estado español •- La burguesía catalana y la cuestión nacional - pág. 4

•- Los torturadores de Franco - pág. 6

Mov. Obrero •- La situación del movimiento obrero - pág. 7

•- La gran huelga de los maestros de Baleares - pág. 10

Mujer •- A diez años de la fundación de Pan y Rosas - pág. 11

Debate •- ¿Qué reagrupamiento de la

izquierda necesitamos? - pág. 13

•- Acerca de los ataques de neoestalinistas y neo-reformistas contra el trotskismo - pág. 16

Teoría e Historia •- A propósito del Día Nacional de España - pág. 20

Cultura •- Crítica de cine: “Espíritu del 45” de Ken Loach - pág. 22

Internacional •- Se lanzó el Movimiento por una

Internacional de la Revolución Socialista - IV Internacional – pág. 23

•- Algunas notas para el debate

sobre Siria y el marxismo - pág. 26

•- Entrevista: la lucha del magisterio y de los estudiantes mexicanos pág. 29

Contraportada •- Argentina: Elecciones 2013

Las elecciones, la división del peronismo y los desafíos de la izquierda

Número 38 // Oct - Nov 2013

Una ofensiva que no cesa El retorno del curso político este mes de septiembre ha venido con nuevos nubarrones en el horizonte para los trabajadores y sectores populares. El trasfondo de aguda crisis económica sigue siendo una constante. Las estimaciones del Gobierno, anunciadas a bombo y platillo, no pueden sino incrementar la indignación social. Se felicitan por los 32 parados menos del mes de agosto, y casi brindan con champán para anunciar sus previsiones de un crecimiento del 0,7% para 2014 que se traducirá en que seguiremos sufriendo -en el mejor de los casos- una tasa de desempleo oficial del 25,9%. Pero esto no es suficiente para el Gobierno. Sigue aplicándose a fondo para llevar adelante la mejora de la competitividad de la economía española a costa de los trabajadores. El Banco de España reconocía recientemente que la Reforma Laboral ha facilitado una caída salarial del 0,6%. Una situación que es mucho más grave en algunos sectores y empresas, donde por medio de la caída de convenios o la renovación a la baja de los mismos, hay reducciones del 10, 20 o 30%, además de la pérdida de otras conquistas en vacaciones, derechos... Pero todavía no es suficiente, ni para la CEOE, ni para el Gobierno, tampoco para el FMI que clama nuevas contra-reformas laborales. Y en ello está ya inmerso el Gobierno de Rajoy. Ya ha anunciado la rebaja de las pensiones, que va a costar entre 300 y 1000 euros al año a los pensionistas. También nuevos recortes en la

sanidad y el acceso a los medicamentos. Continúan los despidos en el sector público en pos de cumplir los objetivos de déficit, así como la nueva congelación salarial a los trabajadores públicos. También en el sector privado, con anuncios de despidos masivos en grupos como Panrico, cierre de empresas como Cacaolat o Tata, despidos de mineros como los que propone el cacique del carbón Vitorino Alonso... La ofensiva del Gobierno y la patronal no se detiene.

La burocracia sindical, principal sostén del Gobierno y el Régimen Este nivel de ataque está teniendo una respuesta de parte de la clase trabajadora que no ha dejado de crecer desde el 2011. En 2012 las huelgas aumentaron un 120%. En lo que lle-

vamos de 2013 esta tendencia no se ha detenido. Según los datos del Ministerio de Empleo hasta mayo el número de huelguistas se ha incrementado en un 38,3% y el de jornadas de huelga un 50,5%. Sin embargo este incremento no se está traduciendo en un fortalecimiento de conjunto de la capacidad de lucha de los trabajadores gracias al rol de las direcciones burocráticas de CCOO y UGT. No solamente por su negativa a coordinar las luchas en curso y optar por llevarlas a un aislamiento que facilita las derrotas. Sino también por haber prácticamente hecho desaparecer desde la última huelga general del 14N, las jornadas de movilización conjunta de toda la clase trabajadora en contra de las medidas del Gobierno, como fueron las dos exitosas huelgas generales de 2012.

Contracorriente: Nueva época

H

emos decidido darle a nuestra publicación un carácter más reflexivo, intentando pensar desde el marxismo los grandes debates que hacen a nuestra época. De esta forma, Contracorriente

contará con más profundos contenidos que intentarán dar las claves para entender y transformar de forma revolucionaria la realidad. Privilegiando por otro lado, tanto el seguimiento de los hechos más importantes así como la

información de última hora y nuestras actividades, con los medios de comunicación masivos con los cuales contamos, que difícilmente pueden ser superados en amplitud por una revista en papel. También nos proponemos

mejorar estos medios, para lo cual estamos preparando el lanzamiento de nuestra nueva pagina web: ww.clasecontraclase.org

Comité editorial


EDITORIAL

En el último año estos burócratas sacaron también de escena la lucha minera, dejaron pasar los miles de despidos en la banca, el plan de liquidación de grandes empresas como Iberia... Todo esto no sólo está allanado el camino al plan de deflacción interna que impulsa el Gobierno y la patronal como salida de la crisis a nuestra costa. También está suponiendo un salvavidas de oro para el Gobierno y el Régimen político, que a pesar de una crisis que no cesa de agravarse, no tienen que enfrentarse a un escenario de ascenso huelguístico y sobre todo irrupción del movimiento obrero como un agente político. El Régimen del 78 ha aprendido de la experiencia de su predecesor, la Dictadura franquista. A ésta fue el ascenso obrero del 76 la que le dio la puntilla, aunque después las direcciones obreras lograran canalizarlo detrás del acuerdo constitucional y los Pactos de la Moncloa. Hoy todos los agentes del Régimen, y la burocracia sindical se demuestra como uno más, trabajan para evitar un escenario así. Salvar, o apuntalar, el Régimen bien vale para ellos el dejar pasar la mayor ofensiva contra los trabajadores de las últimas décadas.

Y sin embargo, el Régimen se sigue hundiendo Sin embargo la “valiosa” labor de los Toxo y Méndez no puede frenar que el Régimen continúe haciendo aguas por sus propios méritos. Los saltos del escándalo Bárcenas han sido un terrible golpe para el Gobierno del PP y el descrédito de los principales partidos. El bipartidismo sigue bajando en las encuestas, junto con la valoración de todas las instituciones. De hecho el descalabre del PSOE es todo un problema para el Régimen, pues supone la ausencia de momento de una alternativa “de la casa” para un posible y necesario recambio en el futuro cercano. Este desprestigio incluye también a la Corona, que además afronta su peor momento con la salud del Rey en evidente declive. Pero sin duda la “patata caliente” sigue siendo la cuestión catalana. La Diada de 2013 mostró que el sentimiento independentista está cada vez más extendido y que se trata de un movimiento profundo, inserto en todo el territorio. Esto añade dificultades a que la labor de CiU, de ponerse al frente para descabezar el movimiento por el derecho a decidir, pueda imponerse de una forma tranquila. Una crisis del Régimen del 78 que suscita movilizaciones en todo el Estado, no solo contra la corrupción, sino direc-

tamente contra la cúspide de la pirámide, la Corona. Toda esta delicada situación política marca límites a la política de contención de la burocracia sindical. De hecho en las últimas reuniones secretas con el Gobierno acordaron, con el beneplácito de la patronal, que la caída generalizada de convenios que estaba prevista para el 7 de julio se dosificara. En muchos casos la patronal aceptó mantenerlos -aunque en la mayor parte de casos a la baja- o prorrogarlos 6 meses más. Algo parecido a la declaración conjunta del Consejo Económico y Social en contra del nuevo pensionazo. Un organismo en el que está también la patronal, que no la critica por no ser la reforma que les gustaría, sino porque quizá consideran que es echar más gasolina al fuego. El acuerdo sobre la minería -alargando la supervivencia del sector, aunque no de todos los empleos, hasta 2018- se enmarca en estos intentos de desactivar posibles picos en la conflictividad obrera. Esta por verse si la política de la burocracia sindical puede sostenerse por mucho tiempo si el Gobierno continua con su agenda, o si debe pasar a un rol de mayor oposición en la calle para no verse demasiado cuestionado o incluso rebasada por los trabajadores.

Una relativa pasivización social muy frágil La retirada de la escena política de la clase trabajadora en lo que llevamos de 2013 ha tenido un efecto en el resto de sectores populares y juveniles que venían movilizándose desde el 15M. En el movimiento estudiantil además se está sufriendo las consecuencias de las brutales subidas de tasas que por un lado han dejado fuera a miles de estudiantes y por otro hacen que permee el temor a “perder la beca” o “el curso” después de haber desembolsado cantidades astronómicas. Todo ello ha hecho que este año haya habido un cierto retroceso de la movilización callejera, e incluso que en algunos jóvenes y activistas haya cierta frustración. Sin embargo no podemos confundir esta coyuntura con la situación de fondo. El malestar y la indignación siguen creciendo, y aunque aisladas, no paran de surgir nuevas luchas. Algunas de ellas muy contundentes, como la huelga de docentes de las Islas Baleares de tres semanas, que retoman incluso tradiciones fundamentales como la de la caja de resistencia y sacó a la calle a más de 100.000 personas en su apoyo. La mayor movilización hasta la fecha contra la Ley Wert , los recortes y la ofensiva de “españolizar” a los alumnos de las

nacionalidades. Un huelgón que podría servir de impulso para la huelga estatal de enseñanza convocada para el 24 de octubre, y las tres jornadas de huelga estudiantil del 22, 23 y 24. Otros trabajadores también están en pie de guerra. Es el caso de los de la limpieza viaria de Madrid que van a enfrentar 1.300 despidos, o en Zaragoza los autobuseros con paros indefinidos contra despidos o los obreros de Tata-Hispano Carrocera contra el cierre de la planta, que además expresan tendencias a la coordinación de sus luchas, como la reciente manifestación conjunta de ambas empresas por las calles de la ciudad. También hay otras grandes movilizacione de carácter democrático como la misma Diada, que nuevamente sacó a la calle a 1,6 millones de personas según los convocantes. Para que estas luchas puedan convertirse en puntas de lanza que cambien la dinámica general, es necesario empezar con el parcelamiento y aislamiento que impone la burocracia sindical. En esta tarea la izquierda sindical, los sectores anti-burocráticos que haya en CCOO y UGT, el movimiento estudiantil y la izquierda política podemos jugar un rol clave. Tomando en nuestras manos la solidaridad con los conflictos en curso, como por ejemplo ahora el de los docentes de Baleares, promoviendo la coordinación de todas estas luchas, la elaboración de plataformas reivindicativas comunes y organismos de auto-organización en las que se hagan presentes todas ellas. Una forma de imponer en la práctica una política opuesta por el vértice a Toxo y Méndez, y en esa dirección poder conseguir recuperar los grandes sindicatos para impulsar la lucha obrera y que los trabajadores sean un agente clave de la agenda política.

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Para ello esta pelea porque los trabajadores salgan a la escena no la podemos pensar solo en el terreno de la lucha económica. En mitad de la actual crisis política hay que pelear contra todo conservadurismo, y por que el movimiento obrero tome las reivindicaciones que son clamor en la calle, como la lucha contra esta democracia corrupta o por los derechos democráticos de las nacionalidades. El Gobierno y e Régimen del 78 son los que nos están haciendo pagar la crisis, y también los que siguen protegiendo a los corruptos -sean banqueros, políticos o miembros de la Familia Real- , los que mantienen la opresión nacional para las nacionalidades.... Es necesario que la izquierda política y sindical logremos acabar con esta coyuntura de relativa pasividad, y lo hagamos en la perspectiva de lograr abrir un proceso de fuertes movilizaciones de todos los sectores populares con la clase trabajadora a la cabeza. Por imponer mediante la movilización, las huelgas y otras acciones de lucha que se pueda abrir un proceso constituyente revolucionario sobre las ruinas del actual Régimen político. Un proceso que tendrá que ser abierto por nosotros mismos, por un gobierno nuestro, de los trabajadores y el pueblo, que este fundado sobre los organismos que vayamos construyendo al calor de este combate. Esta será la única forma de frenar la ofensiva que estamos sufriendo y de poder resolver las demandas democráticas que desde el 15M se están planteando en múltiples manifestaciones.


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ESTADO ESPAÑOL

La burguesía catalana y la cuestión nacional

¿Aliados u obstáculos para conquistar el derecho de autodeterminación? Por SANTIAGO LUPE Como ya pasara en 2012, la Diada de 2013 va a pasar a la historia como otra jornada histórica de movilización en favor de la independencia de Catalunya. Más de un millón y medio de personas, según las cifras de la Assemblea Nacional Catalana, colmaron el recorrido de la Vía Catalana, la cadena humana que recorrió de Norte a Sur Cataluña y los primeros kilómetros de El Rosellón y el Pais Valencià. Ya es un hecho que la inmensa mayoría del pueblo catalán está a favor del derecho a la autodeterminación o derecho a decidir. Todas las encuestas le dan entre un 70% y un 80% de apoyos. Y jornadas como la Diada muestran que las aspiraciones a la independencia están cada vez más extendidas en amplios sectores populares. Una situación que ubica el horizonte de la secesión de Catalunya como una hipótesis mucho más plausible para muchos. En general se piensa como algo que se podría conseguir de una forma gradual y pacífica, mediante movilizaciones ciudadanas y procesos electorales. Sin embargo son varios y muy importantes los escollos por delante que impiden que los catalanes puedan decidir libremente su futuro. Después de dos históricas movilizaciones como las dos últimas Diadas cabe preguntarse ¿y ahora qué?

Convergencia empieza a enseñar sus cartas El primer gran obstáculo no merece presentación, ya que es evidente. Todas las instituciones y partidos del Régimen español, se ubican en la trinchera de enfrente. Mantienen una oposición firme no solo a la independencia, sino a cualquier forma de expresión de la voluntad democrática del pueblo catalán sobre su relación con el resto del Estado. Son ellos los que mutilaron el Estatut en las Cortes y en el Tribunal Constitucional, quienes han declarado fuera de la legalidad hasta la declaración en favor del derecho a decidir del Parlament, quienes todos los días señalan que la línea roja de la soberanía nacional única no se podrá traspasar...

Es así tanto para el PP, como para el PSOE e incluso IU, que condicionan todo paso en favor de la autodeterminación al respeto de la legalidad. Es decir respetando el marco fijado por la Constitución de 1978, la misma que niega el derecho de autodeterminación y confía la unidad nacional española a la Corona y las Fuerzas Armadas. Por si fuera poco, las declaraciones de la Comisión Europea amenazando con la expulsión de la UE a una Catalunya independiente han tirado un capote al Gobierno de Rajoy. ¿Cómo superar este obstáculo de primer orden? Hasta el momento la idea que viene siendo hegemónica en el movimiento es la “unidad nacional catalana”. Todos contra el centralismo español. Y aquí entran también los representantes políticos de la burguesía catalana, o una parte significativa de ellos. Pero no en cualquier puesto, sino a la cabeza, como capitanes del barco. Esta es la línea defendida abiertamente por la ANC y por supuesto también por partidos como ERC, CiU o ICV. Pero incluso desde la izquierda independentista, aglutinada en las CUP, se mantienen posiciones que van en esta dirección. Desde el cogobierno municipal con estos partidos, hasta la participación en la misma ANC u organismos institucionales del proceso nacional impulsado por Arthur Mas, como el Pacte Nacional per el Dret a Decidir. Ya estamos viendo como Convergencia empieza a vacilar y a buscar una salida negociada con el Estado central. Primero fueron las reuniones

secretas con Rajoy durante el verano. Después viendo la forma de posponer la consulta más allá del 2014. Y ahora, después de que en la Diada una de las reclamaciones más sentidas fue la de “2014, sí o sí”, viendo la forma de transformar la consulta en una suerte de encuesta con varias opciones (régimen actual, federal, confederal, independencia). Todo siempre “dentro de la legalidad” que marca el Régimen del 78. Su socio, Unió, va marcando más claramente distancias, apostando por una salida negociada que avance hacia un modelo confederal. Los últimos movimientos de Mas empiezan a sembrar dudas en algunos sectores, sobre todo de la izquierda independentista, sobre si Convergencia y ERC son los “capitanes” que necesita el proceso. Pero más allá de sus zig-zag constantes -no está descartado un nuevo giro soberanista de Convergencia en los próximos meses si las negociaciones con Rajoy y Montoro fracasan- cabe preguntarse si los representantes políticos de la burguesía catalana, o incluso sus hermanos menores de ERC, pueden llevar adelante una lucha consecuente por el derecho a la autodeterminación.

Revisitar el pasado de los partidos de la burguesía catalanista... El historial de la burguesía catalanista ilustra bastante bien cuál ha sido su verdadera posición frente a los derechos democráticos nacionales de Catalunya. Podemos remontarnos al

primer regionalismo de comienzos del Siglo XX, los Cambó y De la Riva que tan buenos negocios llegaron a realizar por medio de la colaboración con el Régimen de la Restauración borbónica, sobre todo en su última etapa de la Dictadura de Primo de Rivera. Cuando sus “negocios” podían ser puestos en peligro por el movimiento obrero y los sectores populares (durante el llamado trienio bolchevique de 1917-1920) buscaban refugio en las faldas de Alfonso XIII y dejaban para otro lado eso de las libertades catalanas. O sin irnos tan lejos, tenemos el papel de Jordi Pujol y los sectores democráticos de la burguesía catalana, como el padre de la Constitución Miquel Roca. Quienes encabezaron las reivindicaciones autonomistas para desviar la lucha por los derechos democráticos hacia el sistema autonómico actual. No obstante, la burguesía catalana y su principal coalición, CiU, fueron -junto al PSUC en el movimiento obrero- los verdaderos agentes de hacer pasar la Constitución del 78 y el modelo autonómico. Se relegó la pelea por el derecho de autodeterminación a cambio de una jugosa integración en el nuevo Régimen y las beneficiosas consecuencias de esto para la burguesía catalana, que ha hecho en estos 30 años magníficos negocios no solo en el Estado español sino también siendo parte de la expansión del imperialismo español de la mano del Rey. Cabe destacar como buena muestra de esta fructuosa unión las últimas palabras del máximo dirigente de Unió Democràtica de Catalunya en el programa de RAC1, donde definía los 23 años de mandat del President Jordi Pujol como los de mayor prosperidad económica y social en Catalunya desde 1714.

...y de la pequeña burguesía catalanista Pero quizá el ejemplo más clarividente sea el de la ERC en la década de 1930. Puesta en evidencia la actitud cipaya del regionalismo moderado de la Lliga, la ERC se convirtió en el principal partido nacionalista, con una composición esta vez más pequeñoburguesa. Su radicalismo nacionalista iba, sin embargo, a ser frenado por los mismos dirigentes que momentos antes lo estaban azuzando.


ESTADO ESPAÑOL

Dos escenas ejemplificaron esta actitud demagógica, en la que el agitar la bandera de los derechos nacionales catalanes era utilizado para ganarse el apoyo de las masas y tratar de negociar o defender una relación con el Estado central más autonomista. La primera es la proclamación de la “República catalana, en el marco de la República federal española” que realizaron Maciá y Compayns en la Plaza San Jaume el 14 de Abril de 1931. El Gobierno provisional de la II República nunca reconocerá esta primera declaración de una República catalana, y la ERC no moverá ni un dedo para lo contrario. La única manera de haberlo hecho era apelando a la movilización popular, pero tanto la ERC como la burguesía republicana -mucha de ella monárquica hasta hacía muy poco como Maura o el mismo Presidente Alcalá Zamora- trabajaron enérgicamente para la “vuelta a la normalidad” después de las manifestaciones del ‘14. Finalmente, los nuevos representantes del nacionalismo catalán se conformarán con el limitado Estatuto de 1932. La segunda escena se producirá en Octubre de 1934. En medio de la insurrección a la que llamaban varias organizaciones obreras en otras regiones del Estado, que tendrá su mayor expresión en la Comuna asturiana, Compayns decide ponerse él mismo al frente de este movimiento revolucionario en Catalunya. Trataba así de oponerse al Gobierno de las derechas, que venía atacando la limitada autonomía catalana de 1932. La ERC llegará a sacar a la calle cuerpos civiles armados, los escamots, además de unidades de los Mossos D´Escuadra. Sin embargo, y a pesar de que sectores de la clase trabajadora salieron a la calle para sumarse a la insurrección, finalmente Compayns se rendirá sin presentar la más mínima resistencia al Estado central.

Los lazos con el capitalismo español... ¿Por qué los partidos de la burguesía y pequeña burguesía catalanista vacilaron entre posiciones abiertamente cipayas y otras sencillamente cobardes? ¿Se debió al carácter de sus dirigentes? De ser así olvidémonos de que la ERC hoy, o mucho menos CiU, puedan mejorar la obra de Maciá y Compayns. Pues como personalidades políticas e históricas los Junqueras y los Mas son una caricatura de sus “predecesores”. Las razones son mucho más de fondo. En primer lugar, los representantes políticos más ligados a la alta burguesía catalana han mantenido históricamente una actitud de utilización demagógica de las banderas

catalanistas. Han estado siempre dispuestos a agitarla, incluso a apelar a movilizaciones controladas de masas que les respaldasen, pero siempre con el objetivo de ganar margen de autonomía respecto al Estado central. La ruptura con el Estado español aún no les resulta rentable, o cuanto menos es considerada como demasiado arriesgada para sus buenos negocios. No olvidemos los lazos de los industriales catalanes con las colonias de ultra-mar del Imperio español desaparecido en 1898, su participación en la empresa marroquí o su alianza con el Franquismo, que favoreció el fortalecimiento de Catalunya como uno de los motores de la industrialización de los ‘60. Esto no ha hecho más que profundizarse, sobre todo desde los 90, con la expansión imperialista del capitalismo español. Multinacionales catalanas como Aguas de Barcelona, Red Eléctrica de España o Gas Natural, por nombrar algunas de las más conocidas, han sido parte de la misma avanzada expoliadora sobre todo en países de América Latina, que las españolas como Endesa o Repsol. Como los Cambó y De la Riva de los 20, o los Pujol y Roca de los 70, sus herederos de CiU no apuntan a que se pueda ejercer efectivamente el derecho de autodeterminación. Porque no les salen las cuentas, y como desarrollamos más abajo, porque la vía para conquistarlo tampoco es de su agrado. Si bien han considerado que la mejor manera de controlar el potente movimiento popular es poniéndose ellos al frente. Pero justamente para ver si por medio del desgaste y el desvío se puede “reconducir” a una nueva negociación con el Estado central en la que a cambio de alguna nueva concesión (mejora de la autonomía, concierto financiero) poder enterrar unas décadas más la lucha por el derecho de autodeterminación. Las divergencias entre Convergencia y Unió expresan hasta dónde considera cada sector que se puede estirar la cuerda. Unió por el momento es el ala que más fielmente representa el sentir de Foment de Treball o el Círculo de Economía, los portavoces de las 400 grandes familias catalanas, nada partidarios de estrategias arriesgadas.

...y el miedo a las masas populares y la clase trabajadora Por otro lado, una formación como ERC, que hoy expresa mucho más a los sectores de la pequeña burguesía urbana y rural y a los pequeños patrones catalanistas, puede mantener un discurso más encendido e incluso pasar a una oposición frontal en clave

nacional en caso de que CiU termine realizando una traición abierta. Ahora bien, los límites de sus intenciones independentistas se los marca la cruda realidad de cuál es la única vía de conseguirlo. Hoy, como en 1931 o 1934, la burguesía española no está dispuesta ni siquiera a discutir sobre su dominación territorial. Imponer una consulta, y que pueda hacerse efectiva si su resultado fuera favorable a la secesión, no es posible sin un proceso de choque violento con el Estado español y sus instituciones, incluyendo las Fuerzas Armadas. No es posible por medio de un proceso pacífico y canalizado por la vía electoral, sino que será necesaria la movilización revolucionaria de las masas para derribar el Régimen del 78. Esto es lo que entendió perfectamente Compayns en Octubre de 1934. Si quería realmente que la República catalana fuera una realidad no le bastaba con su declaración y demostraciones simbólicas en las calles. Debía impulsar la insurrección que estaba en marcha. Y no lo podía hacer sin la movilización de la clase trabajadora, como estaba ya ocurriendo en Asturias, ligándola a la que debía producirse en el resto del Estado. Ahora bien, era perfectamente conocedor de que los trabajadores no se iban a detener en la defensa de la República catalana, sino que iban a querer ir por más. Querrían solucionar el problema del paro, de la carestía de la vida, de la vivienda, de la tierra... y hacerlo “a las bravas”, es decir sin respetar la sacrosanta propiedad privada de la burguesía catalana. En 1934 Compayns “le vio las orejas al lobo” y temió entonces lo que sucedería en julio de 1936 cuando la clase obrera de Barcelona se puso a la cabeza de la revolución española. Nada puede hacernos pensar que el Régimen del 78, heredero de la Dictadura de Franco, vaya a ser más “blandito” que la II República. Por lo tanto es totalmente utópico pensar que el derecho de autodeterminación pueda ser “otorgado” por la buena voluntad del PP y el PSOE por medio de una reforma constitucional, y menos aún por la Corona. Tendrá que ser arrancado por medio de la movilización revolucionaria de los sectores populares, con la clase trabajadora al frente. Además esta pelea no puede ser planteada sólo con las fuerzas obreras y populares catalanas, sino que será clave la unión en la lucha con la clase trabajadora y sectores populares del resto del Estado. Esta perspectiva en ningún caso puede compartirla un partido como ERC, de composición pequeño-burguesa y ligado por múltiples lazos a la burguesía catalana que tiene a CiU

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como su partido histórico. Por lo tanto, antes de recurrir a los únicos métodos capaces de hacer realidad las aspiraciones democráticas que se expresaron en la Diada, reeditarán (esta vez seguramente como farsa) las hazañas de Compayns en 1931 y 1934.

Construir una alternativa de clase y revolucionaria para los combates por venir Estos hechos del pasado, pero también los movimientos del presente, ilustran bastante contra la ilusión de que la conquista del derecho de autodeterminación puede ser un proceso pacífico y democrático, canalizado por la vía electoral. Esta visión es complementaria con que CiU y ERC sean considerados como necesarios “compañeros de viaje” incluso por sectores de la extrema izquierda y la izquierda independentista. No olvidemos que son estos dos partidos los responsables de los gravísimos ataques y recortes antisociales del Govern de Arthur Mas: los 1.300 millones de recorte en sanidad, el 12% menos de presupuesto para universidad, los 6.600 interinos que se prevén vayan a la calle en los últimos meses, etc. En contra de esta visión, los revolucionarios de Clase contra Clase creemos que es necesario prepararse para escenarios mucho menos armónicos. Donde será imprescindible una política de independencia de clase respecto a toda ala de la burguesía catalana y sus partidos, tanto sus “históricos” como los que aún siendo más bien su sombra, como la ERC, mantienen la misma estrategia incapaz de resolver los grandes problemas democráticos. Una alternativa que busque la movilización de la clase trabajadora en Catalunya y el resto del Estado en favor de los derechos democráticos de las nacionalidades, para que pueda arrastrar tras de sí a los sectores populares golpeados por la crisis y aquellos que encabezan las aspiraciones democráticas, como es el caso de los sectores más humildes de la pequeña burguesía catalana. Una alternativa que luche en la perspectiva de derribar el Régimen del 78, para que sobre sus ruinas podamos levantar un Gobierno de los trabajadores y el pueblo. Y para que los catalanes, vascos y gallegos puedan elegir libremente su relación con el resto de los trabajadores del Estado. Este proceso de lucha común es el único que puede garantizar el efectivo ejercicio del derecho de autodeterminación y que puede sentar las bases para construir una Federación de Repúblicas Socialistas de la Península Ibérica, la salida por la que peleamos desde el marxismo revolucionario.


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ESTADO ESPAÑOL

Orden de detención a cuatro torturadores del franquismo

Los torturadores de Franco Por LUCIA M. El pasado 18 de septiembre, la jueza argentina María Servini de Cubría, solicitó la orden internacional de detención de cuatro acusados de torturas durante los últimos años del régimen de Franco, la primera que se produce tras la dictadura. De momento, los dos imputados que aún siguen vivos, no serán detenidos hasta que se pronuncie la Audiencia Nacional. Debe ser ésta, a través del Fiscal General del Estado, quien debe comunicar a la Policía la orden de detención para la puesta en marcha de la extradición a Argentina, según ha comunicado el Ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardon. Pero la Fiscalía ya se ha posicionado y considera que las detenciones “no son necesarias, habida cuenta la antigüedad de los hechos”. Cómo vemos una institución reaccionaria que protege a sus lacayos, sabiendo que hay testimonios y pruebas que confirman las torturas cometidas por estos individuos. El régimen monárquico constitucional del 78, surgido de la Transición y heredero del régimen de Franco, no ha podido dar respuesta a las demandas democráticas elementales, como en este caso, el juicio y castigo a los torturadores de la Dictadura. En 1977, en plena Transición, se promulgó la Ley de Amnistía que absolvía a los funcionarios y agentes del orden público de los delitos cometidos, dando lugar a la eterna impunidad de la Dictadura. Los dirigentes de la oposición democrática -con el PCE y el PSOE a la cabeza- renunciaron a revisar el pasado y a exigir responsabilidades, para poder consolidar el nuevo sistema político naciente, con un Rey como Jefe del Estado y del Ejército y sin el reconocimiento del derecho de autodeterminación para las distintas nacionalidades. Además, está ley permitió a muchos de los torturadores, asesinos y sus cómplices, permanecer en activo durante los años venideros de la democracia. En octubre de 2007, se aprobó la ley de Memoria Histórica, que aunque decidió la retirada de los símbolos franquistas, la apertura de los archivos de la Dictadura -aún por llevarse adelante-, algunas subvenciones para la exhumación de las fosas comunes... no cues-

tionó ni una coma de la impunidad de la que gozan los ejecutores de los crímenes cometidos durante la Dictadura, que mataron o torturaron a activistas del movimiento obrero y de la izquierda. Ni siquiera se anularon las condenas dictadas por los jueces franquistas contra estos mismos militantes. Simplemente, fue una tímida concesión democrática para fortalecer el primer Gobierno Zapatero, llegado al poder en 2004 como recambio a un Gobierno Aznar que había enfrentado a las movilizaciones más masivas desde la Transición. Así mismo, pudimos ver en 2010 el procesamiento del Juez Baltasar Garzón por su intento de abrir un proceso judicial contra los crímenes del franquismo. Finalmente el Tribunal Supremo admitió a trámite una denuncia presentada por Manos Limpias y por Falange Española de las JONS, organizaciones de extrema derecha, que concluyó con la inhabilitación de Garzón. De nada le sirvieron al juez su historial de “ilustre servidor” de la democracia del 78, uno de los mayores represores contra la izquierda abertxale, ejecutor de la ilegalización de partidos políticos (Batasuna), el cierre de periódicos (Egin), sumarios farsa contra activistas políticos y un largo etc.…

Contra el Régimen del `78 y su aparto judicial y policial El régimen actual, desde el Rey, pasando por los principales partidos del parlamento, hasta instituciones tan reaccionarias como la Audiencia Nacional (el viejo TOP franquista) así como el Ejército y la Policía, no quieren que se cuestione la impunidad de los servidores de la Dictadura, porque hoy en día siguen cumpliendo un papel muy valioso en ésta “democracia para ricos”. Hay numerosos ejemplos en la Judicatura y las fuerzas represivas con personajes que, además de formar parte del sistema represor franquista, pertenecen a entidades relacionadas directamente con la extrema derecha y el catolicismo más rancio. Fue el caso del asesino de Yolanda, Emilio Hellín Moro, hasta 2012 colaborador del Ministerio del Interior. También hay numerosos casos en el mundo empresarial, en los medios de comunicación y en la Policía. Por ello no sorprende la gran cantidad de denuncias de torturas en cárceles y comisarías que además quedan totalmente impunes.

El Régimen del 78 no resolvió tareas democráticas elementales como el castigo a los asesinos y torturadores. Por ello es necesario la apertura de todos los archivos de la dictadura y puesta a disposición pública y por la creación de comisiones independientes de investigación con historiadores, familiares de desaparecidos y represaliados, organizaciones obreras… que juzguen a los asesinos y torturadores que permanecen vivos. Así cómo la expulsión de todos los jueces de la dictadura. Hay que luchar por la disolución de todos los cuerpos represivos. Los que ayer vestían de gris, hoy lo hacen de verde o azul, y son los mismos que reprimen a los luchadores, hostigan a la juventud, torturan en comisarías y juzgados… Por la disolución de la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, nidos de la vieja y la nueva casta judicial reaccionaria, que “por encima del bien y del mal”, ilegalizan partidos, cierran periódicos, absuelven banqueros y empresarios de fraudes mil millonarios, condenan a presos políticos, atacan los derechos nacionales… y sobre todo, defienden a los torturadores, asesinos y represores de la Dictadura (y algunos de ésta “democracia”). La Ley de Amnistía consagró la eterna impunidad total de la Dictadura y de sus crímenes a cambio de una amnistía parcial para quienes habían luchado contra el franquismo. Dentro de las fronteras de éste Régimen y del sistema capitalista es imposible que se puedan resolver todas aquellas cuestiones democráticas y de reconocimiento de los luchadores que se enfrentaron al Franquismo. Algunos de los mismos que se hacen llamar demócratas, ayer eran parte integrante del Gobierno de Franco, ese era por ejemplo el caso de Fraga. Con su muerte todo el Régimen salió a venerar su cuerpo, incluyendo a Santiago Carrillo, y era la mejor muestra de la continuidad del antiguo Régimen y el actual. Lo que tratan de evitar es que los trabajadores y la juventud recuperemos las mejores gestas y experiencias de nuestra clase. Tratan de equiparar los muertos de revolucionarios y contrarevolucionarios en la guerra civil española (como si ambos bandos hubiesen cometido “excesos”), tratan de mostrar a la Transición como modélica... a la vez de que tratan de que no recuperemos nuestra memoria revolucionaria...

tratan de que paguemos su crisis. Este programa democrático tiene que estar unido indisolublemente a la lucha contra la reaccionaria Constitución de 1978, la Monarquía y su Régimen y que los principales partidos defienden. Los trabajadores y sectores populares, en una lucha revolucionaria por imponer un Gobierno de los trabajadores y el pueblo, que son los únicos que pueden dar respuesta a estas importantes cuestiones democráticas irresueltas, así como a otros graves problemas como el paro, la vivienda, la miseria creciente… El Régimen reaccionario del 78 está poco a poco quitándose su careta y mostrando sus lazos de continuidad con la Dictadura.

¿Quiénes son los torturadores? El exguardia civil Jesús Muñecas Aguilar, condenado a 5 años por rebelión militar y expulsado del Ejército sin pérdida de grado por su participación en el golpe de Estado del 23-F. Fue el guardia que se dirigió a los diputados para anunciarles la llegada de una «autoridad militar, por supuesto» que nunca se produjo. El exescolta de Franco y de la Casa Real Celso Galván Abascal inspector de la siniestra Brigada Político-Social que fue absuelto del asesinato del estudiante Enrique Ruano en 1969. El excomisario José Ignacio Giralte González, también miembro de la Brigada Político-Social, fue comisario del Cuerpo Nacional de Policía y su nombre aparece en al menos cuatro querellas presentadas en Argentina asociado a torturas a miembros del movimiento estudiantil. El exinspector José Antonio González Pacheco, alías Billy El Niño que aparece hasta en 17 querellas del franquismo por delitos de torturas y fue citado a declarar en los procesos por el asesinato de los abogados de Atocha y en juicios relacionados con grupos paramilitares antiterroristas, así como condenado por malos tratos, pero se benefició de la ley de amnistía de 1977. En los testimonios de numerosas víctimas, se pone de manifiesto su carácter especialmente sádico y su crueldad.


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La situación del movimiento obrero

Por un método de lucha y un programa para que la crisis la paguen los capitalistas por SANTIAGO LUPE Y DIEGO LOTITO Zapatero quiso vendernos la moto de los brotes verdes, en un momento en el que todavía quedaba lo peor de la crisis por venir. Ahora Rajoy no es tan osadamente mentiroso, pero él y su Gobierno se agarran a algunos datos económicos para tratar de vendernos que estamos cerca de un cambio de tendencia, que lo peor de la crisis ya ha pasado... Una falacia tan mezquina como la de los brotes verdes, sobre todo porque las mismas previsiones del Gobierno y organismos como el FMI hablan de una larga década de desempleo masivo, deflación interna -pérdida de salario y empeoramiento de condiciones laborales- y desmantelamiento del Estado del bienestar. El Gobierno nos dice que se empieza a ver “la luz al final del túnel”. Para los grandes capitalistas tiene algo de verdad. Las grandes empresas del IBEX35 ganaron en el primer trimestre de 2013 un 9% más que el mismo periodo de 2012. Las exportaciones suben a un ritmo del 8% para esa misma mitad del año, y siguen al alza. Son algunos de los datos que pueden sembrar un poco de optimismo entre los grandes patronos y banqueros. Pero decimos solo un poco, porque el capitalismo español está muy

lejos todavía de resolver sus grandes problemas, como el sobre-endeudamiento público -94,2% del PIB para finales de año- y sobre todo el privado -145%- y la sequía crediticia -una bajada del 10% anual-. Sin embargo los trabajadores y sectores populares la única luz que vemos al final del túnel es la del tren del Gobierno y la patronal que viene a arrollarnos. El nivel de ataque sobre nosotros es histórico, y es lo que explica algunos de los datos “positivos” que ofrece el Gobierno. En otras palabras, tanto el peso de la crisis como el de los míseros destellos de recuperación de los que presume Montoro, están siendo descargados sobre nuestras espaldas.

La salida de la crisis de la patronal y el Gobierno: la deflación interna El fuerte hundimiento del llamado nuevo milagro español y la consecuente depresión del mercado interno hacen que la principal apuesta esté siendo la de mejorar la competitividad para aumentar el nivel exportador de las empresas españolas. La imposibilidad de llevar adelante una devaluación monetaria, y por esta vía carcomer el poder adquisitivo de los salarios, hace que directamente se apueste por una bajada absoluta de las rentas de los trabajadores, pensionistas y de algunos precios. Cuando Rajoy presume en Japón de

la industria española lo hace sobre todo de la caída del 7% de los costes laborales unitarios desde 2010; de que el consumo de las familias haya bajado otro 2% el último año; de que seamos los trabajadores más baratos de la zona euro junto a Portugal e Irlanda; de que la contratación temporal sigue subiendo (11%) frente a la caída de los contratos indefinidos (9%). Su labor en el Gobierno, y antes la de Zapatero, ha ayudado bastante. Hasta 2012 desde el inicio de la crisis un 53% de los convenios habían desaparecido, bajando en un 43% el número de trabajadores que estaban amparados por alguno. Además los 1.324 convenios bloqueados por la patronal para forzar su desaparición están llevando a que los 3,5 millones de trabajadores que dependen de los mismos estén en su mayoría pasando al Estatuto de los Trabajadores o viendo cómo se prorrogan o renuevan a la baja. Toda una ofensiva contra el salario, las condiciones y otras conquistas, que puede pasar por un lado, gracias a la labor de las direcciones sindicales que evitan plantear una lucha a la altura de las circunstancias, y por el otro al efecto que el desempleo de masas está teniendo para tirar todo a la baja. Una destrucción de empleo facilitada por el PSOE y el PP desde el Gobierno, abaratando cada vez más el despido y convirtiendo al Estado en el mayor destructor de empleos (375.000 desde 2011) de las últimas décadas. La burla de los 32 parados menos

de agosto o la “contabilidad creativa” de las estadísticas que dicen que hubo “menor destrucción de empleo de septiembre desde que empezó la crisis”, no pueden ocultar que hoy hay 500.000 trabajadores menos dados de alta en la Seguridad Social que hace un año.

Una burocracia sindical que es cómplice de este retroceso Muchos expertos a sueldo de la patronal reconocen que el “peligro” de la deflación interna es que puede generar un “profundo y prolongado malestar social”. De hecho es una opción con sus riesgos, no sólo para los patrones sino para el mismo Gobierno y el Régimen político que están en medio de un constante hundimiento. Sin embargo hasta ahora la política llevada adelante por las direcciones burocráticas de los grandes sindicatos está evitando que los trabajadores podamos ponerle freno a esta ofensiva, y mucho menos darle una salida obrera a la crisis capitalista y a la debacle de esta democracia para ricos. Las distintas luchas que salen a enfrentar esta ofensiva se encuentran con el gran obstáculo de la burocracia sindical. Ésta, por medio de las federaciones correspondientes y muchas veces de los mismos delegados en las empresas, mantienen las luchas aisladas unas de otras. Las llevan así al desgaste frente a una patronal en mejores condiciones para la pelea -tiene al Gobierno, los jueces y las


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leyes a su favor, sobre todo tras la última reforma laboral- y a la que sólo se podría doblar el brazo convirtiendo cada lucha en el eslabón de un potente movimiento de lucha de los trabajadores contra el Gobierno y por un programa que haga pagar la crisis a los capitalistas. Incluso en ocasiones la burocracia llama a huelgas duras, a veces indefinidas, pero sin preparar cuestiones tan básicas como el poner en marcha una caja de resistencia para soportar el desgaste económico que suponen la pérdida de salarios. Y ni por asomo se plantea incluir en las reivindicaciones de los conflictos el pago de los días de paro, única forma de que todos los trabajadores pudiéramos ejercer libremente nuestro derecho de huelga. Toda esta línea se ve además acentuada cuando se dejan pasar grandes batallas sin tratar de que se conviertan en victorias que puedan empezar a cambiar la relación de fuerzas entre los trabajadores y la patronal y el Gobierno. Nos referimos a los conflictos que por su dureza o magnitud podrían convertirse en punta de lanza para toda la clase obrera. Pasó con la huelga minera, aislada y conducida al desgaste para evitar el “contagio” de la combatividad de los mineros al resto de los trabajadores y a la juventud. Ha pasado con los despidos de miles en la banca, con el proyecto de liquidar Iberia, la sanidad madrileña o ahora con el huelgón de los profesores de Baleares. Luchas a las que se deja a su suerte, esperando que el aislamiento logré evitar que se transformen en victorias y se extiendan como ejemplo entre el conjunto de las trabajadoras y trabajadores de todo el Estado.

Ejemplos que muestran que es posible una alternativa de lucha a la política de la burocracia sindical Sin embargo también en muchas de las luchas en curso vemos elementos que muestran en pequeño que es posible pelear por una política distinta. Que muestran la potencialidad que mantiene la clase trabajadora para poder tumbar los planes de ajuste y los despidos. Una de ellas fue la de las trabajadoras de la limpieza de centros sanitarios en Aragón. Más de 40 días de huelga indefinida que terminaron evitando que su convenio cayera y pasaran al Estatuto de los Trabajadores, manteniendo las conquistas que habían logrado a lo largo de más de tres décadas de luchas. Estas mujeres se organizaron en asambleas donde discutían entre todas las medidas a tomar, las acciones a llevar a cabo, pero también desde donde se dirigía y controlaba todo el proceso negociador. Democracia obrera desde la base para evitar cualquier arreglo a espaldas de los

trabajadores. Además mostraron cómo un conflicto no puede ganarse peleando solas. Levantaron una potente caja de resistencia que les garantizaba un salario mensual de 700 euros, y para conseguirlo llevaron su conflicto a otras empresas como la OPEL, donde se colocaron en los cambios de turno para solicitar el apoyo y la solidaridad del resto de trabajadores de la ciudad. Así lograron que su lucha fuera sentida por miles de trabajadores como una lucha de todos, algo que se plasmaba en el amplio apoyo que les daban las encuestas y en las manifestaciones que se celebraron para acompañar su lucha. Recientemente la huelga de los profesores de Baleares contra el TIL, la Ley Wert y los recortes, también mostró en una lucha de una magnitud mucho mayor y con un impacto estatal, la potencialidad de estos métodos. Las asambleas realizadas durante el verano reunieron y organizaron a más de 5.000 profesores, y lograron romper con la política timorata de las direcciones sindicales, imponiéndoles la huelga indefinida desde el primer día de curso. La Caja de Resistencia llegó a reunir más de 350.000 € y se logró el masivo apoyo popular con las grandes manifestaciones que juntaron a más de 100.000 personas. A pesar de que la huelga ha sido levantada hace pocos días, los profesores baleares mostraron un gran ejemplo de voluntad de lucha y combatividad, en un conflicto que tenía que doblarle el brazo nada más ni nada menos que a uno de los Gobiernos duros del PP, el balear. Y es más, si lograba derrotar a Bauza, abría el camino para derrotar a Wert y los demás de recortes en educación aplicados por las Comunidades Autónomas. Podía

ser un conflicto emblema, para el que la necesidad de extensión y coordinación se convertía en pieza capital para lograr una victoria. Algunos sectores de profesores así lo vieron y llegaron a plantear en las asambleas de base que había que exigir a los sindicatos de educación que convocaran actos y paros en solidaridad y apoyo con la lucha de Baleares. De hecho esto no sólo les hubiera reforzado en su pelea contra Bauza y Wert, sino que hubiera sido la mejor preparación para que la huelga de la enseñanza del próximo 24 de octubre se convierta en un éxito y debilite los planes de privatización, liquidación y “españolización” de la enseñanza pública. En este caso todavía el rol de las direcciones sindicales ha logrado evitar lo que era el sentir de los profesores de Baleares y otras muchas zonas del Estado. Que es necesario ir a un conflicto duro, dirigido desde las asambleas, extendido y coordinado a nivel estatal y que se ligue al resto de sectores obreros y populares que están sufriendo y combatiendo las consecuencias de la crisis. Esta será la única vía para poder imponer una victoria del movimiento contra la Ley Wert y los recortes.

Hay que pelear por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas Pero la burocracia no solamente se vale del control burocrático de las movilizaciones obreras y el aislamiento y descoordinación entre ellas. Un activo muy valioso para imponer su política de pasivización o “movilización controlada” es alentar un programa de reivindicaciones que lleva a que los trabajadores tengan que elegir muchas veces entre la

horca y la guillotina. Los únicos que se salvan siempre son los empresarios, sus beneficios y sus derechos a seguir explotándonos. El automóvil es un claro ejemplo. A cambio de no desmantelar las grandes empresas que suelen ser el corazón de polos industriales, imponen congelaciones y rebajas salariales, pérdida de conquistas y sobre todo una mayor fragmentación entre los trabajadores, con dobles tablas salariales y de condiciones. Lo hemos visto en Nissan en Barcelona, en Renault en Palencia, en Ford en Valencia o en Open el Zaragoza. Todos estos planes con el apoyo entusiasta de las direcciones de CCOO y UGT en las plantas. Prometen pan para hoy -cada vez menos gramos- pero ocultan que están preparando el hambre para mañana, pues las empresas avanzan y debilitan no sólo nuestro bolsillo sino la moral y la capacidad de organización y lucha para enfrentar los ataques que se lancen en el futuro. De hecho, es esta política la que está detrás de un hecho criminal, que muchos de estos sectores que fueron batallones destacados de la lucha de los trabajadores hoy se encuentren paralizados ante la gran ofensiva en curso. El abandono de una consigna elemental de solidaridad de clase, como el famoso “si tocan a uno tocan a todos”, alentar el corporativismo de los sectores con mejores condiciones para que “defiendan solo lo suyo”, no defender a los de ETT, subcontrata, temporales y trabajadores jóvenes... es lo que explica que la mayor parte de los planes patronales en la gran industria se estén pudiendo aplicar sin grandes problemas. Pero la política de luchar “por el mal menor” o por “lo posible” es aún peor en los casos en los que la patronal va más lejos y plantea despidos masivos o cierres totales. Ahí la burocracia sindical se debate entre regatear el número de despidos o directamente limitar la pelea a conseguir una indemnización por despido algo más alta. En ningún caso se propone una lucha hasta el final por evitar la destrucción de los puestos y la fuente de trabajo. Todo siempre buscando la mediación del Estado, sembrando la ilusión de que éste jugará del lado de los trabajadores o al menos neutralmente. Y es que en medio de una crisis como la actual para poder derrotar estos ataques brutales, no solo es necesario un plan de lucha como hacia los que apuntan luchas como las de la limpieza de Zaragoza o los profesores de Baleares, sino que hay que levantar reivindicaciones que busquen salvarnos a nosotros, a costa de los beneficios y los derechos de propiedad de los patrones que nos llevan a la ruina. Y tratar de imponerlas a las patronales y los Gobiernos mediante


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una gran lucha que se ligue al resto de sectores golpeados por la crisis. El ejemplo de PANRICO que es un buen botón de muestra. Esta multinacional española acaba de anunciar el despido de 2.000 trabajadores, la mitad de su plantilla, además de un nuevo plan de ajuste contra los salarios y condiciones. Una noticia precedida del no abono de la nómina de septiembre. La patronal aduce pérdidas de 150.000 euros al día y culpa de ello a los costes salariales. Ante este bombazo los representantes de los trabajadores han amenazado con iniciar una huelga indefinida a partir del 13 de octubre. Sin embargo la estrategia es la de negociar un plan de viabilidad menos drástico, es decir regatear con la empresa el número de despidos y de rebaja de salario. Un programa así sólo puede conducir a un gran retroceso más. Es necesario empezar a levantar una alternativa al “mal menor” que parta de decir “ni un paso atrás”, no vamos a entregar ni un puesto de trabajo ni un euro de nuestros salarios para que los propietarios milmillonarios del grupo PANRICO sigan dándose la gran vida. Porque mientras la firma culpa a los trabajadores de la crisis, se destaca por pagar a sus ejecutivos entre 300.000 y 500.000 € anuales y por contar con una flota de coches de lujo de 25 vehículos. Ante situaciones como éstas, una cuestión elemental por la que deberían pelear los sindicatos es por la apertura de los libros de contabilidad. Y no sólo la del último ejercicio, sino la de al menos la última década. Si dicen que hay pérdida habrá que ver si es realmente cierto, y de serlo cómo se han producido. En PANRICO hay muchos interrogantes, en junio había un saldo en caja de 16 millones de €, se ingresaron recientemente 85 millones por la venta de Artiach y su actual propietario anunció una inyección de 145 millones cuando adquirió el 100% de la compañía. Por no hablar de las ayudas millonarias y opacas recibidas desde la Generalitat durante todos estos años. Los trabajadores debemos tener acceso a esas cuentas. Así saldrán a la luz las millonarias ganancias generadas en los últimos años y quedarán en evidencia los falsos lamentos de los patronos y sus mentiras para aumentar nuestra explotación. Y si efectivamente están arruinados, si han llevado a la empresa a la quiebra, decirles que nosotros no vamos a asumir las consecuencias de su mala gestión. Y eso ¿qué quiere decir? Que nos negamos a cargar con su crisis, con su deuda, con su quiebra... porque en el marco de la crisis que estamos padeciendo, no se trata de un enfrentamiento “normal” de intereses materiales opuestos entre los patrones y los trabajadores, sino de preservar a nuestra clase, la úni-

ca verdaderamente creadora y progresiva, de la ruina y la desmoralización a la que nos quieren someter los capitalistas. Por ello debemos plantear como solución el mantener la planta produciendo bajo nuestro control y gestión, al tiempo que le exigimos al Estado que la nacionalice y garantice la financiación y el acceso a los mercados y materias primas necesarios. Una nacionalización que debería ser sin indemnización alguna para los capitalistas que pretenden arruinar hoy a 2000 familias y que se han estado llenando los bolsillos, por entre otras vías las subvenciones millonarias de dinero público que han recibido. Una política diametralmente opuesta a la de las direcciones de CCOO y UGT, y que sólo la podremos imponer por medio de la contundente movilización de los trabajadores de la fábrica aliados con los de otras empresas en lucha, los estudiantes y otros sectores populares afectados por la crisis, y no por medio de la súplica a la Generalitat. De hecho en el caso de PANRICO la neutralidad del Estado es una farsa evidente, el Director de Operaciones de la multinacional es el hermano de Arthur Mas. Esta sería hoy por hoy la única vía de salvar los puestos de trabajo de PANRICO y otras muchas empresas que están en situaciones muy parecidas, como otras muchas del sector alimenticio como PESCANOVA o CACOLAT del grupo Nueva RUMASA. O incluso de otros sectores como la TATA-Hispano Carrocera que fabrica autobuses y quiere echar el cierre dejando a más de 350 trabajadores en la calle. Todas estas empresas podrían continuar funcionando nacionalizadas y bajo el control de los trabajadores, y poniendo su producción al servicio de la comunidad, en estos ejemplos productos alimenticios a precios populares o autobuses limpios para mejorar las redes de transporte público.

Prepararnos para las “escuelas de guerra” de la lucha de clases La izquierda sindical, junto con aquellos trabajadores y delegados de CCOO y UGT opuestos a la línea de sus direcciones burocráticas, junto con las organizaciones de izquierda, debemos confluir para dar la pelea por este programa de acción y reivindicaciones. Un programa que creemos puede empezar a sentar algunos jalones de experiencias y victorias para cambiar la dinámica actual de retrocesos hacia una en la que los trabajadores pasemos a la ofensiva para hacerle pagar la crisis a los capitalistas. Para que pueda ser tomado por sectores de trabajadores debemos empezar por hacer frente a la reconfiguración y división de la clase trabajadora que trajo consigo la ofensiva neoliberal y la trai-

ción de las burocracias sindicales, tenemos que impulsar el frente único obrero con el objetivo de lograr la mayor unidad de los sectores en lucha contra los ataques capitalistas. Y para ello, hace falta no sólo denunciar a las direcciones burocráticas, sino en ocasiones también exigir la unidad para la lucha. Es decir, una política opuesta tanto a la adaptación oportunista a las direcciones sindicales burocráticas, como a la variante sectaria “alternativista”, que bloquea en los hechos todo diálogo con la base de los grandes sindicatos. El objetivo del frente único es pelearle la base obrera a las direcciones burocráticas, al mismo tiempo que los revolucionarios formamos fracciones clasistas y revolucionarias en el interior de los grandes sindicatos. Sin embargo, la realidad es que las organizaciones sindicales solo representan a un pequeño sector de la clase trabajadora. Por ello, no basta con la unidad en la acción con los sindicatos cuando estos muestran alguna disposición a luchar. Es necesario al mismo tiempo impulsar organismos de frente único de los trabajadores en lucha (como coordinadoras o interasambleas), que agrupen y coordinen a todos los sectores que enfrentan los recortes y ataques de las patronales (los sindicatos, las mareas, la juventud obrera precaria, etc.). Este tipo de organizaciones son fundamentales para la defensa frente a los ataques, pero en perspectiva también para pasar a la ofensiva y la lucha por el poder obrero cuando cambie la relación de fuerzas. Es cierto que la baja subjetividad, producto de años de retrocesos pero también de un cierto conformismo inoculado por un largo período de crecimiento y bajo nivel de lucha de clases, dificultó por un largo período la comprensión por parte de la mayoría de los trabajadores de que los capitalistas defienden permanentemente sus posiciones conquistadas mediante una guerra de clase solapada contra los trabajadores y los sectores populares. Sin embargo, la crisis en curso y los ataques incesantes, comienza a generar condiciones para que aquello que antes estaba velado, sea inmediatamente visible a ojos de las mayorías populares. Hace muchos años Lenin definió a las huelgas obreras como “escuelas de guerra”1. Porque en ellas, en la tensión generada entre las fuerzas de los trabajadores y las patronales, la subjetividad y la percepción de la realidad que tienen los trabajadores cambia drásticamente, rompe con la rutina capitalista. Y comienza una experiencia no sólo contra la patronal y sus agentes como la burocracia sindical, sino también con el gobierno y las fuerzas represivas. Pero hay que recordar que para Lenin, si bien las huelgas eran “escuelas de guerra”, no eran “la guerra misma”2. Es decir,

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contra toda visión estrechamente sindicalista, junto con el desarrollo de la lucha de clases, es necesario comprender que con la lucha sindical no alcanza, que hace falta una de lucha “más amplia”, dando un paso hacia la lucha política, es decir, contra el estado y sus políticos capitalistas. Profundizar en la perspectiva estratégica de las luchas actuales comprende por tanto no recluir el debate al terreno de la lucha meramente sindical, sino profundizar en que perspectiva política independiente necesitamos los trabajadores para que no seamos, una vez más, los que carguemos con los costos de la crisis. Por ello, frente a la guerra abierta que los capitalistas y sus políticos a sueldo han declarado a los trabajadores y sectores populares, tenemos que prepararnos para nuevas escuelas en la lucha de clases. Se trata pues de pelear por alternativas que apunten a conseguir imponer una salida obrera a la crisis capitalista, y que han sido puestas en marcha por otros trabajadores en momentos de crisis como la actual. Es el caso de la fábrica de baldosas ZANON en Argentina, que se mantiene hoy en día expropiada y bajo el control de sus trabajadores desde que ellos la ocuparan en 2001 en contra del cierre patronal. O más cerca la fábrica de materiales de construcción VioMe en Grecia, ocupada y puesta a producir por sus trabajadores desde hace meses. La grave situación presente y las peores perspectivas económicas que tenemos por delante los trabajadores, convierten en necesario y urgente pelear con esta perspectiva en las luchas obreras que se están dando.

NOTAS 1 “Las huelgas infunden… espanto a los capitalistas porque comienzan a hacer vacilar su dominio. ‘Todas las ruedas se detiene, si así lo quiere tu brazo vigoroso’, dice sobre la clase obrera una canción de los obreros alemanes. En efecto: las fábricas, las fincas de los terratenientes, las máquinas, los ferrocarriles, etc., etc., etc., son, por decirlo así, ruedas de un enorme mecanismo: este mecanismo suministra distintos productos, los elabora, los distribuye adonde es menester. Todo este mecanismo lo mueve el obrero, que cultiva la tierra, extrae el mineral, elabora las mercancías en las fábricas, construye casas, talleres y líneas férreas. Cuando los obreros se niegan a trabajar, todo este mecanismo amenaza con paralizarse. Cada huelga recuerda a los capitalistas que los verdaderos dueños no son ellos, sino los obreros…”. Lenin, V. I, “Sobre las huelgas” (1899). 2 “[Son] una ‘escuela de guerra’, pero no la guerra misma; sólo son uno de los medios de lucha, una de las formas del movimiento obrero. De las huelgas aisladas los obreros pueden y deben pasar… en todos los países, a la lucha de toda la clase obrera por la emancipación de todos los trabajadores” (ídem).


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Un ejemplo de lucha

La gran huelga de los maestros de Baleares por LLUIS ROS El pasado 16 de Septiembre en las Islas Baleares los docentes iniciaron una huelga indefinida en repudio a los recortes, la LOMCE y el TIL (Decret de Tractament Integrat de les Llengües). Alguna de las reivindicaciones que levantan los docentes son: la retirada del TIL y la LOMCE, vuelta a los ratios de plantilla anteriores a los recortes, que las bajas sean cubiertas inmediatamente y 100% remuneradas, becas comedor y transporte, etc. Como ya es de sobra conocido en el Estado español los recortes y reformas en educación están llevando al sistema público educativo al borde del abismo. Durante todo el curso pasado los profesores y alumnos protagonizaron varias jornadas de paros y manifestaciones contra el Ministro Wert y su contrareforma franquista (LOMCE) y contra los recortes. La tensa situación generada por los recortes, unida a la indignación que provoca el TIL, puso en pie de guerra a toda la comunidad educativa balear. El TIL fue la gota que colmó el vaso. Este decreto es la gran apuesta del Goviern de las Islas Baleares para acabar con la inmersión lingüística. Un decreto que hace que el inglés avance en la educación por encima del catalán, que tiene como fin acabar con el catalán en las islas, objetivo obsesivo y enfermizo del PP y de José Ramón Bauzá (Presidente del Govern de las Baleares), con declaraciones como: “No defendemos el catalán que se habla en Catalunya, sino el que aprendieron nuestros abuelos”, hecha durante los primeros días de la huelga. Esta huelga estuvo precedida por masivas asambleas, cenas y conciertos en su apoyo, contó con mucho apoyo por parte de padres y madres de alumnos. Ha sido una huelga donde las direcciones sindicales fueron superadas por la base, ya que la huelga fue impulsada por los docentes, y luego las direcciones se sumaron al carro. La huelga ha durado tres semanas y en todo momento se ha secundado masivamente, aunque el Govern impusiera unos servicios mínimos del 30%. La huelga se ha dejado ver en los institutos y las calles; incluso llegó a la universidad, donde los docentes boi-

cotearon el acto de apertura del nuevo curso académico. A todo esto, el PP sólo respondió de manera burlesca y estúpida. El Partido Popular dijo que los niños eran rehenes de una huelga política; que la huelga no era un problema porqué se acabaría por cuestiones económicas (sin tener en cuenta que se levantó una caja de resistencia y mucha gente, tanto anónima como famosa, dio dinero en favor de esta lucha; ya que cada día de paro les suponía, a los docentes, 100€ de sueldo). Creemos que es algo a destacar el hecho de que se levantara una caja de resistencia, ya que ante los ataques patronales, que obliga a los trabajadores a que cuando hacen huelga se les descuente parte del sueldo, la caja de resistencia es la mejor alternativa para hacer que la lucha resista y avance. Como nos dijo Jesús, docente en huelga, en referencia a la caja de resistencia “es una de las herramientas que se plantean cuando empezamos la huelga indefinida” dando como obvio el hecho de que para llevar a cabo una lucha seria es imprescindible usar dicha herramienta. En este caso concreto les dio “seguridad” a los docentes (tanto económica, como moral) e hizo partícipe del conflicto al resto de la sociedad (despertando en tiempos de crisis un grado de solidaridad nunca visto antes en las islas). A día de hoy la huelga se encuentra en estado de “suspensión”. El motivo de la suspensión se deba a la preocupación de padres y docentes por el hecho de que sus hijos (los alumnos) aún no hubieran empezado el curso. Ellos lo han bautizado como un acto de responsabilidad. Aunque seguirán luchando y han advertido que si el Govern no negocia con el comité de huelga volverán, de nuevo, a parar la actividad académica. Las muestras de solidaridad demostradas durante el paro se dejaron sentir desde todas partes de las Islas Baleares y también desde muchos puntos del resto del estado como Catalunya, la Comunidad Valenciana o Andalucía. La mayor demostración de fuerza se dio el pasado domingo, 29, cuando cerca de 100.000 personas se manifestaron en apoyo a la lucha de los docentes. Hubo 3 manifestaciones en Palma, Maó y Ibiza. La más grande, donde se concentraron casi el total de los manifestantes, fue la de la capital mallorquina que quedó colapsada de verde (color de la marea en defensa de la educación

pública y de calidad). Docentes, alumnos y sus familiares (padres, madres, abuelos, abuelas, etc.) desbordaron las previsiones del Govern y del Gobierno central haciendo de dicha manifestación la más masiva de la historia del archipiélago. Al canto de Bauzá dimisión, no al TIL, no a los recortes en educación y dignidad (entre otros). En los días anteriores a la manifestación los políticos populares (del PP) se dedicaron a decir que la mayoría silenciosa (los que no se manifiestan) estaban en contra de la huelga e, incluso, llegaron a amenazar a los padres de los alumnos que secundaron el paro diciendo que estos perderían la custodia de sus hijos. El descrédito del Govern es total y absoluto. Este conflicto le abre una crisis al PP Balear ya que la huelga ha conseguido llegar a muchos sectores históricamente desmovilizados y los ha puesto en la calle. Tania, una joven mallorquina que ya ha terminado sus estudios, nos contaba, en declaraciones hechas durante la huelga, que “el apoyo a la huelga indefinida desde sectores no relacionados con la educación está siendo muy amplio, de hecho es una de las cosas que sorprenden, cómo el conjunto de la sociedad en general se ha volcado con esta cuestión. Ya no es sólo que porcentualmente haya mucha gente a favor, sino que está a la orden del día, se participa en las cenas, mercadillos o conciertos que se van organizando a razón de la huelga, las camisetas verdes se van dejando ver, en la colaboración a la caja de resistencia…

y especialmente en la manifestación de apoyo a la huelga con la asistencia de más de 100.000 personas en todas las baleares”. Como nos decía Jesús “esta huelga puede unir a todo el profesorado del Estado, si hacemos presión, y aguantamos un poco más creo que conseguiremos alguna cosa”. Nosotros también opinamos lo mismo, y creemos que esa tendría que haber sido la idea que se tenía que haber defendido en pro de una huelga estatal en solidaridad con Baleares y contra los recortes y la LOMCE. Tanto Clase contra Clase como la Agrupación Revolucionaria No Pasarán participamos en la concentración que hubo en Barcelona en apoyo a la huelga de docentes, el mismo día de la gran manifestación en Mallorca, estuvimos presentando nuestra solidaridad y lanzamos una consigna clara: “Por una huelga estatal de educación en solidaridad con los docentes de las Islas Baleares”. Nosotros damos todo nuestro apoyo a los docentes de las Baleares en lucha y hacemos una exigencia a las organizaciones sindicales de todo el estado de cara a que en lo inmediato convoquen una huelga general de educación en solidaridad con los docentes de las Islas Baleares. ¡Por una educación gratuita, universal, laica y de calidad! ¡No a los recortes en educación! ¡No al TIL! ¡No a la LOMCE!


MUJER

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2010-2013

A diez años de la fundación de Pan y Rosas por ÀNGELS VILASECA, VERÓNICA LANDA Y CYNTHIA LUB Pan y Rosas nace en el año 2003 en el sur de América Latina, en Argentina. Después trascendió fronteras y viajó a Chile, a México, aterrizó en Brasil y hace un tiempo cruzó el continente para llegar al Estado español. Así describen nuestras hermanas de Argentina qué somos Pan y Rosas: “Marchamos, peleamos, cortamos calles, rutas, hacemos piquetes de huelgas, los apoyamos, organizamos comisiones de mujeres, apoyamos las que ya existen, hacemos fondos de huelgas, tomamos facultades, ocupamos escuelas, paramos contra el acoso sexual en las fábricas, en cualquier lugar de trabajo, apoyamos las luchas, las huelgas en lugares donde las mujeres son mayoría, donde son minoría y donde no están. (...) Debatimos ideas, reflexionamos, discutimos, queremos desmitificar los mitos, los prejuicios, contamos historias de mujeres en todas partes donde haya una mujer que quiera escucharlas, aprendemos del pasado, pensamos cómo debería ser el futuro. Peleamos por el derecho al aborto libre, seguro y gratuito. Contra la violencia hacia las mujeres. Por los derechos de las mujeres trabajadoras. Por el desmantelamiento de las redes de trata. No le pedimos nada a nadie, no queremos que nos regalen nada, exigimos lo que nos corresponde por derecho. No confiamos en ningún gobierno, desconfiamos de la Iglesia, de los patrones, sus partidos y su Estado. Somos trabajadoras, estudiantes, jóvenes, viejas, chicas, no tan chicas, amas de casa, maestras, desocupadas, homosexuales, heterosexuales, bisexuales, madres, hijas, esposas, hermanas, novias, somos vos, nosotras y ellas. Somos Pan y Rosas.”

Pan y Rosas en el Estado español Después de habernos manifestado durante años por nuestros derechos, de apoyar las luchas de las trabajadoras, las jóvenes precarias o las mujeres inmigrantes, de ocupar facultades y de participar en los debates sobre feminismo que se plantean en la actualidad, sentimos la necesidad de hacer converger

nuestras ideas en una organización propia. Tras compartir debates y reflexiones, las mujeres de Clase contra Clase junto a un grupo de estudiantes y trabajadoras decidimos unirnos y formar Pan y Rosas. Iniciamos nuestra primera actividad a través de los “Talleres de Género y Marxismo”, tarea de vital importancia teniendo en cuenta los escasos estudios y espacios de reflexión que existen en el Estado español sobre la cuestión de la mujer bajo la perspectiva del marxismo. En paralelo, nuestras ideas se fueron concretando en acciones: dimos apoyo a las luchas, huelgas y actos reivindicativos impulsados por trabajadoras de Caprabo, Mecaplast, Hewlett-Packard, Telepizza, las mineras o la gran huelga de la limpieza en Aragón. Trabajamos para abrir espacios que permitan difundir las voces de las mujeres trabajadoras, de las mujeres invisibilizadas y de aquellas que lucharon en décadas pasadas, bajo el franquismo y la Transición española, y que constituyen hoy un valioso ejemplo. Desde el inicio, hemos impulsado y participado en campañas por el derecho al aborto contra las imposiciones de la Iglesia y los grandes retrocesos a los que nos quiere llevar el Gobierno del PP.

No nacimos en un momento cualquiera.... “Ojala nos copien, y tomen ejemplo porque ya no es solamente el país, es el mundo entero que tiene que moverse’ (Entrevista a Mar, minera asturiana)1 Nacimos atravesando una de las etapas más agudas de la crisis económica, junto a una nueva generación que salió a las calles con el 15M, con las huelgas estudiantiles y de las y los trabajadores. Y que frente a nuestra lucha contra el paro y la crisis capitalista, recibimos como respuesta represión, más precariedad y explotación. Somos parte de la juventud combativa, anticapitalista, a la que sólo le queda un futuro oscuro sino luchamos contra un presente lleno de opresiones. ¿Y qué nos preparan los gobiernos de los capitalistas a las mujeres?: una severa restricción de algo tan básico como es el derecho al aborto y la libre decisión de las mujeres sobre sus cuerpos. Una precariedad laboral cada vez más “femenina” y mayor desigualdad salarial. Unos durísimos recortes en sanidad y educación públicas tales, que los y las hijas de

las trabajadoras no podremos acceder a ellas. Unas cargas familiares y del hogar cada vez más pesadas ante el actual desmantelamiento de los servicios públicos: seguimos siendo esa “gran fábrica invisible” de millones de mujeres trabajando en el hogar, en el trabajo doméstico y de cuidados, de forma totalmente gratuita para el capitalismo. Mientras, estamos sufriendo el dramático aumento de casos de feminicidios: ¡son 35 las mujeres asesinadas este 2013! Así como cada vez son más detonantes las triples cadenas de opresión y explotación de las mujeres inmigrantes en este Estado imperialista: se denegó el básico derecho a la sanidad pública a aquellas inmigrantes sin papeles, con todo lo que ellos implica para una mujer. ¿Por todo esto qué nos queda? Organizarnos y luchar contra este sistema de explotación y contra todas las opresiones. A diez años de Pan y Rosas, queremos continuar el legado que nuestras hermanas de América Latina fueron construyendo... Ese legado de las mujeres luchadoras, rebeldes y revolucionarias... El que nos dejaron las milicianas de la guerra civil española, las obreras textiles que lucharon bajo el franquismo, las mujeres trabajadoras y estudiantes que lucharon bajo la transición, a las que encarcelaban por abortar. ¡Nuestra lucha no empezó hoy! Pero continúa más que nunca, como lo hicieron las mujeres de la primavera árabe, las mineras asturianas y todas las mujeres que en su lugar de trabajo y estudio luchan día a día contra los recortes y las consecuencias de la crisis.

Capitalismo y patriarcado: alianza criminal “Restringiéndonos ahora al modo de producción capitalista, (...) como ya señaló Rosa Luxemburgo, el capitalismo es un sistema de discriminación en la explotación –al mismo tiempo que de explotación sistemática de toda forma de discriminación, podríamos añadir” (Celia Amorós)2 “Hacer fuerza entre todas las mujeres, contra la discriminación contra la mujer trabajadora… que no te dejan conciliar la vida familiar (...) Si te desprecian cuando no tienes hijos peor es cuando eres madre: para ellos somos un problema!” (Entrevista a Vanessa, trabajadora de Caprabo)3 La nueva reforma de Ley del aborto del PP nos muestra que no podemos quedarnos de brazos cruzados, que cualquier conquista puede retroceder bajo un sistema capitalista que nunca va a ir “ampliando” evolutivamente nuestros derechos. Creemos que, mientras luchamos por un sistema sin explotación ni opresión, es nuestro deber irrenunciable impulsar y ser parte de las reivindicaciones de las mujeres por las mejores condiciones de vida posibles, por los derechos más básicos, junto a todos y todas las que luchen por ellos. Pero a la vez pensamos que todos los derechos que las mujeres hemos arrancado al capitalismo con nuestra lucha se acaban convirtiendo en agua de borrajas si no luchamos


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con la perspectiva de transformar este sistema basado en la más abyecta de las jerarquías, en la que un puñado de personas vive a expensas de la explotación descarnada de millones de seres humanos. Y hoy más que nunca, porque estamos en un momento en el que cada vez las desigualdades de clase son más evidentes, así como la opresión hacia las mujeres, cada vez más profunda. Reflexionando sobre las consecuencias de la actual crisis y los duros retrocesos que estamos viviendo más agresivamente como mujeres, se evidencia la persistente opresión de género. Con lo cual debemos detectar y analizar las estrechas relaciones entre el capitalismo y el patriarcado. También el papel que ejercen las instituciones eclesiásticas en el sistema capitalista y sus gobiernos. Esto se expresa de forma muy evidente en nuestro país donde la Iglesia sigue recibiendo generosas subvenciones por parte del Estado para así seguir impregnando muchos valores en nuestra sociedad -como se está mostrando con la nueva reforma de la Ley del Aborto-. Nos quieren imponer los valores de la familia tradicional y de cómo tenemos que entender la maternidad y sexualidad.

La cuestión de la mujer y el marxismo... Desde un comienzo Pan y Rosas entiende que existe una relación intrínseca entre la opresión de la mujer y la propia explotación de clase. Desde una postura marxista entendemos que las relaciones desiguales de género van ligadas a las relaciones antagónicas de clase, a la vez que se nutren entre sí. Cuando nos definimos como marxistas se generan ciertas controversias en el movimiento feminista, consecuencia del desconocimiento y de los meros tópicos y manchas que ha sufrido el marxismo. Se lo percibe como algo “arcaico”, “estanco”, “determinista económico” o que no le da suficiente importancia a la cuestión de la mujer. Es así que nuestra primera aparición como Pan y Rosas fue a través de la realización de los “Talleres Género y Marxismo”, en los que hemos intentado dialogar con los diferentes feminismos, en un momento en el que en el Estado español han surgido diversos colectivos feministas, algunos de ellos autodenominados anticapitalistas. Nuestro diálogo intenta romper con los prejuicios sobre las ideas marxistas, ya que creemos que es de vital importancia difundir y profundizar en aquellas ideas más libertarias y creativas que el marxismo desarrolló para la emancipación de la mujer; como la desnaturalización de la familia y el matrimonio, pilares de opresión e instituciones fundamentales para el desarrollo de la propiedad

privada y el Estado. Ideas que fueron enormemente enriquecidas por hombres y mujeres marxistas al calor de la lucha de clases y muy poco conocidas en la actualidad. Para empezar, hemos presentado y difundido nuestro libro “Pan y Rosas. Pertenencia de género y antagonismo de clase en el capitalismo”, de Andrea D’Atri, fundadora de Pan y Rosas en Argentina y militante revolucionaria del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas), corriente hermana de Clase contra Clase en Argentina; un libro que identifica todas nuestras posturas como marxistas revolucionarias en la cuestión de género y que creemos brinda un gran aporte a la reflexión sobre el movimiento por la emancipación de las mujeres y su relación con las luchas de las y los trabajadores contra el capitalismo. De la misma manera, pretendemos liberarnos de los prejuicios provocados por el estalinismo y que ha llevado a que muchas mujeres del movimiento feminista se alejaran del mismo, confundiendo el “falso marxismo stalinista” con sus fundamentos más reales y profundos. Es así que también presentamos y difundimos, el libro de la historiadora norteamericana Wendy Goldman, La Mujer, el Estado y la Revolución publicado y editado por Pan y Rosas en Argentina y el IPS, Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx; una exhaustiva investigación, inédita en castellano, sobre las políticas que desarrollaron los bolcheviques en los primeros años de la revolución rusa para combatir la opresión de las mujeres, las dificultades con que se encontraron, y finalmente el rol reaccionario jugado por el estalinismo en este terreno. Hemos intentado así, dar cuenta de la creatividad del marxismo y su evolución teórica sobre la cuestión de la mujer, para luego explicar cómo estas ideas se llevaron a la práctica en la gran Revolución rusa. Y de cómo, bajo el régimen thermidoriano de la burocracia stalinista, mientras se fusilaba en los juicios de Moscú a todos los bolcheviques de la generación de Octubre y se perseguía a los opositores de izquierda acusándolos de “trotskistas”, enviándolos a los campos de concentración o al exilio, se volvió a prohibir el aborto en la Unión Soviética, se condenó la prostitución y se cri-

minalizó la homosexualidad. Todo esto, acompañado con la reproducción de los estereotipos tradicionales de las mujeres como madres dedicadas al hogar y el entronizamiento de la familia, a través de la propaganda del estado. Es por ello que también las ideas de aquellos hombres y mujeres que lucharon contra la idea estalinista de que con la conquista del poder, automáticamente renacía la sociedad socialista. Fue León Trotsky quien advirtió que los problemas económicos, políticos, sociales y culturales no se podían resolver mecánicamente, así como tampoco el sistema patriarcal. Nosotras no tenemos la visión de que el socialismo es antifeminista: lo que hizo el estalinismo no es socialismo. Por ello nos identificamos con las ideas del trotskysmo, y en los talleres y debates hemos hablado no sólo de las grandes mujeres marxistas como Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin, sino también de las mujeres que lucharon contra el estalinismo que masacró, encarceló y persiguió a miles de trotskistas, como a Eugenia Bosch, Nadejda Joffe, Tatiana Miagkova.

La importancia de una perspectiva de clase “Como el año 1912. Pan y Rosas! ¡Por vosotras valientes! Que nadie robe vuestra dignidad. La dignidad de las rosas.” (Escrito en una pancarta por las trabajadoras de la limpieza de Aragón en huelga, junio del 2013) ¿Son las mujeres mismas o es la clase obrera? No podemos negar una realidad que es la tendencia a la feminización de la fuerza de trabajo... o acaso no nos cuentan nuestras abuelas que fueron millones las mujeres que emigraron del sur del Estado español para trabajar en miles de fábricas textiles a las grandes urbes? Esto es sólo un ejemplo. Sabemos que las mujeres son uno de los sectores más explotados de la clase trabajadora: por su doble jornada laboral -remunerada en la fábrica y no remunerada en el trabajo doméstico- y porque sufren mayor precariedad en sus condiciones laborales. Para nosotras los conceptos de clase y género no se contraponen, sino que los utilizamos como categorías de diferente

nivel explicativo: las mujeres constituyen un grupo interclasista y la clase es una categoría que remite a un agrupamiento inter-genérico. Por tanto, para las marxistas el sujeto motor de la emancipación de las mujeres no se limita a las mujeres de las distintas clases sociales asociadas en base a su interés de género. Sino más bien, el sujeto motor serían las mujeres de la clase trabajadora, asociadas con los varones de su misma clase y en una alianza con las mujeres oprimidas y explotadas que deseen acabar verdaderamente con esta situación de opresión. La lucha contra la opresión es una lucha contra la explotación capitalista. Pero en su lucha específica, como mujeres, las mujeres trabajadoras serán el motor de su emancipación si logran que los varones de su propia clase incorporen la lucha contra la opresión, como uno de los aspectos integrados a la lucha de clases más amplia. Desde un inicio nos propusimos que las mujeres trabajadoras tengan voz en cada una de nuestras reflexiones, charlas, actos, acciones. Una voz bien fuerte, que nos grite y transmita su experiencia, como lo hicimos con las obreras textiles, aquellas que lucharon bajo el franquismo y la Transición, como nos decía María Moreno, obrera textil desde los años sesenta: “Ayer luchábamos con miedo, pero contra la dictadura de Franco, hoy se cree en la ‘democracia’ pero lo que hay es una dictadura patronal….” Como las jóvenes precarizadas, que buscan luchar y organizarse. Como esas bravas mineras asturianas, que nos emocionaron hasta las lágrimas cuando salieron de los pozos para reaparecer en la capital tras la Marcha Negra de Madrid. Como las obreras de la huelga de la limpieza de Aragón, que tomaron nuestras banderas y escribieron en sus pancartas: “Como el año 1912. ¡Pan y Rosas! ¡Por vosotras valientes! Que nadie robe vuestra dignidad. La dignidad de las rosas.” Con ellas nos proponemos organizar Pan y Rosas en el Estado español, junto a todas aquellas mujeres trabajadoras, precarias, inmigrantes, jóvenes y estudiantes para poder reflexionar la cuestión de género bajo la luz del marxismo, a la vez de que tenemos mucho por conquistar y luchar en las calles. NOTAS 1

Voces de trabajadoras: Entrevistas a las mujeres mineras en la manifestación en Madrid el 11 de Julio 2012. (http://mujerespanyrosas.wordpress. com/2013/02/27/voces-de-mujeres-mineras-enla-manifestacion-en-madrid-el-11-de-julio/) 2 Celia Amorós, Hacia una crítica de la razón patriarcal, Barcelona, Anthropos, 1991. 3 Vanessa, trabajadora del supermercado Caprabo, en lucha por discriminación laboral por ser madre. http://mujerespanyrosas.wordpress. com/2013/06/05/entrevista-a-vanessa-trabajadora-de-caprabo-y-delegada-de-la-cgt/


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Apuntes para un debate estratégico

¿Qué reagrupamiento de la izquierda necesitamos? por JOSEFINA MARTÍNEZ

“Fin de Régimen” y reapertura de debates estratégicos La crisis del Régimen del 78 se profundiza, mientras continúa la larga recesión de la economía española. Los casos de corrupción, brotando como setas bajo la lluvia en el conjunto de las instituciones y partidos, son emergentes de la descomposición del régimen político. Estamos ante una situación de “fin de régimen”, de agotamiento histórico de una forma de dominación, que adoptó en los últimos 35 años el capitalismo español. La combinación de la crisis económica capitalista y la crisis del régimen político han revelado, como en un cuarto oscuro, todas las contradicciones. La burguesía española cuenta a su favor con el hecho de que la movilización obrera y popular no ha alcanzado hasta el momento un nivel de lucha y radicalidad equiparable con la dimensión de la crisis “por arriba”, y que la clase trabajadora está siendo contenida para evitar que salga a luchar de forma unificada y generalizada. Esto es un hándicap con el que cuentan para mantener el control de la crisis en los marcos del propio régimen, que aunque se agota y agoniza, no termina de morir. El rol desmovilizador de la burocracia de UGT y CCOO es un puntal fundamental para la sobrevida del Régimen y del propio gobierno. En este marco, dentro de la izquierda (desde IU a los movimientos sociales y la extrema izquierda) se han puesto en debate cuáles son las salidas estratégicas a la crisis del régimen.

IU como alternativa… ¿de ruptura o regeneración? El crecimiento en la intención de voto de IU, producto de la crisis del PSOE, ha generado que su posición dentro la izquierda adquiera un lugar central (aunque en el País Vasco, Galicia y Cataluña más mediado por la influencia de los movimientos nacionalistas de izquierda). Su proyecto estratégico es proponerse como alternativa al bipartidismo, mediante la acumulación de posiciones institucionales por la vía

electoral, y con la perspectiva de un gobierno de izquierdas. Sin embargo, aun cuando quieren presentarse como los abanderados de una “ruptura democrática” con el Régimen 78, su rol estratégico es más bien de regeneración. O, dicho de otro modo, en sentido contrario a las tendencias incipientes que expresa la movilización social, su rol es de conservación del régimen político, sus instituciones, sus reglas y su legalidad, mediante una reforma o “regeneración democrática”. Los cuestionamientos que hacen a los aspectos más irritantes del régimen, como la monarquía, los preparan para actuar como “válvula de escape frente a mayores crisis. Si el desprestigio de los partidos del régimen y/o la movilización social se agudizara al punto de colocar a IU en posiciones de gobierno, su papel será el de mantener lo esencial de las “reglas del juego”, intentando una “gestión benévola” del capitalismo español, como si eso fuera posible de algún modo. Así lo indica la experiencia de la historia reciente, donde el PCE fue clave para la constitución del Régimen del 78, aceptando la Monarquía, firmando los Pactos de la Moncloa y la Constitución, mientras impulsaban la desmovilización social. Pero también lo confirma la experiencia actual, ya que acaban de ratificar el Pacto de Andalucía, constituyendo gobierno –nuevamente- con el PSOE y votando al corrupto Griñan como senador. Esto muestra que actúan como “salvadores” del Régimen del 78, y no como una alternativa frente al mismo.

Un programa neokeynesiano de “capitalismo productivo” El programa de IU es un compendio de reformas moderadas del capitalismo, de carácter neokeynesiano, que pretende salir de la crisis sin tocar los intereses y la propiedad de los capitalistas. Y que, por lo tanto, no puede resolver los grandes problemas sociales de millones de trabajadores, precarios, inmigrantes y sectores populares. Por ejemplo, respecto a la deuda, Cayo Lara propone una “auditoría para conocer su parte ilegítima, que es impagable, como los intereses usureros”. Es decir, que dejaría de pagar la parte “ilegítima” y los intereses, pero pagaría la parte “legítima”… Es un programa

de reestructuración de la deuda, similar al que han implementado otros gobiernos capitalistas a lo largo de la historia (desde la Alemania de la posguerra a los gobiernos latinoamericanos en las últimas décadas), que garantiza a los capitalistas y banqueros que cobren una parte muy importante de las mismas. Esto significa, ni más ni menos, que los trabajadores tienen que seguir pagando las deudas de los capitalistas, a costa de su salud, su educación, etc. Una deuda contraída por un estado capitalista que financió con esos millones a los grandes bancos, los presupuestos militares, la educación religiosa, reduciendo los impuestos a los ricos y grandes, etc. La única consigna mínimamente progresiva sería plantear el no pago de la deuda, en su totalidad, y junto con esto la renacionalización de la Banca bajo control de los trabajadores, para poder financiar suficientemente la educación, la sanidad y resto de servicios sociales, acabar con la usura de las hipotecas, así como brindar créditos baratos a los pequeños comerciantes, autónomos y defender a los pequeños ahorradores de los bancos usureros. Pero más de conjunto, lo que proponen desde IU es un modelo de capitalismo “productivo” que beneficie a sectores del capital español. De este modo presentaba Cayo Lara su proyecto económico en un debate en el Congreso: “Deroguen la reforma laboral, incrementen los presupuestos del Estado, hagan políticas de inversión activa, inviertan en I+D+i, potencien una Ban-

ca Pública para el crédito a la inversión industrial, porque este país solo saldrá de la crisis con un nuevo modelo de desarrollo productivo, y usted lo sabe.” El proyecto es volver a un idílico “estado de bienestar” con mayor intervención del estado y defendiendo la industria nacional. Sin cuestionar, siquiera, las características imperialistas del capitalismo español, que se basa en el expolio de los pueblos semicoloniales. Y sin plantear, tampoco, que los intereses de los capitalistas españoles son antagónicos con los de los trabajadores nativos e inmigrantes. De hecho, el mediano y pequeño empresario que ven como eje de su “modelo productivo”, es el sector que más ha despedido y rebajado condiciones laborales en los últimos años.

¿Qué tipo de confluencia de la izquierda y los trabajadores necesitamos? En los últimos meses se han multiplicado los debates sobre la necesidad de la confluencia de la izquierda y los movimientos sociales. Desde IU “invitan” a formar un bloque socio-político amplio, que se transforme en un punto de referencia para otras formaciones sociales y políticas. También desde otros espacios y sectores se plantea la necesidad de la confluencia entre la izquierda y los movimientos sociales. Han realizado declaraciones en este sentido varios dirigentes de Izquierda Anticapitalista, que aun criticando el


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Pacto de IU en Andalucía, dejan abierta la puerta a una alianza político-electoral con esta formación reformista, o por lo menos, con mucha ambigüedad, no lo afirman ni lo niegan. Este contenido tienen las afirmaciones del tipo de que “hay que cabalgar las contradicciones” o que “IU no es mi enemigo” (Miguel Urban, durante la Escuela de Verano de IA, en agosto de 2013, durante las cuales se organizaron varios foros debate con dirigentes de IU). Y en el mismo sentido apunta la nota “Lo electoral como medio” de Jaime Pastor y Miguel Urbán, donde partiendo del supuesto de que la movilización social ha sido insuficiente para derrotar al Régimen, plantean que hay que acumular fuerzas por la vía electoral, crear “nuevos instrumentos políticos”, para romper ”el bloqueo institucional”. Y poder “aspirar a derrotar al bipartidismo dominante, con el fin de ir abriendo camino a un proyecto de ruptura con el régimen y la apertura de procesos constituyentes, en alianza estrecha con los pueblos del Sur de Europa para derrotar a la troika.” El primer problema es que la definición que hacen sobre la insuficiencia de las luchas no se refiere al momento coyuntural actual, de los últimos meses, sino que es un diagnóstico para toda una época histórica. Sobre esta base se articula una estrategia que pasa centralmente no por el desarrollo de la movilización social y la autoorganización obrera y popular, sino por los acuerdos de tendencias políticas en un frente electoral. Afirmar que lo electoral es un medio y no un fin, es una verdad de perogrullo para una corriente que se dice anticapitalista. Lo que está en debate es qué medios para qué fines. Y es aquí donde aparecen las diferencias estratégicas. Para los autores de la nota, el “fin” es un proceso democrático-de ampliación de la democracia liberal- a través de la conquista de posiciones, de forma evolutiva y pacífica, sin ruptura revolucionaria. Y esta definición estratégica lleva a concluir que es una opción la confluencia con las fuerzas reformistas por un largo período de tiempo. Otros, en cambio, consideramos que el “fin” u objetivo estratégico sigue siendo la movilización revolucionaria de los trabajadores y los sectores populares, y lo electoral sólo es un “medio” adecuado si permite desarrollar tal fin. Pero, en realidad, la movilización revolucionaria es también un medio para un fin estratégico superior, que es la ruptura revolucionaria con el capitalismo y la conquista de un gobierno de trabajadores, lo que se convierte en otra escala también en un medio para la lucha por una sociedad igualitaria,

asambleas o comités de lucha. Y que se proponga retomar el camino de las huelgas generales para unificar y generalizar la lucha contra la ofensiva del gobierno y la Troika. Pero no confundir este frente único para la lucha con un frente político liderado por los reformistas es de gran importancia.

comunista, sin explotadores ni explotados, a escala mundial. De este modo se establece una dialéctica de medios y fines que corresponde a una estrategia de lucha anticapitalista y revolucionaria. Y donde un frente o coalición electoral con los reformistas no es un medio adecuado para estos fines. Por el contrario, una coalición política liderada por los reformistas, con los anticapitalistas en minoría, liquida la organización y el programa independiente necesario para desarrollar la movilización revolucionaria de los trabajadores. Por este motivo algunos venimos planteando la necesidad de un Frente que agrupe las fuerzas de la izquierda anticapitalista y revolucionaria, junto aquellos sectores del movimiento obrero que salgan a la lucha y se oponen a la política de las direcciones sindicales burocráticas. Consideramos que es una tarea necesaria hoy, manteniendo la total independencia política y organizativa respecto al reformismo, aún cuando en este momento la influencia

Para aportar al debate en curso nos parece muy importante la experiencia del FIT (Frente de Izquierda y los Trabajadores) de Argentina. No porque se pueda trasladar tal cuál es esta experiencia de un país a otro, pero si por las lecciones que se pueden extraer de su desarrollo. El FIT está constituido por tres partidos: el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el Partido Obrero (PO) e Izquierda Socialista. También lo integran y apoyan sectores de trabajadores combativos independientes, que son parte del llamado sindicalismo de

de los reformistas crezca electoralmente. Porque vemos necesario que cuando comience la experiencia de los trabajadores y la juventud con esas formaciones, pueda existir a su izquierda un polo de fuerzas anticapitalista con presencia orgánica entre los trabajadores y la juventud. Y para que eso suceda hay que encarar esa tarea desde ahora. Pero esto no niega, al contrario, la necesidad de un amplio frente único para la lucha con todos los que estén dispuestos a enfrentar las medidas de austeridad, en defensa de la salud y la educación públicas, contra los despidos, las rebajas salariales o el ataque a los convenios colectivos. Un amplio frente único basado en la coordinación de las luchas en curso, y en formas de organización desde las bases, como

base, como la Lista Marrón de Zanon y otros. Los tres partidos constituyeron el FIT para las elecciones del 2009 en base a una plataforma de 26 puntos, un programa de independencia de clase, anticapitalista y socialista. En las últimas elecciones primarias obligatorias (PASO)1 de agosto obtuvo 900 mil votos, una elección histórica para la izquierda trotskista en Argentina. El 27 de octubre, en las elecciones generales, el FIT pelea por obtener algunos diputados y concejales. El programa del FIT no sólo plantea las demandas más inmediatas de los trabajadores y la juventud, como el aumento salarial o de las pensiones, la defensa de la educación y la salud públicas, el no pago de la deuda, etc. Sino también medidas que apuntan terminar

El ejemplo del FIT en la Argentina

con la dominación imperialista, como la nacionalización del gas y el petróleo para que sean gestionados por los trabajadores, al igual que transporte, la banca y el comercio exterior. Esto junto a otras medidas como la expropiación de los 4000 grandes terratenientes y los grandes monopolios. Hace pocos días el FIT editó una declaración con una síntesis de su programa que plantea un balance crítico de los 10 años del kirchnerismo, la lucha por la independencia política de la clase obrera y por un gobierno de los trabajadores. Durante la campaña electoral tuvieron mucha importancia otras consignas como que ningún cargo público gane más que el salario de una maestra, y el apoyo a las luchas obreras y populares en curso. Esto llevó, por ejemplo, a que en la 5ta provincia más importante del país, Mendoza, el joven candidato del FIT y del PTS fuera presentado en los medios como la “revelación” de la campaña. Nicolás del Caño alcanzó allí el 7% en las primarias y estaría hoy con un 14% de intención de voto para las elecciones generales del 27 de octubre. El hecho destacable de la campaña electoral del FIT fue la fuerte campaña militante, en cientos de fábricas, lugares de trabajo, estudio y barrios populares, en todo el país. En varias fábricas de las zonas industriales se realizaron reuniones y asambleas para apoyar a los candidatos obreros que integraron las listas del FIT, cosechando así un apoyo orgánico, no sólo a través de la aparición en los medios de comunicación. Una de las consideraciones fundamentales del resultado electoral del FIT, por lo tanto, es que un Frente con un programa clasista y anticapitalista puede lograr el apoyo de sectores de masas, obreros y estudiantes, descontentos con el rumbo del gobierno y la oposición burguesa. No es una condición sine qua non, por lo tanto, agruparse con los reformistas para conseguir influencia en sectores de masas. La segunda lección, es que ese éxito electoral está relacionado no sólo con las condiciones particulares del “fin de ciclo kirchnerista” y la ubicación a la derecha de las fuerzas de la centroizquierda tradicional, sino también con la implantación previa en las luchas, en los lugares de trabajo y estudio, de las fuerzas del FIT. Los dirigentes y militantes del FIT son conocidos como los que impulsan las listas antiburocráticas en los sindicatos, los que dirigen comisiones internas como el PTS en Kraft Foods, Pepsico, Stany, Jaboneros, con presencia destacada entre los Metrodelegados, y que están en la primera línea en cada lucha obrera. También en el movimiento estudiantil, donde las fuer-


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zas del Frente de Izquierda ganaron recientemente los Centros de estudiantes de las facultades de Sociología, Filosofía, Ciencias Exactas y Psicología, de la Universidad de Buenos Aires, además de decenas de centros de estudiantes de institutos secundarios. O en el terreno de la lucha de ideas, donde desde el PTS y varios intelectuales que apoyan al FIT se viene editando la revista Ideas de Izquierda, realizando charlas ideológicas en todo el país e impulsando un proyecto editorial audaz desde el CEIP León Trotsky. Pero lo más importante, a nuestro modo de ver, es otra cuestión. Como plantea el PTS en el balance de las elecciones primarias: “El desafío del FIT no es meramente canalizar el descontento obrero y popular para obtener bancas de izquierda sino ser una herramienta para la construcción de un verdadero partido revolucionario, con decenas de miles de militantes y lugares de dirección en decenas de sindicatos, centros de estudiantes y otros organismos del movimiento de masas, es decir, con capacidad de dirección de una franja de la clase trabajadora (al comienzo minoritaria, pero que se proponga dirigirla en su conjunto). Para nuestro partido, el FIT es un medio para este objetivo, ya que un partido de este tipo es el que

necesita la clase obrera para que una nueva crisis de “fin de ciclo” no sea resuelta favorablemente para la clase dominante.” En este mismo sentido, en el Estado español, consideramos que tenemos el desafío de agrupar a las fuerzas anticapitalistas y revolucionarias, con el objetivo estratégico de construir un verdadero partido revolucionario, que logre en el futuro tener una importante presencia en la clase trabajadora y la juventud. Y consideramos esto necesario desde ahora, aun cuando nuestras fuerzas sean minoritarias, porque es el único modo de prepararnos para ganar en influencia cuando avance la experiencia de grandes franjas de los trabajadores con el reformismo.

Una estrategia internacionalista Durante el mes de agosto se realizó en Argentina una conferencia de los grupos que integramos la Fracción Trotskista, con la participación del PTS de Argentina, LERQUI de Brasil, PTR de Chile, LTS de México y Venezuela, LORCI de Bolivia y compañeros de Costa Rica y Uruguay, así como los compañeros de la CCR en el NPA de Francia, el grupo RIO de Alemania y Clase contra Clase del Estado español. En esta conferencia se puso a deba-

te entre todas nuestras organizaciones hermanas, los nuevos desafíos que nos plantea la situación internacional, a 6 años de iniciada la crisis capitalista más grande desde la posguerra y con nuevos fenómenos de la lucha de clases. Consideramos que esta situación plantea como una tarea urgente del momento dar pasos en el reagrupamiento de los revolucionarios, en base a las principales lecciones de la lucha de clases internacional, con un programa obrero y socialista frente a la crisis. Con el objetivo estratégico de construir un partido mundial de la revolución socialista, tarea en la cual los militantes de la FT esperamos confluir con individuos y organizaciones anticapitalistas y revolucionarias en todo el mundo, aun proviniendo de diferentes tradiciones, o con sectores que participan de las luchas actuales. Así lo planteó Christian Castillo, dirigente del PTS, en el acto público que se realizó al finalizar la conferencia, frente a 2000 personas: “Hoy estamos en una nueva situación. Nuestra propuesta de abrir la discusión para poner en pie un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista – Cuarta Internacional se dirige tanto a las corrientes y militantes de la izquierda anticapitalista y socialista que defienden una

perspectiva de independencia de clase (entre los que se cuentan sectores de la izquierda de los partidos del antiguo Secretariado Unificado o los compañeros de la CRCI que integra el PO), como a los nuevos sectores obreros y juveniles que empiezan a destacar las luchas en curso.” En el Estado español esperamos también poder abrir este debate y confluir con otros individuos y grupos que quieran avanzar en esta perspectiva.

NOTAS 1

Primarias Abiertas y Obligatorias, son elecciones donde toda la población empadronada vota las listas internas de los partidos, si las tuvieran, eligiendo los candidatos que se presentarán en las elecciones generales de octubre. Para poder presentar lista en las elecciones generales hay que alcanzar más del 1,5% de los votos del padrón total en las elecciones primarias, un condicionante proscriptivo.


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Un debate necesario

Acerca de los ataques de neo-estalinistas y neo-reformistas contra el trotskismo por SANTIAGO LUPE En los últimos meses y semanas viene corriendo por las redes una campaña difusa pero ofensiva de calumnias contra el trotskismo. No podemos catalogar a esto de debate acerca del trotskismo, sobre todo por la falta de fundamentos de las acusaciones que se vierten. El hecho de que la mayor parte de las acusaciones aparezcan en blogs, foros o facebook, y no en las páginas de los grupos políticos estalinistas donde militan sus autores, ilustra también que lo que se persigue no es abrir tal debate, sino más bien dejar correr la calumnia al más puro estilo estalinista. Una campaña “dura” que coincide con otra más “light” que añade confusión sobre qué es realmente el trotskismo, y que es azuzada por algunos tertulianos de la nueva izquierda mediática, incluidos algunos que son dirigentes de organizaciones que provienen del trotskismo. Con este artículo pretendemos en primer lugar responder a las falsificaciones vertidas. También nos parece importante dilucidar por qué tanto desde el estalinismo como desde el neo-reformismo se pretenda vender una imagen totalmente falsa del pensamiento de los trotskistas. Y al mismo tiempo, plantear algunas de las ideas fundamentales sobre cómo León Trotsky combatió las políticas contrarrevolucionarias del estalinismo y supo dar respuesta a procesos revolucionarios tan importantes como la misma revolución española, aún exiliado y perseguido por Stalin. Quedará para posteriores artículos analizar las razones más históricas para que en el Estado español el legado teórico y político del trotskismo sea todavía desconocido en gran parte y por ende su falsificación o caricaturización tan relativamente sencilla para algunos. Sin embargo, si nos planteamos su refundación como una tarea clave en medio de la actual crisis económica y política, es porque debajo de las sombras de las calumnias y falsificaciones estalinistas, vocifera-

En el debate surgido acerca de la guerra civil en Siria y la amenaza de intervención imperialista, numerosos blogueros admiradores de Stalin o Kim Jong-un, tratan de resucitar

teórico y programático de esta misma corriente.1 Pero esto no interesa al estalinismo ibérico. Éste viene reapareciendo en los últimos años por medio de grupos como el PCPE, otros colectivos o incluso las mismas Juventudes Comunistas del PCE. Un nuevo estalinismo que hace un balance crítico del rol de su corriente durante la llamada Transición, pero mantiene una reivindicación firme de su tradición más contrarrevolucionaria, como el aplastamiento de la revolución española o la degeneración burocrática de la URSS

las viejas falsificaciones que pintan a nuestra tradición como una aliada del imperialismo norteamericano. Para esta maniobra aprovechan las nefastas posiciones de algunos grupos que se reclaman trotskistas, que vienen mostrando un apoyo acrítico a los rebeldes sirios y su dirección política totalmente proimperialista y exigiendo desde hace meses que les sean suministradas armas por la comunidad internacional “democrática”. Cabría preguntarse si las posiciones políticas de estos grupos son consecuencia de ser continuidad de la corriente fundada por lo mejor de los oposicionistas de izquierda al estalinismo, o si por el contrario es fruto de la ruptura de estos grupos con aspectos fundamentales del legado

del Gulag y los Juicios de Moscú, que terminó en la restauración capitalista de los 90. En este sentido tratan de “educar” a los jóvenes que quieren luchar contra el capitalismo desde una perspectiva de clase, por construir un partido comunista, pelear por una revolución proletaria... en las viejas leyendas contra la tradición que dio una lucha en todos los niveles (teórico, político y en la lucha de clases) al estalinismo, es decir, contra el trotskismo. El estalinismo fue ante todo una gran falsificación del marxismo, que sobre la expropiación de la revolución de octubre y la teoría del socialismo en un sólo país, armó ideológicamente a una potente casta burocrática que copó y degeneró el primer Estado

das por los neoreformistas, creemos que es posible y necesario encontrar las alternativas a este sistema capitalista.

El retorno del estalinismo más rancio y la leyenda del trotskismo contrarrevolucionario

obrero de la historia, la Internacional Comunista (IC) y el conjunto de los partidos comunistas durante los años 30. Desde esta posición fue una de las direcciones del movimiento obrero, junto con la socialdemocracia, que logró abortar el triunfo de revoluciones proletarias en España en 1936, o en Francia e Italia después de la II Guerra Mundial. Y lo hizo tanto impulsando políticas de clara conciliación con la burguesía democrática y el imperialismo, con la política de Frentes Populares o con los Gobiernos de Unidad Nacional de posguerra, como a sangre y fuego contra los trabajadores revolucionarios como en las calles de Barcelona o las colectividades aragonesas en 1937. Los llamados “trotskistas” fueron la fracción más consecuente de la pelea contra este proceso. Fueron los que más incansablemente pelearon por reimplantar la democracia soviética en la URSS, por una planificación e industrialización bajo el control de la clase trabajadora y para frenar la burocratización de la IC y los partidos comunistas. Fueron los que advirtieron y combatieron la política de alianza con la burguesía nacionalista china que promovía la IC dirigida por Stalin y que acabó en el fracaso de la revolución en 1927 y el aplastamiento sangriento de los comunistas chinos por el antiguo aliado y presidente honorífico de la IC, el presidente del Kuomintang (partido nacionalista burgués chino) Chiang Kai Seck. La primera gran pelea contra el estalinismo, que adelantaba sus tendencias al conservadurismo y la coalición con sectores de la burguesía nacional. Fueron también los que combatieron la posterior política sectaria del llamado tercer periódico. Un giro ultraizquierdista para ocultar los errores oportunistas de China. Éste llevó a que el PC alemán se negara a todo tipo de frente único con las organizaciones obreras socialdemócratas, que representaban a la mitad del movimiento obrero, para enfrentar el ascenso de Hitler. Una política que permitió que el ascenso del fascismo se pudiera hacer sin apenas resistencia del movimiento obrero más organizado y po-


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tente de occidente. Pelearon contra el nuevo giro oportunista de los Frentes Populares, que ataba a los trabajadores y sus organizaciones a la burguesía democrática, relegando para una etapa posterior e indefinida la pelea por la transformación socialista de la sociedad. Un nuevo etapismo casi idéntico al que los bolcheviques habían combatido de febrero a octubre de 1917, el que levantaban los mencheviques y socialrevolucionarios. Esta pelea llevó a que fueran Trotsky y los trotskistas los únicos que opusieron una alternativa revolucionaria a la política del estalinismo en la Revolución española. En aquel proceso el PCE dirigido por José Diaz y la Pasionaria, y con Carrillo como jefe de sus juventudes, se opuso a que la guerra contra el fascismo fuera transformada en una revolución proletaria triunfante. Tanto fue así que desde el comienzo desplegaría por todos los medios una ofensiva contra la iniciativa que los trabajadores habían puesto en pie desde el 19 de julio, expropiando fábricas y tierras, creando comités revolucionarios en los pueblos y barrios, en las empresas, patrullas obreras que se hacían cargo del orden público, las milicias que llevaron adelante los primeros y triunfales combates contra los militares sublevados... Nos referimos a la aparición de un doble poder, aún no coordinado y centralizado, que le rivalizaba al de una burguesía republicana que había estado “llamando a la calma” mientras los golpistas salían de los cuarteles. Para el PCE había que respetar la legalidad burguesa republicana y la propiedad privada.

Era clave mantener la alianza con los partidos burgueses republicanos. Esto coincidía con las instrucciones de Stalin, que trataba de presentarse como un aliado de fiar ante las democracias imperialistas de Gran Bretaña y Francia. Y qué mejor manera que ser el sepulturero de la revolución española, asegurándoles así que la IC no apoyaría ninguna revolución obrera y anticapitalista en Europa occidental. La Oposición de Izquierda Internacional opuso a esta política la de mantener una total independencia política de las organizaciones obreras respecto a los representantes de la burguesía republicana. Denunció lo que el Frente Popular escondía, el encorsetar las aspiraciones revolucionarias de las masas. Cuando estas aún así se desataron, advirtió que era urgente desarrollar los organismos de doble poder, coordinarlos y centralizarlos, y transformar la guerra civil en una revolución. Esto no solo era clave para resolver las grandes demandas que la II República no había resuelto -el reparto de la tierra, el fin del desempleo, de la carestía, la separación de la Iglesia y el Estado, la independencia del Marruecos español- sino también para ganar la guerra. Una nueva República de los trabajadores podía suponer no sólo un empujón de moral a los combatientes que estaban haciendo retroceder a los fascistas, sino también sublevar la retaguardia de Franco, Marruecos y el campo, y alentar a los trabajadores de Europa a llevar adelante luchas revolucionarias contra sus gobiernos, que tanto los democráticos (por pasiva) como los fascistas (por activa) iban a beneficiar la

victoria de Franco. El anti trotskismo del estalinismo ibérico es más furibundo si cabe porque justamente fue la única corriente (junto con algunos sectores del movimiento libertario, como los Amigos de Durruti) que planteó una estrategia alternativa a la de la conciliación de clases que llevó al aplastamiento sangriento de los obreros revolucionarios y abrió el camino a la derrota de 1939. Los trotskistas eran pues el enemigo número uno de los planes e intereses de la burocracia estalinista. Los que podían, por haber seguido defendiendo el legado de la revolución de octubre, ofrecer una alternativa a la política del estalinismo para la clase obrera mundial y los que podían, apoyados en posibles triunfos revolucionarios en otros países, llevar adelante una revolución contra la burocracia en la misma URSS, que regenerase el Estado obrero. Esto era así, no sólo por las respuestas teóricas, programáticas y políticas plateadas por Trotsky a la degeneración burocrática, sino también por la moral y voluntad de lucha que representaban los miles de oposicionistas de izquierda que murieron peleando al estalinismo. Leopold Trepper, el organizador de la red de espionaje soviético durante la II Guerra Mundial, quién luego pasó también por las cárceles estalinistas, cuenta en su libro “El gran juego”: “Todos los que no se alzaron contra la máquina estalinista son responsables, colectivamente responsables de sus crímenes. Tampoco yo me libro de este veredicto. “Pero ¿quién protestó en aquella época? ¿Quién se levantó para gritar

su hastío? Los trotskistas pueden reivindicar este honor. A semejanza de su líder, que pagó su obstinación con un pioletazo, los trotskistas combatieron totalmente el estalinismo y fueron los únicos que lo hicieron. En la época de las grandes purgas, ya sólo podían gritar su rebeldía en las inmensidades heladas a las que los habían conducido para mejor exterminarlos. En los campos de concentración, su conducta fue siempre digna e incluso ejemplar. Pero sus voces se perdieron en la tundra siberiana. “Hoy día los trotskistas tienen el derecho de acusar a quienes antaño corearon los aullidos de muerte de los lobos. Que no olviden, sin embargo, que poseían sobre nosotros la inmensa ventaja de disponer de un sistema político coherente, susceptible de sustituir al estalinismo, y al que podían agarrarse en medio de la profunda miseria de la revolución traicionada. Los trotskistas no ’confesaban’ porque sabían que sus confesiones no servirían ni al partido ni al socialismo”. La política de los estalinistas era ya abiertamente contrarrevolucionaria, como se demostraría en España, y significaba una ruptura total con la tradición del marxismo y el bolchevismo. El único argumento que encontró el estalinismo fue la calumnia y la liquidación física, tanto de la oposición de izquierda como de cualquier otro elemento que pudiera estar ligado a la revolución de 1917. Eso fueron los Juicios de Moscú, donde se liquidó a lo que aún quedaba vivo del Comité Central bolchevique de 1917, salvo a Trotsky al que se asesinaría por un agente de la GPU y militante del PSUC. Una purga que tuvo su correlato en todos los niveles del partido y el aparato del Estado y el Ejército Rojo. Para justificar tal operación se inventó y desarrolló la leyenda del trotskismo como una “causa general” no sólo contra los trotskistas, sino contra toda disidencia al interior de las organizaciones estalinistas. Trotsky pasó a ser el gran “revisionista”, que había abandonado el marxismo revolucionario para pasarse a las filas de la burguesía, el dirigente de una gran conspiración contra la URSS y el movimiento obrero internacional. Todas sus críticas y acciones estaban dirigidas al sabotaje de la economía y sociedad soviética, y a facilitar la influencia del imperialismo y la burguesía en la clase trabajadora. Otros anti estalinistas como Andreu Nin y el POUM sufrirían acusaciones similares de “trotskismo”. Para el PCE y el PSUC se trataba de agentes de Franco y así lo denunciaron y sos-


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tuvieron hasta los 70. Incluso tras el secuestro, tortura y asesinato de Nin por agentes de la GPU, respondían a las pintadas del POUM de “Gobierno Negrín, ¿Dónde está Nin?” con otras donde se leía “En Salamanca -con Franco- o en Berlín -con Hitler”. Esta leyenda sobre el trotskismo, como toda gran falsificación, tenía serias contradicciones. Al menos tantas como virajes tuvo la política exterior de Stalin durante los 30. Los perversos trotskistas pasaban de ser agentes del fascismo alemán a agentes del imperialismo democrático según Stalin estuviera buscando la alianza con los segundos o firmando el pacto HitlerStalin. Hoy en día ningún historiador serio daría la más mínima credibilidad a estas falsificaciones, sin embargo siguen siendo parte de los “manuales de formación” del neo-estalinismo ibérico. Una forma “fácil” de armar doctrinalmente a sus militantes, muchos de ellos jóvenes que se están izquierdizando, ante toda discusión que saque a la luz cómo su tradición y estrategia lejos de apuntar a que la clase trabajadora conquiste el poder, construya sus propios órganos de autoorganización y mantenga total independencia de las distintas alas burguesas, reproduce la vieja conciliación de clases del estalinismo de José Diaz y la Pasionaria. Una conciliación que ahora queda plasmada por ejemplo en el apoyo a gobiernos burgueses “progresistas” de todo tipo -desde Chávez-Maduro, hasta Morales o Correa- o incluso a simples dictaduras como la de Al Assad por su alineamiento con los primeros.

La utilidad de la leyenda antitrotskista para el nuevo reformismo Se podrá pensar que nadie a estas alturas puede seguir creyendo las fantasías estalinistas de un Trotsky a sueldo de la CIA o la Gestapo, o incluso de las dos simultáneamente. Sin embargo esta vieja leyenda antitrotskista es una de las claves, aunque no la única, para entender de donde viene la visión que hoy en día buena parte de los activistas y militantes de la izquierda española tienen del trotskismo. Debemos tener en cuenta que el estalinismo fue la corriente política más importante desde el aplastamiento de la revolución española hasta el final de la Transición. No solo por el PCE que fue el principal partido del antifranquismo, sino porque incluso en la emergencia de la extrema izquierda a finales de los 60 será el maoísmo la corriente que se alzará como hege-

mónica a la “izquierda de Carrillo”. Organizaciones como el Partido del Trabajo, el Movimiento Comunista o la Organización Revolucionaria de Trabajadores, nacerán impactados por el fenómeno mundial de la “nueva izquierda” y como reacción a la política de “reconciliación nacional” del PCE. No se rompía pues con la histórica estrategia de conciliación de clases del estalinismo. Se separaban de su desarrollo más extremo, del nuevo “eurocomunismo” que en el Estado español había “ampliado” la alianza con la burguesía. Ya no sólo se buscaba la subordinación del movimiento obrero a la burguesía “democrática”, sino a la misma burguesía “franquista” en proceso de cambio de chaqueta. Era la renuncia a la “ruptura democrática”, que iba a dejar una democracia degradada con Monarquía, impunidad y continuismo para todo el aparato del Estado franquista y negación de los derechos democráticos de las nacionalidades. Los maoístas siguieron

planteando la necesidad de luchar por dicha ruptura, que como en los años 30, perseguía la conquista de una república democrática respetuosa con la propiedad capitalista. Por lo tanto estas rupturas por izquierda del estalinismo oficial, el PCE, lo hacían reafirmándose en los aspectos más clásicos de su tradición estalinista, incluido el furibundo antitrotskismo. Se trataba de volver al PCE de José Díaz y a la URSS de Stalin, contra los revisionistas de Carrillo y Brézhnev. Con lo cual durante todo este periodo de hegemonía estalinista la leyenda antitrotskista siguió vigente sin apenas variación. Estas calumnias, por más que puedan parecer ridículas, incluso aún hoy son reproducidas de alguna manera por referentes de la izquierda aparentemente más serios. Es el caso de Pablo Iglesias, quien en una reciente editorial de arranque de su programa Fuerte Apache trató de vincular a los neocon norteamericanos con un su-

puesto origen en las filas del trotskismo.2 Una carambola política que pretendía basarse en la antigua militancia en grupos trotskistas estadounidenses de algunos referentes de esta corriente política reaccionaria. Pero que lo hicieron muchos años después de haber roto con el trotskismo. Obviando, por otra parte, que estos transformismos se dieron de forma muy extendida en otras muchas corrientes de la izquierda, empezando por el mismo estalinismo que de hecho terminó siendo el agente directo de la restauración capitalista en la URSS y los países del mal llamado “socialismo real”. Una calumnia extensamente respondida por Pepe Gutiérrez, de la Fundación Andreu Nin y militante de Izquierda Anticapitalista., en su artículo “Trotskismos y neocons, una amalgama infame (y un anexo)”.3 Al mismo tiempo se jalea la imagen del trotskismo como sinónimo de revisionista y reformista sin ningún fundamento serio, desgraciadamente en ocasiones con la colaboración de dirigentes de organizaciones que provienen históricamente del trotskismo. En el programa número 100 de la Tuerka4 Pablo Iglesias lanzaba la siguiente pregunta a Miguel Urbán, dirigente de Izquierda Anticapitalista (IA): “Este programa ha sido calificado por muchos de (ser) un programa trotskista. Tú que eres un experto en la materia. ¿Qué te parece esta afirmación?”. Urbán optó por responder negando que la Tuerka pueda ser considerado trotskista -lo cual es cierto- pero avanzó en su argumento afirmando que es increíble que todavía existan numerosas sectas estalinistas “igual que es increíble que alguien todavía se considere trotskista”. Rechazando como ridícula esta tradición, y lo que es peor, equiparándola con la del estalinismo. El cierre de Iglesias, apoyado en la defenestración que acababa de hacer Urbán contra el trotskismo fue el siguiente: “A Trotsky le hubiera gustado estar en la Tuerka, con lo cual esto nos condena al infierno del reformismo, el revisionismo y el trotskismo”. Haciendo uso de su habitual tono irónico dejaba correr y reafirmaba la leyenda más light, menos tosca, contra nuestra corriente. Decirse -o que te digan- trotskista a ojos de muchos militantes y activistas muchas veces es sinónimo de ser un revisionista, alguien que ha revisado el marxismo en clave totalmente reformista. El pozo de la vieja leyenda sin duda favorece la existencia de este falso “sentido común”. Por eso no es una casualidad que desde referentes de un nuevo reformismo que está surgiendo en los últimos años, como es


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Pablo Iglesias, no sólo no se discutan estas falsificaciones, sino que incluso se les de aire. Lo lamentable es que dirigentes de IA como Urbán sean parte del show. Estamos en un momento donde el debate acerca de qué proyecto político es necesario construir y cuál es la vía para acabar con el Régimen político y resolver los grandes problemas democráticos y problemas sociales provocados por la crisis capitalista. Por el momento los proyectos políticos que están hegemonizando la discusión son los que defiende Pablo Iglesias, sectores de IU e incluso de parte de grupos de la extrema izquierda, como Miguel Urbán y la dirección de IA. Proyectos con un programa de reforma política y económica, y una estrategia de conseguir una victoria electoral y la creación de un gobierno de la izquierda reformista. La inspiración o modelo lo encuentran en Siryza en Grecia o el Front de Gauche en Francia. Y también en los procesos encabezados por los Gobiernos posneoliberales latinoamericanos del eje bolivariano. Esto último sobre todo por la combinación de vía electoral y lo que llaman “empoderamiento popular”. Un modelo de movilización de las masas -el chavista- que lejos de ser un verdadero empoderamiento popular se trata del encuadramiento de la movilización de masas para el apoyo de la agenda gubernamental, evitando todo tipo de “rebase” o movilización independiente de los trabajadores y sectores populares. El discurso de Iglesias o Urbán se toca en algunos fundamentos claves. Ambos insisten en que está clausurada la vía de la lucha armada - entendida esta como la estrategia basada en el terrorismo individual o la lucha guerrillera – y que por tanto la única posible es la electoral, para lo cual es necesario buscar la confluencia de la izquierda realmente existente. Urbán lo sintetizaba recientemente en una entrevista al periódico digital cuartopoder.es, cuando planteaba: “Se les puede echar desde el parlamento, con las armas o con los votos. Como con uno no podemos y con las armas no queremos, habrá que echarlos con los votos. Primero tendremos que discutir desde qué bases mínimas podemos hablar de unidad, y después ya veremos cuáles son los siguientes pasos”.5 Ambos rechazan, o mejor dicho omiten como si estuviera descartada por adelantado, la posibilidad de una salida revolucionaria. Por supuesto declaran “sectaria y dogmática” a aquella “izquierda clásica” que aspira a un proceso de movilización de los sectores populares con la clase traba-

jadora al frente. Un proceso revolucionario que pueda derribar el actual régimen y sobre sus ruinas imponer un Gobierno de los trabajadores y el pueblo, basado en los organismos de autodeterminación de las masas. Los dos dan por concluida la “etapa de la revolución de octubre” -el ejemplo más importante de esta estrategia- y para ello se apoyan en el fracaso de la URSS estalinizada y el rechazo a la idea de revolución obrera que se generó gracias a los ideólogos de la ofensiva neoliberal de las últimas décadas. Nosotros, como militantes trostskistas, pensamos que existe un balance distinto a la caída de la URSS que el que han planteado estos pensadores de la burguesía. Su degeneración no fue algo inevitable o innato de toda revolución proletaria, sino un proceso marcado por las agudas contradicciones sociales y políticas que atravesaron al primer Estado obrero de la historia, su atraso y destrucción después de la guerra civil, y sobre todo la no extensión de la revolución a los principales centros capitalistas. Contra dicha degeneración era posible oponer un programa y una estrategia política, luchar por nuevos triunfos revolucionario en otros países -en contra de la política contrarrevolucionaria de “socialismo en un sólo país”. Y también por una revolución política al interior de la URSS, que tirase abajo la dictadura de la burocracia y regenerase el Estado por medio de la más amplia y genuina democracia obrera. Sin el triunfo de esta revolución política la burocracia iba a terminar tratando de restaurar el capitalismo, pues la mejor garantía de blindar su posición privilegiada era acceder a la propiedad de los medios de producción que hasta ese momento parasitaba desde el Estado. No es de extrañar, por lo tanto, que únicamente el trotskismo haya sacado un balance de la experiencia de la URSS que no sea en clave reformista, es decir que no niegue la posibilidad de que los trabajadores podamos realizar una revolución. No fue la estrategia de la revolución proletaria lo que hizo fracasar la experiencia de la URSS, sino la liquidación de la misma y sus conquistas en manos del poder estalinista. Aquellos que desde la izquierda quieren canalizar el malestar social creciente hacia una salida de reforma, prefieran obviar que se puede pensar una estrategia alternativa a la guerrillera y la electoral. Y quisieran que el trotskismo, la única corriente que ha planteado un balance revolucionario de la experiencia estalinista, siga envuelto en etiquetas como “revisionis-

mo”, “reformismo” o “tan desfasado como quien se reivindica estalinista”. Coinciden con los estalinistas en una cuestión importante, a ambos la leyenda antitrotskista en sus distintas versiones les es funcional para tratar de alejar a miles de jóvenes y trabajadores que quieren luchar contra el capitalismo de conocer el marxismo revolucionario.

La necesidad de refundar el trotskismo en el Estado español La crisis capitalista y la debacle del Régimen del 78 está haciendo que miles de jóvenes y trabajadores nazcan a la vida política, el activismo e incluso la militancia. Un fenómeno que tuvo como punto de inflexión el 15M pero que se viene desarrollando sin cesar, y que en el último tiempo está generando nuevos debates acerca de cuál debe ser la estrategia y los proyectos políticos de los que dotarnos para lograr vencer. La historia de la izquierda en el Estado español marca en gran medida el punto de partida de este proceso de politización, que conforme sigan avanzando la crisis económica y política puede tender hacia la radicalización de miles. Y en este punto de partida por el momento las corrientes políticas que mejor situadas están son las que o bien provienen del reformismo clásico, o bien se han ido adaptando al mismo en las últimas décadas de retroceso ideológico. Desde nuestro punto de vista es necesario fortalecer un polo que comience a levantar una alternativa revolucionaria en todas estas discusiones. Una alternativa que pelee por recuperar una estrategia de clase, por pelear en el movimiento obrero contra las actuales direcciones burocráticas y porque éste pueda ponerse en movimiento con un programa para hacer pagar la crisis a los capitalistas, que asuma también las demandas de otros sectores populares afectados por la crisis y por supuesto las reivindicaciones democráticas que son clamor en la calle, por terminar con la Monarquía y por el derecho de autodeterminación de Catalunya. Que pelee por la más absoluta independencia política de los trabajadores, en contra de los procesos de conciliación de clases que están ganando peso o las salidas electoralistas y de reforma del régimen del 78. Que quiera resolver todas estas cuestiones por medio de la movilización obrera y popular, sobre las ruinas del actual régimen e instaurando un Gobierno donde seamos los trabajadores y el pueblo los que gobernemos, no los banqueros y

los empresarios. Que no se “detenga” en la sacrosanta propiedad privada de los medios de producción, y esté dispuesto a luchar por la expropiación de los que nos expropian todos los días, para que el conjunto de la economía esté bajo el control y el servicio de las amplias mayorías sociales. Se trata de una alternativa que apunta a conquistar una sociedad sin explotación ni opresión, donde las amplias mayorías sociales seamos las dueñas de nuestros destinos. Un proceso de transformación social que no se podrá detener en un sólo país. Y basándonos en las lecciones de la historia pelearemos que esté siempre dirigido y controlado por organismos de democracia directa. Una alternativa que está opuesta por el vértice a todos los que quieren conducirnos a una nueva reforma o humanización del capitalismo, y también a los que quieren retomar experiencias fracasadas como el estalinismo que sólo auguran nuevos palos en la rueda revestidos de rojo. Esta es la alternativa revolucionaria que desde Clase contra Clase creemos hay que construir hoy más que nunca, y que para nosotros no es otra cosa que refundar en el Estado español, la única tradición que plantea un programa y una estrategia en este sentido, el trotskismo o marxismo revolucionario.

NOTAS 1

Ver Federico Grom, Algunas notas para el debate Siria, Contracorriente 38, octubre 2013. 2 Pablo Iglesias sobre neoconservadores, trotskistas y el sexo. http://www.youtube.com/ watch?v=vZGqDZLY4bs 3 http://www.anticapitalistas.org 4 La Tuerka #100. http://www.youtube.com/ watch?v=aQxE95TQHdQ 5 “Anticapitalistas, Foro Cívico, IU, Equo y colectivos del 15M ensayan un nuevo frente político”, Cuartopoder.es, 11 de mayo de 2013. http://www.cuartopoder.es/loszapatosdelvagabundo/anticapitalistas-foro-civico-iu-equo-ycolectivos-del-15m-ensayan-un-nuevo-frentepolitico/1826


20 TEORÍA E HISTORIA

A propósito del Día Nacional del España

Raza y Espíritu de una Raza: el cine como instrumento y espejo del franquismo por CYNTHIA LUB Estamos próximos a otro 12 de Octubre, el “Día Nacional de España” antes llamado “Día de la Hispanidad”, de la Raza o del Descubrimiento de América, entre otros términos que dan cuenta del carácter históricamente imperialista del Estado español. Veremos en diversos actos institucionales el realzamiento de los valores patrióticos y militares tras un completo calendario de actos del Gobierno: honores militares a los Reyes, desfiles militares terrestres y aéreos y tal como anuncian “homenaje a los que dieron su vida por España”, mientras continúan impunes los ex-militares franquistas responsables de las torturas y desapariciones. A propósito de esta fecha, en este artículo analizaremos cómo la cultura e historiografía del franquismo, esta vez través del cine, se proponía transmitir los valores más reaccionarios del régimen de los “vencedores”: los valores de la patria, de la tradición católica, conquistadora e imperial. Desempolvando la cinemateca española, nos encontramos con un famoso film que analizaremos críticamente: Raza (1940), diez años más tarde llamado Espíritu de una Raza (1950), realizado, narrado y escrito nada más y nada menos que por Francisco Franco. El guion ha sido inspirado en el libro “Raza. Anecdotario para el guion de una película”1, que escribió Franco con el seudónimo Jaime de Andrade, editado en el año 1942 y vuelto a editar en el año 1997 por Editorial Planeta con un Prólogo de Ricardo de la Cierva, ex ministro de cultura de la UCD. Si bien el guion y la película son obras de ficción, se logra una especie de documental de reconstrucción histórica guiada por Franco para así construir su imagen.

La cinematografía bajo el franquismo El film fue dirigido por José Luis Sáenz de Heredia (Madrid, 1911- 1992), uno de los intelectuales alineados al Régimen franquista y director de la Escuela Oficial de Cine. Fue primo hermano del fundador de la falange José Antonio Primo de

Rivera y estuvo alistado en el Ejército de Tierra luchando en la guerra como alférez de Artillería. Cuando finalizó la guerra trabajó en el Departamento Nacional de Cinematografía supervisando documentales. Realizó el documental Franco, ese hombre (1964) conmemorando los llamados “25 Años de Paz” y fue un influyente director del cine español como se puede ver en toda su filmografía, calificado por los teóricos como el “director del Régimen”2. Para el Régimen franquista el cine debía servir como “arma política”, tal como propuso Dionisio Ridruejo, otro reconocido falangista y jefe del Servicio Nacional de Propaganda desde 1938 al frente del Departamento Nacional de Cinematografía3; a través del cual nació el famoso NO- DO: Noticiarios y Documentales Cinematográficos, creado en 1942. Entre los films realizados en este contexto: Frente de Madrid, El crucero Baleares, Escuadrilla, Porque te vi llorar, Rojo y Negro, Boda en el infierno, entre otros. Raza se estrenó en Alemania, Italia, Portugal y Argentina. El periódico La Vanguardia, del 6 de enero de 1942 decía: “Esta noche, en el Palacio de la Música de Madrid se ha estrenado, en sesión de gala, la película Raza. Jerarquías de Estado, del Ejército y del Partido asistieron a dicho estreno, así como

un gran número de personalidades. La cita es realmente magnífica y con ella el cine español da un paso gigantesco en su historia. Tres momentos cruciales de la Historia de España constituyen el fondo temático de la película Raza (la Guerra de Cuba en 1898, el inicio de la Guerra Civil en julio de 1936 y su final en abril de 1939). El ocaso de nuestra patria, a lo largo de medio siglo, y su resurgimiento bajo la espada invencible del Caudillo está recogido y plasmado en imágenes de un modo portentoso en este filme. La proyección fue seguida con un vivísimo interés por el selecto público asistente al acto. Un gran éxito, en fin, como ninguna otra película había conseguido en Madrid”.

Una autobiografía idealizada En este film podemos observar una autobiografía del mismo Francisco Franco narrada a través de la historia de una familia identificable con la que hubiese querido tener el caudillo, desde el colapso imperial de España en 1898 hasta la guerra civil. El personaje principal en el libro es la figura de la madre, doña Isabel de Andrade. Sola, con tres hijos y una hija que criar -como la hermana de Franco, Pilar Bahamonde. En

contraste con la vida real, en la novela el padre del protagonista es un héroe naval y doña Isabel enviuda cuando lo matan en la guerra de Cuba. Toda una historia muy diferente a la realidad. Haciendo una breve sinopsis argumental, el film comienza con las imágenes de la familia Churruca, con la madre, Isabel de Churruca (Rosina Mendía), y sus hijos esperando al padre de la familia, el capitán Pedro de Churruca (Julio Rey de las Heras). Tras el encuentro, el padre ya en su hogar hablará a los tres hijos varones y la niña, de las grandes personalidades guerreras de la historia. Al año siguiente Pedro de Churruca se va a combatir a Cuba en la guerra entre España y Estados Unidos. La viuda Isabel quedará a cargo de la educación de sus hijos asentados en Madrid; quienes años más tarde seguirán caminos muy diferentes al calor de los acontecimientos políticos. Isabelita (Blanca de Silos) se casa con un militar, Luis Echeverría (Raúl Cancio); Jaime (Luis Arroyo) entra en un convento en Barcelona donde será asesinado por “los rojos”; Pedro (José Nieto) sigue la carrera política como abogado y diputado siendo la “oveja negra” de la familia; y José (Alfredo Mayo) la carrera militar. Tras la guerra civil en 1936, se produce la desintegración familiar. Las vicisitudes personales durante la guerra llevará a grandes crisis en el seno de la familia, posiciones dubitativas deserciones y muertes. Varios historiadores plantean que es una autobiografía bastante idealizada ya que su verdadera familia lejos estaba del modelo que muestra en el film. El padre de Franco era un funcionario naval adicto al alcohol quien en 1907, tras la separación de su madre, se había alejado de la familia. También en el caso de su hermano “anticlerical e izquierdista”, Ramón Franco -representado en Pedro-, Francisco Franco necesitaba revertir en Raza este punto oscuro de su familia. El film concluye con la muerte redentora del hermano republicano, Pedro, ejecutado al retornar a su tradición familiar y pasarse al bando fascista. A través de este film, el séptimo arte nos traslada con su lente empañado de ideología franquista al año 1939 con el Desfile de la Victoria. En un recuerdo que hace homenaje a su estirpe, Isabel habla a su hijo de los almogávares para


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reivindicar el imponente ejército militar, tal como lo había hecho su padre cuando era pequeña. Su hijo le pregunta: ¿Cómo se llama esto que estamos viendo madre?: esto se llama “raza” hijo mío”.

El drama familiar como trasfondo de una escuela de historiografía franquista “Vais a vivir escenas de una generación; episodios inéditos de la Cruzada española, presididos por la nobleza y la espiritualidad características de nuestra raza. Una familia hidalga es el centro de esta obra, imagen fiel de las familias españolas que han resistido los más duros embates del materialismo. Sacrificios sublimes, hechos heroicos, rasgos de generosidad y actos de elevada nobleza desfilarán ante vuestros ojos. Nada artificioso encontraréis. Cada episodio arrancará de vuestros labios varios nombres…¡Muchos!… Que así es España y así es la raza”.4 El trasfondo autobiográfico del libro y guion del film es una clara la reivindicación histórica de Franco. La dramática historia familiar está constituida por la propia dinámica política de la época y por tanto, si bien actúa de hilo conductor, acompaña toda una serie de símbolos e ideas fundamentales de Franco. Los dramas por encuentros y desencuentros de una familia en tiempos de guerra son un recurso a través del cual cada personaje representa un rol político, mientras transmite claros valores ideológicos con el fin de propagandizar la ideología de “los vencedores”. Para ello recurre a los hechos históricos sobre los que necesita sustentar su obra militar y política, como continuidad de “los mejores guerreros” en una suerte de varias anacronías históricas: Franco es continuidad del rey godo Recaredo -que como cuenta en su libro unificó la Iglesia católica y el Estado-, de los almogávares, de los conquistadores, de Carlomagno, El Cid, y de Napoleón: “se consideraba así mismo, como ellos, un guerrero de Dios contra los infieles que habían destruido la fe y la cultura de la nación”5. Mientras tanto, el argumento histórico más importante del film será la guerra civil: una guerra contra “los rojos” como continuidad de la lucha “histórica y heroica” que habían llevado a cabo los almogávares contra “los bárbaros.” O el “célebre caudillo de los almogávares” Roger de Flor. Así como los grandes conquistadores como Cristóbal Colón, Vasco Núñez de Balboa, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, entre otros. Así se transmitía en esta época tan oscura el “espíritu de una raza”... imperialista, tradicionalista y patriótica.

Espíritu de una Raza: “El general Franco censuró al Caudillo”

Así titulaba el periódico de EL PAIS un análisis del año 1996 sobre la segunda versión del film de 19506. La relación de España con una nueva realidad internacional de posguerra había provocado un cambio en algunos contenidos del film, reestrenándose diez años después bajo el título Espíritu de una raza. Con el argumento de que la película sufría desperfectos técnicos de sonido y que por tanto necesitaba una resincronización, el caudillo mandó a censurar algunas partes.7 Las copias de la primera versión se destruyeron y durante años se habían dado por perdidas, hasta que en 1993 la Filmoteca Española adquirió una copia que provenía de un cine ambulante. Poco después, se localizó en la Cinemateca de Berlín otra copia de la primera versión; lo que dio paso a la restauración que se presentó por primera vez en el año 2002 por la Filmoteca Española con ambas versiones en DVD junto a la segunda edición. El primer film Raza dura 106 minutos, y Espíritu de una raza dura 96 minutos. Los 10 minutos eliminados son los diálogos referentes a las reivindicaciones de las ideas y símbolos de la falange, además de que se atemperaron las críticas a los Estados Unidos. Si bien el grito ¡Viva España! y la reivindicación de Franco se mantuvieron, se sacaron otros símbolos fascistas, las notas de “Cara al Sol” en la música, canciones como una jota dedicada a la Falange en una trinchera, así como las críticas al antiamericanismo e intensificándose la idea “anticomunista”. Ante la caída de Hitler y Mussolini y Franco necesitaba hacer un giro táctico para acomodarse en las relaciones internacionales. Cuando se estrenó Raza, tras la Segunda Guerra Mundial Franco creyó en la victoria de Hitler. España en un principio se declaró neutral, pero tras la caída de Francia- junio de 1940- se declaró “no beligerante”, lo que tuvo como punto culminante el envío de voluntarios, la División Azul, al frente soviético. El Gobierno español acordó volver a la neutralidad en octubre de 1943, cuando la potencia militar alemana comenzó a debilitarse. España terminó sufriendo un aislamiento internacional luego de la derrota de los países nazi- fascistas. Y en la Conferencia de Potsdam en 1945, el Reino Unido, la Unión Soviética y los Estados Unidos decidieron la no inclusión de España en la ONU. En 1946, la ONU acordó el aislamiento diplomático de España y la retirada de los embajadores en Madrid. Pero como decíamos, Espíritu de una Raza tuvo lugar durante el apogeo de la Guerra Fría. Estados Unidos cambió de actitud hacia el régimen de Franco y en 1949 visitó España concediéndole un préstamo de 25 millones de dólares. En 1950 la ONU levantó su condena al Régimen, lo que después conllevaría el ingreso paulatino en organismos interna-

cionales, hasta culminar en la entrada a la ONU con pleno derecho en el año 1955.

El odio y miedo a la revolución “La revolución roja, que en la mayoría de las provincias avanza arrolladora, arrastrando desbordada a los mismos que habían pensado dirigirla, tiene en Catalunya facetas más perversas. En medio de la vesania antirreligiosa, que destruye templos y ciega vidas de santísimos varones, se elige, con perversa premeditación, los religiosos a que conviene perdonar la vida”.8 Tanto en Raza como en Espíritu de Raza, el odio y el miedo a la revolución contra la que Franco luchó hasta acabar con ella, siguió intacto. Jaime se va como fraile a Cadafell en Catalunya a un asilo de niños enfermos. Isabel se va a Bilbao, a unirse a su esposo Luis. La lente de la cámara nos traslada ahora al frente republicano y una voz de radio habla de rumores de un alzamiento de tropas de Marruecos bajo las órdenes de Franco. Su discurso se teñirá de odio a los comunistas, tal como se lo exigía su deseo de ser parte del Plan Marshall: era odio a la revolución representada en las “milicias rojas”, “las turbas armadas” que llamaban a los jefes militares para “ganar el tiempo que necesita para desencadenar la sangrienta revolución que tienen preparada.” El film nos traslada a Catalunya donde la dinámica de la revolución era imparable. Era la Catalunya revolucionaria, la rosa de foc. Para Franco eran las “cuadrillas de criminales”, “ladrones”, “marimachos”, “con cárceles clandestinas y checas que siembran el terror en la Ciudad condal. Y allí estaba Jaime Churruca, el más pequeño de los hermanos, en el convento de Callafell cuidando a niños enfermos. Era un bondadoso fraile con voz suave y muy querido por los niños por su incansable labor de caridad. Hasta que llegan los salvajes milicianos, especie de bestias insensibles que en nada les importaban los niños y se llevan a los frailes para ejecutarlos. La cámara es acompañada por una voz en off hablando de la “la barbarie roja”, sobre la cual es de destacar que se refiere directamente a los anarquistas. Muy diferente a cómo muestra a los republicanos, más moderados e incluso dubitativos, representados en Pedro: un republicano que vuelve al bando fascista. Tampoco las mujeres se salvan de la cosmovisión franquista: la mujer espía fascista es mucho más valiente que las milicianas brutas y despiadadas; todo lo contrario al heroísmo que éstas mujeres mostraron combatiendo al frente en la guerra civil. Éstas chocaban además con la imagen de mujer que el Régimen promovía de “ángel del hogar”, que la madre y hermana de la familia Churruca representaban.

Después nos llevará a Bilbao que se encontraba bajo la “afluencia de las fuerzas rojas” y donde “la gente encerrada en sus domicilios, espera el momento de la liberación”. Allí entrarán las tropas nacionales y como cuenta en su libro: la orden de Prieto, el cabecilla rojo de Bilbao, queda desbaratada”. José e Isabelita se encuentran. Las imágenes de documentales superpuestos de la entrada de las tropas nacionales en Madrid conducen hasta el desfile militar de la victoria franquista, donde interviene José Churruca. En Raza, el Himno de la Falange se deja oír triunfal para ellos, aunque oscuro y tétrico para el pueblo y la revolución.

Raza, el reflejo de un Régimen Tanto Raza como Espíritu de una Raza muestran, bajo diferentes contextos, la ideología sobre la que se asentó lo que fue la derrota de la revolución española y los resultados de la guerra civil. Una derrota que se mantuvo en el tiempo, con una larga dictadura de tres décadas y media. No es casual entonces que este film haya tenido tantas versiones, debates, reediciones, que exceden al terreno del cine y que están inmersas en la historiografía de esta etapa histórica. Raza cumplirá un enorme rol a la hora de transmitir valores, tradicionalistas e imperiales y toda una cosmovisión del pensamiento franquista. Valores transmitidos a través de la familia Churruca, espejo -aunque distorsionado- de la vida de Franco, a modo de una idealizada autobiografía en la que “sus demonios familiares” serán reemplazados por una familia que Franco no había tenido y hubiese deseado.

NOTAS

Franco, Francisco (Andrade, Jaime De), “Raza. Anecdotario para el guión de una película”, Ejemplar Nº 345 (de 500 que se han impreso en la primera edición) de la Biblioteca de la Facultad de Letras- Universidad de Barcelona, Madrid, Editorial Numancia, 1942. 2 Caparrós Lera, José María, Cien películas sobre Historia Contemporánea, Madrid, Alianza Editorial, 1997- 2004, p. 343. 3 Crusells, Magí, Capítulo 6. “Las películas de Ficción I. La cinematografía española durante el franquismo: Raza (1941)”. en La Guerra civil española: cine y propaganda., Barcelona, Editorial Ariel, 2003. pp. 181- 216. 4 Franco, Francisco, esta es la dedicatoria de “Raza. Anecdotario para el guión de una película”,Madrid, Editorial Numancia, 1942, p. 11. 5 Preston, Paul, Franco: A Biography, Harper Collins, Londres, 1993, pp. 115-119. 6 Cristóbal, Ramiro, en el EL PAÍS, “El general Franco censuró al caudillo. El general Franco cortó numerosas secuencias de la película “Raza”, tras la derrota de Hitler”, 14 de enero de 1996. 7 Cine Español, Edición, diseño y autoría: Divisa Ediciones, 2002. Año 1941: duración 106 minutos. Año 1950: duración 96 minutos. 8 Franco, Francisco, Op. Cit., p. 145. 1


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Crítica de cine: “Espíritu del 45” de Ken Loach

Lo que el reformismo de izquierdas dio... ¿y lo que nos quitó? por ARSEN SABATÉ Se acaba de estrenar en el Estado español el último trabajo de Ken Loach un documental titulado “El espíritu del 45”. Loach es un cineasta reconocido internacionalmente con un gran prestigio en la izquierda por sus films de profundo contenido social y político. Algunos de los más conocidos, como “Tierra y Libertad” o “El viento que agitaba la cebada”, rescatan las versiones de las fracciones más de izquierda de importantes procesos revolucionarios del siglo XX. Además de su faceta como director Loach está considerado un firme defensor y activista contra los abusos capitalistas que azotan a los oprimidos, en su juventud, a finales de la década de los 60, solía participar en las actividades del Socialist Labour League (Liga Obrera Socialista), que luego devino en Socialist Resistance, sección británica del Secretariado Unificado. En la actualidad, Loach promueve la iniciativa de crear un nuevo partido a la izquierda del Partido Laborista, que luche contra los recortes del Gobierno de coalición de Cameron y Clegg, Left Unity, que ha conseguido miles de firmas y adhesiones. “El espíritu del 45” nos habla del espíritu de los trabajadores y sectores populares a la salida de la Segunda Guerra Mundial. Una clase trabajadora que, después de los esfuerzos realizados en la guerra iba a exigir una mejora de sus condiciones de vida. Aspiraciones que iban a ser canalizadas por el Partido Laborista dirigido por Clement Attlee, tras la abrumadora derrota que le infligieron al Partido Conservador liderado por Churchill en las elecciones de 1945. Loach logra emocionar con algunas imágenes de archivo de la época. A través de diversas entrevistas a algunos de los protagonistas de ese espíritu del 45, sobre todo trabajadores y sindicalistas, nos relata esos años en los que el laborismo en el poder empezó a levantar el Estado de Bienestar en Gran Bretaña. Especialmente emotivos son los testimonios que narran como antes y durante la guerra, al ser la sanidad privada provocaba innumerables fallecimientos entre las familias humildes. Se resalta cómo

los trabajadores vivieron como una auténtica conquista la creación del Servicio Nacional de Salud . También hubo otras importantes conquistas que fueron ganadas tras duras luchas como las de los mineros o los estibadores en Liverpool. O la política keynesiana, que el Gobierno de Attlee impulsó con su plan de construcción de vivienda que dio empleo y hogar a miles de parados y trabajadores sin techo. Y en esta misma línea de reconstrucción post-bélica, también se nacionalizaron los servicios públicos y las principales industrias como la minería. Creemos que esto es lo mejor del film. Trae a los espectadores del Siglo XXI la memoria de una generación que por medio de importantes luchas logró conquistar derechos fundamentales e impusieron unos valores basados en la solidaridad y la cooperación. Algo muy valioso en un momento en el que la ofensiva para liquidar dichas conquistas arrecia en toda Europa, y aquellos valores progresistas han perdido terreno en favor del individualismo alentado por la ofensiva neoliberal de las últimas décadas. Sin embargo este relato deja de tratar a nuestro parecer un aspecto central de aquel proceso. La clase trabajadora no tomó en sus manos la reconstrucción del país de la posguerra. Las direcciones de sus organizaciones sindicales y políticas, el Partido Laborista, lograron evitar que la conflictividad se desarrollase en un sentido revolucionario. Y fue esto lo que permitió que fuera el Gobierno Attlee el que tomara la iniciativa, poniéndose a la cabeza de la reconstrucción del país a modo de desvío. Aunque en el film podemos ver imágenes de huelgas, piquetes o manifestaciones, estos actos de la lucha de clases no son para Loach el eje de explicación de por qué se alcanzaron aquellas conquistas. Esto de conjunto puede dar la visión equivocada de que éstas fueran otorgadas por la buena voluntad de los laboristas y Attlee. Es decir, como producto de la buena labor de un Gobierno de izquierda con apoyo de las masas. La guerra brindó la necesidad de levantar un país en ruinas e impulsar un plan de reconstrucción después de sus efectos devastadores, fue la gran época de desarrollo de las políticas keynesianas. La ayuda norteamericana a su aliado británico fue clave. No menos importante fue el rol de potencia imperialista de

Gran Bretaña. El Gobierno Attlee inició la descolonización porque ya estaban empezando a ser una carga fiscal insostenible. Pero se trató de una adaptación de las formas de dominio de los países semicoloniales. Los recursos obtenidos del expolio de éstos son otra clave ausente del film para poder comprender el nacimiento del Estado del Bienestar. El Gobierno de Attlee llevó adelante la reconstrucción de Gran Bretaña al mismo tiempo que otorgaba importantes conquistas sociales a la clase trabajadora, como una manera de ahuyentar el peligro de que ésta -asfixiada por los males de la guerra y la post-guerra- pudiera tomar el camino de la revolución. La existencia de la URSS, o la experiencia de los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, en la que la burguesía británica tuvo que enfrentar la gran huelga general de 1926, hizo consciente a la burguesía británica de que este peligro era real. El Gobierno de Attlee fue pues el Gobierno del imperialismo británico, algo que en el documental puede quedar oculto justamente por haber optado Loach por una narración bastante descontextualizada de la situación internacional y el carácter imperialista de Gran Bretaña Es más, pasar por alto esto puede conducir a que se establezca una relación muy directa, casi de identidad, entre el espíritu de cooperación y solidaridad que existía en gran parte de la clase obrera británica y el Gobierno laborista. Y éste termine tratado como si se tratase de un Gobierno que avanzaba hacia el socialismo. La segunda parte del documental denuncia la política de Margaret Thatcher a partir de 1979, la mayor desmanteladora del Estado de Bienestar. Deja de manifiesto la política neoliberal a gran escala que lanzó la Dama de Hierro contra la clase obrera británica, dejando a más de diez mil mineros sin trabajo al cerrar más de la mitad de las minas del país y toda una escalada de privatización de las industrias. Loach hace una omisión que no compartimos y es la de no mencionar el antecedente de las políticas de Thatcher, de marca labour. Nos referimos al Gobierno laborista de James Callaghan, el anterior al de Thatcher, que fue combatido por el movimiento obrero en las grandes huelgas del 78 y 79 conocidas como el invierno del descontento. Tampoco compartimos que para ha-

blar de esta desmantelamiento todo acabe en Thatcher, pues el rol que en esta tarea ha jugado y juega el “nuevo laborismo” creado por Tony Blair y continuado por Gordon Brown, es clave y además el mismo Loach ha sido una personalidad destacada en el combate contra las políticas de sus Gobiernos. En conclusión Ken Loach ha tratado de rescatar una experiencia y unos valores de la clase obrera británica que pueden resultar muy valiosos para el Siglo XXI. Sin embargo lo que pasa por alto termina haciendo de este emotivo relato una reivindicación del viejo laborismo de izquierda. Algo que empalma en gran parte con lo que podríamos llamar el “espíritu de 2013” de una buena parte de la izquierda europea, en la que se encuadra el proyecto de Loach Left Unity. Nos referimos a los distintos proyectos políticos que plantean en gran medida un retorno al reformismo clásico y levantar una estrategia que combine la movilización social y la vía electoral para conseguir un nuevo Gobierno de izquierdas, animados sobre todo por el auge de SYRIZA en Grecia.Que perfectamente podrían tomar como referente el Gobierno de Attlee. Optar porque el film lo cierre un discurso del mismo Attlee, es una buena síntesis del mensaje buscado por el director. Loach ha optado por un enfoque que resalta lo que el reformismo de izquierda pudo dar. Pero deja de lado que Attlee acorde al resto de burguesías imperialistas del continente lo daba con la intención de alejar las posibilidades de procesos revolucionarios en occidente. Es decir no nos habla de lo que el reformismo nos quitó o evitó: la posible apertura de un proceso revolucionario en Gran Bretaña después de la II Guerra Mundial. Una salida que, a diferencia del Estado de Bienestar, con una dirección revolucionaria podría haber significado un avance también para la emancipación de los pueblos de los países dominados por el imperialismo. En el Siglo XXI, como en 1945, la burguesía tratará de jugar todas sus cartas para poder evitar nuevas revoluciones. La de gobiernos progresistas y algunas concesiones -Gobiernos de izquierdaes una de ellas. En contra del enfoque dado por Loach en su documental al espíritu del 45, creemos necesario sacar las lecciones de aquel proceso para evitar futuros desvíos similares a la lucha de los explotados en el futuro.


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VIII Conferencia de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional

Se lanzó el Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista - IV Internacional por LA VERDAD OBRERA PTS - ARGENTINA El 25 de agosto se realizó en el Estadio Cubierto de Atlanta en la Ciudad de Buenos Aires, el Acto Internacionalista que dio cierre a la VIII Conferencia Internacional de la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional (FT-CI) con las consignas ¡Viva la lucha de los Trabajadores y la Juventud! ¡Abajo la represión de los militares golpistas en Egipto! ¡Qué la crisis la paguen los capitalistas! y por ¡Una internacional de la revolución socialista, la Cuarta Internacional! Cientos de jóvenes estudiantes y trabajadores fueron los más destacados protagonistas de los más de 2.000 asistentes de Capital y el Gran Buenos Aires, que siguieron con atención los saludos de las distintas delegaciones. Hicieron uso de la palabra compañeras y compañeros dirigentes de Chile, Brasil, Bolivia, México, Estado español, Francia, Alemania, Venezuela, Costa Rica y Uruguay. Así fue posible conocer la intervención de cada una de las organizaciones que integran la Fracción Trotskista, en el marco del desarrollo de la lucha de clases actual y las principales conclusiones y propuestas votadas en la Conferencia. En el próximo número de La Verdad Obrera abordaremos más conclusiones de la Conferencia internacional.

Discurso de cierre de Christian Castillo

“Abrir la discusión con la izquierda anticapitalista y la vanguardia obrera y juvenil” A seis años de la crisis capitalista más importante desde el fin de la segunda guerra mundial con los rescates billonarios, que han provocado un crecimiento sideral de las deudas estatales, y los ataques descargados sobre los trabajadores, los gobiernos capitalistas han logrado hasta el momento evitar que esta crisis se transforme en una depresión mundial generalizada, como en la década del ’30, pero todos los pronósticos hablan de por lo menos varios años más con la economía de los principales países capitalistas prácticamente estancada. En las últimas décadas del siglo XX, con el neoliberalismo, vivimos una ofensiva del capital en toda la línea, que arrasó con multitud de conquistas obreras, incluyendo la restauración capitalista en la Unión Soviética, Europa del Este y China. Estas victorias le permitieron una sobrevida al capitalismo pero no eliminaron sus contradicciones, como evidencia la crisis en curso, sino que en cierto sentido las acrecentaron. En estos años de crisis estamos viendo el comienzo de grandes convulsiones políticas a las que tendrá que responder la clase obrera. Una clase obrera que constituye hoy una inmensa fuerza social expandida a

nivel mundial, con grandes batallones en todos los rincones del planeta. Pero que está fragmentada y mayoritariamente desorganizada o con direcciones adaptadas al dominio del capital, que la condenan a la impotencia, como se muestra en Europa. Así como es falso que la crisis por sí misma termine con el dominio capitalista también es mentira que el capitalismo salga indemne de sus crisis. Depende de la respuesta de la clase obrera. Nuestra gran apuesta es que al calor de las luchas en curso la clase obrera desarrolle su conciencia de clase y se postule como alternativa de poder al dominio capitalista, que sus luchas tomen un camino revolucionario. Una conciencia que no surge automáticamente de la lucha misma sino que requiere de la intervención de los revolucionarios, del programa y la estrategia marxista, que condensan la experiencia histórica de la clase obrera. Esta, nada más y nada menos, es nuestra gran tarea. El desarrollo de organizaciones revolucionarias en cada país y de una internacional revolucionaria. (…) en estos años hemos visto distintas expresiones de la lucha de clases y fenómenos políticos de los que hablaron varios compañeros. En Europa, con la clase obrera y la juventud resistiendo los ataques del capital, sus gobiernos y sus estados. En América Latina, ganando las calles por nuevas conquistas, después de los golpes sufridos con la ofensiva neoliberal de los ’90 y las

tendencias al agotamiento de los gobiernos pos neoliberales. En Sudáfrica, en las grandes luchas mineras que están produciendo un fenómeno de ruptura de franjas de la clase obrera con la dirección conciliadora del Congreso Nacional Africano y la conducción de la COSATU, la principal central sindical del país. Pero es en el norte de África y en Medio Oriente donde hemos visto los acontecimientos más convulsivos, con los procesos revolucionarios en Túnez y Egipto, con los levantamientos transformados en guerras civiles en Libia y Siria y con la intervención de las potencias imperialistas y otros poderes regionales para sacar provecho propio de estos acontecimientos. Como no podía ser de otro modo, estos acontecimientos están poniendo a prueba la teoría y el programa de los revolucionarios. Egipto ha mostrado nuevamente el desastre al que lleva la llamada “teoría de la revolución democrática”, es decir, la subordinación política de la clase obrera a direcciones burguesas en la lucha contra una dictadura o un gobierno reaccionario. En la izquierda se ha llegado al colmo de reclamar la ilegalidad de la Hermandad Musulmana y que la represión no sea “tan dura”, como ha hecho la LIT, la organización internacional que impulsa el PSTU de Brasil. Una vergüenza. A ese desastre lleva la llamada Teoría de la Revolución Democrática. Y en Siria el imperialismo yanky in-


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crementa su amenaza de intervención enviando nuevos barcos a la región. Aquí podemos ver repetirse la tragedia de Libia, donde los grupos que tomaron la dirección de los levantamientos contra la dictadura de Khadafi terminaron en los brazos de las potencias imperialistas, promoviendo la intervención armada de los yankys y la OTAN, posición que también fue justificada por parte de la izquierda mundial. Nuestra organización que plantea la caída de la dictadura de Bashar Al Assad, como lo hicimos con Khadafi en Libia, dice claramente que no es con las bombas, ni con la intervención política y militar del imperialismo como hay que derrotar a Al Assad y los tiranos, sino con la lucha y la acción independiente de los trabajadores y el pueblo.

Las tareas de los revolucionarios Gran parte de la izquierda anticapitalista y socialista a nivel mundial ha sido revolcada por los nuevos fenómenos que se han desarrollado al calor de la crisis capitalista. En Europa sus partidos tienen fuertes crisis y sus direcciones se adaptan al neo reformismo de Syriza, el Front de Gauche de Melenchon y el PC francés o a Izquierda Unida en el Estado Español, organizaciones que buscan canalizar el descontento de las masas en el marco de las democracias imperialistas degradadas de sus respectivos países. En América Latina hemos visto una izquierda adaptada al nacionalismo burgués de Chavez y al frentepopulismo campesino de Evo Morales, por no hablar de los que desde la izquierda defienden gobiernos más de derecha como el de los Kirchner, el del Frente Amplio uruguayo o el Brasil del PT. Hoy las masas, como se ha mencionado en esta tribuna, están comenzando a desafiar estos gobiernos por izquierda. Nuestro partido el PTS es orgulloso integrante, junto a los compañeros del PO y de IS, de un Frente de Izquierda y de los Trabajadores que en su programa postula la independencia política de los trabajadores de todos los bandos capitalistas, que levanta no sólo las reivindicaciones inmediatas de los trabajadores y las masas explotadas sino medidas transitorias que afectan directamente la propiedad capitalista y se plantea la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo impuesto con la movilización de la clase trabajadora y el conjunto de los oprimidos. Con los más de 900 mil votos que obtuvimos en las primarias del mes de agosto mostramos que no es necesario hacer seguidismo al gobierno kirchnerista o a la centroizquierda para obtener el reconocimiento de los trabajadores y de la juventud. Mientras damos esta pelea decimos con claridad que el Frente de Izquier-

da es un medio para un fin superior: la construcción de un gran partido revolucionario de la clase obrera, que con decenas de miles de militantes pueda lograr la dirección de un fracción minoritaria pero relevante de la clase trabajadora y la juventud y jugar un papel decisivo en las crisis capitalistas que se vienen.. La alternativa a construir tiene que ser parte de la lucha por poner en pie un estado mayor revolucionario de la clase obrera a nivel internacional.

Poner en pie un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista Hemos discutido en nuestro último Congreso, y lo hicimos con todos nuestras organizaciones hermanas en esta semana de conferencia, que nuestra corriente internacional tiene que plantearse una política a la altura de los desafíos que nos plantea la actual etapa de la lucha de clases. Nuestra corriente se forjó en una etapa de resistencia, de clarificación programática y estratégica frente al abandono creciente de la izquierda mundial de toda perspectiva revolucionaria, que claudicó al triunfalismo burgués desarrollado con la ofensiva neoliberal y los avances de la restauración capitalista. Hoy estamos en una nueva situación. Nuestra propuesta de abrir la discusión para poner en pie un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista – Cuarta Internacional se dirige tanto a las corrientes y militantes de la izquierda anticapitalista y socialista que defienden una perspectiva de independencia de clase (entre los que se cuentan sectores de la izquierda de los partidos del antiguo Secretariado Unificado o los compañeros de la CRCI que integra el PO), como a los nuevos sectores obreros y juveniles que empiezan a destacar las luchas en curso. Por eso no podemos menos que tomar la propuesta que acaba de hacer el compañero Marcelo Ramal en esta tribuna y manifestamos nuestra disposición a discutir la organización de este Congreso de organizaciones socialistas y revolucionarias de América Latina que pueda ser un paso en la reconstrucción de una internacional revolucionaria. Como han podido ver en las intervenciones de los distintos compañeros que me han precedido, los distintos grupos que conformamos la Fracción Trotskista estamos haciendo política activamente en nuestros países, implementando distintas tácticas con un mismo fin revolucionario. La batalla al interior del NPA en Francia o del PT en Bolivia; la intervención en los procesos en Chile y Brasil; el Frente de Izquierda y de los Trabajadores en Argentina,

por solo nombrar los más destacados. Dentro de pocos días, el 3 de septiembre, se conmemorarán 75 años de la fundación de la Cuarta Internacional. En otras circunstancias, nos toca hoy continuar ese combate, por dotar a la clase obrera de una dirección revolucionaria internacional que le permita llegar a la victoria, enterrar para siempre este sistema de explotación y opresión y abrir el camino hacia una sociedad comunista, donde toda la humanidad pueda gozar de las creaciones del arte, la cultura y la ciencia, y las guerras y la miseria sean solo un mal recuerdo del pasado. Bárbara Brito, dirigente estudiantil PTR

“Está surgiendo una nueva generación de revolucionarios en Chile” En el 2011 la irrupción de la juventud sin miedo transformó la situación de la política nacional. Fuimos cientos de miles de estudiantes en las calles, con tomas, con lucha callejera contra una Policía que salió con todo su aparato represivo a resguardar el mercado en la educación y el régimen herencia de la dictadura que se puso en jaque. A su vez se impuso la lucha por la gratuidad de la educación contra las Juventudes Comunistas y otras organizaciones de izquierda que durante años se negaron a levantar esta demanda. Luego de una nueva oleada de lucha, desde el PTR y la ACR fuimos parte activa de “el tomazo”. Con más de 100 Universidades y liceos en toma y paro. Hoy los trabajadores se comienzan a manifestar. Con el Paro Nacional del 11 de julio, y la movilización obrero-estudiantil del 26 de junio, que mostró que la estrategia de los revolucionarios que venimos años luchando por la unidad obrero estudiantil es necesaria y completamente actual. Lo vimos también con los portuarios, que pudieron doblarle la mano a la patronal con una huelga nacional; lo vemos con los trabajadores de correos de Chile, que se han organizado con delegados de base para potenciar su huelga. Se abrió en Chile una nueva situación política, con una derecha dividida y un nuevo intento de acuerdo entre el Partido Comunista y la Concertación para maquillar el régimen político pinochetista. Nosotros somos una agrupación de cientos de jóvenes y de extensión nacional que batallamos por una alternativa revolucionaria. Hoy está surgiendo una nueva generación de revolucionarios, y nuestra tarea es agruparnos, los trabajadores y la juventud en lucha, en un partido de obreros revolucionarios para acabar con toda la herencia pinochetista.

La apertura del acto estuvo a cargo de Santiago Lupe de Clase contra Clase del Estado español quien recordó cómo la irrupción de la juventud indignada cambió la situación del país, con manifestaciones de miles en las calles que, junto a la clase obrera, vienen luchando contra los ajustes, aún con el rol traidor que juega la burocracia sindical. Ante la combinación de la crisis económica y política, destacó la necesidad de enfrentar las alternativas que la burguesía y los reformistas ya están aplicando, que buscan “desviar la movilización de las calles detrás de proyectos electoralistas con un programa de reformas cosméticas de las democracias degradadas y reformas económicas y sociales parciales. (…) Estamos hablando de grupos como Syriza en Grecia, el Front de Gauche en Francia o Izquierda Unida en el Estado español. (…) Hay sectores de los mismos grupos de la extrema izquierda y de la vanguardia obrera y juvenil que no aceptan la adaptación escandalosa a los reformistas. (…) Lo vemos en el NPA francés, en los sectores que se resisten a adoptar la estrategia de “gobierno antiausteridad” con sectores de la burguesía. Lo vemos también en Grecia, donde los compañeros del grupo OKDE-S se vienen oponiendo al apoyo que su corriente internacional brinda a Syriza. También en el Estado español en los distintos sectores que al interior de diversas organizaciones de extrema izquierda se resisten a los acercamientos a IU.” A continuación planteó que desde Clase contra Clase se han propuesto dar pasos en común, actuando en frente único con estos sectores, a los cuales va dirigida la propuesta votada durante la conferencia de la FT de lanzar un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista (que para nosotros es la Cuarta Internacional), para dar las batallas políticas y programáticas contra estas nuevas mediaciones y pelear por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Al mismo tiempo, denunció el procesamiento del compañero Savas MichaelMatsas - militante trotskista griego y dirigente de Partido Revolucionario de los Trabajadores de Grecia (EEK)- “a petición de la extrema derecha griega de Aurora Dorada, con el que nos hemos solidarizado, hemos discutido también


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Gran entusiasmo militante en el acto internacionalista convocado por el PTS participar con una delegación internacional de la protesta de este jueves en la embajada griega y mandamos un saludo desde este acto internacionalista”. Stefan Schneider y Suphi Toprak (dirigente de origen Kurdo) por el grupo RIO de Alemania, que acaba de integrarse con toda energía y entusiasmo como sección plena de la FT-CI, hicieron llegar un fuerte saludo que fue seguido atentamente por todos los asistentes. Destacaron que en el país de “Marx, de Engels, de Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin, de los insurrectos del 18 y el 23 y más tarde luego de la segunda Guerra Mundial, del primer levantamiento contra la opresión soviética en Berlín del 53 –hace 60 años-, de la clase obrera más poderosa y mejor organizada de toda la historia” las nuevas generaciones, las del trabajo precario y salarios de miseria, tienen por delante un enorme desafío “la lucha por nuestro futuro solo puede triunfar si nos levantamos en contra del imperialismo alemán, no sólo en los países periféricos, sino en el corazón mismo de la bestia.¡Bajo las banderas de los Estados Socialistas Unidos de Europa, en contra de la unificación imperialista de la Europa bajo la hegemonía alemana!”. En uno de los momentos más emocionantes del acto Suphi mencionó la lucha de la juventud que en Turquía en la plaza de Taksim durante el mes de junio se movilizó contra el gobierno de Erdogan y se reunía en los estadios al grito de “Her Yer Taksim Her Yer Direnis“ (En todas partes es Taksim, en todas partes es la resistencia) y recordó a sus compañeros asesinados durante las protestas. Los y las compañeras de la FT en Francia que militan dentro de la Corriente Comunista Revolucionaria del NPA enviaron un saludo al acto internacionalista y destacaron su lucha al interior del NPA, que es un partido amplio, para que éste adopte una estrategia claramente revolucionaria y de clase. Frente a los efectos de la crisis económica, que está provocando el desgaste de los regímenes burgueses en distintos países, señalaron el surgimiento de elementos de polarización política. Por un lado una extrema derecha nacionalista y xenófoba y por el otro el surgimiento de tendencias reformistas (como el Front de Gauche en Francia). En ese marco destacaron la pelea que llevan adelante para que la clase obrera tenga una expresión política propia e independiente de toda variante burguesa.

La compañera Diana Assunção tomó la palabra por la LER-QI de Brasil recordando que en junio de este año, la juventud brasilera dijo basta. Al igual que en Turquía, Chile, Grecia y varios otros países de todo el mundo. “Se vivió un cambio histórico en el país. Las calles fueron tomadas con la juventud al frente haciendo barricadas y enfrentándose a la policía. De la lucha en contra del tarifazo al transporte se avanzó al cuestionamiento de todos los servicios básicos como la educación, la salud y la vivienda. Millares decían ‘plata para los servicios y no para la Copa Mundial. Después vino la gigante clase obrera brasilera que mostró gran disposición de lucha realizando una primera acción importante el 11/7 con cortes de ruta, paros y piquetes pese la burocracia sindical”. La compañera, dirigente también del Sindicato de trabajadores de la Universidad de San Pablo (SINTUSP), denunció la hipocresía de los discursos reformistas y del gobierno del PT que salió a la luz con esta gran lucha de la juventud mostrando el Brasil profundo. El Brasil de la policía más asesina del mundo, el Brasil donde los empresarios ganan millones mientras hay super-explotación, el país que habla de democracia racial mientras siguen los asesinatos de negros y pobres. El Brasil que también es el país de la homofobia y de la violencia contra las mujeres. Contó además que “la LER-QI viene actuando con nuestra juventud y centenas de compañeros independientes en Sao Pablo, Río de Janeiro, Minas Gerais y otras ciudades en los combates callejeros, en las barricadas, enfrentando la policía, pero también luchando por un programa de fondo para el transporte exigiendo la estatización, sin pago, bajo control de los trabajadores y usuarios”. En un punto culminante de su discurso señaló que “solamente en Brasil tiene mas de 50 millones de trabajadores. Imagínense si además unimos la fuerza de los millones de obreros y obreras de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, México. Esa es la base material de nuestro internacionalismo. Nuestro internacionalismo no es un sueño, es una perspectiva revolucionaria y realista para cambiar el mundo”. En representación de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) de México, Sergio Moissen, profesor de la UNAM recientemente encarcelado y liberado tras una fuerte campaña nacional e internacional y actualmente procesado por luchar, recor-

dó el 73 aniversario del asesinato del gran revolucionario ruso León Trotsky del cual México fue su última morada. Denunciando la ofensiva del gobierno mexicano con la privatización de Pemex y el gas natural a las transnacionales norteamericanas, la LTS viene peleando para que sea la clase obrera con sus métodos de lucha y la más amplia unidad independiente de todos los que resisten los planes antiobreros y entreguistas del gobierno del PRI (junto al PAN y el PRD que forman parte del Pacto por México) la que enfrente la ofensiva recolonizadora sobre el país: “No basta con oponerse a la privatización del petróleo hace falta pelear por la renacionalización de lo ya privatizado sin ninguna indemnización bajo el control de los trabajadores. Por eso gritamos desde acá: Fuera yankees de América Latina.” Frente a la crisis del movimiento trotskista mexicano, planteó: “No queremos ser una organización más en México, no queremos ser cualquier organización, queremos militar en los grandes batallones de la clase obrera, buscamos, como dijo León Trotsky en México, retomar la obra de Emiliano Zapata y llevarla hasta el final”. Javo Ferreira por la LOR-CI de Bolivia expuso las conclusiones del proceso de lucha y organización obrera más importante de los últimos 25 años. En el mes de mayo los trabajadores enfrentaron la política antiobrera y pro-empresarial del gobierno con una gran huelga general de la COB que durante 2 semanas rompió la situación de paz social de Evo Morales y el MAS. El movimiento obrero boliviano está atravesado por un importante fenómeno político, abierto a partir de la formación de un Partido de Trabajadores (PT): “Luego de 25 años los mineros, como los de Huanuni que fueron la vanguardia del proceso, se reencontraron en las calles y rutas con sus hermanos fabriles, maestros, trabajadores en salud, municipales (…). Actualmente enfrentan la amenaza de cárcel (…) Evo Morales intenta con este ataque y esta amenaza impedir el desarrollo de una iniciativa sumamente importante en el camino de la independencia política de los trabajadores, la formación de un PT (…) de independencia de clase y basado en los sindicatos, al servicio de la lucha de clases.” Frente a los ataques gubernamentales contra los trabajadores que buscan criminalizar la protesta social, la Conferencia de la FT-CI votó redoblar la campaña por el desprocesamiento de los trabajadores mineros y contra la persecución política impulsando una campaña no sólo nacional sino internacional en defensa de los compañeros.

También trasmitieron un combativo saludo, Ángel Arias de la LTS de Venezuela que describió la situación tras la muerte de Chávez y la crisis del proyecto nacionalista burgués, como así también la necesidad de luchar por una organización revolucionaria independiente del chavismo y la oposición patronal; y Bryan Brenes de la LRS de Costa Rica quien planteó la necesidad de luchar contra toda forma de intervención imperialista en nuestro continente. Junto a ellos, Claudio Álvarez, del Sindicato de Docentes Secundarios de Uruguay y militante de la FT-CI señaló las contradicciones del gobierno “progresista” del Frente Amplio que después de casi 10 años en el poder y como parte de un proceso más profundo a nivel regional, comienza a enfrentar en las calles el descontento de amplios sectores como mostró recientemente la gran lucha docente. En el acto se hicieron presentes delegaciones de los partidos que son parte junto al PTS del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Por el Partido Obrero tomó la palabra Marcelo Ramal y por Izquierda Socialista lo hizo José Castillo quienes saludaron la realización de la Conferencia. Marcelo Ramal propuso que “a partir del Frente de Izquierda y de los Trabajadores consideremos la posibilidad de un Congreso de organizaciones socialistas y revolucionarias de América latina para discutir una estrategia y un programa en base a la independencia política, la lucha por el socialismo revolucionario y la revolución permanente”. De Argentina Nicolás del Caño, que recientemente ha logrado en Mendoza un importante resultado electoral del FIT en las PASO, recordó que desde su provincia siguieron con pasión la lucha de la juventud chilena que al otro lado de la cordillera enfrenta a los carabineros y al régimen heredero pinochetista, les dio la fuerza para estar junto a los trabajadores y la juventud. Alejandro Vilca trabajador municipal y candidato del FIT en Jujuy señaló que era un orgullo poder participar del acto internacionalista, recordando que en la provincia han tomaron como propia la lucha obrera de Bolivia que viene enfrentando a Evo Morales, con campañas de pintadas denunciando la represión y persecución a los dirigentes mineros como parte del desafío mayor de poner en pie una militancia internacionalista y revolucionaria. Hacia el final, con todas las delegaciones que participaron del acto, se dio cierre cantando el himno de la Internacional.


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Revolución democrática, conservadurismo burocrático y revolución permanente

Algunas notas para el debate sobre Siria y el marxismo neraciones del marxismo en el siglo XX, con desastrosas consecuencias en nuestro siglo.

Por FEDERICO GROM Los escollos que truncaron los planes bélicos de Obama en la crisis siria, han actuado como un claro síntoma de la crisis de hegemonía de los Estados Unidos como principal potencia imperialista. Son muchas las contradicciones que encuentra para restablecer su dominio en una región estratégica, todavía sacudida por los complejos procesos de la primavera árabe, con el telón de fondo de la crisis capitalista. Temeroso de entrar en una nueva aventura militar, con su población poco proclive a una nueva guerra, prácticamente sin aliados y con la oposición de China y Rusia en los organismos internacionales, Obama se acogió a la propuesta de Rusia por la cual el arsenal sirio de armas químicas debe eliminarse o destruirse, lo que dejaría sin efecto la inminente intervención militar. Mas allá de su desarrollo, una forma pragmática para Obama de salir del callejón sirio que sin embargo lo debilita y tendrá consecuencias a largo plazo, afectando de forma negativa la percepción del poder de EEUU en la arena mundial.1 Sin embargo, no es mi intención aquí la descripción de la actual coyuntura mundial en relación a la crisis siria, ni sus alcances más a largo plazo. Sino introducir algunos elementos a mi entender importantes para el debate, ya que los grandes acontecimientos someten infaliblemente a prueba las ideas. Y las revueltas en Siria, la posterior guerra civil y su desarrollo en curso no son la excepción. Las primeras protestas en Siria comenzaron en marzo del 2011 y a la fecha hay más de 100.000 muertos y dos millones de desplazados, en un país con 17 millones de habitantes. Sobre el debate que se abrió alrededor de Siria, buena parte de éste gira alrededor de muchas cuestiones que el marxismo, en sus diversas generaciones, fue abordando. Una de las posiciones es la de las corrientes estalinistas, como el PCPE, que defienden la dictadura de Al-Assad, aún a pesar de la represión militar del levantamiento de 2011 y las últimas masacres. Coinciden con las posiciones de Castro y del chavismo en Venezuela que defienden abiertamente al dictador ele-

Revolución democrática, conservadurismo burocrático y revolución permanente

vándolo a la categoría de gobierno “antiimperialista”. Una posición que comparten otros grupos políticos de la izquierda nacionalista en Aragón, Catalunya o Euskadi. En la base de estas posiciones políticas está la idea de que en política hay “campos” enfrentados. Y por el enfrentamiento entre estos “campos”, uno progresivo y el otro reaccionario, las contradicciones entre las clases y la lucha de clases dentro del “campo progresivo” deben hacerse a un lado. De lo contrario sería “servirle a la reacción”. Esto encubre “teóricamente” una práctica de conciliación de clases. Esto explica en parte las claudicaciones políticas de Nega, vocalista de los “Chicos del Maíz”, y las variopintas corrientes estalinistas a cualquier régimen burgués enfrentado en alguna medida con el imperialismo, o la misma nostalgia por la RDA y la Rusia estalinista. Todo fundamentado en un torpe y rudimentario marxismo mecanicista con aires de “materialismo”2 y más dicotómico que dialéctico. Un socialismo que está más cerca de parecerse a una planilla de Excel, que a las ideas de los grandes clásicos de esta corriente política. Así podemos leer a Nega: “los que celebraron la caída del muro (lo hicieron) porque entre otras cosas, nunca se vieron de patitas en la calle con su familia y tuvieron que elegir entre la libertad de tener un techo o la libertad de elegir entre veinticinco tipos de pasta de dientes. (…) Y sí, con Stasi, muro y todo. Y eso es así porque, aunque muchos vivan de degenerar el marxismo, las condiciones materiales continúan determinando la conciencia.

Porque cuando la necesidad aprieta, uno se vuelve menos exigente, menos erudito, menos perfeccionista, pone menos peros.”3 Estas son las palabras de todo un realpolitik. Marx y Engels opinaban que la clase obrera era el sujeto revolucionario porque entre otras cosas “no tenían nada que perder y un mundo por ganar”. Pero para él parece que el marxismo significa que “los que tienen poco que perder, con eso se conforman”. Solo para recordarlo, la toma del poder por los trabajadores, la expropiación de los grandes medios de producción, la planificación racional (y ¡democrática!) de la economía, etc. son sólo medios para un fin: la desalienación, es decir la plena libertad del hombre. Esto es importante para que el socialismo no se convierta en la transición más larga del capitalismo al...capitalismo, como terminaron siendo las experiencias estalinistas del Siglo XX. Esto está en la esencia de “los barbudos” como cuando Marx afirma que “La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas”. O su inseparable camarada Engels cuando escribe “El comunismo es el salto de la humanidad del reino de la necesidad al reino de la libertad.”. Incluso el propio Che Guevara, aunque a los hermanos Castro les moleste, planteaba que “El socialismo económico sin moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación.” Me abstengo de hacer otras citas para no aburrir al lector. Esta es una de las más graves dege-

Algunos están empeñados en ver “revoluciones democráticas” en todas partes. Nos referimos a grupos como Corriente Roja, miembros de la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (LIT-CI). Esta corriente formuló en los 80 la llamada Teoría de la Revolución Democrática en ruptura con la Teoría de la Revolución Permanente de Trotsky, que venía a desarrollar una especie de etapismo para los procesos revolucionarios en los que las reivindicaciones democráticas jugaban un rol clave. Alejando así de forma indeterminada el horizonte político de la revolución socialista. Para ellos la situación de senilidad histórica del capitalismo llevaba a que todo proceso revolucionario incluso siendo dirigido por un ala de la burguesía tras un programa democrático, terminaría transformándose casi automáticamente en un paso hacia la revolución socialista. Una interpretación etapista de los procesos revolucionarios fundamentada en una especie de teoría de la “revolución cualquiera, con dirección cualquiera”. Esto les lleva, en primer lugar, a devaluar la lucha contra las direcciones burguesas o pequeño-burguesas que se colocan al frente de distintos procesos revolucionarios, y a subordinar el papel de los revolucionarios a meros elementos de presión por izquierda de estas direcciones. Y en segundo lugar, a ver “revoluciones democráticas triunfantes” en lo que fueron contrarrevoluciones o desvíos con ropaje “democrático”, como fue la restauración de la democracia en Argentina en 1983 o las revoluciones de terciopelo en Europa del Este, que canalizaron el rechazo al estalinismo detrás del proyecto de la restauración capitalista.4 La Teoría de la Revolución Democrática ha tenido unas consecuencias nefastas en la política levantada por la LIT-CI en los procesos de la llamada primavera árabe. Nosotros criticamos abiertamente que en nombre de la lucha contra las dictaduras, ciertas organizaciones den


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su apoyo a los “bandos rebeldes” y planteen su armamento. Pues el “pequeño” problema es que los que están en este bando rebelde son el Ejército de Liberación Sirio o la Coalición Nacional Siria, organizaciones apoyadas por Al Qaeda, Turquía o Arabia Saudí y que en su programa proponen organizar una nueva dictadura teocrática. Justamente son estos grupos “rebeldes” quienes piden la intervención militar imperialista. Las direcciones de los rebeldes libios y sirios son abiertamente pro-imperialistas, y éstas -junto con el apoyo y la intervención militar- ha sido una de las vías del imperialismo para recuperar influencia en la región y tratar de abortar estos procesos revolucionarios. En el caso egipcio saludaron como una victoria el golpe de los militares, que ya aparece a todas luces como un intento de aplastamiento del proceso e intento de restauración mubarakista. Y cuando se desató la brutal represión de los militantes de la Hermandad Musulmana, que apuntó no sólo contra ellos, sino contra el conjunto del proceso revolucionario, se limitaron a pedir que no se los matara. “Bastaría con arrestos masivos o, como mínimo, de toda su cúpula. Tampoco sería necesario declarar un estado de emergencia (de sitio) ni un toque de queda, pues sería suficiente con ilegalizar a la Hermandad”. A la vez que pedían que no se conceda “ningún derecho democrático ni de expresión para la Hermandad y sus líderes políticos mientras se movilicen por el retorno de Morsi”5 . Olvidan que en política no solo importa qué se hace sino quién lo hace. Y que para los revolucionarios no es lo mismo que las masas tiren abajo al gobierno reaccionario de Morsi, a que lo hagan las fuerzas represivas del estado capitalista, que lo que buscan es liquidar el proceso de conjunto. La política de “revolución democrática” ya los llevó junto a otras organizaciones

de la izquierda internacional a considerar un “gran triunfo” de las masas la caída de Kadafi en Libia, bajo la dirección de la OTAN y sus colaboradores locales.6 Ya no se trata de apoyar a sectores de la burguesía democrática, sino incluso a los agentes de la OTAN en Libia o de Arabia Saudí y EEUU en Siria. Y las nuevas revoluciones democráticas triunfantes ya no son restauraciones de democracias formales, sino de nuevos regímenes bonapartistas o dictatoriales con lazos fortísimos con el imperialismo, como el Gobierno títere de Libia o la Dictadura militar en Egipto. Incluso dirigentes de la sección de la LIT en Costa Rica, se hacen eco de forma crítica de esta orientación política.7 Por otra parte, están quienes por un plato de lentejas se resignan a que la clase obrera abandone su misión histórica: la revolución socialista. Entre éstos se encuentran las corrientes estalinistas, que al final y por otra vía se conforman con bien poco: un supuesto Estado laico en Siria, un techo y pleno empleo en la RDA-con Stasi incluida-, según el Nega. Es el caso de Siria, peor aún que el estalinismo en la experiencia de los estados del Este, que aunque construyó estados obreros monstruosamente deformados, lo hizo sobre la base de la destrucción del estado burgués y la expropiación del capital. Sin embargo, la dictadura burguesa de Al-Assad hace años que lleva adelante una política abiertamente neoliberal de ataque a la clase trabajadora y el pueblo (amen de las brutales masacres del 2011 a esta parte). Si “la necesidad tiene cara de hereje”, no hay mejor defensor de esa máxima que Nega. Lo que encubre esta visión retrógrada, es la justificación del “conservadurismo burocrático” de los que sí tienen algo que perder, en el sentido de lo que Mandel llamaba la “dialéc-

tica de las conquistas parciales” que relega a la clase obrera a un rol pasivo y mutila su potencialidad revolucionaria. Toda concesión de la burguesía a los trabajadores y el pueblo pobre puede ser una conquista o un desvío, en función de cómo sea utilizado por los sectores más conciente de estos. Para el marxista belga “estamos aquí ante las raíces fundamentales del conservadurismo burocrático (…). La razón por la que usamos el término ‘conservadurismo’ –y lo consideramos dañino a los intereses del proletariado y por tanto del socialismo– es porque esta mentalidad se rehúsa a batirse o a apoyar luchas más avanzadas, con la premisa de que cualquier salto revolucionario hacia adelante, ya sea a escala nacional o internacional, obstruirá o pondrá en peligro las conquistas de la clase obrera”8. Esta misma lógica expresan los defensores de Stalin, Al Assad, Chávez-Maduro, Kim Yong Un, y sus regímenes políticos. La teoría-programa de la revolución permanente desarrollada por León Trotsky, que nosotros sostenemos, reconoce como uno de sus fundamentos la etapa de declinación histórica del capitalismo, pero no le da a ésta un valor absoluto. Esto significa que la clase obrera no debe detenerse frente al programa democrático, sino que para llevarlo adelante hasta el final, se imbrica con las tareas socialistas de la revolución y la construcción de un poder obrero. Lo que implica como condición necesaria una lucha política independiente de los trabajadores -o más precisamente su fracción más avanzada organizada en partido- por la dirección de esos procesos. El mismo desarrollo de las primaveras árabes, muestran que sin la destrucción del Estado capitalista y la construcción de un poder obrero y popular es imposible que las elementales demandas democráticas de estos pueblos puedan ser llevadas hasta el final.

es interesante recordar que Lenin en la Primera Guerra Mundial sostenía convertir la guerra de carácter imperialista, en guerra civil revolucionaria, lejos de escoger alguno de los bandos en pugna configurados por las tensiones interimperialistas. Muy distinta fue la posición de los marxistas revolucionarios frente a la URSS, incluso en tiempos de Stalin, donde Trotsky bregaba por el defensismo del Estado obrero frente a cualquier amenaza imperialista. Incluso en 1938, en las vísperas de la II Guerra Mundial, Trotsky planteaba: “En Brasil reina ahora un régimen semi-fascista que todo revolucionario no puede ver más que con odio. Supongamos, sin embargo, que mañana Inglaterra entra en un conflicto militar con Brasil. En este caso estaré del lado del Brasil ‘fascista’ contra la ‘democrática’ Gran Bretaña. ¿Por qué? Porque el conflicto entre ellos no será una cuestión de democracia o fascismo. Si Inglaterra saliera victoriosa, pondría otro fascista en Río de Janeiro y colocaría dobles cadenas al Brasil. Si por el contrario Brasil fuera victorioso, daría un poderoso impulso a la conciencia nacional y democrática del país y conduciría al derrocamiento de la dictadura de Vargas. La derrota de Inglaterra daría al mismo tiempo un golpe al imperialismo británico y un impulso al movimiento revolucionario del proletariado británico. Verdaderamente uno tiene que tener la cabeza vacía para reducir los antagonismos mundiales y los conflictos militares a la lucha entre fascismo y democracia. ¡Bajo todas las máscaras, uno debe saber cómo distinguir a los explotadores, los esclavistas y saqueadores!”9. En última instancia, nosotros opinamos junto a Lenin que “los marxistas, (…) reconocemos la necesidad de estudiar históricamente (desde el punto de vista del materialismo dialéctico de Marx) cada guerra en particular.”10

Sobre el muy mentado “ni-nismo”

Compartir la trinchera, sin subordinación política

“Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria”, le gustaba insistir a Lenin, por lo que es interesante referirse a la cuestión de la guerra en el marxismo, de la cual la tradición del trotskismo es continuidad. Los estalinistas suplantan la teoría revolucionaria como guía para la acción, por los intereses diplomáticos del campo burgués progresivo con el que se alinean. Sobre la afirmación de que en toda guerra hay que tomar posición por alguno de sus bandos, que tanto les gusta citar a los herederos de Stalin, y que todo lo demás es filibusterismo,

Es importante comprender que desde el punto de vista militar (y político) existen dos conflictos. Por un lado, la guerra civil en Siria, con sus propias contradicciones, donde ningún bando es progresivo. Y por el otro, la amenaza de EEUU y otras potencias imperialistas aliadas de atacar Siria (donde se expresan tensiones con Rusia y China), frente a la cual para un revolucionario no caben dudas en que hay que tomar posición por la derrota del imperialismo. No ponemos por delante la denuncia de Al-Assad para desarrollar la


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más amplia unidad de acción contra la intervención de carácter imperialista que EEUU se apresta a perpetrar. Pero lo contrario, es decir poner el apoyo a Al-Assad por delante, a la hora de rechazar un ataque imperialista que nada bueno prepara para el pueblo sirio, no sólo no desarrolla la oposición a la agresión, sino que es de un oportunismo político insoslayable. Sostenemos abiertamente que AlAssad no representa los intereses de los trabajadores sirios y mantenemos nuestra absoluta independencia política y libertad de crítica, reservándonos el derecho de llamar a los trabajadores y el pueblo sirio a derrocar por sus propios medios y en total independencia del imperialismo y las distintas alas de su burguesía nacional a la Dictadura de Al-Assad. Una independencia política que la sostenemos también para los gestores “progres” del capital, como Chávez, Correa, Evo Morales, etc., que tan en estima tienen las corrientes estalinistas. Sobre las armas químicas, ¿miente Obama? Es probable. ¿Miente AlAssad? También es probable. Esto no cambia nuestro rechazo a cualquier agresión imperialista. Sin embargo a veces el silencio es la peor de las mentiras. Y de silencios sobre quién es Al-Assad, están llenas las páginas de las organizaciones de cualquiera de las tradiciones estalinistas. Que los norteamericanos pretendan atacar Siria no convierte a Al-Assad en un buen chico. Mucho menos antiimperialista, laico y amado por todo su pueblo, como lo quieren presentar.

Ya está disponible en Internet el manifiesto del MIRS-CI

Construyamos un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista - Cuarta Internacional Discutido y aprobado por la VIII Conferencia Internacional de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional, Buenos Aires, agosto de 2013.

NOTAS 1 Para ampliar el análisis ver Juan Chingo,

Siria, como revelador de la crisis hegemónica norteamericana. 2 http://kaosenlared.net/america-latina/ item/67207-santiago-alba-rico-la-rda-y-lasdicotom%C3%ADas.html 3 Nega (LCDM), Santiago Alba Rico, la RDA y las dicotomías, http://www.lahaine.org/index. php?p=71417 4 Manolo Romano, Polémica con la LIT y el legado teórico de Nahuel Moreno, http://www. ft.org.ar/estrategia/ei3polemica_con_moreno. html 5 Declaración de la LIT-CI 15/08/2013. 6 Ver http://www.clasecontraclase.org/Vergonzosa-capitulacion-de-la-LIT-CI-en-Egipto 7Manuel Sandoval, Siria: La LIT-CI le capitula a Obama http://www.elsoca.org/index.php/ revista-1857/articulos-destacados/3061-polemica-siria-la-lit-ci-le-capitula-a-obama 8 Ernest Mandel, El poder y el dinero, Siglo XXI Editores, 1994, págs. 97 y 98 9 Entrevista a León Trotsky realizada por Mateo Fossa en México el 23 de Septiembre de 1938. 10 Lenin, La actitud del P. O. S. D. R. ante la guerra. http://www.marxists.org/espanol/lenin/ obras/1910s/1915sogu.htm

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Entrevista: la lucha del magisterio y de los estudiantes mexicanos

“Al grito de maestros y estudiantes, unidos y adelante” Como decía antes, después de muchos años, se realizaron asambleas masivas, brigadas a toda la ciudad, mitines relámpago en zonas populares y un amplio movimiento de solidaridad con los maestros que tuvo su punto más alto en el paro de 48 horas de 30 escuelas públicas. En las calles, se escuchan las voces de decenas de miles de jóvenes que gritan ¡Fuera el PRI! ¡Queremos escuelas, queremos trabajo, queremos hospitales no queremos militares!

por CONTRACORRIENTE Entrevistamos a Antonio Méndez, militante de la LTS e integrante de la Asamblea de la Sección 10 del magisterio y del boletín de maestros “Nuestra Clase”

Contracorriente: En México la juventud despertó con el proceso Yosoy132 y ahora se ha iniciado la lucha del magisterio contra la reforma educativa del gobierno del PRI en la cual los estudiantes han salido también a las calles, ¿cuál es la situación actualmente?

CC: Desde la LTS ¿cómo estáis interviniendo en este proceso y que es lo planteáis?

Antonio Méndez: Efectivamente, el proceso juvenil detonado por la emergencia del movimiento Yosoy132 es profundo y ha vuelto a manifestarse en las calles y en las universidades públicas del país a través del apoyo a la lucha del magisterio contra la Reforma Educativa. En los últimos días, asistimos a imponentes manifestaciones estudiantiles en apoyo a los maestros, en particular la del 14 de septiembre donde, después del violento desalojo de la principal plaza pública de México contra los maestros, a manos de la policía local y federal, decenas de miles de jóvenes tomaron las calles y, junto al magisterio, colmaron el Monumento a la Revolución al grito de “maestros y estudiantes, unidos y adelante”. En los días consecutivos, casi treinta escuelas de educación pública pararon durante 48 horas bajo el llamado de los maestros democráticos a realizar un paro nacional, realizaron brigadas a los mercados, el metro y las zonas fabriles y se reunieron en asambleas de hasta 1500 estudiantes para manifestar su apoyo a la lucha magisterial. Apenas hace unos días, los estudiantes volvieron a colmar las calles junto con el magisterio democrático organizado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y organizaciones políticas, para conmemorar la matanza del dos de octubre en la Plaza de las Tres Culturas a manos del PRI y para nuevamente, manifestarse en contra de la Reforma Educativa y la Reforma Energética. Esta marcha fue violentamente reprimida por el gobierno del Distrito Federal y hoy estamos luchando por la liberación de todos nuestros presos políticos.

A.M.: Nosotros estamos interviniendo desde varias trincheras. En el movimiento estudiantil, junto con los compañeros de la JASyR, estamos tratando de profundizar la unidad obreroestudiantil y la lucha codo a codo con los maestros. Estuvimos presentes en 14 de los paros realizados, impulsamos activamente las asambleas junto a otras organizaciones y estudiantes independientes y en las brigadas a las fábricas y las colonias populares. Estamos planteando la necesidad de soldar esta gran alianza y articular un gran movimiento nacional contra la Reforma Educativa y Energética, en una perspectiva independiente, sin depositar ninguna confianza en las instituciones de este régimen hambreador y entreguista. Además, estamos bregando porque de este proceso, surja una juventud que vea su destino indisolublemente ligado al de los trabajadores, para pelear codo a codo por una perspectiva anticapitalista. En los sindicatos donde estamos, como el Sindicato de Trabajadores de la UNAM y el Sindicato de Telefonistas, hemos dado una pelea para que nuestras organizaciones se solidaricen activamente con los maestros e impulsen el paro nacional. En particular, la interior del magisterio, donde junto con compañeros independientes impulsamos la agrupación de maestros “Nuestra Clase” estamos luchando por profundizar la lucha, porque el fenómeno antiburocrático al interior del SNTE que ya cunde por todo el país se fortalezca y de manera unitaria, logre sacar a los charros y recuperar nuestra organización. Y porque esta lucha fortalezca la perspectiva del paro nacional como la mejor vía para torcerle el brazo al gobierno.

CC: El gobierno plantea la reforma educativa ¿cuales son las medidas? A.M.: Se trata fundamentalmente de una reforma laboral, donde los maestros son arrojados a la inestabilidad en el empleo y la precarización, mientras se hace responsable a los padres de familia de los costos educativos, violando el principio de educación pública y gratuita sancionado en la constitución. A los mentores se les imponen contratos eventuales, se les sujeta a un aberrante proceso de evaluación con exámenes y pruebas estandarizadas – bajo los criterios de “productividad” de la OCDE-, que desconoce la amplia diversidad cultural de México en donde muchos maestros y estudiantes no hablan español y pertenecen a alguna etnia indígena y se niega el derecho a los estudiantes normalistas a acceder a una plaza una vez que terminan sus estudios. CC: El día 13 de septiembre el gobierno federal del PRI y el gobierno de la capital del PRD reprimió la acampada con un saldo de 30 heridos entre estudiantes y maestros, ¿cómo está el nivel de represión por parte del gobierno? ¿Qué campaña contra represión se ha iniciado? A.M.: Desde que asumió el PRI y se formó el llamado “Pacto por México” en donde están los tres principales partidos burgueses, incluido el supuesto progresista Partido de la Revolución Democrática que gobierna el Distrito Federal, la represión ha ido en aumen-

to, haciendo recordar los aciagos días del autoritarismo priísta que ejecutó la matanza del dos de octubre en 1968, el asesinato de decenas de maestros disidentes durante los 80´s, el asesinato y desaparición de jóvenes guerrilleros, las masacres contra indígenas como la de Acteal y la represión a la huelga de la UNAM de 1999. El 13 de septiembre, con el pretexto de la ceremonia del grito de independencia, la policía federal y del DF desalojaron el Zócalo y desde entonces, lo mantienen en un verdadero sitio policiaco militar. Desde 1968 que la plaza principal de la ciudad no había sido ocupada por la policía, cuando los estudiantes del Consejo Nacional de Huelga, decidieron desafiar al PRI y quedarse a pernoctar. Hoy, frente a la criminalización de la protesta social, estamos impulsando una amplia campaña democrática para defender nuestro derecho a la libre manifestación y organizándonos para que al gobierno le quede claro que no vamos a retroceder en lo conquistado durante décadas de lucha y movilización.

CC: Las movilizaciones estudiantiles que se están viviendo hace que no se veian desde la huelga de la UNAM, cuéntanos cómo está el movimiento estudiantil y cómo se está expresando en estas movilizaciones. A.M.: Las movilizaciones estudiantiles que se están viviendo hace que no se veian desde la huelga de la UNAM, cuéntanos cómo está el movimiento estudiantil y cómo se está expresando en estas movilizaciones.


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Viene de Contraportada elecciones es índice de una fractura más estructural del “movimiento”? Es prematura una respuesta definitiva a este punto. Es innegable que desde su victoria en octubre de 2011 con el 54% de los votos, Cristina ha visto una licuación importante de su poder político. El kirchnerismo no puede definirse solamente por los sectores que sostienen el discurso gubernamental más centroizquierdista (las corrientes que se agrupan en “Unidos y Organizados” como La Cámpora, el Movimiento Evita o Kolina), y que se desarrollaron en particular desde 2008. Estos son solo uno de los componentes de lo que viene siendo una coalición heterogénea, integrada también por el peronismo conservador de los intendentes y gobernadores y por la burocracia sindical, que detentan gran parte del poder real. Es sobre estos sectores que el núcleo del gobierno viene perdiendo hegemonía. Primero fue la ruptura con Moyano y ahora la de Massa y los intendentes y burócratas sindicales que lo acompañan. Por su parte, Scioli y otros sectores (como la gran mayoría de intendentes y gobernadores) que siguen en el oficialismo no parecen tener diferencias sustanciales con el proyecto de Massa (un peronismo pos kirchnerista corrido hacia el centro derecha con perfil de “gestión”), pero especulan que la mejor forma de lograr su objetivo es mantenerse por “adentro” y de esa manera quedar como herederos naturales al convertirse prácticamente en un imposible la reelección presidencial. El “cristinismo”, a su vez, espera mantener la suficiente cuota de poder como para imponer condiciones en la sucesión, mientras espera un “milagro” que le permita consagrar un delfín “más del palo” si obtiene un buen resultado electoral. ¿Qué harán los “unidos y organizados” si fracasan en su intento de retener el poder? ¿Se subordinarán a Scioli o a Massa? ¿Construirán un movimiento aparte? ¿Se licuarán como fracción política una vez fuera del poder central del Estado? Todos estos interrogantes permanecen por ahora abiertos y en su definición lo decisivo no serán los cabildeos de palacio, que han estado en el primer plano en estos cierres de listas, sino la evolución de las contradicciones económicas y, como muestra Brasil, lo que diga “la calle”, la lucha de clases. Mientras tanto el crujir del peronismo está generando enfrentamientos larvados, “una guerra de baja intensidad” que incluye la división de lealtades del sindicalismo peronista.

Y esto abre brechas que pueden y deben ser aprovechadas para hacer avanzar a las tendencias clasistas entre los trabajadores. La oposición patronal “no peronista” queda, por su lado, en un segundo plano. La derecha macrista, para tener ambiciones presidenciales, debería hegemonizar a los sectores del peronismo conservador que hoy tienen proyecto propio y que, en cierta medida, son contradictorios con parte de su electorado en la Capital. El acuerdo entre el radicalismo y los sectores mayoritarios del FAP, en una suerte de “Alianza” senil, no despiertan el entusiasmo ni de las masas ni de los grupos económicos que los auspician… Hacia 2015 su principal expectativa es que el peronismo vaya dividido, llegar a segunda vuelta y ganar nucleando todo el voto opositor. Así vistas, estas elecciones legislativas dirimirán con qué cuotas de poder y capital político quedan las distintas fracciones del peronismo y de la oposición para afrontar los dos años que quedan hasta 2015, en los que no puede descartarse que la crisis mundial descalabre los planes de tirios y troyanos.

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores Es en este marco de disputa de los políticos patronales que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores encara nuevamente un desafío electoral. El FIT, que integramos el PTS, el PO e Izquierda Socialista, conquistó un destacado lugar en la superestructura política a partir de las elecciones de 2011.

En nuestro país hay una fuerte presencia política1 de la izquierda anticapitalista que se reivindica trotskista, que ha librado una serie de combates en este último período que permitieron el fortalecimiento del frente como referencia política de los trabajadores y la juventud. Esto podemos verlo en la actividad legislativa en las bancas de Córdoba y Neuquén, y en esta última de Raúl Godoy, especialmente la ley que plantea que los diputados ganen lo mismo que una maestra. Las nuevas denuncias por el espionaje ilegal de la Gendarmería en el llamado Proyecto X, que influyó en la renuncia de Nilda Garré del Ministerio de Defensa. La disputa con el kirchnerismo antes, durante y después del acto del 24 de marzo en la Plaza de Mayo, lo que enojó a Cristina porque llevamos las banderas rojas. La denuncia del crimen social en La Plata y la organización de la solidaridad con los afectados y la pelea por el juicio y castigo a los responsables. La pelea por la perpetua a Pedraza y todos los responsables y el rechazo del fallo que absuelve al Estado de su responsabilidad en el crimen de Mariano Ferreyra. La lucha que apoyamos contra los despidos y el fraude en la elección de delegados de Volkswagen Córdoba, que influyó en la renuncia de Omar Dragún como Ministro de Trabajo de esa provincia. La presencia en la primera línea de la organización de las oposiciones antiburocráticas en el movimiento obrero y del apoyo a luchas emblemáticas como la de Kraft en 2009, que fue condenada por todo el arco político patronal y por la bu-

rocracia sindical. O nuestra contribución a victorias en la lucha de clases, como en la autopartistas Lear, o en la recuperación de once seccionales de los sindicatos docentes de la Provincia de Buenos Aires de manos de la burocracia adicta al gobierno. Así como en 2011 lo conseguimos en Córdoba y Neuquén, vamos a luchar por conseguir legisladores y diputados de izquierda que pongan sus bancas al servicio de la movilización extraparlamentaria de los trabajadores y los sectores populares. Entre los partidos que integramos el FIT subsisten diferencias importantes que no han permitido avanzar hacia la constitución de un partido común. No es por capricho. Nuestros debates son públicos y cualquiera puede conocerlos leyendo las publicaciones de los distintos partidos. A diferencia de los políticos patronales no ocultamos nuestras posiciones ni nuestras polémicas. Pero esas diferencias no han impedido que sigamos impulsando en común el Frente de Izquierda sentando posición como un polo de agitación política y electoral de independencia de clase. Para esta elección partimos de más de medio millón de votos que obtuvo la fórmula presidencial que me tocó integrar junto a Jorge Altamira en 2011, y más de 660.000 votos en la categoría diputado nacional. Existe la posibilidad de que la izquierda logre representación parlamentaria nacional y en las legislaturas, por eso nuestro llamado a votar al Frente de Izquierda y participar activamente en la campaña.

El balance de una década y nuestros desafíos Después de una década, el kirchnerismo ha frustrado la expectativa de muchos de quienes le dieron apoyo, como lo mostraron los trabajadores que pararon masivamente el 20 de noviembre. Más allá de la retórica gubernamental y la de sus intelectuales, el balance de esta década es que los “cambios estructurales” respecto de los ‘90 hay que buscarlos con lupa. La economía sigue dominada por el capital extranjero y los mismos grupos económicos locales que orquestaron el golpe genocida de marzo de 1976. La tierra sigue en manos de los oligarcas de siempre y la “sojización” avanza en todo el país a costa de la expulsión de los campesinos pobres de sus tierras. Casi un 40% de los trabajadores está “en negro” y muchos otros sufren otras formas de precarización laboral, como la tercerización o los contratos eventuales, especialmente en la juventud. Para gran parte de la clase obrera, ri-


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gen las condiciones “flexibilizadoras” impuestas en los ‘90, con la ausencia de fines de semana libres y jornadas laborales que llegan a las 12 horas. Las patronales y el gobierno se apoyan en distintos sectores de la burocracia sindical, a la que auxilia desde el Ministerio de Trabajo. Lo que ha existido de novedoso en el movimiento sindical ha mostrado a la izquierda como protagonista, con la recuperación de numerosos cuerpos de delegados, comisiones internas y seccionales sindicales. Mientras los impuestos por “bienes personales” son de los más bajos del mundo (una tasa del 4% contra el 27% en la Unión Europea) cada vez más trabajadores pagan “impuesto a las ganancias”, y el IVA se ha mantenido en un 21%, una de las tasas más altas a nivel mundial. La renta financiera sigue sin pagar impuestos, lo mismo que la tierra que se mantiene ociosa, que solo paga impuesto inmobiliario. La minería multinacional actúa al amparo de la ley menemista y de los gobernadores kirchneristas, que la sostienen a pesar de la oposición de la población afectada, como en Famatina. El país se ha vuelto importador de energía, destinando a ese recurso 12.000 millones de dólares anuales. La semiestatización de YPF ha sido una burla: hoy la “gran política” estatal es lograr un acuerdo en condiciones leoninas con Chevron, denunciada en Ecuador por todo tipo de prácticas contaminantes. La continuidad de la política de concesiones privadas en los ferrocarriles y el subte no solo genera un servicio paupérrimo sino que ha provocado los crímenes sociales de Once y Castelar. La vivienda propia es de cada vez más difícil acceso para la clase trabajadora. Tres millones de familias viven en emergencia habitacional mientras el “boom” de la construcción hoy frenado ha estado al servicio de la especulación inmobiliaria. Una década donde los políticos gobernantes no solamente han garantizado altas ganancias a los empresarios sino que se han enriquecido en forma tal que nada tienen que envidiar a los tiempos menemistas. Oficialistas y opositores, más directa o más gradualmente, sostienen una política devaluacionista para tratar de aumentar las ganancias a costa del salario obrero. Las patronales preparan distintos enjuagues para una superación “a la derecha” del kirchnerismo. Pero es probable que midan mal la relación de fuerzas. Las masas están diciendo presente en América Latina con fuerza renovada. No solo en países gobernados por derechistas sirvientes directos de Estados Unidos, como en Costa Rica y Chile, donde las masi-

vas movilizaciones estudiantiles ya llevan tres años y ahora coordinan en común con trabajadores de los puertos y los mineros del cobre. También donde hay gobiernos “centroizquierdistas” como el de Dilma y el PT, en movilizaciones que han desenmascarado la realidad del nuevo “milagro” brasileño alabado por el conjunto de los políticos patronales locales, ya sea de derecha o centroizquierda. O en Uruguay, donde los docentes están protagonizando una huelga histórica contra el gobierno del Frente Amplio. Y en Bolivia, donde la Central Obrera Boliviana viene de realizar una muy importante huelga contra la ley neoliberal de jubilaciones que defiende Evo Morales y está lanzando un Partido de Trabajadores, en el cual hay importantes sectores que batallan por darle un carácter anticapitalista y de independencia de clases. Con una centroizquierda local que ha mostrado que está para cualquier negocio (Solanas y Libres del Sur en un frente con privatistas como Terragno y hombres de la banca Morgan como Alfonso Prat Gay; Binner reivindicando el voto a Capriles en Venezuela), la campaña del Frente de Izquierda, cuyas listas están llenas de candidatos trabajadores y jóvenes combativos, interviene en momentos de división del oficialismo para decirles a los trabajadores y la juventud que la salida debe ser por izquierda. Para aprovechar esta crisis, las peleas en el PJ y en la burocracia sindical, la izquierda se debe plantar con una política independiente de los bandos patronales y fortalecer su inserción en la clase obrera, la juventud y la mujer trabajadora. El Frente de Izquierda es una condición necesaria para estos desafíos, aunque no suficiente. La batalla política en las amplias masas por que la clase trabajadora construya su propio partido, conquiste su independencia política, está aún pendiente. Tanto como avanzar en las fábricas, en las comisiones internas, los cuerpos de delegados, los centros de estudiantes, para construir una izquierda de los trabajadores que levante un programa para toda la nación oprimida. Utilizaremos la atención política que despiertan las elecciones para instalar la necesidad de superar la experiencia histórica del peronismo, contra la política de colaboración de clases.

NOTAS 1 Ver Christian Castillo y Fernando Rosso,

“Apuntes del PTS sobre la construcción de un partido revolucionario en Argentina” en Estrategia Internacional 28, 2012 (disponible en www.ft-ci.org).

Po r l a reco n st r u cci ó n de l a cu ar t a i n t er n aci o n al

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Argentina | Elecciones 2013

Las elecciones, la división del peronismo y los desafíos de la izquierda Por CHRISTIAN CASTILLO ¿Es la división del peronismo en estas elecciones el indicio de una fractura más estructural del “movimiento”? Este interrogante encuentra a la izquierda que se reivindica trotskista con cada vez mayor presencia política y la coloca ante enormes desafíos: la batalla por que la clase trabajadora construya su propio partido y conquiste su independencia política. El Frente de Izquierda es una gran plataforma para avanzar en ese sentido. No por anunciada deja de ser relevante, para el presente político, la salida al ruedo electoral por fuera del Frente Para la Victoria de Sergio Massa, encabezando la lista a diputados por el Frente Renovador en la Provincia de Buenos Aires. Varios intendentes del

conurbano bonaerense (como Darío Giustozzi, de Almirante Brown) y sectores de los “gordos” agrupados en la CGT “Balcarce”, se alinearon con el intendente de Tigre, quien incluyó en su lista al ex presidente de la Unión Industrial Argentina, Ignacio de Mendiguren –hoy como en 2002 vocero de la devaluación–, a macristas de segunda línea, a Felipe Solá, a periodistas del grupo Clarín, al actor Fabián Gianola y hasta al ex “lilito” Adrián Pérez. Según los conocedores de la intimidad del “massismo”, el “armador” de la lista fue Juan José Álvarez, uno de los principales responsables políticos de la masacre del Puente Pueyrredón cuando formaba parte del gobierno de Duhalde, también denunciado como hombre de los servicios de inteligencia. Para Clarín y otros, Massa es una suerte de “esperanza blanca” de una neorenovación peronista hacia la derecha del kirchnerismo.

Discursivamente, el comienzo de la campaña de Massa se orienta hacia un planteo de distanciamiento tanto del gobierno como de la variante más claramente “antiK” que expresa De Narváez, tratando de captar votos que provengan de ambos campos del espectro político. Una suerte de táctica “sciolista” pero “por otros medios”. Si Massa es parte de una generación de funcionarios que llegó al peronismo proveniente de la derecha, como Boudou o Bossio; desde otro ángulo puede ser visto como un recambio del aparato de intendentes del peronismo, en reemplazo de los “barones” del conurbano, lugar que comparte con el hoy primer candidato a diputados por el oficialismo, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Son varios los analistas que resaltan el papel que los intendentes del conurbano bonaerense vienen jugando en la política nacional –partiendo de que

algunos distritos son más grandes en población que varias provincias–, la irrupción de lo que llaman el “municipalismo”. Tigre, la intendencia gobernada por Massa, resalta no tanto por su tamaño demográfico (como lo sería La Matanza) sino por la presencia de importantes empresas multinacionales y algunos lujosos barrios privados, que conviven con la mayor desigualdad y miseria, un rasgo de todo el conurbano. Con la “seguridad” como bandera (su “gran obra” de gestión es haber llenado su distrito de cámaras de vigilancia) y muestras de confiabilidad para el poder económico dominante (la embajadora de los EE. UU. lo definió como “proestadounidense” en informes develados por Wikileaks) es la apuesta de estos para encabezar una reconfiguración poskirchnerista del peronismo. ¿La división de estas

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