Entrevista a Tatiana Castillo - Club de Bordado Argentina

Publicacion n 3 - Enero 2021

Club de Bordado Argentina

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Publicación N 3 Enero - 2021

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ENTREVISTA

tatiana castillo Tatiana Castillo es una artista textil colombiana que se ha dedicado en los últimos años a explorar el bordado como técnica plástica. Esta búsqueda la ha llevado a viajar a distintos lugares como México, Perú y Ecuador para poder estudiar diferentes tipos de bordado. En esta entrevista, nos cuenta un poco sobre su camino artístico, sus proyectos y su visión de esta técnica.

Gabi Goitía ¿Cómo comenzó tu acercamiento al bordado?

Comencé bordando en forma en el 2015. Me llamaba la atención como lenguaje plástico. Así que comencé a hacer piezas para mis amigas y de poco en poco fui encontrando mi propia voz dentro de lo textil. Hasta hoy en día sigo en esa exploración. ¿En qué momento sentiste que el desarrollo de tu obra artística iba a girar en torno a esta técnica?

Cuando la retomé en ese mismo año. En cuanto comencé ya supe que era ahí en donde quería estar. Aproximadamente a comienzos del 2018 decidí dedicarme de lleno al bordado y todo confabuló. La gente ya tenía un interés por mi trabajo entonces le di rienda suelta.

El estudio del bordado te ha llevado a conocer diferentes lugares, ¿podrías contarnos un poco sobre estas experiencias?

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Esto es lo que para mi ha sido más valioso dentro de toda mi experiencia y trayectoria. Yo siempre he sido muy estudiosa y me gusta mucho investigar y aprender siempre. Así que mi rol de aprendiz me lo tomo muy en serio.

Comencé viajando a México en donde conocí el trabajo de Gimena Romero. Fui aprendiz en su estudio por casi un año en donde no solo aprendí sobre técnicas de bordado mexicanas, también aprendí sobre el bordado en todas sus dimensiones, otras técnicas, cómo llevar un estudio, entre otras cosas, esa fue una parte muy importante de mi camino.

Luego viajé a Perú a grabar mi curso con Crehana y allí aproveché para aprender sobre bordado Andino, que es un tipo de bordado en el que se trabaja con lanas principalmente.

Mi siguiente experiencia fue en Ecuador. Allí aprendí bordado Zuleta. Uno en donde no se usa bastidor y las artesanas desde hace décadas usan un gancho que hacen con su mano, por ejemplo.

Mi plan es continuar viajando y aprendiendo.

Pienso que en cada lugar la percepción del

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bordado tiene sus características específicas ancladas a los propios contextos. Es por eso que para mí, más que viajar a aprender técnicas, se ha convertido en una herramienta para conocer las cosmovisiones, las sociedades y el mundo.

En un año donde la posibilidad de viajar quedó descartada, ¿cómo cambió tu relación con el bordado y con el entorno donde se desarrolló?

Pienso que fue sumamente importante haber tenido que “parar”. Ya tenía un montón de planes de salir y aunque seguro habría sido maravilloso, para mi, la cuarentena me hizo conectar con algo que no había visto antes en mi trabajo. Siento que siempre he estado muy afuera, como tratando de encontrar un lenguaje desde otros sitios.

Entonces quedarme encerrada me hizo hablar conmigo misma. Nutrir mi trabajo desde cosas que ya quería explorar y que me llamaban mucho desde antes, pero que no había querido escuchar.

Si tuvieras que elegir una técnica entre todas las que has aprendido, ¿cuál sería?

Crewelwork. Siento que es una técnica que por todo lado se conecta con lo que quiero hacer. La materialidad de esta técnica me fascina, las lanas, el lino. Y es una técnica que también ha servido para la documentación social, y que incluye distintas puntadas, que juega. Me encanta.

Sobre todo me llama porque es básica. Contrario a otras técnicas muy elaboradas, tiene una sencillez (no facilidad) que me toca mucho. Sin pretensiones. ¿Cómo definirías a la Tatiana aprendiz?

Me veo como una aprendiz entregada. Que recibe conocimiento que luego conecta con lo que ya conoce. Me gusta verme como alguien capaz de atar y conectar saberes entre sí. ¿Qué lugar ocupa en tu quehacer profesional la relación con otrxs bordadorxs?

En general me interesa mucho y siempre me ha interesado hacer amigas con quienes pueda conectarme desde este quehacer. Me interesa crear redes entre distintas latitudes por medio del bordado, viajando a dar talleres, recibiendo a talleristas en mi estudio, así.

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Es necesario compartir, entender las experiencias de otros para no sentirse tan satélite en un mundo que aprecia muy poco lo artesanal.

Hemos visto que muchas veces sacas al bordado de la tela explorando otros soportes, ¿Qué te lleva a esa búsqueda y qué sensaciones te genera?

Siento que en general es un tema con las fibras.

Los soportes que uso aparte de tela generalmente son papel o cortezas de árboles, que como la tela, son fibras.

Me parece sumamente divertido entender cómo intervenirlas, crear sistemas o métodos para llevarlo a cabo, son fijaciones que no puedo explicar del todo. ¿Cómo describirías tu proceso creativo?

Fluido. Yo siento que cuando comienzo todo se da muy fácil y rápido. Cuando son cosas mías claro.

Cuando son trabajos o encargos para alguien más siento que me demoro más. Creo que es algo completamente normal.

Mis procesos comienzan desde una imagen, generalmente. Desde allí comienzo a desarrollar

un universo que son mis piezas. Cada serie o cada proyecto tienen un proceso de selección de materiales muy minucioso y cuidado. Todo en coherencia con el mensaje o el propósito detrás del proceso. ¿De qué se trata el proyecto “Compartiendo Agujas”?

Es una iniciativa pedagógica que creé en el 2015.

Parte de la necesidad por crear espacios en donde el bordado sea una herramienta de conexión con otres. Es un proyecto itinerante que espero siga viajando conmigo por muchísimos años más.

Se percibe un fuerte componente antropológico en tu obra, ¿cómo crees que funciona esa reivindicación del arte tradicional latinoamericano en una era de redes sociales y globalización?

Siento que desde hace algunos años hay una consciencia que está comenzando a activarse.

Acompañado a una necesidad de tener vida tranquila y retomar prácticas lentas, conscientes.

Entonces las labores manuales comienzan a tener un lugar que había sido desestimado por nuestra

Fotos: Tatiana Castillo

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sociedad capitalista por muchos años. Aprender técnicas ancestrales tanto en lo textil como en la cerámica, la pintura y demás, ha sido una de las búsquedas que han resurgido de todo este sentir.

Cuando alguien aprende una técnica comienza a apreciarla, a entenderla y ubicarla en su contexto.

Es por eso que para mi Compartiendo Agujas es un proyecto vital, porque además le muestra a las asistentes el valor y el trabajo que hay detrás de una pieza bordada.

¿Qué expectativas tenes para el próximo año en relación a tu labor artística?

Quisiera retomar dos proyectos que paré. Una exposición individual y una publicación. Quiero enfocar mi energía en eso y en ir muy profundo en la exploración del Crewelwork.

IG: @tatianacastillo_art

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