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uando observamos la situación actual de los trabajadores/as en Chile, así como de las organizaciones que se adjudican su representación, como Federaciones, Confederaciones, Centrales Sindicales, Gremios, etc. vemos que se encuentran cada vez más alejadas de sus bases y decidiendo unos pocos, entre cuatro paredes, el futuro de muchos y muchas. Esto unido a leyes permisivas heredadas de la dictadura, avaladas y fortalecidas por los distintos gobiernos “democráticos” de turno, han terminado por sumir a los trabajadores/as en una atomización y precarización laboral cada vez mayor. Se puede constatar que el uso perverso de la subcontratación y la flexibilización en todos los ámbitos del trabajo, tanto público como privado han tenido el efecto buscado por la clase dirigente, de debilitar, hasta casi hacer desaparecer, la sindicalización de los trabajadores/as. Sí a esto le sumamos que cada día la dirigencia de las grandes multigremiales ha sido politizada para defender intereses partidistas y personales olvidando el verdadero norte de los dirigentes sindicales y del trabajo sindical, que es lograr el bienestar económico, físico y sicológico de sus socios/as y sus familias. Todo esto ha influido negativamente en el entorno laboral, produciendo un alejamiento de los trabajadores/as entre sí y con sus dirigentes. Así podemos ver que cada uno pelea sus propias batallas sin mirar a los otros/as, pero sin darse cuenta que al estar luchando de esa forma le hacen un gran favor a sus empleadores, y que así le siguen el juego del “divide para vencer”. Es por estas razones que nacen los Trabajadores Organizados/as de Ñuble, formados por estudiantes, profesionales, sindicatos, etc. que no se sienten representados por estas organizaciones, ni comparten el sindicalismo que estas representan, comprometidos con el empresariado y alejado de los intereses de sus bases.
Creemos que la organización de los trabajadores debe comenzar por comprender y
sentirse identificado con sus pares, sus necesidades, esperanzas, temores y ambiciones, para de esa forma tener sindicatos con dirigentes comprometidos con sus bases y dispuestos a trabajar anteponiendo “el bien común”, a las ambiciones personales. Creemos en la unión de los sindicatos, como organizaciones. De los trabajadores
entre si y de todos los entes sociales como son; estudiantes, pobladores/as, campesinos/as y los diferentes gremios, en torno a una lucha a todas luces desigual, con empresarios y empleadores (el estado entre ellos), quienes con la protección de leyes y autoridades, cuentan con todas las ventajas. Pero la solidaridad y el apoyo
entre todos los trabajadores, es la única manera que tenemos de equilibrar de alguna manera el poder frente a los empleadores… NUNCA MAS SOLOS/AS. Creemos que es necesario refundar el movimiento sindical, fuera de los parámetros
políticos tradicionales, para eliminar el cáncer que se ha apoderado de nuestras organizaciones, funcionalizádolas y utilizándolas para defender los intereses de las cúpulas partidistas, con dirigentes cada día menos comprometidos con sus bases. Cambiar esto se hace urgente, volver el poder de la toma de decisiones a los trabajadores/as, con dirigentes dispuestos a trabajar siendo los voceros de sus bases y no quienes las dominan. Creemos en un nuevo código del trabajo para terminar de una vez con la herencia de
la dictadura y así salvar un sindicalismo que ha sido atomizado. Trabajadores/as prácticamente sin organización a los que se les quitaron la mayor parte de sus derechos, que los protegían en las negociaciones con sus empleadores. Necesitamos un nuevo código del trabajo hecho en democracia, con la participación de los trabajadores/as y para los trabajadores/as.
Creemos en la recuperación de la Seguridad Social en todas sus expresiones, poniendo especial énfasis en las AFP que ya han dado muestras inequívocas de que son un fracaso. La capitalización individual no es sino, la forma más conveniente para los gobiernos de olvidar sus obligaciones con sus ciudadanos y condenarlos de esta forma a ser futuros indigentes. Debemos luchar por un sistema de pensiones solidario, de reparto, con financiamiento tripartito y sustentable en el tiempo. Al mismo tiempo necesitamos de forma urgente el modernizar nuestro sistema de salud que ha sido sobrepasado y no cumple con las mínimas aspiraciones de los ciudadanos, como es el tener una atención oportuna, rápida y eficaz. Poniendo a su servicio todos los medios disponibles para darle la mejor atención posible, sin esas largas listas de espera que ya se han hecho costumbre. Debemos tener un sistema de salud pública, moderno, con insumos y equipos de primer nivel y el personal especializado para utilizarlo. La salud nos un bien de consumo, es un derecho, por lo que de ninguna manera puede privatizarse.
Creemos en la recuperación de las mutuales de seguridad, devolverlas a sus
orígenes, como era el asegurar una atención oportuna, rápida y eficaz para el trabajador/a, administrándole la mejor atención posible. Que su norte sea el de cuidar a los trabajadores/as, en sus labores cotidianas y ayudar a prevenir y recuperar física y sicológicamente de los accidentes, aportando un apoyo necesario para él y su familia. Las mutuales deben abandonar las múltiples asociaciones con las cuales vulneran su definición de “sin fines de lucro”, la cual las lleva cada vez más a buscar sus propios
beneficios dejando de lado el bienestar de sus afiliados. Deben reconocer y dar tratamiento a las enfermedades profesionales y no negar la atención afirmando que estas son solo producto del deterioro del organismo del trabajador/a. Necesitamos mutuales con conciencia del importantísimo papel que juegan para la salud de los trabajadores/as y su entorno familiar. Creemos en una educación gratuita, democrática y al servicio de la comunidad.
Porque esta es el pilar fundamental de la sociedad equilibrando la balanza e igualando las capacidades de todas las personas sin distinción de clase, religión u origen. Una persona que tiene educación de calidad desde la edad preescolar hasta la educación superior, tendrá en sus manos las herramientas necesarias para defender su futuro, su familia y su comunidad. Aportando así a tener un país más justo y equitativo donde la participación en el proceso educativo sea central. Creemos que es necesario avanzar en organizaciones que se propongan defender
sus respectivos intereses, pero también dispuestas a alzar la voz cuando la injusticia y la lucha social la lleven sus pares de otras organizaciones. Levantar organizaciones y avanzar hacia una movilización multisectorial contundente. Con sentido de clase y con la convicción que la suerte de sus trabajadores tiene que ir de la mano con el crecimiento y el futuro de un país.
Lo más difícil es superar la apatía y el conformismo instalado en nuestra sociedad que tiene atrapados a sus trabajadores/as en una red de consumismo que les impide reaccionar frente al abuso de empresarios y la actitud cómplice de los legisladores, quienes siempre están de lado de los poderosos. En estos tiempos de extrema deshumanización, particularmente para los trabajadores y los más pobres, no es posible vislumbrar una salida, sin el movimiento de los Trabajadores Organizados.